ESCUBRMDOELDmO:
EL INFORME DE UN ONGRESO
Chicago
se ha
convertido
en un
importante centro
de
pen-samiento
del
diseño
en los
últimos años gracias
a las
activida-
des
cooperativas
de
varios académicos investigadores
y di-
señadores en ejercicio. A través de charlas continuas y peque-ños
congresos
estas personas
se han
convertido
en
parte
de
un
«Grupo de Chicago» extraoficial que incluye expertos encampos tales como la historia el diseño industrial el diseñográfico la
filosofía
la retórica la sociología el marketing y lapsicología. El interés central del grupo es fomentar la refle-
xión
sobre la teoría y la práctica del diseño desde una ampliagama
de
perspectivas. Ello
se
basa
en la
creencia compartida
por
todos
de que una
pluralidad
de
voces aportará nuevasideas sobre el estudio y la práctica del diseño. Mientras otrosgrupos se han formado alrededor de una u otra definición
restringida
del diseño y han intentado desarrollarla con exclu-
sión
de posibilidades alternativas el grupo de Chicago haelegido deliberadamente centrarse en problemas concretos y
ha
intentado promover conversaciones más productivas debi-do precisamente a la
inclusión
de puntos de vista alternativossobre dichos problemas.
Durante
los
días
5 y 6 de
noviembre
de
1990
la
Universi-dad de
Illinois
en Chicago actuó como
anfitriona
de un pe-queño congreso internacional titulado
Descubriendo
el
dise-
ño. La
meta
del
congreso organizado
por
Richard Buchanan
y
Victor Margolin fue ampliar el diálogo contemporáneo so-bre el diseño entre diseñadores y profesionales procedentes
de una
amplia
gama
de
disciplinas académicas.
Los
veinticin-
co
invitados incluían expertos
en
historia sociología retóri-
ca
teoría crítica estudios culturales psicología social filoso-
fía
de la tecnología y teoría política además de profesionalesde campos como el diseño
industrial
el desarrollo de software
y
el marketing. La variedad del grupo se vio acrecentada por
participantes
de
siete
países:
los
Estados Unidos Canadá
Australia
Francia Inglaterra Noruega e Italia. En circuns-
tancias
normales
es
poco probable
que un
grupo
de
tanta
di-
versidad
se
hubiese reunido jamás.
Pero
la
emergencia
de una
filosofía
del diseño en los
últimos
años con su importante
significado
interdisciplinario ha llevado al descubrimiento demuchas relaciones inesperadas
e
intereses mutuos.
El
congreso
se
organizó alrededor
de
cuatro temas centra-
les
que
con
toda probabilidad serán explorados
en los
próxi-
mos
años
por
quienes
se
preocupan
por el
estudio
y la
prác-tica
del
diseño.
Las
ponencias
sobre
dichos temas
se de-
sarrollaron durante cinco sesiones
de
trabajo
y
cada sesión
incluyó
un
amplio
período
de
debate.
La
primera sesión
se
centró
en «El
diseño
y la
innovaciónen
el
contenido
de los
productos».
Fue
ideada para suscitarcuestiones sobre
la
relación
del
diseño
con el
contenido
de los
productos las maneras en las que los productos
pueden
servir
como ingenios para la exploración
inventiva
de la experien-
Victor
Margolin
y Richard Buchanan
eia y
hasta
qué
punto
los
productos bien diseñados permiten
que sus
usuarios
se
conviertan
en
partes
de un
continuo dise-ño viviente en la vida cotidiana.
La
segunda sesión trataba
de «El
diseño
y la
relación
de
los
productos
con las condiciones
materiales
sociales
y
cul-turales». Aquí
se
hizo hincapié
en las
contingencias
de las si-
tuaciones objetivas
en las
cuales
se
hacen
y
usan
los
produc-tos.Las sesiones tercera y cuarta trataron sobre «El diseño y laacción».
Se
consideraron cómo
se
pueden hacer productosque satisfagan las cualidades de la acción humana y cómo sepueden integrar
en la
vida
de los
usuarios.La quinta sesión trataba de «El diseño y los valores». Enella
se
exploró
la
relación entre
el
diseño
y los
valores
indivi-
duales culturales y sociales.
Los
organizadores seleccionaron catorce trabajos parapresentar entre el gran número de propuestas
iniciales
recibi-das. Estos trabajos representaban perspectivas claramente
distintas
sobre
la
naturaleza
del
diseño
y
sobre
los
temas
ge-
nerales seleccionados
por los
organizadores
del
congreso.
Las
personas
que no
presentaron trabajos actuaron como modera-dores
o
participaron
en los
animados períodos
de
coloquiodurante cada sesión.En la primera sesión Richard Buchanan especialista enhistoria
y
filosofía
de la
retórica ayudó
a
establecer
una de
las metas del congreso al hablar del sentido con el que la
filo-
sofía del diseño surge en el siglo xx como un nuevo arte li-beral de la cultura industrial sirviendo para
unir
la teoría y lapráctica de muchas maneras nuevas con objetivos encamina-dos a la producción. Habló de la transformación del pensa- inmiento
sobre
el
iseño
desde
los
primeros
días
del
NuevoBauhaus de Chicago cuando Laszlo Moholy-Nagy
invitó
al
filósofo
Charles Morris
de la
Universidad
de
Chicago
a es-
tablecer un programa de artes liberales como parte del
plan
deestudios del diseño del Nuevo Bauhaus hasta la
definición
del diseño de Herbert Simon como la ciencia de lo
artificial
opinión cuya
influencia
se
dejó sentir
en el
plan
de
estudiosreformado
de la
nueva Universidad Carnegie Mellon. Obser-vó cómo
la
filosofía
del
diseño
que
surge alrededor
de las
cuatro disciplinas
de
comunicación construcción toma
de
decisiones y sistematización transforma el diseño oficio es-trechamente limitado
y una
especialidad profesional
en un
nuevo arte de concebir y planificar lo
artificial.
Al
tratar
el
tema
de la
innovación Daniel Cheifetz presi-dente
de una
empresa para
el
desarrollo
de
software habló
de
su
propósito
de
crear
un
software
que
podría llegar
a ser
transparente para el usuario al integrarse tan bien en su propiofuncionamiento psíquico
e
intelectual
que
éste
ya no
tuviera
que
prestarle atención. Tufan Orel sociólogo francés
que ha
estudiado
una
clase
de
nuevos productos
que se
utilizan
parala autodiagnosis la autotransformación y para propósitos re-lacionados
con
éstas hizo
un
resumen
de las
maneras comodichos productos
se
relacionan
con
procesos
de
cambio social
más
extensos.
Los
ponentes
en
esta sesión
no
sólo
aplicaron
el
tema
de la
innovación
a
nuevos productos
que se
podrían usar. Bucha-nan trató
el
diseño
en sí
como
si
fuera
un
producto cuya con-cepción necesitaba
el
mismo modo
de
pensamiento. Este
in-
tento
de
volver
a
examinar
el
diseño también
se
hizo evidente
en conferencias
presentadas
por
otros
y se
convirtió
en uno
de los
hilos conductores
de
todo
el
congreso.
Cheifetz
en
rea-
Tems
de
Disseny,
1993/9,
pp. I5-24
Descubriendo el diseño: el informe de un
congreso
lidad,
se
refirió
en su
discurso
a un
software
flexible que
convertía
al
usuario
en
diseñador.
Las
referencias
que
hicieron Orel
y
Cheifetz
a
productos
que
exigían
un
mayor compromiso
de sus
usuarios tuvieroneco en la siguiente
sesión
presentada por el filósofo AlbertBorgman, quien habló del «diseño profundo», que para él
significaba un
diseño
que
permitía
a los
usuarios asumir
unnuevo
nivel de interacción. Inherente al discurso de Borgman
fue
la
propuesta
de que los
productos bien diseñados que
in-cluían
ciudades al igual que objetos más personales) podríanser instrumentos para ayudar a los usuarios a conseguir la fe-
licidad
humana.
Desde
la perspectiva del diseñador, Gianfranco Zaccai
también
habló
del
tema
de la
satisfacción
del
usuario, plan-
teando
la cuestión de por qué los objetos industriales no ofre-
cen
la misma satisfacción que los objetos de artesanía. Expu-so algunos de los problemas del
proceso
de
desarrollo
de un
producto y
argumentó
que los
diseñadores deben reclamar
elpapel
generalizador a los
expertos
del marketing.
Langdon
Winner, teórico político, amplió las categorías de
experiencia que
incluyen
el
diseño. Postuló
que la
teoría
po-lítica, la
arquitectura
y la
ingeniería contienen enfoques alta-
mente
diferentes sobre
la
práctica
del
diseño
y,
seguidamente,
propuso el
establecimiento
de un
nuevo campo
de
investiga-
ción, la
ergonómica política, para estudiar
un
encaje apropia-
do
entre
la
tecnología
y la
organización social.Este paso hacia
un
ensanchamiento
de la
definición
deldiseño más
allá
de la
propia
de los
diseñadores profesionales
surgió
varias veces durante el congreso. Lo que
parecía
estar
enjuego era la
expectativa
de que el
diseño pudiera tener unas
aplicaciones en el
pensamiento humanístico mucho
más am-
plias
de las reconocidas anteriormente. Para Winner, desde lateoría,
y
para Zaccai,
desde
la
práctica, «diseño»
era un
tér-
mino
que
traspasaba diferentes prácticas
y
que,
por
tanto,
se
podría
utilizar
para extraer de ellas elementos unificadores.Los dos ponentes de la sesión siguiente, «Diseño y ac-
ción»,
examinaron
las
cuestiones
de
cómo nacen
los
produc-tos a través de la acción y de cómo permiten actuar a los usua-
rios.
John
Heskett, historiador
y
teórico
del
diseño, habló
delas
condiciones necesarias para
crear
productos en la indus-tria, afirmando que una mezcla armoniosa de talentos esesencial para
la
creación
de
productos
de
calidad. Heskett
re-
conoció las luchas por el poder, que tan frecuentes son en la
industria
entre profesionales
con
puntos
de
vista opuestos,
e
identificó
el
diseño como
el
enlace horizontal
de
todos
los
aspectos
de la
planificación
de
productos.
El
segundo orador, Victor Margolin, también historiador
y
teórico del diseño, exploró la amplia cuestión de cómo el di-seño se relaciona con la acción dentro de la sociedad en sutotalidad. Designó
dos
relaciones entre
el
diseño
y la
acción:
el
diseño en sí como forma de acción, y el diseño como mediopara permitir
las
acciones
de los
usuarios. Utilizando
la
teoría
fenomenológica
de Alfred Schutz, identificó el diseño
como
una
práctica intersubjetiva que jamás tiene lugar
fuera
delcontexto
de su
relación
con la
acción
de
otros.
Al
final del primer día, varios temas comunes habían sur-gido
de los
diversos discursos,
y los
asistentes empezaban
a
entablar un diálogo más activo con los conferenciantes y en-
tre
sí.
Durante
el
segundo día,
este
diálogo
se
intensificó
y las
restricciones
normales a las
diferencias
disciplinarias
dejaronde prevalecer. La sesión de la mañana continuó con el tema«Diseño
y
acción». Clive Dilnot, teórico cultural,
se
ocupó
de
las limitaciones conceptuales que estorban la revelación del
significado
completo
de un
objeto. Según Dilnot,
el
acto
de
hacer cosas
está
siempre desvalorizado
por el
pensamiento,que
se
considera
como
una
manera superior
de
saber. Para
Dilnot, el
objeto
no es
mudo; tiene
una
identidad subjetivaque le dota de un papel mucho más poderoso en la vida social.
Nigel
Cross, profesor de estudios del diseño, fijó su aten-ción en la cuestión de la capacidad para el diseño, en lo que es
y
en
cómo
se
cultiva.
Cross
afirmó
que
dicha capacidad
es
una
forma
de
inteligencia,
que
tiene características distinti-vas, que toda persona la
posee
que se puede describir y quetambién se puede dañar o perder. Así, introdujo otra dimen-sión
al
tema planteado
por
otros, pues para
él
diseñar
es una
actividad mucho
más
amplia
que lo que
realizan
los
profesio-nales.
Augusto
Morello, asesor
de
marketing
y
profesor
de
dise-
ño de
Milán, volvió
a
dirigir
la
investigación
al
campo
de la
industria.
Morello considera
el
mercado como
un
escenariodonde
los
usuarios encuentran productos
significativos.
Defi-
nió los
productos
y su uso
como parte esencial
de la
cultura,tema propuesto por otros conferenciantes, aunque de otra
manera.
Morello distinguió entre el diseño «sintético», que es
un
proceso para manejar
la
complejidad,
y el
diseño «analíti-co»,
que
separa
los
elementos
de un
proyecto complejo
unode
otro.
Un
proceso «sintético», según Morello, permite
que
los
diseñadores establezcan
un
lazo entre
la
cultura
y la in-
dustria,
logrando
así
productos
que
tienen valor para
la
socie-dad. Como ejemplo
de un
valor nuevo, Morello citó
los
pro-longados ciclos vitales de los productos como respuesta aproblemas ecológicos
y
económicos.
Aunque las
cuestiones
de la
ética estuvieran
implícitas
en
todos
los
discursos
del
congreso,
la
última
sesión, «Diseño
y
ética»,
fue la
única
que
trató explícitamente
el
tema. Cari
Mitcham, filósofo de la
tecnología, habló
de las
dificultadeshalladas
al
intentar
vincular
la
ética
con el
diseño.
En
efecto,abogó
por la
separación
de
ambos, sosteniendo
que el
diseñoconsiste
en su
propia acción
y que la
verdad
y la
moral
le son
impuestas
desde
fuera.
El
razonamiento
de
Mitcham
se
relacionó directamente
con el
caso
del
diseño verde escandinavo, presentado
por
Fredrik Wildhagen, historiador
y
teórico
del
diseño
de
Oslo.Wildhagen examinó la cuestión, propuesta en el discurso deMitcham, de cómo establecer un valor ético para esta
situa-
ción.
En la
última sesión
del
congreso, Tony Fry, teórico culturalde Sydney, propuso un «diseño sagrado», esencial para la
supervivencia
humana.
El
postulado
de Fry de un
nuevo para-
digma
de diseño, en contradicción con el propósito de Mit-cham de
separar
el diseño de la
ética
provocó un apasionadodebate
sobre
la relación de la ética con la acción y, a la vez,
enfocó
la atención de los asistentes hacia dos temas: la
ética
y
el
diseño.
El
discurso
de Fry
tuvo lugar
en una
fase
del
con-greso
en que los
participantes
ya
habían acordado tácitamenteque el «diseño» era un tema común, aunque nadie había in-tentado singularizarlo
con una
única definición.Ciertamente,
fue la
agradable carencia
de
definiciones
y
de
propuestas constrictivas
lo que
caracterizó
el
proceso
abierto
por
medio
del
cual
los
allí
reunidos lograron unirse
enuna
comunidad
investigadora.
A
través
de un
proceso
de in-
vestigación pluralista, todos identificaron
un
tema común
y,
Victor
argolin
y
Richard
Buchanan
como
se vio en la respuesta apasionada al discurso
final
em-pezaron
a
aplicarse
en
caracterizarlo. Este
proceso
ofreció
la
oportunidad
de
dirigir
los
conocimientos
de
cada
congresista
hacia
un conjunto de problemas que se hallaban situados más
allá
de una determinada disciplina. Los organizadores habían
escogido
deliberadamente temas generales para
que
hubieraespacio para distintos tipos
de
aportación.
El
congreso
de-
mostró que un conjunto de problemas absorbentes puedensuperar
las
restricciones disciplinarias
que a
menudo impiden
el
diálogo
pluridisciplinario.
Descubriendo
el
diseño
demostró también
que el
diseño
es
un
tema mucho más amplio de lo que se suele reconocer. Si como argumentaban algunos de los asistentes mucho depen-de de la manera como diseñamos y de si concebimos el diseñocomo actividad social necesitamos un mejor conocimiento
de lo que
verdaderamente
es el
diseño además
de
cómo
lo
podemos hacer. No es preciso construir la
teoría
y la práctica
como
actividades separadas; tampoco
lo es que los
diseñado-res profesionales operen en una esfera distinta de los no pro-fesionales. Como propusieron varios
de los
conferencian-tes una más profunda reflexión sobre la práctica puede ser
una
manera de conseguir mejores productos.No hubo consenso general de qué había logrado el congre-so excepto
que
había servido como
proceso
de
investigación
satisfactorio
para todos los asistentes. Varios temas surgieron
sin
embargo repetidas veces.
El más
importante
fue que el
diseño es una actividad ejercida en todas partes que no queda
restringida
a los profesionales. Buchanan buscaba la
base
intelectual
de
este
fenómeno en su descripción del diseñocomo arte
liberal
y Winner hizo algo parecido cuando señaló
la
necesidad
de una
ergonomía
política.
Cross dijo
que
todostenemos capacidad para el diseño y Margolin mantuvo que eldiseño es una forma de acción que corresponde a la tendencia
humana
a
planificar.
Mitcham intentó extraer el diseño de uncontexto sociocultural específico y examinarlo
como
activi-dad
por
derecho propio.
Como
consecuencia
de la
proposición
de que el
diseño
es
una
actividad
muy
extendida
el
tema
del
usuario consciente
surgió
en los discursos de Cheifetz y Orel cuando hablaron de
la
relación del usuario con los productos nuevos; en la bús-queda de Borgman de un diseño que implique al usuario en
un
nivel profundo
y que le
satisfaga
y en la
descripción
de
Morello del comportamiento del usuario en el mercado. Untema relacionado con
éste
fue que los productos no son obje-
tos
mudos sino
que
tienen capacidad para implicar
a los
usuarios y para sugerir un modo de actuar. Varios conferen-ciantes hicieron referencia
a la
cualidad proposicional
de los
productos. Dilnot quiso abolir la distinción entre sujeto yobjeto mientras
Fry
concebía
los
productos como
portadores
de una nueva ética.
Y
finalmente un tema abordado por Heskett y Zaccai además de Morello fue que el diseño claramente articulado es la actividad que puede
unificar
el complejo
proceso
de laproducción industrial. Relacionado
con
este
tema estuvo
el
estudio
de
Wildhagen
de por qué los
diseñadores escandina-vos no han desempeñado un papel más determinante en lacreación de una nueva cualidad «verde» en los productos in-dustriales.
Como
consecuencia
de
Descubriendo
el
diseño
los
orga-nizadores están preparando
una
recopilación
de las
ponenciaspresentadas en el congreso para su publicación. También secelebrarán
otras
reuniones
con
diversos
grupos
de
personas.
El
congreso
puso en evidencia que se ha iniciado un nuevo
proceso
de
investigación. Dicha investigación está abierta
a
participantes de diferentes disciplinas y prácticas. Sus resul-tados pueden formar la
base
de un nuevo campo del estudiodel diseño
en el que sus
problemas puedan
ser
discutidos
de
una
manera abierta
y sin
prejuicios.