Éibar
Muy ejemplar ciudad de Eibar. Municipio del Território Histórico de Guipúzcoa perteneciente a la comarca del Bajo Deba en el País Vasco con una extensión de 22Km² y 29.485 habitantes (2001). Pertenece al Partido Judicial de Eibar.
Ubicación y accesos
Eibar es una ciudad gipuzcoana de 22 km² situada en la cuenca del río Deba, colindante con la provincia de Bizkaia. Fue fundado con el nombre de Villanueva de San Andrés, pero siempre ha sido conocido con el nombre actual de Eibar. El fuero de constitución de la villa se otorgó en el año 1346 pero el asentamiento era anterior. Eibar siempre ha sido una ciudad destacada en la historia, en la economía y en la cultura de la comarca y la provincia. Situada a las orillas del río Ego, está rodeada por los montes Arrate, Akondia y Urko al Norte; y Laupago, Galdaramiño e Illordo al Sur. Tiene cinco barrios rurales: Otaola, Aginaga, Arrate, Mandiola y Gorosta; barrios en los que se hallan caseríos, basílicas y ermitas de gran interés en un bonito entorno natural.
Aeropuertos:
- Aeropuerto de Bilbao (Loiu) a 45 min.
- Aeropuerto de Donostia-San Sebastián (Fuenterrabía) a 1 hora.
- Aeropuerto de Vitoria-Gasteiz (Foronda) a 1 h. y 15 min.
Puertos:
- Llegada de pasajeros al puerto de Bilbao con el Ferry desde Portsmouth (Reino Unido).
Transporte terrestre
- Los autobuses que operan en la comarca son de:
PESA. Telf. 902 10.12.10 TURITRANS-ALSA. Telf. 943 46.23.60
- Los trenes que unen la comarca con las capitales de Bilbao y Donostia-San Sebastián son de:
EUSKOTREN Telf. 943 45.01.31 en Donostia-San Sebastián ó Telf. 94 433.95.00 en Bilbao Para llegar por tren a estas capitales la compañía ferroviaria es: RENFE Telf. 943 28.35.99 en [Donostia]-San Sebastián ó Telf. 94 423.86.23 en Bilbao.
HISTORIA
- Edad Media y Moderna
Fue el rey Alfonso XI de Castilla quien otorgó a la villa de Eibar fuero de constitución el 5 de febrero de 1346, no obstante, para entonces ya existía una realidad social asentada en torno a la iglesia de San Andrés. La concesión de la carta puebla vendría a modificar este núcleo de población que en adelante se sometería a una planificación individualizándola de su entorno y organizándola en casas y calles (Barrenkale, Elgetakale y Somera o de Txurio). Con este proceso de urbanización se va creando un nuevo modelo jurídico autónomo en el que sus pobladores podían ejercer libremente sus actividades y organizar su concejo al margen del poder feudal.
A la par que la guerra de bandos y que las distintas invasiones de los franceses dejaban su impronta se fue desarrollando el auge de una industria que condicionará el devenir histórico de Eibar durante cuatro siglos. La industria armera se asentaba sobre una base gremial (cañonistas, cajeros, llaveros y aparajeros) que facilitaba la capacidad de producción y la especialización de la misma. De este modo, la monarquía castellana se apoyó en la infraestructura creada en el valle del Deba para obtener una gran cantidad de armas y hacer frente a sus necesidades. Así se formó una red de pequeños talleres familiares dedicados a la fabricación de escopetas, arcabuces, mosquetes y fusiles y unido a ellos una actividad comercial con numerosos mercados no sólo con la Península sino también con las colonias del Nuevo Mundo.
- Edad Contemporánea
Después de las revueltas producidas con la Matxinada de 1766, debido a la carestía de los cereales y de otros artículos de primera necesidad, unos años más tarde, en 1794 las tropas francesas arrasaron la ciudad. Fue incendiada la Casa Consistorial, las escuelas y parte de la Iglesia, además del derrumbe de 116 casas de distintos barrios y del arrabal. Las guerras carlistas dejaron también su impronta en una población fundamentalmente liberal que a finales del siglo XIX, el 6 de agosto de 1897, vive su primera huelga por motivos laborales en la fábrica que suministraba revólveres y escopetas a la Casa Quintana y Hermanos en Méjico. Esta huelga sirvió de germen para que el Socialismo arraigase en Eibar.
Paralelamente y heredero del espíritu gremial y de sociedad de épocas pasadas, se va imponiendo un sentimiento cooperativo. A pesar de haber existido a finales del siglo XIX algunos intentos bastante serios, es a raiz de una de las huelgas más largas y duras de 1920 cuando se funda Alfa como cooperativa obrera, materializándose así gran parte de los objetivos planteados en dicha huelga. Esta primera época del siglo XX fue de grandes dificultades debido a las fluctuaciones de los mercados internacionales y al control en el comercio de armas, principal industria del momento. No obstante, los logros sociales son importantes: el Sanatorio Antituberculoso, el Pabellón de Convalecientes, la Colonia de Arrate, los Centros Obreros, las Bibliotecas y la Escuela de Armeria donde se formaron los alumnos que harán posible la transformación de la industria de Eibar, apartándola de su dedicación exclusiva a la producción de armas y convirtiéndola en una industria abierta a los productos manufacturados de la industria ligera metalúrgica.
La madrugada del martes 14 de abril de 1931 Eibar proclama la Segunda República adelantándose a las grandes capitales. Este hecho suponía una profunda transformación de la distribución del poder ya que por primera vez acceden a él las clases medias y los trabajadores. Cuando se confirma la proclamación en Barcelona, el pueblo se concentra frente al Ayuntamiento para retirar la placa con el nombre de Plaza de Alfonso XIII y colocar la nueva placa de Plaza de la República. Eibar se convirtió en el punto de partida para el resto del Estado y por ello recibió el título de Muy Ejemplar Ciudad.
La ilusión republicana se vió truncada el 26 de abril de 1937 cuando las tropas alzadas al mando del general Mola entraron en la ciudad después de numerosos bombardeos que arrasaron gran parte del casco urbano y dejaron varios centenares de muertos.
Con la destrucción de la guerra y el incendio cambió la fisonomía de Eibar. El 8 de octubre de 1940, la Dirección General de Regiones Devastadas aprobó el proyecto de urbanización, donde se incluía la cobertura del rio Ego para aprovechar en mayor medida el suelo.
A pesar de las dificultades, Eibar se adapta a los nuevos tiempos y diversifica su industria (bicicletas, ciclomotores, piezas para automóviles, aparatos de uso doméstico...), a lo que hay que añadir un potente fenómeno de inmigración, atraido por esta pujante actividad industrial, que hace crecer su población hasta un 100% en los años 60. La situación de desarrollo industrial toca fondo en los años 1982-1983. La crisis del petróleo, el cambio de sistema político, el proteccionismo industrial con el que contaban algunas empresas y la falta de nuevas tecnologías provocan una crisis de la que hoy se aprecia una notable recuperación en diversos sectores como la automoción, máquina herramienta y las industrias de transformación, perviviendo junto a ellas otras artesanales que entroncan con el pasado más lejano de la historia de la ciudad, como la elaboración de escopetas finas de caza y el damasquinado.
Por último, el Eibar de hoy sigue creciendo a lo largo de las vías de comunicación que parten de él o que lo atraviesan acentuando su vocación como ciudad industrial y de servicios.
Monumentos
Eibar sigue aún teniendo edificios de interés a pesar de las consecuencias de la guerra.
- La iglesia de San Andrés: de estílo gótico el retablo de su altar mayor es del escultor Araoz de estílo renancentista. Conserva una escultura de San Pedro romanica y una vidriera flamenca. La puerta septentrional es plateresca.
- La Basílica de Arrate : guarda en el centro de su altar barroco la imagen de la virgen de estílo gótico rodeada de 4 cuadros de Ignacio Zuloaga.
- La iglesia de Azitain con su Cristo imberbe, de lo pocos que hay en el mundo.
- Palacios de Unzueta: del siglo XVII. Ligado al origen de Eibar.
- Palacio de Aldatxe: del siglo XVII, con magnifico escudo de armas.
- Palacio de Markeskua: del siglo XVI. Magnifica fachada principal y escudo.
- Casa consistorial: pionero en la construcción con hormigón en Guipúzcoa del arquitecto Ramón Cortazar construidoa en 1901 .
- Las casas palaciegas rurales de Sagarteguieta y Eguiguren son también destacables.
Fiestas
En la cronología festiva anual de Eibar, se destacan las siguientes fiestas o costumbres:
- Año Nuevo: la tradición eibarresa es la de subir al monte Urko el día primero de año.
- San Blas: día 3 de febrero. La torta de San Blas es típica en Eibar.
- Santa Agueda: La imagen de Santa Agueda está en la ermita de San Román en Aguinaga y el día 4 de febrero, salen las cuadrillas eibarresas a cantar las coplas dedicadas a la Santa.
- Carnavales: El gran día de los carnavales eibarreses es el "eguen zuri" o jueves en el que todos los escolares salen a la calle con sus "koko-jantzi". El martes de carnaval es el día reservado a los mayores.
- San Juan: Las fiestas de Eibar se agolpan en torno a la hoguera y los fuegos artificiales. El recibimiento a los dulzaineros de Estella es uno de los actos estelares de la fiesta.
- Fiestas de Arrate: Todos los eibarreses suben a Arrate el día 8 de septiembre, porque, según la tradición, los eibarreses no vienen de París, sino de los barcos colgados en la iglesia de Nuestra Señora de Arrate.
- San Miguel: El día 29 de septiembre se celebra el día de San Miguel de Aguinaga, una fiesta a la que el paso del tiempo no ha afectado.
- San Andrés: El día 30 de noviembre se celebra la festividad de San Andrés, una de las fiestas que ha conseguido más auge en los últimos años gracias a la gran Feria que se celebra en Eibar.
- Gaztainerre: Se celebra el segundo lunes a partir del "día de animas"o primero de noviembre. La costumbre eibarresa de comer caracoles y castañas asadas ha perdurado hasta el presente.
Fuente: egoibarra.com. Ayuntamiento de la Muy ejemplar Ciudad de Eibar.
copyright egoibarra.com
Enlaces exteriores
Otra visión de Eibar
Eibar, Ciudad industrial guipuzcoana limítrofe con la provincia de Vizcaya. Es conocida como la "Ciudad Armera". Tiene una escuela de Ingenieria perteneciente a la Universidad del País Vasco y una escuela de formación profesional, pionera en España, conocida como "Escuela de Armeria".
Destaca por sus producciónes de máquina-herramienta, efecto de la revolución industrial de los siglos XIX y XX, sobre todo, a partir de la Guerra Civil española (1936-39). En la actualidad es la única población de Euskadi que tiene escaleras mecánicas a la intemperie, en la calle.
Es muy famosa porque tuvo la fábrica de scooters Lambretta y las de bicicletas Orbea, BH y G.A.C.. También fue inportante la fabricación de máquinas de coser (Alfa, empresa pionera en el movimiento cooperatibista). Aunque ya han cerrado las fabricas de armas cortas, que es lo que le da su apodo, se mantienen númerosos pequeños talleres de escopetas.
Es destacado su cambio arquitectónico en los últimos años; pasando de un centro urbano repleto de pequeños "talleres" (empresas) en los soportales a un nuevo Eibar con un centro abierto a todas las esquinas del pueblo. Accesible con la vista y con un corto paseo. La villa se humaniza y pone en su epicentro al Eibarres: para disfrute de su centro urbano, que se convierte en peatonal los fines de semana.
Tiene un club de fútbol que milita en la segunda división nacional del estado español (es el decano actual de la Categoría de Plata) y un club de balonmano en la máxima categoría del estado.
Una prueba ciclista de gran renombre es la Euskal Bizikleta (antigüa Bicicleta Eibarresa), que acaba en la tradicional subida a Arrate. Así mismo es clásica la subida automovilística a dicho lugar. Dicho santuario de Arrate, sito un una altura de la villa, a 8 km del núcleo urbano acoge a la patrona de la villa: Nuestra Señora de Arrate, cuya festividad se celebra el día 8 de setiembre. El patrón es San Andrés, que se celebra el 30 de noviembre. Otras fiestas populares de gran raigambre son San Blas (3 de febrero) y San Juan (24 de junio), que dan lugar, quizá, a las fiestas más animadas: los tradicionales 'sanjuanes', que comienza todos los años con el acto simbólico de la recepción a los dulzaineros de Estella en la estación del ferrocarril.
Precisamente, conmemorando este hecho y otros más, se erigieron en distintos puntos de la localidad unas estatuas conmemorativas de actividades y costumbres típicas; a saber: la recepción de los dulzaineros en la estación del tren, unos niños yendo a bendecir las tortas de San Blas frente a la iglesia parroquial de San Andrés y un trabajador recogiendo agua en la clásica fuente de Urquizu.
También entró en la historia por ser la primera ciudad que proclamó en el Estado la II República (el 13/04/1931), adelantándose a Barcelona y Madrid, que lo hiceron al día siguiente. No sin temor, destacados militantes socialistas fueron los protagonistas de este acto. Se puede considerar a Eibar como la capital histórica del socialismo vasco.