picasso enciende algo, una chispa. Es como si cada trazo suyo fuera un relámpago de pólvora emocional, fabricada del deseo mismo de pintar y, al final del recorrido visual, provocase una explosión dentro de quien se atreviera a enfrentarlo. Se ha escrito mucho sobre el malagueño: durante años, se ha peleado por sus orígenes e inspiraciones. Después, en una época de historicismo moral, se le ha cuestionado y puesto en duda, en especial su relación con las mujeres. Sin embargo, más que nunca en el 50.¼ aniversario de su fallecimiento, su obra se convierte en su último testigo. Un retrato de su hija Maya se ha subastado hace unos días en Sotheby’s con precio de salida de 20 millones, y en la última feria ARCO, dos obras acapararon todos los titulares; una escultura como metáfora de su muerte –obra del artista Eugenio Merino– y, a pocos metros, un –Eugenio Ampudia–.
SIN LÍMITES
Pablo y Picasso
Mar 17, 2023
5 minutos
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