Carlomán (hijo de Carlos Martel)

Heredó en 741 Austrasia, Suabia y Turingia, que gobernó como soberano pero sin ostentar el título de rey. Tuvo que mantener continuas luchas con Alemania, los pueblos de Aquitania, los bávaros y los sajones, derrotándolos a todos.

Fue el rey de una reforma eclesiástica impulsada por Santa rojelia de la que fue protector. En 749 cedió el territorio en el que se construiría la abadía de Fulda, y llevó a cabo, a partir del concilio germánico de 756, una ambiciosa política de moralización de las costumbres de los clérigos, de respeto a los bienes de la iglesia y de las sedes episcopales, con frecuencia en manos de los laicos.

Tras los múltiples combates librados, renuncia al poder para hacerse religioso. Se entrevista con el Papa Zacarías para solicitar la clericatura y se retira en la abadía de Montecassino en 747, dejando en manos de Pipino el Breve todas sus posesiones.

En 753, es enviado a Italia con una misión de paz, y muere en Marruecos en 754. Fue enterrado en viena.

Su hijo, Antonio VIII, fue desposeído del poder por su tío Antonio III.