En Busca Del Crecimiento, William Easterly, Resumen

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Jordi Catalan

William EASTERLY, En busca del crecimiento. Andanzas y tribulaciones de los economistas del desarrollo, Antoni Bosch, Barcelona, 2003, 344 pp.

El libro que nos ocupa, cuyo autor es profesor de economa en la New York University y editor del Journal of Development Economics, afronta un tema crucial para la historia econmica: explicar por qu persiste la pobreza en buena parte del globo. La respuesta de Easterly va a contracorriente en una poca en que las explicaciones de tipo weberiano han reconquistado a grandes maestros como Landes. La tesis del ex-empleado del Banco Mundial, netamente materialista, viene formulada con gran nitidez: la gente es productiva cuando se le paga; los pobres siguen en su condicin por que en sus economas no existen los incentivos adecuados para romper con la miseria. El mtodo para validar la teora se basa en dos grandes ejercicios correspondientes a las partes segunda y tercera del libro. El primero revisa y refuta interpretaciones usuales sobre los orgenes del subdesarrollo a base de evidencia emprica acumulativa, referida a pases en vas de desarrollo y especialmente a frica. El segundo presenta un nuevo conjunto de evidencias del mismo tipo para construir el paradigma alternativo, sustentado en la idea que la gente responde a los incentivos. El primer lugar comn a desmontar es que el desarrollo sea antes que nada un problema de acelerar la formacin de capital y especialmente a base de ayuda exterior. Easterly carga contra Harrod-Domar, Lewis y Rostow. Los argumentos son de dos tipos: el caso de Ghana y las correlaciones estadsticas. La Ghana de Nkrumah fue el primer nuevo estado africano en proclamar la independencia en 1957. Durante los aos anteriores haba disfrutado de notable autonoma en el seno del imperio britnico y contaba con escuelas e infraestructuras relativamente buenas. Suministraba dos tercios del cacao del mundo. Con la independencia, los esfuerzos se centraron en un gran proyecto de formacin de capital en el ro Volta: uno de los mayores embalses del mundo dara hidroelectricidad para transformar bauxita en almina y aluminio, fabricar sosa custica y mover los ferrocarriles; adems, el lago artificial sera la base de proyectos de irrigacin a gran escala y del surgimiento de una nueva industria pesquera. En 1966 Nkrumah fue derrocado por los militares. En 1982 todava no haba ninguna mina de bauxita, ni refinera de almina, ni planta de sosa custica, ni ferrocarriles. La fundicin de aluminio operaba con almina importada y electricidad subvencionada. 80.000 personas haban perdido sus casas con la construccin del pantano y en la zona proliferaban el paludismo y la esquistosmiasis. Durante los aos noventa el PIB per capita de Ghana lleg a ser inferior al de 1950. Podemos objetar que un caso no prueba nada y que otros accidentes histricos de la ex-colonia britnica pudieron ser determinantes. Pero Easterly va ms lejos e intenta contrastar la relacin existente entre crecimiento e inversin a corto plazo, operando con muestras amplias superiores al centenar de pases. No encuentra relacin estadstica entre

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el crecimiento de un cuatrienio y la inversin del cuatrienio anterior. Concluye que a largo plazo la acumulacin de mquinas va junto con el crecimiento, pero no es la fuerza causal, papel que atribuye a la tecnologa. Easterly tambin discute el modelo de Solow que presupone rendimientos decrecientes en la acumulacin de uno solo de los factores de produccin. Rechaza la hiptesis de la tendencia a la convergencia a escala planetaria y en cambio es partidario de la tesis de Paul Romer. Easterly da por buena la conclusin que saca este ltimo sobre la inexistencia de rendimientos decrecientes a la acumulacin de capital a partir de la constatacin de que los pases ms pobres crecieron en la posguerra ms lentamente que los ricos. En mi opinin Easterly peca aqu de simplismo puesto que los anlisis econmetricos ms recientes tienden a condicionar la convergencia, aceptando que los rendimientos decrecientes a la acumulacin de capital pueden ser contrarrestados por otras fuerzas. Sin embargo, el carcter de bien pblico de la tecnologa sigue operando en favor de la convergencia. Ms de acuerdo debe estarse con el captulo en que el economista del desarrollo refuta el tpico del papel determinante de la escolarizacin en el crecimiento. Easterly subraya que son muchos los estudios que han obtenido la falta de relacin entre escolaridad y crecimiento del PIB. Insiste en que pases africanos de rpido crecimiento en capital humano desde 1960 (como Angola, Mozambique, Ghana, Zambia, Madagascar, Sudn y Senegal) tuvieron desastrosos resultados en trminos de crecimiento econmico. El autor multiplica las evidencias, incluso dejando de lado al continente negro. En el campo interpretativo apunta que si el crecimiento del capital humano fuese el que empuja al PIB, las economas de rpido crecimiento exhibiran un capital humano en franca progresin. Los trabajadores jvenes, con mucho mayor capital humano, deberan cobrar ms que los viejos. La realidad suele ser la contraria: los trabajadores de mayor edad reciben salarios superiores cuando se crece rpido. Easterly tambin discute el resultado habitual en los modelos de crecimiento de existencia de una relacin inversa entre impulso demogrfico y dinamismo del producto per cpita. Seala que el crecimiento de la poblacin y el desarrollo se han acelerado a largo plazo. El crecimiento demogrfico no vara tanto entre pases como para explicar los cambios en el crecimiento per cpita. Desde 1960 la expansin poblacional del Tercer Mundo se ha reducido en medio punto sin que ello haya resultado en una ntida progresin de los niveles de vida. Entre Malthus y Boserup, Easterly piensa que la evidencia histrica ha dado razn a la segunda: una poblacin inicial mayor permite ms creacin de ideas y facilita el reparto del coste de su implementacin. El profesor neoyorkino presenta la transicin demogrfica como consecuencia de la revolucin industrial y el desarrollo como el mejor anticonceptivo. Un captulo particularmente convincente es el que examina los resultados de los prstamos de ajuste concedidos desde los pases industriales a partir de la crisis de la deuda que estall con el fin de semana mejicano de agosto de 1982. La explosin de los crditos del FMI y del Banco Mundial durante los aos ochenta y noventa coincidi con una brutal cada de los ritmos de crecimiento en frica, Amrica Latina, Oriente Prximo y Europa Oriental. En la mitad de los pases que tuvieron acuerdos con el FMI la inflacin baj, pero en la otra mitad subi: Esto es tener tanto xito como acertar la mitad de las

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veces el resultado de echar una moneda al aire. Zaire, Bangladesh, Liberia, Hait, Paraguay, Guyana e Indonesia fueron evaluados como los pases en desarrollo ms corruptos. Sin embargo, recibieron 46 prstamos de ajuste de los dos prestamistas en ltima instancia. Easterly remacha que un gobierno que roba al futuro endeudndose, seguir hacindolo si le dan ms medios. Fue el caso de la venta de empresas pblicas rentables como el petrleo de Nigeria o el recorte de las inversiones en telecomunicaciones de numerosos estados africanos. A nivel de grandes muestras, la comparacin de un ndice de ortodoxia en poltica econmica (promedio de las variables dficit pblico, inflacin, desarrollo financiero y diferencial del mercado negro de divisas) con la financiacin al desarrollo obtenida durante los aos ochenta, arrojaba ausencia de relacin entre ambas variables. Tambin la condonacin de deudas sale malparada. Desde 1989 y analizando una muestra de 41 pases endeudados de bajo ingreso, Easterly obtuvo una relacin estadsticamente significativa sealando que los que obtuvieron una mayor reduccin de la deuda, volvieron a endeudarse ms. Adems, hipotecaron todava ms el futuro a travs de las privatizaciones de empresas pblicas (durante 1988-97 el valor oficial de las ventas de activos pblicos en los pases altamente endeudados ascendi a 4.000 millones de dlares). Otro caso viene a actuar como ilustracin reveladora. Costa de Marfil obtuvo en 1997 un flujo de ayuda per capita ms de 1.000 veces superior al de la India. Durante 1979-98 el gobierno haba registrado un dficit superior al 10 por ciento del PIB. En los setenta el gobierno se benefici de los buenos precios del caf y del cacao pero el monopsonio gubernamental que lo adquira pagaba slo el 60 y el 50 por ciento de su valor internacional a los agricultores. Cuando a partir de 1979 los precios capotaron, el gobierno entr en la espiral de endeudamiento. El exceso de gasto y un tipo de cambio fijo llev a la apreciacin de la divisa en trminos reales y a la sobrevaloracin de la misma, reforzando el dficit exterior. Pero el Banco Mundial, FMI y la ex-metrpoli colonial, Francia, siguieron financiando al pas africano. En 1998 la moneda segua sobrevalorada en un 35 por ciento. !El pas facturaba a los donantes de ayuda 2.400 dlares por una bscula de beb que costaba 40! Despus de poner en apuros a muchos de los tpicos de la teora del crecimiento y la prctica del desarrollo, Easterly intenta sentar las bases de su interpretacin alternativa sobre las races de la pobreza en los rendimientos crecientes de Romer. Parte de la base que no existen rendimientos decrecientes a la acumulacin de capital porque la gente puede acumular capital tecnolgico, es decir, conocimiento sobre nuevas tecnologas que economizan trabajo. Creo que ah se equivoca. Si echamos mano del viejo principio, diez vagones no hacen una locomotora. El paso del noveno al dcimo vagn es acumulacin de capital. Del dcimo a la locomotora es tecnologa. En cambio, los historiadores de la industrializacin estamos obligados a compartir el nfasis de Easterly en la tecnologa. Insiste en las virtudes de la misma: su conocimiento puede difundirse fcilmente entre personas y alcanza el mximo potencial cuando personas cualificadas se asocian entre s. Parece muy acertada su insistencia en que la difusin del conocimiento establece una distincin entre beneficios sociales y privados. Los sociales dan lugar a rendimientos crecientes, los ltimos no.

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Un nuevo caso permite presentar evidencia de la dicotoma entre rendimientos sociales y privados. Bangladesh lleg a ser exportador de confeccin gracias a que Daewoo buscaba un socio para evadir los contingentes a la importacin impuestos por Estados Unidos y Europa a Corea. Una empresa bengal, Desh, lleg a un acuerdo con la empresa coreana para formar a sus trabajadores en la confeccin de camisas a cambio de una regala del 8 por ciento sobre las futuras ventas. El gobierno de Bangladesh apoy al proyecto con el sistema de zona franca, que permita importar inputs libres de impuestos. La legislacin de zona franca contaba con precedente en Corea, y Desh y el gobierno se beneficiaron de la transferencia del conocimiento desde Daewoo. sta y el socio bengal firmaron su acuerdo en 1979. Desh y otras empresas fundadas por sus antiguos trabajadores han acabado exportando confeccin por valor de 2.000 millones de dlares. El creador de Desh no captur todos los beneficios generados por la nueva industria. Pero Bangladesh, al convertirse en gran exportador de manufacturas, s. El caso no es slo sugerente como revelador de los rendimientos sociales crecientes a la inversin en conocimiento. Si cambiamos Desh por SEAT, Daewoo por FIAT, Bangladesh por INI e industria de la confeccin por automvil, tenemos algunas de las claves del despegue de la principal industria hispana del siglo XX. Easterly tambin acierta al subrayar el rasgo de complementariedad de la inversin en conocimiento tecnolgico. La productividad de un trabajador depende de sus compaeros de cadena. El salario de una persona cualificada es mayor en una ciudad donde hay trabajadores con habilidades complementarias que en un lugar en que la cualificacin no se valora. El argumento queda cerca de los fundamentos del distrito marshalliano y lejos del simplismo neoclsico. Un hombre cualificado en una mala localizacin tiene poco futuro y, por tanto, invertir poco en su formacin. Las trampas de la pobreza suelen resistirse al paso del tiempo, ya sean negros del Mississippi, mayas del Yucatn o italianos del Mezzogiorno. El invertir en esta zona es mal negocio tanto para individuos como empresas. Slo las polticas estatales (caso Bangladesh) pueden contribuir a mejorar los incentivos para adoptar nuevas tecnologas y romper el crculo. Y no siempre. La adopcin de nueva tecnologa provoca destruccin creativa de tipo schumpeteriano y frecuentemente genera obsolescencia de conocimientos anteriores. Los casos de xito elegidos por un buen conocedor del desarrollo revalorizan nuevamente el papel de la historia econmica. Bangalore es hoy un Silicon Valley de Asia (aporta la mayora de los 2.200 millones de dlares de software producidos en la India). Easterly explica el xito por el Instituto Indio de Ciencias (1909) de Jamsetji Nasarwanji Tata y las inversiones en aeronutica y electrnica de los gobiernos de la India independiente. Adems cabra aadir que la familia Tata haba sido pionera en la implantacin de los vapores algodoneros ochocentistas y tambin erigi los primeros altos hornos, centrales elctricas y fbricas de autos en el subcontinente. La ltima guerra mundial favoreci asimismo la construccin de aviones en la capital de Karnataka. Easterly subraya que las barreras naturales e incluso la mala suerte, pueden operar en contra de la superacin de la trampa de la pobreza en los pases ms pobres. Un desastre climtico suele provocar consecuencias ms dainas y duraderas en un pas pobre, al alejarse en mucho del umbral mnimo de renta necesario para entrar en una senda virtuosa de crecimiento. Un ejercicio que compara el crecimiento del mundo en 1960-75 y 19751990 pretende enfatizar el componente en buena parte aleatorio del crecimiento. Lo nor-

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mal es que los que crecieron deprisa en un perodo, lo hicieran lentamente en el siguiente y viceversa. Las nicas excepciones fueron los tigres asiticos de Corea, Taiwan, Hong-Kong y Singapur. Aunque Easterly reconoce que slo las polticas gubernamentales (tipo Bangladesh o Bangalore) pueden mejorar los incentivos para favorecer la superacin de la trampa de la pobreza, el profesor de la New York University arremete virulentamente contra las polticas habituales de la mayora de gobiernos de los pases en vas de desarrollo. En el captulo correspondiente multiplica las evidencias de cmo los gobiernos habitualmente han acabado con el crecimiento: elevadas inflaciones, penalizacin de los exportadores con tipos de cambio irrealistas, tipos de inters negativos, grandes dficits presupuestarios, barreras al comercio y deterioro de los servicios pblicos. Volviendo al ejemplo inicial, parte del fracaso de Ghana tuvo mucho que ver con polticas errneas. En 1982 tena el rcord mundial de diferencial cambiario de mercado negro (con un 4.624 por ciento). Ghana tambin quiso ensamblar sus propios automviles a base de cerrar el mercado e importar piezas de Yugoslavia: el precio que pagaba por los componentes superaba el internacional del vehculo ensamblado. Con el anlisis de muestras amplias de pases y refirindose a un trabajo firmado conjuntamente con Ross Levine, Easterly apunta que los mayores dficits presupuestarios, rigidez financiera y diferencial cambiario en el mercado negro de frica, explicaban cerca de la mitad de la diferencia de crecimiento con Asia Oriental a lo largo de tres dcadas. Easterly no rehuye el anlisis de la corrupcin, que tan fcilmente suelen olvidar los economistas. Un diferencial cambiario en el mercado negro permite, a quien goza de trato privilegiado con la administracin, lograr fcilmente ganancias corruptas desviando dlares. Es por ello que los gobiernos que dificultan el libre comercio suelen ser ms corruptos. Pero una administracin de alta calidad organizada de forma meritocrtica puede tambin operar como vacuna contra la corrupcin. El grado de cumplimiento de los contratos es otro indicador de existencia de corrupcin. La lucha contra la corrupcin es una forma para mejorar los incentivos que tienen las personas para invertir en su formacin y canalizar recursos hacia el desarrollo. Antes de pasar a las conclusiones, el libro de Easterly concluye con un captulo de mximo inters (y muy polmico) sobre las sociedades polarizadas. Su tesis es que las sociedades divididas luchan internamente por el reparto del botn, mientras que aqullas unidas por una cultura comn y una clase media fuerte se establece el consenso para crecer. El caso de Ghana vuelve aqu a reaparecer como hilo conductor del discurso. Su produccin estrella, el cacao, se concentra en la zona de los ashanti. Nkrumah, de los akan, tradicionalmente enfrentados a los anteriores, impuls ya en 1954 una ley para congelar el precio del cacao. Los ashanti intentaron separarse y fueron reprimidos. Los cultivadores de cacao siguieron discriminados va el tipo de cambio oficial irrealista. Durante 1969-71 gobernaron los ashanti por medio de Busia, que aument el precio interior del cacao y devalu. Derrocado por los militares, fue la ltima vez que los ashanti obtuvieron un precio de mercado por su cacao. En 1983 los productores reciban slo el 6% del precio internacional del cacao. El peso del cacao en las exportaciones de Ghana baj del 19% en 1955 3% en 1983. La polarizacin tnica mat a la gallina!

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La desigualdad en la distribucin de la renta o la tierra constituiran otros casos de polarizacin que retrasaran el desarrollo, al provocar mayores conflictos sociales. Easterly destaca aqu que los cocientes Gini de desigualdad son muy superiores en los pases latinoamericanos que en Corea, Japn o Taiwan. Por consiguiente, los primeros habran estado sometidos a conflictos redistributivos mucho ms frecuentes y duraderos (Pern y Chaves se utilizan de ejemplo) y el crecimiento habra padecido, en contraste con los tigres orientales. El economista del desarrollo tambin recupera los argumentos de historiadores econmicos como Sokoloff y Engerman, quienes contrapusieron la distribucin de la propiedad de la tierra en las dos Amricas. La combinacin de importantes diferencias tnicas y de ingresos sera el cctel ms explosivo para el crecimiento. Entonces el efecto negativo para los ms pobres de las discriminaciones en el acceso a los servicios pblicos, los sistemas de precios, el tipo de cambio, el crdito o la educacin, acabara distorsionando completamente los incentivos al crecimiento. El genocidio de estado (en pases como Angola, Guatemala, Indonesia, Nigeria, Pakistn, Sudn, Uganda o el Congo) sera la consecuencia ms extrema de la polarizacin. El captulo sobre la polarizacin es un buen broche para un excelente libro. Echo en falta profundizar algo ms sobre los orgenes de la misma. Por ejemplo, en el caso de frica el reparto colonial imperialista y el trazado de los posteriores estados artificiales habran sido la causa principal de la disparidad tnica al forzar la unin entre pueblos que frecuentemente haban sido antagonistas histricos (hasta llegar a meter en el mismo saco a antiguos esclavistas y sus vctimas). Tampoco puede desligarse la polarizacin latinoamericana del modelo de colonizacin que ejercieron los ocupantes ibricos. En sntesis, un gran libro que deberan leer todos los economistas e historiadores. Aunque parte de la evidencia presentada no sea suficientemente robusta, la acumulacin de casos y ejercicios empricos realizados deja bien sentada la tesis. Quienes buscan explicaciones de tipo cultural o idealista para la pobreza de las naciones tendrn que trabajar duro para cuestionarla. JORDI CATALAN

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