Efectos y Consecuencia Del 11S
Efectos y Consecuencia Del 11S
Efectos y Consecuencia Del 11S
Agradecimientos
Dice Lao Ts que el agradecimiento es la memoria del corazn por lo que quisiera
plasmar esta memoria en esta pgina. La primera capa de esta memoria afectiva tiene
que estar dedicada a mis paps que han contribuido ms a esta tesis que cualquier autor
citado. A la Jefa, por estr siempre, incansable, por haber puesto cuerpo y alma en
nuestra educacin con todo y tareas rotas y castigos incluidos, por dar cualquier
cosa porque sus hijos cumplan sus sueos. Al Capitn por su potica lucha contra las
marejadas econmicas, por sus oportunas complicidades y por sus consejos. A los dos
por el constante apoyo y cario que se ha mantenido indemne a travs del tiempo y a
pesar de la distancia. A mis hermanos, que han crecido en la distancia. A Doria (B.),
por los carios y golpes enviados en cada correo, por sus decisiones e indecisiones. A
Manuel (C.), por las discusiones intelectuales y tambin las pedestres de cada fin
de semana, porque sus dudas y sus logros me hacen voltear a mi pasado. A Lauris, la
ta angelina, por su apoyo y por nuestra cercania emptica en la distancia. A Tita, Raul
y el Molo, por pensar en m cada semana y cotillear sobre mis andanzas. A la
memoria de mis abuelos porque me gustara que estuvieran an. A Paco, por su
integridad, por su respeto y su infinita paciencia como director de esta tesis. A
Mariona, por iniciarme en el mundo del Derecho y por darme la oportunidad de dar mi
primera clase. A Cris, la guapa correctora de estilo, traductora, confidente, compaera,
que ha caminado, cantado, reido y bailado conmigo y ha aguantado mis disertaciones
sobre el 11-S estos ltimos dos aos. A Gaby, por compartir conmigo la Casa
Doctoral, por las fiestas, comidas, plticas y dems momentos especiales en estos cinco
aos. A Dolors y Ferrn por su ayuda en la impresin de esta tesis. A los amigos en
exilio acadmico o circunstancial que se han convertrido en familia: Gilmar, Victor,
Leyla, Pame, Moni, Jun, Nery, Vinny, Judith, Caro, Carlos, Eliseo, etc. A los amigos
catalanes, por compartir conmigo a Llach, el Bara, Serrat, el pa amb tomquet, etc.:
Javi, Mart, Roger, Sergi, Cate, Didac, Pepa, Sonia, Lolita, etc. A la banda mexicana
que con Facebook o sin l siguen mis peripecias acadmicas: Tere, Oli, Alfred, Ale,
Maira, Marcela, Monica, Sara, Vanessa, Poi, Carlos, Yuriy, etc.
Resumen
A diez aos de los atentados terroristas ocurridos en las ciudades de Nueva York y
Washington (11-S) resulta necesario hacer una lectura tica y poltica de los efectos
globales que ha tenido dicho acontecimiento en reas tan diversas como la seguridad
nacional, la poltica exterior, la vigilancia, el discurso de los medios de comunicacin,
los ordenamientos jurdicos y las relaciones humanas en general. La mayora de estos
efectos deben leerse en clave de seguridad ya que fueron justificados desde la
Administracin Bush para hacer frente a la amenaza de un nuevo enemigo: el terrorismo
internacional de corte islmico fundamentalista. Aunque el epicentro de los cambios se
encuentre en los Estados Unidos de Amrica, stos no tardaron mucho en ser
exportados y aprovechados conscientemente por otros Estados para avanzar en sus
agendas polticas. Las consecuencias de esta cruzada global antiterrorista se han dejado
escuchar sobre todo en el ya erosionado campo de los Derechos Humanos donde los
ejemplos ms visibles son las intervenciones militares en Irak y Afganistn. Sin
embargo, hay muchas otras secuelas, como el aumento en la vigilancia o la introduccin
de ciertos cambios legislativos que nada tienen que ver con el terrorismo pero que
amenazan nuestras libertades ms bsicas.
Resum
Passats deu anys dels atemptat terroristes que van tenir lloc a Nova York i Washington
(11-S) resulta necessari fer una lectura tica i poltica dels efectes globals que ha tingut
aquest esdeveniment en rees tant diverses com la seguritat nacional, la poltica
exterior, la vigilncia, el discurs dels mitjans de comunicaci, els ordenaments jurdics i
les relacions humanes en general. La majoria daquests efectes shan de llegir en clau de
seguretat, ja que van ser justificats des de lAdministraci Bush per encarar lamenaa
dun nou enemic: el terrorisme internacional de tipus islmic fonamentalista. Tot i que
lepicentre dels canvis es trobi en els Estats Units dAmrica, aquests no van trigar gaire
a ser exportats i aprofitats conscientment per altres estats per avanar en les seves
agendes poltiques. Les conseqncies daquesta creuada global antiterrorista shan
deixat sentir sobre tot en el ja erosionat camp dels Drets Humans, on els exemples ms
ndice
INTRODUCCIN ................................................................................................. 13
I. Contexto personal ........................................................................................................................................... 14
II. Contenido ........................................................................................................................................................ 17
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11
12
Introduccin
En una exposicin auspiciada por el Centro de Cultura Contempornea de Barcelona
(CCCB) pude ver en tamao real una de las fotografas del proyecto JPEG del fotgrafo
alemn Thomas Ruff. Aunque iba acompaado de unos amigos estuve varios minutos
mirando de lejos la enorme imagen que abra la exposicin y que dejaba ver el World
Trade Center envuelto en una nube de humo a punto de derrumbarse. No se si fue
porque estuve mucho tiempo aprecindola pero una de las guas de la exposicin se
acerc y me dijo: Mira, si te acercas la imagen se dejar de distinguir. Le hice caso y
lo que metros atrs pareca tan claro ahora era casi imposible de distinguir.
Cuenta Ruff que estaba en Nueva York el 11 de septiembre de 2001 y que pudo sacar
muchas fotografas de los acontecimientos, pero para su desgracia cuando revel los
negativos estaban todos en blanco. En un intento de recuperar algo de lo que presenci,
lo que hizo Ruff fue descargar muchas imgenes del 11-S desde sitios de Internet.
Confiesa que encontr fotos muy buenas, incluso icnicas, pero la mayora tenan una
resolucin bajsima por lo que eran poco aprovechables. En vez de lamentarse empez a
trabajar las imgenes por medio de un programa de edicin y se le ocurri la idea de
agrandarlas para que se vieran pixeleadas si se vean de cerca, pero que se vieran
perfectamente si se observaban desde lejos. Es as como naci el proyecto JPEGS que
abarca tres categoras: desastres naturales y desastres provocados por el hombre y
apropiacin de la naturaleza de construcciones hechas por el hombre.
Esta tesis intenta ser el espejo literario del JPEGS de Ruff sobre el 11-S, un trabajo
holstico, incluso generalista, que si se ve o se lee de lejos pareciera ser una obra
sumamente completa y novedosa sobre algunas consecuencias en el plano legal, social,
tico y poltico de los acontecimientos terroristas ocurridos en suelo estadounidense. Sin
embargo, si el lector decide acercarse y espera un tratamiento especfico y exhaustivo
de todos los temas tal vez quede un poco decepcionado. Esto se debe a que cada uno de
los apartados del ndice merecera ser objeto de varias tesis doctorales y an
escribindose quedaran aspectos importantes por tratar. Quizs explicando un poco
13
cmo naci esta investigacin se pueda entender su razn de ser y porque he decidido
hacer una gran fotografa del 11-S en poca resolucin en vez de escribir algo ms
pequeo y especializado.
I. Contexto personal
Si hay un evento no acadmico que marc el devenir de esta investigacin sin duda fue
la revisin a la que fui sujeto en el Aeropuerto de Barajas, cuando vine a matricularme
en el doctorado en diciembre de 2005. Una agente de la Polica Nacional me detuvo
antes de salir de la zona de recogida de equipajes y de una manera dspota me llev a
una estacin donde eran cuestionadas ms personas, todas de ellas con colores de piel
de un pantone decididamente no europeo. Mi maleta fue a parar al tnel de los rayos X
mientras me preguntaba el propsito de mi visita a Espaa y mi destino final en Europa.
No satisfecha con mis respuestas y con que mi equipaje pasara impoluto por la mquina
de rayos X, la misma agente me orden vaciar mi maleta para que volviera a pasar sin
mi ropa. Despus de la tercera vez supongo que se dio por vencida y con otro gesto
dspota y una orden medio farfullada me indic que poda volver a acomodar mi ropa
en la maleta y seguir con mi camino.
Hoy que lo veo en retrospectiva se me ocurren decenas de formas ms amables con las
cuales la agente de la Polica Nacional podra haber cumplido con su trabajo. Tambin
me doy cuenta de que no me trat peor de lo que hoy son tratados cientos de
inmigrantes provenientes de pases ms pobres que vienen de turismo a Europa o
emigran para buscarse la vida. Mi entorno personal est lleno de casos de personas que
fueron devueltas a su pas por agentes migratorios por no traer una carta de invitacin o
el dinero necesario segn los estndares europeos para permanecer en el pas.
La aciaga experiencia de buscar trabajo en calidad de estudiante que tuve que
emprender para mantenerme a flote en Barcelona fue la aguja que le dio el ltimo
pinchazo al globo de la Europa de los valores y los Derechos Humanos que
errneamente me haba formado desde Mxico. Para contrarrestar esta sensacin me
hice voluntario de SOSRacisme Catalunya y conforme pasaron las semanas termin de
14
15
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del 11-S. Mi intencin era demostrar mediante un escrito que estuviera a caballo entre la
literatura y el ensayo, cmo algunos de los efectos autoritarios y cataclsmicos que
haban imaginado autores como George Orwell, Yevgueni Zamiatin, Philip K. Dick,
Ursula K. Leguin y Karel Capek ya haban dejado de ser parte de la literatura y
podamos vivirlos o sufrirlos da a da, en parte como consecuencia del 11-S y la
desmedida respuesta represiva de algunos Estados.
Mi apuesta no fue del todo exitosa y tuve que replantearme la manera, el estilo y el
mtodo con el que escribira esta tesis. Para esto pude decidirme por investigar hasta el
tutano un tema relacionado con el 11-S como la guerra en Irak, la ampliacin del
concepto de terrorismo o la respuesta social ante el terrorismo. Sin embargo, a medida
que fui complementando la investigacin conseguida en la tesina me convenc de que
algunos hechos tenan que ser vistos con una lupa geopoltica ms amplia, pues estaban
concatenados irremediablemente. Por ejemplo, separar la invasin de Afganistn
posterior al 11-S y obviar la lucha por el petrleo en Oriente Medio u olvidar el
entrenamiento de los llamados muyahidines o combatientes por la libertad por parte
de la CIA en la dcada de los 80s sera un grave error que no quera cometer en aras de
una investigacin ms especfica. An as, tampoco quera abarcar demasiados temas y
cometer errores de vaguedad o inexactitud. Debido a esto, decid dejar relativamente
abierto el ttulo de la tesis de doctorado e inscribirla como Efectos y consecuencias del
11-S. Una perspectiva tico-poltica.
II. Contenido
18
que antes solo veamos en las series de televisin de Hollywood, pero que son ms
reales que Bin Laden.
Hablando de Bin Laden y Al Qaeda, pareciera que desde el 11-S los telediarios y
peridicos se han llenado de noticias que hablan sobre terrorismo, como si ste fuera
una fenmeno cuasi-planetario. Debido a lo anterior, en el ltimo captulo he intentado
delimitar y contextualizar el delito de terrorismo para diferenciar los actos terroristas de
los que no lo son. En este apartado he diferenciado entre actos legtimos de guerra,
crmenes de guerra, crmenes de lesa humanidad y crmenes de genocidio que suelen
solaparse con los atentados terroristas creando una sensacin errnea sobre el llamado
terrorismo internacional. Finalmente, he analizado las entraas del entramado legal
antiterrorista que en gran medida est basado en polticas que adelantan la punicin de
un crimen, como son el endurecimiento de las leyes contra el blanqueo de capitales o la
inmigracin. Estos intentos pueden llegar a ser tan extremos que estn creando una
legislacin de excepcin que ignora y vulnera normas de derecho internacional
humanitario.
Una vez explicados los contenidos y el proceso de maduracin de este trabajo, invito al
lector a que se posicione como si estuviera viendo una de las fotos del proyecto JPEGS
de Thomas Ruff y que reflexione conmigo sobre el 11-S y sus efectos y consecuencias.
19
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del
11-S.
Slo
despus
de
descubrir
sus
particularidades
21
debe intentar escuchar un coro de voces ms amplio y diverso del que sale en los
telediarios.
8:45 a.m.: Un avin de pasajeros es secuestrado, es el vuelo 11 de American Airlines con destino a
Boston, Massachusetts, se estrella en la torre norte del World Trade Center creando un agujero en el
edificio y provocando un incendio []
9:30 a.m.: El Presidente Bush, da un discurso en Sarasota, Florida, dice que el pas ha sufrido un
aparente ataque terrorista []
10:05 a.m.: La torre sur del World Trade Center se colapsa, cayendo sobre las calles aledaas. Una nube
masiva de polvo y escombros se esparce lentamente desde el edificio []
5:20 p.m.: El edificio 7 del World Trade Center, de 47 plantas se colapsa. El edificio evacuado fue
daado en el colapso de las Torres Gemelas por la maana. Otros edificios cercanos permanecen en fuego
[]
22
Lneas de tiempo como sta son las que normalmente se citan cuando se habla de los
acontecimientos del 11 de septiembre. Tiene sentido que dicha timeline tenga su
primera entrada en la hora en que se estrell el primer avin contra el WTC, pues hasta
antes la normalidad neoyorquina no haba sido alterada y los atentados slo existan en
potencia. Conforme se fue sabiendo o inventando ms sobre lo que haba acaecido,
los mainstream media pudieron rellenar sus lneas de tiempo con ms datos. Hoy es
posible enterarse de que a las 5:43 a.m., Mohamed Atta y Abdulaziz Alomari abordaron
su primer avin en el aeropuerto de Portland, y que antes de dormirse George W. Bush
escribi en su diario que crea que el culpable de los atentados haba sido Osama Bin
Laden. Despus del constante goteo de informacin proveniente de las investigaciones
gubernamentales e independientes, las timelines del 11-S se llenaron de entradas de
menor importancia o de importancia no reconocida, llenaron los vacos y
pormenorizaron el 11-S casi minuto a minuto. En The Complete 9-11 Timeline,
proyecto de investigacin de Paul Thompson, hay ochocientas ochenta y ocho entradas
en la categora denominada All Day of 9-11 Events, y la hora del primer acontecimiento
importante est ubicada a la 1:00 a.m. de ese da, cuando los asesores de seguridad del
Alcalde de San Francisco le advirtieron que ese da podra ser peligroso volar.
Aunque multiplicramos las ms de ochocientas entradas en la lnea de tiempo de Paul
Thompson por el nmero de personas que vivieron los acontecimientos, sera imposible
reconstruirlo y mucho menos entenderlo en su totalidad. Por eso, intentar hacer una
especie de mapa de Royce sobre el 11-S sera inverosmil: porque es irrepetible en su
espacio-tiempo. Dado que tampoco podemos simular los acontecimientos en un
laboratorio o con la ayuda de una computadora slo nos queda ayudarnos de las ciencias
humanas y sociales para narrar, conceptuar y dotar de significado al 11-S.
8:30 p.m.: El Presidente Bush se dirige a la nacin diciendo: "miles de vidas han sido finadas
repentinamente por el mal " y pide que se realicen oraciones para las familias y amigos de las vctimas del
atentado acaecido la maana del 11 de septiembre.
Ver Chronology of terror disponible en: http://archives.cnn.com/2001/US/09/11/
chronology.attack/index.html.
23
colombianos,
iranes,
nicaragenses,
cubanos,
filipinos,
indonesios,
24
25
Stephanie Marriott, "In pursuit of the ineffable: how television found the eclipse but lost the plot,"
Media, Culture & Society, 23, no. 6, 2001, 725.
26
el 11 de
Mara del Carmen Garca y Roberto de Miguel, "La televisin como agente socializador ante el 11-M:
percepciones y reacciones de la infancia frente a los atentados terroristas", Zer, 19 2005, 176.
4
"Icon versus Symbol", http://www.iicm.tugraz.at/thesis /ahollosi_html/node6.html (accesado: abril de
2009).
27
Para Walter Benjamin, los edificios solo pueden ser apropiados o introspectados
por la gente que convive con ellos en su cotidianidad. En su libro Imaginacin y
sociedad: Iluminaciones I, Benjamin nos dice que los edificios son absorbidos en la
psique no slo a travs de la visin sino por medio de otros sentidos como el tacto, y
que esta apropiacin es reforzada por el hbito.5 En el caso del WTC, miles de personas
trabajaban en sus entraas, desde humildes limpiadores de baos y trabajadores de
cocina hasta opulentos CEOs, sin olvidar a secretarias, practicantes, mensajeros, y
oficinistas del ms amplio gnero. Para ellos las Torres Gemelas eran ms que un
simple icono, eran una segunda casa y lo tenan ms que apropiado. En otra escala de
apropiacin tenemos a los habitantes y trabajadores de Lower Manhattan, que
convivieron visualmente todos los das con la enormidad del WTC hasta hacerla parte
de su paisaje diario. Para el resto de los neoyorquinos, aunque no tuvieran un contacto
habitual con los edificios, las Tores Gemelas eran parte de su ciudad, como la Torre
Eiffel es parte de Pars aunque no se viva en el septime arrondissement.
Para Neal Leach hay una segunda operacin adems de la apropiacin de un edificio
por parte de las personas: la de proyeccin. Una primera fase de la proyeccin tiene que
ver con la capacidad de los seres humanos de ver a los edificios como entes, en
antropomorfizarlos y en incorporar en su diseo caractersticas humanas.6 En el caso de
los edificios son los arquitectos quienes dejan algo de s mismos en su obra y pueden
imitar cosas que hayan visto en la naturaleza, como en el caso de las columnas y arcos
de la Sagrada Familia, que imitan la sensacin de estar caminando bajo las copas de los
rboles. Para afirmar su punto de vista, Leach cita un evento en el cual participaron los
arquitectos de los ms clebres rascacielos de Nueva York y se disfrazaron de sus
edificios. Con los arquitectos vestidos con ropajes metlicos, vidriados y marmreos,
los organizadores del evento pretendan demostrar de una manera curiosa el
antropomorfismo de los edificios.
Una segunda fase de proyeccin consiste en dotar de significado a la construccin, en
proyectar y luego leer en ella ciertos valores. Es gracias a esta segunda fase que el 11-S
5
6
28
se convierte no slo e un acontecimiento icnico sino tambin simblico pues las Torres
desplomadas estaban embestidas de una significacin particular. Es difcil averiguar lo
que significaban aquellas para cada persona, pero s podemos dar una versin general
bastante acertada. Para conseguir lo anterior propongo dar un vistazo a arrendatarios
que tenan oficinas en las Torres Gemelas. Segn registros del propio WTC, haba entre
400 y 500 negocios alojados en sus instalaciones. La palabra negocio ya descarta giros
humanitarios, confesionales o educativos aunque hoy algunos se vuelvan ricos
ejerciendo algunos de esos giros. Descartados los anteriores, es fcil hallar pisos
enteros rentados por aseguradoras, lneas areas, financieras, navieras, fondos de
inversin, canales de televisin y empresas de tecnologa.
Desde su nacimiento el complejo del WTC, como su nombre lo indica, fue pensado para
la actividad comercial dentro de un sistema capitalista de libre mercado. Algo de
liberalismo social tambin haba en las paredes del WTC, pues desde el conserje o el
ascensorista hasta el broker o el director ms adinerado, gozaban hipotticamente de las
mismas libertades sociales y bien podan haber elegido no trabajar ah, aunque la opcin
para el conserje fuera trabajar en un McDonalds en Queens y para el broker
simplemente cambiarse aun hedge fund en Times Square.
En el corazn de las Torres es fcil encontrar parte del sueo americano. Jos Luis
Barrios nos dice que:
El sueo americano es un poco el sueo de la humanidad contempornea, y Nueva
York fue hasta hace muy poco la maquinaria social, poltica y cultural de este
sueo. Si en Pars la escala intent controlar la subversin a travs de la traza
horizontal, Nueva York, al tiempo que magnific el mito del progreso, imagin el
cuerpo imperial del capital a la hora que el cristal y el acero, se unieron al
hormign para dar cuerpo a la nueva dinmica de la ciudad. La historia de Nueva
York es una dialctica de las imgenes que pone en juego las relaciones entre traza
y verticalidad, una historia de trnsito del primer capitalismo al capitalismo
avanzado.
Jos Luis Barrios, "Mxico, capital del siglo XXI," Fractal, 40, 2006.
29
30
Marc Aug, Diario de Guerra: El mundo despus del 11 de septiembre, Barcelona: Gedisa, 2002, 1415.
31
Hace un par de aos escuch decir a unos corresponsales de guerra de TV3 en una
conferencia en la Universitat Pompeu Fabra que la mayor concentracin de cmaras de
televisin en un rea geogrfica estaba en la zona de conflicto israel-palestina. Seguro
que hablaban de zonas de guerra, porque dudo que haya una ciudad con ms cmaras de
televisin que Nueva York. Si a stas les sumamos las cmaras de videovigilancia, las
cmaras de los turistas y los telfonos mviles, nos encontramos con que tenemos
centenas de imgenes y videos que registraron lo sucedido en tiempo real. Un ejemplo
de lo anterior es el trabajo titulado 9/11 de los hermanos Jules y Thomas Naudet, que
empez siendo un documental sobre los bomberos y que acab siendo el nico video
que muestra cmo se estrell el vuelo 11 en la Torre Norte. Para Zygmunt Bauman son
esta concentracin absurda de dispositivos de video y la transmisin de dichas imgenes
a todos los confines de la tierra los que le dieron al 11-S la dimensin de significante
global legible, que otros acontecimientos anteriores nunca alcanzaron a pesar de que
pudieron haber sido ms dramticos o sangrientos.12
Ms que la concentracin de medios de comunicacin en el lugar de los
acontecimientos, Jrgen Habermas destaca la transmisin en vivo de los
acontecimientos. El principal efecto de dicha transmisin fue que un acontecimiento
local se volvi global o planetario en tan solo un instante. Para Marc Aug lo global es
el interior de un mundo finito, finito y definido por la existencia de ciertas redes de
circulacin, de informacin, de comunicacin.13 La existencia de dichas redes es lo
que convierte al 11-S no slo en un acontecimiento global sino en el primer
10
Elizabeth Jelin, Los trabajos de la memoria, Memorias de la represin, Madrid: Siglo XXI, 2002, 11.
Zygmunt Bauman, La sociedad sitiada, Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica, 2004, 113.
12
Ibid.
13
Marc Aug, 59.
11
32
15
Si seguimos los razonamientos anteriores, podra parecer que basta con que un
acontecimiento sea transmitido en tiempo real a todo el mundo para que adquiera
globalidad. Valdra la pena preguntarnos qu hubiera pasado si una cmara escondida
hubiera filmado la peor de las matanzas de los chetniks de Karadzic y Milosevic en los
Balcanes, o el mejor da de machetazos de los Interhamwe en Ruanda; acaso hubieran
sido acontecimientos globales al instante? Probablemente s, el video hubiera dado la
vuelta al mundo, se hubieran mandado corresponsales a la zona y el acontecimiento
hubiera durado varios das en los noticieros, como hoy pasa con el estado de violencia
en la frontera mexicana, donde hasta Al Jazeera tiene una corresponsal permanente. Sin
embargo, en el hipottico caso de que acontecimientos del genocidio ruands o de la
guerra en los Balcanes hubieran sido transmitidos en vivo, dudo mucho que hubieran
durado tanto tiempo en unos medios cuyas simpatas se deben al mundo occidental (y ni
los bosnios ni los tutsis son normalmente considerados como occidentales). Tampoco
Sarajevo a pesar de su tradicin multitnica ni Kigali pueden comparase con
Nueva York en tanto a importancia econmica, poltica, cultural y social.
Para muchos de los entrevistados en el Oral History Narrative and Memory Project de
la Universidad de Columbia, la razn por la que un acontecimiento nacional se convirti
14
33
Mary Marshall Clark, "The September 11, 2001, Oral History Narrative and Memory Project: A First
Report," The Journal of American History 89, no. 2, 2002, 573.
34
Hollywood ya lo haba anticipado muchos aos antes. En The Hunt For Red October
fueron los rusos los que amenazaron con una ojiva nuclear la capital americana. En
Mars Attack unos simpticos marcianos desintegraron al presidente para tomar la Casa
Blanca. En Independence Day, una gigantesca nave espacial destruye la Casa Blanca;
en The Day After Tomorrow, una glaciacin destruye Nueva York; tambin en la Gran
Manzana monstruos como King Kong, Godzilla o Cloverfield han hecho su agosto
destructor. Me parece una muestra de megalomana y americanocentrismo que siempre
que haya un ataque contra la humanidad en las pelculas de Hollywood, sea ste de
spervillanos, monstruos o extraterrestres, lo primero que sea destruido sea
Washington, Nueva York o San Francisco. El guin del 11 de septiembre sigui el
mismo patrn que cualquier pelcula apocalptica, slo que como dice Goytisolo, esta
vez la realidad del Apocalipsis empequeeci a los guiones de Ciencia Ficcin de
Hollywood y sus escribas.17
Para Jos Saramago en Nueva York todo pareci irreal al principio, un episodio
repetido y sin novedad de una catstrofe cinematogrfica ms, realmente arrebatadora
por el grado de ilusin conseguido por el tcnico de efectos especiales, pero limpio de
estertores, de chorros de sangre, de carnes aplastadas, de huesos triturados, de
mierda.18 El episodio fue tan sorpresivo, tan increble, que ni siquiera requiri de
amarillismos para atraer teleespectadores. Cuando llegu a mi universidad haba tal
aglomeracin frente a las televisiones de la sala de alumnos que pareca que estuvieran
transmitiendo un partido de Mxico en el Mundial de Ftbol. Haba caras de
incredulidad y sorpresa pero tambin de preocupacin, pues a diferencia de todo lo que
ha aparecido en la televisin durante dcadas, esta historia implicaba en lo personal a
millones de espectadores19.
A pesar de que el cine est lleno de smiles de David contra Goliat, no estamos
acostumbrados a que piedras en este caso aviones golpeen la cabeza de los
hegemones. Los EEUU slo son vctimas en obras de ficcin y mucha gente paga para
17
Jun Goytisolo, "Preguntas, preguntas, preguntas", El mundo despus del 11 de septiembre de 2001,
Barcelona: Pennsula, 2002, 73.
18
Jos Saramago, "El factor Dios", El mundo despus del 11 de septiembre de 2001, Barcelona:
Pennsula 2002, 64.
19
Eliot Weinberger, 12 de septiembre, Cartas de Nueva York, Ciudad de Mxico: Era, 2003, 36.
35
verlo en el cine. An recuerdo que, cuando fui a ver The Day After Tomorrow, el
pblico aplaudi cuando el hipottico gobierno americano peda a su homnimo
mexicano visas para que sus habitantes pudieran huir de la glaciacin. El 11-S tambin
suscit algunos aplausos o amagos de aplausos en otros pases, sin embargo en
EEUU y en gran parte de Occidente la sensacin fue de solidaridad para con las
vctimas, incluso Fidel Castro ofreci mandar voluntarios a la Zona Cero para ayudar a
los mdicos estadounidenses.
Ver W.E. Schlenger, Caddell, J.M., Ebert, L., Jordan, B.K., Rourke, K.M., Wilson, D. et al. ,
"Psychological reactions to terrorist attacks: Findings from the National Study of Americans' Reactions to
September 11", Journal of the American Medical Association, 5, 2002.
Ver tambin S. Galea, Ahern, J., Resnick, H., Kilpatrick, D., Bucuvalas, M., Gold, J., y Vlahov, D.,
"Psychological sequelae of the September 11 terrorist attacks in New York City," New England Journal
of Medicine, 346, 2002.
36
latitudes de la Unin Americana. Debido a lo anterior, James Der Derian cree que el
trauma y el estado de emergencia nacional alcanz todos los niveles de la sociedad
americana y que la cultura poltica americana experiment una especie de trauma
freudiano colectivo difcil de comprender despus del momento de shock.21
Para Amy Reynolds y Brooks Barnett, la dimensin traumtica del acontecimiento
afect tambin a los corresponsales y presentadores, que ante la confusin y la
incredulidad sirve tambin para explicar las explicaciones imprecisas y desordenadas
que se pudieron ver en los medios por parte de presentadores y corresponsales.22 Hay
ciertamente mucho que decir sobre la transmisin del 11-S, sin embargo es menester
defender inicialmente el trabajo de los comunicadores, ya que no hay nada ms difcil
que mostrar y narrar un acontecimiento traumtico.
Con el panorama descrito resulta fcil comprender la manera como el shock se contagi
como si de una pequea epidemia se tratase. Imaginemos a un bombero o un vecino de
Tribeca que, an en estado de shock, se encuentra con un corresponsal de Fox que
nunca ha cubierto una catstrofe de tales magnitudes y le cuenta lo vivido esa aciaga
maana. Ahora supongamos que dicha entrevista, sin mucho trabajo de edicin, es
aderezada con alguna de las impresionantes imgenes de la tragedia, y presentada en
uno de los noticieros, que en dicho momento est siendo seguido por millones de
personas. El resultado fue un estado de shock nacional desconocido hasta entonces.
Para Elizabeth Jelin:
Una de las caractersticas de las experiencias traumticas es la masividad del
impacto que provocan, creando un hueco en la capacidad de ser hablado o contado.
Se provoca un agujero en la capacidad de representacin psquica. Faltan las
palabras, faltan los recuerdos. La memoria queda desarticulada y slo aparecen
huellas dolorosas, patologas y silencios. Lo traumtico altera la temporalidad de
21
James Der Derian, "In Terrorem: Before and after 9/11," Worlds in Collision. Terror and the Future of
Global Order, ed. Ken Booth y Tim Dunne, New York: Palgrave Macmillan, 2002, 106.
22
Amy Reynolds y Barnett Brooke, "America under Attack": CNN's Verbal and Visual Framing of
September 11", Media Representations of September 11, ed. Seven Chermark, Frankie Bailey y Michelle
Brown, Westport: Praeger, 2003.
37
analtica significativa.
Algo que caracteriza a las sociedades modernas es la aparicin de la prensa como medio
de difusin masivo. No es lo mismo que un trovador venga al pueblo para contarnos
meses despus el resultado de una batalla, a que lo sepamos en el peridico de los lunes,
y obviamente no es lo mismo enterarse en el diario que verlo por televisin o que la
informacin llegue directamente a nuestro telfono mvil en forma de mensaje de texto.
De esta manera, el acontecimiento, en el sentido contemporneo de la historia, empez
a depender en gran medida de los medios masivos de comunicacin. Para Miquel
Rodrigo Alsina:
Podramos considerar a los mass media un sistema que funciona con unos inputs,
los acontecimientos, y que produce unos outputs que transmiten: las noticias. Y
estas noticias son recibidas como acontecimientos por los individuos receptores de
la informacin. Es decir, todo output puede ser a la vez un input de otro sistema, y
24
38
39
El 11-S cumpli a cabalidad con la newsworthiness, por lo que fue una noticia que
atrajo merecidamente los reflectores de los medios de comunicacin norteamericanos e
internacionales. A su vez, estos medios propagaron el acontecimiento y lo convirtieron
en un hiperacontecimiento, creando un tsunami de informacin que dio la vuelta al
mundo en pocos segundos. Por ejemplo, si alguien viviera en las antpodas
neoyorquinas localizadas en la mitad del Ocano Pacfico Sur, ste hipottico ser
podra haberse enterado del suceso en el peridico, escuchando su estacin de radio
preferida, mientras vea algn programa en la televisin, o en la homepage de su correo
electrnico. Todos los medios se apropiaron la noticia y la difundieron segn sus
especificidades.
Dentro de sus limitaciones, los medios escritos participaron en el media hype ms
importante desde la cada del Muro de Berln. Peridicos acostumbrados a sacar una
edicin diaria tiraron dos, y los que tiraban dos ediciones sacaron una ms para intentar
mantener informados a sus lectores con las noticias ms frescas. El caso ms
27
40
en
impresionante de ese da fue el del Wall Street Journal, cuyas oficinas estaban
prcticamente enfrente de la Zona Cero y cuyos trabajadores tuvieron que usar las
imprentas de su filial de Nueva Jersey para poder publicar el afamado diario al da
siguiente. Otros, como el The New York Times, insertaron en el diario una seccin
permanente denominada A Nation Challenged que incluira desde obituarios hasta
artculos de corte cientfico. Hasta los peridicos sensacionalistas y revistas salsa rosa
olvidaron los exabruptos de los famosos y explotaron con el mismo amarillismo las
historias heroicas o funestas derivadas de la tragedia. La onda expansiva lleg a las
redacciones de peridicos de todo el mundo, y la mayora cop sus portadas con
inmensas fotografas a color y encabezados que reflejaran lo inesperado y trgico del
incidente. La mayora de estos diarios prepararon tambin secciones especiales para
intentar explicar los atentados. En dichas secciones se les dio preeminencia a los
columnistas y expertos para que, desde su experiencia, abordaran lo sucedido. El Pas,
por ejemplo, sac una seccin especial Ataque contra EEUU en su edicin en Internet
con artculos de opinin de Jos Luis Cebrin, Antonio Muoz Molina, Barbara Probst
y Norman Birnbaum.
Como siempre, la radio ofreci informacin instantnea. La mayora de las estaciones
de radio interrumpieron sus programas y enlazaron con su sistema de noticieros. Las
que no lo hicieron continuaron con sus programas pero informaron de la breaking news
y trataron de encontrarle la cuadratura al evento por medio de corresponsales, de
llamadas del pblico o en el peor de los casos por la televisin. Tomemos el caso del
programa del famoso conductor y humorista Howard Stern que estaba transmitiendo en
vivo cuando sucedieron los atentados. Justo antes de que le informaran del evento,
Stern bromeaba con los otros locutores sobre lo sencillo que es saber cuando una mujer
te quiere como amigo o como algo ms en el momento en el que le pasan la
informacin dice: I dont mean to interrupt the fun but this is a breaking news, a
serious news story, a plane has just crashed into the World Trade Center29. Las
bromas siguieron unos minutos ms hasta que un corresponsal que viva cerca de ah
29
No pretendo interrumpir la diversin pero tenemos noticias serias: un avin se acaba de estrellar en el
WTC.
Grabacin en audio del programa de Stern, disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=
KCbmD1pGGZw
41
les avis que un segundo avin haba colisionado, por lo que la hiptesis del accidente
fue abandonada a favor del ataque kamikaze. En ese momento, Stern dej el audio de
la CNN y el tono de la conversacin cambi radicalmente. He escuchado otros
programas de radio y siguen un esquema muy parecido al de Stern, pues adems de la
informacin de las agencias informativas complementan su crnica con informacin de
sus corresponsales y sobre todo del pblico.
A pesar de lo que se hubiera esperado, Internet no fue una herramienta muy eficiente
para recabar informacin sobre el 11 de septiembre de 2001. La primera causa de esta
falla se debi a que muchos de los servidores se saturaron ante la avalancha de hits. Por
ejemplo, el sitio de Internet de la CNN tiene una media de 14 millones de hits de al da,
mientras que ese da recibi ms de 162 millones visitantes.30 Ante la saturacin de los
servidores, varios sitios de Internet optaron por bajar el peso en bytes de sus homepages
y simplemente postear en texto los hechos comprobables y los nmeros de emergencia.
Sitios ligados a televisoras como MSNBC.com, CNN.com o FOXNEWS.com sufrieron
muy pocas actualizaciones durante el 11 de septiembre y en ocasiones remitan a la
transmisin televisiva, que era de la cual se poda obtener la informacin ms
actualizada del momento. A pesar de esto, Allan Stuart afirma que un 36% de los
norteamericanos acudieron al Internet para buscar noticias durante los das posteriores
al 11-S, lo cual representa una aumento de un 33% con respecto a la media diaria.31
Ante la sobresaturacin de las webpages de peridicos y televisoras, los foros y webs
personales adquirieron una relevancia indita. Gracias a estos sitios, muchos
estadounidenses afirman haberse sentido ms conectados con la tragedia que si slo
hubieran seguido las noticias por los medios tradicionales.32
Segn sondeos de opinin llevados a cabo por el PEW Research Center y el American
Life Project, el 99% de los encuestados sigui los acontecimientos del 11-S por radio o
televisin.33 Esto quiere decir que las primeras horas del 11-S tuvieron un rating casi
perfecto que ni el ms reido o esperado de los partidos de futbol podra acercrsele.
30
Stuart Allan, "Reweaving the internet: Online news of September 11", Journalism After September 11,
ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 123.
31
Ibid., 134.
32
Ibid., 128.
33
Citados en Brigitte Nacos, Mass-Mediated Terrorism, Maryland: Rowman and Littlefield, 2002, 41.
42
Para los que no entiendan la alquimia de los ratings, les dir que son un instrumento
que da cuenta del poder de retencin de un programa. Las mediciones se consiguen bien
por encuestas o por medio de software instalados en hogares aleatorios con permiso del
espectador. Un programa con un rating respetable es el que retiene la atencin de los
espectadores por toda la duracin del mismo. La pelea por la atencin de la gente es un
juego de suma cero: si ves el partido del Barcelona en la Liga de Campeones no puedes
estar viendo Operacin Triunfo. Entonces, qu pasa cuando todo lo que puedes ver es
cmo se estrellan dos aviones contra el WTC? Tienes un rating casi perfecto a menos
que apagues la televisin o el radio, pues tienes toda la atencin de los televidentes en
esa noticia. El cortometraje del israel Amos Gitai inscrito en el proyecto 11'09"01
muestra muy bien el avasallamiento informativo del 11-S. En el corto de poco ms de
10 minutos, se puede ver a una reportera de una cadena israel que quiere entrevistar a
los testigos de un atentado suicida en un mercado en Tel Aviv. La reportera se mete en
la zona acordonada, desafiando a la polica, para despus pedir a su televisora que la
pasen al aire ya que tiene testimonios e imgenes estremecedoras. Como respuesta de
sus superiores el enlace tuvo que esperar, debido a que un atentado haba sucedido en
Nueva York y haba que darle preeminencia.
No slo en los EEUU la noticia de lo sucedido en Nueva York y Washington tuvo
preferencia sobre todo lo dems. Veamos el caso de la televisin britnica, donde todas
las cadenas empezaban su programacin de la tarde y tuvieron que interrumpirla
abruptamente. Las primeras televisoras en suspender sus programas fueron la BBC1, la
televisin independiente y el Canal 3. A las 2:06 pm se estima que tenan una audiencia
de 3.6 millones de espectadores, sin embargo una hora y media despus, cuando el resto
de los canales terrestres tambin suspendieron su barra de programas, la audiencia lleg
a casi 7 millones. Hacia las 6:00 p.m., ya con todos los canales volcados a informar
sobre los atentados, la audiencia pico se ha calculado en 16 millones.34 Recuerdo que en
la televisin mexicana sucedi algo parecido, pues en las dos televisoras principales la
barra matinal de programas familiares y de concursos fue abandonada y en su lugar se
dio paso a su sistema de noticieros. Los que tenamos televisin va satelital pudimos
34
Michael Bromley y Stephen Cushion, "Media fundamentalism: The immediate response of the UK
national press to September 11", Journalism After September 11, ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva
York: Routledge, 2002, 167.
43
El think tank Fund for Peace publica anualmente desde 2005 un ndice de Estados Fallidos, donde se
reconoce que un Estado es fallido cuando tiene un gobierno dbil que no es capaz de controlar todo su
territorio. Dicho ndice tambin es publicado por la revista Foreign Policy.
44
En el caso de El Maanero, noticiero en el que segu los primeros momentos del 11S, la corresponsal que por casualidad estaba Nueva York era la que se encargaba
normalmente de las secciones de espectculos, por lo que estaba muy poco preparada
para narrar lo que suceda y mucho menos contextualizarlo. En el ya citado programa de
Howard Stern sucedi lo mismo, el ms cercano de los corresponsales no era
precisamente un Ryszard Kapuscinski, pues ante el horror de lo sucedido y en
especial porque tena amigos trabajando en el WTC no le qued ms que gritarle a
Stern que esperaba que el ejrcito americano bombardeara a quien fuera necesario. Pero
no slo los periodistas y comunicadores novatos sufrieron para lidiar con el
acontecimiento, recuerdo que los presentadores de la CNN pasaban problemas para
informar de lo que estaba sucediendo, incluso comunicadores ms experimentados
como Tom Brokaw o Wolf Blitzer se vieron superados por el acontecimiento cuando les
toc entrar al aire. Para capear esta situacin de desconcierto y para evitar que sus
corresponsales cayeran en ms errores muchas cadenas de televisin decidieron dar voz
a los expertos. Los primeros en salir al aire fueron los pilotos que desde su expertise
intentaron explicar cmo era posible dirigir un avin contra un rascacielos; luego
siguieron los arquitectos que negaron o afirmaron la posibilidad de que las famosas
Torres pudieran haber sido derribadas de un avionazo; ya despus se entrevist a
politlogos, economistas y expertos en relaciones internacionales para empezar a pensar
en el whats next?.
Estamos de acuerdo que no todos los periodistas y comunicadores a quienes les toc
informar del 11 de septiembre estaban preparados para narrar un shock de tal magnitud.
36
Daniel Dayan, Los valores de mostrar. Televisin, actos de mirada y 11-S, Cuadernos de
Informacin y comunicacin, no. 9, 2004, 106-107.
45
37
Citada en Barbie Zelizer y Stuart Allan, "When trauma shapes news", Journalism After September 11,
ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 4.
38
Grabacin de la emisn del telediario de TVN disponible en http://www.youtube.com/watch?v=tLyQkT43kw
39
Jutta Roeser and Godrun Schaefer, "Media Use in Germany Around the Attacks in the United States,"
en Communication and Terrorism, ed. Bradley Greenberg, Nueva York: Hamilton Press, 2002, 92.
46
ms de lo que Hollywood les ha contado sobre el taque a Pearl Harbor, Neal Leach cree
que:
Even if such actions can never fully explain such incidents for Pearl Harbor
remains largely incomprehensible to American eyes it at least offers the potential
of figuring the event within some more generalized tradition of terrorism or
40
40
A pesar de que las acciones no puedan explicar los acontecimientos Pearl Harbor sigue siendo
inexplicable para la mayora de los estadounidenses por lo menos puede ofrecer el potencial de
contextualizar el evento dentro de una tradicin de terrorismo o agresin contra el pueblo de los EEUU.
Neal Leach, 86.
47
opinion or speculation and lacking attribution. Also, almost one half of the early
coverage in these three traditional news sources cited four or more sources.
41
41
Ms del 75% de la cobertura de los noticieros de la maana y de la noche, as como en los diarios fue
factual esto fue lo que pas y solo u 11% lo podemos categorizar como opinin o especulacin sin
atribucin. Adems, casi la mitad de las primeras coberturas en estos tres medios de comunicacin
citaban ms de cuatro fuentes para informar.
Sandra Utt and Elinor Grusin, "The challenge: To examine Media's Role, Performance on 9/11 and
After", Media in an American Crisis, ed. Sandra Utt y Elinor Grusin, Oxford: University Press of
America, 2005, 8.
42
James Carey, "American Journalism on, before and after September 11", Journalism After September
11, ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 72.
43
Utt y Grusin, 10.
44
James Carey, 75.
48
Los minutos que pasaron entre la primera explosin y el derrumbe de la segunda Torre
fueron de total incertidumbre para los que tuvieron la difcil tarea de describirlos, y digo
describirlos en vez de narrarlos porque narrar implica conocer, y en ese momento
salvo los artfices del atentadonadie saba lo que estaba pasando. Por esta razn, lo
ms seguro era circunscribirse a los acontecimientos, en concreto a las imgenes y a los
testimonios in situ que se pudieran conseguir. Desafortunadamente, ante un
acontecimiento de tal magnitud y ante el alud de informacin que se desencaden en las
agencias de noticias, fueron muchos los rumores que se colaron en las primeras horas
del 11 de septiembre. El momento en el que los rumores empezaron a cobrar vida fue
cuando se salt del peor desastre en la historia de la aviacin a la aterradora realidad de
un ataque terrorista en el corazn de los Estados Unidos. Ya lo dijo el polmico escritor
ingls Martin Amis: the second plane galvanized with malice, and sheoly alien...
meant the end of everything45
No se puede culpar directamente a los periodistas y comunicadores de los rumores que
empezaron a emerger a la superficie meditica. La gran mayora de estos fueron errores
de agencias noticiosas o de fuentes equivocadas. Si en circunstancias normales a veces
resulta complicado verificar la informacin de ciertas fuentes, a la mitad de una
maratnica transmisin televisiva o radiofnica es prcticamente imposible identificar
estos errores al bote pronto. Por esta razn se colaron muchos rumores que escalaron el
clima de tensin y miedo en los EEUU. A diferencia de las especulaciones que saldran
en los das posteriores, estos rumores pueden considerarse ntegramente gajes del oficio
periodstico.
He aqu los principales rumores que irrumpieron en los mass media aquel da:
El primer rumor que uno de los presentadores de la CNN dej salir fue que se
tena noticia de una explosin en Capitol Hill, rumor que fue desmentido casi
una hora despus.
45
El segundo avin se galvaniz con malicia y tremendamente ajeno signific el fin de todo. Martin
Amis citado en Annabelle Sreberny, "Trauma talk: Reconfiguring the inside and outside", Journalism
After September 11, ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002.
49
Despus de la ltima explosin, una vez que las Torres cayeron irremediablemente,
sucedi un proceso muy interesante: el acontecimiento, una vez cumplido, proyect
una mirada retrospectiva. Y el carcter de lo que ha sucedido se transform
abruptamente47 por lo que la manera como se mira el acontecimiento mut por
completo. El acontecimiento es entonces trado de nuevo al orden de las razones y [a
pesar de que las] imgenes continan mostrndose esa mostracin se inscribe ya en una
demostracin. No se trata ya simplemente de mostrar sino de reaccionar y de
denunciar.48
La primera manera de denunciar fue repitiendo continuamente las impresionantes
secuencias de video de los atentados. Para Gilles Kepel la difusin de imgenes
semejantes, difundidas de un modo idntico en todo el mundo a travs de la televisin,
omnipresente en un mundo globalizado, propagaron instantneamente la onda
expansiva del atentado y multiplicaron hasta el infinito el impacto original.49 Dicha
repeticin por parte de las televisoras hizo que todos los que no pudieron ver los
46
50
atentados en vivo pudieran experimentar lo acontecido como vivencia propia. Con las
secuencias de video pas como con los partidos de futbol o las pelculas en pago por
evento: puedes verlos a la hora que los transmiten pero tambin tres horas despus o al
da siguiente.
Si bien el propsito principal de propagar imgenes y videos en cada segmento de un
telediario es el de informar, creo que tambin que sirvi para crear empata para con la
tragedia estadounidense entre la audiencia internacional. Un activista palestino le
contaba a John Le Carr en 1982 a propsito del atentado contra los atletas judos en
Munich: el terror es teatro50. Y esta obra de teatro puede ser representada en Mumbai,
en Londres o en Nueva York. Si vemos la retransmisin desde la ptica del grupo
terrorista que perpetr el atentado, el que se informe de su accin en los medios le
brinda una publicidad gratuita tanto para animar a sus huestes como para asustar a sus
enemigos. Sin embargo, las vctimas de los actos terroristas tambin tienen publicidad
gratuita pues pueden promover empata para con su causa. Si esto no fuera suficiente,
tambin tienen luz verde para justificar acciones violentas en ocasiones peores que
de las que fueron vctimas que, amparadas en el halo de victimismo que les qued
despus del atentado, son ignoradas o aplaudidas por la comunidad internacional
identificadas con su tragedia.
Acompaando a las interminables secuencias de los atentados, muchas televisoras
estadounidenses empezaron a ataviar sus banners informativos con los colores de la
bandera y de a poco empezaron a surgir frases portentosas como America under
attack o Terror attacks. Si bien este tipo de banners patriticos e hipertrficos
seran la regla en los telediarios pocos das despus del 11 de septiembre, fue en los
peridicos donde tuvo su primer auge el fraseo exagerado. Veamos el caso del The
Examiner de San Francisco, en cuya portada sale congelado el momento del segundo
avionazo, con el encabezado Bastards! y otro pequeo texto debajo de la foto que
dice A Changed America. El editor del diario, Dave Burgin, explica que durante el
proceso de bsqueda de portada no se le ocurra nada original que pudiera expresar el
odio y la impresin que le haba causado el hecho, por lo que escogi la primera palabra
50
John Le Carr, "Una guerra que no podemos ganar", El mundo despus del 11 de septiembre de 2001,
Barcelona: Pennsula 2002, 107.
51
que dijo cuado vio en la televisin los atentados Bastards!51. Para Zelizer y Allan, el
poner Bastards! en vez de Terror o Attack dota de originalidad a la portada
pero va mucho ms all de describir lo que sucedi, pues de un calificativo como el
utilizado a la retrica de la guerra hay un solo paso.
Otros consejos editoriales prefirieron el tema de la guerra e idearon encabezados como
War at home del Dallas Morning News o Acts of war del San Jos Mercury News.
Otros prefirieron hablar del mal, tal es el caso del Miami Herald, cuya portada
presentaba las Torres humeantes y un encabezado en tamao inmenso que deca Evil
Acts. Normalmente los editores que escogieron poner al mal en sus portadas lo
hicieron citando el discurso de ese da de George W. Bush. Menos peridicos fueron los
que escogieron ponerle un calificativo al da, como el Detroit Free Press o el Boston
Globe, que sacaron sus portadas con los encabezados Americas Darkest Day y
New day of Infamy respectivamente. Lo ms raro en las portadas del da siguiente fue
encontrar un simple enunciado descriptivo, por eso vale la pena destacar el encabezado,
sobre una foto de tamao mediano, Terrorists attack New York, Pentagon del The
Los Angeles Times.
Los encabezados de la prensa internacional estuvieron en el mismo tono salvo aquellos
que profetizaban un mundo diferente a partir de aquel da. Por ejemplo, el ltimas
Noticias de Chile en su edicin vespertina del 11 de septiembre de 2001 publica el
encabezado El da que cambi al mundo, mientras que El Clarn de Argentina
publica el 16 de septiembre una portada preguntando por El mundo que viene.
Resulta interesante que esta sensacin de cambio, ya sea ocasionada por el miedo a una
ola de atentados similares en otras ciudades del mundo o por la espera de la terrible e
inevitable venganza americana, slo se viera plasmada en los peridicos
internacionales.
De la misma manera que en la televisin los banners estuvieron acompaados por las
imperecederas secuencias de los atentados, en los diarios se trat de que cada
encabezado estuviera aparejado por la imagen ms impresionante que estuviera
51
52
disponible. Fueron varios los diarios que decidieron vetar de sus portadas fotografas
demasiado chocantes, como las que muestran a gente aventndose al vaco desde lo alto
de los edificios o las que muestran partes de cadveres en medio de los escombros. Sin
embargo, la mayora no tuvo problema en publicar fotos inmensas de las Torres en
llamas. Un estudio del Poynter Institute arroja que el 85% de los principales diarios
norteamericanos escogieron alguna fotografa de las Torres para su primera plana52.
Algunos peridicos como el Dallas Morning News o el Tennessean incluso publicaron
series de fotos que congelaban los momentos del derrumbe del WTC.
53
52
Barbie Zelizer, "Photography, journalism and trauma", Journalism After September 11, ed. Barbie
Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 59.
53
Cuando la enormidad de los ataques y sus consecuencias comenzaron a hundirse, no haba material
informativo para cubrir 24 horas de noticias. Por consecuencia las cadenas de televisin repitieron las
mismas escenas de horror una y otra vez, entrevistaron continuamente a personas que sufran y buscaban
emociones ms all de las fronteras del buen gusto.
Brigitte Nacos, 54.
53
54
Por desgracia, en el lapso de unos das la imagen del cmodo campamento del viejo
oeste rpidamente se transform en la de un campo de adoctrinamiento ideolgico
donde todos los que se acercaron a intentar entender la tragedia, en vez de recibir
informacin limpia y objetiva sobre el acontecimiento empezaron a recibir adems
del edulcorado infotenimiento, notas que hablaban de musulmanes que odiaban
Amrica, de Talibanes que maltrataban mujeres en Afganistn, de soldados
estadounidenses listos para cazar terroristas en cualquier lugar del mundo y de un
mundo que nunca volvera a ser igual. De esta manera, aquellos medios de
comunicacin cuya cobertura informativa fue calificada como Excelente o Buena,
empezaran a contribuir a la banalizacin del nacionalismo, a la inoculacin del miedo
en la sociedad y a la legitimacin de la guerra.
54
54
55
Estoy de acuerdo con Groshwitz en que fueron los discursos de Bush los que activaron
el chip nacionalista americano, pero quizs tambin fueron el catalizador que foment el
cambio de registro en los medios. Si descuartizamos su discurso del 20 de septiembre
frente a las dos Cmaras del Congreso, nos daremos cuenta que en l estn las semillas
de la victimizacin y del maniquesmo que tanto se explotaron en los medios de
comunicacin enmarcados en un mal entendido y nocivo nacionalismo. Para Silvio
Waisbord56, a partir de este momento el periodismo, en todas sus presentaciones, pas
de ser un crtico y en ocasiones un partidario pasivo del gobierno federal a ser
movilizador de una identidad nacional patriotera.
El victimismo fue lo primero que fue explotado. La trama era sencilla de narrar: un
villano malvado que odia a los Estados Unidos por sus logros y su estilo de vida comete
un crimen enorme en el que afecta a vctimas inocentes que jams han daado ni a una
55
Cuando los estadounidenses necesitaban una interpretacin de los eventos, Bush les dio exactamente
eso [] l se asegur que pudieran entender y contextualizar los eventos del 11-S [] es decir, estos
hallazgos sugieren que Bush tuvo que dirigirse a la nacin para crear un efecto rally. Mientras que el
primer discurso fue el que activ este efecto, el segundo lo reforz y mejor su nivel de aprobacin
presidencial a niveles del inicio de su mandato.
Stephan Groschwitz, A Watershed Moment? The Changes in Determinants of National Pride After 9/11.
Evidence From the General Social Survey and the National Tragedy Study, Universidad de Cincinnati,
2007, 12.
56
Silvio Waisbord, "Journalism, risk and patriotism", Journalism After September 11, ed. Barbie Zelizer
y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 206.
55
Tzvetan
Todorov:
Haber sido vctima da derecho a quejarse, a protestar y a pedir; excepto si queda
roto cualquier vnculo, los dems se sienten obligados a satisfacer nuestras
peticiones [...] en lugar de una satisfaccin puntual, conservamos un privilegio
permanente, asegurndonos la atencin de los dems [] Si se consigue establecer
de manera convincente que un grupo fue vctima de la injusticia, esto le abre en el
presente una lnea de crdito inagotable. Como la sociedad reconoce que los
grupos, y no slo los individuos, poseen derechos, hay que sacar provecho; ahora
bien, cuanto mayor fuese el dao en el pasado, mayores sern los derechos en el
presente.
57
56
ejemplo citaron a Bush en sus portadas, redefiniendo como acto de guerra lo que
haba sido un atentado terrorista. No hace falta ser un experto en estudios crticos del
discurso para derivar que un acto de guerra ocurre dentro, o quiz antes, de una guerra.
Este giro lingstico ocurri apenas unas horas despus del acontecimiento y marc el
devenir de las acciones gubernamentales, pues en vez de empezar una investigacin
judicial apegada al derecho internacional con la colaboracin de otros gobiernos, se
empez a cimentar en la sociedad la necesidad de librar una guerra para atrapar vivos
o muertos a los sospechosos. Fueron los primeros discursos de George W. Bush los
que inscribieron la palabra guerra en la terminologa del 11-S pero los mainstream
media se encargaron de llevarla a todos los hogares estadounidenses. El eco de las
palabras de Bush nunca abandon los noticieros y fue tambin comentado
favorablemente en revistas y editoriales de peridicos. Para Andre Billeaudeaux, David
Domke, et al.:
It seems plausible that the support for the war on terrorism developing over time in
the editorial voices of The New York Times and The Washington Post may have
contributed to the ways in which some citizens, other news media and even some
politicians thought about it.
59
La alusin a la guerra fue una parte vital en la manipulacin de la opinin pblica, pero
tambin lo fue la apelacin a la unin y los valores estadounidenses. En otro de sus
discursos, George W. Bush se pregunta Americans are asking, "What is expected of
us?, a lo que el mismo contesta:
I ask you to live your lives and hug your children. I know many citizens have fears
tonight, and I ask you to be calm and resolute, even in the face of a continuing
59
Parece plausible que el apoyo a la guerra contra el terror que se desarroll en las pginas del The New
York Times y en el Washington Post han contribuido a la manera en que algunos ciudadanos, otros
medios de comunicacin y algunos polticos piensan sobre el tema.
Andre Billeaudeaux, David Domke, et. al. "Newspapers Editorials Follow Lead of Bush Administration,"
en Media in an American Crisis, ed. Sandra Utt y Elinor Grusin, Oxford: University Press of America,
2005, 73.
57
threat. I ask you to uphold the values of America and remember why so many have
come here.
Con
la
60
palabra
guerra
rondando
en
noticieros
prensa
escrita,
resulta
61
Les pido que vivan sus vidas y abrasen a sus hijos. Se que muchos ciudadanos tienen miedo esta
noche pero les pido que estn tranquilos incluso en medio del peligro constante. Les pido que abrasen los
valores de los EEUU y recuerden por qu tanta gente ha venido ac.
Transcripcin del discurso de George W. Bush ante la sesin conjunta del Congreso el 21 de septiembre
de 2001, disponible en: http://archives.cnn.com
/2001/US/09/20/gen.bush.transcript/
61
Los ciudadanos estaban asustados y convencidos a medias de que el llamado a la unidad significaba
la suspensin de la crtica y la conciencia [] el patriotismo nacional es una vacuna poderosa y peligrosa
que inmuniza el cuerpo poltico contra la crtica.
Richard Falk, "Testing Patriotism and Citizenship in the Global Terror War", Worlds in Collision. Terror
and the Future of Global Order, ed. Ken Booth yTim Dunne, New York: Palgrave Macmillan, 2002, 334.
62
Michael Schudsn, "What's unusual about covering politics as usual", Journalism After September 11,
ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 43.
58
63
59
65
La aparicin de Bin Laden como principal sospechoso de los atentados del 11-S no fue una sorpresa.
Katharina Niemeyer, De linformation lhistoire: Le discours du journal tlvis entre la chute du mur
de Berlin et le 11 septembre 2001, Universidad de Ginebra, 2009, 326.
66
Transcripcin de la transmisin en
60
esta sospecha destacando que tres semanas atrs, Bin Laden haba amenazado con
atacar objetivos estadounidenses por su ayuda militar a Israel.67 Como dice Katharina
Niemeyer, Lapparition de Ben Laden comme premier suspect des attentats du 11
septembre 2001 nest donc pas une surprise68 pues los servicios de inteligencia de
varios pases ya tenan activadas sus alertas sobre un posible ataque de su red terrorista.
La aparicin de Bin Laden como principal sospechoso de los actos de guerra le
permiti a los medios estadounidenses explotar una posible confrontacin entre George
W. Bush y Bin Laden como si el primero fuera un hroe y el otro un supervillano.
Certes, cela na pas t planifi par la chane, mais en rtrospective, nous
assistons ici la future confrontation entre Ben Laden et George W. Bush. Cette
dernire demeure bien sr indirecte; ils ne se rencontrent jamais. Tous les deux
sont debout et parlent dans un micro. Les mots de Ben Laden ne sont pas traduits ;
ils demeurent incomprhensibles, tandis que George W. Bush pose ici la base de
son futur discours politique argumentant la guerre en Afghanistan et en Irak.
69
Parte vital de la argumentacin para la guerra fue el discurso que se concibi sobre el
otro. En peridicos tan importantes y formadores de opinin como The New York
Times empezaron a aparecer artculos con ttulos como This Is a Religious War70,
The Deep Intellectual Roots of Islamic Terror71 o Foreign Affairs; In Pakistan, It's
Jihad 10172. Si pusiramos etiquetas que sirvieran para categorizar el contenido de
dichos artculos y de los noticierosprobablemente todos tendran las siguientes
http://tvnews.vanderbilt.edu/TVNprocessquery.pl?SID=20090723861511230&code=tvn&specials=on&n
ews=on&NewsSegments=on&SortOrder=Forward&RC=705269
67
Transcripcin de la transmisin en
http://tvnews.vanderbilt.edu/TVNprocessquery.pl?SID=20090723861511230&code=tvn&specials=on&n
ews=on&NewsSegments=on&SortOrder=Forward&RC=705463
68
Ciertamente no estaba planificado por la cadena de televisin, pero en retrospectiva, nosotros
asistimos a la confrontacin futura entre Bin Laden y Bush. Esta confrontacin se dio de manera indirecta
ya que nunca se encontraron frente a frente. Las palabras de Bin Laden nunca se tradujeron por lo que
parecen incomprensibles, mientras que las de Bush sientan la base de su discurso poltico para
argumentar las guerras en Afganistn e Irak.
Katharina Niemeyer, 299.
69
Ibid., 326.
70
Artculo de Andrew OSullivan del 7 de octubre de 2001 en The New York Times.
71
Artculo de Roberto Worth del 13 de octubre de 2001 en The New York Times.
72
Artculo de Thomas L. Friedman del 13 de noviembre de 2001 en The New York Times.
61
palabras clave: Yihad, Afganistn, Madrazas, Talibn, Osama Bin Laden, Al Qaeda,
Campos de Entrenamiento Terroristas y Burkas.
Consciente o inconscientemente, dichos artculos lograron reforzar la identidad grupal
americana mediante la construccin de un otro musulmn fantico, violento,
maltratador de mujeres, atrasado y acusador de los avances de la tecnologa. Para Silvio
Waisbord:
September 11 offered an opportunity to position patriotic identity by articulating
the Other as, most notably theorized by Stuart Hall and Edward Said; that is,
identity as a discursive process through which the other (the perpetrators) is
defined as different, excluded from the national community. It was a moment to
reinvigorate American Nationalism in a Post Cold War era, a time of fragmented
73
Aunque sea difcil evaluar el xito de dicha campaa siempre hay voces crticas y
pensantes que saben pasar por debajo de estas olas mediticas es evidente que en
muchas partes de los EEUU, el amor por el pas fue transformado en un chovinismo
igual de ignorante e intolerante que el llamado fundamentalismo islmico.
Una vez construida la identidad postiza del otro y las razones por las cuales nos ha
atacado, la tarea fue simplemente reforzar esa imagen de una otredad peligrosa para el
modo de vida occidental. Esta campaa (combinada con la ignorancia) es la nica
explicacin posible para entender por qu unos pandilleros de Arizona asesinaron a un
73
El 11 de septiembre ofreci una oportunidad para que los que abrazaban la posicin patritica se
identificaran con el Otro, teorizado notablemente por Stuart Hall y Edward Said; esto es, la identidad
como un proceso discursivo a travs del cual el Otro (los perpetradores) es definido como diferente y es
excluido de la comunidad nacional. Era el momento de darle fuerza al nacionalismo estadounidense en la
post Guerra Fra, una poca de identidades fracturadas y fragmentadas.
Silvio Waisbord, 205-206.
62
Sikh por cubrir su cabeza con un turbante o por qu en Oklahoma unos jvenes le
dispararon a una indgena americana reclamndole que se regresara a su pas.74
Slo era necesario ver diariamente los noticieros y/o leer los editoriales de los
peridicos de mayor circulacin durante las dos semanas posteriores al atentado, para
aprehenderse de las declaraciones de polticos, opiniones de presentadores de noticieros
y editorialistas que apuntaban a que, a partir de ahora, viviramos en una sociedad de
riesgo; incluso su terico Ulrich Beck, ajust su clebre teora y agreg las amenazas
terroristas a las crisis ecolgicas y financieras como grandes peligros planetarios a
enfrentar.
Lo novedoso en la sociedad del riesgo mundial es que nuestras decisiones como
civilizacin desatan unos problemas y peligros globales que contradicen
radicalmente el lenguaje institucionalizado de control, la promesa de controlar las
catstrofes patentes a la opinin pblica mundial, como fue Chernobyl y ahora los
ataques terroristas a Nueva York y Washington.
75
Para Stanley Cohen, cuyo libro Folk Devils and Moral Panic (1972) inici la discusin
sobre pnico moral en la sociologa, los medios y las lites de poder son los principales
protagonistas en la creacin del pnico moral en la sociedad. Hoy ms que en los aos
70s dicho argumento resulta sugestivo, pues nunca los mainstream media haban
estado controlados por tan pocas manos como hoy. Cuando el periodista Ben Bagdikian
empez a investigar para su libro The Media Monopoly en 1983, haba ms de cincuenta
corporaciones que controlaban ms de la mitad de la informacin en los EEUU. Para la
reedicin de su libro en 2004, el nmero de corporaciones haba decrecido a diez.76
La primera preocupacin que se desprende de esta realidad es la centralizacin de los
medios de informacin en tan pocas manos. La tendencia no es observable nicamente
en los EEUU, tambin a escala mundial: cada vez son menos los que deciden lo que es
noticia o no. Para Victor Navasky, el problema principal no est en el monopolio de la
74
63
informacin sino en la homogenizacin de sta. Dicho tema fue tema discutido por
Merfyn Jones, exgobernador de la BBC, en su ponencia Government, Panics and
Media Crisis en la IAMHIST 2009. Especficamente, Jones trat el tema de las crticas
del gobierno britnico a la BBC por su cobertura crtica de la Guerra de Irak. Lo que
ms le sorprenda a Jones era que dichas crticas vinieran contrapunteadas con alusiones
a la cobertura favorable a la guerra que hacan los medios propiedad de Rupert
Murdoch, como si en un tema tan polmico como la guerra no se pudieran tener
diferencias de opinin.
Desgraciadamente, durante las dos semanas posteriores al 11-S en los EEUU el slo
hecho de opinar diferente al presidente era considerado un acto de lesa traicin o de
antiamericanismo para retomar el vocabulario del McCarthysmo. Debido a lo
anterior, en este perodo el discurso meditico se homogeniz, por no decir que se
autocensur. He aqu un ejemplo,
Bill Mahler of ABC Politically Incorrect was the exception when he told his
audience that the suicide bombers were not cowards but that the US was cowardly
launching cruise missiles on targets thousands of miles away. Mahler, who later
apologized for his remarks, was criticized by White House spokesman and
punished by some advertisers who withdrew their sponsorship; some local stations
dropped the program.
77
Bill Mahler conductor del programa de la ABC Politically Incorrect fue la excecpin ya que le dijo a
su audiencia que los terroristas suicidas no eran cobardes, que los cobardes eran los EEUU pues lanzaban
misiles crucero a blancos que estaban a miles de millas de distancia. Mahler, que poco despus pidi
perdn por sus declaraciones, fue severamente criticado por la Casa Blanca.
Brigitte Nacos, 43.
78
Michael Schudsn, 40.
64
septiembre en la edicin especial A Nation Challenged del The New York Times bajo
el ttulo de "In Patriotic Time, Dissent is Muted". El artculo de Bill Carter y Felicity
Barringer simplemente cita los casos de censura o autocensuraque se dieron en las
dos semanas posteriores al 11-S.79
Para Stanley Cohen el pnico moral tiene lugar cuando; a condition, episode, person
or group of persons emerges to become defined as a threat to societal values and
interests80. Aunque Cohen escribi pensando en la cobertura meditica de los machos
violentos que integraban las pandillas de los Mods y los Rockers en el Reino Unido, su
anlisis bien merece ser rescatado para hablar del nuevo pnico moral que generan los
terroristas, esos entes annimos a los que debemos temer.
De acuerdo con su discurso, el 11-S sera el episodio a partir del cual nacen unos
nuevos folk devils, que son representados en los medios de comunicacin como un
peligro para los valores occidentales. Si en los 70s los folk devils de Cohen eran los
hooligans de Brixton, Leicester y Bradford, la categorizacin de los nuevos folk devils
fue lograda gracias a la construccin del estereotipo del terrorista fundamentalista
islmico. Quizs se deba a algn mal recuerdo de las Cruzadas, pero en Occidente se
suele visualizar al guerrero rabe musulmn como un incansable luchador sediento de
sangre esperando degollar al primer cristiano con su cimitarra. Dicha imagen parece no
haber variado demasiado, salvo que ahora la cimitarra ha sido cambiada por un AK-47 o
un cinturn de explosivos.
El miedo a la efigie del terrorista fundamentalista islmico no hubiera penetrado tanto
en la dermis de la sociedad estadounidense si no hubiera un antecedente para ese miedo.
Un antecedente lejano es el Miedo Rojo del perodo 1917- 1920 que en el terreno
poltico se solidific durante los primeros aos de la Guerra Fra, despus de que el
senador Joseph McCarthy dijera en un discurso en el da dedicado a Lincoln:
79
Disponible en http://www.nytimes.com/2001/09/28/us/a-nation-challenged-speech-and-expression-inpatriotic-time-dissent-is-muted.html?scp=1&sq=
80
Una condicin, un episodio, una persona o un grupo emerge para ser definido como una amenaza para
los valores e intereses sociales.
Stanley Cohen, Folk Devils and Moral Panics, tercera ed.Londres: Routledge, 2002, 9.
65
I have here in my hand a list of 205 names that were made known to the Secretary
of State as being members of the Communist Party and who nevertheless are still
working and shaping policy in the State Department."
81
Si bien a ese aciago perodo se le conoce como McCarthysmo por el polmico discurso
del senador republicano, la figura ms anticomunista de esa poca fue el director del
FBI J. Edgar Hoover, al cual, dicho sea de paso, ya se le haba ocurrido la suspensin
del habeas corpus antes que a Donald Rumsfeld o Karl Rove.
La excusa del McCarthysmo fue la supuesta amenaza para la seguridad nacional que
representaba el movimiento comunista americano. En la histeria del McCarthismo
naci la etiqueta condenatoria de actividades antiamericanas, para describir y castigar
las cuales se cre un comit permanente en la legislatura de EUA82. Se investig
principalmente a los militantes del Partido Comunista Americano que para los aos de
la posguerra contaban con unos 75,000 afiliados, pero tambin se investig a miembros
de uniones sindicales y a funcionarios de gobierno. El principal temor era que fueran
espas de Stalin y que pudieran proporcionar informacin al rgimen sovitico. Para
Ellen Schrecker, los peligros fueron totalmente exagerados, ms no fueron totalmente
ficticios pues la Guerra Fra se luch ms en las trincheras del espionaje que en los
campos de batalla.83 Si bien los castigos que se eligieron fueron mayoritariamente
sanciones econmicas prdida de empleo o inhabilitacin de la funcin pblica
hubo varios encarcelamientos y persecuciones que bien pueden calificarse de poltica
represiva por parte del gobierno estadounidense. Dicha poltica nunca fue cortada de
raz y germin dcadas ms tarde.
We can trace the legacy of McCarthyism in the FBI's secret COINTELPRO
program of harassing political dissenters in the 1960s and 1970s, the Watergaterelated felonies of the Nixon White House in the 1970s, and the Iran-Contra
81
Tengo en mis manos una lista de 205 nombres que han sido entregados al Secretario de Estado por ser
miembros del Partido Comunista y a pesar de eso siguen trabajando y moldeando las polticas del
Departamento de Estado.
Disponible en http://historymatters.gmu.edu/d/6456
82
Wole Soyinka, Clima de miedo, Barcelona: Tusquets Editores, 2004, 88-89.
83
Ellen Schrecker, The Age of McCarthysm: A Brief History With Documents, Boston: St Martin's Press,
1994.
66
Otra contribucin para el imaginario social en los ltimos aos de la Guerra Fra fue la
caracterizacin de la URSS como el Imperio del Mal por parte de Ronald Reagan85.
Aunque suene a un episodio de la saga Star Wars, dicha caracterizacin del rgimen
sovitico, acompaada con su dosis de exageraciones y rumores en los medios logr
fomentar el apoyo o la ignorancia de la sociedad para financiar una guerra de ms
de cinco aos en Afganistn y sumir en la pobreza y la anarqua a El Salvador,
Nicaragua y Granada. Parece mentira pero para un gran sector de la sociedad americana,
dichas intervenciones militares, adems de salvaguardar la integridad de los EEUU,
protegieron a estos pases de las garras del comunismo. Slo hace falta ver alguna tira
cmica para darse cuenta de la representacin monstruosa que se haca de los
comunistas en los diarios.
Con antecedentes tan ilustres como McCarthy, Hoover, Nixon y Reagan no es de
sorprender que George W. Bush haya usado o abusado de nuevo la vieja tctica de
demonizar al enemigo para granjearse apoyo. En su libro El presidente del bien y el
mal: las contradicciones ticas de George W. Bush, Peter Singer observa que:
84
Podemos rastrear el legado del McCarthyismo en el programa secreto del FBI, el COINTELPRO, por
medio del cual se acos a disidentes polticos que protestaron contra los delitos relacionados con el
escndalo Watergate en la dcada de los 70s y contra los escndalos Irn-Contra en los 80s. La
permanencia de estos males demuestra lo seriamente daadas y erosionadas que estn las defensas contra
acciones ilegales oficiales y como la seguridad nacional se ha alzado sobre la ley. El McCarthyismo no
tiene toda la culpa de estos ultrajes; el asalto a la democracia comenz en las dcadas de los 40s y 50s
con la colaboracin de instituciones privadas y agencias pblicas en al represin de la supuesta amenaza
comunista.
Ibid., 94.
85
El 11 de junio de 1982 el presidente Reagan dio un discurso ante la Cmara de los Comunes en el que
nombr a la URSS como El Imperio del Mal.
67
86
86
Peter Singer, El presidente del bien y el mal: las contradicciones ticas de George W. Bush, Barcelona:
Tusquets, 2004, 2.
87
Richard J. Bernstein, El abuso del mal: La corrupcin de la poltica y la religin desde el 11/M, 1era
ed., Discusiones Buenos Aires: Katz Editores, 2006, 199.
88
Algunos resultados de esta encuesta nacional fueron publicados en Eusebio Val, "Una nacin bajo
Dios," La Vanguardia, 30 de junio 2008. Para ver los resultados completos de la encuesta ir a
http://people-press.org/
68
89
89
"La guerra USA- Irak: Imperio, guerra asimtrica y caos global (Entrevista a Alain Joxe)",
http://www.flacso.org.ec/docs/i17_joxe.pdf (accesado: enero de 2008).
90
Hans Morgenthau, "The Evil of Politics and the Ethics of Evil," Ethics, 56, no. 1, 1945.
91
Raimon Panikkar, La Trinidad, una experiencia humana primordial, Tercera ed. Madrid: Siruela, 2004,
90.
92
No hemos visto este tipo de barbarismo en mucho tiempo [] es un nuevo tipo de mal Disponible
en: http://archives.cnn.com/2001/US/09/16/gen.bush.terrorism/
93
Zygmunt Bauman, Miedo lquido, Barcelona: Paids, 2006, 75.
69
94
Otro evento que desencaden las esquirlas del miedo fue el llamado Amerithrax,
nombre del FBI para el caso sobre el envo de esporas de Anthrax a periodistas y
congresistas. En la que sin lugar a duda es el inicio del lavado de cerebro sobre esa
incoherente e inexistente alianza entre Al Qaeda y Saddam Hussein, el 18 de octubre de
2001, el entonces senador John McCain declara en el programa de David Letterman que
There is some indication, and I don't have the conclusions, but some of this anthrax
may and I emphasize may -- have come from Iraq95 Cuatro das despus, el New
York Post pone como encabezado en su primera plana "Dr. Germ: Saddam's scientist
behind anthrax outbreak"96.
Para azuzar ms el fuego, el entonces tambin senador Jon Lieberman declar en un
programa de la NBC:
The stuff that is being sent out, most of it, including the stuff that went to Tom
Daschle's office, is significantly refined anthrax... So it says to me that there's
either a significant amount of money behind this, or this is state-sponsored, or this
is stuff that was stolen from the former Soviet program.
97
Para cuando el presidente Bush describi los ataques como a second wave of terrorist
attacks upon our country98 los medios haban difundido las esporas del miedo a todos
94
Son totalmente en poltica global, faltos de entendimiento sobre el mundo Islmico, estn educados
por las pelculas de Hollywood donde sale Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Sylvester Stallone, los
estadounidenses estn idealmente preparados para una respuesta paranica e histrica.
Robert McChesney, "September 11 and the structural limitations of US Journalism", Journalism After
September 11, ed. Barbie Zelizer y Stuart Allan, Nueva York: Routledge, 2002, 91.
95
Disponible en http://thinkprogress.org/2008/08/01/mccain-anthrax-iraq/
96
Citado en Waisbord, 213.
97
Esas cosas que esta siendo enviadas, casi todas, incluida la que lleg a la oficina de Tom Daschle es
ntrax refinado Lo que significa que hay mucho dinero detrs de esto, o fue robado del programa
Sovitico.
Disponible en: http://www.washingtonpost.com/wp-srv/nation/specials/ attacked /Transcripts/nbctext_
102101.html
98
Disponible en:
70
los rincones de la Unin Americana con tal eficiencia, que las tiendas ya haban agotado
su stock de mscaras antigs ante el inesperado exceso en la demanda. Pocos lo saben,
pero a siete aos de los ataques bacteriolgicos, el nico culpable destacado por el FBI
es Bruce Edwards Ivins, investigador en microbiologa para el Instituto de Investigacin
sobre Enfermedades Infecciosas de la Armada de los Estados Unidos de Amrica
(USAMRIID). Para no pensar funestamente antes de tiempo, Edwards era de
nacionalidad estadounidense naci en Lebanon, pero no en el pas sino en un pueblo
de Ohioy era catlico practicante. Tocaba el rgano en la iglesia los domingos y era
miembro activo de la Cruz Roja Internacional, tambin fue coautor de un par de
patentes de posibles vacunas contra el Anthrax y fue condecorado en varias ocasiones
por sus investigaciones sobre el bacilo, por lo que podra considerarse un ciudadano
modelo.
Hacia 2008, una vez constatadas las fatales consecuencias de las fbulas sobre Ejes del
Mal y Armas de Destruccin Masiva, el FBI descubri que todas las pruebas indicaban
a Edwards Ivins no a ningn fundamentalista islmico como el principal
sospechoso de los ataques. Edwards Ivins no llegara a negar ni a afirmar la acusacin
porque cometi suicidio antes de que lo pudieran enjuiciar. En la edicin del 7 de
agosto de 2008, en el The New York Times, Rachel Swarns y Eric Lipton99 destacan el
paso de Edwards de investigador pues su equipo de investigacin analiz las esporas
que se le enviaron al senador Tom Daschle a investigado, pero no dice del clima de
miedo que causaron los rumores infundados y mucho menos del nmero de iraques que
murieron a causa de dichos rumores.
Desde que escribo esta tesis he platicado con gente de varios pases sobre el 11-S y me
he encontrado con que no existe una reaccin comn ante el acontecimiento. Si
comparo lo que he escuchado en estas conversaciones informales con la versin
meditica, que nos vendi un consenso casi planetario sobre el peligro terrorista y la
http://georgewbush-whitehouse.archives.gov/news/releases/2001/11/20011103.html
99
Ver http://www.nytimes.com/2008/08/08/washington/08scientist.html?pagewanted=1&_r=1
71
Dicho consenso incluye las creencias de que el 11-S ha sido un punto de inflexin en la
historia de la misma magnitud que el bombardeo en Pearl Harbor o la cada del Muro de
Berln; establece tambin que el mundo no volver a ser lo que fue a causa del
terrorismo fundamentalista islmico, por lo que muchos han debido sentirse cmo
ironiza Zygmunt Bauman, ya no habr ms estatuas de la libertad que prometan
cobijar a las masas abandonadas y oprimidas [] y tampoco podr haber ya un chez soi
seguro y confortable101.
A esta percepcin de quines son los malos y la amenaza que representan, le podemos
sumar la imagen que mostraron de los neoyorquinos abatidos por la tragedia que
mostraron los medios. Todos hemos visto escenas sobrecogedoras de gente gritando
Oh, my God! o What the fuck! mientras una nube de polvo toma el lugar de las
Torres en su horizonte visual o de gente simplemente sentada en las banquetas con la
incredulidad tatuada en sus facciones. Con imgenes de este tipo es relativamente fcil
100
Dada la naturaleza de los ataques y la necesidad del gobierno en dar una respuesta adecuada, no es
sorprendente que una interpretacin oficial del acontecimiento haya sido generada tan pronto sucediera.
Esta interpretacin dominante retrat a una nacin unificada en el dolor; adems le permiti al gobierno
reivindicar que haba un consenso pblico sobre que el 11 de septiembre era un punto de inflexin en la
historia de la nacin que tena implicaciones claras en la poltica interior e internacional de los EEUU. Es
importante recordar que este consenso fue construido no por quienes vivieron los ataques terroristas sino
por los que los observaron y tenan unas razones polticas para interpretarlos como lo hicieron.
Mary Marshall Clark, 569.
101
Zygmunt Bauman, La sociedad sitiada, 140.
72
73
74
mediante
conmemoraciones
celebraciones
pblicas
de
lo
103
En el caso del 11-S, una buena parte de esta memoria colectiva es un copy and paste del
relato contado a travs de los mass media. Para algunos, esto puede generar dudas sobre
la validez de los relatos orales y escritos inmediatos al 11-S, sin embargo creo que es lo
que los vuelve interesantes, ya que nos da la oportunidad de intentar distinguir como
si fuera un contador Geiger lo que se bebi de los medios y fue digerido y lo que fue
desechado o desodo.
Una edicin especial de la revista Time tiene en su portada la leyenda "One nation
indivisible" coronando la famosa foto de George W. Bush dirigindose a los rescatistas
y bomberos desde un montn de escombros en la Zona Cero como si fuera una
versin de La Libert guidant le peuple
104
No hace falta ser un experto en anlisis crtico del discurso para darse cuenta que en
esta insignificante frase de tres lneas, en una de las revistas ms importantes y de ms
102
75
circulacin del mundo, estn insertos los tres frentes que abrieron los medios de
comunicacin y el gobierno americano despus del 11 de septiembre: banalizacin del
nacionalismo, inoculacin del miedo en la sociedad y a legitimacin de la guerra. Es
sorprendente y deprimente al mismo tiempo estar revisando los relatos de un archivo y
encontrar testimonios de varias personas que incorporan o estn de acuerdo con el
discurso poltico-meditico contenido en esta frase. Estos testimonios permitieron
construir, aunque sin cimientos slidos, la percepcin general de que ante la tragedia
todos los estadounidenses sin importar color de piel, filiacin poltica, gnero, lugar
de residencia o nivel educativo estaban unidos, tenan miedo y buscaban venganza.
Durante ese da las radios y las televisiones parecan tener un magnetismo que atraa a
la gente. Alrededor de dichos aparatos, ya sea en los bares, en las oficinas o las
universidades la gente se aglomer a comentar la tragedia. A diferencia de un partido de
Copa del Mundo o de un Sper Tazn, donde seguramente habra discusiones airadas
sobre jugadores y rivalidades, en esta ocasin todo fue sorpresa, incertidumbre y
preocupacin. La noticia de la tragedia gener la necesidad del contacto social, por
ejemplo Susan Andrews coment lo siguiente:
I remember crying and hoping that those poor people could get out of there. My
husband was getting ready for work, and I told him what was going on. He came to
the living room to watch with me, and just as he joined me, the second tower was
hit. I was crying and praying for those people in those buildings. My husband
stayed home from work that day so we could be together. I remember that my mom
and I stayed on the phone together for at least 3-4 hours as we witnessed this
105
horrible act. We talked about our lives, and all the people that we love.
105
Recuerdo que estaba llorando y esperando para que esa pobre gente pudiera salir de ah. Mi esposo se
estaba preparando para el trabajo y le cont lo que estaba sucediendo. Vino a la sala a verlo conmigo y
mientras se instalaba, la segunda torre fue golpeada. Yo estaba llorando y rezando por la pobre gente que
estaba en esos edificios. Mi esposo se quedo en casa para que pudiramos estar juntos. Recuerdo que mi
madre y yo estuvimos en el telfono entre 3 y 4 horas mientras veamos el horrible acontecimiento.
Hablamos de nuestras vidas y de las personas que ambamos.
Suzanne Andrews, Smithsonian Story #17, The September 11 Digital Archive, 15 June 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/17.
76
106
Slo una pualada al corazn simblico de los Estados Unidos ha sido capaz de unir a
una sociedad individualista de tal manera. No recuerdo las mismas muestras de unin ni
rezos colectivos despus del atentado al edificio Alfred P. Murrah en Oklahoma donde
murieron varios nios pequeos, ni ante el menos mortal pero ms meditico atentado
en el Centennial Olympic Park durante las olimpiadas en Atlanta 1996. Es de destacar
que ante la pregunta What do you think should be remembered about September
11th? la mayora de la gente que poste su testimonio en el site del September 11
Digital Archive haya respondido que lo que se debe recordar es la unin de los
estadounidenses ante los atentados y la tragedia de que se perdieran tantas vidas
inocentes en Nueva York.
Dotando de activismo sus palabras, muchos estadounidenses participaron en las
llamadas candle light vigils que fueron convocadas por diversas asociaciones laicas y
106
Toda la sala estaba llena de hombres y mujeres impresionados y llenos de rabia, haba trabajadores de
la compaa y del sindicato, blancos, negros e hispnicos, jvenes y viejos. La habitacin estaba llena de
Americanos, y la mayora de ellos no podan entender lo que se desarrollaba ante nuestros ojos. Luego se
decayeron, no haba un ojo seco en toda la habitacin. Hablamos y nos abrazamos, lloramos y tiramos
nuestro machismo por la ventana. No exagero ms, pero fue un da muy emocional para nosotros y solo
quera compartir la experiencia de cmo todos nos juntamos. No importa cunto peleemos entre nosotros
mismos, los Americanos siempre estaremos juntos en tiempos de necesidad.
Dave Shrader, Smithsonian Story #180, The September 11 Digital Archive, 19 August 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/180.
77
107
Mi familia y yo participamos en dos vigilias con velas que reuni a nuestro pequeo pueblo. Incluso
sal en la portada del peridico local atando un par de globos a mi buzn.
Shannon Duerk, Smithsonian Story #29, The September 11 Digital Archive, 24 June 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/29.
78
compaas televisivas, tuvieron que archivar su cdigo editorial y usar los pins para
evitar el estigma cada vez ms corrosivo de antipatriotas.
Como era de esperarse, la cuestin pas a nivel interpersonal y a nivel vecinal donde se
empezaron a gestar duelos patriotas basados en el tamao o el nmero de banderas que
ondeaban en cada jardn. Por ejemplo, Holly de Slidell, Lousianna, responde a la
pregunta Did you fly an American flag after the events of September 11th? de la
siguiente manera: I have always flown an american flag, but after that day I did put a
sticker on my car. I guess, I feel more strongly against people that denigrate the
flag.108
Ante la misma pregunta, Kristie McElhaney de Chattanooga, Tennessee escribe:
I think that I had more red, white, and blue on my house and car than paint itself! I
still fly the flag during national holidays, all summer, and especially on Sept. 11th.
I have always had special pride in our flag, and cry whenever I see it flying high
during the national anthem. I remember saying the "pledge of allegiance to the flag
when I was a kid at our local amusement park everytime the roller coaster would
be pulled up the first hill. It was almost like a prayer.
109
108
Siempre he puesto a ondear una bandera Americana pero despus de ese da puse una estampa en mi
auto, Creo que estoy menos de acuerdo con las personas que denigran la bandera.
Holly, Smithsonian Story #6857, The September 11 Digital Archive, 18 October 2004,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/6857.
109
Creo que tengo ms rojo, blanco y azul en mi casa y el coche se pint por s solo! Todava ondeo la
bandera en celebraciones nacionales, en el verano y especialmente el 11 de septiembre. Siempre he
sentido un amor especial hacia nuestra bandera, y lloro cada vez que la veo ondeando alto cuando suena
el himno nacional. Recuerdo haber jurado los honores a la bandera cuando era un nio en el parque de
diversiones de mi pueblo cada vez que me suba a la montaa rusa. Era casi como una plegaria.
Kristie McElhaney, Smithsonian Story #6843, The September 11 Digital Archive, 27 September 2004,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/6843.
79
110
Nos daremos cuenta que la bandera y otros smbolos nacionales no significan lo mismo
para todos los estadounidenses. Despus de dirigir el The September 11, 2001, Oral
History Narrative and Memory Project Mary Marshall Clark afirma que:
The meaning of flying flags differed dramatically in various communities, offering
protection to many who feared being cast as the enemy in the drama of September
11 as it was played out in the collective culture. For others, the flag was a symbol
of mourning, collective grief without any explicit political implications. For most
people we inter- viewed, including those for whom the flag reflected a genuine rise
in patriotism, it held different meanings at different times and in different
contexts.
111
110
Yo no ondee una bandera americana despus de los eventos del 11-S. Irnicamente , quizs se deba a
que estaba tan metido en el movimiento para ondear una bandera en mi pueblo que no pens en hacerlo
yo. Mis sentimientos hacia la bandera no han cambiado desde el 11 de septiembre. Es un smbolo que
tiene una connotacin histrica (50 estrellas y 13 barras) que representa a un pas fundado en principios
que entraban, o parecan entrar, conflicto con otros y que lo siguen haciendo. Los padres fundadores era
aristcratas y tenan un punto de vista capitalista y como nacin no nos hemos desviado de esos
principios. No creo que la bandera deba tratarse como sagrada, sin embargo creo que es un gran smbolo
para una gran nacin, aunque esta nacin no es ni ser (como cualquier nacin) perfecta.
Eckhart Spalding, Smithsonian Story #309, The September 11 Digital Archive, 19 August 2002,
<http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/309>.
111
El significado de ondear banderas difiere dramticamente entre comunidades, ofreciendo proteccin a
varios que teman ser sealados como enemigos en el drama del 11 de septiembre como fue representado
en la cultura popular. Para otros la bandera era un smbolo de duelo, de dolor colectivo sin implicaciones
polticas. Para la mayora de la gente que entrevistamos, incluidos aquellos para los que la bandera
reflejaba una genuina alza en su patriotismo, la bandera significaba cosas distintas en diferentes
contextos.
Mary Marshall Clark, 577.
80
as the anthropomorphic symbol of national unitya kind of living flag [...] The
opinion leadership school holds that a lack of differing opinion disseminated
through the mass media after certain events creates the appearance of unity, which
112
En el caso del 11-S, las dos escuelas sirven para explicar el patriotic outburst
estadounidense. En primer lugar, la Patriotism School depende esencialmente de las
concesiones del sistema presidencialista estadounidense, que le confiere al presidente el
grado de General de las Fuerzas Armadas. Aunque requiera del apoyo del Congreso
para declarar una guerra o recaudar presupuesto para el ejrcito, en tiempos difciles
todos los reflectores son apuntados a su persona y su popularidad y apoyo dependern
de cmo sepa capear el temporal. En eso George W. Bush fue muy inteligente y supo
ganarse al americano promedio apelando a su parte nacionalista ms elemental,
pidindole que ondeara una bandera fuera de casa por treinta das en seal de luto por
las vctimas y de apoyo a sus familiares. Dos discursos fueron suficientes para enterrar
su impopularidad y conseguir un cheque en blanco para las ensoaciones guerreras de
su camarilla neoconservadora. Por ejemplo, Nora Ridolfi de Washington D.C. escribi
lo siguiente: I should write Mr. Bush and let him know that I stand behind any decision
that he makes in retaliation to the attack.113 Otros como Nancy Brembt son ms
viscerales pero igual confiaron en que Bush hara lo debido:
A year later, I am still angry and want President Bush to do everything in his
power to avenge the deaths of the innocent souls we lost that day. I support all
involved in bringing these bastards down and sending them straight back to the
112
Gira alrededor de dos enfoques: por un lado, la escuela del patriotismo que establece que enpocas de
crisis internacionales los estadounidenses se juntan alrdedor de su presidente como uns smbolo
antropomrfico de unidad nacional como una bandera viviente [] Mientras que al escuela de opinin
y liderazgo establece que la ausencia de opiniones divergentes en los medios despus de ciertos eventos
crea la apariencia de unidad y la opinin pblica secunda esa idea.
Stephan Groschwitz, 7.
113
Debo escribirle a Bush y decirle que estoy de acuerdo en cualquier decisin que tome
correspondiente al ataque.
Nora Ridolfi, Smithsonian Story #4534, The September 11 Digital Archive, 12 September 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/4534.
81
devil, whence they came. Never forget, never forget, never forget. God Bless
America!
114
Para demostrar lo que dice la opinion leadership school slo basta con dedicarle
treinta minutos al archivo y contar las personas que se han negado a comprar una
bandera, creen que los medios estn exagerando y que el 11-S huele a gato encerrado.
Hice el experimento y slo pude encontrar dos posts entre ms de 20 en donde algn
estadounidense expusiera que no crea que el patriotismo se midiera por pins o banderas
o que criticara la cobertura televisiva de los atentados.
En vez de revisar material cualitativo, Stephen Groschwitz prefiri usar un cuestionario
cerrado y luego aplicarle un mtodo estadstico para averiguar si el mito del rally
patritico era cierto. Entre sus hallazgos est que:
The overall surge of national pride after 9/11, thus, was not as unified a
phenomenon as much of the media suggested at the time. Rather, the present
analysis shows that groups less similar to the image of the prototypical American
that was celebrated after 9/11 also were more immune to the rallying cry," and
thus exhibited less pride in their nation.
115
Los nicos grupos que segn Groschwitz difieren de la imagen del prototipo americano
y no respondieron al llamado patritico con el mismo mpetu fueron los afroamericanos,
algunos grupos latinoamericanos y todos aquellos que se autodefinen como
independientes en el plano poltico.116 Desgraciadamente el anlisis de Groshwitz slo
abarca las reacciones patriticas y no incluye ninguna variable que permita medir el
114
Un ao despus todava estoy enojada y quiero que el presidente Bush haga todo lo que pueda para
vengar la muerte de todas las almas inocentes que perdimos ese da. Estoy de acuerdo en acabar con esos
bastardos y mandarlos de vuelta al infierno de donde vinieron. Nunca hay que olvidar, nunca hay que
olvidar, nunca hay que olvidar. Qu Dios bendiga a Amrica.
Nancy Brembt, Smithsonian Story #5027, The September 11 Digital Archive, 16 September 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/5027.
115
El alza en el orgullo nacional despus del 11-S no fue un fenmeno unificado como han sugerido los
medios. Ms bien, el presente anlisis demuestra que grupos menos similares a la imagen prototpica del
Americano eran ms inmunes a unirse en el mismo grito, por lo que pareciera que demostraban menos
orgullo por su nacin.
StephanGroschwitz, 39.
116
Ibid., 34.
82
nivel de penetracin que tuvo la nube de miedo que viaj por toda la Unin Americana
desde la Zona Cero. Como uno de los primeros efectos de esta nube, Eliot Weinberger
destaca que:
La reaccin en el interior de Estados Unidos, alejado de los efectos de los hechos
mismos, haya sido la supervivencia individualista: un enorme incremento en la
venta de armas, supermercados despojados de productos enlatados y agua
117
Sin lugar a dudas, esta supervivencia individualista es un resultado directo de los falsos
rumores y las crnicas apocalpticas e irresponsables que emanaron de la cobertura
meditica del acontecimiento. El primer miedo fue el de que pudieran acontecer ms
atentados. Dada la tipologa de los atentados y la enorme cantidad de sospechosos
me parece que si bien este primer miedo es bastante legtimo, se acerc bastante a la
paranoia. El testimonio de Jon Ball es un claro ejemplo:
I must have cried 20 times that day. It was no time to work or lead others or do
anything. The only thing was to think, grieve, listen, and hope. I was afraid for the
SF Bay Area bridges and the BART tunnel. Afraid there was some geographical
plan to target each coast or each time zone or something. In the coming days we'd
save clean water in our fridge in case of massive poisoning, be frightnened and
develop theories about smallpox, listen to the sound of no planes in the air, and I'd
have dreams of my apartment being invaded.
118
Para algunos, como Antoinette Bria, ni siquiera vivir en el pas con el ejrcito ms
poderoso del mundo les dio algo de certidumbre de que no volveran a ser atacados.
117
83
I tell them not to be afraid, that we live in the strongest, best country in the world
and that we will be protected. Sometimes I feel like it's a lie. I fear when we go to
public places. We have cancelled trips to the zoo that we have been going to all of
our lives because of threats in the news. Traveling by air is totally out of the
119
somebody close to them, could become victims the next time around.
A este miedo basado en la incertidumbre pronto se le amalgam otro, que fue resultado
de la sorprendentemente veloz identificacin de Osama Bin Laden y su red terrorista
como los sospechosos principales de los atentados. La efigie de Bin Laden y los Talibn
como perpetradores de estos acontecimientos empez a circular 24/7 en los medios de
comunicacin y le dio a los estadounidenses un estereotipo de terrorista al cual deberan
temer: piel morena, barba crecida, ropaje de medio oriente, turbante, religin
musulmana y nombre rabe.
Si pocos estadounidenses son capaces de diferenciar entre rabe y musulmn, no es de
sorprender que despus del 11-S se hayan incendiado mezquitas o que varios
estudiantes rabes hayan tenido que regresar a sus pases de origen ante el acoso
patritico-xenfobo. Un articulista republicano escribi: Sabemos quienes fueron los
119
Les dije que no tuvieran miedo, que vivamos en el mejor pas del mundo y el ms poderoso y que
estaramos protegidos. A veces pienso que es una mentira, Tengo miedo cuando salgo a lugares pblicos.
He cancelado viajes al zoolgico, donde habamos ido siempre por las alteras en las noticias. Volar en
avin esta fuera de lugar porque mis nios estn traumatizados, no quieren volar.
Antoinette Bria, Smithsonian Story #79, The September 11 Digital Archive, 15 July 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/79.
120
Cuatro de cada diez hombres y mujeres que estaban empleados no fueron a trabajar ese da o
renunciaron a sus trabajos. En los das siguientes nueve de cada diez estadounidenses estaban
preocupados de que otro ataque terrorista pudiera suceder en el pas y la mayora estaba preocupado de
que ellos, o alguien cercano a ellos, pudiera ser la prxima vctima.
Brigitte Nacos, 41-42.
84
maniticos asesinos. Son los que celebran y bailan ahora. Deberamos invadir sus
pases, matar a sus dirigentes y convertirlos al cristianismo121
Los testimonios que algunos rabes y musulmanes han dejado en la base de datos
confirman el clima xenfobo al que se tuvieron que enfrentar cuando se corrobor que
los secuestradores kamikazes haban sido rabes musulmanes. El titubeo de Miriam
Eqab, arabe-americana de religin musulmana, sobre si salir o no de su casa con su
pauelo puesto es uno de tantos ejemplos: Yes and no, it did in that immediately after
the attacks I was afraid as a Muslim woman wearing a scarf to leave my house. The
fear wore off and I decided that it wasn't my ignorance or my fault.122 Otro ejemplo
fue el de Hajjar Ahmed, hijo de un militar americano de religin musulmana, al que
advirtieron no salir el da de los atentados por su propia seguridad, nos cuenta: I was
supposed to go to class on the morning of Sept. 11, but then my teacher called and told
me to stay home. She told me of frightening stories about Muslims working in
Washington D.C. being harassed.123
A pesar de todas las muestras antimusulmanes, antirabes y antiloqueselesparezca,
debo decir que muchos estadounidense no pasaron del miedo a la paranoia sino que
entendieron que sus vecinos musulmanes o de descendencia rabe eran ciudadanos
estadounidenses igual que ellos y que no se deba generalizar. El caso del librero Karen
Nesius Roeger es muy ilustrativo, pues cuenta que despus de los atentados puso en su
aparador varios libros sobre cmo lidiar con el trauma, sobre terrorismo y sobre Islam.
Relata que los que ms se vendieron fueron los relativos al Islam y que mucha gente le
dijo algo como esto: Thank you for letting me hear from Muslims in their own words. I
needed to know they don't all believe in acts of violence.124
121
85
Para Neal Leach lo que cambi en la sociedad americana despus del 11-S fue el
sentido de la alteridad.
What we find, then, in the context of the United States, and, specifically, New York,
after September 11, is that the sense of alterity, which is a necessary precondition
of any definition of the self -the distinction of the self from one's surroundings
shifted from being an "internal" alterity of a society fragmented on race and other
lines to becoming an "external" alterity. The sense of opposition that defined
identity in the United States shifted from being an internal opposition to an
external one. Thus New York seems to have lost its "meanness," as the external
threat transcended all internalized factions to bring a nation together. As a result
previously unheard of incidents began to be reported, such as the case of African
American children helping an old Jewish man to cross the road. A nation came
together not under God for in truth the United States embraces a range of
religions but under an external threat.
125
Ante la amenaza fantasma del terror porque el terrorismo no tiene patria ni sede
Bush prometi vengarse. Como un cowboy de pelcula del oeste, vendi la idea de
bombardear un pas destrozado por 20 aos de guerra donde sus gobernantes
maltrataban a las mujeres y protegan a los terroristas. Muchos estadounidenses le
compraron la idea como si fuera el mejor blsamo para curar las heridas de la tragedia.
La entonces adolescente Amanda Britton escribi lo siguiente:
Many people lost their lives due to the acts of Osama Bin Laden. I was thinking
how terrible it was that because of the hatred of one man that millions of lives had
Karen N. Roeger, Smithsonian Story #1450, The September 11 Digital Archive, 6 September
2002,http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/1450.
125
Lo que encontramos es que en el contexto de los EEUU y en especfico el de NY, despus del 11 de
septiembre, es que en el sentido de alteridad, el cual es una condicin necesaria del ser, cambio para de
ser una alteridad interna de una sociedad fragmentada en raza y otras lneas de diferencia, a ser una
alteridad externa. El sentido de oposicin que defina la identidad en los EEUU cambi de ser una
oposicin interna a una externa. Por eso NY pareci perder su sentido mientras la amenaza externa
trascenda todas las facciones internalizadas para unir a la nacin. Como resultado de incidentes que no se
haban dado a conocer, pronto se supo de casos como el de nios afroamericanos ayudando a un anciano
judo a cruzar la calle. La nacin se uni pero no bajo Dios en los EEUU conviven muchas
religiones sino ante la amenaza externa.
Neal Leach, 90-91.
86
to suffer. I was talking to people around me and they had bitter in them towards
him to and this was the first that they had ever heard about him. There was no
reason for him to do the things he did. It is just true hate in his heart. Even if he
does hate America there was no reason for him to kill innocent citizens. He
couldve done something to our government and not innocent people. The things
that he did has made America hate him, and we are going to seek revenge on
him.
126
127
Hasta el momento todos los testimonios citados pertenecen a personas que viven fuera
de Nueva York. De manera tramposa he evitado los testimonios neoyorquinos, porque
si bien confirman parte de lo que he dicho tambin muestran otra cara de la respuesta
social ante los atentados y su retransmisin.
Si hay una ciudad que puede considerarse el smil hipermoderno de la Babel Bblica
aunque las autoridades migratorias quieran jugar a Yahv y regresar a los extranjeros
indocumentados de regreso a su pas de origen sta debe ser Nueva York. La mitad
de sus habitantes naci en otro lugar del mundo, y casi todos los dems son sus
descendientes. En tan slo una manzana del centro de Manhattan pueden convivir
126
Muchas personas perdieron la vida en los actos de Osama Bin Laden. Pensaba en lo terrible que es que
por el odio de un solo hombre millones de personas tengan que sufrir. Estaba hablando con personas a mi
alrededor y guardaban odio contra l, a pesar de que algunas a penas lo conocan o acababan de saber de
l. No haba razn para que hiciera las cosas que hizo. Es solo odio en su corazn. Aunque odie Amrica
no haba razn para que matara ciudadanos inocentes. Poda haber hecho algo contra el gobierno, pero no
contra la gente inocente. Las cosas que hizo han hecho que Amrica lo odie y busque venganza.
Amanda Britton, Smithsonian Story #5190, The September 11 Digital Archive, 30 September 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/5190.
127
Una parte de mi quera venganza y volar Afganistn del mapa. Pero mi lado humano estab
preocupado por las pobres personas en este desafortunado pas. Qu les pasara? No pude llegar a una
solucin alternativa.
Elizabeth Copeman, Smithsonian Story #198, The September 11 Digital Archive, 30 September 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/198.
87
128
Para muchos entrevistados, este proyecto les dio la oportunidad de realizar una especie
de terapia de la memoria herida. En palabras de la superviviente Lisa Lefler, I have
found one thing to help me get through day by day. I have been telling my story to
anyone who wants to hear it.129 Segn Marshall Clark, con frecuencia los entrevistados
128
88
130
Ambar Kay Erickson, We Will Never Forget: The Therapeutic Rhetoric of September 11, 2001,
Universidad de Cincinnatti, 2004, 6.
130
La polica revisa a todos, no hay otra forma. Yo creo que las personas que viven en Israel o Palestina
pasan por esta mierda todos los dasbombas, violencia, polica y ciudadanos portando armas
automticas, controles de salida, revisiones, etc. Debe ser una locura vivir as. Quin sabe y esto pueda
ser una bola de nieve, pero Los neoyorquinos lo estn llevando bien, lo cual es una excelente noticia,
estn relajados, a lo mejor un poco entumidos pero muy calmados. Los seres humanos somos creaturas
que nos podemos adaptar; los que viven en lugares destruidos por la Guerra simplemente se adaptan y se
acostumbran muy rpido. Tienen que aprender a sobrevivir. Se vuelve en un hecho ms de la vida. Ahora
me doy cuanta lo fcil que es adoptar ciertos conceptos o actitudes si no tienes otra alternativa.
Christopher Peifer, Smithsonian Story #16, The September 11 Digital Archive, 14 June 2002,
http://911digitalarchive.org/smithsonian/details/16. (Las faltas de ortografa y las maysculas son del
original.)
89
El escritor Don DeLillo nos hace una descripcin de Union Square que avala la tesis de
Marshall Clark:
En Union Square Park, a poco ms de tres kilmetros al norte del escenario del
ataque, se han imporvisado monumentos conmemorativos que tambin forman
parte de nuestra respuesta. Las banderas, los macizos de flores, las velas votivas, la
farola recubierta de avioncitos de papel, los pasajes del Corn y de la Biblia, las
cartas y los poemas, el John Wayne de cartn, los dibujos infantiles de las torres
gemelas, las pancartas pintadas a mano que ofrecen abrazos gratis, masajes gratis,
los graffiti de amor y paz que adornan la prominente estatua ecuestre.
132
Carlos Lpez Beltrn, escritor y turista mexicano que pasaba unas vacaciones con su
pareja, se sorprendi tambin ante la aparicin de los sesenteros y hippies que llenaron
las plazas con flores, canciones, velas y mensajes pacficos.
La noche del drama, el filsofo banquetero de Manhattan, De la Vega (autor de una
coleccin abierta y eclctica de aforismos, que recicla de aqu y de all, que escribe
en la va pblica y vende sobre tarjetas y playeras) se puso a escribir por las
131
Dentro de estas narrativas estn el consuelo y la fe, en el caso de nuestros entrevistados afirmaban
estar en una bsqueda de significado que empezaban con sus historias de supervivencia de los eventos de
septiembre, pero que continuaban para definir una respuesta social despus de semanas o meses de los
eventos. Estas historias incluan expresiones y deseos de un mundo pacfico, un deseo de una actitud
humanitaria y tolerante en casa y una bsqueda de realizacin personal que inclua cambios en sus
relaciones sociales y forma de vivir. Como he mencionado con anterioridad, en algunas de estas
narrativas estos deseos sobrepasan por mucho a as ansias de venganza que aparecieron como si fueran el
consenso nacional.
Mary Marshall Clark, 577.
132
Don DeLillo, En las ruinas del futuro, Barcelona: Circe, 2002, 21.
90
banquetas con un gis verde claro y una caligrafa pareja y ntida la frase "an eye for
an eye leaves the whole world blind".
133
Esta manera tan peculiar de vivir el duelo por parte de muchos neoyorquinos tiene que
ser producto de la tremenda diversidad cultural, generacional y tnica a la que estn
acostumbrados a enfrentar cada da. Para Marshall Clark esta diversidad cotidiana les
permiti tambin disponer de un:
Link between understanding September 11 as a national event and as a global
event, reminding New Yorkers of the identity of the city as an international center.
A public interest in the political dimensions of the aftermath and the international
nature of the events was reflected in the high rates of attendance at museums and
community centers where the plight of Muslim immigrants was profiled.
134
Es de destacar que las muestras antimusulmanas hayan sido bastante menores que en
otras ciudades, a pesar de que algunos testigos afirman haber visto algunos jvenes
festejando en los barrios tpicos musulmanes de Nueva York. Don DeLillo cree que:
A pesar del resto de los estadounidenses, los neoyorquinos no han mitigado su
pesar colectivo con nacionalismo y bravuconera. No estn comprando pistolas. En
la ciudad juda ms grande del mundo, no se est agrediendo a los rabes que se
despachan en las pequeas tiendas de comestibles de casi todos los barrios.
135
Por desgracia no todo fue miel sobre hojuelas en Nueva York, pues despus de que
salieron los sesenteros con sus flores y cnticos de paz los ochenteros que pedan
sangre y se vestan con retoques militares136 los acompaaron con sus banderas, su
nacionalismo guerrero y su ignorancia. Los principales receptores de esta pequea
133
91
Eliot Weinberger confirma el primer caso despus de platicar con personas que cumplen
con el estereotipo del terrorista
Nos han vuelto locos porque la detencin secreta y la deportacin sin juicio de
millares de hombres (se desconoce la cantidad exacta) por el delito de ser de Medio
Oriente, tener la piel oscura o hablar un idioma extranjero en un lugar pblico
conjunto que incluye a los judos de Israel y los sijs de la India son aterradoras
no slo para los musulmanes estadounidenses, sino tambin para millones de
137
El miedo al olvido que ha ocasionado el 11 de septiembre emerge de dos fuentes distintas. La primera
es el trauma producido por la catstrofe en si, especialmente en aquellos que han emigrado a los EEUU
para huir del terrorismo o la guerra. La segunda ansiedad, que en ocasiones supera a la anterior es el
miedo a una venganza dentro de los EEUU por parte del mismo gobierno, grupos de odio o el resto de los
ciudadanos. Esto constituy una doble catstrofe para los inmigrantes y los refugiados que llev al
retraimiento y al aislamiento en el perodo posterior al 11 de septiembre y, en un gran nmero de casos a
ataques y amenazas contra aquellos que entrevistamos o amigos cercanos.
Mary Marshall Clark, 572.
92
138
La conversacin de un taxista con el escritor Tariq Ali nos muestra otro efecto
entre los residentes de otros pases adems del miedo
Where were you on September 11?
(looking at me closely in the rear mirror) Why do you ask?
I just wondered
Where are you from?
London
No, I mean where are you really from?
Pakistan
I'm Taliban. Look at me. No, no I'm from Central America. Can't you tell?
I just wondered whether you were anywhere near the Twin Towers that day
No, I wasn't but I wouldn't have cared if I was
What do you mean?
It wouldn't have mattered if I got killed. The important thing is that they were hit. I
was happy. You know why?
No
You know how many people they killed in Central America. You know?
Tell me
Hundreds of thousands. Yes, really. They're still killing us I'm really happy they
were hit. We got our revenge. I feel sorry for the ones who died. That's no more
than they feel for us.
Why do you live here?
My son is at school here. I'm working here. I'm working to pay for his education.
We had to come here because they left nothing back home. Nothing. No schools.
139
93
Dudo que dicho taxista hubiera sido tan sincero de haber sido cuestionado por un
blanco, sin embargo su testimonio refleja parte de la frustracin por parte de los
inmigrantes que han sufrido los horrores de la guerra o el terrorismo y no encuentran
eco a sus padecimientos en los EEUU. Este es tambin el caso de un hombre afgano que
se mostraba enojado con los estadounidenses y sus medios por ignorar la devastacin
ocasionada por el Talibn inicialmente apoyado por el gobierno americano en su
pas. En referencia al 11-S dicho hombre opina: This is not a war. This is something
small. Once you are bombed on a regular basis and you are targeted as a people you
know what war is. This was just a single act of terrorism.140
Si es complicado unir una pequea comunidad para tomar una decisin sobre la
construccin de una carretera o de un centro de salud, unir al mundo en torno a un
tema en especial resulta empricamente imposible. Para Ulrich Beck una respuesta
experimental de esta repercusin podra ser un ataque de Marte. El terrorismo es un
ataque de Marte interior. Por un momento histrico, bandos y naciones desavenidos se
han unido contra el enemigo comn del terrorismo global.141
Pero una cosa son los gobiernos y otra muy diferente son las sociedades. En cuanto a la
reaccin social internacional ante el 11-S, se puede decir de todo menos que fue una
reaccin monocorde. Dependiendo del paralelo, las reacciones se repartieron
uniformemente entre dos puntos:
me hubiera importado que me mataran. Lo nico que me alegra es que les pegaron. Estaba contento,
sabe por qu?/ No/ Sabe cunta gente mataron en Centroamrica?/ Dime/ Cientos de miles, de verdad.
Todava nos estn matando, estoy realmente contento de que les hayan pegado. Tuvimos nuestra
revancha. Me duelen los que murieron, pero no es ms de lo que ellos sienten por nosotros/ Por qu
vives aqu?/ Mi hijo va a la escuela ac y yo trabajo ac tambin. Estoy trabajando para pagar su
educacin. Venimos para os EEUUpor que no quedaba nada en casa. Nada. No haba escuelas ni
universidades. Sabe, mejor estar aqu que en mi propio pas.
Tariq Ali, The Clash of Fundamentalisms, Nueva York: Verso, 2002, 292.
140
Esto no es guerra. Esto es algo insignificante. Una vez que te bombardean regularmente y eres
escogido dentro de la poblacin para matar, realmente sabes lo que es la guerra. Esto solo fue un acto de
terrorismo.
Mary Marshall Clark, 572.
141
Ulrich Beck, 24.
94
Entre ambos puntos del espectro hay miradas de reacciones que van desde el miedo por
la inminente respuesta militar americana hasta la empata con los neoyorquinos de
personas que viven en lugares asolados por actos terroristas.
Quizs la impresin sea el nico comn denominador entre todos los testimonios
internacionales que he ledo. Sara, desde el Distrito Federal, recuerda:
Ya record un poco: me qued paralizada mirando la transmisin. En ese tiempo ya
me haba ido de casa y viva sola. Recuerdo que llam a mi familia, no s porqu,
no era para cerciorarme de que estuvieran bien, porque ellos vivan en la misma
ciudad. Slo sent deseos de acercarme hacia mi familia.
142
95
me ha hecho ver que eres el amor de mi vida y si el mundo se acaba quiero que estemos
juntos.
Si bien gran parte de las reacciones de este tipo fueron ocasionadas por las
impresionantes imgenes y los hipertrficos comentarios de las transmisiones
televisivas, hubo quien vio ms all del polvo y el humo de la Zona Cero y ya sea por
experiencia propia o por clarividencia temi por la inminente reaccin militar de los
EEUU. Otros, especialmente rabes y musulmanes, centraron sus miedos en la cacera
de brujas que estaba a punto de desatarse contra ellos. Para Bikhu Parekh, a pesar de
que millones de musulmanes condenaron enrgicamente los atentados por estar en
contra de los principios del Islam, esto no les impidi darse cuenta de que su religin
haba sido manchada y que eso les acarreara problemas no slo a los musulmanes que
vivan en Oriente Medio, sino tambin a los que vivan en Europa o los EEUU.144 Este
es el caso que nos relata Ian Buruma sobre la juventud marroqu en los pases bajos:
Antes del 11-S, los marroques que haban recibido una buena formacin vean con
confianza su futuro dentro de la sociedad holandesa. Se sentan miembros de esta
sociedad. Eran los que no tenan una formacin quienes se sentan aislados o
indiferentes. Segn Nora, estos ltimos siguen siendo indiferentes. Pero los que
poseen una educacin han cambiado. Ahora les asusta ser identificados como
musulmanes o marroques.
145
Solo hace falta pasar por los controles de seguridad de los aeropuertos estadounidenses
y europeos para darse cuenta que dicho miedo es bien fundado y totalmente vlido. Por
esta razn, varios extranjeros sobretodo aquellos que han sufrido por la codicia
imperial estadounidense en sus pases y que sufrirn debido al estpido estereotipo del
terrorista experimentaron una mezcla de sentimientos encontrados al enterarse del 11S. Para el antroplogo francs Marc Aug este entrecruzamiento de sentimientos puede
distinguirse en ese leve amago de sonrisa de satisfaccin que esbozan algunas
personas al cuestionarles sobre el 11-S.
144
Bhikhu Parekh, "Terrorism or Intercultural Dialogue", Worlds in Collision. Terror and the Future of
Global Order, ed. Ken Booth y Tim Dunne, New York: Palgrave Macmillan, 2002, 279.
145
Ian Buruma, Asesinato en Amsterdam, Barcelona: Random House Mondadori, 2007, 121.
96
La sonrisa de satisfaccin que se dibuj en sus caras nada tena que ver con el
Corn. Naca de la conciencia de que se haba atestado un buen golpe a la potencia
y sistema dominantes, un golpe que, por primera vez, haba estado a la altura de esa
146
dominacin.
Este amago de sonrisa que advirti Aug en su viaje por Oriente Medio tambin lo he
visto yo al platicar con gente sobre el 11-S. Maira comparti conmigo esta sensacin:
Era orgullosamente autoproclamada ANTIYANQUI y
de veras porque ni
siquiera tomaba COCA COLA, y me negaba a sacar una visa gringa o visitar los
Estates, todo eso es cierto, pero convencida estoy que no era la nica que
encontraba cierta lgica: un golpe de regreso por miles de golpes de ida. Adentro
haba personas de carne y hueso. Una bola de cabrones que no tenan vela en el
entierro; la esposa de alguien, el hermano de alguien, el novio de alguien, el padre
de alguien. Pregunta: Y todas las vctimas y todos esos alguienes: Tenan que
pagar la factura que la historia le reclamaba al imperio? Claro; el pedo son otros
alguienes de otras cien guerras libradas durante dos siglos.
147
Me parece que dicha sonrisa se deriva de una percepcin de justicia histrica derivada
del ya trillado ojo por ojo, diente por diente, o el una de cal por las que van de
arena. Es indudable que en el siglo XX, el gobierno de los EEUU ha emprendido
invasiones, guerras y ha apoyado tantos regmenes brutales que difcilmente pueden
pasarse por alto a la hora de expresar una opinin acerca del 11-S. Rodolfo, un
mexicano que ahora reside en California, respondi a la pregunta sobre su primera
reaccin al enterarse sobre el 11-S
Asombro, despus lo lamente mucho por la gente que haba muerto, y despus
pens que los americanos se lo haban buscado (Estados Unidos es uno de los
148
pases mas blicos en el mundo, entonces no sorprende que los hayan atacado).
146
97
Pensar en las vctimas fue lo que le impidi a muchos celebrar el golpe al Imperio. Al
contar la manera como se enter de los atentados, Alfredo nos cuenta lo siguiente:
A huevo gritaba mi hermano A huevo, se los est llevando la chingada.
Lo primero que vino a m, fue pnico, no sabra porqu, pero recuerdo muy bien el
sentimiento encontrado entre la emocin excitada de mi hermano militante
radical de izquierda y la pena que me embargaba al saber que dentro de ese
enorme rascacielos era probable que hubiera gente. No mames, en ese avin haba
gente, y en ese edificio tambin, cmo te puede dar gusto. La respuesta. Esas
vidas no valen las miles que ese pinche pas ha ido a robarse a otros pases.
149
Lo que no pens el hermano de Alfredo fue que a esa hora muy pocos titanes del
capitalismo estaban en las Torres y que realmente muchas de las vctimas eran
ayudantes de cocina, secretarias, mensajeros y gente que poco haba tenido que ver con
las N+1 intervenciones militares americanas del siglo XX. A pesar de eso, en muchas
partes del mundo islmico y no islmico las muestras de antiamericanismo fueron
manifiestas, aunque no tomadas en cuenta por los medios de comunicacin
In the Nicaraguan capital, Managua, people hugged each other in silence. In Porto
Alegre, in the deep south of Brazil, a large concert hall packed with young people
erupted in anger when a visiting black jazz musician from New York insisted in
beginning his performance with a rendering of "God Bless America". The kids
replied with chants of "Osama, Osama" The concert was cancelled. There were
celebrations on the streets of Bolivia, Form Argentina, "the mothers" who had been
demonstrating for years to discover how and when the military had disappear their
children refused to join the officially orchestrated mourning. In Greece, the
government suppressed the publication of opinion polls that showed a large
majority actually in favor of the hits, and football crowds refused to observe the
two-minute silence.
149
150
98
Para Tariq Ali, la gente de tantos pases se siente tan desposeda y empobrecida que
cuando se golpea a los estadounidenses lo ms natural es que celebren sin pensar en las
consecuencias de dicha celebracin o en cmo afectar el acontecimiento a sus asoladas
vidas: Their response, like the event itself, is purely symbolic.151
Tambin en el mbito simblico, est el caso de personas que pugnan porque el 11-S no
opaque la barbarie y el horror de otros acontecimientos. Guillem, profesor de
bachillerato en Barcelona, fue franco conmigo y me dijo que, adems del horror del
terror y todas las vidas perdidas, lo que ms le haba molestado del 11-S fue la fecha
que alguien escogi para los atentados, pues coincide con la conmemoracin del asedio
de las tropas borbnicas sobre Barcelona y la capitulacin de la ciudad, fiesta conocida
como la Diada. As mismo, el acadmico y escritor chileno Ariel Dorfman sali en un
video que se propag bastante por Internet sobre el otro 9-11 recordando que:
During the past 28 years, 11 September has been a date of mourning, for me and
millions of others, ever since that Tuesday in 1973 when Chile lost its democracy
in a military coup, that day when death irrevocably entered our lives and changed
us forever. And now, almost three decades later, the malignant gods of random
history have wanted to impose upon the same country that we blamed for the coup
152
that dreadful date, again a Tuesday, again an 11 September filled with death.
La contraposicin de ambos 11-S fue retomada por el cineasta britnico Ken Loach en
un cortometraje que termina con Pablo un chileno exiliado en Londres
escribindole una carta a los neoyorquinos: Pronto ser el vigsimo noveno aniversario
negaron a participar en la ceremonia oficial. En Grecia el gobierno prohibi la publicacin de encuestas
de opinin que mostraban que una gran mayora de los ciudadanos estaban a favor de los ataques, y
fanticos del ftbol se negaron a respetar los dos minutos de silencio que les pidieron.
Tariq Ali, 2.
151
Su respuesta, al igual que el evento, fue meramente simblica.
Ibid., 304.
152
Durante los tlimos 28 aos los 11 de septiembres han sido fechas de luto para mi y para millones
desde aqul martes de 1973 cuando Chile perdi su democracia en un golpe de estado, ese da la muerte
entr en nuestras vidas irremediablemente y cambi nuestras vidas para siempre. Ahora, casi tres dcadas
despus los dioses malignos de la historia han qurido imponer en el pas que consideramos culpable del
golpe del oprobio de la misma fecha, otra vez un martes, otra vez un 11 de septiembre lleno de muerte.
Citado en Patricia Keeton, "Reevaluating the "Old" Cold War: A Dialectical Reading of Two 9/11
Narratives," Cinema Journal 43, no. 4 2004: 115.
99
1.4. Conclusiones
Detrs del acrnimo 11-S o 9-11 (en el mundo anglosajn) se esconden infinitas
cadenas de acontecimientos. Ante la imposibilidad de repetirlos o simularlos, la
nica forma de dotarlos de significado es contextualizando y analizando el 11-S
en categoras. El 11-S puede ser calificado y descrito de muchas maneras pero
he escogido las siguientes categoras para explicarlo: extrao, imprevisto,
icnico, simblico, global, increble y traumtico.
153
100
supuestos
Aunque se nos quiera hacer pensar lo contrario, la respuesta social ante el 11-S y
su interpretacin meditica no fueron homogneas ni siquiera en los EEUU,
donde convivieron muestras de solidaridad (sobre todo en ciudades
cosmopolitas) con acciones de odio contra la comunidad musulmana. En el
plano internacional las respuestas tambin fueron muy dismiles y oscilaron
entre la empata con los estadounidenses (Europa) a la alegra moderada sobre
los atentados (pases que han sufrido intervenciones militares estadounidenses).
101
154
Julio Leal Medina, La historia de las medidas de seguridad, Navarra: Aranzadi, 2006.
Ver Titulo I de la Constitucin Espaola del 27 de diciembre de 1978. Consultada en
http://www.senado.es/constitu/articuls/arts.html
156
La Unin debe ofrecer a sus ciudadanos un rea de libertad, seguridad y justicia sin fronteras
internas, donde la libertad de movilidad de las personas se garantizada en conjuncin con medidas
apropiadas de respeto a los controles de fronteras, de asilo, de inmigracin y de acuerdo a la prevencin y
combate del crimen.
Consultada en: http://www.unizar.es/euroconstitucion/Treaties/Treaty_Lisbon
%20Treaty.htm
155
102
muerte, por lo que desde que el hombre empez a vivir en sociedad se prefieren normas
que contribuyan a salvaguardar el mantenimiento de la vida y de la especie humana.
Muerte puta, muerte cruel, muerte al pedo, muerte implacable, muerte inexorable,
misteriosa muerte, muerte sbita, muerte accidental, muerte en cumplimiento del deber
increpa el poeta Oliverio Fernndez a la Muerte en una escena de la pelcula El Lado
Oscuro del Corazn, y con razn, ya que en Occidente la muerte es el peor mal que nos
puede acaecer. El miedo a la muerde es lo que compartimos con los animales, pero a
diferencia de ellos nosotros sabemos que la muerte es la encarnacin de lo desconocido.
Conforme ha ido evolucionando, el hombre ha sido capaz de hacer posible vivir con la
inexorabilidad de la muerte.
Despus del 11-S, la muerte al menos para las clases medias y acomodadas de
Occidente pareci ms cercana que nunca, como si dentro de la nube griscea que se
origin en la Zona Cero hubiera estado escondido el quinto jinete del Apocalipsis. Para
combatir dicho jinete, desde EEUU se intent revolucionar la idea de seguridad. A qu
nos referimos con una nueva idea de seguridad? Si un hombre trae una pistola en el
auto, una navaja en la bolsa o es peleador de artes marciales mixtas probablemente se
sentir seguro a cualquier lugar que vaya, incluso si est en Ciudad Jurez o Bagdad.
Pero realmente est seguro? La respuesta es negativa: quizs el arma o sus
conocimientos de pelea le den esa sensacin, pero solamente posee un medio para
defenderse en caso de ser atacado, y si el ataque se realiza por sorpresa ni un AK-47 lo
proteger. Este pequeo ejemplo extrapolado a un Estado nos muestra la diferencia
entre seguridad nacional y defensa nacional, dos trminos que se han sobrepuesto a lo
largo de la historia del hombre.
A pesar de que un concepto ms macro de seguridad se consolid con el nacimiento del
Estado-nacin durante la Paz de Westfalia, la nocin de seguridad nacional nace en
1947 con la creacin de la National Security Act que firm el Presidente Harry S.
Truman, por lo que empez a hacerse comn en el argot diplomtico y militar hasta el
inicio de la Guerra Fra. En dicha Acta se fusionaron los Departamentos de Guerra y de
Marina en uno solo Departamento de Defensa, y tambin se cre la Agencia Central de
103
Inteligencia (CIA) y la Fuerza Area. Para los editores del libro National Security
Affairs: Theoretical Perspectives and Contemporary Issues, tambin es importante
destacar que el concepto nace en una poca de amenaza nuclear por lo que no debe de
resultar extrao que a partir de entonces cada vez que se hable de seguridad nacional
se piense en trminos de enemigos externos y soluciones militares.
Esta concepcin monoltica de seguridad nacional que gira en torno a la guerra y al
podero militar especialmente el nuclear fue la ms empleada durante la Guerra
Fra cuando el nico enemigo visible era la Unin Sovitica y sus tentculos de
influencia comunista. No fue hasta la dcada de 1970 y 1980 que se empezaron a notar
algunas lagunas en esta concepcin de seguridad, cuando las nuevas preocupaciones
econmicas y medioambientales trastocaron la nocin de seguridad nacional. El auge
del crimen internacional y el narcotrfico a principios de 1990 le dio la estocada al
concepto como cualquier medio para prevenir una guerra nuclear.157 Bien lo dice
Brian Atwood, de la US Agency for International Development, en 1995:
Objective analysis - hard-headed thinking - should lead us to conclude that
national security today entails more than a defense against missile attack. It
involves more than ideological competition. National security policy today must
begin with a simple truth: if people elsewhere are destabilizing their regions,
flowing across borders as refugees, creating human and environmental
catastrophes, than American interests are at risk or will soon be at risk.158
157
Un anlisis objetivo debe llevarnos a concluir que dentro de la seguridad nacional hay ms que la
defensa contra un ataque de misiles. Involucra mucho ms que la lucha ideolgica. Las polticas de
seguridad nacional hoy en da tienen que empezar con una sencilla verdad: si las personas estn en algn
otro lugar desestabilizando sus regiones, huyendo como refugiados, creando catstrofes humanitarias y
ambientales, entonces los intereses estadounidenses estn en riesgo.
Barry Buzan, Ole Waever, y Jaap de Wilde, Security: A New Framework for Analysis, Londres: Lynne
Rienner Publishers, 1998, 2.
158
Brian Atwood, "Towards a New Definition of National Security: The New Strategic Threats," Current
History, 62, no. 5 1995.
104
De entre estos nuevos riesgos planetarios que suplantaron a la amenaza nuclear quisiera
destacar la escasez de recursos naturales. No hace falta ser un amante de los juegos de
computadora Age of Empires o Sid Meiers Civilzation para darse cuenta de que la
mayora de los conflictos del siglo XX han tenido su origen en la escasez de recursos y
no en luchas de civilizaciones, identidades, religiones o ideologas. Podemos encontrar
sangre desde las minas de diamantes de Angola, Liberia y Sierra Leona, las maderas
preciosas de Borneo y Camboya, el gas y el coltan de Bolivia, el cobre en Chile, el
cannabis y la coca en Colombia y Mxico y hasta en el oro del Congo.
Pero de entre todos estos recursos, hay uno que tira de los cables del mundo y que
merece ser considerado a la hora de hablar de riesgos planetarios, y ste es el petrleo.
Hacia finales de la segunda guerra mundial, en cambio, se puso de manifiesto que
nuestras reservas [EEUU] empezaran a agotarse algn da, y que bamos a
necesitar grandes cantidades de petrleo importado para suplir la disminucin del
aprovisionamiento propio. Y en ese momento el crudo se convierte en una cuestin
de poltica exterior, y las autoridades asumen el papel de garantizar el suministro
de la energa importada.160
Esto lo saba tambin el gobierno britnico y por eso intent por todos los medios
mantener su presencia colonial en Oriente Medio. Pero no contaba con las profusas
aliyahs de judos supervivientes de la Shoa desde Europa y de la presin internacional
159
160
105
La que sera conocida como la Doctrina Carter no vino sola, ya que en breve sera
acompaada por la creacin de una divisin militar nueva, la Rapid Deployment Joint
Task Force (RDJTF). Segn un documento de la Rand Corporation162 think tank de
confianza del Departamento de Defensa y del Pentgono dicha divisin se cre para
mejorar las capacidades del Ejrcito Estadounidense en eventualidades que puedan
surgir en la zona de Oriente Medio. Despus del triunfo de la Revolucin Islmica en
Irn y ante la amenaza de una invasin rusa en Afganistn, es comprensible que Jimmy
Carter saliera en la televisin el 1 de octubre de 1979 anunciando la formacin de las
RDJTF como una divisin de respuesta rpida para operaciones fuera del mbito de la
OTAN. Para la Rand Corporation, la creacin de esta nueva divisin obedece
absolutamente a necesidades de seguridad nacional, dentro de las cuales est la
proteccin de los campos petrolferos del Golfo Prsico.
161
Nuestra posicin es absolutamente clara: Cualquier intento de una fuerza extranjera en hacerse del
control del Golfo Prsico ser tomado como un ataque a los intereses vitales de los EEUU, y dicho asalto
ser repelido por cualquier medio necesario, incluso la fuerza militar.
En http://www.jimmycarterlibrary.org/documents/speeches/su80jec.phtml
162
Ver http://www.rand.org/pubs/papers/P6751/P6751.pdf
106
Fue Ronald Reagan quien en 1983 transform las RDJTF en el Central Command
(Centcom), que a partir de entonces tiene la autoridad de todas las fuerzas de combate
de los EEUU desde Afganistn hasta los pases del cuerno de frica. Segn Michael T.
Klare, desde Reagan, cada presidente le ha adjudicado ms responsabilidades y
atribuciones al Centcom, convirtindolo en un instrumento invaluable para defender
instalaciones petrolferas, yacimientos, y tuberas.163 El modelo del Centcom ha
probado ser tan exitoso que ahora el los EEUU operan su estrategia imperial con cinco
comandos que tienen ms poder que las embajadas y consulados en el resto del
mundo: Pacom, para la zona del Pacfico Sur, Southcom para Centroamrica y
Sudamrica, Eurcom para Europa y el Northcom slo para Norteamrica, que juntos
acumulan ms de 725 bases militares.
Aunque parezca mentira no hemos cambiado el tema de este captulo al de
Imperialismo, es simplemente que con el devenir del siglo XX y las acuciantes
necesidades energticas, los recursos energticos y su control se han convertido en la
obsesin de las grandes potencias164, y ahora son parte de los objetivos de la seguridad
nacional. Leamos las profticas palabras de Dick Cheney, cuando todava era CEO de
Halliburton en 1998, ante tiburones del petrleo en Washington:
No recuerdo un perodo en el que hubiese una regin como la del Caspio que de
modo tan imprevisto cobrara tanta importancia desde el punto de vista estratgico.
Como si las oportunidades hubiesen surgido de la noche a la maana. Dios no tuvo
a bien ubicar el petrleo y el gas slo donde hay regmenes amistosos con EEUU y
elegidos democrticamente. A veces tenemos que operar en lugares que
normalmente preferiramos no visitar si tuviramos en cuenta todos los factores
Pero vamos donde est el negocio.165
El Caspio ya haba sido explotado por la Unin Sovitica, pero despus de la disolucin
del imperio sovitico, muchas de las plataformas quedaron olvidadas y las nuevas
163
Michael T. Klare, "Garrisoning the Global Gas Station Challenging the Militarization of U.S. Energy
Policy", tomdispatch.com, 2008 (accesado: marzo de 2010).
164
Francisco Fernndez Buey, Sami Nair, y Albert Garrido, "Geopoltica de los conflictos," en
Conferencia sobre Geopoltica de los conflictos, Universidad Pompeu Fabra, 2007.
165
Citado en Eliot Weinberger, 12 de septiembre, Cartas de Nueva York, , 75.
107
Lester W. Grau, "La Poltica del Oleoducto y el Surgimiento de una Nueva Regin Estratgica:
Petrleo y Gas Natural del Mar Caspio y Asia Central", 2001. http://ugoolcese.wordpress.com/la-politicadel-oleoducto-y-el-surgimiento-de-una-nueva-region-estrategica-petroleo-y-gas-natural-del-mar-caspio-yasia-central/ (accesado: marzo de 2010).
108
167
Ver http://www.newamericancentury.org/iraqclintonletter.htm
Ver http://www.nytimes.com/2010/03/20/business/energy-environment/20saudi.html
169
Ver http://a330.g.akamai.net/7/330/25828/20081021185552/graphics.eiu.com/PDF/Democracy%20
Index%202008.pdf
168
109
170
110
If you had the oil lands of the planet on your mind (as was true with Dick Cheney's
infamous Energy Task Force), then the threat of terrorism especially nuclear
terrorism was a safe bet. If you wanted to fortify your position in new oil lands,
then the ticket was to have the Pentagon move in as in Africa to help weak,
possibly even failing, states prepare themselves against the forces of terror.173
Pero para enfrentarse al terror en cualquier parte del mundo y mientras tanto vigilar los
intereses energticos estadounidenses tambin haba que subvertir la Constitucin, es
por eso que para el escritor Gore Vidal,
El 11 de septiembre hubo un golpe de estado en Estados Unidos, el primero en
nuestra historia. Un golpe en el cual un grupo de gente deshonesta, de una junta
petrolera, usurp el poder del Estado y derrib al Congreso. Es un hecho nico y
los detalles conformarn algn da una gran historia. Esto es algo que el pueblo no
acaba de comprender, porque los estadounidenses tienen una mentalidad muy
simple: lo que no conocen o no han visto previamente, no existe. Bueno, lo viven
ahora in situ, pero lo descubrirn algn da como arquelogos y no ser nada
agradable. 174
Para Amy Goodman, el cambio fue de una oligarchy a una OILigarchy, ya que
polticos con conocidos vnculos en la industria petrolera George H. Bush es
miembro de Carlyle Group, George W. Bush de Harken, Dick Cheney de Halliburton;
Condoleeza Rice de Chevron-Texaco; Donald Rumsfeld de Occidental, y Gale Norton
de BP Amoco decidieron favorecer sus intereses por sobre los del pueblo
estadounidense. Para esto, bastaba con apropiarse del ejrcito, involucrar a sus amigos
los contratistas de guerra y ocupar Afganistn, una de las regiones ms cotizadas del
mundo para la construccin de un gran oleoducto, para despus complementar esta
posicin geopoltica estratgica con el control de una de las regiones ms ricas en
173
Si tienes las zonas con petrleo en tu mente (como era el caso del infame grupo Energy Task Force),
y luego la amenaza de terrorismo especialmente terrorismo nuclear entonces es una apuesta segura.
Si quieres reforzar tu presencia en las zonas petroleras, entonces la estrategia es que el Pentgono entre a
ayudar a los Estados dbiles, incluso fallidos como en frica y preparase para la Guerra contra el
Terror.
Tom Engelhardt, "The $100 Barrel of Oil vs. the Global War on Terror", tomdispatch.com, 2008
(accesado: octubre de 2009).
174
Rosa Miriam Elizalde, "EU, repblica bananera tras el golpe de Estado del 11-S (Entrevista a Gore
Vidal)," La Jornada, 17 de diciembre 2006.
111
petrleo, Irak. Para el golpe de estado perfecto slo les faltaban dos cosas: abrogar las
libertades civiles en casa y conquistarse una prensa servil que no hiciera muchas
preguntas.175
Aunque los EEUU estn llenos de bases militares, bunkers nucleares y campos de
entrenamiento, el Northcom es el primer comando militar domstico creado desde la
Guerra Civil y viola por completo la Posse Comitatus Act de 1878, en la que se
establece la prohibicin de la mayora de elementos del ejrcito que hoy seran los
elementos del Department of Defense, Army, Navy, Marines, Air Force y National
Guard Forces de participar domsticamente en labores de polica, orden pblico y
mantenimiento de la paz. A travs de los aos, dicha acta ha sido enmendada para
permitir a los militares cooperar en actividades con agencias civiles en proteccin de
eventos masivos como Juegos Olmpicos o Sper Tazones, proteccin de reservas
naturales, combate al narcotrfico y salvaguardia durante epidemias. El 11-S convirti
la Posse Comitatus Act en un objeto de museo de la Guerra Civil, pues con la creacin
del Northcom, el gobierno trajo la guerra a territorio estadounidense, ya que ahora los
175
176
Amy Goodman, Durmiendo con el enemigo, Madrid: Temas de Hoy, 2004, 58.
Ver http://www.northcom.mil/Spanish/index.html
112
Esta semana, en algn lugar de entre las sombras de la Casa Blanca y el Capitolio, un pequeo grupo
sper secreto de comandos con el ms sofisticado de los armamentos ha sido puesto en accin para cuidar
al presidente; una operacin que no se haba desarrollado con anterioridad. Como parte de un cuerpo de
13,000 tropas, oficiales de polica y agentes federales posicionados para asegurar la inauguracin, estas
tropas de elite estaban entrenadas para actuar bajo un programa de 1997 actualizado despus de los
ataques del 11 de septiembre pero que se alejaba del papel desempeado histricamente por el ejrcito en
suelo estadounidense.
Eric Schmitt, "Commandos Get Duty on U.S. Soil," The New York Times, 23 de enero 2005.
113
Aunque lo parezca, esta un-American word, como la llaman Tom Engelhardt y Cindy
Sheehan, que us George W. Bush en su discurso del 20 de septiembre no era nueva en
la poltica americana, ya se encontraba en el Quadrennial Defense Review de 1997180
donde vena acompaada de la palabra defense. No sera hasta febrero de 2001
cuando los senadores Gary Hart y Warren Rudman recomendaran al Congreso en el
Phase III Report of the U.S. Commission on National Security for the 21st Century181
la creacin de un rgano independiente del Departamento de Defensa para lidiar con
temas de Homeland Security.182
Obviamente, dicho documento, junto con otros creados desde lobbies neoconservadores
como el Project for a New American Century, fueron la base para la vertiginosa
redaccin de la USA PATRIOT ACT. Para ponerla en prctica se tuvo que aprobar a
principios de 2002 la Homeland Security Act, que dio origen al Department of
Homeland Security (DHS). Para Armand Mattelart
El hecho de que la ltima creacin de una estructura ministerial se remonte a 1947
dice mucho sobre su importancia. La National Security Act haba creado entonces
el Pentgono [...] Las 22 agencias y programas federales (que suman unos 170,000
178
Citada en Tom Engelhardt, ed., The World According to Tomdispatch, Nueva York: 2008, 241.
Desde cuando se le ocurri a alguien pensar, o denominar a los Estados Unidos como una
homeland? Por qu razn todos nosotros estuvimos de acuerdo en que eso era lo que haba sido atacado
como un territorio? Pero sobre todo, como fue posible determinar que lo que fue atacado haya sido la
combinacin de nuestra casa y nuestra tierra, dada la vertiginosidad del suelo que pisamos.
Jennifer Bajorek, "The Offices of Homeland Security, or, Hlderlins Terrorism," Critical Inquiry, 31, no.
4 2005.
180
Ver http://www.defenselink.mil/pubs/qdr
181
Ver http://www.au.af.mil/au/awc/awcgate/nssg/phaseIIIfr.pdf
182
Bajorek.
179
114
The United States Customs Service (antes parte del Departamento del Tesoro)
183
115
Todas estas agencias cuentan con su propia estacin de trabajo con ordenadores y
cuartos de reunin. Tambin la CIA, el FBI y los departamentos de polica de las
ciudades ms grandes de EEUU como Nueva York, Chicago y Los ngeles tienen
oficinas dentro del DHS. Aunque el objetivo de cada una de estas agencias es diferente,
hay un pster en cada oficina que dice Our mission: to share information que les
recuerda la razn por la cual comparten el mismo techo. De esta manera el DHS nace
como un Frankenstein burocrtico con piezas de varios Departamentos de Estado y
agencias, con la misin de asegurar la seguridad de los estadounidenses ante amenazas
tan dismiles como atentados terroristas, huracanes o epidemias.
La primera hija del DHS en coautora con la Defense Advanced Research Projects
Agency (DARPA) madre tambin del Internet e inacabable fuente de investigacin
durante la Guerra Fra, vio la luz en enero de 2002 y fue bautizada como la Total
Information Awareness Office (IAO). El almirante John Poindexter, consejero en
Seguridad Nacional en la administracin Reagan, fungi como padrino de honor de la
nueva oficina y se frot las manos cuando se encontr ante s con un presupuesto inicial
184
116
La oficina con todo y su orwelliano logo con un ojo sobre una pirmide abarcando
todo el mundo y sus proyectos con tufo a Stasi asustaron a muchos Congresistas y no
logr obtener ms presupuesto. Se intent cambiarle el nombre a Terrorist Information
Awareness Office, para que el norteamericano de a pie se diera cuenta de que slo se
espiara a los enemigos de los EEUU, pero ni de esa manera pudo sostenerse. El
Congreso vet el programa a inicios de 2003 y a Poindexter se le acabaron sus sueos
orwellianos. Sin embargo, muchas de las herramientas de espionaje usadas por la IAO,
como el Information Awareness Prototype System, pasaron de manera silente y
misteriosa a la National Security Agency (NSA).187
Otro de los proyectos iniciales del DHS fue el Policy Analysis Market, mejor conocido
como la Casa de Apuestas sobre Terrorismo. ste era un plan con un coste aproximado
de 8 millones de dlares que habra permitido a la gente apostar sobre la probabilidad
185
117
188
Segn
118
191
Ver http://www.hsuniversityprograms.org/coe/current.cfm
Armand Mattelart, Un mundo vigilado, 146.
193
"Nickel and Diming Homeland Security," Mother Jones, 2004.
192
119
meant anywhere in the U.S. If that was what Katrina could do, what would happen
if terrorists actually released a dirty bomb in the middle of Atlanta, Los Angeles, or
Houston? Would the public-health community even have the crucial equipment
available to detect the nature of such an attack, much less respond quickly? Would
anyone be lining up the ambulances, passing out the medications, checking those
restaurants and puddles this time around, no less organizing an orderly evacuation
of residents?194
Desde un punto de vista de salud pblica, Katrina fue la oscura antpoda de la experiencia 11-S.
Desde la falta de energa elctrica para los hospitales hasta la incapacidad para recoger cadveres (en
algunos casos hasta por meses), la administracin y sus servicios de salud probaron ser ineficaces en
Nueva Orleans y en gran parte de los EEUU. Si eso fue lo que ocasion el Katrina, qu hubiera
sucedido si en verdad los terroristas hubieran detonado una bomba sucio en Atlanta, Los ngeles o
Houston? La comunidad ligada a los servicios pblicos sera capaz de contra con las equipaciones
bsicas para responder ante un ataque de tal naturaleza y hacerlo rpido? Alguien estara ordenando el
trnsito de las ambulancias, repartiendo medicamentos, reclamando ayuda a los restaurantes y
organizando la evacuacin de los residentes?
David Rosner y Gerald Markowitz, "9/11: Katrina Started at Ground Zero", tomdispatch.com, 2006
(accesado: marzo de 2010).
195
Por Dios santo, es que estn ciegos? Se estn dando palmadas en la espalda mientras la gente se est
muriendo.
Ver http://www.independent.co.uk/news/world/americas/iraq-war-delayed-katrina
-relief-effort-inquiry-finds-509339.html
120
gobernadora Kathleen Babineaux Blanco y al alcalde de Nuevo Orleans Ray Nagin, que
si bien tuvieron la culpa de no evacuar la ciudad antes y no pedir ayuda al Gobierno
Federal, era claro que el desastre sobrepasaba su mbito de accin. Michael Brown fue
cesado una semana despus del incidente, y el almirante Thad Allen tom su lugar, pero
la atencin al desastre no mejor.
La atencin en Nueva Orleans sigui siendo un derroche de ineficacia en parte a que
Michael Chertoff no declar el impacto del huracn como Incidente de Relevancia
Nacional hasta el 31 de agosto de 2005, casi una semana despus del primer impacto,
previniendo as que se dispusiera de todos los recursos federales. Y no es que a los
EEUU les hagan falta recursos en caso de desastre natural como es el caso de Hait,
cuya poblacin despus del temblor sigue viviendo en la calle y muriendo de clera, es
simplemente que no se dispusieron eficientemente. Por ejemplo, el barco USS Bataan,
usado como prisin flotante para transportar presos a Guantnamo, estaba a la vuelta de
la esquina y no fue requerido a pesar de que contaba con un moderno hospital equipado
con 600 camas, plantas de energa, agua potable y 1,200 marinos prestos para ayudar. El
USS Comfort si fue requerido pero zarp hasta el 31 de agosto desde Baltimore y lo
mismo sucedi con la 82 Divisin Area que lleg hasta el 5 de septiembre, ya cuando
varios ciudadanos llevaban das pidiendo auxilio desde el techo de sus viviendas.196
Y cuando por fin lleg la ayuda lleg en forma de Homeland Security, ya que soldados
que regresaban de Irak y tambin cuerpos de la Guardia Nacional fueron asignados para
evitar los supuestos saqueos y violaciones que se estaban llevando a cabo en la
devastada ciudad. Zeitoun, el magnfico libro de David Eggers, cuenta muy bien la
historia de cmo el Gobierno Federal respondi a una crisis humanitaria con una
respuesta militar como si se tratara de una segunda parte del 11-S. El libro narra la
historia de Abdulrahman Zeitoun, ciudadano estadounidense de origen sirio, que al
llegar el huracn decide quedarse en Nuevo Orleans a ayudar a sus vecinos mientras su
esposa Kathy evacua la ciudad con sus hijos. Zeitoun recorre la ciudad en una lancha
ayudando a la gente hasta que la polica lo confunde con un saqueador y lo refunde en
196
Mike Davis y Anthony Fontenot, "The Mysteries of New Orleans Twenty-five Questions about the
Murder of the Big Easy", tomdispatch.com, 2005 (accesado: septiembre de 2010).
121
197
198
122
A pesar del Katrinagate, el DHS sigue gozando de plena libertad para disponer de un
flujo constante de datos confidenciales, gastando para incrementar la vigilancia
mediante avances tecnolgicos, espiando y amedrentando a activistas polticos y
pacifistas, manejando el semforo de alertas terroristas para atemorizar a la sociedad, y
todo esto mientras se le hace ver al ciudadano que ninguna de sus libertades est siendo
tocada, y si lo fuera, que entienda que es por un bien mayor: la Homeland Security. Para
Tom Engelhardt, esta es la razn por la cual:
From Seattle to Tampa, Toledo to Dallas, fear of terrorism became a ruling
passion -- as well as a pure money-maker for the mini-homeland-industrial
complex that grew up around the new Department of Homeland Security. A
thriving industry of private security firms, surveillance outfits, and terror
consultants was suddenly among us.199
Desde Seattle hasta Tampa, de Toledo a Dallas, el miedo al terrorismo se convirti en una pasin
galopante igual que el gusto por los negocios por parte del complejo industrial que creci alrededor del
DHS. Una incipiente industria de empresas privadas de seguridad, de vigilancia y contratistas sobre
terrorismo que de repente estaba entre nosotros.
Tom Engelhardt, 2008 "The $100 Barrel of Oil vs. the Global War on Terror", tomdispatch.com
(accesado: octubre de 2009).
123
Es verdad que las guerras en Afganistn e Irak son el principal trampoln para el alza en
las acciones de las empresas armamentistas que cita Scheer, pero no se debe subestimar
el efecto del nuevo mercado de la Homeland Security en las ganancias de estas grandes
corporaciones. Hasta antes del 11-S, eran pocos los proyectos de seguridad interna que
se subcontrataban; despus de los atentados se cree que suman ms del 40%, lo que
200
Ver http://www.dhs.gov/xlibrary/assets/opnbiz/OSDBU-DHS_Prime_
Contractors_List.pdf
201
Lockheed Martin, el productor ms grande de armas de los EEUU, aument en 22% sus ingresos,
mientras que sus rivales en la carrera armamentista, Northrop Grumman y General Dynamics aumentaron
sus beneficios en 62% y 22% respectivamente. Las ganancias de Boeing aumentaron un 61% a pesar de
que su rama comercial se desplom, sin embargo a su rama militar, como a las de otras compaas, les ha
idos muy bien a partir de los ataques terroristas. Como lo mencion el semanario Newsweek en agosto:
Desde el 11-S y desde que empezaron las guerras, las acciones de las compaas de defensa han
mejorado a los ndices Nasdaq, Standard & Poors en un 40%. Antes de la cada de los precios de las
acciones a nivel mundial, las acciones de Boeing triplicaron su valor en los ltimos 5 aos, mientras que
las de Raytheon se duplicaron.
Robert Scheer, "Cashing in on Terror," The Nation, octubre 2007.
124
quiere decir que en menos de diez aos un gran porcentaje de la seguridad interna de los
EEUU ha pasado a manos de corporaciones privadas. Esto ha llevado a que inspectores
de la General Accountability Office (GAO), el brazo investigador del Congreso, hayan
decidido seguir la pista de muchos de esos contratos para identificar los que se
sobreponen a las atribuciones gubernamentales. Segn Corpwatch, asociacin editorial
de investigacin sobre grandes corporaciones, la GAO encontr en 2006 que de los 117
contratos otorgados por el DHS a grandes corporaciones como Booz Allen Hamilton,
MicroSystems Integration y BearingPoint, ms de la mitad incluan atribuciones del
gobierno federal como formulacin de presupuestos, planeacin estratgica o recursos
humanos.202
La administracin Bush aprovech el 11-S y la creacin del DHS para subcontratar a
diestra y siniestra sin el ms mnimo escrutinio pblico varias de las funciones que
deberan ser del Estado.
Basta citar tres datos que demuestran el alcance de la transformacin: en 2003, el
gobierno estadounidense otorg 3512 contratos a empresas privadas en concepto de
servicios de seguridad. Durante un perodo de 22 meses hasta agosto de 2006, el
departamento de Seguridad Nacional haba emitido ms de 115,000 contratos
similares. la industria de seguridad interior, hasta el ao 2001 econmicamente
insignificante, se haba convertido en un sector que facturaba ms de 200 millones
de dlares. En 2006, el gasto del gobierno de Estados Unidos en seguridad interior
ascenda a una media de 545 dlares por cada familia.203
Spencer Hsu, "US: Homeland Security's Use of Contractors Is Questioned," Corpwatch, 2007,
http://www.corpwatch.org/article.php?id=14767 (accesado: abril de 2010).
203
Naomi Klein, La doctrina del shock, 35.
125
204
Ver http://www.civitasgroup.com/reports/20061208.pdf
Ver http://www.cfr.org/publication/14827/homeland_security_technologies.html#p2
206
Ver http://www.hstoday.us/component/option,com_sobi2/Itemid,325/
207
Ver http://www.ashcroftgroupllc.com/consulting/homelandsecurity/
208
Ver http://thehill.com/business-a-lobbying/3557-best-in-the-business-hired-guns
209
Ver http://www.chertoffgroup.com/
210
Ver http://www.boston.com/news/nation/washington/articles/2010/01/02/group_slams
_chertoff_on_scanner_promotion/
205
126
de
diplomticos,
grupos
de
cabildeo,
empresarios
congresistas
127
Otra creacin post 11-S es el Joint Intelligence Analysis Center (JTAC), cuya funcin
es recolectar y evaluar los reportes de inteligencia de ms de cien oficinas,
departamentos, agencias (incluido el MI5, Scotland Yard y el MI6) para prevenir sobre
posibles ataques terroristas en el Reino Unido. Es tarea del JTAC recomendar sobre
nuevas medidas de seguridad como la polmica prohibicin de llevar lquidos en el
equipaje de mano al abordar un avin, las bases de datos sobre sospechosos de
terrorismo o el uso de escneres corporales.
Segn un reporte del Congress Research Service (CRS) de la Librera del Congreso de
los EEUU, el Reino Unido gast entre 2001 ya 2005 ms de 13 billones de dlares en
proyectos de orden pblico y seguridad. Segn el mismo reporte el presupuesto
aument drsticamente despus del 7-J y seguira en ascenso hasta 2009 con la creacin
del CONTEST 2, dedicado exclusivamente al extremismo islmico.
212
Reducir el riesgo en el Reino Unido y en sus intereses internacionals de ataques terroristas, para que
la gente pueda vivir sus vidas libremente y con confianza.
Ver http://security.homeoffice.gov.uk/counter-terrorism-strategy/index.html
213
Perseguir, para detener los ataques terroristas; Prevenir, para evitar que las personas se conviertan en
terroristas o apoyen el extremismo; Proteger, para reforzar nuestra proteccin contra un ataque terrorista;
y Preparar, para cuando un ataque no pueda ser prevenido y mitigar sus efectos.
Ibid.
128
214
Ver Kent Roach, "Sources and Trends in Post 9/11 Anti-Terrorism Laws," University of Toronto Legal
Studies Series, 2006.
215
Ver http://www.wsws.org/articles/2001/nov2001/can-n20.shtml
216
Ver http://www.cse-cst.gc.ca/home-accueil/nat-sec/ata-lat-eng.html
129
necesitaban visado antes del 11-S como es el caso de Mxico tambin puede verse
como efecto de esta nueva estrategia fronteriza.
En 2003 el gobierno del nuevo primer ministro Paul Martin cedi a la tentacin de
hacer un ministerio parecido al DHS, el Department of Public Safety and Emergency
Preparedness Canada (PSPEPC).217 Aunque no es un clon del DHS, el PSPEPC deja
de lado la seguridad migratoria y de fronteras para centrarse seguridad domstica y
antiterrorismo, dicho departamento fue fundado para instituir la Homeland Security en
Canad y poder dialogar en los mismos trminos con su vecino estadounidense sin
necesidad de recurrir a los canales diplomticos.
El Parlamento Australiano adopt medidas similares a las de Canad y el Reino Unido a
principios de 2002 con la redaccin de cinco leyes, dentro de las cuales destaca la
Security Legislation Amendment (Terrorism) Bill que autoriza a la Australian Security
Intelligence Organization (ASIO) primera agencia de inteligencia en reconocer que
fue parte del proyecto ECHELON la detencin de cualquier persona que pueda tener
informacin sobre terrorismo para ser interrogada y retenida. Aunque la ASIO no
reconoca antes del 2001 ningn peligro terrorista real para Australia, dicha ley fue
aceptada en junio de 2003 gracias a la presin del Reino Unido y los EEUU. Una perla
en la legislacin australiana es la posibilidad de detener a nios sospechosos de estar
ligados a algn grupo terrorista.218
Con todo, el entonces primer ministro John Howard prometi tambin en 2003 la
creacin de una oficina homnima al DHS americano que conjuntara las labores de
seguridad nacional, contraterrorismo y proteccin de fronteras. Aunque a da de hoy la
constitucin de dicho departamento no ha sido aceptada por el parlamento, bajo el
nuevo primer ministro Kevin Rudd, la Australian National Security ha adaptado sus
funciones a los nuevos tiempos de la GWOT, adjudicndose las labores de
contraterrorismo de la Anti-Terrorism Bill de 2005. As mismo, para quien quiera hacer
negocios con las agencias australianas dedicadas a la seguridad interna, tambin es
217
Ver http://www.publicsafety.gc.ca/prg/ns/index-eng.aspx
Christopher Michaelsen, "International Human Rights on Trial - The United Kingdom's and Australia's
Legal Response to 9/11," Sydney Law Review, 13, no. 25, 2003.
218
130
219
Ver http://www.nationalsecurity.gov.au/agd/WWW/nationalsecurity.nsf/Page/Home
Peter Singer, El presidente del bien y el mal: las contradicciones ticas de George W. Bush,
Barcelona: Tusquets, 2004, 200.
221
Amy Goodman, "Code Names: A Look Behind Secret U.S. Military Plans in the Middle East, Africa
and at Home (interview with William Arkin)," Estados Unidos, 2005.
222
Bob Woodward, Bush en guerra, Barcelona: Pennsula, 2003.
220
131
La inteligencia obtenida durante estas operaciones prob que despus del 11-S todos los
campamentos de entrenamiento haban sido abandonados. A pesar de este hecho, la
Administracin Bush decidi seguir con la operacin, empero con una pequea
enmienda: ya no slo se ira tras Osama Bin Laden y Al Qaeda sino tambin por el
Talibn. Todo esto a pesar de que el Mullah Omar, dirigente del Talibn, ofreciera
entregar a Bin Laden a los tribunales de un pas islmico si los EEUU ofrecan un
dossier con pruebas que lo inculparan de los atentados. Segn Bob Woodward, el 29 de
septiembre, slo nueve das despus de que George Bush pusiera un ultimtum al
gobierno Talibn para entregar a Bin Laden, derrocar a este grupo ya se haba
convertido en el principal objetivo de la operacin militar. Esta fue la opcin escogida
por un dirigente que estaba necesitado de legitimidad y precisaba mostrarle al pueblo
estadounidense que era el lder adecuado para los EEUU, y que le iba a dar un castigo
ejemplar a Afganistn que sirviera de advertencia a otras naciones que patrocinaran el
terrorismo.223 Desgraciadamente, la impaciencia ni la bsqueda de legitimidad son
justificaciones ticas para emprender una invasin punitiva como la que se llev a cabo
en 2001 contra Afganistn.
La invasin comenz como se esperaba, con los noticiarios informando a todo gas que
se estaban cumpliendo las metas marcadas por el Pentgono: despus de los primeros
bombardeos se haban borrado del mapa los campamentos de entrenamiento que en
su mayora estaban vacos las anticuadas defensas antiareas y las pistas de aterrizaje
para aviones. Por otra parte, se informaba a cada segundo de los avances de la Alianza
del Norte, un conglomerado de Seores de la Guerra que por algunos miles de dlares y
posiciones de poder aceptaron tomar el lugar de la infantera americana y se dedicaron a
perseguir a los Talibn por el territorio afgano. Lo ms que arriesg el ejrcito
estadounidense durante la primera fase de la invasin fue usando miembros de lite de
las Special Operation Forces (SOF) para explorar junto con algunos mercenarios las
intricadas montaas de Tora Bora, donde se rumoraba se esconda Bin Laden.
Hacia enero de 2002 el frente de guerra se ampli con la incorporacin de la
International Security Assistance Force (ISAF) que fue establecida por el Consejo de
223
Ibid.
132
Seguridad de la ONU en diciembre de 2001 y que al poco tiempo pas a ser dirigida
militarmente por los generales de la OTAN. Inmiscuir a la ONU y a la OTAN en la
guerra era importante para los EEUU porque certific el 11-S como un acto de guerra y
no como un acto terrorista, por lo que sent las bases para justificar ocupaciones
futuras. De esta manera, en los inicios de 2002 haba soldados de ms de 40 pases
tratando de sacar de sus cuevas a los miembros de Al Qaeda y deponer al Talibn.
Como era de esperarse en un conflicto que enfrenta a una coalicin de los ejrcitos ms
poderosos del mundo con un puado de muyahidines y de soldados simpatizantes con el
Talibn, ste fue depuesto rpidamente y las principales ciudades afganas Kandahar,
Kabul, Mazar-i Sharif fueron liberadas. Todo pareca que ira viento en popa con el
repliegue del Talibn, pero como cuenta histrinicamente Ramn Lobo la historia fue
diferente:
Las barberas tienen la culpa porque fueron ellas las que engatusaron a los
periodistas extranjeros, sobre todo a los televisivos de las cadenas globales, que a
finales de 2001 se pusieron a filmar como posesos a cientos de jvenes cortndose
la barba tras la expulsin de los talibanes. Y claro, de aquellos planos heroicos y
emotivos y de las cuatro mujeres que se levantaron la burka en Kabul y en Mazar-iSharif, las dos islas en un pas, tomado por tradiciones medievales y castigado por
la guerra eterna, los Gobiernos occidentales creyeron que su estrategia haba
funcionado en Afganistn, que todo era democracia, libertad y desenfreno y uno de
ellos, el ms importante de todos, se puso a hacer guerras por la libertad y negocios
colaterales en otro pas.224
Sin embargo, como sabe todo buen estratega militar, no basta con controlar las
ciudades, sino tambin las rutas hacia ellas, y sobre todo ganarse a la poblacin civil, o
las minds and hearts como dice un soldado en el documental Restrepo producido por
el canal National Geographic. Los EEUU y sus aliados fallaron en hacer eso y lo que
pareca un da de campo, se convirti en la piedra ms molesta en el zapato de los
EEUU desde la Guerra de Vietnam.
224
Ramn Lobo, "Las barberas tienen la culpa del desastre," El Pas, 25 de agosto 2009.
133
Despus de que los EEUU y sus aliados controlaron las principales ciudades,
se
134
apoyado el regreso del antiguo monarca Zahir Shah pues lo crea como la figura afgana
ms indicada para liderar al Estado. Empero, como la Administracin Bush estaba ms
interesada en las ganancias econmicas que en la reconciliacin, el apoyo incondicional
a una figura como Karzai cobra un nuevo sentido. Y esto se debe a que en 1996 fungi
como consejero junto a Zalmay Khalilzad miembro del Project for a New American
Century para la petrolera estadounidense Unocal y la argentina Bridas en un proyecto
para construir un gasoducto entre Turkmenistn y Pakistn. Y eso es precisamente lo
que hizo como una de sus primeras acciones de gobierno en 2002, aprobar la
construccin de un inmenso gasoducto, con un valor de ms de 2.2 billones de dlares
que llevara el gas de Turkmenistn a Pakistn
En otro negocio que Karzai prob ser un buen gestor, es el trfico de opio. Segn Alfred
McCoy, desde que Karzai pas a dirigir Afganistn la produccin de opio aument de
185 toneladas anuales en 2001 a ms de 8,200 toneladas en 2006, cuyas ventas
representan el 53% del Producto Interno Bruto.229 Hoy en da el Afganistn de Karzai es
el mayor exportador del mundo de herona con el 93% del mercado, por lo que no debe
sorprendernos que siga siendo apoyado por estadounidenses y europeos. Dicho apoyo
vuelve a cobrar sentido para los EEUU si recordamos que en 1979 la CIA ayud a
asesinar al moderado Noor Mohammed Taraki, cuyo rgimen apoyado por
Brezhnev haba logrado una modesta reforma agraria que afect la produccin de
opio, que en ese entonces estaba en manos de musulmanes fundamentalistas.230
A pesar de lo anterior, la triste verdad es que independientemente de su embestidura
presidencial y estar rodeado de un gabinete de seores de la guerra con dudosas
credenciales y gruesas carteras, Karzai no controla ms all de sus narices, y pocos
kilmetros afuera de Kabul se acababa su zona de influencia. Esto se debe a que la
insurgencia Talibn jams fue vencida totalmente. Hay que decir que cuando hablamos
de Talibn estamos ante un conglomerado de facciones y partidos como la red Haqqani,
los seguidores de Hezb-e-Islami Gulbuddin y algunos contingentes de Al Qaeda,
muchos probablemente financiados por altos mandos del Inter-Services Intelligence
229
Ibid.
Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair, Imperial Crusades: Iraq, Afghanistan and Yugoslavia, Series
Imperial Crusades: Iraq, Afghanistan and Yugoslavia, Nueva York: Verso, 2004, 108-109.
230
135
(ISI). Con algunos de ellos es posible negociar, tal como lo intent el gobierno de
Gordon Brown a espaldas de los estadounidenses en 2007231, mientras que otros como
los liderados por el Mullah Omar tienen muy claro que quieren que los EEUU fracasen
rotundamente en Afganistn como lo hicieron los soviticos. Para eso se tuvieron que
replegar a otras zonas adoptar una estrategia militar diferente compuesta de secuestros,
atentados suicidas y emboscadas que poco a poco han logrado equilibrar la guerra.
Este repliegue fue en cierta medida motivado por la destruccin que llev a cabo la
aviacin estadounidense y de la OTAN, que en pocos meses sumi al pas en lo ms
oscuro de la Edad Media destruyendo su arruinada red de carreteras, acabando con las
pocas plantas elctricas y potabilizadoras de agua as como con varios de sus hospitales.
Si a esto le aunamos que las empresas encargadas de la reconstruccin, como Bechtel,
rara vez cumplan sus contratos a tiempo y dejaban hospitales y carreteras a medio
construir, esto nos puede dar una idea de lo fcil que fue para el Talibn volverse a
ganar a la gente. La guerra ha ido tan mal para el ejercito de los EEUU que:
Entre otras exigencias impuso a Pakistn: la eliminacin de convoyes que
proporcionaban gran parte de los alimentos y otros suministros a la poblacin civil
afgana. La prohibicin de dichos cargamentos significa que una cantidad
desconocida de afganos morirn de hambre. Son talibanes? no, son vctimas de los
talibanes. Muchos de ellos son refugiados en su propio pas, a quienes no se les
permite salir.232
La situacin es tan desesperada para muchos afganos que no es raro encontrarnos en los
diarios historias como la de un padre afgano que despus de que las fuerzas de la OTAN
le mataran a su hijo de 11 aos por error, decidiera entregar a sus dos hijos mayores al
Talibn para vengar su muerte. Antes del suceso, el padre estaba a favor de la
intervencin occidental, pero como los soldados ni siquiera pidieron perdn por el
hecho honrando la tradicin afgana del nanawate entregarlos al Talibn les
permitira por lo menos morir como mrtires.233
231
Ver http://www.telegraph.co.uk/news/uknews/1573687/Britain-in-secret-talks-with-the-Taliban.html
Noam Chomsky, 11/09/2001, Barcelona: RBA libros, 2001, 56-57.
233
Ver http://www.elpais.com/articulo/internacional/afgano/entrega/hijos/talibanes/vengar/muerte/
tercero/elpepuint/20071230elpepuint_4/Tes
232
136
Con este tipo de gestos que demuestran el desconocimiento de las costumbres afganas
no es de sorprender que el grueso de la poblacin haga comparaciones y llegue a la
conclusin de que por lo menos con el Talibn haba paz. Este descontento lo han
sabido aprovechar y el Talibn se ha vuelto a hacer fuerte alrededor de las regiones de
Helmand y Kandahar. Esto ha ocasionado las fuerzas de la OTAN y los EEUU hayan
cado en la vergenza de pagar a mercenarios cercanos al Talibn para que no dinamite
sus convoyes que pasan por sus zonas de control. La investigacin de Aram Rostan,
demuestra que a pesar de que Afganistn est repleto de bases y efectivos militares
estadounidenses, se ha convertido en una prctica comn que contratistas militares o
miembros del ejrcito norteamericano paguen fuertes sumas de dinero a mercenarios
locales para que stos protejan sus mercancas de los ataques suicidas. El caso del
Comandante Ruhullah es una muestra de esto:
Said to be a handsome man in his 40s, Ruhullah has an oddly high-pitched voice.
He wears traditional salwar kameez and a Rolex watch. He rarely, if ever,
associates with Westerners. He commands a large group of irregular fighters with
no known government affiliation, and his name, security officials tell me, inspires
obedience or fear in villages along the road [...] According to witnesses, he works
like this: he waits until there are hundreds of trucks ready to convoy south down
the highway. Then he gets his men together, setting them up in 4x4s and pickups.
Witnesses say he does not limit his arsenal to AK-47s but uses any weapons he can
get. His chief weapon is his reputation. And for that, Watan [local security
company] is paid royally, collecting a fee for each truck that passes through his
corridor. The American trucking official told me that Ruhullah "charges $1,500
per truck to go to Kandahar. Just 300 kilometers."234
234
Dicen que es un hombre elegante a sus 40 aos, Ruhullah adems tiene una voz bastante aguda. Viste
un salwar kameez, una prenda tradicional y un reloj de pulsera Rolex. Rara vez se asocia con
occidentales. Comanda un gran grupo de luchadores irregulares sin afiliacin gubernamental, y su
nombre, segn dicen algunos expertos en seguridad, inspira obediencia y miedo en las aldeas aledaas al
camino [] De acuerdo a testigos, trabaja de la siguiente manera: espera a que cientos de camiones estn
listos para transitar el camino. Luego organiza a sus hombres en camioneta pick-up y 4X4. Segn
testigos, no limita su arsenal a Ak-47s sino que usa todo el armamento que pueda conseguir. Y por eso,
Watan (una empresa de seguridad local) es recompensada, cobrando una tarifa por cada camin que logre
pasar el camino. Un oficial estadounidense encargado de los transportes me comenta que Ruhullah cobra
$1500 dlares por camin para ir a Kandahar, unos 300 Km..
Aram Roston, "How the US Funds the Taliban," The Investigative Fund, Noviembre, 2009.
137
Con todo y estos ejemplos desalentadores, pases como Francia, Alemania, Espaa,
Italia, Holanda, Polonia, Rumania y Turqua siguen manteniendo tropas en territorio
afgano en espera de que suceda un milagro que les permita pacificar el pas y darle paso
a sus empresas y corporaciones, para que reconstruyan el pas y lucren con su posicin
geogrfica. Digo milagro porque el mismo General Stanley McChrystal, comandante en
jefe del ISAF, confes el ao pasado que se necesitaran ms de 113,000 soldados para
derrotar al Talibn y que no se aventuraba a dar un nmero de efectivos necesarios para
mantener al pas en paz.235 Sin querer, el Almirante Mike Mullen, principal asesor
militar de la presidencia estadounidense, le dio la razn a McChrystal declarando que
las 17,000 tropas mandadas por la Administracin Obama seran insuficientes para
pacificar el pas.236 El general britnico Sir David Richards hizo eco de las palabras de
sus colegas estadounidenses, cuando declar que ante las complicaciones la misin
britnica en Afganistn podra durar entre 30 y 40 aos.237
Por eso la nueva estrategia para Afganistn que se discutir en la prxima cumbre de la
OTAN ser la de intentar salir lo ms pronto posible de ah sin que se note que han sido
derrotados como los ingleses en el siglo XIX o los rusos al inicio de la dcada de los
ochentas. Mientras se negocia la mejor manera de salir honrosamente, no hay riesgo
alguno en seguir probando las ltimas modas en tecnobarbarie como son los Drones de
combate que barren da y noche la zona de Waziristan matando terroristas que luego
la prensa convierte en mujeres y nios.
http://www.theinvestigativefund.org/investigations/iraqafghanistan/1019/how_the_us_funds_the_
taliban/?page=3 (accesado: marzo de 2010).
235
Robert Mackey, "How Many Troops to Secure Afghanistan?", The New York Times, 21 de septiembre
2009.
236
Ver http://www.nytimes.com/2009/08/24/world/asia/24military.html?_r=1
237
Ver http://www.timesonline.co.uk/tol/news/uk/article6788043.ece
138
Aunque parezca una escena del teatro del absurdo, el encargado la venta de armas fue
Donald Rumsfeld, que entre 1985 y 1990 cerr contratos por ms de 1.5 millones de
dlares con Bagdad por armas prohibidas tan mortferas como la toxina del botulismo,
la tuberculosis el gas sarn y el gas mostaza.239 Por esta razn tiene gracia el chiste que
circul por Internet en el que un periodista le preguntaba a Rumsfeld en un conferencia
de prensa, cmo poda estar tan seguro de que Hussein tena Armas de Destruccin
Masiva, y ste le responda: por qu tengo las facturas!
238
239
139
Pero todas estas armas fueron destruidas en las dcada de los 90s y para que no
hubiera lugar a duda, varios inspectores de la ONU y de la Agencia de Energa Nuclear
(NEA) estuvieron trabajando varios meses en Irak y pudieron certificar que en verdad
todas las armas haban sido destruidas. A pesar de esto, la Administracin Bush tena
otro truco en la chistera y se inventaron el rumor de que militares iraques estaban
comprando uranio enriquecido en Niger, como si ste material radioactivo se pudiera
comprar como se compra una barra de pan. Aunque funcionarios de la CIA negaron el
rumor se decidi, como dice Martin Amis, que el mejor modo de saber si Irak tena
dichas armas era atacndolo.240 Poco pasara para que los soldados se dieran cuenta de
que no haba tales armas, la pelcula The Green Zone dirigida por Jim Bacon ficciona
este caso y muestra cmo empiezan a cimentarse las dudas entre los propios soldados.
Los que no tuvieron atisbo alguno de duda fueron Estados como el Reino Unido,
Espaa y Canad que decidieron creerle a Pedro que venia el lobo, con la mscara de
Hussein. Dichos Estados ignoraron de nuevo a sus sociedades en casi todos los
pases ms del 50% de la poblacin se opona a la guerra y se embarcaron en otra
aventura militar sin tener an xito en la primera. Para los que criticaron la premura con
la que se quera atacar Irak y pusieron en duda la existencia de las WMD, los EEUU
usaron mtodos ms convincentes. Segn Heraldo Muoz, embajador chileno ante la
ONU en ese momento, en la vspera de la invasin, pases que haban sido aliados de
los EEUU en Afganistn pero que rechazaban entrometerse en Irak hasta tener ms
pruebas concluyentes de la amenaza de Hussein, fueron presionados por diplomticos
estadounidenses para votar a favor de la resolucin de la ONU que autorizaba un ataque
militar.241 Validando lo dicho por el embajador chileno, Randall Newnham cree que en
vez de denominar como la Coalition of the Willing a los aliados estadounidenses en la
operacin Iraqui Freedom, deberamos llamarla la Coalition of the Bribed and Bullied,
luego que el voto de varios de los pases fue comprado o logrado a punta de amenazas.
Las naciones pobres fueron las ms fciles de atraer al redil, por lo que a pases como
Eritrea, Uganda o Micronesia les bast un poco de dinero y ayuda militar para votar a
favor e incluso mandar algunos contingentes a Irak. Otros pases fueron ms difciles de
comprar: segn investigaciones, Colombia recibi ms de 574.6 millones de dlares por
240
241
140
su voto y por el envo de comandos especiales entrenados en los EEUU, mientras que
Turqua recibi 255.6 millones de dlares adems de 8.1 billones de dlares en
prstamos por su voto y 10,000 tropas de pacificacin.242 Segn un reporte del The
Independent hasta los britnicos tuvieron que ser convencidos de aventurarse en Irak a
cambio de la promesa de jugosos contratos para sus compaas.243
A diferencia de Afganistn, la aventura blica iraqu ya llevaba tiempo cocindose.
Segn Bob Woodward, en una de las primeras reuniones del gabinete de seguridad
posteriores al 11-S:
Rumsfeld sac a relucir la cuestin de Irak. Por qu no vamos a por Irak
tambin, a parte de Al Qaeda? pregunt. Al plantear esta interrogante, no solo
hablaba por l. Su subsecretario Paul D. Wolfowitz, estaba decidido a aplicar una
poltica que convirtiese a Irak en un objetivo primordial de la primera fase de la
guerra contra el terrorismo.244
La mentira de las WMD le dio algunas semanas al ejrcito estadounidense y sus aliados
para sembrar a placer de Daisy cutters el territorio iraqu y destrozar lo que no se haba
destruido en las anteriores guerras. Cuando las WMD pasaron de ser un titular obligado
en los telediarios a armas de desaparicin masiva, la Administracin Bush ya tena
otros pretextos en mente para justificar la invasin: la deposicin del brutal dictador que
ha hecho sufrir tanto al pueblo iraqu y acabar con el islamismo radical. Tal como lo
dijo Henry Kissinger al preguntarle un tertuliano porqu se tena que Invadir Irak:
Because Afghanistan was not enough. The radical islamists, want to humiliate us and
we need to humiliate them.245 Por esta razn, que bien podra dar un nio de tres aos,
era necesario poblar el Golfo Prsico con portaaviones y las ciudades iraques con
tanques, para pagar una humillacin con otra.
242
Randall Newnham, ""Coalition of the Bribed and Bullied?" U.S. Economic Linkage and the Iraq War
Coalition", International Studies Perspectives, 9, no. 2, 2008.
243
Ver http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/the-war-dividend-the-british-companiesmaking-a-fortune-out-of-conflictriven-iraq-469737.html
244
Bob Woodward, 70.
245
Ver http://www.huffingtonpost.com/2010/03/13/henry-kissinger-hospitali_n_497862.html
141
La segunda estampa de este supuesto xito la dio George W. Bush el 1 de mayo de 2003
cuando aterriz en un avin en el portaviones USS Lincoln cuyos aviones haban
rociado con ms de 150 toneladas de bombas las ciudades iraques y ataviado de
piloto felicit a las tropas y dio por concluidas las grandes operaciones de combate en
Irak, todo esto bajo la sombra de un gran espectacular que tena escrito Mission
Accomplished. Quizs fue la ltima foto con un Bush triunfalista al estilo Top
Gun ya que a los pocos das la insurgencia Sun en la ciudad de Fallujah sacara los
colores a los estadounidenses y sus aliados matando a ms de 300 soldados y
declarando la ciudad como ciudad libre y rebelde. A la fuerza de ocupacin no le
qued otra que convertir la ciudad en un nuevo Dresden.
Una vez ms, igual que en Afganistn, a las fuerzas de ocupacin les falt ganarse a la
poblacin civil y en este caso lo tenan an ms fcil pues casi cualquier estadio salvo
la anarqua era mejor que vivir bajo el yugo de Hussein y sufrir los embargos de la
ONU. Para Edward Said, el problema principal est en que ningn iraqu le pidi a los
EEUU que entraran a liberar y democratizar su pas, y mucho menos que lo hicieran
mediante una intervencin armada. Pero lo que no le perdonan los ciudadanos iraques a
246
247
Ver http://video.google.com/videoplay?docid=-5470963890728909492#
Amy Goodman, Durmiendo con el enemigo, 235-236.
142
Debido a esto, pronto los efectivos estadounidenses tuvieron que lidiar contra la
insurgencia sun y sus molestos mtodos guerrilleros e inmolaciones. As mismo, la
coalicin liderada por los EEUU pronto se tuvo que enfrentar tambin al clrigo chi
Muqtada Al Sadr y su ejrcito Al Mahdi. Hijo del famoso Ayatol Mohamed Sadeq al
Sadr, que fue asesinado durante el gobierno de Saddam Husein, el clrigo es un smbolo
de la resistencia chi que adems tiene afectos entre los ms pobres por sus obras
sociales. En agosto de 2004, Sadr llam a sus poco ms de mil combatientes y 6,000
seguidores activos a oponerse al ejrcito de ocupacin y tuvo que intervenir el
influyente Gran Ayatol Al al-Sistani para evitar que Ciudad Sadr se alzara en armas
contra las fuerzas de ocupacin.
La anarqua que se vive en Irak slo puede entenderse explicando que hay ms de 40
grupos de distintas nacionalidades, ideologas y concepciones religiosas, enfrentndose
entre s y atacando al mismo tiempo a las fuerzas de ocupacin. Entre milicias
nacionalistas rabes, exbaathistas, salafistas, marxistas, sunes, chis, iranes, es difcil
ubicar quin es el enemigo y dnde explotar la siguiente granada de fragmentacin.
248
Edward Said, "The Appalling Consequences are Now Clear. What is happening in the United States?",
counterpunch.org, 2003 (accesado: agosto de 2010).
249
Naomi Klein, La doctrina del shock, 467.
143
144
particularly hard hit, with some reporting less than 20% of needed staff on hand.
The oil industry suffered from what the Wall Street Journal called a "petroleum
exodus" that included the departure of two-thirds of its top 100 managers, as well
as significant numbers of managerial and professional workers.250
La ausencia de trabajadores locales dej a Irak con unas instalaciones petroleras viejas
en manos de contratistas inhbiles que estn cobrando diez veces ms de lo que
perciban los iraques pero que no pueden producir lo mismo.
Por otra parte, en la Orden 17 de la misma Constitucin se le otorga absoluta inmunidad
a los contratistas que lleguen a Irak tanto a pelear como a hacer negocios. Al mismo
tiempo, dicha norma suprime el antiguo artculo 44 de la antigua Constitucin Iraqu,
que remita a las instituciones internacionales de proteccin de los Derechos Humanos.
Bajo la nueva Constitucin la mxima instancia a la los iraques se pueden dirigir es la
Corte Federal Suprema, y dentro de dicha Corte debe haber siempre un determinado
nmero de especialistas en la tan vilipendiada Sharia o Ley Islmica, que segn los
estadounidenses queran abolir de Irak, pero que ellos mismos incrustaron en la nueva
Constitucin. Esto significa que legalmente no existe la posibilidad para apelar a una
instancia supraestatal a la que se pueda acudir para denunciar la violacin de derechos y
libertades fundamentales251 como lo sera la Corte Penal Internacional.
Con una Constitucin cuyos pilares son impunidad y la injusticia que est hecha a la
medida de los invasores, hay muy poca esperanza de que se haga justicia en Irak y se
castigue los culpables de crmenes como tortura, tratos degradantes, violacin u
homicidio, como los que ha filtrado el portal Wikileaks. Tomemos el caso del video que
muestra a los pilotos del helicptero Apache (de nombre clave Crazyhorse 18) que
250
145
hizo honor a su mote asesinando a dos periodistas de Reuters y varios civiles, incluidos
nios. La respuesta del Departamento de Defensa a los logs de Wikileaks fue la
siguiente:
We strongly condemn the unauthorised disclosure of classified information and
will not comment on these leaked documents other than to note that significant
activities reports are initial, raw observations by tactical units. They are
essentially snapshots of events, both tragic and mundane, and do not tell the whole
story.252
Pero ms all de los abusos y los crmenes que se han cometido, las filtraciones de
Wikileaks sirven como un indicador de que igual que en Afganistn, la estrategia
estadounidense ha naufragado y el resultado 8 aos despus de la invasin es lo que
ellos mismos llaman un Estado fallido, donde la mayora de la poblacin viven en el
umbral de la miseria, donde las bombas no respetan a nadie y el futuro es ms oscuro
que el pasado. Irak se ha convertido en un Estado con una geografa partida entre Green
Zones, bases militares y cinturones de pobreza.
Con todo y el rotundo fracaso de las dos aventuras blicas, siempre hay animales que se
nutren de la carroa y se pueden beneficiar de los desastres y estos son los contratistas
privados. Los hay de varias especies: los dedicados a la construccin, a los servicios y a
la seguridad. Pero para que puedan entrar en accin necesitan de un Estado que se los
permita. Este extracto del discurso de Donald Rumsfeld del 10 de septiembre de 2001
252
146
Los que escucharon el discurso de Rumsfeld pensaron que le costara el puesto pues
estaba recetando para el Pentgono la misma receta neoliberal que se suele recetar en
los pases en desarrollo: menos personal, menos intervencin del gobierno y
privatizacin de reas donde el Estado no puede ser eficiente. Para su fortuna y nuestra
desgracia, no tuvieron tiempo de echarlo porque al da siguiente sucedi el 11-S, que le
sirvi como justificacin para adoptar su receta corporativista para la inminente Guerra
contra el Terror.
Pero Rumsfeld no actu solo, tuvo la apreciable ayuda de un veterano de los consejos
empresariales, el vicepresidente Dick Cheney, que ya en su perodo como Secretario de
Defensa haba aumentado de manera patente la participacin de las empresas privadas
en tareas que antes slo eran propiedad del ejrcito. El primer intento de una guerra
semiprivatizada fue la intervencin humanitaria en los Balcanes donde se apost por:
Una especie de experiencia McMilitary en la que el despliegue en el extranjero se
pareca ms al de unas vacaciones organizadas, aunque con muchas armas y riesgo.
La primera persona que saluda a nuestros soldados a su llegada a los Balcanes, y
la ltima en despedirse de ellos, es uno de nuestros empleados" explic un portavoz
253
147
254
Ibid., 391.
Ver http://www.slate.com/id/2155445/
256
naomi Klein, La doctrina del shock, 552.
255
148
No es de sorprender que los primeros grandes contratos se los llevara Kellog, Brown &
Root (KBR), una subsidiaria de la poderosa Halliburton Co., presidida en algn
momento por el vicepresidente Dick Cheney. Segn un artculo del The Washington
Post, la armada extendi un contrato de ms de 5 billones de dlares en 2005 a la
compaa en concepto de apoyo logstico.258 Otro que disfrutaron de las mieles de los
primeros millones fueron los mandamases de Bechtel Corp., a quienes les fue encargado
arreglar todas las plantas de agua y luz que destruy el ejrcito estadounidense por
la nada deleznable cantidad de 1.8 billones de dlares.259 A la corporacin americana
Fluor y la britnica Amec plc., tampoco les vinieron nada mal los 1.1 billones de
dlares que cobraron por componer el sistema de alcantarillado y tuberas de agua de las
ciudades destruidas.260 Si los beneficiarios de estas obras fueran a ser los iraques, no
estara citando las cifras de los contratos, pero desgraciadamente los nicos
beneficiarios son los contratistas, pues los caminos que se arreglan son los que necesitan
ellos y las primeras plantas de agua que se construyen son las que dan servicio a las
embajadas y a las bases militares, no a las cinturones de pobreza.
La peor especie de contratista es la que se dedica a la seguridad, y espero que el nombre
de Blackwater Corp. les adelante algo de lo que voy a tratar. Estos nuevos mercenarios
han adquirido gran importancia en las guerras porque no estn conscriptos a las reglas
internas de los ejrcitos, son empresas que simplemente buscan la ganancia y que hacen
lo que se les pide, desde clasificar a la poblacin, cuidar instalaciones y edificios hasta
practicar interrogatorios. Para David Bromwich, se trata de esconder los costos de la
guerra en un gran eufemismo, pues quien dice contratista lo mismo puede decir
trabajador, y a un trabajador si hace mal su trabajo simplemente se le despide, no se le
juzga en una corte marcial o en un tribunal internacional.261 Aunque legalmente se les
257
Ibid.,496-497
Ver http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/07/05/
AR2005070501655.html
259
Ver http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?file=/chronicle /archive
/2004/01/07/BUG8K44PPK1.DTL
260
Ver http://www.bizjournals.com/losangeles/stories/2004/03/22/daily29.html
261
David Bromwich, "Euphemism and American Violence", The New York Review of Books, 2008.
258
149
puede juzgar militarmente por ser prestadores de servicios a las fuerzas armadas
mediante el Military Extraterritorial Jurisdiction Act (MEJA) es ms probable que
puedan ser juzgados por el gobierno del pas en el que cometen los crmenes.
Es aqu donde cobra sentido que en Irak la constitucin que redact Bremer haya sido
mantenida incluso despus de las elecciones generales, por lo que resulta imposible
juzgar a uno de estos contratistas sin antes obtener un permiso de la Coalicin
Multinacional y del gobierno iraqu.262 En Afganistn, el negocio puede no ser tan
redondo ya que poco despus de ser electo presidente Karzai ha publicado un edicto
donde emplaz a todos los contratistas de seguridad a salir de Afganistn en menos de 4
meses. En el caso de Karzai no es que estuviera preocupado de los exceso de
Blackwater Corp., sino que quera todas las rebanadas del pastel para las empresas de
los seores de la guerra, sus nuevos contratistas privados.
Hablando de Blackwater Corp. hoy XE Services LLC, el caso ms sonado donde
participaron ocurri en Fallujah despus de que la insurgencia iraqu matara a cuatro de
sus efectivos, los quemara y los colgara de un puente. La venganza no esper mucho: en
un operacin conjunta con Marines y tropas salvadoreas dispararon a 400 civiles que
protestaban afuera de la Autoridad Provisional de la Coalicin. En febrero de 2005 sali
a luz otro caso en el que se les acus de disparar 70 veces a un auto y matar a la familia
que iba en l; los responsables del acto declararon haber disparado en defensa personal.
Es importante documentar estos excesos ya que estamos tratando con el principal
contratista militar del Ejrcito de los Estados Unidos en Irak, el que le proporciona
servicios estratgicos y de seguridad a la CIA y al Departamento de Estado en Bagdad.
Es una compaa que tiene ms poder que varios Estados del mundo y que cuenta con
su propio ejrcito, armas pesadas, aviones y carros de combate. Otra curiosidad sobre
esta empresa es que tiene un campo de entrenamiento llamado U.S. Training Center,
que es una versin mitad Walt Disney y mitad Montessori de la infame Escuela de
las Amricas, donde se ofrece entrenamiento militar desde a civiles que quieren
aprender a manejar un arma hasta los que suean con bajar de un helicptero vestidos
de negro empuando una UZI en una misin SWAT.
262
Jennifer Elsea, Moshe Schartz, y Kennon Nakamura, Private Security Contractors in Iraq:
Background, Legal Status, and Other Issues, Washington: Congressional Research Service, 2008.
150
Otra empresa digna de mencionar es CSC-Dyncorp, cuyo slogan es We serve today for
a safe tomorrow. A Dyncorp le fueron otorgados los contratos para entrenar a la
polica y a los guardias de prisiones de Irak, gracias a sus insignes servicios en
Afganistn donde son la guardia pretoriana de Karzai, en Colombia, donde desde
sus aviones rocan los campos de coca, o en la frontera con Mxico donde ensayan
tecnologa de vanguardia para detectar a los inmigrantes irregulares. Dyncorp estaba tan
segura de que ganara el contrato que desde su sitio web empez a reclutar civiles aun
antes de que se les hubiera otorgado. Segn un reporte del The Los Angeles Times, los
contratistas militares han aprovechado el conflicto posicionando a ms de 180,000
civiles en Irak en puestos que tienen que ver con seguridad263, por lo que no es de
sorprender que la famosa salida que anunci Obama de Irak signifique solamente el
cambo de soldados por contratistas militares de seguridad.
Si cavamos ms en las cuentas de gigantes como Halliburton, XE Services, KBR,
Bechtel o Lockheed Martin, nos daremos cuenta que la GWOT se trata ms de crear una
nueva economa de seguridad nacional, guerra privada y reconstruccin de desastres,
que en luchar contra el terrorismo o liberar a la poblacin desgraciada de Afganistn e
Irak.
2.6. Conclusiones
263
Ver http://articles.latimes.com/2007/jul/04/nation/na-private4
151
152
Los nicos ganadores en estos conflictos han sido los contratistas privados. Esto se
debe a que a partir del 11-S el Pentgono ha privatizado varias labores que antes le
pertenecan al ejrcito de los EEUU o que eran subcontratadas localmente. Por esta
razn, aunque las guerras sean un desastre, empresas armamentistas, contratistas de
seguridad y compaas dedicadas a la reconstruccin son premiadas con contratos
millonarios, que nada tiene que ver con su eficiencia o su seriedad.
153
Como Ruth, miles de personas alrededor del mundo habrn advertido con preocupacin
que despus de septiembre de 2001 sus carnets de identidad se modernizaron, que sus
grandes ciudades se llenaron de cmaras de videovigilancia (CCTV) o que cada vez
tienen que quitarse ms ropa para embarcarse en un avin. Sin embargo, tambin hay
personas que aplauden estos cambios y estn cmodas con las nuevas tendencias en
seguridad que se han puesto en prctica despus del 11-S. Por lo general, estas personas
son incapaces de darse cuenta o quiz no les afecta que las ganancias en seguridad
se cobren a cambio de privacidad, justicia y sobre todo de libertad.
Como si tuvieran a Bentham y Foucault en su mesilla de noche, otra de las
caractersticas de la nueva seguridad por la que se apost despus del 11-S desde el
gobierno de los EEUU, y que luego fue copiada o impuesta en otras latitudes tiene
que ver con el control y la vigilancia. Estoy de acuerdo con David Lyon en que es un
error considerar el 11-S como punto de partida de la nueva sociedad de la vigilancia, ya
que los ataques simplemente han trado a la superficie tendencias en vigilancia que se
264
154
haban estado desarrollando en silencio y que haban pasado desapercibidas durante los
ltimos veinte aos.265 En el desarrollo de estas tendencias vuelven a aparecer las
grandes empresas de armamento y los lobbies conservadores, pero tambin las firmas
de tecnologa, que recibieron de parte del Department of Homeland Security (DHS) una
invitacin para invertir en el sector que tena en la portada la sugestiva frase Dare to
think the unthinkable.
Desgraciadamente, como cuando Zamiatin escriba su clebre novela distpica Nosotros
en 1921, lo impensable y lo terrible nos ha terminado alcanzando y ahora estamos
sujetos a una vigilancia constante y cuasi-omnisciente, sobre todo si vivimos en un
espacio urbano. Propongo que imaginemos el da hipottico de un habitante de Nueva
York:
Desayuna, se ducha y cuando sale de su casa es grabado por la CCTV que est afuera de
su piso en Greenwich Village; camina hacia el metro y tambin es grabado por la
CCTV del America Bank de la esquina; al entrar al metro se encontrar con otras cinco
cmaras, y si tiene suerte, con uno o dos policas; al salir del metro recordar que no
lleva dinero para su caf y su bagel y sacar dinero de un cajero, que contactar con su
banco y despus de revisar si tiene dinero en su cuenta le dejar retirar veinte dlares; la
cmara del cajero lo habr grabado y podr guardar su imagen un mes; para entrar a su
edificio deber usar un carnet inteligente con sus datos personales y pasar su maletn
por un detector de rayos X; al llegar a la oficina tendr que poner un PIN y un
password, o usar uno de los nuevos ordenadores que funcionan con huella dactilar.
Supongamos que trabaja para una revista y que un software llamado Mailcop le prohbe
usar el correo electrnico de la revista para motivos personales. Con una alta
probablidad alguno de los ordenadores podr estar infectado con un virus que copia
todo lo que teclea y lo manda a una empresa de publicidad para monitorear sus gustos.
A la hora de comer se acuerda que dej apartado un libro en la biblioteca central y
decide recogerlo, sin saber que hace dos das, y en secreto, agentes de la CIA pidieron
todo su registro de prstamos, pues encontr sospechoso que hubiera sacado un par de
libros sobre la Yihad; nuestro amigo ser grabado por las CCTVs de trfico, de la
265
155
Como se puede vislumbrar en las pginas anteriores, tanto en los EEUU como en los
pases que han empezado a copiar su modelo de seguridad, una gran parte de la
respuesta antiterrorista se ha cimentado en polticas de vigilancia. En vez de poner el
acento en la inteligencia y hay muchas fuentes que hablan de los tres atentados como
fallas de inteligencia, los gobiernos y las empresas que succionan su presupuesto han
apostado por un modelo de seguridad basado en la vigilancia. Aun antes del modelo
Homeland Security, la seguridad o la sensacin de seguridad ya se obtena tambin
mediante vigilancia y control; ya lo dice el ttulo de la muy citada obra de Foucault:
Surveiller et punir. Tanto en francs como en espaol, la primera acepcin de la palabra
156
tiene que ver con cuidado, como en la niera vigila a los nios. Sin embargo si
seguimos leyendo, encontraremos que en el vigilar tambin hay una referencia al
control, como en el polica vigila a los presos. Este doble alcance de la palabra me
hace recordar cuando mi mam me encargaba vigilar a mi hermano pequeo y yo
evitaba que arrancara las hojas de los libros Fred aprende Contabilidad era su
preferido dedicndole un poco de tiempo para jugar con l. Se me ocurre que bien
hubiera podido aplicar la acepcin del control y encerrar a mi hermano en su corral, con
lo que habra logrado que no deshojara la biblioteca familiar, aunque con un sentimiento
de encono y sin el supervit del entretenimiento.
El anterior ejemplo demuestra que la vigilancia no debe entenderse solamente como un
proceso represivo.266 Resultara extrao que alguien considerara el seguimiento de un
trabajador diabtico por el mdico de su empresa o, el patrullaje policial diario de su
colonia como algo perjudicial. Sin embargo, la vigilancia puede cambiar de signo en un
santiamn si el mismo check up de la empresa se usa para categorizar al empleado y
negarle un seguro mdico o, si durante el patrullaje los policas detienen solamente a
adolescentes con cierto color de piel. Es interesante destacar que estamos ante el mismo
proceso pero la vigilancia ha pasado del cuidado al control. Lo nico que ha cambiado
es que en el resultado de esta vigilancia obtenemos como subproductos categorizacin y
segregacin de personas.
Es tambin importante destacar que aunque la vigilancia se vincule siempre con el
aparato estatal, no es exclusiva de ste. Para encontrar la vigilancia en su mxima
expresin debemos remontarnos a las primeras fbricas capitalistas de la Revolucin
Industrial, donde los supervisores y capataces suplantaron a los maestros de oficios y
ejercieron esa posicin de poder intermedia entre el industrial capitalista y el proletario.
El uso de la vigilancia en este entorno ayud ms que otra cosa al modo de produccin
capitalista.
267
supervisor, y que ahora tenga un arsenal de medidas de vigilancia para controlar y medir
la productividad de los trabajadores. Uno de los ejemplos ms infaustos lo podemos
encontrar en los call-centers, donde los trabajadores son monitoreados sin cesar para
266
267
David Lyon, Surveillance Society, Buckingham: Open University Press, 2001, 31.
David Lyon, Surveillance after September 11, 26.
157
Un ejemplo del maridaje de estas innovaciones son las CCTVs. La primera cmara de
este tipo la instal un equipo de Siemens en 1942 para monitorear el lanzamiento de los
misiles balsticos B2 en la Alemania Nazi y tuvieron que pasar 18 aos para que a la
polica inglesa implementara este sistema en las inmediaciones de Trafalgar Square para
monitorear a distancia la celebracin del Guy Fawkes Day, da en el que se conmemora
la detencin del hombre que intent volar el parlamento ingls en 1605. Un ao ms
tarde, en 1961, se instalara la primer CCTV en la estacin Holborn del metro
londinense.270
Otro gran avance que le dio un vuelco a la vigilancia fue el uso que se le dio a la
dactiloscopia en las tarjetas de identidad. En los albores del siglo XX, los Estados
modernos necesitaban saber quines eran sus ciudadanos y quienes no, as como
268
158
asegurarse si en verdad eran quienes decan ser. Para esto, fue de gran utilidad el trabajo
del argentino-croata Juan Vucetich que asoci las huellas dactilares con la ficha de
medidas antropomtricas de Alphonse Bertillon y cre un sistema de identificacin el
antepasado de los controles biomtricos actualesque sobrevive hasta nuestros das. El
primer pas en imponer un control a sus extranjeros fue la Francia de la III Repblica
que impuso a los extranjeros y poblacin ambulante la exigencia de cargar con un
carnet antropomtrico con las huellas de todos los dedos de las manos y una fotografa.
Ms tarde, durante la ocupacin alemana se institucionaliza la tarjeta de identidad con
huella dactilar, fotografa y la mencin judo para facilitar las redadas de la
Carlingue.
Durante ambas guerras, el Reino Unido tambin oblig a sus ciudadanos a traer consigo
en todo momento un carnet de identidad por motivos de seguridad. Como era de
esperarse, los carnets de identidad asociados con el acoso de la polica para
demandarlos fueron totalmente impopulares tanto en Francia como en el Reino
Unido, por lo que fueron eliminados hacia la dcada de los sesentas. Aunque esto
parezca un salto atrs en la vigilancia no lo es, pues la dactiloscopia y la fotografa se
afianzaron como mtodos de identificacin criminal, por lo que Scotland Yard y las
dems policas de la Europa de la posguerra empezaron a archivar esa informacin
preciada que luego servira para categorizar y controlar a la poblacin.
Informacin es poder, es una de esas frases hechas que escuchas en cualquier
congreso de marketing, pero tambin es cierta para la vigilancia: mientras ms sepas de
quien vigilas, ms controlable se vuelve. Para David Lyon, la llamada sociedad de la
informacin se ha convertido de manera subrepticia en la sociedad de la vigilancia271
debido a que las nuevas tecnologas han facilitado la obtencin de informacin sobre
cualquier persona. El otro da, una compaera de francs me coment que tan slo
googleando mi nombre y ayudndose de algunos datos mos guardados en el sitio web
de la Escuela Oficial de Idiomas pudo acceder a mi blog personal y hasta las fotos que
tom cuando nev en Barcelona. La verdad es que en la actualidad en algunos casos ya
no hay que tomarse las molestias que se tom el capitn de la Stasi, Gerd Wiesler
271
159
272
Estamos en una crisis generalizada en relacin a todos los ambientes de clausura prisiones,
hospitales, fbricas, escuelas, familia. La familia es tambin un interior, que est en crisis como otros
interiores escolares o profesionales. Los administradores encargados nunca han cesado en anunciar
reformas necesarias: para reformar escuelas, reformar industrias, hospitales, fuerzas armadas y prisiones.
Peor todos saben que estas instituciones estn acabadas, cualquiera que se su perodo de caducidad. Es
solo cuestin de administrar los ltimos ritos y mantener a las personas empleadas mientras la instalacin
de nuevas fuerzas toca a la puerta.
Gilles Deleuze, "Society of Control ", http://www.nadir.org/nadir/archiv/netzkritik/Societyofcontrol
.html (accesado: marzo de 2010).
160
Estas nuevas fuerzas estarn auxiliadas por una nueva forma de vigilar ms annima e
incorprea, que harn de la nueva sociedad una sociedad de control. Deleuze utiliza este
concepto para describir cmo las nuevas tecnologas son capaces de hacer lo que antes
era posible slo en los espacios cerrados: controlar.
Adems de controlar, otra finalidad primordial de la vigilancia es discriminar. Es el
mismo proceso que cuando limpias frijoles para hacer un cocido y los expurgas por si se
ha colado una piedrita que luego pueda ocasionarte una visita al dentista. El proceso de
vigilancia puede verse como una operacin actuarial que busca prevenir riesgos. La
pregunta pertinente en este momento es a quin se quiere proteger de posibles riesgos.
La respuesta polticamente correcta debera ser a toda la poblacin, pero la realidad es
que en las grandes democracias occidentales siempre se busca crearle una sensacin de
seguridad o de inseguridad a las clases medias y a las clases acomodadas para
poder contar con su apoyo electoral y econmico (en el caso de las clases altas). Esto es
posible, ya que para David Lyon la vigilancia no solo est relacionada con el control y
la coercin sino tambin tiene mucho de seduccin y persuasin.273 El ejemplo de la
sociedad colombiana hipnotizada con las bondades de la seguridad militarizada que les
ha ofrecido lvaro Uribe es un buen ejemplo de la seduccin social de la vigilancia.
Tanto si se quiere seducir o controlar, la vigilancia empieza por identificar a la
poblacin riesgosa y para esto no hay receta mejor que establecer categoras y perfiles.
Para Armand Mattelart la vigilancia engloba:
Conceptos y doctrinas cuya funcin es la de prescribir el perfil de un enemigo,
supuesto o real, interior o exterior, total o global: el criminal nato o salvaje
moderno, la multitud, el insurrecto, el subversivo, el contestatario, el extranjero, el
terrorista. Categoras, todas ellas, muy extendibles, que extraen su incontenible
fuerza del borroso nimbo de su definicin.274
161
Ver http://www.nytimes.com/2010/04/06/world/europe/06moscow.html
162
Pero los perfiles y la sombra de sospecha suelen fallar: veamos otro caso ficticio pero
altamente plausible, el de la novela El atentado de Yasmina Khadra, donde la esposa de
un afamado mdico rabe-israel se autoinmola dejando la nota siguiente
Amin, amor mo, de qu sirve la felicidad cuando no es compartida? Mis alegras
se difuminaban si no iban acompaadas de las tuyas. T queras hijos y yo quera
merecerlos. Ningn hijo est del todo a salvo si carece de patria... No me guardes
rencor. Sihem
276
276
163
En resumen, y tal como se queja Zygmunt Bauman, una docena mal contada de
conspiradores islmicos, dispuestos a matar, ha demostrado ser suficiente para crear un
ambiente de fortaleza sitiada en el que vivimos actualmente y para agitar la presente ola
de inseguridad generalizada277. El 11-S ha generado una cultura de la vigilanciaseguridad que habitualmente se acepta porque promete protegernos de eventos tan
desagradables como los que vemos en televisin, ya que como dice una cancin de
Ismael Serrano, el fin del mundo, slo comienza cuando llega a casa. Esta promesa de
proteccin es suficiente para que nos inscribamos en esta cultura del control que acabar
colonizando aspectos de la vida con o sin nuestro permiso. Para el mismo Bauman el
peligro est en que:
Los habitantes normales de los espacios urbanos, los ciudadanos, los trabajadores y
los consumidores (es decir, las personas sin aspiracin terrorista alguna), notarn
que sus oportunidades vitales se vern ms circunscritas dentro de las categoras en
las que sean clasificados. Para alguno de ellos, tales categorizaciones resultarn
especialmente perjudiciales, ya que restringirn algunas de sus opciones como
consumidores afectando su clasificacin crediticia o, de forma an ms alarmante,
los relegarn a un estatus de ciudadanos de segunda clase basado en el color de su
piel o en su origen tnico. No es ms que las historia de siempre revestida de ropaje
de la alta tecnologa.278
164
Me cuenta un amigo que vive en Tasmania que todos los autos llevan pegadas al
parabrisas unas pegatinas que indican si el conductor tiene licencia para conducir y que
en estas estampas se puede leer la siguiente leyenda: Smile, surveillance cameras are
everywhere haciendo referencia a las cmaras que vigilan los lmites de velocidad.
Pero esta leyenda tambin valdra para bancos, oficinas gubernamentales, estaciones de
metro, autobuses, restaurantes y para una gran cantidad de espacios pblicos como
parques y plazas. Hay tantas cmaras de videovigilancia en las grandes ciudades y en
las de tamao mediano tambin que la gente ha interiorizado su presencia y las ha
aceptado como parte de su entorno, como son los postes de luz, las bancas y los
semforos.
La puesta en prctica de las CCTVs para vigilancia en las grandes urbes es un
fenmeno britnico que tiene sus races en el monitoreo que haca la polica de los
piquetes en la huelga de los mineros en 1984-85, y sobre todo en la lucha contra el
hooliganismo en los estadios de futbol. No obstante, el gobierno conservador no tard
mucho en ver los efectos positivos de este nuevo tipo de vigilancia y decidieron
extenderla a lugares semipblicos como estaciones de trenes o lugares de protesta. Aun
as, haca 1991 la mayora de los sistemas de circuito cerrado que haba en el Reino
Unido no eran iniciativa de las fuerzas de seguridad solamente, sino de empresas
privadas as como de gobiernos locales. El boom de la videovigilancia se dio en 1994
despus del asesinato del nio Jamie Bulger a manos de dos adolescentes. A partir de
entonces y hasta 1997 el gobierno dedic ms del 78% de su presupuesto para
prevencin del crimen en instalar sistemas de CCTV.279 Aunque an se discute si han
tenido un efecto positivo reduciendo las tasas de criminalidad, tanto gobiernos
conservadores como laboristas han aprovechado el supuesto efecto positivo en el
combate a la criminalidad para seducir a sus votantes con la promesa de ciudades ms
279
Clive Norris y Michael McCahill, CCTV in Britain, Hull: Urban Eye, 2002.
165
Clive Norris y Gary Armstrong, The Maximum Surveillance Society: The Rise of CCTV, Oxford: Berg,
1999.
281
Leon Hempel y Eric Tpfer, CCTV in Europe, Berlin: Urban Eye, 2004.
282
Francisco Klauser, "Lost Surveillance Studies: A Critical Review of French Work on CCTV",
Surveillance and Society, 6, no. 1, 2009.
283
Marianne Gras, "The Legal Regulation of CCTV in Europe", Surveillance and Society, 2, no. 2/3,
2004.
166
284
Ver http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/1865828.stm
Marcus Nieto, Kimberly Johnston-Dotts, y Charline Wear Simmons, Public and Private Applications
of Video Surveillance and Biometrics Technologies, Sacramento: California Research Bureau, 2002.
286
Christopher Slobogin, "Public Privacy: Camera Surveillance of Public Places and the Right to
Anonymity", Mississipi Law Journal, no. 72, 2002.
285
167
aumento, una encuesta de la revista Security Magazine afirma que de acuerdo a una
encuesta nacional de octubre de 2001:
Nearly 90 percent of American companies had taken actions to reevaluate their
security operations, upgrade or buy new security systems, or increased security
staff. The survey asked companies to identify the type of security technology that
would make the biggest difference in fighting terrorism. CCTV camera surveillance
was the most frequently mentioned technology, followed by electronic card key
access, and emergency communication gear.
287
Cerca del 90% de las compaas americanas que han tomado acciones para revaluar sus operaciones
de seguridad han mejorado o comprado nuevos sistemas de seguridad, pero tambin han aumentado su
personal de seguridad. La encuesta pide a las compaas que identifiquen qu tipo de seguridad hace la
mayor diferencia en la lucha contra el terrorismo. La CCTV fue la tecnologa ms mencionada, seguida
por las tarjetas de acceso electrnico y por los equipos de comunicacin para emergencias.
Citada en Nieto, Johnston-Dotts, y Wear Simmons, 32.
288
Ver http://www.opentopia.com/
168
preocuparse, pero si gracias a estas grietas legales una agencia de seguridad cualquiera
puede abusar de su poder e inmiscuirse en la vida privada de la gente ya tenemos un
problema, porque quis custodiet ipsos custodes?.
Volviendo al caso americano, no hay ningn apartado de la USA PATRIOT ACT que
recomiende el uso de ms videovigilancia, al contrario: el Departamento de Justicia, a
travs de su Criminal Resource Manual establece que es necesaria una orden judicial
para poder usar las imgenes de una cmara de videovigilancia, adems se debe
demostrar que esas imgenes sern de utilidad para resolver un crimen y que dicha
informacin no se pudo obtener por otro medio menos intrusivo.289 El mismo manual
establece que para videovigilar un evento concreto como una manifestacin o un evento
deportivo se necesita aportar una descripcin de las premisas que sern grabadas, el
objetivo de la grabacin y los nombres de las personas que sern grabadas, si es que se
conocen.
Una muestra de que el manual del Departamento de Justicia sirve como pisapapeles en
alguna oficina del DHS lo encontramos en la manifestacin contra la Convencin
Republicana, llevada a cabo en Manhattan en 2004. Segn recuerda Nick Turse, todos
los manifestantes fueron grabados cnicamente por los elementos de polica de NY que
adems se burlaban de sus consignas. Por si eso fuera poco, Turse afirma que para la
manifestacin se usaron instrumentos de deteccin que haban estado a prueba en Irak:
I also looked out my window and caught sight of the ultimate blending of
corporatism and the police-state -- the Fuji blimp -- now emblazoned with a second
logo: "NYPD." This spy-in-the-sky, outfitted with the latest in video-surveillance
equipment, had been loaned free of charge to the police all week long.290
Este ejemplo nos demuestra que no slo la privacidad est en peligro con un mal uso de
la videovigilancia, sino derechos como la libertad de expresin, que fue cooptada aquel
289
Ver http://www.justice.gov/usao/eousa/foia_reading_room/usam/title9/crm00032.htm
Yo tambin pude ver a travs de mi ventana lo ultimo en la cooperacin entre corporativismo y
estado policial el dirigible Fuji ahora marcado con un segundo logo, el de la Polica de Nueva York.
El espa en el cielo estaba equipado con los ltimos avances en videovigilancia y le haba sido arrendado
a la polica por toda una semana.
Nick Turse, "Homeland Security State (Part II)", tomdispatch.com, 2005 (accesado: marzo de 2010).
290
169
da, pues varios de los activistas contra la guerra fueron apresados ilegalmente por
portar camisetas con lemas crticos con la administracin Bush y contra la guerra. Ante
las demandas por abuso de poder y detencin injustificada, la polica de NY ha estado
ocupada ofreciendo dinero a cambio del retiro de las demandas, sin embargo activistas
como Nick Turse lo nico que piden es una disculpa pblica.
Como era de esperarse, los mass media estadounidenses nunca informaron o lo
hicieron de manera deficiente sobre las mltiples manifestaciones de rechazo que se
llevaron a cabo en las grandes ciudades contra la poltica guerrera de la Administracin
Bush. En una de esas manifestaciones, ocurrida en marzo de 2003, incluso fueron
arrestadas dos ganadoras del Premio Nobel de la Paz, la irlandesa Mairead Corrigan
Macguire y la estadounidense Jody Williams. Si el arresto ilegal de dos acreedoras del
Nobel pudo ser ignorado por las cadenas de televisin, es enteramente comprensible
que pocos sepan de los operativos policiales que controlan las manifestaciones o del uso
criminalizador que se le ha dado a las cmaras de circuito cerrado despus del 11-S.
Existe esta ignorancia sobre los otros usos de la videovigilancia porque cuando se habla
de videovigilancia en los mass media se hace destacando sus virtudes y su vala en la
lucha contra el crimen y la impunidad. Recordemos el caso de la chica ecuatoriana
golpeada por un skinhead en el metro de Barcelona, cuyas imgenes fueron mostradas
en todos los telediarios y que ocasionaron una marcha de repudio en Plaa Sant Jaume y
la identificacin que no el castigo justo del agresor. Tambin en la Ciudad Condal,
es importante recordar a la indigente apaleada y quemada en un cajero, donde gracias a
la videovigilancia del banco pudo detenerse a los adolescentes que la agredieron. Es por
la contundencia de la cobertura meditica de este tipo de casos exitosos de
videovigilancia que Clive Norris cree que no hay mejor aliada de la CCTV que la
televisin, pues slo por ese medio pueden mostrarse las virtudes de la videovigilancia.
Este maridaje TV-CCTV consiste en que la televisin lanza de modo uniforme el
mensaje de que vivimos en un mundo inseguro, tanto que en muchos casos los canales
de justicia habituales son insuficientes y se necesita de este tipo de justicia popular.
Un ejemplo lo podemos observar en el captulo de Los Simpsons titulado Homer
170
Badman. Dicho captulo trata de la acusacin que hace una niera contra Homer por
acoso sexual, cuando ste lo nico que hizo fue quitarle una Venus de Milo de
gominola del trasero. Los medios de comunicacin se encargan de hacerle la vida
imposible a Homer hasta que una videograbacin del jardinero Willy lo exculpa
mostrando un plano donde se ve a Homer comindose la gomita que le acababa de
quitar del culo a la niera feminista. Marge agradece que haya gente que videograbe
todo lo que pasa, pues cree que de esta manera, aunque las Cortes de Justicia no
funcionen, se alcanzar la justicia. Al final del captulo el mismo Homer est viendo el
programa de TV que conduce el mismo individuo que lo acus de acosador, slo que
ahora carga contra el jardinero Willy al que llama fisgn morbosn. Marge lo regaa
por seguir creyendo lo que dicen en la TV despus de haber sufrido la difamacin pero
l dice no haber aprendido nada, la televisin siempre tiene la razn.
Por eso si en un telediario salen las secuencias de cmaras de circuito cerrado que
aseguran haber captado a los sospechosos de un atentado, hay que creer en esas
imgenes como si fueran un dogma de fe. El caso del 7-J es ilustrativo ya que el
gobierno britnico no ha aportado imgenes que demuestren que los cuatro sospechosos
estuvieron en Londres el 7 de julio y slo ha podido aportar una imagen que muestra a
tres de los supuestos cuatro terroristas juntos y los ubican en la estacin Luton del
Thameslink. La imagen ha sido presentada como la prueba principal del ataque, pero
presenta varios problemas que pueden ser atribuidos a la mala calidad o al ruido de la
imagen: las caras de los sospechosos son completamente irreconocibles, a pesar de la
hora pico en la que fue tomada no hay nadie ms en la imagen, no se puede apreciar la
prominente barba de Hasib Hussain que segn el gobierno portaba, as mismo en la
ventana de atrs el reflejo de las piernas de Hussain no parece ser un reflejo normal.291
A pesar de esto y despus de usarlas en la investigacin judicial, el gobierno le dio
permiso a la BBC para mostrar dichas secuencias en televisin abierta y en seguida se
convirti en la prueba principal de que Hassib Hussein, Mohammad Sidique Kahn y
Shezhad Tanweer estuvieron el 7 de julio en Londres y perpetraron los sangrientos
atentados. Si a esta prueba supuestamente contundente le aadimos el sospechoso video
donde Mohammad Sidique Khan se despide de su hija tendremos el efecto completo:
291
171
alentar a la sociedad para que vean la TV como lo hace Homer Simpson, creyendo la
noticia sin cuestionarla.
Lo que este ejemplo nos ensea es que si un acontecimiento es televisado y adems ha
sido filmado por una CCTV, se convierte en una verdad casi imposible de desmentir.
Con todo, cuando se logra desmentir pone en entredicho todo el sistema y desnuda los
efectos de una mal llevada videovigilancia. El mejor ejemplo de lo anterior es el video
de los supuestos etarras difundido por las autoridades francesas despus del tiroteo
donde muri un polica francs. Para los que no estn enterados de la noticia, debo
decirles que los supuestos etarras filmados en un supermercado y cuya imagen fue
mostrada en los medios para apresurar su captura no eran ms que unos bomberos
catalanes que estaban de vacaciones. Para Gemma Galdn no es creble que la
identificacin de los protagonistas del tiroteo haya sido el objetivo principal de la
distribucin del video.
En el momento en que las imgenes son facilitadas a todos los medios sin respetar
no ya el derecho a la intimidad y a la propia imagen, sino la presuncin de
inocencia, la posibilidad de que esa distribucin formara parte de una estrategia de
investigacin policial se revela remota. A dos das de las elecciones galas y en
plena apuesta del UMP de Sarkozy por la mano dura en temas de seguridad, las
imgenes parecen responder ms bien a una estrategia de comunicacin y
relaciones pblicas, a la voluntad de aparentar eficacia policial y poltica.292
292
293
172
How many frames would have to be processed if it were necessary to try and
confirm the presence of a terrorist suspect in the city on any given day? The
answer is quite staggering. A standard 3 hour video tape records 25 frames per
second, equivalent to 90,000 pictures an hour. With 332 cameras the number of
individual pictures that would have to be reviewed for a 24 hour period is 69
million.294
294
Cuntos fotogramas necesitan ser procesadas para intentar confirmar la presencia de un sospechoso
terrorista en una ciudad durante un da cualquiera? La respuesta es abrumadora. Una grabacin de tres
horas de video graba a 25 fotogramas por segundo, lo que equivale a 90,000 fotografas por hora. Con
332 cmaras el nmero de fotografas individuales que tienen que ser revisadas para un perodo de 24
horas es de 69 millones.
Clive Norris, Jade Moran, y Gary Armstrong, "Algorithmic Surveillance: The Future of Automated Video
Surveillance", Surveillance, Closed Circuit Television and Social Control, Hants: Ashgate, 1998, 257.
173
Lo que esta historia nos vuelve a demostrar es la poca utilidad de las CCTVs para
prevenir posibles atentados terroristas y su moderada utilidad para recopilacin de
pruebas. A pesar de esto, los gobiernos siguen pagando millones de dlares a empresas
de tecnologa para hacer cmaras con funciones ms sofisticadas. La organizacin
Privacy International ha redactado una peticin para pedirle al gobierno del Reino
Unido la prohibicin de nuevos tipos de cmaras que atentan contra la privacidad de los
ciudadanos y que de ser mal usadas podran lesionar Derechos Humanos.
El primer tipo de cmara contra el que protesta la organizacin es el que est equipado
con sistema de deteccin de cara. El primer sistema de videovigilancia en incluir un
software de deteccin de cara fue bautizado como Mandrake y est en funcionamiento
desde 1998 en la zona de Newham en Londres. En esta zona, el gobierno reparti 140
cmaras algunas de ellas mviles y las vincul en red con una base de datos
biomtricos de criminales o personas que han cumplido sentencia. Si la cmara registra
que una de estas personas pasea por la calle Newham hace saltar una alarma y un
operador debe decidir si manda a la polica o no. Los tcnicos de Software Systems,
creadores del sistema, admiten que capturar una cara en movimiento es un proceso muy
complicado que puede ocasionar varios errores, pero confan en que el elemento
humano que est detrs del sistema corrija ese error.295 An as no hay de qu
preocuparse, seguramente el problema de identificacin de cara est resuelto, pues
recientemente Michael y Alex Bronstein, dos hermanos rusos emigrados a Israel, han
aplicado una nueva tecnologa que podra minimizar estos errores. Lo que estos jvenes
genios solo tienen 22 aos han ideado es usar la tecnologa 3D para mejorar la
identificacin de caras. Su idea es mapear la cara humana para que en la base de datos
aparezca como una imagen en 3 dimensiones, de esta manera si una cmara slo puede
captar la parte de una cara porque el sospechoso trae una gorra, se podra identificar al
individuo de todas maneras. Los hermanos Bronstein quieren patentar esta tecnologa
para que todos estemos ms seguros, pero lo que no saben es que pueden colaborar a
crear el delito de portacin de cara.
295
Ver http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/191692.stm
174
Los otros tipos de cmaras que critica Privacy International son los que cuentan con
visin infrarroja o con radar para captar movimientos en la oscuridad y tras las paredes.
Entendera que este tipo de tecnologa se usara en la proteccin de instalaciones
peligrosas como centrales nucleares, pero estn siendo instaladas en los distritos
financieros de las grandes ciudades britnicas como Manchester, Londres, Sheffield o
Liverpool. Pero tampoco es una tecnologa que no se pueda encontrar en el mercado,
cualquier ciudadano puede ingresar a Internet y si est dispuesto a gastar la mdica
cantidad de 280 dlares puede comprar una de estas cmaras para instalarla en su casa o
negocio. Si le gana la curiosidad, en el sitio www.doktorjon.co.uk se pueden encontrar
ms de 600 empresas que venden este tipo de tecnologa y seguro encontrar viajas
conocidas como Securitas o ADT, pero tambin empresas de electrodomsticos como
Sony, Sanyo, Bosch o LG.
Si en nuestras ciudades ya contamos con sistemas de videovigilancia con
reconocimiento facial, visin infrarroja y radar, qu ms puede ser implementado? En
la Universidad de Kingston en el Reino Unido se est perfeccionando el software
Cromatica, que pretende predecir comportamientos. Su inventor, el Dr. Sergio Velastin,
cree que su sistema puede detectar gente que tira basura, que olvida su maleta o incluso
que se prepara para suicidarse.296 En los EEUU, la US DARPA trabaja y prueba en
Bagdad un software en sus cmaras inalmbricas que permite programar
comportamientos sospechosos para que la cmara slo reporte a los soldados cuando
localice alguno de esos comportamientos. Asociaciones civiles inglesas han puesto el
grito en el cielo ante el desarrollo de esta nueva tecnologa que ya ha sido probada en la
estacin de metro de Liverpool Street en Londres, pues creen que al definir
comportamientos sospechosos las CCTV se puede convertir en un arma de
discriminacin. Para Clive Norris, et.al.:
It is true that automatic heat or light sensors cannot discriminate on the basis of
social class, race or gender, however, intelligent image processing systems suffer
from no such limitations. The same algorithmic techniques that can differentiate
between black and white, with time, may also be able to distinguish between young
296
Ver http://news.bbc.co.uk/2/hi/sci/tech/1953770.stm
175
and old male and female. Again, trying to remove discrimination, the new
automated technologies may intensify it.297
Lo que brilla por su ausencia son las leyes que regulan la videovigilancia. Como
mencion con anterioridad, en los EEUU las CCTVs no son reguladas por una ley de
proteccin de datos, es ms ni siquiera se les menciona en la USA PATRIOT ACT. La
nica manera de defenderse ante el abuso de la videovigilancia es apelando a la Cuarta
Enmienda que prohbe inspecciones y confiscaciones irrazonables, pero por regla
general las decisiones de la Corte no han considerado las cmaras de circuito cerrado
como una inspeccin irrazonable. En la Unin Europea, la mayora de demandas
judiciales que se gestan en casos de mal uso de la videovigilancia se amparan en el
artculo octavo del Convenio Europeo de Derechos Humanos que garantiza que toda
persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y de su
correspondencia298. Sin embargo, en el mismo artculo se autoriza esta injerencia
siempre y cuando la seguridad nacional, la seguridad pblica, el bienestar econmico
del pas, la defensa del orden, la proteccin de la salud o de la moral o la proteccin de
los derechos y libertades estn en peligro. La Europol, por ejemplo, puede usar las
imgenes de las CCTV slo si investiga algn un crimen. No obstante, como lo nota
Mike Macguire, parece que ahora hay ms crmenes que perseguir que antes del
2001.299 Adems del aumento de los crmenes, el terrorismo parece ser la principal
amenaza a la defensa del orden o el bienestar econmico por lo que el respeto a la vida
privada y a la intimidad merecen ser relegados a segundo plano.
Pero la privacidad y la intimidad no son las nicas vctimas de la multiplicacin de la
videovigilancia: tambin lo es la confianza. Si llegamos al caso de que un ciudadano sea
297
Es verdad que lo censores de calor o de luz no pueden discriminar basndose en la clase social, la
raza o el gnero, sin embargo los sistemas que procesan imgenes inteligentes no sufren de esas
limitaciones. Las mismas tcnicas algortmicas usadas pueden diferenciar entre blanco y negro y con el
tiempo podrn discernir entre joven y Viejo o entre hombre y mujer. Una vez ms al intentar que la
tecnologa no discrimine lo que en realidad se est logrando es intensificarla.
Norris, Moran, y Armstrong, "Algorithmic Surveillance: The Future of Automated Video Surveillance",
267.
298
Ver Artculo 8 del Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales del 10 de diciembre de 1948.
299
Mark Maguire, "Restraining Big Brother? The Regulation of Surveillance in England and Wales",
Surveillance, Closed Circuit Television and Social Control. ed. Clive Norris, Jade Moran, y Gary
Armstrong, Hants: Ashgate, 1998, 233.
176
Vincent Freeman ha soado toda su vida con ser piloto espacial, pero un examen
gentico lo ha declarado Ciudadano Invlido. Esta etiqueta se debe a que sus padres
no recurrieron a la gentica para concebirlo y ha nacido con una predisposicin cardaca
que le impide tan siquiera luchar por el trabajo de sus sueos. En este mundo distpico
que imagina Andrew Niccol, director y guionista de la pelcula Gattaca, Vincent tendr
que comprarle su identidad a un individuo genticamente superior para poder
presentarse a la entrevista de trabajo que tanto anhela. Jerome Morrow, espcimen
gentico perfecto pero con tetraplejia a causa de una cada, es el benefactor de Vincent
y deber pasarle diariamente una muestra de sus clulas muertas, varias bolsas de orina
y hasta sus huellas dactilares con sangre para que Vincent pueda pretender ser l. En la
entrevista de trabajo en la agencia aeroespacial Gattaca Corp. Vincent entrega su
muestra de orina y cuando el sistema lo identifica como Jerome Morrow, el Doctor
Lamar lo felicita por haber superado la entrevista. Cuando el estupefacto Vincent lo
cuestiona sobre la entrevista el mdico le responde que la identificacin de su orina ha
sido la entrevista, que el puesto es suyo.300
Cuando tena 18 aos pude ver en Mxico el estreno de Gattaca y el futuro que
vaticinaba me pareca tan lejano como los cuentos ms fantsticos de Asimov. Slo
300
177
saba de casos en los que se les negaba trabajo a mujeres por estar en una edad en la que
se podan embarazar, pero jams me imagin que llegara el da en que por tu
informacin corporal o gentica pudieras llegar a ser discriminado. Ese da est a la
vuelta de la esquina.
Ann Davis ya estimaba que en 1997 ao en que se estren la pelcula existan en
los EEUU ms de 10,000 oficinas que requeran alguna parte del cuerpo como
contrasea para entrar a ellas u obtener acceso a ciertos archivos.301 Hacer una
estimacin como la de Davis hoy en da sera mucho ms complicada, pues un
componente cada vez ms necesario en las bases de datos gubernamentales son los
datos biomtricos, es decir, los datos psicolgicos, biolgicos, genticos o de
comportamiento que permiten la identificacin fidedigna de una persona. Todo sistema
biomtrico debe tener tres componentes bsicos: inscripcin, almacenamiento y
comparacin de datos. Varias compaas intentaron vender dichos sistemas de
identificacin a los gobiernos antes del 11-S y por lo general reciban un portazo en la
cara por lo elevado de los costes y los errores de fiabilidad que podan llegar tener. No
obstante, igual que con las nuevas tendencias en videovigilancia, el 11-S demostr ser
el subterfugio idneo para apostar por el desarrollo de mtodos de identificacin
biomtricos ms sofisticados y certeros, as como para su obligatoria instalacin en
cualquier lugar donde se requiera de una identificacin individual instantnea para
salvaguardar la seguridad.
Los lugares ms necesitados de este tipo de identificacin son las fronteras, por lo que
no es ninguna novedad que el primer lugar en donde se prob este tipo de tecnologa
fuera la abatida frontera entre Mxico y los EEUU. Segn Peter Andreas, ya desde
1994:
Technologies and equipment originally developed for military use have been
increasingly been adapted for border enforcement purposes. Magnetic footfall
detectors and infrared body sensors, many of which first were used in Vietnam, are
deployed along the border. An electronic finger printing system (called IDENT),
301
178
adapted from the Navys Deployable Mass Population Identification and Tracking
System, is used by the Border Patrol to keep record on apprehended border
crossers.302
Adems de crear una base de datos de personas que suelen pasar diariamente a trabajar
o a hacer shopping en las ciudades fronterizas americanas como Mcallen o El Paso, el
propsito principal de estos primeros identificadores biomtricos incluidos en la
Operacin Gatekeeper era obtener los datos biomtricos de inmigrantes irregulares
capturados para luego poder identificarlos si es que volvan a intentarlo y volvan a ser
capturados. Estos aparatos no tardaron mucho en mostrar su vala para los agentes de
Customs and Border Protection (CBP) ya que la mayor parte de los inmigrantes
irregulares atrapados nunca dicen su verdadero nombre o mienten sobre su nacionalidad
pare poder volver a intentar cruzar desde la frontera mexicana y no ser deportados a sus
pases de origen en el caso de los centroamericanos, o a sus estados de nacimiento si es
que se trata de mexicanos.
Israel tambin prob con identificadores biomtricos antes del 11-S. En este caso los
conejillos de indias fueron los ms de 50,000 palestinos de la Franja de Gaza que
necesitan entrar a Israel para trabajar diariamente. El contrato para esta tecnologa fue
firmado con la compaa Electronic Data Systems engullida en 2008 por el gigante
de los ordenadores Hewlett Packard y est valorado en unos 10 millones de dlares.
Incluye la instalacin de un sistema de reconocimiento facial y de geometra dactilar en
cada checkpoint
302
La tecnologa y el equipo originalmente pensado para uso militar ha sido adaptado ltimamente para
usarse en las fronteras. Detectores magnticos de pisadas y censores corporales infrarrojos que se usaron
por primera vez en Vietnam han sido instalados en la frontera. Un sistema de lector de huella dactilar
(IDENT), adaptado del Sistema Porttil de Identificacin Poblacional de la Marina, es ahora usado para
llevar un registro de las personas que cruzan la frontera.
Peter Andreas, Border Games: Policing the U.S.-Mexico Divide, Ithaca: Cornell University Press, 2000,
91.
179
Para empresas de este tipo es un orgullo que sus productos hayan sido probados en
situaciones acuciantes y conflictivas, pues creen que eso le aade valor a su producto.
Recuerdo haber visto en el sitio Homeland Security Today la publicidad de un lector de
iris porttil, el cual era promocionado mediante una imagen bastante desapacible. En la
fotografa haba un grupo de soldados estadounidenses y uno de ellos usaba el
dispositivo en un afgano flaco y barbado mientras otro soldado le indicaba con la mano
que tena que abrir ms el ojo. En la imagen se podan ver ms varones que esperaban
junto a una pared a que se les identificara con el aparato y ms soldados custodindolos.
El encabezado deca algo as: si ellos haciendo referencia a los soldados lo han
probado en estas circunstancias, imagina lo confiable que es nuestro producto!
Segn un reporte de 2004 de Privacy International, de los 25 pases ms afectados por
atentados terroristas desde 1985 hasta 2001, menos de una cuarta parte de ellos
instituyeron una credencial obligatoria con huella dactilar para sus ciudadanos como
medida preventiva.303 Esto quiere decir que hasta 2001 solamente se usaban las
categoras biomtricas, en este caso la huella dactilar, para procesos periciales y pocos
gobiernos reconocan la identificacin biomtrica como una forma de prevenir el
terrorismo. Este reporte tambin demuestra que, a diferencia de otras tendencias en
vigilancia como la CCTV o las redes de espionaje, el desarrollo de mtodos de
identificacin biomtrica est ntimamente ligado al 11-S. Para Ayse Ceyhan:
Nevertheless in the actual context of uncertainty generated by the end of bipolarity,
fluidification of globalization, the dissemination of violence and the attacks of 9/11,
identity has once again become a problem. The New York and Washington attacks
intensified the dramatic emphasis on identity and identification means and
technologies. Since then, knowing with certitude who is who and assigning a
recognizable identity to someone, group or entity, have become important tasks for
governments and law enforcement agencies.304
303
Privacy International. Mistaken Identity; Exploring the Relationship between National Identity Cards
& the Prevention of Terrorism, Londres, 2004, 2.
304
A pesar del contexto de incertidumbre generado por el fin del contexto bipolar, la fluidez de la
globalizacin, la diseminacin de violencia y los ataques del 11-S, la identidad vuelve a ser un problema.
Los ataques en Washington y Nueva York han intensificado el nfasis en la identidad y en los medios y
tecnologas de identificacin. Desde entonces, saber con certeza quin es quin y asignarle una identidad
180
reconocible a una persona, grupo o entidad, se ha convertido en una labor importante para los gobiernos y
agencias protectoras de la ley.
Ayse Ceyhan, "Technologization of Security: Management of Uncertainty and Risk in the Age of
Biometrics", Surveillance and Society, 5, no. 2, 2008, 109.
305
El Fiscal general, en consulta con el Secretario de Estado y el Secretario de Transportes debe conducir
un estudio de la viabilidad sobre el uso identificadores biomtricos (huella dactilar) para tener acceso a
los Sistemas de Identificacin de Huellas Dactilares del FBI en oficinas consulares y en puestos de
entrada a los EEUU para as reforzar las capacidades por parte del Departamento de Estado y los oficiales
de inmigracin para identificar a extranjeros que pudieran ser requeridos en investigaciones criminales o
terroristas en los EEUU.
Ver la "Public Law 107-56, USA Patriot Act of 2001," legislada por el 107 Congreso de los Estados
Unidos de Amrica.
181
exdirector del U.S. Biometric Center, expone sus dudas ante el inminente uso de nuevos
identificadores biomtricos:
It's going to be hard to know how these technologies can be applied to increase
national security. They might be an added tool, but it will require a lot more
human intervention. We're not just going to turn these machines on and start
catching terrorists [] No, the government didn't have this stuff in place, precisely
because it had been working on it and knew its limitations and didn't find any value
for the costs involved. The government has been on top of this; the government's
position hasn't changed.306
A pesar de lo anterior, la Enhanced Border Security and Visa Reform Act, patrocinada
por el senador demcrata Edward Kennedy y el representante republicano James
Sensebrenner, fue aprobada con una mayora aplastante el 14 de mayo de 2002. En
dicha acta se autorizan 150 millones de dlares para mejorar las capacidades
tecnolgicas de la Inmigration and Naturalization Service (INS) y se obliga a la misma
agencia a hacer compatibles e integrar todas sus bases de datos con el sistema de
interpretacin y derivacin de datos conocido como Chimera, as como a incluir
caractersticas biomtricas en dichas bases. Para cumplir con estas obligaciones, se
tuvo que modificar todo el sistema de visados en los consulados y embajadas
estadounidenses. Todo aqul que haya pasado por el va crucis de solicitar un visado
para entrar a los EEUU despus de 2002 se habr dado cuenta que adems del oneroso
costo de 120 euros, las engorrosas preguntas y los considerables tiempos de espera,
ahora es un requisito imprescindible proporcionar las huellas dactilares y posar para una
fotografa digital facial.
Aunque parezca que slo los ciudadanos de pases que necesitan visado para entrar a los
EEUU sufrieron las consecuencias del acta, el efecto de la exigencia estadounidense no
306
Va ser difcil saber cmo estas tecnologas pueden ser aplicadas para aumentar la seguridad nacional.
Pueden ser una herramienta que se puede adicionar, pero requerir de mucha intervencin humana. No
vamos a encender estas mquinas y vamos a empezar a atrapar terroristas [] no, el gobierno no tenia
este equipo instalado porque a penas estaba trabajando en l, saba de sus limitaciones y no haba hallado
un valor en los costos involucrados. El gobierno ya estaba en esto, la posicin del gobierno no ha
cambiado.
"Retrospective on Biometrics," Infosecurity Magazine, 2002.
http://www.infosecuritymag.com/2002/nov/retrospective.shtml#1d. (accesado: mayo de 2010).
182
tard en dejarse sentir en Europa y Asia. En una muestra de podero diplomtico, los 27
pases que disfrutaban del Visa Waiver Program fueron obligados a cambiar sus
pasaportes por pasaportes electrnicos o mecnicos que permitan una mayor
automatizacin en los procesos de identificacin. Dichos pasaportes debern incluir
tambin categoras biomtricas como huellas dactilares y foto digitalizada. Para cumplir
con esta exigencia, en la Unin Europea se implement un pasaporte con un chip de
radiofrecuencia (RDF) que tiene la virtud de poder ser ledo por una antena o por un
ordenador que a su vez vincular la informacin contenida en dicho chip con la de las
bases de datos de la polica o de las agencias de seguridad.
An antes de la exigencia estadounidense, la Unin Europea ya haba implementado en
1997 un mtodo biomtrico de identificacin para el control de las personas que
solicitan asilo poltico en algn pas de la Unin. El sistema bautizado como Eurodac,
acrnimo de European Dactyloscopic System, consta de una unidad central gestionada
por la Comisin Europea, de una base central informatizada de datos dactiloscpicos, y
de medios electrnicos de transmisin entre los Estados miembros y la base de datos
central. Durante las presidencias austriaca y alemana del Consejo de la Unin Europea
el protocolo para Eurodac estuvo congelado porque varios pases queran aumentar la
ratione personae de la ley. Alemania y Francia amenazaron con vetar el sistema si no se
incluan a los inmigrantes irregulares dentro de las personas a las que se les debera
tomar las huellas dactilares. El Reino Unido tambin presion para que se le tomara las
huellas a todo extranjero que cruzara el espacio Schengen y se ingresaran los datos
biomtricos de residentes ilegales en terceros pases.307 Obviamente, despus del 11-S,
la discusin se facilit y Eurodac entr en pleno funcionamiento el 15 de enero de 2003.
Los atentados en Madrid y Londres fortalecieron la introduccin de ms sistemas
biomtricos en suelo europeo. En 2006, la Comisin Europea public un comunicado
llamando a los Estados miembros a unir esfuerzos para reforzar la frontera sur de
Europa as como para endurecer los controles de seguridad en los aeropuertos. Ignoro
bajo qu argumento vincularon el fenmeno de la inmigracin irregular con los ataques
terroristas, pero de ese comunicado naci Frontex, la Agencia Europea Para la Gestin
307
Ver Jonathan Aus, "Eurodac: A Solution Looking for a Problem?", European Integration Papers
Online, 10, 2006.
183
184
La verdadera
Ciudadano inocente
escena
Terrorista buscado
Ciudadano inocente
Terrorista buscado
Verdadero
Falso
Negativo
Positivo
Falso
Verdadero
Negativo
Positivo
ACLU, "Data on Face-Recognition Test at Palm Beach Airport Further Demonstrates Systems' Fatal
Flaws, ACLU Says", 2002. http://www.aclu.org/technology-and-liberty/flaws-face-recognition-palmbeach-airport (accesado: mayo de 2010).
185
se enferma, que puede sufrir accidentes, etc. El caso de Keneth Payne, hombre que pas
todos los exmenes para ejercer como profesor en Los ngeles, es sugestivo puesto que
no puede ejercer la profesin para la que calific por padecer una dermatitis atpica y
no poseer huella dactilar, uno de los requisitos para ensear en una escuela pblica
californiana. A Keneth Payne podra serle til la investigacin del profesor japons
Tsuru Matsumoto, que ide unos dedos de silicn con huellas dactilares para que a las
personas a las cuales se les ha amputado una mano o sufren de enfermedades
dermatolgicas puedan ser sujetos de biometra.309 Para hacer sus pruebas, Matsumoto
logr engaar a sofisticados sistemas de reconocimiento con sus dedos falsos. Es una
demostracin de lo fcil que podra ser para una banda criminal hacerse con un stock de
dedos para crear sus copias en silicn. El caso se puede repetir para una persona ciega o
que padezca glaucoma o cataratas y que para viajar o trabajar requiera de una
identificacin biomtrica por lectura de iris o de retina, y en esta situacin
probablemente no haya un investigador que le consiga un ojo de repuesto o le tate el
iris en un lente de contacto, como sucede en Gattaca.
Para evitar estos posibles errores, los promotores de la biometra y sus desarrolladores
estn gastando millones de dlares para encontrar el mtodo infalible. En los centros de
investigacin y las universidades se estn probando identificadores de olor corporal, de
resonancia craneana y de manera de caminar para complementar los que ya se tienen.
En el aeropuerto David Ben Gurion de Israel se ha llegado al smmum de la biometra,
pues se est probando un nuevo tipo de identificador llamado Cogito 1002, de la
empresa Suspect Detection System que:
Se apoya y respalda en los conocimientos adquiridos y asimilados a travs del
anlisis de miles de estudios de casos de atentados suicidas en Israel y en el mundo
entero, recogidos por las autoridades israeles y la comunidad acadmica. El
sistema permite perfilar y detectar a los pasajeros sospechosos. Los viajeros vienen
obligados a contestar a una serie de preguntas generadas por ordenador, adaptadas
al pas de origen, mientras que ponen la mano sobre un sensor "biofeedback . El
309
Tsuru Matsumoto, Hiroyuki Matsumoto, y Koji Yamada, "Impact of Artificial "Gummy" Fingers on
Fingerprint Systems", Yokohama National University, 2002.
186
Segn Naomi Klein, la empresa ha presentado con gran xito su sistema en el Air Show
de Paris, el equivalente al Fashion Week pero de la industria armamentista y de
seguridad.311
Hay quienes consideran muy infructuoso todo este gasto de dinero en la bsqueda de un
identificador biomtrico incontestable, pues creen que el identificador ya se tiene y slo
es cuestin de hacerle la misma publicidad que a las cmaras de videovigilancia. Este
identificador es el ADN. A diferencia del sistema basado en la dactiloscopia, el anlisis
de secuencias de ADN no se basa en las similitudes de dos muestras, la identificacin se
logra mediante las diferencias en algunos marcadores genticos. Segn expertos, usando
el ADN las probabilidades de una falsa identificacin se pueden reducir de un caso en
cien a uno en un milln o uno entre quinientos millones.
Los pioneros en este campo son los ingleses, que desde 1995 han creado un fichero
gentico que hoy se calcula en 5.3 millones de personas segn una pregunta
parlamentaria realizada por Jenny Jones y contestada por Boris Johnson en 2008.312 La
polica britnica empez esta base con muestras de las escenas criminales, y sobre todo
con la informacin gentica de los agresores sexuales, pero con el correr de los aos se
han tomado muestras de todo aqul que pise una comisara de polica y que se deje
tomar un frotis bucal. La polica no ha respetado la privacidad gentica de nadie, se
estima que la base puede contener hasta ms de medio milln de individuos menores de
16 aos.
En los EEUU, tampoco se han quedado atrs en la recoleccin de material gentico: el
CODIS es un sistema creado y administrado por el FBI que en pocos aos ha
sobrepasado a la base de datos britnica y presume de tener los marcadores genticos de
ms de 8 millones de estadounidenses. Igual que en el caso britnico, en el inicio, la
310
187
toma de muestras se focalizaba solamente en agresores sexuales, pero despus del 11-S
se ha aumentado a toda la poblacin penitenciaria y en California se ha pasado el DNA
Fingerprint, Unsolved Crime and Innocence Protection Act que permitir tomar las
muestras de cualquier adulto o joven implicado en un crimen, aunque slo est en
calidad de sospechoso.313 El colmo, tanto en los casos britnicos como estadounidenses
es que los delitos de cuello blanco, como el fraude millonario del seor Madoff, no
requieren muestra de ADN.
Los dlares que se han inyectado en el desarrollo de identificadores genticos despus
del descubrimiento del Mapa del Genoma Humano han hecho de la identificacin va
ADN un proceso cada vez ms rpido y sencillo. Ante la falta de marco jurdico se han
popularizado los exmenes genticos DTC, o directos al consumidor, que pueden
mostrar las predisposiciones a adicciones o enfermedades. La cadena farmacutica
Wallgreens planea poner a la venta, por el mdico precio de 30 dlares, un aparato que
analice las predisposiciones a ataques al corazn, Alzheimer, obesidad, cncer de
prstata y esclerosis mltiple. Si el dueo de este aparatito paga otros 80-240 dlares
puede recibir un reporte gentico ms extenso, que probablemente no pueda entender
pero que puede malinterpretar.314 Ahora slo basta imaginarnos lo que una empresa o
una agencia de seguridad puede hacer con una mquina ms avanzada, que la que se
vender en las farmacias. Las posibilidades de segregacin se vuelven casi infinitas
como en el Mundo Feliz de Huxley, o en la ya citada Gattaca.
El principal problema de la biometra no radica en que se considere al cuerpo humano
como un gran password ambulante que hay que decodificar mediante mquinas, sino
que se ignore, o se manipule, el contexto en el que se encuentra dicho cuerpo.315
Tomando en consideracin los estudios sobre la identidad de Paul Ricoeur, Ayse
Ceyhan cree que:
Since biometrics attempts to equate identity with uniqueness and sameness, we will
then tackle this concept through the question of the relationship between
313
188
Un gran receptculo para todos los datos biomtricos son los documentos de identidad,
como pasaportes, visados y carnets. Un carnet o credencial inteligente es aqul que est
adicionado con una categora biomtrica. El motivo principal por el cual los gobiernos
dotan de carnets de identidad es para saber quines son sus ciudadanos y en base a ellos
ofrecerles ciertos servicios. Es por eso que los carnets pueden servir para muchos
motivos, desde votar, acceder a la seguridad social, cruzar las fronteras o recibir un
subsidio. Obviamente tambin han servido para identificar, diferenciar y segregar
poblaciones como en el caso de la Alemania Nacionalsocialista, la
Sudfrica del
Apartheid o Rwanda antes del genocidio. Es por estos aterradores ejemplos que David
Lyon cree que dichos documentos personales tienen la capacidad de discriminar,
infringir libertades civiles y contribuir con el aumento de la cultura de vigilancia.317
Hasta antes del 11-S los carnets de identificacin nacional slo se haban instituido en
Estado democrticos como medida de seguridad durante las dos guerras mundiales. Este
316
La biometra intenta equiparar la identidad con la unicidad o la igualdad, por lo que debemos atender
a este concepto por medio de la pregunta entre la relacin identidad-idem e identidad-ipse [] Por eso, la
igualdad denota permanencia, unidad (por ejemplo, grupo sanguneo, genes, ADN, caractersticas fsicas).
La igualdad puede indicar una igualdad numrica, como una unidad (un nmero de pasaporte) pero
tambin una identidad cualitativa como un parecido o una similitud. La igualdad tambin puede denotar
una continuidad no interrumpida o una falta de variacin, o bien una falta de diversidad.
Ayse Ceyhan,116.
317
David Lyon y Colin J. Benett, eds., Playing the Identity Card: Surveillance, Security and
Identification in Global Perspective, Londres: Routledge, 2008, ix.
189
318
Graham Greenleaf, "Lessons from the Australia Card Deux Ex Machina?", The Computer Law and
Security Report, 3, no. 6, 1988.
190
Le estoy dando una prioridad bastante alta. Sera equivocado hacer un anuncio a bote pronto cuando
an no hemos tenido al oportunidad de pensar en sus implicaciones. Hay otros temas importantes sobre
derechos y ciudadana y no solo debemos considerar la seguridad.
Ver http://www.guardian.co.uk/uk/2001/sep/24/afghanistan.september111
191
Las cuestiones tcnicas y la aceptacin pblica por un lado, debemos ser claros en que nunca seremos
capaces de pedirle a todas las personas una tarjeta para que accedan al empleo o a los servicios pblicos.
Hay gente que tiene derecho a ambos sin la tarjeta, empezando por los nacionales de la UE, que podrn
quedarse a trabajar hasta por tres meses sin ninguna documentacin oficial. Otros grupos, como los
residentes del Reino Unido que viven afuera o nacionales de terceros pases tambin necesitan
excepciones. Este es una clara laguna jurdica que los ilegales pueden explotar, dadas las pobres medidas
de seguridad de algunos documentos de identificacin de la UE. Tenemos que pensar cuidadosamente
acerca de entregar carnets de identidad a extranjeros y cmo quedar registrada su nacionalidad en el
anverso del carnet. Quiero ahorrarle molestas cargas burocrticas a los extranjeros que no sean de la UE.
El Reino Unido debe seguir siendo un lugar competitivo para que los extranjeros vengan a estudiar o a
trabajar. Los arreglos deben ser lo ms sencillos y accesibles. Como he mencionado, la prueba de
identidad va a ser un problema particular para todos los postulantes que no sean britnicos. Va a haber la
necesidad de controles estrictos para hacer que el esquema funcione, pero no hay una manera fcil para
192
Estas dificultades demuestran por qu la propuesta fue rechazada 5 veces por la Cmara
de los Lores. Sin embargo, debido a los efectos del trago amargo del 7-J los Lores
cedieron y en 2006 el gobierno de Blair pudo aprobar una versin reducida de su ley.
Lo que pudo conseguir Blair fue un carnet inteligente voluntario para los ciudadanos
ingleses y uno obligatorio para los inmigrantes. Todo aqul que quisiera el documento
de identidad deba pasarse por alguna oficina del National Identity Register (NIR) y
aportar ms de 51 datos personales, entre ellos huellas dactilares, patrn de iris y
escaneo facial. Gordon Brown continu con el proyecto de Blair y busc por todos los
medios hacerlo obligatorio, quizs lo hubiera logrado de no haber sido vencido en las
ltimas elecciones. En este campo tanto el nuevo premier britnico conservador David
Cameron como su aliado liberaldemcrata Nick Clegg se mostraron en contra del
proyecto, por lo que han prometido destruir todos los registros del NIR y retirar todas
los carnets de circulacin, pues consideran el intento totally unbritish.
A pesar de que el media hype despus del 11-S fue ms intenso en los EEUU, tampoco
se logr un acuerdo inicial sobre la introduccin de carnets nacionales para los
estadounidenses. Recin acaecidos los atentados, Larry Ellison, presidente de la rama
californiana de la poderosa multinacional Oracle, ofreci tecnologa y recursos para el
establecimiento de un carnet inteligente para los estadounidenses. Sin embargo, el tema
es tan espinoso que ni siquiera en la USA PARIOT ACT se incluye el tema de las ID
cards. Sin embargo en la Domestic Security Enhancement Act of 2003 tambin
conocida como la PATRIOT ACT II, hay una recomendacin para homologar las
licencias de conducir de todos los estados para que tengan los mismos componentes de
seguridad y puedan ser usadas como documento de identificacin en cualquier trmite
federal o para viajar dentro de los EEUU. La encomienda, basada en las
recomendaciones de la infructuosa y sesgada 9-11 Commission, tuvo como
consecuencia la promulgacin en 2005 de la REAL ID ACT. Si bien dicha acta no
establece la creacin de un carnet inteligente, s obliga a todos los estados de la Unin
hacerlo. Puede que no tengamos manera de hacer revisiones sobre los antecedentes de extranjeros que
postulen desde fuera del Reino Unido. Entonces que prueba de identidad sera suficiente para que la
solicitud de los extranjeros sea tan eficiente como la de los britnicos?
Citada en Privacy International. Mistaken Identity; Exploring the Relationship between National Identity
Cards & the Prevention of Terrorism. Londres, 2004.
193
Americana a cumplir con ciertas normas tecnolgicas y a incluir ciertos datos en todas
las licencias de conducir que emita. Para la organizacin EPIC no hay lugar a duda, el
gobierno ha pasado subrepticiamente una ley sobre licencias que las convierte en
identificaciones nacionales de facto.321 Las legislaturas estatales estiman que cumplir
con la ley en el plazo estipulado de 5 aos les costar ms de 11 billones de dlares y 19
estados se han rebelado contra la ley tachndola de anticonstitucional.
El efecto de esta ley se ha sentido tambin en Canad, donde se le ha pedido
amablemente al gobierno canadiense que homologue las licencias de conducir con el
nuevo modelo americano para as poderle garantizar a sus ciudadanos un menor tiempo
de espera en su cruce fronterizo. Un equipo de la Universidad de Toronto ha creado un
prototipo de licencia basado en su investigacin sobre las nuevas licencias de conducir
que entraron en vigor en Ontario el ao pasado y ha probado sus alcances de control y
vigilancia en diferentes foros. Tuve oportunidad de ver el prototipo en la Surveillance
and Society Conference que se celebr en la City University de Londres en abril de este
ao y me qued impresionado con el experimento. Karen Smith y su equipo hicieron un
carnet con chip de radiofrecuencia que, al ser ledo por la antena colocada a la entrada
del auditorio, arrojaba en la pantalla no solo los datos biomtricos del poseedor sino
informacin privada contenida en otras bases de datos, como ltimos pases visitados o
situacin laboral.322 Lo que el equipo Canadian ID Forum quera demostrar era que,
con un carnet inteligente, una antena receptora de radiofrecuencia y un poco de
espionaje en bases sociales de Internet, se podra armar un sistema de discriminacin y
de control bastante completo gracias a la elaboracin de perfiles criminales totalmente
subjetivos. Quizs por eso, pases tan diversos como Turqua, Per, Albania, Suecia y
Malasia han apostado y pagado mucho dinero a empresas extranjeras por las
identificaciones biomtricas de sus ciudadanos.
Aunque desde los gobiernos se hable del plus en seguridad que ofrecen los carnets de
nueva generacin, no existen investigaciones serias que demuestren cmo un carnet
inteligente pueda prevenir un atentado terrorista. Si se trata de un terrorista suicida las
identificaciones biomtricas no sirven de nada, pues los terroristas suicidas slo atacan
321
322
Ver http://epic.org/privacy/id-cards/
Ver http://www.idforum.ischool.utoronto.ca/
194
una vez y los datos biomtricos que se recojan de ellos a no ser que se rescate la
antropometra de Bertillon no son capaces de demostrar quin se inmolar en un
mercado o en un vagn de metro. Si el atentado no es suicida pero lo comete un
ciudadano local, como en el caso de Oklahoma, la informacin slo sera de utilidad en
el peritaje. Lo mismo pasa si los terroristas son residentes legales extranjeros como en
el caso del 11-M y el 7-J o han entrado con visa de turista como en el 11-S; el poder
predictivo de las visas, los pasaportes o los carnets solo puede existir si se crean perfiles
asociados con ciertas caractersticas biomtricas.
A pesar de lo anterior, los investigadores del Centre for Research on Globalization de
Canad estiman que cerca de 2.2 billones de personas tienen un carnet inteligente, de las
cuales cerca de 900 millones cuentan con algn tipo de identificador biomtrico.323 Este
boom de los carnets inteligentes puede achacrsele al 11-S, pero creo que sera ms
correcto derivar la culpa hacia las empresas de tecnologa y los contratistas de seguridad
que a nivel mundial ofrecen estas tecnologas, a los gobiernos e instituciones
internacionales que las recomiendan y las patrocinan. El caso de Uganda es muy
esclarecedor, ya que antes de que se discutiera en el Congreso la adopcin de un carnet
inteligente, esta medida ya haba sido anunciada en un documento que se le envi al
Fondo Monetario Internacional, como si el FMI hubiera presionado para su adopcin a
cambio de ayuda econmica.324
En Mxico tambin podemos encontrar visos de injerencia internacional bastante
sospechosos, ya que de la noche a la maana el gobierno del Presidente Caldern ha
sacado a concurso un proyecto de identificacin biomtrica sper costoso que ha
ganado la empresa Smartnatic International Holding. Digo que es misteriosa la cuestin
porque en Mxico la identificacin oficial funciona bastante bien, a pesar de no tener
controles biomtricos, dicha credencial es responsabilidad del Instituto Federal
Electoral y aunque su principal funcin es electoral sirve para trmites federales. De
aprobarse el nuevo proyecto que ahora est detenido por el estado de inseguridad el
registro quedara a cargo de la Secretara de Gobernacin y del Registro Nacional de
323
195
Poblacin, lo cual no garantiza que los datos no vayan a ser mal usados o filtrados al
crimen organizado, Sobre lo anterior vale la pena recordar que hace unas semanas un
equipo de investigacin de El Universal descubri que en el barrio de Tepito se podan
adquirir los registros de todos los electores del pas pagando doce mil dlares.
Hay quien piensa que el espionaje y los EEUU deben ir siempre en la misma
oracin. Esto se debe a que algunos historiadores estadounidenses creen que el primer
gran espa o agente de inteligencia fue George Washington, ya que durante la Guerra de
Independencia estaba al mando de una red de agentes encubiertos, conocidos como
Culper Ring, que operaban en el Nueva York controlado por los ingleses. Entre muchas
otras operaciones de espionaje moderno, estos agentes se encargaban de colgar ropa de
distintos colores a modo de cdigo, para que Washington pudiera leer desde un
telescopio en Connecticut y se anticipara a los ataques britnicos. De hecho, desde Sun
Tzu, el espionaje es una prctica usada en las guerras, por lo que no es de sorprender
que en la Guerra Global Contra el Terror se vuelva a recurrir a esta vieja estratagema.
Como en el ejemplo de la Guerra de Independencia, el espionaje suele ser una
herramienta fundamental en tiempos de guerra, y cuando se usa en tiempos de paz se
suele hacer de manera secreta, ilegal y subrepticia. Este es el caso del sistema de
escuchas planetarias ECHELON. El sistema es el resultado del acuerdo secreto UKUSA
entre la Government Communications Headquarters (GCHQ) del Reino Unido y la
National Security Agency (NSA) de los EEUU en 1947. Pronto se unieron al pacto las
agencias de seguridad de Canad, Australia y Nueva Zelanda, mientras que agencias de
Alemania, Turqua, Noruega y Dinamarca firmaron tratados con los EEUU para poder
usar el sistema y fungir como terceras partes del programa.325 La finalidad era repartirse
el mundo como si fuera un pastel entre las cinco naciones anglfonas y adjudicarle una
zona a cada una para vigilar. Gran Bretaa estaba al mando de la inteligencia en Europa
325
196
Ver http://www.seattleweekly.com/2007-07-18/news/the-worst-internal-scandal-in-nsa-history-wasblamed-on-cold-war-defectors-homosexuality.php
327
Tenemos conocimiento despus de trabajar en la NSA que los EEUU leen las comunicaciones
secretas de ms de cuarenta naciones, incluidas las de sus aliados [] tanto las conversaciones cifradas
como las textuales son monitoreadas desde cualquier pas del mundo, incluidas las naciones en cuyo
territorio estn situadas las bases de intercepcin.
"Text of Statements Read in Moscow by Former U.S. Security Agency Workers," The New York Times, 7
de septiembre 1960.
328
Duncan Campbell, Echelon on line.
197
Las secciones 219 y 514 aprueban los cateos domsticos sin una orden judicial,
siempre y cuando se trate de un caso de terrorismo domstico o terrorismo
internacional.
Las secciones 210 y 321 permiten el acceso secreto por parte de las agencias de
inteligencia a los reportes crediticios y estados de cuenta bancarios de empresas
y personas fsicas.
Las secciones 204, 218, 356 y 403 dotan de poderes de inteligencia domstica a
la CIA.
329
198
A diferencia de otras sociedades, donde las leyes tardan en implementarse por falta de
recursos humanos o tecnolgicos, en los EEUU post 11-S los recursos siempre han
superado a las leyes, quizs por eso las secciones ms intrusivas de la USA PATRIOT
ACT tardaron tan poco tiempo en ser aplicadas. Un ejemplo de esto es el programa
Terrorists Surveillance Program, donde slo bastaba una orden del Presidente Bush
para usar alguno de los sistemas de la NSA como ECHELON para pinchar alguna
comunicacin en donde se sospechaba que podra haber informacin valiosa sobre
terrorismo. El programa fue conocido como el Presidents Surveillance Program (PSP)
despus de que en su discurso del 19 de septiembre de 2005, el Presidente Bush
aceptara haber usado las facultades que l se haba otorgado y que sobrepasaban las ya
polmicas otorgadas por la FISA de 1978.
This program has targeted those with known links to Al Qaeda. I've reauthorized
this program more than 30 times since the September the 11th attacks, and I intend
to do so for so long as our Nation is - for so long as the Nation faces the continuing
threat of an enemy that wants to kill American citizens.330
En julio de 2009 se ha desclasificado un reporte que defiende la legalidad del PSP y que
muestra que no solo la NSA llevaba a cabo labores de espionaje pedidas por el
presidente, sino que tambin participaban la CIA, el FBI y la Office of the Director of
National Intelligence (ODNI), y que todo era consultado con el Departamento de
Justicia (DoJ). A pesar de lo anterior, la mayor parte de las atribuciones del presidente
bajo el PSP seguirn siendo un secreto pues siguen estando en documentos clasificados.
Las que s se pueden consultar son las National Security Letters (NSL), que son una
especie de emplazamientos o citaciones que genera el FBI cuando busca algn dato
privado de una empresa, asociacin o un individuo. A diferencia de las rdenes de
registro, para las NSL no hace falta que los investigados sean sospechosos de nada o
330
Este programa es para ubicar a aquellos que tienen vnculos con Al Qaeda. He vuelto a autorizar el
programa ms de treinta veces desde los ataques del 11 de septiembre y pienso volverlo a hacer mientras
nuestra nacin se amenazada mientras la nacin contine siendo amenazada por un enemigo que busca
matar ciudadanos estadounidenses.
Ver http://www.presidency.ucsb.edu/ws/index.php?pid=65077
199
estn siendo parte de ninguna investigacin criminal, como suceda en la dcada de los
60s con el programa de contrainteligencia Cointelpro. De esta manera el FBI est
autorizado para usar alguno de sus mltiples sistemas de intercepcin de
comunicaciones como Carnivore hoy DCS1000, para crear enormes expedientes
de ciudadanos inocentes. Los datos que puede pedir el FBI van desde las ltimas
compras que ha hecho un ciudadano cualquiera por eBay, los libros que ha pedido en su
biblioteca local o los correos que le ha escrito a su novia. Segn la ACLU, entre 2003 y
2006, el FBI ha expedido ms de 200,000 NSLs y solamente han podido apelar tres de
ellas, pues la mayora la gente no se entera de que est siendo espiada por su propio
gobierno.331
Tambin la CIA ha sabido aprovechar las bondades de la USA PATRIOT ACT y ha
empezado a vigilar all donde su eterno rival, el FBI, no ha llegado: las redes sociales.
Segn un artculo de la revista Wired, In-Q-Tel, el brazo de investigacin tecnolgica de
la CIA, ha hecho tratos con en la empresa Visible Technologies, la cual est
especializada en monitoreo de redes sociales como Twitter y Facebook.332 El inters de
la CIA no es irrumpir en cuentas de correo electrnico o estados de cuenta bancarios,
sino filtrar la informacin pblica que se cuelga en blogs, pginas personales y
perfiles de redes sociales. Antes de usar un software para pescar datos dentro de las
redes sociales, la CIA se cre un perfil en Facebook y otro en Twitter y design a varios
agentes a monitorear la actividad y gestionar el perfil. La finalidad es descubrir
individuos luchadores sociales, periodistas, acadmicos, estudiantes que,
convencidos de la anonimidad que les brinda el ciberespacio, publiquen comentarios o
informacin que pueda ser considerada sospechosa en el marco de la lucha contra el
terror. Por ejemplo, el activista Elliot Madison fue arrestado el 24 de septiembre de
2009 por publicar en su Twitter informacin sobre la accin policial desarrollada en la
ciudad de Pittsburgh durante la reunin del G20.333
331
200
334
Ver http://www.osi.andrews.af.mil/eagleeyes/index.asp
Ver http://www.nytimes.com/2002/04/09/us/bush-pushes-volunteerism-but-a-senate-seat-shares-theagenda.html?pagewanted=1?pagewanted=1
336
Amy Goodman, Durmiendo con el enemigo, 136.
335
201
Como era de esperar, Ayman Geith, Kambiz Butt y Omer Choudhary todos
ciudadanos estadounidenses resultaron ser inocentes, sin embargo estuvieron 17
horas incomunicados y esposados. As mismo, el hospital al que se dirigan a realizar
sus prcticas les neg la invitacin ya conseguida.
Un grupo especial que se vio gravemente afectado despus de que entrara en vigor la
nueva estrategia de Homeland Security fue el de los estudiantes. El gobierno puso
especial atencin en vigilar a los estudiantes, ya que segn investigaciones uno de los
terroristas del 11-S estaba en los EEUU con visa de estudiante, lo que converta en
sospechosos a millones de estudiantes extranjeros. De 2001 a 2006, el FBI coordin un
programa en contubernio con el Departamento de Educacin denominado Project Strike
Back, cuyo propsito era estudiar los perfiles de los cerca de 14 millones de estudiantes
337
Ver http://archives.cnn.com/2002/US/09/13/alligator.alley/index.html
202
y profesores extranjeros en los EEUU para identificar personas de inters, como dira
un vocero del FBI.338
Una de esas personas de inters fue Yashar Zendehdel, estudiante iran en la
Universidad de Boulder, que decidi cambiarse de la carrera de informtica a la de
economa, para lo que su asesor le recomend bajar su carga acadmica. Los servicios
de espionaje consideraron este movimiento como sospechoso y rpidamente
encarcelaron a Zendehdel.339 Afortunadamente Zendehdel tena el respaldo de una
prestigiosa universidad, pero esa no fue la suerte de Sami Al-Arian, profesor de la
Universidad de South Florida, que fue despedido a causa de unos comentarios
aparentemente favorables hacia la Yihad Palestina. Al-Arian fue arrestado gracias a las
nuevas leyes post 9-11, y se le acus tambin de colaborar monetariamente con los
atentados del 20 de febrero de 2003 en Israel. Al-Arian estuvo en confinamiento
solitario durante 43 meses y al salir para enfrentar su juicio se enfrent con testimonios
annimos que lo acusaban de hasta 9 cargos terroristas que el no haba cometido.340
Despus de 7 aos, Al-Arian ha salido de prisin pero slo para esperar sus mltiples
juicios en arresto domiciliario.
Si la combinacin acadmico-extranjero es un posible indicador de terrorismo
internacional, ni hablar de la de acadmico-activista. De 2003 a 2007 el Pentgono
instaur el sistema Threat and Local Observation Notice (TALON), para mantener
vigilados a todos los activistas anti-militares y dems defensores de los Derechos
Humanos. Una demanda de la ACLU devel que el Pentgono tena archivos de casi
200 activistas que haban participado en manifestaciones contra la guerra que aparecan
clasificados como amenazas para la seguridad nacional.341 Este programa se
complementa con el October Plan, que aplic el FBI antes de las pasadas elecciones y
en el que agentes del escuadrn 04 Threat Task Force se presentaron en los domicilios
de los activistas ms peligrosos y les hicieron ver de manera obvia e incluso
agresiva que estaban siendo vigilados.342
338
203
Los aviones pueden ser tambin armas de destruccin masiva nos han repetido hasta
el cansancio los medios de comunicacin. Por esta razn, otro segmento sobre el que se
necesitaba tener la mayor informacin posible eran los pasajeros que diariamente se
embarcaban en vuelos hacia las ciudades estadounidenses. Ante este reto, la
administracin Bush intent modernizar el Computer Assisted Passenger Prescreening
System (CAPPS), un sistema creado por las aerolneas para cumplir con la Commission
on Aviation Safety and Security de 1996, entonces liderada por el vicepresidente Al
Gore, que insista en que todas las aerolneas que volaran hacia EEUU tuvieran un
sistema para corresponder un equipaje con su dueo despus del embarque, ya que hasta
el momento lo peor que haba sucedido en un avin era la explosin de una bomba
dentro de una maleta facturada. Dicho sistema entr en vigor en 1998, y ms que
aumentar la seguridad, le permiti a las aerolneas cumplir con las exigencias de los
EEUU y ahorrar dinero.343 El sistema slo filtraba los datos nombre, forma de pago y
destino de todos los pasajeros que facturaban equipaje y de manera aleatoria escoga
alguno para una revisin extra en sus maletas. El CAPPS dependa de la Federation
Aviation Administration y del FBI, el cual los cruzaba contra sus listas de criminales
ms buscados.
La apuesta de la administracin Bush fue mltiple: primero mud el CAPPS a la TSA y,
mediante la Office of National Risk Assessment (ONRA) oficina con contratos
millonarios con Lockheed Martin se intent mejorar el sistema para que se recogieran
los datos de todos los pasajeros, aunque no facturaran equipaje. Se intent tambin
quitarle el control del CAPPS a las aerolneas y pasarlo al gobierno. Como todo esto
fall, el gobierno tuvo que conformarse con demandar los datos que arroja
automticamente el Passenger Name Register (PNR) nombre completo, direccin de
facturacin, telfono de contacto, itinerario, datos del comprador, requerimientos
alimenticios, requerimientos especiales y medio de pago y obligar a todas las
aerolneas a pedirle y enviar una semana antes la direccin y telfono donde se
hospedar su pasajero. Todo esto para que el DHS y dems agencias de seguridad
http://www.cbsnews.com/stories/2004/09/17/eveningnews/main644096.shtml (accesado: junio de 2010)
Edward
Hasbrouck, "Total Travel Information Awareness", The Practical Nomad, 2004.
http://hasbrouck.org/articles/travelprivacy.html#history (accesado: junio de 2010).
343
204
pudieran cruzar los datos del pasajero contra sus listas de sospechosos de terrorismo y
regresarle la informacin a la aerolnea en tiempo real para que pudiera denegar el
embarque a algn pasajero o someterlo a ms controles de seguridad. Tambin se oblig
a la aerolnea a revisar los datos de las famosas Terrorist Watch Lists hasta media
hora antes del embarque de un vuelo.
Europa tampoco se queda atrs en el espionaje a sus ciudadanos. Pases como el Reino
Unido y Francia han obligado legalmente a las empresas de Internet y telefona a
guardar informacin privada de sus clientes, como conversaciones, SMS, emails e
historial de navegacin, en caso de ser requerida por una agencia de inteligencia. El
caso ms sonado es el de Suecia, que, a pesar de su reputacin de pas progresista y
respetuoso de los Derechos Humanos, aprob en 2008 una controvertida ley que
permite a los servicios secretos rastrear los correos electrnicos, llamadas telefnicas y
faxes al extranjero sin una orden judicial.344 En Espaa tampoco se cantan mal las
rancheras, estoy seguro que hasta que se supo de las escuchas del caso Grtel muchos
espaoles no saban que el Sistema de Intercepcin de Comunicaciones (SITEL) puede
intervenir cualquier comunicacin si lo requieren las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado (FCSE).
Sea legal o ilegal el espionaje que llevan a cabo varios gobiernos, estos mismos tienen
ante s el reto de organizar dicha informacin en gigantescas y amigables bases de datos
que les permitan poder usar esa informacin. Roger Clarke usa el concepto
datavilleance para referirse a la capacidad de monitorear y almacenar sistemticamente
datos individuales a travs de medios tecnolgicos.345
Ver http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/7463333.stm
Roger Clarke, "Roger Clarkes Dataveillance and
http://www.rogerclarke.com/DV/ (accesado: abril de 2010).
345
Information
Privacy
Home-Page",
205
3.2. Todos para uno y uno para todos La importancia de la vigilancia en red
Ahmed el Maati, ciudadano canadiense, fue apresado el 16 de agosto del 2001 mientras
manejaba su camin de mercancas a travs de la frontera canadiense. Su crimen
adems de tener un nombre musulmn fue estar en posesin de un mapa turstico de
Ottawa entre sus pertenencias y tener familia en Siria, uno de los Rogue States.
Despus del 11-S, El Maati viaj a Siria para casarse y cuando volvi empez a ser
acosado sobre las supuestas intenciones secretas de su viaje. Cuando El Maati volvi a
Siria para arreglar la reagrupacin familiar de su esposa en Canad, fue aprehendido
ipso facto y torturado para que aceptara que estaba urdiendo con Maher Arar y Abdullaj
Almalki tambin ciudadanos canadienses un ataque terrorista contra algunos de los
edificios sealados en su mapa turstico. Nunca se pudo probar la conspiracin de estos
tres hombres, por lo que en 2009 el Gobierno Canadiense pidi una disculpa oficial y
una compensacin econmica para estos tres hombres. A consecuencia de las torturas,
El Maati ha quedado incapacitado para trabajar.
Cito el caso de El Maati porque es un buen ejemplo del hecho de que los sistemas de
vigilancia no trabajan solos, sino que alcanzan su potencial total de control al estar
vinculados en red. Para Armand Mattelart lo que se busca es adaptar la teora de la
Network Centric Warfare (NCW), usada en los campos de batalla, a la seguridad
nacional. El NCW naci de las mentes ms futuristas del Pentgono y est inspirado en
el sistema administrativo del gran gigante de los supermercados Wal-Mart:
It may seem odd, to say the least, to nominate a chain store that peddles cornflakes,
jeans and motor oil as the model for a leaner, meaner Pentagon, but Marshall's
think-tankers were only following in the footsteps of management theorists who
had already beatified Wal-Mart as the essence of a "self-synchronized distributed
346
Privacy
International,
MATRIX
data
mining
system
is
unplugged",
2005.
http://www.privacyinternational.org/article.shtml?cmd[347]=x-347-205261 (accesado: abril de 2010).
206
network with real-time transactional awareness." Translated, this means that the
stores' cash registers automatically transmit sales data to Wal-Mart's suppliers
and that inventory is managed through 'horizontal' networks rather than through a
traditional head-office hierarchy.347
Puede parecer extrao, por lo menos, nominar a una cadena de autoservicio que se dedica a vender
corn flakes, pantalones y aceite para motor como el modelo del malvado Pentgono, pero los miembros
del think tank Marshall creen que slo estn siguiendo los pasos de los tericos gerenciales que han hecho
de Wal-Mart un modelo de una red de distribucin sincronizada con conciencia de transaccin en tiempo
real. Traduciendo esto, significa que las cajas registradoras automticamente transmiten los datos de
venta a los proveedores de Wal-Mart y que los inventarios son gestionados a travs de redes horizontales
en vez de jerrquicas.
Mike Davis, "Slouching toward Baghdad", tomdispatch.com, 2003 (accesado: junio de 2010).
348
Armand Mattelart, Un mundo vigilado, 180.
349
Nunca antes en la historia de la aviacin se habia podido distinguir mejor entre combatientes y no
combatientes como lo pueden hacer los drones.
Ver http://online.wsj.com/article/SB10001424052748704130904574644632368664254.html
207
sistema denominado como Gorgon Stare que arroja 10 tomas de video de alta
definicin por segundo, que son analizadas en tiempo real por los pilotos, por lo que
si hay algo o alguien sospechosoen la imagen que arroja el drone, el piloto puede
apretar un botn y un misil hellfire ser lanzado hacia el objetivo, todo desde la
comodidad de un portaaviones o una base militar que puede estar a miles de kilmetros
de distancia.
Segn Nick Turse, en 2004 la Air Force poda tener solamente 5 drones en el aire al
mismo tiempo sobre las zonas de guerra, pero para 2009 y gracias al Premio Nobel de
la Paz, Barack Obama su capacidad ha aumentado un 660% en Irak y Afganistn y el
Centcom ha empezado a usarlos tambin en Pakistn y Yemen.350 Un perfecto
complemento de los drones son los chips de radiofrecuencia de nueva generacin
(DOTS) que est perfeccionando la DARPA, y que con tan solo 25x25 milmetros de
rea podran ser ledos por las potentes antenas de los asesinos del aire. Imaginemos una
situacin en la que un afgano le parece sospechoso a un soldado, y despus de varios
interrogatorios debe dejarlo ir, no sin antes incrustarle en la ropa o en el cuerpo uno de
estos chips. Cuando un drone encuentre a este mismo sujeto en una accin sospechosa
como pastorear a las ovejas, ya sabr que fue detenido anteriormente y podr
exterminarlo sin ms. La responsabilidad del asesinato se difumina entre los adelantos
tecnolgicos, pues no podemos acusar de crimen de guerra al soldado que le instal el
chip ni al piloto que controlaba el drone.
No hace falta que un ejrcito de drones de nueva generacin tomen el lugar de los
minute men en vigilar la frontera de los EEUU, aunque existe la propuesta para que la
NCW se adapte a la Homeland Security. El DHS ha presentado recientemente sus
camionetas equipadas con equipos potentes de rayos X diseadas para vigilar los
puertos, donde miles de contenedores son introducidos al pas. Sin embargo, fuentes del
DHS han reconocido que tambin se han probado en ambientes citadinos con el permiso
de algunos ciudadanos. Si se automatiza este programa y se adscribe a la NCW, es
posible predecir que pasar cuando una de estas camionetas fabricadas por la empresa
350
Nick Turse, "The Drone Surge: Today, Tomorrow, and 2047," Tomdispatch (2010).
http://www.tomdispatch.com/post/175195/tomgram%3A_nick_turse%2C_the_forty-year_drone_war_/
(accesado: enero de 2010).
208
American Science & Engineering Inc. visualice una blanca masa densa que parezca un
explosivo dentro de tu auto, que bien pudiera ser un brcoli o una lechuga, y que lo que
veamos al regresar a nuestro auto sea un escuadrn del equipo antibombas
desmantelando nuestro automvil.
Como no todo el mundo es un campo de batalla, lo que los contratistas militares quieren
vender es un futuro en el que un polica y/o un agente fronterizo pueda tener frente a s
a un individuo y realizarle una lectura biomtrica con mismo aparato para que, despus
dicha informacin sea verificada en todas las agencias de seguridad, el mismo aparato
regrese una orden de libertad, arresto o fusilamiento en menos de un segundo. El titular
de un artculo de la Air Force Magazine describe este sueo como compressing the kill
chain.
3.3. Conclusiones
209
La vigilancia tiene tambin una finalidad de seduccin, pues es practicada desde los
Estados para generar en la sociedad una sensacin de seguridad. Se pretende que
esta sensacin complementada con el estado de sospecha que genera el miedo a la
alteridad llegue a ocasionar que la gente est dispuesta a sacrificar algunos derechos
y libertades para sentirse segura.
210
351
Ver http://www.elmundo.es/documentos/2004/06/sociedad/malostratos/alerta.html
Ver http://blogs.nortecastilla.es/cosas-pasan/2010/3/29/terrorismo-domestico
353
Ver http://www.nytimes.com/2007/08/29/world/europe/29greece.html
354
Ver http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/world/8187679.shtml
352
211
Pero la ampliacin semntica del concepto terrorismo no se queda ah, pues en fechas
recientes se ha hablado de terrorismo en las discusiones de temas tan diversos como: la
negativa de Israel de permitir el envo de ayuda humanitaria a Gaza, la escalada de la
violencia ligada al narcotrfico en la zona norte de Mxico, la supuesta ayuda de Hugo
Chvez a las FARC o en la discusin sobre las nuevas polticas de asilo poltico en la
UE. As mismo, podemos encontrar a partidos de derecha como el Partido Popular, o de
extrema derecha como Plataforma por Catalunya, mencionndolo para sacar raja
electoral para las elecciones catalanas de noviembre de 2010. Por ltimo, es posible que
encontremos la palabra terrorismo en lugares donde antes no estaba, como en los
cdigos penales de pases que nunca han sufrido un atentado terrorista como Nueva
Zelanda y Australia pero que a partir del 2001 sienten que es una pieza necesaria en su
legislacin criminal.
Este sbito papel estelar del terrorismo en los medios de comunicacin, la poltica y
hasta en la redaccin de leyes es lo que Slavoj Zizek denomina como la
universalizacin metafrica del significante terror. Para Zizek, a partir del 11-S el
terrorismo se ha elevado a un nivel en el que se ha convertido en el comn denominador
de todos los males sociales355. La campaa televisiva de theantidrug.com es uno de los
tantos ejemplos de esta universalizacin. En uno de los anuncios televisivos356 que
debut en el Superbowl de 2002 gracias al apoyo de 3.5 millones de dlares por parte
del gobierno estadounidense357 el fantasma de una nia pequea se le aparece a una
oficinista acusndola de haberla matado, pues con el dinero que pag por su marihuana
los terroristas pusieron una bomba en un mercado colombiano. El mensaje que quieren
enviar parece claro: si compras drogas ests financiando a los terroristas. Pero quines
son los terroristas? Al Qaeda y sus clulas durmientes? Los chis, sunes y
exbaathistas que estn luchando contra los EEUU en Irak? Las FARC y el ELN en
Colombia? Los Talibn?
La discusin pblica sobre terrorismo es tan bsica que se trata a los grupos terroristas
como si fueran manzanas; como si las 46 organizaciones terroristas que enlista el
355
Slavoj Zizek, "Are We in a War? Do We Have an Enemy?", London Review of Books, 2002.
Ver http://www.youtube.com/watch?v=AnTwn6hwSX8
357
Ver http://archives.cnn.com/2002/US/02/04/ret.terrorism.drugs/index.html
356
212
Departamento de Estado fueran todas iguales, y que ms all de sus fines particulares
slo buscaran matar y aterrorizar a una poblacin determinada. Por desgracia, la
realidad no es as de simple y una organizacin como Hams considerada como
terrorista por EEUU y la UE adems de su ala militar cuenta con una impresionante
red de atencin social que se dedica a financiar escuelas, hospitales, orfanatos,
mezquitas, comedores pblicos y hasta ligas deportivas. Vale tambin la pena recordar
que hasta 2008, un cono del pacifismo mundial y los Derechos Humanos como Nelson
Mandela era considerado como terrorista junto con los dems miembros del ANC. Fue
necesaria una peticin de varios senadores estadounidenses para sacar a Mandela de la
llamada lista negra.358
La causa principal de esta invasin metafrica radica en que el terrorismo es un
fenmeno muy escurridizo que ha intentado ser definido desde muchos frentes sin que
se haya llegado a un consenso en el plano internacional. Despus del 11-S se perdi una
gran oportunidad de discutir el delito de terrorismo e incluirlo en el Estatuto de Roma
para que pudiera ser perseguido legalmente por la Corte Penal Internacional. Pero en
vez de buscar acercarse a ese consenso, la Administracin Bush prefiri la
unilateralidad del discurso if you are not with us, youre against us, donde solo existe
su propia versin de lo que debe ser considerado terrorismo.
Debido a lo anterior, en el primer apartado de este captulo intentar delimitar y
contextualizar el delito de terrorismo para desenmascarar los usos manipuladores y
equvocos que se le han dado al trmino desde el 11-S y que han generado un estado de
inseguridad y miedo generalizado en Occidente. Entre otras cosas, en este apartado
diferenciar entre actos legtimos de guerra, crmenes de guerra, crmenes de lesa
humanidad y crmenes de genocidio que suelen solaparse con los atentados terroristas
creando una sensacin errnea sobre el llamado terrorismo internacional. Dicha
sensacin de inseguridad ha sido creada en parte por la pluralidad de definiciones que se
han usado desde los ncleos de poder para tipificar los delitos terroristas. Como
veremos en la segunda seccin, esta versin ampliada del trmino puede llegar a ser tan
358
Ver http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080628/53490504902.html
213
especfica como para penar ciberdelitos o lo suficientemente vaga como tipificar una
protesta social.
Dedicar las ltimas pginas del captulo a tratar los efectos ms perniciosos de esta
universalizacin metafrica del terror: los cambios en los ordenamientos jurdicos que
han realizado varios Estados democrticos para luchar contra el terrorismo
internacional. Lo grave de la mayora de estas reformas legales es que la moneda de
cambio con la que se han tenido que pagar incluye varios derechos y libertades
fundamentales como la presuncin de inocencia o la prohibicin para ser torturado.
Tambin ha contaminado reas que no tienen que ver con el terrorismo, como las
polticas de asilo poltico o la inmigracin irregular. El conjunto de dichos cambios ha
ayudado a crear un Estado de excepcin digno de ser descrito en una novela distpica.
359
Ver Walter Laqueur, The New Terrorism: Fanatism and Arms of Mass Destruction, Nueva York:
Oxford University Press, 1999.
214
Aunque suene cantinflesco, todo crimen que sea calificado como terrorista debe tener
estos elementos, pero no todo crimen que los cumpla es un crimen que debe ser
tipificado como terrorista. Por lo que, adems de cumplir con estos elementos, es
necesario que se utilice un tipo de armamento idneo para causar dao como son las
armas de fuego, explosivos, armas qumicas. El uso de estas armas en homicidios,
secuestros, lesiones o amenazas debe ser capaz de crear un estado de miedo
generalizado que sea lo suficientemente intenso para trastocar la paz social de la
comunidad donde se genera el crimen. Por ltimo, y esta es la caracterstica ms
importante de un crimen terrorista, dicho crimen debe de ser cometido con la estricta
finalidad de coaccionar a un Estado democrtico.360 Dicho lo anterior tenemos que son
tres bienes jurdicos los atacados por el terrorismo en un Estado democrtico:
En primer lugar, el bien jurdico concreto protegido por cada delito comn, esto es, la
vida, integridad fsica, libertad, etc.; en segundo lugar, la paz pblica en su acepcin
de estado colectivo de tranquilidad y sosiego por la propia vida; y, por ltimo, las vas
democrticas de toma de decisiones polticas, es decir, el poder del pueblo como nico
legitimado para decidir sobre el contenido de las leyes y de las polticas pblicas,
desde un plano simblico.
361
Si estamos de acuerdo en que Al Qaeda cometi los atentados del 11-M en Madrid y 7-J
en Londres, stos deberan calificarse como terroristas, ya que mediante el uso de
explosivos detonados en transportes pblicos sumieron en un estado de miedo
generalizado a toda la poblacin de ambos pases. Sin embargo, el aspecto ms
importante para tipificarlos como terroristas es que tuvieron un mvil poltico. El mvil
de estos atentados fue obligar a los gobiernos de Espaa y el Reino Unido a que
abandonaran los frentes de guerra en Irak y Afganistn.
En otro ejemplo de lo que podemos describir como terrorismo tenemos los ataques de
ETA. Veamos el caso del secuestro y asesinato de Miguel ngel Blanco. El tipo de
violencia utilizado fue el secuestro y la ejecucin hecha mediante un arma de fuego. El
360
215
secuestro trastoc la paz pblica del Pas Vasco y de Espaa, ya que no era la primera
vez que ETA atentaba o amenazaba con atentar, por lo que se trataba de un caso de
accin violenta continuada por parte del grupo nacionalista. Adems del motivo que hay
detrs de todos sus actos, la independencia de Euskal Herria, en esta ocasin la banda
pretenda influenciar a un gobierno democrtico para pedirle el acercamiento de los
presos etarras.
Otros sucesos, como la toma de 700 rehenes en un teatro de Mosc por parte de
rebeldes chechenos en octubre de 2002 o el ataque coordinado en Mumbai hace dos
aos, tambin deben ser considerados como crmenes terroristas, ya que cumplen con
los mismos criterios que el 11-M o los atentados de ETA.
Hasta el momento hemos lidiado con casos donde el perpetrador del crimen es un
individuo o un grupo que es parte de una organizacin o banda armada; pero tambin se
puede dar el caso de que dicho crimen sea patrocinado por una estructura estatal.
Tericamente, tambin existe el caso en el que el propio Estado, por medio de sus
fuerzas, se dedique a cometer crmenes de corte terrorista.
En el primer supuesto podramos incluir a Estados pobres sumidos en la anarqua que
desde Occidente se denominan fallidos como lo son Sudn, Somalia, Yemen o
Afganistn, los cuales dada su endeble situacin poltica han sido totalmente
complacientes con las organizaciones terroristas que anidan en su territorio. En ms de
contadas ocasiones esa complacencia ha tomado la forma de una colaboracin, y es
entonces cuando nos enteramos de que en dichos pases florecen campos de
entrenamiento y escondites para los integrantes de alguna organizacin terrorista como
Al Qaeda. Informes de inteligencia han probado que tal colaboracin puede llegar a
excesos de que alguna institucin estatal patrocine con dinero del erario pblico ciertos
crmenes, tal como se acusa al Servicio de Inteligencia Pakistan de participar en los
216
atentados en Mumbai362. Para muestra de lo que digo nada ms basta ir a los diarios del
2 de noviembre de 2010 para ver el caos que han causado los envos con explosivos que
segn fuentes de inteligencia han sido mandados desde Yemen hacia varias
dependencias diplomticas en Grecia por supuestos miembros de Al Qaeda, y que han
obligado a varios gobiernos a prohibir los vuelos de pasajeros y de paquetera
procedentes de este pas.
El segundo supuesto es ms complicado, ya que puede interferir fcilmente con lo que
entendemos como guerra. An as, es posible que el gobierno de un Estado, no slo
colabore con una organizacin terrorista, sino que constituya el propio grupo ya sea
mediante su ejrcito o sus agencias de inteligencia. Para muchos estudiosos este es el
caso de Libia, Estado al que se acus de estar detrs de crmenes como el bombazo en
una discoteca de Berln en 1986 o el atentado contra el vuelo 103 de PanAm que cay
sobre Lockerbie en 1988. Otro caso bastante citado es el de Hamas, que desde que gan
las elecciones palestinas en 2006 todo crimen que comete contra el Estado Israel, desde
misiles caseros hasta secuestros de soldados, suelen ser considerados como terrorismo
de Estado.
Hay un caso ms en el que me aventurara a usar el concepto de terrorismo de Estado, y
es cuando un Estado patrocina con dinero, armas o con efectivos militares un coup
dtat. Creo que no hay subversin ms flagrante de las instituciones y del cauce
democrtico de un pas que cuando se comete un Golpe de Estado, y ms si durante su
ejecucin se sume a la sociedad en un estado de miedo generalizado y se atenta contra
la paz social. Se me ocurren decenas de casos que podran cuadrar con estos criterios
tanto en frica como en Amrica Latina, pero me limitar a citar slo el caso de
Guatemala. La Operacin Washtub fue un plan auspiciado por la CIA para plantar
armas soviticas supuestamente capturadas en Nicaragua y demostrar que el gobierno
democrticamente electo de Jacobo Arbenz tena vnculos con la Unin Sovitica.
Adems de plantar las armas, la CIA ayud a Carlos Castillo Armas a deponer a Jacobo
Arbenz, y el golpe de Estado sumi a Guatemala en un estado de caos del que todava
362
Ver http://www.cfr.org/publication/11644/isi_and_terrorism.html
217
Sin embargo, no siempre es tan fcil diferenciar un atentado terrorista de uno que no lo
es. Veamos el caso del reciente secuestro de un autobs en Manila por parte de un ex
polica363. Un hombre secuestr un autobs turstico a punta de pistola y su principal
exigencia era recuperar su puesto de trabajo como inspector de polica. A pesar de la
gravedad del delito que representa retener a 22 personas a punta de un fusil de asalto,
considero que su ataque no constituye una amenaza continua contra la poblacin civil y
la paz social, aunque haya podido crear un estado de miedo. Lo ms importante para
descartarlo como terrorismo es que no tena el objetivo de coaccionar al gobierno
filipino y subvertir las instituciones democrticas. La historia hubiera sido diferente si el
secuestrador formara una banda con otros policas despedidos y se dedicara
363
Ver http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2010/08/100823_filipinas_manila_secuestro_autobus_
amab.shtml
218
Ver http://www.elpais.com/articulo/internacional/hombre/mata/personas/hiere/Eslovaquia/elpepuint
/20100830elpepuint_6/Tes
219
han pasado al arsenal de otros grupos de odio como los skinheads o los neonazis; sin
embargo, aunque en algunos casos sus acciones pretendan coaccionar al gobierno para
que expulse a tal o cual poblacin, con frecuencia sus militantes son tan poco
numerosos que no representan una amenaza reiterada para la paz social.
Un caso ms complicado de analizar es el del narco mexicano. Recientemente algunos
actos violentos perpetrados por sicarios han sido calificados como terroristas por la
vicepresidenta de los EEUU, Hillary Clinton. Dicha designacin ha molestado a la clase
poltica mexicana que teme que el peligroso concepto de terrorismo aleje las inversiones
y el turismo de Mxico, y adems propicie una mayor injerencia de los EEUU en
materia de seguridad. Sobre la violencia debida al narcotrfico debo decir que se ha
exacerbado a partir de la absurda guerra contra el narcotrfico declarada por el
presidente Felipe Caldern y con frecuencia los crteles hacen uso de tcnicas o
mtodos terroristas, como el uso de coches bomba, secuestros masivos, ataques con
armas largas o amenazas. Hay ciudades, como la terriblemente famosa Ciudad Jurez,
Tijuana, Gmez Palacio o Culiacn, en donde la sociedad vive en un estado de miedo
permanente y en donde no hay nada parecido a un estado de paz social. Sin embargo, y
aqu mi reticencia a tipificar como terroristas los crmenes de los sicarios a pago de los
crteles, las matanzas se dan generalmente como un resultado de la lucha por las rutas
de distribucin o de comercializacin de los narcticos, es decir por una razn
meramente econmica. Queda para otra discusin si infiltrarse en el gobierno,
patrocinar campaas polticas, pagar jueces, comprar impunidad y sobornar cuerpos de
polica puede considerarse como una subversin de los cauces democrticos del pas,
pero mientras no se use a la poblacin civil como moneda de cambio y como medio de
presin no podramos considerarlo como terrorismo.
Una vez que tenemos los criterios bsicos para identificar los crmenes que deben ser
calificados de terroristas, resulta inexacto intentar meter en el mismo saco la violencia
que perpetran los Zetas en Mxico con la que utiliz la SS en Alemania y la que
220
practica ETA en sus atentados. La razn principal es que estamos ante diferentes delitos
y aunque no tengamos una definicin jurdica y universalmente aceptada de terrorismo,
tenemos convenios y protocolos que definen muy bien otros crmenes como los
crmenes de guerra, los delitos de lesa humanidad y los delitos de genocidio. Con ese
entramado de Derecho Internacional que es universalmente aceptado que no
respetado pues pases democrticos como Israel o los mismos EEUU se desentienden
de varios tratados, y los criterios bsicos anteriormente esbozados sobre el terrorismo
es posible separar las peras de las manzanas y stas de los membrillos, para llamar a
cada crimen por su nombre y perseguirlo con la legislacin internacional que le
corresponda.
Ver el artculo 6 del Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg del 6 de octubre de
1945.
221
366
366
367
Ver el prrafo 1 del artculo 7 del Estatuto de Roma aprobado el 17 de julio de 1998.
Ver http://transcripts.cnn.com/TRANSCRIPTS/0112/02/lklw.00.html
222
not tolerable under the international systems. And it should be prosecuted pursuant to
the existing laws.
368
Para otros penalistas, como Mara Beatriz Garca Snchez, el 11-M y el 7-J tambin
deberan ser medidos con la misma vara y ser considerados delitos de lesa
humanidad.369 Esta propuesta no parece tan descabellada si volvemos a la definicin de
delito de lesa humanidad adoptada por el Estatuto de Roma y la comparamos con
nuestros criterios bsicos para tipificar el terrorismo. Nos daremos cuenta de que
algunos de los elementos bsicos del delito de terrorismo daos a la vida, la libertad,
la propiedad, la integridad fsica, etc. as como la sistematizacin continua de estos
daos que vulnere la paz social estn subsumidos en el delito de lesa humanidad. Lo
nico que le falta al crimen de lesa humanidad para concatenar con todos los criterios
bsicos del delito de terrorismo es la intencin de subvertir las instituciones y los cauces
democrticos de un Estado. Debido a esto, Mariona Llobet cree que los atentados en
Nueva York, Madrid y Londres deben ser considerados como terroristas, ya que fueron
cometidos por una organizacin criminal Al Qaeda que, adems de buscar
venganza por los asesinatos de musulmanes en Oriente Medio, tiene como fin ltimo
subvertir las instituciones democrticas occidentales.
No obstante, la tipificacin del delito de lesa humanidad es idnea para perseguir y
castigar muchos de los crmenes que no encajaron con alguno de los criterios bsicos,
como son los abusos cometidos en pases dictatoriales o sumidos en el caos, los
crmenes realizados de modo reiterado y planificado contra algn sector de la poblacin
civil, ya sea por parte del propio Gobierno o un Gobierno extranjero, o bien por parte de
un grupo sobre otro. Como se puede ver, otra caracterstica de los delitos de lesa
humanidad es que pueden ser cometidos tanto en tiempos de paz como en tiempos de
368
Lo que ha pasado despus del 11-S no es una guerra en el sentido tradicional de la palabra. Esto es
claramente un crimen contra la humanidad. Los crmenes de guerra suceden durante tiempos de guerra.
Hay una confusin. Este es un crimen contra la humanidad porque es una asesinato deliberado e
intencionado de un gran nmero de personas por razones polticas. Esto no es tolerable en el sistema
internacional y debe ser perseguido de acuerdo a las leyes existentes
Ver http://www.benferencz.org/index.php?id=4&article=53
369
Mara Beatriz Garca Snchez, "Los crmenes de lesa humanidad: una nueva modalidad delictiva en el
cdigo penal de 1995", La respuesta del derecho penal ante los nuevos retos, ed. Antonio Cuerda Riezu,
Madrid: Universidad Rey Jun Carlos, 2006.
223
Ver http://www.reei.org/reei%2010/M.Capella%28reei10%29.pdf
224
El crimen de genocidio lo defini por primera vez Rafael Lempkin en su libro Axis Rule
in Occupied Europe, de 1944. Este abogado polaco present su propuesta diez aos
antes ante la Conferencia Internacional para la Unificacin del Derecho Internacional,
para declarar la destruccin de colectividades raciales, religiosas o sociales como un
crimen bajo la ley de las naciones (delictum iuris gentium)374 pero no fue hasta 1946
que el trmino genocidio cobr relevancia al ser confirmado por la Asamblea general de
371
Ver
http://www.europapress.es/internacional/noticia-colombia-fiscalia-considera-crimen-lesahumanidad-asesinato-1986-director-diario-sicarios-20100707050203.html
372
Carlos Manfroni, "El terrorismo como crimen de lesa humanidad", Revista del Colegio de Abogados
de la Ciudad de Buenos Aires, 2006.
373
Ver la Sentencia del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia emitida el 14 de julio de 1997.
374
Ver http://www.raoulwallenberg.net/?es/holocausto/genocidio/3219.htm
225
375
375
376
Ver el artculo 2 de la Convencin para la Prevencin y la Sancin del Delito de Genocidio que entr
en vigor el 12 de enero de 1951.
376
" Auto del Juzgado Central de Instruccin N5 (Espaa), de 10 de diciembre de 1998, Por el que se
procesa a Augusto Pinochet por delitos de genocidio, terrorismo y torturas," Madrid, 1998.
226
377
227
228
Se mezcla el terrorismo con delitos comunes, con los actos sucedidos en el marco de
un conflicto blico, con crmenes cometidos por dirigentes estatales contra su
poblacin o parte de ella, y con la resistencia armada legtima frente a la ocupacin
extranjera o la opresin de un rgimen dictatorial. As, no es posible saber si sus
ejecutores actan legtimamente, son delincuentes comunes o terroristas, o cometen
crmenes de guerra, de genocidio o de lesa humanidad, ni, por tanto, si al ser detenidos
379
Por eso vale la pena escuchar la recomendacin de Montserrat Bordes para evitar que a
todo tipo de violencia poltica le pongamos la etiqueta de terrorista. Bordes recomienda:
Contra la aficin al uso simplista del trmino terrorismo solo veo una terapia eficaz: la
contextualizacin. Por mucho que nos repugnen ciertas formas de terrorismo, no
debemos olvidar en cuantas ocasiones de la historia de nuestro mundo, y aun de la
historia reciente, se utiliz y se utiliza es palabra desde ciertas camarillas polticas
para extirpar y repudiar descalificativamente el ejercicio de nuestras ms elementales
libertades como ciudadanos.
380
229
Antes de iniciar la redaccin de este captulo hice un ejercicio semejante al que hizo
Alex Schmid en su artculo Terrorism on Trial: Terrorism, the Definitional Problem
382
Considero que lo que sucedi fue un crimen de guerra [] Cmo se hubiera sentido el presidente
Bush si hubera tenido que escarbar para sacar a us hijas de entre los escombros.
Ver
http://www.nytimes.com/2003/05/11/world/aftereffects-civilian-casualties-for-family-that-lost-10allied-bombonly.html?scp=1&sq=abed%20hamoodi&st=cse
230
383
Ignoro si la imagen es fidedigna, pero de lo que no hay duda es que la palabra terror o
la terreur comenz a usarse a finales del siglo XVII para referirse al perodo de
radicalizacin de la Revolucin Francesa donde se exacerb la violencia en forma de
ejecuciones pblicas. Pero la palabra terrorista se usaba entonces para referirse a los
agentes del Comit de Seguridad Pblica y de la Convencin Nacional que ordenaron y
llevaron a cabo las detenciones y las ejecuciones pblicas.
Para Montserrat Bordes el terrorismo como trmino poltico cambi de sentido en el
siglo XIX para llegar a referirse especficamente al uso no estatal de la violencia
subversiva, distinta de la violencia blica convencional.384 El trmino volvi a aparecer
en 1858 cuando en Irlanda, a raz de la crisis de la patata, la Hermandad Feniana
antepasados del IRA apoyados por los EEUU oblig a las autoridades inglesas a
suspender el Habeas Corpus a base de dinamitazos.
Sin embargo, como apunta Michael Burleigh, aunque era evidente la retrica terrorista
de los fenianos hacia 1880, seran los nihilistas rusos los que se adjudicaran la tctica
con todo y su apelativo terrorista.385 Para Franco Venturi, la principal diferencia entre la
Narodnaya Volya (La Voluntad del Pueblo) y el movimiento anarquista ms bien de
383
231
corte individual que ocurra en Europa era que los Narodniks reflejaban los aspectos de
la formacin del primer partido poltico revolucionario y al mismo tiempo eran una
respuesta ante la crisis general que haba dentro de la sociedad rusa.386 Adems de
pugnar por una reforma agraria y por medidas que pusieran las fbricas en manos de los
trabajadores, el programa del comit ejecutivo de la Narodnaya Volya llamaba por una
actividad terrorista destructiva. El prrafo 2, seccin d de su programa dice as:
La actividad terrorista consiste en la destruccin de las personas ms dainas del
gobierno, en la proteccin del Partido contra los espas y en el castigo al desorden y la
violencia oficial en todos los casos en que sean manifestados. La finalidad de esta
actividad es arruinar el prestigio del gobierno, demostrarle nuestra capacidad de
competir con l, avivar el espritu revolucionario en el pueblo y, finalmente, formar un
cuerpo social acostumbrado a la guerra.
387
Para Nikolai Morozov, uno de los principales idelogos del partido, la nica manera de
acabar con la tirana era mediante el terror. Del terrorismo destaca su secreto, su
elemento sorpresa, la valenta de los hombres que lo realizaban pues eso era lo que
vala en una guerra contra la opresin.388 Tambin era una forma de propaganda, ya lo
dijo Kropotkin aos ms tarde, que es mejor propaganda un bombazo que miles de
panfletos. El mensaje era para que los campesinos despertaran de su letargo y se
encaminaran en su misin revolucionaria y tambin era un modo para desmitificar el
poder del Zar y de la burguesa. Una vez ms, las ideas no siguieron a la realidad y
cuando se dio el mayor golpe de todos, el asesinato del Zar Alejandro II, los
campesinos, asustados del bao de sangre y de la represin que se les vena encima,
claudicaron en la rebelin. Dudo que lo supiera, pero el mejor amigo de los populistas
rusos as como de los fenianos fue Alfred Nobel, ya que la dinamita producto de sus
estudios para estabilizar la nitroglicerina y hacerla ms segura para la minera pronto
se convirti en el arma preferida de los terroristas.
386
232
Debido a que la definicin la establece el Estado que lleva la capucha hoy advertimos
con desconcierto que los mismos muyahidines que glorificaba la pelcula de Rambo
como luchadores por la libertad y que luego armo no tan secretamente el ejrcito
de los EEUU hoy son el paradigma de la maldad pura. Aunque un poco descafeinada, la
pelcula Charly Wilsons War cuenta la primera parte de esta historia, cuando los
senadores y congresistas estadounidenses ejercieron presin para armar a los
muyahidines y sacar a los soviticos de Afganistn. En Irak la historia tambin se repite
en forma de farsa pues los hombres que atacaron la embajada de Estados Unidos en
Kuwait en los malos tiempos pasados hombres que fueron aliados de los atacantes
suicidas que hicieron estallar la base de los marines en Beirut en 1983 ahora
gobiernan Irak390 como si fuera lo ms normal del mundo demonizar a alguien y aos
despus convertirse en su aliado.
Por otra parte, es complicado que los propios terroristas se reconozcan como tales. La
investigacin documental Dining with terrorists del periodista Phil Reese para Al
Jazeera nos muestra que ningn terrorista se autodefine como tal y que la categora le
viene dada segn unos criterios totalmente arbitrarios. Ninguno de los terroristas que
entrevista Rees soldados de las FARC, de Hamas, del Talibn y de los Tigres
Tamiles se considera terrorista, es ms cuando llegan a usar el trmino lo usan para
389
390
Ver http://www.merv-lambert.co.uk/Merv/poems.html
Robert Fisk, "Adis a Irak", La Jornada, 20 de agosto 2010.
233
adjetivar lo que les hacen los gobiernos o fuerzas que los reprimen. Simplemente se
consideran defensores de una causa y sus mtodos son simplemente un medio para
conseguirla.391
Pocos recuerdan que la Haganah, la banda Stern e Irgun Zvei Leumi echaron a
bombazos a los ingleses de Palestina y que esos atentados sentaron las bases para la
creacin del Estado de Israel, tanto de jure como de facto. Por mucho menos de lo que
hicieron las milicias israeles en la dcada de los 40s hoy se lleva a cabo una limpieza
tnica contra los palestinos, lo que demuestra que para las potencias internacionales la
calificacin de terrorista o de luchador por la libertad no depende de lo que se hace, sino
de contra quien se hace y del contexto poltico en el que se hace.392
Como ya vimos en el primer captulo, el 11-S aconteci en el corazn simblico del
pas ms poderoso del mundo en un escenario de crisis econmica y de legitimidad
poltica para la Administracin Bush. As mismo, ocurri en un contexto geopoltico en
el que los enemigos El Imperio del Mal, el Ayatola Khomeini, Fidel Castro y la
amenaza comunista latinoamericana empezaban a escasear o bien a debilitarse, por lo
que era de esperarse que se aprovechara el acontecimiento para convertir el terrorismo
en una especie de ente invisible que necesitara una legislacin desmesuradamente
amplia que fuera ambigua y especfica al mismo tiempo.
Es aqu donde entra la USA PATRIOT ACT que en su seccin 802 enmienda el Cdigo
Penal de los EEUU, para incluir las causantes de terrorismo domstico a las de
terrorismo internacional y as ampliar las conductas que el Gobierno puede investigar
localmente. Una persona cometera un acto de terrorismo domstico si realiza un acto:
dangerous to human life that are a violation of the criminal laws of the United States
or of any State;
(B) appear to be intended
(i) to intimidate or coerce a civilian population;
(ii) to influence the policy of a government by intimidation or coercion; or
391
392
Philip Rees, "Global Jihad", Dining with Terrorists, Qatar: Al Jazeera, 2009.
Jos Lus Gordillo, Nostalgia de otro futuro, 29.
234
393
393
Peligrosos para la vida humana que corresponden a una violacin de la legislacin criminal de los
EEUU o uno de sus estados; (B) parezca estar intentando (i) intimide o coaccione una poblacin civil;
(ii) influencie la poltica de un gobierno mediante la coercin o la intimidacin; (iii) o afecte la conducta
de un gobierno mediante destruccin masiva, asesinato o secuestro; y (C) ocurra dentro de la jurisdiccin
de los EEUU.
Ver "Public Law 107-56, USA Patriot Act of 2001," legislada por el 107 Congreso de los Estados
Unidos de Amrica.
394
Ver http://www.animalliberationfront.com/ALFront/AgainstALF/PatriotAct-Activists.htm
395
El uso calculado de violencia ilegal o la amenaza para inculcar miedo; para coercionar o intimidar
gobiernos o sociedades en busca de fines que generalmente son polticos religiosos o ideolgicos.
Ver el Department of Defense Dictionary of Military Terms en
http://www.fas.org/irp/doddir/dod/jp1_02.pdf
235
396
396
397
El uso ilegal de la fuerza o violencia contra personas o propiedad para intimidar o coercionar a un
gobierno, poblacin civil o a un segmento de ella, para lograr objetivos polticos o sociales.
Ver http://www.fbi.gov/publications/terror/terrorism2002_2005.htm
236
Para Walter Enders y Tom Sanders, lo que debe subrayarse en esta definicin es el
trmino no combatiente para referirse a las vctimas, ya que abre la posibilidad para
que un ataque contra un soldado en Irak que est fuera de servicio sea considerado
como acto terrorista.398
A pesar de haber salido a la luz antes del 11-S, la UK Terrorism Act de 2000
proporcion una definicin que sirvi de prototipo para lo que sera considerado como
terrorismo en la Unin Europea despus del 11 de septiembre de 2001.
In this Act terrorism means the use or threat of action where:
(a) the action falls within subsection,
(b) the use or threat is designed to influence the government [or an international
governmental organization or to intimidate the public or a section of the public, and
(c) the use or threat is made for the purpose of advancing a political, religious [,
racial] or ideological cause.
(2) Action falls within this subsection if it(a) involves serious violence against a person,
(b) involves serious damage to property,
(c) endangers a persons life, other than that of the person committing the action,
(d) creates a serious risk to the health or safety of the public or a section of the public,
or
(e) is designed seriously to interfere with or seriously to disrupt an electronic system.
(3) The use or threat of action falling within subsection (2) which involves the use of
firearms or explosives is terrorism whether or not subsection (1)(b) is satisfied.
399
397
237
Como podemos ver, esta definicin es mucho ms especfica que las estadounidenses,
ya que incluye las posibilidades de un ataque terrorista con armas qumicas o
biolgicas. Tambin da la opcin de calificar como terrorista los ataques cibernticos,
por lo que Greg Mckinnon, hacker autista que se hizo famoso por haber violado la
seguridad de las computadoras del Pentgono, la NASA y ms una docena de
instalaciones militares en catorce estados americanos, puede ser acusado de delitos de
terrorismo y podra acabar siendo extraditado a los EEUU y acabar en Guantnamo.400
El gobierno canadiense ampli an ms la definicin incluyendo la coaccin de
individuos y expandiendo el rea de irrupciones electrnicas para incluir tambin las
posibles interrupciones en todos los servicios pblicos y privados. Con lo que un grupo
en una huelga que evite los accesos a un hospital o la destruccin de algunos semforos
durante una protesta sern castigados bajo la legislacin terrorista. Por otra parte, el
gobierno canadiense tambin expandi el concepto britnico de intimidacin pblica
incluyendo la intimidacin pblica con respecto a la seguridad econmica de los
ciudadanos.401 Ahora bien, la seguridad econmica entra dentro de la nueva nocin de
Homeland Secuirity, por lo que no es raro que en los medios de comunicacin haya
quienes aboguen por que los ataques piratas en las costas de Somalia se castiguen como
delitos terroristas.
La ltima definicin que tratar en esta seccin es la que adopt el Consejo de la Unin
Europea en su Decisin Marco 2002/475/JAI. El Consejo entiende por terrorismo toda
accin que pretenda:
Intimidar gravemente a una poblacin, obligar indebidamente a los poderes pblicos o
a una organizacin internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo o
desestabilizar gravemente o destruir las estructuras fundamentales polticas,
constitucionales, econmicas o sociales de un pas o de una organizacin
internacional;
a) atentados contra la vida de una persona que puedan tener resultado de muerte;
400 Ver http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/08/27/AR2009082703906.html
401
Kent Roach, "Sources and Trends in Post 9/11 Anti-Terrorism Laws", University of Toronto Legal
Studies Series, 2006.
238
402
Dicha definicin est obviamente influenciada por la que aporta la UK Terrorism Act de
2000, sin embargo crmenes como el secuestro y la toma de rehenes, as como el
apoderamiento de medios de transporte son un nuevo agregado a la denominacin de
terrorismo. Estas nuevas incorporaciones podran permitir que una huelga en la que se
retenga al director de una empresa para exigir mejores condiciones laborales sea vista
con la lupa de legislacin terrorista. Por otra parte, vale la pena destacar que tanto en
esta definicin como la britnica se menciona la intimidacin y la coaccin contra las
organizaciones internacionales, por lo que una respuesta organizada contra la
privatizacin de una empresa recetada por el FMI, o la negativa para utilizar cultivos
transgnicos podra acabar en varias acusaciones terroristas.
Aunque existan muchas ms definiciones de terrorismo, he decidido citar solamente las
anteriores ya que han sido creadas en el epicentro de la Guerra contra el terror y estn
pensadas para ser los pilotes de la poltica antiterrorista en el resto del mundo. Como
hemos visto, pueden ser tan especficas como para tipificar los daos econmicos
402
"Decisin Marco del Consejo de la Unin Europea, de 13 de junio de 2002, sobre la lucha contra el
terrorismo," 2002.
239
acaecidos durante una manifestacin, y tan vagas como para penar sospechas y
colaboraciones.
403
240
leprosos o en el siglo XV y XVI con los piratas. En la ciencia jurdica dichas normas
entran dentro del llamado Derecho Penal del Enemigo.
Este concepto, acuado por el jurista alemn Gnther Jakobs, se refiere a un Derecho
Penal que trata a los infractores no como ciudadanos sino como posibles enemigos,
como meras fuentes de peligro que deben ser neutralizadas del modo que sea, cueste lo
que cueste404. En este tipo de derecho la pena se convierte en una medida de seguridad
ya que se pretende inocuizar a los miembros aparentemente ms peligrosos de una
sociedad
405
Este tipo de derecho suele ir acompaado de otra clase de normas que podramos ubicar
dentro del mbito del Derecho Penal Simblico. Este
Manuel Cancio Meli, "Derecho penal del enemigo y delitos de terrorismo. Algunas consideraciones
sobre la regulacin de las infracciones en materia de terrorismo en el Cdigo Penal Espaol despus de la
LO 7/2000", Jueces para la Democracia, julio de 2002.
405
Jos Luis Gordillo, Nostalgia de otro futuro, 90.
241
Derecho Penal Simblico que solamente crea la ilusin de que el Estado est luchando
contra la delincuencia aplicando penas que sobrepasan en proporcionalidad al
crimen, aunque en la prctica su aplicacin no garantice una baja en los ndices de
criminalidad donde se aplica.406
En menos de lo que canta un gallo y con el 11-S como excusa, varios gobiernos
realizaron cambios penales y procesales en sus ordenamientos jurdicos con la intencin
de brindar seguridad a sus ciudadanos ante la amenaza del terrorismo internacional.
La USA PATRIOT ACT se promulg el 21 de octubre de 2001 y a partir de ah las
dems modificaciones se dejaron caer como fichas de domin alrededor del mundo. El
19 de noviembre el Reino Unido promulg la Anti-Terrorism, Crime and Security Act;
en Japn, la Ley sobre Medidas Especiales Contra el Terrorismo sali el 29 de octubre;
el Acta 83 fue votada en Hungra pocos meses despus; la Prevention of Terrorist
Activities (POTA) suplant viejas leyes antiterroristas en India a inicios de 2002; en
Canad el Anti-Terrorism Act fue aprobada el 18 de diciembre; El Parlamento de Nueva
Zelanda aprob la Terrorism Suppression Act el 17 de octubre de 2002 y Blgica
modific su Cdigo Penal en 2003.
Ver Jos Luis Diz Ripolls, El derecho penal simblico y los efectos de la pena, Actualidad Penal,
no.1, 7 de enero de 2001.
407
Hans-Jrg Albrecht, "Respuestas legislativas al 11 de septiembre. Un anlisis comparado de la
legislacin antiterrorista", Derecho penal y criminologa como fundamento de la poltica criminal.
Estudios en homenaje al profesor Alfonso Serrano Gmez, Madrid, 2006.
242
243
412
244
authorities fear the country's pristine record will be broken someday, and they need to
be prepared.413 Entre los cambios legislativos llevados a cabo para prevenir que algn
da sea cometido un atentado terrorista en suelo finlands, el parlamento aprob
cambios en el Cdigo Penal que permiten castigar con entre 4 meses y 3 aos a alguien
que genere una falsa alarma sobre un atentado terrorista. Tambin aprob penas
mayores en el caso de robo de material qumico, robo de vehculos, daos al medio
ambiente o sabotaje que se realicen con motivos terroristas. Con todo, lo que quizs sea
el cambio ms polmico es la aprobacin de la cadena perpetua para todo aquel que
cometa un homicidio con finalidad terrorista.414 Y digo polmico porque un homicidio
sin esa agravante es penado con un mximo de 8 aos, por lo que en mi opinin se est
pisoteando el principio de proporcionalidad al elevar la pena hasta el encarcelamiento
de por vida.
Por su parte, el gobierno francs tambin apost por reformar su Cdigo Penal en
noviembre de 2001 y lo primero que legisl fue el endurecimiento de las penas
principales y complementarias para crmenes incluidos en la definicin de terrorismo.
Adems de tipificar crmenes como delitos informticos, daos al medio ambiente o
daos a los bienes de la nacin se decidi aumentar la pena para delitos de terrorismo
clsico como el rapto, secuestro de aeronaves o buques, robos, tenencia ilegal de armas
o artefactos explosivos, siempre y cuando fueran cometidas con el propsito de
propagar el temor y el terror entre el pblico y con la consecuencia de que se produzcan
serios disturbios del orden pblico. En Holanda se llevaron a cabo reformas similares
pero tardaron un poco ms en ser legisladas debido a la conocida tradicin liberal de la
sociedad holandesa. Sin embargo, el asesinato del cineasta Theo Van Gogh a manos de
un yihadista holands de origen marroqu sirvi para alinear a Holanda con el resto de
Europa y aceptar que se incrementara la pena en un perodo equivalente a la mitad de la
condena si un crimen era realizado con agravante terrorista.415
413
Europa no es ajena al terrorismo. Mientras Finlandia nunca ha sido atacado por terroristas, las
autoridades temen que sea atacado alguna vez y por eso hay que estar preparados.
Ver http://islamineurope.blogspot.com/2008/04/finland-tougher-anti-terrorism.html
414
Ver www.finlex.fi/pdf/saadkaan/E8890039.PDF
415
Ver artculo 114 de la Security Services Act de 2002.
245
En otro tipo de cambios encontramos que pases como Alemania, el Reino Unido,
Turqua y Francia han adicionado a sus Cdigos Penales los delitos de colaboracin y
pertenencia a organizaciones terroristas. En Espaa por ejemplo, estas conductas se
encuentran tipificadas en los artculos 575 a 578 del Cdigo Penal. Los artculos 576 y
577 prevn la modalidad de colaboracin material y las conductas consistentes en
ayudar a la creacin del clima de miedo, respectivamente. Dentro de la colaboracin
entran acciones tan variopintas como esconder o transportar personas ligadas a la
organizacin terrorista, realizar actividades de lanzadera para avisar de la existencia de
controles policiales o la falsificacin de documentos de identidad. De este modo, para
Mariona Llobet se estn castigando:
Aportaciones que no se materializan en un delito especfico porque no se inici su
ejecucin, ni son punibles por conspiracin, proposicin o provocacin, o sobre las
que no existe prueba de su vinculacin con una infraccin concreta, bien porque no
puede demostrarse la autora de ningn sujeto, bien porque no se sabe con exactitud si
esa ayuda recay finalmente en algn delito o en cual lo hizo.
416
Hablando ahora de la pertenencia, el artculo 571 del Cdigo Penal Espaol castiga a
los miembros de bandas armadas u organizaciones terroristas independientemente de
que hayan participado en algn crimen. La pena por pertenencia a banda armada es
castigada con una pena entre 6 a 12 aos de prisin. Como se puede ver, tambin con el
delito de pertenencia se est adelantando la barrera de punicin y adems le asignan
penas mayores que a delitos como el de amenazas o daos que en un principio deberan
considerarse ms graves.
En cuanto al delito de apologa o enaltecimiento del terrorismo, lo encontramos tambin
en el Cdigo Penal espaol en su artculo 578, pero a diferencia de los delitos anteriores
no es un delito que se haya originado a raz de los atentados terroristas, pues viene
estando en el marco jurdico espaol desde mediados del siglo XIX. No obstante, a raz
del 11-S varios Estados han decidido copiar la legislacin espaola y adjuntar dicho
delito a sus cdigos penales. Este es el caso de la Dinamarca de Anders Fogh
416
246
Rasmussen, que despus de los atentados del 7-J ha apoyado una ley especialmente
pensada en silenciar a los Imames de varias mezquitas para que se castigue la
incitacin al terrorismo hasta con seis aos de prisin.417 En la misma lnea, la
Administracin de Tony Blair pretenda penar con hasta cinco aos de prisin todo acto
que glorificara, exaltara o celebrara un acto de terrorismo que hubiera sucedido hasta
con veinte aos de antelacin o bien llamara a cometer un acto terrorista en el futuro.418
Obviamente dicho intento fue seriamente criticado en el mbito universitario britnico,
ya que de aprobarse la Ley como la quera Blair, hubiera sido posible que un profesor
de Ciencia Poltica que les mostrara videos de Bin Laden a sus alumnos pudiera ser
acusado de enaltecimiento del terrorismo. La ley tuvo que ser modificada, y finalmente
en la UK Terrorism Act de 2006 qued estipulado que cometera el delito de
enaltecimiento del terrorismo toda persona que alabara, celebrara o glorificara el
terrorismo como una manera para incitar a otros a cometer actos terroristas.
El esfuerzo ms grande que hicieron la mayora de los Estados tiene que ver con la
prevencin de la financiacin terrorista. Para esto, an antes de fijarnos en la USA
PATRIOT ACT debemos poner atencin en la resolucin 1373 del Consejo de
Seguridad de la ONU. En esta polmica resolucin aprobada tan solo 17 das despus
del 11-S el Consejo de Seguridad conmina a los Estados a que, de acuerdo al captulo
VII de la Carta de Naciones Unidas, prevengan y repriman la financiacin de terrorismo
en su territorio, y que adems tipifiquen como delito la provisin y recaudacin
intencional para perpetrar actos de terrorismo. Finalmente, obliga a que congelen los
fondos y dems activos financieros de personas u organizaciones que hayan cometido o
planeen cometer un acto terrorista.419
417
Ver http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/08/28/AR2005082800899_2.html
Ver http://www.guardian.co.uk/world/2006/feb/15/qanda.terrorism
419
Ver el texto de la Resolucin 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del 28 de
septiembre de 2001.
418
247
421
Ver http://www.guardian.co.uk/commentisfree/libertycentral/2009/jan/13/anti-terrorism-act
Ver http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:32005D0671:EN:NOT
248
422
249
Despus del 11-S algunos pases intentaron prohibir el sistema de la hawala (EEUU)
no se sabe con qu xito e iniciaron investigaciones policiales en los locutorios y
badulaques para rastrear el dinero que hubiera sido usado en crmenes. Otros pases
prefirieron permitir el servicio pero registraron a los proveedores y los mantienen bajo
una vigilancia constante. En cualquiera de los dos casos sigue siendo sumamente
complicado rastrear transferencias sospechosas y se necesita de grandes investigaciones
internacionales para comprobar si en verdad se us dinero proveniente del hawala como
se afirma que sucedi en el asesinato de Daniel Pearl426. Con abrumadora frecuencia el
dinero de las transacciones suele ser simplemente usado para subsistencia.
Adems de poner controles a los sistemas de transferencia informales como la hawala,
pases como Espaa han impuesto tambin ms regulaciones a los canales ms
tradicionales de envo de dinero como Western Union o los servicios de giros que
operan los bancos. Para una muestra de las consecuencias de esta nueva ley de
prevencin de blanqueo de capitales les comparto una experiencia personal:
Justo mientras escriba este captulo he ido, como cada mes, al Banco Santander para
mandar algunos euros a mi familia en Mxico y as cubrir el pago de mi tarjeta de
crdito y ayudar con algo para el gasto mensual. Como he hecho uso del servicio desde
hace un par de aos, mi nombre ya est registrado en el sistema y solo basta con que le
de al cajero mi NIE y los euros para que realice la transferencia, eso s con un tipo de
cambio bastante abusivo pero con una comisin bastante baja. Solo que esta vez no fue
tan sencillo, porque el trabajador de Santander se encontr con una pantalla en su
ordenador que le peda que ingresara unos datos sobre la procedencia del dinero que iba
a ser enviado y sobre mi situacin laboral. En resumen, el cajero me pidi si le poda
dar un contrato laboral o una muestra de que obtena mis ingresos de manera legal.
Como lo nico que le poda aportar era la carta que certificaba que estoy becado, me
dijo que crea que sera suficiente para desbloquear el sistema. Aun as me conmin a
que me pasara por la sucursal en un par de das para comprobarlo. Finalmente pude
realizar mi transferencia y pagar aunque con retraso mi tarjeta de crdito, pero
seguro habr muchos inmigrantes en situacin administrativa irregular que al recibir su
426
Ver http://www.elpais.com/articulo/espana/ruta/espanola/hawala/elpepiesp/20051031elpepinac_1/Tes
250
pago en negro no podrn comprobar la procedencia del dinero y tendrn que buscar
otras formas de hacer llegar ese dinero a sus pases de origen.
Como siempre, los que tienen que sobrellevar los efectos de estas polticas son los que
usan los medios de transferencia de divisas con fines nobles. Segn una investigacin
de Bloomberg, ningn banco estadounidense ha sido condenado por violar la Bank
Secrecy Act o alguna otra ley federal desde el 2001. En cambio, lo que suele suceder es
que, cuando el Departamento de Justicia anuncia los cargos criminales a los banqueros,
en vez de entablar un juicio contra la institucin le requiere a pagar una millonaria
multa y a prometer que no lo volver a hacer.427 Por ejemplo, el banco Wachovia,
propiedad del grupo Wells Fargo & Co., ha admitido que no ha hecho lo suficiente para
rastrear 378.4 billones de dlares en fondos ilcitos provenientes de casas de cambio
mexicanas usadas por bandas criminales y crteles para lavar dinero.428 El Banco
Santander que no me dej hacer mi envo de 100 euros junto con las ramas
mexicanas de HSBC y Citigroup ya se han visto implicadas en escndalos parecidos al
de Wachovia, donde los nicos que han ido a parar a la crcel son los llamados
pitufos, personas pobres que aceptan el trabajo de cambiar divisas en las esquinas de
las ciudades fronterizas. No se ha molestado a ningn presidente de estas prestigiosas
instituciones financieras.429
Los tentculos de las leyes anti-terrorismo han alcanzado tambin a las ONGs y las
asociaciones caritativas o sin nimo de lucro, que desde el 11-S son vistas tambin
como enemigas. Para cumplir con la USA PATRIOT ACT, el Departamento del Tesoro
ha tenido que establecer nuevas pautas para que una asociacin sin nimo de lucro
pueda operar dentro de los EEUU. Entre muchas otras cosas, la asociacin requiere
tener una estructura de gobierno adecuada con organigrama determinado con nombres
identificables (direccin, nacionalidad, nmero de seguridad social, etc.). Tiene que ser
financiada por instrumentos financieros que puedan ser investigados, es decir por
transferencias bancarias, las aportaciones annimas y en efectivo estn prohibidas.
427
Ver http://www.bloomberg.com/news/2010-06-29/banks-financing-mexico-s-drug-cartels-admitted-inwells-fargo-s-u-s-deal.html
428
Ver http://dealbook.blogs.nytimes.com/2010/06/29/money-laundering-the-drug-problem-at-banks/
429
Ver el mismo reporte de Bloomberg.
251
Tiene que tener una lista de todos sus empleados y voluntarios para que pueda ser
revisada por las autoridades pertinentes en caso de investigacin policial. Si la
asociacin maneja ms de $250,000 en un ao deber contratar a un despacho externo
para llevar su contabilidad. As mismo, la asociacin deber clarificar el destino de los
fondos y su ulterior uso.430
En su reporte Blocking Faith, Freezing Charity la ACLU ha demandado al
Departamento del Tesoro ms precisin para separar las organizaciones y asociaciones
ligadas con el terrorismo de las que no lo estn.
We are dealing with an unconstitutionally overbroad framework which gives the
Treasury Department practically unfettered authority to shutter charities using secret
evidence, without independent oversight, probable cause, or effective due process
protections to protect against error and abuse. Not only that, it is clear that the
federal government is unequally enforcing terrorism financing laws. The government's
markedly different treatment of for-profit organizations that have allegedly violated
terrorism financing laws demonstrates this unequal enforcement.
431
Las asociaciones musulmanas son las que ms han sufrido estas leyes en los EEUU.
Segn la misma ACLU, hacia 2009 por lo menos nueve caridades musulmanas han sido
investigadas, y bajo el verbo investigar debemos incluir acosadas, amenazadas e
intimidadas. De stas, slo tres han resultado tener vnculos con alguna de las
organizaciones calificadas como terroristas por EEUU. Pero las secuelas no quedan ah,
varios lderes comunitarios y donantes de estas asociaciones tambin han sido
investigados y en ocasiones han sido invitados a convertirse en soplones para
infiltrarse en las caridades musulmanas y reportar cualquier actividad sospechosa.
430
Ver http://www.ustreas.gov/press/releases/docs/tocc.pdf
Estamos lidiando con un marco inconstitucional que le otorga al Departamento del Tesoro una
autoridad incontestable para cerrar caridades usando evidencia secreta, sin un contrapeso independiente,
una causa probable o las protecciones legales contra el error y el abuso. Adems resulta claro que el
Gobierno Federal est ejerciendo de manera diferente las leyes antiterroristas para prevenir el
financiamiento, El gobierno claramente est tratando de manera diferente a organizaciones con nimo de
lucro que han violado las leyes antiterroristas.
ACLU, Blocking Faith, Freezing Charity: Chilling Muslim Charitable Giving in the War on Terrorism
Financing, Nueva York: ACLU, 2009.
431
252
Cuando fui a Nueva York en 2008 visit la Isla Ellis, portal de la inmigracin europea a
los EEUU durante la primera mitad del siglo XX. Quien conozca la isla sabr que
alberga un museo donde por medio de objetos, cartas, y fotografas se relatan algunas
dificultades, pero sobre todo las mieles del proceso migratorio de las personas que
llegaron a la tierra de la libertad huyendo de la guerra en suelo europeo. Ms que la
fabulacin romntica de este proceso, lo que ms me sorprendi es el cambio que ha
sufrido el proceso migratorio en menos de medio siglo, pues mientras la revolucin
tecnolgica ha hecho cada vez ms fcil viajar, las fronteras se han vuelto cada vez ms
difciles de cruzar. La diferencia se hace ms patente si has tenido la mala suerte de ser
detenido por algn amable agente en los puestos de Customs and Immigration y
Homeland Security del aeropuerto John F. Kennedy.
432
Terrence Carter, "Charities and Compliance with Anti-Terrorism Legislation in Canada: The Shadow
of the Law", The International Journal of Not-for-Profit Law, 6, no. 3, 2004.
253
Como te lo deja saber el absurdo contenido y las preguntas de las formas migratorias en
puertos, fronteras terrestres y aeropuertos que todo viajero tiene que llenar al llegar a los
EEUU o a cualquier pas europeo, las nicas migraciones vlidas hoy en da son por
placer o por negocios. Si no se viene con uno de esos objetivos, la migracin slo se
puede entender en clave de ilegalidad, sobre todo si el migrante viene de un pas pobre
y se quiere establecer en un pas ms desarrollado. No podemos achacarle al terrorismo
este giro, pero para Javier de Lucas resulta claro que despus del 11-S tanto en los
medios como en las polticas gubernamentales la inmigracin aparece sobre todo en
clave de la inmigracin ilegal, por lo que sus efectos son frecuentemente abordados
desde el mbito de la seguridad, ms que en el de la integracin o de la ciudadana.433
Lejos han quedado los das en que Antnio Vitorino, ex Comisario Europeo de Justicia
e Interior, propusiera una poltica migratoria no represiva basada en la equiparacin de
derechos y el acceso a un estatus homologable al de ciudadana.434 El 11-S sepult estos
intentos en Europa y ocasion el viraje hacia una poltica centrada en lucha contra la
inmigracin ilegal, la gestin coordinada de fronteras exteriores y una estrategia ms
restrictiva del asilo poltico.
La primera tuerca de esta poltica criminalizadora vuelve a ser la resolucin 1373 del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 28 de septiembre de 2001 que exhorta a
todos los Estados a que:
Impidan la circulacin de terroristas o de grupos terroristas mediante controles
eficaces en frontera y controles de la emisin de documentos de identidad y de viaje, y
mediante la adopcin de medidas para evitar la falsificacin, la alteracin ilegal y la
435
Javier de Lucas, "Sobre las polticas de inmigracin en la Unin Europea un ao despus del 11 de
septiembre de 2001. Inmigracin, derechos, ciudadana", Cuadernos Electrnicos de Filosofa del
Derecho, 6, 2002. (accesado: octubre de 2010).
434
Ver la Comunicacin 757 a la Comisin Europea del 22 de noviembre de 2002 en http://eurlex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=COM:2000:0757:FIN:ES:PDF
435
Ver el texto de la Resolucin 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del 28 de
septiembre de 2001.
254
436
Antes de que la USA PATRIOT ACT hiciera un desmesurado eco de esta resolucin, en
los EEUU se cre la Joint Terrorism Task Force, un equipo de respaldo local
constituido por investigadores, analistas, policas, y equipo SWAT provenientes de
distintas agencias para actuar rpidamente en caso de sospecha de atentado terrorista. Al
principio una de sus principales labores fue coadyuvar en casos de inmigracin ilegal
ligados con sospecha de terrorismo. El caso de Soul Khalil es un terrorfico ejemplo de
las labores de este grupo. Khalil, procedente de Lbano, cuenta que estaba durmiendo en
su domicilio cuando el ruido de un helicptero lo despert, y acto seguido escuch que
tocaban la puerta de su casa gritando: Police!. Cuando su mujer le aconsej que
abriera se encontr con varios efectivos de este cuerpo que lo sometieron a punta de
pistola y lo esposaron por el crimen de haber mentido en sus documentos migratorios,
con lo que aunado a su supuesto conocimiento de manejo de armas lo converta en un
potencial terrorista.437 Segn Ken Roach, en las postrimeras del 11-S se arrest a ms
de 5,000 personas por razones similares a la de Khalil. Aunque a muy pocas se les pudo
acusar de terrorismo, a la gran mayora se les aplic la ley de inmigracin vigente y
despus de un juicio fueron expulsados de los EEUU.
Pero con la aprobacin de la llamada PATRIOT ACT II, la Domestic Security
Enhancement Act of 2003, ya no sera necesario un juicio para deportar a los
inmigrantes sospechosos de terrorismo. Con esta ley quedan aprobadas las expulsiones
sumarias haciendo prescindible la intervencin judicial anterior a la deportacin, ya que
basta la mera sospecha de que el inmigrante sea un peligro para la seguridad nacional
436
Ibid.
Mary Beth Sheridan, "Immigration Law as Anti-Terrorism Tool", The Washington Post, 13 de junio
2005.
437
255
439
Bajo la misma ley (seccin 311), se aprob un procedimiento burocrtico por medio del
cual muchos inmigrantes fueron requeridos a las comisaras de polica locales para
actualizar sus datos de visado y su ocupacin. Segn la periodista Amy Goodman:
Lo que el gobierno anunciaba como un inofensivo procedimiento burocrtico result
ser una trampa. En la oficina de registro de inmigracin de Los ngeles, la polica
arrest a tanta gente que se qued sin esposas de plstico. Cientos de personas fueron
arrestadas por infracciones ordinarias en sus visados. [A muchos] los pusieron en un
avin y los enviaron a Arizona, luego a Kentucky, luego a Chicago, luego nuevamente
a Arizona, Oakland y Bakersfield, cerca de las 4 a.m. llegaron a las instalaciones del
INS en San Diego.
440
256
Ver http://www.projo.com/ri/exeter/content/BOUTROS_RETURNS_10-30-07_OE7LRKU_
v26.33e1a03.html
442
Ver http://www.usimmigrationsupport.org/patriot-act.html
257
el derecho de mantener en secreto la evidencia que lo liga al delito hasta del abogado
que lo defiende (Secciones 21-36). Aunque esta medida contraviene claramente la
Convencin Europea de Derechos Humanos, hasta 2004 se tiene registro de que 14
personas, todas de pases musulmanes, haban sido detenidas sin cargo alguno. Con la
aplicacin de la Prevention of Terrorism Act 2005, se derog esta seccin de la Ley
pero se cambi por las llamadas Control orders, que son una especie de detenciones
express, en las que la autoridad puede tener 7 das apresado al sospechoso y en ese
perodo de tiempo debe decidir si tiene la evidencia necesaria para juzgarlo y
mantenerlo apresado. El uso de la evidencia secreta sigue siendo legal y abre la
posibilidad de confesiones bajo tortura.443
El caso de Australia es paradigmtico, ya que al mencionar terrorismo slo se me ocurre
imaginarme a canguros organizndose para no ser atropellados o a koalas conspirando
para que no les quemen sus eucaliptos. Es verdad que han tenido un par de bombazos,
uno en el Hotel Hilton en 1978 y otro en la embajada Turca en 1986, pero a partir de
entonces slo han sufrido un solo atentado en la embajada australiana en Yakarta, donde
todos los muertos fueron indonesios. An as, el otro da me sorprendi ver un
programa en la televisin por cable que se titulaba Homeland Security Australia, donde
pasaban algunos de los actos heroicos de los agentes de seguridad australianos que
detectaban botes con narcticos en los puertos o bien inmigrantes irregulares en los
aeropuertos. En este ltimo caso, a pesar de que siempre sala un guardia amable que le
haca ver al inmigrante que no era bienvenido a Australia, la televisin no dejaba de
pasar las salas de detencin, los humillantes controles biomtricos o las lgrimas de la
persona que simplemente se estaba buscando la vida migrando a un pas con ms
oportunidades de trabajo o simplemente ms pacfico que el suyo.
Obviamente el 11-S es la razn principal por la cual Australia endureci sus leyes
migratorias, pero no hay que perder de vista la desconfianza ocasionada por su insulsa
participacin en Afganistn y en Irak y el efecto que pudiera tener en su creciente
poblacin musulmana. Al respecto es interesante recalcar que Australia, por su
ubicacin geogrfica, es uno de los pases desarrollados con menos inmigracin
443
Ver el reporte UK: New Terrorism Law Fundamentally Flawed de Human Rights Watch en
http://www.hrw.org/en/news/2005/03/14/uk-new-terrorism-law-fundamentally-flawed
258
irregular, por lo que los mayores afectados con las nuevas leyes anti-terrorismo, han
sido los solicitantes de asilo poltico, que con frecuencia son destinados a las Islas de
Nauru y Manus, mientras su solicitud es estudiada.444
A nivel europeo el cambio de registro es ya visible en 2002 con la publicacin del Libro
Verde de la Comisin Europea que invita a los medios interesados a reflexionar sobre
una serie de cuestiones que se plantean en el momento de la definicin de una poltica
de retorno445, o en lenguaje ms coloquial la deportacin o expulsin de inmigrantes
irregulares. Si bien el propsito del documento era potenciar las polticas de retorno
voluntario, fue inevitable que saliera a la palestra el tema de las expulsiones forzadas,
las cuales deberan tener en cuenta las obligaciones contradas por los Estados
miembros en virtud de los acuerdos o convenios internacionales en materia de derecho
de asilo y Derechos Humanos. Por desgracia, estas buenas intenciones no se dejaron ver
por ningn lado durante la reunin en Sevilla del Consejo Europeo el 21 y 22 de junio
de 2002. Adems de discutir las medidas que implicaran la expulsin de ms de tres
millones de inmigrantes irregulares y demandantes de asilo poltico, se discutieron
insensateces como la propuesta de Jos Mara Aznar de castigar a los pases que no
cumplan las exigencias migratorias europeas (deportacin y asilo) que no fue
aprobada gracias al voto negativo de Francia y Suecia o la joya de Tony Blair de usar
aviones militares para regresar a los inmigrantes irregulares a sus pases de origen.
Aupada por los atentados en Londres y Madrid y recientemente por la crisis
econmica el endurecimiento de las leyes de inmigracin en Europa no ha hecho ms
que crecer en los ltimos aos. En Dinamarca, por ejemplo, el gobierno liderado por
Anders Fogh Rasmussen a peticin del ultraderechista Partido del Pueblo, ampli
de 3 a 7 aos el plazo para obtener residencia e instituy un examen de dans y otro de
ciudadana para otorgar la nacionalidad danesa. La nueva ley tambin prohbe a los
inmigrantes regulares de menos de 24 aos reagruparse con su esposa e hijos, en lo que
claramente se ve como una medida apuntada a que los inmigrantes de religin islmica
no puedan traer a sus numerosas familias. Aunque no tenga que ver con la inmigracin,
la prohibicin para la construccin de mezquitas con minaretes de Suiza es una
444
445
Ver http://www.newsroom.immi.gov.au/media_releases/439/print
Ver la sntesis del Libro Verde en: http://europa.eu/legislation_summaries/other/l33192_es.htm
259
continuacin lgica de este nuevo tipo de leyes redactadas para afectar a un colectivo
particular.
En Austria se apoy una ley similar, cuyo eslogan era integration before immigration
que obliga al inmigrante a aprender alemn y que adems tiene retroactividad hasta
1998, cuyo castigo es la prdida de ayudas sociales como el seguro de desempleo y
puede culminar con la prdida de residencia. El colmo de la ley austriaca es que los
nicos que son excluidos de la ley y de muchas otras son los altos ejecutivos y
cargos directivos de empresas multinacionales. Para Javier de Lucas este tipo de
polticas selectivas y racistas son las culpables de generar la llamada ilegalidad en la
que viven millones de personas en Europa, pues condenan a los inmigrantes a la
marginalidad y les obligan a negociar con las mafias y a aceptar cualquier trabajo, en
cualquier condicin.446
El endurecimiento en Europa ha llegado hasta lmites insospechados que amenazan con
superar a la USA PATRIOT ACT, ya que se ha empezado a criminalizar a la
inmigracin irregular como si se tratara de una condicin de peligrosidad. El mejor
ejemplo de lo que hablo es la Directiva Europea de Retorno, conocida en el mbito de
las ONGs catalanas como la Directiva de la Vergonya. Esta directiva representa el
smmum de lo que se propona en el Libro Verde, ya que establece un plazo de entre 7
y 30 das para las repatriaciones voluntarias, y en caso de que el inmigrante no se
marche autoriza la detencin administrativa en un Centro de Internamiento para
Extranjeros hasta por 18 meses mientras se arregla su deportacin con el gobierno de su
pas de origen. Una vez expulsado, y no importa cunto tiempo haya estado privado de
su libertad, el inmigrante no podr volver a pisar suelo europeo durante 5 aos como
castigo a su estado de sin papeles, trmino como se les conoce a los inmigrantes
irregulares.
Como voluntario de la ONG SOSRacisme he podido acercarme a los efectos sociales de
esta Directiva. Hay 12 Centros de Internamiento para Extranjeros (CIES) en el Estado
Espaol ms de 130 en toda Europa, de los cuales uno est en Barcelona, refundido
446
Javier de Lucas, "Los inmigrantes como ciudadanos", Gaceta sindical: reflexin y debate no. 3, 2003.
260
en la Zona Franca entre bodegas y naves industriales, y escondido de las miradas de los
turistas. Algunos de los problemas principales de estos Centros son:
Deplorables
condiciones
de
internamiento
como:
vigilancia
extrema,
Tan solo en este ao se han dado dos huelgas de hambre en el CIE de la Zona Franca
para denunciar las psimas condiciones de internamiento; tambin se report el suicidio
de un joven marroqu de 22 aos, que segn algunos internos estaba en rgimen de
aislamiento como en Guantnamo, y hemos recibido denuncias de agresiones y torturas
dentro de las instalaciones. Todo esto ha quedado impune porque la Ley Orgnica sobre
derechos y libertades de los extranjeros en Espaa y su integracin social, (LOEX), que
entr en vigor el 13 de diciembre de 2009 debera tener un reglamento a los seis meses
de ser promulgada, y dicho reglamento sigue brillando por su ausencia dejando a miles
de inmigrantes en un vaco jurdico dantesco.
Si no les parece bastante con acercarse un poco a la llama de los CIES en Espaa, en
Francia e Italia se est yendo mucho ms all en la lucha contra la inmigracin
irregular. En Italia se ha dado el paso escandaloso de criminalizar la inmigracin ilegal
considerndola como un delito penal, no como una falta administrativa como en el resto
de Europa. Gracias a Silvio Berlusconi y su alianza con la xenfoba Liga del Norte es
legal detener a alguien en la calle tan slo porque se sospeche que es un inmigrante
irregular. Es decir, lo que en Arizona se legisl hace algunos meses y que gener
crticas en el mundo entero, es legal en Italia y aceptado por la mayora de la sociedad.
Pero la ley italiana no se queda en eso, tambin pena a quien ayuda a los inmigrantes
irregulares, es decir a quien les renta una habitacin o a quien los atiende en un hospital.
261
El sondeo hecho por Opinion Way para le Figaro haca la siguiente pregunta: Etes-vous favorable ou
oppos aux expulsions vers la Roumanie de Roms sans papiers? Es decir Est usted a favor o en contra
de las expulsiones de los romans sin papeles hacia Rumania? lo que puede sesgar la respuesta porque
los
romans
no
son
inmigrantes
irregulares
sino
ciudadanos
europeos.
Ver
http://www.liberation.fr/societe/0101654428-le-sondage-qui-confond-roms-et-sans-papiers
262
448
Javier de Lucas, "Sobre las polticas de Inmigracin en la Unin Europea un ao despus del 11 de
septiembre de 2001. Inmigracin, derechos, ciudadana." Cuadernos Electrnicos de Filosofa del
Derecho, no. 6, Valencia, 2006. (accesado: octubre de 2010).
449
Giorgo Agamben, Estado de excepcin, 54.
450
Carl Schmitt, Teologa Poltica: Cuatro ensayos sobre la soberana, Cochabamba: Ayer y hoy, 1998.
263
The Bush administrations response to 9/11 in both domestic and foreign policy is not
what one would typically expect of a true emergency; namely, quick responses that
violate the constitutional order followed by a progressive normalization. Instead, the
American government (including all three branches working together) responded with
much constitutional care right after 9/11, fully aware that the temptation would be to
overreact. The greater abuses have come as 9/11 recedes and executive policy has
turned toward larger and larger constitutional exceptions, with the active
451
La evidencia de lo que dice Scheppele podemos encontrarla en los primeros juicios que
se celebraron despus del 11-S, el de Zacarias Moussaoui y el de John Walker Lindh,
mejor conocido como el talibn americano.
Sobre Moussaoui hay que decir que fue apresado el 16 de agosto de 2001 bajo cargos de
inmigracin irregular, aunque lo que de verdad deton su arresto fueron las sospechas
que despert en una academia de vuelo y las toneladas de evidencia que diferentes
agencias de inteligencia tenan sobre sus viajes a Chechenia, Azerbaiyn o Pakistn y
sus amistades peligrosas en los crculos yihadistas.452 Permaneci encerrado en una
crcel de Minneapolis y a pesar de que fue interrogado por varias agencias (INS, FBI,
CIA), ninguna pudo obtener una orden judicial para poder registrar su computadora y
sus efectos personales.453 Estos interrogatorios prendieron varios focos rojos, pues sus
respuestas crpticas solo alimentaban las sospechas de los agentes. Antes del 11-S todo
habra apuntado a que sera deportado a Francia, de donde era nacional, solamente con
cargos de haber sobrepasado su visado. Como era de esperarse despus del 11-S,
Moussaoui no fue deportado y poco despus se pudieron atar o inventar los cables
que lo vinculaban al macro atentado. Lo interesante del caso es que a pesar de toda le
evidencia que pesaba sobre Moussaoui, y de que incluso acept que entre l y Richard
Reid, el llamado shoe bomber, planeaban estrellar un avin en la Casa Blanca454, se
451
Kim Lane Scheppele, "Law in Time of Emergency: States of Exception and the Temptations of 9-11",
Journal of Constitutional Law, 2004, 3.
452
Ver http://www.independent.co.uk/news/world/americas/the-20th-hijacker-had-been-a-suspect-foryears--but-he-was-ignored-by-intelligence-agencies-619827.html
453
Ver http://www.huffingtonpost.com/coleen-rowley/tenets-moment-of-truthor_b_47431.html
454
Ver http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,1101031027-524419,00.html
264
le sigui un proceso penal normal en una Corte de los EEUU donde fue condenado a
cadena perpetua.455
El caso del talibn americano es otro que aunque ya se notan los inicios de medidas
de excepcin se resolvi dentro de los cauces legales. John Walker Lindh fue
capturado el 25 de noviembre de 2001 por fuerzas de la Alianza del Norte cuando
luchaba contra estos seores de la guerra convertidos en aliados estadounidenses. Fue
interrogado por agentes de la CIA, los cuales ignoraban su nacionalidad americana, y
mientras era interrogado se suscit la revuelta de Qala-i-Janghi (mejor y mal conocida
como la batalla de Mazar i Sharif) en la que los 300-500 prisioneros talibanes que se
encontraban con l en esa fortaleza se sublevaron y sometieron a sus captores de la
Alianza del Norte y a varios agentes de la CIA. Cuando equipos de fuerzas especiales se
encargaron de la situacin gracias a los bombardeos areos y a tcticas poco ticas
como inundar los stanos donde se escondan con agua helada o con gasolina y despus
prenderles fuego Walker Lindh fue uno de los pocos supervivientes de la masacre.
Quizs hubiera preferido la suerte de sus compaeros de armas, ya que cuando los
soldados descubrieron que era estadounidense se convirti en su objetivo. Lo
sometieron a tratos degradantes, como mantenerlo cautivo en una caja de metal por das
o exponerlo al fro afgano desnudo en una camilla metlica con las manos atadas,
vendado de ojos y apresado con cinta de embalaje456. Se le practicaron interrogatorios
una y otra vez, y conforme pasaron los das fue tratado mejor. Incluso cuenta que lleg
al punto que se le ofrecieron las tres comidas y se le practic una operacin donde le
removieron una bala que tena alojada en su pierna desde los das de la sublevacin.457
Despus de pasar varias semanas en barcos prisin fue enviado a una crcel de Virginia
aunque Guantnamo ya estaba en funcionamiento, donde se le acus de conspirar
para asesinar a ciudadanos estadounidenses, proveer ayuda material a organizaciones
terroristas, del uso y portacin de armas de fuego e instrumentos de destruccin, as
como de crmenes de violencia, entre otros.
455
Ver http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/05/11/
AR2006051101884_pf.html
456
Ver la demanda de la Corte de Virgina del Este United States of America v. John Walker Lindh.
457
Ver http://www.smh.com.au/articles/2002/03/30/1017206160632.html?oneclick=true
265
Ante toda la avalancha meditica que suscit la inusitada brutalidad usada en la batalla
de Qala-i-Janghi y el hecho de que un estadounidense luchara del lado equivocado,
Michael Chertoff decidi calmar un poco las aguas mediticas y ofrecerle a Lindh
retirarle algunos cargos si prometa no hablar de las torturas y los malos tratos sufridos
en Afganistn y en los Barcos prisin USS Peleliu y USS Bataan.458 Como era de
esperarse despus de sufrir los cariitos de la Alianza del Norte y de sus compatriotas
de la milicia estadounidense, Lindh acept el trato y ahora cumple su noveno ao en
prisin de veinte posibles, pero bien podra salir a los diecisiete gracias a su
cooperacin con la inteligencia estadounidense. Es obvio que siguiendo nuestros
anteriores criterios, Lindh no debera haber sido acusado de nada, pues estaba luchando
del lado del bando Talibn en una guerra que adems fue legitimada por la ONU. Sin
embargo, considero que fue el ltimo atisbo de normalidad legal por parte de la
Administracin Bush, ya que en adelante no se juzgara a ningn preso en una corte
penal estadounidense y, por obvias razones, tampoco se hara uso de la Corte Penal
Internacional.
En mi opinin, cuando la Administracin Bush decidi afrontar el 11-S como un acto
de guerra y no como un crimen, como hicieron anteriores administraciones con casos
menos graves como el atentado al World Trade Center de 1992 o el bombazo en
Oklahoma, se perdi la posibilidad de actuar mediante los cauces legales y se abri la
puerta a la creacin de un estado de excepcin.
Administracin Bush, los EEUU requeran algo ms que un mero estado de excepcin
momentneo para afrontar la amenaza terrorista, por eso una gran parte de la Global
War on Terror (GWOT) la podemos entender como el intento de normalizar dicho
estado de excepcin, o como dira Agamben: inscribir la anomia en el ordenamiento
jurdico459. Es por esto que Slavoj Zizek compara el intento de la Administracin Bush
con los estados de excepcin que impusieron algunas dictaduras latinoamericanas,
especialmente el caso de Paraguay bajo Alfredo Stroessner. Zizek recuerda que
Paraguay era una democracia parlamentaria de jure con todas las libertades
garantizadas, sin embargo ante la amenaza comunista Stroessner mantena un estado de
excepcin permanente en el que la Constitucin era letra muerta salvo en el da de la
458
459
Ver http://www.cbsnews.com/stories/2002/07/15/news/opinion/courtwatch/main515225.shtml
Giorgo Agamben, Estado de excepcin, 59.
266
El primer paso hacia la excepcin fue la aprobacin por parte del Congreso de los
EEUU de la Authorization for Use of Military Force, que autoriz al presidente el uso
de todos los medios necesarios para ir contra las naciones, organizaciones o personas
que hubieran autorizado, planeado o ayudado a cometer los atentados461. Esta
autorizacin hace eco de la War Powers Resolution de 1973, que le permite al
presidente actuar con plenos poderes si es que el pas est siendo atacado, como se
pretendi que suceda.
La pregunta principal que debe hacerse en este caso es estaba en peligro la existencia
de los Estados Unidos de Amrica como un Estado democrtico de derecho? Mi
opinin es que no y en esta cuestin comparto el argumento de Mariona Llobet:
Por un lado, el terrorismo no puede combatirse con los mtodos de una guerra puesto
que el atentado contra los Estados democrticos es simblico. La violencia terrorista,
con todo lo seria que es, no amenaza nuestras instituciones de gobierno o nuestra
existencia como comunidad civil. Por el otro lado, crea la ficcin de que es necesario
limitar los derechos y las libertades individuales con el fin de contrarrestar ese
462
peligro.
460
267
involucraba a ocho espas nazis, uno de los cuales era ciudadano americano.463 Sin
embargo, y como dice un reporte de la American BAR Association, la resolucin del
caso Quirin no admite que los combatientes enemigos sean retenidos incomunicados
y se les niegue asistencia jurdica.464 Los retoques a Ex parte Quirin son cortesa de la
Administracin Bush y estn reflejados en la "Detention, Treatment, and Trial of
Certain Non-Citizens in the War Against Terrorism" aprobada el 13 de noviembre de
2001. El gobierno estadounidense no tard en advertir a sus fuerzas de ocupacin sobre
la categora de combatiente ilegal enemigo y en definirlo como todo aqul individuo no
autorizado a tomar parte directa en las hostilidades pero que es sorprendido hacindolo.
El ejemplo que primero les dieron a los soldados va panfletos es el de mdicos o
sacerdotes que participan en combate o soldados que no llevan uniforme que los pueda
distinguir de los civiles.465
En una muestra de hipocresa flagrante, Donald Rumsfeld justific esta figura legal en
los medios afirmando que si los terroristas van por ah matando civiles sin cumplir las
leyes de la guerra, el ejrcito de los EEUU no est obligado a respetar los Convenios de
Ginebra. En peras y manzanas, esto significa que no estn obligados a respetar los ms
bsicos Derechos Humanos de aquellos que sean etiquetados como combatientes
ilegales enemigos, por lo que derechos como el habeas corpus, el derecho a un
abogado, ser atendido por la Cruz Roja o la Media Luna Roja, no ser torturado o ser
liberado al terminar el conflicto blico seran ignorados por el ejrcito de los EEUU. En
un memorndum del 7 de febrero de 2002, el presidente Bush declar a todos los
miembros del Talibn y a los individuos detenidos en Guantnamo como combatientes
enemigos ilegales466, poco despus el trmino se ampli para que pudiera incluir a
posibles miembros de Al Qaeda. En 2006, con la legislacin de la Military
Commissions Act se define por fin al combatiente enemigo ilegal y se ampla su mbito
para que ciudadanos no combatientes de otros pases e incluso estadounidenses puedan
ser etiquetados como tales.
463
268
Este es el caso de Jos Padilla, uno de los primeros unlawful combatants que pisaron
las crceles norteamericanas despus del 11 de septiembre. Padilla se volvi
mundialmente famoso cuando, en mayo de 2002, el fiscal John Ashcroft hizo un
parntesis en su visita a Rusia para anunciar que se haba capturado a un delincuente de
gran peligrosidad que planeaba detonar una bomba sucia en el aeropuerto de Chicago.
El nombre del peligroso delincuente era Abdul al-Mujahir, nuevo nombre que
adquiri Jos Padilla al convertirse al Islam. El show meditico no se hizo esperar, en
todos los medios se hablaba de lo que era una bomba sucia y del desastre que
ocasionara en una ciudad como Chicago. Paul Wolfowitz con su imaginacin
apocalptica desmenuz el plan terrorista de Padilla y, mientras todos se preguntaban
si correra la misma suerte que Moussaoui, fue declarado combatiente enemigo ilegal, o
para decirlo de otra forma: un prisionero sin ningn derecho.
Por esta razn pas ms de un ao en una crcel militar de Carolina del Sur
completamente incomunicado y sin acceso a un abogado. Obviamente nunca se le
comunic de qu estaba acusado ya que los combatientes enemigos no tienen derecho
al habeas corpus y slo pueden ser juzgados por cortes militares. Padilla pas ms de
tres aos y medio etiquetado como combatiente enemigo hasta que, como por arte de
magia, le fue retirado el cargo y fue trasladado a una prisin estatal de Florida donde su
caso pas a los juzgados civiles y simplemente se le acus de conspiracin criminal,
cargo por el que hoy cumple una condena de diecisiete aos en una prisin de Alta
Seguridad. As que, de ser un delincuente nuclear preparado para detonar una bomba
con restos de cobalto-14 en medio de Chicago, pas a ser simplemente un pandillero
latino de poca monta. Como dice Rafael Argullol en su artculo Noticia de un pobre
diablo:
Y a este respecto la historia de Jos Padilla es ejemplar una ms, sin embargo, de
tantas otras historias similares. Durante unos das de primavera Padilla lleg a
llamar la atencin de todo el mundo, precisamente porque los hombres ms poderosos
lo sealaron como la encarnacin del mximo peligro. Subi al escenario bajo focos
cegadores y el miedo del mundo encontr justificacin en la llegada de este
puertorriqueo con cara de ficha policial. De sbito, todo qued meridianamente
269
Pero dentro de lo que cabe Padilla puede considerarse afortunado, ya que gracias al
circo meditico que gener su captura varias organizaciones de abogados y asociaciones
que defienden las libertades civiles pudieron enterarse de su caso y
presionar al
gobierno para que por lo menos tuviera acceso a un abogado y se reconocieran todas las
vejaciones que haba sufrido. No todos tienen la misma suerte y al respecto pienso en
los ms de dos mil cuatrocientos nios que han sido hechos prisioneros por el Ejrcito
de EEUU durante la Guerra en Irak. Igual que Padilla, Moussaoui o Lindh, dichos
peligrossimos nios algunos de diez aos son considerados imperativas
amenazas a la seguridad y por eso estn recluidos en centros que no cumplen con las
mnimas medidas de higiene, seguridad y educacin.468 Es altamente probable que estos
nios, igual que los ms de 22,000 detenidos durante los primeros dos aos de la
ocupacin, estn encerrados debido a un error y que luego sean liberados sin un usted
perdone. De hecho, fuentes de inteligencia militar y de la Cruz Roja Internacional
estiman que entre un 70% y 90% de los iraques presos durante el primer ao de la
guerra son inocentes de los cargos que se les imputan.469
Ms que tildar de pobres diablos o de amenazas para la seguridad nacional a Padilla y a
los miles de combatientes enemigos ilegales, quizs sea ms certero acudir a aquella
oscura figura del derecho romano rescatada por Giorgio Agamben470: el homo sacer.
Esta figura se refiere a una persona proscrita que puede morir o ser matada por
cualquiera con impunidad y cuya muerte no es ticamente reprobable. El lugar de los
homini sacer en el siglo XX fueron los campos de concentracin o de exterminio
Auchwitz, Choeung Ek, Siberia, Jasenovac, etc., pero aunque este tipo de lugares ya
no existan, Bagram, Abu Ghraib, Guantnamo y quien sabe cuntas ms crceles han
venido a ocupar su lugar.
467
270
271
Michael Winterbottom, "The Road to Guantanamo," Reino Unido: Channel 4 Television Corporation,
2006.
472
Amnista Internacional, La entrega extraordinaria la detencin secreta, Londres, 2006.
473
Ver http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/articles/A5918-2004Dec16.html y
http://www.guardian.co.uk/world/2008/jun/02/usa.humanrights
272
474
Ver http://www.reprieve.org.uk/diegogarcia
Amy Goodman, "Torture Taxi: On the Trail of the CIAs Rendition Flights," Democracy Now,
Estados Unidos, 2006.
476
Aerolnea civil y de carga propiedad de la CIA que fue usada durante la Guerra de Vietnam para
operaciones especiales.
475
273
prisioneros sern paseados por las peores crceles del mundo en total secreto.477 Una
peculiaridad tanto de Aero Contractors que opera vuelos comerciales solamente en
Nigeria como de otras aerolneas como Tepper Aviation o Pegasus Technologies que
brindan este servicio es que operan como empresas fantasmas, ya que en sus pginas
web apenas dan indicios de sus direcciones fiscales, no cuentan con empleados y mucho
menos con hangar propio en los aeropuertos de los Estados Unidos.
Las huellas de dichos vuelos han llevado a investigadores como Matas Valls, del
Diario Menorca, a toparse con la complicidad de Estados democrticos europeos en el
traslado ilegal de prisioneros y probablemente de armas.478 Un informe del Parlamento
Europeo a peticin de Claudio Fava habla de ms de 1245 vuelos fletados por la CIA
que han hecho escala o pasado por el espacio areo de la Unin Europea entre 2001 y
2005. Varios gobiernos han invocado el secreto de Estado para entorpecer las
investigaciones, pero an as podemos saber a ciencia cierta que estos aviones han sido
vistos recargando combustible o recogiendo pasajeros en ms de 14 pases miembros de
la Unin Europea.
Demos un vistazo al caso de Espaa, uno de los primeros aliados de los EEUU en la
GWOT. El 28 de noviembre de 2001 Jos Mara Aznar declar en una conferencia de
prensa en la Casa Blanca que todos los mecanismos de cooperacin en operaciones de
inteligencia estn puestos en marcha y pocos das despus el mximo encargado de la
Inteligencia Espaola fue recibido por los altos mandos de la CIA y la NSA como una
muestra de futura cooperacin en los ms altos niveles de la inteligencia. Sin embargo,
los hechos demuestran que dicha alianza se qued en las palabras, pues apenas un mes
despus un L-100 Hrcules procedente de Bermudas aterriz en Tenerife camino a
Turqua sin el conocimiento ni el consentimiento del Estado Espaol. Durante 2002 y
2003 se producen otras 22 escalas sin que nadie del CNI o del Ministerio de Defensa
diga nada.479 En enero de 2004 sucede algo inaudito, pues trece agentes de la CIA
encargados de recoger a Khaled Al Masri en Skopje y llevarlo a Kabul, se hospedaron
477
Ver http://www.nytimes.com/2005/05/31/national/31planes.html
Matas Valls, y Mara Luisa Goi, CIA Airlines, Madrid: Debate, 2006.
479
Ver http://www.elpais.com/articulo/espana/Vuelos/CIA/ver/oir/preguntar/elpepiesp/20060618
elpepinac_9/Tes
478
274
en un lujoso hotel de 5 estrellas en Palma de Mallorca (donde el avin haca escala) con
identidades falsas, y gastaron miles de dlares en comidas, ccteles y llamadas
telefnicas, todo esto sin avisarle a sus colegas del CNI que estaban en una misin
especial.480 En 2007 las autoridades alemanas pidieron una orden de arresto para los 13
agentes involucrados en el secuestro de Al Masri481 y Vicente Gonzlez Mota, fiscal de
la Audiencia Nacional Espaola, ha pedido lo mismo tras de una profunda
investigacin. Aunque sean las primeras rdenes de arresto contra personal de la CIA en
el contexto de la GWOT, no dejan de ser victorias prricas, ya que dichos agentes
igual que los agentes israeles que robaron identidades de ciudadanos britnicos para
asesinar a un miembro de Hezbollah jams sern enjuiciados puesto que tienen la
complicidad estatal. Si de verdad Espaa, Alemania o cualquier otro Estado hubieran
querido evitar la complicidad en estas operaciones, pudieron haberse desmarcado de
Washington desde el principio, pero como dice un alto cargo militar espaol de aquella
poca: Nunca supimos que trasladaran presos por nuestros aeropuertos. Pero, si lo
hubiramos sabido, con el ambiente que exista en aquellos momentos, tampoco
habramos podido oponernos.
Ya sea por aire o por mar, Guantnamo, conocido en la jerga militar como Gitmo es
la joya de la corona de este archipilago de excepcin. Dicha base militar establecida en
1898 en territorio cubano fue escogida como el centro neurlgico y meditico de la
GWOT debido a su cercana geogrfica con los EEUU, pero sobre todo porque su
condicin de territorio ocupado representaba la mejor barrera contra los tentculos
legales de las cortes civiles estadounidenses. Antes de ser la imagen de la portada del
Gulag estadounidense, la base militar ya haba sido usada como campo de refugiados
para los ciudadanos haitianos que huyeron en 1991 del estado de anarqua ocasionado
por el golpe de estado contra Jean Bertrand Aristide; pero tambin haba servido como
estacin migratoria donde eran recluidos los caribeos especialmente cubanos que
intentaban llegar por mar hasta Miami. Las famosas jaulas al aire libre del Campo XRay que salieron en las primeras fotografas pblicas del Centro de Detencin son una
muestra de que no estaba preparada para ser una prisin de alta seguridad, por lo que se
480
Ver http://www.elpais.com/articulo/espana/Espana/base/operaciones/sucias/CIA/elpepuesp
/20100706elpepunac_7/Tes
481
Ver http://news.bbc.co.uk/2/hi/6316369.stm
275
Ver http://motherjones.com/politics/2004/01/waiting-gitmo
"Interview with Gopal Anand: "Americas Secret Afghan Prisons" Investigation Unearths New Us
Torture Site, Abuse Allegations in Afghanistan", Democracynow.org, 2010 (accesado: octubre de 2010)
484
Nick Turse, "American Prison Planet the Bush Administration as Global Jailor", tomdispatch.com,
2006 (accesado: octubre de 2010).
483
276
La mayora de los combatientes capturados por el ejrcito de los EEUU durante los primeros meses de
la ofensiva en Afganistn fueron resultado del sistema de recompensas que iba desde los 5,000 dlares
por un simple Talibn hasta 20,000 dlares por un supuesto miembro de Al Qaeda.
486
Ver http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Animal/numero/64/elpepusocdmg/20061119elpdmgrep
_1/Tes
277
medio de ancho por dos de largo, con un lavabo y una cama de metal y una luz intensa
que nunca se apagaba seria su morada. Los interrogatorios no se hicieron esperar:
Venan a la celda, echaban un spray que te haca llorar, te dabas la vuelta, te ponas de
rodillas con las manos entrelazadas en la cabeza, y te ataban pies y manos con
cadenas. Te conducan a una sala con las paredes de plstico, y all te dejaban horas
solo. Horas de angustia esperando a que llegaran. Ponan ventiladores para que te
helaras de fro.
487
Recuerda que fue interrogado por militares, agentes de la CIA y hasta por policas
espaoles, y siempre le hacan las mismas preguntas: qu haca en Afganistn, en qu
campo de entrenamiento haba estado, o si conoca a tal o cual yihadista. La nica
diferencia que recuerda es que, despus de ser interrogado por autoridades espaolas
especficamente, el personal de Guantnamo siempre sola hacerle cosas horribles,
como aventarlo en un contenedor lleno de ratas o desnudarlo y dejarlo sin comer
durante das.
A peticin del gobierno espaol Lahcen fue extraditado, pues se pensaba que era parte
de la trama yihadista que plane el 11-M, cuestin que finalmente no pudieron probar
ya que cuando sucedieron los atentados en Madrid, Lahcen estaba ocupado siendo
torturado en Guantnamo. Un papel firmado por la Cruz Roja que acredita su captura
por parte del ejrcito de los EEUU en Afganistn prob ser su mejor arma para
defenderse y obligar a la Audiencia Nacional a desestimar los absurdos cargos en su
contra. Hoy no tiene trabajo ni papeles de residencia.
He intentado relatar lo ms detalladamente posible la historia de Lahcen porque creo
que es un buen ejemplo para comprender hasta dnde llega la metstasis de la tortura en
esta Guerra Mundial contra el Terror. Como hemos visto tambin en los casos de Lindh
y los Tipton three, la barbarie empieza in situ, es decir en el lugar donde son capturados
los sospechosos de terrorismo. Esto se debe a que el presidente Bush, bien asesorado
487
Ibid.
278
por Alberto Gonzales, crey necesario enmendar las planas de los Convenios de
Ginebra y declararlos obsoletos para aumentar la eficiencia de su guerra contra el terror.
La primera consecuencia de esto fue la directiva Humane Treatment of Al Qaeda and
Taliban Detainees488 del 7 de febrero de 2002 por la cual despoj a todos los
prisioneros de la proteccin de los Convenios de Ginebra aunque afortunadamente
aboga por que se les trate lo humanamente posible. Cuatro meses despus dicha
directiva ser complementada con el primero de los Torture Memos expedido por John
Yoo y firmado por Jay Bybee, asistente de Alberto Gonzales. En dicho memorndum se
establecen las bases para permitir la tortura durante los interrogatorios siempre y cuando
el dolor infligido durante el interrogatorio no supere al dolor que siente un ser humano
cuando le falla un rgano vital o sufre una lesin fsica grave como una fractura.489
La pregunta pertinente ante este memorndum es de qu manera puede el interrogador
saber hasta qu punto puede infligir dolor sin convertirse en torturador. Si se trata de
uno de los tantos interrogadores privados de Blackwater, CACI o Titan Corp. que han
sido requeridos ante el gran volumen de prisioneros en Irak y Afganistn, la respuesta
es que probablemente no sepa cuando est actuando como torturador. Pero si se trata de
un interrogador militar, con frecuencia han sido entrenados para saber el punto exacto,
el arma exacta y la fuerza exacta para torturar. Por lo regular lo saben, ya que han
sufrido en carne propia dichos interrogatorios. Veamos el testimonio de un interrogador
de inteligencia militar de la Escuela de las Amricas:
-La inteligencia militar estaba basada en dos cosas: no entregar informacin y recibir
informacin. Esto ltimo es mediante el interrogatorio. Capturar a un tipo sin que se
enteren los otros, interrogarlo, matarlo, eliminarlo, enterrarlo [...]
-Cmo eran las clases de tortura?
-Clases prcticas. Nos tomaban a nosotros, nos metan palos de cerillas debajo de las
uas [...] nos tomaban, nos colgaban de los dedos con una cuerda, nos decan "cuando
488
Ver el memorandum de George W. Bush del 7 de febrero de 2002 dirigido su gabinete de seguridad.
En http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB127/02.02.07.pdf
489
Ver el memorandum del consejero Alberto R. Gonzales Counsel para el Presidente George W. Bush
del 25 de enero de 2002.
279
490
Ya que hemos trado a colacin memorias aciagas de la Escuela de las Amricas, vale la
pena rescatar del olvido el Manual Kubark de Interrogacin para Contrainteligencia
creado por la CIA en 1963. Dicho manual fue probado en la Guerra de Vietnam pero
rindi sus mejores frutos en Honduras, Chile, Argentina o Nicaragua. En este manual se
piensan por primera vezy se recomiendan por escrito mtodos de interrogacin que
hagan uso de shocks elctricos, luces intensas, privacin del sueo, encadenamiento en
posiciones incmodas, aislamiento en celdas diminutas, en fin todo este catlogo de
tcnicas de las que el mundo ahora se horroriza tanto. El propsito de dichas tcnicas no
es solamente lastimar, el manual explica sucintamente que dichas tcnicas estn
pensadas para:
[Producir] un intervalo que puede ser extremadamente breve, de animacin
suspendida, una especie de shock o parlisis psicolgica. Esto se debe a una
experiencia traumtica o subtraumtica que hace estallar, por as decirlo, el mundo
que al individuo le es familiar, as como su propia imagen dentro de ese mundo. Los
interrogadores experimentados saben reconocer ese momento de ruptura y saben
tambin que en ese intervalo la fuente se mostrara ms abierta a las sugerencias, y es
ms probable que coopere, que durante la etapa anterior al shock.
491
280
indispensables, slo que ahora son hroes nacionales o estrellas de Hollywood como el
ficticio Jack Bauer. Esto se debe a que en los aos en que Mitrione trabaj en
Latinoamrica las operaciones y tcnicas usadas por la CIA eran realizadas bajo el
oscuro velo del secreto y ahora son realizadas sin ninguna tapadera y hasta son
defendidas por la propia Administracin Estadounidense como la nica manera de
obtener inteligencia. Veamos lo que dijo el presidente Bush en una conferencia de
prensa sobre el waterboarding:
No voy a hablar sobre tcnicas. Hay un enemigo all fuera. Mi perspectiva es sta: el
pueblo estadounidense necesita entender que el programa es importante y que las
tcnicas empleadas estn dentro de la ley, y los integrantes de la Cmara y el Senado
492
Dicho columnista parece no haberse enterado que en los vergonzosos sucesos de Abu
Ghraib, las torturas y humillaciones que pudimos ver en las abominables fotografas que
salieron a la luz no eran parte de un interrogatorio para obtener inteligencia. Esta
confesin es de uno de los responsables de estas prcticas: El cristiano en m me dice
que est mal lo que hice, pero no hay nada que ame ms que hacer que un adulto se mee
en s mismo.494
492
Citado en David Brooks, "EU debate si es tortura o no aplicar tcnicas brbaras de la Edad Media"m
La Jornada, 8 de noviembre de 2007.
493
Citado en Aryeh Neier, "Did the Era of the Rights End on September 11", crimesofwar.org, 2002
(accesado: diciembre de 2007).
494
Scott Highman y Joe Stephens, "Punishment and Amusement", The Washington Post, 22 de mayo
2004.
281
En un claro intento por restarle importancia a las impresionantes imgenes tomadas por
los propios funcionarios de la prisin iraqu, los portavoces de la Administracin Bush
salieron a los medios asegurando que se trataba solamente de unas cuantas manzanas
podridas y que en el resto de las prisiones de Irak y Afganistn se trataba a los
prisioneros humanamente. Ignoro cunta gente cree todava la teora de las manzanas
podridas pero estoy seguro que si el documental Ghosts of Abu Ghraib de Rory
Kennedy se transmitiera en horario AAA mucha gente se dara cuenta que no se trata
solamente de soldados irresponsables en una posicin de poder que se divierten
humillando a sus semejantes. Se daran cuenta que la orden de humillar y torturar viene
de mucho ms arriba en la cadena de mando y est siendo seguida en todo el
archipilago de prisiones desde Bagram hasta Guantnamo. Por eso ms que unas
cuantas manzanas podridas lo que tenemos es una poltica que permite y ordena la
tortura y los tratos degradantes como mtodo para destruir moralmente al preso. Es un
intento de copiar esa escena de 1984 donde poco antes de ser torturado en el Ministerio
del Amor, el Gran Hermano le dice a Winston:
Vamos a ver Winston Cmo afirma un hombre su poder sobre otro?
Winston pens un poco y respondi: hacindole sufrir.
El poder est en la facultad de hacer pedazos los espritus y volverlos a construir
dndoles nuevas formas elegidas por ti.
495
Convertir las mentes en tablas rasas, en hojas en blanco, eso es precisamente en lo que
ha trabajado la CIA y el ejrcito estadounidense desde la dcada de los sesentas y
parece ser que lo est logrando en algunas sedes de su universo de prisiones. Sus
manuales de interrogacin, conocidos en el argot militar como Shock and Awe, ahora
mezclan tcnicas modernas como la administracin de drogas, el uso de luces
estroboscpicas y de caones snicos con tcnicas antiguas como los choques
elctricos, las posiciones estresantes y la privacin sensorial. Segn soldados que han
presenciado el resultado de estas titnicas sesiones de interrogacin, se ha logrado que
los prisioneros vuelvan a sus celdas completamente idos y no sepan el da en que viven.
Obviamente a estos prisioneros es fcil hacerles confesar que son el mismsimo diablo.
495
282
496
497
Ver http://english.aljazeera.net/secretiraqfiles/2010/10/20101022161828428516.html
Ver http://wikileaks.org/ o el sitio en el que ahora se aloje la informacin de wikileaks.
283
recepcionista de un hotel iraqu torturado por agentes britnicos, parece haber muerto
por una asfixia posicional mal practicada en septiembre de 2003.498
Lo ms increble y ticamente reprobable es que los gobiernos de los EEUU y el
Reino Unido en vez de entonar el mea culpa, no volver a suceder y castigaremos a los
responsables han salido a los medios a fustigar a Wikileaks y a los medios que han
publicado las filtraciones, pues con esa informacin estn poniendo en peligro las vidas
de los soldados que continan en campaa. La filtracin de informacin ha hecho que
por primera vez en 101 aos el jefe del MI6 britnico de una conferencia de prensa para
defender que sus mtodos se mantengan en secreto: Secrecy is not a dirty word,
secrecy is not there as a cover-up. Secrecy plays a crucial part in keeping Britain safe
and secure, if our operations and methods become public, they wont work.499
Al paso que vamos es probable que cada vez sea ms raro encontrar un soldado o un
funcionario que sufran de sentimiento de culpa como el personaje de la novela El
Prisionero de Erico Verissimo, que cuando un doctor viene a certificar una muerte por
tortura en un interrogatorio durante la guerra de Vietnam se plantea el siguiente dilema
tico:
Espero que no haya venido aqu para pedirme que no revele en mi informe que
el prisionero fue torturado []
El teniente sacudi la cabeza negativamente
No tengo derecho a pedirle nada, doctor. Usted har lo que dicte su conciencia.
Pero yo quera quera por lo menos que supiera en qu circunstancias sucedieron
las cosas [] Lo que quiero decirle es que no soy un asesino.
Todos somos asesinos, por comisin o por omisin []
Pero qu habra hecho usted en mi lugar? Dgame! Dgame!
No habra aceptado la misin de interrogar al terrorista.
Pero fue orden superior! No me quedaba otra alternativa! Me llevaran preso si
no obedeca
498
Ver http://www.guardian.co.uk/uk/2010/oct/25/uk-military-interrogation-manuals
El secreto no es una palabra sucia, el sereto no esta para encubrir. El secreto cumple un rol crucial en
mantener a Gran Bretaa segura ya que si nuestras operaciones y mtodos se hacen pblicos no
funcionaran.
Citado en http://www.nytimes.com/2010/10/29/world/europe/29britain.html?_r=1&ref=global-home
499
284
500
El dilema tico parece tampoco existir para un 50% de estadounidenses, que en una
encuesta de opinin realizada por la CNN en 2009 aprueban las tcnicas usadas por la
Administracin Bush para interrogar sospechosos de terrorismo y rechazan que se
juzgue a los soldados o agentes que han llevado a cabo los interrogatorios.501 Ms all
de demostrar la ignorancia poltica de muchos estadounidenses que creen que las
guerras son gestas picas contra el mal, como lo muestran muchas pelculas de
Hollywood, creo que esta encuesta es una seal preocupante de que la prctica de la
tortura se est a empezando a normalizar dentro de este estado de excepcin que es la
guerra global contra el terror.
Aunque parezca descabellado, Hollywood entendido como ente productor de
entretenimiento tiene bastante culpa en este proceso de banalizacin de la tortura.
Segn la ONG Human Rights First, las escenas de torturas en la televisin americana se
han multiplicado despus del 11-S502 y ya no describen a los torturadores como villanos
como solan hacer en poca de la guerra fra, sino que han pasado del lado de los
paladines. Probablemente sea slo un cambio en las preferencias del pblico pero me
inclino a pensar que la Administracin Bush tiene algo que ver con este cambio. El 17
de octubre de 2001 Donald Rumsfeld se reuni con varios representantes de la industria
cinematogrfica para pedirles su cooperacin en la GWOT produciendo pelculas y
series ad hoc con las circunstancias.503 Karl Rove tambin fue enviado a las diferentes
productoras para pedir que el estreno de ciertas pelculas como Spider Man fuera
retrasado y que en los nuevos proyectos les ayudaran a reforzar la narrativa oficial del
11-S. Pelculas como United 93 o World Trade Center fueron el primer resultado de la
presin ejercida a la industria del entretenimiento.
Sin embargo, ms all de las pelculas, el caso que ms nos atae en esta apartado es el
de la serie de televisin 24, la cual est construida en el escenario hipottico de la
500
285
ticking bomb. Este caso se basa en el dudoso supuesto de que se tiene bajo custodia a
una persona que acaba de poner una bomba en un lugar desconocido y que estallar
matando a cientos o miles de personas si no se logra encontrar. Teniendo en cuenta
dicha situacin se pone sobre la mesa la opcin de torturarlo para conocer el escondite
de dicha bomba y as salvar la vida de muchas personas. El dilema tico que propone
este caso es si es vlido infringir la ley torturando a un delincuente en un interrogatorio
para lograr conocer el lugar donde est escondida la bomba y as poder salvar la vida de
los civiles. La respuesta que nos da 24 es que es ticamente aceptable, y a travs de las
ocho temporadas que lleva en el aire la serie el protagonista Jack Bauer, jefe de la
Unidad Contraterrorista de Los ngeles, hace uso de tcnicas de interrogacin extremas
hasta con miembros de su propio equipo. Y no son solamente tratamientos degradantes
o interrogatorios rigurosos, las vctimas son golpeadas, sofocadas, electrocutadas,
drogadas, asaltadas con cuchillo, abrasadas con una lijadora, violadas, colgadas de un
gancho como piezas de carnicera o amenazadas con matar a su familia. Todo esto con
un cronmetro en la esquina de la pantalla que nos recuerda que la bomba estallar en
cinco minutos por lo que si Jack Bauer no consigue sacarle la informacin al prisionero,
morirn miles de personas inocentes. Es una excelente tcnica para que desde el otro
lado de la pantalla el espectador se involucre de tal forma que casi le pida
desesperadamente a Bauer que torture al sospechoso.
La diferencia con la realidad es que los cientos de presos recluidos en Guantnamo y los
miles que estn olvidados en el resto del sistema carcelario acusados de actividades
terroristas no se encuentran en dicho escenario, por lo que las torturas que han recibido
no pueden ser justificadas bajo el supuesto del Ticking Bomb. An as, la posibilidad de
legalizar y justificar la tortura ha llegado hasta a los crculos acadmicos. Por ejemplo,
desde la Harvard Law School Alan Dershowitz ha dicho: Im not in favour of torture,
but if youre going to have it, it should damn well have court approval.504 Para esto
Dershowitz ha propuesto que se cree una especie de Torture Warrant o permiso para
torturar emitido por un juez que permita a los agentes o a los soldados hacer uso de la
tortura en escenarios de ticking bomb. Sin embargo, el argumento de Dershowitz cae
por su propio peso, ya que un escenario como el que es planteado en 24 se parece ms
504
No estoy a favor de la tortura, pero si va a existir, por lo menos que tengamos una orden judicial para
aprobarla. Citado en http://www.newsweek.com/2001/11/04/time-to-think-about-torture.html
286
505
Elaine Scarry, "Five Errors in the Reasoning of Alan Dershowitz", Torture: A Collection, ed. Sanford
Levinson, Cambridge: Harvard University Press, 2004.
506
Citado en Alan Dershowitz, "The Torture Warrant: A Response to Professor Strauss", New York Law
School Law Review, no. 48,
507
Michael Ignatieff, The Lesser Evil: Political Ethics in an Age of Terror, Nueva Jersey: Princeton
University Press, 2004.
508
Ver http://www.btselem.org/english/torture/background.asp
509
Slavoj Zizek, Welcome to the Desert of the Real! Five Essays on September 11 and Related Dates,
Londres: Verso, 2002.
287
con plenos poderes.510 Para Mariona Llobet debe valorarse el mal que comporta que
los lmites de la ponderacin de intereses se desborden, y la tortura se convierta en una
medida poltica de poder511. Lo mismo pensaba el Comisario de Polica Carlo de la
Chiesa, que se neg a torturar a un miembro de las Brigadas Rojas que supuestamente
saba dnde estaba secuestrado Aldo Moro, que dijo: Italia puede sobrevivir a la
prdida de Aldo Moro, pero no puede sobrevivir a la introduccin de la tortura512. La
opcin de mantener la tortura como algo deontolgicamente injustificable me parece
mucho mejor, aunque la realidad de la GWOT nos demuestre que se sigue abusando de
ella tras bambalinas.
4.7. Conclusiones
510
288
En el eje de la respuesta legislativa antiterrorista estn leyes que tienen poco que ver
con el terrorismo pero que son vendidas desde las esferas polticas como necesarias
para la poltica antiterrorista, como son el endurecimiento de las polticas de
inmigracin y asilo poltico. La mayora de dichas medidas estn inspiradas en el
Derecho Penal del Enemigo que aboga porque los infractores sean tratados no como
ciudadanos sino como posibles enemigos que deben ser inocuizados para proteger a
la sociedad. Este tipo de leyes suelen ir acompaadas por medidas de Derecho Penal
Simblico, que si bien no tienen ninguna capacidad para modificar la realidad crean
la ilusin de que el Estado est luchando contra el terrorismo.
289
creada fue la figura del Combatiente Ilegal Enemigo con la cual se etiquet a los
combatientes capturados en Afganistn para negarles los beneficios de las
Convenciones de Ginebra y poder interrogarlos a conciencia sin injerencias
humanitarias. Para lograr este cometido se us un archipilago de crceles secretas
ubicadas en pases aliados de los EEUU y con un dudoso currculum de respeto a
los Derechos Humanos para refundir a estos combatientes e interrogarlos para
obtener informacin de inteligencia. Para transportar a estos prisioneros fue
necesaria tambin la colaboracin de pases de la Unin Europea que permitieron a
los aviones de la CIA hacer escala en su territorio.
290
Consideraciones finales
Quin crees que haya sido? suele preguntarme la gente cuando en una conversacin
sale a colacin que llevo cuatro aos investigando temas relacionados con el 11-S.
Acostumbro a contestarles algo parecido a lo que Gerald Homgren pone en su artculo
Debunking Conspiracy Theorists: Paranoid Fantasies About 9-11 Detract From Real
Issues513:
Cuanto ms extraordinario es el acontecimiento, ms ridculas, ms numerosas y ms
fantasiosas son las teoras para explicar lo sucedido. Se ha dicho que la CIA mat a
Jimmy Hendrix, que el vaticano patrocin el asesinato de John Lennon, que Hitler
vive en Brasil o que los extraterrestres reemplazaron a Nixon por un clon. Pero sobre
el 11-S se han creado decenas de teoras absurdas que han conseguido audiencia y
credibilidad en el tejido social. Quizs la historia ms delirante y menos probada,
tomando en consideracin los hechos y las subsecuentes investigaciones, es que los
atentados fueron llevados a cabo por diecinueve extremistas rabes liderados por un
archivillano llamado Osama Bin Laden por el slo hecho de que odian las libertades
de los estadounidenses.
Esta respuesta suele dar pie a una buena discusin en la que cada uno de los
interlocutores da su hiptesis de lo acontecido el 11 de septiembre de 2001. En vez de
intentarlos convencer de que deberan dudar de la hiptesis oficial, pues investigaciones
como la que muestra el documental Zero dirigido por Francesco Trento y Franco
Fracassi dan ms de un motivo para dudar y discutir sobre la autora de los atentados, lo
que intento es convencerlos de que lo que ms debera interesarnos son los efectos y
consecuencias de dichos acontecimientos. Por esta razn he escrito esta tesis, porque
creo que la percepcin general del 11-S est llena de interpretaciones mediticas y
hegemnicas que no son ms que verdades a medias.
La primera de las verdades a medias sobre el 11-S la podemos encontrar en la
interpretacin que se hizo sobre los acontecimientos. Esta interpretacin dominante
513
Gerald Holmgren, "Debunking Conspiracy Theorists. Paranoid Fantasies About 911 Detract From
Real Issues", 2003. http://www.rense.com/general34/fant.htm (accesado: diciembre de 2008).
291
retrat a una nacin unificada en el dolor, a una organizacin terrorista atpica con
alcance planetario y a una sociedad internacional presta a apoyar y ser liderada por los
EEUU en la lucha contra el terror. Adems, y en eso los medios masivos de
comunicacin tuvieron mucho que ver, le permiti a la Administracin Bush reivindicar
que haba un consenso pblico sobre que el 11-S era un nuevo Pearl Harbor y deba
ser un punto de inflexin en la historia de la nacin. A los estadounidenses les gusta
decir que el mundo ha cambiado despus del 11-S y eso fue precisamente lo que
buscaba la Administracin Bush, pues un hito histrico como el 11-S tena que tener
implicaciones en poltica interna e internacional y stas no se hicieron esperar.
Lo primero para lo que sirvi el 11-S fue para la construccin de un nuevo enemigo: el
terrorismo internacional de corte islmico fundamentalista. La cada del muro de Berln
y el colapso de la Unin Sovitica dejaron a los EEUU como un Superman
desempleado, ya que de repente todo el gasto en Seguridad Nacional, incluida la Guerra
de las Galaxias, dejaba de tener una razn de ser. El Imperio del Mal se haba disuelto
y, aunque no se acab la historia como anunciaron victoriosamente algunos tericos, las
Administraciones de Bush Sr. y Clinton tuvieron que replantearse las relaciones de
EEUU con el resto del mundo. No cambi mucho la cosa, la CIA sigui patrocinando
milicias paramilitares en Amrica Latina, se libr la Operacin Tormenta del Desierto
como primer aviso de que Hussein ya no era considerado un aliado, y se llev a cabo la
primera guerra humanitaria en los Balcanes. An as, la ausencia de un enemigo del
calado de la Unin Sovitica y el fantasma rojo del comunismo-socialismo hizo que
muchos de los conflictos se dirimieran en arenas diplomticas en vez de por las armas,
como haba sido la regla desde la Guerra de Corea hasta la Guerra entre Irn e Irak.
Para el idelogo del neoliberalismo Milton Friedman slo una crisis real o percibida
puede producir un verdadero cambio. La receta del shock ya haba sido probada con
xito en Chile, Rusia, Polonia, Corea, Mxico, Argentina, etc. y ahora le tocaba el turno
a los propios EEUU, para convertir lo polticamente imposible en polticamente viable.
El 11-S sent la pauta para que los EEUU completaran la transicin de un Estado
hegemnico a un Imperio. Una poltica exterior basada en la ideologa, y un podero
econmico aderezado con militarismo fueron las recetas indicadas. Las ideas ya estaban
292
en los libros, en las columnas de los diarios de derecha, en los think tanks y los lobbies
conservadores, y haban logrado mantenerse vivas durante la dcada de los noventa
hasta que ocurriera un acontecimiento que permitiera llevarlas a cabo: el 11-S, el
atentado multiusos.
El 11-S le otorg luz verde a la camarilla Neocon que se instal en Washington para
llevar a cabo sus ms oscuras fantasas de poder y dinero. Ya no tenan que preguntar al
resto del mundo si deseaban la versin estadounidense del libre mercado y la
democracia: ya podan imponerla mediante el podero militar y su doctrina del shock y
la conmocin. Eso es lo que pas en Afganistn e Irak: dos intervenciones justas,
necesarias y preventivas libradas en nombre de todos nosotros contra el fantasma del
terrorismo. Dicho sea de paso, el terrorismo ha demostrado ser an ms aprovechable
que el comunismo, pues ha llegado a crear insensateces que se publican en los diarios
como las posibles alianzas entre narcotraficantes mexicanos y miembros de Hezbollah o
la presencia de campamentos de entrenamiento de terroristas islmicos en islas
venezolanas.
Igual que el tsunami acaecido en 2004, el 11-S, ms que como tragedia, fue ledo por
algunos como una oportunidad inmejorable para hacer negocios. Empresas de
tecnologa, de construccin, de servicios y de manufactura de armas han multiplicado
sus beneficios desde el 11-S. A los directores y CEOs de estos conglomerados
industriales les importa poco que hayan muerto ms de tres mil estadounidenses en
Nueva York en un atentado horrible o que las vctimas en Afganistn e Irak se disfracen
tras el eufemismo de los daos colaterales debido a su elevado nmero. Tan solo en
Irak, el sitio independiente Iraq Body Count estima entre 99,383 y 108,501 iraques
muertos entre el inicio de la ocupacin y el 19 de enero de 2011, da en el que un ataque
suicida mat a 15 iraques en Baquba. El caso de Afganistn es ms complejo, pues a
pesar de que las fuerzas estadounidenses han dicho que no llevan la cuenta de las
vctimas, los documentos filtrados valientemente por el soldado Bradley Manning a
Wikileaks han desmentido esta informacin y las muertes seguro dejan pequea la cifra
de 70,000 estimada por la ONU y la OTAN. Estas cifras no tienen inters alguno para
los capitalistas del desastre, lo nico que les interesa es que su empresa pueda tener
293
294
514
295
consciencias pesan hoy crmenes muy graves. Wikileaks no ha hecho ms que sacar a la
luz algunos de estos horrendos crmenes como el de los pilotos estadounidenses que
creyeron que estaban jugando a la PSP y desde un helicptero se divirtieron masacrando
civiles inocentes en Irak.
En resumen, el mundo no ha cambiado despus del 11-S, pero la Administracin Bush
crey que s y otros Estados le creyeron. El espejo geopoltico en el que se ven estos
Estados ha cambiado y ha distorsionado su percepcin de nacin. Es como esa imagen
tan graciosa que ha circulado por Internet donde un gato se ve en el espejo y en vez de
su reflejo ve el de un len. A partir del 11-S la Administracin Bush ha puesto a los
EEUU frente al espejo y no ve una Repblica, ni siquiera un Estado hegemnico, ve un
Imperio y las ms de 725 bases militares repartidas en ms de 130 pases del mundo
respaldan esa imagen.
Otro hecho que confirma este cambio de percepcin es el nulo respeto que ha mostrado
la Administracin Bush y el ejrcito estadounidense hacia las convenciones de Derecho
Internacional Humanitario que tanto ha costado redactar y consensuar desde finales de
la Segunda Guerra Mundial. Primero, en un hecho sin precedentes, George W. Bush dio
marcha atrs en la aceptacin del Estatuto de Roma que su homlogo Bill Clinton haba
firmado en 1998. El escndalo no est solo en que Bush reneg retroactivamente de un
tratado ya firmado, sino que tambin pas para su aprobacin en el Congreso la
American Services Member's Protection Act que bsicamente permite a las fuerzas
estadounidenses invadir cualquier pas donde vaya ser enjuiciado un ciudadano
americano. Como la Corte Penal Internacional tiene su sede en La Haya, en Holanda se
ha conocido sardnicamente esta ley como el Acta de Invasin de La Haya. El
rechazo al Estatuto de Roma es una prueba inapelable de que la Administracin Bush
cree firmemente que los EEUU no tienen que rendirle cuentas a nadie. Es ms,
considero que es un acto flagrante de hipocresa al mismo tiempo que niegan el Estatuto
se lo apliquen a sus soldados, pues en los Balcanes los EEUU son uno de los pases que
ms han empujado para que funcione el Tribunal Penal Internacional para la ex
Yugoslavia.
296
297
298
Aunque no sean considerados como newsworthy por los diferentes medios masivos de
comunicacin, a partir del 11-S se han gestado diversos movimientos desde la sociedad
civil que hacen que termine esta investigacin en clave esperanzadora. El primero es el
movimiento truther que se gest en las entraas de los EEUU cuando la impresin y el
dolor empezaron a diluirse y los ciudadanos empezaron a hacer preguntas. Cuando no
encontraron respuestas decidieron investigar por s mismos, escarbando en el raudal de
informacin libre y pblica que haban vomitado los medios. Este es el caso de las
Jersey Girls, un grupo de viudas que perdieron a sus maridos en los atentados. Nada
una a estas cuatro mujeres de clase media poco enteradas de poltica antes del 11-S. Lo
que las uni fue la impotencia de no saber por qu sus maridos fueron asesinados, por
qu un da fueron a trabajar y no volvieron a casa.
Grupos poco organizados de familiares de personas que murieron el 11 de septiembre
empezaron a cuestionar la eficacia del gobierno en prevenir y gestionar la tragedia. Fue
as como algunos iniciaron su propia investigacin basndose en las noticias y cables
informativos que se amontonaban en los medios de comunicacin. A grupos como las
Jersey Girls no les bastaba con saber que el gobierno haba sido incompetente,
necesitaban decrselo a las dems familias que perdieron algn amigo o familiar. Con
todo y la reducida presencia que tuvieron en los medios, estas mujeres fueron capaces
de encontrarse con otras personas que se sentan igual de defraudadas, como William
Rodrguez, conserje puertorriqueo condecorado como hroe por salvar a varias
personas de la Torre I. Es as como deciden manifestarse frente a la Casa Blanca con un
xito inesperado, pues haba ms de trescientas personas apoyando su causa. De esta
manera lograron empotrar el tema en la agenda pblica y obligar a Washington a la
creacin de una Comisin Independiente.
Como ya sabemos, dicha Comisin fue la continuacin del fiasco y la mentira. El hecho
de que Henry Kissinger fuera escogido para presidir dicha Comisin aunque luego
renunciara al cargo porque sus vnculos comerciales con la familia Bin Laden salieron a
la luz y que alguien tan cercano al Consejo de Seguridad de la Administracin Bush
como Philip Zelikow fuera elegido para ser el Director Ejecutivo, dice mucho de lo
sesgadas, poco profesionales y parciales que seran la investigaciones de la Comisin.
299
Era obvio dudar de una Comisin donde los investigados son tambin los que
investigan, pero an as los norteamericanos suelen tener fe en que sus instituciones no
les fallaran. Esta vez les fallaron. Despus de ms de un ao y medio de audiencias,
ciento sesenta declarantes in situ, mil doscientas personas entrevistadas en otros pases
y ms de dos millones y medio de pginas de documentos gubernamentales revisadas, la
Comisin lleg al alucinante veredicto de que el ataque terrorista del 11 de septiembre
haba sido un fallo de la imaginacin y que cuestiones como saber quin haba
financiado el atentado eran de una insignificancia prctica.515
El Reporte gener ms preguntas que respuestas, por lo que se fueron organizando
grupos de personas que desde sus profesiones y campos de accin condujeron
investigaciones independientes para presionar al gobierno para que apoyara una nueva
investigacin de los acontecimientos. Es as como nace el 9-11 Truth Movement, que
incluye a ms de 400 acadmicos; 200 militares, agentes de inteligencia y
exfuncionarios estadounidenses; ms de 200 pilotos; 700 ingenieros y arquitectos; cerca
de 200 artistas y comunicadores; y poco ms de 200 supervivientes. Aunque se les tache
de lunticos y conspiradores, lo que buscan los truthers es denunciar las mentiras que
yacen en la teora oficial sobre el 11-S para conseguir por lo menos que se deje de
invocar como pretexto para intervenciones militares y legislaciones que vulneran
libertades individuales y Derechos Humanos. Tal como dice Jos Luis Gordillo, el 11S ha sido la gran excusa para intentar imponer el unilateralismo de los EE.UU, pero
tambin es el principal taln de Aquiles de ese proyecto516 por lo que al cuestionar el
11-S tambin estamos cuestionando las invasiones en Irak y Afganistn.
Las demostraciones pblicas en Espaa despus del 11-M fueron tambin una bocanada
de aire fresco frente a la mentira y la falsedad institucionalizada. Una sociedad civil que
espontneamente va SMS y correos electrnicos se fue organizando desafiando a
Olson y su teorema de la accin colectiva para denunciar la violencia de los atentados
pero, sobre todo, para recordarle al gobierno de Aznar lo que era la soberana popular.
Es una pena que la sociedad espaola no haya sabido mantener vivo ese espritu de
515
Ray Nowosielski, "9/11: Press for Truth", EEUU: Ryko Distribution, 2006.
Jos Lus Gordillo, "Lo ms prudente es pedir una nueva investigacin " Asociacin por la Verdad
sobre el 11-S, 2008 (accesado: noviembre de 2010).
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