Resumen Desarrollo Emocional y Social
Resumen Desarrollo Emocional y Social
Resumen Desarrollo Emocional y Social
En el primer año los neonatos parecen tener solamente dos emociones: o están
disgustados o están contentos. Después de las primeras semanas se puede reconocer
una mayor variedad de emociones. El interés por las personas se convierte en placer,
evidenciando primero por una sonrisa social alrededor de las 6 semanas. El miedo
aparece alrededor de los 9 meses. Distinguimos entre: el miedo frente a los extraños
(el niño tiene miedo ante las personas desconocidas, y llora si se le acercan, siendo
los extraños que más le aterrorizan los hombres que se visten en forma no
convencional y actúan como si se pudieran llevar a los niños, por ejemplo los
payasos) y la ansiedad de separación (el niño tiene miedo al abandono por parte de su
cuidador cuando éste se marcha). Al finalizar el primer año, todos los niños normales
expresan alegría, angustia, interés, miedo y rabia.
A partir del segundo año, el enfado y el miedo van disminuyendo y se dirigen más
hacia las situaciones que en realidad los enfadan o asustan. Las nuevas emociones
aparecen hacia el fin del segundo año: el orgullo, la pena, la vergüenza, e incluso la
culpa, y el niño detectará las reacciones de los demás a sus emociones.
El temperamento
• Nivel de actividad: algunos bebés son muy inquietos y, cuando son algo mayores,
mientras que hay otros bebés que son mucho más tranquilos.
• Calidad del humor: algunos parecen constantemente felices, mientras que otros
parecen siempre descontentos.
• Distracción: algunos bebés se distraen con facilidad ante un objeto atractivo pero
peligroso o por una experiencia angustiante; otros no se distraen.
La mayoría de los bebés pueden ser agrupados en uno de los tres tipos: fáciles, difíciles,
de reacción lenta. Los bebés difíciles son irregulares, intensos, todos los ruidos los
perturban, infelices y cuesta distraerlos. Los bebés fáciles son lo contrario de los
anteriores. Los lentos son reacios a adaptarse a las nuevas experiencias, pero con el
tiempo lo logran. En gran parte, esto es genético, pero se ve influido por desarrollo
prenatal y experiencia postnatal. Observamos que hay estabilidad en el desarrollo, es
decir, los patrones de temperamento de los bebés tienden a continuar. Un hallazgo
crucial en la investigación es la calidad del ajuste entre el cuidador, el contexto de los
cuidados y el bebé, que permite que el desarrollo avance bien, siendo la interacción
fluida entre la familia y el bebé el factor crítico.
1.2. LAS EMOCIONES EN EL CONTEXTO SOCIAL
Las reacciones emocionales en los 3 primeros meses de vida no dependen del cuidado
de los padres; están más relacionados con el bienestar físico del niño. La sincronía es la
interacción coordinada entre el cuidador y el bebé, quien responde a los gestos, los
sonidos y los movimientos del otro con mucha rapidez y seguridad. A los 3 meses los
bebés empiezan a responder a sus padres de muchas maneras, es decir, comienzan las
conductas sincronizadas entre el adulto y el niño. La sincronía también ayuda a los
bebés a aprender a expresar sus propios sentimientos.
La teoría psicoanalítica
Sostiene que los primeros dos o tres años de vida son fundamentales para la
personalidad y la salud psíquica. La relación madre-hijo es considerada muy importante.
Según Freud, el desarrollo psicológico comienza en el primer año de vida con la etapa
oral (boca como órgano de estimulación). En el segundo año, se desarrolla la etapa anal
(gratificación en la retención y expulsión de heces). Las etapas oral y anal están
encargadas de conflictos potenciales que pueden producir consecuencias a largo plazo.
Si la madre frustra al bebé su necesidad de succionar, el niño puede convertirse en una
persona angustiada y ansiosa, y también puede llegar a ser un adulto con una fijación
oral. Esa persona está fijada al periodo oral y, por lo tanto, come, bebe, mastica, muerde
o habla excesivamente, en busca de la satisfacción oral que le negaron en la infancia.
Del mismo modo, si el entrenamiento para el control de esfínteres es demasiado estricto
o prematuro, la interacción entre los padres y el niño se puede atascar en un conflicto en
torno de la resistencia o la incapacidad para cumplir con las instrucciones de los padres.
Este conflicto, además, puede provocar importantes consecuencias para la futura
personalidad del niño y éste puede quedar fijado y desarrollar una personalidad anal; y
cuando sea adulto es posible que quiera controlarse y controlar a los otros y demostrar
una necesidad infrecuente de manejar todos los aspectos de la vida. Las ideas de Freud
han ejercido una influencia enorme. Sin embargo, la investigación ha fracasado al
relacionar los conflictos específicos de las etapas oral anal con los rasgos de la
personalidad posteriores (la investigación empírica no apoya estas ideas).
El conductismo
La teoría cognitiva
Según esta teoría, los niños construyen ideas sobre el mundo social que integran en
modelo de trabajo, siendo éste un conjunto de supuestos que se utilizan para organizar
las percepciones y las experiencias. El niño funciona con estos modelos interpretando
sus experiencias sociales.
La teoría sociocultural
Esta teoría destaca las diferentes maneras por las cuales todo el contexto social ejerce un
gran impacto en las relaciones entre el bebé y el cuidador. También afirma que los niños
pueden cambiar después de la infancia si su contexto social cambia.
Esta teoría sostiene que cada bebé nace con una predisposición genética a desarrollar
determinados rasgos que afectan al desarrollo emocional. El temperamento va
modulando de acuerdo a las reacciones del entorno (el cambio es posible, porque los
genes permiten la adaptación selectiva del entorno).
1.4. EL APEGO
El apego es el vínculo afectivo entre dos personas. La madre suele ser la primera figura
de apego. Los niños lo muestran a través de las conductas que buscan la proximidad,
como acercarse y subirse al regazo, y las conductas que mantienen el contacto, como
resistirse a abandonar los brazos y usar la referencia social una vez que son capaces de
moverse solos por el lugar. Los cuidadores demuestran su apego al observar
atentamente al bebé. Mary Ainsworth definió y midió el apego. Existen distintos tipos:
-El apego seguro: es el que brinda bienestar y confianza. El cuidador funciona como
una base segura para la exploración del niño y, dos tercios de los niños lo desarrollan.
Los expertos también coinciden en que el apego del niño está influido por muchos
factores, entre ellos las personalidades del padre, de la madre y del niño, la calidad
pasada de sus relaciones y las condiciones familiares y culturales. Una historia de
interacción fundamentada en el cuidado y el interés por el otro es quizás el factor más
importante para predecir un apego seguro. Una relación segura es más probable si el
cuidador proporciona: sensibilidad total ante las necesidades básicas del niño, respuesta
a las señales específicas, juego en el que el cuidador estimula activamente el desarrollo.
El apego seguro está relacionado con las buenas habilidades sociales y la capacidad de
aprendizaje posteriores, mientras que el apego inseguro está más relacionado con la
agresividad y las dificultades de aprendizaje. El cuidado temprano es importante, pero la
mala respuesta a las necesidades de un niño puede perdurar a lo largo del tiempo
reforzando las características de un apego inseguro. El cambio en circunstancias
familiares extremo puede provocar un cambio en el tipo de apego (nacimiento de otro
bebé, muerte o enfermedad de algún familiar, etc.). El apego al año de vida puede ser
una influencia poderosa sobre el desarrollo social y de la personalidad del niño en el
futuro, o puede meramente indicar un momento en la larga historia evolutiva. Algunos
de los signos de alerta ante el apego inseguro son las madres deprimidas, apartadas
(apego evitativo) o incoherentes (apego desorganizado).
En los últimos años, ha aumentado el número de niños cuidados por otra persona
distinta a la madre. Se tiende hacia programas de educación estructurados. En general,
los niños (desde los 3 años) se ven beneficiados del cuidado no maternal, ya que la
buena educación preescolar ayuda a los niños a aprender más lenguaje y a desarrollar
mejores habilidades sociales. Para los niños menores de 3 años es beneficioso el
cuidado no maternal cuando acude regularmente a una guardería, la cual cuenta con una
baja proporción de niños por maestra.
-La atención adecuada a cada niño: esto implica que debe haber una baja proporción de
niños por cada cuidador.
-La estimulación de la exploración sensoriomotora y del desarrollo del lenguaje. Los
niños deben contar con una variedad de juguetes de fácil manipulación y deben disponer
de juegos, canciones, y conversaciones para aumentar el vocabulario.
-Los cuidadores deben ser profesionales bien formados: con el título correspondiente.
El desarrollo emocional y social se produce sobre todo con los pares y con otros
adultos.
-El estrés temprano: la exposición repetida al estrés extremo destruye algunas neuronas
del cerebro y detiene el desarrollo normal de otras. Es posible que esto influya en
algunos niños pequeños que son incapaces de regular sus emociones. La respuesta
brusca por el estrés puede ser un signo temprano de depresión.
-La historia de cuidados: el apego puede suavizar o acentuar la reacción del niño a las
tensiones de la infancia. Los niños seguros son los que están más capacitados para
controlar sus estallidos emocionales.
-Las experiencias actuales: el cuidado apropiado parece que puede compensar las
experiencias de falta de cuidado y alto nivel de estrés en los primeros meses de vida,
incluso reparando el daño cerebral que pudiera haber ocurrido. El aprendizaje también
puede operar en un sentido contrario. Algunos niños desarrollan una fobia: un miedo
irracional y exagerado que aterroriza a una persona.
Erikson
La iniciativa frente a la culpa es la tercera de las ocho etapas del desarrollo psicosocial
de Erikson, en la que el niño comienza ansiosamente nuevos proyectos y siente culpa
cuando sus esfuerzos fracasan o son criticados. Por lo tanto, esta etapa se caracteriza por
la iniciativa y la autoevaluación. En este momento, quieren comenzar y completar algo
y estar orgullosos de lo que lograron. La culpa se produce cuando un niño se siente
infeliz porque hizo algo malo; la vergüenza se debe a que alguien podría ver lo que el
niño hizo y criticarlo. Tanto la vergüenza como la culpa se originan de los modelos
sociales, pero la culpa indica que el niño ha tomado estos modelos como propios.
Goleman
Él sostiene que la capacidad para modular y dirigir las emociones es fundamental para
la inteligencia emocional (comprensión de cómo interpretar y expresar las emociones).
Los cuidadores utilizan el apego natural de los niños para enseñarles cómo y cuándo
expresar los sentimientos (regularse). También es evidente que las relaciones humanas
aportan una guía esencial a la expresión y la regulación emocionales.
2.3.1. LA AGRESIÓN
-La agresión instrumental: se usa para obtener o retener algo, como un objeto o un
juguete. Aumenta de los 2 a los 6 años.
-La agresión reactiva: implica la venganza hostil por un acto intencionado o accidental.
Debe ir desapareciendo con una mejor regulación.
-La agresión relacional: intenta infligir dolor psíquico y no físico. Está vinculado a las
relaciones sociales.
Durante la infancia, el juego es la actividad más productiva que realizan los niños. Por
cierto, el hecho de que el juego es tanto universal como variable y que esté relacionado
con la cultura y el género, así como la edad de los compañeros de juego, hace de él un
lugar ideal para el aprendizaje específico de las habilidades sociales. Tipos de juego:
-El juego solitario: un niño juega solo, como si ignorara a los otros niños.
-El juego asociativo: los niños interactúan, comparten los materiales y las emociones,
pero no parecen jugar el mismo juego o estar preocupados si el otro no coopera.
-El juego cooperativo: los niños juegan juntos y crean un juego o una estructura
elaborados respetando los turnos.
Una forma de juego social útil es el juego de acoso y derribo, que imita la agresión a
través de la lucha, la persecución o los golpes, pero que en realidad sólo se hace para
divertirse sin intención de producir daño. Es universal. Además, este juego por lo
general se produce entre niños que han tenido una experiencia social considerable, a
menudo con los mismos niños con los que están jugando.
El estudio contemporáneo de los modelos parentales estuvo muy influido por el trabajo
pionero de Diana Baumrind, observó que los padres diferían en cuatro dimensiones
importantes:
-Las expresiones de afecto, o cariño, que se extendían desde los muy afectuosos hasta
los bastantes fríos.
Estilos educativos
Sobre la base de estas cuatro dimensiones, Baumrind identificó tres estilos básicos de
educación parental:
-Auditorio: Las normas para la buena conducta son exigentes, la mala conducta se
castiga con rigor y la comunicación padres-hijo es escasa. La mala conducta se castiga
de forma física. Son muy exigentes en cuanto a la madurez. Aunque los padres
autoritarios aman y cuidan a sus hijos, parecen distantes, muestran poco afecto o
cariño.
-Permisivo: los padres rara vez castigan, orientan o controlan al niño, pero son cariñosos
y se comunican bien con él. Hay poca disciplina porque exigen escasa madurez de los
niños. Tratan de ayudarlos en todo, pero no se sienten responsables de su conducta.
-Democrático: los padres marcan límites y brindan orientación para su hijo, pero están
dispuestos a escuchar sus ideas y a establecer acuerdos con él. Escuchan las demandas
de sus hijos y sus puntos de vista y mantienen la comunicación referida a los
sentimientos y a los problemas. Exigen madurez en los niños, pero también son
cariñosos y comprensivos, y perdonan cuando no se logra la madurez deseada.
-Negligente: estilo abusivo en el que los padres parecen no cuidar a sus hijos en
absoluto.
-Indulgente: estilo abusivo en el que los padres se acomodan a todos los caprichos del
niño.
Consecuencias
Los padres autoritarios crían niños que tienden a ser conscientes, obedientes y pasivos;
sin embargo, los niños no son en absoluto felices. Ellos tienden más a sentirse culpables
o deprimidos. Los padres permisivos crían niños que son aún menos felices y que
carecen de autocontrol, sobre todo en lo que se refiere a la cuestión de dar y recibir entre
los pares. Los padres democráticos crían niños con más probabilidades de tener éxito,
coherentes, inteligentes, felices consigo mismos y generosos con los demás. Los padres
negligentes e indulgentes son muy dañinos para la posterior conducta de sus hijos.
Matizaciones
Las ventajas iniciales del abordaje democrático promueven un mejor crecimiento y los
niños progresan en la escuela, los adolescentes evitan el uso de drogas, y los adultos
jóvenes tienen una autoestima alta. Las estrategias democráticas fomentan el
autocontrol y la regulación emocional. Muchos estudios hallaron que la relación entre
alguno de los tres estilos básicos de educación parental y la conducta de los niños es
menos directa e inevitable de lo que aparece en la investigación original de Baumrind.
En primer lugar, hay que tener en cuenta el temperamento del niño y, en segundo lugar,
las diferencias culturales. Los padres que parecen autoritarios y permisivos pueden criar
niños bien adaptados, según la personalidad del niño y el entorno. No obstante, no hay
evidencia de que los padres abusivos, indiferentes o negligentes sean efectivos.
2.4.1. EL CASTIGO
Es necesario poner normas en la educación para que el niño reflexione sobre las
consecuencias de sus acciones. La cultura es una gran influencia sobre las técnicas
disciplinarias.
El castigo físico
Debe usarse como último recurso. La pregunta es si los niños que son castigados
aprenden a ser más agresivos. La respuesta es que muestran más agresividad
intimidatoria y reactiva, pero no más agresión instrumental.
Además, debemos tener en cuenta que los niños tienen preferencia desde temprano por
los niños de su mismo sexo. Existes numerosas teorías que explican las diferencias de
género.