Es, de acuerdo con Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, “de los que se atrevieron a mostrar un mundo que parecía invisible y poner en las pantallas las realidades que permanecían silenciadas”.
Y es que todos lo recordaremos por Rojo amanecer, esa cinta de denuncia que aborda la matanza de estudiantes a manos del Estado el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de Tlatelolco.
Esa cinta marcó un antes y un después en la filmografía mexicana por la valiente exposición de un tema que por aquel entonces (1989) seguía siendo tabú. Esa magistral crónica que poco, y el cortometraje , considerado uno de los mejores en la historia del cine mexicano.