Médicos vs. zombis
El 13 de noviembre de 1918 un cortejo fúnebre llevaba por París el cadáver del poeta Guillaume Apollinaire. Después de haber sobrevivido durante tres años a la Gran Guerra, un virus –el de la influenza “española”– lo había matado en menos de dos días. Entre los dolientes, además de Pablo Picasso y Max Jacob, iban sus amigos cineastas Abel Gance y Blaise Cendrars. Pero el duelo no pudo tener la solemnidad que debía porque coincidió con el armisticio, el final de la guerra. Escribe Cendrars: “Nuestra procesión fue atacada por una horda que celebraba el armisticio, que bailaba frenéticamente, se abrazaban, todavía con las armas al hombro, cantando y gritando en el delirio. Fue muy difícil”.
Unos días más tarde se filmó una escena de la película (1919) de Abel Gance, en la que Cendrars era
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