Libro Del Residente Urología
Libro Del Residente Urología
Libro Del Residente Urología
Comité Editorial:
Dr. J. Carballido Rodríguez
Dr. A. Franco de Castro
Dr. L. Gausa Gascón
Dr. J. E. Robles García
Dr. M. Sánchez Chapado
Dr. G. Server Pastor
Dr. A. Zuluaga Gómez
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y
bajo los apercibimientos legales previstos, la reproducción total o
parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, inclu-
yendo ilustraciones, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento
informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra
sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
Diseño y maquetación:
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C/ Julián Camarillo, 29
Edif Diapasón D-2, 1ª Planta
28037 Madrid
El propósito de este libro, "El Libro del Residente de Urología", es ofrecer a los jóvenes urólogos
una visión panorámica de todos los elementos (signos, síntomas, pruebas diagnósticas de laborato-
rio, de imagen; procedimientos terapéuticos tradicionales, aún vigentes, y fundamentalmente actuales,
calidad de vida y un largo etc.) que forman parte y constituyen el maravilloso mundo de la Urología.
Una Urología basada en la investigación, que debe ser aplicada y desarrollada en la clínica. Dirigida, y
así se entiende en la actualidad, a nuestra actividad asistencial diaria. Otro tipo de investigación, muy
en boga en otra época, no tendría razón de ser.
"El Libro del Residente en Urología" se ha escrito con el objetivo de ser un texto completo, y al
mismo tiempo práctico, sobre los trastornos médico-quirúrgicos que pueda ser útil al Residente de
Urología pero que también le pueda servir, en diferentes niveles de consulta, al Médico de Familia.
Los autores han hecho un gran esfuerzo en aportar una información actualizada, que pueda ser de
gran ayuda al residente joven que comienza en una especialidad quirúrgica.
Esta obra debe ser considerada como un "anexo", que recoge una panorámica general de la
Urología, a los conocimientos que día a día cada residente va incorporando a su "arsenal del saber"
y a través de la formación recibida por parte de los urólogos que forman parte de los distintos
Servicios de Urología de la Red Sanitaria. En este proceso de "enseñanza-aprendizaje" es digno de
mención la labor seria, constante, y especialmente silenciosa de cada uno de los Tutores. También
debe ser mencionado el mérito de los Responsables de las distintas Unidades de Urología que han
participado. Afortunadamente, su flexibilidad y generosidad, han hecho posible este maravilloso
Proyecto, " el de enseñar y permitir enseñar al que no sabe".
I
Libro del Residente de Urología
Con este libro, que consideramos referente, se ha intentado elaborar un texto sencillo y didácti-
co. Confiamos que, tras sus consultas, el resultado sea satisfactorio y bienvenido para las siguientes
generaciones de Residentes de Urología. Si así sucede, ésta sería la mayor satisfacción para cada uno
de los autores que han intervenido en la obra.
Deseamos expresar nuestra gratitud a los autores: Jefes de Servicio, Tutores de Residentes
y Residentes, que han colaborado en este libro.
II
El Proyecto titulado "El Libro del Residente en Urología"
se ha podido llevar a cabo gracias a la colaboración de GlaxoSmithKline.
B
Baena González,V., Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga
Ballestero Diego, R., H. U. Marqués de Valdecilla. Santander
Barros Rodríguez, J.M., Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo
Berenguer Sánchez, A., Hospital de Getafe. Madrid
Berián Polo, J.M., Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona
Bielsa Gali, O., UAB. Hospital del Mar. Barcelona
Blanco Carballo, O., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Blanco Parra, M.A., Complejo Hospitalario Universitario. Santiago de Compostela
Bosquet Sanz, M., H. Infantil La Fe.Valencia
Broseta Rico, E., H. U. La Fe.Valencia
Burgués Gasión, J.P., H. U. Son Dureta. Palma de Mallorca
V
Libro del Residente de Urología
C
Cabezalí Barbancho, D., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Cáceres Jiménez, F., Hospital La Paz. Madrid
Campos Hernández, J.P., H. U. Reina Sofía. Córdoba
Campoy Martínez, P., H. U.Virgen del Rocío. Sevilla
Cano Novillo, I., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Carazo Carazo, J.L., H. U. Reina Sofía. Córdoba
Carballido Rodríguez, J., H. U. Puerta de Hierro. Madrid
Castiñeiras Fernández, J., H. U.Virgen Macarena. Sevilla
Castro Díaz, D.M., H. U. de Canarias. La Laguna.Tenerife
Chantada Abal,V., H. Juan Canalejo. La Coruña
Chuan Nuez, P., Hospital Clínico Universitario.Valencia
Cortiñas González, J.R., Hospital Clínico Universitario.Valladolid
Cózar Olmo, J.M., H.Virgen de las Nieves. Granada
D
De Castro Guerín, C., H. Ramón y Cajal. Madrid
De la Morena Gallego, J.M., Fundación H. de Alcorcón. Madrid
De la Peña Barthel, J.J., Hospital La Paz. Madrid
Del Valle González, N., H. U. del Río Hortega.Valladolid
Díaz Alférez, F.J., H. Clínico Universitario. Salamanca
Díaz Naranjo, S., H. Ramón y Cajal. Madrid
Domínguez Freire, F., Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo
Domínguez Hinarejos, C., Urología Infantil. H. U. La Fe.Valencia
Donate Moreno, M.J., Complejo Hospitalario Universitario. Albacete
E
Elizalde Benito, A., H. Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
Escudero Barrilero, A., H. Ramón y Cajal. Madrid
Estornell Moragues, F., H. Infantil La Fe.Valencia
F
Feltes Ochoa, J., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Fernández del Busto, E., H. Clínico Universitario.Valladolid
Fernández Gómez, J.M., H. U. Central de Asturias
Fernández Sánchez, A.J., H.Virgen de las Nieves. Granada
Franco de Castro, A., H. Clínic i Provincial. Barcelona
Fumero Arteaga, S., H. U. de Canarias. La Laguna.Tenerife
VI
Índice de autores
G
Gallego Sánchez, J.A., H. de Galdakao
Gamarra Quintanilla, M., H. de Galdakao
García Galisteo, E., H. Regional Universitario. Carlos Haya. Málaga
García Ibarra, F., H. U. La Fe.Valencia
García Mérida, M., H. U. Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga
García Pérez, M., H. U.Valme. Sevilla
Garmendia Olaizola, G., Hospital Nuestra Señora de Aránzazu. Guipúzcoa
Garrido Abad, P., Servicio de Urología del H. U. La Princesa. Madrid
Gausa Gascón, L., Fundació Puigvert. Barcelona.
Gelabert Mas, A., UAB. H. del Mar. Barcelona
Gimeno Argente,V., H. U. La Fe.Valencia
Giner Santamaría, C., H. General Universitario. Alicante
Gómez Fraile, A., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Gómez Muñoz, J., Fundación Jiménez Díaz. Madrid
Gómez Roig, C., H. Clínico Universitario. Salamanca
González Álvarez, R.C., H. U. Central. Asturias
González Enguita, C., Fundación Jiménez Díaz. Madrid
González García, F.J., H. U. Príncipe de Asturias. Madrid
González Martín, M., H. Juan Canalejo. La Coruña
González Resina, R., H. U.Virgen del Rocío. Sevilla
Gonzalo Rodríguez,V., H. Clínico Universitario.Valladolid
Gutiérrez Baños J.L., H. U. Marqués de Valdecilla. Santander
Gutiérrez González, M.A., H. U.Virgen Macarena, Sevilla
Guzmán Martínez-Valls, P.L., H. General Universitario Morales Meseguer. Murcia
H
Hontoria Briso-Montiano, J.M., H. U. Príncipe de Asturias. Madrid
I
Ibarluzea González, G., H. de Galdakao
J
Jiménez Cruz, J.F., H. U. La Fe.Valencia
Jiménez Pacheco, A., H. U. San Cecilio. Granada
VII
Libro del Residente de Urología
L
Laguna Álvarez, E., H. U. Infanta Cristina, Badajoz
Leiva Galvis, O., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Llorente Abarca, C., Fundación H. de Alcorcón. Madrid
Lobato Encinas, J.J., H. General Universitario. Alicante
López Díaz, M., H. U. Doce de Octubre. Madrid
López López, A.I., H. U.Virgen de la Arrixaca. Murcia
López-Fando Lavalle, L., H. Ramón y Cajal. Madrid
López García, J.A., C. H. Donostia. Universidad del País Vasco. San Sebastián. Guipúzcoa
M
Maluff Torres, A., H. U.Virgen de la Arrixaca. Murcia
March Villalba, J.A., H. Clínico Universitario.Valencia
Martín García, B., H. U. Marqués de Valdecilla. Santander
Martínez Jabaloyas, J.M., H. Clínico Universitario.Valencia
Martínez Torres, J.L., H. U. San Cecilio. Granada
Martínez-Ballesteros, C., H. U. Puerta de Hierro. Madrid
Martínez-Piñeiro, L., Hospital La Paz. Madrid
Martínez-Rodríguez, R., Fundació Puigvert. Barcelona.
Martínez-Sagarra Oceja, J.M., H. U. del Río Hortega.Valladolid
Medina López, R., H. U.Virgen del Rocío. Sevilla
Miguélez Lago, C., H. U. Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga
Miñana López, B., H. General U. Morales Meseguer. Murcia
Morote Robles, J., H. U.Vall d´Hebrón. Universidad Autónoma. Barcelona
O
Ojea Calvo, A., Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo
Oyarzábal Pérez, I., Hospital Nuestra Señora de Aránzazu. Guipúzcoa
Ozonas Moragues, M., H. U. Son Dureta. Palma de Mallorca
P
Padilla Nieva, J., H. de Cruces.Vizcaya
Palacios Ramos, J., H. de Galdakao
Pascual Mateo, C., Hospital de Getafe. Madrid
Pelluch Auladell, A. H. General Universitario. Alicante
Pereira Sanz, I., H. U. La Princesa. Madrid
Pérez Albacete, M., H. U.Virgen de la Arrixaca. Murcia
Pérez Fentes, D.A., Complejo Hospitalario Universitario. Santiago de Compostela
Pérez Romero, N., H. Clínico San Carlos, Universidad Complutense. Madrid
Pérez-Lanzac de Lorca, A., H. U.Virgen Macarena. Sevilla
Pertusa Peña, C., H. de Cruces.Vizcaya
VIII
Índice de autores
R
Rabadán Ruiz, M., Servicio de Urología del H. U. La Princesa. Madrid
Ramírez Zambrana, A., H. U. Infanta Cristina, Badajoz
Recober Montilla, A., H. U. Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga
Regadera Sejas, F.J., H. U. Central de Asturias
Reina Ruiz, C., H. U.Valme. Sevilla
Requena Tapia, M.J., H. U. Reina Sofía. Córdoba
Rey Rey, J., Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo
Rioja Zuazu, J., Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona
Robles García, J.E., Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona
Rodríguez Antolín, A., H. U. Doce de Octubre. Madrid
Rodríguez Hernández, P., H. U. de Canarias. La Laguna.Tenerife
Rodríguez Tardido, A., H. General U. Morales Meseguer. Murcia
Romero Roncel, G., H. U.Valme. Sevilla
Romero Selas, E., H. Juan Canalejo. La Coruña
Ruiz Plazas, X., H. U. Son Dureta. Palma de Mallorca
S
Saladié Roig, J.M., H. Universitari Germans Trias i Pujol. Badalona. Barcelona.
Salinas Sánchez, A.S., Complejo Hospitalario Universitario. Albacete
Salvador Lacambra, C., H. U.Vall d´Hebrón. Universidad Autónoma. Barcelona
Samaniego Torres, A., H. U.Virgen Macarena. Sevilla
Sánchez Chapado, M., H. U. Príncipe de Asturias. Madrid
Sánchez Rodríguez, C., Hospital La Paz. Madrid
Santos Largo, J., H. U. del Río Hortega.Valladolid
Sanz Jaka, J.P., Hospital Nuestra Señora de Aránzazu. Guipúzcoa
Senarriaga Ruiz de la Illa, N., H. Basurto. Bilbao
Server Pastor, G., H. U.Virgen de la Arrixaca. Murcia
Silmi Moyano, A., H. Clínico San Carlos, Universidad Complutense. Madrid
T
Tallada Buñuel, M., H. U.Virgen de las Nieves. Granada
Taracena Lafuente, J.M., H. U. de Canarias. La Laguna.Tenerife
Trilla Herrera, E., H. U.Vall d´Hebrón. Universidad Autónoma de Barcelona
U
Úcar Terrén, A., H. Clínico Universitario. Lozano Blesa. Zaragoza
Unda Urzaiz, M., H. Basurto. Bilbao
Urrutia Avisrror, M., H. Clínico U. de Salamanca
IX
Libro del Residente de Urología
V
Valdivia Uría, J.G., H. Clínico U. Lozano Blesa. Zaragoza
Vallmanya Llena, F.R., UAB. H. del Mar. Barcelona
Vázquez Alonso, F., H. U.Virgen de las Nieves de Granada
Vela Navarrete, R., Fundación Jiménez Díaz. Madrid
Vicens Vicens, A., H. U. Son Dureta. Palma de Mallorca
Villafruela Mateos, A., H. de Cruces.Vizcaya
Villar Núñez, M., Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela
Villavicencio, H., Fundació Puigvert. Barcelona.
Virseda Rodríguez, J., Complejo Hospitalario Universitario. Albacete
Vozmediano Chicharro, R., H. Regional U. Carlos Haya. Málaga
Z
Zubiaur Líbano, C., H. Basurto. Bilbao
Zuluaga Gómez, A., H. U. San Cecilio. Granada
X
capítulo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Hechos trascendentales en la historia de la Urología
Alejandro Maluff Torres, Gerardo Server Pastor y Mariano Pérez Albacete
H. U.Virgen de la Arrixaca. Murcia
sección 1
Semiología Urológica
capítulo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Historia clínica: anamnesis y exploración física
Jorge Rey Rey, José Manuel Barros Rodríguez y Antonio Ojea Calvo
Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo
capítulo 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Diagnóstico de laboratorio en urología
Fernando Vázquez Alonso, José Manuel Cózar Olmo y Miguel Tallada Buñuel
H. U.Virgen de las Nieves. Granada
XI
Libro del Residente de Urología
capítulo 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Técnicas de imagen en Urología
José María Arribas Rodríguez, Enrique Argüelles Arias, y Álvaro Samaniego Torres
H. U.Virgen Macarena. Sevilla
capítulo 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Técnicas endoscópicas
Judith Palacios Ramos, José Antonio Gallego Sánchez,
Mikel Gamarra Quintanilla y Gaspar Ibarluzea González
Hospital de Galdakao
sección II
Grandes síndromes
capítulo 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Hematuria
María José Donate Moreno, Antonio S. Salinas Sánchez,
Julio Virseda Rodríguez
Complejo Hospitalario Universitario de Albacete
capítulo 7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Dolor urológico
Victoria Gonzalo Rodríguez, José Ramón Cortiñas González
y Ernesto Fernández del Busto
Hospital Clínico Universitario de Valladolid
XII
Índice General
capítulo 8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .133
Oliguria y anuria de origen urológico
Sergio Fumero Arteaga, David M. Castro-Díaz,
y Pedro Rodríguez Hernández
H. U. de Canarias. La Laguna.Tenerife
capítulo 9 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145
Retención urinaria
Daniel A. Pérez Fentes, Miguel A. Blanco Parra y Manuel Villar Núñez
Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela
capítulo 10 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .159
Síndrome de escroto agudo
José María Arribas Rodríguez, Alberto Pérez-Lanzac de Lorca
y J. Castiñeiras Fernández
H. U.Virgen Macarena. Sevilla
capítulo 11 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .175
Uropatía obstructiva
Ángel Elizalde Benito, Alberto Úcar Terrén y José Gabriel Valdivia Uría
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza
capítulo 12 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .197
Sepsis urológica
Felip Ruben Vallmanya Llena, Oscar Bielsa Gali y Antoni Gelabert Mas
UAB. Hospital del Mar. Barcelona
XIII
Libro del Residente de Urología
sección III
Malformaciones congénitas
del aparato urogenital
capítulo 13 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
Malformaciones renales
María López Díaz, Andrés Gómez Fraile y Adolfo Aransay Bramtot
H. U. Doce de Octubre. Madrid
capítulo 14 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
Patología quística renal
Carmen Aguilera Tubet y Bernardo Martín García
H. U. Marqués de Valdecilla. Santander
capítulo 15 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Malformaciones pielocaliciales y ureterales
Roberto Carlos González Álvarez, Jesús María Fernández Gómez
y Francisco Javier Regadera Sejas
H. U. Central de Asturias
capítulo 16 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
Megauréter
Antonio Recober Montilla, Carlos Miguélez Lago y Manuel García Mérida
H. U. Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga
XIV
Índice General
capítulo 17 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .281
Reflujo vésico-ureteral primario en la infancia
Antonio Recober Montilla, Carlos Miguélez Lago y Manuel García Mérida
H. U. Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga
capítulo 18 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .303
Malformaciones de la vejiga y del uraco
Manuel Bosquet Sanz, Francisco Estornell Moragues y Fernando García Ibarra
H. U. La Fe.Valencia
capítulo 19 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .325
Malformaciones uretrales
D. Cabezalí Barbancho,Andrés Gómez Fraile e I. Cano Novillo
Sección Urología Pediátrica. H. U. Doce de Octubre. Madrid
capítulo 20 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .353
Anomalías genitales
Raúl Vozmediano Chicharro, Emilio García Galisteo y Víctor Baena González
Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga
sección IV
Traumatismos genitourinarios
capítulo 21 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .369
Traumatismos renales y de la vía urinaria superior
Carlos Salvador Lacambra, Enrique Trilla Herrera y Juan Morote Robles
H. U.Vall d´Hebrón. Universidad Autónoma de Barcelona
XV
Libro del Residente de Urología
capítulo 22 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 383
Traumatismos de vía urinaria inferior
Montserrat Arzoz Fàbregas, Juan Areal Calama y Josep Mª Saladié Roig
H. U. Germans Trias i Pujol. Badalona. Barcelona.
capítulo 23 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 399
Traumatismos de los genitales externos
Carlos Gómez Roig, Francisco J. Díaz Alférez y Manuel Urrutia Avisrror
Hospital Clínico Universitario de Salamanca
sección V
Oncología
capítulo 24 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 415
Tumores renales benignos
Carlos Pascual Mateo, Javier Angulo Cuesta y Antonio Berenguer Sánchez
Hospital de Getafe. Madrid
capítulo 25 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 431
Tumores malignos del parénquima renal
Fco. Javier González García, José Manuel Hontoria Briso-Montiano
y Manuel Sánchez Chapado
H. U. Príncipe de Asturias. Madrid
capítulo 26 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451
Tumores renales en el niño
Vicente Gimeno Argente, Carlos Domínguez Hinarejos y Fernando García Ibarra
Urología Infantil. H. U. La Fe.Valencia
XVI
Índice General
capítulo 27 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .469
Tumores de vía urinaria superior
José Mª Arribas Rodríguez, Manuel A. Gutiérrez González y Jesús Castiñeiras Fernández
H. U.Virgen Macarena. Sevilla
capítulo 28 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .481
Tumores vesicales superficiales
Claudio Martínez-Ballesteros y Joaquín Carballido Rodríguez
H. U. Puerta de Hierro. Madrid
capítulo 29 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .503
Cáncer vesical infiltrante
Felipe Cáceres Jiménez, Carlos Sánchez Rodríguez, Luis Martínez-Piñeiro
y J. Javier de la Peña Barthel
Hospital La Paz. Madrid
capítulo 30 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .521
Derivaciones urinarias
Noelia Del Valle González, Jaime Santos Largo y José Mª Martínez-Sagarra Oceja
H. U. del Río Hortega.Valladolid
capítulo 31 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .541
Cáncer de próstata
Ovidio Blanco Carballo, Javier Feltes Ochoa y Alfredo Rodríguez Antolín
H. U. Doce de Octubre. Madrid
capítulo 32 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .563
Tumores de testículo
Javier Feltes Ochoa, Ovidio Blanco Carballo y Óscar Leiva Galvis
H. U. Doce de Octubre. Madrid
XVII
Libro del Residente de Urología
capítulo 33 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .591
Tumores de pene
Igor Oyarzábal Pérez, Gregorio Garmendia Olaizola y Juan Pablo Sanz Jaka
Hospital Nuestra Señora de Aránzazu. Guipúzcoa
sección VI
Infecciones e inflamaciones
del aparato urinario
capítulo 34 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .611
Infecciones del tracto urinario
Pablo Garrido Abad, Mariano Rabadán Ruiz y Ignacio Pereira Sanz
H. U. La Princesa. Madrid
capítulo 35 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .621
Infecciones urinarias no complicadas
Eduardo Laguna Álvarez, Antonio Ramírez Zambrana y Simón Asuar Aydillo
H. U. Infanta Cristina. Badajoz
capítulo 36 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .637
Infecciones urinarias complicadas
Ainara Villafruela Mateos, J. Padilla Nieva y C. Pertusa Peña
Hospital de Cruces.Vizcaya
capítulo 37 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .649
Infecciones específicas: tuberculosis,VIH y brucelosis
Ana Isabel López López, Gerardo Server Pastor y Mariano Pérez Albacete
H. U.Virgen de la Arrixaca. Murcia
XVIII
Índice General
capítulo 38 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .669
Prostatitis y dolor pelviano en el varón
Vicente Gimeno Argente, Enrique Broseta Rico,
y Juan Fernando Jiménez Cruz
H. U. La Fe.Valencia
capítulo 39 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .685
Infecciones urogenitales y enfermedades de transmisión sexual
Roberto Ballestero Diego, José Luis Gutiérrez Baños y Bernardo Martín García
H. U. Marqués de Valdecilla. Santander
capítulo 40 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .711
Parasitosis urinaria
A. J. Fernández Sánchez, José Manuel Cózar Olmo y Miguel Tallada Buñuel
Hospital Virgen de las Nieves. Granada
capítulo 41 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .725
Cistitis, cistopatías y síndrome uretral
Jesús Gómez Muñoz, Carmen González Enguita y Remigio Vela Navarrete
Fundación Jiménez Díaz. Madrid
sección VII
Litiasis
capítulo 42 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .753
Etiología y fisiopatología de la litiasis
Helena Ascaso Til, Lluís Gausa Gascón y Humberto Villavicencio
Fundació Puigvert. Barcelona
XIX
Libro del Residente de Urología
capítulo 43 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .767
Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico
Antoni Vicens Vicens, Xavier Ruiz Plazas, Juan Pablo Burgués Gasión
y Mariano Ozonas Moragues
H. U. Son Dureta. Palma de Mallorca
capítulo 44 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .783
Tratamiento conservador de la litiasis urinaria
Gema Romero Roncel, Carlos Reina Ruiz y Marceliano García Pérez
H. U.Valme. Sevilla
capítulo 45 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .799
Tratamiento endoscópico de la Litiasis
Lore Agirreazaldegi García, Juan Antonio López García y Juan Pablo Sanz Jaka
Complejo Hospitalario Donostia. Universidad del País Vasco. San Sebastián.
Guipúzcoa.
sección VIII
Andrología
capítulo 46 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .815
Disfunción eréctil
Raquel González Resina, Pedro Campoy Martínez y Rafael Medina López
H. U.Virgen del Rocío. Sevilla
XX
Índice General
capítulo 47 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .833
Enfermedad de La Peyronie
y disfunción eréctil
Claudio Giner Santamaría, Antonio Pelluch Auladell y Juan José Lobato Encinas
Hospital General Universitario. Alicante
capítulo 48 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .857
Patología vascular del testículo y del pene
Nerea Senarriaga Ruiz de la Illa, Carmen Zubiaur Líbano y Miguel Unda Urzaiz
Hospital Basurto. Bilbao
capítulo 49 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .871
Infertilidad masculina
Luis López-Fando Lavalle, Cristina de Castro Guerín, Sara Díaz Naranjo,
Antonio Allona Almagro y Ángel Escudero Barrilero
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
capítulo 50 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .895
Vasectomía y técnicas quirúrgicas de reconstrucción
de la vía seminal
José Antonio March Villalba, José María Martínez Jabaloyas
y Pascual Chuan Nuez
Hospital Clínico Universitario.Valencia
capítulo 51 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .911
Patología intraescrotal benigna
Almudena Rodríguez Tardido, Pablo Luis Guzmán Martínez-Valls
y Bernardino Miñana López
Hospital General Universitario Morales Meseguer. Murcia
XXI
Libro del Residente de Urología
sección IX
Suprarrenal y retroperitoneo
capítulo 52 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .929
Patología de las glándulas suprarrenales
Roberto Martínez-Rodríguez, Lluís Gausa Gascón y Humberto Villavicencio
Fundació Puigvert. Barcelona.
capítulo 53 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .949
Patología del retroperitoneo
Antonio Jiménez Pacheco, José Luís Martínez Torres y Armando Zuluaga Gómez
H. U. San Cecilio. Granada
sección X
Trastornos obstructivos
y funcionales del tracto urinario
capítulo 54 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .971
Hidronefrosis y ureterohidronefrosis orgánica y funcional
Juan Pablo Campos Hernández, José Luis Carazo Carazo
y Ma José Requena Tapia
H. U. Reina Sofía. Córdoba
capítulo 55 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .993
Hiperplasia benigna de próstata
Miguel Ángel Alonso Prieto, Natalia Pérez Romero y Ángel Silmi Moyano
Hospital Clínico San Carlos, Universidad Complutense. Madrid
XXII
Índice General
capítulo 56 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1011
Patología adquirida de la uretra
Manuel Álvarez Ardura, José Manuel de la Morena Gallego
y Carlos Llorente Abarca
Fundación Hospital de Alcorcón. Madrid
capítulo 57 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1029
Trastornos funcionales de la vejiga
Juan Manuel Taracena Lafuente, David Manuel Castro Díaz
y Pedro Rodríguez Hernández
H. U. de Canarias. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife
capítulo 58 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1053
Incontinencia urinaria
A. J. Fernández Sánchez, José Manuel Cozar Olmo y Miguel Tallada Buñuel
Hospital Virgen de las Nieves. Granada
sección XI
Hipertensión vásculo-renal
y trasplante renal
capítulo 59 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1075
Patología renovascular
Ana Agud Piqué, Agustín Franco de Castro y Antonio Alcaraz Asensio
Hospital Clínic i Provincial. Barcelona
XXIII
Libro del Residente de Urología
capítulo 60 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1095
Trasplante renal
Estefanía Romero Selas,Venancio Chantada Abal y Marcelino González Martín
Hospital Juan Canalejo. La Coruña
sección XII
Dermopatías en Urología
capítulo 61 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1119
Dermopatías del aparato genital masculino
Jorge Rey Rey, Fernando Domínguez Freire y Antonio Ojea Calvo
Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo
sección XIII
Nuevas tecnologías
y perspectivas de futuro
capítulo 62 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1143
Nuevas tecnologías y perspectivas de futuro
Jorge Rioja Zuazu, José Enrique Robles García y José María Berián Polo
Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona
XXIV
Coordinador:
Prof. J. Castiñeiras Fernández
Comité Editorial:
Dr. J. Carballido Rodríguez
Dr. A. Franco de Castro
Dr. L. Gausa Gascón
Dr. J. E. Robles García
Dr. M. Sánchez Chapado
Dr. G. Server Pastor
Dr. A. Zuluaga Gómez
capítulo 1
Hechos trascendentales en
la historia de la Urología
Palabras clave: Historia de la Urología. Estenosis de uretra. Litiasis urinaria. Endoscopia uroló-
gica. Laparoscopia urológica. Patología prostática. Cirugía renal.Trasplante renal.
Índice capítulo 1
Hechos trascendentales en
la historia de la Urología
Medicina y Urología antiguas .......................................................................................................................... 7
Estenosis de uretra.................................................................................................................................................... 10
Litiasis urinaria .............................................................................................................................................................. 10
La litotricia ........................................................................................................................................................................ 11
La endoscopia ................................................................................................................................................................. 12
Laparoscopia urológica.......................................................................................................................................... 14
Abordaje quirúrgico de la próstata ........................................................................................................... 14
Cirugía renal .................................................................................................................................................................... 17
Trasplante renal............................................................................................................................................................ 18
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 20
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
capítulo 1
Hechos trascendentales en
la historia de la Urología
Repasamos brevemente la evolución del conoci- En la Medicina hindú se recogen en el texto
miento y del tratamiento de los padecimientos geni- sagrado Ayuveda los escritos de Suçrutas (s. VI a. C.),
tourinarios, destacamos a los personajes que por su extraordinario cirujano inventor de la naringoplastia y
obra descollaron y también aquellos hechos notables primer urólogo del que se tienen noticias, experto en
como la introducción de técnicas de exploración o la práctica de la talla vesical para la extracción de los
quirúrgicas, las innovaciones y los inventos, materias cálculos y también en el tratamiento de las estenosis
que consideramos trascendentales y que, por su rele- de uretra con dilatadores graduados de metal o
vancia, influyeron en el desarrollo de la especialidad, la madera, además de señalar algunas de las causas de la
hicieron progresar y permitieron a lo largo de la his- retención de orina.
toria configurarla y darle entidad propia.
De la Medicina helénica sobresale Hipócrates
de Cos (460-370 a. C.), denominado el “Padre de la
MEDICINA Y UROLOGÍA Medicina” por todo el contenido de su obra. En su
ANTIGUAS Teoría Humoral intenta explicar los mecanismos fisio-
patológicos que conducen a la enfermedad y lleva a
Desde los primeros tiempos en que la especie cabo una “medicina racional”; con su gran sentido
humana fue capaz de comunicarse y de transmitir por de observación nos describe en sus Aforismos, inclui-
medio de signos o de jeroglíficos sus conocimientos, dos en el Corpus Hippocraticum, múltiples afecciones
encontramos descripciones de sus dolencias, entre las urológicas.
que hay urológicas. Así en la antigua Mesopotamia
hallamos tablillas médicas de barro cocido (3000 a. C.) De los médicos romanos citamos a Celso (27
en las que se señalan males de orina y los remedios a. C.-30 d. C.) quien en De re Medica describe cómo
para combatirlos. Los antiguos egipcios realizan ha de efectuarse el sondaje uretral, el tipo de sondas y
varias menciones a los procesos patológicos urinarios la posición del enfermo para el tratamiento de las obs-
especialmente en el papiro de Eberst y en el de trucciones urinarias pero, sobre todo, perfecciona la
Edwin Smith (hacia 1550 a. C.), como la hematuria, talla vesical por vía perineal para extraer los cálculos
el escozor al orinar o la imposibilidad de hacerlo y la de la vejiga; a Claudio Galeno (131-201 d. C.) que,
incontinencia. En todos estos pueblos se desarrolla en sus escritos, recoge todo el saber médico greco-
una medicina de sentido mágico-religioso: la enferme- latino que se tenía y que se difundió a lo largo de toda
dad es provocada por un poder sobrenatural como la Edad Media; a Rufo de Éfeso (98-117 d. C.), por
castigo de alguna divinidad por los pecados cometidos; su obra De vesicae renumque affectibus (Sobre las
la atención médica se encuentra en manos de perso- enfermedades de los riñones y la vejiga), primera
nas con poderes divinos, los sacerdotes, dedicados al monografía sobre Urología, y a Oribasio de
arte de curar, quienes utilizan ofrendas y sacrificios Pérgamo (325-403), quien en su enciclopédica
rituales junto con invocaciones y pócimas mágicas Synopsis expone la obstrucción del cuello vesical (posi-
como terapéutica para la sanación; las heridas o trau- blemente prostática) y el medio de resolverla cuando
mas, entendidas como cosas manuales o de cirugía no se puede sondar a través de una incisión perineal y
que, por lo general, era despreciada por estos altos que recopila también las obras de Hipócrates. Del
cargos, eran tratada por médicos laicos. bizantino Pablo de Engina (s. VII, + 640) encontra-
7
Libro del Residente de Urología
Figura 1. San Lucas observa la orina en una mátula. Figura 2. Cura de la piedra de Gutiérrez de Toledo
(1498).
8
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
orina en una mátula permitía diagnosticar las enfer- mente toda la ciencia conocida sobre la patología litiá-
medades según su aspecto y representa la contribu- sica y el Tratado nuevamente impreso de todas las enfer-
ción urológica del medioevo. La imagen del médico medades de los riñones, vejiga y carnosidades de la verga
que mira la transparencia de la orina en una matraz es y orina (Madrid, 1588) (Figura 3) del alcalaíno Fran-
la representación gráfica de la época (Figura 1). En la cisco Díaz (1527-1590), en el que se reúne todo el
“tábula de las orinas” queda recogido un compendio saber que sobre el aparato urinario y sus afecciones
de los colores que muestra, junto con el de las enfer- se tenía en su tiempo. Es uno de los mejores textos
medades posibles que la producen, acorde con la con- europeos de la época, aceptado como el primer tra-
cepción galénica. tado urológico del mundo y por el que su autor está
considerado internacionalmente como “Padre de la
La cirugía floreció en la escuela de Salerno a lo Urología”.
largo de los siglos XI y XII, y tuvo tal influencia que acu-
dían de todas partes quienes querían aprenderla. El bruselense Andrés Vesalio (1514-1564),
Poco a poco fue desplazada por la creación de las admitido como el restaurador de la Anatomía por su
Universidades de Montpellier, París, Padua, Pavía, De humanis corporis fabrica (Basilea, 1543), con sus
Salamanca, etc.; en la de Bolonia, Mondino de Luzzi disecciones amplió y enseñó a los cirujanos la com-
(1275-1326) escribió el primer libro de Anatomía y posición y distribución de los tejidos y órganos, que
efectúa, aunque totalmente prohibidas por la Iglesia, permitieron comenzar con la transformación de la
las primeras disecciones del cuerpo humano que die- Cirugía. Ambroise Paré (ca. 1510-1590) es la figura
ron impulso a la cirugía y a las operaciones del apara- más representativa de la época. De simple barbero
to urinario. Lanfranco de Milán (ca. 1240-1306),
con su Chirurgia parva (1296), aborda amplias des-
cripciones urológicas y su tratamiento quirúrgico. Figura 3. Tratado de Francisco Díaz (1588).
Henri de Mondeville (1270-ca.1330) escribió una
Cyrugia con ilustraciones anatómicas, las maniobras
para hacer el cateterismo uretral y la litotricia, así
como el uso de la mandrágora como anestésico. El
libro Chirurgia Magna (1343) de Guy de Chauliac
(+1368), considerado el “padre de la cirugía francesa”,
tratado en el que acopia todo el saber quirúrgico de
la época, fue durante siglos el texto más importante
usado en las aulas de cirugía universitarias hasta fina-
les del XVI.
9
Libro del Residente de Urología
llegó a ser el creador de la moderna cirugía, con (ca. 1500-1595) describe la utilización de bujías y son-
repercusión en toda Europa. Rechazó las teorías y la das en la cura de las estenosis, en 1552. Francisco
terapéutica de los clásicos y se dedicó a la observa- Díaz, en su obra, nos indica qué cosa son las carnosi-
ción y a su experiencia. Extraordinario operador, apli- dades de la verga, a las que asigna un origen bleno-
có su preparación anatómica a la técnica quirúrgica, rrágico y pormenoriza su exploración con las tientas
modificó el tratamiento de las heridas por arma de o algalias y su tratamiento con la dilatación progresiva
fuego y en urología solucionó las estenosis de uretra con las candelillas y la destrucción del tejido por
para lo que diseñó una sonda con un cuchillete que, a medio de la corrosión por cáusticos, incluidos en una
su vez, le permitía resolver las retenciones urinarias. ranura lateral de la bujía. En el caso de fibrosis inten-
Fue práctico también en la realización de la talla. sa, en 1576, acude al instrumento cisorio de su inven-
ción, el primer uretrotomo, una sonda metálica de
gran curvatura abierta por sus extremos y por cuyo
ESTENOSIS DE URETRA interior se introduce un mandril de punta cortante
que secciona la fibrosis de delante hacia atrás, diferen-
Una nueva enfermedad es recogida por el sego- te a la de Pareo, de sección postero-anterior. Se inicia
viano Andrés Laguna (1494-1560) en su pequeña con ello la uretrotomía interna como medio de
monografía Methodus cognoscendi extirpandisque excre- resolver el problema.
mentes in vesicae collo carunculas (Roma, 1551). Las
carúnculas o callos de la vía de la orina, son lostérmi-
nos que incluyen todas las causas que provocan la LITIASIS URINARIA
oclusión del conducto y pueden conducir a la reten-
ción. La primera descripción de la estrechez uretral El primer dato urológico de la historia fue el
corresponde al romano Heliodoro (s. I d. C), quien hallazgo de unos cálculos vesicales entre los restos
utiliza bujías de cobre y vacía la vejiga por medio de humanos en una tumba prehistórica de hace 3.000
sondas de papiro. Oribasio soluciona las estenosis años, de ahí que la presencia de litiasis sea una cons-
con plumas de ave recubiertas de pergamino endure- tante en la evolución de la Medicina. Los sumerios del
cido, que deja en uretra durante tres días, al cabo de Antiguo Imperio soplaban a través de un tubo por la
los cuales puede colocar una sonda. En la “casa del uretra para desenclavar los cálculos atrapados en ella
cirujano”, en Pompeya, se han encontrado entre el ins- y en los estudios radiológicos de las momias egipcias
trumental quirúrgico catéteres y sondas de hierro, cur- se ha encontrado litiasis en ocasiones.
vos y delgados para hombre y para mujer. Abulcasis
los describe de plata. En el siglo XV Antonio Guar- La talla vesical fue una de las primeras opera-
neiro, profesor de la Universidad de Pavía, escribió un ciones de la historia usada para la extracción de los
opúsculo sobre la piedra, De calculosa passione, en él cálculos vesicales. Fue efectuada en la Medicina hindú
explicaba el uso de finas bujías de cera o candelas para por Suçrutas y también citada por Avicena y por los
dilatar las angosturas y recurre a un tallo de plata para griegos. La intervención era ejecutada únicamente por
solucionar la obstrucción ocasionada por un cálculo los cirujanos, ya que la actividad manual era desdeña-
atascado en la uretra y rechazarlo de nuevo al interior da por los médicos, como señala Hipócrates en su
vesical. El veronés Johanes Arculano (1419-1484), juramento: no ejecutaré la talla, dejando tal operación a
profesor de las Universidades de Padua y Ferrara entre los que se dediquen a practicarla.
1427 y 1460, señala en el capítulo De dificúltate urinae
de su tratado de Práctica Médica, que el cierre del cue- Fue el romano Celso quien perfeccionó la técni-
llo de la vejiga puede provocar la detención de la orina ca, que dejó descrita con minuciosidad, lo que hizo
y el portugués Amato Lusitano (15011-1561), en que se transmitiera a toda la posterioridad y se man-
su Centurias de curaciones medicinales (Florencia, 1551), tuviera sin variaciones hasta la Edad Media. Llamada
en la séptima, afirma dilatar con candelillas, cuya inven- apparatus minor o sectio celsiana, en España se deno-
ción atribuye a Lorenzo Alderete, catedrático de minó “talla a la castellana” para diferenciarla de la de
Salamanca, las carúnculas. El napolitano Alfonso Ferri apparatus magnus, o de gran aparato, por el gran
10
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
número de instrumentos utilizados, o “talla a la italia- tolitectomía abdominal y coloca al paciente con la
na” desarrollada por Giovannis de Romanis (s. XV) cabeza y el cuerpo inclinados hacia abajo anteponién-
en Cremona, descrita por el italiano Batista Rapallo dose a Trendelenburg. El francés Frère Côme, de
y también conocida como sectio Mariana, en honor de nombre Jean Baseillac (1703-1781), fue famoso por
Marino Santo de Barletta (1488-1565), quien la inventar un instrumento para realizar la litotomía late-
practica y difunde en su libro Libellus aureus de lapide ral y por modificar la talla suprapúbica, que explica en
(Venecia, 1535), el primer tratado completo sobre la Nouvelle méthode d´extraire la pierre de la vessie uri-
cistolitectomía. naire par dessus le pubis (1779), que consistía en intro-
ducir una sonda curva hasta la vejiga por donde pasa-
Los litotomistas o prácticos en la realización ba un trocar cortante para incindirla desde dentro,
de la talla por lo general eran ambulantes y ejercían con lo que se evitaba el peligro de apertura perito-
allí donde se les llamaba; en España fueron famosos neal, con ello el método logró difusión, pero, no obs-
los vallisoletanos Juan Izquierdo y Martín de tante, hasta la introducción de la anestesia constituyó
Castellanos (ca. 1545-1614) a los que les concedió una intervención arriesgada.
el título de licenciados por su habilidad manual en
extraer cálculos y en realizar la herniotomía sin cas-
tración. En Francia destaca el caso de la familia
Collot, barberos originarios de la Champaña. LA LITOTRICIA
Laurent, práctico en la modalidad de “gran aparato”,
fue designado en 1556 “cirujano de la talla” por el rey La dificultad para extraer los grandes cálculos vesi-
de Francia Enrique II; durante tres generaciones guar- cales hizo ver que era preciso fragmentarlos in situ. El
daron celosamente el conocimiento de su arte que griego Amonio (s. III a. C.) fue conocido como el
transmitían entre sí hasta que Francois Collot “litotomo” por inventar un instrumento metálico en
publicó Traité de l´opération de la taille (París, 1727). forma de gancho para triturar la piedra en la vejiga a
Jaques Beaulieu (1651-1714), llamado Frère través de la incisión perineal; Abulcasis, consciente
Jacques, desde 1690 recorrió Francia con una nueva de que ampliar la herida para extirparla completa
técnica, la talla lateralizada o sectio laterales; previo aumentaba el riesgo de muerte, recomienda, por
paso de una sonda curvada por uretra, efectúa una medio de su mashaba revilia, partir la litiasis con cui-
incisión lateral en el periné hasta la vejiga a través de dado para luego poder evacuar los trozos.
la cual introducía un dilatador para facilitar la extrac-
ción del cálculo, con la ventaja de provocar una esca- El peligro de la operación de la talla hizo discurrir
sa hemorragia, aunque posteriores complicaciones que el camino natural para su salida sería a través de
desacreditaron su uso. la uretra, para ello era preciso desmenuzarla, así que
se idearon fórceps con este fin, como el del italiano
En 1561, en su Petit traité de chirugie, Pierre Santorio (1561-1636) que diseñó y utilizó en sí
Franco (1500-1570) describe la primera cistoto- mismo una sonda en 1625, la cual se abría en tres bra-
mía suprapúbica o sectio alta, intervención que zos en el interior de la vejiga para agarrar y romper el
practicó obligado por las circunstancias y que desa- cálculo. Varios autores realizaron modificaciones a las
consejó, por lo que no tuvo repercusión ni se repitió pinzas de Santorio sin mayor éxito. El francés Jean
hasta el siglo XVIII por el inglés John Douglas en Civiale (1796-1867) comenzó sus investigaciones
1719, quien explica cómo se efectúa en Lithotomia sobre el modo de disolver la litiasis con productos
Douglassiana. Su discípulo, el gran cirujano londinense químicos; luego construyó un pesado instrumento en
Willians Cheselden (1688-1752), renovador de la bronce, su trilabe, que más tarde (1823) perfeccionó
cirugía inglesa, la perfeccionó, la ejecutó durante años y llamó lithontripteur.Tras situar un catéter metálico en
y la divulgó en su Treatise on the high operation for the la vejiga pasaba por su interior una pinza con tres
stone (Londres, 1723); su rapidez y habilidad quirúrgi- ramas con las que, una vez abiertos, fijaba el cálculo y
cas, le permitían extraer el cálculo en menos de un por el centro hacía avanzar una barra metálica con
minuto desde la incisión de piel. El francés Françoise una corona de diamante en la punta con la que,
Morand (1697-1773), en 1727, lleva a cabo una cis- mediante una especie de arco de violín, imprimía
11
Libro del Residente de Urología
movimientos giratorios que lograban perforar la pie- valenciano Arnaldo de Vilanova (1238-1311) fue
dra. Una vez deshecha, la sacaba con pinzas (Figura 4). pionero en utilizar un foco luminoso para observar el
Se le denominó litotritor recto, en contraposición al conducto nasal por dentro y Pierre Franco (1500-
litotritor acodado que en 1832 presenta Charles 1570) construyó un espéculo para ver y extraer a tra-
Heurteloup (1793-1864), dotado de dos fuertes vés de la uretra femenina un cálculo.
ramas con dientes en su extremo vesical, entre las
cuales, una vez prendido el cálculo, lo tritura al cerrar- El alemán Philipp Bonzzini (1773-1809) fue el
las, mediante un mecanismo que al principio era de primero que diseñó un aparato alimentado con la luz
martillo y más tarde una rueda giratoria. Llama a la de una bujía situada en el extremo externo y un siste-
operación “litotripsia”. El aparato era muy similar a ma de lentes, espejos y tubos para iluminar el interior de
los modelos actuales de litotritores ópticos. las cavidades del cuerpo humano, “al que llamó caja de
luz” y que, publicado en 1805, fue mal acogido por la
El principal problema que tenía la operación era Academia de Medicina de Viena. Pierre Ségalas
coger los fragmentos litiásicos, Henry Bigelow (1792-1875), en 1826, presenta a la Academia de
(1818-1880), profesor de cirugía de Harvard, descu- Ciencias francesa su especulo uretrocístico que tampo-
bre su extractor, un vasija de vidrio cuyo conducto co despertó interés. Desormeaux (1815-1882),
unido al litotritor por medio de aspiración succiona cirujano del Hospital Necker, muestra en 1853, en la
los restos de piedra partidas y le permite finalizar la Academia de Medicina parisinense, un instrumento
intervención en un solo tiempo. La define como “lito- para el examen de la uretra, con iluminación de la vía
lapaxia” en su libro publicado en 1878, Litotricia en por reflejo de una llama colocada en el exterior del
una sola operación, método que se hizo muy famoso
aparato, al que llama endoscopio, término que queda
por su efectividad.
acuñado, y por medio del cual pudo extraer un pólipo
de la mucosa uretral, la primera operación de endos-
LA ENDOSCOPIA copia urinaria. Más tarde, con un bisturí muy fino y
largo, efectua una uretrotomía. Al inventor se le reco-
La exploración del interior de nuestro organismo noce como “padre de la uretroscopia”. El húngaro
ha sido una antigua meta de la Medicina. Desde los Josef Grünfeld (1840-1910) en 1872 observa desde
tiempos remotos se ha descrito el uso de un el meato el conducto uretral por medio de la refrac-
Speculum para explorar las cavidades abiertas, vagina y ción de la luz sobre un espejo frontal, que concentra
ano, con la finalidad de llegar a un diagnóstico visual. El su haz hacia un espéculo introducido por el orificio.
12
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
Figura 5. Maximilian Nitze (1849-1906) diseñó el los antiguos aparatos, en sustitución de las lentes
primer cistoscopio en 1879. telescópicas); el descubrimiento, en 1966, de las fuen-
tes de luz fría y su transmisión por medio de la fibra
óptica de vidrio flexible por Fourestier y colabora-
dores (presentada en el Congreso de la Sociedad
Internacional de Urología celebrado en Munich, en
1967); el uso de lámparas de alta intensidad lumínica,
de halógenas o de xenón; el perfeccionamiento en el
diseño, junto a su miniaturización o la incorporación
de micro-cámaras de vídeo adaptadas al extremo del
aparato, con las que se obtiene una extraordinaria
calidad visual y además de una gran flexibilidad, han
hecho que se incremente su utilidad.
13
Libro del Residente de Urología
14
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
que llevó a cabo disecciones humanas y quien descri- entre la presencia del adenoma de la próstata, obser-
bió la glándula prostática, a la que dio nombre con el vado en las autopsias, con la patología obstructiva
significado de “lo que está por delante” en referencia miccional. El francés Luis Augusto Mercier (1811-
a la vejiga urinaria; el griego Oribasio (325-403) 1882) utiliza el término de hipertrofia en 1841 y el
aprecia la obstrucción del cuello vesical e indica el gran cirujano inglés Sir Henry Thompson (1820-
modo de resolverla cuando no se puede sondar, 1904) publica en 1886 la primera monografía sobre la
mediante una incisión a través del periné. Galeno glándula, Ensayo sobre la anatomía normal y patológica
señala la presencia de tejido de aspecto esponjoso, de de la próstata. En el curso de operaciones de talla
tamaño variable y que no se encuentra en la mujer, perineal por litiasis era frecuente seccionar porciones
situado en la base de la vejiga, con conductos dirigidos de tejido prostático, de ahí que fuese a través del peri-
hacia la uretra, lo llamó adenosis parastates y lo rela- né el acceso indicado primeramente para su extrac-
cionó con la dificultad de vaciamiento vesical. ción. En la última década del siglo se perfilan dos vías,
la prostatectomía intrauretral ciega, realizada
Ya en el Renacimiento, el veneciano Nicolo por vez primera en 1871 por el norteamericano
Massa (1489-1569) efectúa una completa descrip- G. F. Goodfellow (1855-1910), quien, a través de la
ción anatómica de la próstata (1536) y el segoviano uretra bulbo membranosa, alcanza la próstata para
Andrés Laguna (ca. 1499-1560) indica la existencia enuclearla y no deja drenaje ni sonda, y la extraure-
de las carúnculas que obstruyen la uretra a la salida de tral con visión directa que preconiza un año más
la vejiga e impiden su vaciado (1551). Andrés tarde el vienés Leopoldo von Dittel (1815-1890),
Vesalio (1514-1564) reproduce en su Tabulae anato- para la cual efectúa la disección de los tejidos, separa
micae (1538) la imagen fiel de la próstata y el recto y aborda la próstata por su parte posterior
Ambrosio Paré expone su relación con los conduc- para sacarla, técnica que con variantes se populariza tras
tos eyaculadores y su papel como generadora de la descripción hecha en 1903 por Hugh Hampton
secreción seminal (1564). El danés Kaspar Bartholin Young (1870-1945), en la Universidad John Hopkins,
(1575-1629) fue el anatómico que en 1611 le asignó de Baltimore.
el nombre de “próstata” y fue también el descubridor
de las glándulas vaginales que llevan su apellido. El En las intervenciones quirúrgicas de cistotomía
francés Jean Riolano (1580-1657) relaciona al por litiasis, el hallazgo de tumoraciones redondeadas
tumor prostático con la retención urinaria en su o lóbulo medio prostático que protruyen desde el
Opera anatómica (1649). Sin embargo, el conocimien- cuello vesical llama la atención de los cirujanos, como
to pleno de su repercusión patológica no fue reseña- el francés Jean Amussat (1796-1856), quien en
do hasta el siglo XVII en los estudios necrópsicos lle- 1827 las corta con tijeras y consigue con ello mejorar
vados a cabo por el italiano G. Battista Morgagni la micción del paciente. Numerosos operadores ano-
(1682-1771), que anotó como “excrecencia mórbi- tan situaciones similares y paulatinamente, se va con-
da” la hipertrofia benigna de la próstata en De sedi- cretando la patología prostática con la sintomatología
bus et causis morborum per anatomen indagatis (Sobre que le es propia y se perfila la cirugía de la extirpación
las localizaciones y las causas de las enfermedades, de estos adenómeros. Fueron los pioneros en efec-
investigadas desde el punto de vista anatómico) tuar la prostatectomía parcial suprapúbica el
(Venecia, 1761). El escocés John Hunter (1728- inglés A. Ferguson McGill (1850-1890), en 1867 y
1793), considerado como el precursor del método en Norteamérica W.T. Belfield (1856-1929), profe-
científico en la cirugía, en su Tratado de enfermedades sor de cirugía genitourinaria en San Luis, en 1886.
venéreas de 1788, muestra la hipertrofia del músculo
detrusor y la dilatación del aparato urinario superior Eugene Fuller (1858-1930), en Nueva York,
hallado en enfermos con grandes lóbulos prostáticos realizó sistemáticamente la ablación completa pros-
y puso de relieve también el papel de las hormonas tática transvesical desde 1894; el irlandés Peter
en su desarrollo. J. Freyer (1852-1921) aprendió en 1900 el método
de prostatectomía de Fuller y lo puso rápidamente
Con todo, no es hasta la primera mitad del siglo en práctica en el St. Peter´s Hospital de Londres; al
XIX cuando se comienza a establecer concordancia año siguiente publicó, como técnica personal, unos
15
Libro del Residente de Urología
16
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
la diseminación metastásica es fundamentalmente del vientre lo sean siempre, ni aún las que afectan a los
ósea. En 1938 Guttman descubre el aumento de las riñones, concepto que marca los primeros intentos de
fosfatasas ácidas en los casos de cáncer y en 1979 curaciones mediante cirugía en las afecciones renales,
Wang y colaboradores, en Búfalo, analizan el PSA limitado a la apertura de abscesos o de flemones peri-
como marcador específico del tejido prostático. nefriticos que abultaban la región dorsal y al desbri-
darlos, en ocasiones, podían sacar algún cálculo des-
En 1941, el canadiense Charles Huggins prendido, como el caso descrito por Cardano
demuestra que la neoplasia de la glándula es hormo- Gerolamo (1501-1576), cirujano militar, que halló
no-dependiente y propone la administración de 18 piedras entre el pus que salía del parénquima renal.
estrógenos o la orquiectomía bilateral como trata- Domenico Marchetti (1626-1688), profesor de
miento de la enfermedad, investigación por la que se Anatomía de la Universidad de Padua, fue el primero
le concedió el premio Nobel en 1966. En los años 70 en programar, en 1680, una nefrotomía por litiasis que
se pone de manifiesto la toxicidad cardiovascular de extrajo en dos días.
los estrógenos y se establece el uso de los antiandró-
genos y el bloqueo hormonal para producir una cas- A lo largo del siglo XVIII se discutía sobre la opor-
tración química con el freno de la secreción testicular tunidad de practicar una «talla renal» para eliminar
y suprarrenal. Fue el siguiente logro para su control. estas piedras, del mismo modo que se hacía con las de
la vejiga; se tenían dudas sobre si se podría sobrevivir
La primera prostatectomía por cáncer de próstata con un solo riñón al extirpar el otro, aunque ya se
la llevó a cabo en 1867 el cirujano austriaco Theodor conocía desde el siglo XVI, por las necropsias hechas
Billroth (1829-1894) a través del periné, por donde en por los anatómicos Berenguer de Carpio (1470-
1904, H.Young establece el procedimiento de extrac- 1550), Jean Riolano (1580-1937), Lorenzo Bellini
ción completa. Los doctores Fuller y Freyer la reali- (1634-1704) y otros, la existencia de personas mono-
zan suprapúbica. Millin propone como vía de acceso la rrenas congénitas o con destrucción de uno de ellos.
retropúbica. La operación cayó en desuso debido a su Ante una operación de nefrectomía se temía el peli-
gran morbilidad hasta que fue rehabilitada como pros- gro de una hemorragia incoercible, no obstante en
tatectomía radical curativa por el norteamericano alguna ocasión los cirujanos generales, en el transcur-
Patric Walsh en la década de los ochenta como tra- so de intervenciones abdominales por vía transperi-
tamiento precoz, gracias a las posibilidades diagnóstica toneal y por error, habían extraído algún riñón sin
que ofrece el PSA. El acceso perineal también ha sido consecuencias; también se temía que el parénquima
rescatado por el hispanoamericano Raúl Parra. renal no cicatrizase y dejara una fístula urinaria per-
manente, todo lo cual, unido al riesgo de una infección
al manipular el peritoneo, lo que conllevaba una posi-
bilidad de muerte por complicaciones sépticas, junto
CIRUGÍA RENAL a la ausencia de medios de analgesia, frenaba la prác-
tica de las operaciones intraperitoneales incluidas las
En el Talmud hebreo (s. VI) se indica que los médi- del aparato urinario alto.
cos alejandrinos, 250 años a. C., efectuaban la nefrec-
tomía en animales. Serapion el joven (s. IX) describe En la segunda mitad del siglo XIX se produce el
la nefrotomía por absceso lumbar. Lanfranco de descubrimiento de la anestesia, cuya aplicación cam-
Milán en el tractatus III de su Chirurgia, en 1296, seña- biará radicalmente la cirugía. La primera experiencia se
la que la nefrotomía era realizada por algunos artesa- produjo en 1842, cuando el dentista Willian E.
nos. Las heridas sobre el riñón eran consideradas Clake, en Rochester, extrajo una muela bajo los efec-
como mortales desde los primeros tiempos, opinión tos del éter. Su administración como anestésico en la
que mantenían los cirujanos del Renacimiento; sin cirugía lo fue en octubre de 1846 en el Hospital
embargo los españoles Daza Chacón, cirujano de General de Massachusetts por el cirujano Collins
Cámara de Carlos I y de Felipe II y Andrés Alcázar, Warren (1778-1856), donde causó un gran impacto
primer catedrático de Cirugía de la Universidad de por el excelente resultado obtenido; la noticia se
Salamanca, no piensan que las lesiones penetrantes extendió por todos los países y se comenzó a utilizar.
17
Libro del Residente de Urología
El uso del cloroformo fue iniciado en Edimburgo por conocer el estado anatómico y funcional de la glán-
el ginecólogo J.Y. Simpson (1811-1870) quien expu- dula, la función del contralateral y asegurar que, con la
so su experiencia el 15 de noviembre de 1847 ante la operación, se lograría la curación, por lo que se limi-
Sociedad Médica de la ciudad. El éxito que tuvo dio taban a intervenir aquellos casos en los que se pre-
lugar a una rápida difusión del acontecimiento y a su sentaban riñones dolorosos, por abscesos, tumoracio-
manejo por los principales cirujanos de Occidente; nes palpables o historia clara de litiasis en un lado. La
ante sus ventajas, la anestesia etérea fue desplazada habilidad clínica, la finura de la palpación manual, los
por la clorofórmica. Las complicaciones que la narcosis procedimientos reglados, así como la decisión y rapi-
presentaba hizo que, a principios del siglo XX, se intro- dez de los grandes cirujanos, hicieron que, paulatina-
dujese nuevas drogas junto con el diseño de aparatos mente, se realizase con mayor éxito.
para su administración y con su manipulación se logró
una disminución del riesgo y una escasa morbilidad. La polémica sobre la vía de elección se mantuvo
hasta finales del siglo, en que la mayoría de los ciruja-
Las medidas de asepsia promovidas por el nos aceptaban el acceso intraperitoneal en las grandes
húngaro Ignacio Semmelweis (1818-1865) en su masas tumorales y la vía lumbar en los cuadros infec-
obra Etiología, concepto y profilaxis de la fiebre puerpe- ciosos y de pequeñas neoplasias; fue el berlinés Israel
ral (Viena, 1861), en la que propone el lavado de (1848-1926), quien con su gran autoridad, a principios
manos y del instrumental con una solución clorada; las del siglo XX, recomendó huir de abrir el peritoneo por
normas antisépticas, impulsadas por José Lister el gran riesgo de infección y prolongar lo que fuera
(1827-1912) en Glasgow, tras su experiencia con las preciso la incisión lumbar en las intervenciones por
pulverizaciones de ácido fénico en los quirófanos tumores extensos.
como medio de evitar la infección de la herida ope-
ratoria, unidas a la anestesia y a realización de la Sir Henry Morris (1844-1926), en 1880, extrae
hemostasia de los vasos sanguíneos por medio de liga- un cálculo renal por vía lumbar a través de la pelvis y
duras, hizo cambiar radicalmente la metodología qui- algo después efectuó resecciones en cuña del parén-
rúrgica y se inició el despegue de la gran cirugía, repre- quima renal en casos de tuberculosis. Con ello se ini-
sentado por el acceso a las cavidades internas. cia la cirugía conservadora renal, que ya a lo
largo del siglo XX, con el progreso de la tecnología en
El profesor de cirugía de Heidelberg Gustav los medios diagnósticos, se logra perfilar con precisión
Simons (1824-1876) tuvo el mérito de realizar la las indicaciones quirúrgicas, la mejoras en la narcosis,
primera nefrectomía por vía lumbar subcos- en la esterilización de los instrumentos, en las suturas,
tal. Con objeto de eludir la manipulación intraperito- el uso de guantes, la introducción de los antibióticos y
neal, en 1869 se preparó concienzudamente, estudió
las técnicas operatorias cada vez más depuradas,
en extenso la anatomía de la región en la sala de
hacen que la cirugía renal tenga un dominio quirúrgi-
disección para ver la accesibilidad al riñón sin necesi-
co pleno.
dad de abrir el peritoneo. Efectuó la operación pri-
mero en quince perros y después en cadáveres huma-
nos y una vez consciente de su viabilidad, la llevó a la
práctica en una mujer de 46 años con una fístula ure- TRASPLANTE RENAL
tero-vaginal y uretero-cutánea y que había sido inter-
venida para solucionársela en tres ocasiones previas La sustitución de un órgano dañado por otro ha
sin resultado; anestesiada con cloroformo, la nefrecto- sido uno de los retos más trascendentales de la ciru-
mía transcurrió sin contratiempo y finalizó en 40 gía. Desde finales del siglo XIX algunos cirujanos reali-
minutos. La enferma curó tras sobreponerse de un zaban experimentos con la finalidad de conseguir pro-
postoperatorio de seis meses por complicaciones de longar la actividad de vísceras extirpadas por medio
íleo paralítico, neumonía e infección. de la perfusión sanguínea e intentar lograr, aunque sin
resultado, el intercambio de órganos en animales.
El principal problema para indicar la exéresis renal Mathieu Jaboulay (1860-1913), en Lyon, perfeccio-
consistía en diagnosticar cuál era el riñón enfermo, na la técnica de la sutura vascular, preconizada a
18
1. Hechos trascendentales en la historia de la Urología
mediados de siglo por Payr. Con el siglo XX comien- tos de piel, define las leyes básicas del la inmunología
za la era del trasplante; Emerich Ullman (1861-1937), y el concepto de histocompatibilidad, por lo que le
en marzo de 1902, presenta en la Sociedad Médica de conceden el Premio Nobel de Medicina en 1960.Tras
Viena un perro al que había implantado uno de sus la segunda guerra mundial prosigue la práctica de los
riñones en el cuello y cuyo uréter drenaba orina; pero trasplantes en casos agudos terminales como intento
lo que permitió verdaderamente iniciar los trasplantes desesperado de salvación, sin conseguir una función
fueron los trabajos de Alexis Carrel (1873-1944), prolongada del órgano, pero que permiten paulatina-
quien pone a punto las suturas y las anastomosis vas- mente ampliar los estudios sobre las causas del recha-
culares en 1901 y efectúa otro autotrasplante de zo, analizar de qué modo y por qué ocurre e iniciar
riñón en el cuello de un perro en 1902; resaltó la tratamientos para superarlo.
importancia de evitar la infección y destacó que era
posible conservar en frío los tejidos; experimentó, En 1947, el equipo del cirujano vascular de
además, la preservación de los riñones y realizó otro Boston David Hume (1917-1973) efectúa un tras-
autoimplante en una perra, que sobrevivió 4 años, en plante de cadáver a vivo sin resultado. En París, en
1908; por toda su obra obtuvo el Premio Nobel de 1951, René Küss lleva a cabo el primer trasplante
Medicina en 1912. renal de donante vivo en una mujer de 44 años que
logró vivir más de un mes. El 23 de diciembre de
A lo largo de la primera mitad del siglo XX la 1954, el cirujano Joseph E. Murray, ayudado por J.
práctica del trasplante renal en animales por diversos H. Harrison y el nefrólogo J. P. Merril, realiza el
cirujanos se sucede tanto en Francia como en primer homotrasplante renal con éxito entre dos
Estados Unidos; en los autotrasplantes se logra una hermanos gemelos univitelinos, lo que hizo que no se
normal secreción de orina y la supervivencia del presentase rechazo al tener igual identidad inmuno-
órgano y del can, pero no así en los alotrasplantes y lógica. El injerto tuvo una normal función y una larga
es el problema del rechazo el que constituye el prin- vida, por lo que le otorgaron el premio Nobel de
cipal escollo para obtener una función permanente y Medicina en 1990. A partir de ese momento los tras-
una sobrevida del injerto. La técnica quirúrgica para plantes entre mellizos homocigóticos se suceden con
llevarlo a cabo se llega a dominar y queda perfecta- buena evolución.
mente establecida al final de la época, al igual que el
lugar idóneo para la ubicación del nuevo órgano es la Desde los años 60 se comienza a luchar contra el
fosa ilíaca. rechazo. La observación de que las radiaciones pro-
ducidas por las explosiones atómicas inhibían la res-
El trasplante en humanos lo realiza por primera puesta inmunitaria llevó en primer término a practicar
vez, en abril de 1933, el ucraniano Yu Yu Voronoy la radiación corporal tras el implante como forma de
(1896-1961), en la ciudad de Kiev, quien, tras múltiples evitarlo, pero por las complicaciones que se presenta-
experiencias en perros, coloca un riñón de cadáver en ban, se abandonó. En 1959, se descubre la 6-mercap-
la cara interna del muslo de una paciente intoxicada topurina droga con la cual se logra disminuir la res-
por mercurio, la cual sobrevivió dos días; en su traba- puesta inmunológica en los animales y se consigue una
jo, publicado en español por Emilio de la Peña en El mayor sobrevida del injerto; principia, así, la etapa del
Siglo Médico (1936; 7: 296), apunta ya que las lesiones uso de fármacos para superar estas crisis. Le siguieron
observadas en la glándula renal trasplantada son debi- la azatioprima o imuran, utilizadas junto con los corti-
das a un problema inmunológico. Un paso importan- coides; con ello se obtuvo una función renal más rápi-
te en el tratamiento de los enfermos con insuficiencia da, además de tener una menor reacción inmunológi-
renal aguda lo constituye el desarrollo del primer ca y una mayor supervivencia del órgano trasplantado,
riñón artificial por el holandés Willem Kolff, en con lo que se incrementa el implante de órganos de
1943, aparato que poco a poco se perfecciona y que vivo donados por familiares directos. Estos tratamien-
permite un mayor control en estos pacientes al poder tos llevan al desarrollo de los de cadáver en humanos,
prolongarles la vida. En las mismas fechas el zoólogo que se iniciaron en los años 60, con pobre actividad
inglés Sir Peter Brian Medawar (1915-1987), en inicialmente del riñón implantado, lo que paulatina-
Londres, investiga las causas del rechazo de los injer- mente se consigue prolongar y se obtiene ya que la
19
Libro del Residente de Urología
20
sección I
Semiología Urológica
capítulo 2
INTRODUCCIÓN ANAMNESIS
Cuando el médico residente contacta por prime- Recibir al paciente y síntoma principal
ra vez con su especialidad, lo ignora prácticamente
todo en relación con la misma, el vocabulario para
Recibir con atención al paciente y definir en la his-
describir las lesiones, el modo de interrogar o explo-
toria clínica el síntoma fundamental o el motivo por el
rar al paciente, los síntomas y los signos de las princi-
que el paciente acude a la consulta, es un aspecto
pales afecciones que le rodean. Penetra en un mundo
importante de la Historia Clínica. La pregunta es: ¿cuál
nuevo, desconocido, que le vuelve inseguro, retraído y
es el motivo por el que acude usted a la consulta? Hay
poco útil para el equipo.
que dejar que el paciente explique el problema con
sus propias palabras. Esta primera impresión es la que
En este apartado pretendemos hacer un esquema
de lo que tiene que saber desde el principio el resi- marcará la orientación de las pruebas futuras y llevará
dente de urología en relación con la anamnesis y hacia el diagnóstico correcto y a la eficacia.
exploración física de su especialidad. Esquema, que sin
duda tiene que ir ampliando y modificando a medida Edad, sexo y profesión
que aumenten sus conocimientos y adecuándolo a los
avances científicos. Antiguamente, los datos obtenidos La edad, sexo y profesión son datos a tener en
por la anamnesis y la exploración física eran más rele- cuenta en la historia clínica urológica(1). Una misma pato-
vantes de lo que son ahora. La tecnología actual es tan logía puede relacionarse con distintas afectaciones
abundante, cómoda, económica, poco invasiva, sensi- según la edad. Una patología infecciosa repetitiva en un
ble y específica, que dejó obsoletos muchos de los niño orienta generalmente hacia malformaciones con-
datos que se obtenían a través de la anamnesis y la génitas del tracto urinario, mientas que en un adulto de
exploración física. más de 50 años orienta hacia enfermedades adquiridas.
Una sintomatología de tipo obstructivo es característica
Para delimitar el campo del capítulo, partimos de del varón de más de 50 años, mientras que la patología
la definición que la Comisión Nacional hace de la relacionada con pérdida de orina es más frecuente en
especialidad. La Urología es la especialidad que se la mujer. En cuanto a la profesión, son clásicos los ejem-
ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las plos de cáncer escrotal en relación con deshollinadores
afecciones médicas y quirúrgicas del aparato urinario o el cáncer vesical en personas que trabajan en la indus-
y retroperitoneo, en ambos sexos, y del aparato tria de los colorantes, que emplean anilinas y derivados.
genital masculino, sin límite de edad. Por lo tanto, el
contenido de la anamnesis y la exploración es Antecedentes familiares y personales
amplio, heterogéneo y requiere un bagaje importan-
te de conocimientos en medicina, para programar Los antecedentes familiares y personales también
con eficiencia las exploraciones complementarias son importantes en la historia clínica. La poliquistosis
posteriores. renal, esclerosis tuberosa, acidosis tubulorrenal,
enfermedad de Von-Hippel-Lindau son enfermedades macos que producen alteraciones urológicas o con-
hereditarias. Un porcentaje de cánceres de próstata dicionan la actividad quirúrgica sobre el aparato uri-
tienen componente hereditario(2). Por otra parte, nario (Tabla 1).
también hay una serie de enfermedades que se rela-
cionan con alteraciones urológicas: pacientes con dia-
betes mellitus, HTA, o pacientes con patología neu-
rológica. El conocimiento de cirugías previas también SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA
es de utilidad a la hora de programar o abordar una
cirugía urológica. El interrogatorio para obtener una Los motivos por los que los pacientes acuden con
lista de los medicamentos que está tomando el mayor frecuencia actualmente al urólogo están rela-
paciente es importante, ya que hay una serie de fár- cionados con el color de la orina, con sintomatología
dolorosa, con síntomas del tracto urinario inferior, con Figura 1. El paciente presenta una alteración en el
trastornos de la erección, con trastornos de la eyacu- color de la orina. La orina era de color blanco
lación o simplemente para evaluaciones de PSA solici- lechoso por la presencia de linfa en la orina. Con el
tadas por el médico de atención primaria en pacientes cateterismo ureteral de los dos riñones, se demostró
asintomáticos o para diagnóstico precoz de cáncer. que la quiluria proviene del riñón izquierdo. La orina
del riñón derecho es normal.
Alteraciones del color de la orina
Las alteraciones más frecuentes del color de la orina
son: 1) Hematuria. 2) Piuria. 3) Quiluria. 4) Fecaluria.
como un cuadro de dolor más o menos agudo en ciones uretrales o debilidad contráctil del detrusor.
fosa renal que irradia a flanco y región genital, y aso- Micciones interrumpidas o en dos tiempos son
cia de sintomatología miccional y síntomas vegetati- dos micciones seguidas aparentemente normales.
vos, con náuseas y vómitos. La intensidad del dolor, Goteo postmiccional es el escape terminal de
cuando se debe a una obstrucción, está más relacio- gotas de orina una vez finalizada la micción que se
nada con la rapidez con la que se instaura la obstruc- debe a una pequeña cantidad de orina residual en
ción que con el grado de distensión. la uretra que normalmente debería de ser expri-
mida de forma retrógrada hacia la vejiga al final de
Sintomatología del tracto urinario la micción(4). Retención urinaria es la incapacidad
inferior de emitir por la uretra toda o parte de la orina
contenida en la vejiga. La retención urinaria se cla-
Los síntomas del tracto urinario inferior se mani- sifica en aguda, cuando cursa con dolor, y disten-
fiestan como: 1) Síntomas irritativos. 2) Síntomas obs- sión, o crónica, cuando los síntomas son más lar-
tructivos. 3) Síntomas relacionados con la incontinen- vados y cursa hacia la insuficiencia renal.
cia de orina. Actualmente, el IPSS no es una forma
genérica de evaluación de síntomas del tracto urina- 3) La incontinencia de orina se define como la pér-
rio inferior, por ejemplo no es aplicable a mujeres, sólo dida involuntaria e incontrolada de orina por la
se aplica a varones para evaluar obstrucciones del uretra. Cuando se relaciona con imperiosidad o
tracto urinario. urgencia miccional se denomina incontinencia de
urgencia. En la mujer, suele relacionarse con los
1) Los síntomas irritativos más frecuentes son: pola- esfuerzos y se denomina incontinencia de orina
quiuria, disuria, micción imperiosa y tenesmo. La de esfuerzo. En el varón adulto, generalmente se
polaquiuria es uno de los síntomas urológicos más asocia con el goteo postmiccional o con pérdidas
frecuentes. En un adulto normal la vejiga se dis- incontroladas durante el sueño como consecuen-
tiende hasta una capacidad de 250 a 300 cc y se cia de una retención crónica. En el niño, se mani-
produce una micción cada 3 ó 4 horas a lo largo fiesta durante el sueño y se denomina enuresis.
del día. Se denomina polaquiuria a las micciones
frecuentes y de poca capacidad. Si la polaquiuria Trastornos de la erección
se presenta por el día, se denomina polaquiuria
diurna y si se presenta por la noche polaquiuria Hay trastornos por defecto o disfunción eréctil y
nocturna. La disuria es la dificultad para iniciar la por exceso o priapismo. La disfunción eréctil se ha
micción (síntoma obstructivo), que puede presen- definido como la incapacidad persistente y/o recu-
tar diferentes intensidades y relacionarse con el rrente para conseguir y/o mantener una erección ade-
inicio, con el final o con toda la micción. Micción cuada que permita una relación sexual satisfactoria.
imperiosa es la micción apremiante por deseo Para orientar las pruebas diagnósticas hay que tener
urgente de orinar que no puede detenerse. en cuenta factores psicológicos, neurológicos, hormo-
Tenesmo es la sensación de ganas de orinar des- nales, vasculares, y hábitos tóxicos e ingesta de medi-
pués de haber vaciado la vejiga, con poca o nin- camentos. El priapismo es una erección prolongada,
guna orina en la vejiga. dolorosa y sin deseo sexual.
Tabla 2. IPSS (International Prostate Symptom Score), Q.L.Q. (Quality of life questions). Sistema internacional
de valoración de los síntomas y calidad de vida producida por los síntomas urinarios.
2. Polaquiuria
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha tenido que orinar de 0 1 2 3 4 5
nuevo menos de dos horas después
de hacerlo o justo al haber acabado?
3. Intermitencia
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha interrumpido 0 1 2 3 4 5
y reanudado el chorro mientras
orinaba?
4. Urgencia miccional
En el último mes, ¿con qué frecuencia 0 1 2 3 4 5
ha tenido dificultad para retrasar o
aguantar las ganas de orinar?
5. Chorro débil
En el último mes, ¿con qué 0 1 2 3 4 5
frecuencia tuvo un chorro con
menos fuerza de lo habitual?
6. Esfuerzo
En el último mes, ¿con qué 0 1 2 3 4 5
frecuencia ha tenido que esforzarse
o apretar para comenzar a orinar?
7. Nicturia
En el último mes, ¿cuántas veces ha
tenido que levantarse para orinar 0 1 2 3 4 5
desde que se acuesta hasta que se
levanta por la mañana?
Entre
Encan- Agra- Acep- Incapaci- Terriblemente
aceptable e
tado dable table tante mal
incapacitante
yaculación es la falta de eyaculación durante el coito. fosa lumbar y flanco, la exploración de la vejiga, la
La eyaculación retrógrada es la eyaculación interna exploración de los genitales externos y el examen de
hacia la vejiga que se produce en personas con altera- la próstata.
ciones en el esfínter interno de la uretra, como conse-
cuencia de intervenciones quirúrgicas sobre la prósta- Observación general del paciente
ta o tratamiento con medicaciones anti α-adrenérgica.
Hemospermia es la presencia de sangre en el semen. Simplemente la observación del rostro del pacien-
te puede ya revelar importantes datos al médico. Una
PSA y pacientes asintomáticos facies pálida y angustiada, en un paciente inquieto es
típica del dolor vegetativo como el del cólico nefrítico.
La evaluación de análisis de PSA solicitados por el La cara de luna llena sugiere un síndrome de Cushing.
médico de atención primaria o el diagnóstico precoz También debe de inspeccionarse la piel, buscando
del cáncer de próstata son actualmente los motivos manchas cutáneas pigmentadas, adenomas sebáceos o
más frecuentes de consulta urológica. Como norma neurofibromas subcutáneos que hacen pensar en faco-
general, los datos que tiene que manejar el residente en matosis o síndromes neurocutáneos, como la enfer-
este sentido son los siguientes: 1) El punto de corte del medad de Von Recklinghausen,Von Hippel-Lindau o la
PSA es de 4 ng/ml en la población normal y de 3 ng/ml esclerosis tuberosa, que se relacionan con alteraciones
en personas con antecedentes familiares de cáncer de vasculorrenales, tumores de riñón y de otras glándulas
próstata. 2) Para la detección precoz del cáncer de endocrinas. La piel rugosa, seca, sin elasticidad y de
próstata en la población normal se solicita el PSA a par-
tir de los 50 años y a partir de los 40 años en perso- Figura 2. Neonato con el aíndrome del ”abdomen
nas con antecedentes familiares de cáncer de próstata. en pasa de ciruela”.
3) El PSA tiene una sensibilidad del 80% y una especifi-
cidad del 50% para el diagnóstico de cáncer de prósta-
ta. 4) La densidad del PSA (PSAD) es el resultado de
dividir la cifra de PSA en sangre por el peso de la prós-
tata expresado en gramos y aumenta la especificidad
del PSA. Pacientes con cifras de PSAD > 0,15 tienen
más posibilidades de cáncer de próstata y con PSAD <
0,15 menos posibilidades de cáncer de próstata .5) La
velocidad del PSA (PSAV) indica la velocidad con la que
se va elevando la cifra de PSA al año. Para que pueda
ser valorable ha de estimarse con un mínimo de 3 de-
terminaciones de PSA y un tiempo de seguimiento
mínimo de 18 meses. Cifras de PSAV > 0,75 ng/ml al
año son más sugestivas de cáncer de próstata y PSAV
< 0,75 ng/ml menos sugestivas. 6) La Relación PSA
libre/PSA total (PSAL/PSAT) también aumenta la espe-
cificidad del PSA para sospechar cáncer de próstata.
A medida que va descendiendo la relación de
PSAL/PSAT desde el 18% se van incrementando las posi-
bilidades del PSA para sospechar cáncer de próstata.
EXPLORACIÓN FÍSICA
La exploración física urológica comprende la
observación general del paciente, la exploración de la
color cobrizo es típica de la insuficiencia renal. Las 1) Fosa lumbar y flanco normales a la palpación. Este
estrías cutáneas de color rojo vinoso en el abdomen y hecho no excluye la posibilidad de una patología
el cuello de búfalo sugieren una hiperfunción de la renal importante.
glándula suprarrenal. La ginecomastia puede ser secun-
daria a un tumor adrenal o a un tumor de testículo. La 2) Fosa lumbar o flanco dolorosos a la palpación, sin
distribución anómala del vello pubiano en el varón, con tumoraciones palpables. El dolor a la presión con
una distribución feminoide o escasa, apuntan hacia la maniobra de Guyón es muy sugestivo de pato-
algún tipo de disgenesia o endocrinopatía. El edema en logía renal, siempre que la maniobra se practique
extremidades inferiores, principalmente si es unilateral, correctamente, con suavidad y sin percusiones
es sugestivo de obstrucción linfática por un carcinoma violentas. Existen patologías no urológicas que
genitourinario. En los neonatos con el síndrome del pueden producir dolor en la fosa lumbar derecha,
“abdomen en pasa de ciruela”, a la simple inspección con las que hay que contar a la hora de valorar
del abdomen ya aparecen los signos característicos, este dato clínico, como son las apendicitis retro-
por ausencia o hipoplasia de la musculatura abdominal. cecales o ciertas afecciones de la vesícula, duode-
La pared abdominal es delgada y laxa, debido a la esca- no y cabeza de páncreas. El aparato genitourina-
sez de tejido subcutáneo tiende a arrugarse en forma rio no tiene situado ningún órgano dentro de la
similar a una pasa de ciruela. A medida que van cre- cavidad abdominal y esto es muy importante a la
ciendo, van desapareciendo las arrugas y el abdomen hora de orientar los diagnósticos diferenciales. Un
tiende a tomar un aspecto globuloso o en forma dolor lumbar o en flanco renal que se asocie con
“obús”. (Figura 2). reacción peritoneal no tiene origen urológico
hasta que no se demuestre lo contrario con otras
Exploración de la fosa lumbar y flanco pruebas complementarias.
El procedimiento de elección en la exploración Otros puntos hacia los que el riñón puede pro-
física del riñón es la palpación bimanual según la vocar o irradiar dolor son los siguientes: a) Punto
maniobra de Guyón, que se ejecuta de la siguiente costovertebral de Legueu, situado en la unión de
forma: paciente acostado en decúbito supino, con las la última costilla y la columna vertebral. b) Punto
piernas semiflexionadas; explorador situado a la dere- subcostal de Surraco, situado en el cruce del
cha del paciente, con la palma de una mano en la borde externo del dorsal ancho con el 11.º espa-
región lumbar, con la yema de los dedos sobre el ángu- cio intercostal. c) Punto piélico, situado en el borde
lo costo lumbar a la altura de la última costilla, que externo del recto del abdomen justo por debajo
empuja la celda renal hacia adelante. La otra mano está de la última costilla. d) Punto suprailíaco lateral,
colocada sobre la pared abdominal anterior, a la altura situado encima de la porción media de la cresta ilí-
del reborde costal, deprimiendo la pared abdominal. El aca. e) Punto supraintraespinoso de Pasteau, situa-
explorador invita a inspirar profundamente al paciente do por encima y por dentro de la espina ilíaca
y, aprovechando la relajación del comienzo de una anterosuperior. f) Punto inguinal, situado a nivel del
espiración, intenta atrapar al riñón entre ambas manos. orificio externo del conducto inguinal.
Se interpreta que la celda renal y el flanco lumbar son
normales a la exploración física cuando no se palpan 3) Fosa renal o flanco en los que se palpa una masa.
los riñones, ni tumoraciones a ese nivel, y no se pro- Podemos imaginar aquí distintas posibilidades diag-
duce dolor a la presión. Solamente se admite la posi- nósticas: a) Fosa renal o flanco en los que se palpa
bilidad de palpar riñones normales, en lactantes y niños una masa que impresiona como un riñón de carac-
menores de 3 años. terísticas físicas normales, en cuanto a la superficie,
consistencia y sensibilidad. Esta situación permite
Las situaciones más frecuentes con las que el pensar en tres posibilidades diagnósticas: ptosis
médico residente se puede encontrar durante la renal, ectopia renal y traslación o desplazamiento
exploración física del área renal son las siguientes: renal por una tumoración situada cranealmente al
1) Fosa lumbar y flanco normal. 2) Fosa lumbar y riñón. b) Tumoración, no dolorosa, que se mueve
flanco dolorosas. 3) Fosa lumbar y flanco con tumor. con los movimientos respiratorios y tiene peloteo
lumbar positivo, es decir, que viene al contacto y área, con dolor intenso a la palpación y dificultad para
choca con la mano situada en la parte anterior andar. En el caso de los tumores de Uraco y paravesi-
cuando es empujada con la mano que se sitúa por cales, el diagnóstico diferencial con el globo vesical se
detrás. Estos datos pueden sugerir la posibilidad de puede hacer fácilmente con un simple cateterismo, que
un quiste renal, tumor maligno localizado, hidrone- lo haría desaparecer si fuera una retención urinaria.
frosis o riñón multiquístico. Si la alteración explo-
ratoria es bilateral hay que pensar en una poliquis- En la mujer, es muy fácil explorar la vejiga a través
tosis renal. c) Tumoración fija y no dolorosa, sugie- de la vagina, fundamentalmente en relación con la
re el diagnóstico de un tumor renal avanzado o un incontinencia de orina. Los principales objetivos de la
tumor del retroperitoneo. Si a los signos anterio- exploración vesical por esa vía son: a) Confirmar la
res se añade fiebre y dolor hay que pensar en incontinencia de orina y su relación con el esfuerzo. Si
algún problema infeccioso, como por ejemplo pio- al toser la paciente hay pérdida de orina, se confirma
nefrosis, pielonefritis xantogranulomatosa, ántrax la incontinencia. Si no se observa pérdida en decúbi-
renal y abscesos per o paranefríticos. Si la tumora- to, se repite la maniobra, con la mujer adoptando una
ción se asocia a shock y anemia podemos estar posición de semisentada, con una inclinación de 45º.
ante un síndrome de Wünderlich. Una tumoración b) Diagnosticar, si es posible, el tipo de incontinencia,
pulsátil en flanco izquierdo hará pensar en un mediante el test de Boney o Marshal-Marchetti, que
aneurisma de aorta abdominal. consiste en introducir en la vagina los dedos 2.º y 3.º,
separados en forma de V, con la palma de la mano
Exploración de la vejiga hacia arriba y elevar la cúpula vaginal. Si desaparece la
incontinencia de esfuerzo durante la maniobra, el test
La cavidad vesical solo puede ser vista y palpada es positivo y es patognomónico de una verdadera
cuando en su interior se encuentran acumulados al incontinencia de esfuerzo. c) Descubrir la presencia de
menos 500 cc de orina. La palpación simple de la veji- patología asociada: colpocistocele, rectocele, divertícu-
ga se lleva a cabo con las dos manos colocadas sobre los uretrales, estenosis de meato uretral o tumores
ambas fosas ilíacas y moviéndose hacia la línea media uretrales y parauretrales.
para intentar palpar los bordes. La vejiga en retención,
también denominada globo vesical, se presenta como En la exploración física de la vejiga merece especial
una tumoración suprapúbica, bien delimitada en su mención la palpación bimanual para clasificar a los tumo-
borde superior, dolorosa si es una retención aguda o res de vejiga, ya que sigue manteniéndose como uno de
indolora si el paciente es un retencionista crónico. La los criterios mínimos admitidos por la UICC en la clasi-
palpación del globo vesical casi siempre despierta el ficación TNM. La palpación bimanual debe efectuarse
deseo miccional. Existen algunas situaciones que pue- bajo anestesia, inmediatamente antes y después de la
den ser problemáticas a la hora del diagnóstico dife- resección transuretral del tumor, con la vejiga vacía y el
rencial, las colecciones de orina en el espacio de Retzius paciente en posición ginecológica. Se introduce el dedo
por extravasación en las roturas extraperitoneales de la índice en el recto y con la yema de los dedos de la otra
vejiga o los hematomas por traumatismos. En estos mano se presiona el hipogastrio, intentando desplazar la
casos la palpación del globo es difusa y difícil de delimi- vejiga hacia atrás. Es un criterio de clasificación muy poco
tar.También es posible que ambos procesos coexistan, fiable, porque no todos los tumores se sitúan en un lugar
ya que no es infrecuente que en los traumatismos con fácilmente accesible a la palpación y está sujeta a la obje-
fractura de las ramas isquiopubianas se produzca una tividad del explorador. En teoría nos podemos encon-
sección de la uretra posterior con la consiguiente trar con las siguientes situaciones: a) Pared vesical blan-
retención urinaria. Otras situaciones que obligan a da antes y después de la resección transuretral, indica
hacer el diagnóstico diferencial con un globo vesical son tumor superficial TIS,Ta,T1. b) Pared vesical con nódulo
los procesos inflamatorios o tumorales del hipogastrio. duro y móvil que desaparece después de la resección
La osteítis del pubis es un proceso inflamatorio de la transuretral, tumor T2. c) Pared vesical con nódulo duro
sínfisis del pubis, en relación con la cirugía de la prósta- y móvil que no desaparece después de la resección
ta y de la vejiga cuando se abordan por vía hipogástri- transuretral, tumor T3. d) Pared vesical fija y adherida a
ca, y se manifiesta como una tumoración difusa en el la pelvis u órganos vecinos, tumor T4.
cuanto a que todos los esbozos embrionarios han cum- En la exploración física de los genitales externos,
plido todas las etapas del desarrollo, pero los elementos las situaciones más frecuentes con las que el médico
eréctiles son extremadamente pequeños. c) Pene ocul- residente se puede encontrar son: 1) Escroto agudo.
to. Simula un pene hipoplásico pero en este caso los ele- 2) Escroto crónico.
mentos eréctiles que configuran el pene están desarro-
llados de forma normal. Hay que hacer presión con los 1) Escroto agudo. Alteración en el escroto y su con-
dedos pulgar e índice de las dos manos sobre la grasa tenido que aparece de forma aguda. En esta situa-
del pubis y bolsa escrotal para poner en evidencia su ción es fundamental distinguir entre el escroto
verdadero tamaño. d) Pene doble o bífido. e) Pene tor- agudo del niño o adolescente y el escroto agudo
sionado. Se caracteriza por una configuración en espiral, del adulto. En el escroto agudo del niño o adoles-
variable, que puede alcanzar los 180º. f) Pene curvo con cente, el diagnóstico que se plantea de entrada es
meato normal, que puede ser secundario a frenillo la torsión del testículo. Se inicia con un dolor brus-
corto, sínfisis de la piel penoescrotal, o uretra hipoplási- co en el testículo, que los padres o el niño atribu-
ca. g) Megalouretra, escafoidea o fusiforme. h) Meato yen con frecuencia a un golpe mientras jugaba o
hipospádico (5). Puede estar situado en cualquier punto hacía deporte. A la exploración física el testículo
de la cara ventral del pene y periné, clasificándose por está ascendido en relación con el contralateral, y
su localización en hipospadias balánico, peneano, peno- aumentado de tamaño. Se pierden las relaciones
escrotal, escrotal o perineal. i) Meato epispádico. Puede anatómicas normales entre testículo y epidídimo,
estar situado en cualquier parte de la cara dorsal del palpándose este último en situación anterior o
pene, clasificándose según su localización en epispadias con la cabeza en el polo inferior. Si la torsión es
balánicos-glandulares, peneanos y penopubianos. extravaginal, se palpa una tumoración supratesti-
cular en el cordón espermático correspondiente
Exploración del escroto al anillo de torsión, de consistencia tensa, límites
claros, y dolorosa. Al elevar el escroto y el testícu-
La exploración física de los genitales externos se lo con la mano no se alivia el dolor, a este dato se
continúa con la inspección y palpación de la piel del denomina signo de Prehn. A medida que el cua-
escroto, de los testículos, del epidídimo y del cordón dro evoluciona, el componente inflamatorio va
espermático. Se describen las características del escro- predominando sobre el resto de los síntomas y
to, tamaño, color, presencia de componente inflamato- signos. Es una situación que requiere una explora-
rio, crepitaciones, dermatitis o tumoraciones cutáneas ción quirúrgica rápida, sin perder demasiado tiem-
superficiales. También se comprueba si la piel está po en diagnósticos diferenciales. Se dice que des-
adherida a los testículos o si se encuentra libre de pués de una torsión completa, a las 6 primeras
adherencias. Los testículos se palpan con suavidad, horas de evolución se pierde la función exocrina
cogiéndolos entre el pulgar y los dedos índice y medio, del testículo y a las 10 horas la función endocrina
evaluando su tamaño, consistencia y movilidad. Los tes- y la estética por atrofia testicular subsiguiente. En
tículos normales presentan una consistencia firme, casi la práctica, esto no siempre es así, y se pueden
dura, y se movilizan libremente. Se continúa la explo- encontrar testículos con 48 horas o más de evo-
ración, cogiendo el epidídimo entre los dedos pulgar e lución que adquieren una coloración normal des-
índice, siguiendo todo su trayecto desde la cabeza a la pués del tratamiento quirúrgico, bien porque la
cola. El epidídimo normal es blando, sin nódulos, con la torsión haya sido incompleta o intermitente. La
cabeza de mayor calibre que la cola y está situado en exploración quirúrgica siempre está indicada.
la parte posterior del testículo.A continuación se palpa Otro cuadro de origen vascular en pacientes jóve-
el cordón espermático entre los dos dedos y se explo- nes es el que aparece después de la necrosis de
ra el conducto deferente y el plexo venoso, para la hidátide de Morgagni. Si el cuadro es reciente,
detectar la presencia de nódulos o tumoraciones. La se palpa un nódulo doloroso, situado en el polo
exploración física se completa con una maniobra de superior del testículo, por delante de la cabeza del
Valsalva, para descartar la presencia de un varicocele. epidídimo. Si se hace contactar la tumoración con
En caso de diagnosticar tumoraciones intraescrotales la piel, al presionar el testículo con la mano, se
es recomendable la transiluminación de las mismas. puede ver por transparencia el color violáceo de
la hidátide necrosada. En situaciones más evolu- ta como tumoración escrotal de tamaño varia-
cionadas el componente inflamatorio es tan ble, no dolorosa, con planos cutáneos sin adhe-
importante que impide hacer el diagnóstico por la rencias. No se consigue palpar el testículo ni el
exploración física. En el escroto agudo del adulto deferente. La transiluminación es positiva. c.2)
el primer diagnóstico que se plantea es el de un Espermatocele o quiste epididimario que se pre-
proceso infeccioso. A la inspección el hemiescro- senta como una tumoración que se sitúa en el
to afectado se encuentra aumentado de volumen, polo superior del testículo y no es dolorosa. El
con la piel inflamada que puede estar adherida al testículo aparece de características normales a la
testículo. La palpación muestra un testículo aumen- exploración física. La transiluminación es positiva.
tado de tamaño, tenso y doloroso. El epidídimo Una masa sólida que no permita la transilumina-
también está aumentado de tamaño, con el surco ción probablemente represente un tumor adeno-
que hace la separación entre el testículo y el epi- matoide. c.3) Tumor testicular maligno. El testículo
dídimo semiborrado. El cordón espermático está está aumentado de tamaño, la piel del escroto
engrosado y rígido, al igual que el deferente, y son presenta un aspecto normal. La superficie del tes-
dolorosos. Excepcionalmente puede observarse tículo es irregular y dura. La transiluminación es
un tumor de testículo con una forma de presen- negativa. c.4) Varicocele. La tumoración asienta en
tación clínica de escroto agudo. Si han pasado el cordón espermático como una masa informe
varios días desde el comienzo del cuadro, el testí- de consistencia blanda, indolora al tacto, que tien-
culo afectado se transforma en una masa inflama- de a desaparecer en decúbito e incrementar con
toria heterogénea, dolorosa, que puede presentar la maniobra de Valsalva. d) Escroto vacío. Está en
alguna zona de fluctuación, que indica la presencia relación con agenesia de testículo, criptorquidia,
de un absceso. Si la piel del escroto está necrosa- ectopia, hipoplasia o atrofia secundaria.
da y crepita a la palpación, con afectación del peri-
né, pene, hipogastrio o flancos, el cuadro es típico Exploración de la próstata
de gangrena de Fournier.
El tacto rectal es el acto más importante y espe-
2) Patología crónica del escroto. Alteración en el cífico en la exploración física del aparato urinario.
escroto y su contenido que aparece de forma Para su ejecución, habitualmente se sitúa al paciente
crónica. Se distinguen tres situaciones diferentes: en posición de plegaria mahometana o en decúbito
a) Bolsa fistulosa. El orificio fistuloso correspon- supino, con los miembros inferiores flexionados
de a la terminación en la piel de un trayecto sobre el abdomen. Con la mano cubierta por un
indurado que se inicia habitualmente en el polo guante, se introduce el dedo índice en el recto, con
inferior del testículo y la cola del epidídimo. El suavidad y bien lubricado. Es una técnica de difícil
resto de la exploración puede ser normal. El cua- interpretación por el riesgo de subjetividad a la que
dro es sugestivo de tuberculosis genitourinaria. b) está sometida, al tratarse de una exploración perso-
Bolsa nodular. Si el nódulo no es doloroso, se nal que se hace a ciegas. Requiere un tiempo largo de
encuentra situado en el polo superior del testí- aprendizaje, asesoramiento y experiencia. Se conside-
culo, separado claramente de la glándula por un ra fundamental que cada médico siga siempre la
surco y la transiluminación es positiva, el diag- misma sistemática a la hora de evaluar y describir las
nóstico más probable es el de quiste de epidídi- sensaciones que la yema de su dedo le va transmi-
mo. Por el contrario, si el nódulo está situado en tiendo. La exploración física de la próstata a través del
la cola del epidídimo y es molesto a la explora- recto comprende la investigación de los siguientes
ción, hay que sospechar algún proceso granulo- puntos: 1) límites de la glándula. 2) Características de
matoso. Cuando se palpa un nódulo duro que la superficie. 3) Consistencia. 4) Tamaño. 5) Movilidad.
resalta sobre la superficie lisa del testículo, en 6) Síntomas.
ausencia de otros datos, el único diagnóstico que
debe plantearse es el de tumor testicular. c) Bolsa 1) Límites de la glándula. La glándula normal, al tacto
tumoral, en la que a su vez se pueden distinguir se palpa como la superficie convexa de una
varias situaciones: c.1) Hidrocele que se presen- estructura en forma de castaña, con la base en
situación craneal y el ápex situado caudalmente, Volumen grado IV es una próstata muy grande,
bien delimitada en los bordes externos por dos muy prominente en ampolla rectal, sin surco
surcos laterales discretos, que presenta un surco medio y surcos laterales profundos; el peso esti-
medio longitudinal. En la HPB el surco medio mado es superior a 80 gramos.
desaparece y los surcos laterales son más nítidos,
como consecuencia del crecimiento de la glándu- 5) Movilidad. La movilidad de la próstata varía dentro
la hacia la ampolla rectal. En el cáncer de próstata de un intervalo de normalidad bastante amplio. Para
infiltrante, los bordes no son nítidos y la glándula estudiarla se sitúa el extremo del dedo índice en la
está mal delimitada. base, desplazando la glándula en sentido craneocau-
dal y en sentido anteroposterior. Las próstatas nor-
2) Características de la superficie. La próstata normal males, infecciosas e hiperplásicas son móviles, y en el
presenta al tacto una superficie lisa, ligeramente cáncer de próstata infiltrante pierden la movilidad.
convexa, con un surco medio longitudinal. En la
prostatitis y en la HPB la superficie también es lisa. 6) Síntomas. La próstata normal, hiperplásica o
En el cáncer de próstata, cuando hay alteraciones, la tumoral no duele al tacto y es dolorosa en los
superficie presenta algún nódulo o es multinodular. cuadros infecciosos o inflamatorios, provocando
deseo miccional. En este punto hay que poner
3) Consistencia. La consistencia de la próstata normal especial interés para diferenciar las molestias
es blanda y firme, evocando a la sensación que se secundarias a la dilatación del esfínter por el dedo
obtiene al tocar con el pulpejo del dedo índice en de las producidas por la presión sobre cada uno
nuestros labios cerrados o en la eminencia tenar de los lóbulos prostáticos.
con aposición del pulgar. En la prostatitis aguda la
consistencia es blanda, poco firme y sin tono, con Las patologías más significativas de la glándula
la misma sensación que se produce al tocar con el prostática están perfectamente caracterizadas por el
dedo los labios abiertos. En la HPB, la consistencia tacto rectal. La próstata normal es una próstata bien
es elástica, similar a la del cartílago de la punta de delimitada, lisa, blanda/firme, desplazable, no incre-
la nariz. En el cáncer de próstata, cuando hay alte- mentada de tamaño y no dolorosa. La próstata de la
raciones, la consistencia es dura, similar a la que se prostatitis aguda es una próstata bien delimitada, lisa,
produce al tactar la arcada supraciliar. blanda/poco firme, desplazable, aumentada de tamaño
y dolorosa. La próstata de la HPB, es una próstata bien
4) Tamaño. La apreciación del volumen a través del delimitada, lisa, elástica, desplazable, aumentada de
tacto rectal es un dato que requiere una gran tamaño y no dolorosa.
experiencia. La glándula normal no sobrepasa los
4.5 cm, que se estima al considerar 2 cm el gro- La próstata del cáncer T2 es una próstata bien deli-
sor de un través de dedo. La glándula aumentada mitada, nodular, dura, desplazable, aumentada o no de
de tamaño, se divide de forma rutinaria en cuatro tamaño y no dolorosa. La próstata del cáncer T3, es una
grados, grado I, II. III, IV. Volumen grado I es una próstata mal delimitada, nodular, dura, desplazable,
próstata de tamaño prácticamente normal, con la aumentada de tamaño y no dolorosa. La próstata del
convexidad de los lóbulos discretamente aumen- cáncer T4 es una próstata mal delimitada, nodular, dura,
tada y surco medio mantenido; el peso estimado, no desplazable, aumentada de tamaño y no dolorosa.
según la experiencia del explorador, sería inferior
a 30 gramos. Volumen grado II es una próstata El tacto rectal también es imprescindible para el
aumentada de tamaño, con la convexidad de los estudio bacteriológico y citológico de la próstata,
lóbulos y los surcos laterales bien definidos, y practicando un masaje, y recogiendo la orina y la
surco medio mantenido; el peso estimado está secreción uretral para su análisis, según la técnica de
entre 30 y 50 gramos. Volumen grado III es una Meares y Stamey. La técnica del masaje prostático se
próstata grande, cara posterior totalmente conve- efectúa presionando la glándula firmemente con el
xa, sin surco medio y surcos laterales profundos; dedo índice, comenzando por los lados y arriba, des-
el peso estimado está entre 50 y 80 gramos. plazándose hacia la línea media y abajo.
Diagnóstico de
laboratorio en urología
Palabras clave: Antígeno prostático específico.Tumor testicular. Infección del tracto urinario.
Índice capítulo 3
Diagnóstico de
laboratorio en urología
Antígeno Prostático Específico (PSA) .................................................................................................... 45
Diagnóstico de laboratorio en los tumores testiculares....................................................... 47
Diagnóstico microbiológico de la infección del tracto urinario .................................... 49
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 53
3. Diagnóstico de laboratorio en urología
capítulo 3
Diagnóstico de
laboratorio en urología
ANTÍGENO PROSTÁTICO ligado, eliminado probablemente por su metabolismo
en el hígado.
ESPECÍFICO (PSA)
El test del PSA ha supuesto un considerable
El cáncer de próstata es el tumor maligno más fre- impacto en la detección del cáncer de próstata, tenien-
cuente del aparato genitourinario del varón, y para su do una gran sensibilidad; de hecho ha evitado el uso
detección precoz se desarrolló el test de medición en de la fosfatasa ácida prostática. Se han desarrollado
suero del antígeno prostático especifico (PSA). tests que miden la tasa de PSA libre con respecto al
total (que es menor en hombres con cáncer) y la
El PSA fue aislado del tejido prostático por Wang forma ligada de PSA de forma aislada (que es más
en 1979; es una proteasa natural, una glucoproteína abundante en hombres con cáncer).
con un peso molecular de 34 kilodalton con 240 AA,
cuyo gen ha sido localizado en el cromosoma 19 y A pesar de la importancia del screening con PSA en
que posee al menos cinco epitopos que sirven como la detección del cáncer de próstata, adolece de una baja
antígenos a los anticuerpos utilizados en los tests séri- especificidad, ya que no es específico del cáncer. Los
cos actuales. Se elabora en las células columnares del niveles séricos de PSA pueden reflejar cambios en otras
epitelio benigno prostático y en la mayoría de las célu- enfermedades, como en enfermedades inflamatorias,
las del cáncer de próstata, y su concentración en el traumas o en hipertrofia benigna prostática; se ha
fluido prostático es de alrededor de 3 g/l. demostrado que un número de tejidos extraprostáticos
humanos puede elaborar proteínas similares al PSA.
El papel fisiológico del PSA es dar consistencia
líquida al esperma por hidrólisis de dos proteínas Se ha observado que casi un 25% a un 30% de los
secretadas por las vesículas seminales que tienen una hombres tendrán una biopsia positiva con un nivel de
función importante en la gelificación de la eyaculación: PSA elevado (mayor de 4 ng/ml), mientras que la
la seminogenila y la fibronectina. mayoría de los hombres no tendrán cáncer. Hay una
coincidencia considerable de niveles de PSA entre
La secreción de PSA parece ser cuantitativamen- hombres con cáncer de próstata y hombres con
te equivalente en todas las zonas glandulares, recono- enfermedad benigna. Esta coincidencia de los niveles
ciéndose tres formas actuales de PSA en la circulación de PSA es más evidente en el rango de 4 a 10 ng/ml,
sistémica: la menor proporción de PSA sérico se siendo estos límites la zona gris del diagnóstico.
encuentra en forma libre; la mayoría del PSA sérico
está unido a la alfa-1-antiquimiotripsina; la tercera Existen varias situaciones que pueden provocar
forma de PSA sérico está unida a la alfa-2-macroglo- un aumento transitorio del nivel sérico de PSA ade-
bulina, no pudiéndose identificar este complejo en los más de las enfermedades prostáticas; por ejemplo, dis-
tests comerciales de PSA disponibles. minuye tras un largo período de reposo en cama y
aumenta con la cistoscopia, biopsia prostática, masaje
La vida media del PSA es de 2,6 días, siendo prostático vigoroso y con la ecografía transrectal. El
menor en el PSA libre por su rápida aclaración, pro- tacto rectal aislado no parece tener ningún efecto sig-
bablemente por filtración glomerular, que en el PSA nificativo en el nivel de PSA.
La aplicación del PSA con mayor potencial está en - La velocidad de PSA reconoce el hecho de que la
el screening y la detección temprana del cáncer de variación del PSA a lo largo del tiempo puede ser
próstata. El uso del PSA para la detección temprana mayor en hombres con cáncer de próstata que en
no sólo identifica un número significativo de cánceres aquellos sin cáncer.
de próstata, sino que los cánceres tienden a encon-
trarse en un estadio en el que son curables, es decir, - Las isoformas del PSA se pueden utilizar para
una alta proporción están confinados a la próstata. establecer la razón de PSA libre: total, que puede
distinguir a los hombres con cáncer de próstata de
El rendimiento del PSA en la detección temprana aquellos con histología benigna.
en cohortes de screening ha conducido a las reco-
mendaciones propuestas por la American Cancer Puntos de corte específicos por edad
Society y la American Urological Association, que reco-
miendan llevar a cabo el tacto rectal y la determina- Se basan en el aumento de los niveles de PSA con
ción de PSA sérico de forma anual en hombres mayo- la edad, así como en el aumento de la incidencia de
res de 50 años; en los grupos de alto riesgo se debe- cáncer de próstata con la edad. Un punto más bajo de
ría empezar a los 40 años. Sin embargo estos progra- PSA en hombres más jóvenes aumentará la sensibili-
mas de screening no parecen tener repercusión en la dad, mientras que seleccionar un punto de corte más
mortalidad por cáncer de próstata, lo que pone en alto en hombres mayores aumentará la especificidad.
controversia la realización o no del screening. Al elevar el punto de PSA en hombres mayores, se
aumentaría la especificidad, pero tendrá un efecto
En Europa, no se realiza ni se recomienda el negativo en la tasa de detección global (1, 2, 3).
screening, sino el diagnóstico precoz, asi, se realizan
los análisis de PSA séricos en pacientes que comien- Densidad de PSA
zan con síntomas de obstrucción del flujo urinario.
El uso de la densidad de PSA se justifica porque se
A pesar del buen rendimiento del PSA, continúan sugiere que el nivel sérico de PSA es aproximadamen-
los intentos de mejorar aún más su rendimiento te proporcional al volumen de la hipertrofia benigna
como marcador tumoral. Existen dos motivos para prostática. Por la tanto, la normalización del nivel sérico
explicar esto: de PSA al volumen de la próstata puede ajustar el efec-
to de esta enfermedad benigna. La densidad de PSA es
- Aproximadamente el 25% de los pacientes diag- el cociente que resulta de dividir el nivel sérico de PSA
nosticados de cáncer de próstata tienen un nivel entre el volumen prostático, que generalmente se esti-
de PSA normal (menor de 4 ng/ml). ma bajo ecografía transrectal. Se consideran niveles de
densidad elevados por encima de 0.15 (4, 5, 6).
- Se demostrará una histología benigna mediante
biopsia guiada por ecografía en aproximadamente Velocidad de PSA
el 66% de los hombres con un nivel de PSA anor-
mal (mayor de 4 ng/ml). El nivel de PSA debería aumentar con un ritmo
mayor en los hombres con cáncer de próstata que en
Se han usado ampliamente varios abordajes para los hombres sin cáncer (7). Se considera una velocidad
mejorar el rendimiento del PSA: alta cuando es >1ng/año. Existen problemas potencia-
les en el uso de la velocidad del PSA para mejorar el
- Los puntos de corte de PSA específicos de edad, rendimiento:
que se usan para tener en cuenta que los niveles
de PSA aumentan gradualmente con la edad. - El intervalo óptimo entre las mediciones de PSA
no se ha definido.
- La densidad de PSA ajusta el PSA sérico al volu-
men prostático, dado que una próstata más gran- - La variación biológica es una preocupación impor-
de se puede asociar con un nivel de PSA más alto. tante, dado que el nivel de PSA puede cambiar
por varios motivos además del desarrollo del cán- El desarrollo de los tests de PSA libre/total fue
cer de próstata. una aproximación a lo que se deseaba; La cuantifica-
ción del PSA ligado a antiquimiotripsina, que se da en
Isoformas del PSA mayor proporción en hombres con cáncer.
Otra posibilidad interesante es el uso del PSA b) La beta-gonadotropina coriónica humana (β-HCG)
libre/total en hombres con un nivel de PSA menor de
4 ng/ml, dado que se están detectando cánceres en un c) La lactato-deshidrogenasa (LDH)
número creciente de hombres en este rango. Aunque
la mayoría de hombres con un PSA menor de 4 ng/ml La alfa-fetoproteína
no tendrá carcinoma clínicamente detectable, la eva-
luación de pacientes con una indicación de biopsia, La AFP es una glicoproteína de origen fetal, sinte-
quizás una anomalía en el tacto rectal o una velocidad tizada por el saco vitelino, el hígado y el intestino del
de PSA elevada, puede verse ayudada por la medición feto, hallándose en alta concentración en el líquido
del porcentaje de PSA libre (10). amniótico y el suero fetal. Tras el primer año de vida
sus niveles se hacen indetectables en suero. El límite
Las discrepancias significativas entre los diferentes superior de la normalidad en adultos es de 10 ug/L. En
tests y la ausencia de un standard internacional de el adulto existen algunos procesos benignos en los
PSA libre y total, significan que es altamente probable que se elevan la AFP sérica como son durante el
que cada fabricante tenga que determinar la razón de embarazo, hepatopatías en las que se producen rege-
corte óptima para su test individual. neración hepática (hepatitis, cirrosis, absceso hepáti-
co) existiendo también una conocida persistencia indetectables para hablar de la misma, y por el con-
familiar de AFP y algunas enfermedades congénitas del trario la elevación sérica de AFP será sinónimo de
neonato en las que la AFP sigue elevada. Dentro de la progresión tumoral o de recidiva si previamente se
patología oncológica, el hepatocarcinoma y los tumo- había negativizado (12).
res germinales no seminomatosos son los que produ-
cen una mayor elevación de la AFP. Como excepción hemos de recordar que algunas
enfermedades hepáticas pueden cursar con cifras
La vida media sérica es de 5-7 días. La presencia moderadamente elevadas de AFP y que pueden
de AFP en el paciente con un tumor testicular se aso- deberse a diferentes etiologías como toxicidad hepá-
cia con diferenciación del seno endodérmico, funda- tica por la anestesia, por antiepilépticos, por alcoholis-
mentalmente con la variedad del endodermo visceral, mo y por infección viral, descendiendo la AFP lenta-
por lo que es incompatible con el diagnóstico de mente cuando desaparece el agente causante de la
seminoma puro, y aunque la histología muestre en el hepatotoxicidad.
testículo un seminoma el paciente debe considerarse
portador de un tumor germinal no seminomatoso (11). La beta-gonadotropina coriónica
humana (β-HCG)
En los tumores germinales no seminomatosos, en
el 80-90% de los casos puede estar elevado uno o los La β-HCG es una hormona glicoproteica de
dos marcadores oncofetales (AFP y b-HCG), siendo estructura cuaternaria con dos subunidades diferen-
su cuantificación importante pues tendrá significación tes: las cadenas alfa y beta. La subunidad alfa es prác-
pronóstica. ticamente igual que la subunidad alfa de las hormonas
pituitarias LH, FSH y TSH con lo que pueden interfe-
Su determinación precirugía es obligatoria, siendo rir en las determinaciones analíticas, mientras que la
su detección compatible con tumor germinal no semi- subunidad beta es totalmente diferentes entre ellas
nomatoso, siendo negativo en el seminoma puro y por lo que es ésta la que se determina para conocer
otras tumoraciones testiculares no germinales como los niveles séricos de esta hormona.
el tumor de Leydig, el tumor de células de Sertoli, el
linfoma, etc… La β-HCG es producida por la placenta, por lo
que está elevada durante el embarazo, siendo su vida
El papel como marcador de extensión tumoral se media en suero de 18-36 horas. El límite superior de
ha ido reduciendo conforme han mejorado las técni- la normalidad para la HCG es de 2 UI/L.
cas de diagnóstico por imagen, si bien sigue siendo útil
en el grupo de pacientes que tras la orquiectomía A diferencia de la AFP, son escasos los procesos
siguen con la AFP elevada y con el resto de explora- benignos productores de β-HCG, como son la cirro-
ciones negativas; esto, que suele suceder en el 10-15% sis hepática, el ulcus gastroduodenal, la enfermedad
de los casos, nos indica la presencia de enfermedad inflamatoria gastrointestinal y en los sujetos con adic-
subclínica. ción a la marihuana.
Por tanto, la determinación de AFP tras la También puede estar elevada en procesos onco-
orquiectomía es obligatoria ya que pasados 7 días de lógicos como el carcinoma indiferenciado de vejiga,
ésta, su nivel sérico debe ser indetectable, de lo con- páncreas, pulmón, mama y gástrico (13).
trario se considerará que el paciente tiene un tumor
residual. La β-HCG está producida por el sincitiotrofoblas-
to gigante multinucleado, presente en el coriocarcino-
Su utilidad para la monitorización de la respuesta ma. Ninguna de las variedades del tumor del seno
terapéutica es igualmente muy fidedigna, de forma endodérmico puede producir β-HCG.
que el descenso del mismo supone reducción tumo-
ral, su desaparición puede suponer la curación aunque La β-HCG también es producida por los tumores
se precise un seguimiento prolongado con niveles germinales seminomatosos; se ha observado que alre-
dedor del 15% de los seminomas puros pueden pro- muy elevados de LDH se asocian con mal pronósti-
ducir b-HCG debido a la presencia ocasional de sinci- co en los pacientes con un tumor germinal no semi-
tiotrofoblasto en éstos, sin que ello implique la pre- nomatoso (15, 16). Sin embargo, su negatividad no exclu-
sencia de componente no seminomatoso ni suponga ye la presencia de tumor germinal, y que tras la
una variación en el pronóstico del seminoma que lo orquiectomía u otros tratamientos posteriores, su
produce (14). normalización no significa necesariamente la ausencia
de tumor.
Los tumores germinales no seminomatosos tie-
nen elevación de la β-HCG en el 80-90% de los casos. Los valores de referencia son de 240-480UI/L.
Es útil como marcador pronóstico, pues su con- La cifra de leucocitos en orina sugestiva de ITU no
centración es proporcional al volumen tumoral. Niveles está bien definida. En la mayoría de los pacientes con
ITU la piuria es superior a 100 leucocitos/ mmc, lo 2) La presencia de cilindros leucocitarios indica infec-
que equivale a 10 leucocitos por campo. ción que afecta al tejido renal (pielonefritis).
En el hombre joven la relación entre piuria e ITU 3) La presencia de células epiteliales, pelos, elemen-
es pobre siendo en general en el varón asintomático tos fecales e incluso huevos de oxiuros indican
la piuria un mal indicador de ITU. contaminación de la muestra en el proceso de
recogida.
En el recién nacido y en niño es difícil valorar el
significado de la piuria con relación a una posible ITU. El urocultivo
Muchos recién nacidos sin ITU tienen mas de 10 leu-
cocitos/mm3, mientras que el 30% de los con ITU no En el cultivo de orina se cuantifica el número de
presentan piuria y sólo un 57 % de niños con bacte- bacterias presentes, que suele expresarse como uni-
riuria presentan piuria. dades formadoras de colonias (UFC) por ml, una UFC
representa una bacteria. El termino UFC proviene de
Actualmente se dispone de tiras reactivas que que el urocultivo suele hacerse sembrando una canti-
detectan la presencia en orina de esterasa leucocita- dad de orina (1 ó 10 microlitros) en una placa de cul-
ria, una enzima presente en los leucocitos (17). Un resul- tivo y observando la aparición de colonias bacterianas
tado positivo indica presencia de 10 o más leucocitos/ visibles a simple vista. Cada una de estas colonias se
mmc. Esta técnica es capaz de detectar leucocitos lisa- considera que procede de una bacteria viva.
dos (p.ej. por defectuosa conservación de la orina)
pero puede dar falsos negativos en presencia de altas El urocultivo debe permitir cuantificar el número
cantidades de vitamina C. de bacterias entre 1.000 y más de 100.000 UFC/ml y
obtener colonias aisladas para comprobar si el cultivo
A veces la piuria no se acompaña de bacteriuria es polimicrobiano y realizar antibiograma si es nece-
(piuria estéril) y puede ser debida a ITU causadas sario. La técnica más habitual es la siembra con asa
por microorganismos no detectados por la técnicas calibrada. Esta técnica es fácil y rápida y permite depo-
habituales de urocultivo (micobacterias, hongos, sitar sobre la superficie del medio de cultivo un volu-
Chlamydia, etc.) o a inflamación del TU de causa no men determinado de orina (0,001 ml o 0,01 ml), de
infecciosa (tumores, tóxicos, etc.). En las ITU puede forma que cada colonia en el medio (después de incu-
mantenerse piuria unos días, después de iniciar el bar) equivale a 1000 (asa de 0,001 ml) o a 100
tratamiento antibiótico, sin que ello signifique fraca- UFC/ml (asa de 0,01 ml).
so terapéutico. Aunque en algunas ITU existe pre-
sencia de hematíes en la orina (cistitis hemorrágica) Para el urocultivo se recomienda el empleo de
la presencia de hematuria suele ser indicativa de dos medios (18), uno selectivo (p.ej. MacConkey) que
otras patologías como cálculos, tumores, glomerulo- permita el crecimiento de Enterobacteriaceae, bacilos
nefritis, etc… gram negativos no fermentadores y Enterococos y
otro enriquecido (agar sangre). En muchos laborato-
En el estudio microscópico de la orina pueden rios se utiliza el CLED (cistina lactosa electrolito defi-
observarse otros elementos de interés:
Figura 1. Desarrollo de colonias de Escherichia coli y
1) La observación de bacterias en una orina adecua- Enterococcus fecales en el medio cromogénico MPO.
damente obtenida y conservada (en fresco o pre-
via tinción) denota la presencia de bacteriuria, más
de 100.000 UFC/ml. Pero se debe ser cauto en su
interpretación pues muchas veces el examen de la
orina se realiza sobre muestras no obtenidas con
garantía y que se han conservado horas a tempe-
ratura ambiente, lo que asegura un resultado
erróneo.
Orina obtenida por Más de 10.000 Tres o más uropatógenos Repetir el cultivo si
cateterización 1 ó 2 uropatógenos o mayor cantidad de resultados no
Paciente bacterias contaminantes demostrativos
asintomático que del uropatógeno
ciente) que es un medio no selectivo que permite el Se han desarrollado medios de cultivo cromogé-
crecimiento de casi todos los uropatógenos y permi- nicos que permiten la identificación directa de uropa-
te distinguir aquellos que fermentan la lactosa tógenos sin necesidad de pruebas adicionales usando
(Escherichia coli, Klebsiella) de los que no la fermentan cromógenos que colorean específicamente las colo-
(Proteus) y de los enterococos. nias (19) (Figura 1).
Los cultivos deben incubarse durante 18-24 h en interpretación de los resultados del urocultivo en fun-
aerobiosis a 37 ºC y aunque los negativos pueden ción del número del resultado del cultivo cuantitativo,
desecharse tras la primera lectura, ante diagnósticos tipo de muestra y situación clínica (18).
específicos (microorganismos de lento crecimiento,
sospecha de patógenos inusuales) la incubación debe Para evitar interpretaciones erróneas, el informe
prolongarse 24-48 h más. de un urocultivo debe indicar el límite de detección
de la técnica empleada, y el resultado “Cultivo negati-
Interpretación del urocultivo vo” ha de completarse señalando a continuación,
La interpretación del cultivo de orina debe reali- menos de 1.000 UFC/ml o menos de 100 UFC/ml.
zarse de forma individualiza y en relación con la clíni-
ca. Un criterio numérico único no puede aplicarse por Diagnóstico de localización
igual a todos los casos. Cuando se evalúa el resultado Aunque el pronóstico depende más de la presencia
de un urocultivo ha de tenerse en cuenta, tipo de de factores de riesgo (ITU complicada o no complica-
muestra (micción media, cateterización, etc.), edad y da) que de su localización (alta o baja) se han desarro-
sexo del paciente, número y tipo de microorganismos llado procedimientos para intentar delimitar la localiza-
presentes, si existen varios tipos de microorganismos ción vesical (cistitis) o renal (pielonefritis) de las ITU (17):
y si existe piuria (18).
1) Cuadro clínico y respuesta a la terapéutica. Las
La mayoría de las ITU son causadas por un solo ITU altas (pielonefritis) suelen presentar fiebre y
microorganismo y el aislamiento de dos o más micro- dolor lumbar y suelen recidivar al cabo de unos
organismos puede representar contaminación o rara- días de administrar una pauta de tratamiento cor-
mente infección polimicrobiana (más frecuente en ta (1 a 3 días).
pacientes con ITU complicadas, asociadas con obs-
trucción, abscesos renales o catéteres permanentes 2) Detección de anticuerpos unidos a bacterias. Se
de larga duración). basa en que en la orina de pacientes con pielone-
fritis se encuentran bacterias recubiertas de anti-
También es posible que al laboratorio lleguen cuerpos, que no aparecen en la cistitis. Para la obser-
muestras procedentes de pacientes con ITU pero ade- vación de estas bacterias se recurre a una técnica de
más contaminadas, donde existan junto con el/los uro- inmunofluorescencia indirecta a partir de las bacte-
patógenos más de 100.000 colonias de varios tipos de rias obtenidas del sedimento de la orina del pacien-
bacterias. En este caso la interpretación es casi imposi- te. Hoy se considera que esta prueba carece de
ble y sobre todo en presencia de piuria o sospecha de sensibilidad y especificidad para su utilización clínica.
bacteriuria asintomática se debe repetir el urocultivo.
Figura 2. Examen microscópico del sedimento en
En caso de muestras con recuentos entre 10.000
fresco. Pielonefritis aguda. Abundantes leucocitos y
y 100.000 UFC/ml o ante cultivos polimicrobianos
cilindro leucocitario.
debe realizarse un segundo cultivo extremando las
precauciones de toma correcta de la muestra y envío
al laboratorio. La presencia de más de una especie de
bacteria, así como la presencia de bacterias que nor-
malmente no causan ITU (difteroides, lactobacilos etc.)
en general, indica contaminación.
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Técnicas de imagen
en Urología
Técnicas de imagen
en Urología
Introducción ..................................................................................................................................................................... 59
Radiología ........................................................................................................................................................................... 59
Ecografía .............................................................................................................................................................................. 63
Tomografía axial computerizada ................................................................................................................. 69
Resonancia magnética............................................................................................................................................ 71
Imágenes por radionúclidos en Urología............................................................................................. 71
Tomografía por emisión de positrones (PET)................................................................................. 73
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 73
4.Técnicas de imagen en Urología
capítulo 4
Técnicas de imagen
en Urología
INTRODUCCIÓN Indicaciones
Se puede utilizar como primera exploración o
Las técnicas de imágenes en Urología, como en formando parte del urograma intravenoso.
otras especialidades, son de gran importancia a la
hora de llegar a un diagnóstico y decidir un trata- Como estudio primario se usa en el estudio de
miento para una determinada patología. los cólicos nefríticos para identificar imágenes radio-
pacas en el tracto urinario; para evaluar anomalías
No debemos olvidar, sin embargo, que aunque sir- espinales o de la pelvis ósea que nos pongan en evi-
ven de apoyo, en ningún caso sustituyen a una exhaus- dencia enfermedades neurológicas como una espina
tiva anamnesis, piedra angular del diagnóstico en bífida; y también para visualizar el aire en el tubo
Medicina, ni a la exploración física del paciente, sino digestivo, proporcionándonos información sobre la
que las complementa. correcta preparación intestinal preoperatoria o radio-
lógica, y para diagnosticar posibles íleos paralíticos u
En este capítulo intentaremos revisar las principa- obstrucciones intestinales.
les técnicas de imagen utilizadas en Urología. Nuestro
objetivo será que los médicos residentes comprendan Interpretación
la utilidad de dichas imágenes, sus indicaciones y su Es muy importante ser sistemático en la lectura
interpretación. de cualquier prueba de imagen, ya que esto evitará
que se nos pasen por alto anomalías que deberíamos
identificar.
RADIOLOGÍA Será necesario fijarse en el esqueleto de la región,
ver el contorno de los últimos arcos costales, vérte-
Radiografía simple de abdomen bras y pelvis ósea. Se pueden identificar fracturas,
metástasis, lesiones degenerativas, deformidades o
La radiografía simple del aparato urinario es la
enfermedades neurológicas.
prueba más sencilla en Radiología, habiendo sido reba-
sada por otras técnicas que pueden aportar más datos, Hay que observar el aire intestinal, mirar su distri-
pero sigue teniendo sus indicaciones y su utilidad. bución, su presencia en la ampolla rectal y la aparición
de niveles hidroaéreos. El rechazo de las asas intesti-
Debe abarcar desde los últimos arcos costales nales hacia un hipocondrio puede indicar la existencia
hasta el borde inferior de la sínfisis del pubis. de procesos expansivos retroperitoneales.
En ella se pueden visualizar el contorno del múscu- La presencia de gas en el tejido renal o perirrenal
lo psoas, hígado, riñones y vejiga. Del mismo modo nos orienta hacia una infección por anaerobios.
nos permite identificar masas, calcificaciones y seccio-
nes o desplazamientos de las estructuras normales. Partes blandas: Hay que mirar el contorno de los
También la existencia y disposición del aire en estó- órganos regionales y del músculo psoas, ya que la pér-
mago e intestino, la estructura ósea de las últimas cos- dida de su visión nos debe hacer sospechar de la exis-
tillas, las vértebras regionales y la pelvis ósea. tencia de procesos expansivos o infecciosos.
El urograma intravenoso (Figura 1), hasta hace También es útil para la planificación de tratamien-
pocos años la prueba radiológica más importante y tos quirúrgicos, elección de técnica quirúrgica, vía de
de uso más frecuente en Urología, ha sido desplazada abordaje y para decidir la derivación urinaria que sea
por otras técnicas aunque sigue conservando su utili- necesaria.
dad en múltiples procesos, sola o asociada a otras
En la hematuria, nos enseña la anatomía del siste-
exploraciones.
ma excretor, así como los defectos de repleción, que
pueden ser sugerentes de litiasis o tumores.
Figura 1.
En traumatismos puede ser útil para obtener infor-
mación sobre la continuidad y la funcionalidad del sis-
tema urinario.
Interpretación
La urografía intravenosa nos proporciona tanto
datos anatómicos como funcionales del aparato urinario.
Efectos adversos
Su incidencia es baja, aunque a veces con resulta-
dos fatales. Pueden ser:
Anafilactoides o idiosincrásicos: Simulan una reac- de llenado en cálices pelvis y uréteres. (Figura 1),
ción anafiláctica pero no están mediados por inmuno- radiografía oblicua para clarificar imágenes dudosas, y
globulinas. No son dosis-dependientes. una placa tardía a los 20 minutos para identificar
mejor y evaluar las obstrucciones urinarias y los retra-
Como efecto quimiotóxico típico nos encontra- sos en la captación de contraste por defectos funcio-
mos con la insuficiencia renal aguda por sustancias de nales. Incluso se pueden realizar, si fuera preciso, pla-
contraste. Se define como un aumento sérico de crea- cas muy retardadas a los 60 y 120 minutos.
tinina de 0,5 a 1 mg/dl, o una disminución del 25% al
50% de IFG(3). Mayoritariamente son no oligúricas, El cistograma permite estudiar la vejiga, su con-
alcanzando su pico máximo en 3-5 días. Si se acom- torno, sus defectos de repleción y su contenido.
paña de oliguria, existe mayor riesgo de que evolucio-
ne a insuficiencia renal crónica. Por último, una placa postmiccional nos permite
evaluar el tracto de salida y el posible residuo vesical.
Los factores de riesgo para la nefrotoxicidad son
la insuficiencia renal previa, nefropatía diabética, insufi- Pielografía retrógrada
ciencia cardiaca congestiva, hiperuricemia, proteinuria,
mieloma múltiple, diabetes tratada con metformina (4) Consiste en opacificar los uréteres y el sistema
o la repetición en la administración de sustancias de pielocalicial con un medio de contraste.
contraste con un intervalo menor a 24-48 horas. Es
muy importante, por tanto, la correcta hidratación del Para esto es necesario, a través del cistoscopio,
paciente antes de realizar la prueba(5). cateterizar el uréter correspondiente e introducir el
contraste de forma retrógrada, efectuando las tomas
Las reacciones idiosincrásicas pueden ser: radiológicas de forma seriada, realizando previamente
una radiografía simple de control que nos permitirá
Leves: sabor metálico, acaloramiento, tos, urticaria
ver la buena colocación del catéter ureteral.También,
limitada. No requieren tratamiento.
en algunos casos, será necesario realizar una radiogra-
Moderadas: vómitos, urticaria, taquicardia, cefalea, fía tardía, tras retirar el catéter.
edema facial. Son efectos autolimitados que sólo requie-
ren tratamiento en algunas ocasiones. Siempre debe hacerse en condiciones de esterili-
dad, estando contraindicada en pacientes con orinas
Graves: hipotensión, broncoespasmo, edema pul- infectadas por el riesgo de provocar pielonefritis y
monar, edema laríngeo, pérdida de conciencia. bacteriemias.
Requieren tratamiento inmediato con sustancias vaso-
activas, broncodilatadores, corticoides, antihistamíni- Indicaciones
cos y aumento de la volemia. Estaría indicada en aquellos casos en los que con
la urografía intravenosa no se visualiza adecuadamen-
Preparación te el tracto urinario inferior; para visualizar mejor un
Exhaustiva historia clínica para identificar factores defecto hallado con la UIV y como prueba de imagen
de riesgo (insuficiencia renal previa, embarazo...), correc- a la hora de colocar catéteres y en la realización de
ta hidratación del paciente y preparación intestinal. litotricias o biopsias.También si la UIV está contraindi-
cada por reacciones adversas al contraste intravenoso.
Secuencia de realización
La radiografía simple de abdomen nos sirve de Complicaciones
reconocimiento previo a la inyección del contraste. Perforaciones ureterales al colocar el catéter. Se
A continuación se inyecta el contraste iodado por vía soluciona colocando un catéter doble jota o con
intravenosa. observación, dependiendo de la extensión del defecto.
Se realizan radiografías seriadas entre 5-15 minutos Infecciones. Siempre debe hacerse profilaxis anti-
para identificar distorsiones e irregularidades o defectos biótica previa.
Figura 2. Figura 3.
Reacciones a las sustancias de contraste usadas. te mediante un catéter suprapúbico que tuviera el
paciente colocado previamente.
Pielografía descendente
o anterógrada (Figura 2) Existen variantes:
La pionefrosis es la presencia de pus en un sistema anecoico, forma redondeada y refuerzo acústico pos-
excretor dilatado, el patrón anecoico de la hidrone- terior; se origina en la corteza y dependiendo de su
frosis se convierte en un patrón complejo con la pre- tamaño podrá improntar en el seno renal. Todo quis-
sencia de detritus. te debe examinarse cuidadosamente con el fin de
detectar un aspecto atípico, en cuyo caso debemos
La necrosis tubular aguda (NTA) y la afectación pre- plantearnos la punción aspirativa o TC (10).
rrenal representan el 75% de todas las causas de insufi-
ciencia renal aguda. En la insuficiencia renal aguda pre- Los quistes parapiélicos son formaciones quísticas
rrenal los signos ecográficos no son demostrativos. En la benignas localizadas en el seno renal, en ocasiones difí-
insuficiencia renal por necrosis tubular aguda el patrón cilmente distinguibles de una pelvis dilatada, pero, a
ecográfico dependerá de la causa que lo origine. Los diferencia de ésta, los cálices no están dilatados.
túbulos pueden dañarse por isquemia o por tóxicos.
Cuando el origen es isquémico (hipotensión) el riñón En el diagnóstico diferencial de masas renales eco-
podrá tener una apariencia normal, pero si la causa es génicas debemos incluir entre otros: neoplasias, tumo-
nefrotóxica podemos observar riñones hiperecogéni- res benignos como el angiomiolipoma, hematomas,
cos aumentados de tamaño. En la insuficiencia renal cró- cicatriz de infarto, lipomatosis del seno renal y quiste
nica el tamaño renal suele estar disminuido y la corteza complicado.
tiene un aumento en su intensidad ecogénica. En esta-
dios finales existe escasa diferenciación corticomedular. Cuando la masa es hipoecoica debemos pensar
en metástasis, neoplasia, nefritis aguda focal, fase inicial
En la pielonefritis aguda, la ecografía es normal en de un absceso, infarto, y excepcionalmente tumores
la mayoría de las ocasiones. Entre las anomalías que benignos.
pueden encontrarse están:
El angiomiolipoma es un tumor benigno con alto
- Aumento del tamaño renal. contenido en grasa. Puede ser único o múltiple en la
esclerosis tuberosa. Se presenta como una masa hipe-
- Compresión del seno renal.
recogénica generalmente menor de 4 cm.
- Disminución de la ecogenicidad con pérdida de la
diferenciación corticomedular. El carcinoma de células renales es el tumor paren-
quimatoso renal maligno más frecuente (80-90%). El
- Cuando se trata de una pielonefritis focal puede patrón ecográfico de estas lesiones es variable y depen-
presentarse como una masa hipoecogénica por de del grado de vascularización que tengan. Los que
edema o hiperecogénica por hemorragia. son poco vascularizados se observan como masas
hipoecoicas sin refuerzo. Los muy vascularizados se
La ecografía es menos sensible que el TAC para presentan como una masa hiperecoica sin refuerzo. La
demostrar las alteraciones de la pielonefritis aguda, presencia de un halo anecoico periférico debido a la
pero es más accesible y menos costosa. seudocápsula y/o de áreas anecoicas en el interior de
una masa hiperecogénica sugiere el diagnóstico de car-
La mayoría de los abscesos renales tienen su ori- cinoma. A menudo los angiomiolipomas y los carcino-
gen en una pielonefritis o nefritis que evoluciona hacia mas renales de menos de 3 cm son indistinguibles.
la necrosis del parénquima. En el estudio ultrasono-
gráfico, el absceso renal se presenta como una masa El carcinoma de células transicionales representa el
anecoica de bordes bien delimitados que puede pre- 7-8% de los carcinomas renales. Cuando se localiza a
sentar ecos de mediana intensidad por detritus o nivel intrapélvico en la ecografía se aprecia una masa
hiperintensos por gas. pequeña hipoecogénica ocupando el sistema pieloca-
licial. La ecografía ayuda a distinguir entre litiasis (hiper-
El quiste renal es la masa renal más frecuente en ecogénica con sombra posterior), coágulo (hipereco-
los adultos. Un quiste renal simple es aquel que cum- génico sin sombra posterior) y tumor (masa sólida
ple los siguientes criterios: pared lisa y bien delimitada, hipoecogénica).
Figura 4.
glándula interna que permanece hipoecogénica res- El carcinoma de próstata se desarrolla en el tejido
pecto a la zona periférica. Otras características eco- glandular (80% en glándula periférica y 20% en la zona
gráficas de la HBP incluyen las calcificaciones y los de transición). Puede tener distinta morfología depen-
nódulos redondeados hipoecogénicos. Estos nódulos diendo del tamaño y del aspecto del resto de la prós-
hipoecogénicos pueden simular carcinoma. tata. La mayoría son hipoecogénicos. Un número sig-
nificativo de casos son difíciles de diagnosticar debido
En la prostatitis aguda el papel de la ecografía a que son isoecogénicos y sólo pueden detectarse si
transrectal es limitado debido al intenso dolor. En se aprecian signos secundarios como la asimetría glan-
general, la glándula es hipoecogénicas, el doppler mos- dular, una protuberancia de la cápsula y áreas de ate-
trará áreas muy vascularizadas y la presencia de una nuación. Se han descrito casos en que aparece hiper-
masa anecogénica con o sin ecos sugiere la presencia ecogénico, pero esto es infrecuente. Cuando el cáncer
de un absceso. es difuso, la glándula no es homogénea, con pérdida
de definición de la anatomía zonal.
Los hallazgos que se pueden ver en la prostatitis
crónica incluyen masas focales de diferentes grados de Escrotal
ecogenicidad, calcificaciones en los conductos eyacula-
dores, engrosamiento capsular e irregularidad glandu- El paciente se examina en decúbito supino. Se uti-
lar periuretral. liza un transductor de 7,5 ó 10 MHz y se obtienen
imágenes en cortes sagitales y transversales de ambos testículo se une directamente a la pared escrotal. En
testículos. caso de que se observen tabiques y loculaciones
debemos sospechar un piocele o un hematocele(11).
Ecográficamente el epidídimo es isoecogénico o
ligeramente más ecogénico respecto al testículo. La La dilatación de las venas que drenan el testículo
cabeza se sitúa en el polo superior del testículo y mide o varicocele se manifiesta como estructuras anecogé-
entre 10 y 12 mm. El cuerpo normal mide menos de nicas serpinginosas de más de 2 mm de diámetro,
4 mm de diámetro. El apéndice testicular es un rema- adyacentes al polo superior del testículo y cabeza del
nente del conducto mülleriano y se localiza debajo de epidídimo, y debe diferenciarse del espermatocele tabi-
la cabeza del epidídimo, pudiéndose identificar como cado mediante ecografía doppler. El varicocele aumen-
una estructura separada cuando hay hidrocele. ta de tamaño después de la maniobra de valsalva y
mediante el eco-doppler podemos poner de mani-
El testículo normal tiene una ecoestructura homo- fiesto la incompetencia valvular venosa.
génea. El mediastino testicular (que constituye el so-
porte de los vasos y conductos testiculares) se puede El espermatocele y los quistes epididimarios pare-
ver en ocasiones como una banda lineal ecogénica cen idénticos en la ecografía, masas anecogénicas bien
que se extiende craneocaudalmente dentro del testí- circunscritas. El quiste contiene líquido seroso, mien-
culo. La rete testis se puede visualizar a veces como tras que los espermatoceles están llenos de esperma-
un área quística tabicada o hipoecogénica adyacente tozoides y sedimento. Su diferenciación no tiene reper-
a la cabeza del epidídimo. Se ha descrito también en cusión clínica.
un 10% de testículos normales una banda intratesti-
cular hipoecogénica en el tercio medio que puede La ecografía del escroto puede detectar masas
medir hasta 3 cm de longitud y que es de naturaleza intraescrotales con una sensibilidad cercana al 100% y
vascular. permite diferenciar entre patología intra y extratesti-
cular. Casi todas las masas intratesticulares deberían ser
Las indicaciones actuales de la ecografía testicular consideradas como malignas hasta que se demuestre
son: el escroto agudo incluyendo el traumatismo es- lo contrario. La mayoría de las neoplasias testiculares
crotal, la evaluación de masas escrotales y búsqueda son más hipoecogénicas que el parénquima testicular
de un tumor primario en pacientes con enfermedad normal; sin embargo, la hemorragia, los cambios gra-
metastásica, seguimiento de pacientes con leucemia o sos... pueden producir áreas de ecogenicidad aumen-
linfoma, sospecha y seguimiento de varicocele y la tada dentro del tumor.
localización de testículos no descendidos.
En la microlitiasis testicular debido a su asociación
Los testículos están rodeados por una cápsula con neoplasia está indicado el seguimiento por eco-
fibrosa, la túnica albugínea, que normalmente no se ve grafía y marcadores tumorales.
como una estructura separada. La túnica vaginal se
divide en dos capas, la interna o visceral, que recubre La epididimitis es la causa más frecuente de escro-
al testículo, epidídimo y parte inferior del cordón esper- to agudo en varones postpúberes. La ecografía mues-
mático, y la externa o parietal, que contornea las pare- tra un engrosamiento del epidídimo afectando sobre
des de la bolsa escrotal. Normalmente existe una todo a la cabeza, la ecogenicidad está disminuida y su
pequeña cantidad de líquido entre estas dos capas, en ecoestructura es grosera. Hasta en un 20% de los
la región entre el testículo y la cabeza del epidídimo. casos la inflamación se extiende al testículo, la afecta-
ción de éste puede ser focal o difusa. La orquitis focal
El hidrocele es una acumulación anormal de líqui- produce un área hipoecogénica intratesticular adya-
do seroso entre las capas de la túnica vaginal. Puede cente al epidídimo. Si afecta todo el testículo, éste apa-
ser congénito o adquirido, secundario a tumores, trau- rece agrandado e hipoecogénico. La ecografía doppler
matismos, orquiepididimitis o torsión testicular. Se iden- mostrará un marcado aumento de la vascularización
tifican como colecciones anecogénicas rodeando el en el epidídimo y/o testículo, pero en casos muy seve-
testículo excepto en su porción posterior, donde el ros el marcado edema asociado puede impedir el
aporte sanguíneo del testículo, lo que da lugar a isque- En el espacio pararrenal anterior se encuentran el
mia y a infarto testicular difícil de distinguir de una tor- páncreas, la segunda porción del duodeno y los seg-
sión testicular. mentos ascendente y descendente del colon. Este
espacio se extiende desde el peritoneo parietal pos-
En la fase aguda de la torsión el testículo aumenta terior hasta la fascia renal anterior y está limitado late-
de tamaño, se hace heterogéneo e hipoecogénico. El ralmente por la fascia lateroconal, que es la continua-
epidídimo también se agranda y puede haber hidroce- ción de la lámina posterior de la fascia renal posterior.
le. La perfusión del testículo comprometido se encuen-
tra significativamente disminuida o ausente. Se requie- El espacio pararrenal posterior es un espacio virtual
re una exploración meticulosa. que sólo contiene grasa. Se extiende desde la fascia
renal posterior hasta la fascia transversalis y medial-
En el caso de traumatismo el diagnóstico de tes- mente está limitado por el músculo psoas.
tículo roto es de gran importancia debido a la posibi-
lidad de salvar el testículo si la cirugía es precoz. En la La fascia renal anterior y posterior delimitan el espa-
ecografía, sólo en un 17% se localiza una banda lineal cio perirrenal que contiene los riñones, las glándulas
de fractura, pero sí se observa un testículo heterogé- suprarrenales y grasa perirrenal que se extiende hacia
neo con áreas de ecogenicidad alterada que corres- el seno renal. La fascia renal posterior tiene dos láminas,
ponden a hemorragia o infartos. la lámina anterior se continúa con la fascia renal ante-
rior y la lámina posterior con la fascia lateroconal. Estas
dos láminas de la fascia renal posterior pueden obser-
varse separadas en algunos procesos inflamatorios.
TOMOGRAFÍA AXIAL
COMPUTERIZADA Las arterias y venas renales pueden identificarse
fácilmente a lo largo de todo su trayecto desde los
Es un método de obtención de imágenes median- grandes vasos hasta los riñones.
te rayos X. El conocimiento de la anatomía radiológi-
ca es un requisito previo para la adecuada interpreta- La pelvis está dividida en tres espacios anatómicos
ción y comprensión del TC. Por ello, describiremos los principales. La cavidad peritoneal se extiende en las
espacios y fascias más importantes. mujeres hasta la vagina para formar el fondo de saco
de Douglas (Figura 6) y en los varones hasta el nivel de
El espacio retroperitoneal (Figura 5), que va desde la tercera vértebra sacra y forma el saco rectovesical
el diafragma a la cintura pelviana, está dividido por las (Figura 7). El espacio extraperitoneal de la pelvis se
fascias renales anterior y posterior en los comparti- continúa con el espacio retroperitoneal del abdomen.
mentos pararrenal anterior, perirrenal y pararrenal Los procesos patológicos de la pelvis se difunden prin-
posterior. cipalmente hacia los compartimentos retroperitonea-
les del abdomen. El espacio retropúbico (de Retzius) se
Figura 5. continúa con el espacio pararrenal posterior y la grasa
extraperitoneal de la pared abdominal.
Figura 6.
Figura 8. Figura 9.
Su principal indicación es el diagnóstico de tumo- *12. Thomsen HS, Morcos SK. Esur guidlines on con-
res por el aumento de metabolismo de la glucosa. trast media. Abdominal imaging 2006. 31:131-140.
(*) Lecturas recomendadas.
En la actualidad, la indicación más aceptada que
tiene en Urología es la valoración de masas residuales
en el cáncer de testículo después del tratamiento qui-
mioterápico.
Técnicas endoscópicas
Hospital de Galdakao
Técnicas endoscópicas
capítulo 5
Técnicas endoscópicas
Técnica
Antes de iniciar cualquier procedimiento debe-
mos informar al paciente de la prueba a realizar.
Ablaciones prostáticas transuretrales mediante la ablación del tejido neoplásico con la ener-
con aguja gía generada por él. Clásicamente se empleaba el láser
Nd:YAG (neodimio: itrio-aluminio-granate) y más recien-
El objetivo de este método consiste en alcanzar temente el laser Holmium:YAG y el KTP (potasio titanil
una temperatura intraprostática alta mediante la apli- fosfato).
cación de energía de radiofrecuencia de baja magni-
tud que induce necrosis del tejido hiperplásico. La ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA
técnica se realiza mediante un instrumento endoscó- DE LA LITIASIS VESICAL
pico diseñado con esta finalidad exclusiva. Consiste
en un sistema óptico y unas agujas de radiofrecuen- Es una de las patologías descritas en los más anti-
cia que se encuentran conectadas a un generador de guos tratados de medicina, describiéndose su extrac-
ondas de RF monopolares de baja magnitud que ción por vía perineal e hipogástrica.
determina una temperatura de 100 ºC en el área
blanco. Fue un interesante avance la introducción a finales
del siglo XIX del litotriptor de Bigelow, el primero que
ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA incorpora visión directa.
DE LAS NEOPLASIAS VESICALES
Desde ese momento progresivamente se han ido
Resección transuretral de vejiga incorporando diversos mecanismos litotriptores cada
vez más potentes y menos lesivos.
Podemos considerar la RTU de vejiga como un
procedimiento diagnóstico y terapéutico. Desde el Su prevalencia es del 1-2% de los varones opera-
punto de vista diagnóstico se emplea para tomar dos de HBP.
muestras de la mucosa vesical y su posterior estudio
anatomopatológico. A nivel terapéutico se indica en el La presencia de cálculos vesicales se asocia con
tratamiento de los tumores superficiales de vejiga. vejiga neurógena, bacteriuria crónica, cuerpos extra-
ños, divertículos vesicales y cálculos de las vías urina-
Equipo necesario rias altas.
El equipo necesario no dista mucho del emplea-
do para el tratamiento de la HBP, que hemos descri- El tratamiento endoscópico de las litiasis vesicales
to previamente. Únicamente se recomienda el puede realizarse a través de una endoscopia trans-
empleo de óptica de 30º para su ejecución. uretral o bien por vía percutánea.
Vía retrógrada: principio y tecnología pios de 9,6 ch y 10,8 ch con sistema de irrigación y
deflexión bidireccional de su extremo.
En la década de los 70, Lyon, en colaboración con
la compañía Richard Wolf Instruments, diseñan distintos La utilización de fibroureteroscopios flexibles se
ureteroscopios rígidos, siendo el primero en atravesar encontró al principio con algunos problemas técnicos:
el meato ureteral de un adulto por vía retrógrada uti- las fibras ópticas no dejaban suficiente espacio para el
lizando un uretrocistoscopio pediátrico. Los primeros canal de irrigación-operación. Los aparatos recientes
instrumentos tenían 23 cm de longitud con unos diá- cuentan con fibras ópticas en miniatura, de bajo cali-
metros de 13 ch, canal de trabajo 5 ch. bre (de 7,5 a 8,5 ch), pero con un canal operador que
permite una buena irrigación y el paso de instrumen-
Posteriormente, Pérez Castro, en 1979, fue el pri- tos eficaces de calibre reducido (sondas de extracción
mero en utilizar un aparato específico para adultos. tipo Dormia o Segura, fibra láser, electrodo miniatura
para choque electrohidráulico).
En la década de los 80 se van modificando los ins-
trumentos y accesorios. El sistema de visión se varía El uréter se distiende por efecto de la irrigación y
para poder visualizar correctamente los instrumentos el aparato progresa con relativa facilidad. La progre-
a utilizar como electrodos de litotricia o cestillos; las sión se facilita por la introducción de una guía rígida
longitudes llegan a los 40 cm para poder trabajar con que borra las eventuales sinuosidades ureterales.
comodidad dentro de la pelvis renal y cálices y los diá-
metros van disminuyendo hasta 8,5-9,5 ch. La movilidad de la uretra femenina permite ali-
near el aparato con el uréter lumbar, superándose de
En 1989, Dretler publica sus resultados con el uso este modo la angulación ureteral creada por los vasos
de un ureteroscopio semirrígido de tipo telescopado, ilíacos. En el hombre, la fijeza relativa del bloque pros-
con diámetros en el tercio distal de 7,2 ch, en la parte tático puede impedir el paso del uréter ilíaco en el 20
media 10,2 y de 11,9 ch en la porción proximal. al 30% de los casos.
El instrumental endoscópico para la cirugía urete- En la actualidad se desarrollan técnicas que per-
ral ha evolucionado en el sentido de disminuir el cali- miten tratar lesiones pielocaliciales (tumor, litiasis,
bre y aumentar la flexibilidad del mismo, existiendo divertículo) por vía retrógrada.
actualmente en el mercado ureteroscopios semirrígi-
dos y flexibles, de un calibre tal que hace innecesaria Ureteroscopios
la dilatación para su introducción. Ureteroscopios rígidos. En la actualidad, continúan
siendo los instrumentos más operativos, aunque hay
Actualmente existe una amplia gama de uretero- que reconocer que también son los de mayor calibre
rrenoscopios; los más finos (6 ch) permiten la urete- (entre 8,5 y 14 ch) y, por lo tanto, los más traumáti-
roscopia en niños. Los aparatos que se utilizan con cos. Para facilitar su introducción en el uréter, el extre-
mayor frecuencia tienen un calibre de 7,5 a 9,5 ch, son mo distal de los ureteroscópios rígidos es biselado. La
sólidos y están provistos de canales operadores de longitud de los ureteroscópios rígidos los divide en
buen diámetro (de 3 a 5 ch). dos grupos: cortos, con longitudes que oscilan entre
30 y 35 cm, y aptos para trabajar a nivel de uréter pel-
Los aparatos más recientes poseen fibras ópticas viano o sacro, y largos, cuya longitud oscila entre 41 y
miniaturizadas, gracias a los cuales es posible disponer 43 cm, que se utilizan para acceder al uréter lumbar o
de varios canales operadores con irrigación de doble a pelvis y cálices renales.
corriente. Por supuesto, todos estos aparatos son
compatibles con un sistema de videocámara mono o Ureteroscopios semirrígidos. Constan de una
triCCD de alta definición. vaina metálica con un sistema óptico de transmisión
a través de fibra óptica, con lo que puede reducirse
Simultáneamente se van desarrollando los urete- considerablemente el calibre del instrumento,
roscopios flexibles, apareciendo en 1987 ureterosco- dotándolo de un cierto grado de flexibilidad, que
hace su inserción más fácil. Actualmente, existen - Catéteres ureterales. Los catéteres son radioopa-
diferentes modelos con calibres que oscilan entre 6 cos y vienen marcados cada 5 cm para control
y 9,5 ch y canales de trabajo entre 2 y 5,5 ch. Se durante su introducción endoscópica. Pueden ser
comercializan en longitud corta (32-33 cm) y largos de diferente calibre, longitud y material.
(40-43 cm). El gran inconveniente es su fragilidad,
dado su reducido calibre y el componente de fibra - Cestas. Son útiles para la extracción de cálculos
óptica. ureterales y cuerpos extraños.
- Ureterotomo. Para incidir las estenosis ureterales. El acceso percutáneo permite introducir endosco-
pios de grueso calibre en el riñón (de 24 a 28 F): nefros-
- Electrodos de coagulación. Necesarios para la coa- copio operador equipado con dispositivos de litotricia
gulación de áreas sangrantes tras la toma de biop- endoscópica por ultrasonidos, choque electrohidráulico
sias o para fulguración de tumores ureterales. o choque balistico, resector equipado con asa clásica o
asa de Collins, flibroscopio flexible de 14 ó 18 F, etc.
- Guías metálicas. Están constituidas por una espiral
de alambre enrollada sobre un núcleo central for- Este arsenal permite trabajar bajo control visual
mado por un alambre recto, lo que les confiere directo numerosas afecciones (cálculo, tumor de vía
una rigidez longitudinal y una flexibilidad lateral. El excretora, estenosis, etc.). Los riesgos de complicacio-
material del que están constituidas puede ser de nes son relativamente bajos. Las principales complica-
acero inoxidable o recubierto de teflón o hidro- ciones son: las perforaciones cólicas (0,5%) y las
gel. En cuanto a la longitud de las guías metálicas, hemorragias arteriales o arteriovenosas (1 al 2%). Las
oscila entre 100 y 260 cm, y el calibre oscila entre últimas a menudo pueden tratarse con embolización
0,045 y 0,025 pulgadas. radiológica.
zación del tumor, cuyo canal operador debe permitir gran tamaño y de los cálculos coraliformes. El proce-
el paso de una pinza para biopsia y un sistema de coa- dimiento endoscópico se lleva a cabo con anestesia
gulación por electrodo o por fibra de cuarzo conec- general o peridural.
tado a un láser YAG.
Introducción
Hematurias La cirugía renal percutánea nace a principios de la
década de 1980 con la nefrolitotomía percutánea
Las hematurias renales persistentes de causa des- (NLP).
conocida constituyen la segunda indicación de la
endoscopia exploradora. Se trata de pacientes con A los grupos de Alken y Wickham se les atribuye
hematurias macroscópicas persistentes unilaterales y la paternidad del método por haber sido los primeros
sin lesión identificable mediante las técnicas de diag- en reportar series de casos tratados con sistematiza-
nóstico por imágenes. ción de la técnica y la descripción de los aparatos
necesarios para llevarla a cabo.
La maniobra ideal se realiza por vía retrógrada
con un ureteroscopio flexible que permite la explora- Pronto se adoptan las guías rígidas tipo Lunder-
ción de las diferentes cavidades del riñón. Con fre- quist y los dilatadores metálicos coaxiales de Alken.
cuencia se identifican lesiones benignas –angioma
papilar, papilitis hemorrágica– que, en la medida de lo La indicación quirúrgica.
posible, deben tratarse por electrocoagulación en el Selección del paciente
mismo tiempo operatorio. En los primeros tiempos, previos a la generali-
zación de la litotricia extracorpórea por ondas de
Se trata de una endoscopia retrógrada difícil, por choque (ESWL), los casos susceptibles de NLP sen-
lo que en algunos casos se justifica realizarla a título de cillos eran muy abundantes, habiendo quedado
exploración por vía percutánea. relegadas hoy en día las indicaciones a los cálculos
coraliformes o los que no responden al tratamien-
Esto permite aprovechar las ventajas de irrigación to mediante litotricia extracorpórea, ya que se
y visión que proporcionan los endoscopios de gran logró tratar mediante ESWL una gran parte de esas
diámetro que se utilizan por vía anterógrada. litiasis.
El quirófano de endourología
ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA Para la práctica de la urología es suficiente con el
DE LA VÍA URINARIA ALTA empleo de un quirófano convencional con una mesa
quirúrgica radiotransparente y un arco en C con
ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA fluoroscopia (Figura 7). Los quirófanos de endouro-
DE LA LITIASIS logía con mesas radiológicas específicas sólo se justi-
fican en unidades de Litotricia con mucho volumen
Litiasis renal cálcica (radiopaca) de trabajo. El quirófano convencional presenta ven-
tajas en cuanto a versatilidad según nuestro punto
La mayoría de los cálculos renales pueden tra- de vista.
tarse mediante LEOC, pero se demostró que con
este método aumenta notablemente el porcentaje El cateterismo ureteral previo
de complicaciones cuando el cálculo supera los La colocación de un catéter ureteral del 6 ó 7 ch
20 mm de diámetro y/ o cuando tiene un aspecto en la pelvis renal, previo a la NLP, es una maniobra
coraliforme. sencilla en la que se emplean escasos minutos y que
sólo aporta ventajas, ya que ayuda en la punción
Por este motivo, la cirugía renal percutánea sigue percutánea distendiendo la vía al irrigarla con solu-
siendo el tratamiento de elección de los cálculos de ción fisiológica mezclada con contraste yodado, lo
Figura 7. La posición de Valdivia se puede realizar Figura 8. Posición de Valdivia con bolsa de aire en
combinada con la posición de litotomía, por lo que el flanco. Se marcan las líneas de referencia en la piel
el acceso endoscópico a la vía urinaria es total. (12.ª costilla, pala ilíaca. Línea axilar posterior).
El manejo anestésico del paciente en esta posición
es excelente.
acceso simultáneo de la vía urinaria tanto anterógra- Figura 10. A – Posición en decúbito supino con
do como retrógrado (Figura 9). bolsa de aire en el flanco. La dirección de la aguja
en la punción es discretamente hacia arriba, lo que
En ambas posiciones los puntos de referencia para desconcierta al principio. Con punción ecodirigida
elegir el punto óptimo de punción son los mismos: hay que pinchar la piel lo más cerca posible de la
línea axilar posterior, cresta ilíaca y la última costilla. La línea axilar posterior y dejarse llevar por el haz de
punción debe ser lo más próxima posible a la línea axi- ultrasonidos. B – Posición en decúbito prono.
lar posterior pero sin pasar nunca hacia delante. La dirección de la aguja lleva una inclinación de 45º
con el plano horizontal.
Las ventajas de nuestra posición son múltiples, ya
desde el punto de vista del manejo anestésico, dar la
vuelta a un paciente anestesiado es siempre una
maniobra complicada y engorrosa. El acceso transure-
tral a la vía urinaria es posible durante toda la inter-
vención. La punción ecodirigida es igual de sencilla que
en el decúbito prono, controlándose perfectamente
las estructuras interpuestas entre piel y riñón.
Instrumental quirúrgico
El ecógrafo. El ecógrafo con un transductor de 3,5
MH para ecografía abdominal es un aparato que no
puede faltar en todo Servicio que pretenda realizar Colocamos el transductor buscando en esta zona
una urología moderna. Es conveniente estar familiari- una ventana acústica que nos permita conseguir un
zado con el ecógrafo para realizar la punción ecodiri- corte longitudinal del riñón. Hay que fijarse bien en la
gida de la manera más efectiva posible. La punción dirección del haz de ultrasonidos que nos la marcará
percutánea ecodirigida se convierte así en un proce- la inclinación de la sonda. Introducimos la aguja en la
dimiento seguro y sencillo para multitud de maniobras piel en la zona antes marcada lo más próximo posi-
diagnósticas y terapéuticas en nuestra especialidad. ble a la línea axilar posterior pero sin sobrepasarla
hacia delante. Si tenemos catéter colocado y la vía
Las agujas de punción inicial. Cuando la punción rellena de suero con contraste, hay quien además
inicial es ecodirigida se utiliza una aguja que permita añade azul de metileno, que veremos salir al retirar el
directamente el paso de una guía de 0,038” que nor- obturador de la aguja. Si no hemos colocado catéter
malmente corresponde a un calibre 17,5 gauge, equi- tendremos que ver salir orina. En cálculos que ocu-
valente a un diámetro de 1,3 mm. pan toda la vía al contactar con la piedra hay que
inyectar suero ligeramente contrastado para asegu-
La Punción Percutánea Ecodirigida rarnos del punto de punción y distender un poco la
La dificultad de acceso percutáneo al cáliz desea- vía para que pase la guía.
do ha sido siempre la parte más compleja de la ciru-
gía renal percutánea. Desde un principio hemos rea- Las guías metálicas
lizado la punción inicial guiada por ultrasonidos. El El método Seldinger se realiza con guías flexibles,
control de estructuras anatómicas interpuestas entre lo que provoca acodaduras en el trayecto durante la
piel y riñón sólo es posible con este método. dilatación. Pronto empezaron a utilizar varillas metálica
Conviene explorar previamente al paciente en la rígidas con extremo distal flexible, guías de Lunderquist,
consulta, estudiando la anatomía ecografica del riñón lo que permite una dilatación del trayecto en sus pri-
y estructuras vecinas y los posibles puntos de pun- meras fases mucho más fácil y segura.
ción. Con el paciente colocado en la posición desea-
da, decúbito prono o supino con bolsa de aire Hoy día existen multitud de variantes como las
(Figura 10), marcamos con rotulador las líneas de guías teflonadas semirrígidas muy útiles y menos
referencia (Figuras 8 y 9). traumáticas.
Figura 11. De izq. a dcha.:Vaina de Amplatz 28 ch Figura 12. Los modernos panendoscopios se
sobre nefroscopio 26 ch perfectamente ajustada. basan en una óptica única de 12º a la que se
Balón de dilatación de trayecto de nefrostomía con acoplan todos los artilugios para la endoscopia
su vaina de 30 ch. Dilatador de Amplatz 30 ch con transuretral y percutánea. Utilizados como
su vaina de 32 ch. Dilatadores coaxiales de Alken nefroscopios con vainas de distintos calibres son
con vaina de Amplatz de 32 ch. Se aprecia considerablemente más largos que los tradicionales.
claramente el espacio entre el último dilatador y la
vaina. Para introducir la vaina, ésta debe ir perfectamen-
te “calzada” sobre el dilatador, de lo contrario produci-
remos lesiones importantes en el parénquima renal.
Dilatación del trayecto hasta la actualidad. Hay algunos modelos que tienen el
Los dilatadores coaxiales telescópicos de Alken. Intro- extremo de la óptica poco protegido y si se utiliza
ducidos también desde el principio con la sistematiza- mucho pinzas para sacar fragmentos se dañan con facili-
ción de la técnica han demostrado ser el método más dad. En los últimos años han aparecido los panendosco-
seguro, eficaz y económico, por lo que siguen en pios que permiten adaptar una óptica y un canal de ins-
vigencia (Figura 2). trumentación rígido a cistoscopios, nefroscopios, relec-
tores y ureterotomos de distintos calibres (Figura 12).
Los dilatadores teflonados de Amplatz. Derivados de
los dilatadores del método Seldinger y adaptados hasta Nefroscopios flexibles. La calidad de estos instru-
conseguir la introducción de vainas del 30 ó 32 ch. mentos es una de las cosas que más ha mejorado en
los últimos años. Su utilización en nefroscopia sobre
Los balones de dilatación a alta presión. Son exce- vaina de Amplatz con adaptador de Rutner o bien con
lentes métodos de dilatación cuando hay espacio en bomba de perfusión tipo Ureteromat permite explo-
la vía para introducirlos. Llevan su vaina de Amplatz rar prácticamente todos los rincones de la vía urinaria
incorporada que se desliza por encima del balón una y lo que es más importante lavarlos (Figura 2).
vez hinchado simplificando el método. Es necesario
para su utilización que haya espacio en la vía urinaria. La utilización de pinzas de agarre o de dormias en
los cálices ya es un asunto más problemático, pero el
Nefroscopios empleo de litotricia electrohidráulica en litiasis blanda
Nefroscopios rígidos. Inventados desde el principio como las estruvita, matriz mucoproteica, fosfato cálci-
por todas las marcas comerciales para la NLP con canal co o dihidrato, y siempre bajo visión directa es muy
de instrumentación rígida. Apenas se han modificado efectivo y seguro.
Litiasis ureteral cálcica (radiopaca) Una vez situada la guía se procede a la dilatación
del meato y trayecto intramural.
Los cálculos pequeños poco sintomáticos deben
recibir tratamiento médico, pero los cálculos de gran Actualmente tenemos varios sistemas para con-
tamaño o muy sintomáticos necesitan tratamiento uro- seguir la dilatación del trayecto intramural del uréter
lógico activo. que se realizan en un tiempo en el mismo acto qui-
rúrgico, que son: la dilatación con balón, los dilatado-
La eficacia de la litotricia es excelente, con la con- res faciales flexibles, los dilatadores metalicos y la dila-
dición de que el cálculo no sea demasiado grueso tación hidráulica.
(< de 6 a 8 mm) ni demasiado duro (oxalato dihidra-
Nuestro Servicio utiliza la dilatación con balon. Son
to). En la práctica se admite que la ureteroscopia retró-
catéteres de balón que se fabrican en distintos calibres
grada con fragmentación del cálculo y extracción de los
y longitudes sirviéndonos para la dilatación de la unión
restos es actualmente el procedimiento más eficaz para
ureterovesical o de áreas estenóticas ureterales.
los cálculos pelvianos. En efecto, en este segmento del
uréter, la introducción del ureteroscopio es en general
Introducción del Ureteroscopio
fácil y el porcentaje de complicaciones muy bajo.
El ureteroscopio va ascendiendo hacia el cálculo.
Lo aconsejable es ascender con el instrumento para-
Técnica lelo a la guía metálica.
Preparación del paciente Una vez frente al cálculo debemos decidir si lo
A los pacientes que van a ser tratados mediante extraemos mediante pinzas o cestillo o bien lo trata-
ureteroscopia debe habérseles realizado un estudio mos con un sistema de litotricia.
radiológico previo: urografía intravenosa; la ecografía
también puede ser útil. Ureteroscopio rígido. Cuando hemos dilatado el
trayecto intramural, y habiendo dejado la guía metáli-
Los pacientes deben estar afebriles y la orina ca, se introduce el ureteroscopio a través de la vejiga.
debe ser estéril. Identificaremos el meato ureteral siguiendo la guía. La
introducción del instrumento por el meato ureteral la
Contaremos en la sala de operaciones con un
podremos hacer de dos maneras, rotándolo de 90 a
arco en C, y el personal deberá estar radioprotegido.
180 grados para que su parte roma se deslice sobre
Colocación del paciente el suelo ureteral, o levantando el orificio meático con
Una vez anestesiado el paciente, es colocado en la guía metálica empujada mediante la porción supe-
posición de litotomía. La pierna del lado a tratar se rior del instrumento.
coloca en posición endoscópica habitual, la pierna
contralateral levantada y en abducción. Otros prefie- Ureteroscopio flexible. Se puede introducir a través
ren la pierna contralateral baja. de una guía metálica, a través de un dilatador o de
forma directa.
Dilatación ureteral
Depende del tipo de uretroscopio que vayamos a Extracción del cálculo
utilizar. En casos de calibre reducido, 9,5 ch o menor, La extracción del cálculo depende fundamental-
la dilatación no es absolutamente necesaria. mente del tamaño, grado de impactación, composi-
ción y estado de la vía. Si el cálculo tiene un tamaño
Comenzamos con la introducción de una guía adecuado a la luz ureteral puede extraerse ayudado
metálica flexible 0,038, introducida hasta el cálculo o por pinzas de cuerpos extraños. La extracción debe
bien sobrepasado éste. Si existen dificultades de ser cuidadosa, bajo control visual y evitando manio-
sobrepasarlo puede ayudarnos la colocación de un bras forzadas que pueden lesionar la pared ureteral.
catéter ureteral recto. La irrigación del instrumento
será con solución salina, que entrará por gravedad o si En casos en que el el tamaño excesivo del cálculo
es necesaria mas presión mediante bomba. o su enclavamiento en la pared ureteral impida que el
sistema de aprehensión utilizado logre la extracción, es este tratamiento fracasa y es necesario plantear una
aconsejable la litotricia para fragmentarlo a un tamaño alternativa. Puede realizarse alcalinización in situ: basta
más reducido. Los dispositivos de fragmentación (en con efectuar una nefrostomía percutánea de pequeño
particular la litotricia balística) son muy eficaces y en diámetro con anestesia local y después, a través de
general es posible extraer la mayoría de los fragmentos este acceso percutáneo mínimo, perfundir el riñón
del cálculo, lo cual le permite al paciente volver a su con suero bicarbonato al 14 por mil.
domicilio en 24 horas después de la ureteroscopia. A
la altura del segmento lumbar la ureteroscopia es más Por lo general, el cálculo se disuelve en pocos días.
difícil y más riesgosa, especialmente en el varón. El procedimiento lleva tiempo y puede ser preferible el
tratamiento endoscopico clásico para resolver el pro-
Colocación del catéter ureteral blema más rápidamente, ya sea por vía retrógrada
tras la cirugía (cálculo ureteral) o por vía percutánea (litiasis renal).
La colocación de un catéter tras la cirugía es acon- La litiasis cistínica constituye un problema aparte, ya
sejable para evitar obstrucciones ureterales y facilitar el que el tratamiento alcalinizante es poco eficaz. Esta litia-
drenaje de líquidos con la consiguiente disminución del sis recidivante a menudo resiste la ESWL y con frecuen-
dolor postoperatorio sobre todo si la ureteroscopia ha cia es necesario recurrir al tratamiento endoscópico.
sido larga. Lo más fácil es la colocación de un catéter
sobre la guía colocada al comienzo del procedimiento.
La fluoroscopia servirá para asegurarnos la colocación. ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA
El catéter se deja 24-48 horas si no ha habido lesión
ureteral, si ésta ha sucedido, se dejará un doble J de 3 a DE LA UNIÓN
6 semanas, realizándose antes de su retirada una eva- PIELOURETERAL
luación radiológica.
La estenosis de la unión pieloureteral consiste en
Cuidados postoperatorios una obstrucción del paso de la orina de la pelvis renal
Después de la ureteroscopia y la litotricia suele a uréter que comporta una dilatación progresiva pie-
dejarse un catéter ureteral durante 24-48 horas para localiciliar y empeoramiento de la función renal según
evitar el edema y el dolor postoperatorio, si han exis- grado y duración de la obstrucción.
tido lesiones en la pared ureteral es mejor dejar colo-
cado un doble J. La mayoría de las hidronefrosis congénitas o
adquiridas por estenosis de unión pieloureteral se
Complicaciones pueden tratar endoscópicamente (excepto en niños
Las complicaciones de la ureteroscopia van ligadas muy pequeños). La técnica se basa en el principio de
al periodo de aprendizaje. Podemos destacar la pre- Davis: regeneración del uréter mediante el contacto
sencia de falsa vía, perforación, dolor postoperatorio, con una sonda tutora, previa incisión longitudinal de
fiebre/sepsis, estenosis, avulsión ureteral, necrosis toda la pared uretral.
aséptica del uréter y rotura de instrumentos...
Endopielotomía percutánea
Resultados
Es alto el porcentaje de éxitos en el tratamiento de La transposición del principio de Davis a la endos-
los cálculos ureterales situados a nivel distal (80-90%), copia fue realizada por Wickam y Ramsay, quienes
en el uréter medio el porcentaje de éxitos se reduce describieron la endopielotomía percutánea.
entre un 50-80%. En el uréter proximal ese porcenta-
je es aún más bajo. El procedimiento se efectúa por vía percutánea
bajo control visual. La unión se corta a lo largo de 2 a
Litiasis radiotransparente 3 cm con lámina fría de un uretrotomo óptico, o con
asa de punta de un resectoscopio, cortando igual lon-
Teóricamente, los cálculos radiotransparentes úri- gitud de pelvis y de uréter hasta ver el tejido periure-
cos pueden tratarse con disolventes, pero a veces teral. Se debe realizar el corte en posición posterola-
teral para evitar lesionar vasos aberrantes en posición (75% de éxitos). Los resultados son mejores en el tra-
anterior, presentes en un 30-40%, llegar hasta grasa tamiento de las estenosis secundarias (85%) que en el
peripiélica y visualizar una amplia y correcta apertura de las estenosis primarias (70%).
de la pelvis y uréter sano.
El número de complicaciones es baja, sobre un 1%
El corte se puede realizar mediante el uretroto- relacionadas con hemorragia por lesión de vaso arte-
mo de Sachse, uretrotomo flexible, acucise o láser de rial o venoso periureteral o peripiélico y un 15% rela-
Neodimio-Yag. cionadas con los catéteres: colocación incorrecta,
infección, obstrucción, etc.
Después se coloca una sonda tutora de 10 a 12 F
durante 6 semanas (catéter doble J de calibre variable). Van Cangh et al presentan unos buenos resulta-
dos, del 95% en los casos de hidronefrosis leve y sin
Durante 4 días se deja una sonda de nefrostomia vaso polar, a un 39% en aquellos con gran hidrone-
hasta que desaparece la extravasación. Con cualquie- frosis y secundarios a vaso polar.
ra de las dos técnicas los resultados publicados por los
principales autores son similares, con alrededor del El fracaso de la técnica se evidencia, en la mayoría
80% de éxitos. Los resultados parecen ser mejores de los casos, en los primeros seis meses después de
para las estenosis postoperatorias (85%) que para las retirar el tutor ureteral. La hidronefrosis severa, vaso
estenosis primitivas (75%). polar o estenosis secundaria superior a 2 cm se con-
sideran factores de mal pronóstico.
Endopielotomía retrógrada
ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA:
Es posible cortar la unión por vía retrógrada con ESTENOSIS URETERAL
ayuda de un ureteroscopio operador de 12,5 F. La
técnica es difícil en el varón pero bastante sencilla en El tratamiento endoscópico puede intentarse en
la mujer, sobre todo si previamente se coloca una casi todos los casos.
sonda en doble J para dilatar el uréter. No obstante,
siempre resulta difícil controlar la profundidad de la Dilatación
incisión. En principio, este procedimiento sólo se pre-
coniza para las estenosis fibrosas postoperatorias en El procedimiento más simple es la dilatación con
la mujer. un balón de alta presión, seguida de la colocación de
una sonda tutora de gran diámetro que se deja duran-
El catéter acucise es un dispositivo especial, desa- te 6 a 8 semanas.
rrollado por Clayman, que permite cortar la unión
pieloureteral por vía retrógrada bajo control fluoros- La principal dificultad es atravesar previamente la
cópico. La técnica es simple: en la estenosis se coloca estenosis con una guía, que se puede introducir por
un catéter balón a baja presión. En la superficie del vía retrógrada, por vía percutánea o por vía mixta en
balón hay un electrodo de 150 µm de diámetro y de vaivén. La utilización de guías hidrófilas ha facilitado
3 cm de largo. Con este electrodo, activado durante considerablemente el paso de las estenosis acentua-
1 a 3 segundos por la corriente de corte de un bistu- das y acodadas.
rí eléctrico, se practica una incisión en la estenosis.
Inmediatamente después del paso de la corriente Generalmente la maniobra se efectúa solamente
eléctrica, el balón, que presentaba una muesca a la con control fluoroscópico. Después de franquear la
altura de la estenosis, adopta una forma cilíndrica. estenosis, la guía se puede sustituir por una guía semi-
rrígida que facilita mucho las maniobras de dilatación
Después de retirar el balón se coloca una sonda y de intubación. Para predilatar la estenosis se pueden
tutora de doble J durante 6 semanas, preferentemen- utilizar bujías tipo Marberger e inmediatamente des-
te de 10 a 12 F de diámetro. Los resultados son simi- pués un balón de angioplastia, inflado a 12 ó 14 atmós-
lares a los obtenidos con el tratamiento percutáneo feras durante 10 minutos.
Se basa en el principio de Davis (igual que la Después de la biopsia se puede resecar la lesión
endopielotomía retrógrada). Su práctica suele ser deli- completamente con un ureterorrenoscopio operador
cada a raíz del diámetro elevado del ureteroscopio de 12,5 F, o se puede hacer una fotocoagulación sim-
operador (12,5 F), que dificulta el paso del meato y el ple con láser YAG utilizando la mitad de la energía
uréter intramural. necesaria para la vejiga.
En las estenosis cortas (>1 cm) y bajas (uréter Es preferible drenar el uréter a través de una
pélvico) se puede obtener un porcentaje de éxitos sonda en doble J, para evitar el desarrollo eventual de
superior al 70%, siempre que el procedimiento se rea- una estenosis.
lice de entrada y no después del fracaso de una sim-
ple dilatación previa. Carcinomas uroteriales
de la vía excretora
Por lo tanto, este procedimiento debe practicarse
en primera intención siempre que sea técnicamente La nefroureterectomía radical es el tratamiento
realizable. de elección para el tumor transicional del tramo uri-
nario superior. Sin embargo, en algunos casos selec-
ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA: cionados, a pesar del riesgo de recidiva del 15 al 45%
ESTENOSIS DE LA UNIÓN URETE- según las publicaciones, el tratamiento conservador
ROILEAL O URETEROSIGMOIDEA puede estar justificado. Se lo puede llevar a cabo con
éxito por vía retrógrada en caso de lesión ureteral, o
Aproximadamente el 20% de las anastomosis ure- por vía percutánea en caso de lesión piélica. El riesgo
terointestinales progresan con rapidez variable hacia de contaminación del tracto parece menor.
la estenosis después de la cirugía. La reoperación de
estas estenosis es difícil y por eso siempre se debe El verdadero problema es la selección de las indi-
intentar el tratamiento endoscópico. caciones. Se aconseja tratamiento conservador del
tumor con las siguientes características: único, bajo
Por lo general, la estenosis se atraviesa con una grado y estadio, localizado, sin presencia de CIS y situa-
guía hidrófila introducida por vía percutánea. do en pelvis renal o uréter. Las indicaciones indiscuti-
bles están representadas por las lesiones en riñón
Después se dilata con un balón de alta presión único, las lesiones bilaterales simultáneas, los pacientes
montado en una guía semirrígida y se drena duran- con insuficiencia renal y los que no pueden o no quie-
te 8 semanas con un tubo transnefro-pielourete- ren ser tratados mediante una nefroureterectomía.
roileal de 8 0 10 F. Los resultados inmediatos sue-
len ser buenos pero con un alto porcentaje de Los tumores del tracto urinario superior pueden
recidiva. abordarse por vía anterógrada o retrógrada. El abor-
daje elegido depende en gran parte de la localización fiable hacia la mayoría de las porciones del tracto uri-
y el tamaño del tumor. Por lo general, el abordaje por nario. Estos ureteroscopios suelen emplearse en el
ureteroscopia retrógrada se emplea en los tumores uréter superior y el riñón, hacia donde el ureterosco-
ureterales y renales de escaso volumen. El abordaje pio rígido no puede pasar. Los ureteroscopios flexibles
percutáneo anterógrado es el preferido para los tumo- presentan limitaciones técnicas como un pequeño
res más grandes del uréter superior o del riñón o para campo de acción, que limita el flujo de irrigación y el
los que no es posible manipular en forma adecuada diámetro de los instrumentos de trabajo. Las otras
por abordaje retrógrado debido a su localización. limitaciones del ureteroscopio flexible son el acceso
reducido a determinadas áreas del riñón.
El abordaje ureteroscopico
Metodología
El abordaje ureteroscopio para los tumores fue Evaluación endoscópica y toma de muestra cito-
descrito por primera vez por Goodman en 1981 y por lógica urinaria. Se realiza la cistoscopia y se inspeccio-
lo general está indicado para los tumores ureterales y na la vejiga en busca de patología vesical concomitan-
renales más pequeños. La ventaja del abordaje con te. Se identifica y se inspecciona el orificio ureteral en
ureteroscopio es la menor morbilidad en comparación busca de hematuria. Se pasa directamente un urete-
con la de los procedimientos percutáneos y la cirugía roscopio de pequeño calibre (6,9 a 7,5 ch) en el ori-
abierta, con el mantenimiento de un sistema cerrado. ficio ureteral y se inspecciona el uréter distal en busca
de cualquier lesión. Se emplea el ureteroscopio flexi-
Las principales desventajas de un abordaje retró- ble para visualizar el resto del urotelio.
grado se relacionan con el hecho de que se emplean
instrumentos más pequeños. Los endoscopios mas Si el uréter no acepta el ureteroscopio más
pequeños tienen un campo visual más limitado y un pequeño, se requiere una dilatación activa del uréter.
menor campo de acción, por lo tanto limitan la capa- Cuando un tumor protuye del orificio ureteral, puede
cidad para extirpar tumores grandes y para obtener realizarse la ablación ureteroscópica completa del
muestras profundas para una estadificación adecuada. tumor o una resección agresiva transuretral de casi
todo el tumor distal, con lo que se obtienen resulta-
Además, algunas porciones del tracto urinario supe- dos aceptables.
rior, como los cálices del polo inferior, no pueden ser
alcanzados de forma adecuada con estos instrumentos. Tratamiento
Se puede emplear para extirpar el tumor un
Técnica resectoscopio ureteroscopio. En las porciones supe-
Existe una amplia variedad disponible de instru- rior y media del uréter debe tenerse especial cuidado
mentos ureteroscopios, cada uno de ellos con sus porque la pared es muy delgada y proclive a la perfo-
ventajas y desventajas. ración. Los resectores ureterales suelen ser de 12 F y
requieren una mayor dilatación del orificio ureteral.
En general, los ureteroscopios rígidos se utilizan
sobre todo para las porciones distal y media del uré- El tumor puede ser extirpado empleando láser o
ter. El acceso a la porción ureteral superior y al riñón energía por electrocauterización. Se está popularizan-
con un endoscopio rígido es poco fiable, sobre todo do el uso de energía láser con fuentes de neodimio:
en el paciente masculino. Los ureteroscopios más itrio-aragon-garnet (Nd:YAG) u holmio:YAG. Pueden
grandes y rígidos permiten una mejor visualización ser administradas a través de ureteroscopios peque-
porque su campo visual e irrigación son mayores. Los ños y flexibles sin alterar de manera significativa el
ureteroscopios rígidos más pequeños (8 ch) no sue- flujo de irrigación o la deflexión de la cámara.
len requerir una dilatación activa del orificio ureteral.
El láser con holmio:YAG es adecuado para el uré-
Actualmente se encuentra disponible una nueva ter. La penetración del tejido es menor a 0,5 mm y
generación de ureteroscopios flexibles, más pequeños permite la ablación tumoral con una hemostasia exce-
que los 8 F, y que permiten un acceso simple y con- lente y un riesgo mínimo de lesión de todo el grosor
del uréter; no obstante, su escaso poder de penetra- tumores más grandes localizados cerca de la pelvis
ción determina que no resulte útil en los tumores más renal, el uréter proximal o ambos.
grandes, especialmente los de pelvis renal. Los pará-
metros que más a menudo se utilizan con el hol- La principal ventaja del abordaje percutáneo es la
mio:YAG son una energía de 0,6 a 1 joule con una fre- capacidad para emplear instrumentos más grandes
cuencia de 10 hertz. El láser con neodimio:YAG tiene mediante los cuales sea posible extirpar un volumen
una penetración tisular de hasta 5 a 6 mm. tumoral mayor en cualquier porción del sistema colec-
tor renal.
En contraste con el láser con holmio:YAG, que eli-
mina el tumor, el láser con Nd:YAG actúa por necrosis Un abordaje percutáneo puede evitar las limitacio-
coagulativa con el posterior desprendimiento del tumor nes de la ureteroscopia flexible, especialmente en sis-
necrótico; el margen de seguridad es significativamente temas caliciales complicados o áreas de difícil acceso.
más bajo y puede limitar su uso en el uréter, donde la
pared ureteral es más delgada. Los parámetros que se Con el abordaje percutáneo es posible mantener
utilizan más a menudo con el láser con Nd:YAG son el tracto de nefrostomía establecido para la nefrosco-
15 watts para 2 segundos para eliminar el tumor y de pia postoperatoria inmediata y la administración de
5 a 10 watts para 2 segundos para la coagulación. tratamiento tópico adyuvante.
recortada de un resectoscopio para eliminar el tumor. resis tumoral es completa y la instilación de antimicó-
Este abordaje puede ser más efectivo en los tumores ticos o BCG intrarrenales con la finalidad de prevenir
más grandes. En la tercera técnica se utiliza un endos- la recidiva.
copio rígido o flexible, se biopsia el tumor y se trata
con láser holmio:YAG o Nd:YAG a 25 o 30 watts. ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA:
DIVERTÍCULO CALICIAL
Cualquiera que sea el abordaje empleado, se deja
colocado un tubo de nefrostomía. Este acceso puede Tratamiento
utilizarse para una segunda revisión nefroscópica La mayoría de los divertículos caliciales son asin-
durante el seguimiento para garantizar la extirpación tomáticos pero algunos se llenan progresivamente de
completa del tumor. cálculos, causando dolores crónicos y eventuales
infecciones urinarias febriles.
La mayoría de los autores coincidirán en que el
manejo percutáneo es aceptable en pacientes con El tratamiento de estas litiasis mediante ESWL
enfermedad de bajo grado, cualquiera que sea el esta- es poco eficaz, básicamente porque los restos litiá-
do del riñón contralateral, teniendo en cuenta que el sicos no pasan fácilmente por el cuello puntiforme
paciente se compromete de por vida a un seguimien- del divertículo.
to endoscópico.
El acceso percutáneo con acceso directo al diver-
Las complicaciones que surgen en el manejo per- tículo es el método de referencia en la actualidad. La
cutáneo de los tumores son similares a las que se imagen fluoroscópica del o de los cálculos es el punto
observan con los procesos renales benignos, y son el de referencia para la punción.
sangrado, la perforación del sistema colector y la obs-
trucción secundaria de la unión ureteropiélica. Rara vez es posible pasar una guía a través del
cuello. Por lo general, lo más seguro es utilizar una guía
Una de la preocupaciones mayores sobre el abor- rígida tipo Lunderquist, cuyo extremo flexible se enro-
daje percutáneo es la siembra potencial de superficies lla el el divertículo. La dilatación es delicada y se prac-
no uroteliales con células no tumorales. La siembra tica sobre una guía rígida.
del tracto es posible, pero infrecuente.
Después de efectuar la dilatación, los cálculos sue-
Lo mismo que en el caso de las lesiones benignas, len extraerse con facilidad (con mayor razón por
en el uréter la lesión se puede resecar o fotocoagular cuanto a menudo ya han sido fragmentados por la
con láser YAG después de la biopsia. La lesión renal litotricia extracorpórea).
rara vez puede tratarse correctamente por vía retró-
grada, por lo cual el acceso es percutáneo en la mayo- A continuación se debe dilatar el cuello del diver-
ría de los casos. tículo o destruir las paredes del divertículo mediante
electrocoagulación con el asa bola del resectoscopio.
El acceso calicial inferior es adecuado cuando la Se debe dejar un drenaje durante 24 a 48 horas.
lesión es piélica o calicial inferior. Frente a una lesión
calicial media o superior, se puede optar por un acce- La electrocoagulación de las paredes provoca la
so directo al cáliz afectado o por un acceso calicial desaparición del divertículo en más del 80% de los casos.
inferior con un fibroendoscopio de 14 F. Al llegar a la
lesión se efectúa biopsia y fotocoagulación. ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA
DE LOS QUISTES RENALES
Si la lesión es resecable, es necesario tener cuida-
do de no perforar la fina parte de la pelvis renal (se Tratamiento
debe electrocoagular o fotocoagular el pie de la lesión). La prevalencia de los quistes renales es muy alta.
Al final se deja una sonda de nefrostomía que permi- Sin embargo, la mayoría de los quistes son asintomá-
te una segunda intervención para verificar que la exé- ticos y no necesitan ningún tratamiento.
Muy raramente se vuelven sintomáticos por durante el llenado y la contracción de la vejiga. Este
hiperpresión intraquística o por compresión de las tratamiento es interesante debido a su simplicidad, su
cavidades pielocaliciales, lo cual a veces lleva a la for- baja morbilidad y su eficacia en relación con el costo.
mación de litiasis. Sin embargo, el tratamiento endoscópico no es tan
eficaz como la cirugía a cielo abierto.
Los quistes pequeños (< 6 cm) se pueden tratar
mediante punción-aspiración-esclerosis. Los productos Algunas de las posibles causas de fracaso del tra-
esclerosantes más utilizados son el alcohol a 95º y la tamiento endoscópico del reflujo, son el reflujo grave,
yodopovidona. Los quistes de gran tamaño (> 7 cm) una técnica incorrecta de inyección y la disfunción
son más difíciles de esclerosar a causa de su volumen, miccional (Trsinar y col., 1999).
Korth y luego Hubner describieron un tratamiento
percutáneo. Cualquier solución endoscópica usada para tratar
el reflujo debe reunir dos características principales:
El principio consiste en establecer un acceso per- integridad anatómica, o sea que el material debe ser
cutáneo directo del quiste, previamente puncionado y fácil de introducir y debe conservar su volumen, y segu-
opacificado bajo guía ecográfica. ridad del material, lo que implica que el material debe
ser biocompatible, no antigénico y no debe migrar.
A través de un tubo de Amplatz se introduce un
resector y se reseca progresivamente la cúpula salien- Técnica de inyección
te por vía endoquística. El límite exacto entre la cúpu-
la saliente y la pared renal es difícil de establecer. Es casi igual en el niño y en el adulto. El procedi-
miento se lleva a cabo con anestesia general o caudal.
Además es muy difícil recuperar todos los frag-
mentos de la pared quistica para someterlos a exa- En todos los casos se administra un antibiótico de
men histológico. Probablemente esa es la causa por la amplio espectro antes de la operación. El paciente es
cual Hubner comunica un porcentaje de recidiva del colocado en posición de litotomía dorsal. Se lleva a
50%. Hoy esa técnica está siendo sustituida por el tra- cabo una cistoscopia sistemática y se visualizan los
tamiento laparoscópico de los quistes. uréteres. Se introduce una aguja de calibre 20 a través
del conducto de trabajo. El extremo de la aguja se
El estudio de las características radiológicas del inserta bajo visión directa en el espacio subureteral en
quiste según la clasificación de Bosniak es fundamen- el sitio correspondiente a las 6 horarias, en posición
tal. Sólo se deben tratar por vía endoscópica los quis- distal al orificio ureteral y a unos 4 a 6 mm de él.
tes correspondientes a la clasificación Bosniak I y II.
Los quistes clasificados como Bosniak III y IV se deben Luego se introduce la aguja en dirección proximal
operar a campo abierto, con examen extemporáneo y se inyecta la sustancia de relleno lentamente hasta
de la pared y nefrectomía inmediata si se demuestran que la protusión ocasionada por ella casi oblitere el
los criterios histológicos de malignidad. orificio ureteral. Debe realizarse una inyección única y
precisa porque las punciones múltiples pueden favo-
ENDOSCOPIA TERAPÉUTICA recer la extravasación del material. Este procedimien-
DEL REFLUJO VESICOURETERAL to puede llevarse a cabo en forma ambulatoria en
menos de 15 minutos y con baja mortalidad.
El reflujo vesicoureteral es provocado por un tra-
yecto submucoso anormalmente corto del uréter Materiales heterólogos
intravesical, asociado a una abertura del meato.
Teflón
El tratamiento endoscopico del RVU puede ser Matouschek (1981) fue el primero en realizar el
eficaz.Teóricamente se coloca un objeto o un material tratamiento endoscópico del reflujo, inyectando pasta
inyectable por detrás del uréter con el fin de producir de teflón en la región subureteral de un paciente.
el soporte necesario para permitir su coaptación O'Donnell y Puri (1984) popularizaron esta técnica
8. Alken P. Percutaneous ultrasonic destruction of renal 21. Trattner HR: Instrumental visualization of the renal
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Grandes síndromes
Hematuria
Hematuria
capítulo 6
Hematuria
La emisión de coágulos acompañando a la hema- polaquiuria habrá que pensar en patología prostática.
turia es típico de una causa urológica. La morfología Cuando aparece dolor cólico renoureteral será orienta-
de los mismos podrá orientarnos sobre su origen. Así tivo de la presencia de litiasis urinaria. La asociación con
pues, los coágulos alargados y finos suelen ser de ori- síndrome miccional, fiebre, etc., será sugestivo de ITU.
gen renal o ureteral. En cambio, la presencia de gran-
des coágulos, que incluso pueden provocar retención Si la hematuria es asintomática, intensa, capricho-
aguda de orina, indicará patología vesical o prostática. sa y con coágulos será sugestivo de la existencia de un
proceso tumoral.
La clínica acompañante a una hematuria debe ser
tenida en cuenta. En casos de dificultad miccional y Exploración física
Tabla 4. Anamnesis del paciente con hematuria. Debe ser completa, a nivel urológico, como gene-
ral. Se incluirá inspección de genitales externos para
descartar cuerpos extraños o litiasis en la uretra, con-
1. Características de la hematuria dilomas, sangrado vaginal o carúncula. Palpación del
• Color y presencia de coágulos escroto y su contenido, descartar edemas, petequias o
• Posibilidad de micción angiomas. Búsqueda de masas abdominales (hidrone-
• Dolor, localización, características frosis, poliquistosis, pionefrosis, carcinoma renal) e
hipogástricas (globo vesical).
2. Sintomatología sistémica acompañante
• Fiebre
Se deberá medir la tensión arterial y la frecuencia
• Artralgias cardiaca, así como realizar una auscultación cardiopul-
• Dolor abdominal monar para detectar irregularidades del ritmo cardiaco
• Pérdida de peso, síndrome constitucional (sospecha de procesos embolígenos renales) y valorar
3. Diatesis hemorrágica el estado hemodinámico del enfermo.
• Equimosis
El tacto rectal es una exploración obligada en
• Hematomas
todo paciente con hematuria para descartar procesos
4. Factores de riesgo de cáncer urológico inflamatorios o neoplásicos prostáticos.
• Edad mayor de 40 años
• Tabaco Estudios analíticos
• Abuso de analgésicos
• Análisis elemental de orina: la presencia de cilindros
• Irradiación pélvica, ciclofosfamidas
hemáticos, proteinuria intensa y hematíes dismór-
• Exposición a colorantes o tintes
ficos indican un origen parenquimatoso renal de la
5. Relación con el ejercicio hematuria. Una eosinofilia (más del 5% de los leu-
cocitos de la orina) nos orienta hacia nefropatía
6. Relación con la menstruación tubulointersticial. La piuria y la bacteriuria son indi-
7. Sintomatología genitourinaria cativos de infección urinaria. Cuando aparece piu-
• Dolor flanco ria sin bacteriuria (piuria estéril) y hematuria el
• Frecuencia, urgencia, disuria diagnóstico más probable es de tuberculosis renal.
• Disconfort vaginal o peneano
• Hemograma y coagulación: una hematuria anemi-
• Actividad sexual
zante o que provoca inestabilidad hemodinámica
• Catéteres urinarios
requiere ingreso hospitalario. La existencia de
8. Medicación policitemia a veces está relacionada con el hiper-
nefroma. También debemos descartar trombope-
9. Historia familiar nias o trastornos de la coagulación que expliquen
la causa de la hematuria.
• Bioquímica general: para evaluar la función renal. • Arteriografía renal: aporta información en el estu-
dio de tumores, infartos renales o fístulas arterio-
• Cultivo de orina: valora la existencia de infección venosas.
urinaria, el agente causal y su sensibilidad a anti-
bióticos mediante el antibiograma. Procedimientos endourológicos
• Citología de orina: indicada cuando sospechamos • Cistoscopia: no es un método inicial de explora-
tumor de urotelio. Las muestras de orina para ción. Nos aporta el diagnóstico de tumor vesical
citología del tracto urinario superior se pueden o uretral, cistitis, cuerpos extraños, litiasis vesical,
obtener mediante cateterismo ureteral selectivo. alteraciones vasculares y en ocasiones nos infor-
ma del meato ureteral del que procede la hema-
Pruebas radiológicas turia (hematuria unilateral). Se realizará cistosco-
pia diagnóstica cuando queden dudas diagnósticas
• Radiografia de tórax y simple de aparato urinario: después de realizar exploraciones radiológicas no
permite valorar la presencia de masas pulmonares invasivas. En caso de sospecha de tumor de vías,
(TBC o metástasis), masas abdominales, ocupa- puede realizarse cateterismo ureteral selectivo
ción de retroperitoneo, aumento de tamaño de para recogida de orina y análisis citológico y/o
las siluetas renales e imágenes radiopacas en el realización de ureteropielografía retrógrada.
trayecto renoureteral o vesical.
• Ureteroscopia diagnóstica: técnica invasiva indicada
• Ecografía urológica: técnica de gran rentabilidad cuando se sospecha la presencia de tumor de vías,
diagnóstica con ausencia de efectos secundarios. pero no se logra el diagnóstico con métodos
Nos dará información sobre la presencia de litia- menos agresivos.
sis, tumores, obstrucción, etc. La ecografía-doppler
puede ser muy útil para el diagnóstico de patolo- Otras exploraciones
gía vascular renal como causa de hematuria.
• Biopsia renal: en casos de sospecha de afectación
• Urografía intravenosa: fundamental en el estudio del parénquima renal.
de las hematurias, permite el estudio morfofun-
cional del aparato urinario. Podremos analizar la
función y morfología renal bilateral, existencia de ALGORITMO DIAGNÓSTICO
masas renales, presencia y localización de litiasis,
defectos de replección en las vías urinarias, dilata- Figura 1.
ción de la vía excretora, presencia de divertículos
vesicales, impronta prostática vesical, etc.
TRATAMIENTO
• TAC con contraste: nos aporta gran información
tanto del aspecto morfológico como funcional de El tratamiento de la hematuria dependerá de la
la vía urinaria. causa que la ha provocado. Es importante valorar la
intensidad del sangrado.
• Pielografía anterógrada y retrógrada: son métodos
invasivos que precisan del abordaje percutáneo Ante una hematuria fluida, sin coágulos y sin reper-
en el caso de la pielografía anterógrada y del cusión hemodinámica no es necesaria la realización de
abordaje endourológico en el caso de la pielogra- instrumentaciones especiales ni de cuidados específicos
fía retrógrada. Nos aporta información de la vía en su tratamiento. Debe aconsejarse al paciente forzar
excretora en caso de sospecha de litiasis radiolú- la diuresis mediante una ingesta abundante de líquidos.
cidas, tumores, etc.
Si la hematuria es intensa, franca y con coágulos es
• RMN: indicada en el estudio de masas renales. precisa una valoración y actuación urológica urgente.
SEDIMENTO
Microhematuria Macrohematuria
SEUDOHEMATURIA
3-100 hematíes x campo + 100 hematíes x campo
UROCULTIVO SÍ DIAGNÓSTICO
NO
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
ESPECÍFICO
TAC, RMN, UPR,
ARTERIO...
En casos de hematuria anemizante y con repercusión ga para conocer la causa del sangrado. Posteriormente
hemodinámica es preciso una correcta reposición de se colocará un lavado endovesical continuo con suero
la volemia y corrección de los trastornos de la coagu- fisiológico frío. Con estas medidas se logra el control
lación que puedan existir. en la mayoría de las hematurias. Si no se controla y
persiste la inestabilidad hemodinámica, tendremos que
La retención de grandes coágulos en la vejiga ori- plantearnos otras medidas más radicales como RTU
ginan una “vejiga coagulada”, con distensión de las hemostática (en la hematuria de origen vesical), instila-
paredes vesicales que impiden la retracción de los ción vesical de sustancias (aluminio al 1%, nitrato de
vasos sangrantes, alterando los mecanismos de la plata al 1-2%, prostaglandina E2 o F2 alfa, formalina al
hemostasia y condicionando la persistencia de la 1-4%), embolización o ligadura de las arterias hipogás-
hemorragia. Esto obliga a realizar una evacuación vesi- tricas, y la derivación urinaria con o sin cistectomía aso-
cal completa, que en principio se puede realizar con ciada. Si la hematuria anemizante procede del aparato
una sonda uretrovesical semirrígida de 3 vías de grue- urinario superior habrá que plantearse un tratamiento
so calibre (números 22-24 French), aunque a veces es agresivo como embolización de la arteria renal, o inclu-
preciso utilizar el cistoscopio y los evacuadores. En este so la nefrectomía total si la hematuria no se logra con-
caso realizaremos una revisión endoscópica de la veji- trolar con métodos menos invasivos.
HEMOGRAMA
PRESIÓN ARTERIAL
ANEMIZANTE NO ANEMIZANTE
HEMODINÁMICAMENTE INESTABLE HEMODINÁMICAMENTE ESTABLE
INGRESO SÍ OBSTRUCTIVA
HOSPITALARIO
TRATAMIENTO HOSPITALARIO NO
• CONTROL HEMODINÁMICO
• SONDA TRES VÍAS
• LAVADO MANUAL TRATAMIENTO
• LAVADO CONTINUO CONSERVADOR
ALTA
ALGORITMO DIAGNÓSTICO
Dolor urológico
Palabras clave: Dolor urológico. Cólico nefrítico. Dolor postoperatorio.Tratamiento del dolor.
Analgésicos.
Índice capítulo 7
Dolor urológico
capítulo 7
Dolor urológico
la invasión ósea, a la compresión medular, dolor visce- • Escala Analógica Visual: consta de una línea verti-
ral. Además se acompaña de otros síntomas (anore- cal u horizontal continua de 10 cm, un extremo se
xia, insomnio, fatiga, miedo a la muerte, aislamiento). corresponde con ausencia de dolor y el opuesto
con el dolor máximo. El paciente debe marcar el
Nociveptivo punto de la línea donde cree que esta situado su
dolor.
Es el más frecuente. El agente lesional produce
una estimulación física o química de las fibras nervio-
sas somáticas (dolor somático) o vegetativas (dolor DOLOR UROLÓGICO
visceral). Mientras que el dolor somático está bien
localizado el visceral es sordo, difuso, cólico, mal loca- Anatomía
lizado y muchas veces se manifiesta referido a un área
corporal. El dolor de origen urogenital es frecuente en
cualquier grupo de edad. Puede ser de carácter
Neuropático agudo o crónico, localizado o referido, se acompaña
de síntomas miccionales (urgencia, polaquiuria, disu-
Es menos frecuente. Se debe a una disfunción del ria, tenesmo) y en ocasionas de disfunción sexual.
sistema nervioso central y/o periférico por invasión Comprende: la localización y la irradiación del dolor
tumoral de los nervios. a nivel del aparato urogenital exige conocer su sus-
trato anatómico.
El dolor motivado por un tumor renal es debi- Aparte del sufrimiento que conlleva el dolor post-
do a la distensión de la cápsula renal o bien a la obs- operatorio, motiva una serie de complicaciones sobre-
trucción de la vía urinaria, y suele ocurrir en las fases añadidas que con su tratamiento podemos evitar:
avanzadas cuando ha alcanzado un tamaño considera-
ble. Puede ser también debido a la afectación ósea • Respiratorias: neumonía, atelectasia.
por metástasis.
• Cardiacas: taquicardia, hipertensión, trombosis
El carcinoma urotelial es multicéntrico, siendo venosa (por el encamamiento y el aumento de la
la localización más frecuente la vesical. Produce sinto- viscosidad sanguínea y de la agregación plaquetaria).
matología miccional que aumenta con el llenado de la
vejiga. Cuando se localiza a nivel de la pelvis renal o • Gastrointestinales: íleo paralítico, náuseas y
del uréter producen obstrucción, dando lugar a un vómitos.
cuadro doloroso semejante a un cólico renal. Igual-
mente en dolor pude deberse a la afectación ganglio- • Metabólicas: hiperglucemia, oliguria.
nar y/o a metástasis óseas.
• Psicológicas: ansiedad, insomnio, depresión.
El cáncer de próstata es la tercera causa de
muerte por cáncer en varones de más de 55 años. En
el momento del diagnóstico muchos pacientes se TRATAMIENTO 7,8
La vía de administración dependerá de la intensi- En los casos de orquialgia crónica se pueden admi-
dad del dolor y de la tolerancia oral. nistrar AINES, antidepresivos a dosis bajas, infiltración
anestésica del cordón, técnicas de neuroestimulación
• Dolor moderado: empleamos uno de los siguien- eléctrica transcutánea. Sin embargo, algunos pacientes
tes fármacos tienen que ser remitidos a la Unidad de Dolor.
Oliguria y anuria
de origen urológico
H. U. de Canarias La Laguna.Tenerife
Oliguria y anuria
de origen urológico
Introducción ..................................................................................................................................................................... 137
Clínica..................................................................................................................................................................................... 139
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 140
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 141
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 143
8. Oliguria y anuria de origen urológico
capítulo 8
Oliguria y anuria
de origen urológico
INTRODUCCIÓN • Insuficiencia renal aguda parenquimatosa renal. Se
produce una alteración en la función renal por
La oliguria y anuria de origen urológico consiste lesión parenquimatosa en dicho órgano. Se
en la disminución en la eliminación de la orina debido suele llegar a este diagnóstico tras descartar
a un impedimento estructural al flujo urinario en cual- alteraciones pre y postrenales. Generalmente se
quier sitio a lo largo de las vías, que ocasiona acumu- conserva de algún modo la diuresis pero ineficaz
lación de orina de forma retrógrada y lesión secunda- para el mantenimiento de la homeostasis. Las
ria de uno o ambos riñones si no se corrige la causa. causas pueden ser varias pero las podemos
Es lo que se denomina uropatía obstructiva. El con- resumir en:
cepto de anuria significa ausencia de diuresis. Cuando - Isquémicas.
la diuresis es inferior a 400 cc en 24 horas se deno- - Tóxicas.
mina oliguria. - Infecciosas.
- Hipersensibilidad.
Es importante diferenciar estos casos de aquellos
en los que realmente no hay producción renal de • Insuficiencia renal aguda obstructiva o postrenal. Es
orina que es lo que se denominaría anuria secretora la ausencia de eliminación urinaria debida a un
o verdadera. impedimento estructural en cualquier sitio a lo
largo de la vía urinaria que secundariamente
Teniendo en cuenta lo anterior es de vital impor- puede producir daño en el parénquima renal, la
tancia, en aquellas situaciones que se presenten de denominada nefropatía obstructiva. La mayor parte
forma aguda, diferenciar el mecanismo que ha produ- de causas urológicas de oliguria y anuria se inclu-
cido la oliguria o, en su caso, la anuria, ya que de la yen en este grupo.
identificación y tratamiento precoz de estas situacio-
nes depende la recuperación de la función renal. Por Las causas que producen la obstrucción al flujo
tanto podríamos diferenciar 3 tipos de insuficiencia urinario pueden clasificarse atendiendo a diferentes
renal aguda: características. Podemos hacer una clasificación en
función de la localización dentro de la vía urinaria en
• Insuficiencia renal aguda prerrenal. Es aquella que intraluminal, extraluminal o intramural (Figura 1).
se produce por un descenso de la perfusión san-
guínea renal secundaria a una disminución grave También podemos clasificar la causas de obstruc-
de la presión arterial y/o disminución del volumen ción según el nivel dentro de la vía urinaria y de la
circulante (hipovolemia, shock cardiogénico). La naturaleza de la misma:
evolución suele ser favorable una vez se reponga
el flujo plasmático renal de forma precoz median- • Renales:
te la corrección de la hipotensión arterial y/o de - Congénitas:
la repleción de volumen. Si el tratamiento se Poliquistosis renal.
demora puede instaurarse una necrosis tubular Quiste renal.
isquémica. Estenosis unión pieloureteral (UPU).
Figura 1.
Causas intraluminales:
Litiasis Necrosis papilar
Tumores Micosis
Coagulos Otros
Causas extramurales:
HBP Causas instrumentales:
Tumores Tumores
Masas Inflamaciones
Retroperitonales Estenosis
Fibrosis retroperit Causas funcionales
Vasculares Traumatismos
Yatrogénicas Malformaciones
ral; en cambio, si se produce una obstrucción ureteral vesical para descartar que se trate de una obstrucción
aguda bilateral el paciente experimenta anuria de ini- del tracto urinario inferior. En caso de que dicho son-
cio súbito. Si este cuadro se produce de forma cróni- daje no se pueda llevar a cabo por la presencia de
ca el paciente habitualmente se encuentra asintomáti- estenosis se colocará un catéter de cistostomía supra-
co dificultando así el diagnóstico y, muchas veces, lle- púbica siempre y cuando se demuestre la presencia
gando al mismo de forma incidental. La obstrucción de globo vesical.
bilateral y crónica puede producir sintomatología debi-
da a la retención hidrosalina (edemas, aumento de la Debe realizarse una analítica sanguínea donde se
circunferencia abdominal, malestar general, anorexia, deben determinar los parámetros básico hematológi-
cefaleas, aumento de peso, fatiga y disnea) y también cos, bioquímicos y gasometría: si la anuria no es total,
manifestaciones relacionadas con la uremia. también es posible determinar parámetros urinarios.
En estos últimos puede demostrarse la existencia de
La obstrucción crónica unilateral a menudo se hematuria, proteinuria, cristaluria, piuria y cilindros.
presenta en forma de dolores lumbares intermitentes
durante los periodos de diuresis forzada (por ejemplo Los datos analíticos más frecuentemente encon-
por la ingesta de alcohol). Por lo general las causas trados en la anuria de origen obstructivo son por un
extrínsecas de obstrucción se presentan más insidio- lado los derivados de la retención de los productos
samente y por lo tanto la ausencia de síntomas es la del metabolismo nitrogenado: aumento de nive-
nota dominante aunque sean bilaterales. Este tipo de les de urea y creatinina. Hay que tener en cuen-
obstrucción suele hallarse de forma incidental. ta que los niveles de urea pueden también incre-
mentarse en situaciones de exceso de catabolismo
Es importante conocer los hábitos miccionales del proteico o estados de deshidratación, pero el
paciente que pueden variar desde chorro urinario aumento de los niveles de creatinina sólo dependen
débil, urgencia miccional con o sin incontinencia, del grado de deterioro de la función renal (se incre-
incontinencia por rebosamiento hasta retención uri- mentará de forma constante a un ritmo de 1-2
naria completa. mg/dl/día). Por otro lado en la analítica también se
observarán datos relacionados con trastornos hidro-
electrolíticos y del equilibrio ácido-básico: hiperpo-
DIAGNÓSTICO tasemia y acidosis metabólica.
La presencia de oliguria o anuria obliga a una rápi- Cuando la obstrucción crónica es el cuadro clínico
da evaluación urológica a fin de descartar obstrucción predominante, los índices diagnósticos urinarios son
del tracto urinario. más a menudo similares a los observados en una
necrosis tubular aguda: alta concentración de sodio
Es fundamental una anamnesis pormenorizada en orina, osmolalidad urinaria disminuida y disminu-
seguida de un examen físico en busca de algún signo ción del cociente entre creatinina en orina y creatini-
clínico que nos oriente al diagnóstico, aunque en oca- na en plasma.
siones son muy inespecíficos. Es importante valorar el
hipogastrio para valorar la presencia de globo vesical Si la obstrucción es más aguda y no se acompaña
(que en ocasiones puede ser visible), puñopercusión de insuficiencia renal los índices urinarios son similares
lumbar, palpación abdominal en busca de masas, tacto los de uremia prerrenal: baja concentración de sodio
rectal, vaginal y bimanual. en orina y aumento de osmolalidad urinaria.
prueba inicial que nos dará más información y nos será la derivación urinaria para restablecer lo antes
orientará hacia una actitud terapéutica es la ecografía posible una dinámica urinaria normal. Las indicaciones
abdominal. Con ella podremos descartar o confirmar para la derivación urinaria urgente cuando la uropatía
la uropatía obstructiva, se puede demostrar o aproxi- es unilateral son fundamentalmente:
mar la etiología, localización y gravedad de la obs-
trucción. Los ecos en el interior del sistema colector • Dolor refractario.
pueden indicar pionefrosis, hemorragia o lesión de la • Fiebre.
mucosa transicional. • Náuseas y vómitos persistentes.
• Obstrucción de alto grado.
Un paciente que se nos presente con anuria y en • Aumento de BUN y creatinina.
la ecografía se objetive que existe dilatación del trac- • Signos y síntomas de uremia.
to urinario superior prácticamente confirma la etiolo- • Hiperpotasemia.
gía obstructiva.
Las técnicas usadas para la derivación urinaria son
Una prueba muy importante que ha sido des- variables ya que dependen del tipo y nivel de la obs-
plazada en las situaciones urgentes por la ecografía trucción:
es la urografía intravenosa. Hay que tener en cuen-
ta que debe usarse en pacientes con función renal
• Obstrucción infravesical:
normal, sin alergia a los medios de contraste y que,
- Sondaje vesical: Es la medida principal en la
siendo mujeres, esté descartado el embarazo. Esta
obstrucción infravesical. Deben tomarse
exploración radiológica, aparte de detalles anatómi-
todas las medidas de asepsia posibles a fin de
cos, también aporta detalles funcionales de la obs-
minimizar el riesgo de infección, que es el
trucción. La obstrucción urinaria aguda se visualiza
principal problema que presentan todas las
en la UIV mediante un nefrograma obstructivo, una
maniobras retrógradas. La colocación de la
demora del llenado del sistema colector con el
sonda debe ser atraumática, recomendando
medio de contraste, la dilatación del sistema colec-
empezar con sondas de mediano calibre (16-
tor y una posible rotura del fórnix con extravasa-
ción urinaria. 18 Ch). La evacuación de la orina debe ser
progresiva, descomprimiendo lentamente la
Otras pruebas de imagen a veces son requeridas vejiga, en varios tiempos para prevenir la
fundamentalmente en la búsqueda de la etiología de hematuria ex vacuo.
la obstrucción, entre ellas:
Si existe una estenosis uretral o cervical que
TC: La tomografía helicoidal sin contraste se con- impida el cateterismo vesical se procederá a
sidera actualmente el gold-standard para la detección realizar una cistostomía suprapúbica, siempre y
de cálculos ureterales. Asimismo se pueden detectar cuando tengamos la absoluta certeza de que
anomalías, tumores, masas y fibrosis retroperitoneal. existe un globo vesical.
La uroresonancia magnética no ha mostrado ventajas
frente a la TC. - Catéter suprapúbico: Deben respetarse las
condiciones de asepsia como en el caso ante-
Pielografía ascendente y descendente: nos ayuda- rior. Si existe duda de la presencia de globo
rá a localizar el punto exacto de la obstrucción, y si vesical, la punción debe guiarse mediante eco-
fuera necesario, incluso ayudar a desbloquearla. grafía. Se realiza bajo anestesia local infiltran-
do los diferentes planos de la pared abdomi-
nal hasta la vejiga. La introducción del trócar
TRATAMIENTO debe ser perpendicular a los planos tegumen-
tales siguiendo una dirección un poco oblicua
La anuria obstructiva constituye una urgencia, por hacia arriba para así evitar perdernos por el
lo que una vez diagnosticada, la actuación prioritaria espacio de Retzius.
Figura 2.
OLIGURIA o ANURIA
Cateterización vesical
Ecografía de vía
urinaria superior
Hidronefrosis No hidronefrosis
Derivación urinaria
Tratamiento de soporte IRA Descartar causa
Tratamiento etiológico Parenquimatosa prerrenal
Tratamiento complementario: Una vez dre- 2. Gulmi FA, Felsen D, Darracott, Vaughan E.
nada la vía urinaria el paciente será sometido a un tra- Fisiopatología de la Obstrucción del Tracto Urinario.
tamiento complementario de apoyo para intentar En: Walsh, Retik, Vaughan, Wein. Campbell Urología.
corregir los desórdenes hidroelectolíticos que la obs- 8.ª Edición. Buenos Aires. Editorial Médica
trucción haya producido. Asimismo se tomarán medi- Panamericana. 2004. pp. 447-502.
das encaminadas a disminuir o minimizar las compli- 3. Streem SB, Frakee JJ, Smith JA. Manejo de la
caciones infecciosas y sépticas derivadas del cuadro. Obstrucción de la Vías Urinarias Superiores. En:
Se debe hacer un seguimiento analítico seriado con el Walsh, Retik, Vaughan, Wein. Campbell Urología. 8.ª
que valoraremos función renal y equilibrio ácido-bási- Edición. Buenos Aires. Editorial Médica Panamericana.
co. Como norma general, la base del tratamiento se 2004. pp. 503-55.
fundamenta en:
4. Le Normand L, Buzelin J-M, Bouchot O et al. Vía
• Antibioterapia de amplio espectro, no nefrotóxica Excretora Superior: fisiología, fisiopatología de las
y ajustada a la función renal. obstrucciones y exploraciones funcionales. EMC
(Elsevier SAS, Paris), Urología, 18-068-C-10. 2005.
• Corrección de la acidosis metabólica: se trata 5. Otal P, Chabbert V, Millan MI et al. Radiologie inter-
mediante sueros bicarbonatados calculando el ventionnelle en urologie et néphrologie. Encycl Méd
déficit de bicarbonato. Chir. Ediciones Científicas y Médicas Elsevier SAS.
Paris. Néphrologie-Urologie, 18-031-A-10.
• Tratamiento de la hiperpotasemia: se trata según
la urgencia (alteración del ECG, demora de 6. Resnick MI. Oliguria o Anuria. En: Resnick MI,
desobstrucción, etc.) de diferentes formas: Caldamone AA, Spirnak JP. Toma de decisiones en
- Efecto inmediato: gluconato cálcico + bicarbo- Urología. 2.ª ed. Barcelona. Edika-Med. 1992. pp. 12-13.
nato. 7. Grise P, Sibert L. Retenciones urinarias agudas comple-
- Efecto en 1 hora: suero glucosado al 20% + insu- tas. Encycl Méd Chir. Ediciones Científicas y Médicas
lina rápida. Elsevier SAS. Paris. Néphrologie-Urologie, 18-207-D-
- Tratamiento lento: restricción dietética + suero 10.
bicarbonatado + resinas de intercambio iónico
+ furosemida. 8. Broseta E, Budía A, Burgués JP, Jiménez Cruz. Uro-
- Si es necesario, se recurrirá a la diálisis. logía Práctica.Valencia.Tirant lo Blanch. 2004.
9. Reynard J, Brewster S, Biers S. Upper tract obstruc-
• También es importante la restitución hídrica para
tion, loin pain, hydronephrosis. En: Oxford Handbook
compensar la poliuria desobstructiva que se pro-
of Urology. New York. Oxford University Press. 2006.
duce tras la derivación urinaria. Debe suponer
pp. 401-14.
aproximadamente el 70% de la diuresis horaria
del paciente. 10. Reynard J, Brewster S, Biers S. Bladder outlet obs-
truction. En: Oxford Handbook of Urology. New
En la Figura 2 se muestra un algoritmo diagnósti- York. Oxford University Press. 2006. pp. 69-111.
co con el que puede ser enfocado un cuadro en el
que sospechemos anuria o oliguria de origen obs-
tructivo.
Retención urinaria
Retención urinaria
capítulo 9
Retención urinaria
Desde un punto de vista didáctico, podemos dividir las venciones que más a menudo dan lugar a una
causas de retención urinaria5 (aguda o crónica) en: retención urinaria son la cirugía pélvica urogine-
cológica, la anorrectal, la cirugía aórtica y la artro-
• Causas prostáticas: hiperplasia benigna de prósta- plastia de cadera.
ta (HBP), prostatitis aguda, abscesos prostáticos,
adenocarcinoma prostático, hipertrofia del verum • Causas neurológicas: lesiones suprasacras en la
montanum, etc. fase de choque espinal, lesiones traumáticas en el
cono medular terminal, las raíces de la cola de
• Causas vesicales: tumor vesical, hematuria con caballo o en la emergencia de los agujeros sacros,
coágulos, litiasis vesical, esclerosis cervical, uretero- compresión medular metastásica, compresión
cele, uréter ectópico, etc. radicular por hernia discal, espina bífida, absceso
epidural, hematoma medular, esclerosis múltiple,
• Causas uretrales y prepuciales: atresia, estenosis, mielorradiculitis vírica, síndrome de Guillain-
rotura uretral, válvulas y pólipos uretrales, tumor Barré, mielitis transversa, neuropatía diabética
uretral, litiasis uretral, divertículo uretral, cuerpos periférica, etc.
extraños, estenosis meato uretral, hipospadias,
epispadias, fimosis, picaduras de insecto en prepu- • Causas psicógenas: puede tratarse no sólo de
cio, parafimosis no reducida, estrangulación anular fenómenos emocionales y conflictivos, sino tam-
del pene, invasión obstructiva uretral por metás- bién de casos de histeria o esquizofrenia. Son más
tasis cavernosa, etc. frecuentes en mujeres.
Causa % de pacientes
HBP (RAO espontánea) 71,6
Post quirúrgica 13,7
Estreñimiento con fecaloma 3,9
Fármacos 3,2
Dolor agudo anorrectal 2,4
Enfermedad médica aguda 1,6
Otros (excesiva ingesta hídrica, infección urinaria, litiasis, traumatismo…) 3,6
México y el 25% en Dinamarca.1 En nuestro medio, los del intento de retirada de catéter en hombres con RAO
criterios de ingreso10 son habitualmente: relacionada con HBP, que se resumen en la Tabla 2.
Tabla 2. Ensayos clínicos que analizan el efecto de los fármacos α-bloqueantes en el éxito del intento de retirada
de catéter tras RAO relacionada con HBP.
11. Martínez Agulló E, Gómez Pérez L, Delgado Oliva FJ, voiding in patients in acute urinary retention. J Urol
Ramírez Backhaus M. Concepto y terminología. En 2004; 171: 2316-2320.
Castro Díaz D y Espuña Pons M, editores.Tratado de
16. McConnell JD, Bruskewitz R, Walsh P et al., for the
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Finasteride Long-Term Efficacy and Safety Study
ediciones 2006, pp 17-54.
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12. Pérez Fentes D, Blanco Parra M. Instrumentación de urinary retention and the need for surgical
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Síndrome
de escroto agudo
Síndrome
de escroto agudo
Introducción ..................................................................................................................................................................... 163
Torsión testicular......................................................................................................................................................... 163
Torsión de los apéndices testiculares y epididimarios ............................................................ 167
Epididimitis........................................................................................................................................................................ 168
Gangrena de Fournier ............................................................................................................................................ 171
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 173
10. Síndrome de escroto agudo
capítulo 10
Síndrome
de escroto agudo
INTRODUCCIÓN La torsión testicular y la orquiepididimitis serán las
dos patologías más frecuentes a descartar.
El escroto es una bolsa anatómica que alberga la
gónada masculina, la cual migra desde la cavidad abdo-
minal hasta dicha bolsa arrastrada por el gubernáculo TORSIÓN TESTICULAR
genital durante el desarrollo embrionario.
La mayoría de los autores coinciden en que “es
El término de “escroto agudo” define una situa- preferible operar una orquiepididimitis que dejar sin
ción clínica de urgencia, de diversa etiología, caracteri- diagnóstico una torsión”. Una torsión evolucionada
zado por dolor agudo e intenso del contenido escro- conduce a la pérdida irremisible del testículo, por lo
tal acompañado a menudo de signos locales y sínto- que requiere un tratamiento quirúrgico de urgencia, y
mas generales. es imperativo descartar su diagnóstico.
Son enfermos difíciles de evaluar, debido a la natu- La incidencia estimada es de 1 por cada 4.000
raleza inespecífica de los síntomas y a la dificultad a la hombres menores de 25 años2. Puede darse a cual-
hora de explorar el escroto doloroso e inflamado. En quier edad pero tiene un pico de aparición de 13 a 17
ocasiones, el clínico no estará seguro de la etiología años y en el primer año de vida. Supone el 25% de
desencadenante únicamente con los datos clínicos y la todas las causas de escroto agudo del grupo, y el 40%
exploración, en esos casos las pruebas de imagen durante la infancia.
serán de gran utilidad.
Menos del 10% de todos los casos de torsión tes-
Su importancia radica en que el escroto agudo ticular suceden a nivel extravaginal. La incidencia de
involucra patologías que pueden poner en riesgo la torsión del cordón espermático contralateral es del
viabilidad del testículo implicado en pocas horas de 4%4.
evolución y requiere una pronta evaluación, diagnósti-
co diferencial y una exploración quirúrgica potencial- Etiología
mente inmediata.
En condiciones normales el testículo no puede
Aclarar, en la medida de lo posible, el diagnós- rotar sobre su pedículo ya que éste no se encuentra
tico diferencial será nuestro objetivo en este capí- libre, sino que anda fijado al dartos por el ligamento
tulo. El residente debe conocer la teoría de las testicular. El mediastino testicular, la parte posterior
patologías relacionadas con el escroto agudo, aun- del cordón espermático y del epidídimo no están
que el manejo de la patología y su algoritmo diag- cubiertos por la túnica serosa.
nóstico le serán más útiles en su apredizaje y prác-
tica médica. Se produce una rotación sobre el eje funiculoes-
permático3, que interrumpe el aporte sanguíneo
En la Tabla 1 mostramos las etiologías implicadas venoso primero y después arterial al testículo. Para
en el diagnóstico diferencial del escroto agudo1. que esto ocurra deben de existir factores anatómicos
que permitan una movilidad al teste y otros desenca- ticular anormalmente estrecho con una túnica vaginal
denantes para que se produzca la torsión. En una que rodea casi completamente al testículo y el epidí-
mayoría de los casos la torsión será espontánea (en dimo. Esto facilita la rotación del teste sobre su pe-
muchas ocasiones despierta al adolescente).Tabla 2. dículo vascular dentro de la túnica vaginal y le confie-
re el aspecto de “testículo en badajo de campana”
La torsión es el resultado la falta de fijación del (Bell Clapper)4. Este hallazgo a la exploración se ha
testículo y del epidídimo a las cubiertas faciales y mus- descrito en pacientes que han sufrido episodios repe-
culares que rodean el cordón, con un mesenquio tes- tidos de seudotorsión testicular5.
Tabla 2.
- Intravaginal: es el tipo más frecuente, constituye el En los testículos ectópicos y mal descendidos,
94% de todas las torsiones, puede ocurrir a cual- también puede ocurrir la torsión. En este caso no se
quier edad pero es más frecuente en adolescentes. palpará teste en la bolsa escrotal y el dolor abdominal
localizado nos hará sospechar este cuadro.
- Extravaginal: ocurre en neonatos y ocasionalmen-
te intraútero, por la fijación incompleta del guber- En ocasiones, los enfermos refieren antecedentes
náculum y las túnicas testiculares a la pared escro- de episodios similares de corta duración resueltos
tal, que deja al testículo libre para rotar sobre sí espontáneamente, seudotorsiones o subtorsión
mismo. intermitente.
Figura 1. Ecografía doppler de un paciente con torsión testicular izquierda. a) b) Parénquima testicular normal,
flujo testicular y del cordón testicular conservados en el estudio doppler (véanse curvas). c) d) Teste torsionado:
no se aprecia flujo en el registro doppler en el parénquima ni en el cordón testicular (véase la comparativa entre
las curvas de ambos testículos).
A B
C D
La forma de presentación puede variar desde un o vejiga y el agente se relaciona con la edad, los hábi-
comienzo insidioso con molestia escrotal hasta una tos sexuales del paciente y antecedentes o no, de
presentación aguda semejante a la observada en la manipulación instrumental. Los antecedentes de infec-
torsión del cordón, siendo en ocasiones clínicamente ciones urinarias, uretritis, secreción uretral, actividad
no distinguible. No existe afectación general, ni fiebre. sexual, sondaje uretral o cirugía del tracto urinario,
En una fase temprana se puede palpar en el polo pueden indicar una mayor probabilidad de epididimi-
superior del testículo o en el epidídimo un nódulo tis. La etiología más frecuente de epididimitis en un
blando doloroso. En algunos casos el apéndice infar- determinado grupo es también la causa más frecuen-
tado es visible a través de la piel, signo “del punto te de infección genitourinaria en ese mismo grupo. En
azul”. El reflejo cremastérico debe estar presente y el hombres de menos de 35 años heterosexuales los
testículo es móvil. microorganismos de transmisión sexual que ocasio-
nan uretritis, N. gonorrhoeae y C. Trachomatis, son los
La centellografía con radionúclidos y los estudios gérmenes más frecuentes. La mayoría de los casos de
doppler color pueden mostrar un flujo normal o epididimitis en niños o en hombres mayores se debe
aumentado y las imágenes ecográficas pueden revelar a patógenos urinarios comunes. En hombres mayores
un apéndice inflamado. de 35 años la uretritis transmitida sexualmente es
rara, siendo más frecuente la epididimitis secundaria a
Cuando se confirma el diagnóstico de una torsión bacteriuria por enfermedad urinaria obstructiva. En
apendicular, no es una urgencia quirúrgica. El cuadro homosexuales menores de 35 años la infección por
se resuelve con limitación de la actividad, analgésicos, coliformes o Haemophilus influenzae son los microor-
antiinflamatorios y observación. En los casos dudosos ganismos involucrados.
debe realizarse una exploración quirúrgica testicular y
la extirpación del apéndice afectado. Se ha descrito una causa no infecciosa provoca-
da por la amiodarona, que responde a la retirada del
fármaco.
EPIDIDIMITIS
En el grupo etario pediátrico la epididimitis es un
La epididimitis aguda es un síndrome clínico que diagnóstico raro. Los cuadros de epididimitis se rela-
consiste en dolor, tumefacción e inflamación del epi- cionan directamente con la bacteriuria provocada por
dídimo de menos de 6 semanas de evolución. En la coliformes, como principal agente causal. El 40 al 90%
epididimitis crónica el dolor es más prolongado en de los cultivos de orina son negativos. Un resultado
el epidídimo y en los testículos, generalmente sin negativo en el análisis de orina no descarta la infec-
tumefacción8. ción. Se ha documentado una asociación entre epidi-
dimitis en niños con orina infectada y la presencia de
La epididimitis aguda es la causa más frecuente de pene incircunciso9.
escroto agudo en adultos, resulta raro en niños y ado-
lescentes y es la fuente más común de diagnósticos Clínica
erróneos en casos de torsión que provocan la pérdi-
da de testículos3. En la epididimitis aguda, la inflamación y la tume-
facción suelen comenzar en la cola del epidídimo y
Las complicaciones de la epididimitis aguda consis- difundirse al resto del mismo y al testículo.
ten en formación de abscesos, infarto testicular, desa-
rrollo de dolor crónico e infertilidad. Puede acompa- El dolor puede ser intenso y se instaura de forma
ñarse de orquitis, llamándose orquiepididimitis. gradual, acompañado de fiebre, escalofríos, y a veces
síndrome del tracto urinario inferior (STUI) irritativo
Etiología y secreción uretral. No suele haber afectación impor-
tante del estado general, el dolor y la hipersensibilidad
Generalmente se produce por vía ascendente local pueden impedir la deambulación, el paciente se
tras colonización bacteriana desde la uretra, próstata alivia al sentarse. A la exploración se objetiva un
aumento de tamaño del hemiescroto afecto con sín- El análisis de sangre mostrará leucocitosis con
tomas locales inflamatorios (enrojecimiento, aumento neutrofilia. En el sedimento de orina aparecerá piuria
de la temperatura, dolor intenso a la palpación, etc...). y la bacteriuria será franca en la mayor parte de los
La elevación testicular aliviará el dolor, signo de casos cuando el germen sea un gramnegativo.
Prehn y el reflejo cremastérico debe estar pre- Doehn y cols., consideran que la determinación en
sente. Suele haber hidrocele reaccional. sangre de proteínas de fase aguda, especialmente la
proteína C reactiva, pueden ser útiles a la hora de
Diagnóstico distinguir entre procesos escrotales inflamatorios y
no inflamatorios10.
Habrá que conocer si el paciente ha tenido infec-
ciones previas, contactos sexuales de riesgo, hábitos Se deberán extraer muestras de orina del chorro
higiénicos, patologías urológicas o no asociadas y la medio de la micción para tinción de gram para bacte-
posibilidad de maniobras invasivas genitourinarias. En riuria gramnegativa y un examen de extensión uretral
niños habrá que explorar la existencia de fimosis. con tinción de gram. La presencia de diplococos intra-
Figura 2. Algoritmo diagnóstico de las principales etiologías del síndrome de escroto agudo.
La ecografía mostrará un aumento del volumen En la infancia las epididimitis son raras y suelen
epididimario, áreas hipoecogénicas si existen acúmu- relacionarse con la instrumentación. La E. Coli es el
los purulentos o hidrocele reaccional. La ecografía con germen más frecuentemente involucrado, que se
doppler mostrará un hiperaflujo vascular. puede tratar con amoxicilina 25-50 mg/kg/día duran-
te 7-10 días. Las quinolonas no están indicadas a esta
Los niños y hombres mayores con epididimitis edad.
secundaria a bacteriuria suelen padecer una anoma-
lía urológica estructural, debiéndose efectuar estudio En la juventud y edad adulta, el tratamiento
radiográfico y cistoscópico para evaluar el sistema dependerá de los antecedentes del paciente (contac-
urinario5. tos sexuales sospechosos, uretritis, etc.). El 46-78%
son abacterianas (C. trachomatis), aunque también son
Diagnóstico diferencial con la torsión frecuentes por N. gonorrhoeae. Se podrán utilizar las
del cordón siguientes combinaciones de antibióticos en epididimi-
tis con uretritis: una tetraciclina en dosis de 1,5 g,
El diagnóstico diferencial ha de realizarse lo más seguido de 500 mg/6 h. durante 10 días; ceftriaxona
urgente posible pues su demora puede llevar a la pér- 250 mg intramuscular más tetraciclina 500 mg/6 h. 10
dida del testículo. Generalmente los errores se come- días. En epididimitis sin uretritis, doxiciclina 100 mg/12
ten en pacientes menores de 35 años, en los que h. o tetraciclina 500 mg/6 h.
ambas entidades son frecuentes (veáse Figura 2).
Otros fármacos que también han demostrado su
En general, la instauración del dolor en la torsión eficacia frente a estos patógenos y que se pueden uti-
del cordón es brusca, con un antecedente de esfuer- lizar son el ciprofloxacino 500 mg/12 h.; ofloxacino
zo, o movimiento, aunque puede ser espontánea. En 400 mg/12 h. o levofloxacino 500 mg/12 h. durante 10
la epididimitis el dolor se instaura de una forma gra- días, acompañado o no de aminoglucósidos (tobrami-
dual, se acompaña de fiebre y signos inflamatorios cina 100 mg/12 h.) los 4 primeros días. Se debe tratar
locales. La presencia de uretritis puede indicar epidi- al contacto sexual del último mes, los coitos deben
dimitis y no torsión, pero esto no es absoluto. El signo protegerse con preservativo y deben tomarse mues-
de Prenh y el reflejo cremastérico pueden servirnos tras para VIH y sífilis.
de ayuda.
En mayores de 35 años la E. Coli es el microorga-
El método radiológico más exacto es la gamma- nismo más frecuente, relacionado con la patología
grafía del escroto pero su disponibilidad es limitada. obstructiva y la manipulación instrumental.
Pueden determinarse aumentos o disminuciones del
flujo sanguíneo. La ecografía doppler color ha demos- El tratamiento es el de los gémenes habituales de
trado ser un elemento valioso para el dignóstico dife- la infección urinaria clásica. Se basa en antibióticos que
rencial. La resonancia magnética también es precisa puedan administrarse por boca y difundan a la secre-
para distinguir entre epididimitis y torsión del cordón. ción prostática como fluorquinolonas durante 10 días,
Figura 2. con o sin aminoglucósidos en las mismas dosis que el
grupo anterior o cotrimoxazol.
Tratamiento
El cuadro suele mejorar en 48 horas, si no puede
Las medidas generales incluyen reposo en cama, frío evolucionar a absceso testicular, requiriendo drenaje e
local, elevación escrotal, analgésicos y antiinflamatorios. incluso orquiectomía.
- Luxación testicular: con o sin lesión testicular. VASCULITIS: Puede aparecer en el síndrome de
Ocurre rara vez, el desgarro del ligamento escro- Schönlein-Henoch, en la enfermedad de Buerger o en
tal, provoca que el testículo se sitúe fuera del la enfermedad de Kawasaki. Se produce dolor escro-
escroto, generalmente en anillo inguinal externo. tal junto con las manifestaciones típicas de la enfer-
medad. Su tratamiento es sintomático asociado al de
La ecografía permite una exploración testicular la enfermedad de base.
bastante completa, estudiándose posibles colecciones
intra y extratesticulares o la integridad del testiculo. El TUMORES TESTICULARES: Cerca del 10% de
Doppler color nos dará información del estado de la los pacientes se quejan de dolor agudo. Puede venir
vascularización testicular. El centellograma con pertec- causado por una hemorragia dentro del propio tumor
nectato con Tc-99m es útil para evaluar a estos (sobre todo el coriocarcinoma). Se palpará una masa
pacientes, aunque demanda mucho tiempo, no está testicular cuyo tamaño dependerá de la propia hemo-
disponible en todas las urgencias y no se ha probado rragia. La ecografía muestra áreas no homogéneas o
a gran escala13. de densidad disminuida. El tratamiento es el propio de
los tumores testiculares: orquiectomía.
El tratamiento se basará en una exploración y
reparación quirúrgica en casos de hematocele impor- HERNIA INGUINO-ESCROTAL: El saco hernia-
tante, hematoma intratesticular o ruptura evidente de rio puede extenderse a través del canal inguinal hasta
la túnica albugínea. Habrá que aplicar plastias o injer- el escroto o manifestarse una persistencia del con-
tos en los casos que sean necesarios. En traumatismos ducto peritoneovaginal. Esta hernia del contenido
cerrados leves puede indicarse tratamiento conserva- abdominal puede comprometer la irrigación intestinal
dor y observación. Si empeora la clínica será necesa- y del teste por compresión del cordón. El tratamien-
ria la exploración quirúrgica. to será quirúrgico.
6. Baker LA, Sigman D, Matthews RI et al. Analysis of 15. Singh S, Adivarekar P, Karmarkar SJ. Acute scrotum in
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Uropatía obstructiva
Palabras clave: Anuria. Cólico nefrítico. Hidronefrosis. Retención urinaria. Uropatía obstructiva.
Índice capítulo 11
Uropatía obstructiva
capítulo 11
Uropatía obstructiva
Los cálculos alojados en la pelvis renal suelen Figura 1. Catéter ureteral doble J izquierdo en
tener forma de pico y los que se encuentran en el cólico nefrítico complicado.
uréter suelen tener su diámetro mayor orientado en
la misma dirección que el trayecto ureteral donde
asientan. No visualizaremos imagen radio-opaca cuan-
do el cólico nefrítico esté producido por un cálculo
radiotransparente (ácido úrico, cistina), o cuando se
trate simplemente de la eliminación de arenillas.
En estadios terminales suele ser la parada cardia- Una exploración diagnóstica que a la vez tiene
ca por hiperpotasemia la causa de muerte, si no se una finalidad terapéutica es el cateterismo ureteral.
toman a tiempo las medidas terapéuticas oportunas La cistouretroscopia que la precede nos orientará
para corregir el cuadro. sobre un posible origen tumoral prostático o vesi-
cal. Debe intentarse cateterizar en primer lugar el
Diagnóstico y tratamiento uréter correspondiente al lado en el que el pacien-
Debemos descartar que la anuria sea de causa pre- te notó dolor, inmediatamente antes de entrar en
renal o renal, realizando también el diagnóstico diferen- anuria (este dato hace suponer que dicho riñón
cial con la retención aguda de orina (la ausencia de tiene capacidad funcional). En cuanto el catéter ure-
globo vesical y de deseo miccional hacen fácil la misma). teral consigue remontar el obstáculo (percibiéndo-
se algunas veces, en el caso de ser una litiasis, el es gravativo, fijo y persistente, pudiendo tener la típica
roce característico de ésta), aparece por su extre- irradiación anterodescendente.
mo distal goteo rápido e ininterrumpido de orina,
que persiste hasta que cede la hiperpresión intra- En algunas ocasiones se presenta de forma distin-
rrenal, momento en el que éste se hace más pausa- ta, localizándose en hipocondrio o fosa ilíaca, dando
do, con intervalos más o menos cortos, en depen- lugar a confusiones con dolores vesiculares o apendi-
dencia de la intensidad de poliuria desobstructiva culares.
que se produzca.
Pueden aparecer síntomas o signos derivados de
La derivación urinaria también se puede realizar las posibles complicaciones: hematuria, piuria, fiebre,
mediante nefrostomía percutánea ecodirigida que en expulsión de cálculos o arenillas, y en estadios más
muchas ocasiones nos permitirá realizar pielouretero- avanzados (hidronefrosis bilateral) síntomas y signos
grafía anterógrada para poder llegar a un diagnóstico de insuficiencia renal crónica.
e incluso tratamiento definitivo: nefrolitotomía percu-
tánea, endopielotomía... Diagnóstico
No suele ser habitual la sospecha de la misma tras
A todo paciente anúrico realizaremos un estudio la simple anamnesis y exploración clínica (aunque los
analítico sanguíneo que incluya determinación de urea puntos dolorosos y la percusión renal suelen ser posi-
y creatinina, ionograma y gasometría con estudio del tivos). El diagnóstico suele realizarse tras un estudio
equilibrio ácido-base. Estos datos orientan sobre el urológico sistemático, o en el curso de un reconoci-
grado de repercusión que a nivel general está provo- miento general.
cando la anuria y ayudar a tomar las decisiones tera-
péuticas más eficaces recordando que los errores más El estudio urológico suele iniciarse con una valo-
frecuentes que se cometen en el tratamiento de la ración analítica de sangre y orina, un urocultivo y una
anuria excretora son: hiperhidratar al paciente para ecografía; en ésta se dibuja con gran nitidez el árbol
que orine, no corregir su desequilibrio electrolítico, pielocalicial pudiendo valorarse asimismo el espesor
dejando pasar el tiempo antes de realizar maniobras del parénquima renal. Si se estima oportuno se reali-
terapéuticas derivativas, y finalmente olvidarse de zará una urografía de eliminación objetivándose un
corregir la deshidratación e hipopotasemia que apa- gran retraso excretor y apareciendo en las primeras
recen una vez reanudada la diuresis a consecuencia de placas las típicas imágenes caliciales en bolas, las cua-
la poliuria compensadora que se produce. les en placas sucesivas van fusionándose entre sí, dibu-
jando finalmente el árbol pielocalicial completo (de ahí
Formas crónicas la importancia de realizar placas retardadas).
a) Hidronefrosis
En el sentido estricto del término entendemos Una prueba de gran valor para diferenciar una
por ésta la dilatación de la cavidad pielocalicial, pro- dilatación residual (sin obstrucción) de una dilatación
ducida por un obstáculo parcial y congénito situado a debida a un proceso obstructivo es el renograma
nivel de la unión pieloureteral. Esta definición corres- isotópico funcional del riñón mediante inyección
ponde a la verdadera hidronefrosis, de causa prima- endovenosa de ácido dietilenetriaminopentaacético
ria. No obstante el término hidronefrosis se ha gene- de tecnecio 99m (99mTc DTPA) añadiendo durante
ralizado para denominar a las dilataciones pielocali- su realización un diurético (furosemida). El riñón
ciales de causa adquirida, cuya verdadera denomina- normal presenta un rápido incremento de radioacti-
ción sería pielocalicoectasias y ureteropielocalicoec- vidad seguido de un rápido descenso después de la
tasias (si la obstrucción se encuentra distal a la unión administración del diurético. Si el riñón presenta una
pieloureteral). dilatación residual las curvas son algo más lentas,
pero si tiene una uropatía obstructiva, además del
La manifestación clínica más habitual es el dolor, retardo en la primera fase, no se registra la respues-
que aunque suele ser paroxístico, nunca alcanza la ta a la furosemida, obteniéndose las curvas en forma
intensidad del cólico renal; la mayor parte de las veces de meseta.
En casos dudosos, una nefrostomía percutánea, al la luz ureteral por detrás del bolo urinario, regurgitan-
tiempo que drena las cavidades renales permite reali- do parte de la orina hacia el uréter pelviano al tiem-
zar una pielografía anterógrada y obtener a través de po que otra parte consigue alcanzar la vejiga. El resul-
la misma un estudio urodinámico del mecanismo de tado es una sobrecarga funcional para el resto del
evacuación pieloureteral. Entre las pruebas urodinámi- uréter, que termina cediendo progresivamente,
cas cabe destacar la de Whitaker (valoración de pre- aumentando su diámetro y también su longitud. La
siones intrapiélicas ante un flujo constante) y la de Vela morfología y función renal quedan preservadas duran-
Navarrete (valoración del vaciado piélico ante una te bastante tiempo, debido al efecto amortiguador del
perfusión a presión constante). resto del uréter.
Tratamiento Clínica
No están indicadas las exploraciones instrumen- La sintomatología del megauréter suele ser anodi-
tales retrógradas por suponer un grave riesgo de na (malestar o ligero dolor renoureteral), predomi-
infección debido al estasis intrarrenal existente. nando las complicaciones que suelen derivarse del
mismo: infección urinaria, litiasis e insuficiencia renal.
Si existe indicación quirúrgica de la hidronefrosis
hay tres medios de llevarla a cabo: endopielotomía Diagnóstico
percutánea o transuretral, plastia desmembrada (por Realizaremos un correcta anamnesis y explora-
cirugía abierta o laparoscópica) o una nefrectomía en ción física (con cierta frecuencia el megauréter se aso-
el caso de que exista lesión renal irreversible. cia a otras anomalías: megavejiga, agenesia renal con-
tralateral, síndrome del abdomen en ciruela pasa...),
b) Megauréter debe realizarse una urografía de eliminación y una cis-
El término megauréter significa simplemente uré- tografía (en pacientes neonatos es preferible el estu-
ter grande. dio isotópico renal).
En este capítulo haremos referencia únicamente al El aspecto radiográfico típico es el de una porción
megauréter obstruido, el cual puede ser primario o superior ureteral dilatada sin una tortuosidad apreciable
secundario a obstrucción uretral, vejiga neurogénica u que se ensancha de forma progresiva distalmente. La
obstrucción ureteral extrínseca. parte más distal tiene una marcada dilatación fusiforme
o bulbosa que bruscamente se convierte en un corto
La forma primaria se asocia más comúnmente segmento ureteral no dilatado, que ingresa en la vejiga.
con un segmento distal adinámico (el megauréter fun- Los cálices en general tienen una forma de copa nor-
cional obstruido), pero con poca frecuencia se rela- mal, y la pelvis renal es normal o está un poco dilatada.
ciona también con una obstrucción anatómica
demostrable. No obstante, este término define una La cistografía nos permite distinguir entre el
anomalía congénita ureteral en la que éste se encuen- megauréter funcional o por reflujo al tiempo que nos
tra muy dilatado, conservando parcialmente su peris- ayuda a descubrir cualquier tipo de uropatía obstruc-
taltismo, excepto en su extremo inferior, donde a tiva del tracto urinario inferior (válvulas uretrales,
pesar de tener un tamaño normal, carece de capaci- hipertrofia de cuello vesical...), responsable del mismo.
dad peristáltica. Para ello se realizarán placas seriadas durante la mic-
ción (CUMS).
El megauréter primario suele ser unilateral, más
frecuente en varones y predomina el lado izquierdo El renograma isotópico con test de furosemida
sobre el derecho. es útil para valorar el grado de obstrucción; en caso
de duda recurriremos a los estudios urodinámicos.
Fisiopatología
En el megauréter por obstrucción funcional (seg- Tratamiento
mento distal adinámico) se produce un defecto del Los megauréteres funcionales muy discretos que
peristaltismo, existiendo una incapacidad de cierre de no se comportan como obstructivos en los estudios
Figura 2. Uropatía obstructiva secundaria a a nivel de los infundíbulos caliciales, unión pielourete-
ureterocele en duplicidad ureteral izquierda. ral, uréter, vejiga, cuello vesical o uretra.
Clínica
Aunque algunas veces cursen de forma silente,
suelen manifestarse por un ligero dolor localizado en
el área renoureteral, el cual suele exacerbarse con las
bruscas ingestas de líquido, que descompensan transi-
toriamente la capacidad de evacuación del tramo de
la vía excretora obstruida. En estos casos el dolor
puede parecerse al de un cólico nefrítico. Asimismo
pueden sumarse las manifestaciones típicas de la afec-
ción primaria que origina la ectasia.
Diagnóstico
En las caliectasias, el diagnóstico se hace funda-
mentalmente con la urografía de eliminación. El cáliz,
distendido se rellena de contraste, destacando el
infundíbulo afilado (en caso de estenosis) o brusca-
mente interrumpido por un cruce vascular; si la hue-
lla vascular es estrecha es más fácil que corresponda
a una rama de la arteria renal, si es más amplia, es más
probable que se trate de una vena.
urodinámicos y que no provocan repercusión clínica, Las pielocaliectasias plantean el problema de diag-
no deben ser operados (es el caso de los megauréte- nóstico diferencial con la hidronefrosis; en ambas la
res hallados en adultos y que afecten sólo a los seg- repercusión morfofuncional renal es la misma; pero en las
mentos distal o medio del mismo). primeras la causa es adquirida: estenosis, cálculo, tumor,...
Cuando el cruce vascular es producido por una En el hombre predomina la patología cérvico-ure-
vena aberrante puede resultar necesario el recurso tro-prostática, incluyendo la hipertrofia benigna de la
combinado de una histerografía (inyección de contraste próstata, el cáncer prostático, la litiasis de la próstata,
mediante punción transvaginal del fondo uterino, para el prostatitis crónica, cáncer urotelial vesicoprostático o
relleno venoso del aparato genital femenino), con la de cuello vesical, la obstrucción cervical sin hiperplasia
urografía de eliminación para llegar al diagnóstico. prostática, la estrechez uretral y los obstáculos intra-
canaliculares, en especial los cálculos uretrales. La
En el diagnóstico de la fibrosis retroperitoneal es patología obstructiva es casi exclusivamente de etio-
la TAC la que nos sacará de dudas. logía urogenital pero existen procesos extraurinarios
que pueden generar ciertos tipos de uropatía obs-
Tratamiento tructiva baja, tales como el cáncer de recto o recto-
En los casos de ectasia calicial de mínima repercu- sigma propagado a las estructuras cervicouretrales y
sión clínico y morfofuncional, el tratamiento puede ir el quiste hidatídico retrovesical.
desde la simple observación, hasta un tratamiento
endourológico percutáneo de dilatación infundibular En la mujer, la obstrucción infravesical depende de
(dejando tutorizado temporalmente el cáliz con una factores urinarios y genitales (predominando estos
sonda de nefrostomía), o incluso tratamiento quirúrgi- últimos). Los procesos urinarios más frecuentes son: la
co cuando se trata de un síndrome de Fraley en el que esclerosis de cuello vesical, la estrechez uretral (espe-
se realizará una transposición del infundíbulo calicial, cialmente la meática) y los divertículos de uretra. Los
sección y reanastomosis término-terminal del mismo, factores genitales más frecuentes son: el cáncer del
por delante o por detrás del vaso, según proceda. cuello uterino propagado al cuello vesical, los miomas
cervicales, los grandes quistes del ovario o los tumo-
En las ureteropielocaliectasias pueden llevarse a res malignos del mismo y el útero retrovertido.
cabo técnicas como nefrolitotomía percutánea, litotri-
cia por ondas de choque extracorpóreas, resección En los niños de ambos sexos, el factor predomi-
endoscópica percutánea de tumor urotelial, endopie- nante es la obstrucción cervical por hipotrofia congé-
lotomía percutánea o transuretral, plastia pielourete- nita del cuello vesical, en el varón las válvulas de la ure-
ral, ureterocalicostomía, liberación del uréter de pro- tra posterior, y en la niña el ureterocele ectópico.
cesos fibrosantes (ureterolisis), plastias ureterales, ure-
terocistoneostomías... y en general tratamiento de la En el niño fimótico con estenosis meática prepu-
eliminación del obstáculo. cial y en el niño circunciso con estenosis meática ure-
tral se observan diversos grados de obstrucción uri-
En cualquier caso, nuestra actitud debe ser lo más naria infravesical.
conservadora posible, tratando de preservar al máxi-
mo la función renal; recurriendo si fuese necesario a En ambos sexos, y a cualquier edad, la obstrucción
derivaciones urinarias supravesicales con carácter defi- puede estar ligada a factores dinámicos en diversos
nitivo, tales como la nefrostomía o la ureterostomía tipos de vejiga neurogénica (que se estudiarán en el
cutánea, y sólo en casos muy extremos estará indica- capitulo correspondiente).
da la nefrectomía.
Según la modalidad clínica, la obstrucción puede
Uropatía obstructiva del tracto ser aguda o crónica, existiendo en ambas un denomi-
urinario inferior (infravesical) nador común: la imposibilidad de vaciar total o par-
cialmente el contenido vesical durante la micción.
El estasis urinario está provocado por procesos
estenosantes o disfuncionales del tramo urinario a) Obstrucción aguda:
común: vejiga, cuello vesical, próstata o uretra. retención aguda de orina
Como consecuencia de la obstrucción se produ-
Los factores obstructivos son diferentes en el ce una imposibilidad miccional completa o casi total
hombre, la mujer o el niño. que conduce a la distensión vesical de forma brusca.
La hipertensión intra-abdominal originada por el En caso de pacientes muy obesos, puede confir-
esfuerzo de la lucha contra el obstáculo, y donde marnos la presencia del globo vesical, el tacto rectal
intervienen activamente los músculos parietales abdo- combinado con la palpación abdominal; además
minales, determina la posibilidad de aparición de acci- puede confirmarnos en algunos casos la sospecha
dentes agudos a nivel de los orificios herniarios, even- diagnóstica: una hiperplasia prostática, un carcinoma
tualidad frecuente cuando la retención aguda de orina prostático, un tumor genital enclavado en el fondo
se produce en las edades extremas, en el niño y en el pelviano... pero en otras veces no, será entonces el
anciano. cateterismo uretral el que prolongará nuestro senti-
do del tacto a lo largo de la uretra, percibiéndose
La hipertensión venosa regional que se traduce una posible estenosis uretral, una falsa vía, un posible
en el hombre a nivel del aparato genital genera una cálculo enclavado, una esclerosis de cuello vesical...
ingurgitación peneana pasiva, y a nivel del sector ano-
rrectal produce fluxiones hemorroidales. Habitualmente este cuadro agudo no precisa más
exploraciones complementarias y requiere tratamien-
A nivel de la vejiga, la distensión intensa puede to urgente.
afectar la nutrición del órgano por interferencia de la
circulación arterial y del drenaje venoso, cuando se Tratamiento
produce la descompresión brusca de una vejiga dis- La intensidad de los dolores exige una rápida
tendida, la circulación venosa antes parcialmente inter- resolución. El sondaje vesical suele resolver el cua-
ferida es afectada de una vasodilatación paralítica, que dro agudo, no obstante el hecho de que el mismo
puede llegar a producir extravasaciones importantes; sea realizado con carácter urgente, no debe presu-
es la denominada hemorragia ex-vacuo. La anoxia poner que deban descuidarse la asepsia y demás
prolongada de la pared vesical durante una retención cuidados en su realización. Este método no está
aguda de orina trae como consecuencia la pérdida exento de riesgos, como son la infección urogenital
transitoria total o parcial de la función evacuadora; lo (orquiepididimitis, cistoprostatitis, pielonefritis, periu-
cual explica por qué a veces una retención aguda de retritis difusa aguda...) que a veces reviste carácter
orina superada mediante cateterismo no se ve segui- alarmante, o la clásica falsa vía uretral con la consi-
da de la recuperación de la micción, aun cuando no guiente hemorragia y la aún mayor dificultad para
haya obstáculos que se interpongan. completarlo.
Cuando el cateterismo uretral resulta imposible gica. En cualquier caso la retención crónica es mucho
con una sonda de Foley y también con una sonda de más grave e insidiosa que la aguda, ya que puede llegar
Tiemann, existen otros recursos para intentar hacerlo a dañar definitiva y totalmente la función renal.
posible como son: sondaje combinado con tacto rec-
tal (cuando el obstáculo se encuentra a nivel de la Fisiopatología
uretra prostática) o el paso de una sonda de Foley Ante el obstáculo que obstruye parcialmente la
reforzada sobre un fiador de Freudemberg (alambre vía urinaria común, en un primer momento la vejiga
incurvado en forma de Beniqué que facilite el paso de refuerza su tono muscular (vejiga hipertónica), lo que
la sonda por uretra posterior), o el sondaje sobre un hace que poco a poco se produzca el engrosamiento
alambre guía, colocado previamente por vía endoscó- de su pared debido a la hipertrofia de sus fibras mus-
pica (maniobra útil en las estenosis arrosariadas de culares (vejiga de esfuerzo o de lucha). Conforme
uretra anterior). Si con ninguna de estas maniobras, o pasa el tiempo y aumenta el grado de obstrucción, la
por imposibilidad de utilizar estos recursos, se consi- vejiga va siendo sobredistendida, tolerando cada vez
gue cateterismo uretral, se procederá al drenaje vesi- más orina residual después de cada micción.
cal mediante una punción suprapúbica.
Entre los haces hipertróficos del detrusor se inicia
Previamente a la punción suprapúbica, procedere- una progresiva herniación de la mucosa constituyén-
mos a aseptizar la región hipogástrica, para continuar dose las llamadas celdillas (cuando el fondo de éstas
inyectando 10 ml de anestésico local con una aguja no rebasa el espesor de la pared vesical), y divertícu-
muy fina a lo largo del trayecto que posteriormente los (cuando la sobrepasan).
seguirá el trócar del set de cistostomía, el cual será
introducido (previa incisión cutánea con hoja de bis- Llega un momento en el cual el detrusor ya no es
turí) justo por encima de la sínfisis púbica, pero diri- capaz de hacer frente a esta hiperpresión y cede final-
giendo la aguja unos 30° hacia arriba, ya que si la mente, dejándose sobredistender sin resistencia (veji-
orientamos muy perpendicularmente a la piel, corre- ga descompensada), evidenciándose el típico globo
mos el riesgo de puncionar la próstata (especialmen- vesical que a veces puede llegar a sobrepasar el nivel
te si ésta es hipertrófica y eleva la base vesical), del ombligo.
mediante dos cortos y rápidos impulsos: el primero
vence la aponeurosis de los músculos rectos del Por su parte, los uréteres, que en la fase de vejiga
abdomen, y el segundo, la pared vesical. de esfuerzo se veían comprimidos a su paso por la
pared vesical hipertrofiada, mostrando ya una ectasia
Existen diversos procedimientos para fijar la sonda moderada, más adelante sufrirán las consecuencias de
suprapúbica, pero lo más aconsejable es sujetarla fuer- un efecto contrario; la hiperpresión intravesical pro-
temente a la piel, mediante dos puntos de seda. lapsa hacia afuera (extravesiculiza) la desembocadura
de los mismos, anulando su trayecto submucoso y, por
Una vez resuelto el problema urgente que plan- consiguiente la válvula antirreflujo, apareciendo un
tea la retención aguda, se procederá al tratamiento reflujo vesicorrenal pasivo de gravísimas consecuen-
etiológico del mismo. cias sobre la función renal (hasta antes de ocurrir este
hecho la vejiga actúa de amortiguadora de los efectos
b) Obstrucción crónica: que sobre el riñón tiene la obstrucción).
retención crónica de orina
Es el resultado de un vaciamiento incompleto de La aparición de este cuadro es lenta, progresiva e
la vejiga, de larga evolución. insidiosa. La polaquiuria y la disuria son los síntomas
que lo preceden con mucha antelación; a los cuales se
Algunos pacientes que la sufren son conscientes añade posteriormente la sensación de micción incon-
de la misma, pues aquejan desde hace mucho tiempo clusa, que suele reflejar la existencia de un moderado
disuria (dificultad miccional). Otros en cambio (ancia- residuo post-miccional. No obstante, la vejiga no ha
nos generalmente) ignoran por completo estos incrementado aún su capacidad total. Estamos de
hechos, creyendo que su dificultad miccional es fisioló- momento ante una retención crónica sin distensión.
Algún tiempo después aparece una sensación de peso nario puede permitirnos apreciar la presencia del
en hipogastrio que es una manifestación de un resi- globo vesical, que aparece dibujado como una imagen
duo más abundante, la polaquiuria se exacerba aún de densidad media, de límites no bien definidos, que
más, ya que a consecuencia del residuo existente la ocupa hipogastrio y que desplaza a las asas intestinales.
capacidad funcional de la vejiga queda reducida pro-
porcionalmente. Desde el punto de vista analítico destacan como
patológicas la elevación en sangre de las cifras de urea
Más adelante aparece el globo vesical, que el pro- y creatinina, existirá anemia cuya intensidad está en
pio enfermo percibe aunque no suele interpretarlo relación directa con el grado de insuficiencia.
como tal; aumenta toda la sintomatología anterior y
aparece la incontinencia paradójica (por rebosamien- En la analítica urinaria, la densidad suele estar
to), el enfermo pierde orina cuando no es capaz de reducida, encontrándose también bajas las concentra-
controlar su esfínter voluntario (durante el sueño). ciones de urea y creatinina. El sedimento puede estar
Estamos ya en la fase de retención crónica con dis- alterado (piuria, hematuria, cristaluria) en caso de
tensión, en la cual empiezan de forma paulatina sínto- haber surgido complicaciones (infección o litiasis fun-
mas y signos de insuficiencia renal crónica, la cual damentalmente).
puede ser la causa de la muerte, si no se toman las
medidas oportunas. Salvo en las fases muy avanzadas (cuando se ha
perdido totalmente la función renal) la urografía de
Diagnóstico eliminación resulta muy esclarecedora; se hace evi-
Los antecedentes de dificultad miccional, junto al dente un retardo funcional, una disminución de la cor-
resto de síntomas que integran el cuadro clínico, pue- teza renal, una escasa concentración del contraste y
den orientarnos en el diagnóstico. una dilatación ureteropielocalicial en concordancia
con el grado de la obstrucción y el tiempo de evolu-
La exploración clínica, iniciada por la inspección y ción de la misma; la vejiga aparece sobredistendida,
completada por el tacto rectal (combinado con la pal- depositándose inicialmente el contraste en su zona
pación abdominal), nos aclarará no sólo la existencia central (más declive) para seguidamente irse perfilan-
de la retención, sino también a veces su posible causa; do todo su contorno. Se hacen evidentes los típicos
a pesar de ello, cuando el residuo postmiccional es signos de lucha y la probable elevación de su base
aún escaso y no existe distensión vesical, la retención (por procesos de origen prostático). Después de la
puede pasar desapercibida a la exploración clínica. micción la vejiga sigue casi igual de distendida, con la
única diferencia que se harán más aparentes la trabe-
La exploración complementaria más cómoda e culación vesical, los divertículos y, en algunos casos, la
inocua es la ecografía abdominal. Con ella podremos distensión ureteropielocalicial (si existe un reflujo vesi-
no sólo calcular el volumen de la orina residual, sino correnal). En los estadios iniciales, de retención cróni-
también valorar la repercusión de la ectasia a nivel ca incipiente, estos signos no son tan llamativos.
vesical (divertículos) y tracto urinario superior (urete-
ropielocaliectasia). En algunos casos se puede ver Tratamiento
incluso la causa primaria de este síndrome, como ocu- El paciente con retención crónica es un enfermo
rre por ejemplo cuando se objetiva la impronta vesi- muy frágil, y propenso a complicaciones surgidas
cal de una hiperplasia prostática. muchas veces como consecuencia de maniobras diag-
nósticas o terapéuticas (sondaje vesical, cistoscoure-
El estudio radiográfico del aparato urinario puede trocistografías...); por lo cual deben extremarse las
ponernos de manifiesto la presencia de cálculos, a cual- medidas de asepsia y tomarse las precauciones ade-
quier nivel del aparato urinario. Los cálculos vesicales cuadas para evitar la hemorragia ex-vacuo y los efec-
rara vez son los causantes de este cuadro, sino más tos de la posible poliuria desobstructiva.
bien una consecuencia del mismo. No debe en cambio
pasársenos por alto la posible existencia de cálculos a Tras haber vaciado la vejiga (mediante circuito
nivel de la uretra. La radiografía simple del aparato uri- cerrado) e instaurado profilaxis anti-infecciosa es nece-
sario completar el diagnóstico buscando la causa de la El urólogo necesita saber si un riñón obstruido
retención, la cual, la mayoría de las veces, requerirá de recuperará la función después del tratamiento de la
maniobras quirúrgicas, unas veces endoscópicas y otras obstrucción, para determinar la conveniencia de repa-
a cielo abierto para su tratamiento; algunas de ellas son rar el área de obstrucción o llevar a cabo una nefrec-
(resección transuretral de cuello vesical, de próstata o tomía. El alivio temporal del cuadro obstructivo
de válvulas uretrales, uretrotomía interna endoscópica, mediante tubos de nefrostomía, seguido de pruebas
adenomectomía prostática, uretroplastias, meatotomía para medir la función renal (rastreos renales con dis-
uretral...), además habrá que valorar las repercusiones tintas sustancias, como el 99mTc DTPA -ácido dieti-
que la retención ha provocado sobre el resto del apa- lenetriaminopentaacético de tecnecio 99m -, el cual se
rato urinario, siendo necesario en ocasiones, para pre- elimina por filtración glomerular, se emplea para eva-
servar el remanente de función renal, realizar con carác- luar el índice de la misma y el flujo sanguíneo cortical
ter temporal, o a veces definitivo, derivaciones urinarias renal), permitiendo evaluar la capacidad de recupera-
supravesicales (nefros-tomías, ureterostomías cutáneas ción de la misma.
directas o ureterostomías cutáneas transintestinales).
Inmediatamente después de la liberación de una
obstrucción de una semana de duración, el riñón es
RECUPERACIÓN DE LA incapaz de concentrar la orina hasta una osmolaridad
mayor que la del plasma; con el transcurso del tiem-
FUNCIÓN RENAL DESPUÉS po recuperará dicha función.
DE LA ELIMINACIÓN DE LA
Cuando la obstrucción ha sido de dos semanas de
OBSTRUCCIÓN evolución la recuperación máxima del índice de filtra-
do glomerular llega a un 46%.
El pronóstico de la uropatía obstructiva depende:
Después de cuatro semanas de obstrucción, se
• Del lugar, intensidad y duración de la obstrucción.
observa un compromiso permanente de la capacidad
• Unilateralidad o bilateralidad.
de concentración urinaria; y después de seis semanas
• Ausencia o presencia de infección.
de obstrucción ureteral completa ya no se aprecia
• La rapidez y eficacia con que se establece un dre-
recuperación de la función renal.
naje completo.
Sepsis urológica
Palabras clave: Síndrome séptico. Infecciones nosocomiales. ITU. Catéter ureteral. APACHE-2.
Índice capítulo 12
Sepsis urológica
capítulo 12
Sepsis urológica
Alteración Definición
Infección Presencia de organismos en contenido normalmente estéril, que
usualmente, pero no necesariamente, se acompaña de respuesta inflamatoria
del huésped.
Bacteriemia Presencia de bacterias en sangre confirmadas por hemocultivo. Puede
ser transitoria.
Síndrome de respuesta Respuesta clínica sistémica desencadenada por distintas agresiones graves
inflamatoria sistémica (SRIS) (infecciones, quemaduras, pancreatitis, politraumatismos…).
Esta respuesta sistémica debe cumplir dos o más criterios de los siguientes:
- Temperatura >38 ºC o <36 ºC.
- Frecuencia cardiaca >90 lpm.
- Frecuencia respiratoria >20 rpm o hiperventilación
(PaCO2 <32 mmHg).
- Leucocitos >12.000 cel/ml o <4.000 cel/ml o >10% de cayados.
Sepsis SRIS desencadenado por una infección.
Hipotensión Disminución persistente de la presión arterial sistólica a < 90 mmHg o
caída de > 40 mmHg de su habitual en ausencia de otra causa de hipotensión.
Sepsis grave Sepsis asociada a disfunción orgánica, hipoperfusión o hipotensión.
Shock séptico Shock grave en el que, a pesar de un adecuado aporte de fluidos, persiste
la hipotensión y los datos de hipoperfusión periférica (ácido láctico,
oliguria alteración aguda del estado mental…), requiriendo tratamiento
con agentes inotrópicos y/o vasopresores.
Shock séptico refractario Shock séptico superior a una hora de duración y que no responde a la
administración de fluidos o fármacos.
rrollo. En las bacterias gram negativas, las endotoxinas, principalmente consecuencia de una superproducción
componentes de lipopolisacárido (LPS) de la mem- de éstas y otras citoquinas. Algunas de las citoquinas
brana externa bacteriana, activan numerosas vías involucradas son el factor de necrosis tumoral (TNF),
humorales, así como a los macrófagos y a otras célu- interleuquina 1 (IL-1), IL-6 e IL-8 9.
las involucradas en el proceso inflamatorio.
El TNF se considera como un mediador central de
Los monocitos pueden eliminar y detoxificar el los cambios fisiopatológicos asociados con la libera-
LPS y pueden ser beneficiosos para el huésped. Sin ción de LPS y posiblemente con el shock séptico pro-
embargo los monocitos estimulados por el LPS pro- ducido por microorganismos que no contienen LPS.
ducen citoquinas 5.
Esta respuesta inflamatoria conlleva a la vasodila-
Las citoquinas están involucradas en la patogéne- tación y disminución de la presión arterial, manifesta-
sis de la sepsis. Son péptidos que regulan la amplitud ciones, todas ellas, que caracterizan el cuadro clínico.
y la duración de la respuesta inflamatoria del huésped.
Son liberados de varias células incluyendo monocitos,
macrófagos y células endoteliales en respuesta a varios CUADRO CLÍNICO
estímulos infecciosos que provocan la respuesta infla-
matoria. La activación intravascular de los sistemas Dominado por las manifestaciones cardiopulmo-
inflamatorios que intervienen en el shock séptico es nares y hemodinámicas (Tabla 1).
Pueden identificarse manifestaciones cutáneas, ciarse el tratamiento de forma precoz, aun sin tener
como la lesión en ojo de buey (ectima gangrenoso) los resultados de las pruebas complementarias.
asociada con P. aeruginosa.
Datos de laboratorio
La presentación clínica clásica de fiebre y escalo-
fríos seguidos por hipotensión sólo se observa en un - Hiperlactacidemia: Frecuente en los pacientes con
30% de los pacientes con bacteriemia por gram nega- sepsis grave o shock séptico, y habitualmente indi-
tivos 5. Incluso antes de la elevación de la temperatura ca metabolismo anaerobio e hipoperfusión. Puede
y el inicio de los escalofríos, los pacientes bacteriémi- ser el único indicador de hipoperfusión en pacien-
cos comienzan a menudo a hiperventilar. De tal mane- tes normotensos, e indica la necesidad de llevar a
ra, el cambio metabólico más temprano en la septice- cabo una resucitación agresiva, del mismo modo
mia es la alcalosis respiratoria resultante. que la presencia de hipotensión. En diversos estu-
dios se ha encontrado que los niveles de lactato
La fiebre puede estar ausente en pacientes muy tienen un valor pronóstico independiente de la
graves (ancianos, inmunodeprimidos…), indicando hipotensión 10.
mal pronóstico. En estos pacientes el inicio de la clíni-
ca suele ser más sutil. - Microbiológico: La toma de cultivos antes de ini-
ciar el tratamiento antibiótico ofrece la mejor
Los cambios en el nivel mental también pueden ser oportunidad de identificar el microorganismo cau-
indicios clínicos importantes.Aunque el patrón más fre- sal. El cultivo sanguíneo se debe realizar con dos
cuente es el letargo o la obnubilación, algunos pacien- muestras separadas en espacio y tiempo. El por-
tes pueden estar excitados, agitados o agresivos 5. Estos centaje de hemocultivos positivos en pacientes
síntomas se deben a que el cerebro recibe una menor con sepsis grave o shock séptico es del 30-50% 10.
cantidad de sangre. Aunque aumenta la salida de san- También debe realizarse gram y cultivo de todos
gre desde el corazón, los vasos sanguíneos se dilatan y, los posibles focos: orina, esputo, catéteres, heridas,
en consecuencia disminuye la presión arterial. La oligu- etcétera.
ria también es consecuencia de la hipoperfusión.
- Hemograma y coagulación: a) Leucocitosis con
Más tarde se produce vasoconstricción en un neutrofilia, presencia de formas jóvenes y cuerpos
intento de elevar la presión arterial, pero el volumen de Döhle. Leucopenia en sepsis abrumadora e
de sangre bombeada por el corazón disminuye y, por inmunodeprimidos (agotamiento medular o atra-
ello, la presión sigue muy baja. pamiento capilar). En estos casos; peor pronósti-
co. b) Trombocitopenia progresiva. Es más común
Si el cuadro evoluciona, se desencadena la disfun- en niños y ancianos. Generalmente por consumo,
ción orgánica; renal: con persistencia de la oliguria; pul- atrapamiento microcirculación o CID. c) Hema-
monar: síndrome de distrés respiratorio agudo tocrito: aumenta por hemoconcentración o dis-
(SDRA) e hipoxemia; cardiaca: retención de líquidos, minuye por CID. d) CID: por consumo de pla-
edema y tercer espacio, hiperglucemia por insulino- quetas y factores de coagulación. Se alargan los
rresistencia, coagulopatía de consumo (CID), con tiempos.
fenómenos trombóticos y/o hemorrágicos, disfunción
hepática y finalmente muerte. - Aumento de los reactantes de fase aguda (VSG,
PCR, fibrinógeno...).
FQ: fluoroquinolonas, Cef: Cefalosporinas, Pen AP: Penicilina antipseudomona, AMP: Ampicilina, I.R.: Insuficiencia renal.
e.v.: endovenoso hasta que el paciente quede afebril, después completar 2 semanas con antibióticos orales. Defervescéncia
en 72 horas; si no, descartar obstrucción, absceso intrarrenal o perirrenal.
Las resistencias a FQ en España están en aumento, en algunas áreas aproximadamente del 30% -35% 15. El riesgo de
resistencia a FQ es menor en pacientes no tratados previamente con estos agentes.
Tabla 35.
* Aumentar la velocidad de infusión cada 15-20 minutos hasta que la presión sistólica supere los 90 mmHg y la diuresis
supere los 30 ml/h.
2* Titular como con la dopamina.
3* Administrar una dosis de prueba de 0,1-0,2 μg/kg y observar la respuesta. La dosis de mantenimiento normal se
administra a través de una vena periférica grande o una vía central.
meras 24 horas puede ser efectiva la administración de - Sepsis grave “de alto riesgo”.
hidrocortisona. En estos pacientes puede ser útil la
proteína C activada, pero su elevado coste ha limitado - Shock séptico.
su empleo en muchos servicios de cuidados intensivos.
El término sepsis grave “de alto riesgo” es amplia-
Criterios de ingreso en UCI mente utilizado en los servicios de medicina intensiva.
(no exhaustivos) : 10
Se define como sepsis grave con uno cualquiera de los
dos siguientes:
- Sepsis grave con lactato > 4 mmol/L.
Variables fisiológicas
Temperatura, rectal (ºC) ≥41º 39- — 38,5- 36-38,4º 34- 32- 30- ≤29,9º
40,9º 38,9º 34,5º 33,9º 31,9º
Presión arterial media ≥160 130- 110- — 70-109 — 50- — ≤49
(mmHg) 159 129 69
Frecuencia cardiaca ≥180 140- 110- — 70-109 — 55- 40- ≤39
(latidos/minuto) 179 139 69 54
Frecuencia respiratoria ≥50 33-49 — 25-34 12-24 10-11 6-9 — ≤5
(resp/minuto)
Oxigenación: AaDO2 o PaO2 (mmHg)
a. FiO2 ≥0,5, registrar ≥500 350- 200- — <200 — — — —
AaDO2 499 349
b. FiO2 <0,5, registrar sólo — — — — PO2> PO2 — PO2 PO2
PaO2 70 61-70 55-60 <55
pH arterial ≥7,7 7,6- — 7,5- 7,33- — 7,25- 7,15- <7,15
7,69 7,59 7,49 7,32 7,24
Sodio sérico (mmol/l) ≥180 160- 155- 150- 130-149 — 120- 111- ≤110
179 159 154 129 119
Potasio sérico (mmol/l) ≥7 6-6,9 — 5,5- 3,5-5,4 3-3,4 2,5- — <2,5
5,9 2,9
Creatinina sérica (mg/dl) ≥3,5 2-3,4 1,5- — 0,6-1,4 — <0,6 — —
(puntuación doble para 1,9
insuficiencia renal aguda)
Hematocrito (%) ≥60 — 50- 46- 30-45,9 — 20- — <20
50,9 49,9 20,9
Recuento de leucocitos ≥40 — 20- 15- 3-14,9 — 1-2,9 — <1
(total/mm3) 39,9 19,9
Insuficiencia grave de sistemas orgánicos o está inmunocomprometido, asignar puntos del siguiente modo:
A: Para pacientes no quirúrgicos o postoperatorios de urgencias: 5 puntos, o
B: Para pacientes postoperatorios electivos: 2 puntos.
Definiciones: Un estado de insuficiencia orgánica o inmunodeficiencia ha de ser evidente antes del ingreso
hospitalario y cumplir los criterios siguientes:
- Hígado: Cirrosis demostrada por biopsia e hipertensión documentada; episodios de
hemorragia GI alta y previa, atribuida a la hipertensión portal, o episodios previos de
insuficiencia hepática/encefalopatía/coma.
- Cardiovascular: Clase funcional IV de la New York Heart Association.
- Respiratoria: Enfermedad restrictiva, obstructiva crónica, o vasculopatía que origina
una grave limitación del ejercicio, por ejemplo, incapaz de subir escaleras o realizar
actividades domésticas; o hipoxia crónica, hipercapnia, policitemia secundaria, hipertensión
pulmonar grave (> 40 mmHg) documentadas, o dependencia de un ventilador.
- Renal: Dependencia de diálisis crónica.
- Inmunocomprometido: El paciente ha recibido tratamiento que suprime la resistencia
a las infecciones, por ejemplo tratamiento inmunosupresor, quimioterapia/radioterapia,
tratamiento esteroide prolongado o reciente con dosis elevadas; o padece una
enfermedad que está lo bastante avanzada como para suprimir la resistencia a las
infecciones, por ejemplo, leucemia, linfoma, SIDA.
Malformaciones congénitas
del aparato urogenital
Malformaciones renales
Malformaciones renales
Embriología....................................................................................................................................................................... 217
Anomalías de número ............................................................................................................................................ 217
Anomalías relacionadas con el ascenso anormal (riñones ectópicos) .................... 219
Anomalías relacionadas con una fusión anormal de los riñones .................................. 220
Anomalías en la rotación..................................................................................................................................... 222
Disgenesia (displasia y enfermedad quística renal).................................................................... 223
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 227
13. Malformaciones renales
capítulo 13
Malformaciones renales
Figura 1. Esquema embriología renal. Clínica: Estos niños tienen una facies peculiar y se
engloban dentro de la secuencia oligoamnios. –
Síndrome de Potter. Se produce una compresión
uterina del feto (a causa del oligoamnios), lo que
dará lugar a la facies característica del Potter
(Figura 2) (hipertelorismo, epicantus, nariz de pico
de loro, orejas de implantación baja sin apenas
cartílago, retrognatia). Estos niños presentan tam-
bién una hipoplasia pulmonar. Un 40% entran en
anuria y la muerte ocurrirá, la mayoría de las
veces, por insuficiencia pulmonar.
B. Unilateral
Ocurre por fallo en la inducción del blastema
metanéfrico por la yema ureteral. Su prevalencia
está entre 1/110 autopsias y 1/1.500 en estudios
ecográficos pre y postnatales(4). Es más frecuente
en el lado izquierdo y afecta más a varones. El
uréter ipsilateral está ausente en un 50-87% de
los casos y sólo parcialmente desarrollado en los
otros(3,4). Un 15% tendrán anomalías del riñón
contralateral (malrotación y ectopia). La glándula
suprarrenal ipsilateral esta ausente en el 8% de
los casos.
- 40% se sitúa a nivel de L4 por debajo del nivel Diagnóstico y diagnóstico diferencial
de salida de la arteria mesentérica inferior. • El diagnóstico de certeza se obtiene por la ecogra-
- 20% se sitúa en pelvis. fía, la urografía intravenosa o la medicina nuclear
- 40% se localiza a nivel del polo inferior de los (DMSA o MAG-3). En la urografía se ve la disposi-
riñones normales. ción medial de los cálices respecto a la pelvis renal.
El segmento superior de los uréteres es desplaza-
• Vascularización: el 30% tienen una arteria renal do lateralmente. También se puede diagnosticar
para cada riñón. Esta arteria puede ser asimétrica por tomografía computerizada y urorresonancia.
o estar duplicada o incluso triplicada. El istmo
puede estar irrigado por varias arterias: renal, • Se asocia frecuentemente a una dilatación de la
aorta, iliaca común, iliaca externa, arteria mesen- pelvis por la disposición anterior de los uréteres o
térica inferior o la sacra media. A veces todo el por una obstrucción en la unión pileoureteral por
soporte vascular llega desde el istmo(2,4). una estenosis o por la disposición anómala de los
vasos alrededor de la unión pieloureteral. Es
• Presenta un 78% de anomalías asociadas (sistema importante realizar una cistouretrografía miccio-
nervioso central, gastrointestinales, sistema mús- nal seriada (CUMS) al inicio para excluir reflujo
culo-esquelético, cardiovasculares). Más del 60% vesicoureteral.
de las niñas con síndrome de Turner presentan
riñón en herradura. Tratamiento
• Este tipo de riñones no requiere tratamiento a no
• Estos pacientes a la larga desarrollan aneurismas ser que asocien algún tipo de alteración en el dre-
aórticos. naje normal, reflujo o tumoraciones.
• Se puede asociar a estenosis de la unión pielo- • La causa más frecuente de cirugía de estos riño-
ureteral por anomalías en la unión o por un vaso. nes es la estenosis de la unión pieloureteral. Se
También se asocia a reflujo vesicoureteral en un practicará una pieloplastia desmembrada tipo
10-80%(2). Anderson-Hynes sin dividir el istmo, ya que éste
no es la causa de la obstrucción. Si el riñón está
Cuadro clínico situado en los límites normales y la alteración es
• La mayoría son asintomáticos toda la vida. Sin unilateral el abordaje será vía extraperitoneal
embargo, una hidronefrosis, reflujo, litiasis o tejido anterolateral; sino el abordaje será vía trasperi-
displásico pueden acabar necesitando cirugía debi- toneal. En algunas situaciones para efectuar un
do a las infecciones recurrentes del tracto urina- buen drenaje. En niños mayores se puede prac-
rio, dolor o hematuria. ticar la endopielotomía, si la situación anatómica
es favorable.
• El riñón en herradura tiene mayor riesgo de
nefroblastoma y 3 ó 4 veces más riesgo de cáncer • Cuando presentan litiasis, el mejor tratamiento en
de pelvis renal. estas situaciones es la litroticia extracorpórea
mediante ondas de choque.
• Los tumores que asientan, sobre todo en el
istmo, pueden simular una enfermedad intra • El pronóstico lo van a marcar las otras anomalías(2,4).
abdominal.
Ectopia renal cruzada
• Un 20% de estos niños tienen litiasis.
El riñón ectópico cruza la línea media, hacia el
• Otra complicación, aunque rara, de estos riñones lado opuesto de la inserción dentro de la vejiga.
es la aparición de pielonefritis xantogranulomato-
sa como una respuesta del parénquima a una A. Introducción: Es la segunda anomalía de fusión más
infección crónica(2,4). frecuente.Tiene una incidencia de 1/7.000 autop-
sias. Existen varios tipos: con fusión renal (85%), posición será un riñón malrotado. El riñón en su desa-
sin fusión (<10%), unilateral, bilateral. Existen varios rrollo embriológico sufre una rotación a ventromedial
tipos según su fusión: en “S”, en “L”, con giba, en a la vez que comienza su migración. Sólo la vasculari-
disco, ectopia superior o inferior (Figura 5). Es más zación renal será la que nos indique cómo se ha pro-
frecuente en varones. La fusión más frecuente es ducido la rotación(4).
del polo superior del riñón cruzado con el polo
inferior del riñón ortotópico (tipo fusión unilate- 1. Epidemiología: No se conoce la verdadera preva-
ral). Las pelvis se colocan anteriores con una rota- lencia de esta entidad porque existen muchas for-
ción incompleta. El soporte vascular puede tam- mas menores. Es más frecuente en varones y no
bién cruzar la línea media. hay predilección por ningún lado. Es más frecuen-
te en pacientes con síndrome de Turner. La forma
B. Cuadro clínico: La mayoría de los casos son asinto- más frecuente es la rotación incompleta o no
máticos y se descubren de forma incidental. Se rotación.
asocian a otras anomalías (musculoesqueléticas,
ano imperforado, anomalías cardiovasculares, mie- 2. Clínica: El riñón malrotado no produce síntomas
lodisplasia, reflujo vesicoureteral, displasia multi- por sí mismo. Pero la cantidad de tejido fibrótico
quística, tumores renales, tumores testiculares, etc). peripélvico, los vasos aberrantes o la arteria
También puede formar parte de otros síndromes renal distorsionada por la rotación hace que la
tipo (VACTERL) [Vertebrales, Anorrectales, obstrucción en la unión pieloureteral sea más
Cardiacas, Traqueo Esofágicas, Renales, Limb- fácil. Esta estenosis dará lugar a una hidronefrosis
extremidades]. con los síntomas clásicos (dolor agudo en flanco,
o cíclico, náuseas). También puede aparecer
C. Diagnóstico: urografía intravenosa, estudios isotópi- hematuria, infección o litiasis por la estasis a ese
cos, resonancia magnética, tomografía computeri- nivel.
zada nos permitirán ver el tipo de ectopia. Lo más
frecuente es que el uréter de ambos riñones no 3. Diagnóstico: Se puede realizar al ver un cálculo de
sea ectópico(2,3,4). localización anómala en una radiografía. El diag-
nóstico se puede hacer tanto por ecografía, uro-
grafía intravenosa o pielografía retrógrada, gam-
magrafía renal, tomografía computerizada y uro-
ANOMALÍAS EN rresonancia. En la malrotación bilateral es preciso
LA ROTACIÓN hacer diagnóstico diferencial con el riñón en
herradura. Cuando en la urografía se ven los cáli-
Un riñón adulto será aquel que esté situado en la ces hacia dentro y la pelvis hacia fuera, es necesa-
fosa renal, con los cálices orientados hacia fuera y las rio una buena identificación del istmo y los polos
pelvis hacia dentro. Cualquier alteración en esta dis- inferiores renales.
4. Tratamiento: Sólo se realizará en aquellos casos tralateral, tendrán una clínica de insuficiencia renal
con clínica de obstrucción, efectuándose una pie- con deshidratación, fallo de medro. A menudo
loplastia que puede ser técnicamente más difícil desarrollan anomalías de otros órganos, frecuente-
por la disposición de los vasos(4). mente del sistema nervioso central. La insuficiencia
respiratoria suele ser la causa de muerte de estos
niños. Anatomopatológicamente son riñones con
DISGENESIA (DISPLASIA parénquima normal y sin displasia. Diagnóstico: La
ecografía identificará un riñón pequeño. En la uro-
Y ENFERMEDAD QUÍSTICA grafía intravenosa se verá un uréter de calibre nor-
RENAL) mal con menor número de cálices. El diagnóstico
diferencial se deberá hacer con la displasia sólida, la
La disgenesia renal es un mal desarrollo renal que hipoplasia segmentaria, la oligomeganefronia y la
afecta a su tamaño, forma o estructura. Puede ser de enfermedad adquirida (pielonefritis atrófica crónica,
tres tipos: displásica, hipoplásica o quística. isquemia renal y glomerulonefritis). Sólo la biopsia
renal será capaz de distinguirlas(6).
Displasia renal
B. Oligomeganefronia: Es la disminución del número
Es un concepto anatomopatológico. Se observan de nefronas, pero con hipertrofia de cada una de
elementos primitivos de forma difusa, focal o segmen- ellas. Se puede asociar a otros defectos malfor-
taria. Principalmente se encuentran estructuras primi- mativos. Es una enfermedad congénita, pero no
tivas resultado de una diferenciación metanéfrica anor- familiar. El paciente se mantiene con cifras de crea-
mal. Si aparecen quistes se denomina displasia quística. tinina en sangre normales hasta la adolescencia,
Si el riñón es displásico completamente y con pre- cuando sufre una subida brusca, con proteinuria y
ponderancia de quistes hablaremos de displasia multi- requiriendo diálisis. El manejo inicial es con dieta
quística renal. En ocasiones la aplasia renal puede ser pobre en proteínas y manejo de la nefropatía
un estadio involucionado de riñón multiquístico. pierde sal. Una vez se instaure el fallo renal habrá
que plantear la diálisis y el trasplante(6).
Su gravedad depende de si son uni o bilaterales y
de las anomalías asociadas. Pueden ser por anomalías C. Hipoplasia segmentaria o riñón de Ask-Upmark.: Son
de un gen solitario o ser autosómicas-dominantes, auto- riñones pequeños desarrollados como resultado
sómicas-recesivas o tener herencia multifactorial. Los de la nefropatía por reflujo y de episodios de pie-
riñones displásicos pueden ser funcionales o estar anu- lonefritis repetidas. Normalmente presentan reflu-
lados. Los niños pueden nacer sin otras alteraciones o jo vesicoureteral asociado. Histológicamente estos
con anomalías como consecuencia del oligoamnios(6). riñones han perdido glomérulos, túbulos y células
inflamatorias y tienen cierto grado de arterioscle-
Hipoplasia, aplasia rosis. Clínica: Presentan hipertensión arterial, cefa-
leas, retinopatía y proteinuria, y suele detectarse a
A menudo los riñones hipoplásicos cursan con partir de los 10 años. Tratamiento: Puede plantear-
uréteres ectópicos. La hipoplasia es una entidad en la se la corrección del reflujo para evitar más daño,
que se observan menor número de cálices y nefronas, aunque no soluciona la hipertensión. Si es unilate-
pero sin componentes displásicos ni embrionarios(6). ral con clínica franca se realizará una nefrectomía.
En las bilaterales las opciones de tratamiento serán
A. Hipoplasia verdadera. No tiene historia familiar y no el manejo médico, la diálisis o el trasplante(6).
hay prevalencia de género. Clínica: Cuando la hipo-
plasia es unilateral con el riñón contralateral normal D. Hipodisplasia: Se puede asociar con obstrucción
y con hipertrofia compensatoria no suele dar clíni- uretral (válvulas de uretra posterior), o con el sín-
ca y se diagnóstica incidentalmente tras el estudio drome de Prune-Belly. En esta entidad se puede
por otra razón o por hipertensión. Si existe una ver un orificio ureteral normal (obstructivo o no)
hipoplasia bilateral o agenesia o aplasia renal con- y a veces ectópico(6).
gitis. Los niños a menudo presentan facies de recomienda la diálisis y el trasplante. Es una enfer-
Potter y deformidades de los miembros superio- medad que requiere consejo genético, dado el
res y pueden tener distrés respiratorio como con- mal pronóstico de estos niños se debe considerar
secuencia de la hipoplasia pulmonar. Presentan un la opción del aborto del feto afecto(6).
abdomen prominente con riñones grandes.
Quiste simple renal
Diagnóstico: En la ecografía se ven riñones grandes, No se conoce la causa, pero el hecho de que sean
con una ecogeneicidad mayor que la del hígado, frecuentes en los adultos (50%) y raros en los niños
sin diferenciación corticomedular con macroquis- (0’2%) sugiere que son adquiridos. Son lesiones benig-
tes aunque < 2 cm. En el hígado se observan los nas localizadas en la corteza y recubiertas con un epi-
ductos dilatados. Si existen dudas en el diagnósti- telio sencillo. No se comunican con la nefrona y pue-
co se debe hacer una biopsia renal. Se puede diag- den ser únicas, múltiples, unilaterales o bilaterales. No
nosticar después de las 24 semanas de gestación: se conoce la patogenia con exactitud. Casi ninguno
oligoamnios, riñones grandes, vejiga vacía. Es una provoca síntomas y se descubren de manera inciden-
patología que requiere consejo genético(5,6,9,10). tal durante la evaluación por alguna otra molestia
abdominal.
b) Enfermedad renal poliquística autosómica
dominante (riñón quístico tipo III de Potter). La ecografía es la única prueba diagnóstica nece-
Se presenta en 1/500 a 1/1.000 recién nacidos. Su saria cuando: no hay ecos internos, existe una pared
herencia es autosómica dominante con el gen distintiva con bordes precisos y hay buena transmisión
PFD1 situado en el CM 16p. Se puede detectar con intensificación acústica posterior. Si no se satisfa-
intraútero. Lo más frecuente es que esta enferme- cen estos criterios, realizaremos una tomografía com-
dad se detecte en adultos entre 30 y 50 años(5,6). puterizada. Los quistes no deben intensificarse. Es
importante distinguir entre un quiste simple y un
Clínica: Si se presenta en niños suele ser más agre- divertículo del cáliz o hidrocáliz. Estos dos últimos se
siva. Los niños pueden tener secuencia oligoam- comunican con la vía urinaria y predisponen a infec-
nios-síndrome de Potter con riñones grandes. Si ciones y litiasis. La pielografía intravenosa o retrógrada
se presentan por encima del año de edad pueden identifica estas anomalías, cuando existen. Es raro que
tener los signos clínicos relacionados con la hiper- los quistes simples requieran intervención. Una vez
tensión arterial (proteinuria, hematuria...). Sólo un que se excluye la neoplasia maligna, no está indicada
1% de las nefronas se afecta, por lo que no está la punción del quiste ni el destape quirúrgico. Es raro
claro por qué mecanismo se desarrolla la hiper- que un quiste central induzca hipertensión u obstruc-
tensión. Se pueden asociar a estenosis hipertrófi- ción de la pelvis renal y que necesite intervención(6).
ca de píloro, prolapso mitral, diverticulosis colóni-
ca, fibrosis hepática (esto último hace difícil el Quiste multilocular
diagnóstico diferencial entre esta enfermedad y la Es un tumor benigno unilateral. La mitad de los
anterior). La muerte se produce por fallo renal casos se presentan en niños, siendo más común en
con hipertensión arterial. Suelen ser bilaterales. varones, al contrario que en los adultos, donde pre-
dominan las mujeres. Clínica: El caso más común suele
Anatomía patológica: Presentan quistes en hígado, tener menos de 2 años y se presenta como masa
páncreas y bazo. Los quistes son de varios tama- abdominal. Histología:Típicamente el quiste multilocu-
ños, pero similares y comprimen cálices y pelvis. lar está bien encapsulado y no infiltra. Hay múltiples
quistes que no comunican y están separados por teji-
Diagnóstico: ecografía, urografía (en la que se ve la do fibroso, aunque algunos pueden tener tejido
distorsión de los cálices y pelvis), tomografía com- embrionario. Diagnóstico: Se efectúa por ecografía y
puterizada o resonancia magnética. por TC. El diagnóstico diferencial hay que hacerlo con
el tumor de Wilms, con la enfermedad renal poliquís-
Tratamiento: Los niños que presentan síntomas tica autosómica dominante o con el riñón multiquísti-
están en una situación terminal, por lo que se co. Ocasionalmente puede aparecer un segundo quis-
capítulo 14
Nefropatías quísticas
No genéticas
Quiste simple
Riñón multiquístico (displasia)
Quiste multilocular (nefroma)
Riñón en esponja medular (< 5% hereditario)
Enfermedad glomeruloquística esporádica
Enfermedad renal quística adquirida
Genéticas
Poliquistosis renal autosómica dominante
Poliquistosis renal autosómica recesiva
Nefronoptisis-enfermedad quística medular
Enfermedad renal microquística (nefrosis congénita)
Enfermedad glomeruloquística hipoplásica familiar
Nefropatía quistica asociada a síndromes malformativos
Después del periodo neonatal los riñones disminu- ser pequeños y bilaterales, se localizan en la corteza y
yen de tamaño y los quistes se hacen menos prominen- no provocan un aumento del tamaño renal, contienen
tes a la vez que avanza la insuficiencia renal.Algunos quis- un líquido claro y están revestidos por epitelio cúbico.
tes residuales aumentan de tamaño y también la fibrosis Es frecuente encontrar carcinomas originados en su
intersticial. Así, los niños mayores o los adultos pueden pared. Alguno de los quistes son realmente tumores
presentar riñones poco aumentados de tamaño, norma- que han sufrido una degeneración quística. Estos
les e incluso pequeños con atrofia tubular, fibrosis inters- tumores suelen ser bilaterales y multifocales.
ticial y múltiples quistes pequeños redondeados.
En la esclerosis tuberosa, los quistes varían en
Enfermedad quística medular tamaño afectando de forma difusa todo el parénqui-
y nefronoptisis juvenil familiar ma renal. Su pared está formada por epitelio colum-
nar de células con citoplasma eosinófilo y núcleo
Estas dos entidades comparten los hallazgos anato- hipercromático. Los angiomiolipomas, frecuentes en
mopatológicos. El tamaño de los riñones es normal o esta enfermedad, están formados por acúmulos de
ligeramente reducido, tendiendo a ser pequeño cuando grasa, músculo liso y vasos sanguíneos.
se desarrolla la insuficiencia renal. El aspecto externo del
riñón es indistinguible al de una glomerulonefritis o pie- En el contexto de la patología quística renal asocia-
lonefritis. Su superficie es granulosa, debido a la dilatación da a otros síndromes (Meckel-Gruber, Jeune,
cortical de los conductos colectores. Los cálices y la pel- Zellweger, Ivemark) el hallazgo más frecuente es la
vis son normales. Los quistes se sitúan preferentemente displasia quística, en la que el único hallazgo histológico
en la unión corticomedular, aparecen de forma tardía en incontrovertible es la presencia de conductos primitivos.
la evolución de la enfermedad y son exclusivos del riñón.
Enfermedad quística adquirida piel en región dorsal con aspecto de “piel de naranja o
Asintomática, aparte la clínica propia de la insufi- chagrín”, angiofibromas peri-subungueales (tumores de
ciencia renal crónica de base. Koenen), en la infancia espasmos en flexión con hipsa-
rritmia (S de West), epilepsia, trastornos del compor-
Poliquistosis renal autosómica tamiento y del carácter, trastornos psicóticos, asocia-
dominante ción oligofrenia-autismo, hipertensión intracraneal.
Asintomática en estadios precoces, comienza a dar
síntomas a partir de la tercera década de vida. Los sín- Las lesiones renales más típicas son los angiomioli-
tomas clínicos más comunes son la hipertensión, hema- pomas múltiples y bilaterales asociados a quistes, gene-
turia, insuficiencia renal, dolor abdominal y masa palpable. ralmente asintomáticos, aunque si hay quistes volumi-
nosos puede existir insuficiencia renal moderada.
Poliquistosis renal autosómica recesiva
En el neonato fallo respiratorio e insuficiencia Formas clínicas
renal progresiva. En niños hipertensión portal, varices
esofágicas y hepatoesplenomegalia secundarios a Quiste simple
fibrosis hepática e insuficiencia renal crónica. En general asintomático, de forma ocasional
puede asociarse hipertensión. Otras manifestaciones
Nefronoptisis-enfermedad quística clínicas aún menos frecuentes son la proteinuria
medular secundaria a la compresión de la vena renal, policite-
Los síntomas clásicos son poliuria, polidipsia e mia o ictericia.
insuficiencia renal progresiva, con un periodo de más
de 10 años hasta llegar a insuficiencia renal terminal. Múltiples quistes simples: La asociación de múl-
tiples quistes simples es infrecuente, se diferencia de la
Enfermedad renal microquística (nefrosis poliquistosis de herencia dominante por la función
congénita) renal normal, la ausencia de quistes en otros órganos
Edemas, insuficiencia renal terminal entre los 6 y de historia familiar4.
meses y 4 años de edad.
Displasia renal multiquística
Enfermedad glomeruloquística En neonatos masa abdominal. En la edad adulta es
hipoplásica familiar un hallazgo fortuito, en cuyo caso se trata de una
Igual que la forma esporádica, salvo que los riño- masa pequeña. Es frecuente la presencia de otras ano-
nes son normales o pequeños, y por tanto no hay malías congénitas severas.
masa abdominal.
Quiste multilocular
Enfermedad de Von Hippel-Lindau En niños masa abdominal. En la edad adulta suele
Visión borrosa con dilatación de las venas de la asociarse dolor abdominal o hematuria.
retina y papiledema, desprendimientos de retina,
ceguera, vértigo, ataxia de la marcha o de las extremi- Riñón en esponja medular
dades de un lado del cuerpo, cefalea, náuseas y vómi- Formas asíntomáticas de diagnóstico incidental y
tos, bradicardia, hipertensión arterial, disminución del formas asociadas a la clínica de la patología litiásica
nivel de conciencia y crisis convulsivas. como: dolor cólico, hematuria, fiebre, disuria y dolor
en el flanco.
Los quistes renales suelen ser asintomáticos, pero
en enfermos con riñones difusamente quísticos pue- Enfermedad glomeruloquística
den desarrollar insuficiencia renal. esporádica
En niños, el trastorno se puede presentar como
Esclerosis tuberosa masa abdominal bilateral, hipertensión o insuficiencia
Manchas hipomelánicas o acrómicas, angiofibro- renal. En los adultos, son frecuentes la hipertensión,
mas faciales (adenomas sebáceos de Pringle), áreas de dolor en el flanco y la hematuria.
nes quísticas son la ecografía y la TC. Si se cumplen los pequeños quistes predominantemente en el espacio
criterios ecográficos del quiste simple (ausencia de ecos de Bowman. Es necesaria la biopsia para el diagnósti-
internos, una pared bien definida y lisa, ganancia acústica co de enfermedad glomeruloquística.
y una superficie esférica u ovoidea) (Figura 1), no se pre-
cisan más pruebas diagnósticas. En caso de no cumplir Enfermedad quística adquirida
alguno de los criterios ecográficos se ha de realizar una El diagnóstico se puede hacer mediante ecografía,
TC. El aspecto de un quiste simple en la TC es el de una pero a menudo los riñones y los quistes son muy
masa claramente delimitada, redonda, lisa, homogénea y pequeños, siendo más sensible la TC. No existe un cri-
de baja densidad (–10 a +20 UH), con paredes finas y terio uniforme para su diagnóstico, pero es precisa la
en ocasiones imperceptibles, sin realce tras la adminis- aparición de al menos cuatro quistes en cada riñón, en
tración de contraste. La RM con gadolinio-DTPA es útil un paciente con insuficiencia renal crónica sin historia
en caso de no poder usar contrastes yodados. familiar de enfermedad quística hereditaria. Si en la
ecografía se observa algún quiste atípico, es necesaria
Displasia renal multiquística una valoración mediante TC o RM para descartar un
El diagnóstico es radiológico. En la ecografía se proceso neoplásico.
ven quistes de tamaño y forma variables, separados
por septos sin parénquima renal, siendo imposible Poliquistosis renal autosómica
identificar el seno renal. En caso de duda la gamma- dominante
grafía con DMSA resulta útil, ya que no se observa La exploración del riñón con técnicas de imagen
función de la unidad renal. Mediante la TC se identifi- y la historia familiar nos dan el diagnóstico. Los estu-
ca una masa informe compuesta por múltiples quistes dios genéticos son complicados, costosos y en la
que reemplaza al riñón normal. mayoría de los casos innecesarios. La ecografía mues-
tra unos riñones aumentados de tamaño, abollonados,
Quiste multilocular (nefroma quístico) con múltiples quistes bilaterales dispersos por todo el
La ecografía nos muestra una masa multiquística parénquima renal (Figura 2), y permite la valoración
intrarenal. La TC nos muestra una masa quística en un de los órganos adyacentes. En aquellos pacientes que
riñón funcionante. No hay ninguna prueba diagnóstica muestren algún dato de complicación (dolor en el
que nos permita diferenciar entre un quiste multilo- flanco, dolor abdominal o signos de infección persis-
cular benigno y uno con focos de tumor de Wilms, tente), la TC (Figura 3) es más sensible para diagnos-
adenocarcinoma o sarcoma. ticar hemorragia intraquística o perinefrítica, litiasis,
Figura 3. Imagen de TC correspondiente a una renal. La imagen ecográfica de unos riñones de tama-
poliquistosis renal autosómica dominante. Riñones ño normal o disminuido, con aumento difuso de la
de contorno abollonado con múltiples quistes, sin ecogenicidad y pérdida de la diferenciación cortico-
signos de complicación, dispersos por el parénquima medular, junto a la presencia de pequeños quistes
renal, de forma bilateral. medulares o en la unión corticomedular, es caracte-
rística de estas dos enfermedades. La TC y la RM
demuestran los quistes medulares.
* Fuente de las imágenes: Archivo histórico del editores. Campbell Urología. Buenos Aires, Medica
Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Panamericana. 2004, pp 2103-2177
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Malformaciones
pielocaliciales y ureterales
H. U. Central de Asturias
Malformaciones
pielocaliciales y ureterales
Malformaciones del sistema colector...................................................................................................... 253
Anomalías de la pelvis renal............................................................................................................................. 254
Obstrucción de la unión pieloureteral ................................................................................................... 254
Anomalías del uréter............................................................................................................................................... 257
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 263
15. Malformaciones pielocaliciales y ureterales
capítulo 15
Malformaciones
pielocaliciales y ureterales
MALFORMACIONES DEL del cáliz; obstrucción secundaria a litiasis; incluso
espasmo o disfunción de uno de los supuestos esfín-
SISTEMA COLECTOR teres que rodean a un cáliz menor.
Hidrocáliz El origen embriológico del divertículo congénito
podría estar en la persistencia de pequeñas ramas
Se denomina hidrocáliz a la dilatación quística de ureterales embrionarias de tercera o cuarta genera-
un cáliz mayor secundaria a la estenosis de su infundí- ción que habitualmente degeneran.
bulo, encontrándose ésta revestida por epitelio transi-
cional. El origen de la estenosis puede ser congénito o En general, se presentan como hallazgos casuales,
adquirido: en este caso bien por compresión debida a aunque también pueden debutar como patología litiá-
un quiste parapiélico, o bien por vasos sanguíneos, que sica y/o infecciosa.
en la urografía excretora se verían como un defecto
de replección alargado (signo de Fraley). El cáliz más El diagnóstico clásico se realiza mediante urogra-
frecuentemente afectado es el superior y, en general, fía de eliminación tras la administración de contraste
se trata de un hallazgo casual sin repercusión clínica. intravenoso, demostrando en las fases tardías el estan-
camiento del mismo.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con otras
entidades como la tuberculosis renal, los cálices “en Si fuera preciso tratamiento quirúrgico, el aborda-
clava” o “en palo de golf ” secundarios a las pielonefritis je percutáneo permite el drenaje de la cavidad, la abla-
recurrentes, las necrosis medulares, la megacaliosis y un ción del conducto y la extracción de litiasis si las
divertículo calicial grande. La bacteriología, la histopato- hubiere, todo ello sin necesidad de realizar una
logía y la urografía de eliminación combinadas pueden nefrectomía parcial.
ser útiles para alcanzar el diagnóstico de certeza1.
Megacaliosis
Si se precisara tratamiento quirúrgico, las técnicas
percutáneas son de elección para superar la estenosis. Se define la megacaliosis como aquella situación
en la que los cálices renales se hallan dilatados debido
Divertículo calicial a una malformación de las papilas renales y sin que
exista obstrucción que lo justifique. Ni la unión pie-
Se denomina divertículo calicial a una cavidad loureteral ni la pelvis renal se demuestran alteracio-
quística revestida por epitelio transicional e incluida nes; no obstante, el número de cálices se encuentra
dentro del parénquima renal, comunicada con un cáliz aumentado, y éstos aparecen distorsionados.
menor por un estrecho conducto.
Aparece más frecuentemente en varones con una
La incidencia se aproxima a 4,5 por cada 1.000 proporción de 6:1 y sólo afecta a la raza blanca. La
urografías excretoras practicadas. La etiología puede forma bilateral afecta casi exclusivamente a los varones,
ser congénita o adquirida. Entre las adquiridas se mientras que en las mujeres se presenta de forma uni-
encuentran: abscesos corticales que drenan al interior lateral y segmentaria, hallazgos que sugieren la presen-
cia de una anomalía genética ligada al cromosoma X, caracteriza por la existencia de grados variables de
parcialmente recesiva y con penetrancia incompleta. estenosis pieloinfundibular, casi siempre acompañada
por displasia renal. Los cálices aparecen muy dilatados
La teoría de Puigvert2 acerca de la etiología sugie- en la urografía, y a veces no es posible visualizar ade-
re un retardo transitorio en la recanalización de la cuadamente la morfología del sistema excretor.
parte superior del uréter: en consecuencia se produ-
ce un desarrollo incompleto de los túbulos colectores La función renal en principio no suele estar afec-
de Bellini, ocupando los cálices el espacio dejado por tada, aunque con el tiempo se muestra un deterioro
éstos. A pesar de todo lo anterior, no se ha observa- progresivo que acaba en insuficiencia renal terminal
do deterioro anatómico o de la función renal en el en todos aquellos casos en que el compromiso es
seguimiento de estos pacientes a largo plazo. bilateral.
vis renal hacia el uréter, produciendo en consecuencia de un vaso polar se ha documentado hasta en un 30%
la dilatación de los cálices y la pelvis renal, y que en de los casos, y parece ser una causa importante en los
última instancia si no se trata, conlleva el deterioro casos diagnosticados en adultos.
renal progresivo. En este capítulo nos referiremos úni-
camente a la forma congénita de la misma. FACTORES FUNCIONALES Y SECUNDARIOS:
La descoordinación en la onda peristáltica que trans-
Epidemiología mite desde la pelvis al uréter la orina puede suponer
una causa funcional de obstrucción en la UPU. Por
Constituye la forma más frecuente de dilatación otro lado, el reflujo vesicoureteral severo apreciado
del sistema colector en el riñón fetal, y en la actuali- hasta en el 10% de las obstrucciones de la UPU
dad, gracias a los métodos ecográficos, su mayor inci- podría provocar acodaduras ureterales y dificultar el
dencia se ha visto desplazada hacia la edad perinatal. vaciamiento de la pelvis renal.
Se calcula que la incidencia de la dilatación urinaria
detectada intraútero es del 1% de los nacidos vivos, Malformaciones asociadas
aunque las uropatía obstructiva significativa sólo está
presente en 1 de cada 500 fetos. Aparece con más La obstrucción de la UPU se encuentra asociada
frecuencia en los varones (proporción 2:1) y en hasta en un 50% de los casos a diversas malformacio-
aproximadamente el 70% el lado afecto es el izquier- nes congénitas. La bilateralidad de la estenosis es la
do. La bilateralidad se puede estimar en el 10% de más frecuentemente asociada (10-40%). Le siguen en
los casos. frecuencia: displasia renal y riñón displásico multiquís-
tico. La agenesia renal contralateral se observa en el
Etiología 5% de los casos. Otras menos frecuentes son los riño-
nes ectópicos y los riñones en herradura. Además, el
Aunque la causa exacta se desconoce, se han 20% de los niños que presentan el síndrome polimal-
identificado diversos factores etiológicos: intrínsecos, formativo VATER4 (defectos vertebrales, ano imperfo-
extrínsecos y funcionales secundarios3. rado, fístula traqueoesofágica y displasia radial y renal)
presentan obstrucción de la UPU. Por último, se ha
FACTORES INTRÍNSECOS: Son aquellos que observado la presencia de reflujo vesicoureteral de
actúan durante el desarrollo, y se ha postulado por distinto grado hasta en el 40% de los casos, aunque
un lado una ausencia de recanalización del uréter en por lo general es leve.
formación, y por otro una incompleta maduración en
un área localizada del sistema excretor que altera las Clínica
fibras colágenas y la composición del tejido. Algunos
estudios han puesto de manifiesto una alteración en El uso generalizado de la ecografía prenatal per-
la composición del estrato muscular, disminuyendo el mite un diagnóstico precoz en muchos casos, consti-
componente longitudinal y aumentando la cifra de tuyendo actualmente la forma de presentación más
colágeno, extremo que podría impedir la correcta frecuente. En la edad pediátrica, el dolor abdominal
onda peristáltica desde la pelvis al uréter. Otros fac- acompañado de náuseas y vómitos, así como los epi-
tores que podrían estar implicados serían: pliegues sodios de infecciones urinarias recurrentes, represen-
valvulares y persistencia de circunvoluciones del uré- tan los síntomas más comunes. También se puede
ter fetal. observar un deterioro de la función renal, dificultades
en la alimentación, retraso en el crecimiento ponde-
FACTORES EXTRÍNSECOS: La causa más fre- roestatural, hematuria e hipertensión arterial5. En el
cuente de obstrucción extrínseca viene determinada adulto, el dolor abdominal tipo cólico y las complica-
por un vaso aberrante o accesorio sobre la UPU. El ciones infecciosas se presentan como los síntomas
mecanismo de producción podría ser mecánico, aun- más habituales. Por último, una manifestación clásica
que no está claro si es el vaso aberrante el que oca- de este síndrome, aunque no muy común, es la llama-
siona la obstrucción, o por el contrario se trata de un da crisis de Dietl, y que consiste en el desencadena-
factor meramente coexistente. Aun así, la existencia miento del dolor tras una breve ingesta líquida.
Las técnicas de medicina nuclear7 que emplean Aunque la TC y la RM no son indicadas de rutina
radioisótopos son de gran ayuda en el estudio de la para el estudio primario de la hidronefrosis en sí
hidronefrosis, aunque no son pruebas de primera elec- misma, su utilidad en la práctica clínica a lo largo de
ción para el diagnóstico inicial. El renograma es la técni- todo el proceso diagnóstico y terapéutico de esta
ca indicada en la confirmación de la obstrucción, buen patología es indudable.
indicador de la función renal relativa de cada riñón de
forma rápida, poco agresiva y sometiendo al paciente a Tratamiento y pronóstico
dosis bajas de radiación en comparación a otros méto-
dos radiológicos.Además permite valorar el estado fun- En la edad pediátrica, la mayoría de los autores
cional de las vías excretoras, posee valor pronóstico y recomiendan el manejo conservador de esta entidad.
es de utilidad en el seguimiento de los pacientes. Por En caso de hidronefrosis importante o reflujo vesicou-
estos motivos, este tipo de estudios se están convir- reteral asociado, se debe añadir profilaxis antibiótica.
tiendo en rutinarios, sobre todo en la edad pediátrica. Las indicaciones más aceptadas de intervención qui-
rúrgica serían: existencia de sintomatología importante,
El renograma isotópico registra de forma deterioro progresivo de la función renal en grandes
dinámica la utilización del radiotrazador por el riñón. hidronefrosis y pacientes monorrenos. El tratamiento
La adquisición de imágenes secuenciales genera infor- quirúrgico puede ser radical (nefrectomía) o conser-
mación de carácter cuantitativo y cualitativo. La valo- vador, según las distintas técnicas abiertas, endoscópi-
ración cuantitativa se obtiene mediante el análisis de cas y laparoscópicas.
las curvas de actividad/tiempo, mientras que la valora-
ción cualitativa muestra información acerca de la En el adulto, la actitud a seguir va a depender fun-
forma, tamaño y posición renales. Los isótopos más damentalmente de la viabilidad funcional del riñón y
empleados son el 99mTc-DTPA (ácido dietilamino- de la sintomatología asociada. En ambos casos, el dre-
penta-acético marcado con tecnecio 99 metaestable), naje externo previo mediante nefrostomía percutánea
indicado en la valoración del filtrado glomerular; y el puede ser útil para proteger temporalmente la fun-
99mTc-MAG-3 (ácido mercapto-acetil-triglicina), indi- cionalidad e incluso permitir una recuperación parcial
cado en el análisis de la función tubular, y el que ade- de ese riñón.
más proporciona mejores imágenes8.
Existen diversas técnicas en cirugía abierta de
El renograma diurético permite realizar el intención conservadora, cuyo objetivo va a ser la repa-
diagnóstico diferencial entre una obstrucción verda- ración de la UPU. La más popular en nuestro medio, y
dera y una dilatación sin obstrucción (ectasia pélvica), para muchos autores la de elección, es la pieloplastia
desmembrada de Anderson-Hynes (1949)9. Otras interacción de este brote con el blastema metanéfrico
como la plastia de Foley en Y-V, el colgajo en espiral de da lugar a su ramificación, y posterior diferenciación
Culp-Deweerd, el colgajo vertical de Scardino-Prince o hacia la formación de los cálices renales, los túbulos
la ureterotomía intubada son menos utilizadas. Por colectores, la pelvis renal y el uréter. Por su parte, el
otro lado, existen otras técnicas, llamadas de “salva- blastema metanéfrico dará lugar a los elementos que
mento”, de rara utilidad, que pueden ser útiles para la componen la nefrona. La porción más distal del con-
reparación de cirugías previas de resultado fallido ducto mesonéfrico se denomina conducto excretor
(nueva pieloplastia desmembrada con colgajo, técnica común, y en su desarrollo forma parte de la vejiga,
del colgajo capsular renal y ureterocalicostomía)10. dando lugar al trígono vesical. Cuando al conducto
excretor común se incorpora la vejiga, el orificio ure-
La pieloplastia desmembrada consiste en la resec- teral (que proviene del origen del brote ureteral)
ción total de la zona estenótica y posterior reanasto- migra en dirección cefálica y lateral, mientras que el
mosis a la pelvis renal, con o sin reducción de la misma conducto mesonéfrico lo hace en dirección medial y
y con el uréter previamente espatulado. Si la estenosis caudal. Los equivalentes embriológicos del conducto
se asocia a vasos polares, se procede a la trasposición mesonéfrico son, en el varón, el conducto deferente,
de la UPU. La anastomosis se realiza sobre un tutor ure- el epidídimo, las vesículas seminales y la próstata. En la
teral. Los resultados quirúrgicos son favorables en más mujer, se trata de la trompa de Falopio, el útero, la por-
del 90% de los casos, con baja frecuencia de complica- ción superior de la vagina y el vestíbulo adyacente.
ciones, entre las que cabe citar: hemorragia, pielonefritis
aguda, fuga urinaria y reestenosis de la unión (3-10%). El proceso de formación de la musculatura vesical
se inicia después de la separación de ambos orificios
La pieloplastia realizada mediante abordaje lapa- (genital y urinario), lo que explica el drenaje indepen-
roscópico constituye en la actualidad una alternativa diente de ambas estructuras.
fiable y con unos resultados similares a la técnica abier-
ta, a la que se añaden los beneficios propios de este El lugar en el cual se origina el brote ureteral es
tipo de abordaje. Por todo ello, no es de extrañar que de capital importancia, y en función de su aparición en
en un futuro cercano sea ésta la técnica de elección. una posición más proximal o caudal de lo normal, se
producirán distintas anomalías. Si el origen del brote
Otro gran grupo lo componen las técnicas endos- ureteral en el conducto mesonéfrico es muy alto, se
cópicas como la endopielotomía11. Consiste en el abor- desarrollará una ectopia inferior, ya que dispone de
daje, bien percutáneo, bien anterógrado, de la pelvis menos tiempo para incorporarse a la vejiga, y acaba
renal. A continuación se realiza la sección de la este- desembocando en una zona más interna y caudal, o
incluso fuera de la propia vejiga urinaria si el inicio del
nosis, pudiendo completarse la cirugía mediante la dila-
brote se encuentra más alto todavía. Si el origen del
tación con balón neumático de la misma (Acucise©).
brote es más bajo de lo normal, el orificio ureteral se
Aunque esta técnica puede estar indicada inicialmente,
incorporará a la vejiga más rápidamente, ocasionando
los mejores resultados se obtienen en aquellos pacien-
una ectopia externa.
tes en los que ha fracasado la cirugía abierta. Según los
autores, se ha comunicado una tasa global de éxito
Por otra parte, una vez que el brote ureteral aban-
entre el 63% y el 86%.
dona el conducto mesonéfrico, éste puede dividirse y
convertirse en una estructura bífida, formando dos sis-
temas colectores separados que forman un uréter
ANOMALÍAS DEL URÉTER común antes de su desembocadura vesical (la que a su
vez es normal), constituyendo un doble riñón con
Anomalías de la desembocadura uréter bífido o duplicación incompleta (Figura 1).
Figura 1. Tipos de duplicación renal y ureteral. (De Gray SW, Skandalakis JE [eds.]: Embriology for Surgeons.
Philadelphia, WB Saunders, 1972.)
Extremos de brotes
Uréter en Y ureterales que se
invertida unen nuevamente
Duplicación abortada
del uréter (temprana) Pelvis Divergencia pequeña
bífida de los brotes
ureterales
Uréteres dobles
(duplicación completa del
uréter [temprana])
La desembocadura de los orificios ureterales en la mente lo hace en el cuello vesical o en las estructuras
vejiga, sigue en este caso la conocida Ley de Weigert más distales derivadas del conducto mesonéfrico.
(1871) Meyer (1946), según la cual, el orificio más
cefálico y externo procede del polo (“pielón”) supe- La incidencia real se desconoce con certeza, pero
rior, mientras que el más caudal e interno drena la el 80% se asocian a una duplicidad del sistema colec-
orina procedente del polo inferior renal13. tor, aunque en el varón la mayoría de los uréteres
ectópicos no se acompañan de duplicidad ureteral,
Uréter ectópico por lo que se asume de lo anterior que este tipo de
Se puede definir en sentido amplio como aquel anomalía es 3-4 veces más frecuente en la mujer. Se
que no desemboca en su lugar habitual, y que general- puede asociar a otras malformaciones, como ano
imperforado y fístula traqueoesofágica. Los lugares Los hallazgos ecográficos revelan una pelvis renal
más frecuentes para la desembocadura del uréter dilatada, acompañada de hidronefrosis de todo el sis-
ectópico son en el varón la uretra posterior y en la tema o bien solamente del polo superior. El uréter se
mujer la uretra y el vestíbulo. encuentra dilatado en todo su trayecto y situado en
posición extravesical, siendo común la aparición de
La forma de presentación clínica difiere entre un grueso tabique de musculatura vesical que se
ambos sexos, en la mujer la edad de aparición de los interpone entre ésta y el uréter (en el ureterocele, el
síntomas es más temprana, clásicamente como tabique muscular es fino y la luz ureteral se encuen-
incontinencia urinaria que alterna con un patrón tra en el interior de la vejiga, al menos parcialmente).
miccional normal una vez adquirida con el desarro- En ciertas ocasiones, un uréter ectópico de gran
llo una función vesical cíclica adecuada. También se tamaño puede producir una compresión vesical y
puede presentar dolor abdominal e infecciones uri- simular un ureterocele, variante denominada seudou-
narias de repetición, así como sus consecuencias reterocele.
sobre el desarrollo ponderoestatural. Si el uréter
desemboca en la porción proximal de la uretra, es En la cistografía14 se puede apreciar hasta en un
común la presencia de reflujo y tenesmo vesical. Por 50% de los casos un uréter procedente del pielón
último, si existe obstrucción ureteral terminal, cabe inferior afectado por reflujo. Si el reflujo ya aparece en
añadir la clínica derivada de la hidronefrosis en sus las proyecciones premiccionales, indica que el meato
distintos grados. ectópico se encuentra en situación proximal al cuello
vesical. Si por el contrario, el reflujo aparece en las
En el varón, quizás la forma de presentación más proyecciones miccionales, la desembocadura ectópica
frecuente se trate de un hallazgo casual en un pacien- se encuentra localizada en la uretra.
te asintomático, al no presentarse la incontinencia ya
que el drenaje del uréter es, en todos los casos, pro- Por último, la visión directa mediante cistoure-
ximal al esfínter externo de la uretra. Asimismo puede troscopia y/o vaginoscopia proporciona una
presentar clínica infecciosa; tenesmo y poliaquiuria si la idea exacta de la desembocadura ectópica, informa-
desembocadura ureteral se encuentra en el cuello ción de gran importancia con vistas a una posible
vesical y/o uretra prostática. Si lo hace en estructuras actuación quirúrgica.
más distales, pueden aparecer epididimitis agudas,
molestias difusas en relación a la actividad sexual, TRATAMIENTO: En el caso de un uréter duplica-
estreñimiento y dolor abdominal, incluso raros casos do y una pobre funcionalidad polar superior, la urete-
de infertilidad. rectomía acompañada de heminefrectomía polar
superior puede ser la opción más adecuada. Si el polo
DIAGNÓSTICO: Durante la vida prenatal, el diag- superior no presenta dilatación y la funcionalidad es
nóstico mediante ecografía se lleva a cabo al obser- aceptable, se puede anastomosar éste a la pelvis del
var una dilatación que afecta al polo superior renal en polo inferior, eliminando la porción sobrante superior.
el contexto de un sistema excretor duplicado, siendo Si existe reflujo en el uréter que drena el polo inferior,
la vejiga de características normales. Durante la edad se puede proceder a la reimplantación vesical del
pediátrica, el diagnóstico en una niña se puede confir- mismo. Si sólo existe un único uréter ectópico, la
mar en base a los antecedentes clínicos y la inspec- actuación va a depender fundamentalmente de la fun-
ción física, que pone de manifiesto el escape de orina cionalidad renal, pudiendo optar por la nefrectomía
en la región vulvar o en el tabique uretro-vaginal. simple si fuese necesario15.
tida por epitelio vesical, mientras que la cara más parecidos a los encontrados en el uréter ectópico,
interna lo hace por epitelio de origen ureteral, con la salvedad de que la hidronefrosis suele ser
observando entre ambas una delgada capa de tejido más grave. En la clásica descripción radiológica “en
muscular16. Esta anomalía puede aparecer en relación cabeza de cobra” se observa un defecto de relle-
a un uréter único, o bien afectar al uréter proceden- no en el contraste de tamaño variable en la porción
te del pielón superior en el contexto de un doble distal ureteral, rodeada a su vez por un halo radio-
sistema. lucente. En los ureteroceles grandes se puede apre-
ciar una imagen “en negativo” de la vejiga, ya que
El origen embriológico puede explicarse median- ésta se rellena antes de contraste que el propio ure-
te la ruptura retardada de la membrana de Chwalle terocele. Otras entidades a descartar en este caso
(aparece en el 37 día de gestación y divide el brote son la cistitis quística, los tumores vesicales, las litia-
ureteral del seno urogenital), aunque existen diversas sis y coágulos.
teorías al respecto, sin que se hayan obtenido datos
concluyentes acerca de ninguna de ellas. La cistografía puede ser útil para demostrar el
reflujo en caso de que exista hacia el polo inferior
INCIDENCIA: Se trata de una alteración poco renal ipsilateral.
frecuente, casi exclusiva de la raza blanca y con una
proporción 4:1 a favor del sexo femenino. El 80% La cistouretroscopia confirma los hallazgos radio-
proceden del uréter superior en un sistema duplica- lógicos, observando su llenado y vaciado rítmico a tra-
do y puede ser bilateral en el 10% de los casos. vés de un orificio ureteral de pequeño calibre.
Cabe destacar que un 60% se asocia a reflujo vesi-
coureteral. TRATAMIENTO: Debe ser adecuado a cada caso
y encaminado a preservar la función renal, mediante la
Se pueden clasificar en distintos tipos (Stephens liberación de la obstrucción y la corrección del reflu-
1963): estenótico, esfinteriano, esfinteroestenótico y jo vesicoureteral.
ueterocele ciego.
Los cuadros sépticos deben manejarse de forma
CLÍNICA: Aproximadamente 1 de cada 4 aconte- endoscópica, drenando el ureterocele a través de una
cen como hallazgos casuales en la edad adulta y no pequeña incisión vesical y liberando la vía excretora
precisan tratamiento específico. Aun así, la mayoría mediante nefrostomía percutánea si la gravedad del
debutan desde la lactancia como un cuadro infeccio- cuadro lo requiere.
so de origen urinario. Se pueden presentar como un
tumor abdominal palpable causado por un riñón Existen distintas técnicas endoscópicas para el
hidronefrótico, y si el ureterocele es ectópico puede abordaje descompresivo de los ureteroceles, siendo
prolapsar a través de la uretra, provocando tumor nuestro método de elección la descrita por Rich y
vaginal e incluso incontinencia urinaria en la niña. cols. en 1990; y que consiste en una incisión trans-
También se puede asociar a obstrucción del uréter versal a través de todo el espesor de la pared del
contralateral debido a compresión y no son raras las ureterocele mediante bisturí eléctrico. Para evitar el
litiasis17 formadas en esa situación. reflujo secundario, los autores recomiendan realizar
dicha incisión todo lo pegado a suelo vesical que sea
DIAGNÓSTICO: El primer estudio diagnóstico posible.
que se suele realizar es la ecografía, que ya en el
periodo intrauterino ofrece hallazgos sugestivos. Se En caso de ureterocele único, la resección prima-
puede observar un uréter dilatado que se origina en ria y el reimplante del uréter puede ser la técnica más
el polo superior hidronefrótico, acompañado de un adecuada, mientras que en los casos que se asocia un
quiste vesical de pared fina. ureterocele ectópico a una duplicación del sistema, la
heminefrectomía superior, acompañada de ureterec-
La urografía excretora proporciona el diagnósti- tomía parcial y liberación del ureterocele, puede ser la
co en la mayor parte de los casos, con hallazgos técnica que ofrezca mejores resultados.
En cuanto al reflujo, éste suele desaparecer en los Presentan síntomas clínicos en relación a su tamaño,
casos menos graves al descomprimir el ureterocele, de tipo infeccioso o dolor tipo cólico, siendo la diver-
mientras que en el resto puede ser necesaria la cirugía ticulectomía la técnica de elección en estos casos.
abierta, siempre atendiendo a la funcionalidad renal y
a la presencia de otras malformaciones asociadas. Inserción alta congénita
Entidad relacionada en casi todos los casos con
Estenosis y estrechez del uréter obstrucción a nivel de la unión pieloureteral.
El TC abdominal con contraste es la prueba de Existen datos a favor de que la duplicación puede
elección en la confirmación del diagnóstico. estar determinada genéticamente y heredable de forma
autosómica dominante y penetrancia incompleta.
El tratamiento quirúrgico consiste en la sección
ureteral y reanoastomosis en posición anatómica, que La ubicación de los orificios, como ya se comen-
generalmente requiere la eliminación del segmento tó, sigue la Ley de Weigert-Meyer, según la cual, los
afectado. orificios desembocan de forma invertida al sistema
colector que drenan. Cada uréter drena la orina de su
Uréter retroilíaco masa renal tributaria, siendo excepcional la aparición
También llamada arteria ilíaca primitiva preure- de más de una masa renal o “supernumeraria”, aun-
teral. Al igual que la anterior, se trata de una altera- que la masa renal única presente un surco de separa-
ción en la formación de los grandes vasos de rara ción entre ambos territorios. Al uréter superior le
aparición. El uréter cruza por detrás de la arteria ilía- correspondería aproximadamente un tercio de masa
ca primitiva, quedando situado entre ésta y el hueso renal, es decir, recoge la orina del cáliz mayor superior,
sacro. quedando los dos tercios restantes a expensas del
uréter inferior. Otras características anatómicas
El origen embriológico es controvertido, y de poca importantes son: cada segmento renal posee un pe-
importancia en el manejo clínico de esta entidad. dículo vascular independiente que lo nutre; y ambos
uréteres discurren envueltos en una vaina conjuntiva
Al igual que en el caso anterior, la clínica puede ser común (vaina de Waldeyer).
obstructiva ureteral, pero de localización más baja, a
nivel de L5-S1, y la presentación puede ser bilateral.
Bifidez ureteral
Representa la anomalía menos frecuente de la
Obstrucción vascular de la porción distal ramificación ureteral, y consiste en dos segmentos
del uréter
ureterales distales que se fusionan proximalmente y
La aparición de vasos de carácter aberrante de
forman un único conducto que drena el riñon. No es
origen uterino, umbilical, obturatriz e hipogástrico,
raro que uno de los segmentos ureterales distales
también pueden producir obstrucción en la zona dis-
tal del uréter, si bien ésta es excepcional. concluya en un uréter ectópico o en un ureterocele.
El tratamiento consiste en la eliminación del conduc-
Hernia del uréter to accesorio y posterior reconstrucción mediante
Entidad extremadamente rara, se han descrito ureteropielostomía o uretero-ureterostomía.
hernias que contenían el uréter a nivel inguinal, escro-
tal19 y femoral. Por otra parte, también son posibles las Duplicación ciega del uréter
hernias internas del propio uréter, aunque los casos Esta situación se produce cuando una de las
son contados en la literatura. ramas de un uréter bífido termina en un fondo de
saco ciego20. En la literatura se pueden encontrar
Anomalías en el número aproximadamente 70 casos publicados.
Megauréter
Megauréter
capítulo 16
Megauréter
270
MEGAURÉTER
Libro del Residente de
NO REFLUYENTE
OBSTRUCTIVO NI OBSTRUCTIVO OBSTRUCTIVO
REFLUYENTE Y REFLUYENTE
Urología
PRIMARIO PRIMARIO
PRIMARIO SECUNDARIO SECUNDARIO SECUNDARIO PRIMARIO SECUNDARIO
E J E M P L O S
drepanocitosis, intoxicación de litio); esta hiperdiuresis 21% de las uropatías de diagnóstico prenatal (5,6). Es
ocasiona agotamiento de la peristalsis ureteral y dilata- mucho más frecuente en el sexo masculino y en el
ción subsiguiente (1). Otro tipo de megauréter no obs- lado izquierdo; es bilateral en un 25% con dilatación
truido ni refluyente es el que ha sido sometido a ciru- asimétrica y en un 10-15% se asocia a agenesia o dis-
gía y que raramente recupera la morfología normal. plasia renal contralateral (1); ocasionalmente se asocia a
estenosis pieloureteral ipsilateral.
La dilatación del tracto urinario del recién nacido y
lactante puede ser un hecho de la transición feto neo- En el megauréter obstructivo se han descrito, con
natal y hay varios mecanismos que lo explican. La diu- microscopía óptica, varias anomalías histológicas: hipo-
resis fetal aumenta de forma lineal a lo largo de la ges- plasia y displasia de la muscular distal, hipertrofia y
tación y en la semana 40 es de unos 25 ml/hora, unas desorganización de las fibras musculares e hipertrofia
cinco a seis veces mayor que la del recién nacido a tér- de colágeno en el uréter terminal (1,3). Estos hallazgos
mino. Este hecho puede producir dilatación fetal que quizás puedan reflejar una amplia variedad de eventos
posteriormente desaparece cuando se normaliza el en su etiología.
flujo urinario. El sistema colector extrarrenal del feto y del
recién nacido tiene mayor adaptabilidad y menor contrac- Con microscopía electrónica se ha descrito un
tibilidad que el del niño mayor y la del adulto, por lo que aumento del colágeno intersticial con alteración de las
cualquier aumento del flujo puede producir dilatación fibras musculares que contienen menos filamentos y
sin que exista obstrucción. Este hecho puede ser debi- más organelas (1,3). Estos fenómenos quizás puedan
do a un retraso en la maduración de las fibras de colá- ocasionar una alteración de la relación intercelular y
geno (responsable de la adaptabilidad), de elastina o de posiblemente del peristaltismo ureteral.
otras proteínas de relación intercelular o a un simple
retraso en el desarrollo del peristaltismo normal (4). La En los megauréteres obstructivos de niños meno-
dilatación del tracto urinario neonatal puede ser oca- res de dos años se ha descrito la existencia de
sionada también por una obstrucción fetal ya resuelta al Transforming Grow Factor β (TGF β) en el uréter ter-
nacimiento, por la persistencia de pliegues ureterales feta- minal estenótico, pero no en el dilatado (7). El TGF β
les, o por un reflujo vesicoureteral. Por todos estos parece ser el encargado de madurar las fibras muscu-
hechos las dilataciones del neonato y del lactante, a dife- lares lisas y sobre todo de que el patrón muscular cir-
rencia de las del niño mayor y las del adulto, son inesta- cular, típico del uréter fetal, cambie progresivamente a
bles pues muchas desaparecen con el crecimiento. la disposición en dos capas, propias de las del uréter
del recién nacido a término. Este factor no se debe
El megauréter idiopático suele ocasionar poca detectar postnatalmente y no se identifica en los otros
repercusión calicial y algunas veces es segmentario y tipos de megauréteres ni en los megauréteres obs-
queda limitado al tercio o los dos tercios dístales del tructivos de niños mayores de dos años. Este hallazgo
uréter. explicaría la resolución espontánea de muchos megau-
réteres obstructivos en los dos primeros años de vida
Megauréter obstructivo y refluyente y que el megauréter obstructivo pueda ser ocasiona-
do por una detención del desarrollo.
En él se asocian la obstrucción y el reflujo. Es el
más infrecuente de todos los tipos, probablemente Hoy se puede definir al megauréter primario y a
debido a su dificultad de diagnóstico. la estenosis pieloureteral como unas malformaciones
obstructivas que han perdido su potencial patógeno
Megauréter obstructivo o primario en muchos casos, pero que lo conservan en otros y
éstos son los que el urólogo pediátrico debe identifi-
Es un uréter de aspecto endoscópico normal y car y tratar con cirugía para evitar el deterioro de la
situado ortotópicamente en el trígono. La luz ureteral función renal.
puede ser de calibre normal o estar disminuida; la lon-
gitud del segmento estenótico o adinámico varía No se va a tratar del megauréter obstructivo oca-
entre 0,5 y 4 cm. Su frecuencia oscila entre el 12 y sionado por el uréter ectópico.
Hasta 1985 los megauréteres se diagnosticaban Las pruebas que dependen de la función renal,
cuando producían signos y síntomas como infección como el RD y la urografía, se deben realizar a partir
del tracto urinario, dolor abdominal o hematuria. Rara del mes de vida, una vez transcurrida la primera fase
vez se diagnosticaba por masa renal palpable en el del periodo de adaptación nefrológica, y mejor aún, a
neonato. La infección es habitualmente febril en el lac- partir del tercer mes de vida.
tante. El dolor abdominal en niños pequeños suele ser
generalizado y solamente se focaliza en los mayores. El CUMS en los casos unilaterales se puede reali-
La hematuria es habitualmente microscópica, y oca- zar a partir del mes de vida, mientras que en los bila-
terales o en riñón único se debe hacer en los prime- trofia renal compensadora del riñón sano contralate-
ros días de vida para descartar que el megauréter sea ral, diámetro del uréter retrovesical >10 mm y uréter
secundario a una obstrucción ureteral (válvulas de ure- aperistáltico (10-12).
tra posterior).
La valoración del índice de resistencia vascular
Ultrasonidos con doppler se ha utilizado para el diagnóstico de la
obstrucción, pero no existe consenso en las cifras de
Los US deben ser la primera exploración postnatal normalidad en niños pequeños y es difícil realizarlo
a efectuar en el estudio de la dilatación del tracto uri- fidedignamente en menores de un año, por lo que
nario, pues es de fácil realización, está exenta de prepa- actualmente no se emplea de manera rutinaria.
ración previa, no es invasiva y proporciona una exce-
lente información anatómica de todo el tracto urinario. La periodicidad de los controles ecográficos depen-
Es fundamental que el niño esté bien hidratado para de del grado de dilatación inicial. En las de grado 3 y
realizar el estudio. Se deben estudiar todo el tracto uri- 4 se repetirán al mes de vida y en las restantes a los
nario, valorando específicamente: grado de dilatación tres meses. Los controles posteriores dependen del
pielocalicial (criterios Sociedad de Urología Fetal), eco- grado de dilatación pielocalicial y ureteral de esta
genicidad renal, grosor del parénquima renal, diámetro prueba. En las hidronefrosis grado 3 y 4 se recomien-
antero-posterior de la pelvis renal y del uréter retrove- da control trimestral el primer año de vida y semes-
sical (medidos en el plano transversal), motilidad urete- tral el segundo si no se decide la cirugía; en las dilata-
ral y tamaño del riñón sano contralateral; la dilatación ciones grado 1 y 2 los US deben hacerse semestrales
hay que estudiarla con vejiga llena y vacía. el primer año y anuales el segundo. Posteriormente se
recomienda control anual hasta la resolución de la
La clasificación de la dilatación pielocalicial estable- dilatación. En los riñones no obstruidos o con obs-
cida por la Sociedad de Urología Fetal (10) valora tres trucción leve el crecimiento renal es el normal para su
parámetros: dilatación de la pelvis, dilatación de los edad y similar al riñón sano contralateral.
cálices y espesor del parénquima renal. El grado de
dilatación ureteral depende del diámetro antero-pos- Cistouretrograma miccional seriado
terior del uréter medido en su tercio distal (Tabla 1). (CUMS)
Los hallazgos sugestivos de obstrucción en los US Es una exploración fundamental para el diagnósti-
son: dilatación de los cálices, parénquima renal adelga- co diferencial del megauréter, darle un apellido correc-
zado, aumento ecogenicidad renal o presencia de to al mismo y para descartar las formas secundarias
quistes pues sugieren la existencia de displasia, hiper- del megauréter. Se debe efectuar el CUMS radiológico
1. Dilatación pielocalicial
• Grado 0:
No dilatación
• Grado 1:
Dilatación sólo de la pelvis renal
• Grado 2:
Dilatación discreta de la pelvis y leve de los cálices
• Grado 3:
Gran dilatación de la pelvis y moderada de los cálices con parénquima renal de grosor
normal
• Grado 4: Gran dilatación de la pelvis y de los cálices con parénquima adelgazado
convencional para conocer la morfología de la vejiga, La función renal diferencial, o relativa de cada riñón,
cuello vesical y uretra, y el llenado y vaciado vesical. se calcula al determinar la acumulación del trazador
en cada riñón entre dos y tres minutos después de la
El megauréter obstructivo y refluyente se caracte- inyección del isótopo. Se considera normal cuando la
riza porque el uréter proximal está marcadamente función diferencial es mayor del 40%.
dilatado y el segmento ureterovesical es de apariencia
normal, pero impide el drenaje del material de con- El tiempo medio de eliminación del isótopo es un
traste (1) y, además, porque el contraste queda reteni- parámetro objetivo que ayuda a reducir la subjetividad
do en el uréter tiempo después de efectuar la micción en la interpretación de las curvas y a disminuir el
de dicha prueba. número de resultados dudosos. El tiempo medio se
define como el tiempo necesario para eliminar el 50%
Renograma isotópico diurético (RD) del isótopo del sistema colector. Un tiempo medio
igual o mayor de 20 minutos significa obstrucción,
El RD es una prueba dinámica que informa sobre la mientras que uno igual o menor a 10 minutos la des-
función renal y la eliminación por el sistema colector. carta. Un tiempo medio entre 10 y 20 minutos es
Tiene un papel primordial en el diagnóstico, control y dudoso y requiere estrecho seguimiento. El tiempo de
seguimiento de las dilataciones del tracto urinario. eliminación no tiene mucho valor en los menores de
Aunque aporta datos morfológicos, lo más importante es seis meses porque el riñón tiene una función pobre y
que proporciona una información funcional cuantitativa. responde tardíamente a los diuréticos.
Para el RD, actualmente, se utiliza el Tc99m mercap- La morfología de la curva de eliminación del RD ha
toacetiltriglicina (MAG 3), que es el isótopo ideal para sido, hasta hace pocos años, el parámetro más valora-
uso pediátrico debido a la gran calidad de sus imáge- do del RD para el diagnóstico de obstrucción. Dado
nes, corta vida media, bajas dosis de radiación, rápido que la morfología de la curva está íntimamente rela-
aclaramiento plasmático, mejor respuesta al diurético cionada con el tiempo medio y que la interpretación
por eliminarse vía tubular, y mayor efectividad en los de las mismas es muchas veces subjetiva, este dato es
casos de mala función renal (13). actualmente poco valorable.
El RD está influido por una gran cantidad de facto- En las hidronefrosis se ha demostrado que el tiem-
res técnicos y del propio paciente, por lo que la po medio y la curva están influidos por el tamaño de
Sociedad de Urología Fetal ha establecido una serie de la pelvis, es decir, por el grado de hidronefrosis (14), y lo
normas básicas para estandarizar esta prueba que se mismo puede ocurrir con el tamaño del uréter.
conocen como “renograma bien temperado” (13), y que
básicamente se resumen en: 1) cateterizar una vía veno- Se considera que existe obstrucción cuando la fun-
sa y administrar sueroterapia a razón de 15 cc por kg ción renal diferencial es menor del 40% o cuando dismi-
de peso desde 15 minutos antes de iniciar el estudio; nuye un 10% durante la evolución, cuando el tiempo
2) colocación de sonda vesical; 3) administrar MAG3 a medio de eliminación es mayor de 20 minutos y la curva
dosis de 50 μCi/kg en forma de bolo, y con lavado pos- es de morfología obstructiva. En resumen, se puede
terior del catéter con agua destilada o suero fisiológico, decir que la existencia de un buen vaciado es signo de
y 4) furosemida a 1 mg por kg de 20 a 30 minutos de buen pronóstico y que la de un mal vaciado es sos-
inyectar el isótopo. En el megauréter obstructivo a pecha de obstrucción y requiere un estricto control.
veces se recomienda dar una segunda dosis de diuréti-
co a los 60 minutos de administrado el isótopo. No obstante, dado que el tratamiento inicial del
megauréter obstructivo es el conservador durante el
Para valorar la existencia de obstrucción se utilizan primer y, posiblemente, el segundo año de vida la rea-
la función renal diferencial, el tiempo medio de elimina- lización del RD debe estar supeditada a los hallazgos
ción del isótopo, y la morfología de la curva. El tiempo de los US iniciales. En las dilataciones grado 4 o cuan-
medio y la curva se deben medir en la unión ureterove- do el calibre ureteral es mayor de 10 mm se hará en
sical con la vejiga vacía. el primer mes de vida. En las de grado 3 o cuando el
diámetro del uréter es de 10 mm se realizará al ter- dio anatómico y funcional del tracto urinario. La RM del
cer mes de vida. Por regla general no se realizarán en tracto urinario en sus dos vertientes, estática y funcio-
las hidronefrosis de grado 1 y 2 o cuando el uréter es nal, se conoce como urorresonancia. Permite definir
menor de 10 mm de diámetro (11), salvo que aumente anatómicamente estructuras dilatadas llenas de líquido y
la dilatación durante la evolución. con mala función renal, que son difíciles de identificar
con otros métodos diagnósticos. Utilizando como con-
La frecuencia del RD de control depende de la traste el gadolinio (Gd-DTPA) se pueden conocer, igual
dilatación pielocalicial, diámetro ureteral y de los datos que en el RD, la perfusión renal, función renal diferencial,
del previo, fundamentalmente de la función renal dife- el tiempo de tránsito parenquimatoso, el filtrado glome-
rencial. En el primer año de vida se recomienda tri- rular, la excreción y el drenaje del sistema colector (6,15).
mestral en las dilataciones de grado 4 y semestral en En la exploración funcional se suele administrar diuréti-
las de grado 3 y, en el segundo año, dependiendo de co para ver los efectos del mismo sobre un punto
los resultados previos, semestral o anual. determinado del tracto urinario. No obstante, precisa
sondaje vesical y en niños pequeños requiere sedación
En los casos bilaterales y de riñón único no tiene para su realización, lo que limita sus indicaciones.
valor la función renal diferencial, pero sí la tienen los
otros parámetros del RD. Test de presión-flujo
Urografía intravenosa Clásicamente se han utilizado los tests de presión-
flujo (Whitaker o Vela-Navarrete) para el estudio de la
Fue la prueba más utilizada para el diagnóstico de obstrucción urinaria. Actualmente el RD ha limitado su
la dilatación del tracto urinario, pero al igual que los US, uso, pues los tests de presión-flujo no son fisiológicos
no distingue entre dilatación y obstrucción. Proporciona en el neonato ni en el lactante, no se correlacionan bien
buena información anatómica de todo el tracto urina- con el RD, y además son muy invasivos pues requieren
rio, pero grosera de la función renal. La urografía se anestesia general, nefrostomía y sonda vesical; por ello
recomienda en las grandes dilataciones o cuando exis- se recomienda realizarla sólo en casos muy selecciona-
ten dudas anatómicas en los US. Se aconseja la moda- dos. Sí se precisara, es recomendable realizar el test de
lidad de tres placas (10 minutos, 30 en prono y tardía Vela-Navarrete, pues no está tan influido por la adapta-
–dos a cuatro horas– en lateral) pues proporciona bilidad, y al realizar además analítica de la orina aspira-
mucha información con poca radiación. da, proporciona datos de la función renal ipsilateral.
La obstrucción es muy probable cuando en la
urografía se aprecia un retraso en la concentración del
material de contraste, dilatación de pelvis y cálices con TRATAMIENTO
aplanamiento o pérdida de la convexidad de las papi-
las. Por regla general, en el megauréter existe mayor Manejo del megauréter
dilatación ureteral que calicial. La imagen en “punta de
lápiz”, que se observa en la proyección lateral en las El tratamiento del megauréter primario en el pri-
placas retardadas, es la típica del megauréter obstruc- mer año de vida es conservador, salvo raras excep-
tivo primario. Si es un megauréter refluyente u obs- ciones. Todo recién nacido con ureterohidronefrosis
tructivo y refluyente se recomienda realizarla con debe ser sometido a tratamiento antibiótico profilác-
sonda vesical. tico hasta tener el diagnóstico etiológico de la misma.
Una vez realizado se procederá al tratamiento de la
Resonancia magnética (RM) causa primaria. En este apartado sólo nos vamos a refe-
rir al megauréter obstructivo primario y al idiopático.
La resonancia puede ser en el futuro la prueba
“ideal” para el diagnóstico de las obstrucciones del trac- El megauréter obstructivo asintomático tiene una
to urinario en niños, pues no emite radiaciones ionizan- alta tasa de resolución espontánea. El porcentaje de
tes, es multiplanar y permite realizar un excelente estu- curación con el crecimiento oscila entre el 53 y 72% (11,16).
McLellan y cols. (11) han realizado un excelente trabajo Estos pacientes deben ser controlados periódica-
sobre los factores y el tiempo de resolución del mente con US y RD, como se ha especificado previa-
megauréter obstructivo. En los dos primeros años de mente en los apartados correspondientes.
vida, la tasa de resolución espontánea fue significativa-
mente mayor en las dilataciones pielocaliciales de Se realizarán urocultivos siempre que exista sos-
grado ≤3 y cuando el diámetro ureteral era <10 mm pecha clínica de infección del tracto urinario.
que en las de dilataciones mayores. No observaron
aumento del grado de dilatación en las de grado 1 y 2. Indicaciones de cirugía
El tiempo de resolución fue significativamente menor
en las dilataciones de grado ≤3 (entre 12 y 36 meses) Antes del diagnóstico prenatal la indicación qui-
que en las mayores (3 años). El diámetro del uréter rúrgica era fácil en el paciente sintomático. Actual-
fue predictivo de la resolución, pero no del tiempo mente con el diagnóstico prenatal, el paciente asinto-
que tardó en resolverse, y por ello, una de sus con- mático y el alto porcentaje de resolución espontánea
clusiones es que los uréteres mayores de 10 mm tie- la decisión es más difícil. Las metas del tratamiento del
nen altas posibilidades de cirugía. No encontraron megauréter son evitar el deterioro de la función renal
diferencias significativas en el sexo, edad uni o bilate- y prevenir las complicaciones. En el recién nacido y
ralidad. Por estos datos (11,16) se puede decir que el lactante, la existencia de una función renal diferencial
megauréter en la infancia es un proceso dinámico con mayor del 40%, independientemente del tiempo
alta tendencia a la resolución espontánea, pero que medio de eliminación y de la morfología de la curva,
precisa de un estricto control para evitar los efectos permite efectuar un tratamiento conservador con
deletéreos silentes de la obstrucción. total seguridad y confianza.
La historia natural de las dilataciones del tracto Prácticamente existe unanimidad en que no se
urinario ha demostrado que existen tres subtipos deben realizar reimplantaciones en niños menores de
de riñones: unos muy deteriorados por la obstruc- un año, asintomáticos y con función renal normal,
ción prenatal y que no se recuperan tras la cirugía; pues el índice de complicaciones y reintervenciones
otros en los que la maduración mejora espontánea- es considerable (12%) en este grupo de edad (17). No
mente con el crecimiento y otros que pueden recu- obstante se han realizado reimplantes en lactantes
perar la función después de la cirugía, pero no se con buenos resultados a corto y largo plazo y sin
dispone de ninguna prueba que distinga un subgru- repercusión funcional en el tracto urinario inferior (18,19).
po de otro. Por ello estos pacientes requieren un
estricto control. En menores de un año sólo está indicada la ciru-
gía si existe una función renal menor del 20%, se redu-
En los megauréteres obstructivos con dilatación ce más de un 10% con respecto al control previo o
de grado ≥3 o diámetro ureteral >10 mm se reco- presenta sintomatología o infección urinaria clínica de
mienda profilaxis antibiótica durante el primer año de repetición. Si la función renal inicial es <20%, una posi-
vida. La dosis profiláctica es un tercio de la terapéuti- ble opción es la ureterostomía terminal durante el pri-
ca administrada en una sola toma. En esta edad no mer año de vida; con ello disminuye el calibre urete-
existe unanimidad sobre su administración por la ral y puede o no mejorar la función renal. Si la función
noche puesto que no existe control esfinteriano ni es algo mejor (entre 20 y 30%) o disminuye, otras
continencia urinaria nocturna. Para la profilaxis se opciones son colocar un doble J o realizar una dilata-
recomiendan fosfomicina cálcica, ampicilina o amoxici- ción neumática. La primera es una solución temporal
lina en los tres primeros meses de vida, y cotrimazol y (6 meses) y con una alta tasa de complicaciones
furantoina después de esta edad. (70%). La segunda opción utiliza la misma vía pero sus
resultados son más resolutivos, aunque no está exen-
No es necesaria la circuncisión profiláctica en ta de complicaciones.
varones. En casos de bacteriuria asintomática se
puede utilizar el tratamiento tópico con pomada de Después del primer año de vida, el megauréter
betametasona al 0,05%. obstructivo y refluyente precisa exéresis del uréter
terminal, posible modelaje y reimplante. Las indicacio- Habitualmente el reimplante ureteral se realiza
nes de cirugía en el megauréter obstructivo se basan por la técnica de Cohen. La disección del uréter se
en reunir varios de los criterios siguientes: hace por vía intravesical. En las grandes dilataciones
ureterales se puede practicar la disección también por
1. Función renal diferencial menor del 40% o dismi- vía extravesical, localizando el uréter en las inmedia-
nución evolutiva de la misma mayor de un 10%. ciones de la arteria umbilical obliterada.
2. Tiempo medio de eliminación del isótopo mayor Se debe hacer modelaje si no se puede conseguir
de 20 minutos con curva de morfología obstruida un túnel submucoso de una longitud cuatro o cinco
medidos en la unión ureterovesical y con la vejiga veces mayor que el calibre del uréter. La longitud del
vacía. modelaje debe ser sólo de tres a cuatro centímetros,
es decir, el trayecto del túnel submucoso.
3. Ureterohidronefrosis con adelgazamiento de la
cortical (uréter mayor de 10 mm y/o dilatación Existen dos formas de realizar el modelaje, una
grado 4). por resección de la pared ureteral y otra por la técni-
ca de plegamiento (técnicas de Kalicinski y Starr) (1);
4. Aumento de la dilatación inicial, cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. La resec-
ción de la pared ureteral es la forma más habitual de
5 Desarrollo de síntomas (infecciones urinarias clíni- modelaje. Las técnicas de plegamiento ocasionan
cas de repetición –no bacteriuria asintomática–, menos devascularización, por lo que son muy raras las
dolor abdominal, hematuria o hipertensión arte- fístulas y las obstrucciones postoperatorias; sin embar-
rial) o aparición de complicaciones (litiasis), y go, el túnel intravesical resulta muy grueso y pueden
facilitar algo más el reflujo; si la pared del uréter está
6. Imposiblidad de ejercer un seguimiento adecuado engrosada, será necesario un túnel muy ancho, ade-
del paciente más de largo. El plegamiento es la técnica de elección
cuando en la cirugía se observa orina purulenta, si las
Tratamiento quirúrgico paredes ureterales no son muy gruesas.
Los principios quirúrgicos en el tratamiento del Personalmente preferimos dejar un tutor ureteral y
megauréter obstructivo primario son: sonda de Petzer intravesical, para que la uretra y el trígo-
no estén libre de sondas, lo que mejora la calidad del
1. Reducción del calibre ureteral para poder obte- postoperatorio. El tutor se retira a los 5 días si se ha rea-
ner un túnel submucoso de longitud suficiente lizado cualquier técnica de plegamiento y a los 7 si ha rea-
(4-5/1) que impida el reflujo vesicoureteral. lizado resección de la pared ureteral. La sonda de Petzer
se extrae 24 ó 48 horas después de retirar el tutor.
2. Preservar la vascularización ureteral para prevenir
la obstrucción secundaria a la fibrosis o estenosis. Administramos tratamiento antibiótico de amplio
espectro (cefalosporina de tercera generación) duran-
3. La reimplantación se puede hacer por técnicas te el postoperatorio inmediato. Posteriormente se con-
intravesicales (Cohen), mixtas (Politano) o extra- tinuará con profilaxis antibiótica hasta realizar el CUMS
vesicales (Lich-Gregoire). postoperatorio.
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Reflujo vésico-ureteral
primario en la infancia
Reflujo vésico-ureteral
primario en la infancia
Introducción ..................................................................................................................................................................... 285
Clasificación etiológica........................................................................................................................................... 286
Cuadro clínico. Nefropatía de reflujo (NR)........................................................................................ 287
Evolución y desaparición espontánea del RVU 1.º...................................................................... 288
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 289
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 290
Observación evolutiva (OE).............................................................................................................................. 293
Tratamiento endoscópico (TE)...................................................................................................................... 294
Tratamiento del RVU primario con cirugía abierta.................................................................. 296
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 301
17. Reflujo vésico-ureteral primario en la infancia
capítulo 17
Reflujo vésico-ureteral
primario en la infancia
INTRODUCCIÓN Prevalencia
Definición Es una patología con una prevalencia significati-
va en la infancia, con una media en general del 1%,
El reflujo vésico ureteral (RVU) es el paso retró- con un rango del 0,4 al 1,8% (4). Según otros autores
grado de orina desde la vejiga hacia los uréteres, como Elder (2) y Somoza (1), la prevalencia es del 1%
desde donde puede llegar a los riñones en la mayoría en niños sanos, siendo la patología urológica más
de los casos. frecuente en la edad pediátrica; y existiendo lesio-
nes renales en un 50-70% de los pacientes al diag-
Grados nóstico (1,5).
El RVU se ha clasificado, según la intensidad del Esta elevada prevalencia varía según diversos fac-
mismo y las alteraciones del tracto urinario superior tores:
(TUS), en cinco grados, según la Clasificación
Internacional del Reflujo (ISRC) (1,2). Figura 1. • Edad. Es más frecuente en los primeros años de
vida, sobre todo en el primero. En el recién naci-
• Grado I. El RVU se limita al uréter, no llega al sis- do (RN) ocurre en el 1,26% según (6).
tema pielo-calicial.
• Sexo. En el primer año de vida es más frecuente
• Grado II. El RVU llega al uréter y al sistema pielo- en el sexo masculino.
calicial, pero no los deforma.
• Edad y sexo. Después de los 2 años es más fre-
• Grado III. Similar al II, pero deforma el uréter, pro- cuente en el sexo femenino.
duciendo curvas y tortuosidades anormales, con
incipiente deformidad de los fórnices caliciales. • Dilatación urinaria fetal. Presente en 18-25% de
RN con dilatación fetal (7).
• Grado IV. Similar al III pero con deformidad del sis-
tema pielo-calicial, y mayor tortuosidad del uréter. • En los niños con infección urinaria existe RVU en
el 30-40% (7).
• Grado V. Similar al IV, pero con mayor dilatación,
tortuosidad y deformación tanto del uréter como • Se calcula que aproximadamente un 5-10 % de los
del sistema Pielo Calicial. niños presentan ITU (8).
Radiológica es la que define mejor el grado de De sangre, con hemograma, urea, creatinina, e
RVU, y la anatomía. iones.
Analítica. De orina, determinando la presencia de La desaparición del RVU, con o sin tratamiento
proteinuria, microalbuminuria, urocultivo, sedimento, intervencionista es menor en estos casos, por lo
densidad, y si procede capacidad de concentración. que una parte importante del tratamiento es
solucionar el problema urodinámico con trata- También resulta un argumento simplista, cuando
miento anticolinérgico, y entrenamiento vesical se introducen las variables de las pielonefritis agu-
cuando la edad lo permite. Capozza (31) prefiere no das (PNA) recurrentes, y de la responsabilidad
realizar el TE en estos pacientes porque la resolu- profesional de no tratar un RVU de riesgo que ya
ción del RVU es menor cuando hay trastornos ha producido una NR. Otra cuestión es: ¿el trata-
funcionales. miento del RVU de riesgo sin NR inicial, puede
prevenir el daño renal?
6. Cirugía abierta antirreflujo (CA). Reimplante
ureteral, intravesical o extravesical. Con porcen- 3. Prevención de las ITU. Se ha reportado evi-
tajes de resolución del RVU superiores al 90% uni- dencia científica de que no hay diferencia en el
ficando todos los grados de RVU. El resultado por número de ITU entre niños tratados quirúrgica-
uréteres varía según el grado de RVU: I 99%; II mente, y los dejados evolucionar con profilaxis
99,1%; III 98,3%; IV 98,5%; V 80,7% (2). antibacteriana (34,35). Sin embargo sí existe diferen-
cia en el número de PNA, que es menor con tra-
7. Tratamiento endoscópico (TE). Según la tamiento intervencionista. Esto coincide con la
revisión de Elder, unificando todos los grados, la evidencia de la opinión de expertos de que
resolución del RVU tras la primera inyección es pacientes con RVU diagnosticado por ITU en los
del 77,1%. En grados menores la resolución es primeros años de vida, y dejados evolucionar con
mayor, y en grados mayores es menor: superiores profilaxis, han sufrido ITU febriles recurrentes, y
al 90% en los de bajo grado (32), y 32% en los de han tenido que ser intervenidos para eliminar el
grado V (2,18,33). RVU, con disminución progresiva las ITU febriles.
Según este objetivo, la pauta sería ver evolución,
Objetivos del tratamiento y si el paciente sufre ITU febriles de repetición
realizar tratamiento intervencionista para eliminar
El tratamiento del RVU es pura controversia, pues el RVU.
depende desde que punto de vista se enfoque, o que
objetivo se pretenda conseguir: 4. Mejorar la calidad de vida del paciente y
de su familia. En el RVU es importante indivi-
1. La desaparición del RVU. Es el argumento de dualizar cada caso en función de las características
quienes proponen el tratamiento intervencionista, del niño y de su familia, y de las características
y se basa en que si el RVU produce NR, lo mejor médicas y sociales de su entorno. Es un enfoque
es suprimir el RVU, para eliminar la posibilidad de integrador, que considera todos los factores que
la misma. condicionan en tratamiento del RVU.
El argumento que parece simplista se complica 1. Características del RVU, según grado y
cuando se introducen las variables de la desapari- bilateralidad.
ción espontánea del RVU, y la evolución de la NR. 2. Características del niño, según patología
asociada, colaboración en controles y adhe-
2. Mejoría de la NR y Prevención de sus com- sión-tolerancia a la profilaxis antibiótica.
plicaciones. Hay trabajos acerca de la irreversi- 3. Características socio familiares. Facilidad
bilidad de la NR una vez que se ha producido; sin de control y adhesión a la profilaxis, cuando
encontrar diferencia en la evolución de la NR está indicada.
entre el RVU tratado quirúrgicamente, y el dejado 4. Opinión de los padres tras información
evolucionar sin tratamiento, sólo con profilaxis completa de los riesgos y beneficios.
antibacteriana (34,35). 5. Características médicas. La existencia de
unidades de Nefrología y de Urología
Según esto la pauta a seguir sería la abstención Pediátricas trabajando en conjunto facilita
terapéutica y esperar la evolución natural del mucho el control y el tratamiento del RVU;
RVU, hacia su desaparición. esto no ocurre siempre así. Las posibilidades y
características de cada hospital para el trata- • En RVU grados II-III el TE con 1-3 inyecciones
miento, y de la pediatría extrahospitalaria para tiene los mismos resultados que la CA, pero con
el control, pueden condicionar la actitud tera- menos complicaciones y más leves (33,38). NE 3
péutica.
• En RVU grados IV-V el TE con 1-3 inyecciones
Evidencia científica tiene resultados inferiores que la CA, 65-85%
frente a 81-90%, pero con menos y más leves
Tras una detallada lectura crítica de la literatura complicaciones (33,38). NE 3
siguiendo las directrices del Critical Apraisal Skills
Programme de España (CASP), y valorando los nive- De estos datos se desprende que:
les de evidencia (NE) siguiendo la sistemática Scottish • El tratamiento inicial del RVU 1.º no debe ser qui-
Intercollegiate Guideline (SIGN), se destacan los datos rúrgico, salvo en casos especiales.
más significativos con mayor NE:
• Los RVU grados I-III inicialmente pueden manejar-
• No hay diferencia en el número de ITU entre se sin profilaxis antibiótica.
niños tratados con cirugía y los manejados sólo
con profilaxis durante un seguimiento de 10 años • El cese del RVU depende del grado y de los años
(34)
. Nivel de evidencia (NE) 1++. de evolución.
• Tengan dificultad para control evolutivo, o dificul- • Agravamiento de la NR preexistente con disminu-
tad para realizar una adecuada profilaxis antibióti- ción de tamaño y o de función renal del riñón
ca, como habitantes de otros países, con proble- afecto.
mas inmigratorio-sanitarios.
• Edad y años de evolución.
• Tras una completa información de las posibilida-
des evolutivas y terapéuticas, su familia prefiera • Grado y bilateralidad.
una actitud intervencionista.
• Opinión de los padres.
2. RVU 1.º diagnosticado después de los pri-
meros 1-2 años de vida. En general son pacien- • Tolerancia del niño y su familia a la OE.
tes del sexo femenino, con RVU descubierto por
estudio tras ITU. • Adhesión a la profilaxis antibiótica cuando se haya
indicado.
• Si es la 1.ª ITU, la actitud inicial debe ser la
observación evolutiva (OE), sobre todo en RVU En general, la evolución con complicaciones, los
I-III, donde no es imprescindible la profilaxis anti- grados IV-V, la bilateralidad, la mayor edad y tiempo de
biótica. En RVU grados IV-V bilaterales la tasa de evolución, la falta de colaboración y tolerancia de la
desaparición espontánea es baja, y la decisión familia, y por supuesto su deseo de interrumpir la OE,
debe ser individualizada en función de los facto- inducen a cambiar a un TE, basados en sus buenos
res influyentes mencionados. En RVU grados IV- resultados y mínima invasividad.
V unilaterales, la desaparición espontánea es
mayor que en casos bilaterales, y somos parti- La intervención sobre el RVU no mejora la NR,
darios también de una OE pero con profilaxis pero disminuye la morbilidad al reducir las PNA.
antibiótica. Además, permite retirar la profilaxis al solucionar el
RVU, o incluso en algunos casos al mejorarlo a grados
• Si hay antecedentes de ITU de repetición,
I-III. Otro beneficio añadido tras la resolución del RVU
o de episodios febriles frecuentes sin foco conoci-
con TE, es la terminación de los controles cistográfi-
do, es lícito pensar que van a seguir presentándo-
cos, que son la mayor causa de incomodidad en los
se durante la OE, por lo que ésta puede reco-
controles de la OE.
mendarse pero con profilaxis antibiótica en RVU
grados II-III. En grados IV-V es mejor individualizar
Insistimos una vez más en que la actitud ante el
la decisión, como antes se mencionó.
RVU debe individualizarse lo más posible en función
de las variables comentadas, y de las consideraciones
Somos partidarios de una completa información a
realizadas, buscando el objetivo de mejorar la calidad
los padres de las diferentes opciones, posibilidades de
de vida, presente y futura, del niño y de su familia.
resolución y duración de la OE, y del tratamiento.
• RVU de riesgo, grados IV-V. Estudio isotópico con ácido dimercapto succí-
nico (DMSA). Está indicado cuando aparecen signos
• ITU recurrente. ecográficos de NR. El DMSA informa del valor relati-
vo de la función renal diferencial.Tiene valor evolutivo
La PA debe hacerse con antibióticos de buena eli- y pronóstico. En caso de NR puede realizarse cada 2
minación por tracto urinario, como por ejemplo la ó 3 años.
furantoína. Ésta tiene el inconveniente de su intole-
rancia digestiva ocasional. Otros antibióticos usados En caso de NR recomendamos el control por
son las cefalosporinas; de ellas el cefadroxilo no es una unidad de Nefrología Pediátrica siempre que sea
muy usado para otras indicaciones y tiene buen efec- posible.
to como PA. El antibiótico se debe ir rotando perió-
dicamente; las preferencias son variables desde cam-
biar cada 15 días, a cada 3 meses. La dosis recomen-
dada para PA es 1/3 de la dosis terapéutica.
TRATAMIENTO
ENDOSCÓPICO (TE)
Controles evolutivos
Tratamiento de elección
Urocultivos. Actualmente no se recomienda
realizar urocultivos seriados de rutina, pues la tenden- Desde que en 1984, los doctores O’Donnell y
cia es a no tratar la bacteriuria asintomática, ya que se Puri (13) la emplearon por primera vez (con pasta de
ha demostrado que no disminuye el número de ITU teflón) en pacientes pediátricos con RVU; esta técnica
sintomáticas. Se debe realizar urocultivo ante la sos- ha ido aumentando sus indicaciones, siendo en el
pecha de ITU (fiebre sin foco conocido, síntomas mic- momento actual, según algunos autores, el tratamien-
cionales, como disuria, polaquiuria, estranguria) y tra- to quirúrgico de primera elección (31), debido a los
tar cada ITU. siguientes factores:
• Excelente postoperatorio con vida normal en 24 antirreflujo, a largo plazo, de estas sustancias son
horas. duraderos.
• Reabsorbibles a más o menos largo plazo, como el • Fijación del meato ureteral a la musculatura del
colágeno bovino, el dextranómero de ácido hialu- trígono vesical (40).
rónico, y la hidroxiapatita. El colágeno ha demos-
trado peores resultados a largo plazo, y práctica- • Mejoría de la unión urétero-vesical por el habón
mente no se usa en esta indicación. Los efectos formado bajo el meato ureteral.
Material
Técnica
• Disminución del calibre de la luz del meato por Del total de RVU, unificando todos los grados, tra-
efecto masa. tados endoscópicamente, se estima que sólo el 5%
precisa cirugía abierta (19), dato que coincide con nues-
• Aumento de la longitud del túnel submucoso. tra experiencia en Málaga donde se pasó a CA al
4,4% de los uréteres.
• Seguramente se trate de la conjunción de todos
los mecanismos mencionados. Complicaciones
Resultados Las complicaciones son escasas, y menores que
con la cirugía abierta (2):
Los resultados dependen de:
• Hematuria. Generalmente de escasa entidad y
• Grado de RVU. En las revisiones de Elder (2,18,33) autolimitada. La necesidad de tratamiento es
la desaparición a la 1.ª inyección según grado de excepcional (42).
RVU fue: I-II 78,5%, III 72%, IV 63% y V 51%.
• RVU en uréter contralateral. Según Kirsch en un
• Número de inyecciones. Según las revisiones 4,5 % (43).
mencionadas (2, 18,33) con 63 artículos y 8.101 uréte-
res refluyentes, la tasa de resolución tras la prime- • Recurrencia del RVU tras su desaparición. Se cal-
cula en el 3-5% (19).
ra inyección es del 77,1 %, como media de todos
los grados de RVU; tras la 2.ª inyección se solucio-
• ITU, no es frecuente. Se recomienda una dosis de
naron el 68% más; y tras la 3.ª otro 34%, con lo que
PA intravenosa intraoperatoria y continuar con
el porcentaje de resolución acumulada es el 85%.
ella hasta la realización de la cistografía de control.
• La experiencia del cirujano es un factor
• Estenosis del meato ureteral. Se considera excep-
importante, pues los detalles de la inyección (pro-
cional. Puri (19) refiere menos del 0,5% en una
fundidad, localización, volumen, número…) influ-
amplia revisión multicéntrica.
yen en el resultado. La curva de aprendizaje es sig-
nificativa en esta técnica (41).
Opinión de los padres. El beneficio del TE del
RVU primario es de la suficiente magnitud como para
Nuestros resultados en Málaga de resolución
proponerlo a las familias como primera elección antes
endoscópica (RE) en el total de 365 uréteres con
de la CA, e incluso como alternativa a la PA continua
RVU 1.º, incluidos todos los grados y la curva de
a largo plazo.
aprendizaje, son del 81% con un máximo de 3 inyec-
ciones.
Capozza y colaboradores (44) publican un estudio
de preferencias paternas acerca de la actitud ante el
Las causas del fallo del tratamiento endoscópico,
RVU de sus hijos, eligiendo el 80% el tratamiento
pueden ser:
endoscópico, el 5% la profilaxis a largo plazo, el 2% la
cirugía abierta, mientras el 13% estaban indecisos.
• Desplazamiento del habón.
2. Evolutivas: 2. INTRAVESICALES
• Persistencia del RVU de grado III-V después de SUPRAHIATALES
TE, 3 inyecciones. Hutch 1, Politano Leadbetter, Paquin
• Persistencia del RVU de grado III-V después de INFRAHIATALES
Glen-Anderson, Cohen, Gilvernet
un TE, cuando se ha visto en la 1.ª cistoscopia un
COMBINADA SUPRA-INFRAHIATAL
meato ureteral muy anómalo, con sospecha de Kelalis
no solucionarse con TE.
do a utilizar en los últimos años por sus buenos resul- nuevo hiato, o de pasar inadvertidamente el
tados y por mejorar y acortar el postoperatorio. Se uréter por el peritoneo, intestino, o de lesio-
puede, si es necesario, reducir el calibre ureteral, y nar un algún vaso como la arteria uterina. Por
extirpar el uréter distal si está estenótico (10). eso algunos cirujanos prefieren hacer el tiem-
po extravesical bajo visión directa. Deja el
Ventajas: no abrir la vejiga, y mejorar la calidad del hiato en la parte móvil de la vejiga, por lo que
postoperatorio, disminuyendo los espasmos vesicales. puede angularse con la vejiga distendida.
1.3. Paquin. Parecido a PL, pero el uréter distal
Inconvenientes: No explora el interior de la vejiga, se secciona y se deja abandonado en su
ni modifica la posición del meato ureteral. En los casos meato primitivo. Con visión directa el uréter
bilaterales se ha señalado la posibilidad de aparición seccionado extravesicalmente se reintroduce
de una disfunción vésico-esfinteriana, por alteración en vejiga por un neohiato vesical más alto. El
bilateral de los plexos paravesicales. neotúnel se hace desde el neohiato hasta la
proximidad del meato original. El uréter se
Con una adecuada selección de pacientes es una anastomosa a la mucosa vesical en puño de
excelente técnica. Puede estar especialmente indicada camisa (11). Es una técnica muy utilizada en el
en ese 4-6% de casos en que sea necesaria cirugía trasplante por su sencillez y buenos resulta-
abierta por persistencia del RVU tras TE, pues ya se dos.Ventaja: evita los posibles riesgos del PL.
conoce endoscópicamente el interior de la vejiga.
2. Infrahiatales. Son técnicas de avance ureteral,
Intravesicales que mantienen el mismo hiato vesical, y hacen el
Son la mayoría y hay dos grandes grupos: neotúnel submucoso “avanzando” distalmente res-
pecto al meato original.
1. Supra-hiatales. El túnel se hace proximal al
meato ureteral primitivo. Incluye las técnicas de: Se incluye las técnicas de:
2.1. Glenn-Anderson (GA). El túnel se realiza
1.1. Hutch-1. No se desinserta el uréter de su desde el meato primitivo hacia el cuello
meato primitivo. Similar a la LG pero por vía vesical (11).
intravesical. Ventaja: la sencillez. Inconvenien- Ventaja: sencillez; evita el tiempo extravesical.
tes: no libera el uréter extravesical de adhe- Inconvenientes: utiliza el trígono para hacer el
rencias ni tortuosidades, ni permite reducir túnel, y puede favorecer la aparición de RVU
su calibre; no puede modificar meatos latera- contralateral; si el meato original está próxi-
lizados, ni extirpar el uréter distal si está este- mo al cuello vesical o si el uréter es algo
nótico. Buen resultado con indicaciones pre- ancho, no se tiene suficiente longitud para el
cisas: meato ortotópico sin megauréter (11). neo túnel.
1.2. Politano-Leadbetter (PL). Desinserta el 2.2. Cohen. Similar al GA, pero cambia la direc-
meato ureteral primitivo, y diseca intravesi- ción del túnel, llevándolo transversalmente al
calmente el uréter. Se lleva al espacio extra- otro lado de la línea media, por encima del
vesical y se reintroduce en la vejiga (sin meato contralateral, por encima del trígono.
visión directa) por un nuevo hiato vesical En casos bilaterales el de un lado cruza el trí-
más alto y lateral. Se realiza el neotúnel sub- gono y el neomeato se suele situar en el
mucoso desde el nuevo hiato hasta el meato contralateral original (10).
meato primitivo. Ha sido una de las técnicas Ventajas: las mismas que el GA pero ade-
mas utilizadas (11). más logra un túnel mucho más largo y no
Ventaja: consigue un túnel de buena longitud, utiliza trígono; permite el modelaje y la exé-
permite modelaje y o exéresis del uréter distal. resis del uréter distal, si fuera necesario;
Inconvenientes: por ser la técnica original obvia los inconvenientes de las técnicas
totalmente intravesical puede haber riesgo suprahiatales. Por todo ello es una de las
de angulación ureteral a su entrada por el técnicas más utilizadas.
Tabla 4. Reflujo vésico-ureteral 1.º resultados reimplantes grados II-V. Málaga, 1981-2003.
• Persistencia del RVU. En general, sin diferencia de La cistografía: su indicación es objeto de con-
grado ni técnica, se estima en el 3-4% (11, 33). troversia en la actualidad ya que, como hemos citado,
Generalmente se resuelven de manera espontá- la probabilidad de persistencia de RVU es baja, y
nea sin cirugía, pero puede ser necesaria, en casos podría evitarse esta exploración invasiva, y desagrada-
de retracción del uréter, o túnel excesivamente ble. La tendencia actual es no hacerla si no hay ITU
corto para el diámetro del uréter. Se puede inten- tras la cirugía. Personalmente pensamos que en el
tar el TE a la vez que se valoran endoscópicamen- grado V se ha descrito una menor RQ (81%) que en
te el meato y el túnel. los otros grados (95-99%), y por tanto la indicamos en
el grado V. También la indicamos si no hay facilidad
• Anuria por espasmo vesical. Es excepcional, pero para un control clínico adecuado. Se aconseja realizar-
debe conocerse. En los primeros días de postope- la a los 3-6 meses de postoperatorio.
ratorio se puede producir, sobre todo en lactantes,
una contracción masiva del detrusor, tan intensa Control clínico, recordando a los padres los
que obstruya los uréteres por atrapamiento de su síntomas de sospecha de ITU, y recomendando reali-
trayecto intravesical. Personalmente hemos vivido zar analítica de orina ante un cuadro de fiebre si foco
3 casos, que se solucionaron en pocos minutos con conocido, o síntomas miccionales o de vías bajas.
atropina, bajo estricto control cardiológico.
Control de la NR. Si no existe NR el control clí-
Control postoperatorio nico, analítico y ecográfico serán suficientes. Si existe
NR, es recomendable el control especializado por
Se deben controlar las posibles complicaciones Nefrología Pediátrica.
postquirúrgicas y la NR.
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Malformaciones
de la vejiga y del uraco
Malformaciones
de la vejiga y del uraco
Recuento embriológico ......................................................................................................................................... 307
Anomalías de número ............................................................................................................................................ 307
Complejo extrofia-epispadias.......................................................................................................................... 310
Persistencia de la cloaca....................................................................................................................................... 319
Fístula vesicovaginal congénita ...................................................................................................................... 319
Divertículo vesical congénito........................................................................................................................... 319
Anomalías del uraco ................................................................................................................................................ 320
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 323
18. Malformaciones de la vejiga y del uraco
capítulo 18
Malformaciones
de la vejiga y del uraco
RECUERDO EMBRIOLÓGICO mesodérmico del trígono es reemplazado por epite-
lio endodérmico, quedando toda la vejiga tapizada por
La alantoides, una evaginación ventral del intestino epitelio de origen endodérmico.
posterior, aparece sobre el decimotercer día de la
fecundación. Este intestino es conocido con el nombre De esta manera, la vejiga, el cuello vesical y la ure-
de cloaca y su placa de cierre o proctodeo será la tra proceden del endodermo en su capa mucosa y del
membrana cloacal.A partir de la cuarta semana, se for- mesodermo en su componente muscular; mientras
man unos pliegues que dividen a la cloaca en dos par- que el trígono, uréteres, meatos ureterales y conduc-
tes: una dorsal o rectal y otra ventral o urogenital. El to eyaculador derivan del mesodermo1.
tabique de separación está formado por los referidos
repliegues y por una masa cuneiforme de mesénquima
acompañante, plenamente configurado sobre la sépti- ANOMALÍAS DE NÚMERO
ma semana. En ese momento la membrana se rompe-
rá quedando formados los orificios anal y urogenital. Agenesia de vejiga
En este periodo, la cloaca ventral se elonga
Se trata de una de las malformaciones más raras
pudiendo distinguir tres segmentos: el más distal que
del tracto urinario. Normalmente se describe en fetos
será el seno urogenital; una porción tubular interme-
inviables con graves anomalías, aunque puede ser
dia la uretra primitiva, que constituirá la uretra prostá-
compatible con la vida, habiéndose publicado 13 casos
tica y membranosa en el varón, y la uretra y el vestí-
en la literatura consultada, doce de ellos de sexo
bulo en la mujer; y una dilatación superior, la vejiga,
que inicialmente se continúa con la alantoides. femenino.
Sobre la octava semana de gestación la alantoides El defecto embriológico no está definido. Se pos-
se oblitera y la cúpula vesical queda unida al ombligo tula que el tabique urorrectal no cumpliría su función
mediante un cordón fibroso denominado uraco. de dividir la cloaca en las dos vertientes anterior y pos-
terior2, que la malformación ocurriría ante la falta de
Durante la división de la cloaca, las porciones cau- desarrollo de la porción craneal de la cloaca ventral3, o
dales de los conductos mesonéfricos se incorporan que la atrofia del segmento vesical de la cloaca ventral
gradualmente en la pared de la vejiga. Los uréteres, no se distendería por la ausencia de orina al no incor-
que en un principio eran evaginaciones de los con- porarse los conductos mesonéfricos y los uréteres4.
ductos mesonéfricos, entran a la vejiga por separado.
La tracción ejercida por los riñones en su ascenso En la agenesia vesical la uretra no se forma o está
provoca que los orificios de los uréteres se desplacen atrésica y los uréteres terminan en el útero, vagina o
en sentido craneal y lateral. El componente mesodér- vestíbulo en la mujer, y en el recto en el varón. Los
mico englobado entre los meatos ureterales y el ori- riñones suelen ser hidronefróticos, pielonefríticos o
ficio de salida de los conductos de Wolff, que también displásicos, debido a la obstrucción intraútero de los
han emigrado en dirección caudal y medial, constitui- uréteres, a su deficiente desarrollo o como conse-
rá el trígono vesical. Posteriormente, el revestimiento cuencia de las infecciones urinarias.
Se asocia a anomalías en los genitales internos y al relatar las anomalías relacionadas con la agenesia o
externos como la ausencia o hipoplasia de labios las displasias quísticas renales bilaterales, que cursan
mayores o menores, pliegues cutáneos hiperplásicos con ausencia de excreción urinaria. En estos casos se
en el área del clítoris, duplicidad vaginal y útero trata de un tubo estrecho que no desarrolla su mus-
bicorne. culatura por falta de estímulo.
Figura 1. Variedades de duplicidad vesical. 1. Duplicidad vesical completa; 2. Duplicidad incompleta; 3.Tabique
sagital completo; 4.Tabique sagital incompleto; 5.Tabique frontal completo; 6.Tabique frontal incompleto;
7.Vejiga multilocular; 8.Vejiga en “reloj de arena”.
excepto si detectamos obstrucción ureteral o disfun- El diagnóstico se establece con la misma pauta
ción vesical, circunstancia donde estaría indicada una comentada para el resto de anomalías septales y su
resección del tabique. tratamiento consistirá en extirpar o drenar las unida-
des renales afectadas, actuando después sobre la veji-
Tabique frontal completo ga para crear una cavidad única.
Consiste en un tabique axial de dirección oblicua
que divide a la vejiga en dos porciones: superior e Vejiga “en reloj de arena”
inferior. El tabique acaba en el cuello vesical, siendo Como su nombre indica, la vejiga presenta una
una de las cámaras cerrada. Cada uréter desemboca morfología típica, debido a un área de constricción
en uno de los reservorios vesicales, por lo que el o anillo que divide en un plano horizontal a la veji-
riñón que drena al espacio cerrado estará hidronefró- ga, en dos partes iguales o desiguales. La explicación
tico o anulado. La porción vesical cerrada y dilatada embriológica radica en un ritmo de crecimiento
comprimirá la otra hemivejiga y el cuello vesical pro- diferente de los componentes endodérmico y
duciendo alteraciones en su dinámica. Su origen mesodérmico de la vejiga. La pared vesical es nor-
embriológico corresponde a la formación de un tabi- mal en su constitución, a excepción del área de
que urorrectal aberrante. constricción, donde se observa un aumento de teji-
do fibromuscular de mayor o menor amplitud. El
Son pacientes que se presentan con síntomas de anillo de constricción puede estar situado a cual-
insuficiencia renal, infección urinaria, trastornos mic- quier nivel y la comunicación entre las dos cámaras
cionales y masa abdominal localizada en hipogastrio es de calibre variable. En la mayoría de los casos
que no desaparece con el cateterismo vesical, siendo publicados los uréteres desembocan en la porción
el diagnóstico y tratamiento similares al del tabique vesical inferior.
sagital completo.
Suele ser asintomática y en los casos que exista
Tabique frontal incompleto disfunción vesical el tratamiento es la resección
En esta variedad el septo tiene su borde inferior endoscópica del anillo.
libre, de tal modo que ambas porciones vesicales
están comunicadas. Cada uréter drena en uno de los
compartimentos, así que si la comunicación entre
ambos es suficiente no hay repercusión renal y la mic-
COMPLEJO EXTROFIA-
ción se efectúa sin problemas; en caso contrario las EPISPADIAS 6, 7
Desde el punto de vista embriológico no existe Su incidencia es escasa, habiendo sido estimada
consenso sobre el mecanismo que provoca la extro- entre el 1 por 10.000 y 1 por 50.000 nacidos vivos y
fia vesical. Según Muecke2, el defecto básico depende afecta preferentemente a los varones. En España la
del desarrollo anormal de la membrana cloacal, secun- frecuencia era de 0,11 por 10.000 nacidos vivos,
dario a una ausencia de regresión en su porción uro- según el registro de malformaciones congénitas de
genital. Como consecuencia, el mesodermo no emigra los años 1976-1986 que comprendía una población
entre las capas ecto y endodérmica, actuando la de 564.616 nacidos vivos9.
membrana como una cuña que divide este flujo
mesodérmico a ambos lados y hacia abajo, originán- Características anatómicas
dose el tubérculo genital en un lugar más caudal. Así
la posición y el momento de la rotura de la membra- Urinarias
na cloacal determinará la variante resultante dentro La vejiga se encuentra totalmente abierta, fusiona-
del complejo extrofia-epispadias, de tal modo que la da a la piel de la pared abdominal anterior que la rodea.
perforación a nivel distal produce epispadias; la media, Ocupa la parte inferior del abdomen adoptando el
extrofia vesical clásica, y la superior, fisura vesical. aspecto de una tumefacción roja, de superficie mucosa,
Cuando la perforación se produce antes del descen- húmeda, denominada “placa vesical” o “placa extrófica”
so del tabique urorrectal se origina la extrofia de cloa- (Figura 2). Su diámetro oscila entre 2 y 6 centímetros,
ca. Para Duhamel8, la extrofia resulta de la falta de y corresponde a la pared vesical posterior, siendo los
desarrollo de la hoja somatopleural del pliegue caudal orificios ureterales visibles uno a cada lado de la línea
del embrión, comportando la aplasia de la pared ven- media y el cuello vesical es apenas reconocible. El
tral infraumbilical y la agenesia de la porción alantoi- ombligo inexistente es sustituido por un onfalocele o
dea intraembrionaria. por una hernia umbilical generalmente de pequeño
tamaño, localizada en la parte superior de la placa.
Figura 2. Extrofia vesical en el varón. Pene
epispádico con incurvación dorsal. En el recién nacido la superficie de la placa presen-
ta un aspecto seudopoliposo; con el crecimiento esta
característica se acentúa debido a los traumatismos
mínimos repetidos y a las infecciones que inciden sobre
ella. Histológicamente la mucosa es normal o presenta
inclusiones de metaplasia digestiva. La vejiga en contac-
to con el exterior experimenta cambios inflamatorios
apreciando alteraciones en su epitelio tipo metaplasia
escamosa, cistitis quística o glandular. Si no se corrige la
anomalía, es posible que sufra cambios degenerativos
malignos en forma de adenocarcinomas, circunstancia
que ocurre entre la tercera y quinta década de la vida.
Las vejigas cerradas tardíamente también pueden
malignizarse, habiéndose descrito casos de carcinoma
de células escamosas y de rabdomiosarcoma. Aunque
ello implique una vigilancia ulterior, no es un factor
determinante en la selección del tratamiento.
tico (determinación de cromatina sexual y/o carioti- Reconstrucción vesical en varios tiempos
po). La evaluación del tracto urinario superior se Los tiempos necesarios para el tratamiento qui-
realiza mediante ecografía, exploración suficiente, rúrgico con esta opción son: cierre primario vesical,
que puede complementarse con una UIV si obser- reconstrucción de genitales externos y reconstruc-
vamos alguna alteración no claramente definida en el ción del cuello vesical.
estudio con ultrasonidos. Una radiografía simple de
abdomen es indispensable para valorar la columna 1. Cierre primario vesical.
lumbosacra y objetivar la separación de la sínfisis Constituye el primer tiempo del cierre funcional y
púbica. consiste en transformar la placa extrófica en un
epispadias incontinente. Debe realizarse lo antes
Tratamiento posible, en las primeras 48-72 horas de vida, para
Los niños afectos de extrofia vesical deben ser no practicar una osteotomía. Las osteotomías en
enviados, lo antes posible, a hospitales con experien- la cirugía de la extrofia vesical tienen como finali-
cia en el manejo de la anomalía. Es necesario informar dad aproximar la sínfisis pubiana, lo que disminuye
a los padres que el defecto puede cerrarse, que la fun- la tensión del cierre de la pared abdominal elimi-
ción genital será satisfactoria y que el control urinario nando la necesidad de emplear colgajos cutáneos;
puede lograrse, todo ello a expensas de varios actos mejorar la posición de la vejiga, cuello vesical y
quirúrgicos no exentos de complicaciones. uretra en la pelvis reduciendo el excesivo ángulo
uretro-cervical; favorecer la aproximación de los
El periodo ideal para iniciar la reconstrucción qui- cuerpos cavernosos o de los hemiclítoris; y ayudar
rúrgica se cifra en las primeras 72 horas, con el fin de a reaproximar el diafragma urogenital que puede
evitar el uso de osteotomías y que la vejiga y uretra contribuir a la continencia posterior10. Los candi-
comiencen a funcionar lo más pronto posible para datos para que la osteotomía se realice en el
conseguir su desarrollo muscular óptimo. mismo acto quirúrgico del cierre primario son:
recién nacidos mayores de una semana, pacientes
La placa extrófica en el periodo preoperatorio con diastasis púbica mayor de 4 cm o con un cie-
debe estar siempre húmeda; instilando periódica- rre vesical previo fracasado y en los neonatos
mente solución salina o cubriéndola con una gasa menores de una semana de vida cuando bajo
impregnada de nitrofurazona al 0,2%, en base de anestesia general comprobemos que los huesos
polietilenglicol, solución quirúrgica (furacín solución). púbicos no son aproximados fácilmente11. Los
Otros autores preconizan recubrir el hipogastrio con efectos aproximativos no son permanentes, trans-
una amplia lámina de plástico que permite la salida de currido cierto tiempo la diastasis púbica es evi-
orina, estableciendo una separación entre la mucosa dente en los controles radiológicos. Los detalles
vesical y los pañales. La pinza umbilical ha de retirar- quirúrgicos están sistematizados en el esquema
se y efectuar la ligadura del cordón con seda, para de la Figura 3.
evitar el traumatismo continuado de su roce sobre la
mucosa. 2. Reconstrucción de genitales externos.
Antiguamente se realizaba este tiempo quirúrgico
Los objetivos del tratamiento son: reconstruc- después de la reconstrucción del cuello vesical,
ción de la vejiga, uretra y pared abdominal; conseguir pero en la actualidad se prefiere realizarlo antes,
un reservorio vesical de baja presión durante el lle- entre los 12 y 18 meses, en un intento de incre-
nado, logrando una continencia urinaria suficiente; mentar la resistencia uretral, aumentar la capaci-
preservar la función renal; y adecuar los genitales dad vesical, y que la apariencia más normal de los
externos de manera que su función y estética sean genitales facilite la valoración del grado de conti-
aceptables. nencia12.
En la actualidad, ante una extrofia vesical existen En la mujer, la unión de los hemiclítoris, aproxima-
dos métodos quirúrgicos: la reconstrucción vesical en ción de los labios menores y la plastia cutánea de
uno o varios tiempos y la derivación urinaria. los labios mayores dan forma y estética suficien-
Figura 3. Extrofia vesical: Cierre vesical primario. 1.Trazado de la incisión. 2. Incisión cutánea. 3. Liberación de
la cara lateral de la vejiga y cara posterior del pubis. 4. Disección y aproximación de los cuerpos cavernosos.
5.Tubulización de la uretra, cateterismo de los uréteres y sonda vesical suprapúbica. Recubrimiento cutáneo
del pene. 6. Cierre vesical. 7. Sutura diafragma urogenital y aproximación de los huesos pubianos. 8. Cierre del
plano muscular y exteriorización de los catéteres.
tes. La función sexual posterior es satisfactoria, rio, superior a 60 cc, la mucosa lo más lisa posible,
aunque es necesario valorar el introito vaginal en suficiente tejido intersinfisario y ausencia de hidro-
la pubertad. En los varones deberá realizarse una nefrosis o de lesiones pielonefríticas. Se llevará a
uretroplastia, pues el neomeato ha quedado en cabo cuando el niño tenga cuatro o cinco años y
posición epi o hipospádico proximal. Su correc- haya pasado al menos un año desde el cierre pri-
ción es idéntica a la empleada en los epispadias o mario vesical.
hipospadias. La función sexual a largo plazo es
satisfactoria, aunque la fertilidad está comprome- Si, a pesar del tratamiento, persiste la incontinen-
tida en muchos pacientes. cia urinaria podemos practicar: una nueva trigonoure-
troplastia incluyendo osteotomías ilíacas anteriores o
3. Reconstrucción del cuello vesical. posteriores, una suspensión del cuello vesical, implan-
Consiste en crear el cuello vesical y la uretra pos- tar un esfínter artificial o recurrir a la inyección en el
terior con el cierre y modelaje de la mucosa tri- cuello de sustancias ocupantes de espacio. Si la capa-
gonal y su musculatura para permitir la continen- cidad vesical es escasa, una cistoplastia de ampliación
cia urinaria. El procedimiento que se utiliza es la estará indicada o podemos recurrir a la práctica de
trigonouretroplastia, técnica ideada por Young y reservorios intestinales con conducto continente,
modificada por Dees y Leadbetter (Figura 4). pues el cateterismo uretral es dificultoso. La posibili-
Es necesario para obtener un buen resultado dad de una derivación urinaria interna o externa
poseer una capacidad vesical, tras el cierre prima- queda como último recurso.
Figura 5a. Extrofia vesical. Cierre en un solo tiempo. 1. Esquema con cierre vesical y uretra ya tubulizada con los
dos cuerpos cavernosos separados. 2. Ligamento intersinfisario aproximado y uretra en posición ventral por debajo
de los cuerpos cavernosos ya rotados.
Figura 5b. Técnica de “desmontaje peneano” para corrección de epispadias y extrofia vesical. 1. Incisión
alrededor de la placa uretral. 2. Disección de la placa uretral que se moviliza totalmente. 3. La cubierta
peneana ventral se separa del cuerpo del pene hasta la unión penoescrotal. 4. Uretra ya tubulada en cara
dorsal y cuerpos cavernosos separados con su hemiglande correspondiente. 5. Uretra en posición ventral,
cuerpos cavernosos rotados y suturados, con cubiertas cutáneas remodeladas. 6. Meato en glande en
posición normal. 7. Detalle definitivo de la cubierta cutánea.
Las ventajas de este procedimiento son según los Variedades de extrofia vesical
autores: conseguir la continencia precozmente, y con
ello un desarrollo funcional adecuado del detrusor, en Ectopia vesical
un número menor de actos quirúrgicos sin mayores Con este término designamos la presencia de los
complicaciones que el método en varios tiempos. Los defectos musculoesqueléticos de los pacientes con
inconvenientes son: no corregir el reflujo vesicoureteral, extrofia vesical clásica, pero con el tracto urinario nor-
condicionando la presencia de pielonefritis y la necesi- mal. En consecuencia, la vejiga sólo está cubierta por
dad de un reimplante ureteral posterior, y que el neo- la piel del abdomen, pues la diastasis de las ramas
meato quede en posición hipospádica, circunstancias pubianas condiciona que los músculos rectos estén
que suponen intervenciones quirúrgicas posteriores. muy separados a partir del ombligo. El dato clínico
diagnóstico es la observación de una masa infraumbi-
Derivaciones urinarias lical que protuye cuando el niño llora.
La decisión de plantear una derivación urinaria
como tratamiento surge como procedimiento inicial o Fisura vesical superior
como alternativa a las complicaciones surgidas en el Esta variedad consiste en la presencia de los
cierre funcional. defectos musculoesqueléticos comentados y la obser-
vación de una placa extrófica de tamaño variable limi-
Pocos grupos15 prefieren la derivación urinaria al tada sólo al ápex vesical. El resto de la vejiga y la ure-
cierre vesical como primera opción de tratamiento. La tra son normales. El orificio está situado por debajo de
falta de continencia y las complicaciones que pueden la salida del cordón umbilical y el diagnóstico diferen-
aparecer después de practicar los diferentes tiempos cial con una fístula de uraco se establece ante la pre-
quirúrgicos del cierre primario son los argumentos que sencia de los defectos de la pared abdominal. El trata-
citan para defender su postura. Su empleo en los casos miento consiste en el cierre del defecto vesical con
de placa extrófica pequeña es otra indicación contro- resección de la placa extrófica.
vertida. Otra opción sería retrasar el cierre primario
hasta los 6 meses esperando que la placa crezca y Extrofia duplicada
ofrezca un tamaño adecuado para que el cierre tenga Se aprecia una placa extrófica en la pared abdo-
suficientes garantías de éxito.Tipos de derivaciones: minal pero el tracto urinario inferior está indemne en
la cavidad pélvica. Su importancia es escasa y el trata-
1. Derivaciones internas utilizando el esfínter anal miento consiste en la resección de la placa extrófica.
como mecanismo de continencia. Es necesaria la
normalidad del aparato urinario superior y del Extrofia de cloaca
esfínter anal: ureterosigmoidostomía, trigonosig-
moidostomía, neovejiga rectal. Constituye la anomalía extrema del complejo
extrofia-epispadias. Se trata de la malformación más
2. Derivaciones internas utilizando parcial o total- grave de este grupo, en la que están afectados los sis-
mente la placa extrófica como mecanismo de temas urinario e intestinal. Se asocia a numerosas mal-
formaciones a nivel genital, renal, de columna verte- La variedad de epispadias penopubiano es la más
bral, sistema nervioso, cardiovasculares o de miem- grave pues la incontinencia urinaria es constante. El
bros inferiores. Su presentación es rara, estimando meato se ubica en la unión del pene con el pubis
una incidencia de 0,07 por cada 10.000 recién nacidos correspondiendo a la uretra posterior. El falo es grue-
vivos en España9. so, corto y dirigido hacia el abdomen debido: a la dis-
posición de las ramas pubianas que, separadas, tiran
La observación del abdomen de un neonato con lateralmente de los cuerpos cavernosos acortando el
esta malformación permite diferenciar los siguientes pene; a su anclaje dorsal en el ligamento interpubiano;
elementos: un defecto de la pared abdominal similar al y a la existencia de una corda constituida por tejido
de la extrofia vesical, con un onfalocele en su extremo conectivo fibroso que asienta sobre el dorso de los
superior; una placa extrófica central que corresponde cuerpos cavernosos.
al intestino en su porción ileocecal; dos placas extrófi-
cas laterales que corresponden a dos hemivejigas, La pauta de estudio incluye ecografía, radiografía
cada una con un uréter. En la zona central se distingue simple de abdomen y de columna lumbo-sacra y
un orificio superior que es el íleon terminal prolapsa- CUMS para descartar la presencia de reflujo vesicou-
do, otro inferior correspondiente al “bolsón rectal” reteral y conocer la capacidad vesical.
que no acaba en el ano pues está imperforado y uno
o dos orificios laterales que corresponden al apéndi- Tratamiento
ce simple o duplicado evertido. Los objetivos de la cirugía del epispadias son:
construir una uretra de calibre adecuado cuyo catete-
Su diagnóstico es evidente a la inspección del rismo no sea dificultoso, con continencia urinaria nor-
abdomen del recién nacido y su manejo complejo, mal sin deterioro del aparato urinario superior, y con-
requiriendo de varios tiempos quirúrgicos16. seguir un falo exento de incurvación, de suficiente lon-
gitud, con función eréctil conservada y estética acep-
Epispadias table. El tratamiento debería estar finalizado antes de
los cinco años de edad para liberar al niño de las car-
Corresponde al grado menor del complejo extro- gas psicológicas que conlleva.
fia-epispadias. Su característica es la presencia del
meato uretral en la cara dorsal del pene, con incurva- El tipo de intervención varía según su gravedad,
ción fálica dorsal. Su incidencia es superior a la extro- habiendo sido referidas diversas técnicas. Tres meses
fia vesical y afecta de manera predominante al sexo antes de la intervención se puede estimular el creci-
masculino. El defecto embriológico, al igual que las miento del falo mediante crema de testosterona o
otras anomalías del complejo, corresponde a un gonadotrofina coriónica inyectada por vía intramuscular.
defecto en la regresión de la membrana cloacal, pero
en el epispadias el mesodermo pudo reforzar a la En los epispadias peneanos los dos procedimientos
membrana en su porción superior. más empleados en la actualidad son la técnica de
Cantwell-Ransley y la descrita por Mitchell y Bagli
Según la localización del meato distinguimos en el (Figura 5b). De manera esquemática podemos sistema-
varón tres variedades: peneano distal, peneano proxi- tizar que en las formas distales (sin incurvación) se rea-
mal y penopubiano. En la mujer sólo tiene interés el liza uretroplastia con glanduloplastia, meatoplastia ventral
subsinfisial que cursa con incontinencia, pues las for- y reconstrucción prepucial. En las presentaciones proxi-
mas clitoridea y sinfisaria carecen de trascendencia. males el procedimiento incluye además de la uretro-
plastia con transposición ventral de la uretra, que puede
En las variedades peneano distal o balánico y realizarse en uno o dos tiempos quirúrgicos, una previa
peneano proximal el pene es ancho y aplanado por la desincurvación y liberación-remodelación peneana.
separación de los cuerpos cavernosos, la diastasis
púbica es mínima, y la corda será más severa y por En la reconstrucción del epispadias penopubiano
tanto mayor la incurvación dorsal, cuanto más proxi- que cursa con incontinencia se procede como en los
mal se localice el meato. La continencia es completa. peneanos, y, una vez realizada su corrección, valorare-
la totalidad de las capas de la vejiga, cuya etiología res- una evaginación de la mucosa a través de un defecto
ponde a trastornos funcionales vesicales y que obser- en la pared muscular. Un defecto en la formación de
vamos en niños con infecciones urinarias recidivantes la vaina de Waldeyer, que produciría una debilidad del
o trastornos miccionales. orificio ureteral explicaría los de localización paraure-
teral, mientras que una deficiencia de las fibras mus-
Clasificación culares longitudinales podría ser el origen de los
extrahiatales.
Según su mecanismo de producción distinguimos
los siguientes tipos: primarios, sin evidencia de patolo- Diagnóstico
gía alguna y secundarios, a alteraciones orgánicas o
funcionales del tracto urinario inferior; postquirúrgi- Se efectúa mediante una CUMS, donde aprecia-
cos; y los asociados a síndromes específicos: Prune- remos las características morfológicas del divertículo,
Belly, Menkes, Ehlers-Danlos. la presencia o no de reflujo vesicoureteral, y valorare-
mos la uretra para su clasificación en primario o
Según su localización diferenciamos las siguientes secundario. La ecografía completa el estudio. La utili-
variedades: dad de la UIV es cuestionable y la exploración urodi-
námica está indicada ante la sospecha clínica de pato-
- Posterolaterales: se sitúan alejados de los orificios logía funcional vesical, que parece estar asociada en un
ureterales. Pueden ser únicos (más frecuente) o alto porcentaje de casos.
múltiples, son observados habitualmente en varo-
nes y representan un 10% del total. Si crecen Tratamiento
hacia abajo pueden comprimir la uretra y produ-
cir obstrucciones del tracto urinario inferior. En los divertículos pequeños, no retencionistas,
Pueden originar infecciones recidivantes, hematu- asintomáticos y sin infecciones urinarias de repetición
ria y litiasis. ni reflujo, el tratamiento es expectante. En los demás
el tratamiento es quirúrgico, extirpando el divertículo
- Paraureterales: localizados muy cerca de los orifi- y reimplantando el uréter si es necesario. También
cios ureterales, pues son hernias de la mucosa optamos por la cirugía en los divertículos paraurete-
vesical a través del hiato ureteral que constituye el rales con reflujo vesicoureteral asociado sin trastorno
cuello del divertículo. Son los más frecuentes, lle- funcional objetivable, pues el reflujo no curará con tra-
gando a suponer el 90% del total. Pueden ser uni tamiento conservador.
o bilaterales, afectando a ambos sexos aunque
predominan en varones. Suelen asociarse a reflu-
jo vesicoureteral y en ocasiones comprimir la veji-
ga y la uretra. ANOMALÍAS DEL URACO
- Vejigas multidiverticulares: múltiples divertículos El uraco es una estructura vestigial situada entre el
se encuentran dispersos por toda la vejiga, sin que peritoneo y la fascia transversales, extendida desde la
exista una obstrucción del tracto urinario inferior. porción anterior de la cúpula vesical al ombligo. Su
Se han descrito en síndromes con deficiencias en longitud en el adulto oscila entre los 3 y 5 cm, y trans-
los tejidos conectivo y muscular como los citados curre entre las dos capas de la fascia umbilicovesical,
anteriormente. limitado lateralmente por los ligamentos y los restos
de las arterias umbilicales. El extremo inferior es la
Etiopatogenia pared vesical, comunicando o no con su luz. Está cons-
tituido por tres capas: una interna de epitelio transi-
Diversas teorías han sido enunciadas para explicar cional, otra submucosa de tejido conjuntivo y una
su origen congénito: Una obstrucción transitoria del externa de músculo liso. Su luz tiene un diámetro
tracto común durante el período fetal, que produciría aproximado de un milímetro, estando obstruida en
un incremento de la presión intravesical ocasionando muchos puntos.
Figura 6. Esquema de las anomalías de uraco. 1. Persistencia o fístula uracal. 2. Seno uracal. 3. Divertículo de
uraco. 4. Quiste de uraco.
incluso en la cavidad abdominal, situación más grave Su tamaño es variable, generalmente de boca
en la que puede instaurarse un cuadro de peritonitis, amplia y está recubierto de músculo. Suele ser asinto-
situación que puede alcanzar hasta el 41% de los mático y resulta un hallazgo radiológico. No precisa
casos en adultos17, siendo menos frecuente en niños. tratamiento excepto si son de gran tamaño, sintomá-
ticos o contienen cálculos, posibilidad remota en los
El diagnóstico se realiza por ecografía. La CUMS niños, en los que está indicada su resección quirúrgica.
aportará datos de la posible comunicación de la veji-
ga con el quiste. La exploración que facilita mayor Seno uracal
información es la TC, al precisar los límites de una Consiste en la ausencia de cierre de la porción
colección contigua a la pared de la vejiga. Si aprecia- umbilical del uraco comunicando con el ombligo; el
mos salida de exudado purulento por el ombligo es resto del uraco permanece obliterado. El seno uracal
obligado practicar una fistulografía. puede ser primario o la secuela de un quiste uracal
infectado y drenado al ombligo.
El diagnóstico diferencial incluye: divertículo
vesical, quiste vitelino, hernia umbilical, onfalitis y Clínicamente se caracteriza por signos inflamato-
onfalocele. rios periumbilicales, con secreción de líquido seropu-
rulento, y en ocasiones la formación de un granuloma.
El tratamiento consiste en la resección total del
uraco incluyendo una porción vesical, única opción Su diagnóstico y estudio incluye las exploraciones:
que impide la recidiva. Si el quiste está infectado lo ecografía, fistulografía y CUMS. El diagnóstico diferencial
correcto es tratarlo con antibióticos y una vez enfria- en el niño se efectúa con un conducto onfalomesentéri-
do el proceso practicar la resección. Si el paciente co residual, para lo que un cuidadoso cateterismo con
presenta signos de sepsis, la pauta de tratamiento inyección de contraste evidenciará la dirección del
aconsejada es antibioterapia por vía general con pun- mismo hacia a la cavidad peritoneal. En caso de duda una
ción percutánea o drenaje del quiste y en un segundo biopsia mostrará la diferencia de los epitelios, transicio-
tiempo su extirpación. nal el del uraco y columnar simple el correspondiente al
saco vitelino. En el adulto un quiste pilonidal umbilical
Divertículo de uraco drenado puede confundirse con el seno uracal.
El divertículo se produce cuando la porción del
uraco próxima a la vejiga permanece permeable. Es El tratamiento consiste en la resección del seno.
frecuente su aparición en el síndrome de Prune-Belly Dado que la mayoría corresponden a quistes de
y en los trastornos obstructivos, orgánicos o funcio- uraco infectados y drenados por ombligo, la conducta
nales, del tracto urinario inferior. terapéutica no variará de la recomendada para los
quistes de uraco.
Malformaciones uretrales
D. Cabezalí Barbancho
Andrés Gómez Fraile
I. Cano Novillo
Malformaciones uretrales
capítulo 19
Malformaciones uretrales
Figura 1. Válvulas de uretra posterior tipo I. Estos cambios pueden persistir a pesar de que se ali-
vie con éxito la obstrucción primaria. Las alteraciones
fisiopatológicas que se producen en los casos de obs-
trucción uretral congénita se puede ordenar en cinco
categorías:
D) Reflujo vesicoureteral (RVU)l: entre un 30-50% vesical. Se han descrito resecciones intraútero
estos niños presentan RVU en el momento del pero, pero falta publicar su evolución al cabo
diagnóstico inicial. Casi siempre se trata de un RVU del tiempo.
secundario debido a altas presiones intravesicales,
divertículos parauretrales y pérdida de la compe- B. Diagnóstico postnatal: inmediatamente postna-
tencia de la unión ureterovesical. En algunos casos tal o tras varios años.
el reflujo es primario, causado por una anomalía del
brote uretral. La persistencia de RVU se asocia con a. Distrés respiratorio (a causa de la hipoplasia
mal pronóstico en pacientes con VUP. En un tercio pulmonar secundaria al oligoamnios).
de los pacientes el RVU se resuelve de forma
espontánea una vez eliminada la obstrucción. b. Sepsis y azoemia: por la displasia y obstrucción
mantenida.
E) Disfunción vesical: La mayoría de los niños tra-
tados por VUP tienen diversos grados de anor- c. Distensión abdominal: por una vejiga distendi-
malidad en el funcionamiento vesical. Se ha des- da, hidronefrosis y/o ascitis neonatal. La pared
crito fallo miogénico primario, inhibición de la acti- vesical gruesa puede ser palpable en el perio-
vidad vesical y datos compatibles con una escasa do neonatal como masa abdominal. La ascitis
distensibilidad del músculo detrusor. La obstruc- neonatal se debe a diversas causas, pero prin-
ción uretral en el periodo fetal provoca cambios cipalmente (casi el 40% de los pacientes) a
irreversibles en la organización y el funcionamien- uropatía obstructiva, generalmente de ubica-
to de la célula del músculo liso vesical provocan- ción infravesical. La ascitis se produce por tra-
do el depósito de colágeno intracelular. La altera- sudación de orina retroperitoneal a través del
ción más frecuente es la incontinencia urinaria. En peritoneo delgado y permeable del neonato.
la mayoría de los casos la incontinencia se corrige, La presencia de ascitis se acompaña de mejor
pero la disfunción vesical primaria puede ser tam- pronóstico en lo que respecta a la función
bién un factor causante del deterioro de la fun- renal en comparación con los casos en los que
ción renal. Los patrones urodinámicos pueden no hay ascitis.
cambiar si se evalúa la función vesical a través del
tiempo en niños con VUP. d. Alteración en el vaciado: algunos neonatos tie-
nen dificultad para generar un chorro urinario
Presentación clínica normal o fallo en la evacuación en las primeras
48 horas de vida (“chorro en gotas”). En algu-
Es diferente según la edad y la gravedad. nos casos con afectación menos severa los
niños más mayores pueden presentar infeccio-
A. Prenatal: Se detectan por ECO prenatal durante nes recurrentes, incontinencia, enuresis, frecuen-
el embarazo. cia, goteo, chorro fino, retención urinaria aguda.
a. Los hallazgos ecográficos característicos son: Manejo de las VUP (ver Figura 2)
1. Vejiga fetal distendida y de pared gruesa.
2. Hidronefrosis: por obstrucción a nivel de la A) Primero se lleva a cabo la estabilización del
unión ureterovesical o por RVU. paciente. Las alteraciones agudas que acompañan
3. Oligoamnios: el manejo del líquido amnióti- a las VUP son:
co es un factor pronóstico. Un oligoamnios
severo predispone al niño a un síndrome a. Distrés respiratorio.
de Potter e hipoplasia pulmonar. b. Sepsis.
b. Intervención prenatal: no existen estudios con- c. Deshidratación.
cluyentes sobre las ventajas de la colocación
de un shunt para preservar la función renal o d. Anomalías hidroelectrolíticas.
CUMS
Creatinina
Cr > 0,8 mg/dl
Cr < 0,8 mg/dl
Mantener sonda 15-20 días
Continuar observación
Inadecuado Adecuado
B) Cateterización de la uretra con una sonda de ali- a. CUMS: se considera el gold estándar. Se puede
mentación o Foley (algunos autores prefieren no observar:
emplear sonda de Foley por los espasmos vesica- 1. Vejiga dilatada, trabeculada, de pared gruesa.
les que producen en estos niños y por el riesgo de 2. Una uretra prostática elongada y dilatada
cierre de orificios de uréteres). con un cuello vesical relativamente estrecho.
3. Visualización de las valvas como defectos
C) Diagnóstico radiológico: Hasta que se descarte el de repleción que emergen del verumonta-
RVU se debe mantener la profilaxis antibiótica. num a la uretra prostática.
b. Anomalías asociadas (se pueden ver con E) Disfunción vesical: La disfunción vesical en las VUP se
CUMS): reconoce desde hace unos años al utilizarse en
1. RVU: se ve en 1/3 de los pacientes con VUP estos pacientes los estudios urodinámicos. Se han
2. Síndrome del reflujo unilateral valvular y encontrado diferentes patrones de comportamien-
displasia renal (síndrome VURD) Hay RVU to vesical: vejigas de baja acomodación, que provo-
masivo en una unidad no funcionante dis- can presiones altas y da lugar a la hidronefrosis y al
plásica. deterioro del tracto urinario. Inestabilidad vesical
3. Manifestaciones de la presión vesical aumen- que debido a contracciones involuntarias del detru-
tada: sor provocan la urgencia miccional. Fallo miogénico,
a. Divertículos vesicales. al no contraerse el detrusor se origina alto residuo,
b. Pobre compliance (por alta presión y infección de orina de repetición e incontinencia.
vejiga trabeculada). Aproximadamente un 30% tiene un comporta-
c. Perforación fornix renal → ascitis urina- miento normal. Los tratamientos que se emplean
ria. para la disfunción vesical una vez eliminada la obs-
d. Seudoresiduo: a menudo los pacientes trucción consiste en anticolinérgicos, cistoplastias
con VUP tienen aumentada la capacidad de aumento y el cateterismo ya sea uretral o a tra-
en el tracto superior (o por el RVU o vés de una vía extraordinaria (Mitrofanoff).
por alto flujo urinario), lo que mantiene
cantidades significativas de orina. Esta Pronóstico
orina rellena la vejiga después de que el
paciente haya evacuado, dando así da la En todas las series el pronóstico se relaciona
apariencia de tener un residuo posteva- estrechamente con el valor de creatinina en suero.
cuación a pesar del vaciado completo. Niños con concentraciones de creatinina menores de
1 mg/dl al año de edad tienen buena evolución, aun-
D) Tratamiento quirúrgico de la obstrucción: que este nivel no garantiza una función renal satisfac-
toria a largo plazo. La displasia renal que acompaña a
a. Ablación primaria: Dependerá de la evolución muchos de estos pacientes contribuye a un pérdida
de los pacientes una vez colocada la sonda gradual de la función renal a lo largo de sus vidas. El
vesical. Si tras 12-15 días de permanecer la éxito del trasplante renal ha sido un avance en el
sonda los niveles de creatinina sérica son igual manejo de pacientes con válvulas uretrales.A pesar de
o menor de 0,8 mg/dl, la resección está indi- que en muchos casos hay disfunción vesical la super-
cada. En la resección se realiza un corte a las vivencia general de los pacientes con válvulas después
12 horas y en las bases de las hojuelas a las 4 del trasplante es similar a la de pacientes con tras-
y a las 8 horas. plante renal que no tienen otra uropatía. Aunque la
mayoría de los hombres con válvulas uretrales tienen
b. Derivaciones: Están indicadas en los casos en función eréctil y eyaculatoria normal y casi todos son
los que tras 12-15 días de sondaje, la creatini- fértiles, algunos tienen problemas de fertilidad por
na se mantenga por encima de 0,8 mg/dl o los daño a los conductos eyaculadotes durante la abla-
que presenten mal estado general con sepsis o ción de la válvula y por la eyaculación retrógrada.
azoemia, estará indicada la derivación tempo-
ral, mediante ureterostomía alta (mejor pielos-
tomía) o vesicostomía. Una vez normalizada la VÁLVULAS URETRALES
creatinina se practicará la desderivación y la
resección de las válvulas. También estará indi- ANTERIORES.
cado derivar en los prematuros y en los DIVERTÍCULOS URETRALES
pacientes que no permitieron un sondaje con
un cateter de 8 Fr, derivándose hasta que Son raras y constituyen una causa importante de
alcancen el tamaño adecuado para poder obstrucción en lo niños. Ocurren 10 veces menos que
introducir el cistoscopio. las VUP. La válvula uretral anterior es en casi todos los
casos un divertículo uretral congénito. Durante la eva- Pueden presentarse de varias formas: 1. Sirin-
cuación de la orina, el divertículo se infla en dirección gocele mínimo (mínima dilatación del conducto glan-
ventral y distal por debajo del cuerpo esponjoso adel- dular). 2. Siringocele perforado (drena dentro de la
gazado. El margen dorsal libre del divertículo se uretra por un orificio espontáneo). 3. Siringocele
extiende dentro de la luz uretral y ocluye el flujo uri- imperforado (quiste submucoso que protuye sobre la
nario (válvula obstructiva) Se pueden localizar en cual- uretra); y 4. Siringocele roto (se visualizan membra-
quier porción de la uretra: 40% en la uretra bulbar, nas). Dependiendo del tipo pueden permanecer asin-
30% en la unión peno-escrotal y el 30% remanente en tomáticos, pero pueden dar clínica de hematuria, disu-
la uretra peneana. ria y dificultad en la micción o compresión uretral
resultando en un vaciamiento alterado. En algunos
El divertículo puede ser sacular, cuando tiene una casos raros pueden tener un tamaño suficiente como
boca amplia, globular cuando tiene un cuello estrecho para causar diversos grados de obstrucción. Pueden
y también puede formar parte de una megalouretra. presentar una masa en el periné e hidronefrosis.
La etiología no está clara pero puede producirse Cuando son sintomáticos el tratamiento suele ser qui-
por una fusión incompleta de un segmento de la placa rúrgico con el destechamiento por endoscopia.
uretral o por un desarrollo focal incompleto del cuer-
po esponjoso que engloba la mucosa uretral por un
soporte inadecuado.
MEGALOURETRA
Generalmente son obstructivas y producen un
La dilatación no obstructiva de la uretra (mega-
cuadro similar al que se observa en las válvulas uretra-
louretra) es una entidad poco frecuente que se aso-
les posteriores, por lo tanto el manejo de esta patolo-
cia a un desarrollo anormal del cuerpo esponjoso y en
gía es similar. El diagnóstico se confirma con una cisto-
ocasiones de los cuerpos cavernosos. Se divide en dos
uretrografía excretora. Para establecer el diagnóstico es
variedades: 1 ) escafoide , en la que el cuerpo espon-
necesario incluir en las imágenes toda la uretra peniana
joso es el único segmento anormal, y 2) fusiforme en
en la fase excretora. La cistrografía nos servirá para
la que existe además un defecto de los cuerpos caver-
valorar las paredes vesicales y descartar un posible
nosos. Puede asociarse a otras malformaciones, como
RVU. Son necesarios estudios de imagen para determi-
nar la afectación del aparato urinario. La ecografía nos el síndrome de Prune-Belly y el complejo VATER. En
mostrará el grado de hidronefrosis, el grosor del parén- ocasiones existen anormalidades en el tracto urinario
quima renal y el aspecto vesical. La gammagrafía renal superior.
nos servirá para evaluar la calidad del parénquima renal.
El aspecto es el de un pene alargado, con piel
La edad, grado de afectación del tracto urinario redundante y el glande desplazado dorsalmente. Los
superior y tipo de válvulas dictaminan el tipo de trata- pacientes presentan en ocasiones goteo postvacia-
miento. La mitad pueden tratarse con fulguración trans- miento. Se recomienda la realización de una ecografía
uretral endoscópica. Los divertículos grandes requieren para la evaluación del tracto urinario superior.
diverticulectomía y uretroplastia. Los niños con persis-
tencia de niveles altos de creatinina pueden precisar de Si el tracto urinario superior es normal el manejo
derivación (vesocostomía o ureterostomía). de la megalouretra es generalmente estético. El exce-
so de uretra ventral es recortada y la neouretra es
canalizada sobre un catéter uretral.
QUISTES DEL CONDUCTO
DE LAS GLÁNDULAS DUPLICACIÓN URETRAL
DE COWPER
La duplicación uretral es una entidad muy poco
Se denomina siringocele a la dilatación quística del frecuente. Se clasifican en dorsales y ventrales. La
conducto de la glándula de Cowper en la uretra bulbar. mayoría aparecen en el mismo plano sagital; es decir,
una sobre la otra. Menos frecuentes son las uretras QUISTE DEL UTRÍCULO
dobles una al lado de la otra en el plano horizontal,
malformación que puede ocurrir en niños con dupli- PROSTÁTICO
cación completa del pene. Puede asociarse a malfor-
maciones anorrectales, a displasia renal y a anomalías Son remanentes del conducto mulleriano que
vertebrales. persisten cuando los testes fetales secretan una ina-
decuada sustancia inhibidora mulleriana. Ocurren más
En la duplicación uretral dorsal se localiza un frecuentemente en pacientes con hipospadias peri-
meato en la región dorsal, por encima del meato del neal o penoescrotal, en el síndrome de Prune-Belly y
glande. La uretra normal es el meato más ventral, que en los intersexos.
suele acabar en el glande. El canal accesorio (anormal)
se abre sobre el pene en posición epispádica entre el Se presentan como epididimitis recurrente por su
glande y la base del pene. Se puede observar un comunicación con los vasos deferentes o como incon-
encordamiento dorsal en el pene y el prepucio puede tinencia postvaciamiento. Cuando son grandes se pue-
no estar fusionado dorsalmente. El segmento dorsal den palpar en un tacto rectal. El diagnóstico se lleva a
anormal se extiende en dirección proximal por deba- cabo mediante cistografía miccional, ecografía e inclu-
jo de la sínfisis del pubis en longitud variable. Puede so tomografía axial computerizada (TAC).
acabar en fondo de saco ciego antes de alcanzar la
vejiga. Si estas uretras anormales alcanzan la vejiga, el Se tratan cuando son sintomáticos, y el tratamien-
to se puede realizar mediante incisión endoscópica o
paciente puede presentar incontinencia. Como gene-
con cirugía por vía posterior.
ralmente la uretra normal tiene un cuello vesical y un
esfínter normal, la reparación de la uretra dorsal suele
curar la incontinencia. En la duplicación ventral, las
duplicaciones pueden ser completas, con dos uretras PÓLIPOS DE LA URETRA
separadas provenientes de la vejiga. En otros casos la
uretra se bifurca durante su recorrido distal al cuello Es una entidad poco frecuente que suele manifes-
vesical. El paciente puede tener un meato hipospádi- tarse como hematuria o síntomas obstructivos. Un
co sobre el pene. Dentro del espectro de duplicación error en el desarrollo durante el proceso de invagina-
uretral ventral, la más seria es la que presenta el ción del material glandular submucoso de la zona
meato ventral en el margen anal anterior. La uretra interna de la próstata puede ser el origen de esta mal-
ventral suele considerarse la más normal, porque atra- formación. Se localizan generalmente a nivel de la ure-
viesa el esfínter y el flujo urinario se produce general- tra prostática.
mente a través de ella.
El diagnóstico se realiza con una cistografía excre-
Los pacientes están generalmente asintomáticos, tora y se confirma con una cistoscopia posterior, aun-
pero en ocasiones presentan episodios de infección que también pueden visualizarse por ecografía. Estos
urinaria. A la exploración se puede ver un doble cho- pólipos generalmente se localizan en la uretra pros-
rro miccional. tática, aunque también están descritos en la uretra
anterior.
Una cistografía miccional puede ser suficiente
para diagnosticar la duplicación. El tratamiento consiste en la escisión transuretral
de los pólipos.
La duplicación no siempre requiere tratamiento
quirúrgico, principalmente los casos en los que el
meato ectópico acaba en fondo de saco y el paciente ATRESIA URETRAL
se encuentra asintomático. En el manejo de la dupli-
cación con meato perianal, el procedimiento inicial Está asociada a la atresia de pene y puede presen-
suele ser el avance del canal ventral dentro del peri- tarse como atresia uretral aislada o con fístula vésico-
né, seguido de una uretroplastia formal. rectal. Cuando existe una atresia uretral completa sin
fístula debe estar presente el uraco para que sea com- rrollo del pene: un orificio ventral anormal del meato
patible con la vida. La reconstrucción puede se difícil y uretral, que puede estar ubicado en cualquier lugar
una alternativa válida es el estoma sondeable de entre la parte ventral del glande y el pene, una curva-
Mitrofanoff. tura ventral anormal del pene (encordamiento) y una
distribución anormal del prepucio, con piel dorsal
redundante y prepucio deficiente en la parte ventral.
FÍSTULA URETRAL CONGÉNITA
Ocurre con una incidencia de 1 cada 250 varones
Este defecto es muy poco frecuente. Se clasifican nacidos vivos. Existe un aumento del 14% de la inci-
en fístulas de uretra anterior fístulas de uretra poste- dencia entre hermanos y un aumento del 8% en pri-
rior. La fístula anterior se debe a la falta de tejido mavera.
esponjoso a nivel de la uretra anterior, que hace que
se desarrolle un pequeño divertículo que puede rom- Clínicamente el hipospadias no causa síntomas, y
perse antes del nacimiento. Se asocian a ano imperfo- no está asociado a una mayor tasa de infección del
rado y a anomalías vertebrales. El tratamiento consis- tracto urinario. Los pacientes con hipospadias pueden
te en la uretroplastia. presentar infertilidad secundaria a una eliminación
anómala del semen por la localización anómala del
meato y la incurvación peneana asociada.
ESTENOSIS URETRALES Embriología
Para que se diagnostiquen como congénitas no
Aproximadamente a las 11 semanas de la gesta-
tiene que haber antecedente traumático, ni inflamato-
ción, cuando las células intersticiales del testículo
rio. Generalmente son focales. Suelen localizarse en la aumentan en cantidad, tamaño y función, los pliegues
uretra bulbar, en la zona de unión de la uretra bulbar uretrales comienzan a fusionarse centralmente en la
y la uretra membranosa que procede del seno uro- línea media para formar la uretra. Según la teoría clá-
genital. La estenosis se produce porque la unión no sica del “crecimiento ectodérmico hacia dentro” la por-
está bien alineada y no se canaliza por completo. ción distal de la uretra balánica se forma por creci-
miento laminar hacia adentro del epitelio superficial
Debe ser evaluada radiológicamente mediante (origen ectodérmico) que crece hacia la extensión
una cistouretrografía excretora y si es posible median- distal de la placa uretral y se convierte en epitelio
te cistoscopia para evaluar la longitud, localización y el escamoso estratificado al terminar el desarrollo.
número de estenosis. Existe gran variedad de trata- Recientemente ha aparecido la “teoría de la diferencia-
mientos que varían dependiendo de la localización, la ción endodérmica”, según la cual la placa uretral se
longitud afecta y la edad del paciente. En lactantes extiende hasta el extremo del falo y persiste a lo largo
puede estar indicada la vesicostomía en una primera del desarrollo uretral, por lo tanto el epitelio de la
fase y reparar la estenosis en una segunda fase poste- uretra en su totalidad se origina en el seno urogenital
rior. La dilatación aislada no suele ser muy efectiva. (endodermo). El epitelio derivado del endodermo en
Otras alternativas son la uretrotomía interna, resec- la placa uretral se diferencia en el fenotipo del epite-
ción y anastomosis ternimoterminal o uretroplastia lio escamoso estratificado presente en la uretra balá-
con colgajo y pedículo. nica distal plenamente desarrollada.
La edad recomendada para la reparación del 2) Manejo de la curvatura peniana con hipospa-
hipospadias es entre los 6 y 18 meses. La mayoría de dias o sin él: Además de la liberación de la
los hipospadias pueden ser reparados en una sola adherencia de la piel en la corrección de la
etapa, pero los casos más severos requieren una repa- curvatura leve, la curvatura peniana puede
ración en varias etapas. La primera etapa se realizaría tratarse con procedimientos que se realizan
sobre los 6 meses de edad y consistiría en el endere- en la parte dorsal, ventral o lateral del pene.
zamiento del pene y el paso del exceso de piel pre- El sitio para la ortoplastia y la técnica especí-
pucial dorsal hacia ventral, vehiculizando así la vascula- fica empleada se determina según la dirección
rización hasta esta zona. La segunda etapa consistiría y la severidad de la curvatura, el tamaño del
en la reconstrucción de la nueva uretra, glande y pene o ambas.
cubierta cutánea.
2.1. Liberación y traslado de la piel: en ocasio-
Existe gran controversia acerca del uso de la esti- nes la piel puede ser la única causa o solo una
mulación o reposición hormonal para logran un alarga- causa más que contribuye a la curvatura o a
miento peniano antes de la reparación del hipospa- la torsión del pene.
dias. Los temas de debate incluyen la administración
de gonadotropinas u otras hormonas adyuvantes y en 2.2. Técnicas de plegado y de Heineke-Mikukicz:
caso de hacerlo, qué agente, vía, dosis y momento son Nesbit describió en 1965 una técnica consis-
adecuados para el tratamiento. Está comprobado que tente en la escisión en orientación transversal
la estimulación hormonal previa al tratamiento produ- de segmentos elípticos en la túnica albugínea
ce un aumento en el tamaño del pene, un aumento de la parte convexa desproporcionadamente
de la piel disponible y de la vascularización local. Se ha larga del pene para corregir la curvatura. Otro
visto que los pacientes tratados con derivados hor- método para corregir la disparidad en la lon-
monales presentan un retorno a los niveles de testos- gitud de la túnica albugínea consiste en alargar
terona plasmáticos normales para la edad dentro de la superficie cóncava, más corta, utilizando el
los 6 meses posteriores al tratamiento. principio de Heineke-Mikukicz, es decir, se cie-
rran longitudinalmente varias incisiones trans-
Consideraciones generales versales en la túnica para lograr un alarga-
en la reparación del hipospadias miento de la parte cóncava del pene. La téc-
Como hemos dicho anteriormente independien- nica de las plicaturas paralelas de la túnica
temente de la técnica empleada para la reparación del albugínea descrita por Baskin se ha converti-
hipospadias y los defectos asociados es universal la do en el método de preferencia de muchos
preocupación por la curvatura peniana y su correc- autores. Según dicha técnica se marcan sobre
ción (ortoplastia), la uretroplastia, la meatoplastia, la la superficie anterolateral de la túnica albugí-
balanoplastia y finalmente la cubierta cutánea. nea, a ambos lados, líneas paralelas de incisión
de alrededor de 1 cm de longitud separadas
Ortoplastia entre sí por 0,5 cm a 1 cm, en posición opues-
1) Determinación de la curvatura peniana: se ta al punto de máxima curvatura peniana.
puede determinar el grado de incurvación Luego se realiza una incisión de la túnica albu-
mediante el examen físico si el paciente tiene gínea en los sitios marcados con un bisturí fino
una erección en el momento del examen físi- y se aproximan los bordes externos de las
Figura 3. A: Ortoplastia con interposición de injerto cutáneo. B: Ortoplastia mediante plicatura de los
cuerpos cavernosos según técnica de Bassin.
incisiones paralelas con sutura de 4/0 de poli- injerto cutáneo de piel total o con injerto de
diaxona con técnica simple de puntos separa- túnica vaginal.
dos con el nudo interno (Figura 3).
2.5. Desmontaje total del pene.
2.3. Rotación de los cuerpos: Para el manejo de
una curvatura severa se describe la rotación Uretroplastia
medial y la fijación con sutura de la parte dor- 1. Formación de la neouretra:
sal de ambos cuerpos cavernosos. Esto puede Durante la reparación del hipospadias el éxito
realizarse con una incisión longitudinal simul- de la uretroplastia depende de algunos princi-
tánea del septum de los cuerpos en la línea pios y técnicas básicos. Uno de ellos es el con-
media ventral o sin ella. cepto de transferencia de tejido, que implica
el movimiento de tejidos para lograr la
2.4. Interposición de injertos: Esta técnica de reconstrucción. Las técnicas de uretroplastia
ortoplastia es ideal para un falo corto con involucran el campo de tejido adyacente
curvatura peniana severa, que la plicatura de inmediato, colgajos de tejido local, injertos
Nesbit o de la túnica albugínea no podrán libres de tejido genital o extragenital o una
corregir la curvatura, o podrían acortar el falo combinación de éstos. Los colgajos de tejido
de manera inaceptable. Se puede hacer con local utilizados para la reconstrucción uretral
deben ser finos, no hirsutos y deben poder ya que se cree que algunas complicaciones
adaptarse de manera confiable. Estos colgajos como la fístula uretrocutánea o la ruptura de
se denominan apropiadamente colgajos fasci- la reparación se deben en parte a necrosis
culocutáneos y el sistema de fascia extendida isquémica del tejido. Se prefiere para disminuir
se denomina fascia del dartos. Los vasos del el sangrado la inyección de una agente va-
colgajo fascículo-cutáneo se preservan dentro soconstrictor (adrenalina diluida 1:2000.000
de las fascia, que provee un conducto para con lidocaína) en las líneas de incisión.
arterias y venas pequeñas.
Meatoplastia y balanoplastia
2. Cubierta de la neouretra (segunda capa) Los matices de la técnica de meatoplastia y bala-
La utilización de diversos colgajos vasculari- noplastia se relacionan con las técnicas específicas de
zados para la segunda capa de cubierta de reparación del hipospadias.
la neouretra ha disminuido significativamente
la incidencia de fístulas uretrocutáneas. En el Cubierta cutánea peniana
colgajo subcutáneo (dartos) se despliega el Se emplean diversas técnicas para lograr una
prepucio dorsal y se efectúa una disección cubierta cutánea ademada, entre las que destaca la
nítida entre la capa del dartos subyacente y realización de un corte longitudinal en la línea media
la base del pene, luego se realiza una incisión del prepucio o de la piel dorsal del pene seguido de
longitudinal en la línea media de la capa del una transferencia lateral de la piel en cada lado del
dartos. Un colgajo o, alternativamente, un pene para la cubierta ventral (Thierch, 1869; Byars,
colgajo del dartos elevado de la piel lateral 1951; Mustarde, 1965).
del pene se coloca alrededor de la parte
ventral del pene y se asegura sobre la neou- Consideraciones perioperatorias
retra con sutura absorbible fina de puntos
separados. La intervención se lleva a cabo bajo anestesia
general y generalmente se aplica anestesia locoregio-
El tejido de la túnica vaginal puede utilizarse nal por vía raquídea o por bloqueo peniano. En gene-
como alternativa para una segunda capa de ral no se indica el uso de antibióticos perioperatorios
cubierta de la neouretra. Se realiza una inci- de rutina. En los casos de colocación intraoperatoria
sión en la túnica vaginal y se separa un colga- de catéter uretral se puede indicar una dosis de un
jo del ancho del testículo, que se moviliza con antibiótico de amplio espectro.
su propio pedículo vascular.También se puede
emplear tejido parauretral (esponjoso) apro- Una fuente de controversia en la reparación del
ximado en la línea media como segunda hipospadias es el uso o no de la cateterización uretral
cubierta de la línea de sutura inicial. postoperatoria. Existen diversos trabajos en los que
se concluye que no parece necesario o ventajoso el
3. Suturas y técnica de sutura. En la tubulización uso de una sonda uretral después de la reparación del
se emplea una técnica subcuticular durante el hipospadias.
cierre longitudinal de la neouretra. Un aspec-
to importante de este tipo de técnica es el Una vez realizada la corrección quirúrgica del
conseguir al realizar la sutura, invertir el borde hipospadias es conveniente dejar un vendaje sobre el
epitelial y aproximar las superficies abiertas pene. El vendaje ideal no debe ser adherente, debe
del tejido subepitelial. Esto permite una línea ser poco absorbente y compresivo, pero blando y
de sutura anastomótica “hermética” que, al con cierta elasticidad para permitir un pequeño
menos en forma teórica, disminuye el riesgo edema.
de formación de fístula uretrocutánea.
Para evitar los espasmos vesicales postoperato-
4. Hemostasia: Se debe limitar el uso del elec- rios en los pacientes con tutores se ha descrito el uso
trocauterio en la reparación del hipospadias, de medicación anticolinérgica.
Reparación primaria del hipospadias a emplear varias técnicas bien establecidas para estar
preparado para reparar todos los defectos hipospádi-
No existe una técnica de reparación del hipospa- cos que pudieran presentársele.
dias única y universal. El cirujano debe estar habituado
Procedimientos en el hipospadias anterior
Técnicas de tubularización
Thiersch y Duplay fueron los que describieron
por vía primaria la técnica de tubularización de la
placa uretral simple que se denominó uretroplastia de
Thiersch-Duplay. Snodgrass describió una modificación
de la técnica de Thiersch-Duplay, la uretroplastia con
Figura 6. Técnica de Mathieu. A: Se comienza midiendo la longitud del defecto desde el meato uretral hasta
el extremo del glande y se mide una distancia igual desde el meato. Con la ayuda de un compás se marca la
placa uretral y el colgajo de base perimeatal a un ancho adecuado. Se dibuja una línea que se incidirá
posteriormente que va desde cada margen lateral de la placa uretral previamente marcada y se continúa
alrededor de la parte dorsal del pene para realizar el desguantamiento cutáneo. B: Se realiza una incisión
profunda en los extremos del glande, se hace un deesenguantamiento de la piel del pene y se evalúa la
curvatura peniana. Se moviliza el segmento de piel del pene proximal al meato, previamente medido,
separándolo de la uretra en dirección proximal. Este tejido se pliega sobre el meato y se lo aproxima a la
parte lateral de la placa uretral, por medio de puntos continuos longitudinales bilaterales subcuticulares.
Finalmente se construye una segunda capa de cubierta de la neouretra con tejido del dartos dorsal. Los
extremos del glande se aproximan después en dos capas y se realiza la cubierta cutánea.
incisión y tubularización de la placa (ITP), que incor- (On-lay island flap) es una de las más empleadas en
pora el concepto de que una incisión que relaje la este tipo de hipospadias (Figura 7).
placa uretral junto a la reparación del hipospadias
permite una tubularización neouretral sin tensión. Procedimientos en hipospadias posterior
(Figura 5).
Reparación en una etapa
Técnicas de colgajos - Técnicas por aposición:
La técnica de Mathieu consiste en la reparación Cada vez se emplea más la técnica ACI para
del hipospadias con un colgajo de base perimeatal reparar hipospadias proximales. Se ha descrito
(Figura 6). El problema de estas técnicas es que incor- una variante de la técnica por aposición, la ure-
poran colgajos de tejido con irrigación sanguínea que troplastia aposición-tubularización-aposición que
puede estar comprometido y que requieren una implica una tubularización central y dos compo-
extensión de piel de la zona ventral del pene lo sufi- nentes de aposición, uno distal y otro proximal.
cientemente larga sin incorporar piel pilosa proximal.
- Técnicas de tubulización:
Procedimientos en el hipospadias medio La técnica del colgajo de prepucio transversal en
Muchos de estos hipospadias se reparan median- isla (CPTI) fue descrita por Ducket. Se forma
te técnicas descritas para el hipospadias anterior. una neouretra tubulizada que se transfiere a la
parte ventral utilizando la piel del prepucio
Técnicas por aposición como dos componentes separados, el plano
La técnica de aposición con colgajo en isla (ACI) interno y el externo (Figura 8).
Reparación en dos etapas media de la piel del prepucio y la parte dorsal del
Actualmente el empleo de técnicas de repara- pene y se transfiere la zona dorsal prepucial a la zona
ción en dos etapas para hipospadias proximales es ventral del pene.
controvertido, ya que la mayoría de los hipospadias
pueden repararse en una sola etapa. Se prefiere la La segunda etapa debe realizarse como míni-
corrección en dos etapas en los pacientes con hipos- mo 6 meses después. El principal objetivo de esta
padias escrotales o perineales, curvatura severa y etapa es crear una neouretra que una el defecto
pene pequeño. entre el meato hipospádico y el extremo del pene.
En esta fase la técnica preferida es la de Thiersch-
En la primera etapa se realiza la ortoplastia y se Duplay.
reposiciona el prepucio en posición ventral. Una vez
realizada la reparación de la incurvatura, se realiza Las técnicas de injerto libre para la formación de
una incisión profunda en glande en la línea media neouretra incluyen el uso de injertos de piel libre, de
ventral distal al punto del futuro neomeato. vejiga o de mucosa bucal, y pueden emplearse solos o
Posteriormente se realiza una incisión en la línea combinados.
Figura 8. A-B: Se marca el rectángulo que formará el colgajo en el prepucio en dirección transversal de
una longitud igual a la distancia que hay desde el meato uretral hasta el extremo del glande y de
aproximadamente 15 mm de ancho. C: El plano interno del prepucio se tubuliza sobre un catéter y se realiza
la anastomosis cerrando con una primera capa de sutura continua subcuticular con sutura fina de
poligalactina y una segunda capa con técnica invertida de Lambert. La neouretra se transfiere a la parte
ventral del pene sobre un pedículo no tenso y se orienta de modo que una vez realizada la anastomosis, la
línea de anastomosis suturada se ubica frente a la superficie ventral de los cuerpos cavernosos. Antes de la
anastomosis con la neouretra, la parte dorsal del meato original se fija con sutura simple de puntos
separados a la parte ventral de los cuerpos cavernosos para poder estabilizar la anastomosis. D: Se forma un
canal en el glande con el neomeato en su extremo distal y se pasa la neouretra a través del mismo. Otra
posibilidad es una incisión profunda en la línea media del glande para permitir el avance de la neouretra y la
ubicación correcta del meato. Posteriormente se realiza la cobertura cutánea.
balanoplastia demasiado ajustada. Las formas Mathieu, ACI y de tubularización debido que, en
leves de estenosis meatal pueden tratarse sólo teoría, la vascularización de la placa uretral no ha
con dilatación uretral o meatotomía, sin embar- sido alterada. Las ventajas de la uretroplastia ITP en
go en ocasiones puede ser necesario un colga- la reoperación incluyen el uso de tejido local gene-
jo extenso. ralmente flexible, bien vascularizado, para la uretro-
plastia y la cubierta cutánea y un mejor resultado
c. Fístula uretrocutánea: Los factores de riesgo para la estético. La combinación de uretroplastia con injer-
aparición de fístula son: estenosis de meato, falta to en malla de espesor parcial y un colgajo de túni-
de inversión de los bordes epiteliales en el ca vaginal es exitosa en pacientes difíciles con hipos-
momento de la uretroplastia, la desvitalización de padias complejas debidas a fracasos múltiples en la
los tejidos y la falta de una segunda capa de reparación.
cubierta apropiada en al uretroplastia.
En los casos de reoperaciones más severas se
d. Infección: puede llegar a producir la ruptura de la puede utilizar un injerto de piel libre de mucosa vesi-
reparación. cal, mucosa bucal o una combinación de ambos. La
mucosa bucal se utiliza como aposición “seca” (prime-
e. Divertículo uretral: Puede asociarse a estenosis de ra etapa de una reparación planificada en dos etapas),
meato. seguido de una tubulización en la segunda etapa.
También puede emplearse injerto de piel en malla de
f. Balanitis xerótica obliterante: es un proceso infla- espesor parcial en la primera etapa, seguido de una
matorio crónico cuya causa se desconoce. Puede tubulización en una segunda etapa.
aparecer de forma espontánea o ser secundaria a
traumatismo menor o cirugía peniana. Tendencias actuales
g. Curvatura peniana persistente: Se debe en ocasio- La preservación de la placa uretral, si es posible, se
nes a una fibrosis extensiva de la uretra recons- ha convertido en una prioridad en la reparación del
truida o a una desproporción de los cuerpos hipospadias. Este principio explica el aumento de la
cavernosos. utilización de diversas técnicas de tubulización y apo-
sición. Hay una tendencia al empleo de la uretroplas-
h. Estenosis uretral: Se puede tratar con métodos tia ITP en reoperaciones, disminuyendo así la necesi-
poco invasivos como la uretrotomía endoscópica dad de utilizar tejido extragenital en muchos casos.
o en casos más extensos requerir parche con Muchos autores prefieren la técnica ACI para un
injerto libre o preferentemente una uretroplastia rango cada vez más amplio de hipospadias. Se ha
con colgajo pediculado. observado una transición desde el uso de injertos
libre hacia un mayor uso de colgajos vascularizados y
i. Deformidad peniana secuelar: Se denomina así a la pediculados.
deformidad que sufre el pene después de múlti-
ples intervenciones. Conceptos futuros y conclusiones
Reoperación El material de matriz inerte sobre la base de colá-
geno de submucosa vesical de cadáver humano
En principio no debe intentarse la reoperación de puede desempeñar un papel específico en casos de
hipospadias antes de los seis meses de realizar la ope- reoperaciones más complejas con tejido local insufi-
ración previa. ciente.
la incurvación ventral dolorosa en la parte dorsal; 2) la realizar la uretroplastia y la elongación peniana antes
creación de una uretra recta, el mantenimiento de la de la reconstrucción del cuello vesical. Una vejiga
función eréctil; 3) la creación de continencia urinaria, y pequeña, incontinente y con reflujo no representa la
4) obtener unos resultados estéticos satisfactorios. condición ideal para la reconstrucción del cuello vesi-
cal y el reimplante ureteral. La capacidad vesical en los
En los pacientes con epispadias completo y buena pacientes con epispadias completo puede incremen-
capacidad vesical la reconstrucción del epispadias y el tarse un promedio de 42 ml en los 18 meses poste-
cuello vesical puede realizarse en una operación de riores a la uretroplastia. La reconstrucción del cuello
una sola etapa. Sin embargo, en los pacientes con veji- vesical, mediante la plastia de Young- Dees-Leadbetter,
gas pequeñas asociadas con extrofia y las vejigas como la suspensión de Marshall-Marchetti-Krantz y el
pequeñas asociadas con epispadias es recomendable reimplante ureteral, suelen realizarse cuando la capa-
Figura 9. Procedimiento de reparación de Cantwell- Ransley modificado. A: Epispadias con meato a nivel
penopúbico. B: Se realiza el procedimiento de avance inverso del meato con plastia del glande (MAGPI)
o procedimiento Ipgam en la parte distal de la placa uretral. Este procedimiento permite avanzar el meato
uretral sobre el glande. C: Más tarde, se realizan las incisiones cutáneas sobre los bordes laterales de la placa
uretral y alrededor del meato correspondiente al epispadias. D: Separación de los cuerpos cavernosos y placa
uretral de su cobertura cutánea. E: La placa se diseca respecto a los cuerpos cavernosos hasta el nivel del
glande distalmente y hasta la uretra prostática proximalmente. F: Se efectúa la canalización de la uretra sobre
un catéter uretral de 6-8 French, con sutura continua reabsorbible. G: Los cuerpos cavernosos se rotan sobre
la uretra y se reaproximan mediante sutura reabsorbible con puntos aislados. Antes de la reaproximación de
los cuerpos cavernosos se puede realizar una cavernostomía para corregir la incurvación dolorosa ventral
persistente. Estas intervenciones de cavernostomía se realizan en el punto de angulación máxima.
H: La cubierta cutánea del pene se puede conseguir con un cierre primario de la piel dorsal o mediante
colgajos invertidos de Byar.
cidad vesical se aproxima a los 80-85 ml, que suele corregir de manera efectiva y en una sola intervención
suceder entre los 4 y los 5 años de edad. En el grupo quirúrgica la incontinencia urinaria y las alteraciones
de pacientes con epispadias la capacidad vesical es el del pene asociadas al epispadias. Por el contrario, los
indicador más importante de una posible continencia pacientes con epispadias proximal intervenidos
posterior. Como en la población con extrofia, la repa- mediante la técnica de Cantwell-Ransley requieren
ración de la deformidad epispádica determina un una segunda intervención para reconstruir el cuello
incremento de la resistencia del tracto de salida uri- vesical y conseguir la continencia urinaria.
nario y un posible aumento de la capacidad de la veji-
ga antes de la reconstrucción del cuello vesical. En la técnica de Mitchell los planos de disección
Aunque los pacientes con epispadias completo y se extienden anatómicamente hasta el cuello de la
extrofia coexistente alcanzan una capacidad vesical vejiga, así se facilita su uso en la reconstrucción del
algo mejor después de la reparación del epispadias, el cuello vesical. Esta técnica está fundamentada en las
incremento promedio de la capacidad global es mayor características anatómicas exclusivas del epispadias. La
en los pacientes con epispadias completo. Este incre- vascularización sanguínea de cada mitad del glande
mento de la capacidad vesical puede explicar la mayor depende del complejo dorsal bilateral situado en la
continencia en este grupo comparado con la pobla- parte externa de la placa uretral y sobre la parte late-
ción afectada por una extrofia vesical clásica. ral de los cuerpos cavernosos. Debido a que los cuer-
Clínicamente estas vejigas son más elásticas, más fáci- pos cavernosos están separados, el cruzamiento del
les de movilizar y más adecuadas para la reconstruc- flujo sanguíneo es escaso o nulo y la circulación pri-
ción del cuello vesical. Un enfoque bien planificado y maria de cada cuerpo cavernoso está basada en la
cuidadosamente construido del manejo de la conti- arteria central. De la misma manera la placa uretral y
nencia urinaria en las deformidades genitales asocia- los cuerpos esponjosos tienen su propia vasculariza-
das con el epispadias completo debe proporcionar un ción sanguínea y están inervados desde la uretra pro-
resultado estético satisfactorio, una función genital ximal (no desde la uretra distal). De esta manera, es
normal y la preservación de la fertilidad potencial en posible la separación completa de los cuerpos caver-
la mayoría de los pacientes. nosos con el hemiglande entre sí y también del cuer-
po esponjoso y del complejo uretral sin que tenga
Reparación del epispadias masculino lugar una alteración funcional. Es importante destacar
que el complejo dorsal no se diseca respecto a los
Las técnicas de reparación más utilizadas en la cuerpos cavernosos.
actualidad están fundamentadas en la vascularización
sanguínea exclusiva de cada cuerpo cavernoso, de Complicaciones
cada mitad del glande y del cuello vesical y la uretra.
Se han propuesto diversas técnicas para la reparación Pueden aparecer fístulas uretrocutáneas, incurva-
del epispadias, pero dos procedimientos son los más ción dolorosa ventral persistente, dificultades en la cate-
empleados y los que han demostrado mejores resul- terización uretral y disfunción eréctil. Generalmente las
tados. Estos métodos son la técnica de Cantwell- fístulas tienen lugar en la parte dorsal de la base del
Ransley (Figura 9) y la técnica del desmontaje com- pene. La tasa de fístulas tras la reparación mediante la
pleto del pene de Mitchell (Figura 10). En ambas téc- técnica de Cantwell-Ransley oscila entre 5 y 20% y tras
nicas se realiza la disección de los cuerpos cavernosos la técnica de Mitchell entre 10 y 20%.
con transposición de la placa uretral hasta la parte
ventral del pene. La falta de longitud de la uretra La tasa de continencia tras la reparación del epis-
puede dar lugar a hipospadias con cualquiera de estas padias masculino mediante la técnica del desmontaje
técnicas. Esta complicación se podría corregir poste- completo del pene se acerca al 80% (micción volun-
riormente mediante las diversas intervenciones qui- taria con intervalos de continencia de ≥ 3 horas).
rúrgicas descritas para la reparación del hipospadias.
La técnica de desmontaje completo del pene permite Epispadias en la mujer
la localización del cuello vesical y la uretra en una posi- Se produce en una de cada 484.000 mujeres.
ción más anatómica en la pelvis. Esta técnica permite Según la clasificación de Davis se describen tres grados
Figura 10. Técnica de Mitchell o técnica del desmontaje completo del pene. A: Los primeros pasos de la
técnica son similares a la técnica de Cantwell-Ransley, realizando una incisión alrededor de la cuña uretral
(placa uretral más cuerpo esponjoso subyacente) y continuando alrededor del glande en forma de
hemicircuncisión. B: Separación de la piel prepucial. C: La cuña uretral se diseca desde la parte dorsomedial
de los cuerpos cavernosos sobre la túnica albugínea, manteniendo toda la esponjosa Por encima de la fascia
de Buck se debe realizar una disección lateral cuidadosa de la piel del cuerpo del pene y de la fascia del
dartos desde los cuerpos cavernosos, debido a que los haces neurovasculares se localizan lateralmente a los
cuerpos cavernosos en el interior de la fascia de Buck. Después de conseguir un plano entre la cuña uretral y
los cuerpos cavernosos, esta incisión se prolonga distalmente para separar los tres componentes entre sí,
facilitando así la disección proximal de la uretra y el cuello vesical. D: La canalización de la uretra se lleva a
cabo sobre una sonda de 6-8 French con sutura continua en dos capas con material reabsorbible. Antes de
realizar el cierre uretral, se coloca una sonda suprapúbica a través del ombligo. E: La vejiga y la uretra se
desplazan como una unidad en dirección posterior hacia la pelvis. F: La cobertura cutánea del pene se realiza
de la misma manera que para la técnica anterior. El glande se cierra centralmente mediante puntos sueltos de
material reabsorbible.
de epispadias femenino. En el grado más leve el orifi- la correspondiente mitad del clítoris bífido, donde
cio uretral simplemente aparece abierto. En el epispa- puede existir un rudimento de pliegue prepucial. La
dias intermedio la uretra se halla parcialmente hendida sínfisis púbica usualmente está cerrada, pero puede
en la región dorsal, y en el grado más severo la fisura estar representada por una banda fibrosa delgada. La
uretral abarca toda la longitud de la uretra y el meca- vagina y los genitales externos suelen ser normales.
nismo esfinteriano, de modo que las pacientes afecta-
das son incontinentes. El clítoris es bífido, el periné está Anomalías asociadas
ensanchado y la vagina suele tener una localización En los casos de epispadias la unión ureterovesical
más anterior de lo normal. El monte de Venus tiene es intrínsecamente deficiente y los uréteres que a
forma aplanada y está cubierto por una capa de piel menudo están ubicados lateralmente en la vejiga, dis-
lisa y desprovista de vello. Los labios menores en gene- curren en forma recta y posibilitan el reflujo (la inci-
ral están poco desarrollados y terminan por delante en dencia informada de reflujo es del 30 al 75%). En las
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Anomalías genitales
Anomalías Genitales
capítulo 20
Anomalías genitales
Las primeras semanas del desarrollo de los genita- • Anomalías del pene
les externos son similares en ambos sexos. Alrededor - Fimosis
de la 5.ª semana se forman 2 pliegues cloacales a cada - Estenosis de meato
lado de la membrana cloacal. Posteriormente se fusio- - Quistes de pene
nan en la parte anterior para dar lugar al tubérculo - Pene indiscernible
genital. Posteriormente la cloaca se divide en una parte - Pene de tamaño normal: membranoso, ocul-
anterior (seno urogenital) y una posterior (canal ano- to, atrapado
rectal) dividiéndose los pliegues cloacales en pliegues - Pene anormalmente pequeño: micropene
urogenital y anal. Posteriormente surgen a cada lado de - Torsión de pene
los pliegues urogenitales los pliegues labioescrotales. - Curvatura dorsal y lateral de pene
- Megaprepucio
Hasta la 12.ª semana la apariencia es similar en - Afalia
ambos sexos, el tubérculo genital se alarga para formar - Disfalia
el falo y en su cuerpo un surco coronario que limita el - Ausencia de glande
primordio glande en el varón. Los efectos de la dehi- - Linfedema genital
drotestosterona fetal empiezan a ser evidentes hacía la • Anomalías del escroto
14.ª semana, donde se separa el seno urogenital del - Engolfamiento escrotal
canal anorrectal, los pliegues labioescrotales se fusionan - Escroto ectópico
en la línea media para rodear a la uretra peneana y las - Hipoplasia escrotal
protuberancias genitales migran en dirección inferome- • Anomalías vasculares
dial para fusionarse en la línea media y convertirse en
el escroto. En ausencia de dehidrotestosterona el peri-
né no se alarga y los pliegues uretrales y labioescrota-
les no se fusionan en la línea media, el falo se curva ANOMALÍAS DEL PENE
hacia abajo dando lugar al clítoris, y el seno urogenital
se convierte en el vestíbulo de la vagina. Los pliegues Fimosis
uretrales se convierten en los labios menores y los
labioescrotales en los labios mayores (1)(2). Se define como la incapacidad fisiológica para
retraer el prepucio. En el momento del nacimiento
Cualquier alteración en la diferenciación o fusión existe una fimosis fisiológica. Durante los 3-4 prime-
de estas estructuras debido a alteraciones genéticas o ros años de vida, a medida que el pene crece y ayu-
fallos en el estímulo hormonal puede dar lugar a alte- dado por las erecciones intermitentes del mismo, el
raciones en la fusión o correcta diferenciación de los prepucio se vuelva completamente retráctil. Hacia el
genitales externos. Las anomalías congénitas de los tercer año de vida el 90% de los prepucios son
genitales suelen asociarse con anomalías en otros apa- retráctiles.
ratos y sistemas.
La retracción forzada temprana no está indicada
Podemos dividir las alteraciones genitales en alte- debido a que puede crear adherencias que provo-
raciones del pene, escroto y vasculares. quen una fimosis secundaria. En los niños de 4-5 años
En los niños incircuncisos mayores de 7-8 años • Válvulas uretrales anteriores en fosa navicular.
con fimosis resistentes a corticoides o balanitis recu-
rrentes debe indicarse la circuncisión (1). • Balanitis xerótica obliterante, puede evolucionar
hasta producir retención urinaria; la aplicación de
Estenosis de meato cremas corticoideas puede ser efectiva.
• Iatrogénico.
Disfalia
La duplicación peneana es rara y abarca desde un
pequeño pene accesorio hasta una duplicidad com-
pleta. Pueden ser falos normales con 2 cuerpos caver-
nosos y uretra hasta tener sólo un cuerpo y uretra.
Existe un caso en el cual existía un pene normal con
duplicidad de glande, uno de ellos con uretra normal
y el otro con uretra ciega, que se hizo evidente en la
pubertad con el crecimiento y desarrollo; se resolvió
satisfactoriamente con la extirpación del glande
menos desarrollado y reconstrucción posterior (8).
Hipoplasia escrotal
Es la hipoplasia o falta de desarrollo de uno o
ambos lados del escroto, es más frecuente en niños
con testículo no descendido. Es probable que sea falta
de desarrollo de la protuberancia gubernacular de los
pliegues labioescrotales.
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Traumatismos
genitourinarios
Traumatismos renales
y de la vía urinaria superior
H. U.Vall d´Hebrón
Universidad Autónoma de Barcelona
Traumatismos renales
y de la vía urinaria superior
Introducción ..................................................................................................................................................................... 373
Fisiopatología .................................................................................................................................................................. 373
Clasificación...................................................................................................................................................................... 374
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 374
Tratamiento de los traumatismos renales ......................................................................................... 376
Complicaciones y seguimiento ...................................................................................................................... 378
Traumatismos ureterales .................................................................................................................................... 378
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 382
21.Traumatismos renales y de la vía urinaria superior
capítulo 21
Traumatismos renales
y de la vía urinaria superior
INTRODUCCIÓN mientras que en los ambientes urbanos la proporción
de lesiones abiertas puede alcanzar hasta el 20% (7).
Traumatismo se define como la lesión de un órga-
no o tejido por acciones mecánicas externas. La eva- Los traumatismos cerrados habitualmente son
luación multidisciplinar del traumatismo (Cirugía secundarios a accidentes de tráfico, precipitaciones,
General, Urología, Traumatología...) es clave para pre- caídas o lesiones deportivas, siendo los accidentes de
venir la mortalidad y reducir la morbilidad. El trauma- tráfico responsables de aproximadamente el 50% de
tismo renal representa aproximadamente entre el este tipo de traumatismos.
1-5% de todos los traumatismos abdominales (1) (2).
Los principales mecanismos responsables de los
traumatismos cerrados son:
Por orden de frecuencia, y en referencia al apara-
to genitourinario, el órgano más frecuentemente daña- 1. Contusión directa: El agente causal impacta
do es el riñón, seguido por la vejiga, uretra, testículo y sobre el flanco transmitiendo la lesión al riñón. Las
uréteres (3). La incidencia es mayor en hombres res- estructuras que envuelven al riñón (sobre todo las
pecto a mujeres con una relación 3:1 (4) (5). estructuras óseas) impactan directamente sobre el
riñón produciendo el daño parenquimatoso renal.
Actualmente la observación es la conducta a
seguir en la mayoría los traumatismos renales, dado 2. Lesiones por contragolpe: La movilidad que
que la mayoría de estas lesiones son leves y pueden tiene el riñón puede hacer en algunos casos que
ser manejadas de manera conservadora. éste impacte sobre las estructuras vecinas, provo-
cando así la lesión.
La disponibilidad de pruebas diagnósticas más
avanzadas ha permitido que en los últimos años haya- 3. Lesiones por desaceleración: En desacelera-
mos asistido a un cambio conceptual en el manejo del ciones bruscas, el riñón ejercería tracción sobre el
paciente politraumatizado. La mejor clasificación de las pedículo renal. Como consecuencia son factibles
lesiones, la disponibilidad de Unidades de Cuidados lesiones graves del pedículo vascular, ya sea por
Intensivos, así como la mejoría de pruebas diagnósti- sección del mismo o bien por lesión y desgarro de
cas, ha descendido la necesidad de conductas quirúr- las capas más finas de la arteria renal pudiendo
gicas, aumentando con ello la posibilidad de preserva- ocasionar una lesión hemorrágica sobre la pared
ción renal (6). del vaso que llevaría a la trombosis del mismo.
hemodinámica. Hay diferentes hallazgos en la explora- que la urografía endovenosa (UIV) en las lesiones
ción física que pueden orientarnos hacia una posible pequeñas (13). A medida que aumenta el grado o la
lesión renal o de la vía urinaria superior: hematuria en severidad de la lesión, disminuye la sensibilidad de
mayor o menor grado, dolor lumbar, equimosis y/o la ecografía. La ecografía también sería útil en el
lesiones por abrasión en el flanco, fracturas costales, seguimiento del traumatismo renal para determi-
distensión abdominal o masa abdominal, etc... nar la resolución de hematomas o urinomas.
en otros órganos y establece la presencia y locali- tasa de nefrectomías sin un aumento apreciable de la
zación del riñón contralateral. morbilidad (16). Por este motivo el tratamiento conser-
vador es el tratamiento de elección en el 90% de
Es imprescindible realizar la exploración con admi- traumatismos renales. Los traumatismos cerrados
nistración de contraste. La extravasación activa de grado I y grado II pueden ser manejados de manera
contraste puede ser un signo de lesión del pe- conservadora. En casos seleccionados, los traumatis-
dículo vascular. mos penetrantes, y siempre previo estudio de imagen,
también admiten un manejo no quirúrgico. Recientes
Es recomendable repetir la exploración 10-15 estudios sugieren que en la mayoría de traumatismos
minutos posteriores a la inyección de contraste grado III se puede optar por una actitud conservado-
para poder evaluar posibles fugas urinarias activas. ra sin que ésta se asocie a una mayor morbilidad.
f. Arteriografía
La arteriografía es menos específica, más invasiva y
es una exploración que requiere más tiempo para
su realización. A pesar de esto, la angiografía defi-
ne de una manera más exacta la localización de la
lesión vascular, y con ello, hace factible la posibili-
dad de tratar mediante angioembolización vasos
sangrantes o fístulas arteriovenosas. La angiografía
es la exploración de elección para evaluar la lesión
de la vena renal (15).
TRATAMIENTO DE LOS
TRAUMATISMOS RENALES Figura 2. Traumatismo renal Grado IV.
Tratamiento conservador
del traumatismo renal
Parece demostrado que el manejo conservador
de los traumatismos renales se asocia a una menor
- Hallazgo incidental de una lesión renal preexisten- El riñón queda expuesto ampliando la incisión
te que requiera tratamiento quirúrgico. peritoneal para decolar el colon ascendente o des-
cendente y seccionando el ligamento hepatocólico en
Son indicaciones relativas la fuga de orina el lado derecho o esplenocólico en el lado izquierdo.
persistente, o la presencia de un elevado porcentaje Finalmente se abre la fascia de Gerota evacuándose el
de parénquima no viable. La extravasación de orina hematoma perirrenal. Los fragmentos de tejido no
por lesión de la vía urinaria puede dar lugar a la for- viable deben ser desbridados. Se debe realizar una
mación de un urinoma que puede sobreinfectarse correcta hemostasia de los tejidos. En caso de identi-
asociando una perinefritis cuyo resultado final puede ficar una solución de continuidad en la vía urinaria,
ser la pérdida de la unidad renal. En un porcentaje ele- ésta debe ser reparada. Los defectos parenquimato-
vado de casos, la extravasación urinaria leve se resuel- sos deben recubrirse con grasa retroperitoneal o bien
ve espontáneamente, si bien la persistencia de las si es posible con un flap peritoneal.
fugas urinarias puede requerir de maniobras endou-
rológicas para su solución (catéteres ureterales y/o
abordajes percutáneos mediante nefrostomía o dre- COMPLICACIONES
najes de colecciones perirrenales).
Y SEGUIMIENTO
La vía de abordaje quirúrgica de elección suele ser
la laparotomía media xifopubiana pues permite inspec- Las complicaciones pueden ser tempranas o tar-
cionar el resto de órganos intraabdominales y grandes días. Entre las complicaciones tempranas encontramos
vasos, así como un buen acceso inicial al pedículo renal. el sangrado, la fuga urinaria con formación de urino-
Antes de abrir la fascia de Gerota es recomendable ma, y complicaciones infecciosas como el absceso
tener identificado y controlado el pedículo renal. En pri- perinefrítico o sepsis. Las complicaciones tardías inclu-
mer lugar se realiza una incisión a nivel del peritoneo yen el sangrado, la hidronefrosis, las litiasis, las fístulas
parietal previa identificación de la arteria mesentérica arteriovenosas y seudoaneurismas.
inferior. La incisión se extiende hasta el ligamento de
Treitz. De esta forma queda expuesta la superficie ante- El absceso perirrenal puede ser tratado mediante la
rior de la aorta y cruzando por delante de esta la vena colocación percutánea de un drenaje. En ocasiones se
renal izquierda. A continuación ambas arterias pueden hace necesario realizar una nefrectomía cuando la infec-
ser identificadas. Si no es posible identificar la vena renal ción de los tejidos hace imposible su reconstrucción.
derecha a través de esta incisión, se pude rechazar la
segunda porción duodenal para exponer la vena. La HTA es una complicación que puede aparecer
de forma temprana y permanecer tardíamente (18). La
compresión producida por el hematoma, las lesiones
Figura 5. Lesión de valva posterior de riñón
arteriales como la estenosis o la presencia de fístulas
izquierdo sin lesión de vía urinaria.
arteriovenosas son algunos de los mecanismos etio-
patogénicos subyacentes. El manejo de la HTA incluye
el tratamiento médico y el estudio mediante arterio-
grafía en los casos de sospecha de estenosis, seudoa-
neurismas o zonas isquémicas.
TRAUMATISMOS URETERALES
Introducción
Su localización, movilidad y morfología hace que
los traumatismos ureterales sean raros, constituyendo
el 1% del total de traumatismos genitourinarios.
El uréter transcurre a lo largo del espacio retrope- La aparición de la cirugía laparoscópica inicial-
ritoneal. Se trata de una estructura tubular cuya longi- mente en el campo de la ginecología y su extensión
tud en el adulto varía entre 20 y 30 cm. El aporte san- en los últimos años a otras especialidades médicas, y
guíneo es múltiple y procede de la arteria gonadal, la el hecho de que las lesiones ureterales son más difíci-
arteria renal y la arteria ilíaca común. Posteriormente les de detectar durante un procedimiento laparoscó-
se relaciona con el músculo psoas y cruza por delante pico ha supuesto un incremento de las lesiones secun-
de los vasos ilíacos para desembocar en la vejiga. darias a esta técnica. Procesos como la endometriosis
Anteriormente el uréter derecho se relaciona con pueden comprometer al uréter modificando su locali-
íleon terminal, ciego, apéndice y colon ascendente, zación anatómica y dificultando su visualización por
mientras que el uréter izquierdo lo hace con el colon parte del cirujano. En otros procedimientos como la
descendente y sigma. En la pelvis femenina se relacio- ligadura tubárica laparoscópica el uréter puede resul-
nan con el cérvix y las arterias uterinas. tar dañado al ser ligado con el bisturí bipolar.
Etiología Clasificación
La causa más frecuente de lesión ureteral es la La AAST (American Association for the Surgery
yatrógena, sobre todo durante procedimientos qui- of Trauma) propuso la siguiente clasificación en fun-
rúrgicos ginecológicos, digestivos y urológicos. En ción del grado de lesión ureteral (Tabla 2).
segundo lugar encontraríamos los traumatismos
cerrados y en tercer lugar los traumatismos pene- En la práctica clínica habitual el factor más impor-
trantes (19). Los procedimientos ginecológicos como la tante es la localización de la lesión lo que determina-
histerectomía son responsables de hasta un 50% de rá la decisión terapéutica final.
los casos, principalmente lesiones por electrocoagula-
ción, secciones ureterales completas e incompletas, así Diagnóstico
como ligaduras accidentales, mientras que la cirugía
colorrectal lo es en un 14% (20). El diagnóstico debe sospecharse en pacientes con
traumatismo abdominal penetrante, en pacientes con
Los procesos endourológicos (cateterismos urete- traumatismo cerrado en el contexto de un mecanis-
rales y ureteroscopias) constituyen el mecanismo mo de rápida deceleración, y en pacientes que tras
lesional más frecuente en urología. Las erosiones de la cirugía pélvica inician clínica sugestiva de obstrucción
mucosa ureteral suelen ser muy frecuentes en estos renal con dolor lumbar y fiebre.
procedimientos, si bien tienen una escasa repercusión
clínica. Lesiones más graves como perforaciones graves La hematuria macroscópica únicamente está pre-
y/o desinserciones ureterales también son posibles. sente en la mitad de los pacientes con lesión ureteral.
Grado Lesión
I Hematoma periureteral
Desde el punto de vista radiológico la lesión ure- superior al 90%. En raros casos en los que no es posi-
teral produce imágenes de extravasado de contraste ble utilizar la pelvis por estar muy dañada se podría
y/o signos de obstrucción ureteral. La exploración de plantear una ureterocalicostomía a cáliz inferior.
elección cuando existe sospecha clínica es la UIV, aun-
que el uso generalizado de la TAC en los pacientes SUSTITUCIÓN URETERAL CON ÍLEON
politraumatizados está aumentando la proporción de Cuando la lesión ureteral es extensa y de manera
diagnósticos obtenidos mediante está técnica. electiva se puede crear un conducto ureteral median-
te la interposición de un segmento de íleon anasto-
La pielografía retrógrada es un método invasivo mosado a pelvis renal y vejiga.
que puede resultar útil cuando, a pesar de una sospe-
cha clínica elevada, los estudios previos no hayan sido
concluyentes. AUTOTRASPLANTE RENAL
El autotrasplante se ha utilizado cuando la lesión
Tratamiento de las lesiones ureteral es extensa o cuando los intentos previos de
ureterales reparación han fracasado (23). Es una técnica a tener en
cuanta en pacientes con riñón único.
En le tratamiento de las lesiones ureterales se
debe tener en cuenta la localización (1/3 superior, Tratamiento de las lesiones completas
medio o inferior) y el grado de lesión ureteral. del uréter medio:
Cuando la lesión se produce a este nivel se puede
Las lesiones grado I-II pueden tratarse de forma plantear la reparación mediante la urétero-ureteros-
conservadora mediante la colocación de un tutor ure- tomía o mediante la transureterostomía desplazando
teral durante 3-6 meses (21). el uréter lesionado a través de la línea media al lado
contralateral y realizando una anastomosis término-
Las lesiones grado III-V requieren reparación qui- lateral de ambos uréteres.
rúrgica teniendo en cuenta los siguientes principios.
Tratamiento de las lesiones completas
- Bordes ureterales espatulados y bien vascularizados, del uréter distal:
evitando usar segmentos ureterales desvitalizados.
REIMPLANTE URETERAL
- Colocación de un tutor ureteral y un drenaje no (ureteroneocistostomía)
aspirativo. Cuando la longitud ureteral sea suficiente se
puede realizar un reimplante a la vejiga utilizando indi-
- Recubrir la zona reparada con epiplón si esto ferentemente una técnica de reimplante directo o una
fuera posible. técnica de reimplante indirecto, pero siempre colo-
cándose un catéter ureteral doble J.
Tratamiento de las lesiones completas
del uréter superior: VEJIGA PSOICA
Procedimiento con elevada tasa de éxito, que
URÉTERO-URETEROSTOMÍA consiste en movilizar ampliamente la vejiga y fijarla
Cuando la lesión se produce a nivel de la unión a la cintilla del músculo psoas. Hay que evitar lesio-
ureteropélvica o del uréter proximal se puede reparar nar el nervio genitofemoral. Se consigue de esta
mediante un reimplante directo sobre la pelvis renal o manera aproximar la vejiga al extremo distal urete-
bien mediante anastomosis término-terminal de ambos ral para conseguir una anastomosis urétero-vesical
extremos ureterales (22). Se debe colocar un catéter sin tensión.
doble J interno que puede ser retirado posteriormen-
te previa realización de una pielografía de control. Es la FLAP DE BOARI
técnica más utilizada cuando la lesión se encuentra en Cuando la longitud ureteral no es suficiente se
los 2/3 superiores del uréter y tiene una tasa de éxito puede crear un flap que debe tener una superficie
Figura 6.
Urétero-ureterostomía
Sustitución ileal
Autotrasplante {
Urétero-ureterostomía
Sustitución ileal
Transureterostomía {
Reimplante ureteral
Vejiga psoica
Flap de Boari {
cuatro veces superior a la del uréter a reimplantar.
Éste se implanta al flap a través de un túnel submuco-
so. Se debe dejar colocado un catéter doble J y de
manera opcional un catéter de cistostomía.
NEFRECTOMÍA
En ocasiones, cuando el daño es irreparable, o
bien se ha perdido la función de la unidad renal afec-
ta, es recomendable realizar una nefrectomía para evi-
tar complicaciones posteriores de tipo infeccioso.
Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes y comunes a
los diferentes tipos de reparación son la estenosis con
obstrucción secundaria, la fístula ureteral y/o forma-
ción de urinomas, la infección y en casos extremos la
pérdida de la función renal de la unidad afecta. La
mayoría de complicaciones pueden ser manejadas
endoscópicamente mediante colocación de un tutor
ureteral, o bien percutáneamente mediante la coloca-
ción de una nefrostomía. Algunos casos requerirán
una nueva reintervención.
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Traumatismos de vía
urinaria inferior
Traumatismos de vía
urinaria inferior
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Traumatismos de uretra..................................................................................................................................... 391
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 397
22.Traumatismos de vía urinaria inferior
capítulo 22
Traumatismos de vía
urinaria inferior
LESIONES VESICALES violentos, son las lesiones penetrantes por arma de
fuego, arma blanca o empalamiento, en las que existe
Introducción comunicación con el medio externo y por lo tanto
mayor riesgo de contaminación microbiológica.
Epidemiología
Las lesiones vesicales traumáticas, ya sean conse- Otro tipo de traumatismo penetrante vesical mu-
cuencia de un traumatismo cerrado o penetrante, son cho más frecuente en nuestro entorno es el yatróge-
poco frecuentes, representando un 3% de todos los no, producido la mayoría de veces durante interven-
traumatismos abdominales y sólo un 2% de los trau- ciones ginecológicas y obstétricas, o durante cirugías
matismos que requieren cirugía. No ocurre lo mismo endoscópicas urológicas de próstata o vejiga 2-4.
en el caso de que exista fractura pélvica, pues ésta se
asocia en un 10% de los casos con lesión vesical y en Etiopatogenia
otro 15% con lesión vesical y de uretra próstato- Los traumatismos vesicales se pueden clasificar
membranosa concomitante. Un 70-80% de los según el mecanismo de producción en:
pacientes con afectación vesical traumática presentan
fractura pelviana asociada, pero tan sólo el 30% de los Yatrógenos
pacientes con fractura pélvica sufrirán algún tipo de Aunque no muy frecuentes, pueden aparecer
lesión vesical. Más de la mitad de las fracturas pélvicas durante cirugías ginecológicas y colorrectales, pero
son de las ramas pubianas. Son más frecuentes en el sobre todo durante cirugías endoscópicas de vejiga,
varón en una proporción de 3:1. En la población infan- cuando se ha creado una sobredistensión vesical o
til existe una incidencia mayor de lesión vesical que en cuando la capacidad vesical está disminuida.
el adulto pues mientras en este último la vejiga está
protegida por la pelvis, en el niño la vejiga es un órga- Abiertos o penetrantes
no prácticamente abdominal y mucho más lesionable Son aquellos en la que hay alguna vía de comuni-
a menor capacidad. Por el contrario, las fracturas cación con el exterior y están producidos por arma
pélvicas infantiles se asocian con menor frecuencia de fuego o arma blanca. Son los menos frecuentes en
(3-4%) con un traumatismo vesical al compararlas con nuestro medio. Se asocian muchas veces con lesiones
la población adulta 1-4. graves de los principales vasos sanguíneos pelvianos y
de órganos abdominales vecinos, describiéndose en
Etiología estos casos una alta tasa de mortalidad que puede lle-
La causa más frecuente de lesión vesical son los gar a ser del 12%. Este tipo de traumatismo puede
traumatismos cerrados o contusos abdomino-pélvi- producir lesiones tanto intra como extraperitoneales
cos (70-95%), destacando en orden de frecuencia los y en ocasiones mixtas.
producidos por accidentes de tráfico, seguidos de los
accidentes laborales. Cerrados
Son los menos frecuentes. Causados por trauma-
Menos frecuentes en nuestro medio, aunque tismo abdominal directo cuando la vejiga está llena o
constituyen el 15-30% de los casos de lesión vesical por movimiento de aceleración-desaceleración brus-
en países en conflicto bélico o con entornos sociales co traducido en un aumento de la presión abdominal
que se transmite a la vejiga y produce la ruptura de la vesical y la muscularis mucosa sin solución de con-
misma, en el caso de que ésta esté repleta. Los acci- tinuidad en la pared vesical.
dentes de tráfico, los accidentes laborales con caídas
desde grandes alturas y el atropellamiento son las • Rotura extraperitoneal
causas más frecuentes de estas lesiones. Es la forma más frecuente de lesión vesical,
constituyendo aproximadamente el 55% de los
Este tipo de traumatismo se asocia en un 70-90% traumatismos vesicales. Se asocia a menudo a
de los casos con fractura pélvica concomitante y es la fracturas pélvicas y en especial cuando se afec-
lesión de las ramas del pubis la que más roturas vesi- tan las ramas pubianas. Un 10% de las fracturas
cales produce (Tabla 1)5. pelvianas presentan rotura extraperitoneal vesi-
cal concomitante.
Existen cuatro entidades anatomoclínicas de trau-
matismo vesical (Tabla 2)6: Se cree que la mayoría de estas lesiones se produ-
cen por fuerzas directas, frecuentemente por asti-
• Contusión vesical llas óseas que se forman al fracturarse la pelvis o
Es la orientación diagnóstica que se da en aquellos bien por fuerzas que lesionan los ligamentos pubo-
pacientes que han sufrido un traumatismo y que prostáticos que anclan la vejiga al hueso pélvico.
presentan micro o macrohematuria sin detectar
afectación renal, uretral o vesical en las exploracio- Suelen localizarse en la cara anterior o anterola-
nes realizadas. Se produce al lesionarse la mucosa teral, muy próximas al cuello vesical. La orina y
Tabla 2. Clasificación de la lesión vesical según el consenso al que se llegó en la reunión de la Sociedad
Internacional de Urología de 2002 que se celebró en Estocolmo.
pélvica, pueden presentarse con microhematuria te de un cuadro séptico, o bien crear una fístula a tra-
o en ausencia de cualquier grado de ella. vés de la herida (en los casos de lesión abierta o rotu-
ra intraperitoneal desapercibida durante la laparoto-
Las lesiones vesicales abiertas por traumatismo mía exploradora) o a través de órganos vecinos como
penetrante, suelen presentarse con hematuria de la vagina (en la mujer) o el recto (en el varón)2-4.
mayor o menor intensidad, pero en este tipo de
traumatismos, cualquier grado de hematuria obli- Diagnóstico
ga a descartar lesión vesical o urológica asociada.
La cistografía retrógrada es la técnica de elección
La salida de sangre por el meato uretral es diag- para evaluar los traumatismos vesicales. Cuando se
nóstica de lesión uretral, que deberá descartarse practica de forma correcta es capaz de identificar la
mediante uretrografia retrógrada antes que la fuga de orina en el 85-100% de los casos, aunque para
lesión vesical. realizarla en el contexto de un politraumático, es
necesario descartar primero una lesión uretral
• Imposibilidad para realizar la micción. mediante uretrografía retrógrada. En ocasiones, el
Es característica la imposibilidad para realizar la estado clínico del paciente o la necesidad de una
micción sin observar globo, y la obtención de san- intervención quirúrgica urgente impide ejecutar esta
gre al realizar el sondaje vesical, aunque hay que prueba. Para realizarla debe introducirse lentamente
descartar otras causas como el shock hipovolémi- contraste diluido al 30% a través de la sonda vesical
co o lesión de vías altas que pueden presentarse hasta llegar a 100 ml y disparar radiografías seriadas
con ausencia de micción por anuria. en busca de fuga urinaria. Si no se detecta ninguna
fuga, debe llenarse la vejiga hasta 300-400 ml de con-
• Dolor abdominal bajo. Relacionado con el trauma- traste, realizar radiografías en el plano anteroposterior
tismo previo y la existencia de lesiones asociadas si es posible bajo escopia, e intentar obtener proyec-
o no. ciones oblicuas siempre que el estado del paciente lo
permita. Siempre debe efectuarse una radiografía des-
• Hematoma en genitales y periné. Por difusión del pués de vaciar la vejiga para detectar una fuga tardía.
sangrado perivesical a través del canal inguinal o Los falsos negativos son debidos, la mayoría de las
del orificio obturador. veces, a un inadecuado llenado vesical o a la ausencia
de placas postmiccionales3,4,10.
Formas clínicas
La combinación de fractura pélvica y hematuria La TAC es la técnica de elección para la evaluación
macroscópica en el contexto de un traumatismo de los órganos abdominales que puedan haberse
cerrado obliga a descartar la lesión vesical asociada. lesionado durante el traumatismo. De igual modo, la
TAC con contraste permite valorar la función renal, la
El dolor abdominal difuso con signos de perito- presencia de obstrucción y la existencia de coleccio-
nismo, asociado a una ausencia de micción o aumen- nes perirrenales o periureterales pero no es válida
to de la creatinina o urea en sangre, son característi- para detectar una rotura vesical aunque se clampe la
cos de lesión vesical intraperitoneal. sonda vesical.
La urografía endovenosa no es una técnica ade- pared de la vejiga; si hay lesión de órganos vecinos
cuada para la evaluación de la lesión vesical. Por sí sola como vagina o recto, o si se realiza una laparotomía
sólo detecta el 15-25% de este tipo de tarumatismo, por lesión de órganos abdominales asociados, es
pues en la mayoría de los casos no consigue distender necesaria la reparación quirúrgica vesical. En estos
suficientemente la vejiga para demostrar el defecto de casos se debe exponer la vejiga a nivel de la cúpula
continuidad creado con el traumatismo2-4,10. para visualizar toda la cavidad vesical, que deberá ser
cerrada mediante sutura reabsorbible, a la vez que
Tratamiento se repara el cuello vesical o la vagina en los casos
en que estén lesionados. Posteriormente deberá ce-
El primer escalón terapéutico ante una lesión vesi- rrarse la cúpula vesical en dos planos con sutura
cal es la de cualquier paciente politraumático: estabili- reabsorbible y dejar una sonda vesical y drenaje
zar el paciente y tratar primero aquellas lesiones que abdominal2-4.
supongan un riesgo para la vida del paciente, es decir,
el ABC del paciente politraumático. El tratamiento de Lesión vesical cerrada (no penetrante)
la lesión vesical dependerá del tipo de traumatismo con afectación intraperitoneal
que lo ha provocado y, a la vez, de la afectación ana- Este tipo de lesión suele asociarse a la de otros
tómica y topográfica de la pared vesical. órganos vecinos, supone una mortalidad del 20-30%;
además, la afectación vesical suele ser de gran magni-
Contusión vesical tud, por lo que siempre debe realizarse una explora-
Los pacientes con contusión vesical mínima y con ción quirúrgica mediante laparotomía. Durante la
micciones espontáneas sin dificultad no requieren de intervención deben explorarse los órganos abdomi-
sondaje vesical. nales, drenarse las colecciones de sangre y orina y
reparar el defecto vesical, mediante sutura reabsorbi-
Si existe hematuria macroscópica, deberemos ble, a ser posible en dos planos (mucosa y muscular)
realizar un sondaje vesical con una sonda Foley de dejando una sonda vesical, así como un drenaje abdo-
calibre grueso (22-24 Fr). Se desaconseja el utilizar minal3,4,8. Debemos evitar el colocar sondas suprapúbi-
sondas vesicales de tres vías, ya que la luz de salida es cas sobre todo en los casos en los que existen fractu-
más estrecha y existe mayor riesgo de obstrucción de ras pelvianas que deban repararse mediante placas
la sonda y posibilidad de rotura vesical en la zona ini- metálicas, pues esta asociación favorece la formación
cialmente contusionada4,12. de abscesos pélvicos13.
Lesión vesical cerrada (no penetrante) En el caso de perforación vesical durante una
con afectación extraperitoneal maniobra endoscópica, inicialmente debe colocarse
La mayoría de estas lesiones (80%) se solucionan
una sonda vesical, y si el defecto parece intraperitoneal
mediante tratamiento conservador, que consiste en la
(cuando aparece distensión abdominal o peritonismo),
colocación de una sonda vesical o un catéter de cis-
se debe explorar la perforación de forma quirúrgica2-4.
tostomía durante 10-20 días más profilaxis antibiótica
de amplio espectro. Pasado este periodo se debe rea-
Lesión vesical abierta o penetrante
lizar un cistograma para comprobar la resolución de la
Todas las lesiones traumáticas abiertas o penetran-
lesión antes de retirar la sonda vesical. Casi todas estas
tes deben explorarse de forma urgente, y en el caso
lesiones se solucionan tras 2 ó 3 semanas de sondaje;
de lesión vesical, repararse en el mismo momento4.
si no es así, se debe colocar un drenaje percutáneo.
Debe evitarse en todo momento la obstrucción de la
sonda vesical, por lo que en casos de hematuria
macroscópica debe colocarse una sonda transuretral TRAUMATISMOS DE URETRA
de calibre grueso (del 22-24 Fr) durante los 10-20 días.
Las lesiones uretrales pueden ser producidas por
En ocasiones, sobre todo si se afecta el cuello una gran variedad de factores, desde violentas fuerzas
vesical, si existen fragmentos óseos impactados en la externas hasta la instrumentación urológica.
La uretra masculina se divide en dos segmentos, En los casos en que existe ruptura uretral aso-
anterior y posterior, en función del diafragma urogeni- ciada, ésta se produce por la transmisión de fuerzas
tal. Así, la uretra posterior está formada por la uretra externas hasta la unión de la uretra prostática con la
prostática y membranosa, y la uretra anterior, por la membranosa, produciendo la disrupción a este nivel,
bulbar y peneana. El mecanismo de lesión uretral será por lo que es muy importante tener un adecuado
distinto en función del segmento uretral afectado. En conocimiento del mecanismo esfinteriano para obte-
las mujeres, la uretra está formada sólo por el seg- ner buenos resultados tras el tratamiento quirúrgico.
mento posterior, ya que el anterior corresponde a los Tanto el cuello vesical como el esfínter uretral exter-
labios menores. no (integrado en la pared de la uretra membranosa
y a la vez ésta en la aponeurosis perineal media)
Traumatismo de uretra posterior actúan de forma independiente y pueden mantener
la continencia a pesar de que uno de los dos esté
Etiología dañado.
La mayoría (90%) aparecen cuando existe fractu-
ra pelviana causada generalmente por accidentes de En el caso de la uretra membranosa, el mecanis-
tráfico, aplastamientos o caída desde grandes alturas. mo de lesión más frecuente consiste en el cizalla-
Anteriormente, la mayor parte se producían por acci- miento producido por la aponeurosis perineal media
dentes laborales, pero con las mejoras actuales de las o diafragma urogenital debido a la fractura con dis-
condiciones de seguridad en el trabajo y el uso masi- locación del arco pubiano. La uretra prostática
vo del vehículo por parte de la población, ha hecho suele afectarse cuando existe tracción de los liga-
que los accidentes de tráfico sean la primera causa de mentos pubo-prostáticos o bien directamente por
este tipo de lesiones. Así, las dos terceras partes de las fragmentos óseos que se desprenden durante la frac-
fracturas pelvianas son producidas por accidentes de tura15,19,20.
tráfico y casi el tercio restante por precipitación desde
grandes alturas2,3,14. Los niños son más propensos a sufrir lesiones ure-
trales que afectan a la uretra prostática pues en ellos
Epidemiología la próstata es más pequeña y protege menos la ure-
Aunque la forma más frecuente de presentación tra, por lo que además las lesiones suelen ser más
es la asociada a fractura pelviana, tan sólo el 10% de complejas2-4,17.
las fracturas pelvianas se presentan con lesión de
uretra posterior, lo mismo que ocurre en el caso de En el caso de la uretra femenina, muchas veces
los traumatismos vesicales. En un 10-20% de los la lesión uretral se asocia a lesión rectal y vaginal,
casos las fracturas pélvicas se asocian a lesión uretral con un porcentaje del 30 y 75% de los casos, res-
y vesical concomitante, siendo la ruptura extraperi- pectivamente3.
toneal la forma más frecuente de afectación vesical
en estos casos. La frecuencia de lesiones uretrales asociadas a
fractura pelviana depende del tipo de fractura que se
Casi todas las fracturas pélvicas se producen haya producido. Los distintos tipos de fractura pélvica
durante las tres primeras décadas de la vida, con una se clasifican según la dirección de la fuerza mayor que
relación varón/mujer de 2:1. Los niños están más la haya producido, definiendo la pelvis estable como
expuestos a lesión uretral durante los accidentes de aquella que puede soportar las fuerzas fisiológicas sin
tráfico2,3,14-18. deformarse. El factor pronóstico más importante para
la evolución del paciente es el grado de inestabilidad
Características anatomopatológicas pelviana. Las fracturas en alas de mariposa (en la que
Las fuerzas necesarias para fracturar la pelvis se lesionan todas las ramas púbicas) y la fractura de
durante un accidente de tráfico se transmiten fre- Malgaigne (en la que se afecta la rama isquiopubiana y
cuentemente a otros órganos no urológicos, y consi- el sacro o la unión sacroilíaca) son las que se asocian
derados vitales, por lo que es primordial estabilizar ini- más frecuentemente a lesión uretral. Cuando a una
cialmente al paciente. fractura en ala de mariposa se le añade una diástasis
Tabla 3. Probabilidad según la Odds ratio de sufrir lesión uretral en los diferentes tipos de fractura3.
de la articulación sacroilíaca, el riesgo de lesión de • Próstata elevada al tacto rectal. Aparece en el 35%
uretra posterior es 7 veces mayor que en la fractura de los casos, aunque en muchas ocasiones no se
de Malgaine o en la de alas de mariposa aislada. Si las puede llegar a palpar por la presencia de un gran
ramas isquio-pubianas están indemnes, el riesgo de hematoma. El tacto rectal nos ayuda a la vez a
lesión uretral es mínimo (Tabla 3)1,14. descartar lesión rectal asociada.
La ecografía no debe realizarse de una forma ruti- La reparación quirúrgica inmediata de lesiones
naria para descartar lesión uretral, pero puede ser de completas comporta un alto índice de impotencia e
utilidad para determinar el hematoma pélvico y incontinencia postoperatoria, debido al hematoma
dónde se situa la vejiga para poder insertar un catéter pélvico creado durante el traumatismo, que induce a
suprapúbico. un excesivo desbridamiento y a la posibilidad de con-
vertir una lesión incompleta en completa durante la
La uretroscopia asociada a la uretrografía retrógra- disección. Es una técnica poco utilizada y sólo está
da son esenciales para evaluar las lesiones de uretra en indicada en casos de alteración hemodinámica grave,
las mujeres. En el caso de los varones, la uretroscopia afectación de grandes vasos u órganos que requieren
no está indicada para el diagnóstico inicial3,10,18. reparación quirúrgica precoz siempre que la interven-
ción se pueda prolongar20.
Tratamiento
El tratamiento inicial en todas las lesiones de ure- Actualmente, la modalidad terapéutica más acep-
tra consiste en actuar con medidas de soporte básico tada para este tipo de lesiones es el realineamiento
y el de descartar cualquier lesión considerada de ries- primario con técnicas endoscópicas, que consiste en
go vital. introducir un cistoscopio flexible por el trayecto de la
cistostomía suprapúbica y un cistoscopio rígido por la
Las contusiones uretrales pueden tratarse uretra hasta que ambos se encuentran y se introduce
mediante sondaje uretral que se mantendrá durante una guía bajo visión directa por uno de los instru-
12-14 días. mentos que se recupera por el otro para deslizar a
través de ella la sonda vesical, que se mantendrá entre
En las lesiones parciales se recomienda la coloca- 4 y 6 semanas como tutor, con el objetivo de que se
ción de una cistostomía suprapúbica y repetir la ure- reanastomosen los cabos uretrales en un mismo
trografia retrógrada 2 semanas después. Se acepta plano y se reabsorba el hematoma pelviano21. El reali-
también la posibilidad de colocar una sonda uretral17. neamiento puede realizarse de forma inmediata, en el
Las estenosis uretrales residuales deberán tratarse momento del traumatismo, siempre que el paciente
mediante dilatación, uretrotomía interna o uretroplas- esté estable o de forma diferida entre los 2 y 14 días
tia dependiendo de la longitud de la lesión. posteriores al traumatismo. Existen pocas series en las
que se realice el realineamiento de forma inmediata,
En el caso de lesiones completas de uretra poste- pero en todas ellas el índice de impotencia, inconti-
rior no existe un método de tratamiento ideal y todos nencia y estenosis es menor que el descrito con el
ellos tratan de reducir los riesgos de incontinencia, tratamiento quirúrgico diferido y es preferible a la
impotencia y estenosis que comportan este tipo de reparación quirúrgica inmediata pues al ser una técni-
lesiones. La morbilidad de estas lesiones se atribuye a ca endoscópica comporta menor riesgo de infección
la magnitud del traumatismo inicial y al tipo de fractu- o de empeoramiento del hematoma pelviano2,3,21-24. El
ra pelviana. El método de tratamiento considerado realineamiento diferido (entre los 2 y 14 días) es el
hasta hace pocos años estándar era el tratamiento más usado actualmente ya que como ventajas tiene el
diferido, que consiste en colocar una sonda de cistos- hecho de que el paciente está estabilizado y tolera
tomía durante 3-6 meses, dejando tiempo para que el tiempos más prolongados de intervención a la vez
que se consiguen mejores resultados en cuanto a metiendo por igual al segmento bulbar y uretral penea-
impotencia, incontinencia, frecuencia y longitud de la no. La lesión uretral aparece en el 25-40% de los trau-
estenosis postoperatoria que los obtenidos con el tra- matismos penetrantes peneanos. En muchas ocasio-
tamiento diferido3,22-24. En opinión y en manos de algu- nes coexiste lesión testicular o rectal asociada.
nos autores, parece que la reparación quirúrgica a los
10-14 días del traumatismo mediante uretroplastia Otro tipo de traumatismo penetrante uretral es
término-terminal vía perineal está dando incluso el que se produce al insertar cuerpos extraños en el
mejores resultados que el realineamiento primario interior de la luz uretral con fines eróticos o debido a
diferido, por lo que debería ser la técnica de elección enfermedades mentales2,3,18.
en caso de que sea factible21.
Cuadro clínico
Traumatismos de uretra anterior Debemos sospechar lesión uretral en cualquier
paciente que haya sufrido un traumatismo contuso a
Etiología y epidemiología nivel del periné, zona genital o en la pelvis2,3,18.
Son menos frecuentes que los de uretra poste-
rior. Pueden ser secundarios a un traumatismo pene- • La uretrorragia es el signo más sugestivo de lesión
trante, pero la mayoría (85%) son secundarios a un uretral.
traumatismo contuso. A nivel de la uretra bulbar, los
mecanismos lesionales más frecuentes son el yatróge- • La presencia de disuria, hematuria e incapacidad
no y la contusión accidental. En el caso de la uretra miccional aparecen frecuentemente en este tipo
peneana, la instrumentación urológica y los cateteris- de lesiones. En muchas ocasiones, la micción suele
mos, ya sean crónicos o intermitentes, son los meca- estar conservada, aunque puede ser dificultosa,
nismos de lesión más comunes. debido a la alta incidencia de lesiones incompletas.
Los traumatismos no penetrantes son producidos • Hematoma perineal o peneano. En las caídas a hor-
por accidentes de tráfico y caídas, pero a diferencia de cajadas se lesiona frecuentemente la fascia de
las lesiones de uretra posterior, no se asocian a frac- Buck, permitiendo que el hematoma difunda por
turas pelvianas ni a lesión de órganos vitales. La mayo- debajo de la fascia de Colles, originando el llama-
ría se producen por caídas a horcajadas en las que se do “hematoma en alas de mariposa” (Figura 3). En
golpea el periné contra un objeto rígido, con lo que la los casos en que la fascia de Buck está indemne,
uretra bulbar se comprime con fuerza contra la rama el hematoma queda circunscrito a nivel del pene.
inferior de la sínfisis del pubis. En muchas ocasiones la
lesión es tan leve que el paciente no acude a consul-
Figura 3. Hematoma en alas de mariposa.
tar en el momento del accidente, sino que lo hace en
meses o años posteriores cuando aparece una este-
nosis bulbar sintomática.
Figura 4. Uretrografía retrógrada y miccional. sufren fractura de pene, los traumatismos por anillos
Lesión parcial de uretra anterior. constrictores peneanos o aquellos que se introducen
cuerpos extraños intrauretrales), y ello comporta que
en algunos aparezcan en el área de urgencias con sep-
sis, fascitis necrotizantes y abscesos secundarios a la
extravasación urinaria e infección de la misma24.
Tratamiento
Como en las lesiones de uretra posterior, consis-
te en actuar con medidas de soporte básico y des-
cartar cualquier lesión considerada de riesgo vital.
• Contusión: clínica sugestiva de lesión uretral, pero Las lesiones parciales de uretra anterior pueden
con uretrografia dentro de la normalidad. ser tratadas de forma inicial mediante un catéter
suprapúbico o bien colocando una sonda uretral (que
• Rotura incompleta: existe extravasación de con- se mantendrá entre 2 y 4 semanas), con ayuda del
traste, pero se mantiene la continuidad uretral uretroscopio y una guía, ya que el realizar un sondaje
(Figura 4). uretral a ciegas puede convertir una lesión parcial en
una lesión completa21,26. La sonda suprapúbica, que
• Rotura completa: extravasación de contraste sin debe mantenerse unas 4 semanas, tiene la ventaja de
mantenerse la continuidad uretral. derivar la orina por un camino distinto de donde se
encuentra la lesión, evitando así la manipulación de la
Diagnóstico uretra y permitiendo realizar una cistouretrografía
Llegaremos a él a partir de: anterógrada para evaluar la resolución de la disrup-
ción. La mayoría de estas lesiones se resuelven con
• Antecedente y tipo de traumatismo. rapidez y con un bajo índice de estenosis a posterio-
ri. En los casos en los que aparezca la estenosis, ésta
• Tipo de arma utilizada y trayectoria de ésta (en habitualmente se resuelve mediante uretrotomía
los traumatismos penetrantes). interna o dilataciones uretrales.
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Traumatismos de los
genitales externos
Traumatismos de los
genitales externos
Traumatismos del pene......................................................................................................................................... 403
Etiología y clasificación.......................................................................................................................................... 403
Clínica..................................................................................................................................................................................... 404
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 405
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 406
Quemaduras y lesiones por radiación .................................................................................................... 407
Complicaciones............................................................................................................................................................. 407
Traumatismos del escroto y su contenido ......................................................................................... 407
Etiología y clasificación.......................................................................................................................................... 407
Lesiones escrotales.................................................................................................................................................... 407
Trastornos por agentes externos................................................................................................................. 409
Clínica..................................................................................................................................................................................... 409
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 410
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 411
Complicaciones............................................................................................................................................................. 411
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 412
23.Traumatismos de los genitales externos
capítulo 23
Traumatismos de los
genitales externos
Los traumatismos de los genitales externos com- ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
prenden todas aquellas lesiones traumáticas que afec-
ten al pene, al escroto o a sus contenidos. Traumatismos cerrados
No incluimos, pues, las lesiones de uretra, que se 1. Contusiones: La contusión simple es el resulta-
describen en otros apartados del presente libro ni las do de la actuación de una fuerza externa contra
lesiones de los genitales femeninos externos, que clá- el pene, estando éste generalmente en estado de
sicamente pertenecen a la especialidad de Gineco- flacidez. No es en absoluto frecuente debido a
logía. que su situación y motilidad protege a este órga-
no frente a la mayoría de los traumatismos.
La incidencia de los traumatismos de pene y
escroto es realmente muy baja si los comparamos con Cuando se presenta suele acompañarse de
los de otras áreas anatómicas. Las lesiones de genita- otras contusiones más o menos severas en
les externos masculinos sólo son frecuentes en tiem- zonas circundantes (abdomen, escroto, zona
po de guerra, como típicas lesiones de metralla de inguinal), constatándose en la mayoría de los
minas enterradas. casos un hematoma subcutáneo de localización
prepucial.
En la vida civil suelen producirse por accidentes
laborales, de tráfico y de deportes, siendo también 2. Atrapamiento y estrangulación: Las lesiones
relativamente frecuentes en nuestros medios las infe- por atrapamiento son en la inmensa mayoría de
ridas en festejos taurinos. los casos producidas por cremalleras con afecta-
ción exclusiva de la zona prepucial, típicas de niños
de muy corta edad.
TRAUMATISMOS DEL PENE En la mayoría de las ocasiones el prepucio se
encuentra aprisionado por la parte móvil del
Introducción engranaje, no existiendo prácticamente casi nunca
mordida prepucial con cierre de la cremallera
Los traumatismos de pene constituyen una incluyendo la lesión.
entidad bastante infrecuente dentro de las urgen-
cias urológicas. De hecho los realmente graves tie- Otro tipo de lesiones obtusas del pene es el pro-
nen una incidencia aproximada de uno por cada ducido por estrangulación. El pene puede haber
175.000 admisiones en los servicios de Urología. sido anudado para intentar solucionar la enuresis
(Campbell). o en maniobras de masturbación. En otros casos
puede incluso haberse introducido en un anillo,
Al igual que las lesiones de otros órganos pueden cojinete, etc., con idéntica finalidad.
clasificarse en cerrados y abiertos dependiendo exis-
ta o no solución de continuidad en los tegumentos Consecuentemente al estasis venoso que en estos
cutáneos. casos se produce, la parte distal a la zona compri-
mida irá edematizándose progresivamente a la par Muy frecuentemente asociadas a lesiones similares
que aumentando de tamaño, comprimiéndose en el escroto, se producen habitualmente por
aún más por el elemento constrictor. atrapamiento de los genitales a través de la vesti-
menta por la maquinaria industrial.
3. Rotura o fractura del pene: Nos referimos en
este apartado a las lesiones del pene inmediatas a Su magnitud oscila entre el simple desgarro del fre-
la ruptura de la albugínea de los cuerpos caver- nillo por cortedad congénita del mismo, expuesta
nosos. Este incidente puede ser consecuente a un a una fuerte tracción, hasta las extensas mutilacio-
traumatismo contuso sobre el pene o bien a una nes con pérdida de genitales e incluso de piel
sobreangulación del mismo. abdominal.
Para que este hecho se produzca es una condi- 3. Amputaciones: Pueden ser parciales o totales y
ción necesaria que la albugínea se encuentre afortunadamente son muy poco frecuentes. En
sometida a la tensión que ocasiona una fuerte muchos casos consecuencia de intentos más o
erección. Por ello se ha considerado la fractura de menos conseguidos de automutilación, aprecián-
pene una lesión típica de la edad joven por mani- dose un corte de apariencia casi quirúrgica.
pulación forzada durante el coito.
Traumatismos por agentes externos
En la actualidad también es posible observar lesio-
nes por rotura de albugínea en pacientes porta- 1. Quemaduras. Pueden ser eléctricas, térmicas y
dores de prótesis peneanas, con lo que aumenta químicas.
lógicamente su edad de presentación.
2. Radiaciones. Este tipo de lesiones actínicas se
La lesión suele estar referida a un solo cuerpo observan en pacientes que han recibido radiote-
cavernoso, pero se han señalado casos de afecta- rapia por neoformaciones de la zona pelviana.
ción de ambos e incluso del cuerpo esponjoso y
la uretra distal. Actualmente son excepcionales.
Traumatismos abiertos
1. Heridas penetrantes: Consisten principalmen- CLÍNICA
te en erosiones y pinchazos, generalmente en la
población infantil. Otras heridas de mayor entidad Traumatismos cerrados
como las producidas por arma blanca y armas de
fuego, son muy típicas de épocas de guerra. La intensidad del traumatismo será determinante
en las diversas presentaciones clínicas pero en todos
Las mordeduras de animales (y a veces incluso los casos podremos hallar dolor agudo en mayor o
humanas) suelen observarse ya tardíamente, menor grado.
cuando la herida ha cursado una evolución tórpi-
da y presenta signos de sobreinfección. En las contusiones simples puede que éste sea el
único dato que nos aporte el paciente apreciándose
Las heridas penetrantes graves en la población tan sólo una discreta flogosis referida a la zona de
civil generalmente son consecuencia de acciden- lesión. Cuando existe hematoma éste queda general-
tes laborales. mente limitado a la fascia del pene.
2. Heridas por arrancamiento: Pueden ser con En las lesiones por estrangulamiento podremos
o sin pérdida de sustancia, pero en todos los casos apreciar a la exploración física desde un simple edema
hay avulsión de la piel y exposición en mayor o de mayor o menor grado, hasta necrosis de la piel e
menor grado de la cubiertas peneanas. incluso del cuerpo cavernoso, dependiendo de la
En contados casos de muy larga evolución se ha Dado que muy frecuentemente el paciente ocul-
observado gangrena de la uretra y fístula urinaria tras ta a la anamnesis, la auténtica causa de sus molestias,
la descompresión. en algún caso el médico puede confundir estas lesio-
nes con una parafimosis, cuando el edema distal reba-
En los procesos más severos de fractura peneana sa proximalmente el anillo y llega a ocultar el cuerpo
el paciente refiere haber notado un chasquido con extraño casi en su totalidad.
dolor súbito en la zona de la lesión.
Las lesiones abiertas del pene son identificables a la
La disuria extrema, uretrorragia y la retención simple exploración física. En los casos de heridas por
aguda de orina son síntomas frecuentemente asocia- arma de fuego puede apreciarse un tatuaje caracterís-
dos a una lesión concomitante de la uretra. tico cuando ha existido inmediata proximidad del arma.
Figura 2. Lesión obtusa del pene por rodamiento sivo, cateterismo uretral y profilaxis antibiótica. Pero
de acero. cada día pierde más aceptación frente a la actitud acti-
va, y la posibilidad de abcesificación del hematoma no
evacuado y el evidente peligro de establecimiento de
fibrosis y deformidad importante sobre la zona de
desgarro.
En los casos de contusión simple el tratamiento se En algunas ocasiones hemos efectuado previa-
limita a reposo del paciente y analgesia, pudiéndose mente una colocación de torniquete en la base del
aliviar la tumefacción acompañante con tratamiento miembro para controlar rápidamente la hemorragia y
antiflogótico y aplicación de frío local. exponer más fácilmente la lesión.
Ante la evidencia un hematoma importante se Para el tratamiento de las posibles lesiones uretra-
impone la exploración quirúrgica inmediata con eva- les asociadas, remitimos al capítulo correspondiente.
cuación del hematoma, desbridamiento de la zona y
control de la hemorragia. Traumatismos abiertos
El clásico tratamiento conservador comprende El tratamiento de estos traumatismos consiste
reposo, inmovilización del pene bajo vendaje compre- siempre en la reparación quirúrgica, tras extirpar pre-
ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
QUEMADURAS Y LESIONES
POR RADIACIÓN Traumatismos cerrados
Su tratamiento no difiere esencialmente del apli- Engloban todas aquellas lesiones más o menos
cado para este tipo de lesiones en otra parte del extensas consecutivas a un traumatismo directo sobre
organismo con la salvedad de la necesidad de colo- la piel escrotal, sin desgarro ni apertura de la misma.
cación previa de un catéter vesical que nos permita
comprobar la indemnidad de la uretra. Caso de exis- La causa es muy variada pero suelen describirse
tir ésta debería efectuarse derivación urinaria por clásicamente los consecutivos a accidentes (tráfico,
talla suprapúbica. laborales y deportivos), agresiones físicas y ataques de
animales.
2. Hematoma de piel y cubiertas: Sufusión por do va acompañada de una torsión funicular debi-
sangrado de las capas escrotales cuya cuantía da al traumatismo.
depende de la cantidad de arteriolas o albugíneas
afectadas. Suele producirse por el desgarro y rup- Lesiones del contenido escrotal
tura de la unión entre albugínea y vaginal en el
escroto. Puede observarse como expresión única Lógicamente, dependiendo de la intensidad del
o acompañado de hematocele. golpe o aplastamiento recibido derivarán lesiones de
mayor o menor grado en las estructuras incluidas en
3. Hematocele: Es la colección hemática intraes- la bolsa escrotal:
crotal que puede adoptar diversos grados depen-
diendo de la severidad de la lesión. Salvo en los 1. Traumatismos de testículo: Sus lesiones se
casos en que sea de pequeño volumen y se con- pueden clasificar en:
sidere estable, exigirá la valoración de la existencia
o no de una ruptura testicular. a. Contusiones: Es la mínima lesión traumática
del testículo y suele estar provocada cuando
4. Hidrocele: Se considera un signo tardío de trau- en su desplazamiento golpea la cara interna
matismo escrotal, en ocasiones capaz de enmas- ipsilateral.
carar la existencia de un testículo atrófico.
b. Migración: En algunos casos de traumatismo
5. Rotura de gubernaculum testis: No es en sí escrotal el testículo es desplazado intrabdomi-
misma una afeccion muy importante, salvo cuan- nalmente bien por el trayecto inguinal, bien por
una falsa vía previa, generalmente provocada por
Figura 3. Avulsión escrotal con pérdida de el desplazamiento traumático de fragmentos
sustancia. óseos. En estos casos puede haber o no lesión
testicular intrínseca siendo la norma la presencia
en más o menos de hematoma escrotal.
2. Traumatismos de epidídimo: dios también heridas por asta de toro con una cier-
ta frecuencia.
a. Hematoma: Extravasación hemática en el
mismo como exponente de un mínimo trau- La clasificación de este tipo de lesiones está refe-
matismo contuso. Si existiera laceración asocia- rida exclusivamente al escroto independientemente
da de la zona epidídimo-testicular, se puede lle- de las lesiones que se aprecien en su contenido.
gar a condicionar un hematoma intraescrotal. Suelen sistematizarse en:
b. Rotura: Las roturas completas de epidídimo 1. Incisiones: Típica lesión producida por elemen-
son raras pero a veces pueden acompañar a tos cortantes.
otras graves lesiones traumáticas del parén-
quima testicular. 2. Laceraciones: O desgarros del tejido escrotal
generalmente por rotura, atrapamiento y poste-
c. Epididimitis: Puede observarse en algunos rior desgarro. Suelen ser típicas de accidentes
casos como manifestación tardía de un trau- laborables y en no pocos casos se apreciará con-
matismo escrotal. currente herniación testicular.
En la mayoría de las ocasiones, sin embargo, exis- En los desgarros por mordedura pueden existir
tirá un hematoma intraescrotal evidente que –salvo grandes avulsiones, siendo la norma la hemorragia
en casos de volumen mínimo y estable– obligará a la profusa.
escrotomía exploradora.
En las pérdidas de testículo por arrancamiento las
Cuando el hematoma escrotal es profundo, puede manifestaciones clínicas serán distintas, dependiendo
simular un hematocele, sobre todo si se encuentra a que la causa sea accidental o intento de automutila-
tensión. Generalmente el hematoma está limitado por ción, en el segundo caso las incisiones suelen ser más
el tabique escrotal medio y por ello sólo ocupa un limpias y sin gran desgarro de la piel escrotal.
lado de la bolsa.
Las avulsiones por asta de toro pueden producir
Los hematomas más voluminosos son consecuen- también arrancamientos, siendo necesario en estos
cia del desgarro del ligamento escrotal y sus vasos. La casos la identificación a la exploración quirúrgica de
presentación clínica de los hematomas escrotales es las posibles trayectorias asociadas que frecuentemen-
muy variable en dependencia del tiempo transcurrido te presentan este tipo de lesiones.
hasta su exploración: en las horas y días siguientes la
piel se va tornando intensamente azulada y el hema-
toma es también de mayor volumen existiendo infil- DIAGNÓSTICO
trado de pene, periné, y pared abdominal anterior.
Existen casos en que el hematoma es exclusivamente El diagnóstico de las traumatismos escrotales es
intratesticular, con integridad de la túnica albugínea obvio a la anamnesis y a la exploración física en la
que lo delimita. La intensa compresión ejercida en mayoría de los casos.
estos casos contra el tejido noble y consecuente
isquemia es causa directa del intensísimo dolor que en Sólo en las ocasiones de exploración muy diferida
estos casos referirá el paciente. por tardanza en consultar el paciente, puede haberse
producido una gran distensión inflamatoria que dificul-
Junto al hematoma testicular puede existir tam- te la valoración física de la lesión. En los traumatismos
bién un hematocele. Esta acumulación de sangre en la cerrados deberemos constatar la presencia o no de
cavidad vaginal es fruto de desgarros de las paredes hematocele, así como lesión epididimaria y testicular.
de la túnica o rotura de la albugínea testicular. Este
hematocele puede ser de presentación única sin aso- La ecografía escrotal se ha erigido como pieza
ciarse a equimosis o lesiones superficiales. fundamental en estos casos puesto que nos ayuda de
manera no invasiva a la valoración de estas lesiones. Suele efectuarse en estos casos una incisión intra-
Siempre que en un estudio ecográfico constatemos la escrotal transversa sobre el hemiescroto traumático
presencia de una colección hemática u observemos con apertura de planos hasta la vaginal testicular. Ha
cualquier alteración testicular, deberemos realizar de abrirse también esta capa y efectuar enucleación
exploración quirúrgica. del testículo para comprobar el estado del mismo.
El doppler estará indicado en los casos en los que Ante un hematoma intratesticular la norma es la
la exploración física nos haga sospechar compromiso abstención. Si lo que existe es rotura con salida de
vascular. pulpa, ha de repararse la albugínea mediante sutura
directa, o bien si existe pérdida de sustancia, con par-
La radiografía simple de abdomen estará indicada che de túnica vaginal.
para valorar lesiones asociadas y confirmar la presen-
cia de cuerpos extraños. En las avulsiones de escroto es necesario extirpar
en un primer tiempo la totalidad de los tejidos necró-
Ante la menor sospecha de lesión uretrovesical ticos. La exploración quirúrgica minuciosa nos permi-
concurrente (uretrorragia, hematuria) estarán indica- tirá programar una correcta reparación. Sólo en casos
das una uretrografía retrógrada y/o cistografías de muy excepcionales, sería necesario algún tipo de injer-
relleno vesical. to cutáneo.
El diagnóstico diferencial sólo se plantea en el Es sabido que en el escroto, por sus especiales
caso de traumatismos cerrados poco severos, donde características, las heridas abiertas tienen gran ten-
el tumor y la turgencia testicular puede remedar otras dencia a la curación.
patologías como orquitis, paquivaginalitis, etc.
Incluso existiendo pérdida de sustancia, la cicatri-
En este sentido debemos siempre tener presente zación cursa con bastante rapidez, siempre que la
que en ocasiones un traumatismo escrotal ha puesto herida se mantenga libre de infecciones.
de manifiesto la existencia de un previamente inad-
vertido tumor testicular.
COMPLICACIONES
TRATAMIENTO Las más importantes son la atrofia testicular secun-
daria, y consecuentes efectos endocrinos como inferti-
El tratamiento general de escroto contuso com- lidad e hipogonadismo cuando estas lesiones son bila-
prende reposo, suspensorio, antiálgicos, antiinflama- terales.
torios y profilaxis antibiótica. Pero salvo las mínimas
contusiones escrotales con indemnidad comproba- También se ha señalado el teste doloroso, obs-
da de cordón, testes y epidídimo, el resto de los trucción de vía seminal y diversos grados de manifes-
traumatismos que cursan con tumoración intraes- taciones psicológicas que pueden incluso ser causa de
crotal y teste no palpable deben ser explorados disfunción eréctil.
quirúrgicamente.
Oncología
capítulo 24
Los tumores renales benignos son neoplasias de una incidencia de adenoma muy por debajo del 1% en
comportamiento benigno que pueden originarse a población sana(3).
partir de la corteza renal o a partir de tejidos mesen-
quimatosos, bien del parénquima (tanto del estroma En tres cuartas partes se trata de lesiones únicas
como del componente epitelial renal) o bien de la y en un 25% multicéntricas. Histológicamente se des-
cápsula renal.A pesar de su comportamiento benigno, criben como lesiones pequeñas y bien circunscritas,
estos tumores pueden llegar a constituir masas volu- con células de citoplasma uniformemente eosinófilo o
minosas debido a su crecimiento indolente y generar basófilo, con características citológicas normales y dis-
síntomas como dolor en flanco o sangrado de la puestas en forma papilar o tubulopapilar. La confirma-
lesión. Su diferenciación con las masas renales malig- ción histológica es difícil en una pieza quirúrgica ya
nas por medios clínicos y radiológicos, aunque posible que muchos patólogos creen que no existen hoy por
en algunos casos, es en general difícil y en la mayor hoy medios histopatológicos, ultraestructurales o
parte de las ocasiones se diagnostican por el patólo- inmunohistoquímicos para diferenciar entre neopla-
go tras la nefrectomía(1-2). sias derivadas del epitelio renal benigno y maligno. En
relación con esto, clásicamente se ha postulado que el
tamaño de la lesión podría predecir su comporta-
ADENOMA RENAL CORTICAL miento situándose el límite en 3 cm. En este sentido
destacar los dos trabajos de Bell et al de 1938 y de
Se trata de una masa cortical renal sólida. Como 1950, en los que se evidenciaba la existencia de
entidad, la existencia de una masa renal sólida benig- metástasis en el marco de lesiones corticales renales
na ha sido muy debatida, fundamentalmente a raíz de menores de 3 cm. Para Theones et al, un adenoma
los trabajos de Bell et al, que afirmaba que los tumo- renal sería toda lesión cortical renal menor de 1 cm y
res menores de 2 cm debían ser enmarcados en el grado nuclear 1(4). En cualquier caso, es difícil obtener
grupo de los adenomas renales. Se diagnostican fun- del patólogo un diagnóstico de adenoma renal proce-
damentalmente en el marco de autopsias con una dente de una pieza quirúrgica. Al no existir pruebas
incidencia del 7 al 23%. Hoy en día se definen y reco- diagnósticas que permitan discriminar el adenoma del
nocen como tumores epiteliales tubulopapilares con adenocarcinoma, el manejo de toda lesión sólida del
ausencia de pleomorfismo celular y con una medida parénquima renal debe ser la extirpación quirúrgica.
menor de 5 mm de diámetro máximo. Su incidencia En estos casos, y siempre que técnicamente sea posi-
aumenta con la edad, es más frecuente en varones ble, el pequeño diámetro de la lesión permite una
(relación 3 a 1) y se asocia con la enfermedad de Von cirugía conservadora, en forma de tumorectomía o de
Hippel-Lindau, con la enfermedad quística renal adqui- nefrectomía parcial(5).
rida propia de la insuficiencia renal terminal y con el
tabaco.
ADENOMA METANÉFRICO
Estos tumores son asintomáticos e indetectables
radiológicamente en un alto porcentaje de los casos El adenoma metanéfrico fue descrito por Mostofi
debido a su pequeño tamaño (menores de 1 centí- et al y Davis et al(6-8). Esta lesión se caracteriza por un
metro). Mediante ecografía, Tosaka et al identificaron curso benigno y por imágenes histológicas propias e
identificativas. No obstante el papel de esta entidad se raramente quística. Con la tomografía computarizada
esta redefiniendo al haberse descrito recientemente (TC) se observa una masa relativamente hipodensa
por Pins et al y por Renshaw et al dos casos de ade- o isodensa, que capta débilmente el contraste. No es
noma metanéfrico metastásico(9-10). posible establecer un diagnóstico diferencial efectivo
entre esta entidad y el carcinoma de células renales
Suelen ser tumores unilaterales y unifocales y en (al igual que en el caso de los adenomas renales)(13-
14)
ocasiones se intuye una seudocápsula delgada y dis- . La resonancia magnética nuclear (RMN) no apor-
continua. Al corte tienen una coloración gris o ama- ta más información al diagnóstico de esta entidad
rillenta. Histolígicamente están formados por células que aparece como una masa hipodensa en imágenes
epiteliales cuboideas pequeñas e intensamente potenciadas en T1 y ligeramente hiperdensas en T2;
basófilas que se agrupan de manera estrecha en en ocasiones se observa como una lesión isodensa
forma de pequeños acinos o túbulo y, más raramen- tanto en T1 como en T2(15).
te, en forma de estructuras tubulopapilares; presen-
tan escaso pleomorfismo celular y pocas figuras Aunque este tumor se ha enmarcado dentro de
mitóticas. Estas células se engloban en un estroma los tumores renales benignos, realmente la reciente
predominantemente acelular y son comunes la pre- descripción de la enfermedad, su rareza y la falta de
sencia de cuerpos de Psammoma. Asimismo se han elementos definitorios clínicos, radiológicos y citológi-
observado fenómenos de regresión tumoral en cos, hace que esta entidad sea un diagnóstico casual
forma de cicatrización y/o calcificación. Para el diag- por parte del patólogo en el marco de una nefrecto-
nóstico de esta entidad debe predominar la distri- mía ante la sospecha de carcinoma de células renales.
bución tubuloacinar. Por otro lado, la descripción de casos con disemina-
ción de la enfermedad debe hacernos replantear su
Algunos autores como Davis et al proponen una manejo y seguimiento y considerar esta enfermedad
relación entre el adenoma metanéfrico y el tumor de como un carcinoma de células renales(16-18).
Wilms basada en la similitud histológica (elementos
hamartomatosos de la nefroblastomatosis); no obs-
tante estudios genéticos recientes no han encontrado ONCOCITOMA
las mismas alteraciones genéticas identificadas clásica-
mente en el tumor de Wilms (alteraciones en el cro- Fue descrito por Klein y Valesi en 1976 y repre-
mosoma 11p13). Frente a éstos, otros autores (como senta entre el 3 y 7% de todas las masas renales sóli-
Brown et al, 1997) proponen que el adenoma meta- das. Se forman a partir de las células intercaladas de
néfrico estaría relacionado con el carcinoma de célu- los conductos colectores. Macroscópicamente, estos
las renales papilar, al identificar alteraciones genéticas tumores son ligeramente marrones, homogéneos y
clonales idénticas (alteraciones en los cromosonas 7 y bien circunscritos; presentan una seudocápsula
17 y pérdidas del cromosoma Y). No obstante estas (Figura 1). Es común encontrar una cicatriz central
características genéticas no han podido ser reproduci- (33 a 80%) aunque es raro observar necrosis promi-
das en todos los casos(11). nente, hipervascularidad marcada o pequeñas hemo-
rragias. Microscópicamente predominan las células
Aparece en todas las edades, aunque es más eosinófilas, poligonales o redondas, uniformes, con un
común en la quinta y sexta década de la vida y se han citoplasma granular abundante y fino. Desde el punto
descrito varias formas de presentación, como dolor de vista ultraestructural el carácter eosinofílico celu-
en flanco, hematuria macroscópica o masa palpable; lar se corresponde con una riqueza desmedida de
en el momento del diagnóstico el tamaño medio mitocondrias en el citoplasma celular. Desde el punto
descrito se sitúa en torno a los 5 cm (3 a 6 cm), de vista morfológico se han descrito tres tipos de
habiéndose descrito casos de hasta 20 cm. Otros sín- patrones:
tomas menos frecuentes son la policitemia (12%) y la
hipercalcemia(12). Desde el punto de vista diagnóstico, • Patrón organoide: nidos de células rodeadas por
el adenoma metanéfrico es identificado ecográfica- una trama de reticulina, finos vasos sanguíneos y
mente como una masa hiper o hipoecoica y más bandas de delicado estroma fibroso. Los nidos
Figura 1. Oncocitoma renal: A. Imagen macroscópica de tumor parenquimatoso de color marrón, homogéneos
y bien circunscrito, con cicatriz central; B. Imagen microscópica de células eosinófilas, poligonales con citoplasma
granular; C. Imagen ultraestructural con abundantes mitocondrias en el citoplasma celular.
pueden estar unidos débilmente o estrechamente a 30% de los casos muestran pleomorfismo o atipia
apretados con apariencia de hoja. celular. Otras características histológicas observadas han
sido: hemorragia tumoral (20 a 30%) y extensión a la
• Patrón tubuloquístico o alveolar: células agrupadas grasa perinéfrica (11 a 20%). Hoy en día, algunos pató-
formando estructuras tubuloquísticas separadas logos sólo informan el diagnóstico de oncocitoma renal
por un estroma débil y edematoso. en los casos de tumores puramente de bajo grado. Al
resto de las lesiones las denominan carcinomas oncocí-
• Patrón mixto: con características propias de los ticos, aunque parecen tener mejor pronóstico que el
dos patrones previos. carcinoma de células renales. Las anomalías citogenéti-
cas identificadas en esta enfermedad se han agrupado
En casos excepcionales se ha observado invasión en 4 niveles: pérdida de los cromosomas 1 e Y, traslo-
linfovascular, extensión perinéfrica y necrosis; en los cación equilibrada (balanceada) del cromosoma 11q13,
casos en los que aparecen estas características se habla cambios esporádicos mal definidos o cambios cromo-
de oncocitomas atípicos. La mayor parte de los onco- sómicos no detectables. En más del 96% de los casos
citomas son citológicamente de bajo grado, aunque no estos tumores muestran diploidia celular y, en un alto
es raro identificar oncocitomas con nucleolos promi- porcentaje de los casos, también alteraciones del DNA
nentes en un cierto porcentaje de casos y en un 12% mitocondrial. Estas anomalías son características de esta
entidad y distintas de las observadas en los carcino- Los oncocitomas renales son en general asinto-
mas de células renales. A pesar de todo lo descrito, las máticos, y al igual que los carcinomas de células rena-
alteraciones genéticas propias de los oncocitomas les, suelen mostrar un diagnóstico incidental. En el
están poco descritas. momento del diagnóstico el tamaño del tumor suele
oscilar entre 4 y 6 centímetros. Cuando crecen pue-
Se ha descrito un subgrupo de pacientes con den generar síntomas por su tamaño en forma de
oncocitomas renales en el marco de oncocitosis fami- hematuria, dolor en flanco o masa palpable. El patrón
liar o en el síndrome de Birt-Hobb-Dube. Este sín- de centro estrellado permite sospechar el diagnóstico
drome se caracteriza por varios desórdenes derma- de oncocitoma renal en imágenes de TC, pero no es
tológicos y el desarrollo de tumores epiteliales rena- ni mucho menos un elemento definitorio (Figura 2).
les como oncocitomas y carcinomas renales de célu- En cuanto al diagnóstico por imagen, en la tomogra-
las claras. fía axial computerizada, el oncocitoma se identifica
como una lesión sólida, homogénea, que en ocasio-
El principal diagnóstico diferencial del oncocitoma nes muestra una zona central estrellada hipodensa
renal se plantea con el carcinoma renal de células cro- compatible con una cicatriz central; los oncocitomas,
mófobas; ambas entidades derivan de las células de los en contraste con el parénquima renal, son hipoden-
túbulos distales y por ello presentan similitudes histo- sos tanto con contraste como sin él. Ahora bien, los
lógicas (en especial la variante eosinofílica). El diagnós- trabajos de Davidson et al han demostrado que la TC
tico diferencial es relativamente fácil mediante inmu- por sí sola es incapaz de diferenciar fehacientemente
nohistoquímica y análisis citogenético. Se ha descrito un oncocitoma de un carcinoma renal(19-20). La RMN
la posibilidad de coexistencia en la misma lesión de un muestra al oncocitoma como una masa renal rodea-
oncocitoma y un carcinoma de células renales hasta da de una cápsula bien definida, con un centro cica-
en un 32% de los casos (7 a 32%). Asimismo, Weirich tricial estrellado en forma de una señal de baja inten-
et al describieron la existencia de oncocitosis renal sidad en las imágenes potenciadas en T1, aunque
familiar en 5 familias que mostraban una marcada ten- también es frecuente encontrar señales isointensas.
dencia a desarrollar oncocitomas renales múltiples, En T2 dan señales hiperintensas, aunque se han
bilaterales y de comienzo precoz. encontrado señales iso e hipointensas. Aunque exis-
Figura 2. Oncocitoma renal: A.TC abdominal con lesión sólida renal con zona central estrellada hipodensa;
B. Arteriografía con aspecto en rueda de carro debido a la disposición de los vasos que irradian hacia el centro
de la lesión.
ten por tanto elementos que permiten orientar el Figura 3. Angiomiolipoma: A. Neoplasia clonal
diagnóstico, realmente la RMN no aporta una ayuda benigna con tejido adiposo maduro, músculo liso
franca al diagnóstico diferencial. La angiografía se ha y estructuras vasculares; B. Ecográficamente el
descrito como una técnicamente potencialmente útil angiomiolipoma es una masa hiperecogénica
y la imagen característica es la apariencia en rueda- de densidad grasa.
estrellada (Figura 2), derivada de la disposición de
vasos radiando hacia el centro de la lesión, un relle-
no capilar homogéneo durante la fase de nefrograma
y un anillo hipervascularizado alrededor del períme-
tro de la lesión. Desgraciadamente, estas característi-
cas tan definitorias no son constantes y se han des-
crito en un 4 a 76% de los casos(21). La PAAF no apor-
ta ventajas debido a la dificultad para distinguir entre
el oncocitoma renal y las formas granulares del car-
cinoma de células renales o la variante eosinofílica
del carcinoma de células cromófobas, así como la
mencionada posibilidad de coexistencia de oncocito-
ma con carcinoma renal.
Figura 4. Esclerosis tuberosa o enfermedad de Bourneville: A. Angiomiolipoma renal bilateral de gran tamaño
en un paciente afecto de esclerosis tuberosa; B. Adenoma sebáceo cutáneo (tumor de Pringle).
la bilateralidad, a la multicentricidad y hacia un creci- comportamiento maligno y difiere del AML clásico.
miento acelerado (lo que repercute en una mayor Esta lesión puede confundirse fácilmente desde el
tasa de presentación sintomática)(26) (Figura 4). Fuera punto de vista de la imagen con el carcinoma renal y
de este síndrome, la enfermedad muestra un claro desde el punto de vista histopatológico con el heman-
predomio en mujeres y el pico de incidencia se sitúa giopericitoma.
en torno a los 50-60 años.
En la era previa a las pruebas de imagen, la mayor
Histologicamente muchos AML muestran zonas parte de los AML eran diagnosticados cuando se
de atipia celular y el diagnóstico diferencial patológico hacían sintomáticos. Una de las manifestaciones clíni-
incluye distintos tipos de sarcoma (fibrosarcoma, leio- cas más temidas de estos tumores es la hemorragia
miosarcoma, liposarcoma) según las proporciones de retroperitoneal masiva o síndrome de Wünderlich,
tejido adiposo, vascular y muscular. El diagnóstico dife- que se ha observado en el 10% de los casos y se
rencial se simplifica con el empleo de la inmunotinción caracteriza por dolor en flanco, hematuria, masa pal-
con HMB-45 (anticuerpo monoclonal formado contra pable en flanco y shock hipovolémico. Si esta entidad
el antígeno del melanoma), que es característico de no se identifica y trata de manera adecuada, no es
los AML y permite fielmente el diagnóstico diferencial raro que cause la muerte del enfermo. El embarazo
con los sarcomas. Al margen de esto se han descrito favorece el crecimiento del AML y su tendencia al
dos casos de leiomiosarcoma de alto grado (mortales sangrado, lo que puede inducir un cambio en la toma
a la postre) generados en el seno de un AML, así de decisiones. Otras formas clínicas de presentación
como un caso de AML altamente pleomórfico que son anemia e hipertensión. A pesar de todo, la forma
desarrolló metástasis pulmonares (tanto el AML de presentación más frecuente es la incidental (>50%
como sus metástasis tenían tinción positiva para de los casos) debido al empleo cada día más fre-
HMB-45). Hay que tener en cuenta que estos casos cuente de las pruebas de imagen.
son una verdadera excepción(27). Recientemente se ha
descrito una nueva variedad de angiomiolipoma atípi- Al contrario de las lesiones descritas hasta ahora
co, el angiomiolipoma epitelioide o pecoma. Se trata (adenoma renal, adenoma metanéfrico y oncocito-
de una lesión de comportamiento biológico incierto, ma), el AML muestra criterios radiológicos específicos
derivada de células pericíticas, que muestra cierto que permite un diagnóstico diferencial sólido con
otras masas renales. En este sentido, la ecografía y la y sintomáticos se recomienda su extirpación quirúrgi-
TC son las técnicas de imagen más útiles. ca teniendo en cuenta la edad del paciente, la comor-
Ecográficamente se trata de una masa intrarrenal bilidad y otros factores relacionados. En este caso se
hiperecogénica, de la misma densidad que la grasa recomienda un manejo lo más conservador posible
perirrenal (Figura 3). La TC de abdomen muestra la en forma de nefrectomía parcial o embolización selec-
presencia de grasa en una lesión renal (<10 unidades tiva, sobre todo en el caso de AML de pequeño tama-
Hounsfield) y, por pequeña que sea, excluye el diag- ño y sintomáticos, en pacientes con esclerosis tubero-
nóstico de carcinoma renal de células claras y aporta sa, en los AML multicéntricos y en aquellos en los que
el diagnóstico de AML. En los casos excepcionales en la función renal se vea deteriorada.
los que se ha descrito grasa en el marco de un carci-
noma de células renales existían invariablemente cal- La mayoría de los pacientes con hemorragia grave
cificaciones, hallazgo nunca descrito en un AML. Existe aguda o potencial requieren nefrectomía total. En los
un porcentaje de casos en los que el componente casos con esclerosis tuberosa, enfermedad bilateral,
graso es bajo y no identificado por la TC abdomen y insuficiencia renal crónica o comorbilidad que pueda
que son inicialmente diagnosticados de carcinoma, conducir a insuficiencia renal significativa debe orien-
confirmándose posteriormente el hallazgo de AML tarse hacia la embolización selectiva como tratamien-
por el patólogo. La ecografía identifica una lesión bien to provisional o definitivo(29-30).
circunscrita, altamente ecogénica y que frecuente-
mente deja sombra posterior, siendo esta última
característica muy orientativa de AML y muy rara de
carcinoma renal. Aunque el AML es una entidad
NEFROMA QUÍSTICO
benigna, se han observado ocurrencias extrarrenales MULTILOCULADO
en ganglios linfáticos del hilio renal, retroperitoneo e
hígado, así como extensión por el sistema venoso Es una lesión renal benigna, cuyo pico de inciden-
(vena renal o vena cava). cia es bimodal (un pico a los 2-3 años de vida y otro
en la cuarta-quinta década). En el primer pico hay un
El manejo del AML debe tener en cuenta su his- predominio en varones y en el segundo en mujeres.
toria natural (entidad benigna y ritmo de crecimiento) Macroscópicamente, estas lesiones están bien circuns-
y el riesgo de sangrado. Los trabajos publicados tradi- critas y encapsuladas y consisten en múltiples espacios
cionalmente han puesto como punto de corte los 4 no comunicados y rellenos de líquido divididos por
centímetros. El trabajo de Oesterling et al estableció septos. La mayoría se sitúan centralmente.
que el 82% de los tumores mayores de 4 cm fueron Histológicamente, los quistes están recubiertos por
sintomáticos y el riesgo de shock hemorrágico del 9%, células epiteliales cuboideas dispuestas en un patrón
mientras que sólo un 23% de los menores de 4 cm en panel de abeja y destaca su pronunciada celulari-
fueron sintomáticos(28). En la literatura publicada se ha dad. En los niños se identifica como una masa abdo-
observado en general que los AML de tamaño peque- minal asintomática detectada en el examen físico ruti-
ño (menor de 4-5 cm) tienen poca o nula capacidad nario, mientras que en los adultos, las formas más fre-
de crecimiento a lo largo del tiempo y raramente se cuentes de presentación sintomática son el dolor
hacen sintomáticos. Frente a la normalidad, los AML abdominal, la hematuria, la infección del tracto urina-
multicéntricos y los AML en el seno de una esclerosis rio o la hipertensión. Los casos familiares son raros y
tuberosa muestran una gran capacidad de crecimien- en general son tumores unilaterales y unifocales.
to, en torno al 20% por año (frente al 5% descrito
para los AML normales). Todos los nefromas quísticos son por definición
multiloculados y casi todos se clasificarían como quis-
Los AML pequeños y asintomáticos (menores de tes renales complejos sospechosos de malignidad,
4 cm) pueden ser manejados de manera expectante dentro del grupo III o IV de Bosniak (Figura 5). Datos
con controles mediante pruebas de imagen cada 6 a inconstantes pero que sugieren un nefroma multiquís-
12 meses para definir la tasa de crecimiento y el sig- tico son la calcificación curvilínea y la herniación en la
nificado clínico. En el caso de AML de mayor tamaño pelvis renal (10 a 20% de los casos). Son lesiones avas-
Figura 5. El nefroma multilocular quístico en el escasas mitosis y sin pleomorfismo. Si se observa una
adulto se presenta como una masa multiquística tasa mitótica elevada o pleomorfismo relevante, la
compleja sospechosa de malignidad (Bosniak III o IV). lesión se debe enmarcar dentro del grupo de leio-
miosarcoma. En cuanto a la presentación clínica, la
sintomatología depende directamente de su tamaño.
En el pasado, la mayoría de los tumores eran sinto-
máticos (dolor, hematuria o síntomas gastrointestina-
les), fundamentalmente debido a su gran tamaño. De
hecho, a finales de los años 90, según Steiner et al(33),
el tamaño medio era de 12,3 cm y el mayor tamaño
descrito fue de 57 cm. Hoy en día su diagnóstico es
fundamentalmente casual en el marco de una explo-
ración de imagen abdominal, por lo que mayoritaria-
mente son lesiones pequeñas y asintomáticas. Su apa-
riencia radiográfica es muy variable y oscila entre
lesiones puramente quísticas y lesiones sólidas.
Algunos leiomiomas renales son lesiones hiperinten-
sas en RNM, aunque en general no es posible un
diagnóstico claro entre leiomioma y carcinoma renal
culares o hipovasculares desde el punto de vista con los medios actuales. En principio el abordaje es
angiográfico (aunque existen lesiones hipervascula- superponible al del carcinoma renal: nefrectomía radi-
res), con los septos en ocasiones son hipercaptantes cal y si es posible, nefrectomía parcial preservadora
con la infusión de contraste. de parénquima(34). Puede crecer hasta alcanzar un
gran tamaño y presentarse con dolor lumbar o
Dada la incapacidad de las técnicas diagnósticas hematuria. Histológicamente debe diferenciarse del
actuales para distinguir entre esta lesión y un carcino- liposarcoma y puede confundirse con un AML en
ma, hoy en día se maneja esta lesión con nefrectomía base a sus características clínicas y radiográficas. En su
parcial, siempre y cuando el tamaño de la lesión y la mayor parte es una lesión confinada a la cápsula
localización permitan un manejo conservador. La renal(35).
mayor parte de los niños son manejados mediante
nefrectomía radical debido a la duda con un tumor de El reninoma o tumor yuxtaglomerular secretor de
Wilms. Esta entidad sigue un curso clínico benigno, renina fue descrito en 1967. Hoy en día se le consi-
pero se han descrito nefromas quísticos con elemen- dera una variante de un hemangiopericitoma deriva-
tos de malignidad (en adultos en forma de elementos do de las células yuxtaglomerulares. Es característica
estromales sarcomatosos y en niños con focos de una fuerte inmunotinción positiva para el factor VIII y
nefroblastoma). El potencial de diseminación de estos antígenos relacionados con este factor VIII; esta tinción
elementos conlleva la necesidad de una inspección confirma además su origen de línea celular endotelial.
cuidadosa en busca de estos elementos(31-32). En su mayor parte son tumores pequeños, solitarios e
hipovasculares, que se visualizan bien mediante eco-
grafía o CT en forma de una masa sólida parenqui-
matosa. Su pico de incidencia se sitúa entre la tercera
OTROS TUMORES RENALES y la cuarta década de la vida y muestra un predomi-
BENIGNOS nio femenino. Clínicamente se caracteriza por hiper-
tensión e hipopotasemia asociadas a síntomas como
Los leiomiomas renales son neoplasias benignas y polidipsia, poliuria, mialgia y dolores de cabeza, sínto-
de crecimiento lento que pueden originarse a partir mas secundarios a una hiperproducción de renina. Su
de la cápsula, de los tejidos peripiélicos o de la vena manejo es la extirpación quirúrgica, que habitualmen-
renal. Microscópicamente, los leiomiomas están for- te permite una nefrectomía parcial, más aún si existe
mados por células musculares en forma de huso, con la sospecha clínica.
Figura 6. Malacoplakia renal con imagen Existen otras tumoraciones renales benignas, de
ultraestructural de cuerpos de Michaelis-Gutman que origen no tumoral, sino inflamatorio y metaplásico.
corresponden a cuerpos de inclusión derivados Entre ellas destacan dos procesos: la malacoplakia
de membranas celulares. renal y el colesteatoma renal. La primera de ellas se
trata de un proceso inflamatorio crónico seudotumo-
ral, que debe diferenciarse de la pionefrosis litiásica.
Desde el punto de vista de la imagen destaca la pre-
sencia de inflamación crónica con abundancia fibrohis-
tiocítica. Ultraestructuralmente los histiocitos apare-
cen cargados de cuerpos de inclusión por digestión
de membranas, conocidos como cuerpos de
Michaelis-Gutman (Figura 6). El colesteatoma renal es
un proceso metaplásico en el que el urotelio de la
pelvis y/o cálices renales sufre una transformación epi-
dermoide queratinizante. Esta metaplasia produce un
material descamativo que se acumula en el interior de
la vía urinaria y distorsiona el parénquima renal. En
ocasiones se asocia también a la expulsión de un
material córneo en la orina.
Existen otros tumores benignos de mayor rareza
en su mayor parte derivados primariamente de ele- Finalmente, existen tumoraciones benignas, aun-
mentos mesenquimatosos del riñón y su entorno que de naturaleza incierta desde el punto de vista de
(fibromas, lipomas, linfangiomas, hemangiomas, etc…). la imagen, de origen infeccioso. Básicamente son las
En general se trata de tumores raros, pero entre ellos infecciones por hongos, la hidatidosis renal (especial-
destacan por su frecuencia los fibromas medulares. Se mente los casos de diagnóstico por imagen atípico) y
trata de tumoraciones de pequeño tamaño, por lo la tuberculosis renal.
general entre 1 y 7 mm de diámetro, encontrados en
autopsias, por lo que habitualmente escapan a la
detección radiológica, aunque también se han descri-
to algunos casos clínicamente patentes(36-43).
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Tumores malignos
del parénquima renal
Tumores malignos
del parénquima renal
Introducción histórica............................................................................................................................................. 435
Clasificación...................................................................................................................................................................... 435
Cáncer de células renales.................................................................................................................................... 437
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 448
25.Tumores malignos del parénquima renal
capítulo 25
Tumores malignos
del parénquima renal
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA yuxtacapsular, debía proceder de restos adrenales.
Esta idea fue apoyada por diferentes investigadores y
La historia reciente de la cirugía renal comienza patólogos de la época hasta que Lubarch, en 1894,
en 1861, año en que Wolcott publicaba la primera introdujo el término tumores hipernefroides para desig-
nefrectomía documentada sobre una masa renal que nar el origen adrenal de los tumores renales, que pos-
erróneamente había calificado de hepatoma. Poste- teriormente condujo al erróneo término hipernefro-
riormente, en 1867, Spiegelberg realizaba incidental- ma que ha predominado en la literatura para descri-
mente una nefrectomía en el curso de la excisión de bir a los tumores renales parenquimatosos prima-
un quiste equinocócico. rios(1). En 1903, Albarrán e Imbert corrigieron ese
desafortunado error de concepto y junto a los traba-
Hubo que esperar hasta 1869 para asistir a la pri- jos de Wolff, escritos entre 1883 y 1928, comenzó el
mera nefrectomía planificada, realizada por Simon, desarrollo de la conformación conceptual actual acer-
como consecuencia de una fístula ureteral permanen- ca de los tumores renales.
te, intervención a la que el paciente sobrevivió con la
subsiguiente cura de la fístula. Al año siguiente
Gilmore realizaba la primera nefrectomía planificada CLASIFICACIÓN
en Mobile, Alabama (EE.UU.) como tratamiento en
una paciente afecta de pielonefritis crónica atrófica e La aproximación más práctica a la clasificación de
infección urinaria persistente. los tumores renales fue la realizada por Deming y
Harvard en 1970. Establecían, en ella, once categorías
Fue Harris, en 1882, quien publicó una serie de tumorales, con subdivisiones múltiples, que incluían
más de cien casos de extirpación renal por diversas prácticamente todas las enfermedades tanto renales
patologías, que permitió el análisis clínico, quirúrgico e propiamente dichas, como perirrenales que pudieran
histopatológico de todas las alteraciones renales que comprometer el riñón secundariamente. En 1980,
precisaban cirugía de exéresis. Glenn realizó una simplificación de dicha clasificación
mejorando la complejidad de la misma y añadiendo
Con el advenimiento de las intervenciones qui- todas aquellas lesiones de nueva descripción. A la for-
rúrgicas para el tratamiento de las enfermedades mulación original de Glenn se añadió el epígrafe onco-
renales, se dispuso del tejido necesario para la inter- citoma incluyéndolo en el subgrupo de tumoraciones
pretación histopatológica, y así, en el año 1826, König, de carácter benigno(2).
describió por primera vez la anatomía de los tumores
renales. Pero no fue hasta 1855 el momento en que Recientemente, la descripción de Barbaric (1994)
Robin demostró el origen de los tumores renales a categoriza las masas renales desde el punto de vista
partir de las células epiteliales del túbulo proximal, patológico (malignas, benignas o inflamatorias) y
hecho que fue confirmado por Waldeyer en 1867. desde el punto de vista de su imagen radiográfica
Desafortunadamente, Grawitz, en 1883, introdujo cier- (quistes simples, quistes complejos, tumores grasos y
ta confusión, interpretando que el color amarillo otros), generando una clasificación práctica(3) que
característico de la estirpe de células claras del cáncer ayuda al diagnóstico diferencial de las masas renales
renal, debido a su alto contenido graso, y su ubicación (Tabla 1).
Tabla 2. Clasificación WHO/OMS del cáncer de células El cáncer de células renales es más frecuente en
renales. el varón, con una relación hombre:mujer de 2:1, y en
el hábitat urbano. A pesar de que el carcinoma de
Tumores de células renales células renales (CCR) se considera una enfermedad
del adulto, con un pico de prevalencia entre la cuarta
Carcinoma de células renales claras y la sexta décadas de la vida, puede, en algunos casos
Carcinoma de células renales claras multilocular raros, presentarse en pacientes jóvenes.
Carcinoma de células renales papilar
Carcinoma de células renales cromófobo Desde el punto de vista genético se han identifi-
Carcinoma de los conductos colectores de Bellini cado dos cohortes de cáncer renal heredo-familiar:
Carcinoma renal medular aquellos pacientes que presentan síndrome de Von
Carcinoma con translocación Xp11 Hippel-Lindau (VHL) y aquellos con cáncer de células
Carcinoma asociado con neuroblastoma renales papilar familiar.
Carcinoma mucinoso tubular y de células
fusiformes Etiología
Carcinoma inclasificable
Adenoma papilar
La mayoría de los cánceres de células renales deri-
van del túbulo contorneado proximal, pero se han
Oncocitoma
identificado algunos subtipos procedentes de los
túbulos distales o de los colectores corticales.
El adenocarcinoma de células renales supone el
80-85% de todas las neoplasias malignas del riñón en Factores de riesgo
adultos. Tiene su origen en el epitelio de los túbulos
renales, en la corteza o en la médula, dependiendo del En los modelos de experimentación animal se han
subtipo histológico, lo que implica diferentes pronós- identificado un gran número de factores potencial-
ticos e incluso distintas respuestas a tratamientos mente responsables del desarrollo de este tipo de
médicos. Actualmente, la clasificación de la WHO/OMS tumores, pero hasta el momento actual no se ha des-
del carcinoma de células renales (CCR) distingue crito ningún factor relacionado con su aparición en los
cinco subtipos histológicos: carcinoma de células cla- seres humanos. El tabaco, en cualquiera de sus formas,
ras, CCR papilar, CCR cromófobo, CCR de ductos se ha relacionado con un aumento en la incidencia del
colectores y CCR no clasificables (Tabla 2). cáncer de células renales, habiéndose observado una
relación directamente proporcional entre la duración
del hábito tabáquico y la aparición de los tumores, e
CÁNCER DE CÉLULAS inversamente proporcional entre la edad de adquisi-
ción del hábito y su aparición (7).
RENALES
No se ha conseguido demostrar hasta la fecha la
Epidemiología relación de ningún carcinógeno ocupacional o industrial
con la aparición del cáncer de células renales, pero sí se
El cáncer renal constituye el 3% de todas las neo- ha observado un aumento de su incidencia en pacien-
plasias malignas del adulto y se ha constatado un tes con insuficiencia renal terminal y riñón poliquístico
aumento progresivo en la incidencia en los últimos del adulto. En estos casos, la mediación de modulado-
años, con una tasa de aproximadamente el 2.5% res potenciadores, como el TFG-alfa y el TGF-beta,
anual(4,5), como resultado probablemente del mayor parece tener un papel decisivo en su formación.
número de pruebas diagnósticas realizadas en el con-
texto del estudio de otras enfermedades (TC y eco- Citogenética
grafía). Se diagnostican aproximadamente unos
28.000 casos nuevos cada año, y es el responsable de A principios de los años 80, diferentes investiga-
11.000 muertes en ese mismo intervalo de tiempo (6). dores demostraron que las delecciones cromosómi-
cas y las traslocaciones que afectan al brazo corto del Figura 1. La fotografía muestra la presencia de una
cromosoma 3 (3p), se encontraban en relación con la tumoración sólida mesorrenal en un riñón con
aparición de cánceres renales de células claras, y que, duplicidad ureteral
la pérdida de un segmento del cromosoma 3 podía
ser un evento relativamente precoz en la aparición de
dichos tumores. La mayoría de los pacientes con cán-
ceres de células renales también mostraban una
sobreexpresión de c-myc, c-Ha-ras, c-fos, c-fms, f-raf-1
y ARNm del receptor del factor de crecimiento epi-
dérmico (c-erb B-1), así como una disminución en la
expresión de ARNm codificado por HER-2 (erb B-2).
Patología
Síndrome Gen/proteína Cromosoma Tumor renal asociada
Von Hippel- VHL 3p25 Carcinoma renal de Hemangiomas, CNS
Lindau pVHL células claras y retiniano, tumores
múltiple/bilateral pancreáticos
Cáncer papilar c-MET 7q31 Ca. papilar tipo 1 Ca. mama, pulmón,
hereditario HGF-R páncreas, tracto
biliar y melanoma
Esclerosis TSC-1 9q34 Angiomiolipomas Angiofibromas
tuberosa Hamartina 16p13 múltiples, bilaterales. cutáneos, fibromas
TSC-2 Linfangioleiomioma- subungueales
Tuberina tosis
Ca. renal de células
claras
Leiomiomatosis FH 1q42-43 Ca. papilar renal tipo 2 Leiomiomas
hereditaria y FH uterinos y cutáneos.
carcinoma renal Leiomiosarcomas
Síndrome de BHD 17p11.2 Ca. cromófobo Foliculomas faciales,
Birt-Hogg-Dubé Foliculina múltiple, Ca. de células quistes pulmonares,
claras, mixtos y lipomas múltiples,
oncocitomas neumotórax
espontáneo
Cáncer familiar TRC8? Desconocido Ca. renal de células
no VHL sin claras múltiple,
traslocación del bilateral
cromosoma 3
Cáncer familiar FIHT? 3p14 Ca. renal de células Ca. tiroides, vejiga,
con traslocación TRC8? 3q13.3 claras múltiple, páncreas y
constitucional del (desconocido) 3q21 bilateral estómago
cromosoma 3
tra envuelto por una seudocápsula compuesta por bilaterales tanto sincrónica como asincrónicamente en
parénquima renal comprimido y tejido fibroso. Habi- el 2% de los casos (10).
tualmente, el aspecto macroscópico es el de un entra-
mado de áreas tumorales blandas amarillentas o par- Aspectos microscópicos
duzcas separadas por zonas de necrosis o hemorragia
intratumoral. La presencia de quistes es frecuente, • Variedad de células claras
probablemente secundarios a mecanismos de necro- Se encuentra presente en más del 80% de los
sis y reabsorción, siendo las calcificaciones de las pare- casos. Su aspecto microscópico presenta células
des de estos quistes un hallazgo frecuente. General- grandes de abundante citoplasma y forma poligo-
mente, el sistema excretor se encuentra desplazado y nal. Las células granulares poseen citoplasma eosi-
muchas veces infiltrado. La fascia de Gerota parece nofílico y abundante presencia de mitocondrias.
proporcionar una barrera contra la diseminación local En aproximadamente el 50% de los casos se obje-
de la enfermedad, pero, también ésta puede ser com- tiva positividad para vimentina y la mayoría de
primida e infiltrada. El cáncer de células renales es típi- ellos muestra expresión de citokeratinas 8 y 18
camente unilateral, pero pueden aparecer lesiones (Figura 2).
• Variedad oncocítica
Supone el 2% de los casos de carcinoma de células rena-
les. La tendencia de estos tumores es hacia las formas
benignas salvo presencia de imágenes de atipia. En estos
últimos casos el curso es de mejor pronóstico que en el
resto de las variedades.
Grado histológico
El grado histológico(10), basado en la morfología
nuclear, posee significado pronóstico por sí mismo y se
considera un factor de supervivencia independiente
del estadio tumoral. Los tumores que muestran patro-
nes espinocelulares, en general, se relacionan con peor
pronóstico.
Tabla 4. Estadiaje TNM del cáncer de células renales. Los síndromes paraneoplásicos relacionados con
la enfermedad son los responsables de una pléyade
Tumor de síntomas en relación con el aumento de los nive-
Descripción
primario les plasmáticos de prostaglandinas, glucagón, eritropo-
yetina, 1,25-dihidroxi-colecalciferol, factores relaciona-
Tx No puede ser estadiado
dos con la hormona paratiroidea, gonadotropina corió-
T0 No evidencia de tumor primario nica, renina e insulina.
T1 ≤ de 7 cm limitado al riñón
T2 > de 7 cm limitado al riñón Síndromes paraneoplásicos
T3 Confinado por la fasciade Gerota relacionados con el cáncer
T3a Infiltra adrenal o tejido adyacente de células renales
T3b Infiltra v. renal/cava infradiafragmat.
T3c Infiltra v. renal/cava supradiafragmat. Síndrome de Staufer
T4 Infiltra tejidos más allá de Gerota Es el síndrome caracterizado por la disfunción no
metastásica del hígado en pacientes con cáncer renal.
Nx No estadiaje de ganglios afectos Entre sus rasgos más destacados incluye la alteración
N0 No evidencia de ganglios afectos de los parámetros de función hepática, la disminución
N1 Un solo ganglio ipsilateral afecto del recuento de las células de la serie blanca, la fiebre
N2 Ganglios múltiples bilaterales y las áreas de necrosis hepática sin evidencia de infil-
N3 Ganglios regionales fijos tración tumoral metastásica. Habitualmente el pacien-
te mejora y los parámetros de función hepática se
Mx No estadiaje de metástasis normalizan una vez se ha llevado a cabo la nefrecto-
M0 No evidencia de metástasis mía. La supervivencia al año supera el 85%, y la per-
M1 Metástasis a distancia sistencia o recurrencia de este síndrome debe hacer
sospechar la presencia de una recidiva tumoral(13).
plaquetario en relación con los niveles aumentados de les complejas. Los criterios ecográficos para el diag-
eritropoyetina en respuesta al tratamiento de las nóstico de un quiste simple renal incluyen: la ausencia
enfermedades avanzadas con IL-2 e IFN-alfa. La fiebre, de ecos en el interior de la cavidad quística, la forma
parte integrante del síndrome constitucional que pre- oval o redondeada, una pared fina y bien diferenciada,
sentan algunos pacientes con enfermedad avanzada se la sombra acústica posterior y por último la buena
considera relacionado con la liberación tumoral de transmisión del sonido en su interior.
factores de necrosis(13).
Las masas sólidas muestran una ecogenicidad
Estudios de imagen aumentada o disminuida, poca o nula transmisión del
sonido a su través y paredes pobremente diferencia-
El cáncer de células renales actualmente se diag- das o de formas irregulares (Figura 3). Los seudotu-
nostica en estadios precoces de la enfermedad de mores clínicamente significativos, entre los que se
forma incidental, debido, en gran medida, a la intro- encuentran las columnas de Bertin hipertrofiadas o las
ducción de la ecografía y otras pruebas de imagen lobulaciones fetales, pueden causar problemas en el
(TC o RNM) a los protocolos de rutina diagnóstica(14). diagnóstico diferencial. Cuando persistan las dudas
acerca de una masa diagnosticada mediante ecografía,
Urografía intravenosa deben realizarse estudios complementarios de forma
La urografía intravenosa constituye un pilar básico obligada tales como una gammagrafía renal o mejor
en la aproximación diagnóstica de la hematuria. una TC, para ayudar a la diferenciación entre quistes y
Cuando se identifica una masa renal en un estudio de lesiones malignas.
este tipo, se requieren, por lo general, pruebas com-
plementarias de imagen para el estudio de la lesión. La RNM, la cacografía inferior y la ecografía dop-
Los estudios de coste-efectividad han hecho posible el pler pueden en casos seleccionados ayudar al estadia-
desplazamiento de esta técnica a favor de técnicas de je de la lesión y son de particular importancia a la
mayor resolución como la ecografía o la TC. hora de determinar la presencia de trombos tumora-
les y su extensión.
Ecografía
La ecografía es una herramienta sensible a la hora Tomografía computerizada (TC)
de diferenciar lesiones quísticas, sólidas o masas rena- Las mejorías técnicas en los materiales de con-
traste intravenoso, unido al desarrollo tecnológico en
los aparatos de tomografía, ha hecho de la TC el
Figura 3. Imagen ecográfica de un tumor renal de
método de elección en la detección y estadiaje de
polo superior izquierdo.
los tumores renales. Gracias a este método diagnós-
tico puede precisarse con gran exactitud la densidad
de las lesiones quísticas de forma ambulatoria y no
invasiva.
la prueba diagnóstica con mejor relación coste-efecti- - como resultado de la asociación a procedimientos
vidad en la evaluación ante la sospecha de una masa de embolización de tumores renales de gran
renal y debe ser la primera línea diagnóstica en este tamaño y/o presencia de trombo intravenoso
supuesto. Los puntos desfavorables de la TC se encuen- considerable, y
tran en la existencia de falsos-positivos en la deter-
minación de metástasis ganglionares o la posibilidad - como planificación terapeútica en las metástasis
de error diagnóstico ante la infiltración de la cápsula aisladas procedentes de otros tumores primarios
renal (Figura 4). Por este motivo, es preciso ser cauto sobre el riñón, las cuales son frecuentemente
a la hora de realizar aseveraciones en cuanto al pro- hipovasculares.
nóstico y la curación potencial de la enfermedad
basándose únicamente en los datos de la imagen Los hallazgos clásicamente encontrados en la
ofrecida por la TC(14). arteriografía incluyen la presencia de neovasos, fístulas
Figura 6. La arteriografía puede ayudar en ocasiones avanzadas de la enfermedad, o por el contrario se tie-
a plantear la estrategia quirúrgica más conveniente. nen en cuenta las formas avanzadas de la misma.
A pesar de la controversia establecida acerca de lesiones de gran tamaño, si la glándula muestra una
si la invasión de la vena renal imprime peor pronósti- disposición normal en los estudios de imagen preo-
co o no, parece que la infiltración ganglionar local, la peratorios. La linfadenectomía regional también se
extensión más allá de la fascia de Gerota, la infiltración practica en algunas ocasiones, habiéndose atribuido el
de órganos vecinos y la presencia de metástasis a dis- aumento de supervivencia a la escisión de ganglios
tancia aporta claramente peor pronóstico a esta afectos durante el procedimiento. A pesar de esto,
enfermedad. En los tumores órgano-confinados la todavía hoy sigue habiendo gran controversia al res-
invasión aislada de la vena renal o de la vena cava infe- pecto, ya que los datos actuales disponibles sugieren
rior (excepto la infiltración de la pared vascular) tiene que sólo se beneficiarían de la linfadenectomía los
un impacto mínimo sobre la supervivencia. Es por ello pacientes con enfermedad micrometastásica estable-
que en los tumores de células renales localmente cida en el momento de la intervención.
avanzados que presentan trombo tumoral, las tasas de
supervivencia a los cinco años después de la resección Algunos argumentos en contra de la realización
completa del trombo en el interior de la vena cava de la linfadenectomía son:
inferior oscila entre el 47 y el 69%, mientras que para
las enfermedades avanzadas estas cifras se encuentran - La diseminación hematógena y linfática en el cán-
entre el 0 y el 20%. Por el contrario, si se evidencia cer renal tienen la misma frecuencia y la mayoría
una disminución de la supervivencia en aquellos casos de los pacientes con ganglios linfáticos positivos
en los que se demuestra infiltración de los ganglios pueden haber presentado eventualmente disemi-
locales o de la grasa perirrenal. Los pacientes que nación hematógena al mismo tiempo. Más aún, la
muestran infiltración más allá de fascia de Gerota des- mayoría de los pacientes que presentan metásta-
pués de una resección tumoral incompleta poseen sis a distancia no presentan ganglios positivos en
peor pronóstico que aquellos que presentan metásta- la disección.
sis a distancia sin evidencia de recurrencia local de la
enfermedad. - El drenaje linfático del cáncer de células renales es
variable y puede ocurrir a cualquier nivel en el
Tratamiento retroperitoneo.
Históricamente, algunos estimuladores inmnológi- paraneoplásicos o dolor intratable. Estos pacientes tie-
cos inespecíficos han demostrado mínimos beneficios nen una media de supervivencia de alrededor de
(BCG, Corynebacterium parvum y levimasol). 4 meses, y sólo el 10% sobrevive al primer año tras el
diagnóstico. Actualmente, la embolización renal pro-
Interferón alfa porciona un método más seguro y menos invasivo
Los interferones, y en particular el interferón alfa, que la cirugía para el tratamiento para el tratamiento
han mostrado eficacia (en torno al 15% de remisiones de la hematuria y los síntomas antes mencionados.
parciales) contra el cáncer de células renales, pero las
remisiones completas son anecdóticas (1% de los Cánceres renales inhabituales
casos). Los pacientes con mejores tasas de respuestas
son aquellos que presentaban metástasis circunscritas Sarcomas renales
y bien delimitadas, especialmente pulmonares. Los Los sarcomas constituyen sólo del 1-3% de los
efectos del interferón alfa son los derivados de la acti- tumores renales, pero aumentan su incidencia con la
vación de células NK, la expresión incrementada de edad. La diferenciación con la variedad sarcomatoide
antígenos asociados al tumor y la modulación de los del cáncer de células renales es habitualmente difícil o
antígenos HLA de clases I y II(20). imposible.
16. Cambio AJ, Evans CP. Management approaches to 19. Oakley NE, Hegarty NJ, McNeill A, Gill IS. Minimally
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Tumores renales
en el niño
Urología Infantil
H. U. La Fe.Valencia
Tumores renales
en el niño
Introducción ..................................................................................................................................................................... 455
Tumores parenquimatosos primarios..................................................................................................... 455
Tumores de la vía excretora............................................................................................................................. 466
Tumores renales metastásicos ....................................................................................................................... 466
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 466
26.Tumores renales en el niño
capítulo 26
Tumores renales
en el niño
INTRODUCCIÓN Epidemiología
Es la neoplasia más común del aparato genitouri-
Las neoformaciones malignas ocupan el segundo nario del niño, representando el 8% de todos los
lugar como causa de muerte en la infancia en los paí- tumores sólidos acaecidos en la infancia. Supone el
ses desarrollados, sólo superadas por traumatismos 80% de los tumores genitourinarios hasta los 15 años
de diferente etiología. de edad y el segundo entre los tumores malignos
abdominales, superados en su presentación sólo por
Los tumores que afectan al aparato genitourinario el neuroblastoma.
y el retroperitoneo, considerados en su conjunto,
representan el porcentaje más elevado de todos los La frecuencia (6,4% de las neoplasias de la infan-
tumores malignos sólidos del niño. cia) es similar para todos los países, pero la incidencia
(7,1 casos por millón de niños y año) es mayor en los
Las tumoraciones renales de todo tipo, excluyen- niños africanos o afroamericanos que en los de origen
do la hidronefrosis, representan casi la mitad de las caucásico o asiático (1).
masas retroperitoneales en la infancia y el tumor de
Wilms ocupa el segundo puesto, después de las neo- Es una enfermedad predominante en la primera y
plasias del sistema nervioso. segunda infancia, apareciendo típicamente dentro de
los 5 primeros años de la vida y el 90% antes de los
Los tumores renales del niño se dividen en paren- 10, aunque ocasionalmente puede ser observado en
quimatosos primarios, de la vía excretora y metastásicos. adultos. El 50% de los casos se expresan antes de los
3 años, con un pico de incidencia máxima entre los 3
y los 4 años. Parece existir una forma hereditaria, que
TUMORES PARENQUIMATOSOS aparece a edades más tempranas, y en la que existe
PRIMARIOS una mayor frecuencia de tumores bilaterales y ano-
malías congénitas.
NEFROBLASTOMA
No se detecta predominancia de sexo ni existe
El nefroblastoma, también denominado tumor de preferencia en la lateralidad, pero tienen cierta pre-
Wilms, embrioma renal o tumor renal mixto, fue citado ponderancia por la localización polar. La mayoría de
por primera vez en la literatura universal en 1814, los tumores corresponden a lesiones únicas, aunque el
cuando Rance describió la enfermedad en un niño de 5% de los casos se expresan de forma bilateral y el 7%
17 meses de edad, al parecer portador de un tumor multicéntrica unilateral. Los nefroblastomas extrarre-
bilateral metacrónico. En 1878, Eberth realizó la pri- nales son raros y generalmente se localizan en el
mera descripción anatomopatológica de la neoplasia, retroperitoneo, aunque se han descrito casos en pel-
haciendo hincapié en la naturaleza mixta (epitelial y vis, región inguinal, testículo y mediastino.
mesenquimatosa) del tumor. Esta neoformación debe
su nominación a Max Wilms, cirujano de Leipzig, que Etiología
en 1899 realizó una revisión completa del tumor, aña- El nefroblastoma presenta una etiología heterogé-
diendo siete casos propios. nea como demuestra la experimentación en modelos
animales, donde la utilización de agentes teratogénicos frecuentemente asociadas destacan las genitouri-
provoca tumores de Wilms, además de otras neopla- narias (4,4-7,4%), la hemihipertrofia (3-5%) y la aniri-
sias. No obstante, se cree que su origen es el resultado dia (0,8-2%).
de una proliferación anormal del blastema metanéfrico,
sin diferenciación normal en túbulos y glomérulos. Las anomalías genitourinarias asociadas al tumor
de Wilms son hipoplasia, ectopia, malformaciones de
Estudios recientes sugieren que las lesiones de la fusión, duplicidad, enfermedades quísticas renales,
nefroblastomatosis puedan actuar como un estado hipospadias, criptorquidismo y seudohermafroditismo.
portador, llevando al tejido blastémico a un punto en La asociación específica con seudohermafroditismo
el que una alteración ulterior induciría el desarrollo de masculino, esclerosis mesangial renal y nefroblastoma
un tumor de Wilms clínico. Como tumor embrionario, se conoce desde 1970 con el nombre de síndrome
el nefroblastoma tiene una presentación alrededor de de Denys-Drash.
los 3 años, lo que indica que no se trata de un verda-
dero tumor congénito, pero sí que se transmitiría la Entre las malformaciones no urológicas destacan
existencia de lesiones precursoras, que pueden ser las alteraciones somáticas (hemihipertrofia, alteracio-
activadas por un segundo golpe en un proceso de dos nes craneales, microcefalia con retraso mental), ocula-
pasos de inducción oncológica. res (aniridia y cataratas) y tendencia a los nevus pig-
mentarios y hemangiomas.
El desarrollo del tumor de Wilms se ha achacado a
dos loci genéticos separados, pero ninguno de ellos se La hemihipertrofia, cuya incidencia en la pobla-
ha encontrado en la forma familiar del nefroblastoma, lo ción general es de 1/14.300, aparece en 1 de cada 32
que posiblemente apunta hacia la existencia de un ter- casos de tumor de Wilms, sin que sea necesariamen-
cero sin descubrir todavía, relacionado con la formación te ipsilateral y se asocia a la presencia de carcinomas
de dicho tumor. El primer locus conocido se encuentra embrionarios.
en el cromosoma 11p13. Este locus se observa en el sín-
drome WAGR (tumor de Wilms, aniridia, anomalías La aniridia aparece en 1 de cada 70 niños porta-
genitales, alteraciones de la forma y de situación de los dores de nefroblastoma (incidencia en la población
pabellones auriculares, retraso mental y menos frecuen- general de 1/50.000), siendo en ellos más común la
temente dismorfismo facial o craneano, hernias e hipo- forma esporádica que la familiar. Esta asociación (ani-
tonía muscular) y afecta al gen Pax6 responsable de la ridia y tumor de Wilms) se expresa con la máxima fre-
aniridia, y al alelo WT1 (gen de supresión tumoral del cuencia en pacientes con síndrome de WARG, pre-
tumor de Wilms). La caracterización del WT1 ha pro- sentando la mayoría de los afectados una delección
porcionado ideas sobre los mecanismos que subyacen estructural del cromosoma 11.
en el desarrollo del riñón normal y en la génesis del
tumor de Wilms (2). El WT1 puede actuar regulando la En los pacientes con síndrome de Beckwith-Wie-
transcripción de otros genes.Todavía no se han descu- demann (visceromegalias de riñón, hígado, páncreas,
bierto los genes sobre los que actúa exactamente el corteza suprarrenal y gónadas, e inconstantemente
WT1 durante el desarrollo del riñón normal. onfalocele, hemihipertrofia, microcefalia, retraso men-
tal y macroglosia), aparecen tumores en un 10-20% de
Se ha encontrado un segundo locus del tumor de los casos, incluyendo tumor de Wilms, neoplasias
Wilms en el cromosoma 11p15, y se ha denominado suprarrenales y hepatoblastoma.
WT2. De forma muy parecida a la asociación existen-
te entre el WT1 del cromosoma 11p13 y el síndrome Otras anomalías asociadas son neurofibromatosis
WAGR, el WT2 se ha relacionado con el síndrome de (incidencia 30 veces mayor a la media), anomalías
Beckwith-Wiedemann. músculo-esqueléticas, hamartomas y hemangiomas.
co, se caracteriza por su diversidad histológica, mos- Figura 1. Corte histológico de tumor de Wilms
trando una gran variedad de tipos celulares y patro- donde se aprecia formaciones tubuloides y
nes de crecimiento tumoral. glomeruloides en estroma denso de células
pequeñas.
Macroscópicamente suele aparecer como una
tumoración solitaria, esférica, bien delimitada, rodeada
por una seudocápsula formada por el parénquima
renal circundante, comprimido y atrófico, que puede
ubicarse en cualquier sector del riñón. Al corte pre-
senta una superficie abultada y carnosa, de coloración
gris pálida, que a menudo muestra múltiples focos
hemorrágicos, necrosis, formaciones quísticas y calcifi-
caciones en el 5% de los casos.
clasificación histológica de los tumores renales en la infan- La clasificación de los RN en intralobares (ILNR)
cia(4), atendiendo al grado de malignidad, y por lo tanto y perilobares (PLNR) relaciona la topografía renal
con importantes implicaciones pronósticas (Tabla 1). lobar y la cronología del desarrollo renal. Los nefro-
blastomas unilaterales se asocian en un 50% a la pre-
Mención especial merece una entidad relacionada sencia de RN, 22% a ILNR, 17% a PLNR, y 5% a
con el tumor de Wilms como es la nefroblastoma- ambos. Cuando los restos hallados son PLNR, el
tosis: presencia difusa de múltiples restos nefrogénicos, nefroblastoma generalmente es de tipo blastematoso
excluyendo de este concepto al nefroblastoma multi- puro o asociado a componente epitelial, pero nunca
céntrico y al bilateral. En 1990, Beckwith y Bonadio defi- se objetiva componente estromal. Por contra, cuando
nen el concepto de resto nefrogénico (RN) como la los RN hallados son del tipo ILNR, la histología del
existencia en el tejido renal de focos de blastema meta- tumor es heterogénea exhibiendo casi siempre ele-
néfrico anormalmente persistente tras el final de la mentos estromales. En los nefroblastomas bilaterales
nefrogénesis (semana 36), con capacidad de inducir la se detectan RN en el 100% de los casos, con una inci-
formación de un nefroblastoma y que se detectan en el dencia de PLNR doble que de ILNR, coexistiendo
1% de los estudios necrópsicos en niños, y en el 30- ambos en el 6% de los casos.
40% de los riñones extirpados por nefroblastoma (5). De
la misma forma denominan nefroblastomatosis, a la pre- La forma más rara de nefroblastomatosis es la
sencia difusa o multifocal de restos nefrogénicos o de denominada infantil superficial difusa, donde los niños
sus derivados reconocibles. presentan una nefromegalia masiva y mueren poco
tiempo después de nacer, al no existir tejido renal fun- lidad es escasa por infiltración peritumoral, pero habi-
cionante (el examen histológico revela que la totali- tualmente menos fija que en el neuroblastoma. Las
dad del riñón ha sido reemplazado por una nefroblas- maniobras exploratorias deben de hacerse siempre de
tomatosis). En la variante juvenil multifocal, más común, forma suave, somera y a ser posible por un solo explo-
las lesiones suelen ser microscópicas y se denominan rador, tratando de evitar la diseminación hematógena.
blastema nodular renal. Estas lesiones, cuando son visi-
bles macroscópicamente, son denominadas hamarto- El dolor, segunda manifestación clínica en frecuen-
mas metanéfricos y pueden mostrar rasgos escleróti- cia, se observa en un 30% de los casos y la intensidad
cos, con glomérulos quísticos o papilares. del mismo rara vez llega a límites altos. Su mecanismo
de producción es la distensión capsular o compresión
Cuadro clínico visceral, hemorragia y/o necrosis, infiltración de la pared
El estado general suele ser bueno y debido a su posterior del abdomen o por oclusión de la vía excre-
evolución típicamente silenciosa y solapada puede tora, ya sea por coágulos o fragmentos tumorales.
alcanzar un gran volumen antes de ser descubierto.
La fiebre está presente en un 20-50% de los
La tumoración abdominal es el motivo más común pacientes, siendo difícil precisar su verdadera inciden-
de consulta inicial de los pacientes, encontrándose en cia y mecanismo de producción, aunque la etiología
el 85-95% de los casos. La masa de topografía neta- más probable parece corresponder a necrosis y
mente abdominal y crecimiento anterior se extiende a hemorragia.
partir de uno de los cuadrantes superiores del abdo-
men, encontrando con relativa frecuencia desplaza- La hematuria macroscópica, rara vez motivo de
mientos viscerales, constantes en grandes tumoracio- consulta, presenta las características típicas de las
nes, que ponen de manifiesto la expansión tumoral hematurias de origen renal y numerosos autores la
multidireccional, produciendo deformaciones parciales responsabilizan de la invasión de las cavidades excre-
o globales del abdomen, con predominio del lado afec- toras, por lo que su aparición constituiría un signo de
to (Figura 2). A la inspección y palpación abdominal, la mal pronóstico.
tumoración suele ser de consistencia firme, de superfi-
cie regular, relativamente lisa o nodular gruesa, de Es posible detectar hipertensión arterial en un 25-
forma generalmente oval y por lo común indolora. En 60% de los casos, y puede ser consecuencia de distin-
caso de tumores de gran tamaño pueden atravesar la tos mecanismos: compresión e isquemia del tejido
línea media, aunque en la mayoría de los casos perma- renal normal, mecanismo Goldblatt por torsión, esti-
necen en el hemiabdomen correspondiente. La movi- ramiento o compresión del pedículo vásculo-renal,
trombosis de los vasos renales principales o produc- puede cruzar la línea media, etc. En ocasiones, puede
ción de sustancias presoras por las células tumorales. observarse calcificaciones con un patrón periférico
característico en cáscara de huevo, consecuencia de
Otros síntomas inespecíficos como astenia, anore- hemorragias antiguas.
xia, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, son cau-
sados por el crecimiento del tumor que produce La urografía intravenosa puede mostrar alte-
compresión y desplazamiento de los órganos intraab- raciones de la morfología del sistema excretor, secun-
dominales y diafragma. dariamente al desplazamiento o infiltración de éste, y
en ocasiones la anulación total de la unidad renal afec-
Ocasionalmente las manifestaciones iniciales del ta, secundariamente a bloqueo completo del sistema
tumor pueden ser la consecuencia de metástasis pul- excretor, y más raramente a una trombosis masiva
monares (tos, derrame o dolor pleural) o cerebrales venosa.
(hidrocefalia).
La técnica inicial más valiosa es la ecografía, al
Formas clínicas posibles, de presentación infre- tratarse de técnica precisa, no invasiva y bien tolerada
cuente, son la producción de distocia en el parto (por en pediatría, siendo el primer paso en el screening,
el aumento del volumen abdominal), síntomas de diagnóstico y seguimiento del nefroblastoma. La eco-
rotura o contusión renal tras un traumatismo mínimo, grafía en tiempo real, y tridimensional o doppler, ha
que nos hace pensar en la existencia de un riñón pre- permitido dilucidar dudas diagnósticas del pasado,
viamente patológico y por tanto en la posibilidad de permitiendo la evaluación de vena renal, cava inferior
un tumor renal, e incluso la rotura espontánea del y la presencia de tumor intraluminal. Distingue clara-
mismo. mente entre masas sólidas y quísticas, mostrando en
el caso del nefroblastoma un patrón ecográfico hete-
Diagnóstico y diagnóstico diferencial rogéneo, con áreas hipoecoicas correspondientes a
El diagnóstico de sospecha en la mayoría de los los focos de necrosis y hemorragia. De igual forma
pacientes se realiza en la consulta de atención prima- resulta de gran utilidad en la valoración del riñón con-
ria, basándonos en las manifestaciones clínicas y la tralateral, hígado y ganglios retroperitoneales, pero
exploración física. Esta última debe ser meticulosa, tiene poca utilidad para enjuiciar la función renal.
buscando en especial la existencia de anomalías con-
génitas asociadas como aniridia, hemihipertrofia, La tomografía computerizada juega un
macroglosia o malformaciones genitourinarias. papel predominante en la delimitación del tumor y es
particularmente útil en la determinación de la inva-
Ante la sospecha clínica de este tumor, deberemos
realizar ciertas pruebas de imagen que nos aporten el Figura 3. Imagen de tomografía computerizada
diagnóstico de confirmación. Históricamente los pilares que demuestra la presencia de un nefroblastoma
del diagnóstico radiológico de los tumores renales fue- bilateral.
ron la urografía intravenosa (UIV) y la arteriografía
renal, técnicas actualmente relegadas a un segundo
plano, tras la aparición y desarrollo de nuevas técnicas
radiológicas que ha supuesto un cambio considerable
en la actitud diagnóstica inicial y de extensión en esta
patología: ecografía, tomografía computadorizada (TC)
y resonancia nuclear magnética (RM) (6).
sión de órganos vecinos, aunque generalmente con- El diagnóstico diferencial debe hacerse con
firma los datos obtenidos en la ecografía (Figura 3). cualquier otra masa abdominal, tanto benigna como
Ofrece una excelente visualización del riñón opuesto maligna. El neuroblastoma es el tumor maligno que con
y permite la evaluación de adenopatías retroperito- más frecuencia plantea dudas diagnósticas, por lo que
neales y posibles metástasis hepáticas. Es de gran uti- deberemos fijarnos en sus principales características:
lidad en el control y seguimiento postoperatorio y en origen extrarrenal, generalmente sobrepasa la línea
la localización de masas residuales o recurrencias media, suele producir afectación del estado general,
tumorales. En contraposición, requiere en la infancia en el momento del diagnóstico el 70% presentan
la administración de sedantes e incluso anestesia metástasis, aspiración de médula ósea positiva y ele-
general en lactantes. vación de los niveles urinarios de catecolaminas.
Estadio I
Tumor limitado al riñón y completamente resecado
• No rotura.
• Cápsula intacta.
• Invasión limitada de la pelvis.
• Infiltración localizada de la cápsula, pero sin alcanzar la superficie del espécimen (penetración
capsular).
Estadio II
Estadio III
Resección incompleta, sin metástasis hematógenas
• Biopsia del tumor previa o durante la cirugía (excluida la punción con aguja fina).
• Rotura tumoral antes o durante la cirugía.
• Metástasis peritoneales.
• Invasión de ganglios linfáticos periaórticos más allá del origen de la arteria renal.
• Resección incompleta.
Estadio IV
Metástasis a distancia: Pulmón, hígado, hueso, cerebro, etc.
Estadio V
Tumor renal bilateral
Tratamiento quirúrgico. Los objetivos principa- contralateral, y explorar posibles metástasis y propa-
les de la cirugía son la extirpación completa del tumor gación tumoral local. A pesar de que la linfadenecto-
mediante la nefroureterectomía radical y la realización mía radical sistemática, no ha supuesto un aumento de
de una exploración retroperitoneal y abdominal minu- la supervivencia, ésta suele realizarse ipsilateralmente
ciosa que establezca un correcto estadiaje, que junto a nivel del hilio renal tomando biopsia de los ganglios
con el estudio anatomopatológico de la pieza resecada sospechosos, con el objetivo de obtener un estadiaje
permita diseñar la estrategia terapéutica a seguir. lo más preciso posible, de cara a establecer un pro-
nóstico y una conducta terapéutica posterior. La glán-
Es recomendable un abordaje transperitoneal por dula suprarrenal se extirpará con el tumor si éste
línea media o subcostal, que permita un acceso direc- afecta masivamente al polo superior (11).
to al pedículo vascular renal sin necesidad de manipu-
lar la tumoración, haga posible la exploración comple- Dadas las posibilidades de un nuevo nefroblasto-
ta de la cavidad abdominal, visualizar y palpar el riñón ma contralateral y de insuficiencia renal, se ha realiza-
terapia. La premisa actual es conservar a ultranza estadios del sarcoma renal de células claras se tratan
todo el parénquima renal sano posible (16). El NTWSG con nefrectomía radical, seguida de quimioterapia
recomienda la obtención de biopsias bilaterales, con (ciclofosfamida, vincristina versus doxorrubicina
escisión de tejido sano circundante (con diagnóstico durante 24 meses) y radioterapia, habiendo consegui-
previo de bilateralidad), siempre que se conserve al do mejorar el pronóstico.
menos 2/3 del parénquima total. Después del estudio
histopatológico, se establece tratamiento con quimio- El nefroma mesoblástico congénito es el
terapia y/o radioterapia dependiendo de la histología tumor sólido del riñón más frecuente en los recién
y estadio de cada tumor, realizando controles evolu- nacidos, antes de la edad de incidencia del tumor de
tivos con ecografía y/o TC. En función de la respues- Wilms. Existe una frecuente asociación con polihi-
ta al tratamiento pueden ser necesarias diversas lapa- dramnios y una preponderancia por el sexo masculi-
rotomías con intención conservadora, aunque de no. Se presenta como una masa fibrosa, localmente
forma excepcional se puede llegar a la nefrectomía invasora y no encapsulada, que en ocasiones puede
bilateral. provocar hipertensión arterial y/o hipercalcemia por
aumento de la secreción de renina y/o prostaglaninas,
Tumores renales “no Wilms” respectivamente. Este tumor aparece en dos formas:
una típica, la variedad fibromatosa, que es benigna y se
Los tumores renales “no Wilms” representan observa casi exclusivamente en los niños menores de
menos del 1%, y en conjunto suponen menos del 10% 3 años, y otra atípica o forma celular que suele apare-
de las neoplasias primarias del riñón, en la población cer en niños algo mayores, potencialmente maligna y
pediátrica. capaz de causar recidivas y metástasis en hueso y
cerebro, cuyos rasgos histológicos recuerdan más al
El tumor rabdoide se clasificó al principio como sarcoma renal de células claras, lo que apoya la aso-
una variedad de histología desfavorable del tumor de ciación con este último tumor como más probable. El
Wilms, pero actualmente se considera como un tratamiento es la nefrectomía, presentando un curso
tumor distinto al presentar sus células aspecto de rab- benigno cuando es resecado por completo (19), si bien
domioblastos. Suele ser un tumor grande, situado en pueden aparecer recidivas locales como consecuencia
el centro o en el hilio renal, sustituyendo con frecuen- de una resección incompleta.
cia a todo el riñón. Su origen es probablemente neu-
rógeno, pues se asocia con tumores primarios del El nefroma quístico multilocular (quiste multi-
SNC (sobre todo al meduloblastoma). Aparece a eda- locular, hamartoma fetal o cistoadenoma renal) es un
des tempranas, y más del 50% de los niños afectados tumor benigno, encapsulado e intrarrenal, consistente
tienen menos de 1 año de edad. Tiende a metastati- en múltiples quistes recubiertos en su mayor parte de
zar en pulmón, hígado, cerebro y hueso. Es una neo- epitelio, que no comunican con el sistema colector
plasia agresiva de mal pronóstico, ya que responde estando separados por septos fibrosos, siendo el resto
mal a la quimioterapia actual y a la radioterapia, y la del riñón histológicamente normal. No existe predi-
mortalidad total es del 80% (17). El protocolo terapéu- lección por el sexo y puede aparecer a cualquier
tico actual según el NWTSG es la nefrectomía radical edad, siendo excepcional su presentación bilateral.
seguida de quimioterapia con carboplatino, etopósido Joshi y Beckwith (1989) caracterizan al nefroblastoma
y ciclofosfamida durante 24 semanas y radioterapia. quístico parcialmente diferenciado como otra tumo-
ración quística benigna, donde destaca la presencia de
El sarcoma de células claras fue descrito con elementos blastematosos a nivel de los septos. El tra-
el nombre de Tumor renal de la infancia con metástasis tamiento es la nefrectomía simple, con posibilidades
esqueléticas por su predilección por las metástasis de cirugía conservadora (excepto en casos de nefro-
óseas. Su incidencia es máxima a los 3-5 años de edad, blastoma quístico parcialmente diferenciado).
con más frecuencia en varones y no se han descrito
formas bilaterales (18). Su comportamiento es agresivo, El carcinoma de células renales es la neoplasia
con una tasa de supervivencia a los 4 años del 75%. renal más frecuente en los adultos, mientras que en la
En los protocolos actuales del NWTSG, todos los infancia representan el 3-3,8% del total de tumores
renales. Se han publicado casos en lactantes, pero el pero su crecimiento expansivo y sustitución pro-
promedio de edad es de 9 a 15 años. No existe pre- gresiva del parénquima sano puede conllevar a la
dominancia por el sexo ni por la lateralidad, habién- destrucción progresiva del riñón, situación que
dose descrito casos de afectación bilateral. Su apari- raramente se da en la infancia. El tratamiento es
ción es esporádica, pero se han registrado casos fami- conservador, realizando un seguimiento periódico
liares y una incidencia aumentada en niños con escle- del paciente con ecografía y TC.
rosis tuberosa, síndrome de Beckwith-Wiedeman, sín-
drome de Von Hippel-Lindau y poliquístosis renal. - Fibromas: generalmente de pequeño tamaño, sólo
de forma excepcional crecen para convertirse en
Clínicamente es un tumor solapado y silencioso, grandes tumores, que destruyen el tejido renal por
siendo frecuente la clásica tríada sintomática (dolor crecimiento expansivo. Existen dos tipos: el fibroma
lumbar, masa y hematuria). A la exploración física el cortical, infrecuente y asintomático, que raramente
signo más frecuente es una masa indolora, dura, locali- aumenta de tamaño y está histológicamente cons-
zada en el flanco, aunque puede presentarse como un tituido por tejido conectivo adulto, y el de localiza-
cuadro de abdomen agudo, por hemorragias en el seno ción medular, más frecuente, que no está encapsu-
de la neoformación, o con signos inespecíficos como lado y formado por tejido conectivo laxo.
perdida de peso, anorexia y fiebre. Metastatiza de un
modo relativamente precoz en los ganglios linfáticos - Hemangiomas: tumores de origen vascular, a los
regionales, pulmones, hígado y sistema esquelético. que se ha implicado en hematurias esenciales. Son
de difícil diagnóstico, por lo que obliga a realizar
El diagnóstico se basa en la pruebas de imagen de todo tipo de estudios. Pueden producir una
la masa renal, siendo la ecografía y la TC las explora- deformación calicial, por su localización preferen-
ciones más útiles. temente medular, sobre todo a nivel de las papi-
las. A veces la hemorragia es tan profusa, que a
El tratamiento es la nefroureterectomía radical, pesar del diagnóstico preoperatorio correcto la
incluso en presencia de tumores muy extensos, con nefrectomía es la única terapéutica a realizar.
una resección ganglionar lo más exhaustiva posible. El
factor pronóstico más significativo para la superviven- - Linfangiomas: son tumores muy raros que se pre-
cia es la extirpación completa y el estadio de desa- sentan como masas quísticas, que en ocasiones
rrollo poco avanzado del tumor (20). Este tumor no res- pueden alcanzar el tamaño suficiente para mani-
ponde a la radioterapia, y tampoco existe quimiotera- festarse como un tumor palpable en la región
pia eficaz para las formas no localizadas o recidivantes renal.Tienen tendencia a herniarse en pelvis renal,
de la neoplasia. pudiendo producir hidronefrosis secundaria.
Otros tumores renales menos frecuentes son - Teratomas: son casi siempre benignos, de creci-
los siguientes: miento lento, pero potencialmente pueden dege-
nerar en neoplasias malignas y metatizar. Clínica-
- Angiomiolipoma: tumor benigno que aparece mente no ocasionan otro trastorno que el tumor
sobre todo en adultos. Existe una forma esporá- renal palpable y radiológicamente resulta caracte-
dica y otra que se asocia con la enfermedad de rística la presencia de fragmentos óseos o restos
Bourneville o complejo de la esclerosis tuberosa dentarios en el seno del tumor pudiendo, en esta-
(retraso mental, epilepsia, nódulos gliales en el dios avanzados, provocar dilatación del tracto uri-
cerebro, adenomas sebáceos, facomas retinianos, nario secundario a compresión tumoral. Su único
y hamartomas en hígado, corazón, huesos o tratamiento es la nefrectomía.
riñón). Histológicamente se clasifican como
hamartomas, ya que están compuestos por tres - Tumor osificante del riñón infantil: descrito en 1980,
estirpes celulares: tejido muscular, adiposo y vasos se caracteriza supuestamente por su aparición en
sanguíneos. Suelen ser de pequeño tamaño, múlti- lactantes del sexo masculino, que presentaban
ples y bilaterales, de comportamiento benigno, hematurias y mostraban la presencia de pequeñas
*
11. Krummel TM. Wilms' Tumors. Surgical Aspects. In: 16. Butle ML. Bilateral Wilms'Tumor. J Urol 1987; 138:
*
capítulo 27
mujer; de hecho, la proporción de tumores de pelvis Aquellos pacientes que desarrollan un carcinoma
renal es de 2-3:1 y los ureterales de 2-4:1. urotelial de células transicionales en la vía excretora
superior tienen un 30-50% de probabilidad de pre-
Su incidencia se incrementa progresivamente con sentar otro vesical. Por el contrario, aquellos pacien-
la edad para ambos sexos, y en la raza blanca es dos tes con carcinomas uroteliales vesicales sólo poseen
veces superior a la raza negra. un 2-3% de probabilidad de desarrollar otro en la vía
urinaria superior, y puede influir en su pronóstico(3-4). Es
La localización donde se desarrollan con mayor fre- posible que el reflujo vesicoureteral presente durante
cuencia es la pielocalicial (75%), seguido del uréter, en el la RTU vesical favorezca de manera iatrogénica los
que en un 60-70% asentarán en uréter distal, el 15-25% implantes tumorales en la vía urinaria superior.
en uréter medio y el 5-10% en uréter proximal.
En el momento del diagnóstico, en torno al 50%
Una característica de los tumores uroteliales es la de los pacientes lo hacen en estadios avanzados, con
multifocalidad, tanto sincrónica como anacrónica, que una supervivencia de 2-3 años.
puede llegar al 30%. Entre un 2 y un 4% de los casos
se presentará como enfermedad bilateral.
Tabla 2. Clasificación TNM (1997).
Tabla 1. Lesiones neoplásicas de la vía urinaria superior.
T (Tumor primario)
Neoplasias de origen epitelial
Tx Afectación mural no objetivable.
Papiloma de células transicionales T0 Ausencia de neoplasia.
Benignas
Papiloma invertido
Ta Carcinoma limitado al epitelio.
Carcinoma de células transicionales TisCarcinoma in situ.
Papilar T1 Carcinoma que afecta a la membrana basal
Plano epitelial.
Malignas In situ T2 Carcinoma que afecta a la capa muscular.
Carcinoma de células escamosas T3 Pelvis renal: carcinoma que infiltra grasa
Adenocarcinoma peripiélica o parénquima renal.
Carcinoma de células pequeñas Uréter: carcinoma que infiltra la grasa
periureteral.
Neoplasias no epiteliales T4 Carcinoma que infiltra órganos de vecindad
Leiomioma o grasa perirrenal
Fibromioma
N (Afectación ganglionar)
Hemangioma
Benignas Mixoma Nx Afectación ganglionar no objetivable.
Lipoma N0 Ausencia de afectación ganglionar.
Schwannomas N1 Metástasis de 1 solo ganglio, de tamaño
Linfangiomas < 2 cm.
Leiomiosarcoma N2 Metástasis de 1 solo ganglio, de tamaño
> 2 cm y < 5 cm.
Malignas Rabdomiosarcoma
Metástasis de varios ganglios, todos de
Teratoma tamaño < 5 cm.
Lesiones secundarias metastásicas N3 Metástasis ganglionar de tamaño > 5 cm.
Linfomas M (Afectación metastásica)
Tumores metastáticos de colon,
mama, gástrico, páncreas, útero, riñón, M0 Ausencia de enfermedad metastásica.
próstata M1 Presencia de enfermedad metastásica.
Hematuria y/o
dolor en fosa renal
Anamnesis
Exploración física general
Análisis sangre y orina
Rx simple aparato urinario
ECO
UIV
Figura 2. Imagen urográfica de tumor en pelvis renal La ureteropielografía retrógrada (UPR) es la prue-
y tercio proximal ureteral. Se aprecia en el extremo ba más sensible para el diagnóstico de estos tumo-
distal de la lesión el signo de la copa ureteral. res(5), ya que ofrece imágenes de mejor calidad. Su uso
resulta esencial en los casos de anulación funcional
renal. Durante la realización de la misma es posible la
recogida selectiva de orina de la vía en estudio para
su valoración citológica. Un valor añadido es la com-
binación con la cistoscopia en el mismo acto.
Figura 3. Imagen urográfica de tumor en cáliz Figura 4. Imagen urográfica de tumores caliciales
superior. e infundibulares.
Otras pruebas de imagen que contribuyen al diag- Figura 5. TAC con contraste de tumor de vía urinaria
nóstico son el TAC (Figura 5) y la RNM, aunque su superior bilateral.
principal aportación consiste en la valoración locorre-
gional, el estadiaje de las lesiones y la identificación de
metástasis a distancia.También contribuyen en el diag-
nóstico diferencial, ya que pueden identificar coágulos
en la vía, cálculos radiolúcidos o adenocarcinomas
renales entre otros.
La citología urinaria es un procedimiento de diag- repleción encontrados mediante los métodos de ima-
nóstico y seguimiento que, cuando resulta positiva, gen. Posee una sensibilidad del 60-70% y una especifi-
refuerza la orientación neoplásica de los defectos de cidad del 99%.
Para los carcinomas de alto grado y para el carci- Figura 6. Detalle de pieza de nefroureterectomía
noma in situ, su exactitud diagnóstica es del 80%. Su radical.
validez se afecta mucho por la experiencia del citólo-
go, aumentando la dificultad en tumores de bajo
grado, en el que puede haber falsos negativos de hasta
un 80%. El hallazgo citológico indicativo de carcinoma
urotelial junto a un estudio urográfico normal, obliga a
continuar el estudio y seguimiento de la vía urinaria. Es
posible obtener orina de cada vía urinaria superior
mediante cateterismo y lavado, en cuyo caso la tasa de
falso negativo desciende a un 20-35%. Si, además, se
procede al cepillado de la vía urinaria con control
radiológico y sobre los defectos de repleción encon-
trados, la sensibilidad de la citología será del 90% y la
especificidad del 80%.
Diagnóstico diferencial
Son muchas las opciones que se presentan como Con idea de preservar la función renal y lograr
posibles diagnósticos diferenciales de los tumores del una supervivencia sin diferencias significativas frente a
tracto urinario superior, aunque en la actualidad las la nefroureterectomía radical(6), se diseñaron diferen-
exploraciones radiológicas y las técnicas endoscópicas tes técnicas quirúrgicas conservadoras. Se indican en
suelen esclarecerlos. Pueden ser confundidos con gas casos muy seleccionados, como pacientes monorre-
intestinal como imagen superpuesta, compresiones nos o con insuficiencia renal, enfermedad bilateral o
extrínsecas, litiasis, coágulos, papilas renales necrosa- alto riesgo quirúrgico para procedimientos conven-
das, bolas fúngicas, pielonefritis xantogranulomatosas, cionales. También se aplica esta cirugía en pacientes
pieloureteritis quística y glandular, burbujas de aire en birrenos con tumores únicos unilaterales, de bajo
la vía, pólipos inflamatorios, granulomas, malacopla- grado y estadio, que sean accesibles a las técnicas
quia, angiomas, colesteatomas, TBC, esquistosomiasis endourológicas.
urinaria, endometriosis, amiloidosis, etc.
Existen técnicas conservadoras para cada locali-
zación tumoral, que se pueden llevar a cabo de
TRATAMIENTO manera abierta, endoscópica, percutánea o por vía
laparoscópica(7).
Es posible tratar estas neoplasias mediante cirugía,
inmunoterapia y quimioterapia. Las dos opciones de Los tumores de uréter pelviano se pueden rese-
tratamiento quirúrgico son el radical y el conservador. car mediante ureterectomía distal y escisión del man-
guito vesical, junto a ureteroneocistostomía. Esta téc-
El tratamiento radical incluye la nefroureterecto- nica puede requerir también conformar una vejiga
mía con resección del rodete vesical perimeatal ipsila- psoica. Los tumores de uréter medio o alto se abor-
teral (Figura 6), ya que existe una alta incidencia de darían mediante ureterectomía parcial y anastomosis
recidivas en meato y en muñón ureteral residual. término-terminal o transureteroureterostomía. En
los casos en los que se requiera la resección prácti-
Los tumores localizados por encima del uréter camente completa del uréter, es posible realizar ileo-
sacro se abordan mediante lumbotomía retroperito- neoureteroplastia o autotrasplante renal sobre vasos
neal o por vía anterior, realizando la desinserción ure- ilíacos. En los casos de tumores en pelvis renal se
teral de manera endoscópica. Aquellos tumores situa- puede llevar a cabo una pielectomía parcial y urete-
dos por debajo de este nivel suelen intervenirse ropielostomía o pielectomía total y anastomosis ure-
mediante vía combinada lumbar y pelviana. terocalicial.
El abordaje endoscópico mediante ureteroscopia teral 4 Ch, con una pauta de una instilación por sema-
se indica en tumores de bajo grado(8), únicos, menores na durante seis semanas(11). Cuando se asocia a tumor
de 1 cm y de características papilares. macroscópico, se requiere la nefroureterectomía.
Algunos autores desestiman este tipo de cirugía Actualmente, la única indicación de las instilacio-
ante citología de orina positiva o biopsia intraoperato- nes para este tipo de tumores es el tratamiento del
ria con tumor de alto grado, pasando a cirugía radical. carcinoma in situ.
Es posible resecarlos o fotocoagularlos con láser de El seguimiento recomendado en los casos de ciru-
Nd-YAG u Ho-YAG. Las complicaciones más frecuentes gía conservadora es mediante urografía intravenosa,
son la perforación y la estenosis de la vía, que pueden que se realizará a los seis meses y luego con carácter
ser solventadas igualmente de manera endourológica. anual, y citología urinaria cada seis meses. En la cirugía
radical se aconseja urografía y citología a los seis
Para los tumores pielocaliciales se aconseja el meses y luego con carácter anual.
abordaje anterógrado mediante nefroscopio, pudién-
dose realizar resección, biopsia de la base y mapa pié- Cuando la enfermedad se encuentra localmente
lico o fotocoagulación con láser. En este tipo de abor- avanzada o diseminada es posible hacer tratamiento
daje se recomienda revisar la base tumoral y biopsiar- paliativo con quimioterapia o radioterapia, con bajo
la en un segundo tiempo(9), así como realizar biopsias índice de respuesta completa a largo plazo.
del trayecto de nefrostomía.
4. Akdogan B., Dogan H.S. et al. Prognostic significance 10. Hayashida Y, Nomata K, Noguchi M, Eguchi J,Koga S,
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Tumores vesicales
superficiales
Claudio Martínez-Ballesteros
Joaquín Carballido Rodríguez
Tumores vesicales
superficiales
Introducción ..................................................................................................................................................................... 485
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 486
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 488
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 491
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 501
28.Tumores vesicales superficiales
capítulo 28
Tumores vesicales
superficiales
INTRODUCCIÓN vías urinarias y la insuficiencia renal. En las fases avan-
zadas de la enfermedad, la diseminación tumoral en
El carcinoma de células transicionales de localiza- los ganglios linfáticos o en los tejidos de la pelvis y del
ción vesical y particularmente, las formas de presenta- retroperitoneo provocarán con frecuencia los síndro-
ción no infiltrantes del estrato muscular, suponen en la mes de dolor pélvico y retroperitoneal.
actualidad un modelo muy representativo de desarro-
llo en investigacion básica, patogénica y terapéutica en Basándose en la gran heterogeneidad que expre-
el marco de la oncología clínica moderna. Los avances san en su historia natural y evolución, clásicamente se
en el conocimiento de las bases genéticas y molecula- caracterizan dos tipos de tumores uroteliales:
res involucradas en la etiología y desarrollo de esta
enfermedad, así como el relevante papel que en su a) Tumores superficiales: invaden más allá de la
historia natural desempeñan los nuevos agentes qui- mucosa y de la submucosa, de lento crecimiento
mioterápicos e inmunomoduladores, así como su e indolentes durante muchos años, pero caracte-
empleo combinado con las técnicas quirúrgicas clási- rizados por una gran tendencia a la recidiva y mul-
cas son los ejemplos más representativos. tifocalidad en cualquier lugar del urotelio.
Los tumores malignos localizados en el urotelio se b) Tumores infiltrantes: invaden la capa muscular o
originan de células transformadas de la mucosa de más allá, de curso clínico mas rápido, con gran
revestimiento de los conductos del tracto urinario y capacidad de diseminación ganglionar y hemató-
de acuerdo a su localización anatómica se denominan gena, siendo causa de gran morbilidad debido a
tumores uroteliales de caliciales o piélicos, ureterales, fenómenos obstructivos y a la extensión tumoral
vesicales y uretrales. Estos tumores comparten simila- fuera del árbol urinario, provocando la muerte
res características en lo que se refiere a su epidemio- por la afectación neoplásica regional y a distancia
logía, biología e historia natural y patrones morfológi- en más del 50% de pacientes.
cos. Se trata en general de tumores multifocales,
detectados bien en el momento del diagnóstico o En términos generales, más del 90% de los tumo-
bien en el transcurso de la enfermedad (tumores múl- res uroteliales se originan en la vejiga urinaria, el 8% en
tiples sincrónicos y metacrónicos), en la misma o en la pelvis renal y el 2% restante está constituido por
distintas localizaciones anatómicas y que hipotética- tumores del uréter y de la uretra. Aproximadamente,
mente podrían llegar a ocupar todo el aparato urina- entre el 75-85% de los pacientes afectos de carcino-
rio excretor. ma vesical se presentan en formas confinadas a la
mucosa o a la submucosa. Estos tumores son los con-
Sus manifestaciones clínicas derivan de la destruc- siderados carcinomas superficiales de vejiga y se esti-
ción de la mucosa y de los elementos constitutivos de ma que entre el 10-20% de ellos su evolución es hacia
las estructuras de los órganos genitourinarios, favore- formas clínicas invasoras músculo-infiltrantes.
ciendo la aparición de hematuria, que constituye el
síntoma más frecuente, tanto en el diagnóstico inicial En este capítulo se actualizan los conceptos clíni-
como en la evolución de la enfermedad. Otros signos cos, diagnósticos y terapéuticos de los carcinomas de
comunes son el dolor, la obstrucción e irritación de las células transicionales no músculo-infiltrantes.
Entre los mecanismos implicados mencionados el a carcinomas de células transicionales. Otros tipos his-
fenómeno que adquiere mayor relevancia es el efecto tológicos que se desarrollan con menor frecuencia en
de acumulación de los eventos moleculares más que el urotelio vesical son los carcinomas escamosos (3%),
la propia cronología de las alteraciones genéticas los adenocarcinomas (2%) y los carcinomas de células
implicadas, de tal manera que la actividad sinérgica de pequeñas (<1%). Existen, con cierta frecuencia, tumo-
todos los acontecimientos biológicos es la verdadera- res mixtos, con áreas de carcinoma transicional y car-
mente determinante en la transformación maligna de cinoma escamoso o de carcinoma transicional y ade-
ciertos clones de células neoplásicas (2). nocarcinoma e incluso mezclas de los tres tipos, indi-
cando la pluripontencialidad histológica del urotelio
Lo cierto es que en el caso concreto de las pato- en general. Estos tumores mixtos, aunque se conside-
logías tumorales de la vejiga los avances obtenidos en ran variantes del carcinoma transicional, resultan tener
los últimos años tanto en la carcinogénesis como en la un comportamiento clínico más agresivo y en térmi-
identificación de marcadores potencialmente útiles nos generales son ya infiltrantes en el momento del
sobre todo en el estadiaje y pronóstico han sido rele- diagnóstico inicial. Mucho menos frecuentes son los
vantes y la experiencia acumulada permite definir un linfomas, melanomas o sarcomas.
modelo de patogenia molecular para estos tumores (10).
En concreto, los carcinomas vesicales de carácter
Asimismo, los avances alcanzados progresivamen- no músculo-infiltrantes presentan diferentes grados
te en la carcinogénesis de los tumores vesicales, han de diferenciación, según su mayor o menor parecido
posibilitado la identificación de diversas rutas patogé- con la mucosa sana del epitelio transicional del urote-
nicas, relacionadas con en la aparición y desarrollo de lio. Se reconocen tres grados de diferenciación: grado
la enfermedad, que discriminan entre la evolución de I, bien diferenciado; grado II, moderadamente diferen-
los tumores superficiales papilares de bajo grado y bajo ciado y grado III, mal diferenciado. Un cuarto grado o
estadio y la de los tumores planos (carcinoma in situ) (11). carcinoma anaplásico se reconoce cuando se han per-
Así, se ha comprobado que las delecciones del cro- dido totalmente las características del epitelio transi-
mosoma 9 se correlacionan con los tumores superfi- cional normal. Los grados de diferenciación guardan
ciales papilares de bajo grado y no se encuentran pér- una estrecha correlación con la infiltración del tumor
didas alélicas de dicho cromosoma en el CIS. Sin en la pared vesical. Así, los tumores superficiales, cuya
embargo, son frecuentes las delecciones en regiones histología corresponde casi siempre a carcinomas
correspondientes a 3p,5q y 17p en tumores con inva- transicionales de grados I y II, presentan generalmen-
sión de la lámina propia (T1). Otro tipo de pérdidas te un aspecto papilar con pedículo más o menos
alélicas distintas se han observado en los tumores infil- ancho y no infiltran la capa muscular de la vejiga,
pudiendo afectar sólo a la mucosa (Ta) o a la submu-
trantes (T2-T4), por ejemplo, delecciones del gen p53
cosa (T1). Estos tumores son muy friables y tienen
(17p), del gen Rb (retinoblastoma) (13q) o del 18q.
tendencia a sangrar, por lo que la hematuria puede ser
un signo revelador. En contraste, los tumores infil-
En cualquier caso debe quedar establecido que en
trantes o invasivos corresponden generalmente a
patología tumoral de localización vesical la posibilidad de
carcinomas transicionales grado III, indiferenciados,
predicción de su potencial biológico y del curso evoluti-
anaplásicos o tumores mixtos, los cuales tienen un
vo es limitada y que la realidad clínica es que lesiones con
aspecto cerebroide y/o ulcerado, con bordes mal
similar apariencia endoscópica, estadio clínico y grado
definidos, e infiltran la capa muscular, pudiendo estar
histológico adoptan patrones de comportamiento bioló-
exteriorizados en la pared vesical o invadir órganos
gico muy variables y en gran medida impredecibles.
vecinos, como la próstata, recto, útero, vagina o
excepcionalmente incluso la pared anterior del abdo-
men (T2,T3,T4) (6).
ANATOMÍA PATOLÓGICA
A los tumores superficiales raramente se les reco-
Los tumores uroteliales de localización vesical noce capacidad para la diseminación linfática ganglio-
corresponden en la mayoría de los casos (90%-95%) nar o hematógena, pero tienen una gran tendencia a
Tabla 1. Clasificaciones del grado histológico aceptadas por la Organización Mundial de la Salud en 1973 y 2004.
la recidiva local (50-70%) bien en el mismo lugar o en patológicas protagonizan debates científicos de interés
distintos lugares en la mucosa vesical y además duran- en la actualidad a la espera de alcanzar un consenso
te muchos años. Durante la evolución de estas neo- generalizado que evitaría sobretratamientos En la cla-
plasias, se observa la progresión a estadios más avan- sificación de los tumores no músculo-infiltrantes de
zados, a tumores infiltrantes, en el 5-30% de los casos vejiga se han producido modificaciones recientes pro-
en los cinco primeros años en función de la presencia puestas por la Organización Mundial de la Salud
o no de determinados factores pronósticos. (OMS) y por la Sociedad Internacional de Patología
Urológica (SIPU) (Tabla 1). Esta nueva clasificación,
El carcinoma in situ (Tis), que representa el 1-2% publicada en 2004 incluye como novedad la descrip-
de los tumores vesicales es de localización intraepite- ción combinada de los grados de diferenciación
lial de manera que su diagnóstico inicial sólo es posi- mediante el empleo de criterios citológicos y arqui-
ble tras la sospecha clínica por la presencia de sinto- tecturales específicos. De este modo, se distingue
matología miccional de carácter irritativo y la citolo- entre neoplasia papilar urotelial de bajo potencial de
gías urinarias positivas habitualmente de alto grado En malignidad (NUPBM) y carcinomas de bajo grado y
la mayoría de los casos, el Tis se asocia a tumores papi- alto grado. Las NUPBM son lesiones que no presen-
lares múltiples de grado alto y también a tumores infil- tan características citológicas de malignidad pero
trantes, y se puede localizar en la mucosa adyacente muestran células uroteliales normales dispuestas en
perilesional o en lugares alejados. Son tumores agresi- formaciones papilares. Aunque el riesgo de progresión
vos, por definición de alto grado (GIII) y están implica- es mínimo, no se pueden considerar como totalmen-
dos en la ruta patogénica de los tumores infiltrantes. El te benignas ya que mantienen una cierta tendencia a
carcinoma in situ de vejiga se caracteriza por carecer la recurrencia. A diferencia de la clasificación previa, en
de cohesión intercelular y por presentar, sus células, un esta última desaparece el concepto de grado inter-
aspecto pagetoide en el que células neoplásicas se medio, considerando a los tumores uroteliales papila-
encuentran dispersas dentro de un urotelio aparente- res como de bajo o alto grado.
mente normal o ligeramente atípico. Estas células se
suelen mostrar en el estudio citológico como elemen- La clásica clasificación de la IUCC (TNM), amplia-
tos individuales de tamaño variable pero con núcleos mente utilizada en nuestro medio también ha sido
de diámetro comparable al de las células basales y con revisada en los últimos años. La principal novedad y
una proporción núcleo-citoplasma muy alta (5). diferencia de la anterior de 1997 es la definición de
tumor superficial o infiltrante. Los tumores papilares
Recientemente se han descrito otras lesiones pla- confinados a la mucosa se consideran Ta, los tumores
nas que forman parte de la propuesta para una nueva que han invadido la lámina propia se clasifican como
clasificación de las neoplasias uroteliales y en este sen- T1 y los tumores de crecimiento plano y alto grado
tido a la atipia reactiva, a la atipia de significado des- como Tis. Debido al elevado potencial invasor que han
conocido y a la neoplasia intraurotelial de bajo grado mostrado los Ta G3, los T1 y los Tis en la experiencia
se las reconocen como entidades anatomopatológicas clínica y en los estudios moleculares, el considerar
difícilmente distinguibles del carcinoma. Estas formas como superficiales a estos tipos de neoplasia puede
Tabla 2. Clasificación TNM (UICC) de 2002. considerarse como una definición subóptima (Tabla 2)
y por esta circunstancia al referirse a estas lesiones se
debe enfatizar el carácter no infiltrante del estrato
T. Tumor primario
muscular.
Tx: No es posible evaluar el tumor
primario Manifestaciones clínicas
T0: No existen signos de tumor primario
Ta: Carcinoma papilar no invasivo Los carcinomas de células transicionales de locali-
Tis: Carcinoma in situ (tumor plano)
T1: Tumor que invade el tejido conectivo
zación vesical, habitualmente, producen sintomatolo-
subepitelial gía desde fases muy tempranas de su evolución y la
T2: Tumor que invade el músculo hematuria, su forma más frecuente de presentación,
T2a: Tumor que invade la capa aparece en más del 80% de los pacientes, aunque
muscular superficial (mitad prácticamente todos ellos presentan como mínimo, al
interna) menos, hematuria microscópica en el sedimento. A
T2b: Tumor que invade la capa pesar de ello, y debido a que la hematuria se presen-
muscular profunda (mitad ta de forma intermitente, es importante subrayar que
externa) una muestra de orina normal, en ningún caso puede
T3: Tumor que invade la grasa perivesical
excluir el diagnóstico.
T3a: Microscópicamente
T3b: Microscópicamente (masa
extravesical) Lo más común es que la hematuria sea de carác-
T4: Tumor que invade cualquiera de las ter macroscópico, asintomático total y frecuentemen-
siguientes estructuras: próstata, te se asocia la presencia de coágulos; desde el punto
útero, vagina, pared pélvica o pared de vista semiológico se le denomina “hematuria
abdominal caprichosa” y en la mayoría de las ocasiones incluso
T4a: invade próstata, útero o vagina llama la atención al propio enfermo. Cuando los
T4b: invade las paredes pélvica o tumores están localizados en el área cervicotrigonal
abdominal
la hematuria puede ser exclusivamente terminal.
N. Ganglios linfáticos regionales Asimismo, la presencia de coágulos puede condicio-
nar problemas miccionales e incluso retención urina-
Nx: No es posible evaluar los ganglios ria aguda.
linfáticos regionales
N0: No se demuestran metástasis
ganglionares regionales
Por todo ello, en cualquier paciente con indepen-
N1: Metástasis en un único ganglio dencia de su sexo o edad, que presente al menos un
linfático, de diámetro máximo menor episodio de hematuria macroscópica, es de obligado
de 2 cm cumplimiento descartar la presencia de un tumor de
N2: Metástasis en un único ganglio origen urotelial, muchas veces, incluso cuando existan
linfático de diámetro máximo mayor otros diagnósticos que la justifiquen. Por el contrario,
de 2 cm, pero menor o igual a 5 cm la hematuria microscópica está presente en el 13% de
o en varios ganglios linfáticos, ninguno la población general, y tan sólo en un 0,4% su presen-
de ellos mayor de 5 cm de diámetro cia corresponde al diagnóstico de un carcinoma uro-
máximo
telial. En este caso, el inicio de un estudio depende del
N3: Metástasis en un ganglio linfático de
diámetro máximo mayor de 5 cm resto de circunstancias que rodeen el caso.
luados por supuestas infecciones urinarias o síndro- La urografía intravenosa (UIV) mantiene su tradi-
mes prostáticos de instauración brusca y con mala cional valor diagnóstico en pacientes con historia de
evolución clínica. El carcinoma in situ es el tumor que hematuria, si bien sólo detecta aproximadamente la
más habitualmente asocia este cuadro. mitad de los tumores de localización vesical. Uno de
los valores de la UIV es su contribución al diagnóstico
Otros síntomas que pueden derivar de los tumo- de los tumores de localización en el aparato urinario
res vesicales superficiales son la anemia y menos fre- superior y a la indicación con mayor criterio de otro
cuente el dolor cólico o las lumbalgias inespecíficas tipo de exploraciones complementarias en el diagnós-
secundarias a la presencia de uropatía obstructiva por tico y estadiaje de la enfermedad como por ejemplo
crecimiento del tumor sobre el meato ureteral la pielografía ascendente, la obtención selectiva de
correspondiente a su localización. orina por punción percutánea en riñones con com-
promiso funcional o la ureterorrenoscopia. La necesi-
dad de realizar una UIV de modo rutinario en el segui-
miento de la enfermedad es controvertida para algu-
DIAGNÓSTICO nos autores ya que, consideran la incidencia de hallaz-
gos significativos con este método como baja. Se cal-
La primera aproximación diagnóstica a los tumo-
cula que la posibilidad de detectar un tumor urotelial
res superficiales de vejiga se debe realizar desde la en el tracto urinario superior mediante UIV en tumo-
semiología, y en este sentido cabe resaltar sus aspec- res T1G3 es aproximadamente de un 7%, un valor no
tos clínicos más importantes. Así, la hematuria es el despreciable para otros muchos autores que siguen
síntoma más frecuente de presentación de los tumo- considerando la vigencia de la indicación de la UIV (1).
res vesicales y en las lesiones superficiales, en particu-
lar Ta y T1, no es común el dolor vesical, la disuria o la La ecografía posee una indicación creciente en el
urgencia miccional. Cuando estos síntomas están pre- estudio inicial del aparato urinario ya que permite, con
sentes, se debe sospechar la presencia de un “carci- carácter no invasivo, dibujar todo el árbol urológico
noma in situ”, de una localización cervical de tumores con gran precisión obviando la utilización de contras-
exofíticos o de tumores infiltrantes. La exploración tes y la exposición a radiación. Combinada con la
física es inespecífica en la mayor parte de los tumores radiografía simple de abdomen puede ser tan exacta
superficiales vesicales. como la UIV en el estudio de una hematuria (1). La eco-
grafía realizada por vía abdominal es el estudio inicial-
Los pilares diagnósticos de los tumores vesicales mente recomendado en los pacientes que presentan
superficiales son las pruebas de imagen (ecografía y hematuria macroscópica monosintomática. La poten-
urografía intravenosa), los estudios citológicos urina- cia diagnóstica se encuentra directamente relacionada
rios y análisis de muestras de tejido obtenidas median- con el tamaño de la lesión: 38% de tumores menores
te resección endoscópica transuretral (RTU). La ade- de 5 mm, 82% de tumores entre 5 y 10 mm y 100%
cuada combinación de todas estas posibilidades diag- para tumores superiores al centímetro. A pesar de las
nósticas, ampliamente difundidas en nuestro medio, limitaciones a que está sujeta (obesidad, cicatrices qui-
permite realizar el diagnóstico y tratamiento de estos rúrgicas, replección vesical inadecuada, presencia de
tumores con garantías de éxito. No obstante, se van coágulos, localización tumoral en cúpula y cara ante-
incorporando a la práctica clínica habitual nuevos rior, crecimiento hipertrófico del lóbulo mediano
métodos diagnósticos entre los que destacan las téc- prostático, hipertrofia del detrusor, etc.) el porcentaje
nicas de proteo mica e hibridación in situ encaminadas de falsos positivos y de falsos negativos se sitúa en
al diagnóstico de lesiones tumorales en muestras de torno al 20%. La ecografía vesical abdominal permite
orina con mayor sensibilidad y especificidad que la conocer con exactitud el número, la localización, el
citología convencional y en el caso de la exploración tamaño y el aspecto morfológico del tumor y su base
endoscópica la incorporación de la fluorescencia para de implantación, y si se tiene en cuenta la disponibili-
incrementar el rendimiento diagnóstico en tumores dad casi universal de esta técnica en nuestro medio,
de escasa expresividad en la mucosa y el carcinoma in debe ser considerada como la prueba inicial ante una
situ con claras implicaciones pronósticas. hematuria macroscópica.
Se acepta que la sensibilidad para detectar un car- renciar entre lesiones Ta,T1 y T2. Del mismo modo, se
cinoma vesical varía entre el 10% para los tumores G1 recomienda tomar muestras representativas de las
y el 90% para los G3, así como entre el 80-90% para áreas perilesionales para documentar la eventual pre-
los Tis. Las limitaciones fundamentales son la baja sen- sencia de carcinoma in situ. El obstáculo más impor-
sibilidad en los tumores de bajo grado y su escasa tante y origen de fuertes discrepancias para los ana-
reproducibilidad, ya que la orina no es un medio pro- tomopatólogos es la presencia de músculo liso en la
picio para la conservación celular. La citología de orina lámina propia de la pared vesical y que dificulta su dis-
cuenta con un 20% de falsos negativos (tumores en tinción del detrusor.
divertículo, tumores calcificados, tumores irradiados,
escasa cantidad de orina, infección crónica y escasa Respecto a la oportunidad de obtener biopsias
severidad al aplicar los criterios citológicos) y un 10% de urotelio ópticamente normal se recomienda abs-
de falsos positivos (litiasis, insuficiencia renal crónica e tenerse en casos de tumores papilares de pequeño
infección crónica). Estos valores pueden ser mejora- tamaño con el resto de la mucosa de aspecto nor-
dos, especialmente la sensibilidad, con el análisis seria- mal y citologías negativas, ya que la posibilidad de
do de diversas muestras de orina. detectar un Tis es extremadamente baja y porque la
decisión de incluir al paciente en un protocolo de
La cistoscopia es la técnica de referencia para tratamiento endovesical adyuvante no se va a ver
visualizar y describir detalladamente los distintos tipos modificada por el resultado de la biopsia (1). Sin
de tumores vesicales. Una vez realizada es obligatorio embargo, cuando el análisis citológico de la orina es
describir con exactitud, como mínimo, la morfología positivo o se aprecian áreas de mucosa sospechosas,
del tumor, su localización, el número de lesiones es necesario tomar biopsias frías dirigidas (biopsias
visualizadas, la presencia de divertículos y el aspecto dirigidas). Si el tumor resecado se localiza en el trí-
de los meatos ureterales. Se considera de obligada gono, en el cuello de la vejiga o se sospecha la pre-
realización en pacientes adultos con hematuria sencia de Tis, se recomienda tomar muestras de la
macroscópica y, especialmente, en las estrategias de uretra prostática (1).
seguimiento de pacientes de bajo riesgo ya que, en
éstos, el empleo combinado de ecografía abdominal En la actualidad, asistimos al desarrollo e incorpo-
y citologías de orina se ha mostrado insuficiente (2). La ración de la detección en orina de determinadas sus-
inclusión de la cistoscopia en los procesos de segui- tancias como herramienta diagnóstica de precisión en
miento de pacientes ya diagnosticados de tumores los tumores de vejiga. La determinación de antígenos
vesicales ha sufrido un empuje con la incorporación asociados al tumor, proteína 22 de la matriz nuclear
y el desarrollo de la fibra óptica a la instrumentación (NMP22), telomerasa, citoqueratinas y productos de
médico-quirúrgica. La disponibilidad de cistoscopios degradación del fibrinógeno en orina son algunos de
flexibles en la mayoría de los servicios de urología ha los ejemplos de tests disponibles cuyo factor denomi-
permitido optimizar el seguimiento de los pacientes nador común es poseer una alta sensibilidad pero baja
con cáncer de vejiga. En la actualidad el rendimiento especificidad, con lo que el porcentaje de falsos posi-
diagnóstico de la cistoscopia convencional se puede tivos es considerable. Aún es necesario esperar a los
incrementar en determinadas lesiones utilizando téc- resultados de nuevos estudios prospectivos aleatori-
nicas de fluorescencia con ácido 5-aminolevulínico zados para lograr que el empleo de estas técnicas se
(5-ALA). optimice y mejore su eficiencia.
Hiperplasia urotelial papilar, entidad considerada Papiloma: Se trata de una lesión urotelial de evo-
por algunos autores como lesión precursora de neo- lución y crecimiento lentos, con posibilidad de recidi-
plasias de bajo grado, suele detectarse en el segui- var y cuya existencia es puesta en duda por varios
miento cistoscópico de pacientes con este tipo de autores. Ha sido objeto de profunda revisión en la
tumores y, con menos frecuencia, en sujetos con sín- reciente clasificación de la OMS/ISUP de 2003. Para la
tomas obstructivos o microhematuria. El aspecto cis- mayoría, el concepto de papiloma implica la presencia
toscópico es de lesión focal sobreelevada (papilar o de lesión macroscópica sin atipia celular que aparece,
sésil). Histológicamente, existe un epitelio ondulante generalmente, en sujetos de edad no avanzada y no
que adopta forma de papilas de varias alturas, con un va precedida de un tumor papilar y actualmente se
engrosamiento del urotelio de la hiperplasia y de la puede establecer que existe consenso para conside-
mucosa adyacente. Las características citológicas le rar que en un papiloma necesariamente deben existir
confieren un aspecto similar al del urotelio normal, sin formaciones papilares revestidas por urotelio de apa-
existencia de atipias. A diferencia de la neoplasia, en la riencia normal (OMS/ISUP 2003). Suele tratarse de
hiperplasia no se observa fenómeno de arborización lesiones únicas y pequeñas, la posibilidad de recidiva
ni deflecamiento papilar. En pacientes con historia de se sitúa en torno al 9% y el tratamiento es la RTU.
neoplasia urotelial es necesario mantener un segui- Ocasionalmente se extienden por gran parte de la
miento estrecho si se descubre la presencia de hiper- mucosa vesical y en este caso la lesión se denomina
plasia urotelial papilar ya que plantea la duda razona- papilomatosis difusa.
ble de que pudiese tratarse de una recidiva (Tabla 3).
La citoarquitectura del papiloma se caracteriza
por la presencia de papilas sin ramificaciones y de
Tabla 3. Diagnóstico diferencial de los tumores
superficiales de vejiga. patrón exofítico. El grosor del urotelio es variable,
aunque no puede exceder en número las capas del
Lesiones uroteliales papilares urotelio normal, con buena cohesión intercelular y fre-
cuentes células en paraguas. Si se aprecian atipias celu-
Hiperplasia urotelial papilar lares en otras células distintas a las células en paraguas
Papiloma el diagnóstico de papiloma queda excluido. Las mito-
Papiloma invertido sis son raras y el índice de proliferación celular es bajo.
Neoplasia urotelial papilar de bajo grado de Recientemente, se han descrito mutaciones en un fac-
malignidad (NUPBM) tor de crecimiento endotelial en el papiloma en por-
Seudotumores centajes similares a las neoplasias papilares de bajo
potencial de malignidad (NUBPM) y el carcinoma uro-
Cistitis incrustante telial de bajo grado.
Malacoplaquia
Cistitis papilar polipoide Papiloma invertido:Tumor urotelial benigno de cre-
Granuloma post-RTU cimiento endofítico de células en empalizada que
Otros seudotumores proliferativos no
carecen de atipias, presentando habitualmente epite-
neoplásicos
Cistitis quística lio transicional, aunque se ha descrito la presencia de
Nódulos de Von Brunn metaplasia escamosa y glandular. Se suele presentar en
Cistitis glandular forma de lesiones solitarias, sobreelevadas o pedicula-
Adenosis o adenoma nefrogénico das y la localización más frecuente es el trígono.
Pólipo epitelial prostático Histológicamente se aprecian cordones celulares que
Endometriosis se invaginan desde la superficie, que es lisa, los límites
Endocervicosis son precisos y carece de atipia celular o ésta es muy
Endosalpingosis leve. En algunas ocasiones se han descrito papilomas
Amiloidosis invertidos asociados a carcinoma urotelial concurren-
Malformaciones vasculares
Fístulas enterovesicales te, si bien se ha demostrado que la mayoría de ellos
Xantomas representan, realmente, un carcinoma urotelial no infil-
trante de patrón invertido (5).
Neoplasia urotelial papilar de bajo potencial de edema se transforma en fibrosis. Suelen localizarse en
malignidad (NUBPM), ya citada con anterioridad, se el fondo vesical y pueden llegar a persistir hasta seis
trata de un tumor urotelial papilar similar al papiloma meses después de retirar el catéter.
aunque, a diferencia de éste, se caracteriza por pre-
sentar un incremento de la proliferación celular que Granuloma post-RTU, verdadero granuloma a cuer-
supera el grosor del urotelio normal sin que se apre- po extraño o en empalizada localizado en un área
cien rasgos citológicos de malignidad ni pérdida de la previamente resecada. Se estima que puede presen-
polaridad celular. El curso clínico de este enfermedad tarse en torno a un 6-7% de las resecciones. Su inci-
tiende a ser recidivante, aproximadamente el 35% de dencia aumenta con el número de resecciones y en
los sujetos afectados pueden presentar recurrencia a ocasiones puede llegar a afectar al músculo liso, con-
los 5 años. La probabilidad de progresión es bastante fundiéndose con un tumor infiltrante. La cistitis quísti-
inferior se estima inferior al 5% a los 5 años de segui- ca y los nódulos de Von Brunn son formas evolutivas de
miento. Por tanto, esta entidad no es considerada la misma lesión que están formados por proliferación
como benigna y por ello es preciso un seguimiento del epitelio sin metaplasma, consecuencia de una inva-
estrecho de los pacientes que la padecen (5). ginación del urotelio que arrastra la membrana basal.
La cistitis glandular es la misma lesión que la cistitis
Existen también un grupo de lesiones uroteliales quística pero con cambios metaplásicos de células
no tumorales que se deben incorporar al diagnóstico glandulares que pueden llegar a sustituir todo el epi-
diferencial de los tumores de células transicionales, telio, asemejándose a una glándula colónica. La adeno-
bien porque por su patrón de crecimiento seudotu- sis o adenoma nefrogénico es una forma de metaplasia
moral se manifiesten como masas exofíticas que indu- urotelial de aspecto excrecente asociada a fenómenos
cen a errores de diagnóstico macroscópico, o bien irritiativos. Es una lesión benigna, aunque en un 5% de
porque la pérdida de integridad macroscópica del las ocasiones se presenta junto a un carcinoma transi-
urotelio es tan inespecífica que no se distingue de la cional. El pólipo del epitelio prostático se localiza en la
patología inflamatoria. En este grupo de lesiones vesi- uretra prostática o en el trígono. Está formado por
cales es preciso referirse a las cistitis incrustantes, enti- epitelio prostático que expresa PSA y epitelio transi-
dad caracterizada por la necrosis de la mucosa y la cional. Cursa con hemospermia o hematuria, aunque
presencia de calcificaciones en el área necrótica que en la mayoría de las ocasiones es asintomático. Otras
suele localizarse en el trígono. Su aspecto cistoscópi- entidades de carácter proliferativo son la presencia de
co es de una masa algodonosa y frecuentemente se tejidos ectópicos (endometriosis, endocervicosis o endo-
asocia a infecciones de la orina por Proteus mirabilis. salpingosis), la afectación vesical de enfermedades sis-
témicas como la amiloidosis, las malformaciones vascu-
La malacoplaquia es un proceso sistémico que lares, las fístulas enterovesicales y los xantomas.
tiene, entre otros, como órgano diana a la mucosa uro-
telial (35-40%). Se trata de un déficit de concentración Factores pronósticos
de un mediador de la respuesta inmune, el GMPc, que
ocasiona la insuficiente destrucción y eliminación de Como ya quedó establecido al desarrollar los
patógenos habituales. La formación de acúmulos de aspectos patogénicos de la enfermedad tumoral del
linfocitos, células plasmáticas, histiocitos y cuerpos eosi- urotelio, la contribución de los estudios cromosómi-
nófilos dan lugar a los llamados cuerpos de Michaelis- cos y moleculares no permiten establecer una predic-
Gutman. Microscópicamente se aprecian placas con ción pronóstica de la enfermedad que sustente poder
algunas áreas ulceradas y consistencia blanda. tomar decisiones clínicas con carácter generalizado.
Por esta circunstancia, en práctica clínica habitual la
Cistitis papilar polipoide es una lesión de origen predicción del comportamiento evolutivo de estas
yatrógeno ocasionada por la manipulación intravesical. neoplasias se basa en la utilización de factores clínicos
Se trata de una reacción papilar o polipoide de super- tales como el tamaño tumoral, el estadio clínico, el
ficie afelpada que es consecuencia del edema de la grado citológico, la presencia o no de Cis asociado, el
lámina propia y la submucosa. En casos muy evolucio- índice previo de recidivas, la multiplicidad en las lesio-
nados (portadores crónicos de catéter vesical) este nes tumorales y la presencia o no de afectación gan-
glionar.Todos ellos, accesibles en la práctica clínica dia- que no revelan diferencias significativas frente a la
ria, han contribuido significativamente a la decisión resección clásica respecto al número de recidivas.
terapéutica en la asistencia a estos pacientes, pero, sin Uno de los principales argumentos que esgrimen los
embargo, su aplicación con criterios de individualiza- detractores del empleo de láser en los tumores de
ción terapéutica no se ha alcanzado todavía. vejiga es la falta de aporte de material útil para diag-
nóstico anatomopatológico. Por otra parte, los
La utilización de estos parámetros con finalidad defensores de esta técnica cuentan con datos obje-
pronóstica ha posibilitado la categorización de los tivos que revelan la superioridad del láser frente a la
pacientes con enfermedad tumoral urotelial no infil- RTU en cuanto a no provocar la contracción de los
trante en grupos de riesgo bajo, intermedio y alto aductores, asociarse con menor incidencia o ausen-
para la progresión. La probabilidad de progresión a cia de hemorragia y reducir el número de estenosis
cáncer invasor de los tumores superficiales es del 12% uretrales (5).
a 5 años por término medio, pero oscila entre 4-6%
para los tumores Ta, 29% para T1, 40% para T1G III y La hipertermia y la difusión eléctrica asociadas a
60%-80% para los tumores asociados a Cis. Aproxi- quimioterapia y la piroterapia (necrosis tumoral con
madamente la mitad de los pacientes se incluyen en el ultrasonidos de alta densidad) son otras opciones de
grupo de bajo riesgo de recaída, el 35% en el grupo tratamiento, la última de ellas extracorpórea con
de riesgo intermedio y el 15% en el de alto riesgo. Un menor difusión y en vías de desarrollo.
paciente se incluye en el grupo de bajo riesgo cuando
presenta un tumor único, estadio Ta, grado citológico La RTU-V cumple con una doble finalidad, diag-
1 ó 2, de tamaño inferior a 3 cm, con citologías de nóstica y terapeútica. La RTU-V permite la correcta
orina negativas, con margen de mucosa sana alejada estadificación y gradación del tumor y con ello, condi-
del lecho primario y presenta buena respuesta a tra- cionar el tratamiento posterior. Si esta técnica se rea-
tamiento endovesical a los 3 y 6 meses. Cuando el liza de modo correcto puede lograr la curación de
patrón de localización es múltiple,T1, de grado histo- muchos pacientes, ya que conseguirá extirpar por
lógico 3, asocia displasia o Cis, presenta citologías de completo la neoplasia. Como norma fundamental
orina positivas y recurre a pesar del tratamiento en para certificar el valor de una RTU-V se acepta que el
los 3 primeros meses, se considera dentro del grupo patólogo debe contar con muestras de capa muscular
de alto riesgo. Los pacientes de riesgo intermedio no en la pieza operatoria. De hecho, si no existe repre-
cumplen estrictamente todos los requisitos de cada sentación muscular, el tumor debe ser catalogado
uno de estos dos grupos. Actualmente, se dispone de como Tx y la realización de una nueva RTU debe con-
nomogramas para el cálculo de la probabilidad de siderarse. La realización de una perfecta RTU-V pasa
recaída, como el de la EORTC, elaborado a partir del por la sistematización del acto quirúrgico, siendo pre-
análisis de 2596 pacientes (17). ciso llevar a cabo los siguientes pasos. tacto bimanual
pre y postprocedimiento, uretrocistoscopia, toma de
Tratamiento biopsias, RTU propiamente dicha. El tacto bimanual
nos proporciona datos sobre el volumen tumoral, la
La resección endoscópica transuretral (RTU-V) afectación parietal, la posibilidad de resecabilidad y la
es el tratamiento de elección de los tumores super- fijación a estructuras vecinas maniobras imprescindi-
ficiales de vejiga. Existen otras alternativas quirúrgicas bles cuando se considera la eventual indicación de una
endoscópicas a la RTU como la electrocoagulación, cirugía radical. La uretrocistoscopia se trató en el apar-
técnica que tuvo un auge importante a mitad de tado de técnicas diagnósticas y debe considerarse
siglo XX, pero que demostró ser poco eficaz en tér- como el paso previo fundamental a una correcta RTU.
minos oncológicos debido a que los porcentajes de La toma de biopsias puede ser aleatorizada en áreas
recidiva tumoral resultaban inaceptables y la fotoco- de mucosa sana o dirigida a zonas sospechosas no
agulación con láser, como resultado de la aplicación exofíticas como mucosa hiperémica, granulosa o afel-
de las propiedades coagulativas y de vaporización pada. La elevada sensibilidad del estudio citológico de
del láser a los tumores de vejiga con resultados en la orina para los tumores de alto grado o carcinoma
los estudios comparativos conocidos hasta la fecha, in situ y el escaso número de alteraciones mucosas
detectadas en las biopsias son los principales factores mática, distensión abdominal o escasa recuperación
en que se apoyan los detractores de la toma de biop- de líquido de irrigación deben hacernos interrumpir la
sias aleatorizadas. Sobre áreas sospechosas no existe resección. En ocasiones es preciso la colocación de un
controversia alguna, pues se acepta universalmente la drenaje peritoneal, generalmente en fosa ilíaca izquier-
obligatoriedad de su estudio patológico. En cualquier da, así como el sondaje vesical prolongado durante 2
caso, si se decide realizar toma de biopsias aleatoriza- ó 3 semanas. La posibilidad de implantes peritoneales
das, ésta debe hacerse sobre lugares preestablecidos de células tumorales está bastante discutida y no jus-
y en número igual o superior a cuatro. tifica la necesidad de laparotomía exploradora con
lavados peritonales con suero hipertónico. El síndro-
La RTU-V es un procedimiento quirúrgico bastan- me de reabsorción post-RTU se suele producir en
te seguro. El porcentaje de complicaciones global osci- resecciones prolongadas, con sangrado importante o
la entre el 4,7% y el 16% y está directamente relacio- con el empleo de agua destilada en lugar de glicina
nado con el número y el tamaño de los tumores, así para la irrigación. Este síndrome se caracteriza por una
como con el grado de preparación técnica del ciruja- hiponatremia severa (Na < 120 mEq/l) y clínicamen-
no (5,36). La mortalidad intraoperatoria o en el post- te cursa con agitación mental o somnolencia, náuseas
operatorio inmediato es muy baja (0-1,3%) y casi y vómitos, hipertensión, bradicardia y puede desenca-
siempre relacionada con el estado clínico del pacien- denar un edema pulmonar e incluso un infarto de
te. Los procesos infecciosos asociados como prosta- miocardio. Ante la presencia de alguno de estos sín-
toepididimitis o pielonefritis, la trombosis venosa pro- tomas la resección debe suspenderse de modo inme-
funda, el tromboembolismo pulmonar y el infarto de diato, el paciente debe posicionarse en posición de
miocardio aparecen en menos del 1% de los sujetos Trendelemburg invertido y la reposición salina intra-
sometidos a RTU. La complicación inmediata más fre- venosa no debe demorarse. La reabsorción del líqui-
cuente es la hemorragia (2-13%) suele ocurrir en las do perivesical extravasado por una perforación es una
24 o 48 horas siguientes a la cirugía y es causada complicación distinta al síndrome post-RTU, es menos
generalmente por una técnica inadecuada. Es más frecuente y consiste en un fracaso de la función renal
probable en tumores de más de 3 cm, múltiples e infil- transitorio la mayoría de las ocasiones, desencadena-
trantes. Generalmente no es preciso transfundir con- do por el depósito de productos de degradación de
centrados de hematíes, si bien, es la primera causa de la hemoglobina en los túbulos renales tras hemólisis
reintervención tras RTU. Si la hemorragia no cede con secundaria a la absorción de líquido de irrigación. A
la realización de lavados maunales no debe demorar- largo plazo, la complicación más frecuente de la RTU-
se la revisión endoscópica. La perforación vesical es V es la estenosis uretral. La incidencia llega hasta el
otra complicación seria de la RTU-V y puede ser acci- 15% de los procedimientos y la causas pueden ser la
dental (casi siempre) o controlada, cuando se realizan mala lubricación del instrumental, la dispersión eléctri-
resecciones hasta la grasa perivesical para estadiaje. La ca producida durante la cirugía y el número de resec-
incidencia de perforación vesical asociada a RTU está ciones previas. El reflujo vesicoureteral es otra com-
entre el 1,3% y el 5% y es más frecuente en mujeres, plicación tardía de la RTU-V y se produce cuando es
por el menor grosor de la pared vesical. Existen dos preciso resecar el meato ureteral o su trayecto intra-
tipos distintos de perforación vesical: extraperitoneal mural; clínicamente se sospecha cuando la frecuencia
e intraperitoneal; la primera, es la más frecuente de infecciones urinarias es elevada o el paciente pre-
(85%) y se produce en las paredes laterales o en la senta episodios de dolor lumbar. La hidronefrosis por
pared posterior. La estimulación del nervio obturador electrocoagulación del meato y la cicatrización secun-
durante el corte es el mecanismo de producción más daria de éste hacen necesario el control ecográfico
frecuente. El tratamiento consiste en el drenaje de la renal de los pacientes afectados, ya que es posible
vejiga con sonda y sólo el 10% de ellas requieren que el proceso hidronefrótico pase inadvertido y cul-
reparación quirúrgica. La perforación intraperitoneal mine con la anulación funcional de la unidad renal.
es menos frecuente (17%) pero más grave, se produ- Por último, la presencia de una vejiga retráctil suele
ce casi siempre durante la resección de tumores de ser consecuencia de múltiples resecciones o de la
cúpula y cara posterior. Un cuadro de dolor abdomi- instilación adyuvante de agentes quimio o inmuno-
nal de aparición brusca, síntomas de irritación diafrag- terápicos (5).
La RTU-V es el primer escalón de tratamiento del tratamiento adyuvante. Otros argumentos igualmente
tumor vesical superficial, en los pacientes de bajo ries- a favor de la cirugía radical son los excelentes resulta-
go (TaG1 o T1 G1 únicos), la RTU-V es un tratamien- dos de la cistectomía comparados con los pobres
to útil por sí solo. En pacientes de riesgo intermedio resultados de la RTU sin asociarse a tratamiento adyu-
(T1G1 múltiples, Ta G2 y T1 G2 único) y en los de vante y el infraestadiaje de los T1G3, ya que se asocian
riesgo elevado, la utilización de quimioterapia o inmu- a metástasis regionales en un porcentaje no despre-
noterapia intravesical adyuvante han demostrado su ciable (1). El primer problema para esclarecer esta cues-
efectividad en la reducción del riesgo de recidiva y de tión pasa por definir correctamente, en cada caso, si se
progresión (5). Sin embargo estos resultados han sido trata de recurrencia o de tumor residual. Klan et al.
cuestionados parcialmente por otros estudios. detectan tumor residual tras la resección de tumores
T1 en el 43% de los pacientes y hasta en el 30% de
La EORTC publicó un metaanálisis en el que se los tumores Ta. Dos grandes series de cistectomía en
incluye un número extenso de pacientes tratados con tumores superficiales Ta y T1 procedentes de centros
RTU sola o RTU y quimioterapia adyuvante en el que de referencia sitúan la proporción de estadios más
se demuestra la ganancia en intervalo libre de enfer- avanzados en el momento de la cirugía radical entre
medad en el grupo tratado con quimioterapia adyu- el 30%-35%.
vante frente al grupo de RTU sola sin haber podido
evidenciar diferencias significativas en cuanto a pro- La re-RTU constituye una opción de re-resección
gresión de enfermedad (5). Como ya se ha menciona- de los tumores superficiales totalmente válida, permi-
do, la posibilidad de recurrencia de los tumores super- te conseguir márgenes libres de tumor y reducir masa
ficiales de vejiga es de aproximadamente del 60%- tumoral, permite la toma de biopsias sistematizadas
70%, alcanzando los mayores porcentajes los tumores en vejiga y uretra, no impide el re-estadiaje de los
de alto grado. El carácter policronotópico de los tumores, se puede asociar a tratamiento endovesical y
tumores de urotelio, es decir, la tendencia que tienen conserva el órgano funcionante. Es cierto que en un
estos tumores a localizarse en diferentes momentos y elevado porcentaje de tumores, sobre todo T1G3,
lugares del urotelio, hace que toda la superficie urote- existe tumor residual y quizás en estos pacientes
lial se encuentre en peligro de transformación neo- pueda estar justificada la realización de cistectomía
plásica, característica que se conoce como “enferme- radical, aunque aún no exista evidencia suficiente, pero
dad de cambio de campo”. El diagnóstico de nuevos en la actualidad la R-RTU constituye el paso siguiente
tumores puede ser debido al implante de células neo- a la RTU en los casos en que sea preciso (TaG3 y
plásicas que permanecen en el lecho del tumor rese- T1G3 sobre todo) y antesala del tratamiento endove-
cado (auténtica recurrencia) o a la transformación sical con quimio o inmunoterapia.
maligna que ocurre en nuevas áreas de urotelio pre-
viamente displásico y no resecado (nuevo tumor). Por todo lo expuesto, es necesario concluir que la
R-RTU debe realizarse cuando la RTU previa ha sido
Algunos autores abogan por la realización de cis- incompleta (tumores múltiples o de gran tamaño),
tectomía radical precoz cuando se diagnostica un cuando se diagnostica un Ta o T1 G3 y cuando el pató-
T1G3, basándose en la alta tasa de curación que se logo informa de la ausencia de capa muscular en el
alcanza con este procedimiento y la para algunos espécimen enviado. Respecto al momento de realiza-
escasa morbimortalidad de la cistectomía radical, la ción de la R-RTU, no existe consenso actualmente,
posibilidad de reconstrucción ortotópica y, sobre todo, aunque lo más adecuado parece ser llevarla a cabo
en el porcentaje de tumor residual tras RTU-V en los entre la segunda y la sexta semana tras la RTU inicial.
tumores TaG3 y T1G3 y la tendencia a la invasividad de
estos últimos. El 10% de los T1G3 son infraestadiados El empleo de quimioterapia intravesical, tras RTU,
y realmente son tumores músculoinvasivos (1). Del está justificado en los tumores superficiales de alto
mismo modo, los Tis (neoplasia de alto grado por defi- grado (Ta, T1 y Tis) debido a que la RTU por sí sola
nición) suponen otro ejemplo de tendencia a la recu- resulta insuficiente para erradicarlos, como se ha argu-
rrencia y la invasividad, ya que la mitad de ellos se mentado en el apartado anterior. Los tumores super-
harán infiltrantes en un plazo de 5 años si no reciben ficiales solitarios de bajo grado tienen bajo riesgo de
recurrencia y progresión, por lo que no precisan este procedimiento efectivo. Sin embargo, tras la mejora de
tratamiento adyuvante. Para elegir correctamente un los estudios iniciales sobre QT intravesical, se sabe que
agente intravesical es necesario tener en cuenta el la instilación única post-RTU beneficia claramente a un
pronóstico del paciente, la farmacocinética de la sus- subgrupo de pacientes, los pacientes de bajo riesgo. En
tancia, su toxicidad y la eficacia conocida del agente. La este subgrupo de sujetos debe considerarse este tra-
quimioterapia intravesical tiene un triple objetivo: tamiento adyuvante como estándar (1). La EORTC y el
erradicar los restos de enfermedad, prevenir o retra- Medical Research Council (MRC) publicaron en 1996
sar su recurrencia y prevenir la progresión tumoral. los resultados de un metaanálisis comparando RTU
sola versus RTU más QT intravesical, demostrando que
Recientemente se han presentado los resultados la QT intravesical previene la recurrencia, pero no la
del estudio de la EORTC sobre 7 ensayos clínicos progresión de los tumores vesicales en pacientes de
acerca de los factores pronósticos de los pacientes alto riesgo (1). Por tanto, es este grupo de pacientes de
afectos de tumores Ta/T1. Se incluyeron 2.596 sujetos alto riesgo el que precisa de mayor número de instila-
incluidos en 7 estudios que comparan diferentes trata- ciones de quimioterapia o bien de otro tipo de trata-
mientos post-RTU. Los factores pronóstico de recu- miento. La estrategia óptima que define la duración y
rrencia resultaron ser el número de tumores, el tama- la frecuencia de las instilaciones de QT intravesical no
ño y la tasa de recidiva anterior. Respecto a marcado- está bien definida. La EORTC compara la administra-
res de progresión destacan el estadio, el grado histoló- ción mensual de mitomicina C durante 1 año frente a
gico y la presencia de Cis. Por tanto, es correcto con- la administración mensual durante 6 meses y no
siderar que la quimioterapia intravesical está indicada encuentra mejoría significativa respecto a la recurren-
para los pacientes con tumores múltiples, frecuentes cia si la primera instilación se realiza de modo inme-
recurrencias, enfermedad de alto grado (sobre todo diato, luego parece lógico no prolongar el tiempo de
T1 G3), citología positiva post-RTU y carcinoma in situ instilación hasta el año (1). Respecto a la epirrubicina, sí
(5,33). Un metaanálisis que incluye 7 ensayos clínicos que parecen existir diferencias en cuanto a la recu-
randomizados (1.476 pacientes), con una mediana de rrencia si se realiza durante 3 meses o 1 año, a favor
seguimiento de 3,4 años ha demostrado que una ins- de este último periodo (1). Respecto a las sustancias uti-
tilación de quimioterapia inmediata tras la RTU redu- lizadas, las más utilizadas son la mitomicina C (MMC) y
ce el riesgo relativo de recurrencia en un 40% (1). El las antraciclinas epirrubicina y doxorrubicina, presen-
efecto que produce la instilación de un agente quimio- tando similar toxicidad. La presentación de síntomas
terápico intravesical se explica por un doble mecanis- asociados al tracto urinario inferior es bastante común
mo: la destrucción de las células tumorales circulantes y refleja un sustrato de cistitis química asociado a la ins-
tras la RTU y la citolisis de las células tumorales resi- tilación. La mielosupresión es el más temido de los
duales en el lecho resecado. El momento de la instila- efectos adversos, tanto por su peligrosidad como por
ción en todos los estudios se produce en las primeras la dificultad de tratamiento si se presenta en un grado
24 horas tras la RTU. Este esquema de administración, importante. Su posibilidad de aparición está directa-
ya empleado desde hace años para los tumores de mente relacionada con la dosis, siendo más frecuente
alto grado, es reproducible en todos los pacientes. El con dosis de MMC entre 60-120 mg administradas
principal obstáculo para la instilación inmediata es la cada 1-4 días. Se recomienda emplear dosis más bajas,
sospecha de perforación intra o extravesical, ya que en de 40 mg, con lo que reduce notablemente el riesgo
tal caso debe abandonarse la idea de exponer al de aplasia medular, así como realizar controles analíti-
paciente a los efectos adversos sistémicos de un agen- cos habitualmente. Otro efecto adverso frecuente tras
te quimioterápico. En la última edición de las guidelines instilación de MMC es la dermatitis palmar y genital,
de la European Association of Urology (EAU), en evitable con recomendaciones higiénicas. Respecto al
2006, se estima que el número necesario de pacientes esquema de instilaciones múltiples con MMC, una ins-
a tratar (NNT) mediante instilación intravesical con tilación inmediata tras RTU y otras 4 a intervalos de 3
quimiterapia es de 8,5 y, debido a que el coste de una meses durante 1 año demostró disminución en la tasa
instilación es más de 8,5 veces inferior a los costes de de recurrencia e incremento del intervalo libre de
una resección (RTU, anestesia y hospitalización), la rea- enfermedad tanto en sujetos de bajo como de alto
lización de una instilación inmediata tras RTU es un riesgo en un estudio del MRC (5).
Otros agentes empleados con menor frecuencia En el caso concreto de la BCG el régimen de tra-
son cisplatino (CDDP), mitoxantrona y arabinósido tamiento con mayor aceptación contempla el manteni-
de citosina (ARA-C). El uso del CDDP está práctica- miento a largo plazo en un esquema terapéutico con-
mente abandonado por la tasa de reacciones anafilác- creto 6.3.3 durante tres años, evidencia que proviene
ticas que provocó, la mitoxantrona demostró efectivi- fundamentalmente de dos grupos cooperativos, el
dad en un ensayo con escaso número de pacientes ya SWOG americano y la EORTC (13).
previamente tratados y el ARA-C parece tener un
efecto beneficioso si se usa combinado con MMC y Los mecanismos de acción intrínsecos de la BCG
adriamicina. Finalmente, la incorporación de nuevos intravesical se caracterizan por desempeñar un papel
agentes es constante hoy día, así como la mejora de modulador del sistema inmune y, más concretamente,
los esquemas ya conocidos. Cabe destacar, entre los de sus mecanismos efectores antitumorales. Estos
nuevos agentes, la utilización del docetaxel por vía mecanismos incluyen tanto elementos moleculares
intravesical, mostrando en estudios fase I buena tasa como celulares. A nivel molecular es conocida la par-
de respuesta y escasa toxicidad. ticipación de IL2, IL12 e INF gamma, aunque parece
que pueden considerarse más que como el inicio del
En el contexto del tratamiento inmunomodulador proceso inmunológico antitumoral, como la conse-
de la enfermedad neoplásica se encuentra, como uno cuencia, es decir, el reflejo de los eventos celulares
de los máximos exponentes, el tratamiento del carci- que, en último término, realizan la verdadera acción
noma vesical con bacillus de Calmette-Guerin (BCG) antitumoral. A nivel celular, se han descrito incremen-
y se basa en la instilación periódica, mediante un caté- tos en el número total de células Natural Killer (NK),
ter uretral, de preparaciones de BCG obtenidas a par- linfocitos y monolitos (15,16).
tir de la cepa original obtenida del Micobacterium
bovis. Junto al tratamiento con BCG, pero sin alcanzar Aunque es cierto que aún se desconocen bastan-
similares resultados o desarrollo, se han utilizado otros tes aspectos relativos a la naturaleza de la reacción
agentes inmunomoduladores, igualmente aplicados que provoca la BCG, pero sí que se puede afirmar hoy
por vía intravesical, por ejemplo, Interferón alfa (INFa), día que se trata de una secuencia de hechos, algunos
Keyhole Limpet Haemocyanin (KLH), interleucina 2 de los cuales se han descrito con bastante exactitud.
recombinante (IL2r) y Rubratín. El punto de partida de la reacción inmune antitumo-
ral se establece a partir del número de unidades for-
En la actualidad la indicación de tratamiento con madoras de colonias (UFC) de cada una de las cepas
BCG se realiza en el carcinoma transicional in situ, en actualmente disponibles en el mercado y de su con-
los tumores residuales post RTU y en la profilaxis de tacto y fijación, una vez instiladas, al urotelio. Esta fase
las recidivas y, ocasionalmente, de la progresión de de contacto es un requisito indispensable para que la
los tumores superficiales en pacientes de alto riesgo. preparación desencadene la respuesta inmunológica
Una vez establecida una correcta indicación, se debe ulterior. Los bacillus se fijan al urotelio uniéndose a la
iniciar el tratamiento en un plazo aproximado de fibronectina presente en la pared vesical, tanto en la
7-14 días tras la RTU, con el fin de disminuir el por- zona de cicatrización como en el resto del urotelio.
centaje de absorción sistémica y con ello los efectos Esto es posible ya que participa tanto la forma soluble
indeseados. (plasmática) como insoluble (membrana basal) de la
fibronectina. Un dato que muestra la importancia de
Las evidencias actuales permiten establecer que la esta unión fibronectina-BCG es el hecho de que se ha
inmunoprofilaxis es superior a la quimioprofilaxis en comprobado una disminución de la eficacia antitumo-
términos de eficacia terapéutica referida a la disminu- ral en pacientes tratados con fármacos que modifican
ción del número de progresiones con disminución los mecanismos fisiológicos de la coagulación. Una vez
estimada del riesgo del 27% más/menos 9 en los producida la unión, la internalización del complejo
esquemas que contemplan su mantenimiento prolon- fibronectina-BCG en la pared vesical es conocida con
gado, si bien con mayor toxicidad respecto a la qui- menos detalle, aunque se conocen varios mecanismos
mioprofilaxis, lo que en la práctica se traduce por la implicados: paso a través de soluciones de continuidad
coexistencia de ambos regímenes de tratamiento (12). de la pared vesical, transporte activo y fagocitosis.
La interrogante planteada en la actualidad respec- 7. Reuter H.J. Técnica de la endoscopia urológia. Ed.
to a la utilización de la inmunoterapia con BCG se Franz W. Wesel, Baden-Baden. 1979.
desprende de los propios resultados alcanzados, ya
8. http://cne.isiiii.es/htdocs/cancer/mort2004.bxt
que parece haberse alcanzado un “techo terapéutico”
al reconocer que el porcentaje de pacientes no-res- 9. Botteman J. “Economical aspects of bladder cancer”.
pondedores alcanza el 25%, que existen limitaciones Pharmacoeconomics 2003; 21:1315-1330.
en su utilización (vejigas de capacidad disminuida, toxi-
10. Hanahan D.; Weinberg R. ”The hallmarks of cancer”.
cidad…) y que todavía no disponemos del régimen
Cell 2000; 100:57-70.
estándar de tratamiento a pesar de haberse utilizado
muchos, a saber: dosis alta vs. baja, inducción con o sin 11. Knowles M. A.”Molecular biology of bladder cancer”
mantenimiento durante un año vs. tres años, etc. asu- En Urological Cancers, Waxman J. (ed.).2005
miendo que durante muchos años la investigación clí- Springer-Verlag Ch. 12:115-130.
nica no pudo responder a estas interrogantes.
12. Neuhaus M; Wagner U.; Schmid U et al. “Polysomies
but not Y chromosome losses have prognosis
significance in pTa/pT1 urinary bladder cancer”.
Hum. Pathol 1999 ; 30: 81- 89.
13. Brandau S.; Reimensberger J.; Jacobsen M. y col. «N.K.
cells are essential for effective BCG immunotherapy»
Int. J. Cancer 2001; 92: 697-702.
14. Carballido J.; Álvarez-Mon M.; Solovera F.J.; Ondina
L.; Durantez A. “Clinical significance of natural killer
activity in patients with transitional cell carcinoma of
the bladder”. J. Urol. 143(1): 29-3. 1990.
15. Silvester R.J.; van der Meijden A.; Lamm D.M. isoniacid for intermediate and high risk Ta and T1
“Intravesical bacillus Calmette-Guerin reduces the papillary carcinoma of the bladder: a European
risk of progresión in patients with superficial bladder Organization for Research and treatment of cancer
cancer: a metaanalysis of the published results of genito-urinary group randomized phase III trial”.
randomized clinical trials”. J. Urol 2002;168:1964- J. Urol 2001;166: 476-481.
1970.
17. Millan-Rodríguez F. et al. “Multivariate análisis of the
16. Van der Meijden A.; Brausi M.; Zambon V. y col. prognostic factors of primary superficial bladder cancer”.
”Intravesical instillation of epirubicin, bacillus J Urol 2000; 167:73-78. http://www. eortc.be/tools/
Calmette-Guerin and bacillus Calmette-Guerin plus bladdercalculator/
capítulo 29
Los tumores vesicales constituyen la segunda La tasa de supervivencia a los cinco años es más
patología tumoral urológica detrás del cáncer de prós- alta en hombres que en mujeres. Las tasas de super-
tata y la cuarta neoplasia sólida en los adultos. Un por- vivencia por estadio en el momento de presentación
centaje variable de ellos (según determinados factores es más favorable entre los blancos.
que posteriormente se tratarán) serán infiltrantes,
confiriéndole a la enfermedad peor pronóstico, lo que El carcinoma del epitelio de transición es el más
hace indispensable un buen enfoque diagnóstico y frecuente; sin embargo, las mujeres y las personas de
terapéutico. raza negra muestran un porcentaje más alto de otros
tipos, respecto al resto de la población (Ca. espino-
celulares, adenocarcinomas), lo que empobrece el
EPIDEMIOLOGÍA pronóstico.
de bajo grado y estadio (buen pronóstico). Los tumo- ga; la correlación con la categoría T es del 88,2%
res triploides y tetraploides tienen peor pronóstico. para TA-T1, 70% para T2, 88,8% para T3 y 100%
También tienen correlación con la progresión del para T4. Posee limitaciones en la evaluación en
tumor (mayor incidencia de afectación linfática en profundidad de tumores mayores de 2 cm con
aneuploides y tumores con más del 10% de células en amplia base de implantación.
fase S).
3. Ecografía transvaginal
Citomorfometría Ofrece buenas imágenes de tumoraciones del
Evalúa alteraciones de las células al microscopio y suelo pelviano.
mide el contenido de DNA de cada célula. Es más
sensible que la citología en el diagnóstico de tumores 4. Ecografía transrectal
de bajo grado. Alta sensibilidad y especificidad en el diagnóstico y
estadificación de tumores vesicales.Tiene una sen-
Análisis de microsatélites sibilidad del 55,5% en diagnóstico de tumores en
Evalúa el DNA en orina y resulta útil para la cara lateral y cúpula y una especificidad cercana al
detección de cáncer vesical y para la detección de la 100% en tumores en cara lateral y 77,7% en
recurrencia. La PCR con fluorescencia que detecta cúpula.
alteraciones del microsatélite del DNA tiene una sen-
sibilidad del 80%. 5. Ecografía submucosa
Se utiliza para la estadificación de tumores. Se
inyecta contraste submucoso con el cistoscopio y
a los 30 minutos se realiza la ecografía.
PRUEBAS DE IMAGEN
Urografía intravenosa
Ecografía
Permite evaluación del tracto urinario superior y
Existen distintos tipos que permiten visualización de la vejiga a la vez. Está indicada en caso de hematu-
de la vejiga desde distintas vías. ria o evidencia cistoscópica de neoformación vesical
(ya que pueden existir también otras neoformaciones
1. Ecografía abdominal en el TUS simultáneamente entre el 5 y el 35% de los
La neoformación se ve como una masa ecogéni- casos). El tumor vesical se ve como un defecto de
ca y exofítica. Esta vía tiene limitaciones como repleción en la fase cistográfica. La presencia de uro-
son: constitución del paciente (obesidad, cicatri- patía obstructiva o rectificación de la pared vesical se
ces...), ausencia de repleción vesical, tumor en relaciona frecuentemente con la existencia de tumo-
cúpula o cara anterior, lóbulo medio prostático, res infiltrantes.
coágulos, hipertrofia del detrusor... Estos factores
suponen un 20% de falsos positivos/negativos. La Tomografía axial computerizada (TAC)
capacidad diagnóstica se relaciona con el tamaño
de la lesión, identificando el 38% de los tumores Se utiliza para detección de crecimiento local,
menores de 5 mm y el 95-100% de los mayores existencia de adenopatías y de metástasis a distancia.
de 10 mm. No obstante existe un 40% de falsos negativos para la
detección de adenopatías. La TAC con contraste
Permite valorar la localización, tamaño y aspecto mejora la estadificación, siendo una prueba para estu-
morfológico del tumor, así como el número de dio de extensión tumoral
neoformaciones.
Gammagrafía osea
2. Ecografía transuretral
Buena técnica para la estadificación de los tumo- Útil en el diagnóstico de metástasis óseas en
res. Se pueden visualizar todas las capas de la veji- pacientes diagnosticados de tumor vesical infiltrante.
metástasis óseas; no obstante éstas pueden ser estu- T2b: capa muscular profunda (mitad externa)
diadas realizando una GAMMAGRAFÍA ÓSEA, T3: invasión de grasa perivesical
reservando el uso de la RMN para aquellos casos en T3a: microscópicamente
los que el estudio anterior no fuera concluyente. La T3b: macroscópicamente
presencia de lesiones óseas suele acompañarse de T4 : invasión de otras estructuras:
una elevación de la fosfatasa alcalina. Como alterna- T4a: próstata, útero o vagina
tiva a la TAC torácica se puede realizar una radiogra- T4b: pared pélvica o abdominal
fía de tórax, aunque debe tenerse en cuenta que las
lesiones menores de 1 cm no serán visibles con esta • CATEGORÍA N: (Los ganglios regionales son los
técnica. de la pelvis menor, fundamentalmente los locali-
zados por debajo de la bifurcación de las arterias
La ECOGRAFÍA no ofrece ventajas respecto a las comunes. La bilateralidad no afecta a esta clasifi-
pruebas de imagen anteriormente citadas, por lo que cación.)
su uso para la estadificación en el cáncer vesical infil-
trante tiene un papel muy limitado. Nx: Los ganglios regionales no son evaluables
N0: No hay metástasis en los ganglios regionales
El estudio anatomopatológico de los ganglios lin- N1: Afectación de un solo ganglio regional, de diá-
fáticos requiere la realización de una metro máximo menor o igual a 2 cm
LINFADENECTOMÍA, que debe incluir la extirpación N2: Afectación de un ganglio entre 2 y 5 cm, o de
de los ganglios linfáticos desde la bifurcación aórtica varios, todos menores o igual a 5 cm
hasta los vasos femorales y desde los nervios genito- N3: Afectación de un ganglio mayor de 5 cm
femorales hasta los pedículos vesicales.
• CATEGORÍA M:
En función de los resultados obtenidos con los
estudios anteriores, podremos estadificar al paciente Mx: Las metástasis no se pueden evaluar
según varios sistemas empleados: M0: No hay metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia
Para la clasificación histológica se puede usar la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud, La categoría TNM se determina mediante estu-
donde Gx corresponderá a un grado que no podrá dios de imágenes y biopsias de los tumores (conside-
ser determinado; G1 será una neoplasia bien diferen- rando a la resección transuretral como una biopsia).
ciada; G2 moderadamente diferenciada y G3-4 pobre- La categoría pTNM debe utilizarse únicamente tras
mente diferenciada/indiferenciada. haberse realizado una cistectomía radical o parcial.
El sistema para la estadificación del cáncer de veji- Tabla 1. Agrupación por estadios.
ga más utilizado en el mundo es el propuesto por la
International Union Against Cancer (UICC), también Agrupación por estadios:
llamado TNM (tumor-ganglios-metástasis), siendo la
E 0a Ta N0 M0
última revisión del año 2002. Este sistema sólo es apli-
cable a los carcinomas. En éste tendremos: E 0is Tis N0 M0
EI T1 N0 M0
• CATEGORÍA T: EII T2a, b N0 M0
EIII T3a, b N0 M0
Tx: tumor primario no evaluable
T0: no hay signos de tumor primario T4a N0 M0
Ta: carcinoma papilar no invasivo EIV T4b N0 M0
T1: invasión del tejido conectivo subepitelial Cualquier T N1, N2, N3 M0
T2: invasión de muscular propia Cualquier T Cualquier N M1
T2a: capa muscular superficial (mitad interna)
Eficacia de la cistectomía
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO Las tasas de supervivencia a los cinco años de la
intervención según la categoría pT son:
Cistectomía radical
- pT2: 70%
La cistoprostatectomía radical en el hombre y la - pT3: 40%
exenteración anterior en la mujer más linfadenecto- - pT4: 25%
mía pelviana es el tratamiento de elección para el cán-
cer vesical infiltrante sin metástasis. Influyen diferentes factores en la supervivencia,
como son el estadio patológico del tumor primario, la
En el hombre la cistectomía radical incluye la afectación linfática y la presencia de metástasis.
extirpación de la próstata en bloque con la vejiga. En También influyen el tamaño tumoral, la edad y el sexo.
la mujer la exenteración anterior incluye la extirpación Así tendrán mejor pronóstico el paciente joven, la
del útero, trompas de Falopio, ovarios, uretra y una mujer y los tumores menores de 4 cm.
porción de pared anterior de la vagina junto con la
vejiga. El procedimiento puede realizarse a cielo abier- La linfadenectomía pelviana ofrece información
to o vía laparoscópica, ofreciendo ésta varias ventajas sobre la extensión tumoral. Por otra parte, en caso de
como son menor sangrado intraoperatorio con subsi- afectación limitada de los ganglios, permite tasas de
guiente disminución en la tasa de transfusión y menor supervivencia altas a largo plazo. El riesgo de metásta-
tiempo de exposición del tracto digestivo, disminu- sis en ganglios linfáticos pelvianos aumenta con el
yendo el íleo postoperatorio; uno de los principales estadio tumoral.
problemas que presenta es la mala tolerancia de algu-
nos pacientes a una posición de Trendelemburg forza- - Del 10-30% para pT2
da durante varias horas, provocando problemas respi- - Del 30-65% para estadío mayor de pT3
ratorios agravados por el exceso de presión intraab-
dominal. Por otra parte, la dificultad técnica que entra- La afectación linfática afecta más frecuentemente
ña requiere un buen entrenamiento del cirujano para los ganglios de obturador y los vasos ilíacos externos y
que el procedimiento sea seguro. con menos frecuencia los ilíacos comunes y presacros.
3. Consecuencia del uso de segmentos del tracto La tasa de supervivencia a 5 años es del 15-60%.
gastrointestinal para la derivación urinaria. La mortalidad perioperatoria es del 0-5%.
como monoterapia. Se pueden utilizar regímenes con posibles complicaciones que puedan aparecer, así
varios fármacos, siendo los agentes que más se usan como las recurrencias locales o la aparición de metás-
el metrotexate, la vinblastina, la doxorrubicina y el cis- tasis a distancia que nos permitan establecer un trata-
platino. Estos regímenes producen respuesta comple- miento sin demora. El régimen de seguimiento debe
ta en el 20%, aunque la supervivencia libre de enfer- ajustarse al caso según el tratamiento empleado (ciru-
medad prolongada es rara. gía o radioterapia) y los factores pronósticos anato-
mopatológicos (pT, pTis, pN). Existen varias pautas
Debe tenerse en cuenta que son tratamientos propuestas; a continuación se detallará la propuesta
con alta toxicidad. por la Asociación Europea de Urología (Guidelines
2006):
Nuevos agentes
Posterior a la realización de una cistectomía radical:
Gencitabina (respuesta completa mayor del 25%),
paclitaxel (taxol) y docetaxel (taxotere) (respuesta A los 3 meses se debe realizar: exploración física,
entre 25 y 83% en regímenes combinados), nitrato de para descartar complicaciones, análisis de sangre, estu-
galio (toxicidad significativa) y el trimetrexato (en suje- diando la función renal, análisis de orina, ecografía
tos resistentes a metotrexato). renal, hepática y del retroperitoneo y radiografía de
tórax. Si no se encuentran alteraciones en los estu-
dios, se continuará el seguimiento con una periodici-
TRATAMIENTO DE RESCATE dad de 4 meses.
LOCAL Y PALIATIVO
Si en la anatomía patológica de la intervención
Cistectomía de rescate nos encontramos ante pN+, debe realizarse son regu-
laridad una TAC y una gammagrafía ósea. En el caso de
Puede realizarse en pacientes en los que el trata- tener antecedentes de Cis, debe estudiarse de forma
miento conservador indujo una respuesta parcial y el periódica el tracto urinario superior, así como la ure-
tumor residual permanece confinado en la vejiga. tra restante.
Revisando series de pacientes con cáncer vesical loco-
rregional tratados con quimioterapia sistémica y ciru- Posterior a radioterapia:
gía de rescate posterior se vio una tasa de supervi-
vencia del 22% entre los pacientes con respuesta A los 3 meses debe revisarse al paciente, reali-
completa o casi completa al tratamiento sistémico. zando un examen físico, análisis de sangre incluyendo
Bochner y cols. observaron que la neovejiga intestinal función renal, análisis de orina, ecografía renal, hepáti-
era segura y eficaz en estos pacientes. La cirugía de ca y retroperitoneal, TAC pelviano, radiografía de
erradicación de la enfermedad extravesical residual sin tórax, citología y cistoscopia, debiendo hacer hincapié
embargo no produce prolongación de la superviven- en el estudio de la vejiga, debido al alto porcentaje de
cia a largo plazo y generalmente no es recomendable. recaída local.
Derivaciones urinarias
Derivaciones urinarias
capítulo 30
Derivaciones urinarias
cos permiten obtener la máxima capacidad por uni- En los últimos años, el cáncer de vejiga ha experi-
dad de superficie y brindan al mismo, el máximo mentado un aumento significativo en la mayoría de
radio, y por tanto, una presión de llenado más baja. países europeos y Estados Unidos, llegando a ser la
Además, la destubulización y reconfiguración del seg- quinta enfermedad más común en Europa y la cuarta
mento intestinal, permite una adecuada desorganiza- en Estados Unidos.
ción de su peristaltismo, y que por tanto los picos de
presión en su interior sean muchos menores. Los Generalmente, la mayor incidencia de cáncer vesi-
reservorios esféricos brindan una relación capaci- cal se observa en el mundo industrializado, aunque
dad/ superficie de absorción máxima, lo que les con- existen países en el norte de África y en el oeste asiá-
fiere importantes ventajas desde el punto de vista tico donde también se observa un elevado índice de
metabólico, pues en ellos la reabsorción de orina a dicho carcinoma por la presencia de schistosomiasis
través de la pared intestinal es menor que en los seg- urinaria. Las estadísticas muestran que el cáncer de
mentos tubulares. vejiga es más frecuente en la raza blanca.
- lesiones cerebrales, La mayoría de los niños que nacen con una extro-
- lesiones medulares: pueden ser de origen trau- fia vesical son sanos, con una inteligencia normal y un
mático o congénitas como la espina bífida, desarrollo normal tanto físico como psíquico.
- enfermedades del sistema nervioso (degenerati-
vas, neuropatías, miopatías, etc.). La extrofia vesical se presenta en uno de cada
30.000 ó 50.000 nacimientos y aparece más a menu-
El nivel de la lesión va a determinar la conducta de do en hombres que en mujeres, en una proporción
la vejiga y la extensión del daño dará lugar a múltiples aproximada de 2:1. Existen distintas alteraciones aso-
posibilidades de alteración en la dinámica vejiga-uretra. ciadas a la extrofia vesical: epispadias, vejiga con poca
capacidad, vejiga sin cuello ni esfínter, diástasis (sepa-
En los casos de vejiga neurógena, el urólogo ten- ración de los huesos frontales de la pelvis), reflujo
drá en cuenta los peligros potenciales y se planteará vésico-ureteral.
como objetivo el mantener intacta la función renal. Es
por este motivo por el que en determinados casos es Traumáticas
aconsejable la derivación urinaria.
Algunos traumatismos abdómino-pélvicos pue-
Hoy en día la aplicación cada vez mayor de la técni- den ocasionar lesiones en el aparato urinario, como
ca de autosondaje intermitente está permitiendo redu- son: hematomas retroperitoneales, estallido vesical,
cir el número de derivaciones en este tipo de pacientes. rotura de la uretra, fístulas ureterales.
Previamente a la descripción de los tipos de deri- te a la uretra (piel, recto...) por dicho motivo se habla
vaciones mencionaremos las distintas técnicas de de derivaciones de evacuación heterotópicas.
anastomosis ureterointestinal.
Dentro de este tipo de derivaciones nos encon-
Anastomosis ureterointestinal tramos dos tipos: no continentes y continentes.
La nefrostomía es una excelente solución como estoma en el lado del uréter más dilatado) previa
derivación, tanto en situaciones de urgencia como anastomosis de los dos últimos centímetros de ambos
cuando se desee un drenaje temporal del tracto uri- uréteres laterolateralmente. Si el uréter es amplio se
nario superior previo a una solución definitiva. realiza anastomosis directa sin espatulación evaginan-
Asimismo, en casos muy selectivos de escasa supervi- do su extremo. Actualmente es una técnica poco
vencia, la nefrostomía puede convertirse en un méto- empleada.
do aceptable de derivación definitiva.
Los problemas fundamentales que se presentan
Pielostomía: en la ureterostomía cutánea son: bacteriuria (35-100%
Técnica quirúrgica mediante la cual se coloca el de los casos); pielonefritis (20%); litiasis (2%); esteno-
catéter en la pelvis renal, quedando exteriorizado en el sis del estoma (30-60%).
flanco abdominal correspondiente. Suele realizarse de
forma temporal en el transcurso de otros tipos de La ureterostomía es un método de derivación
cirugía cuando, por ejemplo, se desea un drenaje de la externa de sencilla realización técnica y brevedad qui-
vía urinaria para asegurar el reposo de suturas internas. rúgica con muy pocas complicaciones postoperatorias.
Aporta como ventajas su sencillez, escasa morbili- Sin embargo, por su alto grado de complicacio-
dad, y no afectar al parénquima renal. Por el contrario, nes del estoma cutáneo, es un mal método de deri-
su duración es limitada al no permitir la reposición del vación para pacientes con una presumible larga
catéter. Como derivación de carácter temporal o de supervivencia.
emergencia se ve superada por la nefrostomía por
punción percutánea, relegándose a casos en los que Ureteroileostomía tipo Bricker1
ésta no puede realizarse. Es la derivación urinaria más frecuente en Europa.
Consiste en aislar una porción de ileon para crear un
Las complicaciones más frecuentes son: del tracto "conducto ileal" al que se abocarán ambos uréteres. El
urinario –infección urinaria y litiasis renal–; del catéter extremo próximo de esta porción de íleon se cierra y
–obstrucción del mismo (pudiendo causar hidrone- el distal se lleva a la piel para construir un estoma pro-
frosis y/o insuficiencia renal), desalojo o pérdida del truyente a modo de pezón (resección de una pastilla
catéter. de piel, aponeurosis y músculo y a través de este túnel
se exterioriza el intestino realizándose en el mismo
Ureterostomía cutánea: una eversión en puño de camisa con el objetivo de
Consiste en la derivación de uno o los dos uréte- evitar en el mayor grado posible los fenómenos este-
res a la piel. En el caso de una derivación urinaria alta nóticos). La disposición que ha de tener el asa hacia el
bilateral, ésta puede realizarse construyendo dos esto- exterior ha de ser isoperistáltica, de tal manera que se
mas a nivel de la línea pararectal infraumbilicalmente, vea facilitada la expulsión de orina al exterior.
o bien, con un solo estoma y la realización de una
transureterostomía contralateral. Esta técnica derivati- La forma de anastomosis directa con menos pro-
va ofrece la ventaja de no precisar de la realización de blemas y más efectiva es la unión término-terminal
una resección intestinal, y evita por tanto las compli- tipo Wallace. Los sistemas antirreflujo apenas se usan
caciones metabólicas típicas, derivadas del uso de puesto que si el asa ileal evacua correctamente el
estos segmentos; sin embargo, la incidencia de este- contenido urinario el reflujo debería ser nulo o por lo
nosis y necrosis en las ureterostomías es más alta. Si el menos lo suficientemente pequeño como para no
uréter es amplio se realiza anastomosis directa sin ocasionar problemas.
espatulación evaginando su extremo. Por el contrario,
si el uréter es fino se espatula su extremo y se anas- El asa elegida ha de tener una longitud adecuada
tomosa a un orificio cutáneo en forma de “V”, anas- (15-20 cm) que permita anastomosar los uréteres sin
tomosando el vértice cutáneo de la “V” con el vérti- tensiones y acceder a la piel permitiendo realizar un
ce de la espatulación. En ocasiones se pueden abocar estoma evertido. No deben utilizarse los 10-15 cm
los dos uréteres al mismo orificio cutáneo (situando el ileales adyacentes a la válvula ileocecal, que deben res-
petarse siempre, ya que de no ser así, podría produ- estenosis. Por lo general el estoma se emplaza en el
cirse malabsorción de la vitamina B12 y sales biliares. cuadrante inferior izquierdo.
nentes la orina se almacena en un reservorio intraab- caciones tardías la pielonefritis (60%), estenosis de la
dominal antes de salir al exterior. Los reservorios se anastomosis, litiasis (5-20%), incontinencia anal, tras-
clasifican en función del segmento de intestino que se tornos hidroelectrolíticos condicionados por el tiem-
emplea para su confección, pudiendo ser cada uno de po de contacto de la orina con la mucosa colónica
ellos tubulizado o destubulizado. (acidosis hiperclorémicas, orinas alcalinas, hipercalciu-
ria, etc.), mayor incidencia de adenocarcinoma de
La continencia se basa en unos casos en la com- colon (5%) el periodo medio transcurrido desde la
petencia del esfínter anal y en otros casos en la crea- realización de la ureterosigmoidostomía y la aparición
ción de un sistema valvular de continencia. de un adenocarcinoma suele ser de unos nueve años8.
ron muchas otras variantes: Indiana, Heineke-Miculicz, tipo de derivaciones son la existencia de alteración
Bejany-Politano,Thuroff,... del mecanismo esfinteriano de la micción y/o la inca-
pacidad de realizar maniobras de vaciado vesical.
El pH de la orina de estos reservorios es más alto
que en los ileales y su contenido en urea menor por La sustitución del músculo vesical por intestino
el mayor intercambio intestinal, ambos factores hacen cambia la contracción normal sostenida de este múscu-
que la infección urinaria sea más frecuente; sin embar- lo por las contracciones involuntarias y no sostenidas
go, ésta está más relacionada con el vaciado incom- características de la función intestinal. Como resultado
pleto, la presencia de residuo, la falta de asepsia de los se produce una micción mal coordinada que en los
cateterismos y que en este tipo de derivación hay más casos de mala adaptación puede ocasionar orina resi-
moco que en las ileales. La acidosis hiperclorémica dual que se infecta, produce cálculos, incontinencia
también es más frecuente. nocturna y puede acabar induciendo lesión de las vías
urinarias superiores. Por tanto, es indispensable que
no sólo se incrementen la capacidad y la adaptabili-
DERIVACIONES URINARIAS dad, sino que se establezca un equilibrio entre la resis-
tencia uretral y la presión de vaciamiento mediante
ORTOTÓPICAS alteración de los mecanismos esfinterianos, o que se
recurra al cateterismo intermitente.
Se trata de técnicas de sustitución vesical que res-
petan la vía excretora natural, es decir, la uretra. Así Para la sustitución vesical, lo mismo que para las
pues, se trata de derivaciones permanentes, continen- derivaciones continentes, se debe conseguir capacidad
tes y ortotópicas. El término de sustitución vesical de presión fisiológica suficiente. Está admitido que los
ortotópica implica el reemplazamiento de la vejiga uri- segmentos intestinales destubulizados ofrecen mayor
naria por otro órgano o prótesis que pretende cum- capacidad a menor presión y requieren un tramo más
plir con las funciones vesicales: almacenamiento de corto de intestino que los segmentos intactos.
orina sin alteración de la función renal y evacuación Actualmente el íleon es el segmento que más se utiliza.
de la misma, de forma voluntaria y controlada, a tra-
vés de la uretra. Supone la conservación uretral y del La finalidad de la construcción de una neovejiga
sistema esfinteriano externo, manteniendo la integri- consiste en elaborar un sistema adaptable de baja pre-
dad de la imagen corporal. La sustitución vesical lleva sión durante la fase de llenado, lo que se logrará
implícito un tiempo quirúrgico previo: cistoprostato- mejor cuando se altere la organización tubular del
vesiculectomía en el varón y exanteración pelviana intestino; en proteger a las vías urinarias superiores
anterior modificada en la mujer. contra la presión retrógrada al evitar las contracciones
masivas espontáneas que inducen incontinencia, y en
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para reali- conseguir capacidad suficiente para aliviar al paciente
zarla: Camey I, Camey II, Padovana, Hautman, Kock de micción o cateterismos intermitentes.
ortotópico, Studer...
Este tipo de cirugía goza de un gran atractivo
Serán candidatos a este tipo de derivaciones cual- pero no está exenta de complicaciones.
quier paciente cuya enfermedad o proceso precise de
una cistectomía, siempre y cuando se den los requisi- Modelos ileales
tos necesarios que garanticen la no presencia de com-
plicaciones posteriores derivadas del empleo de intes- Tubulizados
tino como reservorio urinario. • Camey-Couvelaire: en este modelo de reservorio
se anastomosan los uréteres a los extremos de un
Se descartarían aquellos pacientes con una fun- segmento ileal aislado de 40 cm. La anastomosis
ción renal preoperatoria deficiente, o afección intesti- uretral se realiza en la mitad del segmento, en su
nal que pudiera comprometer la función gastrointes- borde antimesentérico. Este reservorio brinda
tinal. Otras contraindicaciones para el empleo de este una capacidad aproximada de 250 cc. Con este
modelo el paciente percibe mal la repleción. La • Bolsa Ileal Padovana (Pagano, 1990): se emplean
continencia diurna se consigue en pocas semanas, 60 cm de íleon destubulizado que se pliegan en
y el escape nocturno permanente es la norma en espiral formando una bolsa esférica. Ésta se anas-
la mayoría de las ocasiones2,5. tomosa directamente a la uretra y los uréteres a
la bolsa según técnica de LeDuc (Figura 2).
Destubulizados
• Kock (1970): descrito con anterioridad, con un • Studer (1989): utiliza 65 cm de íleon, del que se
segmento ileal (hemi-Kock) o con los dos seg- destubulizan los 45 cm distales. El segmento des-
mentos ileales. En el primer caso anastomosando tubulizado se pliega transversalmente 2 veces
directamente el reservorio a la uretra, y en el para formar una esfera y se anastomosa directa-
segundo, suturando a la uretra una de las chime- mente a la uretra. Los uréteres se anastomosan
neas ileales3. directamente al extremo del segmento ileal no
destubulizado (Figura 2).
• Camey II: en este modelo se anastomosan los uré-
teres a los extremos de un asa ileal que está par- • Bolsa Ileal en S (Tsholl, 1987): se toman 51 cm de
cialmente destubulizada en sus 20-25 cm centra- íleon, se realiza intususcepción, en el lado aferente
les y plegada laterolateralmente formándose una se anastomosan los dos uréteres. Los 36 cm resa-
bolsa a modo de útero bicorne. La anastomosis tante se destubulizan y se suturan en forma de “S”.
uretral se hace en el borde antimesentérico del
vértice inferior del reservorio5 (Figura 1). • Bolsa de Ulm (Hautmann, 1988): se realiza con 70 cm
de íleon, que se destubuliza. El segmento destu-
• Melchior (1988): es un Camey II pero con intusus- bulizado se pliega en “M” o “W” para formar una
cepción en uno de los extremos ileales donde se esfera y se anastomosa a la uretra. Los uréteres se
abocan los uréteres (Figura 1). anastomosan según técnica de LeDuc al reservo-
rio (Figura 2).
• Bolsa en “U” (Martínez-Sagarra, 1988): coincidente
en varios puntos con la técnica de Melchior pero • Bolsa ileal en “W” (Martínez-Sagarra 1988): se aís-
difiere en la individualización de las anastomosis lan 60 cm de íleon. Se destubulizan unos 50 cm,
ureterales y en el mecanismo de antirreflujo por manteniendo una zona tubular aferente para la
intususcepción íleo-ileal. Resección de 50-60 cm construcción de un sistema antirreflujo por intu-
de íleon, apertura de una ventana sobre el mesen- suscepción. La zona destubulizada se dispone en
terio. Aproximación a la línea media de ambas “W”, uniendo los bordes adyacedentes con gra-
ramas del montaje clásico en “U” para hacer una pas reabsorbibles o sutura continua de reabsor-
especie de “T” y sutura de las mismas9. ción lenta. El parche ileal se cierra sobre sí mismo
Modelos ileocecales
Son los reservorios que mayor capacidad ofrecen
con la destubulización. Permiten utilizar la válvula ileo-
cecal o el propio apéndice para construir el mecanis-
mo antirreflujo. Por el contrario son más sépticos. Con
este segmento es importante tener siempre presente
que los 5-10 últimos centímetros del íleon se irrigan
por una arcada vascular que se origina de la arteria
ileocecoapendiculocólica y las últimas ramas ileales, lo
que hace de éste un tramo intestinal muy propenso a
sufrir fenómenos isquémicos.
Tubulizados
• Segmento ileocecal Tubulizado: los uréteres se anas-
tomosan al segmento ileal y el ciego a la uretra. La
válvula ileocecal actúa como sistema antireflujo.
Destubulizados
• Bolsa de Mainz (Thuroff, 1985): utiliza los últimos 25
cm del íleon y 15 cm del ciego. El segmento íleo-
cecal se destubuliza en toda su longitud y se pliega
en forma de “S” para conformar una esfera. Se rea-
liza una apendicectomía y el reservorio se anasto-
mosa a la uretra a través de un ojal practicado en
la base del ciego. Concebida en principio como
derivación cutánea continente y adaptada poste-
riormente como plastia de sustitución ortotópica10 liza apendicectomía. Se abren el colon y el ciego
(Figura 4). por su extremo antimesentérico. Se reimplantan
los uréteres tunelizados en la tenia intestinal y
• Bolsa de UCLA: se emplea todo el colon ascenden- finalmente se realiza una reducción del calibre o
te destubulizado por su tenia anterior hasta la vál- modelado del íleon. Este modelo fue concebido
vula ileocecal y 15 cm de íleon tubulizado que se inicialmente como un reservorio continente hete-
invagina parcialmente en el ciego. El pezón ileal inva- rotópico aunque se ha empleado también como
ginado se estabiliza con 2 disparos de sutura GIA. Se vejiga ortotópica, abocando los uréteres al íleon y
implantan ambos uréteres tunelizados en el colon y el reservorio a la uretra. En los años 90 se ha con-
finalmente éste se pliega en sentido craneocaudal. vertido en la derivación urinaria continente con
colon derecho más utilizada.
• Bolsa de Duke (Webster y King, 1987): en este
modelo el colon ascendente y el ciego se abren • Bolsa destubulizada con segmento ileocecal (Mar-
por su borde antimesentérico. Posteriormente se tínez-Sagarra, 1988): se emplean 15 cm de íleon y
retira un parche mucoso de la pared posterior del 25 cm de ciego y colon ascendente. Se realiza
ciego y se lleva a cabo una incisión en la cara pos- apendicectomía. Maniobra de exclusión del
terior del segmento invaginado que abarca hasta mesenterio sobre el meso ileal. Se destubuliza
la serosa de la pared interna de este segmento. La totalmente el ciego y colon ascendente por sec-
estabilización del segmento invaginado se consi- ción de su borde antimesentérico. Intususcepción
gue mediante la sutura manual de ambas estruc- ileocecal, pliegue del parche ceco-cólico sobre sí
turas seromusculares entre sí. mismo formando una bolsa reservorio que se
anastomosa a la uretra en la zona destubulizada
• Bolsa Le Bag (Light, Engelman y Scardino 1986): es una cecocólica. Anastomosis ureteral tipo Wallace al
variante de la bolsa de Mainz. Se destubuliza total- extremo ileal9 (Figura 3).
mente 20 cm de íleon y 20 de ciego y colon ascen-
dente. La bolsa de crea interponiéndose y suturando Modelos con colon derecho
el íleon en el colon lo que confiere al reservorio algu-
nas mejoras urodinámicas. Los uréteres se implantan Tubulizados:
en el colon con la técnica de Goodwin (Figura 4). Poco empleados por su elevada actividad motora
que origina altas presiones basales e importantes
• Bolsa de Indiana (Rowland, 1985): Se emplea el picos de presión en el reservorio, con los consiguien-
colon derecho y 10 cm de íleon terminal. Se rea- tes problemas de incontinencia y reflujo.
Destubulizados: Destubulizados
• Bolsa de Mayo o de Goldwasser (1986): emplea
ciego y colon derecho. Se destubuliza el colon a lo • Reddy (1987): el sigma ha sido empleado por
largo de la tenia anterior conservándose tubuliza- Reddy en una plastia semidestubulizada en la que
do el ciego, se realiza la apendicectomía, se cierra emplea 35 cm de sigma con disposición en “U”,
la válvula ileocecal y se reimplantan los uréteres destubulizando ambas ramas que une entre sí.
en la cara posterior del mismo. Se pliega el colon Mantiene tubular el apex de la plastia en “U” que
sobre sí mismo una sola vez y en sentido anterior. es donde anastomosa la uretra. Romero Maroto
La bolsa se anastomosa a la uretra (Figura 5). emplea así mismo una plastia sigmoidea con dis-
posición vertical y destubulización de la parte alta.
• Mansson (1990): variante de la anterior pero La solapa resultante se abate para unirse al rema-
abriendo en su totalidad el colon ascendente y el nente tubular. La anastomosis ureteral se hace en
ciego. esta zona. Ambos uréteres son anastomosados a
la pared posterior.
• Lockhart (1987): utiliza ciego, todo el colon ascen-
dente y parte del transverso. La total destubulización del sigma es llevada a cabo
por Khalaf, quien emplea 25 cm de sigma. El parche
Modelos sigmoides conseguido se dobla para reconfigurar una bolsa, los
uréteres se anastomosan mediante tunelización sub-
Es el segmento intestinal que mayor capacidad mucosa. La anastomosis uretral se hace en zona des-
ofrece tras la destubulización, el que menos contracti- tubulizada. Presenta una capacidad media de 400 cm3.
lidad espontánea presenta, el que mejor evacúa y el En nuestro país esta técnica ha sido modificada por S.
que mejor permite percibir el deseo miccional. Se Isorna conociéndosela como “vejiga canaria”.
desplaza con facilidad a la región uretral y no produ-
ce alteraciones en el hábito intestinal ni en la nutri- Modelos con estómago
ción. Sin embargo, es el tramo más séptico del apara-
to digestivo y presenta alta incidencia de patología Gastrocistoplastia
tumoral, diverticular, inflamatoria... Sinaiko en 1956 sugiere las ventajas del empleo de
segmento gástrico en la cirugía reconstructiva del trac-
Tubulizados: to urinario bajo. Se eliminarían los problemas de absor-
Al principio se utilizó sigma sin destubulizar pero ción y por tanto de acidosis, como la secreción mucosa
las altas presiones durante las contracciones obligó a sería menor y las características dinámicas de su pared
optar por la destubulización del segmento. serían superiores a otros segmentos. Podría emplearse
en pacientes previamente radiados en la zona pélvica o en un primer periodo 30 plastias tubulares y poste-
previamente intervenidos con empleo de segmentos riormente 235 destubulizadas. Se empleó el segmen-
intestinales más distales. No interferiría en el metabolis- to ileocecal cuando no fue aconsejable el uso de íleon
mo de la vitamina B12 y el ácido fólico.Todos estos fac- terminal por el cual tenemos clara preferencia. La dis-
tores hacen desarrollar la técnica de Leong primera- posición del intestino para la formación de la neoveji-
mente aplicada en perros. Emplea el antro pilórico irri- ga fue de preferencia en “N” o “W”. En todos los
gado por la arteria gastroepiploica izquierda. Los uréte- casos la anastomosis inferior fue a uretra, mediante
res se anastomosan con tunelización submucosa. La seis puntos sueltos de material reabsorbible de 3/0. La
parte distal de la bolsa antral es suturada a la uretra. anastomosis alta, urétero-neovejiga es una técnica
directa término-terminal a la chimenea ileal (tipo
Más empleada actualmente es la gastrocistoplastia Wallace), con puntos sueltos del mismo material pero
de Mitchell11. Emplea un parche gástrico tomado del de 5/0.
cuerpo del estómago, desde su curvadura mayor y
que asegura su irrigación por la arteria gastroepiploi- En nuestra experiencia y sobre 265 casos se han
ca derecha. Después de liberar dicha arteria del epi- presentado un total de 45,6% de complicaciones pre-
plon mayor se selecciona la porción del estómago a coces. Mientras que las complicaciones tardías han
resecar, generalmente unos 15 cm de la curvadura sido del 27,50%. Las tablas recogen pormenorizada-
mayor con base de un parche triangular cuyo apex se mente las distintas complicaciones (Tablas 1 y 2).
aproxima a la curvadura menor pero sin incluirla. Se
secciona la arteria gastroepiploica. Se secciona la arte- A pesar de esta exhaustiva relación de complica-
ria gastroepiploica contralateral, se libera la arteria ciones, el índice de reintervención en estos pacientes
gastroepiploica derecha de las arterias cortas de la es relativamente bajo. Así, en complicaciones tempra-
curvatura mayor (en ocasiones se necesita papaverina nas el índice de reintervención ha sido de 15,2%, dife-
para evitar el arterioespasmo). Una vez resecado el renciando con anestesia general un 5,6% y con anes-
parche gástrico se reestablece la continuidad del estó- tesia local un 9,6% (Tabla 3). De la misma forma el
mago y se desciende el injerto hacia la pelvis pasán- índice de reintervención por complicaciones tardías
dolo a través del mesocolon transverso y de la raíz del fue de 8,8%, de los cuales fueron resueltos con anes-
mesenterio, sin tracción ni torsión. Se anastomosa el tesia general el 4,4% y con anestesia local el 4,4% res-
apex a la uretra y los uréteres a ambos lados de la tante (Tabla 4).
bolsa gástrica por tunelización submucosa (Figura 5).
Comparando ambas Tablas (3 y 4) podemos ver
En nuestra serie de 265 sustituciones vesicales cómo a pesar del importante número de complica-
ortotópicas realizadas entre 1981 y 2004 realizamos ciones de esta compleja cirugía pueden ser manejadas
de forma conservadora en la mayoría de los casos, Vemos que existen múltiples posibilidades para
con un índice de reintervención asumible, que en más sustituir la vejiga, cuándo emplear una u otra vendrá
de la mitad de las ocasiones representa un gesto qui- dada por la preferencia del cirujano, su experiencia en
rúrgico relativamente simple. cirugía abdominal, las condiciones generales y locales
del paciente. Conocemos las ventajas teóricas y
Seguimos pensando que los beneficios que ofrece demostradas en la práctica del segmento gástrico y la
la sustitución vesical ortotópica en términos de cali- posibilidad de su empleo en pacientes que por su
dad de vida supera a los inconvenientes en términos desequilibrio hidroelectrolítico y grado de insuficiencia
de complicaciones. La morbilidad en esta cirugía, sien- renal estaban hasta el momento imposibilitados de
do minuciosos en el recuento, aparece importante, beneficiarse con una cirugía de sustitución con otros
como lo es en otras series nacionales y extranjeras. segmentos intestinales. Sin embargo, es una técnica
que requiere una alta cualificación en cirugía abdomi- cuya resección compromete menos la absorción. Es
nal. El sigma ofrece también ventajas en cuanto a una una zona móvil y manejable por la mayoría de los
menor reabsorción que otros segmentos intestinales, cirujanos, que ofrece además menos problemas
afectando menos al estado nutricional a largo plazo; sin digestivos en cuanto a la reparación de la continui-
embargo, está con frecuencia afectado por diverticulo- dad intestinal.
sis, diverticulitis y lesiones potencialmente malignas.
No existe una técnica superior a otra y debe ser
Al segmento ileocecal se le imputan problemas el equipo quirúrgico que acomete este tipo de inter-
derivados del metabolismo de la vitamina B12 y el venciones el que debe decidir cuál es la mejor solu-
ácido fólico, defectos en la absorción de las sales y áci- ción para determinado paciente.
dos biliares. La pérdida de la válvula de Bauhin acelera
el tránsito, desbordándose la capacidad de absorción A pesar del importante número de complicacio-
del colon derecho, lo que puede condicionar despeños nes de esta compleja cirugía, pueden ser manejadas
diarreicos. Sin embargo, es una porción muy manejable de forma conservadora en la mayoría de los casos.
que no ofrece problemas para la anastomosis entero- Los beneficios que ofrece la sustitución vesical orto-
uretral si se efectúa una buena liberación. El íleon en tópica en términos de calidad de vida supera a los
pacientes obesos y brevilíneos, 15%, no alcanza la ure- inconvenientes en términos de complicaciones, por lo
tra por la cortedad del meso, en estos casos el seg- que constituye nuestra elección principal.
mento ileocecal puede resolver el problema.
El seguimiento a largo plazo de las sustituciones
El aislamiento de cualquier segmento intestinal vesicales por distintos grupos y por nuestra propia
modifica siempre la función del intestino, dependien- experiencia nos confirma que la sustitución vesical
do también de la longitud del segmento aislado. En es una técnica funcionalmente fiable y que cumple
el intestino delgado es el yeyuno el que cumple fun- con las funciones vesicales, otorgando una calidad
ciones más específicas de absorción de vitamina B12 de vida superior a las otras opciones de derivacio-
y sales biliares. El íleon intermedio es, pues, la zona nes urinarias.
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Cáncer de próstata
Palabras clave: Cáncer de próstata. Factores de riesgo. Grados de Gleason. PSA. Prostectomía.
Índice capítulo 31
Cáncer de próstata
capítulo 31
Cáncer de próstata
Existe un hecho diferencial que hace característi- La influencia de la edad es primordial en una neo-
co al cáncer de próstata respecto a otras neoplasias plasia asociada a las edades más avanzadas en mayor
sólidas. Los estudios autópsicos demuestran una inci- grado que cualquier otro tumor. El 75% de los cánce-
dencia de células cancerosas en el 30-40% de los res son diagnosticados en pacientes con más de 65
varones de 60 años, alcanzando el 60-70% a los 80 años. En España la tasa de incidencia en varones meno-
años. Esta prevalencia de enfermedad histológica no res de 65 años es del 13,3/100.000 varones, mientras
se acompaña afortunadamente con las cifras de pre- que en edades superiores pasa a ser del 386/100.000.
valencia clínica que se estima alcance a uno de cada 6
varones en países occidentales. En cuanto a la distribución étnica y geográ-
fica se puede afirmar que los varones afroamericanos
mantienen la mayor incidencia de cáncer de próstata
clínico del mundo, mientras que la menor incidencia
ETIOLOGÍA Y FACTORES se da en China y Japón. Estas diferencias parecen
DE RIESGO deberse a la suma de factores genéticos junto con fac-
tores ambientales y estilos de vida.
El cáncer de próstata tiene un origen multifacto-
rial cuyas potenciales causas incluyen factores endo- El impacto de la historia familiar en la proba-
crinos, genéticos y ambientales. La incidencia del cán- bilidad de sufrir un cáncer de próstata supone un
incremento del riesgo relativo entre 1.5 y 5 veces en el incremento de cáncer, fundamentalmente más agre-
función del grado de parentesco o del número de sivos, y el de la inflamación crónica. Otros hábitos
familiares afectos. Esta agregación familiar del cáncer como el alcohol, diabetes, hiperplasia benigna, vasec-
de próstata es observada en el 20% de los casos. En tomía, actividad profesional o actividad física no pue-
otro 5% de los casos esta neoplasia adquiere una den establecerse como factores de riesgo.
forma hereditaria asociada generalmente a anomalías
en el brazo largo del cromosoma 1 (3).
Existen pruebas de que el consumo de vitamina E El valor clínico que se le debe dar al PIN se
(alfa-tocoferol), vitamina D y selenio pueden tener un encuentra en discusion. En un estudio de Borboruglu
efecto antiproliferativo tumoral probablemente por et al, la aparición de PIN en la primera biopsia lleva
disminución del estrés oxidativo y la genotoxicidad. Al aparejado una mayor incidencia de cáncer de prósta-
igual que con los otros nutrientes mencionados se ta tras repetir la biopsia.
requieren estudios más determinantes.
Es difícil estimar el porcentaje de pacientes que
Los resultados de otros factores y hábitos de vida desarrollará un adenocarcarcinoma tras la aparición
analizados no permiten determinar asociaciones de PIN en la biopsia, por lo que se puede establecer
directas con el riesgo de cáncer de próstata. Las aso- que la biopsia debe ser repetida tras la aparición de
ciaciones más firmes parecen ser las del tabaquismo y un PIN de alto grado.
Grados de Gleason
Grado 1: Glándulas uniformes, únicas con escaso
estroma entre ellas. No se observa infil-
tración.
Tabla 1. Estadificación del cáncer de próstata. tructiva o dolor óseo suele ser sinónimo de un estadio
Clasificación de la TNM. avanzado de la enfermedad. Actualmente en nuestro
país solamente el 10-15% de los pacientes se diagnos-
T. Tumor primario tican en fase metastática (6). La gran mayoría de los cán-
ceres diagnosticados son totalmente asintomáticos; la
clínica miccional que relatan algunos de los enfermos
Tx. El tumor primario no puede ser evaluado
con frecuencia es atribuible a la hiperplasia benigna de
T0. No evidencia de tumor primario próstata que suele coexistir con el cáncer.
T1. Tumor no palpable ni visible por imagen
T1a. Tumor incidental histológico en La Tabla 1 recoge la estadificación actual del cáncer
<5% material resecado de próstata según la clasificación de la TNM de 2002.
T1b. Tumor incidental histológico en
>5% material de resección El diagnóstico precoz del cáncer de próstata se
T1c. Tumor identificado mediante sustenta en un trípode constituido por el tacto rectal,
biopsia por aguja por elevación de el antígeno prostático específico (PSA) y la ecografía
PSA transrectal (ETR). El diagnóstico definitivo es lógica-
T2. Tumor confinado dentro de la próstata mente anatomopatológico obtenido tras la realización
T2a. Confinado a un lóbulo y <50% del de una biopsia prostática generalmente dirigida a tra-
mismo vés de la ecografía endorectal. El PSA y tacto son
T2b. Confinado a un lóbulo y >50% del complementarios y deben realizarse siempre como
mismo pruebas de primera línea (7). La alteración de uno de
T2c. Tumor que afecta a ambos lóbulos
ellos (o de los dos) obliga a realizar la ecografía y la
biopsia (Figura 1).
T3. Tumor que se extiende más allá de la
cápsula prostática
Tacto rectal
T3a. Invasión extracapsular uni o
bilateral
La presencia de un nódulo, induración o asimetría
T3b. Invasión de vesículas seminales de la próstata a través de la exploración rectal debe
T4. Invasión de estructuras adyacentes: cuello ser valorada como sospechosa en un principio. El
vesical, recto, músculos o pared pélvica valor predictivo positivo del tacto oscila, sin embargo,
entre el 11% y el 63% según las series, lo que implica
Afectación ganglionar regional que áreas de infarto, litiasis o nódulos de hiperplasia
puedan ser erróneamente atribuidos a cáncer.
Nx. La afectación ganglionar no puede
ser evaluada PSA
N0. No afectación ganglionar
La determinación del antígeno prostático específico
N1. Afectación ganglionar regional (PSA) ha revolucionado en las dos últimas décadas el
diagnóstico y seguimiento del cáncer de próstata. El
Metástasis a distancia PSA es una glicoproteína de la familia de las kalikreínas
producida casi exclusivamente por las células del epite-
Mx. Las metástasis no pueden ser evaluadas lio prostático. A efectos prácticos se trata de un marca-
M0. No hay metástasis a distancia
dor órgano-específico, y no cáncer-específico, lo que
hace de él un marcador relativamente inespecífico ya
M1. Metástasis a distancia
que aumenta en casos de hiperplasia benigna de prós-
M1a. Afectación ganglionar a distancia tata o en prostatitis. El punto de corte tradicional, por
M1b. Afectación ósea encima del cual se considera elevado ha sido desde los
M1c. Otra localización trabajos de Cooner en 1990 de 4 ng/ml. El valor pre-
dictivo positivo del marcador entre 4-10 ng/ml es sola-
Tacto rectal
Normal Sospechoso
ETR y
BIOPSIA
CONTROL ETR y ETR y
ANUAL valoración BIOPSIA
Protocolos:
• PSA libre
• Densidad
Tabla 2. Estrategias diagnóstica para incrementar la rán una biopsia innecesaria, se han propuesto
especificidad del PSA. diversas estrategias para incrementar la especifici-
dad del marcador. De entre todas, probablemente
Densidad de PSA sea la determinación de la fracción libre del PSA
Densidad de PSA de la zona de transición (un mayor porcentaje de PSA libre en suero se
Velocidad de PSA relaciona con menor riesgo de cáncer) la más utili-
Tiempo de doblaje de PSA (doubling time) zada, aunque no está estandarizado el punto de
PSA ajustado a rangos de edad corte bajo el cual sea aconsejable la biopsia (8)
(Tabla 2).
Nomogramas ajustando edad y volumen
(Viena)
Isoformas del PSA Otra debilidad del marcador la constituye su
• PSA libre modesta sensibilidad. En este sentido hay que señalar
como determinante el trabajo de Thompson (9) que
• PSA complejo
encuentra un 26,9% de cánceres con valores de PSA
(unido a alfa-1-quimiotripsina)
entre 3-4 ng/ml. Basándose en estos datos algunos
• Isoformas del PSA libre grupos sugieren disminuir el punto de corte a 3 ó 2,5
Pro-PSA ng/ml con el fin de incrementar la detección de tumo-
PSA benigno res organoconfinados.
PSA intacto
El PSA, por el contrario, se muestra como un
excelente marcador en la monitorización terapéutica
mente del 25%-35% y del 50%-80% con PSA por enci- de los pacientes, siendo su cinética tras prostatecto-
ma de 10 ng/ml en función del tacto rectal. mía radical, radioterapia u hormonoterapia determi-
nante en el manejo de la enfermedad. Recientes apor-
Partiendo de la base que entre el 60% y el 75% taciones valoran la cinética antes del tratamiento
de los pacientes con PSA entre 4 y 10 ng/ml sufri- como factor de pronóstico.
Ecografía transrectal (ETR) la (Figura 2). Tumores de gran volumen o más indife-
y biopsia de próstata renciados pueden tomar un aspecto de nódulo mixto
(Figura 3). El problema surge en que entre el 24%-
La ETR como herramienta diagnóstica aislada 40% de los tumores son isoecoicos, indistinguibles en
tiene un valor muy limitado en el diagnóstico precoz la imagen y sólo detectables con biopsias aleatoriza-
del cáncer de próstata localizado. El valor predictivo das de la glándula (10).
positivo de la ecografía transrectal es en el mejor de
los casos del 50%. Es decir sólo será cáncer 1 de cada La ecografía transrectal más que una técnica diag-
2 áreas ecográficas sospechosas; el resto corresponde nóstica en sí misma tiene valor como vehículo para la
a áreas de inflamación, atrofia o hiperplasia. El patrón realización de biopsias de la próstata. La biopsia se
de imagen del cáncer de próstata es muy variado. La realiza utilizando una pistola automática con agujas de
imagen más típica de un tumor prostático es la de un calibre 18 G (Figura 4). El procedimiento se realiza
nódulo hipoecoico en la zona periférica de la glándu- con profilaxis antibiótica, mejorando la tolerancia el
empleo de un anestésico local en el plano entre prós-
Figura 3. Nódulo hipoecoico en zona periférica tata y recto.
basal correspondiente a adenocarcinoma de
próstata Gleason 6. Como se ha comentado, la toma de biopsias no
debe circunscribirse solamente a las áreas sospechosas
(generalmente hipoecoicas), sino que debe integrar un
muestreo aleatorizado de toda la zona periférica.
Numerosos esquemas de biopsia han sido propuestos
desde el tradicional de Hodge de 6 biopsias (sextan-
tes). Parece, sin embargo, que al menos 8 ó 10 biopsias
se requieren para conseguir una razonable sensibilidad.
Figura 4. Gran nódulo mixto que ocupa la totalidad Figura 5. Esquema tradicional de biopsias
del lóbulo prostático derecho correspondiente a un sextantes (Hodge) en base, zona media y apex
adenocarcinoma prostático Gleason 8. prostático.
valor predictivo positivo se incrementa del 6-25% con La determinación de la afectación ganglionar en
una prueba anormal hasta el 18-60% con dos anor- el cáncer de próstata sólo es relevante si una tera-
males y alcanza el 72% cuando tacto, ecografía trans- pia radical va a ser planificada. El patrón oro del
rectal y PSA están alterados (7). diagnóstico ganglionar es la linfadenectomía (lapa-
roscópica o abierta). CT y resonancia magnética han
Nuevos marcadores moleculares demostrado muy bajas tasas de sensibilidad diag-
nóstica (10-70%), por lo que no se recomienda su
Se han identificado múltiples marcadores de realización en los pacientes con baja probabilidad de
cáncer de próstata en suero, orina, semen y mues- afectación ganglionar (<10%) incluyen los que tie-
tras histológicas. Se han descrito más de 24 catego- nen un PSA < 20 ng/ml, un Gleason < 7 y un esta-
rías de marcadores biomarcadores moleculares que dio local < T2b (7).
incluyen factores de crecimiento, marcadores de
proliferación celular, de apoptosis y angiogénesis. El esqueleto axial se encuentra afecto en el 85%
Los principales marcadores moleculares de interés de los pacientes que fallecen a causa de un cáncer de
diagnóstico son el GSTP1, la alfa-metil-acil-CoA próstata. La gammagrafía ósea es la prueba con mayor
racemasa, la telomerasa, el antígeno específico de sensiblidad diagnóstica, superior a la determinación de
membrana y el DD3PCA3. En cuanto a los marca-
dores de interés pronóstico los datos más contras-
tados son los del Ki-67, p53, p21, p27, bcl-2, c-Myc, Figura 6. Afectación ósea difusa en una
VEGF, y la E-cadherina (8). gammagrafía ósea en un paciente con cáncer de
próstata.
Diagnóstico de extensión del cáncer
de próstata
La extensión locorregional del cáncer de próstata
incluye la extensión extracapsular con afectación de la
grasa periprostática (estadio T3a), la invasión de las
vesículas seminales (T3b) y la afectación ganglionar
(N+), siendo frecuentemente los ganglios de las cade-
nas obturadoras los primeramente afectados.
fosfatasas alcalinas séricas y series radiográficas óseas. ción TNM expuesta en Tabla 1) establece en líneas
Se ha determinado que la realización de una gamma- generales la categorización terapéutica. Los tumores, a
grafía ósea puede evitarse en los pacientes asintomá- este efecto, son divididos en tumores localizados,
ticos, con PSA < 10 ng/ml y tumores bien o modera- localmente avanzados y alto riesgo y cánceres disemi-
damente diferenciados. Para otros autores el valor nados, cuyas estrategias terapéuticas son, como vere-
predictivo negativo de un PSA < 20 ng/ml en la deter- mos, muy diferentes.
minación de afectación ósea es próximo al 99%.
Tratamiento del cáncer de próstata
Aparte de en los huesos, el cáncer de próstata localizado
puede metastatizar en cualquier órgano, más frecuen-
temente en ganglios distales, pulmón, hígado, cerebro La selección de tratamiento para el cáncer de
y piel. Examen clínico, Rx de tórax, CT y RMN son próstata localizado debe estar basada en la expectati-
adecuadas si existe sospecha de afectación de estos va de vida del paciente (edad y comorbilidad), la natu-
órganos blandos. En este sentido el PSA se muestra raleza del cáncer (grado, estadio, PSA y datos de las
cómo un excelente marcador de enfermedad metas- biopsias), los datos de efectividad y efectos secunda-
tásica. Con valores superiores a 100 ng/ml su valor rios de los tratamientos y, por supuesto, las preferen-
predictivo es del 100%. Igualmente, con valores bajos, cias del paciente en cada caso.
es excepcional la afectación a distancia.
Los urólogos nos apoyamos en dos herramientas
objetivas para ayudar al paciente en la toma de deci-
sión. La primera consiste en la estratificación del
TRATAMIENTO DEL CÁNCER tumor en riesgos de progresión según las característi-
DE PRÓSTATA cas clínicas e histológicas. Las guías clínicas publicadas
en 2005 por la National Cancer Comprehensive
Las decisiones de tratamiento del cáncer de prós- Network (12) clasifican, con una categoría mínima de
tata están influidas por la peculiar historia natural de certeza 2A a los tumores en bajo riesgo, moderado y
este tumor que en unos pacientes es inequívocamen- alto riesgo (Tabla 3) en función del riesgo de recidiva
te letal, mientras que en otros casos aparece como un del mismo. Ésta u otras clasificaciones de riesgo simi-
hallazgo histológico en el 40% de las autopsias de lares, son de gran ayuda a la hora de plantear una
varones mayores de 75 años fallecidos por otras cau- estrategia que en caso de bajo riesgo puede oscilar
sas. Se sabe además que mientras el 16% de varones entre la abstención y la cirugía o radioterapia, pero
americanos tendrán la enfermedad clínicamente, sola- que un tumor de alto riesgo, de entrada, elimina las
mente el 3,6% de los mismos fallecerán a causa de la dos primeras. La segunda herramienta de ayuda con-
misma (3). Así pues, el manejo de esta enfermedad siste en los nomogramas, que son algoritmos mate-
requiere un adecuado establecimiento del riesgo de máticos, derivados de modelos estadísticos que sirven
progresión y muerte por la misma. La estadificación para predecir el resultado para un caso concreto.
local, regional y de enfermedad a distancia (clasifica- Existen dos tipos de normogramas. El nomograma de
Cáncer
Riesgo
Riesgo bajo Riesgo alto localmente
intermedio avanzado
Estadio T1-T2a T2b-T2c T3a T3b-T4
Gleason <6 7 8 - 10 _
PSA < 10 10 - 20 < 20 _
Partin utilizando el PSA, el Gleason y el estadio clínico Figura 7. Pieza de prostatectomía radical.
predice el estadio patológico final. Otro tipo de algo-
ritmo predice la probabilidad de estar libre de recu-
rrencia a 5 años después de cirugía o radioterapia,
como es el caso del nomograma de Kattan.
Abstención terapéutica
Como abstención terapéutica, espera vigilada o
watchful waiting se entiende la modalidad terapéutica
consistente en la vigilancia estrecha del paciente hasta
la aparición de progresión (local o sistémica), momen-
to en el que se instaura un tratamiento, generalmente tes diagnosticados se someten a una intervención qui-
paliativo, como la hormonoterapia. rúrgica. La técnica consiste en la extirpación total de
la próstata entre el cuello vesical y la uretra, así como
Las indicaciones de esta actitud incluyen a los de las vesículas seminales, acompañándose el procedi-
pacientes con tumores de bajo grado y escaso volu- miento de manera regular por una linfadenectomía
men, asintomáticos, con expectativa de vida inferior a económica en la mayoría de los casos limitada a las
los 10 años. Indicaciones opcionales son tumores de fosas obturadoras primera estación de diseminación
bajo grado (Gleason < 4) con mayor expectativa vital linfática en el cáncer de próstata.
que no acepten los efectos secundarios del tratamien-
to. Es preciso decir en este punto que salvo precisas La prostatectomía radical puede ser realizada a tra-
indicaciones como las descritas, la abstención terapéu- vés de tres vías de abordaje: vía retropúbica extraperi-
tica ha demostrado una menor supervivencia cáncer- toneal, por vía perineal y más recientemente mediante
específica que la prostatectomía radical según se ha abordaje laparoscópico a través de 4 ó 5 trócares
demostrado en una reciente publicación de un grupo abdominales. Una modificación de la técnica laparos-
escandinavo con más de 700 pacientes cuya expecta- cópica es la cirugía robótica. La cirugía abierta retro-
tiva de vida era superior a 10 años (13). púbica fue descrita hace más de un siglo, aunque las
importantes complicaciones que conllevaba, funda-
Una modificación de esta actitud de tratamiento mentalmente el sangrado profuso, hizo que la técnica
diferido recientemente es aplicada a tumores localiza- no se popularizase. La correcta descripción anatómica
dos a los que se pospone el tratamiento curativo del complejo venoso dorsal, del esfínter externo y de
hasta que el tumor muestre signos de actividad (ele- las bandeletas neurovasculares laterales a la próstata,
vación de PSA). efectuada por P. Walsh en 1983, son el punto de par-
tida de la moderna técnica de prostatectomía abierta
tal como es ejecutada actualmente en todo el mundo.
Prostatectomía radical La cirugía laparoscópica se ha incorporado con fuerza
La prostatectomía radical sigue siendo el método en los últimos 5 años en el tratamiento del cáncer de
más utilizado para el tratamiento del cáncer de prósta- próstata, generalmente realizada por vía intraperitoneal
ta localizado. Aproximadamente el 50% de los pacien- aunque puede ser ejecutada vía extraperitoneal. Las
ventajas sobre la cirugía convencional abierta incluyen servar la potencia sexual desciende mucho en varo-
un menor sangrado, menor estancia hospitalaria y nes mayores con frecuencia afectos previamente de
requerimientos analgésicos postoperatorios. Por el algún grado de disfunción.
contrario, exige un mayor consumo de recursos, tiem-
po quirúrgico y precisa una curva de aprendizaje pro- La incontinencia es debida principalmente a la
longada. La cirugía robótica es la alternativa más recien- pérdida del esfínter interno y afecta de forma severa
te, y por sus características técnicas, con mejor ergo- al 10-15 % de los pacientes operados a los 12 meses
nomía, visualización (x 10-12) en 3D, abolición del de la cirugía. Otras complicaciones de la cirugía inclu-
temblor y mejora de los movimientos permite un fácil yen las fístulas urinarias (1,5-4%), lesiones rectales
aprendizaje. Desafortunadamente el precio del robot (1%) y la obstrucción del cuello vesical (1-2%).
frena de momento la difusión del mismo.
Radioterapia externa
Las recomendaciones de la European Association La radioterapia externa (RT) es una eficaz arma
of Urology (7) a través de sus guías clínicas publicadas para el tratamiento del cáncer de próstata localizado
en 2005 establece la indicación de la prostatectomía y localmente avanzado. No existen estudios rando-
radical para los pacientes con estadios tumorales T1-2 mizados comparativos de RT frente a cirugía radical,
y expectativa de vida superior a los 10 años. Los pero los resultados de series no comparativas demues-
pacientes en estadios T3 sólo serán candidatos a esta tran una eficacia similar de ambas modalidades en el
opción siempre que la extensión extraprostática del control oncológico de la enfermedad (16). Los desa-
tumor sea limitada, el PSA < de 20 ng/ml y el Gleason rrollos técnicos en los últimos 15 años han permiti-
< de 8. Para las guías americanas de la National do el desarrollo de nuevas técnicas de planificación
Cancer Comprehensive Network (NCCN) de 2005, como son la RT Conformacional 3D (3D CRT) y la
que realizan una clasificación por grupos de riesgo de Intensidad Modulada (IMRT) que permiten un
(Tabla 2), la cirugía radical está indicada en los pacien- aumento de la dosis administrada con menor irra-
tes de bajo e intermedio riesgo con expectativa vital diación de los órganos vecinos (vejiga y recto) lo
superior a los 10 años. En caso de bajo riesgo la linfa- que ha permitido una significativa disminución de
denectomía puede obviarse. morbilidad. La dosis total de RT a administrar es
fraccionada en dosis diarias aproximadas de 200
Los resultados oncológicos de la cirugía son bue- cGy, con una duración del tratamiento de 2 meses
nos, superponibles en los estadios de bajo riesgo a los aproximadamente.
conseguidos con RT. La supervivencia libre de enfer-
medad bioquímica (PSA < de 0,2 ó 0,4 ng/ml según Múltiples series han demostrado que la dosis de
los trabajos) del 70-87% a los 5 años y del 60-77% a radioterapia es un factor determinante para el control
los 10 años. Datos de series de excelencia como la de bioquímico del cáncer de próstata. Estudios retros-
John Hopkins con más de 3.000 cirugías realizadas tie- pectivos han reportado tasas de control local del 62%
nen una supervivencia libre de recidiva bioquímica del con dosis <60 Gy, que se incrementan a 74-80% para
78% y 68% a 15 y 20 años, respectivamente (14). dosis de 60-70 Gy y del 81-88% cuando la dosis admi-
nistrada supera los 70 Gy. En un estudio de más de
Las complicaciones más importantes de la prosta- 300 hombres con CP T1-3 que recibieron aleatoria-
tectomía radical son la disfunción eréctil y la inconti- mente 70 ó 78 Gy tras seguimiento de 60 meses el
nencia urinaria. La impotencia, por lesión de los ner- control bioquímico fue del 64% y del 70% respectiva-
vios erectores que transcurren en las porciones pos- mente (p=0,03) (15).
terolaterales de la próstata (bandeletas), es muy varia-
ble según las series (20-99%). La conservación uni o Con las dosis administradas de manera habitual
bilateral de las bandeletas neurovasculares en pacien- hoy día (nunca inferiores a 70 Gy y habitualmente
tes potentes y menores de 60 años permite conser- sobre 76 Gy) la supervivencia libre de enfermedad en
var la función eréctil en más del 75% de los casos, con estadios T1-2 a 10-15 años alcanza el 70-90%. Las
frecuencia ayudados por medicación oral tipo inhibi- cifras de supervivencia cáncer-específica están entre el
dores de la 5-fosfodiesterasa. La probabilidad de con- 83-90% a 10 años.
un pico de PSA (rebote) entre 1 y 5 años después de presentación del cáncer de próstata (CP) ha varia-
del tratamiento. do ostensiblemente de forma que actualmente sólo el
10-15% de los pacientes son diagnosticados en fase
Tratamiento del cáncer de próstata metastática en nuestro medio. En caso de documen-
de alto riesgo tarse afectación ganglionar, diseminada o simplemente
tumores cuyos parámetros impliquen una muy baja
Se considera enfermedad de alto riesgo al cáncer posibilidad de cura, el tratamiento de elección del CP
de próstata cuyo tratamiento locorregional resulta es la hormonoterapia. Actualmente el concepto de
insuficiente para erradicar la enfermedad. El riesgo CP avanzado incluye también a los pacientes con reci-
debe ser entendido como la probabilidad de progre- diva biológica, o con altas probabilidades de recidiva
sión, enfermedad sintomática o muerte por cáncer. La tras terapia radical de intención curativa.
mayoría de autores incluyen en este grupo de alto
riesgo los tumores T3, la existencia de un Gleason Las bases del tratamiento hormonal en el CP pro-
mayor de 7 o un PSA superior a 20 ng/ml. Dados los ceden de los trabajos de Huggins y Hodges publicados
discretos resultados de la cirugía en estos pacientes, en 1941, en los cuales se documentaba la mejoría clí-
la radioterapia (RT) se ha establecido comúnmente nica y descensos de fosfatasas ácida tras la castración.
como la primera estrategia de tratamiento. En casos Sesenta años después es admitida la supresión hor-
de tumores avanzados importantes, en pacientes con monal, efectuada mediante diversas manipulaciones,
comorbilidad importante o escasa expectativa de vida como estándar del tratamiento del CP diseminado.
el tratamiento hormonal puede convertirse en la
opción más recomendable. El fundamento del bloqueo hormonal descansa
en la dependencia del epitelio prostático de los
El buen control oncológico con radioterapia en andrógenos intracelulares (dihidrotestosterona-DHT-)
este tipo de tumores viene de la mano de dos hechos para la homeostasis y la regulación del equilibrio entre
que han demostrado una eficacia incuestionable. Por proliferación y muerte celular. La hormonoterapia
un lado la escalada de dosis que permiten los aparatos debe considerarse como un tratamiento paliativo en
de de planificación conformacional tridimensional (3D sí mismo ya que la respuesta al mismo es temporal,
CRT) y la intensidad modulada (IMRT) alcanzando variable en los tumores metastáticos entre 18 y 36
dosis > 80 Gy que han demostrado una mayor super- meses, debido a la pérdida de respuesta celular que
vivencia libre de enfermedad. Por otro lado, la adición suele acompañarse con la entrada en la fase terminal
a la radioterapia de un tratamiento hormonal adyu- de la enfermedad.
vante en ciclos largos (2 ó 3 años) con el fin de con-
trolar las micrometástasis frecuentes en estos estadios. Modalidades de tratamiento hormonal
Un estudio de la EORTC (18) en una reciente reevalua- La consecución del descenso de testosterona (T)
ción demuestra una supervivencia total a 5 años del plasmática puede lograrse bien mediante la inhibición
78% en el brazo de tratamiento hormonal administra- de la producción a través de actuaciones sobre el eje
do durante 3 años frente al 62% en el brazo de RT ais- hipotálamo-hipófisis-testículo, o bien mediante el blo-
lada. Otro (estudio RTOG 92-02) con 1.500 pacientes queo periférico con inhibidores competitivos de la
con tumores T3 o grandes T2, y 2 años de tratamien- unión andrógeno-receptor (20) (Tabla 4). El tratamien-
to hormonal tras RT demuestra un significativo aumen- to inicial recomendado en la práctica clínica se reali-
to de la supervivencia en los pacientes con grado de za a través de la inhibición de la producción hormo-
Gleason 8-10 (19). nal mediante castración quirúrgica (orquiectomía
subalbugénea) o lo que es mucho más frecuente me-
Tratamiento del cáncer de próstata diante el empleo de agonistas de la hormona LHRH
avanzado (aLHRH).
Tabla 4. Modalidades terapéuticas de bloqueo hormonal Originariamente bajo investigación para el trata-
en el cáncer de próstata. miento de la fertilidad demostraron una disminución
paradójica de la testosterona cuando su administra-
Inhibición de la producción ción era continua lo que llevó a su uso en el CP
metastático. Su administración produce un aumento
A. Orquiectomía de la producción de LH y FSH durante 1 ó 2 sema-
B. Análogos LHRH
nas. Pasado ese periodo se produce una desensibili-
zación de los receptores de la glándula pituitaria
1. Leuprorelina
consiguiéndose unos niveles de T en rango de cas-
2. Goserelina
tración en 3-4 semanas. Se dispone actualmente de
3. Triptorelina cuatro formulaciones de análogos en el mercado
4. Buserelina (leuprorelina, goserelina, triptorelina y buserelina)
C. Estrógenos con preparaciones de liberación retardada que
D. Progestágenos requiere la administración subcutánea o intramuscu-
E. Inhibición adrenal lar en un rango de frecuencia de 1 a 3 meses. La efi-
1. Ketoconzazol cacia de estas moléculas ha sido ampliamente
2. Aminoglutetimida demostrada en la literatura, siendo comparable a la
de la castración quirúrgica en un metaanálisis que
Inhibición de la acción periférica recoge más de 10 ensayos clínicos controlados que
han incluído cerca de 2.000 pacientes (21).
A. Antiandrógenos esteroideos
1. Acetato de ciproterona Las ventajas de los análogos LHRH incluyen su efi-
2. Acetato de megestrol cacia, su excelente perfil de tolerancia, su comodidad
3. Acetato de medroxiprogesterona (un vial trimestral), el menor impacto psicológico que
B. Antiandrógenos no esteroideos producen al paciente frente a la cirugía de castración
1. Flutamida y la posibilidad de reversibilidad del bloqueo. Al fren-
2. Bicalutamida te de sus desventajas están su elevado precio y la esti-
3. Nilutamida (no en España)
mulación de T durante las 3-4 primeras semanas
(fenómeno flare) lo que puede provocar una exacer-
bación de lo síntomas o la aparición de complicacio-
nes como la compresión medular en caso de metás-
procedimiento quirúrgico se consigue un rápido des- tasis óseas lumbares. Para evitar este fenómeno es
censo de la T plasmática por debajo de 20 ng/ml. La obligada la adición de un antiandrógeno periférico
orquiectomía ha gozado de una gran aceptación durante las primeras semanas con el fin de bloquear
desde los años 40 y son numerosos los estudios que el exceso de T circulante.
avalan su efectividad. Entre las ventajas figuran su efi-
cacia, su bajo coste económico, la rapidez de conse- La castración es generalmente bien tolerada por
cución de los objetivos perseguidos y el hecho de que los pacientes. Los efectos secundarios derivados de la
evita incumplimientos terapéuticos. Sus desventajas pérdida de hormonas sexuales incluyen la impotencia
vienen derivadas del impacto emocional que supone y la pérdida de libido, los sofocos o golpes de calor,
la orquiectomía para el paciente, las complicaciones cambios físicos como la ginecomastia o el aumento de
derivadas del acto quirúrgico y la irreversibilidad del peso, cambios metabólicos y alteraciones mentales y
procedimiento. emocionales (Tabla 5).
Tabla 5. Efectos secundarios de la castración prolongada. evaluada como monoterapia en CP avanzado. Dos
grandes ensayos randomizados no han demostrado
Esfera sexual diferencias significativas en la supervivencia global
con respecto a castración en tumores localmente
• Disminución de libido
avanzados, si bien la supervivencia es inferior en los
• Impotencia
pacientes metastáticos (22).
Sofocos
Cambios físicos Efectos secundarios del tratamiento
hormonal
• Ginecomastia
El principal efecto secundario de cualquier trata-
• Aumento de peso miento que elimine la testosterona es la impotencia y
• Pérdida de masa muscular la pérdida de libido como regla general. La presencia
• Pérdida de pelo y vello de sofocos o golpes de calor (hot flushes), ginecomas-
Cambios metabólicos tia, pérdida del vello corporal y aumento de peso son
hechos muy frecuentes con el tratamiento. Otros
• Osteopenia
efectos secundarios a largo plazo incluyen la atrofia
• Anemia
muscular, anemia, alteraciones del perfil lipídico, hiper-
• Cambios del perfil lipídico
glucemias y cierto estado subdepresivo y de déficit
• Hiperglucemia cognitivo (Tabla 5). Otro efecto derivado de la pérdi-
• Hipertensión da de la testosterona lo constituye la osteoporosis
Cambios emocionales y mentales que conlleva en estos pacientes un incremento de
• Pérdida de vigor fracturas y de la mortalidad asociada. Diversos estu-
dios estiman que el tratamiento supresor androgéni-
• Cambio de carácter
co tiende a reducir la densidad mineral ósea entre el
• Depresión y ansiedad
3% y el 10% anual. Un estudio español (23) observa una
incidencia de osteoporosis del 36% con terapias entre
12 y 36 meses, alcanzando el 50% cuando la supresión
antiandrógenos no esteroideos (flutamida y bicaluta- fue de 60 meses.
mida). Ambos tipos son inhibidores competitivos de
los andrógenos en su unión al receptor, si bien los este- El tratamiento con bicalutamida está asociado con
roideos tienen una acción central progestágena que ventajas en la calidad de vida en términos de conser-
inhibe la producción central de LH y por ende de tes- vación de la función sexual, de la capacidad física y del
tosterona, mientras que los antiandrógenos no este- mantenimiento de la masa ósea con respecto a la cas-
roideos mantienen la T normal o ligeramente elevada. tración derivados de la presencia de niveles normales
de testosterona en plasma, aunque la ginecomastia y
El acetato de ciproterona (disponible en Europa y mastodinia clínicamente relevantes alcanzan al 70% de
Canadá, no así en Estados Unidos), y de larga tradición los pacientes (8).
terapéutica en nuestro país, ha demostrado menor
eficacia que los análogos LHRH en cuanto al tiempo Bloqueo completo frente
de progresión de los tumores metastáticos. Si bien la a castración simple
tolerancia del acetato de ciproterona es buena está El bloqueo androgénico completo, combinado o
reseñada la toxicidad hepática en los tratamientos máximo, pretende la eliminación del 5% de testoste-
prolongados. rona circulante proveniente de la suprarrenal que
dentro de la célula prostática es convertida en el
Los antiandrógenos no esteroideos no andrógeno efectivo, la DHT. Combina la orquiectomía
están aprobados en nuestro país como monoterapia médica (aLHRH) o quirúrgica con un antiandrógeno
en el CP metastático limitándose su uso a la suma- periférico como la flutamida o la bicalutamida.
ción a castración o a un análogo LHRH. La bicaluta- Concepto introducido por Labrie en 1983 sigue sus-
mida a altas dosis (150 mg/día) ha sido ampliamente citando controversia dada la falta de consenso en
during the first 2 years of androgen suppression. J 25. Petrylak DP, Tangen CM, Hussain MH et al. Docetaxel
Urol 2006;174. and estramustine compared with mitoxantrone and
prednisone for advanced refractory prostate cancer.
24. Samson DJ, Seidenfeld J, Schmitt B et al: Systematic
N Engl J Med 2004;351:1513.
review and meta-analysis of monotherapy compared
with combined androgen blockade for patients with 26. Tannock IF, De Witt R, Berry WB et al. Docetaxel
advanced prostate carcinoma. Cancer 2002;95:361- plus prednisone or mitoxantrone plus prednisone
376. for advanced prostate cancer. N Engl J Med 2004;
351:1502.
Tumores de testículo
Tumores de testículo
capítulo 32
Tumores de testículo
ciendo muchas más y en el momento actual no existe Aparecen a edades 10 años mayor que el resto de
una clasificación universal que utilice todo el mundo, lo los no seminomas. En el momento del diagnóstico
que provoca confusión en algunas ocasiones. Entre el 75% están confinados al testículo y sólo el 10%
todas ellas, la que probablemente cuenta con mayor presentan metástasis demostrables. Pueden poseer
aceptación es la de Mostofi, que ha sido aceptada por áreas de sincitiotrofoblasto (10-15%), asociándose
la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Tabla 1). a la producción de β-HCG (fracción β de la hor-
mona gonadotropina coriónica humana).
Dicha clasificación divide estos tumores en tres
grupos con un comportamiento biológico muy dife- En casi todas las clasificaciones se distinguen tres
rente, por lo que lo trataremos por separado(2): tipos de seminoma:
• Tumores de testículo de células germinales. - Típico o clásico: Representa al 85% de los semi-
• Tumores de testículo de células no germinales. nomas. La edad de aparición es a los 30 años,
• Tumores secundarios o metastáticos. en menor frecuencia entre los 40-50 años y es
raro en niños y ancianos. Su lento crecimiento
De este último grupo, y dado que el origen tumo- genera problemas en el seguimiento, ya que las
ral no es primitivamente testicular, no nos ocupare- recidivas se dan de 2 a 10 años tras el trata-
mos en este capítulo. miento inicial (Figura 1A y Figura 2A).
- Anaplásico: Es el segundo en frecuencia (10%) y
la edad de aparición es similar al típico. Se pien-
TUMORES DE CÉLULAS sa que es una variante del típico más agresiva y
GERMINALES (TTCG) letal, debido a su poca diferenciación y elevada
anaplasia. Se asocia en mayor grado con las
Epidemiología metástasis y la producción de β-HCG.
- Espermatocítico: Este último es la variedad
Incidencia menos frecuente (5%), se presenta en varones
La incidencia está sometida a una gran variabilidad mayores de 45 años y sin antecedentes de tes-
geográfica con un máximo que se presenta en los paí- tes criptorquídicos, diferenciándose de los
ses escandinavos, en donde puede alcanzar cifras de demás tipos de seminomas porque surge de la
hasta 9,2/100.000 habitantes como en Dinamarca(1) y célula más diferenciada, la espermatogonia,
un mínimo que al parecer está en los países asiáticos teniendo por lo tanto una potencialidad metas-
(0,8 casos nuevos/100.000 habitantes en Japón). En tásica escasa o nula. La orquiectomía como
España, extrapolando los datos de los registros de único tratamiento suele ser suficiente para con-
tumores de Navarra y Aragón, la incidencia se sitúa trolar este tipo de seminoma.
entre 1,6 y 2/100.000 habitantes.
• Carcinoma embrionario
Frecuencia según tipo histológico Es el siguiente en frecuencia (15-25% según las
Los tumores germinales constituyen el 90-95% series) y se presentan en su mayoría en forma
del total de tumores primarios del testículo. Dentro mixta (40%). Posee un comportamiento más
de este grupo se encuentran varios tipos histológicos maligno que los seminomas, presentándose con
con una frecuencia y comportamiento diferente y que mayor frecuencia en la segunda y tercera década
pueden aparecer de forma pura o mixta, con diversos de la vida. Al diagnóstico, el 30% de los pacientes
tipos histológicos en el mismo tumor(3). presentan metástasis. Con frecuencia se diagnosti-
ca como un nódulo pequeño e irregular, que en la
• Seminoma histología está compuesto por células epitelioides
Aparecen en un 30-40% de los casos, siendo el tipo formando glándulas y túbulos. Es muy invasivo,
más frecuente de los tumores testiculares. Son más observándose con frecuencia afectación de la
frecuentes en los pacientes de áreas rurales, en los túnica vaginal o estructuras del cordón en la pieza
que presentan antecedentes de criptorquidia. extraída (Figura 1B y Figura 2B).
Figura 1. El aspecto de la pieza quirúrgica nos puede orientar hacia qué tipo de tumor que se espera encontrar
en el análisis microscópico. A: El seminoma suele ser nodular y relativamente homogéneo, alcanzando tamaños
superiores a los demás tipos histológicos. B: El carcinoma embrionario presenta bordes irregulares y con aspecto
infiltrativo. C: El coriocarcinoma se caracteriza por zonas de hemorragia e infarto. D: El teratoma está comprendido
por cartílago, pelos u otras estructuras de distinto origen embrionario.
Figura 2. En estas imágenes observamos las características típicas de los tipos histológicos más frecuentes de tumor
testicular. A: Seminoma, con un infiltrado linfoide entorno a cordones celulares sólidos. B: Ca. embrionario, con formaciones
glandulares. C: Coriocarcinoma, con cito y sincitiotrofoblasto. D:Teratoma, con elementos de varias capas germinales.
veces más que de en aquellos con testículos nor- manera que existe relación con la atrofia post-
males y descendidos. Los posibles factores que criptorquidia, pero los datos de los estudios publi-
pueden ejercer un papel importante en la rela- cados hasta el momento no son concluyentes.
ción criptorquidia y tumor testicular son: células Podría existir un desequilibrio hormonal local
germinales con alteraciones, temperatura elevada, como posible causa de la transformación maligna.
interferencia con el aporte sanguíneo normal, dis-
función endocrina y disgenesia gonadal. El tipo de • Se han encontrado títulos elevados de anticuerpo
tumor más común continúa siendo el seminoma y antivirus de Epstein-Barr en un 70-80% de los
existe una relación directa de la frecuencia con la pacientes con tumores germinales y también se
altura a la que esté colocado el teste, aparecien- están describiendo con mayor frecuencia en
do en 1 de cada 20 testículos abdominales y en 1 pacientes con síndrome de inmunodeficiencia
de cada 80 inguinales. adquirida(5).
Una correcta exploración de los testículos debe de dar en un paciente con un tumor testicular. La pri-
ser realizada con las dos manos y comenzar por el tes- mera se produce por la sustitución del parénqui-
tículo sano. La palpación de la gónada debe valorar el ma testicular normal productor de andrógenos
tamaño, forma y consistencia, así como la movilidad y por el tumor o por la propia orquiectomía. El
separación del epidídimo. Una vez valorado el testícu- exceso de estrógenos se puede deber a una esti-
lo contralateral pasaremos al sospechoso, que se mulación excesiva del propio testículo por la
explorará de la misma manera. Toda masa dura, indo- HCG o a que el mismo tumor produzca estradiol
lora y/o fija debe de considerarse tumoral hasta que no como los tumores trofoblásticos. El tipo histológi-
se demuestre lo contrario. Existen ciertos datos de la co que se asocia con mayor frecuencia a gineco-
exploración que nos pueden orientar sobre el tipo his- mastia es el de células de Leydig.
tológico del tumor; así por ejemplo el seminoma suele
ser una masa ovalada, elástica y con la superficie lisa, el • Cuando la enfermedad metastásica progresa por
carcinoma embrionario o el teratocarcinoma, sin encima del diafragma con invasión del conducto
embargo suelen ser masas irregulares con superficie torácico y afectación de la cadena ganglionar
rugosa. No debemos de olvidar, una vez evaluada la supraclavicular pueden ser palpados en la región
masa, la exploración del epidídimo, cordón, cubiertas cervical.
escrotales y piel para descartar su posible afectación.
Diagnóstico diferencial
• Las regiones inguinales deben ser objeto de aten- El diagnóstico diferencial fundamental debe hacer-
ción, sobre todo en los pacientes que refieran se con la torsión testicular evolucionada y con los
antecedentes de criptorquidia y hernias. procesos inflamatorios como la epididimitis y la
orquiepididimitis; para ello nos van a ayudar muchos
• En los casos de enfermos con metástasis puede datos clínicos y de la exploración como la instauración
existir una masa abdominal que puede palparse y brusca del cuadro y la sintomatología muy dolorosa.
en algunas ocasiones hasta visualizarse con la sim-
ple inspección (Figura 4). Otras patologías que nos puede plantear dudas a
la hora del diagnóstico son: el hidrocele, que se pre-
• La ginecomastia aparece en el 5% de los casos de senta como una masa de contenido líquido, indolora
tumores de células germinales y se debe a un dis- y lisa, siendo el dato fundamental para el diagnóstico
balance de las hormonas sexuales, es decir, a una la transiluminación positiva, lo mismo que el esperma-
disminución de los andrógenos o a un aumento tocele, que es una cavidad quística indolora que
de los estrógenos, ambas situaciones se pueden depende de la cabeza del epidídimo y con esperma-
tozoides en su interior. El varicocele, fácil de diagnos-
Figura 4. Se puede observar en estadios avanzados ticar, es difícil que cause problemas a la hora del diag-
del tumor testicular una o varias masas que abomban nóstico diferencial.
en el abdomen.
De todos modos y a pesar de que la exploración
física, es un método diagnóstico de una gran sensibili-
dad y especificidad en general se aconseja la realiza-
ción de forma reglada de ecografía transescrotal dada
la inocuidad y rapidez de la prueba y con la intención
de eliminar hasta un 25% de errores diagnósticos y el
posible retardo en el diagnóstico del tumor que con-
llevan. Estos errores se deben fundamentalmente a
confusiones con epididimitis y en segundo lugar a
tumores asociados a hidrocele, que aparecen en un
5-10% de los casos y en los que la transiluminación
positiva sola no descarta la existencia de una masa.
No debe de realizarse nunca la punción de dicho
hidrocele por la posibilidad de diseminación tumoral ción (3 mg/ml), tras el nacimiento comienza a dismi-
en el trayecto de la aguja pues se han demostrado nuir y es raro encontrar indicios de ella tras el primer
citologías positivas en el líquido peritesticular. año de vida (<40 ng/ml). La vida media de esta pro-
teína es de 5-7 días.
Ecografía escrotal
Aparece elevada en el 70% de los tumores no
La ecografía nos va a aportar numerosos datos seminomatosos, especialmente en los tumores como
sobre la masa y las relaciones de ésta con el resto de el carcinoma embrionario puro o mixto y el tumor
las estructuras del escroto.Va a informar si se trata de del saco vitelino. No se eleva en el seminoma puro ni
una masa intra o extratesticular, de la naturaleza de la en el coriocarcinoma puro.
misma (quística, sólida o mixta) y de su ecogenicidad
(hipo o hiperecoica). En ocasiones hasta nos puede Gonadotropina coriónica humana (HCG)
orientar sobre el tipo histológico como en el semino- Se trata de una glucoproteína de 38.000 daltons
ma, en que la lesión aparece como una masa hipoe- compuesta por dos cadenas, la subunidad alfa y la
coica, homogénea de bordes bien delimitados, mien- subunidad beta. La primera es muy similar a la subuni-
tras que los tumores no seminomatosos suelen pre- dad alfa de la hormona luteinizante (LH), foliculoesti-
sentar áreas quísticas con una ecogenicidad heterogé- mulante (FSH) y tiroestimulante (TSH). La segunda es
nea y bordes irregulares que penetran en el parén- diferente a la cadena beta de dichas hormonas, per-
quima testicular normal. Cabe destacar la utilidad de mitiendo la producción de anticuerpos específicos
la ecografía para diagnosticar tumores no palpables y para su detección mediante RIA.
que debutan con metástasis.
Es secretada por las células placentarias durante el
Marcadores tumorales embarazo para el mantenimiento del cuerpo lúteo y no
debe detectarse en el varón adulto normal. Se encuen-
Los tumores de testículo pertenecen al grupo de tra elevada fundamentalmente en los tumores con
neoplasias capaces de producir los llamados “marca- componente de coriocarcinoma (100%), aunque
dores tumorales”; éstos marcadores son proteínas puede estarlo en cualquier tumor no seminomatoso
fácilmente medibles por radioinmunoensayo (RIA) y (40-60% del carcinoma embrionario) e incluso hasta en
que presentan una elevada sensibilidad y una relativa un 5-10% de los seminomas puros. Esta diferencia en la
especificidad. En la teoría, estos marcadores serían frecuencia de elevación parece estar más en relación
capaces de detectar pequeñas cargas tumorales, que con la sensibilidad del método de detección utilizado
no serían detectables por métodos convencionales de que con diferencias reales. La excreción de β-HCG por
imagen. En el caso de los tumores de testículo son los tumores seminomatosos se ha relacionado tradicio-
proteínas de dos tipos: sustancias oncofetales que se nalmente con la presencia de células gigantes sincitio-
producen tan sólo durante el desarrollo embrionario trofoblásticas pero, al parecer, según los últimos estu-
(α-fetoproteína y gonadotropina coriónica humana), y dios, también puede ser secretada por las células
enzimas celulares (lactatodeshidrogenasa, fosfatasa mononucleares que se encuentran en estos tumores.
alcalina placentaria y gammaglutamil transpeptidasa).
Este último grupo no ha contribuido de forma signifi- Al igual que la AFP, tampoco es exclusiva de los
cativa al manejo de los pacientes con tumor testicular tumores testiculares, sino que también se eleva en
por lo que sólo los mencionamos. otros tumores (pulmón, hígado, estómago, páncreas,
mama y riñón), quizás también en fumadores de
α-fetoproteína (AFP) marihuana.
Se trata de una glucoproteína de una sola cade-
na y un peso molecular de 70.000 daltons. Durante La vida media de esta proteína es tan sólo de 24
el desarrollo embrionario es producida por el saco a 36 horas, por lo que el plazo para la repetición de
vitelino y tracto gastrointestinal del feto, encontrán- los análisis tras la orquiectomía u otros tratamientos
dose en el suero fetal en concentraciones elevadas viene dado por los 7 días de vida media de la α-feto-
que alcanzan el máximo en la semana 12 de gesta- proteína.
concluyente, si existen adenopatías que comprimen da izquierda en los que el cruce metastático en esta-
vasos como la cava y aorta cuando se piensa actuar dios no muy avanzados de la enfermedad retroperi-
quirúrgicamente sobre estas estructuras, o en casos toneal es difícil que acontezca.
de alergia a contrastes iodados.
En la actualidad existen verdaderos mapas de fre-
No existen evidencias suficientes que fundamen- cuencia de metástasis que se deben fundamentalmen-
ten el uso de la tomografía por emisión de positrones te al trabajo de Donohue y cols. y que permiten esta-
(PET) en los estadios precoces del tumor testicular. blecer unos márgenes lógicos y precisos a la hora de
Sin embargo, se recomienda en el seguimiento de las realizar cirugías profilácticas.
masas residuales mayores a 3 cm después de la qui-
mioterapia en los seminomas, para decidir la conduc- Fuera de estas localizaciones es infrecuente
ta a seguir(7). encontrar metástasis ganglionares, aunque debemos
sospecharlas ante ciertos datos de la historia clínica
La TAC craneal se recomienda sólo en los casos como la cirugía o toma de biopsias transescrotales y
de la existencia de síntomas o en los no seminoma- la cirugía inguinal (orquidopexia o herniorrafia), ya que
tosos con múltiples metástasis pulmonares. provocan alteraciones en las vías de drenaje habitual.
Éste es el caso de las metástasis inguinales, que son
excepcionales, salvo con estos antecedentes o cuando
ESTADIFICACIÓN DE LOS el tumor está localmente muy avanzado con afecta-
ción de la túnica albugínea.
TUMORES DE CÉLULAS
GERMINALES La vía hematógena suele ocurrir cuando ya existe
diseminación ganglionar y se dirige fundamentalmente
Una vez establecido el diagnóstico definitivo de a los pulmones (30%), seguida de hígado, cerebro,
tumor testicular y conocida la variedad histológica del huesos, y aún más excepcionales son las metástasis de
mismo hay que proceder a la estadificación clínica del riñón, suprarrenales, gastrointestinal y bazo. El corio-
paciente ya que el tratamiento y seguimiento ulteriores carcinoma es el tipo histológico que con mayor fre-
van a estar en función del estadio en que se encuentre. cuencia y de forma mas temprana metastatiza por
esta vía.
Una estadificación clínica precisa es fundamental
para tomar una decisión terapéutica adecuada y esta- En cuanto a los sistemas de estadificación, la
blecer el pronóstico del paciente. mayoría se basan en el de Boden y Gibb del año 1951,
que dividía los tumores en tres estadios, A, B y C,
Tan imprescindible para la estadificación es con- según la afectación fuera sólo testicular, ganglionar
tar con unos métodos diagnósticos adecuados como infradiafragmática o ganglionar supradiafragmática y/o
conocer la historia natural del tumor y sus vías de hematógena. Posteriormente han aparecido numero-
diseminación habituales. Existen tres vías de disemi- sas modificaciones y ampliaciones de la misma.
nación posibles: vía linfática, hematógena y por
extensión directa. La aparición de numerosos sistemas de estadifica-
ción generó dificultades para la realización de compa-
La vía linfática es la vía sistemática de diseminación ración de datos a nivel interinstitucional, hasta que en
del los tumores testiculares, siendo excepcional la el American Joint Committee on Cancer (AJCC) se
diseminación hematógena temprana, salvo en los generó el primer consenso internacional que estable-
casos del coriocarcinoma. La diseminación del teste ció un sistema que utiliza el TNM y los marcadores
derecho e izquierdo es distinta. Los tumores derechos tumorales como método de estadificación del cáncer
drenan en los ganglios intercavoaórticos, precavos y testicular. Este sistema, en la actualidad, y en acuerdo
paracavos con gran predisposición a invadir también con la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC),
los ganglios contralaterales izquierdos a diferencia de constituye probablemente el sistema de estadificación
la diseminación de los tumores que afectan a la góna- más utilizado en el mundo(8, 9).
Tabla 2. Sistema de clasificación TNMS para los tumores testiculares (UICC, 2002, 6a edición).
pT (tumor primario)
Tx: estadio desconocido
T0: sin evidencia de tumor primario
Tis:neoplasia intratubular de células germinales (carcinoma in situ)
T1: tumor limitado al testículo y el epidídimo sin invasión vascular o linfática: puede invadir la albugínea
sin afectar la vaginal
T2: tumor limitado al testículo y el epidídimo con invasión vascular o linfática: con afectación de la albugínea
y la vaginal
T3: tumor que invade el cordón espermático con o sin invasión vascular o linfática
T4: tumor que invade escroto con o sin invasión vascular o linfática
N (ganglios linfáticos regionales, clasificación clínica)
Nx: afectación ganglionar desconocida
N0: ausencia de metástasis ganglionares
N1: ganglio de tamaño ≤ 2 cm o múltiples adenopatías de dimensiones < 2 cm
N2: ganglio entre 2 a 5 cm o múltiples adenopatías de dimensiones < 5 cm
N3: metástasis ganglionares que tengan una dimensión > 5 cm
M (metástasis a distancia)
Mx: metástasis desconocida
M0: ausencia de metástasis a distancia
M1: metástasis a distancia
M1a: ganglios linfáticos no regionales o pulmón
M1b: otros sitios
S (marcadores tumorales)
Sx: marcadores no disponibles o no obtenidos
S0: marcadores dentro de los límites normales
Estadio I
Tumor confinado al testículo. Se dividen en Ia y Ib según el T; y en IS según los niveles séricos de los
marcadores tumorales.
Ia: pT1 N0 M0 S0
Ib: pT2, pT3 o pT4 N0 M0 S0
IS: cualquier pT/Tx N0 M0 S1 – S3
Estadio II
Tumor con metástasis ganglionares retroperitoneales. Se subdivide en IIa, IIb y IIc según el tamaño de las
adenopatías.
IIa: cualquier pT N1 M0 S0 – S1
IIb: cualquier pT N2 M0 S0 – S1
IIc: cualquier pT N3 M0 S0 – S1
Estadio III
Tumor con metástasis supradiafragmáticas. Se divide en IIIa, IIIb y IIIc en función del grado de metástasis
y los niveles séricos de marcadores tumorales.
IIIa: cualquier pT cualquier pN M1 S0 – S1
IIIb: cualquier pT cualquier pN M0 - M1 S2
IIIc: cualquier pT cualquier pN M0 – M1 S3, cualquier S
quirúrgicas más agresivas. El concepto de cirugía cito- naje linfático y venoso (Jamieson y Dobson, 1910;
rreductora como base del tratamiento ha sido susti- Hasumi, 1930; Rouviere, 1938) y en la publicación de
tuido por el de cirugía de masas residuales que se rea- diversas series de casos de orquiectomía transescro-
liza tras diferentes esquemas de quimioterapia. A tal y biopsias inadecuadas (Dean, 1925), con mala evo-
pesar de todo ello, la cirugía continúa siendo funda- lución de los pacientes y aparición de metástasis en
mental en el tratamiento de estos tumores comen- territorios no habituales como el pelviano o inguinal.
zando por la orquiectomía radical que, además de ser La explicación a ello se encuentra en la creación de
el tratamiento inicial, consigue la curación de un por- comunicaciones anómalas entre el drenaje inguinal del
centaje no despreciable de casos. escroto y el retroperitoneal del testículo.
En la actualidad, la actitud quirúrgica ante un Desde finales del siglo XIX ya se reconocía la
tumor de células germinales presenta tres variantes en orquiectomía radical por vía inguinal como la técnica
función del momento evolutivo de la enfermedad y estándar para el tratamiento local del cáncer testicu-
del estadio de afectación tumoral. Estas tres variantes lar. Actualmente se ha abandonado la realización de
son la orquiectomía radical, la linfadenectomía retro- PAAF y biopsia como métodos diagnósticos (reem-
peritoneal y la cirugía de la masa residual. plazados por la ecografía), u orquiectomía transescro-
tal como tratamiento. Estos tratamientos erróneos
Orquiectomía radical inguinal pueden llevar a la siembra de células tumorales y a la
aparición de un mayor número de metástasis en terri-
La elección de la vía inguinal frente a la transes- torios linfáticos no habituales, como el inguinal y el
crotal se basa en el conocimiento de las vías de dre- pelviano.
La orquiectomía debe ser el primer paso en el en el diagnóstico un 30% y no son radiosensibles, pre-
tratamiento del enfermo con cáncer testicular; sin cisando un tratamiento a base de quimioterapia y
embargo, ocasionalmente es diagnosticado en esta- cirugía reductora cuando está en fases avanzadas.
dios de la enfermedad muy avanzados y el paciente se
encuentra muy sintomático, lo que hace primordial el En cuanto a la técnica, realizamos una incisión de
tratamiento de la enfermedad sistémica con quimio- unos 5 cm de longitud por encima y en paralelo al
terapia, quedando relegada la orquiectomía a un ligamento inguinal, abriendo la aponeurosis del obli-
segundo tiempo. Existe cierta controversia sobre si se cuo mayor, siguiendo la dirección de las fibras, para
debe realizar, o no, la orquiectomía radical cuando acceder al canal inguinal. Una vez abierto el canal, libe-
existe una remisión completa de las metástasis y los ramos el cordón espermático hacia el anillo inguinal
marcadores se han negativizado. Tras la QT se interno, ocluyéndolo con una cinta de goma, para evi-
demuestra tumor residual en la pieza de orquiectomía tar la posible diseminación de células tumorales
en las mismas proporciones que aparecen en las durante la maniobra de disección del testículo. Esta
masas residuales (hasta un 25% de carcinoma). En una disección se realiza de forma roma generalmente digi-
serie de 250 casos de tumores germinales testiculares tal y haciendo tracción del testículo hacia la herida
hemos realizado 4 orquiectomías postquimioterapia que, en ocasiones, cuando el tumor es muy grande, se
sin que en ninguna de ellas se hayan encontrado célu- deberá ampliar. Una vez extraído el testículo se pro-
las tumorales; a pesar de ello consideramos que se cede a la disección del cordón, identificando los vasos
debe de realizar la orquiectomía en cualquier caso, espermáticos y el conducto deferente, que se ligan
realizando la intervención aprovechando la cirugía de por separado.
masa residual si ésta es necesaria, o aisladamente si
hubo remisión completa. Tratamiento de los seminomas
en estadio I
Otra situación en la cual nos podemos plantear la
radicalidad de la orquiectomía es en aquellos pacien- Como ya vimos, un porcentaje elevado de estos
tes que, por una u otra circunstancia, tienen un solo pacientes se curan tan sólo con la orquiectomía y en
testículo. En los últimos años se han publicado algunas caso de que aparezcan metástasis éstas son muy
series en las que se ha realizado tan sólo la exéresis radiosensibles y desaparecen con dosis bajas de RT
del tumor, dejando el testículo restante; según sus retroperitoneal alcanzando una supervivencia del 90-
autores no se han producido recurrencias locales y el 95% a los 5 años. Por este motivo, aunque el plantea-
índice de progresión retroperitoneal o inguinopelvia- miento actual continúa siendo la realización de RT
na ha sido bajo. profiláctica tras la orquiectomía. Algunos centros con
experiencia en el manejo de tumores germinales
Sobre la realización o no de manera sistemática optan por el seguimiento, especialmente en aquellos
de biopsia de testículo contralateral en busca de con buen pronóstico: tumor ≤ 4 cm, ausencia de inva-
tumor sincrónico (1-3%) existe controversia. Algunos sión de la rete-testis y niveles normales de marcado-
grupos la realizan mientras otros prefieren confiar en res (Figura 5).
la eficacia de la exploración física y la ecografía para el
diagnóstico precoz. La RT profiláctica se realiza en los territorios
paraaórticos e ilíacos ipsilaterales (en palo de
La orquiectomía nos va a proporcionar además Jockey), a una dosis de 20 a 24 Gy, con reducción de
dos datos fundamentales para el planteamiento tera- las recidivas en 1-3%. Esta dosis es bien tolerada por
péutico posterior, el estadio local y el tipo histológico. los enfermos con aparición tan sólo de mínimos
Este último es fundamental ya que los tumores semi- efectos adversos gastrointestinales. En los casos con
nomatosos en un 85-90% de los casos se encuentran cirugía previa en que pueda existir alteración del
localizados y además son extraordinariamente sensi- drenaje linfático de la zona el área de radiación debe
bles a radioterapia, por lo que ésta debe de ser el pri- ser más amplio e incluir la región inguinal contralate-
mer tratamiento tras la orquiectomía, mientras que ral teniendo mucho cuidado en la protección del
los tumores no seminomatosos están diseminados ya testículo.
Figura 5. Esquema de tratamiento en el estadio I del seminoma. En caso de existir factores de riesgo
se recomienda la RT o QT. La observación se deja sólo para algunos con muy buen pronóstico.
ORQUIECTOMÍA
Marcadores
Rx tórax
CT abdominopélvico
Estudio fertilidad
SEMINOMA I
20% micrometástasis locorregionales
OBSERVACIÓN RT 20 Gy Carboplatino x2
Tasa de
20% <5% <5%
recidiva
No está indicado el tratamiento profiláctico del Figura 6. En los estadios IIa - b de los seminomas se
mediastino ni del área supraclavicular debido a la afec- puede dar tanto QT como RT, pero con dosis mayores
tación con escasa frecuencia y la gravedad de los efec- que las del estadio I.
tos adversos que conlleva.
SEMINOMA IIA / IIB
La QT profiláctica con carboplatino en dos ciclos
Adenopatías retroperitoneales en TAC
reduce también la recidiva en 1-3%, pero se necesita
más experiencia y seguimiento para recomendar este
tratamiento como de rutina.
Tratamiento del seminoma Desde el año 1970 han aparecido diversos estudios
en estadios avanzados IIc y III en los que se han comparado las tasas de recidivas y
la supervivencia entre enfermos tratados según el
A diferencia de lo que ocurre con los estadios IIa método tradicional y pacientes sometidos tan sólo a
y IIb (ganglios < 5 cm), en los que se obtienen una seguimiento estricto y posterior tratamiento de las
tasa de curación del 90%, la RT es insuficiente en los recidivas, si ocurrían, mediante QT y LRP. De esta
estadios mas avanzados (elevada tasa de recurrencia manera se pretendía evitar un sobretratamiento y una
superior al 50%). El seminoma, al igual que los tumo- yatrogenia innecesaria al menos a un 80% de los
res no seminomatosos, presenta una sensibilidad ele- enfermos en estadio I, en los que la tasa de recidiva
vada a la QT, especialmente a los regímenes con pla- es del 15-20%.
tino, por lo que cuando se encuentra en fase avanza-
da se utilizarán los mismos regímenes que en los no De todos estos estudios se han podido sacar
seminomatosos y que veremos más adelante. La tasa varias conclusiones que han llevado a sentar indica-
de curación en estos casos es del 85-90%. ciones, más o menos precisas y compartidas por
todos, para la LRP en el tratamiento del estadio I de
Tumor no seminomatoso los tumores no seminomatosos. Estas conclusiones se
en estadio inicial I pueden resumir en las siguientes:
1 Lesiones a partir de T2, que invaden la túnica peticiones de conservación de semen antes de los
albugínea, rete-testis, el epidídimo o el cordón. tratamientos. Otro problema es la eyaculación retró-
grada que se produce al lesionar los fascículos simpá-
2 Tumores con invasión microscópica linfática o ticos L1 a L4 como consecuencia de cirugías o radio-
vascular, factor predictivo pronóstico más con- terapia. Esta complicación quirúrgica ha descendido
sistente con una tasa de recidiva de hasta un numéricamente y casi es posible decir que si se res-
35% a los 5 años. petan dichos fascículos la totalidad de los pacientes
sometidos a cirugía retroperitoneal van a conservar la
3. Presencia de carcinoma embrionario. eyaculación; por otra parte, se están realizando pro-
gresos en la consecución de eyaculación mediante el
Algunos autores incluyen otros como la ausencia uso de simpaticomiméticos y electroeyaculación.
de tumor del seno endodérmico, ausencia de negati- Entonces, la ausencia de eyaculación no debe de con-
vización de marcadores tras la orquiectomía y la ele- siderarse como un factor en contra de la LRP.
vación de la α-fetoproteína a valores superiores de
80 ng/ml. En cuanto a la técnica empleada y sobre todo a la
amplitud de la resección se han ido modificando con el
Con todo esto se llega a la conclusión de que paso de los años. En la década de los 60 y tras los estu-
tanto la LRP como el seguimiento son muy efectivos dios con linfografías podálicas, testicular y funicular
en el estadio I de los tumores no seminomatosos con (Busch y Sayegh, 1963; Chiappa, 1966; Walqvist, 1966),
tasas de supervivencia muy similares. Se recomienda se recomendó la mayor radicalidad posible en la inter-
el seguimiento en aquellos pacientes en los que no vención ya que se consideraba como la única posibili-
exista ningún factor de riesgo o mal pronóstico (50- dad de curación y para ello se diseñaron verdaderos
70%) y estén convencidos de cumplir estrictamente el mapas de diseminación metastásica (Ray, 1974;
seguimiento, acudiendo a revisión tan frecuentemente Donohue, 1982; Weissbach, 1987)(11). Sin embargo, la
como se requiere en este tipo de tumores, dada la mejoría en la eficacia de la QT y la disminución de los
elevada velocidad de replicación de sus células. Por el efectos secundarios producidos por esta permitió un
contrario, la LRP se indica en los pacientes que no planteamiento quirúrgico menos agresivo, con lo que la
reúnan estos requisitos previamente expuestos. LRP clásica bilateral fue reduciendo sus límites basán-
dose en los mapas de frecuencia metastásica de
También es importante la opinión del paciente en Donohue para los estadios IIa y IIb(12). En primer lugar
su tratamiento, una vez que ha recibido la información se desestimó la disección suprahiliar sistemática y pos-
sobre la enfermedad. teriormente, aparecieron las formas modificadas unila-
terales y económicas para los estadios I, con lo que se
El seguimiento (cuando no se ha realizado LRP) preservaba la eyaculación(13).
debe de ser muy estricto, especialmente durante los
dos primeros años, en que se producen la mayoría de La vía de abordaje al espacio retroperitoneal para
las recidivas. En el primer año se realizan revisiones esta cirugía es la toracoabdominal simple con sus
mensuales (exploración física, radiografía de tórax y variantes de laparotomías medias o transversales.
marcadores séricos tumorales) y TAC toracoabdomi-
nal trimestrales; en el segundo, revisiones bimensuales La noche anterior a la cirugía se realiza una hidra-
y TAC cada 4-6 meses y a partir del tercero revisiones tación por vía IV, con el fin de evitar los problemas que
cada 4-6 meses con TAC anual. pudieran surgir como consecuencia de la manipulación
de los vasos renales y por las pérdidas de fluidos
La fertilidad de los pacientes con tumores testicu- durante la intervención. Intraoperatoriamente se admi-
lares es un capítulo que merece una consideración nistra también manitol para prevenir la oliguria que
más amplia que la asignada en este trabajo, pero es podría producirse por el espasmo de los vasos renales.
importante señalar que un 40% aproximadamente de
estos pacientes ya son infértiles al diagnóstico de su La incisión se realiza en la línea media desde el xifoi-
neoplasia. Por lo tanto, hay que ser muy cautos con las des a la sínfisis pubiana, se realiza la apertura por planos
Figura 7. Linfadenectomía retroperitoneal modificada. Estableciéndose como límite inferior la arteria mesentérica
inferior, se conserva la eyaculación en un elevado porcentaje de los casos.
hasta acceder a la cavidad peritoneal. Posteriormente se Cuando el tumor asienta en el lado derecho, la lin-
abre el peritoneo parietal posterior siguiendo la raíz del fadenectomía modificada derecha tendrá como límite
mesenterio del intestino delgado. superior el hilio renal derecho y la cara anterior de la
cava y aorta por encima de los vasos renales. A nivel
Existen distintas variantes en función de la exten- lateral, la disección se prolongará hasta el uréter en su
sión de tejidos que se quiera extirpar y del lado del límite externo y hasta la cara lateral de la aorta en su
tumor primitivo. La linfadenectomía modificada izquier- zona medial. Caudalmente la disección se ampliará
da se realiza cuando el teste afecto por el tumor asien- hasta el conducto inguinal, a lo largo de la arteria ilía-
ta en el lado izquierdo. Los límites vendrán dados de la ca externa derecha y hasta la arteria mesentérica infe-
siguiente manera: en la zona craneal por el límite infe- rior del lado izquierdo (Figura 7).
rior de la arteria mesentérica superior, cara anterior de
la aorta y cava por encima de los vasos renales: el lími- Utilizando esta técnica hemos conseguido que el
te lateral externo estará situado en la cara externa del 85% de los pacientes a los que se les realizó la linfa-
uréter izquierdo y por la cara anterior de la vena cava denectomía unilateral conserven la eyaculación, mien-
inferior en su zona medial. A nivel caudal la disección tras el 100% de los que fueron sometidos a la bilate-
se prolongará a lo largo de los vasos ilíacos hasta el ral la perdieron.
conducto inguinal interno del lado izquierdo y hasta el
origen de la mesentérica inferior en el lado derecho, Se obtienen estos resultados a raíz de que la
respetando el tejido linfático por debajo de la arteria disección ganglionar se realiza cuidadosamente pre-
mesentérica inferior (Figura 7). servando los nervios simpáticos. Para ello es necesa-
ria la identificación y conservación de nervios lumba- platino (BEP). Estableciéndose un régimen de 2 ciclos
res de L1 a L4 y del plexo hipogástrico, resultado de cuando es adyuvante (ganglios positivos > 2 cm en
la fusión de estos nervios sobre la aorta y el pro- LRP) y de 3 ciclos cuando es un tratamiento de pri-
montorio sacro; posteriormente, se realizará la disec- mera línea o en el estadio IS.
ción ganglionar amplia, como se ha explicado previa-
mente, y fundamentalmente evitando continuar con En conclusión, en este estadio se puede conside-
dicha disección por debajo de la arteria mesentérica rar como primera opción la quimioterapia de prime-
inferior. ra línea, optando por el seguimiento cuando el riesgo
tumoral es bajo y el paciente reúne las características
Hay una variante económica o reducida de la LRP para ello. La LRP queda relegada sólo a pacientes que
antes descrita para ambos lados. Cuando el tumor no reúnen las condiciones para las otras dos alterna-
testicular es izquierdo, se realiza la extirpación del teji- tivas (Figura 8).
do linfático existente a nivel del hilio renal, sobre aorta
y en la zona intercavoaórtica, teniendo como límite Tratamiento de los tumores
superior la arteria mesentérica superior y como infe- no seminomatosos en los estadios
rior unos centímetros por debajo de los vasos rena- avanzados IIa y IIb
les. Cuando el tumor es derecho, los límites son simi-
lares a la izquierda pero con los ganglios perihiliares En el estadio II, en algunos centros, especialmente
derechos. de Estados Unidos, consideran la LRP bilateral como
primera opción terapéutica, asociándola a QT adyu-
Quimioterapia vante con dos ciclos de BEP en los estadios IIb. Sin
Se ha demostrado beneficios con la QT en los embargo, por haberse demostrado en los últimos
tumores no seminomatosos en este estadio y se reco- años el importante rol de la quimioterapia como pri-
mienda la combinación de bleomicina, etopósido y cis- mera opción, optamos en este estadio por la QT de
Figura 8. En el caso de los tumores no seminomatosos, si existen factores de riesgo se opta por la QT;
a diferencia de los seminomatosos, en los cuales se opta por la RT.
ORQUIECTOMÍA
NO SEMINOMA I
Tasa de
recidivsa 20% 3% 10%
Figura 9. En el caso de los tumores no seminomatosos, si existen factores de riesgo se opta por la QT;
a diferencia de los seminomatosos, en los cuales se opta por la RT.
II a < 2cm II b 2 - 5 cm
Marcadores
Negativos Positivos
Observación LRP
BEP x 3
Estadio I Estadio II
BEP x 2
primera línea con tres ciclos de BEP, realizando la LRP • CISPLATINO: 20 mg/m2 IV días 1-5.
en los casos con evidencia radiológica de enfermedad • ETOPOSIDO: 120 mg/m2 IV días 1, 3 y 5.
residual tras la QT (Figura 9). • BLEOMICINA: 30 mg días 2, 9 y 16.
El esquema más utilizado es el de BEP, que ha Este esquema se repite cada 3 semanas con un
demostrado ser superior al PVB (cisplatino, vinblastina total de 3 ciclos.
y bleomicina), en los casos de enfermedad avanzada(14).
- Quimioterapia adyuvante: se realiza en los pacien-
- Quimioterapia estándar o de primera línea: es el tes que hayan sido sometidos a la LRP y se haya
primer tratamiento y se utiliza en todo tumor tes- encontrado ganglios positivos de entre 2 y 5 cm
ticular diseminado. (estadio IIb). Consiste en el esquema BEP con las
mismas dosis que la terapia estándar, pero sólo
Esquema BEP: dos ciclos.
En la QT tanto primaria como la adyuvante, los recen asociadas a recidiva sistémica (2-5%). Se consi-
ciclos se retrasarán sólo en los casos que existiera fie- dera la QT como primera opción, y si hay una buena
bre con granulocitopenia <1.000/mm3 o trombopenia respuesta se puede asociar a RT de consolidación. La
<100.000/uL. Cuando existieran complicaciones infec- cirugía debería considerarse en los casos de metásta-
ciosas de la QT, la administración de factores de cre- sis únicas, dependiendo de la localización, la histología
cimiento como el G-CSF se llevará a cabo en los del tumor primario y el estado del paciente.
siguientes ciclos pendientes.
Cirugía de la masa residual
Tratamiento de los tumores
no seminomatosos en los estadios Para los estadios avanzados de los tumores no
avanzados IIc y III. seminomatosos se ha abandonado en las últimas
décadas el concepto de cirugía reductora, pasando a
Estos estadios pueden ser divididos en grupos de ser un tratamiento adyuvante que se realiza tras la
buen y mal pronóstico, en función a la existencia de quimioterapia en el caso de que queden masas resi-
metástasis no pulmonares y niveles de marcadores duales en el retroperitoneo (Figura 10).
tumorales (S2-S3).
La indicación quirúrgica para nosotros será sólo
El tratamiento de elección es la quimioterapia con para aquel enfermo en el que los marcadores se hayan
cuatro ciclos de BEP o EP, con ausencia de progresión negativizado tras la cirugía y sin embargo en el CT
del 45-50% a los 5 años en varias series. continuamos encontrando tumor. Generalmente esta
masa será de menor tamaño a las previas ya que la QT
Se han realizado estudios comparativos entre BEP reduce el tamaño y la convierte en una masa quística
y el esquema VIP (vinblastina, ifosfamida y cisplatino), con fibrosis importante a su alrededor. La indicación
sin encontrarse una diferencia significativa en el resul- quirúrgica se basa en el hecho de que no existe nin-
tado terapéutico, pero observándose mayor toxicidad guna forma de saber, salvo con un análisis microscópi-
con el VIP(15). co, si en dicha masa existe tumor residual o por el con-
trario se trata sólo de fibrosis. Anteriormente se
Quimioterapia de rescate encontraba en el análisis de las masas residuales fibro-
en pacientes con recidiva sis en un tercio de los casos, teratoma en el otro ter-
o enfermedad refractaria cio y tumor viable en el tercio restante. Actualmente,
en las diferentes series se encuentran fibrosis en un
La QT de rescate o de segunda línea se realiza 50% de los casos, teratoma maduro o inmaduro en un
cuando los marcadores tumorales no se han negativi- 35-40% y carcinoma latente en un 10-15%. La existen-
zado tras la quimioterapia estándar o cuando tras un cia de tumor viable en menor porcentaje es debido a
periodo de negativización vuelven a elevarse. la mayor eficacia de los agentes quimioterápicos.
Tanto para los seminomatosos como los no semi- En los casos de tumor viable se recomienda dar
nomatosos, se puede utilizar el BEP en cuatro ciclos o un nuevo ciclo de QT como adyuvancia, puesto que
utilizar otros esquemas basados en el cisplatino en el riesgo de recidiva supera el 50%.
asociación con otros fármacos como la vinblastina, la
ifosfamida, entre otros. El riesgo de recidiva cuando se encuentra terato-
ma también parece ser algo más elevado, pero opta-
Tratamiento de las metástasis mos por el seguimiento, aunque algo más estricto, que
cerebrales cuando encontramos fibrosis.
Las metástasis cerebrales aparecen asociadas a las El manejo de la masa residual seminomatosa que
recidivas sistémicas y raramente de forma aislada. La persiste tras la quimioterapia continúa siendo muy
supervivencia a largo plazo en los pacientes con estas controvertido. Hasta el momento no se ha demostra-
metástasis es muy pobre, especialmente cuando apa- do que la cirugía de las masas residuales en estos
Figura 10. Se observa arriba y a la izquierda una masa que, a pesar de haberse completado la QT, persistía en el
retroperitoneo y en íntimo contacto con los grandes vasos.Tras la resección de dicha masa, vemos arriba y a la
derecha la cava y la aorta con conservación de los nervios simpáticos que transcurre entre estos vasos (flecha).
Existen dos teorías sobre el origen de estos grupo son el tumor de células de Leydig, tumor de
tumores: producido a partir de células que se células de Sertoli y el gonadoblastoma. El pronóstico
separaron durante la migración de células germi- en estos tumores se reduce a la mitad de lo espera-
nales en el feto, o bien por el desarrollo de células do que en los de origen testicular.
pluripotenciales que han permanecido secuestra-
das en diferentes partes del cuerpo. Al igual que Tumor de células de Leydig
los tumores de testículo, pueden ser de cualquier
tipo histológico, aunque el seminoma es el tipo Se trata de un tumor que se presenta en forma
más frecuente, especialmente en los de mediastino de nódulos circunscritos, únicos o múltiples, rodeados
y sacrococígeo. de tejido normal de límites netos y con una colora-
ción que varía desde el amarillo al parduzco. No se
La localización por orden de frecuencia decre- asocia con hemorragia ni necrosis.
ciente es el mediastino, el retroperitoneo, la región
sacrococcígea y la glándula pineal, dependiendo de la Microscópicamente los tumores están constitui-
sintomatología de la situación y del volumen del dos por células grandes poligonales o fusiformes que
tumor. La propagación metastásica es a ganglios regio- encajan entre sí y que presentan un citoplasma eosi-
nales, pulmón, hígado, hueso y cerebro. nófilo con vacuolas lipídicas y unas inclusiones pig-
mentarias denominadas cristales de Reinke, que son
El diagnóstico se basa en los mismos métodos de patognomónicas de este tumor.
imagen que en los tumores de testículo y siempre
debe de realizarse una exploración minuciosa y eco- Epidemiología
grafía de ambas gónadas en busca de un origen en un Dentro de su escasa frecuencia, es el más
tumor testicular que ha pasado desapercibido; se común de los tumores de células no germinales.
debe de realizar un seguimiento exhaustivo de los Suponen entre un 1-3% del total de los tumores de
mismos durante todas las visitas. Algunos autores, testículo. Presenta dos picos de frecuencia a los 5-
cuando las masas retroperitoneales son unilaterales, 9 años y a los 25-35 años. La bilateralidad es algo
proponen la orquiectomía profiláctica, ya que, en algu- más frecuente que en los tumores de células ger-
nos casos, se han encontrado focos microscópicos de minales y se produce en el 5-10%. Se desconoce la
tumor en la pieza. etiología y no se ha encontrado relación con la
criptorquidia.
El tratamiento es similar al de los tumores de tes-
tículo. Si es un seminoma de escaso volumen se trata- Clínica
rá con radioterapia, y si no, con quimioterapia. Los Estos tumores son productores de andrógenos y
tumores no seminomatosos se tratarán con quimio- por este motivo se presentan siempre bajo un sín-
terapia primaria y si la masa es asequible a cirugía. Los drome endocrino. Cuando afecta a un niño se produ-
resultados en general no son buenos, salvo en el caso ce virilización, en los adultos suele ser asintomático,
de las masas sacrococcígeas, que suelen ser benignas
salvo la aparición de ginecomastia que se produce en
y bien delimitadas, con lo que la cirugía suele ser cura-
el 20-25% de los casos. En el niño son siempre tumo-
tiva. Los tumores situados en la glándula pineal se tra-
res benignos, en el adulto hasta un 10% pueden ser
tan con radioterapia primaria pues los resultados con
malignos.
cirugía no han sido satisfactorios.
Por la elevación de la producción de andrógenos
se produce una elevación de los 17 cetoesteroides y
TUMORES DE CÉLULAS estrógenos en suero y orina.
NO GERMINALES
Tratamiento
Constituyen entre un 5-10% del total de tumores El tratamiento en la gran mayoría de los casos
de testículo. Los tres tumores fundamentales de este consiste solamente en la orquiectomía radical.
12. Donohue JP. Nerve-sparing retroperitoneal lymphade- prognosis metastatic testicular non-seminoma: A
nectomy with preservation of eyaculation. J Urol 1990; randomized study of the EORTC Genitourinary Tract
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15. De Wit R, Stoter, G Sleijfer DT, et al. Four cycles of BEP 15; 50(8):1629-35.
vs four cycles of VIP in patients with intermediate-
Tumores de pene
Tumores de pene
Clasificación...................................................................................................................................................................... 595
Carcinoma de células escamosas ................................................................................................................ 600
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 608
33.Tumores de pene
capítulo 33
Tumores de pene
nóstico, el mejor tratamiento es la escisión local y eva- - La eritroplasia de Zoon es una placa eritema-
luación histológica cuidadosa que descarte malignidad. tosa y brillante que afecta al glande y prepucio.
Lesiones cutáneas benignas Los síntomas pueden incluir dolor, prurito, esco-
- Papilomas hirsutos, pápulas peneanas perladas zor, malestar peneano local, erecciones dolorosas e
y papilas coronales son lesiones lineales, que incluso obstrucción urinaria.
varían del blanco al amarillo y al rojo que se
presentan en el surco coronal. A la exploración se descubren lesiones únicas o
numerosas, en mosaico, de aspecto blanquecino, indu-
radas y que pueden asociar erosiones glandulares, fisu-
Figura 1. ras y estenosis de meato.
El control local se puede realizar mediante la apli- En pacientes con SIDA el tratamiento se dirige a
cación de podofilina al 0,5%-1% de forma semanal la paliación con medidas que pueden incluir ablación
durante 2-6 semanas o con ácido tricloroacético si las láser, penectomía parcial o total y la realización de ure-
lesiones son de pequeño tamaño. Destacar que el tra- trostomía proximal en caso de obstrucción uretral.
tamiento con podofilina puede inducir cambios histo-
lógicos que sugieren carcinoma, por lo que deben Carcinoma verrugoso
practicarse biopsias antes de su aplicación. Para lesio-
nes de mayor tamaño la fulguración y la resección son Llamado también tumor de Buschke-Löwenstein
la mejor opción terapéutica. y condiloma acuminado gigante, se trata de un tumor
de etiología incierta, poco frecuente que asienta sobre
Papulosis bowenoide glande, prepucio y surco balanoprepucial. Parece que
Se trata de una afección similar al carcinoma in situ en ocasiones, alrededor del 46%, puede estar relacio-
pero con evolución benigna, que se presenta como nado con VPH. La mayoría son subtipos 6 y 11, y con
varias pápulas pigmentadas o granulares sobre la piel menor frecuencia subtipos 16 y 18 que se relaciona-
peneana. rían con un patrón de crecimiento más invasivo.
Se relaciona con VPH y rara vez progresa a CCE. Difiere de los condilomas acuminados en que
La edad avanzada y la inmunosupresión pueden éstos, más allá del tamaño, siempre permanecen
aumentar el riesgo de progresión a CCE. superficiales sin invadir el tejido adyacente. El carcino-
ma verrugoso presenta, por el contrario, crecimiento
La confirmación es histológica, en la que se des- lento pero invade, desplaza y destruye los tejidos
cubren lesiones con criterios de carcinoma in situ adyacentes pudiendo producir erosión uretral y fistu-
pero con patrones de crecimiento benigno. lización con sangrado, secreción, sobreinfección y olor.
El tratamiento incluye cremas tópicas con 5-fluo- A la exploración puede presentar adenomegalias
ruracilo, electrodesecación, fulguración láser, criotera- inguinales de carácter inflamatorio-infeccioso, ya que
pia y resección. por sus características de crecimiento, invasión local
pero no vascular ni linfática, no produce metástasis a linfática. El tratamiento de basa en la cirugía con
distancia. penectomía parcial o total para lesiones en estadío I
(localizada sin metástasis), añadiendo la linfadenecto-
Histológicamente no muestra signos ni cambios mía inguinal bilateral a las lesiones en estadío II
malignos. Se observa una masa frondosa con crestas (metástasis ganglionares regionales). El pronóstico es
epidérmicas gruesas, redondeadas compuestas por malo dada su elevada agresividad.
células escamosas bien diferenciadas, que no presen-
tan anaplasia celular y que se extienden en profundi- Sarcoma
dad. Puede coexistir con focos de CCE. Derivados del tejido mesenquimatoso, se presen-
tan a modo de masa, dolor peneano, priapismo u obs-
Es importante el diagnóstico diferencial con carci- trucción. Pueden ser histiocitomas malignos, angiosar-
noma de células escamosas y con condilomas acumi- comas, leiomiosarcomas, sarcomas epitelioides, osteo-
nados, para lo cual es preciso realizar una resección en sarcomas, etc.
profundidad hasta submucosa. Excepcionalmente
pueden descubrirse metástasis ganglionares y es pro- A diferencia de sus formas benignas, tienden a
bable que su presencia refleje la degeneración malig- presentarse en la porción proximal del tronco penea-
na de la lesión primaria por focos microscópicos con- no. Tras el diagnóstico histológico se recomienda tra-
comitantes de CCE. tamiento agresivo local mediante penectomía parcial
o total con el objeto de curación ya que, aunque las
El tratamiento debe ser lo más conservador posible recurrencias locales son características, las metástasis
dada su etiología benigna. Dependiendo de tamaño y regionales son raras. En el caso de esto último, la lin-
localización se puede optar desde la escisión local y tra- fadenectomía estaría indicada.
tamiento con láser, hasta penectomía parcial o total
excepcionalmente si el caso así lo requiere. La quimiote- Enfermedad de Paget
rapia y radioterapia tópica han resultado igualmente ine- Aparece como un área eritematosa, eccematosa,
fectivas. El tratamiento de las adenomegalias debe reali- bien demarcada, indistinguible del carcinoma in situ de
zarse con un ciclo antibiótico de 6 semanas de duración pene. Puede producir molestias y prurito localmente y
y si continúan sin negativizarse, podría realizarse una también ser el anuncio de un carcinoma localizado en
biópsia de los ganglios sin linfadenectomía profiláctica. profundidad con transporte de células de Paget (gran-
des, hidrópicas, redondeadas, de tinción clara y núcleo
Procesos malignos no escamosos hipercromático) a la superficie. Se trata mediante resec-
ción quirúrgica en profundidad y linfadenectomía radi-
Todos ellos y en su conjunto muy poco frecuen- cal inguinal en caso de existir adenopatías. Debe hacer-
tes, objeto de casos aislados y series pequeñas, por lo se seguimiento cuidadoso de recurrencias.
que se cuenta con escasa información al respecto.
Carcinoma adenoescamoso de superficie
Carcinoma basocelular Masa exofítica grande (5-9 cm), firme, blancogrisá-
Infrecuente en el pene, quizá por su baja exposi- cea y granular que afecta a la parte distal del pene y
ción a los rayos ultravioleta del sol. Lesión de límites glande. Presenta elementos histológicos glandulares con
precisos y morfología perlada con bordes elevados y mucina y escamosos positivos para el carcinoma em-
depresión central. El tratamiento es por resección brionario.Tratamiento mediante resección local y vacia-
local con muy buen pronóstico, casi siempre curativa. miento ganglionar regional en caso de adenopatías.
VPH, un conocido factor etiológico de riesgo de longada demora que se observa en la demanda de
CCE. A pesar de todo, hoy en día no parece apor- atención médica. El intervalo de tiempo transcurrido
tar suficiente evidencia para recomendarla de rutina. entre que se reconocen, por parte del paciente, los
primeros signos y síntomas y la consulta especializada
• Esmegma: comienza a formarse desde los pri- es de 10 meses aproximadamente de media y en el
meros días de vida como resultado de la desca- 50% de los pacientes supera el año.
mación de las células epiteliales del prepucio a lo
que también contribuye la secreción de las glán- Habitualmente se presenta como una lesión
dulas prepuciales. Parece que mycobacterium pequeña, con patrón de crecimiento papilar o plano,
smegmatis, presente en el 50% de los hombres que se extiende de manera lenta y gradual. Las formas
incircuncisos, puede convertir los esteroles del papilares provienen normalmente de lesiones verru-
esmegma en sustancias carcinogénicas. Por lo gosas del glande o glándulas prepuciales, ocasionando
tanto, la retención de esmegma en hombres no gran destrucción peneana, mientras que las lesiones
circuncidados, y sobre todo en presencia de fimo- planas tienden a invadir estructuras en profundidad y
sis, puede provocar la transformación maligna por se extienden lateralmente sobre la superficie peneana,
contacto e irritación crónica del epitelio. alterando así mínimamente el aspecto peneano exter-
no pero con mayor tendencia a metastatizar. Ambas
• Fimosis: es uno de los factores predisponentes formas pueden ulcerarse, fistulizarse y ser puerto de
más importante para el desarrollo de CCE, ele- sobreinfecciones secundarias, por lo que pueden exis-
vando en más de 10 veces el riesgo. La presencia tir secreciones purulentas fétidas.
de fimosis es el dato más comúnmente informado
en hombres con CCE.Tras realización de examen La fascia de Buck actúa como barrera natural tem-
histológico del prepucio, se ha llegado a identificar poral para la extensión local del tumor. La penetración
un 35% de atipia epitelial en hombres con fimosis a través de ella y la túnica albugínea establece el
frente a un 0% en aquellos que no la tienen. potencial para la diseminación vascular.
• VPH: la prevalencia de VPH en hombres con La ruta de diseminación más rápida del CCE es a
CCE comprende rangos de entre el 27 al 71%, la través de las vías linfáticas a los ganglios inguinales: los
mayoría asociados a los subtipos 16 y 18. Por el linfáticos del prepucio forman una red que drena a los
contrario, la incidencia estimada de VPH en hom- linfáticos del cuerpo del pene y éstos a su vez son tri-
bres sin CCE y neonatos es de 0 a 6 y 4% res- butarios de los ganglios inguinales superficiales. Por
pectivamente. Además la prevalencia de infección otra parte, los linfáticos del glande se unen a los del
por VPH es más alta en hombres no circuncida- cuerpo esponjoso y cuerpos cavernosos que, forman-
dos, 19,6 frente a 5,5%. do un collar de canales conectados en la base del
pene, drenan a los ganglios inguinales superficiales,
• Otras: se han sugerido otros factores implicados en después a los profundos y posteriormente a los gan-
el desarrollo de CCE. El tratamiento con psoraleno y glios pelvianos. Se debe tener en cuenta que existen
fotoquimioterapia ultravioleta A (PUVA), la promis- numerosas interconexiones a todos los niveles por lo
cuidad sexual, traumas peneanos como pequeñas que el drenaje linfático peneano es bilateral.
lesiones, abrasiones, etc. No parece que se hayan
encontrado diferencias significativas entre razas. El aumento de tamaño de los ganglios regionales
puede conducir a necrosis cutánea, infección crónica
Cuadro clínico con muerte por inanición, sepsis o hemorragia secun-
daria a erosión de vasos femorales.
Historia natural
La presentación del CCE puede variar enorme- Las lesiones metastásicas hematógenas a distancia
mente desde formas de apariencia benigna hasta for- son raras y pueden aparecer en pulmón, hígado, hueso
mas de carcinoma invasivo clínicamente obvio. Esta y cerebro, entre el 1 y 10%, como resultado de enfer-
variabilidad puede ser explicada en parte por la pro- medad avanzada.
La evolución del CCE, en general, es progresiva- Se pueden detectar linfadenopatías en este acto
mente implacable ocasionando la muerte a la mayoría en el 58% de los pacientes (20-96%) De ellos sólo la
de pacientes no tratados en el plazo de 2 años. mitad (17-45%) tiene verdaderamente metástasis, el
resto tiene enfermedad inflamatoria secundaria a la
Formas clínicas de presentación infección de la lesión primaria. Como ya se ha comen-
Las formas de presentación abarcan gran variedad tado, las metástasis linfáticas ocurren más frecuente-
de signos y síntomas. mente y más precozmente en lesiones planas y lesio-
nes mayores de 5 cm.También importa la profundidad
El motivo de consulta es por masa, nódulo o de la invasión, el grado tumoral, la existencia o no de
pequeño bulto en el 47% de los casos, por dolori- invasión vascular y linfática, el patrón de crecimiento y
miento en el 35% y por clínica inflamatoria en el 17%. la afección del cuerpo cavernoso.
Otras son picor, quemazón, hemorragia, fístula, obs-
trucción uretral, síndrome constitucional y complica- Los pacientes con adenopatías clínicamente nega-
ciones tardías. tivas tienen una probabilidad de tener micrometástasis
linfáticas ocultas del 20-75%, dependiendo de todos
Pueden consultar por una induración sutil o los factores de agresividad expuestos en el párrafo
pequeñas excrecencias, hasta pequeñas pápulas, pús- anterior. Por ejemplo, el 11% de los T1, el 63% de los
tulas, crecimientos verrugosos más notorios o lesiones T2-T3 y el 15, 67 y 75% de los tumores grado 1, 2 y 3
exofíticas floridas (Figura 3 y Figura 4). La fimosis respectivamente. Los Tis, Ta, T1 y grado 1 son identifi-
puede ocultar una lesión y permitir su evolución por cados de bajo riesgo.
lo que con el tiempo puede descubrirse por erosión,
ulceración a través de la piel con secreción, olor féti- Diagnóstico
do y en ocasiones hemorragia.
En este apartado cabe reiterar la demora tanto en
Pueden presentarse en cualquier lugar del pene la consulta médica por parte del paciente (por ver-
pero son más frecuentes en glande con un 48%, segui- güenza, culpa, miedo, desconocimiento o negligencia),
do por prepucio 21%, en ambas en un 9%, en surco como la tardanza por parte del profesional en el diag-
coronal 6% y en el cuerpo del pene menos del 2%. En nóstico e instauración de tratamiento. En el diagnóstico
el 14% de los casos el tronco peneano había sido de las lesiones peneanas se debe realizar una aproxi-
invadido por lesiones más distales. mación de forma racional, de forma que resulta impres-
Figura 3.
cindible una valoración exhaustiva de la lesión primaria, gatoria e imprescindible antes de realizar cualquier
de los ganglios regionales y de posibles metástasis al ini- tipo de tratamiento, pudiendo realizarse por separado
cio y durante el seguimiento de la enfermedad. o en el mismo acto tras confirmación intraoperatoria.
Procedimientos
Nivel de lesión
Obligatorio Recomendable Opcional
Diseminación regional
Adenopatías no palpables Exploración física Biopsia dinámica de
Adenopatías palpables Diagnóstico citológico ganglio centinela *
o histológico
TC pélvico
(si ganglios inguinales+)
TC abdominal TC hueso
Metástasis a distancia (si ganglios pélvicos+) (pacientes sintomáticos)
RX de tórax
(si ganglios+)
* La técnica con azul isosulfano o coloide de sulfuro-Tc 99 es un procedimiento prometedor.
La técnica de Cabañas no es recomendada. Guidelines on Penile Cancer. EAU.
fía peneana ya que diferencia con exactitud la infiltra- prevención (higiene, etiologías víricas, consulta rápida al
ción de la túnica albugínea. Si ésta no fuera conclu- especialista y circuncisión si estuviera indicado, etc.).
yente la RM puede proveer más información.
Dados los efectos devastadores funcionales, estéti-
Para realizar el estudio de extensión metastásico cos y psicológicos de la cirugía radical convencional,
en pacientes con ganglios inguinales positivos, la TC mediante penectomía parcial/total, hoy en día se inten-
resulta la prueba más útil para la determinación de ta el manejo menos agresivo posible para el tipo de
adenopatías pélvicas y retroperitoneales. lesión individualizado de cada paciente, con cirugías
conservadoras del pene cuando éstas son posibles.
Generalmente las metástasis distales se producen
de forma tardía y afectan a pulmón hueso e hígado Además existe una problemática abierta en torno
por lo que, cuando se sospecha enfermedad disemi- al tratamiento de los ganglios linfáticos, que son el fac-
nada, es recomendable la realización de Rx de tórax y tor pronóstico aislado más importante.
gammagrafía ósea-TC óseo.
La decisión final del procedimiento terapéutico
Estadificación debe tener en cuenta la calidad de vida del paciente,
Existen varias clasificaciones siendo la más utilizada
y aceptada actualmente en las últimas series presenta- Tabla 2. Criterios para la estadificación del cáncer
das la clasificación TNM de la UICC/AJCC (Union Inter- de pene.
nationale Contre le Cancer/American Joint Committee
on Cancer). La última versión, que es la que se presen- T - Tumor primario
ta a continuación, data de 2002 (Figura 5).
Tx No evaluable
Tratamiento To No evidencia de tumor primario
Tis Carcinoma in situ
El tratamiento del cáncer de pene se encuentra en Ta Carcinoma verrugoso no invasivo
continua discusión y evolución. Se debe de incidir en la T1 Tumor que invade tejido conectivo
subepitelial
Figura 5. T2 Tumor que invade cuerpo cavernoso
o esponjoso
T3 Tumor que invade uretra o próstata
T4 Tumor que invade otras estructuras
adyacentes
M - Metástasis a distancia
Mx No evaluable
Mo No evidencia de metástasis a distancia
M1 Metástasis a distancia
edad, estado general y socioeconómico, función frente a un 20% (8-36%) de los pacientes que reciben
sexual, motivación, su estado psicológico y la morbili- una LFD demorada.
dad de los diferentes tratamientos, así como la biolo-
gía del tumor. Por otro lado, se debe tener en cuenta la morbi-
mortalidad asociada a una cirugía que, como se ha
Tratamiento de la lesión primaria dicho anteriormente, puede no ser necesaria en el
Para lesiones de carcinoma in situ, las cirugías con- 75-80% de los pacientes. Aunque hoy en día se esti-
servadoras de pene están fuertemente recomenda- ma inferior, se han descrito hasta un 50-58% de com-
das, entre ellas están la terapia láser, escisión local, ciru- plicaciones como linfedema, linfocele, flebitis, embolis-
gía de Mohs, crioterapia, terapia fotodinámica, crema mo pulmonar, infección de la herida o necrosis del col-
de 5-fluorouracilo al 5% e imiquimod tópico al 5%. gajo y hasta un 1% de mortalidad. Además la radiote-
rapia profiláctica inguinal ha demostrado no ser útil.
En lesiones Ta-1 G1-2 se puede optar por estrate-
gias conservadoras del pene mediante tratamiento De esta manera, se debe sopesar el riesgo frente al
con láser, escisión local, radioterapia-braquiterapia y potencial beneficio de la LFD. Para ello se ha estableci-
glandectomía, siempre que se asegure el seguimiento y do una serie de grupos de riesgo basados en el estadio,
vigilancia regular del paciente. Ante recurrencia (15- grado tumoral e invasión vascular por parte del CCE.
50%), el paciente debe ser tratado lo antes posible, una
vez reevaluada la lesión, de la forma más adecuada • Grupo bajo riesgo: pTis, pTaG1-2 y pT1G1. Pre-
siguiendo el mismo esquema terapéutico. Para pacien- sentan del 10 al 15% de micrometástasis ganglio-
tes en que se sospeche que no van a cumplir un segui- nares. Es necesario un estrecho programa de
miento estrecho, o que recidiven por segunda vez, la seguimiento, de lo contrario la LFD modificada es
penectomía parcial es la mejor recomendación. la mejor recomendación.
Lesiones T1G3 y T≥2 la recomendación es la rea- • Grupo de riesgo intermedio: pT1G2. Se debe
lización de penectomía parcial, total o bien emascula- tener en cuenta el patrón de crecimiento, la inva-
ción dependiendo de la extensión de la lesión. El mar- sión vascular y linfática para tomar una actitud
gen de seguridad se estima en 2 cm, ya que un mar- terapéutica. En ausencia de factores de riesgo, la
gen menor se asocia a recurrencias de hasta un 32%. estrecha vigilancia es obligada. En presencia de fac-
tores de riesgo la LFD modificada es el trata-
Tratamiento de los ganglios linfáticos miento recomendado.
Existe gran controversia acerca del mejor trata-
miento de los ganglios linfáticos. Parece razonable la • Grupo de riesgo alto: pT2 o G3. Presentan micro-
realización de linfadenectomía (LFD) radical en pacien- metástasis en un 68-73% y se recomienda firme-
tes con adenopatías inguinales palpables de inicio, que mente la realización de LFD modificada o radical.
no ceden tras el tratamiento de la lesión primaria y
tras 6 semanas de tratamiento antibiótico, así como de Existen una serie de procedimientos modificados
aquellas adenopatías de nueva aparición en el segui- para cuando no existen adenopatías palpables pero sí
miento de un CCE ya tratado. Pero ¿qué hacer con los factores pronóstico adversos, para definir la existen-
ganglios inguinales clínicamente negativos?, ¿cómo debe cia de metástasis con la menor morbilidad. Entre ellas
ser la LFD, unilateral o bilateral?, ¿cuándo extender la la citología por aspiración con aguja fina (CAAF) de
LFD a los ganglios iliacos? Se intenta dar respuesta a utilidad y experiencia limitada. También biopsias de
estas cuestiones. ganglio centinela, disección extendida del ganglio cen-
tinela y biopsia ganglionar no fiables y no recomen-
Adenopatías no palpables dadas y, por último, el prometedor mapeo linfático
Hasta un 20-25% de los pacientes sin adenopa- intraoperatorio (MLIO) con azul isosulfano o coloi-
tías palpables tienen micrometástasis ocultas. De ellos des marcados con tecnecio, pero que precisa una
el 90% podría curarse (75-100% supervivencia a 5 curva de aprendizaje y datos a largo plazo para su
años) mediante la realización de una LFD profiláctica, aplicación extendida.
Por ello la LFD superficial (a la fascia lata) y la LFD a metástasis la mitad. Las demás se demuestran infla-
modificada (con preservación de la vena safena) son matorio-infecciosas tras el tratamiento de la lesión
los métodos a seguir en esta situación. En caso de primaria y un ciclo de antibiótico de 6 semanas.
positividad se debe completar la cirugía con LFD
ilioinguinal radical. En aquellos pacientes que persistan las adenopa-
tías se debe realizar LFD inguinal radical bilateral que
Adenopatías palpables puede lograr curaciones a largo plazo de hasta un
Como ya se ha reiterado pueden ser detectadas 50%. Debe ser bilateral ya que se han demostrado
al diagnóstico en un 50%, de las cuales corresponden metástasis contralaterales en más del 50%.
Recomendaciones
Tipo Terapia
de lesión
Fuerte Opcional En investigación
T1G3 o T2 limitado a
TTO Tis, Ta-1 G1-2 primarios <50% del glande Tras QT de acuerdo con
conservador o recurrentes (seguimiento estrecho) la respuesta tumoral
LFD = Linfadenectomía
1 puede extenderse a radical si hay ganglios +
2 si es unilateral y no hay ganglios contralaterales palpables, puede hacerse LFD modificada
La LFD pélvica debe hacerse si >1 ganglio inguinal +
3 quimioterapia consensuada con los oncólogos y si es posible en el contexto de ensayos clínicos
4 la radioterapia obtiene resultados inconsistentes
En caso de positividad de los ganglios inguinales se La radioterapia sobre el área inguinal es clara-
debe realizar LFD pelviana, ya que se ha demostrado mente inferior a la LFD, pero puede ser útil en pre-
que el 22% de los que presentan de uno a tres gan- sencia de ganglios inoperables.
glios positivos y el 57% de los que presentan más de
tres ganglios positivos, tienen diseminación metastási- Quimioterapia
ca a ganglios pélvicos. Existe escasa experiencia y evidencia en el mane-
jo del CCE con quimioterápicos. Los fármacos más
Para masas inguinales fijas o adenopatías pélvicas utilizados han sido la bleomicina, cisplatino, metotre-
clínicamente positivas (TC o RM) se ha propuesto xate y vincristina. Presentan la toxicidad propia de
como tratamiento una inducción quimioterápica, que estos principios.
ofrece respuestas parciales en un 21-60%, seguida por
LFD radical ilioinguinal. Se han administrado de forma adyuvante tras
LFD radical, en neoadyuvancia para masas inguinales
En caso de aparición de adenopatías inguinales fijas y ganglios pélvicos evidenciados por TC o RM y
palpables a lo largo de un programa de seguimiento, para el tratamiento de formas avanzadas de la enfer-
se debe realizar LFD inguinal bilateral radical. Además medad.
estos pacientes pueden beneficiarse de tratamiento
quimioterápico adyuvante. Han mostrado mejores resultados al ser adminis-
trados de forma combinada poliquimioterápica, obte-
Tratamiento de las metástasis a distancia niendo respuestas parciales y de corta duración.
Se realiza tratamiento local, quimioterápico y/o
paliativo, según estado general. Seguimiento
Radioterapia Se propone el siguiente esquema de seguimiento
Preserva la estructura y función en pacientes cui- (Tabla 4).
dadosamente seleccionados: jóvenes, lesiones peque-
ñas <4 cm, superficiales, exofíticas, no invasivas en Pronóstico
glande o surco coronal, que se niegan a cirugía, o en
tumores inoperables. Presenta desventajas importan- La supervivencia a largo plazo depende del esta-
tes (fístulas, estenosis, necrosis, dolor, edema...) que dio de la enfermedad al diagnóstico. El factor de ries-
hacen que en la actualidad se encuentre en desuso. go independiente más importante son las metástasis
Infecciones e inflamaciones
del aparato urinario
Infecciones del
tracto urinario
H. U. La Princesa. Madrid
Palabras clave: Infección del tracto urinario. Cistitis. Pielonefritis. Uretritis. Prostatitis.
Índice capítulo 34
Infecciones del
tracto urinario
Definición ............................................................................................................................................................................ 615
Clasificación...................................................................................................................................................................... 616
Incidencia y factores de riesgo....................................................................................................................... 616
Etiología................................................................................................................................................................................ 616
Clínica..................................................................................................................................................................................... 616
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 617
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 618
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 620
34. Infecciones del tracto urinario
capítulo 34
Infecciones del
tracto urinario
CLASIFICACIÓN ETIOLOGÍA
Las infecciones del tracto urinario se pueden divi- La orina es un excelente medio de crecimiento
dir en dos grandes grupos: para muchos microorganismos. Sin embargo la mayo-
ría de las ITU están producidas por un grupo limitado
1) Infecciones urinarias bajas: de patógenos y el 95% está producido por una única
• Cistitis especie bacteriana. Los microorganismos más fre-
• Prostatitis cuentes en las infecciones urinarias son los bacilos
• Uretritis gram (-), y de ellos los pertenecientes a la familia
Enterobacteriaceae, siendo E. coli el más aislado, hasta
2) Infecciones urinarias altas: en el 80% de las ITU no complicadas. El resto están
• Pielonefritis producidas por otras enterobacterias (Proteus mirabi-
lis, Klebsiella sp) y S. saprophyticus, siendo este último
el segundo agente en orden de frecuencia (5,6,7).
INCIDENCIA
Y FACTORES DE RIESGO Las infecciones urinarias son diferentes en los
pacientes que contraen la infección de manera extra-
Las infecciones del tracto urinario (ITU) represen- hospitalaria que en aquellos con infección durante
tan una de las entidades clínicas más prevalentes. Puede ingreso hospitalario. En estas últimas es más frecuente
afectar a individuos de cualquier edad y condición, con la infección por dos o más bacterias (Proteus, Klebsiella,
una incidencia especial en mujeres de cualquier edad, Enterobacter spp, Pseudomona aeruginosa, estafilococos
hombres de edades extremas de la vida, inmunodepri- y enterococos), cepas resistentes, nuevas especies pató-
midos y en pacientes con cualquier anomalía. genas, infecciones cruzadas entre enfermos portado-
res de catéteres o drenajes de heridas, y alrededor de
La ITU constituye la principal causa de sepsis en un 5% de infecciones por hongos oportunistas, siendo
pacientes hospitalizados y hasta un 50% de las infeccio- la Candida sp la más frecuente (5,8).
nes nosocomiales tienen su origen en el tracto urinario,
en relación su mayoría con catéteres urinarios. Llegan a Los estreptococos del grupo B causan ITU en
representar un 10% de las bajas laborales, estimándose recién nacidos y en embarazadas. Los gérmenes anae-
que de un 20% a un 35% de las mujeres presentan al robios rara vez producen ITU y su aislamiento en cul-
menos un episodio de ITU a lo largo de su vida (5). tivo puede representar una contaminación (5).
En la infancia su incidencia supone el 2% de los
En el caso específico de la uretritis hay que dife-
neonatos, 1% en lactantes, 4,5% en edad preescolar,
renciar claramente dos orígenes infecciosos: así en
2% en edad escolar femenina. En los niños las infec-
parte de los casos se trata de una uretritis gonocó-
ciones más frecuentes son las pielonefritis y la bacte-
cica por Neisseria gonorrhoae, en el resto el origen es
riuria asintomática . Durante el primer año de vida son
no gonocócico, apareciendo entonces gérmenes
más frecuentes en el varón, probablemente en rela-
como Chlamidia trachomatis, Ureaplasma urealyticum,
ción con anomalías congénitas de la uretra. En adultos
Tricomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium y bacilos
son más escasas en el varón, con una incidencia menor
gram (-) (9).
del 0,5% (excepto en homosexuales y heterosexuales
a partir de 5.ª y 6.ª década, donde aumenta hasta un
10% debido a la obstrucción provocada por HBP y el
aumento de instrumentaciones urológicas) y habitua- CLÍNICA
les en mujeres, especialmente durante periodos de
actividad sexual y en el embarazo, así como si se aso- Las manifestaciones clínicas de la ITU son varia-
cian la utilización de DIU y/o espermicidas (5,6). En el bles y dependen de la edad del paciente y localización
hombre el tipo de infección más frecuente es la ure- de la infección. Puede ser asintomática y manifestarse
tritis y la prostatitis. En la mujer es la cistitis aguda (6). únicamente por bacteriuria en el urocultivo.
La cistitis se caracteriza por aparición de disuria, hospitalario. En la historia clínica se estudiarán con
polaquiuria y micción urgente (síndrome cistítico). especial detalle episodios previos de ITU, enfermedad
Algunos pacientes pueden manifestar tenesmo, dolor renal preexistente, historia de cirugía o manipulación
suprapúbico que aumenta con la micción (estrangu- urológica reciente, presencia de catéter urinario,
ria), y hematuria. La fiebre y otras manifestaciones sis- embarazo, enfermedades o condiciones que predis-
témicas son raras (3,5). pongan a un aumento de frecuencia o gravedad de
una ITU (diabetes, inmunosupresión, enfermedad neu-
La prostatitis aguda se presenta clínicamente con rológica, trasplante renal) y, en el caso de varones,
fiebre, escalofríos, dolor lumbosacro y perineal, males- patología prostática asociada. Importante es también
tar general e intensas molestias miccionales (disuria, recoger información sobre exposición previa a antimi-
polaquiuria e incluso obstrucción parcial o total de la crobianos, dado que pueden alterar la flora endógena
micción), siendo todos ellos más difusos en el caso de e influenciar la selección empírica del antibiótico (5,9).
la prostatitis crónica, pudiendo añadirse en este caso
alteraciones en el ámbito sexual (eyaculación doloro- Diagnóstico de laboratorio:
sa, hemospermia, disfunción eréctil, etc.) (3,5).
Análisis de sangre:
La uretritis cursa con molestias uretrales en forma En la evaluación inicial de una pielonefritis aguda
de dolor, escozor o prurito, a lo que puede añadirse está indicada la realización de una analítica general
síndrome miccional (polaquiuria, sensación de micción básica que incluya un hemograma con determinación
imperiosa y tenesmo). Suele acompañarse de secre- de la fórmula leucocitaria, glucemia, ionograma y prue-
ción supurativa por el meato de diferente aspecto bas de función renal y hepática.
según el germen causante (3,5).
Análisis de orina:
La pielonefritis aguda se manifiesta clínicamente Previa higiene se desechará la primera parte de la
por escalofríos, fiebre, dolor lumbar, náuseas, vómitos, micción, así como la última. Analizándose entonces
disuria y polaquiuria. A pesar de que la bacteriemia la fracción media de la misma.
puede estar presente, la aparición de shock séptico es
poco habitual. Los abscesos renales y perinéfricos • Sedimento de orina: detección de piuria, hematuria,
representan dos formas infrecuentes de infección pH urinario y nitritos (+).
parenquimatosa que, a diferencia de pielonefritis
aguda, es más insidiosa, con fiebre prolongada y sínto- • Urocultivo:
mas constitucionales asociados o no a dolor lumbar y
- Estudio cuantitativo:
en flanco (7). La pielonefritis crónica no representa a una
infección urinaria como tal, sino las secuelas renales de
Puede considerarse positivo si > 1.000 UFC/ml
ITU que han ocurrido previamente (7). En estos pacien-
en cistitis aguda y si es >10.000 UFC/ml en el
tes se observan grados variables de atrofia, adelgaza-
caso de la pielonefritis femenina. Para el resto
miento cortical, aplanamiento de los cálices y fibrosis.
de casos se considerará positivo un recuento >
100.000 UFC/ml.
Pueden ser de utilidad en algunos casos. Otros tratamientos eficaces son fosfomicina tro-
metamol en dosis única o pauta corta, trimetoprim-
• Radiografía simple: Sospecha de urolitiasis o en caso sulfametoxazol o amoxicilina en dosis única oral, aun-
de PN aguda en diabéticos pues permite descartar que se han observado mayores porcentajes de recu-
la existencia de gas (pielonefritis enfisematosa) (10). rrencia precoz con estas pautas monodosis (5).
(v. parenteral): Cefotaxima 1 g i.m. (du) o Ceftria- nas de tercera generación (Ceftriaxona 1-2 g/d,
xona 1g. i.m. (du). Cefotaxima 1-2 g/12 h), Aztreonam (1-2 g/8 h),
aminoglucósido (Amikacina 1g/d) o en algunos
Se aconseja prevenir la infección por Clamydia casos específicos carbapenemes (Imipenem 500
trachomatis (25%) mediante Azitromicina 2 caps. de mg/6-8 h).
500 mg (du) o Doxiciclina 1 cap. 100 mg/12 h duran-
te 7 días (9,12). • Ante la presencia de pielonefritis complica-
das o severas (varones, inmunodeprimidos,
No gonocócica: secundaria a obstrucción) el paciente debe ser
(v. oral): Doxiciclina 1 cap. 100 mg/12 h durante 7 hospitalizado para instaurarse un tratamiento
días o Ofloxacino 1 comp. de 200 mg (du). (v. paren- antibiótico intravenoso prolongado (se recomien-
teral) Ceftriaxona 1 g i.m. (du) (7). dan 20 días), no pudiendo descartarse en algunos
casos el tratamiento quirúrgico.
PROSTATITIS
• Durante el embarazo se limita considerable-
• Aguda: Medidas generales (reposo en cama, mente la elección de antibióticos. Amino, carbos y
baños de asiento e ingesta abundante de líquidos) penicilinas solos o asociados al ácido clavulánico,
además de paracetamol 500 mg/8 h v.o y/o diclo- ureidopenicilinas, cefalosporinas y aztreonam pue-
fenaco sódico 50 mg/8 h para tratar la fiebre, den administrarse sin riesgo. Los aminoglucósidos
dolor e inflamación existentes (3). deben restringirse solo a aquellos casos de grave-
dad y durante cortos espacios de tiempo. Contrain-
Existen gran cantidad de pautas posibles. dicadas las fluorquinolonas y sulfamidas.
Ampicilina 2 g/6 h (i.v.) + Gentamicina 240 mg/24
h. Ciprofloxacino 400 mg/12 h. (i.v.) hasta apirexia • En pacientes pediátricos también están con-
+ Ciprofloxacino 500-750 mg/12 h. hasta 10 días traindicadas las fluorquinolonas. En pacientes
(v.o). Ofloxacino 200 mg/12 h (v.o.) o levofloxaci- menores de 18 meses se recomienda ingreso
no 500 mg/24 h durante 4 semanas. Ceftriaxona hospitalario. El tratamiento consiste en un régi-
1 g/24 h (i.v.) o Cefotaxima 1g/6-8 h (i.v.). duran- men de aminoglucósido asociado a una cefalos-
te 2 semanas (12,13). porina de tercera generación por vía parenteral
durante 10-15 días. En aquellos mayores de 18
• Crónica: En caso de prostatitis crónica bacteriana meses el tratamiento es similar al de un adulto (3,5,6).
está indicado tratamiento antimicrobiano en
diversas pautas. Fluorquinolonas 4-12 semanas: INFECCIÓN URINARIA
Ciprofloxacino 500 mg/12 h v. oral. Trimetropim ASOCIADA A CATÉTER
160 mg/12 h v. oral durante 6 semanas. Doxici-
clina 100 mg/12 h durante 6 semanas (9). Además • Existen algunos aspectos muy distintivos muy
se puede asociar un alfa-bloqueante (9). notables en la microbiología de las ITU en pacien-
tes con sonda. Con frecuencia son infecciones
PIELONEFRITIS polimicrobianas, donde el E. coli abandona el pro-
tagonismo, siendo frecuente el aislamiento de
• En ausencia de afectación general se puede bacterias gram negativas como P. aeruginosa y K.
administrar una dosis de 1 g de Ceftriaxona i.v. pneumoniae, gram positivas como E. faecalis y leva-
para continuar con tratamiento oral empleando duras del tipo de las cándidas, mostrando además
una cefalosporina de tercera generación durante elevadas tasas de resistencia a los antibióticos (9).
10-14 días.
• La prevención es sin duda la mejor medida para
• Cuando se compruebe afectación general se reducir la morbimortalidad en infecciones relacio-
procederá al ingreso hospitalario e instauración de nadas con catéteres urinarios. Una inserción esté-
tratamiento intenso intravenoso con cefalospori- ril, el uso de sistemas cerrados y la retirada pre-
Infecciones urinarias
no complicadas
Palabras clave: Infección urinaria. Cistitis aguda. Pielonefritis aguda. Prostatitis aguda
bacteriana. Bacteriuria asintomática.
Índice capítulo 35
Infecciones urinarias
no complicadas
Introducción ..................................................................................................................................................................... 625
Conceptos generales................................................................................................................................................ 625
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 625
Etiología................................................................................................................................................................................ 626
Patogenia............................................................................................................................................................................. 626
Formas clínicas .............................................................................................................................................................. 628
Terapéutica de las infecciones urinarias no complicadas..................................................... 632
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 635
35. Infecciones urinarias no complicadas
capítulo 35
Infecciones urinarias
no complicadas
INTRODUCCIÓN EPIDEMIOLOGÍA
La infección del tracto urinario comprende una Las infecciones del tracto urinario son las más fre-
amplia variedad de patologías cuyo denominador común cuentes en la práctica clínica diaria, después de las
es la colonización bacteriana progresiva de los tejidos y enfermedades del aparato respiratorio, con una inci-
vías que se extienden desde el meato uretral hasta la dencia que varía con la edad y el sexo del paciente.
corteza renal y que son, después de las del aparato Aproximadamente un 1% de los niños y un 3% de las
respiratorio, las infecciones más frecuentes en nuestro niñas tienen una ITU sintomática en los primeros 10
medio. Este carácter universal hace que otras especia- años de vida. En el varón, la mayor incidencia se da en
lidades médicas se interesen por ellas y las traten, el primer mes de vida en una proporción 2,5:1 res-
pero no por ello debe prestársele poca atención, pues pecto a las niñas. Progresivamente se va invirtiendo y
aunque se tienda a restarles importancia, el conoci- a partir del primer año es más frecuente en el sexo
miento adecuado de lo que se entiende como senci- femenino; a los 10 años de edad la proporción es de
llo, lleva a comprender y tratar de manera satisfacto- 1:20. La presencia de bacteriuria en la niñez condicio-
ria lo más complejo. na un mayor riesgo para el desarrollo de infección uri-
naria sintomática en la vida adulta. A partir de los 5
años la prevalencia de bacteriuria aumenta con la
edad alrededor de un 1% por cada década de vida;
CONCEPTOS GENERALES entre el 1 y el 3% de mujeres jóvenes padecen al
menos un episodio de ITU al año. A estas edades, las
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se clasifi- ITU son 30 veces más frecuentes en mujeres que en
can en función de su gravedad en: complicadas y no hombres, siendo la mayor parte de ellas cistitis no
complicadas y, según su localización, en: superiores e complicadas. Diversos estudios han comprobado que
inferiores. la prevalencia de bacteriuria entre mujeres embaraza-
das y no embarazadas, no difiere, en contra de lo que
Se habla de infección urinaria no complica- se creía. Aproximadamente, un 6% de embarazadas
da cuando afecta a individuos con un tracto urinario presenta bacteriuria. Aunque la prevalencia de bacte-
estructuralmente normal y cuyos mecanismos de riuria sea similar entre ambos grupos, lo que sí aumen-
defensa se encuentran intactos. Interesa principalmen- ta significativamente son los casos de infecciones sin-
te a mujeres jóvenes y la mayoría responden bien a tomáticas en las embarazadas; existiendo un mayor
tratamiento antibiótico adecuado. riesgo para el desarrollo de pielonefritis, con una inci-
dencia durante la gestación de 1-4%. Las ITU son
Se considera infección urinaria complicada raras en varones por debajo de los 50 años, salvo en
aquella que afecta a individuos de ambos sexos que los primeros meses de vida. Su aparición se ha consi-
presentan alguna anormalidad estructural o funcional derado indicativa de anomalía en la vía urinaria y, por
en su tracto urinario; también se incluyen en este tanto, se han venido tratando como infección compli-
grupo las que ocurren en personas con una enferme- cada. Sin embargo, excepcionalmente se han descrito
dad de base que predisponga a sufrir este tipo de ITU no complicadas en varones entre 20-50 años.Tras
infecciones (diabetes, inmunosupresión, etc.). la menopausia la mujer está más predispuesta a la ITU,
ya sea por pérdida de estrógenos que aumenta el pH Vías de acceso de los gérmenes
vaginal y altera la flora endógena, o vaciado incomple- al aparato urinario
to de la vejiga. Más del 20% de mujeres mayores de
65 años presentan bacteriuria. En los hombres tam- Tradicionalmente son tres las vías por las que los
bién se observa un aumento de la prevalencia de ITU gérmenes llegan al aparato urinario: ascendente, la
con la edad, fundamentalmente por causa prostática. más frecuente; hematógena y linfática, siendo esta últi-
A partir de los 80 años la proporción hombre/mujer ma apenas trascendente.
en estas edades es de aproximadamente 1:2.
La vía ascendente es el mecanismo más impor-
tante en la producción de las ITU, representando el
ETIOLOGÍA 80% de los casos. La flora intestinal, uretral, vaginal y en
general la localizada en la región perineal, llega a la vía
La inmensa mayoría de las ITU son causadas por urinaria de manera ascendente, esto explica la altísima
bacterias gramnegativas, generalmente intestinales, incidencia de las infecciones urinarias en la mujer, pro-
siendo la Escherichia coli el microorganismo implicado piciada por su configuración anatómica. Los gérmenes
en el 65-80% de los casos, tanto en ambiente hospi- colonizan en primer lugar la región perineal y la uretra
talario como en la comunidad, seguido de Proteus distal, introduciéndose y ascendiendo hasta la vejiga y
mirabilis y con menos frecuencia Enterococcus faecalis, posteriormente al uréter, pelvis y parénquima renal.
Staphylococcus saprophyticus, Streptococcus agalactiae, Entre un 60-90% son producidas por E. coli.
Klebsiella pneumoniae y otros bacilos gramnegativos.
Existen ciertos microorganismos que aparecen más La vía hematógena supone un porcentaje
frecuentemente en un determinado grupo de pobla- menor que la ascendente, siendo los gérmenes más
ción, como por ejemplo Staphylococcus saprophyticus frecuentes Salmonella spp, Mycobacterium tuberculosis
en mujeres jóvenes y Proteus en los varones menores y Histoplasma dubossii, que previamente han ocasio-
de 14 años y en los mayores de 60. Los gérmenes nado una infección en otra parte del organismo.
implicados en las ITU de mujeres embarazadas son los
Los riñones sanos presentan especial resistencia a la
mismos que para las no embarazadas de su misma
infección hematógena por E. coli, no sucediendo así con
edad. En los pacientes portadores de catéteres o con
otros bacilos gramnegativos como proteus o pseudomo-
alteraciones del tracto urinario, la Pseudomona aerugi-
na. Sin embargo los riñones patológicos son fácilmente
nosa, juega un papel principal, sobretodo a nivel hos-
colonizados por E. coli a través de esta vía. Cuando se
pitalario. Las ITU por anaerobios son muy raras. La
produce una infección urinaria por gramnegativos, ésta
presencia de otros microorganismos como protoplas-
va precedida por una septicemia, la cual ocurre con
tos, Micobacterias, hongos (Candida albicans), virus
mayor frecuencia en el recién nacido y es en este perio-
(Herpes zoster y simple), Trichomonas vaginalis,
do cuando la vía hematógena es más frecuente, siendo
Ureaplasma urealyticum y Chlamydia trachomatis, parti-
el Staphylococcus aureus su mayor exponente.
cipan con diferente incidencia como agente etiológico
de las ITU.
Factores que influyen en la infección
urinaria
PATOGENIA Existe una serie de factores intrínsecos y extrínse-
cos que predisponen a la infección y factores propios
Las infecciones urinarias se producen como con- de los gérmenes, como virulencia y resistencia bacteria-
secuencia de la llegada y colonización del patógeno na, a los cuales se oponen los mecanismos de defensa.
a la vía urinaria. Esta colonización es debida en parte
al fracaso de los mecanismos de defensa del indivi- Los factores de virulencia son fundamentales
duo y a una serie de factores propios del germen y en la producción de las infecciones urinarias, sobre
a otros que predisponen a que la infección se defina todo en los enfermos con los mecanismos de defen-
como tal. sa intactos.
bacteriana y elimina de forma eficaz los microorganis- de cepas resistentes a los antibióticos, sus efectos
mos que acceden a la vejiga. La micción normal es un adversos y el costo elevado, hacen que no esté justi-
mecanismo clave para evitar la infección urinaria ya ficada la realización de pruebas de screening, ni el tra-
que impide la multiplicación bacteriana. tamiento de la bacteriuria asintomática en esta
población.
El pH ácido de la orina, la osmolaridad extrema, la
concentración elevada de urea y ácidos orgánicos, Por el contrario, es esencial detectar la presencia
interfieren en el metabolismo bacteriano. El efecto de de bacteriuria asintomática en la mujer embarazada
dilución y la presencia de lisozimas y de inmunoglo- y tratarla lo antes posible. La ITU es la complicación
bulinas dificultan la colonización. La propia mucosa infecciosa más común del embarazo, siendo la pri-
vesical posee capacidad bactericida y antiadherente. mera causa de fiebre durante el mismo. Existe una
La pared vesical secreta inmunoglobulinas (IgA e IgG) gran morbilidad para el feto (infección fetal, bajo
que aglutinan a las bacterias y dificultan su adherencia. peso al nacer, prematuridad, mortalidad...) y para la
madre (anemia, pielonefritis), por lo que es altamen-
De igual manera, el pH ácido de las secreciones te recomendable realizar un urocultivo a toda mujer
vaginal y prostática posee propiedades bactericidas, en el primer trimestre del embarazo. Ante un uro-
que unidas a factores antiadherencia y a la secreción cultivo inicial negativo, no está justificado repetirlos
de inmunoglobulinas locales proporcionan mecanis- más que una vez al trimestre, ya que la mayoría de
mos defensivos eficaces. infecciones que se adquieren en fases tardías del
embarazo serán sintomáticas y por tanto fácilmente
A nivel renal se constata que la médula es mucho detectadas.
más sensible que el córtex a la colonización bacteria-
na ya que la hipertonicidad y la alta concentración de Los pacientes portadores de sonda urinaria son
amonio, reducen la llegada de los leucocitos e inacti- candidatos, de manera irremediable, a presentar bac-
van el complemento; mecanismos que son funda- teriuria. El motivo es la existencia de un biofilm que
mentales a nivel cortical para mantener una fagocito- explica la patogenia de la mayoría de las ITU en
sis activa. La proteína de Tamm-Horsfall, secretada pacientes sondados. Este biofilm consiste en una pelí-
por el túbulo renal, se une a las fimbrias tipo 1, impi- cula que recubre la parte interna y externa del caté-
diendo así que éstas lo hagan a las células del urote- ter, formada por gérmenes que se adhieren entre sí y
lio vesical. por una matriz compuesta por sustancias extracelula-
res del huésped y de secreciones bacterianas. Esto
conduce de manera inevitable a la presencia de gér-
menes altamente resistentes. La bacteriuria es prácti-
FORMAS CLÍNICAS camente imposible de evitar y si es asintomática no se
recomienda su tratamiento. Si existe clínica de infec-
La expresión clínica de la infección no complicada ción, además del tratamiento adecuado, procede cam-
del tracto urinario abarca, teóricamente, todas las biar la sonda y con ella las características del biofilm
estructuras que lo conforman. que es el caldo de cultivo para nuevas reinfecciones.
No existen estrategias efectivas de cara a evitar la
Bacteriuria asintomática bacteriuria en los sondajes crónicos.
Tabla 2. Factores de riesgo de colonización renal. factores de riesgo, se les debe solicitar un urocultivo
antes y después del tratamiento con antibióticos.
FACTORES DE RIESGO DE
COLONIZACIÓN RENAL Ante la ausencia de respuesta clínica, está indica-
da la realización de un urocultivo con su antibiograma,
• Síntomas de más de 7 días de evolución ya que el germen puede ser resistente y se debe soli-
• Sospecha de ITU superior (dolor lumbar, fiebre, citar también un cultivo de exudado vaginal (Figura 1).
escalofríos) Se recomienda estudiar a todos los hombres jóvenes
• Diabetes mellitus después de su primer episodio y a los ancianos tras las
• Embarazo recaídas.
• Tratamiento y/o enfermedad inmunosupresor/a
• Litiasis renal o insuficiencia renal Pielonefritis aguda
• Anomalías urológicas funcionales o estructurales
conocidas Es la inflamación infecciosa del parénquima y pel-
• Cateterización del tracto urinario, vis renal, de inicio brusco, que aparece en todas las
instrumentación en las últimas 2 semanas edades y en ambos sexos, aunque con predominio del
• Alta hospitalaria en las últimas 2 semanas sexo femenino. En los casos no complicados el germen
• Edad < 18 años o > 65 años causante es E. coli en el 80% de los casos, pero cuan-
• Episodios de pielonefritis aguda en los 3 últimos do existe un proceso obstructivo asociado, Proteus,
meses Pseudomona o Klebsiella, son los más frecuentes.
Clínica
Clínica Debe sospecharse en pacientes con fiebre, escalo-
Se caracteriza por dolor miccional, manifestado fríos, sudoración profusa y dolor en fosa renal, general-
como tal o como una sensación urente (escozor) al ori- mente unilateral, precedido en la mayoría de los casos
nar; polaquiuria y tenesmo miccional, que pueden de disuria, polaquiuria, tenesmo y/o escozor miccional.
acompañarse de urgencia/incontinencia miccional, dolor El dolor a veces puede irradiarse a epigastrio o seguir
suprapúbico y hematuria. La orina puede ser de el trayecto ureteral pudiendo ser confundido con un
aspecto turbio y/o maloliente. El paciente no muestra cuadro de cólico nefrítico. Puede observarse una pos-
deterioro del estado general ni fiebre. La presencia de tura antiálgica (escoliosis lumbar con la concavidad
un síndrome miccional, acompañado de afectación gene- mirando al lado afecto). La palpación bimanual, habi-
ral con fiebre, tiene que hacer sospechar que exista una tualmente dolorosa (sobre todo a nivel del punto cos-
pielonefritis aguda, y en el varón, además, descartar una tolumbar de Guyón), puede poner de manifiesto un
prostatitis aguda. aumento del tamaño renal. No es infrecuente que se
asocie timpanismo con disminución o ausencia de rui-
Diagnóstico dos hidroaéreos. La orina suele ser maloliente y acom-
Se basa en una correcta historia clínica con una pañada o no de hematuria.Además pueden existir náu-
precisa anamnesis y exploración, que orientará hacia seas, vómitos, mialgias, etc. En definitiva, un compromi-
el diagnóstico. La sospecha se confirmará por la pre- so del estado general, pudiendo llegar a ocasionar, en
sencia de leucocitos en el sedimento de orina, que no casos muy graves y complicados, un cuadro de shock
suele ser muy intensa y con frecuencia asociada a séptico.También pueden observarse pielonefritis agudas
hematuria. En el sistemático de orina se puede encon- subclínicas, en las que sólo se aprecia sintomatología de
trar, nitritos y/o esterasa leucocitaria. tracto urinario bajo sin afectación del estado general
con escaso dolor en zona lumbar y febrícula.
Una buena historia clínica y un análisis de orina, resul-
tan suficientes para diagnosticar un episodio de cistitis Diagnóstico
aguda no complicada, sin necesidad de realizar uroculti- El diagnóstico se efectúa mediante la clínica junto
vo, en tanto en cuanto no existan factores de riesgo de con la realización de un urocultivo y una analítica de
colonización renal (Tabla 2). A los pacientes con estos rutina (orina, hemograma, bioquímica y coagulación).
+ - Tratamiento antibiótico
pauta corta (3 días)
Nuevo estudio
Urocultivo - +
control Curación
Curación
+ -
Síntomas urinarios
altos
SÍ NO
Urocultivo
Ecogrfía
Laboratorio Manejo
Hospit alización
antibiótico IV ambulatorio
reevaluar a las Antibiótico
48 horas Factores y reevaluación
asociados 48 horas
Urocultivo contol
Cambiar 48 h Afebril las 2 semanas después Síntomas Empeoramiento
antibiótico Tratamiento v.o. leves general
según durante 14 días
antibiograma Valorar alta
+ -
Cambiar Hospitalización
antibiótico y
tratamiento
Nuevo estudio Curación 14 días
Etiología: Los microorganismos causantes de la pues la próstata inflamada es adecuada para cualquier
mayoría de estos procesos son los bacilos gramnegati- antibiótico, en la fase inicial.
vos entéricos, destacando entre ellos la E. coli. Pueden
existir abscesos prostáticos causados por Staphylococcus Exploración: Cuando se sospecha una prostati-
aureus llegados por vía hematógena. tis aguda, el tacto rectal debe realizarse con suma deli-
cadeza, poniendo de manifiesto una próstata caliente,
Patogenia: La llegada de los gérmenes a la glán- hinchada, sensible, dolorosa a la palpación. El masaje
dula prostática es generalmente retrógrada, a partir prostático está contraindicado por el peligro de pro-
del tracto urinario inferior o bien a través de la vía lin- vocar o incrementar una bacteriemia.
fática desde la zona rectal. Pocas veces existe como
factor causal el antecedente de instrumentación ure- Laboratorio: En el análisis de orina se aprecia la
tral o de cirugía prostática. presencia de bacteriuria casi por norma, por lo que el
germen causante podrá aislarse en el urocultivo y con
Clínica: Se inicia de forma brusca, con fiebre alta, frecuencia en el hemocultivo. El antígeno prostático
escalofríos, dolor perineal y en la zona baja de la espal- específico (PSA) puede encontrarse elevado, aunque
da, también puede acompañarse de síntomas urina- se normaliza tras administración de tratamiento anti-
rios como polaquiuria y disuria, pudiendo llegar a pro- biótico adecuado. En el líquido prostático se pueden
ducir un cuadro de retención urinaria por obstruc- observar leucocitos polimorfonucleares y bacterias en
ción. Generalmente responden bien al tratamiento, la tinción de gram.
rio la realización de estudios diagnósticos profundos que los agentes causales son unos pocos tipos de
en niños y niñas menores de 3 años con primoinfec- microorganismos cuya susceptibilidad a los antimicro-
ción urinaria, así como en niñas menores de 3 años bianos es predecible. Independientemente del anti-
con un segundo episodio de ITU o cuando existan biótico que se utilice, se recomienda como más apro-
síntomas de pielonefritis o ITU complicada. piada una duración corta de tratamiento, pauta de 3
días. Varios estudios demuestran que pautas de 7 días
Hay situaciones que precisan de pautas profilácti- o más no ofrecen un beneficio terapéutico añadido
cas prologadas como ocurre en los niños con reflujo que justifique sus inconvenientes (resistencias, efectos
vesicoureteral no quirúrgico con infección sintomática secundarios, alto coste). La pauta de dosis única tam-
o no, y en casos de recurrencias frecuentes (3-4/año) bién puede ser usada en estas ocasiones pero, en
o los que tienen una anomalía urológica sin posibilidad general, se obtienen tasas de curación más bajas y es
quirúrgica (algunas vejigas neurógenas). más frecuente la aparición de recurrencias que con la
pauta de 3 días.
Para el tratamiento supresivo se puede emplear
nitrofurantoína, cefalexina, cotrimoxazol, durante un La fosfomicina es un fármaco usado frecuente-
periodo no inferior a 6 meses, reanudando el trata- mente en dosis única, pero no es eficaz frente al
miento durante otros 12 meses si recurriera la infec- Staphylococcus saprophyticus, segundo agente etioló-
ción antes de los 3 meses de la supresión. La dosis anti- gico más frecuente en este grupo. Los mejores resul-
biótica debe ser entre un tercio o la mitad de la dosis tados obtenidos con dosis única han sido con cotri-
total diaria en una toma, al acostarse. La única duda moxazol (trimetroprim+sulfametoxazol) y los peo-
respecto al tratamiento son las bacteriurias no compli- res con beta-lactámicos del tipo ampicilina y cefalos-
cadas que asientan en niñas mayores; muchos autores porina. Entre ambos extremos, y siempre frente a
prefieren controlarlas sin terapia farmacológica. cepas sensibles, figuran los resultados obtenidos con
las fluorquinolonas y con fosfomicina-trometamol. En
Mujer joven con cistitis aguda cualquiera de los regímenes de dosis única la eficacia
es menor que en la pauta de 3 días. A su vez, debi-
Además de las medidas generales citadas, que do a que los síntomas pueden persistir uno o dos
cobran especial importancia en este caso, el trata- días tras una monodosis eficaz, el tratamiento con
miento se basa en el uso de antibioticoterapia empí- dosis única puede dar falsa sensación de fracaso
rica de inicio (Tabla 4), sin necesidad de urocultivo, ya terapéutico.
Infecciones urinarias
complicadas
Hospital de Cruces.Vizcaya
Infecciones urinarias
complicadas
Introducción ..................................................................................................................................................................... 641
Etiología................................................................................................................................................................................ 641
Patogenia............................................................................................................................................................................. 642
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 642
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 643
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 643
Situaciones específicas ........................................................................................................................................... 644
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 648
36. Infecciones urinarias complicadas
capítulo 36
Infecciones urinarias
complicadas
INTRODUCCIÓN - RVU (reflujo vésico-ureteral).
- Instrumentación urológica.
Las infecciones del tracto urinario complicadas - Obstrucción: litiasis, neoplasias, HBP, esteno-
(ITUC) son definidas por las “Guías de la Asociación sis uretral, compresión extrínseca.
Europea de Urología” como aquellas infecciones uri-
narias asociadas bien a anormalidades (estructurales - Estructurales:
y/o funcionales) del tracto genitourinario (TGU) bien - Malformaciones: valvas uretrales, síndrome
a enfermedades subyacentes aumentando de este unión pielo-ureteral, patología ureteral (megau-
modo el riesgo de infección o fallo terapéutico. réter, uréter ectópico).
- Complicaciones quirúrgicas.
Estas guías también clasifican las ITUC según el - Neovejigas.
pronóstico:
2. Enfermedades subyacentes que predisponen o
1. Aquellas en las que los factores que “complican” aumentan el riesgo de la ITU.
la infección urinaria (ITU) pueden ser eliminados
(litiasis, catéter). - Disminución de la inmunidad: trasplante renal,
VIH, inmunosupresión yatrogénica, enferme-
2. Aquellas en las que el factor no puede ser elimi- dades de inmunodeficiencia.
nado (vejiga neurógena). - Diabetes mellitus (DM).
- Insuficiencia renal crónica (IRC).
Las Medical Research Council Board, Infectious - Edad avanzada.
Diseases Society of America y European Society of - Neoplasias.
Clinical Microbiology definen las ITUC como aquellas - Hospitalización, institucionalización.
que padecen pacientes cuyo punto en común es la
presencia de bacterias en la orina y algún factor de 3. Dispositivos en la vía urinaria.
riesgo que provoca bien que la infección sea más viru-
lenta, bien que el paciente sea más susceptible o pre- - Externos.
sente su capacidad defensiva disminuida frente a la - Internos.
infección. Dichos factores se engloban en:
puede ser corregida. Además, en líneas generales minados elementos bacterianos en células uroepitelia-
podemos decir que la etiología es polimicrobiana en les; por otro, la existencia de gérmenes como E. coli
25-30% de los casos (más aún en infecciones de larga con fimbrias P que aumentan su adhesión a las células.
evolución), que además de los gérmenes habituales
pueden presentarse infecciones por otro tipo de gér- - Obstrucción:
menes, oportunistas e infecciones cruzadas. Constituye uno de los factores más importantes
para la persistencia de la infección, así como para la
Por otra parte, el espectro varía según la zona, alteración de los mecanismos de defensa del huésped.
hospital y momento, existiendo gran variabilidad entre Se puede producir a dos niveles:
la etiología y patrón de resistencia antibiótica de un
hospital a otro. 1. Vía urinaria inferior:
Condiciona residuo postmiccional que favorece
De todos modos en casi todas las áreas las ente- la infección y la persistencia bacteriana a nivel
robacterias constituyen el tipo de microorganismo vesical por un lado y por otro la estasis y la pro-
más frecuente (60-75%), siendo E. coli el más común, liferación bacteriana en la vía urinaria superior
sobre todo si es la 1.ª infección. Destacan asimismo secundariamente.
Proteus, Klebsiellla, Pseudomona, Serratia spp y entero-
bacter. 2. Vía urinaria superior:
La estasis urinaria favorece la proliferación de
Además de estos G–, en las ITUC son relativa- gérmenes y la atrofia renal secundaria. A ello se
mente frecuentes G+ (Staf. aureus, Str. coagulasa), añade que el aumento de la presión retrógrada
Corynebacterium urealyticum, hongos o parásitos como produce también atrofia parenquimatosa por
Schistosoma haematobium (no frecuente en nuestro hidronefrosis y el reflujo intrarrenal si existe
medio pero endémico en algunos países). además alteración a nivel de las papilas renales.
Estos factores condicionan finalmente nefropa-
Además, en abscesos renales, prostáticos, etc... se tía intersticial y alteración de la función renal.
pueden presentar gérmenes anaerobios.
Además, la proliferación bacteriana a nivel renal
provoca la activación del sistema inmune con una
PATOGENIA reacción defensiva a nivel local que puede ocasionar
la destrucción progresiva del tejido renal por activa-
Son varios los factores fundamentales implicados ción del sistema de complemento, fagocitosis, opsoni-
en la etiopatogenia de las ITUC. Además del propio zación, etc...).
germen (virulencia, resistencia a antibióticos, etc...), la
vía de invasión y los mecanismos de defensa, también
juegan un papel fundamental en el desarrollo de las CUADRO CLÍNICO
ITUC los siguientes factores:
Las ITUC no presentan signos o síntomas patog-
- Persistencia bacteriana: nomónicos, siendo la forma de presentación muy varia-
Se produce generalmente por la existencia de un ble, desde la bacteriuria asintomática hasta la sepsis.
foco en el que no se cosigue la CIM de antibiótico
(litiasis, catéteres urinarios, necrosis papilar, etc...). Lo que resulta fundamental es realizar una correc-
ta anamnesis para conocer todos los factores de ries-
- Infecciones urinarias recurrentes: go que pudieran estar implicados (alteraciones uroló-
Aún no está claro si las ITU recurrentes se deben gicas, patología subyacente) y recordar también que
a factores relacionados con el huésped o el propio ciertos síntomas, sobre todo del tracto urinario infe-
microorganismo ya que: por un lado se observa una rior, no están únicamente relacionados con la infec-
distribución y número de receptores sensibles a deter- ción, sino con otras entidades.
- Cistitis en:
TRATAMIENTO - Pacientes con patología sistémica que predispo-
ne a la infección:
Es difícil establecer protocolos terapéuticos ya que: Mujer: cefalosporina de 2.ª o 3.ª generación, 7-
10 días, vía oral.
- El espectro de microorganismos causantes de Varón: fluoroquinolonas o cotrimoxazol, 7-14
ITUC y su sensibilidad a los antimicrobianos varía días, vía oral.
de unas poblaciones a otras. - Lesión medular: antibioticoterapia frente a pseu-
domona, fluoroquinolona, cefalosporina o ami-
- La evolución de la severidad de la infección varía noglucósido (parenteral).
según casos. - Alteraciones estructurales:
Por Staphylococo: cefalosporina de 3.ª generación.
- En algunas ocasiones las ITUC adquiridas en la Por E. coli o enterococo: fluoroquinolonas, amo-
comunidad versus las hospitalarias no son correc- xicilina + ácido clavulánico o cefalosporina de
tamente diferenciadas. 2.ª generación, hasta 3-5 días después de ceder
el cuadro. Para el enterococo también válidos:
Aun así existe un paradigma del tratamiento que nitrofurantoína o vancomicina.
se basa en: - Nosocomial: aminoglucósido. Si fracasa o empeo-
ra, añadir fluoroquinolona o cefalosporina de ter-
- Tratamiento antibiótico efectivo + manejo ópti- cera generación para cubrir pseudomona.
mo de las anomalías urológicas o patología sub- - Edad avanzada: cotrimoxazol, fluoroquinolonas,
yacente + medidas de soporte (valorando en cefadroxilo o fosfomicina cálcica durante 7-10 días.
todo momento la severidad del cuadro).
- Pielonefritis aguda:
1. A la hora de la elección del antibiótico hemos de - Pacientes con patología sistémica: durante 14
tener en cuenta lo siguiente: días vía oral:
Cefuroxima axetilo: 500 mg/12 horas.
- Es necesario conocer el espectro posible de Amoxicilina + ácido clavulánico: 500 + 125 mg/
patógenos de nuestro medio y los patrones de 8 horas.
resistencia a los antibióticos de los mismos. Ofloxacino: 400 mg/12 horas.
tipo que fuere puede inducir la infección al provocar * El RVU es una de las malformaciones congéni-
estasis urinario y con ello favorecer el sobrecreci- tas más frecuentes de la infancia. En la mayoría de
miento bacteriano. casos no requiere tratamiento quirúrgico ya que se
estima el 80% evolucionan a la curación espontánea
Sea cual sea el origen, se puede generar un”círculo por maduración de la musculatura de la unión urete-
vicioso” de forma que actúen de forma conjunta y per- rovesical. Aun así, una vez establecido el diagnóstico
petuándose la infección-litiasis (infección→ cálculo→ está indicada la profilaxis antibiótica para evitar la
obstrucción→ estasis→ gérmenes*→ litiasis, y así su- infección y el desarrollo de cicatrices renales y poste-
cesivamente). rior evolución a la IR.
- Éstasis urinario.
Las infecciones precoces suelen estar relaciona-
das con la instrumentación del aparato urinario, el
- Hidronefrosis.
fracaso renal, fístulas urinarias... Las tardías, menos
frecuentes, con alteraciones de la vía urinaria funda-
No existen grandes diferencias en la etiología de
mentalmente.
las ITU, los más frecuentes son también gram negati-
vos, destacando E. coli. Como elemento diferencial, el
Existen una serie de recomendaciones de la EUA
Estreptococo del grupo B que ha de incluirse en el
preventivas y terapéuticas que son las siguientes:
despistaje del urocultivo para evitar la enfermedad y
sepsis neonatal por EGB.
- Tratamiento de la infección en el receptor previo
al trasplante. En cuanto al tratamiento, cabe recordar que no han
de utilizarse durante el embarazo, pero especialmente
- Cultivo del líquido de perfusión y de muestras del durante el primer trimestre, las quinolonas y tetracicli-
donante. nas, y durante el tercero, las sulfamidas.
Infecciones específicas:
tuberculosis,VIH y brucelosis
Infecciones específicas:
tuberculosis,VIH y brucelosis
Tuberculosis .................................................................................................................................................................... 653
Manifestaciones urológicas de la infección por el VIH............................................................ 660
Brucelosis genitourinaria..................................................................................................................................... 664
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 666
37. Infecciones específicas: tuberculosis,VIH y brucelosis
capítulo 37
Infecciones específicas:
tuberculosis,VIH y brucelosis
TUBERCULOSIS extrapulmonar más común de la tuberculosis. La fre-
cuencia real en la que se produce afectación genitou-
rinaria en relación a todos los casos de tuberculosis
Introducción extrapulmonar es de muy difícil precisión, y a pesar de
estimarse entre un 20-73% del total2, estas cifras son
Hasta los años 70 del pasado siglo, la tuberculosis poco sólidas dado el característicamente largo perio-
había sido uno de los mayores problemas para la salud do de latencia que puede existir entre la infección ini-
pública. En las dos décadas siguientes, gracias a la cial y la aparición de la clínica urinaria.
mejora en el tratamiento y la prevención, se consiguió
registrar un descenso en el número de casos, aunque Microbiología
incluso en este periodo la prevalencia de la tubercu-
losis renal se mantuvo estable. A partir de los años 80 El bacilo de Koch (BK) o Mycobacterium tuberculo-
varios son los factores que han contribuido al resurgi- sis es un bacilo de 2 a 5 micras de largo y 0,2 a 0,3
miento de la tuberculosis: aumento de pacientes con micras de ancho, causante en el 99% de los casos de
inmunosupresión, especialmente personas infectadas tuberculosis humana y su afectación urogenital4.
por VIH, mayor afluencia a paises desarrollados de Pertenece a una familia de micobacterias llamadas
inmigrantes procedentes de países pobres y la apari- ácido-alcohol resistentes debido a su gran contenido
ción de tuberculosis resistente a fármacos1. en lípidos. Entre estas micobacterias hay algunas, como
el BK, constantemente patógenas para el ser humano,
Epidemiología mientras que otras (M. avium, M. xenopi o M. avium-
intracellulare) lo son en muy raras ocasiones –por lo
Actualmente la Organización Mundial de la Salud que se las conoce como micobacterias atípicas– y
estima que aproximadamente un tercio de la pobla- sólo afectan de forma excepcional al aparato genital.
ción mundial está infectada por Mycobacerium tuber- El examen directo no permite concluir con seguridad
culosis, oscilando entre 8 y 10 millones los nuevos la existencia de BK, sino únicamente la presencia de
casos anuales de tuberculosis activa. Se calculan apro- bacilos ácido-alcohol resistentes. Sólo los cultivos en
ximadamente 2 millones de muertes al año a causa de medios especiales permiten la identificación exacta de
esa enfermedad, de las cuales el 90% se producen en la micobacteria. El BK crece, en un medio llamado de
países en vías de desarrollo, fundamentalmente en Lowestein-Jensen, normalmente en unas 3 ó 4 sema-
África (Tabla 1), donde el VIH ha provocado un rápi- nas aunque puede llegar a tardar de 6 a 8.
do incremento de la epidemia de tuberculosis. En lo
que se refiere a Europa, la OMS cifra en aproximada- El BK es aerobio estricto, lo cual explica, por un
mente 484.000 los nuevos casos de tuberculosis en el lado, el carácter electivo de la localización pulmonar, y
año 2001, lo cual representa un 6% del total de nue- por otro, la gran barrera defensiva que supone para el
vos casos en el mundo, señalando también grandes organismo la necrosis caseosa ya que inhibe su creci-
diferencias en la incidencia entre países europeos2. miento. Su tiempo de división (de 15 a 20 horas) es
mucho más largo que el de otros agentes infecciosos,
Aunque poco frecuente, la afectación tuberculosa por eso la enfermedad puede presentar una evolu-
del aparato urinario es en realidad la manifestación ción lenta y una latencia tan prolongada5.
Tasa de
Incidenciaa Prevalenciaa mortalidad
Todas las formas Casos bacilíferosb
Región Número Por Por Por Por
(miles) (% del 100.000 Número 100.000
Número
de la (miles) (miles) 100.000 Número 100.000
OMS total mundial) habitantes habitantes (miles)
habitantes habitantes
África 2573 (29) 356 1098 152 3741 518 587 81
Las 363 (4) 41 161 18 466 53
Américas 52 5,9
Los émbolos de bacilos llegan hasta la corteza fiesta con los tres elementos típicos del síndrome mic-
renal –habitualmente la afectación renal es bilateral cional: polaquiuria de predominio nocturno5-
aunque la clínica no lo sea– donde existe cierta que suele ser el motivo de consulta-, disuria –en
tendencia a la detención del proceso y la curación ocasiones con hematuria– al final de la micción, y
(mediante la formación de tuberculomas con necrosis piuria –con pH urinario a menudo ácido– que, aun-
central caseosa y calcificación posterior de los mis- que es frecuente, en raras ocasiones es la causa de
mos). Cuando la infección sigue avanzando y alcanza que el paciente consulte.
la médula renal, el proceso tuberculoso va descen-
diendo de la pirámide ulcerando la papila y abriéndo- Como hemos comentado en la patogenia, la
se a los cálices, desde donde baja siguiendo el curso infección vesical es invariablemente secundaria a la
de la orina, pudiendo afectar a uréter, vejiga, uretra, tuberculosis renal. El proceso infeccioso comienza a
próstata, vesículas seminales y epidídimo4, 5. nivel de uno de los orificios ureterales que se inflama
y edematiza. Desde aquí se desarrollarán lesiones gra-
Manifestaciones clínicas nulomatosas, ampollas e incluso –aunque son muy
infrecuentes– úlceras tuberculosas. Si la enfermedad
La gran ubicuidad de las lesiones y el prolongado se disemina hasta el detrusor, éste acaba siendo reem-
periodo de latencia condicionan una gran variabilidad plazado por tejido fibroso, lo que ocasiona una vejiga
en la semiología tuberculosa. Debemos recordar que retraída, de capacidad notablemente disminuida y con
ningún signo clínico es patognomónico y que, aunque alteraciones de vaciado.
ciertos hallazgos clínicos y/o radiológicos pueden ser
muy sugestivos (Tabla 2), el único elemento de certe- Además del síndrome cistítico, también son fre-
za es el aislamiento del bacilo de Koch en la orina y su cuentes la hematuria y el dolor suprapúbico. La micro-
confirmación mediante cultivo. hematuria de origen renal con frecuencia es el primer
signo de tuberculosis renal y en algunos pacientes
A continuación se describen las manifestaciones incluso se mantiene tras conseguir la curación clínica6.
clínicas que con mayor frecuencia nos orientan hacia
la sospecha de tuberculosis genitourinaria: Dolor lumbar
No es muy frecuente como forma de presenta-
Síndrome miccional resistente ción, pero puede acontecer a lo largo del curso de la
a tratamiento médico enfermedad a consecuencia de obstrucción ureteral
Ante cualquier cistitis que no responda a los tra- por cálculos, restos caseosos o coágulos. La afectación
tamientos habituales debe sospecharse tuberculosis. tuberculosa también puede manifestarse como pielo-
La cistitis es la primera manifestación en el 60-70%4 de nefritis aguda recidivante y resistente a antibioticote-
los casos de tuberculosis urinarias. Esta cistitis se mani- rapia. La pionefrosis de origen tuberculoso con afec-
tación del estado general, aumento del tamaño renal
y supuración, es muy infrecuente en la actualidad en
Tabla 2. Hallazgos clínicos sugerentes de tuberculosis
genitourinaria. nuestro medio4.
culosis ocupa también cierto lugar en la etiología de bacilos. Posteriormente, el frotis del sedimento se tiñe
hidroceles, uretritis prolongadas, y sobre todo en por el método de Ziehl-Nielsen y se procede a su exa-
determinadas esterilidades por azoospermia1. men con el microscopio de campo claro. En escasas
ocasiones podemos observar la presencia de bacilos
Síndrome constitucional ácido-alcohol resistentes ya que suelen ser eliminados
Síntomas constitucionales como adelgazamiento, por la orina en escasa cuantía (para observar micobac-
mal estado general y sudores nocturnos no son fre- terias por baciloscopia debe haber de 10.000 a 50.000
cuentes. Cuando aparecen lo hacen de forma inter- bacilos/ml) y con frecuencia de forma intermitente.
mitente, y lo más habitual es que el paciente los haya A pesar de que tradicionalmente se ha asociado la piu-
padecido un tiempo atrás, antes de consultar al urólo- ria estéril a la tuberculosis, la existencia de piuria por
go por otra causa. otros gérmenes no permite descartarla, dada la frecuen-
cia de sobreinfección bacteriana de las lesiones tubercu-
Diagnóstico losas (hasta un 20% y en particular por colibacilos)4,5.
el cultivo negativos coexistan con una alta sos- La fase cistográfica de la urografía nos ofrece
pecha cínica de la enfermedad. información acerca del grado de afectación de la veji-
ga que puede ser pequeña y estar contraída (vejiga en
• Las radiografías simples de las vías uri- dedal) o irregular con defectos de llenado y asimetría
narias son importantes porque pueden mos- vesical.
trar calcificaciones de las zonas renales y del
tracto genitourinario inferior. La evidencia de Pielografía retrógrada
una calcificación renal difusa debe orientarnos Existen dos indicaciones para el uso de esta téc-
hacia el diagnóstico de tuberculosis. Las calcifi- nica, cada vez menos necesaria: la primera es cuándo
caciones ureterales tuberculosas son poco fre- es esencial definir la longitud de la estenosis del extre-
cuentes; típicamente forman un molde intralu- mo inferior del uréter y el grado de destrucción y dila-
minal en un uréter engrosado y no dilatado. En tación por encima del mismo; la segunda es la catete-
este caso hay que realizar diagnóstico diferen- rización ureteral que se puede requerir para obtener
cial con la calcificación ureteral que se observa muestra de orina para cultivo de cada riñón si no se
en la esquistosomiasis, en la cual la calcificación tiene certeza sobre el lado del cual provienen los
suele ser mural y el uréter aparece con fre- microorganismos5.
cuencia dilatado y tortuoso5. Es poco frecuente
la existencia de calcificaciones a nivel de la Pielografía percutánea
pared vesical y vesículas seminales. Sustituye ampliamente a la pielografía ascendente.
Es útil sobre todo ante riñones no funcionantes, para
Urografía intravenosa determinar el estado de la vía urinaria proximal a una
Esta prueba continúa siendo fundamental en la obstrucción o para aspirar el contenido de la pelvis
evaluación de pacientes con sospecha de tuberculosis renal y proceder a su análisis. Podría emplearse, de
genitourinaria. En combinación o no con la tomogra- igual modo, para aspirar el material de las cavidades
fía computerizada para una información más precisa, tuberculosas y evaluar la cantidad de quimioterápico
la información referida a la dinámica ureteral es una que ha llegado hasta éste.
parte importante de la exploración porque orienta a
la extensión de la patología, la actividad peristáltica, el Ecografía y TAC
grado de fibrosis presente y la longitud de las esteno- Ambas exploraciones tienen una utilidad limitada
sis, en particular en la unión ureterovesical. en las investigaciones iniciales de la tuberculosis urina-
ria. La ecografía puede utilizarse para controlar lesio-
Las lesiones renales características incluyen: un nes renales detectadas por UIV y tratadas, valorando
aspecto apolillado o carcomido de los cálices afecta- si la cavidad aumenta o disminuye durante la quimio-
dos y ulcerados con destrucción de uno o varios de terapia. La TAC puede contribuir si existe una lesión
ellos, dilatación de los cálices debido a estenosis infun- intrarrenal difícil de evaluar, si hay probabilidad de que
dibular o ureteral por fibrosis (cálices en palillos de coexista un carcinoma renal o para delinear las vesí-
tambor, en bolas, con morfología en ánfora o en tonel, culas seminales afectadas por la enfermedad cuando
imágenes en margarita o en espina de rosal...), cavida- inicialmente se creían no infectadas.
des de abscesos que comunican con los cálices, cálices
fibrosados y completamente obstruidos o incluso una Cistoscopia y ureteroscopia
destrucción calicilar y parenquimatosa completa. Ambas exploraciones tienen un valor también
limitado. La cistitis tuberculosa se manifiesta general-
La ureteritis tuberculosa se manifiesta mediante mente por un aspecto inflamatorio de toda la muco-
una dilatación ureteral proximal a una estenosis ure- sa a veces con úlceras con fondo amarillento o gra-
terovesical o, si la enfermedad está aún más avanzada, nulaciones blancoamarillentas rodeadas por un halo
por un uréter fibroso y retraído con múltiples estre- eritematoso que se localizan al lado del meato o en la
checes. El uréter retraído puede producir una retrac- cúpula vesical. El orificio ureteral del lado de la tuber-
ción craneal del ángulo trigonal ipsilateral, constitu- culosis evolutiva suele estar edematoso y en ocasio-
yendo el denominado signo de Fullerton6. nes abierto. La biopsia vesical está contraindicada en
presencia de cistitis tuberculosa, sólo debe realizarse y de producirse tiene lugar poco después de la
para descartar carcinoma5, 6. interrupción del tratamiento.
Rifampicina 300 mg, Isoniacida 150 mg (Rifinah®) talmente infecciones oportunistas y tumores urogeni-
2 grageas diarias o 3 grageas en días alternos en tales, secundarios a la grave inmunosupresión produci-
ayunas durante 4 meses más. Se añade vitamina da por este virus. Recientemente el uso de tratamien-
B6 (Benadón®) 1 comp. de 300 mg/día para pre- tos antivirales de gran actividad ha convertido esta
venir la neuropatía secundaria a Isoniacida. enfermedad en una patología crónica en la que las
infecciones oportunistas han pasado a un segundo
2. TRES FÁRMACOS DOS MESES MÁS plano, y a pesar de que el tratamiento de las compli-
2 FÁRMACOS 2 MESES (cuya dosis en estos caciones malignas del VIH sigue teniendo gran impor-
dos últimos puede darse diaria, dos días por sema- tancia, la actividad del urólogo se centra más en trata-
na o tres días por semana). Se utiliza ya en pacien- miento de las complicaciones urológicas que afectan la
tes con tuberculosis pulmonar en los que el culti- calidad de vida del paciente afectado por VIH como
vo del esputo es negativo. Las elevadas tasas de pueden ser las alteraciones de la micción, los proble-
recidiva obligan a esperar más evidencias científi- mas reproductivos de parejas serodiferentes, o la dis-
cas que aconsejen su uso en la TBC genitourinaria. función eréctil, así como los efectos secundarios uroló-
gicos producidos por los fármacos antirretrovirales.
Tratamiento quirúrgico de la tuberculosis
Desde la introducción de las nuevas pautas farma- VIH y SIDA
cológicas ha quedado relegado a complementar al tra-
tamiento farmacológico1,9,10: drenaje de la hidrone- La infección por el VIH es una enfermedad viral
frosis (catéteres ureterales o nefrostomía percutá- crónica que provoca la destrucción gradual del siste-
neas), drenaje de abscesos y acumulaciones, tratamien- ma inmune del huésped, con la aparición de infeccio-
to definitivo de la tuberculosis renal (nefrectomía par- nes, neoplasias y otros signos de deterioro inmune. El
cial), reconstrucción de las vías urinarias altas método estándar para el seguimiento de la progresión
(calico/pielo ureterostomía, ureterolisis, ureteroneocis- de la enfermedad es el recuento de células TCD4+
tostomía, sustitución ureteral), ampliación vesical, ure- porque su nivel se correlaciona con la intensidad de la
troplastias, etc. supresión inmune. La definición de caso de SIDA fue
modificada para incluir a los pacientes con un recuen-
to de células TCD4 inferior a 200/mcrl sin síntomas, o
MANIFESTACIONES cualquier otra enfermedad definitoria de SIDA. El
periodo transcurrido entre la infección y el desarrollo
UROLÓGICAS DE LA del SIDA varía enormemente, entre 3 años en algunos
INFECCIÓN POR EL VIH pacientes y varias décadas en otros.
inmunodepresión11. A finales de los 90 y antes de la y al 14% en enfermos con SIDA11,12. Puede ser produ-
introducción de la triple terapia la prevalencia de la cida por enterobacterias habituales como la
infección urinaria era de 1,9% y el germen causante Escherichia coli –agente causante más frecuente en la
Eschererichia coli en 7 de cada 8 casos12. Actualmente población general– pero también por muchos otros
en fases avanzadas de la enfermedad casi todos los microorganismos: Klebsiella pneumoniae, Salmonella
pacientes reciben tratamiento antibiótico profiláctico tiphi, Serratia marescens, Pseudomonas aeruginosa,
para prevenir infecciónes pulmonares y digestivas Haemophilus influenzae, M. tuberculosis o avium intrace-
oportunistas. Esto ha ocasionado un aumento de infec- llullare, Criptococcus neoformans o Histoplasma capsula-
ciones urinarias causadas por otros gérmenes no ente- tum.También se han comunicado prostatitis por CMV.
robacterias o por enterobacterias resistentes a cotri-
moxazol13,14. De este modo en el estadio de inmuno- La ecografía transrectal es el examen de elección
supresión grave no es infrecuente encontrar infeccio- para detectar un absceso prostático, también más fre-
nes bacterianas causadas por Salmonellas, Serratia, cuentes en estos enfermos que en la población gene-
Pseudomonas, Staphilococcus aureus y epidermidis, ral a pesar de haber disminuido notablemente su inci-
Acinetobacter o Estreptococo; incluso en muchas oca- dencia desde el advenimiento de la triple terapia11. El
siones se trata de infecciones polimicrobianas facilita- examen citológico de orina antes y después del masa-
das no sólo por la inmunosupresión, sino también por je prostático, el examen virologico o bacteriológico
alteraciones del vaciado vesical secundarias a trastor- del líquido de punción el absceso prostático y en últi-
nos vesicoesfinterianos neurógenos, hospitalizaciones y mo caso el análisis del propio tejido prostático facili-
sondajes urinarios reiterados…–infecciones por mico- tan notablemente el diagnóstico. El tratamiento se
bacterias (M. tuberculosis, M. avium intracellulare), fúngi- basa en antibioticoterapia adaptada al antibiograma y
cas (Candida albicans), parasitarias (Toxoplasma) o víri- su duración debe ser de al menos 6 semanas debido al
cas producidas fundamentalmente por CMV15. elevado riesgo de recidiva (70% a los 10 meses)11 ,13, 16.
Los abscesos prostáticos que resisten la antibioticote-
En el diagnóstico de las infecciones urinarias, la rapia requieren drenaje transrectal o destechamiento
persistencia de síntomas a pesar de cultivos negativos transuretral. En las infecciones por Criptoccocus o
–la administración de antibióticos profilácticos tiende Histoplasma, además del drenaje se debe administrar
a negativizarlos– obliga a realizar investigaciones espe- Anfotericina B y/o fluconazol12.
cíficas (cistoscopias con biopsias vesicales, serologías o
cultivos específicos...)12. En relación al las orquiepididimitis en estos enfer-
mos cabe destacar la importancia del tratamiento
En todos los casos el tratamiento debe adaptarse prolongado específico en función del germen causal
al germen y al antibiograma debido a las frecuentes ya que existe un riesgo elevado de recidiva. Las infec-
resistencias. Si a pesar de administrarse un tratamien- ciones por Salmonella son particularmente difíciles de
to correcto los síntomas persisten, deben investigarse tratar y en ocasiones requieren tratamiento quirúrgi-
focos parenquimatosos renales o prostáticos median- co (epididimectomía o incluso orquiectomía).
te eco o TAC.
Hematuria
Las infecciones causadas por CMV se manifiestan
típicamente con hematurias importantes. En ocasiones La incidencia de hematuria en pacientes infecta-
son difíciles de diagnosticar enmascaradas por otras dos por el VIH es muy elevada (18-50%)12 y sus cau-
infecciones bacterianas. Pueden precisar biopsia vesical sas pueden ser múltiples (infecciones urinarias u opor-
mediante cistoscopia. El estudio AP muestra las inclu- tunistas, tumores urogenitales, neuropatía por VIH,
siones intranucleares e intracitoplasmáticas característi- vejiga neurógena, alteraciones de la hemostasia…),
cas. El tratamiento más eficaz es el aciclovir intravenoso. siendo difícil en un gran número de casos establecer
un diagnóstico significativo. Diversos autores11,17 consi-
La incidencia de prostatitis en la población general deran que la microhematuria monosintomática, en
oscila entre el 0,1 y el 2% según series, mientras que pacientes jóvenes VIH positivos con función renal nor-
en los pacientes infectados por el VIH asciende al 3% mal, no requiere estudios adicionales.
La mayor parte de los autores considera que los - Efecto tóxico testicular directo por el VIH.
tumores no seminomatosos son más frecuentes que
los tumores seminomatosos19, aunque no existe com- - Consecuencia de la desnutrición y la caquexia.
pleto consenso al respecto. Lo que parece demostra-
do es que la infección por VIH modifica poco el trata- - Efecto secundario farmacológico (quimioterápi-
miento de los tumores testiculares12, 13,19. Con el fin de cos, corticoides, antibióticos o antifúngicos que
evitar el agravamiento de la inmunosupresión en pacien- tienen efecto antiandrógeno).
- Hipogonadismo secundario a la afectación de eje testicular y la afectación neurógena (mielitis viral, mie-
hipotálamo hipofisario presente hasta en un 38% lopatías, enfermedades malignas o demencia por
de pacientes con SIDA que, también ocasionado SIDA…).
por múltiples causas, provoca un descenso de los
niveles de testosterona con LH normal, FSH ele- Además del apoyo psicológico y del tratamiento
vada y oligoastenozoospermia. antidepresivo que no afecte la erección, son varias las
alternativas terapéuticas disponibles. Cuando existe
La atrofia testicular redunda en disminución de la hipogonadismo la administración de testosterona
fertilidad y la potencia sexual. exógena inyectable o en administración transdérmica
suele producir mejoría física y psicológica y disminuir
Trastornos de la erección paralelamente la caquexia. Antes de administrarse
debe descartarse cáncer de próstata y requiere con-
Más de la mitad de los pacientes infectados por trol a largo plazo. Entre los tratamientos orales, el sil-
VIH padece trastornos de la erección que se agravan denafilo ha sido el fármaco con mayor índice de éxi-
cuanto mayor es la inmunosupresión. tos, pero administrado concomitantemente a ritona-
vir se produce un considerable aumento de las con-
Además de la depresión, sus causas principales centraciones plasmáticas del primero, aumentando
son el hipogonadismo, antes comentado, por atrofia paralelamente la probabilidad de efectos secundarios
testicular y/o alteración del eje hipotálamo-hipofiso- asociados.
Precipita en orina
Sulfadiacina T. gondii1
Cólico o anuria
VHS2 Precipitación de cristales
Aciclovir
CMV3 ↑Cr4, NTA5
Cidofovir CMV ↑Cr, proteinuria, glucosuria, IRA6
Foscarnet CMV ↑Cr, NTA, cristaluria, hipocalcemia
Didanosina VIH ↑Cr, hipermagnesemia
Ritonavir VIH Insuficiencia renal
Anfotericina B Infecciones fúngicas ↑Cr, hipopotasemia, acidosis tubular renal
P. carinii7
Dapsona Proteinuria, necrosis papilar
T. gondii
P. carinii
TMP-SMX ↑Cr, nefritis intersticial
T. gondii
P. carinii
Pentamidina ↑Cr, hiperpotasemia, hematuria, proteinuria
Leishmania
Ketoconazol Infecciones fúngicas Aleraciones de la calidad espermática
1 Toxoplasma gondii, 2 Virus Herpes Simple, 3 Citomegalovirus, 4 Aumento de cratinina, 5 Necrosis tubular aguda,
6 Insuficiencia renal aguda, 7 Pneumocistis carinii.
Las inyecciones de PGE 1 han demostrado ser en dos tomas asociado a Ritonavir, lo que mejora la
también muy eficaces, aunque cuando la disfunción es biodisponibilidad y facilita las tomas.
de origen neurógeno pueden provocar priapismo.
Tabla 6. Enfermedades de decñaración obligatoria. Casos comunicados por comunidades autónomas. España
2005. Datos definitivos (03/07/2006).
Infección Enfermedad
Brucelosis Sífilis gonocócica Meningocócica Parotiditis Tos ferina Difteria
megalia y adenopatías. Cuando los síntomas afectan trado) similar al de una orquiepididimitis producida
predominantemente a un único órgano se emplea el por otros gérmenes (Clamydia trachomatis, Neisseria
término de Brucelosis localizada23. gonorreae...), aunque puede que los signos inflamato-
rios, la afectación cutánea y la sintomatología urina-
La afectación del aparato genitourinario puede ria ocurran en menor medida que en la orquiepidi-
ocurrir hasta en un 2-20% de los pacientes infecta- dimitis no brucelar24. La epidimiditis aislada sin orqui-
dos23,24,25, siendo la orquiepidimiditis –habitualmente tis acompañante parece más frecuente en la infec-
unilateral– la complicación genitourinaria más fre- ción por Brucella28. El dolor y la tumefacción testicu-
cuente. A pesar de ello se han descrito prostatitis, cis- lar suele acompañarse de fiebre que frecuentemen-
titis, pielonefritis, nefritis intersticial, glomerulonefritis y te precede en unos días a la aparición de orquitis y
abscesos renales causados por Brucella26. El tropismo que característicamente es más ondulante y menos
de la Brucella por el aparato genitourinario parece elevada que en las orquiepididimitis inespecífica24,28. A
proceder de la presencia de determinados carbohi- pesar de todos estos hallazgos clínicos, la sospecha
dratos en el líquido seminal y las secreciones prostáti- de la etiología brucelar en nuestro medio, proviene
cas que favorecen su crecimiento27. de los datos obtenidos mediante la anamnesis del
paciente que –siempre necesaria– cobra especial
La orquiepididimitis producida por Brucella es importancia en el diagnóstico de esta patología. El
de naturaleza granulomatosa. Clínicamente se suele contacto con animales –cabras y ovejas fundamen-
manifestar como un cuadro de dolor y tumefacción talmente– o la ingesta de productos lácteos no pas-
testicular (que habitualmente en nuestro medio no teurizados debe alertarnos en la sospecha de este
ha respondido a tratamiento antibiótico ya adminis- cuadro.
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Prostatitis y dolor
pelviano en el varón
H. U. La Fe.Valencia
Prostatitis y dolor
pelviano en el varón
Introducción ..................................................................................................................................................................... 673
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 675
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 675
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 679
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 684
38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón
capítulo 38
Prostatitis
y dolor pelviano en el varón
INTRODUCCIÓN médico, tendremos servida una problemática urológi-
ca de primera magnitud.
El término prostatitis es utilizado de modo genéri-
co para hacer referencia a una entidad nosológica que Clínicamente existen varios síndromes prostáti-
comprende una gran variedad de alteraciones que cos, por lo que el término genérico de prostatitis
van desde una infección bacteriana aguda o subaguda, requiere una segunda expresión que haga hincapié en
a síntomas inespecíficos del tracto inferior genitouri- el presunto factor etiológico responsable del mismo.
nario caracterizados fundamentalmente por dolor Teniendo en cuenta este hecho el Instituto Nacional
perineal o genital, síntomas miccionales como disuria de Salud de EE.UU. (NIH) propuso, a través de su
y polaquiuria o disfunción sexual en sus diversas mani- panel de expertos, una clasificación que es la vigente
festaciones. Si a esta clínica ambigua le añadimos una en estos momentos dividiendo el síndrome de infla-
prevalencia e incidencia elevadas, mecanismos etiopa- mación prostática en: prostatitis aguda, prostati-
togénicos y fisiopatológicos parcialmente desconoci- tis crónica bacteriana, síndrome de dolor pel-
dos, técnicas diagnósticas complejas y controvertidas viano crónico inflamatorio o no inflamatorio
así como estrategias de tratamiento a menudo frus- y prostatitis inflamatoria asintomática [1]
trantes tanto para el enfermo como para el propio (Tabla 1).
extraordinariamente similar al de la cistitis intersticial den dar lugar a diagnósticos erróneos pues la prosta-
en las mujeres, lo que apuntaría a una neurofisiopato- titis crónica/síndrome doloroso pelviano crónico
logía común. Asimismo se ha demostrado la asocia- (PC/SDPC) se confunde con la HBP, dado que los sín-
ción de dolor pelviano o prostático y la disfunción del tomas del tracto urinario inferior que comparten
suelo pélvico, lo que indicaría un mecanismo etiopa- ambas patologías provienen de una fisiopatología simi-
togénico compartido en relación con la inervación lar en el componente dinámico de afectación del sis-
pelviana[6]. Otro hecho que reforzaría esta teoría es la tema nervioso simpático. De todos los signos clínicos
demostración de una alteración de la sensibilidad al señalados, ninguno de ellos es específico de un tipo
calor/dolor a nivel de la zona perineal que originaría determinado de afección prostática excepto la forma
respuestas dolorosas desproporcionadamente altas a aguda de infección de esta glándula en la cual la clíni-
estos estímulos y que explicaría las dificultades que ca presenta unas características muy bien definidas
implica el tratamiento de estos síndromes dolorosos[7]. con fiebre, mal estado general, disuria, dolor perineal
espontáneo o con la micción y, en ocasiones, reten-
Finalmente, una nueva teoría involucra a las pros- ción aguda de orina.
tatitis crónicas con la llamada “enfermedad pélvica
venosa” que englobaría las hemorroides y el varicoce-
le y en donde una disfunción del retorno venoso del DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO
plexo pelviano sería la responsable de las manifesta-
ciones sobre el área prostática. DIFERENCIAL
Se han descrito como factores conocidos de ries-
Exploración física
go de prostatitis: la fimosis, coito anal no protegido,
Destaca la escasa significación del tacto rectal pues
infecciones del tracto urinario, epididimitis aguda, uso
únicamente la infección aguda ofrece características
de catéteres, resección transuretral de próstata y los
específicas que llevan al diagnóstico. La próstata,
patrones disfuncionales de flujo.
aumentada de tamaño, es muy sensible a la palpación;
el dolor y un vivo reflejo miccional están siempre pre-
sentes. El simple tacto puede ocasionar la emisión por
CUADRO CLÍNICO el meato uretral de un exudado purulento. Por el con-
trario, en las restantes situaciones el tacto es anodino
Los distintos procesos infecciosos o inflamatorios y meramente orientador: aumento mínimo o mode-
que afectan al área uretro-próstato-vesicular cursan rado de tamaño o sensibilidad.
con sintomatología similar. En el caso de los síndromes
crónicos de prostatitis nos encontramos que unas Cultivo fraccionado
veces los síntomas son escasos o inexistentes, com-
portando únicamente alteraciones en el semen que Desde su descripción en 1968 por Meares y
condicionan infertilidad. En otras ocasiones, predomi- Stamey[8] es el método más utilizado en el diagnóstico
nan las manifestaciones sexuales como la disminución de las prostatitis y también el más fidedigno. Se basa
de la libido, pérdida total o parcial de la erección, eya- en la obtención por separado de las fracciones inicial
culación dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia o y media de la orina.Tras ello se realiza un masaje pros-
infertilidad. Pero lo más habitual es la existencia de tático recogiéndose en otro recipiente estéril la secre-
dolor pelviano y síntomas urinarios. El dolor es referi- ción procedente de la glándula. Por último, se obtiene,
do a áreas dispares: suprapúbico, perineal, lumbosacro, la orina postmasaje que arrastrará los restos de aque-
escrotal, peneano y cara interna de los muslos. lla que permanezca en la uretra.
Los trastornos urinarios más frecuentes están En consecuencia, el cultivo de la secreción prostá-
representados por la disuria, imperiosidad y polaquiu- tica obtenida por masaje y el de la orina emitida tras
ria tanto diurna como nocturna, micción dolorosa e realizar éste constituyen las muestras en que se ha
incluso retención aguda de orina. Estos síntomas pue- fundamentado, a lo largo de los últimos 20 años, el
diagnóstico microbiológico de prostatitis. Recientes semen, de una o más bacterias gram negativas que no
estudios confirman la superior sensibilidad en el diag- crecen en los cultivos de las fracciones inicial o media,
nóstico de prostatitis crónica de las fracciones EPS o que presenta recuentos superiores, al menos, en
(secreción prostática postmasaje) y VB3 (orina post- una fracción logarítmica. Con estas consideraciones
masaje) frente a las VB1 (orina inicial) y VB2 (orina cuantitativas, el papel de las bacterias gram negativas
media). Sin embargo, no cabe duda de que esta prue- es uniformemente aceptado (E. coli, K. pneumoniae,
ba diagnóstica es laboriosa y desanima a muchos uró- Proteus, son las más habituales). No sucede lo mismo
logos que acaban prefiriendo métodos más rápidos con las gram positivas. Del antiguo criterio de otor-
de diagnóstico. Nickel ha demostrado que utilizando garles responsabilidad cuando cumplían aquel condi-
únicamente la primera fracción del chorro de orina y cionante numérico hemos pasado, tras distintos estu-
la orina postmasaje se obtiene el mismo resultado dios[11], a considerarlas excepcionalmente responsa-
microbiológico que empleando el método de los cua- bles de prostatitis crónica, incluyendo E. faecalis. Su
tro vasos en el 91% de los pacientes[9]. presencia se ha interpretado como el resultado de
una colonización bacteriana transitoria, microorganis-
La positividad del cultivo de secreción prostática o mos no patógenos o una siembra intermitente de
de orina postmasaje es definitorio de infección pros- patógenos. Para su consideración es preciso la repeti-
tática bacteriana, mientras que su negatividad puede ción del cultivo fraccionado sin mediar tratamiento y
representar un diagnóstico de prostatitis no bacteria- la obtención de idénticos resultados. Cuando acom-
na o, por el contrario, ser una falacia diagnóstica. pañan a bacterias gram negativas son éstas las que
Obliga esta consideración a ser repetitivos en nuestra orientan la elección del antimicrobiano, sin atribuir en
metodología, o bien a recurrir a otro tipo de deter- principio valor patogénico a las gram positivas. Sin
minaciones que complementen aquélla y cubran sus embargo algunas especies de Staphylococcus coagula-
posibles errores diagnósticos. sa-negativo y Coryneformes han sido aislados en culti-
vos fraccionados y se postula su papel etiológico en
Cultivo de semen prostatitis crónica bacteriana. Por otro lado, emplean-
do técnicas de biología molecular y cultivos especiales
El semen es un conjunto de secreciones en el que se plantea la posibilidad de que tanto aquéllos como
la porción de origen prostático representa alrededor otros patógenos menos conocidos pudieran ser res-
del 30% del volumen total. Ello le convierte en un ponsables de estas infecciones.
medio idóneo para evaluar la capacidad funcionante
de esta glándula, así como las alteraciones de la Cuando ante la sospecha clínica de prostatitis cró-
misma, ya que durante la eyaculación la próstata se nica el cultivo fraccionado es negativo, puede corres-
contrae de forma generalizada vertiendo el contenido ponder a un falso resultado o a una de las formas res-
de sus acinis a la uretra prostática. Sin embargo, la tantes: abacteriana crónica / síndrome doloroso pelvia-
demostración en más del 50% de varones sanos de no crónico o prostatitis inflamatoria asintomática.
microorganismos en el cultivo de semen indica que
esta prueba es ineficaz cuando se utiliza aisladamente. La repetición del estudio con resultado negativo
El cultivo de semen precisa ser incorporado dentro nos lleva al diagnóstico de las otras entidades en fun-
de la metódica de cultivos fraccionados, para evitar así ción de la presencia (prostatitis crónica abacteriana o
los falsos resultados atribuibles a contaminación de la tipo IIIa) o ausencia (síndrome doloroso pelviano o
muestra. En nuestra sistemática diagnóstica así lo tipo IIIb) de leucocitos en semen, secreción prostática
hacemos, recogiéndolo el paciente por masturbación, y orina postmasaje. En la prostatitis abacteriana cróni-
como muestra final tras vaciar la vejiga. Con el cultivo ca se considera la posibilidad de atribuir su etiología a
de la primera orina y del semen se obtiene el mismo la presencia de Mycoplasmas (especialmente U. urealy-
resultado microbiológico que con los cuatro vasos en ticum, U. parvum Mycoplasma hominis, Mycoplasma
el 86,3% de los pacientes[10]. genitalum) y Chlamydias. Sin embargo, los resultados
son dispares, sobre todo en lo referente a Chlamydias,
La prostatitis bacteriana se caracteriza por la pre- ya que no hay ningún test serológico que aisladamen-
sencia en secreción prostática, orina postmasaje o te sea confirmativo. Cuando se buscan estos microor-
ganismos, dado su aislamiento en la uretra normal, es ellas y por ende no atribuibles a cada tipo de prosta-
útil incluir dentro del estudio fraccionado una toma titis e incluso, por sí solos, no son suficientes para esta-
con torunda (introducida hasta la fosa navicular) de la blecer el diagnóstico de la enfermedad. Los cambios
secreción uretral. Posteriormente se recogen las ecográficos observados son: aumento de tamaño de
muestras habituales. En secreciones uretral, prostática y la próstata, asimetría de los lóbulos prostáticos, incre-
en semen se buscan, con medios adecuados, Chlamydias mento del diámetro de los plexos venosos peripros-
y Mycoplasmas, aunque consideramos que todavía no táticos, nódulos hiperecogénicos en la próstata exter-
existe una base científica suficiente que avale la espe- na, evidencia de litiasis intraprostática, presencia de
cificidad de tales determinaciones. halos hipoecoicos periuretrales o calcificaciones entre
la zona transicional y la cápsula.
Si comparamos el rendimiento del nuevo criterio
diagnóstico consistente en la detección de leucocitos El hallazgo de uno o más junto a la sospecha clí-
en las fracciones EPS, orina postmasaje y semen fren- nica plantea la necesidad de un estudio microbiológi-
te al antiguo criterio del estudio de la EPS, encontra- co fraccionado repetitivo. De igual forma, el segui-
mos que el porcentaje de diagnóstico se incrementa miento ecográfico de esos hallazgos puede ser útil
desde el 28% de prostatitis crónica no bacteriana en para evaluar la respuesta al tratamiento.
el modo antiguo al 52% del síndrome de PC/SDPC, lo
que representa casi el doble[12]. Sin embargo comien- Estudio bioquímico
zan a aparecer estudios que cuestionan el papel pre-
dominante de los leucocitos en este diagnóstico habi- La determinación de distintas substancias secreta-
da cuenta de que su presencia se demuestra también das por la próstata es útil en el conocimiento del fun-
en varones sanos. cionamiento de ésta y, por ello, un parámetro válido
en la evaluación de la prostatitis, principalmente la
Citología exfoliativa prostática cuantificación en plasma seminal de fosfatasa ácida,
ácido cítrico y zinc. Sin embargo, esta valoración bio-
La infección intraprostática provoca una reacción química se ve limitada por la dependencia hormonal
inflamatoria intensa, tanto en el interior de las glándu- de la secreción prostática y por el número importan-
las afectas como alrededor de las mismas, detectable te de falsos resultados negativos.
mediante estudios citológicos de la secreción prostá-
tica, orina postmasaje y semen con reconocimiento de El PSA (antígeno prostático específico) total en
polimorfonucleares, histiocitos, macrófagos, linfocitos y sangre aumenta en la prostatitis aguda, normalizándo-
células plasmáticas. Sin embargo esta técnica plantea se con la resolución de ésta. Por el contrario, en las res-
algunos problemas todavía no resueltos. El principal es tantes categorías de prostatitis sólo resulta anormal en
la falta de una estardarización del procedimiento de el 6-15% de casos. De cualquier modo, un PSA sérico
procesado y lectura de la muestra, así como discre- elevado en un varón joven sugiere inflamación prostá-
pancias en el punto de corte. La tendencia actual se tica, aunque, salvo en la forma aguda, su rendimiento
orienta a la utilización de la cámara de recuento, con diagnóstico es pobre, siendo aconsejable su repetición
un volumen homogéneo de muestra, recuento de leu- antes de indicar la realización de una biopsia prostáti-
cocitos por µL y el uso de microscopios de contraste ca. Sin embargo, la presencia de niveles altos manteni-
de fase con aumento de 400X. En cuanto al punto de dos de PSA tras un episodio de prostatitis crónica obli-
corte se ha propuesto recientemente, aunque pen- ga siempre a descartar un cáncer de próstata[14].
diente de consenso internacional, que podría ser de
100, 500 y 1000 leucocitos/µL para VB3, EPS y semen Respuesta inmune
respectivamente[13].
La próstata es una estructura parenquimatosa y
Ecografía como tal responde a la infección, con la formación de
anticuerpos. La cuantificación de inmunoglobulinas en
En las prostatitis aparecen distintos signos ecográ- la secreción prostática demuestra un incremento de
ficos, aunque, desgraciadamente, no son exclusivos de IgA en la forma bacteriana, incluso una IgA específica
Figura 1.
Diagnóstico de
prostatitis
Ausencia de síntomas
Dolor hipogástrico o perineal
Leucocitos en semen,
Alteración del patrón miccional
Secrec. prostática, VB3 o Biopsia
Síndrome obstructivo prostático prostática
Cultivo + Cultivo -
Prostatitis
aguda.
Tipo 1
Síndrome Síndrome
doloroso doloroso
Pelviano Pelviano no
inflamatorio. nflamatorio.
Tipo III A Tipo III B
a E. coli. Aunque precisan de confirmación, estos estu- torunda, urodinámica, cistoscopia, PSA y ecografía. Por
dios sería una gran ayuda en pacientes con cultivos de último, el estudio inmunológico sigue siendo una vía
dudosa interpretación o negativos, y por supuesto, abierta a la investigación y el inmediato futuro nos
para verificar la respuesta al tratamiento y tener cons- definirá exactamente su posición (Figura 1).
tancia de la curación microbiológica.
Figura 2.
TRATAMIENTO de la PROSTATITIS
AGUDA BACTERIANA o Tipo I
Mejoría NO mejoría
ABSCESO NO ABSCESO
PROSTÁTICO
tarios al tratamiento se utiliza una terapia antimicro- utilizar cualquier antimicrobiano que, teóricamente,
biana supresora durante un lapso de tiempo más pro- alcanzará elevadas concentraciones en el parénquima
longado unido a eyaculaciones frecuentes. Otra opción prostático. Los resultados obtenidos son similares a los
terapéutica, que obviaría los problemas ligados a la del tratamiento oral a largo plazo, por lo que es un
difusión, es la administración intraprostática por pun- método para pacientes seleccionados ante el fracaso
ción de antibióticos, que se facilita mediante el uso de de la terapia oral. En casos especialmente rebeldes al
ecografía para seleccionar el lugar de la próstata exter- tratamiento, la cirugía exerética de la glándula podría
na donde colocar la aguja. De esta forma es posible ser el último paso terapéutico (Figura 3).
Figura 3.
TRATAMIENTO de la PROSTATITIS
CRÓNICA BACTERIANA
o Tipo II
TRATAMIENTO ANTIMICROBIANO
ORAL (6-12 semanas) con:
- Fluorquinolonas
- Trimetoprim
- Doxiciclina
RECAÍDA o
CURACIÓN RECURRENCIA
NO MEJORÍA
Valoración de
cirugía prostática
En las antiguamente catalogadas prostatitis abac- cada mejoría tras un tratamiento de 12 semanas con
terianas crónicas encontramos ahora dos subcatego- ofloxacino, por lo que se considera que estos factores
rías en las que los diferentes tratamientos no se hallan diagnósticos no predicen fehacientemente la respues-
tan unánimemente respaldados por trabajos en la lite- ta antibiótica en este grupo de pacientes. Es por ello
ratura científica. En pacientes diagnosticados de sín- que mientras que algunos autores sostienen la utiliza-
drome doloroso pelviano/prostatitis crónica y median- ción de antimicrobianos en la prostatitis crónica / sín-
te el estudio de los cultivos, recuentos leucocitarios y drome de dolor pelviano crónico, estudios multicén-
niveles de anticuerpos de las fracciones VB3, VB2 y tricos aleatorios utilizando antimicrobianos como
secreciones prostáticas se encuentra que el 48% de levofloxacino vs. placebo 6 semanas no mostraron
ellos queda englobado en la categoría IIIA y el 38% en diferencias significativas entre ambos grupos, por lo
la IIIB con sólo el 14% en la II, y aunque la mayoría pre- que ponen en tela de juicio el valor de estos trata-
sentan anticuerpos negativos, experimentaron una mar- mientos empíricos.
Figura 4.
Mejoría NO mejoría
α-bloqueantes
Finasteride
Dutasteride
Fitoterapia
Pentosan NO mejoría Mejoría
Polisulfato
En la IIIa o síndrome de dolor pelviano cróni- nes frecuentes.También son aconsejables los α-bloque-
co inflamatorio pautamos tandas de antimicrobianos antes (como fenoxibenzamina, alfuzosina, doxazosina,
de modo empírico con recomendación de eyaculacio- terazosina o tamsulosina) antiinflamatorios (como indo-
Figura 5.
Mejoría No mejoría
metacina o los nuevos inhibidores COX-2), inhibidores En la subcategoría IIIb o síndrome de dolor
de la 5-α-reductasa (finasteride y dutasteride), pento- pelviano crónico no-inflamatorio se recomien-
sanpolisulfato e incluso la termoterapia que mediante el da probar, de modo secuencial, con α-bloqueantes,
calor aplicado directamente a la próstata podría contri- analgésicos, relajantes musculares, técnicas de bio-
buir a la cicatrización de la inflamación crónica, mejorar retroalimentación y cambios en el estilo de vida[20]
la sintomatología por lesión de los plexos nerviosos (Figura 5).
prostáticos o ejercer un efecto bactericida in vitro[18,19].
En la categoría IV o prostatitis asintomática
El uso de α-bloqueantes se justifica en el síndrome inflamatoria no se recomienda tratamiento alguno,
de dolor pelviano crónico, pero también en la prostati- excepto en casos de PSA elevado o infertilidad.
tis bacteriana y abacteriana en combinación con antimi-
crobianos puesto que proporcionan una clara mejoría En resumen, además de la utilización de antimi-
clínica, con especial énfasis en el IPSS y en los cuestio- crobianos y aunque la obstrucción del cuello vesical es
narios de calidad de vida, además de disminuir el índice una complicación infrecuente del síndrome prostatitis,
de recidivas controladas mediante el estudio de las EPS. los fármacos que producen una apertura de la región
Aunque con escaso refrendo en la literatura internacio- de salida uretro-vesical pueden contribuir a aliviar la
nal, la fitoterapia con quercetina o polen de abeja ha sintomatología tanto obstructiva como irritativa de
mostrado en algún estudio ser una alternativa en caso estos pacientes y a mejorar la deteriorada calidad de
de fracaso de la terapia convencional. (Figura 4). vida que presentan.
Infecciones urogenitales
y enfermedades de
transmisión sexual
Infecciones urogenitales
y enfermedades de
transmisión sexual
Introducción ..................................................................................................................................................................... 689
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 689
Historia clínica y examen físico en las ETS ....................................................................................... 690
Uretritis ................................................................................................................................................................................ 690
Úlcera genital.................................................................................................................................................................. 696
Gangrena de Fournier ............................................................................................................................................ 708
VIH y SIDA........................................................................................................................................................................ 709
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 710
39. Infecciones urinarias: generalidades
y enfermedades de transmisión sexual
capítulo 39
Infecciones urogenitales
y enfermedades de
transmisión sexual
INTRODUCCIÓN Sin embargo con el nuevo siglo se ha producido un
nuevo rebrote en la aparición de estas enfermedades,
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no solamente por factores irreversibles como el incre-
comprenden varios tipos de enfermedades que nor- mento natural de la población, la mayor duración de la
malmente se transmiten o contagian durante las rela- vida sexual o las mejoras en el diagnóstico. A estos hay
ciones sexuales o actos que tienen el mismo significa- que añadir factores socioeconómicos y culturales como
do, aunque en casos ocasionales se pueden adquirir el mayor poder adquisitivo, los movimientos migratorios
por otros medios. con niveles socioeconómicos precarios, el turismo, la
liberación económica y sexual de la mujer, la aparición
Las principales vías de transmisión son las muco- de hábitos sexuales diferentes, sin que ello excluya la
sas de la boca, los órganos genitales y el ano. prostitución, el exceso de confianza que ha producido la
mejora en los tratamientos del SIDA y los cambios en
Se pueden clasificar según los patógenos que las los comportamientos de la homosexualidad.
generan, los síndromes que producen o según su apa-
rición histórica: ETS de 1.ª generación (ETS clásicas: Las ETS son más frecuentes en personas jóvenes
sífilis, chancroide, granuloma inguinal, gonorrea y linfo- sexualmente activas. Los índices siguen siendo más
granuloma venéreo), ETS de 2.ª generación (infeccio- elevados en hombres que en mujeres pero esta dife-
nes por herpes, Chlamydia trachomatis y Ureaplasma rencia se está igualando.
urealyticum) y ETS de 3.ª generación (VIH, citomega-
lovirus y papilomavirus). Las ETS clásicas se relacionan con un sector de la
población con alto cambio de pareja que suele estar
caracterizado por la pobreza, la prostitución, el abuso
EPIDEMIOLOGÍA de sustancias tóxicas y la ausencia de utilización de
métodos protectores de barrera. Sin embargo, las ETS
A partir de la década de los 70 se registró un víricas o la infección por chlamydias, ambas con un
aumento en la incidencia y variedad de las ETS, que periodo de incubación más largo se asocian también
junto a la aparición del VIH causó auténtico pánico a una tasa baja de cambio de pareja, por lo que están
entre la población sexualmente activa, lo que contri- presentes en todos los estratos sociales, incluso en
buyó a una mayor concienciación y a la utilización de aquellos que consideramos de bajo riesgo.
métodos de barrera, especialmente entre la población
homosexual. En nuestro medio se logró un descenso Los homosexuales, a pesar de su cambio de com-
en la curva de ETS y SIDA hasta el punto que las portamiento sexual a consecuencia de la aparición del
enfermedades clásicas se hicieron epidemiológica- SIDA, siguen con tasas de incidencia de ETS superio-
mente casi inoperantes y los programas básicos de res a la población heterosexual, probablemente por
reservaron para el estudio de los virus. cierta despreocupación con respecto al SIDA origina-
da por la mejoría en los tratamientos y por el aumen- incluyan cara, cabeza, manos, antebrazos, abdomen,
to en la supervivencia. área púbica, nalgas y muslos. Exploraremos la boca y
garganta, así como las cadenas ganglionares inguinales,
Debemos de señalar la importancia de la ETS más axilares, cervicales y supraclaviculares en busca de ade-
devastadora de todas, la infección por el virus de nopatías. En los hombres se inspecciona el área genital,
la inmunodeficiencia humana (VIH). Se ha pubiana e inguinal. Se palpa el pene buscando secre-
demostrado la que la inflamación ocasionada por ción uretral y el contenido escrotal. En los hombres
otras ETS aumenta mucho la transmisión del VIH por homosexuales se debe investigar la región anal y peri-
contacto sexual. Por tanto, la profilaxis de las ETS es neal. La exploración en las mujeres debe incluir un exa-
crucial en las estrategias de prevención del VIH. men meticuloso de genitales externos, ano y periné.
También se debe tener en cuenta que las ETS pueden Un examen con espéculo del cérvix y mucosa vaginal,
afectar adversamente el curso clínico de la enferme- así como una exploración bimanual. En pacientes con
dad de VIH, y viceversa. síntomas sugestivos de proctitis se hace necesaria una
anoscopia para valorar la mucosa rectal.
Por tanto el control de las ETS es difícil y en su
diagnóstico y tratamiento nos enfrentamos a varios
problemas: a) Una clínica no muy llamativa e inespecí-
fica, y sobre todo en la mujer muchas veces asintomá-
URETRITIS
tica. b) Etiología variada. c) Necesidad de diagnosticar
Consiste en una inflamación de la uretra producida
y tratar a la pareja sexual. d) Cumplimiento difícil por
en la mayoría de las ocasiones por infecciones transmi-
la mala concienciación de los pacientes.
tidas a través de relaciones sexuales. Se manifiesta clíni-
camente por supuración, hemorragia uretral y moles-
Por tanto, se convierte en una necesidad funda-
tias miccionales. En ocasiones puede ser asintomática u
mental romper la cadena epidemiológica a todos los
oligosintomática. Según su etiología se dividen en ure-
niveles posibles. En primer lugar con métodos profi-
tritis gonocócicas (UG) y no gonocócicas (UNG).
lácticos de barrera. Una vez producida la infección es
fundamental concienciar al paciente de la importancia
de la misma. La detección y tratamiento de los com-
Uretritis gonocócica
pañeros sexuales de forma presuntiva, no sólo a los
que tengan síntomas, sino a todo contacto y sin espe-
Epidemiología
rar los resultados de pruebas diagnósticas específicas Si bien ha disminuído su índice general, continúa
ya que este puede reinfectarse y promover la disemi- siendo una infección con una alta tasa de incidencia. Es
nación a otras personas. Por último, es fundamental un muy frecuente en adolescentes y minorías raciales y
adecuado tratamiento y seguimiento, facilitado por las étnicas en estratos socioeconómicos bajos. Los facto-
dosis únicas administradas bajo vigilancia. res de riesgo son: edad < 25 años, ETS previa, múlti-
ples parejas sexuales, prostitución, ausencia de méto-
dos anticonceptivos de barrera y abuso de drogas. La
mayor parte de los casos se transmite vía sexual, ries-
HISTORIA CLÍNICA Y EXAMEN go que se incrementa con el número de contactos
FÍSICO EN LAS ETS sexuales de una pareja infectada. También se puede
transmitir por el sexo oral si la pareja tiene infectada
Para determinar el riesgo de ETS es imprescindi- la faringe y en raros casos se ha observado transmi-
ble una detallada historia clínica con datos socia- sión por contacto con secreciones sin penetración.
les y sexuales que incluyan los hábitos que puedan
tener importancia como el tipo de prácticas sexuales Etiopatogenia
y el abuso de drogas. La gonococica es una infección causada por
Neisseria gonorrhoeae, un diplococo gramnegativo. La
La exploración física es sencilla y debe incluir todas infección se transmite habitualmente por vía sexual y
las superficies expuestas en un examen genital que su localización suele ser la uretra y el cérvix uterino,
desde donde vía ascendente puede extenderse. En flujo vaginal amarillo-verdoso, molestias miccionales,
raras ocasiones se pueden producir inoculaciones irritación y prurito vaginal. Sin embargo, en la mayoría
extragenitales (a veces accidentales) o hematógenas. de los casos la infección es asintomática o los sínto-
mas pasan inadvertidos. En las niñas puede debutar
Clínica con síntomas de vulvovaginitis.
En el varón, el periodo de incubación es de 2 a 5
días. Se inicia con una inflamación del meato, secreción Otras localizaciones de la infección gonocócica
mucosa, prurito y escozor, que se incrementan con la pueden ser: rectal (tras relaciones anales o por exten-
micción. A medida que el proceso avanza, aumenta la sión a partir de lesiones genitales en mujeres), farín-
sintomatología, aparece el dolor y aparece una supu- gea, oftálmica y la gonococia diseminada con sinto-
ración amarilla o verdosa (Figura 1). matología sistémica.
La infección puede limitarse a uretra anterior o Las complicaciones más frecuente en el hombre
extenderse a uretra posterior con síntomas aún más son: la orquiepididimitis, la prostatitis aguda, la infec-
intensos, polaquiuria, hemorragia uretral e incluso ción de glándulas periuretrales de Cowper, cistitis y la
febrícula. temida estenosis uretral permanente que suele afec-
tar a grandes tramos de uretra.
En la mujer, se afectan fundamentalmente el cér-
vix y la uretra pudiendo producir supuración uretral, En la mujer se pueden producir: bartolinitis, infec-
ción de glándulas periuretrales, endometritis, salpingitis,
ooforitis y enfermedad pélvica inflamatoria que a su vez
Figura 1. Uretritis gonocócica. puede dar lugar a esterilidad y embarazos ectópicos.
Diagnóstico
Es importante la recolección de muestras de áreas
no contaminadas, ya que la uretra tiene una extensa
flora bacteriana normal. Las muestras deben recogerse
del interior de la uretra con un hisopo uretrogenital
embebido en alginato de calcio al menos una hora des-
pués de que el paciente haya orinado. El hisopo debe
insertarse unos 2-4 cm y hacerlo girar suavemente.
Tratamiento
En las infecciones gonocócicas no complicadas
de uretra, cérvix y recto los regímenes recomenda-
dos son ceftriaxona 125 mg intramuscular, cefixi- spp.; también pueden producir uretritis no gonocóci-
ma oral 400 mg y ciprofloxacino 500 mg oral, cas. Entre un 20-30% de los casos no se llega a iden-
todas ellas en dosis únicas. Debido a la frecuente aso- tificar el germen responsable.
ciación con infecciones por Chlamydia trachomatis, en
general se aconseja el tratamiento conjunto en casos Clínica
de duda (ver más adelante). En mujeres gestantes es Las uretritis no gonocócicas tienen un periodo de
preferible una pauta con cefalosporinas, y si no se incubación de 1 a 5 semanas, aunque puede ser
tolera una dosis única de espectinomicina 2 g mayor. En el varón producen una sintomatología
intramuscular. escasa, que suele consistir en secreción uretral sero-
sa o mucoide, de pequeña cuantía y discontinua,
En casos de alergia o intolerancia a los fármacos acompañada a veces de disuria o prurito uretral. La
anteriores, la alternativa a utilizar es espectinomicina secreción suele ser más apreciable antes de la prime-
2 g intramuscular en dosis única. Los pacientes con ra micción de la mañana. Raras veces hay secreción
infección por VIH pueden ser tratados con los mismos purulenta o hemorragia uretral.
esquemas terapéuticos. En la bibliografía proporciona-
da en este capítulo pueden encontrarse las pautas a Como consecuencia de su mayor periodo de
utilizar en otras presentaciones de la infección por incubación, las uretritis no gonocócicas pueden pre-
gonococos. sentarse tras el tratamiento de una gonococia, sobre
todo las provocadas por Chlamydia trachomatis (ure-
Uretritis no gonocócicas (UNG) tritis postgonocócica).
infecciones de las vías urinarias superiores y las pro- Uretritis de etiología desconocida
ducidas por citostáticos y radioterapia son raras.
En pacientes en los que no conozcamos la etiolo-
Complicaciones gía de la uretritis o en los que queramos cubrir todo
Las infecciones por C. trachomatis en el varón pue- el espectro etiológico de forma empírica la pauta
den producir fundamentalmente orquiepididimitis y recomendada (Cuadro) incluiría uno de los fármacos
obstrucción de los conductos deferentes que si afec- de la 1.ª columna con uno de los de la segunda.
ta de forma bilateral puede producir esterilidad. En la
mujer la complicación más importante es la enfer- Infección por el virus del papiloma
medad pélvica inflamatoria, causante a su vez de humano (VPH) y verrugas genitales
un amplio espectro clínico que incluye: cervicitis, sal-
pingitis, periapendicitis, perihepatitis, esterilidad, dolor El VPH puede producir más infecciones de trans-
pélvico crónico y embarazos ectópicos.
misión sexual que cualquier otro patógeno. Se cono-
cen más de 100 variantes del VPH. Las cepas de “bajo
Tratamiento riesgo”, los tipos 6 y 11 producen verrugas anogenita-
El tratamiento debe comenzarse tan pronto
les exofíticas pero no se suelen implicar en neoplasias
como se diagnostique. Las pautas recomendadas son
premalignas y cáncer. Las cepas de VPH de “alto ries-
azitromicina 1 g oral en dosis única o doxiciclina
go” los tipos 16, 18, 31 y 45, están implicados en la
100 mg oral, 2 veces al día durante 7 días. Ambas
parecen igual de eficaces frente a los gérmenes cau- displasia y los carcinomas de cervix, ano, pene
santes excepto el Micoplasma genitalium que parece y vulva.
responder mejor a la azitromicina.
Epidemiología
En caso de alergia o intolerancia, las pautas alter- Constituye actualmente la ETS más frecuen-
nativas son eritomicina 500 mg oral, 4 veces al día te. Se estima su prevalencia en un 1-2% de la pobla-
durante 7 días, ofloxacino 300 mg oral 2 veces al ción sexualmente activa. Además, es causa en la
día 7 días o levofloxacino 500 mg oral una vez al mayoría de los cánceres anogenitales. La mayoría de
día durante 7 días. las infecciones se adquieren en < 30 años, reflejo de
los hábitos sexuales y la inmunidad adquirida. Se ha
En embarazadas están contraindicadas la doxicicli- visto que es frecuente tanto la resolución espontánea
na, ofloxacino y levofloxacino. Las pautas de elección como la infección por nuevos tipos de VPH. La trans-
son azitromicina 1 g oral en dosis única y amoxicilina misión es fundamentalmente por contacto sexual; la
500 mg oral 3 veces al día durante 7 días. Como alter- transmisión perinatal y la autotransmisión por fomites
nativa se puede administrar eritromicina a las dosis parece poco probable, aunque no está muy estudia-
previas. La azitromicina en estudios rigurosos ha da. La afectación anogenital es frecuente en la pobla-
demostrado su eficacia y seguridad. Los pacientes con ción homosexual. Asimismo, la infección en pacientes
infección por VIH pueden ser tratados con los mismos con VIH se asocia a mayor extensión, peor respuesta
esquemas terapéuticos. al tratamiento y mayor tasa de recidivas.
Cuadro.
Tratamientos recomendados
Aplicados por el paciente:
• Podofilino 0,5% solución o gel. Aplicación 2 a la semana durante 16 semanas. Lavar 6-10 horas
veces al día durante 3 días consecutivos, seguidos después de la aplicación. Más eficaz en mujeres y
de 4 días sin tratamiento. Se pueden repetir hasta en zonas húmedas. No se conoce su seguridad en
4 ciclos. El área total no debe exceder los 10 cm2 el embarazo. Es frecuente la irritación local y el eri-
ni los 0,5 ml de producto al día. No se conoce su tema local.
seguridad en el embarazo. Es frecuente la irrita-
ción local. Administrado por profesional sanitario.
• Crema de imiquimod 5% aplicada sobre las • Crioterapia con nitrógeno líquido o cryo-
verrugas una vez al día antes de dormir 3 veces probe. Repetición cada 1-2 semanas si es preciso.
Sus efectos colaterales suelen ser dolor, irritación • Verrugas orales: Crioterapia con nitrógeno
local y ulceración. líquido; extirpación quirúrgica.
• Resina de podofilino al 10-25%. Se debe apli- Una vez resueltas las verrugas visibles, no está
car una pequeña cantidad en la verruga y dejar al indicado el seguimiento rutinario, aunque sería útil un
aire. Repetición semanal si es necesario. Evitar control posterior al tratamiento para valorar recidivas.
contacto con tejido no afectado ni con lesiones
abiertas. No recomendado en lesiones > 10 cm2 Advertir a los pacientes que la mayor parte de
ni > 0,5 ml de producto por sesión. Algunos auto- infecciones por VPH son subclínicas y permanecen de
res recomiendan el lavado de la resina 1-4 horas ese modo; que el cáncer y otras complicaciones son
tras la aplicación para reducir la irritación local. Los poco frecuentes; los preservativos podrían reducir el
efectos adversos son irritación local y ulceración. riesgo de enfermedades relacionadas con el VPH. No
No se conoce su seguridad en el embarazo. está claro que el tratamiento reduzca el riesgo de
transmisión a la pareja sexual. No está indicado reali-
• Ácido bicloroacético (BCA) o tricloroacé- zar un test de despistaje para VPH en parejas de per-
tico (BTA) en solución 80-90%. Aplicar una sonas con verrugas genitales pero podrían beneficiar-
pequeña cantidad sobre las lesiones y dejar al aire. se de un examen y consejo para valorar presencia de
Repetición semanal si es necesario. El efecto secun- verrugas genitales y otras ETS. La citología periódica
dario más frecuente es la irritación local. está indicada en todas las mujeres con actividad
• Resección quirúrgica tanto por excisión con sexual, independientemente de que tengan infección
tijeras, afeitado, curetaje o electrocirugía. Suele ser o no por VPH. Actualmente está en estudio, con fases
eficaz en una sola sesión, pero necesita un entre- muy avanzadas, una vacuna frente al VPH desarrollada
namiento específico. mediante genética recombinante que está demos-
trando una alta eficacia de protección. Se espera su
Los tratamientos alternativos incluyen: próxima comercialización en nuestro país.
El tratamiento según su localización: No todas las úlceras genitales son de origen infec-
cioso. En el diagnóstico diferencial se debe incluir: aso-
• Verrugas vaginales: Crioterapia con nitrógeno ciaciones medicamentosas (erupción medicamentosa
líquido; contraindicado el crioprobe por el riesgo fija), úlcera traumática (con aparición aguda tras rela-
de perforación; ácido bicloroacético o tricloro- ción sexual), síndrome de Behçet y otras enfermeda-
acético; extirpación quirúrgica. des dermatológicas.
Sífilis primaria. Tras el periodo de incubación, Sífilis terciaria. Aparece a los 3-5 años. Sus
que suele ser de 2-6 semanas (a veces hasta 3 meses lesiones características son los nódulos subcutá-
desde la exposición), aparece el chancro sifilítico o neos “gomas” y las manifestaciones menin-
chancro duro, una mácula que evoluciona a pápula govasculares.
y a continuación a una lesión úlcero-erosiva, redon-
deada de 1 cm de diámetro con bordes indurados y Sífilis cuaternaria. Aparece a los 10-20 años
no dolorosa (Figura 3). Existen variaciones en el tama- del contagio. Agrupa lesiones cardiovasculares y
ño y el número. En hombres, su localización es más neurológicas.
frecuente en glande y prepucio, mientras que en la
mujer es en el cérvix, aunque no es infrecuente su Sífilis latente. Se define como una infección
localización vaginal o perianal. 1-2 semanas tras la apa- asintomática que sigue a la sífilis primaria sólo detec-
rición del chancro, aparece una adenitis regional tada con análisis serológico. Se divide en latente inicial,
con adenopatías múltiples, duras, indoloras o míni- si se adquirió < 1 año, y latente tardía si el contagio se
mamente, sin síntomas sistémicos. Es frecuente la produjo hace > 1 año (generalmente no infectante) o
infección asintomática, así como las manifestaciones es desconocido.
primarias atípicas. La evolución de estas manifestacio-
nes es variable.Tanto el chancro como las adenopatí- Diagnóstico
as tienden a remitir espontáneamente en 2-4 semanas. Se realiza por la sospecha clínica y se confirma
con las pruebas de laboratorio. No existe cultivo. Se
Sífilis secundaria. Puede iniciarse a partir de las puede identificar la espiroqueta en el microscopio de
8-10 semanas del contagio y sus manifestaciones típicas campo oscuro. El pilar fundamental del diagnóstico
de laboratorio son las pruebas serológicas que se
Figura 3. Chancro sifilítico. pueden dividir en no treponémicas (VDRL y
RPR) y treponémicas (FTA-ABS, MHA-TP,
TPPA).
Lesión primaria Pápula Vesículas Pápula o pústula Pápula, pústula o Pápula Variable
vesícula
Número Única o múltiples Múltiples Múltiples Única Variable Variable
699
Libro del Residente de Urología
suele durar 7-10 días. Son frecuentes las úlceras atípi- La terapia supresora reduce la frecuencia de recu-
cas, pero no lo son el dolor inguinal, la sintomatología rrencias en un 70-80%, así como el riesgo de transmi-
sistémica ni neuropática. En pacientes inmunodeprimi- sión a la pareja.
dos o con VIH las úlceras erosivas debilitantes, así
como las recurrencias, son más frecuentes. • Aciclovir 400 mg oral 2 veces/día
Diagnóstico
La mejor prueba es el cultivo del material supura-
do de un ganglio inguinal.También son útiles las técni-
cas de serología aunque sólo son positivos en algunos
casos.
Tratamiento Diagnóstico
El tratamiento cura la infección y previene su Se efectúa por visualización de los cuerpos de
transmisión. Los bubones u adenopatías supuradas Donovan en extensiones o biopsias mediante la tin-
pueden requerir aspiración o drenaje. ción de Giemsa. Se debe hacer diagnóstico diferencial
con el chancroide y lesiones tumorales.
Régimen recomendado:
Tratamiento
• Doxiciclina 100 mg oral 2 veces/día 21 días Suele requerir tratamientos prolongados de al
menos 3 semanas o hasta que todas las lesiones hayan
Régimen alternativo: desaparecido. Algunos especialistas recomiendan la
asociación de un aminoglucósido (p.ej.: gentamicina 1
• Eritromicina 500 mg oral 4 veces/día 21 días
mg/kg iv/8 horas) si no hay mejoría evidente en los
En pacientes con VIH se pueden administrar las primeros días.
mismas pautas, aunque pueden requerir una terapia
más prolongada. En embarazadas el tratamiento se Régimen recomendado:
hará con eritromicina.
• Doxiciclina 100 mg oral 2 veces/día 3
Las personas que hayan tenido un contacto semanas
sexual con un enfermo en los 60 días previos al
Regímenes alternativos:
comienzo de los síntomas deberán ser examinadas.
• Azitromicina 1 g oral 1/semana 3 semanas
Granuloma inguinal
• Ciprofloxacino 750 mg oral 2 veces/día
Es una enfermedad producida por Klebsiella gra- 3 semanas
nulomatis (antes conocida como Calymmatobacterium
granulomatis), una bacteria gram negativa. Es endémi- • Eritromicina base 500 mg 4 veces/día
ca en áreas tropicales: India, Papua, Nueva Guinea, 3 semanas
Australia central y sur de África, probablemente aso-
ciado a patrones de exposición (p.ej.: prostitución). • Cotrimoxazol 160/800 mg 2 veces/día
No ocurre de forma autóctona en España. 3 semanas
ÚNICA MÚLTIPLE
Indoloras Dolorosas
Los huevos eclosionan en 5-10 días y las ladillas de incubación suele ser de 2-4 semanas desde el pri-
maduran en 6-9 días, comenzando a poner huevos. mer episodio, y de 1-2 días para infestaciones sub-
A menudo se descubren por verse liendres o ladillas, secuentes.
a veces junto a prurito.
La manifestación clínica más frecuente es una
El signo más frecuente y a veces único son las erupción cutánea localizada generalizada con
liendres adheridas a la base del pelo. La mácu- prurito extenso, que se exacerba sobre todo por la
la cérea, lesiones maculares en el punto de anclaje, noche o con el calor (p.ej.: baño) produciéndose
es patognomónica pero poco frecuente. El tratamien- lesiones de rascado. Puede no existir prurito.
to se realiza con crema de permetrina 1% o pire-
trinas con loción de butóxido de piperonilo A la exploración, se observa una erupción cutá-
aplicados sobre áreas afectas y con lavado a los 10 nea con lesiones lineales que señalan los surcos exca-
minutos de la aplicación. Como alternativa se pueden vados por el ácaro. Otras lesiones son vesiculares,
utilizar loción de malathion 0,5% o ivermectina. Se nodulares, costrosas, ampollosas y pústulas producidas
debe reevaluar el tratamiento a los 7 días, y repetir el por sobreinfección secundaria. La localización más fre-
tratamiento si se detectan ladillas o liendres. Junto a cuente es sobre las áreas flexoras. Las lesiones en
esto se debe descontaminar la ropa de cama y de ves- el pene y glande son frecuentes, pudiendo existir una
tir del paciente. Las parejas sexuales en los últimos 30 pápula no indurada. Se diagnostica mediante la obser-
días deben ser tratadas. vación al microscopio del material obtenido por ras-
cado de los surcos acarinos.
Escabiosis
El tratamiento se realiza con la aplicación de
Producida por el ácaro Sarcoptes scabiei, se crema de permetrina 5% sobre áreas afectas, con
transmite por contacto personal íntimo, siendo la vía lavado 8-14 horas después o ivermectina 200
sexual muy frecuente aunque no la única. El periodo µg/kg oral 2 semanas.
Figura 6. Balanitis circinada. Síndrome de Reiter. de 6 semanas se denomina aguda, mientras que si dura
más de 3 meses se denomina crónica.
Etiopatogenia
La epididimitis aguda se produce generalmente
por infección ascendente desde el tracto urinario infe-
rior. En menores de 35 años, entre el 60-80% están
producidas por Chlamydia trachomatis y un 5-25% por
Neisseria gonorrhoeae, relacionados con casos de
transmisión sexual. En hombres mayores de 35 años,
homosexuales, coito anal y niños, están implicados las
bacterias coliformes habitualmente implicadas en las
infecciones urinarias.
Diagnóstico Etiología
Inicialmente deberíamos incluir dos de los siguien- Los gérmenes implicados son N. gonorrhoeae y
tes: Una tinción de gram de exudado uretral o un C. trachomatis, aunque también son frecuentes los pro-
sedimento/tira reactiva de la primera orina. cesos infecciosos sistémicos como la tuberculosis uro-
genital, sífilis, brucelosis y parasitosis. A veces esta
Se deben realizar cultivos con muestras uretrales infección se asocia a una prostatitis crónica justifican-
para confirmar la presencia de C. Trachomatis y N. do la afectación testicular.
gonorrhoeae, así como cultivo de orina media para
uropatógenos. Clínica
La sintomatología es más subclínica, con aumento
El diagnóstico diferencial se debe hacer con la tor- del volumen escrotal y dolor que puede ser variable.
sión testicular (urgencia quirúrgica), tumores testicula- No existen datos de inflamación aguda ni otros sínto-
res, traumatismos, hernias inguinales, infarto, absceso mas sistémicos. A la exploración, se observa diferencia-
testicular y tuberculosis. Otras causas poco frecuentes ción epidídimo-testicular, encontrándose ambas estruc-
son la criptococosis y otras infecciones fúngicas. turas engrosadas y con patrón nodular, que en oca-
siones se extiende hasta el cordón espermático.
Tratamiento
El tratamiento empírico está indicado antes de Se debe realizar el diagnóstico diferencial con
que lleguen los resultados de laboratorio. neoformaciones epidídimo-testiculares.
florido, pero no resulta tan fácil cuando se está ini- gre, fluidos corporales, a través del embarazo y parto,
ciando el cuadro. Se debe sospechar en personas con siendo el contacto sexual la vía de transmisión más
alteraciones inmunitarias o con enfermedades sistémi- frecuente. Se trata de retrovirus porque forma un
cas que pueden alterar la respuesta a la infección o RNA que se transmite a una mólecula de DNA de
que hayan sido sometidos recientemente a interven- doble cadena mediante el enzima transcriptasa inver-
ciones en la zona perianal o genital. La analítica san- sa. Las ETS que producen úlceras y otras ETS inflama-
guínea muestra habitualmente una leucocitosis con torias facilitan la transmisión del VIH. Todo
desviación hacia la izquierda. La realización de radio- médico que atiende a pacientes con ETS debe saber
grafía de la zona, TC o ecografía ayuda a reconocer reconocer los síntomas de la infección del VIH y SIDA.
aire en zonas afectas y a delinear la infección. El periodo de incubación es largo, necesitándose
meses o años para desarrollar los síntomas.
Tratamiento
Clínica
Debe ser iniciado lo más precozmente posible.
Junto a las medidas generales de soporte hemodinámi- La infección primaria en un 50% se experimenta
co en pacientes críticos se debe iniciar la antibioterapia como un síndrome similar a la mononucleosis
endovenosa con antibióticos de amplio espectro, que con dolor de garganta, fiebre, fatiga, malestar general y
se debe mantener hasta que granule la herida sin signos mialgias. A veces aparecen cefalea, erupción cutánea
de infección. Los regímenes más recomendados son: morbiliforme, adenopatías, úlceras bucales o aftas. La
penicilina G 4 mill ui/4 h + clindamicina 600 duración media es de unos 14 días.
mg/6 h; ceftriaxona 1 g/12 h + metronidazol
500 mg/8 h; imipenem-cilastatina 1 g/12 h; La infección crónica por VIH aparece mucho tiem-
meropenem 1 g/8 h; vancomicina 1 g/ 12 h. po después, y depende del estado de inmunidad del
paciente. Aparece con una infección oportunista, fre-
Junto a esto se debe realizar un desbridamien- cuentemente con una linfadenopatía generalizada
to quirúrgico urgente, extenso y en profundidad persistente. Otros síntomas subsecuentes son muy
que incluya todo el tejido afectado. Junto a esto se variables y exceden a este capítulo.
debe realizar un adecuado drenaje vesical, bien uretral
o suprapúbico. Al menos un tercio de los pacientes con VIH o
SIDA van a presentar alguna alteración del aparato
Tras esto de debe hacer cobertura de los tejidos genitourinario. La patología urológica más fre-
con apósito con suero salino y cura diaria de la herida. cuente en estos pacientes es la infección uri-
Se debe vigilar esta herida porque en muchas ocasio- naria polimicrobiana.
nes precisan nuevos desbridamientos en los días
siguientes. La terapia en cámara hiperbárica es una Junto a esto, debido a su inmunodeficiencia son
opción adyuvante que potencia las medidas anteriores. más frecuente los casos de tuberculosis con una clíni-
ca similar a los pacientes sin VIH, pero con un perio-
do de incubación más breve. También son más fre-
VIH Y SIDA cuentes las infecciones por gérmenes no habituales
como infecciones fúngicas o víricas. La infección por
El virus de la inmunodeficiencia humana y su Candida albicans suele dar una cistitis crónica aunque
enfermedad SIDA merecen un apartado en este capí- provocar una uropatía obstructiva por fungus ball.
tulo debido a su trascendencia clínica y epidemiológi-
ca. Constituye una de las ETS más prevalentes. El CMV puede dar cistitis o epididimitis en el con-
texto de una infección diseminada.
Etiología
Cuando coexiste con otras ETS, estas infecciones
Los virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) suelen ser más graves con respuesta más lenta al tra-
tipos 1 y 2 se transmiten por contacto íntimo con san- tamiento y con frecuentes resistencias.
Diagnóstico BIBLIOGRAFÍA
Ante la sospecha de infección o en caso de méto- 1. Olmos Acebes L. Concepto e importancia de las
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serología iniciando con inmunoanálisis comprobados ETS.Vol 1: 8-12.
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Agradecimientos al Dr. Correas y a mis compañe- 8. Fernández Roblas R, Soriano García F. Las enferme-
ros residentes del Servicio de Urología, y al Dr. Llaca dades de transmisión sexual hoy: de la gonorrea a
del Servicio de Dermatología, por proporcionar las los papilomavirus. Cuadernos de Urología. 2005. 46:
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biología Médica. Editorial Mosby. 1996: 267-281.
13. Black PC,Wessells H. Fournier’s Gangrene. Urological
Emergencies: A Practical Guide. Editorial Humana
Press. 2005: 157-168.
Parasitosis urinaria
A. J. Fernández Sánchez
José Manuel Cózar Olmo
Miguel Tallada Buñuel
Parasitosis urinaria
capítulo 40
Parasitosis urinaria
- Coccidia.
Debido a la magnitud del problema en la última
- Haemosporina (Plasmodios).
década se ha incrementado el interés por las enfer-
- Piroplasmina (Babesia).
medades parasitarias, calculándose que a nivel mundial
más de mil millones de personas sufren una parasito- c. Phylum ciliophora: ciliados (Balantidium coli).
sis. A pesar de ello se debe diferenciar entre enfer-
medad por parásitos e infestación parasitaria, ya que la 2. Helmintos
manifestación sintomática representa una pequeña
porción. a. Phylum nematelmintos, nematodos o gusanos
redondos.
Hoy en día se hace necesario considerar las para-
sitosis en el diagnóstico debido a la facilidad de los via- - Geohelmintos.
jes intercontinentales y a la inmigración desde zonas - Oxiuros.
endémicas, siendo la mayor parte de los casos en - Triquina.
nuestro medio pertenecientes a este colectivo. - Filaria.
En lo que respecta al tracto urogenital pocos son b. Phylum platelmintos o gusanos planos.
los parásitos que lo afectan, por lo que en este capi-
- Trematodos o lombrices:
tulo nos centraremos en tres:
Schistosoma, Fasciola.
- Céstodos o tenias:
- Esquistosomiasis o Bilharziosis
Echinococcus, Himenolepis, Taenia, Diphyllo-
botrium.
- Filariasis o Wuchereriasis
- Hidatidosis
ESQUISTOSOMIASIS
Describiendo después de forma breve otros pará- O BILHARZIASIS
sitos de menor relevancia.
Introducción
Clasificación de los parásitos
La esquistosomiasis es una enfermedad crónica
1. Protozoos (unicelulares). causada por un trematodo que afecta al hombre y
animales, siendo la más grave de las infecciones por
a. Phylum sarcomastigophora. helmintos, afectando mundialmente de 200 a 300
millones de personas. En el hombre se dan tres espe-
- Sarcodina: amebas. cies principales de esquistosomiasis, las producidas
- Mastigophora (flagelados): Giardia, Tricho- por S. mansoni, S. japonicum, y S. haematobium, siendo
monas, Leishmania, Trypanosoma. menos importantes el S. mekongi y el S. intercalatum.
Ciclo biológico
La infección humana por esquistosoma comparte
Los gusanos adultos de S. mansoni y japonicum el mismo ciclo vital independientemente de la especie
habitan en los plexos venosos del intestino, siendo sus causante presentando sólo diferencias en la localiza-
manifestaciones clínicas fundamentalmente hepáticas. ción del gusano adulto, periodo previo a la puesta de
En el caso del S. haematobium los gusanos se encuen- huevos, número de huevos producidos, y destino final
tran en los plexos venosos perivesicales causando la de los mismos. Existen diferencias también en la mor-
esquistosomiasis urinaria (Figura 1). fología de los parásitos y los tipos de caracol huésped.
El ciclo para el S. haematobium consiste en una fase de
Epidemiología y distribución reproducción sexual (fase humana donde el gusano
adulto y los huevos habitan al hombre) y otra asexual
La esquistosomiasis es, tras el paludismo, la segun- (en el caracol), necesitando ambas formas el agua
da parasitosis mundial afectando de 200 a 300 millo- dulce como vehículo.
nes de personas, considerándose endémica de países
africanos. Fase sexual
El hombre se infecta por penetración de la piel
El S. mansoni se localiza en Sudamérica (Brasil, intacta debido a enzimas secretadas por la forma infec-
Venezuela), las Antillas, África y Cercano Oriente, S. japo- tante de las larvas (cercarias), una vez se ha tenido con-
nicum se encuentra principalmente en China y Filipinas, tacto con aguas dulces contaminadas.Tras 48/72 horas
S. mekongi en Indochina y S. intercalatum en África occi- por vía venosa y linfática emigran a pulmones, luego a
dental central. El S. haematobium se localiza en Oriente sistema portal, donde logran la madurez sexual, y se
Medio y la mayor parte de África, así como en el sudes- aparean (una vez producida la cópula macho y hembra
te asiático. De los 200 millones de esquistosomiasis, 80 se unen inseparablemente) dirigiéndose a las vénulas
ó 90 corresponderían a bilharziosis urinaria, aumentan- vesicales y pelvianas. El periodo entre la emigración y la
do los casos descritos en la bibliografía en países desa- puesta de huevos para el S. haematobium es de 2 a 3
rrollados en los últimos años. meses.
Figura 3. Huevo de S. haematobium. toma, siendo la fase crónica la que diferencia a las dis-
tintas especies por sus manifestaciones propias de su
afinidad por unos u otros órganos.
Esquistosomiasis aguda
(fiebre de Katayama)
Tanto el prurito del nadador como la fase aguda
rara vez se dan en poblaciones endémicas, soliendo
afectar a los turistas. El S. haematobium no suele pro-
Se calcula que se depositan entre 200 y 500 hue- vocarlas. La clínica que se presenta a partir de las dos
vos por día, los cuales pueden quedar en los tejidos de semanas del contacto consiste en fiebre, escalofríos,
depósito (vejiga y uréteres) o regresar por el sistema cefalea, lifadenopatias, urticaria, esplenomegalia, tos no
portal al hígado. Cuando los huevos atraviesan el productiva, dolor abdominal diarrea y eosinofilia.
endotelio vascular y la pared vesical son eliminados
por la orina, quedando el resto o bien destruidos por Esquistosomiasis crónica
la respuesta granulomatosa o calcificados formando Determinada por la formación de granulomas y la
acúmulo. La característica diferencial de los huevos de excreción de huevos por la orina.
S. haematobium es la presencia de una espina termi-
nal que sólo comparte con S. intercalatum (Figura 3). Clínica
Fase asexual Dentro del aparato genitourinario las principales
Una vez que los huevos caen al agua dulce madu- lesiones asientan en vejiga y uréteres (las desarrollare-
ran formando un miracidio (larva ciliada), que es la mos más adelante), pero también se han encontrado
forma que penetra en el huésped intermedio, el cara- en próstata, uretra, epidídimo, testículo, cordón y vesí-
col, en nuestro caso del género Bullinus. Una vez den- cula seminal en el hombre y en la mujer en cualquier
tro del caracol y tras un periodo de uno a dos meses localización genital.
se desarrolla el esporocito primario, luego el secunda-
rio dando lugar a las cercarias, produciéndose miles de Los síntomas urológicos principales son la hema-
cercarias de un solo miracidio por reproducción ase- turia terminal y la disuria con síndrome miccional clá-
xual. Las cercarias son viables fuera del caracol duran- sico.Transcurridos unos años y debido al aumento de
te 48 horas. la fibrosis se pueden observar cólicos renoureterales
o uropatías obstructivas silentes, litiasis secundarias,
Presentación cistitis, cuadros de retención, incontinencia, etc. El
desarrollo final lleva a vejigas retraídas y esclerosadas
La enfermedad por esquistosoma es consecuen- con poca capacidad que provocan reflujo, que junto
cia directa de la presencia de los huevos y de la res- con la uropatía obstructiva desemboca en insuficien-
puesta granulomatosa del huésped (Phillips y Colley, cia renal.
1978) ya que las formas adultas no son patógenos por
sí solos. La morbimortalidad es causada principalmen- El S. haematobium también puede provocar clínica
te por la respuesta inflamatoria y fibrótica a la presen- fuera del aparato urinario, entre la que destaca la
cia de los huevos cuyo número depende a su vez de hipertensión pulmonar, la derivada de la invasión
la densidad de gusanos en el humano. Podemos dife- intestinal (cuadros diarreicos), la derivada de la inva-
renciar tres etapas comunes en la infección por esquis- sión de la médula espinal y de la pulmonar.
FILARIASIS O WUCHERERIASIS
Introducción
Fue la primera enfermedad en que se probó su
transmisión por insectos, demostrándose en 1866 por
Otto Wecherer la presencia de la forma larvaria en
orina.
invaden el sistema linfático donde maduran y se
Causada por un gusano nematodo filiforme, endé- reproducen. Las microfilarias circulan en los linfáticos y
mica en muchos países tropicales y subtropicales de sangre, donde son tomadas por mosquitos hematófa-
Asia, África, América Central y del Sur. Las lombrices gos, cerrando el ciclo. Las formas adultas viven en
invaden linfáticos, tejidos subcutáneos y profundos. Las grandes linfáticos, destacando los periaórticos, iliacos,
filariasis se pueden clasificar en linfáticas (generadas inguinales e intraescrotales (Figura 4).
por Wuchereria bancrofti, Brujia Malayi y B. timori) o
no linfáticas (Loa-loa, Onchocerca Volvulus, Manso- Presentación y clínica
nella...).
Afecta con mayor frecuencia a poblaciones entre
Nos centraremos en las filariasis linfáticas ya que 25 y 40 años, siendo especialmente propensos quie-
el resto, salvo el Onchocerca Volvulus, que causa ele- nes padecen deformaciones linfáticas. Los síntomas
fantiasis escrotal, no producen repercusiones genitou- aparecen como respuesta inflamatoria a los gusanos
rinarias. adultos o a las microfilarias ya que los fenómenos obs-
tructivos son causados por reacción granulomatosa.
Epidemiología y distribución Las formas de presentación son: la asintomática, las fie-
bres filariales, las lesiones crónicas por obstrucción lin-
La Wuchereria bancrofti es la especie más difun- fática y la eosinofilia tropical.
dida calculándose unos 100 millones de personas
infectadas a nivel mundial, siendo endémica en Áfri- Fiebres filariales
ca, islas del Pacífico, sudeste asiático, las Antillas, Son episodios de linfangitis y linfadenitis que se
América Central y el este de Sudamérica. B. Malayi manifiestan con ataques febriles breves, episódicos
se encuentra en la India, China, Japón, Tailandia, y que se acompañan de escalofríos, sudoración, cefalea,
Filipinas, y B. timori está limitada a Indonesia. náuseas, vómitos y mialgias. Esta manifestación recidi-
va en intervalos regulares en periodos de semanas o
La transmisión se produce a través de mosquitos meses sobre todo durante el primer trimestre. Las
de las especies Anopheles, Aëdes, y Culex para la fila- manifestaciones urológicas más frecuentes son la funi-
riasis bancrofti. culoepididimitis, orquitis, e hidroceles por afectación
de los vasos del cordón espermático y testículos.
Ciclo biológico
Lesiones crónicas
La larva del parásito es transmitida al ser humano Se producen por la interrupción del drenaje linfá-
por la picadura de un mosquito infectado. Las larvas tico. Se presenta edema, ascitis, hidrocele, quilocele,
Diagnóstico
HIDATIDOSIS
El diagnóstico de sospecha es clínico confirmán-
dose mediante examen directo de extensiones de Introducción
sangre periférica o la observación de microfilarias en
extensiones teñidas con Giensa. Es la forma larvaria del cestodo Echinococus
granulosus, que también se conoce como quiste
• Hemograma: Marcada eosinofilia. hidatídico. Es conocida desde la antigüedad, ya
Hipócrates describe la “marsupialización” para
• Serológico: Con la elefantiasis ya desarrollada las extirpar el quiste. Aunque existen varias especies, la
microfiliarias son difíciles de ver, por lo que se usan que nos interesa por ser endémica en España es la
sondas de DNA o PCR, anticuerpos monoclona- E. granulosus.
les y técnicas de fijación del complemento.
Epidemiología y distribución
• Radiología: La linfografía revela linfáticos tortuosos
y dilatados y la radiografía simple puede mostrar Existe una mayor frecuencia en países ganaderos
parásitos calcificados. donde la cría se realiza con la ayuda de caninos, des-
tacando el Medio Oriente, Nueva Zelanda, Australia,
Tratamiento Sudamérica y Sudáfrica. En Europa se extiende por
España, Grecia, Italia y la antigua Yugoslavia. España es
Médico una zona endémica con una incidencia de unos 2.000
Se usan tres fármacos: casos al año.
Los casos de hidatidosis renal son raros en com- Quiste hidatídico abierto
paración con los de otras localizaciones variando El quiste se abre parcialmente a la vía excretora
según la literatura entre 2 y 4% (70% de localización (40% de los casos) provocando sintomatología urina-
hepática generalmente en el lóbulo derecho), adqui- ria desde el inicio, destacando el cólico nefrítico y la
riéndose en la niñez usualmente con un periodo hematuria. La hidatiduria es la presencia en la orina de
latente de cinco a veinte años. “pellejos de uva” (signo patognomónico), indicando la
presencia de vesículas hijas.
Ciclo biológico
Como consecuencia de la apertura y el drenaje
La tenia E. granulosus es un cestodo que mide 5 mm., intermitente se pueden producir sobreinfecciones dan-
vive en el yeyuno del perro. Los huevos expulsados con do pioquistes con la sintomatología propia infectiva.
las heces del perro son ingeridos por el hombre por
consumir agua o alimentos contaminados por los La hidátide se rodea de tejido renal no parasitario
excrementos o bien de forma directa al tocar la zona que se divide en tres capas:
anal o el pelo. Los huevos en el estómago liberan las lar-
vas que atraviesan la mucosa intestinal y entran en el 1. Profunda esclerohialina.
sistema portal. Si continúan progresando y no quedan
en el hígado pasan por las venas suprahepáticas al cora- 2. Media (tejido conjuntivo).
zón derecho y de allí a los pulmones, los que escapan
hacia la circulación sistémica invaden cerebro, riñón, 3. Externa (células parenquimatosas alteradas).
huesos y otros tejidos. Cuando el quiste se forma en el
hombre se rompe el ciclo biológico ya que para conti- La evolución es de univesicular en los niños a mul-
nuarlo el perro debería ingerir la carne humana con el tivesicular en el adulto, donde es frecuente la calcifica-
quiste para que se desarrollara el parásito adulto. ción del periquiste.
los cálices renales. Son el signo de la copa, la ima- Strongyloides stercolaris,Toxocara canis, Armilliper armilla-
gen de la media luna, imagen en garra, en panal de tus, Enterobius vermicularis, Entoameba histolytica y la
abeja y exclusión renal. Como ya hemos señalado Sarna.Vamos a describir sólo los casos de la tricomo-
anteriormente, podemos visualizar la calcificación niasis y la pediculosis pubis.
del quiste si sucede. En el caso del quiste retrove-
sical podemos encontrar una imagen en anillo por
elevación de la vejiga, así como signos de la posi- TRICOMONIASIS
ble compresión ureteral.
Causada por la T. vaginalis, presenta un mecanismo
• Ecografía: Se ha convertido en una pieza impor- de transmisión sexual. En el hombre se localiza en
tante para el diagnóstico etiológico, variando en el uretra, próstata, vesícula seminal y vejiga; en la mujer,
riñón desde presentación de imágenes de quiste en vagina, uretra, vejiga y en ocasiones en las trompas
simple univesicular a colecciones tabicadas multi- de Falopio.
vesiculares o a la calcificación de la pared.
La frecuencia varía del 10 al 25% en mujeres adul-
• TAC: Útil para demostrar más detalles de la tas, elevándose al 70% en aquellas con múltiples pare-
hidátide. jas sexuales (Figura 6).
Pruebas inmunológicas: Clínica
• Cutirreacción de Casona, sensible pero con un
40% de falsos positivos. En fases agudas en ambos sexos, una cistitis o una
uretritis no gonocócica con disuria, polaquiuria y
• Hemoaglutinación indirecta y aglutinación con látex, secreción uretral. En la mujer produce vaginitis con
útiles si son positivas. leucorrea amarillenta verdosa y prurito intenso. En el
hombre puede ocasionar prostatitis y eyaculación
• Inmunoelectroforesis, es una reacción cualitativa, precoz.
es el diagnóstico serológico más específico con la
presencia del arco 5, que indica positividad. Diagnóstico
Tratamiento Examen en fresco de la secreción vaginal, uretral
o de orina, donde se observa la tricomona. Puede
El estándar es el quirúrgico, dejando el médico recurrirse al cultivo en medios especiales como el de
con mebendazol y abendazol (ESKAZOLE) a dosis Hollander.
altas (40 mg/kg al día durante 28 días en tres ciclos
separados 14 días) a pacientes que no puedan inter-
venirse. Figura 6. Trichomona vaginalis.
Otros parásitos
Otros parásitos que podemos encontrar con afec-
tación urogenital son la ya mencionada Onchocerca,
Tratamiento BIBLIOGRAFÍA
El metronidazol por vía oral a dosis de 40 1. Peyrí Rey, E. Parasitosis genital. En: Enfermedades
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Cistitis, cistopatías
y síndrome uretral
Cistitis, cistopatías
y síndrome uretral
Cistitis intersticial....................................................................................................................................................... 729
Cistitis rádicas ................................................................................................................................................................ 739
Cistitis eosinofílica...................................................................................................................................................... 742
Cistitis folicular.............................................................................................................................................................. 743
Cistopatía quística...................................................................................................................................................... 743
Cistopatía glandular.................................................................................................................................................. 744
Leucoplasia........................................................................................................................................................................ 744
Malacoplasia ..................................................................................................................................................................... 744
Endometrosis vesical ............................................................................................................................................... 744
Cistitis química hemorrágica inducida por agentes alquilantes.................................... 745
Cistitis química hemorrágica inducida por fármacos y toxinas diversas.............. 746
Cistitis incrustante..................................................................................................................................................... 746
Síndrome uretral ......................................................................................................................................................... 747
Síndrome uretral clásico...................................................................................................................................... 747
Síndrome uretral o cistitis cervicotrigonal........................................................................................ 748
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 749
41. Cistitis, cistopatías y síndrome uretral
capítulo 41
Cistitis, cistopatías
y síndrome uretral
Bajo la denominación de cistitis existe un amplio psicótico y otros, tienen que estar implicados, siendo
grupo de enfermedades que en la mayoría de las oca- cierto que aún no se ha encontrado una explicación
siones relacionamos casi de forma inmediata con la satisfactoria y concluyente.
inflamación vesical causada por bacterias. No siempre
es así, existiendo otras múltiples causas de irritación La lesión inicial es submucosa, produciéndose
vesical secundarias a otros muchos factores (1). zonas inflamatorias crónicas con reacción vascular y
linfática, infiltración celular y fibrosis que afectan des-
Cifuentes y Reuter describieron entre éstas las pués a la capa muscular. En la mucosa los cambios son
cistitis por irradiación, las químicas (quimioterapia), las escasos y se pueden objetivar en el examen cistoscó-
provocadas por obstrucción o cuerpos extraños y pico como leves manchas blanquecinas y erosiones
otras. Además se describieron inflamaciones crónicas sobre todo al distender la vejiga, pudiendo aparecer
de la vejiga de causas no conocidas llamadas cistopa- también como pequeñas manchas rojas ulceradas
tías crónicas, albergando bajo esta denominación dife- denominadas “úlcera de Hünner”.
rentes tipos de cistitis, de entre las que destacan por
su elevada prevalencia la uretrotrigonitis crónica y la Este proceso afecta toda la superficie vesical en la
cistitis intersticial (1). cistitis intersticial con poca lesión trigonal, mientras en
el síndrome uretral las lesiones son más leves y cir-
Es un proceso patológico vesical inflamatorio cróni- cunscritas al trígono y región cervical (2,3).
co que clínicamente se caracteriza por síntomas irri-
tativos parecidos a la cistitis aguda clásica pero que se En este capítulo se tratarán las cistopatías más
prolonga en el tiempo. El cuadro clínico es muy varia- relevantes con especial interés por su enorme impor-
ble, provocando en los casos más serios una dismi- tancia sociosanitaria en la cistitis intersticial.
nución de la capacidad vesical que lleva a una situa-
ción invalidante. Los casos más leves son muy fre-
cuentes y entran dentro de un cuadro inflamatorio
inespecífico que ha tenido muchas denominaciones. CISTITIS INTERSTICIAL
Los alemanes lo describen como vejiga irritable, en
Estados Unidos se ha descrito como síndrome ure- Introducción
tral y otros lo llaman cistalgias con orinas claras. La
realidad de este cuadro es que en su expresión his- La cistitis intersticial es un síndrome de etiología
tológica y endoscópica se objetiva una uretrotrigoni- actualmente desconocida sobre la que se presupone
tis crónica (1,2). un origen multifactorial caracterizado por la existencia
de una inflamación crónica de la vejiga. La caracteriza-
La causa de la cistitis intersticial y de la uretrotri- ción de este síndrome viene determinada por la pre-
gonitis crónica se desconoce, aunque se postula sencia de síntomas irritativos crónicos, cultivo y estu-
como multifactorial puesto que al tratarse de una dio citológico de orina negativos y la existencia de
inflamación crónica similar a la provocada en las hallazgos cistoscópicos característicos. Es de vital
enfermedades del colágeno, los factores genéticos, importancia descartar otras causas que justifiquen
autoinmunes, irritantes tisulares, hormonales, neuro- este mismo cuadro clínico.
El término “cistitis intersticial” fue acuñado por bajos de estrógenos ha llevado a pensar en la
Skene en 1878. En 1915, Hünner informó haber halla- influencia hormonal sobre esta enfermedad aun-
do una úlcera vesical en un grupo de pacientes con que no se han encontrado evidencias significativas
síntomas de dolor suprapúbico, frecuencia, nicturia y de la misma.
urgencia que habían persistido durante un promedio
de 17 años (3,4). • FACTORES PSICOLÓGICOS: La enfermedad
suele relacionarse con alteraciones psicológicas y
Etiología de la calidad de vida del enfermo. Algunos enfer-
mos se vuelven ansiosos, irritables y deprimidos,
La etiología de la cistitis intersticial es realmente pero la cistitis intersticial no es una enfermedad
desconocida, habiéndose implicado en ella múltiples psicógena como se pensó en un principio. Estas
causas, muchas de las cuales podrían actuar conjunta- alteraciones aparecen de forma secundaria como
mente y habiéndose relacionado con la presencia de respuesta a la enfermedad y por tanto sin influir
otras patologías, como enfermedades del colágeno, en su causa. La nocturna, por ejemplo, interfiere
enfermedades autoinmunes, enfermedades pélvicas y con el sueño durante periodos extensos.
gastrointestinales, infecciones y alergias. Entre las cau-
sas implicadas destacan (1,4): El estudio de NIH y Urban Institute halló que los
enfermos con cistitis intersticial refirieron tener
• INFECCIONES: Hunner ya en 1918 propuso que pensamientos suicidas en tres o cuatro veces más
el síndrome derivaba de una infección bacteriana frecuencia que la población general. En una escala
crónica de la pared de la vejiga secundaria a dise- de calificación para valorar la satisfacción con la
minación hematógena. Desde entonces muchos vida, lograron puntuaciones inferiores a las de
autores han defendido la etiología infecciosa aun- mujeres sometidas a diálisis.
que sin hallar evidencia de una infección bacteria-
na, fúngica o viral. En 1989,Wilkins aisló Gardnerella • AUTOINMUNIDAD: No existe evidencia científi-
vaginalis o Lactobacillus en 5 de 10 pacientes diag- ca de esta relación, aunque sí parece ser una enfer-
nosticados de cistitis intersticial que sin embargo medad más prevalente entre enfermos con enfer-
no respondieron al tratamiento antibiótico. Existen medades autoinmunes. Así ha sido frecuente la
además investigaciones sobre el crecimiento de asociación con el Lupus Eritematoso Sistémico
microorganismos en la pared vesical del tipo de los (LES); Ovaristo, en 1970, describió la presencia de
retrovirus y virus de crecimiento lento sin hallazgos anticuerpos antinucleares positivos con títulos
concluyentes por el momento. bajos en un 85% de los enfermos diagnosticados
de cistitis intersticial, aunque otros como Anderson
• OBSTRUCCIÓN VASCULAR Y LINFÁTICA: No (1989) no encuentran diferencias significativas.
ha conseguido demostrarse en modelos animales.
Además el tratamiento quirúrgico de la enferme- • DEFECTO DE LA MUCOSA VESICAL: El revesti-
dad mediante técnicas que modifican la vasculari- miento de mucina de la vejiga está formado por
zación y el drenaje linfático ha sido inútil. glucosaminoglucanos “GAG”, un tipo de muco-
proteína similar a la heparina, que impide que las
• NEUROPATÍAS: Ante algunas observaciones que bacterias se adhieran a la pared vesical. Una defi-
evidencian perineuritis en la pared vesical de enfer- ciencia de la capa GAG permitiría que determina-
mos con cistitis intersticial se acepta que los meca- das sustancias de la orina migrasen a los espacios
nismos neuropáticos tienen importancia en el subepiteliales de la vejiga y desencadenaran el
mantenimiento del cuadro, aunque se desconoce proceso inflamatorio que finalmente conduciría a
la forma y el grado de importancia de su relación. la aparición de los cambios patológicos y los sín-
tomas de la cistitis intersticial.
• ENDOCRINOPATÍAS: La relación mujer/hombre
elevada, su rareza fuera del periodo hormonal- • PRESENCIA DE SUSTANCIAS TÓXICAS EN
mente activo de la mujer y su relación con niveles ORINA: En relación con la hipótesis anterior esta-
ría la presencia en orina de ciertas sustancias nóstico fundamentalmente en los criterios clínicos y
capaz de pasar a las capas epitelial y subepitelial de en las observaciones cistoscópicas.
la pared vesical.
En esta patología, a diferencia de otras, la utilidad
• EL MASTOCITO: Existe cierta evidencia que los fundamental del estudio patológico no radica en la
mastocitos podrían actuar como causa y como confirmación histológica de la enfermedad, sino en el
marcador de la cistitis intersticial. Los mastocitos hecho de descartar otras, fundamentalmente el carci-
liberan histamina, sustancia que induciría inflama- noma in situ de vejiga.
ción que a su vez desencadenaría dolor, hiperemia
y podría derivar en fibrosis. Podríamos decir que anatomopatológicamente se
trata de una pancistitis transmural crónica, con exis-
El problema es que sólo la mitad de los enfermos tencia de fibrosis e inflamación y con extensión de
con cistitis intersticial presentan mastocitosis. Los forma importante a las capas más profundas, aunque
pacientes con vejigas pequeñas y fibrosis del parece que las alteraciones iniciales se encuentren en
detrusor tienen hasta tres veces más mastocitos el epitelio y la lámina propia.
en las biopsias de vejiga que los controles sanos o
que los pacientes con cistitis intersticial con capa- Otro dato característico es el adelgazamiento del
cidades de vejiga más normales. urotelio. La submucosa presenta dilatación capilar,
edema y un infiltrado de monocitos y eosinófilos.
Epidemiología
Conviene por tanto establecer que los hallazgos
Algunos rasgos demográficos y epidemiológicos anatomopatológicos de las cistitis intersticiales son
contribuyen a identificar algunos aspectos conceptua- inespecíficos y se correlacionan con el momento evo-
les de la enfermedad y su verdadera repercusión asis- lutivo de la enfermedad.
tencial y sociosanitaria.
Se ha descrito que la lesión inicial ocurre en esta
La enfermedad es entre seis y diez veces más fre- submucosa inflamada, edematosa, con reacción vascu-
cuente en mujeres que en hombres, con una preva- lar y linfática, infiltración celular y fibrosis, siendo éstos
lencia creciente en base al aumento en los diagnósti- los hallazgos más comunes. En fases evolutivas inter-
cos realizados. medias o avanzadas se observan con mayor frecuen-
cia lesiones ulcerativas en isquemia y pérdida de la
La incidencia real de la enfermedad se estimó en mucosa vesical con el correspondiente hallazgo endos-
Europa (1990) en 1,2 casos por 100.000 habitantes y la cópico de lesiones clásicas de “úlcera de Hünner”. En
prevalencia en 10-11 también por 100.000 habitantes. fases crónico-evolutivas los hallazgos de fibrosis
Otra aproximación más reciente procedente de Estados extensa con afectación importante de la capa muscu-
Unidos estimó una población total de entre 500.000 y lar corresponden a las vejigas retráctiles con mínima
1.000.000 de pacientes con cistitis intersticial con una distensión, retracción parietal y palidez mucosa en la
prevalencia de 60 casos por 100.000 habitantes (9). cistoscopia.
cia nocturna 4,7 veces frente a 6,5 micciones y • La endoscopia endovesical en el estudio de
un volumen de 270 ml, observado en 48 con- esta enfermedad es el procedimiento funda-
troles (13). mental.
• En los últimos años se ha incorporado por algu- Debe realizarse bajo anestesia general o raquídea,
nos grupos el “test del potasio”, un método sirviéndonos como acto diagnóstico y terapéutico.
denominado también test de Parson, fácilmente
reproducible y que puede fácilmente incorporar- No existen hallazgos patognomónicos en la explo-
se a la rutina asistencial (14). La base teórica de este ración cistoscópica aunque sí signos endoscópicos
test se basa en la capacidad normal del epitelio que sugieren el diagnóstico de cistitis intersticial
vesical para actuar como barrera más o menos como las granulaciones tras la distensión o las úl-
permeable ante diferentes soluciones o sustancias, ceras de Hünner en fases evolucionadas.
en este caso al cloruro potásico (clk).
Se debe comenzar la visualización vesical de mane-
En sujetos sanos la instilación de una solución de ra simultánea al propio llenado vesical. Esta estra-
clk no desencadena ningún estímulo en los ele- tegia permite observar las características de la pro-
mentos sensitivos del epitelio, mientras que en pia distensión y si aparece o no el “lagrimeo”
presencia de alteraciones funcionales que afecten hemático durante la inspección. Éste es el momen-
a la permeabilidad del epitelio se producirá un to en el que además es posible observar hemo-
incremento de la misma y la difusión del potasio rragias petequiales y/o lesiones glomerulares.
produciría dolor y urgencia miccional reprodu-
ciendo los síntomas del síndrome clínico. En las fases más crónicas y evolucionadas se
puede observar la presencia de lesiones atercio-
La propia experiencia en las series más amplias peladas en forma de parches múltiples de color
permite establecer que el test resulta positivo en repartidos por toda la mucosa urotelial. Estas
el 4% de las personas sanas, 100% en presencia de lesiones en su evolución ulterior acaban transfor-
infección urinaria aguda y 75% en pacientes con mándose en verdaderas úlceras que responden a
cistitis intersticial (13,14). la clásicamente descrita úlcera de Hünner.
• Las exploraciones analíticas obligadas que Efectuada la inspección inicial de la cavidad vesical,
debemos efectuar son el sedimento, la cito- la segunda parte del procedimiento endoscópico
logía y el cultivo de orina, incluyendo mico- debe ser la distensión vesical, la cual debe reali-
bacterias (Ziehl). El sedimento normalmente es zarse llenando lentamente la vejiga con una
anodino, aunque podemos encontrar piuria esca- columna de presión de agua entre 80 y 100 cm;
sa. El cultivo debe ser estéril por definición. Los este llenado pasivo finaliza pasados varios minutos
resultados citológicos deben ser negativos. y después se debe vaciar el contenido.
Ninguna de estas pruebas es diagnóstica para la Se obtiene información importante como el volu-
cistitis intersticial, sirviendo para descartar otras men que reflejará la capacidad vesical y la posibili-
patologías incluidas en los diagnósticos diferencia- dad de objetivar leve hematuria que traduce la
les posibles. presencia de lesiones glomerulares y/o ulceradas.
• Las exploraciones radiográficas no son impres- Una nueva visualización de la mucosa vesical pon-
cindibles y solamente deben solicitarse para des- drá de manifiesto la presencia de estas lesiones,
cartar otras causas de patología. sobre todo en las zonas móviles de la vejiga.
La más utilizada es la urografía intravenosa si en el Esta maniobra, tal como se ha descrito, propor-
conjunto sintomático o en la historia recogida del ciona mejorías sintomáticas transitorias en el 60%
enfermo aparece hematuria. de los pacientes.
ropatía diabética. Estos fármacos reducen el dolor, • ANTAGOINISTAS OPIÁCEOS: Empleados por
facilitan el sueño y poseen propiedades antihista- su propiedad de inhibir la degranulación de los
mínicas que supuestamente combaten los efectos mastocitos, y por tanto la liberación de histamina.
de los mastocitos supuestamente implicados en el Se está utilizando el NALMEFENE a dosis crecien-
desarrollo de la enfermedad. Además aumentan la te de 0,5 mg/12 h hasta 60 mg/12 h, habiéndose
capacidad vesical y mejoran el tono del cuello de comunicado buenos resultados en el 60% de los
la vejiga. pacientes.
Tienen por tanto también efectos anticolinérgicos, • ANTAGONISTAS DEL CALCIO: En la cistitis
antihistamínicos, analgésicos e inhiben a nivel pre- intersticial pueden ser útiles por sus propiedades
sináptico la recaptación de serotonina y noradre- como relajantes del músculo liso vascular, relaja-
nalina. La amitriptilina ha sido el más usado en la ción del músculo detrusor y su efecto inmunosu-
cistitis intersticial. Otros también muy usados han presor. Se ha utilizado la nifedipina, administrada
sido la imipramina, doxepina y nortriptilina. inicialmente a dosis de 30 mg/día durante dos
semanas y subiendo la dosis hasta 60 mg/día.
Los pacientes parecen responder mejor a estos
medicamentos si se administran inicialmente a la • NEUROESTIMULACIÓN ELÉCTRICA
menor dosis y luego se aumenta gradualmente. TRANSCUTÁNEA (TENS): Su principio en el
uso de la cistitis intersticial está en el hecho de
• HIDROXICINA: Es una piperacina que actúa como ser utilizado con éxito en el tratamiento de dife-
antagonista de los receptores H1, inhibidor de la rentes patologías dolorosas. Se está utilizando
degranulación de los mastocitos, anticolinérgico y actualmente la estimulación nerviosa transcutá-
sedante. Parece que es particularmente eficaz en la nea en la cistitis intersticial mediante estimula-
reducción de la nicturia, la frecuencia miccional ción continua. Los electrodos se aplican en dife-
diurna y el dolor. Al igual que con los tricíclicos se rentes zonas, la más utilizada la suprapúbica. La
deben administrar pequeñas dosis al principio y mayoría de los autores recomiendan el uso de
aumentarlas gradualmente para minimizar la som- pulsos rectangulares unipolares de corta dura-
nolencia. La dosis media necesaria es de 50 mg/día. ción y de amplitud grande, con frecuencias que
varían entre 1 a 100 Hz y aplicados durante 30 a
• CORTICOIDES: Se han empleado, pero precisan 120 minutos al día. Las formas de la enfermedad
altas dosis para conseguir efectos apreciables, que mejor responden a este tipo de tratamiento
dosis a las que también es frecuente la aparición son las formas ulcerativas. Se están ensayando
de efectos secundarios importantes, motivo por el nuevos TENS con diferentes energías aplicados
que prácticamente, salvo en casos muy graves y durante 8 a 10 horas al día con muy buenos
justificados, no se emplean. resultados preliminares.
Puede, en casos seleccionados, prolongar la dilata- realizarse de forma ambulante sin anestesia con
ción durante periodos mayores. La complicación una periodicidad de 3-4 semanas si se consigue
más temida de esta técnica es la ruptura vesical. buena respuesta.
En caso de enfermos con una capacidad vesical
muy disminuida puede ser de elección la hidrodis- • HEPARINA: Empleado con 10.000 unidades de
tensión con el balón. heparina sódica diluidas en 10 cc de agua instila-
dos durante 1 h 3 veces por semana durante
• DMSO (sulfóxido de dimetilo): Es posiblemente el 3 meses, aumentando a una instilación diaria si no
tratamiento más utilizado. Tiene su efecto farma- existe respuesta. Se recomienda no interrumpir el
cológico como antiinflamatorio, analgésico, relajan- tratamiento hasta los seis meses. La heparina no
te muscular e inhibidor del depósito de colágeno. se absorbe a través de la mucosa vesical, pero sí
se ha descrito la formación de anticuerpos frente
Fue aprobado por la FDA específicamente para a la misma.
este uso en 1978. Se emplea instilándolo semanal
o quincenalmente en una solución acuosa de Tratamiento quirúrgico
DMSO al 50% que el enfermo debe mantener en
la vejiga durante 15 minutos, pudiendo repetirse la Aunque los tratamientos conservadores consi-
instilación durante un tiempo indeterminado. Se guen buenos resultados hasta en un 90% de los
han descrito mejorías entre el 50% y el 70% de los pacientes, existe una pequeña minoría de pacientes
pacientes. cuyos síntomas graves no responden ni tan siquiera
parcialmente a los mismos, siendo en estos casos
Puede provocar ardor uretral al orinar y los sín- necesarios el uso de alguna de las diversas técnicas
tomas de irritación pueden empeorar inmediata- quirúrgicas que se reseñarán a continuación.
mente después del procedimiento. Además, exis-
ten otros efectos secundarios que incluyen un De hecho, ningún otro tratamiento, a excepción
sabor y olor como a ajo durante uno o dos días de la cirugía, es significativamente eficaz para el pacien-
después de la instilación al excretarse el solven- te cuya vejiga presenta cicatrices irreversibles y con-
te por los pulmones. Existe la posibilidad de aña- tracción, además de una capacidad vesical significativa-
dir en la instilación uno o varios de los siguientes mente reducida.
fármacos: hidrocortisona (100 mg) más bicarbo-
nato sódico (44 mEq) o heparina sódica (5000 • RESECCIÓN TRANSURETRAL (RTU): Empleada
unidades) que imita el revestimiento de GAG de en pacientes con úlcera de Hünner exclusivamen-
la vejiga. te como forma de resecar la lesión. Utilizada sin la
correcta indicación puede agravar la sintomatolo-
• NITRATO DE PLATA: Suele utilizarse como irri- gía del paciente al provocar nuevas cicatrices y
gación continua comenzando con una dilución de más inflamación.
1:5.000, aumentando progresivamente hasta
1:100. Frecuentemente es preciso utilizar analgesia • TRATAMIENTO CON LÁSER: El láser de neody-
asociada y es fundamental descartar reflujo vesi- nium-YAG también se ha empleado en las formas
coureteral o perforación antes de comenzar el ulcerativas con el fin de disminuir la formación de
tratamiento, y no debe instilarse si recientemente cicatrices residuales provocadas por el tratamien-
se ha practicado una biopsia vesical. to con RTU de estas lesiones.
Por último, el total de dosis recibida por la vejiga. En estas circunstancias es común visualizar las
La toxicidad aumenta cuando el total de dosis recibi- lesiones en la mitad posterior de la vejiga e incluyen
da supera los 60 Gy. telangiectasias en forma de pequeñas granulaciones o
estrellas, tortuosidad en los vasos superficiales, áreas Sintomatológicamente, los efectos agudos más
de hemorragia focal o difusa y ulceraciones que en su frecuentes son disuria, aumento de la frecuencia uri-
evolución posterior pueden condicionar la aparición naria y urgencia miccional, los cuales aparecen a par-
de fístulas. Además, como consecuencia de la disten- tir de la 20-30 semana de tratamiento.
sión vesical existe hematuria.
La gravedad de la sintomatología es muy variable
Las formas más severas de evolución más crónica dependiendo de la relación dosis/volumen suministra-
se caracterizan por la escasa distensibilidad de una da, la infección urinaria sobreañadida o la existencia de
vejiga cuyo aspecto macroscópico es deslustrado y cirugía vesical previa. Generalmente son síntomas poco
con gran facilidad para la hemorragia. La disminución severos y que responden bien al tratamiento sintomá-
casi extrema de la distensibilidad refleja la fibrosis tico y/o interrupción temporal del tratamiento.
parietal que sustituye al estrato muscular.
Se producen en el 40-60% de los pacientes trata-
Los estudios de imagen, citología urinaria y la dos por diversas patologías y suelen resolverse en el
endoscopia, sobre todo realizada sin hematuria, per- transcurso de semanas.
miten además descartar un posible tumor vesical. La
biopsia debe realizarse con suma cautela debido al Histológicamente durante esta fase aguda puede
riesgo de perforación o de fístula. observarse edema de la mucosa, degeneración de
células epiteliales y descamación epitelial. Esto ocasio- del daño sobre el endotelio vascular, consistente en
na una pérdida de las uniones celulares y de la capa hiperplasia endotelial, oclusión vascular y fibrosis peri-
normal de polisacáridos, interrumpiendo la barrera vascular.Todo esto ocasiona isquemia de la pared que
entre la orina hipertónica y el tejido, que favorece el da lugar por un lado a ulceración y fístulas y, por otro,
daño tisular y la infección bacteriana. Los cambios pre- a atrofia y fibrosis de la pared con reducción de la
coces en las células endoteliales consistentes en capacidad vesical.
edema y cambios necróticos son mínimos y, por ello,
la ulceración es rara y aparece sólo cuando se admi- La disminución de la capacidad vesical producida
nistran dosis muy altas. El desarrollo de fístulas urina- por la fibrosis ha sido dependiente de la dosis en
rias es excepcional en esta fase. A nivel muscular se modelos animales. La dilatación vascular con forma-
observa un edema precoz que ocasiona una disminu- ción de telangiectasias puede dar lugar a hematuria
ción de la distensibilidad vesical. persistente (1,10,12).
Los efectos tardíos aparecen meses o años des- En 1983, las complicaciones postradioterapia fue-
pués del tratamiento como ya se indicó y dependen ron estratificadas por grados (Tabla 5).
• Aumento severo de la frecuencia miccional • La frecuencia miccional y la urgencia deben ser tra-
y de la urgencia tados con agentes anticolinérgicos. El dolor
• Telangiectasias severas generalizadas. puede ser tratado con espasmolíticos y otros
Incontinencia persistente analgésicos en función del cuadro.
• Capacidad vesical menor 150 ml. Hematuria
frecuente • PENTOSANPOLISULFATO utilizado vía oral
a dosis similar a la empleada en la cistitis intersticial
GRADO 4 de aproximadamente 100 mg/8 h durante un míni-
• Cistitis hemorrágica. Necrosis. Fístula mo de 4 semanas. Puede provocar diarrea, náuse-
• Capacidad vesical menor 100 ml
as, alopecia, cefalea, dispepsia, dolor abdominal y
alteraciones transitorias en el funcionamiento
• Incontinencia refractaria
hepático.
GRADO 5
• DMSO (sulfóxido de dimetilo) en instilación
• MUERTE podría ser utilizado como agente profiláctico en
pacientes con riesgo añadido de desarrollar la cisti-
tis rádica mientras se les está sometiendo al trata- enfermos muy sintomáticos y con una capacidad vesi-
miento o inmediatamente después de terminarlo. cal muy pequeña secundaria a muchos años de evo-
Por el momento hay pocos estudios al respecto. lución de una forma severa de cistitis rádica.
matorio de la reacción urotelial adquiere en ocasiones con cistopatía folicular tendría la capacidad de secre-
el aspecto de lesión seudotumoral, y en estas circuns- tar inmunoglobulinas.
tancias sería posible identificar por técnicas radiológicas
la presencia de defectos de repleción en placas de uro- Clínica y diagnóstico
grafía intravenosa o en estudios ecográficos.
La clínica es inespecífica y consistente en un sín-
Las características de la infiltración tisular observa- drome miccional irritativo. El diagnóstico en muchas
da en las cistitis eosinófilas favorecen la hipótesis de que ocasiones es incidental.
se trata de un fenómeno de hipersensibilidad tipo I,
donde los alergenos desencadenantes podrían estar En la cistoscopia se objetivan múltiples lesiones
o no identificados, o bien de una respuesta de los sobreelevadas de aspecto nodular, ligeramente enro-
componentes de la pared vesical a complejos antigé- jecidas y aparentemente sólidas que se disponen habi-
nicos bacterianos, cuyo potencial final para el desa- tualmente en la zona adyacente al trígono y mitad
rrollo de otras formas de cistitis como la intersticial o inferior de las paredes laterales de la vejiga, disminu-
incluso patología tumoral está postulada por algunos yendo según nos alejamos del cuello vesical. Estas
autores. lesiones están cubiertas por mucosa vesical lisa de
aspecto normal.
Tratamiento
El diagnóstico diferencial debe incluir todas las cis-
Para el tratamiento de esta enfermedad se han topatías no neoplásicas y el carcinoma in situ.
empleado antihistamínicos, antibióticos y corticoides
en diferentes pautas. En algunas ocasiones es necesa- Lo fundamental para establecer un diagnóstico
ria la resección endoscópica (1,4,12,15). definitivo es el estudio histopatológico de biopsias
obtenidas de la mucosa vesical. Además de los folícu-
los linfoides en la submucosa, es preciso la existencia
CISTITIS FOLICULAR de centros germinales.
Aún hoy en día se desconoce con certeza la etio- El pronóstico es benigno sin evidenciar relación
patogenia y pronóstico de esta patología. Lo que sí es con patología neoplásica. Se sugirió una cierta asocia-
preciso para que se produzca es una irritación cróni- ción entre la cistopatía folicular y el linfoma vesical, si
ca de la mucosa vesical. Se han implicado varios fac- bien no ha quedado definitivamente establecida.
tores capaces de generar esta respuesta inflamatoria
mantenida como las infecciones de repetición, la litia-
sis endovesical, la patología neoplásica vesical y el son- CISTOPATÍA QUÍSTICA
daje vesical prolongado. Además de este estímulo cró-
nico también parecen implicados factores inmunológi- Su diagnóstico es cistoscópico, objetivándose quistes
cos sugiriendo que la mucosa vesical de los pacientes pequeños habitualmente con contenido claro envuel-
tos por mucosa vesical y unidos a la pared vesical se a nivel de vejiga, uréter y pelvis renal. Muy relacio-
mediante un cuello estrecho. Presentan con frecuen- nada con la cistitis crónica, la hipovitaminosis A, cálcu-
cia vasos pequeños que cruzan su superficie. Son más los vesicales y otros estímulos mecánicos como son-
frecuentes en trígono y perimeatales. das de largo tiempo de permanencia.
Pueden aparecer asociados a quistes en otras En la cistoscopia se objetivan placas grises o blan-
zonas del sistema urinario superior. Suele ser una quecinas bien delimitadas sobre la mucosa. Hay que
patología asintomática y no precisa tratamiento, sien- diferenciar estas placas con el epitelio de tipo vaginal
do recomendable la vigilancia mediante citología para que puede verse en el trígono de vejigas femeninas.
detectar una posible transformación maligna. Puede Histológicamente consiste en una metaplasia del teji-
encontrarse en autopsias hasta en el 60% de vejigas do normal de transición de la vía urinaria, sustituido
normales (4,12, 17, 18). por un tejido de naturaleza epidérmica, plano estrati-
ficado y queratinizado.
Se pueden distinguir varios tipos histológicos: Esta patología puede darse en otros lugares del
sistema genitourinario y fuera de él, y se ha asociado
• Glándulas de tipo intestinal: Se consideran en la con la presencia de tumores, reacciones autoinmunes
actualidad como adenomas mucosos de la vejiga, y estados de inmunodeficiencia (1,4,12,18).
aunque algunos autores consideran esta variante
histológica como un precursor de adenocarcinoma. Es característico de esta patología la aparición en
la anatomía de células de Van Hanseman pertene-
• Glándulas de tipo periuretral. cientes al sistema monocito-macrófago.
• Glándulas de tipo uracal: Aparecen en la cúpula Estos enfermos presentan cistitis de repetición y
vesical. hematuria como rasgos clínicos destacados.
La edad más frecuente de aparición está entre los En términos generales la presentación de efectos
25 y los 40 años (1,4,12,17,18). tóxicos ocurre hasta en un 40% de los pacientes, si
bien esta incidencia se modifica según el régimen uti-
La anatomía de estas lesiones muestra la histología lizado y la duración del tratamiento (mayor toxicidad
típica del endometrio normal, con pequeñas formacio- por vía parenteral y en regímenes largos) y según las
nes glandulares de forma cilíndrica en una sola capa. dosis utilizadas (dosis-dependiente).
Las pacientes refieren polaquiuria y hematuria La patogenia de estos agentes sobre el aparato
cíclica en los 2-3 días previos a la menstruación, urinario se considera ligada al contacto directo con el
durante ésta y algún día después. urotelio. Los metabolitos de estos fármacos implica-
dos en el desarrollo de la cistitis hemorrágica son la
En la cistoscopia se objetiva una masa intravesical. acroleína y la clorotilazairidina.
Sobre esta lesión podemos apreciar pequeños quistes
de color rojizo o azulado. El aspecto cistoscópico varía Estos metabolitos tras su excreción urinaria ejer-
según el ciclo menstrual. cen una acción tóxica por contacto a cualquier nivel
del urotelio y potencialmente son objetivables a nivel
El tratamiento se puede dirigir hacia la supresión calicial, piélico o ureteral. La acción tóxica mayoritaria-
del tejido ectópico o de los estímulos hormonales mente sobre la cavidad vesical es la traducción de su
que ejercen influencia sobre él. capacidad funcional como órgano de almacenamiento
(mayor tiempo de contacto).
En mujeres jóvenes es preferible la resección del
tejido endometrial ectópico, preferiblemente vía Desde el punto de vista morfológico la inflama-
endoscópica, aunque a veces es necesaria la cirugía ción producida en el urotelio es muy similar a la pro-
abierta. ducida en las cistitis rádicas. En sus diferentes etapas
desde la hiperemia inicial en la mucosa hasta sus más
En mujeres mayores, próximas a la menopausia y evolucionadas fases, es preciso considerar la tenden-
sin sintomatología acusada, podemos optar por la abs- cia a la cronicidad de las lesiones a través del desa-
tención terapéutica. rrollo de lesiones fibróticas de la pared vesical que
conducen al descenso de capacidad y acomodación
Si la sintomatología de la enferma es severa podría- de la vejiga.
mos realizar una castración quirúrgica o por rayos X.
De elección hoy en día el tratamiento con danazol o Clínica y diagnóstico
análogos LH-RH.
En el aparato urinario pueden causar desde leves
síndromes miccionales con mucho componente irrita-
CISTITIS QUÍMICA tivo y dolor suprapúbico con microhematuria hasta
cistitis hemorrágicas que comprometan la vida del
HEMORRÁGICA INDUCIDA enfermo. En estos casos de grave hematuria existe
POR AGENTES ALQUILANTES afectación masiva y difusa del urotelio con telangiec-
tasias y ulceraciones. El cuadro clínico leve o grave
Introducción, etiología e histología puede aparecer durante la fase de administración del
fármaco o mucho tiempo después, incluso hasta 10
Las oxazofosforinas (ciclofosfamida y la ifosfamida) años después de finalizado el tratamiento y en ambos
pertenecen a este grupo y son empleadas en el trata- casos (precoz o tardía) adoptar un carácter de hema-
miento de síndromes linfoproliferativos, tumores sóli- turia mantenida o cíclica.
dos, enfermedades autoinmunes y en la preparación
de trasplantes de médula ósea. Pueden producir toxi- Además pueden desarrollarse otras patologías
cidad en forma de inmunosupresión, alopecia, náuseas como patología tumoral del urotelio, concretamente
y vómitos y cistitis hemorrágicas intensas (1,4,12,18,19). carcinomas de células transicionales o incluso de estir-
pe sarcomatosa sin constituir la cistitis hemorrágica • Importante por su frecuencia y en ocasiones gra-
una condición previa imprescindible. Pueden también vedad, las cistitis hemorrágica producidas tras la
desarrollarse fibrosis ureteral y/o vesical, reflujo vesi- administración de fármacos intravesicales
coureteral y uropatía dilatada del aparato urinario sobre todo para el tratamiento y la profilaxis de
superior. recidiva del tumor urotelial. Se produce una reac-
ción inflamatoria más o menos severa que provo-
El tratamiento pasa fundamentalmente por la ca síntomas desde leves hasta severos que obligan
prevención reduciendo la duración y las dosis emplea- a suspender el tratamiento. Se han descrito tras la
das en los ciclos, procurando una hidratación exhaus- utilización de Tiothepa, Mitomicina C, Adriamicina,
tiva de los enfermos y cuando se produce la cistitis Epirubicina y la BCG (en esta última además la sin-
hemorrágica severa medidas similares a las descritas tomatología irritativa y/o la hematuria son causa
en el tratamiento de la cistitis rádica. obligada para la suspensión del tratamiento pues-
to que aumenta la posibilidad de provocar toxici-
dad sistémica).
CISTITIS QUÍMICA
La traducción clínica de todas las cistitis químicas
HEMORRÁGICA INDUCIDA y sus manifestaciones hemorrágicas de mayor a
POR FÁRMACOS Y TOXINAS menor intensidad están dominadas por la presencia
DIVERSAS de sintomatología miccional de carácter irritativo con
predominio de polaquiuria intensa, tenesmo y esco-
Agentes químico-tóxicos zor miccional.
ción ureolítica asociada e incluso por defectos de aci- Por un lado se utiliza el término síndrome uretral
dificación renal. para describir la inflamación crónica uretral provoca-
da por diferentes causas sin evidencia de infección
Puede por tanto también ser clasificada dentro causada por bacterias o virus (hablaríamos entonces
del grupo de las cistitis infecciosas crónicas, pero no de uretritis) y por otro se utiliza la misma definición
siempre se identifica el germen causal. para referirse a un conjunto de pacientes con una
forma leve y localizada de cistitis intersticial que afec-
La inflamación puede alcanzar hasta la capa mus- ta a región trigonal y cervical (definido confusamente
cular de la vejiga. Mayoritariamente tiene localización como vejiga irritable, cistalgias con orinas claras y otras
múltiple con un aspecto macroscópico de ulceración denominaciones).
blanquecina.
biología de exudados uretrales, exámenes para ETS, y psicógenas y trastorno somatoforme) y quirúrgicas
uretrocistoscopia. (incidencia aumentada en mujeres hipoestogénicas)
han permitido establecer una dependencia hormonal
Tratamiento en la patogenia de esta enfermedad.
Pasa fundamentalmente por evitar la causa una vez El desarrollo y origen de esta enfermedad se
identificada. A veces se utilizan antibióticos de amplio explicaría por un fenómeno de respuesta peculiar del
espectro incluso sin causa identificada con el fin de trígono, cuello y uretra proximal de estas pacientes a
tratar una posible infección no filiada. Los analgésicos la acción de los estrógenos y que condicionaría el
y anticolinérgicos pueden ser útiles en el manejo sin- desarrollo de una lesión inflamatoria crónica y evolu-
tomático. tiva caracterizada por la presencia de edema, conges-
tión vascular e infiltrado inflamatorio en la submucosa
Si se identifica estenosis uretral el tratamiento es con carácter inespecífico.
quirúrgico, bien endoscópico o con cirugía abierta según
las características del caso. Esta dependencia hormonal se ve reforzada por
diferentes observaciones como el hecho que muchas
mujeres consultan inicialmente por problemas gineco-
lógicos (36% de los casos de la serie comunicada por
SÍNDROME URETRAL Vicente J.), la demostración inmunohistoquímica de
O CISTITIS CERVICOTRIGONAL receptores estrogénicos y progesterona en el trígono
de estas pacientes y finalmente la aparición frecuente
Se trataría de la forma más leve y localizada de en mujeres postmenopáusicas hipoestrogénicas.
cistopatía intersticial, circunscrita a la zona trigonal y
cervical, y exclusiva del sexo femenino. La clínica de esta cistopatía es inespecífica y consis-
tente en un síndrome miccional caracterizado por pola-
Se trata por tanto de una lesión inflamatoria que quiuria, escozor miccional, tenesmo y dolor hipogástri-
respeta al resto de estructuras y órganos genitourina- co, que no permite diferenciarla de otras cistopatías.
rios (1,4,12,17,18,19).
Al realizar el estudio de estas pacientes puede
Terminológicamente a esta entidad anatomoclínica ayudarnos objetivar una nicturia menos marcada y
se la reconoce con diversos nombres, trigonitis, trigoni- una capacidad vesical normal (lo que la diferencia de
tis membranosa, cistopatía de orinas claras, cistitis inters- la cistitis intersticial con la que muchas veces ha sido
ticial trigono-cervical, síndrome uretral, cistopatía endo- confundida). Además, la existencia de síntomas gine-
crina (por su relación hormonal), etc., si bien parece cológicos concomitantes suele ser la norma.
más correcto definirla como cistopatía cérvicotrigonal.
Su evolución es de carácter crónico y con brotes
Esta forma localizada de cistopatía traduce el ori- de reagudización. No evoluciona hacia los graves cam-
gen embriológico y la inervación común del cuello bios histológicos de la cistitis intersticial ni de otras cis-
vesical, trígono y uretra proximal. Esta circunstancia topatías, si bien produce una elevada morbilidad en las
también condiciona que la respuesta tanto a diversos pacientes que al padecer.
fármacos como a otros agentes agresivos del epitelio
vesical no sea homogénea en toda la vejiga. En el tratamiento se han implicado sustitutivos
hormonales para intentar disminuir los brotes. Se usa
Las características clínicas, las demográficas (muje- todo tipo de tratamientos sintomáticos, sobre todo
res de vida sexual activa), psicológicas (alteraciones anticolinérgicos y analgésicos con diferentes resultados.
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Litiasis
Etiología y fisiopatología
de la litiasis
Etiología y fisiopatología
de la litiasis
Introducción ..................................................................................................................................................................... 757
Patogenia............................................................................................................................................................................. 757
Litiasis de calcio............................................................................................................................................................ 758
Litiasis de ácido úrico.............................................................................................................................................. 760
Litiasis de fosfato amónico magnésico................................................................................................... 762
Litiasis de cistina.......................................................................................................................................................... 763
Litiasis medicamentosas ...................................................................................................................................... 763
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 765
42. Etiología y fisiopatología de la litiasis
capítulo 42
Etiología y fisiopatología
de la litiasis
INTRODUCCIÓN PATOGENIA
La litiasis es la tercera enfermedad más común de - Saturación: para que se dé la formación de un
las vías urinarias, tras las infecciones y las alteraciones cálculo, la orina debe estar sobresaturada por una
prostáticas. Su etiología sigue siendo especulativa, y o varias sales litógenas. Los factores que determi-
hay muchas preguntas aún sin respuesta: ¿por qué la nan el límite de solubilidad de estas sales son el
mayoría de los cálculos son unilaterales?, ¿por qué pH urinario, la temperatura y la concentración de
algunos pacientes forman un gran cálculo, y otros múl- la sal. Cuando la concentración de una sustancia
tiples y de pequeño tamaño?... aumenta, llega un momento en que la orina es
incapaz de mantenerla en solución, por lo que se
Los cálculos renales son estructuras cristalinas inicia la nucleación espontánea del cristal. Este irá
incluidas en una matriz orgánica, que se forman en las aumentando de tamaño, de forma que cuando
papilas renales y crecen hasta que, de forma aleato- haya varios núcleos cristalinos pueden agregarse
ria, se rompen y los fragmentos pasan al sistema entre sí, constituyendo un cálculo renal.
excretor.
- Inhibidores de la cristalización: los inhibido-
El 70% del total de las litiasis están constituidas res de la cristalización son sustancias orgánicas o
por calcio. De éstas, un 26% son de oxalato cálcico inorgánicas presentes en la orina, que se unen con
(OxCa), el 37% son una mezcla de OxCa y fosfato de los distintos iones para formar complejos solubles,
calcio (FCa), el 5-10% contienen ácido úrico y el 7% de forma que inhiben o retardan la cristalización.
son exclusivamente de FCa. Las litiasis de ácido úrico Su déficit favorece la formación de cálculos.
constituyen un 5-10% del total y las de fosfato-amó-
nico-magnésico el 10-15%. Las litiasis de cistina repre- - Alteración del pH urinario: algunas sales urina-
sentan el 2% de las litiasis (1). Existen litiasis de compo- rias se ven influenciadas por la variación del pH uri-
sición diferente, que serán nombradas a lo largo del nario, de forma que los cálculos de ácido úrico se ven
capítulo. favorecidos por un pH ácido, y los de estruvita por
un pH alcalino. Otros cálculos, como los de cistina y
La incidencia es muy variable, según la zona ana- fosfato, se influencian en menor manera, y los de oxa-
lizada, de forma que en Europa Occidental, su inci- lato cálcico, no están influenciados en absoluto.
dencia se estima alrededor del 0,5%, con una preva-
lencia del 5%, y una tendencia a la recidiva del 50- - Disminución del volumen urinario: la reduc-
60% a los 5 y 9 años respectivamente. En los países ción del volumen de orina y la estasis urinaria
occidentales, la litiasis predomina en los hombres favorecen la cristalización, ya que una aumenta la
con una proporción hombre/mujer de 2/1. Se pre- concentración de las sales, y la otra favorece el
senta fundamentalmente en la tercera década de la crecimiento del núcleo primitivo y retiene más
vida, con un máximo de incidencia entre los 30 y 50 tiempo en el sistema urinario los núcleos cristali-
años. nos formados.
en edades tempranas. La tipo II (déficit de de D-glice- ta la excreción urinaria de las proteínas de Tamm
rato deshidrogenada) es más benigna, y se manifiesta Horsfall, inhibidoras naturales de la litogénesis (10). Es
por nefrolitiasis recidivante con presencia de ácido una sustancia que disminuye en múltiples situaciones:
L-glicérico en orina. pH intracelular ácido, hipocaliemia, ayuno, hipomagne-
semia, andrógenos, gluconeogénesis y dieta ácida y
Déficit de vitamina B6 rica en proteínas que produzcan residuos ácidos. Por
el contrario, existen una serie de situaciones que
Aporte excesivo de precursores aumentan el citrato urinario: alcalosis, dieta alcalina y
Como por ejemplo vitamina C o etilenglicol rica en proteínas que produzcan residuos alcalinos,
estrógenos y vitamina D. Las enfermedades más rela-
Exceso de aporte o de absorción digestiva cionadas con litiasis cálcica hipocitratúrica son la aci-
dosis tubular distal, el tratamiento con tiazidas, y la dia-
Hiperoxaluria entérica rrea crónica. Cuando no se encuentra ninguna de las
Los estados diarreicos alteran el metabolismo del causas de disminución del citrato indicadas, se deno-
oxalato, de forma que enfermedades como la diarrea mina hipocitraturia idiopática, aunque ésta es rara. Se
crónica, enfermedad intestinal crónica (p.ej. Crohn), debe tener en cuenta que las bacterias que producen
enfermedad celíaca, proliferación bacteriana o inter- infección urinaria usan el citrato como sustrato ener-
venciones quirúrgicas de derivación intestinal, favore- gético, por lo que la citraturia no puede ser valorada.
cen la mayor absorción de oxalato en el colon.
Litiasis cálcica idiopática
Régimen rico en oxalatos y en proteínas
Existe un grupo de pacientes en los que no se
Régimen pobre en calcio demuestra ninguna anomalía, pero que son formado-
res de cálculos. Este grupo representa aproximada-
Hiperuricosuria mente el 20% de los pacientes con litiasis cálcica.
Definición: uricosuria mayor a 4,5 mmol/día en
la mujer y a 4.8 mmol/día en el hombre.
LITIASIS DE ÁCIDO ÚRICO
El pH ácido favorece la presencia de la forma no
disociada de ácido úrico, siendo éste un factor de ries- El ácido úrico es un ácido débil, con una constan-
go de la litiasis cálcica ya que permite la nucleación te de disociación de 5,35. A un pH urinario menor a
heterogénea con cristales de OxCa, pues la estructura esta cifra, se halla en forma no disociada, siendo alta-
cristalina de ambos es muy similar. El origen de la hipe- mente insoluble por lo que puede cristalizar. Si bien las
ruricosuria es multifactorial: un régimen rico en purinas condiciones necesarias para la formación de los cálcu-
y en proteínas animales, y también la presencia de ano- los de ácido úrico son conocidas (excesiva acidez de
malías mal definidas del metabolismo endógeno de las la orina e hiperuricosuria, definida como la uricosuria
purinas y de la reabsorción tubular del ácido úrico. Los mayor a 4,5 mmol/día en la mujer y a 4,8 mmol/día en
pacientes tienen valores urinarios de ácido úrico eleva- el hombre), los mecanismos fisiopatológicos que con-
dos y presentan un pH urinario > 5,5. El pH urinario ducen a estas anomalías se desconocen.
ayuda a diferenciar la formación de cálculos de calcio
hiperuricosúrico, de los de ácido úrico hiperuricosúrico. Además de estas dos condiciones, se han descrito
una serie de factores de riesgo para el desarrollo de
Hipocitraturia litiasis de ácido úrico: hiperuricemia (el 10-20% de los
pacientes gotosos presentan litiasis de ácido úrico), dis-
Definición: citraturia menor a 1,5 mmol/día. La minución del volumen urinario, edad avanzada y con-
hipocitraturia es un factor de riesgo de litiasis cálcica sumo elevado de proteínas animales y purinas (a la vez
ya que el citrato solubiliza al calcio, inhibe el creci- que está aumentada la excreción de ácido úrico por la
miento y la agregación del FCa y del OxCa, y aumen- orina, el pH de ésta es bajo, como consecuencia de la
Tabla 2. Factores de riesgo asociados a litiasis úrica. ras, se encuentra el síndrome de Lesch-Nyhan, carac-
terizado por un déficit de hipoxantina-guanina-fosfo-
• Hiperuricemia rribosil transferasa, de transmisión ligada al cromoso-
• Hiperacidez urinaria permanente ma X, por lo que sólo la padecen los varones(11). Es una
• Disminución del volumen urinario enfermedad poco frecuente y grave, que además de
• Edad avanzada las manifestaciones gotosas y la litiasis úrica, presenta
• Consumo elevado de proteínas animales trastornos neurológicos importantes, así como insufi-
y purinas
ciencia renal por depósito de urato en los riñones.
Otras anomalías enzimáticas que condicionan hiper-
uricemia son el déficit de glucosa-6-fosfatasa o el aumen-
mayor eliminación de productos ácidos debido al cata- to de la actividad de la fosforribosil-pirofosfato-amido-
bolismo de las proteínas) (Tabla 2). transferasa.
rece la formación de litiasis úrica. Puede existir deshi- Factores favorecedores de litiasis
dratación de origen cutáneo, como sucede en los paí- infecciosa
ses cálidos, con incidencia mayor de litiasis de ácido
úrico (14), o bien deshidratación de origen digestivo, en Anomalías anatómicas
aquellos pacientes con diarreas crónicas, como ente- Las alteraciones anatómicas favorecen las infec-
rocolitis inflamatorias o cirugías intestinales. La dismi- ciones urinarias, y por tanto, también las litiasis de
nución de la diuresis y la acidez de la orina se produ- estruvita. En el 30% de las litiasis infecciosas existe una
cen por las pérdidas hidroelectrolíticas, ricas en sal y anomalía de las vías urinarias, como megauréteres,
en bicarbonato. vejigas neurógenas o derivaciones urinarias (conducto
ileal, neovejiga). El riesgo de recidiva tras su extracción
Litiasis úrica primitiva es mucho más alto que si no existe ninguna alteración.
Es la producción de cálculos de ácido úrico en
individuos normouricémicos y normouricosúricos, Anomalías metabólicas
que presentan como única alteración una orina ácida El que exista una litiasis metabólica en la vía uri-
de forma persistente. naria es un factor de riesgo para la aparición de infec-
ción urinaria, y el cálculo infectado por un germen
ureolítico va creciendo a expensas de diferentes capas
LITIASIS DE FOSFATO de estruvita. Son las denominadas litiasis metabólicas
AMÓNICO MAGNÉSICO secundariamente infectadas. Muchos de los pacientes
con litiasis infecciosas presentan alteraciones metabó-
La litiasis de estruvita o de fosfato amónico mag- licas, como hipercalciuria, hiperuricosuria, cistinuria...,
nésico es también denominada litiasis infecciosa, ya con mucha más frecuencia que alteraciones anatómi-
que se da en presencia de una infección urinaria por cas, por lo que es muy importante un buen diagnósti-
gérmenes ureolíticos. Es más frecuente en mujeres, y co, ya que la estrategia terapéutica dependerá de él, y
puede presentar recurrencias tempranas. Suelen si se sospecha una anomalía metabólica, se deberá tra-
alcanzar grandes tamaños, llegando a constituir cálcu- tar tras ser extirpado el cálculo.
los coraliformes, que adoptan la forma de la pelvis y
de los cálices renales. El diagnóstico de litiasis infeccio- Gérmenes ureolíticos
sa se basa en 3 puntos: presencia de un germen ure-
olítico en orina, un pH urinario superior a 7 y la pre- Existen más de 200 especies de bacterias con acti-
sencia de cristales de estruvita en la orina (15). vidad ureolítica (16). Estas bacterias usan la urea como
fuente de nitrógeno. Como se puede ver en la tabla, - La tipo III, con absorción de cistina y lisina dismi-
Proteus es el principal responsable de los cálculos nuidas de forma variable, pero la administración
infecciosos (Tabla 4). oral de cistina sí aumenta la concentración en
plasma.
La ureasa en una enzima bacteriana que favorece
la hidrólisis de la urea en amoníaco y en dióxido de La litiasis de cistina es la única manifestación clíni-
carbono (CO2). El amoníaco capta los iones H+, se ca de esta alteración, y suele presentarse en la segun-
transforma en amonio y alcaliniza la orina. La eleva- da década de la vida.
ción del pH urinario por encima de 7,5 favorece:
La herencia es autosómica recesiva, de forma que
- La precipitación de los fosfatos trivalentes con el los homocigotos suelen presentar litiasis de cistina, pues
amonio en forma de fosfato amónico magnésico presentan una cistinuria elevada (más de 250 mg/día,
o estruvita. cuando lo normal son menos de 40 mg/día), a dife-
rencia de los heterocigotos, que habitualmente
- La oxidación del CO2 a carbonato (CO3), y su excretan unos 100-150 mg/día de cistina, por lo que
posterior precipitación en forma de carbonato-
el riesgo de litiasis es menor. Los homocigotos de los
apatita o carboapatita.
3 tipos presentan cistinuria y se complican con litiasis,
mientras que entre los heterocigotos existen diferen-
La proporción de estruvita y carboapatita en una
cias. El heterocigoto tipo I no se asocia a ningún tras-
litiasis infecciosa varía según el pH urinario y según la
torno, y los heterocigotos II y III presentan cistinuria y
concentración de los distintos componentes litógenos
aminoaciduria, que es mucho menor que la de los
(calcio, fosfato y magnesio). Entre el 10 y el 15% de las
homocigotos.
litiasis infecciosas secundarias a un germen ureolítico
contienen carboapatita pero no estruvita (17).
La solubilidad de la cistina depende del pH, de
forma que es importante alcalinizar la orina de estos
pacientes, para mantener un pH por encima de 7,5 (19).
LITIASIS DE CISTINA
Las litiasis de cistina se forman como consecuen-
cia de un error innato del metabolismo de los amino- LITIASIS MEDICAMENTOSAS
ácidos dibásicos cistina, ornitina, lisina y adenosina. Se
ha encontrado una alteración genética en el cromo- Los cálculos inducidos por medicamentos repre-
soma 2p.16 y en el 19q13.1, y la enfermedad, que se sentan el 1-2% de todos los cálculos renales. En la
denomina cistinuria, afecta al transporte en la mem- actualidad, el indinavir, la sulfadiazina y el triamtereno
brana celular del túbulo renal y del epitelio intestinal son las principales causas de los cálculos compuestos
de estos aminoácidos (18). por medicamentos (20).
Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
Recuerdo histórico..................................................................................................................................................... 771
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 771
Principios generales de la litogénesis urinaria................................................................................ 773
Tipos de litiasis .............................................................................................................................................................. 774
Clínica..................................................................................................................................................................................... 776
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 777
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 781
43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico
capítulo 43
Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
RECUERDO HISTÓRICO gran paso fue la aparición de la cistoscopia tanto rígi-
da como flexible y, con el afinamiento de los diáme-
La litiasis urinaria ha acompañado y mortificado al tros de los ureteroscopios, poco a poco se fue per-
hombre desde los albores de la humanidad. Hemos feccionado la técnica de la litotricia intracorpórea. Más
pasado de una litiasis en la antigüedad de localización tarde, apareció la gran revolución de la litotricia extra-
preferentemente vesical, formada por urato amónico corpórea.
y fosfato amónico y cuyo origen era infeccioso y nutri-
cional, a una litiasis del mundo industrializado que se
caracteriza por ser oxalocálcica y de localización pre- EPIDEMIOLOGÍA
ferentemente renal.
La litiasis urinaria representa un problema socio-
El primer caso documentado de litiasis urinaria lo sanitario de gran importancia en toda la población
encontramos en Amrah (Alto Egipto), donde E. Smith mundial. Es la tercera causa más frecuente de enfer-
en 1901 halló en una tumba un cálculo vesical entre medad de la vía urinaria. La prevalencia de urolitiasis
los huesos de la pelvis de un adolescente, con unos en Estados Unidos está en torno al 5-12%, mientras
7.000 años de antigüedad (1). El Susruta Samhita
que en la Europa occidental es del 5%. Globalmente,
(manuscrito hindú) aconsejaba la dieta vegetariana
la litiasis urinaria afecta al 1-20% de la población gene-
para prevenir los cálculos; cuando ésta fallaba reco-
ral según las series. Se trata además de una enferme-
mendaba la “cura suprema” (litotomía perineal) segui-
dad con tasas de recurrencia del 50%, pudiendo llegar
da de un ritual para expulsar los malos espíritus. El
al 70% a los 10 años (3). La cifra media de formación de
juramento de Hipócrates (460 a.C.) decía “… No
cortaré, ni aún por el cálculo, sino que dejaré tales nuevos cálculos, en pacientes que previamente han
procedimientos a los practicantes del arte”, denotan- formado uno, es de aproximadamente un cálculo cada
do la gravedad que podía suponer la litiasis.Ammonius 2 ó 3 años. Se calcula que en torno al 75% de los
(273 a.C.) fue el primero en utilizar un instrumento al pacientes que tienen un cálculo urinario, lo expulsarán
que denominó litotomo. Mediante un abordaje peri- de forma espontánea, mientras que el 25% restante
neal, lo utilizaba para romper la piedra en la vejiga y requerirán de algún procedimiento urológico.
extraerla con mayor comodidad (2). Guy de Chauliac
(1350), padre de la cirugía francesa, desarrolló el tra- En el estudio epidemiológico de los factores pre-
tamiento con dieta y determinados medicamentos disponentes de la litiasis, existen dos pilares básicos:
árabes, y si fallaban recurría a la litotomía, pero si la los factores intrínsecos (propios de cada individuo) y
infección aparecía, recomendaba pedir ayuda a Dios los factores extrínsecos (ambientales).
(Figura 1). En el siglo XVI, Cardán de Milán realizó la
primera cirugía renal documentada drenando un abs- Factores intrínsecos:
ceso y extrayendo 18 cálculos renales.
• Edad y sexo: El pico de incidencia de litiasis uri-
Desde la antigüedad hasta nuestros días, el diag- naria varía según las series, pero en general se
nóstico y tratamiento de la litiasis urinaria ha conoci- admite un rango que está entre los 20 y los 50
do grandes avances; la tecnología se ha impuesto. Un años. La incidencia según el sexo es de alrededor
Factores extrínsecos
• Ingesta hídrica: Es bien conocido por todos la
importancia del aporte hídrico en la prevención
de las litiasis urinarias. A pesar de que la ingesta
importante de agua puede incrementar los coefi-
cientes de actividad iónica de la orina, y por tanto
favorecer la cristalización, una buena diuresis dilu-
ye y arrastra las partículas cristalinas suspendidas
en la orina y, por tanto, la ingesta hídrica abundan-
te ayuda a evitar la formación de litiasis urinarias.
Un incremento de la diuresis de 800-1.200 ml/día
disminuye la frecuencia de urolitiasis en un 86%.
de dos hombres por cada mujer excepto en la Varios estudios sostienen la importancia de la
infancia, donde parece claro que no hay diferencias mineralización del agua, apuntando que las aguas
significativas respecto al sexo. (4). En la mujer las litia- de mineralización dura tienen mayor incidencia de
sis más frecuentes son las relacionadas con altera- urolitiasis (7).
ciones metabólicas como la cistinuria y el hiperpa-
ratiroidismo primario, así como las litiasis de origen • Dieta: Según diversos autores, el tipo de dieta
infeccioso. En el hombre las litiasis más frecuentes influye en la litogénesis, ya sea aumentándola o
son las de oxalato cálcico y ácido úrico. Al parecer, disminuyéndola. Las dietas ricas en proteínas de
los andrógenos aumentan la concentración plas- origen animal favorecen la hipercalciuria, la hipe-
mática de oxalato, lo cual incrementa su excreción ruricosuria y la hiperoxaluria, con precipitación de
urinaria y el depósito de cristales oxalocálcicos a oxalato cálcico (8). Los hidratos de carbono refina-
nivel renal. Según lo anterior, la mujer y el niño, al dos se relacionan con las litiasis cálcicas porque
tener menos andrógenos que el hombre, estarían aumentan los niveles de calcio y oxalato en la
protegidos de padecer litiasis cálcicas. Pero con el orina. La ingesta de cítricos aumenta la eliminación
inicio del declive estrogénico propio de la meno- urinaria de sustancias que inhiben la litogénesis.
pausia, la incidencia de litiasis aumenta (5). Las fibras vegetales disminuyen la absorción intes-
tinal de proteínas animales y sacarosa.
• Raza: Se ha estimado que la litiasis urinaria es 3-4
veces más frecuente en la raza blanca que en la de • Geografía: No hay duda de que la geografía es
color. Las litiasis urinarias son raras en israelitas, un aspecto a tener en cuenta al valorar no sólo la
indios americanos, afroamericanos y negros africa- incidencia sino también el tipo de litiasis. Pero no
nos. En contraposición, hay mayor número de debe obviarse que muchos pacientes, al cambiar
pacientes afectos entre los blancos y asiáticos. de zona geográfica, padecen el tipo de litiasis que
tenían anteriormente. Esto nos hace comprender
• Herencia: Alrededor de un 25% de pacientes la importancia del individuo y sus factores intrín-
litiásicos tienen antecedentes familiares. En la secos, y abordar la geografía sólo como una cir-
mayoría de los casos esta mayor incidencia familiar cunstancia más. Las zonas de mayor frecuencia de
se debe a un defecto poligénico con penetranción litiasis son los países del mar Mediterráneo,
parcial. Menos frecuentes son las enfermedades Europa central, Gran Bretaña, Estados Unidos, paí-
química de la muestra y el porcentaje de cada infección urinaria hasta en el 90% de los pacientes,
componente. Además de ser una prueba comple- siendo los microorganismos más frecuentemente
ja y que requiere tiempo, no distingue los cristales relacionados los gérmenes ureolíticos como Proteus
de oxalato cálcico monohidrato del dihidrato, ni las spp, Klebsiella spp, Enterobacter spp, Serratia spp y
mezclas de fosfato amónico magnésico y fosfocar- Pseudomona spp. Estas bacterias al desdoblar la urea
bonato cálcico. producen amonio y alcalinizan la orina, precipitando
los cristales de fosfato amónico magnésico. Los
Se distinguen básicamente 7 tipos de litiasis: litiasis cálculos son típicamente grandes, pudiendo tener
de oxalato cálcico, litiasis de fosfato cálcico, litiasis de forma de coral como molde de la cavidad renal
fosfato amónico magnésico (estruvita o cálculo infec- (cálculos coraliformes), son de color marrón-grisáceo,
tivo), litiasis de ácido úrico, litiasis cistínica, litiasis de no muy duros y de superficie irregular (Figura 2C).
oxalato monohidrato más ácido úrico, y grupo de litia-
sis raras. 3. Litiasis de fosfato cálcico: Puede ser fosfato
cálcico apatítico (hidroxiapatita), fosfato dihidrato
1. Litiasis de oxalato cálcico: Son las más fre- (brushita) o fosfato cálcico magnésico. Pueden lle-
cuentes. Representan el 75-85% de todos los gar a representar el 10% de los cálculos renales,
casos de litiasis urinaria. El 85% de las litiasis oxa- aunque los puros son bastante raros. Son más fre-
locálcicas son de etiología desconocida. Son más cuentes en mujeres. Suelen aparecer asociados a
frecuentes en varones (2-3:1) y existe un pico de defectos de la acidificación tubular.
incidencia entre los 30-40 años. Tienen gran ten-
dencia a la recidiva, con un 40-50% de recurren- 4. Litiasis de ácido úrico: Corresponden al 5-
cias en los siguientes 5 años. Existen dos formas 10% de las litiasis, siendo más frecuentes en varo-
cristalográficas: nes (2:1) de 50 años. Como factores predispo-
nentes tenemos un pH urinario ácido mantenido
- Monohidrato (Figura 2A): Es la forma de pre- (pH < 5), hiperuricosuria, citolisis postquimiotera-
sentación más frecuente. Son cálculos de color pia, enfermedades o resecciones del intestino del-
marrón oscuro, de pequeño tamaño, lisos y de gado, etc. Son de color blanquecino, duros, de
gran dureza. Tienen una pequeña pediculación superficie lisa, y al romperlos presentan un color
que era su punto de anclaje en la papila renal amarillo-rojizo (Figura 2D).
donde se formaron, por eso se les conoce
como cálculos papilares. Aumentan su inciden- 5. Litiasis de cistina: Representan el 1% de las
cia con la edad, debido al aumento con los años litiasis. No hay diferencias entre ambos sexos y su
de la oxaluria y de nucleantes heterogéneos formación se inicia en la infancia y la adolescencia.
que se depositan en las cavidades renales (10). La litiasis cistínica se debe a una enfermedad auto-
sómica dominante, llamada cistinuria, donde exis-
- Dihidrato (Figura 2B): Son cálculos de color te un defecto en el transporte intestinal y en la
ámbar, de mayor tamaño que los anteriores, reabsorción tubular de cistina, ornitina, lisina y argi-
con espiculaciones múltiples y menor dureza nina. Este defecto condiciona la precipitación de la
(mejor respuesta a la LEOC). cistina que es el único de estos aminoácidos no
hidrosoluble. Los cálculos de cistina son de color
2. Litiasis de fosfato amónico magnésico amarillento-marronáceo, de aspecto céreo, con
(estruvita o infectiva): Representan aproxima- superficie lisa y de gran dureza (Figura 2E).
damente el 10-20% de las litiasis. Se observan con
mayor frecuencia en mujeres (3-5:1), portadores de 6. Litiasis de oxalato monohidrato + ácido
catéteres urinarios de forma prolongada y en úrico: Estas litiasis se acompañan siempre de pH
pacientes con derivaciones urinarias, por tener bajo con hipocitraturia. Son muy recidivantes, pero
mayor riesgo de infecciones urinarias. El pico de inci- responden muy bien al citrato potásico, que con-
dencia es alrededor de los 40 años. Las tasas de sigue reducir ostensiblemente el número de reci-
recurrencia son del 35% a los 5 años. Se detecta divas (Figura 2F).
7. Grupo de litiasis raras: Por alteraciones meta- - Cálculos en uréter superior: Producen dolor tipo
bólicas (déficit de xantinoxidasa, déficit de adenina cólico generalmente de gran intensidad que
fosforribodiltranferasa, etc.), por compuestos puede irradiarse hacia la ingle y hacia el tes-
orgánicos (detritus celulares, colesterol, etc.) o por tículo ipsilateral en el varón o hacia el labio
fármacos (indinavir, triamterene, etc.). mayor ipsilateral en la mujer. La hematuria
suele estar presente.
estado general del paciente. Si esta obstrucción no - Leucocituria: será también frecuente la presen-
se resuelve en breve con derivación de la vía uri- cia de leucocitos en orina secundaria a la reac-
naria, puede desembocar en una shock séptico, ción inflamatoria por el paso del cálculo. Sin
comprometiendo seriamente la vida del paciente. embargo, si encontramos abundante piuria hay
que descartar infección urinaria concomitante.
- La baja tonalidad: el 10% de las litiasis son radio- dilataciones después de aliviar la obstrucción.
transparentes, siendo en gran parte las de ácido Tampoco el grado de ectasia tiene relación directa
úrico, xantina, dihidroxiadenina, indinavir, triamte- con la intensidad del dolor, sino que este último se
reno o las de matriz (6). relaciona más con la velocidad de instauración de
la obstrucción. La mayoría de los cólicos renales
- La superposición del intestino neumatizado secun- presentan un grado mayor o menor de hidrone-
dario al íleo. frosis, por lo tanto su hallazgo no tiene que consi-
derarse como un signo de complicación per se.
- La interposición del hueso: uno de los puntos
donde suelen enclavarse los cálculos es en el - Detección de cálculos. La ecografía sólo detecta
cruce del uréter con los vasos ilíacos, a nivel de la cálculos mayores de 4 mm situados en la unión
articulación sacroilíaca; en este punto se hace difí- pielo-ureteral o la unión urétero-vesical, mientras
cil distinguir un cálculo del resto del hueso. que el uréter lumbar y pelviano es poco accesible
debido a la interposición de las asas intestinales.
- La confusión con calcificaciones extraurinarias: cal- Por ello, la ecografía realizada de manera aislada es
cificaciones costales, colelitiasis y flebolitos pelvia- poco sensible (20-45%) para la detección de
nos (múltiples, redondeados, con un centro claro cálculos (15), pero asociada a la radiografía simple de
o una zona clara excéntrica, intrapélvicos y típica- abdomen aumenta su sensibilidad y especificidad.
mente externos).
La ecografía doppler objetiva la vasoconstricción
- Mala técnica de realización de la placa: fundamen- en respuesta a la obstrucción aguda mediante la ele-
talmente por defecto en la penetración o por no vación del índice de resistencia renaI (IR). La elevación
abarcar en su totalidad el abdomen urológico del IR de la unidad renal presuntamente obstruida en
(desde el diafragma hasta la sínfisis pubiana). comparación con el riñón contralateral orienta hacia
ese supuesto. Estos parámetros son defendidos por
Ecografía abdominal. Es un método rápido, algunos autores (16) para la evaluación funcional con
barato, poco molesto para el paciente e inocuo, ya ecografía del riñón obstruido en pacientes donde la
que no utiliza radiaciones ionizantes ni contraste. administración de contraste está contraindicada, y son
Otras ventajas son la posibilidad de ser realizada en el considerados insuficientes por otros (17), sobre todo si
momento agudo del episodio doloroso y en su segui- el riñón se halla parcialmente obstruido.
miento tantas veces como fuese necesario, la posibili-
dad de valorar órganos extraurinarios (apéndice o Urografía intravenosa (UIV). Considerada
vesícula biliar) o posibles procesos tumorales que durante mucho tiempo la exploración de elección
compriman la vía urinaria y la capacidad para identifi- para el estudio de los pacientes con litiasis renal. Es
car cálculos radiotransparentes. una prueba con sensibilidad y especificidad elevadas
(87-90% y 94-100%, respectivamente), relativamente
La ecografía en grises sólo aporta información inocua, y al alcance de todos los hospitales (15). Nos
morfológica, como la posible dilatación de la vía o la informa del número, tamaño, forma y situación del
detección del cálculo causante: cálculo, así como del estado funcional del riñón afec-
to. En la Figura 5 se muestra un ejemplo de UIV.
- Dilatación de la vía. La importancia de la dilatación
no se correlaciona con el grado de obstrucción (15), Hallazgos clásicos de la obstrucción aguda son:
pudiendo existir cólico sin que se observe dilata- retraso de la aparición del nefrograma, nefromegalia
ción en: obstrucciones distales, ecografías realizadas armoniosa, retraso de la eliminación del contraste por
a las pocas horas de iniciados los síntomas, pacien- la vía urinaria y dilatación pieloureteral proximal a la
tes deshidratados, rupturas de fórnix o en pelvis obstrucción. Como en la ecografía, no existe paralelis-
intrarrenales. En otros casos podemos encontrar mo entre las dimensiones del cálculo y la gravedad de
dilatación sin obstrucción, por ejemplo en ectasias la ectasia; en cambio, el retraso de eliminación se
crónicas residuales, reflujos vesicoureterales o en correlaciona bien con el grado de obstrucción.
Figura 5. Urografía intravenosa. 2 min: Se observa Figura 6. TAC abdominal sin contraste. Corte axial a
una imagen cálcica proyectada sobre el nefrograma nivel del riñón derecho en el que se observa la pelvis
derecho a nivel de la teórica situación de la pelvis renal. renal dilatada debido a un cálculo enclavado en la
7 min: Puede apreciarse el retraso de eliminación del unión pieloureteral, además de otro pequeño cálculo
contraste en el riñón derecho. 30 min: Pelvis renal calicial.
derecha bífida con importante dilatación pielocalicial
proximal al cálculo, todavía sin paso distal de contraste.
40 min: Paso de contraste a uréter lumbar en una fase
más tardía.
Ventajas:
• No requiere preparación intestinal (sí en la UIV). separados por largos intervalos) o complicada (recu-
rrencias frecuentes con o sin fragmentos residuales,
• En la mayoría de casos no necesita de más estu- cálculos asociados a factores de riesgo específicos
dios. o pacientes con un primer episodio y fragmentos
residuales).
Inconvenientes:
Enfermedad litiásica renal no complicada
• No disponible aún en todos los centros.
• Análisis del cálculo.
• Exposición a altas dosis de radiación, lo que limita
su uso en niños y embarazadas. • Análisis sanguíneo: calcio y albúmina o calcio ioni-
zado, creatinina, uratos (análisis opcional, útil si se
• Ha de ser informado por un radiólogo. sospecha litiasis úrica).
Resonancia magnética nuclear. No utilizada • Análisis de orina: primera orina de la mañana con
para este propósito en la actualidad. Su única indica- dipstick para pH, leucocitos/bacterias (cultivo de
ción podría ser en embarazadas. orina si bacteriuria) y test de cistina (si la cistinuria
no se ha podido excluir por otros medios).
Ureteropieligrafía retrógrada. En desuso actual-
mente con la aparición del TAC. Sólo útil en pacientes Enfermedad litiásica complicada. A los
con riñón anulado en los que no hay eliminación de parámetros anteriores se recomienda añadir una
contraste. recolección de orina de 24 horas, que debe pospo-
nerse hasta cuatro semanas después de haber elimi-
Ureteropielografía anterógrada por nefros- nado el cálculo. Se determinará calcio, oxalato, citrato,
tomía. En casos en los que se ha necesitado de deri- urato, magnesio (opcional), fosfato (opcional), urea
vación de la vía urinaria, podemos aprovechar la (opcional), sodio (opcional), potasio (opcional), creati-
nefrostomía para inyectar contraste y visualizar así la nina y volumen. Hay que acidificar la muestra (con
posible causa obstructiva. El contraste no es filtrado HCl por ejemplo) para el análisis de calcio, oxalato,
por el riñón, sino que es abocado directamente a la vía.
Figura 7. Kit de detección de riesgo litogénico. En la
fotografía se aprecian tres tipos de reacciones: en el
Estudio metabólico tubo de la izquierda la orina es normal, en el centro
positivo leve y en la derecha positivo severo.
No hay estudios con una adecuada estructura
epidemiológica que aclaren si se debe hacer la bús-
queda de la enfermedad litogénica de fondo después
del primer diagnóstico de litiasis o con las recurren-
cias, aunque parece ser que la primera postura es la
más defendida. Aun así, no está claro tampoco el tipo
ni la extensión del protocolo a realizar.
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Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
H. U.Valme. Sevilla
Palabras clave: Litiasis renal. Cólico renal.Tratamiento. Litotricia extracorpórea por ondas de
choque. Complicaciones.
Índice capítulo 44
Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
Introducción ..................................................................................................................................................................... 787
Tratamiento farmacológico .............................................................................................................................. 787
Litotricia extracorpórea por ondas de choque.............................................................................. 790
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 797
44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria
capítulo 44
Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
INTRODUCCIÓN TRATAMIENTO
El manejo de la litiasis urinaria requiere en la
FARMACOLÓGICO
actualidad un abordaje multidisciplinar donde se
El efecto fisiopatológico más constante de la litia-
combina el tratamiento farmacológico con la moder-
sis urinaria es la obstrucción que se manifiesta clínica-
na tecnología (litotricia extracorpórea, endoscopia,
mente por dolor como síntoma básico más frecuen-
sistemas de litotricia endocavitaria) y la cirugía tradi-
te. Si éste aparece de forma súbita e intensa, en caso
cional (en declive). Antes de la llegada de los trata-
de obstrucción aguda, el cuadro se conoce como cóli-
mientos mínimamente invasivos la eliminación de los
cálculos requería una cirugía abierta que obligaba a co nefrítico.
la observación vigilante en gran número de casos, en
los que el quirófano se antojaba como un trata- La obstrucción ureteral aguda constituye un
miento excesivo. Hoy en día se puede intentar el tra- potente estímulo para la síntesis de eicosanoides (prin-
tamiento resolutivo de la mayoría de las litiasis, pero cipalmente prostaglandina E2 y prostaciclina) en la
hay que recordar, por ejemplo, que en la litiasis ure- médula renal, desencadenantes de una potente vasodi-
teral el mejor manejo es la expulsión espontánea del latación capilar preglomerular, lo que se traduce en un
cálculo, a lo que podemos ayudar con la moderna incremento del flujo sanguíneo renal (FSR), y por tanto,
farmacopea. En otras situaciones el tratamiento alca- en un aumento de la presión intraluminal, provocando
linizante nos puede hacer eliminar hasta voluminosas el dolor al paciente. Además, la PGE2 inhibe la secre-
litiasis radiotransparentes. Nos queda por último un ción de hormona antidiurética (ADH), con lo que se
capitulo que aún hoy en día puede suscitar dudas en incrementa más la presión intraluminal. Esta fase inicial
el manejo práctico del paciente y es el caso de la se continúa con otra en la que la situación se estabiliza
litiasis calicial pequeña, sin clínica ni repercusión fun- en valores máximos y posteriormente disminuye el
cional. Hay pocos estudios de historia natural de FSR y la presión intraluminal debido a un mecanismo
estos cálculos que nos aclaren la postura a seguir, de autodefensa mediado por la angiotensina II,TX A2,
pero se ha publicado que hasta un 40% de los ADH y endotelinas. Esto explica la mejoría del dolor de
pacientes requerirán un manejo instrumental por forma espontánea unas horas después de su inicio (1).
complicaciones y solo un 11% permanecerán asinto-
máticos a los 10 años, por lo que salvo en situacio- El cuadro álgico se puede acompañar de sintoma-
nes de edad avanzada o comorbilidad importante tología digestiva en forma de náuseas, vómitos y cons-
asociada, la litotricia extracorpórea (LEOC) tiene tipación por íleo reflejo, debido a las múltiples cone-
una papel fundamental en estos casos considerando xiones existentes entre el plexo renal, celíaco y
las limitaciones por el tamaño. mesentérico.
Los objetivos del tratamiento médico en la obs- nales y neurológicas son frecuentes, lo que ha dis-
trucción urinaria de causa litiásica son: minuido su utilización.
profeno mientras que los AINE con mayor poder del espasmo ureteral. Sin embargo el mecanismo fisio-
analgésico son ibuprofeno, dipirona, ketorolaco, para- patológico del dolor es la distensión de la cápsula renal
cetamol y dexketoprofeno. por la obstrucción y el espasmo ureteral resultante es
una respuesta que contribuye de forma menor al cua-
Opiáceos dro. Aunque existen estudios que demuestran que el
Los opiáceos proporcionan una franca disminu- uso de antimuscarínicos disminuye el dolor en compa-
ción del dolor en el cólico renal agudo.Tienen la ven- ración con placebo, ningún estudio ha demostrado
taja de su bajo coste, facilidad de ajustar dosis, alta que sean tan eficaces como los opiáceos,AINE u otros
potencia y rapidez de actuación, con el efecto negati- analgésicos cuando son usados como fármaco único.
vo de la dependencia que pueden provocar. Por otro Además, existen estudios que muestran que la adición
lado, a pesar de su potencia analgésica, no actúan de un antimuscarínico a los AINE u opiáceos no apor-
sobre el origen fisiopatológico del dolor. Se han ta beneficios analgésicos, ni disminuye la sintomatolo-
demostrado de eficacia prácticamente similar a los gía vegetativa acompañante (10). A la vista de estos
AINE en el cólico renal agudo, con la desventaja de resultados y disponiendo de fármacos más eficaces y
que presentan mayor frecuencia de efectos adversos. dirigidos al origen fisiopatológico del dolor, no está jus-
Por todo esto podemos establecer que los opiáceos tificado el uso de fármacos antimuscarínicos en el tra-
son fármacos muy eficaces en el tratamiento del cóli- tamiento del cólico renal.
co renal agudo, pero están indicados como tratamien-
to complementario de los AINE o cuando éstos están Control de la sintomatología vegetativa
contraindicados o se requiere de un ajuste de dosis. acompañante
No se recomendaría usar la petidina por la alta tasa
de vómitos asociada. Antiémeticos: metoclopramida
Ayuda al control de la náuseas y vómitos causa-
Otros analgésicos dos por la irritación vecinal de los plexos celiáco y
a) Desmopresina intranasal: En el cólico renal mesentérico, y además es un procinético y evita la dis-
agudo su uso ofrece una buena eficacia analgésica, minución del peristaltismo intestinal.
con efecto muy rápido y ausencia de efectos
adversos, tanto sola como administrada junto con Hipnóticos: benzodiazepinas
diclofenaco, que incrementa su efecto (8). Este fár- Son útiles para el control de la agitación y taqui-
maco actuaría reduciendo intensamente la pre- cardia causadas por el intenso dolor.
sión ureteral por su potente efecto antidiurético.
Por otro lado, parece que favorece la liberación Tratamiento expulsivo
de beta-endorfinas hipotalámicas. de la litiasis ureteral
b) Inhibidores de la COX-2: Los estudios experi- La probabilidad de eliminación espontánea de
mentales demuestran que reducen la contractili- los cálculos ureterales depende fundamentalmente
dad ureteral y poseen un potente efecto antiinfla- de su tamaño y localización, de la estructura anató-
matorio, por lo que actuarían directamente sobre mica interna del uréter y de los antecedentes de
la fisiopatología del dolor. Presentan además esca- expulsión espontánea. Todos éstos se consideran
sos fenómenos adversos, siendo fármacos poten- factores inmodificables. Se eliminan espontánea-
cialmente útiles en el cólico renal, aunque todavía mente hasta el 80% de los cálculos de menos de 4
existen muy pocos estudios sobre el uso de estos mm, el 59% de la litiasis entre 4-6 mm y sólo el 20%
fármacos en esta patología (9). de los mayores de 6 mm. En caso de obstrucción
completa, las lesiones renales aparecen entre las 2 y
Anticolinérgicos 6 semanas, por esta razón el manejo conservador
Los fármacos anticolinérgicos como la N-butilbro- de la litiasis ureteral se puede mantener ese tiem-
muro de hioscina (Buscapina®) se han utilizado clásica- po (11), siempre que no concurran las siguientes cir-
mente como analgésicos en el cólico renal al inducir cunstancias: 1) Complicaciones (infección, anuria,
una relajación de la musculatura lisa con disminución deterioro de función renal). 2) Paciente monorre-
1.0
Presión relativa
p+ t+
Fase de compresión
Fase de tensión
0
t-
t-
p-
Tiempo
(zona tensil) (15). Los parámetros que caracterizan a Se han descrito cuatro mecanismos posibles de
esta onda son: el pico de presión positiva y negativa, fragmentación de los cálculos con LEOC (16):
más el tiempo de alcance del pico de presión positi-
va. Las ondas de choque desarrollan una energía acús- 1) Fractura por compresión: Grandes presiones posi-
tica que se mide por la presión desarrollada en el tivas sobre la cara frontal del cálculo provocan la
punto focal de la máquina y el volumen del foco. fractura por compresión. A medida que el frente
compresivo atraviesa el cálculo de delante hacia
El margen entre la presión positiva efectiva para atrás, se generan campos de tensión locales alre-
fragmentación y la cifra que puede ser dañina para los dedor de las imperfecciones preexistentes en el
tejidos parece corresponder a un rango entre 200 cálculo, como bordes granulares, cavidades... que
(inicio de la rotura del cálculo) y 400 bares (lesión provocan fractura por compresión.
tisular). En estudios de experimentación, la presión
negativa y su amplitud parecen estar más en relación 2) Astillamiento: Grandes presiones negativas (de fase
con la fragmentación litiásica por cavitación desarro- inversa) derivadas de las ondas que se reflejan de
llada por la energía acústica, que la presión positiva y la parte posterior del cálculo (después de haber
el tiempo de pico de presión. La energía desarrollada penetrado por su frente) ponen al cálculo bajo una
sobre un cálculo depende de la capacidad de generar fuerza de tensión, provocando la ruptura por asti-
presión sobre la zona focal del litotritor y ésta depen- llamiento en su superficie posterior. Una vez que la
de del tamaño y profundidad del foco. onda compresiva penetra en el cálculo puede
reflejarse en sitios de impedancia dispareja como
Mecanismo de fragmentación la interfase cálculo-orina, interfase cristal/matriz
de los cálculos orgánica... A medida que se refleja la onda com-
presiva, se invierte su fase a una onda de tensión
La fragmentación del cálculo se produce como negativa, y cuando la onda de tensión excede la
consecuencia del deterioro del material litiásico a fuerza de cohesión del cálculo se produce la frag-
causa de la presión mecánica producida, ya sea de mentación llamada por astillamiento. Este mecanis-
forma directa por la incidencia de la onda de choque, mo es muy importante, ya que los cálculos renales
o de forma indirecta por el colapso de las burbujas de se quiebran con mayor facilidad bajo fuerzas de
cavitación. tensión que bajo fuerzas de compresión.
el F2. Los modernos litotritores utilizan un brazo en la tecnología que se hayan traducido en una mejoría
C giratorio y un sistema digitalizado de imágenes significativa de los resultados. De hecho, el modelo
de alta calidad. HM3 se sigue considerado el gold-standard con el
que deben seguir comparándose los nuevos prototi-
La ventaja más importante es la posibilidad de pos que salen al mercado (15,18). Los cambios produci-
visualizar cálculos radioopacos en todo el tracto uri- dos en los litotritores, llamados de segunda y después
nario y la posibilidad de utilizar material de contraste de tercera generación, han ido más bien en la direc-
para facilitar la localización de cálculos radiotranspa- ción de conseguir equipos más fácilmente manejables
rentes y de detalles anatómicos. La principal desven- para los médicos y más confortables para los pacien-
taja es la exposición del personal sanitario y del tes, prescindir de la anestesia y costes de adquisi-
paciente a la radiación ionizante. ción/mantenimiento más bajos. Todos estos cambios
han producido mejoras funcionales en las Unidades
Ultrasonido de Litotricia, pero este hecho no ha repercutido nece-
La localización por ultrasonido permite evitar la sariamente en unos mejores resultados en cuanto a
radiación y puede localizar cálculos levemente radio- limpieza de cálculos. De hecho, a pesar de la prolife-
opacos o radiotransparentes. Sin embargo requiere ración de litotritores y de la variedad de soluciones
un operador muy bien entrenado para localizar el cál- diseñadas para alcanzar el cálculo y generar la onda de
culo en una ecografía y es difícil o imposible localizar choque, ningún litotritor ha podido igualar o superar
los cálculos ureterales. Por último, es difícil también el dispositivo HM3. Sin embargo, en la actualidad se
comprobar la fragmentación del cálculo. Debido a carece de estudios comparativos que abarquen todas
todas estas desventajas su uso exclusivo en los litotri- las características de las distintas máquinas y en la que
tores es minoritario. se evalúen la eficacia y los aspectos colaterales (pre-
cio, posibilidad de endourología, otras indicaciones
Mixtos terapéuticas…), por lo que cada centro debe conocer
Tienen la posibilidad de ambos sistemas de loca- sus prioridades de tratamiento y elegir entre las dis-
lización en el mismo aparato. tintas opciones del mercado.
nea (NLP), que en centros con experiencia obtiene Efectos indeseables de la LEOC
mejores resultados (15,19). Los cálculos de mayor tama-
ño, en particular los coraliformes y aquellos que por La LEOC produce poca morbilidad, pero no es
razones anatómicas tienen dificultad de eliminación de inocua. Se han hecho abundantes estudios para docu-
los fragmentos, deben ser tratados con NLP. Asi mentar los posibles efectos perniciosos de este trata-
mismo en aquellos pacientes que se prevea una litia- miento, que empezaron con Chaussy en los ensayos
sis residual superior al 30% y en aquellos que precisen preclínicos en ratas, donde se resaltó el poco daño
de más de 3 sesiones para su resolución se debería producido por las ondas sobre órganos focalizados
cuestionar la indicación de LEOC como tratamiento directamente con el litotritor (15,16), aunque se ha visto
único (15). con el tiempo que pecaron de cierto optimismo.
significativo de pacientes, un estudio prospectivo y de difícil expulsión se puede plantear una sesión de
controlado reciente no encuentra diferencias sig- LEOC o bien ureteroscopia con litofragmentación
nificativas entre la tensión arterial de pacientes endoscópica.
litiásicos tratados con LEOC u otro método y por
el contrario sí hay diferencias entre pacientes litiá- Litotricia en situaciones especiales
sicos y la población normal.
• Divertículos caliciales: En estos casos la LEOC
• Por otro lado, no se ha observado deterioro de la disminuye claramente su efectividad con tasas
función renal achacable a la LEOC en monorre- libre de cálculos del 30%, debido normalmente a
nos o en pacientes con insuficiencia renal crónica, que la existencia de litiasis se asocia a estenosis
ni tampoco en riñones infantiles en crecimiento infundibular por reacción inflamatoria y fibrosis
en estudios a largo plazo. secundaria. Los mejores resultados se consiguen
en cálculos pequeños y únicos (< 1 cm) con cue-
• Los posibles efectos dañinos de las ondas de cho- llos visibles en la urografía, y éstas son las indica-
que en el ovario en tratamientos de litiasis urete- ciones de manejo con LEOC más extendidas. No
rales pelvianas, aunque no se han confirmado en parece que la variedad anatómica (comunicación
diversos estudios, han provocado que se propug- con un cáliz, infundíbulo o pelvis) intervenga en
ne la ureteroscopia como tratamiento inicial en los resultados del tratamiento.
mujeres en edad de reproducción.
• Riñón en herradura: Los cálculos se asocian a
Complicaciones derivadas de la esta anomalía en un 20%, y a pesar de las fre-
eliminación de los fragmentos cuentes inserciones altas de la unión pieloureteral
Las complicaciones mayores asociadas a la elimi- y de la morfología calicial alterada, la LEOC tiene
nación de los fragmentos litiásicos son las derivadas una eficacia media en la literatura del 50- 70%. En
de la impactación ureteral de éstos (10%): general, la LEOC puede estar indicada en cálculos
menores de 2 cm con vía urinaria intrarrenal no
• Cólico nefrítico durante la expulsión de los frag- dilatada. Las mismas consideraciones pueden apli-
mentos. carse al riñón malrotado.
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Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
Nefrolitotomía Percutánea................................................................................................................................ 803
Ureterorrenoscopia .................................................................................................................................................. 809
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 812
45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis
capítulo 45
Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
La coincidencia en su aparición y desarrollo de las Los riñones se sitúan en el retroperitoneo entre
técnicas endoscópicas nefrolitotomía percutánea y los niveles T12 y L2 o L3, apoyados sobre el músculo
ureterorrenoscopia, junto a la litotricia extracorpórea psoas y su eje longitudinal sigue la dirección del mismo.
por ondas de choque, ha permitido a lo largo de estos Los polos superiores son más mediales y posteriores
últimos años que convivan y se asienten sus indica- que los polos inferiores. El riñón derecho se sitúa 2-3
ciones buscando más su complementariedad que la cm más abajo que el izquierdo y ambos forman un
competencia. El desarrollo y avance tecnológico de ángulo posterior con el plano frontal de 30-50º.
cada una de ellas hace que se desplace hacia aquellas
indicaciones más resolutivas y con menor morbilidad. Sistema Pieloclicial
En 1901, Brödel (4) demostró que en la mayoría de
los riñones, los cálices anteriores se encuentran en
posición más medial, mientras que los cálices
NEFROLITOTOMÍA posteriores son más laterales (Figura 1).
PERCUTÁNEA Figura 1. Esquema definido por Brödel.
Introducción
Esta técnica consiste en el abordaje de la litiasis renal su
litofragmentación endoscópica y extracción por vía percu-
tánea. De este modo se consiguen eliminar los cálculos con
menor morbilidad, menos tiempo de estancia hospitalaria y
bajo coste en comparación con las técnicas de cirugía abier-
ta.
Goodwin (1) describe en 1955 por primera vez la
nefrostomía percutánea y en 1976 Fernström (2) logra extra-
er un cálculo por vía percutánea. Alken (1981) (3),Wickham
(1981), Segura (1982) y Clayman (1984) en sus diferentes Sin embargo Hodson (5), describió la anatomía calicial
países, contribuyeron al desarrollo de esta técnica. justo a la inversa, con los cálices anteriores más
Desde entonces, gracias a los avances tecnológicos y el laterales que los posteriores (Figura 2). Para resolver
extraordinario desarrollo de los instrumentos flexibles, así estos resultados contradictorios en 1984, Kaye y
como las diferentes formas de energía han permitido la modi- Reinke (6) utilizaron la TAC para estudiar las relaciones
ficación del algoritmo terapéutico en la litiasis renoureteral. caliciales y observaron que los riñones de tipo
Hodson se presentaban en el 74% de los pacientes.
Consideraciones anátomicas Existen tres grupos caliciales, superior, medio e
inferior, estos se subdividen en anterior y posterior
El conocimiento de la anatomía renal y sus relacio- con proyecciones y ángulos diferentes. El abordaje
nes con órganos vecinos resulta imprescindible para, de percutáneo debe buscar, por su seguridad, el acceso
esta forma, disminuir o minimizar el riesgo de lesiones. por el cáliz posterior.
Figura 4. Litiasis residual tras el tratamiento Figura 6. Litiasis residual tras el tratamiento percutáneo.
percutáneo.
Vía Urinaria
Las alteraciones en la vía urinaria condicionan la
eliminación de los restos litiásicos una vez fragmenta-
La dureza del cálculo también es determi- dos. En aquellos pacientes que han sido sometidos a
nante a la hora de decidir el tratamiento a seguir. La intervenciones de reimplantación ureteral, derivacio-
LEOC ha demostrado una peor respuesta en deter- nes urinarias, transplante renal, malformaciones con-
minados cálculos, precisando de un mayor número génitas (riñón en herradura, divertículo calicial), en
de sesiones y de maniobras auxiliares (cateterismos, general todas aquellas circunstancias urológicas que
nefrostomías y URS). En la actualidad, el TAC helicoi- puedan condicionar o dificultar la expulsión de los
dal en el estudio de la litiasis permite realizar una fragmentos tras la LEOC.
reconstrucción tridimensional y calcular el volumen Uno de los aspectos más estudiados en los últi-
real así como predecir su composición según su coe- mos años ha sido la litiasis del grupo calicial inferior.
ficiente de atenuación (10), facilitando la elección del Los cálculos situados en los cálices del polo inferior
abordaje y estrategia terapéutica. La NLP es la téc- deben vencer una serie de dificultades anatómicas,
nica más adecuada para fragmentar cálculos duros factores dinámicos, para ser eliminados tras una sesión
que suelen estar compuestos de cistina, brushita y de LEOC. El ángulo infundibulopiélico, menor de 70º
oxalato cálcico monohidratado. En el otro extremo a 90º, la longitud ,mayor de 3 cm y su anchura, menor
cálculos muy blandos de materia orgánica tienen de 0,5 cm, son factores que pueden condicionar el
mala respuesta a la LEOC y buena resolución por vía resultado de la LEOC, desde un 39% a un 94%, por
percutánea. lo que la alternativa endoscópica debe valorarse.
Punción Calicial
Técnica Antes de realizar la punción del riñón, es necesa-
Para la realización de la NLP es necesaria una rio colocar un catéter ureteral e introducir contraste
mesa radiotransparente con tablero deslizable que radiológico con azul de metileno para la visualización
permita introducir el arco en C y movilizarlo durante de la vía y facilitarnos la recuperación de la misma en
la intervención. caso de pérdida accidental. La punción del riñón
puede realizarse con control ecográfico o radiológico.
Posición del paciente Después de un estudio detenido de la urografía y/o
Existen dos posiciones diferentes para colocar al TAC y de la localización de los cálculos se debe esco-
paciente, en prono y supino: ger el cáliz de entrada, planificándose la estrategia de
abordaje y fragmentación.
a) Decúbito Prono es la descripción clásica, colo- El acceso percutáneo debe cumplir una serie de
cando unos rodillos a nivel de los hombros y de la requisitos: que sea un cáliz fácilmente abordable, un
cresta iliaca que facilitan la adecuada ventilación del cáliz posterior, una entrada yuxtapapilar y un buen
paciente. Además hay que proteger los brazos, las punto de partida para completar la litotricia.
rodillas, los tobillos y los pies. El lado del cálculo
debe estar elevado con una almohadilla a 30º. Las Figura 7. Decúbito supino (posición de Valdivia).
principales desventajas, debido a la posición del
paciente y la colocación de un rodillo abdominal,
son que provocan una elevación diafragmática con
la consiguiente disminución de la ventilación respi-
ratoria así como una disminución del retorno
venoso por compresión de la cava. Los cambios y
posicionamientos en quirófano son laboriosos y el
mantenimiento y control anestésico es peor.
Se localiza sobre la línea axilar posterior entre la (incrementos graduales de 2 Fr). La vaina externa (dis-
12ª costilla y la cresta ilíaca, excepcionalmente es posi- ponible de 28 a 30 Fr) mantiene el acceso al riñón y
ble pasar entre la 11ª y la 12ª, siendo peligroso pun- permite la introducción de la instrumentación a través
cionar por encima de la 11ª costilla por riesgo de de ella.
lesión pleural. Las complicaciones que pueden ocurrir con este
La localización del cálculo y el volumen litiásico método son la perforación de la pelvis renal con la
son las principales consideraciones a tener en cuenta consiguiente extravasación del líquido de irrigación, o
al elegir el punto de acceso adecuado para extraer el el traumatismo de la cápsula renal y posterior hema-
cálculo. toma perirrenal.
El cirujano debe realizar un acceso que permita
la máxima eliminación de cálculos, una entrada calicial Dilatación con balón de alta presión tipo Olbert
por la papila o justo al lado es la más adecuada. Debe El objetivo de este sistema es la de realizar el tra-
evitarse la punción directa de la pelvis renal porque yecto en un solo paso y evitar la dilatación seriada. De
existe un riesgo elevado de lesión de la rama poste- esta manera, la dilatación es menos traumática.
rior de la arteria renal. Aunque no son tan eficaces cuando existe tejido
En primer lugar se inspecciona el sistema colec- fibroso retroperitoneal. Son fáciles de usar pero pre-
tor con el arco en C colocado verticalmente hasta cisan un control fluoroscópico para evitar realizar la
localizar el cáliz de entrada. Una vez localizado, se rota dilatación sin estar correctamente colocados. El mayor
el arco hasta colocarlo a 30º, así estará paralelo al inconveniente es su elevado coste.
cáliz elegido y podremos ir avanzando con una aguja La punta del balón debe introducirse hasta el cáliz,
de 18 G dirigiéndola mediante controles de fluoros- una vez allí se realiza el llenado del balón y sobre él se
copia. Para verificar la correcta colocación de la aguja desliza la camisa de Amplatz hasta llegar a la cavidad
en el sistema colector, se aspira con una jeringa y se renal. La retirada del catéter de balón manteniendo la
observa la salida de orina con azul de metileno y tras guía nos permite acceder con el nefroscopio.
comprobar, mediante contraste radiológico, la correc- Se ha demostrado un menor riesgo de hemorra-
ta ubicación y la ausencia de extravasado , se pasa una gia, menor tiempo quirúrgico y menor incidencia de
guía a través de la vaina de la aguja procurando intro- perforaciones con el catéter de balón que con las
ducir una longitud suficiente para evitar que la misma otras técnicas de dilatación. (12)
se salga durante las maniobras sucesivas. Una de las nuevas tendencias en el campo de la ins-
trumentación para realizar la nefrolitotomía percutánea
Dilatación es la de realizar en un solo paso el acceso percutáneo
La dilatación persigue ser coaxial respecto a la y la dilatación. Con esta novedosa técnica se reduce el
guía, lograr un calibre adecuado 26-30 Fr y mantener- tiempo operativo y el trauma producido es menor. (13)
lo estabilizado mediante la camisa o vaina de Amplatz. Con el fin de disminuir la morbilidad Jackman des-
Existen tres tipos de dilatación. cribe la miniperc (14) logrando un tracto de 13 a 22 Fr,
inicialmente descrita en litiasis infantil, puede tener cla-
Dilatadores telescópicos metálicos de Alken ras indicaciones en litiasis residual o en litiasis en diver-
Estos dilatadores son de acero inoxidable y se tículo calicial.
desplazan de forma secuencial telescópica uno sobre
otro. La varilla del interior es hueca y se desliza sobre Líquido de irrigación
el alambre guía. Este sistema es muy eficaz y dado su Se deben utilizar soluciones isotónicas para la irri-
rigidez, es el ideal para pacientes con cirugías previas gación durante la NLP para minimizar el riesgo de
y tejido perirrenal fibroso. El mayor inconveniente es hiponatremia por dilución en caso de extravasación
que se puede lesionar con facilidad la pelvis renal. de grandes volúmenes. El suero fisiológico es una
buena opción.
Dilatadores semirrígidos Ampaltz (Creado por El líquido debe estar a una altura no mayor de 80
Amplatz en 1982) cm por encima del paciente, para evitar la hiperpre-
El equipo esta formado por un catéter de 8 Fr y sión intrarrenal y la absorción de gran cantidad de flui-
la dilatación progresiva con catéteres del 12 a 30 Fr do por reflujo pielovenoso.
Litotricia Ultrasónica
Una vibración de alta frecuencia se trasmite a tra- URETERORRENOSCOPIA
vés de una sonda que en contacto con el cálculo logra
su fragmentación permitiendo la aspiración por el Introducción
interior hueco de la sonda. La ventaja principal es la
combinación de fragmentación y eliminación simultá- La cirugía endoscópica se ha convertido en
nea de los fragmentos litiásicos. Es muy útil para cál- muchos casos en el tratamiento de elección de la litia-
culos friables. Su principal desventaja es el efecto tér- sis ureteral. El desarrollo de la técnica por E. Pérez
mico por lo que su uso en el ureter se ha abandona- Castro (16) prácticamente coincidiendo con Chaussy al
do debido a la posibilidad de lesiones isquemias y su describir el primer tratamiento de litotricia extracór-
estenosis posterior. porea en la Universidad de Munich ha hecho que a lo
largo de estos años que ambas modalidades terapéu-
Litotricia Mecánica ticas hayan compartido las indicaciones manteniendo
a) Balística: en este sistema, el aire presurizado un debate que ha dado lugar a numerosas controver-
actúa como energía para disparar un proyectil sias.
hacia una varilla metálica en contacto con el cálcu- Los grandes avances en la endoscopia ureteral,
lo. La ventajas de este sistema son el bajo coste, miniaturización, el desarrollo de la ureterorrenoscopia
que precisa poco mantenimiento y que puede flexible y la utilización de energías de contacto como
fragmentar cálculos de gran dureza. Puede ser uti- el laser holmium han permitido modificar el algoritmo
lizado con diferentes sondas de 0,8 a 3 mm. terapéutico de la litiasis ureteral, presentándose como
Recientemente se ha comercializado un sistema, primera opción en litiasis ureteral mayores de 10 mm
basado en el mismo principio, que se alimenta con o en cálculos impactados.
Andrología
Disfunción eréctil
Disfunción eréctil
capítulo 46
Disfunción eréctil
Respecto a la anatomía funcional del pene está 1. Dilatación de las arteriolas y arterias por el
compuesto por tres estructuras cilíndricas, dos cuer- aumento del flujo sanguíneo tanto en la fase dias-
pos cavernosos y un cuerpo esponjoso, que alberga tólica como sistólica.
la uretra, cubiertos por una capa subcutánea laxa y
piel (1). 2. Aumento del flujo de sangre entrante en los sinu-
soides dilatados.
Fisiología de la erección (Tabla 1)
3. Compresión de los plexos venulares subalbugí-
Respecto a la fuente principal del aporte sanguí- neos, entre la túnica albugínea y los sinusoides
neo del pene es por medio de la arteria pudenda periféricos, que reduce el flujo venoso.
Componente Función
Cuerpos cavernosos Sostén del cuerpo esponjoso y del glande
Túnica albugínea Contiene y protege el tejido eréctil, proporciona rigidez a los cuerpos
(de los cuerpos cavernosos) cavernosos y participa en el mecanismo venooclusivo.
Músculo liso Regula el flujo de sangre hacia el interior y exterior de los sinusoides.
Músculo isquiocavernoso Facilita la llegada de sangre hacia la parte distal para acelerar la erección,
proporciona rigidez peneana adicional durante la fase de la erección
rígida.
Cuerpo esponjoso Proporciona una cámara estrecha presurizada para permitir la expulsión
del semen de la uretra.
erección rígida, aunque para la eyaculación es necesa- Por último los neurotransmisores implicados, en la
ria la contracción rítmica del músculo bulbocavernoso. mayoría de las investigaciones coinciden en que es el
NO (óxido nítrico) liberado a partir de la neuro-
Existen diversas áreas en la corteza cerebral transmisión no adrenérgica / no colinérgica (NANC)
involucradas en la excitación sexual y posiblemente y del endotelio el que actúa como principal mediador
responsables de tres tipos de erección: psicógena, de la erección. En el pene, el NO liberado a partir de
reflexógena y nocturna. La erección psicógena es las terminaciones nerviosas o las células endoteliales
provocada por estímulos audiovisuales o fantasía. se difunde en el interior de las células del músculo liso
Los impulsos provenientes del cerebro modulan los donde activa la guanidil-ciclasa soluble para producir
centros medulares de la erección (T11-L2 y S2-S4) cGMP. Aunque no se conoce con exactitud, el meca-
para activar el proceso eréctil. La erección reflexó- nismo más probable es la activación de la proteinci-
gena se produce por estímulos táctiles en los órga- nasa específica del cGMP, lo que produce la fosforila-
nos genitales. Los impulsos alcanzan los centros ción e inactivación de la miosina cinasa de cadena lige-
medulares de la erección; algunos siguen entonces ra, lo que causa la disociación de miosina y actina y
una trayectoria ascendente, que producen la per- por lo tanto, la relajación del músculo liso. Por otro
cepción sensitiva, mientras que otros activan los lado, la detumescencia después de la erección puede
núcleos autónomos para enviar mensajes al pene, a ser resultado de la cesación de la liberación de NO, la
través de los nervios cavernosos, para inducir la degradación de segundos mensajeros por FDE o la
erección. La erección nocturna se produce sobre descarga simpática durante la eyaculación. La contrac-
todo durante la fase del sueño con movimientos ción y relajación del músculo liso está regulada por el
oculares rápidos (REM). calcio libre citosólico sarcoplasmático(1).
Orgánica:
I. Vasculógena (arteriógena, de cuerpos cavernosos o mixta)
II. Neurógena
III. Anatómica
IV. Endocrina
Psicógena:
I. Tipo generalizado;
A. Falta de respuesta generalizada:
1. Falta primaria de excitación sexual
2. Declinación relacionada con la edad de la excitación sexual.
B. Inhibición generalizada
1. Trastorno crónico de intimidad sexual.
tribuido la falta de estudios de investigación que ana- remedios naturopáticos, posteriormente comenzó la
licen la relevancia de este problema. Otro factor que era de los trastornos mentales, durante la que los
ha influido es el hecho de que a muchos pacientes y médicos reconocieron el componente psicológico de
profesionales de la salud, les resulta difícil abordar los la disfunción eréctil. Al final de la década de 1970 se
problemas relacionados con la esfera sexual durante produjo el advenimiento de la era de la cirugía segu-
la consulta, en parte debido a factores de índole cul- ra y eficaz para el manejo de la DE. En ésta época el
tural, religioso o moral. implante peneano era una solución quirúrgica especí-
fica; este concepto acentuaba la importancia de una
Por otra parte, la reciente disponibilidad de fár- erección rígida prolongada y a demanda. A principios
macos orales con un buen perfil de eficacia y seguri- de la década de 1980 el descubrimiento accidental de
dad para el tratamiento de la DE ha transformado el que un agente vasodilatador inyectable podía provo-
abordaje diagnóstico y terapéutico de este problema. car una erección normal en ausencia de estimulación
sexual preanunció la era de la farmacoterapia para la
Los resultados del primer estudio epidemiológico DE. La década siguiente se centró en investigaciones
sobre DE realizado en España (Estudio EDEM, Epide- clínicas y fundamentales, que culminaron con la pri-
miología de la Disfunción Eréctil Masculina, 1998-1999) mera conferencia de consenso para la disfunción
realizado en 2476 varones españoles, de entre 25 y 70 eréctil en 1992, en el que un grupo multidisciplinario
años, confirman la importancia del problema, al poner llevó a cabo una revisión de los diversos aspectos de
de manifiesto una prevalencia de DE del 12,1%, lo que la disfunción sexual masculina (interés, realización y
implica que aproximadamente 1,5 a 2 millones de varo- satisfacción) y sugirió un mayor rigor terminológico,
nes en nuestro país sufren este problema. Sin embargo, como el primer paso para aumentar el conocimiento
según los resultados del mismo estudio, sólo el 16,5% del público en general y la comunidad médica. La DE
de los afectados consulta a un médico. se definió como la incapacidad en lograr o mantener
una erección de rigidez y duración suficientes para
En el MMAS (Massachussets Male Aging Study), pri- permitir un rendimiento sexual satisfactorio. En este
mer estudio epidemiologico multidisciplinario, con consenso, se reconoció la asociación estadística con la
muestras al azar, transversal y poblacional sobre DE con edad creciente y la simultaneidad de diversas afeccio-
correlación psicológica y psicosocial en varones en nes médicas, así como los efectos del tabaquismo.
Estados Unidos y en el que se utilizaron técnicas moder-
nas de muestreo de probabilidad y con datos recogidos En 1998 se introduce un tratamiento farmacoló-
entre 1995 y 1997, que fueron comparados con los gico oral muy eficaz para la disfunción eréctil, el primer
datos originales obtenidos de un análisis de población inhibidor de la fosfodiesterasa (sildenafilo) y a la vez se
desarrolla un modelo que proporciona las pautas
entre 1987 y 1989, abarcando a 1709 varones entre 40
generales para el diagnóstico y el manejo de la DE
y 70 años, se encontró que la tasa de incidencia bruta
cuyo objetivo central es la identificación y la posible
de DE en varones blancos en EEUU es de 25,9
modificación de los factores de riesgo.
casos/1.000 hombres-años. El riesgo corregido por edad
de la DE es superior en varones con Diabetes Mellitus,
En 1999 se desarrolló en París el primer consen-
enfermedad cardíaca tratada e hipertensión tratada (7).
so Internacional sobre disfunción eréctil patrocinada
por la OMS, cuyo objetivo fue desarrollar recomen-
Resultados similares se han informado en estudios
daciones sobre el diagnóstico y tratamiento de la
europeos y australianos.
misma.
torio hormonal y básica seguidos de la discusión de que pueden ser tratados con cirugía vascular
las opciones terapéuticas sin recurrir a otros estudios. mediante revascularización microquirúrgica.
Este enfoque debe ofrecerse a todos los pacientes
sin excepción. Luego se les ofrece la opción entre un Es importante realizar pruebas de objetivación de
ensayo terapéutico (con agentes orales, un dispositi- la erección espontánea que permitirán un diagnóstico
vo de constricción al vacío) o una inyección intraca- diferencial entre naturaleza psicógena y orgánica del
vernosa (IIC) y un segundo nivel de evaluación. Este proceso. También es importante realizar en pacientes
último enfoque tiene por finalidad determinar con seleccionados, determinadas pruebas que nos permi-
precisión la causa de la DE y requiere uno o más de tan conocer la etiopatogenia de la DE, fundamental-
los siguientes estudios: consulta psicológica, prueba mente estudios vasculares y neurológicos.
de tumescencia peniana nocturna (TPN), evaluación
neurológica avanzada y estudios arteriales y venosos Las pruebas de objetivación de la erección
funcionales(8). espontánea están indicadas en aquellos casos en los
que se quiera diferenciar entre naturaleza psicógena y
Se define la clasificación de las pruebas diagnósti- orgánica del proceso. También pueden existir razones
cas para la DE en muy recomendadas, recomendadas, médico-legales para realizar estas metodologías diag-
opcionales y especializadas: nósticas. Hay dos pruebas el registro de rigidez y
tumescencia peneana nocturna (Rigiscan-NPT) y el test
- Pruebas muy recomendadas: se deben reali- de estimulación visual.
zar en todos los pacientes e incluyen una historia
clínica completa y una exploración física. El Rigiscan-NPT se trata de registrar las ereccio-
nes que tienen lugar durante el sueño y que parecen
- Pruebas recomendadas: deben realizarse en cumplir una función de oxigenación del músculo liso
la mayoría de los pacientes, consisten en determi- peneano. Estas erecciones tienen un patrón en cuan-
naciones analíticas como glucemia basal, perfil lipí- to a número, duración y rigidez considerado como
dico, testosterona libre o total en mayores de 50 normal, que no se alcanza cuando existen alteraciones
años o más jóvenes si aparecen signos o síntomas de la función eréctil. El registro se ha de efectuar pre-
de hipogonadismo como disminución del deseo ferentemente durante 3 noches.
sexual, del volumen testicular bilateral y de los
caracteres sexuales secundarios. El instrumento mejor diseñado a tal fin es el
Rigiscan®, formado por una unidad de almacenamien-
- Pruebas opcionales: son determinaciones que to ambulatorio de datos y de un ordenador que per-
se recomiendan en determinados grupos de mite su procesamiento e impresión. Se acopla cómo-
pacientes, cuyo uso depende del criterio médico y damente a la pierna y posee dos anillos transductores
son hemograma, función renal, hepática, LH y pro- que se adaptan a la base y extremo del pene y que
lactina (si la testosterona está disminuida y/o dis- se distienden con las variaciones del tamaño y rigidez
minución del deseo sexual), TSH, T4, y cortisol del pene. Permite medir los cambios de la circunfe-
plasmático y/o libre en orina de 24 horas.También rencia peneana en centímetros y la rigidez expresada
la valoración psicosocial y psiquiátrica. en porcentajes, así como el número y la duración de
eventos por noche. Cuando se demuestra la presen-
- Pruebas especializadas: tienen valor en deter- cia de una erección de al menos un 60% de rigidez
minados pacientes y deben se aplicados única- registrado en el extremo distal del pene, durante 10
mente por especialistas. Están indicadas en aque- minutos o más, debe ser considerado como indicati-
llos casos en los que quiera diferenciarse entre vo de normalidad. Se debe tener en cuenta la edad
naturaleza psicógena y orgánica del proceso, fun- del sujeto.
damentalmente en pacientes con etiología supues-
tamente psicógena que pueden beneficiarse de un De forma menos sofisticada, pero más económi-
tratamiento etiológico (psicoterapia), o bien, en ca, se puede tener idea de la existencia de ereccio-
jóvenes con antecedentes de traumatismo pélvico nes nocturnas con otros instrumentos, algunos muy
artesanales, como una tira de sellos que se aplicaría El test de inyección intracavernosa (ICC) de drogas
alrededor del pene al acostarse. La rotura de la tira vasoactivas, suele realizarse mediante la inyección intra-
indicaría sólo cambios de volumen y rigidez del pene. cavernosa de prostaglandina E1 (PGE1), (Alprostadil®)
Otros instrumentos como los erectómetros® consis- a una dosis de 10 a 20 microgramos, valorando la res-
ten en tiras de material textil con un pasador que les puesta a los 10, 20 y 30 minutos (Figura 1). La dosis de
confiere diferente resistencia a la tracción. El desliza- 20 microgramos de PGE1 es la utilizada habitualmen-
miento de la tela, debidamente calibrada, a través del te, excepto en pacientes jóvenes o con sospecha de
pasador, nos determinaría el incremento de la cir- problema de salud neurológico o psicológico en los
cunferencia del pene y, según que pasador, la fuerza que es preferible inyectar 10 microgramos. Un test
que ha ejercido el pene en su expansión. Similar fun- positivo se define como una respuesta eréctil con
damento, pero con unas tiras plásticas que se rom- buena rigidez, que se produce en los 10 minutos pos-
perían sucesivamente según la tracción tiene el teriores a la ICC y que dura más de 30 minutos. Esta
Snap-gauge®. respuesta positiva indica únicamente que el músculo
liso de los cuerpos cavernosos se relaja adecuadamen-
Respecto al test de estimulación visual, se basa en te y orienta hacia una etiología neurológica, hormonal,
que la visión de films eróticos produce una erección psíquica o arterial leve. En pacientes con insuficiencia
en la mayor parte de los hombres. La visualización de arterial leve puede existir una respuesta positiva a la IIC
la erección, puede ser directa, desde una cabina estra- si el mecanismo veno-oclusivo se encuentra indemne.
tégicamente situada o bien mediante instrumentos Por otra parte, el miedo a la inyección en el pene
que registran esta erección. Generalmente, se conec- puede producir una respuesta simpática que inhiba la
ta un Rigiscan® al paciente y se proyectan películas relajación del músculo liso y no se produzca erección
eróticas registrando la presencia o ausencia de tumes- (falso negativo). No obstante un test de inyección intra-
cencia y rigidez. Ante la presencia de erecciones se cavernosa de PGE1 positivo no garantiza una normali-
descarta organicidad. Una respuesta negativa no nos dad arterial. Por este motivo en pacientes jóvenes con
descarta el origen psicológico ni el orgánico. antecedentes de traumatismo puede ser conveniente
realizar un estudio vascular completo.
Con el mismo fin y limitaciones, se pueden utilizar
los dispositivos descritos anteriormente. El rigidóme- El eco-doppler duplex dinámico tiene como obje-
tro de inflexión digital®, otro instrumento que se to principalmente valorar la VPS o velocidad del pico
puede utilizar, mide la rigidez axial del pene, a diferen- sistólico, que debe ser superior a 30 cm/s, y que se
cia de los anteriores que cuantifican la rigidez radial correlaciona con el flujo arterial. La VDF o velocidad
del mismo(9). diastólica final, normalmente inferior a 4 cm/s se rela-
ciona con el componente veno-oclusivo.
Los tests para valorar el componente vas-
cular y el músculo liso peneano están indicados Figura 1. Posición correcta para tratamiento de ICC.
en aquellos pacientes a los que pueda ofrecerse una
terapia de tipo etiológico, como puede ser la revascu-
larización peneana (pacientes jóvenes que han sufrido
un traumatismo vascular con afectación de la erec-
ción), cuando se desee conocer la naturaleza del pro-
ceso y la historia del paciente no permite establecer
hipótesis etiopatogénica, o pacientes en los que reca-
en exigencias legales.
clerótica de las arterias periféricas y coronarias. El En el caso de pacientes de edad avanzada que
tabaco aumenta también significativamente la inciden- presenten una disfunción eréctil y padezcan una insu-
cia de DE asociada con enfermedad cardiovascular, ficiencia vascular simultánea con la deficiencia de an-
hipertensión y consumo de fármacos. drógenos, la testosterona no es la mejor opción tera-
péutica.
Es importante considerar también en pacientes
con ingesta de determinados fármacos la aparición de En el caso de pacientes con una elevación leve del
disfunción sexual, como pérdida del deseo sexual, una nivel sérico de prolactina es posible que haya otros
alteración de la erección o trastornos de la eyacula- factores subyacentes, como deficiencia vascular o neu-
ción entre otros. En muchos casos el problema se rológica, responsables de la DE. Si se detecta en un
resuelve al reemplazar el fármaco por un compuesto paciente un adenoma hipofisario, generalmente aso-
de una clase distinta. Los fármacos que más se rela- ciado con un nivel sérico de prolactina hasta 10 veces
cionan son beta bloqueantes, diuréticos tiazídicos y mayor de lo normal, los tratamientos más adecuados
antidepresivos. son bromocriptina o ablación quirúrgica.
Los ejercicios de entrenamiento muscular del En hombres en quienes el tratamiento con silde-
suelo pélvico puede representar una opción válida a la nafilo es infructuoso, es posible que la corrección de
cirugía en pacientes con un escape venoso leve. la deficiencia de andrógenos ejerza un efecto benefi-
cioso sinérgico.
En los casos de DE psicogénica cuyo diagnóstico
suele ser de exclusión, la terapia sexual puede ser efi- Fármacos de acción central y periférica
caz siempre que permita eliminar la causa específica Este tipo de tratamiento farmacológico es poco
subyacente a la DE. usado en la actualidad.
Los pacientes con hipogonadismo documentado En los centros cerebrales hay receptores adrenér-
y DE es razonable instaurar un tratamiento de reem- gicos, dopaminérgicos y serotoninérgicos asociados
plazo androgénico durante 2 a 3 meses. Suele mejo- con la libido, la erección peneana y la eyaculación, es
rar la libido y bastante menos la erección. Los nive- posible que los fármacos que afectan de forma adver-
les suprafisiológicos de testosterona suprimen la sa a la función sexual actúen sobre estos receptores,
producción de LH y FSH y provocan infertilidad, como anti-hipertensivos antiguos (reserpina, α-metil-
también el tratamiento de testosterona por vía dopa) y los nuevos antidepresivos.
parenteral puede provocar dolor mamario o gineco-
mastia. La anormalidad de laboratorio observada Los fármacos de acción central que se pueden
con más frecuencia en pacientes que reciben un tra- utilizar para tratar la DE son la yohimbina que es un
tamiento prolongado con andrógenos es la eritroci- antagonista α 2- adrenérgico, la trazodona con doble
tosis. En algunos casos el aumento de la masa eritro- efecto periférico (bloqueo α-adrenérgico y central
cítica incrementa el riesgo cardiovascular; además, en como inhibidor de la recaptación de serotonina con
los pacientes más jóvenes, el consumo abusivo de aumento de la expresión de ciertos receptores.
testosterona determina un aumento moderado de
las lipoproteínas de baja densidad y una disminución La apomorfina es un agonista dopaminérgico acti-
del nivel de lipoproteínas de alta densidad. El trata- vador de los receptores D1 y D2, relacionado quími-
miento con testosterona también se asoció con camente con la morfina pero que no actúa como
aumento del nivel de tromboxano A2 y agregación opiáceo, sino en el núcleo paraventricular del cerebro,
plaquetaria. estimulando señales proeréctiles aunque es preciso el
impulso sexual.
La eficacia del tratamiento de reemplazo con tes-
tosterona puede determinarse por la respuesta clíni- Respecto a los fármacos de acción periférica, la
ca sin necesidad de repetir las determinaciones de su fentolamina es un antagonista α1-adrenérgico inespe-
nivel sérico. cífico con afinidad similar por los receptores adrenér-
gicos α1 y α 2. La inyección directa de fentolamina en fera sólida muy pequeña (3 x 1 mm) que se introduce
los cuerpos cavernosos determina la tumescencia en la uretra distal (3 cm) mediante un aplicador
peneana pero sin rigidez. comercial (MUSE).
PGE1 o que padecen un dolor peneano significativo van directamente a los cuerpos cavernosos, en este
con una dosis más elevada de PGE1. caso los resultados suelen ser muy buenos.
El priapismo y la fibrosis son los dos efectos adver- Las prótesis peneanas, no implican actuación algu-
sos más graves asociados con el tratamiento con IIC y na sobre la capacidad de orgasmo, eyaculación o
está contraindicado en pacientes con anemia falcifor- deseo, aunque este se puede incrementar al recupe-
me, esquizofrenia u otro trastorno psiquiátrico seve- rar la capacidad de erección y pertenecen en general
ro, o una enfermedad sistémica grave. a dos categorías amplias.
Tratamiento quirúrgico
En el momento en que el tejido del cuerpo caver-
noso ya no es funcional debido a que fue reemplaza-
do por una cantidad crítica de tejido fibroso, la única
solución es la cirugía, en muchos casos las prótesis
peneanas.
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Lecturas recomendadas.
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Enfermedad de La Peyronie
y disfunción eréctil
Enfermedad de La Peyronie
y disfunción eréctil
Enfermedades de La Peyronie........................................................................................................................ 837
Disfunción eréctil ........................................................................................................................................................ 841
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 856
47. Enfermedad de La Peyronie y disfunción eréctil
capítulo 47
Enfermedad de La Peyronie
y disfunción eréctil
ENFERMEDAD las células predominantes en estas lesiones y no
los polimorfonucleares que aparecen en los pro-
DE LA PEYRONIE cesos infecciosos.
La enfermedad de La Peyronie fue descrita por 2. Traumatismos: Los múltiples y continuos trau-
primera vez por Falopio en 1561. No obstante, esta matismos que sufre el pene con la actividad sexual
enfermedad toma su nombre de Francois Gigot de La provocan una respuesta inflamatoria, que en
Peyronie, un cirujano del rey Luis XV de Francia. determinados individuos puede evolucionar hacia
Desde entonces ha recibido varias denominaciones una fibrosis. No obstante, la zona más propensa a
como fibroesclosis del pene, esclerosis cavernosa, los microtraumatismos es la base del pene, que es
induración plástica de los cuerpos cavernosos o escle- una zona donde no asientan las placas fibrosas.
rosis de la túnica albugínea y se caracteriza por la for-
mación de placas fibrosas en la túnica albugínea impi- 3. Déficit enzimático: El déficit de la enzima mono-
diendo que ésta se distienda originando la incurvación aminooxidasa (MAO) se ha relacionado in vitro
del pene. con producción de fenómenos isquémicos y apa-
rición de placa de fibrosis.
Epidemiología e incidencia
4. Factor genético: La enfermedad tiene un
En 1991, Linsay y cols. describen una prevalencia de patrón familiar transmitiéndose de forma autonó-
la enfermedad en Estados Unidos de 388,8 por mica dominante. Nieberg y cols. en 1982 descri-
100.000 habitantes, estimando que hay en ese país ben una asociación con el HLA B27 y el HLA B7.
423.000 varones afectos de esta enfermedad, con Por otro lado, Deguchi y cols. en1984 no aprecia-
32.000 nuevos casos cada año. No obstante, en nues- ron esta diferencia. Asimismo se ha descrito la
tro medio disponemos de muy pocos datos epidemio- asociación con diferentes colagenopatías como la
lógicos de incidencia y prevalencia de la enfermedad. enfermedad de Dupuytren, la enfermedad de
Lederhose o contractura de la fascia plantar y la
La prevalencia de la enfermedad de La Peyronie esclerodermia.
es del 1%. Se va a presentar entre la 4.ª y la 6.ª déca-
da de la vida (53 años) y es más frecuente en la raza 5. Factor autoinmune: Por la similitud de sus
blanca. lesiones con los nódulos fibrosos de las enferme-
dades del colágeno. Montovani, en 1983, y
Se han descrito una serie de factores etiológi- Stroechman, en 1984, no corroboran esta teoría.
cos implicados en su aparición, no del todo bien expli-
cados y en controversia entre los diferentes autores: 6. Endocrinopatías: La Diabetes mellitus o la gota
se han relacionado con esta enfermedad.
1. Infección: Algunos pacientes presentan el ante-
cedente de uretritis, tanto específica como ines- 7. Vasculopatías: Smith, en 1966, describió que
pecífica. Pero no se han descrito microorganismos una vasculitis en los cuerpos cavernosos y la túni-
en estas placas fibrosas. Además, son los linfocitos ca albugínea puede dar lugar a placas de fibrosis.
Los traumatismos por doblamiento pueden El dolor va a aparecer por la compresión del teji-
desencadenar una lesión con entrada de sangre, pro- do fibroso sobre las terminaciones nerviosas del haz
duciéndose una respuesta inmunitaria que a través de dorsal del pene.
macrófagos, neutrofilos, mastocitos y plaquetas esti-
mulan la secreción de citoquinas, factores de creci- El acortamiento del pene se produce cuando
miento y vasoactivos comprometidos en el proceso la fibrosis alcanza la totalidad de los cuerpos caverno-
de fibrosis. La naturaleza avascular de la túnica albugí- sos o infiltra el septum intracavernoso, desaparece
nea puede impedir la eliminación de estos factores de entonces la incurvación produciéndose el acorta-
crecimiento (TGF-B) y vasoactivos que se acumulan y miento del pene.
podrían estar comprometidos en la formación de la
placa de fibrosis. La disfunción eréctil es de patogenia multifac-
torial. La alteración morfológica del pene que impide
Evolución natural la penetración, factores psicológicos (temor al fracaso,
y manifestaciones clínicas ansiedad…) y las erecciones dolorosas juegan un
papel en la disfunción eréctil del paciente.
A diferencia de la incurvación congénita, que apa-
rece en jóvenes en la segunda década de la vida, la Diagnóstico
enfermedad de La Peyronie se presente generalmen-
te en varones de 40 a 60 años. La anamnesis de estos pacientes debe incluir el
modo y el momento de inicio (súbito o gradual) de
La enfermedad de La Peyronie se evidencia con las manifestaciones clínicas comentadas en el punto
alguna de las siguientes manifestaciones (aisladas o anterior. La evolución es útil para saber en qué fase se
asociadas entre sí, que es lo más frecuente): encuentra la enfermedad. Estudiar los antecedentes
de cirugía peneana, instrumentación uretral o trauma- pene en el momento de la erección. Son necesa-
tismos externos, fármacos o abuso de drogas, antece- rias las tres proyecciones del pene: anteroposte-
dentes de fibromatosis (Dupuytren o Lederhose). Es rior, craneocaudal y lateral.
importante diferenciar el La Peyronie de la incurva-
ción congénita del pene que aparece en la segunda Cavernosometría: Sólo está indicado en algu-
década de la vida. nos casos en los que la incurvación se asocia a dis-
función eréctil. Actualmente en desuso.
La exploración física del pene se realiza con
el pene en estiramiento, y pone de manifiesto en casi 3. Exploraciones destinadas a evaluar
todos los pacientes un área indurada palpable, que la disfunción eréctil:
suele estar en la mayoría de los casos en la superficie
dorsal del pene asociada con la inserción de las fibras En esta situación se debe realizar el protocolo
septales. Debemos localizar el número, localización, diagnóstico de la disfunción eréctil que valorare-
tamaño y morfología de las mismas. mos en el siguiente capítulo.
El tamoxifeno (20 mg/dia) modula la liberación La radioterapia: Se emplean dosis entre 600 y
de TGF-b de los fibroblastos, por lo que regula la res- 1.600 rads. Está indicada cuando predomina el dolor
puesta inmunitaria.También tiene un efecto antiestrogé- ya que tiene pocos efectos sobre la placa y sobre la
nico Sus efectos secundarios consisten en molestias gas- incurvación. Muy poco utilizada actualmente.
trointestinales, trombocitopenia, hepatopatía y alopecia.
Los ultrasonidos: Actuan mediante la produc-
La colchicina (2 mg/día) es un agente antimicro- ción de calor mejorando el dolor. Permiten la difusión
tubular que inhibe la proliferación de los fibroblastos percutánea de sustancias terapeúticas como corticoi-
con efecto antiinflamatorio. Su efecto secundario princi- des o verapamilo.
pal son las molestias gastrointestinales como la diarrea.
La iontoforesis consiste en crear un campo
Tratamiento local por infiltración eléctrico de un extremo al otro de la placa, con el fin
Los corticoides (40 mg/15 días durante 6 meses) de conducir a través de él sustancias terapeúticas
se han utilizado por sus propiedades antiinflamatorias y como los corticoides.
por la menor síntesis de colágeno que producen. No
obstante, no se recomiendan por los muchos efectos La laserterapia produce una vasodilatación arte-
secundarios locales que aparecen, como atrofia de teji- rial y arteriolar que favorece el uso de oxígeno por los
dos y adelgazamiento de la piel, aparte de dificultar la tejidos.
cirugía por alterar los planos titulares.
Tratamiento quirúrgico
La colagenasa purificada de los clostridios
(1.000 u durante 3 días) actúa modificando la cantidad Una vez estabilizada la incurvación, que suele ocu-
del colágeno. rrir entre los 12-18 meses del inicio del proceso, el
tratamiento quirúrgico estará indicado si ha fallado el
La orgoteína ha sido retirada del comercio. tratamiento médico y cuando el pene tiene un grado
de incurvación que impide el coito.
El verapamilo influye en la expresión de las cito-
cinas y aumentan la acción proteolítica de la colage- Se distinguen dos tipos de técnicas quirúrgicas: las
nasa. Se administran muchas dosis, en inyecciones de que realizan plastias de la túnica albugínea y las que
10 mg cada 2 a 4 semanas durante 12 semanas. Su realizan exéresis de la placa y posteriormente se sus-
principal efecto secundario son las equimosis. tituye por un injerto:
Figura 1. Resección de la pastilla elipsoidea según la Se han descrito variantes de la Técnica de Nesbit,
plastia albugínea de Nesbit. como son la Técnica de Duckett o la Variante de
Slawing y Nagler.
Figura 2. Sutura con puntos sueltos según técnica de Se han descrito distintos tipos de injertos que
Nesbit. pueden ser autólogos (injertos dérmicos de ingle o
cara anterior del muslo, vena safena, injerto de dura-
madre desantigenizada o túnica vaginal) o sintéticos
(malla de Dacron, Gore-Tex y Dexon que es reabsor-
bible y se sustituye por tejido conectivo).
ción de los inhibidores de la fosfodiesterasa hizo que fibras parasimpáticos penetran en nervio hipogástrico
tanto el público como algún sector del colectivo inferior alcanzando las vísceras abdominales.
médico entendiera la disfunción eréctil como una
enfermedad con una serie de factores de riesgo esta- El centro ortosimpático dorsolumbar controla las
blecidos. En la actualidad, el paciente con disfunción erecciones por estimulación psicógena y está situado
eréctil acude con prontitud al médico, y éste es eva- en las raíces D11-L2. Las fibras simpáticas terminan en
luado y tratado de forma distinta a hace 10 años. los nervios hipogástricos derecho e izquierdo.
La erección es un fenómeno complejo que impli- El plexo pélvico o hipogastrio inferior recoge
ca la conjunción de sistemas arteriales, venosos, neu- fibras simpáticas y parasimpáticas y en su transcurso
rológicos y endocrinos, todo ello influido por estímu- parten los nervios cavernosos, esponjosos y bulbares
los psicológicos. que van a ser los responsables del componente
motor de los estados de flacidez y erección.
Se distinguen tres tipos de erecciones fisiológicas:
El sistema nervioso somático desempeña su papel
Erección reflexógena: Se desencadena por los en la fisiología eréctil. El nervio pudendo provee iner-
estímulos de los receptores sensoriales de los órganos vación al diafragma urogenital, estructuras genitales y
genitales. la mayoría de las estructuras perineales del varón. Las
ramas motoras del nervio pudendo nacen de los seg-
Erección psicógena: Desencadenada por la mentos S2-S4 y atraviesan la pelvis junto a la arteria
multitud de estímulos (visuales, táctiles y olfatorios) que pudenda externa y termina en el nervio dorsal del
provocan la activación de regiones cerebrales integra- pene, atravesando el diafragma urogenital para inervar
das en el área hipotalámica con proyección a los ner- los músculos bulbocavernosos e isquiocavernosos, cuer-
vios simpáticos (D11-L2) y parasimpáticos (S2-S4) con pos cavernosos, cuerpo esponjoso, uretra, prepucio y
una función moduladora de la erección reflexógena. glande y recibe remas sensitivas de la zona del periné,
pene y porción posterior del escroto.
Erección nocturna: Son erecciones involunta-
rias y espontáneas que aparecen en la fase REM del La erección se centra en la musculatura lisa arte-
sueño. Están mediados por los mecanismos orgánicos riolar y trabecular de los cuerpos cavernosos, que al
que participan en la erección y carecen de influencias relajarse disminuye la resistencia periférica arterial con
psicológicas. aumento de flujo y de presión intracavernosa por lo
que el pene aumenta en anchura y longitud. Esta dila-
Fisiología de la erección tación de la pared trabecular contra la túnica albugí-
nea causa una compresión de las venas que salen de
La respuesta eréctil es un fenómeno neurovascu- los cuerpos cavernosos, por lo que disminuye el
lar, está controlado por un doble circuito nervioso: retorno venoso completando el mecanismo córporo-
a) vegetativo o autónomo, y b) cerebroespinal o somá- venoso-oclusivo que permite la erección completa. Final-
tico. Ambos sistemas permanecen en estrecha cone- mente, con la compresión de los músculos isqui y bul-
xión y control con los centros superiores cerebrales. bocavernosos se consigue la rigidez máxima.
otro lado, el estado de flacidez está mediado por el eréctil, como la edad (su prevalencia y severidad aumen-
sistema alfa-adrenérgico liberando sustancias en el ta con la edad), diabetes, enfermedad ateroesclerótica
endotelio (endotelinas y prostaglandinas) que produ- periférica y enfermedad de la arteria coronaria, hiper-
cen vasoconstricción y la salida de sangre por el siste- tensión, insuficiencia renal crónica, tabaquismo, secunda-
ma venoso cavernoso. ria a fármacos y drogas y por trastornos afectivos.
tores psicológicos o interpersonales (ansidedad, ría importante del paciente hay que tratar los dos
problemas afectivos, depresión, inhibiciones aspectos etiológicos. Cuando se remite al urólo-
sexuales, religiosas, abusos sexuales en la infancia). go una DE compleja por no mejoría clínica tras
Dentro de la DE psicogénica hay dos subtipos: la tratamiento, una de las posibilidades que hay que
primaria, que es generalizada y afecta al pacien- plantearse es que sea una DE mixta y haya que
te durante toda su vida, y la adquirida, que tratar los factores psicológicos y los factores
puede ser secundaria al abuso de sustancias y se orgánicos.
adquiere en una etapa concreta de su vida.
3. Mixta: Debida a una combinación de factores Dentro de las causas orgánicas (75-80%) hay
orgánicos y psíquicos, por lo que para una mejo- diferentes factores identificables (Tabla 2):
Causas endocrinas: La alteración del eje hipo- Impotencia venosa: Suelen ser varones jóve-
tálamo-hipofisario-gonadal, del eje tiroideo o del nes que consultan por detumescencia rápida.
suprarrenal, pueden desencadenar una disfunción Suele presentarse de forma progresiva asociándo-
eréctil. La DE de causa endocrina presenta una se a vértigo o rubor facial.
disminución del interés sexual en lugar de insufi-
ciencia eréctil. Se relaciona con la disminución de Impotencia neurógena: Suele presentarse en
la testosterona plasmática y el aumento de pro- pacientes con enfermedades neurológicas o de
lactina, creando el cuadro subclínico de déficit cirugía abdominoperineal. Puede asociar clínica
androgénico. vesicoesfinteriana.
Causas urológicas: Las prostatitis, cistitis, vesi- Impotencia endocrina: Suelen asociar clínica
culitis… provocan un descenso del deseo sexual de sus trastornos metabólicos o alteración de los
y secundariamente desencadenan DE. caracteres sexuales primarios o secundarios.
pacientes con trastornos neurológicos degenerativos ducen durante la fase REM del sueño. De media, cada
pueden presentar indicios de neuropatías periféricas. persona presenta unos 3 episodios por noche de
El estudio de la sensibilidad genital y perineal y refle- unos 30-40 minutos de duración cada una. No obs-
jos bulbocavernoso y anal superficial ayudan en el tante, la TPN varía según la edad del paciente. En jóve-
diagnóstico de una impotencia neurogénica. nes puede alcanzar entre el 15-25% del tiempo de
sueño, estando 38 minutos cada erección. En el adul-
La realización de un estudio cardiovascular to, la erección promedio es de 27 minutos.
con toma de tensión arterial, frecuencia cardiaca, pal-
pación de pulsos periféricos y la búsqueda de soplos Hay varios métodos para la medición de la TPN:
vasculares completa el estudio básico de DE. el stamp test, el calibrador de ruptura de ban-
das (snap gauge), el calibrador de tensión
Pruebas de laboratorio: (strain gayge), la tumescencia y rigidez pe-
La anamnesis y la exploración física se van a com- neanas nocturnas (TRPN, RigiScan). El Rigiscan
plementar con el estudio analítico general seguido de tiene la ventaja respecto al resto al permitir la realiza-
la determinación de los niveles séricos de testoste- ción de la prueba de forma ambulatoria. El registro se
rona (total y libre), prolactina, LH, FSH y TSH. debe realizar durante 3 noches consecutivas. Con este
Con este estudio analítico intentamos identificar la aparataje se va a poder medir los cambios de circun-
Diabetes mellitus e hiperlipidemia, estado del eje hipo- ferencia peneana en centímetros y la rigidez expresa-
tálamo-hipofisario-gonadal, perfil lipídico y el nivel séri- da en porcentajes, así como el número y la duración
co de testosterona. de las erecciones por noche.
Por otro lado, la American Urological Association Simultáneamente se obtiene un EEG, electroocu-
recomienda la determinación del PSA de forma sis- lograma, EMG, flujo aéreo nasal y saturación de oxíge-
temática si se piensa iniciar un tratamiento hormonal no (descartar apnea del sueño). Hay una serie de fac-
adyuvante. tores físicos que regulan la rigidez axial del pene que
son la presión intracavernosa, la geometría peneana
Pruebas adicionales (relación entre diámetro y la longitud y el diámetro del
en el paciente complejo pene flácido) y las propiedades mecánicas de los teji-
Ninguna de las pruebas que se utilizan para el dos peneanos (capacidad de expansión cavernosa).
estudio de la DE va a ser definitoria en el diagnóstico Una rigidez mayor del 70% representa una erección
causal de una DE. Por este motivo, el médico realiza- firme y cuando es menor del 40% representa un pene
rá las pruebas que considere oportunas (hormonales, flácido. Cilurzo y col. en 1992 definieron la TRPN como
vasculares, neurológicas y psicodinámicas) en función normal cuando se presentan de 4 a 5 episodios eréc-
de las características de los pacientes. tiles por noche; duración media de más de 30 minutos;
aumento de la circunferencia peneana mayor de 3 cm
La mayoría de las pruebas de laboratorio se van a en la base y 2 en el extremo y rigidez máxima mayor
realizar en un contexto no sexual para el paciente y que el 70% en la base y en el extremo del pene.
con poca privacidad, generando una situación de
estrés e inseguridad pudiendo exacerbar la disfunción Para la TPN se requiere una integridad de las vías
eréctil del paciente, por lo que en la mayoría de las eferentes corticoespinales que se dirigen al pene y
ocasiones será necesario repetir diferentes pruebas una respuesta vascular adecuada al estímulo nervioso
diagnósticas para poder alcanzar finalmente la causa recibido, por lo que muchos autores consideran la
de la DE. TPN como el Gold Standard para diferenciar una TPN
psicogénica de otra orgánica. No obstante, se han des-
Prueba de la tumescencia peneana nocturna: crito pacientes con enfermedad neurológica que pue-
La primera observación científica sobre la exis- den presentar erecciones normales durante el sueño,
tencia de erección peneana durante el sueño fue rea- pero durante el coito la erección ser insuficiente por
lizada por Ohlmeyer y col. En 1936, Karacan y cols. en deterioro de los estímulos sensitivos. Por otro lado,
1966 demostraron que en un 80% de las TPN se pro- pacientes con transtornos vasculares leves pueden
presentar una TPN (por ejemplo, el síndrome del Velocidad de conducción del nervio dor-
robo pelviano). La TPN es una prueba diagnóstica con sal: Bradley y cols. en 1983, determinaron una veloci-
una baja sensibilidad y especificidad y puede conducir dad de 21 a 29 m/seg en pacientes normales.
a un diagnóstico erróneo de impotencia psicógena.
Estudio del potencial evocado genitocere-
La determinación de la TPN (por sus diferentes bral o somatosensorial: Tras la estimulación eléc-
métodos) está indicada en pacientes con trastorno trica del nervio dorsal del pene se registra el tiempo
del sueño, ausencia de respuesta al tratamiento, plani- de conducción de los potenciales evocados hasta la
ficación de tratamiento invasivo, un problema legal, corteza cerebral.
ensayos clínicos, presunta etiología psicogénica o de
etiología dudosa. Sistema nervioso autónomo:
Variabilidad de la frecuencia cardiaca: El
Cilurzo y cols. en 1992, definieron la TRPN como control de la frecuencia cardiaca depende del sistema
normal cuando se presentan de 4 a 5 episodios eréc- parasimpático principalmente y la prueba consiste en
tiles por noche; duración media de más de 30 minu- medir la variación de la frecuencia cardiaca con los
tos; aumento de la circunferencia peneana mayor de movimientos de la respiración.
3 cm en la base y 2 en el extremo y rigidez máxima
mayor que el 70% en la base y el extremo del pene. Control de la presión arterial: Depende del
sistema simpático y se determina al medir la presión
Pruebas psicofisiológicas: estimulación sexual arterial en diferentes situaciones. EMG del cuerpo
audiovisual y estimulación vibratoria: cavernoso (EMG-CC): Se realiza determinando la acti-
La TPN se puede valorar utilizando la estimulación vidad eléctrica cavernosa con un electrodo en estado
vibrotáctil o sexual visual (visión de films eróticos). En de flacidez y posteriormente de estimulación. En la
estudios posteriores como Heaton y Morales, en neuropatía autonómica hay una descoordinación de la
1997, añadieron al estímulo audiovisual papaverina, actividad eléctrica.
fentolamina, PGE1, sindenafilo o apomorfina sublin-
gual, siendo útil en pacientes con DE compleja con Análisis del potencial solitario de activi-
componente alto de sospecha de origen psicogénico dad eléctrica cavernosa: Djamilian y cols. en 1993,
ya que intensifica la respuesta peneana a los estímulos demostraron que hay una alteración en el patrón
vibratorios o audiovisuales. eléctrico cavernoso característico para algunas pato-
logías neurológicas concretas (interrupción de la iner-
Pruebas neurológicas: vación autónoma periférica, DMID o lesiones comple-
Las pruebas neurológicas evalúan los centros peri- tas de médula espinal). Esta prueba se realiza con un
féricos, espinales y supraespinales con las vías somáti- dispositivo denominado SPACE que ofrece unos
cas y autonómicas asociadas. No obstante, pese a la resultados poco fiables y poco reproductibles en un
complejidad de la mayoría de las pruebas, los resulta- mismo paciente.
dos de las pruebas rara vez modifican el tratamiento,
por lo que su objetivo se basa en desenmascarar una Pruebas hormonales:
enfermedad neurológica reversible, evaluar la repercu- No está protocolarizada una conducta a seguir en
sión de la diabetes o lesiones pelvianas en los nervios pacientes con DE. Aproximadamente el 20% de las
o si un paciente precisa derivación a un neurólogo. disfunciones eréctiles presentan alguna endocrinopa-
tía (2% al 35%, según series).
Sistema nervioso somático:
Biotensiometría: Mide el umbral de percep- Las pruebas diagnósticas recomendadas son la
ción sensitiva a diversos niveles de amplitud vibratoria determinación del nivel sérico de testosterona total y
a lo largo del pene. No es una prueba fiable en el libre, glucosa o hemoglobina glicosilada en ayunas y un
estudio de las polineuropatías en el paciente con dis- perfil lipídico. No obstante, Buvat y Lemaire, en 1997,
función eréctil, por lo que no reemplaza las pruebas determinaron que en menores de 50 años no es
neurofisiológicas. necesario pedir la testosterona a no ser que presente
sospecha de hipogonadismo (atrofia testicular bilate- realiza con el pene en flacidez y no va a permitir deter-
ral o disminución de la libido). En cambio, en mayores minar si la arteria afectada es la dorsal o la cavernosa.
de 50 años recomendaba evaluar la disfunción eréctil
con testosterona total y libre. Estudio bioquímico: Estudio de la hipercoagu-
labilidad sanguínea que puede producir una insuficien-
La testosterona circulante se encuentra unida a la cia vascular peneana y consiste en el análisis de la rela-
SHBG (55%), albúmina (42%) y libre (3%). Nos refiri- ción entre el tromboxano A2 y la PGI2 o protaciclina.
mos a testosterona biodisponible a la libre y a la unida Esta prueba está actualmente en desuso.
a la SHBG. Si el valor de testosterona total o libre son
bajos, hay que repetir la prueba la mañana siguiente Prueba combinada con inyección intraca-
solicitando testosterona total y libre, FSH, LH y un vernosa y estimulación: Fue descrita por Virag en
nivel de TSH para estudiar la causa de hipogonadismo 1982 y consiste en la inyección intracavernosa en la
o diagnosticar un tumor productor de prolactina consulta de fármacos vasoactivos como la papaverina,
(trastorno muy infrecuente y grave). No obstante, la alprostadil inyectable PGE1(Caverject), que son agen-
hiperprolactinemia puede ser consecuencia de uso de tes vasodilatadores potentes y que actúan localmente
fármacos (lo más frecuente), IRC, hipoparatiriodismo en el pene produciendo vasodilatación arterial con
o menos frecuentemente a un tumor productor de relajación de los vasos sinusoides con disminución del
prolactina. retorno venoso, por lo que producen una erección.
La DHEA es la única hormona que ha demos- Tras la inyección de estos fármacos, un paciente
trado una relación clara con la DE. La DHEA es un con disfunción eréctil de origen psicológico, neuroló-
esteroide suprarrenal que se transforma en testoste- gico o endocrino, presentará una erección de más de
rona en tejido adiposo, hueso, próstata y músculo 30 minutos de duración. Por otro lado, los pacientes
entre otras localizaciones. La DHEA es máxima en la con DE de origen vascular no van a presentar erec-
2.ª década de la vida y desciende de forma progresiva ción, a lo sumo una tumescencia sin rigidez. Si la causa
con la edad. es venosa podría producirse rigidez pero con un des-
censo brusco de la erección. En pacientes con disfun-
Estudio vascular de la disfunción eréctil: ción de origen psicológico que presentan gran ansie-
Una correcta exploración vascular general, el índi- dad, esta prueba puede dar falsos negativos. Para evi-
ce pene-brazo y el estudio doppler de las arterias tar esta situación se puede asociar a esta prueba la
peneanas permiten determinar las posibles anomalías estimulación sexual audiovisual, manual o vibratoria.
de la irrigación arterial peneana, que pueden ser con-
firmados mediante estudios arteriográficos para loca- Estudio del flujo sanguíneo peneano
lizar de forma precisa el nivel de la obstrucción. El con el eco-doppler
resto de estudios son de menor utilidad, aunque tie- Fue en 1985 cuando Lue y cols. introdujeron la
nen su interés en ciertos tipos de DE. ecografía de alta resolución con el análisis del flujo
sanguíneo utilizando una inyección intracavernosa de
Índice de presión braquial peneana: papaverina, alprostadil o PGE1(Caverject), fenilefrina
Representa la presión arterial sistólica peneana para producir la erección. Cuando esta prueba está
dividido de la presión arterial sistólica braquial. En lí- indicada, es la prueba más fiable y menos cruenta.
neas generales, se puede afirmar que índices menores
de 0,70 son indicativos de patología vascular, índices Permite obtener imágenes selectivas de las arte-
entre 0,70-0,90 son sospechosos e índices por encima rias cavernosas y realiza un estudio dinámico del flujo
de 0,90 son compatibles con la normalidad. Esta prue- sanguíneo.
ba presenta una baja reproductibilidad y la alta tasa de
falsos positivos y negativos. Con la aparición del eco-doppler color se aumen-
ta la sensibilidad y especificidad de la prueba. Es impor-
Pletismografía peneana: tante recordar que el estudio del flujo sanguíneo arte-
Estudia el volumen del pulso peneano. El estudio se rial cavernoso se realiza con el pene en erección.
La velocidad del flujo se debe determinar a los cavernosa y la braquial es menor de 35 mmHg. Es
5-10 minutos de la inyección. En ansiosos e hiperten- muy poco utilizada debido a que es un procedimien-
sos hay una respuesta retardada, mientras que el la DE to invasivo.
neurogénica se observa una respuesta rápida. Cuan-
do el flujo arterial cavernoso es asimétrico mayor de Penografía con radioisótopos: Actualmente
10 cm/seg hay que sospechar una lesión ateroescle- se basa en la administración de eritrocitos marcados
rótica significativa. con Tc99m para averiguar las alteraciones del flujo
peneano tras administrar una sustancia vasoactiva.
Históricamente se han utilizado parámetros como Esta prueba está en un escalón superior por su coste
la velocidad sistólica máxima en las arterias y por la necesidad de personal con experiencia. Por el
cavernosas (VSM), que debe ser superior a 25 cm/seg. contrario, no aporta datos de la anatomía peneana y
Si es inferior se relaciona con enfermedad arterial de la hemodinámica peneana.
severa. Otros parámetros son la velocidad arterial
de fin de diástole (VFD) o el influjo arterial. Resonancia magnética: Es un método no
invasivo que tiene su importancia en pacientes con
Otro parámetro es la dilatación arterial caver- disfunción eréctil secundaria a fracturas de pelvis
nosa, que al producirse indica que la distensibilidad es (arteria pudenda interna o peneana común), en los
la adecuada. Al producirse la rigidez, disminuye el diá- que se considere una reconstrucción vascular.
metro de las arterias aumentando la presion intrarte-
rial (mayor a 80 mmHg). Arteriografía de la arteria pudenda: El
estudio arteriográfico se realiza mediante la inyección
La aceleración del flujo sanguíneo que se intracavernosa de un agente vasodilatador al canalizar
obtiene al dividir la VSM por el tiempo de incremen- la arteria pudenda interna e inyectar un medio de
to sistólico. contraste a través de un catéter localizado a nivel de
la bifurcación aórtica.
Hay que tener en cuenta las variaciones de la
anatomía peneana: la variación más significativa se Está indicada en varones jóvenes con DE secun-
relaciona con la cantidad y la ubicación de las arterias daria a ruptura arterial traumática o en pacientes con
cavernosas (la ramificación temprana de la arteria compresión perineal. Esta prueba es muy importante
que puede dificultar el estudio del flujo sanguíneo en pacientes que se pretende realizar una reconstruc-
arterial). ción quirúrgica arterial.
Tratamiento hormonal
Hay otras opciones para valorar los cuerpos En el caso de hipogonadismo sin deseo de fertili-
cavernosos como el análisis por microscopio óptico dad, el tratamiento sustitutivo se realiza a través de la
una toma de biopsia del músculo liso caverno- administración intramuscular de enantato, cipionato o
so o de la matriz extracelular. propionato de testosterona, o más recientemente en
forma de parches transdérmicos, ya sean de aplicación
Tratamiento médico escrotal o no escrotal.
A partir de la década de los 90, el manejo no qui- Las dosis serán de 100-200 mg/15 días en el caso
rúrgico de la disfunción eréctil (DE) reemplazó a la de tratamientos de sustitución completa requiriendo
cirugía protésica como primera opción terapéutica. determinación de niveles de testosterona justo antes
de la siguiente dosis. En pacientes prepuberales, la
Existen fundamentalmente dos tipos de medidas dosis será de 50-100 mg cada 3-4 semanas.
terapéuticas, específicas e inespecíficas:
• Inespecíficas: En la hiperprolactinemia si es de origen farmaco-
- Psicoterapia lógico habrá que suspender el fármaco, y si es causa-
- Tratamiento higiénico dietético do por un prolactinoma se tratará mediante agonistas
- Hormonal dopaminérgicos (bromocriptina, pergolide, lisuride,
- Oral no hormonal quinagolida o cabergolida). En los macroprolactino-
mas se darán para reducir los niveles de prolactina y puesta modificar la dosis. No se altera su absorción
la masa tumoral previos a la cirugía y en los micro- con los alimentos o el alcohol y puede ser eficaz desde
prolactinomas se dará bromocriptina a 5-7,5 mg/día. 30 minutas tras la administración a 24, incluso 36 horas.
maco. Incidencia aproximada de 2,9%, mayor con discrasias sanguíneas, en aquellos que siguen trata-
papaverina sola. Tratamiento: lavado o vaciado de mientos con anticoagulantes, en los que tienen ten-
cuerpos cavernosos o inyección intracavernosa de dencia al priapismo, presentan importante fibrosis del
5 ml de una solución de 0,1 ml de adrenalina en pene, y en la enfermedad de La Peyronie con impor-
100 ml de suero fisiológico. tante incurvación peneana.
Rígidas Small-carrión
Subrini
Serrati
Semirrígidas Jonas
Hidráulicas AMS-600
Flexirod surgitex
Mentor
Articuladas Omniphase
Duraphase (diacomed)
De 1 pieza AMS Dynaflex
Flexiflate(Surgitek)
De 2 piezas Mentor GFS MK II
(reservorio y bomba juntos) Uniflate 1000 (Surgitek)
No hidráulicas (intraescrotal)
De 3 piezas AMS 700 CX
(reservorio y bomba separados) AMS 700 Ultrex
(intraabdominal) Mentor alpha 1
Existen dos grandes familias de prótesis; las miento de Gore-Tex del extremo proximal
hidráulicas y las no hidráulicas. del cuerpo cavernoso (técnica tipo manga de
viento).
Se resumen los distintos tipos en la Tabla 4.
• Erosión: generalmente se produce en la zona dis-
La colocación de toda prótesis ha de hacerse con tal del pene, intrauretral y necesita de la escisión
una asepsia rigurosa, una profilaxis antibiótica pre y de la prótesis y demora de 3 meses antes de
perioperatoria, etc. colocar una nueva, preferiblemente hinchable.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos al Dr. Leivar Tamayo su colabora-
ción y apoyo durante la realización de este capítulo,
que por motivos editoriales no puede figurar como
un autor más del mismo.
Patología vascular
del testículo y del pene
Patología vascular
del testículo y del pene
Introducción ..................................................................................................................................................................... 861
Circulación arterial del pene y escroto ................................................................................................. 861
Circulación venosa del pene y escroto................................................................................................... 862
Varicocele ........................................................................................................................................................................... 862
Escroto agudo................................................................................................................................................................. 865
Flebitis de Mondor..................................................................................................................................................... 868
Hemangiomas................................................................................................................................................................. 869
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 870
48. Patología vascular del testículo y del pene
capítulo 48
Patología vascular
del testículo y del pene
INTRODUCCIÓN arteria ilíaca externa o de la arteria obturatriz.
Durante la cirugía radical por cáncer de próstata,
La patología vascular testicular y peneana abarca estas arterias accesorias pueden lesionarse fácilmen-
diferentes entidades nosológicas independientes entre te, y ello explica las frecuentes disfunciones eréctiles
sí. Inicialmente nos referiremos a un recuerdo anató- de causa vascular que aparecen tras la prostatecto-
mico sobre la circulación arterial y venosa del pene y mía radical.
escroto. En lo que respecta a la patología vascular tes-
ticular vamos a tratar el varicocele, cuadro que afecta La arteria pudenda interna se divide en cuatro
al número y calidad de los espermatozoides del eya- ramas principales:
culado. Haremos también un análisis acerca del diag-
nóstico diferencial del escroto agudo, incluyendo la - Arteria perineal superficial.
torsión testicular, situación urgente que requiere una
exploración quirúrgica, bien inmediata o tras resolu- - Arteria bulbouretral que irriga el bulbo uretral y
ción manual, la torsión de los apéndices testiculares y el cuerpo esponjoso.
epididimarios y la epididimitis.
- Arteria cavernosa responsable del llenado sanguí-
Por último, mencionaremos brevemente dos enti- neo de los cuerpos cavernosos.
dades menos frecuentes, la flebitis de Mondor y el
hemangioma escrotal y de pene. - Arteria dorsal del pene que aporta sangre a la piel
y al glande, además de ser la responsable de la tur-
gencia del glande durante la erección.
CIRCULACIÓN ARTERIAL Arterias del escroto
DEL PENE Y ESCROTO
Las arterias que irrigan todos los planos de la
Arterias del pene bolsa escrotal tienen dos orígenes diferentes:
Las arterias del pene pueden dividirse en dos - Arterias pudendas externas inferiores, ramas de la
grandes grupos: arteria femoral, que irrigan la parte anterolateral
del escroto.
- Las arterias que nutren las cubiertas del pene.
- Arterias perineales superficiales, ramas de la arte-
- Las arterias de los cuerpos cavernosos. ria pudenda interna, que irrigan la parte posterior
del escroto y el septo medio1.
El pene recibe su principal aporte sanguíneo a
través de las dos arterias pudendas internas, ramas Arterias del testículo
terminales de la arteria hipogástrica. En muchos
casos también recibe aporte sanguíneo a través de El área mediolateral del testículo posee menos
las arterias pudendas accesorias que proceden de la vasos en comparación con las áreas anterior o inferior.
La irrigación arterial del testículo y el epidídimo - El grupo venoso escrotal externo que va a drenar
proviene de tres fuentes: la arteria espermática a la vena safena interna.
interna, la arteria deferencial y la arteria espermáti-
ca externa o arteria cremastérica. La arteria esper- - El grupo venoso escrotal posterior que desembo-
mática es una rama de la aorta abdominal que se ca en la vena pudenda interna1.
origina por debajo de la arteria renal, se convierte
en un componente del cordón espermático por Venas del testículo
encima del anillo inguinal interno y se encuentra
íntimamente asociada con una red de venas anas- El testículo dispone de tres grupos venosos:
tomóticas que acaban por conformar el plexo pam- espermática interna, que drena normalmente en la
piniforme. renal, la izquierda, y en la cava inferior la derecha;
espermática externa o funicular, rama de la epigástri-
Una vez que abandona dicho plexo y se extiende ca; y la deferencial, que aboca a la vesical inferior o a
hacia el área mediastínica del testículo, la arteria la ilíaca2.
espermática se enrolla y ramifica antes de entrar en el
testículo. Dentro de éste la arteria se divide en diver-
sas arterias centrífugas que penetran en el parénqui-
ma testicular2. VARICOCELE
Se define como una anormal tortuosidad y dila-
tación de las venas del plexo pampiniforme del cor-
CIRCULACIÓN VENOSA dón espermático. Aparece hasta en el 90% en el
DEL PENE Y ESCROTO testículo izquierdo, debido a las diferencias en la
configuración de las venas espermáticas internas
Venas del pene izquierda y derecha y sus orígenes embriológicos.
Como resultado, la vena espermática interna izquier-
El drenaje venoso del pene esta constituido por da tiene una columna de presión de 8 a 10 cm
dos sistemas diferentes: mayor y sus efluentes afrontan un flujo de sangre
relativamente más lento2. Se aprecia bilateralidad
- Sistema venoso superficial: Constituido por nume- en el 5-20%. Generalmente es asintomático y se
rosas venas que se originan en las cubiertas del percibe como una asimetría en el tamaño del
pene y el prepucio. Cerca de la base del pene escroto acompañado de pesadez y raramente de
estas venas se reúnen en un tronco único para dolor testicular3.
formar la vena dorsal superficial del pene.
La prevalencia del varicocele en la adolescencia,
- Sistema venoso profundo: Formado por numero- su asociación con la infertilidad masculina y la mejo-
sas venas emisarias y circunflejas que emanan de ría de la calidad del semen que puede verse des-
los órganos eréctiles. Estas venas confluyen para pués de la ligadura del varicocele han generado un
formar la vena dorsal profunda del pene que aumento de interés por su estudio en los adoles-
desemboca en el plexo periprostático de San- centes y su asociación con la disfunción esperma-
torini. togénica2.
masa compresible indolora localizada por encima y a también mejora el espermiograma en adolescentes
veces alrededor del testículo. y adultos jóvenes6. En 2/3 de pacientes mejorará el
espermiograma después de la resolución del varico-
En la descripción clásica de las varices se habla de cele y se conseguirán embarazos en un porcentaje
la consistencia de una “bolsa de gusanos” que se des- que varía entre el 20-60%. En la actualidad, la cirugía
comprime cuando el paciente esta en decúbito dorsal. del varicocele en todos los adolescentes que lo
Un varicocele visible es considerado como grado 3 presentan no está indicada y además supondría tra-
(grande). El varicocele no visible pero fácilmente pal- tar al 15% de los varones7. El tratamiento está indi-
pable sin la maniobra de Valsalva es considerado cado en:
como moderado, grado 2.
- Adolescentes con detención en el crecimiento del
Si el varicocele sólo es palpable con la maniobra testículo.
de Valsalva es de grado 1 (pequeño).
- Adolescentes con alteraciones en el espermiogra-
El varicocele secundario especialmente en el lado ma con varicocele de grado 3.
derecho puede ser causado por una patología retro-
peritoneal, un tumor renal o adenopatías. Una parte - Adolescentes con clínica de dolor, pesadez y
crucial del examen físico de todos los adolescentes edema testicular.
es la evaluación precisa del volumen y la consistencia
testiculares para ver si el varicocele está afectando - Adolescentes con varicocele bilateral8.
negativamente el crecimiento testicular. Se recomien-
da un control anual con ultrasonidos del volumen La reparación de grandes varicoceles lleva a una
testicular, ya que es el método más preciso y repro- mejoría de la calidad del semen significativamente
ducible para medir las variaciones en el tamaño del mayor que la obtenida con el tratamiento de varico-
testículo. Variaciones de más de 2 ml o del 20% del celes pequeños. Además, los varicoceles grandes se
volumen por ecografía es actualmente el mejor indi- asocian con un deterioro mayor en la calidad del
cador de daño testicular y parece un criterio razona- semen que los pequeños. Cuanto más temprana es la
ble para ser usado como indicador para la resolución edad en la que se repara el varicocele, más posibilida-
del varicocele. des de recuperación de la función espermatogénica
tiene9.
La evaluación del varicocele subclínico mediante
examen doppler no desempeña papel alguno en la Tratamiento
evaluación del varicocele de los adolescentes, porque
se ignora la importancia del varicocele subclínico en Consiste en la ligadura u oclusión de todas las
estos pacientes2,3. venas del cordón espermático. Se puede realizar por
cirugía abierta, laparoscópica o percutánea. Para el
Diagnóstico diferencial abordaje en cirugía convencional están descritas tres
técnicas quirúrgicas, aunque la pregunta sobre cuál es
La hernia inguinal, el hidrocele con y sin comuni- la mejor continúa en debate10:
cación intraperitoneal, la hernia epiploica, el quiste del
cordón y el quiste epididimario son diagnósticos dife- - Subinguinal (Mamar): Con este abordaje, justo
renciales comunes, y a la vez sencillos de diferenciar, debajo del anillo inguinal externo, se encuentran
para esas masas escrotales generalmente indoloras una mayor cantidad de venas, la arteria testicular
que aparecen en los adolescentes2. está con más frecuencia rodeada por una red de
venas muy pequeñas que deben ligarse y suele
Indicaciones para el tratamiento hallarse dividida en dos o tres ramas, lo que difi-
culta la identificación y su preservación. Es mejor
La intervención del varicocele no sólo revierte usar un abordaje subinguinal en hombres con una
la detención del crecimiento del testículo sino que historia de cirugía inguinal previa.
- Inguinal (Ivanissevich): Se efectúa a través de una la recuperación postoperatoria son similares a las
pequeña incisión sobre el conducto inguinal, el asociadas con la reparación subinguinal. La repara-
cual se abre desde el anillo inguinal externo para ción laparoscópica lleva al menos dos veces más
obtener acceso al cordón justo por debajo del tiempo y tiene un costo superior. Sólo en manos
anillo interno. Las venas espermáticas internas se de un laparoscopista experimentado se puede
ligan y se seccionan. El conducto deferente y sus considerar una alternativa razonable para la repa-
vasos se preservan. Para algunos autores ésta es la ración bilateral de los varicoceles.
técnica quirúrgica de elección8.
Las técnicas de embolización pueden ser clasifica-
- Retroperitoneal (Palomo): La ligadura retroperito- das como anterógradas (a través del escroto en el
neal de la vena espermática interna sigue siendo de plexo pampiniforme) y retrógrada (catéter colocado a
uso habitual para la ablación del varicocele en los través de punción en la vena femoral)10. Las técnicas de
adolescentes. Se efectúa un incisión de 4 cm a nivel radiología intervencionista implican el acceso trans-
de la espina ilíaca anterosuperior y el peritoneo se femoral a la vena espermática para venografía y
desplaza hacia una posición medial para identificar embolización, con el uso de balones espirales (coils)
los vasos espermáticos internos. A este nivel pue- de acero para producir la oclusión venosa. La veno-
den estar la arteria testicular y una única vena o un grafía intraoperatoria reduce la incidencia de recu-
pequeño número de venas. Se efectúa la ligadura rrencia del varicocele.
retroperitoneal que puede ser efectuada mediante
una ligadura en masa de los vasos espermáticos o Las complicaciones más comunes tras la repara-
con una técnica en la que se preserva la arteria. ción del varicocele son:
ción debe ser considerada una situación de urgencia sodio puede ser más gradual, e incluso en algunos
que requiere una pronta evaluación, diagnóstico dife- niños el grado de dolor se reduce al mínimo. Muchos
rencial y una posible exploración quirúrgica inmediata. de los niños que acuden con dolor escrotal agudo
Aunque la torsión de un testículo no descendido es informan una historia de episodios previos de dolor
rara, debe ser considerada en todo niño que se pre- severo y autolimitado y de turgencia escrotal que se
sente con dolor abdominal o inguinal y un hemiescro- piensa que representen episodios previos de torsión
to homolateral vacío2. intermitente del cordón con detorsión espontánea. La
torsión aguda puede asociarse con náuseas y vómitos
Torsión testicular y algunos presentan dolor referido al cuadrante infe-
rior homolateral del abdomen. La disuria suele hallar-
Se diferencian dos tipos13: se ausente.
Torsión Agudo/
apéndice subagudo Prepuberal Polo superior Negativo Positivo Reposo
Elevación cama
escrotal
testículo necrótico debe ser extirpado. Los testículos pueden mostrar un flujo normal o aumentado y las
aún con viabilidad marginal pueden ser conservados. imágenes ecográficas pueden revelar el apéndice infla-
mado. Cuando el diagnóstico de torsión de un apén-
Si el testículo va a ser preservado debe realizarse dice es confirmado clínicamente o por estudio por
orquidopexia bien con suturas a los tejidos circun- imágenes el manejo no quirúrgico permite que la
dantes o según la técnica descrita anteriormente para mayoría de los casos se resuelvan espontáneamente.
ser colocado dentro del espacio creado entre el dar- Con la limitación de la actividad, la elevación escrotal
tos y la piel sin que se necesite fijación con puntos2,16. y la administración de AINE casi todos los síntomas
van desapareciendo. En caso de duda diagnóstica o
Cuando se encuentra una torsión del cordón persistencia de los síntomas, se recurriría a la extirpa-
espermático debe efectuarse la exploración del tes- ción simple del apéndice afectado2.
tículo contralateral, el cual debe ser fijado para preve-
nir su torsión ulterior.
La flebitis de Mondor evoluciona hacia la cura- Tanto los angiomas capilares como los cavernosos,
ción espontánea en 4 a 8 semanas sin dejar secue- si son de un tamaño reducido, no precisan ningún tipo
las. Las medidas más recomendables inicialmente de tratamiento por no dar clínica. Únicamente por esté-
son conservadoras: reposo sexual, tratamiento sin- tica pueden ser tratados con láser de Neodinium-Yag.
tomático con AINE, antibióticos en casos de infec-
ción y pomadas locales a base de heparinoides. La Los casos grandes o con clínica de sangrado repe-
flebectomía o la trombectomía quirúrgica están indi- tido pueden ser tratados con cirugía, con peores
cadas para casos persistentes disminuyendo la indu- resultados estéticos sobre todo a nivel de glande,
ración y produciendo resultados estéticamente Láser, electrocoagulación, crioterapia o mediante la
satisfactorios18,19,20,21. inyección de sustancias esclerosantes22.
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Infertilidad masculina
Palabras clave: Infertilidad masculina. Examen físico. Evaluación endocrina. Estudio genético.
Índice capítulo 49
Infertilidad masculina
capítulo 49
Infertilidad masculina
• Aplasia de células germinales: Síndrome de Del • Agenesias. Posible relación con la fibrosis quísti-
Castillo. ca en el caso de agenesia de deferentes.
Tabla 1.
aplican los criterios estrictos de Kruger, manteniendo cervical y el espermatozoide, de igual manera que la
los clásicos que definían como teratozoospermia la prueba de Penetrak y el análisis de TruTrax. Los tres van
presencia de más de un 60-70% de espermatozoides encaminados a la detección de espermatozoides en el
con morfología anómala. moco cervical humano o bovino. En la actualidad no
tienen una importante aplicación clínica. El análisis del
Existen igualmente una serie de pruebas para receptor del ligando de la manosa evalúa la capacidad
determinar aspectos muy específicos de la funcionali- fecundante del espermatozoide, y su uso está relegado
dad de los espermatozoides, que no se realizan de al campo de la FIV. En entredicho está el análisis de
rutina. En primer lugar, está descrita la prueba de la hin- hemizonas que emplea óvulos humanos sin fecundar y
chazón hiperosmótica encaminada a determinar la via- el análisis de la reacción del acrosoma. El análisis de
bilidad de los espermatozoides; muy similar al análisis penetración del espermatozoide, sin embargo está en
por tinción de viabilidad de los espermatozoides. Con estudio para su aplicación en el campo de la FIV.
esta prueba se definen los criterios de vitalidad y, en
ausencia de ésta se puede definir la Necrozoospermia. Evaluación endocrina
Para terminar con las pruebas seminológicas es No está recomendado realizar un estudio hormo-
necesario recordar que existen unos criterios según la nal a todos los varones que consultan por esterilidad.
OMS para definir la NORMOZOOSPERMIA, que están Cuando el seminograma es normal, o cuando los datos
en línea con los aquí expuestos, aunque últimamente recogidos en la historia clínica no son sospechosos de la
se tiende a bajar las cifras exigibles de concentración, existencia de una disfunción endocrina, no se considera
habiendo autores que hablan de fijar el límite normal necesario la determinación en suero de las gonadotro-
en 10 millones de espermatozoides por cc. pinas. Las indicaciones definidas en la actualidad para el
inicio de un estudio endocrino son las siguientes:
Es también útil recordar que normalmente las
alteraciones seminológicas se asocian, hablándose por • Recuento de espermatozoides < 1 millón/cm3
ejemplo de oligoastenoteratozoospermia.
• Deterioro de la función renal
Al fin y al cabo, el dato más importante a extraer
del seminograma será la oferta total de espermato- • Sospecha de endocrinopatía
zoides móviles que el varón presente, que se deduci-
rá de multiplicar la concentración por el volumen total • Insuficiencia testicular grave
y de aplicar el porcentaje de éstos con motilidad gra-
dos 2 y 3. Aunque no hay una cifra de acuerdo total, De rutina se determinan en suero las gonadotro-
ésta podría fijarse en torno a los 30-40 millones de pinas FSH y LH, la testosterona, la prolactina y el estra-
espermatozoides. diol; las pruebas dinámicas, como las pruebas de esti-
mulación, quedan reservadas para la investigación.
Es muy frecuente asimismo que los laboratorios
especializados en seminología practiquen el test de En algunas ocasiones, y siempre apoyados en la
Recuperación Espermática (REM: recuperación de sospecha clínica, se realizan estudios de función tiroi-
espermatozoides móviles), de gran valor práctico. dea o suprarrenal para el despistaje de hipotiroidismo
o de hiperplasia suprarrenal congénita.
Por último, cabe reseñar el valor de las determi-
naciones bioquímicas en el seminograma, marcadores Estudio genético
útiles de función y permeabilidad de la vía seminal, de
las vesículas seminales (fructosa) y de la próstata Indicado, con dudas, cuando se da alguna de las
(ácido cítrico). siguientes circunstancias:
trucción. Un volumen seminal inferior a 1 ml, y el minuidos de FSH y también de LH, testosterona y
hallazgo de valores ácidos del pH seminal, asociado a GnRH. Será necesario apoyarse en técnicas de imagen
fructosa baja y ácido cítrico alto (la fructosa depende para poder diagnosticar la lesión hipofisaria causante.
de las vesículas seminales y el citrato es aportado por La insuficiencia testicular o hipogonadismo hipergona-
la próstata), nos indican obstrucción distal de la vía dotropo, mantiene niveles elevados de FSH y dismi-
seminal. Si a través de la ecografía transrectal visualiza- nuidos de GnRH y testosterona. La hormona luteini-
mos los conductos deferentes dilatados, pensaremos zante puede presentar niveles aumentados o dismi-
en obstrucción a nivel de los eyaculadores. Plantea- nuidos. Es esencial el despistaje de patologías como el
remos a continuación la posibilidad de tratamiento síndrome de Klinefelter, la criptorquídea, la existencia
quirúrgico o la necesidad de técnicas de reproducción de gonadotóxicos o tratamientos quimioterápicos.
asistida tras aspirado de vesículas seminales u otra téc- Por lo tanto, se puede aconsejar realización de cario-
nica derecuperación espermática. Si el estudio del tipo para detección de anomalías cromosómicas. La
líquido seminal, sin embargo, indica la existencia de un hiperprolactinemia puede producir también casos de
volumen seminal normal, es necesario descartar una oligoastenoteratozoospermia. Se trata de otra forma
obstrucción proximal, deferencial o epididimaria, que de hipogonadismo secundaria a la secreción excesiva
son candidatas a tratamiento quirúrgico. de prolactina. Cursa con niveles disminuidos de
GnRH, FSH, LH y testosterona. Es imprescindible la uti-
Niveles de FSH elevados más del doble de lización de técnicas de imagen para confirmar la exis-
lo normal son sospechosos de patología o fallo tencia de un microadenoma hipofisario como prime-
gonadal primario, y los esfuerzos irán dirigidos a la ra causa y orientar su tratamiento quirúrgico. Por últi-
recuperación espermática mediante biopsia del tes- mo, aunque más raro, es necesario descartar una posi-
tículo (TESE:Testicular sperm extraction). ble resistencia periférica a los andrógenos, sin solución
posible, o casos de hipotiroidismo o hiperplasia supra-
Por último, el hallazgo de FSH disminuida es rrenal congénita con buena respuesta terapéutica
sinónimo de hipogonadismo hipogonadotrófico, que médica.
precisa del estudio del eje hipotalámico hipofisario
para descartar las causas más comunes, como el sín- Otra de las causas de daño testicular y disminu-
drome de Kallman, tumores o traumatismos hipofisa- ción de la calidad del seminograma puede ser la exis-
rios, hiperprolactinemia y el uso de esteroides anabo- tencia de varicocele, que debe ser detectado en una
lizantes. Su diagnóstico versa sobre pruebas de ima- primera aproximación clínica, bien porque sea sinto-
gen y su respuesta terapéutica a la sustitución hor- mático, o porque se objetive en la exploración física.
monal es satisfactoria.
La piospermia también está relacionada con alte-
La oligoastenoterazoospermia reúne en un raciones del seminograma cuando realizamos pruebas
mismo grupo pacientes con recuento inferiores a 20 avanzadas del semen. En este caso se debe buscar la
mill de espermatozoides/ml y anomalías en la movili- existencia de una infección subyacente mediante cul-
dad y en la morfología de los espermatozoides. Son tivo, para iniciar un tratamiento encaminado a mejorar
numerosas las causas que originan esta entidad, por lo la calidad seminal.
que resulta de suma importancia identificar el factor
etiológico para instaurar un tratamiento adecuado. Se También, en los casos en los que se realiza un
descarta, en un primer momento, la posible existencia estudio más pormenorizado del semen, podemos
de tóxicos como tabaco, alcohol, narcóticos, calor, encontrar anticuerpos antiespermatozoides (ASA). La
radiaciones y otros factores nocivos ambientales. aglutinación de los espermatozoides no es suficiente
También se estudia la existencia de un hipogonadismo para realizar un diagnóstico concluyente, pero es
latente, bien sea un hipogonadismo hipogonadotropo, sugestiva de la existencia de un factor inmunológico.
hipergonadotropo, una resistencia periférica a los Para la detección de ASA se realiza el Inmunobead
andrógenos o una situación de hiperprolactinemia. En test o el MAR test (mixed antiglobulin reaction) que
el caso del hipogonadismo hipogonadotropo, como detectan la presencia de IgA o IgG en el líquido semi-
se ha comentado más arriba, se detectarán niveles dis- nal. Ambas determinaciones se consideran positivas
Antes de recurrir a todas las opciones de trata- El HH también se puede tratar con hormona libe-
miento debemos asegurarnos que la pareja se radora de gonadotropinas por medio de inyecciones
encuentra adecuadamente documentada sobre las subcutáneas intermitentes o con una bomba de infu-
causas evitables de infertilidad. Es necesario que el sión pulsátil. La administración de GnRH con bomba
varón conozca los fármacos (sulfasalazina, cimetidina, de infusión se reserva para los pacientes que no res-
nitrofurantoína, plomo, arsénico) y drogas (marihuana, ponden con el tratamiento habitual (hCG seguida de
esteroides anabolizantes, cocaína y el tabaco) que FSH). La administración de GnRH se realiza en pulsos
alteran la espermatogénesis. de 20 a 200 ng/kg cada 120 minutos por vía subcutá-
nea o con bomba de infusión. Los niveles de gonado- posible hipotiroidismo existente o la suspensión de
tropinas se suelen normalizar a la semana de trata- fármacos responsables suelen reducir los niveles séri-
miento. cos de prolactina.
El déficit aislado de FSH es poco frecuente y en Todos los pacientes con hiperprolactinemia fran-
este caso existe virilización normal, así como niveles ca, no con mínimas elevaciones, deben someterse a
de LH y testosterona normales. Este déficit produce una resonancia magnética nuclear (RMN) de la
oligospermia o azoospermia. Basta para el trata- hipófisis para excluir un tumor hipofisario, tipo
miento administrar FSH O HMG. Durante un tiem- Prolactinoma. La mayoría de los pacientes con
po estuvo de moda defender el tratamiento empíri- hiperprolactinemia idiopática o con adenomas no
co de varones con oligozoospermias con el uso de tienen que operarse y lo primero que debe indicar-
FSH, pues se sostenía que, a pesar de encontrar nive- se es un tratamiento médico. La bromocriptina (2,5
les normales de FSH en sangre podía existir una a 7,5 mg/día, repartidos en dos a cuatro tomas al
mala actividad de esta hormona, siendo preciso el día) además de reducir la secreción de prolactina, y
aporte de hormona exógena; esta idea se fue desa- por tanto mejorar la secreción de gonadotropinas y
creditando poco a poco ante los malos resultados la función testicular, reduce la masa tumoral en
obtenidos. muchos casos de adenomas de mediano y pequeño
tamaño. Otra opción es el uso de cabergolina, que
El déficit exclusivo de Hormona Luteinizante (LH) o tiene las ventajas de producir menos efectos secun-
síndrome del Eunuco fértil es raro, presentando un darios que la bromocriptina y de no exigir dosis tan
defecto importante en la espermatogénesis, que se frecuentes.
puede tratar con la administración de hCG.
Infección del tracto genital
El hipotiroidismo latente presenta escasa incidencia
y poca trascendencia sobre los parámetros del semen, Se diagnóstica por la presencia de leucocitos en el
por lo que es innecesario realizar pruebas selectivas semen y/o cultivo positivo del líquido seminal. Se debe
de la función tiroidea durante la exploración comple- tratar con el antibiótico adecuado si el cultivo es posi-
mentaria de la esterilidad. tivo, aunque si no existiese un diagnóstico completo
bacteriológico con antibiograma se recomendará
Los excesos de andrógenos y estrógenos también tetraciclina o doxiciclina (100 mg cada 12 h por vía
podrían dar lugar a HH secundarios, debido al efecto oral) o metronidazol (2 g cuatro veces al día) duran-
de retroalimentación negativo que estos excesos hor- te 10 días.
monales provocan sobre la hipófisis. Su tratamiento es
etiológico. En el caso de la hiperplasia suprarrenal Infertilidad inmunológica
congénita, el tratamiento con glucocorticoides des-
ciende los niveles de ACTH y consecuentemente los Se puede sospechar en pacientes con seminogra-
de testosterona sérica. ma normal excepto con poca motilidad y en casos de
infertilidad en la que no se encuentre causa. Se diag-
En el hipertiroidismo y en el síndrome de Cushing nóstica por la presencia de >50% de espermatozoi-
(endógeno o iatrogénico) se pueden producir altera- des cubiertos por anticuerpos antiespermatozoide en
ciones testiculares e infertilidad, que se revierten con una muestra mediante MAR TEST o Inmunobead
el tratamiento adecuado. TEST. No parece recomendable en estos casos sin
embargo el uso de glucocorticoides, ya que los efec-
El exceso de prolactina puede producir trastornos tos secundarios superan los beneficios del tratamien-
de la erección y esterilidad del varón. La prolactina to, recomendándose inseminación artificial con semen
inhibe la secreción de la GnRH por el hipotálamo. Los del cónyuge (IAC). Si la presencia de estos anticuer-
niveles de gonadotropinas y de testosterona están pos se diera en más del 80% de los espermatozoides
inhibidos, y las concentraciones de prolactina elevadas. se recomendará FIV con ICSI (fertilización in vitro con
Su tratamiento es etiológico. A veces la corrección del inyección intracitoplasmática).
– Aspiración microquirúrgica del esperma epididi- El procesamiento seminal se utiliza para preparar
mario: se indica en varones con ausencia congéni- las muestras de semen previamente a la inseminación
ta o aplasia bilateral parcial de conducto deferen- intrauterina o a cualquier otra técnica de reproduc-
te, así como en los que ha fracasado la recons- ción asistida (TRA). Para evitar el compromiso de la
trucción quirúrgica, siempre combinándose con motilidad y vitalidad de los espermatozoides por el
técnicas de fertilización asisitida. Los métodos para plasma seminal, éstos deben ser separados del mismo.
obtener la recuperación de espermatozoides son: De esta manera, se seleccionan y capacitan los esper-
matozoides más móviles y se eliminan los factores
MESA/PESA: Los espermatozoides epididima- nocivos del plasma seminal.
rios son usualmente recolectados mediante
microcirugía de la región más proximal de la cabe- Básicamente, existen técnicas de dilución simple
za del epidídimo (MESA: microsurgical epydidimal con medios de cultivo, migración espermática (swim-
sperm aspiration), que son los que tienen la down, swim-up y lavado selectivo por gradientes de
mayor motilidad. También pueden obtenerse a densidad) y métodos de adherencia para eliminar a
través de aspiración percutánea de los túbulos del los espermatozoides muertos o a los desechos celu-
epidídimo distendidos (PESA). lares (filtración en columnas de fibra de vidrio o
Sephadex). Las pruebas de recuperación espermáti-
TESE/TESA: Los espermatozoides testiculares ca permiten obtener espermatozoides con movili-
son aislados de especimenes de biopsia testicular dad de tipo progresivo rápida (rem), principalmente
obtenidos mediante microcirugía abierta (TESE: por migración ascendente (swim up) o por gradien-
testicular sperm extraction) o por aspiración con tes de Percoll y son útiles para decidir las conductas
aguja fina (TESA: testicular sperm aspiration). terapéuticas.
o varios ciclos de FIV, o calidad de semen insuficiente Sin embargo, tan sólo el ICSI con espermátides
para la inclusión en un programa estándar de FIV. maduros, que son las formas elongadas, permite obte-
ner resultados comparables a los que se obtienen
Indiscutiblemente el ICSI es la técnica con mayor cuando se utilizan los espermatozoides del testículo,
porcentaje de embarazos, pues permite obtener tasas mientras los resultados con las otras formas son
de fertilización de 52%, 62% o 64%, con espermato- sumamente desalentadores. Por aportar algún dato,
zoides obtenidos de testículos, epidídimo o eyacula- señalar que en el estudio de Schulze, se encontraron
dos, respectivamente, y consigue tasas de embarazos espermátides maduros solamente entre el 39,1% al
superiores al 50% en las mujeres menores de 25 años. 64,7% de las TESE realizadas.
Las indicaciones actuales para realizar ICSI son: Si bien es cierto que las técnicas de reproducción
asistida como el ICSI son opciones para corregir el
1. Respecto al factor masculino: rem < 3 millones, acro- factor masculino severo y la infertilidad masculina idio-
soma anormal, pobre capacidad de unión a la zona pática, en muchos casos la terapia inicial debe dirigir-
pelúcida (índice de hemizona < 30%), fallo previa de se a mejorar la calidad del semen para facilitar la
FIV, casos de azoospermia obstructiva o secretora obtención de un embarazo por medios naturales.
con recuperación de espermatozoides testiculares Además de esto, estas terapias mejoran los compo-
(TESE/TESA) o epididimarios (MESE/PESA), infertili- nentes subcelulares del espermatozoide, lo que puede
dad de causa inmunológica e idiopática. potenciar los resultados de las técnicas de reproduc-
ción asistida.
2. Con respecto al factor femenino: pocos oocitos o
reacción cortical anormal. No parece preciso entrar en detalles más profun-
dos sobre resultados de las diversas técnicas de RA
El estudio de las biopsias testiculares en pacientes pero sí es bueno recordar que se está demostrando
con azoospermia obstructiva muestra que la esper- día a día que se pueden obtener los mismos resulta-
matogénesis es normal y, por tanto, estos pacientes dos con muestras congeladas del varón que con
pueden ser tributarios de procedimientos de fertiliza- muestras frescas, lo que evita tener que realizar simul-
ción asistida. táneamente la obtención de muestras del varón y la
punción ovárica en la pareja y además permite utilizar
Asimismo, los pacientes con azoospermia secre- las muestras obtenidas del varóhn en sucesivos ciclos
tora o con fallo testicular primario pueden beneficiar- de FIV, ICSI....
se de estas técnicas, pudiéndose hallar algunos esper-
matozoides o espermátides con los cuales se pueden A continuación, y a modo de conclusión, se
lograr embarazos normales mediante el empleo del muestran los algoritmos diagnóstico-terapéuticos pro-
ICSI. Efectivamente, se han publicado embarazos tras puestos (Figuras 1, 2, 3, 4 y 5).
ICSI con espemátides elongados y redondos, así como
con espermatocitos primarios.
Figura 1. Azoospermia.
AZOOSPERMIA
ICSI
Figura 2. Oligoastenoteratozoospermia.
OLIGOASTENOTERATOZOOSPERMIA
IIU ICSI
IA Donante / Adopción
Eliminar tóxicos
Hipogonadismos
Hiperprolactinemia
Varicocele
Infección seminal
Anticuerpos antiespermatozoides
POSITIVO NEGATIVO
Fallos en la expulsión + -
Obstrucción Obstrucción
cond. cond.
eyaculatorio eyaculatorio y
epididimario
RTU Cirugía
Vasectomía y técnicas
quirúrgicas de reconstrucción
de la vía seminal
Vasectomía y técnicas
quirúrgicas de reconstrucción
de la vía seminal
capítulo 50
Vasectomía y técnicas
quirúrgicas de reconstrucción
de la vía seminal
Figura 1. Técnica de agarre del conducto deferente Figura 2. Pinza hemostática y pinza de agarre
según Goldstein. En el gráfico se dibuja la dirección utilizadas en la vasectomía sin bisturí. Detalle de la
y sentido de las fuerzas a aplicar. disección del deferente.
ligaduras, reabsorbibles a largo plazo o no. La tasa de Respecto a la cauterización, existen estudios que
fallo de esta técnica varía en un intervalo del 0,4% al demuestran menor riesgo de fallo temprano y un
6,5%. Existen variantes en esta técnica que son la intervalo de tiempo menor hasta llegar a la azoosper-
doble ligadura, la ligadura en “u” o la que deja sin obli- mia comparado con los resultados obtenidos con la
terar el extremo distal del segmento testicular con el ligadura y sección. También el electrocauterio ofrece
fin de que aparezca con seguridad y más temprana- mejores resultados si se le añade la técnica de inter-
mente un granuloma; esta técnica se denomina tam- posición fascial. Por este motivo las guías europeas de
bién vasectomía a cabo abierto (5). 2005 proponen como método de oclusión deferen-
cial el uso de estos dos últimos métodos; más aún, no
La interposición fascial consiste en enterrar el seg- se recomienda dejar un extremo abierto si no se rea-
mento testicular de deferente dentro de la vaina que liza la interposición fascial añadida (4-6).
cubre al conducto o fascia espermática y posterior-
mente reconstruirla dejando el otro extremo fuera de Existen otras técnicas de oclusión sin realizar una
ella (6). sección de los deferentes (no muy difundidas en
Europa) como son los clips, la inyección de sustancias
El electrocauterio de las luces de los extremos o la oclusión mediante dispositivos intraluminales.
deferenciales se realiza mediante la introducción de Estos procedimientos persiguen realizar un menor
aproximadamente 1 cm de una aguja de insulina y daño tisular, pero por el momento han obtenido peo-
posteriormente contactar el bisturí eléctrico con el res resultados que las técnicas convencionales
material metálico a la vez que se aplica corriente de
coagulación. La finalidad de esta técnica es destruir la Cambios postvasectomía
mucosa conservando las restantes capas. La quema-
dura provocará una reacción cicatricial que oblitera- En el varón vasectomizado se producen cambios
rá la luz.También en esta técnica existe la variante de locales en la región epidídimo-deferencial y cambios
dejar sin cauterizar la luz del extremo distal del seg- sistémicos referentes a la producción de anticuerpos
mento testicular, como se ha comentado con ante- antiespermatociticos y leves cambios hormonales.
rioridad, que produce la aparición temprana de un
granuloma en dicho extremo, reduciendo los posi- Respecto a los fenómenos locales, cuando se
bles efectos adversos como el dolor postvasectomía. estudian los extremos de los conductos deferentes
La tasa de fallo se encuentra en el intervalo del 0% tras la realización de la vasectomía, se pueden obser-
al 5,9% (7). var diversos cambios. Al ocluirse el extremo deferen-
cial hay un aumento de la presión intraluminal, incre-
Se han realizado estudios comparativos entre mentándose el diámetro distal de los extremos 2-4
estas técnicas nombradas para poder dilucidar cuál es veces más que el diámetro normal. Este hecho es más
la más efectiva con el fin de ganar tiempo y así evitar evidente en el conducto deferente proximal (extremo
realizar varias de ellas en el mismo acto quirúrgico y testicular). Los testes continúan produciendo esper-
de definir cuál presenta menor porcentaje de fallos matozoides ya que la presión generada no se trans-
pero cabe destacar que no es posible establecer mite a los testículos, sin alterar los túbulos seminíferos.
según los trabajos publicados hasta la actualidad cuál Tampoco decrece el número de células de Sertoli. Por
es el mejor método quirúrgico de vasectomía ya que ello los efectos de la obstrucción respecto a la esper-
presentan escaso poder estadístico y no son ensayos matogénesis son mínimos. Sí que se han observado
controlados aleatorios. No obstante, la mayor parte alteraciones en la maduración, descendiendo las for-
de los autores defienden que es la técnica de inter- mas maduras elongadas y las espermátides (descenso
posición fascial la que ofrece mejor eficacia y efectivi- directamente proporcional al tiempo que lleve el
dad (reduce las tasas de fracaso en un 50%), ya que paciente en obstrucción). Este fenómeno no está rela-
se han encontrado mejores resultados si la ligadura y cionado con la edad. En cambio, la afectación de los
escisión de un fragmento de deferente se combina epidídimos depende de la elasticidad que ofrezcan
con la interposición fascial de los extremos respecto frente a dicha obstrucción, la cantidad de volumen
a si sólo se realiza la primera técnica (5-7). producido y la capacidad de reabsorción (3,8).
Al producirse el aumento del líquido seminal por finas (FSH, LH) y de testosterona. Los estudios en los
la incapacidad de eyacularlo, el 90% debe ser absorbi- que se demuestra que existen diferencias significativas
do. A los 3 meses tras la intervención los macrófagos entre los niveles de FSH y el intervalo obstructivo tras
comienzan a infiltrar los epidídimos ya que las células la vasectomía no pueden descartar que sean atribui-
epiteliales fracasan en su papel de reabsorción por bles a la edad de los pacientes. La testosterona pro-
pinocitosis, desaparenciendo las células ciliadas. Las ducida por las células de Leydig no se altera. Aunque
uniones intercelulares se alteran aumentando el infil- existen estudios en los cuales se ha observado un
trado del esperma hacia el intersticio de los conduc- descenso de la SHBG y un aumento de la dihidrotes-
tos deferentes, generándose un estado de inflamación tosterona en varones vasectomizados, su significación
crónica, activando el sistema inmunitario: aumento de biológica está por dilucidar (3,8).
fibroblastos, citokinas e histiocitos y produciéndose un
estímulo de los linfocitos T y B que generarán anti- Complicaciones
cuerpos. El depósito de inmunocomplejos antígeno-
anticuerpo y colágeno ensancha la lámina basal del La vasectomía presenta un bajo porcentaje de
conducto deferente (2-3 veces mayor que la original). complicaciones que no superan el 1% en el cómputo
Estos cambios histológicos generan el granuloma infla- general, así como una mortalidad del 0,1x100.000, no
matorio que clínicamente se manifiesta como un obstante es necesario conocerlas. Algunas de ellas
nódulo presente en el extremo proximal del conduc- están bien caracterizadas y otras están en objeto de
to deferente seccionado (3,8). estudio o se han rechazado recientemente. Las com-
plicaciones se pueden dividir en las ocurridas durante
Al año de la vasectomía, un 60-70% de los varones la realización de la técnica y las sucedidas a corto y a
presentan anticuerpos antiespermatocíticos en sangre largo plazo. Siempre dependen más del cirujano que
periférica, ya que se destruye la barrera hemato-esper- de la técnica realizada (3,9).
mática pasando a ser el espermatozoide reconocido
como un antígeno, generando el sistema inmunitario Las complicaciones que pueden suceder durante
anticuerpos de naturaleza IgA e IgG dirigidos contra la intervención son la reacción alérgica a los anestési-
sus estructuras como cabeza y cola. Estos anticuerpos cos locales y las reacciones vagales, describiéndose
pueden ser cuantificados en el suero extraído de san- algunos casos en los que se ha necesitado reanima-
gre periférica, pero sólo en un 7-30% presentan a la vez ción cardiopulmonar. Estas últimas suelen ser secun-
depósitos antígeno-anticuerpo en el tejido epididima- darias a una tracción de un conducto deferente anes-
rio, lo que sugiere que los anticuerpos antiespermato- tesiado de manera insuficiente Por ello es aconsejable
cíticos no juegan un papel fundamental en los cambios monitorizar las constantes vitales del paciente que va
postvasectomía. Tampoco está demostrada una corre- a ser intervenido y tener preparado el material para
lación entre la cantidad y calidad de los anticuerpos y la poder canalizar una vía venosa periférica si fuera
reducción en el número de espermatozoides produci- necesario. El tratamiento que puede llegar a requerir
dos. Sí que se ha demostrado una relación directa entre el paciente que sufre estas complicaciones suele ser
la fibrosis y el descenso de espermátides (3,8). atropina intravenosa y oxígeno inhalado (1).
nario, presentando una incidencia del 0,1-18%. Cabe zona de la incisión escrotal. La fístula urinaria general-
destacar que la vasectomía también es un factor de mente ocurre en pacientes con disfunción del vaciado
riesgo en la aparición de la gangrena de Fournier y la vesical (vejiga neurógena, obstrucción al flujo miccio-
endocarditis generada por Stafiloccocus coagulasa nal) y suelen ser de aparición más tardía. En cuanto a
negativo, aunque son excepcionales, encontrando res- las fístulas vasculares entre la arteria deferencial y el
pectivamente 5 y 7 casos publicados en la literatura. plexo panpiniforme suelen ser de debut tardío apare-
Existen diversas series publicadas que afirman a la ciendo una masa escrotal. Sólo existe un caso publi-
vasectomía sin bisturí como la técnica con menor inci- cado en el que el paciente a los 3 meses de realiza-
dencia de infecciones (9,10). ción de una vasectomía presentó hematuria y hemos-
permia diagniosticándole una fístula vasovenosa (9).
Dentro de las sucedidas a medio-largo plazo cabe
destacar el dolor postvasectomía como la más fre- Las complicaciones a nivel sistémico han sido atri-
cuente (aparece en un 10% de los pacientes vasecto- buidas a la acción de los anticuerpos y al incremento
mizados). Se localiza en la región escrotal y puede del riesgo de cáncer de próstata o de testículo.
presentarse de manera continua o con más frecuen- Respecto a la aparición de anticuerpos antiesperma-
cia ser intermitente. Dicho dolor también suele tozoides, no está asociada a un aumento en la inci-
aumentar en intensidad durante la eyaculación. dencia de enfermedades autoinmunes.Tampoco es un
factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, aun-
Diversas teorías intentan explicar su etiopatoge- que se haya observado un aumento de la aterogéne-
nia. Puede ser atribuido al aumento de la presión del sis en los estados de inflamación crónica. Tampoco
líquido seminal, a las contracciones involuntarias de la está aumentado el riesgo de padecer cáncer. Estudios
musculatura deferencial debido a una actividad simpá- epidemiológicos menos recientes observaron un
tica aberrante tras la sección de filetes nerviosos junto aumento en la prevalencia del cáncer de próstata en
con el conducto deferencial, a la respuesta inflamato- los pacientes vasectomizados. Trabajos más actuales
ria mediada por los anticuerpos o a la suma de las desestiman dicha causalidad, observando incluso que
tres. No existe un patrón histológico que caracterice el cáncer de próstata aparece con menor frecuencia
a estos pacientes con respecto a los que no sufren en pacientes con vasectomía previa. Respecto al cán-
esta complicación, ni tampoco está asociado al uso de cer de testículo, estudios antiguos observaban cam-
una técnica quirúrgica u otra. A pesar de que la etio- bios histológicos en biopsias. Estudios recientes han
logía infecciosa ha sido descartada, la primera línea de descartado una asociación con el cáncer testicular (1,4,9).
tratamiento junto con los antiinflamatorios siguen
siendo los antibióticos. Cuando fracasa el tratamiento Seguimiento posterior,
médico se recurre a la cirugía: resección del granulo- fallo de la técnica
ma existente, epididimectomía, denervación de los
deferentes, vasovasostomía mediante microcirugía o El seguimiento posterior del varón vasectomizado,
incluso la orquidectomía. Cabe diferenciar este tipo de cuya finalidad es demostrar que existe una alta proba-
dolor del que aparece de manera continua en la bilidad de esterilidad, se basa en la realización de
región inguino-escrotal en el paciente que presenta espermiogramas. El semen se analiza primero median-
como antecedentes cirugía realizada en dicha zona te microscopio óptico, informando del número de
(correción de hernia inguinal), que es secundario a la espermatozoides por campo en una muestra homo-
neuralgia del nervio génito-femoral (5,9,10). geneizada. Cuando no se observan espermatozoides
en la muestra, ésta es centrifugada y el sedimento
Otras complicaciones menos frecuentes a nivel obtenido se vuelve a analizar mediante el microscopio.
loco-regional son la formación de fístulas tanto del
conducto deferente como vasculares. En las que está En la actualidad los criterios de realización del
implicado el conducto deferente son las vaso-cutá- espermiograma tras la vasectomía se basan en el
neas o las vaso-urinarias existiendo 10 casos publica- tiempo transcurrido tras la cirugía y en el número de
dos en la literatura. La formación de la fístula cutánea eyaculaciones realizadas. La mayoría de los autores
es consecuencia de la adhesión del granuloma a la coinciden en la realización de un primer seminograma
pasadas 8 semanas desde la vasectomía o tras 15-20 se considera una “situación especial de baja fertilidad”
eyaculaciones. Se suele indicar al paciente que la téc- (special clearance) cuando presentan una cantidad
nica ha sido efectiva tras, al menos, 2 análisis consecu- estable de espermatozoides no móviles (menos de
tivos en los que se observe azoospermia (ausencia de 10.000 espermatozoides/ml) en al menos 2 espermio-
espermatozoides incluso en el centrifugado) separa- gramas en un intervalo mínimo de 7 meses. En raros
dos en un periodo de 4-6 semanas. El fallo a corto casos, tras una ausencia de espermatozoides en el exa-
plazo ha sido clásicamente definido como la presencia men en fresco aparecen en el centrifugado esperma-
de espermatozoides móviles en el eyaculado tras 3-6 tozoides inmóviles, e incluso móviles, pudiendo darse
meses desde la cirugía o tras 25 eyaculaciones. A esta situación más allá de los 6 meses. Lo más impor-
pesar de estos criterios existen ciertos inconvenientes tante en estos casos es identificar si existen esperma-
en cuanto al seguimiento del paciente vasectomizado, tozoides móviles ya que en esta situación se le puede
como son las situaciones en las no se alcanza la azoos- ofrecer al paciente realizar una nueva vasectomía para
permia tras varios seminogramas unido a la elevada asegurar el resultado de infertilidad, aunque también
tasa de abandono en el seguimiento o los fenómenos es posible que el paciente alcance una azoospermia
de recanalización: tras espermiogramas que eviden- espontánea en el transcurso del tiempo (6,11-13).
cian alta probabilidad de esterilidad, el paciente vuel-
ve a presentar recuentos de espermatozoides en un Cuando un paciente presenta: azoospermia,
nuevo análisis o la consecución de un embarazo tras recuentos inferiores a un millón de espermatozoi-
un intervalo de tiempo. Además sólo existen en la des/ml o espermatozoides inmóviles, y en un poste-
actualidad estudios retrospectivos respecto al fallo de rior seminograma aparecen un aumento de la canti-
la técnica en el varón, a diferencia de lo que ocurre en dad de espermatozoides (más de 1 millón/ml) o for-
cuanto a los estudios prospectivos publicados respec- mas móviles entre las 2-6 semanas tras la vasectomía,
to a la esterilización femenina (1,3). se ha producido una recanalización temprana. Este
fenómeno podría deberse a una proliferación de célu-
En el caso de existir en el examen previo a la cen- las epiteliales que generarían un puente entre ambos
trifugación espermatozoides móviles se suele indicar la extremos deferenciales acompañado de una fuga de
existencia de un fallo de la técnica (siguiendo los crite- esperma desde el segmento testicular hasta el otro
rios temporales y del número de eyaculaciones previas extremo deferencial. En algunos estudios se ha obser-
antes mencionados); si por el contrario el paciente vado que la tasa global de recanalización temprana
presenta menos de 1.000 espermatozoides, todos varía desde un 0,2-1,5% cuando se usa sólo ligadura y
ellos inmóviles, por cada 100 campos de gran aumen- escisión, <0,5% usando sólo electrocauterio y un
to, se informa de la existencia de espermatozoides 0,01% si el método elegido es la cauterización segui-
inmóviles aislados. La evidencia de espermatozoides do de la interposición fascial. Cuando el extremo de
inmóviles en el espermiograma ocurre con mayor fre- deferente seccionado se encuentra entre los 5-20 cm
cuencia que la azoospermia en los primeros esper- no existe asociación entre la longitud seccionada y el
miogramas de un gran porcentaje de pacientes vasec- riesgo de recanalización. Estudios más recientes indi-
tomizados (incluso en un 30%). Estudios publicados can que el riesgo de recanalización temprana es
demuestran que la capacidad de fertilización de dichos mayor (1,14).
espermatozoides y la probabilidad de embarazo son
bajas, incluso estos pacientes pueden desarrollar con el La aparición de espermatozoides con capacidad
tiempo azoospermia (más de un 80% a los 7 meses), fértil en un nuevo seminograma de un paciente vasec-
obteniendo tras un intervalo de seguimiento prolon- tomizado en el que se comprobó que la técnica había
gado una tasa de fallo de la técnica de un 1%. No obs- sido un éxito, ya que presentaba una alta probabilidad
tante es importante destacar que algunos pacientes de esterilidad, se denomina recanalización tardía. La
son fértiles a pesar de contar con escasos espermato- manera más frecuente de presentación en la actuali-
zoides inmóviles en el espermiograma y que las dife- dad es mediante la sucesión de un embarazo en la
rencias respecto al recuento de espermatozoides que pareja del paciente años después de la vasectomía. No
puedan clasificar a estos pacientes en fértiles o inférti- se ha observado la existencia de una asociación entre
les no están claramente definidas. En estos pacientes la probabilidad de recanalización tardía y la técnica uti-
lizada. El riesgo de que ocurra una recanalización tar- mado, como recoge la norma sanitaria en la Ley
día se encuentra entre un 0,2-1,2%, siendo mayor que 14/1986 del 25 de abril, en su artículo 10.5, y la Ley
el riesgo global de paternidad después de una vasec- 41/2002 del 14 de noviembre y la “ley de Autonomía
tomía (0-0,08%). Esta diferencia puede ser explicada del Paciente, Información y Documentación clínica” en
principalmente por el descenso de la capacidad fértil vigor desde el 16 de mayo de 2003. Respecto a situa-
de la pareja con el paso del tiempo. También se ha ciones reales de demanda, el Tribunal Supremo espa-
descrito el fenómeno de recanalización transitoria. ñol ha resuelto varios casos de anticoncepciones falli-
Son casos en los que se había verificado la azoosper- das, agrupándolas en 2 categorías: operaciones de
mia tras la vasectomía, persistiendo ésta en el momen- esterilización (vasectomía) negligentemente practica-
to del diagnóstico de gestación de la pareja y en los das, o tras ser practicadas de modo correcto se ha
que se ha comprobado, mediante estudios genéticos, omitido la oportuna información relativa a sus conse-
la paternidad del paciente vasectomizado (1,3,14,15). cuencias. La mayoría de las sentencias relativas a
vasectomías rechazan indemnizar a los padres por
Aspectos legales presentarse un embarazo, ya que no se suele demos-
trar que el médico que practicó la intervención actua-
La realización de las diferentes técnicas de vasec- ra de forma negligente, o bien la concepción fue con-
tomía y la posibilidad de aparición de efectos secun- secuencia de una recanalización espontánea sobre
darios (seguridad) están acogidas a un contrato de cuya posibilidad el médico había informado, o bien se
disponibilidad de medios, pero la obtención de la debe a que el propio paciente no respetó las reco-
esterilidad tras la realización de la cirugía cumple un mendaciones del médico sobre la necesidad de adop-
contrato de obra, como ocurre por ejemplo en algu- tar medidas de prevención durante las semanas
nas técnicas de cirugía estética. En la vasectomía siguientes a la intervención. El Tribunal Supremo sentó
puede producirse un triple resultado dañino para el la base que tras una intervención correcta y en algu-
paciente: daño en el orden físico, una recanalización, y nos casos se puede producir una recanalización
el nacimiento de un hijo no deseado (15,16). espontánea que dé lugar a una fertilidad no esperada,
situación que se produce en un mínimo porcentaje de
Existen contraindicaciones en cuanto a la realiza- casos, por lo que en principio la recanalización no sería
ción de la vasectomía como la infección activa algo anormal, lo único que conllevaría sería la obliga-
(orquiepididimitis, balanitis, infecciones cutáneas en la ción del médico de advertir al paciente sobre este
zona genital), la diátesis hemorrágica, paciente adoles- posible riesgo. Si la demanda es por paternidad de un
cente o paciente sin volición manifiesta. No hay direc- paciente en el que se ha demostrado una probabilidad
trices en cuanto al mínimo de edad (aunque el médi- elevada de infertilidad o presenta una recanalización
co se puede negar a realizarla en pacientes jóvenes), tardía, es necesaria una prueba genética que demues-
en cuanto al número de hijos ni la situación-estado tre que el padre biológico sea el demandante (1,16).
civil del paciente. No es necesario ni obligatorio ofre-
cer la criopreservación de espermatozoides previa a
la cirugía ni tampoco es de requerimiento legal el exa-
men anatomopatológico de la pieza una vez resecada
TÉCNICAS QUIRÚRGICAS
para confirmar que el tejido se corresponde al con- DE RECONSTRUCCIÓN
ducto deferente ya que este análisis no garantiza que DE LA VÍA SEMINAL:
la técnica se haya realizado de manera correcta. Con
respecto a la opinión e información de la pareja, es VASOVASOSTOMÍA
aconsejable pero no obligatoria (1,16). Y EPIDIDIMOVASOSTOMÍA
La negligencia más evidente según el Tribunal Concepto, historia y epidemiología
Supremo español estriba en la ausencia o defectuosa
información hacia el paciente de las posibles compli- La vasovasostomía y la epididimovasostomía son
caciones de la técnica, así como de su eficacia. Esta técnicas quirúrgicas que tienen como finalidad conse-
información está incluida en el consentimiento infor- guir una continuidad directa entre ambas luces de los
extremos del conducto deferente seccionado o entre la técnica. Antes de llevar a cabo una de las técnicas
el conducto epididimario y la luz del conducto defe- de recanalización es conveniente asegurarnos de que
rente. Dichas técnicas de recanalización de los con- la mujer se encuentra en un estado de fertilidad (17).
ductos deferentes no sólo se realizan a pacientes
vasectomizados, sino también puede ser la opción Pruebas opcionales antes de la cirugía de recana-
terapéutica en las situaciones en las que exista una lización serían tanto la realización de un análisis de
azoospermia o un descenso en el recuento de esper- semen con centrifugación en busca de espermatozoi-
matozoides y en la capacidad fértil secundaria a una des como la detección de anticuerpos antiesperma-
etiología obstructiva como, por ejemplo, la yatrogenia tocíticos. La presencia de dichos anticuerpos confir-
producida tras una hernioplastia inguinal o ante la maría el diagnóstico de obstrucción y la presencia de
existencia de una obstrucción epididimaria. espermatogénesis.
Tabla 1. Clasificación del fluido espermático preoperatotio según los grados de Silber.
Grados de Silber
1. La mayoría de los espermatozoides son móviles
2. La mayoría de los espermatozoides son normales pero inmóviles
3. La mayoría son cabezas espermáticas y algún espermatozoide es normal
4. Sólo hay cabezas espermáticas
5. Ausencia de espermatozoides
La técnica utilizada para la realización de una disposición triangular. Esta técnica es adecuada cuan-
vasovasostomía es la sutura término-terminal en dos do no existe suficiente capa muscular en el deferente.
planos (muco-mucoso y muscular) (Figura 3). Tras Respecto a la probabilidad de éxito respecto a reali-
exteriorizar los extremos del conducto deferente sec- zar un tipo u otro de anastomosis, diversos estudios
cionado, no es aconsejable exponer el teste o el epi- encuentran resultados similares en cuanto a la tasa de
dídimo con el fin de evitar adherencias de la túnica presencia de espermatozoides en el eyaculado post-
vaginal con el epidídimo que pudiera impedir una operatorio y en la tasa de gestación, no obstante hoy
vasoepididimostomía posterior, si fuera necesaria. Es en día es más frecuente la realización de una anasto-
conveniente liberar bien el extremo deferencial distal mosis en dos capas bajo visión microscópica (19).
para evitar tensiones en la anastomosis, y seccionar el
segmento obstruido, tras ello podremos observar la Respecto a la realización de la técnica bajo visión
diferencia entre el diámetro de la luz del deferente macro o microscópica, aunque existan algunos estu-
proximal, más dilatada por el proceso obstructivo, y la dios que afirman conseguir un resultado similar (en
luz del extremo distal, aparentemente normal. cuanto al tiempo en aparecer espermatozoides en el
eyaculado y las tasas de gestación) con ambas técnicas
Con un monofilamento de nylon 9-0 se suturan e incluso hay autores que recomiendan la técnica bajo
3 puntos equidistantes muco-mucosos anteriores y 3 visión macroscópica ya que es más sencilla de realizar,
posteriores, por último se aplican varios puntos de no requiere la curva de entrenamiento de la microci-
aproximación muscular en ambas caras del deferente. rugía, y es menos cara, hay un consenso general en
Existe un clamp específico adaptado para aproximar que la técnica quirúrgica debe realizarse bajo visión
los bordes de manera correcta y facilitar las suturas. microscópica ya que en la actualidad ofrece mejores
También es posible realizar una sutura en un solo resultados que la macrocirugía en lo que conlleva a la
plano como describió Schmidt, suturando puntos en realización y efectividad de la anastomosis (17,19).
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me. J Androl 2003;24:293-8.
obstructive interval and sperm granuloma on
11. Gómez de Vicente JM, Romero Cagigal I, Blanco C, outcome of vasectomy reversal. J Urol 2004;171:
et al: La historia natural de la aclaración de 304-6.
Patología intraescrotal
benigna
Patología intraescrotal
benigna
Hidrocele............................................................................................................................................................................. 915
Hidrocele congénito ................................................................................................................................................. 916
Lesiones líquidas........................................................................................................................................................... 918
Lesiones sólidas............................................................................................................................................................. 921
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 925
51. Patología intraescrotal benigna
capítulo 51
Patología intraescrotal
benigna
Dentro de la patología intraescrotal benigna debe- tismo agudo o repetido, infecciones, filariasis, postva-
mos distinguir distintos apartados: ricocelectomía, obstructivo... Suele presentarse en
adultos y se cree que su mecanismo de producción
1. Hidrocele se debe a un desequilibrio entre la capacidad de
2. Lesiones quísticas: secreción y absorción de las capas parietal y visceral
2.1. Paratesticulares: de la túnica vaginal. Se trata de un hidrocele simple.
2.1.1. Epididimarias
2.1.2. Cubiertas testiculares Clínica: tumefacción de instauración progresiva
2.1.3. Escrotales asociada o no a molestias de diversa intensidad en el
2.2. Intratesticulares lado afecto.
3. Lesiones sólidas:
3.1. Paratesticulares: Complicaciones: el hidrocele puede provocar
3.1.1. Epidídimo muy raramente complicaciones como:
3.1.2. Cordón espermático
3.1.3. Cubiertas testiculares • Atrofia testicular: por compresión de la circulación
3.1.4.Tejidos escrotales sanguínea del testículo.
3.2. Intratesticulares
• Hemorragia: del saco del hidrocele después de un
traumatismo o espontáneamente.
HIDROCELE • Infección del contenido: suele ser iatrogénica por
punción del mismo.
Se define como el acúmulo de líquido intraescro-
tal, originado entre las capas visceral y parietal de la Diagnóstico:
túnica vaginal.
- Historia clínica detallada.
Clasificación: Lo podemos clasificar según su
etiología en: - Exploración física: es lo más importante. La palpa-
ción nos revela un aumento de tamaño regular y
• Idiopático: sin causa aparente (lo más frecuente). simétrico del hemiescroto afecto y donde suele
ser difícil palpar el testículo ya que con frecuencia
• Congénito: es el que se da en los lactantes y en los se encuentra rodeado en su totalidad por el
niños y se debe a la persistencia o el retraso en el hidrocele. En algunos casos nos encontramos con
cierre del conducto peritoneovaginal (por sus una bolsa escrotal "a tensión" que nos dificulta más
características particulares hablaremos de él al aún la palpación.También es importante descartar
final de este apartado). hernias asociadas.
• Adquirido: es el que se puede producir por diferen- - Transiluminación escrotal: consiste en colocar una
tes injurias sobre el testículo, ya sea tras un trauma- luz fuerte contra la parte posterior de la bolsa
Figura 1. Cabeza de epidídimo y teste normal suele realizar como cirugía mayor ambulatoria
envuelto en un hidrocele. (Tomado del Atlas de bajo anestesia raquídea o local. Las complicaciones
Ecografía Abdominal de la AED.) de la cirugía suelen ser inmediatas y pueden ser
hematoma o infección, ya sea del contenido escro-
tal (epididimoorquitis) o de la herida quirúrgica.
Figura 2. Distintos tipos de hidroceles.Tomada de Urología general de Smith. Ed. El Manual Moderno.
rre se realiza su corrección (aunque no hay evi- en la cabeza del epidídimo o globus mayor. Su con-
dencia de que el hidrocele cause daño al testícu- tenido por definición consiste en espermatozoides
lo), pero siempre por vía inguinal por la posibilidad además de linfocitos, células descamadas y grasa. La
de tener un proceso vaginal abierto que si no se gran mayoría son pequeños, pero a veces pueden
corrige supondría la recidiva del hidrocele. alcanzar un volumen importante. Generalmente
con el examen físico (donde podemos usar la
• Hidrocele comunicante: En este caso se realiza su transiluminación) es suficiente para diferenciarlos
corrección quirúrgica de forma electiva pero sin de otras masas intraescrotales pero en caso de
demora y, por supuesto, por vía inguinal. Se corri- duda la ecografía nos servirá de gran ayuda. En
ge el problema con una ligadura alta de la túnica cuanto a su tratamiento la gran mayoría no
vaginal permeable a nivel del anillo inguinal inter- requiere ninguna actuación quirúrgica; tan sólo
no, seguida de la extirpación del saco distal. está indicada su resección mediante exterioriza-
ción del teste, en el caso de complicaciones como:
[En ambos tipos de hidrocele la inyección de sus-
tancias esclerosantes está totalmente contraindi- - dolor;
cada por la posible irritación peritoneal en el caso - aumento de tamaño exagerado que cause
de un proceso vaginal abierto.] incomodidad al paciente;
- dudas sobre su naturaleza benigna; espermato-
celes complicados o calcificados pueden simu-
lar masas sólidas;
LESIONES LÍQUIDAS - anticuerpos antiespermáticos: se creen forma-
dos a causa del esperma estancado y son cau-
Quedan recogidas en la Tabla 1. santes de infertilidad. Se han publicado casos
en los que tras la exéresis del espermatocele,
Paratesticulares éstos han desaparecido.
Espermatocele
Epididimarias Quistes simples
Quistes de vestigios embrionarios
Paratesticulares Quiste vaginal
Cubiertas testiculares
Quiste de albugínea
Quiste de inclusión
Escrotales
Quiste sebáceo
Quistes simples
Ectasia tubular o transformación quística de la rete testis
Intratesticulares
Displasia quística
Quiste epidermoide
• Quistes simples: Estos quistes son pequeñas colec- la 5.ª-6.ª década y tienden a crecer con la edad.
ciones cuyo contenido no es esperma, sino líqui- Generalmente son asintomáticos y se presentan
do. Además pueden presentar tabiques y septos. como hallazgos incidentales en una ecografía que se
Tienen preferencia por la cabeza del epidídimo. realiza por otro motivo. Distinguirlos de los quistes
Son típicos de varones de mediana edad y asinto- testiculares o de la vaginal puede ser difícil ya que se
máticos. En los pacientes con enfermedad de Von observan con las mismas características de un quis-
Hippel-Lindau vemos un aumento de la incidencia te simple, uni o multilocular, y que además puede
de estos quistes. Es raro que crezcan tanto como calcificarse. Otras veces pueden diagnosticarse por
para ocasionar molestias y tampoco es frecuente una masa firme e indolora, o con edema y dolor.
que obstruyan el trayecto epididimario, siendo
causa de infertilidad. En el caso de que sean múl- • Quistes de la túnica vaginal: Muy raros, pueden ser
tiples, podemos hablar de “enfermedad poliquísti- de origen inflamatorio.
ca” que suele aparecer a partir de los 40 años y
produce el agrandamiento y deformidad del epi- Escrotales:
dídimo, por numerosísimos quistes. En la explora- • Quiste de inclusión epidérmicos (el más frecuente)
ción física nos encontramos con un epidídimo y quiste sebáceo: Generalmente el único problema
abollonado, muy aumentado de tamaño y sensible. que suponen es el estético, a menos que se com-
A veces se acompaña de hidrocele por lo que la pliquen. La principal complicación que pueden
exploración es más dificultosa. En cuanto al diag- ocasionar es primordialmente la infección y pos-
nóstico, con la exploración física suele ser suficien- terior abscesificación.
te para evidenciar su naturaleza quística y su loca-
lización, pero son indistinguibles de los esperma- Intratesticulares
toceles; incluso por ecografía, ya que los dos se
ven como masas anecoicas con refuerzo posterior. • Quistes simples: Se hallan en el 8-10% de la pobla-
ción masculina de forma incidental. Son más fre-
• Quistes de vestigios embrionarios: Surgen de restos cuentes a partir de los 40 años. Generalmente no
del conducto mesonéfrico de Wolf y se encuen- son palpables y se hallan por otro motivo en una
tran en el polo anterosuperior del epidídimo en el ecografía. Suelen ser únicos, aunque también múl-
caso de la hidátide pediculada de Morgagni y en la tiples. Son idiopáticos, aunque en algunas ocasio-
parte superior de la cabeza del epidídimo en el nes se pueden producir a causa de traumatismos,
caso del paradídimo u órgano de Giraldés caudal a inflamación y cirugía. Se suelen localizar cerca del
los conductillos eferentes. También encontramos
el conducto aberrante del epidídimo o Vas aberrans. Figura 3. Quistes en cabeza y cola de epidídimo
La hidátide sésil de Morgagni o apéndice testicular e intratesticular. (Tomado de Radiographics 2002:22:
derivado del conducto paramesonéfrico y locali- 189-216.)
zado en el polo anterosuperior del testículo, tam-
bién puede presentarse de forma quística. La
forma de aparición, exploración física y actitud
terapéutica es la misma que con los espermato-
celes y quistes simples.
Cubiertas testiculares:
• Quistes de la túnica albugínea: Se trata de quistes de
2-5 mm, están localizados en la cara lateral y supe-
rior del testículo. Pueden ser uni o multiloculados.
Se cree que su origen es mesodérmico. Histoló-
gicamente son quistes simples revestidos por célu-
las cuboides o columnares bajas y llenos de líqui-
do seroso. Su edad media de presentación es en
• Displasia quística: Es una malformación congénita Histológicamente está compuesto por queratina
rara que se presenta en lactantes y niños peque- estratificada, epitelio escamoso y una pared fibrosa
ños, aunque existe una comunicación de un caso bien definida. En 1969, Price determinó los siguien-
de un paciente de 30 años. La teoría propuesta tes criterios diagnósticos después de una revisión
Figura 4. Quiste epidermoide visto por ecografía como una masa hipoecoica bien definida con aros concéntricos
prominentes. Muestra anatomopatológica donde se puede observar su composición rica en láminas de queratina.
(Tomado de Radiographics 2002:22:189-216.)
de 69 casos: (a) la lesión quística se localiza dentro controles ecográficos periódicos y según la situación
del parénquima testicular, (b) la luz está ocupado concreta de cada paciente. En el caso de los quistes
por queratina, (c) la pared del quiste está com- epidermoides y a pesar de los hallazgos ecográficos
puesta por tejido fibroso con un anillo completo o característicos, no podemos asegurar su benignidad
incompleto de epitelio escamoso, (d) no hay ele- tan sólo con la ecografía, por lo que usualmente se
mentos teratomatosos dentro del quiste, en la realiza la orquiectomía radical. En los últimos tiempos,
pared o en el tejido testicular adyacente, (e) sin ciertos autores defienden que ante una fuerte sospe-
cicatrices en el parénquima testicular remanente, cha ecográfica de quiste epidermoide se puede reali-
(f) cambios inflamatorios leves y calcificaciones en zar una exploración quirúrgica con exéresis de la
la pared pueden ser vistas, (g) el parénquima testi- lesión para su análisis anatomopatológico.
cular puede estar comprimido pero la pared del
quiste es discreta y separada de la túnica albugínea.
LESIONES SÓLIDAS
Los hallazgos en la ecografía dependen de la
maduración y la cantidad de la queratina dentro Siguiendo el formato de la anterior tabla, las
del quiste. Se identifica una lesión redonda u ova- podemos agrupar en:
lada con ecogenicidad variable que aparece como
una masa bien delimitada que puede tener la típi- Paratesticulares
ca apariencia en “bulbo de cebolla” debido a los
acúmulos de queratina alternando con las células Estos tumores se presentan como masas escrota-
escamosas descamadas (halos hiper e hipoecogé- les o inguinoescrotales, dolorosas o no, de crecimien-
nicos concéntricos alternantes). to lento, que cursan de forma insidiosa sin síntomas
locales ni generales específicos y que se diagnostican
Manejo de las lesiones quísticas como hallazgos casuales o por sus procesos asociados
intratesticulares (como hidroceles y torsiones testiculares) o molestias
tipo pesadez. Suponen tan sólo un 7-10% de todas las
En principio, en aquellos casos en los que no haya tumoraciones intraescrotales y tan sólo un 3% van a
duda sobre su benignidad, puede ser conservador con ser malignas. Se pueden localizar en:
Tumores adenomatoides
Epididimarias Leiomioma
Cistoadenoma papilar
Lipoma
Paratesticulares Cordón espermático
(linfangiomas, neurofibromas…)
Proliferación nodular difusa
Cubiertas testiculares
(Tumor adenomatoide, leiomiomas…)
Tejidos escrotales
Varicocele intratesticular
Quiste epidermoide
Tumores de restos adrenales
Intratesticulares Fusión esplenogonadal
Sarcoidosis
Microlitiasis
exéresis (cirugía parcial conservadora) para confirmar igual que en el epidídimo y con las mismas caracterís-
histológicamente su benignidad. Si el resultado fuera ticas), leiomiomas, neurofibromas, hemangiomas, gra-
de malignidad, se realizaría entonces la orquiectomía nulomas de colesterol, etc.
radical por vía inguinal.
Tejidos escrotales:
Cordón espermático: Están formados por tejidos adiposo, muscular,
Son los tumores paratesticulares benignos más fre- fibroconectivo, linfático y nervioso. Los más frecuentes
cuentes. Pueden ser: mesenquimatosos (lipoma, leio- son los lipomas, seguidos de fibromas y leiomiomas.
mioma y linfangioma), epiteliales y disembrioplásicos. Aquí, la actitud puede ser observación (en caso de los
lipomas) o exéresis quirúrgica (en caso de duda sobre
Los más frecuentes con diferencia son los prime- su benignidad).
ros, y sobre todo el lipoma; éste representa el 45% de
todos los tumores del cordón. Su mayor frecuencia se Intratesticulares
da en la 4.ª-5.ª década de la vida y generalmente se
localiza en el canal inguinal. Su consistencia a la explo- - Varicocele intratesticular: Es una rara presentación
ración es blanda y seudofluctuante y la gran mayoría de varicocele que ocurre en menos del 2% de la
son asintomáticos. población masculina. La patogénesis y las implica-
ciones clínicas de este cuadro no están todavía
El diagnóstico clínico de los tumores benignos del bien establecidas. Estos varicoceles pueden ocurrir
cordón suele ser difícil, es posible distinguirlos con la en asociación a los extratesticulares, pero es más
exploración física de una hernia inguinal pero no esta- frecuente su independencia. Son más frecuentes
blecer su carácter de benignidad. Su tratamiento será en el lado izquierdo, lo que se correlaciona con el
siempre también su exéresis quirúrgica por vía inguinal. extratesticular y en un 39% de los casos son bila-
terales. Clínicamente se pueden manifestar por
Cubiertas testiculares: dolor con la congestión pasiva del testículo, lo cual
La túnica vaginal y la túnica albugínea son las dos comprime la túnica albugínea o masa testicular. El
cubiertas testiculares donde con más frecuencia se diagnóstico generalmente es por ecografía, encon-
asientan proliferaciones tumorales o seudotumorales. trándonos con múltiples estructuras tubulares ser-
Lo más frecuente es encontrarnos con una proliferación pinginosas y anecoicas, al igual que en un varico-
nodular difusa y fibrosa también denominada fibrosis cele extratesticular. Asimismo, la ecografía doppler
peritesticular, seudotumor fibroso o fibroma (cuarta color nos mostrará un flujo con características
tumoración paratesticular en frecuencia después de los venosas que aumenta con la maniobra de Valsalva.
lipomas, tumores adenomatoides y el leiomioma). El principal diagnóstico diferencial es con el seu-
Suele originarse generalmente de la túnica albugínea y doaneurisma intratesticular, que presenta un flujo
se presenta en el adulto como una tumoración sólida, ecográfico en el dúplex doppler característico en
lisa, dura, encapsulada, irregular e indolora. Esta lesión ying y yang y distinguible del venoso del varicoce-
se considera como una reacción fibroinflamatoria le y con ectasia tubular de la rete testis. Otros
benigna, por lo cual con su resección quirúrgica previa diagnósticos diferenciales incluyen los quistes
biopsia intraoperatoria sería suficiente como trata- intratesticulares, hematoma, infección focal y neo-
miento; algunos autores han señalado un límite de 3 cm plasia quística intratesticular.
a partir de los cuales sería conveniente realizar la
orquiectomía radical. Es importante tratar de realizar - Tumores de los restos adrenales: La cortical adrenal
un diagnóstico histológico que los diferencie de otros y las células intersticiales de las gónadas se origi-
tipos de tumores verdaderos localizados en estas zonas nan en el mesonefros, esto nos explica que encon-
ya que por su ubicación simulan tumores malignos y tremos tejido adrenal ectópico intratesticular (y
condicionan tratamientos radicales innecesarios. también en el cordón y epidídimo), que es poco
trascendente, salvo en aquellos casos de postadre-
Otros tumores benignos que nos podemos nalectomía por síndrome de Cushing, de Addison
encontrar en las cubiertas son los adenomatoides (al e hiperplasia adrenal congénita ya que después de
13. Madrigal Rubiales M, Fresno Forcelledo F, Ablanedo 15. San Miguel Fraile P, Meijide Rico F, Fernández
Ablanedo P. Cistoadenoma papilar de epidídimo. Fernández G, Antón Badiola I, Ortiz-Rey JA, Álvarez
Servicios de Anatomía Patológica del Hospital de Álvarez C, De la Fuente Buceta A. Hiperplasia de
Medina del Campo, Valladolid y Hospital Nuestra restos adrenales en el testículo: una causa
Señora de Covadonga. www.coganat.uninet.edu. infrecuente de infertilidad masculina. Actas Urol Esp
v. 27, n. 3, mar. 2003.
14. Pascual Mateo C, Fernández González I, Rodríguez
García N, Romero Cagigal I. Diagnóstico ecográfico
del varicocele intratesticular. Arch. Esp. Urol. 58, 9
(963-965), 2005. *** Lectura recomendada
Suprarrenal
y retroperitoneo
Roberto Martínez-Rodríguez
Lluís Gausa Gascón
Humberto Villavicencio
capítulo 52
Médula Feocromocitoma
• Potasio y sodio en orina de 24 h: Se deben sus- te. A primera hora de la mañana, tras ayuno noc-
pender diuréticos 4 días antes de la determina- turno, se realiza determinación sanguínea de
ción y no iniciar la reposición de potasio. Se aldosterona plasmática (AP) y actividad de renina
necesita una excreción de Na superior a 100 plasmática (ARP), valores basales. Se administra
mmol/24 h. Si se detecta una hipopotasemia 25 mg de captopril vía oral, el paciente permane-
con potasio urinario < 30 mmol/24 h es indica- ce sentado y se realiza una 2.ª determinación a las
tivo de pérdida renal, mientras que si el potasio 2 horas. La prueba es positiva con valores de
urinario es < 30 mmol/24 h es poco probable AP/ARP >50. Si además la AP postcaptopril es
la existencia de hiperaldosteronismo. >0,44, la especificad de la prueba aumenta.
Diagnóstico Diagnóstico
Causas Clínica Tratamiento
bioquímico por imagen
Los adenomas y carcinomas suprarrenales requie- El tumor suele presentarse de forma esporádica
ren exéresis quirúrgica. (95%), pero el 5% restante tiene un patrón familiar y
puede clasificarse según diferentes tipos de anomalías
En un 10-20% de pacientes que requirieron supra- genéticas:
rrenalectomía bilateral se observó en el postoperato-
rio tardío la aparición de adenomas hipofisarios de • Neoplasia endocrina múltiple tipo 2: transmisión
tipo cromófobo, atribuidos a la falta de retroalimenta- familiar autosómica dominante. Asocia carcinoma
ción negativa hipotálamo/hipofisaria y el exceso de medular de tiroides, feocromocitoma y adenomas
ACTH. A este fenómeno se le conoce como síndro- paratiroideos.
me de Nelson.
• Von Hipple Lindau: tipo 2a si asocia carcinoma de
Feocromocitoma células renales y 2b si no lo asocian.
Cirugía y postoperatorio
Los principales problemas que pueden surgir
durante la cirugía y en postoperatorio son:
Cuando su tamaño es superior a 5 cm pueden • Más del 50% de los pacientes con melanomas,
provocar hemorragia retroperitoneal espontánea (sín- carcinomas de mama y/o pulmón localizan sus
drome de Wunderlich) o confundirse con carcinoma metástasis en la suprarrenal.
suprarrenal necrótico, siendo de elección la cirugía.
• Cerca del 40% de los pacientes con carcinoma
Quistes adrenales de células renales metastásico presenta implan-
Suelen ser un hallazgo incidental, generalmente uni- tes a nivel suprarrenal.
laterales. Un 15% presentan calcificaciones sin implica-
ción de malignidad. • Otros: carcinoma de glándula suprarrenal con-
tralateral, vejiga, colon, esófago, vesícula, hígado,
Tipos de quistes: páncreas, próstata, estómago y útero.
Tamaño 2-5 cm. <2 cm. 2-10 cm. Variable. >6 cm.
Calcificaciones Infrecuentes. Excepcionales. Infrecuentes. No. 30%.
Ecografía Sólido, ecogénico, bien definido. Heterogéneo, tendencia Bien definido. Mal definido.
Liso y redondeado. hipoecoica. Bien definido. Estructura muy Hipoecoico.
Redondeado u oval. variable. áreas centrales
de necrosis y
hemorragia.
TC Sin contraste Sin contraste: Sin contraste: 20-70 UH. Sin contraste: Sin contraste:
0-50 UH. 16-25 UH. Tras contraste: 50-75 UH. 45-75 UH.
Poca/nula Tras contraste Gran intensificación. Tras contraste: Tras contraste
intensificación 30-35 UH. Heterogeneo: Intensificación. 70-80 UH:
con contraste. Hemorragia o necrosis
central.
RMN Hipo e isointenso en T1 e Hipointenso en T1 Hipointenso en T1.
intenso en T2. No distingue y en T2. Hiperintenso en T2.
funcionalidad.
Masa suprarrenal.
¿Funcional?
Sí. No.
Evaluación funcional Determinar tamaño
completa por TC.
Señal T2 Punción
hiperintensa. Señal T2
hipointensa
EXÉRESIS
7. Asociación con síndrome de Cushing y/o virili- pequeñas y bien localizadas se prefiere un abordaje
zación en adultos. posterior o posterior modificado. Para feocromocito-
8. Asociación con síndrome de Cushing en niños. mas múltiples se prefiere un abordaje abdominal. Los
carcinomas suprarrenales voluminosos, así como los
feocromocitomas grandes y bien localizados, pueden
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO requerir un abordaje toracoabdominal.
DE LA PATOLOGÍA La introducción de la laparoscopia ha permitido
SUPRARRENAL reducir los tiempos de hospitalización, el dolor post-
operatorio, la morbilidad asociada a la incisión y una
Existen numerosas opciones para el abordaje de notable mejoría en la recuperación global. Ante la
la glándula suprarrenal. El abordaje óptimo depende imposibilidad de intervención laparoscópica, bien sea
de la patología suprarrenal, el tamaño de la glándula y por las características propias del tumor (extensión
de la lesión, el hábito corporal del paciente y la expe- local, metastásica...), o bien por problemas inherentes
riencia del cirujano. Aunque cada caso debe ser con- a la propia cirugía (riesgo anestésico incrementado
siderado de forma individual, existen preferencias para por la insuflación, cirugías previas...), deben considerar-
el abordaje en determinadas patologías; para lesiones se las vías de acceso tradicionales.
no. Este acceso prolonga escasamente el tiempo ope- movilizar la glándula sin dañar su parénquima. La disec-
ratorio frente a la aguja de Veres, pero disminuye nota- ción de la cara posterior no involucra ninguna estruc-
blemente el riesgo de perforación accidental.Tras colo- tura importante y nos facilitará la búsqueda posterior
car el primer trocar, con una presión de insuflación en del(los) pedículo(s) vasculares. El clampaje de la vena
torno a 15 cm de agua y bajo visión directa se coloca ha de ser la primera maniobra vascular a realizar. El
el resto de los trocares. El segundo trocar se coloca hallazgo de una vena principal de tamaño importante
bajo el reborde costal inferior en el borde externo del no siempre indica que sea única, por lo que la disec-
recto anterior. El tercer trocar se sitúa al final del déci- ción debe proseguirse con sumo cuidado.
mo cartílago costal. La colocación del cuarto trocar se
sitúa entre el primero y la espina ilíaca anterosuperior. Suprarrenalectomía izquierda
No hay que dudar ante la necesidad de colocar más Se inicia con la decolación que ha de ser amplia,
trocares para separar vísceras vecinas (hígado en lado extendiéndose inferiormente hasta alcanzar el sigma y
derecho) o reposicionar los ya colocados si con ello se hacia arriba hasta el ligamento suspensorio del bazo.
consigue una mayor comodidad quirúrgica.
Como referencia anatómica para localizar la vena
Existen varias particularidades reseñadas en los suprarrenal podemos buscar la gonadal izquierda,
tratados quirúrgicos dependiendo del lado a resecar
que expondremos a continuación: Figura 5. Maniobra de decolación izquierda.
Suprarrenalectomía derecha
La colocación del quinto trocar es frecuente para
poder separar el hígado.
Criocirugía
La criocirugía ha sido probada con éxito en tumo-
res prostáticos, pulmonares, cerebrales, faríngeos y
hepáticos. Faltan estudios que constaten su eficacia en
tumores suprarrenales.Ofrece una menor morbilidad
y más rápida recuperación postoperatoria, además de
preservar tejido sano.
Radiofrecuencia
que desemboca enfrente de la misma pero por la Esta técnica usa la radiofrecuencia para generar
cara inferior de la vena renal, siendo su disección calor e inducir necrosis tisular. La técnica se usó ini-
más simple.Tras seccionar la vena suprarrenal encon- cialmente para tratar alteraciones de la conducción
tramos la arteria renal, con múltiples ramas hacia la miocárdica y neuralgias del trigémino, extendiéndose
glándula (se recomienda el uso de la pinza bipolar su uso a tumores de pulmón, hígado, hueso y otros
para su ligadura). órganos. Puede guiarse tomográficamente adquirien-
do mayor precisión. La casuística es escasa y sus resul-
Frecuentemente es necesario liberar la cara pos- tados deben ser sometidos a revisión.
terior del páncreas para poder liberar la glándula. Esta
disección debe ser extremadamente cuidadosa y evi-
tar el uso excesivo de la coagulación.
Patología del
retroperitoneo
Patología del
retroperitoneo
Introducción ..................................................................................................................................................................... 953
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 960
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 961
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 965
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 967
53. Patología del retroperitoneo
capítulo 53
Patología del
retroperitoneo
INTRODUCCIÓN nos, correspondiendo un 35% de ellos a sarcomas, lo
que condiciona claramente su pronóstico. Aparecen
El espacio retroperitoneal es la región anatómica con mayor frecuencia entre la 4.ª y 6.ª décadas de la
en donde se localizan las vísceras urológicas (riñón, vida, sin preferencia por un sexo determinado (aun-
uréter), la glándula suprarrenal, y es por tanto en que determinados autores refieren un cierto predo-
donde el urólogo desarrolla habitualmente su activi- minio del sexo masculino)3, etnia o raza1.
dad quirúrgica. Por ello, el urólogo debe interesarse en
la patología de este espacio y estar preparado para Se caracterizan, además de por su rareza, por sus
enfrentarse a cirugías complejas por enfermedades escasas manifestaciones clínicas. Los síntomas no sue-
retroperitoneales primitivas, como ocurre con los len aparecer hasta fases avanzadas de la enfermedad
tumores retroperitoneales. (dependientes generalmente del gran tamaño
tumoral).
Es un espacio anatómico en el que pueden origi-
narse diversas patologías. En el adulto, el 80% de las Su tratamiento, fundamentalmente quirúrgico,
masas retroperitoneales son malignas y corresponden debe abordarse con criterio de radicalidad, aunque a
a tres entidades: sarcomas, linfomas (son preferente- pesar de ello, la recidiva suele ser la norma. El pro-
mente no Hodking y tipo B) y metástasis. El grupo nóstico de los TRP malignos suele ser infausto4.
más numeroso es el último, procediendo la mayoría
del tracto urogenital, páncreas y tubo digestivo. Recuerdo anatómico
del espacio retroperitoneal
El 20% de las masas retroperitoneales son benig-
nas en adultos. Pueden ser de origen tumoral o no El espacio retroperitoneal es un compartimento
tumoral. Entre la patología no tumoral encontramos virtual entre la cavidad peritoneal y la pared abdo-
hematomas, quistes hidatídicos, fibrosis retroperitone- minal posterior, que se extiende desde el diafragma
al idiopática, abscesos, aneurismas de aorta, etc. respiratorio hasta el diafragma pélvico. Limita ante-
riormente con la hoja posterior del peritoneo parie-
En este capítulo nos vamos a ocupar exclusiva- tal, que lo separa de la masa visceral intrabdominal,
mente de los tumores retroperitoneales primitivos, y en su porción posterior con la fascia prevertebral,
los cuales se definen como: aquella tumoración benigna músculo cuadrado lumbar y psoas.
o maligna originada en este espacio, excluyendo los de
los órganos propios de esta región (riñón, suprarrenales), Se encuentra conformado por tejido conectivo y
linfomas y metástasis ganglionares1. tejido graso, que delimitan tres compartimentos ocu-
pados por órganos urológicos (riñones, uréteres y
Los tumores retroperitoneales primarios (TRP) glándulas suprarrenales), vasculares (aorta, cava infe-
constituyen una entidad muy poco frecuente en la rior, así como sus ramas, acompañados de un eje lin-
patología tumoral (0,07-0,2% de todas las neoplasias fático, nervios, ganglios y cadenas nerviosas del siste-
del organismo. Un 15% se descubren por debajo de ma vegetativo), gastrointestinales (páncreas, parte del
los 15 años2. El 70-80% de estos tumores son malig- duodeno y colon rectosigmoideo).
Etiología Histogénesis
Son pocas las informaciones que sugieren un fac- Los tumores retroperitoneales primarios pueden
tor etiológico definido en el desarrollo de los sarco- originarse a partir de todas las estructuras allí existen-
mas retroperitoneales. La exposición previa a radia- tes (tejido adiposo, estructuras vasculares, linfáticas,
ciones, traumatismos y una exposición medioambien- musculares, sistema nervioso periférico y vegetativo,
tal al asbesto y a herbicidas (dioxina, conservadores etc.), exceptuando las vísceras propias de la región.
de la madera, etc.) pueden tener cierta influencia3.
El crecimiento de dichos tumores ha tratado de
Algunos profesionales como jardineros, trabajado- explicarse por la persistencia de remanentes embrio-
res forestales y de la construcción tienen mayor pre- narios (metanefros, conductos mesonéfricos o de
disposición al desarrollo de sarcomas. Wolf, conductos de Mullër, etc.)4.
ORIGEN MESODÉRMICO
ORIGEN NERVIOSO
Benigno Maligno
glioneuroblastoma y ganglioneuroma) derivan de una sólidos), tejido de origen, etc. Según su tejido de ori-
célula única, la simpaticogónea, que se diferencia en gen, pueden ser mesodérmicos (75%); de tejido neu-
simpaticoblasto y feocromocitoblasto4. ral (24%) y de restos embrionarios (1%)2, 5.
El origen de tumores tales como los teratomas, De todas las clasificaciones empleadas, la más acer-
rabdomiosarcomas embrionarios, carcinomas embrio- tada con ciertas modificaciones es la de Ackerman6,
narios, se consideran de génesis desconocida. quien los divide según el tejido de origen y su variante
benigna o maligna (Tabla 1).
Clasificación anatomopatológica
Al día de hoy existen nuevas clasificaciones más
Los tumores retroperitoneales primarios se han actualizadas que clasifican los tumores retroperito-
clasificado de distintas formas atendiendo a criterios neales, de forma simple, en benignos y malignos3
de malignidad o benignidad, morfológicos (quísticos o (Tabla 2 y 3).
** Las variantes pleiomórficas del fibrosarcoma, liposarcoma y rabdomiosarcoma se han reclasificado dentro del HFM3.
Quistes wolfianos (origen urogenital) 1. Lipomas: probablemente son los tumores de los
Quistes quilosos (origen linfático) tejidos blandos más comunes entre los humanos,
Quistes dermoides pero su localización retroperitoneal es rara. La
mayoría son idiopáticos, aunque en ocasiones
Quistes mesocólicos
pueden ser una manifestación de una lipomatosis
Quistes parasitarios
esteroidal3.
Quistes traumáticos
2. Xantogranuloma retroperitoneal: formado por xanto-
ma y células inflamatorias. Al tratarse de una clasifi-
Figura 1. Imagen macroscópica de linfangioma cación antigua6, inicialmente se pensaba que era una
quístico. entidad benigna, pero su seguimiento a largo plazo
demostró que era responsable de la muerte de
muchos pacientes. Su diagnóstico es infrecuente y
actualmente estas lesiones se subclasifican dentro
de los histiocitomas fibrosos malignos (HFM).3
como masas bien delimitadas, homogéneas en localización más frecuente es la abdominal, 80%
scanner sin realce, y heterogénea con fuerte real- (pueden aparecer en ganglios y canales simpáticos
ce en anillo tras la administración de contraste retroperitoneales, órgano de Zukerkandl, etc.);
(estas de áreas de realce se deben a zonas de torácica, 12%; vesical, 10% y cervical, 3%.Al segregar
cambios quísticos y hemorrágicos)8. catecolaminas dan síntomas similares a los feocro-
mocitomas suprarrenales. La incidencia de maligni-
6. Neurofibroma: contiene elementos fibrosos junto a zación aumenta hasta un 20-40%, cuando se trata
células de Schwann y patrón celular uniforme que de paragangliomas.
lo diferencia del neurilemoma. Suele asociarse con
la enfermedad de Von Recklinghausen y son muy Tumores retroperitoneales malignos
raros en el retroperitoneo2. A diferencia del neuri-
lemoma, no se aprecian áreas de realce tras la admi- 1. Liposarcoma: tiene su origen en células adiposas
nistración de contraste, al no presentar el fenóme- del primitivo tejido mesodérmico. Aunque global-
no de degeneración quística o hemorrágica8. mente sólo supone el 0,1% de todas las neoplasias
del organismo, es considerado el tumor retroperi-
7. Hemangiopericitoma: es un tumor raro que deriva toneal más frecuente, constituyendo el 7-25% de
de los pericitos de Zimmermann. Generalmente los tumores retroperitoneales.Aparece con mayor
es voluminoso, clínicamente silente y maligno9. frecuencia en hombres entre la cuarta y sexta
década de la vida3, 11. Podemos distinguir cuatro
8. Teratoma: son tumores inusuales que derivan de variedades anatomopatológicas (Tabla 3), siendo
las tres líneas germinales, lo que permite encon- el liposarcoma mixoide el más común (45%)3, y el
trar en ellos estructuras derivadas de dichas líneas liposarcoma pleiomórfico el de peor pronóstico11.
(cartílago, hueso, dientes, etc.)2. Aunque la mayoría Es habitual ser diagnosticados cuando han adquiri-
aparecen de forma congénita en la región sacro- do grandes dimensiones. La desdiferenciación es
coccígea, ovarios y testículos, también se han iden- un fenómeno tardío en la evolución de los lipo-
tificado en otras localizaciones como mediastino sarcomas bien diferenciados (LBD) y en general se
anterior, glándula pineal y retroperitoneo. Los produce en las recidivas de dichos LBD, que
teratomas retroperitoneales representan sólo del empeora de forma significativa el pronóstico. Es
1-11% de los tumores primitivos. Su incidencia es una tumoración con unos patrones radiológicos
bimodal, con un pico en los primeros 6 meses de bastante definitivos tras el estudio con TAC, debi-
vida y otro en la adolescencia. Generalmente se do a que el tejido adiposo aparece como hipo-
identifican, como ocurre en la mayoría de los denso11. Se han descrito casos de metástasis retro-
tumores retroperitoneales, cuando han alcanzado orbitarias bilaterales.
un gran tamaño. La mayoría son benignos (sólo el
25% malignizan), pero la escisión quirúrgica com- 2. Leiomiosarcoma: la mayoría se originan en la pared
pleta es necesaria para su curación. La determina- libre de las arterias y venas de diferente calibre,
ción de los niveles séricos de alfa-fetoproteína es frecuentemente de la vena cava inferior (lo que
un método fiable para detectar recurrencias10. empeora el pronóstico). Predomina en el sexo
femenino. Los hallazgos histológicos característicos
9. Cordoma2: se origina de remanentes de la notocorda son células alargadas y fusiformes con núcleos en
primitiva. En un bajo porcentaje puede originarse en forma de “puro”3.
las vértebras lumbares. Los cordomas, teratomas y
quistes dermoides presacros se denominan tumores 3. Rabdomiosarcoma: representa un porcentaje bas-
de Mideldorff2. tante pequeño de los sarcomas retroperitoneales.
Se originan de la fibra muscular estriada de los
10. Paragangliomas: derivan de las células cromafines. músculos que cubren el retroperitoneo. Existen
Son feocromocitomas extraadrenales, representan cinco variedades anatomopatológicas (Tabla 3). El
el 10-20% de los feocromocitomas en adultos y un rabdomiosarcoma embrionario representa más
30-50% de los que ocurren en la edad infantil, su de la mitad de todos los rabdomiosarcomas3.
7. Tumor maligno de las vainas nerviosas periféricas 1. Enfermedad de Castleman: también llamada hiper-
(neurofibrosarcoma, neurilemoma maligno, schwan- plasia nodular gigante, hiperplasia angiofolicular lin-
noma maligno)13: es un tumor raro, derivado de las foide, es una entidad infrecuente, que consiste en
células de Schwann, al igual que su variedad benig- un tumor linfoide benigno, de etiología desconoci-
N: Afectación de ganglios linfáticos regionales N0: no hay metástasis histológicas en ganglios linfáticos
regionales.
N1: si hay metástasis histológicas en ganglios linfáticos
regionales.
3. Tipo histológico: dentro de un sarcoma concreto Figura 2. Masa visible en hemiabdomen derecho
pueden existir diferencias pronósticas según la correspondiente a tumor retroperitoneal.
variedad de que se trate. La supervivencia a los 5
años es peor en los sarcomas sinoviales, rabdo-
miosarcomas e histiocitoma fibroso maligno4.
9. Presencia de calcificaciones intratumorales: es consi- 2. Síntomas urológicos: son raros, aunque se ven com-
derada por algunos autores como un signo de prometidos entre un 72,5% y un 98,8% de los
buen pronóstico11, 16. casos14,15. Los tumores de crecimiento inferior con
prolongación al espacio pelvisubperitoneal (espa-
cio presacro) comprime la vejiga, dando lugar a
CUADRO CLÍNICO síndromes disúricos, polaquiuria e incluso reten-
ción urinaria2, 17. La anuria se puede producir por
En general estos tumores se caracterizan por sus compresión bilateral o ante un riñón único. La
escasas manifestaciones clínicas, y además éstas no hematuria es rara, y es ocasionada por la invasión
suelen aparecer hasta fases avanzadas de la enfer- parenquimatosa o de la luz ureteral, hecho éste de
medad (dependientes generalmente del gran tama- carácter excepcional2, 17.
ño tumoral, que origina síntomas generales y por
compresión de órganos vecinos)1, siendo éste el 3. Síntomas vasculares: la compresión de grandes
motivo de que el diagnóstico sea tardío. Por ello, la vasos puede ocasionar a nivel de las extremidades
mayoría de los casos (78%) suelen debutar como inferiores edema (por dificultad de la circulación
una tumoración visible, palpable e indolora3,14, a par- de retorno), claudicación intermitente (por afecta-
ción de las arterias ilíacas). Es frecuente en el En el caso del neurilemoma existe la posibilidad,
hombre la aparición de un varicocele y en las muy excepcional, de presentación en forma de síndro-
mujeres edema de los labios mayores por com- me paraneoplásico consistente en una hipercalcemia
presión de las venas genitales2, 3, 17. La compresión en relación con una elevación de prostaglandinas, en
del pedículo vásculo-renal puede generar hiper- especial la PGE28.
tensión2.También se han descrito casos de ruptu-
ra aórtica por invasión tumoral. En tumores como el hemangiopericitoma malig-
no, se han descrito cuadros de osteomalacia, crisis
4. Síntomas derivados de la compresión linfática y ner- hipoglucémicas, hiperrreninemia e hipertensión, por
viosa: dando lugar a linfedemas inferiores y síndro- secreción inadecuada de inhibidores del 25 colecalci-
mes radiculares (con alteraciones sensitivas y ferol, insulina o renina respectivamente2.
motoras de las extremidades inferiores). Se han
descrito diferencias de temperatura en las extre- Igualmente, la forma inflamatoria del histiocitoma
midades inferiores por compresión del simpático fibroso maligno suele producir fiebre y leucocitosis
lumbar (signo de Hesse), o aumento de los refle- con eosinofilia y neutrofilia, fenómeno que se supone
jos piloerectores y sudoríparos del lado afecto es debido a la presencia de factores mielopoyéticos12.
(signo de Vinogradow)2, 17. Algunos autores han descrito casos de hipoglucemia
asociados a esta entidad anatomopatológica, debido a
Es obligado mencionar algunas características espe- la producción de IGF-II (Insulin-like growth factor II).
ciales de los tumores derivados de la cresta neural,
concretamente el neurilemoma, neuroblastoma y
paraganglioma.
DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO
El neuroblastoma puede manifestarse de distintas DIFERENCIAL
formas clínicas y presentar los siguientes datos bioquí-
micos: El diagnóstico de los tumores retroperitoneales,
se realiza fundamentalmente por las pruebas de ima-
1. Gastrointestinal: anorexia, vómitos y diarrea gen. La ecografía y tomografía axial computerizada
crónica (se ha tratado de explicar por la pre- (TAC) han revolucionado en el los últimos años el
sencia de péptidos intestinales vasoactivos)2, 17. diagnóstico por imagen de dichos tumores y han con-
tribuido a dar a conocer la naturaleza quística o sóli-
2. Síndrome de Cushing: por secreción de sustan- da del tumor, tamaño tumoral y su relación con las
cias similares a la ACTH2,17. estructuras vecinas para una correcta planificación
quirúrgica y estadificación. Aunque no son histoespe-
3. Síndrome opsomioclónico: se presenta con ata- cíficas, en algunos casos, fundamentalmente la TAC,
xia, disdiadokokinesia y síndrome cerebral con distingue densidades, sugiriendo la naturaleza del
hipotonía. Suelen ser frecuentes las metástasis tumor por la hipodensidad característica del tejido
óseas y menos las retroorbitarias. adiposo11, 17.
Bioquímicamente los datos más relevantes son la En el diagnóstico de un tumor retroperitoneal, las
elevación en plasma de noradrenalina, adrenalina, dopa- técnicas de imagen empleadas irán encaminadas a rea-
mina, y en orina del ácido vanilmandélico, ácido homo- lizar: diagnóstico de la tumoración, de extensión y en
vanilmandélico y 3 metoxi-4-hidroxifenilglicol. ocasiones establecer un diagnóstico diferencial.
Figura 3. Rx simple de abdomen donde se observa Figura 4. Urografía intravenosa: buen funcionamiento
el gran desplazamiento del marco cólico, por gran renal bilateral.Tumor retroperitoneal izquierdo que
masa retroperitoneal. ocasiona desplazamiento insospechado del riñón
izquierdo.
Figura 5. Pielografía ascendente derecha: se puede Figura 6. Ecografía de masa retroperitoneal con
observar. El desplazamiento hacia la línea media del componente líquido, correspondiente a un linfangioma
uréter derecho. Su identificación es fundamental para el quístico (Figura 1).
planteamiento quirúrgico.
leza del tumor por la hipodensidad característica - Exploraciones vasculares: desde la utilización asidua
del tejido adiposo (lipomas y liposarcomas). Sin del TAC y RMN, la arteriografía y venografía no se
embargo su resolución puede verse disminuida en suelen practicar, salvo en los casos complejos que
presencia de calcificaciones, componentes fibro- precisen una cirugía muy bien planificada. La arte-
densos, necrosis y hemorragia, siendo superada riografía nos muestra la vascularización del tumor,
por la RMN en cuanto a la diferenciación de teji- su origen y estructura, lo que da información indi-
dos específicos adyacentes y por tanto en el esta- recta sobre la benignidad o malignidad del proce-
diaje tumoral11 (Figura 8). so, aunque no del tipo histológico (Figura 9).
La ecografía y la TAC permiten el estudio histopa- Zuluaga y cols., 1986, identifican cuatro patrones
tológico de las masas retroperitoneales mediante vasculares:
la punción-aspiración con aguja fina (PAAF), cuyo • Patrón hipervascular: es indicativo de malignidad.
rendimiento diagnóstico es controvertido. Según • Patrón hipovascular: no habla necesariamente
un estudio realizado por Chef y cols.18, mediante de un patrón benigno.
la clínica y el estudio radiológico, la sensibilidad • Patrón avascular.
diagnóstica de las masas retroperitoneales fue • Vasos parásitos: puede indicarnos el origen
del 80,8% frente al 91,6% cuando se practicaba exacto de la tumoración, sin que por ello par-
biopsia. ticipe la víscera de donde proceden dichos
vasos.
- Resonancia magnética nuclear (RMN): aporta infor-
mación muy similar a la de la TAC, aunque con La cavografía informa sobre éstasis o trombos
mayor definición y resolución sobre estructuras intramurales, así como de la existencia o no de redes
vasculares (relación del tumor con vena cava, colaterales.
aorta, etc.), por lo que puede ser útil para planifi-
car cirugías complejas. En T1 es útil para objetivar Podemos decir que las exploraciones radiológicas
la afectación de vísceras sólidas (hígado y bazo), mencionadas anteriormente constituyen la base del
mientras que las imágenes en T2 delimitan la diagnóstico por imagen de los tumores retroperito-
extensión a músculos y columna vertebral. neales. Otras exploraciones de menor valor serían:
- Linfografía: aporta signos indirectos tales como • Gammagrafía hepática: se apreciarán áreas frías
rechazamiento y éstasis de los colectores linfáti- que sugieren enfermedad metastásica.
cos. Es una técnica actualmente en desuso, ya que
los tumores retroperitoneales (sarcomas) tienen • Gammagrafía ósea: aparecen áreas de hipercapta-
poca propensión a diseminar por vía linfática. Sólo ción que se corresponden con las metástasis.
el histiocitoma fibroso maligno y el sarcoma sino-
vial son, dentro de estos tumores, los que suelen • TAC tóraco-abdómino-pélvico: representa la explo-
con más frecuencia diseminar por esta vía. ración radiológica más útil, por su sensibilidad y
especificidad, en el diagnóstico de metástasis pul-
Una excepción debe ser hecha con el neuroblas- monares, intrabdominales y recidiva local.
toma, que representa el tumor más linfolítico que
existe dentro de los situados en esta área. Diagnóstico diferencial 2,11,17
- Enema opaco: nos informa del rechazamiento del Comprende una amplia patología tanto intraperi-
marco cólico y la posible invasión del mismo. toneal como retroperitoneal. Debe hacerse con:
También en desuso, superada por TAC.
• Tumores retroperitoneales primitivos: existen tumo-
- Retroneumoperitoneo: exploración hoy abandonada, res retroperitoneales que presentan calcificacio-
practicada antes de disponer del TAC y ecografía. nes periféricas o bien intratumorales y que por
tanto hay que establecer un diagnóstico diferencial
- Radionucleótidos con Tc 99: los liposarcomas mues- entre ellos, aunque el resultado definitivo nos lo
tran incremento de la actividad tisular, mientras dará la anatomía patológica. Entre ellos nos encon-
que los lipomas no la evidencian. tramos: liposarcoma, hemangiopericitoma, terato-
mas, tumores neuroblásticos, enfermedad de
- Tomografía por emisión de positrones (PET): Hay Castleman, linfangiomas, etc.
autores que hacen referencia al importante papel
que juega la FDG-PET (F-18 fluordeoxiglucosa) en • Patología retroperitoneal originada en órganos pro-
la estadificación, planificación terapéutica y poste- pios de la región como: tumores renales, suprarre-
rior seguimiento del schwannoma maligno. nales, adenoma adrenal hemorrágico, aneurismas
aórticos, etc.
- Laparoscopia: es una técnica segura y fiable para el
diagnóstico (ya que permite informar sobre posi- • Tumores metastásicos.
ble diseminación tumoral al interior de la cavidad
abdominal, tomar biopsias, etc.) y tratamiento de
• Patología infecciosa: quiste hidatídico, flemón y abs-
los tumores retroperitoneales benignos tales como
ceso perinéfrico, así como los abscesos retroperi-
el schwannoma19.
toneales.
Diagnóstico de extensión 2,17
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Trastornos obstructivos y
funcionales del tracto urinario
Hidronefrosis
y ureterohidronefrosis
orgánica y funcional
Hidronefrosis
y ureterohidronefrosis
orgánica y funcional
Introducción ..................................................................................................................................................................... 975
Definiciones....................................................................................................................................................................... 975
Clasificación...................................................................................................................................................................... 975
Etiología................................................................................................................................................................................ 975
Manifestaciones clínicas ........................................................................................................................................ 975
Fisiología general de la hidronefrosis....................................................................................................... 977
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 978
Fisiopatología .................................................................................................................................................................. 979
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 981
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 985
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 991
54. Hidronefrosis y ureterohidronefrosis
orgánica y funcional
capítulo 54
Hidronefrosis
y ureterohidronefrosis
orgánica y funcional
INTRODUCCIÓN CLASIFICACIÓN
La función de la vía urinaria superior es la de con- Hay que tener en cuenta que pueden darse varias
ducir la orina desde las papilas hasta la vejiga. Para este situaciones clínicas según sea: la duración (agudas, cró-
transporte es necesario el correcto funcionamiento nicas o intermitentes), afectación unilateral o bilateral
de los mecanismos que participan, que son la suma de (unilateral en monorrenos), el grado (completa o
unas propiedades viscoelásticas y contráctiles correc- incompleta). La combinación de estos elementos dará
tas y el equilibrio entre las fuerzas de propulsión y en general una de estas manifestaciones:
resistencias al flujo. Cuando existe un impedimento
estructural al paso de la orina en cualquier punto de a. Obstrucción ureteral unilateral aguda y completa.
las vías se denomina uropatía obstructiva, y como
consecuencia se produce una dilatación del uréter, b. Obstrucción unilateral crónica y parcial.
pelvis y cálices renales.
c. Obstrucción bilateral (unilateral en monorrenos)
aguda y completa con la consiguiente anuria.
DEFINICIONES d. Obstrucción bilateral crónica.
Uropatía obstructiva es la consecuencia de un
obstáculo estructural al paso de la orina a lo largo de
la vía. ETIOLOGÍA
Nefropatia obstructiva se refiere a los cambios o Las causas de hidronefrosis pueden estudiarse
daños que sufre el parénquima renal como conse- agrupadas en distintos cuadros (por ejemplo, causas
cuencia de la obstrucción al paso de orina. congénitas o adquiridas), en la edad pediátrica o adul-
ta, etc. En la Tabla 1 enumeramos las causas según sea
Hidronefrosis es la dilatación de la pelvis y cálices un origen orgánico o funcional.
renales como consecuencia de una uropatia obstruc-
tiva. Ésta puede ser funcional cuando no hay evidencia
demostrable de un punto de estrechez causante de MANIFESTACIONES CLÍNICAS
obstrucción anatómica, a pesar de existir un aumento
proximal de la presión, o hidronefrosis orgánica si está La clínica varía según la presentación sea aguda o
producida debido a agentes mecánicos que generan crónica, en adultos o niños, el grado (completo o
una disminución en la luz de la vía urinaria mediante incompleto), sea uni o bilateral o a nivel del tracto
mecanismo de ocupación de dicha luz u compresión inferior o superior. La clínica típica de obstrucción de
extrínseca. tracto superior consiste el dolor lumbar y abdominal
Causas orgánicas
Extrarrenales Litiasis
(vía urinaria) Tumores vía urinaria
Necrosis papilar
Cuerpos extraños
Micosis
Causas funcionales
Reflujo vesicoureteral
Anuria refleja
tipo cólico que se puede acompañar de náuseas y todo en los cálices y pelvis renal para vencer la
vómitos. La exploración de la fosa renal es dolorosa. baja resistencia de la unión pieloureteral debido
a que la peristalsis a este nivel no logra colapsar
En caso de hidronefrosis mantenida la presenta- las paredes.
ción clínica es menos evidente y se manifiesta con
infecciones urinarias, dolor o molestias en flanco afec- c. Peristaltismo ureteral. Las paredes ureterales
to, molestias gastrointestinales inespecíficas, hematuria, están compuestas de musculatura lisa. Los haces
HTA de comienzo brusco y uremia. musculares se ordenan de manera distinta depen-
diendo del nivel a que se encuentren, teniendo
Cuando la obstrucción está a nivel del tracto infe- una disposición helicoidal a nivel del tercio
rior, la clínica consistirá en un cuadro de sintomatolo- superior, medio y parte del inferior, y longitudi-
gía miccional: disuria, polaquiuria, urgencia, tenesmo, nal en uréter intramural de especial importan-
retención aguda de orina. En estos casos la enferme- cia, como ahora veremos. Como consecuencia
dad puede mantenerse silente u oligosintomática se produce un sistema propulsor basado en la
manifestándose tan sólo por infecciones urinarias o contracción y oclusión del uréter por encima
determinación de uremia. del bolo de orina y su desplazamiento en senti-
do distal (Figura 1).
En los niños la manifestación aguda es similar. La
crónica se manifiesta en primer lugar como ITU de 2. Fuerzas de resistencia
repetición, hematuria y masa renal (el 50% de las
masas renales en niños corresponden a hidronefrosis), a. En el uréter
molestias abdominales, retraso en el crecimiento. Desde La fuerza de resistencia del uréter depende de
la generalización de la ecografía prenatal, la hidrone- las propiedades viscoelásticas inherentes a todo
frosis se diagnostica principalmente intraútero. órgano con musculatura lisa, que permiten adap-
tarse a las modificaciones de volumen sin alte-
rar la presión de manera significativa.
FISIOLOGÍA GENERAL
DE LA HIDRONEFROSIS (Figura 1) En estados de hiperdiuresis la resistencia al flujo
aumenta en el momento en que los bolos se
La hidronefrosis y ureterohidronefrosis son con- aproximan hasta el punto de no encontrar fren-
secuencia de una obstrucción al flujo urinario distal a te a sí un uréter relajado, sino el final de la onda
la pelvis renal. Como resultado de dicha obstrucción contráctil precedente. Como consecuencia, el
se producen unos cambios en el parénquima renal uréter se convierte en un tubo elástico, com-
debido a la alta presión, que, si no se resuelve, puede pletamente distendido. La onda peristáltica no
acabar en atrofia renal. es reconocible porque las paredes ureterales
no pueden coaptar, convirtiéndose la presión
El transporte de orina depende de una correcta hidrostática y la gravedad en las principales fuer-
relación entre fuerzas de propulsión y de resistencia al zas propulsoras. Si continúa esta situación, el
flujo. uréter se irá dilatando progresivamente para
reducir su presión intraluminal y así intentar evi-
1. Fuerzas de propulsión: son la gravedad, la presión tar el daño renal.
hidrostática y sobre todo la peristalsis de la vía uri-
naria. b. En la unión ureterovesical
El uréter intramural destaca por una baja dis-
a. Gravedad: en bipedestación, la fuerza de grave- tensibilidad debido a un mayor porcentaje de
dad facilita el flujo de orina hacia vejiga. fibras colágenas en su composición y el estar
rodeado de vainas inextensibles. Esta disposi-
b. Presión hidrostática: es la presión ejercida por la ción tiene una finalidad funcional, que es eyectar
diuresis y tiene su mayor importancia sobre el bolo con mayor fuerza en la vejiga debido a
sistema colector se dilata con el tiempo (más las ción glomerular. Estos cambios varían dependiendo de
extrarrenales), produciéndose una compresión de la si la obstrucción es unilateral o bilateral, aguda o cró-
papila renal, con adelgazamiento del parénquima y nica, congénita o adquirida, y completa o incompleta.
los cálices. A continuación se expone el modelo de obstrucción
aguda completa unilateral y las diferencias cuando la
Cambios microscópicos (Tabla 2) obstrucción es incompleta, bilateral o unilateral en
monorreno o de origen congénita.
La red arterial no se afecta. Se produce un infil-
trado linfocítico y de tejido fibroso en el intersticio Consecuencias hidrodinámicas
que disocia los túbulos y disminuye su número. Como de la obstrucción
consecuencia se atrofia el epitelio tubular. En el desa-
rrollo se producen depósitos de proteínas formadas La presión eficaz de filtración glomerular se cifra
por el asa ascendente de Henle (Tamm-Horsfall) en el en 15-20 mmHg:
intersticio que son patognomónicas de obstrucción. El
glomérulo se afecta tardíamente, y no se aprecian [60 mmHg de presión capilar glomerular –
cambios hasta la 4.ª semana de una obstrucción com- (25-30 mmHg de presión oncótica capilar + 15 pre-
pleta (engrosamiento de cápsula de Bowman sin alte- sión hidrostática de la cápsula de Bowmann)]
raciones del glomérulo).
Cuando se produce una obstrucción ureteral
aguda el incremento de presión puede llegar hasta
FISIOPATOLOGÍA 70 mmHg. Este aumento de presión produce altera-
ciones sobre el índice de filtración glomerular y la fun-
Una vez instaurada la obstrucción se activan una ción tubular. Estos cambios son menos graves si la
serie de mecanismos encaminados a proteger la fun- obstrucción es incompleta.
Tratado de Urología tomo I: Jiménez Cruz, J.F, Rioja Sanz, L.A. et al (2).
Cambios en el tracto urinario superior han utilizado como tratamiento como son la indome-
tacina en el cuadro agudo, con buenos resultados, y
Se produce dilatación que varía según el tiempo los IECAS, que de manera experimental parecen pre-
de evolución, grado de obstrucción y características venir y retrasar los daños renales producidos por la
anatómicas. Con la evolución esto conduce a un obstrucción. Los mediadores implicados en las modi-
aumento de la fibrosis por depósitos de colágeno, infil- ficaciones vasculares son:
tración de macrófagos, apoptosis tubular y transfor-
mación de los fibroblastos en miofibroblastos. Todos - Tromboxano A2: vasoconstrictor. Es inhibido por
estos cambios son mediados por una serie de facto- la indometacina.
res que intervienen en la formación de colágeno [fac-
tor de crecimiento transformado beta (TGF-B), trom- - Angiotensina II: vasoconstrictor de las arterias afe-
boxano A y angiotensina II que estimulan la fibrosis y rentes (AA) y eferentes (AE). Inhibido por IECAS
óxido nítrico que la disminuye]. Finalmente esto se y ARA II.
traduce en alteraciones en las propiedades contrácti-
les que conlleva la formación de ondas peristálticas - Óxido nítrico: vasodilatador de AA y AE.
ineficaces.
- Endotelina: vasoconstrictor de AA y AE.
Cambios en el parénquima renal
Cuando la obstrucción es bilateral o unilateral en
Tras la obstrucción y el aumento de presión se monorreno los cambios varían debido a que el riñón
producen una serie de cambios hemodinámicos resul- se ve obligado a mantener durante más tiempo la fun-
tado de las modificaciones en la resistencia arteriolar, ción. La presión ureteral es mayor a la unilateral y la
predominando la vasoconstricción de la arteria afe- diferencia fundamental es que la bilateral atraviesa una
rente, por la ruptura del equilibrio de 2 tipos de pros- fase de vasodilatación preglomerular y vasoconstric-
taglandinas formadas por células intersticiales de la ción posglomerular y se mantiene en ese estado que
médula. La consecuencia de estos cambios se hace en produce que aumente la presión ureteral a pesar de
3 fases, expresadas en la Tabla 3, que finalmente disminuir el flujo sanguíneo renal y aumentar las resis-
desembocan en una caída progresiva a partir de las 24 tencias vasculares renales.
horas del filtrado glomerular y el flujo sanguíneo, lle-
gando a disminuir a las 2-4 semanas hasta en un 85- Cuando la obstrucción es parcial o incompleta, las
90%. A pesar de la obstrucción aguda, el filtrado glo- lesiones son de menor grado y los cambios fisiopato-
merular no cesa por completo debido a mecanismos lógicos se retrasan debido a que las presiones son
de compensación que son los reflujos pielorrenales menores.
(pielolinfático y pielovenoso) y en ocasiones la rotura
de fórnix. Hay que destacar que la fisiopatología de la obs-
trucción de origen congénito es distinta. La hidrone-
El riñón debido al daño tubular producirá una frosis y el megauréter resultantes son consecuencias
orina en donde la concentración de solutos será simi- de una obstrucción que se produce cuando la vía uri-
lar a la del plasma, por lo que se convierte en un ultra- naria superior y el riñón no han alcanzado su madu-
filtrado. Si medimos el pH sanguíneo encontraremos rez. La diferencia fundamental es que la vía urinaria
una acidosis metabólica consecuencia de la alteración superior no presenta presiones muy elevadas al com-
de la acidificación de la orina (disminuye la excreción pensarse los aumentos de presión debido a la defor-
de hidrogeniones y amoníaco y disminuye la reabsor- mabilidad que presentan los tejidos inmaduros. El
ción de bicarbonato). Ambos son hallazgos típicos de daño renal será producto de la presencia de una pre-
las nefritis intersticiales. sión mantenida por encima de lo normal que conlle-
va una isquemia por vasoconstricción de la arteriola
En estudios realizados, los mediadores que se han aferente. Además, el pronóstico será peor dependien-
relacionado con los cambios fisiopatológicos de la do de la masa nefronal disponible, ya que los cuadros
obstrucción son varios, y algunos de sus inhibidores se de obstrucción congénita se acompañan de una dis-
Obstrucción aguda
Obstrucción crónica
Primera hora 5 horas 24 o más horas
Presión Sube hasta Sigue Comienza Variable. Se cifra sobre los
basal 70 mmHg aumentando a disminuir 15 mmHg
Vd: vasodilatación, Vc: vasoconstricción, AA: arteria aferente, AE: arteria eferente.
Tratado de Urología, tomo I: Jiménez Cruz, J.F, Rioja Sanz, L.A. et al (2).
minución de dicha masa, debido a la hipoplasia y dis- DMSA-99mTc es una buena prueba que sirve para
plasia del tejido consecuencia de la compresión en predecir el valor funcional que tendrá el riñón después
etapas tempranas del desarrollo embriológico. de la desobstrucción. También puede ser un método
útil la monitorización del aclaramiento de creatinina de
Recuperación de la función renal la orina procedente de pelvis a través de una nefros-
tomía de descarga.
La recuperación tras la desaparición de la obs-
trucción es difícil de predecir. Dependerá de varios
factores, siendo el más importante el grado de afecta- DIAGNÓSTICO
ción histológica, que a su vez depende de la duración
de la hidronefrosis. Pero además influyen otros facto- Ante un cuadro de sospecha clínica de obstruc-
res que pueden favorece la recuperación: que no haya ción urinaria la pauta diagnóstica debe tener como
infecciones y la presencia de una vía urinaria distensi- objetivos confirmar la existencia de uropatía obstructi-
ble y de reflujo pielorrenal. va, la detección del nivel de obstrucción, su causa y la
determinación de la necesidad y tipo de tratamiento.
Se han utilizado varias pruebas para predecir el
grado de recuperación funcional: mediante ecografía El estudio diagnóstico debe comenzar con la rea-
podemos encontrar indicios indirectos de mejoría lización de una buena historia clínica que nos oriente
como son la disminución o desaparición de la dilata- hacia una posible causa obstructiva. Seguidamente se
ción, además de determinar el grosor del parénquima realizará una analítica de sangre y orina, una radiogra-
renal, aunque ambos no son buenos indicadores. fía simple y una ecografía. Posteriormente se solicitará
Clásicamente se ha utilizado la eliminación de contras- una prueba que nos permita tener una información
te intravenoso tras la obstrucción, pero ésta puede anatómica y funcional del tracto urinario (urografía
infra o sobreestimar la función renal en casos de infec- intravenosa, TC abdominal con contraste, uro-reso-
ción o repleción hidrosalina. La gammagrafía con nancia…).
La ecografía simple no puede diferenciar una - Nefrograma denso y persistente: al principio del
hidronefrosis funcional de una obstructiva. El doppler urograma el riñón obstruido muestra un nefro-
puede ayudar a diferenciarlos. Como consecuencia grama tenue que poco a poco se hace muy inten-
de la elevación de la resistencia vascular renal secun- so, mucho más que el del riñón normal, pudiendo
Figura 2. Ecografía de un paciente con insuficiencia renal crónica secundaria a vejiga neurógena por
mielomeningocele, que presenta una ureterohidronefrosis bilateral, con uréter dilatado hasta su unión con la
vejiga. En la ecografía doppler presenta un índice de resistencia de 0,7 en arterias intrarrenales.
Posteriormente se diagnosticó de un reflujo vesicoureteral como causa de la dilatación.
Figura 3. Urografía intravenosa de un paciente varón joven con antecedentes de cólicos nefríticos
izquierdos. Presenta en la placa simple varias litiasis en cáliz inferior. En la urografía se aprecia una
hidronefrosis secundaria a una estenosis de unión pieloureteral.
persistir incluso horas. Es lo que se conoce como to de maza o porra. En caso de obstrucción baja
nefrograma obstructivo y traduce un flujo sanguí- se puede ver el uréter ligeramente dilatado y
neo normal o casi normal. generalmente aperistáltico.
En la segunda fase (captación renal hasta alcan- Estudios urodinámicos del tracto
zar un máximo), la pendiente es menos brusca y urinario superior
expresa el manejo renal del radiofármaco, después
de captarse por riñón y pasar a la luz nefronal. Se utilizan cuando se trata de reconocer exclu-
Representa el filtrado glomerular si se utiliza DTPA- sivamente si un riñón dilatado está obstruido y los
99m
Tc, o la secreción tubular si se usa OIH-131I o anteriores estudios no han sido concluyentes. Son
MAG3-99mTc. En los procesos obstructivos comple- los llamados estudios de perfusión o de presión-
tos, donde está dificultada la actividad excretora, falta flujo, entre los que contamos con la prueba de Vela
el pico y la segunda fase se prolonga en sentido Navarrete y de Whitaker. Ambos simulan una diure-
ascendente. En general, cuando es normal, suele sis intensa y consisten en la introducción, a través
excluir obstrucción. de una punción percutánea translumbar, de un líqui-
do contrastado para control radiológico y la medi-
En la tercera fase o excretora el descenso en la ción de las presiones piélicas. En caso de presentar
actividad renal es debida a la excreción y eliminación de manera basal una presión mayor 15 cm de H2O,
renales del radioisótopo. La actividad empieza a apa- nos indica un cuadro de obstrucción, por lo que no
recer en la vejiga; esta llegada estará retrasada en obs- es necesario realizar más estudios. Estas pruebas
trucciones, estenosis de arteria renal o enfermedades cuentan con algunas limitaciones ya que se mide la
parenquimatosas. Esta fase refleja el balance entre la respuesta de la pelvis renal a la distensión en cir-
cantidad de radiofármaco que llega al riñón y la que cunstancias donde el flujo no es fisiológico, y ade-
lo abandona. más la relación lineal de flujo y presión puede no
existir con ciertos tipos de obstrucción como la
El renograma da una estimación objetiva de la extrínseca.
función renal; además, es posible expresar la función
renal relativa individual como porcentaje o relación Prueba de Whitaker
entre la captación media de cada riñón y la suma de Se realiza una perfusión del líquido a un flujo
ambas. Puede informar sobre el pronóstico funcional constante. Se estima que un tracto pieloureteral nor-
después de solucionada la obstrucción. Este principio mal acepta un flujo de 10 ml/min en el adulto y 5
es de mucha utilidad para valorar la patología obs-
ml/min en el niño sin que la presión supere los 15 cm
tructiva del aparato urinario superior.
de H2O. Se analiza la presión diferencial pelvis/vejiga, y
se considera que si ésta es inferior a 15 cm de H2O
Renograma diurético no existe obstrucción y que la hay cuando está por
Para diferenciar la dilatación obstructiva verdade-
encima de 22 cm de H2O. Cuando la presión diferen-
ra de la no obstructiva (estasis), se usan recursos que
cial está entre 15 y 22 cm de H2O el resultado es
puedan determinar si un trayecto de salida puede o
equívoco.
no eliminar una determinada cantidad de líquido. Para
ello se administra furosemida unos 20 minutos des-
pués de comenzada la prueba. Si resuelve bien esa
Prueba de Vela Navarrete
La prueba es parecida a la de Whitaker, pero en
sobrecarga de líquido, puede sugerir la ausencia de
vez de considerar el flujo de perfusión, éste se obser-
obstrucción. Si el líquido se acumula y aumenta la pre-
va perfundiendo a una altura manométrica fija (15-
sión proximal al punto de sospecha obstructiva, se
30 cm). Los resultados se interpretan de igual mane-
confirmará la posibilidad de obstrucción.
ra, diagnosticándose de obstrucción por encima de
Gammagrafía renal 22 cm H2O.
Se usa el DMSA-99mTc. Indicada cuando queremos
saber cuál es la función residual renal (masa renal fun-
cionante). Cuando el cuadro clínico es de anuria, los TRATAMIENTO
estudios con isótopos son útiles para distinguir obs-
trucción (enlentecimiento del tránsito renal), de trom- La elección del tratamiento adecuado para la
bosis o embolia de la arteria renal. uropatía obstructiva supravesical va a depender de
ciones de repetición y enfermedad litogénica activa permite el drenaje de la vía por su interior ha des-
por la posible calcificación del catéter. En pacientes cendido la necesidad de transfusión a menos del 5%,
con uropatía obstructiva de causa tumoral el 43% no obstante el sangrado tardío postretirada, aun sien-
falla en su drenaje. do más raro, puede requerir embolización por seudo-
aneurisma; la pérdida nefronal es mínima; aunque la
Complicaciones muy frecuentes son síntomas irri- perforación de la vía colectora es frecuente (20-30%)
tativos urinarios (25-60%) y dolor en flanco con la mic- se resuelve de forma conservadora en la mayor parte
ción en el 50%, aunque la mayoría de las veces transi- en las 48 horas postpunción. La perforación de órga-
torio. La sepsis es una complicación potencialmente nos vecinos, bazo o intestino es potencialmente grave,
grave, en claro descenso; con el uso de antibióticos de pero se produce en menos del 1%, aunque para el
amplio espectro de modo profiláctico en casos selec- acceso intercostal la frecuencia de neumo o hidrotó-
cionados, la perforación ureteral tiene poca trascen- rax que requiere drenaje alcanza el 12%.
dencia si se recoloca correctamente el catéter de deri-
vación, siendo obligada la nefrostomía si no es así. Nefrostomía quirúrgica
Desde la difusión de la nefrostomía percutánea en
Nefrostomía percutánea los años 70, la indicación de la nefrostomía quirúrgica
Establece el drenaje directo del riñón obstruido al está limitada al fracaso de ésta o el cateterismo ure-
exterior a través de un catéter. Está indicado en obs- teral retrógrado, o si existe la necesidad de laparoto-
trucción no reversible espontáneamente con deterio- mía u otros procedimientos quirúrgicos simultáneos.
ro de la función renal y pionefrosis (sepsis), en el caso Se realiza a través de una pielostomía traspasando la
de imposibilidad de cateterismo ureteral retrógrado y cortical renal por la convexidad y exteriorizada por
cuando se planee tratamiento posterior definitivo que contraincisión; si la nefrostomía deberá permanecer
necesite la vía percutánea. por largo tiempo es preferible la nefrostomía en
raqueta, tubo que forma un anillo entre la vía urinaria
La técnica se realiza con control ecográfico o fluo- y el exterior, facilitando así su recambio.
roscópico accediéndose a un cáliz posterior superior,
medio o inferior según patología a tratar, y por dife- Tratamiento de la uropatía
rentes vías de acceso. Si es preciso se pincha con aguja obstructiva crónica
Chiba para la localización de la vía, pasando paralela la
aguja de nefrostomía, dilatándose el trayecto hasta El tratamiento de la uropatía obstructiva está indi-
que sea posible la colocación del tubo del calibre cado para el deterioro progresivo de la función renal
deseado según la patología a tratar, con punta de “cola y en el caso de alta sospecha diagnóstica con clínica
de cerdo” simple y fijado a piel. En general el procedi- concordante, deterioro de la función renal, desarrollo
miento suele ser factible realizarlo con anestesia local, de litiasis o infección.
precisa de cuidados mínimos de asepsia, evitar trac-
ciones y acodamientos, siendo necesaria una adecua- En algunos casos unilaterales en que la función dife-
da ingesta de líquidos y no realizar movimientos vio- rencial renal está muy comprometida, puede estar indi-
lentos que provocarán su salida. cada la nefrectomía de entrada según las características
particulares del enfermo, o en caso de dudas colocar
La diátesis hemorrágica o la hipertensión son con- nefrostomía percutánea y evaluar recuperabilidad.
traindicaciones al menos hasta ser corregidas, por el
mayor riesgo de hemorragia no controlable en esos Estenosis de la unión pieloureteral
pacientes. La etiología puede ser de origen congénito o
adquirido:
Entre la complicaciones que nos podemos encon-
trar está la sepsis, que con el uso en casos selecciona- • Congénito o primario: las causas pueden ser:
dos de antibioterapia profiláctica está por debajo del
1%; el sangrado es frecuente pero con medidas de - Anomalías intrínsecas: se debe a la existencia de
taponamiento del trayecto con catéteres balón que un segmento de uréter aperistáltico.
Figura 4. Técnica quirúrgica: Pieloplastia desmembrada según técnica de Anderson y Hynes. 1. Disección
de pelvis y unión pieloureteral. 2. Sección de unión pieloureteral y espatulación del uréter para la
anastomosis. 3. Anastomosis ureteropiélica comenzando por la cara posterior, mediante sutura continua,
tutorizándola con catéteres ureteral y de nefrostomía. 4. Se completa la anastomosis, cerrando la pelvis.
- Inserción anormal del uréter, el cual se encuen- El tratamiento clásico de la estenosis de la UPU es
tra implantado en una situación alta en la pelvis. la cirugía abierta, y en especial la pieloplastia desmem-
brada Anderson-Hynes descrita en 1949, es la más
- Causas extrínsecas: existencia de vasos abe- practicada con resultados exitosos entre el 72 y el 98%.
rrantes, bridas extrínsecas, etc. Consiste en la resección de la UPU y anastomosis espa-
tulada del uréter a la parte más declive de la pelvis
• Secundaria o adquirida: se debe a la formación de renal, con resección parcial de la pelvis si está muy dila-
una vaina fibrosa tras la intervención quirúrgica tada. No existe acuerdo si es necesario la utilización de
para tratar la hidronefrosis. Causas menos fre- un tutor transanastomótico y/o nefrostomía, aunque
cuentes pueden ser estenosis inflamatorias urete- parece razonable la utilización de uno de ellos por
rales, tumores uroteliales, compresión regional seguridad, retirándose no antes de las 4 semanas si es
por adenopatías o tumor, o bien un cálculo encla- un catéter perdido en vejiga, y comprobando la ausen-
vado en la unión. cia de fístula o estenosis mediante pielografía anteró-
grada no antes de los 7 días para retirar la nefrostomía.
Una vez demostrada la obstrucción de la unión
pieloureteral, el tratamiento puede ser abierto median- Las complicaciones más frecuentes de esta técni-
te pieloplastia o percutáneo con endopielotomía. ca son la fístula y la reestenosis. La fístula predispone
a la reestenosis y se previene con la utilización de una La sección de un vaso anómalo puede causar un
derivación postoperatoria; si ésta existe, su manejo hematoma retroperitoneal postoperatorio o un san-
podrá ser la mayoría de las veces conservador; si no grado intraoperatorio que obligue a la exploración
es así, será necesario su colocación postoperatoria y abierta, algunos autores aconsejan el corte eléctrico
posiblemente un drenaje para el urinoma desarrolla- por la ventaja de poder coagular pequeños vasos san-
do. La estenosis, aunque poco frecuente, puede mane- grantes. Sin embargo, no existen diferencias significati-
jarse de diferentes formas: algunos autores abogan vas entre los distintos tipos de corte, presentando
por la reintervención precoz, otros la colocación de resultados de alrededor del 85% de éxitos.
nefrostomía o catéter ureteral y esperar resolución
espontánea, o tratarlo de forma endoscópica median- Por tanto, en el momento actual la elección de
te endopielotomía. una u otra técnica es válida en el adulto, y dependerá
su elección de la accesibilidad al material necesario y
La pieloplastia desmembrada reseca la zona enfer- la experiencia del cirujano.
ma, y en el caso de existir un vaso polar, lo transpone.
Sin embargo, existen otras técnicas de pieloplastia con Estenosis ureteral
colgajos no desmembrada que se utilizan en reinter- En nuestro medio la causa más importante de
venciones, en UPU de localización anómala o cuando la estenosis ureteral es la iatrogénica, por ureterosco-
zona estenótica es muy larga: Plastia Y-V de Foley, colga- pia, cirugía ginecológica, urológica o digestiva. Las
jo espiral de Culp-DeWeerd, colgajo vertical de Scar- estenosis más frecuentes se localizan en el tercio
dino, colgajo capsular y la ureterocalicostomía que proximal y distal del uréter, siendo más infrecuentes
requiere nefrectomía polar inferior y se realiza cuando y difíciles de tratar las del uréter medio. El trata-
el campo de la UPU no permite su reparación in situ. En miento es aconsejable que sea escalonado: dilata-
general no son, hoy día, técnicas de primera elección. ción, incisión endoscópica y cirugía abierta. La varia-
bilidad de los casos en cuanto a etiología y de las cir-
La endopielotomía percutánea comenzó su apli- cunstancias clínicas del paciente hace del tratamien-
cación con el desarrollo del aparataje endoscópico; en to de la estenosis ureteral un tratamiento individua-
1983, Wickham y Miller adaptaron el principio de lizado; así, una estenosis de un uréter traspuesto difí-
Albarrán de ureterotomía intubada para el tratamien- cilmente se indicará una incisión endoscópica, o en
to de la estenosis de la UPU mediante sección a tra- una estenosis postureteritis radical con mal pronós-
vés de nefroscopio percutáneo. Atraídos por las ven- tico de su enfermedad de base se indicará cirugía,
tajas de la técnica sobre la abierta en cuanto a resul- pudiendo resolverlo con un catéter y recambiarlo
tado cosmético, estancia hospitalaria y recuperación periódicamente. Por tanto, vamos a dar una visión
de la actividad laboral, son muchos los grupos en todo general del manejo actual de la estenosis ureteral
el mundo que realiza dicha técnica; con resultados exi- independientemente de su causa.
tosos del 72 a 87%.
Todo procedimiento endoscópico requiere el paso
La técnica consiste en la sección con cualquier a través de la estenosis de una guía; se comentó ante-
tipo de fuente de corte sobre la UPU en posición riormente la gran utilidad de la guía Terumo para sal-
postero-lateral, por la menor probabilidad de vaso var pasos dificultosos, o la rigidez de la guía de
anómalo, bajo visión directa hasta observar grasa Amplatz, que permite el paso de catéteres balón o de
retroperitoneal con extravasado en la fluoroscopia. Se dilatación. Si una estenosis es infranqueable la indica-
coloca de forma anterógrada un catéter que se retira ción será cirugía abierta.
a las 4 semanas.
La dilatación ureteral con balón fue descrita en
Las contraindicaciones para el tratamiento percu- 1980 por Pingoud, el acceso puede ser anterógrado o
táneo son la diátesis hemorrágica y estenosis largas. retrógrado, existiendo múltiples modelos de balón
Aunque parece que los resultados con grandes pelvis para trabajar a través del canal de trabajo o más rígi-
son ligeramente peores, no es una contraindicación dos y gruesos que obliga a trabajar con guías capaces
absoluta. de mantener la resistencia de paso. El balón se hincha
sobre la estenosis hasta que desaparece la muesca La baja morbilidad de estos tratamientos justifican
que deja sobre él bajo control fluoroscópico; algunos su utilización, aun sabiendo que el 50% más o menos
autores aconsejan mantenerlo durante 1 minuto, y deberá pasar al escalón superior, la cirugía.
repetirlo, pero no existe acuerdo sobre ello. Se tuto-
riza la dilatación durante 4 a 6 semanas con un caté- El tratamiento quirúrgico de la estenosis ureteral
ter 7-8 Ch. supone en la mayoría de los casos un importante nivel
de complejidad, y por tanto deberemos elegir la técni-
Los principios y la técnica a realizar en la incisión ca más sencilla de realización, y así menos posibilidades
endoscópica son los mismos que la endopielotomía, a de complicaciones, con el acceso más sencillo y menos
tener en cuenta la localización de estructuras vascula- agresivo posible. La técnica básica es la resección de la
res, siendo la maniobra más importante la interioriza- zona enferma y ureteroureterostomía término-termi-
ción a la pelvis o a la vejiga de la estenosis para allí rea- nal, con buenos resultados globalmente considerados
lizar la incisión. No existen grandes series en la litera- en el 90% de los casos. Siendo necesario en ocasiones
tura, pero se puede afirmar que son considerados añadir una técnica para reducir tensión a la anastomo-
buenos resultados duraderos (mayores de 1 año) sis, como la vejiga psoica, el colgajo tubular vesical, el
tanto de la incisión como la dilatación si no superan el descenso de la vena renal, el autotrasplante o hasta la
50-60%. Existen múltiples factores en estudio que interposición de intestino. No en pocas ocasiones
influirían en los resultados de ambos tratamientos, estas técnicas añaden una morbilidad y peores resulta-
como por ejemplo el tamaño y composición del caté- dos que hacen de la ureterostomía cutánea o incluso
ter de tutorización o la utilización de corticoides intra- la nefrectomía alternativas razonables dependiendo de
lesionales. las características particulares de cada enfermo.
Hiperplasia benigna
de próstata
Hiperplasia benigna
de próstata
Introducción ..................................................................................................................................................................... 997
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 1000
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 1002
Tratamiento de la HBP ......................................................................................................................................... 1003
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1010
55. Hiperplasia benigna de próstata
capítulo 55
Hiperplasia benigna
de próstata
INTRODUCCIÓN nivel de la zona de transición (Figura 3). Esto se debe
fundamentalmente a un desequilibrio entre prolifera-
Definición ción celular y apoptosis. Para que esto ocurra, se pre-
cisan dos factores principales: la edad y la presencia de
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una andrógenos. Paradójicamente el crecimiento prostáti-
entidad que aún hoy en día carece de una definición co ocurre en la edad avanzada, cuando declinan los
clara; la acepción comúnmente utilizada, (HBP), está niveles periféricos de andrógenos (los cuales se pos-
basada en el desarrollo quirúrgico de esta patología, tula que son fundamentales, durante la formación de
en la identificación macroscópica de un crecimiento la próstata a nivel embrionario)3; no obstante, en la
del adenoma de próstata, que da lugar a una sintoma- edad avanzada, la próstata preserva un nivel elevado
tología obstructiva y en el argumento de que una de dihidrotestosterona (DTH), que es el andrógeno
extirpación de este adenoma conduce a una mejoría activo a nivel prostático, proviene de la testosterona,
y curación del paciente1. la cual es metabolizada por la enzima esteroidea 5α-
Reductasa; de la que hay dos subtipos; la tipo 1, que
Una expresión sintética de la concepción actual predomina en tejidos extraprostáticos (aunque tam-
de la HB, ha sido propuesta gráficamente por Hald bién está presente en la próstata), y la tipo 2, que pre-
et al2. (Figura 1). domina a nivel prostático. Además, en la edad avanza-
da se preserva un nivel elevado de receptores andro-
Hald expone que sólo los pacientes con las tres génicos, lo cual indica que, como mínimo, los andró-
condiciones: prostatismo (síntomas obstructivos), genos desempeñan un papel permisivo en el desarro-
hiperplasia con aumento de volumen (adenoma) y llo de la HBP. 4
obstrucción del tracto urinario inferior demostrable,
tienen HBP (C). Hay pacientes con prostatismo (sin- La DTH ejerce una función de primer orden en la
tomatología obstructiva) y obstrucción objetivable regulación genética de los distintos factores de creci-
que pueden corresponder a estenosis cervicales y miento involucrados en el crecimiento prostático y
uretrales (B). Otros sufren prostatismo y aumento de probablemente los estrógenos también ejerzan una
volumen sin poder demostrar la obstrucción(!) y influencia importante en este sentido. Además de
otros aumento de volumen y obstrucción sin sínto- esto, el crecimiento prostático depende también de la
mas, (prostatismo silente) (S). La dificultad en definir secreción paracrina de sustancias polipeptídicas sinte-
correctamente esta entidad se debe a su carácter mul- tizadas por las propias células prostáticas5.
tifactorial etiológico donde la edad y las hormonas
desempeñan un papel fundamental en el desarrollo Este crecimiento volumétrico prostático, determi-
“benigno” del epitelio y estroma de la zona transicional. nado por los factores antes mencionados, da lugar al
llamado “factor estático o mecánico”. (Figura 2).
Etiología y fisiopatología
Pero existe el llamado “factor dinámico”, ya que la
La fisiopatología de la HBP es heterogénea. Por un próstata no es un tejido inerte y posee una rica iner-
lado se produce una proliferación, tanto del estroma vación simpática y parasimpática, a través de fibras
fibroso como de las células epiteliales glandulares a provenientes del plexo hipogástrico; se sabe que es
HIPERPLASIA ! PROSTATISMO
C
S B
OBSTRUCCIÓN
ANDRÓGENOS Y ESTRÓGENOS
Factores de crecimiento
Sustancias polipeptídicas paracrinas
Antiandrógenos
Antiestrógenos
Próstata envejecida
Hiperplasia celular:
Obstrucción Epitelio y estroma FACTOR MECÁNICO
mecánica
Zona de transición
HBP SINTOMÁTICA
Obstrucción dinámica
Figura 3. Zonas anatomopatológicas de McNeal. rica en receptores α-adrenérgicos (α1 y α2), cuya
activación provoca una estimulación de las células
musculares lisas prostáticas y, por lo tanto, su bloqueo
da lugar a una relajación de las mismas, facilitando de
esa forma la salida de la orina5.
Epidemiología
Se sabe que la HBP tiene una alta prevalencia,
pero a pesar de ello, como se ha comentado ante-
riormente, al no disponer de una definición adecuada
de HBP, no existen unos criterios diagnósticos reco- rodea casi totalmente la uretra distal, supone el 70%
nocidos de forma unánime, la definición histológica, no del peso total de la próstata, también supone el
se puede aplicar a los estudios epidemiológicos y los componente principal de la cápsula prostática y es
síntomas urinarios de la HBP son inespecíficos, hasta donde se desarrollan la mayoría de los cánceres
el punto que esa misma sintomatología urinaria puede prostáticos. Zona central, que supone el 25% de la
darse en una población femenina. glándula, tiene forma triangular, está atravesada por
los conductos eyaculadores y en ella se produce el
En 1993, en una reunión de consenso se definie- 10% de los cánceres de próstata. Zona de transi-
ron cuáles debían ser los criterios cualitativos que ción, que supone el 5% del tejido prostático restan-
debía tener un sistema de puntación sintomática de te y está formada por dos lóbulos que rodean la ure-
HBP: que el paciente pueda realizarlo él mismo, que tra por encima del veru montanum, esta zona es la
sea comprensible y de uso sencillo, que sea reprodu- única que constituye la HBP, comienza creciendo en
cible, que abarque los aspectos tanto irritativos como forma de lóbulos pero finalmente este crecimiento
obstructivos de la clínica de la HBP y que evalúen las es global; esta zona está separada de la zona central
molestias provocadas por los síntomas y su repercu- y periférica por una barrera fibrosa, que constituye el
sión en la calidad de vida. llamado “plano de disección” que sirve para la enu-
cleación quirúrgica de la HBP. La zona de transición
Uno de los sistemas más usado: el International es igualmente importante porque en ella se localizan
Prostate Symtome Score (IPSS) no cumple todos los el 25% de los cánceres, por lo que es necesario exa-
criterios anteriormente definidos y provoca infra o minar los fragmentos cuando se realiza una resec-
sobrevaloraciones de hasta un 40%, pero los estudios ción endoscópica5.
basados en este sistema muestran una prevalencia de
HBP del 40% de los hombres de más de 50 años. Histológicamente, la HBP es un proceso hiperplá-
Aunque hay trabajos que han encontrado diferencias sico verdadero, es decir, aumenta el número de célu-
de prevalencia en distintos países (Tabla 1). las; por ello el término hipertrofia benigna de próstata
es incorrecto desde una perspectiva puramente ana-
En España, Chicharro et al. asociaron tres paráme- tomopatológica5.
tros para realizar un estudio epidemiológico: una pun-
tuación IPSS > 7, flujo máximo <15 ml/s, y un volu-
men prostático >30 cm3, encontrando un 4,5% de
prevalencia clínica de HBP en los españoles de 41 a CUADRO CLÍNICO
50 años y del 8,7% a partir de los 70 años5.
Síntomas
Características anatomopatológicas
El diagnóstico y el tratamiento se basan princi-
La próstata es una glándula con forma semejante palmente en la anamnesis, pero es importante saber
a la de una castaña, que en un adulto joven pesa unos que el cuadro clínico no es uniforme entre unos
15 gramos, que se sitúa en la profundidad de la pelvis, pacientes y otros; la historia natural de la HBP no
fija entre el pubis por delante, la vejiga por arriba, el siempre se asocia a un curso progresivo, y también
recto por detrás y el piso pélvico por debajo. es importante saber que el desarrollo del cuadro clí-
nico no siempre se correlaciona con el tamaño de la
Actualmente se admite la descripción zonal que próstata.
de ella hizo McNeal. En la que la referencia más
importante es el veru montanum, montículo situado De forma didáctica, a pesar de esta complejidad,
en la cara posterior de la uretra, que da salida a los se pueden establecer una serie de escalones clínicos
conductos eyaculadores. Éste determina el límite para su estudio.
entre lo que es la uretra anterior y la uretra posterior.
Las 4 zonas de McNeal son (Figura 3): Zona anterior - En una fase inicial el aumento en el tamaño de la
fibromuscular, sin glándulas. Zona periférica que próstata puede ocasionar escasos síntomas, ya
1. Volumen urinario < 150 ml en varias medidas HBP; por ejemplo, una estenosis de uretra, litiasis vesical,
de flujometría. carcinoma prostático. Es importante conocer en la his-
2. Flujometría con flujo máximo > 15 ml/s. toria clínica si el paciente ha sido sometido a instru-
3. Síntomas del tracto urinario inferior (LUTS) mentación uretral previa o ha tenido uretritis, para sos-
en pacientes > 80 años. pechar la posibilidad de estenosis de uretra. Los cálculos
4. Sospecha de afectación vesical neurógena. vesicales generalmente se asocian a hematuria y dolor,
5. Tras cirugía pélvica radical. el Ca de próstata se debe tener en cuenta, con un tacto
6. Después de un tratamiento invasivo no satis- rectal sospechoso y una elevación significativa del PSA.
factorio de la HBP.
La infección del tracto urinario (ITU) puede seme-
- Uretrocistoscopia. Se recomienda cuando exis- jar los síntomas irritativos de la HBP, pero ésta se iden-
ten dudas en cuanto al tamaño real de la próstata, tifica con rapidez realizando un análisis completo de
podría ayudar a tomar una decisión en cuanto a la orina y un urocultivo. El urotelioma vesical (especial-
modalidad quirúrgica: adenomectomía abierta vs mente el carcinoma in situ) también se asocia a sinto-
RTU.También se recomienda para descartar otras matogía irritativa, pero éste se asocia con una mayor
patologías que causan síntomas del tracto urinario presencia de macro o microhematuria; ante esta sospe-
inferior en hombres con historia de hematuria, cha, se debe solicitar la realización de una citología uri-
estenosis de uretra, cáncer vesical o cirugía del naria. Otro grupo de pacientes que debe tenerse en
tracto urinario inferior. cuenta son aquellos que tienen una vejiga neurógena, los
cuales pueden tener muchos síntomas sugerentes de
- Estudios de imagen del tracto urinario. HBP, pero generalmente éstos tienen historia de enfer-
(Preferiblemente ecografía), deben realizarse en medad neurológica, Diabetes mellitus o lesión medular;
aquellos hombres a los cuales no se les ha medi- además, en la exploración física se puede poner de
do la creatininemia. Además de evaluar una dilata- manifiesto una sensibilidad perineal disminuida, altera-
ción del tracto urinario superior, la ecografía ciones en el tono anal y en el reflejo bulbo-cavernoso.
puede también identificar tumores renales, evaluar
la vejiga y medir el residuo postmiccional, así
como el volumen prostático. Para medir el volu-
men prostático y así decidir dentro del tratamien- TRATAMIENTO DE LA HBP
to quirúrgico entre un abordaje endoscópico o
abierto es preferible la realización de una ecogra- El objetivo del tratamiento de la HBP es el de ali-
fía transrectal frente a la abdominal. viar los síntomas, mejorar la calidad de vida y evitar la
aparición de complicaciones.
- Diarios miccionales, también pueden ser útiles
a la hora de recibir información objetiva sobre la Las opciones terapéuticas para la HBP son amplias
frecuencia y el volumen miccional, la anotación de e incluyen desde la abstención terapéutica, las terapias
estos parámetros en un diario durante 24 horas farmacológicas y múltiples y variadas técnicas quirúrgi-
es generalmente suficiente. cas (Tabla 2).
La sintomatología puede mejorar a las 48 horas Los diferentes estudios realizados ponen de mani-
del inicio del tratamiento. La mejoría en los tests de fiesto los siguientes efectos relacionados con la acción
síntomas (IPSS) requiere al menos un mes de terapia. de los inhibidores de la 5α-reductasa:
Aproximadamente una tercera parte de los pacientes
no experimenten mejoría sintomática. Si esta mejoría - Disminución de los niveles de DHT a niveles de
no se produce tras 8 semanas de tratamiento, no castración sin afectar a la testosterona plasmática.
estaría indicado continuar con la medicación12. Esta disminución es mayor con el dutasteride14.
Los efectos adversos más comunes con la terapia - Disminución de los niveles séricos de PSA total,
con α-bloqueantes incluyen la cefalea, mareos, hipo- un 50% en el primer año de tratamiento.
tensión ortostática, astenia, disminución de la agudeza
visual, sequedad de boca, congestión nasal, eyaculación - Reducción del volumen prostático, con mejores
retrógrada y náuseas11. resultados en próstatas mayores de 40 gramos.
La doxazosina se ha asociado con una mayor inci- - Aumento de la velocidad máxima de flujo urinario.
dencia de insuficiencia cardíaca congestiva comparada
con otros agentes hipotensores, en pacientes con - Disminución del riesgo de retención aguda de
hipertensión y factores de riesgo cardiovascular. Por orina (RAO).
ello, pacientes con STUI e HTA concomitante debe-
rían ser tratados de forma independiente de su hiper- - Disminución de la necesidad de cirugía.
tensión13.
- Mejoría sobre la calidad de vida.
Inhibidores de la 5α-reductasa
La enzima 5α-reductasa es la encargada de trans- Los estudios clínicos con el finasteride demues-
formar la testosterona en su metabolito activo, la dihi- tran que el fármaco se tolera bien con una incidencia
drotestosterona (DHT). La concentración de DHT se baja de suspensiones del tratamiento por efectos
encuentra aumentada en la HBP debido a un aumen- adversos. En los ensayos clínicos en fase III controla-
to de la actividad de la 5-α-reductasa. Éste es el dos con placebo realizados con dutasteride las reac-
andrógeno fundamental para el desarrollo de la prós- ciones adversas son igualmente leves. El inicio de las
tata. Así, varones con un déficit congénito de esta reacciones adversas tiene lugar en el primer año de
enzima no desarrollan próstata ni otras estructuras tratamiento con una tendencia a la disminución de las
que derivan del seno urogenital, mientras que sí lo mismas con el tiempo.
hacen las que proceden del conducto de Wolf, que
son testosterona-dependientes (pene, epidídimos, Los efectos adversos se centran fundamental-
vello corporal, sexualidad). mente en la esfera sexual. Se ha descrito la aparición
de disfunción eréctil, alteraciones de la eyaculación y
Existen dos isoenzimas de la 5α-reductasa: tipo I disminución de la libido.
y tipo II. El tipo I está presente en la mayoría de los
tejidos del organismo y es la forma dominante en las Tratamiento combinado
glándulas sebáceas. El tipo II aparece fundamental-
mente en los órganos genitales. El tratamiento con un α-bloqueante junto con un
inhibidor de la 5α-reductasa se ha demostrado efec-
Se han sintetizado dos grupos de inhibidores tivo en pacientes con síntomas del tracto urinario
reversibles de la 5α-reductasa: los esteroideos (finas- inferior y agrandamiento prostático demostrable.
teride y dutasteride) y los no esteroideos. Los únicos
comercializados son el finasteride y el dutasteride. El Fitoterapia
primero es un inhibidor competitivo de la isoenzima
tipo II, mientras que el dutasteride es un inhibidor de La fitoterapia es la utilización terapéutica de extrac-
ambas isoenzimas. tos o productos de plantas. Estos productos han sido
utilizados en el tratamiento de la HBP desde hace res. Así, según las conclusiones de la Conferencia
siglos sin conocerse aún en día su mecanismo de Internacional sobre Hiperplasia Prostática Benigna, la
acción. Algunos de estos productos son la Serenoa cirugía es la única opción terapéutica que supera al
repens, Pygeum africanum o la Cucubita pepo. La mayo- placebo en todos los parámetros, tanto objetivos
ría de ellos contienen fitosteroles y citosteroles, simi- como subjetivos, antes y después del tratamiento.
lares al colesterol. Los resultados de su utilización en
la HBP son contradictorios, siendo necesarios estu- Las indicaciones tanto absolutas como relativas se
dios más controlados para establecer su utilidad de recogen en la Tabla 3.
forma científica.
Las técnicas quirúrgicas convencionales en el tra-
Tratamiento quirúrgico tamiento de la HBP son la resección transuretral de
próstata (RTUP), la miocapsulotomía endoscópica
Actualmente el tratamiento quirúrgico es consi- (MC) o incisión transuretral (ITUP) y la cirugía abier-
derado como definitivo para la mayoría de los auto- ta o adenomectomía. La elección de una u otra
depende fundamentalmente del tamaño, forma y tipo
Tabla 3. Indicaciones de cirugía prostática. de crecimiento prostático (Tabla 4).
Figura 4. Adenomectomía. que acontece, bien por edema perimeático bien, por
atrapamiento o excesiva tracción de los meatos con
los puntos hemostáticos. La infección urinaria es fre-
cuente a pesar de la profilaxis antibiótica. En cuanto a
complicaciones tardías son variadas, la más frecuente
es la eyaculación retrógrada. Otras posibles complica-
ciones son la estenosis de uretra, la disfunción eréctil
y la incontinencia urinaria, que se produce por lesión
del esfínter estriado.
Las dos técnicas más utilizadas son la descrita por Figura 6. Miocapsulotomía.
Nesbit en 1943 y la ideada por Barnes. En la RTUP de
inicio anterior o de Nesbit se reproducen los pasos
de la adenomectomía abierta y consta de 3 tiempos:
en el primero se reseca el adenoma de las 12 del
horario endoscópico hasta las 3 y hasta las 9, de
modo que los lóbulos laterales sin anclaje superior
caen, se apoyan en el suelo cervicouretral inferior. En
un segundo tiempo se resecan los lóbulos de forma
secuencial y ordenada para finalmente en un tercer
tiempo resecar las masas apicales. En la técnica de
Barnes o de inicio posterior se añade un primer paso
previo a los realizados en la técnica anterior y que
consiste en la resección en primer lugar del lóbulo
medio en el hemicontorno inferior cervicouretral.
La morbilidad y complicaciones son similares a las El sangrado y el tiempo quirúrgico son menores
acontecidas con la adenomectomía. Existe una com- que con la adenomectomía y la RTUP, así como la inci-
plicación específica de la resección transuretral llama- dencia de eyaculación retrógrada (Resel L. Blázquez J.)18.
da síndrome post-RTU, que se produce por la
absorción del líquido de irrigación (glicina) que pro- Terapias mínimamente invasivas
duce una hiponatremia dilucional e hipervolemia. Los
síntomas iniciales incluyen inquietud, confusión e irri- Bajo el epígrafe de tratamientos mínimamente
tabilidad junto con taquicardia, hipertensión y dismi- invasivos para la HBP se incluyen diversas técnicas que
nución de la saturación de oxígeno. A medida que intentan disminuir los riesgos asociados a las técnicas
descienden los niveles de sodio van apareciendo otras quirúrgicas ya descritas. Muchas de estas técnicas no
manifestaciones: por debajo de 115 mEq/l se produce precisan anestesia y el tiempo quirúrgico se encuentra
estupor, bradicardia, QRS ancho y extrasístoles; por disminuido. No existen datos en la literatura actual
debajo de 100 mEq/l de sodio convulsiones, coma y que permitan no obstante aconsejarlas como prime-
paro cardiaco. Este síndrome se encuentra en relación ra opción terapéutica, quedando su indicación supedi-
con el tiempo de resección, el peso del tejido reseca- tada fundamentalmente a pacientes con riesgo quirúr-
do y el sangrado abundante. gico elevado.
HIFU Termoterapia
Ultrasonidos de alta frecuencia que se emiten a la Este tratamiento consiste en aplicar calor en forma
próstata desde un transductor transrectal generándo- de microondas, por vía transrectal o transuretral, a la
se temperaturas entre 60 ºC y 100 ºC que causan glándula prostática para inducir una necrosis de la
necrosis del tejido prostático. El procedimiento requie- misma a medio plazo. La morbilidad es baja y no pre-
re anestesia general. Los principales efectos secunda- cisa anestesia, por lo cual es una alternativa en pacien-
rios incluyen retención aguda de orina, hematosper- tes con elevado riesgo anestésico-quirúrgico.
mia, hematuria e infección urinaria. Según los datos
publicados, la mejoría sintomática tiene lugar en un Prótesis expandibles
50-60%, con un aumento del flujo máximo de 40- Dispositivos que se colocan intrauretrales para
50%. La eficacia a largo plazo es limitada17. mantener permeable la luz de la uretra y permitir la
micción espontánea. Pueden ser temporales o per-
TUNA manentes y únicamente están justificadas en pacientes
Este método consiste en la ablación prostática con contraindicación para la cirugía.
por medio de radiofrecuencia de bajo nivel que se
administra a través de dos agujas que se introducen
por vía transuretral. La radiofrecuencia produce una
necrosis de coagulación. Se realiza bajo anestesia local.
Patología adquirida
de la uretra
Patología adquirida
de la uretra
Anatomía de la uretra............................................................................................................................................ 1015
Estenosis de uretra en el varón..................................................................................................................... 1016
Estenosis de uretra en la mujer.................................................................................................................... 1022
Tumores de uretra..................................................................................................................................................... 1022
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1027
56. Patología adquirida de la uretra
capítulo 56
Patología adquirida
de la uretra
ANATOMÍA DE LA URETRA b) La uretra peneana o péndula se ubica distal al sitio
de la musculatura isquiocavernosa pero está en-
La uretra masculina es un conducto virtual de lon- vuelta por el cuerpo esponjoso y mantiene un
gitud variable, que se extiende desde el cuello vesical tamaño constante de la luz centrado aproximada-
hasta el meato uretral externo. Participa en tres funcio- mente en el cuerpo esponjoso. Está revestida por
nes básicas: la micción, la continencia y la eyaculación. un epitelio plano simple.
La división clásica de la uretra masculina en un c) La uretra bulbar está cubierta por la fusión en la
segmento anterior y otro posterior puede resultar línea media de la musculatura isquiocavernosa y
poco práctica a la hora de plantear una posible ciru- está envuelta por el bulbo y cuerpo esponjoso; es
gía reconstructiva de la misma. Por eso, es convenien- de mayor diámetro y se ubica más próxima a la
te subdividir la uretra masculina en cinco áreas dife- superficie dorsal antes de la inserción posterior
rentes1 (Figura 1). del músculo bulbo esponjoso en el cuerpo espon-
joso del pene. Se reviste distalmente por epitelio
a) La fosa navicular que está contenida dentro del plano que cambia gradualmente hacia epitelio de
tejido eréctil esponjoso del glande y termina en la transición.
unión del epitelio uretral con la piel del glande.
Esta porción de la uretra se reviste de un epitelio d) La uretra membranosa se rodea por el esfínter
pavimentoso estratificado. uretral externo. No está unida a estructuras fijas y
se distingue por ser la única porción de la uretra
masculina que no está envuelta por otra estructu-
Figura 1. Anatomía de la uretra masculina.
ra. Se reviste por epitelio de transición.
tral externo femenino reviste los dos tercios distales puede producir una estenosis uretral. En general, las
de la uretra femenina. El ligamento suspensorio del clí- causas de estenosis se pueden dividir en tres grandes
toris (o uretral anterior) y los ligamentos pubouretra- grupos: inflamatorias, traumáticas e idiopáticas, con
les (o uretrales posteriores) soportan la uretra por una distribución similar de cada una de ellas4.
debajo del pubis2.
En el pasado, la causa más frecuente de esteno-
sis inflamatoria era la uretritis gonocócica. Actual-
ESTENOSIS DE URETRA mente es una causa poco frecuente en los países
desarrollados. El advenimiento de un tratamiento
EN EL VARÓN antibiótico rápido y eficaz hace que la infección no
progrese hasta desarrollar una estenosis uretral. El
El término estenosis de uretra hace referencia a la papel que juegan Chlamydia y Ureaplasma urealyti-
enfermedad de la uretra anterior o al proceso de for- cum, productores de la uretritis no gonocócica no se
mación de cicatrices que afecta al tejido eréctil espon- ha establecido.
joso del cuerpo cavernoso (espongiofibrosis). El tejido
eréctil del cuerpo esponjoso subyace al epitelio ure- También existe una asociación definida entre el
tral y en algunos casos el proceso de cicatrización se desarrollo de una estenosis inflamatoria y el liquen
extiende a través del cuerpo esponjoso y en los teji- escleroso, también llamado balanitis xerótica oblite-
dos adyacentes. La contracción de esta cicatriz redu- rans (BXO). Produce inicialmente una inflamación del
ce la luz uretral. glande que puede conducir a una estenosis del meato
y de la fosa navicular y que se puede extender a toda
Por el contrario, las estenosis uretrales posteriores la uretra anterior.
son un proceso obliterativo en la uretra que causa
fibrosis y generalmente es efecto de la separación en La causa más frecuente de estenosis traumática es
esta área causada por un traumatismo o una prosta- la iatrogénica consecuencia de la instrumentación ure-
tectomía radical1. tral. El desarrollo de nuevos materiales como cistos-
copios flexibles ha disminuido la frecuencia de este
La estenosis uretral es una entidad conocida problema. El traumatismo en silla de montar y las frac-
desde la Antigüedad. Existen datos que prueban que turas pélvicas son otra causa conocida de lesión, sobre
los egipcios y otras civilizaciones ya conocían y trata- todo en la uretra membranosa y unión bulbo-mem-
ban este problema. Las múltiples aproximaciones tera- branosa. A menudo el traumatismo uretral no es
péuticas a este problema son consecuencia de la no reconocido hasta que el paciente presenta síntomas
existencia de un procedimiento que proporcione una miccionales por el desarrollo de la cicatriz.
tasa adecuada de resoluciones, basado en criterios
anatómicos y etiopatogénicos3. Muchas de las estenosis llamadas idiopáticas lo
son porque su causa no se identifica claramente por
Epidemiología la historia clínica del enfermo. Otras ocurren en la
unión del tercio medio proximal y medio de la uretra
La estenosis de uretra es un problema frecuente. bulbar en adolescentes o adultos jóvenes sin síntomas
Diferentes estudios realizados en Estados Unidos y previos, por lo que se plantea que su origen real sea
en el Reino Unido han mostrado que la incidencia congénito5.
aumenta con la edad, desde 1 por cada 10.000 a los
25 años hasta 1 por cada 1.000 en los mayores de 65 Patología
años.
Sea cual sea su etiología, la consecuencia inmedia-
Etiología ta de la lesión uretral es la formación de un tejido
fibroso cicatricial que disminuye el calibre de la luz
Todo proceso que lesiona el epitelio uretral o el uretral y resulta en el desarrollo de una estenosis
cuerpo esponjoso subyacente y cura con una cicatriz (Figura 2).
La uretra masculina normal está revestida por una en el metabolismo del óxido nítrico (NO) que pro-
capa de epitelio columnar seudoestratificado que se vocan estos cambios. El aumento de la producción de
apoya en una membrana basal. Por debajo de ésta se NO como consecuencia de la actividad de la sinteta-
encuentra una capa de tejido conectivo que contiene sa de óxido nítrico inducible (iNOS) estimula la pro-
sinusoides vasculares del cuerpo esponjoso y fibras ducción de colágeno. La inhibición de la iNOS parece
musculares lisas. Este tejido conectivo contiene princi- disminuir la espongiofibrosis8.
palmente fibroblastos y una matriz extracelular que
contiene colágeno, proteoglicanos, fibras elásticas y gli- Debemos tener en cuenta que, pese a las nume-
coproteinas. rosas técnicas quirúrgicas desarrolladas para el trata-
miento de las estenosis uretrales, los cambios mole-
En la formación de una estenosis de uretra los culares que ocurren en la formación de éstas son
cambios histológicos, inmunohistoquímicos y ultraes- poco conocidos.
tructurales más dramáticos aparecen en el tejido conec-
tivo. El proceso de cicatrización en otros tejidos, como Manifestaciones clínicas
la piel, conduce al acúmulo de colágeno, provocando
cicatrices hipertróficas. Se desconoce si los mecanis- Los pacientes afectados por una estenosis de ure-
mos moleculares de la cicatrización en el tejido ure- tra a menudo presentan síntomas miccionales obs-
tral son comparables6. tructivos o infecciones del tracto urinario de repeti-
ción como prostatitis o epididimitis. Algunos se pre-
El epitelio y el tejido esponjoso uretral necesitan sentan con cuadro de retención aguda de orina. Un
en condiciones normales una vascularización e iner- interrogatorio cuidadoso revela que la mayoría de los
vación adecuadas para mantener sus características de pacientes han tolerado síntomas obstructivos en
elasticidad y “compliance”. El daño de las estructuras mayor o menos grado antes de evolucionar hasta una
nerviosas conduce a una síntesis anormal de coláge- obstrucción completa.
no, disfunción del músculo liso y alteraciones en los
glucosaminoglicanos de la matriz extracelular7. Algunos La hematuria, de predominio inicial es también un
autores como Baskin han demostrado anormalidades hallazgo frecuente. La infección urinaria suele estar
presente hasta en un 50% de los pacientes. Como los movimientos miccionales. En conjunto, la combina-
norma general, se debe sospechar estenosis de uretra ción de técnicas anterógradas y retrógradas permite la
en varones jóvenes con clínica obstructiva e historia estadificación correcta de casi todas las estenosis.
de infecciones urinarias de repetición9.
Entre sus desventajas destacan la variabilidad con
Diagnóstico la colocación del paciente que puede infravalorar la
longitud de la estenosis, la escasa utilidad para valorar
El conocimiento de la localización, longitud, pro- la espongiofibrosis y la imposibilidad de realizar estu-
fundidad y densidad de la estenosis (espongiofibrosis) dios anterógrados en casos de estenosis postraumáti-
constituye un paso crítico para la planificación de un ca severa11.
tratamiento futuro.
Ecouretrografía
La longitud y la localización de la estenosis se pue- Se realiza con un transductor lineal de 7,5 MHz
den determinar con la radiología, uretroscopia y eco- colocado sobre la parte ventral del pene, escroto y
grafía. La presencia de espongiofibrosis se detecta con periné mientras se introduce lentamente suero en el
la exploración, el aspecto de la uretra en estudios con meato uretral, obteniendo imágenes de uretra péndu-
contraste y la profundidad y densidad de la fibrosis en la y hasta el límite de la uretra bulbar profunda.
la ecografía10.
Su realización no es necesaria en la mayor parte
Radiología convencional de los pacientes, aunque parece que hay una buena
La uretrografía retrógrada (UR) sigue siendo la correlación de la longitud de la estenosis con la medi-
técnica de imagen de referencia en el diagnóstico de da en quirófano, incluso mejor que la obtenida con
las estenosis de uretra anterior. En la UR dinámica la UR. Otra ventaja de la ecografía es poder valorar el
exposición de la placa se obtiene mientras se inyecta grado de espongiofibrosis. Ecográficamente se presen-
el contraste, con lo que se obtiene una mejor visuali- ta en forma de tejido irregular, engrosado y no dis-
zación del cuello vesical y del límite de la uretra pos- tensible alrededor de la luz uretral anecoica (Figura 4).
terior (Figura 3). Esto puede ser un factor que influya en la recidiva de
la estenosis tras maniobras conservadoras11.
Los estudios anterógrados como la cistouretrogra-
fía postmiccional ofrecen la ventaja de visualizar el cue- Resonancia magnética nuclear (RMN)
llo abierto y la dilatación proximal a la estenosis con La uretrografía con RMN es una prometedora
herramienta para definir las estenosis de uretra ante-
Figura 3. Uretrografía permiccional con estenosis de
1 cm en uretra bulbar. Figura 4. Ecouretrografía mostrando importante
espongiofibrosis.
Figura 5. Uretro-RMN mostrando estenosis de nario inferior. La curva flujométrica en los pacientes con
uretra bulbar con área de fibrosis periuretral. estenosis suele ser característica (Figura 6) pero no
patognomónica. Ofrece limitaciones en el diagnóstico
diferencial con las hipertrofias de cuello, la hipocontrac-
tilidad del detrusor o las HBP con importante compo-
nente fibroso. No obstante, el hallazgo de una curva
típica nos debe guiar a realizar un estudio radiológico5.
Tratamiento
Dilatación
La dilatación uretral es el tratamiento más antiguo
y simple de la estenosis uretral. Su objetivo es estirar
la cicatriz sin producir otras nuevas. Si durante la
misma se observa sangrado, se ha desgarrado la este-
nosis, lesionando más el área. Constituye un método
de tratamiento mínimamente invasivo en una primera
aproximación, un método adyuvante a la uretrotomía
rior y posterior como alternativa a la radiología con- o a uretroplastias o una medida paliativa ante el fra-
vencional12. Presenta la ventaja de evitar la radiación caso de otros tratamientos. Existen diversos dilatado-
en los testículos, medir con mayor precisión la longi- res como las bujías, dilatadores metálicos (Beniqué, dila-
tud y el grado de fibrosis, así como diagnosticar pato- tadores de Hegar) o dilatadores con balón. Ninguno ha
logías asociadas (Figura 5). demostrado ser superior a los demás y su uso depen-
de de la preferencia del cirujano3.
Uretroscopia
El cistoscopio flexible ha simplificado en gran medi- Indicaciones
da esta exploración. El uso de endoscopios pediátricos Los mejores resultados se obtienen en estenosis
permite examinar la uretra sin que sea necesario habi- únicas, menores de 2 cm en uretra bulbar. Estenosis
tualmente dilatar el área estenótica. En los pacientes entre 2 y 4 cm pueden ser subsidiarias de un primer
con cistostomía suprapúbica, la combinación de los intento de dilatación pues están libres de estenosis en
estudios radiográficos con contraste y la endoscopia un 50% a los 12 meses. Estenosis mayores de 4 cm
ha demostrado ser útil para definir la anatomía de la son candidatas a uretroplastia salvo que la clínica lo
estrechez1. desaconseje.
otras alternativas o para mejorar los resultados de la lesión17. La inyección intralesional de corticoides o el
uretrotomía o la uretroplastia en pacientes con alto uso del láser no ha mejorado la tasa de recidiva tras
riesgo de reestenosis. uretrotomía.
Resultados Complicaciones
La tasa de recidiva es mayor en los 6 primeros Las más frecuentes son las infecciosas como las
meses. A los 12 meses es del 40% en estenosis meno- bacteriemias, orquiepididimitis y con menor frecuen-
res de 2 cm y hasta del 80% en las mayores de 4 cm. cia los abscesos peno-escrotales. Le sigue en frecuen-
Si la recidiva se produce en los 3 primeros meses, una cia la uretrorragia, más común en incisiones ventrales
segunda dilatación conduce sistemáticamente a una o laterales. En un 8-30% de los pacientes hay edema
reestenosis13. peneano por extravasado de suero de irrigación que
se reabsorbe. La aparición de falsas vías se da con
Complicaciones mayor frecuencia en estenosis largas que no se han
Infecciosas como la fiebre, orquiepididimitis o sep- podido cateterizar. La incontinencia aparece en inci-
sis. Uretrorragia generalmente autolimitada y creación siones sobre la uretra membranosa con lesión del
de falsas vías9. esfínter externo. También se ha descrito la aparición
de impotencia por formación de una fístula esponjoso-
Uretrotomía interna cavernosa o la sección de los nervios cavernosos, que
Reciben este nombre los procedimientos que transcurren paralelos a la uretra bulbar a las 11 y 1,
abren la estenosis al realizar una incisión de la misma endoscópicas. El priapismo y la lesión rectal son
por vía transuretral. Esto permite que la cicatriz se excepcionales3.
amplíe y aumente el calibre de la luz uretral. La técni-
ca rutinaria empleada en la uretrotomía se atribuye a Uretrotomía en el tratamiento de estenosis
Sachse en 1974, aunque fue descrita inicialmente por uretral traumática
Helstein en 1964. La aproximación terapéutica a la disrupción trau-
mática uretral depende de las condiciones inherentes
Indicaciones. Resultados de la lesión: extensión, presencia de lesión en cuello
La tasa de recurrencia en términos generales vesical, perforación rectal y la modificación del curso
alcanza el 50% (60-70%)14, resultados superponibles a de 2 complicaciones tardías, la disfunción eréctil y la
la dilatación en trabajos que comparaban ambas téc- incontinencia.
nicas13. El candidato ideal es el paciente con estenosis
única, menor de 2 cm, no tratada y con escasa espon- La cirugía temprana está indicada en lesión del
giofibrosis, situada en uretra bulbar15. En una estenosis cuello vesical que sumada a la lesión esfinteriana
de estas características la tasa de éxito supera el 70%. determina la incontinencia del paciente y el hemato-
La recidiva tardía (pasados los 6 meses) permite una ma pélvico masivo que separa en exceso los extre-
segunda uretrotomía con un 40% de pacientes libres mos uretrales y dificulta su posterior tratamiento18.
de estenosis a los 2 años. Una recidiva precoz o el fra-
caso de una segunda uretrotomía es indicación de La elevada tasa de complicaciones en forma de
uretroplastia. incontinencia (5%), disfunción eréctil (36%), hemorra-
gia intraoperatoria y elevada tasa de reestenosis (20-
Diversos estudios han mostrado mejores resulta- 100%) llevó a considerar el manejo tardío transcurri-
dos con el uso de dilataciones periódicas adyuvantes dos 3-6 meses con realineamiento endoscópico por
tras uretrotomía16. La elevada tasa de recidiva ha lle- abordaje combinado retrógrado-anterógrado. La tasa
vado a revisar la técnica clásica de incisión dorsal de reestenosis es similar a la del manejo precoz19.
única. Algunos autores como Chiou proponen la inci-
sión ventral donde en condiciones normales el grosor Uretrotomía en el tratamiento de estenosis
del esponjoso es mayor. Añade además el uso de la iatrógena de la uretra prostática
uretroecografía con doppler para determinar el área Ocurre tras adenomectomía, RTU de próstata,
de fibrosis y localizar las arterias uretrales, evitando su prostatectomías radicales o sustituciones vesicales.
Su incidencia tras adenomectomía o RTU oscila ción, el injerto desarrolla una microcirculación e iguala
entre 1-20% y tras prostatectomía o sustitucion vesi- su temperatura con la temperatura corporal central.
cal en torno al 10%.
Otra forma de transferencia tisular son los colga-
La uretrotomía se considera de elección en estos jos. Significa que el tejido es escindido y transferido
casos por la elevada morbilidad del tratamiento abierto. con la irrigación preservada o restablecida quirúrgica-
La uretrotomía endoscópica con cuchillete frío de mente en el sitio receptor22.
Sachse parece obtener mejores resultados que la resec-
ción con diatermia o la fotocoagulación laser20. En general, la técnica ideal sería la resección del
segmento estenótico y la anastomosis término-termi-
Uretrotomía láser nal. Consigue los mejores resultados por su baja tasa
Se ha propuesto el uso del láser como alternati- de recidiva. Sin embargo, su uso se limita a estenosis
va a la uretrotomía con cuchillete de Sachse. Las teó- cortas de uretra bulbar o membranosa.
ricas ventajas del láser son la vaporización completa
del tejido estenótico sin afectación del tejido periféri- Ante estenosis largas, la alternativa es la uretro-
co. Se han realizado trabajos utilizando el láser Nd- plastia de sustitución. Se describen, a grandes rasgos
YAG, argón, holmio o KTP. En estenosis cortas los 2 vías de abordaje. En la primera de ellas se realiza la
resultados son similares a la uretrotomía tradicional. apertura de la estenosis y colocación de un “parche”
En caso de estenosis más largas, no mejoran su tasa de tejido. La segunda alternativa consiste en resecar
de recidiva21. el segmento estenótico, colocación de un “parche” y
tubularización posterior. En la práctica, este abordaje
Endoprótesis necesita casi siempre un tratamiento en dos tiempos,
Constituyen un recurso adyuvante a las dilatacio- o lo que es lo mismo, no está indicada la reparación
nes o a la uretrotomía endoscópica en el caso de las tubularizada con parche en un solo tiempo por su
endoprótesis temporales o una alternativa terapéuti- alta tasa de complicaciones5.
ca reservada al fracaso de los tratamientos conven-
cionales cuando consideramos las prótesis permanen- Uretroplastia con anastomosis
tes. Su indicación queda reservada a las estenosis de termino-terminal
localización bulbar, en unos pocos casos muy seleccio- Se pueden resumir las indicaciones de la uretro-
nados. La utilización de endoprótesis en localización plastia anastomótica en dos: estenosis cortas de la
distinta conduce a una elevada tasa de recidiva, retra- uretra bulbar, generalmente asociadas a traumatismos
tamiento y necesidad de explantación9. en silla de montar y en lesiones de la uretra membra-
nosa o en la unión bulbo-membranosa relacionadas
Cirugía reconstructiva uretral con fracturas pélvicas. En estenosis de mayor longitud
el riesgo de curvatura del pene y el acortamiento es
Principios generales más elevado. Otras complicaciones posibles son la dis-
A menudo, cuando se habla de cirugía recons- función eréctil, la lesión rectal, infecciones del tracto
tructiva se utiliza el término transferencia de tejidos. urinario y la fístula uretrocutánea.
Esto implica el movimiento de tejido con el fin de la
reconstrucción. Los resultados de la uretroplastia con anastomosis
término-terminal son satisfactorios, con mínimas
El término injerto implica que el tejido ha sido complicaciones (7%) y una tasa de recidiva del 7% al
escindido y transferido a un lecho huésped, donde año y del 12% a los 10 años. Por esto, se considera el
desarrolla una nueva irrigación por un proceso por el procedimiento ideal para la cirugía reconstructiva de
cual se dice que el injerto “prende”. Este proceso uretra, siempre que sea posible23.
requiere unas 96 horas y ocurre en 2 fases. La fase ini-
cial, llamada imbibición, dura 48 horas y durante ella el Uretroplastia de sustitución
injerto sobrevive por absorción de nutrientes del Se debe realizar uretroplastia de sustitución en
lecho huésped. En la segunda fase, llamada inoscula- aquellas estenosis de uretra bulbar demasiado largas
para una anastomosis T-T y en las estenosis de uretra matrices tisulares acelulares (submucosa vesical o
peneana, donde una anastomosis T-T podría provocar intestinal) ha demostrado favorecer el crecimiento y
una deformidad severa del pene en erección. regeneración del tejido uretral y vesical, obteniendo
resultados favorables en el tratamiento de las esteno-
La técnica preferida es la incisión de la estenosis y sis uretrales. Para reparaciones tubularizadas parece
la colocación de un “parche” de tejido. La escisión de que se obtienen mejores resultados con el uso de
la estenosis y reparación tubularizada en dos tiempos matrices recubiertas de células uroteliales y muscula-
es menos aconsejable, salvo en algunas circunstancias res obtenidas mediante cultivo, aunque no hay toda-
como corrección previa de un hipospadias, uretra con vía experiencia clínica al respecto26.
importante fibrosis o tejido cicatricial o en situaciones
más extrañas como malformaciones arterio-venosas
uretrales o tumores24. ESTENOSIS DE URETRA
De forma intuitiva, se podría pensar que el mejor EN LA MUJER
tejido para la sustitución son los colgajos, ya que pre-
sentan vascularización propia. Sin embargo, se ha visto La estenosis de uretra en la mujer es un proceso
que en casi todos los casos los injertos presentan los poco frecuente. Las causas son similares a las de la
mismos resultados. En el momento actual, el injerto estenosis de uretra masculina, inflamatorias, iatrogéni-
de mucosa bucal parece ser el tejido preferido por la cas (la mayoría tras cirugía frente a la incontinencia) o
mayoría de los cirujanos, por la menor morbilidad traumáticas. El área estenótica a menudo comprende
para el paciente. Se prefiere usar colgajos cuando las la uretra distal y hace compleja o imposible la instru-
condiciones locales no son favorables para que el mentación uretral. La formación de la cicatriz es cir-
injerto “prenda” (grandes áreas de fibrosis, infección cunferencial y palpable en la cara posterior. Es frecuen-
activa, radioterapia previa...). te una historia de dilataciones periódicas, siendo difi-
cultoso averiguar si éstas fueron causa del problema o
Otro punto de discusión es la localización ventral una solución al mismo. El tratamiento implica la incisión
o dorsal del injerto. Algunos autores, como Barbagli, a través del área estenótica con exéresis cuidadosa de
defienden la posición en localización dorsal por su la cicatriz y realización de un colgajo en U vaginal27.
teórica menor tasa de reestenosis y porque tienen
menos divertículos y saculaciones. En la práctica, la
tasa de éxito es similar con ambas técnicas25. TUMORES DE URETRA
En cuanto a resultados, la tasa de reestenosis es del Carcinoma de uretra
12% al año y del 31% a los 10 años. La tasa de com-
plicaciones postoperatorias (disfunción eréctil, goteo El carcinoma de uretra es infrecuente, represen-
postmiccional, ITU o fístula) se sitúa en el 33% 23. tando menos del 1% de los tumores malignos. La
edad más frecuente de aparición es entre la quinta y
Ingeniería tisular: séptima de la vida. Es el único tumor genitourinario
¿futuro de la reconstrucción uretral? más frecuente en la mujer (en proporción 4:1).
La ingeniería tisular sigue los principios del tras-
plante celular, la ciencia de los materiales y de la inge- La etiología en el varón es desconocida. Se ha
niería para el desarrollo de sustitutos biológicos que relacionado con las infecciones del tracto urinario
permitan el restablecimiento y mantenimiento de la recidivantes y la inflamación crónica (enfermedades
función normal. de transmisión sexual, prostatitis, uretritis y estenosis
uretrales). El lugar más frecuente donde se localizan
Los biomateriales usados en ingeniería tisular estenosis, la uretra bulbar, es también la localización
genitourinaria actúan como una matriz extracelular más frecuente del cáncer de uretra. El virus del papi-
artificial que reproduce las funciones biológicas y loma humano (VPH) 16 se ha asociado con el carci-
mecánicas de la matriz extracelular original. El uso de noma escamoso de uretra peneana.
Varón
Carcinoma de células 70-80% El más frecuente en uretra bulbomembranosa y peneana.
escamosas La mayoría son tumores de moderado/alto grado.
Carcinoma de células 15-20% El más frecuente en uretra prostática.
transicionales Debe diferenciarse de la extensión de un primario vesical.
Adenocarcinoma 5-6% Debe diferenciarse de la extensión de un primario de
próstata.
Otros 1-2% Indiferenciados o miscelánea (sarcoma, melanoma, etc.).
Mujer
Carcinoma de células 70% El más frecuente en los 2/3 distales.
escamosas
Carcinoma de células 15% Debe diferenciarse de la extensión de un primario vesical.
transicionales
Adenocarcinoma 10-13% De células claras o mucinoso. Suelen presentar mayor
estadio y peor pronóstico que los escamosos.
Otros 1-2% Indiferenciados o miscelánea (sarcoma, melanoma, etc.).
permite evaluar la extensión, el tamaño y el compro- La supervivencia a 5 años es del 92% en la enfer-
miso vesical. En varones, la uretrografía retrógrada medad de la fosa navicular, 34% en el carcinoma de
puede aportar más datos adicionales. Se debe sospe- uretra peneana.
char tumor uretral ante la presencia de fístulas, este-
nosis irregulares o defectos de repleción intralumina- Carcinoma de la uretra bulbomembranosa
les. La citología puede también ser de utilidad. Las lesiones tempranas de la uretra bulbomembra-
nosa se tratan con RTU o resección segmentaria del
El diagnóstico diferencial debe hacerse con todas segmento comprometido con anastomosis término-ter-
las lesiones uretrales benignas, por otra parte mucho minal. Sin embargo, los casos apropiados para resección
más frecuentes que el cáncer de uretra. Las principa- limitada son poco frecuentes. No se han obtenido bue-
les se resumen en la Tabla 2. nas cifras de supervivencia con ninguna de las alternati-
vas de tratamiento, pero parece que la resección radical
Estadificación ofrece la mejor oportunidad para el control de la enfer-
La clasificación TNM se basa en la profundidad de medad a largo plazo y la menor incidencia de recidivas
invasión del tumor primario y la presencia de com- locales. Se requiere cistoprostatectomía radical con lin-
promiso de los ganglios linfáticos regionales y metás- fadenectomía pelviana y penectomía radical. Se puede
tasis a distancia. El examen con cistoscopia y palpación incluir en la resección los ramos pubianos y el diafragma
bimanual de genitales externos, uretra, recto y periné urogenital para mejorar el margen de resección y el
evalúa el compromiso local. La citología puede ser útil control local. La supervivencia a 5 años es del 16%.
en caso de carcinoma de células transicionales. Si se
sospecha compromiso rectal, se debe evaluar el colon Carcinoma de uretra prostática
distal con enema opaco o colonoscopia. El compro- Las lesiones superficiales se pueden manejar de
miso de los ganglios linfáticos y las metástasis a distan- manera apropiada con RTU en pacientes selecciona-
cia se evalúan mediante TAC o RMN. La clasificación dos. En estos casos la supervivencia a 5 años es del
TNM del cáncer de uretra se presenta en la Tabla 328. 87%. En la mayor parte de las ocasiones el tumor se
presenta con invasión del estroma prostático o base
Tratamiento vesical. El tratamiento en estos casos es la cistopros-
Cáncer de uretra masculina tatectomía radical y uretrectomía total. La superviven-
La forma primaria de tratamiento del cáncer de cia se sitúa en torno al 6-26%.
uretra es la resección quirúrgica en mayor o menor
extensión en función de la localización y estadio del Radioterapia y tratamiento multimodal
tumor. En general, el carcinoma de uretra anterior Los regímenes de quimioterapia combinados con
puede controlarse mejor mediante la cirugía y el pro- radioterapia y cirugía no han demostrado mejor con-
nóstico es mejor que el uretral posterior, que se aso- trol local y supervivencia que la cirugía sólo.
cia a invasión local más extensa y metástasis a distan-
cia. La radioterapia adyuvante puede mejorar el pro- La radioterapia se reserva para pacientes con
nóstico y la tasa de recidiva. lesiones de uretra anterior que se niegan a la cirugía.
Aporta la ventaja de preservar el pene, pero puede
Carcinoma de uretra distal masculina provocar estenosis de uretra o edema crónico uretral.
En tumores papilares, superficiales o in situ puede Existen pocas publicaciones sobre resultados con esta
ser suficiente la resección y fulguración transuretral. En modalidad.
tumores que invaden el cuerpo esponjoso en la mitad
distal del pene, es exitosa la penectomía parcial con Cáncer de uretra femenina
margen negativo proximal de 2 cm. Si el tumor infil- El factor pronóstico más significativo para el con-
trante se encuentra en toda la uretra peneana se indi- trol local y la supervivencia es la localización anatómi-
ca la penectomía radical. Si los ganglios inguinales son ca y la extensión del tumor. La supervivencia global se
positivos y no hay evidencia de metástasis a distancia sitúa en el 46%. En tumores de estadio bajo es del
se indica la linfadenectomía ilioinguinal. No está indi- 89% en comparación con los de estadio avanzado,
cada la linfadenectomía profiláctica. donde es el 33%.
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Trastornos funcionales
de la vejiga
H. U. de Canarias. La Laguna
Santa Cruz de Tenerife
Trastornos funcionales
de la vejiga
Introducción ..................................................................................................................................................................... 1033
Disfunción neurógena del tracto urinario inferior...................................................................... 1035
1ncontinencia urinaria............................................................................................................................................ 1041
Tratamiento de la incontinencia urinaria............................................................................................ 1043
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1051
57.Trastornos funcionales de la vejiga
capítulo 57
Trastornos funcionales
de la vejiga
INTRODUCCIÓN - El área preóptica del hipotálamo está probable-
mente implicada en el inicio de la micción.
Las funciones del tracto urinario inferior de alma-
cenar y liberar periódicamente la orina dependen de B) Control del sistema nervioso periférico (Figura 1).
la actividad de la musculatura lisa de la vejiga y la ure- El llenado y el vaciado vesical implican un com-
tra, y de la musculatura estriada del suelo pélvico. La plejo sistema de señales aferentes y eferentes a
vejiga y la uretra constituyen una unidad funcional través de los nervios simpáticos, parasimpáticos,
controlada por la compleja interacción entre el siste- somáticos y sensitivos.
ma nervioso central y el periférico, y los factores regu-
ladores locales. Estos nervios forman parte de arcos reflejos que,
o bien mantienen la vejiga en estado de relajación,
Los trastornos en el control de la vejiga se pue- permitiendo el almacenamiento de orina en la
den clasificar como alteraciones del llenado y del vejiga a baja presión, o bien inician la micción rela-
vaciado: jando la región de salida y contrayendo el múscu-
lo liso vesical (detrusor).
- Alteraciones en la fase de llenado vesical: dan
lugar a incontinencia urinaria de urgencia (por Sistema nervioso parasimpático
hiperactividad vesical) e incontinencia urinaria de La contracción del detrusor y la relajación de la
esfuerzo. región de salida uretral resultan de la activación del
núcleo parasimpático (situado en la médula espinal
- Alteraciones en la fase de vaciado vesical: pueden sacra, en la zona de las metámeras S2-S4).
producir una retención urinaria, que a su vez es
causante de incontinencia urinaria por rebosa- Las neuronas postganglionares viajan por los nervios
miento. pelvianos y llevan el estímulo excitador mediante la libe-
ración de acetilcolina, neurotransmisor que actúa sobre
Control neurológico de la micción los receptores colinérgicos muscarínicos en el ámbito
vesical, produciendo la contracción del músculo detrusor.
A) Control del sistema nervioso central.
Se han identificado varias áreas en el cerebro, el La micción normal implica la contracción coordi-
diencéfalo y el tronco encefálico que están impli- nada del músculo detrusor y la reducción simultánea
cadas en el control miccional. de la resistencia uretral. Esto aumenta la presión intra-
vesical y permite el flujo de salida de la orina a través
- El centro pontino de la micción estimula direc- de la uretra relajada. Al mismo tiempo que se contrae
tamente las motoneuronas vesicales e indirec- el detrusor, el cuello vesical y la uretra se relajan. El
tamente las motoneuronas del esfínter ure- cuello vesical adopta forma de embudo y se produce
tral. el vaciamiento de la vejiga.
- La sustancia gris periacuedutal recibe informa- Durante el vaciado vesical, los reflejos simpáticos
ción de llenado de la vejiga. y somáticos están inhibidos.
SN Simpático:
- Relajación del
N. hipogástrico músculo detrusor.
- Contracción del cuello
vesical y esfínter
uretral interno.
SN Parasimpático:
T10 - L2 - Contracción del
detrusor.
- Relajación esfínter
uretral interno.
N. pélvico
SN Somático:
- Contracción del
S2 - S4 esfínter uretral externo.
- Contracción de los
músculos del suelo
N. pudendo
pélvico.
1) SN Simpático (metámeras espinales T10-L2): el estímulo viaja por el nervio hipogástrico y utiliza la noradrenalina
como neurotransmisor postganglionar.
Produce relajación del detrusor y contracción del cuello vesical y esfínter interno.
2) SN Parasimpático (metámeras S2-S4): la señal discurre por el nervio pélvico y la acetil-colina es su
neurotransmisor postganglionar. Su estímulo produce contracción del detrusor y relajación del esfínter
interno de la uretra.
3) SN Somático (núcleo de Onuf, a nivel S2-S4): a través del nervio pudendo, su estímulo produce la contracción
de la musculatura estriada del esfínter externo de la uretra y del suelo de la pelvis.
S2-S4). La inervación somática del rabdoesfínter de la La interrupción de las vías descendentes medula-
uretra (músculo estriado) y de los músculos perinea- res origina una desinhibición del arco reflejo sacro. En
les viaja por el nervio pudendo. El estímulo somático este caso, cuando el volumen vesical alcanza cierto
produce una contracción de la musculatura estriada nivel, se disparan las aferencias vesicales desencade-
del esfínter uretral externo y de los músculos del nando una respuesta motora refleja con contracción
suelo de la pelvis. Es responsable, por tanto, de la inhi- del detrusor. Esta alteración es denominada “hiperre-
bición voluntaria de la micción. flexia vesical”.
Borrs y Comarr unieron ambos tipos de criterios El Qmáx (flujo máximo) es el mayor valor del flujo
en una clasificación anatomo-funcional que tenía en alcanzado durante la micción. Se relaciona con la pre-
cuenta tanto criterios anatómicos (el nivel lesional, sencia o no de obstrucción al flujo miccional. Valores
neurona motora superior o inferior, y el tipo de iner- de flujo máximo por debajo de 10-12 ml/s se relacio-
vación afectada, somática o visceromotora), como sus nan con una elevada probabilidad de presencia de
repercusiones funcionales (lesión motora o sensitiva, obstrucción infravesical. Los flujos comprendidos
completa o incompleta, con micción compensada o entre 12 y 15 ml/s se corresponden con una menor
descompensada). Además, crearon la categoría de probabilidad de obstrucción. En cambio, con valores
“lesión tipo neurona motora mixta”, que incluye aque- superiores a 15 ml/s, la probabilidad de obstrucción es
llas lesiones en las que el nivel lesional no es el mismo muy baja.
para la inervación somática o visceromotora.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que se
Diagnóstico puede conseguir un flujo normal en presencia de obs-
trucción, gracias a un incremento de la presión del
Para el diagnóstico de la disfunción neurógena del detrusor. Y viceversa, también puede existir un flujo
tracto urinario inferior, el estudio urodinámico se per- bajo (< 10 ml/s) en ausencia de obstrucción, debido a
fila como una herramienta fundamental. Las pruebas una hipocontractilidad o una arreflexia vesical. Es por
urodinámicas realizadas habitualmente, en orden cre- ello que sólo se puede hacer una correcta evaluación
ciente de complejidad, son las siguientes: urodinámica del tracto urinario inferior mediante
los estudios simultáneos de presión-flujo (véase más
1) Uroflujometría. adelante).
2) Cistomanometría.
3) Estudios de presión-flujo. Cistomanometría2
4) Perfil de presiones uretrales. Consiste en el registro simultáneo de la presión
5) Electromiografía. vesical y la presión abdominal durante la fase de lle-
6) Videourodinamia. nado vesical (Figuras 3 y 4).
Figura 4. Cistomanometría: hiperactividad vesical. Durante la fase de llenado vesical no deben pro-
Presencia de contracciones involuntarias del detrusor. ducirse contracciones del detrusor, en condiciones
normales. Cualquier elevación de la Pdet que ocurra
de forma espontánea o tras maniobra de provocación
(tos o cambio postural) se denomina contracción invo-
luntaria del detrusor.
que hace referencia a la fase de vaciado, y a la a) El perfil uretral puede medirse fundamentalmente
capacidad del detrusor de contraerse para conse- en la fase de llenado vesical, para evaluar la com-
guir el vaciado vesical. Cuando la hipoactividad es petencia del sistema esfinteriano. Puede valorarse
debida a alteración neurológica, se denomina detru- de dos formas:
sor arrefléctico.
1) Perfil en reposo: con la uretra en reposo
Estudios de presión-flujo3 durante el llenado, la retirada del transductor
Constituyen las pruebas urodinámicas que miden a una velocidad constante permite hacer un
simultáneamente la presión vesical y el flujo miccional mapa de la presión que se mide a lo largo de
durante la fase de vaciado. Su objetivo es valorar la toda la uretra.
existencia o no de obstrucción infravesical, así como
diferenciarla de la disminución de la contractilidad del 2) Perfil dinámico: durante la retirada del transduc-
detrusor. Valoran el flujo miccional y la presión vesical tor, el paciente provocará aumentos de presión
ejercida para obtener ese flujo. vesical mediante maniobra de Valsalva o la tos,
y se valorará la presión de cierre uretral. Su indi-
En condiciones normales, deben poder distinguir cación principal es valorar la competencia esfin-
entre pacientes con un bajo flujo máximo secundario teriana en el llenado vesical, como parte funda-
a obstrucción, de aquellos cuyo flujo máximo bajo es mental del estudio de la incontinencia urinaria
resultado de una contractilidad disminuida. Estos estu- de esfuerzo.
dios también pueden ayudar a identificar a los pacien-
tes con una obstrucción de alta presión y velocidades b) El perfil uretral también puede medirse en la fase
de flujo normales. de vaciado vesical, con el fin de valorar directa-
mente la presencia de una obstrucción infravesi-
Las situaciones más habituales que podemos cal. Sin embargo, no es habitual el empleo del per-
encontrar son la obstrucción infravesical y el detrusor fil en esta fase.
hipoactivo.
Electromiografía5
a) Obstrucción infravesical: es sugerida por un Estudia los potenciales bioeléctricos generados en
estudio en que el flujo es bajo a pesar de una con- el mecanismo de la despolarización celular resultante
tracción del detrusor de una fuerza, duración y de la estimulación nerviosa de la fibra muscular estria-
velocidad suficientes. Se define como la presencia da.Además de efectuar el diagnóstico de lesión puden-
de un flujo bajo (<15 ml/s, y sobre todo <10 ml/s) da, tiene utilidad para determinar la existencia de una
con presiones del detrusor altas (>40 cm H2O). obstrucción funcional del tracto urinario inferior por
disinergia del tracto urinario inferior por disinergia
b) Detrusor hipoactivo: Un flujo máximo bajo sin detrusor-esfínter periuretral.
más no es diagnóstico de obstrucción del tracto
de salida vesical. El detrusor hipoactivo hace refe- La disinergia detrusor-esfínter periuretral se defi-
rencia a la presencia de una Pdet < 40 cmH2O con ne como el incremento de la actividad electromiográ-
un flujo miccional bajo. Esta escasa contractilidad fica del esfínter periuretral durante la contracción del
del detrusor puede ser de causa neurogénica o detrusor.
bien por una descompensación biogénica causada
por una sobredistensión, envejecimiento o reem- Videourodinamia6
plazo colagenoso del músculo detrusor. Es una técnica en la cual se muestran de manera
simultánea los parámetros urodinámicos antes descritos,
Perfil de presiones uretrales4 con una imagen radioscópica del aparato urinario infe-
Es el registro de la presión intraluminal a lo largo rior, y su registro en vídeo. Mediante el uso de contras-
de la longitud de la uretra. Mide la presión en cada te radiológico como medio de llenado, permite obser-
punto de la uretra del paciente, así como la transmi- var al mismo tiempo las presiones y los datos de regis-
sión de la presión abdominal a la uretra. tro del estudio urodinámico, y la imagen radiológica.
En estudios clínicos controlados, la desmopresina Algunos estudios prospectivos indican que la aci-
parece útil para reducir los episodios de nicturia en dificación de la orina con mandelato de metenamina
pacientes con esclerosis múltiple. podría prevenir las infecciones urinarias.
Los factores de riesgo de incontinencia en la ce, si hay escapes la urgencia, si da tiempo a llegar al
mujer son los siguientes: edad, embarazos, partos, cuarto de baño, o cualquier otra incidencia).
menopausia, histerectomía, obesidad, riesgos ocupa-
cionales, alteraciones cognitivas, y otros. Exploración física
Es fundamental en el diagnóstico de la inconti-
Evaluación diagnóstica nencia urinaria. Conjuntamente con una buena anam-
nesis ofrece una impresión diagnóstica aproximada.
Según los hallazgos obtenidos en la anamnesis y Ello orientará para iniciar un tratamiento o solicitar las
en la exploración física, se indicarán las pruebas com- pruebas complementarias necesarias para llegar a un
plementarias que se crean necesarias. diagnóstico definitivo.
(trabéculas, divertículos, fístulas, uréter ectópico, de la incontinencia urinaria. Sólo en raras ocasio-
ureterocele, tumor vesical, carcinoma in situ). nes pueden llegar a necesitarse otros estudios:
perfiles de presión uretral, videourodinamia, estudios
- Estudios urodinámicos: se estudian en un aparta- urodinámicos ambulatorios. Todos ellos son consi-
do independiente, dada la importancia de los mis- derados por la ICS como de segundo nivel.
mos en el diagnóstico de la incontinencia urinaria.
Papel de los estudios urodinámicos
Estudios urodinámicos en la incontinencia de urgencia y mixta
Según la International Continence Society (ICS),
- Flujometría: es la primera prueba que debe reali- sólo sería imprescindible hacer el estudio urodinámi-
zarse a cualquier paciente con incontinencia. Para co a las pacientes con incontinencia de urgencia si no
ser valorable, requiere privacidad, un deseo mic- responden al tratamiento conservador, si se les va a
cional normal y un volumen miccional mínimo de plantear un tratamiento invasivo o a incluir en un pro-
150-200 ml. tocolo de investigación.
Los parámetros a valorar son: volumen miccional,
flujo máximo, tiempo hasta el flujo máximo y mor- Una anamnesis bien realizada y una exploración
fología de la curva. Su realización se debe com- física completa permiten hacer un diagnóstico en la
pletar siempre con la medición del residuo post- mayoría de los casos. Sin embargo, cualquier unidad
miccional. La presencia de obstrucción está en que disponga de los medios necesarios debe realizar
relación con las cifras de flujo máximo, y la capa- un estudio urodinámico siempre que la exploración y
cidad contráctil del detrusor con la presencia de la historia clínica sugieran una incontinencia mixta o
residuos elevados. de urgencia.
1) Tratamiento conservador (no médico ni quirúr- auditivas, generadas por resistencia intravaginal, intra-
gico). anal y por electromiografía perineal o vaginal. Puede
2) Tratamiento farmacológico. ser realizado en casa o en el ámbito clínico.
3) Tratamiento quirúrgico.
Electroestimulación
Tratamiento conservador Consiste en el uso de la estimulación eléctrica
Se entiende por “tratamiento conservador” aque- para el tratamiento de los trastornos funcionales del
llas terapias que no involucran tratamiento farmacoló- tracto urinario inferior, y en concreto de la hiperacti-
gico o quirúrgico. Incluyen el reentrenamiento vesical, vidad del detrusor.
el biofeedback y la electroestimulación.
Existen diversas modalidades de estimulación, aun-
Reentrenamiento vesical que la más empleada es la neuromodulación de
Este tratamiento incluye las micciones programa- las raíces sacras10 (Figura 7). Consiste en aplicar
das, modificaciones en el estilo de vida, y el asesora- impulsos eléctricos para modificar el comportamiento
miento sobre cómo inhibir la urgencia (terapia con- de un sistema neuronal alterado. Es una alternativa
ductista). terapéutica no destructiva y reversible indicada en
pacientes con vejiga hiperactiva refractarios a otros
El objetivo sería reeducar el patrón miccional, tratamientos, y antes de plantear cirugías de ampliación
cambiando los hábitos hacia la normalidad. vesical. Consiste en la estimulación eléctrica de la ter-
cera raíz sacra (S3) con el objetivo de modular los
Biofeedback reflejos involuntarios anormales del tracto urinario
Se trata de ejercicios que usan generalmente inferior. El sistema de estimulación es totalmente
señales de tipo visual, aunque también se emplean las implantable, y consta de tres componentes: un elec-
trodo con cuatro polos, un generador de impulsos
eléctricos, idéntico a un marcapasos cardíaco, y un
Figura 7. Neuromodulador de raíces sacras. cable de conexión que une ambos. El electrodo se
implanta en el foramen sacro en contacto con la S3, y
el generador de impulsos en el cuadrante superior
externo de la región glútea. El efecto terapéutico se
ejerce mediante la creación de un campo eléctrico que
estimula las fibras nerviosas que transcurren por S3.
Tratamiento farmacológico
Se han empleado numerosos fármacos en el tra-
tamiento de la hiperactividad vesical (Tabla I). No obs-
tante, el uso clínico de muchos de ellos se basa más
en resultados preliminares que en ensayos randomi-
zados. En la reunión internacional de consenso del 3rd
International Consultation on Incontinence, se esta-
blecieron diversos niveles de evidencia y grados de
recomendación para los distintos fármacos actual-
mente disponibles (Tabla II).
Niveles de evidencia
• Nivel 1: revisiones sistemáticas, meta-análisis, ensayos clínicos controlados randomizados de gran calidad.
• Nivel 2: ensayos clínicos randomizados, estudios de cohortes prospectivos de gran calidad.
• Nivel 3: estudios de casos-controles, series de casos clínicos.
• Nivel 4: opinión de expertos.
Grados de recomendación
• Grado A: altamente recomendado. Se basa en el nivel de evidencia 1.
• Grado B: recomendado. Basado en el nivel 2 ó 3.
• Grado C: opcional. Basado en el nivel 4.
• Grado D: no hay recomendación posible. La evidencia es inconsistente.
tema nervioso parasimpático. De este modo, disminu- otros órganos y sistemas que pueden limitar su em-
yen la capacidad de la vejiga para contraerse. Estos pleo: visión borrosa (por parálisis de la acomodación
fármacos actúan principalmente durante la fase de lle- ocular), estreñimiento, taquicardia, sequedad de boca,
nado, disminuyendo la sensación de urgencia miccio- confusión.
nal y aumentando la capacidad vesical.
Las dosis elevadas de antimuscarínicos pueden
Sin embargo, estos agentes carecen de selectivi- producir retención urinaria en humanos. Sin embargo,
dad sobre la vejiga, causando efectos secundarios en en el rango de dosis necesaria para el tratamiento efi-
caz de la vejiga hiperactiva no parece haber una más o menos pronunciado y, además, una acción
reducción significativa de la contracción vesical duran- directa sobre el músculo liso vesical, a menudo pobre-
te el vaciado. mente definida.
Los principales fármacos antimuscarínicos emplea- - Oxibutinina: este agente presenta una acción anti-
dos son: muscarínica, una acción directa relajante muscular
(sobre el detrusor) y anestésica local (este último
- Tolterodina: su uso produce una reducción signifi- efecto válido sólo cuando se administra intravesi-
cativa de la frecuencia y el número de episodios calmente).
de incontinencia urinaria de urgencia.
Existen dos formas: de liberación inmediata (5 mg,
Está disponible en dos formas: liberación inmedia- dos o tres veces al día) y de liberación retardada
ta (2 mg, dos veces al día) y liberación retardada (10 mg, una vez al día).
(4 mg, una vez al día). Esta última parece tener una
mayor eficacia y tolerabilidad. Los pacientes trata- Este fármaco ha demostrado una eficacia bien
dos con tolterodina presentan una menor inci- documentada en el tratamiento de la vejiga hiper-
dencia de sequedad de boca que los tratados con activa. Su principal limitación clínica es su perfil de
otros antimuscarínicos clásicos. efectos adversos frecuentes, principalmente la
sequedad de boca (se da hasta en el 65% de los
- Cloruro de trospio, a dosis de 20 mg dos veces al casos) y el aumento del residuo postmiccional.
día. Tiene efectos beneficiosos en la vejiga hiper-
activa, pero no es selectiva sobre los diferentes - Propiverina: de acción mixta, antimuscarínica y
subtipos de receptores muscarínicos, lo cual expli- antagonista del calcio. Su dosis aconsejada es de
ca sus principales efectos secundarios: sequedad 30 mg, una vez al día. Ha demostrado beneficios
de boca, estreñimiento y cefalea. clínicos, con un perfil aceptable de efectos secun-
darios.
- Solifenacina: su dosis recomendada es de 5 mg una
vez al día. En caso necesario, se puede incremen- - Flavoxato: su principal mecanismo de acción es ser
tar a 10 mg diarios. Presenta un buen perfil de efi- relajante muscular liso directo. Tiene además un
cacia, junto con un perfil de efectos secundarios efecto antimuscarínico muy débil y una moderada
aceptable. actividad calcioantagonista. Su eficacia clínica no ha
sido bien demostrada y no es comparable a la de
- Darifenacina, a dosis de 7,5 a 25 mg, una vez al día. otras alternativas disponibles. En la actualidad, no
Su selectividad por los receptores muscarínicos M3 se recomienda para el tratamiento de la vejiga
explica su eficacia clínica en la vejiga hiperactiva, hiperactiva.
junto a una disminución de los efectos adversos.
Antagonistas de los receptores
- Propantelina: durante muchos años se empleó en alfa-adrenérgicos (tamsulosina, alfuzosina,
dosis de 15 a 30 mg, cuatro veces al día, pero su terazosina, doxazosina, etc.).
uso en España ha sido prácticamente abandonado. Estos fármacos atenúan los síntomas del tracto
urinario inferior de varones con hiperplasia prostática
- Atropina: Bloquea todos los receptores muscaríni- benigna. Por tanto, constituyen un tratamiento ade-
cos sin ningún tipo de selectividad. Por ello no se cuado para la incontinencia urinaria por rebosamien-
utiliza habitualmente en el tratamiento de la incon- to asociada a la obstrucción prostática.
tinencia de urgencia.
Agonistas de los receptores
Fármacos de acción mixta12 betaadrenérgicos
Se trata de agentes con más de un mecanismo de Se han documentado efectos beneficiosos de los
acción. Todos ellos tienen un mecanismo de acción agonistas beta en pacientes con vejiga hiperactiva. La
terbutalina es un estimulante de los receptores beta2 rológicas. En la actualidad, hay muchas limitaciones
que produce relajación del detrusor. Como efectos para la utilización de estos agentes, ya que no son
adversos se han descrito taquicardia y temblor. fácilmente disponibles ni están comercializados.
la fase de llenado vesical. Su efectividad está bien ron muy diferentes en función del material em-
documentada. Sin embargo, no está comercializada en pleado, sobre todo porque algunos de ellos eran
España. mal tolerados y se producían infecciones y/o ero-
siones del material en el ámbito uretrovesical o
Tratamiento quirúrgico vaginal.
Técnicas mínimamente invasivas:
agentes inyectables16 La progresiva mejoría en los materiales emplea-
Se trata de sustancias voluminizantes inyec- dos llevó al desarrollo de la técnica TVT18 (tension-
tadas a nivel del músculo liso uretral a la altura de la free vaginal tape, es decir, cinta vaginal libre de
desembocadura de la uretra. Es decir, se trata de una tensión) en 1995, que revolucionó la cirugía de esta
inyección intrauretral. El objetivo de los materiales patología.
inyectables es restaurar la coaptación mucosa y con-
tribuir con un “efecto de sello” con el mecanismo de Los cabestrillos sin tensión incrementan la resis-
continencia. tencia uretral mediante la creación de una técnica de
soporte suburetral que evita los movimientos de rota-
El paciente ideal para el uso de productos inyec- ción y descenso de la uretra cuando se producen
tables voluminizantes es aquel que presenta una defi- incrementos de la presión abdominal, manteniendo
ciencia esfinteriana intrínseca (DEI), con capacidad y inalterada la anatomía uretrovesical durante el reposo.
distensibilidad vesicales normales y un buen soporte
anatómico. Las técnicas de cabestrillo se realizan bajo anestesia
raquídea, con la paciente colocada en posición de lito-
En cuanto a sus cualidades intrínsecas, la sustancia tomía dorsal, vaciando la vejiga con una sonda 18 Ch.
voluminizante ideal debería ser: inerte desde el punto Existen dos posibles técnicas:
de vista alergénico, dúctil en su manejo para permitir
una fácil colocación, compuesta por partículas de más 1) Técnica ascendente o transvaginal: se inicia la inter-
de 80 micras para impedir su migración, radioopaca vención realizando una pequeña incisión vertical
para controlar su posición y posible migración, per- en la cara anterior de la vagina, aproximadamente
manente en el lugar del implante a lo largo del tiem- a 1,5 cm del meato uretral. Se diseca la mucosa
po, inductora de la formación de neotejido. vaginal de la uretra media y se pasa a ciegas la
malla por detrás del pubis empleando dos tróca-
Los materiales inyectables usados son: politetra- res o agujas que van unidos a la malla. La cinta se
fluoretileno (PTFE), glutaraldehído unido a colágeno exterioriza por dos incisiones suprapúbicas sepa-
bovino (GAX-colágeno), carbono pirrolítico, inyecta- radas y se corta en la zona de la piel.
bles autólogos (sangre y grasa autólogos), polímeros
de silicona, ácido hialurónico estabilizado, hidroxiapati- 2) Técnica descendente o retropúbica pura: se reali-
ta cálcica, polímero de vinilo. za una incisión vaginal similar a la técnica anterior,
aunque de mayor tamaño, y se disecan unos túne-
Técnicas de cabestrillo17 les para uretrales laterales. Se introducen las agu-
Los cabestrillos suburetrales se han utilizado desde jas de forma ascendente, y se realizan dos incisio-
principios de siglo XX como tratamiento quirúrgico de nes suprapúbicas separadas unos 5 cm de la línea
la incontinencia de esfuerzo. Inicialmente se utilizaban media. Posteriormente, unimos la malla a las agu-
las propias fascias de la paciente y, más recientemente, jas y traccionamos de ellas hacia arriba hasta que
distintos materiales sintéticos. la malla se exteriorice por la zona suprapúbica.
Tanto con esta técnica como con la anterior es
- Tejidos corporales: fascia lata, fascia de músculos necesario hacer una cistoscopia para descartar
rectos anteriores, fascia y dermis de cadáver, etc. punción accidental de la vejiga.
- Diversos materiales sintéticos no reabsorbibles Más adelante surgieron los cabestrillos trans-
han sido probados. Los resultados obtenidos fue- obturatrices (TOT). La vía de abordaje es a través
de los agujeros obturatrices, con el fin de evitar la procurando incluir en ellos todo el espesor de la pared
entrada en el espacio retropúbico. De esta forma, vaginal, excepto la mucosa, a ambos lados y a 2 cm por
prácticamente desaparece el riesgo de punción vesical fuera de la uretra, de la unión uretrovesical y del cuello
y de otras estructuras pelvianas. Por tanto, es innece- vesical. Hay que intentar que estos tres puntos estén
saria la realización de una cistoscopia intraoperatoria. separados entre sí por una distancia de 1,5 cm. Todas
estas suturas son pasadas a través del ligamento ileo-
Cirugía abierta pectíneo a ambos lados de la sínfisis púbica.
En 1949, Marshall, Marchetti y Krantz describieron
una técnica quirúrgica de abordaje retropúbico para el La técnica de Burch desplazó a la de Marshall-
tratamiento de la IUE. En 1961, Burch modificó los Marchetti-Krantz por presentar cuatro ventajas:
anclajes superiores de la técnica de Marshall consi-
guiendo ciertas ventajas que la convirtieron, hasta - El empleo del ligamento ileopectíneo en lugar del
hace pocos años, en el gold Standard de la cirugía de periostio retropúbico evita el riesgo de aparición
la IUE, cuando la cirugía de los cabestrillos suburetra- de la osteítis del pubis en el 4% de los casos.
les sin tensión modificó radicalmente el panorama del
tratamiento de esta patología. - Dicho ligamento proporciona una sujeción de las
suturas más firme que el periostio retropúbico,
Para la colposuspensión retropúbica de permitiendo obtener mayores tasas de curación.
Burch, se accede empleando una incisión de - El emplazamiento más lateral de las suturas supo-
Pfannenstiel o una media infraumbilical. Se accede al ne una mayor garantía de corrección de los cisto-
espacio de Retzius, separando con una torunda la cara celes moderados.
posterior del pubis de sus laxas adherencias de la cara
anterior de vejiga, cuello vesical y uretra. Se libera enton- - Disminuye el riesgo de retención urinaria por
ces la parte superior y lateral del pubis, exponiendo el obstrucción de la uretra.
ligamento de Cooper por encima de los ligamentos ile-
opectíneos. Introduciendo el dedo de la mano no domi- Recientemente, se está realizando también la téc-
nante del cirujano en la vagina, se identifican los espacios nica de colposuspensión por vía laparoscópica. Sus
parauretrales empujándolos por debajo del cuello vesi- ventajas son: menor sangrado, menos dolor, precoz
cal hacia la cresta ilíaca anterosuperior. Se colocan tres retirada de la sonda vesical, estancia postoperatoria
pares de puntos de suturas de material reabsorbible, más corta y más temprana reincorporación laboral.
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Incontinencia urinaria
A. J. Fernández Sánchez
José Manuel Cozar Olmo
Miguel Tallada Buñuel
Incontinencia urinaria
Clínica..................................................................................................................................................................................... 1057
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 1059
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 1063
Vejiga neurógena ......................................................................................................................................................... 1069
Incontinencia en el anciano............................................................................................................................... 1071
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1072
58. Incontinencia urinaria
capítulo 58
Incontinencia urinaria
La Sociedad Internacional de Continencia define la (21 estudios con mujeres y 14 en ambos sexos),
incontinencia urinaria como la pérdida involuntaria de 27,6%. Hampel, en un metanálisis de 48 estudios epi-
orina a través de la uretra objetivamente demostrable demiológicos para una edad entre 30 y 60 año,s
y de tal magnitud que constituya un problema higiéni- 24,5%. En España, según Martínez Agulló, existen más
co y social. La incontinencia urinaria debe de conside- de 600.000 personas, con edades comprendidas entre
rarse no como una enfermedad, sino como la mani- 35 y 65 años, que han padecido algún episodio de
festación de distintas disfunciones del tracto urinario incontinencia urinaria.
inferior, no sólo un problema médico, sino también
socio-cultural, lo cual lleva a infravalorar su prevalencia.
Tabla 1.
Antecedentes Clínica
que provocan pérdidas”. Puede ser de causa neu- Cuestionarios sobre incontinencia
rógena (vejiga hiperrefléxica) o no neurógena/ y calidad de vida
idiopática (vejiga inestable). El impacto en la calidad de vida de los pacientes
con incontinencia urinaria es uno de los criterios para
b. Incontinencia por anomalías del sistema esfinte- la decisión terapéutica a adoptar ya que socava la
riano (incontinencia de estrés o de esfuerzo), autoestima y las relaciones sociales; por eso la utiliza-
por incompetencia esfinteriana o hipermotilidad ción de cuestionarios para objetivar este impacto es
uretral. útil al profesional, no sólo para decidir tratamiento, sino
para evaluar resultados. Los más recomendados son:
c. Incontinencia mixta, donde se combinan las ante-
riores modalidades. - King´s Health Questionnaire
Desarrollado por Kelleher y Cardozo, fácilmente
Otra posibilidad a la hora de clasificar la inconti- reproducible y realizable. Consta de 21 preguntas
nencia es tener en cuenta la edad de presentación: o aseveraciones agrupadas en 9 grupos: percep-
ción general del estado de salud, impacto de la
- Incontinencia del niño: enuresis, concepto que no incontinencia, limitación en la actividad cotidiana,
se trata en este capítulo. limitaciones sociales, limitaciones físicas, relaciones
- Incontinencia del adulto: femenina y masculina. personales, emociones, sueño y actitud ante la
incontinencia, y gravedad de los síntomas.
- Incontinencia en el anciano.
- Cuestionario ICIQ (Internacional Consultation on
Incontinence) y su forma breve.
DIAGNÓSTICO Para la cuantificación en mujeres encontramos el
test de la compresa. Mourestein y cols., teniendo en
La evaluación de un paciente con incontinencia de cuenta las pérdidas en 24 horas (según el peso de la
orina debe ir no sólo a la demostración y cuantifica- compresa), dividen la incontinencia en:
ción de la fuga, sino a la búsqueda del motivo de la
misma, ya que un diagnóstico correcto nos llevará a - Continentes (hasta 5 g), incontinencia leve (hasta 40
poder ofrecer el tratamiento adecuado a cada tipo de g), moderada (hasta 80 g) y severa (200 g o más),
incontinencia según su etiología.
- O simplemente conociendo la cantidad y tipo de
Los puntos principales de apoyo del diagnóstico absorbentes. En el varón se puede usar la com-
son la anamnesis o historia clínica, la exploración física presa, pero es más frecuente el uso de colector
y el estudio urodinámico, pudiéndose completar estos urinario.
tres con las determinaciones analíticas y el diagnósti-
co por imagen. La caracterización del síntoma es importante si se
acompaña del análisis de la sintomatología asociada
Anamnesis valorando el momento del día (diurno o nocturno), la
frecuencia miccional, el volumen, la disuria, la sensa-
El paciente, al hacer partícipe al médico de su pro- ción de vaciado incompleto, la sensación del deseo
blema, contará cómo y cuándo le sucede, evidencián- miccional, el chorro entrecortado, etc.
dose las características, la intensidad y la repercusión
en su vida diaria. El interrogatorio debe de incluir la Exploración física
forma de presentación asegurando que el escape se
produce a través de la uretra, la relación de la fuga con Se debe comenzar con una exploración sistémica
la realización del esfuerzo o la presencia de urgencia general y centrarnos después en los signos propios
miccional, la cuantificación, diario miccional y los ante- (anatómicos y neurológicos) comunes a los dos sexos
cedentes personales. para luego hacer las diferenciaciones según el sexo.
- Cistocele: Implica debilidad de la fascia pubo- d. Demostración mediante la elevación del cuello
cervical y los ligamentos uretropélvicos. Dife- vesical de la durabilidad quirúrgica de la inconti-
renciando según la intensidad. nencia:
· Grado I: Movilidad mínima de la base vesical.
· Grado II: La base con la tos llega al introito - Maniobra de Bonney: Elevación con los dedos
sin sobrepasarlo. medio e índice sin producir compresión de la
· Grado III: La base vesical sale fuera del uretra de la pared vaginal anterior, pidiendo a
introito con el esfuerzo. la paciente que tosa y comprobando la correc-
· Grado IV: La base en reposo se encuentra ción de la incontinencia (prueba positiva).
fuera del introito.
- Maniobra de Marshall Marchetti: Infiltrando un
- Rectocele: Debilidad de las fascia preuretral y habón anestésico para la elevación con pinzas
parauretral. de Allis de la pared vaginal anterior.
- Enterocele: Lesión de los ligamentos uterosa- Si con cualquiera de estas dos maniobras logra-
cros y cardinales. mos corregir las fugas estamos ante una incontinencia
La presencia de patología del suelo pélvico de esfuerzo curable con las técnicas quirúrgicas de
determinará la elección de la técnica quirúrgi- elevación.
ca, precisando corrección reparadora en algu-
nas ocasiones. Determinaciones analíticas
c. Evaluación de la motilidad uretral mediante el test Usaremos la analítica general de sangre para valo-
del hisopo o bastoncito descrita por Crystle en rar la función renal (creatinina) y en el hombre las
1971. Consiste en la introducción de un bastonci- cifras de PSA, sedimento, cultivo con antibiograma y
to en el meato uretral con paciente en posición citología urinaria para descartar la existencia de ITU y
ginecológica. Se le solicita la realización de pujos patología orgánica presente.
Test de presión/flujo
Se valora el flujo miccional interrelacionándolo
con la presión para obtener ese flujo. Permite obser-
var el comportamiento del detrusor y la existencia de
obstrucción infravesical. La potencia del detrusor se
realiza mediante el “stop test”, que consiste en orde-
Figura 3.
nar la detención voluntaria de la micción valorando el
cambio de presión intravesical ante el aumento de la
resistencia uretral. Su utilidad en la IUE es más pro-
nóstico que diagnóstico ya que con la corrección qui-
rúrgica se va a aumentar la resistencia uretral. Cuando
se contraen simultáneamente uretra y detrusor se
denomina disinergia detruso-esfinteriana.
cambios posturales y en ocasiones con el esfuerzo, ren resultados de curación del 70%. La serie de
aunque la fuga no es sincrónica a la producción del conos está formada por 9 de pesos crecientes, la
mismo. En la cistomanometría se observan contrac- mujer se lo introduce en la vagina manteniendo el
ciones del detrusor involuntarias coincidentes con un peso durante 15 minutos 2 veces al día. Hoy en día
deseo miccional precoz. La capacidad vesical suele se recomienda que los ejercicios se realicen de 3 a
estar disminuida. 4 veces por semana durante al menos 15-20 sema-
nas. Son eficaces en la incontinencia de esfuerzo y
En la incontinencia de esfuerzo se produce de en la de urgencia.
forma sincrónica la fuga con el aumento de la presión
intrabdominal. b. Biofeedback.
Consiste en el reconocimiento de procesos fisio-
La incontinencia psicógena se puede acompañar lógicos inconscientes mediante instrumentos que
de urgencia y se produce bajo condiciones o periodos aportan señales visuales, auditivas y táctiles. Con
de estrés psico-social o ambiental. Se debe objetivar su utilización el paciente aprende a controlar el
que la fuga es por contracción del detrusor y no por proceso fisiológico. Jarvis, en 1981, lo aplica en un
aumento de la presión intraabdominal. grupo de pacientes con inestabilidad vesical con
buen resultado.
Aunque la historia clínica, la exploración y las
pruebas complementarias sean sugerentes del tipo de c. Estimulación eléctrica.
incontinencia, ante la existencia de dudas es conve- En la inestabilidad vesical hay evidencia limitada
niente la realización de estudios urodinámicos. sobre su eficacia, se basa en el reforzamiento de
los circuitos neuronales que inhiben la contracti-
bilidad vesical. Se aplica en forma de sondas ana-
les o vaginales.
TRATAMIENTO
En la incontinencia de esfuerzo no hay evidencias
Vamos a diferenciar entre el tratamiento conser- de su utilidad, jugando un papel parecido al entre-
vador (técnicas de rehabilitación, y farmacológico) y el namiento muscular de la fisioterapia.
quirúrgico.
d. Técnicas de modificación de conducta.
Tratamiento conservador Supone el aprendizaje de nuevas habilidades y
estrategias para prevenir la fuga. En la incontinen-
Tanto en la incontinencia de esfuerzo como en la cia de esfuerzo el objetivo es enseñar cómo con-
de urgencia el tratamiento conservador es el primer traer voluntariamente la musculatura del suelo
escalón terapéutico indicado especialmente en pélvico para cerrar la uretra.
pacientes que no quieren o no pueden ser interveni-
das quirúrgicamente. Estas terapias se pueden usar En la incontinencia por urgencia se trata de inhibir
por separado o de forma combinada incluso con la voluntariamente las contracciones del detrusor,
cirugía. utilizando la reeducación vesical y estrategias para
el control de la urgencia.
Técnicas de rehabilitación
Encaminadas a fortalecer y rehabilitar la muscula- Tratamiento farmacológico
tura pélvica. A) En la incontinencia de esfuerzo:
Figura 7. Cabestrillos o slings. La TVT, TOT o el cabestrillo tipo In-Fast son técni-
cas de cabestrillo simplificadas mínimamente invasivas.
Las complicaciones postoperatorias descritas incluyen
retención urinaria, o residuos elevados si la tensión no
es adecuada, e inestabilidad vesical de novo.
Se repite el proceso en el otro lado. Se realiza puntos de salida de las agujas trazando una
cistoscopia para comprobar integridad vesical línea horizontal a la altura del meato urinario,
pudiendo movilizar la aguja para facilitar su loca- otra línea paralela por encima y a 2 cm de la
lización. Si se comprueba integridad vesical se anterior, donde se encuentra el punto de sali-
pasa totalmente la aguja, habiendo desmonta- da a 2 cm por fuera del pliegue del muslo.
do previamente el introductor. Se ajusta la cinta Incisión sobre la mucosa vaginal a 1 cm del
con tracción simétrica de ambos extremos meato y disección lateralmente a ambos lados
sobre tijera de Mayo colocada bajo la uretra, con un ángulo de 45º en dirección a los pun-
retirando la funda de plástico. Se cierran las tos de salida, cuando se encuentra el borde de
incisiones abdominales y vaginal. la rama isquiopubiana se perfora la membrana
Se deja sonda vesical y taponamiento vaginal obturatriz con la tijera. Se introduce guía y se
durante 24 ó 48 horas si hay lesión vesical, pasa la aguja con tubo de plástico y malla. Se
midiéndose residuos postmiccionales. tracciona del tubo previa retirada de aguja
En los últimos tiempos se han descrito varia- hasta que aparece la malla en las incisiones de
ciones de la TVT (TVT-A, TOT-A), ajustables al salida, se corta y se ajusta la malla. Se retira
día siguiente de la intervención mediante hilos, sonda vesical a las 24 horas.
usando la flujometría para su ajuste (Romero
Maroto). - Cabestrillos ajustables: Sistema REMEEX, indica-
Dentro de las posibles complicaciones que se do en recidivas, uretras fijas, disfunción intrínse-
pueden presentar se han descrito la perfora- ca uretral, vejigas acontráctiles, e incontinencia
ción vesical intraoperatoria, hematoma en el mixta de predominio de urgencia. Las ventajas
espacio de Retzius, lesión uretral, trastornos de este sistema son: evita tanto la incontinencia
del vaciado que en algunos casos si el trastor- residual como la obstrucción del tracto de sali-
no es permanente lleva a la sección de la cinta da, puede ajustarse en caso de recidiva (con
lateralmente o en la cara ventral de la uretra, anestesia local), resultados de resolución de la
erosión uretral por la malla, y lesiones de otras IUE próximos al 100%, frecuencia baja de ines-
estructuras (arteria ilíaca externa, obturatriz y tabilidad de novo, y ser una técnica microinvasi-
femoral, intestino, nervios). va, vía vaginal. Como inconvenientes serian su
coste más elevado, y los problemas de rechazo
2. TOT (transobturador fuera dentro): Surge o infección.
en 2001 descrita por Delmore buscando
mayor simplicidad técnica, no requiere la utili- Inyecciones periuretrales
zación de cistoscopia porque el riesgo de per- Consiste en el uso de agentes expansores vía
foración vesical es bajo. Se practica incisión a 1 transuretral o parauretral con control endoscópico
cm del meato de varios centímetros diseccio- con el fin de aumentar la presión de cierre uretral en
nando un túnel submucoso vaginal (sin perfo- ambos sexos.
rar la pared) a ambos lados hacia la rama
isquiopubiana. Las ventajas que presentan son su utilización con
Se pasa la aguja a través de la piel por el múscu- sedación anestesia local en régimen ambulatorio, indi-
lo obturador externo, la membrana obturatriz, cado en pacientes de riesgo quirúrgico elevado, utili-
el obturador interno y la fascia endopélvica zable en pacientes con fracasos quirúrgicos previos
hacia el túnel vaginal. Conectando a la malla totales o parciales, indicada particularmente en defi-
extrayéndose en el sentido contrario. Cierre ciencia esfinteriana intrínseca. Existen históricamente
de las incisiones, dejando sonda vesical 24 diversas sustancias inyectables desde el teflón (actual-
horas. mente descartado) al colágeno (degradable, por lo
3. TVT-O (transobturador fuera dentro): Des- que precisa repetir la técnica), grasa autóloga obteni-
crita en 2003 por Jean de Leval, siendo más da de la región infraumbilical pero con una rápida
cercana al concepto de mínima invasión que reabsorción, Durasphere (no degradable), silicona en
las anteriores. La técnica consiste en marcar los macropartículas y Nasha/dextranómero.
Figura 8. AMS 800. tracto urinario inferior. Sus indicaciones se han ido
ampliando desde el primer implante en 1981 por
Tanagho, estando hoy en día aprobada para el síndro-
me de urgencia/frecuencia, la incontinencia por urgen-
cia y la retención urinaria crónica. El primer implante
realizado en España fue en nuestro Servicio en 1998.
Hipertensión vásculo-renal
y trasplante renal
Patología renovascular
Palabras clave: Patología arterial renal. Patología vena renal. Hipertensión renovascular.
Complicaciones vasculares. Trasplante renal.
Índice capítulo 59
Patología renovascular
capítulo 59
Patología Renovascular
Tabla 2. Datos clínicos de sospecha diagnóstica de Entre los métodos no invasivos, en los últimos
HRV. años se han desarrollado y generalizado el uso de la
ecografía doppler (ED), la angiorresonancia magnética
• Debut de HTA en paciente <30 o >50 años (ARM) y la angiotomografía computarizada (ATC). En
• Asociación a tabaquismo la actualidad se practicarán antes de realizar una
• Asociación de HTA severa y arteriosclerosis angiografía. La presencia de IR obliga al uso de medios
en otros territorios (vascular periférica, cerebral diagnósticos sin contrastes yodados.
y/o coronaria)
• Inicio brusco en los últimos 2 años Ante la sospecha clínica de enfermedad vasculo-
• HTA maligna o acelerada rrenal el clínico actualmente necesita disponer de:
• HTA resistente a triple terapia farmacológica
• Presencia de soplos abdominales a la - renograma pre y post-captopril (si Crp < 2 mg/dl);
exploración física en 50% de los casos
• Empeoramiento de más del 15% de la HTA - estudios de flujo por ECO-doppler;
en 6 meses en paciente con HTA esencial
y sin causa evidente - angiografía por resonancia magnética como medio
• HTA + insuficiencia renal (IR) brusca de no invasivo y sin contraste, aunque en la actualidad
etiología poco clara para el diagnóstico definitivo sigue requiriéndose
• IRA asociada a IECA o ARA la angiografía renal, con CO2 y/o gadolinio en caso
• Riñón pequeño unilateral en paciente con de IR.
HTA
• HTA acelerada o maligna (fondo de ojo Sospecha clínica e HTA ligera-moderada:
grado III o IV) renograma isotópico y eco-doppler de las arterias
• Otros: proteinuria, hipopotasemia renales. Ambas exploraciones en régimen ambulatorio.
(hiperaldosteronismo secundario)
Sospecha clínica elevada-HTA maligna: angio-
grafía aortorrenal.
Tabla 3. Datos clínicos de sospecha diagnóstica de Las pruebas funcionales de determinación de acti-
nefropatía isquémica.
vidad de renina plasmática (ARP) basal y postcapto-
pril, así como la determinación de la ARP en venas
Raza blanca, edad avanzada e HTA sistólica severa con:
renales, ya no se usan, por su escasa sensibilidad y
• Arteriosclerosis en otros territorios algún falso positivo. Aunque el 90% de los pacientes
• Episodios frecuentes de insuficiencia cardiaca de con estenosis unilateral y lateralización de los valores
causa inexplicable, especialmente en individuos
en que la función renal se deteriora con diuréticos, de ARP en las venas renales tendrá una respuesta
con desarrollo de edema pulmonar positiva a angioplastia o cirugía, aproximadamente el
desproporcionado por su función cardiaca 50% con valores no lateralizados también se benefi-
• Insuficiencia renal de causa inexplicable con: ciará de la corrección de la estenosis. Como excep-
1. Asimetría renal (ecografía), o ción destacaría la estenosis bilateral de arteria renal
2. Proteinuria mínima y sedimento normal en que la determinación de renina en las venas rena-
3. Empeoramiento agudo del filtrado glomerular les podría decidir qué lado contribuye más a la HRV,
por IECA, ARA, u otro fármaco como paso previo a un tratamiento quirúrgico, o bien
antihipertensivo aquellos enfermos con HRV por trombosis arterial y
riñón pequeño, en que el cociente 1,77 constituye
indicación de nefrectomía.
lidades, aunque en la mayor parte de pacientes se
requerirá una exploración angiográfica, patrón oro Diagnóstico I. Renograma con
para el diagnóstico definitivo de la patología aórti- o sin administración de captopril
ca y de vasos renales, referencia para el resto de Al practicar un renograma isotópico basal y otro
estudios. posterior con captopril 25-50 mg se muestra el
empeoramiento de función renal en el riñón afecto similar a la de la estenosis de la arteria renal. Se con-
de HRV, pues el fármaco produce un marcado des- sidera estenosis severa > 60% y leve < 60%. El diag-
censo del filtrado glomerular en el riñón afecto de nóstico indirecto de obstrucción de la arteria se rea-
estenosis arterial. liza ante la imposibilidad de detectar flujo y con el
hallazgo de un riñón pequeño. La prueba tiene una
La prueba tiene una sensibilidad en torno al 90% y sensibilidad en torno al 83% -93% y una especificidad
especificidad de casi 100%, y se considera positiva del 97% para estenosis mayores del 50%, aunque su
cuando tras dosis única de captopril hay un retraso en rentabilidad es observador dependiente. La mayor
la excreción del radiofármaco o retención cortical del parte de falsos negativos se da en pedículos múltiples
mismo. Puede mejorarse la sensibilidad induciendo y/o vasos polares con lesiones responsables de HRV
depleción salina por diuréticos. La precisión de la prue- difíciles de valorar por ED. Siendo éste negativo y en
ba se encuentra reducida en presencia de estenosis caso de alta sospecha clínica de HRV, deberá comple-
arterial renal bilateral, en riñón único o en casos de tarse el estudio con otras técnicas.
insuficiencia renal parenquimatosa crónica. Tiene un
buen valor predictivo negativo, sirviendo para predecir la En resumen:
respuesta al restablecimiento del flujo post-angioplastia
y como seguimiento de la progresión de una estenosis 1) Si el renograma y la eco-doppler son nor-
(goza por tanto de valor funcional). Por todo ello y su males: se descarta estenosis.
poca invasividad, se considera de elección en el “scree-
ning” de HRV para bastantes autores, con los inconve- 2) Si una de las dos pruebas es positiva: pasa-
nientes de que su valor disminuye cuando la creatinina mos al punto III (DIVAS).
plasmática supera los 2 mg/dl (o aclaramiento de crea-
tinina inferior a 30 ml/min, el de muchos pacientes de 3) Si no son concluyentes y persiste la sospecha
edad avanzada) y que además su resultado se modifi- clínica: pasamos al punto IV (ATC/ARM).
ca con el uso de medicación antihipertensiva. Es fun-
damental suspender los IECA en los 15 días previos y los Diagnóstico III. Arteriografía (DIVAS)
diuréticos 7 días antes, lo que no siempre será clínica- Es el patrón oro con el que se comparan el resto
mente factible. Por sus características, esta prueba se de técnicas por su óptima resolución espacial y el
usa mucho en el seguimiento posttratamiento. hecho de tener utilidad diagnóstica y terapéutica. De
todos modos, dada su complejidad e invasividad, no es
Diagnóstico II. Ecografía doppler color (ED) el método ideal de “screening” de primera línea. No
Es hasta la fecha el mejor método de “screening” está exenta de complicaciones. Pueden presentarse
de estenosis de arteria renal y buen método de sangrado, hematoma, disección arterial, trombosis,
seguimiento tras ATP o cirugía, pues se trata de una embolia de placa aterosclerótica o por colesterol,
técnica no invasiva, de bajo costo, sin afectación de la reacción alérgica al contraste, sobrecarga de volumen
función renal y que proporciona información morfo- y deterioro transitorio de función renal. El desarrollo
funcional sobre la velocidad de flujo de las arterias de la angiografía por sustracción digital (DIVAS) ha
renales. Permite explorar la aorta y las vías urinarias. permitido reducir la cantidad de contraste utilizado y
No la artefacta la medicación antihipertensiva. Una posibilidad de sustraer las estructuras óseas y tejidos
velocidad superior a 1,8 m/seg y/o índice de resisten- blandos de la imagen, por lo que es la más usada en
cias vasculares superior a 0,05 es criterio diagnóstico la actualidad. En caso de Crp > 2 mg/dl está indicada
de estenosis significativa (reducción de la luz arterial la angiografía digital con CO2 o gadolinio.
de más del 50%).
Se ha generalizado el uso de dióxido de carbono
Ofrece peores resultados en arteria renal izquier- intraarterial como agente de contraste del DIVAS. No
da, en pacientes obesos, en interposición de gas intes- es nefrotóxico ni alergénico y se elimina vía pulmonar,
tinal, en caso de estenosis de arterias polares o arte- no implica sobrecarga de volumen y es barato.
rias múltiples o en presencia de insuficiencia renal cró- Además, minimiza el riesgo de lesión arterial ya que se
nica, pues pueden tener una presentación ecográfica usa con catéteres arteriales menores y más blandos.
operable, o enfermedad hematológica (aunque cier- En cuanto a los resultados de la ATP, las dilataciones
tos casos seleccionados pueden ser tributarios de practicadas por radiólogos expertos tienen éxito en
ATP). más del 90% casos, y la mayoría de fracasos son en
lesiones ateromatosas y ostiales. En caso de fibrodispla-
Angioplastia transluminal percutánea (ATP) sia el índice de reestenosis es del 10% a 5 años. Para las
Técnica de primera opción, por ser menos invasi- ATP por lesiones arterioscleróticas se han descrito
va que la cirugía abierta y efectiva en el tratamiento mayores índices de reestenosis, en torno al 20-30% a
de la HRV. En caso de fracaso terapéutico puede los 2 años. En caso de reestenosis se puede intentar
repetirse o proceder a una revascularización quirúrgi- una nueva ATP, con o sin colocación de endoprótesis.
ca. Está contraindicada en casos de trombosis de la Las cifras de permeabilidad secundaria son buenas, en
arteria renal, enfermedad de la rama arterial renal o torno al 92%. En cuanto a la clínica de HTA, tras la ATP
lesión aterosclerótica en ostium o aneurisma (las dos en pacientes afectos de procesos displásicos mejora en
últimas contraindicaciones relativas en la actualidad). un 90% respecto al 70% de los ateromatosos. La fun-
En el caso de las displasias fibromusculares, está espe- ción renal, con o sin HTA acompañante, mejora o se
cialmente indicada en la fibrodisplasia de la media, con estabiliza gradualmente, no siempre de modo inmedia-
bajo índice de recidivas y buen resultado en lesiones to, en un 40-50% de los casos tras la ATP(5).
cortas y únicas de la arteria renal principal o ramas,
no tanto en las lesiones largas o a nivel de ostium, Cirugía de revascularización (IQ)
donde la cirugía ofrece mejor resolución. En el caso Indicación en caso de fracaso de ATP, complicacio-
de la aterosclerosis de la arteria renal, presenta un nes de la misma y ante la existencia de contraindica-
mayor índice de reestenosis, sobre todo en lesiones ción para ATP. Se requiere estudio arteriográfico para
largas (> 1 cm), severas (> 75%) y en presencia de planificar la cirugía(6).
ateromatosis a otros niveles del árbol vascular. Los
resultados han mejorado en parte gracias al uso de Técnicas quirúrgicas
prótesis endoarteriales(4). BY-PASS AORTORRENAL
Continúa siendo el método de elección en
Las tres indicaciones principales de colocación de pacientes con aorta abdominal sana. Se utilizarán
endoprótesis tras la dilatación son: injerto libre de vena safena autóloga o arteria hipo-
gástrica. En el niño el injerto crece con el resto del
• fracaso primario de ATP; cuerpo, siempre que la anastomosis sea con puntos
• tras la comprobación de una complicación duran- sueltos. Cada vez se usan más las prótesis sintéticas,
te la técnica (como por ejemplo disección arterial principalmente de PTFE (politetrafluoroetileno), aun-
tras ATP y tras la oclusión arterial por “flaps” de la que su uso se reserva para los casos en que no se dis-
íntima durante la endarterectomía transaórtica). ponga de injerto vascular autólogo. La vena es más
larga que la hipogástrica pero su pared no está pre-
Algunos autores recomiendan la colocación siste- parada para presiones arteriales, por lo que es relati-
mática de endoprótesis en las lesiones ostiales ate- vamente frecuente que se dilate y pueda llegar a ser
roscleróticas, pues garantizarían un mayor éxito inme- aneurismática, sobre todo en pacientes menores de
diato y menor índice de reestenosis. Tras colocación 20 años. La arteria hipogástrica, como contrapartida,
de endoprótesis se recomienda heparinización es más corta, puede presentar lesiones arterioescle-
durante 24 horas y antiagregación durante 6 meses. róticas y el utilizarla puede condicionar disfunción
Las principales complicaciones de la ATP son reeste- eréctil en el paciente masculino.
nosis, perforación de la pared arterial, disección de la
íntima, trombosis arterial, embolismo renal distal, La técnica consiste en realizar una anastomosis
espasmo, sangrado, hematoma. El seguimiento de los término-lateral de la arteria renal a aorta, con clam-
resultados se podrá realizar mediante renograma iso- paje lateral de la aorta que permite el paso de circu-
tópico y estudio por eco-doppler al mes del proce- lación distal y por lo tanto no se requiere hepariniza-
dimiento, y a los 6 y 12 meses posttratamiento. ción sistémica. Se espátula la boca proximal del injer-
Posteriormente, controles anuales. to y se anastomosa mediante sutura discontinua 6/0 a
menor riesgo de hemorragia. Sus inconvenientes son émbolos por colesterol en pacientes con ateromatosis
un tiempo quirúrgico prolongado, anastomosis adicio- difusa durante manipulación endovascular, cirugía cardía-
nales y posibles complicaciones ureterales en caso de ca o aórtica, a tumores cardiacos, aneurismas ventricu-
reimplantación ureteral. lares, infarto agudo de miocardio, a la fibrilación auricu-
lar con trombosis auricular o a endocarditis bacteriana.
NEFRECTOMÍA Puede darse también en aneurismas saculares de la
Actualmente se reserva a pacientes de alto riesgo arteria renal. La embolia de la arteria renal suele afec-
quirúrgico con riñón contralateral normal, en lesiones tar a ramas arteriales periféricas. La trombosis se pre-
inaccesibles a cirugía o ATP o después de fracaso de senta sobre una lesión preexistente, progresiva y silen-
revascularización. La nefrectomía parcial se indica oca- te o aguda, en cuyo caso dará IR o empeoramiento de
sionalmente en pacientes con infarto renal, atrofia HTA. Puede ser secundaria a estenosis aterosclerótica
renal severa, lesiones renovasculares no corregibles, severa, displasia fibromuscular, policitemia vera, trauma-
nefroesclerosis arteriolar severa, siempre que estén tismo renal penetrante o no (especialmente en impac-
localizadas. tos de alta energía con estiramiento de los vasos y
disección de la íntima), vasculitis, disección aórtica a
CIRUGÍA SIMULTÁNEA DE AORTA nivel del ostium de la arteria renal, desplazamiento de
Y ARTERIA RENAL endoprótesis de aorta, etc. La trombosis suele afectar a
Se planteará en caso de aorta patológica con los tercios proximal-medio de la arteria renal principal.
lesiones sintomáticas quirúrgicas. La arteria renal La arteria renal izquierda suele ser la más afectada por
podrá anastomosarse directamente a la prótesis aór- oclusiones agudas, incluso las posttraumáuticas, proba-
tica o mediante interposición de injerto o prótesis. blemente por un ángulo más agudo entre aorta y arte-
Presenta mayor morbimortalidad que la reparación rial renal y mayor movilidad renal.
de lesión renal aislada.
Clínica
Las complicaciones de cualquier abordaje quirúrgi-
co antes descrito abarcan las propias de la laparoto- El cuadro clínico es variable y en ocasiones los
mía, sangrado, necrosis tubular aguda por isquemia pacientes pueden estar incluso asintomáticos y tratar-
renal, reestenosis y trombosis arterial. La reinterven- se de un hallazgo necrópsico, sobre todo en casos
ción suele ser compleja. crónicos con desarrollo de circulación colateral.
En cuanto a resultados de la cirugía de revascula- Los pacientes presentarán uno o más de los
rización, para la fibrodisplasia en las diferentes series siguientes síntomas: dolor espontáneo o a palpación
se describen porcentajes entre 54% y 93% de cura- en abdomen o fosa lumbar, fiebre, náuseas, vómitos,
ción, mejoría en hasta 93% de los casos, mortalidad de insuficiencia renal aguda, anuria en monorrenos o
0-0,5% y fracaso entre 3 y 11%. Para las estenosis ate- afectación bilateral, HTA, hallazgos compatibles con
romatosas de la arteria renal, la cirugía ofrece morta- embolia a otro nivel: isquemia mesentérica, livedo reti-
lidad de hasta el 8%, fracaso en hasta 30% de los cularis, isquemias distales a nivel de extremidades, etc.
casos, mejoría entre 36% y 91% y curación entre 25 y
90% de los casos. Diagnóstico
Analíticamente destacan leucocitosis, elevación de
LDH, presencia de hematuria, leucocituria, proteinuria
OCLUSIÓN AGUDA inespecíficas. El estudio mediante TAC con contraste
DE LA ARTERIA RENAL mostrará ausencia de captación en el riñón afecto,
total o bien segmentaria en caso de ser un infarto
Introducción renal a nivel de una rama arterial periférica, lo cual
suele orientar más a embolismo. El estudio mediante
Puede deberse a trombosis o embolia. La embolia eco-doppler puede también afirmar el diagnóstico y
puede ser secundaria a manipulación endovascular, a confirmarse por angiografía.
Tratamiento Clínica
Indicaciones Será variable, puede presentarse dolor, insuficien-
- Abstención terapéutica. No deben intervenirse cia renal, hematuria (16-20%) e HTA.
Diagnóstico
La ecografía tiene poca sensibilidad en las lesiones
traumáticas, por lo que la técnica de elección es el
TAC. Puede realizarse también arteriografía para con-
firmar lesión de pedículo. En algún caso ésta será tera- casos de recuperación de función renal en revasculari-
péutica, pero no está indicada en pacientes hemodi- zaciones hasta 48 días después de una oclusión com-
námicamente inestables. pleta de la arteria renal, hecho que probablemente se
deba a la existencia de circulación colateral capsular(13).
Tratamiento
La decisión terapéutica final dependerá del caso
No existe un algoritmo terapéutico claro, y exis- individual en concreto (paciente monorreno, bilaterali-
ten como opción el manejo conservador, el trata- dad de la lesión, tipo de lesión arterial, lesiones asocia-
miento endovascular y la cirugía de revascularización. das, disponibilidad de técnicas). La ATP con colocación
de endoprótesis es actualmente una buena opción
La revascularización quirúrgica en el contexto para casos seleccionados.
traumático no está exenta de una elevada mortalidad
(9-20%), consiguiendo rescate del riñón en tan sólo
20-30% de los casos y nefrectomías tardías por HTA
refractaria al tratamiento médico a pesar de la inter-
VASCULITIS:
vención quirúrgica. La intervención es urgente en caso ARTERITIS DE TAKAYASU
de monorreno, lesión bilateral o lesión exclusivamente
pedicular. Se establece en 8 horas el tiempo máximo Introducción
de isquemia caliente a partir del cual descartar el tra-
tamiento de la lesión, aunque se ha descrito recupera- La arteritis de Takayasu es una enfermedad infla-
ción en 17% de revascularizaciones entre 3 y 18 horas matoria de gran vaso de etiología desconocida, que
posttraumatismo, importante pues la cirugía no siem- suele afectar a mujeres en edad fértil, con mayor pre-
pre será posible en las horas inmediatamente poste- valencia en Asia. Se caracteriza por lesiones inflamato-
riores al traumatismo. Incluso se han comunicado rias en las túnicas media y adventicia de la aorta y sus
ramas mayores, que llevan a una estenosis progresiva persistente por el estado de hipercoagulabilidad y
y a dilataciones aneurismáticas(1, 14). deshidratación, se relaciona también con situaciones
que comprometan el retorno venoso como la trom-
Clínica bosis de la vena cava inferior, malformación vascular
aneurismática, compresión hiliar por tumor, trombo
Incluye clínica sistémica como fiebre o mioartral- tumoral de carcinoma renal o traumatismo renal. Se
gias y síntomas debidos a la localización anatómica de ha descrito asimismo su asociación con la ingesta de
las lesiones. La HRV es un hallazgo presente en el 30- anticonceptivos orales y con la anemia falciforme.
60% de los casos. Por lo demás, pueden presentarse
accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones Clínica
aneurismáticas.
Variable, abarca desde infarto renal hasta síndro-
Diagnóstico me nefrótico, lumbalgia, riñón aumentado de volumen,
hematuria, varicocele o empeoramiento de función
Es arteriográfico, observándose irregularidades en renal. Puede ser asintomática.
las paredes vasculares, estenosis y dilataciones postes-
tenóticas, aneurismas, oclusiones arteriales y circula- Diagnóstico
ción colateral. La RMN también es una buena prueba
para el seguimiento. La velocidad de sedimentación
Se basa en la ecografía y doppler venoso. La TAC
globular también aumenta durante la fase activa de la
es el examen de elección para confirmar diagnóstico,
enfermedad.
aunque la RMN parece ofrecer buenos resultados. La
angiografía en su fase tardía muestra los coágulos y
Tratamiento grado de circulación colateral.
La enfermedad tiene un curso evolutivo imprevi-
sible, sin tratamiento específico. Los brotes agudos se El abordaje terapéutico es medicoquirúrgico,
tratan con corticoides, y también aquellos casos con con cirugía para corregir la presencia de compre-
lesiones arteriales moderadas y control tensional siones mecánicas. En el caso de neoplasia renal, se
correcto. De lo contrario está indicado el tratamiento practica nefrectomía con trombectomía. Para las
quirúrgico. La ATP ofrece resultados aceptables en la demás etiologías la mortalidad suele ser elevada, en
dilatación de estenosis de arteria renal, aunque el torno al 60%, y existen frecuentes recidivas tras la
resultado es poco satisfactorio en caso de lesiones cirugía. En caso de trombos de reciente instauración
extensas que afecten al ostium arterial. La técnica puede intentarse tratamiento con fibrinolíticos. En el
consistirá entonces en derivaciones extraanatómicas resto, el tratamiento será médico con hepariniza-
que pueden ser múltiples (supraaórticas, viscerales y ción y tratamiento anticoagulante para minimizar el
renales). Se tratarán las lesiones aórticas concomitan- riesgo de tromboembolismo pulmonar y la exten-
tes en caso de aneurisma aórtico asociado o esteno- sión de la trombosis, en espera de recanalización de
sis aórtica de más del 50%. la trombosis y de desarrollo de una red de com-
pensación.
NIÑOS
PATOLOGÍA DE LAVENA RENAL
TROMBOSIS DE VENA RENAL Introducción
ADULTOS Poco frecuente y secundaria a sepsis, sufrimien-
to fetal, insuficiencia cardiaca o deshidratación
Introducción extrema del lactante, es la principal causa de nefro-
patía adquirida en periodo neonatal. En edades pos-
Sus causas son múltiples y puede tener carácter teriores el nefroblastoma puede ser causa de trom-
súbito o progresivo. Asociada al síndrome nefrótico bo renal.
Tratamiento COMPLICACIONES
El tratamiento de elección será la trombólisis y
VASCULARES DEL
el tratamiento del cuadro causante (reponer vole- TRASPLANTE RENAL
mia en deshidratados, tratar la insuficiencia cardia-
ca, etc.). Son complicaciones menos frecuentes que las
urológicas pero causa de mayor pérdida de injertos.
La más frecuente es la estenosis de la arteria renal
(3-16% de trasplantes)(15,16).
FÍSTULAS ARTERIOVENOSAS
ARTERIALES
Introducción
Precoces
Las fístulas arteriovenosas renales (FAV) pueden
tener etiología traumática o tumoral, ser congénitas o - Trombosis de la arteria renal. Es poco habi-
yatrógenas (punción renal, cirugía renal)(3). tual, se da en 1-2%. Puede ser inmediata y apre-
ciarse durante la IQ, caso habitualmente atribui-
Clínica ble a fallo técnico que habrá que corregir en el
acto, o bien precoz, durante el primer mes, que
Los hallazgos más habituales son hematuria, soplo habitualmente acaba en nefrectomía. Tras el pri-
abdominal, HTA y dolor lumbar. Pueden pasar com- mer mes, se habrá desarrollado circulación cola-
pletamente asintomáticas. teral que permita mantener la viabilidad del
injerto y reparar quirúrgicamente la lesión. Ante
Diagnóstico anuria de instauración brusca sin obstrucción
urinaria ni rechazo, hay que descartar trombosis
La ecografía doppler es un buen método de arterial aguda mediante eco-doppler, arteriogra-
detección del flujo turbulento. La TAC muestra un fía o gammagrafía y no demorar la exploración
realce de la FAV con el contraste. La angiografía tam- quirúrgica.
bién puede usarse en el diagnóstico, con implicación
terapéutica. - Aneurisma de la arteria renal: de existencia
previa, reparables durante la cirugía de banco, en
Tratamiento la zona de anastomosis debido a fallo técnico o de
origen infeccioso (aneurisma micótico). El aneuris-
- Seguimiento: indicado en casos asintomáticos, ma micótico puede motivar dehiscencia de la
donde en ocasiones se observará trombosis espon- anastomosis, hemorragia. Deberá ser tratado
tánea por eco-doppler. mediante transplantectomía.
anuria súbita. Diagnóstico angiográfico. Requiere Figura 6. Síndrome de intolerancia del injerto renal.
corrección quirúrgica precoz para recolocar y fijar Embolización del injerto.
el injerto.
Trasplante renal
Trasplante renal
capítulo 60
Trasplante renal
ostasis, que originan en un plazo de unas horas a 2-3 En principio, cualquier sujeto en muerte cerebral
días la parada cardiocirculatoria, de forma inexorable. podría ser considerado un potencial donante de órga-
nos, y aquel donante afectado por una infección
Por lo tanto, los donantes deben continuar con la potencialmente transmisible debería ser descartado.
monitorización que previamente tenían en la UCI, El donante ideal es una persona joven, sin anteceden-
para mantenerse hasta el momento de la extracción. tes patológicos, que fallece a consecuencia de un TCE,
Los objetivos iniciales de la reanimación de un donan- sin alteraciones en la función renal y con tiempos de
te cadavérico con muerte cerebral son presión arte- isquemia cortos.
rial sistólica de 90 mmHg y volumen urinario de 0,5
ml/kg/hora. Existen pocas contraindicaciones absolutas para la
donación renal de donante cadáver, debidas al alto
Evaluación del donante en muerte cerebral: riesgo de transmisión de enfermedades o la no viabi-
1. Historia clínica detallada: origen, hábitos persona- lidad del órgano (insuficiencia renal crónica,VIH, sepsis
les, historia social, enfermedades e intervenciones no controladas, tuberculosis, hepatitis agudas, encefali-
quirúrgicas previas. tis de etiología desconocida, y las neoplasias metasta-
tizantes a excepción de tumores cutáneos no mela-
2. Exploración física: piel (cicatrices, pinchazos, tatua- nocíticos, cerebrales no invasivas y carcinoma cervical
jes, lesiones dérmicas, traumatismos…), mamas y in situ). Existen también una serie contraindicaciones
genitales, tacto rectal en varones, fondo de ojo... relativas (criterios ampliados/donante marginal), en
cuyo caso debe hacerse una evaluación individualiza-
3. Evaluación del periodo de ingreso en el hospital y da y asignación del órgano a receptores con caracte-
la UCI: causa de ingreso y de muerte cerebral, rísticas específicas.
tiempo en la UCI y de ventilación mecánica, situa-
ciones hemodinámicas comprometidas, fiebre, Todo tumor cerebral debe biopsiarse antes de la
infecciones, gérmenes, transfusiones… extracción y quedarían descartados los donantes con
alguno de los siguientes: astrocitoma anaplásico, glio-
4. Datos analíticos: hematimetría, bioquímica y blastoma multiforme, medulobastoma, ependimoma
grupo sanguíneo. Parámetros de función renal maligno, pineoblastoma, oligodendroglioma anaplásico,
(urea, creatinina, iones, sedimento urinario y pro- meningioma anaplásico maligno, sarcoma intracraneal,
teinuria). tumor de células germinales, cordomas y linfomas cere-
brales primarios.
5. Serologías: VIH, VHB, VHC, CMV, VEB y serología
luética (HTLV en donantes de áreas endémicas). El test de infección por CMV es necesario para
definir el riesgo de desarrollo de enfermedad en el
6. Cultivos: sangre, orina, secreciones bronquiales, receptor y programar el tratamiento profiláctico. Los
LCR... potenciales donantes con HBsAg positivo deben ser
descartados para la donación. Sigue existiendo dilema
7. Marcadores tumorales: B-HCG y a veces, alfafeto- acerca de si los receptores VHC positivos pueden
proteína, PSA y CEA. recibir un órgano de un donante positivo para el
mismo(4).
8. Pruebas de imagen y estudios morfológicos: peso
y talla, perímetros, Rx de tórax y abdomen, ECG Una buena calidad del órgano debe garantizarse
y EKG, en ocasiones ECO abdominal. para ser trasplantado, y los centros trasplantadores
deben establecer sus propias guías clínicas para la
9. Extracción de ganglios para el tipaje HLA. aceptación de órganos. Para evaluar la viabilidad de los
riñones, se puede calcular el aclaramiento de creatini-
10. Calidad del órgano: función renal, valoración macros- na y establecer los siguientes límites: >60 ml/min para
cópica, valoración microscópica (en ocasiones será trasplantar un solo riñón, 50-60 ml/min debe ser con-
necesaria la realización de una biopsia renal). siderado “marginal”, con <50 ml/min no deben tras-
plantarse aisladamente, y sólo podrían usarse en un nal; la necesidad de un equipo altamente entrenado y
doble trasplante renal a un mismo receptor. con gran disponibilidad capaz de llevar a cabo toda la
logística en tiempo breve y con las mayores garantías;
Donante en asistolia y ciertas dificultades para la obtención de los permi-
Se trata de donantes en los que se diagnostica la sos judiciales en donantes traumáticos en un plazo
muerte tras el cese irreversible de la actividad cardia- que garantice la viabilidad de los órganos.
ca. La parada cardiaca mantenida entre 6 y 8 minutos
provoca el cese irreparable de la función cerebral por Trasplante renal de donante vivo
anoxia. Los donantes cadáveres a corazón parado fue- Actualmente, los trasplantes renales de donante
ron la única fuente de órganos para trasplante hasta vivo se consideran una excelente opción terapéutica
que se aceptó la muerte encefálica como la muerte para el tratamiento de la IRC. Existen varios motivos
de un individuo, y surgen así los donantes con latido que lo justifican:
cardiaco en muerte cerebral (Ley de Transplantes de
1979 en España). • La escasez de órganos de cadáver para cubrir de
forma razonable la demanda.
La “Clasificación de Maastricht” de los donantes a
corazón parado surge de una reunión llevada a cabo • El escaso riesgo para el donante.
en esta ciudad para consensuar los aspectos técnicos,
éticos y legales de estos posibles donantes y se esta- • Los excelentes resultados de supervivencia, supe-
blecieron cuatro categorías: riores a los obtenidos con donantes cadáver.
1. Parada cardiaca NO presenciada: sin maniobras • Permite evitar o acortar el tiempo de diálisis e
de reanimación cardiopulmonar. influye de este modo en aspectos psicológicos del
paciente y del entorno familiar con mejora en la
2. Parada cardiaca SÍ presenciada, pero reanimación calidad de vida del paciente, menor absentismo
infructuosa. escolar y laboral y reduce además la morbilidad
asociada a la diálisis.
3. Parada cardiaca después de la retirada programa-
da del soporte mecánico, por petición médica y/o • Menor agresividad de las pautas de inmunosupre-
familiar. sión.
4. Parada cardiaca en los pacientes en muerte cere- • Ganancia emocional para el donante.
bral.
En España, el porcentaje de donantes vivos res-
Es importante minimizar los tiempos de isquemia pecto a los cadáveres aún supone una ínfima parte del
caliente (entre la parada cardiaca irreversible y la total de los transplantes anuales (<5%). En contrapar-
extracción) para evitar el daño de los órganos deriva- tida, estamos a la cabeza de la actividad trasplantado-
do de la misma. Si es posible cuantificarlo, y no pasa ra mundial, a expensas del donante cadáver.
los 15-20 minutos, no deberían invalidar el hígado ni
los riñones. Con los riñones de donantes en asistolia, Debe basarse en unos principios éticos como el
es importante seguir unos criterios estrictos de acep- altruismo, la ausencia de compensación monetaria, la
tación, desecharlos ante cualquier duda y evitar el ausencia de coerción, la autonomía del posible donan-
daño isquémico añadido (TIF prolongado o introduc- te en cuanto a la toma de decisiones, la beneficencia
ción precoz de CyA). y la no maleficencia.
Los donantes en asistolia suponen otras limitacio- Los criterios básicos para un donante de riñón son
nes como el escaso conocimiento de los anteceden- ausencia de enfermedad renal, ausencia de infección
tes, la situación de premura que existe, el breve tiem- activa y ausencia de enfermedad transmisible, además
po de entrevista familiar con mayor impacto emocio- de ser capaces de garantizar al donante vivo una fun-
ción renal cercana a la normal tras la nefrectomía uni- ferencia del equipo quirúrgico. Acceso transperitoneal
lateral. Es imprescindible una correcta evaluación del clásico a través de línea media o subcostal, acceso
candidato a donante con un orden lógico para no extraperitoneal sub-/supracostal, acceso lumbar dor-
someterlo a pruebas y exploraciones innecesarias. sal (bajo o sobre la 12ª costilla con o sin resección de
Comenzar por una primera entrevista que aporte la la misma), acceso laparoscópico transperitoneal o
información general en cuanto a sus riesgos y resulta- retroperitoneal(6).
dos, verificar la compatibilidad del grupo sanguíneo,
averiguar los antecedentes principales del donante y La nefrectomía laparoscópica en el donante vivo
del receptor. Continuar con el examen inmunológico presenta una serie de ventajas y desventajas. Estas últi-
(tipaje HLA y cross-match inicial); historia clínica deta- mas dependen en su mayor parte de la experiencia
llada; exploraciones complementarias (importancia de del equipo (Tabla 2).
las pruebas de imagen para evaluar los vasos renales),
revisión urológica, valoración psicológica, visita pre- En general, es preferible extraer el riñón izquier-
anestésica, cross-match definitivo y la presentación al do debido a la mayor longitud de la vena, pero en el
Comité de Ética Asistencial y ante el Registro Civil. caso de de que uno de los dos riñones sea más
pequeño o tenga alguna anomalía menor, el donante
En las Guías Clínicas para el Trasplante Renal de siempre se debe quedar con el mejor. Los riesgos a
donante vivo de la EUA se describen las siguientes corto y largo plazo de la nefrectomía en donante vivo
contraindicaciones (ver Tabla 1)(4, 5). son, en general, bastante bajos, y la probabilidad de un
resultado satisfactorio del injerto es suficientemente
Las alternativas en cuanto al acceso quirúrgico alta como para considerarlos asumibles para los donan-
para la nefrectomía dependen de la experiencia y pre- tes completamente informados.
Ventajas Desventajas
EVALUACIÓN DEL RECEPTOR cultivo; grupo sanguíneo ABO; tipaje HLA (A, B, DR);
investigación de anticuerpos HLA y serologías (HBV,
DE UN TRASPLANTE RENAL HCV, HIV, CMV, EBV,VZV).
En general, todo paciente con IRC terminal que Estudios opcionales: Mamografía en mujer >
no presente complicaciones o enfermedades graves 40 años (> 35 en alto riesgo); evaluación urológica;
asociadas que condicionen su supervivencia a largo PSA (varón > 50 años); estudios digestivos; ecocar-
plazo y tenga juicio suficiente para entender y asumir diograma; test de estrés cardiaco no invasivo; doppler
el tratamiento, sería subsidiario de recibir un trasplan-
carotídeo y aortoilíaco; colonoscopia (> 50 años);
te renal. Existen una serie de contraindicaciones abso-
otras serologías (toxoplasma, rubéola); evaluación psi-
lutas que han disminuido con los años a favor de un
quiátrica y evaluación dental.
aumento de las relativas (ver Tabla 3).
A la hora de evaluar a los posibles candidatos En algunos pacientes, por su riesgo individual, se
receptores deben realizarse estudios: deben evaluar otros factores para decidir si el tras-
plante es su mejor opción terapéutica(7, 8).
Estudios obligatorios: Historia clínica y vacu-
naciones; exploración física y examen ginecológico; La obesidad podría favorecer el desarrollo de
hemograma, bioquímica y estudio de coagulación; complicaciones quirúrgicas, e incluso se ha descrito
EKG, Rx tórax y abdomen; ecografía abdominal; uro- peor supervivencia del injerto y del paciente.
Respecto a la edad, existe controversia acerca de vasculares, de un injerto renal previo o con anticuer-
la supervivencia que ofrece el trasplante renal en pos antifosfolipídicos (30-50% de los pacientes con
pacientes jóvenes con insuficiencia renal crónica termi- LES), deben evaluarse el Factor V de Leiden, actividad
nal. En pacientes en torno a los 65 años se ha demos- de la proteína C, actividad de la proteína S, actividad
trado mayor supervivencia en los trasplantados res- de antitrombina III, niveles de homocisteína y anti-
pecto a los que permanecen en lista de espera. cuerpos antifosfolipídicos.
Los pacientes diabéticos tienen mayor mortali- En pacientes con cáncer previo, hay que consi-
dad y menor supervivencia del injerto que los no dia- derar el riesgo de progresión por el tratamiento
béticos. Por sí sola, no supone una contraindicación inmunosupresor y las expectativas de vida por el pro-
para el trasplante y está demostrado que el diabético pio tumor. El riesgo de recurrencia varía con el tipo de
con trasplante reno-pancreático o renal aislado tiene cáncer, la localización y el estadio. Según el tumor, los
menor morbimortalidad a causa de la uremia que los tiempos de espera para poder ser candidato a TR
que permanecen en diálisis. oscilan entre los 2 y los 5 años libres de enfermedad
desde el último tratamiento con fines curativos:
En general, el potencial receptor de TR tiene múl- menos de un año el adenocarcinoma renal incidental
tiples factores de riesgo vascular a los cuales ha y pequeño, el transicional de vejiga superficial y baso-
estado expuesto durante un periodo de tiempo pro- celular cutáneo y otros tumores in situ o focales;
longado. Esto aumenta el riesgo de cardiopatía isqué- 2 años en: tumor de Wims, adenocarcinoma renal gran-
mica, clínica o subclínica, principal causa de mortalidad de o con infiltración de cápsula, transicional de vejiga
en el post-TR junto con la infección. Los pacientes de infiltrante, de células germinales de testículo, próstata,
alto riesgo cardiovascular (ángor, infarto o insuficiencia tiroides, linfoma y epidermoide cutáneo; y entre 2 y 5
cardiaca) deben ser evaluados previamente mediante años en el de mama, colon-rectal, melanoma y renal
coronariografía y ser revascularizados, si no es sufi- invasivo. No está bien definido este tiempo en las leu-
ciente el tratamiento médico. En los de riesgo inter- cemias, mieloma múltiple y cánceres ano-genitales.
medio (> 50 años o < 45 con DM de larga evolución)
debe realizarse un ecocardiograma y coronariografía Las hepatitis suponen, por sí solas, causa signifi-
si éste es patológico. cativa de mortalidad posttransplante.
4. Niveles persistentes de anticuerpos antimembra- Para encontrar a los receptores más adecuados,
na basal glomerular. se realiza la prueba cruzada (“crossmatch”), para
cada riñón que va a ser trasplantado. Determinamos
5. Proteinuria significativa no controlada. así la sensibilización humoral específica del receptor
frente a ese donante, es decir, si posee anticuerpos
6. Pielonefritis recurrente. preformados frente a antígenos HLA del donante. Se
mezcla el suero de cada uno de los candidatos recep-
7. Hidronefrosis grado 4 ó 5 y reflujo vésico-ureteral tores con linfocitos del donante incubando a diferen-
con infecciones frecuentes. tes temperaturas, según los anticuerpos que quere-
mos analizar, y añadiendo una fuente de complemen- plicaciones que podrían desencadenar la pérdida del
to. Hay que descartar la presencia de aloanticuerpos injerto. Es importante que le cirujano domine la téc-
IgG HLA I, que son los que presumiblemente perjudi- nica para llevarla a cabo con destreza, en el menor
can la supervivencia del injerto, aunque también se ha tiempo posible y con el menor índice de complicacio-
demostrado que la ausencia de disparidad HLA II faci- nes, pero además debe estar capacitado para solven-
litaba la aceptación del injerto. tar complicaciones anatómicas que se pueda encon-
trar y problemas agudos, sobre todo vasculares que
La compatibilidad HLA refleja el grado de identi- puedan surgir durante la cirugía. Actualmente, la técni-
dad entre los antígenos del donante y del receptor. ca más usada es el implante heterotópico, anastomo-
Salvo en gemelos HLA idénticos, en los que las células sando los vasos renales a los ilíacos en el retroperito-
del injerto son reconocidas como propias, el contacto neo y en la fosa ilíaca.
del paciente con el injerto pone en marcha los meca-
nismos del sistema inmune que reconocen a las célu- Cirugía de banco: Consiste en preparar el
las extrañas y las destruyen. Esta respuesta será más riñón para su posterior implante. Deben tomarse
intensa, cuanto más dispares inmunológicamente sean muestras del líquido de conservación del injerto
el donante y el receptor y puede provocar la destruc- renal para cultivo.
ción inmediata del injerto por mecanismos humorales
en los que interviene el complemento. El grado de Se retira la grasa perirrenal, pero se preserva la
compatibilidad HLA se mide contando el número de que rodea al hilio, asegurándonos que en ella no que-
discordancias (mismatch) o de coincidencias (match). dan ramas vasculares sin ligar que puedan sangrar en
el campo. Debe inspeccionarse cuidadosamente el
En definitiva, los pacientes en diálisis susceptibles de parénquima renal para descartar tumores o lesiones
recibir un riñón están en una lista de espera computa- sospechosas susceptibles de ser biopsiadas (Figura 1).
rizada ordenados por grupo sanguíneo ABO y en la
que se recogen la edad, el grado de sensibilización Primeramente, se identifican los vasos principales y
HLA, si tuvo trasplantes previos, la serología viral, el el uréter, descartando que sean múltiples, y se marcan
grado de urgencia y el hospital de procedencia. Ade- para evitar dañarlos o seccionarlos accidentalmente
más de los factores imprescindibles (grupo sanguíneo durante la preparación. La vena renal, sobre todo la
ABO y prueba cruzada negativa), se tienen en cuenta derecha, suele ser extraída con parte de vena cava que
una mayor compatibilidad HLA-DR, menor diferencia
de edad entre donante y receptor y la mayor adecua-
ción entre el volumen renal y el receptor. Figura 1. Injerto renal izquierdo preparado tras
cirugía de banco. Anastomosis término-lateral de
arteria polar a la principal. Conservación de grasa
Los pacientes hiperinmunizados (PCR>75%)
periureteral y parche aórtico.
entran en una lista de índole nacional y tendrán prio-
ridad para el trasplante debido a la gran dificultad para
lograr una prueba cruzada negativa, cuando sus anti-
cuerpos persisten tras varios meses de seguimiento.
También existe una lista especial de pacientes pediá-
tricos que se trasplantarán con prioridad con riñones
de donantes jóvenes(12).
TÉCNICA QUIRÚRGICA
En la actualidad, el trasplante renal se ha converti-
do en una cirugía de rutina en la mayoría de los hos-
pitales, sin embargo a pesar de esto, la precisión de la
técnica quirúrgica es imprescindible para evitar com-
debe recortarse hasta tener la forma más adecuada La técnica quirúrgica más difundida es el implante
para el implante. En ocasiones en que ésta es dema- heterotópico en fosa ilíaca anastomosando los vasos
siado corta, se llevan a cabo técnicas de alargamiento. renales a los ilíacos, generalmente externos, con un
Se ligan las ramas colaterales con suturas finas irreab- acceso extraperitoneal. Pero existe otra opción, mucho
sorbibles. Es importante preservar el parche aórtico menos empleada, que sería el implante ortotópico
de la arteria renal para la anastomosis, ya que se ha descrito por Gil-Vernet en 1978. El riñón se implanta
demostrado un menor índice de estenosis. Si existe en la fosa renal izquierda tras nefrectomía del nativo a
ateroma en éste, debe resecarse; y si existen varias través de un abordaje extraperitoneal por lumbotomía
ramas arteriales con o sin un parche común, debe póstero-lateral. La nefrectomía debe ser meticulosa
repararse en la mesa de banco para minimizar el tiem- preservando la pelvis renal y las venas nativas que
po posterior de anastomosis arterial. En la preparación serán utilizadas en el implante, no así la arteria, ya que
del uréter, debemos preservar la grasa para-piélica y por su fino calibre será ligada y desestimada. El aporte
para-ureteral en la cual van los vasos que lo nutren. arterial del injerto vendrá dado por la arteria espléni-
Éste no debe seccionarse hasta el momento de su ca que será seccionada a la altura de su bifurcación tras
anastomosis para adaptar su longitud a las necesidades. rebasar la cola pancreática y siendo extraperitonizada.
Si la vena no fuese óptima, también se recurriría a la
El riñón se perfunde con suero frío (4 ºC) a través esplénica, y si no sirviese la arteria esplénica, recurrirí-
de un abocath de punta roma introducido por la arte- amos a la aorta. La anastomosis urinaria es pielo-piéli-
ria, con la máxima precaución para no dañar la capa ca con catéter doble J y sutura reabsorbible.
íntima. Con esto, se facilita la visión de pérdidas en los Actualmente está en desuso ya que supone una mayor
vasos y en el hilio que se ligan o suturan. dificultad y tras demostrar resultados óptimos con el
implante heterotópico, sólo se reserva para casos en
Técnica anestésica: El paciente es sometido, los que éste no es posible. El grupo de Gil-Vernet res-
en prácticamente todos los casos, a una anestesia tringe esta técnica a 3 casos: 1) Trombosis o agenesia
general. Los principales problemas intraoperatorios de la cava. 2) Enfermedad ateromatosa aortoilíaca,
que pueden surgir durante la intervención y que el sobre todo con estenosis o aneurisma, aunque en
anestesista debe solventar son: el control del potasio; nuestra experiencia con estos casos no hemos recu-
la acidosis metabólica, común en los pacientes con rrido a dicha técnica, sino que lo hemos solventado
IRC; las alteraciones de la presión arterial, evitando en con prótesis vascular sintética colocada previamente o
la medida de lo posible la hipotensión sobre todo tras en la misma intervención quirúrgica; y 3) Tercer trans-
la reperfusión del injerto; y el despertar y extubación, plante. En muchos grupos, incluido el nuestro, intenta-
ya que en estos pacientes existen variaciones indivi- ríamos otro nuevo trasplante heterotópico en alguna
duales en la vida media de los anestésicos debido a la de las fosas ilíacas con trasplantectomía del injerto pre-
propia insuficiencia renal. vio si es preciso por razones de espacio(13).
tático y exponemos los vasos ilíacos y la cúpula vesi- Figura 2. Anastomosis arterial término-lateral con
cal. Procedemos a examinar los vasos, sobre todo la parche aórtico a iliaca externa. La vena del injerto, ya
arteria, para seleccionar la zona de anastomosis y que anastomosada, está clampada con Bulldog.
ésta esté libre de ateromatosis. Colocamos el riñón en
su posición final y elegimos la longitud de los vasos
necesaria para evitar acodamientos y la zona de aper-
tura de cada vaso para las anastomosis. La altura a la
que lo colocaremos dependerá fundamentalmente de
la calidad de los vasos del receptor, sobre todo de la
arteria, y del riñón que sea, ya que el derecho tiene
una arteria larga y una vena mucho más corta y el
izquierdo se caracteriza por la mayor longitud de su
vena. Este último, por lo tanto, da más facilidades, e
incluso a veces nos permite cortar la vena para adap-
tarla al tamaño de la arteria. Normalmente se usa la
fosa ilíaca derecha como primera opción para la ubi-
cación de riñones derecho e izquierdo por dar mayo-
Figura 3. Anastomosis vasculares finalizadas pero sin
res facilidades para el implante vascular. Una vez elegi-
retirada de clamps. Injerto avascularizado aún.
da la zona de anastomosis, se disecan ambos vasos,
ligando y seccionando los linfáticos perivasculares con
el fin de evitar la formación posterior de linfoceles.
Esta disección debe limitarse a la zona de anastomo-
sis. Ubicamos el riñón de forma que nos facilite la
anastomosis y lo protegemos con almohadillas de
hielo para mantener la isquemia fría durante el tiem-
po vascular. El orden de las anastomosis debe ser
siempre: venosa, arterial y urinaria.
lizarse una sutura de 360º terminando en el punto de nudo, el uréter se desliza dentro de la luz vesical.
partida. Utilizamos sutura irreabsorbible de 5/0 o 6/0. Nosotros utilizamos actualmente la técnica de Lych-
La sutura debe coger íntegramente todas las capas Gregoir con sonda doble J que retiramos a las 2 ó 6
arteriales para evitar una posible trombosis arterial. semanas del trasplante, de forma ambulatoria en la
Finalizada toda la circunferencia, se procede al des- mayoría de los casos (Figuras 4, 5 y 6).
clampaje y comprobación de la estanqueidad por si
precisamos algún punto suelto de refuerzo en zonas Una vez finalizada la anastomosis ureteral, es muy
de fuga. Si ésta es estanca, se retira el Bulldog de la importante una revisión exhaustiva del campo quirúr-
vena para permitir el vaciado del riñón y se anota el gico para realizar hemostasia cuidadosa de los vasos
tiempo de fin de isquemia fría, muy importante en el hiliares, de las anastomosis y de la pared, ya que estos
pronóstico del injerto e instauración precoz de su pacientes tienen un riesgo mayor de sangrado por su
función(14, 15). propia IRC, enfermedades de base, tratamientos con
corticoides o los efectos de una diálisis pre y post-
Anastomosis urinaria: en la actualidad, realizamos operatoria. Sólo en casos de alto riesgo de sangrado,
anastomosis urétero-vesical con técnica extravesical dificultad en la hemostasia o un reimplante ureteral
en cara anterior de vejiga según técnica antirreflujo de dificultoso, dejamos un drenaje en el lecho quirúrgico
Lich-Gregoir o Taguchi. En el inicio de la técnica, se que será retirado en cuanto sea posible(16,17).
empleaba más el implante transvesical con la técnica
de Leadbetter-Politano. Esta técnica tiene el inconve- Figura 4. Técnica de reimplante urétero-vesical
niente de abrir la vejiga y por ello, mayor posibilidad transvesical tipo Leadbetter-Politano.
de fístula vesical en el postoperatorio, por lo que
requiere una sutura cuidadosa en dos planos. La des-
ventaja de la técnica extravesical es una mayor inci-
dencia de reflujo vésico-ureteral con la consecuente
dificultad de un posterior tratamiento endoscópico si
hubiera patología a este nivel.
Figura 6. Técnica de reimplante ureteral tipo Taguchi grupos con experiencia, se recoge una conclusión
con punto único en interior de vejiga. común, el éxito de supervivencia del injerto con
mejora de la función renal para el paciente que reci-
be en bloque ambas unidades renales o una sola si el
órgano mide al menos 6 cm y procede de un donan-
te de más de 14 kg. En ocasiones, debido al pequeño
tamaño de los vasos, las anastomosis se pueden hacer
con parche aórtico y de cava cerrando los extremos
proximal y distal respectivamente y anastomosando
los otros cabos a los vasos ilíacos externos. La anasto-
mosis ureteral se hace con técnica de Lich-Gregoir(18, 19).
muy positiva hasta la actualidad ya que se ha demos- ta alogénica, pero que respetase la integridad del resto
trado una supervivencia del paciente y del injerto muy del sistema inmunológico y careciese de toxicidad para
elevada, sobre todo cuando se lleva a cabo combina- el resto de los tejidos u órganos. Por ello, el éxito de la
do con el trasplante renal. inmunosupresión está en conseguir el equilibrio entre
el efecto deseado y los mínimos efectos adversos, indi-
El trasplante pancreático debería ser considerado vidualizando la terapia a cada receptor y adaptándola
como una buena alternativa en pacientes diabéticos a cada momento según la evolución del trasplante.
con IRC terminal inminente o establecida en los que
esté planificado realizar un trasplante renal. En estos Los fármacos inmunosupresores se utilizan en dos
casos logrados con éxito, se consigue mejorar la situaciones distintas: como inmunosupresión primaria o
supervivencia del injerto renal al restaurarse la nor- de base (terapia de inducción + terapia de manteni-
moglucemia, sin comprometer la supervivencia del miento) y como tratamiento del rechazo agudo. De
paciente. Lo ideal es el trasplante simultáneo de entre las distintas clasificaciones de estos fármacos,
ambos órganos ya que se ha demostrado una mayor expondremos la que se basa en su mecanismo de acción:
supervivencia del páncreas, aunque también se puede
trasplantar posteriormente al riñón. 1. Corticoesteroides: potente acción antiinflamatoria y
capacidad inmunosupresora. Como inmunosupre-
Las indicaciones para el trasplante de riñón-pán- sión primaria siempre se asocian a otros en doble
creas son: pacientes de edad inferior a 50 años, con o triple terapia e incluso en cuádruple con anti-
Diabetes mellitus tipo 1 e insuficiencia renal crónica cuerpos poli o monoclonales para la inducción. Se
terminal o preterminal. Es importante valorar el esta- utiliza prednisona o metilprednisona. Se administra
do general del paciente, de forma que no presenten vía endovenosa en la inducción y se pasa a vía oral
un riesgo quirúrgico excesivo por el hecho de realizar con la tolerancia oral, descendiendo progresiva-
el trasplante de dos órganos. mente la dosis. La tendencia actual en pacientes
seleccionados es la supresión total de los mismos
Los objetivos principales son: corregir la insuficiencia a medio plazo. Sus principales efectos secundarios
renal, detener la progresión de las complicaciones dia- son la HTA, dislipemia, trastornos digestivos, hirsu-
béticas, regular adecuadamente el metabolismo hidro- tismo e hipertricosis, pero sobre todo su frecuen-
carbonado, proteger el nuevo riñón de la hipergluce- te efecto diabetógeno.
mia y mejorar la calidad de vida del paciente.
2. Ciclosporina A y Tacrolimus (inhibidores de la calicreí-
En cuanto a la técnica quirúrgica para el trasplan- na): la CyA es un antibiótico aislado del hongo
te renal en estos casos, será la habitual, en la fosa ilía- Tolypocladium inflamatum y el Tacrolimus en un
ca contralateral al páncreas y teniendo en cuenta el macrólido aislado a partir del Streptomyces tsuku-
menor tiempo de preservación del injerto pancreáti- baensis. Su principal mecanismo de acción es la
co (14-18 horas) para determinar el orden de colo- inhibición de la activación de las células T-CD4
cación y coordinar los grupos de cirujanos si fueran ante estímulos antigénicos. Sólo se usan en inmu-
diferentes. nosupresión primaria o de base. La primera dosis
se administran tras el trasplante en combinación
con otros. Su dosis se ajusta en base a sus niveles
INMUNOSUPRESIÓN plasmáticos. Es importante retrasar su introduc-
ción unos días en pacientes con necrosis tubular
El uso de fármacos inmunosupresores tiene como aguda, ya que pueden prolongar el periodo de dis-
finalidad prevenir o controlar la respuesta inmunológi- función del injerto. Se suelen administrar por vía
ca del receptor contra el órgano trasplantado, para oral, aunque si la situación clínica lo requiere, se
conseguir la máxima supervivencia del injerto y del administrará por vía endovenosa, incluso en perfu-
paciente, con la mejor calidad de vida. El inmunosu- sión continua si se va a hacer durante varios días.
presor ideal sería aquel que fuese específico frente a Sus principales efectos secundarios son la nefro-
los antígenos del donante involucrados en la respues- toxicidad (mayor en la ciclosporina) que en los
casos agudos, está en relación con niveles eleva- El principal protocolo de inmunosupresión es la
dos; la neurotoxicidad, que es dosis y niveles triple terapia con: Esteroides + Inhibidores de la
dependiente; y el efecto diabetógeno (mayor en el Calicreína (Tacrolimus o CyA) + MMF o Sirolimus.
Tacrolimus) que es dosis-dependiente. Actualmente es más frecuente el uso de Tacrolimus
que CyA; y en general se usa más MMF si se va a man-
3. Sirolimus (Rapamicina) y Everolimus (inhibidores de tener la triple terapia. Si se prevé la retirada de los
mTOR): el Sirolimus es un macrólido obtenido del inhibidores de la calicreína, se usará Sirolimus por su
hongo Streptomyces hygroscopicus, y el Everolimus es mayor efecto inmunosupresor para el mantenimiento.
un derivado del anterior. El Sirolimus se puede usar La inducción con anticuerpos se restringe a pacientes
en la inmunosupresión primaria con o sin inhibido- con elevado riesgo inmunológico en cuádruple tera-
res de la calicreína y como sustituto de éstos cuan- pia. En la fase de mantenimiento lo ideal es conseguir
do aparecen efectos secundarios, sobre todo nefro- un tratamiento inmunosupresor lo menos agresivo
tóxicos. Se administran siempre por vía oral y es posible y un buen perfil de seguridad para evitar el
aconsejable retrasar su introducción 4-6 días, ya desarrollo de rechazo crónico del injerto, cáncer o
que por su acción antiproliferativa se han relaciona- morbimortalidad cardiovascular(4).
do con linfoceles y mala cicatrización de la herida
quirúrgica. Además, pueden producir leve mieloto-
xicidad y su principal efecto adverso es la dislipemia.
COMPLICACIONES
4. Azatioprina y mofetil-micofenolato (inhibidores de la QUIRÚRGICAS
síntesis de nucleótidos): la azatioprina fue uno de
los primeros inmunosupresores en el trasplante El seguimiento inmediato de estos pacientes se
de órganos aunque en la actualidad está práctica- basa en la determinación de la función renal median-
mente en desuso y restringido a pacientes cróni- te analítica, medición del nivel de los inmunosupreso-
cos tratados con éste inicialmente o casos de aler- res en sangre para mantenerlo dentro del rango, sero-
gias o intolerancia a otros. El MMF es un derivado logías y cultivos y pruebas de imagen que nos mues-
semisintético del ácido micofenólico. Su principal tren la evolución del injerto. Las pruebas principales
indicación es la terapia primaria en combinación son el eco-doppler y el renograma isotópico. La pri-
con otros. Se administra por vía oral en los días mera prueba nos permite valorar el tamaño, la mor-
posttrasplante. Su principal efecto adverso es la fología y la situación del injerto. Podemos detectar la
intolerancia digestiva, y a dosis elevadas, una mayor existencia de dilatación de la vía urinaria, de coleccio-
incidencia de infecciones oportunistas, ambos efec- nes y el flujo sanguíneo mediante el doppler para
tos dosis-dependientes. valorar descartar una posible trombosis venosa
(inversión del flujo diastólico) o arterial (ausencia de
5. Anticuerpos antilinfocitarios mono o policlonales: flujo). Se realiza ante el deterioro de la función renal,
OKT3, ANTI-CD25, timoglobulina: son productos como primera prueba, por su rapidez e inocuidad. El
biológicos dirigidos contra proteínas de superficie estudio isotópico nos permite valorar la perfusión
de la membrana linfocitaria para bloquear de renal y las fugas de la vía. Es complementaria de la
manera intensa y temporal la respuesta inmunoló- ecografía y en nuestro centro, ambas se realizan den-
gica. Las principales indicaciones comunes a todos tro del protocolo en las primeras 48 horas.
ellos, con alguna salvedad y especificidad, son: los
receptores de riesgo inmunológico (hiperinmuni- Complicaciones tempranas
zados y retrasplantes) y la prevención del NTA
(donante añoso, TIF prolongado, donante en asis- • Absceso de pared: más frecuente en recep-
tolia). La timoglobulina, además, se emplea en el tores obesos y ancianos. Se pueden prevenir
tratamiento del rechazo agudo corticorresistente. con profilaxis antibiótica, cierre cuidadoso del
plano subcutáneo, y en algunos casos, tonel uso
6. Nuevos fármacos en desarrollo: Leflunomida, FTY de un drenaje aspirativo subcutáneo en pacien-
720, 15-Deoxipergualina, LEA29Y. tes obesos.
to quirúrgico, ya que muchos pacientes responden te. Si persisten, es necesaria la embolización del
bien a tratamiento médico e incluso algunas este- vaso. Se pueden prevenir evitando biopsias muy
nosis regresan. La intervención estará indicada si la profundas y que no lleguen al hilio renal.
estenosis es > al 70%. La primera línea de trata-
miento será la dilatación endoluminal, porque, • Linfocele: son a causa de un escaso drenaje lin-
aunque los resultados son pobres, es menos agre- fático de los vasos ilíacos o por la secreción linfá-
siva que la cirugía, a la cual recurriremos si falla la tica del riñón trasplantado. Por esto es importan-
anterior, si la estenosis es a nivel de la anastomo- te un linfostasis cuidadoso en el campo quirúrgico,
sis o se trata de una plicatura. Consiste en la y ligar o poner clips en los vasos linfáticos que sec-
resección y reimplante usando vena safena, si cionemos. El tratamiento consiste en el drenaje
fuera necesario. Para evitarlas, es importante con- percutáneo del linfocele en aquellos casos en que
servar el parche aórtico, presevar íntegra la capa comprima los vasos ilíacos o el uréter hasta obte-
íntima y evitar una anastomosis a tensión. ner en débito escaso para pasar a realizar escle-
rosis con povidona yodada en algunos casos. En
• Fístula arterio-venosa o arterio-calicial caso de que esto falle, se procede a la marsupiali-
postbiopsia renal: son bastante frecuentes, y en zación del mismo con epiplonplastia, por cirugía
la mayoría de los casos regresan espontáneamen- abierta o laparoscópica(4).
Dermopatías en Urología
capítulo 61
Su presentación clínica varía entre máculas y dientemente de su etiología. Si afecta a la mucosa del
pápulas de colores que varían desde rojizo a glande se denomina balanitis y si afecta a la mucosa
marrón oscuro. Debe tenerse en cuenta su del prepucio balanopostitis. Están favorecidas por la
capacidad de malignización y transformación humedad permanente del saco uretral, sobre todo si
en melanomas. Su diagnóstico diferencial inclu- la higiene es deficiente y son infrecuentes en varones
ye: verrugas, queratosis seborreica, pecas, correctamente circuncidados. Las manifestaciones clíni-
papulosis bowenoide, carcinoma epidermoide cas son comunes a todos los tipos de balanitis. Suelen
o melanoma. Con frecuencia obligan a la toma presentarse como un enrojecimiento independiente-
de biopsias para establecer el diagnóstico exac- mente de la causa que las genere. Generalmente pro-
to. Son lesiones benignas que no precisan tra- vocan enrojecimiento o eritema de la mucosa del glan-
tamiento. de y/o prepucio que puede presentar un exudado
c) Acantosis nigrans. Es un engrosamiento ater- cuando se sobreinfecta. En balanitis asociadas a enfer-
ciopelado, difuso e hiperpigmentado de la medades sistémicas o crónicas, su inicio es más insidio-
piel, que se localiza en pliegues cutáneos. so y su sintomatología menos florida(3).
Aunque es asintomática, los pacientes relatan
sensación de suciedad por la lesión. Se puede Se pueden clasificar etiológicamente en Balanitis
asociar a: la herencia, endocrinopatías, obesi- por agentes físicos, Balanitis infecciosas y Balanitis con
dad, fármacos como la niacina, neoplasias del entidad anatomopatológica, según se expone en la
tracto gastrointestinal, próstata, ovarios y pul- Tabla 1. Los dos primeros grupos se desarrollarán en
món. No requiere tratamiento. las toxicodermias y en las lesiones ulcerativas, por lo
d) Tatuajes. Son alteraciones en la pigmentación que solamente nos detendremos en: 1) Balanitis con
adquiridas que no tienen significación clínica entidad anatomopatológica. 2) Balanitis candidiásicas.
(Figura 1).
Se desarrollan en este apartado debido a que son las
balanitis más freuentes.
5) Cuerpos extraños: Habitualmente son adquiri-
dos y se colocan en el pene con fines estéticos o
1) Las balanitis con entidad anatomopatoló-
para realizar determinadas prácticas sexuales.
gica se subdividen en: a) Balanitis plasmocelular o
Actualmente ya se ven con bastante frecuencia en
de Zoon. b) Balanitis xerótica obliterante. c) Bala-
los genitales masculinos. Las complicaciones están
nitis seudo epiteliomatosa.
relacionadas con sobreinfecciones, arrancamientos
o perforación de la uretra (Figura 1). a) Balanitis plasmocelular de Zoon. Es una derma-
tosis inflamatoria crónica que afecta a la
superficie interna del prepucio y al glande, que
BALANITIS fue descrita por Zoon en 1950. Habitual-
Y BALANOPOSTITIS mente se presenta en varones en edad avan-
zada y es de etiología desconocida. Las lesio-
Las balanitis engloban a cualquier proceso infla- nes características forman áreas confluyentes
matorio que afecte a la mucosa del pene, indepen- en glande y prepucio, con placas lisas, brillan-
Tabla 1. La balanitis y balanopostitis se clasifican en: balanitis por agentes físicos, balanitis infecciosas y balanitis
con entidad anatomopatológica.
tos tópicos o cualquier agente transmitido por las con tendencia a ulcerarse. El diagnóstico se basa
manos del propio paciente. En ocasiones las reac- en la clínica pero si presenta úlceras es necesario
ciones más severas pueden ocasionar ampollas y la confirmación histológica mediante toma de
necrosis tisular. Las zonas comprometidas son pru- biopsia. El diagnóstico diferencial incluye: lesiones
riginosas. El diagnóstico exige la identificación del ulcerativas como la sífilis y el chancro; inflamatorias
agente causal, lo que en ocasiones precisa de como la psoriasis o balanitis de Zoon; y lesiones
pruebas epicutáneas. El tratamiento implica supri- neoplásicas como la enfermedad de Bowen y el
mir el contacto con el agente etiológico, corticoi- carcinoma espinocelular. El liquen plano se resuel-
des tópicos, antihistamínicos orales y emolientes ve espontáneamente, aunque los esteroides tópi-
para aliviar la sintomatología (Figura 4). cos producen alivio sintomático (Figura 4).
2) Liquen plano. Es una enfermedad inflamatoria
pruriginosa de la piel. Afecta a las superficies fle-
xoras de los miembros, tronco, mucosa oral y TOXICODERMIAS
glande peneano. El pene se afecta en el 25% de los
varones con esta enfermedad. Su etiología es des- Son las dermatosis causadas por fármacos de
conocida, si bien se ha descrito asociada a fárma- forma directa o indirecta, con independencia de la vía
cos como el Captopril y beta-bloqueantes o a utilizada en la administración. Los fármacos relaciona-
enfermedades como la hepatitis C. La lesión dos con este tipo de toxicodermia se representan en
característica es una pápula poligonal violácea de la Tabla 2. En la mayoría de los casos se desconoce el
bordes aplanados. En el glande las lesiones pueden mecanismo que las ocasiona. Es difícil establecer su
tener aspecto anular pero suelen ser solitarias y verdadera incidencia debido a la dificultad para diag-
Tabla 2. Fármacos que con más frecuencia han sido relacionados con las dermatosis vesículo-ampollosas.
nosticarlas y al hecho de que alteraciones cutáneas de distintos momentos evolutivos a lo que debe
otro origen son con mucha frecuencia falsamente atri- su nombre. Existen dos variantes en función a
buidas a fármacos. Este tipo de reacción puede pro- su gravedad. La forma más leve presenta lesio-
ducir casi cualquier forma de lesión cutánea en cual- nes escarapeloides o en diana que son pato-
quier parte del cuerpo. Las lesiones más frecuentes gnomónicas, en placas oscuras con bordes
son las erupciones exantemáticas aunque también rojizos que pueden desarrollar vesículas y
pueden ser las urticarias, vasculares, purpúricas, lique- ampollas. La forma más grave o síndrome de
noides, vesiculoampollosas o pigmentaciones. A conti- Stevens-Johnson, se inicia de forma aguda con
nuación se analiza alguna de las formas de presenta- lesiones como las descritas anteriormente. Se
ción más llamativas de las lesiones vesiculoampollo- caracteriza por una afectación mucocutánea
sas(5). Las describimos de forma independizada, aun- de dos o más superficies mucosas, presencia
que hay autores que las consideran formas evolutivas de afectación sistémica y una importante
o variantes de una misma dermatosis. mortalidad. El diagnóstico es clínico y el trata-
a) Eritema fijo pigmentario. Consiste en la apari- miento local, evitando la sobreinfección de las
ción de una o varias placas eritematosas bien lesiones (Figura 4D).
delimitadas de pocos centímetros de diáme- c) Necrolisis epidérmica tóxica o síndrome de Lyell.
tro, con bordes bien definidos, sobre la que Es una intensa reacción en forma de eritema
puede aparecer una gran ampolla tras la generalizado con posterior despegamiento
ingesta de un medicamento. Su aparición epidérmico. La etiología puede ser múltiple e
suele ir precedida de prurito con afectación incluye: infecciones virales, bacterianas o micó-
de la mucosa oral y genital en donde fácil- ticas; y fármacos como las sulfamidas, AINE y
mente se erosionan. A los pocos días pierde anticonvulsionantes. Aparecen a la semana del
actividad y se desvanece dejando una hiper- contacto con el agente causal y están prece-
pigmentación residual. Ante una nueva admi- didas de hipersensibilidad cutánea. Las lesio-
nistración del fármaco, la erupción recidiva en nes se inician con un exantema multiforme
las mismas localizaciones y en nuevos brotes generalizado sobre el que aparecen ampollas
sobre zonas previamente sanas. Su diagnósti- que tienden a confluir, erosionándose. Al
co es clínico al reconocer la lesión y se resuel- mismo tiempo grandes zonas se despegan
ve sin secuelas tras suprimir el fármaco impli- semejando quemaduras. En pocas semanas
cado (Figura 4C). evoluciona a la curación, pero hay hasta un
b) Eritema polimorfo multiforme. Es una dermato- 50% de mortalidad por complicaciones. El tra-
sis aguda generalizada que cursa en brotes tamiento requiere a menudo el ingreso en una
con intervalos de pocos días, con lesiones en unidad de quemados (Figura 4E).
Otras enfermedades autoinmunes son excepcio- mendándose que sea combinado para evitar
nales. En el lupus eritematoso se ha descrito un caso resistencias. Los fármacos más utilizados son la
de vasculitis necrotizante de pene con una lesión pur- sulfona, rifampicina y clofazimina. La tuberculo-
púrica rodeada de petequias en la cara ventral del sis cutánea es una enfermedad infecciosa pro-
pene. En la dermatomiositis se ha descrito algún caso vocada por el Mycobacterium tuberculosis. La
con necrosis escrotal. En la sarcoidosis también se han afectación genital es excepcional, siendo la
descrito nódulos subcutáneos y úlceras en el escroto tuberculosis primaria de pene la más frecuen-
y pene. En la amiloidosis se han descrito lesiones pur- te, producida por contacto sexual con una per-
púricas, petequias y nódulos que recuerdan a los con- sona infectada.
dilomas lata. Los pénfigos y penfigoides son enferme- c) La tuberculosis secundaria del pene es producida
dades cutáneas de afectación sistémica que producen por diseminación hematógena de las micobac-
lesiones ampollosas intradérmicas en los pénfigos y terias a partir de un foco primario. En los geni-
subepidérmicas en los penfigoides. Pueden afectar a tales aparecen úlceras granulomatosas superfi-
los genitales en el seno de la afectación generalizada ciales o nódulos subcutáneos. El diagnóstico
característica de estas enfermedades (Figura 5). exige la identificación del bacilo y en la biopsia
podemos confirmar los granulomas tuberculo-
2) Enfermedades sistémicas con afectación sos. El tratamiento se realiza mediante extirpa-
genital. Las más frecuentes son: ción-biopsia de la lesión y tuberculostáticos.
a) La psoriasis. Es una enfermedad cutánea sisté-
mica que afecta al 1% de la población mundial.
Las lesiones características son placas eritema-
tosas cubiertas de escamas blancas plateadas. INFESTACIONES
Afecta fundamentalmente al cuero cabelludo,
codos y rodillas. El diagnóstico de psoriasis Las parasitosis que más frecuentemente afectan a
genital viene dado generalmente por la obser- los genitales son la sarna y la pediculosis púbica(7). Otras,
vación de las lesiones típicas en otras localiza- como la amebiasis, la bilharciosis o infestaciones por pul-
ciones más frecuentes. La evolución es crónica gas y garrapatas, son menos frecuentes en nuestro país.
con brotes de exacerbaciones y remisiones. La En general han disminuido su frecuencia fundamental-
psoriasis en el pene es una dermatosis no infec- mente por la modificación de los hábitos higiénicos.
ciosa frecuente, que puede presentarse con
una sola placa de color típico y bordes bien 1) Las infestaciones más frecuentes son:
definidos en el glande. El tratamiento son los a) La sarna. La sarna es una enfermedad produ-
esteroides tópicos de baja potencia (Figura 5). cida por el Sarcoptes scabei, un ácaro cuya
b) La lepra es una enfermedad crónica causada hembra fertilizada excava una galería a lo
por el Mycobacterium leprae, que afecta prima- largo del estrato córneo y la epidermis, depo-
riamente a los nervios periféricos y secunda- sitando huevos en el camino. El surco labrado
riamente a la piel y otros tejidos. En nuestro en la piel por el parásito es signo patogno-
país es poco frecuente. La lepra lepromatosa mónico para el diagnóstico. El ácaro tiene pre-
puede afectar a los genitales en el escroto y en ferencia por manos y muñecas, pero en el
el prepucio con lesiones hipopigmentadas y varón el escroto y el pene es un lugar de fre-
nódulos. En el aparato urinario es frecuente la cuente afectación. La sarna se suele transmitir
afectación de los testículos y el epidídimo que por contacto directo personal e indirecto con
conduce a una atrofia de ambos, produciendo prendas de vestir o ropa de lencería. Clínica-
esterilidad, impotencia y ginecomastia. En fases mente la manifestación principal es un inten-
avanzadas de la enfermedad se produce afec- so prurito con exacerbación nocturna. En los
tación renal y vesical por afectación en forma genitales pueden encontrarse los surcos del
de amiloidosis secundaria. El diagnóstico exige parásito, pero la lesión más característica son
la identificación del bacilo responsable y el tra- nódulos de pocos milímetros de diámetro.
tamiento se realiza con quimioterapia, reco- Los nódulos se cronifican, y a pesar de trata-
2) Infecciones genitales no sexuales. La región nes. Es posible por tanto encontrarnos con folicu-
genital está compuesta por piel y anejos con las litis, furunculosis, hidrosadenitis, eritrasma, ectima
mismas características que el resto del cuerpo, por gangrenosa, erisipela, intertrigos y celulitis en dis-
lo que no será ajena a las mismas infecciones cutá- tintas localizaciones genitales. En este grupo inclui-
neas como las que aparecen en otras localizacio- remos y describiremos más detenidamente la gan-
Úlceras no
Sífilis Chancro blando Herpes genital infecciosas
grena de Fournier(8), por la elevada morbimortali- Una vez reconocido el cuadro y correctamente
dad que presenta. diagnosticado el tratamiento debe ser instaurado de
inmediato, ya que se trata de una verdadera urgencia.
La “gangrena de Fournier” (Figura 6) es una severa Si el paciente presenta shock séptico una vez estabi-
infección subcutánea, generalmente polimicrobiana, lizado hemodinámicamente, se iniciará tratamiento
que se inicia en la vecindad del punto de entrada que con antibioterapia de amplio espectro, generalmente
suele ser uretral, rectal o cutáneo. Se ve favorecida en asociando varios fármacos. La ampicilina, gentamicina
pacientes diabéticos, alcohólicos o neoplásicos. Da y clindamicina o metronidazol es una asociación clá-
lugar a una intensa celulitis que evoluciona a una fasci- sicamente utilizada con buena respuesta. Actual-
tis necrotizante con necrosis tisular y finalmente gan- mente también se dispone de otras alternativas co-
grena. La progresión de la necrosis tisular es secunda- mo cefalosporinas de 3.ª generación y carbapemenes.
ria a la obliteración de las pequeñas arterias cutáneas y Además es imprescindible realizar tratamiento qui-
subcutáneas por endoarteritis obliterante y trombosis rúrgico con amplio desbridamiento, resecando todo
vascular secundaria. La etiología suele ser la infección el tejido necrótico. En el postoperatorio inmediato
polimicrobiana generalmente por gérmenes anaeróbi- se deben realizar curas diarias con agua oxigenada,
cos de lesiones producidas por: a) causa urológica siendo preciso en ocasiones ampliar la desbridación
como estenosis uretrales con extravasación de orina, inicial. En caso de que persista el cuadro tóxico, des-
falsas vías tras instrumentación, fístulas uretrales, uretri- pués de aplicar las medidas descritas anteriormente,
tis de repetición, parafimosis, vasectomía, cirugía escro- se puede indicar tratamiento con cámara hiperbárica.
tal, circuncisión, biopsia de próstata; b) causa rectal La mortalidad de esta enfermedad es elevada, con un
como abscesos perianales, fístulas, cirugía anorrectal. promedio en la literatura del 20%.
Quistes del
rafe medio
como verrugas víricas, Moluscum Contagiosum, diagnóstico diferencial debe incluir: balanitis
queratosis seborreica o queratoacantoma. En circinada del síndrome de Reiter, balanitis de
un elevado porcentaje de casos es posible Zoon, eritema fijo medicamentoso, enferme-
identificar infección por VPH (habitualmente dad de Bowen y carcinoma escamoso infil-
serotipo 16). El aspecto es el de un verda- trante. El tratamiento debe ser agresivo,
dero cuerno, duro a la palpación, localizado mediante exéresis quirúrgica o criocirugía.
en el glande o en el prepucio. El diagnóstico También se ha utilizado vaporización con láser
es clínico y el tratamiento es la exéresis de por el excelente resultado estético (Figura 7).
la lesión. Es obligado el seguimiento del b) Enfermedad de Bowen. Es un carcinoma intrae-
paciente ante la posibilidad de malignización pitelial indistinguible de la eritroplasia de
(Figura 7). Queyrat histopatológicamente. Puede apare-
c) Balanitis micácea o hiperqueratosis seudoepite- cer en cualquier parte de la piel del cuerpo
liomatosa. Entidad ya descrita junto a la balani- como una placa eritematosa. En los genitales
tis xerótica obliterante. Se ha descrito una ele- masculinos puede afectar a cualquier localiza-
vada tendencia a malignización, dando lugar a ción del pene y raramente del escroto. Com-
un carcinoma escamoso infiltrante o carcino- parte con la eritroplasia de Queyrat la etio-
ma verrucoso. También está descrita la malig- patogenia, comportamiento clínico, evolución,
nización a fibrosarcoma después de haber diagnóstico y tratamiento.
sido tratada con crioterapia. c) Papulosis bowenoide. Es una lesión de aspecto
d) Leucoplaquia o leucoqueratosis precancerosa. Es clínico similar a cualquier formación verrugoi-
un engrosamiento blanquecino del epitelio de de. Son pápulas eritematosas múltiples de
las mucosas que se presenta como placas menos de 1 cm de diámetro, que pueden con-
superficiales. En el pene precisa para su diag- fluir hasta formar placas. Presenta una impor-
nóstico de estudio histológico. Su tratamiento tante relación con la infección por el VPH
implica la exéresis biópsica de la lesión(10). sobre todo con el serotipo 16. Afecta a varo-
nes jóvenes sexualmente activos. Histológi-
3) Tumores intraepiteliales o carcinoma in camente es un carcinoma in situ, con la dife-
situ. Son lesiones que cumplen criterios anatomo- rencia de que los queratinocitos no sustituyen
patológicos para ser consideradas como neoplasias a la epidermis completa, sino que se encuen-
intraepiteliales o carcinoma in situ del epitelio esca- tran dispersos de forma aleatoria. En varones
moso, con una presentación clínica que sugiere dis- no existen casos descritos de malignización, lo
tintos estadios de una misma entidad. Distinguimos que la distingue de las otras formas de lesión
tres formas clínicas: eritroplasia de Queyrat, enfer- intraepitelial. En parejas femeninas de estos
medad de Bowen y papulosis Bowenoide. varones existe mayor riesgo de desarrollar
a) Eritroplasia de Queyrat. Es una lesión en forma neoplasia cervical uterina. Debido al pronósti-
de placa, bien delimitada de color rojo brillan- co benigno de la lesión, el tratamiento se reali-
te y aterciopelado, que puede ser única o za con métodos de escisión local, como elec-
múltiple que se localiza habitualmente en el trocoagulación, crioterapia o aplicación tópica
pene. Es indistinguible clínica e histológica- de 5-fluoracilo(11).
mente de la enfermedad de Bowen. Se suele
presentar generalmente en varones no cir- 4) Lesiones tumorales infiltrantes más carac-
cuncidados entre los 20 y 60 años de edad. terísticas son:
Tiene una importante relación con la infec- a) El carcinoma epidermoide de pene y escroto
ción por VPH, en especial con determinados (Figura 7). Es una neoplasia poco frecuente en
serotipos 16 y 18. Su diagnóstico exige la países desarrollados y supone menos del 1%
toma de biopsia para estudio histopatológico, del total de neoplasias malignas del varón. Sin
ya que es fundamental determinar si la lesión embargo, en países de Asia, África o Suramé-
supera la epidermis, en cuyo caso el diagnós- rica puede llegar hasta el 20% de las neopla-
tico será de carcinoma escamoso infiltrante. El sias malignas que afectan a varones. Se pre-
senta en mayores de 50 años. En su etiopato- ta puede ser una masa inguinal o incluso una
genia existen varios factores de riesgo clara- ulceración o hemorragia de las lesiones. La
mente relacionados: fimosis y mala higiene lesión puede afectar a cualquier parte del
genital por el clima de humedad; maceración pene o del escroto. La evolución es localmen-
e irritación constante de las secreciones acu- te infiltrante con capacidad para metastatizar
muladas; y la infección por VPH, sobre todo por vía linfática o hematógena, menos fre-
por los serotipos 16 y 18. Clínicamente es una cuentemente. El diagnóstico se realiza con
neoplasia con poca sintomatología sistémica toma de biopsia. Histológicamente sigue vigen-
ya que metastatiza a otros órganos en raras te la clasificación de Broders en función de la
ocasiones. La lesión primaria suele ser indolo- diferenciación histológica, si bien para el
ra, lo que unido a la fimosis, puede hacer no manejo clínico de la enfermedad se utiliza la
visible la lesión, siendo un exudado maloliente clasificación TNM de la UICC. El tratamiento
o incluso una retención aguda de orina el es quirúrgico con extensión variable en fun-
motivo de consulta. No es infrecuente que la ción de la extensión que tenga la lesión.
enfermedad se consulte en avanzado estado b) Carcinoma verrugoso.También denominado Con-
de evolución debido a vergüenza o falta de diloma gigante o tumor de Buschke-Lowenstein.
atención, en estos casos, el motivo de consul- Es un tipo de carcinoma epidermoide de cre-
4. Mascaró JM. Dermatosis de la mucosa anogenital. In: 9. Castro JC. Patología cutánea del pene III. Patología
Mascaró JM, eds. Claves para el diagnóstico clínico en tumoral. Piel. 1997; 12: 248-254.
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5. From L, Assad D. Neoplasms, pseudoneoplasms and ment of balanoposthitis. International Journal of STD
hyperplasia of supporting tissue origen. In: Fitzpatrick & AIDS 2001; (Suppl.3): 68-72.
TB, eds. Dermatology in general medicine. Nueva 11. Bunker CB. Topics in penile dermatology. Clinical
York: McGraw-Hill,1993: 15-81. Dermatology 2001; 26: 469-479.
Nuevas tecnologías
y perspectivas de futuro
Nuevas tecnologías
y perspectivas de futuro
Nuevas tecnologías
y perspectivas de futuro
Nuevas tecnologías en diagnóstico ............................................................................................................ 1147
Novedades tecnológicas terapéuticas ..................................................................................................... 1151
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1164
62. Nuevas tecnologías y perspectivas de futuro
capítulo 62
Nuevas tecnologías
y perspectivas de futuro
metabólica y a las interferencias de la acumulación del en el manejo del cáncer renal. Sus aplicaciones inclu-
radio-trazador en vejiga y uréteres. Los resultados yen la capacidad para evaluar la realización de una
preliminares con otros radio-trazadores como la coli- nefrectomía parcial o de una ampliada y en los nue-
na y el acetato parecen mejores en cuanto a actividad vos tratamientos mínimamente invasivos, como son
tumoral en comparación con FDG, aportando tam- la crioterapia y la radiofrecuencia, para la identifica-
bién la ventaja de su eliminación por vía no urinaria. ción de la lesión y la monitorización del tratamiento.
Son necesarios posteriores estudios de validación
para añadir su utilización de manera rutinaria en el
diagnóstico de cáncer de próstata2. En la evaluación de la cirugía conservadora, la
ecografía intra-operatoria delimita de una manera
Respecto al cáncer de vejiga, el PET no tiene, más nítida los bordes tumorales permitiendo pre-
actualmente, ninguna aplicación clínica. La literatura servar la mayor cantidad de margen posible, así
actual sugiere que el PET puede ser útil para identifi- como la exploración del resto del riñón, permitien-
car lesiones ganglionares y metastáticas. do descartar una multicentricidad. Se ha demostra-
do que en tumores heredo-familiares la ecografía
intraoperatoria permite identificar un 25% más de
En cáncer renal, la TC sigue siendo el estándar de
oro para el diagnóstico del cáncer renal localizado, aun- tumores que se escapan a la visión del cirujano4.
que la PET ha demostrado su precisión en el diagnós- Otra de las posibilidades de esta técnica es la carac-
tico del cáncer renal. Sin embargo, si que es útil en el terización correcta de lesiones dudosas mediante
diagnóstico de enfermedad ganglionar y en la monito- otras técnicas de imagen, como quistes complejos, la
rización de la enfermedad, tanto en su progresión, recu- presencia de un trombo venoso y la determinación
rrencia local, así como en la respuesta al tratamiento2. de su nivel.
zando ecografía, con lo que se obtiene un mejor gía urológica. Utilizaron un brazo robótico industrial
resultado oncológico y funcional12. modificado para la realización de una resección trans-
uretral de próstata en humanos. En 1992 aparece el
En toda la patología urológica se están desarro- primer sistema comercializado, ROBODOC, un brazo
llando nuevas y apasionantes técnicas de imagen, que robótico, diseñado y utilizado para la realización de
pueden afectar al futuro manejo de nuestros pacien- cirugía protésica de cadera.
tes. Nuevos equipos de ecografía, resonancia, tomo-
grafía, medicina nuclear, están mejorando tanto la El AESOP (Automated Endoscopic System for
habilidad para estatificar correctamente los pacientes, Optimal Positioning) fue el primer sistema robótico
como en su seguimiento de los cambios post-tera- comercializado para cirugías laparoscópicas, consisten-
péuticos. Varios problemas han de resolverse antes de te en un brazo articulado que se activa por la voz y
su aplicación generalizada y son la estandarización de manipula un laparoscopio estándar. Fue el primer sis-
los pacientes para los ensayos clínicos, la reproducibi- tema robótico aprobado por la FDA (U.S. Food and
lidad de los resultados de esta técnica entre diferen- Drug Adminstration).
tes centros, así como el conocimiento de cómo la
información obtenida con estas nuevas modalidades En 1995 se fundó la Intuitive Surgery (Sunnyvale,
influye en el cuidado del paciente. Estaremos, ansiosa- CA, USA) que diseñó el Da Vinci®, introduciendo su
mente, esperando los resultados a estas preguntas. robot de tres brazos. Inicialmente, el sistema Da
Vinci® se utilizó para la realización de colecistectomí-
as, fue aprobado por la FDA por uso en 1998. Poste-
riormente la compañía Computer Motion (Santa
NOVEDADES TECNOLÓGICAS Bárbara. CA, USA) diseñó el Zeus®, desarrollado y
TERAPÉUTICAS comercializado en 1998. Son los únicos robots en el
mercado. En 2003 ambas compañías se fusionaron.
Cirugía robótica
La historia de la robótica empieza con la de la
Introducción histórica: laparoscopia. En 1992 en la reunión de la AUA,
La primera cirugía robótica fue realiza por Kwoh Schuessler comunica el intento de realización de dos
y cols. en 1988, quienes utilizaron un brazo industrial prostatectomías laparoscópicas. El mismo equipo ya
modificado para guiar un láser en una cirugía estero- en 1997 concluye que no tiene ventajas objetivas
táxica cerebral. En 1991, Davies y cols. fueron los pri- sobre la prostatectomía radical retropúbica (RRP) por
meros en comunicar la utilización de un robot en ciru- el tiempo que necesita. En diciembre del mismo año,
Figura 3. A) Resonancia cerebral con un equipo de 1,5 Teslas. B) Resonancia cerebral con un equipo de
3 Teslas. C) Imagen tridimensional cerebral con un equipo de 3 Teslas en la que se visualizan áreas cerebrales
con distinta actividad.
Gaston comunica que es falible su realización en La mayoría de los sistemas utilizados hoy en día en
menos de 6 horas. G. Valencien y B. Guilleneau reali- cirugía urológica son sistemas maestro-esclavo
zan en enero del 98 la primera RPL en su hospital. (AESOP, Zeus, Da Vinci). Estos sistemas permiten la
posibiidad de telecirugía, el cirujano (maestro) está en
En Marzo del 2000, Binder realiza en Frankfurt la una sala de control, situada remotamente del pacien-
primera RPL asistida por robot. En octubre del 2000, te que se encuentra en el quirófano. Desafortuna-
Valencien realiza la primera RPL asistida por robot en damente, es necesaria una velocidad de señal alta y el
el Institute Vattikuti de Detroit, del que se hace cargo retraso en la transmisión debe ser menor de 300 m.
Mani Menon. Desde entonces todo se ha disparado y entre los dos emplazamientos. Hasta que todas las
si en 2000 se hicieron 36 prostatectomías radicales líneas de transmisión sean convertidas de las clásicas
con robot, en el 2006 se han comunicado al menos de cobre a las modernas de fibra óptica, los retrasos
3.000 RARP13 y se calcula que se harán 33.500; en no la hacen factible. Los sistemas maestro-esclavo son
Estados Unidos hay 260 robots, en Europa 70. El futu- los dominantes en la cirugía urológica. A continuación
ro ya ha empezado. los detallamos.
Figura 4. Prototipo de resonancia abierta en “doble-donnut” de 1,5 Teslas de General Electric 1.5T en uso en el
Brigham and Womens’ Hospital, Boston.Vista desde el interior (izquierda) y desde el lateral (derecha).
(Reproducido con permiso de la Unidad de Terapia Resonancia Magnética, Brigham and Womens’ Hospital.)
ma parte del equipo convencional para una prosta- Figura 5. El Automated Endoscopic System for
tectomía laparoscópica. Optimal Positioning (AESOP) robotic system. ©2005
Intuitive Surgical,Inc.
Zeus
Posteriormente al AESOP, Computer Motion
desarrolló el sistema robótico ZEUS. Consta de tres
brazos controlados desde una consola de trabajo. El
sistema AESOP controla la cámara, mientras que dos
brazos adicionales controlan los brazos con instru-
mentos quirúrgicos. El cirujano se sienta en una con-
sola de trabajo ergonómica con el robot en su línea
de visión14 (Figura 6). Los instrumentos son reutiliza-
bles y no necesitan trócares específicos. Este sistema
ya no está comercializado, aunque Intuitive Surgical se
encarga de los sistemas que están en funcionamiento.
Da Vinci
Hoy en día, el sistema robótico Da Vinci es el sis-
tema mas avanzado de cirugía robótica clase iii.
Consta una torre robótica y de una consola de traba-
jo. La cámara incluye dos ópticas separadas para visión
binocular, que genera una visión estereoscópica tridi-
mensional con un campo de aumento de 10-15 X. tro) del paciente (Figura 7). En la actualidad es el único
Otros dos o tres brazos que salen de la torre permi- sistema de telecirugía disponible en la actualidad15.
ten manipular instrumentos quirúrgicos. Estos se arti-
culan a la muñeca con siete grados de libertad. La arti- Aplicaciones generales
culación bidireccional y la pinza, simulan los movi- de la cirugía robótica
mientos genuinos de la mano del cirujano. El eje La Urología se encuentra inmersa en una revolu-
manos-ojos del cirujano está situado de tal manera ción tecnológica con la introducción y la aplicación de
que crea la ilusión de estar operando encima (o den- los robots para la cirugía. Los procedimientos robóti-
cos están proliferando a lo largo del mundo. Su utili- Cistectomía asistida por robot
zación ha situado a la cirugía laparoscópica conven- La primera publicación de una serie de cistecto-
cional un escalón por debajo. Debido a su precisión a mías radicales realizadas con robot fue publicada en
la hora de cortar, y sobre todo, de reconstruir y de 2003 por Menon y cols. utilizando el Da Vinci para la
sutura, los procedimientos que se hacían por cirugía realización de la cistectomía y la linfadenectomía, rea-
convencional pueden realizarse ahora de una manera lizando una miniincisión para la extracción de la pieza
más elegante y más fácil. y reconstrucción intestinal extracorpórea, con poste-
rior anastómosis uretral intracorpórea asistida con
Prostatectomía radical laparoscópica asistida robot. La realización de una neovejiga ortotópica de
por Robot (RARP) manera intracorpórea ha sido también publicada17.
El rasgo distintivo de la RAPR son los siete gra-
dos de libertad de los instrumentos quirúrgicos, Conforme los cirujanos van adquiriendo mayor
que junto con la eliminación del temblor, permiten destreza, éstos son capaces de realizar procedimien-
una disección más precisa. Estas ventajas permiten tos de mayor complejidad, como son derivaciones uri-
reducir la curva de aprendizaje de la prostatecto- narias y reconstrucciones intracorpóreas.
mía radical en comparación con la prostatectomía
laparoscópica convencional. Las publicaciones de Urología pediátrica y otras aplicaciones
las series de prostatectomías robóticas sugieren Aunque la cirugía robótica infantil está en pañales,
una disminución de las pérdidas sanguíneas, estan- pequeñas series y algunos casos han sido publicados,
cia hospitalaria, tiempo de cateterización y compli- utilizando sistemas robóticos para la realización de
caciones postoperatorias, una vez se ha superado ureteroneocistostomías, heminefrectomías, apendico-
la curva de aprendizaje. Dos estudios han compa- vesicostomías, siendo la pieloplastia transperitoneal el
rado la RARP con la prostatectomía abierta. Los procedimiento más realizado.
tiempos quirúrgicos eran similares en ambas pero
existía un significativa disminución de la pérdida Otras aplicaciones actuales de la cirugía robótica
sanguínea, porcentajes de transfusión, estancia hos- son: sacrocolpopexia, reparaciones de fístulas vésico-
pitalaria, tiempo de cateterización y complicacio- vaginales, nefrectomías, nefrectomías parciales y supra-
nes. Se han publicado los resultados oncológicos y rrenalectomías.
funcionales iniciales después de cirugía robótica.
Con seis meses de seguimiento, presentaban una El futuro de la cirugía robótica
potencia y capacidad para penetración del 82% y La cirugía robótica se encuentra en su fase inicial,
del 64%, respectivamente, en varones menores de sus accesorios se están desarrollando de una manera
60 años. En varones mayores de 60 años éstos dis- paralela al desarrollo de la Urología, lo que permite
minuían hasta un 75% y 38%, respectivamente. En aplicar esta tecnología a un número cada vez mayor
cuanto a la continencia, el 96% de los pacientes de indicaciones.
estaban continentes16.
El Da Vinci se desarrolló inicialmente para cirugía
Aunque los resultados iniciales son muy alentado- cardiaca, por lo que estaba diseñado para movimien-
res, hay que destacar que no hay resultados a largo tos en un campo quirúrgico pequeño y por tanto su
plazo respecto a continencia, función eréctil, progre- aplicación a la cirugía abdominal tiene sus limitaciones.
sión bioquímica y recidiva de la enfermedad. En la actualidad se están desarrollando modelos con
mayor movilidad de sus brazos, lo que permitirá tra-
Pieloplastia asistida por robot bajar en campos quirúrgicos más amplios, como el
La mayor ventaja de la cirugía robótica frente a la abdominal.
convencional es la capacidad de sutura intracorpórea.
La primera pieloplastia robótica fue realizada por Sung Otro de sus inconvenientes, en el que se está
y cols. Después de esta experiencia inicial, la pielo- trabajando, es la movilidad del robot. Los modelos
plastia robótica ha conseguido resultados satisfacto- actuales son pesados y difíciles de mover, suponien-
rios en múltiples pacientes. do un impedimento a la hora de su colocación, así
como de la movilidad dentro del quirófano. El desa- la última década, los láser han evolucionado, son más
rrollo de modelos más ligeros y móviles, permitirá compactos, potentes, abordables y fáciles de usar y el
una mayor versatilidad a la hora de desarrollar nue- conocimiento clínico de las interacciones láser-tejido
vas indicaciones. han aumentado. Los láser han revolucionado la clínica
práctica de diversas especialidades, como son la oftal-
La genuina debilidad del sistema es la falta de sen- mología y la dermatología.
sibilidad propioceptiva y la ausencia de feed-back tác-
til, que ha sugerido a algunos la razón del alto índice En Urología, el impacto de los láser en la clínica
de márgenes con esta técnica. Sin embargo, aunque el práctica ha evolucionado a un ritmo inferior, aunque su
desarrollo de sensores táctiles es un desafío notable, impacto en la clínica ha sido relevante. Los láser en
han comunicado en Science el desarrollo de un sen- estado sólido, como son el de doble frecuencia neody-
sor que podría ser aplicado a brazos de robótica18. mium:yttrium-aluminum-garnet (Nd:YAG) potassium-
titanyl-phosphate (KTP) y el holmiun láser (Ho):YAG,
La telecirugía es un campo emergente en la Uro- han reemplazado los antiguos láser de gas, como eran
logía, sus aplicaciones son varias, pero fundamental- los láser de Argon y Dye, para procedimientos sobre
mente permitirá un inicio tutelado por un cirujano tejidos blandos y duros (Figura 8).
experto, así como la realización de intervenciones con
el cirujano en cualquier parte del mundo con una ópti- A su vez, debido al desarrollo y mejora en la tec-
ma conexión, o para fines militares o aeroespaciales15. nología de los endoscopios flexibles y de fibras ópti-
cas de sílice, de pequeño tamaño, flexibles, biocompa-
La realidad en otros países como Estados Unidos, tibles y baratas, se ha generado un gran interés en
es que los pacientes escogen cirugía por la percepción torno a la utilización del láser y fibra óptica para la rea-
de un mejor control oncológico y la descartan por lización de procedimientos mínimamente invasivos en
miedo al dolor, percepción de efectos secundarios tracto urológico.
indeseables y los inconvenientes de una peor y más
tardía recuperación. La cirugía robótica es oncológica- Los procedimientos con láser en Urología se
mente eficaz, mínimamente dolorosa, funcionalmente basan en un amplio abanico de mecanismos en la inte-
excelente en incontinencia e impotencia y de rápida
recuperación. Es decir, se puede convertir en el méto- Figura 6. Sistema robótico Zeus . ©2005 Intuitive
do más elegido por los pacientes. Surgical, Inc.
Láser.Aplicaciones y futuro
Hasta hace relativamente poco tiempo, la visión
general de los láser es que eran muy variados, caros,
difíciles de usar y caros de mantener. Sin embargo, en
Figura 7. A) Sistema robótico Da Vinci. B) Consola del cirujano con imagen 3D del campo quirúrgico.
C) Articulación laparoscópica con 7 grados de libertad. ©2005 Intuitive Surgical, Inc.
racción láser-tejido, incluyendo foto-térmico, foto- La fibra óptica se emplaza en contacto directo con la
mecánico y foto-químico19. Ejemplos de las aplicacio- piedra, y un pulso corto de láser es asestado, lo que
nes foto-térmicas incluyen las ablaciones de tejidos resulta en una onda de choque sobre la superficie de
blandos para el tratamiento de la hipertrofia prostáti- la piedra. Es capaz de fragmentar cualquier tipo de cál-
ca benigna (HBP), estenosis, cáncer de vejiga, cicatriza- culo excepto de cistina, Los inconvenientes que pre-
ción de tejidos mediante (sellado) y litotricias con láser senta este láser son su tamaño, coste y mantenimien-
de pulso largo. Las aplicaciones foto-mecánicas incluye to alto, lo que ha generado su desuso20.
la litotricia mediante pulso corto y como ejemplo de
las aplicaciones foto-químicas tenemos la terapia foto- En un intento de reducir costes, abaratar el mante-
dinámica para el cáncer de próstata y de vejiga. nimiento y reducir el tamaño, los fabricantes de láser
han introducido nuevos láser con longitud de onda y
Procedimientos clínicos con láser duración de pulso similares al láser de adición, con el
En la actualidad existen dos aplicaciones funda- objetivo de reproducir sus efectos. Por ejemplo, el
mentales en la aplicación de los láser en Urología: son FREDDY es un láser compacto, barato, de fácil mante-
la litotricia láser para la ruptura de cálculos en el trac- nimiento, que emite unos pulsos de láser de 1 μ con
to urinario y la ablación del tejido prostático para el unas longitudes de ondas combinadas entre 532/1.064
tratamiento de la HBP. nm. Este láser es efectivo para la fragmentación de la
mayoría de los tipos de cálculos sin riesgo de perforar
Litotricia láser la pared ureteral. El láser de FREDDY se diseñó para la
Las aplicaciones clínicas para la litotricia láser realización de procedimientos litotrípsicos, y no debería
empezaron en la mitad de los 80, con la introducción utilizarse con otras aplicaciones sobre tejidos blandos.
del láser pulsado de adición, el cual opera con un
pulso corto de 1 μ y con una longitud de onda de El láser de Holmiun (Ho:YAG) ha sustituido al de
504 nm. Provoca la fragmentación de los cálculos de adición como el láser de elección para el tratamiento
urinarios mediante un procedimiento foto-mecánico. de la litiasis. Al contrario que el láser de adición y el
FREDDY, el láser Ho:YAG trabaja con un pulso largo que se limitaron a próstatas de pequeño tamaño.
de aproximadamente 500 μ, lo que resulta en un Posteriormente se desarrolló la resección de la prós-
mecanismo de destrucción foto-térmica del cálculo, tata con láser Holmiun (HoLRP), pero era un proce-
con una descomposicón química de los fragmentos dimiento de difícil aprendizaje y que ha terminado
del cálculo irradiados. La mayor ventaja del láser evolucionando al que hoy conocemos como enuclea-
Ho:YAG es que puede utilizarse para aplicaciones ción prostática con láser Holmiun (HoLEP), que con-
sobre tejidos blandos (ej. HBP, estenosis de uretra, siste en la resección de la próstata en pedazos que se
ablaciones de tumores) al igual que para cálculos, lo empujan al interior de la vejiga donde son triturados
que compensa su inversión, gracias a su versatilidad20. posteriormente y eliminados de la vejiga. Esta última
técnica permite realizar tratamientos para próstatas
Hiperplasia benigna de próstata (HBP) muy grandes de 70-100 g. Estudios aleatorizados
En la actualidad existen múltiples procedimientos comparando la RTU-P con la HoLEP han demostrado
con láser para el tratamiento de la HBP, como son la una mejoría en cuanto a la sintomatología y a la obs-
ablación visual de la próstata (VLAP), la coagulación trucción. Sin embargo, este procedimiento requiere
intersticial (ILC), ambos con láser de Nd:YAG, y la una mayor inversión económica y tiene una curva de
resección de la próstata mediante Ho:YAG láser. aprendizaje mayor que el KTP, así como una mayor
Recientemente se ha utilizado como alternativa al duración del procedimiento20.
láser de Nd:YAG (1.064 nm) el láser de doble fre-
cuencia de Nd:YAG o láser KTP (532 nm). Esta longi- Estenosis de uretra
tud de onda se absorbe de una manera más fuerte La reconstrucción quirúrgica de la uretra continúa
por la sangre, resultando en una penetración más siendo el tratamiento estándar de oro para las este-
superficial sobre el tejido (1 mm) y una ablación más nosis de uretra, pero existen numerosas técnicas míni-
eficiente del tejido con una coagulación menor, de mamente invasivas disponibles para el tratamiento de
aproximadamente 1-2 mm. Los pioneros en la aplica- las mismas, incluyendo dilataciones neumáticas, cortes
ción del KTP fueron Malek y cols. y lo denominaron con bisturí frío (Sachse), electrocoagulación e incisio-
fotovaporización selectiva de la próstata (PVP), debi- nes con láser Ho:YAG. Estos procedimientos tienen
do a que la longitud de onda del láser es selectiva- unos resultados que varían entre 20-80%, dependien-
mente absorbida por la sangre del tejido y utilizada do de una variedad de factores, incluyendo la técnica
para vaporizar la próstata de manera selectiva. En la quirúrgica, el tipo de estenosis, la cicatriz que genera
actualidad y gracias a la mayor potencia de los mode- la estenosis, el seguimiento del paciente, etc.
los comerciales de hasta 80 W-KTP, como el
Greenlight laser (o láser verde), con los que se consi- La electrocoagulación y la incisión con láser Holmiun
guen velocidades de coagulación de un 1 g/min, la producen un daño térmico significante en el tejido
duración de los procedimientos ha disminuido consi- sano circundante, el cual puede inducir la formación
derablemente. Como consecuencia, el láser KTP se ha de una futura cicatriz y la formación de una re-este-
convertido en uno de los procedimientos de elección nosis. Es por esto que ninguno de estos métodos es
para el tratamiento de la HBP. Estudios iniciales, alea- útil en el tratamiento de las estenosis, siendo necesa-
torizados, comparando la foto-vaporización prostática rio el repetir dilataciones o incisiones de la estenosis.
con la resección transuretral de la próstata (RTU-P), A lo largo de estos últimos 20 años se han utilizado
han demostrado resultados similares; sin embargo, su múltiples láser en el tratamiento de las estenosis, inclu-
eficacia a largo plazo está, todavía, por determinar. En yendo láser de CO2, argon, KTP, Nd:YAG, Ho:YAG y
breve, dispositivos de mayor potencia 120 W-KTP, excimer. Los resultados en conjunto de los tratamien-
estarán en el mercado, ampliando, posiblemente, sus tos con láser para las estenosis de uretra han sido
indicaciones. subóptimos, posiblemente causados por el mayor
daño térmico en el tejido adyacente y la posterior cica-
Los procedimientos con el láser de Holmiun han triz. Estudios recientes utilizando láser Er:YAG para la
ido evolucionando en los últimos años. Inicialmente, se incisión precisa de la uretra con mínimo daño térmico
realizaba una vaporización prostática (HoLAP), pero periférico puede suponer una alternativa a los láser de
se vio que eran procedimientos muy largos, por lo Ho:YAG y al Nd:YAG20.
Figura 8. Algunos de los láser quirúrgicos que actualmente están aprobados para su utilización en Urología.
(A) Versapulse® holmiun:YAG laser fabricado por Luminis y utilizado para litotricia, procedimientos de HBP y otras
aplicaciones para tejidos blandos. (B) Greenlight doble frecuencia neodynium:YAG o KTP láser fabricado por
Laserscope y utilizado para el tratamiento de la HBP. (C)Láser Indigo, producido por Ethicon Endosurgery,
Johnson & Johnson y utilizado para el tratamiento de la HBP. (D) Láser FREDDY, producido por World of Medicine,
y utilizado para litotricia. Reproducción de las imágenes con permiso de las compañías.
HBP: Hiperplasia benigna de próstata; FREDDY: Frecuency-doubled doubled-pulse Nd:YAG; KTP: Potasio-Titanyl-
Fosfato;YAG:Yttrium-aluminium-garnet.
células madre embrionarias, incluidas su habilidad uni- tes de cualquier edad, incluso ancianos7. Los resultados
potente (diferenciarse en una línea celular) o multipo- por ahora son esperanzadores, pero no se sabe si los
tente (diferenciarse en varias líneas celulares). Estas resultados son debidos al efecto “bulking” de los mio-
células madre persisten en la adolescencia y madurez, blastos, o a la regeneración del esfínter7.
siendo responsables de las propiedades regenerativas
de múltiples órganos22. Crioterapia
El aumento de la incidencia de la incontinencia de Crioterapia y cáncer de próstata
orina con la edad está en directa relación con apop- Los primeras experiencias en crioterapia para el
tosis espontánea de las células musculares del esfínter cáncer de próstata datan de 1966, pero la técnica se
estriado. Conforme aumenta la esperanza de vida de desestimó rápidamente por el gran número de com-
la población, la importancia de la incontinencia de plicaciones, así como por la gravedad de las mismas.
orina aumentará. La reducción del número de células
musculares en el esfínter se sostiene como la causa Los avances de las técnicas de imagen, del instru-
más importante de incontinencia urinaria en los ancia- mental quirúrgico, así como de los generadores de
nos, tanto mujeres como hombres23. frío, apuntan hacia una nueva era de la crioterapia en
cáncer de próstata, siendo un pilar de este cambio la
La habilidad técnica de las células satélites autólo- aprobación por parte de la FDA de los sistemas para
gas obtenidas del músculo esquelético permite la calentamiento uretral. El cambio más significativo de
inmediata aplicación de las células musculares proge- las máquinas de crioterapia de tercera generación
nitoras en el tratamiento de la incontinencia urinaria, puede ser el cambio a las sondas conductoras de
por medio de técnicas de ingeniería tisular, en pacien- nitrógeno líquido que funcionan con argón o helio.
Aprovechando el efecto Joule-Thompson, una fase hielo para su efecto terapéutico en el cáncer renal era
activa de descongelación es posible. La habilidad de inferior a 19,4 ºC, pero estos resultados no se pudie-
una transferencia rápida entre congelación y descon- ron corroborar a nivel clínico, por lo que la tempera-
gelación incrementa el control de la bola de hielo, a la tura de congelación que se utiliza en los protocolos es
vez que acorta los tiempos del procedimiento. A su de menos 40 ºC, al igual que a nivel prostático. Esta
vez, el empleo de criosondas de menor diámetro dis- temperatura se comprueba mediante sondas termó-
minuye el trauma perineal, incrementa el control de la metro y conjuntamente con la utilización de ecografía,
formación de la bola de hielo y permite una cobertu- para verificar el margen.
ra conformacional de la próstata. La monitorización
en tiempo directo, multifocal, a través del empleo de Las indicaciones de está técnica están limitadas
múltiples termómetros, ha contribuido significativa- por la ausencia de estudios con periodos de segui-
mente en la mejora de la planificación de los trata- miento largos. Ésta se limita a tumores renales peque-
mientos. La temperatura que debe alcanzar la prósta- ños, inferiores a 4 cm de diámetro, que capten con-
ta para su destrucción es de menos 40 ºC. traste en los estudios de imagen, limitado a pacientes
ancianos con alto riesgo quirúrgico. Otras indicaciones
En conjunto, la capacidad de colocación de sondas relativas son pacientes jóvenes, con tumores menores
bajo visión directa, en la glándula prostática, el calen- de 4 cm localizados en el hilio renal y tumores quísti-
tamiento uretral y la congelación conformacional, tie- cos. La única contraindicación absoluta es una coagu-
nen como resultado una mejor cobertura de la prós- loptía irreversible24.
tata, un descenso de la morbilidad y unos porcentajes
de control bioquímico alentadores, en comparación HIFU (ultrasonidos focalizados
con las series iniciales. La mayor debilidad de la crio- de alta intensidad)
terapia de tercera generación es el tiempo de segui-
miento, que sigue siendo insuficiente como para sacar La capacidad tecnológica de los ultrasonidos foca-
conclusiones. lizados de alta intensidad para destruir tejidos a dis-
tancia era conocida desde hace décadas y su utiliza-
Crioterapia y cáncer de riñón ción para la destrucción local de tejidos se estableció
Gracias al avance de los métodos diagnósticos por en 1942, pero su tecnología no alcanzó aplicaciones
imagen, el tumor renal cada vez se diagnostica más en clínicas, debido a la ausencia de un sistema de imagen
estadios más precoces, lo que conlleva a un cambio en para monitorizar el procedimiento. La ecografía y la
las estrategias terapéuticas hacia nefrectomías parcia- resonancia magnética han hecho posible el control de
les y otras técnicas ablativas conservadoras de parén- esta técnica. El HIFU está actualmente siendo desa-
quima. Dentro de estas técnicas, la crioterapia es la rrollado para múltiples aplicaciones quirúrgicas como
más extendida y con resultados a más largo plazo. sistema de abordaje extracorpóreo para la destruc-
ción de tejidos, permitiendo su ablación sin ningún
La destrucción tisular se obtiene mediante ciclos tipo de incisión en la piel.
de congelación y descongelación. Las técnicas de crio-
terapia renal han evolucionado en base a los resulta- Su mecanismo de acción se basa en la aplicación
dos de la misma en el tratamiento de tumores hepá- de un ultrasonido sobre un tejido, produciendo un
ticos, con el uso de un ciclo doble de congelación y estrés mecánico en la célula, que provoca cambios en
descongelación. Los ciclos dobles han demostrado su sistema biológico.Tres efectos pueden ser distingui-
producir una mayor área de necrosis en el modelo dos durante la emisión del ultrasonido: mecánico, tér-
animal experimental, comparado con un ciclo simple. mico y de cavitación. El efecto térmico se asocia a la
No existe evidencia de una mejoría en la técnica con absorción del ultrasonido por parte del tejido, el cual
la aplicación de sistemas de descongelación rápida se convierte en calor. La elevación de la temperatura
sobre los de descongelación lenta. en el tejido depende del coeficiente de absorción del
tejido, del tamaño, la forma y la respuesta térmica de
Los estudios experimentales permitían afirmar la región calentada. Los cambios biológicos inducidos
que la temperatura que debería alcanzar la bola de por los tejidos dependen de la dosis térmica, es decir,
Figura 9. Nuevos litotriptores electromagnéticos con mayor zona focal que permiten una mayor energía en los
tratamientos (a) Xinin Compact: Equipo con elemento electromagnético autoenfocable, permite sólo localización
mediante ecografía (b) Siemens Lithoskop: Nueva mesa multifunción uro-litotricia. El generador de ondas
de choque, montado en un brazo isocéntrico en C ofrece la posibilidad de rotación alrededor del paciente,
focalizando en el centro de un brazo de escopia digital.
nómica de LEOC o un litotriptor más sofisticado. La auxiliares). Estudios recientes indican que los litotrip-
localización del cálculo generalmente se realiza por tores actuales son capaces de igualar el estándar de
fluoroscopia (brazo isométrico en C). Existen cuatro oro de la Dornier HM3, sin embargo, con todos las
tipos de mecanismos para la desintegración de la pie- ventajas de una mesa multifuncional, mejoría del con-
dra: las fuerzas de fragmentación de las ondas de cho- fort del paciente (ej, tratamientos sin anestesia) y unos
que en su interfase acústica, juegan un papel más costes significativamente menores.
importante en el inicio de la fragmentación del cálcu-
lo, mientras que la cavitación se limita al proceso final Después de una década de cambios y progresos,
de desintegración, junto con la fatiga dinámica. Los excitantes adelantos tecnológicos y el mejor conoci-
estudios recientes no apoyan las teorías de miento de los fundamentos físicos de las ondas de
Cuasistática. No obstante, la amplitud de la zona focal choque, están dando sus frutos y estimularán futuras
parece ser una ventaja, desde que la energía de la onda investigaciones que mejorarán los resultados de la
de choque (no el pico de presión) representa el pará- litotricia externa por ondas de choque (Figura 7).
metro más importante para la fragmentación del cál-
culo. La densidad de energía es la responsable del Los desarrollos futuros están, en la actualidad,
daño tisular inducido por la onda de choque, la cual es encaminados en la mejora de la desintegración de los
principalmente causada por la cavitación. Las fuentes cálculos de los litotirptores. Existe evidencia que la
de energía electromagnéticas son las más utilizadas en energía de la onda de choque y no el pico de presión
los nuevos litotriptores (Siemens, Storz, Dornier, representa el mayor factor en la desintegración del
Direx) debido a la variabilidad de la zona focal (ej., dis- cálculo. El impacto de un tamaño focal variable se
tintos principios de enfoque, enfoque dual), constan- determinará en un futuro próximo. Posteriores mejo-
cia de los impulsos y la fiabilidad a largo plazo (más de ras tecnológicas van a ir encaminadas a una optimiza-
1 Mio). Las comparaciones clínicas de los distintos lito- ción de la onda de choque, evitando el efecto negati-
triptores deben basarse en los cocientes de eficacia vo de la presión con el daño tisular asociado a la cavi-
(ej., distinguir entre curativa y medidas adyuvantes tación. Finalmente, los desarrollos tecnológicos de los
métodos de diagnóstico por imagen pueden ser apli- une al factor de crecimiento del endotelio vascular cir-
cados a la litotricia, como la ecografía 3D para dirigir culante) con placebo; en la actualidad, se están llevan-
los tratamientos, o el color-doppler para determinar la do a cabo estudios fase 3 analizando su efecto como
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Con la colaboración de