Diferencia entre revisiones de «Teatro de títeres»

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En las primeras décadas del {{siglo|XX||s}}, la cultura del títere alcanzó un alto nivel de calidad artística y literaria. Además de las incursiones en el medio titiritero de Falla y Lorca, en [[Cataluña]], por ejemplo, a partir de la introducción por artistas italianos de las [[sombras chinescas]] al comienzo del {{siglo|XIX||s}}, el ''teatro de sombras'' sedujo con su poética a personajes como [[Pere Romeu]], [[Santiago Rusiñol]] y [[Miquel Utrillo]], impulsores de inolvidables veladas titiriteras en el café de «[[Els Quatre Gats]]» en la Barcelona del cambio del {{siglo|XIX||s}} al {{Siglo|XX}}.{{sfn|Huerta|2005|p=692}}<ref>AMADES, JOAN. Titelles i ombres xineses, Barcelona, Biblioteca de tradicions populars, 1933.</ref> Poética que más tarde recuperó [[Jacinto Grau]] en ''[[El señor de Pigmalión]]'' (1921).
 
La reunión en Madrid de artistas e intelectuales de toda España rescató del olvido el arte titiritera durante las primeras décadas del {{siglo|XX||s}}.<ref>FRÍAS, María José. Introducción a la historia de los títeres en Madrid, Madrid, UNIMA, 1997.</ref> Se considera como uno de los estimulantes de esa renovación del género la experiencia propuesta por [[Jacinto Benavente]] y su teatro para niños (''Teatro fantástico''), en cuyo marco se estrenó en 1910 la ''Farsa infantil de la cabeza del dragón'' de [[Ramón del Valle Inclán]], y más tarde el "Teatro Pinocho" dirigido por [[Magda Donato]] y [[Salvador Bartolozzi]], y llegando desde [[Granada]] el ''[[Retablillo de Don Cristóbal|don Cristóbal]]'', bruto poético, par de otros "títeres de cachiporra" como [[Punch y Judy|Punch]], [[Guiñol]] o los primitivos [[Polichinela|polichinelas]].<ref>{{cita web |url=http://www.titeresante.es/2012/11/18/titeres-de-cachiporra-en-granada/ |título=Homenaje granadino a los ''títeres de cachiporra''|fechaacceso= marzo de 2015 | apellido={{versalita|}}|nombre= |fecha= |obra= |idioma= |cita= }}</ref> En la [[década de 1920]], la literatura del títere español alcanzaría su momento más brillante de la mano del gallego Valle-Incláncon su ''Tablado de marionetas para la educación de príncipes'' (1926) y los "dramas para marionetas" incluidos en su ''[[Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte]]''.{{sfn|Huerta|2005|p=692}}
 
En el umbral de la [[guerra civil española]], el Gobierno de la [[Segunda República Española]] a través del Ministro de Instrucción Pública y desde las plataformas del [[Museo Pedagógico Nacional]] y la [[Institución Libre de Enseñanza]] patrocinó el proyecto de solidaridad cultural conocido como [[Misiones Pedagógicas]] impulsadas por [[Manuel Bartolomé Cossío]] desde la [[Institución Libre de Enseñanza]]. Dentro de ellas, y como recurso para llegar a los confines más perdidos de la geografía española, se organizó el "[[Retablo de fantoches]]". Uno de sus directores y dramaturgos fue [[Rafael Dieste]], que escribió para aquel mágico [[Títeres de cachiporra|guiñol]] ambulante piezas como ''Farsa infantil de la fiera risueña'' (1933), ''El falso faquir'' (1933), ''Curiosa muerte burlada'' (1933), ''La doncella guerrera'' (1933) y ''Simbiosis'' (1934).{{sfn|Huerta|2005|p=693}}<ref>{{cita web|url=https://archive.org/details/lasmisionespedag0000unse|título=''Las Misiones Pedagógicas, 1931-1936''. Catálogo General de la Exposición|fechaacceso=marzo de 2015|apellido={{versalita|}}|editor=Publicaciones de la Residencia de Estudiantes|ubicación=Madrid|año=2006|isbn=978-84-95078-53-7|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20150924090256/http://www.residencia.csic.es/pub/82_misiones.htm|fechaarchivo=24 de septiembre de 2015}}</ref>