Cardozo
Cardozo
Lo siento mucho papá, porque creo que esta es la última vez que me podré dirigir a vos. En
serio, lo siento mucho.
Es tiempo de que sepas la verdad. Voy a ser breve y claro: la droga me mató, papá. Conocí
a mis asesinos a eso de los 15 o 16 años de edad. Es horrible. ¿No es cierto, papá?
Un ciudadano elegantemente vestido y que se expresaba muy bien, nos presentó a nuestro
futuro asesino: la droga. Yo intenté rechazarla. De veras lo intenté, pero este señor se
medio en mi dignidad diciéndome que yo no era hombre. No es necesario que diga nada más,
¿no es cierto?... Ingresé al mundo de las drogas.
No hacía nada sin que las drogas estuvieran presentes.
Yo sentía más que las demás personas, y la droga, mi amiga, sonría…
¿Sabes papá?: cuando uno comienza, entra todo ridículo y muy divertido. Incluso a Dios lo
encontraba ridículo. Hoy, en este hospital, reconozco
que Dios es lo más importante en el mundo, sé que sin su
ayuda no estaría escribiendo lo que escribo.
Por favor, hace eso papá, antes de que sea demasiado tarde para ellos también.
Perdóname papá, ya sufrí demasiado.
Perdóname por hacerte sufrir también con mis locuras.
Adiós, querido papá.
Nota: el autor de esta nota falleció a pocos días de escribirla, por abuso de drogas.
¡ Perdón mamá !
Tengo veinte años, provengo de un pueblo del interior, soy el mayor de siete hermanos y
estoy preso desde hace un año por consumo de drogas.
A los quince días vino mi madre a visitarme y al verme tan mal le dio un ataque y murió en
mis brazos.
Desde ese momento estoy desecho y no tengo ya lágrimas para llorar. Mis hermanos me
acusan de que mate a su madre, mí madre. Lo reconozco y la culpa la llevo como un puñal
clavado en mi corazón día y noche. Pienso que no lo podré sacar jamás. Sueño que no es
cierto, pero cuando despierto caigo en la cuenta que es verdad. Le pido a Dios morir, ya que
no soporto más vivir con este dolor. Para mi se acabo la vida.
He sido victima de los que venden droga. Si supiera el mal que hacen no lo harían……