En pocas palabras
2025 es una muestra de los cambios que propicia el Universo. Esos cambios no se entienden de la misma manera entre los humanos que poblamos este planeta. Los lectores sabéis que cada mes, en el «Cuaderno disidente» que publicamos en la revista, aparecen informaciones que ayudan a comprender mejor los cambios que están preparando los dirigentes del Nuevo Orden Mundial. Sin embargo, y puesto que vivimos aquí en tránsito, buscamos certezas que nos ayuden a comprender los porqués de todo esto. La astronomía y la astrología tradicional nos ayudan a comprender un poco más y mejor todo ello.
¿Puede considerarse este año como el del «fin de los tiempos» que tanto anuncian algunos? En todo caso es cierto que nos acercamos al fin de una etapa -que probablemente culminará en 2031- y que, aunque en el proceso aparezcan momentos de máxima oscuridad, el desenlace será positivo y la luz terminará brillando. Al final podrían ser solo «lágrimas en la lluvia», gotas en el océano universal.
Las previsiones se cumplen
Que esta revolución para toda la humanidad resulte positiva o negativa depende de la confianza de cada uno de nosotros en la urgente y real necesidad de construir un nuevo mundo. Si nos resistimos y pretendemos aferrarnos a la vieja