Comentario de Antígona, Laura
Comentario de Antígona, Laura
Comentario de Antígona, Laura
¿En virtud de que principio hablo así? Si un esposo se muere, otro podría
tener, y un hijo de otro hombre se hubiera perdido uno, pero cuando el
padre y la madre están ocultos en el Hades, no podría jamás nacer un
hermano. Y así, según este principio, te he distinguido yo entre todos con
mis honras, que parecieron a Creonte una falta y un terrible
atrevimiento, oh hermano.
Y ahora me lleva, tras cogerme en sus manos, sin lecho nupcial, sin canto
de bodas, sin haber tomado parte en el matrimonio ni en la crianza de
hijos, sino que, de este modo, abandonada por los amigos, infeliz, me
dirijo viva hacia lo sepulcros de los muertos. ¿Qué derecho de los dioses
he transgredido? ¿Por qué tengo yo, desventurada, que dirigir mi mirada
ya hacia los dioses? ¿A quién de los aliados me es posible apelar? porque
con mi piedad he adquirido fama de impía. Pues bien, si esto es lo que
está bien entre los dioses, después de sufrir, reconoceré que estoy
equivocada. Pero si son estos los que están errados, ¡que no padezcan
sufrimientos peores que los que ellos me infligen injustamente a mí!.
En las primeras líneas del último párrafo, su anterior tono, elevado y seguro,
se reduce levemente a una cierta resignación y a un sentimiento de tristeza;
parece como si la protagonista tomara conciencia, ya más claramente, de que
va a morir y no va a poder vivir aquellas cosas que desearía (“Y ahora me
lleva, tras cogerme de sus manos, sin lecho nupcial, sin canto de bodas, sin
haber tomado parte en el matrimonio ni en la crianza de hijos, sino que, de
este modo, abandonada por los amigos, infeliz, me dirijo viva hacia los
sepulcros de los muertos”); pero en la últimas líneas de éste, hay de nuevo una
recuperación de la seguridad, acompañada de un lenguaje claro y emotivo;
Antígona toma una actitud humilde y, afirma que, si está equivocada, lo
reconocerá; pero, de ser al contrario, exige igual castigo a aquellos que la
condenaron por impía.(...”Si esto es lo que está bien entre los dioses, después
de sufrir, reconoceré que estoy equivocada. Pero si son estos los que están
errados, ¡que no padezcan sufrimientos peores que los que ellos me infligen
injustamente a mí!”).