Un Beso Al Alba (Spanish Edition) - Anna Casanovas
Un Beso Al Alba (Spanish Edition) - Anna Casanovas
Un Beso Al Alba (Spanish Edition) - Anna Casanovas
Anna Casanovas
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Bradshaw Verlen se haba escapado de su destino y este algn da
terminara atrapndolo, de eso estaba seguro.
Muy seguro.
No saba cundo ni cmo, pero llegara el da en que el destino le hara
pagar un precio muy alto por haberse atrevido a desafiarlo. Ese da estaba
cada vez ms cerca, era imposible que pudiese seguir adelante como hasta
ahora durante mucho tiempo ms. l no encajaba en esos salones, en esas
fiestas, entre esa gente. Lo saba l y lo saban todos, pero el dinero les
impeda actuar en consecuencia.
El dinero que tena Verlen y que envidiaban los dems.
No siempre haba sido as.
Bradshaw Verlen haba nacido pobre y feliz. Treinta aos ms tarde las
dos circunstancias haban cambiado radicalmente. Ahora Bradshaw Verlen
era rico y tan complejo como una de las mquinas que diseaba. Y nadie lo
describira como un hombre feliz. Claro que nadie poda imaginarse a
Verlen de nio.
Estaba de pie, apoyado indolentemente contra una pared del saln. La
gran mayora de los invitados a la ms selecta y exclusiva cena del ao lo
miraban y se preguntaban por qu estaba all. El resto finga ignorarlo.
Veo que todava no has logrado escabullirte le dijo su anfitrin
acercndose por la izquierda.
Todava no lo he intentado le contest igual de sarcstico
levantando la copa de champn que llevaba varios minutos sujetando y que
todava no haba probado.
Me alegro de que hayas venido aadi Darius Postgate con una
sonrisa cuando se detuvo al lado de Verlen.
Si no lo recuerdo mal, amenazaste con quemar los planos de mi nuevo
invento si no vena le devolvi la sonrisa a pesar del reproche.
Exageras, pero supongo que va con la edad. Yo tambin era muy
atrevido cuando era joven. La mano con la que Darius sujetaba el bastn
se apret y las cejas blancas se arrugaron levemente.
Ja, Darius! T te morirs siendo atrevido. Verlen vaci la copa y se
apart de la pared para dejarla encima de una mesilla que tena cerca.
Probablemente, pero a mis setenta aos s a quin no debo provocar
le gui un ojo y las arrugas de repente se multiplicaron.
Ests insinuando que no debera provocarte? Levant ambas cejas
con teatralidad.
No, Dios me libre. Entonces no seras t, no?
Darius Postgate, el anfitrin de la velada y uno de los hombres ms ricos
y respetados de Nueva York, levant un poco el bastn de bano para
reiniciar la marcha y le indic a su acompaante que lo siguiese. Postgate
era americano de nacimiento y haba heredado una ms que considerable
fortuna de su padre, un brillante comerciante que le dej a su hijo un
negocio prspero y unas arcas saneadas. Pero Darius decidi no
conformarse con eso y su inquietud, junto con un olfato innato para las
inversiones, le haban convertido prcticamente en una leyenda en el nuevo
continente.
A pesar del xito y de la fortuna, en el caso de Postgate poda afirmarse
que el dinero no daba la felicidad porque tras perder trgicamente a su
amor de juventud se cas ya mayor con lady Rutland, una empobrecida
noble inglesa, y se convirti en lord Rutland, y en propietario de un
condado (que era como defina l el hecho de ser conde).
Los Postgate tenan un matrimonio de conveniencia, bien avenido, eso
s, pero de conveniencia. Tras pelearse civilizadamente durante los
primeros aos de su unin, al final lady Rutland Melinda jams haba
accedido a adoptar el nombre de seora Postgate decidi que lo mejor
para todos sera que ella pasase la totalidad del ao en Inglaterra, en la
mansin Rutland, que gracias al dinero de su esposo americano haba
recuperado todo su esplendor.
La nica condicin que impuso Darius fue que l jams pisara
Inglaterra.
Ambos estuvieron completamente de acuerdo y dejaron prcticamente
de verse.
La nica excepcin era la fiesta de cumpleaos de Darius. Entonces lady
Rutland viajaba de Inglaterra a Nueva York y se paseaba por la clase alta
americana que le rea todas las gracias.
2
Bradshaw camin bajo la lluvia con paso tranquilo y sereno dejando que
las gotas le mojasen el pelo y le enfriasen el temperamento. Lionel
Postgate siempre sacaba lo peor de l. Junt las manos y se las acerc al
rostro para soltar el aliento entre los dedos. No tena fro, el abrigo, la
bufanda y los guantes de piel que llevaba lo protegan perfectamente del
viento de la noche, pero era un gesto que segua formando parte de su ser.
De su otra vida.
Lleg a su casa, una construccin de ladrillo blanco rodeada por una
verja negra con ventanas del mismo color y presidida por dos robles. No
era una mansin comparable a la de Darius Postgate, pero estaba en el
mejor barrio de Nueva York y dispona de ms habitaciones de las que
Bradshaw podra ocupar jams. Se la haba comprado unos aos atrs,
despus de que el director del banco y el propio Darius le dijesen que no
poda seguir amontonando dinero sin ms. A l le haba parecido una idea
completamente absurda comprar una casa tan grande para l solo, pero al
final se rindi y se dijo que esa casa era otra inversin ms, igual que las
tierras o las acciones del ferrocarril, o la naviera.
Buenas noches, seor le salud Carson, su mayordomo.
Mayordomo.
De pequeo haba noches que no cenaba y ahora tena mayordomo.
Buenas noches, Carson, ya le dije que no era necesario que me
esperara despierto.
Lo s, seor. Ha recibido visitas, seor le explic el mayordomo
mientras le coga el abrigo y los guantes, un caballero ingls. Ha dejado
una tarjeta.
Bradshaw la cogi y ley el nombre en voz alta:
Lord Ian Harlow.
Desliz la tarjeta por entre los dedos; haba conocido a ese extrao
ingls un par de semanas atrs en una conferencia sobre los nuevos usos
Por eso, y solo por eso, haba aceptado el trato de Darius Postgate.
Tienes que mudarte de casa, aqu no estis bien, mam. La casa que el
seor Postgate tiene preparada para nosotros es...
No pienso aceptar esa casa, Shaw! Lanz el vaso al suelo, y las
violetas quedaron esparcidas por las baldosas que de tan viejas haban
perdido cualquier relieve. Acaso crees que puedo vivir en ese lugar?
Mam, yo...
No! Entiendo que hayas aceptado ir a la universidad. Es lo que habra
querido tu padre. Se acerc a l y le acarici una mejilla. Y s que t
siempre cuidars de nosotras. Pero no me pidas cerr los ojos un
segundo y al abrirlos repiti, no me pidas que deje esta casa donde t
naciste, donde naci Mely. Donde fui feliz con tu padre... trag saliva
para poder seguir ... y que me instale en una casa que es la compensacin
por la muerte de tu padre.
Judith se apart y con una escoba empez a recoger el estropicio que ella
misma haba causado.
Cundo tienes que volver a la universidad, Shawn?
l se qued mirndola y supo que jams lograra hacerla cambiar de
opinin. Tal vez cuando l pudiera comprarle una casa lograra
convencerla de que fuera a visitarlo, pero, mientras el ofrecimiento
proviniera del seor Postgate, Judith Verlen se quedara donde estaba.
Dentro de dos das, mam suspir resignado, y tras darle un beso en
la frente fue a jugar con Mely.
del psimo estado de las arcas familiares, lady Kildare escribi a su vieja
amiga para pedirle que las invitara, a ella y a su hija, a Nueva York.
Katherine era la nica que poda salvarlos.
Katherine lo saba. No haba viajado a Nueva York engaada ni soando
con un imposible; saba que tena que encontrar marido y que el futuro de
todo lo que amaba dependa de ello.
Su madre no lo saba, o finga no saberlo, pero Katherine lo haba
intentado prcticamente todo para no llegar al extremo de tener que
subastarse al mejor postor en el mercado matrimonial. Ella y el abuelo
haban repasado las cuentas cientos de veces, haba estudiado las cosechas,
los ganados, los molinos, los establos. La nica respuesta que haban
encontrado era que necesitaban ms tiempo. Tiempo que no tenan porque
los acreedores no tardaran en ejecutar las deudas.
Lo nico que poda salvarlos ahora era un milagro o un enorme montn
de dinero.
Y al parecer el nico objeto de valor que podan vender con la urgencia
que requeran era ella misma.
El carruaje gir por una calle y la figura de un hombre solitario capt la
atencin de Katherine. Iba andando y se haba levantado el cuello del
abrigo para protegerse de la ventisca de nieve. El abrigo y el sombrero que
llevaba eran de muy buena calidad, Katherine casi poda imaginarse el
suave tacto de la lana, pero el hombre andaba igual que un leador. O un
cazador. Ese hombre, a pesar de que su atuendo proclamaba todo lo
contrario, no era un aristcrata. Era un superviviente y en aquel instante
Katherine lo envidi por eso, ella careca de aquel instinto, de la brutalidad
necesaria, y dese poder detener el carruaje y acercarse a l para
preguntarle qu tena que hacer para ser valiente como l.
l no la vio, estaba sumamente concentrado en algo. En qu?, se
pregunt ella. Tena los ojos entrecerrados y los labios fruncidos como si
estuviese conteniendo la rabia. El hombre aceler el paso, pero antes de
desaparecer tras la nieve y los otros carruajes Katherine tuvo tiempo de ver
que tena una cicatriz que le cruzaba la sien izquierda hasta la ceja.
Cmo se la habr hecho? pregunt en voz muy baja sumamente
fascinada.
Has dicho algo, querida?
No, madre contest tras carraspear.
Ya hemos llegado las avis lord Rochester.
apartar la mirada sin dudarlo, a diferencia del hombre que caminaba bajo
la nieve. A l se habra pasado horas mirndolo. Lionel se detuvo ante lord
y lady Rochester y habl con ellos durante unos minutos, despus se dio
media vuelta y present sus respetos a lady Kildare. Katherine mir con
atencin la reaccin de su madre; Adela estaba tan pletrica que corra el
riesgo de desmayarse all mismo de la emocin.
Mi hijo, cuando quiere algo, es muy decidido. Implacable incluso le
dijo un desconocido situado a su espalda.
Katherine se gir y abri los ojos de par en par al ver quin estaba detrs
de ella; no por la identidad de esa persona, sino por la objetividad con la
que haba descrito a su nico vstago.
Es un placer conocerlo, seor Postgate. Inclin levemente la cabeza
. Ha sido muy amable al invitarnos.
Tonteras contest el anciano cogindole una mano. No parece
encajar aqu, lady Ashe.
Katherine, por favor le ofreci ella solo porque ese hombre le
recordaba a su abuelo al que echaba tanto de menos.
Darius Postgate le sonri y le cogi una mano que coloc suavemente
encima de su antebrazo. Despus deposit unos dedos encima de los de
Katherine y tir suavemente de ella hacia el ventanal que presida una de
las salidas del saln.
Me apetece tomar el aire, te importa acompaarme, Katherine?
Por supuesto que no, seor Postgate.
Darius. Insisto aadi al ver que ella iba a negarse.
Caminaron en silencio por el balcn sin llegar a bajar al jardn cubierto
por la nieve.
Mi hijo quiere irse a vivir a Inglaterra empez Darius sin disimulo
cuando se detuvieron en un extremo de la barandilla de piedra. Est
convencido de que all sabrn tratarlo como se merece.
Katherine esper en silencio. Acababa de conocer a ambos hombres y ya
intua que la relacin entre padre e hijo era mucho ms compleja de lo que
dejaban entrever las apariencias.
Pareces una buena chica, Katherine.
Gracias, Darius.
Mi hijo no sabr reconocerlo ni valorarlo. Lionel solo piensa en l y
cuando quiere algo no duda en utilizar a quien sea para lograrlo.
Tal vez yo tambin quiero utilizarlo a l dijo Katherine. Una parte
3
Despus de pasarse tres horas encerrado en su estudio dibujando planos
y rompindolos en cuanto los terminaba, Bradshaw se dio por vencido y
volvi a ponerse el abrigo.
Si no iba a poder dormir, y estaba seguro que no lo conseguira, bien
poda hacer algo de provecho. Con un quinqu en la mano se abri paso por
el pasillo de esa casa que, a pesar de los aos, segua resultndole extraa y
lleg a la puerta de la cocina. Sali por ella y camin por la nieve, cruja
bajo las suelas de las botas y probablemente era el nico sonido del
entorno que le resultaba familiar. Entr en los establos donde guardaba un
carruaje que solo utilizaba cuando era absolutamente necesario, una carreta
que utilizaba el ama de llaves para realizar las compras domsticas, y tres
caballos; los dos que tiraban de los vehculos y Thistle, el nico lujo que se
haba permitido, un alazn procedente de Irlanda.
Acarici la crin de Thistle unos segundos antes de ensillarlo. Cuando
estuvo satisfecho con el resultado, cogi una manta que haba en un rincn
del establo y una bufanda que haba visto tiempos mejores y mont sin ir a
por los guantes. Ya se tapara las manos con la manta. Sujet las riendas
del caballo y lo guio a paso lento hasta la calle. All lo espole brevemente
aprovechando que los adoquines estaban desiertos, y cuando por fin lleg a
los lmites de la ciudad Thistle cabalg con todas sus fuerzas en direccin
al molino. Al parecer Bradshaw no era el nico al que no le gustaba estar
encerrado.
intencin de destruirlo, pero al final decidi que era el lugar perfecto para
llevar a cabo sus experimentos. Aunque se asegur de cerrarlo e impedir
que nadie ms volviese a trabajar all.
S, seguro que pareca un loco. Y seguro que por eso la gente
prcticamente se apartaba de su paso. Por qu haba tanta gente en la
calle? Mercado! Hoy era viernes. El da del mercado de las flores.
Bradshaw se pas las manos por el pelo, a pesar de que no saba si
lograra empeorar o mejorar su aspecto, y aceler el paso. Daba igual. Esos
transentes podan opinar lo que quisieran. La ciudad entera de Nueva
York poda opinar lo que quisiera.
Haba valido la pena pasarse esos cuatro das trabajando sin parar, por
fin haba descubierto...
Un sinfn de flores indescriptibles volaron a su alrededor y Bradshaw
reaccion al instante y sujet por la cintura a la joven que haba chocado
contra su torso. Ella apoy sorprendida las manos en los antebrazos de l y
se sujet con fuerza para no caer en medio de la calle empapada por la
nieve que se haba derretido en los ltimos das.
Oh, lo siento! exclam ella al ver los ptalos flotando por el aire.
Est bien? Se ha hecho dao? le pregunt Bradshaw apartndola
de l para verle el rostro.
S, solo me estoy muriendo de vergenza farfull ella con la cabeza
todava agachada, iba demasiado cargada y no he... Levant la vista y
se interrumpi en cuanto vio el rostro de su salvador. La cicatriz.
Bradshaw la solt de repente y se llev la mano derecha a la cicatriz que
tena en la sien. Se haba olvidado de ella porque haca aos que nadie se
atreva a recordrsela: una de las ventajas que tena poseer dinero. Haca
que la gente tuviese miedo de provocar su ira.
Oh, lo siento. Lo siento. Lo siento repiti nerviosa la joven una y
otra vez. No tendra que haberlo dicho. Ha sido de muy mala educacin
de mi parte, pero es que pens que no volvera a verte nunca ms.
Esa ltima frase dej a Bradshaw completamente confuso. l se preciaba
de tener una memoria excelente; de hecho, haba amasado una enorme
fortuna gracias a ella. Y jams habra olvidado unos ojos como los de la
desconocida de las flores. Jams.
Acaso nos conocemos? le pregunt tras carraspear.
No reconoci ella sonrojndose. Me temo que tengo que volver a
disculparme de nuevo.
4
Katherine aceler el paso y fue al encuentro de Sarah, su doncella, que le
estaba haciendo seas desde el carruaje que la esperaba media calle ms
abajo.
Le haba sucedido. A ella. Aquel instante transcendental que iba a
marcarla para siempre; haba conocido a Bradshaw.
Katherine recordaba perfectamente dnde estaba cuando se pregunt
cmo sera conocer al amor de su vida; sentada en medio del prado rodeada
de ovejas y con los ojos llenos de lgrimas. Haca pocos das del accidente
de su padre y de repente supo con absoluta claridad que todava no conoca
a la persona ms importante de su vida. A la ms necesaria. Si la
conociera, ahora no estara sola. No se sentira incompleta.
Se pregunt cmo sera el misterioso desconocido, si llegara a
conocerlo a tiempo de pasar la vida entera con l. Se pregunt qu pasara
el da que lo viera por primera vez, qu le dira. Qu sentira.
No se haba enamorado de Shaw a primera vista, eso sera una soberana
estupidez, sencillamente su corazn haba empezado a latir de un modo
distinto y su alma le haba hecho cosquillas en el interior. l iba a ser
alguien muy importante para ella. El ms importante.
S, tena que sacarlo de su error y decirle que ella no era una doncella,
pero eso ya lo hara maana. Cuando volviera a verlo. Era obvio que l
trabajaba para algn seor o que era uno de esos pequeos comerciantes
que haba en Amrica y no quera asustarlo o perderlo antes de conocerlo.
Un carruaje cruz justo por delante de Katherine y la oblig a detenerse
y a seguir pensando. No! No! La vida no poda ser tan cruel con ella...,
otra vez no. Si Shaw no tena dinero, como era evidente que no tena, no
poda volver a verlo. Para ella sera muy doloroso, y tal vez incluso para l,
se consol pensando.
Pero tampoco pasaba nada si paseaba con l maana, no? Quiz
volvera a verlo y as descubrira que no tenan nada en comn, que no le
pero le haba dejado claro que eso era exactamente lo que pretenda hacer.
Era sencillamente como si hubiese decidido tomarse unos das para seguir
observndola, para seguir analizando su futura inversin. A Katherine se le
revolvan las entraas solo con pensarlo, a pesar de que si era objetiva
tena que reconocer que Lionel Postgate no haba hecho nada para ganarse
esa aversin.
La noche que lo conoci fue amable y directo. Sincero incluso. Cuando
fue a visitarla en casa de los Rochester fue educado y corts. Y la velada
anterior haban vuelto a coincidir y a bailar en la mansin de un rico
hombre de negocios de la ciudad y haba sido relativamente agradable.
Tal como le haba dicho al padre de Lionel, Katherine saba que Darius
quera utilizarla, y ella no tena ms remedio que hacer lo mismo con l.
Le pareca incluso justo. Los dos se utilizaran mutuamente. A Katherine
se le revolva el estmago solo con pensar en que existan mujeres en una
situacin similar a la suya que engatusaban a un pobre viudo rico y le
hacan creer que se haban enamorado perdidamente de l.
No, ella no iba a fingir que amaba a Lionel. Si iba a venderse por dinero
lo mnimo que poda hacer era vender algo real: su ttulo. Su amor y su
corazn no iba a venderlos. Esos solo podan conquistarse, regalarse.
Rendirse.
Bradshaw.
Por qu haba tenido que encontrarlo precisamente ahora?
Ya hemos llegado. Tiene que cambiarse antes de que la vea su madre.
Claro carraspe Katherine.
Hoy ha llegado una carta de su abuelo.
Katherine sonri de oreja a oreja. Tal vez el abuelo haba conseguido
aplazar el pago de las deudas. Tal vez no tendra que casarse por dinero...,
tal vez haban ganado algo de tiempo y podra esperar y conocer mejor a
Bradshaw.
vida, Bradshaw Verlen no haba podido pensar. Cerr los puos y se meti
las manos en los bolsillos; el fro no haba conseguido hacerle olvidar la
sensacin de sujetar a Kate en los brazos. Curioso, y ridculo incluso, lo
nico que haba tocado haba sido el abrigo de ella, y sin embargo
Bradshaw saba que sus manos siempre recordaran esa sensacin.
Una gota de agua le salpic el rostro y al secrsela not la barba que le
cubra la mejilla. Kate lo haba visto solo una vez, de noche, caminando
bajo la nieve probablemente cuando l volva de la fiesta de Darius y
le haba reconocido. Tal vez eso debera asustarlo. Bradshaw haba
aprendido a la fuerza a estar solo. A bastarse consigo mismo. A vivir en
silencio y a oscuras.
Cuando ella le toc la cicatriz, a l se le detuvo el corazn. Y Kate le
haba mirado como si le importase, como si su presencia en este mundo
fuese necesaria.
Cmo poda renunciar a algo as?
Quiz se lo haba imaginado todo. No recordaba la ltima vez que haba
dormido y apenas haba comido. Y haba cabalgado sin descanso.
Thistle!
Bradshaw sacudi la cabeza al recordar que el motivo por el cual todava
tena el aspecto de un rufin era porque haba salido en busca del herrero.
Gir sobre sus talones y antes de correr calle abajo se agach y recogi una
de las flores de Kate; un no me olvides.
Se lo meti en el bolsillo y aceler el paso.
Cuando lleg a la herrera el herrero lo mir como si estuviese loco,
pero a Bradshaw le bast con sacar un par de billetes del bolsillo para
convencerle de que dejase lo que estaba haciendo y lo acompaase a su
casa para atender a Thistle. En circunstancias normales a Bradshaw no le
importaba lo que la gente pensara de l, pero esa maana todava menos.
No saba exactamente por qu pero sus instintos, sus agallas y su intuicin
(las armas ms afiladas que tena) le decan que Kate iba a ser importante.
Desvi la mirada hacia el herrero que caminaba a su lado por la calle y
se percat en cmo haba cambiado la actitud del hombre despus de saber
que estaba hablando con Bradshaw Verlen.
La leyenda.
El excntrico.
El multimillonario.
El inventor chiflado.
El intruso.
El traidor.
Etiquetas que jams podra quitarse de encima y cuyo orden e
importancia variaban segn la persona que lo miraba.
Excepto Kate. Al principio Bradshaw no le haba ocultado adrede su
verdadera identidad, estaba tan acostumbrado a que todo el mundo supiera
quin era que no se le pas por la cabeza que a ella no le bastara con ver la
cicatriz y con or su nombre para deducirlo. En Nueva York todo el mundo
conoca la historia.
Lo que significaba que Kate no era de la ciudad. Estaba de visita con
sus seores? Haba viajado a Amrica en busca de trabajo?
Las preguntas empezaron a amontonarse en su mente y las puso en
orden. Todas eran importantes pero la nica cuya respuesta le importaba a
Bradshaw de verdad era: Volvera a verla maana?
5
No va a venir dijo Bradshaw en voz alta mientras paseaba de un
lado al otro del diminuto parque.
Se haba afeitado la barba, pero eso era lo nico que haba cambiado de
su aspecto respecto al da anterior. Y la ropa limpia, por supuesto. Llevaba
unos sencillos pantalones de algodn marrn, una camisa blanca cubierta
por un grueso jersey negro como los que utilizaban los estibadores del
puerto, y el mismo abrigo rado de ayer. No haba cogido los guantes ni el
sombrero, a pesar de la insistencia de Carson, pero s una bufanda tambin
negra que ahora le estaba asfixiando.
Haca fro y l, sin embargo, tena calor de lo enfadado que estaba
consigo mismo. Tendra que haberle preguntado dnde trabajaba.
Y qu haras ahora si lo supieras? Ir a buscarla?
S, por supuesto que s. Kate no le haba dado plantn. Tena que haberle
sucedido algo; quiz su seora la haba reido por lo de las flores y no la
haba dejado librar en su da de fiesta.
Pero ella me dijo que no pasaba nada.
Bradshaw se sent en un banco de piedra evitando el charco que haba
formado la nieve en un extremo y se oblig a plantearse la posibilidad de
que Kate no acudiese a su cita sencillamente porque no quera.
Ayer l pareca un loco. Era normal que ella hubiese cambiado de
opinin. Tendra que haberle dicho la verdad, si le hubiese dicho quin era
realmente entonces ella... le habra tratado como el resto del mundo.
Solt el aire despacio por entre las manos y se puso en pie. Lo mejor
sera volver a casa y ponerse a trabajar. Si quera terminar el diseo del
nuevo prototipo y probarlo antes de que abriese la nueva fbrica no poda
perder ni un segundo ms.
Se levant y gir decidido, pero choc de bruces contra Kate.
Oh, lo siento farfull ella apoyando las manos en el torso de l.
Tenemos que dejar de encontrarnos as contest Bradshaw a pesar
que l, pero coloc los dedos encima de los de Bradshaw y este reanud la
marcha. Dicen que algn da tendremos un parque le explic
omitiendo que si el proyecto se materializaba l hara una importante
donacin.
Cmo sabes que soy irlandesa?
Por el acento. Es distinto.
Kate sonri y l fingi no darse cuenta.
S que lo es, pero la mayora de gente de aqu no se da cuenta.
La mayora de gente no se fija en lo que tiene delante de las narices
sentenci l. Cundo llegaste a Nueva York?
Hace unos das.
A Bradshaw no le pas por alto la falta de concrecin y se oblig a no
preguntarle si iba a quedarse o si iba a volver a Irlanda. Y mucho menos
cundo.
Y qu te parece de momento?
La ciudad?
S, la ciudad le contest l con media sonrisa.
Menos distinta de lo que haba credo.
Entonces, Kate, es que no te han enseado Nueva York. Bradshaw
se detuvo en la esquina y ella hizo igual. Se miraron casi por primera vez
desde que ella haba chocado de bruces con l, y los ojos de los dos
brillaron sin disimulo.
Katherine notaba el corazn subindole por la garganta, cosquillas
recorrindole la espalda y un horrible nudo en el estmago. Este ltimo era
el nico que le obligaba a recordar que solo poda quedarse esa tarde con
Bradshaw. Esa tarde era lo nico que iba a permitirse.
l se haba afeitado, la barba haba desaparecido por completo y volva a
tener el mismo aspecto entre triste y peligroso que la noche que lo vio bajo
la nieve. La cicatriz se le marcaba en el rostro cuando sonrea, y Kate tuvo
el presentimiento de que no lo haca muy a menudo. Llevaba el mismo
abrigo viejo que la tarde de las flores y debajo del cuello se intuan un
jersey negro y una camisa blanca.
Si pudiera levantara una mano y le acariciara el pelo.
Ella nunca le haba tocado el pelo a ningn hombre como Bradshaw y
solo con pensarlo sinti cosquillas en las yemas de los dedos. Kate afeitaba
en ocasiones a su abuelo y se le aceler la respiracin al imaginarse
haciendo lo mismo por Bradshaw.
derecha.
Abre los ojos le pidi despacio.
Kate los abri y se qued sin aliento. Frente a ella haba efectivamente
lo que pareca un viejo cementerio, en el que ahora solo quedaban las
esculturas de unos ngeles, un par de bancos de piedra y unos almendros.
Uno de los bancos estaba encima de un montculo y detrs poda verse el
ro, el puerto y cmo Nueva York iba extendindose, naciendo de la nada.
Ven.
Bradshaw volvi a cogerla de una mano y la llev hasta el banco.
Es precioso susurr Kate.
Es Nueva York. Mi padre sola decir que aqu est el corazn de la
ciudad.
Y t dnde crees que est?
Bradshaw le solt la mano despus de dejarla sentada, y camin hasta
apoyarse en el tronco del rbol.
No creo que la ciudad tenga corazn, ni alma. La verdad es que dudo
que exista algn corazn de verdad. Se cruz de brazos y la mir a los
ojos.
Por supuesto que existe.
Cmo lo sabes? Las personas tomamos la gran mayora de nuestras
decisiones basndonos en nuestras necesidades ms egostas o en nuestras
ambiciones. El corazn no interviene nunca, as que dudo seriamente que
exista.
Suenas muy cientfico le aguant la mirada e intent contener el
escalofro que le haban causado sus palabras y cnico. Mi padre te dira
que la vida terminar dndote una leccin.
Shaw se rio.
Eso seguro. Lo siento, este lugar es mi rincn preferido de Nueva
York, pero al mismo tiempo me trae malos recuerdos y me pone de muy
mal humor. Tal vez no tendra que haberte trado aqu aadi para s
mismo.
No. Kate se levant y se acerc a l. Me alegro de que me hayas
trado. Puedo preguntar por qu te trae malos recuerdos?
Shaw se apart del rbol y se acerc a la parte ms alta del montculo.
Dej la mirada perdida y apret en un gesto inconsciente la mandbula.
La ltima vez que mi padre y yo estuvimos aqu discutimos. l muri
la maana siguiente.
Oh, lo siento.
Shaw se encogi de hombros sin decir nada. A Kate le habra gustado
acercarse a l y abrazarlo, pasarle la mano por la espalda hasta enredar los
dedos en los mechones de pelo que le cubran la nuca, pero no era tan
valiente.
Sin embargo, la necesidad de consolar a Shaw la oblig a hacer algo.
Mi padre muri hace unos aos. Tom aire. Se suicid.
Bradshaw se dio media vuelta de inmediato y la mir de nuevo a los
ojos. No dijo nada y ella le vio abrir y cerrar los dedos de las manos.
Es la primera vez que lo digo en voz alta aadi trmula.
Un instante despus de decir la ltima palabra estaba en los brazos de
Bradshaw. l la peg a su torso y la envolvi con su cuerpo como si
quisiera protegerla de aquel horrible recuerdo. Coloc una mano en la
cintura de ella y la otra en la nuca.
Y no dijo nada; dej que Kate lo abrazase sin ms.
Era exactamente lo que ella necesitaba. Saber que no estaba sola, que
tena alguien a su lado que la apoyara sin cuestionrselo, sin hacerle
ninguna pregunta.
Sin temer al escndalo.
Por eso habis venido a Nueva York adivin l a medias.
S.
No te preocupes le acarici el pelo. Todo va a salir bien.
Kate, que hasta entonces haba mantenido los brazos entre su cuerpo y el
de l, se dijo que aunque solo fuera una vez en la vida se mereca abrazarlo
de verdad. Desliz las manos por encima del abrigo y las dirigi a los
hombros de Bradshaw.
Inhal hondo; el olor a invierno, nieve y limn siempre le haran pensar
en l.
Si no lo soltaba y se iba de all ahora mismo terminara contndole toda
la verdad.
Y entonces l se sentira engaado, utilizado, y la mirara con desprecio.
Afloj los dedos uno a uno y roz con la mejilla el torso de Bradshaw. Se
apart despacio y cerr los ojos para contener las lgrimas que aparecieron
sin avisar.
No llores, Kate. Le coloc un dedo bajo el mentn y le levant el
rostro. Con el pulgar captur una lgrima y a ella se le detuvo el corazn al
notar la piel de Bradshaw rozndole la mejilla.
6
Katherine aguant la respiracin hasta que el carruaje gir la calle, y
cuando el aire volvi a deslizarse por su garganta fue para dar vida al nico
sollozo que se escap de sus labios.
Era injusto.
Solo haba compartido un paseo con Shaw y l ya poda ver en su
interior. Shaw era el primero que la consolaba sin decirle estupideces, el
primero que la haba abrazado sin esperar nada a cambio.
Y era el primer hombre que le paraba el corazn y le erizaba la piel. El
nico capaz de hacerla entrar en calor en medio de la nieve.
Era absurdo. Injusto y absurdo.
Por qu haba tenido que encontrarlo? Por qu ahora, cuando ya no
exista la posibilidad de estar juntos.
Dios, si ni siquiera poda contarle la verdad.
De nada servira volver a llorar. Lo mejor, lo nico que poda hacer era
olvidarlo y no acudir a su prxima cita.
Y prepararse para el baile de esa noche. Se le estaba acabando el tiempo.
Record la carta de su abuelo y se sinti culpable porque durante un
segundo se haba planteado seriamente la posibilidad de seguir conociendo
a Shaw hasta enamorarse de l.
Porque se enamorara, perdida, absurda y eternamente.
Cerr los dedos hasta clavarse las uas en las palmas y respir hondo.
Ya hemos llegado, seorita.
Las palabras del cochero la hicieron reaccionar y afloj despacio las
manos. El hombre le abri la puerta y esper solcito a que saliera.
Gracias farfull Katherine.
En aquel preciso instante apareci Sarah en la entrada de la mansin de
los Rochester.
Menos mal que ha vuelto, seorita le dijo corriendo hacia ella.
Sucede algo?
Buenas noches.
7
Katherine
Voy a casarme dentro de un mes.
Est decidido.
Dentro de dos semanas celebraremos una cena de compromiso y nos
casaremos dos semanas ms tarde. No podemos celebrar la cena de
compromiso antes porque Darius, mi futuro suegro, tiene que ausentarse de
la ciudad unos das. Lionel no va a acompaarlo, prefiere quedarse en
Nueva York y empezar a preparar su mudanza definitiva a Londres.
Qu he hecho?
Lo que tena que hacer, lo s, pero siento una garra apretndome el
pecho que no me deja respirar. Me sudan las manos. Me palpita el corazn.
Y en mi mente no dejo de ver el rostro de Shaw dicindome que pasara
lo que pasase quera verme una vez ms. Aunque fuera para decirle que era
la ltima. Una ltima vez para despedirnos.
Casarme con Lionel va a concederme todo lo que necesito; voy a poder
salvar las tierras de Irlanda. El abuelo no perder su hogar ni sus caballos.
Y las familias de Kildare podrn mantener sus casas, sus sueos.
Solo yo tengo que sacrificar el mo.
En realidad es absurdo, yo ya estaba completamente resignada a que este
iba a ser mi futuro.
Pero ha aparecido Shaw. S, el maldito destino ha decidido asomar las
narices en mi vida y demostrarme que hay cosas incontrolables, emociones
ineludibles, como el amor.
O el principio del amor.
Lionel se ha ido despus de asegurarle a mi madre que su ta, lady
Rochester, conoca las mejores tiendas y modistas de la ciudad y que ella
se encargara tambin de presentarle a la que iba a ser su consuegra. Entre
las tres, y con mi ayuda, por supuesto, podan organizar la boda que les
viniese en gana.
Ni mam ni lady Rochester me han prestado la menor atencin y han
empezado a hablar de flores, vestidos blancos y listas de invitados.
Yo me he retirado a mi dormitorio para escribir al abuelo y decirle que
la pesadilla ha acabado. Mi futuro suegro me ha dado una de sus tarjetas
para que la incluya en la carta y as el abuelo pueda ensearla en el banco.
El dinero llegar ms adelante, pero el nombre de Postgate detendr a los
acreedores.
Curioso lo que puede valer un nombre.
No dir que me siento como un preso condenado a muerte esperando su
sentencia, no sera justo para Lionel. Pero el pesar me impide alegrarme ni
siquiera un poquito. Y el llanto que estoy intentando contener va
avanzando dentro de m, carcomiendo hasta mis ltimos sentimientos.
Sarah me ayuda a desvestirme y me acuesto sin decirle nada. S que mi
nana est preocupada por m, pero si le cuento lo de Shaw no ser capaz de
seguir adelante.
La noche se cuela por entre las cortinas de mi ventana pero el sueo se
niega a visitarme. Me paso las horas intentando decidir si acudo a mi cita
con Shaw o le olvido para siempre.
No, no es cierto. Tengo la firme intencin de acudir a esa cita, necesito
verle una vez ms. Ser la ltima. Sencillamente pienso que si me paso la
noche fingiendo que me he planteado la posibilidad de no ir lograr calmar
la voz de mi conciencia.
Falta poco para que llegue el alba.
El corazn intenta latirme ms rpido, pero la presin que me ha
impuesto mi futura boda se lo impide. Voy a encontrar el modo de que deje
de sentir.
As ser menos doloroso.
Salgo de la cama y me visto con el mismo vestido gris paloma que
llevaba el da que Shaw me ense el corazn de Nueva York. l piensa
que soy una sirvienta, que trabajo para una familia adinerada. Ojal fuera
as. Jams he deseado tanto ser otra persona como ahora. Pero no lo soy y
pap ya rehuy de sus responsabilidades con la gente de Kildare; yo no
puedo hacer lo mismo. No puedo pensar en m, tengo que pensar en ellos.
Tengo que sacrificar a Shaw y la vida que tal vez habramos tenido
juntos.
Mi cruel, cruel imaginacin me tortura mostrndome imgenes de Shaw
Bradshaw
Dejar subir a Kate a ese maldito carruaje me ha costado tanto como no
8
Kate consigui trepar por el rbol, desnudarse y volver a meterse en la
cama sin que nadie se diese cuenta de que se haba ausentado durante unas
horas. Poda or los ruidos prevenientes del piso inferior, los pasos
silenciosos de las doncellas y los lacayos de los Rochester empezando sus
tareas. Cerr los ojos e intent calmar su corazn.
La promesa que haba visto en los ojos de Shaw no se lo permiti. Se
acerc una mano a los labios y los dibuj con el dedo ndice. l le haba
dicho que maana la besara.
Maana.
Iba a ser el primer beso de su vida. El nico. El ms deseado. El que
recordara hasta el fin de sus das... y no iba a permitir que Shaw se lo
diese. Porque si Shaw la besaba no iba a seguir adelante con la boda con
Lionel.
Ella no era valiente, ni tampoco una mrtir. Ella solo quera cuidar del
abuelo y de sus caballos y de la gente de Kildare, que eran su nica familia.
Y apenas unas horas antes haba descubierto que por Shaw era capaz de
olvidarse de todo. Oh, todava no lo haba hecho. Kate todava estaba
dispuesta a casarse con Lionel por dinero y a ser la mejor esposa posible
para l.
Pero si Shaw la besaba... Si Shaw la besaba, si llegaba a conocer el sabor
de sus labios, o a respirar uno de sus alientos, entonces no estaba tan
segura.
Se movi en la cama y apret los prpados en un intento de alejar la
imagen de Bradshaw de su mente.
La noche que oy a su padre confesndole a su madre que haba perdido
la fortuna familiar, Kate sufri una gran decepcin. El amor no exista, al
parecer. Era una emocin que en el caso de su madre dependa del dinero, y
en el caso de su padre dependa nicamente del afecto de su esposa. Kate
adoraba a su padre, pero al parecer este solo necesitaba el cario y el afecto
las manos.
Abri los ojos y vio los de Shaw completamente sinceros. La estaba
mirando como nunca nadie la haba mirada antes, como si ella pudiese
darle el mundo entero.
Kate... empez l humedecindose los labios, yo carraspe.
Tengo que contarte algo.
Levant una mano y la acerc a la mejilla de Kate para acariciarla, pero
ella se apart. No poda tocarla.
Si me toca una vez ms no podr seguir adelante, pens Kate.
No, no tengas miedo la consol l con ternura.
Kate respir hondo y lo mir a los ojos.
No te tengo miedo. Shaw iba a sonrerle y ella tena que evitarlo.
Y no me interesa lo que tengas que contarme.
l arque una ceja y la mir confuso.
Ha sucedido algo? le pregunt.
No, nada, pero no quiero volver a verte. Todo esto ha sido un error, y
yo no puedo cometer errores, tengo demasiado en juego.
Es por el trabajo? Suspir Shaw confuso, pasndose las manos por
el pelo. Si dejas que te explique lo que iba a contarte vers que no tienes
de qu preocuparte.
No! exclam nerviosa. Tena que mantenerse firme. T no sabes
nada de m, de mi vida. Dio un paso hacia atrs para colocar ms
distancia entre los dos, y el modo en que l entrecerr los ojos le anunci
que no le haba gustado. Apenas hace una semana que nos conocemos.
Conceme dijo Shaw entre dientes, deja que te cuente mi historia
y cuntame la tuya.
No, todo esto es absurdo y no vale la pena.
Shaw sinti esas palabras como un puetazo en el esternn.
No vale la pena?
No, por supuesto que no insisti ella. Te agradezco que me hayas
enseado la ciudad, esta primera semana en Nueva York habra sido mucho
ms difcil sin ti, pero eso es todo. Ha sido divertido, pero ahora ser mejor
que los dos sigamos con nuestras vidas.
Divertido?
Qu te pensabas que estaba sucediendo, Shaw? Yo estoy aqu con mi
madre y tengo que seguir adelante con nuestros planes.
Esa ltima frase hizo que Shaw entrecerrase todava ms los ojos y se
acercase a ella.
Qu diablos est pasando Kate? le pregunt cogindola por los
antebrazos.
Ella trag saliva e intent contener el cosquilleo que le provocaron los
dedos de l.
Nada. Sultame, Shaw. Tanto te cuesta entender que no quiero volver
a verte? O acaso es as como te comportas siempre con una mujer,
asustndola para que est contigo?
Shaw la solt al instante y Kate se odi por hacerle dao, por hacerle
sentir que lo que haba sucedido entre los dos no haba sido el mejor
momento de su vida.
l se qued quieto donde estaba, mirndola a los ojos con los puos
apretados a ambos lados de su cuerpo. Le tembl un msculo en la
mandbula y despus solt despacio el aliento.
Est bien reconoci, supongo que ahora ya no tiene sentido que te
cuente nada dijo casi para s mismo. Viendo lo poco que te ha gustado
supongo que debera decir que lamento haberte besado, pero no voy a
hacerlo. Te deseo suerte con tus planes, Katherine.
Gir sobre sus talones y se fue sin volver a mirarla. Sin tocarla. Sin
sonrerle.
Sin besarla.
Y Kate tuvo que clavar los pies en el suelo con todas sus fuerzas para no
salir corriendo tras l. Se mordi el labio para no gritar su nombre hasta
notar el sabor de la sangre. Y los ojos le escocieron de las lgrimas que no
logr contener.
Pensar que haba hecho lo correcto no le sirvi de nada y si su padre
siguiera vivo o su abuelo hubiese encontrado el modo de salvar Kildare sin
ella, a Kate no le importara pasarse el resto de su vida con un trabajador
del muelle, o de una fbrica, o de unos establos, o fuese lo que fuese Shaw.
Porque lo nico que quera era a l.
Y era lo nico que no iba a tener jams.
9
Katherine
Se puede vivir sin saber lo que es el amor, de eso estoy absolutamente
segura, pero una vez descubres esa emocin es completamente imposible
ignorarla.
Una parte de m deseara no haber conocido nunca a Shaw, entonces no
me dolera tanto seguir adelante con los preparativos de la boda y no se me
encogera el estmago cada vez que Lionel se acerca a m. Otra parte de m
sabe que por el beso de Shaw podra soportar mil infiernos.
Es culpa ma sentirme as, si no hubiese acudido a mi primera cita con
Shaw, o incluso a la segunda. Si me hubiese quedado en casa de los
Rochester esas madrugadas y me hubiese obligado a dejar de soar con un
futuro imposible, ahora seguira poseyendo la calma de antes.
Te encuentras bien, Katherine?
La voz de Sarah me saca de mi ensimismamiento. No s cunto rato me
he pasado mirando por la ventana. Suelto el aire despacio y suspiro
resignada.
S, estoy bien.
El motivo por el que miro por la ventana es completamente absurdo. Me
imagino a Shaw acercndose a la mansin gritando, exigiendo verme y
hablar conmigo. No suceder. Es completamente imposible, yo me he
encargado de que lo sea.
Ests muy plida. Se acerca a m y me toca la frente. Creo que te
ir muy bien pasar unos das en el campo.
Seguro que s.
Me levanto y me acerco a uno de los bales que Sarah est llenando con
mis vestidos y prendas de abrigo. Maana por la maana dejamos la ciudad
de Nueva York y nos instalaremos en la casa de campo de la familia de mi
futuro esposo. A lo largo de estos das mi madre se ha encargado de
Cuando me mira sus ojos transmiten tanta intensidad y tanto dolor que no
soy capaz de hacer nada excepto mirarlo.
Kate...
Bradshaw
No es la primera vez que voy al cementerio de noche. Y no es la primera
vez que me imagino a Kate apareciendo en medio de la oscuridad.
Pero es la primera vez que la aparicin es tan real.
Dios, estos ltimos das he descubierto lo que es estar en el infierno. Y
todo porque he cometido el error de confiar en la mirada de una mujer. En
los ojos de Kate.
Sin embargo, lo peor de todo no ha sido sentirme como un estpido por
haberla dejado entrar dentro de m... Lo peor ha sido recordar el beso que
me dio justo antes de abandonarme. No solo el beso, sino cmo me sujet
las manos, cmo respir pegada a mis labios, cmo me mir mientras me
deca que pasar esos das conmigo haba sido divertido.
Me minti.
Lo s igual que s que jams podr olvidarla.
Kate me minti, pero por qu? S, solo nos hemos visto unos das, unos
amaneceres robados, pero tendra que haber sabido que poda confiar en
m.
Y yo tendra que haber confiado antes en ella.
Basta. Esta noche es la ltima que me permito seguir furioso o
derrotado, maana ir a buscarla y cuando la encuentre no dejar que se
vaya de mi lado hasta contarle toda la verdad.
Shaw...
Se me detiene el corazn. Mi cuerpo entero acaba de reaccionar como
cuando ella est cerca. Pero es imposible.
La oigo respirar, noto su presencia detrs de m. Dios, tan cruel es el
destino que ahora va a arrebatarme la cordura.
Voy a darme media vuelta y cuando mis ojos vean que Kate no est all
no tendr ms remedio que asumir mi soledad. Voy despacio, quiero
alargar la ilusin de que ella ha ido a buscarme, de que me necesita tanto
como yo a ella.
Est all. Bajo las nubes oscuras de los rboles y de la noche, con la
descansa un poco.
No insiste ella besndome con idntica, o peor, desesperacin que
antes. Tendr toda la vida para dormir.
La frase de ella me confunde, pero mi mente se pierde en el siguiente
beso de Kate.
Me besa y mi cuerpo, que ya est completamente esclavizado al suyo,
responde al instante. Mi ereccin se estremece ansiosa entre mi abdomen y
el de ella, y cuando los dedos de Kate la acarician, los mos la sujetan por
la cintura y la detienen.
Hazme el amor. Me mira a los ojos y no oculta el deseo ni ese
fuego tan intenso que arde dentro de ellos.
Qu esconden esas llamas?
Me muerde el cuello y yo respondo levantndola con ambas manos y
colocndola justo encima de mi sexo.
Su rostro sube despacio y detiene los labios encima de los mos para
besarme.
Yo no puedo evitar volver a poseerla. Kate se queda quieta un segundo
aguantando la respiracin y, cuando vuelve a coger aire, me acaricia el
rostro con las manos y me aparta un mechn de pelo que se me ha pegado a
la frente.
Shaw...
Promteme que te ver maana, que cuando vuelva a abrir los ojos
estars aqu.
Maana no puedo confiesa antes de besarme.
Tengo la horrible sensacin de que esa conversacin es muy importante,
que la promesa que Kate se niega a darme tendra que aterrorizarme, pero
sus besos, el calor de su cuerpo, sus caricias, me impiden pensar.
Dentro de dos das insisto.
Ella se incorpora levemente y en el instante en que descubre que est al
mando de nuestro encuentro me sonre.
Estoy completamente perdido.
Dentro de dos das, en nuestro lugar de siempre le sujeto las caderas
para que no se mueva.
Kate se inclina un poco hacia delante y desliza tmidamente la lengua
por encima de mis labios.
Kate... por favor.
Ella me besa despacio mientras flexiona levemente las caderas. Y
10
Bradshaw consigui terminar el diseo del motor en el que estaba
trabajando y empez los esbozos de un nuevo proyecto.
Solo se haba concentrado en el trabajo porque era la nica manera de no
pedirle a uno de los detectives que sola contratar de vez en cuando que
averiguasen la historia entera de Kate. Saba muy poco sobre ella, pero lo
suficiente como para encontrarla si pagaba la cantidad de dinero adecuada.
No lo haba hecho.
Haba esperado, y ahora, por fin, solo faltaban unos minutos para volver
a verla.
El sol segua levantndose despacio por el horizonte y todava haca
mucho fro. En el cielo no haba ni una nube y los sonidos de la ciudad
empezaban a hacer notar su presencia.
Bradshaw llevaba horas despierto cuando sali de casa. Iba vestido
prcticamente igual que la ltima vez que la vio, porque, aunque haba
decidido decirle la verdad, no le vea ninguna lgica en ponerse un traje
cuando aquel jersey de lana y el abrigo gastado lo abrigaban
perfectamente.
Y no quera hacer nada que pudiese asustar a Kate antes de hablar con
ella.
Lleg al parque y lo inspeccion con la mirada.
No haba nadie, solo unos pjaros que buscaban comida por entre los
charcos de fango. l se haba adelantado y opt por acercarse a la verja que
lo rodeaba y apoyarse en ella. Plant un pie en el suelo y el otro en uno de
los barrotes de metal. Levant el cuello del abrigo y se cruz de brazos.
Y esper.
Y esper.
Y esper.
Esper hasta el anochecer. Hasta que el fro le cal los huesos y le
entumeci el cerebro. Hasta que la preocupacin se convirti en
11
Kate se haba pasado las ltimas noches llorando y luchando contra s
misma para no salir corriendo a buscar a Bradshaw.
Y lo habra hecho si hubiese estado en la ciudad.
La noche que fue a la colina lo nico que quera era ver por ltima vez
aquel lugar que haba compartido con Shaw, pero cuando lleg all y lo vio
sentado en el banco de piedra pens que su imaginacin la estaba
torturando del modo ms cruel posible.
Entonces l se dio media vuelta y la mir, y pronunci su nombre. Y
Kate necesit tocarlo.
Y besarlo.
Y sentirlo.
Si iba a perderlo para siempre por dinero al menos quera tenerlo una
nica vez. Ella iba a casarse por dinero con un hombre al que no amaba. Lo
hara porque era la nica manera de salvar el legado de su familia, el
pueblo que la haba querido durante toda la vida y las nicas personas que
no la haban abandonado tras el suicidio de su padre.
Pero antes quera algo para ella, solo para ella. Quera ser feliz durante
una noche. Esa noche iba a darle fuerzas para aguantar el resto de su vida.
Shaw encontrara a otra persona, se enamorara de una doncella, de una
dependienta, y formara una familia. En cuanto esa idea apareci en su
mente se puso furiosa, los celos circularon espesos por sus venas y sinti la
imperiosa necesidad de dejar una huella imborrable en la vida de Shaw. S,
l encontrara a otra pero a ella jams podra olvidarla.
Durante esa noche lo besara como nunca le besara otra, a l no le
ocultara nada. Se entregara por completo, en cuerpo y alma. Y dejara el
alma con l.
Lionel le haba dejado claro que quera tener hijos, y ella supuso que
tambin, as que tarde o temprano tendra que hacer el amor con su esposo,
pero a Lionel jams se lo dara todo.
Kate saba que no era ninguna belleza y que en Irlanda sus pretendientes
estaban ms enamorados de su fortuna que de ella.
Y ahora el que iba a convertirse en su marido solo la haba elegido por
su ttulo nobiliario.
Nunca nadie se haba fijado en ella... hasta Bradshaw.
Y no volvera a verlo ms.
Ests preciosa, querida la salud su madre tras darle un beso en la
mejilla, pero podras haberle hecho caso a Lionel y haberte comprado un
vestido nuevo. Al fin y al cabo, formara parte de tu ajuar.
No me hace falta ningn vestido, madre. Este solo me lo he puesto
una vez.
En el ltimo baile al que asisti antes de que su padre se quitase la vida.
Su madre tambin debi de recordar la ocasin porque abri el abanico
igual que haca siempre que se pona nerviosa.
Ahora ya no importa, con el recogido que te ha hecho Sarah y el collar
ests muy guapa. Seguro que Lionel caer rendido a tus pies. Es un joven
encantador.
No hace falta que sigas dorndome la pldora, madre. Nos casamos
dentro de dos semanas.
Lo s, y no podra estar ms contenta.
Katherine intentaba estarlo.
Madre e hija abandonaron juntas el dormitorio y bajaron al piso inferior
para esperar a lord y lady Rochester.
La cena de compromiso iba a celebrarse en la mansin de Darius
Postgate, el padre de Lionel.
El carruaje apareci enseguida en la puerta y los cuatro subieron lo ms
rpido posible para protegerse de la nieve que volva a caer desde el cielo.
Un copo se pos en la mejilla de Kate y un extrao escalofro le recorri la
espalda.
El corazn se le aceler y le falt el aliento, y en un acto reflejo se dio
media vuelta convencida de que iba a encontrarse con los ojos de
Bradshaw.
En la calle no haba nadie excepto el lacayo de los Rochester que
mantena abierta la puerta del carruaje.
Le sucede algo, lady Ashe? le pregunt este al ver que ella miraba
hacia ambos lados nuevamente.
No haba nadie.
12
Katherine vio reflejado en los ojos de Brashaw el instante exacto en que
lo comprendi todo. Esos mismos ojos que unos segundos antes la haban
mirado con alegra y comprensible confusin, la miraban ahora con
desconfianza e incluso desprecio.
El dolor que sinti el da que decidi abandonar esa cabaa despus de
hacer el amor con l volvi a instalarse en su alma (aunque nunca haba
llegado a desaparecer) y se multiplic por todas y cada una de las lgrimas
que haba derramado por el hombre al que se haba entregado en cuerpo y
alma en esa cabaa perdida entre las estrellas.
Un hombre que al parecer no era un estibador del puerto ni un herrero
como se haba imaginado ella, pero qu era? quin era? Un trabajador
de Darius Postgate?
Lady Ashe, es un placer conocerla de verdad le dijo Bradshaw con
un tono de voz cortante hasta entonces desconocido para ella.
Y la frialdad, tanto de las palabras como de su mirada, la hizo
reaccionar. l tambin le haba mentido.
l tampoco le haba contado quin era realmente.
Y l no pareca tener el corazn destrozado ni se haba visto obligado a
sacrificarse para salvar a un pueblo entero.
Se puso furiosa, qu derecho tena Bradshaw a juzgarla sin escucharla
primero? Acaso l no era culpable de lo mismo que ella?
Lo mismo digo, seor Verlen. He odo hablar mucho de usted le
tendi la mano y l la mir desafiante.
Iba a negarse a cogrsela? Iba a humillarla de esa manera delante de la
familia Postgate?
Bradshaw mir la mano de Katherine y se qued petrificado durante un
segundo.
Tena que tocarla? All?, ahora?, cuando todava no haba logrado
contener las ganas de abrazarla y de besarla?
equivocado.
Es por el dinero. Necesito el dinero.
A Bradshaw se le hel la sangre al escuchar aquellas palabras y tuvo que
tragar para deshacer el nudo que se le haba formado en la garganta.
Por el dinero? Te has comprometido con Lionel Postgate por
dinero?
S.
Imposible. Kate no poda ser como las dems. Kate no era tan falsa
como el resto.
Kate no existe.
Necesito el dinero para...
No quiero saberlo.
Por qu?
Porque no es asunto mo.
Kate solt las solapas y se apart lo suficiente como para mirarlo a los
ojos. Los tena completamente vacos de emocin y eran fros y cortantes.
Infranqueables.
De verdad crees eso, Verlen?
Una reaccin.
Al fin.
A pesar de su insistencia, Bradshaw no consigui ocultar la decepcin
que sinti al or que ella dejaba de llamarlo por su nombre.
De verdad.
No te creo.
No me importa, lady Ashe. Y esta conversacin empieza a resultarme
aburrida.
Por qu no te comportas como el hombre que me abraz en medio de
la nieve aunque solo sea un segundo? Por favor.
Porque ese hombre no tiene bastante dinero para que cumplas tu
promesa de acudir a la siguiente cita. Incluso despus de... No termin la
frase. Me voy.
La rabia que llevaba conteniendo desde la muerte de su padre, el
resentimiento que iba creciendo dentro de s misma cada vez que alguien le
daba la espalda o la miraba mal por algo que no era culpa suya, ardieron en
su interior e igual que la noche que se entreg a l en esa cabaa Katherine
hizo lo que le peda a gritos el corazn.
No! le sali del fondo del alma, y sujet a Bradshaw por el
antebrazo.
Y, por primera vez desde que haban empezado esa horrible
conversacin en el saln, l la mir de verdad.
A Katherine le bast con eso para reunir el valor que le faltaba y con la
otra mano tirar de la cabeza de Bradshaw hacia abajo.
Y lo bes.
13
Kate lo estaba besando.
La mano que tena en su nuca temblaba tanto como los labios que
estaban encima de los l. Era evidente que era la primera vez que ella
iniciaba un beso tan apasionado, ardiente y necesario, y a l ninguno lo
haba afectado tanto como este. Y cuando Kate desliz tmidamente la
lengua por la comisura de su boca, Bradshaw se olvid de que estaba
prometida, de que era una materialista a la que solo le interesaba el dinero
y de que se haba pasado una semana muerto de preocupacin por ella.
Y separ los labios.
Bradshaw le rode la cintura con los brazos y la peg a l en el preciso
instante en que empez a devolverle el beso con todas sus fuerzas. Ella no
le solt la nuca sino que enred los dedos en su pelo y se sujet a l como
si su vida dependiera de ello. Los labios de Kate imitaron los movimientos
de los de Bradshaw y gimi suavemente al notar que l recorra el interior
de su boca con la lengua.
Los dedos de l tambin temblaron durante un segundo en la cintura de
ella y despus los apret y tir de Kate un poco ms hacia l. Bradshaw
separ las piernas para capturar el cuerpo entero de Kate entre ellas. Movi
las caderas y no puedo evitar gemir al sentir el calor que desprenda ella.
Kate no poda parar de besarlo. Quera pasarse la vida entera sintiendo el
sabor de Bradshaw dentro de ella. Quera que fuese l, y solo l, el que
volviese a encender aquel fuego desconocido en el interior de su cuerpo.
Quera que sus gemidos terminasen siempre en la garganta de ella, que
sus manos recorriesen su piel, que su lengua se perdiese en su boca, que...
Lady Ashe, Verlen!
La voz de lord Rochester fue la primera que se oy por encima de las
otras exclamaciones de asombro y reprobacin.
Kate, que estaba de espaldas a la puerta que comunicaba con el saln y
que era por donde haban entrado los intrusos, dej de besar a Bradshaw y
apoy la frente en el torso de l. Afloj muy despacio los dedos que tena
en la nuca de Shaw y los apart con una caricia.
Qu haba hecho?
Haba traicionado a la gente que dependa de ella por un beso... Un beso
del que nunca podra arrepentirse.
Bradshaw le acarici la espalda y cuando ella agach la cabeza, le
deposit un beso en el pelo. Y Kate casi se pone a llorar.
Tal vez Lionel no los haba visto. Pero qu estaba diciendo? Aunque
Lionel no los hubiera visto iba a descubrir la verdad en cuestin de
segundos.
Vaya, vaya, Katherine.
Lionel.
Kate se dio media vuelta despacio y comprob que todas las personas
invitadas a su cena de compromiso la haban descubierto besando a otro
hombre.
Lionel, yo...
No es necesario que digas nada, Katherine. La detuvo con un gesto
de la mano y pase hacia ella como si la hubiese pillado jugando a las
cartas con Bradshaw y no besndolo apasionadamente. Entiendo
perfectamente tu decisin. Tir de los puos blancos de la camisa.
Has decidido venderte al mejor postor. Al fin y al cabo necesitas dinero
la humill delante de todos, y nadie tiene ms dinero que Bradshaw
Verlen.
Bradshaw dej de sujetarla por la cintura.
Oh, Dios mo.
Lo sabas le oy farfullar. Sabas que tengo dinero.
No, no es cierto le asegur ella mirndolo a los ojos.
Pero l no la crey y una lgrima se desliz por la mejilla de Kate.
Por supuesto que lo saba, Verlen sigui Lionel con una sonrisa,
como si l tambin formase parte de aquella conversacin, por qu, si
no, ha venido a buscarte? Seguro que lo tena todo planeado desde el
principio.
No, Shaw, por favor! Escchame le pidi Kate de nuevo.
No, no, no, no.
Bradshaw estaba tan furioso que no poda ni pensar. Tena que salir de
all y caminar. Gritar. Golpear algo.
Seguro que lo tena todo planeado desde el principio.
Todo.
Verlen. Alguien tir de la manga de su americana. Verlen!
Bradshaw se gir y se encontr con el rostro de preocupacin de Darius
Postgate.
Tengo que salir de aqu farfull.
Lo entiendo afirm Darius en voz baja, pero piensa en lady Ashe.
No puedes irte sin ms. El escndalo la destrozar.
Bradshaw no quera mirar a Kate, se vea incapaz de descubrir que lo
que haba sucedido entre ellos haba sido una farsa desde el principio. Que
le haba hecho el amor por dinero y que al no obtener el resultado deseado
haba montado esa farsa en medio de esa cena de compromiso.
Qu haba sucedido? Haba llegado a Nueva York y despus de
comprometerse con Lionel se haba enterado de que en la ciudad haba un
hombre mucho ms rico que su prometido? Un cientfico excntrico que
no encajaba en ninguna parte y al que no le costara nada engatusar?
Dinero, eso era lo nico que le importaba. Le importaba tanto que se lo
haba jugado todo a una carta. Dios, si incluso le haba entregado su
virginidad! Esa noche en la cabaa no le haba negado nada. Todo lo
contrario, le haba insistido en que volviese a hacerle el amor.
Para aumentar las posibilidades de quedarse embarazada.
Iba a vomitar.
Y qu habra hecho si l no se hubiese presentado a esa cena? Habra
seguido adelante y se habra casado con Lionel?
Por supuesto que s.
Y si estaba embarazada, habra dejado que Lionel criase el hijo de otro
hombre?
Por supuesto que s.
Bradshaw no iba a permitir nada de todo eso. Jams.
No mir a Kate, pero s a Lionel, y apret los dientes para no darle un
puetazo y borrar la sonrisa de satisfaccin que ocupaba su rostro.
Dinero, lady Ashe lo haca todo por dinero..., pues iba a tener todo el que
quisiera.
Lady Ashe se dirigi a ella pero mantuvo la mirada fija en un punto
en la pared ha conseguido lo que quera. Va a casarse por dinero. A
pesar de lo que se haba esforzado por no mirarla no pudo evitar ver que
los ojos se le llenaban de lgrimas y que le temblaba el labio inferior.
Cerr los puos hasta clavarse las uas en las palmas. Darius le dar mi
14
Katherine sinti un fuerte escozor en los ojos pero se neg a derramar
una sola lgrima.
No me he vendido.
Entonces ibas a casarte con Lionel Postgate por amor? Enarc una
ceja y dej el papel de nuevo encima de la mesa.
No.
Supongo que no pretenders que me crea que conmigo es distinto.
Lo...
No me mientas... As que cuando creas que no tena dinero me dejaste
plantado sin ms para comprometerte con Lionel. Incluso despus de...
Se detuvo y apret los labios hasta convertirlos en una nica lnea blanca.
No tena eleccin, Bradshaw. La lgrima consigui huir y resbalar
por su mejilla.
l apoy las dos manos en la mesa y se levant.
Yo s lo que es no tener eleccin, Katherine, y te aseguro que t s que
la tenas. Y ahrrate las lgrimas, no te hacen falta. Ya has conseguido lo
que queras.
Y t? Se sec furiosa la lgrima y tambin se levant. No quera
sentirse en inferioridad de condiciones mientras mantenan esa horrible
conversacin. T qu quieres?
Olvidarme de todo esto. Besarte. Odiarte por haberme hecho dao.
Negociar este contrato contigo para no volver a tener ninguna
sorpresa. Se acerc sin darse cuenta a donde Katherine estaba. Solo
quera tenerla un poco ms cerca para comprobar lo buena actriz que era.
De acuerdo convino ella tras tragar saliva de nuevo.
Hoy mismo le dar instrucciones al seor Billings para que se ponga
en contacto con el banco y cancele vuestra deuda.
Gracias.
Nos casaremos dentro de dos das sigui l como si no la hubiese
odo y te instalars aqu esa misma noche. Tu madre se quedar con los
Rochester, o con quin le d la gana, pero no pondr jams un pie en esta
casa. De acuerdo?
De acuerdo.
Establecer una cantidad mensual para ti y otra para ella, y cuando
vayamos a Irlanda y a Inglaterra decidir qu hago con las propiedades.
Cundo nos iremos?
No puedo irme de Nueva York hasta que termine varios prototipos, y
despus tendr que asegurarme de que funcionan y de que las fbricas
saben utilizarlos.
Pero yo tengo que volver a Irlanda.
No, Katherine. Acabo de comprarte, recuerdas? T tienes que hacer
lo que yo te diga.
Di que no le suplic Bradshaw en silencio, dime que no piensas
aceptar que te trate as y que no quieres mi dinero. Di que no.
Katherine se sec otra lgrima y apart la mirada.
Pero no dijo nada.
Bradshaw tena la mesa detrs de l y alarg un brazo para volver a
coger el papel. Doscientas ochenta y seis mil libras era una gran cantidad
de dinero, pero una ridiculez comparado con el que l tena.
Y nunca haba lamentado tanto tenerlo.
Qu clase de prototipos?
Ella habl tan bajito que durante unos segundos Bradshaw crey que se
lo haba imaginado.
Disculpa?
Qu clase de prototipos haces? Se atrevi a levantar la cabeza y a
mirarlo.
Ahora fue l el que tuvo que tragar saliva antes de hablar, pero cuando
iba a hacerlo se detuvo. Ella estaba actuando, lo nico que le importaba era
el dinero y por eso finga interesarse en l.
Esa parte de mi vida no te incumbe. Ni ahora ni nunca.
Katherine retrocedi como si la hubiese golpeado.
Vamos a casarnos dijo ella al recuperar la voz. Clav la mirada en
la de l y observ la rabia y el rencor que arda dentro de sus ojos. No
vas a dejar que vuelva a acercarme a ti adivin, y cualquier ilusin,
sueo o esperanza que pudiese quedar dentro de ella se desvaneci.
Fue una afirmacin, no una pregunta.
15
Bradshaw se apoy en la puerta cerrada de su despacho y solt despacio
el aliento.
Dios, si el trayecto en carruaje hubiese durado un minuto ms habra
besado a Katherine y no habra parado hasta que ella le devolviese el beso.
O nunca.
Se haba comportado como un cobarde y como un estpido, pero no
haba tenido eleccin; todava no haba logrado erigir un muro lo bastante
alto y lo bastante fuerte a su alrededor como para resistir la atraccin y el
deseo que senta hacia Katherine.
Hacia una mujer que haba elegido marido en funcin del tamao de su
fortuna.
Bradshaw no era ningn ingenuo, de hecho, no recordaba la ltima vez
que haba actuado con inocencia respecto a algo, pero la tarde que conoci
a Kate se olvid de la desconfianza que sola impregnar su vida y la crey.
Crey en esos ojos redondos y oscuros que lo miraban como si pudiera
llegar a ser el centro de su mundo.
Solt furioso el aliento y se pas las manos por el pelo.
l saba que los matrimonios de conveniencia estaban a la orden del da
en la alta sociedad, pero haba credo, se haba jurado a s mismo, que no
iba a caer vctima de uno de ellos.
Sin embargo, lo haba hecho.
No, no se haba casado con ella para tener un matrimonio de
conveniencia. Se haba casado con ella porque no poda soportar que Kate,
Katherine, se casase con Lionel. Y porque quera vengarse de ella.
Quera hacerle sentir el dolor que ella le haba causado a l. El terror que
haba dominado sus das cuando la crea muerta en alguna parte. El vaco
que le haba embargado al pensar que no volvera a verla.
Bradshaw saba que perdera la poca alma que le quedaba durante el
proceso. Y no le importaba.
todo!? Ech la cabeza hacia atrs sin importarle que l viera que tena
los ojos brillantes por las lgrimas. No voy a desaparecer. Aunque no
quieras verme, aunque no quieras escucharme, aunque no quieras besarme.
No voy a desaparecer.
Katherine no poda identificar lo que estaba sintiendo pero nunca haba
estado tan viva y tan perdida como en aquel instante. Cmo era posible
que se hubiese equivocado tanto con Bradshaw?
Volvi a apoyar las palmas en el torso de l y le clav las uas por
encima de la ropa. l se tens y la sujet con ms fuerza y Katherine vio
que apretaba la mandbula.
No voy a desaparecer. Tarde o temprano tendrs que verme, que
escucharme...
Que besarte? la interrumpi l mirndola con los ojos
completamente negros.
S.
Seguan teniendo los torsos pegados y los dos estaban furiosos, pero el
deseo que haba existido desde el principio entre Kate y Shaw se abri paso
por entre la rabia y la desconfianza y se meti por sus venas.
Yo no beso a las mujeres que compro con dinero. Tena que hacer
algo para hacerle dao y echarla de all o terminara perdiendo el control.
Kate intent soltarse y abofetearlo, pero Bradshaw le sujet la mueca
antes de que pudiese tocarlo.
No vas a pegarme otra vez.
Le sujet las dos muecas con una mano y sin pensar en lo que haca con
la otra tir de la corbata que llevaba en el cuello y se las at. Kate no dijo
nada porque su mente no comprenda lo que estaba pasando y Bradshaw,
cuando termin de anudar la cinta de tela, pas un dedo por encima del
nudo con reverencia.
Despacio subi la mano por el antebrazo desnudo de Katherine hasta
llegar al hombro donde descansaba la tira del camisn. Tena los ojos fijos
en la piel de ella, no poda dejar de mirar cmo se erizaba bajo el tacto de
su mano.
Qu ests haciendo? farfull Kate. Sultame.
No puedo.
Bradshaw, por favor, tienes que escucharme...
Bradshaw le dio un beso en el cuello y Kate se qued sin aliento.
Entonces l desliz las manos hacia abajo y la sujet por la cintura
16
Bradshaw la cogi en brazos y la tumb en la cama sin dudarlo un
instante. No le solt las muecas y Kate no se lo pidi, ella no dejaba de
mirarle a los ojos y l tema que los utilizara para meterse en su alma.
Se apart ligeramente para quitarse el chaleco y la camisa y al notar la
mirada de ella recorrindole el torso con fascinacin sinti una fuerte
opresin en el pecho y no pudo respirar. Tena que contener esa clase de
reacciones o cuando ella se fuese no podra recomponerse. Lanz la camisa
blanca al suelo y se dispuso a desabrocharse los pantalones. Ella sigui
mirndolo y el cuerpo de l reaccion acorde, excitndose de tal modo que
Bradshaw pens que bastara con que Kate susurrase cerca de l para que
tuviese un orgasmo.
Tena que contenerse.
Se quit los pantalones pero se dej los calzoncillos.
Shaw...
Or su nombre en la voz entrecortada de Kate lo detuvo de inmediato y
la mir. Nunca antes haba llevado a una mujer a su cama. Oh, s,
Bradshaw se haba acostado con multitud de mujeres e incluso haba tenido
dos amantes ms o menos fijas, una actriz de teatro cinco aos atrs y
despus una viuda que regentaba una librera, pero sus encuentros siempre
sucedan en hoteles o en los domicilios de las damas.
Era ridculo que le excitase ver a Kate en su cama. Completamente
ridculo.
Verlen la corrigi para protegerse.
Ella entrecerr los ojos.
Bradshaw.
Verlen.
Se sent en la cama al lado de ella y acerc una mano sin llegar a
tocarla.
Vas a soltarme, Bradshaw? Lo mir directamente a los ojos y se
Kate no estaba segura. Por supuesto que no. Nunca haba sentido nada
similar a lo que Bradshaw haba despertado dentro de ella esa noche en la
cabaa; una sensacin ardiente y aterradora. Y ahora, aunque saba un poco
mejor qu estaba haciendo, la sensualidad de aquel encuentro era
absolutamente abrumadora. Cuando l le haba besado el cuello y
acariciado la pierna haba sentido como si estuviese bajo el agua y alguien
le impidiese salir a respirar. Y al mismo tiempo habra dado cualquier cosa
para seguir ahogndose. Si le deca que no quera seguir adelante, l se
apartara. Y jams volvera a tocarla. Bradshaw volvera a encerrarse en su
despacho, en su armadura de indiferencia y frialdad y jams volvera a
bajar tanto las defensas como ahora.
Vas a besarme?
A l le sorprendi la pregunta y tard varios segundos en responderla, y
durante aquel largo instante no dej de mirarle los labios.
No.
Kate se dijo que ya esperaba esa respuesta y se oblig a contener el
escozor que sinti en los ojos. Vio la respiracin entrecortada de Bradshaw
y sus ojos dilatados, y pens en los caballos salvajes que el abuelo y ella
domaban en Irlanda.
Vas a quedarte? le pregunt Bradshaw sin darse cuenta de que le
temblaba un msculo en la mandbula.
Voy a quedarme susurr.
Bradshaw solt despacio el aliento y se agach para darle un beso en el
cuello. Kate gir el rostro hacia el lado opuesto y se le puso la piel de
gallina al notar que l suspiraba pegado a su piel. Bradshaw desliz una
mano por el brazo de Katherine y acarici suavemente las muecas que
seguan atadas con su corbata. Se apart ligeramente y le levant los
brazos para depositar tambin un beso en ellas. Despus, desliz la lengua
por entre la piel que quedaba al descubierto alrededor de la tela.
Katherine se estremeci y a Bradshaw se le aceler la respiracin. l se
sent y con la mirada le recorri las piernas a medida que iba levantando la
tela del camisn. Era la primera vez que la vea completamente desnuda.
Estaba hipnotizado cuando dijo:
Eres preciosa.
Se agach y llen de besos esas piernas que no podan dejar de temblar.
Dej las manos en la cintura de Katherine pero iba moviendo los pulgares
dibujando lentas caricias por encima del camisn.
Bradshaw...
Verlen insisti l, pero con un tono de voz muy distinto al de antes.
Dej el camisn arremolinado encima de la parte superior de los muslos
de Kate y le bes el vientre y las costillas a travs de la tela. Era una
sensacin muy excitante e increblemente sensual; los labios ardientes de
l contrastaban con el fro sin vida de la seda que poco a poco iba
quedando empapada.
Bradshaw gimi Kate cerrando los ojos para ver si as lograba
contener el fuego que la estaba derritiendo.
Verlen.
Le bes un pecho y acarici el otro con la palma de la mano.
Shaw. Arque la espalda hacia atrs.
Verlen.
Captur el pecho con los labios y lo succion lentamente mientras
recorra la punta con la lengua. Casi poda notar la piel de Kate a travs de
las puntas de seda. Casi.
Este camisn significa algo para ti?
Qu? No contest confusa. Por qu?
l se lo explic desgarrando la tela con las dos manos para dejarla
completamente desnuda.
Dios mo. Bradshaw casi se atraganta con las palabras. Era perfecta.
No poda seguir resistindose. Se agach y volvi a besarle los pechos.
El sabor de su piel, el modo en que temblaba cuando la acariciaba con la
lengua, el calor que desprenda, quedaran para siempre grabados en su
memoria. Jams podra conformarse con otra mujer que no fuese Kate,
pens furioso. Solt el pecho que estaba besando y desliz la lengua por el
esternn hasta llegar a las costillas de Kate. La mordi y succion hasta
dejarle una marca.
Shaw gimi ella.
Verlen.
Apart los labios y sigui descendiendo hasta el ombligo. Lo dibuj con
la lengua y le sujet las caderas para deleitarse en los temblores del cuerpo
de ella. Sigui descendiendo, atrado sin remedio por el deseo de Kate.
Deposit un beso justo encima del sexo de ella y entonces fue l el que
tembl tanto que tuvo que apoyar la frente en el cuerpo de Kate para
recuperar una mnima cantidad de autocontrol.
Respir profundamente y lo perdi del todo.
Desliz la lengua por la ardiente intimidad de Kate y cerr los ojos para
contener un deseo como nunca haba sentido.
Shaw. Son a splica.
Verlen.
Volvi a lamerla, y cuando el sabor de ella le impregn los sentidos tuvo
que apartarse. Si no le haca el amor cuanto antes, se volvera loco.
Katherine abri los ojos al notar que l se apartaba y el corazn le dej
de latir al ver a Bradshaw quitndose la nica prenda que le quedaba. Era
magnfico, ms hermoso que los caballos con los que antes lo haba
comparado.
Cuando estuvo desnudo se tumb a su lado sin decirle nada y volvi a
besarle el cuello con suavidad y ternura. Kate suspir y el nudo que tena
en el estmago se afloj un poco. Bradshaw le coloc una mano en un
muslo y fue subindola lentamente hasta la entrepierna y all acarici muy
despacio la zona que antes haba recorrido con la lengua.
Kate quera que la tocase, pero aquellas sensaciones no encajaban para
nada con lo que ella saba del lecho matrimonial. Ella siempre se haba
imaginado que sera como pasear por el parque, pero estar all con Shaw
era como cabalgar a toda velocidad por las colinas salvajes de Irlanda.
Shaw... gimi tras humedecerse los labios.
l le bes la clavcula.
Tranquila.
Desliz un dedo hacia el interior de su cuerpo y apoy la frente en el
hombro de ella al notar cmo el sexo de Kate se apretaba a su alrededor.
Tena que encontrar el modo de contenerse o no iba a poder entrar dentro
de ella.
Shaw.
No digas nada.
Le mordi el antebrazo con suavidad y le pas la lengua sensualmente
por la piel mientras deslizaba el dedo hacia dentro y hacia fuera de su
cuerpo.
El fuego estuvo a punto de quemarlos a ambos.
Cuando Bradshaw sinti que ya no poda ms apret los dientes y sigui
acaricindola hasta notar que el cuerpo de ella se humedeca y temblaba de
deseo. Entonces retir la mano con mucho cuidado y se coloc encima de
Kate.
Su ereccin estaba tan impaciente que le bast con notar el calor del
17
Cuando Katherine se despert no le hizo falta abrir los ojos para saber
que estaba sola. Se desperez y solt el aire lentamente; mientras no
saliera de esa cama poda seguir fingiendo que la noche anterior haba sido
la ms romntica y sensual de su vida. La primera de muchas.
Haba sido sensual, romntica? Una parte de ella quera creer que s,
otra insista que no. La primera de muchas? No lo saba. Tema que no, a
juzgar por la ausencia de su marido.
Se sent en el colchn y se cubri con la sbana. Lo primero que vio era
que en la mesilla de noche haba una taza de t y al lado la corbata de
anoche. Busc el camisn con la mirada y no lo encontr, pero en el
respaldo de una silla descansaba su batn. Se levant y camin desnuda
hasta l. Se lo puso y tras anudar la cinta de seda alrededor de la cintura
volvi a la mesilla de noche y se guard sonrojada la corbata en el bolsillo.
Pase por el dormitorio de Bradshaw observando cada detalle, o mejor
dicho, la ausencia de ellos. No haba nada personal, excepto un montn de
papeles y un lpiz perdido encima de una cmoda.
Suspir y abandon el dormitorio. De nada servira que siguiese all
encerrada, cuanto antes saliera al mundo real, antes sabra qu haba
planeado Shaw para mantenerse alejado de ella. Puso un pie en el pasillo
convencida de que se encontrara a varias personas mirndola, pero no
encontr a nadie y camin despacio hasta su puerta. No iba a avergonzarse
de haber pasado la noche con su esposo, ella haba sido sincera en todas y
cada una de sus reacciones, era l el que se haba escabullido cual ladrn
en medio de la oscuridad.
Entr en su dormitorio y se apoy en la puerta para calmar los latidos de
su corazn; le lata tan rpido que temi que fuera a salirle por la garganta.
Vio el reloj que haba encima de la cajonera y corri al armario en busca
de un vestido; todava estaba a tiempo de desayunar con l.
Con un par de botones todava por abrochar baj la escalera y entr en el
acostarse con ella. Lanz tres camisas blancas dentro de la bolsa de cuero,
dos pantalones de lana, una bufanda, el jersey de lana negra y una carpeta
con sus ltimos diseos.
Me voy, Carson le dijo al mayordomo cuando se cruz con l por el
pasillo. Asegrese de que lady Ashe tiene todo lo que necesita.
Lady Ashe?
La seora Verlen refunfu corrigindose. Estaba seguro de que el
astuto mayordomo le haba entendido a la primera.
Baj la escalera y fue al despacho a buscar otros documentos. Los meti
tambin en la bolsa y sali en direccin a las caballerizas.
All volvi a quedarse sin aliento y se le empap la espalda de sudor.
He conocido a Thistle. Kate estaba acaricindole la crin y el traidor
de su caballo pareca estar en el cielo. Sabes que es el nombre de una
flor de Irlanda?
Lo s contest Bradshaw. Se acerc a la estantera donde guardaban
las sillas de montar y cogi la suya. Se la colg del hombro y se dirigi a
Thistle. Kate no se apart mientras ensillaba el animal. Necesitas algo?
Kate lo pona nervioso. Muy nervioso.
No, nada le contest ella acariciando ahora el hocico del caballo.
Bradshaw sujet las riendas con la mano derecha y tir de Thistle hacia
el exterior de la cuadra. Qu estaba haciendo all su esposa? Quera
pedirle algo, ms dinero? Tena que ser eso, pens, y se enfureci todava
ms.
Kate lo sigui sin decir nada y en el exterior esper a que Bradshaw
montase, y entonces pas una mano por encima de la de l. Saba que
estaba enfadado con ella, y por absurdo que pareciera haba decidido
interpretar ese enfado como una buena seal.
Que tengas buen viaje, Shaw.
Se alej sin esperar a que contestase y no pudo or que l deca:
Verlen.
Lo pensar.
No iba a ir. No iba a ir a ningn baile sin su esposo para que lo criticasen
o se burlasen de l. Bradshaw no se lo mereca y desconfiaba de la rapidez
con la que Lionel Postgate pareca haber olvidado su traicin. Un hombre
calculador como l no se convierte en el acompaante perfecto sin esperar
nada a cambio, y mucho menos despus de haberlo engaado con otro
caballero de inferior rango segn l durante la cena de su
compromiso. Cierto, el escndalo haba sido menor porque la noticia
apenas haba tenido tiempo de circular, pero an as segua sin tener lgica
que Lionel Postgate estuviese dispuesto a ser su amigo sin ms.
Pas el resto del da con su madre y cuando empez a anochecer volvi a
su casa y se acost por primera vez en su cama. Gir hacia la derecha y
hacia la izquierda. Se tumb boca arriba y boca abajo. Se puso una
almohada y despus dos.
Y al final se dio por vencida y sali de la cama. Encendi una vela y se
puso el batn antes de salir al pasillo.
Seguro que Carson y el resto del servicio pensaran que estaba loca, pero
le daba completamente igual.
Abri la puerta del dormitorio de Bradshaw y le bast con entrar para
que la opresin que senta en el pecho se aflojase un poco. La habitacin
estaba ms fra que la suya porque no haban encendido la chimenea, pero
a Kate le result infinitamente ms clida. Apart los cojines que haba
encima de la cama y se meti en ella. Hundi el rostro en la almohada que
ola igual que Shaw y se durmi.
La maana siguiente se qued en casa y escribi al abuelo para contarle
con sus propias palabras cmo haba conocido a Shaw y porque se haba
casado con l. Al abuelo poda contrselo todo (o casi todo), as que
Katherine se desahog y le explic lo confusa que se senta respecto a
Shaw y que no saba qu hacer para que l la escuchase. Antes de terminar
la carta, se asegur de mandarle recuerdos para todo el pueblo y tambin le
asegur que no tardara en ir a ayudarlo con los caballos.
Me parece que a Shaw tambin le gustan los caballos.
Mand la carta y por la tarde sali, acompaada por una doncella, a
comprar flores para la casa y un par de jarrones.
Al llegar la noche, y tras la esplndida cena que le haba preparado
Mary, la cocinera, Kate subi la escalera que conduca al piso donde se
encontraban las habitaciones con el corazn en la garganta. Por la maana
estos a su paso. El vello que senta bajo las palmas le haca cosquillas y la
piel estaba tan caliente que era un milagro que Bradshaw no se estuviese
derritiendo. Y el modo en que l apretaba y aflojaba los dedos cada vez que
ella lo tocaba de un modo distinto era tan excitante que Kate pens que
podra pasarse as toda la noche.
Y qu pasara si le tocaba otras partes del cuerpo? Impaciente por
descubrirlo, Kate sac las manos de debajo de la ropa de Bradshaw y las
coloc encima de la cinturilla de sus pantalones.
l rugi y la cogi en brazos.
Si Kate le desabrochaba los pantalones y deslizaba la mano en su
interior igual que haba hecho con la camisa, Bradshaw terminara all
mismo. No poda soportarlo ni un segundo ms. Ni una caricia ms.
La tumb en la cama y en cuanto el cuerpo de Kate toc el colchn se
apart para desnudarse con movimientos frenticos. La ropa le molestaba y
si hubiera podido se la habra arrancado, pues quera estar desnudo y sentir
su piel fundindose con la de ella. Cuando ya no qued ni una prenda de
ropa encima de su cuerpo, Bradshaw se acerc de nuevo a Kate y se excit
tanto al ver cmo ella lo miraba que tuvo que detenerse un segundo y
apretar su ereccin para no terminar.
No me mires as, Kate.
Ella le sonri y l tuvo que tragar saliva. El poder que tena esa mujer,
su esposa, encima de l llegaba incluso a lo fsico. Lleg por fin a la cama
y al sentarse en ella tir de Kate hacia l y la desnud.
As estaban en igualdad de condiciones.
No te engaes, Shaw. Jams estars en igualdad de condiciones que
ella.
Volvi a tumbarla en la cama y se coloc encima de ella para recorrerle
el cuerpo a besos. Esta vez iba a besar y a lamer cada rincn. No dejara ni
un centmetro de piel sin saborear, sin capturar entre sus labios, sin
atormentar... Y tal vez as la exorcizara de su mente. De su alma. De su
corazn. Lo hara todo, excepto besarla en los labios.
Ella pareca dispuesta a hacer lo mismo. Kate le recorri el cuerpo con
manos frenticas. Le bes el torso y le clav los dientes en un pectoral
mientras l le haca el amor con pasin, pero ni siquiera una vez intent
besarlo.
Bradshaw la posey durante toda la noche, sus cuerpos sudados y
exhaustos se quedaron dormidos abrazados despus de que l la llevase al
18
Kate volvi a despertarse sola y aunque esta vez el entorno le resultaba
mucho ms familiar, baj la escalera con el corazn en un puo. Igual que
la maana despus de su boda, Bradshaw estaba sentado en la mesa
tomando una taza de t y leyendo el peridico, pero esta vez levant la
vista al orla entrar y le sonri.
Buenos das.
Buenos das.
Kate se acerc a la mesa y vio que Carson le sonrea.
Qu vas a hacer hoy?
La pregunta de Bradshaw la cogi tan desprevenida que casi se atraganta
con el zumo.
Yo?
S, t. Bradshaw volvi a sonrerle.
Era una suerte que no le hubiese sonredo de esa manera cuando lo
conoci porque probablemente se habra desmayado all mismo, en medio
de la calle nevada.
He encargado unos libros en la librera del seor Pitsburg le explic
, pensaba ir a buscarlos y leerlos en casa. En Irlanda son difciles de
encontrar y seguro que en ellos encontrar un par de cosas que nos sern de
mucha ayuda al abuelo y a m.
Si quieres, puedo acompaarte.
Katherine se atragant.
Ests bien? le pregunt Bradshaw.
S, gracias. No te preocupes. Se sec con la servilleta. Me
encantara que me acompaases, Shaw.
Perfecto. Deja que termine unos bocetos y nos vamos. Te parece
bien? sugiri l sin reprocharle el uso de su nombre.
Claro.
Bradshaw se disculp y se levant de la mesa para ir a su despacho. Y
edificio. Darius habra muerto aplastado por una viga si el padre de Shaw
no le hubiese empujado justo antes.
Darius qued tan afectado por el accidente que decidi mantener a la
viuda y a los hijos del hombre que le haba salvado la vida. El seor
Postgate, as era como lo llamaba en aquel entonces, los visitaba cada
semana y cuando empez a conocer a Bradshaw qued tan impresionado
con su talento con los nmeros que decidi pagarle los estudios. A la
madre de Shaw no le pareci bien, deca que le resultaba espeluznante que
su hijo se beneficiase de esa manera de la muerte de su padre, y
discutieron. Con los aos haban alcanzado una especie de acuerdo que les
permita tener una relacin cordial, tambin gracias a Mely, pero la madre
de Shaw insista en que tarde o temprano el destino le hara pagar a su hijo
que se hubiese escapado de la vida que segn ella le tocaba vivir.
La noche que le cont eso, Kate lo escuch como haca siempre y
cuando Bradshaw termin el relato ella lo bes justo encima del corazn y
lo abraz.
l ya haba adivinado que ese era el modo que haba elegido su esposa para
demostrarle su enfado respecto a su decisin de no besarla, y era la primera
vez que rompa esa regla y le demostraba ternura.
Esta noche voy a besarla.
En cuanto el pensamiento se formul en su mente not que el corazn le
apretaba contra las costillas y que la piel de todo su cuerpo se tensaba. Era
inconcebible que hubiese estado tantos das sin besarla, viviendo del
recuerdo de los besos que se dieron cuando eran Shaw y Kate
encontrndose a escondidas cada alba.
ese patn.
A Bradshaw se le par el corazn y sali de su escondite.
No es verdad les dijo a esos dos apretando los dientes. Kate no se
ir a ninguna parte.
Kate no va a abandonarme.
Kate? Lo mir lady Kildare. Mi hija se llama Katherine, y s,
por supuesto que se va a venir a Londres conmigo.
No insisti Bradshaw.
Acaso crees que va a quedarse aqu contigo, Verlen? lo provoc
Lionel.
Lamento que tengas que enterarte as, Verlen, pero Katherine me
asegur que no te importara. Al fin y al cabo, t desapareciste la maana
despus de la boda y volviste sin avisar cuando te dio la gana. Su suegra
no disimul la repugnancia que le causaba, un sentimiento que haba
conseguido mantener oculto frente al resto de invitados durante la cena.
Kate no va a irse insisti Shaw a pesar de la presin que se instal
en su pecho al comprobar que Kate haba confiado en su madre y le haba
contado detalles tan ntimos de su matrimonio. l no se senta orgulloso de
haberse ido la maana despus de la boda, y supona que era incluso lgico
que Kate se lo hubiese contado a su madre en busca de consuelo, sin
embargo, no le gustaba. l crea que su historia les perteneca solo a ellos.
Si tan seguro ests, abre el cajn de la mesita de t que hay en el saln
de tu casa le sugiri su suegra con tanta maldad que incluso la exudaba
por los poros.
Por qu? pregunt entre dientes.
Porque all es donde Katherine guarda el billete para maana.
Bradshaw gir sobre sus talones y dej a esos dos seres despreciables
plantados en el pasillo. Entr en la primera puerta que se cruz en su
camino y encontr a Kate sentada en un sof hablando con Darius.
Gracias a Dios.
Se acerc a ella y la cogi de la mano.
Nos vamos le dijo.
Kate lo mir a los ojos y asinti.
Es imposible que vaya a abandonarme cuando puede ver dentro de m.
Kate se despidi de sus anfitriones y de su madre mientras Bradshaw iba
en busca de su carruaje. No confiaba en s mismo si su suegra lo provocaba
con una sonrisa. El trayecto de regreso tambin lo hicieron en silencio; l
19
Kate esper a Bradshaw charlando con Carson, estaba tan nerviosa por lo
que iba a suceder esa noche que no quera estar sola en su dormitorio. Era
curioso que la expectativa de un beso le provocase aquel nudo en el
estmago despus de todas las caricias que haba compartido con
Bradshaw y de los besos que le haba dado aquella noche de ensueo en la
cabaa.
Pero el beso de esta noche iba a ser especial.
Su primer beso de verdad como marido y mujer. Ese beso iba a marcar
el principio de su matrimonio.
Bradshaw sali del saln y la cogi de una mano para tirar de ella
apresuradamente hacia la escalera. Abri la puerta del dormitorio con una
mano y la cerr de una patada, y entonces se dio media vuelta y peg a
Kate contra la pared.
Le mordi el cuello en aquel lugar que haba reclamado como suyo y
empez a desnudarla con manos frenticas. Cuando ella estuvo en camisn,
se quit la americana, el chaleco y la camisa por encima de la cabeza sin
desabrochar los botones. Se conform con ese grado de desnudez y volvi
a tocar a Kate y a besarle el escote y los pechos.
Shaw gimi ella.
l la mordi.
Kate intent acariciarle el pelo.
l le sujet las manos por las muecas y se las levant por encima de la
cabeza. Con la mano que tena libre, Bradshaw le desabroch los botones
del camisn hasta que la prenda se desliz por el cuerpo de Kate dejndola
desnuda y entonces le acarici los pechos mientras succionaba el cuello
hasta dejarle una marca.
Shaw...
No... la mordi. No hables.
A Kate se le encogi el corazn al or esa voz, pero Shaw la acarici y le
20
Katherine
Llevo ya varios meses en Irlanda y sigo sintiendo esa horrible sensacin
de vaco dentro de m. Lo que demuestra sin lugar a duda que soy una
estpida por haberme enamorado de un hombre completamente incapaz de
confiar en m.
Esa madrugada, despus de condenarme sin escucharme y de echarme de
su casa, Shaw se encerr en su despacho. Carson, el bueno de Carson, se
disculp cientos de veces y lleg incluso a pedirme que no le hiciera caso
al seor y me quedase. Pobre hombre, casi le dio un infarto cuando lo
abrac y le di las gracias, y aad que me iba.
Shaw no sali del despacho. No se acerc a la ventana para verme partir
y ni mucho menos intent detenerme. Por lo que yo s quizs incluso
estaba durmiendo mientras yo no paraba de llorar entre herida, ofendida y
completamente destrozada. Recuerdo que cuando entr en el carruaje
cargado con el poco equipaje que iba a llevarme me invadi, sin embargo,
una extraa sensacin de paz.
Todo haba acabado.
Shaw me haba echado definitivamente de su vida, en la que en realidad
nunca me haba dejado entrar, y yo ya no quera formar parte de la de mi
madre. Las tierras de Kildare estaban a salvo, el abuelo no iba a perder su
casa y tampoco las familias del pueblo.
Poda hacer lo que quisiera, incluso poda desaparecer. Shaw haba
abierto una cuenta con dinero a mi nombre y si la vaciaba y me iba a
alguna parte a empezar de cero nadie podra encontrarme jams.
Tal vez tendra que haberlo hecho, quizs habra dejado de sentirme
vaca.
Has visto el nuevo potro, Kate? Es un animal precioso.
Estoy apoyada en la puerta de madera del establo y me doy media vuelta
Bradshaw
La maana que Kate se fue tuve que encerrarme en mi despacho y echar
la llave para no cogerla en brazos y exigirle que confesase todos sus
pecados. Llegu incluso a decirme que iba a atarla a mi cama y no la
dejara salir hasta que me pidiese perdn por haberme utilizado.
Y cuando esa imagen se dibuj en mi mente, la de Kate desnuda y atada
a mi cama, supe que tena que alejarme de ella. La obsesin que senta por
esa mujer me estaba volviendo loco, me estaba convirtiendo en un
desconocido, en un hombre capaz de utilizar el sexo como venganza.
Yo no era as. No quera serlo. Y mucho menos por Kate.
As que me encerr en mi despacho y me emborrach. Y, despus,
cuando apenas poda sostenerme en pie, sal de casa y fui a beber ms, a
pelearme con el primero que tuviese la desgracia de entrometerse en mi
camino.
Volv tarde, de madrugada, y me dorm abrazado a la almohada que ola
igual que mi esposa.
No sal de casa durante semanas. Mi vida no vala nada, crea que por
culpa de Kate ya no poda confiar en m, si a ella le haba resultado tan
fcil engaarme dos veces entonces mi mente no era el instrumento de
precisin que todo el mundo crea.
Me pas los das bebiendo hasta quedar inconsciente. Y cuando me
despertaba volva a beber. Darius intent serenarme, pero le ech de casa a
gritos e incluso intent darle un puetazo cuando l me insult por
haberme comportado como un estpido y haber echado a Kate de mi lado.
Evidentemente, no consegu golpearlo, estaba tan borracho que termin
dndome de bruces contra el suelo y partindome el labio.
Creo recordar que segu as tres meses, hasta que una maana apareci
mi madre en casa. Carson, el traidor y supuestamente cobarde mayordomo,
haba ido a buscarla.
Recuerdo que estaba tumbado en mi cama, apestaba a alcohol porque yo
llevaba varios das sin cambiarme de ropa y me haba derramado encima
unas cuantas copas. Entreabr un ojo y vi a mam mirndome. No le hice
caso, pens que mi mente embotada de whisky y ginebra haba decidido
regresar a mi infancia.
21
Londres, tres aos ms tarde
Qu diablos te pasa, Harlow? le pregunt Bradshaw Verlen a Ian
Harlow nada ms ver a su amigo entrar en el club donde se hospedaba.
Ian vaci de un trago la copa de whisky que le haba servido uno de los
camareros y se dej caer en una butaca. Jacksons tena varias salas, y l y
Verlen eran los nicos que estaban sentados en aquella. Ian respir hondo y
le cont todo lo sucedido; al parecer el muy desafortunado se haba
enamorado de la prometida de su hermano.
Y qu piensas hacer? le pregunt Verlen tras escuchar atento el
relato.
No lo s.
Verlen se termin la copa y se qued pensativo, e Ian crey ver algo en
sus ojos hasta entonces desconocido.
Si yo tuviera la posibilidad de estar con la mujer que amo, aunque
solo fuera una noche, me aferrara a ella con uas y dientes.
Enarc una ceja y sin palabras le dijo a Ian que no se atreviera a decirle
que no amaba a Olivia, la mujer que iba a convertirse en su cuada si no
reaccionaba a tiempo.
El destino juega malas pasadas, amigo mo, y quizs esta sea la nica
oportunidad que tengas de estar con ella. Claro que tambin podras decirle
la verdad a tu hermano y confesarle a ella lo que sientes.
Mi hermano quiere que su hijo tenga una madre se defendi Ian.
Ahora no puedo decirle que no se case con Olivia. Adems, ella ha
aceptado.
Verlen le fulmin con la mirada.
Quiz t hayas tenido mucho que ver en eso, Ian. Mira se ech
hacia atrs y se apoy en el respaldo de la butaca, s que vosotros los
ingleses creis firmemente que es mejor no hablar de los sentimientos,
pero deja que te diga una cosa. Ver cmo la mujer que amas se casa con
otro, te destrozar el alma. Creme.
Atticus ser un buen esposo, y Olivia adora a Trenton. Y yo tengo que
ir a Nueva York.
Excusas. Ian, el amor es lo ms maravilloso y lo ms aterrador que
puede sucederle a un hombre dijo Verlen; si quieres renunciar a ello,
adelante, pero no utilices el viaje a Nueva York como excusa. Si no puedes
ser sincero con los dems, al menos selo contigo mismo, porque a m me
parece que vas a estar solo mucho tiempo.
Si sabes tanto sobre el amor dijo Ian a la defensiva. No le gustaba
que Verlen fuera capaz de ver con tanta claridad lo que suceda, ni tampoco
le gustaba que se lo restregara por las narices de ese modo, por qu no
existe una seora Verlen?
A Bradshaw le tembl la mandbula y sonri, una sonrisa lenta y triste.
Existe, y no quiere saber nada de m. Tras esa confesin tan
inesperada, Verlen se puso en pie. Y ahora, amigo mo, creo que ir a
emborracharme. Regresar a Nueva York la semana que viene; t, si
quieres, puedes quedarte aqu y venir ms adelante. Los negocios seguirn
all. Odio dar consejos, as que no te dar ninguno, pero piensa en lo que
sentirs si nunca puedes estar con ella.
Verlen cogi una botella de whisky y una copa y se dirigi al piso
superior del club. All haba habitaciones para que los socios pudieran
descansar un rato o, si as lo solicitaban, disfrutar de compaa femenina.
Ian estaba seguro de que Bradshaw solo tendra la compaa del alcohol y
de los recuerdos que vio en el fondo de sus ojos.
Bradshaw dio un largo trago de whisky y se tumb en la cama. Maldito
fuera. Era ridculo que precisamente l diese consejos sobre el amor y
sobre lo importante que era expresar los sentimientos.
l! l haba tardado un ao en comprender que estaba perdidamente
enamorado de Kate, y otro ms en asumir que jams dejara de estarlo. Y
cuando por fin se atrevi a escribirle para decirle que ira a verla a Irlanda,
lo nico que recibi fue una carta dicindole que si pona un pie en la isla,
ella se encargara personalmente de cortrselo.
Bradshaw le escribi cientos de cartas ms despus de esa primera, pero
nunca ms volvi a recibir ninguna respuesta. Ni siquiera saba si ella las
lea, pero segua escribindolas de todos modos. En esas misivas no le
hablaba de sus sentimientos, esos quera confesrselos mirndola a los
maana cuando la ech de su lado. Mierda, se supona que era listo, muy
listo, por qu diablos no se haba dado cuenta de que la amaba?
22
Bradshaw escribi una carta a Ian Harlow contndole sus planes y
cabalg frentico rumbo a Pembroke, de cuyo puerto parta el barco que
ms rpido y con ms frecuencia viajaba a Irlanda, a Rosslare, para ser ms
exactos, las tierras del ducado de Kildare.
Cabalg prcticamente sin descansar, detenindose solo cuando l o su
montura necesitaban recuperar fuerzas. El caballo que alquil en Londres
demostr estar a la altura, pero Bradshaw no pudo evitar echar de menos a
Thistle, y al pensar en l record aquel da en que Kate lo despidi en las
caballerizas.
Espole al animal y cerr el puo alrededor de las riendas. Cuando lleg
a Pembroke fue a un hostal donde hizo los arreglos necesarios para que
devolvieran el caballo a Londres y se dirigi directamente al puerto en
busca del Darkness Nightmare , el navo que segn su informacin parta
esa misma maana rumbo a Kildare.
Le digo que mi barco no admite pasajeros insisti el capitn.
Y yo le digo que si hace falta comprar la naviera, pero usted, capitn,
va a llevarme hoy a Irlanda.
El hombre se cruz de brazos y lo mir como si estuviese loco.
Por qu diablos no espera a que salga el ferry?
Ya he esperado demasiado. Se pas las manos por el pelo y solt el
aliento. Mire, le prometo que no molestar. Ni siquiera notar que estoy
a bordo. Y pagar el pasaje. Sac un fajo de dinero y se lo entreg al
hombre.
Con esto levant los billetes y sonri casi podra comprar el
barco. Lo har si hace falta.
El capitn lo observ a los ojos y sac unos cuantos billetes del fajo, se
los guard en el bolsillo y le devolvi el resto a Bradshaw.
Gurdese esto le dijo y suba a bordo antes de que me arrepienta.
Bradshaw le estrech la mano al rudo capitn y subi corriendo la
corazn de lo fra que fue la mirada que ella le lanz. Kate esper a que l
se acercase con las riendas del caballo blanco en una mano y la fusta de
montar en la otra.
Hola, Kate.
Bradshaw se maldijo por no decir algo ms locuaz, ms intenso, pero al
parecer Kate se haba apoderado de su capacidad para pensar.
Qu ests haciendo aqu, Verlen?
Ni siquiera fingi que le sorprenda verlo, pero l le vio temblar
ligeramente la mano derecha y se dijo que se deba a su presencia.
Bradshaw salt del caballo y camin unos pasos, y su montura relinch
al estar cerca de Kate.
Hol a , Amsterdam le dijo ella con una sonrisa y una voz
completamente distinta a la que haba utilizado con Bradshaw. Cmo
ests, tesoro? Le acarici el hocico y ese animal de cientos de quilos se
comport como si fuese un cachorro.
Es un caballo magnfico seal Bradshaw, que notaba un horrible
escozor en las manos de las ganas que tena de tocar a Kate.
Pero ella no pareca padecer el mismo problema que l.
Qu quieres, Verlen, a qu has venido? Se apart de Amsterdam y
se cruz de brazos sin soltar las riendas del otro caballo.
He venido a pedirte que me escuches se humedeci los labios. He
venido a pedirte perdn.
Los ojos de Kate brillaron de furia y abofete a Bradshaw con todas sus
fuerzas. Despus, y sin dejar de mirarlo, mont en su caballo y se alej de
all a galope tendido.
Bradshaw se frot la mejilla aquel primer encuentro estaba saliendo
mucho peor de lo que haba temido y mont a Amsterdam para seguir a
Kate. La atrap cuando entraba en el establo adjunto a la mansin, y la
sigui dentro. Salt del caballo en cuanto estuvo a cubierto y, tras soltar las
riendas del animal, corri en busca de Kate.
Kate, espera.
Ella se detuvo de golpe y se gir.
No tienes derecho a estar aqu. No tienes derecho a hablarme o a
pedirme que te escuche. No tienes derecho a hacerte el dolido o el
ofendido. No despus de cmo me echaste de tu lado!
S que me port muy mal cuando nos separamos.
Cuando nos separamos? Levant ambas cejas y puso los brazos en
jarras.
Cuando te ech... modific tras tragar saliva, pero he venido a
pedirte perdn. S que me equivoqu, Kate. Lo s. Lo supe en cuanto te
fuiste aadi.
Y has tardado tres aos en viajar de Nueva York hasta aqu dijo
sarcstica.
No. Cerr los puos y se oblig a continuar. Tard un ao en
creerme que lo que sentamos era real. Y otro en...
Ahora crees que es real? Cuando llevas ms de tres aos sin verme.
Ahora crees que es real y cuando yo apret los dientes un segundo
cuando yo te ped que me dieras una oportunidad ni siquiera te planteaste
escucharme. Me entregu a ti y no me creste. Intent ser comprensiva,
darte tiempo. Te ped que me escucharas. No sirvi de nada y ahora ya no
importa. Cogi una bala de paja y la movi en direccin al establo que
ocupaba el caballo blanco. De verdad crees que ahora, tres aos ms
tarde, quiero verte? De verdad crees que soy tan idiota, Verlen? Le ech
en cara una de las frases que Shaw le haba dicho aos atrs.
Lo siento, Kate. Por favor. Deja que te explique...
No! Se quit los guantes y los lanz encima de una desvencijada
mesa de madera llena de herramientas. No! T no quisiste escucharme.
Te lo ped. Te lo supliqu le record furiosa, y t te negaste. Una y
otra vez.
Tienes que entenderlo, Kate. Por favor. Se acerc y la sujet por los
hombros, pero la solt al ver la mirada de ella. Se pas nervioso las manos
por el pelo. A m nunca me haba elegido nadie. Pens que eras como los
dems, que solo queras mi dinero. No poda creerme que me hubieras
elegido a m y no a mi fortuna.
Kate solt el aliento y se acerc a l.
Iba a perdonarlo. Tena que perdonarlo.
Sabes una cosa, Verlen? A m s que no me ha elegido nunca nadie.
Le golpe furiosa el pecho. Mi padre eligi a mi madre, y cuando ella
lo abandon, eligi la muerte antes que a m. Mi abuelo me quera con
locura pero para l lo primero eran sus caballos. Otro golpe. Lionel
Postgate me eligi por mi ttulo nobiliario, yo le importaba un rbano. Y t
otro golpe, t tampoco me elegiste. As que disclpame si no caigo
rendida a tus pies y no te pido que me ates las manos y me hagas el amor
contra la pared del establo.
Pearson sonriendo.
Qu voy a hacer, seora Pearson?
De momento vas a terminarte el asado, y despus vamos a
inspeccionar la alacena.
Y despus?
Despus ya veremos, Kate. Visto est que pueden pasar muchas cosas
cuando menos te lo esperas.
Esa noche, Kate no baj a cenar al saln. Estaba muy cansada y quera
acostarse pronto, o esa fue la excusa que se dio a s misma para justificar el
repentino ataque de cobarda. Comi un poco del asado que haba sobrado
al medioda y una manzana, y despus ley un rato sentada frente a la
chimenea que tena en el dormitorio. Cuando not que le pesaban los
prpados se meti en la cama y se jur que maana echara a Bradshaw.
Llevaba poco rato dormida cuando oy una voz a travs de la pared:
Buenas noches, Kate.
Y no peg ojo durante el resto de la noche.
23
Tras una semana de desayunos compartidos, de miradas en los
almuerzos y de noches sin dormir, Kate estaba al lmite de sus fuerzas.
Bradshaw y ella no haban hablado todava de ninguno de sus problemas,
los dos los evitaban como si tuvieran miedo de interrumpir aquella especie
de tregua que se haba tejido entre ellos. No estaban juntos, pero al menos
se vean y podan sentir la presencia del otro.
Ella ya no quera explicarle por qu haba aceptado casarse con Lionel
Postgate y por qu no haba acudido a su cita esa maana despus de hacer
el amor en la cabaa. Y tampoco quera explicarle por qu se haba casado
con l cuando en realidad ya no le haca falta porque l ya haba pagado la
deuda de sus tierras. Las malditas doscientos ochenta y seis mil libras. No
quera explicarle nada de eso porque ahora ya no servira de nada, excepto
para demostrar lo estpida que haba sido al enamorarse de un hombre que
no le haba dado la menor oportunidad.
l no quera explicarle por qu no la haba credo y tampoco por qu
haba dudado de sus sentimientos y de la conexin que haba existido entre
ellos desde un principio. No quera explicarle por qu haba tardado un ao
en creer que una mujer como ella poda enamorarse de un hombre como l.
Y tampoco quera explicarle por qu haba tardado tanto tiempo en ir a
buscarla.
Y no quera explicrselo porque tena miedo de que cuando terminase
ella le dijese que no importaba y que no le perdonaba.
Pero no podan seguir as. Bradshaw estaba tan excitado y tan absorto
con ella que en los ltimos das haba estado a punto de romperse la crisma
varias veces al caer del caballo. No poda dormir. No poda comer. Dios, ni
siquiera poda respirar.
Y a Kate, aunque se le daba mucho mejor que a l disimularlo, le
suceda lo mismo.
Esa noche, Kate cambi de tctica y comi con la seora Pearson en la
cocina antes de que esta volviese a su casa. Cuando Bradshaw entr un rato
ms tarde y le pregunt si podan cenar juntos, Kate sinti un leve vuelco
en el corazn al ver que a l se le apagaban un poco los ojos al or que ella
ya haba cenado.
Kate se oblig a ignorar tanto la reaccin de l como la de ella, y se
retir a su dormitorio con intencin de leer un rato antes de acostarse.
Estaba sentada en su sof, intentando entender un prrafo que haba
ledo como mnimo diez veces cuando se le eriz la piel y le falt el
aliento.
Bradshaw estaba al otro lado de la puerta. No lo vea, pero lo saba con
la misma certeza que saba su nombre.
La puerta se abri y entr l con los botones del cuello de la camisa
desabrochados y las manos temblando.
Tenemos que hablar, Kate. No podemos seguir as.
Has entrado sin llamar le ri ella ponindose en pie.
No quera orte decir que no se defendi.
Tiene gracia, eso es lo nico que te o decir a ti en Nueva York. No
hables, no te expliques. No me toques.
Lo siento, Kate. Me comport como un cobarde. Como un cretino. No
te merecas que te tratase de esa manera y me desprecio por ello.
Si le hubiese dicho esas palabras en Nueva York tal vez habran
arreglado las cosas. Ahora era como recibir una pualada en el corazn. Y
Kate no pudo soportar el dolor.
Vete, Bradshaw. Vete de mi dormitorio y de mi casa.
No. No pienso irme sin antes hablar contigo insisti l plantando
los pies en el suelo.
Te agradezco que me hayas ayudado esta semana, pero si creas que
con esto ibas a ablandarme, te equivocas. Vete repiti mirndolo a los
ojos.
No.
Esa palabra hizo que a Kate le hirviese la sangre.
No?
No.
Vete de aqu, Bradshaw. Le empuj y l se dej.
No.
Vete, no quiero volver a verte ms. Otro empujn y l volvi a
dejarse. Se tambale hacia atrs hasta que la espalda choc contra la puerta
de madera.
No.
Qu diablos pretendes? Yo no soy una de tus maquinitas a las que
puedes ir apretando y aflojando las clavijas. Yo terminar por romperme,
Bradshaw. Se le escap un sollozo y gir el rostro para que l no pudiera
verlo. Vete.
l se qued quieto donde estaba y confes:
Yo ya me he roto, Kate, y solo t puedes arreglarme. Dame una
oportunidad, por favor.
No, Shaw. Basta, ya nos hemos hecho demasiado dao. Me niego a
creer que esta vez vaya a ser distinto.
l cerr los ojos al or que ella por fin lo llamaba as. Llevaba tres aos
esperndolo.
Por qu?
Porque si te creo me acercar a ti y querr que ests a mi lado, querr
que te quedes aqu conmigo en Irlanda criando caballos y manteniendo el
legado de mi familia. Querr bailar junto a una hoguera en medio del
bosque e improvisar una cena en la playa. Querr tener hijos. Querr que
me beses y que no pares nunca.
Bradshaw not que le resbalaba una lgrima por la mejilla.
Y t sigui Kate antes de que l pudiese decir nada, t volvers a
desconfiar de m. Volvers a levantar esos muros que segn t te protegen
del mundo exterior pero que lo nico que hacen en realidad es aislarte de
l. Impedir que alguien te ame.
No, no es verdad.
S que lo es. Te has preguntado alguna vez cmo llegu hasta aqu?
Cmo me sent cuando pasaban los meses y mi marido no vena a
buscarme?
Cada da.
Me pele con mi madre en el muelle de Nueva York, ella quera que
fuese a ver a Lionel y le contase alguna patraa sobre ti. Segn ella, con los
rumores que circulaban sobre ti en la ciudad no nos costara demasiado
obtener la nulidad del matrimonio y podra casarme con Lionel. Y ya ves,
todos felices y contentos.
Oh, Dios mo. Lo siento, Kate.
No lo sientas. Tendras que haberlo impedido, Shaw. Tendras que
haber estado a mi lado. Tendras que haberme elegido a m.
Yo... s que suena ridculo ahora, pero esa noche, antes de ir a casa, o
a tu madre hablando con Lionel acerca de que ibas a abandonarme.
Y la creste? Lo mir incrdula un segundo y despus suspir
abatida: Por supuesto que la creste.
Bradshaw se apart de la pared y se acerc a Kate para cogerle las
manos. Ella intent soltarse, pero l no se lo permiti y no volvi a hablar
hasta que dej de forcejear.
No la cre. Me enfrent a ellos y les dije que era imposible, que t
jams ibas a abandonarme. Pero tu madre y Lionel se rieron; l dijo que
una mujer como t nunca se quedara con un hombre como yo y tu madre
me habl del billete. Me dijo que lo habas comprado t y que lo habas
escondido en el cajn de la mesilla del saln. Me pas el camino de vuelta
a casa dicindome que no iba a abrir el cajn, que era ridculo. Estaba
convencido de que sentas lo mismo que yo, que a pesar de mis constantes
meteduras de pata te habas enamorado de m.
Pero entraste en el saln y abriste el cajn. Ya no tena fuerzas para
discutir.
S. l volvi a acercarse y le acarici el rostro. Perd el control.
Fsica y emocionalmente.
Kate se sonroj al recordar el modo tan ertico en que la posey esa
noche, un recuerdo que le haba hecho mucho dao a lo largo de esos aos
porque nunca, hasta ahora, haba logrado comprender.
Y cuando te quedaste dormida fui a buscar el billete. Pens que si te
echaba antes de que pudieras irte no me dolera tanto.
Me echaste, me destrozaste, Shaw, y sin motivo. Espero que te
doliera, aunque solo fuera un pice de lo que sent yo.
No me doli, me aniquil confes. Me he pasado tres aos
murindome, Kate. No se me ocurre nada ms doloroso que estar un
segundo sin ti a mi lado.
Si no hubieses encontrado ese billete, si mi madre no te hubiese
provocado, habras terminado echndome por otro motivo.
No, no le asegur l frentico sujetndole ahora el rostro entre las
manos. No.
Cmo lo sabes? le pregunt ella con la voz rota.
Lo s porque esa noche iba besarte. Le sec una lgrima que le
resbalaba a Kate por la mejilla y no hizo nada para detener las que mojaban
las de l. Lo s porque llevo ms de tres aos arrepintindome de no
Muy despacio.
Llevaba aos soando con ese momento, y sin embargo jams habra
podido imaginarse lo que sinti cuando Kate desliz tambin la lengua
tmidamente por los labios de l.
Bradshaw gimi desde el lugar donde esconda sus anhelos ms
profundos y abri la boca para devorar con ella la de Kate. Quera
conquistarla, demoler las defensas que ella pudiese haber erguido contra l,
meterse tan dentro de ella que su esposa su esposa jams quisiera
alejarse de l.
Kate, yo... empez l tras interrumpir el beso. Cmo poda decirle
todo lo que senta? La rabia con la que recordaba el pasado? Las
promesas que quera hacerle para el futuro?
Lo s. Ella le puso un dedo en los labios. Yo tambin te amo.
Or esas palabras en aquel instante, unas palabras que haba dado por
hecho que tardaran aos en salir de los labios de Kate, lo golpe con tanta
fuerza que incluso se tambale.
Te amo repiti ella con una sonrisa, pero ahora vas a tumbarme
en la cama y vas a dejar que yo te ate las manos. Llevo aos queriendo
vengarme.
24
Bradshaw
Qu has dicho? tengo que humedecerme los labios para poder
hablar y me he excitado tanto que si Kate me toca eyacular incluso antes
de besarla.
Y ella lo sabe.
Y a m no me importa, en realidad es exactamente lo que necesito.
Aunque fue sumamente sensual la ltima vez que Kate y yo hicimos el
amor, me dej llevar por mis instintos ms bsicos... y despus la ech de
mi lado.
Ahora necesito mostrarme vulnerable, necesito que ella sepa que
siempre he sido suyo, incluso intent evitarlo, y que siempre lo ser.
Ella est frente a m y con una mano me acaricia la mejilla.
Bsame, Shaw.
Mis manos la sujetan por la cintura al instante y agacho la cabeza para
besarla. Mi lengua se estremece al sentir la caricia de la suya y Kate coloca
las manos en mi torso y empieza a desabrocharme los botones.
Cuando termina, le tiemblan los dedos y a m todo el cuerpo, y tira de
las mangas de la camisa para quitrmela. Yo tengo que soltarla un instante
para deshacerme por completo de la prenda y Kate se pega a mi cuerpo y
me muerde el cuello mientras lleva las manos a mi pantaln.
Kate...
Se pone de puntillas y me besa en los labios. Cada beso es mejor que el
anterior, ms sensual, ms honesto.
Ella va vestida con el camisn y un batn de seda blanca encima. Es la
primera vez que se lo veo puesto y vuelvo a ponerme furioso al pensar en
todas las noches y todas las maanas que me he perdido a su lado.
Qu pasa? me pregunta ella al notar que me he tensado.
Apoyo la frente en la suya y sin abrir los ojos confieso.
25
La maana siguiente a Kate le sorprendi mucho despertar sola en la
cama y el corazn le dio un vuelco al temerse lo peor.
Era imposible que Bradshaw hubiese vuelto a distanciarse de ella
despus de lo de anoche. O lo de esa madrugada, mejor dicho. Haban
hecho el amor sin dejar de besarse, y Kate, aunque siempre guardara en su
corazn lo que Bradshaw y ella haban compartido en Nueva York, haba
decidido que no exista nada ms ertico y ms sensual que un beso.
Que un beso de Bradshaw.
Sali de la cama y se puso el camisn y el batn para ir en su busca. Tal
vez estaba en la cocina preparando un t. O tal vez haba ido a visitar a los
caballos.
Baj la escalera y fue directamente a la cocina.
Sonri al ver un par de tazas y una tetera humeante en la mesa, y cuando
se aproxim observ unas hojas de papel junto a una de las tazas. Las
levant y empez a leerlas.
Iba a detenerse cuando vio su nombre a mitad de un prrafo.
Despus de la conversacin que mantuvimos en Londres he estado
investigando. Si de verdad quieres divorciarte de lady Ashe, puedes
aducir que llevis ms de tres aos viviendo en pases distintos y que
a todos los efectos en Irlanda nadie conoce tu existencia.
Mi consejo, sin embargo, es que antes lleves a trmino la otra
tctica que hablamos.
Sinceramente,
MICHAEL RICKLE
Buenos das, cario, he ido a ver qu tal est la yegua dijo