VUELVE A SOÑAR
“Entré a una habitación pequeña. Había una cama, un cobertor de goma y un aparato con una manija en la cabecera.
—Así que me va a aplicar la electroterapia —le dije al Dr. Gaspar.
—No se preocupe. —Es más traumático verlo que soportarlo. No duele nada —me respondió.
El enfermero me puso en la boca una especie de tubo, para impedir que se me enrollara la lengua y me colocó en las sienes dos cables.
Escuché el sonido de la manija que giraba. Me pareció que una cortina caía frente a mis ojos; la visión se concentró en un solo punto, y todo quedó a oscuras. El médico tenía razón: no dolía nada”.
Esta escena no es parte de mi libro : la escribí en mi diario, en mi segunda internación en un hospital para enfermos mentales. Era 1966. En Brasil comenzaba la dictadura militar (1964-1989) y, por una reacción natural del mecanismo social, la represión externa empezaba a transformarse en una represión interna. Mientras tanto, era
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos