Salmos 67
Salmos 67
1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah
2 Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvacin.
4 Algrense y gcense las naciones, Porque juzgars los pueblos con equidad, Y pastorears las naciones en la tierra. Selah
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Comentario a Salmos 67
Tomado de "Comentario Exegtico-Devocional A Toda La Biblia." Libros poticos -Salmos Tomo-1. Editorial CLIE.
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Aqu tenemos, I. Una oracin por la prosperidad de Israel (v. 1). II. Una oracin por la conversin de los gentiles (vv. 2-5). III. Una feliz perspectiva de tiempos gloriosos cuando Dios se digne llevar a cabo tal obra (vv. 6, 7).
Versculos 1-7
El salmista fue elevado aqu a recibir el espritu de profeca acerca del ensanchamiento del Reino de Dios.
I. Comienza con una oracin por el bienestar y la prosperidad del pueblo escogido (v. 1): Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga. Nuestro Salvador, al ensearnos a decir Padre nuestro, dio a entender que debamos pedir con otros y por otros; as el salmista no dice: Dios tenga misericordia de m y me bendiga, sino de nosotros y nos bendiga. Aqu se nos ensea, 1. Que toda nuestra felicidad procede del favor de Dios y con l se incrementa; por eso, lo primero que pide es el favor de Dios. 2. Nos bendiga; es decir, nos otorgue inters en sus promesas y nos conceda todos los bienes contenidos en ellas. 3. Haga resplandecer su rostro hacia nosotros es una peticin basada en la bendicin sacerdotal de Nm. 6:24 y ss., con la diferencia de que all la preposicin es sobre, mientras que aqu la preposicin es hacia, lo que da la impresin de un contacto ms prximo con el resplandor de la luz divina. Tambin podra traducirse por con.
II. De ah pasa a una oracin por la conversin de los gentiles (v. 2): Para que sea conocido en la tierra tu camino, es decir, la forma en que te conduces con nosotros, a fin de que tambin ellos te alaben y glorifiquen. Es como si aadiese: Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino.
1. Estos versculos, que apuntan a la conversin de los gentiles, pueden tomarse: (A) Como oracin que expresa el deseo de los santos del Antiguo Testamento, quienes desearan as que se extendieran a todos los privilegios de que ellos disfrutaban. Obsrvese entonces cun diferente del de sus padres era el espritu de los judos en tiempo de Cristo y de sus apstoles, pues aquellos pedan que el nombre de Dios fuese conocido en todas las naciones, mientras que stos se enfurecan al ver predicado a los gentiles el evangelio de la salvacin (v. Hch. 13:45). (B) Como profeca de que haba de suceder lo que pide.
2. Tres cosas son las que aqu pide con referencia a los gentiles:
(A) Que se extienda a ellos la revelacin divina (v. 2): Que sepan ellos, como los sabemos nosotros, lo que es bueno y lo que pide Yahweh de nosotros (Miq. 6:8); que sean bendecidos y honrados con los mismos estatutos y preceptos justos, que son la alabanza de nuestra nacin y la envidia de nuestros vecinos (Dt.4:8). Si Dios nos da a conocer su camino y andamos en l, nos mostrar su salud salvfica (50:23). Quienes conocen por experiencia propia lo agradable de los caminos de Dios y los consuelos de su salvacin, no pueden menos de desear y orar que sean conocidos por otros en todas las naciones.
(B) Que sea establecido entre ellos el culto divino, como sucede donde se recibe y abraza la revelacin divina (v. 3) Te den gracias (lit.) los pueblos, oh Dios. Que tengan materia para la alabanza y corazn para la gratitud; no slo algunos pueblos, sino todos ellos. Tanto inters tiene el salmista en esto, que lo repite en el versculo 5. Es una oracin, (a) para que les sea predicado el Evangelio y entonces tendrn motivo suficiente para alabar y dar gracias a Dios, como por un da de primavera tras una larga y oscura noche. (b) Que se conviertan y sean trados a la Iglesia de Dios, donde tendrn disposicin y oportunidad para alabar a Dios. (c) Que puedan ser incorporados a las asambleas solemnes, a fin de que puedan alabar a Dios con una sola mente y una sola boca.
(C) Que sea reconocido entre ellos el gobierno de Dios (v.4): Algrense y gcense las naciones. El gozo que desea a las naciones es un santo gozo, porque se han de gozar en que Dios juzga a los pueblos con equidad y gua (lit. el mismo verbo de 78:14) las naciones de la tierra (lit. en la tierra). Se alegrarn al ver que el Dios de Israel es un juez justo, cuyos juicios son todos conforme a la ms estricta verdad y justicia, no como los juicios de los jueces humanos.
III. Concluye con una gozosa perspectiva de todos los bienes que han de sobrevenir cuando Dios lleve a cabo esto, cuando las naciones se conviertan y alaben a Yahweh con gratitud.
1. El mundo de aqu abajo les sonreir y ellos disfrutarn de los productos de la tierra (v. 6): La tierra dar su fruto. Es cierto que Dios da lluvia de los cielos y estaciones fructferas a las naciones, incluso cuando stas yacen en las tinieblas (Hch. 14:17); pero cuando se convierten, la tierra incrementa sus frutos en mayor medida.
2. El mundo de arriba les sonreir tambin, lo cuales mucho mejor: Nos bendecir Dios, el Dios nuestro (v. 6). Y de nuevo (v. 7): Nos bendecir Dios. Recibimos de veras el fruto de la tierra como un favor cuando, con l, nos da nuestro Dios la bendicin.
3. Con eso, todo el mundo se sentir inclinado a seguir el ejemplo de ellos (v. 7): Y le temern, es decir, le rendirn culto, todos los confines de la tierra (Este sentido -proftico- es ms probable que el de peticin).