Priest Graham 2006 Una Brevisima Introduccion A La Logica Oceano
Priest Graham 2006 Una Brevisima Introduccion A La Logica Oceano
Priest Graham 2006 Una Brevisima Introduccion A La Logica Oceano
UNA BREVSIMA
INTRODUCCIN
A LA LGICA
OCEO
EDITOR: Rogclio Carvajal Dvila
UNA BREVSIMA INTRODUCCIN A LA LGICA
Ttulo original: LOGIC. VERY SHORT INTRODUCTION
Tradujo, adapt, ajust y corrigi el departamento editorial de Oceano
de la edicin original en ingls de Oxford University Press
2000, Graham Priest
Publicado originalmente en ingls en 2000
Publicado segn acuerdo con Oxford University Press
D. R. 2006, EDITORIAL OCEANO DE MXICO, S.A. DE C.V.
Eugenio Sue 59, Colonia Chapultcpec Polanco
Miguel Hidalgo, Cdigo Postal11560, Mxico, D.F.
5279 9000 5279 9006
[email protected]
PRIMERA EDICIN
ISBN 970-777-026-0
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin
escrita del editor, bajo las sanciones establecidas en las leyes,
la reproduccin parcial o total de esta obr por C alquier medio
o procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento
informtico, y la distribucin de ejemplares de ella mediante
alquiler o prstamo pblico.
IMPRESO EN MXICO 1 PRINTED IN MEXICO
Este libro est dedicado a todos los que alguna vez han
pensado en la lgica, o lo harn alguna vez.
NDICE
Priaco, 9
r. Validez: C se sigue de qu?, 13
2. Funciones de verdad o no?, 21
3 Nombres y cuantificadores: Nada es algo?, 33
4 Descripciones y existencia:
Adoraron los griegos a Zeus?, 41
5 Autorreferencialidad: De qu trata este captulo?, 49
6. Necesidad y posibilidad: Lo que ser debe ser?, 59
7- Condicionales: C hay en un si?, 71
8. El futuro y el pasado: Es real el tiempo?, Sr
9 Identidad y cambio: Es cualquier cosa siempre
lo mismo?, 91
ro. Vaguedad: Cmo dejamos de resbalar por una
falacia de presuncin?, 99
n. Probabilidad: El extrao caso de la clase de referencia
perdida, ro9
r2. Probabilidad inversa: No podemos ser indiferentes a
ella!, n9
13. Teora de la decisin: Grandes expectativas, 129
14. Un poco de historia y algunas lecturas adicionales, 139
8
Glosario, 149
Problemas, 155
Referencias de las ilustraciones, 159
Bibliografa, r6r
ndice temtico, r63
ndice de nombres, r67
Solucin a los problemas, r69
LGICA
PREFACIO
L
a lgica es una de las disciplinas intelectuales ms an
tiguas y una de las ms modernas. Sus principios se
remontan hasta el siglo IV a. C. Las nicas disciplinas ms
antiguas son la flosofa y las matemticas, con las que
siempre ha estado ntimamente relacionada. Se revolucio
n cerca de la transicin al siglo X, con el uso de nuevas
tcnicas matemticas, y en la ltima mitad de dicho si
glo encontr papeles radicalmente nuevos e importantes
en la computacin y el procesamiento de datos. Es, por
lo tanto, una materia central para la mayor parte del pen
samiento y esfuerzo humanos.
Este libro es una introduccin a l a lgica como la
comprenden los lgicos contemporneos. Sin embargo,
no tiene la intencin de ser un libro de texto. Hay mu
chos de ellos disponibles hoy en da. El propsito de ste
es explorar las races de la lgica, que se sumergen pro
fundamente en la filosofa. En el camino explicaremos
algo de lgica formal.
En cada uno de los captulos principales comi en
zo tomando algn problema fi losfco o enigma lgico
particular. Entonces explico alguna aproximacin a l.
Con frecuencia ste es muy comn; pero en algunas de
las reas no hay una respuesta estndar: los lgicos an
discrepan. En tales casos, slo he elegido una que resul-
ro LGICA
te interesante. Casi todas las aproximaciones, ya sean co
munes o no, pueden cuestionarse. Termino cada captulo
con algunos problemas que plantea la aproximacin que
he explicado. En ocasiones stos son comunes; en otras
no. A veces tendrn respuestas sencilas; otras, quiz no.
El propsito es plantear el desafo de lo que debe hacer
se con el tema.
La lgica moderna es una materia muy matemti
ca. He tratado de escribir el texto de tal manera que evite
casi todas las matemticas. Lo mximo que necesitamos
es un poco de lgebra de secundaria para los ltimos cap
tulos. Es necesaria tambin la determinacin para domi
nar algo del simbolismo que probablemente resulte nue
vo para el lector; pero esto es mucho menos de lo que
se requiere para tener una comprensin bsica de cual
quier nuevo lenguaje. Y la claridad que da el simbolismo
a preguntas complej as hace que cualquier difi cultad para
aprenderlo haya valido la pena. U na advertencia, sin e m
bargo: leer un libro sobre lgica o fi losofa no es como leer
una novela. Por momentos hay que leer despacio y cui
dadosamente. Algunas veces hay que detenerse y pensar
sobre las cosas; y hay que estar preparado para regresar y
releer un prrafo si es necesario.
El captulo fnal del libro trata del desarrollo de la
lgica. He intentado situar algunas de las cuestiones que
trata el libro dentro de una perspectiva histrica, para
mostrar que la lgica es una materia viva, que siempre
ha evolucionado y que continuar hacindolo. El captulo
tambin contiene sugerencias para futuras lecturas.
Hay dos apndices. El primero contiene un glosa
rio de trminos y smbolos. Puede consultarse si se olvi
d el signifi cado de alguna palabra o smbolo. El segun-
I'REFACIO I I
do contiene una pregunta relevante para cada captulo,
ron la que puede ponerse a prueba la comprensin de sus
principales ideas.
El libro busca ms el aliento que la profundidad.
Sera fcil escribir un libro sobre el tema de cada cap
tulo y, ciertamente, se han escrito muchos de ese tipo. Y
an as, hay muchas cuestiones importantes sobre la l
gica que ni siquiera he tocado aqu. Pero si el libro se lee
hasta el fi nal, puede obtenerse una buena idea sobre los
fundamentos de la lgica moderna, y de por qu las per
sonas consideran que vale la pena pensar en ese campo
de estudio.
1. VALIDEZ: QU
SE SIGUE DE QJt
?
A
la mayora de las personas les gusta pensar que razo
nan de una forma lgica. Decirle a alguien "No es
ts siendo lgico" es, por lo comn, una forma de crtica.
Ser ilgico es estar confundido, embrollado, ser irracio
nal. Pero qu es la lgica? En A travs del espejo, el libro
de Lewis Carroll, Alicia se encuentra con el par de lgi
ca cambiante Tweedledum y Tweedledee. Cuando Ali cia
se queda sin palabras, ellos atacan:
-S lo que ests pensando -dijo Tweedle
dum: pero no es as, de ninguna manera.
-Al contrario -continu Tweedledee- si
fue as, podra ser; y si fuera as, ser: pero como no
es, no ser. Eso es lgico.
Lo que est haciendo Tweedledee -al menos en
la parodia de Carroll-es razonar. Y, como l lo dice, de
eso trata la lgica.
Todos razonamos. Tratamos de razonar sobre las ba
ses de lo que ya sabemos. Tratamos de persuadir a otros
de que algo es as dndoles razones. La lgica es el estu
dio de lo que cuenta como una buena razn para expli
car para qu y por qu. Sin embargo, debemos entender
esta afi rmacin de alguna determinada manera. Aqu hay
LGICA
1 11 llll:z:
QU SE SIGUE DE QU? r
s
, 1, ; 1robadas de razonamiento que los lgicos llaman in
,.,, 'liCias:
r. Roma es la capital de Italia y este avin aterriza en
Roma; entonces el avin aterriza en Italia.
2. Mosc es la capital de Estados Unidos; entonces no
puedes ir a Mosc sin ir a Estados Unidos.
En cada caso, las afrmaciones anteriores a "enton
' es" son razones determinadas -los lgicos las llaman pre
"' isas-; las afrmaciones posteriores a "entonces" -que
l 1 1s lgicos llaman conclusiones-es aquello de lo que son
razones las razones. El primer ej emplo de razonamiento
est bien; pero el segundo es bastante irremediable, y no
persuadir a nadie que tenga algn conocimiento elemen
tal de geografa: la premisa de que Mosc es la capital de
Estados Unidos, es simplemente falsa. Si la premisa hu
hiera sido cierta -si, digamos, Estados Unidos hubiera
comprado toda Rusia (y no slo Alaska) y hubiera muda
do la Casa Blanca a Mosc para estar ms cerca de los
centros de poder en Europa-la conclusin hubiera sido
en efecto correcta. Hubiera resultado de las premisas; y en
eso se interesa la lgica. No le interesa si las premisas
de una inferencia son verdaderas o falsas.
se es asunto de
alguien ms (en este caso, de los gegrafos) . Le interesa,
simplemente, si la conclusin resulta de las premisas. Los
lgicos llaman vlida a una inferencia cuando la conclu
sin en verdad resulta de las premisas. As que la meta
central de la lgica es comprender la validez.
Podras pensar que sta es una tarea aburrida, un
ejercicio intelectual con un atractivo menor al de resolver
crucigramas. Pero resulta que la lgica no slo es una ma-
16
LGICA
teria muy difcil, sino que no puede separarse de varias
cuestiones flosfi cas importantes (y a veces profundas).
Conforme continuemos veremos algunas de ellas. Por el
momento, consideremos algunos hechos bsicos de la va
lidez directa.
Para empezar, es comn distinguir entre dos dife
rentes tipos de validez. Para entenderlo, consideremos las
tres siguientes inferencias:
I. Si el ladrn hubiera entrado por la ventana de la co
cina, habra huellas afera; pero no hay huellas; as
pues, el ladrn no entr por la ventana de la cocina.
2. Juan tiene manchas de nicotina en los dedos; por lo
tanto, Juan es un fumador.
3 Juan compra dos paquetes de cigarros al da; por lo
tanto, alguien dej huellas afuera de la ventana de
la cocina.
.
La primera inferencia es muy sencilla. Si las pre
misas son verdaderas, la conclusin deber serlo. O para
ponerlo de otra manera, las premisas no podran ser ver
daderas sin que la conclusin tambin lo fuera. Los l
gicos llaman deductivamente vlidas a las inferencias de
este tipo. La inferencia nmero dos es un poco diferente.
La premisa da claramente una buena razn para la con
clusin, pero no es por completo conclusiva. Despus de
todo, Juan simplemente pudo haberse manchado los de
do
.
s para h
.
acer creer a la gente que es fumador. As que
la mferenCia no es deductivamente vlida. De estas infe
rencias se dice que son inductivamente vlidas. La inferen
cia nmero tres, en contraste, no tiene posibilidad algu
na bajo cualquier estndar. La premisa no parece aportar
1 ALIDEZ:
l
es carpintero, as que l es carpintero y juega beis bol".
Pero algunas veces nuestras intuiciones pueden me
ternos en problemas. Q piensas de la siguiente infe
rencia? Las dos premisas aparecen sobre la lnea, la con
clusin debajo de ella.
La reina es rica. La reina no es rica.
Los cerdos pueden volar.
Desde luego que no parece vlida. La riqueza de la
reina -grande o no- no parece tener relacin con las
habilidades aeronuticas de los cerdos .
. 1
Pero qu pensamos sobre las siguientes dos infe-
rencias?
La reina es rica.
O la reina es rica o los cerdos pueden volar.
22 LGICA
O la reina es rica o los
cerdos pueden volar. La reina no es rica.
Los cerdos pueden volar.
La primera de stas parece vlida. Considera su
con
e hice
al final del captulo anterior: qu es una s1tuacwn? Un
pensamiento natural es que cualquier cosa que sea una
situacin, determina un valor de verdad para cada ora
cin. As, por ejemplo, en una situacin en particular, po
dra ser cierto que la reina fuera rica y los cerdos podran
volar. (Advirtamos que estas situaciones son meramen
te hipotticas!) En otras palabras, una situacin deter
mina que cada proposicin pueda ser tanto V como F.
En estas proposiciones no aparece nunca "y", "o", o
.
"no"
(A, v, ). Dada la informacin bsica sobre una Situa
cin, podemos usar tablas de verdad para resolver los va
lores de verdad de las proposiciones que intervienen.
Por ejemplo, imagina que tenemos la siguiente si
tuacin:
(r podra ser la oracin "el betabel es nutritivo", y "p :
V" significa que a p se le asign el valor verdadero de V
28 LGICA
etctera. ) Cul es el valor de verdad de, digamos,
p 1 ( r \ q) ? Resolvemos el valor verdadero de esto exac
tamente de la misma manera en que resolveramos el va
lor numrico de 3 X ( -6 + 2) usando tablas de multi
plicacin y sumas. El valor de verdad de r es V As que
la tabla de verdad para nos dice que el valor verdade
ro de r es F. Pero ya que el valor de q es F, la tabla de
valores para 1 nos dice que el valor de p 1 ( r \ q) es F.
De esta forma paso a paso, podemos resolver el valor ver
dadero de cualquier frmula que contenga las ocurren
cias de /, \ y .
Ahora, recuerda del captulo anterior que una infe
rencia es vlida con tal que no haya alguna situacin en
que todas las premisas verdaderas, y la conclusin no ver
dadera (falsa) . Esto es, es vlida si no hay manera de asig
nar V y Fa las proposiciones, lo que resultara en que to
das las premisas tuvieran el valor V y la conclusin el valor
F. Considera, por ejemplo, la inferencia que ya conoce
mos, q 1 q \ p. (Escribo esto en una sola lnea para aho
rrar dinero a Oceano. ) Las oraciones relevantes son q y
p. Hay cuatro combinaciones de valores de verdad, y por
cada una de ellas podemos obtener los valores de verdad
para la premisa y la conclusin. Podemos representar el
resultado as:
q p q q vp
V V V V
V F V V
F V F V
F F F F
FUNCIONES DE VERDAD O NO? 29
Las dos primeras columnas nos dan todas las com
bi naciones posibles de valores de verdad para q y p. Las
dos ltimas columnas nos dan los valores correspondien
tes a la premisa y la conclusin. La tercera columna es
igual a la primera.
TULO?
e uando uno piensa en casos normales con frecuencia
las cosas parecen simples; pero esto puede ser enga
ioso. A considerar casos ms infrecuentes, la simplici
dad puede desaparecer. As pasa con la referencia. En el
captulo anterior vimos que las cosas no son tan sencillas
como se podra suponer, una vez que tomamos en cuenta
que algunos nombres pueden no referirse a algo. Surgen
nuevas complicaciones cuando consideramos otro tipo de
caso inusual: la autorreferencia.
Es muy posible que un nombre se refiera a algo
de lo que l mismo es parte. Por ejemplo, consideremos
la oracin "Esta oracin tiene cinco palabras". El nom
bre que es el sujeto de la oracin, "esta oracin'', se refe
re a toda la oracin, de la que ese nombre forma parte.
Cosas similares suceden en un conjunto de regulaciones
que contienen la clusula "Estas regulaciones podran ser
revisadas por una decisin mayoritaria del Departamen
to de Filosofa". O por una persona que piensa "Si estoy
pensando este pensamiento, entonces debo estar cons
ciente".
Todos estos son casos de auto-referencia relativa
mente sin problemas. Hay otros casos muy diferentes. Por
ejemplo, supongamos que alguien dice:
so LGICA
Esta oracin que estoy pronunciando ahora es falsa.
Llamemos a esta oracin A. Es A verdadera o fal
sa? Bueno, si es verdadera, entonces lo que dice es el caso,
as que A es falsa. Pero si es falsa, entonces, ya que esto es
exactamente lo que afirma, es verdadera. En ambos casos,
A parece ser verdadera y falsa. La oracin es como una
cinta de Moebius, una confguracin topolgica donde,
debido a un giro, el interior es el exterior, y el exterior es
el interior: la verdad es falsedad y la falsedad es verdad.
O supongamos que alguien dice:
Esta oracin que estoy pronunciando ahora es ver
dadera.
Es verdadera o falsa? Bueno, si es verdadera, es ver
dadera, ya que eso es lo que dice. Y si es falsa, entonces
es falsa, ya que dice que es verdadera. Por lo tanto, tan
to la suposicin de que es verdadera como la de que es
falsa parecen ser consistentes. Adems, parece no haber
ningn otro hecho que resuelva el tema del valor de ver
dad que tiene. N o slo es que tenga algn valor que no
sotros no conocemos o, incluso, no podemos conocer. En
vez de eso, parecera que no habra nada que lo determi
ne como falso o verdadero. Parecer que no es ni verda
dero ni falso.
Estas paradoj as son muy antiguas, la primera de
ellas parece haber sido descubierta por el filsofo grie
go Eublides, y con frecuencia se le llama la paradoja del
mentiroso. Hay muchas ms, y ms recientes, paradojas
del mismo tipo, algunas de las cuales desempean un pa-
AUTORREFERENCIALIDAD: DE QU TRATA ESTE CAPTULO? 5I
pel crucial en partes centrales del razonamiento mate
mtico. Aqu hay otro ejemplo. Un conjunto es una co
leccin de obj etos. As, por ejemplo, uno podra tener el
conjunto de todas las personas, el de todos los nmeros,
el de todas las ideas abstractas. Los conjuntos pueden
ser miembros de otros conjuntos. Entonces, por ejemplo,
el conjunto de todas las personas de una habitacin es
un conjunto, y por lo tanto pertenece al conjunto de to
dos los conjuntos. Algunos conjuntos pueden incluso ser
miembros de s mismos: el conjunto de todos los obje
tos mencionados en esta pgina es un objeto menciona
do en esta pgina (lo acabo de mencionar) y, por lo tanto,
un miembro de s mismo. Y algunos conj untos desde lue
go no son miembros de s mismos: el conjunto de toda la
gente no es una persona y, por lo tanto, no es un miem
bro del conjunto de toda la gente.
Ahora, consideremos el conjunto de todos esos con
juntos que no pertenecen a s mismos. Llamemos a esto
R. Es R un miembro de s mismo o no lo es? Si es un
miembro de s mismo, es una de las cosas que no es un
miembro de s mismo y, por lo tanto, no es un miembro
de s mismo; es uno de esos conjuntos que no son miem
bros de ellos mismos y, por lo tanto, es miembro de s mis
mo. Parecera que R, es y no es miembro de s mismo.
Esta paradoj a fue descubierta por Bertrand Russell,
a quien conocimos en el captulo anterior, y por eso se
llama pardoja de Russell. Como la paradoj a del mentiro
so, tiene una contraparte. Q hay del conjunto de to
dos los conjuntos que son miembros de ellos mismos? Es
ste un miembro de s mismo o no? Bueno, si lo es, lo es
y si no lo es, no. De nuevo, parecera que no hay algo que
determine la situacin de una forma u otra.
LGICA
Figura 5. Una cinta de Moebius. Adentro es afuera y afuera es aden
tro. La verdad es falsedad y la falsedad verdad.
AUTORREFERENCIALIDAD: DE QU TRATA ESTE CAPTULO? 53
Los ejemplos de este tipo desafan la suposicin que
hicimos en el captulo 2 que cada oracin es verdadera o
falsa, pero no verdadera y falsa. "Esta oracin es falsa", y
"R no es un miembro de s mismo" parece ser tanto ver
dadero como falso; y sus contrapartes parecen no ser ni
verdaderas ni falsas.
Cmo puede acomodarse esta idea? Simplemen
te al tomar en cuanta esas otras posibilidades. Asumamos
que en cualquier situacin, cada oracin es verdadera pero
no falsa, falsa pero no verdadera, tanto falsa como verda
dera o ni falsa ni verdadera. Recordemos, del captulo 2,
que las condiciones de verdad para la negacin, conjuncin
y disyuncin son las siguientes. En cualquier situacin:
a tiene el valor V slo si a tiene el valor ."
a tiene el valor F slo si a tiene el valor V
a 1 h tiene el valor V slo si tanto a como h tienen
el valor V
a (\ h tiene el valor F slo si al menos una de a y h
tiene el valor F.
a V h tiene el valor V slo si al menos una de a y h
tiene el valor V
a V h tiene el valor F slo si tanto a como h tienen
el valor F.
Usando esta informacin, es fcil resolver los valo
res de verdad de oraciones bajo el nuevo rgimen. Por
ejemplo:
Supongamos que a es F pero no V Entonces, ya que
a es F, a es V (segn la primera clusula de la ne-
54 LGICA
gacin) . Y ya que a no es V a no es F (segn la
segunda clusula de la negacin). Entonces, a es
V pero no F.
Supongamos que a es V y F, y que b slo es V En
tonces tanto a como b son V as que a 1 b es V
(segn la primera clusula de la conjuncin). Pero,
como a es F, al menos una de a y b es F, as que
a 1 b es F (segn la segunda clusula de la conjun
cin) . As que a 1 b es tanto V como F.
Supongamos que a es slo V y b no es no V ni F.
Entonces ya que a es V al menos uno de a y b es V
y por lo tanto a V b es V (segn la primera clusu
la de la disyuncin). Pero como a no es F, entonces
no es el caso de que a y b sean ambos F. As que
a V b no es F (segn la segunda clusula de la dis
yuncin) . Por lo tanto, a V b es slo V
Q nos dice esto sobre la validez? Un argumen
to vlido es todava uno donde no hay situacin en que
las premisas sean verdaderas, y la conclusin no lo sea. Y
una situacin an es algo que tiene un valor de verdad
para cada proposicin. Slo ahora, la situacin podra dar
a una oracin un valor de verdad, dos, o ninguno. As que
consideremos la inferencia qlq 1 p. En cualquier situacin
donde q tiene el valor V las condiciones para V nos asegu
ran que q V p tambin tiene el valor V (Tambin podra
tener el valor F, pero no importa. ) Entonces, si la premi
sa tiene el valor V tambin lo tiene la conclusin. La in
ferencia es vlida.
En este punto, vale la pena regresar a la inferencia
con la que empezamos en el captulo 2: q, qlp. Como
vimos en ese captulo, dadas las suposiciones hechas ah,
AUTORREFERENCIALIDAD: DE QU TRATA ESTE CAPTULO? 55
esta inferencia es vlida. Pero dadas las nuevas suposicio
nes, las cosas son diferentes. Para ver por qu, tomemos
una situacin donde q tiene los valores V y F, pero p slo
tiene el valor F. Ya que q es tanto V como F, q es tam
bin V y F. Entonces las dos premisas son V (y F tambin,
pero eso no es relevante), y la conclusin, p, no es V. Esto
nos da otro diagnstico de por qu encontramos la infe
rencia intuitivamente invlida. Es invlida.
QU HAY EN UN SI? 75
No parece vlida la inferencia en este caso? Suponga
mos que sabemos que no iremos al cine sin gastar dinero:
( 1 m) . En realidad podemos concluir que si vamos
al cine gastaremos dinero: gm? No necesariamente. Su
pongamos que no iremos al cine, incluso si la entrada es
gratis esa noche. (Hay un programa en la televisin mu
cho ms interesante. ) Entonces sabemos que no es verdad
que iremos ( g), y por lo tanto que no es verdad que ire
mos y no gastaremos dinero: ( 1 m) . Entonces po
demos inferir que si vamos gastaremos dinero? En reali
dad no: podra ser una noche gratis.
Es importante notar que en la situacwn donde
aprendiste que la premisa es verdadera al ser informado
de ello, otros factores operan, por lo comn. Cuando al
guien nos dice algo como ( 1 m), normalmente no
lo hace sobre la base de que sabe que g es verdadera.
(Si supiera eso, en general no tendra sentido que nos di
jera mucho sobre la situacin. ) Si nos dicen eso, es sobre
la base de que hay alguna conexin entre g y m: de que
no podemos tener a g como verdadera sin que m lo sea
-y esto es exactamente lo que toma el condicional para
ser verdadero. As que en el caso donde se nos informa
la premisa, normalmente es razonable inferir que gm;
pero no a partir del contenido de lo que fue dicho, sino
del hecho de haber sido dicho.
De hecho, con frecuencia hacemos correctamente in
ferencias de este tipo sin pensar. Supongamos, por ej em
plo que le pregunto a alguien cmo logro que mi com
putadora haga alguna cosa u otra, y me responde "Hay
un manual sobre la repisa". Infiero que es un manual de
computadora. Esto no se sigue de lo que realmente se
dij o, pero la aclaracin no hubiera sido relevante a me-
LGICA
( } 1{ ti' rue fuera un
manual de comutadora
Fi gura 7 Sal tando a l as concl usiones.
nos que el manual sea un manual de computadoras, y las
personas normalmente buscan decir lo relevante. Por lo
tanto, puedo concluir que es un manual de computado
ras por el hecho de que dijo lo que dijo. La inferencia no
es una inferencia deductiva. Despus de todo, la persona
pudo haber dicho esto, y no ser un manual de computa
doras. Pero la inferencia es an una excelente inferencia
inductiva. Es de un tipo llamado con frecuencia implica
cin conversacional.
CONDICIONALES: QU HAY EN UN SI? 77
La condicional que hemos estado viendo parece de
cir adis, por lo menos hasta donde hemos visto. Enfren
ta, sin embargo, varios problemas. Aqu hay uno. Consi
deremos las siguientes inferencias:
Si vamos a Roma estamos en Italia.
Si estamos en Italia, estamos en Europa.
Por lo tanto, si vamos a Roma, estaremos en Eu
ropa.
Si x es mayor que ro entonces x es mayor que 5
Por lo tanto, si x es mayor que ro y menor que IOO,
entonces x es mayor que 5
Estas inferencias parecen perfectamente vlidas, y
lo son. Podemos escribir la primera inferencia como:
Para ver que esto resulta vlido, supongamos que las
premisas son verdaderas en alguna situacin, s. Enton
ces b es verdadera en toda situacin posible asociada con
s donde a es verdadera; y en forma similar, e es verdadera
en toda situacin asociada donde b lo es. As que e es ver
dadera en cualquier situacin donde a es verdadera. Esto
es, ac es verdadera en s.
Podemos escribir la segunda inferencia como:
2. ac
(a 1 b) c
LGICA
Para ver que esto resulta vlido, supongamos que la
premisa es verdadera en alguna situacin, s. Entonces e es
verdadera en cada posible situacin asociada con s donde
a es verdadera. Ahora, supongamos que a A b es verda
dera en una situacin asociada; entonces a es desde lue
go verdadera en esa situacin, y por lo tanto e lo es. Por
lo tanto, (a A b) __e es verdadera en s.
Hasta aqu vamos bien. El problema es que hay in
ferencias que son exactamente de esta forma, pero pare
cen ser invlidas. Por ej emplo, supongamos que hay una
eleccin para primer ministro con slo dos candidatos,
Smith, la actual primera ministro, y Jones. Ahora consi
deremos la siguiente inferencia:
Si Smith muere antes de la eleccin, Jones ganar.
Si Jones gana la eleccin, Smith se retirar y tomar
su pensin. Por lo tanto, si Smith muere antes de la
eleccin, ella se retirar y tomar su pensin.
Esta es exactamente una inferencia de la forma 1.
Parece claro que podra haber una situacin en la que am
bas premisas sean verdaderas. Pero no la conclusin; a
menos que estemos considerando una situacin extraa
en la que el gobierno pueda hacer efectivos los pagos de
pensin en la otra vida!
O consideremos la siguiente inferencia que concier
ne al mencionado Smith:
Si Smith salta de lo alto de un precipicio, morir
debido a la cada. Por lo tanto, si Smith salta de lo
alto de un elevado precipicio y lleva un paracadas,
morir debido a la cada.
CONDICIONALES : QU HAY EN UN SI? 79
Esta es una inferencia de la forma 2. An as, de
nuevo, parece claro que puede haber situaciones donde la
1 ) remisa es verdadera y la conclusin no.
Q podramos decir sobre este estado de cosas?
1 kjar que piensen en ello. A pesar del hecho de que
los condicionales son centrales en nuestros razonamien
t ( )S sobre la mayora de las cosas, an son una de las reas
r ns controvertidas de la lgica. Si los pj aros ya no estn
graznando sobre los condicionales, los lgicos desde lue
. \o ari lo hacen.
Princi
p
a idea del captlo
a__b es verdadera en una situacin, s, slo si
b es verdadera en cada situacin asociada con
s
donde a es verdadera.
1
8. EL FUTURO Y EL PASADO:
ES REAL EL TIEMPO?
E
1 tiempo nos es muy familiar. Planeamos hacer cosas
en el futuro; recordamos cosas del pasado; y a veces
disfrutamos estar slo en el presente. Y parte de encon
trar nuestro camino en el tiempo es hacer inferencias re
lacionadas con el tiempo. Por ejemplo, las dos siguientes
inferencias son intuitivamente vlidas:
Est lloviendo.
Habr estado lloviendo.
Todo esto parece elemental.
Ser cierto que siempre
ha estado lloviendo.
Est lloviendo.
Pero en cuanto uno empieza a pensar en el tiempo,
uno parece quedar enredado en nudos. Como dij o Agus
tn, si nadie me pregunta qu es el tiempo, entonces lo s
muy bien; pero cuando alguien me lo pregunta, dejo de
saberlo. Una de las cosas ms intrigantes sobre el tiempo
es que parece fluir. El presente parece moverse: primero
es hoy; luego es maana; y as. Pero cmo puede cambiar
el tiempo? El tiempo es lo que mide la velocidad a la que
todo lo dems cambia. Este problema se encuentra en el
corazn de muchos acertijos relacionados con el tiempo.
82 LGICA
Uno de ellos fue establecido, a principios del siglo X, por
el filsofo britnico John McTaggart Ellis McTaggart.
(Es correcto.) Como muchos fi lsofos, McTaggart estu
vo tentado por la visin de que el tiempo es irreal, de que
en el ltimo orden de las cosas, es una ilusin.
Para explicar el argumento de McTaggart sobre es
to, nos ayuda tener un poco de smbolos. Tomemos una
oracin en pasado, como "El sol estuvo brillando". Pode
mos expresar esto de modo equivalente, aunque un poco
raro, como "Fue el caso que el sol est brillando". Escri
bamos "Fue el caso que" como P (de "pasado") . Entonces
podemos escribir esta oracin como "P el sol est brillan
do", o, escribir s para "El sol est brillando", simplemen
te Ps. De igual forma, tomemos cualquier oracin en fu
turo, digamos, "El sol estar brillando". Podemos escribir
esto como "Ser el caso que el sol est brillando". Si escri
bimos "Ser el caso que" como F (de "futuro") , entonces
podemos escribir esto como Fs. (No confundamos esta F
con la del valor de verdad F)
P y F son operadores, como D y O, que se unen a
oraciones en general para hacer oraciones completas. Ade
ms, como D y O, no son funciones de verdad. "Son las 4
p. m. " y "son las 4 p. m. del 2 de agosto de 1999" son am
bas verdaderas (en el instante en que las escrib); "Sern
las 4 p. m. " tambin es verdadero (en el momento presen
te; pues son las 4 p. m. una vez al da) , aunque "Sern las
4 p. m. del 2 de agosto de 1999" no lo es. Los lgicos lla
man a P y a F operdores temporales. Los operadores tem
porales pueden ser iterativos o compuestos. Por ej em
plo, podemos decir "El sol habr estado brillando", eso es,
"Ser el caso que fue el caso de que el sol est brillando":
EL FUTURO Y EL PASADO: ES REAL EL TI EMPO?
FPs. O podemos decir "El sol ha estado brillando", eso es,
"Fue el caso que fue el caso de que el sol est brillando":
PPs (Los operadores modales que encontramos en el ca
ptulo anterior tambin pueden ser iterativos de esta for
ma, aunque no consideramos eso ah. ) Podemos llamar a
las repeticiones de P y F, tales como FP, PP, FFP, tiem
pos compuestos.
Ahora, regresemos a Me Taggart. Me Taggart razo
n que no habra tiempo si no hubiera pasado y futuro:
stos son su esencia. An as, el pasado y el futuro, aleg,
son inherentemente contradictorios; as que en realidad
nada puede corresponder a ellos. Bueno, quiz. Pero por
qu el pasado y el futuro son contradictorios? Para em
pezar, el pasado y el futuro son incompatibles. Si algn
evento instantneo es pasado, no es futuro, y viceversa.
Dejemos que e sea algn evento instantneo. Puede ser
cualquier cosa, pero supongamos que es el paso de la pri
mera bala por el corazn del zar Nicols en la Revolucin
rusa. Dejemos que h sea la oracin "e est ocurriendo".
Entonces tenemos:
(Ph 1 Fh)
Pero e, como todos los eventos, es pasado y futuro.
Porque el tiempo fluye, todos los eventos tienen la pro
piedad de ser futuro (antes de que sucedan) y la propie
dad de ser pasado (despus de que suceden) :
Ph 1 Fh
As que tenemos una contradiccin.
LGICA
No es probable que este argumento convenza a al
guien por mucho tiempo. Un acontecimiento no puede
ser pasado y futuro al mismo tiempo. El instante en que la
bala pas a travs del corazn del zar fe pasado y ftu
ro en tiempos direntes. Comenz como futuro; se convir
ti en presente durante un doloroso instante; y luego fue
pasado. Pero ahora -y sta es la parte ms astuta del ar
gumento de McTaggart-, qu estamos diciendo aqu?
Estamos aplicando tiempos compuestos a h. Estamos di
ciendo que fue el caso que el evento fue futuro, PF h; lue
go fue el caso que fue pasado, PPh. Ahora, muchos tiem
pos compuestos de tiempo, como los tiempos simples, son
incompatibles. Por ej emplo, si cualquier evento ser futu
ro, no es el caso que fue pasado:
(PPh 1 FFh)
Pero, al igual que con los tiempos simples, el flujo
del tiempo es sufciente para asegurar que todos los even
tos tambin tienen todos los tiempos compuestos. En el
pasado, Fh; como en el pasado lej ano FFh. En el futuro,
Ph; como en el futuro lej ano, PPh:
PPh 1 FFh
Y regresamos a la contradiccin.
Qienes quieran ser ingeniosos al respecto, replica
rn, igual que antes, que h tiene sus tiempos compues
tos en diferentes momentos. Fue el caso que FFh; luego,
ms tarde, fue el caso que PPh. Pero qu estamos dicien
do aqu? Aplicamos tiempos compuestos ms complejos
a h: PFF h y PPP h; y otra vez podemos usar exactamente
EL FUTURO Y EL PASADO: ES REAL EL TI EMPO?
el mismo argumento con stos. Estos tiempos compues
tos no son del todo consistentes entre s, pero el fuj o del
tiempo asegura que h los posee a todos. Qizs haga
mos de nuevo la misma rplica, pero tambin est abierta
a la misma contrarrplica. Cuando tratamos de salir de la
contradiccin con un conjunto de tiempos, slo lo hace
mos describiendo cosas en trminos de otros tiempos que
son igual de contradictorios; as que nunca escapamos de
la contradiccin.
se es el argumento de McTaggart.
Q tenemos que decir sobre esto? Para respon
der, veamos la validez de las inferencias relacionadas con
los tiempos . Para dar cuenta de esto, suponemos que cada
situacin, s0, viene junto a un montn de otras situacio
nes; no, en esta ocasin, con las situaciones que represen
tan posibilidades asociadas a s0 (como con los operado
res modales), sino situaciones anteriores a
S
0 o posteriores
a s0 Asumiendo, como normalmente lo hacemos, que el
tiempo es unidimensional e infi nito en ambas direccio
nes , pasado y futuro, podemos representar las situaciones
de una forma familiar:
La izquierda es antes; la derecha, despus. Como
siempre, cada s proporciona un valor de verdad, V o F,
para cada oracin sin operadores temporales. Q hay de
las oraciones con operadores temporales? Bueno, Pa es V
en cualquier situacin, s, slo si a es verdadera en alguna
situacin a la izquierda de s; y Fa es verdadera en s slo si
a es verdadera en alguna situacin a la derecha de s.
Mientras hacemos todo esto, podemos agregar dos
nuevos operadores temporales, G y H. G puede leerse
86 LGICA
como "Siempre ser el caso que ", y Ga es verdadero en
cualquier situacin, s, slo si a es verdadero en todas las si
tuaciones a la derecha de s. H puede leerse como "Siem
pre ha sido el caso que", y Ha es verdadero en cada situa
cin, s, slo si a es verdadero en todas las situaciones a la
izquierda de s. (G y H corresponden a F y P, respectiva
mente, en la misma forma en que o corresponde a 0. )
Este mecanismo nos muestra por qu son vlidas
las dos inferencias con las que empezamos el captulo. A
emplear operadores temporales, estas inferencias pueden
escribirse, respectivamente, como:
r FHr
FPr r
La primera inferencia es vlida, ya que si r es verda
dera en cualquier situacin, s0, entonces en cualquier si
tuacin hacia la derecha de s0, digamos s0 Pr es verdade
ra (ya que 50 est a su izquierda) . Pero entonces, FPr es
verdadera en s0, ya que si est a su derecha. Podemos re
presentar las cosas de este modo;
5_3 5_2
s
_r
s
o SI
52 53
r
Pr
FPr
La segunda inferencia es vlida, ya que si FHr es
verdadera en 50, entonces en alguna situacin a la derecha
de 50, digamos 5
2
, Hr es verdadera. Pero entonces en to
das las situaciones hacia la izquierda de s
2
, y por lo tanto
en particular s0, r es verdadera:
FL FUTURO Y EL PASADO: ES REAL EL TI EMPO?
. . . 5_3 5
_2
s
_I so SI
5
2
53
"
FHr
Hr
r r r r r
Adems, determinadas combinaciones de tiempos
son imposibles, como podramos esperarlo. Por lo tanto,
si h es una oracin verdadera en slo una situacin, diga
mos 50, entonces Ph 1 Fh es falsa en cada s. Ambas con
junciones son falsas en s0; la primera conjuncin es falsa a
la izquierda de s0; la segunda conjuncin es falsa a la de
recha. Del mismo modo, por ej emplo, PP h 1 FF h es falsa
en cada s. Dejo a ustedes la tarea de revisar los detalles.
Ahora, cmo soporta todo esto el argumento de
McTaggart? Recuerda que la conclusin del argumento
de McTaggart fe que, dado que h tiene cualquier tiem
po posible, nunca es posible evitar la contradiccin. Re
solver las contradicciones en un nivel de complej idad para
los tiempos compuestos slo las crea en otro. El recuento
de estos operadores temporales que acabo de dar, mues
tra que esto es falso. Supongamos que h es verdadera en
s0 Entonces, cualquier afrmacin con un tiempo com
puesto que concierne a h es verdadera en algn lugar. Por
ejemplo, consideremos a FPPFh. Esto es verdadero en
L2, como lo muestra el siguiente diagrama:
. 5_3 5_
2
s
_r so SI
5
2
53
h
Fh
PFh
PPFh
FPPFh
88 LGICA
Claramente, podemos hacer lo mismo para cada
tiempo compuesto formado de F y P, zigzagueando hacia
la izquierda o la derecha, como se requiere. Y todo esto es
perfectamente consistente. La infi nitud de diferentes si
tuaciones nos permite asignar a h todos los tiempos com
puestos en los lugares apropiados sin violar las variadas
incompatibilidades entre ellos, teniendo, por ejemplo, a
Fh y Ph como verdaderas en la misma situacin. El argu
mento de McTaggart, por lo tanto, fracasa.
r o. VAGUEDAD:
C
MO DEJAOS DE RESBALAR
POR UNA FALACIA DE PRESUNCI
N?
Y
a que estamos en la materia de la identidad, aqu hay
otro problema relacionada con ella. Todo se agota en
el tiempo. Algunas veces, las partes se reemplazan. Las
motocicletas y los coches obtienen nuevos frenos, las ca
sas, techos nuevos, e incluso las clulas individuales del
cuerp
de las personas son reemplazadas con el tiempo.
Cambws como estos no afectan la identidad del obje
to en cuestin. Cuando reemplazo los frenos de mi mo
tocicleta, sigue siendo la misma motocicleta. Ahora, su
pongamos que durante un periodo de unos cuantos aos,
reemplazo cada parte de la motocicleta Blake Thunder.
Siendo un tipo cuidadoso, guardo todas las partes viej as.
u
.
ando todo ha sido reemplazado, armo todas l as partes
viejas para recrear la moto original. Pero comenc con la
Black Thunder, y cambiar una parte de la moto no afec
ta su identidad: an es la misma moto. As que con cada
reemplazo, la mquina sigue siendo Black Thunder hasta
que, al final, es Black Thunder. Pero sabemos que eso no
puede ser correcto. Ahora la Black Thunder est estacio
nada a su lado en el garage.
Aqu hay otro ej emplo del mismo problema. Una
persona que tiene cinco aos de edad es un nio (biolgi-
roo LGICA
co) . Si alguien es un nio, sigue siendo un nio un segun
do despus. En cuyo caso, sigue siendo nio un segundo
despus de ese segundo, y tambin un segundo despus,
y as sucesivamente, hasta despus de 630,72o, ooo segun
dos, sigue siendo un nio. Pero entonces tiene 25 aos
de edad!
Segn la opinin comn, argumentos como este
fueron inventados por Eublides, el mismo que inven
t la paradoja del captulo 5 Ahora son llamadas par
dojas sorites. (Una forma comn del argumento dice que
el efecto de agregar cada vez un grano de arena no for
ma un montn; "sorites" viene de "soros", griego para mon
tn. )
O CASO
DE LA CLASE DE REFERENCIA PERDIDA
L
os captulos anteriores nos han dado al menos la sen
sacin de que las inferencias son deductivamente v
lidas, y por qu. Ahora es tiempo de regresar a la cuestin
de validez inductiva: esto es, la validez de aquellas infe
rencias en que las premisas dan alguna base para la con
clusin, donde, incluso si las premisas son verdaderas en
alguna situacin, la conclusin an podra resultar falsa.
Como lo hice notar en el captulo r, Sherlock Hol
mes era muy bueno para este tipo de inferencias. Empe
cemos con un ej emplo suyo. El misterio de La Liga de
las Cabezas Rojas comienza cuando Holmes y el doctor
Watson reciben una visita del seor Jabez Wilson. Cuan
do entra Wilson, Watson busca ver lo que Holmes ha in
ferido sobre l:
-Ms all del hecho evidente de que en algn
momento ha realizado una labor manual, usa rap,
es masn, ha estado en China y ltimamente ha es
crito mucho, no puedo deducir nada ms.
El seor Jabez Wilson se sobresalt en su si
lla, con su dedo ndice sobre el papel, pero sus ojos
sobre mi compaero.
IIO LGICA
-Cmo, en el nombre de la buena fortuna, su
po usted todo eso, seor Holmes? -pregunt.
Holmes se complace en explicar. Por ejemplo, sobre la es
critura:
-Q ms puede indicar esa manga derecha
con algunos centmetros tan brillantes, y la izquier
da con un parche cerca del codo donde lo descansa
sobre el escritorio?
A pesar del hecho de que Holmes no llamara de
duccin a este tipo de inferencia, la inferencia es, de he
cho, inductiva. Es muy posible que el abrigo de Wilson
hubiera mostrado estos patrones sin que l hubiera escri
to mucho. Pudo, por ej emplo, habrselo robado a alguien
que lo hubiera hecho. Sin embargo, la inferencia es sin
duda muy buena. Q hace buenas este tipo de inferen
cias? Una respuesta plausible est en trminos de proba
bilidad. As que hablemos de ello, y luego podremos re
gresar a la pregunta.
Una probabilidad es un nmero asignado a una ora
cin que mide cun probable es, en algn sentido, que la
oracin sea verdadera. Escribamos pr(a) para la proba
bilidad de a. Convencionalmente, medimos las probabi
lidades en una escala entre o y r. Si pr(a) = o, a es des
de luego falsa; entonces, conforme pr(a) aumenta, es ms
probable que a sea verdadera; hasta que pr(a) = r, es por
completo verdadera.
Q ms podemos decir sobre estos nmeros? Va
mos a ilustrarlo con un simple ej emplo. Supongamos que
consideramos los das de cualquier semana en particular.
PROBABI LI DAD III
Fi gura 1 1 . Hol mes despl iega su destreza l gica.
Dej emos que w sea una oracin que es tanto verdadera o
falsa segn el da, digamos, "hace calor", y dejemos que
r sea otra, digamos, "est lloviendo". Dej emos que la si
guiente tabla resuma la informacin relevante:
lun. mar. mir. JUeves viernes sb. do m.
w . . . .
r . . .
La paloma indica que la oracin es verdadera ese
da, el espacio en blanco que no lo es.
Ahora, si estamos hablando sobre esta semana en
particular, cul es la probabilidad de que cualquier da
elegido al azar, haga calor? Hubo cuatro das calurosos, y
II2
LGICA
siete das en total. As que la probabilidad es de 4/ 7
De
igual forma, hubo tres das en que llovi, as que la pro
babilidad de que llueve es de 3/7:
pr(w) = 4/7
pr(r) = 317
En general, si escribimos #a para sealar el nme
ro de das en los que la oracin a es verdadera, y N para
el total de nmero de das:
pr(a) = #a/N
Cmo se relaciona la probabilidad con la nega
cin, la conjuncin y la disyuncin? Empecemos con la
negacin. Cul es la probabilidad de w? Bueno, hubo
tres das en los que no hubo calor, as que pr( w) = 3/7.
Notemos que pr(w) y pr(w) han aumentado a r . Esto
no es ningn accidente. Tenemos:
Dividiendo ambos lados entre N, obtenemos:
#w #w
-
+
-
=
r
N N
Esto es, pr( ) + pr( w) = r.
Para la conjuncin y la disyuncin: hubo dos das
en los que hizo calor y llovi, as que pr( w 1 r) = #( w 1
r)IN = z/7. Y hubo cinco das en los que hizo calor o llo
vi, as que pr(w V r) = #(w V r)IN =
5
/7. Cul es la
PROBABI LIDAD II3
relacin entre estos dos nmeros? Para encontrar el n
mero de das cuando w V r es verdadero, podemos empe
zar sumando los das en que w es verdadero, luego sumar
el nmero de das en que r es verdadero. Esto no resulta,
ya que algunos das pueden haber sido contados dos ve
ces: mircoles y sbado. Fueron los das en los que llovi e
hizo calor. As que para obtener la cifra correcta, debemos
restar el nmero de das en que sucedieron ambas cosas:
#( w V r) = #w + #r
-
#( w !\ r)
Dividiendo ambas partes entre N, obtenemos:
Esto es:
#(1u V r) #w #r #(w !\ r)
N
=
N
+
-N
-
N
pr(w V r) = pr(w) + pr(r) - pr(w 1 r)
Esta es la relacin general entre las probabilidades
de conjunciones y de disyunciones.
En el captulo anterior vimos que los grados de ver
dad tambin pueden medirse por nmeros entre o y r, y
podra ser natural suponer que los grados de verdad y pro
babilidades son lo mismo. Pero no es as. En particular, la
conjuncin y la disyuncin trabajan en forma muy diferen
te. Para los grados de verdad, la disyuncin en una funcin
verdadera. Especfcamente, 1 w V rl es el mximo de 1 w 1
y 1 rl . Pero pr( w V r) no est determinada solamente por
pr( w) y pr(r) , como acabamos de ver. En particular, para
nuestros w y r, pr(w) = 4i7, pr(r) = ]/7, y pr(w V r) = 5
/7.
Pero si l wl = 4/7 y l rl = 3/7, l w V rl = 4/7, no 5/7.
LGICA
Antes de regresar a las inferencias inductivas nece
sitamos un poco ms de informacin sobre la probabili
dad. Dada nuestra semana de muestra, la probabilidad de
que llueva algn da, elegido al azar, es 3/7. Pero supon
gamos que sabes que el da en cuestin hizo calor. Cul
es ahora la probabilidad de que llueva? Bueno, hubo cua
tro das calurosos, pero slo dos de ellos llovi, as que la
probabilidad es de zl 4 Esta cifra es llamada probabilidad
condicional, y se escribe as: pr(rl w) , la probabilidad de r
dado w. Si pensamos en esto un momento, podemos es
tablecer una frmula general para calcular probabilidades
condicionales. Cmo llegamos a la cifra zl 4? Primero,
nos restringimos a aquellos das en que w es verdade
ra; luego dividimos esto entre el nmero de das en que
r es verdadera, esto es, el nmero de das cuando tanto w
como r son verdaderas. En otras palabras:
pr(rl w) =#(w 1 r) - #w
Un poco de lgebra nos dice que esto equivale a:
#(w 1 r) _ #w
N
.
N
Y esto es pr( w 1 r) - pr( w) .
As que aqu est nuestra frmula general para la
probabilidad condicional:
PC: pr(wl r) = pr( w 1 r)lpr(w)
Se requiere un poco de cuidado al aplicar esta fr
nula. Dividi entre el nmero o no tiene sentido. 3/ o, por
eJemplo, no tiene valor. Los matemticos llaman a esta re-
PROBABI LIDAD n
s
lacin indinida. En la frmula para pr( wl r), hemos di
vidido entre pr( w ) , lo que tiene sentido slo si ste no es
cero, esto es, slo si w es verdadera al menos algunas ve
ces. De otro modo, la probabilidad condicional est in
defi nida.
Ahora, al fi n podemos regresar a las inferencias in
ductivas. Q necesita una inferencia para ser inductiva
mente vlida? Slo que las premisas hagan la conclusin
ms probable que su negacin. Esto es, la probabilidad
condicional de e, la conclusin, dada p, la premisa (o la
conjuncin de las premisas si hay ms de una) , es mayor
que la de la negacin de e:
pr(clp) > pr( c
i
p)
Entonces, si estamos razonando sobre la semana de
nuestro ej emplo, la inferencia:
Fue un da lluvioso; as que hizo calor;
es inductivamente vlida. Ya que es fcil revisar, pr( w 1 r)
= 2/3, y pr( wl r) = 1/3.
El anlisis puede aplicarse para mostrar por qu la
inferencia de Holmes con la que empezamos es vlida.
Holmes concluy que Jabez Wilson haba estado escri
biendo mucho (e) . Su premisa result de haber notado
ciertas marcas de uso en el saco de Wilson () . Ahora, si
hubiramos visitado el Londres de los das de Holmes, y
reunido a todas las personas que usaran sacos del tipo en
cuestin, la mayora hubiera sido ofi cinistas, personas que
dedicaban sus vidas laborales a escribir -o eso hubira
mos supuesto. Por lo tanto, la probabilidad de que Jabez
rr6 LGICA
hubiera estado escribiendo mucho, dado que su saco lle
vaba esas marcas, era mayor que la probabilidad de que
no hubiera sido as. La inferencia de Holmes es inducti
vamente vlida.
Terminemos sealando un enigma producto del
mecanismo que acabamos de desplegar. Como hemos vis
to, una probabilidad puede calcularse como una relacin:
tomamos cierta clase de rerencia; luego calculamos los
nmeros de varios grupos dentro de ella y hacemos algu
nas divisiones. Pero qu clase de referencia usamos? En
el ej emplo ilustrativo sobre el clima, empec especifi can
do la clase de referencia en cuestin: los das de esa se
mana en particular. Pero los problemas de la vida real no
se plantean de esta forma.
Regresemos a J abez Wilson. Para resolver las pro
babilidades relevantes de este caso, suger que tomra
mos una clase de referencia que comprenda a las per
sonas que vivieron en el Londres de los das de Holmes.
Pero por qu es esto? Por qu no a las personas que vi
vieron en toda Inglaterra, o en Europa, o slo a los varo
nes de Londres, o slo a las personas que podan ir a ver a
Holmes? Tal vez en algunos de los casos, no hubiera mar
cado mucha diferencia. Pero en otros ciertamente lo hu
biera hecho. Por ej emplo, todas las personas que iban a
ver a Holmes tenan una situacin ms o menos acomo
dada, y no es probable que hubieran usado sacos de se
gunda mano. Las cosas hubieran sido un poco diferentes
con una poblacin ms amplia. As que cul debi ha
ber sido la clase de referencia apropiada?
ste es el tipo
de pregunta que mantiene a los actuarios (que tratan de
calcular los factores de riesgo para las compaas de se
guros) despiertos por las noches.
I ' ROBABI LI DAD
rq
En el ltimo anlisis, la clase de referencia ms acer
tada parece ser la que comprende slo al propio Wilson.
Despus de todo, qu tienen que ver con l los hechos
sobre otras personas? Pero en ese caso, o estuvo escribien
do mucho, o no. En el primer caso, la probabilidad de
que haya estado escribiendo ya que tiene una manga con
brillo, es r, y la inferencia es vlida; en la segunda, es o,
y la inferencia no es vlida. En otras palabras, la validez
de la inferencia depende por completo de la veracidad de
la conclusin. As que no podemos emplear la inferencia
para determinar si la conclusin es verdadera o no. Si va
mos tan lejos, la nocin de validez que obtenemos es por
completo intil.
Princi
p
ales ideas del ca
p
tlo
La probabilidad de una afrmacin es el n
mero de casos en la que es verdadera, divid
do entre el nmero de casos en la c
l
ase de re
ferencia.
pr( a) r pr(a)
pr(a V b) pr(a) + pr(b) - pr(a 1 b)
pr(a l b) pr(a 1 b) 1 pr(b)
Una inferencia es inductivamente vlida slo
si la probabili
d
ad
condicional de la conclu
sin dada la (conjuncin de) la (s) premisa (s)
es mayor que la de su negacin dadas las pre
misas.
rz. PROBABILIDAD INVERSA:
NO PODEMOS SER INDIFERENTES A
ELLA!
E
1 captulo anterior nos aport una comprensin bsica
de la probabilidad y del papel que podra desempear
en las inferencias inductivas. En este captulo considera
remos algunos aspectos posteriores de ello. Empecemos
estudiando una famosa inferencia inductiva.
El cosmos fsico no es slo un desorden al azar.
Muestra patrones muy distintivos: la materia se estruc
tura en galaxias que, a su vez, se estructuran en estre
llas y sistemas planetarios, y en algunos de esos sistemas
planetarios, la materia se estructura de tal manera como
para producir criaturas vivientes como nosotros. Cul es
la explicacin correcta? Podramos decir que est deter
minada por las leyes de la fsica y la biologa. Y quiz as
sea. Pero por qu son as las leyes de la fsica y la biolo
ga? Despus de todo, pudieron haber sido muy diferen
tes. Por ejemplo, la gravedad pudo haber sido una fuerza
de repulsin, no de atraccin. En ese caso, nunca hubiera
habido fragmentos estables de materia, y la vida como la
conocemos hubiera sido imposible en cualquier parte del
cosmos. No nos da esto una excelente razn para creer
en la existencia de un creador del cosmos, junto con sus
leyes fsicas y biolgicas, para algn propsito u otro? En
1 20
LGICA
Fi gura 1 2. La materia tiene una estructura di stintiva. Una galaxia
de remolino.
pocas palabras, no nos da motivo para pensar en la exis
tencia de un dios de cierto tipo el hecho de que el cos
mos fsico est ordenado como lo est?
Con frecuencia este argumento es llamado ''Argu
mento del Diseo" (para la existencia de Dios) . Debera
ser llamado Argumento para el Diseo; pero eso no im
porta. Pensemos en ello ms detenidamente. La premi
sa del argumento, o, es una afi rmacin a efecto de que el
cosmos est ordenado de una manera determinada. La
conclusin, g, asegura la existencia de un Dios creador.
A menos que g fuera verdadera, o sera ms poco pro
bable; as que, el argumento desaparece, dado que o, g es
probable.
PROBABI LIDAD I NVERSA I2I
Ahora, desde luego es verdad que l a probabilidad
condicional de o, cuando g es verdadera, es mucho mayor
que la de o, cuando g es falsa:
r. pr( ol g) >pr( ol g)
Pero esto no nos da lo que queremos. Para que o sea
una buena razn inductiva de g, necesitamos que la pro
babilidad de g, dada o, sea mayor que la de su negacin:
2. pr(l o) >pr( gl o)
Y el hecho de que pr( ol g) sea elevada, no signifi
ca necesariamente que pr(l o) lo sea. Por ej emplo, la pro
babilidad de que estemos en Australia, si vemos un can
guro suelto, es muy alta. (En cualquier otra parte debi
de haber escapado de un zoolgico. ) Pero la probabilidad
de que veamos a un canguro suelto, dado que vivimos en
Australia, es muy baja. (Yo viv en Australia durante ro
aos antes de ver uno. )
pr(o l g) y pr(gl o) son llamadas probabilidades inver
sas, y hemos visto que para que funcione el argumen
to del diseo, la relacin entre ellas debe ser tal como pa
ra llevarnos de r a 2. Lo es? Hay, de hecho un relacin
muy simple entre las probabilidades inversas. Recuerda la
ecuacin PC del captulo anterior que, por defi nicin:
pr(al b) = pr(a / b)lpr(b)
As que:
3 pr(al b) X pr(b) = pr(a 1\ b)
122 LGICA
De modo similar:
pr(bl a) = pr(b A a)lpr(a)
As que:
4 pr(bl a) X pr(a) = pr(b A a)
Pero pr(a A b) = pr(b A a) (ya que a A b y b A a son
verdaderas en exactamente las mismas situaciones). Por lo
tanto, 3 y 4 nos dan:
pr(al b) X pr(b) = pr(bl a) X pr(a)
Asumiendo que pr(b) no es o (debo hacer suposi
ciones de este tipo sin mayor mencin) podemos rearre
glar esta ecuacin para obtener:
lnv: pr(al b) = pr(bl a) X pr(a)lpr(b)
Esta es la relacin entre probabilidades inversas. (Pa
ra recordar esto puede ayudarnos notar que del lado de
recho, su primera b result de una a, y luego de una b re
sult una a. )
Usando lnv para reescribir las probabilidades inver
sas en I, obtenemos:
pr(o) pr(o)
pr(gl o) X
pr (g)
>
pr( gl o) X
pr ( g)
Y cancelando pr( o) en ambos lados nos da:
pr(gl o)
>
pr( g
l
o)
pr(g) pr( g)
PROBABILIDAD INVERSA 1 2)
O, reacomodando la ecuacin:
pr(gl o)
>
pr()
5
pr( gl o) pr( g)
Recordemos que para que el Argumento para el Di
seo funcione, debemos obtener 2, lo que es equivalente a:
pr(gl o)
-- -
>
I
pr( gl o)
Parecera que la nica cosa plausible que nos traer
pr()
esto de
5
es
pr( g)
I, esto es:
pr(g) pr( g)
Los valores pr(g) y pr( g) se llaman probabilidades
previas; esto es, las probabilidades de g y g previas a la
aplicacin de cualquier evidencia, como o. Por lo tanto,
lo que al parecer necesitamos para hacer que funcione el
Argumento es que la probabilidad previa de que hay un
Dios creador sea mayor que (o igual que) la probabilidad
previa de que no lo hay.
Es as? Desafortunadamente, no hay razn para
creerlo. De hecho, parece que es todo lo contrario. Su
pongamos que no sabemos qu da de la semana es. De
jemos que m sea la hiptesis de que es lunes . Entonces
m es la hiptesis de que no es lunes. Q es ms pro
bable, m o m? Con seguridad m: porque hay muchas
ms formas de que no sea lunes de las que existen para
que lo sea. (Podra ser martes, mircoles, jueves . . . ) Pasa
algo semej ante con Dios. Es plausible considerar que hay
muchas formas diferentes para que el cosmos haya exist-
1 24 LGICA
do. E intuitivamente, slo pocas de ellas estn ordenadas
de modo signifcativo: el orden es algo especial que, des
pus de todo, da su razn al Argumento para el Diseo.
Pero entonces hay relativamente pocos cosmos posibles
en los que existe un orden. As que a priori, es mucho ms
probable que no haya un creador a que lo haya.
Lo que vemos, entonces, es que el Argumento para
el Diseo falla. Es seductor porque la gente con frecuen
cia confunde las probabilidades con sus inversos, y por lo
tanto se deslizan sobre una parte crucial del argumento.
Muchos argumentos inductivos requieren que razo
nemos sobre las probabilidades inversas. El Argumento
para el Diseo no es especial en esta consideracin. Pero
muchos argumentos son ms exitosos para hacerlo. D
jenme ilustrarlo. Supongamos que visitamos un casino.
Tienen dos ruedas de ruleta, Ay B. Un amigo nos ha di
cho que una de ellas est arreglada, aunque no pudo decir
cul. En vez de dar rojo la mitad del tiempo y negro la otra
mitad, como lo hara una ruleta normal, cae en rojo (R)
j/4 partes del tiempo, y en negro (N) r/ 4 parte del tiempo.
(Estrictamente hablando, las verdaderas ruedas de ruleta
ocasionalmente tambin caen en verde; pero ignoremos
este hecho para mantener simples las cosas. ) Ahora, su
pongamos que observamos una de las ruedas, digamos la
A, y en cinco giros sucesivos da los siguientes resultados:
R, R, R, R, N
Tenemos justificacin para suponer que sta es la rue
da arreglada? En otras palabras, dejemos que e sea una
afi rmacin para el efecto de esta secuencia que result en
particular, y que f sea la afi rmacin de que la rueda A es
PROBABI LI DAD I NVERSA
1 25
la arreglada. Es la inferencia de e a f una adecuada infe
rencia inductiva?
Necesitamos saber si pr(fl e)
>
pr( JI e) . Usando la
ecuacin lnv para convertir esto en una relacin entre pro
babilidades inversas, lo que esto signifi ca es que:
pr(j) pr( j)
pr(el f) =
pr( e)
>
pr(el j) X
pr(e)
Multiplicando ambos lados por pr(e) resulta:
pr(elj) X pr(f)
>
pr(el j) X pr( j)
Es verdadero esto? Para empezar, cules son las
probabilidades previas de fy J? Sabemos que ya sea A
o B est arreglada (pero no ambas). No tenemos ms ra
zn para creer que es la rueda A la que est arreglada, en
vez de la B, o viceversa. As que la probabilidad de que sea
la rueda A es de rh, y la probabilidad de que sea la rue
da B es de rh. En otras palabras, pr(f) = rh, y pr( )
= rh. As que podemos cancelar esto, y la condicin im
portante se convierte en:
pr(el j)
>
pr(el j)
La probabilidad de observar la secuencia estableci
da por e, dado que la rueda est arreglada de la manera
descrita, pr(e lf), es (j/4)4 X (r/ 4) . (No importa si no sa
ben por qu: pueden creer en mi palabra de que as es. )
Esto es 8 r/ 4s, que resulta 0. 079 La probabilidad de que
la secuencia sea observada, dado que la rueda no est arre
glada, y por lo tanto es justa, pr(e lj), es (rh)s (de nue
vo, tomen mi palabra para esto si lo desean), lo que resul-
! 26 LGICA
ta o. o3r. Esto es menos que 0. 079. As que la inferencia
es vlida.
La manera en que hemos resuelto probabilidades
previas aqu no vale nada. Tenemos dos posibilidades: o
la rueda A est arreglada, o la rueda B. Y no tenemos in
formacin que distinga entre estas dos posibilidades. As
que les asignamos la misma probabilidad. Esto es una apli
cacin del Princiio de Indifrencia. Tal Principio nos dice
que cuando tenemos un nmero de posibilidades, sin di
ferencia importante entre s, todas tienen la misma pro
babilidad. Por lo tanto, si hay N posibilidades en todos,
todos tienen probabilidad r/N. El Principio de Indiferen
cia es un tipo de principio de simetra.
No podemos aplicar el Principio en el Argumen
to para el Diseo. En el caso de la ruleta, hay dos po
sibles situaciones completamente simtricas: la rueda A
est arreglada; la rueda B est arreglada. En el Argumen
to para el Diseo, hay dos situaciones: un dios-creador
existe; un dios-creador no existe. Pero estas dos situacio
nes no son ms simtricas que: hoy es lunes; hoy no es
lunes. Como vimos, intuitivamente, hay muchas ms po
sibilidades en las que no hay un creador, que posibilida
des en las que si lo hay.
El Principio de Indiferencia es una parte impor
tante del razonamiento intuitivo sobre la probabilidad.
Terminemos este captulo notando que no dej a de tener
problemas. Sabemos bien que algunas de sus aplicaciones
llevan a paradojas. Aqu hay una.
Supongamos que un carro sale de Brisbane al me
dio da, rumbo a un pueblo a 300 km de distancia. El ca
rro promedia una velocidad constante entre los so km/h
y los roo km/h Q podemos decir sobre la probabilidad
,
PROBABI LIDAD I NVERSA
1
!
. 1
del horario de su llegada? Bueno, si va a roo km/h llega
r a las 3 p. m. ; y si va a so km/h, llegar a las 6 p. m. Por
lo tanto, llegar entre esos dos horarios. El punto medio
entre estos horarios es 4: 30 p.m. As que por el principio
de indiferencia, es tan probable que el carro llegue antes
de las 4: 30 p. m. como despus de esa hora. Pero ahora, la
mitad entre so km/h y roo km/h es 7S km/h. As que de
nuevo segn el principio de indiferencia, es tan probable
que el carro viaje arriba de los 7S km/h como que lo haga
por debajo de los 7S km/h. Si viaja a 7S km/h, llegar a las
4 p. m. As que es tan probable que llegue antes de las 4
p. m. como que llegue despus de las 4 p. m. En particular,
entonces, es ms probable que llegue antes de las 4:30 p. m.
a que lo haga despus. (Eso le da media hora extra. )
Los dejo pensando sobre esto. Hemos tenido sufi
ciente sobre la probabilidad para un solo captulo!
Princi
p
ales ideas del ca
p
tlo
pr(a)
pr(al b) = pr(bi a) X
(
-
) pr b
Dado un nmero de posibilidades, sin dife
rencia importante entre ellas, todas tienen la
misma probabilidad (Principio de Indiferen
cia) .
r3. TEORA DE LA DECISIN:
GRANDES EXPECTATIVAS
E
chemos un vistazo a un punto fi nal relativo al razo
namiento inductivo. Este tema a veces es llamado r
zonamiento prctico, ya que razona sobre cmo debera
mos actuar. Aqu hay una famosa pieza de razonamiento
prctico.
Podemos elegir creer en la existencia de un Dios
(cristiano) ; puedes elegir no hacerlo. Supongamos que ele
gimos creer. O Dios existe o no existe. Si Dios existe, todo
est bien. Si no, entonces nuestra creencia es un incon
veniente menor: signifi ca que hemos perdido un poco de
tiempo en la iglesia, y quiz hayamos hecho un par de co
sas que de otro modo no hubiramos querido hacer; pero
nada de esto es desastroso. Ahora supongamos, por otro
lado, que elegimos no creer en la existencia de Dios. De
nuevo, puede ser que Dios exista o que no. Si Dios no
existe, todo est bien. Pero si Dios s existe, vaya que es
tamos en problemas! Nos espera mucho sufrimiento en
el ms all; quiz por toda la eternidad si no hay un poco
de misericordia. As que cualquier persona inteligente de
bera creer en la existencia de Dios. Es el nico camino
prudente.
El argumento es hoy por lo general llamado Apues
ta de Pascal, en honor al flsofo del siglo XVI Blaise Pas-
130 LGICA
cal, quin lo utiliz primero. Q puede uno decir so
bre la Apuesta?
Pensemos un poco cmo funciona este tipo de ra
zonamiento, empezando con un ej emplo un poco menos
polmico. Cuando realizamos acciones, con frecuencia no
podemos estar seguros de sus resultados, los que quiz no
estn por completo baj o nuestro control. Pero con fre
cuencia podemos estimar cun probables son los diferen
tes resultados; e, igual de importante, podemos calcular el
valor de los diferentes resultados para nosotros mismos.
Convencionalmente, podemos medir el valor de una con
secuencia asignndole un nmero en la siguiente escala,
con un fnal abierto en ambas direcciones:
Los nmeros positivos son buenos, y entre ms ha
cia la derecha se encuentren, mejor. Los nmeros negati
vos son malos, y entre ms hacia la izquierda se encuen
tren, son peores. o son un punto de indiferencia: de todas
formas no nos interesa.
Ahora, supongamos que hay alguna accin que rea
lizamos, digamos dar un paseo en moto. Podra, sin em
bargo, llover. Un paseo en moto cuando no llueve es muy
divertido, as que podemos valorar eso en, digamos, +ro.
Pero un paseo en moto cuando est lloviendo puede ser
muy desagradable, as que podemos valorar eso en, diga
mos, 5 Q valor debe ponerse en la nica cosa que
est bajo nuestro control: ir de paseo? Podemos slo aa
dir las dos cifras, -5 y ro, pero eso sera perder una parte
importante de la imagen. Puede ser muy poco probable
que llueva, as que aunque la posibilidad de que llueva es
l
TEORA DE LA DECISIN: GRANDES EXPECTATIVAS 131
mala, no queremos darle mucho peso. Supongamos que
la probabilidad de lluvia es, digamos, o. r; en consecuen
cia, la probabilidad de que no llueva es de 0. 9. Entonces
podemos medir los valores con las probabilidades apro
piadas para llegar a un valor general:
O.I X ( 5) + 0. 9 X ro
Esto es igual a 8.5, y se llama la expectativa de la ac
cin en cuestin, dar un paseo. ("Expectativa" es un tr
mino tcnico; virtualmente no tiene nada que ver con el
signifcado de la palabra y su uso normal en espaol. )
En general, dej amos que a sea la afrmacin de que
realizamos una accin u otra. Supongamos, para simpli
fcar, que hay dos posibles resultados; dej emos que o1 es
tablezca uno de estos resultados, y que o2 establezca el
segundo. Finalmente, dejemos que Vo) sea el valor que
asignamos si o es verdadero. Entonces la expectativa de a,
E(a), es el nmero defnido por:
pr(oJ X V(oJ + pr(o2) X V(oJ
(Estrictamente hablando, las probabilidades en cues
tin deberan ser probabilidades condicionales, pr( o1 1 a) y
pr(o2 1 a) , respectivamente. Pero, en el ejemplo, dar un pa
seo no tiene efecto sobre la probabilidad de que llueva.
Lo mismo es verdadero en todos los otros ejemplos que
veremos. As que nos podemos apegar a las simples pro
babilidades previas. )
Hasta aqu todo va bien. Pero cmo me ayuda esto
a decidir si dar o no un paseo en moto? Conozco el va
lor general de mi paseo en moto. Su expectativa es de 8. 5,
IJ2
LGICA
como acabamos de ver. Cul es la expectativa de no dar
el paseo? De nuevo, ya sea que llueva o no, con las mis
mas probabilidades. Los dos resultados ahora son (i) que
llover y me quedar en casa; y (ii) que no llover y me
quedar en casa. En cada uno de estos casos, no obtengo
el placer de un paseo en moto. Podra ser un poco peor
si no lloviera. En ese caso estara molesto por no haber
ido. Pero ninguno de los casos es tan malo como empa
parse. As que los valores podran ser o si llueve, y -r si
no llueve. Ahora puedo calcular la expectativa de quedar
me en casa:
o. r X o + 0. 9 X ( -r)
Esto resulta en -o. 9, y me da la informacin que
necesito, puesto que debera elegir esa accin que tiene el
valor general ms alto, esto es, la expectativa. En este caso,
ir tiene la expectativa de 8.5, mientras que quedarme en
casa tiene un valor de -0. 9. As que debera dar el paseo.
Por lo tanto, dada una seleccin entre a y a, de
bera elegir cualquiera que tenga la mayor expectativa. (Si
son iguales, simplemente puedo elegir al azar, por ej emplo
arroj ando una moneda. ) En el caso previo, slo hay dos
posibilidades. En general, debera haber ms (digamos,
dar un paseo, ir al cine, y quedarme en casa) . El principio
es el mismo, sin embargo: calculo la expectativa de cada
posibilidad, y elij o la que tiene la mayor expectativa. Este
tipo de razonamiento es un simple ej emplo de la rama
de la lgica llamada teora de la decisin.
Ahora, regresemos a la Apuesta de Pascal. En este
caso, hay dos acciones posibles: creer o no; hay dos posi
bilidades importantes: Dios existe o no existe. Podemos
1
TEORA DE LA DECISIN: GRANDES EXPECTATIVAS 133
representar la informacin relevante en la forma de la si
guiente tabla.
Dios existe Dios no existe
Creo (b) o. r\ + I02 0. 9\ - ro
No creo ( b) o. r\ - rd' 0. 9\ + ro2
Las cifras hacia la izquierda de las diagonales inver
tidas son las probabilidades importantes, o. r de que Dios
existe, digamos, y 0. 9 de que Dios no existe. (Lo que yo
crea o no, no tiene efecto sobre la existencia de Dios, as
que las probabilidades son las mismas en ambos renglo
nes. ) Las cifras en la derecha de las diagonales son los va
lores importantes. No me importa mucho si Dios existe o
no; lo importante es que lo tengo claro; as que el valor en
cada uno de los casos es +ro2. (Qiz las preferencias de
uno aqu podran no ser exactamente las mismas, pero no
importa demasiado, como veremos. ) Creer, cuando Dios
no existe, es un inconveniente menor, as que obtiene el
valor -ro. No creer, cuando Dios s existe, es realmente
malo, sin embargo, por lo que obtiene el valor -ro6
Dados estos valores, podemos computar las expec
tativas relevantes:
E(b) = o. r X I02 + 0. 9 X ( -ro) = o
E( b) = o. r X ( -ro6) + 0. 9 X I02 = -ros
( = significa "es aproximadamente igual a". ) Deber elegir
la accin que tenga una mayor expectativa, la cual es creer.
Podramos pensar que los valores precisos que he
elegido son en alguna forma artificiales; y lo son. Pero, de
1
134 LGICA
hecho, los valores precisos no importan mucho en rea
lidad. El importante es -ro6 Esta cifra representa algo
que es realmente malo. (Algunas veces, un terico de la
decisin podra escribir esto como -o. ) Es tan malo que
hundir a todas las otras cifras, incluso si la probabili
dad de que Dios exista es muy baja.
sa es la ferza en la
Apuesta de Pascal.
La Apuesta podra parecer muy persuasiva, pero de
hecho comete un error simple de teora de la decisin te
rica. Omite algunas posibilidades relevantes . No hay slo
un dios posible, hay muchos: el Dios cristiano, el Al del
Islam, el Brahman del Hinduismo, y muchos otros que
veneran varias religiones menores. Y muchos de stos son
unos dioses muy celosos. Si Dios existe, y no creemos en
l, ests en problemas; pero si Al existe y no creemos
en l, tambin estamos en problemas; y as. Adems, si
Dios existe y t crees en Al -o viceversa-es an peor,
ya que tanto en el cristianismo como en el Islam, creer en
dioses falsos es peor que ser un simple ateo.
Hagamos una tabla con un poco de informacin
ms realista.
No Dios Al ningn
existe existe existe dios
No creer 0. 9\+roz o. or\-ro6 o. or\-ro6 . . .
(n)
Creer en 0. 9\ -ro o. or\+ro2 o. or\-ro9 . . .
Dios (g)
Creer en 0. 9\ -ro o. or\-ro9 o. or\+ro2 . . .
Al (a)
TEORA DE LA DECI SIN: GRANDES EXPECTATIVAS 135
Si computamos las expectativas incluso en esta li
mitada cantidad de informacin, obtenemos:
E(n) = 0.9 X I02 + o. or X ( -ro6) + o.or X ( -ro6) = -z X ro4
E() = 0. 9 X ( -ro) + o. or X r o2 + o. or X ( - ro9) = -ro7
E( a) = 0. 9 X ( -ro) + o. or X ( -ro9) + o. or X ro2 = -ro7
Las cosas no parecen prometedoras. Pero es claro
que los creyentes en algn dios resultarn peor. No debe
ramos creer en nmguno.
Terminemos, como he concluido todos los captu
los, con algunas razones de por qu deberamos pregun
tarnos sobre el marco referencial desplegado; especfi ca
mente, en este caso, la poltica de decidir de acuerdo con
la mayor expectativa. Hay situaciones donde esto defni
tivamente parece dar los resultados equivocados .
Supongamos que hacemos l a jugada equivocada en
la Apuesta de Pascal, y terminamos en el inferno. Des
pus de unos pocos das, aparece el diablo con una oferta.
Dios ha ordenado que se nos debe tener algo de piedad.
As que el diablo ha maquinado un plan. N os va a dar
una oportunidad para salir del inferno. Podemos arroj ar
una moneda; si cae cara, saldremos e iremos al cielo. Si
cae cruz, nos quedaremos en el infi erno para siempre. Sin
embargo, la moneda no es una moneda imparcial y el dia
blo controla sus posibilidades. Si la arroj amos hoy, la posi
bilidad de que caiga cara es de r/z (por ej emplo, r-rh). Si
esperamos a maana, la posibilidad aumenta a 3/4 (por
ejemplo, r-r/z2) . Sumemos la informacin:
LGICA
Qedarse en
Escapar el infi erno
Arroj arla hoy (d) 0. 5\+ro6 0. 5\ -ro6
Arroj arla maana (m) o. 75\ +ro6 o. z5\-ro6
Escapar tiene un valor positivo muy grande; que
darse en el infi erno tiene un valor negativo muy grande.
Adems, estos valores son los mismos hoy que maana.
Es cierto que si esperamos a maana, deberemos pasar un
da ms en el infi erno, pero un da es insignifi cante com
parado con el infnito nmero de das que siguen. As que
hacemos los clculos:
E(d) = 0.5 X rd' + 0. 5 X ( -ro6) = o
E( m) = 0. 75 X ro6 + 0. 25 X ( -ro6) = 0. 5 X ro6
Y decidimos esperar a maana.
Pero maana viene el diablo y nos dice que si espe
ramos un da ms, las probabilidades sern an mej ores:
aumentarn a
7
/8 (por ejemplo, r-r/z3). Dejar que hagan
los clculos . As que decidimos esperar hasta el da si
guiente. El problema es que cada da viene el diablo y nos
ofrece mejores probabilidades si esperamos al da siguiente.
Las probabilidades son mejores, da tras da, como sigue:
r-r/z, r-r/zZ, r-r/z3, r-rlz4, . . . , r-r/z11,
Cada da hacemos los clculos. La expectativa de
arroj ar la moneda el da n
wo
es:
l
TEORA DE LA DECISIN: GRANDES EXPECTATIVAS
137
Fi gura 1 3. Un pl an di abl i co: nunca hagas hoy l o que puedes dej ar
para maana.
Un poco de aritmtica nos dice que esto es ro6 X
(r-z/z11) = ro6 X (r-r/211 )= La expectativa por esperar has
ta el da siguiente, n + rer da es la misma, con n reem
plazado por n + r. Esto es, ro6 X (r-rlz11) -lo que es
mayor. (r/z11 es menor que rJzn -r . ) Cada da, la expecta-
tiva aumenta.
Por lo tanto, cada da hacemos lo razonable y espe-
ramos al da siguiente. El resultado es que nunca arroj a-
138
LGICA
mos la moneda, as que nos quedamos para siempre en
el infi erno! Arroj arla cualquier da debe ser mej or que
eso. As que, al parecer, la nica cosa racional por hacer
es ser irracional!
Princi
p
ales ideas del ca
p
tlo
E(a) = prol) X Vo1) + . . . + pron) X Vo
n
) ,
donde o1 1 . . . on establece todas las consecuen
cias posibles que podran resultar si a fuera ver
dadera.
La accin racional es la que hace verdadera la
declaracin con la mayor expectativa.
14. UN POCO DE HI STORIA Y ALGUNAS
LECTURAS ADICIONALES
L
as ideas que hemos visto en este libro se desarrolla
ron en varios momentos y lugares diferentes. En este
captulo describir la historia de la lgica, y localizar las
ideas en su contexto histrico. Primero delinear breve
mente la historia de la lgica en general; luego, captu
lo por captulo, explicar cmo encaj an los detalles den
tro del conjunto mayor.
Conforme avancemos, tambin recomendar algu
na lectura adicional, donde puedan continuar algunos de
los temas que deseen. Esto no es tan simple como podra
pensarse. Por mucho, los lgicos, fi lsofos y matemticos
prefi eren escribir unos para otros. Resulta as que estos
escritos no son sencillos para los principiantes, pero he
hecho lo mej or que pude.
En la historia intelectual de Occidente, ha habi
do tres grandes periodos de desarrollo dentro de la lgi
ca, con algunos periodos estriles entre ellos. El primer
gran periodo fue el de la antigua Grecia, entre los aos
400 y 200 a. C. La figura ms importante aqu es Arist
teles (384-322), a quien conocimos en el captulo 6. Aris
tteles desarroll una teora sistemtica de inferencias lla
maca "silogismos", que tienen la forma:
LGICA
Todos [algunos] As son [no son] Es.
Todos [algunos] Bs son [no son] Cs.
Entonces, todos [algunos] As son [no son] Cs.
Aristteles vivi en Atenas la mayor parte de su vi
da, fund una escuela de fi losofa llamada el Liceo, y por
lo general se le reconoce como el fundador de la lgica.
Pero cerca de la misma poca, hubo otra escuela fl orecien
te de lgica en Megara, como a 50 k al oeste de Atenas.
Se sabe poco de los lgicos de Megara, pero parecen ha
ber estado particularmente interesados en los condiciona
les, y tambin en las paradoj as lgicas. Eublides (a quien
conocimos en los captulos 5 y IO) fue de Megara. Otro
movimiento fi losfi co importante comenz en Atenas al
rededor del ao 300 a. C. Fue llamado estoicismo, por el
porche (en griego "stoa") donde se llevaban a cabo sus pri
meras reuniones. Los intereses fi losfi cos del estoicismo
eran mucho ms amplios que la lgica, pero sta era uno
de los ms importantes. Generalmente se ha supuesto que
la lgica de Megara tuvo infl uencia en los lgicos estoi
cos. En cualquier proporcin, uno de los principales inte
reses de los lgicos estoicos fue la investigacin del com
portamiento de la negacin, la conjuncin, la disyuncin
y el condicional.
Tambin debe mencionarse que alrededor de la mis
ma poca, mientras todo esto suceda en Grecia, en la
India, principalmente los lgicos budistas, desarrollaban
teoras lgicas. Aunque estas teoras fueron importantes
nunca alcanzaron los sofi sticados niveles a los que lleg
la lgica en Occidente.
El segundo periodo de crecimiento de la lgi
ca occidental se dio en las universidades europeas me-
UN POCO DE HI STORIA Y ALGUNAS LECTURAS ADICIONALES 1 41
dievales, como la de Pars y la de Oxford, entre los si
glos XII y XIV. La lgica medieval incluye a personajes
tan notables como Duns Escoto (1266-1308) y William of
Ockham (1285-1349) , quienes sistematizaron y desarrolla
ron con mucho la lgica que heredaron de la antigua Gre
cia. Despus de este periodo, la lgica se estanc hasta la
segunda mitad del siglo XIX, el nico punto brillante en
el horizonte durante este lapso fue Leibniz (1646-r7r6 ), a
quin conocimos en los captulos 6 y 9 Leibniz anticip
algunos de los modernos desarrollos de la lgica, pero las
matemticas de su tiempo no permitieron que sus ideas
despegaran.
El desarrolo del lgebra abstracta en el siglo X
proporcion lo necesario, y dispar el inicio del ltimo,
y quiz mayor, de los tres periodos. Ideas lgicas radical
mente nuevas fueron desarrolladas por pensadores como
Frege (1848-1925) y Russell (r872-197o), a quienes cono
cimos en los captulos 2 y 4, respectivamente. Las teoras
lgicas que se desarrollaron a partir de esta obra se consi
deran, normalmente, como lgica moderna, en oposicin a
la lgica tradicional que la precedi. Los desarrollos en la
lgica continuaron con rapidez durante el siglo X, y an
no dan signos de desacelerarse.
U na historia estndar de la lgica es la de Kneale y
Kneale (1975) . Hoy est algo desactualizada, y se caracte
riza por ms optimismo del justifcado, por su actitud de
que los primeros lgicos modernos fi nalmente hicieron
todo bien; pero sigue siendo una obra de referencia.
Ca
p
tlo 1. La diferencia entre la validez inductiva
y la deductiva se remonta hasta Aristteles. Las teoras de
la validez deductiva han sido articuladas desde esa poca.
LGICA
La visin descrita en el captulo 1 -una inferencia es de
ductivamente vlida slo si la conclusin es verdadera en
cualquier situacin donde sus premisas son verdaderas
puede rastrearse, discutiblemente, hasta la lgica medie
val; pero su articulacin es una parte central de la lgi
ca moderna. Una advertencia: lo que he llamado situacin
es ms comnmente llamado interpretacin, estructura, o
a veces, modelo. La palabra "situacin" por s misma tie
ne un sentido diferente y tcnico en un rea de la lgica.
Lewis Carroll (cuyo nombre verdadero era Charles Dod
gson) no era un lgico, pero public varias obras de l
gica tradicional.
Captlo 2. El argumento para el efecto de que las
contradicciones implican todo es una invencin medieval.
No est claro exactamente quin fue su autor, pero cierta
mente puede encontrarse en Escoto. La comprensin de
la verdad funcional de la negacin, conjuncin y disyun
cin parece haber surgido en la Edad Media. (La visin
estoica no era una verdad funcional en un sentido mo
derno. ) Su forma completamente articulada aparece en
los fundadores de la lgica moderna, Frege y Russell. Un
disidente moderno es Strawson (!952) .
Captlo 3 La diferencia entre nombres y cuantifi
cadores es, sobre todo, una criatura de la lgica moderna.
De hecho, el anlisis de los cuantifi cadores con frecuen
cia se considera como un momento defi nitorio de la l
gica moderna. Es una aportacin de Frege que ms tarde
adopta Russell. Alrededor de la misma poca, el fi lsofo
y lgico estadunidense, C. S. Peirce, desarroll ideas simi
lares. 3x con frecuencia se llama cuantifi cador existencial;
pero esta terminologa pasa de contrabando en una teora
algo polmica de la existencia. Las obras de Lewis Ca-
UN POCO DE HI STORIA Y ALGUNAS LECTURAS ADICIONALES 1 43
rroll sobre Alicia estn llenas de bromas flosfi cas. Para
conocer un comentario excelente sobre ellas, vase Heath
(1974) . Con respecto a muchas de las propias bromas de
Heath sobre la nada, vase Heath (!967) .
Las teoras explicadas en los captulos 1 a 3 pueden
encontrarse en cualquier texto estndar moderno de l
gica. Hodges (1977) es uno que no tiene un nivel tan for
midable; tampoco Lemmon (1971 ) .
Captlo 4 La separacin de descripciones como
una categora lgica importante tambin es algo que slo
se encuentra en la lgica moderna. Qiz el anlisis ms
famoso de ellas lo hizo Russell en 1905. La exposicin da
da en este captulo no es de Russell, pero es muy cerca
na en espritu. Las descripciones se discuten en algunos
textos estndar de lgica moderna. Hodges (1977) es un
buen ejemplo de ello.
Captlo 5 Varias versiones diferentes de la pa
radoja del mentiroso pueden encontrarse en la fi losofa
griega antigua. Se inventaron y discutieron ms parado
jas de autoreferencia en toda la lgica medieval. Incluso
se descubrieron ms hacia el cambio del siglo X -y en
esta ocasin en el mismo centro de las matemticas. Des
de entonces, se han convertido en tema central en la l
gica. Las aproximaciones para resolverlas son muy nume
rosas. La idea de que puede haber algunas proposiciones
que no son ni verdaderas ni falsas se remonta hasta Aris
tteles (De Interpretatione); sin embargo, l no hubiera
simpatizado con la idea simtrica de que algunas propo
siciones podran ser tanto verdaderas como falsas. Soste
ner que puede haber tales oraciones, y que las oraciones
paradj icas pueden estar entre ellas, es una visin no orto
doxa en la que han avanzado algunos lgicos durante los
144 LGICA
ltimos cuarenta aos. Las discusiones de las paradoj as
de autorreferencia tienden muy rpido a volverse tcnicas.
Pueden encontrarse buenas discusiones introductorias en
Read (1994, captulo 6) y en Sainsbury (r995, captulos
5, 6). La idea completa an es obj eto de muchos debates.
Captlo 6. El estudio de las inferencias que invo
lucra a los operadores modales retrocede hasta Aristteles
y contina en la Edad Media. El fi lsofo estadunidense
C. I. Lewis, alrededor de 1915 y 1930, empez las moder
nas investigaciones. La nocin de un mundo posible se
encuentra en Leibniz, pero la forma en que se aplica en
este captulo se debe principalmente a otro flsofo esta
dunidense, Saul Kripke, quin cre las ideas en la dcada
de 1960. Una introduccin estndar en esa rea es la de
Hughes y Cresswell (1996); pero es improbable que ob
tengamos mucho de ella antes de leer un libro introduc
torio de lgica de un tipo ms estndar. El argumento de
Aristteles para el fatalismo procede de De Interpretatio
ne, captulo 9 Lo consider falaz, pero no por las razones
expuestas en este captulo. Una discusin razonablemen
te accesible al respecto puede encontrarse en Haack (1974,
captulo 3). El argumento con el que concluye el captu
lo es una versin del Argumento Maestro declarado por
el lgico de Megara, Didoro Cronos.
Captlo 7 El debate sobre la naturaleza de los con
dicionales data de los megarianos y los estoicos, quienes
produj eron varias teoras diferentes. El tema tambin fue
muy discutido en la Edad Media. La idea de que el con
dicional es una verdad funcional es un punto de vista me
gariano. Fue aprobado en la moderna lgica temprana por
Frege y Russell. Su forma en este captulo puede encon
trarse desde luego en la lgica medieval; en su versin
UN POCO DE HI STORIA Y ALGUNAS LECTURAS ADICIONALES 145
moderna, se debe a C. I. Lewis, quin desarroll la l
gica moderna alrededor de sta. La nocin de la impli
cacin conversacional se debe al fi lsofo britnico Paul
Grice en la dcada de 1970 (aunque la us en defensa del
condicional material) . La naturaleza de los condiciona
les es an obj eto de debates. Read (1994, captulo 3) ofre
ce una introduccin comprensible, igual que la Parte 1 de
Sanford (1989) .
Captlo 8. El razonamiento temporal se discute
en varios lgicos medievales. El acercamiento descrito en
este captulo fue concebido principalmente por el lgi
co neozelands Arthur Prior en la dcada de 1960, ins
pirado por desarrollos de la lgica modal. 0hrstmm y
Hasle (1995) dan cuenta del tema de manera comprensi
ble. El argumento de McTaggart apareci originalmen
te en 1908, aunque su presentacin es de alguna manera
diferente a la ma. Mi presentacin sigue a la de Mellor
(1981, captulo 7) .
Captlo 9 La diferencia entre el es de identidad y
el es de predicado data de Platn (maestro de Aristteles)
en la fi losofa de la antigua Grecia. El origen del plantea
miento de la identidad que he dado aqu es incierto. El
pensamiento de que es posible sustituir iguales por igua
les se encuentra en Euclides (c. 300 a. de C). Algo como
lo propuesto aqu puede encontrarse en Ockham, y des
de luego en Leibniz. En su forma moderna, se encuentra
en Frege y Russell. Existen presentaciones de ello en tex
tos de lgica moderna ms estndar, como los de Hod
ges (1977) y Lemmon (1971). En la fi losofa hay legiones
de acertij os sobre la identidad. El que cierra el captulo
se debe, hasta donde s, a Prior.
LGICA
Captlo 10. Los problemas de sorites datan de la
lgica megariana. El problema con el que inicia el cap
tulo es una versin de uno llamado el Barco de Teseo, un
barco que supuestamente fue reconstruido tabla por tabla.
Hasta donde s, utiliz por primera vez este ejemplo el fi
lsofo ingls del siglo XVII Thomas Hobbes, en la seccin
De Corpore de su obra Elements o Philosophy. Una inten
sa investigacin sobre problemas de este tipo es caracte
rstica de los ltimos 30 aos . Los detalles lgicos des
critos en este captulo fueron desarrollados inicialmente
por el lgico polaco Jan Lukasiewicz (se pronuncia Woo/
kazyelvitz) en la dcada de 1920, muy independiente de
las preocupaciones sobre la vaguedad. (
l fue motivado
principalmente por el argumento de Aristteles sobre el
fatalismo) . Pueden encontrarse buenas discusiones sobre
la vaguedad en Read (1994, captulo 7) y Sainsbury (1995,
captulo 2). Una introduccin mucho ms larga es la de
Williamson (1994) .
Captlo n. Histricamente, la validez inductiva es
t muy poco desarrollada, comparada con la validez de
ductiva. La teora de la probabilidad se desarroll en el
siglo XVIII, en conexin con los juegos de probabilidad,
en gran parte por matemticos de habla francesa, como
Pierre de LaPlace y miembros de la prodigiosa familia
Bernoulli. La idea de aplicarlos a la inferencia inductiva
se debe principalmente al lgico alemn Rudolph Carnap
en la dcada de 1950. Hay muchas nociones de probabi
lidad. La que se describe en este captulo es usualmente
llamada interpretacin de frecuencia. Una buena introduc
cin a toda el rea es la de Skrms (1975) .
Captlo 12. Las investigaciones sobre l a conexin
entre las probabilidades inversas proceden del matemti-
UN POCO DE HI STORIA Y ALGUNAS LECTURAS ADICIONALES I 47
co britnico del siglo XVIII, Thomas Bayes. La conexin
descrita en este captulo se llama con frecuencia (inco
rrectamente) Teorema de Bayes . Los problemas que con
ciernen al Principio de Indiferencia tambin datan de los
orgenes de la teora de la probabilidad. U na introduccin
estndar al razonamiento de este tipo es la de Howson y
Urbach (1989); pero ste no es un libro para quienes te
men a las matemticas.
Captlo 13. La teora de la decisin tambin tiene
sus races en las investigaciones sobre la teora de la pro
babilidad del siglo XVIII, pero se volvi un asunto serio en
el siglo X, con muchas aplicaciones importantes encon
tradas en la economa y en la teora de juego. Una bue
na introduccin es la de Jeffrey (1985) , aunque, de nue
vo, este libro no es para quienes temen a las matemticas.
El problema con el que termina el captulo proviene de
Gracely (1988).
Muchos de los argumentos que hemos encontra
do en este libro involucran a Dios, de una manera u otra.
Esto no se debe a que Dios sea un tpico lgico en par
ticular. Es slo que los flsofos han tenido mucho tiem
po para llegar con argumentos interesantes relacionados
con Dios. En el captulo 3, encontramos al Argumen
to Cosmolgico. Qiz la versin ms famosa de esto
fue propuesta por el fi lsofo medieval Toms de Aqui
no. (Su versin es mucho ms sofi sticada que el argu
mento del captulo 3, y no sufra por el problema apun
tado ah. ) El Argumento Ontolgico para la existencia
de Dios fue propuesto por el fi lsofo medieval Anselmo
de Canterbury. La versin dada en el captulo 4 se debe
esencialmente al filsofo del siglo XVII Ren Descartes en
1
,
LGICA
su Quinta Meditacin. Las versiones biolgicas del Argu
mento para el Diseo, muy populares en el siglo XIX, fue
ron destruidas por la Teora de la Evolucin. Las versio
nes cosmolgicas, del tipo que se presenta en el captulo
rz, se hicieron muy populares en el siglo X. U na peque
a obra de referencia buena sobre argumentos de la exis
tencia de Dios es la de Hick (r964) .
Hay, por supuesto, mucho ms sobre la historia de
la lgica de lo que dicen los detalles anteriores. De igual
manera, hay mucho de la misma lgica que est por com
pleto ausente en este libro. Hemos estado patinando so
bre la superficie de la lgica. Tiene grandes profundidades
y bellezas que uno no puede ni siquiera empezar a trans
mitir en un libro de este tipo. Pero muchos de los gran
des lgicos del pasado se comprometieron con la materia
justo gracias al tipo de consideraciones y problemas que
discute este libro. Si tambin los han animado a ustedes,
no puedo pedir ms.
GLOSARO
E
1 siguiente glosario contiene los trminos y smbolos
de la lgica que se emplean en este libro. Los apun
tes no tienen la intencin de ser defi niciones precisas, sino
la intencin de transmitir la idea principal para una re
ferencia rpida. Los trminos y smbolos son razonable
mente estndar, aunque hay muchos otros juegos de sm
bolos tambin de uso comn.
antecedente: lo que resulta del "si" en un condicional.
autoreferencia: una oracin acerca de una situacin que
se refej a de nuevo en s misma.
clase de referencia: el grupo de obj etos desde los cuales
los radios de probabilidades se computan.
conclusin: la parte de una inferencia en la que se dan
las razones.
condicional: si . . . entonces . . .
condicional material: no ambos ( . . . y no . . . )
condiciones de verdad: oraciones que explican cmo los
valores de verdad de una oracin dependen de los va
lores de verdad de sus componentes.
conjuncin: . . . y . . .
conjuntos: las dos oraciones involucradas en una conjun
cin.
rso LGICA
consecuente: lo que resulta de "entonces" en un con di
cional.
cuantifcador: una palabra o frase que puede ser suj eto de
una oracin, pero que no se refere a ningn objeto.
cuantificador particular: algo es tal que . . .
cuantificador universal: todo es tal que . . .
descripcin (defi nida): un nombre de la forma "la cosa
con tal y tal propiedades".
disyuncin: o. . . o . . .
disyuntivas: las dos oraciones involucradas en una disyun
cin.
"es" de identidad: . . . es el mismo objeto que . . .
"es" de predicado: una parte del predicado que indica
la aplicacin de la propiedad expresada por el resto
de l.
expectativa: el resultado de tomar cada posible resultado,
multiplicando su valor por su probabilidad, y suman
do todos los resultados.
fncin de verdad: un smbolo lgico que cuando se apli
ca a oraciones para dar una oracin ms complej a es
tal que el valor de verdad del compuesto est comple
tamente determinado por el (los) valor(es) de verdad
de su(s) componente(s) .
implicacin conversacional: una inferencia, no de lo que
se dice, sino del hecho que sea dicho.
inferencia: un tipo de razonamiento en el que las premi
sas son dadas como razones para una conclusin.
Ley de Leibniz: si dos objetos son idnticos, cualquier
propiedad de uno es propiedad del otro.
lgica borrosa: un tipo de lgica en que las oraciones to
man valores de verdad que pueden ser cualquier nme
ro entre el o y el r.
GLOSARIO
lgica moderna: las teoras y tcnicas lgicas que surgie
ron de la revolucin de la lgica a inicios del siglo X.
lgica tradicional: teoras y tcnicas lgicas empleadas
antes del siglo X.
modus ponens: la forma de inferencia a, a ele.
mundo posible: una situacin asociada con otra, s, don
de las cosas, de hecho, son como simplemente podran
ser en s.
necesidad: debe ser el caso que . . .
negacin: no es el caso que . . .
nombre: categora gramatical para una palabra que se re
fiere a un objeto.
nombre propio: un nombre que no es una descripcin.
operador temporal: una frase sumada a una oracin, para
formar otra oracin que exprese cundo es verdadera o
falsa la primer oracin (pasado o futuro).
operador modal: una frase sumada a una oracin para
formar otra oracin que exprese la manera en la que
la primera oracin es verdadera o falsa (posiblemente,
necesariamente, etctera) .
Paradoja de Russell: concierne al conjunto de todos los
que no son miembros de s mismos.
Paradoja del Mentiroso: "Esta oracin es falsa".
paradoja sorites: un tipo de paradoja que involucra apli
caciones reiteradas de un predicado incierto.
posibilidad: podra ser el caso que . . .
predicado: para el tipo de oracin gramaticalmente ms
simple, parte que expresa lo que sea que se dice sobre
lo que trata la oracin.
premisas: la parte de una inferencia que da razones.
LGICA
Principio de Indiferencia: dado un nmero de posibili
dades, sin diferencia relevante entre ellas, todas tienen
la misma probabilidad.
probabilidad: un nmero entre o y r, que mide que tan
probable es algo.
probabilidad condicional: la probabilidad de alguna pro
posicin, dada alguna otra informacin.
probabilidad inversa: la relacin entre la probabilidad
condicional de a dado b, y de b dado a.
probabilidad previa: la probabilidad de alguna propo
sicin antes de que cualquier evidencia se tome en
cuenta.
silogismo: una forma de inferencia con dos premisas y
una conclusi n, cuya teora fue creada por Aristteles.
situacin: un estado de asuntos, quiz hipotticos, en los
que las premisas y conclusiones pueden ser verdade
ras o falsas.
sujeto: para el tipo de oracin gramaticalmente ms sim
ple, la parte que nos dice de qu trata la oracin.
tabla de verdad: un diagrama que representa las condicio
nes de verdad.
teora de la decisin: la teora de cmo tomar decisiones
bajo condiciones de informacin incierta.
tiempo: pasado, presente o futuro.
vaguedad: una propiedad de un predicado que expresa
la idea de que los pequeos cambios en un obj eto no
hacen ninguna diferencia para la aplicacin del pre
dicado.
validez: se aplica a una inferencia en la que las premisas
realmente proporcionan una razn de algn tipo par'
la conclusin.
GLOSARIO
153
validez deductiva: una inferencia es deductivamente v
lida cuando las premisas no pueden ser verdaderas sin
que la conclusin tambin lo sea.
validez inductiva: una inferencia es inductivamente vli
da cuando las premisas proporcionan alguna base ra
zonable, aunque no necesariamente conclusiva para la
conclusin.
valor de verdad: verdadero ( V) o falso (F) .
!54
Smbolo
V
F
V
1
3x
\x
LX
D
o
:
p
F
H
G
<
: . . .
1 1
Max
M in
pr
pr( . . - l )
E
V
LGICA
Signifcado Nombre
verdadero (en una situacin)
}
valores
falso (en una situacin)
de verdad
0 . . . 0 . . . disyuncin
. . . y . . . conjuncin
no es el caso que . . . negacin
algn objeto, x, es tal que . . . cuantifcador
particular
todo objeto, x, es tal que . . . cuantifcador
universal
el objeto, x, es tal que . . . operador
descriptivo
debe ser el caso que . . .
}
operador
podra ser el caso que . . .
modal
si . . . entonces . . . condicional
no ambos ( . . . y no ... ) condicional
material
fue el caso que . . .
1
ser el caso que . . .
operadores
siempre ha sido el caso que . . .
temporales
siempre ser el caso que . . .
. . . es el mismo objeto que . . . identidad
. . . es menos que . . .
. . . es menos o igual que . . .
el nmero que es el valor de verdad de . . .
el mayor de . . . y . . .
el menor de . . . y .. .
la probabilidad de . . .
la probabilidad de . . . dado que. . . probabilidad
condicional
la expectativa de que sea el caso que . . .
el valor de que sea el caso que . . .
. . . es aproximadamente igual a . . .
Problemas
P
ara cada uno de los principales captulos del libro, el
siguiente apartado propone un ejercicio donde pue
den probar su comprensin del contenido de ese captu
lo. Las soluciones de los problemas se encuentran en las
pginas 169:
Capto 1. La siguiente inferencia es deductiva
mente vlida, inductivamente vlida, o ninguna de las
dos? Por qu? Jos es espaol; la mayora de los espaoles
son catlicos; as que Jos es catlico.
Captlo 2. Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. O Jones es un bribn o es un tonto; pero desde
luego es un bribn; as que no es un tonto.
Captlo 3 Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Alguien o vio el tiroteo o lo escuch; as que o
alguien vio el tiroteo o alguien lo escuch .
Captlo 4 Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Todos queran ganar el premio; as que la per
sona que gan la carrera quera ganar el premio.
Captlo 5 Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Hiciste una omelette, y no haces una omelette
sin romper un huevo; as que rompiste un huevo.
Captlo 6. Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Par los cerdos es imposible volar y para los
cerdos es imposible respirar bajo el agua; as que debe ser el
LGICA
caso que los cerdos ni pueden volar ni pueden respirar bajo
el agua.
Captlo 7 Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Si crees en Dios, entonces vas a la iglesia; t
vas a la iglesia, as que crees en Dios.
Captlo 8. Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Siempre ha llovido, y siempre llover; as que
ahora est lloviendo.
Captlo 9 Simboliza la siguiente inferencia, y eva
la su validez. Pat es una mujer y la persona que limpi las
ventanas no es una mujer; as que Pat no es la persona que
limpi las ventanas.
Captlo 10. Simboliza la siguiente inferencia y eva
la su validez, donde el nivel de aceptacin es o. s. Jenny
es inteligente; y o Jenny no es inteligente o es bonita; as que
]enny es bonita
.
Captlo 11. El siguiente conjunto de estadsticas se
realiz a partir de ro personas (llamado r-ro) .
I 2 3 4 5 6 7 8 9 ro
Altos , , , ,
Ricos , , , , ,
Felices , , , , , ,
Si r es una persona elegida al azar en esta coleccin,
determina la validez inductiva de la siguiente inferencia.
r es alto y rico, as que r es fliz.
Captlo 12. Supongan que hay dos enfermedades,
A y B, que tienen exactamente los mismos sntomas visi
bles. 90% de las personas que presentan los sntomas tie-
PROBLEMAS
157
nen la enfermedad A; el otro ro% tienen la enfermedad
B. Supongamos, tambin, que hay una prueba de patolo
ga para distinguir entre A y B. La prueba da la respuesta
correcta 9 veces de ro.
r. Cul es la probabilidad de que esa prueba, cuando
se aplica a una persona al azar que presenta los sn
tomas, diga que tiene la enfermedad B? (Tip: con
sideren una muestra tpica de roo personas con los
sntomas, y resuelvan cuantas pruebas dirn que tie
nen la enfermedad B. )
2. Cul es la probabilidad de que alguien con los sn
tomas tenga la enfermedad B, dado que las pruebas
digan que la tiene? (Tip: necesitan usar la primera
pregunta. )
Captlo 13. Rentan un carro. Si no contratan el se
guro, y tienen un accidente, les costar $r, soo. Si contra
tan el seguro, y tienen un accidente, les costar $300. El
seguro cuesta $9o, y ustedes estiman que la probabilidad
de sufrir un accidente es de o. os. Suponiendo que las ni
cas consideraciones son las fi nancieras, deberan contra
tar el seguro?
Referencias de las ilustraciones
I. Tweedledum 7
Saltando a las
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ndice temtico
Las referencias envan a las pginas, a menos que se in
dique captulo, caso en el que envan a captulos. Cuan
do existe ms de una referencia se seala la principal en
negritas.
aceptabilidad, nivel de,
ro6-roS
Alicia (en el Pa de las Ma
ravillas y A travs del es
peo), r3-r4, 34-35, 37
antecedente, JI, 105, 149
autorreferencialidad, cap
tulo 5, 143-144, 149
barco de Teseo, 146
cambio, 91-9S
clase de referencia, n6, 149
conclusin, vase
premisa(s)
condicional, 65, captulo J,
I04 -roS, I40, 144, 149,
154
material, J2, 149, 154
conjuncin, 23, 26-30, 31,
]2, 53-54, IOJ, roS, II2-
rr6, rr7, 140, 142, 149, 154
consecuente, JI, ros, 149
cuantificador, captulo J,
44, 142, 154
parti cular (existencial),
J6, 40, 142, 150, 154
universal, 36, 40, 142,
150, 154
decisin (te o a de la) ca
pnilo IJ, 147, 152
descripcin (defi nida) ca
pitulo 4, 143, 1 50
Dios
Argumento para el Dise
o (para la existencia
de) , II9-I2J, I26, 14S
Argumento Cosmol
gico sobre la existen
cia de, 38, 147
Argumento Ontolgico
sobre la existencia
de, 43-4J, 147
164 LGICA NDICE TEMTICO r 6s
Apuesta de Pascal para interpretacin, 141-r42 necesidad, captulo 6, I5I probabilidad, captlo 11,
creer en la existencia negacin, 23, 32, 53-54, captulo 12, captulo 13,
de, 129-131, 132-135 Ley de Leibnitz, 94 -9s, rso ro2-ro3, ro7-roS, n2-n5, 147, 152
disyuncin, 22, 24, 32, 53- lgica rq, J40, 142, rsr condicional, 114-117, ca-
54, ro4, roS, n2-n6, rq, antiguos griegos, 139- ptulo I 2, 131, 152, 154
J40, 142, 150, 154 142, 143, r44, 145, r46 objeto, 35-40, 43, 46-47, 4S, interpretacin de fre-
estoica, 140, 142, 144 9I-9S cuencia, 146
es (de identidad o predica- borrosa, captulo 10, operador inversa, captulo 12,
do) , 64, 145, rso rso modal, captulo 6, S3, 146, 152
estructura, 142 en la India, 140 ss-S6, 144, rsr prev1a, 123, 152
existencia, 44-47 medieval 66, 141, 142- de tiempo, captulo 8, propiedad, 35-39, 40, 43,
expectativa, 131-137, r3S, 145 96, rsr, rs4 92-9S
rso, rs4 de Megara, 140, 144,
!46 paradoja, 140 razonamiento, 13-rS
fatalismo, 61, 6S-69 modal, captulo 6, 144, mentirosa, captulo 5, prctico, 129
argumento aristotlico 145 143, rsr
sobre el, 61-69, 144, moderna, 142, 143-145, Russell, de, captlo 5, silogismo, 139, 152
146 rsr rsr situacin, 18-20, 27, 32, 36-
L
argumento maestro
7
tradicional, 141, rsr sorites, captulo 10, r46, 39, 40, 46-4S, 53-54, 63-
sobre el, 68-69, r44 rsr 67, 69, 73, 77-79, S6-S7,
futuro, vase pasado lloebius, cinta de, so-s2 pasado y futuro, captulo 90, ro2, ros, roS, r42, r52
modelo, r4r-r42 8, ISI sujeto, 33-37, 4r, 43, 4S, 49,
gramtica, r9, 37, S2-S3 modus ponens, 66, 67, 7r, posibilidad, captulo 6, rs2
102, ro7, rsr rsr
identidad, captulo 9, 99, mundo posible, 63-67, 73- predicado, 33-40, 4r, rsr tiempo, 81-90, 9r, 96, ro7
r4s, rs4 74, rsr premisa(s) y conclusin, argumento de
implicacin conversacio- 15, r6-2o, 2S-32, 54-57, McTaggart en contra
nal, 75-76, r44 -r45, r50 nada, captulo 3 ros, !09, ns, rsr de la realidad del,
inferencia, 13-20, 2r-2S, nombre, captulo 3, 43, Principio de Caracteriza- 82-85, S7-90
29-32, 33, ros-roS, ro9- 142, 151 cin, 45-4S compuesto, 83-85, S7, SS
I IO, ns-rq, II9, 139, 141- propw, 43, rsr Principio de Indiferencia, fujo del, Sr, S4-S5, S9-
r42, 144, r46, ISO vaco, 46-4S 126-127, 147, 152 90
r66
vaguedad, captlo 10, r52
de alto orden, roS
validez, captlo 1, r4r, r52
deductiva, q-r9, 2S, 54,
ros, r4r-r42, r46, r53
inductiva, q, 76, cap
tlo 11, r25, r4r-r42,
r46, rsJ
vacua, JO
valor (de una situacin
dada), r3o
verdad, rS
condiciones de, 24, 26,
53, r49
LGICA
y contexto, ros
grados de, 102-104, I IJ
y falsedad, 23-24, 49-57,
r43
funcin de, captlo 2,
60, S2, r04, r42
tabla de, 24-30, 72, r52
valores verdaderos, 24-
J2, sJ-s6, s7, ss, roJ
ro7, roS, r53, r54,
(vase tambin situa
cin)
ndice de nombres
Anselmo (de Canterbury),
r47
Aristteles, 6r, 62, r39, r4o,
r4r, r43, r44, r45
Agustn (de Hipona) , Sr
Bayes, Thomas, r47
Bernoulli, familia, r46
Calmaco, 7r
Carnap, Rodolph, 146
Carroll, Lewis, r3, r42-r43,
r44
Chomsk, Noam, r9
Cresswell, M. , r44
Dal, Salvador, S9
Descartes, Ren, r47
Diodoro Cronos, r44
Dodgson, Charles vase
Carroll, Lewis
Duns Escoto, r4r
Eublides, so, 56, roo,
r40
Euclides, r45
Frege, Gottlab, 24, 25, r4r,
r42, r44, r45
Gracely, E. , r47
Grice, Paul, r45
Haack, S. , r44
Hasle, P. , r45
Heath, P. , r43
Hick, J ohn, r4S
Hobbes, Thomas, r46
Hodges, Wilfrid, r43, r45
Holmes, Sherlock, r7, ro9-
rn, ns-n6
Howson, Colins , r47
Hughes, G. , r44
Jeffre Richard, r47
1 68
Kneale, William y llarta,
141
Kripke, Saul, 144
Laplace, Pierre de, 146
Leibniz, Gottfried, 63, 94,
95, 141, 144, 145
Lemmon, E. , 143, 145
Lewis, C. I. , 145
Lukasiewicz, Jan, 146
McTaggart, John, 82, 145
Mellor, D. , 145
Ockham, William of, 141,
145
0hrstmm, Peter, 145
Pascal, Blaise, 129-130
Peirce, C. , 142
Platn, 44, 145
Prior, Arthur, 145
LGICA
Read, S. , 144, 145
Russell, Bertrand, 41, 42,
51, 141, 142, 143, 144,
145
Sainsbury, M. , 144, 146
Sanford, David, 145
Skyrms, Briand, 146
Strawson, Peter, 142
Toms de Aquino, 147
Urbach, Peter, 147
Williamson, Timothy,
146.
Solucin a los problemas
L
as que siguen son las soluciones a los problemas de
las pginas 155-158. En muchos casos, en especial don
de una inferencia es invlida, las soluciones no son ni
cas: otras soluciones, igual de vlidas, son por comple
to posibles.
Captlo I
La inferencia no es vlida deductivamentc. Es muy posi
ble que las premisas sean verdaderas, y que . :os entonces
sea de la minora de espaoles que no son cat6licos. Con
todo, las premisas en conjunto dan buena (aunque no de
cisiva) razn para suponer que la conclusin se:1 \rerdade
ra. Por lo tanto, la inferencia es inductivamente vlid<L
Captlo 2
Digamos que:
k sea "J ones es un bribn".
sea ones es un tonto .
f "]
"
qo
Entonces la inferencia es:
k Vj k
Evaluemos su validez:
k
f
k Vj
V V V
V F V
F V V
F F F
LGICA
k
V F
V V
F F
F V
En la primera hilera, ambas premisas son V y la
conclusin es F. Por lo tanto, la inferencia es invlida.
Captlo 3
Digamos que:
xS sea "x vio el tiroteo".
xH sea "x escuch el tiroteo".
Y dejemos que los objetos en cuestin sean la gen
te. Entonces la inferencia es:
3x (xS V xl)
3x xS V 3x xH
La inferencia es vlida. Es de suponer que la premi
sa es verdadera en alguna situacin. Entonces hay algn
SoLuciN A Los PROBLEMAS qr
obj eto, x, en el mbito de esa situacin dada que xS V xH.
Dadas las condiciones de verdad para V, o xS o xH. En
el primer caso, 3x xS; en el segundo, 3x xH. En ningn
caso, 3x xS V 3x xH es verdadero en la situacin.
Captlo 4
Digamos que:
xP sea "x queran ganar el premio".
xR sea "x gan la carrera".
Y dej emos que los objetos en cuestin sean la gen
te. Entonces la inferencia es:
Vx xP
(Lx xR)P
La inferencia es invlida. Tomemos una situacin, s,
en la que todos quedan satisfechos P, pero en la que na
die se satisface R. (A lo mej or la carrera se cancel! ) En
tonces la premisa que es verdadera es s. Pero la descrip
cin LX xR no se refere a nada. Por lo tanto, la conclusin
es falsa en s.
Captlo 5
Digamos que:
m sea "Hiciste una omelette".
b sea "Rompiste un huevo".
IJ2
Entonces la inferencia es:
m, (m A b)
b
LGICA
Esta inferencia es invlida. Tomemos la siguiente
situacin:
b : Fpero no V
m : Vy F
Entonces b es V(y no F; as que m A b es V y
F (ambos conjuntos son verdaderos, y uno es falso); as
(m !\ b) es V y F. En esta situacin ambas premisas
son V y la conclusin no.
Captlo 6
Digamos que :
f sea "los cerdos vuelan".
b sea "los cerdos respiran bajo el agua".
Entonces la inferencia es:
or
A
ob
O ( f
A
b)
La inferencia es vlida. Es de suponer que la premi
sa es verdadera en alguna si tuacin, s. Luego ambos con-
SoLUCIN A LOS PROBLEMAS IJ3
juntos son verdaderos en esa situacin. Por lo tanto, no
hay una situacin asociada, s
'
, donde o fes verdadero (pri
mer conjunto) o b es verdadero (segundo conjunto) . Esto
es, en toda situacin asociada, s
'
,
A
b es verdadera.
Por lo tanto, la conclusin es verdadera en s.
Captlo 7
Digamos que:
b sea "Crees en Dios".
e sea "Vas a la iglesia".
Entonces la inferencia es:
be, e
b
La inferencia es invlida. Es de considerar una si
tuacin, s, con una situacin asociada, s
'
, donde las cosas
son como se representan en el diagrama siguiente:
S
LGICA
En toda situacin donde b es verdadera, lo es c. Por
lo tanto, b _e es verdadera en s. As que ambas premisas
son verdaderas en s, pero la conclusin no.
Captlo 8
Digamos que:
r sea "est lloviendo".
Entonces la inferencia es:
Hr / Gr
r
Esta inferencia es invlida. Es de suponer que las
cosas son como se representan en el siguiente grupo de
situaciones:
. . . 5_
3
5
_2
s
_r
s
o S
I
5
2
5
3
' o
r r r r r r r
r es verdadera en todos los momentos anteriores a
s
o
;
as que Hr es verdadera en 50 r es verdadera en todos
los momentos posteriores a s0; as que Gr es verdadera en
50_ Por lo tanto, Hr 1 Gr es verdadera en s0, pero la con
clusin no.
SoLUCIN A Los PROBLEMAs
Captlo 9
Digamos que:
fsea "Pat".
e sea "la persona que limpi las ventanas".
w sea "es una mujer".
Entonces la inferencia es:
pW 1 c w
p = e
La inferencia es vlida. Tomemos cualquier situa
cin donde la premisa sea verdadera. Luego en esa situa
cin, cualquiera sea el nombre que p remite para tener
la propiedad que expresa W y cualquiera sea el nombre
que e remite para no tenerla. Por lo tanto, segn la Ley
de Leibniz, p y e signifcan diferentes cosas ( aceptando
que nada puede ser verdadero y falso a la vez! ) . Esto es,
p = e es verdadera.
Captlo 10
Digamos que:
e sea "Jenny es inteligente".
b sea "Jenny es bonita".
q6
Entonces la inferencia es:
e, e V b
b
LGICA
La inferencia es invlida. Tomemos una situacin
donde los valores de verdad de e y b son como sigue:
Luego el valor de verdad de e en esta situacin es
0.5 (r -o. s), y as el valor de verdad de e V b es tam
bin 0. 5 (Mx(o. s, 0. 2)). Pero entonces ambas premisas
son aceptables (o. s), y la conclusin no.
Captlo n
Digamos que:
t sea "r es alto".
w sea "r es rico".
h sea "r es feliz".
La inferencia es vlida. Pongamos que hay tres
personas que son altas y ricas, y dos de ellas son felices.
Por lo tanto, pr(h 1 tAw) = 2/3. Una de ellas es infeliz,
as que pr( h 1 t\w) = r/3. Por lo tanto, pr(h 1 tAw) >
pr( h 1 tAw).
,
SoLUCIN A Los PROBLEMAS
Captlo 12
Para la parte r : consideremos una muestra tpica de roo
personas con los sntomas. 90 tendrn la enfermedad A y
ro tendrn la enfermedad B. Ya que la prueba da la res
puesta correcta 9 veces de ro, dir que Sr de los 90 tie
nen A (90 X 9/ro) , y 9 de ellos tienen B. De los ro con
enfermedad B, dir que 9 tienen enfermedad B y r tiene
enfermedad A. Por lo tanto, un total de r8 puede decirse
que tiene B, y as la probabilidad de que una (escogida al
azar) persona resulte que tenga B es de r81roo.
Para la parte 2: digamos que r sea una persona esco
gida al azar con los sntomas, y digamos que:
b sea '' r tiene la enfermedad B".
t sea "la prueba dice que r tiene la enfermedad B".
Luego:
pr (t 1 b) = 9/ro, ya que la prueba es 90% segura;
pr (b) = rlro, ya que una persona de cada ro tiene
enfermedad B; y
pr (t) = r8/roo, por la parte r .
Por l a relacin entre las probabilidades inversas,
pr(b 1 t) = pr(t 1 b) X pr(b)lpr(t) = 9/ro X rlro - rSiroo
= r/z.
LGICA
Captlo 13
Tabulemos la informacin como sigue:
Tener un No tener un
accidente accidente
Contratar un
seguro (t)
o. os\-390 o. 95\ -9o
No contratar un
seguro ( t) o. os\-r,soo o. 9s\o
Al calcular las expectativas, tenemos:
E(t) = o. os x ( -390) + o. 95 x ( -9o) = -ros
E( t) = o. os X ( -r ,soo) + 0. 95 X o = -75
Puesto que E( t) > E(t), no debiramos contratar un se
guro.
1 i