Toda La Piel de America
Toda La Piel de America
Toda La Piel de America
LA DE LOS HUMILDES
[z a m b a ]
Un corazn de caminos
hasta su canto regresa
a despertar el destino
que el pueblo en su pecho lleva.
ZAM BA DE LA DISTANCIA
[z a m b a ]
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Por el Guaymalln
el duende del agua va,
llevando una flor de greda y de sol
que despertar en el riego,
la voz vegetal del huarpe que est
dormido en su paz mineral.
Se va tu caudal
por el valle labrador
y al amanecer sale a padecer
la pena del surco ajeno,
verano y rigor, va de sol a sol
la sombra del vendimiador.
Morada zamba del riego,
el agua te cantar
cuando ande en la voz del vino cantor
la vendimia de mi pueblo
y suba un rumor de acequia y cancin
por el rumbo agrario del sol!
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Canal fundador,
tonada del totoral,
la luna rural te ha visto regar
el sueo de mis abuelos
y luego entonar con el regador
el vino sufrido del pen.
Solar regador,
algn da bajars
trayendo en tu voz de menta y cedrn
tonadas del vino nuevo
y entonces te irs conmigo a cantar
cogollos de amor y de paz!
Morada zamba del riego,
el agua te cantar
cuando ande en la voz del vino cantor
la vendimia de mi pueblo
y suba un rumor de acequia y cancin
por el rumbo agrario del sol!
Versos: Armando Tejada Gmez.
Msica: Manuel O. Matus.
Editorial Fermata.
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TIERNO NOGAL
[t o n a d a ]
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LUNA DE CORDOBA
[z a m b a ]
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I
A esta hora, exactamente,
hay un nio en la calle.. .
Hay un nio en la calle!
Es honra de los hombres proteger lo que crece,
cuidar que no haya infancia dispersa
por las calles,
evitar que naufrague su corazn de barco,
su increble aventura de pan y chocolate
ponindole una estrella en el sitio del hambre.
De otro m od o es intil, de otro m odo
es absurdo
ensayar en la tierra la alegra y el canto,
porque de nada vale si hay un nio
en la calle.. .
II
A esta hora exactamente,
hay un nio en la calle.. .
Hay un nio en la calle!
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Bis
Bis
Bis
Bis
Estamos prisioneros,
carcelero,
y o de estos torpes barrotes,
t del m iedo!
Adonde vas que no vienes
conmigo a empujar la puerta,
no hay campanario que suene
com o el ro de all afuera,
com o el ro de all afuera.
Como el que se prende fuego
andan los presos del miedo:
de nada vale que corran
si el incendio va con ellos,
si el incendio va con ellos.
No s. No recuerdo bien
qu quera el carcelero:
creo que una copla ma
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Bis
Estamos prisioneros,
carcelero,
y o de estos torpes barrotes,
t del m iedo.. . !
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COSA DE TODOS
[m il o n g a ]
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ZAMBA DE CHILECITO
[z a m b a ]
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V oy aromado, si me voy,
de agua y albahaca
para aromar el corazn
de la distancia.
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REGRESO A LA TONADA
[t o n a d a ]
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A Mendoza enamorada
mi canto regresar.
V oy de paisaje en el alba
y me parezco al paisaje:
por fuera, el verde del clima;
por dentro, el sol de la sangre.
El paisaje va conmigo
y es un hermoso habitante.
El viejo viento de oto o,
compadre de los nogales,
me trae, cuando regresa,
la dulce voz de mi madre.
De tanto cantar tonadas
ya soy pariente del aire.
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PALOMA Y LAUREL
[r e t u m b o ]
Una palomita
lleg herida hasta los valles.
Pecho colorado
com o brasita del aire.
Lgrima del da,
el ro co le junt.
Bebi de mi mano
gotas de roco y miel.
Debes volar,
debes volver
al nido tibio
del atardecer
En el nidal
me gusta ver
sobre la tarde
paloma y laurel.
Palomita herida
y o te quiero ver volando,
desde mi ventana
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EL VIEJO LUCHADOR
[cancin ]
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LA RIOJA VERDE
[v i d a l a c h a y e r a ]
Ardiendo se viene el da
en la fogata del alba,
porque la vida amanece
arriba de Sanagasta.
No me digan que La Rioja
es pago de p ior es nada
porque ella crece en su vino
a vidala y llamarada.
V oy a volver a los llanos
cuando le suelten el riego
y cante por las acequias,
mojau de grillos, su pueblo!
Velay, con La Rioja verde,
pauelo de Chilecito,
la luna nogal del valle
va enamorada del ro.
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FLOR DE LA LEA
[h u a y n o ]
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dura raz
que le dio al cobre el color.
En Zeclants
tu sangre guarda un dolor,
una yarav
de olvido y de soledad.
Siglos de barro y maz
duermen en la oscuridad
donde qued sola y ritual
la luna del Antigal.
T od o el misterio del sol
vuelve del atardecer
y en su agona de luz
el valle parece arder.
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CANCION DE LA TERNURA
[c a n c i n ]
El cielo de mi niez
tuvo un aroma de albahaca y pan,
un sol de candor bajo el sol.
Mi madre andaba en la luz
de una provincia de eternidad
y era un regazo el verdor
y era verano el color
del amor.
All qued mi madre y la luz
pero y o tengo que andar
cuidando que en la ciudad
crezca la flor.
Y o s que debo cruzar
lejos del cielo de mi niez
un tiempo de furia y cancin.
Y o tengo que rescatar
aquel aroma de albahaca y pan
que la ternura me dio
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BALADA DE M ARZO
[b a l a d a ]
CANCION DE LEJOS
[z a m b a ]
Me voy, amor.
Si soy motivo para el olvido
decime adis, decm elo;
que la paloma de tu pauelo
me diga n o, me diga adis.
Me dices no,
pero tus ojos se van conmigo
por donde voy; huellita soy
que va y que vuelve com o dos veces
del ro a m , del cielo a vos.
Qu sencillo m od o
tuvo el cario entre vos y y o:
tan slo un pauelo adonde el cielo
se me olvid, se te olvid.
Humito azul
que sube y sube desde la lea
quemndose, quemndome
com o la luna que con tu ausencia
me sale a ver: quemndome.
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Ausente soy.
Com o paloma herida en un ala
penando estoy. Me suelen ver
a medio vuelo de tu pauelo
buscndote, buscndom e.. .
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De qu me sirve a m la primavera,
esta ciudad con plazas y alamedas,
si en el acontecer del da que se va,
en toda esta ciudad, nadie me espera?
De qu me sirve a m tanto paisaje,
el cielo cruel y azul, la luna llena,
si en el anochecer de oscura inmensidad,
en toda esta ciudad, no hay quien me quiera?
Los ojos sin amor son ojos muertos.
Miran, pero no ven la luz del da,
la fiesta de color del pjaro y la flor,
el rostro natural de la alegra.. .
De qu puede servir miramos sin amar?
Los ojos sin amor no ven la vida.
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[cancin ]
Salgo a caminar
por la cintura csmica del Sur,
piso en la regin
ms vegetal del viento y de la luz;
siento al caminar
toda la piel de Amrica en mi piel
y anda en mi sangre un ro
que libera en mi voz su caudal.
Sol de A lto Per,
rostro Bolivia, estao y soledad;
un verde Brasil
besa a mi Chile cobre y mineral,
subo desde el sur
hacia la entraa Amrica y total,
pura raz de un grito
destinado a crecer y a estallar
Todas las voces, todas;
todas las manos, todas;
toda la sangre puede
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FUEGO EN ANYMANA
[h u a y n o ]
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Si y o me voy, conmigo ir
tod o lo que soy.
Lejos de mi, lejos de aqu,
y o no ser y o.
Djenme estar, de slo estar,
viendo el sol volver.
Y o quiero ver en mi pas
el amanecer.
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A qu naci
la Mara del Buen Ayre.
Dicen que fue
all en San Pedro del Alto.
De no creer
que tan al sur empezaba
un pas,
fundndose
entre la niebla del ro
malvn.
A qu so,
la Mara del Buen Ayre,
una ciudad
que no soaba ni Dios.
Fue por su regazo
que la vida fue un cielazo,
un dolor, un dolorazo:
sudestada empedernida,
mal querida, mal comida,
en la esquina del tumulto
cruel.
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Vuelvo a su regazo,
transparentemente claro,
cuando el sol es un solazo
que le cierra las heridas
de su vida y otras vidas
que ella ampara sin mirar
a quin. . .
Es Mara, novia
de la luz y de las sombras,
calle, esquina, luna y rosa
que, asombrada, espera el da
mientras bebo poesa
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ZAM BA AZUL
[z a m b a ]
C om o un limpio amanecer
era tu pollera a z u l.. .
Cielo por la zamba,
duende andaba el aire
enredndote a mi voz,
mientras mi guitarra buscaba en el alba
coplas que cantaran nuestro amor.
Siempre te recordar
junto a tu paisaje a z u l.. .
Sombra que no olvido,
silueta del ro,
vestida de trigo y luz;
cm o se dorma la tarde en tu pelo
con un sueo inmensamente azul.
La noche te vi bailar
azul en los ojos del roco,
adonde ira el viento
que tu voz qued conmigo,
luna, copla, ro, aroma,
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TRIUNFO A G RARIO
[t r iu n fo ]
LA PANCHA ALFARO
[c u ec a c u y a n a ]
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Llora el cantor
coplas a la madrugada,
limpale, amor,
con tu pauelo la cara. . .
Sube la luz
en el canto de los gallos
y al alba est
bailando la Pancha Alfaro!
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RESURRECCION DE LA ALEGRIA
[c a n c i n ]
I
Ya no me acuerdo del olvido
ni de la ausencia lastimando,
slo recuerdo tu silueta,
dulce habitante del paisaje;
resurreccin del cielo tuyo
entre mis manos y la tarde.
Ya no me acuerdo del olvido,
ando de sol con tu milagro.
II
Desde el amor tod o regresa
com o los pjaros y el alba,
resurreccin, digo su nombre
y lleno el aire de campanas,
porque el que nace a la ternura
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un nio en la mirada.
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III
Amor que vuelve, amor que espera,
amor que dura, amor que nace;
resurreccin de la alegra,
estoy de fiesta con mi sangre!
IV
. . .Porque el que nace a la ternura
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un nio en la mirada. . .
Resurreccin. . . resurreccin. . .
resurreccin. . .
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APENDICE
El 21
d el
d e a bril d e
Z a n j n
M en d oza ,
F r a s
1929,
el
en la c o n fl u e n c i a
C anal
n a c i A r m a n d o
a s c e n d e n c ia h u a r p e , n o h u b o
fa m ilia
hasta
que
su
G u a y m a ll n ,
T eja d a G m e z . D e
e u r o p e o s en su
h erm an o
Ral y
l se
ca sa ron c o n d e s c e n d i e n t e s d e in m ig r a n tes . A l
g u n o s p a r ie n te s s u y o s an re sid e n e n M e n d o z a
y
ta,
c o n s e r v a n su s a p e l l id o s i n d g e n a s : T a lq u e n
H u a q u in c h a y .
En
esa
p oca ,
to d a v a
se
estila b a d a r a l o s b a u t i z a d o s e l a p e llid o d e lo s
en com en d eros, y
d e a ll lo e s p a o l q u e r e s u e
na en su n o m b r e .
P e r o l e s h u a rp e d e o r ig e n , y
v iv i e n tr e
l o s s u y o s h a sta l o s tr e in ta y c u a tro a o s , c u a n
d o p o r p r im e r a v e z d e ja M e n d o z a para trasla
d a r se a B u e n o s A i r e s .
d io s a , A r m a n d o
d o n o s su h isto ria .
m ado
C on
v o z qu eda, m e lo
T eja d a G m e z va d esg r a n n
Cada e p i s o d i o
q u e d a p la s
en d e c i r e s i n t e n s o s , e m o c i o n a d o s , q u e
c o n v e n c e n , c o m o su s c a n c io n e s .
85
LAS RAICES
87
GU ITARRA Y CANTO
Tena seis aos cuando empec a trabajar
vendiendo diarios, una de las tantas tareas que
hacen los nios desposedos, los chicos de la
intemperie. Cuando volva de mis oficios de
la calle, sola hacerlo por la orilla del Canal
Guaymalln y, sobre tod o en invierno, me que
daba a calentar el cuerpo en los umbrales de
los boliches.
En Mendoza, com o en todo el Noroeste ar
gentino, se canta mucho. La memoria popular
guarda coplas deslumbrantes y all, en esos
boliches y patios, sorprend por primera vez la
tonada, la cueca, el canto de nuestra tierra con
toda su influencia hispana, de boca de los peo
nes cantores: braceros, cosechadores, desocu
pados. . . El alma de Quevedo y Garcilaso, el
espritu popular, flotaba en el aire de los pa
tios:
Q u e q u i v o c a c i n ser
la d e l q u e s e p o n g a a c r e e r
q u e a u s e n t e lo han d e q u e r e r
y n u n c a lo han d e o lv id a r .
O esta otra:
M irla c m o s e va
y d ijo q u e m e q u er a
88
si s e h a br o lv id a d o y a
d el a m or qu e m e ten ia .
Martin Fierro.
Sola pasar por un kiosco de revistas que
tambin venda libros, sobre tod o literatura
gauchesca. Me quedaba fascinado mirando la
tapa de uno donde se vea el dibujo de un due
lo con un ttulo en grandes letras que deca:
Martn Fierro - ida y vuelta - Jos Hernn
dez . Un da, mi madre me haba dado 30
centavos para ir al cine, pero y o enfil derechi
to al kiosko y compr ese libro que despus lle
gu a c o n o c e r le memoria y que me sign pa
ra toda la vida. Tena nueve aos, y esos ver
sos entraban en mi conciencia sin violencia al
guna, porque hablaban com o mis mayores, c o
m o nosotros. A s fue com o tom contacto
con la palabra ya escrita. Luego vendra la
ma propia, casi sin darme cuenta y com o ju
gando, por pura diversin.
All por los quince aos com enc a hacer
canciones para la muchachada. Nos juntba
mos a decir versos y a cantar: era nuestra fies
ta, algo tan natural com o respirar. En el traba
jo de la calle haba con ocido a Oscar Matus,
tambin de origen huarpe, y l empez a sil
bar las cosas que y o iba queriendo decir. Poco
a p oco, juntamos el idioma de la msica con
el de la palabra, la torpe palabra an sin de
cantar, pero que por lo menos daba forma a
nuestra necesidad de expresamos.
90
LA CANCION POPULAR:
UN LIBRO EN EL VIENTO
Siempre so que alguien, en algn lugar,
cantara o silbara una cancin ma sin saber el
nombre de su autor. Intu desde el principio,
aunque no con claridad suficiente, cunto sig
nificaba la cancin. As, lo que en un primer
momento fue entretenimiento y juego, luego
enriqueci su sentido: necesitbamos valorizar
todos los rasgos de identidad nacional que nos
hacan sentimos nosotros mismos, que nos da
ban sitio en la tierra. Por eso empezamos por
91
EXPRESION POETICA Y
POESIA PARA LA CANCION
97
COLOFON
la g lo ria e s un
verso r e c o r d a d o .
100
ESPECTACULOS INTEGRALES
EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO
106
Pg.
8
10
12
14
16
18
20
22
26
30
32
34
36
38
40
42
44
46
48
52
La de los humildes.
Zamba de la distancia.
Zamba del riego.
Tierno nogal.
Volver siempre a San Juan.
Canto al abuelo de greda.
Luna de Crdoba.
Cancin para un nio en la calle.
Coplera del prisionero.
Cosa de todos.
Zamba de Chilecito.
Qu decoro doa Clara.
Zamba del nuevo da.
Regreso a la tonada.
Paloma y laurel.
Zamba del laurel.
El viejo luchador.
La Rioja verde.
Milonga para una calle.
Flor de la lea.
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64
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74
76
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Cancin de te ternura.
Balada de marzo.
Cancin de lejos.
Cancin del forastero.
Cancin con todos.
Fuego en Anyman.
Cancin con aire a Mara.
Zamba azul.
Triunfo agrario.
La Pancha Alfaro.
Cancin de simples cosas.
Resurreccin de la alegra.
83
Apndice.