Adoración Es Orden Divino
Adoración Es Orden Divino
Adoración Es Orden Divino
En mi reciente viaje a Kissimmee, Florida, dialogu con varios apstoles de las cosas que estn sucediendo en medio de sus congregaciones y ministerios asociados a sus Redes. Sorpresa! Epidemia masiva! Profetas y msicos desligndose de ellos sin causa o razn aparente! Record de inmediato la Gua Proftica del 2005 que el Seor me dict para escribrtela a ti. En el punto 5 escrib de la siguiente manera: El 2005 ser el AO DE LA FIDELIDAD Y SUJECCIN de los Profetas a sus Coberturas Apostlicas. El Seor nos previno diciendo en esa gua: satans a pedido a muchos profetas para sacudirlos en esta rea. Si eres uno de ellos, no temas, s leal y fiel a tu Apstol y ninguna arma forjada contra ti prosperar. Amn. Dios usar a los Profetas como nunca, necesitarn la mayor humildad de sus vidas. Lamentablemente estas palabras han sido ignorados por ministerios relacionados al rea proftica; entre ellos, profetas, intercesores, msicos y directores de alabanza. El diablo est sacando ventaja de sus errores para invalidar sus oraciones y sus alabanzas al ofrecrselas al Seor irrespetando la autoridad delegada del Seor en sus Apstoles y Pastores. En esa conversacin de Kissimee, el Apstol Po Carvalho de Brasil expres sabiamente lo siguiente: esto est sucediendo por que el ao que viene, el 2006, ellos son muy importantes para movilizar la Adoracin Continental. La perspectiva de Po es totalmente correcta, el Seor previno a aquellos que se mueven en el mbito de lo Proftico, de la intercesin y de la alabanza para que no cayeran en la trampa del maligno de la rebelin y la insujecin a la autoridad pastoral.
de Juan para ser desatado a un ministerio de alto nivel. El nunca despreci la autoridad del Bautista ni se opuso al orden de autoridad establecido por su Padre. Paternidad nos brinda identidad, alta autoestima, seguridad personal y ministerial, direccin, entrenamiento y cobertura. Esta cobertura muchas veces significa la orden de someternos a otro ministro y su autoridad antes de ser promovidos ministerialmente. No podemos negar que muchas veces como apstoles somos el padre de algn ministro pero no necesariamente somos su cobertura ministerial si l no se somete a los principios de respeto a la autoridad establecida por Dios. Hoy tenemos en la Iglesia muchos lderes y ministros que no tienen padre en su ministerio aunque tienen una cobertura ministerial y muchos hijos prdigos que tienen un padre en su ministerio pero al no respetar el orden de la Casa del Padre, caminan sin cobertura espiritual para su ministerio y lo que hacen. Esto se convierte en un gran peligro, pues la Ley de la Imparticin funciona tanto para impartir bendiciones y dones como insujecin, independencia y rebelin. Lo ms crtico de este asunto es que pastores y apstoles siguen cayendo en el error de seguir apoyando estos ministerios independientemente de la autoridad de Dios. Lamentablemente, el efecto de sus ministraciones no se ve al da siguiente, pero a los meses la obra destructiva es terrible. Apstoles y pastores, lleg la hora de poner orden en la Casa del Seor!
fue una abominacin al Seor por violar los principios de autoridad y sujecin del Reino. Veamos algunos ejemplos: A. Gnesis 4:4-7. Dios acept la ofrenda de Abel y rechaz la de Can. En el verso 7 se nos da la razn del rechazo mal vivir; el pecado. La ofrenda y la adoracin pueden ser rechazadas por Dios cuando el ofrendante vive mal. B. Levtico 10:1-2. Nos narra el pecado de Nadab y Abi, hijos de Aarn. Ellos eran sacerdotes y ofrecieron a Dios incienso. Es curioso pero el Seor lo rechaz y los castig con la muerte. La explicacin vino en la Palabra; ofrecieron fuego extrao que El nunca les pidi. Ellos irrespetaron el orden de autoridad establecida por Dios. C. I Samuel 13. Este pasaje narra los momentos en que Sal usurpa el lugar de Samuel como sacerdote para dar a Dios ofrendas ante la tardanza del profeta. Dios a travs de Samuel, censura al Rey y le decreta el fin de su reinado. Su adoracin viol los principios de autoridad, por tanto, su adoracin y sus ofrendas se volvieron abominables ante Jehov. Un mal corazn anula el poder de una buena ofrenda!
Y quin estar en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazn; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engao. El recibir bendicin de Jehov, Y justicia del Dios de salvacin Salmo 24:3-5 Apstoles del Reino, Pastores del Seor; exijamos ya a nuestros salmistas, cantores, intercesores y profetas la sujecin y la obediencia que nos demanda la Palabra a todos en la Casa de Dios. Cerremos filas a la insujecin y ensemosle a ellos y al pueblo que la adoracin nunca ser verdadera adoracin si no est vestida con el manto del respeto a la autoridad, de la sujecin a las coberturas del Seor y de la obediencia total a los principios de gobierno del Reino de Dios. Y Samuel dijo: Se complace Jehov tanto en los holocaustos y vctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehov? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atencin que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinacin es la rebelin, y como dolos e idolatra la obstinacin. Por cuanto t desechaste la palabra de Jehov, l tambin te ha desechado para que no seas rey. I Samuel 15:22-23
Antes de levantar altares de adoracin en Amrica, pongamos en orden la Casa del Seor!