Lukacs Georg La Crisis de La Filosofia Burguesa
Lukacs Georg La Crisis de La Filosofia Burguesa
Lukacs Georg La Crisis de La Filosofia Burguesa
Nueva maquetacin,
Por Fly
Sept. 2009
Georg Lukcs
INTRODUCCIN
Creemos que ese principio metodolgico se aplica perfectamente al dominio de la ideologa y de la filosofa. La filosofa del
imperialismo slo puede ser comprendida y criticada a la luz de
las leyes fundamentales de la sociedad capitalista, porque es
evidente que la influencia de la estructura econmica se manifiesta igualmente en el dominio de la filosofa.
La crisis se revela en sntomas que no tienen nada de profundos: en la filosofa moderna se traduce por la incansable investigacin de sus fuentes en el pasado. Es fcil, por ejemplo, seguir la influencia de Kant hasta H. St. Chamberlain y, a travs
de ste, a Rosenberg. Sartre, por su parte, remonta hasta Descartes mientras que, de acuerdo con el irracionalismo alemn,
sera desde Descartes de donde partira la desviacin de la filosofa moderna. Podramos multiplicar estos ejemplos hasta el
infinito. En esa investigacin desordenada y reanudada sin cesar de fuentes antiguas cada vez distintas, se manifiestan una
vez ms los signos de la crisis sobre el plano histrico. Esta
crisis expresa un profundo malestar: la filosofa perdi su camino. Dnde y cundo se perdi? Hasta dnde es preciso
retroceder para volver a encontrar el buen camino?
lucin de la realidad social. Pero el problema no consiste solamente en una contradiccin entre el pensamiento burgus y la
realidad social del imperialismo, sino que se le agrega an otra
contradiccin: la que subsiste entre la evolucin efectiva y la
superficie directamente perceptible de esa realidad social. Esta
contradiccin es la que explica el hecho de que ciertos pensadores, que son sin embargo pensadores de buena fe, nos den una
representacin completamente falseada de la realidad social,
simplemente porque se limita a examinar esta superficie directamente perceptible. Esta contradiccin constituye naturalmente
un problema constante para el pensamiento burgus.
En la sociedad capitalista el fetichismo es inherente a todas las
manifestaciones ideolgicas. Esto quiere decir, sumariamente,
que las relaciones humanas, que en la mayor parte de los casos
se mantienen por intermedio de objetos, aparecen como si fuesen cosas para esos observadores engaados por el espejismo
superficial de la realidad social; las relaciones entre los seres
humanos aparecen entonces bajo el aspecto de una cosa, de un
fetiche. El ejemplo ms claro de esta alienacin lo proporciona
la mercanca, que es el elemento fundamental de la produccin
capitalista.
I
El pensamiento fetichista y la realidad.
Qu hay entonces de nuevo en la filosofa del perodo imperialista? Esta filosofa, en su conjunto, es el reflejo del imperialismo mismo sobre el plano del pensamiento, es decir del estadio supremo del capitalismo, que es tambin el ms rico en
contradicciones.
Las contradicciones propias a la sociedad capitalista, que son
las que determinan la evolucin, la forma y el contenido de la
filosofa burguesa, aparecen en el imperialismo bajo una forma
objetiva llevada al extremo. Sin embargo, la burguesa tiene un
inters vital en no reconocer ese carcter fundamentalmente
contradictorio de su pensamiento. Dicho con otras palabras:
cuanto ms profundas e irreconciliables son esas contradicciones, tanto ms aguda es la ruptura -la causa misma de la crisis
de la filosofa- entre el pensamiento filosfico burgus y la evo-
cin. La mayor parte de los intelectuales, en efecto, se encuentran muy alejados del proceso de trabajo efectivo que determina
la verdadera estructura y las leyes de la evolucin de la sociedad estn tan profundamente encajadas en la esfera de las manifestaciones secundarias de la produccin social -que ellos consideran, por otra parte, como fundamentales- que les resulta
imposible poner en evidencia las relaciones humanas ocultas
por la alienacin.
II
La evolucin del pensamiento burgus
Esta particularidad de la filosofa reside en el hecho de que tiene por objeto los problemas ltimos de la existencia y del conocimiento: es decir, la concepcin del mundo mismo bajo sus
formas abstractas y generales. Por el contrario, all donde la
manifestacin ideolgica tiene como objeto inmediato a la realidad social directamente dada y no su suma abstracta o sus
principios generales, la visin valiente e imparcial de la realidad compensa muy a menudo los defectos de la concepcin
ideolgica.
Tal vez sera posible, partiendo de estas consideraciones, delimitar sumariamente los principales perodos de la evolucin de
la filosofa burguesa con el propsito de poder estudiar luego,
mejor, con la ayuda de este bosquejo histrico, las caractersticas esenciales de la filosofa durante el perodo imperialista.
El primer perodo es el de la filosofa burguesa clsica, que
llega hasta fines del primer tercio del siglo XIX, o a lo sumo
hasta 1848. Esta poca es la que da a luz la expresin ms elevada de la concepcin del mundo de la burguesa, es decir la
rebelin de la burguesa contra la sociedad feudal que declinaba. La filosofa de esta poca codifica los principios ltimos y
la concepcin general del mundo, propias a ese vasto movi-
La filosofa de este segundo perodo constituye el exacto reflejo, sobre el plano del pensamiento, del compromiso social. Renuncia as a la ambicin de poder contestar a las preguntas ltimas del espritu. Sobre el plano de la teora del conocimiento
esta tendencia se manifiesta por medio del agnosticismo, el cual
pretende que no podemos saber nada de la verdadera esencia
del mundo y de la realidad, y que por otra parte este conocimiento no tendra para nosotros ninguna utilidad. Slo tenemos
que preocuparnos de las adquisiciones de las ciencias, especializadas y separadas unas de otras, que nos proporcionan los
conocimientos indispensables desde el punto de vista de la vida
prctica cotidiana.
Segn el agnosticismo, el papel de la filosofa debe limitarse a
cuidar que nadie pueda franquear los lmites definidos por las
ciencias y que nadie extraiga de las ciencias econmicas y sociales ciertas conclusiones que podran desacreditar al rgimen.
El agnosticismo, en el mismo sentido, se prohibe explotar los
descubrimientos de las ciencias naturales contrarios a los dogmas religiosos. Esta filosofa repudia por principio todas las
investigaciones que tienden a elaborar una concepcin coherente del mundo, pues una visin de conjunto definira los lmites
trazados por la ciencia, a la que considera como la autoridad
suprema.
La filosofa dominante de la poca es una filosofa de profesores. Fuera de la psicologa, que est en sus comienzos, la filosofa tiene por objeto casi exclusivo la teora abstracta del conocimiento. Se convierte ella misma en ciencia especializada.
Renuncia a su antigua misin social: deja de ser la expresin,
sobre el plano del pensamiento, de los grandes intereses histricos de la burguesa y abandona el examen de todo problema
ideolgico. Acepta encargarse de la funcin de "guardiafronterizo", funcin indispensable para la burguesa de la poca, puesto que asegura la estabilidad de un compromiso social
durable con las fuerzas de la reaccin.
En revancha, los mtodos y los objetos, la evolucin y los frutos de esta filosofa, convertida en una ciencia especializada
como las otras, llegan a ser cada vez ms indiferentes a la bur-
III
La filosofa del imperialismo
Hemos asistido a un cambio radical? No nos parece. Examinando el problema ms de cerca comprobamos un empuje en el
sentido afirmado despus de 1848, puesto que se trata siempre
de una capa de intelectuales que construyen la filosofa para su
propio uso. Vemos igualmente que en ningn momento deja de
ejercerse el determinismo social ms riguroso. Slo que ese
determinismo no equivale a la definicin directa de la forma y
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Agreguemos de paso que ese alejamiento de los problemas sociales, de los problemas de la economa y de la vida poltica
coincide objetivamente con las exigencias de clase de la burguesa imperialista y que al mismo tiempo es la consecuencia
necesaria de la posicin social de la "intelligentzia" de este perodo. Si el respeto escrupuloso de las barreras de las cuales
hemos hablado no significa necesariamente, una sujecin consciente a las exigencias de la burguesa imperialista en los filsofos en tanto que individuos, en la realidad sin embargo equivale a una sujecin, a pesar de toda la inconsciencia y de toda
la buena fe personal.
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El trabajo material, que en ltima instancia determina la relacin entre el individuo y el mundo, proporciona sobre este aspecto una doble indicacin. Por un lado demuestra que el mundo material existe independientemente de la conciencia. Por
otro lado todo proceso de trabajo es teleolgico, lo cual quiere
decir que su objetivo est dado en la conciencia del trabajador
mucho antes de su comienzo efectivo. Ahora bien: la conciencia de la "intelligentzia" est dominada por el creciente alejamiento del trabajo material. Esta evolucin es la que explica el
hecho de que numerosos sabios se comporten dentro de su especialidad como materialistas espontneos, lo cual es completamente contrari a la actitud que adoptan en el dominio de la
filosofa. Rickert, por ejemplo, lamenta ver que ciertos grandes
sabios se declaran adeptos de un "realismo ingenuo" en el terreno de la especialidad que practican. Cuanto ms importante
se torna el papel independiente y especfico de la "intelligentzia" en la filosofa, tanto ms fuerte se torna la posicin del
idealismo subjetivo en el dominio de la teora del conocimiento.
IV
La pseudoobjetividad
Es evidente que estos signos han sido, hasta esa fecha, completamente abstractos: por el momento no se trata ms que de veleidades que se proponen salvar la integridad de la persona
humana aislada frente a la particin creada por la divisin capitalista del trabajo; una vez ms slo se trata de comentar extensamente las contradicciones insolubles, producidas por la cultura capitalista e imperialista. Es preciso decir que nunca se
habla de las contradicciones de la cultura capitalista, sino de las
contradicciones de la cultura en general, simplemente de la
cultura? Simmel esta vez el representante ms eminente de esta
filosofa de la crisis latente.
La pretendida seguridad, el equilibrio de las condiciones sociales que tenan toda la apariencia de la estabilidad y que pareca
que habran de durar eternamente, as como tambin la ilusin
de una prosperidad econmica y poltica, haban creado un clima filosfico que permiti abandonar todos los problemas objetivos, es decir toda la realidad, y confiar el examen de la misma
a las ciencias especializadas, a la tcnica industrial y en definitiva a la "prudente administracin" de las "autoridades superiores", dentro del respeto escrupuloso de las barreras trazadas por
la teora del conocimiento.
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El perodo, econmicamente harto de los compromisos sociales, daba la espalda con pereza y cobarda a toda cuestin ideolgica cuyo estudio estimaba intil, declarando anticientficas
las grandes realizaciones ideolgicas del perodo precedente.
Esta tendencia significa, sobre el plano de la ideologa, la eliminacin consecuente de toda consideracin econmica o social. La filosofa no se encuentra en condiciones de producir
argumentos serios contra las concepciones del socialismo; por
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Como tambin la sociologa burguesa se especializ hasta llegar a ser una ciencia independiente de la economa, la filosofa
cambi entonces de actitud frente a ella. Mientras que la filosofa del perodo precedente se negaba a reconocer el lugar de la
sociologa entre las ciencias, la filosofa del nuevo perodo le
abre las puertas y hasta admite, en momentos agudos de la crisis, la Wissenssoziologie de Scheler y de Mannheim como un
arma de primer orden al servicio del relativismo. La sociologa
de la reaccin abierta, que deriva directamente de sta, se encargar luego de echar las bases de las concepciones fascistas
por intermedio de Freyer y de C. Schmidt.
El desarrollo de las filosofas antiprogresistas constituye la segunda gran ofensiva ideolgica contra el socialismo. Como la
filosofa burguesa no estaba en condiciones de producir argumentos serios contra la concepcin socialista del progreso, se
ve obligada entonces a combatirla en el dominio de las ciencias
naturales y de las ciencias sociales. Trata por otra parte de esbozar las perspectivas susceptibles de satisfacer los deseos de la
"intelligentzia" sumergida por la crisis. La fusin de esas dos
orientaciones -mitificacin de la idea de progreso por una parte,
y su negacin pura y simple por la otra- hace nacer entre los
precursores del fascismo la teora del racismo, que presenta una
teora mtica a modo de solucin de los "misterios" de la sociedad y de la historia.
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V
El "tercer camino" y el mito
Veamos cul es entonces la realidad de la cual habla esta filosofa. (Notemos de paso que la filosofa burguesa habla siempre
de la polaridad idealismo- realismo sin pronunciar siquiera la
palabra materialismo). Mach y los neokantianos elaboraron una
teora del conocimiento que se limita a hacer concesiones ter14
VI
Intuicin e irracionalismo
El nuevo objetivismo presupone la existencia de un nuevo instrumento de conocimiento. Una de las preocupaciones esenciales de la filosofa moderna consiste en oponer esa, nueva actitud, este nuevo instrumento del conocimiento que constituye la
intuicin, al pensamiento racional y discursivo, cuando en realidad forma parte psicolgicamente de todo mtodo cientfico
del conocimiento. En efecto: la intuicin pretende, sobre el plano psicolgico, ser ms concreta y ms sinttica que la reflexin discursiva que trabaja con nociones abstractas. Naturalmente, sta no es ms que una ilusin, puesto que la intuicin, considerada a la luz de la psicologa, no es ms que la
brusca entrada en la conciencia de un proceso de reflexin hasta entonces subconsciente.
Comprobemos pues una vez por todas que en realidad la intuicin no es lo contrario sino el complemento del pensamiento
discursivo, y que su empleo no podr ser nunca un criterio de la
verdad. Lo que engendra esa ilusin es la observacin psicolgica superficial de la reflexin cientfica, segn la cual la intuicin sera un instrumento independiente del pensamiento discursivo y destinado a la comprensin de las verdades superiores.
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Desde que la reflexin pretende franquear esos lmites, y pretende ser un conocimiento filosfico concreto, debe necesariamente recurrir por una parte a la teora materialista, segn la
cual el pensamiento es capaz de reflejar el mundo real exterior
y, por otra parte, al sistema discursivo universal de la dialctica.
Debe considerar ese sistema no slo como una doctrina de la
correlacin esttica de las entidades del mundo exterior, sino
como una ley universal de la evolucin progresiva y de la historia racional. La filosofa moderna se sirve de la falsa apariencia
de la intuicin para abandonar aparentemente el formalismo del
conocimiento as como tambin el idealismo y el agnosticismo,
aun cuando los sigue conservando sobre bases que parecen inatacables.
En esas condiciones el objeto de esa filosofa, el objetivo ideolgico que se propone alcanzar, se presentar siempre como
una realidad de esencia superior y cualitativamente diferente de
aquella que resulta accesible a la reflexin discursiva. Gracias a
este subterfugio la nocin misma de intuicin parecer ser la
prueba irrefutable de un conocimiento superior. Aqu es donde
se convierte en un problema de vida o muerte para la nueva
filosofa la negacin de toda crtica analtica. En los antiguos
sistemas filosficos de este gnero y an en ciertas msticas
religiosas antiguas, la defensa de la intuicin estaba asegurada
por una teora aristocrtica del conocimiento. Esta ltima afirma desde el comienzo que todo el mundo no es susceptible de
comprender la realidad superior de manera intuitiva. Aquel que
trata de encerrar los descubrimientos intuitivos en un cuadro
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Una vez ms: la base, sobre el plano de la teora del conocimiento, es siempre el agnosticismo y el relativismo que va a la
par del primero: La nica diferencia consiste en que la nueva
filosofa va ms lejos que la antigua en su ofensiva contra el
pensamiento racional. Simmel esboza en uno de sus libros una
crtica de conjunto de los ltimos resultados obtenidos por la
ciencia actual, para compararla con las crticas que formulaba
el naciente racionalismo contra las supersticiones de la Edad
Media, y termina diciendo que tenemos toda la razn como
para creer que los siglos venideros tendrn de nuestras ciencias
una opinin anloga a laque nosotros tenemos de las creencias
supersticiosas de la Edad Media.
Sin embargo es preciso reconocer que este esquema no corresponde a la orientacin general de la filosofa de la crisis. La
razn en realidad no existe para los pensadores destacados de
este perodo; la verdadera realidad, la realidad superior, es irracional y supra-rracional. El deber de la filosofa consiste ante
todo en tener en cuenta ese dato fundamental de la existencia
humana y as es como se constituye el irracionalismo, ideologa
de la filosofa de la crisis.
La evolucin hacia ese objetivo se encuentra subrayada y acelerada ms an por el hecho de que el capitalismo, y el imperialismo en particular, aplasta o al menos restringe extremadamente todo margen de libertad necesario al despliegue de la personalidad. El examen abstracto de este problema abre la posibilidad de dos reacciones diferentes. Por una parte es perfectamente
posible explicar esa situacin a partir del orden social y econmico del capitalismo, y sacar las consecuencias que se imponen.
VII
Los sntomas de la crisis
Examinemos ahora sumariamente la metodologa del irracionalismo. Ya Hegel demostr que cuando se descubren las contradicciones necesarias de la razn, es decir del pensamiento discursivo, el problema que se plantea se presenta bajo el aspecto
inmediato de lo irracional. Corresponde entonces a la dialctica
la tarea de poner en evidencia la sntesis superior de los trminos contradictorios, y cuando esta tarea est bien realizada se
puede comprobar que la razn superior es precisamente el resultado de las antinomias necesarias del razonamiento discursi-
vo, las cuales haban producido una apariencia de irracionalidad. Pero, como lo hemos visto, el mtodo dialctico no tiene
cabida en la filosofa del perodo imperialista.
En realidad sera perfectamente posible establecer la base comn de todas las ciencias por medio del estudio de la evolucin
de la sociedad, ella misma determinada por el factor econmico. Pero es evidente que el pensamiento burgus no ha podido
penetrar en este camino que conducira a refundir todas las
ciencias por medio del mtodo de la dialctica materialista. El
estadio del imperialismo, debido a su metodologa antidialctica, no supo o no quiso resolver las contradicciones fundamentales que encontraron las ciencias especializadas surgidas de la
divisin capitalista del trabajo. Esta metodologa no pudo resolverlos porque, tal como lo hemos visto, retom tal cual al
idealismo subjetivo, que constituye la base filosfica de la metodologa de las ciencias especializadas.
La sntesis especulativa sera capaz de ofrecer algo nuevo nicamente en la mitificacin de las relaciones irracionales. A partir de la "intuicin genial" de Dilthey, la intuicin se convirti
en el mtodo esencial de la sntesis especulativa. Origin toda
una serie de smbolos mticos y fetichizados a los que una nueva mitificacin convertir en figuras pretendidamente reales,
pero puramente individuales e irracionales.
Al examinar el problema del derecho, problema que la sociologa de la poca poda, mal que bien, tratar, Kelsen se ve obligado a concluir diciendo que los orgenes de toda legislacin
constituyen para la ciencia del derecho "un gran misterio". La
validez formal del derecho del cual trata la ciencia jurdica se
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Al fin de cuentas todo esto slo logra aportar pseudosoluciones, por otra parte a veces muy espirituales, a todos los
problemas de la filosofa: La "genial" arbitrariedad de la intuicin se convierte en el mtodo general de la filosofa. Si
Nietzsche no hace ningn esfuerzo para ocultar ese carcter
arbitrario, ms tarde se recurrir a cuanto sea posible para darle
una apariencia de objetividad. Ese enmascaramiento alcanza su
forma ms refinada all donde la fenomenologa puramente
especulativa se convierte en la llamada contemplacin de la
realidad, es decir en la ontologa existencialista. La solucin no
es sin embargo ms que una pseudosolucin, puesto que a pesar
de todos los nuevos mtodos, de todos los mitos, brillantes o
sombros y "profundos", los grandes problemas de la filosofa
siguen careciendo de respuesta y hasta se puede decir que, en
relacin al perodo clsico, la filosofa moderna representa en
muchos aspectos un retroceso considerable.
Entre los grandes problemas que la filosofa moderna se muestra decididamente incapaz de resolver, citemos en primer lugar
el de las relaciones entre el pensamiento y la realidad, cuestin
inseparable de la que presenta la estructura misma de la lgica.
El triunfo del irracionalismo representa igualmente un retroceso, puesto que para el irracionalismo la contradiccin entre la
reflexin lgica no-dialtica y la realidad se presenta como una
contradiccin absoluta e insuperable. El irracionalismo significa entonces por una parte la justificacin filosfica de los mitos
arbitrarios y, por la otra, la sumersin de la filosofa especulativa en la lgica normal. La reivindicacin de la superioridad de
la intuicin es precisamente la que encierra a la filosofa en la
prisin de esa lgica formal, de la que ya la filosofa clsica
haba conseguido escapar.
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