FLORATIL
FLORATIL
FLORATIL
Polvo
SACCHAROMYCES BOULARDII
COMPOSICIÓN
FLORATIL® POLVO:
Cada sobre de 1 g contiene: Liofilizado de Saccharomyces boulardii correspondiente a 200 mg de levadura.
Excipientes, c.s.p. 1 g
INDICACIONES: FLORATIL® está indicado en la enfermedad diarreica aguda y crónica de diversa etiología, solo o
en combinación con agentes antimicrobianos para el caso de la etiología infecciosa.
REACCIONES ADVERSAS: No existen reportes al respecto, tras su administración a las dosis empleadas en los
regímenes terapéuticos habituales.
PRECAUCIONES: No deberá ingerirse simultáneamente con bebidas alcohólicas que pueden disminuir la actividad
biológica de S. boulardii. No se recomienda su administración junto a bebidas o alimentos demasiado calientes o
fríos. Debe conservarse en lugar fresco y seco. Debe mantenerse alejado del alcance de los niños.
ADVERTENCIAS: A pesar de la inocuidad del producto, su empleo durante el embarazo y la lactancia deberá
restringirse a situaciones clínicas de estricta necesidad.
VÍA DE ADMINISTRACIÓN/DOSIFICACIÓN
Niños: Un sobre cada 12 horas, por vía oral. En casos severos de diarreas se sugiere un sobre cada 8 horas los dos
primeros días, luego continuar con un sobre cada 12 horas hasta controlar el cuadro diarreico. El contenido del sobre
se puede verter en los alimentos (jugo, té, etc.) o dentro del biberón, a temperatura ambiental (para no desnaturalizar
el producto), de preferencia con poco volumen de líquido que asegure la total ingesta de FLORATIL®.
DESCRIPCION
La metoclopramida es un fármaco gastrocinético con propiedades antieméticas. Aunque ésta químicamente emparentado con la procainamida, la
metoclopramida no posee efectos antiarrítmicos ni anestésicos locales. La metoclopramida fue inicialmente desarrollada para el tratamiento de las
náuseas del embarazo, pero también es utilizada en el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia, en la gastroparesia
diabética y en todos aquellos desórdenes en los que el tránsito digestivo está disminuído.
Mecanismo de acción: a diferencia del betanecol, la metoclopramida incrementa la motilidad gástrica sin aumenat las secreciones gástricas. La
metoclopramida aumenta la actividad colinérgica periférica, bien liberando acetilcolina en las terminaciones nerviosas postgangliónicas, bien
aumentando la sensibilidad de los receptores muscarínicos sobre el músculo liso. La vagotomía no inhibe los efectos de la metoclopramida sobre el
tracto digestivo, y paradójicamente mientras que dosis bajas del fármaco estimulan la actividad mecánica del tracto digestivo, las dosis elevadas la
inhiben. Los efectos de la metoclopramida sobre el tono del esfínter esofágico inferior, unidos a la mayor velocidad del vaciado gástrico, reducen el
reflujo de gastro esofágico. Como consecuencia de todas estas acciones, el resultado global es una notable mejoría y coordinación de la motilidad
digestiva.
La metoclopramida bloquea los receptores dopaminérgicos, especialmente los de tipo D2 en el área de excitación de los quimioreceptores, sin
presentar actividad antipsicótica o tranquilizante. Igualmente la metoclopramida es menos sedante que otros antagonistas de la dopamina. Los
efectos antieméticos de la metoclopramida resultan del antagonismo dopaminérgico central y de sus efectos gastrocinéticos. Además, la
metoclopramida posee efectos antagonistas sobre los receptores 5-HT3, también implicados en los mecanismos de la náusea y el vómitos. El bloqueo
de la dopamina en el sistema nervioso central produce efectos extrapiramidales, y a nivel de la pituitaria y el hipotálamo estimula la secreción de
prolactina. Los efectos de la metoclopramida sobre las glándulas a renales incrementa la secreción de aldosterona.
Fármacocinética: la metoclopramida se administra por vía oral, parenteral e intranasal. Después de la administración oral, la metoclopramida se
absorbe rápidamente alcanzándose los máximos niveles plasmáticos en las 2 horas después de la dosis. La biodisponibilidad asciende al 80%.
Después de la inyección intravenosa, los efectos antieméticos se manifiestan en 1-3 minutos, mientras que después de la administración
intramuscular los efectos se observan a los 10-15 minutos. La metoclopramida es excretada en la leche materna, atraviesa la barrera placentaria y la
barrera hematoencefálica. Se une a las proteínas del plasma tan sólo en 30%. La metoclopramida prácticamente no es metabolizada pero se excreta
en forma de conjugado con sulfatos o ácido glucurónico. En las 72 horas siguientes a un tratamiento oral, el 85% del fármaco se excreta en la orina
sin alterar o en forma de conjugado, y 5% se elimina en las heces. La semi-vida de eliminación, que oscila entre 3 y 6 horas aumenta en los
pacientes con insuficiencia renal.
INDICACIONES Y POSOLOGÍA
Administración parenteral
Adultos: 10 mg i.m. o iv. al final de la operación, repitiendo la dosis cada 4-6 horas. También puede utilizarse una dosis de 20 mg
Niños: 0.1—0.2 mg/kg i.v. repitiendo cada 6—8 horas. También se ha utilizado una dosis de 0.25 mg/kg i.v. administrada después de la
inducción de la anestesia por inhalación
Infusión intravenosa:
Adultos: 1—2 mg/kg i.v. 30 minutos antes de la quimioterapia. Puede ser repetida dos veces a intervalos de 2 horas y, si prosiguen los
vómitos, pueden repetirse 3 veces más a intervalos de 3 horas. Una vez suprimidos los vómitos, las dosis de mantenimiento son de 1 mg/kg
a intervalos de 3 horas hasta 3 veces adicionales
Niños: 1—2 mg/kg i.v. cada 2—4 horas. El pretratamiento con difenhidramina puede reducir el riesgo de síntomas extrapiramidales
Adultos: 10 mg p.os., i.v o i.m cuatro veces al día 30 minutos antes de las comidas y a la hora de acostarse
Para facilitar la intubación intestinal y ayudar al vacíado en las radiografías gastrointestinales
Administración intravenosa:
Administración oral:
Adultos: 10—15 mg p.os. 4 veces al día, 30 minutos antes de las comidas y al acostarse. En los pacientes de la tercera edad puede ser
suficiente una dosis de 5 mg. No se aconsejan tratamientos de una duración supeiror a las 12 semanas
Niños y neonatos: 0.4—0.8 mg/kg/día divididos en 4 dosis
Tratamiento de la migraña antes de la administración de dihidroergotamina para prevenir las nauseas o como alternativa a otras
terapias antimigrañosas
Administración parenteral:
CONTRAINDICACIONES.
La metoclopramida no debe ser utilizada en pacientes con hipersensibilidad o intolerancia a este fármaco. Dado que la metoclopramida es
estructuralmente parecida a la procainamida, se deberá administrar con precaución a los pacientes con hipersensibilidad conocida a la procainamida.
La metoclopramida está contraindicada en pacientes con alguna obstrucción intestinal o con perforación del tracto digestivo, y debe ser utilizada con
precaución en casos de hemorragias gastrointestinales. Está contraindicada en pacientes con feocromocitoma debido a que incrementa la producción
de catecolaminas, con el correspondiente riesgo de una crisis hipertensiva.
Dependiendo de la dosis, la metoclopramida puede inducir varias reacciones sobre el sistema nervioso central, sobre todo en pacientes con epilepsia o
con enfermedad de Parkinson. Los pacientes de la tercera edad son relativamente propensos a desarrollar diskinesia tardía por lo que estos pacientes
deberán ser tratados con precaución. Cuando se administra en dosis altas puede ocasionar somnolencia, debiéndose advertir de este efecto a los
pacientes que conduzcan o que manejen maquinaria. Los niños y los adolescentes son más propensos a desarrollar efectos extrapiramidales,
recomendandose restringir el uso de este fármaco a la intubación del intestino delgado.
La metoclopramida debe ser utilizada con precaución en los pacientes con disfunción renal reduciendo las dosis en función de la aclaramiento de
creatinina.
Algunos cánceres de mama son dependientes de la prolactina por lo que la metoclopramida se deberá administrada con precaución a las pacientes
con historias de cáncer de mama, debido a sus efectos estimulantes sobre la secreción de prolactina. De igual forma la metoclopramida puede causar
infertilidad en hombres y mujeres secundarias a una hperprolactinemia.
La metoclopramida se clasifica dentro de la categoría B de de riesgo en el embarazo. No hay ninguna evidencia, ni en animales y en el ser humano,
que sugiera efectos teratogénicos o tóxicos cuando se utiliza durante el embarazo. De hecho, este fármaco es prescrito frecuentemente en el
tratamiento de las náuseas y vómitos del embarazo. Debido a que la metoclopramida se excreta en la leche materna, se debe administrar con cuidado
durante la lactancia. La Academia Americana de Pediatría acepta para la madre dosis de hasta 10 mg tres veces al día, que suponen una ingestión de
un a 45 mg/kg/día para el lactante, dosis mucho menores que las que se utilizan terapéuticamente
INTERACCIONES
Debido a efectos sobre el vaciado gástrico, la metoclopramida puede aumentar la absorción de otros fármacos en el intestino delgado, como por
ejemplo el paracetamol, la aspirina, el diazepam o la tetraciclina. Pero también, la metoclopramida puede afectar la biodisponibilidad de algunos
fármacos como la atovaquona, o la digoxina, otros fármacos que se absorben el estómago.
El consumo de alcohol puede incrementar los efectos depresores de la metoclopramida sobre el sistema nervioso central. Igualmente la utilización
concomitante de metoclopramida con otros fármacos como los ansiolíticos, sedantes o hipnóticos pueden aumentar el efecto depresor sobre el
sistema nervioso central.
Los fármacos con actividad anticolinérgica o antimuscarínica antagonizan los efectos estimulantes de la metoclopramida sobre el tracto digestivo.
Algunos de estos fármacos son la atropina, la benztropina, diciclomina, flavoxato, glicopirrato y escopolamina. Algunos antihistamínicos H1, algunas
fenotiazinas, y algunos antidepresivos triciclicos también antagonizan los efectos de la metoclopamida en mayor o menor grado. Otros fármacos que
pueden antagonizar los efectos sobre la motilidad gástrica de la metoclopramida son el difenoxilato, la loperamida, y algunos antagonistas del calcio
como el diltiazem y el verapamil
La administración concomitante de metoclopramida y ciclosporina incrementa la biodisponibilidad de esta última en el 30%. Se deberán tomar
precauciones y monitorizar cuidadosamente los niveles plasmáticos de ciclosporina con objeto de evitar sus efectos tóxicos, si se administra
conjuntamente metoclopramida. Puede ocurrir una interacción parecida con el tacrolimus o el sirolimus.
La metoclopramida incrementa la excreción de catecolaminas por lo que se debe administrar con precaución a sujetos con hipertensión y a pacientes
tratados con inhibidores de la monoaminooxidasa.
Al ser la metoclopramida un antagonista dopaminérgico, puede inhibir los efectos de los agonistas de la dopamina tales como la amantadina,
bromocriptina, levodopa, pergolide, ropinirol o pramipexol. Por el contrario, si se administra con otros fármacos antagonistas receptores de dopamina,
puede producirse efectos extrapiramidales o distónicos aditivos. Algunos fármacos antagonistas de la dopamina son las fenotiazinas, los tioxantenos,
la amoxapina, loxapina, el droperidol o el haloperidol.
Como la metoclopramida modifica el tránsito intestinal de los alimentos puede afectar los niveles de glucosa en sangre de los diabéticos, lo que puede
obligar a modificar las dosis de insulina o de antidiabéticos orales. Debido a efectos sobre la secreción de prolactina, la metoclopramida no se debe
administrar concomitantemente con fármacos que ocasionen hiperprolactinemia.
REACCIONES ADVERSAS
En general la metoclopramida es bien tolerada y los efectos secundarios observados en el 10% de los pacientes suelen ser fatiga somnolencia y
sedación. Cuando las dosis aumentan a 1-2 mg por kilo (por ejemplo para el tratamiento de la náusea inducida por la quimioterapia) las reacciones
adversas aumentan llegando a afectar hasta al 70% de los pacientes. Con menos frecuencia se han descrito insomnio, confusión, depresión y
cefaleas. Ocasionalmente se han descrito convulsiones, si bien no se ha esclarecido por completo su relación con el fármaco. La reacciones
extrapiramidales y las reacciones distónicas agudas ocurren sólo en el 0.2% de los casos. Los efectos extrapiramidales incluyen acatisia, muecas
faciales, tortícolis, crisis de giros o oculares, o trismo. Los adolescentes y los adultos jóvenes son más propensos a estas reacciones que suelen ser
dosis-dependientes. Los síntomas extrapiramidales se producen en las 24 a 48 horas siguientes al tratamiento y desaparecen 24 de horas después de
la discontinuación del mismo. La administración de difenhidramina o benztropina suele reducir estos síntomas.
Se han comunicado casos de diskinesia tardía cuando la metoclopramida se administra crónicamente. La diskinesia tardía suele ser más frecuente en
las mujeres ancianas y puede ser reversible.
Puede desarrollarse hiperprolactinemia en hombres y mujeres ocasionando ginecomastia en los hombres y aumento del tamaño de las mamas en las
mujeres. Estos efectos suelen ser irreversibles al discontinuar el tratamiento. Los niveles de prolactina vuelve a la normalidad en una semana y los
demás efectos se ven reduciendo en unas pocas semanas. Los efectos cardiovasculares reportados incluyen bloqueo auriculo-ventricular, hipotensión,
hipertensión, bradicardia sinusal y taquicardia suparaventricular.
Otros efectos más raros son las reacciones de hipersensibilidad cómo el rash, el angioedema, la urticaria o el broncoespasmo. Las reacciones
adversas sobre el sistema urinario incluyen frecuencia e incontinencia. Se han descrito aumentos transitorios de la retención de líquidos secundarios a
un incremento de la secreción de aldosterona inducida por la acción farmacológica de la metoclopramida. Sin embargo el edema no suele ser
clínicamente significativo.
PRESENTACION
REFE