Cubia 12

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CUBÍA

Boletín del Grupo


Espeleológico Edelweiss SUMARIO
Nº 12. Septiembre 2009

COORDINACIÓN
Miguel A. Rioseras Gómez
Miguel A. Martín Merino

MAQUETACIÓN
Miguel A. Rioseras Gómez

COLABORADORES Monografía
El Karst de Burgos
Miguel A. Martín Merino
Francisco Ruiz García
Ana I. Ortega Martínez

PORTADA
Peña Lusa
Montes de Valnera
Foto Miguel A. Martín Merino
1 Editorial

CONTRAPORTADA
Río Guareña. Tercer Piso
2 Memoria de Actividades 2008
Grupo Espeleológico Edelweiss

El estudio del Karst de Burgos


Ojo Guareña
Foto Javier Trueba 8 El Karst de Burgos
EDITA
Excma. Diputación Provincial
de Burgos. Unidad de Cultura
Grupo Espeleológico Edelweiss
34 Distribución del karst
Características del karst

ISBN: 84-86841-78-X
DEPÓSITO LEGAL: BU-554-1999
65 Actualidad 2009

IMPRIME
COPI-NOVA S.L. Burgos.

conjunto hasta ahora no planteadas, que complementen a las


fotografías, planos y esquemas geomorfológicos.
EDIT ORIAL También aportamos una visión histórica de la evolución de los
estudios del karst burgalés, que iniciamos con una sucinta
descripción de la vieja relación existente entre el Hombre y la
El número 12 de Cubía inicia una nueva etapa en la presenta- Caverna, que en Burgos se remonta a más de un millón de
ción de contenidos. A partir de ahora hacemos una apuesta años, continuamos con las visitas del siglo XVI y las primeras
por el color y por una mayor cantidad y calidad de imágenes exploraciones sistemáticas del siglo XVIII en Atapuerca, así
lo que, sin duda, esperamos que contribuirá a hacer de Cubía como con los estudios pioneros llevados a cabo desde el siglo
una revista no sólo interesante sino también más atractiva. XIX y principios del XX en toda la geografía burgalesa, que
Hemos querido dedicar principalmente este número a una culminan en la impresionante labor que se está realizando
puesta al día sobre el karst burgalés. Desde que en 1992 actualmente al amparo de Atapuerca, ese formidable tesoro
publicáramos el nº 6 de Kaite, monográfico sobre Grandes que alberga nuestra provincia, al que aparece ligada la histo-
Cavidades Burgalesas, una obra de conjunto del Grupo Edel- ria del Grupo Edelweiss.
weiss, promovida principalmente por Francisco Ruiz, han sido Atapuerca, Ojo Guareña, el Pozo Azul, Fuente Azul y el Cas-
muchos los descubrimientos realizados en las grandes redes tro Valnera son páginas principales a nivel nacional, e incluso
entonces publicadas, así como en otras nuevas, que apenas internacional, en el mundo del karst. Por eso nos congratula-
habían visto la luz en artículos aislados o, sobre todo, en mos en ir desvelando un poco más ese patrimonio natural
nuestra página web www.grupoedelweiss.es, por lo que nos subterráneo burgalés, no siempre bien conocido y valorado
ha parecido oportuno reunir toda esa información y actualizar- por sus habitantes.
la, procurando aportar pinceladas novedosas y visiones de
Memoria de Actividades 2008
Grupo Espeleológico Edelweiss

Miguel Ángel Martín Merino


G.E. Edelweiss

I. Actividades relacionadas con la Sie- ción de varios investigadores del CIEMAT.


rra de Atapuerca Como en años anteriores, se participó en
I.1. Estudio Geomorfológico del Karst la Campaña de 2008, especialmente en las
de Atapuerca y Campaña 2008 labores realizadas en la excavación del Por-
Durante este año se dio por finalizado el talón de Cueva Mayor, bajo la codirección de
estudio geomorfológico del karst, que ha la miembro del G. E. Edelweiss, Ana Isabel
constituido parte de la tesis doctoral de Ana Ortega. También se realizaron diversas sali-
Isabel Ortega, defendida ante el correspon- das con los geólogos y geomorfólogos del
diente tribunal ya en el año 2009. Tres salidas EIA, obteniendo nuevas muestras de sedi-
se destinaron a la toma de datos en la mentos y finalizando las fotografías de deta-
Galería del Sílex y Galería de las Estatuas, lle. Igualmente se realizó la correspondiente
dentro del estudio paleoclimático del Holoce- instalación de la Sima de los Huesos, así
no realizado por el equipo dirigido por Javier como su ulterior desmontaje.
Martín Chivelet, de la Universidad Compluten- Se realizaron cuatro salidas al complejo
se de Madrid, con una importante participa- minero de Olmos de Atapuerca, en donde el

Mina de Olmos de
Atapuerca
Foto Miguel A. Martín
Merino

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Fotografía aérea de la
Sierra de Atapuerca
Foto Miguel A. Martín
Merino

alcalde de la localidad y la empresa Geode- junto con Isaac Rilova.


sia, están preparando un proyecto de recupe- • "El Neolítico en la nueva secuencia estra-
ración y rehabilitación del patrimonio minero tigráfica del yacimiento del Portalón de Cueva
de la zona. Colaboramos en la localización de Mayor (Sierra de Atapuerca, Burgos)", en IV
algunas bocaminas que se encontraban com- Congreso de Arqueología Peninsular, pp.
pletamente obstruidas, que habían sido 221-229, junto con otros 5 miembros del EIA.
exploradas por nosotros en 1975, así como • "Karst development related to the Neogene
en las labores de exploración y de conexión and Quaternary Landscape evolution in the
entre ellas, obstruidas por recientes derrum- Sierra de Atapuerca (Burgos, Spain)", en
bes, que impedían su comunicación con la Actas del 13º Congreso Internacional Lands-
mina principal, conocida como "Esperanza". cape, Evolution & Geoarqueology, junto con
El 10 de junio también se explicó el karst otros 3 miembros del EIA y Miguel Ángel
de Atapuerca a un grupo de geomorfólogos Martín.
de diversas universidades francesas que visi- • "Clima y vegetación durante el Pleistoceno
taban diversas cavidades de Guipúzcoa, Superior y Holoceno en el yacimiento del Por-
Cantabria y Burgos. talón de Cueva Mayor (Sierra de Atapuerca,
En la prensa local aparecieron los Burgos)", en Actas de las XXIV Jornadas de
siguientes artículos sobre nuestras activida- la Sociedad de Paleontología, p. 193, junto
des: con 8 miembros del EIA.
• En el suplemento ATA 08 de El Correo de • "A new Holocene archeological sequence
Burgos del 2 de agosto, p. 5: "Los espeleólo- from Portalón of Cueva Mayor (Sierra de Ata-
gos de Edelweiss, los grandes conocedores puerca, Burgos, Spain)", en BAR International
de las entrañas de Atapuerca". Series, vol. 18, pp. 3-10, junto con otros 13
• En el suplemento ATA 08 de El Correo de miembros del EIA.
Burgos del 20 de septiembre, pp. 4-5: "Edel- • "A Late Pleistocene-Early Holocene archae-
weiss, ligados a Atapuerca desde hace más ological sequences of Portalón de Cueva
de 50 años". Mayor (Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain)",
en Munibe (Antropología y Arqueología), vol.
I.2. Publicaciones científicas y artícu- 59, pp. 93-106, junto con otros 5 miembros
los a Congresos del EIA.
En 2008 se publicaron los siguientes artí-
culos de Ana Isabel Ortega en coautoría con I.3. Conferencias, cursos de forma-
otros autores: ción, proyecciones y exposiciones
• "Cueva Mayor y la Sima de los Huesos (Sie- Durante el mes de junio se colaboró con
rra de Atapuerca, Burgos) en un manuscrito el Departamento de Ingeniería Topográfica y
de la Biblioteca Nacional de Madrid de 1795", Cartográfica de la ETS de Ingenieros en
en Espacio, Tiempo y Forma, Serie I, Prehis- Topografía, Geodesia y Cartografía de la Uni-
toria y Arqueología, t. 16-17, pp. 337-355, versidad Politécnica de Madrid, en la tutoría

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Sala del Cacique
Ojo Guareña
Foto Miguel A. Martín
Merino

del proyecto fin de carrera Levantamiento de la Facultad de Ciencias Geológicas de la


mediante Láser Escáner 3D de la Zona de Universidad Complutense de Madrid y del
Los Zarpazos en el yacimiento arqueológico CIEMAT, Centro de Investigaciones Ecológi-
de Atapuerca y, durante el 1 al 6 de septiem- cas y Medio Ambientales, colaborando en
bre, con el mismo Departamento, en el curso todo momento el Grupo Edelweiss.
New Mapping Technologies: Atapuerca.
El 22 de octubre en Aranda de Duero, II.2. Exploración y topografía
Ana Isabel Ortega dio una conferencia sobre Durante 2008, se han continuado revi-
Cuevas Arqueológicas de la Provincia de Bur- sando algunos sectores de Ojo Guareña. Se
gos, dentro de las Jornadas Espeleológicas realizaron 14 salidas de campo, fundamental-
que anualmente organiza el G. E. Ribereño. mente en Las Diaclasas, donde se localizaron
algunos conductos nuevos, y en el Dédalo
II. Actividades relacionadas con Ojo Oeste, finalizando la topografía de varias late-
Guareña rales localizadas el año anterior. También se
II.1. Colaboración con el Proyecto de revisaron algunas laterales de Cueva Cornejo
Investigación Paleoclimática y Galería de la Esperanza, en el Sector Este,
Se realizaron siete salidas de campo, a la así como del Sector Dulla.
Cueva de Kaite, y otra más a las turberas de
las lagunas de Gayangos y de la cascada II.3. Investigación bioespeleológica de
Salceda, dentro de la colaboración con el Ojo Guareña
equipo que dirige Javier Martín Chivelet, geó- Un año más se ha continuado colaboran-
logo de la Universidad Complutense de do con el proyecto de investigación bioespe-
Madrid, para el proyecto iniciado en 2002 y leológica de Ojo Guareña, fruto del convenio
auspiciado por el Ministerio de Ciencia y Tec- firmado entre la Junta de Castilla y León y el
nología, renovado a partir de 2007 con el Museo Nacional de Ciencias Naturales de
nuevo proyecto "Caracterización de cambios Madrid del CSIC. El proyecto es dirigido,
climáticos abruptos en el Norte de España desde 2002, por la bióloga Ana Isabel Cama-
mediante registros paleoclimáticos de espe- cho, especialista del MNCNM y también
leotemas y lagos, y estudios de las cuevas miembro del Grupo Edelweiss, junto con un
kársticas como sistemas naturales de alerta equipo de científicos del citado Museo con el
temprana del cambio global (CLISP-2)". que colaboran habitualmente varios miem-
Dicho proyecto se desarrolla por especialistas bros del Grupo como Carlos Puch, Fidel Moli-
de varios centros de investigación, fundamen- nero, Fortunato Lázaro, Ana Mª de Juan y
talmente del Departamento de Estratigrafía Jesús Ignacio Robador. Entre los más de 75

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taxones acuáticos analizados por el equipo se dio una conferencia en la Casa del Parque de
localizaban 12 endemismos, con algunas Ojo Guareña sobre el Karst y la Arqueología
especies nuevas ya publicadas, tales como de Ojo Guareña.
las Iberobatynellas burgalensis, cornejoensis, Durante 2008 en los medios locales apa-
guarenensis y edelweiss, esta última dedica- recieron los siguientes artículos sobre Ojo
da a nuestro grupo espeleológico, así como Guareña:
abundante material que aún se encuentra en • En el suplemento Mundo Natural de El
estudio. Correo de Burgos del 5 de febrero, pp. 1, 4 y
5: "Bajar a las entrañas de Ojo Guareña"
II.4. Publicaciones divulgativas • En el Diario de Burgos del 6 de julio, pp. 1-
En 2008 aparecieron los siguientes artí- 5: "En las entrañas de Ojo Guareña"
culos de miembros del Grupo: • En el Diario de Burgos del 10 de noviembre,
• "Cincuentenario de las exploraciones en Ojo p. 4: "Ojo Guareña en el recuerdo"
Guareña. Últimos descubrimientos en el • En El Correo de Burgos del 26 de noviem-
Complejo", en Cubía 11, pp. 26-29, por José bre, p. 10: "Edelweiss estudiará un gran sifón
Luis Vivanco, José Manuel Rodríguez, Raúl en el Complejo de Ojo Guareña".
Martínez, Jesús Riezu, Sara Pérez y Luis Los días 8 de junio y 20 de septiembre se
Román. colaboró, con sendas conferencias, con el
• "50 Años de la Expedición Ojo Guareña voluntariado ambiental de Ojo Guareña, orga-
1958. La mayor aventura subterránea del nizado por la Fundación Oxígeno y dirigido
mundo", en Cubía 11, pp. 30-35, por Miguel por la Consejería de Medio Ambiente de la
Ángel Martín. Junta de Castilla y León.
Los Lagos
También se continuó colaborando con la
Ojo Guareña
II.5. Otras actividades relacionadas Fundación Naturaleza y Hombre, para el Foto Miguel A. Martín
con Ojo Guareña Centro de Interpretación Ecomuseo-Fluvia- Merino
En dos ocasiones se colaboró con los
técnicos de los Servicios Territoriales de
Medio Ambiente y Cultura de la Junta de Cas-
tilla y León en la revisión del itinerario aconse-
jado para la realización de visitas guiadas de
grupos reducidos a Ojo Guareña, basado en
nuestro informe de 1993.
También se cedió al Servicio Territorial
de Medio Ambiente, para su uso en carto-
grafías y documentos internos, la topografía
del Complejo de Ojo Guareña, en coordena-
das U.T.M.
El 29 de febrero se participó en la Junta
Rectora de Ojo Guareña
Durante 2008 se acompañaron a las
siguientes visitas al Karst de Ojo Guareña:
• Los días 26 y 27 de abril al geólogo Adolfo
Eraso y sus alumnos del tercer ciclo de docto-
rado de la Escuela Superior de Ingenieros de
Minas de Madrid.
• El 1 de julio a los periodistas del Diario de
Burgos que preparaban un reportaje especial
sobre el 50 Aniversario de la Expedición Inter-
nacional de 1958 a Ojo Guareña.
• El 18 de agosto con un equipo de geómorfó-
logos, prehistoriadotes y espeleólogos france-
ses que colaboran con nosotros en diversos
trabajos en la provincia de Burgos.
El 21 de junio, dentro del programa
Impresiones de Naturaleza en Castilla y León,
organizado por Caja de Burgos y la Funda-
ción Patrimonio Natural de Castilla y León, se

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inéditas que fueron correctamente situadas,
aunque quedaron pendientes de explorar.
En compañía de miembros del Spéléo
Club de Dijon se topografiaron 500m de nue-
vas galerías del Sumidero de Lunada, con lo
que su topografía ya supera los 3 km de
desarrollo. También se consiguió enlazar la
V-59 a la Torca del Mirador, una de las princi-
pales cavidades del Castro Valnera, con un
desarrollo de 1.688m.
A finales de año se realizó un primer
intento de coloración con fluoresceína desde
las cavidades burgalesas de lo alto del Puerto
de Lunada hacia la surgencia del Gándara,
pero un gran temporal de nieve impidió los
trabajos que tuvieron que aplazarse hasta los
primeros meses de 2009.
Del mismo modo, se continuaron los tra-
bajos de gabinete destinados a la edición de
una futura monografía de esta zona, dentro
de la serie Kaite, Estudios de Espeleología
Burgalesa.
En el nº 11 de Cubía se publicó el artícu-
rium de la Montaña Cantábrico-Burgalesa en lo "Estado de las exploraciones del Spéléo
Liérganes (Cantabria), cediéndoles otras 3 Club de Dijon en el Sistema del Gándara", pp.
diapositivas para un montaje audiovisual. 36-39, por Patrick Degouve de Nuncques.
Se mantuvo una reunión con Esther Mur- En el Diario de Burgos del 26 de noviem-
ciano, de la empresa Ecotono, encargada de bre, p. 27 apareció el artículo: "Edelweiss
coordinar los trabajos tendentes a la acredita- completará en dos años el estudio de los
ción de la Carta Europea de Turismo Sosteni- Montes de Valnera".
ble para Ojo Guareña.
IV. Otras Actividades
III. Actividades en los Montes del IV.1. Actividades de campo
Somo y Valnera En el mes de marzo se realizaron tres
Se realizaron 13 salidas a los sectores de salidas de campo a la Comarca de Los Jua-
Valnera, Pico de la Miel, Lastrías, Cuetos, rros, con vistas a ultimar los trabajos tenden-
Resquebrajo, Hoyadas, Hazabil y Pinillo del tes a su publicación en el nº 11 de Cubía.
Hoyuelo, en las que se aprovechó para posi- Por el mismo motivo, se realizaron varias
Castro Valnera
cionar correctamente algunas cavidades ya salidas al karst de yesos localizado entre Bri-
Foto Miguel A. Martín topografiadas hace años. También se locali- viesca y Belorado, así como otras al sector
Merino zaron un importante número de cavidades del Páramo de la Mazorra y Los Altos de

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Dobro. el karst de la provincia de Burgos, práctica-
mente se ven reflejadas en el mismo día y en
IV.2. Difusión Cultural la que mantenemos información detallada de
Del 20 al 22 de febrero, Ana Isabel Orte- casi 1.500 cavidades de la provincia de Bur-
ga impartió las materias relacionadas con la gos, aparte de un numeroso repertorio de
Arqueología y el Karst (12 horas) en el curso artículos, colaboraciones y pdf's de trabajos
de guías del Museo de Kobenkoba (Carran- impresos en estos últimos años.
za, Vizcaya), promovido por el Fondo de For-
mación de Euskadi, S.L. y coordinado desde IV.3. Otras Acciones
el Museo Nacional y Centro de Investigación Durante los días 30 de mayo al 1 de
de Altamira. junio, varios miembros del Grupo asistieron a
En el nº 11 de nuestra revista Cubía se las XIX Jornadas Científicas de la SEDECK,
incluían, aparte de los artículos ya citados que se desarrollaron en Cabezón de la Sal
sobre las zonas de trabajo tradicionales del (Cantabria) y versaron sobre la Conservación
Grupo, los siguientes: del Karst. Durante las mismas se visitaron la
• "Memoria de Actividades 2007 del G. E. Cueva del Soplao y la Neocueva de Altamira.
Edelweiss", pp. 4-11, por Miguel Ángel En la actualidad, la miembro del GEE Ana
Martín. Isabel Ortega es presidenta de la SEDECK y
• "Las Cavidades de la Comarca de Juarros. otros tres miembros forman parte de su Junta
Partida BU-IV.B. Burgos", pp. 12-21, por Directiva.
Francisco Ruiz, Ana Isabel Ortega y Miguel
Ángel Martín. V. Miembros que han participado en
• "El GPS en Espeleología. Aplicación prácti- las actividades
ca", pp. 22-25, por Carlos Puch". V.1. Activos y Honorarios
• "Karst de yesos en Burgos. III. Valle de Teresiano Antón Palacios
Valleasnera", pp. 40-41, por Teresiano Antón. Miguel Ángel Rioseras Gómez
• "En homenaje a Félix Rojo. Miembro funda- Miguel Ángel Martín Merino
dor del Grupo Edelweiss". Fortunato Lázaro Alcalde
También durante 2008 el veterano miem- Jesús Ignacio Robador Bernal
bro del Grupo Edelweiss, Luiso Orte, publicó Ana Mª de Juan Núñez
el libro Tierra Abajo, una particular visión de Francisco Ruiz García
sus experiencias durante los años que cola- Ana Isabel Ortega Martínez
boró activamente en el estudio del karst bur- César Velasco Arnáiz
galés. Como era de esperar, la publicación se Roberto García Espinosa
nutre de un importante número de fotografías Esther Martín Pascual
en blanco y negro de finales de los años José Manuel Rodríguez Vadillo
sesenta y principios de los setenta. Fernando Ausín Bermejo
Otros artículos de prensa que hicieron Paúl Cantalapiedra Riocerezo
mención a las actividades del Grupo fueron: Juan Sebastián Galaz Villasante
• En el Diario de Burgos del 27 de enero, p. María Luz Hernando Martínez
18: "Ana Isabel Ortega, presidenta de la María Almudena Chana Virseda
Sociedad de Espeleología". José Luis Vivanco Pereda
• En el Diario de Burgos del 23 de julio, p. 14: Raúl Martínez Merino
"Vivencias bajo el suelo de Burgos". Sara Pérez Escobosa
• En el Diario de Burgos del 31 de agosto, pp. Luis Román Crespo
40-41: "De la belleza de los karst a los largos Carlos Puch Ramírez
sifones de Burgos" Fidel Molinero González
• En el suplemento Mundo Natural de El Ana Isabel Camacho Pérez
Correo de Burgos, del 28 de octubre, pp. 1 y Jesús Riezu Bravo
4-5: "Los karst un patrimonio para conservar"
En este apartado también queremos V.2. Colaboradores
incluir el constante crecimiento y actualiza- Gaizka Ruiz González
ción de nuestra página web www.grupoedel- Lluisa Mengual
weiss.es, cuyo webmaster es el miembro del V.3. Otros grupos que han colaborado
Grupo Miguel Ángel Rioseras, en la que las Spéléo Club de Dijon
novedades que se producen en relación con

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El estudio del karst de Burgos
Ana Isabel Ortega Martínez
Miguel Ángel Martín Merino
G.E. Edelweiss

El uso de las cuevas desde la Prehis- fondo de la Sima de los Huesos que, en opi-
toria a la Edad Media nión de los especialistas que realizan su
En la provincia de Burgos la relación de estudio, representaría la más antigua evi-
las diferentes especies de homínidos con el dencia entre los homínidos de una preocu-
medio subterráneo se remonta hasta hace pación por sus muertos.
más de un millón de años, cuando el Homo Posteriormente, el Homo neanderthalen-
antecessor habitaba la Sierra de Atapuerca sis ya se expandió por toda la geografía,
utilizando las entradas de sus cavidades dejando restos de su industria lítica en
como refugio. Mas tarde, el Homo heidelber- numerosas cavidades, especialmente en las
gensis dejaría huellas de su presencia en del Valle del Arlanza y en la Cueva de Val-
más cavidades de la misma Sierra de Ata- degoba, en Huérmeces, donde también se
Portalón de Kaite
Ojo Guareña puerca pero, sobre todo, nos dejaría una han conservado sus propios restos fósiles.
Foto Miguel A. Martín Merino inusual acumulación de esqueletos en el Finalmente el Homo sapiens, nuestra propia
especie, acabó por sustituir a las últimas
poblaciones de neandertales, trayendo con-
sigo el arte, que quedó plasmado en las
paredes de la Cueva de Penches y de Ojo
Guareña, donde los grupos de cazadores-
recolectores del Paleolítico superior también
dejaron evidencias de haberse internado, al
menos, varios centenares de metros en sus
diferentes galerías.
En el Neolítico, Calcolítico y Bronce, los
grupos de agricultores y ganaderos poseían
un gran conocimiento del medio subterrá-
neo, siendo frecuente encontrar restos de
sus hábitats, zonas sepulcrales, santuarios
de arte rupestre y otras evidencias de sus
incursiones en la mayor parte de las galerías
accesibles, e incluso en el fondo de alguna
sima, de Ojo Guareña y Atapuerca situadas,
en ocasiones, hasta 1.250m de su entrada.
En la Edad del Hierro el establecimiento

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de poblados en el exterior parece conllevar 1997) y galerías artificiales en algunos casti-
un alejamiento del mundo subterráneo, aun- llos con funciones bien defensivas o de
que en Ojo Guareña se localizó el esqueleto abastecimiento.
de un individuo del 550 a.C. a más de 500m
de la entrada de Cueva Palomera, muerto Primeras referencias escritas sobre
por inanición tras haberse extraviado y cavidades burgalesas
deambulado por un complicado laberinto en A partir del siglo XV, comienzan a locali-
el que dejó marcas de tizones a lo largo de zarse inscripciones en las paredes de la
varios cientos de metros (Ortega y Martín, Cueva Mayor de Atapuerca (aunque Sampa-
1986). De este momento destaca la incur- yo y Zuaznávar, en 1868, citaron la presen-
sión realizada al Santuario prehistórico de la cia de inscripciones del siglo XIII e incluso
Cueva de San García (Santo Domingo de árabes que no hemos logrado encontrar),
Silos), en la que se conserva en su interior existiendo ya dos manuscritos que relatan
una inscripción incisa realizada con alfabeto visitas efectuadas a la cavidad en el siglo
celtíbero (Moure y García-Soto, 1986) y tam- XVI (Ortega y Martín, 2005; López Torrijos,
bién el hallazgo de una espada de gavilanes 2006). Las inscripciones son mucho más
curvos o tipo Miraveche en la Cueva de La
Muela, en el Castro de Amaya (Abásolo et
al., 2008), elementos todos ellos que pare-
cen apuntar más a hechos rituales que a
hábitats u ocupaciones.
De época romana destaca en nuestra
provincia el santuario priápico de la Cueva
de Román, con numerosas inscripciones y
figuras modeladas en barro, que se caracte-
riza también por las obras de ingeniería rea-
lizadas para facilitar el abastecimiento de
agua a la ciudad de Clunia (G.E.R., 1986a y
1986b; Palol y Vilella, 1986; Palol, 1994).
También destacan las cinco inscripciones de
la Cueva del Puente de Villalba de Losa, en
las que se narra la exploración de la cavidad
en el 235 d.C., por un numeroso grupo con-
ducido por un tal Nicolavo (Ortega, 2000 y
2004). Numerosas cuevas conservan en sus
entradas cerámicas tardorromanas que evi-
dencian su uso como refugio en los momen-
tos de crisis del imperio.
En época altomedieval comienza el
fenómeno eremítico con la utilización de
cavidades o construcción de otras artificiales
para iglesias rupestres, cenobios, etc. hecho
especialmente extendido en toda la Cuenca
del Ebro (Rubio, 1981), así como en los bor-
des de la Sierra de la Demanda, especial-
mente en torno al Arlanza (Rubio, 1986) En
toda la Edad Media siguen localizándose
evidencias del uso de las cavidades como abundantes en los siglos posteriores, espe- Grafittis de los siglos XV y
refugio, destacando el hábitat de Cueva cialmente a partir del siglo XVIII cuando un XVIII en Cueva Mayor.
Sierra de Atapuerca
Mayor (Ortega et al., 2008a) y de la Sima grupo de vecinos de Rubena realiza su Fotos Miguel A. Martín Merino
Dolencias de Ojo Guareña, lo que implicaría, exploración sistemática, incluido el descenso
en este último caso, un descenso de 23m de de todas sus simas, entre ellas la actual-
desnivel o un recorrido subterráneo de mente conocida como Sima de las Huesos,
900m. También se conocen necrópolis sub- extrayendo los primeros restos fósiles de los
terráneas, pertenecientes a la comunidad que tenemos constancia escrita y descri-
judía, en cuevas artificiales como las del biendo la existencia de numerosas eviden-
Cerro de San Miguel de Burgos (Ortega, cias arqueológicas, aunque sin acertar a

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valorarlas (Ortega et al., 2006; Rilova y Orte- tes ojos todas las aguas, rio y arroyos y van
ga, 2007). No obstante, será ya en la segun- a salir al Valle de Mena a un lugar llamado
da mitad del siglo XIX, cuando comience la Trambas Aguas”, que evidentemente hace
preocupación por el catálogo, estudio y pro- referencia al Ojo del Guareña, el sumidero
tección de sus cavidades. del río que da nombre al Complejo y que
Precisamente la conservación del relacionan erróneamente con el nacimiento
manuscrito de la Biblioteca Nacional de del río Cadagua (López, 1773: Ms 7.296, fol.
Madrid de M. F. de Paula (1795), cura de 680 y 682).
Rubena, ha permitido conocer las primeras Años después, dicha documentación fue
exploraciones sistemáticas de Cueva Mayor fundamental para la elaboración de otra gran
y Cueva del Silo de la Sierra de Atapuerca, obra, el Diccionario de Madoz, que afortuna-
por parte de su combeneficiado Josef Gil y damente esta vez sí pudo ver la luz (Madoz,
un grupo de vecinos de Rubena. Dicho 1845-1850). En ella se recopilaban abun-
manuscrito incluye interesantes y originales dantes informaciones sobre cavidades,
observaciones sobre los fenómenos subte- muchas de ellas burgalesas, aportadas por
rráneos que describe, entre los que destaca la vasta red de colaboradores de que dispu-
la presencia en el fondo de la Sima de los so el citado autor. Entre todas ellas destaca,
Huesos de restos humanos y huesos de cuando alude a Barrio Panizares, la referen-
grandes animales. Se les podría considerar cia a la Cueva del Agua, las dolinas y el
verdaderamente como los pioneros de la puente natural existentes entre dicha locali-
espeleología en Burgos, representando la dad y Basconcillos del Tozo:
figura de M. F. de Paula a un naturalista que “...hay una piedra de calidad muy fuerte
se anticipa a los ingenieros del siglo XIX, y en ella grabada la pisada de un hombre
Sampayo y Zuaznávar. estraordinario con tanta perfeccion que
En otro de esos manuscritos, que for- admira á cuantos la ven; en la misma piedra
man parte de la documentación del Diccio- existe tambien la pisada de un terrible caba-
nario Histórico-Geográfico de Burgos que se llo con mas la rodillada del mismo animal:
encuentra en la Biblioteca Nacional, enviado estas dos últimas señales se advierten con
desde Villabáscones en 1773, se localiza la igual forma en otra piedra inmediata, y en
primera referencia escrita a la Cueva de San ambas de 6 á 8 lanzadas, todo representado
Tirso y San Bernabé, del Complejo de Ojo muy á lo vivo y en ademan de estar el caba-
Guareña, si bien la describen como “mina” y llo dando vueltas: este sitio conserva de
a sus silos prehistóricos como “ornillas en tiempo inmemorial el nombre de la Patada
donde derretían la plata por ser de fuego y del Cid, habiendo llamado tan raro fenóme-
no de azogue” También describe que “por no la atencion de los franceses en la guerra
debajo de la qual se introducen por diferen- de la Independencia, y muy particularmente

Cueva del Agua de


Basconcillos del Tozo
Sumidero del río Hurón
en crecida.
Foto César Velasco Arnáiz

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la de los ingleses que á propósito enviaron Otra importante referencia para los estu-
un comisionado para que lo examinase: dios sobre las cavidades en España es la
refiérese por tradicion que en él hubo una obra de Casiano de Prado (Prado, 1864)
serpiente que se tragó siete niños y que noti- que incluye en su catálogo de cuevas
cioso de ello el Cid, fué y la mató,
encontrándose a pocos pasos una cueva
que infunde cierto terror donde dicen se abri-
gaba aquella. A 1/2 cuarto de leg. entre el
enunciado sitio y el pueblo, se ve un puente
en la posicion más escabrosa que llaman la
puente del Hoyo, fabricado por la misma
naturaleza en tal estado, que siendo todo él
una piedra viva, está hecho con la mayor
perfeccion, adornándole un hermoso arco
por bajo del cual jamás ha corrido agua
alguna, y contando igualmente la tradicion la
anécdota de que fué abierto por la serpiente
para ir á beber desde su cueva al r. Ruton.”.

Los primeros estudios en cuevas


burgalesas (1863-1936)
Los primeros estudios que tratan de
cavidades burgalesas van a ir de la mano españolas varias cavidades burgalesas, Plano de la Cueva de Ata-
del reconocimiento de los primeros restos entre ellas las, con el tiempo famosas, de puerca (Cueva Mayor) de
Sampayo y Zuaznávar (1868)
humanos de época prehistórica, coincidien- Atapuerca y Ojo Guareña. En 1868 Francis-
do con la publicación del importante hallazgo co Coello realiza un plano geográfico de la
de industrias líticas en el yacimiento del provincia de Burgos en el que sitúa un buen
Paleolítico inferior de San Isidro de Madrid número de cavidades, entre ellas gran parte
(Ortega, 2006a). El 20 de mayo de 1863 de las publicadas por Madoz (Coello, 1868).
Felipe de Ariño y Ramón Inclán publican en En ese mismo año de 1868 aparece
El Eco Burgalés la primera referencia escrita publicada (Sampayo y Zuaznávar, 1868) la
sobre la existencia de restos arqueológicos obra Descripción con planos de la Cueva lla-
en una cavidad burgalesa: Cueva Ciega mada de Atapuerca, que podemos conside-
(Sampayo y Zuaznávar, 1868). Entre los res- rar como la primera monografía burgalesa
tos que describían destacaban principalmen- sobre una cavidad que, aparte de incluir una
te los restos óseos humanos que lamenta- guía descriptiva sobre la misma, analiza los
blemente fueron enterrados en el cementerio aspectos geológicos y morfológicos, así
local. Posteriormente Laureano Pérez Arcas, como algunos de los arqueológicos y Grabado de Cueva Mayor de
Catedrático de Zoología del Museo de Histo- paleontológicos. Esta obra se complementa Atapuerca de Isidro Gil
ria Natural de Madrid, realizaría nuevas (1868)
prospecciones en 1870, asignando los res-
tos a cromañones (Pérez Arcas, 1872).
Ese mismo año de 1863, Felipe de
Ariño, en instancia dirigida a la reina Isabel
II, también alertaba sobre los expolios que
se venían produciendo en la Cueva de Ata-
puerca, solicitando la cesión de la propiedad
de la misma durante 60 años, con la finali-
dad de hacer investigaciones en su interior,
así como de realizar un plano de la misma.
La Comisión Provincial de Monumentos, con
fecha 10 de noviembre de 1863, informó
favorablemente la citada solicitud, por
mediación de Martínez Rives, secretario de
la Comisión y director del Museo Arqueológi-
co de Burgos (Ortega y Martín, 2003b; Orte-
ga, 2006a).

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con un plano desplegable a escala 1:5.000 rrarse, y de que todos estos ramos del saber
con la situación geográfica y accesos a las humano sacan un partido inmenso para sus
tres principales cavidades conocidas y otro rápidos adelantos y progresos.”
desplegable a escala 1:1.000 con la topo- “Pero para lograr esto es necesario: 1º
grafía de Cueva de Atapuerca (Cueva facilitar el acceso de los subterráneos de
Mayor) en planta, con perfiles proyectados suyo incómodo y desagradable; y 2º auxiliar
de sus dos niveles de galerías, presentados los trabajos científicos con recursos y
tanto de forma independiente, como con una medios suficientes: cosas ambas que no
proyección múltiple. Ellos mismos aclaran pueden llevarse á cabo sin la cooperacion
que no incluyen cortes transversales por de las Autoridades y Corporaciones provin-
estar convenientemente suplidos por las lito- ciales, á quienes en obsequio del bienestar
grafías de I. Gil, mostrando el interés por de sus administrados y mejoras que les
referenciar una exacta y precisa cartografía están encomendadas, nos atrevemos á diri-
de la cavidad, así como de los diferentes gir nuestra débil voz llamando su atencion
registros que la caracterizan, en línea con sobre un punto, á nuestro entender, de no
los estudios sobre cuevas que se realizaban escasa importancia.” (Sampayo y Zuazná-
en otros lugares de Europa. Por el trata- var, 1868).
miento monográfico que presenta este inte- También mostraban su preocupación
resantísimo trabajo se constituye en uno de por el estado de deterioro de la cavidad indi-
los estudios pioneros que intenta abordar de cando que sería conveniente “darlas en
forma integral el estudio total sobre un karst arrendamiento a personas como el Sr.
en España. Por si alguien tuviera dudas, Inclán” quien, por aquel entonces, hacía las
dejan clara la finalidad de su estudio en los labores de guía. El hecho es que en 1890 se
tres párrafos finales: otorga la concesión de la Cueva de Atapuer-
“... no nos ha guiado un movimiento de ca, como mina de tierra casel titulada
mera y estéril curiosidad, ó el deseo de pro- “Nueva Ventura”, a su hijo, Ramón Inclán,
curar un recreo á los viajeros ó curiosos. garantizándose de esta manera la propiedad
Nuestro objeto como amantes de la ciencia, de la cueva. En la solicitud presentada para
que escudriña con su atrevido escalpelo las obtener dicha concesión minera se incluía
entrañas de la tierra, es de mas trascenden- una copia de los planos de Sampayo y
tales y útiles consecuencias...” Zuaznávar en la que se habían añadido,
aunque sin guardar las proporciones debi-
das, los perfiles de dos de las simas no
incluidas en los originales: El Silo (Sima de
los Huesos) y la existente en la Galería de
las Estatuas (Ortega y Martín, 2004a).
Igualmente, la provincia de Burgos
cuenta con algunos de los primeros estudios
bioespeleológicos realizados por los natura-
listas españoles relacionados con esta cien-
cia: en 1872 serían muestreadas Cueva
Albia y Cueva Perilde, en Sierra Salvada,
por el Padre de La Brûlerie, Uhagon, Simón,
C. Bolívar e I. Bolívar, mientras que en 1881
Simón muestreó la Cueva de la Majada, muy
próxima a aquellas (Martín, 2000a; Cama-
cho, 2000).
En mayo de 1891 Romualdo Moro inicia
sus prospecciones y excavaciones en el
castro de Peña Amaya, cuyos asentamien-
tos se suceden desde época prerromana
hasta momentos plenomedievales, incluyen-
Cueva Perilde “El estudio bien entendido de estas cue- do la exploración de cuatro de las cavidades
Sierra Salvada vas puede ser útil no solo á la ciencia geoló- ubicadas en los escarpes de La Muela, entre
Foto Miguel A. Martín Merino
gica, sino también á la arqueología, la antro- ellas una con las paredes estucadas, con un
pología, la industria y la agricultura por los puñal depositado en un recoveco natural,
diferentes objetos que en ellas suelen ence- identificado posteriormente como una espa-

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da de gavilanes curvos de tipo Miraveche, zaron en el estudio del arte rupestre de
abundantes cerámicas y un hacha plana de ambos yacimientos, desmintiendo alguna de
bronce, éstas ya en las proximidades de la las figuras publicadas por Carballo y descri-
entrada (Moro, 1891). biendo nuevos motivos en diferentes
En 1896 se publica el primer catálogo
de cavidades de España, por Gabriel Puig y
Larraz, que engloba tanto las cavidades
naturales como las artificiales (Puig y Larraz,
1896), incluyéndose bastantes pertenecien-
tes a la provincia de Burgos, siendo referen-
cia obligada para todos los estudios poste-
riores.
En el primer tercio del siglo XX son,
principalmente, los prehistoriadores quienes
toman la batuta en la prospección y estudio
de cavidades, buscando evidencias de res-
tos prehistóricos en su interior, tanto de ocu-
pación humana como del arte rupestre que,
por fin, desde la rectificación de Cartailhac,
en 1902, comenzaba a ser valorado y enten-
dido como una manifestación más de época
prehistórica.
En 1906 se realiza un estudio hidrogeo-
lógico en término de Nebreda, con la finali-
dad de alumbrar las aguas subterráneas de
las calizas cretácicas de la zona, que permi-
tieran el abastecimiento de la villa de Lerma. galerías de Cueva Mayor, así como en la, Cueva de Penches
Los trabajos previos fueron realizados por el por entonces aislada de ésta, Cueva del Silo Grabado paleolítico
ingeniero francés M. P. Gottancin pero, ante (Breuil y Obermaier, 1913). Posteriormente, Foto: Miguel A. Martín Merino
la disconformidad del alumbramiento conse- Obermaier (1916) incluirá varios yacimientos
guido con lo reflejado en su contrato con el en cuevas burgalesas en su monografía
ayuntamiento de Lerma, posteriormente fue- sobre El Hombre Fósil, que serían amplia-
ron revisados por el ingeniero Rafael Sán- dos en su segunda edición de 1925, y Breuil
chez Lozano, por orden de la Comisión del (1920), en compañía del Padre Saturio,
Mapa Geológico de la Dirección General de estudiaría también la Cueva de San García.
Agricultura, Industria y Comercio, quien rea- La primera referencia a la existencia de
lizó un estudio geológico de toda la zona la Cueva de Román se debe a Vicente Hino-
surgente existente entre Solarana, Nebreda jal, quien en 1913 ya aludía a que la ciudad
y Quintanilla del Agua, especialmente las romana de Clunia tenía solucionado su
surgencias kársticas conocidas como Los abastecimiento de agua gracias a que se
Borbollones (Sánchez, 1910). localizaba sobre una laguna subterránea
Fue Jesús Carballo (1910) el primero en (Hinojal, 1914). Posteriormente Ignacio
valorar el yacimiento prehistórico de Cueva Calvo detalla las investigaciones efectuadas
Mayor, tanto el de su rampa de acceso exte- en 1915 en la Cueva de Román y en Cuevas
rior, como el del Portalón de entrada y el de Ciegas, dentro de los trabajos de excavación
su interior, describiendo restos cerámicos, de la ciudad romana de Clunia emprendidos
óseos faunísticos, algunos de especies ya bajo su dirección (Calvo, 1916) e indica no
extinguidas, y muestras de arte rupestre. estar de acuerdo con la interpretación de
También hizo lo propio con la Cueva de Hinojal.
Ameyugo (Carballo, 1911) y con la Cueva de En 1915 los padres jesuitas de Oña,
San García, en compañía del Padre Saturio, José Mª Rodríguez Fernández y Miguel
quien contagiado de la afición prehistórica Gutiérrez descubren el arte rupestre paleo-
descubriría un buen número de yacimientos lítico de la Cueva de Penches (Gutiérrez,
en cuevas en torno al monasterio de Santo 1915), que sería estudiado y publicado por
Domingo de Silos (Carballo, 1920). Eduardo Hernández Pacheco (1917). En los
En 1912 los prestigiosos prehistoriado- años siguientes, en compañía del Padre
res Henri Breuil y Hugo Obermaier, profundi- Ibero, exploran un buen número de cavida-

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des en la zona, descubriendo importantes voluntad, pero sin instrumental topográfico
yacimientos paleolíticos, entre ellos la Cueva alguno. Sus proporciones son bastante ine-
del Caballón, con el único resto de arte mue- xactas y sus direcciones incorrectas pero el
ble hallado hasta la fecha en nuestra provin- correspondiente a la Cueva del Silo es el pri-
cia (Rodríguez, 1916a; Rodríguez, 1916b; mero que se conoce de esta cavidad. Gra-
Ibero, 1923). El arqueólogo burgalés Julio cias a él podemos vislumbrar los importan-
Martínez Santa-Olalla intenta sistematizar en tes cambios provocados a mediados del
sus diferentes obras (Martínez Santa-Olalla, siglo XX por la cantera localizada junto a su
1925, 1926a, 1926b, 1930) todos los hallaz- entrada, que implicaron la desaparición de
gos prehistóricos conocidos hasta la fecha su acceso original y de una galería ubicada
en la provincia de Burgos, siendo numero- fuera de la verja actual (Ortega, 2009a). La
sos los producidos en cuevas. Guerra Civil española supuso un parón defi-
El geólogo José Royo y Gómez cita por nitivo en todas las investigaciones que se
primera vez (Royo, 1926) los rellenos pleis- venían realizando, en el primer tercio del
tocenos de la Trinchera, aunque sin advertir siglo XX, relacionadas con el karst burgalés.
la presencia de los restos fosilíferos en los
mismos. También realiza unas interesantes Los trabajos iniciales del Grupo
descripciones de Cueva Mayor, Cueva del Espeleológico Edelweiss (1951-1971)
Silo y de la Torca de Gredilla la Polera. Una La exploración y estudio de cavidades
obra fundamental y pionera en los estudios en la provincia de Burgos se reanudó con
kársticos en la provincia de Burgos se debe nuevos bríos en 1951, con la creación del
al polifacético Clemente Sáenz García Grupo Espeleológico Edelweiss, el primero
(1933) quien realizó interesantes descripcio- en constituirse en Castilla y León y uno de
nes y correlaciones hidrogeológicas sobre los más veteranos de España. Su temprana
diferentes fenómenos kársticos del norte de vinculación, en 1954, con la Excma. Diputa-
Burgos, tales como Puentedey, El Ventanón, ción Provincial de Burgos, como Servicio de
Ojo Guareña, Basconcillos del Tozo, Bricia, Investigaciones Espeleológicas adscrito a su
Orbaneja del Castillo, así como los cañones Departamento de Cultura, motivó que la
del Ebro y del Rudrón. orientación principal de sus actividades fuera
hacia la prospección, catalogación, estudio y
protección de los fenómenos kársticos de la
provincia burgalesa, así como a su difusión
cultural, colaborando prácticamente desde
su fundación con proyectos de investigación
desarrollados por equipos de las más varia-
das disciplinas (Rubio, 1982; Martín, 2001;
Ortega y Martín, 2004b y 2007).
En 1954 el G.E.E. comienza sus traba-
jos en la Sierra de Atapuerca. Si bien de los
artículos de prensa de la época y de la
correspondencia se deduce que también
realizaron alguna topografía de las cavida-
des, desgraciadamente no se conserva nin-
guna de esta época en sus archivos. En
1955 colaboran en la que sería su primera
publicación, de la mano del arqueólogo
Eduardo Ripoll, sobre los grabados paleolíti-
cos de la Cueva de Penches (Ripoll y
G.E.E., 1957), e inician sus trabajos en Sie-
rra Salvada, colaborando con Llopis Lladó.
Plano de la Cueva del Silo
En 1956 comienzan las exploraciones en
(Sierra de Atapuerca) de Entre 1930 y 1936, aproximadamente, Ojo Guareña y descubren el primer santua-
Ruiz Goyo (1930-36) pueden datarse dos croquis de Cueva Mayor rio de arte rupestre del Complejo: la Galería
y Cueva del Silo realizados por el jesuita y de los Grabados.
profesor de la Universidad de Comillas, José En 1962, bajo la dirección de José Luis
Ruiz Goyo. En ellos se denota que están Uribarri, miembros del G.E.E. descubren los
hechos por un aficionado con muy buena primeros restos de fauna fósil en el Yaci-

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miento de la Trinchera del Ferrocarril de Ata- diado bajo la dirección Alfonso Moure y
puerca (Osaba, 1963) que entregaron al Germán Delibes (1972) y, en 1970, restos
director del Museo Arqueológico Provincial, arqueológicos en el Abrigo del Mirador, de la
Basilio Osaba, en cuya compañía, así como Sierra de Atapuerca, que son entregados
en la de diversos periodistas y fotógrafos, por César Liz al Museo de Burgos (Osaba,
volvieron el 15 de abril de 1963, realizando 1979).
diversas catas en las que apareció un bifaz En 1970, el G.E.E. aconseja al equipo
achelense de cuarcita verdoso que sirvió inglés de espeleología de la Universidad de
para contextualizar el yacimiento en el Lancaster, que había manifestado su interés
Paleolítico inferior (Osaba, 1965). Posterior- en comenzar a trabajar en el norte de Cueva de la Ermita o de San
mente indicaron la existencia del yacimiento, España, que inicie los trabajos en la Cueva Pelayo (Valle del Arlanza).
tanto a Miquel Crusafont como a Francisco del Piscarciano y proyecte sus esfuerzos en San Pedro de Arlanza
Foto Miguel A. Martín Merino
Jordá. Este último visitó el yacimiento en toda la zona (Proctor et al., 1972).
febrero de 1964 y planteó una campaña de
excavaciones en la que participaron los
arqueólogos Javier Fortea y Ricardo Martín
Valls, junto con miembros del Grupo Edel-
weiss, prospectando también en Cueva
Mayor. A partir del 7 de noviembre Jordá
volvió a la Trinchera, esta vez acompañado
del geólogo Llopis Lladó y de los paleontólo-
gos Villalta y Truyols (Ortega y Martín,
2004b; Jordá, 1965).
En 1964, un equipo alcoyano de espe-
leólogos, que colaboraba con el G.E.E. en
Ojo Guareña, comienza la topografía de
diversas cavidades del karst de Orbaneja del
Castillo (Pla, 1964). En 1965 se publica el
primer trabajo monográfico sobre Ojo Gua-
reña (Eraso, 1965) en el que se actualizaba
toda la información recogida en esos prime-
ros años por los diferentes grupos espeleo-
lógicos que allí habían trabajado bajo la
coordinación del Grupo Edelweiss.
En 1966 tuvo lugar otra nueva campaña
de excavaciones en Atapuerca dirigida por
Jordá, también con apoyo del Grupo Edel-
weiss, planteándose nuevas campañas en
sucesivos años que no llegaron a realizarse.
En junio de 1968 Uribarri recibía una carta
de Villalta en la que databa los fósiles de
Trinchera en unos 500.000 años, siendo
entregados al Museo Arqueológico Provin-
cial (Ortega y Martín, 2004b).
Entre 1968 y 1969 el G. E. Edelweiss
descubre los principales yacimientos de Ojo
Guareña: la Sala de las Pinturas, las
Galerías de las Huellas, la Sala de la Fuente
y la Cueva de Kaite. El primer estudio sobre
la Sala de las Pinturas pronto vería la luz
(Osaba y Uribarri 1968), seguido de un estu-
dio preliminar de la Sala de la Fuente (Jordá,
1969) y de otro bastante más completo
sobre la Cueva de Kaite (Uribarri y Liz,
1973). En 1969 también descubre el yaci-
miento musteriense de la Cueva de la Ermita
(Hortigüela) que poco después sería estu-

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go una concentración de esfuerzos y ralenti-
La sistematización de los trabajos y zación de resultados, ya que en algunas
el despertar de Atapuerca (1972- zonas representa una labor ingente de déca-
1991) das de dedicación.
Un nuevo planteamiento va a marcar el En 1972 el Grupo Edelweiss publica el
desarrollo de las actividades espeleológicas nº 0 de la revista Kaite que marcaría el inicio
del Grupo Edelweiss a partir de los años de las publicaciones periódicas sobre el
setenta, siguiendo los criterios establecidos karst burgalés, aunque en este repaso histó-
por Llopis Lladó (1954), respecto a que lo rico sólo nos centraremos en los estudios de
verdaderamente importante en espeleología conjunto de zonas, no a los referentes a
no es conocer cavidades aisladas sino com- cavidades aisladas. Durante el verano, un
prender un karst en su conjunto/totalidad, equipo de la Universidad de Arizona bajo la
cuyo objetivo únicamente se alcanza con la dirección de Geoffrey A. Clark realizó una
prospección de todas las cavidades serie de prospecciones arqueológicas en
(pequeñas y grandes) de un enclave kársti- cuevas del norte de Burgos, bajo la autoriza-
co. Siguiendo estos criterios se sistematiza ción de Martín Almagro, Comisario General
Galería del Sílex de la provincia en una serie de zonas kársticas de Excavaciones Arqueológicas, quién
Cueva Mayor
que condicionarán la planificación de los tra- delegó en José Luis Uribarri, presidente del
Sierra de Atapuerca
Foto Miguel A. Martín Merino bajos. Este planteamiento va a llevar consi- Grupo Edelweiss y por entonces Delegado
Provincial de la citada Comisaría, para el
apoyo y guía en las labores de campo y
localización de las cavidades, tarea que en
su mayor parte recayó en David Pérez Uri-
barri, geólogo y miembro del G.E.E. Este tra-
bajo presenta una abundante prospección
de yacimientos en cuevas (60 de los 63
inventariados), concentrándose en los con-
juntos bien conocidos de Ojo Guareña, Pen-
ches y la Sierra de Oña, la Sierra de Ata-
puerca, Frías, Piscarciano, Covanera-San
Felices del Rudrón y Orbaneja del Castillo
(Clark, 1979).
Poco después, el G. E. Edelweiss iba a
protagonizar otro de los descubrimientos
fundamentales de Atapuerca: el Santuario
de la Galería del Sílex, lo que motivó la
inmediata implantación de nuevos cierres a
la cavidad y el comienzo de la colaboración
en las campañas de excavación que inició
Juan Mª Apellániz al año siguiente y que se
prolongarían hasta 1983. Fruto de dichos
trabajos serían dos monografías sobre la
Galería del Sílex, con importante participa-
ción de miembros del Grupo Edelweiss
(Apellániz y Uribarri, 1976; Apellániz y
Domingo, 1987).
En 1974 el G.E.E. descubre en el Valle
del Arlanza el yacimiento musteriense de
Cueva Millán, muy próximo al de la Cueva
de la Ermita, que también sería excavada
por el equipo de Alfonso Moure (Moure y
García-Soto, 1983) y, al año siguiente, el de
Cueva de la Mina, también en Hortigüela. En
1975 se inician los trabajos espeleológicos
en los Montes del Somo y Valnera, una de
las zonas kársticas de mayor interés de la
provincia (Antón, 1977).

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En 1976 el Grupo Edelweiss colabora puerca (Ortega y Martín, 2004b).
en la campaña de excavaciones de Trinidad El año 1979 va a representar la conse-
de Torres en Atapuerca, a quien le habían cución de una serie de esfuerzos del G.E.E.
enseñado el Yacimiento Trinchera en encaminados a la divulgación de sus traba-
diciembre de 1975 con motivo de un ciclo de jos espeleológicos: la edición del nº 1 de la
conferencias al que le habían invitado. En el
transcurso de esa campaña se le indica la
gran abundancia de restos de úrsidos, el
objeto de su tesis, en la Sima de los Huesos
de Cueva Mayor, destacando a un equipo de
cuatro personas a su interior, apareciendo
entre los centenares de restos de oso, los
primeros fósiles de Homo heidelbergensis,
punto de partida del posterior proyecto de
Emiliano Aguirre (Aguirre et al., 1976a;
Torres, 1976 y 1978).
En el Proyecto de Investigación que
Emiliano Aguirre presenta al Ministerio, se
encomienda al Grupo Espeleológico Edel-
weiss, bajo la dirección de José Luis Uriba-
rri, la prospección, la participación en las
excavaciones y el replanteamiento topográfi-
co de Cueva Mayor-Cueva del Silo, labor
que fue realizada entre 1977 y 1980, Con
ello se cumplía el objetivo que Aguirre plan-
teaba en su proyecto de “realizar un cierre
topográfico de gran precisión entre las dos
cavidades ya citadas y el exterior, perforan-
do una galería en el punto de menor separa-
ción” (Aguirre, 1976). También se ampliaron
los trabajos al resto de las cavidades del
karst de la Sierra de Atapuerca, que se
publicará en 1981 (Martín et al., 1981), y se
realizó un montaje gráfico conjunto con las
cavidades de la Trinchera, pudiendo com-
probar algo que ya se sospechaba, la estre-
cha relación existente entre el relleno sedi-
mentario que obstruía el final de la Galería
Baja y el relleno conocido como Trinchera
Elefante, quedando claro que ambos tenían
un mismo origen.
En el transcurso de estos trabajos de
prospección se produjeron, en marzo de
1978, una serie de voladuras con explosi-
vos, dentro de las habituales maniobras mili-
tares en Trinchera, precisamente en el frente
de excavación de Trinchera-Galería, que serie Kaite, revista especializada en temas Puente natural
dejaron al descubierto, junto al techo, un del karst de Burgos. Esta publicación inclu- Castro Valnera
Foto Miguel A. Martín Merino
pequeño orificio que, el día 2 de abril, una ye, entre otros artículos, la actualización de
vez agrandado, permitió al Grupo Edelweiss la topografía en Ojo Guareña hasta 1977
el descubrimiento de una sala, bautizada (Martín, 1979a) y el estudio del conjunto de
como Cueva de los Zarpazos debido a la las cavidades del Valle del Arlanza (Martín,
abundancia de éstos (Ortega, 1999). La 1979b). También se realiza una nueva topo-
colaboración del G.E.E. en el proyecto se grafía, a escala 1:100 de la Galería del
consolidó a partir de agosto de 1978, con el Sílex, incorporando un mayor detalle de ele-
inicio de las campañas de excavación por mentos morfológicos, necesarios para poder
parte del Equipo de Investigación de Ata- situar con precisión los centenares de siglas

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Gour de la Vía Seca representativas de la presencia de diversos tarde el Grupo Espeleológico Ribereño publi-
Ojo Guareña restos arqueológicos: cerámicas, huesos y ca el catálogo de cavidades del cañón del
Foto Miguel A. Martín Merino
material lítico. Esta nueva versión sería río Mataviejas en la orla mesozoica de la
publicada, aunque sensiblemente reducida, Ibérica (G.E.R., 1982b). En 1982 se publica
años después, tras la finalización de la tesi- la Memoria sobre los 30 primeros años del
na de Salvador Domingo, que tuvo por obje- Grupo Edelweiss (Rubio, 1982), en la que se
to el estudio de los materiales de superficie describen los hechos más significativos de
de la Galería del Sílex (Apellániz y Domingo ese período.
1987). En 1983 el Grupo Edelweiss publica el
En 1981 aparece el nº 2 de la serie nº 3 de la serie Kaite en el que se incluye un
Kaite en el que se reproduce, en facsímil, el trabajo sobre el sector burgalés de la Sierra
trabajo de Sampayo y Zuaznávar de 1868. de Pradales (Martín y Ruiz Vélez, 1983), en
En este volumen se publica el estudio de las estribaciones del Sistema Central, así
todas las cavidades de la Sierra de Atapuer- como un trabajo sobre las cavidades de
ca (Martín et al., 1981) así como el plantea- Peña Cironte de Hozabejas (Antón et al.,
miento general del Catastro Espeleológico 1983). También incluye un artículo de Emi-
de Burgos (Plana 1981) en el que se siste- liano Aguirre en el que planteaba las bases
matiza toda la labor de catalogación de cavi- futuras del Proyecto de Atapuerca (Aguirre,
dades de Burgos en diferentes zonas, a su 1983) y una actualización y avance del
vez subdivididas en subzonas y partidas, Catastro Espeleológico de Burgos (Ruiz,
establecidas fundamentalmente de manera 1983). Por su parte, el Grupo de Espeleo-
acorde a unos criterios hidrogeológicos y logía de Telefónica publica las cavidades del
morfológicos. cañón del río Lobos (Fernández Tabera y
En este mismo año de 1981 también Bermejo, 1983), que se completaría, en
aparece publicado un interesante estudio 1984, con el avance de los trabajos realiza-
sobre los rellenos sedimentarios del Com- dos por el Grupo Espeleoduero en Sierra
plejo de Piscarciano (Garay y Sendra, 1981), Calva y el propio cañón del río Lobos (G.E.,
en el Valle de Valdebezana, aunque en él no 1984).
advertirían la presencia del importante yaci- También en 1983 ve la luz el primero de
miento del Paleolítico medio, y un año más los estudios geomorfológicos relacionados

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con la Sierra de Atapuerca (Zazo et al., sante artículo sobre el contexto geológico y
1983), así como otro interesante trabajo geomorfológico de la Sierra de Atapuerca,
sobre la morfología del Pozo Azul (Sanz y que incidía en la génesis y evolución de este
Medina, 1983), que ya despuntaba como karst (Zazo et al., 1987). También ese año,
uno de los principales sifones españoles. En
1984, al iniciarse las excavaciones sistemáti-
cas en el fondo de la Sima de los Huesos,
se realizó una nueva topografía de detalle
de la misma, a escala 1:20, que se completó
con cortes transversales y longitudinales
cada medio metro, con el fin de dejar clara
constancia de las condiciones en que el
equipo de investigación se encontró el yaci-
miento antes de su excavación (Aguirre,
1987).
En 1986 el Grupo Edelweiss edita la
monumental Monografía sobre Ojo Guareña
(G.E.E., 1986), nº 4-5 de la serie Kaite en
donde se incluye la topografía completa de
las casi 400 cavidades del karst, incluyendo
los 89km topografiados por entonces en la
red principal del Complejo de Ojo Guareña.
Se incluían artículos descriptivos sobre
todos los sectores del karst, así como otros
específicos sobre Geografía (Plana, 1986),
Geología (Eraso, 1986), Geomorfología
(Martín, 1986), Arqueología (Ortega y
Martín, 1986) y otras materias. También edi-
tan otro trabajo sobre el Karst de Burgos,
actualizando la relación de mayores cavida-
des burgalesas (Ruiz, 1986).
Ese mismo año es prolífico en la publi-
cación de trabajos de diferentes zonas kárs-
ticas, realizados por otros grupos espeleo-
lógicos, destacando entre todos ellos la
monografía del Grupo Espeleológico Alavés
sobre el Karst de Sierra Salvada (López de
Ipiña y Pinedo, 1986) que, si bien se centra
especialmente en el sector alavés, es de
indudable interés para el conocimiento del
karst burgalés por la interrelación hidrogeo-
lógica de varias de sus principales redes
subterráneas. Dicho estudio monográfico
completaba el avance referente al principal
sistema kárstico de Sierra Salvada (López
de Ipiña y Alangua, 1984). Los otros trabajos
aludidos hacen referencia a un interesante el Grupo Edelweiss localiza las inscripciones Cueva Araos
estudio del G. E. Ribereño sobre la Cueva romanas de la Cueva del Puente de la Junta Sierra Salvada
Foto Miguel A. Martín Merino
del Agua de Basconcillos del Tozo (G.E.R., de Villalba de Losa (Ortega, 2000) y, en las
1986c) y otro del G. E. Niphargus sobre el labores topográficas previas al inicio de las
karst en los conglomerados oligocenos de excavaciones en la Cueva de Valdegoba, en
Puras de Villafranca (Martínez de Cañas y Huérmeces, descubre los primeros restos
Renuncio, 1986). humanos de Homo neanderthalensis (Díez
En 1987 se publicaba la primera mono- et al., 1991; Quam et al., 2001). Carlos Puch
grafía sobre los yacimientos de Atapuerca (1987b) también publica un interesante tra-
del equipo formado por Emiliano Aguirre bajo sobre la Torca de los Morteros, por
(Aguirre et al., 1987) que incluía un intere- entonces la principal cavidad localizada en

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los Montes del Somo y Valnera. Ese año, el cripciones de las cavidades burgalesas de
G. E. Ribereño publica sus trabajos realiza- más de 1.000 metros de desarrollo o de más
dos en la Peña Carazo (Nuño et al., 1987). de 100 metros de desnivel, así como de los
En 1989 el G. E. Niphargus publica el mayores pozos, salas y sifones buceados
catálogo de cavidades localizadas en el hasta la fecha (Ruiz y García, 1992). Tam-
borde norte de la Sierra de La Tesla (G.E.N., bién en 1992 se presenta al VI Congreso
1989) y, al año siguiente, las del Páramo de Español de Espeleología un nuevo trabajo
Cubillos del Rojo (G.E.N., 1990). También de conjunto sobre el karst burgalés (Martín
en 1990, el G. E. Tazzelgurm publicaría las 1992), con la salvedad de que en él se agru-
cavidades de la zona de Urrez (G.E.T., pan a los principales macizos en función de
1990). Los espeleólogos franceses del las cinco grandes áreas geomorfológicas
Spéléo Club de Dijon, que desde hace bas- burgalesas.
tantes años trabajaban en la vertiente norte Ese mismo año, en la Sima de los Hue-
de los Montes del Somo y Valnera, en torno sos, se localizan tres cráneos humanos casi
a la cabecera de los ríos Asón y Gándara, completos, lo que motivaría la primera publi-
publican entre 1990 y 1991 dos trabajos de cación de Atapuerca en revistas científicas
gran interés para la vertiente meridional bur- internacionales de primer nivel (Arsuaga et
galesa (Degouve y Simmonot, 1990, 1991), al., 1993). A petición de Juan Luis Arsuaga,
el primero de ellos referente a la Cueva de el Grupo Edelweiss amplió la topografía de
las Bernías y el segundo sobre la gran red detalle a toda su planta, incluyendo a la
subterránea de la Cueva del Lobo, que se rampa, aunque esta vez a escala 1:100.
extiende bajo Peña Lusa y remonta hasta Estas labores topográficas se ampliarían en
adentrarse en territorio burgalés. años sucesivos a todo el entorno de la Sala
de los Cíclopes y laterales próximas, siendo
La consolidación de Atapuerca como publicadas en el artículo sobre la geomorfo-
referente en estudios kársticos (1992- logía del yacimiento del número monográfico
2009) que Journal of Human Evolution dedicaría al
En 1992 el G.E.E. edita una nueva mismo (Arsuaga et al., 1997b).
monografía de la serie Kaite, la nº 6, que En 1993 se publica el primero de los
trata sobre las Grandes Cavidades Burgale- estudios hidrogeológicos que Eugenio Sanz
sas (G.E.E., 1992). En su primer trabajo está desarrollando en zonas kársticas de las
(Ruiz, 1992) se contextualizaban las princi- Sierras de Neila y Urbión (Sanz, 1993,
pales zonas kársticas burgalesas, avanzan- 1996a y 1996b), que afectan tanto a la cabe-
Sala de los Cíclopes de do una distribución de las mayores cavida- cera del Arlanza como a la del Najerilla. Por
Cueva Mayor des entre las zonas del Catastro Espeleo- su parte, el G. E. Niphargus publica los pri-
Sierra de Atapuerca lógico de Burgos. El resto de la monografía meros trabajos referentes al Complejo de
Foto Miguel A. Martín Merino
hacía referencia a las clasificaciones y des- Piscarciano (Martínez de Cañas et al., 1992;
Martínez de Cañas, 1993), que se comple-
tarían al año siguiente con un libro monográ-
fico con la topografía completa del conjunto
de cavidades de la zona (G.E.N., 1994).
También en 1994 apareció un nuevo trabajo
del Grupo Espeleoduero sobre el catálogo
de las cavidades de Sierra Calva (G.E.,
1994).
En 1994 con motivo de la exposición
“Primeros Europeos”, que organizó conjunta-
mente el Brithis Museum y el Museo Nacio-
nal de Ciencias Naturales de Madrid, se
mostraba la importancia de los yacimientos
en cueva del Pleistoceno burgalés, al consti-
tuir el yacimiento estrella de dicha exposi-
ción el enclave de la Sierra de Atapuerca,
apareciendo también los restos humanos de
neandertales de Valdegoba y los moldes de
las huellas humanas de Ojo Guareña, tres
yacimientos cuyo descubrimiento estaba vin-

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culado al Grupo Edelweiss. En 1993 se pre- das Científicas de la SEDECK que giran en
sentarán a la Junta de Castilla y León el torno al Karst de la Sierra de Atapuerca.
Plan Director de los Yacimientos de Atapuer- En 1999 también se editan la mono-
ca (Ortega et al., 1993a) y el Plan de Viabili- grafía de Journal of Human Evolution sobre
dad Turística de Ojo Guareña (Ortega et al., Atapuerca, en este caso sobre el nivel TD6
1993b), ambos con una importante participa- de Gran Dolina (Bermúdez de Castro et al.,
ción de miembros del Grupo Edelweiss. 1999a) y la de Trinchera-Galería (Carbonell Sala de la Fuente
En 1995 aparecen editadas las actas de et al. 1999) y se inaugura en el Museo Ojo Guareña
las Jornadas Científicas Internacionales Nacional de Ciencias Naturales de Madrid la Grabado postpaleolítico
Foto Miguel A. Martín Merino
celebradas en 1992 en Medina del Campo exposición Atapuerca nuestros antecesores
(Bermúdez de Castro et al. 1995) y, en
1997, la revista Journal of Human Evolution,
publica una monografía sobre la Sima de los
Huesos de Atapuerca (Arsuaga et al.,
1997a). Es también el año en que se publi-
can los restos de Homo antecessor en
Science, otra de las revistas científicas de
mayor impacto internacional, (Bermúdez de
Castro et al., 1997).
En 1998 se publican en Geogaceta dos
artículos relacionados con el endokarst de
Atapuerca, el primero sobre la estimación de
las paleovelocidades y sentidos de circula-
ción del agua en el karst (Eraso et al.,
1998a) y el segundo con la distribución de
los planos de debilidad en el macizo y su
influencia en la karstificación (Eraso et al.,
1998b). También en 1998 se editaron las
intervenciones presentadas en el Simposio
Internacional “Atapuerca y Evolución Huma-
na”, celebrado en la Fundación Ramón Are- (Bermúdez de Castro et al., 1999b) que pos-
ces en abril de 1996 (Aguirre, 1998). Igual- teriormente iniciaría una itinerancia por
mente fue el año en que se editó la primera todas las provincias de Castilla y León
monografía divulgativa sobre los yacimientos (Bermúdez de Castro et al., 2000).
(Cervera et al., 1998). En 2000, el Grupo Edelweiss edita el
También en 1998 aparecen publicadas Kaite nº 7, una monografía sobre El Karst de
las dataciones de la Sala de las Pinturas de Monte Santiago, Sierra Salvada y Sierra de
Ojo Guareña (Corchón et al., 1998), con- la Carbonilla (G.E.E., 2000), donde se inclu-
firmándose como un santuario de finales del yen las topografías y descripciones de casi
Paleolítico superior. Desde 1995 un equipo 400 cavidades, incluyendo artículos específi-
dirigido por Juan Antonio Gómez-Barrera y cos sobre la Geografía, Geología y Geomor-
Ana Isabel Ortega, con una importante parti- fología (Martín, 2000c) así como sobre
cipación de miembros del Grupo Edelweiss, Arqueología y Paleontología (Ortega, 2000)
había emprendido el estudio del arte rupes- entre otros. También en ese año aparece el
tre de Ojo Guareña, comenzando por el san- nº 2 de Cubía, que incluía el catálogo de
tuario de la Sala de la Fuente, aunque sus cavidades del Valle de Valdivielso (Rioseras,
principales publicaciones comenzarían a ver 2000).
la luz años después (Gómez Barrera et al., Hay que destacar el decaimiento de la
2000, 2002, 2003 y 2004). actividad espeleológica desarrollada por los
En 1999 se comienza a editar la revista diferentes grupos de Espeleología que tradi-
anual Cubía, dedicada a la publicación de cionalmente han trabajado en los karst de la
noticias espeleológicas, así como cavidades provincia, comprobando como a partir del
aisladas y pequeñas zonas. También se 2000 las publicaciones se reducen a los artí-
crea la página web en la que se empieza a culos de la revista Cubía, entre los que des-
incorporar un gran volumen de información tacamos el nº 3 conmemorativo del 50 ani-
sobre el karst burgalés. El Grupo Edelweiss versario del Grupo Edelweiss (G.E.E., 2001).
colabora en la organización de las II Jorna- En relación con dicho aniversario el Grupo

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Edelweiss organiza en torno a Ojo Guareña en su estudio por parte de miembros del
las VI Jornadas Científicas de la SEDECK, Grupo Edelweiss.
en las que se presentaron trabajos sobre la En 2002, en el nº 4 de Cubía, el G.E.E.
hidroquímica del acuífero (Eraso et al., publica una recopilación sobre todas las
2001a), la Arqueología (Ortega y Martín, referencias hidrogeológicas del Karst de Ojo
2001), el Karst (Martín y Ortega, 2001) y Guareña (Ruiz, 2002) y en el nº 5 un intere-
sobre el método topográfico empleado en el sante artículo sobre la aplicación de la foto-
mismo (Plana y Rioseras, 2001). grametría aérea respecto a la situación de
cavidades (Galaz, 2002). También en 2002,
el Grupo Edelweiss inicia la colaboración
con el equipo liderado por Javier Martín Chi-
velet que realiza análisis paleoclimáticos de
alta resolución, a partir de espeleotemas
generados en cuevas. Los trabajos se ini-
cian en la Cueva de Kaite, del Complejo de
Ojo Guareña, extendiéndose poco después
a las galerías del Sílex y Estatuas de Cueva
Mayor de Atapuerca (Martín Chivelet et al.,
2004, 2006 y 2007; Turrero et al., 2004a,
2004b, 2007a y 2007b).
Ese mismo año se inicia el estudio sis-
temático de la Bioespeleología de Ojo Gua-
reña, bajo la dirección de Ana Camacho,
incorporándose desde el primer momento en
las labores de apoyo diferentes miembros
del Grupo Edelweiss. Fruto de las labores
iniciadas en 2002 es la aparición de nuevas
especies faunísticas para la ciencia (Cama-
cho, 2005a, 2005b y 2007, Camacho et al.,
2004 y 2006).
En 2003 el G.E.E. publica, en el nº 6 de
Cubía, las cavidades de Castrillo del Val
(Ortega y Martín, 2003a). Tiene lugar en
Nueva York, en el American Museum of
Natural History, una exposición monográfica
sobre la Sierra de Atapuerca: The First Euro-
peans: Treasures from the Hills of Atapuerca
(Arsuaga et al., 2003).
En 2004 se presenta la tesis doctoral de
Alfonso Benito (Benito, 2004), sobre el análi-
sis geomorfológico y la evolución de los pai-
sajes neógenos y cuaternarios de la Sierra
de Atapuerca y valle medio del río Arlanzón,
fundamental para establecer ulteriores corre-
laciones con el endokarst. En 2005 se publi-
ca, en las actas de la IV Reunión Nacional
de Geoarqueología, un avance sobre los
Sala de los Cíclopes de En 2001, la prestigiosa revista L’anthro- estudios geomorfólogicos que se venían rea-
Cueva Mayor pologie dedicó un doble número monográfi- lizando en el karst de Atapuerca (Ortega et
Sierra de Atapuerca
co a los yacimientos de Atapuerca (Carbo- al., 2005).
Foto Miguel A. Martín Merino
nell et al., 2001), entre cuyos artículos se En los números 7 y 8 de Cubía, corres-
incluían uno referido expresamente a la geo- pondientes a 2004 y 2005, se publica la
logía del karst (Pérez González et al., 2001). conexión de los conductos de la surgencia
También aparece el primero de los diversos de La Torcona con el Complejo de Ojo Gua-
artículos referentes a la revisión del arte reña, alcanzando un desarrollo de 110km y
rupestre de Atapuerca (García et al., 2001, un desnivel total de más de 200m (Rioseras,
2004 y 2005), con importante participación 2005). Destaca el nº 9 de Cubía, de 2006,

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por incluir un interesante avance sobre el zada en el Museo de Historia Natural de
karst de los Montes del Somo y Valnera París. Por último, en el número monográfico
(Ruiz, 2006), así como el primero de una que la revista Pyrenaica dedica al mundo
serie de artículos sobre el karst existente en subterráneo, también se incluye un artículo
las margas yesíferas localizadas entre Bri- sobre los yacimientos arqueológicos de Ojo
viesca y Belorado (Antón, 2006, 2007 y Guareña (Ortega, 2009b).
2008) y las circunstancias del hallazgo de un
brazalete de oro de la Edad del Bronce en la Bibliografía
Cueva del Silo (Ortega, 2006b). • Abásolo, J. A.; Ruiz, I.; Campillo, J. y Hernando, H.
En 2006 también se publica un intere- (2008): El Castro de La Polera en Ubierna y los yaci-
sante artículo sobre el yacimiento de Elefan- mientos arqueológicos del sur de Las Loras. Boletín
te (Rosas et al., 2006), que apunta a una de la Institución Fernán González, 237 (2008/2), 293-
gran antigüedad de sus niveles, hecho que 333.
se confirmaría en 2007 con la aparición de • Aguirre, E. (1976): Excavaciones en el yacimiento
restos de Homo antecessor datados en más de fósiles humanos de la Sierra de Atapuerca”. Infor-
de 1,2 millones de años, lo que supondría me de solicitud de subvención para el trienio 1977-
una nueva portada en la revista Nature (Car- 1979, presentada ante la Comisión Asesora para el
bonell et al., 2008). Otra publicación divulga- Desarrollo de la Investigación Científica y Técnica de
tiva sobre Atapuerca (Arsuaga et al., 2006), la Presidencia del Gobierno. Madrid. Inédito.
en edición de lujo, incluye algunos anaglifos • Aguirre, E. (1983): El Proyecto Atapuerca-2 y los
en 3D realizados por el miembro del G.E.E. pobladores de la Meseta en el Pleistoceno Medio.
Juanse Galaz. Kaite, 3, 71-89.
En el número 10 de Cubía, ya en 2007, • Aguirre, E. (1987): Los yacimientos mesopleistoce-
se incluye un resumen de las aportaciones nos en cavidades de la Sierra de Atapuerca. En Agui-
del Grupo Edelweiss a los descubrimientos, rre, E.; Bermúdez de Castro, J. M. y Carbonell, E.
conservación, divulgación e investigaciones (Eds.): El Hombre Fósil de Ibeas y el Pleistoceno de
del karst de Atapuerca (Ortega y Martín, la Sierra de Atapuerca, Monografías Investigaciones
2007). También en ese año, en el informe Arqueológicas en Castilla y León, I, 15-36.
encargado por la Junta de Castilla y León • Aguirre, E. (Ed.) (1998): Atapuerca y la Evolución
para la declaración del Espacio Cultural de Humana. Fundación Ramón Areces. Madrid. 453 pp.
la Sierra de Atapuerca, aparece una puesta • Aguirre, E.; Basabe, J. M. y Torres, T. de (1976a):
al día de todos los recursos patrimoniales Los fósiles humanos de Atapuerca (Burgos): nota
que integrarán la citada declaración (Ortega, preliminar. Zephyrus, XXVI-XXVII, 486-511.
2007). • Aguirre, E.; Bermúdez de Castro, J. M. y Carbonell,
En 2008, dentro de Cubía 11, se incluye E. (Eds.) (1987): El Hombre Fósil de Ibeas y el Pleis-
el estudio de las cavidades de la comarca de toceno de la Sierra de Atapuerca, Monografías Inves-
Juarros (Ruiz et al., 2008) y una puesta al tigaciones Arqueológicas en Castilla y León, I, 439
día de los trabajos del Spéléo Club de Dijon pp.
en el Sistema del Gándara (Degouve, 2008). • Antón, T. (1977): Resultados de la Operación
Este año también se publican dos importan- “Somo-75” (Puerto de las Estacas- Burgos). SIS, 5,
tes aportaciones sobre las excavaciones 73-84.
que, desde el año 2000, se vienen realizan- • Antón, T. (2006): Karst de yesos en Burgos. I. Intro-
do en el Portalón de Cueva Mayor (Ortega, ducción. Briviesca-Belorado. Cubía, 9, 42-43.
2008a y 2008b), con una columna estratigrá- Antón, T. (2007): Karst de yesos en Burgos. II. Vallejo
fica que incluye toda la secuencia Holocena de la Cueva de Bárcena. Belorado. Cubía, 10, 34-35.
y parte del Pleistoceno superior. • Antón, T. (2008): Karst de yesos en Burgos. III.
Finalmente, en 2009, ve la luz la tesis Valle de Valleasnera. Belorado. Cubía, 11, 40-41.
doctoral de Ana Isabel Ortega (Ortega, • Antón, T.; Plana, P. y Liz, C. (1983): Estudios espe-
2009a), sobre la evolución geomorfológica leológicos de las cavidades de Peña Cironte, Hoza-
del Karst de Atapuerca, correlacionando los bejas (Burgos). Kaite, 3, 23-70.
diversos yacimientos con las terrazas de los • Apellániz, J. M. y Domingo, S. (Eds.) (1987): Estu-
valles circundantes, e incluyendo nuevas dios sobre Atapuerca (Burgos) II. Los materiales de
versiones de las topografías del karst reali- superficie del Santuario de la Galería del Sílex. Cua-
zadas a lo largo de los años anteriores. dernos de Arqueología de Deusto, 10. 342 pp.
También se edita una nueva obra divulgativa • Apellániz, J. M. y Uribarri, J. L. (Eds) (1976): Estu-
sobre Atapuerca (E.I.A., 2009) con motivo dios sobre Atapuerca (Burgos) I. El Santuario de la
de la exposición sobre los yacimientos reali- Galería del Sílex. Cuadernos de Arqueología de

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Gours del Nuevo Paso
Ojo Guareña
Foto Miguel Ángel Martín Merino
El Karst de Burgos
Francisco Ruiz García
Ana Isabel Ortega Martínez
Miguel Ángel Martín Merino
G.E. Edelweiss

Distribución del karst


El estudio del karst en la provincia de Burgos presentado por Miguel Ángel Martín
Burgos pudo empezar a sistematizarse, gra- en el VI Congreso Nacional de Espeleología
cias a la labor pionera en este sentido, reali- (Martín 1992), ya se presentaron los diferen-
zada por Pedro Plana desde la década de tes karst primando su localización en torno a
los años sesenta en el seno del Grupo las cinco grandes áreas geomorfológicas en
Espeleológico Edelweiss, si bien sus conclu- que puede clasificarse el territorio burgalés
siones no fueron publicadas hasta bastante (Figura 1):
después (Plana 1981). Su perfecto conoci- 1. El macizo paleozoico de La Demanda
miento de la provincia de Burgos le permitió 2. La orla ibérica mesozoica
realizar una clasificación de la misma en 3. La depresión terciaria del Duero
diferentes zonas, de acuerdo a unos crite- 4. La depresión terciaria del Ebro
rios hidrogeológicos y morfológicos funda- 5. El sector vasco-cantábrico, predominante-
mentalmente. Las doce zonas mayores en mente mesozoico
que fue dividida la provincia fueron clasifica- Este trabajo previo, con alguna revisión
das en unidades menores, denominadas posterior en la página web www.grupoedel-
subzonas y estas, a su vez, en partidas, la weiss.es fue actualizado y completado por
unidad básica de la clasificación, resultando Ana Isabel Ortega en su tesis doctoral (Orte-
un total de 51 partidas para el conjunto de la ga 2009: 107-130). A nosotros también nos
provincia de Burgos. ha parecido oportuno primar esta previa cla-
sificación, por ser más cercana a todo aquel
Dicha clasificación no nació con voca- que se acerque al territorio burgalés desde
ción de inmutabilidad, sino que estaba las disciplinas de la geología o la geomorfo-
sometida a la mejora del conocimiento del logía.
karst burgalés, por lo que, poco a poco, se
fueron realizando diversas modificaciones El macizo paleozoico de La Demanda
en la división de las partidas que han sido De las cinco grandes zonas geomorfoló-
publicadas en diferentes trabajos realizados gicos en que se divide el territorio burgalés,
por otros miembros del Grupo Edelweiss sólo el macizo paleozoico de La Demanda,
(Ruiz 1983, 1992; Martín 2000a), mientras por la naturaleza silícea de sus rocas, está
que otras modificaciones formales permane- desprovisto de formas kársticas de interés.
cen inéditas pero se aplican en la clasifica- No obstante, sobre el núcleo primigenio de
ción abordada dentro del Catastro Espeleo- La Demanda se depositaron materiales
lógico de Burgos. karstificables mesozoicos, que fueron some-
No obstante, en el resumen del Karst de tidos a los últimos movimientos orogénicos

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alpinos y, en buena parte, han sido desman- del Pinar (Ruiz et al. 1992: 131; García,
telados por la erosión, por lo que en la 2002a). Igualmente es notable el recorrido
actualidad bordean al paleozoico formando subterráneo del propio río Lobos, que en
una orla en torno a él. estiaje se infiltra en el inicio del cañón, en
Hontoria del Pinar y resurge casi en el final
La orla ibérica mesozoica del mismo, al pie de la cuesta de La Galia-
La Orla Ibérica es un anticlinorio consti- na, ya en término soriano de Ucero.
tuido por una sucesión de pliegues homogé-
neos de la cobertera, que afectan a los 3. La Sierra de las Mamblas y Valle del
materiales mesozoicos que bordean al maci- Arlanza reúnen un buen número de cavida-
zo de La Demanda, entre los que se des, aunque por lo general de escaso desa-
encuentran varias unidades karstificadas. rrollo. No obstante, debe citarse la surgencia
vauclusiana de Fuente Azul, en Hortigüela,
1. La más oriental es la Sierra de Neila, en cuyo desnivel total es de 141m, incluyendo
la que son muy conocidas las formas el sifón más profundo de España, explorado
exokársticas del paraje de "Las Calderas" y hasta -135m (Rioseras y Burgui 2006). Fren-
"Los Valladares", desarrolladas en areniscas te a ella se localiza la resurgencia de la
y pudingas cementadas por carbonato cálci- Cueva de la Central, originada al otro lado
co. En las calizas jurásicas se desarrollan de un pronunciado meandro, tras una pérdi-
algunas cavidades de interés, entre las que da parcial de buena parte del Arlanza, al pie
destaca la Cueva de Santa Eugenia, de del propio monasterio de San Pedro de
1.300m de desarrollo, localizada en término Arlanza, circunstancia aprovechada para
de Huerta de Abajo (Ruiz et al. 1992: 88). La generar electricidad en una pequeña central
Cueva de Neila, nacimiento del río Najerilla hidroeléctrica (Martín 1979). En el mismo
y Fuente Negra, en Quintanilla de Urrilla, municipio también deben destacarse los
nacimiento del río Tejero, son dos importan- yacimientos arqueológicos musterienses de
tes surgencias de la zona (Sanz 1996a: la Cueva de la Ermita, Cueva Millán, y
1.263, 1996b), así como la de Fuente Cueva de la Mina, todas ellas con abundan-
Sanza, en Quintanar de la Sierra, origen del tes evidencias de su ocupación por los
río Arlanza tras una captura subterránea de neandertales (Moure y Delibes 1972; Moure
las infiltraciones de la ladera norte de la Sie- y García-Soto 1983), así como la Cueva de
rra de Urbión, ya en la cuenca del Ebro San García, de Santo Domingo de Silos, por
(Sanz 1993, 1996b). su arte rupestre postpaleolítico (Moure y
García-Soto 1986).
2. La Sierra Calva y el Cañón de Río Lobos
son otro de los sectores karstificados de la 4. En el sector de los Montes de Juarros y
orla ibérica. Las cavidades más importantes de Urrez destaca La Torquilla, en las calizas Depresión de Urrez, en primer
plano la localidad de Brieva de
del sector burgalés son la Sima del Portillo y triásicas de Urrez, con 2km de desarrollo y Juarros y al fondo, a la derecha,
Sima del Roto, de 162 y 140m de desnivel, 110m de desnivel (G.E.T. 1990; Ruiz et al. la Sierra del Mencilla
respectivamente, localizadas en Hontoria 1992: 86-87), con una más que probable Foto Francisco Ruiz García

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relación con la importante surgencia de Brie- en contacto con la Depresión de de La
va de Juarros. Bureba, se localizan los conglomerados del
Hidrogeologicamente es muy interesan- Oligoceno en los que se desarrolla el karst
te la pérdida del río Cueva y su surgencia de de Puras de Villafranca, del que son sus
La Cueva en Cueva de Juarros (Ruiz et al. máximos exponentes las cuevas surgentes
2008) de Fuentemolinos y Fuentegrande con
4.100 y 1.600m, respectivamente, de desa-
5. La karstificación de la Sierra de Atapuer- rrollo. Los niveles altos de la primera son de
ca es bien conocida. Los rellenos sedimen- gran belleza y actualmente inactivos tras el
tarios de La Trinchera fosilizan un paleo- encajamiento de su curso de agua del que
karst en el que las evidencias de ocupación se abastece el pueblo (Martínez de Cañas y
humana se remontan a más de un millón de Renuncio 1986; Ruiz et al. 1992: 70-72 y
años, con restos de Homo antecessor y 88). En esta zona fueron frecuentes las
Homo heidelbergensis. La cavidad más explotaciones de manganeso, originado en
importante que se conoce es el Sistema un antiguo paleokarst totalmente colmatado.
Cueva Mayor-Cueva del Silo, en el término Además son muy interesantes los aflo-
de Ibeas de Juarros, cuyo desarrollo alcan- ramientos calizos jurásicos del Acuífero de
za los 3.700m, distribuidos en tres niveles Garganchón.
de galerías (Martín et al. 1981; Ortega et al.
2005; Ortega 2009), siendo una de las La depresión terciaria del Duero
mayores cavidades de la Cuenca del Duero, La Depresión del Duero es la tercera de
con un origen hipogénico a partir de flujos las grandes áreas geomorfológicas de la
ascendentes procedentes de un acuífero provincia de Burgos y la más característica
cautivo, bajo las margas miocenas imperme- del territorio castellano-leonés. Tan sólo pre-
ables, alimentado por los múltiples sumide- sentan una cierta karstificación algunos
ros de Villasur de Herreros, en donde las paquetes margosos y calcáreos que coro-
aguas del Arlanzón se infiltran en el contac- nan sus cerros y páramos. Merece citarse la
to entre los materiales impermeables del karstificación de las calizas pontienses de
paleozoico y las calizas cretácicas. Estas
aguas, tras ascender de nuevo en el anticli-
nal de la Sierra de Atapuerca, hasta alcan-
zar el nivel freático, atravesaban su borde
meridional dando origen a la cabecera del
río Pico.
Cueva de Fuentemolinos
Fotos: Miguel A. Martín Merino 6. En el borde septentrional de la Demanda,

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Peñalba de Castro, en las que se conoce la
Cueva de Román, con 2,5km de desarrollo
que discurren bajo la ciudad de Clunia, habi-
litada en época romana para el embalse y
abastecimiento de aguas de la citada pobla-
ción (G.E.R. 1982a; Ruiz et al. 1992: 80-81).

La depresión terciaria del Ebro


En la Depresión del Ebro merece citarse
la karstificación de las margas yesíferas del
sector de Carrias, aunque los desarrollos de
las cavidades, en buena parte con cursos
activos de agua, son modestos, debido a
sus rápidos colapsos (Antón 2006).

El Sector Vasco-Cantábrico
La última de las grandes áreas geomor-
fológicas y la más importante por sus fenó-
menos kársticos es el Sector Vasco-Cantá-
brico, también conocido como Las Montañas
de Burgos, en donde pueden diferenciarse Cueva de Río Vegas II. Karst de yesos de Carrias
cinco sectores: Foto Miguel A. Martín Merino

1. En el primero, el Borde Meridional de la


Cordillera Cantábrica, en el que se incluyen respectivamente, de recorrido, que aún no
la Lora de Valdelucio, Peña Amaya, Huér- se han llegado a conectar y cuyo origen
meces, Ubierna y Monasterio de Rodilla, no debe buscarse en las infiltraciones del
se conocen cavidades de gran desarrollo. campo de dolinas y grandes depresiones
No obstante se localizan algunos yacimien- existente en el citado páramo, incluso pudie-
tos de importancia como la Cueva del Val- ra tener alguna relación con el lejano sumi-
degoba, en Huérmeces, en la que han apa- dero de la Cueva del Aguanal de Bricia. Otra
recido restos humanos de Homo neandert- de las grandes surgencias de la zona es el
halensis (Díez et al. 1991; Quam et al. Pozo de San Vicente, en término de Pes-
2001). quera de Ebro (Subiñas 2005).
En el Páramo de Sedano se localiza El
2. En un segundo sector incluimos Los Pozo Azul de Covanera, con un desarrollo
Páramos. En el Páramo de la Lora destaca explorado de más de 6.000m, en su mayor
la Cueva del Agua de Basconcillos del Tozo, parte anegado, que incluye el sifón de
con 3.300m de cómodo recorrido, por la que mayor desarrollo conocido en España, hasta
se sumergen el río Hurón y el arroyo de el momento con más de 5.000m explorados
Mundilla, tras circular por valles de vertiente (Sanz y Medina 1986; Bedoya et al. 1991;
atlántica y resurgen ya con la denominación Ruiz et al. 1992: 88; G.E.E. 2008), cuyo leja-
de río Rudrón, importante afluente del Ebro, no origen tal vez haya que buscarlo en la
ya en término de Barrio de Panizares Hoya de Huidobro, o incluso en las grandes
(G.E.R. 1986; Ruiz et al. 1992: 76; I.T.G.E. depresiones cerradas existentes en el Pára-
1998: 50-51). Muy cerca se localiza el Pozo mo de la Mazorra. En este mismo sector, en
La Torca, espectacular sifón en la cabecera Los Altos de Dobro, se localiza la Torca de
del río Fuentes, que poco después une sus la Nava, con un desarrollo de 1.037m y un
aguas al propio Rudrón (García 2003a: 31- desnivel de 131m. (G.E.S. Dos.S 2006)
32). Más al NE, ya en la vertiente sur del
En el Páramo de Bricia, ya en el Cañón Valle de Valdivielso se localiza la importante
del Ebro, se localiza el complejo de cavida- surgencia de Fuente Sagredo, en Condado
des de Orbaneja del Castillo, entre las que de Valdivielso, que drena gran parte de esta
destaca la Cueva del Níspero (Pla 1964; área (Ruiz et al. 1992: 204; Rioseras 2000:
Ruiz et al. 1992: 74-76) y el Sistema Bar- 37), así como la interesante Fuente del Oro
bancho-Socueto (G.E.E. 2004a; Rioseras y María, ya en Cereceda, una fuente intermi-
Olave 2006), con 3.600 y más de 4.000m, tente que cautivó el interés de los lugareños,

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que afloran por la próxima Surgencia del
Trifón, con 1km, también localizada en Hoz
de Arreba. En la zona destaca la gran belle-
za de Covanegra, en Leva, con 2.100m de
desarrollo (G.E.N. 1990; Ruiz et al. 1992:
85-86).
En torno a la Sierra de Oña se localizan
importantes cuevas con restos paleolíticos
como la Cueva de Penches, con arte rupes-
tre de esta época (Hernández Pacheco
1917) y la Cueva del Caballón, con un nota-
ble yacimiento en el que apareció el único
bastón perforado que, hasta la fecha, se ha
localizado en Burgos (Rodríguez 1916).

4. En el cuarto sector, el Gran Flanco Mono-


clinal, se localizan varias de las principales
redes subterráneas burgalesas. En el paisa-
je regional resalta una crestería coniaciense
en la que se suceden los macizos de Ojo
Guareña, Montes de la Peña y Sierra Salva-
da.
En el karst de Ojo Guareña, en la Merin-
dad de Sotoscueva, se localiza uno de los
complejos de cavidades de mayor recorrido
del mundo. Los ríos Guareña, Trema y el
arroyo de Villamartín han modelado un
sinfín de galerías y salas que se escalonan
en seis diferentes niveles. En las grandes
avenidas las aguas llegan a anegar la mayor
Surgencia de Fuente Sagredo quienes acostumbraban a entonar una can- parte de los tres niveles inferiores, efectuán-
Foto Francisco Ruiz García ción mientras esperaban el regreso de las dose la descarga del acuífero por diferentes
aguas (Rioseras 2000: 37). resurgencias escalonadas en una falla, a lo
largo de kilómetro y medio del cauce del río
3. El tercer sector viene constituido por la Trema. El desarrollo topografiado en la red
Banda Replegada de Manzanedo, Sierra de principal de Ojo Guareña supera los 110km
la Tesla y Montes Obarenes. En La Tesla se y rebasa los 200m de desnivel, siendo
localiza la Sima Charrancha II, en Mijangos, numerosas las cavidades relacionadas con
con 1.600m y desnivel de 193m, la Cueva ella pero que aún no han podido ser comuni-
de Pilas I, en Quecedo de Valdivielso, y la cadas (G.E.E. 1986; Ruiz et al. 1992: 58-61;
Sima de los Bloques, en Urria, ambas con Martín y Ortega 2001; Rioseras 2005). El
desnivel próximo a los 105m (G.E.N. 1989; enrejado de Las Diaclasas, la Cueva de las
Ruiz et al. 1992: 87-88 y 134-135; Rioseras Yeguas, ambas con 2km, Cueva García,
2000: 32-34). con 102m de desnivel, o la más alejada
En el borde norte de esta Banda Reple- Cueva del Paño, con 1.400m, ya en la
gada se localiza la paramera de El Rojo-Val- Merindad de Valdeporres, son otras de las
debezana donde se ubica la Cueva del mayores cavidades de Ojo Guareña (G.E.E.
Piscárciano, con 13.629m y 105m de desni- 1986; Ruiz et al. 1992: 84, 87 y 135; García
vel, que evoluciona muy próxima al nivel 1999). El interés arqueológico del Complejo
freático local (Proctor et al. 1972; Ruiz et al. es excepcional, con yacimientos en buena
1992: 62-63; G.E.N. 1994: 60). Si las preci- parte de sus entradas y muestras de arte
pitaciones son intensas, la gran depresión rupestre de época paleolítica y postpaleolíti-
existente entre ella y la Cueva de las Vacas ca en diversas galerías pero, sobre todo,
llega a inundarse completamente, resurgien- con abundantes evidencias del tránsito en
do las aguas por la otra entrada de esta momentos prehistóricos por múltiples
misma cavidad, así como por la Cueva de galerías (Ortega y Martín 1986, 2001).
las Arenas, uniéndose poco después a las En Bercedo de Montija, en la margen

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izquierda del río Cerneja, que bordea a los · En el Monte Santiago, término de Berbera-
Montes de la Peña, se desarrolla la laberínti- na, se localizan la Cueva de las Paúles, de
ca Cueva del Molino, con más de 2km de 2.300m de desarrollo, y la Sima MS-III, de
galerías que discurren, en su mayor parte, 2.000m, ambas pertenecientes al mismo sis-
bajo el propio pueblo. Se trata de un sumi- tema hidrológico que el Sumidero de Fuente
dero del río Cerneja que, si las precipitacio- Santiago (Ruiz et al. 1992: 82-83 y 86;
nes son intensas, llega a anegar por com- Antón y Rioseras 2000a: 63-65) de cuyo
pleto la cavidad, produciéndose una captura interior se han podido recuperar dos capite-
subterránea de cuenca hacia el río Cada- les románicos, así como otros elementos
gua, ya de vertiente cantábrica (Ruiz et al. constructivos de la antigua iglesia y del
1992: 84-85). monasterio que se localizaban junto a la
En los Montes de la Peña sólo la gran dolina de acceso (Ortega 2000: 253-255).
sala de la Cueva de Lérdano, con un desa- Todos los cursos de agua que circulan por
rrollo total de 1km (Ruiz et al. 1992: 190), estas cavidades finalmente surgen por Ojo
merece destacarse, aunque la impresionan- Lezea (Délica, Álava), alimentando la cuen-
te surgencia de El Bocarón, por donde nace ca del río Nervión (Antón y Rioseras 2000a:
el río Cadagua, en el borde del diapiro de 68).
Mena, hace prever la existencia de una gran · Toda la escorrentía superficial del borde
cavidad (Martín 2000a: 33; García 2003a: sur de Sierra Salvada acaba infiltrándose
32-33). por diferentes sumideros que han sido cap-
El karst de Sierra Salvada, que se turados, bajo el pastizal de Pozalagua, por
extiende entre las provincias de Burgos, la cuenca cantábrica, a escasos metros de
Álava y el enclave vizcaíno de Orduña, es la cabecera del arroyo de Zaballa, de ver-
otro de los principales karst peninsulares. tiente mediterránea. Todos ellos alimentan
Dentro de él individualizamos los sectores el Sistema de Pozalagua, con 13km. de
de Monte Santiago, Pozalagua, Sierra Sal- desarrollo y desnivel de 201m. Entre sus
vada y la Sierra de la Carbonilla (G.E.E. entradas de Cueva Perilde (Villalba de Losa,
2000). Burgos) y Goba Haundi (Tertanga, Álava)

Complejo Kárstico de Ojo Guareña


Sala del Cacique
Foto Miguel Ángel Martín Merino

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Sumidero de Fuente Santiago
Monte Santiago
Foto Miguel Ángel Martín Merino

puede realizarse un recorrido de 4.500m. y Otras cavidades de importancia del sector


175m. de desnivel (Ruiz et al. 1992: 63-67; son la Sima Marcenejas, de Lastras de
Martín y Antón 2000: 143-150). Por encima Teza, otro gran colector que cuenta con 3km
del colector, aunque sin llegar a conectar, se de desarrollo y 100m de desnivel, y el Siste-
localizan la Sima PZ-1 y Covanera (PZ-7), ma Puente-Alberques-Espino, con 2.300m
con 139 y 121m, respectivamente, de desni- de galerías y 103m de desnivel, en su
vel, que constituyen otros importantes pun- mayor parte inactivas, que se desarrolla en
tos de infiltración (Ruiz et al. 1992: 131-133; término de Villalba de Losa (Ruiz et al.
Martín y Antón 2000: 160-161). 1992: 78 y 83-84; Antón y Rioseras 2000b).
· En Sierra Salvada, el Sistema del Hayal de · Como hemos visto, en la Sierra de la
Ponata cuenta con 45km de desarrollo y Carbonilla se localiza la Cueva del Agua de
415m de desnivel. Posee dos entradas en Quincoces de Yuso, la principal surgencia
Álava y una Vizcaya, si bien su tercio final del karst, en la que diferentes coloraciones
discurre bajo el término municipal del Valle han demostrado su relación tanto con el Sis-
de Losa (López de Ipiña y Alangua 1984; tema del Hayal de Ponata como con la Sima
Ruiz et al. 1992: 61-62; López de Ipiña et al. Marcenejas (Martín 2000b). La exploración
1993). Canaliza la mayor parte de las aguas de su sifón terminal ha permitido superar los
de infiltración de la zona hacia la impresio- 1,3km de desarrollo.
nante surgencia de la Cueva del Agua de Entre el Gran Flanco Monoclinal y la
Quincoces de Yuso (Martín 2000b, 2004). Banda Replegada de los Montes Obarenes
La Cueva del Rebollar II de Baró, con se sitúa la Sierra de Árcena, en la que se
1.600m de desarrollo, y la Sima del Puente ubica la Sima del Acebal, con 160m de des-
de Lloréngoz, con 180m de desnivel, están nivel (Ruiz et al. 1992: 130).
relacionadas con el Sistema del Hayal de
Ponata aunque no llegan a conectar (Ruiz et 5. El quinto de los sectores del área geo-
al. 1992: 87 y 128; Antón y Rioseras 2000b). morfológica conocida como Las Montañas

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de Burgos está constituido por la alineación Ruiz 2006). Las zonas kársticas de mayor
de cumbres que forman la Divisoria Cantá- interés las identificamos en cuatro subzo-
brica Monoclinal: los Montes del Somo y nas: Sil de la Peña, Engaña-Sierra de los
Valnera y los de Ordunte se elevan brusca- Morteros, Valnera-Bernacho-Lunada, y
mente salvando desniveles de hasta 1.000 Peña Lusa-Imunía.
metros que delimitan la vertiente cantábrica En la subzona de Sil de la Peña se
de la mediterránea. Los Montes del Somo y conoce, en término de la Merindad de
Valnera se caracterizan por sus espectacu- Sotoscueva, la Torca de Fuente del Rey,
lares formas exokársticas, producto de su con un desarrollo de 1.030m (García 2000).
intensa fracturación, elevada pluviometría y En la subzona de La Engaña-Sierra de
génesis en condiciones periglaciares. La los Morteros se localizan la Cueva de Salde-
karstificación se centra en las calizas urgo- rrañao, un enrejado superior a los 3km, la
nianas del Aptiense y Albense, así como en Cueva de los Manojos, con 2.700m, y la
los bancos de arenisca intercalados entre Torca de Cantos Blancos, de 1.100m, todas
las primeras. Aquí se localizan la mayoría ellas en la Merindad de Sotoscueva, así
de las cavidades burgalesas de mayor des- como la Torca de Sogalamuela y Torca del
nivel y los 15 pozos con más de 100m de Mortero, de 106 y 100m, respectivamente,
vertical absoluta que se conocen en la pro- de desnivel, ambas en Espinosa de los
vincia, todos ellos originados por grandes Monteros (A.R.E.S.D. 1974; Ruiz et al.
acumulaciones de hielo o nieve en dolinas o 1992: 78-79, 90, 134-136). Sumidero de Lunada
depresiones exteriores y su continua infiltra- La subzona Valnera-Bernacho-Lunada Foto Francisco Ruiz García
ción por el mismo punto (Martín 1992: 72;

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es la de mayor densidad en cavidades de la Cueva de Lastrías con 138m de desnivel.
provincia, todas ellas localizadas en término Todas ellas se abren en delgados estratos
de Espinosa de los Monteros. Representa el de calizas intercalados entre bancos de are-
núcleo original del antiguo glaciar del Valne- nisca, configurando una de las cabeceras de
ra, asentado sobre la cabecera del actual río alimentación del citado Sistema del Gándara
Dolina de embudo con Trueba, si bien la mayoría de las aguas de (Degouve y Simonnot 1990; Ruiz et al.
acumulacion de materiales
infiltración son capturadas por la vertiente 1992: 67, 70, 133 y 216; Degouve 2003 y
periglaciales al pie del
Macizo de Peña Lusa cantábrica, siendo canalizadas hacia la gran 2008; Ruiz 2006;).
Foto Francisco Ruiz García surgencia del Gándara, ya en Cantabria, · En el macizo del Castro Valnera se cono-
cen 17 torcas que superan los 100m de des-
nivel, de las que las torcas V-72, V-23, del
Mirador, del Corralón y de la Rana sobrepa-
san los 200m. También son 11 los pozos
con vertical absoluta superior a 100m que
se localizan en el Castro Valnera. Sin
embargo, sólo la Torca del Mirador y la
Torca de Rajas tienen un desarrollo superior
a mil metros, ya que la mayoría de sus gran-
des verticales de entrada finalizan brusca-
mente al alcanzar el estrato subyacente de
areniscas (Ruiz et al.1992: 126-132; García
2001 )
· En el macizo del Pico de la Miel se cono-
cen la Torca del Hoyo, de 260m de desnivel
y la PM-6-7-8, de -157m (Ruiz et al. 1992:
126 y 130).
La cuarta subzona de interés de los
Montes del Somo es la de Peña Lusa-
Imunía, desarrollada íntegramente en térmi-
no de Espinosa de los Monteros. En ella
destaca el Sistema de la Peña del Trillo-La
Tramasquera, con dos entradas en el térmi-
donde un gran sistema de cavidades de no cántabro de Soba y otra en la provincia
más de 100km topografiados se desarrolla a de Burgos, cuyo desarrollo sobrepasa los
escasa distancia de la divisoria provincial y 19km y su desnivel alcanza los 436m. La
progresivamente va remontando hacia la entrada burgalesa se localiza junto a la
cabecera burgalesa (Degouve 2003 y 2008; morrena sur de uno de los glaciares asenta-
Ruiz 2006). dos en la zona, por lo que su relación pare-
· Dentro de ella, el macizo de La Cubada ce evidente. Muy próximo se desarrolla el
Grande alberga al Sistema de la Cubada, de sistema de la Cueva del Lobo, también con
más de 7km y 400m de desnivel, incluyendo 15km y 284m de desnivel, aunque todas sus
un pozo de entrada de 100m, y a la Torca entradas y la mayor parte de su desarrollo
CM-13, de -142m, relacionada hidrológica- se localizan en el Valle de Soba (Dègouve y
mente con la anterior (Ruiz et al. 1992: 70 y Simonnot 1991; Ruiz et al. 1992: 216;
131; García 2002b). García 2003b). La Torca de los Morteros, de
· En los afloramientos calizos de Cuetos casi 10km de desarrollo y 453m de desnivel,
destacan el sistema Torca de Celadías-Cue- es la más profunda de las cavidades burga-
tos 13, con desarrollo de 2.500m y desnivel lesas, e incluye entre sus tres pozos supe-
de 200m, y Cuetos 1, con -119m (Ruiz et al. riores a 100m de vertical absoluta, al mayor
1992: 81-82 y 133). de la provincia: el Pozo Amable, de 233m
· En el lapiaz de Lastrías se desarrolla el (Puch 1987; Ruiz et al. 1992: 67-70). Otras
Sistema de Las Bernías, de 15km y desnivel cavidades de cierta importancia son la
de 276m, aún sin conectar con la Cueva de Cueva del Oso, de poco más de un kilóme-
Las Bernías, de 5km y desnivel de 141m. En tro y 111m de desnivel, la Cueva de Valdes-
un estrato inferior se desarrolla el Sumidero caño, de 1km, El Covarato, de -136m, y la
de Lunada, con más de 3 km de desarrollo y Torca del Haya, de -108m de desnivel (Ruiz
-358m de desnivel y, un poco más baja, la et al. 1992: 90, 132 y 134; E.G. 2003).

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Hasta aquí y siguiendo un criterio espe- ción de un área.
leológico se han recogido 98 cavidades, Las unidades geomorfológicas en las
muchas de ellas publicadas en su momento que se ubican las más importantes cavida-
en el Kaite 6 (G.E. Edelweiss 1992), que des se recogen en el mapa de distribución
superan un desarrollo topografiado de más de unidades geomorfológicas (figura 1) y en
de 1.000m y/o un desnivel de más de 100m. la tabla de Geomorfología y Karst de la Pro-
Y otras, incluso surgencias impenetrables, vincia de Burgos. Esta clasificación se ha
que hemos considerado relevantes por dife- efectuado atendiendo a los criterios efectua-
rentes motivos que ponen en evidencia un dos por diversos autores en diferentes
importante karst. momentos (Plana 1981; Martín 1992) y con-
Entre todas acumulan siste en divisiones sucesivas a partir de las
un desarrollo de 345km, 5 grandes áreas geomorfológicas ya antes
siendo uno de los objeti- reseñadas: el Sector Vascocantábrico, la
vos de este artículo deter- Depresión del Ebro, la Cordillera Ibérica en
minar como se distribuye sus dos grandes divisiones, el Núcleo de La
ese desarrollo de acuerdo Demanda y la Orla Ibérica Mesozoica y por
con su ubicación en "uni- último, la Depresión del Duero.
dades geomorfológicas" y La agrupación de los desarrollos acumu-
de acuerdo con su desa- lados según la localización correspondiente
rrollo dentro de una deter- en cada unidad geomorfológica nos propor-
minada "litología". Implíci- ciona la figura 2. Llama poderosamente la
tamente estamos supo- atención que el 95% del desarrollo acumula-
niendo que el indicador do de toda la provincia se implante en el
"desarrollo acumulado" de Sector Vascocantábrico, siendo el Gran
los conductos espeleo- Flanco Norte del Sinclinal de Villarcayo y la
lógicos, es decir accesi- Divisoria Cantábrica Monoclinal las unidades
bles a la exploración, es geomorfológicas más privilegiadas acumu-
un factor proporcional a la lando entre ambas el 84% del total.
intensidad de la karstifica-
Figura 1
Distribución de las unidades
geomorfológicas
Unidad geomorfológica

Divisoria cantábrica monoclinal 93.513

Gran flanco monoclinal


Banda replegada 20.289 193.818

Paramos 19.490

Borde meridional de la Coordillera


Cantábrica
Orla ibérica mesozóica 9.663

Borde septentrional de la Demanda 5.686


Figura 2
Depresión del Duero 2.500
Desarrollo acumulado de cavida-
des por unidades geomorfológicas. Desarrollo acumulado (metros)

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La clasificación de los materiales en los cantábrico.
que se desarrollan las cavidades relaciona- · El tramo más intensamente karstificado de
das se ha efectuado situándolas sobre el la provincia de Burgos corresponde a la
plano 1:200.000 del Atlas del Medio Hídrico alternancia de calizas arrecifales y depósitos
de la Provincia de Burgos (ITGE 1998). Se terrígenos del Complejo Urgoniano del
han obtenido de esta manera 8 series litoló- Aptiense-Albiense con un índice de caverna-
gicas en donde se desarrolla algún tipo de miento 1,16km/km2. Hay que tener en cuen-
manifestación kárstica como se muestra en ta que estos materiales sólo afloran en Bur-
la tabla inferior. gos en una muy pequeña porción de la Divi-
Llamaremos la atención sobre tres pun- soria Cantábrica Monoclinal y que se extien-
tos: den hacia Cantabria, bajo cuyo subsuelo se
· El tramo carbonatado del Cretácico supe- desarrollan sistemas como el del Gándara
rior (tramo inferior del Coniaciense - Turo- (>100km) o la Cueva del Lobo (14.780m).
niense) es el que ocupa mayor extensión y · Por el contrario, el tramo de la serie carbo-
en donde se desarrolla el 71% de todo el natada del Cretácico superior (tramo supe-
desarrollo acumulado. Una visión más deta- rior) del Campaniense-Santoniense, aun
llada indica que esa distribución no es uni- siendo muy extenso, apenas presenta gran-
forme ya que de ese porcentaje, el 85% se des cavidades, excepción hecha del Pozo
acumula en el afloramiento coniaciense del Azul.
Flanco Norte Monoclinal del Sector Vasco-

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Características del karst

El exokarst de La Tesla o, el más modesto en desarro-


Los procesos de disolución de las rocas llo, pero no menos espectacular, desfiladero
dan lugar a diferentes formas de relieve si se de La Yecla, excavado por el arroyo del
producen en la superficie (exokarst) y a pro- Helechal al atravesar las margocalizas y
cesos de cavernamiento si se producen en calizas cretácicas de las Peñas de Cervera.
el interior de la tierra (endokarst). En Burgos, Existen casos en que el condicionamiento
el afloramiento de materiales susceptibles kárstico se ha impuesto al fluvial como es el
de cavernamiento se cuantifica en 2.108km2 caso del puente natural sobre el río Nela y
(1), lo que supone un 15,03%. sobre el que se levanta el pueblo de Puente-
Son muchos los ejemplos de formas dey.
exokársticas que afectan al paisaje burgalés Aún cuando el circo de San Bernabé y
por lo que sólo citaremos las que a nuestro el Sumidero del Guareña sean un magnífico
juicio nos parecen las más notorias. ejemplo de valle ciego en fondo de saco,
Los cañones y hoces se hayan especta- tenemos otro hermoso ejemplo en el valle en
cularmente representados por la incisión flu- donde se sitúa la Cueva del Agua de Bas-
vio-kárstica que ha desarrollado el río Ebro concillos del Tozo.
al atravesar las calizas de los Páramos, la Las dolinas son depresiones cuya planta
Banda Replegada de Manzanedo y la Sierra es más o menos circular con formas próxi-

Puente Natural de Puentedey


Foto Miguel A. Martín Merino

(1) No se han tenido en cuenta las "calizas del Páramo" depositadas en la Cuenca del Duero, dado el
carácter excepcional de desarrollo de cavidades como la "Cueva de Román" en el páramo de la ciudad
romana de Clunia. Tampoco se ha tenido en cuenta la extensión del karst de yesos de La Bureba, dado
que principalmente en él se desarrollan fenómenos de subsidencia, ni los conglomerados de la Sierra de
Neila donde se encuentra los fenómenos exokársticos de Las Calderas y Los Valladares

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Valle ciego y valle "reculée".
mas a los embudos, o en forma de artesa, o desarrollado en el Gran Flanco Monoclinal Sumidero del río Hurón y
con las paredes escarpadas con un fondo situado al N del Sinclinal de Villarcayo donde Surgencia del Rudrón
plano. Destacaremos como ejemplos la se encuentren las galerías con más desarro- Fotos Miguel A. Martín Merino
Hoya de los Caracoles en la Cueva del Agua llo longitudinal, constituyendo algunas de
de Basconcillos, que permanece colgada ellas auténticos ejes vertebradores del siste-
sobre los niveles actuales de circulación o la ma de conductos. En el Complejo Kárstico
Hoya de Piscarciano, que en ocasiones se de Ojo Guareña podemos destacar como
ve inundada. También son dignas de ejemplo, el caso de la Galería del Aburri-
reseñar las depresiones o uvalas, producto miento, que forma parte de la llamada
de la coalescencia de varias dolinas, que Segunda Axial, la cual, casi sin conductos
existen en Monte Santiago, o el caso de las laterales, adaptada a la pendiente estructu-
denominadas localmente "navas", situadas ral y condicionada en dirección por la pre-
entre el Páramo de Sedano y el Sinclinal de sencia de una falla se anega al interceptar el
Canales de disolución en la
Valdivielso, en la Zona Tectónica de Zaman- nivel freático (Sifón Terminal-Resplandor) y pared de un lapiaz .
zas, depresiones kársticas en cuyo fondo se llegar hasta el Sector Resurgencia. Foto Francisco Ruiz García
sitúan sumideros o ponors, caso de la Torca
de la Nava en Dobro. En este caso, todas
esas formas deprimidas forman parte de una
depresión mucho más extensa como es un
polje.
Los lapiaces son formas exokársticas
de disolución, causadas por las aguas
meteóricas, que se manifiestan en forma de
estructuras superficiales de disolución del
substrato rocoso. El fenómeno se puede
estudiar en cuanto a su extensión como a
las formas generadas, pero en general se
puede resumir en la formación de agudas
crestas y profundas grietas, en cuyos bordes
se presentan acanaladuras y ondulaciones.
Son espectaculares, debido a las aportacio-
nes nivales y a una litología favorable, los
lapiaces situados en los Montes del Somo y
Valnera.

Endokarst
Las galerías
Las galerías son conductos más o
menos horizontales que se han desarrollado
a favor de los planos de debilidad de la
masa rocosa en las que la longitud es la
característica geométrica más importante.
Por su extensión (235km 2), es en el karst

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Otro ejemplo destacable de gran desa- condicionamiento estructural y en los que la
rrollo longitudinal es el caso de la Sima del circulación fue buscando la profundidad
Hayal de la Ponata en Sierra Salvada, cuya creando un Sistema Multinivel, en el que los
entrada principal se sitúa en Álava. En su diferentes pisos jerarquizan la red de
enrejado de más de 40km, que mayoritaria- galerías de forma laberíntica. La intensa
mente se desarrolla en territorio alavés, se fracturación también favorece la instalación
puede seguir a la principal circulación sub- de simas, como "Dolencias". En la fase
terránea, el río de Kobata, durante 10km actual del ciclo kárstico, el río Guareña circu-
antes de sifonarse en dirección a la Cueva la en los niveles inferiores por galerías de
del Agua, en Quincoces de Yuso. (López de carácter "vadoso" hasta perderse al llegar al
Ipiña et al. 1993). nivel freático
Otro ejemplo de circulación vadosa se
La circulación subterránea encuentra en el Complejo kárstico de Monte
La infiltración del agua en el subsuelo se Santiago. El paraje de Monte Santiago fue
produce de una manera extensiva en toda la declarado Monumento Natural por la Junta
superficie de un karst y se introduce a través de Castilla y León el 14 de marzo de 1996,
de la cobertera edáfica y de las fisuras de la ya que en él confluyen extraordinarios valo-
roca hasta llegar al acuífero, sin embargo, res paisajísticos, botánicos, geológicos y
existen puntos por los cuales los cauces geomorfológicos. Dentro de estos últimos,
superficiales se infiltran directamente, son hay que destacar la impresionante cascada
los sumideros o ponors. del Nervión, producto del retroceso erosivo
Sin duda alguna, en Burgos, el más del citado río sobre el frente de la estructura
monoclinal. La presencia de depresiones y
uvalas, producto de la coalescencia de las
alineaciones de dolinas son los fenómenos
exokársticos más importantes.
El conjunto formado por la surgencia-
sumidero de Fuente Santiago, la Sima III y la
Cueva de las Paúles, tejen una red de con-
ductos de carácter vadoso y activos que
conducen el agua hacia las surgencias situa-
das en el frente de la cuesta, siendo Ojo
Lezea y Tortatela las más importantes. El
desarrollo topografiado de estos conductos
es de 5.350m.
Es de destacar el proceso de hundi-
miento de una galería formando así la dolina
de Fuente Santiago, lo que ha permitido el
acceso a un tramo de la circulación subterrá-
nea.
famoso es el Ojo del Guareña, situado al pie
Esquema de la circulación
subterránea en el Complejo
del anfiteatro de San Bernabé. Hoy en día Los pozos
Kárstico de Ojo Guareña. es la última etapa de un ciclo, que comenzó Los pozos son conductos netamente
(Ruiz García, 2002) en los niveles superiores, representados por verticales, generalmente ligados a fracturas
los accesos de la cueva de San Bernabé y muy claras, que permiten una infiltración
de la ermita, y que dan lugar a galerías de rápida de las aguas en profundidad, muchas
gran volumen, en las que se puede ver el veces aparecen consecutivamente, hasta

Perfil del Sistema del Hayal de


la Ponata y relación con la
Cueva del Agua de Quincoces.
(Topografía: G.E.Alavés)

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52
Perfil proyectado del sector Dédalo
Oeste del Complejp Kárstico de Ojo
Guareña.
Topografía: G. E. Edelweiss

Perfil Suroeste-Nordeste del karst


de Monte Santiago
Dibujo Francisco Ruiz

Red de conductos del Complejo


Kárstico de Monte Santiago
Topografía: G.E.Edelweiss

encontrar una galería horizontal o un nivel kárstico, circunstancias que en Burgos con-
impermeable, caso de la Torca de los Morte- curren en los Montes de Valnera, en donde
ros, del Sistema de la Peña del Trillo-La Tra- posiblemente haya que añadir una acción
masquera o del Sistema de la Cubada Gran- postglaciar; concretamente en el propio Cas-
de, tambien claros ejemplos de Sistemas tro Valnera y en el macizo de Imunía se
Multinivel(2). emplazan 15 pozos que superan los 100m
Para la formación de grandes pozos se de vertical absoluta y 3 cavidades que supe-
requiere un fuerte potencial orográfico y ran los 400m de desnivel. (García 2001)

(2) No incluimos en este apartado a las "chimeneas", también conductos verticales pero en los que el flujo
circulante es ascendente, caso de la surgencia de Fuente Azul, que veremos más adelante.

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53
Perfil de la
Torca de los Morteros

Sistema Peña del Trillo- La


Tramasquera

Perfil proyectado
Sistema de la Cubada Grande

La Torca de los Morteros es una cavi- lizadas a través de estrechísimos meandros


dad estructurada en niveles horizontales o laminadores, impenetrables al cabo de
escalonados, formados por conductos inacti- unas decenas de metros. (Puch 1988 y com.
vos, generalmente amplios. Sobre ellos se pers.)
ha excavado una red activa más moderna, El Sistema de la Peña del Trillo está
que desciende a través de grandes pozos estructurado en tres niveles diferenciados:
(P120, P137, P233), instalados justamente Una red de pozos que profundiza hasta un
sobre fracturas y separados a veces por laberinto de galerías inactivas con abundan-
meandros, hasta alcanzar un nivel imperme- cia de desprendimientos clásticos y sedi-
able inferior, coincidente con una alternancia mentos arcillosos. Por debajo de este nivel
de capas de caliza margosa, areniscas y intermedio discurre el nivel activo donde
margas. En ese nivel (entre -350 y -400 convergen diversos aportes que confluyen
metros de profundidad) las aguas son cana- en un único río. Estos conductos, de escasa

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54
Las grandes verticales situa-
das en el "Castro Valnera" son
claro ejemplos de pozos
"excavados" a partir de la
fracturación que afecta a los
niveles de calizas y areniscas
que conforman la estratigrafía
de la citada montaña. La infil-
tración de las precipitaciones,
mayoritariamente nivales, y en
un pasado, de origen glaciar,
han dado espectaculares sec-
ciones de formas redondea-
das.

sección ajustada a la estratificación de las


calizas margosas y margas, descienden El Pozo Azul
según el buzamiento hasta converger con El Pozo Azul es una surgencia de des-
los conductos superiores. (García 2003b) bordamiento que evacúa el caudal drenado
En el Sistema de la Cubada Grande, por un único conducto, situado casi por ente-
los pozos de cabecera, de 101m y de 50m, ro por debajo del nivel freático, resulta un
enlazados por un estrecho conducto y una claro ejemplo de karst "freático".
serie de meandros desfondados, permiten El conducto discurre por el flanco norte
alcanzar en profundidad a una caótica del Sinclinal de Sedano y tiene un trazado
galería subhorizontal a la que también es casi horizontal orientado en la dirección O-E,
posible acceder por el techo, por un enreja- perpendicular a la del buzamiento de los
do de meandros. Está desarrollada sobre un estratos (5º al S) lo que provoca un desarro-
nivel impermeable de areniscas y claramen- llo sensiblemente horizontal. (Sanz y Medina
te influenciada por una falla. En este caso la 1986).
red está jerarquizada por un colector único El Pozo Azul se sitúa en un barranco
en el que confluyen aportes colaterales. donde convergen las acciones de disolución
(García 2002b). kárstica en el banco de calcarenitas del San-
toniense medio-superior (2) y la erosión flu-
Las surgencias y resurgencias vial realizada en los tramos superiores de
Las fuentes que evacúan las aguas con- margas gris-verdosas (3) y margas, calizas y
finadas en los acuíferos kársticos reciben el dolomías arenosas (4), ya que sobre esta
nombre de surgencias si la recarga del acuí- área del flanco N del Sinclinal de Sedano se
fero proviene exclusivamente de los aportes ha instalado una serie de barrancos, a favor
de lluvia y nieve. Si el aporte principal pro- del buzamiento, que realizan el drenaje
viene de las pérdidas de circulaciones superficial hasta el río Moradillo y sobre todo
superficiales las fuentes reciben la denomi- hacia el Rudrón. El acuífero descansa sobre
nación de resurgencia. Son muchas las un nivel impermeable (1) de margas gris ver-
fuentes kársticas que se encuentran en la dosas del Santoniense inferior-medio. (Orte-
provincia de Burgos por lo que destacare- ga et al. 2006)
mos sólo cuatro ejemplos. El drenaje hipógeo lo realiza el conducto

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Aspecto del sinclinal de
Sedano por su flanco norte.
Por debajo se desarrolla el
Pozo Azul.
Foto Francisco Ruiz García

El Barranco del Pozo Azul. A


la izquierda de la foto se
pueden apreciar los relieves
residuales de las calizas
Santonienses.
Foto Francisco Ruiz García

mente un pequeño paréntesis de inac-


tividad o de circulación libre o, tal vez,
evidenciar algún episodio paleoclimáti-
co digno de estudio.

La geología del Pozo Azul. Cueva del Agua de Orbaneja del


(Tomado de Ortega, L. I. y
Cuesta, J. ,2006)
Castillo
Está cueva forma parte de una red
compuesta, además, por las cuevas
del Níspero, Barbancho y Socueto,
del Pozo Azul, con un trazado, sensiblemen- que podríamos calificar de "delta hipógeo",
te paralelo al del citado río, y a un nivel infe- de la cual es la surgencia permanente. Es
rior, de acuerdo con los datos aportados por una surgencia de vertimiento, penetrable,
los exploradores y topógrafos. La cavidad se por la que ven la luz aguas que se acumulan
desarrolla en la zona freática, excepto la en un acuífero kárstico, desarrollado en una
zona de la Burbuja que presenta circulación estructura de plataforma y "colgado" sobre el
libre, con secciones del tipo paragenético, es nivel actual del río Ebro.
decir con velocidades del flujo que permiten Clemente Sáenz, precursor en España
la deposición de sedimentos (Sanz y Medi- de la ingeniería geológica, apuntó en 1933,
na, 1986). La anecdótica presencia de basándose en una leyenda local (Sáenz
litogénesis, pequeña y escasa, ya apuntada 1933), que el origen de las aguas está en la
por los citados autores, podría reflejar sola- Cueva del Aguanal, situada en el Páramo de
Bricia. Sin embargo la tectónica local y
las numerosas formas exokársticas de
infiltración que se sitúan en ese pára-
mo evidencian un sistema más com-
Corte estratigráfico del
plejo.
Cañon del Ebro en Orbaneja
del Castillo:
1. Calizas masivas, dolomías Sector Resurgencia de Ojo Gua-
y calizas dolomíticas. reña
2. Margas
Conjunto de resurgencias con un
Dibujo Francisco Ruiz
funcionamiento temporal: en el estío, el
río Trema aflora en una resurgencia
formada por impenetrables grietas

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conjunto de fallas que afectan a la estructura Seccion del acuifero de
monoclinal de los Montes de la Peña, hacen Ojo Guareña
Dibujo Francisco Ruiz
pensar que su cuenca de alimentación no
sólo se extienda a los citados montes sino
La Torcona en crecida.
que se encuentre en Sierra Salada. Foto Miguel A. Martín Merino

Fuente Azul
Situada en calizas cretácicas de la Orla
Ibérica Mesozoica, en las cercanías del
situadas en el propio lecho. A medida que el Monasterio de San Pedro de Arlanza, esta
acuífero entra en carga comienza a evacuar surgencia es un claro ejemplo de fuente vau-
por El Torcón, permanentemente inundada, clusiana, emplazada a favor de juntas de
y por último La Torcona, cavidad penetrable estratificación, del flanco de un anticlinal
en el límite de la zona freática y la vadosa. fuertemente verticalizado (Martín 2003).
El condicionamiento estructural de este con- Eleva las aguas desde una profundidad de
junto de resurgencias resulta evidente ya 135m (Rioseras y Burgui 2006) imponiendo Perfíl longitudinal desarrollado
de "El Bocarón", surgencia del
que se encuentran perfectamente alineadas un sentido de circulación desde niveles pro- Cadagua
con la Falla de Villamartín accidente tectóni- fundos o conductos batimétricos hasta el
co perteneciente al Área Plegada del Trema. nivel marcado por el río Arlanza. Sin embar-
Surgencia del Cadagua en
go, en el mismo entorno del Monasterio de
carga
El Bocarón San Pedro de Arlanza se observa un "by- Foto Miguel A. Martín Merino
El Bocarón, mencionada también por pass" natural del meandro del río Arlanza, a
Clemente Sáenz (1933), es una espectacu- su mismo nivel, compuesto por el conjunto
lar surgencia, tanto por la belleza de su Sumidero-Resurgen-
emplazamiento como por la violencia de sus cia de la Central
avenidas. Se emplaza en el borde del diapi- (Martín 1979).
ro de Mena al pie de los cantiles calizos de
la Peña de la Magdalena en los Montes de Las capturas de
la Peña, dando lugar al nacimiento del río cuencas
Cadagua, siendo por lo tanto de vergencia Puede ocurrir
cantábrica. que el drenaje de las
Su estratégica posición, como se ha aguas efectuado por
dicho al borde de un diapiro, asociado al las redes subterrá-

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Izquierda, anticlinal en el que
se instala la surgencia vauclu-
siana de Fuente Azul y dere-
cha, aspecto de la entrada.
Fotos Miguel A. Martín Merino
y Francisco Ruiz García

Sección del conjunto de cavi-


dades de San Pedro de
Arlanza:
1) Cueva de San Pelayo
2) Cueva-Sumidero de la
Central
3) Cueva del Gato
4) Resurgencia de la Central
5) Fuente Azul
6) Covanegra
Dibujo Francisco Ruiz

neas de conductos no tenga el mismo desti- rentes litologías que componen el Complejo
no que el de las aguas que discurren por la Urgoniano extendiéndose mayoritariamente
superficie. En la provincia de Burgos son hacia Cantabria. Guy Simonnot nos eviden-
varios los casos que hemos podido consta- cia siete, de los que denomina, "Sistemas
tar. Uno de los más espectaculares es la Hidrogeológicos" lo que supone un desnivel
pérdida del río Hurón, también conocido de 1.500m, desde el Castro Valnera hasta el
como Valtierra, y del arroyo de Mundilla en Valle del Asón. (Simonnot 2006).
la Cueva del Agua de Basconcillos del Tozo. Los que afectan a la provincia de Bur-
Este arroyo discurre por el Valle de Valdelu- gos son los dos superiores: El más alto es el
cio y su sentido natural hubiera sido confluir denominado "Sistema Hidrogeológico Lusa"
en el río Úrbel (Cuenca del Duero). Sin y está compuesto principalmente por las
embargo, al sumirse por la cueva reaparece redes de la Cueva del Lobo, de la Peña del
en Barrio Panizares convertido en el río Trillo-Tramasquera y de la Torca de Los
Rudrón (Cuenca del Ebro), hecho que tam- Morteros. Las tres se instalan en la Forma-
bién fue recogido por Clemente Sáenz. ción de las Calizas de las Machorras, pero
(Sáenz 1933). se encuentran aisladas hidrogeológicamente
En la cuenca alta del río Trueba el entre sí, sin que se tenga una idea clara del
transvase de la Cuenca del Ebro hacia la destino de las aguas que drenan. Esa forma-
Cuenca Cantábrica es muy complejo. La ción litológica descansa sobre un nivel
karstificación es muy intensa y afecta a dife- impermeable denominado Formación de las

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Fotomontaje de la Cueva del
Agua de Basconcillos del
Tozo. Basado en la ortofoto de
SigPac y la topografía del G.E.
Ribereño.

Sistemas Hidrogeológicos
del Karst de los Montes de
Valnera.

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Disposición de los conduc-
tos principales de Sierra
Salvada.
Topografías G. E. Alavés y
G. E. Edelweiss
(Martín, 2000: 47 )

Perfil esquemático del


Sistema de Pozalagua.
Topografía G. E. Edelweiss)

Areniscas del Portillo de las Escalerucas que hace que en escasa distancia se produzcan
la aísla del sistema inmediatamente inferior. drenajes opuestos: el Sistema del Hayal de
El "Sistema Hidrogeológico Gándara" se la Ponata (López de Ipiña et al., 1993) cana-
desarrolla en las Formaciones de las Calizas lizan el drenaje hacia el río Jerea (Cuenca
del Picón del Fraile y de Areniscas de Luna- del Ebro) principalmente a través de la sur-
da. La red de conductos está compuesta gencia de la Cueva del Agua en Quincoces
principalmente por la propia red del Sistema de Yuso, la cual funciona como trop-plein.
del Gándara (>100km) que transcurre desde Y pocos kilómetros más al sur, el Siste-
Bustalveinte por debajo del Picón del Fraile, ma de Pozalagua lleva las aguas hacia las
del Hojón, de la Sierra de la Helguera hasta impresionantes surgencias de Goba Haundi
verter a las Fuentes del Gándara. y Goba Txiki cuyo caudal se dirige al Cantá-
La otra cabecera de esta cuenca sub- brico
terránea, confirmada mediante trazadores, Sierra Salvada ocupa 140km2 de la Gran
se encuentra en Lunada, y está formada por Cuesta Monoclinal, a caballo entre las pro-
las cavidades de Lastrías I, Sumidero de vincias de Álava y Burgos. La red de fractu-
Lunada, Cueva de las Bernías y Sistema de ras ha motivado el desarrollo de tres gran-
las Bernías. Todo este conjunto se dispone des sistemas kársticos (Ruiz 1992; López de
en los estratos calcáreos de espesor métrico Ipiña et al. 1993, Maeztu, 1996). De N a S
y decámetrico que se intercalan entre ban- son:
cos terrígenos de la Formación de las Are- • Sistema de San Miguel el Viejo (3) de ver-
niscas de Lunada y se corresponden estra- gencia cantábrica debido al retroceso de la
tigráficamente con los conductos que discu- cabecera del Valle de Angulo.
rren por debajo del Picón del Fraile y se • Sistema del Jerea, de vergencia mediterrá-
puede extender hacia las cavidades del Pico nea, compuesto por el colector Sima de Mar-
La Miel. cenejas (5) - Pozo Nuevo II (6), Sima del
En Sierra Salvada la disposición de los Agua de los Losinos (10) y principalmente
conductos, muy marcada por la tectónica, por el Sistema de del Hayal de la Ponata (1)

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El valle de Valdelaguna. En la ver- Fuentenegra
tiente septentrional (derecha de la Foto Francisco
foto) afloran las calizas jurásicas. Ruiz García
Foto Francisco Ruiz García

y Sima del arroyo de Kobata (12), cuya prin- Esquema del acuífero de la
Sierra de Urbión. (Sanz Perez,
cipal emergencia es la Cueva del Agua de 1996 & I.G.M.E. 1978):
Quincoces de Yuso. 1. Techo del acuífero: arenis-
• Sistema de Pozalagua (2), de vergencia cas, conglomerados y margas.
cantábrica, drenada por Goba Haundi, 2. Calizas jurásicas marinas.
3. Triásico: base del acuífero,
desde sumideros como Cueva Perilde y la arcillas del Keuper.
Depresión del Hoyo.
El río Arlanza (Cuenca del Duero) tiene
su nacimiento en el paraje denominado
Fuente Sanza al pie del Puerto del Collado está compuesto por una red principal de
entre las Sierras de Neila y de Urbión. Fuen- galerías, dispuestas en tres niveles, y una
te Sanza es la surgencia principal de un serie de cavidades que fueron puestas en
acuífero que se alimenta de las precipitacio- evidencia a finales del siglo XIX al excavar
nes de lluvia y nieve pero que tiene una una trinchera para el paso del ferrocarril
recarga muy importante por parte de las pér- minero y que hoy configuran los Yacimientos
didas de los arroyos que bajan por la ver- Pleistocenos de la Sierra de Atapuerca.
tiente norte del Urbión y que debieran ir a la La dolina de hundimiento de Cueva
Cuenca del Ebro. (Sanz Pérez, 1996a) Mayor da acceso al llamado Portalón y
Las Calizas Jurásicas Marinas constitu- desde allí al nivel superior formado por la
yen una formación acuífera distribuida en Galería del Silex, Salón del Coro y Galería
una franja de materiales carbonatados que de las Estatuas. Son conductos muy evolu-
se extiende desde Urrez, los montes de Jua- cionados de amplias secciones y con gran
rros, montes de Lara, que afloran en la ver- profusión de espeleotemas que le confieren
tiente norte de la Sierra de Neila en el valle una gran belleza.
de Valdelaguna y llegan hasta las laderas El Nivel intermedio está formado por la
septentrionales de los Picos de Urbión, Galería del Silo y la Galería Baja, que acaba
constituyendo el contacto con el Núcleo colmatada por los sedimentos que entraron
Paleozoico de la Sierra de la Demanda de la por un pretérito acceso hoy llamado Sima
Orla Ibérica Mesozoica (Ruiz et al. 2008). En del Elefante.
ella se emplazan importantes surgencias El Nivel inferior se desarrolla desde la
como la de Cueva de Juarros, Fuentenegra, Sima de los Huesos, la laberíntica Cueva del
la surgencia del Río Najerilla en Neila y la ya Silo y la llamada Cueva Peluda, son conduc-
citada Fuente Sanza. También hay que citar tos de reducida sección de formas freáticas
alguna cavidad como la Torquilla de Urrez y en donde se detectan en los puntos más
la Cueva de Santa Eugenia. amplios fenómenos clásticos. El carácter
freático de este nivel se ve remarcado por la
Atapuerca profusión de chimeneas, antiguos conductos
El karst de la Sierra de Atapuerca se de evolución ascendente y, sobre todo, por
desarrolla en el flanco meridional de la Sie- una terraza fluvial que aflora en los puntos
rra de Atapuerca, un suave anticlinal, que más bajos del karst.
domina el valle del Arlanzón. El conjunto

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ACTUALIDAD
2009 LA COLORACIÓN
DEL GÁNDARA
Conectado hidrológicamente con
el Sumidero de Lunada
POZO AZUL
Nuevas exploraciones elevan el
desarrollo a 6.410m/-71m ntre los dias 7-12 de

E abril, y dando comien-


zo a la campaña de tra-
bajos del año 2009 en los
Montes de Valnera, el G.E.
n la última Edelweiss ha realizado una

E quincena de
julio, tres equi-
pos ingleses y holan-
coloración con fluoresceína
para verificar la relación hidro-
lógica entre las Cabeceras del
deses han coordinado Gándara, concretamente el
la exploración de la Sumidero de Lunada (Bur-
cavidad. John Volan- gos) y las surgencias del Sis-
then (Cave Diving tema del Gándara (Cantabria).
Group) y Rene Hou- Foto JP Bressel Con esta coloración se ve confirmado que el sistema de con-
ben (Dutch Cave Dive ductos de Lastrías, Cueva y
Group) ampliaron la punta de exploración en el sifón S2 de Sistema de las Bernías son
Pozo Azul a 4.395m, en una inmersión de 12 horas. una de las cabeceras de cap-
Tres días después, Jason Mallinson (Cave Diving Group) tación del Sistema del Gánda-
amplió la punta de exploración en el sifón S2, a 5.020m, en ra, conformando una red de
una inmersión de poco más de 20 horas. cavidades que pudiera alcan-
Cuatro días después, Rick Staton (Cave Diving Group) zar los 125 km con una desni-
avanzó por el segundo sifón S2 5.160m hasta alcanzar una vel cercano a los 1.000 m. Se
segunda galería aérea de 90m de recorrido. Seguidamente confirma también un transvase
exploró 160 metros en el nuevo sifón S3 de la cavidad, subterráneo de las aguas de la
alcanzando una profundidad máxima de 8m. Cuenca del Ebro hacia la
El gran colector subterráneo del Pozo Azul continúa. Cuenca Cantábrica.

ción con los yacimientos pleistoce-

ATAPUERCA nos que contiene", obteniendo la


máxima calificación de sobresa-
Tesis doctoral sobre el Karst liente "cum laude".
La dirección de la tesis corrió a
de Atapuerca en la UBU cargo de Alfredo Pérez-González,
del Centro Nacional de
Investigación sobre la Evo-
lución Humana y coordina-
l pasado 11 de mayo de dor de las investigaciones

E 2009, Ana Isabel Ortega


Martínez, miembro del
Grupo Espeleológico Edelweiss
geológicas realizadas en
Atapuerca en los últimos
20 años y la codirección
de la UBU Enrique Aracil y el biólogo y
especialista en karst de la Universidad de
las Islas Baleares Ángel Ginés.
desde 1979, y participante desde en el profesor de la UBU Este trabajo de investigación sobre el
1981 en los diferentes proyectos de José Miguel Carretero. karst de la Sierra de Atapuerca ha permiti-
excavación de la Sierra de Atapuer- Formaron parte del tribunal do establecer la evolución de sus cavida-
ca, defendió en la Universidad de los codirectores del EIA des, elemento básico para contextualizar
Burgos su tesis doctoral "La evolu- Foto Ángel Ayala. DB Juan Luis Arsuaga y la formación y evolución de los yacimien-
ción geomorfológica del karst de la Eudald Carbonell, el geólo- tos arqueo-paleontológicos de esta sierra,
Sierra de Atapuerca (Burgos) y su rela- go del CENIEH Alfonso Benito, el geólogo Patrimonio de la Humanidad.

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