Gvirtz. La Educación Ayer, Hoy y Mañana. Cap 1
Gvirtz. La Educación Ayer, Hoy y Mañana. Cap 1
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tan poco cultivado, que reciba con la misma indiferencia el aroma de los perfumes y la exhalacin ftida de los desechos que llenaban su cama; por ltimo, el rgano del tacto, restringido a las funciones mecnicas de la
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aprehensin de los cuerpos (Merani, 1972: 94) .
(...) esta superioridad moral, que se dice es natural del hombre, slo es
el resultado de la civilizacin que lo eleva por encima de los dems animales con un gran y poderoso mvil. Este mvil es la sensibilidad predominante de su especie (Merani, 1972: 139).
Las reflexiones de Itard muestran que el ser humano no posee una gentica que lo diferencie del resto del mundo animal. De hecho, el ser humano, alejado de la influencia de sus congneres, vive muy cercanamente al mundo
animal. Los nios lobos no saban hablar, apenas emitan algn sonido, pues el
lenguaje, es decir, el reconocimiento verbal de los objetos culturales, es una
construccin histrico-social. El lenguaje es histrico, porque se hace, se mejora, se perfecciona y cambia a lo largo del tiempo, y a travs de generaciones y
generaciones de seres humanos que se suceden. Es social, porque slo se
construye en el contacto con otras personas.
Es posible afirmar, entonces, que la educacin es un fenmeno necesario y que
posibilita tanto el crecimiento individual, como la reproduccin social y cultural.
El texto original de Itard fue publicado en Pars, en 1801, por la Imprimerie Goujon, y es conocido como De la
educacin de un hombre salvaje o de los primeros progresos fsicos y morales del joven salvaje de Aveyron.
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Para la supervivencia, los seres humanos tambin desarrollamos conductas instintivas. Por ejemplo, el mecanismo de succin de los bebs, que les permite alimentarse durante los primeros meses de vida, no es un producto del aprendizaje, sino que se trata de una conducta claramente instintiva, que permite nuestra supervivencia.
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nes? Hablamos de poder, discutimos acerca de cmo debe ser este en la escuela, consideramos si tiene que ser democrtico, es decir, si tiene que estar repartido entre todos, o si, por el contrario, debe ejercerlo una minora de profesores
y directivos. Nos preguntamos si los adolescentes tienen derecho a influir en las
decisiones disciplinarias de una institucin; es decir, si hay que darles poder a los
jvenes, si deben tener representantes y cuntos. Discutimos si el nmero de
estudiantes del Consejo tiene que ser menor o igual al nmero de profesores; y
todo ello, porque nos importa el poder. Pero tambin, porque valoramos unas
formas de poder por sobre otras: las democrticas por sobre las autoritarias, las
consensuadas por sobre las impuestas. En las instituciones, siempre habr conflictos; el problema es reconocerlos, aceptarlos como una parte constitutiva y
encontrar las formas legitimadas para resolverlos.
Pero y esto?, se podr preguntar el lector, qu tiene que ver esto con el saber?
Esto es el saber. El saber no es slo informacin, pues l incluye el saber actuar de
una manera eficaz; por lo tanto, el saber es tambin una conducta. Cuando las instituciones educativas promueven, a partir de su ejercicio, formas de gobierno democrticas, estn poniendo en prctica y enseando a ejercer el poder de una
determinada manera. Cuando se promueve que los alumnos tengan ciertas conductas y no otras, cuando se transmiten ciertos saberes y no otros, cuando se selecciona una poblacin para el aprendizaje de ciertos contenidos, se toman decisiones
de poder. La institucin escolar en particular y la educacin en general no son ingenuas, no son neutras; aunque ninguna de ellas decida por s sola el destino de la
humanidad, ejercen poder.
La seleccin y distribucin de algunos conocimientos determinan, en una sociedad,
formas muy especficas del ejercicio del poder. La democracia es una de esas formas
especficas, en las que el poder se construye y se ejerce diariamente. Estas consideraciones, que planteamos en este primer captulo y que desarrollaremos a lo largo del
libro, son esenciales para formar lectores crticos y docentes que sepan que ciertas formas de ejercicio del poder son deseables.
Asumir esta definicin del poder implica considerar que los dispositivos institucionales intervienen en el modelado de las conductas, de las formas en que nos
acercamos a conocer, comprender y actuar en el mundo. Pero dado que estos dispositivos se sustentan sobre principios acerca del orden, de lo vlido y de lo legtimo, y de quin es el dueo de ese orden, esos principios tambin contienen
oposiciones y contradicciones. Cuando un individuo atraviesa el proceso de socializarse en el marco de esos dispositivos, es socializado dentro de un orden, y tambin un desorden: esa persona vive inmersa en todas las contradicciones,
divisiones y dilemas del poder y, por tanto, ella es un potencial agente de cambios.
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La educacin es la accin ejercida por las generaciones adultas sobre las que
todava no estn maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el nio cierto nmero de estados fsicos, intelectuales y morales, que exigen de l la sociedad poltica en su conjunto y el medio especial al que est
particularmente destinado (1958: 70).
De igual modo, Mariano Fernndez Enguita, ya a fines del siglo XX, sintetiza
la idea de este modo: La socializacin de la generacin joven por la generacin
adulta es lo que llamamos educacin, lo que no implica necesariamente la presencia de escuelas... (1990: 20).
A la luz del comienzo del siglo XXI, nos proponemos revisar cun necesario es
que se encuentren una generacin adulta y una generacin joven para que se produzca un acto educativo. Si bien muchos, tal vez la mayora, de los procesos educativos se originan a partir del par adulto-nio o adulto-joven, sera completamente
reduccionista considerar que no existen otros procesos educativos entre pares, es
decir, procesos en los que los jvenes ensean a los jvenes, o en los que los nios
ensean a los nios, o incluso, procesos educativos en que los adultos ensean a
otros adultos. Podramos avanzar ms en esta direccin y observar cmo, en la
actualidad, se generan procesos educativos en los que los nios ensean a los adultos. Ser esto posible?
Desde tiempos remotos, el adulto siempre ha ocupado el lugar del saber;
y el nio, el de la ignorancia o el del no-saber. Todava hoy, esta creencia es
compartida por el comn de la gente. Sin embargo, este nuevo siglo nos invita a repensar estas categoras y a observar procesos educativos actuales en los
que los nios son los poseedores del saber; y los adultos son quienes deben
ser enseados. En el caso de la tecnologa de los electrodomsticos, por ejemplo, suelen ser las generaciones jvenes las que ensean a las generaciones
adultas. Pues, aquellas suelen tener mayor dominio de esta tecnologa; mientras que el conocimiento de los adultos, en esta rea, suele ser limitado. No es
una situacin infrecuente que la abuela llame al nieto o a la nieta para que le
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3 Al respecto, uno de los grandes investigadores sobre este tema seala que la cultura y los nuevos juguetes de los
nios pueden ensearnos, a nosotros, los adultos, a manejarnos exitosamente en la era del caos. En un libro reciente,
Playing the future, ttulo cuya traduccin sera Jugando al futuro, su autor seala: Por favor, dejemos, por un momento, de ser aquellos adultos en su funcin de modelos y educadores de nuestra juventud. Antes de centrarnos en cmo
hacer para que las actividades infantiles estn plenas de metas educacionales para su desarrollo futuro, apreciemos la
capacidad demostrada por nuestros nios para adaptarse y miremos hacia ellos para buscar las respuestas a nuestros
propios problemas de adaptacin a la posmodernidad. Los nios son nuestro ejemplo para ello, nuestros scouts adelantados. Ellos ya son lo que nosotros todava debemos devenir. [La traduccin es nuestra]. (Rushkoff, 1996: 13).
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la tosquedad de sus modales y de su habla, pues creen que una buena educacin
podra volverla ms culta. Otros sostienen que esto es una empresa imposible,
pues, para ellos, la falta de cultura y la tosquedad de los modales dependen de la
naturaleza propia de la protagonista; y ninguna educacin podra modificar esa condicin. Estos hombres creen en las palabras de aquel refrn: Lo que natura no da,
Salamanca no presta.
Tanto la obra teatral como la pelcula se desarrollan en torno a este problema: la
educacin, es una variable que depende fuertemente de las condiciones genticas
o de la clase?, puede una buena educacin, a partir del trabajo y del esfuerzo, convertir al brbaro en civilizado, al ignorante en sabio? El texto escrito y el film concluyen que el hombre no est determinado por su herencia gentica ni por su origen
social. Una buena educacin puede lograr, en los seres humanos, los cambios ms
insospechados. Pigmalin y Mi bella dama constituyen una versin artstica de la
problemtica que se plante el doctor Itard respecto del nio salvaje de Aveyron.
Mas all de la ancdota de Elisa Doolittle, la pregunta sobre cmo influye la naturaleza o el medio social y cultural en los procesos educativos desvel a muchos educadores. Es la educacin un proceso que convierte en acto las potencialidades no
desarrolladas de los seres humanos? Existen las vocaciones innatas? La educacin,
slo tiene a su cargo guiar el desarrollo de las potencialidades genticas o, por el
contrario, es el ser humano un producto de su ambiente? Lo que un hombre llega
a ser, est determinado por su medio social y cultural?
El trmino educacin tiene una doble etimologa, que seala dos posibles respuestas diferentes a estos interrogantes. La primera etimologa seala que el verbo
en latn educere significa hacer salir, extraer, dar a luz, conducir desde dentro hacia
fuera. Desde esta perspectiva, la educacin implica el proceso educativo de convertir en acto lo que existe slo en potencia. Es decir, la educacin, a travs de mecanismos especficos, desarrolla las potencialidades humanas para que la persona se
desenvuelva en toda su plenitud. Siguiendo esta definicin, una metfora muy
conocida y difundida propone que los alumnos seran plantas a las que el maestro
riega, como un jardinero. El maestro favorecera as el desarrollo de algo que ya est
en germen. Pero lo que no existe en germen sera imposible de ser desarrollado.
Este es el supuesto que sostenan los caballeros que pensaban que Elisa Doolittle,
en Pigmalin, nunca cambiara, aunque recibiera mucha educacin. La condicin
tosca de esta muchacha era, para estos caballeros, parte de la naturaleza innata de
Elisa. Esta concepcin se corresponde con el mencionado primer origen etimolgico del trmino educacin e implica lmites muy acotados.
La segunda acepcin etimolgica vincula el verbo educar con el verbo latino educare, que significa conducir, guiar, alimentar. Desde esta perspectiva, la educacin est
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abierta a mayores posibilidades. Con una gua adecuada, las posibilidades del hombre
seran casi ilimitadas. Dentro de esta concepcin, se encuentran quienes crean posible
cambiar a Elisa Doolittle. Se encuentran influenciadas por esta concepcin, tambin,
muchas personalidades de la historia de la pedagoga en Amrica Latina, en especial,
aquellos que establecieron los fundamentos para crear los sistemas educativos a fines
del siglo XIX, como es el caso del argentino Domingo Faustino Sarmiento. Estos pensadores consideraban que la educacin, ms especficamente la escuela, permitira el
pasaje de los pueblos de Amrica desde la barbarie hasta la civilizacin. Para ellos, la
escuela era un nuevo templo para redimir a la humanidad; y los maestros, los sacerdotes que permitiran tal redencin. Con una buena educacin, todo era posible. Desde
esta perspectiva, el sujeto, al momento de nacer, es como una tabla rasa. Sobre ella, el
medio donde ese sujeto vive y la educacin que su medio le brinda van inscribiendo
y determinando su existencia.
Cul de estas dos posturas es la ms acertada? Qu se privilegia en la conformacin del ser humano: lo hereditario o lo adquirido? Se trata de desarrollar lo que
el hombre trae en potencia desde su nacimiento, o el hombre es una tabla rasa?
Cul es la proporcin, en la importancia, de lo innato y de lo adquirido: cincuenta
y cincuenta, treinta y setenta, cien y cero?
Aqu creemos que cada una de estas dos posturas resulta un poco radicalizada.
Por un lado, sera necio negar que existen ciertas condiciones materiales, genticas y congnitas que le permiten al hombre aprender. Como seala Gordon Childe:
Al igual que en los dems animales, en el equipo del hombre hay, desde
luego, una base corporal, fisiolgica, que puede describirse en dos palabras:
manos y cerebro. Aliviadas del peso que significaba cargar con el cuerpo,
nuestras extremidades anteriores se han desarrollado hasta el punto de ser
instrumentos delicados, capaces de una asombrosa variedad de movimientos sutiles y exactos. A fin de dirigirlos y ligarlos con las impresiones exteriores recibidas por los ojos y otros rganos de los sentidos, hemos llegado a
poseer un sistema nervioso peculiarmente intrincado y un cerebro grande
y complejo. El carcter separable y extracorporal del resto del equipo humano reporta ventajas evidentes. Es ms frondoso y ms adaptable que el de
otros animales (1981: 20).
Estas condiciones impuestas por el equipo material le ofrecen al hombre ciertas posibilidades y ciertos lmites en el proceso educativo. Sin embargo, no predicen una nica direccin en el crecimiento del ser humano. A partir de esos lmites,
las personas no estn predeterminadas, sino que pueden construir en muchas
direcciones. Las restricciones que le impone al ser humano su equipo corporal son
mnimas en relacin con las posibilidades que se le ofrecen: una gran amplitud en
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En efecto, el lenguaje se adquiere en el medio social. Apenas nacidos, el hombre y la mujer no saben usar su equipo corporal ni extracorporal. Son los otros
miembros de la sociedad quienes les ensean a emplear esos equipos de acuerdo con la experiencia acumulada por esa sociedad. La sociedad en la que cada ser
humano nace le impone una serie de condiciones sociales y, asimismo, le ofrece
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Seala Juan Carlos Tedesco (1987) que existe una segunda acepcin del concepto educacin no formal, que
no lo opone al de educacin formal. Consiste en considerar la educacin no formal como una alternativa a la educacin formal, considerada esta ltima como discriminatoria, sectaria y elitista. Esta aceptacin tuvo mucha fuerza
en la dcada de 1970, y trataremos sobre ella en captulos posteriores.
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tanto por su organizacin, cuanto por los pasos que se deben cumplir para
poder avanzar a lo largo de la carrera escolar. Con la constitucin del sistema
educativo moderno, se ha tendido a privilegiar este tipo de educacin por sobre
otras formas. Por esta razn, cuando se habla de educacin, en general, todos
pensamos en la escuela. Sin embargo, en la actualidad, cada vez, poseen mayor
presencia las propuestas y formas educativas alternativas a la escuela. A pesar
del bajo grado de formalidad, estas opciones educativas tienen un importante
impacto en la poblacin, como el que generan, por ejemplo, las propuestas de
capacitacin y actualizacin en el transcurso de la vida laboral.
Educacin sistemtica y asistemtica
Tanto la educacin formal como la no formal implican acciones de educacin
sistemtica. Se trata, en todos los casos, de una accin planificada, reglada y graduada. Pero hay otras formas de educacin, ms azarosas, pero con resultados
igualmente significativos en el aprendizaje, y que no pueden desconocerse. Estas
se incluyen en la llamada educacin asistemtica. En general, cuando pensamos
en la educacin, tendemos a desdear estas situaciones formativas, pero son
sumamente importantes. Dentro de la educacin asistemtica, se encuentran
fenmenos como, por ejemplo, los aprendizajes resultantes de los juegos infantiles, de la televisin, del cine. Estos fenmenos no se planifican como procesos
educativos, pero de ellos, resultan aprendizajes socialmente significativos. De
hecho, como veremos en el prximo captulo, transcurrieron muchos aos (y
siglos) para que la educacin se volviera una prctica social sistematizada, tal
como se cristaliz en la escuela que hoy conocemos; antes de la sistematizacin
de esta prctica, slo exista la educacin asistemtica.
Educacin permanente
Si bien el concepto de educacin permanente no se menciona con mucha frecuencia entre los pedagogos, es muy tenido en cuenta. Este concepto parece algo tan
evidente, tan esencial que es casi un sujeto tcito de la pedagoga: aun sin nombrarla, la educacin permanente siempre est presente, como un gran sobrentendido.
La educacin permanente es una respuesta social a los continuos nuevos saberes que se producen y a los profundos cambios que se viven da a da en relacin
con el mundo del trabajo. La educacin, en estos contextos de cambio continuo,
no puede limitarse a unos pocos aos, como aconteca (y lo veremos en el captulo siguiente) en siglos anteriores. El mdico tiene que estudiar en forma constante
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para estar actualizado, porque la medicina recibe tantos avances que el profesional
que no se pone al da a travs del estudio personal, de la asistencia a congresos y
de la realizacin de seminarios, en pocos aos, podra perder los cdigos de comunicacin con sus colegas. Al docente, le sucede lo mismo. Los nuevos mtodos de
enseanza, las nuevas formas de gestin escolar y el avance del conocimiento acadmico lo obligan a una permanente actualizacin. As acontece con todos los trabajos y con todas las profesiones. Pero tambin sucede fuera del mbito laboral.
Saber manejar el fax, la computadora y todas las nuevas herramientas por venir
exige de nosotros una actualizacin continua, una educacin permanente, que
aceptamos de buen grado en la medida en que, se supone, nos simplifica la vida.
Educacin y escolarizacin
Si bien ya nos hemos referido al tema en anteriores apartados, resulta indispensable distinguir, ahora desde otra perspectiva y empleando otro vocabulario, escolarizacin de educacin. Por escolarizacin, entenderemos el conjunto de los
fenmenos de produccin, distribucin y apropiacin de saberes que se lleva a
cabo en la institucin escolar.
Los procesos de escolarizacin son muy particulares, que se diferencian de
los procesos educativos que acontecen fuera de la escuela. Por ello, aquellos
merecen un anlisis en detalle. Rigurosas investigaciones mostraron que, por
ejemplo, ensear a leer y escribir en la escuela o fuera de ella produce resultados completamente diferentes. Estos trabajos realizados hace unas dcadas
examinaron, a travs de diversos test, los aprendizajes de poblaciones alfabetizadas en la escuela y de poblaciones alfabetizadas informalmente con planes
de alfabetizacin. Los grupos alfabetizados a travs de planes de alfabetizacin
ligaban sus respuestas a su contexto material ms inmediato. Los grupos alfabetizados en la institucin escolar, en cambio, daban respuestas menos ligadas
a su contexto material inmediato, eran respuestas de una mayor abstraccin6.
Por ello, la escuela no slo distribuye entre los alumnos los saberes provenientes de las distintas disciplinas, tales como la Matemtica, la Fsica o la Qumica. La
escuela no slo simplifica los saberes complejos para hacerlos entendibles, sino
que tambin produce saberes diferentes de los encontrados fuera de la institucin
escolar. Por ejemplo, la Geografa, que es hoy una disciplina universitaria y un
campo de investigacin en pleno desarrollo, surge histricamente como asignatura
escolar, vinculada a las necesidades prcticas, y luego, se constituye en una discipli6
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La Pedagoga es, a grandes rasgos, el campo del saber que se ocupa del estudio de los fenmenos educativos. Es el paso del hecho educativo al de la reflexin
y al del saber. Su campo se conforma a partir de los diversos modos de entender
la educacin; de hecho, en cierta manera, las reflexiones sobre el fenmeno educativo ya son pedaggicas. Para definir con precisin: los estudios que versan
sobre la produccin, la distribucin y la apropiacin de los saberes son estudios pedaggicos.
A menudo, los pedagogos hacen propuestas sobre los modos ms convenientes para intervenir en la vida educativa, pero sucede que sus propuestas no se llevan a la prctica. Tambin, critican los modos de educar de una sociedad en una
poca dada, hacen una evaluacin, analizan y elaboran proyectos. Pero la relacin
entre los hechos y las teoras es compleja.
Cabe distinguir ahora que, si bien en un sentido amplio, suele englobarse bajo
el nombre de Pedagoga toda reflexin educativa, en un sentido estricto, no es lo
mismo hablar de Pedagoga que de Ciencias de la Educacin. Las diferencias
entre una y otra denominacin no son nominales, sino conceptuales.
El avance de las Ciencias de la Educacin se relaciona con la voluntad de otorgar a la vieja Pedagoga un status epistemolgico anlogo al de otras Ciencias
Sociales. Durante casi trescientos aos entre el siglo XVII y el XX, la Pedagoga se
haba caracterizado por ser una disciplina bsicamente normativa. Estaba constituida por teoras que decan cmo deba ser la educacin en general y la escuela en
particular: qu haba que ensear, cmo haba que ensearlo, a quin haba que
ensear. Estos eran los principios rectores del quehacer pedaggico de la
Modernidad. La mirada pedaggica estaba centrada en los ideales y en las utopas
que guiaban los caminos que se deban seguir, sin considerar las evidencias empricas que sealaban que tal o cual camino no era conveniente o posible.
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