Argamasa

material de construcción

La argamasa, palabra proveniente del latín massa,[1]​ es un tipo de mortero empleado como material de construcción en albañilería, compuesto por una mezcla de cal, arena y agua.

Archivo:Assentamento com argamasa polimérica.JPG
Colocación de hiladas mediante argamasa polimérica.

Características

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El elemento que actúa como conglomerante de la mezcla es la cal, que al secarse adquiere una constitución muy dura, pero menor que la del hormigón. Antiguamente fue muy empleada como mortero para unir piedras o ladrillos en la construcción de murallas y casas. Se trata de un material sencillo, muy barato, perdurable y de fácil adaptación a construcciones.[1]​ Se tiene constancia del empleo de morteros de cal desde el Neolítico, en el asentamiento de Çatalhöyük (Turquía). [2]

Su consistencia es más elástica que la de los morteros de cemento, pero es menos resistente, por lo que los romanos fueron sustituyendo este material a medida que fueron desarrollando el segundo.

Referencias

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  1. a b Lajo Pérez, Rosina (1990). Léxico de arte. Madrid - España: Akal. p. 22. ISBN 978-84-460-0924-5. 
  2. Álvarez Galindo, José Ignacio; Pérez, Antonio Martín; García Casado, Pedro J., «Historia de los morteros», Boletín informativo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, ISBN 23407565 |isbn= incorrecto (ayuda), consultado el 15 de junio de 2016, «Una de las primeras aplicaciones de la cal apagada fue como tinte en pinturas en cuevas (Malinowski, 1991). En Turquía, en la villa neolítica de Çatal Hüyük (6.000 a. J.C.) el “enyesado” que recubre suelos y muros, y que sirve de soporte a pinturas y al modelado de animales en los templos, es una arcilla blanca autóctona aplicada tal cual; en cuanto al mortero de tierra, utilizado para la construcción de las paredes, negro y rico en cenizas y restos de huesos, todavía no disponía de un auténtico ligante(*). […] Un reciente estudio de Reller (1992) ha encontrado en Nevali Çori (Turquía) restos de utilización de mortero de cal en pavimentos, que datan del 10.000 al 8.000 a. J.C. En excavaciones posteriores de viviendas neolíticas, situadas en el Mediterráneo Oriental y en Europa, se han encontrado suelos similares de mortero de cal, tratamientos de la superficie y técnicas de pulimentado similares. Wooley (1958) se refiere a éstos como ‘’los pueblos de los suelos pulimentados”» .

Véase también

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