Via Crucis Franciscano
Via Crucis Franciscano
Via Crucis Franciscano
SALUDO E INTRODUCCIÓN
T: Amén.
C: Hermanos y hermanas, nos hemos reunido en esta tarde para recorrer el camino
de la Cruz. En la Iglesia, por la gracia del Espíritu Santo, nos hacemos
contemporáneos de Jesús. Su pasión, su muerte, su sepultura vuelven a hacerse
presentes ante nosotros, en nosotros. Y la tumba, excavada en la roca, es nuestro
mundo en el cual la muerte ha dejado su sello.
La cuaresma culmina con este camino de esperanza que nos conduce hasta la
noche santa de la Pascua, en la que Cristo, Luz del mundo, resucita glorioso de entre
los muertos, haciendo nuevas todas las cosas. Acerquémonos a este misterio, fuente
de esperanza y de salvación, desde la fe y la gratitud más profundas.
San Francisco y santa Clara nos ayudarán, a través de sus escritos, a mirar
con ojos nuevos la pasión del Señor, su gran amor por cada uno de nosotros.
♫ Canto
PRIMERA ESTACIÓN
Te adoramos, oh Cristo…
Te damos gracias, Padre, porque al igual que nos creaste por tu Hijo, así, por el
santo amor con que nos amaste, quisiste que él, verdadero Dios y verdadero hombre,
naciera de la gloriosa Virgen santa María, y que nosotros, cautivos, fuéramos redimidos
por su cruz, y sangre, y muerte. (1R 23, 3)
Oración
Te adoramos, oh Cristo...
Miremos atentamente al buen Pastor, que por salvar a sus ovejas soportó la
pasión de la cruz. Las ovejas del Señor le siguieron en la tribulación y en la persecución,
en la vergüenza y en el hambre, en la debilidad y en la tentación, y en todo lo demás, y
por ello recibieron la vida eterna. (Adm. 6)
Oración
♫ Canto
TERCERA ESTACIÓN
Te adoramos, oh Cristo...
Oración
Contempla el gran amor con el que Cristo quiso padecer en el leño de la cruz y
morir en él la más infame de las muertes. Por eso, colgado en el árbol de la Cruz,
amonestaba a los que pasaban sobre lo que allí habían de considerar, diciendo: “¡Oh
vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor como mi dolor!”
Respondamos a una voz, con un solo espíritu: ¡Lo tendré siempre en mi memoria, y mi
alma se romperá dentro mí! (4CtaCl)
Oración
Padre santo, única esperanza de aquellos que, débiles y heridos, caen; tú conoces lo
que hay en cada hombre. Nuestra debilidad hace crecer aún más tu perdón y tu amor hacia
nosotros. Haz que, a la luz de tu misericordia, reconozcamos nuestros pasos en falso y,
salvados por tu amor, podamos proclamar las maravillas que hace tu gracia en cada uno de
nosotros. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
♫ Canto
QUINTA ESTACIÓN
Jesús es juzgado por Pilato
Amemos todos con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con toda
la fuerza y fortaleza, con todo el entendimiento, con todas la energías, con todo el
empeño, con todo el afecto, con todas la entrañas, con todos los deseos y quereres, al
Oración
Padre justo, mira con bondad y con ternura a todos los inocentes perseguidos, a los
prisioneros que claman justicia en cárceles infames, a aquellos que presienten el fin
después de una larga pena inmerecida. Tu presencia misteriosa haga más llevadera su
amargura y disipe las tinieblas del dolor. Que no nos acostumbremos nunca, Padre, a ver
encadenada la libertad que has concedido a todo hombre y mujer, creados a tu imagen y
semejanza. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
SEXTA ESTACIÓN
Oración
Padre santo, tu Hijo Jesús ha querido cargar sobre su cuerpo nuestros sufrimientos
y dolores; ser aplastado por nuestras indiferencias y rebeldías. Con sus heridas, ¡ha
sanado las heridas de nuestros pecados! Concede a aquellos que son despreciados y
marginados, a cuantos han sido desfigurados por la tortura o por la enfermedad,
comprender que hay una esperanza que no defrauda, un amor más fuerte que el miedo y
que la muerte, una fe que nos abre a la vida que no tiene fin. Te lo pedimos por Cristo, tu
hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
♫ Canto
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo: para que te amemos con todo el
corazón, pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la
mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti; buscando en todo tu honor; y con todas
nuestras fuerzas, destinando todas nuestras fuerzas y los sentidos del alma y del cuerpo
al servicio de tu amor y no a otra cosa. (ParPN 5)
Oración
OCTAVA ESTACIÓN
Oración
NOVENA ESTACIÓN
Oración
Padre fiel, enséñanos a buscar tu rostro con pasión cada día, para que su luz ilumine
nuestro camino. Enséñanos a descubrirlo en el semblante del hombre marcado por la
enfermedad, hundido por la desesperanza, oprimido por la injusticia. ¡No permitas que la
luz de tu rostro huya de nosotros! Sin ella nuestro camino se hace oscuro, difícil, imposible.
Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
DÉ CIMA ESTACIÓN
Jesús es crucificado
La voluntad del Padre fue que su bendito y glorioso Hijo, a quien nos dio y que por
nosotros nació, se ofreciese a sí mismo, por medio de su propia sangre, como sacrificio y
ofrenda en el altar de la cruz; no por sí, por quien todo fue hecho, sino por nuestros
pecados, dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. Y quiere que todos seamos
salvados y que lo recibamos con un corazón puro y un cuerpo casto. (2CtaF)
Oración
Padre santo, sólo un pequeño resto, al cual has querido entregar tu Reino, ha
reconocido a tu Hijo como Señor y Salvador; pero muy pronto el Espíritu suscitará testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra. Concede a los que
anuncian la Palabra en el mundo entero, la audacia y la libertad de los hijos de Dios,
mediante las cuales tu Espíritu irrumpe con la fuerza de la Pascua y el lenguaje misterioso
de la Cruz, escándalo a los ojos del mundo, pero sabiduría para los que creen. Te lo
pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
♫ Canto
Ninguna otra cosa, pues, deseemos, ninguna cosa queramos, ninguna otra nos
agrade y deleite, sino nuestro Creador y Redentor y Salvador, el solo verdadero Dios,
que es el bien pleno, el todo bien, el total bien, el verdadero y sumo bien; que es el solo
bueno, piadoso, manso, suave y dulce; que es el solo santo, justo, verdadero, santo y
recto; que es el solo inocente, puro; de quien y por quien nos viene y en quien está todo el
perdón, toda la gracia, toda la gloria de todos lo que hacen penitencia, de todos los justos
que gozan juntos en el cielo.(1R 23)
Oración
Hnos. Menores Conventuales. Madrid 7
Padre de bondad, tu Hijo ha querido pasar por nuestro mundo como amigo de
publicanos y pecadores. Tú nos lo enviaste para salvar lo que estaba perdido. En Él, has
querido darnos la prueba suprema de tu amor radical y de la inmensidad de tu
misericordia, permitiendo que muriera por cada uno de nosotros cuando todavía éramos
pecadores. Vuelve a nosotros tu rostro bondadoso y, en la hora del fracaso, acógenos entre
tus brazos. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
¡Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, virgen hecha iglesia,
elegida por el santísimo Padre del cielo, consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Defensor, en ti estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien!
¡Salve, palacio de Dios! ¡Salve, tabernáculo suyo! ¡Salve, casa suya! ¡Salve, vestidura
suya! ¡Salve, esclava suya! ¡Salve, Madre suya!
Oración
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Levantad los ojos al cielo, tomad la cruz y seguid a Cristo que nos precede; pues,
después de muchas tribulaciones por él entraremos en su gloria. Amad de todo corazón a
Dios y a Jesús, su Hijo, crucificado por nosotros pecadores y no se quite nunca de vuestra
mente su recuerdo.
Oración
Padre bueno, a través de la muerte de tu Hijo Jesús has abierto para toda la
humanidad el camino que conduce a la Vida. Tú has querido que Él conociera el miedo y la
angustia de la muerte, cambiando radicalmente su sentido. Conforta a aquellos que pronto
recorrerán este mismo camino. Fortalece a aquellos que viven con desesperación su
finitud. Y cuando llegue, también para nosotros, la hora de recorrer este camino, acógenos
en la alegría eterna de tu reino, no por nuestros méritos, si no por sola tu misericordia. Te
lo pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
♫ Canto
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Oración
Padre, tú has querido que tu Hijo Jesucristo se hiciera hombre para poder ser
hermano nuestro y, con su muerte, vencer nuestra muerte. El descendió al lugar de los
muertos para liberar a la humanidad, para hacernos revivir y así poder sentarnos en la
mesa festiva de tu Reino. ¡Ven en ayuda de los que tantas veces caminamos en tinieblas y
en sombras de muerte! No permitas que nada ni nadie nos aparten de tu amor. Te lo
pedimos por Cristo, tu Hijo, nuestro Hermano y Señor. Amén
A quien tanto ha soportado por nosotros, tantos bienes nos ha traído y nos ha de
traer en el futuro, toda criatura del cielo, de la tierra, del mar y de los abismos rinda
alabanza, gloria, honor y bendición; porque Él es nuestra fuerza y fortaleza, el solo bueno,
el solo altísimo, el solo omnipotente, admirable, glorioso y el solo santo, laudable y bendito
por los infinitos siglos de los siglos. Amén
R/ Y con tu espíritu
♫ Canto