Quilombos

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Los quilombos y su influencia en la interprenetacin cultural afro-brasilera

Una aproximacin antropolgica Mara Laura Bergel Abril de 2006 Resumen


Durante siglos, los negros africanos han sido trados a Amrica en concepto de esclavos, para realizar las tareas ms inhumanas y sin ningn tipo de derechos. Estos grupos, una vez llegados a Brasil, fueron expandidos por alrededor de 22 estados brasileros. El quilombo fue un lugar de escondite y albergue de esclavos negros fugitivos en el medio rural, donde comenzaron a desarrollar formas comunitarias muy aisladas en sus comienzos, pero luego vivenciaron importantes intercambios progresivos. Constituy una cuestin relevante desde los primeros focos de resistencia de los africanos al esclavismo colonial, reaparece en el Brasil/Repblica con el Frente Negro Brasilero (1930/1940) y retorna a la escena poltica a final de los aos 70, durante la redemocratizacin del pas. Se trata, por tanto, de una cuestin persistente, teniendo en la actualidad importantes dimensiones en la lucha de los afrodescendientes. Aunque los quilombos no han sido las nicas formas de resistencia colectiva al sistema de esclavismo, la rebelin y la formacin de quilombos fueron sin duda las ms importantes. A pesar de que muchos quilombos se formaron a partir de unos pocos fugitivos individuales o agrupados, otros tantos resultaron de fugas colectivas iniciadas en rebeliones. Este parece haber sido el caso de Palmars, en Pernambuco, que cobr importantes dimensiones. As, los quilombos han significado la lucha contra la opresin de los seores colonizadores durante siglos en Brasil, buscando reemplazar el trabajo de esclavos por el trabajo libre y asalariado, como as tambin, sus derechos y libertades para ejercer su cultura.

I. PRESENTACIN Este tema poco difundido fuera de las fronteras brasileras, es un buen ejemplo para analizar la cuestin de la influencia negra en el continente americano, ya que constituye una relacin paradigmtica entre culturas que se interpenetran e influyen mutuamente. El tema tiene un inters adicional, que es el de mostrar cmo la Antropologa puede ser una herramienta poltico-institucional en la actualidad. Al respecto, la reforma de la Constitucin Nacional de Brasil de 1988, otorg derechos de propiedad de la tierra a los remanentes de los quilombos. Esto inici un debate de vastas dimensiones semnticas y conceptuales con implicancias prcticas y concretas (qu se entenda por quilombo y qu eran remanentes), en el que la Antropologa (y los departamentos respectivos de distintas universidades) jug un importante papel cientfico-poltico en la reglamentacin e implementacin de la normativa constitucional. Otro tema de inters, tiene que ver con la invitacin obligada de este trabajo a la reflexin del uso del trmino quilombo en pases del sur de Amrica, principalmente, en Argentina. En este pas, la palabra quilombo es muy utilizada, sobre todo por los jvenes, como sinnimo de desorden, caos, alboroto, desorganizacin, etc. Incluso, yendo unas dcadas hacia atrs en el tiempo, dentro de la jerga del tango, quilombo era sinnimo de prostbulo. Pero parece

ser, que quilombo dentro de Brasil fue y sigue siendo simplemente un conjunto de negros 1 agrupados. Es para pensarlo . II. DESARROLLO 1. El quilombo en la historia y la cultura de Brasil

Desde la perspectiva historiogrfica tradicional, el quilombo constituy un estereotipo asociado a los esclavos fugitivos que sobrevivan en un lugar aislado y despoblado. Se trata de una concepcin tradicional, que cristaliza su existencia en la oposicin fugaresistencia de esclavos, y se constituye como espacio de aislamiento de la poblacin negra. Esta perspectiva no da cuenta del intercambio y diversidad de relaciones de las comunidades negras con la sociedad esclavista. Se trata de una visin estrecha que refleja la invisibilidad de la historia oficial, cuya ideologa ignora los efectos de la esclavitud y la cultura africana en la 2 sociedad brasilera . As, se incorpora la visin de la clase dominante de la poca que ve al quilombo como un acto delictivo, aislado fsica y econmicamente del resto de la sociedad. Desde una perspectiva antropolgica sin embargo, el concepto es ms amplio e incluye la ocupacin de tierras por comunidades negras, trascendiendo el concepto de fuga-resistencia. Diversos estudios forjaron el concepto de "campo negro" como una compleja red social, permeada por aspectos multifacticos que involucr, en determinadas regiones de Brasil, mltiples movimientos sociales y prcticas econmicas con diversos intereses. Diversos trabajos sobre poblaciones campesinas en Brasil han demostrado la importancia de la 3 relacin entre territorio y parentesco . Ambos conceptos son claves para entender la propia reproduccin del grupo en cuestin. El parentesco no es apenas un principio de clasificacin y organizacin, es tambin un cdigo, un lenguaje que hace que el hombre, en tanto individuo, 4 sea parte de un sujeto mayor, que es el grupo de pertenencia . El acceso a la tierra est garantizado por la va hereditaria, por lo tanto parentesco, aparece como una expresin de las 5 relaciones de propiedad . As, parentesco y territorio juntos, constituyen una identidad asentada y que se fortalece en la defensa de la tierra. La identidad quilombola pasa a ser una herramienta de sobrevivencia material y simblica, y los negros en Brasil adquieren una identidad cultural y tnica compartida, asentada en un territorio. El anlisis de distintas fuentes etnogrficas permite destruir el mito de que los quilombos 6 constituan enclaves de la cultura africana en Amrica . El trmino quilombo provendra de la palabra similar de la regin Centro-Sur Africana que denominaba al grupo inicitico de jvenes guerreros mbundu adoptada por los invasores jaga, provenientes de varios grupos tnicos desenraizados de sus comunidades. Esta institucin habra sido reinventada, y no textualmente reproducida de este lado del Atlntico, aludiendo 7 tambin a la prdida de races . La organizacin de quilombos ms importante se dio en Palmars, estado de Pernambuco, que adquiri importancia poltica, y en el siglo XVII logr resistir los ataques de potencias mundiales como Holanda y Portugal.

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Nota de la autora. Schmitt, Alexandra, et al. 3 Entre los cuales vale la pena destacar el trabajo de Joan Pacheco de Oliveira, A viagem de volta: etnicidade, poltica e reelaboraao cultural no Nordeste indgena, Contra Capa Livtatia, 1999. 4 Tamagno, Liliana, Teoras sobre la identidad tnica y la etnicidad, Cap. III. 5 Leach, 1968. 6 Andrade, Lucia, et al. 7 Reis, op.cit.

1.1 La rebelin (quilombagem) Se entiende por quilombaje (quilombagem) al movimiento de rebelda permanente organizado y dirigido por los propios esclavos que se desarroll durante el esclavismo brasilero en todo el territorio nacional. Es un movimiento de cambio social, una fuerza de desgaste significativa del sistema esclavista, que plant sus bases en diversos niveles (econmico, social y militar) e influy poderosamente para que este tipo de trabajo entrara en crisis y fuera sustituido por el trabajo libre. El quilombaje es un movimiento emancipacionista que antecede al movimiento liberal abolicionista; tiene un carcter ms radical, sin ningn elemento de mediacin o negociacin entre su comportamiento dinmico y los intereses de la clase seorial. De un lado los esclavos rebeldes; del otro los seores y el aparato de represin a esa rebelda. De esta forma, el quilombo es el centro organizacional del quilombaje, aunque otros tipos de manifestaciones de rebelda tambin estaban presentes, como las guerrillas y otras formas diversas de protestas individuales y colectivas. El quilombo, era el escenario donde se desarrollaban todas estas transformaciones socioculturales. As, la situacin de opresin y persecucin en la que se encontraban sometidos los negros, condujo a estos grupos a instaurar una nueva relacin de la sociedad con el territorio, forjando transformaciones en mltiples niveles de su existencia en un constante proceso de reorganizacin social que implic la creacin de una nueva unidad sociocultural mediante el establecimiento de una identidad tnica diferenciadora, de la construccin de mecanismos polticos especializados, de la redefinicin del control social sobre los recursos ambientales, y 8 de la reelaboracin de la cultura en relacin con el pasado . Entendemos por tanto al quilombaje, como una constelacin de movimientos de protesta de los esclavos, teniendo como centro organizacional el quilombo, del cual partan o al cual convergan y se aliaban con otras formas de rebelda. Por estos motivos el quilombaje es un movimiento radical. En l no se incluyen slo negros fugitivos, sino tambin indios perseguidos, mulatos, personas perseguidas por la polica en general, bandoleros, evasores del servicio militar, mujeres sin profesin, blancos pobres y prostitutas. El quilombaje se articula nacionalmente, desde los inicios del esclavismo, atravesando todo el sistema esclavista, desarticulndolo constantemente, y asume, muchas veces, aspectos amenazadores para la clase seorial, como en el caso de la Repblica de Palmares. 2. Situacin histrico-social y caractersticas etnogrficas

En trminos muy generales, puede decirse que no hubo fuertes revueltas de esclavos ni cuestionamientos al esclavismo durante el siglo XVII. En cambio, con el crecimiento de las plantaciones azucareras y el incremento de la trata de esclavos en el Siglo XVIII, estas fueron ms frecuentes. Ya en el Siglo XIX, los aires abolicionistas fortalecieron las posiciones de las revueltas ms fuertes de los esclavos. En esa etapa, en la ciudad de Ro de Janeiro, existi el emplazamiento de negros esclavos ms grande del hemisferio. 2.1 Grupos tnicos que llegaron a Brasil Tratar de esclarecer la procedencia de los esclavos africanos que llegaron al Brasil ha sido una tarea compleja. Esto se debe a que en la mentalidad de los colonialistas portugueses, los negros no eran considerados seres humanos, y por lo tanto, le daban muy poca importancia registrar de manera precisa las diversas culturas, lenguas y grupos tnicos de los africanos
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Joan Pacheco de Oliveiro, op. cit.

capturados. Por el contrario, los asignaban a todos con un mismo nombre general. Sin embargo, desde comienzos del siglo XX la antropologa ha logrado esclarecer mucho sobre la 9 masa negra brasilera, aunque an quedan puntos por desentraar . La tradicin historiogrfica rene, a groso modo, dos grandes grupos tnicos: los bantas (o bantus) del frica ecuatorial y tropical, de la regin del Golfo de Guinea, Congo y Angola, plantaltos de frica oriental y costal sur-oriental; y los sudaneses, predominantes de frica occidental, sur de Egipto y la costa septentrional del Golfo de Guinea. Normalmente se afirma que la mayora eran bantes. As mismo, las tradiciones culturales de algunos grupos sudaneses, como los yorubas de Nigeria, son ampliamente predominantes de las herencias africanas de la cultura brasilera, sobre todo en la zona de Baha, as como los huacas del noroeste de Nigeria, de influencia musulmana, los fulas (de Etiopa) y los mals (o mandingas, de tradicin guerrera). Entre los sudaneses originarios de la costa de Guinea, la presencia comn de la lengua perteneciente al grupo lingstico yoruba talvez explique la predominancia 10 de los elementos de esa cultura en el candombl y las influencias negras en la lengua brasilera. Desde el punto de vista cultural, la influencia dominante de la cultura yoruba se explica tambin por su predominancia en la propia frica, en la regin del Golfo de Guinea, extendindose hasta el interior del Sur. Su civilizacin ms adelantada sorprendi a los primeros europeos, por los trabajos en bronce que hacan en el reino de Benin. La religin, la organizacin poltica y sus costumbres sociales de Yoruba constituan un modelo para una vasta zona. Los negros de Yoruba eran principalmente agricultores, pero sus trabajos en hierro, cobre, oro y madera ya gozaban de una merecida reputacin. No haba abundancia de animales de caza, pero la pesca en los ros, lagos y mar, les renda mucho. Criaban animales de subsistencia, como cabras, carneros, puercos, patos y gallinas. El caballo era conocido haca muchos siglos, debido al contacto con los rabes. En cuanto a los bantos de Angola, tenan una agricultura menos compleja, practicada por las mujeres, mientras que los hombres, criaban ganado. A diferencia de los yorubas y otros sudaneses, que usaban material de pao, los negros de las mrgenes de Zambeze y de Benguela se vestan de cscaras de rboles (como lo haran en el quilombo de Palmares); ms para el sudoeste, usaban vestimentas de cuero y tenan hbitos de cazadores y armas de hierro. 2.2 Formacin y primeros tiempos de las Palmars. Historia y cultura de la regin. La organizacin de quilombos ms importante se dio en Palmars, que adquiri importancia poltica y en el siglo XVII logr resistir los ataques de potencias mundiales como Holanda y Portugal. En esta regin de Pernambuco, el asombroso crecimiento del quilombo se dio a partir de 1630, cuando las guerras con los holandeses desarticularon momentneamente la economa y las organizaciones azucareras, relajando la vigilancia de los seores. En Baha mismo, las huidas en masa de esclavos durante la lucha fueron comunes, permitiendo la formacin de importantes aldeas. En los Palmares, los negros se esparcan por una regin de difcil acceso, cubierta de espesa mata tropical, que dificultaba la entrada de los blancos. La naturaleza facilitaba la sobrevivencia, por la abundancia de rboles fructferos, animales de caza y ros con abundantes especies que tambin resolvan las necesidades de agua, en lugares de fcil acceso. No era difcil hacer claros y sobraba fertilidad y humedad para el planto. Expertos en el trabajo agrcola, los negros mantenan las plantaciones para la subsistencia, llegando a generar excedentes en pequea escala. Adems de la alimentacin natural, la mata
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Clvis Moura.

Ritual religioso-musical del sur de Brasil.

les ofreca tambin los materiales necesarios para la construccin de sus chozas, normalmente hechas de varias palmeras, como para la fabricacin de sus muebles rsticos y utensilios, o como tambin arcilla para sus cermicas. En algunas aldeas, practicaban una metalurgia rudimentaria, y los relatos hablan de una serie de actividades artesanales entre ellos. Entre los productos agrcolas, se destacaba el maz, la mandioca, porotos y la batata dulce, los cuales muchos de ellos fueron encontrados y destruidos por los blancos. La Banana y caa de azcar eran tambin cultivadas para la fabricacin de rapadura y de aguardiente. Las aldeas que albergaban el quilombo eran llamadas mocambos, agrupaciones de casas primitivas cubiertas de hojas de palmera, protegidos por palizadas de madera. Dispersos en un rea de cera de 60 leguas, llegaron a contener, alrededor del ao 1675, cerca de 20 mil habitantes. A pesar de la falta de datos ms directos, considerando la ruta del trfico del Atlntico en la poca, se puede decir que P almars fue predominantemente un grupo originario del CentroSur de frica, gente de grupos lingsticos kikongo, kimbundu, ovimbundo, y otros de la regin 11 Congo-Angola . Pero tambin en el quilombo haba mestizos brasileros e indgenas. En Engana-Colomim, casi slo haba indios, viviendo y luchando al lado de los negros en una fraternidad racial nacida del conflicto comn con los blancos. En los rituales religiosos y hbitos culturales (sobre los cuales existen pocos datos), esto interfera, en la medida en que todo ganaba un carcter sincrtico. En algunas regiones, exista una capilla con imgenes de divinidades catlicas que rezaban oraciones cristianas, llegando hasta celebrarse casamientos. Las uniones conyugales, a su vez, tampoco tenan reglas fijas, y se encontraban tanto casos de monogamia, como poligamia, como en el caso del rey Ganga-Zumba que tena tres esposas. Los portugueses anotaron poco sobre sus padrones y normas ticas, pero se sabe que segn tradiciones africanas, el robo o el asesinato eran igualmente castigados con la muerte. En cuanto a los negros que, en caso de una incursin contra alguna hacienda de las vecindades, se rehusasen a unirse a los fugitivos, eran puestos como esclavos hasta que acordasen liberarlos. Es importante aclarar que cuando los quilombos llegaron a sus dimensiones mximas los seores de los alrededores acabaron por negociar con los quilombolas, para una pacfica convivencia. La colaboracin de los blancos con los rebeldes de Palmars fue muy frecuente. Les interesaba sus excedentes agrcolas, que intercambiaban por armas y utensilios. Esta colaboracin fue muchas veces una tregua, que simbolizaba el poder que los negros conseguan en la regin. Aunque no tuviese objetivos directamente polticos, y pretendiesen apenas la libertad, los fugitivos concentrados en Palmars representaban por esto mismo un elemento profundamente subversivo del orden colonial para ser incesantemente combatido por los seores y autoridades. 2.3 El caf y la decadencia de la esclavitud En 1850 se termin por abolir el trfico de esclavos. El azcar, mercadera de exportacin que haba dado prosperidad al rea de trabajo esclavo en el Nordeste, entr en decadencia en el mercado mundial. La fuga permanente de esclavos que exiga el mantenimiento de un aparato represivo y de captura permanente, tambin incrementaba el costo de produccin. Se inici, as, la crisis del sistema esclavista. Por otro lado, en la segunda mitad del siglo XIX una nueva cultura aparece en el Sudeste con un dinamismo que sorprende y, al mismo tiempo, exige una cantidad cada vez mayor de mano de obra: el caf. No habiendo ms la posibilidad de importacin de africanos, los productores

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Reis, op.cit.

de caf de Ro de Janeiro, San Pablo y Minas importaron negros esclavos de otras provincias que ya se encontraban en decadencia, como Pernambuco, Baha y Cear. Esta necesidad de importacin interprovincial desarticula nuevamente a la poblacin negra, que al ser distribuidos en las nuevas reas prsperas, muchas veces se fragmentaban familias, ya que sus miembros podan ser vendidos para seores diferentes. Esta nueva distribucin de la poblacin negra esclava estaba, por esto, subordinada a los seores. En la economa del caf, de mediados del siglo XIX, el esclavo ya no era ms aquella mercanca barata y fcilmente sustituible de Brasil, sino por el contrario deba ser protegido, ya que su inutilizacin dara prdidas en la produccin. Adems, ya que no se importaban ms negros, el precio de ellos aumentaba en el mercado. En esta etapa, el esclavo pasa a ser protegido. El capital invertido en el negro deba ser protegido y as surgen las primeras leyes pratetaras. La crisis del sistema esclavista entraba en su ltima fase. Desde el punto de vista estrictamente econmico, capitales de naciones europeas ms desarrolladas en el sistema capitalista invertan en temas fundamentales, como transporte, iluminacin, puertos y bancos, creando una contradiccin que se ira agudizando progresivamente entre el trabajo libre y el esclavo. Todo esto culminara con la Guerra del Paraguay, en la cual los negros fueron enviados en su gran mayora, y en ella murieron cerca de 90.000. Muchos de los que se presentaban como voluntarios, creyendo en la promesa imperial de ser liberados despus del conflicto, fueron reesclavizados. Esta tctica de enviar negros a la guerra sirvi, por un lado, para blanquear la poblacin brasilera y, por otro, para justificar la poltica inmigrantista que era patrocinada por sectores significativos de capitalismo nativo y por el gobierno de D. Pedro II. En esta fase se pueden observar dos tendencias demogrficas de la poblacin negra, esclava y libre: un decrecimiento numrico como consecuencia de la guerra; y una concentracin de esta poblacin en las provincias de Minas, Ro de Janeiro y San Pablo. En las dems provincias se ve una economa estancada, con una poblacin negra incorporndose a los tipos regionales de explotacin campesina, ya que los seores no tenan excedentes monetarios para invertir en la dinmica de la economa decadente. El negro es, as, en estas reas, incorporado a una economa de miseria. 3. La interpenetracin cultural

Aunque constituidos principalmente por esclavos fugitivos, en los quilombos tambin convergan soldados desertores, prfugos de la justicia, vendedores, aventureros, indgenas presionados por el avance europeo, etc. Sin embargo, predominaban los africanos y sus descendientes, que fortalecan su identidad y lazos culturales, y que, aunque provenientes de diferentes etnias, tendieron a compatibilizar sus diferencias, recreando culturas. El ataque de los colonizadores fue constante, utilizando muchas veces indios en la confrontacin. Por eso los quilombos no solan ser establecimientos constantes, sino lugares de p aso que podan mover su situacin peridicamente, sobre todo los que estaban situados cerca de las ciudades y se dedicaban a la depredacin. Esta movilidad no facilit el establecimiento de costumbres, valores y rituales propios, o instituciones y liderazgos que perduraran. En esas comunidades, todo indica que hombres y mujeres desarrollaron estructuras de produccin eficientes y estructuras de parentesco y de poder, pero no se sabe cunto puede

extenderse la informacin existente, que surge de estudios muy especficos en algunas regiones y el tiempo. Aunque pensadas por muchos como sociedades igualitarias, existan, sin embargo, jerarquas y privilegios de las elites cercanas a los lderes, que consolidaban su poder no tanto en el control de la tierra sino de la gente. Los lderes de los quilombos se autotitulaban reyes. Algunos eran esclavos provenientes de elites dirigentes de su etnia en Africa. A veces el papel de rey (o reina) estaba asociado a roles religiosos provenientes del candombl africano. Segn el anlisis de distintas fuentes , las mujeres tuvieron un papel importante en la proteccin de los esclavos que huan, en las revueltas de negros y dentro del quilombo. Por eso, la figura de reina. Los libertos eran la elite ms selecta de los negros, muchas veces encabezaron revueltas de esclavos, ocupaban posiciones estratgicas en la estructura social desde las que podan conspirar contra la clase seorial. Posean habilidades en las artes y oficios, por circular entre los libres tenan i formacin sobre el gobierno; en sus casas se refugiaban esclavos, hacan n reuniones conspiratorias, establecan puentes entre esclavos rurales y urbanos, difundan ideas de rebelda. Su figura independiente constitua un ideal para los esclavos de lo que p oda ser un mundo sin seores. Para la mayora de los habitantes de los quilombos, el problema mayor era no quedar aislados. An en lugares protegidos, vivan cerca de haciendas, pueblos y ciudades, en las fronteras de la esclavitud, que involucraba a negros liberados, libertos y hasta blancos que reciban informaciones de movimientos de tropas. Con esa gente ellos se apoyaban, trabajaban, reciban armas y municiones, alimentos, podan tener lazos afectivos y amigables. Es cierto que se registran casos de quilombos aislados, pero la mayor parte de las fuentes antropolgicas y la historiografa registra intensos contactos de los quilombos entre s y con otros grupos sociales. Existen evidencias tanto en las cercanas de Recife, Olinda, Salvador, Sao Paulo y Porto Alegre, de las frecuentes relaciones comerciales, de parentesco y amistad durante el siglo XIX, entre esclavos fugitivos, negros libertos, mestizos y blancos. Esas relaciones atormentaban a los seores y gobernantes coloniales. Los habitantes de los quilombos muchas veces asaltaban en las ciudades y atacaban haciendas para obtener dinero y bienes, y reclutaban esclavos para aumentar el grupo o secuestraban esclavas para equilibrar la masculinidad del grupo. Esto no significa que la economa de los quilombos fuera parasitaria, porque ellos tambin cultivaban la tierra, cazaban y extraan piedras preciosas y oro (como en Minas Gerais) que intercambiaban con comerciantes mestizos y blancos. Muchas veces sus campos de cultivo fueron arrasados por los colonizadores. Hay registros tambin de habitantes de los quilombos que se empleaban como trabajadores temporarios en las haciendas. Inclusive hay registros de esclavos que fueron empleados en la agricultura de los quilombos, es decir, ex esclavos que empleaban esclavos. Los esclavos fugitivos eran muchas veces recapturados y volvan al rgimen esclavista de donde volvan a escaparse. Aislados o integrados, dedicados a la depredacin o a la produccin, el objetivo de los 14 habitantes de los quilombos no era combatir la esclavitud, sino sobrevivir en sus fronteras . Tanto en los quilombos como en el seno mismo de la sociedad esclavista, no puede encontrarse un proceso que indique la voluntad de instaurar la cultura de frica a Amrica, sino
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Reis, op. cit. Esclavos liberados, que haban obtenido ese beneficio por distintos mecanismos 14 Reis, op. cit.
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un proceso de adaptacin, reformulacin e intercambio de valores e instituciones, que dio lugar a la cultura afro-brasilera. En la religin, por ejemplo, la mezcla de la influencia portuguesa y africana es notable. Los restos arqueolgicos en algunos quilombos dan cuenta de la mezcla de santos de origen catlico con figuras de madera de origen africano. Con la instalacin de un gobierno desptico esclavista, capaz de mantener el orden contra las manifestaciones del quilombaje, sus diversas culturas fueron consideradas primitivas, exticas y solamente considerados cuando estuviesen sobre el control del aparato dominador. En situaciones de dominacin, todos los aspectos de la vida sociocultural se ven transformados en resistencias. En el caso de la religin, es aun ms significativo, ya que se trata del plano simblico. En ella, la comunidad tnica refuerza los lazos que contribuyen a su identificacin colectiva y expresa el estado contemporneo de los otros aspectos de la sociedad. En otras palabras, lo que se expresa en los rituales, no son deseos individuales, sino voluntades 15 colectivas de transformacin de las condiciones sociales existentes . La religin de los africanos se prohibi para impedir que se reforzara la identidad grupal. Para evitar las persecuciones, los esclavos combinaron las divinidades africanas (orixs) con santos del catolicismo popular, creando cultos como la macumba y el candombl, que tambin incluan aspectos de las religiones indgenas y el espiritismo europeo. As se fue conformando una religiosidad particular, que amalgam diferencias intertnicas y una especificidad afro-brasilera y que les otorg en esta manifestacin religiosa, la continuidad a pesar de la transformacin y las expresiones de identidad a pesar de los elementos tomados 16 de la religin dominante . Lo mismo ocurri con sus lenguas. Como no posean una unidad lingstica, los africanos fueron obligados a crear una que fuera comn para que pudiesen entender. Nadie, o casi nadie, vio esta incorporacin como un factor de enriquecimiento, aunque incluso se cre la palabra chula para designar a estos vocablos. Despus de la esclavitud, los grupos negros que se organizaron como especficos, en la sociedad capitalista dependiente que la substituy, tambin aprovecharon los valores culturales afro-brasileros como instrumentos de resistencia. Esto no quiere decir que se conservasen puros, ya que sufrieron la influencia del aparato ideolgico dominante, dentro de la lucha ideolgico-cultural que se impona en todos los niveles. Las escuelas de samba, especialmente en Ro de Janeiro, son un ejemplo de esto, ya que perdern su carcter de especfica protesta simblica espontnea de la antigedad, para ser institucionalizadas y subordinadas a instituciones de grupos financiadores que las despersonalizaron entera o parcialmente de su papel inicial. Los negros no se sometieron a las culturas de los colonizadores, ms bien se dieron recreaciones intertnicas dentro de la propia comunidad africana. Sin embargo, la diversidad tnica (Babel) hizo que cada grupo intentara mantener sus rituales propios. La alta tasa de masculinidad entre los esclavos inhibi la conformacin de familias de esclavos y la subordinacin de los cautivos a la red paternalista seorial. A diferencia de lo que ocurri en los Estados Unidos, si hubieran prevalecido el paternalismo seorial y la familia esclava, la 17 solidaridad tnica entre los esclavos hubiera sido ms dbil .

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Bartolom, 1997. Alicia Barabas, 1987, 1991, 1994. 17 Reis, op. cit.

4.

Impactos de la cultura africana en Brasil.

La cultura brasilea se ha visto configurada no slo por los portugueses que dieron al pas su idioma y religin sino tambin por los amerindios, los africanos negros y los colonos procedentes de Europa, oriente medio y Asia. La influencia de la cultura africana, es muy poderosa sobre todo, en el nordeste. Los esclavos importados por los portugueses trajeron consigo su religin, msica y cocina, todo lo cual ha influido profundamente sobre la identidad brasilea. El Capoeira, un arte marcial africano, desarrollado por los esclavos para luchar contra sus opresores, ha adquirido una gran popularidad en los ltimos aos, y en todo Brasil se ven semicrculo de espectadores-msicos que cantan la chula inicial antes de la lucha y producen la percusin durante sta. A pesar de que se cree que en la religin brasilera predomina la catlica, sta es notable por su diversidad y sincretismo. Hoy, cultos como la macumba y el condombl prosperan en Brasil, junto con otros menos ortodoxos, y algunos incluyen sacrificios de animales, la magia negra y los alucingenos. Buena parte del candombl sigue siendo secreto y en Baha estuvo prohibido hasta 1970. El candombl es tambin un medio para cultivar las tradiciones africanas (msica, danza e idioma), en un sistema que aspira a adorar y disfrutar de la vida en paz y armona. Cuando se instalaron en Brasil en el siglo XVI, los portugueses se encontraron con las diversas lenguas de los indios, que junto con los distintos idiomas y dialectos hablados por los esclavos africanos, cambiaron ampliamente el portugus trado por los primeros colonos. Junto con el portugus, el tup-guaran se convirti en la lengua comn, comprendida por la mayora de los pobladores. Luego fue reemplazada totalmente por el portugus, aunque quedaron vestigios de las lenguas tanto indgenas como africanas. Estas ltimas son utilizadas, sobre todo, en ceremonias religiosas afro-brasileras (como orix, ex, Iansa), en la cocina (como vatap, acaraj y abar), y en la conversacin general (como samba, moleque y mocambo). 5. Situacin actual

El reconocimiento de los derechos de las quilombolas por la legislacin brasilera es relativamente reciente. La primera iniciativa en este sentido se dio en la Constitucin Federal de 1988, que asegur a este segmento de la sociedad brasilera el derecho de propiedad de sus tierras (artculo 68 del ADCT). A partir de este marco legal, se ha ido constituyendo un conjunto de leyes y normas que procura reglamentar el proceso de titulacin de las tierras de los quilombos. Actualmente este repertorio de leyes y normas referentes a los derechos de las comunidades quilombolas, est reglamentada tanto por la legislacin federal como por la legislacin estatal.

III. CONCLUSION El anlisis de los quilombos en Brasil permite dar visibilidad a la accin de la colonizacin europea, sus dimensiones y alcances, afectando, en este caso puntual, a los pueblos africanos y americanos. El etnocentrismo europeo occidental fue el justificativo de cualquier accin violenta y dio lugar a la desvalorizacin y sometimiento que padecieron los negros africanos privados hasta del carcter de seres humanos por el poder colonial. Sin embargo, estos grupos subordinados tuvieron diferentes estrategias de resistencia, principalmente la organizacin de quilombos, donde se destaca la accin comn de integrantes

de diferentes etnias africanas, e incluso tambin de otros grupos igualmente sometidos, para luchar contra el opresor comn derivando en el nacimiento de una nueva pauta cultural con influencias recprocas e identidad propia. Esta p auta es factor importante para explicar la diversidad cultural y tnica del Brasil actual, representndose en aspectos tan intrnsicos de sus particularidades culturales, religiosas, de la lengua, el arte y la msica, en la que la cultura africana dej una impronta imborrable.

Como lo demuestra la cancin de Caetano Veloso: E o povo negro perceveu Que o grande vencedor Se ergue alm da dor.

BIBLIOGRAFA: o o o o o o Almeida, Alfredo (2002). Os quilomos e as novas etnias, en Dwyer, E., Quilombos: identidade tnica e territorialidade, Rio de Janeiro, Editora. FGB/ABA. Andrade, Lcia y Girolamo Treccani (2000), en Raimundo Laranjeira (Org.): Terras de Quilombo, DIREITO AGRRIO BRASILEIRO, Editora LTr, So Paulo Associao das Comunidades Remanescentes de Quilombos do Municpio de Oriximin. En: http://www.quilombo.org.br/html/arqmo.html Boaventura Leite, Ilka (1996), Conferencia, Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil. Reis Joao Jose (1995). Quilombos e revoltas escravas no Brasil Revista USP Sao Paulo, Decembre- Fevereiro 95-96 Schmitt Alessandra, Maria Ceclia Manzoli Turatti; Maria Celina Pereira de Carvalho (2002). A atualizao do conceito de quilombo: identidade e territrio nas definies tericas. Ambiente y sociedad. n.10 Universidad de Campinas Brasil. Tamagno, Liliana. Nam qom hueta`a na doqshi lma. Los tobas en la casa del hombre blanco. Identidad, memoria y utopa. Ediciones Al Margen. La Plata, Bs. As., Argentina. 2001. Pacheco de Oliveira, Joan. A viagem de volta: etnicidade, poltica e reelaboraao cultural no Nordeste indgena. Contra Capa Livtatia. 1999. Barabas, Alicia. Utopa y nuestra Amrica. Coleccin Biblioteca Abya-Yala N 28. Ediciones Abya-Yala. 1996. Bartolom, Miguel Alberto. Afirmacin Estatal y Negacin Nacional. 1997.

o o o

ANEXO

Grfico I:
Distribucin Poblacional de Brasil por Grupo tnico-Racial 1% 0% 0% 38%

55% 6%

Poblacin Blanca Poblacin Indgena

Poblacin Negra Poblacin Amarilla

Poblacin Mestiza Sin declaracin

Fuente: IBGE, Censo Demogrfico 2000.

Grfico II: Distribucin Poblacional de Brasil por Color de Piel *

45%

55%

Poblacin Blanca

Poblacin de Color

Fuente: Elaboracin propia sobre la base de los datos publicados por el IBGE para el Censo Demogrfico 2000. * Incluye los grupos tnico raciales correspondientes a la categora Poblacin Blanca, y los grupos Poblacin Negra y Poblacin Mestiza agrupados como Poblacin de Color (el resto de los agrupamientos no han sido considerados en este grfico).

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