Inconciente Colectivo Jung
Inconciente Colectivo Jung
Inconciente Colectivo Jung
Lo inconsciente colectivo es un concepto bsico de la teora desarrollada por el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. La teora de Jung establece que existe un lenguaje comn a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por smbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psique que est ms all de la razn. La vida se me ha aparecido siempre como una planta que vive de su rizoma. Su vida propia no es perceptible, se esconde en el rizoma. Lo que es visible sobre la tierra dura slo un verano. Luego se marchita. Es un fenmeno efmero. Si se medita el infinito devenir y perecer de la vida y de las culturas se recibe la impresin de la nada absoluta; pero yo no he perdido nunca el sentimiento de algo que vive y permanece bajo el eterno cambio. Lo que se ve es la flor, y sta perece. El rizoma permanece. C. G. Jung. Recuerdos sueos, pensamientos.1
Fundamentacin Lo inconsciente colectivo ha sido definido muy esquemticamente como el sustrato que se ubica por debajo de lo inconsciente personal que a su vez estudi Sigmund Freud, con el que estuvo relacionado Jung en los primeros aos del siglo XX, hasta que rompi con l a causa de sus divergencias sobre ste y otros aspectos.
Simbolismo Jung escribi numerosas obras sobre la idea de los arquetipos inconscientes y ancestrales, entre ellas Formaciones de lo inconsciente, Psicologa y simbologa del arquetipo, Arquetipos e inconsciente colectivo y Psicologa y alquimia. Poco antes de su muerte, acept realizar un trabajo de divulgacin de sus ideas que se public con el ttulo de El hombre y sus smbolos. En esta obra comienza por diferenciar el signo del smbolo en el lenguaje humano. Sostiene que el smbolo es una palabra o una imagen cuando representa algo ms que su significado inmediato y obvio. En este ltimo caso, es slo un signo. El aspecto inconsciente del smbolo nunca est definido con precisin ni puede esperarse que lo est. Sin embargo, los smbolos constituyen una gramtica que a menudo nos expresa inconscientemente. El hecho de que tal lenguaje refiera a cosas ms all de la razn explica que las religiones usen un lenguaje simblico y que Jung se haya interesado por las religiones y la mitologa, al punto de que muchos autores lo consideraran un misticista. Jung no se interes demasiado por explicar si lo inconsciente colectivo est por debajo o por encima del inconsciente individual. Sin embargo, sus divulgadores le dieron la categora de "profundo" con la que habitualmente se lo relaciona. Lo que s precis Jung es que lo
inconsciente colectivo est vinculado con los instintos. stos son necesidades fisiolgicas, pero al mismo tiempo tambin se manifiestan en fantasas y con frecuencia revelan su presencia slo por medio de imgenes simblicas. Para Jung, el contenido de los sueos es siempre simblico. Lo inconsciente colectivo es todo menos un sistema aislado y personal. Es objetividad, ancha como el mundo y abierta al mundo. Yo soy el objeto de todos los sujetos, en perfecta inversin de mi consciencia habitual, donde soy siempre sujeto que tiene objetos. All estoy en la ms inmediata e ntima unin con el mundo, unido hasta tal punto que olvido demasiado fcilmente quien soy en realidad. Perdido en s mismo es una frase adecuada para designar ese estado. Pero ese mismo es el mundo, o un mundo cuando puede verlo una consciencia. Por eso hay que saber quin se es. C. G. Jung. Sobre los arquetipos de lo inconsciente colectivo.2
Los arquetipos
Artculo principal: Arquetipo junguiano.
Las ideas de Jung sobre los remanentes arcaicos, a los que l llamaba arquetipos o imgenes primordiales, fueron malinterpretadas en muchas ocasiones. El trmino arquetipo fue entendido como si se refiriera a motivos o imgenes mitolgicos determinados. Jung se encarg de aclarar que si fueran "determinados" seran conscientes. Y que los arquetipos son en realidad una tendencia a formar representaciones sobre un modelo bsico que puede variar constantemente y que produce asombro y desconcierto cuando aparece en la consciencia. Los arquetipos que l mismo sealaba como principales eran el nima, o principio femenino, y el nimus, principio masculino. La sombra era para Jung un arquetipo bsico, que designaba justamente lo desconocido e inexpresable, es decir, el propio inconsciente colectivo. La necesaria y requerida reaccin de lo inconsciente colectivo se expresa en representaciones formadas arquetpicamente. El encuentro con uno mismo significa en un principio el encontrarse con la propia sombra. Por otra parte, esa sombra es un paso angosto, una puerta estrecha cuya precaria angostura no puede eludir nadie que descienda a lo hondo del pozo. Pero hay que conocerse a s mismo para saber quin se es, puesto que lo que viene despus de la muerte es, inesperadamente, una ilimitada extensin llena de inconcebible imprecisin, en la que al parecer no hay ni fuera ni dentro, ni arriba ni abajo, ni aqu ni all, ni mo ni tuyo, ni bueno ni malo. Es el mundo del agua, en el que flota, suspenso, todo lo vivo, donde comienza el reino del simptico, del alma de todo lo vivo, donde yo soy inseparable y soy ste y aqul, donde experimento en m al otro y el otro me experimenta a m como al yo. C. G. Jung. Sobre los arquetipos de lo inconsciente colectivo.2 La tendencia a las representaciones arquetpicas es, en la teora junguiana, tan evidente en los humanos "como el impulso de las aves a formar nidos". No se adquiere con la educacin ni
en contacto con la cultura, sino que es "innata y hereditaria". Este punto fue motivo de las mayores controversias, porque era indemostrable. La teora no parece explicar de qu manera los arquetipos pasan de padres a hijos a travs de las generaciones. No obstante, en las formulaciones de Jung se encuentra la defensa de este punto: si estn ligados a los instintos, de cuya existencia no se duda, se transmiten de una generacin a otra en forma de fantasas que necesariamente esos instintos generan, as como la sombra acompaa al cuerpo. En El hombre y sus smbolos, Jung escribi: A semejanza de los instintos, los modelos de pensamiento colectivo de la mente humana son innatos y hereditarios. Funcionan, cuando surge la ocasin, con la misma forma aproximada en todos nosotros. C. G. Jung. Acercamiento al inconsciente.3 El simbolismo de la muerte, los demonios, dragones y serpientes, crculos y tringulos, el ave como smbolo de liberacin y de trascendencia, la peregrinacin, el mito del hroe y una serie largusima de otras figuras habitan lo inconsciente colectivo y constantemente acuden a la consciencia sin que sepamos interpretarlos, y con variantes de formas y detalles, as como fluyen los instintos primitivos en cada momento de nuestras vidas. Lo perturbador de los arquetipos es que no llegamos a conocerlos del todo. Y ms perturbador resulta el hecho de que, aun conocidos, nunca agotan su significado. Sin embargo, para Jung, el sentido de armona se consigue mediante la unin de la consciencia con los contenidos inconscientes de la mente. Esa es la "funcin trascendente de la psique", con la que se supera el yo para conquistar la plenitud del individuo.
Paradoja, imprevisibilidad e indeterminacin Consecuencia directa del modelo de estructuracin psquica postulado ser la valoracin de la paradoja como elemento constituyente y fundante de la totalidad, en contraposicin de la unidireccionalidad inevitable de la psique consciente.4 Por modo extrao, la paradoja es uno de los supremos bienes espirituales; el carcter unvoco, empero, es un signo de debilidad. Por eso una religin se empobrece interiormente cuando pierde o disminuye sus paradojas, el aumento de las cuales, en cambio, la enriquece, pues slo la paradoja es capaz de abrazar aproximadamente la plenitud de la vida, en tanto que lo unvoco y falto de contradiccin son cosas unilaterales y por tanto inadecuadas para expresar lo inasible. Otra deduccin insoslayable tendr que ver con la autonoma propia de lo inconsciente colectivo y sus arquetipos, siendo por lo tanto erronea toda previsibilidad absoluta nacida del yo racional consciente. ste tender a la sustitucin de las partes por el todo y a la confusin generada en el intento de atribuirse el cargo de director de orquesta y rector de todo acontecimiento externo. Ser precisamente el prejuicio el que dilapide toda imprevisibilidad.
A mayor ahondamiento en el racionalismo, menor grado de espontaneidad desde la autonoma de lo inconsciente colectivo y sus arquetipos, y viceversa.5 Si la psicologa estuviera ligada a un credo cualquiera, no podra ni debera conceder a lo inconsciente del individuo ese libre juego que es la condicin previa e indispensable de la produccin de los arquetipos. Y a decir verdad, es precisamente la espontaneidad de los contenidos arquetpicos lo que convence. En cambio, una intervencin fundada en prejuicios impide una experiencia no prevista. Finalmente, y en la medida en que el arquetipo expresa lo indeterminable, ninguna determinacin ligada a la psique consciente podr suplirlo.6 7 Resulta impensable el que pueda existir una figura determinada que pueda expresar la indeterminacin arquetpica. La consciencia, por ms amplia que pueda ser, es el crculo menor dentro del crculo mayor de lo inconsciente, la isla rodeada por el ocano; y al igual que el mar, tambin lo inconsciente produce una cantidad infinita de seres vivos en constante renovacin, una riqueza que n podemos controlar. Conocemos desde hace mucho tiempo el significado, los efectos y las propiedades de los contenidos inconscientes, pero no hemos investigado todava su profundidad y sus posibilidades, pues son capaces de variaciones infinitas y no pueden ser despotenciados. La nica posibilidad de hacerse con ellos en la prctica consiste en intentar proporcionar a la consciencia la actitud que permita a lo inconsciente cooperar en vez de oponerse.
Un ejemplo En 1906 Jung cita la fantasa de un esquizofrnico paranoide internado hace aos.8 Su enfermedad se retrotraa a su juventud y era considerada incurable. Curs en una escuela del Estado y lleg a trabajar en una oficina. No dispona de especiales cualidades ni Jung versaba por entonces en mitologa ni arqueologa. Cierto da hall a su paciente de pie junto a la ventana. Giraba la cabeza y guiaba los ojos a la vista del sol. Al unsono solicit de su psiquiatra que repitiese lo mismo para ver algo de suma importancia. Asombrado de que Jung no percibiese nada especial, ste le cuestion acerca del contenido subjetivo de su visin. Seguramente usted ve el pene del sol; cuando yo muevo la cabeza de un lado a otro, se mueve tambin y eso es de donde viene el sol. Al no entender absolutamente nada de lo expresado, Jung se limit a tomar buena nota del episodio.9
Aos ms tarde, Jung hall durante sus estudios de mitologa, un libro del fillogo Albercht Dieterich -publicado en 1910- que contena un papiro mgico de la Biblioteca Nacional de Pars. En l Dieterich crea haber descubierto una liturgia mitraica.10 Extrae pneuma de sus rayos luminosos aspirando tres veces, lo mejor que puedas, y te vers a ti mismo aligerado, y que te elevas a la altura, de manera que te parecer estar en medio del aire. No oirs a nadie, ni hombre ni otro ser viviente, ni vers a ninguno de los mortales que estn sobre la tierra en aquel momento, pero vers todo lo inmortal. Observars la divina posicin de aquel da y de aquella hora; y a los dioses que recorren el polo los vers a unos subir al cielo y a otros bajar: la marcha de los dioses visibles se har manifiesta a travs del disco, mi padre, el dios, e igualmente el llamado auls, el principio del aire que presta servicio; porque vers un tubo que cuelga del disco solar. Hacia la regin del Suroeste lo vers de una longitud ilimitada como viento del Este, si es que ha sido asignado a la regin del Oeste, e igualmente en sentido contrario, si <el viento del Oeste> ha sido asignado a la regin de aqul, vers el giro del espectculo (el Auls). Jung se percat a posteriori de que la edicin de 1910 era la segunda. Exista una primera edicin de 1903. El paciente fue internado sin embargo previamente a esta fecha.