0% encontró este documento útil (0 votos)
10 vistas16 páginas

Redes Social Es

Cargado por

kamisaky
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
0% encontró este documento útil (0 votos)
10 vistas16 páginas

Redes Social Es

Cargado por

kamisaky
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 16

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

Bauman: algunos debates en torno a la modernidad

Luz Mara Salazar* 130

2007

La coleccin Documentos de Investigacin difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicacin definitiva de sus textos. Se agradecer que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente el texto original del presente documento, por lo que tanto el contenido como el estilo y la redaccin son responsabilidad exclusiva del(de los) autor(es). D.R. El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec, Mxico. Telfonos: (722) 279-99-08, 218-01-00 y 218-00-56; fax: ext. 200; E-mail: [email protected] Correspondencia: Apartado postal 48-D, Toluca 50120, Mxico.

*E-mail: [email protected]

Luz Mara Salazar

Resumen: El inters del trabajo reside en analizar cmo se movilizan algunos conceptos y debates centrales en lo que se ha constituido acumulativamente la propuesta de Zygmunt Bauman. La discusin sobre una nueva modernidad, la modernidad lquida opuesta a lo slido, lo definido, cargado de racionalidad, orden y certezas, se erige en los escenarios desencantados y derivados de las nuevas formas de la economa, el trabajo, los presupuestos de la morfologa social, el conocimiento y la tecnologa de la comunicacin.

Palabras Clave: modernidad, orden, caos, modernidad lquida, racionalidad, ambivalencia, tiempo/clase, tiempo/espacio.

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

INTRODUCCIN
La obra de Bauman analiza diferentes problemas y acontecimientos de la historia reciente y de la vida contempornea. Se desarrolla en temas tan variados como: la poltica, la ciudad, la sociedad de consumo, la configuracin de las relaciones cercanas e ntimas como el amor, la solidaridad, y la amistad, que estructuran la cotidianidad del sujeto en el escenario de la modernidad lquida y en la fase de la globalizacin. En este texto, pretendemos analizar en el planteamiento del autor cmo se movilizan algunos conceptos y polmicas centrales del pasaje de la modernidad slida regida por la racionalidad, a la modernidad lquida regida por la ambivalencia. Bauman analiza la aparicin de nuevas condiciones en la sociedad actual que lo llevan a proponer analticamente un cambio o transformacin en el contenido de la modernidad, propuesta en la que subyacen algunos debates que atraviesan su obra y que nos parece relevante comentar. Abordamos tres debates: orden vs caos, modernidad slida vs modernidad lquida, y Espacio/clase vs tiempo/espacio, con el fin de situar las principales transformaciones de la nueva modernidad en dos mbitos: el sistema y el sujeto1.

Orden vs caos El punto de partida de este debate est en que la modernidad se ha propuesto a s misma el orden, la realidad clasificada, sucesiva y continua. El orden es el arquetipo que subyace a todo escenario, a partir del cual toda realidad, morfologa social y conocimiento, se estructuran como sus metforas ms elaboradas, mas sostenidas, en permanente tensin contra sus ntimos contenidos que mostraran su variabilidad incesante y su riesgo. La bsqueda del orden es una empresa de riesgo porque el supuesto de las entidades independientes, autnomas y diferenciadas, ordenables, encuentra sus lmites en los enlaces auto-contenidos de su propia existencia y reproduccin. Es decir que la pretensin de conocer el orden interno de las entidades autnomas lleva necesariamente a reconocer que el lmite de accin de estas, es una cohorte establecido heursticamente en funcin del conocimiento cientfico en la versin de la explicacin. En

1 Bauman desarrolla su propuesta sobre las caractersticas que definen las relaciones sociales y la estructura social, econmica y poltica en la modernidad lquida y en la globalizacin. Hace referencia aldebate terico contemporneo modernidad/

posmodernidad, analiza los diversos escenarios que le dan forma finalmente a un nuevo modelo y caracteriza porqu las expresiones de la realidad lquida se vuelven hegemnicas en el proyecto de la modernidad contempornea. Por su puesto que el desarrollo de su propuesta reclama las mltiples referencias al debate modernidad/posmodernidad en las Sociologa y las ciencias sociales, y a otros aportes que no pertenecen al mismo como las deudas con los aportes de la teora antropolgica y de la etnografa, por ejemplo a los de Geertz (1994) que se inscriben en el anlisis de la produccin de sistemas culturales, en la documentacin de sociedades tradicionales, y en el fortalecimiento del conocimiento local.

Luz Mara Salazar

funcin de esto todo orden es parcial y est enlazado con otras entidades de funcionamiento diverso y dinmico que en conjuncin estructuran una complejidad que no se puede observar solamente en acciones reducidas de orden. A partir de esta advertencia Bauman analiza el proyecto de sociedad garantizado por presupuestos rgidos y coactivos, hacia el trnsito a una sociedad con una lgica de accin inesperada, imprevisible e inevitable. Un mundo ordenado es: - aquel que se puede intuir en una lgica de funcionamiento regular; - aquel en el que se pueden calcular las probabilidades de un acontecer buscando afianzar todo margen predictivo de su plausibilidad. Es decir, que mediante la vinculacin de ciertas condiciones y efectividad de ciertas acciones en el pasado se estructuraran las guas conocidas y certeras de logros inmediatos y derivados, para disear y controlar el futuro, tanto como para prever los acontecimientos y comportamientos; - aquel en el que se busca fluir con ciertas garantas o seguridades reduciendo la ambivalencia a cero, en tanto que asume el problema del descubrimiento, del conocimiento, de la aplicacin de tecnologa, de la racionalidad, y, del control de la intervencin aleatoria de alteraciones posibles, en un margen de accidentalidad previamente tolerado; - supone clasificacin, segregacin, delimitacin, entidades autnomas y diferenciadas actuando solas y al mismo tiempo con capacidad de interactuar con otras similares o complementarias; es decir supone partes especializadas de una unidad mayor clase a la cual se subordina su definicin tpica y constante; - aquel en el que el orden es principio y estrategia para vencer la incertidumbre y la ambigedad. Orden clasificatorio posible por la nominacin lingstica que estructura el principio de la supervivencia humana en el registro de la memoria, el aprendizaje y la reproduccin social, a partir del complejo naturaleza/cultura;

- aquel que establece en el clculo racional costo/beneficio un a priori necesario para la existencia, reproduccin e incremento, como un argumento de la economa social en el cual todo consumo trasciende al individuo y enlaza el gasto social en la perspectiva de un orden y una esttica societal. - Supone un diseo racional en cada uno de los elementos que se debe manifestar en estructura, forma, funcionamiento e interaccin, es decir en un sistema. Lo cual confirma por exclusin que el orden no es el caos. Un mundo del caos se representa en: - aquel que da cabida a la heterogeneidad simultnea, que valida en los particularismos la multiplicidad del desarrollo diverso; la realidad se lee entonces como el acontecer descontrolado, imprevisto y desregulado, no armnico, no sujeto a un modelo y un ciclo rector orden. Aparece entonces lo casustico como un escenario de ocurrencia significativo; - recuperar el arquetipo del extrao para resolver la lectura social y econmica de lo otro, del tercer elemento o de otros elementos que intervienen en la morfologa de la realidad social por fuera de las oposiciones duras afirmativo/negativo, aceptado/excluido, interior/ exterior, moderno/caduco, tipo/desclasado-. Este extrao no sustituye ninguno de los componentes duales de la oposicin binaria, ni a sta misma, no la niega ni la afirma. La descentra como nico criterio de composicin y direccin del movimiento de lo social. Lo otro, con capacidad de expansin y con tendencia a tener espacios hegemnicos, puede ser mltiple, no nico, puede ser espontneo no necesariamente permanente, puede ser contingente, heurstico y no predeterminar el siguiente escenario real, ah est su poder de generar una condicin de caos. - los criterios de verdad y falsedad son desplazados por los de realidad diversa; - prima el criterio de improvisacin ligado a la creatividad instantnea para regir la solucin de las demandas sociales que por su produccin y presin incesante pareciera que

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

preestableciera y colocara en primer plano de accin el sentido contingente. Surge la indeterminacin como presin intelectual porque no hay ruta conocida en el presupuesto de la accin y se derivan entonces en los problemas hermenuticos que quedan contingentemente instalados en el plano de la comunicacin convencional, de la disposicin inicial, o en el mejor caso, de lo pendiente, de lo siguiente. Esta indeterminacin aplaza pero no disipa y menos resuelve, un nivel de conflicto o de friccin generada en formas sedimentadas en la arquetpica del sistema social, que dispona el flujo de las relaciones.

las nuevas formas de organizacin de las instituciones reguladoras de toda insercin individual. La modernidad slida est representada en supuestos de: - Seguridad coactiva que deviene de los objetivos de verdad, justicia, y homogeneidad como derivados del acto reflexivo que universaliza las garantas; - La consolidacin del Estado nacin para instaurar los principios sociales universales que derivan de el sistema de derechos, la condicin de ciudadanos, regulacin socio jurdica en la morfologa del parentesco y la reproduccin social; - las relaciones de certidumbre dadas a travs de los hilos conductores del trabajo, el conocimiento experto, el conocimiento cientfico, el progreso, y la tcnica como directrices del progreso y cambio social; - la referencia de la estabilidad social cercana, desarrollada en los diferentes niveles del sistema de estratificacin y que a su vez se consolida en los subsistemas de confianza, solidaridad, amistad; - identidad colectiva a partir de la pertenencia a la condicin preestablecida de la la clase, el sector, el grupo, la nacin, que involucra una caracterizacin casi holista de las similitudes; - accin poltica que aborda desde la modalidad de participacin representativa la definicin del conflicto social hasta la negociacin de los pactos y su alcance. La modernidad lquida esta representada en: - la ambivalencia que experimentamos como un desorden en funcin de la incertidumbre permanente, del sentimiento de inseguridad y confusin, en la toma de decisin a partir de la improvisacin que presiona sobre la exaltacin de los impulsos contradictorios, incesantes e inestables; - la contingencia que se manifiesta en el obrar desde la libertad, diversidad, y diferencia, y que hace de la experiencia parcial que constituye cada momento, segmentos discontinuos, atomizados y/o no estructurados,

Modernidad slida vs modernidad lquida El trnsito de la modernidad slida a la modernidad lquida se observa como un movimiento crtico que conlleva transformaciones en el nivel del sujeto y del sistema social. Las transformaciones mas significativas de este pasaje se dan en las dimensiones de: las nuevas medidas de tiempo/espacio, las nuevas relaciones en produccin/capital/trabajo, las nuevas configuraciones del conflicto-socia/pacto-poltico, el nuevo significado del consumo/necesidad/deseo-anhelo, los contenidos que redefinen a la comunidad/colectivos/individuo. Los marcos de referencia cargados de seguridad, confianza, previsibilidad, duracin, se van debilitando progresivamente en su contenido conceptual y operativo, dando paso a escenarios que comprometen las experiencias ntimas del sujeto y los compromisos institucionales del sistema, en realidades transitorias. Observa la sociedad contempornea globalizada a travs de una realidad que se impone con la lgica de la ambivalencia para explicar e interpretar las dinmicas actuales en dos temporalidades: la modernidad del siglo XX y la modernidad en la fase actual de globalizacin. La hegemona de las dinmicas derivadas de la globalizacin, es lo que ha hecho desbordarse la ambivalencia como modo de accin que subyace a las interacciones sociales, y que se refleja en

Luz Mara Salazar

no integrados, entre el flujo de la realidad individual y societal. Inseguridad y dificultad de decidirse. No es slo la incapacidad de decidirse, sino el cmo decidirse, el qu decidir, cual decisin otorga mayor seguridad de eleccin acertada frente a: la necesidad, el deseo, la economa social que conlleva todo consumo inmediato y mediato, y los encadenamientos de mediano y largo plazo ante una eleccin que represente compromisos en tiempo y recursos; La configuracin de nuevas clasificaciones de organizacin y pertenencia a la estructura y estratificacin social. Lo cual presume que ha cambiado las formas en que se construa la identidad y la solidaridad social y que produce la adscripcin fragmentada del individuo en ciertos mbitos de accin no necesariamente conectados entre s. Son significativamente las instancias colectivas de la seguridad slida las que han sido transformadas y trastocadas: un caso son las formas de organizacin laboral bajo modalidades de privatizacin y desregulacin de la relacin ocupacional y contractual, que desvincula diferencialmente a los agentes econmicos de los procesos de produccin y circulacin de capitales. Lo cual ha debilitado las seguridades del trabajador en las formas de insercin, participacin, duracin y desvinculacin del sector, y en consecuencia en su propia historia laboral. Un efecto de la privatizacin se refleja en que la bsqueda de progreso ya no es una empresa colectiva sino individual, y las elecciones de cada uno estn en funcin de su propio diseo de perfil laboral, social y poltico que ser ofertado a la estructura del mercado, pero tal no recae en una responsabilidad o una formacin, de la sociedad o los colectivos econmicos. El pacto econmico social entre capital y trabajo que pasaba por la intervencin reguladora del Estado, se debilita, y se desarticula como instancia subsidiaria de la produccin social. En el escenario de la globalizacin, el conflicto central entre capital y trabajo se transforma. El hecho de que el capital se produce

complementariamente en otro mbito econmico distinto al solamente productivo, el financiero, y la capacidad de movilizacin cuasi-inmediata y atemporal de los capitales va los nuevos medios de sistemas de transferencia, hace que el conflicto poltico gire hacia un conflicto econmico y se resuelva cada vez mas al margen de la intervencin poltica de los Estados, y de los colectivos sociales de los trabajadores. Bauman plantea el debilitamiento de los gobiernos nacionales en su capacidad intervencin y decisin en la relacin capital trabajo, como efectos inhabilitantes de la globalizacin por un debilitamiento poltico del Estado hasta su reduccin cuasi-total. La prdida de los espacios logrados residen en el fracaso de las polticas sociales para solventar los requerimientos de inversin paralela que necesitaba la inversin productiva y la no creacin de nuevos espacios. Uno de los monopolios que mantiene el Estado es la parcial regulacin jurdica de los mercados, pero en tanto las imposiciones de estos diluyan las regulaciones, la prdida de esta funcin los debilitara an mas y lo que queda es un incremento de regulacin autnoma de la acumulacin del capital (Bauman, 1998). Las polticas de flexibilizacin y desregulacin orientan las reformas en el sistema laboral en cuanto a su rigidez jurdica y econmica. La flexibilidad se impone como criterio universal de racionalidad econmica y se aplica a las dinmicas de oferta y demanda. Esto requiere una nueva legislacin que libere los criterios de proteccin, estabilidad y salario, eliminando las distorsiones que son representadas por las tendencias polticas de la resistencia obrera ante la prdida o disminucin de derechos adquiridos; y, que libere tambin los obstculos a la competitividad pura (Bauman, 1998). - En el mbito del mercado, la sociedad es un conjunto de individuos consumidores, que orientan su consumo por el deseo y anhelo ms que por la satisfaccin imponderable de las necesidades. Orientarse por el acto compulsivo del consumo se explica como una adiccin defensa contra sentimientos de

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

angustia e inseguridad que el individuo solo puede compensar mediante la posesin de bienes que transfieren imgenes de pertenencia simultnea y ambivalente a una contemporaneidad global y local. - los presupuestos de la organizacin familiar, las relaciones cercanas y micro se transforman de ser seguras, estables y duraderas en funcin de compromisos y representaciones a mediano y largo plazo, a ser vnculos vulnerables y transitorios e inestables en funcin del incremento o fortalecimiento de la individuacin. Los sentimientos, la composicin de los vnculos afectivos, y la constitucin emocional del sujeto estn permeados por la lgica del mercado y del consumo, la razn instrumental, la historia de las relaciones sociales familiares patolgicas que vulneran diferentes mbitos del sujeto, la tecnologa en los vnculos amorosos, y el condicionamiento inestable bajo relaciones de desigualdad. (Bauman 2005b)

ESPACIO/CLASE VS TIEMPO/ESPACIO
El debate de espacio/clase y espacio/tiempo como directrices de organizacin social se desarrolla en el marco de la modernidad lquida y de globalizacin. Las categoras de tiempo espacio vinculadas a la clase social en las dinmicas econmicas contemporneas plantean una lgica dual en la adscripcin de los grupos sociales: aquellos que pueden movilizarse, autonomizarse, reconfigurarse, y que conforman los grupos supranacionales, y, aquellos que permanecen inmovilizados, atados al territorio en la dimensin local de la clase y la identidad. El cambio en las concepciones de tiempo/ espacio tiene impacto en la estructuracin de las sociedades y comunidades territoriales/locales, y globales, lo cual redunda en la relacin y tensin de la estructura de clases sociales. En funcin de que la propiedad es un elemento constitutivo de la clase, uno de los efectos que impacta la estructura de clase es la nueva versin de la propiedad absentista (Bauman, 1998a), es de-

cir la independencia de las elites globales con respecto a las unidades territoriales en donde se asientan temporalmente sus unidades econmicas de produccin, financiera, y de mercados. Lo cual tiene varios efectos significativos en las dinmicas prcticas del sistema: la desterritorializacin de los capitales, bienes y procesos laborales. Bauman (1998a:31). La movilidad adquirida por los inversionistas como dueos de capital, los desconecta en un altsimo grado de las obligaciones y relaciones directas que tradicionalmente los comprometan con los capitales productivos y los trabajadores. La extraterritorialidad social ubica a las nuevas elites en supra-locales, y supranacionales, polticamente inaccesibles y en consecuencia desarticuladas de todo canal de relaciones y negociaciones directas con otros grupos diferente a sus socios financieros, por lo que la cada vez mayor separacin entre la cima y la poblacin base, fortalece una de las ventajas mas codiciada y apreciada del capital flotante: la desarticulacin de las responsabilidades y costes laborales, su traslado a la responsabilidad individual, y la desvinculacin del Estado como entidad de intermediacin y resolucin de los conflictos polticos con el capital. En este sentido las nuevas elites se autonomizan de los compromisos sociales del crecimiento del capital. (Bauman, 1998a, 1998b) El incremento de la separacin entre las elites globales y las localidades revierte en una prdida de poder y de capacidad poltica de las ltimas. Invisibiliza y desestructura las manifestaciones directas de conflictos sociales existentes y latentes, y los desplaza a expresiones y dimensiones globales, mundiales, sistmicas, (Bauman, 1998a:31). Esta parte del debate espacio/clase es reiterado en Bauman, y lo articula a varios tipos de problemas como las nuevas polticas de los procesos de trabajo (1998a, 1998b), la disposiciones espaciales urbanas en la ciudad capitalista desde principios del siglo XX (2005), la libertad y velocidad de los movimientos tecnologa de las comunicaciones- (1998, ), el diseo social de aislamiento del individuo (2005a, 2005b 2002), la heterogeneidad y desigualdad entre poblaciones y regiones (1998a), el desmonte

Luz Mara Salazar

creciente de los sistemas de proteccin y seguridad social (Bauman:1998a), que finalmente son factores vinculantes al intento de sistematizacin de las consecuencias humanas a partir de la globalizacin progresiva. La parte de este debate que corresponde a la unidad espacio/tiempose vincula a otros efectos de la modernidad lquida y la globalizacin como procesos paralelos que generan usos y prcticas homogeneizantes y al mismo tiempo polarizan las diferencias, y cuyos cambios se derivan de la tecnologa de la computacin, la informacin y de la comunicacin (Bauman 2002, 2005, 1998b). Se aborda necesariamente el vnculo de la red en dos perspectivas: la red social, a partir del desarrollo de la informtica que define nuevas lgicas y funciones en las relaciones sociales; y la red supra-espacial que redefine las relaciones de poder, las relaciones sociales de produccin y circulacin. Todas logradas a partir de la transformacin y reorganizacin de los enlaces de la comunicacin. En el debate espacio/clase - tiempo/espacio, uno de los mbitos donde se observa el efecto de transformacin es en la constitucin del sujeto. Son las diferencias entre el sujeto dado en la condicin local y aquel que se estructura a partir de las dinmicas globales, las que dan cuenta de las diferencias: 1. Hay una diferencia de espacialidad. Lo local tiene una territorialidad definida y excluyente, en la cual el individuo es una realidad singular; lo global presume un espacio ilimitado, inclusivo y expansivo, en la cual el sujeto es una realidad muestral; 2. Lo local tiene historia que constituye una antigedad, un refinamiento de la partencia histrica. El sujeto en la comunidad local se construye y produce en las dinmicas de cohesin y de integracin social. La cohesin social en cualquier escala es una funcin del consenso, de los conocimientos comunes, de aquellos que se aprehenden en la enseanza temprana y estricta, y que se registran en reiteracin de los valores y las prcticas culturales. Aqu, la relacin ntima est asociada a la cercana y coincidencia espaciales, a la cuasi-simultaneidad del re-

gistro emprico de las similitudes. Por el contrario en la sociedad global el sujeto se estructura a partir de la alta velocidad de las comunicaciones, de los lazos flexibles y efmeros vinculados a la dinmica de la corta duracin las redes tienen una duracin variable por lo que las relaciones estn sujetas a la desarticulacin de las mismas, y al contenido atemporal del espacio/tiempo-, del cambio incesante en la sociedad global. (Bauman 1999:25; Castels 2000) 3. en las dinmicas globales, los individuos son sometidos a formas de vida aisladas, a condiciones de extraamiento forzado, y el aislamiento se erige como un ideal emocional de autonoma, autosuficiencia, a partir del cual cada uno cubre y abastece la totalidad de sus requerimientos. La crtica de Bauman observa que dicho aislamiento no fortalece la individualidad en dos sentidos: i. en que hay un debilitamiento sistmico del sujeto y este queda a merced de los criterios institucionales que le determinan debilitando- los cambios en los accesos a los recursos siendo este acceso, lo que lo mantiene vinculado socialmente-; y ii. en que hay una prdida de los soportes colectivos, y de los comunitarios tradicionales. (Bauman, 2005a, 1998); 4. la relacin-capital trabajo estaba parcialmente regulada por los pactos con el Estado, parcialmente por los pactos necesarios entre organismos sindicales y empresas, y, parcialmente por la relacin entre trabajadores, Estado y capitales nacionales. Todo lo cual daba un marco de proteccin, regulacin, defensa y estabilidad de los procesos econmico-laborales. Para el trabajador el tiempo/espacio significaba horario, lugar de trabajo y salario. El tiempo/espacio era una unidad rutinizada, localizada, productiva en la fbrica que otorgaba seguridad, concrecin, visibilidad, asociacin. En las dinmicas de globalizacin el tiempo/espacio se torna invisible, sin medida de horario para la constatacin del trabajo, porque la relacin capital trabajo es extraterritorial, individualizada, invisible e insegura; 5. Los costes de transmisin de la informacin en escala global y local es un hecho de importancia cultural y econmica. En las sociedades que cuentan con hardware y software la

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

velocidad y la incesante produccin de la informacin generan un agotamiento inmediato a la produccin de la informacin. Cada noticia y cada hecho se agota de manera inmediata en su produccin, y es sustituido por otro que se agota en la misma medida. Ah esta la produccin y el agotamiento incesante. Lo barato est en el hecho de que la alta velocidad constante impide al sujeto detenerse y profundizar, constituirse socialmente en el acontecer histrico, como conocedor y productor autnomo de un criterio sobre lo dado. La informacin anuncia y el sujeto enuncia (no analiza, no profundiza, no construye, todo est producindose incesantemente bajo el lmite de lo inabarcable). A diferencia del sujeto en el interior de las comunidades locales, que se reitera y refuerza en el proceso de memorizacin y atencin selectiva, que recibe la informacin en una perspectiva de la relacin consigo mismo, no exterior a su realidad y a su responsabilidad. Este sujeto no desconoce la dimensin global pero la percibe en el sentido relacional y no atomizado de las partes; 6. Retoma Timothy W. Luke, para referir que a diferencia de las sociedades tradicionales, en las globales, las relaciones se organizan en torno de las aptitudes generalmente no mediatizadas de los cuerpos humanos: las concepciones tradicionales de la accin suelen ocurrir a travs de la tecnologa. Mientras que las metforas orgnicas para expresarse siguen siendo el medio de las sociedades tradicionales: el enfrentamiento era cara a cara, el combate cuerpo a cuerpo, la justicia de ojo por ojo y diente por diente; el encuentro entre corazones y la solidaridad tiende a indicar la asociacin; los cambios son progresivos y lentos. (Bauman, 1998a:26); 7. Esta situacin cambia con el progreso de los medios que permiten extender el conflicto, la solidaridad, el combate y la administracin de justicia, lejos del alcance de la relacin directa, micro, cara a cara. El espacio proces/centr/ organiz/normaliz y sobretodo se emancip de las restricciones naturales del cuerpo humano. A partir de entonces el espacio es organizado por la capacidad de los factores tcnicos y tecnolgicos. El espacio, la espacialidad se convierte en

una relacin con: tiempo, informacin, velocidad de su accin y coste de su uso. (Bauman 1998a:26). En las dinmicas globales el espacio proyectado por los factores tcnicos es: creado por la ingeniera de los fluidos, fabricado en funcin de las necesidades de comunicacin, racionalizado para individualizar los colectivos ampliados globales- en lugar de permanecer un espacio comunal, resistente, slido, permanente y no negociable; 8. Sobre el espacio progresista2, en tanto artificial territorial/urbanstico/arquitectnico, el surgimiento de la red global de informacin ha impuesto un tercer espacio ciberntico al mundo humano. Segn Paul Virilio los elementos del espacio ciberntico no estn provistos de dimensiones espaciales sino inscritos en la temporalidad singular de una difusin instantnea. En lo sucesivo, no se puede separar a las personas por medio de obstculos fsicos o distancias temporales. Con la interfaz de las terminales de los ordenadores y los monitores de video, las distinciones entre aqu y all pierden todo significado (en Bauman, 1998a 27). Hasta aqu hemos presentado tres debates que sobre la modernidad se movilizan en la mayor parte de los textos de Bauman enfatizando en los cambios que a nivel de la racionalidad imperan en el pasaje de la modernidad slida a la modernidad lquida en cuanto a los supuestos en el conocimiento, las relaciones sociales, y los efectos en la economa y la poltica a partir de la globalizacin. Pareciera atpico en la obra de Bauman un extenso desarrollo como el del Holocausto. Veamos brevemente cmo relaciona este hecho en su anlisis sobre la modernidad.

Luz Mara Salazar

10

MODERNIDAD

HOLOCAUSTO

Las preguntas que pueden estar detrs del anlisis del holocausto en Bauman pueden ser muchas y variadas. El desarrollo del texto respondera a diferentes tipos de preguntas en la Sociologa y las Ciencias Sociales, tales como: El domino de principios nomolgicos en una racionalidad jardinera, cultivadora y quirrgica3, actuaron como razn instrumental4 para justificar poltica, econmica y tnicamente el holocausto? Luego podran venir cuestiones y preguntas que relacionen empricamente las dinmicas internas de los diferentes niveles en que estuvieron involucrados los sujetos en el holocausto, como por ejemplo: las tensiones poltico-econmicas que se debatan en la antesala de las preocupaciones sobre la responsabilidad de los ejecutores; los actos vinculados a las situaciones de presin de la autoridad nazi, y, los perpetrados tambin en las situaciones extremas en las que se juega la supervivencia de cada uno frente al genocidio; los niveles de responsabilidad moral que no se subsumen a la explicacin de la orden militar; Cul es el perfil humano y psicoanaltico de los sujetos que dirigieron y realizaron los hechos?; Quienes son aquellos que observando, permitieron y/o se detuvieron ante la mltiple reiteracin del totalitarismo nazi? o Cmo considerar la participacin de las vctimas?, entre muchas otras interrogaciones. La preocupacin de realizar otro anlisis como dice Bauman sirva de plataforma para volverle a hacer que tenga sentido y encontrar su vinculacin con el proyecto de la modernidad, quiz llev a replantearse el holocausto en la conjuncin de dos dinmicas coincidentes pero no iguales: el genocidio y la guerra. Las respuestas sobre la racionalidad del holocausto en Bauman le resultan insuficientes

porque los argumentos histricos, polticos y militares no terminan por explicar o por comprender sociolgicamente la ocurrencia y la intensidad del mismo en una etapa en que la modernidad esgrimira un humanismo que impedira dicha conflagracin contra s misma. La sistematicidad sin precedentes del holocausto, su expansin supranacional y supra-territorial, la combinacin de otros causales al margen del problema judo antisemitismo-, pero que intervinieron y se instalaron confusamente en la confrontacin, justifican como parcialmente inexplicado e interpretado este hecho en la tendencia histrica de la modernidad. En consecuencia, los tensores de un conflicto histrico no resuelto que tenan una composicin relativamente local, desbordaron dichos mrgenes y, enlazaron otros niveles de confrontaciones no resueltas con otros actores, comprometiendo y complejizando la dimensin e intencin genocida, por supuesto inaceptable. Bauman relaciona cmo el holocausto es uno de los hechos que ha merecido el anlisis y la documentacin de las Ciencias Sociales y en particular de la Sociologa, desarrollando diferentes hiptesis: - La conjuncin de algunas realidades en conflicto y/o competencia en la sociedad alemana

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

11

como el etnocentrismo tnico y religioso; la resistencia cultural manifiesta en insuficientes grados de aculturacin y asimilacin de la sociedad migrante juda; la propiedad, el poder, la concentracin econmica en los judos, y la creciente participacin de los mismos en los espacios econmicos; las formas de ascenso social; las profesiones y saberes; en conjunto fueron factores centrales en la movilizacin del antisemitismo judo, al mismo tiempo que criterios ad hoc para presionar por una sociedad moderna, organizada racionalmente, controlable, y homognea, todo lo cual tens el problema civilizatorio y respald las actividades de la ingeniera social5. - El problema de los niveles de aculturacin merece una revisin. Desde la perspectiva de Bauman hay que diferenciar entre la prefiguracin histrica de un cuasi-arquetipo judo que registra otras persecuciones y masacres en su historia, y, el pueblo judo de la sociedad alemana y europea en la inmediatez del holocausto. A partir del registro de la cotidianidad se rastrea el proceso de relacin que implica parentescos, negocios, educacin, diferentes tipos de socializaciones e integraciones parciales pero permanentes, que en el tema de la integracin, muestran cmo hay reas de la vida social que fluyen convencionalmente y que configuran una morfologa social. Pero cuando el sistema dominante extrema su sistema coactivo para forzar y/o detener el avance de los elementos diferentes culturas, sujetos, subsistemas-, es decir cuando se ve amenazado en su capacidad hegemnica, entonces se esgrime el problema de la aculturacin como causal suficiente para ejer-

cer y volver a poner en orden el mbito de que se trate. Es decir que el problema de la aculturacin es un problema de competencia poltica que involucra la dominacin en la diferencia cultural6. El problema de la aculturacin se debate en el contexto del proyecto moderno de homogeneizar, integrar7, asimilar8, incorporar a la Sociedad y al Estado nacin9 las minoras tnicas10, las colonias, y las poblaciones de territorios incorporados. Estas razones son ilustrativas para sugerir que, esgrimir el problema de los niveles de aculturacin es reafirmar otro argumento explicativo del holocausto en el proyecto moderno. - El racismo como expresin que viabiliz los antagonismos y se colectiviz en una ideologa de discriminacin y rechazo11, se combin con la intolerancia que acumulaba el antisemitismo hasta indiferenciarse, y fue uno de los criterios ideolgicos que contribuy a encaminar las prcticas de genocidio y eugenesia, instrumentalizadas en el conocimiento cientfico y la ingeniera social. El cuestionamiento a esta causal explicativa radica en que no puede considerarse como nica condicin condicin suficiente en tanto que el racismo en sentido universal contendra una accin excluyente hacia todo lo no ario, y el antisemitismo por s mismo no supondra inevitablemente el holocausto y menos la guerra involucrando otros actores. El debate con Otros autores12 sugiere que deban coexistir necesariamente diferentes factores histricos y contingentes, internos y tangenciales, tanto como externos, que intervinieron

Luz Mara Salazar

12

diferencialmente en la corresponsabilidad del hecho. - Las expresiones de conflicto, perjuicio o agresin son fenmenos sociales habituales para dar curso a las contradicciones, por lo que el holocausto se incorpora en esta tendencia explicativa como un acontecimiento extremo. Bauman cuestiona crticamente que de esta interpretacin se puede derivar la oscura lectura de una condicin humana natural, primitiva, solucionada cuasi culturalmente, cuya tendencia deviene primariamente inmanente. La crtica a este argumento es una oposicin a una determinacin biologicista, o en su defecto algo mas cuestionable: una especie de atavismo debido a la permanencia del conflicto/destruccin en el comportamiento humano (Bauman ,1997:2). - Una de las hiptesis que interesa a Bauman de Everett Hughes explica el holocausto desde dinmicas de dominacin el gobierno nacional socialista de Alemania-; desde dinmicas de corresponsabilidad quin lo perpetra, cules son las circunstancias, quines lo permiten, cules son las seales de ascenso, y quines y cmo se mantienen distantes-; desde la coexistencia de factores sistmicos psico-sociales que posibilitaron llevar a cabo el trabajo sucio-. Esta hiptesis supone empricamente varios responsables, y no solamente el antisemitismo en la sociedad alemana. Tambin supone un proyecto poltico de dominacin vinculado al Estado nacin en la versin del Estado moderno. - La explicacin multirrelacional del holocausto en la cual se ponderan desde variables psicolgicas, ideolgicas y estructurales definidas por las tendencias de los relatos de las vctimas y sobrevivientes, las variables histricas como la preexistencia e intensidad del antisemitismo, los grados asimilacin y aculturacin, hasta las vinculaciones de las responsabilidades morales-, evidencian un impacto humanizador y racionalizador de la organizacin social sobre los impulsos humanos individuales que rigen la conducta de cada uno (Fen citada por Bauman, 1997:5). Lo cual indicara que el holocausto no podra realizarse por fuera de la configuracin y de la organizacin social dominante que es

donde esta variables cobran un perfil social. Por otra parte y a propsito de esta condicin multirrelacional, el holocausto no puede ser analizado en su alcance real solo desde la Sociologa o la Historia, sin la concurrencia de la otras disciplinas. Bauman discute aqu el aporte que el anlisis del holocausto puede hacer a una reinterpretacin del proyecto de la modernidad, y no acepta el sobreentendido que la modernidad ya interpret el holocausto como un epifenmeno suyo o de las dinmicas histricas que se reinstalan en la modernidad. Creo que cambia la pregunta a posicionar el holocausto en uno de los arquetipos etnocntricos, poltico e ideolgico del proyecto moderno. En virtud de esto reclama a la Sociologa una explicacin que no se argumente en versiones teleolgicas. De hecho no se puede aceptar que el holocausto es el resultado, en un momento dado de un funcionamiento defectuoso de los mecanismos de coaccin a los factores irracionales que desbordan los impulsos violentos. No se puede aceptar que sea un fracaso del diseo socializador que desbord lo lmites morales en tanto que toda accin moral es social. Bauman considera que la tendencia histrica y terica no explica en s mismos el holocausto porque lo elevara a la condicin de verdad o regularidad necesaria, lo cual lo vuelve a dejar en una versin teleolgica. Tiene que hacerse una conexin de sentido con el borde extremo que alcanza cada proyecto social para mostrar que el holocausto es uno de los rostros de la sociedad moderna. Para Bauman la sociologa ortodoxa ubica el holocausto como un fallo, no un producto de la modernidad, de ah que ste hubiera significado dos situaciones paralelas: la supresin de los impulsos irracionales y esencialmente antisociales, y la eliminacin gradual pero implacable de la violencia de la vida social bajo la concentracin de la misma por el Estado. Es decir el Estado ejerci el monopolio de la violencia esgrimiendo la salvaguarda de la comunidad nacional y las condiciones del orden social. El argumento de esta accin es que el Estado con

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

13

sus instituciones despoja de todo clculo moral la utilizacin y despliegue de la violencia y liberan las aspiraciones de racionalidad de la interferencia de las normas ticas o de las inhibiciones morales. Como caracterstica constitutiva de la civilizacin moderna dice Bauman, la racionalidad, soslaya criterios alternativos de la accin al justificarlos, como el uso de la violencia al clculo racional, en consecuencia se presenta los fenmenos del holocausto como resultados legtimos de la tendencia civilizadora (Bauman, 1997:36-37). Lo anterior no nos libera de observar problemas de responsabilidad moral de los diferentes actos que concatenados concretaron el holocausto sistemticamente. Bauman destaca dos: la dinmica de mediacin de la accin que indica las acciones parciales que realizan los diferentes segmentos de la organizacin militar13, desconocidas entre s, con diferentes niveles de responsabilidad y riesgo, aparentemente sin relacin directa, bajo rdenes jerrquicas con responsables ausentes, encadenamientos desconocidos, aparentes o reales, acciones parciales y sin claras correspondencias entre la intencin general y la accin parcial. Indica tambin que hay elementos, y sujetos, que intervienen entre la accin y yo Por supuesto que como estrategia, no es privativa de la organizacin y burocracia militar del holocausto s en su dimensin y extensin-, sino de la dinmica de las confrontaciones armadas con cuerpos militares estructurados, y, acciones y territorios de competencia militar definidos. El otro elemento asociado es la concatenacin de las acciones secuenciales dirigida al logro de resultados finales. La realizacin de acciones parciales, experimentos, y rdenes, aparecen como factores vinculantes a un objetivo final, y al mismo tiempo segmentan las responsabilidades impidiendo al sujeto conocer los objetivos y resultados ltimos. Esta es otra estrategia desarrollada en el modelo de responsabilidad parcial utilizada por la burocracia moderna y en particular por la burocracia y los mandos militares, que bien puede asociarse a un sistema y modelo especializado de trabajo. En el anlisis de Bauman tanto la mediacin de la

accin como la concatenacin de acciones secuenciales fueron estrategias burocrtico-militares necesarias, pues de lo contrario la dimensin de la responsabilidad genocida hubiera sido insoportable, imposible de asumir. Caractersticas que se mantienen en el funcionamiento del ejrcito moderno. Estas acciones indicando una organizacin, distribucin de responsabilidades, jerarquas, y racionalizacin de los recursos humanos militares, no solo des-responsabiliza directamente a los actores parciales sino que legitima su indiferencia moral. Es decir, des-nucleiza la responsabilidad moral del sujeto y la convierte en sometimiento jerrquico a la obediencia militar, volviendo difuso la participacin individual y directa en las acciones necesarias, sin las cuales se arriesgan o impiden los resultados estimados. Esta mediacin de la accin, aparte de indicar una estrategia militar conjuga una lgica racional de ubicar acciones y logros parciales sistmicamente. La deslegitmacin de los problemas morales en escenarios de guerra y conflictos armados, es un teln confuso que se ha intentado argumentar a partir de varias dinmicas que se desarrollan en las convivencias centrales y paralelas a las confrontaciones directas como: la accin medidadora; la informacin segmentada; los diversos recursos de relacin social de la supervivencia unidos a la contingencia y los contextos singulares; la historia personal de cada actor que lo puede enfrentar eventualmente con reflejos ineludibles en el opuesto; la saturacin de los actos de guerra; la supuesta cooperacin de las vctimas, o el reconocimiento sistemtico de las situaciones extremas donde todos actan sobre el horizonte del exceso. Este ltimo es el momento en el cual la guerra o los conflictos armados, o las confrontaciones, exacerban todas las violencias, y entonces cabe el acierto de que la guerra es inimaginable. Bauman dira metafricamente que el holocausto es un sistema concatenado de acciones y actores, en el cual, como un terreno movedizo, todo movimiento incrementan su poder de succin (Bauman, 1997:205)

Luz Mara Salazar

14

LA COOPERACIN
El o los actos de supuesta cooperacin no pueden retrotraerse en abstracto como una accin voluntaria o peor ubicarse en el nimo de una accin voluntarista para validar perversamente la accin contra s mismo. Es un escenario escrupuloso para suponer una cooperacin valorativa, en positivo. La supuesta cooperacin es forzada, que se obliga desde el sistema de coaccin a que se ha sometido una sociedad, o los individuos. Se puede pensar la cooperacin desde i. la victimizacin; ii. la evaluacin racional de las prdidas; iii. la inexperiencia o el desconocimiento de las implicaciones polticas de que todas las decisiones comprometen y enlazan una forma participacin en el conflicto; iv. la corrupcin tambin es un escenario creado mediante el deterioro de la voluntad; y, v. el escenario mas triste sera la decisin a priori. La cooperacin puede depender de los imperativos de la coaccin militar; o de la hiper-especializacin de la burocracia moderna; o del nivel de expectativas falsamente creadas frente a los extremos, de la supervivencia de s mismos. Estas expectativas tienen un contenido dbil en tanto que la supervivencia depende de Otros y bajo otros criterios diferentes/opuestos a los propios; la supuesta cooperacin tambin puede estar relacionada con del tiempo en que una persona est en procesos de debilitamiento o de victimizacin sistemtica; o de la experiencia en la proteccin civil y colectiva; o de la historia poltica militar de la sociedad a la que se pertenece; de la etapa del sistema de agresin; o de quin es el agresor inicial; o de la causa de la agresin14, o de otras variables casusticas en

cada uno de los conflictos, actores, y momentos en que se d. En el caso del holocausto Bauman desarrolla el hecho de que ste involucr varios tipos de poblaciones con historias polticas que implicaron relaciones distintas antes y durante los hechos dados, lo que impide plantear una cooperacin como sistema de des-legitimacin de las responsabilidades o un sistema estratgico de salvacin o de aprobacin. Esta salvedad es importante en tanto que nos dificulta el asociar cooperacin con sospecha.

EL PRINCIPIO DE OBEDIENCIA
En el anlisis de la tica de la obediencia Bauman atribuye un papel significativo al modelo de autoridad desarrollado por la burocracia moderna. O sea una burocracia militar especializada que usurpa y desborda la burocracia civil. En esta burocracia las preocupaciones morales del funcionario no cuestionan los objetos de la accin, el cuestionamiento no trasciende a cambiar la accin. La autoridad del sujeto -obediencia- se ejerce y el acto se valida en la responsabilidad impersonal, en otras autoridades an mas abstractas la ciencia la investigacin que dictan los procedimientos. Esta obediencia es otro de los instrumentos que confunde o desdibuja la responsabilidad del ejecutor en el acto arbitrario de las agresiones. La obediencia as vista, puede excusar la produccin social del comportamiento inmoral, lo cual significa un problema tico, que cae en el terreno del humanismo, tanto como un anlisis racional y objetivo de los hechos, que como tal, anuncia su dificultad e inabarcabilidad emprica para llegar a una explicacin y/o interpretacin satisfactoria de las experiencias consumadas en el holocausto. Esta inaccesibilidad ya nos indica un lmite en varios sentidos: la reflexin sobre los hechos parciales con fines tericos es

Bauman: algunos debates en torno a la Modernidad

15

tentativa pero vlida; la reconstruccin subjetiva e intersubjetiva de las experiencias individuales podra eventualmente mostrar diversas expresiones de lesin moral en los individuos, no necesariamente coincidentes, y su correspondencia en los grados de voluntad e indiferencia frente a la perpetracin de los hechos. Esto supondra una tarea mas difcil: contrastar los sistemas de moralidad precedentes en cada uno de los grupos involucrados en el holocausto de tal manera que dichos sistemas otorgaran argumentos cualitativos de responsabilidad moral, y de supuesta cooperacin, en el inevitable esfuerzo por la supervivencia15. As entendida, cada sistema moral solo atiende la necesidad de la sociedad donde se origina, situacin que limita cualquier comparacin entre sistemas morales, y menos permitira observaciones generales y/o generalizantes encaminadas a nutrir una propuesta general de la moralidad. Quiz un anlisis mas detallado de los esquemas de resistencia poltica a travs de variables como la adscripcin tnica, poltica de gnero, edad, y tipo de ocupaciones, entre muchas otras, nos permitan evitar un esquema normativo y voluntarista de la intervencin de la moralidad. Este aspecto resulta relevante para los anlisis de confrontaciones armadas contemporneas 16 en las sociedades donde el conflicto poltico interno refleja los problemas histricos no resueltos y su mantenimiento bajo la necesidad de integracin social en condiciones posibles de convivencia. No obstante lo anterior, no podemos dejar de considerar que la sociedad fomenta los comportamientos moralmente regulados y margina, suprime o evita los comportamientos inmorales. La sociedad racional argumenta una especie de autodominio de las pasiones, los impulsos, y los deseos que definen lmites variables a los sistemas de moralidad. Tambin es preciso diferenciar los contextos en los cuales se validan los comportamientos morales y se censuran los inmorales. La guerra, el holocausto, las confrontaciones armadas, los conflictos polticos que no se resuelven y tienen perodos de coaccin militar, de competencias desiguales extremadas, son sin duda contextos singulares donde los sistemas

de moralidad, la norma consuetudinaria, y el Estado de derecho se encuentran subvertidos, el ejercicio social se vuelve laxo a toda accin que otorgue garantas, lo cual es el espacio propicio para actuar clandestinamente, inmoralmente, sin reglas. Esto tampoco nos permitira decir que el holocausto fue una interrupcin o en palabras de Bauman una demencia momentnea en el amplio escenario de la cordura. Al contrario, se gest y se realiz en nuestra sociedad moderna y racional, con la organizacin burocrtica institucional racional, y con los recursos los cientficos disponibles y forzados, esgrimiendo y articulando las contradicciones contemporneas, internas y externas al mismo, por esta razn es un problema de complejidad y desarrollo racional.

Bibliografa Bauman Zigmunt (2005a), Modernidad y Ambivalencia. Anthropos, UNAM, Universidad Central de Venezuela. Barcelona. Bauman Zygmunt, (2005b), Amor lquido. Acerca de la fragilidad de los vnculos humanos, Fondo de Cultura Econmica de Argentina, Argentina Bauman, Zygmunt (2005c) tica Posmoderna. Siglo XXI Editores. Buenos Aires Bauman (2002), Modernidad Lquida Bauman, Zygmunt (2004). La Sociedad Sitiada. Buenos Aires, Argentina, F.C.E Bauman Zigmunt (1998a), Globalizacin. Consecuencias humanas. F.C.E. Mxico Zygmunt Bauman (1998b). Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Bauman Zigmunt (1997), Modernidad y holocausto. Maos Print, Eapaa

Luz Mara Salazar

16

Bonfil Batalla G. (1990), Mxico profundo: una civilizacin negada. Edit. Grijalbo Mxico Castels Manuel (2000), La era de la informtica. Vol. I sociedad de red. Siglo XXI Eds., Mxico Daz Polanco H. (1998), La cuestin tnico nacional. Edit. Fontamara, Mxico ______________ (1996), Autonoma regional: autodeterminacin de los pueblos indios. Siglo Ventiuno, Mxico D.F. ______________ (1987), Etnia, nacin y poltica. Juan Pablos, Edits. Mxico Foster Gerorge (1985), Cultura y conquista la herencia espaola de Amrica. Editorial Universidad Veracruzana, Xalapa Veracruz, Mxico. Geertz Clifford (1994), El conocimiento local. Ensayos a la interpretacin de las culturas. Paids, Barcelona Hellere gnes (1991), Historia y futuro sobrevivir la modernidad?. Editorial pennsula, Barcelona. Horkheimer Max (2002), Crtica de la razn instrumental. Editorial Trotta, Madrid. Santiago Teresa (2001) Justificar la guerra. Universidad Autnoma metropolitana UAM Azcapotzalco. M. A. Porra, Mxico ______________(2000), La guerra: entre lo racional y lo irracional? (Algunos comentarios a las concepciones de Kant y Von Clausewitz. En Alcances y lmites de la racionalidad en el conocimiento y en la sociedad. Universidad Autnoma metropolitana UAM Azcapotzalco, Plaza y Valds Editores, Mxico. Pp 211-222.

Segre Enzo (1977) Laccuturazione. Edit. Nouva Italia, Fierenze, Italia Stavenhagen Rodolfo (2001) La cuestin tnica. El Colegio de Mxico, Mxico. ____________ (conflictos tnicos y Estado nacional: conclusiones de un anlisis comparativo. En Estudios sociolgicos. Mxico D.F. El Colegio de Mxico. V.19, no. 55 (ene-abril 2001), p 3-26

También podría gustarte