El Efecto Urraca

El Efecto Urraca

Su guía general y completa para sobrevivir y disfrutar la retorcida era de las redes sociales.

.

#UnsocialMedia

Por Damien Massias

Traducción del inglés: Elizabeth Garay

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1

Primero las buenas noticias

CAPÍTULO 2

Y ahora las malas noticias

CAPÍTULO 3

No es cosa de niños (o de adultos), el peligro empieza en la juventud

CAPÍTULO 4

El costo de las redes sociales: una factura para la salud mental

CAPÍTULO 5

De cualquier manera, la mayoría es irreal

CAPÍTULO 6

¿Sigues tú siendo real?

CAPÍTULO 7

La ilusión de la distancia

CAPÍTULO 8

Vivir la vida de otra persona

CAPÍTULO 9

Si una sociedad es egocéntrica, ¿sigue siendo una sociedad?

CAPÍTULO 10

Sobresexualizado o socavado

CAPÍTULO 11

El elefante en su relación

CAPÍTULO 12

MAP (miedo a perderse)—Más que un Hashtag

CAPÍTULO 13

Un desperdicio de (ciber) espacio

CONCLUSIÓN

El cuervo y el zorro

de Jean de La Fontaine

––––––––

Don cuervo, en la rama de un árbol estaba

y en el pico tenía un delicioso queso.

Don zorro, tentado por el olor, le habló así:

—"Buenos días, Don Cuervo, ¡Qué bello sois!

Si vuestro canto fuese igual a vuestro plumaje,

sin mentir, os digo que seríais el fénix

de cuantas aves viven en este bosque".

Oyendo el cuervo tales palabras, desbordado de alegría,

abrió el pico para lucir su hermosa voz, dejó caer el queso.

Tras atraparlo le dijo la zorra:

– "Mi buen señor, aprended que todo adulador

vive a expensas de aquel que lo escucha".

Esta lección bien vale un queso.

Don Cuervo, avergonzado y confuso,

juró, aunque un poco tarde, que jamás

volverían a engañarlo.

¿Por qué Efecto Urraca?

En una ocasión en casa de mi padre en la campiña francesa, en medio de la nada, vimos una urraca, un ave autóctona de esa área. Él me dijo que las urracas aman todo lo que brilla y que son consideradas como una de las aves más inteligentes, ya que pertenecen a las únicas especies no mamíferas con la capacidad de reconocerse a sí mismas en una prueba de espejo.

Cuando decidí escribir mi libro, la imagen de esa urraca me vino de inmediato a la mente al darme cuenta de que los usuarios de las redes sociales me recuerdan en parte a las urracas. Somos atraídos por nuestros dispositivos brillantes, por resplandecientes aplicaciones en nuestras pantallas, por cuentas brillantes, personas brillantes y por todo lo que brilla más allá de eso. Para empezar, somos más rápidos que nunca para reconocer, obsesionarnos y compartir nuestras propias reflexiones en las redes sociales. Una búsqueda en Google arrojaría un significado completamente diferente del efecto urraca, pero para mí, para este libro, se trata de lo deslumbrados que estamos por las brillantes redes sociales que nos rodean.

Le deseo una maravillosa lectura.

Introducción

Algunas personas sienten pasión por los deportes. Conocen suficientemente bien cada equipo, cada estadística, cada regla para poder predecir a los ganadores y a los perdedores e identifican las conexiones y tendencias a lo largo de las temporadas. ¿Cuál es mi pasión? Las personas. Y si tuviera que categorizar los muchos elementos del comportamiento humano en los equipos, las estadísticas y las reglas, sería quien con pasión los vibraría.

Me llamo Damien Massias. Soy un coach de vida, especializado en dos áreas: mentalidad y confianza, y citas y relaciones. En los últimos 15 años he vivido mi vida profesional como un tipo de filósofo moderno, cuestionando, analizando y diseccionando constantemente los patrones, hábitos, logros, desventajas y más de la sociedad y de las personas. Mi propio padre fue un coach para personas desempleadas, ayudándoles a obtener la confianza necesaria para las entrevistas de trabajo y otras oportunidades para cambiar sus vidas. Con poco menos de 10 000 libros en su biblioteca, a medida que yo crecía, lo llamaba también un filósofo. Mi madrastra era una experta en comportamiento infantil. Así que nací en una familia de personas que constantemente se cuestionaban sobre... bueno, otras personas. Mi padre me inculcó una curiosidad por exponer los porqué y los cómo de lo que sucede a nuestro alrededor. Siendo niño, escuché muchas discusiones sobre los clientes de mis padres, los denominadores comunes entre ellos y sus patrones recurrentes compartidos, a pesar de que estas personas parecían totalmente diferentes en el papel.

Créame, ser un niño, ¡no fue tan divertido! O tal vez debería decir: no me pareció tan importante o interesante. Cuando se es más joven, no se ve todo el panorama. ¡Las cosas que sus padres le dicen, entran por un oído y salen por el otro! Sin embargo, supongo que sin darme cuenta, crecer en ese entorno en realidad tuvo un impacto duradero en mí. A medida que crecí, también me interesé mucho en tratar de descubrir, ayudar, comparar y resolver rompecabezas de la vida. Así que, al principio de mi vida profesional, emprendí una búsqueda de por vida, llena de curiosidad, conciencia, un amor genuino y cuidado por las personas, una colección cada vez mayor de herramientas y una sed verdadera de llegar a comprender.

Esta introducción no pretende ser un CV. No tengo la intención de enumerar mis cualificaciones para que los lectores sabios me consideren lo suficientemente calificado para leer este libro. Sin embargo, creo que sería interesante conocer algunas partes diferentes de mi vida que contribuyeron con una valiosa información a las conclusiones extraídas de este libro. Y estas experiencias son las que no encontrará en un CV, pero son las que considero que han sido las más influyentes de todas.

1. Fui salvavidas.

Mi primer trabajo fue como salvavidas de verano, en el sur de Francia. Yo era el más joven, de aproximadamente 25 años y, aunque la paga no era muy buena, rápidamente me enriquecí en inteligencia emocional al escuchar las historias de mis colegas que eran mucho mayores. Aprendí sobre sus relaciones, arrepentimientos, dudas, miedos y victorias. Discutimos las cosas que los niños de mi edad ciertamente no estarían discutiendo hasta pocos años más tarde. Ese verano, una semilla echó raíces: un profundo respeto por los mayores, y una reverencia por todo lo que pude aprender de sus experiencias.

Después trabajé como salvavidas en Disneyland Paris, durante aproximadamente un año y medio. Siendo ya un pez grande salí del estanque al que estaba acostumbrado. Ahora tenía una red de historias mucho más amplia para escuchar, y eran de turistas y colegas de diferentes países, culturas, edades, géneros y estilos de vida. Desde salvavidas hasta mi entrenamiento de vida, lo he visto todo. Irónicamente, estoy salvando más vidas ahora que al lado de la piscina.

––––––––

2. Me mudé al Reino Unido.

Después, me mudé de Francia a Reino Unido. ¿Se ha encontrado usted totalmente inmerso en un nuevo país y una nueva cultura donde apenas habla el idioma? No es tan diferente de la experiencia de un bebé aprendiendo a... ser humano. Por naturaleza, fui mucho más observador de lo que había sido en mi vida entera. Al aprender cómo adaptarme a esta nueva cultura siendo un adulto, aprendí más acerca de la naturaleza y el comportamiento humanos de lo que había sido anteriormente en mi vida.  

––––––––

3. Pasé ocho años como parte de la tripulación de cabina para British Airways.

Esto fue lo grande que realmente alimentó y reestructuró mi identidad como coach, como filósofo y como observador. Viajé por el mundo trabajando para British Airways. Gracias a este trabajo, literalmente he volado con miles de personas (tripulación y pasajeros), y no hay un crisol más diverso. A pesar de que eran desconocidos, la gente parecía abrirse a mí muy rápidamente. Tengo la teoría de que esto sucedió porque la mayoría de las personas no tienen la oportunidad de hablar mucho sobre sí mismos con alguien que realmente solo quiere escuchar. Al percibir mi genuino interés y curiosidad en sus vidas, las compuertas se abrieron. Lo escuché todo; temores, dudas, problemas, vida sexual, cosas de dinero, luchas, éxitos, felicidad, victorias, pasatiempos, relaciones buenas y malas, la lista nunca termina. Para mí, fue una bendición. En el aire, tuve la paciencia y el tiempo, además de las herramientas y la conciencia de mi educación, para analizar sus problemas y ayudar verdaderamente a estas personas.

4. Enseñé esquí y snowboarding.

Es gracioso, usted enseña para ayudar a otros a aprender, pero aprende mucho como profesor. He enseñado esquí y snowboarding de forma intermitente durante los días libres, los días festivos y, a veces, a tiempo completo durante los últimos 14 años. Vivo en un lugar llamado Milton Keynes en el Reino Unido, donde hay una cúpula de esquí cubierta llamada Snozone con nieve real para que la gente pueda esquiar y hacer snowboard durante todo el año. He enseñado a miles de personas a través de los años. En un día ocupado, a veces enseño a casi cien personas en total. Una vez más, este trabajo me dio la oportunidad única de conectarme con una gran variedad de desconocidos a nivel personal. Y en el contexto de los deportes extremos, estas personas se acercaron a mí con dudas sobre su propia capacidad, con el temor a lesionarse y su miedo a parecer ridículos a la vista, lo que significaba que estaba enseñando mucho más que solo la instrucción técnica de los deportes. Estaba entrenando a todas las personas con las que trabajaba para que sus dudas y temores no arruinaran su experiencia.

¿Y qué?

La línea divisoria a través de todas estas experiencias podría ser sintetizado en un denominador común. Sin importar el uniforme que llevaba puesto, en realidad siempre estaba haciendo el mismo trabajo: estudiando el comportamiento humano y utilizando mis hallazgos para introducir el cambio positivo en la vida de las personas.

Estas experiencias fueron seguidas por numerosos cursos y logros en el campo del coaching de vida, más una práctica exitosa de coaching de muchos años. Pero sigo creyendo que la mayor parte de mi aprendizaje provino de mi experiencia en el campo: este campo llamado la vida.

No pretendo saberlo todo, o decir que soy un experto en los patrones de comportamiento y creencias humanas. Pero la regla de las 10 000 horas de Malcolm Gladwell establece que 10 000 horas de práctica continua en cualquier campo, lo convertirán en un virtuoso. Y en el éxito de ventas, "Máximo Rendimiento", de Brad Stulberg y Steve Magness aconsejan además que la regla de las 10 000 horas no se cumple sin la práctica intencionada y decidida. Bueno, he registrado durante más de 10 000 horas el tipo adecuado de práctica: hablar con extraños, compilar investigaciones, observar tendencias y patrones, probar mis hallazgos e hipótesis una y otra vez. Como cualquier cosa en la vida, si pasamos miles de horas haciendo algo, lo dominamos, especialmente si lo comparamos con aquellos que nunca lo pensaron dos veces.

Este libro es principalmente evidencia, observaciones y estudios, con un pequeño porcentaje salpicado de opinión. No es para los que tienen una mentalidad cerrada. Con este libro, busco compartir ideas desafiantes para alentar a las personas a ver sus vidas y nuestra sociedad a través de una lente diferente. Según un estudio realizado en 2015 por Mediakix, una agencia influyente de mercadotecnia, la persona promedio pasará más de cinco años y cuatro meses de su vida en las redes sociales.[1]  Esa cantidad de tiempo probablemente solo haya aumentado en los últimos años. Este comportamiento se ha arraigado en nosotros en este punto, y el comportamiento arraigado es el más difícil de erradicar, sin que nos sintamos a la defensiva o atacados. Así que si se siente atacado, ¡únase al club! Todos estamos aquí con usted, porque este comportamiento está arraigado en todos nosotros. Lo importante es lo que sucede después de que se siente a la defensiva: ¿continúa con la lectura, ha dejado que su mente se abra y utiliza estos datos de manera constructiva? ¿O se cierra y sigue viviendo en la negación? Si está honestamente motivado a cambiar las partes de su vida con las que no está contento, considere la información que se presenta aquí y luego considere simplemente ajustar su relación con las redes sociales. Tome lo que crea que es relevante y útil, y abandone el resto. Como coach, mi único objetivo siempre ha sido ayudar y por muy cursi que parezca, si este libro hace eso por alguien, he hecho mi trabajo. El conocimiento es poder, y quiero empoderarlo.

Todavía me pregunto ¿quién demonios es este tipo?, estoy ahí con usted. Oiga, todos estamos aquí para descubrir quiénes somos... ¿cierto? Algo de lo que estoy seguro es que aquí, yo no soy el enemigo, ¡solo el mensajero! ¡Por favor no dispare! Nada de lo que escribo está destinado a la burlar, a denigrar, o a minar a nadie. Soy tan culpable como usted cuando se trata de ciertos aspectos de las redes sociales, y solo trato de ayudar. Estamos todos en el mismo barco. Y aunque es posible que algunos problemas no se apliquen a usted, tenga la seguridad de que mi investigación y mi experiencia demuestran que definitivamente se aplican a otros, y podría ser útil para usted saber cómo los medios sociales afectan a los demás de diferentes maneras que a usted.

Lo más importante es que lo invito a aceptar y a explorar cualquier resistencia que pudiera tener al leer este libro porque, si hay algo que he aprendido, es que la resistencia indica una verdad resonante... tal vez una que no quiere escuchar. Un alcohólico jura a la defensiva que no tiene un problema porque... realmente tiene un problema; al mismo tiempo, tengo clientes que juran a la defensiva que su sobreabundancia de selfies son realmente solo para ellos porque... en realidad no lo son. Su afición por su teléfono y sus redes sociales es lo que no quiere que lea usted este libro. Y francamente, mi propia afición (¡yo también soy humano!) es lo que no quería que lo escribiera. Esta tecnología se ha convertido en una parte arraigada de todos nosotros... pero la pregunta sigue siendo: ¿a qué costo?

Capítulo 1

Primero las buenas noticias

"Cuando le das a todos una voz y le das poder a la gente,

el sistema generalmente termina en un lugar realmente bueno ".

– Mark Zuckerberg

Claro, todos sabemos que las redes sociales son ... impresionantes. De lo contrario, no habrían explotado en popularidad como lo han hecho hasta ahora. Pero solo porque sabemos que algo se siente bien no significa necesariamente que hayamos evaluado cuidadosamente por qué es bueno. Para entender dónde nos hemos equivocado con las redes sociales, primero debemos entender dónde hemos