Afirmaciones Del Pacto Librito

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AFIRMACIONES DEL PACTO

PREFACIO

QU CREE LA IGLESIA DEL PACTO? En un nivel, la respuesta es bastante simple. Cuando nuevos miembros se unen a la Iglesia del Pacto se les hace dos preguntas acerca de sus creencias: Conesa a Jesucristo como su Salvador y promete seguirle como Seor? y Acepta usted las Sagradas Escrituras, el Antiguo y el Nuevo Testamento, como la palabra de Dios y la nica regla perfecta de fe, doctrina y conducta? Se les pregunta entonces si ellos se proponen vivir como eles seguidores de Cristo y miembros de la iglesia y de la denominacin. Eso es todo. Eso es suciente. Pero en otro nivel, por supuesto, la respuesta es mucho ms compleja. Aunque la Iglesia del Pacto no requiere una adherencia a un credo escrito, tomamos muy en serio nuestra teologa as como nuestra historia. Somos una iglesia de la Reforma, una parte de la Iglesia Universal, y una iglesia evanglica. Con esta herencia, compartimos ciertas creencias centrales que nos unen en la fe y en la comunin, y que hacen posible la libertad entre nosotros en asuntos de mayor amplitud. Describimos esas creencias centrales como armaciones, las cuales estn bosquejadas en este folleto. Conamos en que a medida que usted lee estas armaciones usted se pueda identicar con ellas en su propia experiencia de fe. Si ellas le levantan preguntas o si usted quisiera leer ms al respecto, le animamos a que pregunte
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a su pastor (si usted ya est en contacto con una iglesia del Pacto) o a cualquier pastor del Pacto para ms sugerencias. Que Dios le bendiga en este proceso de aprender ms de l a travs de Su Iglesia. Glenn R. Palmberg, Presidente La Iglesia del Pacto Evanglico

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RECONOCIMIENTO S

ESTE DOCUMENTO se public primero en 1976. Fue escrito por el Comit de Doctrina del Pacto, que en aquel tiempo inclua a James R. Hawkinson (presidente), Donald C. Frisk, Paul E. Larsen, Edward Larson, A. Eldon Palmquist, Richard O. Sandquist, y Milton B. Engebretson (ex-ocio). Esta versin revisada de Las Armaciones del Pacto fue adoptada por la Asamblea Anual del 2005 despus de que la Junta Ejecutiva del Pacto comisionara su revisin. El equipo de escritores incluye a: Philip Anderson, David Nystrom, Doreen Olson, John Phelan Jr., Mark Novak (superintendente asesor), y Donn Engebretson (facilitador). Estamos agradecidos a ambos equipos de escritores por su signicativa contribucin al entendimiento y la expresin de la fe que compartimos. Ellos han demostrado claramente que la fe que nos une es mucho ms grande que los asuntos que nos pueden dividir.

INTRODUCCIN

LA IGLESIA DEL PACTO EVANGLICO busca formar y nutrir comunidades que estn profundamente comprometidas con Cristo Jess y apasionadamente involucradas en la misin de Cristo en el mundo. El propsito de las Armaciones del Pacto es poner en claro los valores y principios que han guiado a la Iglesia del Pacto Evanglico desde su fundacin en 1885. El espritu de la Iglesia del Pacto Evanglico est enfatizado en el Prembulo de la Constitucin y el Reglamento Interno: La Iglesia del Pacto Evanglico es una comunin de congregaciones reunidas por Dios, unidas en Cristo y capacitadas por el Espritu Santo para obedecer el gran mandamiento y la gran comisin. Arma su compaerismo cristiano con otros cuerpos eclesiales y todos aquellos que temen a Dios y guardan sus mandamientos. La Iglesia del Pacto Evanglico se adhiere a las armaciones de la Reforma Protestante relacionadas a la Biblia. Conesa que la Sagrada Escritura, el Antiguo y el Nuevo Testamento, es la palabra de Dios y la nica regla perfecta de fe, doctrina y conducta. Arma las confesiones histricas de la Iglesia Cristiana, particularmente el Credo de los Apstoles y el Credo Niceno, al mismo tiempo que enfatiza la soberana de la palabra de Dios por encima de todas las interpretaciones de los credos.
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En continuidad con los movimientos de renovacin del pietismo histrico, la Iglesia del Pacto Evanglico enfatiza, de manera especial, dos cosas: el nuevo nacimiento y la nueva vida en Cristo, en la conviccin de que la fe personal en Jesucristo como Salvador y Seor es el fundamento de nuestra misin de evangelismo y desarrollo cristiano. Nuestra experiencia comn de la gracia y del amor de Dios en Cristo Jess contina sosteniendo la Iglesia del Pacto Evanglico como un cuerpo interdependiente de creyentes que reconoce pero tambin trasciende nuestras diferencias teolgicas. La Iglesia del Pacto Evanglico celebra dos sacramentos divinamente ordenados, el bautismo y la Cena del Seor. Reconociendo la realidad de la libertad en Cristo, y en dependencia consciente de la obra del Espritu Santo, practicamos tanto el bautismo de infantes como de creyentes. La Iglesia del Pacto Evanglico abraza esta libertad en Cristo como un don que preserva convicciones personales y, al mismo tiempo, nos guarda del individualismo que desconoce la centralidad de la palabra de Dios y las responsabilidades y disciplinas mutuas de la comunidad espiritual. La Iglesia del Pacto Evanglico tiene sus races en el cristianismo histrico, en la Reforma Protestante, en la instruccin bblica de la Iglesia Luterana de Suecia, y en el gran avivamiento espiritual de los siglos dieciocho y diecinueve. Estas inuencias, junto con los ms recientes movimientos de avivamiento, continan dando forma a su desarrollo y a sus caractersticas distintivas. La Iglesia del Pacto Evanglico est comprometida a cruzar barreras de raza, etnicidad, cultura, gnero, edad y estatus social a n de cultivar comunidades de fe y servicio.

AFIRMACIONES CRISTIANAS COMUN E S

EL PROPSITO de este folleto es proveer un contexto en donde personas que estn tanto dentro como fuera de nuestra comunin armen su fe viviente. Tal declaracin no debe ser interpretada como un credo o una declaracin doctrinal formal. Los del Pacto armamos que una doctrina slida, sujeta a la autoridad de la palabra de Dios, es una condicin necesaria aunque no suciente para una fe vital y creciente. Con esto como trasfondo, hacemos cuatro armaciones bsicas concernientes a nuestra fe, armaciones que son comunes a toda la Iglesia cristiana. Somos una iglesia apostlica. Somos una iglesia catlica (universal). Somos una iglesia procedente de la Reforma. Somos una iglesia evanglica.

Somos una iglesia apostlica porque confesamos a Jesucristo y la fe de los apstoles segn el registro de las Sagradas Escrituras. Los del Pacto siempre hemos armado la Biblia como la Palabra de Dios y la nica regla perfecta de fe, doctrina y conducta.1 El Apstol Pablo escribe que Toda escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16). La Iglesia del Pacto no puede ser ms precisa que
Tomado del Prembulo a la Constitucin y al Reglamento Interno de la Iglesia del Pacto Evanglico.
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esto en cuanto a declarar su punto de vista sobre la inspiracin. La autoridad de la Biblia es suprema en todos los asuntos de fe, doctrina, y conducta, y es digna de conanza. Dnde est escrito? era y es la piedra de toque de la Iglesia del Pacto en toda discusin relacionada con la fe y la prctica. En este sentido, somos una iglesia apostlica. Somos una iglesia catlica. La palabra catlica signica literalmente universal. Somos parte de la Iglesia universal que ha existido desde los das de los apstoles hasta ahora. Esto incluye a todos los que conesan su fe en Cristo. En los primeros siglos de la era cristiana, la Iglesia desarroll una serie de armaciones concernientes a la fe que han sido aceptadas por los cristianos a travs de la historia. La Iglesia del Pacto Evanglico se considera a s misma parte de esa tradicin catlica y reconoce su deuda con los credos y confesiones tempranos de la Iglesia como declaraciones concisas de fe bblica. Nos referimos especialmente al Credo de los Apstoles y al Credo Niceno, aunque lo mismo podra decirse de los credos de Calcedonia y de Atanasio. El Credo Apostlico Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su nico Hijo, Seor nuestro, que fue concebido del Espritu Santo, naci de la virgen Mara, padeci bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucicado, muerto y sepultado; descendi a los infiernos. Al tercer da resucit de entre los muertos; subi a los cielos y est sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso, desde all vendr a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espritu Santo, la santa Iglesia universal, la comunin de los santos, el perdn de los pecados, la resurreccin del cuerpo, y la vida perdurable. Amn. El Credo Niceno-Constantinopolitano Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles. Creemos en un solo Seor, Jesucristo, Hijo unignito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de verdadero Dios, engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre; por l todas las cosas fueron
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hechas. Por nosotros y para nuestra salvacin descendi del cielo, fue encarnado por el Espritu Santo de la virgen Mara y se hizo hombre. Por nuestro bien fue crucicado bajo Poncio Pilato; sufri la muerte y fue sepultado. Al tercer da resucit segn las Escrituras, ascendi al cielo y est sentado a la diestra del Padre. Vendr otra vez en gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no tendr n. Creemos en el Espritu Santo, Seor y dador de la vida, procedente del Padre y del Hijo, quien con el Padre y el Hijo es adorado y gloricado, quien habl por los profetas. Creemos en la nica iglesia, santa, catlica y apostlica. Reconocemos un solo bautismo para la remisin de pecados. Esperamos la resurreccin de los muertos, y la vida del mundo venidero. Amn. Somos una iglesia de la Reforma y nos vemos parados en medio de la corriente que se gener con la Reforma Protestante, con referencia particular a la doctrina que arma que la justicacin es slo por fe. Mientras la Iglesia del Pacto arma con los reformadores la soberana de la palabra de Dios sobre todos los credos, y el sacerdocio de todos los creyentes, da especial importancia al nfasis de la Reforma sobre la salvacin slo por gracia y slo por feaparte de las obras de la ley. Esto queda claro en el siguiente extracto de la Confesin de Ausburgo de 1530, una confesin luterana con la cual otras iglesias de la Reforma generalmente concuerdan: Tambin se ensea entre nosotros que no podemos obtener el perdn de los pecados y la justicacin delante de Dios por nuestros propios mritos, obras o satisfaccin, sino que recibimos el perdn de pecados y llegamos a ser justos delante de Dios por gracia, por la obra de Cristo, por medio de la fe, cuando creemos que Cristo sufri por nosotros y que por sus mritos nuestro pecado es perdonado y se nos es dado el perdn, la justicacin, y la vida eterna. Porque Dios considerar y contar esta fe como justicia, como lo dice Pablo en Romanos 3:21-26 y 4:5. La Iglesia del Pacto contina siendo congurada por el pietismo, un movimiento de renovacin que se origin en el siglo diecisiete en Europa
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y enfatiz la necesidad de una vida personal en Cristo, la santicacin por medio del Espritu Santo, y el llamado al servicio en el mundo. El pietismo, al buscar el balance entre la cabeza y el corazn, armaba que la doctrina correcta es una condicin necesaria aunque no suciente para una fe vital y creciente. Un lder espiritual en este movimiento fue Philipp Jakob Spener (16351705), quien por medio de sus inuyentes y difundidos escritos desa a la Iglesia a vivir una espiritualidad ms profunda. Fue importante, en forma particular, su llamado a la lectura y el estudio de la Biblia, a una mayor participacin de los laicos en el trabajo de la Iglesia, a una predicacin simple, clara y directa encaminada a tocar las necesidades de la gente, y el abandono de la elocubracin teolgica en favor de las preocupaciones prcticas de la vida cristiana. La inuencia del pietismo se extendi por toda la Europa del norte enriqueciendo las vidas de muchos con su nfasis en la nueva vida en Cristo. Somos una iglesia evanglica. Cinco siglos han transcurrido desde la Reforma. Nuevos asuntos se han levantado sobre los cuales la Escritura ha arrojado su luz. La Iglesia del Pacto, en consistencia con su trasfondo pietista, ve en el surgimiento del evangelicalismo un movimiento que da expresin a varios de sus nfasis bsicos. Muchos han denido el evangelicalismo como Protestantismo. Sin embargo, es ms exacto verlo como un despertamiento religioso que oreci en Europa y los Estados Unidos durante el siglo diecinueve. Olas de avivamiento espiritual se han extendido por el mundo protestante del occidente por ms de dos siglos. La Iglesia del Pacto ha surgido de esos avivamientos, y sus miembros han disfrutado de la cooperacin en misiones domsticas y forneas con otros seguidores de Cristo. As son consecuentes con el espritu del texto expuesto al nacer el Pacto en 1885: Compaero soy yo de todos los que te temen (Salmo 119:63). Los evanglicos han sido histricamente caracterizados por ciertos nfasis signicativos: una fuerte insistencia en la autoridad de la Biblia; la absoluta necesidad del nuevo nacimiento; el mandato de Cristo de evangelizar el mundo; la necesidad continua de educacin y formacin en un contexto cristiano; y la responsabilidad por hacer actos de benevolencia y avanzar la justicia social.
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AFIRMACIONES CENTRALES DEL PAC T O

MANTENIENDO SU CONSISTENCIA CON LA AFIRMACIN del cristianismo clsico y su propia experiencia histrica, la Iglesia del Pacto arma como central a su vida y pensamiento ciertos nfasis evanglicos. Entre ellos, los ms importantes son los siguientes: la centralidad de la palabra de Dios, la necesidad del nuevo nacimiento, un compromiso con la misin integral de la Iglesia, la Iglesia como comunidad de creyentes, una dependencia consciente del Espritu Santo, y la realidad de la libertad en Cristo.

La centralidad de la palabra de Dios. La Iglesia del Pacto declara su posicin respecto a las escrituras como sigue: La Sagrada Escritura, el Antiguo y el Nuevo Testamento, es la palabra de Dios y la nica regla perfecta de fe, doctrina y conducta.2 Cuando Philipp Jakob Spener present su propuesta para la renovacin de la Iglesia en 1675, su primera preocupacin fue la centralidad de la palabra de Dios en la vida de la congregacin y de los creyentes como individuos. Escribi:
Tomado del Prembulo a la Constitucin y al Reglamento Interno de la Iglesia del Pacto Evanglico.
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Debe darse debida consideracin a un uso ms extendido de la palabra de Dios en nuestro medio. Sabemos que por naturaleza no tenemos nada bueno en nosotros. Si algo bueno llega a haber en nosotros, tiene que ser obra de Dios. Para este n la palabra de Dios es el medio poderoso, ya que la fe debe ser encendida por el evangelio. Mientras ms habite la palabra de Dios en medio nuestro, ms fe y ms frutos se encontrarn.3 Lo nuevo en la propuesta de Spener no fue otra doctrina de la inspiracin (ya haba en aquellos das un acuerdo general sobre la divina inspiracin de la Escritura), o un nuevo reconocimiento de la autoridad de la Escritura. Lo nuevo fue su descubrimiento de la naturaleza viviente de la palabra de Dios. La palabra es el medio poderoso para crear nueva vida a travs del Espritu Santo. Para muchos en los das de Spener, la palabra de Dios era simple informacin, o ley, o reglas; para Spener la palabra era poderpoder para efectuar cambios, por medio del Espritu Santo, en la vida del que oye. El poder dinmico de la palabra de Dios de dar forma a la vida ha estado en el corazn de la Iglesia del Pacto desde su fundacin. La palabra que cambia vidas dio lugar a los conventculospequeos grupos que se reunan para estudiar la Biblia en la conanza de que la palabra de Dios moldeara la vida del creyente y de la comunidad de eles. Provey el motivo para la lectura privada y devocional de la Biblia, una prctica por la que nuestros fundadores recibieron el apodo de lectores. Estimul la preocupacin por una predicacin el, no de opiniones humanas, sino de la palabra de Dios, que tiene poder para convencer de pecado e injusticia y para prender el deseo de una nueva vida. Este poder dinmico de moldear vidas que tiene la palabra nos lleva a armar que tanto mujeres como hombres son llamados a servir como ministros ordenados. Es la razn por la que intencionalmente buscamos la diversidad tnica. Es la motivacin detrs de todo acto de compasin y justicia a travs de la vida de nuestro ministerio compartido. La Iglesia del Pacto cree que el poder efectivo de la palabra escrita est asociada inseparablemente con el ministerio del Espritu Santo. El Espritu nunca trabaja independientemente de la palabra, y la palabra se hace efectiva
Philipp Jakob Spener, Pia Desideria, edicin por Theodore G. Tappert (Philadelphia: Fortress Press, 1964) 87.
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por medio del Espritu Santo. La union de palabra y Espritu es un tema central en la fe evanglica. Es por la inspiracin del Espritu Santo que la palabra escrita lleg a existir (2 Timoteo 3:16). Por la accin del Espritu la palabra de Dios no vuelve vaca sino que cumple el propsito para el cual fue enviada (Isaas 55:11). Es por el testimonio interno del Espritu Santo que al pecador que responde a la palabra se le asegura que ha sido hecho hijo de Dios (Romanos 8:16-17). Es esencial, entonces, para la vida de la Iglesia, que sta sea una compaa de gente deseosa de que sus vidas sean moldeadas por la palabra viviente y poderosa de Dios. La alternativa es clara. No ser moldeados por la palabra es ser moldeados por el mundo. En todo lado, voces atractivas y persuasivas nos urgen a conformarnos al espritu de esta poca. No hay escape de tales penetrantes inuencias. Slo la iglesia que oye y responde a la palabra ser capaz de levantar una voz proftica en este desierto, y traer sanidad a un mundo confundido y perturbado. La necesidad del nuevo nacimiento. Cuando la Iglesia del Pacto arma que es evanglica, proclama que el nuevo nacimiento en Cristo Jess es esencial. Enseamos que por la muerte y la resurreccin de Jesucristo, Dios conquist el pecado, la muerte y al diablo, ofreciendo perdn de pecados y asegurando vida eterna a quienes siguen a Cristo.4 El nuevo nacimiento es ms que la experiencia de perdn y aceptacin. Es la regeneracin y el don de la vida eterna. Esta nueva vida tiene las cualidades de amor y justicia as como de gozo y paz. Jesus le dijo a Nicodemo, El que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios (Juan 3:3). Entrar al reino no es slo tener una correcta relacin con Dios sino alistarse en el servicio de Cristo. Los propsitos de Dios incluyen la transformacin de las personas, como tambin la transformacin del mundo de Dios en un espacio de verdad, justicia, y paz. Como iglesia evanglica creemos que la conversin resulta en vida eterna. La conversin puede ser denida como el acto mediante el cual la persona se vuelve, con arrepentimiento y fe, del pecado a Dios. La conversin incluye un consciente rechazo de la vida de pecado e involucra un compromiso de fe.
The Journey: A Leaders Guide for Discipleship/Conrmation (Chicago; Covenant Publications, 2001).
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La vida eterna no se otorga slo por asentir con los credos, sino mediante un compromiso personal con Jesucristo. Tan alta doctrina de la conversin no signica que todos los creyentes deban tener dramticas experiencias de conversin. Aunque nadie recuerda el momento de su nacimiento fsico, la vida presente es una evidencia de que eso ocurri. Asi, una persona puede ser verdaderamente convertida aunque no tenga memoria del momento de su nuevo nacimiento. La vitalidad de la vida es la prueba del nacimiento, no su memoria o recuerdo. Es la voluntad de Dios que todos sean salvos: El Seor no retarda su promesa, segn algunos la tiene por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Sin embargo es slo por medio de la gracia de Cristo que podemos ser salvos. Nuestro Salvador declar, Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre sino por m (Juan 14:6). Los apstoles acordaron: Y en ningn otro hay salvacin; porque no hay ningn nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4:12). La Iglesia del Pacto comparte la preocupacin de Dios por la salvacin de todos, pero acepta la palabra de Dios que arma que slo los convertidos a Cristo Jess sern salvos. El nuevo nacimiento, sin embargo, es slo el comienzo de la vida cristiana. Crecer hacia la madurez en Cristo es un proceso, llamado santicacin, que toma toda la vida. Ser formado en Cristo es la meta, tanto para los individuos como para las comunidades de creyentes. El Apstol Pablo agonizaba, como una mujer dando a luz, para que los creyentes pudieran demostrar el carcter de Cristo y su bondad en todo su ser (Glatas 4:19). En este peregrinaje de ser transformados por el Espritu Santo a la semejanza de Cristo, el pueblo de Dios experimenta y expresa su amor a Dios y a los dems. El crecimiento espiritual saludable y efectivo se da en el contexto de relaciones, tanto dentro como fuera del grupo. El resultado deseado de este proceso de formacin est descrito por el Apstol Pablo: hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varn perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13). Ser discpulo de Jess implica costosa obediencia a todas sus enseanzas. Tal obediencia, junto a la obra del Espritu en nosotros, nos equipa para hacer el trabajo del reino, dando testimonio del evangelio y sirviendo a otros en el
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nombre de Jess. Aunque no hay un estado de perfeccin nal en esta vida, hay un proceso de crecimiento de principio a n. Este proceso es tanto un don de Dios como un don de la vida misma (Glatas 3:3). Junto a los dones de la vida y del desarrollo, el hijo de Dios recibe los dones de la seguridad de la salvacin y de la conanza en la fe. El Apstol Pablo declara: estando persuadido de esto, que el que comenz en vosotros la buena obra, la perfeccionar hasta el da de Jesucristo (Filipenses 1:6). As como no hay nuevo nacimiento sin arrepentimiento y fe, no hay desarrollo espiritual sin una vida de disciplina. Disciplina es el cultivo y el cuidado de la vida espiritual en sus dimensiones personal y corporativa. La adoracin pblica, la participacin en los sacramentos, la oracin, el estudio de la Biblia, el servicio a otros, la mayordoma, la comunin y otras disciplinas espirituales, todas incrementan el desarrollo cristiano. Una vida de disciplina nos prepara individual y comunitariamente para un apasionado compromiso con la obra de Cristo en nuestro mundo. Es por medio de la gente transformada que Dios transforma el mundo. Por eso es que somos llamados a nueva vida. Una vida de disciplina evita, por un lado, la indiferencia moral y espiritual, y por otro, el legalismo opresivo. En su carta a los Efesios, el Apstol Pablo declara: En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que est viciado conforme a los deseos engaosos, y renovaos en el espritu de vuestra mente, y vestos del nuevo hombre, creado segn Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:22-24). Aunque la bsqueda de una vida santa no nos gana el favor de Dios, s le agrada. Permite que el Espritu llene al cristiano con gozo y haga del cristiano un agente efectivo de reconciliacin. Un compromiso con la misin integral de la Iglesia. La Iglesia del Pacto se ha caracterizado siempre por su trabajo en misiones. El nombre ms antiguo atribudo a los del Pacto fue Amigos de las Misiones, gente que haba pactado con el propsito de trabajar juntos en la misin comn tanto cerca como lejos. Ellos entendieron que el trabajo misionero era el evangelismo y la formacin cristiana, as como los ministerios de benevolencia, de compasin y justicia frente al sufrimiento y la opresin. Esta es la herencia del pietismo,
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que fue instrumental en comenzar el movimiento misionero protestante. Un pietista del pasado, Hermann Francke (1663-1727), describi esto cuando dijo que el cristiano vive para la gloria de Dios y el bien de su vecino. En la ciudad de Halle en Alemania, Francke fue clave en el desarrollo de una universidad pietista que educ pastores, maestros y misioneros. Los pietistas all fundaron orfelinatos, un hospital, una farmacia, una imprenta, y una gran biblioteca dedicada a la visin global del servicio cristiano. En el Pacto permanecemos como comunidad de amigos comprometidos con esta misin integral de la Iglesia. Jess hizo claro que si sus seguidores le amaban, deban guardar sus mandamientos. l dijo, Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amars a tu prjimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas (Mateo 22:37-40). ste es el gran mandamiento. La Iglesia del Pacto est tambin comprometida con la gran comisin de Jesucristo: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado (Mateo 28:19-20). Establecida por el evangelio y la gracia de Jesucristo, la Iglesia existe por cumplir su misinla gran comisin y el gran mandamientocomo el fuego existe por la combustin. La misin de la Iglesia es la fe activa en el amor, y los dos no pueden separarse sin disminuir el evangelio. Como la representante de Cristo en el mundo, la Iglesia debe ser un agente de gracia, llevando el mensaje de reconciliacin, esperanza, justicia y paz. Al nal de su vida, Jess declar amigos a sus discpulos, dando a entender que ellos compartan con l una pasin comn por su misin en el mundo (Juan 15:13-15). Los del Pacto, los Amigos de las Misiones, han entendido la misin en forma amplia como la capacidad de ser amigos de otros y de todo lo que Dios ha creado, en el nombre de Aquel que se hizo amigo de nosotros primero. Los del Pacto, al igual que todos los cristianos, estamos llamados a proclamar estas buenas noticias con nuestra vida y palabra, y mediante el amor y la integridad de nuestras congregaciones. Mediante el testimonio el, los perdidos se encuentran con Cristo. En actos de generosidad y compasin, la gente es ministrada y la justicia es proclamada. En el trabajo de evangelismo
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y misiones, buscamos encarnar la presencia de Jesucristo con cabeza, manos, voz y corazn. Jess llam a sus discpulos a llevar sus propias cruces, y en ese gozoso camino de sufrimiento y servicio encarnamos su ministerio de reconciliacin, y proclamamos la realidad del reino que se extiende a cada persona en todas partes y en toda la creacin. La Iglesia del Pacto, entonces, est comprometida a cruzar barreras de raza, etnicidad, cultura, gnero, edad, y estatus en el cultivo de comunidades de vida y servicio.5 Esta misin pertenece a toda la Iglesia, al sacerdocio espiritual de todos los creyentesmujeres y hombres, jvenes y viejos, laicos y clrigos La Iglesia del Pacto busca mantener unida la proclamacin y la compasin, el testimonio personal y la justicia social, el servicio y la mayordoma en todas las reas de la vida. Dios hace todas las cosas nuevas y llama a sus seguidores a participar en esta misin. Quienes no conocen al Seor Jess o no le aman, as como los que experimentan pobreza, sufrimientos, desigualdad e injusticia no pueden ser ignorados. Mediante la encarnacin de Jesucristo, le agrad al Padre... reconciliar consigo todas las cosas, as las que estn en la tierra como las que estn en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz (Colosenses 1:19-20). Esto da testimonio de la ilimitada pasin de Dios tanto por las almas como por la vida terrenal de todas las personas, y por todo lo que Dios ha creado. Cuando atendemos no slo las consecuencias sino tambin las causas del sufrimiento, estamos viviendo lo que signica ser el cuerpo de Cristo en el mundo. La Iglesia como comunidad de creyentes. Martn Lutero, en medio de la Reforma, hizo una desaante sugerencia para la organizacin de la Iglesia: [Los cristianos] deberan rmar sus nombres y reunirse por su propia iniciativa en alguna casa para orar, leer, bautizar, recibir el sacramento, y hacer otros trabajos cristianos. En concordancia con esta orden, quienes no lleven vidas cristianas podran ser identicados, reprobados, corregidos, expulsados, o excomunicados, de acuerdo con la norma de Cristo (Mateo 18:15-17). Aqu alguien tambin puede solicitar ofrendas de benevolencia para
Tomado del Prembulo a la Constitucin y al Reglamento Interno de la Iglesia del Pacto Evanglico.
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ser voluntariamente dadas y distribudas a los pobres, segn el ejemplo de San Pablo (2 Corintios 9). All no se necesitara de mucho canto ni muy elaborado. All se podra establecer un orden breve y claro para el bautismo y el sacramento, y centrarlo todo alrededor de la palabra, la oracin y el amor.6 Lutero vio la iglesia ideal como el encuentro de quienes conesan su fe en Jesucristo, se comprometen los unos con los otros, y no se someten a ninguna otra autoridad que no sea la de Jesucristo, el Seor de la Iglesia. La Iglesia del Pacto busca llevar a cabo el valor de este ideal. Las races de esta visin de la Iglesia se encuentran en dos nfasis fundamentales del Nuevo Testamento: La Iglesia es una comunin o compaerismo de creyentes, caracterizada por participar y compartir la nueva vida en Cristo. Pablo llama a la comunidad cristiana el cuerpo de Cristo, una comunidad compuesta por muchos miembros, cada uno diferente y mutuamente interdependiente (1 Corintios 12:1230). Cuando estamos en comunin unos con otros, cuando todo el pueblo de Dios est interactuando entre s en adoracin y servicio, es cuando la voluntad de Dios se revela y se discierne con ms claridad. El Nuevo Testamento tambin ensea que dentro de la comunidad cristiana ya no hay judo ni griego, esclavo ni libre, varn ni hembra, sino que todos somos uno en Cristo Jess (Glatas 3:28). Estas tres reasraza, clase y gneroya no son una ventaja o una desventaja dentro del cuerpo de Cristo. Esta es una visin multi-tnica, sin clases sociales y con igualdad de gnero. Reconocemos nuestra necesidad de diversidad tnica, de compaerismo y de ministerio mutuo por encima de las barreras socio-econmicas construdas articialmente, y de los dones y el liderazgo de mujeres y hombres. Es el deseo de la Iglesia del Pacto mantener esta visin bblica.

Ulrich S. Leopold, ed., Liturgy and Hymns (Philadelphia: Fortress Press, 1965) p. 53.

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La Iglesia es una comunidad reunida y apartada para trabajar en la misin de Cristo en el mundo. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciis las virtudes de aquel que os llam de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). El sacerdocio de todos los creyentes signca que cada creyente est llamado a ser parte de la comunin de creyentes y a participar en el evangelismo, la formacin cristiana, la adoracin y el servicio. La Iglesia de creyentes no es simplemente una institucin u organizacin humana, sino el pueblo a quien Dios ha llamado. El nfasis no est en los edicios o en las estructuras jerrquicas, sino en la comunin de quienes viven la gracia y en la activa participacin, mediante el Espritu Santo, en la vida y la misin de Cristo. La membresa en la Iglesia del Pacto se obtiene por confesar una fe personal en Cristo Jess. Est abierta a todos los creyentes. No esperamos que todos los creyentes estn de acuerdo en cada detalle de la fe cristiana. Lo que se require es que la persona sea nacida de nuevo en una esperanza viva, por la resurreccin de Jesucristo de los muertos (1 Pedro 1:3). Pero, si la membresa est abierta a todos los creyentes, est tambin abierta a slo los creyentes. Las puertas de la iglesia son sucientemente anchas para admitir a quienes creen y sucientemente angostas para excluir a quienes no creen, dijeron nuestros fundadores. Esto no signica que los miembros de la Iglesia de creyentes sean perfectos. La Iglesia sabe que siempre ser una compaa de pecadores, pero pecadores que han experimentado el perdn y estn buscando sanidad en una nueva relacin con Dios. Al mismo tiempo armamos que todas las personas en todos los estados de fe y de no-fe estn bienvenidas a participar en la vida de la Iglesia. La Iglesia del Pacto cree que la Sagrada Escritura es la fuente de vida de la Iglesia, de su predicacin y enseanza, y el medio para su renovacin. Jess dijo, Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seris verdaderamente mis discpulos; y conoceris la verdad, y la verdad os har libres (Juan 8:31b-32). Incluida en el ministerio de la palabra est la celebracin del bautismo y la Santa Comunin como sacramentos de la Iglesia expresamente ordenados por nuestro Seor. Ellos son seales visibles de la invisible gracia de Jesucristo. La Iglesia del Pacto est abierta a todos los creyentes y reconoce el bautismo de
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infantes y de creyentes como formas bblicas de este sacramento e incluye la prctica de ambos en su ministerio. La congregacin local es de crucial importancia en el trabajo redentor de Dios en el mundo. Aunque Dios trabaja en todas partes, es en las relaciones personales y cercanas de la comunidad de fe que la gente est particularmente abierta a la sanidad, la conviccin, y el ministrio del Espritu Santo de dar vida. Aqu, el cuidado y la disciplina bblicos tienen lugar en el contexto del amor y de la preocupacin cristiana. La Iglesia del Pacto es una comunin de congregaciones miembros interdependientes. Cada congregacin local busca la direccin del Espritu Santo en asuntos de vida comn y misin. En concordancia con el tipo de gobierno congregacional, cada congregacin es libre de gobernar sus propios negocios. Al mismo tiempo, cada congregacin del Pacto se ha comprometido a participar responsablemente en la comunin, decisiones, y ministerio compartido de las conferencias regionales y de la denominacin. La Iglesia del Pacto sostiene que hay un solo ministerio indispensableel de Jesucristo. Todos los miembros del cuerpo estn llamados a este ministerio. Es el ministerio de la proclamacin y el evangelismo, de la formacin cristiana y el cuidado pastoral, de la mayordoma y el servicio. La preocupacin tanto por la salvacin personal como por la justicia social son parte del ministerio. Al mismo tiempo, reconocemos que Dios llama ciertos hombres y mujeres para ser apartados como siervos de la palabra, de los sacramentos y del servicio. Esto no les da a los ministros con credenciales un estatus superior. Sin embargo, se les reconoce el llamado que tienen de parte de Dios y se les da una funcin especial en la Iglesia, capacitando a la Iglesia para cumplir su misin. Una dependencia consciente del Espritu Santo. La Iglesia del Pacto, enraizada en el cristianismo histrico, conesa un solo Dios como Padre, Hijo y Espritu Santo. El Espritu Santo contina la obra creativa del Padre y la obra redentora del Hijo dentro de la vida de la Iglesia. Por esta razn la Iglesia del Pacto ha enfatizado la obra continua del Espritu Santo. De acuerdo con el Evangelio de Juan, el Jess terrenal prometi que el mismo Espritu de Dios que permaneci sobre l (1:32) un da vendra a morar en sus discpulos como uno de los resultados de su crucixin y resurreccin. El Espritu mora con vosotros dijo, y estar en vosotros
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(14:17). Fue el Espritu Santo que vino a morar en Pablo, llenndole con la presencia de Dios y dirigindole, tal como lo hizo con Jess. Por esta razn Pablo pudo decir, ya no vivo yo, mas vive Cristo en m (Glatas 2:20). Es el Espritu en nosotros que nos capacita a continuar con la misin de Cristo en el mundo (Hechos 1:8). El Nuevo Testamento arma que el Espritu Santo trabaja tanto en los individuos como entre los individuos. Es el Espritu Santo que acerca a quienes estn lejos y distantes, hacindonos uno en Cristo (Efesios 2:11-22). Es el Espritu Santo que agita en nosotros un profundo sentido de afecto familiar unos con otros, llevndonos a amarnos los unos a los otros (1 Corintios 15:58). Porque Cristo ha llegado a ser nuestro hermano (Romanos 8:29) es que juntos somos hechos miembros de la familia de Dios (Efesios 3:14-16). El Espritu de Dios en nosotros gime Abba, al ser adoptados en la familia de Dios como hermanas y hermanos los unos con los otros (Glatas 4:4-7). Es el Espritu Santo, Pablo asegura, que nos permite tener un sentido de unidad y propsito comn entre los cristianos (Filipenses 1:27; 2:1-2). La comprensin que el Pacto tiene del Espritu Santo, fundamentada en el Nuevo Testamento, est tambin informada de la idea de la Reforma de que palabra y Espritu son inseparables. Es el Espritu de Dios que da vida a la predicacin del evangelio y otorga ecacia a los sacramentos en la comunidad de fe. El Pacto tambin extrae de su herencia pietista su comprensin del Espritu Santo. Creemos que es obra del Espritu Santo poner en el corazn humano el deseo de volverse a Cristo. Creemos que es obra del Espritu Santo asegurar a los creyentes que Cristo mora en ellos. Creemos que es el Espritu Santo, en concierto con nuestra obediencia, quien nos conforma a la imagen de Cristo (Romanos 8:28-29). Los primeros creyentes del Pacto en Suecia estuvieron vinculados por la consciencia comn de la gracia de Dios en sus vidas. Ellos decan que el Espritu Santo les imparta un caluroso sentimiento de la gracia de Dios, y les diriga a una devocin comn a Dios en Cristo por medio de la lectura de la Biblia y las reuniones frecuentes con el propsito de animarse y edicarse mutuamente. Ellos percibieron al Espritu Santo guindoles corporativamente a una misin y un propsito comn. Los primeros creyentes del Pacto en Norte Amrica fueron conscientes de la presencia y el propsito de Dios por la actividad del Espritu Santo entre
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ellos. Estuvieron convencidos de que el Espritu Santo estaba obrando en sus iglesias y guindoles a formar la denominacin Misin Evanglica Sueca del Pacto. En la asamblea cuando se organiz el Pacto, C.A. Bjrk habl de que una reunin organizacional nunca produce unidad; el pueblo de Dios se une, dijo l, por la direccin del Espritu Santo. Los primeros creyentes del Pacto crean que cada cristiano necesita escuchar la voz de Dios revelada no slo al individuo, sino tambin a travs del testimonio de otros creyentes. Ellos crean que el Espritu Santo estaba vivo y activo, obrando por medio de la predicacin, los sacramentos, las Escrituras, y al testicar los unos a los otros. La Iglesia del Pacto cree que el Espritu de Dios est activo y sopla donde l quiere (Juan 3:8). El Espritu es el actor previniente en el drama de la salvacin, el que crea el hambre para la vida en Cristo, y el que satisface esa hambre. Nos sorprendemos muchas veces ante la manifestacin de los propsitos divinos, conscientes que nuestros caminos y pensamientos no siempre son los caminos y pensamientos de Dios. Por esta razn los del Pacto queremos cultivar una saludable humildad ante Dios abierta a la direccin del Espritu Santo. Cuando Dios est por hacer algo nuevo (Isaas 43:9), queremos percibir a Dios obrando antes que ser encontrados lerdos a los propsitos divinos. Queremos ver con los ojos del Espritu, y no meramente con nuestros propios ojos. La Iglesia del Pacto cree con Pablo que el Espritu Santo otorga dones espirituales a los creyentes con el propsito de servir a la comunidad cristiana que es el mismo cuerpo de Cristo. Como una Iglesia de creyentes, el Pacto ha valorado el concepto de la Reforma acerca del sacerdocio de todos los creyentes, y lo ve enraizado en la idea de la mutua interdependencia expresada en la nocin paulina del cuerpo (1 Corintios 12:12-31). El Espritu otorga dones a cristianos individuales para el benecio de otros, no para el benecio de quien recibe el don. Es el plan de Dios por medio de la obra del Espritu que en el cuerpo de Cristo nos necesitemos unos a otros. En concordancia, mientras que el Pacto reconoce la legitimidad de todos los dones espirituales, histricamente no ha sido marcada por un nfasis en un don o un tipo especco de dones espirituales. Esta profunda conanza en la tierna direccin del Espritu ha sido parte de la identidad del Pacto a travs de los aos. La realidad de la libertad en Cristo. La Iglesia del Pacto se enfoca en lo que une a los seguidores de Jesucristo antes que en lo que los separa. El
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centro de nuestro compromiso es una fe clara en Jesucristo. La centralidad de la palabra de Dios, la necesidad del nuevo nacimiento, un compromiso con la misin integral de la Iglesia, la Iglesia como comunidad de creyentes, y la dependencia consciente del Espritu Santo forman los parmetros en los cuales se experimenta la libertad. Aqu los seguidores de Cristo encuentran la seguridad para ofrecer libertad los unos a los otros en asuntos que de otra forma los dividiran. Libertad es un concepto frecuentemente malinterpretado. En la cultura occidental libertad se entiende como autonoma e independencia. Nadie, sin embargo, puede ser totalmente autnomo e independiente. La libertad autntica se maniesta en una correcta relacin con Dios y con los dems. Es por esta razn que la libertad en Cristo es tan altamente valorada en la Iglesia del Pacto. Libertad es un don de Dios en Cristo a todos aquellos que estn dispuestos a recibirla. Si vosotros permaneciereis en mi palabra, dijo Jess, conoceris la verdad, y la verdad os har libres (Juan 8:31b-32). Liberacin es uno de los principales temas de la Biblia. Temprano en su historia, el pueblo de Dios fue liberado de la esclavitud de Egipto y comenz su largo peregrinaje hacia la tierra prometida. La historia contina con el trabajo liberador de los jueces, quienes libraron a Israel de sus enemigos. El ms ilustre rey de Israel, el rey David, los liber de los listeos y estableci un reino comprometido con el Dios de Israel. Pero ese reino no permaneci. Las Escrituras hebreas terminan con Israel otra vez bajo la esclavitud de sus enemigos, pero esperando la promesa de la liberacin de Dios. Por medio de esta historia la libertad del pueblo de Dios no es slo libertad de, sino de libertad para. Ellos fueron libertados de Egipto para adorar y servir a su Dios. En su ley ellos son llamados no slo a servirse los unos a los otros, sino tambin a servir a los extraos, los extranjeros, la viuda y el hurfanoa todos quienes sufren y han sido marginados por las circunstancias amargas de la vida. Jess vino como el ungido de Dios a continuar el programa liberador de Dios. l nos hace libres, segn Pablo, del poder que tena el pecado para condenar, controlar y destruir. El pueblo de Dios no est sin pecado, pero encuentra en la muerte y la resurreccin de Jess la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Pero, en las Escrituras hebreas, esta libertad nunca es simplemente personal e individualista. Por el poder de su Espritu que da vida, Cristo nos traslada a un nuevo reinoun reino donde la luz, la vida y el gozo prevalecen.
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Cristo nos libert para que vivamos en libertad (Glatas 5:1a NVI). As capacitado, el creyente no slo busca obedecer y seguir a Dios, sino tambin efectuar la liberacin de otros de sus pecados y opresiones. Esta libertad es en Cristo. Por gracia Dios hace de una persona, segn Lutero, un seor perfectamente libre de todos, no sujeto a nadie y al mismo tiempo un siervo perfectamente obediente a todos, sujeto a todos. Para Pablo tal libertad signica que los creyentes son liberados de las opresivas restricciones de la cultura y de los credos para vivir en una nueva realidad: Ya no hay judo ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varn ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo (Glatas 3:28). La verdadera libertad se encuentra en esta tensin creativa entre el espritu de seor y de siervo. Dios quiere que las personas sean lo que l quiso que fueran al crearlas en perfecta libertad. Esta libertad no es para auto-indulgencia, sino para servir a la comunidad y al mundo movidos por el amor a Dios (Glatas 5:13). La Iglesia del Pacto ha buscado honrar las tensiones inherentes de esta libertad. La Iglesia del Pacto ha entendido que la palabra de Dios es soberana sobre cualquier interpretacin humana que se haga de ellaincluyendo su propia interpretacin. La libertad del Pacto opera dentro del contexto establecido por otros principios que la Iglesia del Pacto considera primarias, particularmente la autoridad de la Escritura. Dentro de estos parmetros el principio de libertad se aplica a asuntos doctrinales que pueden llevar a la divisin. Con una modestia que nace de la conanza en Dios, los del Pacto se han ofrecido unos a otros la libertad teolgica y personal cuando los datos histricos y bblicos parecen permitir una variedad de interpretaciones de la voluntad y los propsitos de Dios. Esto a veces ha llevado a la controversia en asuntos tales como el bautismo, la segunda venida de Cristo, la naturaleza precisa de la inspiracin o cmo debe entenderse el sacricio vicario de Cristo, y varios asuntos de vida y prctica. Sin embargo, ha permanecido constante el compromiso con la Biblia como la palabra de Dios y con el consenso histrico en la interpretacin que ha hecho la Iglesia cristiana. Este compromiso con la libertad ha mantenido unida a la Iglesia cristiana cuando hubiera sido ms fcil romper la comunin y dividir el cuerpo de Cristo. Para algunos tal libertad no es ninguna libertad. Les gustara ms bien tener claras las rdenes de marcha desde una fuente inapelable de autoridad, en
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vez de cargar con la responsabilidad de decidir. No es fcil ser libre. Pero tales limitaciones con la libertad no muestran sabidura sino inmadurez. Muestran personas que no han llegado a su mayora de edad como herederos de los buenos dones de Dios (Glatas 3:23-29). Sin embargo, buscar libertad por la libertad es perderla. Libertad no es auto-indulgencia o auto-engrandecimiento, sino servir y amar a Dios, en quien solamente se encuentra la verdadera libertad. La Iglesia del Pacto atesora esa libertad en Cristo y reconoce, como uno de nuestros padres lo dijo, que la libertad es un don y el ltimo de todos los dones para madurar. Mientras tanto habrn preguntas y conictos. La completa madurez y el entendimiento pleno nos esperan en el da cuando los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Seor y de su Cristo; y l reinar por los siglos de los siglos (Apocalipsis 11:15). Mientras tanto nos ofrecemos unos a otros la libertad, ya que para la gente del Pacto libertad no es algo que reclamamos para nosotros mismos, sino que la ofrecemos a otros. Haciendo esto simplemente compartimos el don de la libertad que Dios nos ha dado en Cristo Jess.

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CONCLUSIN

DE TODO LO QUE SE HA DICHO EN ESTE DOCUMENTO, debe quedar en claro que la Iglesia del Pacto Evanglico es una iglesia peregrina. Creemos con el escritor de la Carta a los Hebreos que este mundo no es nuestro hogar, y que miramos hacia adelante con gran anticipacin la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:10). Hasta que Cristo regrese, continuaremos adorando, trabajando y dando testimonio, con la nalidad de que toda la tierra pueda or su voz y conocer de su amor. Al igual que nuestros padres, dejamos la puerta del futuro abierta, preriendo vivir bajo las promesas de Dios antes que bajo las garantas humanas. Con el Apstol Pablo hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso, pero por la manifestacin de la verdad recomendndonos a toda conciencia humana delante de Dios (2 Corintios 4:2). Los del Pacto creemos que siempre es tiempo de proclamar las buenas nuevas de Jesucristo. Porque en cada escena cambiante que nos espera, si alguno est en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcili consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliacin . . . As que somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros, os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios (2 Corintios 5:17-20). Un himno antiguo del Pacto expresa el gozo de la nueva vida en Cristo
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y la invitacin que la gente del Pacto le gustara extender a todos los que buscan a Dios. Que tu alma sea llena de gozo, que tu corazn redimido se regocije! Que este pensamiento borre tu tristeza: mediante su sangre has sido liberado, el amor de Dios que no falla es tuyo, Dios ha dado a su Hijo por ti. Por su muerte el cielo se ha abierto y has sido rescatado tal como eres. Si ests vaco de sentimientos, regocjate, eres como una novia redimida! Si los que amas te han despreciado, y la oscuridad te asalta por doquier, tuya es la promesa, ven y prubala en el dolor y el triunfo, en la risa y el llanto, en necesidad y abundancia, en vida o muerte porque has sido redimido tal como eres. Este bien trasciende a todos: que Cristo muri por ti y por m! Este es un gozo que n no tiene Mira el maravilloso amor de Dios! Alabado seas Cordero sin mancha, que en el desierto mi alma guas hacia la ciudad del gozo eterno, para la cual me compraste tal como soy.7

7 Peter Jonsson Aschan (1726-1813), traduccin al ingls de Karl A. Olsson (1913-1996), The Covenant Hymnal: A Worshipbook (Chicago: Covenant Publications, 1996) No. 494.

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