04 Sensación, Percepción y Atención
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PSICOLOGÍA
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Sensación, percepción y atención
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Tema 4
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Contenido
1. Despierta tus sentidos ............................................................................................................................ 3
2. ¿Qué es la percepción? ........................................................................................................................... 3
2.1. Fases del proceso perceptivo .......................................................................................................... 4
2.1.1. Detección.................................................................................................................................. 4
2.1.2. Transducción ............................................................................................................................ 4
2.1.3. Transmisión .............................................................................................................................. 5
2.1.4. Procesamiento de la información ............................................................................................ 5
2.1.5. Percepción visual ...................................................................................................................... 5
2.2. Clasificación de los órganos sensoriales .......................................................................................... 5
2.2.1. Los sentidos exteroceptores .................................................................................................... 5
2.3. Los umbrales sensoriales ................................................................................................................. 8
2.3.1. Umbral absoluto ....................................................................................................................... 8
2.3.2. Umbral diferencial .................................................................................................................... 9
3. Cómo percibimos .................................................................................................................................... 9
3.1. Teorías de la percepción .................................................................................................................. 9
3.1.1. La teoría asociacionista ............................................................................................................ 9
3.1.2. La Escuela de la Forma (Gestalt) .............................................................................................. 9
3.1.3. La teoría cognitiva .................................................................................................................. 12
3.2. Factores que influyen en la percepción ......................................................................................... 12
3.2.1. Factores externos ................................................................................................................... 12
3.2.2. Factores internos .................................................................................................................... 13
4. Las ilusiones ópticas .............................................................................................................................. 13
5. Trastornos perceptivos ......................................................................................................................... 14
5.1. Agnosia .......................................................................................................................................... 14
5.2. Ilusiones ......................................................................................................................................... 14
5.3. Alucinaciones ................................................................................................................................. 14
6. La atención ............................................................................................................................................ 14
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1. Despierta tus sentidos
La vida se desarrolla en un mundo rebosante de objetos, acontecimientos y personas, que percibimos a
través de los sentidos. Si un individuo no es sensible y capaz de responder a su ambiente, no podrá
satisfacer sus necesidades, comunicarse con sus semejantes o disfrutar de la vida.
Los sentidos son nuestras ventanas abiertas al mundo, las fuentes de nuestra experiencia, porque nos
informan sobre el entorno, y esto es lo que nos permite sobrevivir. Vivimos en un mar de energía.
Constantemente los órganos de nuestros sentidos son bombardeados por multitud de estímulos.
Los sentidos con sus distintos receptores son canales de información que detectan los estímulos físicos
y los transmiten al cerebro, que les otorga un sentido. Cuando observamos un paisaje natural apreciamos el
placer que se siente al escuchar el murmullo de la brisa en los árboles, el suave fluir del río o el canto de los
pájaros. Esto nos gusta, nos recrea y nos encanta.
Aunque los sentidos nos ofrecen un panorama interesante del mundo, no siempre pueden transmitir
una imagen fiable de la realidad. De hecho, los seres humanos hemos construido muchos instrumentos
(microscopio, telescopio, etc.) para amplificar las posibilidades de nuestros limitados sentidos.
Cuanto más usamos conscientes una capacidad sensible, más mejoramos su agudeza. Cuando una
persona pierde un sentido, desarrolla más la capacidad de los restantes. Así, por ejemplo, los invidentes
aumentan su capacidad auditiva, olfativa e incluso táctil.
Vivir no es sólo pasar por este mundo, sino que implica sentir, percibir y comprender nuestra realidad.
La importancia que otorgamos a nuestros sentidos marca la diferencia entre oír y escuchar, probar y
degustar, tocar y palpar, ver y observar, oler y olfatear. Si abrimos la mente a nuestros sentidos podremos
disfrutar de nuestro viaje por la vida.
2. ¿Qué es la percepción?
La percepción no es una mera suma de estímulos que llegan a nuestros receptores sensoriales, sino que
cada individuo organiza la información recibida, según sus deseos, necesidades y experiencias. El cerebro
transforma de forma casi instantánea los mensajes sensoriales en percepciones conscientes.
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La percepción es más de lo que vemos, oímos, saboreamos, olemos o palpamos. La esencia de la
percepción consiste en la transformación de la impresión sensitiva (sensación) en información cognitiva.
Las características fundamentales de la percepción son:
• Es un proceso constructivo que depende de las características del estímulo (que activa los
órganos de los sentidos) y de la experiencia sociocultural y afectiva del sujeto perceptor. El
sujeto utiliza «esquemas» perceptivos y, al percibir, está condicionado por su aprendizaje y
experiencia, su personalidad y su cultura.
• Es un proceso de información-adaptación al ambiente. El objetivo de la percepción es dotar de
sentido la realidad que vivimos, facilitarnos información sobre el mundo y permitir nuestra
adaptación al entorno. Todas las especies desarrollan un aparato sensorial especial para recoger
información esencial para su supervivencia. El águila y otros pájaros de presa tienen una vista
muy precisa, los perros pueden oler cosas en concentraciones 100 veces inferiores a nosotros, y
los murciélagos disponen de un sonar capaz de rastrear y capturar insectos pequeños.
• Es un proceso de selección. Como la información que recibimos es excesiva y los recursos del
individuo son limitados, percibimos lo que es relevante para nosotros en cada circunstancia.
Esta selección de estímulos, de gran importancia para nuestra adaptación y supervivencia, se
produce mediante la atención.
La atención es una actividad consciente que inhibe lo que pueda interferir, orienta los sentidos, los
sistemas de respuesta y los esquemas de conocimiento residentes en la memoria. La atención puede sufrir
constantes modificaciones y disminuye en determinadas circunstancias (embriaguez).
2.1.1. Detección
Cada sentido
dispone de un receptor,
grupo de células
sensibles a un tipo
específico de energía.
Las células del ojo son
sensibles a la energía electromagnética; las células del oído responden a las vibraciones del aire, y un grupo
de células del oído interno detecta los cambios de movimiento y la gravedad, y nos mantiene en equilibrio.
2.1.2. Transducción
Parte de nuestro talento natural depende de la capacidad del cuerpo para convertir un tipo de energía
en otro. Los receptores transducen o convierten la energía del estímulo en mensajes nerviosos. Cuando
hablamos con alguien por teléfono, el micrófono convierte las señales sonoras en eléctricas. De forma
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similar, nuestros sentidos convierten la energía electromagnética (la luz) o las ondas del medio físico
(sonidos) en señales electroquímicas que circulan por nuestro sistema nervioso.
2.1.3. Transmisión
Cuando la energía electroquímica tiene la suficiente intensidad, desencadena impulsos nerviosos que
transmiten la información codificada, sobre las características del estímulo, hacia diferentes zonas del
cerebro.
2.2.1.1. Gusto
El gusto es un sentido de carácter químico, que nos permite percibir muy pocos sabores. Básicamente
son sólo cuatro: dulce, salado, ácido y amargo. La riqueza de gustos se consigue combinando estos cuatro.
El órgano sensorial del gusto se compone de unas células llamadas papilas gustativas, que recubren la
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superficie de la lengua, uno de los músculos más versátiles. Las papilas tienen la capacidad de estimularse
por ciertas sustancias químicas. Al hacerlo generan un impulso nervioso que es conducido al cerebro.
2.2.1.2. Olfato
El olor es otro sentido químico que afecta a nuestra valoración de las cosas y las personas. Los seres
humanos pueden oler aquellas sustancias que contienen moléculas susceptibles de volatizarse o difundir
partículas microscópicas en el aire. Por eso no podemos oler la piedra, el vidrio o el acero, que no evaporan
nada cuando están a la temperatura ambiental.
El proceso olfativo se produce cuando las partículas olorosas entran en contacto con nuestra mucosa
olfatoria a través del aire inspirado. Después el olor pasa del bulbo olfatorio a la corteza cerebral y lleva su
mensaje al sistema límbico.
Vivimos rodeados de olores que entran en nuestros cuerpos o emanan de él, sin embargo, cuando
tratamos de describir un olor nos faltan las palabras.
2.2.1.3. Visión
La mayor parte de la información que obtenemos del mundo es visual. La vista es considerada el
sentido humano dominante, porque nos permite percibir el espacio, orientar nuestros movimientos y evitar
peligros.
La percepción visual se inicia cuando las células receptoras de la retina, situadas en la parte posterior
del globo ocular, son estimuladas por energía electromagnética, en forma de ondas luminosas. Sin
embargo, el ojo humano no es capaz de captar todo el espectro de ondas electromagnéticas. Sólo
percibimos unos estímulos determinados dentro de unas amplitudes concretas, aquellas longitudes de
onda comprendidas entre los 400 y los 700 nanómetros.
Los ojos son, probablemente, el órgano sensorial más importante y trabajan juntos para transmitir
imágenes al cerebro por el nervio óptico. Cada ojo contiene las siguientes estructuras:
• La córnea: es
la parte del ojo que está en
contacto con el exterior. Es
una membrana transparente
cuya función principal es
refractar la Luz. Tiene una
forma redondeada que actúa
de forma similar a la Lente
convexa de una cámara.
• El humor
acuoso: es un fluido claro que
proporciona alimento a la
córnea y se recicla
completamente cada cuatro
horas.
• El iris: se encuentra detrás del humor acuoso, controla la cantidad de luz que entra en el ojo
cambiando el tamaño de la pupila y es responsable del color de los ojos.
• La pupila: es un pequeño orificio circular en el centro del iris que regula la cantidad de luz que
entra en el ojo. Se dilata en caso de que la luz sea escasa y se contrae si es muy intensa.
Cuando el oftalmólogo examina las estructuras del ojo utiliza un oftalmoscopio, instrumento
con espejos y prismas para dirigir la luz hacia la pupila. Este aparato permite detectar los
trastornos oculares, así como otras alteraciones, tales como la hipertensión ocular.
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• El cristalino: se encuentra detrás de la pupila y ayuda a la córnea a enfocar la luz en el fondo del
ojo, en la retina. Para poder enfocar objetos cercanos y lejanos, una cámara fotográfica cambia
la distancia entre la lente (que es fija) y la película. En el ojo humano, lo que cambia es el
cristalino para conseguir enfocar distancias
cortas y largas. Este proceso se denomina
acomodación y sucede prácticamente en
tiempo real.
• El humor vítreo: es una sustancia gelatinosa
que rellena la cámara principal del ojo y su
función es que la luz enfocada por la lente no
sufra ninguna desviación.
• La retina: se encuentra detrás del humor
vítreo y recubre la pared interior del ojo.
Contiene receptores que son sensibles a la luz,
vasos sanguíneos y una red de neuronas que
transmiten la información al cerebro. La fóvea
es el área de la retina donde la visión es mejor
y contiene la mayor parte de los conos de la
retina. Otra área de la retina es ciega. Este
punto ciego no contiene receptores para la luz
que son necesarios para la visión, porque ese
espacio lo ocupa el nervio óptico.
• Nervio óptico: conjunto de fibras nerviosas que conducen las señales neuronales al cerebro, que
es el responsable de la interpretación de las imágenes.
¿Qué tiene la retina para ser capaz de sensibilizarse ante un estímulo luminoso? La retina posee
dos tipos de terminaciones nerviosas: unas sensibles a los colores (conos) y otras al blanco y
gris, a la luz débil, a las formas y volúmenes (bastones). Estas células receptoras envían sus
mensajes al cerebro a través del nervio óptico. Una vez en el córtex cerebral, se traducirán
dichos mensajes neuronales en mensajes de forma, color y tamaño.
2.2.1.4. Tacto
En general, nuestra sociedad inhibe el tacto porque lo asocia al interés sexual, aunque el afecto no es lo
mismo que el sexo. Percibimos las distintas sensaciones táctiles a través de la piel. La sensibilidad de la piel
es muy alta en partes del cuerpo que exploran el mundo de manera directa: las manos y los dedos, los
labios y la lengua.
La piel consta de tres zonas: una externa (epidermis), cuyas células muertas son insensibles; otra
intermedia (capa de Malphigi), formada por células hijas que suben a la epidermis, sustituyendo a las que
se mueren y desprendiéndolas en forma de escamas y caspa; y la más profunda (dermis), que tiene células
vivas y aloja los corpúsculos nerviosos sensibles al calor (corpúsculos de Ruffini), al frío (corpúsculos de
Krause), al relieve y la
textura (corpúsculos de
Meissener), y la presión
(corpúsculos de Pacini).
El dolor se percibe por
las terminaciones nerviosas
libres, que pueden excitarse
por una amplia variedad de
estímulos agudos (calor,
frío, presión, etc.). Para ser
conscientes de las
sensaciones captadas por
estos receptores su
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información debe llegar a la
corteza cerebral.
2.2.1.5. Audición
El oído es fundamental para la comunicación por medio del lenguaje. Somos muy sensibles a las
diferencias de sonidos y podemos detectar las diferencias entre millares de voces humanas. Algunas
personas, músicos e invidentes tienen esta capacidad especialmente desarrollada.
¿Cómo se transforman los cambios en la presión del aire (o en las vibraciones) en energía eléctrica
aprovechable por el sistema nervioso? El oído es la estructura que transforma las vibraciones del aire en
energía eléctrica. El oído se puede dividir en tres partes:
• El oído externo: recopila los sonidos y los envía hacia una membrana tensa llamada tímpano,
que vibra con estas ondas.
• El oído medio: transmite las
vibraciones del tímpano a través de
una cadena de tres huesecillos
(martillo, yunque y estribo),
llevándolas hasta un tubo en forma de
caracol, en el oído interno,
denominado cóclea, que está lleno de
líquido y contiene células ciliares.
• El estribo: produce desplazamientos
del líquido en el oído interno,
desplazamientos que estimulan las
terminaciones nerviosas, lugar donde realmente comienza el proceso auditivo. Las células
nerviosas estimuladas envían la señal por el nervio auditivo hasta el lóbulo temporal del
cerebro, donde el estímulo eléctrico es procesado.
La estructura del oído es complicada y vulnerable al daño. Si se perfora el tímpano, o si los huesecillos
del oído medio pierden su flexibilidad, la capacidad auditiva para llevar las vibraciones disminuye. Un
audífono puede restablecer la audición al ampliar las vibraciones.
Uno de los problemas de la sociedad actual es el ruido, un sonido indeseable que puede provocar
frustración y tensión, sobre todo cuando es un hecho imprevisto e incontrolable. La exposición continua
por encima de los 85 decibelios (personas que viven cerca de los aeropuertos o escuchan música muy alta)
puede provocar la pérdida de la capacidad auditiva.
3. Cómo percibimos
El estudio de la organización perceptual consiste en descubrir los factores
responsables de que las sensaciones aparezcan como totalidades unitarias y
coherentes ante nuestra experiencia.
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La figura tiene unas características propias: forma y contornos definidos; posee mayor estructuración y
está más próxima al sujeto; aparece cerrada sobre sí misma, su superficie es menor y recibe la influencia
del fondo que la envuelve. En contraposición, el fondo carece de contornos precisos; parece más uniforme
y carente de estructura; su superficie es mayor y se percibe como extendido tras la figura.
A veces, la figura y el fondo pueden ser reversibles. Existen figuras ambiguas que admiten diversas
interpretaciones. Estas figuras muestran que la representación de la realidad está dirigida por el sujeto, al
menos en parte: depende de cómo fragmentemos los elementos de la imagen para reconocer una cosa u
otra.
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2. Ley de semejanza. Los estímulos parecidos en tamaño, forma o color tienden a ser agrupados.
En la figura vemos columnas verticales, y no líneas horizontales. Ejemplo: Imagina a los
miembros de dos bandas de música que van tocando durante una fiesta. Si los uniformes son de
diferentes colores, veremos las bandas como grupos separados, no como un solo grupo.
3. Ley de La continuidad. Es la tendencia a percibir unidos los estímulos que tienen una
continuidad. La espiral de Frazer es una de las ilusiones ópticas más sorprendentes: el engaño se
logra por medio de una serie de círculos concéntricos, que observamos siguiendo el trazo con el
dedo.
4. Ley de contraste. La percepción de un elemento está influida por la relación que tiene con otros
elementos del conjunto. ¿Por qué el punto o el cuadrado se constituyen en figura y el resto en
fondo?
5. Ley de cierre. Es la tendencia a percibir los objetos como entidades totales, aunque algunas
partes puedan faltar o estar ocultas. Algunas figuras (el perro dálmata) revelan nuestra
tendencia a integrar formas, incluso con indicios mínimos, para que tengan una forma global
consistente.
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proviene de los sentidos y otorga un significado a las sensaciones. Para percibir algo necesitamos un bagaje
previo que permita entender lo que percibimos.
A veces, el sistema perceptivo comete errores: vemos cosas que no hayo necesitamos tiempo para
interpretar la imagen presentada; incluso algunas figuras tienen un sentido diferente, según el contexto en
que aparecen. Todos estos fenómenos tienen valor para los psicólogos porque los mecanismos de un
sistema también se revelan a través de los errores y distorsiones.
Por ejemplo, el esquema Estudiar incluye toda una secuencia de personajes (catedráticos, profesores,
alumnos), objetos (pantallas digitales, ordenadores, mapas), acciones (ir a la biblioteca, hacer un trabajo) y
metas (lograr que los alumnos aprendan, etc.).
Los esquemas no sólo guían los procesos perceptivos habituales, sino también la comprensión de
expresiones simbólicas. Están ligados al modo en que la memoria recupera la información y, por ello,
permiten establecer metas (planificación de la acción).
La percepción puede concebirse como una operación de varios niveles. El nivel más simple consta de
procesos automáticos: detección de características visuales elementales (colores, líneas, ángulos, texturas).
Pero en un nivel superior, al agrupar las características, para configurar objetos y escenas se requiere la
intervención de esquemas interpretativos.
En general, podemos afirmar que los sujetos van construyendo estructuras de conocimiento
(esquemas) durante su desarrollo cognitivo, de forma que, con el tiempo, estos esquemas guiarán su
capacidad perceptiva de manera más automática.
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• Repetición. Tiene gran importancia en la propaganda comercial, de ahí la repetición de muchos
anuncios en los medios audiovisuales.
• Tamaño. Los objetos grandes, atraerán nuestra atención con mayor probabilidad que los
objetos pequeños.
• Novedad. La percepción de objetos o sucesos no habituales se fija con mayor facilidad.
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9. Ilusión de Delboeuf. La distancia AB parece más corta que la línea CD, pero son iguales.
10. Ilusión del paralelogramo de Sander. La diagonal AB parece mayor que la diagonal Be, aunque
son iguales.
5. Trastornos perceptivos
Nuestros sentidos no siempre transmiten una imagen fiel del mundo externo. Hay trastornos de la
percepción a distintos niveles: unos están limitados a una sola variedad perceptiva, debido a lesiones
cerebrales localizadas, como las agnosias, y otros son más complejos, como las ilusiones y alucinaciones.
5.1. Agnosia
Es la incapacidad de identificar o reconocer estímulos por un sentido particular, aunque la persona
tenga bien su capacidad intelectual. La persona con agnosia visual no puede identificar objetos comunes,
como un reloj de pulsera, aunque, si se le permite coger el reloj, puede reconocerlo por el tacto. Por tanto,
no ha perdido su memoria para el objeto, ni ha olvidado su nombre.
5.2. Ilusiones
Una ilusión es una deformación del objeto percibido, por una percepción falsa o un error en el
reconocimiento; por ejemplo, cuando caminamos por una carretera en la oscuridad de la noche y algunos
árboles nos parecen figuras amenazantes. Existen varios tipos de ilusiones:
• Por falta de atención: son frecuentes en la vida cotidiana; a veces, saludamos a un desconocido
como si fuera un amigo.
• Ilusiones catatímicas: éstas deforman los objetos o situaciones por influencia de los
sentimientos y emociones. En ocasiones recordamos un hecho no como fue, sino como
desearíamos que hubiera sucedido.
• Pareidolias: son ilusiones fantásticas, propias de la imaginación, como «ver» figuras más o
menos definidas en una pared o en las nubes. Este fenómeno consiste en dar una estructura
formal a algo que no la tiene, que es vago y difuso.
5.3. Alucinaciones
Son percepciones sin objeto. Según el canal sensorial por el que se perciben, las alucinaciones más
significativas son:
• Acústicas: se experimentan como ruidos, voces, murmullos. Estas voces pueden ser oídas de
forma clara o confusa y ser inteligibles o ininteligibles. Generalmente, son desagradables para
los pacientes.
• Visuales: se presentan en personas con trastornos cerebrales y en intoxicaciones graves
(alcoholismo). Los alcohólicos suelen ver objetos móviles, animales y personas de pequeño
tamaño, caras grotescas que se burlan de ellos.
• Gustativas y olfativas: se presentan en algunas personas deprimidas y esquizofrénicas que,
influidas por sus delirios (el término «delirio» proviene del latín delirare, «salirse del surco»),
pueden sentir olor a veneno en su comida o incluso saborearlo.
• Táctiles: se refieren a sensaciones en la piel como picores, pinchazos o corrientes eléctricas.
6. La atención
La atención es un proceso cognitivo que permite controlar y orientar la actividad consciente del
individuo para desarrollar una conducta adaptativa y planificar su vida.
Habitualmente recibimos mucha información de nuestro entorno, en forma de olores, sonidos,
sensaciones táctiles, imágenes o temperatura, y también del propio organismo, como el hambre, el
cansancio o el dolor.
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La atención es muy importante, no sólo porque orienta nuestros receptores hacia los estímulos que
deseamos percibir, sino también porque influye en cómo procesamos la información. Algunas tareas
permiten un procesamiento automático y demandan poca atención, lo que facilita realizar varias
actividades al mismo tiempo.
En cambio, otras actividades exigen un procesamiento controlado, implican un gran esfuerzo y control
consciente de la conducta por ejemplo, estudiar una oposición.
La atención es un mecanismo de selección activa de la información que recibimos, porque ésta es
excesiva y nuestros recursos son limitados. William James se refería a esta propiedad selectiva de la
atención cuando afirmó en sus Principios de psicología:
«Millones de detalles... que se presentan a mis sentidos nunca penetran propiamente en mi experiencia.
¿Por qué? Porque no tienen interés para mí. Mi experiencia es lo que yo decido atender... Todo el mundo
sabe lo que es la atención. Es que la mente tome posesión de forma clara y vívida de uno de los varios
objetos posibles que aparecen simultáneamente. La focalización, la concentración de la consciencia son su
esencia. Implica abandonar algunas cosas para poder manejar otras con efectividad.»
En la actual sociedad de la información la atención selectiva ha adquirido gran auge porque los
psicólogos tratan de clarificar cuáles son los mecanismos atencionales a través de los cuales el sujeto
selecciona lo que ve, oye, aprende, recuerda, piensa o hace.
Además, pretenden comprender algunos problemas prácticos: cómo es la interacción hombre-
máquina, la atención escolar, los problemas de control aéreo o los límites atencionales del ser humano.
La atención posee unas características básicas:
• Es una actividad consciente del sujeto que busca un objetivo. Éste inhibe todo lo que pueda
interferir. Si jugamos una partida de ajedrez, atendemos a las piezas del tablero y apenas
notamos la temperatura de la habitación.
• No todo lo que estimula nuestros receptores sensoriales es transformado en representación
mental.
• Activa o inhibe los procesos cognitivos dependiendo de las demandas de la situación.
• Orienta los sentidos, los sistemas de respuesta y los esquemas de conocimiento residentes en la
memoria.
• Puede sufrir constantes modificaciones en diferentes momentos. Disminuye cuando comemos
de forma abundante o en casos de embriaguez alcohólica.
Hay múltiples factores que determinan la atención:
• El estado físico, la fatiga mental o el sueño.
• Ciertos fármacos y alimentos: café, tabaco, alcohol.
• Condiciones externas: estación del año, temperatura.
• Madurez individual: en la infancia la atención es lábil y dispersa.
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