Está impresionado. Andrés Felipe Correa suspira durante el diálogo con ADN y trata de explicar toda la emoción, entusiasmo y fuego en el corazón que se le ha encendido antes de encarar con el Junior su primera final en la Liga.
Aunque con el Itagüí, su club de procedencia, jugó un duelo decisivo por el título de la Primera B, ‘Pecoso’ comprende, siente y palpita de una manera muy diferente la serie por el trofeo liguero entre los ‘tiburones’ y el Atlético Nacional, que se iniciará este domingo en el estadio Roberto Meléndez, a partir de las 6:30 p.m.
“Te soy sincero: cuando estuve en Itagüí disfruté una gran felicidad, excelente, pero ahora, al estar en un equipo grande, saber que tanta gente vive y siente la final, estoy mucho más motivado y con ansias de hacer todo bien”, comentó el antioqueño de 29 años y 1,83 de estatura.
Correa ha ajustado la defensa 'rojiblanca' desde su arribo para el segundo semestre de 2013. Con su técnica, rapidez e intuición se ha consolidado sin discusión en la titular del equipo, mucho más después de la llegada de William Tesillo, al principio de este año.
Los dos se han complementado a las mil maravillas. Conformaron una pareja segura en la zaga que conjuró la amenaza del goleador Dayro Moreno y todo Millonarios en los partidos de la semifinal. La brillante actuación individual de ambos, las atajadas de Sebastián Viera y la táctica colectiva blindaron el arco.
“En la zona de atrás estamos muy bien, la competencia interna es sana. Samuel (Vanegas) cuando entra también lo hace bien. Hemos jugado más partidos William y mi persona, él sabe que yo lo respaldo y yo sé que él me respalda”.
Correa reconoce y destaca la dificultad que reviste un adversario como Nacional, a quien muchos consideran favorito, pero cree con firmeza que hay calidad y trabajo para mantener los caminos de gol estrechos.
“Afortunadamente venimos en alza, hemos reflejado en los partidos todo lo que hacemos en los entrenamientos, la final nos va a tomar muy bien”, auguró Correa.
‘Sí cobraría un penalti en la final’
Cuando Andrés Felipe Correa era recién llegado al Junior, Carlos el 'Pibe' Valderrama lanzó una peculiar opinión sobre el defensor: “La defensa estaba ‘barra’, pero trajeron al ‘Pecoso’, que era figura allá y tiene personalidad. Patea los penaltis más raros que el carajo, pero los mete todos, no ha botado ni uno”.
‘El Pibe’ tenía razón. Correa era el pateador designado en el Itagüí y acertaba todos los cobros desde los doce pasos más allá de su extraño estilo, con un pique y de frente a la pelota. Sin embargo, en el club 'rojiblanco' ha sido infortunado y ha fallado los dos penaltis que ha ejecutado. El último fue el domingo anterior en la semifinal ante Millonarios, en la definición por tiros desde el punto blanco. Luis Delgado detuvo su disparo.
“En cuanto a eso estoy tranquilo, lo bueno del fútbol es que da revancha rápido, de una u otra forma eso lo ayuda crecer a uno como profesional”, dijo ‘Pecoso’ Correa, quien estaría dispuesto a patear un penalti en una hipotética serie ante Nacional.
“Si tengo la posibilidad otra vez, lo hago”, afirma sin titubeos. “Es una confianza que siempre he tenido, he pateado los penales así, no pienso cambiarlo ni nada de eso, no tengo problema, en los entrenamientos lo he hecho muy bien, infortunadamente no he anotado”, explicó el paisa. “Errar el penal no quiere decir que se acabó una carrera o empañó un trabajo, esto es fútbol, es así”, puntualizó.
Obrero de cocinas integrales
Andrés Felipe Correa debutó en el fútbol profesional a los 25 años, el 22 de febrero de 2010. Decepcionado por la falta de oportunidades y estancado en las divisiones menores del Atlético Nacional, decidió colgar los guayos, resignar su sueño y buscar un trabajo como obrero de cocinas integrales que le permitiera producir el sustento de su familia.
Siguió jugando fútbol, pero a nivel empresarial y recreativo, en canchas de barrio, en donde marcaba notable diferencia. Por eso su amigo y vecino del barrio San Francisco, Fabio Restrepo, uno de los utileros del Itagüí FC, le recomendó que se probara en el equipo antioqueño. “De unas me dijeron que sí”, recordó Correa.
Con algo de temor y desconfianza, ‘El Pecoso’ se animó a revivir sus anhelos deportivos, pero sin dejar del todo el negocio de la construcción que le había inculcado su padre. Se estrenó en un partido de la Primera B el 22 de febrero de 2010, junto al veterano Sergio ‘Jeringa’ Guzmán (ya retirado), quien terminó convirtiéndose en su maestro.
Su caso es parecido al de Jorge Agudelo, exdelantero antioqueño del Envigado, Once Caldas y Nacional, entre otros equipos, que saltó de los campos de balompié recreativo a los principales estadios del país con más de 25 años.
“Comencé a jugar un poco tarde porque en mis inicios no tuve la posibilidad en los equipos antioqueños, me bajaron mucho los ánimos y no quise seguir luchando”, contó Correa, quien después renunció a la empresa en la que se desempañaba como obrero.
Con las 'águilas doradas' logró el ascenso y pudo emprender el vuelo de nuevo hacia sus sueños. Ahora, en las aguas del ‘tiburón’, tiene la posibilidad de bañarse de gloria si Junior le gana la final a Nacional.
RAFAEL CASTILLO VIZCAÍNO
ADN
Barranquilla