Grun Anselm Sanacion Del Alma
Grun Anselm Sanacion Del Alma
Grun Anselm Sanacion Del Alma
- Anselm Grn -
Nosotros, los autores del presente libro, trabajamos en el acompaamiento espiritual. En
los ltimos meses hemos enfrentado, con llamativa frecuencia, el tema de la relacin con los
padres en numerosas conversaciones con ente a la cual acompaamos. En la supervisin de esas
conversaciones individuales comprendimos !ue muchas personas est"n profundamente marcadas
por las heridas paternas # maternas, # !ue inclusive en su adulte$ continan sufriendo por ello.
%a frase !ue ilumina un punto de partida de nuestro libro pertenece a &riedrich Niet$sche'
()u* nio no tuviese un motivo para llorar por sus padres+. ,odos nosotros -tambi*n a!uellos
!ue entre tanto tienen sus propios hijos- somos hijas o hijos. ,odos nosotros llevemos a cuestas
nuestra historia familiar # somos parte de la historia de otra persona. %a historia !ue nos vincula
con los propios padres desde un comien$o es tambi*n siempre una historia !ue tiene dos caras,
una positiva # una dolorosa. %as painas siuientes tratan fundamentalmente del lado doloroso
de la relacin padres- hijos, de las lesiones a trav*s de las heridas paternas # materna # de las
posibilidades sanadoras para convivir con ellas.
Nuestra conviccin es !ue se trata de un tema vital # absolutamente central. Encontrar el
sendero de nuestra propia vida o dejar !ue la historia de nuestra vida nos determine depende de
cmo sanen las heridas provocadas por nuestros padres. .olo !uien se reconcilia con lo !ue lleo
a ser, ser" capa$ de descubrir !u* posibilidades se encuentran dentro de s/. 0ejar" de
responsabili$ar a sus padres si su vida no marcha como lo hab/a imainado. En todas las heridas
!ue e1perimentamos podemos ver una oportunidad de hallar este ser interior de la propia
persona. El secreto m"s profundo de nuestro aut*ntico ser puede abrirse para nosotros s/
observamos conscientemente cmo fue la relacin con nuestros padres, !u* tuvo de sanador #
!u* de doloroso # enfermante. )uien tiene la valent/a de observar las propias heridas, hallar" a
trav*s de ellas tambi*n las ra/ces positivas !ue ha obtenido de sus padres. 2a !ue los padres no
slo han lastimado, tambi*n han dado mucho. .omos part/cipes de su historia, de su talento, de
sus aptitudes. )uien reprocha a sus padres durante toda su vida sus heridas paternas # maternas,
se distancia de las ra/ces positivas de sus padres. .u vida pende entonces en el aire.
Atravesando las heridas tenemos acceso a nuestro autntico ncleo. En toda lesin de
ncleo est" dentro de nosotros intacto e ileso, si lo descubrimos, dejamos de culpar a nuestros
padres. No nos !uedamos en las heridas sino !ue vemos a trav*s de ella hacia nuestra verdadera
esencia, hacia nuestro ser oriinal. A este ncleo aut*ntico lleamos al observar nuestros sueos
de vida !ue tuvimos de nio, cuando anali$amos nuestros deseos profesionales de la infancia.
3odemos preuntar' 4)u* sendero de vida se encuentra en mi deseo infantil de llear a ser
constructor o panadero5 En el deseo de ser constructor e1ist/a un esbo$o de construir alo !ue
para los dem"s fuera un hoar. En la imaen del panadero se manifiesta la idea de endul$ar la
vida de los dem"s. 6tro camino para descubrir el sendero de nuestra propia vida ser/a recordar
los jueos !ue siempre juamos de nios. 7ierta mujer juaba de nia siempre con muecas, las
vest/a # se preocupaba por ella. En ese jueo infantil se manifestaba su sendero de vida, de
ocuparse de los dem"s, de atenderlos # cuidarlos. ,ambi*n podemos hallar el sendero de
nuestras vidas si observamos detenidamente nuestros cuentos favoritos, a!uellos !ue
escuch"bamos con tanto usto de nios, o recordar las narraciones !ue le/amos con entusiasmo.
7ierta nia estaba siempre fascinada por los marinados. .u sendero de vida, el camino !ue la
condujo hacia su esencia m"s primitiva, consist/a en aceptar marinados.
El objetivo del presente libro es reconocer nuestro aut*ntico ser # hallar nuestro sendero
de vida m"s primitivo a trav*s de la observacin de las heridas espirituales !ue hemos padecido
en nuestra infancia. La represin no ayuda: quien no observa a sus heridas ser determinado
por ellas. Ellas falsean su sendero de vida. Esta persona piensa !ui$"s !ue vive su propia vida.
En realidad slo repite las heridas de su infancia, est" determinada por sus heridas. 3ero no se
trata nicamente de observar las heridas sino tambi*n nuestros recursos positivos, las fuentes de
las cuales pudo beber nuestra alma desde la nie$ # los sueo en los !ue se manifestaba la fiura
de nuestro propio ser.
1
.i tomamos contacto con nuestra esencia tal como 0ios lo ha pensado para nosotros,
entonces floreceremos, fluir" en nosotros nueva ener/a # percibiremos !ue la vida vale la pena,
!ue sentimos placer en esta vida nica.
8n criterio para encontrar el propio sendero de vida es siempre !ue la vida flu#a dentro de
uno # emane hacia el e1terior. .i mi sendero de vida consiste por ejemplo en el cuidado de los
dem"s, entonces sentir* placer en ello, me har" bien. 3ero si a#udo a los dem"s simplemente
para no sentir mi herida materna, !ui$"s acaso para atenuar mi propio dolor por la dedicacin
no recibida, entonces r"pidamente me sentir* sobree1iido, e1tenuado # aotado.
No se trata de acusar a los padres sino de reconciliarse con ellos. El psicoterapeuta 9ert
:elliner, !uien ha refle1ionado mucho acerca de los enredos incurables # enfermantes en el
sistema familiar, critica con ra$n !ue muchos esperan la sanacin de sus heridas a trav*s de la
e1presin # manifestacin de su enojo. ;l habla de venerar # honrar a los padres, lo cual no
sinifica !ue transfiuremos a los padres mediante una lu$ rosada # aprobemos todo en ello.
Ellos tienen ciertamente sus l/mites. No siempre nos han dado lo !ue necesit"bamos. 3ero aun
cuando esto fuera as/' debemos cesar reproch"rselo. 0ebemos aradecerles lo positivo !ue
realmente nos han dado. ,ambi*n pudimos obtener de ellos. Ellos conforman las ra/ces a partir
de las cuales ho# vivimos. .in estas ra/ces nuestro "rbol de vida se seca. 3ara poder aceptar
a!uello !ue nos han dado nuestros padres # tornarlo til para nuestra vida, es importante
comprenderlos en su limitacin # en su propia historia. .i los entendemos, no los ju$amos.
<emos a los padres en medio de sus complicaciones en la propia historia familiar. 3odemos dejar
en ellos lo !ue nos dieron # con lo cual nos lastimaron, sin reproch"rselo durante toda la vida.
)uien responsabili$a a los padres por sus destinos niean la propia responsabilidad por su
vida, nunca hallaran su forma interior # e1terior, nunca descubrir" la senda de su camino !ue lo
lleva hacia la vida.
6bservar las heridas paternas # maternas # enfrentar as/ las emociones vinculadas a ellas
resulta para alunas como (irar en torno a s/ mismo+.
Ellos piensan !ue deber/amos dedicarnos mejor al presente # resolver los problemas !ue
e1isten en ese momento. .euramente e1isten muchos actualmente !ue tienden a irar en
forma constante en torno a sus heridas. ./ a veces e1iste la necesidad imperiosa de descubrir
siempre nuevas heridas del pasado.
,al comportamiento man/aco seuramente no conduce a la vida. ,ambi*n es un error creer
!ue podr/amos acercarnos a los conflictos cotidianos sin prejuicio aluno. ,odos nosotros
e1perimentamos no slo los conflictos sino sencillamente las confrontaciones con la ente, #a
con nuestras e1periencias previas. El modo en !ue e1perimentamos la autoridad depende
b"sicamente de las heridas paternas !ue hemos sufrido. ,ambi*n las manifestaciones # miradas
de las personas en !uien buscamos dedicacin las veremos siempre a trav*s de los lentes de
e1periencias dolorosas, es decir, las e1perimentaremos sobre el trasfondo de nuestras heridas
maternas. .i nos observamos nuestras heridas # no nos reconciliamos con ellas,
inconscientemente las transmitiremos. 8na le# fundamental de nuestra conducta - bien lo sabe
la sicolo/a - consiste en repetir las heridas !ue no hemos interado a nuestra vida, #a sea
lastimando a otros o a nosotros mismos, situaciones !ue e!uiparan las escenas hirientes de la
infancia. .imund &reud habla en este conte1to de compulsin de repeticin' .i bien !ueremos
hacerlo mejor !ue nuestro padre, repetimos las mismas e1periencias traum"ticas !ue nos ha
causado nuestro padre. 8n hombre decepcionado de su madre, adecuara inconscientemente las
cosas de manera tal !ue tambi*n obliue a su esposa (a decepcionarlo en ultima instancia de la
misma manera en la !ue el se ha sentido frustrado por su madre+ = >ichter ??@A. Buchos elien
situaciones en las cuales su pareja o jefe, su amio o su amia los lastiman de la misma manera
!ue sus padres. 8na mirada en la historia nos muestra cmo las personas heridas durante su
infancia actan sus heridas con los dem"s durante toda su vida # !u* consecuencias provoca.
9asta con observar la vida de tiranos o de delincuentes violentos. 3or rela eneral se trata de
nios heridos !ue transmiten sus heridas de manera brutal # sin embaro nunca pueden
desprenderse de ellas. ,ambi*n e1isten las (victimas inocentes+ !ue se lastiman as/ mismas
constantemente # se sientes a usto de su papel de victima.
2
3ero como victimas a menudo tambi*n se convierten en actores. 2a !ue como victimas
impiden a las personas de su entorno vivir la vida !ue les corresponde.
IMPUL! "PI#I$UAL"
En este libro no se trata para nosotros e1clusivamente de la dimensin psicolica de las
heridas paternas # materna sino tambi*n del aspecto espiritual. %os reconocimientos psicolicos
deben ser tomados seriamente. 3ero no !uisi*ramos !uedarnos en ellos. En la refle1in de la
dimensin espiritual nos interesa principalmente la cuestin acerca de las medidas en !ue la
confrontacin con las palabras de 0ios en la 9iblia pueden sanar nuestras heridas espirituales.
3ara ello observaremos e interpretaremos las cuatro cl"sicas historias de la relacin !ue nos
describe la 9iblia. %a relacin padre - hija en Barcos C, la relacin madre - hija en Barcos D, la
relacin padre - hijo en Barcos E # la relacin madre - hijo en %ucas D. en estas cuatro historias
de relacin aparece en cada caso Fess como terapeuta !ue se ocupa tanto del padre # de la
madre como as/ tambi*n de la hija # del hijo. 6tras cuestiones centrales !ue a continuacin nos
interesan' 4 en !ue medida puede a#udarnos la meditacin acerca de esta historia de sanacin a
comprender # a sanar nuestras propias heridas provocadas por nuestros padres5 4 7mo podemos
e1perimentar ho# en nosotros la fuer$a sanadora de Fess5 4 En !ue se diferencia una
psicoterapia de acompaamiento espiritual5 4 0ebemos concurrir con nuestras heridas a un
terapeuta o tambi*n es posible el camino hacia Fess5 4 7mo podemos reconocer nuestra propia
persona a trav*s del encuentro con Fess # hallar nuestro sendero de vida m"s primitivo5
4 ,iene Fess aluna relacin con el descubrimiento de nuestro propio ser5 4 )ue piensa 7.G.
Fun al denominar a Fess el m"s claro ar!uetipo del s/ mismo5.
No debemos confundir a Fess con un mao !ue simplemente con tocarnos permite
deshacernos, en lo posible sin dolor, de nuestras heridas. %as historias de sanacin de la 9iblia,
en cu#o centro est" Fess como terapeuta, nos demuestran caminos en lo !ue se transforman
nuestras heridas # cmo al confrontarnos con ;l podemos hallar nuestra aut*ntica fiura Fess
acta en esta historia como terapeuta e1perimentando. 3ero simult"neamente acta a partir de
su unin interna con 0ios. 0ios es la verdadera fuente de salvacin # sanacin. El modo en !ue
Fess aborda en las narraciones b/blicas al padre # la madre, al hijo # la hija, nos muestra cmo
proceder con nuestras propias heridas paternas # maternas. .i observamos detenidamente las
historias de sanacin, descubriremos posibilidades para nuestra sanacin # pasos hacia una vida
aut*ntica. En el centro estar" una # otra ve$ el reconocimiento de !ue debemos reali$ar la
sanacin por fuer$a propia. Ella tiene luar cuando observamos # elaboramos nuestras propias
relaciones a la lu$ de la historia de relacin b/blica, # nos ofrecemos con nuestras heridas a este
Fesucristo, para !ue su esp/ritu sanador nos to!ue, nos levante # nos colo!ue en el camino en el
cual hallaremos nuestra verdadera vocacin, en el cual flore$ca nuestro ser aut*ntico e ileso.
%a dimensin espiritual de nuestras heridas # su sanacin toca sin embaro otro aspecto
m"s. %a e1periencia con nuestros padres marca esencialmente nuestra imaen de 0ios. ,iene
poco sentido refle1ionar tericamente sobre la imaen de 0ios. 0ebemos observar previamente
cmo naci nuestra imaen de 0ios, por !u* nos aferramos aun inconscientemente a la imaen
del 0ios severo, arbitrario # controlador, por !u* en nuestro inconsciente reinan an el 0ios
contador o el 0ios e1iente. En !u* medida podemos reconocer # amar en 0ios a nuestra
aut*ntica madre o a nuestro aut*ntico padre, depender" de nuestra propia e1periencias
paternas # maternas. ,ambi*n nuestro camino espiritual tiene su ra$n en las e1periencias de la
infancia. :a# !uienes ven tambi*n en su camino espiritual nicamente la satisfaccin de las
e1pectativas de los padres o divinas. Gnicamente se colocan bajan presin. En su vida espiritual
!uieren reali$ar todo correctamente. 0e tal forma, su espiritualidad nos los conduce hacia la
vida # hacia la libertad, hacia el amor # hacia la amplitud, sino a la estreche$, el temor # la
e1iencia.
%as heridas espirituales no slo duelen, tambi*n son al mismo tiempo una oportunidad
para crecer espiritualmente. 7uando esto# lastimado, no puedo continuar escondi*ndome tras
una fachada aparentemente perfecta. %a herida !uiebra mi m"scara detr"s de la cual no slo
me escondo ustosamente frente a las personas sino tambi*n frente a 0ios.
3
All/, donde m"s profundamente estamos lastimados, tambi*n estamos abiertos a 0ios
nuestras heridas nos remiten a 0ios. Nos muestra !ue nosotros mismos no podemos a#udarnos.
No slo dependemos de la a#uda de otras personas sino, ltima instancia, tambi*n de la a#uda
de 0ios. .in embaro, no se trata de utili$ar a 0ios para liberarnos lo m"s r"pidamente posible
de nuestro padecimiento sino !ue a trav*s de las heridas nos abrimos a 0ios. %as heridas pueden
transformarse en la puerta de entrada para su racia. 8na ve$ reconciliado con mi herida #
abierto al amor sanador de 0ios, dejo de culpar a mis padres por la escasa ternura !ue me han
dado. Esto# en armon/a con mis heridas. 3uedo aradecer a 0ios no haber lleado a estar
satisfecho. Esto me mantiene vivo. El hambre interior me permite buscar el amor en el cual no
vuelvo a depender de las personas. Bi hambre # mi sed pueden, en ltima instancia, ser
calmadas nicamente por el amor infinito de 0ios.
"%"&$! "' "L A(UL$! (" LA )"#I(A (" LA &!#$A I'%A'&IA
%as dificultades !ue uno tiene en la familia, en su comunidad, en el trabajo # en el trato
con colaboradores # amios # amias, tienen su ra$n de ser a menudo en las e1periencias de la
infancia. )uien por ejemplo no ha tenido la e1periencia de un padre !ue le brindara sost*n # lo
respaldara, tendr" dificultades con autoridad. 3resiente en cada autoridad a aluien !ue !uiere
someterlo # hacerle dif/cil la vida. No puede enfrentar los conflictos por!ue no tiene respaldo.
.e compara constantemente con los dem"s # se adecua a ellos. 2 cuando *l mismo debe ejercer
autoridad lo reali$a frecuentemente de manera mu# autoritaria. %a mujer !ue no ha encontrado
en su madre el cobijo !ue anhel en lo profundo de su cora$n, durante toda su vida buscar"
madres sustitutas. 2 se aferrar" firmemente a a!uellas !ue ama para no perder su dedicacin.
Aotar" sus fuer$as para la madre ilesia o para la institucin escolar o la universidad o la
empresa, para e1perimentar finalmente el amor !ue no ha tenido de nia. 3ero de este modo se
sobree1ie ella misma # a los dem"s e inresa en un c/rculo vicioso de soledad. Nunca recibir" la
dedicacin !ue anhela.
.iempre se decepcionar" por!ue su ansia no tiene l/mites.
%a observacin de las heridas paternas # maternas no debe convertirse en modo aluno en
una disculpa, por cierto en el sentido de ( dado !ue #o estuve esta e1periencia, no puedo hacer
otra cosa, por esa ra$n care$co de confian$a en m/ mismo # mi vida no puede tener *1ito+. Esto
ser/a una e1cusa. En aln momento debemos asumir la responsabilidad por nuestra propia vida.
Esto sinifica tambi*n !ue debemos reconciliarnos con las heridas !ue e1perimentamos de nios.
Entonces podr"n convertirse en una fuente de vida. Nuestras heridas se transformar"n en perlas,
como afirmar :ildeard von 9inen. .i observamos nuestras heridas podremos comprendernos
mejor. No nos autocondenaremos por reaccionar tan sensiblemente. Es claro !ue seamos tan
sensibles con estas heridas, tan f"cilmente molestos, tan temeroso frente a la autoridad. >eci*n
la compresin nos libera de la propia condena.
3ero tampoco debe !uedar en la mera comprensin.
.e trata de descubrir en mis heridas el talento, precisamente la perla, !ue hace valiosa en
mi vida. En la herida siempre se encuentra tambi*n mi oportunidad. .i por ejemplo he recibido
mu# poca ternura, ser* sensible a todas las personas !ue padecen de un d*ficit de amor.
2 por no haber sido satisfecho en mi necesidad de amor # cercan/a, he tomado el camino
espiritual. No me conformo con instalarme bien. 3ermane$co vivo en mi anhelo de 0ios.
3recisamente descubro mi sendero de vida en mis heridas. Bis heridas se convierten entonces en
mi oportunidad de reconocer # vivir mi propio carisma. 0e este modo lo neativo se transforma
en fuente de bendicin para m/ # para otros.
&!MPLI&A&I!'" "' LA #"LA&I*' PA(#"+)I,!
No resulta novedoso !ue la relacin de los hijos con los padres sea compleja' por m"s !ue
los padres tenan la mejor intencin para con su hijo, le transmiten sus propias e1periencias
infantiles como hijos e hijas.
4
.i por ejemplo una madre padeci de nia !ue su hermana fuera m"s bonita !ue ella # est"
fuera la preferida de su padre, no asombrar" !ue controle celosamente a su hija # la humille. No
puede tolerar !ue su hija reciba la dedicacin !ue ella tanto ansi. No ve en ella a su hija sino a
su hermana con la cual rivali$ toda su vida. Entonces su hija se convierte en su rival. 6 ella
ver" en su hija un aspecto de su propio ser. A trav*s de la belle$a de su hija !uiere compensar
sus propios fracasos en este campo. %a hija se convierte en reempla$ante !ue debe vivir a!uello
!ue le fue vedado a su madre. E1isten numerosos enredos entre padres e hijos. 7omo el caso de
la madre o el padre !ue ven en el hijo un reempla$o de la propia madre o del padre. 3uede
suceder !ue una madre !uiera remedar en su hija la culpa !ue siente frente a su propia madre.
6 !ue necesita de la hija para encontrar amor. %a hija deber/a darle todo el amor !ue no tuvo
de sus padres.
Ella ama a su hija con la intencin inconsciente de ser amada infinitamente por ella.
8tili$a a la hija para sus propias necesidades sin l/mite. No le da a la hija lo !ue necesita sino
!ue toma de ella # de este modo la sobree1ie. %os ejemplos son numerosos'
7uando el padre de la hija o la madre del hijo los toman como reempla$o del cn#ue,
nace un intenso v/nculo emocional # ertico !ue no permite vivir al hijo o a la hija como ser/a
adecuado para ellos.
Ellos son utili$ados por los padres para sus propias necesidades insatisfechas. A veces los
padres ven en los hijos un aspecto de su propio ser. Ella pro#ecta en los hijos su ser ideal !ue
nunca loraron # el hijo debe vivir entonces supletoriamente lo !ue a los padres no les fue
permitido o no pudieron. 6 los padres pro#ectan en el hijo un aspecto neativo de ellos mismo.
Entonces el hijo se convierte en el chivo e1piatorio sobre el cual descaran todo lo !ue arrastran
como cara inconsciente. Ellos pro#ectan sobre el hijo lo !ue no !uisieron carar sobre s/ mismo.
Ellos no pueden resolver su propio conflicto sino !ue lo descaran en forma supletoria sobre el
hijo o la hija. Esto los libera de enfrentar la propia verdad. 3ero el nio convertido en chivo
e1piatorio de los problemas irresueltos # los conflictos reprimidos de los padres, frecuentemente
aterri$a en el desamparo o en conductas neurticas. 6tra forma de lesin se verifica cuando el
nio es utili$ado por los padres como aliado, como amio o amia, o como confidente. %a madre
toma al nio como arma contra su padre # a la inversa El nio es tironeado entonces de un lado
para el otro # no puede construir una identidad clara. 2 tambi*n de adulto continuar" el jueo
de la utili$acin =comp. >ichter HE-@C@A.
?. )"#I(A MA$"#'A
%a madre brinda al hijo proteccin # la confian$a primitiva. Ella es la primera persona de
relacin para el pe!ueo # le transmite al reci*n nacido !ue pueda confiar en !ue el mundo es
bueno # !ue puede confiarse en la bondad del mundo # de los hombres. %a madre permite !ue su
hijo e1perimente !ue puede ser tal cual es, !ue puede tener necesidades # !ue estas
necesidades se satisfacen. Ella le muestra la pro1imidad # el amor, le brinda la sensacin de !ue
es bienvenido, aceptado # amado sin condicionamiento. ,al e1periencia b"sica es la !ue
necesita el nio como fundamento firme sobre el cual poder desarrollarse. 3ero pr"cticamente
ninuna madre puede cumplir esta tarea en todo momento # en todo luar. ,ampoco ser/a bueno
para el nio si e1istiera la madre perfecta, #a !ue no slo puede aprender del amor infinito de la
madre sino tambi*n de su limitacin. %a ra$n por la cual mencionamos a continuacin alunas
heridas provocadas por las madres no es para crear remordimiento en ellas, #a !ue a todos
nosotros nos hieren, lo !ueremos o no. Es determinante, s/ cmo manejamos nuestras heridas.
.i enfrentamos las heridas maternas, ellas pueden sensibili$arnos para con nosotros mismo
# con los dem"s. 2 principalmente nos protee una concienti$acin # autoconfrontacin, de tal
modo !ue inconscientemente transmitimos las propias heridas o nosotros mismo nos lastimamos
o eleimos una # otra ve$ a!uellas situaciones !ue repiten las heridas de la infancia.
5
Las heridas maternas de las hi-as
A veces la herida materna aparece antes del nacimiento del nio. )ui$"s no sea bueno el
embara$o de la madre. Ella se resiste interiormente a *l. Ella fuma por!ue no puede resinarse
a !ue precisamente ahora ser" madre. 6 la relacin con el hombre es poco clara. %os conflictos
espirituales en el momento del embara$o transcienden al nio en el vientre materno. En el seno
de la madre el nio est" e1puesto a los estados de "nimo # humor a la disposicin f/sica #
espiritual de la madre. 2 a veces recibe la ambivalencia interior de la madre !ue, por un lado se
alera por el hijo. 3ero al mismo tiempo siente temor frente al nacimiento. 7uando alunas
madres leen acerca de tales problemas, sienten de inmediato remordimiento # se preuntan
cmo fue su propio embara$o. 3ara todas ellas, por suerte, el nio tiene siempre tambi*n, a
pesar de todas las e1periencias traum"ticas, un potencial de sana ener/a !ue puede
transformar todas las heridas.
8na herida materna profunda sure cuando la madre no puede cumplir su tarea de brindar
proteccin a su hijo, por!ue est" ocupada consio misma o sobree1iida con esta tarea. As/, por
ejemplo, nace una nia precisamente cuando la relacin de los padres atraviesa una crisis
raves. %a pe!uea percibe inconscientemente !ue la madre no es capa$ de establecer una
relacin con ella por!ue est" demasiado ocupada consio misma. %a nia reacciona frente a la
incapacidad de relacin de la madre recha$"ndola. No toma alimento. .e resiste probablemente
frente a todos el intento de contacto de la madre. Inconscientemente castiada a la madre
por!ue no recibe de ella lo !ue necesita. As/ sure una maana compleja en la relacin, en la
cual ambas padecen. 8na ve$ !ue la nia se convierte en mujer debe enfrentar esa herida. 2
siempre resulta un camino doloroso, primero establecer la relacin consio misma # lueo una
relacin con la madre carente de recursos.
7ierta mujer cuenta !ue, de nia, su madre no la !uer/a. 3ero su madre !uer/a sin falta
!uedar embara$ada, por!ue las mujeres embara$adas al final de la uerra estaban liberadas de
trabajar en las f"bricas de municiones. %a nia percib/o inconscientemente !ue la madre la
utili$ pero realmente no la am. 6tras madres ans/an !ue al tener su hijo mejore la relacin
con su pareja. 6 !uedan embara$adas para, de este modo, unir a su novio a ellas. Bujeres
ma#ores cuentan !ue a su se1ta o s*ptimo hijo en realidad #a no lo !uer/an, por!ue estaban al
final de sus fuer$as. A veces conscientemente descuidaban lueo al nio. 3ara ellas era la nica
forma de venarse del hombre por el dictado de sus deseos. En todo estos casos el hijo es
utili$ado para otros fines.
%as consecuencias' 0urante toda su vida la persona es prisionera de la sensacin de no ser
amada por si misma sino utili$ada por los otros para sus fines. Esto conduce lueo a !ue se
proteja frente a los dem"s # !ue no permita !ue nadie se le acer!ue emocionalemte. 8na nia
utili$ada anhela una persona !ue finalmente la ame sin condiciones. 3ero a menudo e1perimenta
la reiteracin de su situacin infantil. Inclusive la persona de la cual recibe amor incondicional,
en aln momento se aprovecha.
&recuentemente la madre esta sobree1iida con su hija por!ue esta demasiado in!uieta o
no puede dormir de noche. )ui$"s la madre tena en ese momento mucho estr*s en el trabajo o
en el hoar. No puede soportar la intran!uilidad de su hija, se torna aresiva # le pea, aun!ue
en realidad no hubiera !uerida hacerlo. No puede hacer otra cosa. Ella padece no corresponder
a las necesidades de la nia.
Entonces intenta compensar a la nia por su ata!ue de ira mediante un amor desmentido.
3ero de esta forma confunda a la nia, !uien no entiende. Buchas madres estuvieron
sobree1iidas en la posuerra. Estaban preocupadas por sus maridos !ue estaban en el frente
mientras ellas mismas viv/an en sus casas con el temor de ata!ues a*reos # deb/an ir con sus
hijos a los refuios. En una situacin colmada de preocupaciones de esta naturale$a, las
necesidades de muchos nios !uedaron insatisfechas. 8na mujer !ue creci como nia bajo estas
condiciones siempre tiene la sensacin de !ue (todos lo !ue hao est" e!uivocado. No puede
hacerlo como !uiere mi madre+. 7uando una e1periencia tal se convierte en nuestro modelo
interior, nos pesa durante toda la vida.
6
6tra herida materna sure cuando la madre utili$a a su hija como confidente' 8na mujer
no se entiende con su esposo # le cuenta a la hija sus problemas con#uales. &recuentemente
pinta entonces una imaen neativa del padre, lo cual confunde a la hija !ue percibe a su padre
de manera totalmente distinta, #a !ue lo ama. Ahora no sabe a !ui*n crecer, a la madre o a su
propio sentimiento. 2 se produce una confusin de sentimientos.
A veces la madre enerali$a # transmite a la hija una imaen destructiva de los hombres'
los hombres son machos, slo !uieren se1o, son infieles, eo/stas, fr/os, no saben dominarse. %a
consecuencia' una imaen de los hombres tan neativa blo!uea posteriormente a la hija en su
relacin con los hombres.
A menudo tambi*n est" unida a la imaen neativa de los hombres una imaen destructiva
de las mujeres. %a madre no puede aceptarse a s/ misma como mujer. Nunca aprendi a amar su
se1ualidad. Entonces lastima a la hija pint"ndole una imaen neativa de la mujer.
8na mujer recibi como mensaje de su madre la frase' (7omo mujer eres la ltima basura,
el felpudo de los hombres (. Esta madre e1periment despu*s de la uerra cmo las mujeres se
convierte en presa f"cil para los soldados de la ocupacin. 2 cuando el locador !ue aloj
enerosamente a ambas mujeres, abus se1ualmente de la hija, la madre no pudo proteer a su
hija de ello. Ella le transmite lueo a la hija !ue tal es el destino de las mujeres. Ella pro#ect
su propia miseria a la hija. No asombra por ende !ue la hija nunca ha#a encontrado aler/a en el
hecho de ser mujer # ha#a re!uerido de una prolonada terapia para descubrir su valor de
mujer.
6tras madres transmiten a sus hijas la sensacin' (JNo te acer!ues demasiadoK+ .i bien por
un lado !uieren ser madres afectuosas, por el otro sienten temor ante una pro1imidad e1cesiva.
No pueden demostrar la pro1imidad por!ue !ui$"s ellas mismas est"n impedidas # son incapaces
de manifestar sus sentimientos, o por!ue no han e1perimentado cercan/a de su propia madre. %a
hija notar" reci*n mucho tiempo despu*s, !ue ella transmite el mismo mensaje a los hombres #
a las mujeres. Ella anhela cercan/a pero no es capa$ de darla o permitirla por!ue el mensaje
inconsciente a todos los !ue se acercan a ella es' (JNo te me acer!ues demasiadoK+.
8na hermana de la orden cuenta !ue de nia ella siempre deb/o trabajar duro # nunca
ten/a permiso para juar. Aparentemente la madre ve/a su propio valor en el servicio. 0e esta
forma le transmiti a la hija !ue e1isten cosas m"s convenientes !ue juar # perder el tiempo.
(3rimero el trabajo, lueo el jueo+, era el lema. %a hija ni si!uiera pod/a disfrutar unos
instantes para s/ misma. %a madre siempre volv/a a encontrar una tarea para encomendarle a la
hija. Esto se rab tan profundamente en la hermana !ue hasta, en la actualidad, llea siempre
un minuto tarde a la oracin coral para !ue ninuna de las hermanas pueda pensar !ue tiene
mu# poco trabajo.
6tras hijas son colocadas por la madre mu# r"pidamente en el papel de madre. .on
responsables por sus hermanos menores # no pueden disfrutar por ende su nie$ o su juventud.
%ueo, de adultas, se sienten estafadas en su propia infancia.
Las heridas maternas de los hi-os
%os hijos tienen e1periencias distintas de las hijas. A menudo las madres tienen
inconscientemente una relacin m"s estrecha con ellos. 7uando esto conduce a !ue los malcr/en
o den preferencias, les resultar" dif/cil a ellos poder crecer. A veces tambi*n sucede !ue,
cuando el padre deja la familia o cuando la relacin entre los padres es mala, los hijos varones
son tomados como pareja sustituta. Entonces se convierten en pr/ncipes !ue todo lo tienen
permitido # !ue no necesitan atenerse a ninn limite. 7uando el hijo es utili$ado como pareja
sustituta, !ueda liado inconscientemente a la madre # no tiene entonces posibilidad aluna de
vivir su masculinidad. %a madre continua durmiendo en la cama matrimonial con su hijo de trece
aos # no nota como ella despierta en *l su se1ualidad. 3ero al mismo tiempo refle1iona !ue el
hijo reprime sus fantas/as e intereses se1uales. Ella se pone celosa cuando el hijo se enamora de
una chica. %a madre pro#ecta en el nio su temor frente a la se1ualidad.
7
3or un lado lo en"ltese como hombre, por el otro le impone una imaen masculina !ue
reprime la se1ualidad # !ue permite nicamente el (puer aeternus - el joven por siempre nio+,
lo cual a menudo provoca !ue los hombres rehsen toda responsabilidad, !ue finalmente
absorban a la madre # nunca tomen su vida en sus manos. E1isten muchos hombres !ue a los
cuarenta aos aun viven con su madre. Generalmente son desempleados por!ue no pueden
embarcarse en ninn trabajo. 0epende econmicamente de su madre, muchas veces tienen
problemas de alcoholismo # se aprovecha veron$adamente de su madre. 3ero dado !ue ella
esta interiormente liada a su hijo, no tiene el valor de arrojarlo del c"lido nido para !ue
finalmente se convierta en adulto.
Adem"s del enaltecimiento del hombre, a menudo tambi*n sucede lo contrario' por el
temor de la madre a la confrontacin con el esposo, ridiculi$a al muchacho en su masculinidad.
Eso puede provocar una profunda inseuridad en su papel de hombre.
7on frecuencia tales relaciones entre la madre # el hijo son contradictorias # confusas. El
hijo anhela a su madre # la madre a su hijo. 3ero al mismo tiempo la madre se proh/be una
relacin mas estrecha con el hijo # lo desvalori$a en su identidad masculina. ,ales hijos
permanecen a menudo tironeados entre sus anhelos de una mujer # el temor frente a ella.
En su fantas/a se imaina cuan bonito seria tener una mujer comprensiva. 3ero ni bien les
interesa una mujer se retraen por temor a !ue ella los ridiculice en su masculinidad.
%a ma#or herida en la relacin entre la mujer # el hijo es la e1periencia de ser
abandonado, lo cual puede suceder por iual a hijas e hijos. 8n hombre cuenta !ue su madre,
!uien viv/a sola, permanentemente lo amena$aba con suicidarse si el no era obediente. Al hijo
no le !uedaba otra opcin !ue adaptarse. 7onstantemente deb/a vivir con miedo a !ue la madre
se !uitara la vida # !uedara abandonado.
Aun cuando a veces deb/a reprimir su aresin, en ciertas oportunidades sal/a a la lu$. ;l
no ten/a permitido ser un nio, deb/a preocuparse por su madre.
Alo similar e1perimentan muchos nios cu#as madres enferman a edad temprana, #a sea
f/sicamente o de depresin o neurosis. 7ierto hombre ten/a una madre psictica. 2a de nio se
averon$aba cuando su madre aparec/a en la ciudad, #a !ue constantemente vociferaba.
&inalmente le falt su madre. Es comprensible !ue durante parte de su vida ha#a estado
buscando un reempla$o de su madre. 2 tambi*n la veren$a lo acompao durante aos. ;l se
averon$aba de s/ # de su conducta. 2 una otra ve$ se relacionaba con personas de las cuales
deb/a averon$arse.
8na situacin no tan e1traa' el padre le pea a su hijo la madre indefensa est" a su lado.
.i bien alunas madres tratan de intervenir a favor de sus hijos, viven lueo una situacin tal !ue
no les !ueda opcin. ,ienen miedo de !ue el padre, en un ata!ue de ira, tambi*n les le peue a
ellas. %os hijos lo viven entonces como traicin de la madre. Badre se retira. No dice nada.
>eprime su propio sentimiento.
Esto resulta para el hijo una e1periencia !ue lo marca # hiere profundamente, una herida
materna !ue permanece.
6tro hombre cuenta !ue de nio su padre lo encerraba siempre en un stano oscuro. .i
bien la madre lo ve/a, nunca intent evitarlo. Ni si!uiera hablaba en su favor. %a sensacin de
traicin # abandono se ha marcado profundamente en este nio.
7ierta madre, sobree1iidas con conducta rebelde de los hijos, los amena$a con cortarle al
padre si no les obedecen. 8na madre !ue acta de este modo no ofrece proteccin, delata a los
hijos frente al severo padre. ,ambi*n *sta resulta una e1periencia de abandono.
El terapeuta sui$o ,heodor 9ovet ha dicho !ue las adicciones son siempre un sustituto de
la madre.
Esto naturalmente no sinifica !ue las madres son culpables de la adiccin. ,ambi*n puede
suceder !ue el hijo o la hija no loren desprenderse de la proteccin materna. 6 !ui$"s
sencillamente no ha#an e1perimentado esta proteccin materna debido a circunstancias
e1ternas, aun cuando la madre ha#a puesto todo su empeo en ello.
8
%a adiccin puede nacer por la e1periencia de la falta de proteccin. En el alma
permanece siempre un aujero !ue no puede llenarse. 3ero tambi*n puede nacer por la
condescendencia.
%a malcrian$a reempla$a a menudo una relacin afectuosa normal con el nio. 7uando una
madre malcr/a a la hija o al hijo lo hace precisamente por!ue !uisiera ver concretado en ella o
en *l lo !ue ella nunca tuvo permitido. &recuentemente tras la malcrian$a se esconde un
remordimiento por no poder dar al hijo lo !ue necesita, o el empleo del hijo para fines propios.
%a madre malcr/a al hijo para vivir en *l su propia vida no vivida. %os hijos malcriados caen
frecuentemente en una adiccin. No slo en adicciones materiales como el alcohol, las droas o
las p/ldoras. .ino tambi*n en a!uellas adicciones in-
Bateriales como la man/a de relacin, la man/a de jueo o la adiccin al trabajo. 3ero
tambi*n la anore1ia, en la cual la joven se resiste a comer # protesta frente a su rol de mujer,
puede ser consecuencia de relaciones enfermi$as con la madre. A la inversa, la ula, unida
frecuentemente a la bulimia =vmitos tras un ata!ue de comerA, muestra !ue la joven (tapona+
con comida su falta de proteccin para dejar de sentirse sola.
"l e.ecto de las heridas maternas en los adultos
)uien padece una herida materna aora a su madre durante toda su vida. 7onstantemente
necesita dedicacin # reconocimiento. ,ales personas pro#ectan a menudo su herida espiritual a
las personas con !uienes conviven. En las palabras inofensivas escuchan recha$o. En cual!uier
mirada preocupada ven insatisfaccin en el otro. ,odo lo refieren a ellas misma # tienen
constantemente miedo a !ue el otro los rechace. Nunca consiue la pro1imidad necesaria # si
aluien se dedica a ellas se aferran a *l. 3ero cuando m"s !uisieran retenerlo, tanto antes se
desprende de ellas, #a !ue con su necesidad e1aera de dedicacin eneran temor en otro. Ellas
controlan a todo responsable de un rupo o de una empresa para ver si hablan con ellas la misma
cantidad !ue con los dem"s. 9uscan una pro1imidad constante buscan conraciarse con ellos. 6
dan todo para conseuir as/ dedicacin. )uien da mucho, tambi*n necesita mucho. Alunos dan
todo por!ue son insaciables en su necesidad de amor.
)uien por ejemplo dirie un rupo debe calcular siempre !ue los interantes traen consio
sus heridas paterna # materna. 7uando tienen una herida materna observar"n con detalle al
l/der para ver cu"nto tiempo habla con este o con a!uel colaborador, con esta o con a!uella
mujer. 7ontrolan celosamente !ue les brinde la misma atencin !ue a los dem"s. 6 hacen todo
para atrapar su atencin. Ellos entienden la empresa, la comunidad, la familia como madre
sustituta. No pueden e1istir conflictos.
8na discusin es siempre una amena$a !ue les roba la sensacin de estar en casa. 3ero
!uien como l/der de un rupo de persona padece de una herida materna de cual no es consciente
o !ue le pasa inadvertida, tendr" dificultades para conducir objetivamente. 8tili$ar" su tarea de
conduccin para hacerse !uerer' !ue todos lo !uieran. ;l necesita la funcin de conduccin para
satisfacer sus propias necesidades de dedicacin. 3ero de esta forma *l no est" libre para
conducir realmente bien a las personas # despertar vida en ellas. 8tili$a a las personas para s/
mismo.
)uien se reconcilia con una herida materna naturalmente no ha resuelto de este modo
todos los problemas de su vida' su historia absolutamente personal puede convertirse en
fortale$a para *l pero simult"neamente tambi*n en una amena$a. )uien cuida de los dem"s en
virtud de su herida materna puede entender bien el sentimiento del otro # a#udarlo. 3ero tal
persona debe saber al mismo tiempo de la amena$a !ue radica all/, de intervenir siempre a
favor de los dem"s # preocuparse mu# poco de s/ mismo. %a herida materna puede convertirse
en nosotros en la ra$n de un talento !ue se e1presa en !ue podemos crear un hoar para lo
dem"s. 3ero al mismo tiempo no debo olvidar dnde puedo tener la propia sensacin de hoar.
0ebo estar bien conmio mismo. 0e lo contrario corro el peliro de ofrecer a los dem"s un hoar
con mucho amor # fantas/a, pero hundirme #o mismo en mi soledad.
9
>eci*n descubro mi sendero de mi vida cuando veo en mi herida materna simult"neamente
la oportunidad # la amena$a. Entonces esto# proteido frente al tra$ado de un sendero
e1cesivamente unilateral # de hundirme en el lodo de mis necesidades inconscientes.
@. )"#I(A PA$"#'A
El padre tiene la misin de fortalecer la espalda del hijo, de transmitirle valor para la
aventurarse en la vida # asumir riesos. 7erca del padre, el hijo a menudo se atreve m"s !ue
cuando est" solo. .e atreve a saltar el arro#o, tiene el valor de sentarse en su bicicleta. El padre
le fortalece al hijo su columna vertebral # le libera la espalda. 7uando falta la e1periencia
paterna el hijo busca una columna vertebral de reempla$o, # a menudo *sta consiste en la
ideolo/a, en principios claros # firmes detr"s de los cuales se esconde. ,heodor 9ovet comenta
al respecto !ue la ideolo/a es el reempla$o del padre' !uien carece de columna vertebral
necesita otro sost*n. 2 las normas r/idas se lo brindan a menudo, normas detr"s de las cuales se
oculta. 7uando un padre no nos fortalece la espalda es menester aferrarse a principios !ue le
brinden a uno seuridad supletoria. ,ales hombres # mujeres parecen a primera vista fuertes.
Ellos saben con precisin !u* es lo correcto # !u* es lo !ue !uieren. 3ero si se los observa
atentamente, se los reconoce r/idos e inmviles.
En el acompaamiento espiritual a menudo notamos cmo en las personas mu#
conservadoras, el modo r/ido de ver el mundo es simplemente un reempla$o del padre. :acia
afuera, estas personas fundamentan sus opiniones conservadoras- cuando se encuentran por
ejemplo en un entorno eclesi"stico- con la doctrina de la ilesia o del 3apa.
.i no arumentamos en contra de sus opiniones sino !ue las enfrentamos con respeto #
benevolencia, frecuentemente sure !ue el parecer conservador es slo una proteccin frente
al propio caos interno. Bu# a menudo e1iste un sentimiento de abandono, un no ser tomado en
serio por padre, una carencia de la e1periencia del padre. 3adre no estaba presente en la casa.
.e mantuvo ajeno a la educacin # se escondi detr"s de su trabajo. 6 era demasiado d*bil para
poder ser un padre. Era depresivo o alcohlico. 6 estaba en la uerra, estuvo ausente en los
aos importantes de la infancia # estuvo por ende marcado por la uerra de modo tal !ue dej
de ser abierto para ser un padre para sus hijos. Estaba ocupado consio mismo # con sus
vivencias traum"ticas # se refuiaba en el trabajo, en el alcohol o en la enfermedad. 3ara
a!uellas personas con e1periencias paternas de esta naturale$a, una posicin r/ida #
conservadora es en principio una proteccin # tambi*n un factor estabili$ante. 3ero, con el
tiempo, esta posicin conduce a la riidi$acin # a una prisin interior de la cual dif/cilmente se
pueda emerer.
Es importante no menospreciar la posicin de estas personas sino en cambio ofrecerles
aprecio. Entonces podemos notar con frecuencia !ue de pronto no se trata #a de tener ra$n
sino de hallar un camino hacia la verdadera vida.
%a reciente investiacin de los lactantes demostr cuan importante es el padre en el
desprendimiento de la madre, !ue tiene luar entre el noveno # el decimocuarto mes de vida. .i
el nio puede apo#arse entonces en su padre, estar" proteido frente a los dif/ciles temores del
abandono = comp. 3etri L?A. .i falta el padre, se perturba el e!uilibrio familiar. El hijo, #a sea
varn o mujer, no puede separarse de la madre # se mantiene en una simbiosis con ella. %a
psicolo/a reconoci la medida en !ue la ausencia del padre puede lastimar al hijo. El padre
tiene la misin de desplear el entorno para !ue el hijo aprenda a tratar con *l en forma activa.
El padre es para el hijo (modelo # soporte de esperan$as de las propias posibilidades+ = 3etri LM
A. 7uando no est" - debido a muerte prematura, por ausencia, por divorcio-, al nio le falta una
proteccin importante frente a las amena$as del mundo e1terior # una posibilidad de
identificacin absolutamente relevante. El nio no puede desarrollar en forma adecuada sus
sentimientos de autoestima.
El padre desempea un papel primordial en la formacin de la consecuencia. %os jvenes
!ue carecieron de sus padres muestra una marcada tendencia a la violacin de las relas, al
traspaso de los limites # a una conducta aresiva.
10
7uanto menor la identificacin del nio con el padre, tanto mas dif/cil le resulta su
(protesta masculina+ frente a la sociedad, !ue se manifiesta entonces a menudo en forma de
actividades antisociales = comp. 3etri ?M? A. .e evidencia entonces !ue la herida materna hiere
tanto mas profundamente el alma del nio cuanto m"s temprano el nio carece del padre.
%os efectos de la falta del padre son muchas veces m"s fuertes !ue el divorcio !ue en la
muerte del padre, #a !ue en el divorcio los nios e1perimentan una fuerte desvalori$acin del
padre a trav*s de la madre. Entonces no pueden identificarse con *l mientras !ue el padre
fallecido tempranamente a menudo es ideali$ado # permanece vivo como posibilidad de
identificacin.
Las heridas paternas de las hi-as
%as heridas maternas de las hijas eneralmente tienen relacin con la postura ambivalente
del padre respeto a la mujer. 7uanto un padre siente temor frente a las mujeres, es frecuente
!ue desvalorice a la hija. .e burla de sus sentimientos, o cuando llea a la pubertad la lastima
haciendo referencia a caso a su cuerpo voluptuoso. 3or otra parte esta orulloso de su hija. %e
hace bien cuando ella se dirie a *l.
3ero debido a !ue su relacin con las mujeres no es clara, vuelve a recha$arla. 6 la utili$a
para s/ al presentarla a familiares o amios. %ueo, sin embaro, la pasa por alto como sino
e1istiera. Ejemplificativo de ello resulta lo !ue cont cierta mujer' .u padre siempre la pasa por
alto # tenia la sensacin !ue de nia # de joven ni si!uiera tenia la relacin con su padre,
inclusive de no haber cru$ado palabra aluna con *l. %as nias a menudo se sienten empujadas
para uno # para otro lado entre el tironeo hacia el padre # su postura de recha$o. 0e pe!ueas
e1perimentan la dedicacin del padre pero ni bien se convierten en mujeres sure un blo!ueo #
#a no encuentran mas acceso al padre. 7on frecuencia *l tambi*n esta ausente por!ue se
esconde tras su profesin. 0e ello puede resultar una herida de por vida.
6tra herida de la hija se verifica cuando el padre utili$a a la hija como compaera # socia
o como conenial # confidente. %a une entonces tanto as/ !ue apenas puede separarse lueo de
*l. %a rodea de ternura, despliea en ella sus necesidades erticas.
%a hija se siente sobree1iida.
%a herida m"s profunda es el abuso se1ual de la hija por parte del padre. En el abuso es
terrible la confusin de sentimiento de la hija. El padre le trasmite a su hija !ue la ama por
sobre todo. %a acaricia. 2 de pronto ves mas all" # disfruta su impulso se1ual. %a hija #a no
entiende. El padre le demostr todo su amor. 2 ahora la lastima. Ella siente repunancia pero no
se anima a resistirse a ello. 2 tampoco puede hablar del tema con la madre. )ueda entonces
sola con el abuso. A veces busca la culpa en s/ misma. )ui$"s e1cit demasiado al padre. Alunos
padres le inculcan a las hijas no hablar una sola palabra de ello. Es su secreto. 6tros amena$an a
la hija !ue, en caso de decir alo ambos ser"n castiados. Entonces la hija cada ves debe
disociar mas su sentimiento. 2 no sabe como manejarse con su se1ualidad. A menudo inclusive
siente asco a la se1ualidad # nunca llea a tener una sana relacin con la misma.
,ambi*n sucede !ue los padres castian # pean.
7uando un padre le pea a su hija se produce una profunda herida paterna. %a hija no
puede defenderse frente al padre mas fuerte. 8na estudiante contaba cuan denirante resultaba
para ella !ue su padre le peara. Inclusive a los diecisiete aos continuaba recibiendo sus
olpes. E1perimentaba as/ como era despreciada como mujer. Naci en ella un odio abismal
hacia el padre !uien no aceptaba su arumento # en cambio la olpeaba si *l tenia una opinin
diverente a la de ella. En una atmsfera de tal violencia, la hija no puede hallarse a s/ misma.
No puede aceptarse como mujer s/ constantemente e1perimenta la fuer$a brutal del hombre
contra ella.
7ierta mujer contaba !ue la maestra le preuntaba a menudo a !u* se deb/an los
moretones en sus bra$os. Ella no se animaba a decirle a la maestra !ue el padre hab/a vuelto a
pearle.
11
2 cuando la maestra e1pres su sospecha de !ue podr/a haber sido el padre, ella inclusive
lo defendi. Esta mujer ansi toda su vida la pro1imidad de un hombre !ue la amara sin
condicionamientos. 3ero al mismo tiempo sent/a temor de ello. E inconscientemente siempre se
relacionaba con hombres !ue la lastimaban de modo similar a su padre.
Las heridas paternas de los hi-os
,ambi*n los hijos deben e1perimentar con frecuencia ser olpeados por sus padres. A
menudo estos padres son mu# controlados hacia afuera # e1itosos en la profesin. 3ero en casa
despliean su lado de sombra, se vuelven irascibles # pierden su control. %e pean al hijo # le
sacan sus aresiones a olpes. Esto provoca !ue el hijo se adapte por!ue no encuentra
oportunidad aluna de luchar contra la violencia del padre. 3ero en aln momento cae en la
depresin.
7ierto hombre contaba !ue su padre le peaba con un cinturn de cuero. A veces ten/a
miedo de !ue lo matara, tan iracundo se pon/a. 8no puede imainar el p"nico !ue sur/a en un
nio tan impotente # cmo deb/a disociar sus sentimientos para sobrevivir. <iv/a en un miedo
constante ante el padre imprevisible # no sab/a cmo comportarse, #a !ue el ata!ue de ira del
padre muchas veces no era provocado por determinado comportamiento su#o sino por los
estados de "nimo !ue el padre tra/a del trabajo, o por los conflictos !ue ten/a con la madre.
El hijo era el reempla$o para la ira !ue el padre no pod/a manifestar frente a su esposa o
en su trabajo.
6tro hombre contaba !ue su padre hab/a convertido directamente en un ritual el castio a
sus tres hijos. &rente al estudio de su padre se encontraban tres sillas. %os hijos deb/an esperar
en ellas. %ueo deb/an pasar de a uno. El padre le e1plicaba por !u* deb/a pearle. %ueo el hijo
deb/a !uitarse los pantalones # el padre le peaba brutalmente sobre su trasero desnudo. 8na
ve$ !ue se hab/a vestido nuevamente, el hijo deb/a abra$ar a su padre. .er obliado a demostrar
mi amor a a!uel !ue me pea es una forma s"dica de lesin.
%as lesiones espirituales tambi*n pueden surir de forma m"s sutil, por ejemplo cuando el
padre todo lo puede # ejerce su superioridad' el padre es !ui$"s un artesano habilidoso. 6 es
e1itoso # reconocido en la pol/tica. ,odo lo !ue toca le resulta. A veces los hijos de tales padres
e1itosos se sienten fracasados. El padre nada puede hacer frente a esta herida, #a !ue tiene
poco sentido ocultar sus aptitudes. 3ero frente a un todo lo puede resulta dif/cil para el hijo
encontrar su propia identidad. .iempre se siente inferior, fracasado. A menudo no le !ueda otra
coca por hacer !ue lo contrario al padre. El hijo de un aboado # pol/tico e1itoso hall su camino
en ocuparse como sacerdote por los presos # las persona de hoar. ;l necesitaba su propio
"mbito para hallar su identidad. 3ero a la lara no se puede vivir slo en la oposicin al padre.
3or lo tanto este hijo tambi*n debi hallar cone1in con las ra/ces positivas !ue a su ve$ le
ofrec/a su padre. El sacerdote descubri despu*s de alunos aos cmo el trabajo por los presos
lo aliviaba. ;l pon/a demasiado protesta contra su padre en este compromiso. >eci*n cuando
descubri la fuer$a dentro de s/ mismo, !ue hab/a obtenido de su padre, pudo hallar el sendero
de su vida # dedicarse al trabajo con renovada ener/a # placer.
Alunos padres tienen miedo frente a la masculinidad de su hijo. Entonces necesitan
doblear al hijo, lo cual a menudo provoca peleas por rivalidades.
,ales hijos ven su modelo de vida posteriormente en disminuir a los dem"s. El odio frente
a su padre se acumula # se manifiesta frente a los dem"s, #a !ue frente al padre no tendr/a
posibilidad aluna. Entonces se trasladan las heridas a los dem"s d*biles. 7uando no se observa
esta herida paterna se convierte en una fuente continua de violencia # humillacin. El fenmeno
de la violencia de e1trema derecha, ante el cual nos asustamos actualmente con desconcierto,
tambi*n tiene su orien en tales heridas paternas.
8na herida paterna profunda sure tambi*n cuando el padre es arbitrario e imprevisible.
7uando el padre es alcohlico, toda la familia siente temor ni bien reresa al hoar. Entonces #a
es suficiente un pe!ueo motivo para !ue el padre les rite a todos o les peue arbitrariamente.
%os nios tienen miedo de !ue en su arrebato no cono$ca l/mite aluno.
12
A veces tambi*n debe presenciar cmo el padre ebrio casi mata a olpes al hijo. El padre
no puede tolerar !ue lo contradian # no puede soportar !ue el hijo se desarrolle distinto a lo
imainado por *l. ,ales hombres reaccionan de manera brutal frente a cual!uier pe!uea cr/tica
o cuestionamiento. .ienten miedo de ser destronados de su posicin de poder. Entonces pean a
su alrededor # !uieren afian$ar de este modo su fr"il autoridad. )uien ha e1perimentado un
padre arbitrario # brutal como *ste, no encuentra un sost*n. Nunca ha podido apo#arse en su
padre. Entonces busca su sost*n en una postura r/ida, en principios claros o se despla$a por la
vida de manera inestable # nunca encuentra un terreno firme sobre el cual apo#arse.
7ierto hombre contaba !ue siempre tuvo miedo frente a su padre. El padre era severo,
siempre ten/a ra$n. No admit/a ninuna oposicin. Incluso a los NC aos su padre lo seu/a
tratando como a un nio.
El padre impart/a las rdenes # el hijo deb/a obedecer. El hijo sent/a siempre sometido,
nunca pod/a vivir sus propios deseos # siempre fue humillado.
3or ende nunca aprendi a defenderse a s/ mismo # a sus sentimientos. Nunca ten/a
permiso para demostrar sus sentimientos frente a su padre. .e torn entonces inseuro #
siempre se dej determinar desde afuera. 3ero alo en su alma se rebelaba contra este padre
todopoderoso. .e podr/a decir !ue necesitaba un fracaso para !uebrar las ataduras de su padre.
3ara *l era la nica v/a posible hacia la libertad # hacia su propio camino. 3ero al mismo tiempo
esta v/a resultaba mu# dolorosa.
"l e.ecto de las heridas paternas en los adultos
)uien padece de una herida paterna siempre tiene problemas de autoridad. Nunca puede
llevarse bien con la autoridad. ,iene la impresin de !ue todo superior !uiere humillarlo #
atacarlo. <ive entonces en una desconfian$a permanente frente al superior. Nunca puede
enfrentarlo de manera objetiva sino !ue ve siempre en *l las conductas de su padre !ue lo
humill # reprimi. ,oda pe!uea cr/tica del superior la percibe como un recha$o o represin.
0ebe proteerse frente a la autoridad por!ue considera !ue lo destruir" # !ue su nico
objetivo ser/a su ruina. 3ero tampoco puede manejar la autoridad !ue le compete a *l mismo. 6
bien no puede enfrentar los conflictos por falta de columna vertebral e intenta siempre
armoni$arlos o alejar de s/ los problemas. ;l evita los conflictos # es!uiva cual!uier
confrontacin # decisin. 6 tambi*n se convierte en autoritario. No permite oposicin aluna e
imita en ltima instancia mediante su conducta al padre autoritario !ue *l recha$a. El psicloo
infantil 9runo 9ettelheim lo denomina (la identificacin con el aresor+' dado !ue el hijo no
pudo resistirse al padre # siempre se sinti d*bil, se identifica con *l # se vuelve iual de brutal
# autoritario frente a los dem"s a fin de alejarse de su temor frente a su propia debilidad
%as herida paterna se manifiesta en ltimo t*rmino tambi*n en una profunda desconfian$a
frente a 0ios. %os hombres # las mujeres con una herida paterna siempre tienen la impresin de
!ue no pueden confiarse a 0ios. Inconscientemente tienen dentro de s/ la imaen de un 0ios
arbitrario. Es mejor proteerse frente a este 0ios en luar de aceptarlo.
3ero tambi*n alberan desconfian$a contra s/ mismo. No se animan a nada. No abordan los
problemas sino !ue los dilatan en el tiempo. 7arecen de la ener/a paterna. 3refieren adecuarse
# vivir inadvertidos, evitan toda discusin # se arrastran adapt"ndose por la vida. 3ero de este
modo no viven ellos mismos sino !ue son vividos desde afuera.
7uando la herida paterna radica en el abandono de la familia por parte del padre por irse a
vivir con su novia, esta herida se manifiesta en los adultos con frecuencia en un sentimiento de
abandono. Ellos viven con un temor primitivo a ser abandonados nuevamente, precisamente por
las personas a !uienes m"s aman. 2 esta herida provoca !ue ellos bus!uen siempre la culpa en s/
mismo. %as preuntas mortificadoras iran en torno a ellos' 4)uien hice mal5 4No so# dino de
ser amado, !ue mi padre me abandon5
13
A causa de la partida del padre, a menudo el hijo ma#or toma el rol de padre. 2 como
adulto es dif/cil !ue lo deje. Esto dificulta la relacin con su esposa # con frecuencia tambi*n su
trabajo en la empresa, donde se siente responsable por todo.
El psicoanalista # terapeuta :orst 3etri enumer en su libro <aterentbehrun =7arencia del
padreA, lo efectos posibles de tales e1periencias a lo laro de la vida. 7uando el hijo no tiene
posibilidad de identificacin con el padre, su (protesta masculina+ se manifiesta eneralmente
en actividades antisociales =3etri ?M?A .e siente inseuro en su masculinidad # desvalori$a a las
mujeres a fin de superar su inseuridad. %os hombres # las mujeres sin padre, sen lo
demuestran las investiaciones, son con ma#or frecuencia !ue otros, neurticos, depresivos #
con el rieso de cometer suicidio. No obstante, nuestra conducta no depende nicamente de la
falta del padre sino tambi*n de cmo nos manejamos con ello # de si en nuestra historia de vida
hemos conocido suficientes personajes paternales.
%a herida paterna puede entonces obstaculi$arnos en la vida. 3uede cubrir nuestro sendero
de vida m"s primitivo. 3ero tambi*n puede convertirse en una oportunidad. )uien se ha
reconciliado con este aspecto de su bioraf/a, no se convertir" en un l/der autoritario !ue slo
olpea sobre la mesa para imponer su voluntad sobre los dem"s. 7onducir" de modo cuidadoso #
escuchar" tambi*n a los m"s d*biles.
No pasar" por alto la demanda de nadie. 3ero debe saber de su rieso de es!uivar los
conflictos # dilatar en el tiempo las decisiones. Es determinante !ue no luche # viva contra su
herida paterna sino con ella. Entonces *l descubrir" precisamente a!u/ su camino particular.
<ivir" su anhelo por el padre convirti*ndose en padre para otros. 0e este modo contacto con las
ra/ces positivas de su padre. 0epende de nosotros si nuestra herida paterna nos condena a
repetir # e1perimentar una # otra ve$ nuevas heridas de las personas !ue est"n sobre nosotros, o
si nuestra herida paterna se convierte en una oportunidad para reconocer en ella nuestro
carisma, nuestra misin de vida, nuestro sendero de vida . Entonces viviremos en pa$ con
nuestra herida paterna # nuestro sendero despertar" vida no slo en nosotros sino tambi*n en los
dem"s.
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