La evolución tecnológica es imparable, y en el mundo de la analítica de datos, SAS ha liderado este cambio con SAS Viya 4. Esta plataforma supone un avance significativo en comparación con sus predecesores, SAS 9.4 y SAS Viya 3.5, al adoptar arquitecturas basadas en contenedores orquestados por Kubernetes y OpenShift. Este cambio no solo moderniza la infraestructura, sino que también transforma cómo las empresas despliegan, escalan y gestionan sus soluciones analíticas.
Del monolito a la nube: un salto arquitectónico
SAS 9.4 fue una plataforma robusta y confiable, pero su diseño monolítico dificultaba la adaptabilidad a entornos más dinámicos. Con la introducción de SAS Viya 3.5, se dio un paso hacia la modernidad mediante contenedores limitados, pero sin aprovechar por completo las ventajas de la orquestación moderna. SAS Viya 4 rompe con estas limitaciones al adoptar Kubernetes como núcleo de su arquitectura.
En este contexto, OpenShift, una distribución empresarial de Kubernetes, añade capacidades adicionales que optimizan el despliegue en entornos hibridados o multinube. Esto permite a las organizaciones elegir dónde y cómo ejecutar sus soluciones, asegurando una portabilidad y flexibilidad que eran impensables en versiones anteriores.
La automatización como ventaja competitiva
Una de las principales ventajas de Kubernetes y OpenShift es la automatización. Los despliegues, que antes requerían procesos manuales y largos tiempos de planificación, ahora pueden realizarse de manera más ágil y eficiente. Por ejemplo, la escalabilidad automática asegura que los recursos se ajusten a las demandas analíticas en tiempo real, algo crucial en un mundo donde las cargas de trabajo fluctúan constantemente.
Adicionalmente, las actualizaciones en SAS Viya 4 se benefician del enfoque de "rolling updates" de Kubernetes, eliminando la necesidad de largos periodos de inactividad. Esto resulta particularmente relevante para organizaciones que operan en sectores críticos donde cada segundo cuenta.
Comparativa con SAS 9.4 y SAS Viya 3.5
Mientras SAS 9.4 dependía de infraestructuras físicas con altos costes operativos, y SAS Viya 3.5 comenzaba a experimentar con contenedores, SAS Viya 4 lleva esta evolución a su máxima expresión. La capacidad de desplegar aplicaciones en cualquier nube o incluso on-premise con OpenShift elimina barreras tecnológicas y abre nuevas posibilidades de integración.
Por ejemplo, mientras que en SAS 9.4 la ampliación de capacidad requería hardware adicional, SAS Viya 4 aprovecha la elasticidad de la nube para escalar recursos dinámicamente. Esta diferencia es clave para empresas que buscan optimizar costes y mejorar el rendimiento.
Seguridad y control en el despliegue
En un entorno donde la seguridad de los datos es una prioridad absoluta, Kubernetes y OpenShift ofrecen soluciones robustas. Herramientas como RBAC (Control de Acceso Basado en Roles) y la segmentación de redes aseguran que los datos sensibles estén protegidos. Además, OpenShift, respaldado por Red Hat, incorpora certificaciones como ISO 27001, alineándose con los estándares de ciberseguridad más exigentes.
SAS Viya 4 aprovecha estas capacidades para garantizar que las organizaciones puedan cumplir con normativas de privacidad sin comprometer la agilidad operativa. Esto representa un cambio significativo frente a versiones anteriores, donde la seguridad estaba más ligada a la infraestructura tradicional.
Un futuro impulsado por la innovación
El salto de SAS 9.4 y SAS Viya 3.5 a SAS Viya 4 no es solo un cambio tecnológico, sino una declaración de intenciones hacia un futuro más flexible, escalable y seguro. Con Kubernetes y OpenShift como pilares, las organizaciones tienen en sus manos una plataforma que no solo se adapta al presente, sino que también está preparada para los retos del mañana.
Ya sea en la nube, on-premise o en entornos híbridos, SAS Viya 4 redefine la analítica de datos, demostrando que la infraestructura puede ser tanto un motor de innovación como un escudo de seguridad.