Diferencia entre revisiones de «Troquel (molde)»

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== Historia de su soporte ==
En occidente el proceso de acuñación ha sido la técnica más recurrente a lo largo del tiempo y aún hoy en día se sigue utilizando en los talleres de moneda. El primer método de acuñación se realizaba a martillo y se comenzó a utilizar con el nacimiento de la moneda hacia el {{siglo |VII |a.C.|s}} en el Reino de Lidia. En la segunda mitad del {{siglo |XVI||s}} se desarrolló otra forma de fabricación de moneda mediante molino de laminación, a mediados de dicho siglo se utilizaban laminadores a rodillos para obtener rieles, láminas largas de metal con un grosor preciso a partir de las cuales se realizaban los cospeles, totalmente circulares.
 
En la primera mitad del {{siglo |XVI||s}} se inventó una nueva técnica de acuñación basada en la utilización de la prensa de volante, el método más común, también conocido como máquina de troquel. La acuñación a volante permitía realizar del orden de veinte piezas por minuto, este sistema perduró hasta mediados del {{siglo |XIX||s}}.
 
La prensa a volante o balancín ya había sido dibujada u diseñada por Leonardo da Vinci, (1452–1519), dejó dibujos que nos muestran que el concepto de la prensa de volante surge en esta época. La prensa a volante para la fabricación de moneda fue llevada a cabo en 1508  por el artista florentino, Bramante, para acuñar medallas de plomo, que es uno de los metales más blandos y que no se endurece bajo la presión de los cuños. Treinta años más tarde, un compatriota de dicho artista florentino, joyero, escultor y artista, Benvenuto Cellini, acuñó monedas de oro para el Papa Clemente VII, con esta misma técnica y dejó una descripción completa de la prensa que construyó. Pero las primeros volantes no poseían la fuerza requerida para acuñar más que pequeñas piezas.
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La aparición de la revolución industrial y la introducción de la máquina de vapor de James Watt introdujeron con naturalidad la idea de aplicar esta nueva fuerza motriz al viejo mecanismo.  En 1789  un empresario innovador, Matthew Boulton, constató en su Soho Manufactory de Birmingham, un sistema de acuñación a vapor que hacía uso de una gran rueda, que impulsaba los brazos de las prensas de tornillo.  El mecanismo era complicado, propenso a sufrir desperfectos, y muy ruidoso, pero a pesar de todo ello, podía acuñar más de cuarenta piezas por minuto. La máquina sirvió en un primer momento para imprimir fichas metálicas, pero en 1881 fue  adoptado por la Royal Mint, y que más tarde se ocuparía de exportarla hacia múltiples países.
A finales del {{siglo |XVIII||s}} se dota a la prensa volante la virola partida (la virola es una aro de acero que contiene al cospel en el momento de la acuñación y logra que la moneda sea excepcionalmente redonda y evita la expansión del metal fuera de aquellos al ser troqueladas sus dos caras), capaz de acuñar leyendas en el canto y de alimentación de cospeles automática y la retirada también automática de las monedas recién acuñadas, grandes contribuciones del artista Jean Pierre Droz y mecánico Philip Gengembre en la Ceca de París.
 
En el segundo tercio del {{siglo |XIX||s}} tendrá lugar la denominada "liberación del ser humano" con la automatización definitiva del momento de la acuñación, de la mano de novedosas prensas movidas por la fuerza obtenida de máquinas a vapor, como las desarrolladas por Droz y por el británico Matthew Boulton entre muchos otros, que lograron permitir un enorme aumento de la producción y una mayor presión, homogeneidad y calidad en la acuñación.
<ref>{{cita web|apellidos1=Castro Gutiérrez|nombre1=Felipe|título=Peregrinaciones en el pasado|url=https://felipecastro.wordpress.com/2012/09/16/la-memoria-de-las-antiguas-prensas-de-acunacion-en-la-moneda-mexicana/|obra=La memoria de las antiguas prensas de acuñación en la moneda mexicana|fecha=16 de septiembre de 2012|fechaacceso=22 de diciembre de 2019}}</ref> <ref>{{cita web|título=Numismática Visual|url=https://www.numismatica-visual.es/2018/03/historia-y-tecnica-de-la-acunacion-de-moneda/|obra=Historia y Técnica de la Acuñación de Moneda|fecha=22 de marzo de 2018|fechaacceso=22 de diciembre de 2019}}</ref> <ref>{{cita web|título=Segovia Mint|url=http://www.segoviamint.org/espanol/technologia.htm|obra=Tecnología de la Acuñación de Moneda|fecha=7 de octubre de 2009|fechaacceso=22 de diciembre de 2019}}</ref> <ref>{{cita libro|apellidos1=Feria y Pérez|nombre1=Rafael|título=La industrialización de la producción monetaria en España, 1700 – 1868|fecha=2010|editorial=Numisma|ubicación=Madrid|página=159|url=https://www.ucm.es/data/cont/docs/446-2013-08-22-8%20industria.pdf|fechaacceso=22 de diciembre de 2019}}</ref> <ref name="Sin_nombre-pIzU-1">{{cita web|título=Blog Numismático Isabel II Reina De Las Españas|url=http://isabeliireinadelasespanas.blogspot.com/2012/10/prensas-de-volante-o-balancin_526.html|obra=Prensas de volante o balancín|fecha=23 de octubre de 2012|fechaacceso=22 de diciembre de 2019}}</ref>
 
== En España ==
Felipe V se encargó de introducir este sistema en España, instalándolas en las Cecas de Madrid y Sevilla, hacia el año 1700 en Madrid, más de medio siglo después de su introducción en las Cecas de Londres y Francia, y en Segovia  para las monedas de plata y oro sobre 1721 y para el cobre  en 1772. Desde finales del {{siglo |XVII||s}} hasta finales del {{siglo |XVIII||s}} se dieron pocos cambios en las prensas volantes, a no ser que cada vez se acuñaban monedas y medallas de mayor módulo.
La acuñación a volante, con el canto labrado, pasa a ser obligatoria en España para todos los metales. A partir de la Ordenanza de 1730, en los talleres dotados con molinos éstos se emplearan sólo para laminar los rieles o barras de metal, de la misma manera, se terminaba con la acuñación de metales a cargo de particulares. La prensa de volante Austerlitz, se instauró en 1832 en la Casa de la Moneda de Madrid y se utilizó para acuñar monedas pequeñas. El nombre del modelo, Austerlitz, es debido a que las primeras máquinas de este tipo se fabricaron en 1807 con los cañones capturados al ejército ruso en la célebre batalla.