Malajovich El Nivel Inicial

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EI nivel inicial. Contradicciones y polémicas Ana Malajovich El nivel inicial ha sido el tiltimo en ser reconocido dentro del sis- tema educativo argentino. En sus origenes fue definido como escue- la especial -en la Ley de Educacién 1420 de 1884~y luego, a mediados del siglo xx, como preprimario 0 preescolar. Estas tiltimas denomina- ciones establecfan su cardcter de etapa previa a la escolaridad, con una difusa intencionalidad educativa, comunicando la idea de que los nifios debian esperar hasta su ingreso a la escuela primaria para iniciar su proceso de apropiacién del conocimiento. Su cardcter optativo condicion6 el modo anarquico en que el nivel se fue expandiendo y la indeterminacién acerca de las secciones que abarcaba, Estos aspectos fueron producto de las decisiones auténomas | de cada una de las provincias. Asi la mayorfa de ellas s6lo integré la Gkima seccién de 5 aiios, algunas ademés admitian a los nifios desde los 4 aiios y muy pocas a los nifios desde los 8 afios.’ En la mayorfa de las jurisdicciones estas secciones estaban incor- poradas a las escuelas primarias y, aunque todas ellas fueron suman- do personal docente especializado, en la mayoria se carecia de perso- nal directivo propio. *Un cao particular fue e de la provincia de Buenos Aires queen el afio 1945 estaeci a Ley 5006, 4nmada Ley Simini de Bdueacin Preescoar, que exablees a obligatoriedad y gratldad del jar Ain de infantes desée Ia secein de 8 aos, hecho que le dio un fuerte impulio al permite cl ere Imiento del nivel ee manera auténoma. Sit embargo, en el ao 1951 se determing que In asistencia ‘era voluptara y no obligatoria (para mayor amplincién sobre el era vEase Hite dela Educocion Iris te Pownce de Buenos Airs, 2001), 104 ‘Ana Malajovich Si bien a través de Jos afios el nivel fue adquiriendo un perfil pro- pio y conquistando una mayor autonomfa, no obstante subsisten en Ja actualidad modalidades diversas de organizacién. Esto ocurre a pesar de que la Ley Federal de Educaci6n del afio 1993, que rige nuestro sisterna educativo, establece que el nivel inicial est conformado por el jardin maternal, que atiende a los nifios hasta los 2 afios inclusive, y por el jardin de infantes, que abarca desde los 3 a Jos 5 afios inclusive, siendo obligatoria esta tiltima seccién. ‘Como consecuencia de la propia historia del nivel y por la falta de yoluntad politica de respetar lo establecido en la legislacién vigente, carecemos en el pais de un sistema articulado y coherente. Asi es como el jardin de infantes pertenece al sistema educativo; mientras el jar- din maternal en la mayoria de ellas depende de organismos sociales provinciales y/o de las municipalidades.’ ‘Tampoco se cumple el articulo de la Ley Federal que establece que Jos jardines maternales deben tener personal docente y supervision pedagégica especificos. Es més, en algunas jurisdicciones se produce la paradoja de la coexistencia, en forma paralela, de instituciones que atienden a nifios menores de 3 afios que dependen de organismos socia- les y del sistema educativo al mismo tiempo, sin que se hayan plantea- do, en esos casos, acuerdos para mejorar la calidad de la atencién de Jos jardines maternales que funcionan més como guarderias que como instituciones de atencién integral a Ja infancia. La atencién educativa para los nifios menores de 3 aftos es inexis- tente aun para las estadisticas oficiales del Ministerio de Educacién, que no tiene registros acerca de la cantidad de nifios que concurren a Jos establecimientos bajo dependencia educativa. Es asi como-los datos con los que se cuenta son proporcionades por los organismos de ayuda social, Todas estas cuestiones ponen en el centro de! debate el tema del nivel inicial como primer escal6n de un proyecto de exclusion o de inclusi6n educativa = Vease el trabajo de Rosana Ponce en este mismo libro. + Son muy pocas las juisicciones que reconocen al nivel neil como nivel educative que abarca+ tos niios desde los 5 das los 5 aos EI nivel inicial. Contradicciones y polémicas 105 El nivel inicial: gpara todos 0 para pocos? El nivel inicial, a diferencia de los demés niveles educativos, carga desde su origen un mandato social incierto y confuso. Surgido como paliativo al abandono de los menores por el ingreso de las mujeres al campo laboral 0 como compensatorio de las condiciones de miseria en el que transcurria la vida de los sectores sociales mas postergados, él nivel inicial fue asumiendo tardfa y lentamente su funcién de edu- cara la infancia. En la Argentina esta impronta también mareé el derrotero de sus instituciones. Aunque bajo la influencia de Sarmiento los jardines de infantes se han desarrollado con un mandato educativo que se ve plas- mado en la Ley 1420,' se multiplicaron de modo paralelo las institu- ciones benéfico-asistenciales para los nifios pobres. El jardin de infantes que nos legé esta ley fue una institucién de caracter urbano y al servicio de los sectores medios y altos de la pobla- cidn. La exigencia de que los jardines se establezcan en “ciudades donde sea posible dotarlos suficientemente”, determina ya su marca de nacimiento que vemos perpetuarse hasta hoy. :Cusiles eran las ciudades donde era posible establecer jardines de infantes?, cuales serian los sec- tores sociales que tendrian acceso a estos servicios? Lugones, a prin- cipios del siglo xx, lo destaca con claridad: Nitios bien vestidos, porque esto suele ser, con mas © menos disimulo, una condicién para admitirlos, al constituir habitualmente los tales jardi nes, un mero adorno de las escuelas donde funcionan. Asi acaba de fal- searse Ia institucién, convertida en objeto de lujo. (Lugones, 1905) Recién en los iiltimos veinte afios se han ido incorporando pro- gresivamente los nifios de los sectores mas pobres de la poblacién, como consecuencia de una politica educativa que priorizé una mayor democratizacion en el acceso a la educaci6n durante el advenimien- "La Ley 1420 incorpora los jardines de infants en el aricul £1: “Ademés de fs cacueas communes "mencionadas,se extablecerdn Is siguientes escuclasespecinies en ensehaiza primar no oma far ines de Infantes’en las ciudades, donde sea posible dotarlo sufcientemente " En eae texto Lugonesjusifea la raadn por Ia cul, siendo inspector de Enselanaa, decide cerrar 1! profesorado que formaba alas maestrs Jardineras con Ia intencin de que exon recurso ute zaran para ls ensenanza primatia, 106 ‘Ana Malajovich to de los gobiernos constitucionales y, fundamentalmente, debido a que la Ley Federal de Educacién 24195 del afio 1993 establecié la obli- gatoriedad de la sala de 5 afios, lo que comprometié al Estado nacio- nal ya los gobiernos provinciales a aumentar la cobertura mediante Ia creacién de nuevos jardines de infantes y la construccién de nue- vas salas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos todavia no alcanzamos a esco- Iarizar a todos los nifios de estas edacles. Segiin las estadisticas oficia- les cursa la tiltima secci6n del nivel inicial e! 91,8% de los nifios, pero este porcentaje no es igual para todos los sectores sociales. Asi con- curre a la sala de 8 afios s6lo el 87,1% de los nifios que pertenecen al sector mas pobre de nuestra sociedad, el 94,8% de los sectores medios y el 95,2% de los que pertenecen al 20% ms rico de la sociedad (stEM- PRO, Ecv, 2003). Estas diferencias entre sectores sociales corresponden a las varia. ciones que es posible observar entre las distintas regiones del pais. El elevado indice de asistencia de la sala de 5 atios esconde disparidades entre las provincias, algunas de las cuales no superan el 70%, como Misio- nes y Chaco, donde la tasa de asistencia alcanza el 67 y el 68%, respecti- vamente. Entre las provincias con mayores indices se ubican la Ciudad de Buenos Aires y Santa Gruz, con un 95% y Tierra del Fuego, con un 97 por ciento, Argentina registré un aumento det 14% en el filtimo afio del nivel int ial durante la década 1991-2001, un periodo a partir del cual el Estado nacional dispuso la obligatoriedad de la sala de 5, establecida por la Ley Federal de Educacién (1993). La regién del NEA’ pese a ser tina de las zonas con menores tasas de asistencia escolar y mayores niveles de pobre- 2a, tuvo un incremento en la sala de 5 del 30% (del 54al 70 por ciento)." El siguiente gréfico muestra el crecimiento de la matricula en Ia sala de 5 afios entre los afios 1991 y 2001, en las distintas regiones en que esti dividido nuestro pais. Como se puede observar, las zonas que corresponden a las provincias mas ricas son las que pudieron incor: porar un mayor ntimero de nifios. * stauro: Sistema de Informacién, Monitoreo y Eviluacién de Problemas Sociales, dependinte de Ia Secreuria de Desarrollo Social "La eegion del NEA aharca las provineas de Chaco, Formosa, Cortestesy Misiones. * Vease el sito web: win petiodismnosocal. organ El nivel inicial. Contradicciones y polémices 107 cuvo sR ceo aa Pais Datos elaborados por la DirecciSn Nacional de informacion y Evaluacién de Ia Calidad Educs- tiva del Ministerio de Educacién, Ciencia y Tecnologia, ao 2008. Esta segmentacién social en el acceso a las instituciones educativas se hace mas evidente entre los nifios de 3 y 4 afios. Del total de nitios del pais que se encuentran comprendidos en estas edades, sélo el 46,8% concurre a jardines de infantes, jardines maternales guarde- ras, Pero si analizamos cl nivel social de procedencia, encontramos que Gnicamente lo hace el 29,1% de los nifios que pertenecen a los hogares mas pobres, el 50,5% de los que pertenecen a los hogares de recursos medios y un 89,9% de los que se ubican en el sector social alto (sempre, ecv, 2003) ‘Ademis, si en estos porcentajes se diferencia a los que asisten a ins- tituciones reconocidas oficialmente como educativas, los datos pro- cesados por el Ministerio de Educacién revelan que la tasa de asisten- cia en 2003 era de un 15% entre los nifios de 8 aiios y de un 44% entre los de 4 aiios. Como es de suponer, la mayoria de estos nifios pertenece a los sectores sociales medios y altos de la poblaci6n. Mientras escribimos este trabajo, el Ministerio de Educaci6n anun- cié el envio al Congreso de la Ley de Financiamiento Educativo. En el articulo 2 del citado proyecto se establece que el anunciado incre- mento de la inversi6n tendr4 como uno de sus objetivos = a 108, ‘Ana Malajovich incluir en el nivel inicial al CIEN POR CIENTO (100%) de la poblacién de aNco (5) afios de edad y asegurar la incorporacién creciente de los nifios yniiias de Tees (3) y CUATRO (4) a¥ios, priorizando los sectores sociales mas desfavorecidos, ‘Como puede observarse, no se destinardn recursos para la atenci6n de los nifios menores de 3 afios: tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales se comprometen a escolarizar totalmente a los nifios de 5 afios, pero se anuncia de manera difusa, sin establecer por- centajes, el apoyo a la incorporacién de niftos de 3 y 4 afios. Esta situacién es preocupante, ya que Ia cantidad de nifios de estas edades que tienen la oportunidad de concurrir al jardin de infantes es muy desigual entre las provincias del pais. En efecto, s6lo cuatro jurisdicciones han escolarizado a mis del 20% de nitios de 3 afios;’ de las otras veinte, diecisicte menos del 10% y, de este total, once menos del 5 por ciento. En relacién con los nifios de 4 afios la situacién es significativamente mejor. Once provincias escolarizan menos del 30%, de las cuales slo una no alcanza el 10%, mientras que las restantes trece superan estos porcentajes, alcanzando la mayoria de ellas mas del 50% de los nitios."” Pero si se analiza qué porcentaje de la matricula cubre la oferta esta: tal, el panorama es mucho més alarmante, en particular en el caso de los nifios de 8 afios, ya que en el marco nacional las instituciones esta- tales cubren s6lo el 61% de este grupo. En dos de las provincias argen- tinas (Santa Cruz y La Pampa) no se registran nifios de 8 afios en las instituciones estatales, mientras que slo trece de las provincias tie- nen una oferta que supera el 50% de la matricula de esta edad regis- trada en servicios educativos." En cambio, la matricula absorbida por la gestiGn estatal es mayor en relacién con los nifios de 4y5 afios. La mayorfa de las provincias atien- de a més del 50% de los nifios de 4 afios escolarizados en institucio- nes estatales, salvo tres de ellas que no alcanzan este porcentaje; el caso * Las dosjurniciones que han podidoescoarizar a mésdel 50% de alos de 3 afiosson la provincia de Buenas Aires yla Ciudad Avtonoma de Buenos Ate, "En cleaso de los nifios de 4afox, Is seis jurisdicclones que tienen mayor cantidad denies exe larizados son Buenos Aires, Cordoba, Santa Gruz, Terra del Fuego, Santa Fe y la Ciudad Autno- made Buenos Aires, que aleanzan a mis del 0% de los nifios de estas edades. "Datos el Ministerio de Educacién que corresponden al ato 3009, claboreden en agosto de 200 El nivel inicial. Contradicciones y polémicas 109 mnds preocupante es el de La Pampa, que llega a s6lo el 4,1%. El por centaje para todo el pais es del 68 por ciento. Gon respecto a los nifios de 5 afios, el porcentaje atendido por la gestion estatal es mayor al 50% en todas las jurisdicciones y el pro- medio nacional es de un 77,12%. Las que registran el menor porcen- taje de nitios inscriptos en instituciones estatales son la Ciudad de Bue- nos Aires, con un 53,55%, y la provincia de Buenos Aires, con un 67,37%, hecho explicable por ser jurisdicciones donde se concentra un mayor poder econémico y, por lo tanto, cuentan con una presen- cia importante de instituciones privadas. Por el contrario, ocho pro- vincias absorben mas del 90% de la matricula de 5 aiios en institucio- nes estatales. En sintesis, Ia cobertura total y la oferta pitblica son escasas, en par ticular para los nifios de 3 y 4 aiios, si se las compara con los restan- tes niveles de ensefianza. También son las mas injustas, ya que en el estrato mas pobre, s6lo 3 de cada 10 nifios asisten a guarderias y jar- dines, mientras en el segmento de mayor poder adquisitivo la pro- porcién sube a 9 de cada 10 nifios. Esta realidad se hace mas inequitativa cuando se analiza la situaci6n de los menores de 3 afios, quienes debido a la escasez de la oferta publi ca educativa permanecen en sus hogares 0 son recibidos en institu- ciones dependientes de organismos asistenciales o comunitarios. Asi s6lo el 0,8% de los nifios mas pobres concurre a un establecimiento (guarderia o jardin maternal), el 8,5% de los que provienen de sec- tores medios y el 19,8% de los que pertenecen a los sectores de mayo- res recursos econémicos (SIEMPRO, ECV, 2008). La ausencia de una politica educativa que apostara a ofrecer alter nativas de escolarizacion temprana de los nifios para aquellas familias que eligieran o precisaran de esta opci6n, ha sido producto de la falta de reconocimiento social acerca de las potencialidades cognitivas de los nifios pequefios y de sus capacidades de aprendizaje, asi como de Ja funcién educativa que cumple el nivel inicial, en particular en su pr= mer ciclo, Como consecuencia de estas concepciones la mirada siempre estuvo dirigida a las necesidades de la familia y, en particular, de la mujer que, al estar obligada a salir a trabajar, no podia ocuparse de la atenci6n de los nifios pequefios. Por lo tanto, la politica hacia la primera infan- cia quedé bajo la responsabilidad de los organismos asistenciales y de 0 ‘Ana Malajovich las iniciativas comunitarias o gremiales que buscaron resolver la situa: ién, muchas veces sin preocuparse por el tipo de servicio que los nitios requerian En conclusion, la escasa oferta educativa para los sectores mas pobres de la poblacién revela que los mecanismos de reproduccién de la pobreza comienzan a manifestarse a edades muy tempranas, momento vital en el cual ofrecer mejores oportunidades de apren- dizaje se constituye en un factor central que condiciona el desarro- lo futuro de los nites, tal como se analizara en el punto siguiente.

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