Saliendo Del Laberinto Hugo Chavez.
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(Hugo RafaelChvez Fras) Venezuela, Presidente de la Repblica Duracin del mandato: 02 de Febrero de 1999 - En funciones Nacimiento: Sabaneta, estado de Barinas, 28 de Julio de 1954 Partido poltico: PSUV Profesin: Militar
Resumen El presidente venezolano Hugo Chvez ha sido en este comienzo de centuria el estadista ms famoso y polmico de Amrica as como uno de los ms activos e influyentes de la escena internacional, donde sus iniciativas alternativas han impulsado el paradigma multipolar. Bajo las banderas de la Revolucin Bolivariana y el Socialismo del Siglo XXI, su Gobierno, de rasgos autocrticos por cuanto organiza el Estado de manera vertical pero al mismo tiempo democrticos porque goza de una incontestable legitimidad electoral, ha sometido a Venezuela a profundas transformaciones en todos los mbitos, granjendose querencias y aversiones dentro de una dialctica de polarizacin de fuerzas que ha inclinado casi siempre a su favor. El resultado es un modelo lleno de claroscuros en el que el debate sobre cunto ha ganado o ha perdido el pas sudamericano en calidad democrtica, desarrollo econmico y bienestar social no puede ignorar dos premisas bsicas del sistema chavista, a saber: que este gira absolutamente en torno a la figura abrumadora de su fundador y lder, y que, energas humanas aparte, la savia que lo vitaliza es el petrleo, concretamente el petrleo caro. Si fallara uno u otro soporte (o los dos), el futuro de la Repblica Bolivariana de Venezuela como articulacin institucional y jurdica de una ideologa y como actor internacional disidente quedara en entredicho. Tras 13 aos en el poder y recin recuperado, asegura, de una delicada batalla personal contra el cncer, Chvez ha librado en 2012 su ensima contienda poltica, las elecciones presidenciales que, coronando un abultado palmars de victorias, le permitiran renovar en el Palacio de Miraflores hasta 2019. A diferencia de las anteriores, las elecciones para el cuarto mandato consecutivo, tercero de seis aos, no tenan el resultado cantado de antemano, pero el lder venezolano, triunfador con el 54% de los votos sobre su adversario de la oposicin, Henrique Capriles, ha zanjado la cuestin de si hay alguien capaz de doblegarle en un cara a http://www.cidob.org 1 de 39
cara electoral.
UN CONDUCTOR CARISMTICO Antiguo teniente coronel del Ejrcito con inquietudes regeneracionistas, cabecilla de la tentativa golpista de febrero de 1992 contra Carlos Andrs Prez, excarcelado por Rafael Caldera y, como consecuencia de todo ello, devenido fenmeno poltico de masas, Chvez gan las elecciones de 1998 acaudillando un frente de izquierdas y esgrimiendo un programa de cambios radicales. Tan pronto como asumi el poder en 1999, lanz un proceso constituyente de alumbramiento de la Quinta Republica que otorgaba gran importancia a la democracia participativa y que enterr, sin funeral y con abundantes tics autoritarios, a las instituciones identificadas con las formaciones tradicionales dominantes hasta entonces, las viejas AD y COPEI y la ms reciente Convergencia. A todas barri el huracn chavista tras demasiados aos de mal gobierno, corrupcin, ajustes sociales dolorosos y desatencin de las capas ms desfavorecidas de la poblacin. En estas ltimas bas su cantera de votos Chvez, quien desde el primer momento hizo gala de un estilo y un lenguaje inusualmente informales, donde agresividad, sarcasmo y jovialidad iban de la mano. Su verbo torrencial y abrasivo, sus soflamas vindicativas tachadas de populistas y la sistemtica descalificacin de los adversarios (a veces, implicados en turbias conspiraciones) servan para movilizar a los numerosos incondicionales, pero tambin espoleaban la pelea Gobierno-oposicin hasta la violencia fsica e impedan los consensos bsicos en democracia. El programa de televisin Al Presidente, un canal de comunicacin directo y prdigo en alocuciones pintorescas, ha sido el instrumento favorito de este gran heterodoxo a la hora de expresar sus ideas y dar parte de sus decisiones.
REVOLUCIN EN LAS NORMAS, CONFRONTACIN EN LAS CALLES, SUPREMACA EN LAS URNAS Las generales de 2000 fueron para Chvez la siguiente cuenta de un rosario de xitos, electorales y referendarios, en las urnas, a donde no terminaba de trasladarse todo el repudio al oficialismo que voceaban las multitudinarias manifestaciones de la oposicin. En abril de 2002, en mitad de una coyuntura muy deteriorada pese a los programas de asistencia y desarrollo sociales, y a rebufo de una matanza de manifestantes en Caracas de autora incierta, una coalicin de militares, empresarios y sindicalistas consigui descabalgar al presidente, pero las disposiciones reaccionarias del Gobierno de facto precipitaron el colapso del golpe a las pocas horas de consumarse. Tras su reposicin, Chvez, ms porfiado que nunca, pis el acelerador de esta revolucin por etapas, llegando a requerir de nuevo la investidura de unos poderes extraordinarios que para la oposicin eran sinnimo de dictadura. En 2007 la Asamblea Nacional, como ya haba hecho en 1999 y 2000, aprob una Ley Habilitante que permita a Chvez legislar al margen del procedimiento parlamentario y emitir todos los decretos-leyes que considerara necesarios. En el lustro posterior a los sucesos de 2002, que conoci cuatro aos (2004-2007) de crecimiento econmico explosivo como contrapunto de la brutal recesin terminada en 2003, las principales empresas productivas, empezando por las industrias petroqumica y siderrgica, as como la electricidad, la telefona y parte de la banca retornaron al control del Estado mediante una catarata de adquisiciones accionariales y nacionalizaciones directas. La compaa pblica PDVSA fue robustecida para permitirle al Gobierno recaudar ms por la renta petrolera y la nueva legislacin orgnica de hidrocarburos consagr la total hegemona estatal sobre el sector, recuperado as para la "soberana nacional". El campo fue socializado mediante la Ley de Tierras, que derog la Reforma Agraria de tiempos de Betancourt y permiti las confiscaciones y expropiaciones de latifundios improductivos. Los programas de inversin social, con generosos subsidios en efectivo, cobraron vuelo. Por otro lado, la ampliacin de las competencias del Ejrcito, la adquisicin masiva de armas, la creacin de nuevos cuerpos milicianos, la imparticin de nociones castrenses en las escuelas y
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la regulacin de organizaciones de base como los Crculos Bolivarianos supusieron una preocupante militarizacin de la sociedad civil. La estrategia bolivariana de Chvez para Venezuela requiri asimismo toda una retrica revisionista que, en aras de la equidad en este pas con enormes riquezas naturales, coquete con la lucha de clases (pobres contra ricos, pueblo contra poderes fcticos), ensalz el mestizaje y dirigi guios al indigenismo. En el terreno puramente poltico, en 2007, el MVR de Chvez y varios de sus aliados de la izquierda procedieron a fusionarse como Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Del proyecto de crear una formacin nica que aglutinara a todos los partidos progubernamentales se descolgaron tres aliados significativos, Podemos, Patria para Todos y el Partido Comunista. El revs para el presidente en esta apuesta fue mayor al decidir las dos primeras agrupaciones separarse del oficialismo para luego pasarse a la oposicin, aunque los comunistas siguieron formando parte de la coalicin chavista Polo Patritico. El cisma poltico de la sociedad venezolana se prolong e incluso agudiz tras el fallido golpe de Estado de 2002. Un paro petrolero de dos meses de duracin, devastador para la economa, desemboc en mayo de 2003 en un acuerdo entre el Gobierno y la Coordinadora Democrtica de la oposicin que slo una esforzada mediacin internacional fue capaz de arreglar. La tregua se desvaneci pronto y el pas sigui sumido en una crispacin con chispazos de violencia que volvieron a causar vctimas. Infatigable y hasta cmodo en la pendencia permanente, Chvez, favorecido adems por el despegue econmico gracias al vertiginoso encarecimiento del petrleo, gan sucesivamente el referndum revocatorio de 2004 (forzado por la oposicin con la presentacin del nmero de firmas requerido por este instrumento constitucional), las legislativas de 2005 (con una mayora de dos tercios, merced al miope boicot de una oposicin coja de proyectos y liderazgo) y las presidenciales de 2006 (que le concedieron la reeleccin por otros seis aos con un apabullante 63% de los votos).
LA AMRICA BOLIVARIANA Y LA CAMPAA CONTRA ESTADOS UNIDOS Partiendo de sus excepcionales lazos con Cuba, donde los hermanos Castro hallaron en su admirador venezolano un socio estratgico de primer orden hasta el punto de confiar en l la sostenibilidad econmica del rgimen, y publicitndola con su sensacionalismo viajero y declarativo, Chvez comenz a desarrollar una agenda en extremo ambiciosa que, cual ofensiva geopoltica, persegua alterar la balanza del continente y construir una Amrica bolivariana a espaldas de Estados Unidos. Enfrascada en sus guerras en Irak, Afganistn y contra Al Qaeda, la superpotencia, de hecho, facilit los planes de Chvez y su nacionalismo inspirado en la obra del Libertador Simn Bolvar. En 2004 Chvez y Fidel Castro presentaron la Alianza Bolivariana para las Amricas (ALBA), marco de integracin con vocacin hemisfrica, ms all del mbito sudamericano e incluso el latinoamericano, radicalmente poltico e imbuido de la ideologa antineoliberal y antiglobalista de sus creadores. La Bolivia de Evo Morales (2006), la Nicaragua de Daniel Ortega (2007), la Honduras de Mel Zelaya (2008) y el Ecuador de Rafael Correa (2009) fueron sucesivamente reclutados para el ALBA, desde 2006 inseparable del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), formulado por La Paz. Para hacerlo tangible, Chvez dot a este foro de una plyade de consorcios interestatales, algunos muy exitosos, donde Venezuela se reservaba la voz cantante y que tenan la virtud de atraer a gobiernos no miembros del ALBA-TCP pero conscientes de sus ventajas prcticas: en su extrema generosidad, Chvez ofreca fondos al desarrollo, crditos a intereses simblicos y petrleo a precios muy por debajo de los del mercado. Surgieron as Petrosur, Petrocaribe, Petroandina -concebidas como tres iniciativas subregionales de integracin energtica para conformar la llamada Petroamrica-, TeleSUR, el Banco del Sur, Opegasur y el proyecto del Gran Gasoducto del Sur, por citar slo los ms importantes instrumentos de esta vasta red cooperativa, cuyo elemento bsico es el solidario. Otros, la UNASUR en 2007 y la CELAC, sucesora del Grupo de Ro, en 2011 echaron a andar en sendas cumbres que tuvieron como anfitrin a Chvez, el cual ve en estos dos organismos el complemento necesario al ALBA dentro de una integracin latinoamericano-caribea de geometra variable.
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Al mismo tiempo, Chvez cultiv otro alineamiento estratgico con el Brasil de Lula da Silva y la Argentina de Nstor Kirchner, convergencia que para Venezuela supuso renegar de la Comunidad Andina y apostar por el MERCOSUR, aunque la plena adhesin a este bloque aduanero qued pospuesta por las reticencias de los congresos brasileo y paraguayo. El comn rechazo del ALBA y el eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires a las pretensiones librecambistas de Estados Unidos ech a pique el ALCA, el proyecto de desarme arancelario concebido por Washington para todo el continente. Ahora bien, los diferentes intereses nacionales en cuestiones complejas como el suministro de gas no han dejado de crear disenso en este crculo regional de amigos. El propio Chvez tuvo sus roces con Lula porque el gigante brasileo, la gran potencia emergente de Amrica del Sur y visto desde fuera como el verdadero lder regional, apuesta por los biocombustibles mientras que l funda toda su estrategia en los hidrocarburos. Muy numerosas han sido las broncas y las crisis con varios gobiernos que no comulgan con el pensamiento bolivariano y las prdicas neosocialistas. Los respectivos tratados de libre comercio bilaterales con Estados Unidos as como las "injerencias" del venezolano en los procesos electorales pusieron trasfondo a las tarascadas de Chvez con sus homlogos de Mxico, Per y Colombia. Con este ltimo pas, en el zigzag de rupturas y reconciliaciones han pesado sobre todo los atribuidos vnculos de Chvez con la narcoguerrilla de las FARC as como la cooperacin militar de Bogot con Estados Unidos, denunciada a su vez por Caracas como un verdadero casus belli; en 2008 y 2009, las tensiones diplomticas entre Venezuela y Colombia, dos pases vecinos y hermanos, llevaron a Chvez a ordenar la movilizacin de tropas en la frontera. Lo cierto es que desde la aparicin del ALBA, la influencia de Chvez condicion campaas electorales y gestiones de gobierno de toda Amrica al sur del Ro Grande, donde los ms variados dirigentes polticos, antes o despus, se han visto obligados a tomar postura respecto a l. En 2009, el golpe de Estado derechista en Honduras, que Chvez no pudo revertir, produjo la primera baja en el bloque bolivariano, apeado del cenit que haba alcanzado. En junio de 2012, la polmica destitucin exprs de Fernando Lugo en Paraguay supuso la prdida de otro gobierno amigo. Buena parte del discurso y la praxis de Chvez han girado en torno a Estados Unidos, a cuyo Gobierno, en ms que sospechosos tratos con los golpistas de 2002, identific como la principal amenaza para la seguridad nacional. El desafo constante a Washington ha incluido el vituperio a George Bush, literalmente satanizado por el venezolano, el sabotaje sistemtico a su vieja hegemona, ya de capa cada, en Amrica Latina y la bsqueda activa de cuantos tratos y compadreos fuera del continente puedan molestar a los detestados "yankis". En su determinacin de demoler el esquema estadounidense de "dominacin, explotacin y saqueo a los pueblos", Chvez ha firmado sustanciosos convenios comerciales con China, realizado masivas compras de armamento a Rusia (a la que pidi tambin, antes de desechar la idea en el escenario post Fukushima, asistencia para construir una central nuclear) y forjado una provocadora "alianza antiimperialista" con Irn. No contento con ello, el mandatario acudi a reunirse con la mayora de los dictadores del mundo mal encarados con Occidente, como el irak Saddam Hussein (antes de su cada en 2003), el zimbabwo Mugabe, el sudans Bashir y el bielorruso Lukashenko. Ya en 2011, en plenas revueltas rabes, Chvez no dud en respaldar al libio Gaddafi y al sirio Assad, responsables de sangrientas represiones internas. A pesar de las amenazas, Chvez no lleg a cortarle a la Administracin Bush las exportaciones petroleras porque el principal perjudicado de ese embargo habra sido su pas, aunque en 2008 se decidi a expulsar al embajador. Con la llegada del demcrata Obama a la Casa Blanca las relaciones experimentaron un cierto deshielo, pero en 2010 volvieron a congelarse con un nuevo boicot a los respectivos embajadores. DE LA LUZ VERDE A LA REELECCIN INDEFINIDA A LA INCERTIDUMBRE ELECTORAL Y PERSONAL DE 2012 Tras su aplastante reeleccin en 2006, Chvez obtuvo la tercera Ley Habilitante para gobernar por decreto durante 18 meses y present una prolija reforma de la Carta Magna que deba permitirle aplicar los puntos pendientes de su breviario socialista. El cambio ms controvertido
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afectaba a los mandatos presidenciales, que dejaban de tener limitaciones de nmero y ampliaban su duracin de los seis a los siete aos. Por muy poco, los dos bloques de 69 enmiendas constitucionales resultaron derrotados en el referndum de diciembre de 2007. Chvez encaj con gran acritud su primer bofetn electoral, pero un ao ms tarde volvi a la carga, convocando un nuevo referndum para dirimir solamente el punto de la posibilidad de la reeleccin indefinida cada seis aos. La consulta tuvo lugar en febrero de 2009 y esta vez se impuso el s. En las legislativas de 2010, segundo ao de una nueva recesin econmica ligada al drstico descenso de los precios del barril de crudo (desde los 145 dlares en julio de 2008 a los 35 en enero 2009, aunque luego volvieron a dispararse) y con la inflacin (nunca de un dgito en la era Chvez) rayana en el 30% anual, el binomio PSUV-PCV perdi la mayora cualificada de dos tercios ante el avance de la Mesa de la Unidad Democrtica (MUD), aunque retuvo la mayora absoluta, suficiente para otorgar a su jefe una cuarta Ley Habilitante. 2007-2010 fue tambin un perodo rico en medidas ejecutivas e iniciativas legales enfocadas en los medios de comunicacin privados hostiles al Gobierno, que sufrieron un chaparrn de cierres, sanciones (RCTV) y apropiaciones accionariales (Globovisin), en perjuicio del pluralismo informativo. Al comenzar su decimotercer ao en Miraflores, y convertido ya en el presidente en ejercicio ms veterano de Amrica, Chvez tenda a obviar o minimizar muchos de los problemas que afectaban a Venezuela, entre los que estaban el crnico recalentamiento de los precios, la fuga de capitales, el aumento de la deuda externa, el abultado dficit fiscal, la escasez de alimentos, los cortes en el suministro elctrico por la falta de inversiones y, sobre todo, la ola sin precedentes de violencia delictiva, desastroso cuadro de la seguridad ciudadana que es el mayor baldn del balance presidencial. El oficialismo prefera destacar los progresos, innegables, en la redistribucin de la renta nacional, el acceso por miles de venezolanos humildes a viviendas dignas entregadas por el Estado, la campaa de alfabetizacin, la reduccin de la pobreza y el retroceso tambin del paro. Sin embargo, en todos estos aos, pese a beneficiarse del mayor boom petrolero de su historia, la ondulante economa venezolana ha crecido de media menos que las principales economas del entorno y no ha mejorado la diversificacin de su estructura productiva, ms seoreada que nunca por los hidrocarburos, pudindose hablar de un PIB monoexportador. En este cuadro de grandes contrastes, el tipo de cambio del bolvar, fijado en 2003, fortalecido en 2008 y devaluado en 2010 pero todava sobrevalorado con respecto al mercado paralelo, ha demostrado ser un arma de doble filo. En junio de 2011 Chvez fue operado por primera vez de una dolencia cuya naturaleza el Gobierno no pudo ocultar: el presidente tena cncer. Durante casi un ao, el lder bolivariano estuvo yendo y viniendo de Cuba para someterse a nuevas cirugas y a sesiones de quimioterapia. Inasequible al desaliento y con el tratamiento de la enfermedad marcndole el fsico, Chvez no slo se proclamaba listo para competir en las presidenciales de 2012, sino que certificaba su deseo de gobernar "hasta el 2031". Sin embargo, las dudas sobre la gravedad del mal que padeca, la ausencia de un heredero sealado y la definicin en el campo opositor, por primera vez, de un candidato que no se deja hacer sombra y que articul un proyecto alternativo, el centrista Henrique Capriles Radonski, ganador de las primarias de la MUD, arrojaron mucha incertidumbre a las votaciones del 7 de octubre, posiblemente las ms cruciales en la historia reciente de Amrica Latina. Entre mayo y julio Chvez recobr la iniciativa: se declar "totalmente libre" del cncer, inscribi su candidatura reeleccionista arropado por cientos de miles de partidarios por cuenta del Gran Polo Patritico y volvi a viajar al exterior, a la vez que obtena, por fin, el ingreso de Venezuela en el MERCOSUR, regalo inesperado de la crisis paraguaya. Las encuestas le favorecan ampliamente, pero la convalecencia pasaba factura y el mandatario deba restringir su agenda pblica. Valindose de la televisin, su medio favorito, Chvez pidi el voto para hacer "irreversible" la revolucin y ningune a Capriles, retratado como "la nada". En agosto, empero, el opositor empez a ganar terreno, tendencia que empuj al oficialista a fustigarle con
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insultos desacreditadores, intentando atraerle a un cuerpo a cuerpo dialctico. En las semanas y das previos a los comicios, la ambigedad de los sondeos, la gran capacidad de convocatoria de Capriles y el asesinato de tres militantes de la MUD contribuyeron a reforzar las expectativas opositoras y generaron inquietud en el chavismo. El 2 de octubre el presidente convoc a los suyos a una "ofensiva final" para inundar Caracas con una "avalancha bolivariana" y un "huracn de la patria". Cinco das despus, Chvez le sac diez puntos a Capriles, quien reconoci al punto su derrota.
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Biografa 1. Un oficial del Ejrcito sedicioso y regeneracionista 2. Traslado del proyecto poltico bolivariano al frente civil 3. Arribo espectacular al poder por la va electoral en 1999 4. Instauracin de la Repblica Bolivariana y primera reeleccin presidencial 5. Resuelto activismo exterior y excepcionales relaciones con Cuba 6. Sucesin de contestaciones internas y auge de la oposicin 7. La crisis de abril de 2002: derrocamiento, contragolpe y restauracin del chavismo 8. Prolongacin del cisma poltico y social e inclemencias econmicas 9. La batalla del referndum revocatorio en 2004 y las legislativas de 2005 10. La ofensiva internacional de Chvez: el ALBA, la baza del petrleo y las alianzas estratgicas con Brasil y Argentina 11. La cruzada contra Bush como eptome del enfrentamiento con Estados Unidos 12. Entrada en el MERCOSUR y captacin de nuevos aliados: Irn, Bolivia, Ecuador y Nicaragua 13. Despegue econmico y triunfal segunda reeleccin en 2006 14. Se acelera la revolucin: nacionalizaciones, construccin de un partido socialista y deriva autocrtica 15. Nuevos desencuentros diplomticos en Amrica Latina: Mxico, Per y Colombia 16. Los referendos constitucionales de 2007 y 2009; la controversia sobre el mandato indefinido 17. Un doble reto poltico y personal: el tratamiento contra el cncer y las presidenciales de 2012 1. Un oficial del Ejrcito sedicioso y regeneracionista El segundo de los seis hijos de un matrimonio de maestros rurales de ascendencia zambomestiza y con escasos recursos econmicos, los seores Hugo de los Reyes Chvez y Elena Fras (quien era nieta del clebre bandolero revolucionario Pedro Prez Delgado, alias Maisanta), curs los estudios primarios en el Grupo Escolar Julin Pino de su Sabaneta natal y los secundarios en el Liceo Daniel Florencio O'Leary de la capital del estado, Barinas. Muchacho inquieto y espabilado, manifest habilidades deportivas, como jugador de bisbol y sofbol, y artsticas, como autor de pequeos relatos, poemas y dramas teatrales. En la escuela mostr vivo inters por la vida, la ideologa y los escritos del Libertador Simn Bolvar, punto de partida de una devocin icnica que es la piedra angular de una de las carreras militares y polticas ms arrolladoras en la historia de Amrica Latina. Tambin, bajo la influencia de su muy catlica madre, que se lo imaginaba ordenado sacerdote, ejerci de monaguillo en Sabaneta. Sin embargo, el joven quera seguir formndose a la vez que labrarse una profesin en la milicia. En 1971, con 17 aos, una vez obtenido el ttulo de bachiller en Ciencias, comenz estudios superiores en la Academia Militar de Venezuela. En las aulas castrenses, tomando como referencias las experiencias militar-revolucionarias de los generales Omar Torrijos en Panam y Juan Velasco Alvarado en Per (a quin conoci personalmente en 1974, cuando, viajando en compaa de un grupo de cadetes de la Academia, asisti en la nacin andina a los actos del 150 aniversario de la batalla de Ayacucho), desarroll una perspectiva crtica de la realidad latinoamericana del momento y fue perfilando un pensamiento de corte nacionalista y socialista. Era la gnesis de una ideologa sui gneris que l denomin "bolivariana", la cual, teniendo como ncleo la filosofa y los ideales del prcer de la independencia nacional, se enriqueca con nociones tomadas del guevarismo, el castrismo cubano, el velasquismo peruano y el allendismo chileno, amn de los escritos del historiador marxista venezolano Federico Brito Figueroa. Incluso la figura de Jesucristo inspiraba a este profundo creyente, quien una vez instalado en el poder iba a definir al Mesas cristiano como "el primer socialista" de la historia. En julio de 1975 Chvez termin sus estudios con la licenciatura en Ciencias y Artes Militares, especialidad de Comunicaciones Terrestres, y con el grado de subteniente. Fue el octavo de una promocin de 75 cadetes. Comenzaban para l 17 aos de servicio activo en el Ejrcito
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venezolano, siendo su primer destino el mando de un pelotn de comunicaciones asignado al Batalln de cazadores de montaa Manuel Cedeo, una unidad con cuartel en Cuman, en el oriente caribeo, y que estaba movilizada en el combate a las subversiones armadas que entonces hostigaban, con bien escasa efectividad, al Gobierno democrtico del presidente Carlos Andrs Prez Rodrguez, en concreto los frentes marxista y maosta de Bandera Roja y el tambin comunista Partido de la Revolucin Venezolana. Paradjicamente, quien defenda al Estado con el uniforme de soldado poda simpatizar con las motivaciones, menos con el sustrato ideolgico leninista, de estas insurgencias ultraizquierdistas. El caso era que los comportamientos corruptos y negligentes que observaba en la Fuerza Armada Nacional le disgustaban profundamente. En 1977, tras recibir capacitacin en la Escuela de Comunicacin y Electrnica de la Fuerza Armada, obtuvo nombramiento como oficial de comunicaciones en el Centro de Operaciones Tcticas (COT) sito en San Mateo, estado de Anzotegui. Fue el ao en que contrajo matrimonio con una paisana de Sabaneta, Nancy Colmenares; en los 15 aos que dur su vnculo conyugal la pareja iba a tener tres hijos, Rosa Virginia, Mara Gabriela y Hugo Rafael. En el COT, Chvez recibi adiestramiento en tcticas de guerra contrainsurgente y psicolgica, lo que requera familiarizarse con la literatura revolucionaria que propagaban los grupos rebeldes. No por casualidad, fue ahora cuando el teniente veinteaero acometi su primer intento de organizar un movimiento doctrinal en el seno de la institucin armada, lo que entraba en contradiccin con el estatus apoltico de los militares. Se trataba del Ejrcito de Liberacin del Pueblo de Venezuela (ELPV), grandilocuente denominacin de lo que no era ms que una clula integrada por un puado de oficiales camaradas que compartan sus preocupaciones por la situacin de la Fuerza Armada y en el general por el curso poltico del pas. Mientras en secreto celebraba reuniones de contenido poltico que le exponan a ser sancionado y hasta expulsado del Ejrcito, Chvez fue enriqueciendo una notable hoja de servicios, digna de un soldado profesional altamente cualificado. En 1978 sirvi como oficial tanquista en el Batalln Blindado Bravos de Apure, acuartelado en Maracay, cuya comandancia asumi posteriormente, poniendo bajo sus rdenes a una treintena de carros de combate del modelo AMX-30 con sus respectivas dotaciones. En 1980 fue comisionado en la Academia Militar de Venezuela, donde en los cuatro aos siguientes se desempe sucesivamente como jefe del Departamento de Educacin Fsica, jefe del Departamento de Cultura y comandante fundador de la Compaa Jos Antonio Pez. En todo este tiempo no dej de jugar al bisbol y el sofbol en campeonatos y ligas tanto militares como civiles, ni de de escribir literatura en prosa y en verso. De su pluma surgieron ttulos como Vuelvan caras, Mauricio y El genio y el centauro, siendo esta ltima una obra de dramaturgia que en 1987 gan el tercer premio de un certamen convocado por el Teatro Histrico Nacional. Tena maa incluso para las artes plsticas, como atestigua la escultura Sombra de Guerra en el Golfo, modelada en 1980 e inspirada por el conflicto blico entre Irn e Irak. Con todo, era la poltica de enfoque militar lo que ms le estimulaba. Sus convicciones nacionalistas le empujaron a fundar el 17 de diciembre de 1982, junto con otros oficiales del Ejrcito de Tierra y a partir de la experiencia del ELPV, el Ejrcito Bolivariano Revolucionario 200 (EBR-200); el dgito aluda al bicentenario del Libertador, nacido en 1783. El EBR-200 naca como un grupo de reflexin y agitacin en el que jvenes oficiales se reunan "para estudiar el pensamiento de Simn Bolvar y discutir sobre la situacin del pas", segn explicaba el propio colectivo. Los oficiales bolivarianos rehusaron la clandestinidad y se presentaron a cara descubierta. Aunque aseguraban no albergar ambiciones de poder poltico, sino la pretensin de dignificar la milicia y de combatir la corrupcin e ineptitud de unos gobiernos civiles proclives a dilapidar los ingentes ingresos del petrleo sin hacer verdadera justicia social, lo cierto era que hacan proselitismo en los cuarteles y que denunciaban con virulencia la presunta venalidad de la cpula castrense. Por aquel entonces rega la Administracin presidencial de Luis Herrera Campins, del partido socialcristiano COPEI, agrupacin conservadora que para Chvez no era ni mejor ni peor que
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su rival socialdemcrata, la Accin Democrtica (AD) de Carlos Andrs Prez, sino coartfice de un sistema bipartidista democrtico pero excluyente que cada vez le disgustaba ms. Precisamente, activo militante del COPEI (aunque antes lo haba sido de AD) era su propio padre, don Hugo, quien se convirti en director de programas educativos en el estado de Barinas, punto de arranque que fue de su propia carrera poltica. Aunque con ideas contrapuestas, los deudos tocayos nunca iban a permitir que la poltica se interpusiera en las relaciones familiares; transcurridas dos dcadas, una vez llegado a presidente de la Repblica, el hijo arrastrara al padre a su campo ideolgico. Por el momento, la actividad parapoltica de Chvez no deba de causar alarma a sus superiores, que en 1985, tras realizar un cursillo en la Academia Militar, le confiaron la comandancia del Escuadrn de Caballera Francisco Farfn, en Elorza, estado de Apure, y un ao ms tarde la comandancia del recin creado Ncleo Cvico-Militar del Desarrollo Fronterizo Arauca-Meta. Ms an, en 1988, luciendo el rango de capitn, Chvez fue nombrado jefe de Auxiliares del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa y tom despacho en el palacio presidencial de Miraflores, cuyo inquilino jefe era, cumpliendo el penltimo ao de su mandato, el adeco Jaime Lusinchi. Ese ao, adems, asisti en Guatemala a un Curso Internacional de Guerras Polticas. Chvez fue confirmado en este cargo de oficina tras la toma de posesin el 2 de febrero de 1989 de Carlos Andrs Prez, que haba ganado en las urnas su segundo mandato presidencial. Una vez instalado en Miraflores, Prez, en un intento de atajar la aguda crisis de la deuda externa en un contexto de bajos ingresos petroleros, decret un draconiano plan de ajuste de corte neoliberal y fondomonetarista que provoc un colrico estallido social con epicentro en Caracas. Turbas de incontrolados, en muchos casos pobres a los que la liberalizacin de los precios haba puesto en una situacin lmite, se lanzaron al asalto y saqueo de cuantos comercios tuvieron a su alcance, sobre todo en las barriadas populares. Las algaradas se extendieron rpidamente a otras ciudades del pas y, al amparo del estado de emergencia, tuvo lugar la intervencin del Ejrcito, que dispar a mansalva contra los revoltosos. El tristemente clebre Caracazo se sald con aproximadamente 400 muertos e incontables prdidas materiales, y aunque las violencias terminaron, los rescoldos del enojo popular continuaron activos. Chvez y sus compaeros, hombres jvenes o de mediana edad que se haban destacado entre los ms brillantes de sus promociones y que representaban a una escala de mandos intermedios, de capitn a teniente coronel, comprendieron la oportunidad que les brindaba este ambiente de profundo descontento, dirigido no ya contra el Gobierno de turno, fuera adeco o copeyano, sino contra la clase poltica tradicional en su conjunto. Lo que estaba en crisis era el mismo sistema poltico fundado por el Pacto de Punto Fijo de 1958, cuando la AD, el COPEI y la actualmente eclipsada Unin Republicana Democrtica (URD) sentaron las bases del nuevo orden democrtico tras la cada del ltimo dictador militar, el general Marcos Prez Jimnez. El capitn Chvez debi de realizar algn movimiento sospechoso, ya que en diciembre de 1989 fue arrestado junto con otros oficiales acusado de conspirar contra la Repblica y de planear el asesinato de las altas autoridades del Estado. Liberado rpidamente por falta de pruebas, fue sin embargo apartado del servicio en Miraflores. A comienzos de 1990 sus superiores le alejaron de Caracas dndole un destino de oficial para asuntos civiles en la Brigada de Cazadores de la guarnicin de Maturn, en Monagas. Por otro lado, no vieron inconveniente en que realizara un mster en Ciencias Polticas en la Universidad Simn Bolvar de Caracas. Siempre preocupado por absorber conocimientos tericos, Chvez inici esta formacin, pero, limitado por sus obligaciones militares, dej la tesis pendiente de defender y por lo tanto no recibi el ttulo. En julio de 1991, luego de terminar un curso de Comando y Estado Mayor en la Escuela Superior del Ejrcito, Chvez fue ascendido a teniente coronel y asumi el mando del Batalln de Paracaidistas Coronel Antonio Nicols Briceo, con base en Maracay. Estar al frente de esta unidad militar de lite y en un acuartelamiento prximo a Caracas facilitaba la ejecucin de sus
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planes, que eran abiertamente sediciosos. El EBR-200 ya haba sido renombrado como MBR200 mediante la sustitucin del trmino ejrcito por el de movimiento, lo que sugera la incorporacin de elementos civiles a una trama que hasta ahora haba sido puramente militar. Chvez y sus compaeros decidieron ejecutar su plan secreto, codificado como Operacin Ezequiel Zamora, que no era otro que la toma del poder ejecutivo nacional en un audaz y sorpresivo golpe de Estado. El teniente coronel se erigi en comandante en jefe de la operacin militar, en la que se involucraron ms de 2.000 uniformados entre oficiales, suboficiales y tropa pertenecientes a diversas unidades del Ejrcito, y tambin puso la mente intelectual, como el autor de dos documentos programticos que deban guiar la actuacin de la futura junta golpista: el Proyecto de Gobierno de Transicin y el Anteproyecto Nacional Simn Bolvar.
En la noche del 3 al 4 de de febrero de 1992 unos 300 efectivos de lite del batalln paracaidista de Chvez se trasladaron a Caracas y tomaron posiciones en los alrededores de la residencia presidencial de La Casona y la Base Area Generalsimo Francisco de Miranda, popularmente llamada La Carlota, mientras que otras unidades sediciosas se hicieron con el control de centros neurlgicos en Maracaibo, Maracay y Valencia. Tras unas horas de confusin y entablados los primeros tiroteos entre soldados rebeldes y leales, Prez, por cuya integridad fsica se temi en un principio, ya que el sobresalto le pill justo cuando regresaba de una reunin del Foro de Davos y en el trayecto desde el aeropuerto poda ser interceptado por los facciosos, recondujo resueltamente la situacin desde el Palacio de Miraflores. En la madrugada del martes 4 el presidente se dirigi a la nacin por la televisin, sorprendentemente no intervenida por los golpistas, para anunciar el fracaso del levantamiento y la lealtad al orden constitucional manifestada por el Alto Mando de la Fuerza Armada. Pocas horas despus, el propio Chvez, tocado con boina roja y vistiendo el uniforme de camuflaje de los paracaidistas, compareca ante una nube de cmaras y micrfonos y con tono sereno exhort a sus hombres con estas palabras: "Compaeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros ac en Caracas no logramos controlar el poder (?) ya es tiempo de evitar ms derramamiento de sangre, ya es tiempo de reflexionar, y vendrn nuevas situaciones y el pas tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor (?) por favor, reflexionen y depongan las armas, porque ya en verdad los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos (?) yo, ante el pas y ante ustedes asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano". La intentona golpista de Chvez, sin precedentes en 34 aos de historia democrtica de Venezuela, se sald con 19 muertos y un millar de detenidos, la mayora soldados y reclutas, los cuales, segn afirmaron los medios de comunicacin, fueron conducidos a engao por un centenar largo de militares profesionales, los verdaderos autores del golpe. Aunque aplastada, la tentativa de derrocar a Prez fue acogida con indisimulado jbilo por una parte considerable de la poblacin, sobre todo entre las clases desfavorecidas, a pesar de que Chvez proceda del ms completo anonimato y de que sus intenciones posgolpistas constituan un misterio ms bien inquietante. En cuanto a su ideologa bolivariana, mencionada de pasada y de la que nada de saba, suscit especulaciones sobre si beba de la izquierda o si por el contrario encerraba un autoritarismo y un nacionalismo de derechas. Ya llegara el tiempo de conocer el pensamiento y el proyecto de pas de un personaje que de la noche a la maana se hizo famoso y popular. Por de pronto, nada ms hacer su alocucin meditica, Chvez fue detenido y encarcelado en un anexo de la prisin de Yare. Contra l inco proceso criminal un tribunal militar caraqueo por el delito de rebelda, imputacin relativamente benigna toda vez que el movimiento de febrero haba sido un verdadero intento de golpe de Estado. Lo cierto era que el Gobierno de AD haba salido muy debilitado de la crisis y no se encontraba en situacin de hacer un escarmiento ejemplar con los militares del MBR200. En suma, quedaba descartado un juicio sumarsimo a Chvez y sus camaradas. El COPEI sigui atacando duramente la gestin econmica y social del presidente mientras
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creca la sensacin de una corrupcin a gran escala en las instancias del poder. 2. Traslado del proyecto poltico bolivariano al frente civil Mientras su denostado Prez afrontaba acusaciones de corrupcin que no iban a tardar en abismar su carrera poltica, Chvez, desde su celda de Yare, suscribi un manifiesto titulado Cmo salir del laberinto. Formulacin del Proyecto Poltico Bolivariano Simn Bolvar. El texto pretenda explicar la naturaleza del bolivarianismo, pero la singular doctrina, ms all de una serie de tpicos regeneracionistas y antipuntofijistas, sigui sin ser clarificada. Es ms, ciertas propuestas de reorganizacin poltica y social sugeran un corporativismo de resabios fascistas. El 27 de noviembre de 1992 el reo fue testigo de una nueva rebelin protagonizada por sus compaeros uniformados, quienes bombardearon los edificios de las principales instituciones del poder poltico y durante unas horas tuvieron el control de acuartelamientos clave y de la casa de la televisin. Desde all, los alzados retransmitieron un mensaje sedicioso de Chvez, alimentando la percepcin de que la intentona en curso era un eplogo superior en fuerza del movimiento abortado en febrero. Con posterioridad a los hechos se supo que los golpistas haban intentado liberar a Chvez. Esta asonada revisti ms peligro para Prez, ya que la lideraron oficiales de mayor graduacin, en particular los contraalmirantes Hernn Grber Odremn y Luis Enrique Cabrera Aguirre y el general del Aire Efran Francisco Visconti Osorio, e involucr a las tres fuerzas armadas y a la Guardia Nacional. Adems, en la misma estuvieron implicados elementos civiles de los partidos polticos Bandera Roja y Tercer Camino. Unos y otros actuaron coordinados bajo el marchamo de Movimiento Cvico Militar 5 de Julio, con el contralmirante Grber como responsable en jefe. El da 28, un centenar de militares rebeldes, encabezados por el general Visconti, escap a Per, mientras que otros muchos fueron desarmados y detenidos por fuerzas leales al orden establecido. El Gobierno reconoci 171 muertos en los combates (aunque balances extraoficiales elevaron la cifra a los tres centenares), mientras que la OEA y la comunidad internacional expresaron su rotunda condena a la nueva irrupcin castrense. El segundo sobresalto militar de 1992 fracas en su propsito de mudar violentamente la titularidad del poder, pero tuvo muy serias consecuencias polticas: la popularidad del teniente coronel de paracaidistas, que como estaba encarcelado no poda ser acusado otra vez de rebelin, se dispar, mientras que Prez se hundi en el descrdito. En el terreno personal, la estancia en prisin de Chvez perjudic su matrimonio con Nancy Colmenares, que ya vendra resintindose por la relacin adltera de l con la profesora de Historia Herma Marksman, con la que habra iniciado relaciones en 1984. Obtenido el divorcio de Colmenares y terminado tambin el vnculo sentimental con Marksman, Chvez iba a contraer segundas nupcias en 1997, en pleno trajn de su incipiente carrera poltica, con la periodista Marisabel Rodrguez Oropeza, quien un ao ms tarde le dara su tercera hija, Rosa Ins. Ella ya tena un hijo, Ral, fruto de un anterior matrimonio. El 26 de marzo de 1994, menos de un ao despus de producirse la destitucin de Prez por el Congreso bajo la acusacin de malversacin de fondos, el nuevo presidente de la Repblica, el veterano estadista Rafael Caldera Rodrguez (quien haba ganado en las urnas su segundo mandato presidencial como candidato no del COPEI, la fuerza poltica por l fundada medio siglo atrs, sino del partido Convergencia), firm el sobreseimiento del caso del militar rebelde. A cambio de la libertad sin cargos, a Chvez se le exigi su baja del Ejrcito por la obvia incompatibilidad que entraaba portar el uniforme y exhibir actitudes contrarias a las instituciones del Estado. La indulgencia con el oficial que dos aos atrs haba atentado contra el orden constitucional y causado con su golpe de fuerza vctimas mortales fue mxima. Adems, al ser obligado a abandonar la milicia, Chvez reciba va libre para desarrollar todo su activismo poltico en el mbito civil y desde la ms rigurosa legalidad. Antes de terminar el ao, el 13 de diciembre, se desplaz a Cuba, donde fue recibido con todos los honores por Fidel Castro, quien le elogi como un discpulo aventajado de Bolvar y Jos Mart. Paradjicamente, Castro haba
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condenado la intentona de febrero de 1992 contra Prez, al que entonces segua considerando un estadista amigo. Esta visita de Chvez a la isla marc el inicio de una relacin personal extremadamente clida y de una alianza poltica que con los aos iba a alcanzar un calado estratgico de enorme magnitud, sobre todo para Cuba. En mayo de 1995 el venezolano se inscribi en Montevideo en el conocido como Foro de Sao Paulo (FSP), un marco de encuentro de partidos y organizaciones de izquierda de Amrica Latina y el Caribe montado en 1990 por Castro y el socialista brasileo Luiz Incio Lula da Silva. Lejos de mostrar gratitud a Caldera, al que no consideraba diferente del resto de los polticos tradicionales, y de refrenar su tendencia oposicionista, Chvez se dedic de inmediato a contactar con sus antiguos camaradas del movimiento de 1992, destacando entre todos Diosdado Cabello Rondn, futura mano derecha del Chvez presidente, y con polticos profesionales de trayectoria izquierdista que simpatizaban con el bolivarianismo, como el veterano Luis Miquilena Hernndez, para formar un frente poltico concentrado en un objetivo fundamental: derrocar a la vieja clase partidista, que el comn de los venezolanos identificaba con los abusos cleptocrticos y los despilfarros que haban dilapidado los ingentes ingresos obtenidos en los aos del boom petrolero y, en general, las vacas gordas de las exportaciones primarias de un pas regalado con vastos recursos naturales. Chvez y su crculo estaban decididos a laminar las viejas siglas (AD, COPEI) y las nuevas pero animadas por viejos rostros (Convergencia), aunque esta vez no por la va insurreccional, sino usando los instrumentos democrticos y electorales que el mismo sistema que fustigaban pona a su disposicin. De este proceso de concilibulos y asambleas surgi el Movimiento Quinta Repblica (MVR), suerte de versin civil del MBR-200 que recoga y actualizaba su programa de cambios radicales. Como apoyo doctrinal a su proyecto poltico renovado, Chvez divulg la Agenda Alternativa Bolivariana (AAB), la cual deba guiar la primera fase de la revolucin que tena en mente. El MVR prometa restaurar el "honor perdido de la nacin", gestionar la explotacin econmica de la riqueza nacional de manera honrada y eficiente, en aras del inters social, y aplicar medidas eficaces contra la inseguridad ciudadana. Su mayor ambicin era la reforma de la Carta Magna partiendo de la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Erigido en director general del MVR, Chvez recorri el pas con un discurso fieramente populista, prdigo en mensajes de tono redentorista y reiteradamente asido a los conceptos de misin y de servicio a la patria, tomando la figura de Simn Bolvar como un referente casi hagiogrfico. Enarbolando un izquierdismo que todava resultaba bastante nebuloso e incluso, para muchos observadores, dudoso, el movimiento chavista aspiraba a abrir una tercera va en un subcontinente que ya haba experimentado el estatismo de mayor o menor sesgo socialista y ms recientemente, prcticamente sin excepciones en todos los pases, el capitalismo neoliberal. Chvez mismo dijo sentirse de izquierdas, pero tambin se defini como un catlico devoto a quien la Biblia le inspiraba tanto como su idolatrado prcer de la independencia nacional. Poda encontrarse en el movimiento del antiguo teniente coronel venezolano, a falta de referencias doctrinales cercanas en el tiempo y de naturaleza cvico-democrtica, algn eco de las experiencias terceristas de Torrijos en Panam (1968-1981), Velasco Alvarado en Per (19681975), Juan Jos Torres en Bolivia (1970-1971) y Guillermo Rodrguez Lara en Ecuador (19721976), excepcionales en Amrica Latina por adoptar unas posiciones nacionalistas, populistas y revolucionarias, pero carentes de una ideologa articulada, amn de autocrticas y violadoras de las libertades de principio a fin. El smil con Salvador Allende y el socialismo chileno de comienzos de los setenta pareca ms peregrino. Otros observadores describan su estilo como neocaudillista, en alusin a otra forma de hacer poltica igualmente periclitada en la regin e indefectiblemente propensa a posiciones conservadoras. Aunque al principio de su andadura poltica rehus optar a cualquier mandato representativo para no legitimar un sistema que juzgaba caduco, Chvez inscribi a su partido en el registro
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electoral el 29 de abril de 1997 con la intencin de concurrir en los procesos electorales en ciernes y librar la batalla con las formaciones tradicionales en su propio terreno. Los resultados de este envite iban a ser espectaculares. En las elecciones legislativas del 8 de noviembre de 1998, el MVR, carente, ms all de un elenco de figuras experimentadas, de cuadros profesionales y de una maquinaria bien engrasada, se convirti en el segundo partido del pas al obtener 49 de los 189 escaos de la Cmara de Diputados y el 21,3% de los votos, slo cuatro dcimas menos que AD. El COPEI se hundi a la cuarta posicin, mientras que la Convergencia del presidente Caldera, devastada por las medidas de choque aplicadas por el Gobierno para enfrentar la crisis econmica, tuvo que conformarse con un testimonial 2,4% de los votos y tres diputados. El zarpazo del MVR estremeci el sistema poltico venezolano, pero la briosa irrupcin de Chvez era la consecuencia, no la causa, de una crisis terminal que se nutra de situaciones como el auge imparable de la pobreza y las desigualdades sociales. En la eleccin a gobernador de Barinas, postulado por la alianza del MVR, el Movimiento al Socialismo (MAS) y Patria para Todos (PPT), sali elegido el padre de Chvez, que entonces contaba con 65 aos. 3. Arribo espectacular al poder por la va electoral en 1999 Chvez acudi a las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998 montado en una ola triunfalista, confiado en la enorme popularidad de que gozaba entre los numerossimos desfavorecidos tras una dcada de polticas econmicas de austeridad letales para el poder adquisitivo de las clases medias y bajas, y bien arropado por un Polo Patritico en el que adems del MVR estaban el MAS, el PPT, el Partido Comunista de Venezuela (PCV), el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) y otros cinco partidos menores, esto es, la izquierda en bloque. Presentndose como un hombre del pueblo, de extraccin social humilde, empleando un lenguaje colorista lleno de expresiones coloquiales y acusando un estilo directo y custico, la puesta en escena de Chvez cal hondo en las masas populares esperanzadas con un cambio a mejor. Para sus detractores, aturdidos por tamao xito, Chvez era un burdo demagogo proclive al autoritarismo paramilitar y, dados sus antecedentes sediciosos, de pedigr democrtico ms que dudoso. Finalizada la ms ruidosa campaa electoral en dcadas de democracia venezolana, el carismtico ex militar arroll con el 56,2% de los votos vlidos ?que, contando la abstencin, representaban el 33% del censo electoral- a sus dos nicos adversarios de cierto relieve, el economista conservador Henrique Salas Rmer, que contaba con los apoyos de AD y COPEI y que obtuvo el 39,9% de los sufragios, y la ex miss universo Irene Lailin Sez Conde, que no lleg a las 200.000 papeletas. El 2 de febrero de 1999 Chvez, con 44 aos, tom posesin de la Presidencia de la Repblica para el quinquenio que terminaba en 2004 ante una nutrida representacin de mandatarios regionales. All estaban entre otros el boliviano Hugo Banzer, el peruano Alberto Fujimori (un presidente autoritario y neoliberal de derechas que sin embargo encontr un amigo afectuoso en Chvez, quien no olvidaba el refugio concedido a los camaradas bolivarianos de la tentativa golpista de noviembre de 1992) y, no poda faltar, Fidel Castro, al que acababa de ver en La Habana, en su segundo viaje a la isla, dos semanas atrs. Castro felicit efusivamente a Chvez y salud su eleccin como un signo auspicioso para toda Amrica Latina. El intercambio de cumplidos iba a prolongarse en los prximos meses y aos, con Chvez retratando a Castro como un "campen de las libertades" en el continente y el dictador cubano llamando al venezolano el "mayor demcrata de Amrica". Para consternacin de la clase poltica heredera del puntofijismo y para extraeza de casi todo el mundo, a la ceremonia de investidura fue invitado nada menos que Marcos Prez Jimnez, la bestia negra de los demcratas venezolanos de la segunda mitad del siglo, pero el octogenario dictador derechista, al que le quedaban dos aos de vida, no interrumpi su residencia permanente en Madrid. Tras aadir a la frmula legal la apostilla "juro sobre esta moribunda Constitucin", el flamante
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presidente pronunci un spero discurso inaugural lleno de citas bolivarianas y de alusiones a la "catstrofe" en que estaba sumido el pas. Durante la alocucin, Chvez vindic la rebelin militar de febrero de 1992 ("era inevitable como lo es la erupcin de los volcanes") y arremeti contra Caldera, que acababa de transferirle la banda presidencial y le escuchaba compungido, y contra los diputados electos de la oposicin. A continuacin, prestaron juramento los ministros del Gobierno, un equipo heterogneo de tecncratas, acadmicos, polticos profesionales y antiguos militares cuyos nexos eran la fidelidad a Chvez y una orientacin izquierdista ms o menos definida en las filas de partidos como el MAS y el PPT. Destacaban las presencias, en Interior, de Miquilena, considerado a estas alturas el preceptor intelectual y el principal asesor de Chvez, al que adems sucedi ahora como director general del MVR, y, en Exteriores, de Jos Vicente Rangel Vale, otro gran veterano de la poltica y tres veces candidato presidencial por el MAS (1973 y 1978) y por el PCV y el MEP (1983). Una vez instalado en su despacho del Palacio de Miraflores, a Chvez le falt tiempo para firmar su primer decreto, que no fue otro que el que llamaba a los venezolanos a referndum para decidir sobre la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Si la consulta prosperaba, las consecuencias implcitas seran la abrogacin de la Carta Magna de 1961 y la disolucin del Congreso, donde los partidos del Polo Patritico slo reunan algo ms de un tercio de los escaos. Se trataba, segn l, de una inaplazable exigencia popular que haba que asumir "con coraje y con valenta", ya que, como haba afirmado en el discurso inaugural, "o le damos cauce a la revolucin venezolana de este tiempo o la revolucin nos pasa por encima". Asimismo, Chvez reclam al Legislativo la aprobacin de una Ley Habilitante o de poderes especiales para permitir al Ejecutivo enfrentar el estado de "emergencia social" que sufra el pas en los mbitos de la salud, la vivienda y la educacin, donde asomaban estadsticas propias de los pases subdesarrollados, y anunci una campaa contra la evasin tributaria para reducir el abultado dficit fiscal, que alcanzaba los 9.000 millones de dlares, equivalente al 9% del PIB. La deuda externa era casi cuatro veces superior y, aunque exista la voluntad de pagarla, no podra asumirse sin una negociacin estructural, advirti el presidente. El caso era que todas las luces econmicas estaban en rojo: la recesin arreciaba, la inflacin superaba el 30% anual y el paro oficial marcaba el 12%, aunque el desempleo real era varios puntos mayor y el subempleo afectaba a la mitad de la poblacin activa. Abonando su atribuida fe en el tercerismo econmico, que renegaba del neoliberalismo pero descartaba el intervencionismo de tipo socialista, Chvez propugn "tanto Estado como sea necesario y tanto mercado como sea posible", sentencia que irradiaba pragmatismo. El mandatario aadi que los militares saldran de los cuarteles para desempear tareas de apoyo a la poblacin. Dicho y hecho, el 27 de febrero el Gobierno present el Plan Bolvar 2000, llamado a movilizar a alrededor de 40.000 soldados y voluntarios civiles en labores sociales como vacunaciones infantiles, distribucin de alimentos, construccin de carreteras y facilitacin de servicios educacionales. El plan puso las bases de lo que aos ms tarde iba a conocerse como las Misiones Bolivarianas. A travs de las fases Propatria, Propas y Pronacin, el Plan Bolvar 2000 arranc formalmente el 27 de febrero de 2000 como una estrategia, novedosa en Venezuela, para revertir las tendencias negativas en lo social y medioambiental. En cuanto a la poltica exterior, Chvez afirm que aspiraba a sacar a Venezuela de su postracin y a convertirla en la nueva abanderada continental, como lo haba sido en los lejanos tiempos de El Libertador. En la campaa electoral, Chvez haba prometido emprender una drstica reforma de Petrleos de Venezuela, S. A. (PDVSA), el emporio estatal que aportaba el 80% de las exportaciones, el 40% de los ingresos del presupuesto nacional y el 27% del PIB, con el objeto de erradicar la mala gestin y las prcticas corruptas. Ahora bien, lo que se persegua no era un saneamiento tpicamente liberal susceptible de desembocar en una segmentacin o privatizacin, sino precisamente lo contrario: hacer ms eficiente el funcionamiento de una
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empresa clave para fortalecer su aportacin financiera a las arcas del Estado y de paso encadenar su titularidad pblica. Chvez, a falta de mayor precisin, dio a entender que no acometera renacionalizaciones, pero tampoco avanzara en las privatizaciones. La misin ms perentoria ahora era estabilizar la economa, aunque no a costa de devaluar la moneda o de imponer un sistema de control de cambios. Precisamente, eran sus planes econmicos, y desde luego los que afectaban al petrleo -tratndose Venezuela del sexto productor mundial y el tercero de la OPEP tras Arabia Saud e Irn-, lo que ms inquietaba a la comunidad internacional. De hecho, Chvez culp al petrleo, bendicin a la vez que maldicin para las perspectivas del progreso nacional, de las patologas que afectaban al desarrollo de los sectores industrial, agrcola, minero y de servicios, y subray la necesidad de estrenar un modelo que escapara de la dependencia de este recurso natural como la nica fuente generadora de riqueza. Antes de asumir la Presidencia, Chvez realiz una gira por Europa para tranquilizar a las multinacionales de la energa que operaban en Venezuela y a los gobiernos de los pases con intereses all, pero fue tajante en que su intencin era revisar todos los contratos de explotacin firmados en el ltimo septenio, durante la llamada apertura petrolera. Asimismo, si bien asegur que iba a respetar los acuerdos firmados con la OPEP, no ocult su intencin de propiciar un cambio en la filosofa de esta organizacin para hacerla menos complaciente con los pases importadores del mundo desarrollado. Al hablar as, Chvez tena presente el hecho de que el desplome de los precios del barril de crudo a lo largo de 1998 haba causado mucho dao a la endeudada economa venezolana. El 22 de abril de 1999 el Congreso concedi a Chvez los poderes especiales que haba solicitado para gobernar por decreto en materia econmica durante seis meses y para negociar con el FMI la reestructuracin de la deuda externa, cuyo monto de 32.000 millones de dlares devoraba el 40% del presupuesto nacional. No obstante, se esperaba que el FMI exigiese a cambio el recorte del gigantesco aparato estatal, un milln de trabajadores pblicos sobre una poblacin de 24 millones. Cauto y conservador en sus primeras decisiones econmicas, que supedit a su programa de reforma poltica, en el mes de marzo Chvez se apunt un primer xito exterior al conseguir que la OPEP decidiera una nueva reduccin de la produccin con el consiguiente encarecimiento de los precios, lo que iba a aportar miles de millones de dlares extra muy necesarios para corregir el desequilibrio presupuestario y hacer frente a los compromisos de la deuda. 4. Instauracin de la Repblica Bolivariana y primera reeleccin presidencial Aunque Chvez, haciendo referencias a la unidad y la reconciliacin nacionales, quiso remover los temores a una forma de gobernar excluyente o despreciativa de las frmulas de consenso bsicas en democracia, al reincidir en declaraciones lapidarias sobre la "muerte" del Estado tradicional y el nacimiento de una "verdadera democracia" provocaba ansiedad en los compatriotas que no le haban votado y preocupacin en varios gobiernos extranjeros. El gran interrogante era el rumbo que podra tomar el sistema poltico y econmico venezolano si se abra paso la tantas veces anunciada revolucin bolivariana. El caso fue que el presidente, indiferente a las reacciones que sus modos y su lenguaje iban generando, se mostr muy diligente en la realizacin de su promesa de "barrer" los viejos "poderes oligrquicos". Otras disposiciones, como la instruccin premilitar de todos los estudiantes de primaria y secundaria, la apertura en los cuarteles de cientos de Escuelas Bolivarianas (centros dedicados al estudio de la obra de El Libertador) y la participacin de la Fuerza Armada en misiones de instruccin civil y servicios comunitarios, levantaron bien pronto airadas protestas de la oposicin, que alert contra una deriva marcial de la sociedad civil. El populismo de Chvez, solemne y mesinico a veces, cordial y dicharachero las ms, desmedido o extravagante de manera habitual, se expres a travs de medios tan inusuales en las democracias normales como un programa radiofnico y televisivo de emisin semanal, todos los domingos, llamado Al Presidente. En l, el presidente en persona, visiblemente cmodo
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con este formato, atenda solcito las peticiones y consultas de la audiencia, haca apologa de su pensamiento poltico, informaba puntualmente sobre sus planes y medidas, y defenda la obra de su Gobierno, manteniendo un canal de comunicacin directa con el pueblo por encima de las instituciones y de toda estructura formal de poder. El primer Al Presidente sali al aire el 23 de mayo de 1999 a travs de la seal de Radio Nacional de Venezuela (RNV). La primera transmisin fuera del estudio, desde Barinas, tuvo lugar el 31 de octubre del mismo ao y la primera emisin conjunta por radio y televisin, la edicin nmero 40, lleg el 27 de agosto de 2000. En lo sucesivo, el Sistema Nacional de Medios Pblicos de Venezuela emple este doble canal meditico para difundir un programa que tuvo un xito fulminante, aunque el estilo fuertemente retrico y discursivo de su absoluto protagonista fue constante motivo de crtica desde medios opositores. El 25 de abril de 1999, tres das despus de concederle el Congreso la Ley Habilitante para atajar la crisis econmica mediante el gobierno por decreto por un perodo de seis meses, Chvez gan el referndum sobre la eleccin de la ANC con un 92,3% de ses, si bien con slo un 37,8% de participacin, lo que vena a significar que en la consulta votaron a favor los mismos electores que se haban decantado por Chvez en las presidenciales. Aunque se haba establecido que el referendo sera vlido slo si superaba el 50% de participacin, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dictamin que bastaba una mayora de votos afirmativos.
As legitimado, Chvez sigui adelante con su programa poltico. El 25 de julio los venezolanos acudieron de nuevo a las urnas para elegir la ANC. El Polo Patritico arras al conseguir 120 de los 131 asamblestas con el 62% de los votos, lo que no dej lugar a dudas sobre el desenlace de la catarata de cambios legales abierta por Chvez. La ANC, o Soberansima, como la llamaba su promotor, emprendi el 3 de agosto los trabajos de debate y redaccin del proyecto de Constitucin bajo la presidencia del omnipresente Miquilena, si bien los detractores del oficialismo acusaron a dicha asamblea de limitarse a certificar un borrador que ya haba sido elaborado por el equipo del presidente y que de hecho fue entregado a la institucin constituyente por el propio Chvez con el nombre de Ideas Fundamentales para la Constitucin Bolivariana de la V Repblica. Los puntos ms significativos de la nueva Carta Magna eran: el establecimiento de la V Repblica Venezolana, incluyendo el cambio del nombre del pas, que pasara a llamarse Repblica Bolivariana de Venezuela; la ampliacin del mandato presidencial de cinco a seis aos y la posibilidad de su renovacin consecutiva una sola vez; la adicin a los tres poderes clsicos -ejecutivo, legislativo y judicial- de otros dos nuevos: el moral, aplicado en la lucha contra la corrupcin, y el electoral, entendido como el ejercicio de frmulas de democracia directa, destacando muy especialmente el instrumento del referendo revocatorio del mandato de todos los cargos de eleccin popular; la sustitucin del Congreso bicameral por una Asamblea Nacional de 165 miembros elegida cada cinco aos y despojada de escaos vitalicios para los ex jefes del Estado; el refuerzo del poder ejecutivo del presidente, que ahora podra decidir los ascensos militares, nombrar al vicepresidente, convocar referendos y disolver el Parlamento; vagas referencias al modelo de economa planificada; el reconocimiento de los derechos de los pueblos indgenas; y un especialmente espinoso artculo sobre la participacin de los militares en la vida pblica. El 5 de agosto Chvez proclam en la ANC la defuncin de la "IV Repblica" y reclam la aprobacin de una declaracin de "emergencia nacional" que facultase a la asamblea para intervenir en todas las instituciones del Estado. La oposicin, que pareca incapaz de reaccionar ante el huracn chavista, lanz dbiles denuncias de "ilegalidad" y "golpe de Estado". La comunidad internacional segua el controvertido proceso con una mezcla de aprensin y estupefaccin. Reincidiendo en su ambigedad econmica, Chvez apostrof contra "un dogma de mercado que pretende ser Dios" y propuso un modelo intermedio de carcter "autctono". En los das siguientes, la ANC consagr la victoria total de Chvez, a travs de cuatro decretos consecutivos.
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Primero, el 9 de agosto, en respuesta a su maniobra de someter su cargo a disposicin del cuerpo, la Soberansima ratific a Chvez como presidente de la Repblica, a lo que sigui una segunda jura de la suprema magistratura, pero esta vez ante el Acta de la Independencia de 1811. Con esta escenificacin, Chvez pretenda dejar clara la autoridad suprema de la ANC sobre todos los poderes constituidos de la sentenciada IV Repblica. A continuacin, el 12 de agosto, la ANC, "considerando que la Repblica vive una grave crisis poltica, econmica, social, moral e institucional, que ha llevado al colapso a los rganos del Poder Pblico y mantiene a la mayora de la poblacin en un inaceptable estado de empobrecimiento, con el cual se vulneran los ms elementales derechos humanos", y "en razn de la emergencia nacional existente", declar la "reorganizacin de todos los rganos del Poder Pblico". Tercero, el 19 de agosto, la ANC, "en ejercicio del poder constituyente originario otorgado por ste mediante referendo aprobado democrticamente", y con el fin de "transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurdico que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa", decret la Reorganizacin del Poder Judicial (decreto de emergencia judicial), que supona la creacin de una Comisin de Emergencia Judicial de nueve miembros escogidos por la propia Asamblea y con las competencias, entre otras, de nombrar y destituir a cualesquiera magistrados, "evaluar" y "reorganizar" el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Judicatura y las dems instituciones del sistema de justicia, y "proponer" a la ANC las medidas "necesarias" en este mbito. Puesta ante el hecho consumado, la Corte Suprema, el 24 de agosto, accedi a autodisolverse, acto que fue calificado por su presidenta, Cecilia Sosa Gmez, de "suicidio" de la institucin para evitar as su "asesinato". Ya slo quedaba intervenir un poder, el legislativo, cuya institucin titular era mayoritariamente desafecta. En realidad, el Congreso estaba resignado a su destino, tal como indicaba su decisin del 28 de julio, cuando los diputados resolvieron "suspender" sus actividades para no obstruir la labor de la ANC. El 25 de agosto los constituyentes dieron luz verde a la Regulacin de las funciones del Poder Legislativo (decreto de emergencia legislativa), que en la prctica liquidaba las dos cmaras establecidas por una Constitucin que an segua en vigor. El penltimo da del mes el Congreso fue declarado en situacin de "cierre tcnico". Chvez, el MVR y sus aliados completaron as su monopolio sobre los tres poderes nacionales, crendose una clamorosa anomala poltico-jurdica y precisamente en mitad de un proceso constituyente que tena legitimidad democrtica. El 19 de noviembre la ANC entregaba el borrador final de la nueva Constitucin a Chvez, quien aprovech la ocasin para anunciar su candidatura reeleccionista en los nuevos comicios presidenciales del ao siguiente. El 15 de diciembre, coincidiendo con las catastrficas riadas en Vargas, el peor desastre natural sufrido por Venezuela en el siglo XX, que provocaron entre 10.000 y 30.000 muertos ?aunque algunas estimaciones no oficiales elevaron la cifra a 50.000- y arrasaron este estado costero, un segundo referndum sancion la Carta Magna bolivariana con un contundente 71,2% de votos favorables. En contra se pronunci el 28,8% de los votantes, alcanzando la participacin el 45,9%; el porcentaje fue sensiblemente superior al registrado en la consulta de abril, pero se trataba todava de un ndice muy mediocre. El 20 de diciembre de 1999 la ANC promulg solemnemente la nueva Constitucin, que fue publicada por la Gaceta Oficial y entr en vigor el penltimo da del ao. El 30 de julio de 2000, culminando el arrollador proceso de transformacin de las estructuras polticas y jurdicas del Estado, y luego de suspender el CNE (con gran polmica) su celebracin en la primera fecha convenida, el 25 de mayo, con el argumento de que no se reunan las condiciones tcnicas, tuvieron lugar las elecciones generales, llamadas por algunos "megaelecciones", pues sometieron a renovacin a todos los cargos de eleccin popular en todos los niveles de la administracin del Estado. En las presidenciales, Chvez se deshizo sin problemas con el 59,8% de los votos de sus dos solitarios contrincantes, Francisco Javier Arias Crdenas, un antiguo camarada del MBR-200 (haba sido el cabeza del golpe de febrero de 1992 en Maracaibo, tras lo cual comparti con l
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arresto y prisin) convertido en gobernador de Zulia en las filas de La Causa Radical, y el adeco Claudio Fermn Maldonado, quien se postul por el movimiento Encuentro Nacional, fundado por l. Arias consigui un respetable 37,5% de los sufragios. En las legislativas, el MVR confirm su supremaca al capturar 91 de los 165 escaos que componan la nueva Asamblea Nacional con el 44,4% de los sufragios. En aadidura, el MAS meti seis diputados y el PPT uno, lo que produjo una mayora oficialista de 98 parlamentarios. En las regionales, el MVR se hizo con 11 gobernaciones ms la nueva Alcalda Mayor del Distrito Metropolitano de Caracas, que estren el periodista Alfredo Antonio Pea, el MAS gan cuatro gobernaciones y el PPT una. En total, la alianza pro-Chvez consigui 17 de las 24 gobernaciones venezolanas. El 19 de agosto de 2000, Chvez, cumpliendo con lo prometido cuando su inauguracin presidencial del ao anterior, arranc su segundo mandato, esta vez con fecha de conclusin en enero de 2007, prestando juramento ante un ejemplar de la Constitucin bolivariana. Antes de terminar el ao, el 3 de diciembre, el chavismo gan su tercer referndum, una consulta de menor calado que las anteriores aunque polticamente muy reveladora, sobre la renovacin obligatoria en el plazo de 180 das y a travs de elecciones directas de las dirigencias de las centrales sindicales. 5. Resuelto activismo exterior y excepcionales relaciones con Cuba El debut presidencial de Chvez estuvo acompaado tambin de una agresiva poltica exterior, inslita en un mandatario latinoamericano en muchos aos, que le convirti en uno de los personajes ms conspicuos del panorama poltico internacional. Como en el mbito casero, la agenda diplomtica estaba impregnada de pensamiento bolivariano, expresado en una suerte de nacionalismo hemisfrico. El 27 de mayo de 1999 el mandatario asisti en Cartagena de Indias al XI Consejo Presidencial de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), organizacin de la que Venezuela era miembro fundacional (en marzo de 1996, a partir del anterior Pacto Andino). En la ciudad colombiana, Chvez llam a crear en las prximas dcadas una federacin de estados latinoamericanos y caribeos que, luego de resolver los ms perentorios problemas domsticos, pudiera dotarse de una poltica exterior comn. El 21 de septiembre siguiente, con motivo de su alocucin en la Asamblea General de la ONU en Nueva York y luego de concederle Estados Unidos el visado de entrada (durante largo tiempo denegado, por considerarle un subversivo procastrista), Chvez tuvo la oportunidad de departir con Bill Clinton, quien le expres el respaldo de su Administracin al proceso emprendido en Venezuela. Tambin, se entrevist con el colombiano Andrs Pastrana, con el que se haba indispuesto a raz de ofrecerse para mediar entre el Gobierno de Bogot y la guerrilla de las FARC, la cual, opinaban las altas esferas polticas y militares del pas vecino, mantenan ciertos tratos provechosos con el Gobierno de Caracas. Das antes de producirse estos encuentros en Nueva York, Chvez tuvo en Manaos una cordial reunin con el presidente brasileo Fernando Henrique Cardoso, un socialdemcrata firme partidario de avanzar en la integracin de los pases sudamericanos antes de proceder a la liberalizacin de los mercados de todo el continente bajo la batuta de Estados Unidos. Los mandatarios coincidieron en rechazar de manera rotunda una eventual intervencin militar estadounidense en Colombia para combatir el narcotrfico. En la I Cumbre Sudamericana, celebrada en Brasilia del 1 de septiembre de 2000 y de la que sali una Declaracin sobre la convergencia econmica y poltica del subcontinente, Chvez advirti que la regin sera "aniquilada" si sus integrantes no daban pasos decisivos hacia la unidad antes de conformarse la proyectada rea de Libre Comercio de las Amricas (ALCA), ambiciosa empresa de claras repercusiones geopolticas, que Washington esperaba poner en marcha en enero de 2005. Fue la primera declaracin clara de hostilidades por Chvez contra el ALCA, a la que iban a seguir muchas ms. En la II Cumbre Sudamericana, celebrada en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil el 26 y el 27 de julio de 2002, el lder venezolano propuso la creacin de "una especie de Petroamrica" y un "Fondo Humanitario Internacional" dirigidos por
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y para los pases del subcontinente, para escapar del modelo neoliberal dictado por la OPEP y el FMI. En cuanto a las relaciones personales con Castro, adquirieron el lustre y la notoriedad que otorgaba el manto institucional. Chvez volvi a La Habana el 15 de noviembre de 1999, dos semanas despus de su primera visita oficial a Espaa, con motivo de la IX Cumbre Iberoamericana, y de nuevo el 12 de abril de 2000, para participar en la primera cumbre de estadistas del Grupo de los 77 (G-77). En la primera ocasin, fue personalmente condecorado por su anfitrin con la Orden Jos Mart. El 26 octubre de 2000 los papeles se invirtieron y Chvez tribut a su husped en Caracas la bienvenida digna de un hroe. Se trat de la primera visita de Estado de Castro a Venezuela desde la realizada en 1959, nada ms triunfar la Revolucin, cuando el comandante se acogi a la hospitalidad del entonces presidente adeco Rmulo Betancourt, antes de que ste le incluyera en su elenco de enemigos. En esta ocasin, los mandatarios firmaron un Acuerdo de Cooperacin Integral por el que Venezuela abastecera a Cuba con 53.000 barriles de crudo al da ?la tercera parte del petrleo consumido por la islaa precios ventajosos y con facilidades financieras a cambio de servicios profesionales y tcnicos cubanos en las reas educativa, sanitaria y deportiva. Esta diplomacia de prestigio, que persegua subrayar la independencia nacional a contracorriente de lo que Estados Unidos consideraba aceptable, qued bien patente en la maratoniana gira realizada por Chvez entre el 10 y el 14 de agosto de 2000 por los otros diez estados de la OPEP. El objeto de la misma era invitar a los respectivos mandatarios a una cumbre en Caracas encaminada a fortalecer la unidad de criterio en la organizacin energtica y a estabilizar el precio del barril de crudo, que entonces cotizaba al alza, en torno a los 30 dlares. Ms an, el visitante propuso dar entrada en la OPEP a pases exportadores no miembros como Rusia, Noruega y Omn. Durante el itinerario, Chvez calific a la OPEP de "arma" para los pases en desarrollo, una "especie de instrumento estratgico" que "no se puede dejar escapar". En Libia estuvo de acuerdo con Muammar al-Gaddafi en que si se produca un nuevo desplome de los precios no habra ms remedio que recortar drsticamente la produccin. Por otro lado, al no excluir de la lista de capitales visitadas a Bagdad, Tehern y Trpoli, Chvez suscit un considerable malestar en el Gobierno estadounidense. El lder venezolano, convertido en el primer jefe de Estado que visitaba a Saddam Hussein desde la guerra del Golfo en 1991 y haca caso omiso del ostracismo internacional que pesaba sobre el dictador rabe, rechaz las crticas y advirti que Venezuela era un pas soberano al que nadie poda dictaminar su poltica exterior. Las aparentes ganas de Chvez de institucionalizar la OPEP fueron interpretadas en Estados Unidos, sobre todo tras la asuncin en enero de 2001 de la Administracin republicana de George Bush, y la Unin Europea como un intento de politizar el organismo regulador o de convertirlo en un crtel del petrleo verdaderamente corporativo y metido en una dialctica SurNorte, si bien Washington no estaba en condiciones de ir ms all de las amonestaciones verbales porque importaba de Venezuela 1,4 millones de barriles al da, lo que representaba ms de la mitad del total de las ventas venezolanas y el 14% del consumo petrolero estadounidense. Por el momento, la escalada alcista en el precio del barril iniciada en abril de 2000, que alcanz el pico de los 36,4 dlares en la segunda semana de agosto, una cotizacin sin precedentes desde la ocupacin irak de Kuwait en 1990, amortigu los efectos de la crisis econmica en Venezuela. As, 2000 registr una inflacin del 13,4%, siete puntos menos que en 1999 y la tasa ms baja desde 1986, mientras que la cuenta corriente consign su mayor supervit en un lustro y el dficit fiscal se redujo hasta el 2%. Igualmente, el segundo ao de la Presidencia de Chvez se sald con un crecimiento positivo del PIB del 3,7%, cuando en 1999 haba padecido una contraccin brutal, del -6%. La segunda cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OPEP desde la celebrada en Argel
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en 1975, el 28 de septiembre de 2000, tuvo como escenario Caracas. En ella, Chvez invit a los pases importadores a discutir frmulas para contener el alza de los precios. Pero los saudes hicieron valer su peso tradicional, as que la denominada Declaracin de Caracas no extrem las crticas a los pases desarrollados (fundamentalmente, se les demand el alivio de las cargas fiscales sobre los carburantes para mitigar el dao a sus consumidores), y aparc para ulteriores encuentros toda decisin sobre cuotas de produccin. A mediados de 2001 Chvez protagoniz otro perodo de hiperactividad fornea. Primero, realiz una gira que le llev por Rusia, Irn, India, Bangladesh, China (pas que, al igual que Irak y Cuba, no estaba siendo condenado por Venezuela a la hora de votar en la ONU los informes sobre la situacin interna de los Derechos Humanos), Malasia e Indonesia. En Yakarta, el 30 y el 31 de mayo, no se perdi la XI Cumbre del Grupo de los Quince (G-15). A continuacin, el 23 y el 24 de junio, presidi en Valencia el XIII Consejo Presidencial Andino, en cuya clausura anunci en primicia la captura en Caracas del que fuera principal colaborador del dimitido presidente Fujimori, Vladimiro Montesinos, y su inmediata entrega a las nuevas autoridades peruanas que lo reclamaban para juzgarlo por diversos crmenes. Ahora bien, la disputa con Lima estall al punto cuando el ministro del Interior peruano, Antonio Ketin Vidal, desplazado a Caracas para coordinar la bsqueda y captura de Montesinos, fue amonestado por violar la soberana nacional, mientras que el Gobierno del presidente Valentn Paniagua acus a su homlogo venezolano de haber protegido al prfugo durante meses. La crisis culmin el 29 de junio con la retirada de los respectivos embajadores. Con Colombia, los rifirrafes continuaron por la insistencia de Chvez en declarar una posicin neutral y potencialmente mediadora en el tortuoso proceso de paz (por lo dems, terminado en fracaso en febrero de 2002) entre el Gobierno y las FARC, cada vez ms percibidas fuera y dentro de Colombia como una organizacin bsicamente criminal y terrorista no obstante su discurso revolucionario. Las actitudes venezolanas de proteccionismo comercial y de freno a la integracin regional percibidas por Colombia, Per y Ecuador en el seno de la CAN, la denuncia por el antiguo cnsul venezolano en Pars, Nelson Castellano Hernndez, de que el mandatario, supuestamente, haba intentado que Francia excarcelara al sangriento terrorista internacional de los aos setenta y venezolano de nacimiento Ilich Ramrez Snchez (ms conocido por sus alias de Carlos y Chacal), y la furibunda reaccin de Estados Unidos, con la llamada a consultas a su embajadora en Caracas, a la demanda del presidente de que cesaran los bombardeos contra los talibanes de Afganistn porque no se poda "combatir el terror con el terror", fueron otros tantos episodios que aparejaron a Chvez el perfil de outsider regional y destemplado rebelde contra la hegemona estadounidense en la escena internacional.
Del 11 al 13 de agosto de 2001 Chvez agasaj a Castro en Ciudad Bolvar y en Santa Elena de Uairn con ocasin de su 75 cumpleaos ?entre otros honores le concedi la Orden Congreso de Angostura-, y de paso ampli a las reas agrcola y turstica el convenio petrolero suscrito el ao anterior. Este nuevo ejercicio de desembozo con el anciano comandante ahond las suspicacias en sectores de la sociedad civil venezolana que atisbaban indicios de "cubanizacin" del pas y que por otro lado desconfiaban de iniciativas presidenciales como el Plan Bolvar 2000, cuyo acento en el voluntarismo social recordaba las movilizaciones dirigidas por el Partido Comunista de Cuba. En octubre de 2001 Chvez, incansable, desarroll otra prolongada gira por las capitales de la OPEP ms Pars, Roma, Bruselas, Lisboa, Mosc, Londres, Ottawa y Mxico. El propsito del vasto periplo era la obtencin de un consenso entre los pases exportadores e importadores de petrleo en torno a unos precios estables con unos niveles de extraccin bajos. El 11 y el 12 de diciembre Isla Margarita brind el escenario para la III cumbre de la Asociacin de Estados del Caribe (AEC), a la que no falt el incondicional mentor cubano.
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6. Sucesin de contestaciones internas y auge de la oposicin Si la controvertida actuacin de Chvez en el exterior no daba tregua a observadores y analistas, el sosiego tampoco arraigaba en el interior. El incremento a ojos vista de la corrupcin, la pobreza -que en sus diversas formas golpeaba a ms de la mitad de los venezolanos-, el paro -el 20% de la poblacin activa ya- y la criminalidad comn -de proporciones insoportables en algunos ncleos urbanos-, carg los argumentos de la an deshilvanada oposicin, los "esculidos" en la expresin de Chvez, igualmente presta a criticar los citados acercamientos a lderes y organizaciones de bajo perfil democrtico en detrimento de los interlocutores tradicionales de Venezuela. Ya en los primeros meses de 2000, antes de las primeras elecciones generales bajo la nueva Constitucin, el chavismo afront su primera crisis importante al declararse desafectos varios antiguos comandantes de las aventuras golpistas de 1992, quienes acusaron a su ex camarada de laxitud frente a los comportamientos corruptos de algunos mentores polticos del MVR. Este malestar, extensible a sectores en activo de la Fuerza Armada, a causa de una serie de errores y precipitaciones del Gobierno y por ciertos relajos ticos en la gestin de la cosa pblica que distaban de cumplir con el espritu bolivariano, pareca capaz de cristalizar en una oposicin interna a Chvez, cuando paradjicamente la oposicin nominal se hallaba fuera de juego y careca de una voz influyente. En mayo de 2001, la constatacin de la desazn y la impaciencia sociales indujo a Chvez a sopesar la declaracin del estado de excepcin para combatir por decreto la corrupcin y la pobreza, lo que motiv la ruptura con el MAS, primera baja de un Polo Patritico llamado a disgregarse. El 9 de junio, en un acto con esttica guevarista convocado en su honor por el PCV, el presidente urgi a sus seguidores a unirse bajo la bandera de la "revolucin antiimperialista", y a estar listos para parar la "avalancha de ataques desde todos los frentes" y derrotar a la "contrarrevolucin" en marcha. Despus, el 8 de septiembre, Chvez presidi la entrega de 105.000 acres de latifundios baldos del estado de Zulia al Instituto Agrario Nacional (IAN). Anticipando la ultimada Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (LTDA), la medida fue vista como el arranque de una reforma agraria de tipo radical, ms ambiciosa que la ahora derogada Reforma Agraria de 1960, para acabar con una situacin absurda: que el pas tuviera que importar dos tercios de los alimentos que consuma a pesar de la feracidad de su suelo tropical y mientras unos cientos de propietarios acaparaban el 70% de las tierras cultivables. No en vano, Chvez conmin a los terratenientes, so pena de afrontar subidas de impuestos o expropiaciones forzosas por ley, a que entregaran las fincas incultas al Estado, el cual dispondra su distribucin entre las comunidades rurales ms necesitadas. A finales de noviembre, con las encuestas de opinin muy desmejoradas y en un ambiente enrarecido que auguraba ms protestas e inestabilidad, el presidente neg que hubiera riesgo de golpe de la Fuerza Armada. El titular de Defensa, Jos Vicente Rangel (quien en febrero anterior haba reemplazado al general Ismael Elicer Hurtado Sucre, convirtindose en el primer civil al frente del Ministerio desde 1929), alert de la existencia de "gente que quiere reeditar en Venezuela lo que pas en Chile con Salvador Allende". El propio Chvez, incapaz de moderar su tendencia a la confrontacin y de elaborar un solo consenso poltico, advirti: "esta revolucin est armada". El 10 de diciembre de 2001 marc el punto de no retorno en una etapa de contestacin en las calles, expresada con marchas masivas, caceroladas al estilo argentino y paros nacionales, y convocada por un arco creciente de partidos, organizaciones sectoriales, ONG y dems componentes de la sociedad civil. Hecho inslito, los empresarios privados, a travs de la Federacin Venezolana de Cmaras y Asociaciones de Comercio y Produccin (Fedecmaras), por cuyas manos pasaba el 90% del PIB no petrolero, y los sindicatos, con la Confederacin de Trabajadores de Venezuela (CTV, ligada a AD y que Chvez haba intentado, sin xito, descabezar con el referndum del ao anterior) en primer lugar, unieron fuerzas para propiciar una revuelta civil que forzara, sin esperar al referndum revocatorio
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contemplado en la Constitucin, la dimisin del presidente. Aquel da, una huelga general al grito de "fuera el loco!" abuche la promulgacin, en virtud de la Ley Habilitante aprobada el 13 de noviembre de 2000, de 49 decretos-leyes, entre los que figuraban la ya comentada Ley de Tierras y la nueva Ley Orgnica de Hidrocarburos, que persegua aumentar la tributacin de las corporaciones extranjeras hasta el 30% y reservar al Estado una participacin mayoritaria, del 51%, en las sociedades mixtas formadas con las empresas concesionarias privadas. El cambio de rumbo en PDVSA trataba de compensar la inesperada merma de la renta petrolera a causa de la cada del precio del barril por debajo de los 19 dlares tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. Esta fuerte cotizacin bajista haba desbaratado los presupuestos nacionales de 2002. En opinin de Fedecmaras, pero tambin de la CTV, los propietarios agropecuarios y los medios de comunicacin privados, este paquete legal pona en peligro el derecho a la propiedad privada y la misma estructura de la economa de mercado, considerando claramente inconstitucionales algunas de las disposiciones. Por lo que respectaba a los cambios realizados en PDVSA, los detractores del Gobierno denunciaron su carcter estatista y centralizador, y, en un anlisis general, vaticinaron el derrumbe de las inversiones privadas, cuyos prembulos seran la fuga de capitales en curso y, de nuevo, el incremento de los dbitos del Estado. El dficit fiscal se acercaba entonces al 10% del PIB, lo que representaba unos 9.000 millones de dlares. El 23 de enero de 2002, sendas marchas populares de uno y otro signo (si bien slo la antigubernamental fue verdaderamente multitudinaria) midieron sus fuerzas en Caracas en el cuadragsimo cuarto aniversario del derrocamiento de Marcos Prez Jimnez. Slo un da despus, Chvez destituy como ministro del Interior a Miquilena, aparentemente por defender una posicin de dilogo y acercamiento a sectores de la sociedad ms all del MVR y sus socios de la izquierda, si bien era cierto que el segundo hombre fuerte del Gobierno junto con Rangel haba sido para la oposicin una verdadera bestia negra al ofrecer un talante autoritario cuando estuvo al frente de la ANC. El 4 de febrero, en el dcimo aniversario del intento de golpe de 1992, la proclamacin por Chvez de esa fecha como "da de celebracin nacional" ante 100.000 partidarios fue considerada un "ultraje a la democracia" por la oposicin. El creciente nmero de militares, en activo o retirados, que entraban a ocupar altos cargos en el Gobierno y la Administracin, en vez de anular la capacidad de la Fuerza Armada para perturbar el orden constitucional de la Repblica Bolivariana, la estimul. La dedicacin de los uniformados a menesteres no propiamente castrenses, los discretos vnculos del chavismo con las guerrillas colombianas, la promocin de la ideologa bolivariana en los cuarteles, los indicios de entregas de armas a chavistas organizados como Crculos Bolivarianos (a imitacin de los Comits de Defensa de la Revolucin cubanos) y la sucesin de mudanzas en el escalafn para asegurar la lealtad al Gobierno generaron un resentimiento en varios mandos intermedios que se plasm primero en expresiones de descontento ms o menos contenidas en el permetro de los cuarteles y luego en desafecciones pblicas. Quien abri la ms peligrosa caja de Pandora para Chvez fue, el 7 de febrero de 2002, el coronel de Aviacin Pedro Luis Soto, que en un programa de televisin, asegurando hablar en nombre del "70% de la Fuerza Armada", demand la sustitucin transitoria de su antiguo colega de armas por "un civil" y la celebracin de elecciones anticipadas, ya que Chvez no haba sido elegido "para que se adueara de Venezuela" e "impusiera un sistema con una ideologa que en otros pases ha fracasado, trayendo miseria y pobreza". Soto fue castigado con la expulsin de la Fuerza Armada y el Alto Mando Militar ignor su llamamiento a la sublevacin, pero recibi la solidaridad de otros oficiales de diverso rango, como el capitn de la Guardia Nacional Pedro Jos Flores y el contralmirante Carlos Molina Tamayo, que en los das y semanas siguientes le secundaron con sus propias proclamas sediciosas. Los generales de brigada Ovidio Poggioli Prez y Guaicaipuro Lameda Montero fueron asimismo apartados del servicio, el primero por pertenecer a la disidencia y el segundo
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por propia voluntad, al discrepar con la reforma de PDVSA, de la que era presidente. A la vez que encajaba estos desafos desde el estamento militar, Chvez hubo de hacer frente al imparable deterioro de la situacin econmica, en parte perjudicada por la incertidumbre poltica y por la retrica beligerante del presidente. El 13 de febrero, tras varias semanas de intervenciones infructuosas del Banco Central (BCV) en defensa del bolvar frente al dlar, el Gobierno elimin la banda de fluctuacin vigente desde 1996 y dej en libre flotacin la moneda nacional, que en las primeras 24 horas se devalu un 31,4%, y anunci el ajuste fiscal, grato al FMI, para enjuagar el dficit. De entrada, los presupuestos generales del Estado seran podados un 22%. Las borrascas militar y econmica animaron a la oposicin civil a intensificar la campaa de protestas, de manera que el 5 de marzo, Fedecmaras, la CTV, la Conferencia Episcopal y el rectorado de la Universidad Catlica Andrs Bello (UCAB) firmaron un Pacto Democrtico contra Chvez en el que convocaban a la unidad de todos los sectores del pas para rescatar el dilogo social y acometer medidas urgentes contra los mltiples y graves problemas que arrastraba Venezuela. 7. La crisis de abril de 2002: derrocamiento, contragolpe y restauracin del chavismo El 9 de abril de 2002 la CTV realiz una huelga general y, al constatar su seguimiento desigual (en PDVSA se trabaj sin novedad, no obstante la crispacin causada por los recientes despidos de ejecutivos rebelados contra el nombramiento de la nueva direccin y contra la revisin de los criterios de gestin mercantilistas del holding), decidi prolongarla al da siguiente. En la segunda jornada de paros la tensin se dispar con la llamada por la CTV y Fedecmaras a la huelga general indefinida, la desautorizacin de Chvez por otros dos generales y la advertencia del Gobierno de que estaba en marcha una conspiracin para derribarlo. El da 11, jueves, los acontecimientos se aceleraron. En respuesta al llamamiento de Fedecmaras y la CTV, varios cientos de miles de caraqueos, en torno al medio milln, se manifestaron para exigir la renuncia inmediata de Chvez. La marcha, pacfica y protagonizada por las clases medias, se encamin hacia la sede de PDVSA en Chuao, en el sector este de la ciudad, pero luego cambi el itinerario y se dirigi al Palacio de Miraflores, en cuyas inmediaciones estaba congregada tambin una muchedumbre de partidarios del presidente. Las dos manifestaciones no llegaron a tocarse, pero esto no evit que corriera la sangre por la irrupcin de individuos que, blandiendo pistolas y armas de can largo, comenzaron a disparar. Lo que sucedi despus estuvo envuelto en la confusin y dio pbulo a una amarga controversia llamada a durar aos. Segn las informaciones iniciales, los marchistas opositores fueron tiroteados indiscriminadamente por miembros de la Guardia Nacional y por francotiradores de paisano, aparentemente chavistas armados, que se encontraban apostados en los mrgenes de la riada humana. Ms tarde, sin embargo, se acumularon testimonios que apuntaban a elementos de la Polica Metropolitana, cuerpo de orden pblico hostil al Gobierno, como los iniciadores del tiroteo. Como resultado del intercambio de disparos, 17 personas perdieron la vida y ms de un centenar recibieron heridas de diversa consideracin. Contrariamente a lo divulgado en los primeros momentos, varias de las vctimas resultaron ser partidarios del presidente, lo que aliment las dudas sobre la verdadera autora de estos crmenes, si fueron obra exclusiva de uno de los bandos o si fueron perpetrados por los dos. Con posterioridad a tan dramticos hechos, en los medios oficialistas cundi la conviccin de que la matanza fue planificada por aquellos que estaban interesados en crear una situacin de caos, provocando vctimas en las dos manifestaciones, para desacreditar al Gobierno y justificar su derrocamiento. Para la oposicin, en cambio, no caban dudas de que su marcha se top con una encerrona de elementos chavistas que dispararon a matar. Fuera como fuere, la masacre producida en el Puente Llaguno y la Avenida Baralt, en pleno
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corazn de Caracas, desencaden en las horas siguientes una cascada de declaraciones de rebelda o de condena por parte de un grupo de generales encabezados por el jefe del Estado Mayor de la Armada, vicealmirante Hctor Ramrez Prez, del alcalde metropolitano Antonio Pea ?reciente trnsfuga del MVR-, de varios gobernadores estatales y del ex ministro Miquilena, mientras que los medios de comunicacin privados, ya mal encarados con el Gobierno por el acoso de los Crculos Bolivarianos a sus trabajadores y las trabas del Gobierno a la libertad de expresin, pusieron el grito en el cielo por el corte de sus emisiones. El viernes 12, prdigo en informaciones confusas, se produjo la cada de Chvez como consecuencia de la desautorizacin pblica del Alto Mando Militar, inclusive el comandante en jefe del Ejrcito, general Efran Vsquez Velasco, y el inspector general y comandante en jefe de la Fuerza Armada, general Lucas Rincn Romero. No sin ambigedad sobre su postura personal (de hecho no se le tena por antichavista), Rincn ley ante las cmaras de la televisin un comunicado donde informaba a la nacin de que la cpula militar haba pedido la dimisin de Chvez y que ste haba asentido. "Los miembros del Alto Mando Militar de la Fuerza Armada de la Repblica Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el da de ayer. Ante tales hechos, se le solicit al seor presidente de la Repblica la renuncia de su cargo, la cual acept", explic el que era el oficial de mayor rango de la Fuerza Armada venezolana. En lo que tena todo el aspecto de ser un golpe de Estado, Chvez, vestido con su uniforme de teniente coronel de paracaidistas, fue puesto bajo arresto por el general de brigada Nstor Gonzlez Gonzlez (quien el da 10 se haba anticipado a los hechos acusando de "traidor" al mandatario por proteger a las FARC colombianas) en el Fuerte Tiuna, sede de la Comandancia General del Ejrcito, despus de que, segn apuntaron algunos medios, viera frustrado un intento de escapar del pas al estar tomados los aeropuertos por soldados rebeldes. Trascendi que el mandatario haba quedado confinado a la espera de comparecer ante la justicia por la matanza del da anterior. Asimismo, circularon versiones contradictorias sobre si lleg a firmar o no la carta de dimisin aludida por el general Rincn. Entretanto, el presidente de Fedecmaras y principal rostro de la oposicin en los ltimos meses, el empresario petroqumico Pedro Francisco Carmona Estanga, anunci que contaba con el apoyo de los militares para formar un Gobierno Transicional de seis miembros, de hecho una junta cvico-militar. Carmona, arrogndose el ttulo de presidente de la Repblica ?en flagrante violacin de las previsiones sucesorias en la jefatura del Estado establecidas por la Constitucin si faltare el titular del Ejecutivo-, y su Gabinete de "transicin democrtica y unidad nacional" tomaron posesin la tarde del viernes en el Palacio de Miraflores, en un clima de euforia en las filas opositoras, que, con la consigna de "ni un paso atrs", crean asistir al final del rgimen bolivariano. Carmona precis que su mandato era interino y prometi gobernar para reponer "la pluralidad democrtica civil", asegurar "el pleno imperio de la ley" y castigar a los elementos de las "hordas chavistas" responsables de los asesinatos de la vspera. Asimismo, desconvoc la huelga general, orden la interrupcin del suministro petrolero a Cuba, nombr un nuevo Alto Mando Militar y se lanz a emitir un torrente de decretos ejecutivos dirigidos a desarticular toda la institucionalidad vigente desde 1999. Entre estos decretos estaban: la disolucin de la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la Fiscala General, la Contralora General de la Repblica, la Defensora del Pueblo y el CNE; la celebracin de elecciones "libres y democrticas" en el plazo de un ao; la retirada de la condicin de Bolivariana del nombre de la Repblica; la dotacin al presidente, es decir, a s mismo, de potestad para cesar y designar a todos los representantes pblicos, desde ministros a alcaldes pasando por gobernadores, en el perodo de transicin; el desarme de las organizaciones civiles adictas al poder derrocado; y la suspensin de los polmicos 49 decretos-leyes autorizados por la Ley Habilitante. En cuanto a la reaccin internacional, dist de ser unnime. De entrada, Estados Unidos se congratul sin disimulos. Era lo que se desprenda de los pronunciamientos iniciales de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, que en lugar de condenar el golpe prefirieron
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responsabilizar a Chvez de su propia cada. Desde Europa, Espaa se expres en trminos ambiguos al desear una pronta recuperacin de la "calma y la solidez democrtica" en Venezuela. Bastante ms difano result el Consejo Permanente de la OEA, el cual conden "la alteracin del orden constitucional que afecta gravemente el orden democrtico" as como los "lamentables hechos de violencia", y apoy "la voluntad del pueblo venezolano de restablecer una democracia plena". Los presidentes latinoamericanos, a travs de la XVI Reunin en Costa Rica del Grupo de Ro, condenaron igualmente la "interrupcin del orden constitucional" en Venezuela. Los mandatarios de Argentina, Eduardo Duhalde, Paraguay, Luis ngel Gonzlez Macchi, Mxico, Vicente Fox, y Chile, Ricardo Lagos, amn de Cardoso desde Brasilia, se expresaron en trminos duros, pero los dems mostraron actitudes distantes y cautelosas. Ningn gobierno reconoci de manera expresa a las autoridades golpistas, pero hubo fuertes matices. El Ejecutivo salvadoreo, en la Reunin del Grupo de Ro, emiti un "voto de confianza" a Carmona, mientras que el colombiano tambin hizo movimientos diplomticos claramente antichavistas. Por otro lado, los embajadores en Caracas de Estados Unidos, Charles Shapiro, y Espaa, Manuel Viturro, visitaron inmediatamente al empresario, lo que poda interpretarse como una tcita aceptacin de su presidencia de facto. Invocando el artculo 350 de la Constitucin de 1999, que facultaba al pueblo, en tanto que depositario del poder constituyente originario, para "desconocer cualquier rgimen, legislacin o autoridad que contrare los valores, principios y garantas democrticos o menoscabe los Derechos Humanos", Carmona pareca tener la situacin bajo control, pero en menos de un da confluyeron una serie de circunstancias que precipitaron la desbandada de su Gobierno y la reposicin triunfal de Chvez en la Presidencia. En tan sorpresivo y vertiginoso vuelco en la correlacin de fuerzas resultaron decisivos la retirada de la confianza a Carmona por los mismos militares que lo haban aupado, por intentar blindar su autoridad civil en el perodo de transicin y por el alcance, de regusto revanchista y totalitario, de algunos de sus decretos, que enfurecieron adems a la CTV, as como el comienzo de la persecucin sistemtica por los cuerpos de seguridad de figuras del rgimen depuesto y de miembros de los Crculos Bolivarianos. La fractura de la institucin armada, como la del conjunto de la sociedad, polarizada hasta el borde de la guerra civil, segn algunos anlisis fatalistas de observadores locales, era un hecho. Primero, el ostentoso distanciamiento de los generales titubeantes, segundo, el malestar de partidos polticos progresistas y los sindicatos por lo que vean era un volantazo a la derecha, y tercero, el predominio de las condenas internacionales animaron a los partidarios de Chvez, muy numerosos en los suburbios pobres, a aduearse de las calles cntricas de Caracas y, con clera desatada, a exigir la liberacin de su dolo. En la tarde del sbado 13, Carmona, despus de decir el general Vsquez (a su vez, presionado por unidades salidas en defensa de Chvez, como los paracaidistas de Maracay, comandados por el general de divisin Ral Isaas Baduel) que el Gobierno de transicin haba cometido "errores", anunci correcciones a los decretos del da anterior y restituy los poderes legislativo y judicial del Estado, pero los partidarios de Chvez, civiles y militares, ya haban iniciado el contragolpe. Mientras Caracas era devastada por disturbios y pillajes, y una decena de personas mora a manos de las fuerzas del orden pblico, que no estaba claro si disparaban para contener a los saqueadores o por motivos polticos contra los chavistas, el vicepresidente ejecutivo Diosdado Cabello Rondn, nombrado el 13 de enero anterior en sustitucin de Adina Bastidas Ramrez luego de servir a Chvez como ministro secretario de la Presidencia, emergi de la clandestinidad para restaurar el rgimen. Al final del da, Cabello prest juramento como presidente provisional en el Palacio de Miraflores, ya ocupado por los ministros y dems hombres fieles a Chvez con la ayuda de la guardia de la Casa Militar, en presencia del presidente de la Asamblea Nacional, Willian Lara, quien en todo este tiempo se haba negado a obedecer a Carmona. El empresario reconoci al
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punto a Cabello y present la dimisin, siendo a continuacin arrestado y confinado en el Fuerte Tiuna por efectivos del Batalln Caracas. Ya en la madrugada del domingo 14 de abril, Chvez parti en helicptero desde su lugar de cautiverio, la isla caribea de La Orchila, a 100 km del continente, y aterriz directamente en Miraflores, en cuyas inmediaciones le esperaban cientos de miles de enfervorecidos partidarios. Acto seguido y vestido de civil, Chvez retom la jefatura del pas de manos de Cabello y Lara, y, en una atmsfera de euforia apenas contenida, pronunci un discurso inesperadamente mesurado y conciliador, en el que declar sentirse "estupefacto" por el triunfo de la "contracontrarrevolucin" y que regresaba "sin odio ni rencor". Asimismo, llam a la "calma" y la "cordura" de todos, y neg que el Gobierno fuera a desatar una "caza de brujas" en la oposicin, a la necesitaba "leal con el pas y el pueblo". Con todo, la larga intervencin televisada comenz con unas palabras enigmticas, "a Dios lo que es de Dios, al Csar lo que es del Csar, y al pueblo lo que es del pueblo", y, a modo de velada advertencia, sentenci que era hora de "tomar decisiones y ajustar muchas cosas", exhortando directamente a los medios de comunicacin para que hicieran "profundas rectificaciones". 8. Prolongacin del cisma poltico y social e inclemencias econmicas La tentativa golpista de abril de 2002 termin, contrariamente a lo pretendido por sus autores, con Chvez slidamente restituido en el poder, pero no cancel la tensin poltica en la sociedad venezolana, que entr en un perodo de polarizacin ms agudo si cabe y con abundantes dosis de violencia. Por de pronto, el presidente se afan en aplicar las "decisiones" y los "ajustes" anunciados el da 14, que presentaron un cariz de sancin y de represalia, por otra parte legtimas en cualquier rgimen legalmente constituido que ha superado un intento de derrocamiento. Adems, Chvez manifest su conviccin de que la inteligencia militar de Estados Unidos, ms all de los contactos de su embajador con Carmona, haba estado directamente implicada en los recientes sucesos. Existan abundantes datos indicativos de que la potencia norteamericana no slo haba animado y financiado a los conspiradores, sino que les haba prestado asesora militar in situ. El Gobierno procedi a la detencin, como antesala de la formulacin de cargos criminales por rebelin y conspiracin en su contra, de varios altos mandos militares que haban voceado su insubordinacin, entre ellos el general Vsquez, el vicealmirante Ramrez y el contralmirante Molina. El presidente reforz el control sobre la Fuerza Armada usando los mecanismos internos de promocin y relevo, lo que se tradujo en numerosas depuraciones. El generalato fue renovado a conciencia. Oficiales de confianza coparon los puestos clave, como la Comandancia General del Ejrcito, que pas al general de divisin Julio Jos Garca Montoya. El caso ms llamativo fue el del general Rincn, que pese a su alocucin del 12 de abril haba sido destituido por Carmona: Chvez lo repuso inmediatamente en la Inspectora General de la Fuerza Armada y el 5 de mayo lo nombr ministro de Defensa como parte de una remodelacin gubernamental que supuso tambin el paso de Rangel a la Vicepresidencia y de Cabello al Ministerio de Interior y Justicia. Paralelamente, el presidente, en consonancia con sus mensajes conciliadores, abri un proceso de dilogo con la oposicin que sin embargo encall casi desde el principio por las condiciones previas puestas por las dos partes: el oficialismo supeditaba la bsqueda de un consenso nacional al acatamiento estricto de las instituciones emanadas de la Constitucin, empezando por el Consejo Federal de Gobierno, el rgano escogido para canalizar las conversaciones, mientras que la oposicin partidista, sindical y patronal, reunida en la Coordinadora Democrtica, exiga el levantamiento de las sanciones y la completa exoneracin de todas las personas, militares y civiles, que haban participado en el movimiento de abril, as como el cese del acoso a los medios de comunicacin y las intimidaciones por los Crculos Bolivarianos. El dilogo de sordos y los reproches mutuos, sobre todo en torno a la identidad de los pistoleros causantes de la masacre del 11 de abril, desembocaron en una nueva ola de confrontacin a partir de junio, con Caracas convertida en el gora de manifestaciones masivas exigiendo la renuncia del presidente y el adelanto electoral, contramanifestaciones de desagravio de igual
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magnitud, declaraciones hostiles de militares afectados por las purgas en la Fuerza Armada y rumores sobre la inminencia de otro golpe. Partidarios y detractores llegaron a las manos y a mediados de agosto, tras conocerse el fallo del TSJ -acatado por Chvez pese a considerarlo una "aberracin jurdica"- que eximi de procesamiento a los mandos militares acusados por la fiscala de rebelin por su participacin en unos sucesos que el Tribunal no consideraba constitutivos de intento de golpe de Estado, los chavistas estremecieron la urbe con violentos enfrentamientos que involucraron a la Guardia Nacional. La marejada invadi tambin la vida ntima conyugal del presidente: el 2 de junio, Marisabel Rodrguez, confirmando lo que ya era un secreto a voces, inform al diario El Universal que estaba separada de su marido ?era de dominio pblico que en febrero anterior la primera dama haba abandonado La Casona junto con sus hijos para escapar de las protestas opositoras que se desarrollaban en el exterior- y que se dispona a obtener la nulidad matrimonial. El presidente "haba cambiado" desde que se conocieron y la poltica haba "influido mucho" en la relacin, explicaba Rodrguez, quien aada que "no estaba casada con la revolucin bolivariana" y que "no poda seguir sometiendo a los nios al estrs de vivir en un sitio del que hemos salido tres veces corriendo". El 4 de octubre de 2002 Chvez afirm que los servicios de inteligencia haban abortado una conspiracin de "sectores golpistas, fascistas y desesperados" de la oposicin a punto de ser ejecutada y cuyo cabecilla era el octogenario ex canciller adeco Enrique Tejera Paris. Das despus, la Coordinadora Democrtica sac a un milln de personas a la calle contra el presidente, el cual fue rpidamente confortado por otra gigantesca demostracin popular. El 21 de octubre la CTV y Fedecmaras ensayaron una huelga general. 24 horas despus, 14 altos mandos militares, la mayora involucrados en la intentona de abril y el resto no sancionados y en activo, se declararon en desobediencia al Gobierno y acamparon en la Plaza de Altamira. A las crisis poltica, militar y social se le solaparon las crisis econmica y financiera, con la produccin nacional en cada libre, el bolvar deprecindose a toda velocidad y los capitales huyendo del pas a un ritmo igualmente dramtico. El ao fatdico de la presidencia de Chvez iba a terminar con una recesin del 8,9% (frente al crecimiento positivo del 3,4% registrado en 2001) y casi el triple de inflacin que el ao anterior, el 34,2%. El desplome habra sido todava mayor de no haberse mantenido en un nivel relativamente aceptable, entre los 20 y los 30 dlares el barril, los precios internacionales del petrleo. Los desempleados censados rozaban los dos millones y la pobreza se extenda por doquier. Para Chvez, caba hablar de un "golpe econmico" sobre la marcha ante la sospechosa coincidencia de los ataques especulativos a la moneda, las expatriaciones de capitales, la retencin de inversiones, los paros sectoriales y las amenazas constantes de una huelga general por parte de las cpulas empresarial y sindical. La apertura el 8 de noviembre de una mesa de negociacin auspiciada por el secretario general de la OEA, el colombiano Csar Gaviria, con el fin de encontrar una salida "electoral, constitucional, democrtica y pacfica" a la crisis venezolana no detuvo los choques en las calles y la violenta accin antidisturbios de los cuerpos del orden. El caballo de batalla ahora era la celebracin a principios de 2003 de un referndum consultivo sobre la continuidad de Chvez en el poder. La Coordinadora Democrtica exiga esta consulta amparada en la recogida de milln y medio de firmas y en virtud del artculo 71 de la Constitucin. El Gobierno la rechazaba alegando que invada el instrumento participativo (artculo 72) del referndum revocatorio con carcter vinculante, el cual slo poda tener lugar tras cumplirse la mitad del periodo presidencial, es decir, a partir de agosto de 2003, y siempre que lo reclamara ms del 20% del cuerpo electoral. A finales de noviembre el CNE convoc el referndum consultivo para el 2 de febrero, pero la decisin fue inmediatamente anulada por el TSJ. La negativa del oficialismo a lanzar el referndum antes del 4 de diciembre empuj a la Coordinadora Democrtica a declarar un "paro cvico" dos das antes de vencer su ultimtum. La huelga general tena una duracin inicial de 24 horas, pero se convirti en indefinida.
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Durante 63 das, el presidente, aferrado a la comunicacin directa con sus partidarios a travs de Al Presidente, aguant el embate opositor. En su programa televisivo el mandatario, desafiante, afirm: "Chvez se va de aqu primero cuando Dios quiera, porque estoy en manos de Cristo, el Seor de Venezuela; l es el comandante, cuando l diga, obedezco (?); y segundo, el pueblo, y asumo que la voz del pueblo es la voz de Dios". La huelga general incluy descomunales marchas diurnas, caceroladas nocturnas y confusos tiroteos con vctimas mortales, y, al conseguir paralizar las actividades de PDVSA, desde los campos de extraccin hasta buques de la flota de petroleros pasado por las refineras, se tradujo en el desabastecimiento energtico de hogares, comercios y fbricas, as como en una radical cada de las exportaciones de crudo, causando a la economa nacional prdidas calculadas en ms de 7.600 millones de dlares y obligando al Gobierno a importar gasolina. En mitad de esta situacin crtica, Chvez tuvo que soportar las pblicas recriminaciones de su esposa Marisabel, con la que estaba en un proceso de divorcio que iba a desembocar en la nulidad matrimonial en enero de 2004. En una entrevista televisada y acompaada de sus hijos, la todava primera dama exigi a su cnyuge que asumiera la "responsabilidad" por el proceso de "destruccin" que viva el pas. A mediados de enero de 2003 el pulso poltico empez a inclinarse a favor del mandatario con la entrada en escena del denominado Grupo de Pases Amigos de Venezuela, en el que participaban Brasil, Chile, Mxico, Espaa, Portugal y Estados Unidos, as como del ex presidente del ltimo pas Jimmy Carter, que traa toda su experiencia en la resolucin de conflictos. El citado Grupo era una iniciativa del recin inaugurado presidente brasileo, Lula da Silva, al que Chvez tena por un buen amigo, lo que testimoni asistiendo a su toma de posesin en Brasilia el 1 de enero y, sin terminar el mes, al III Foro Social Mundial, celebrado en Porto Alegre. Aunque Chvez rechaz la propuesta de Carter de acudir al referndum revocatorio y tampoco vea con buenos ojos las presencias en el Grupo de Amigos de dos gobiernos, el estadounidense y el espaol, que haban coqueteado con Carmona Estanga en abril del ao anterior, la implicacin internacional en ayuda de la OEA tuvo el efecto de refrenar la beligerancia de la oposicin. El 3 de febrero, apremiada por las presiones internacionales y por los sntomas de cansancio de sus huestes, la Coordinadora Democrtica arroj la toalla y, sin anunciarlo oficialmente, cancel el paro nacional. El Gobierno no se anduvo por las ramas a la hora de castigar a los huelguistas y dems "traidores" en el sector pblico: slo en PDVSA despidi a 17.000 trabajadores, cerca de la mitad de la plantilla. Otra medida expeditiva, aplicada el 5 de febrero, fue la intervencin del mercado monetario con la fijacin del tipo de cambio del bolvar en las 1.600 unidades por dlar, una cotizacin apreciada con respecto al ltimo tipo de cambio variable oficial, que haba sido de 1.853 bolvares, aunque en el mercado negro se estaban comprando dlares a 2.500 bolvares. El 18 de febrero de 2003 la Mesa de Negociacin y Acuerdos de Venezuela dio su primer fruto, la Declaracin contra la Violencia, por la Paz y la Democracia, por la que Gobierno y oposicin se comprometan a rehuir toda manifestacin de violencia e intolerancia, e incluso rechazaban "la intemperancia verbal, las recriminaciones mutuas, el lenguaje hiriente y cualquier retrica que de cualquier manera contribuya o estimule la confrontacin". Este ltimo punto pareca redactado pensando en destacadas figuras de los dos bandos, llevndose la palma en el caso del oficialismo el mismo Chvez. Dos das despus, la Fiscala General, para satisfaccin del jefe del Estado, ordenaba las detenciones de los presidentes de Fedecmaras, Carlos Fernndez Prez ("un golpista, un saboteador, un fascista, un asesino", segn Chvez), y la CTV, Carlos Ortega Carvajal (que haba pasado a la clandestinidad para luego obtener asilo poltico en Costa Rica), como sospechosos de cometer los delitos de rebelin civil, instigacin a delinquir, agavillamiento (conspiracin), traicin a la patria y devastacin. El 29 de mayo de 2003, tras ao y medio de enfrentamientos que haban costado la vida a 50 personas, y ms de seis meses de complejas negociaciones mediadas por la OEA, las partes firmaron un acuerdo de 19 puntos para poner fin a la violencia, desarmar a los civiles y convocar
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el referndum revocatorio, posible constitucionalmente a partir del 19 de agosto. Ahora bien, el pacto no fue sino un intermedio que anunciaba el siguiente asalto en la formidable pelea domstica que sostenan el chavismo y sus enemigos polticos. 9. La batalla del referndum revocatorio en 2004 y las legislativas de 2005 La campaa de recogida de firmas de la Coordinadora Democrtica, el firmazo, complet su primer acto el 20 de agosto de 2003, en un ambiente caldeado por ensima vez por la profusin de multitudinarias manifestaciones de uno u otro signo, con la entrega al CNE de 3.236.320 firmas, nmero que superaba en ms de un milln el 20% del padrn electoral exigido la Constitucin, para convocar el referndum revocatorio. Chvez desafi a la oposicin asegurando que se presentara a la reeleccin en 2006 con el objeto de gobernar hasta 2013. Rpidamente, voces del oficialismo negaron la validez de las firmas alegando que se haban recogido antes de terminar la primera mitad del mandato presidencial, un tecnicismo legal en el que se ampar el CNE para declarar, el 12 de septiembre, inadmisible la solicitud del referndum por "extempornea". Entre tanto, la crisis econmica tocaba fondo: 2003 iba a terminar con un crecimiento negativo del -7,8% y un 27% de inflacin. Segn la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL), el 49% de la poblacin se encontraba en una situacin de pobreza y otro 21% viva en el lmite de la misma. Contrastando crudamente con tan desastroso cuadro, en 2003 Venezuela fue el octavo productor mundial de petrleo y el quinto exportador. Segn cifras del Gobierno, el pas produca 3,2 millones de barriles diarios, aunque fuentes independientes rebajaban ese volumen a la mitad. No caba duda de que la huelga en PDVSA haba resultado devastadora para la economa. En febrero de 2004 el Gobierno devalu el bolvar un 20% para incrementar los ingresos petroleros y disponer de ms dinero para sufragar los programas sociales y las Misiones Bolivarianas, que eran el motor principal de la inmensa popularidad del presidente entre las clases con ingresos ms bajos. Esta medida y ms la imparable escalada del precio internacional del barril de crudo iniciada en julio de ese ao ?superacin de los 40 dlares en esa fecha, de los 50 en octubre siguiente y de los 60 en agosto de 2005- auguraban una rpida recuperacin econmica. Tras el revs del firmazo, la oposicin lanz una segunda campaa de recogida de firmas, el reafirmazo, que se desarroll en un plazo muy corto, entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 2003. En esta ocasin, los promotores del referndum entregaron al CNE el 19 de diciembre 3,08 millones de rbricas, pero el 2 de marzo de 2004 el organismo electoral volvi a rechazar la peticin con el argumento de que slo 1,83 millones de las firmas eran vlidas, mientras que 876.000 suscitaban serias dudas, ya que la mayora presentaban caligrafas repetitivas, quiz obra de mismas manos, y 377.000 eran completamente invlidas, abundando entre ellas las de personas fallecidas, menores de edad y residentes extranjeros. Las 876.000 rbricas "bajo observacin" eran susceptibles de ser ratificadas por la va del "reparo", consistente en la confirmacin por los firmantes de la autenticidad de la rbrica y por ende de su apoyo al referndum. Slo as se alcanzara el mnimo exigido de 2,43 millones de firmas. La decisin del CNE espole las algaradas callejeras, que se saldaron con nueve muertos por heridas de bala, pero la oposicin no se priv de litigar en los tribunales. Tras una apelacin a la Sala Electoral del TSJ, la corte incluy como vlidas la mayora de las 876.000 rbricas puestas en cuestin, con lo que el total de firmas aptas lleg a 2,7 millones; sin embargo, una semana ms tarde, la Sala Constitucional del mismo tribunal rechaz la decisin de la Sala Electoral al dictaminar que sta haba obrado fuera de su jurisdiccin. Para salir del atolladero, el CNE acept abrir un proceso de reparo de cinco das de duracin en el mes de mayo, al cabo del cual el nmero de firmas validadas super en 15.700 el listn exigido por la Constitucin. En consecuencia, el CNE, el 3 de junio, acept la solicitud del referndum, que fue convocado para el 15 de agosto del ao en curso, 2004. Lejos de achicarse por lo que objetivamente era una derrota tctica, Chvez reivindic como una "victoria" la puesta en prctica de la figura constitucional del referndum revocatorio y advirti a la oposicin que lo verdaderamente difcil para ellos vena ahora. El presidente se
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mostraba convencido de que la Coordinadora Democrtica no lograra su propsito, bien porque no superase los 3.757.774 votos, uno ms de los obtenidos por l en las presidenciales de 2000, bien porque, aun mejorando esa cifra, fuesen ms los votos contrarios a la revocacin. Adems, en el caso de ser expulsado del poder, ninguna ley le impeda volver a presentarse a las elecciones que tendran que convocarse en el plazo de 30 meses, de las que saldra el mandatario que terminara el sexenio. Y sin un lder opositor capaz de hacerle sombra, su triunfo en ese hipottico escenario era casi seguro. Para robustecer sus posibilidades en las urnas, el presidente orden un fuerte incremento del gasto social con cargo a los fondos petroleros y fuera del control del BCV. Los pronsticos triunfalistas de Chvez (se declar "imperturbable, serensimo y segursimo" de su victoria) fueron cumplidos al pie de la letra: el 15 de agosto de 2004, con una participacin del 69,9%, los partidarios del no a la revocacin sumaron 5,80 millones de votos, el 59,1%, frente a los 3.98 millones, el 40,6%, sacados por el s. La oposicin, conmocionada por el varapalo, denunci un "gigantesco fraude" y anunci que apelara el resultado, pero los equipos de observacin de los tribunales electorales latinoamericanos, la OEA y el Centro Carter avalaron sin reparos los datos del escrutinio. Con todo, el CNE realiz una auditora de ms de la mitad de los votos, cotejando la informacin electrnica con sus respaldos en papel, aunque no hall ningn indicio de fraude. Chvez sabore con exultacin su octava victoria electoral consecutiva y se permiti ser magnnimo con la oposicin, a la que invit a "trabajar juntos" por el futuro del pas sin tener en cuenta las "heridas" del pasado, pero a la que tambin pidi que tuviera un poco de "sentido del ridculo" y dejara de impugnar los resultados del referndum. Para mitigar los temores estadounidenses a otra huelga en PDVSA, el presidente garantiz que Venezuela mantendra los suministros petroleros acordados. Sin embargo, el ruido poltico no ces, ya que nuevos desafos electorales aguardaban a corto plazo. Adems, Chvez, infatigable, se dispuso a abrir un abanico de medidas destinadas a "profundizar la revolucin" y a "construir el socialismo del siglo XXI", metas que traeran implcitos el desarrollo de la democracia participativa, el arraigo de un modelo econmico alternativo al capitalismo y una mayor implicacin de los militares en la vida civil sirviendo a la comunidad. As, el presidente mand acelerar la aplicacin de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, lo que se tradujo en expropiaciones por decreto de "tierras ociosas" pertenecientes a grandes terratenientes y su entrega a campesinos pobres dispuestos a trabajarlas. "La guerra contra el latifundio es esencia de la revolucin bolivariana", manifest el mandatario en enero de 2005, mes en el que el Gobierno expropi tambin la procesadora de papel Venepal, luego de pretender sus propietarios declarar el negocio en bancarrota. En julio siguiente, Chvez anunci que las fbricas privadas que estando paradas por las razones que fueran no se reactivaran seran adquiridas por el Estado y puestas a funcionar bajo la modalidad de Empresas de Produccin Social (EPS), es decir, de propiedad compartida entre el Estado y organizaciones cooperativas de los trabajadores. Por otro lado, el 7 de diciembre de 2004 la Asamblea Nacional aprob la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisin (Ley Resorte), que prohiba la difusin en determinadas franjas horarias de contenidos considerados inapropiados para el pblico infantil por su carcter violento o sexual, obligaba a las cadenas a transmitir los mensajes y alocuciones que el Gobierno considerase necesarios, inclusive spots culturales y educativos patrocinados por el Estado, y otorgaba funciones de vigilancia meditica a un Directorio de Responsabilidad Social en el seno de la Comisin Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Para los partidos opositores, la empresa privada, los sindicatos y las ONG relacionadas con la comunicacin social y los Derechos Humanos la Ley Resorte evidenciaba el deseo de Chvez de estrangular la libertad de expresin y de imponer su lnea de pensamiento al conjunto de la sociedad. Tras el rotundo no a la revocacin presidencial, Chvez recobr toda su capacidad para arrollar polticamente a sus adversarios. En las elecciones del 31 de octubre de 2004 a 23
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gobernadores estatales, 229 diputados de los Consejos Legislativos o parlamentos regionales y 336 alcaldes, los candidatos chavistas obtuvieron resonantes victorias en Caracas, donde result elegido Juan Barreto Cipriani, y en los estados de Anzotegui, Monagas, Bolvar y Carabobo, todos ellos sedes de importantes industrias petroleras, siderrgicas y agropecuarias. La nica regin codiciada que se le resisti al oficialismo fue el tambin estado petrolero de Zulia, cuya capital es Maracaibo; all, el ex adeco Manuel Antonio Rosales Guerrero, quien haba avalado la proclama golpista de Carmona en 2002, obtuvo la reeleccin derrotando al general retirado Alberto Jos Gutirrez. En aadidura, el chavismo perdi una de las gobernaciones que tena desde 2000, Nueva Esparta, donde el adeco Morel Rodrguez vila arrebat el poder a Alexis Navarro Rojas. La decisin tomada el 29 de noviembre de 2005 por los principales partidos opositores (AD, COPEI y Proyecto Venezuela, amn de otras fuerzas menores), alegando que no se daban las mnimas condiciones de transparencia (entre las que citaron la politizacin del CNE, la opacidad del padrn electoral y el funcionamiento sospechoso de las llamadas mquinas captahuellas, que podran violar el voto secreto), de no participar en las elecciones legislativas faltando slo cinco das para su celebracin, adems de servir en bandeja de plata al MVR la victoria hegemnica que estaba buscando, puso de manifiesto la conviccin, no confesa, de que poco era lo que podan hacer los integrantes de la Coordinadora Democrtica ante un oficialismo que haba conseguido fidelizar a millones de votantes a golpe de gratificaciones emocionales y materiales, fomentando el Estado paternalista e incidiendo en un discurso de divisin y enfrentamiento que incorporaba nociones de la lucha de clases y algn sesgo etnicista, contraponiendo lo mestizo y lo negro por un lado, y lo blanco de estirpe espaola por el otro. No caban dudas de que el caudillo bolivariano era visto por muchos de sus partidarios como el artfice justiciero de una especie de revancha histrica, en la que los pobres iban a desquitarse, estaban desquitndose ya, de los ricos. Lo que sucedi el 4 de diciembre de 2005 fue que el MVR meti 116 diputados en la Asamblea Nacional, una mayora de ms de dos tercios, suficiente para introducir reformas constitucionales a placer, y eso sin contar con los 35 escaos sacados por los partidos prochavistas PCV, PPT y Por la Democracia Social (Podemos, una escisin del MAS). Sin embargo, la abstencin fue elevadsima, del 74,7%. Este dato agu las muestras de contento del oficialismo, ms despus de haberse desgaitado Chvez en los llamamientos a la participacin. Pero el resultado fundamental de los comicios fue que el nuevo Parlamento presentaba un nico color, el rojo bolivariano, y que la oposicin, sin un liderazgo creble ni una estrategia o proyecto alternativo coherente, se haba desvanecido como forma polticamente organizada. 10. La ofensiva internacional de Chvez: el ALBA, la baza del petrleo y las alianzas estratgicas con Brasil y Argentina El triunfo en el referndum de 2004 espole la ambicin de Chvez de transformar drsticamente la geopoltica continental, que pretenda inclinar a favor de su opcin bolivariana, y de paso propiciar el surgimiento de, nada menos, un nuevo orden mundial de carcter multipolar, todo ello en detrimento de Estados Unidos. El proceder exterior de Chvez tom la forma de una ofensiva en toda regla, empleando como armas ms contundentes el sensacionalismo viajero y declarativo de un mandatario que, a fuerza de golpes de efecto y pronunciamientos explosivos, se convirti en uno de los estadistas ms influyentes y polmicos del planeta, capaz de hacer girar sobre si mismo una parte considerable de la actualidad mundial y de generar titulares informativos a un ritmo casi diario. Pero los inagotables voluntarismo y verborragia del mandatario no eran meros brindis al sol o bravuconeras de cara a la galera; muchas de sus ideas y propuestas adquirieron sustancia bien palpable con la activacin de un marco de integracin continental radicalmente poltico, el ALBA, y de una plyade de consorcios interestatales donde Venezuela se reserv la voz cantante: Petrosur, Petrocaribe, Petroandina (concebidas como tres iniciativas subregionales de integracin energtica que conformaban Petroamrica), TeleSUR, el Banco del Sur y el Gran Gasoducto del Sur, por citar slo los ms importantes. Todas estas iniciativas deban articular
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la bolivarizacin del hemisferio, entendida por Chvez como la emancipacin de las naciones del Sur de los mecanismos econmicos y financieros controlados por los pases ricos del Norte, y como la actualizacin del viejo sueo unificador del subcontinente concebido por los prceres Francisco de Miranda y Simn Bolvar haca dos siglos. Un poco a semejanza del yugoslavo Tito dcadas atrs, Chvez, lder de una nacin ms bien pequea que hasta entonces ?salvo quiz en el primer mandato de Carlos Andrs Prez en 1974-1979- no haba tenido mucho protagonismo o ascendiente en el concierto mundial, pareca empeado en otorgar a Venezuela una importancia decisiva en la poltica internacional y en particular la de Amrica Latina, cuestionando paradigmas y propiciando nuevos equilibrios en las relaciones multilaterales. Desde la Segunda Guerra Mundial, slo Juan Domingo Pern ?otro alabado referente para el venezolano- en Argentina y, por supuesto, Castro en Cuba haban proyectado una sombra tan alargada sobre la poltica regional. En 2003 y la mayor parte de 2004, mientras maduraba el lanzamiento de su propio instrumento de integracin regional, Chvez se dedic a cortejar, buscando la membresa, al Mercado Comn del Sur (MERCOSUR), donde tena al brasileo Lula como mejor abogado, y a arremeter contra el ALCA y su patrocinador seero, Estados Unidos. El venezolano asisti en agosto de 2003 en Asuncin, con ocasin de la toma de posesin del nuevo presidente paraguayo, Nicanor Duarte, a la primera cumbre conjunta de mandatarios del MERCOSUR y la CAN, que preludi la firma el 18 de octubre siguiente de un Acuerdo de Complementacin Econmica entre los cuatro pases del primer bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y tres pases del segundo bloque (Venezuela, Colombia y Ecuador), los cuales recibieron en diciembre el estatus de asociados. Esta convergencia histrica entre el MERCOSUR y la CAN responda a una estrategia del eje argentino-brasileo para potenciar la integracin de los sudamericanos antes de que empezara a funcionar el ALCA, pero Chvez tena otros planes para la regin, ampliada en su visin a Amrica Central y el Caribe. El 16 de agosto, un da despus de la cita en Asuncin, el presidente avanz en la sede en Montevideo de la Asociacin Latinoamericana de Integracin (ALADI) las lneas maestras de su Alternativa Bolivariana para las Amricas (ALBA), un nuevo esquema de integracin regional que haba mencionado por primera vez en diciembre de 2001 y al que se haba referido en mltiples ocasiones desde entonces. Chvez conceba el ALBA como un instrumento de convergencia integral, que aunara los aspectos econmicos y sociales y que tuviera un fuerte contenido poltico y solidario. Se opona al neoliberalismo, la globalizacin, el FMI, la Organizacin Mundial del Comercio (OMC), la urdimbre de tratados de libre comercio bilaterales con Estados Unidos y, por supuesto, el ALCA, con el que era radicalmente incompatible, ya que firmar ste equivaldra a "firmar el acta de defuncin de nuestros pueblos". El ALBA iba a abordar la implementacin de polticas comunes para ir creando "zonas libres" de pobreza, analfabetismo, desnutricin infantil, personas sin vivienda y destruccin medioambiental en el subcontinente. Ms an, Chvez propona un debate sudamericano para decidir de forma coordinada el no pago de la deuda externa sujeto a las directivas fondomonetaristas, la conversin del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR, creado en 1978) en un "Fondo Financiero Sudamericano", la formacin de un "Banco de Amrica del Sur" mediante la fusin de la Corporacin Andina de Fomento (CAF) y el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata), y la unin de todas las compaas petroleras estatales de la regin para dar lugar a "un Petrosur o una Petroamrica, una especie de OPEP sudamericana". "La unin econmica es mucho ms lenta, lleva dcadas; en cambio, para la unin poltica basta un instante para asumirla, basta la voluntad", aseguraba el presidente. En enero de 2004, luego de referirse al 12 de octubre, Da de la Hispanidad, como el "da de la resistencia indgena" y de comparar implcitamente la conquista espaola de Amrica con el exterminio nazi ("yo me niego a referirme a Espaa como la madre patria (?) el descubrimiento no fue tal cosa, sino una conquista, un saqueo, un robo y un genocidio (?) el comienzo de una
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operacin que arras con civilizaciones enteras"), Chvez palade la gestacin de un nuevo eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires fundado en el comn rechazo al ALCA, postura que determin el resultado devaluado de la Cumbre Extraordinaria de las Amricas celebrada los das 12 y 13 de ese mes en Monterrey, Mxico. El nuevo aliado de Chvez era el mandatario argentino Nstor Kirchner, exponente de un peronismo de centroizquierda y firme defensor de la autonoma y fortaleza del MERCOSUR. El 7 de julio de 2004, en el prlogo de la XXVI Cumbre del MERCOSUR en la localidad argentina de Puerto Iguaz, Chvez y Kirchner firmaron una carta de intencin para crear la compaa sudamericana de energa Petrosur, primera piedra del proyecto chavista de fundar una gran transnacional petrolera latino-caribea, la citada Petroamrica. Petrosur naca como un mero marco, sin personalidad jurdica por el momento, con la participacin de PDVSA y su equivalente argentino recin creado, Enarsa, pero Chvez deseaba sobre todo incorporar a la brasilea Petrobrs, una empresa semipblica; Lula, por el momento, se limit a notificar que estudiara la idea. En la Cumbre de las Amricas de Monterrey, en presencia de un indiferente Bush, Chvez realiz un vibrante homenaje a Fidel Castro, el gran ausente de la cita, y a la revolucin cubana. Acabada la cumbre, el dictador caribeo recibi con los brazos abiertos en el aeropuerto Jos Mart a su encendido paladn continental. Chvez y Castro lanzaron oficialmente el ALBA, cuya denominacin oficial era Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica, el 14 de diciembre de 2004 en La Habana, en la undcima visita del venezolano a la isla. Fue mediante una declaracin fundacional cuyo contenido ms sustancioso era un nuevo convenio de cooperacin cubano-venezolano que ampliaba los lazos ya existentes; as, se supriman todos los aranceles y cualquier barrera no arancelaria al comercio bilateral; se otorgaban grandes facilidades fiscales a las inversiones; Cuba podra comprar a Venezuela petrleo a un "precio mnimo" de 27 dlares el barril ?la cotizacin internacional entonces rondaba los 40 dlares-, y su sector energtico y su industria elctrica obtendran financiacin estatal del socio venezolano; a cambio, la educacin y la sanidad venezolanas recibiran ms becas y cooperantes cubanos. Al sellar su alianza estratgica e ideolgica con Castro, Chvez pronunci el epitafio del ALCA: "El proyecto perverso y neocolonial que nos quieren imponer ha muerto". En la II Cumbre del ALBA, celebrada en La Habana el 27 y el 28 de abril de 2005, los presidentes y su squito ministerial firmaron la Declaracin Conjunta y el Plan Estratgico de Aplicacin, por el que se constitua efectivamente el mbito, amn de una cincuentena de documentos entre acuerdos gubernamentales y cartas de intenciones sobre inversiones y creacin de empresas mixtas, convenios energticos y contratos comerciales. Anfitrin y husped inauguraron las oficinas de PDVSA y el Banco Industrial de Venezuela (BIV) en la capital cubana, y se manifestaron muy satisfechos de poner los cimientos de un proyecto de integracin regional de "carcter verdaderamente independiente y solidario". Ahora mismo, Venezuela suministraba a Cuba entre 80.000 y 90.000 barriles de petrleo diarios, liberando prcticamente al rgimen castrista de la necesidad de comprar crudo a los elevados precios del mercado mundial, y el intercambio de bienes ascenda ya a los 2.300 millones de dlares anuales, convirtiendo a Venezuela en el primer socio comercial de Cuba con diferencia. Antes de regresar a Caracas, Chvez intervino en el IV Encuentro Hemisfrico de Lucha contra el ALCA, al que asistieron 800 delegados de toda Amrica Latina y donde pregon el carcter socialista de la revolucin bolivariana. Meses despus, en agosto, estuvo de vuelta en La Habana para oficiar la entrega de sus ttulos acadmicos a la primera graduacin de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y realizar un Al Presidente especial que fue retransmitido desde la localidad de Sandino, en la provincia de Pinar del Ro, y en el que tomaron la palabra el lder sandinista nicaragense Daniel Ortega y el lder comunista salvadoreo Schafik Hndal. Tambin adquirieron un cariz estratgico las relaciones con Brasil. El 14 de febrero de 2005
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Chvez y Lula firmaron en Caracas diversos acuerdos de cooperacin econmica, entre los que destacaba un protocolo entre PDVSA y Petrobrs para la construccin en Pernambuco de una refinera destinada a petrleo venezolano con una inversin de 2.000 millones de dlares, y cooperacin militar, inclusive un convenio de compra por la Aviacin Nacional de Venezuela de 38 aviones de ataque ligero y entrenamiento Super Tucano y AMX-T fabricados por la Empresa Brasilea de Aeronutica (Embraer). Poco despus, el 2 de marzo, Chvez celebr en Montevideo con Lula y Kirchner una reunin en la que los presidentes decidieron establecer una posicin comn ante los organismos financieros internacionales y la compra mutua de ttulos de deuda pblica, y abordaron la puesta en marcha de Petrosur y de la Nueva Televisora del Sur, TeleSUR, un canal de televisin dedicado a emitir noticias las 24 horas del da, dando la rplica latina a la programacin en espaol de la estadounidense CNN. Una nueva mini-cumbre tripartita, la cuarta de estas caractersticas, celebrada en Brasilia el 9 de mayo, en los prolegmenos de la I Cumbre Amrica del Sur-Pases rabes, decidi la inmediata activacin de estos dos ambiciosos proyectos en los campos energtico y meditico. El foro Petrosur de Venezuela, Brasil y Argentina arranc formalmente el 10 de mayo con la firma por los tres ministros de minera y energa de un acuerdo que tena como objetivo el desarrollo de proyectos petroleros compartidos por PDVSA, Petrobrs y Enarsa. En cuanto a TeleSUR, inici sus emisiones de prueba el 24 de julio de 2005, coincidiendo con el 222 aniversario del nacimiento de Simn Bolvar, con el propsito de ser "la contrapartida de la dictadura informativa de las grandes cadenas internacionales" y bajo el lema de Nuestro Norte es el Sur, pero debut con polmica, ya que aire unas imgenes del comandante supremo de las FARC, Manuel Marulanda o Tirofijo, con las consiguientes reacciones de malestar en Colombia. Sin embargo, TeleSUR era una criatura de Chvez destinada al xito: con el venezolano Andrs Izarra, anterior ministro de Comunicacin e Informacin, de presidente, estudios centrales en Caracas y un 41% de capital social venezolano, en los aos siguientes la cadena iba a emitir por diferentes canales en abierto y va satlite para toda Sudamrica, con la participacin de los otros estados fundacionales, Argentina, Cuba y Uruguay, ms Bolivia, Ecuador y Nicaragua, que se incorporaron posteriormente. El 2 de marzo de 2005 Chvez se reuni tambin con el nuevo presidente socialista de Uruguay, Tabar Vzquez, a cuya toma de posesin asisti en la vspera y con quien firm un acuerdo sobre intercambio de petrleo venezolano por alimentos uruguayos. La llegada al poder de Vzquez, que expres su inters en sumarse a Petrosur y TeleSUR, extendi el redondel de gobiernos amigos en el sur del continente. El Caribe insular anglfono no escap a las atenciones y los cortejos de Chvez, que contemplaba para el ALBA los ms anchos horizontes. El 29 de junio de 2005 el presidente orquest en Puerto La Cruz, Anzotegui, el I Encuentro Energtico de Jefes de Estado y de Gobierno del Caribe, al que asistieron delegaciones de quince estados ribereos, incluidas las hispanohablantes Cuba (con asistencia de Castro, en su primera salida al exterior desde mayo de 2003) y Repblica Dominicana. El motivo del encuentro fue la presentacin del Acuerdo de Cooperacin Energtica Petrocaribe, proyecto similar a Petrosur para Sudamrica y a travs del cual Chvez pretenda convertir a los pases caribeos en socios preferenciales de PDVSA, que les suministrara petrleo abaratado con facilidades crediticias o mediante el intercambio de mercancas. Todos los pases asistentes salvo Barbados y Trinidad y Tobago suscribieron el Acuerdo. Por otra parte, Chvez invit a sus colegas de la subregin a crear un fondo econmico, ALBA-Caribe, en el que Venezuela colocara de entrada la suma de 50 millones de dlares. Dos meses despus, el 23 de agosto, Jamaica, en virtud de una reunin mantenida por Chvez y el primer ministro Percival Patterson en Montego Bay, se convirti en el primer pas del Caribe anglfono en suscribir un convenio bilateral que le enganchaba al mecanismo ofrecido por Petrocaribe sobre la base de la venta de 22.000 barriles diarios al precio de 40 dlares, 24 menos que la tarifa internacional del momento.
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El 6 de septiembre de 2005 tuvo lugar en Montego Bay la II Cumbre de Petrocaribe, en la que otros ocho pases socios firmaron sus respectivos convenios operativos. En Jamaica, el mandatario venezolano reiter su tesis de que la era del petrleo barato haba terminado y que la crisis energtica, que l calific de "tercer shock del petrleo", iba a seguir agravndose debido al consumo galopante del Norte industrializado y a la incapacidad de los pases productores de cubrir la demanda, debida no tanto a sus insuficiencias tcnicas como al agotamiento irreversible de las reservas. Petrocaribe, segunda pata del proyecto Petroamrica, era la iniciativa internacional de Chvez ms exitosa hasta la fecha por la rapidez de su ejecucin y por su alcance geogrfico, tanto ms cuanto que se desarroll ante las mismas y perplejas narices de Estados Unidos. En realidad, la Administracin Bush, enfrascada en su guerra global contra el terrorismo y sus campaas militares en Oriente Medio, no pareca muy interesada en los asuntos especficos de la Amrica que empezaba en la orilla sur del ro Bravo. El eclipse del liderazgo estadounidense en la regin facilit enormemente la labor de Chvez a la hora de ejecutar su vasta estrategia continental. Ahora bien, la radicalizacin del discurso y la multiplicacin del activismo regional de Chvez acarrearon problemas con otros pases de Amrica Latina cuyos gobiernos disentan de la lnea ideolgica del venezolano. Ya en septiembre de 2003 Caracas anunci la suspensin de la venta de petrleo a la Repblica Dominicana como represalia por la negativa del Gobierno de Hiplito Meja -de credenciales socialdemcratas- a detener y extraditar a Carlos Andrs Prez, acusado por Chvez de estar conspirando en su contra, y por su supuesta implicacin en la financiacin de "todos los atentados y toda la situacin de inestabilidad" que viva Venezuela. Santo Domingo neg tajantemente las acusaciones y asegur no tener constancia de que en territorio dominicano se estuviera fraguando una subversin antichavista; si detectase una accin de esa naturaleza, la cortara de raz, asegur el Gobierno de Meja. El sucesor de Meja en agosto de 2004, Leonel Fernndez Reyna, recondujo las relaciones dominicano-venezolanas, no obstante ser su pensamiento ms liberal que el de su predecesor; transcurrido un ao, Fernndez, con un criterio muy prctico, no tuvo inconveniente en asistir a las cumbres de Petrocaribe y en aceptar el petrleo barato que Caracas ofreca a su pas. Con Colombia, presidida por el liberal independiente lvaro Uribe desde agosto de 2002, los tratos volvieron a enturbiarse en enero de 2005 a raz del secuestro en diciembre anterior por militares venezolanos contratados por el Ministerio de Defensa de Bogot de un jefe de las FARC, Rodrigo Granda, refugiado en Caracas. Chvez, que en noviembre de 2004 haba "jurado por Dios y por mi madre santa" que l no apoyaba a la guerrilla al trmino de un encuentro con Uribe en Cartagena de Indias en el que se analizaron las medidas conjuntas para devolver la seguridad a la frontera compartida y se decidi acelerar el inicio de la construccin de un gasoducto entre la pennsula de la Guajira y Maracaibo, castig al pas vecino con la suspensin de los acuerdos econmicos y la retirada del embajador en Bogot, medidas que slo levantara si Uribe, "en nombre de la amistad que ha surgido entre nosotros", emita una "rectificacin" y reconoca que la captura del guerrillero haba sido un "delito" contra la soberana de Venezuela. La crisis qued superada al cabo de una nueva reunin presidencial celebrada en Caracas el 15 de febrero, cuyo contenido no trascendi pero que debi complacer a Chvez, ya que el anfitrin orden la reanudacin inmediata de la cooperacin con Colombia. Para consolidar esta reconciliacin, enmarcndola en la cooperacin multilateral para el control de las fronteras y la lucha contra el narcotrfico, la diplomacia espaola organiz una cumbre cuatripartita entre Chvez, Uribe, Lula y el presidente socialista del Gobierno europeo, Jos Luis Rodrguez Zapatero, que tuvo lugar el 29 de marzo de 2005 en la localidad venezolana de Ciudad Guayana. Chvez y Zapatero cerraron horas ms tarde en Caracas un polmico negocio de venta de material civil y militar espaol a la Armada y la Aviacin venezolanas por 1.300 millones de euros, operacin que haba sido acordada en noviembre anterior en una visita del venezolano a Madrid y que despertaba las reticencias del Ejecutivo de Washington, el cual asociaba el "rearme" de la Repblica Bolivariana con el terrorismo en la zona.
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La tormenta desatada por el asunto Granda escamp, pero la fijacin de Chvez con las FARC y su ambiguo compromiso con la paz en el pas hermano iban a pautar las sinuosas relaciones con Uribe en los aos siguientes, hasta desembocar en una nueva y ms grave crisis diplomtica a finales de 2007. Las relaciones fueron decididamente malas con el Per del presidente Toledo, quien, con las heridas por la captura y entrega de Montesinos en 2001 todava sin cerrar, afront el golpe antichavista de abril de 2002 con una actitud tan vaga que el Gobierno restituido del MVR vislumbr un apoyo tcito de Lima a la junta de Carmona. Chvez no perdon a Toledo esta falta de respaldo poltico, y en los aos siguientes fue advirtindose que las visiones hemisfricas de los dos dirigentes divergan sin posibilidad de encuentro. En este frente de discrepancia, el venezolano critic el Acuerdo de Promocin Comercial Per-Estados Unidos, declar en crisis existencial a la CAN por culpa precisamente de ese tratado de libre comercio y se quej del escaso fuelle de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), un marco impulsado por el mandatario peruano para institucionalizar las Cumbres Sudamericanas que venan celebrndose desde 2000. Echada a andar en Cuzco en diciembre de 2004, la CSN era vista por Toledo como el embrin de una unin econmica sudamericana que en principio no tena por qu chocar con el ALBA, cuyo horizonte era latinoamericano, no limitado al subcontinente meridional. Sin embargo, Toledo conceba a la CAN como uno de los pilares de la CSN ?el otro era el MERCOSUR- y adems consideraba a esta comunidad compatible con el ALCA, dos puntos inaceptables para Chvez. Por otro lado, Chvez aprovech la I Cumbre de la CSN, celebrada en Brasilia el 29 y el 30 de septiembre de 2005, para adoptar con Lula y Kirchner nuevos acuerdos energticos en el marco de Petrosur. En el XVI Consejo Presidencial Andino, celebrado en Lima el 18 de julio de 2005, Chvez, que justamente asuma la presidencia pro tmpore de la organizacin, intent teir de color bolivariano una comunidad que no le inspiraba confianza ("la CAN no ha avanzado y no va a avanzar en el marco neoliberal (?) hemos visto crecer la pobreza, la exclusin social, la desigualdad, la inestabilidad poltica (?) no vamos por buen camino") proponiendo la creacin de Petroandina, un consorcio energtico que de materializarse convertira a la larvaria Petroamrica en una empresa de alcance verdaderamente continental. La nocin de Petroandina como mecanismo de cooperacin para impulsar la interconexin elctrica y gasfera de los estados miembros de la CAN fue incorporada en el Acta de Lima y su estudio fue encargado al Consejo Andino de Ministros de Energa, pero Toledo la acogi con patente frialdad, ya que le pareca una especie de caballo de Troya de la revolucin bolivariana. El desencuentro peruano-venezolano iba a llegar a su clmax con motivo de la campaa de las elecciones generales peruanas de 2006, en las que Chvez se inmiscuy con repercusiones muy negativas. 11. La cruzada contra Bush como eptome del enfrentamiento con Estados Unidos El presidente venezolano poda mantener un sinfn de trifulcas con otros mandatarios latinoamericanos, pero en su concepto, estas peleas y divergencias por cuestiones polticas o econmicas no dejaban de ser episodios pasajeros, destinados a resolverse mediante una reconciliacin o un cambio de gobierno en el pas en cuestin. A fin de cuentas, todo Estado del continente salvo los dos gigantes del norte, Estados Unidos y Canad, era susceptible de unirse a su proyecto bolivariano panamericano, en mayor medida los pases hermanos de habla hispano-portuguesa. Si algn vecino del hemisferio mereca para Chvez la consideracin de enemigo de Estado, se slo era Estados Unidos, cuyo podero deba ser combatido con una red de organismos y foros transnacionales convertidos en arietes ideolgicos, con una diplomacia provocadora y envolvente que pareca regirse por el principio de los enemigos de mi enemigo son mis amigos, y con la denuncia enrgica en todas las palestras, desde el pupitre de Al Presidente hasta las tribunas de la ONU, de las actuaciones de Washington en el mundo. El chavismo no olvidaba la actitud inequvoca del Gobierno estadounidense cuando el golpe de 2002.
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Ahora bien, al abanderar este nuevo internacionalismo plantado frente a Estados Unidos, Chvez subrayaba un importante matiz: la Venezuela bolivariana no tena nada en contra del pueblo estadounidense; al contrario, ste era un "pueblo hermano", que en su visita a los barrios populares de Nueva York, en septiembre de 2005, aprovechando su estancia para discursear en la ONU (cuya "refundacin", dicho sea de paso, exigi, para abolir el "obsoleto" derecho de veto por los cinco grandes del Consejo de Seguridad), le caus viva emocin con su "bao de amor y cario". Llegado el caso, Chvez poda sentirse en los multirraciales Estados Unidos como en casa. Los destinatarios de sus fustigaciones eran el Gobierno federal y los grandes poderes fcticos empresariales, militares y mediticos de la superpotencia. Y lo era muy en particular su presidente circunstancial, George Bush, sobre el que Chvez descarg una verdadera catarata de denuestos e improperios. El ofrecimiento de una generosa ayuda humanitaria y hasta de un puente areo para el socorro de las vctimas del huracn Katrina, desatendidas por un Bush convertido en el "rey de las vacaciones", as como la puesta en marcha, en virtud de unos contratos firmados por la compaa texana Citgo, filial de PDVSA, y las autoridades locales del Partido Demcrata, de un programa de distribucin de combustible venezolano barato para calefaccin en comunidades de bajos ingresos de Massachusetts y Nueva York, demostraron que, al margen de la astucia meditica, la insistente distincin semntica entre los poderosos y la poblacin de Estados Unidos trascenda la simple retrica. El aguijoneo de Chvez a la Casa Blanca se intensific en 2005, con reiteradas denuncias de supuestos planes para asesinarle urdidos por sectores polticos y militares de aquel pas (el influyente teleevangelista Pat Robertson sugiri la necesidad de cometer ese magnicidio, exabrupto que oblig a su Gobierno a negar de raz que semejante opcin se le pasara siquiera por la cabeza), de otro supuesto plan de invasin de Venezuela tras la fachada de un juego de simulacin de guerra realizado por la OTAN en 2001 en Espaa, y de actos de espionaje y propaganda antigubernamental cometidos por sbditos estadounidenses en suelo patrio. En 2005, en respuesta a todos estos "complots", "agresiones" y "violaciones de soberana", Caracas suspendi sucesivamente el programa de intercambio de instruccin militar, que se remontaba a la dcada de los setenta del pasado siglo, ces toda colaboracin con la DEA, la agencia antidroga estadounidense, y retir de Estados Unidos dos terceras partes de sus reservas internacionales depositadas en el extranjero, 20.000 millones de dlares, para colocarlas en una cuenta en Suiza nominada en euros. El presidente anunci tambin la adquisicin de armamento a Brasil, Espaa y Rusia (pedido de 15 helicpteros artillados y de nada menos que 100.000 fusiles de asalto AK-103 como nueva arma reglamentaria de la Fuerza Armada), compras que Washington calific de "muy preocupantes" por su "influencia desestabilizadora" en la regin y que en mayo de 2006 sancion con la suspensin de sus propias ventas de armas a Venezuela, aunque Chvez, con su caracterstico sarcasmo, asegur que su pas no pensaba "invadir" la superpotencia con los nuevos pertrechos militares. Asimismo, amenaz con cortar el suministro de crudo y propiciar la subida del precio internacional del barril hasta los 100 dlares. El segundo escenario iba a materializarse a principios de 2008, pero por un elenco de motivos ajenos al activismo del venezolano; el primero, en ningn momento, aunque s fue reducindose el volumen de las exportaciones, a medida que PDVSA iba diversificando su clientela petrolera. Con todo, en 2007 casi el 60% de las ventas del hidrocarburo segua realizndose a Estados Unidos, que tena a Venezuela como cuarto suministrador despus de Canad, Arabia Saud y Mxico. En paralelo a estas medidas, Chvez se dedic a vituperar a Bush con una crudeza que incidi en el insulto directo y que sobrepas todo lo visto y odo: nunca antes un jefe de Estado o de Gobierno en activo, ni siquiera en los momentos ms calientes de la dialctica de la Guerra Fra, el enfrentamiento Este-Oeste o el activismo del Movimiento de los No Alineados, haba empleado un verbo tan corrosivo contra un presidente de Estados Unidos. Que Bush, sobre todo a raz de la "criminal" invasin de Irak en 2003 por el "Estado terrorista" que comandaba, fuera un presidente en entredicho, objeto recurrente de fuerte reprobacin y censura a lo largo y ancho
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del mundo, allan el camino a su homlogo venezolano para descargar contra l toda su artillera verbal, pudindose hablar de verdadera cruzada anti Bush. La primera gran exhibicin de hostilidad tuvo lugar a principios de noviembre de 2005 en Mar del Plata, Argentina, con motivo de la IV Cumbre de las Amricas, que los bolivarianos emplearon como altavoz de su repudio a Bush. All, Chvez, rodeado de iconografa peronista y guevarista, encabez junto con el ex futbolista argentino Diego Armando Maradona una masiva contracumbre popular en la que proclam el "entierro" del ALCA y el advenimiento de la era del ALBA. El acto alternativo disgust a algunos presidentes asistentes a la cumbre oficial, donde el venezolano volvi a coincidir con su enemigo norteo, cumbre que de todas maneras fracas por la falta de consenso sobre el arranque del ALCA, mal visto por los pases del MERCOSUR. Das despus, ya en Caracas, Chvez, en respuesta a unos comentarios admonitorios del subsecretario de Estado para Amrica Latina, afirm que el pueblo de Estados Unidos estaba gobernado por "un asesino, un genocida, un loco". En enero de 2006, en los actos del VI Foro Social Mundial en Caracas, el anfitrin arremeti contra "el imperio ms perverso, asesino, genocida e inmoral que este planeta ha conocido", y contra su mximo dirigente, que se trataba del "terrorista ms grande del mundo". Chvez empez a mofarse de "Mr. Danger", epteto que emple para encararse con Bush en la edicin nmero 249 de Al Presidente, en marzo de 2006, cuando se despach a gusto tutendole y llamndole "ignorante", "burro", "cobarde", "asesino", "genocida", "alcohlico", "borracho", "inmoral", "enfermo", "mentiroso", "ridculo" y "de lo peorcito que ha habido en este planeta". As contestaba el mandatario a la publicacin por la Casa Blanca das atrs de la nueva versin de la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en la que se deca textualmente que "en Venezuela, un demagogo baado en dinero del petrleo est minando la democracia y buscando desestabilizar la regin". La escalada verbal lleg a su culmen el 20 de septiembre de 2006, cuando el presidente, desde el estrado de oradores de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, convirti su discurso en un furibundo ataque a Bush. "Ayer vino el Diablo aqu (?) en este mismo lugar, huele a azufre todava (?) desde esta misma tribuna el seor presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo El Diablo, vino aqu hablando como dueo del mundo (?) como vocero del Imperialismo vino a dar sus recetas para tratar de mantener el actual esquema de dominacin, de explotacin y de saqueo a los pueblos del mundo", proclam Chvez, entre las risas y algunos aplausos de los delegados nacionales, mientras haca los gestos de santiguarse y de mirar al cielo con las manos unidas. Antes de volver a reclamar la refundacin de la ONU, el orador inst a resistir la instalacin de la "dictadura mundial", un "modelo democrtico muy original, impuesto a bombazos, a bombardeos y a punta de invasiones y de caonazos", y la "pretensin hegemnica del imperialismo norteamericano", que pona "en riesgo la supervivencia misma de la especie humana". En marzo de 2007, desde Buenos Aires, Chvez tach a Bush, de gira por cinco pases latinoamericanos en esos momentos, de "cadver poltico" y de "caballerito del norte" implicado en el "ridculo" intento de recobrar influencia en la regin mediante una "limosna" de ayudas econmicas. Algunos de los principales colaboradores y aliados del inquilino de la Casa Blanca tampoco se libraron de la pendenciera verbosidad de Chvez. As, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, que le haba comparado con Hitler, no era ms que un "perro del imperio" que se limitaba a hacer su "papel" de "ladrar". John Negroponte, director nacional de inteligencia y luego subsecretario de Estado, era un "asesino profesional". Y el primer ministro britnico, Tony Blair, se retrataba a s mismo como un "sinvergenza" y un "pen subordinado a los mandatos de Washington para abrirnos un frente de batalla en Europa", por haber dicho en la Cmara de los Comunes, en febrero de 2006, que el Gobierno venezolano no respetaba "las reglas de la comunidad internacional". Como Bush, como el mexicano Fox, Blair se haba "metido" con Chvez, al que ahora, en consecuencia, tendra que "aguantar". 12. Entrada en el MERCOSUR y captacin de nuevos aliados: Irn, Bolivia, Ecuador y Nicaragua (Epgrafe en preparacin)
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14. Se acelera la revolucin: nacionalizaciones, construccin de un partido socialista y deriva autocrtica (Epgrafe en previsin)
15. Nuevos desencuentros diplomticos en Amrica Latina: Mxico, Per y Colombia (Epgrafe en previsin)
16. Los referendos constitucionales de 2007 y 2009; la controversia sobre el mandato indefinido (Epgrafe en previsin)
17. Un doble reto poltico y personal: el tratamiento contra el cncer y las presidenciales de 2012 (Epgrafe en previsin)
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