La Libertad Por Medio de La Palabra

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dologia de la etologia humana, sino tarnbien sobre la filo
sofia del hombre en que se inspira esta disciplina ya la
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que a su vez aporta sus observaciones.
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Capitulo 4
La libertad par media
de la palabra
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Lo innato adquirido
Hace decadas que los psicologos se encuentran dividi
dos en la cuesti6n de si tal comportamiento humane debe
ser considerado como 0 .?dquiriQ.Q. Esta dispu
ta ha reaparecido con gran virulencia a prop6sito de la uti
lizaci6n de tests de inteligencia y la medida del cociente t- \
intelectual, el celebre CI. 2,Mide aptitudes innatas, a in-I ';;>$"
cluso hereditarias, a bien, como han sostenido algunos \ ,
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can argurnentos convincentes. una adaptaci6n mas a me- r
,.,
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nos lograda a las normas escolares occidentales? -J
Una de las principales ventajas del enfoque eto16gico
en el estudio de los comportamientos humanos perrnite
evitar el uso de estos toscos seudoconceptos y mostrar par
que plantean un falso problemc;;, Eysenck calculaba que en
el comportamiento humane la parte innata representaba el
80 par ciento y la adquirida el 20 por ciento restante. A
partir de nuestra experiencia, podriarnos decir que 10 in
nato representa el cien par cien, y 10 adquirido otro tanto.
o 10 que viene a ser 10 mismo. nada es innato y nada es
adquirido. Hemos mostrado ya varios ejemplos. ko ad-
a su vez
'Slernpre es modelado par 10 adquirido.
En realidad. 10 que se presenta como una discusion ba
sada, en uno y otro banda, en observaciones cientificas
89
c
nos parece un episodio mas de la antigua division occi
dental, teologizada, y despues filosofada, del alma y el
.(
cuerpo. Los partidarios del alma se oponen incesantemen
te a los partidarios del cuerpo. Cambian las palabras; se
habla de organogenesis, de psicogenesis, etcetera, pero
perdura la vieja oposicion. Para demostrar que en definiti
va se trata de una envoltura cientifica que encubre oposi
ciones ideologicas, aproveche las elecciones presidencia
les de 1974 para llevar a cabo un pequefio experimento.
Por aquella epoca se celebraba el enesirno coloquio del
CNRS sobre 10 innate y 10 adquirido, y se manifestaba la
pasion habitual entre clanes adversos. Quise saber como
se repartirian los votos de las dos escuelas. la que defendia
el innatismo (genetico) de la conducta, y la que, por el con
trario, se mostraba partidaria de 10 adquirido. Mis colegas
accedieron a responder a mi pequefio sendee, de modo
que pude constatar que casi todos los defensores de 10 in
nato iban a votar a Giscard d'Estaing, mientras que los
partidarios de 10 adquirido pensaban entregar su voto a
Mitterrand.
Este pequeno juego se ha debido de repetir a menudo.
En realidad se trata de dos concepciones del rnundo,
dos representaciones del hombre contrapuestas. Y por
ello no hay manera de zanjar cientificarnente el debate. Si
usted piensa que predomina significa que t;:on-
cibe al hombre como un ser sometido a la ley del univer

domina cierta desigualdad entre los hombres, usted la
explica por la desigualdad de dichos cromosomas. Si, por
el contrario, usted sostiene que el medio -0, como se dice
en la actualidad, el entorno- es el factor determinante, en
90
tonces desmaterializa 0, en todo caso, desbiologiza al
hombre. En consecuencia, pensara tambien que al modifi
car el medio la desigualdad existente
_.-'" _m ... ...., >._... ..... '._
ta
cion 10 lucha, se mani
fiesta ...
No hay ni un gramo de ciencia en ninguno de los dos
planteamientos. Se trata de filosofia personal. Lo mas dra
matico es que el Estado puede aduefiarse de esta filosofia c
para oficializarla. Pensernos. por ejernplo. en los naZiS} )
Son bien conocidas las atrocidades sistematicas que co- \}
metieron en nombre del culto a 10 innato y la seudobiolo
gia en la que intentaron fundamentarlo. Pero pensemos ,
tambien en los sovieticos del periodo estalinista, que se \
aferraban firmemente a 10 adquirido. Anunciaron, por \
ejernplo. el advenimiento de un hombre nuevo, el an
siado vastago de la sociedad sin clases, Pero conviene sa
ber tambien que en la URSS, durante la decada de 1950, I
habia carteles que prchibian hablar de crornosornas I
cuando en ningun lugar del mundo se dudaba ya de su ( I .J
existencia, puesto que se los fotografiaba a diario en los \
if)
laboratorios. Se prchibia la presencia de crornosomas, 0 .'pl'"
mas exactarnente su existencia. en virtud del materia
lismo dialectico. mientras en Marsella se hacian los pri- I
meros cariotipos. Vi como en Bucarest los estudiantes de J
medicina tenian que aprobar un examen de marxismo I
con buena nota. Cuando visite el pais por aquel entonces, I
primero me quede estupefacto y luego no pude sino son- !
reir, porque antes de recitar las lecciones de marxismo an- J
te el temible jurado, los examinandos hacian la serial de'
la cruz. !
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Mi perro se ha criado en un medio donde se canta Tasca
todos los dias, pero nunca ha aprendido a cantar esta ope
ra. Esa es la prueba de que los genes influyen. Pero si un
gato se cria en el aislamiento sensorial mas absoluto posi
ble, su cerebro se atrofia; y a la inversa, si se desarrolla en
un medio de hiperestimulacion sonora, afectiva, olfativa,
gustativa, visual.etcetera. su cerebro se desarrolla mas
9ue la media de los cerebros de gato. Tal es la funcion de la
epigenesis. medio construye el sistema ..
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cerebro de zato. Y el medio produce cada dia miles de ce
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rebros de gato diferentes cue se presentaran siernpre co
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mo __Lo .. ..
tucion del mundo de cada animal esta sometida a la doble
__ ..
'" -'-IntroauClf'una 0 epigenesis?- en
el seno de esta doble restriccion, para disociar sus termi
nos, es entrar en un callejon sin salida conceptual. Quiza
cabria atribuir la obstinacion con que nos extraviamos en
tales atolladeros a las oposiciones binarias que cultivamos
desde la infancia: 10 que no es grande es pequerio. 10 que
no es hombre es mujer ... pa-te
cen sucumbir, a fin de cuentas, a un binarismo infantilr
En cambio, la etologia combina sus conclusiones con
las de la neurobiologia para poner de relieve la extraordi
naria plasticidad del cerebro humano y para sacar partido
del hecho de que el juego de la doble restriccion permane
ce siempre abierto. Si nada se borra, nada es definitive en
el desarrollo de un ser humano. La cuestion de la percep
cion es quiza la que ha aportado hasta el momento las ex
92
plicaciones menos contestables. En efecto, hemos descu
bierto que toda percepcion se presenta no como una mera
receptividad, sino como una actividad selectiva, que la
construccion del sistema perceptivo es solidaria con el ac
to de percibir. Pero para aportal' demostraciones, hemos
tenido que poner a prueba metodos que forman nuestra
percepcion, utilizar instrumentos (peliculas, magnetofo
nos, analizadores de frecuencias, videos) y elaborar proto
colos de observacion reproducibles que nos permiten evi
tar la trampa de la observacion ingenua y poner orden en
el embrollo inicial.
Visitemos pOl' ultima vez a nuestros simios. Cada no
che vernos como se designa un vigia en un grupo de
macacos. Es bien sabido que los primates tienen una orga
nizacion social que comporta un grupo de machos dorni
nantes. Precisamente en este grupo, 0 cuerpo de dorninan
tes, es donde se recluta al vigia. Este tiene entonces una
ereccion, el pene adquiere color rojo, los pelos siguen sien
do blancos y los testiculos se vuelven azules. jUna bande
ra francesa! Mira alrededor; los otros simios reducen su
actividad, preparan sus nidos, y despues todos se duer
men. Esa noche sera el quien vigilara y descubrira al even
tual enemigo.
Sin duda, la quimica explica este extraordinario rito co
tidiano. Los signos exteriores del vigia obedecen a la secre
cion de una hormona muy sencilla que conocemos bien: la
melatonina, sustancia que se produce en la base del cerebro
y tiene como receptores perifericos el escroto y el pene.
como se explica la individualizacion del vigia, es
decir, que solo sea uno cada noche, que no sea siempre el
93
c
rnisrno, y que siempre pertenezca al grupo dominante de
los machos? Para comprender este enigma, es preciso ob
r
servar atentamente la jornada de los simios. Se descubre
que el miembro del grupo que es elegido cada noche es
el que ha tenido la mejor jornada: ha comido bien, no ha
side agredido y, en ocasiones, ha ganado algun que otro
combate jerarquico.
De heche, un simio estresado 0 cansado secreta menos
melatonina. La historia anterior explica el comportamien
to observado. que tiene una base bio16gica muy precisa.
La simple observaci6n nos ensefia que este vigia emite un
grito especial cuando un aguila planea en el cielo. Enton
ces se ve como el grupo de simios se tira al suelo en una
fracci6n de segundo. Si se presenta un leopardo, el vigia
emite un grito diferente, y el grupo trepa inmediatamente
a los arboles.
Se requiere un magrtet6fono para comprender estas
sorprendentes conductas. Al analizar estas sefiales, se des
cubre que los dos tipos de grito no presentan la misma for
ma. Todos los componentes bioffsicos de los gritos contri
buyen a organizar una sefial diferente segun se trate de
uno u otro enemigo mortal del simio: el que viene de arri
ba 0 el que surge de abajo. Se puede verificar este fen6me
no reconstruyendo artificialmente estes gritos y reprodu
cieridolos ante los simios: la conducta de huida se repite
de forma identica en ausencia de peligro real.
Conviene saber observar a los animales e inventar, or
ganizar artesanalmente, truces para estudiar su con
ducta. Entre los multiples truces, hay uno que utilizan
casi todos los etologos: la asignaci6n de un nombre a los
animales. No se trata de una broma tardia 0 trasnochada
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de colegial, ni de un desbocado sentimentalismo. En reali
dad, desde el momento en que. se nombre a los ani
males, I11eior. L.lilme:mos..a.Jln mono
calvo y
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Giscard, y as! podremos descri;
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1> sus que
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mantienen entre ellos, etcetera. Es la ultima concesi6n al
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antropomorfismopor parte que intentan
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liberarse de tal tendencia. No pueden olvidarse por com
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pleto de que son hombres y hablan. Pero ellos, al menos,

saben que existe esta trampa.
Si bien no puede decirse que se trate de experimenta
ci6n, cabe afirmar que se emprende asi una observacion
dirigida. No s6lo debemos guiar la mirada a partir de
una serie de cuestiones previamente elaboradas. sino que
.debemos interpretar 10que capta esta mirada. De ahi la re
levancia de la camara en las observaclones,"70mo hemos
comprobado tanto en el caso de los animales, como en la
sonrisa del recien nacido 0 el sefialamiento con el dedo. A
simple vista, s6lo se ve 10 que uno piensa. En cuanto inter
viene la camara, se yen cosas que uno no percibia inicial
mente. La utilizaci6n del video y la reproducci6n a carna
ra lenta representan, desde este punto de vista, un avance
considerable; son los aceleradores de particulas de la eto
logia. Numerosos descubrimientos repentinos han sido
posibles gracias a la revisi6n de las cintas.
Asi pues, los metodos de la etologia contribuyen .:
avance del conocimiento. Pero se ha visto tarnbien que, si
se coordinan con las practicas de la c1inica psiquiatrica.
permiten avances terapeuticos importantes en algunas I (J
las afecciones mas graves. J Q.:'l
94
95
i
r

Una asistente social me pidi6 que examinase a una ni
na, hija de relaciones incestuosas. Estes nacimientos son
I.
mucho mas frecuentes de 10 que se cree. Pero para recabar
esta informaci6n, es preciso seguir vias marginales. A me
nudo los embarazos tienen complicaciones. La joven ma
dre se encuentra aturdida, postrada, y despues del parto no
puede ocuparse del nino, que a veces muere de anaclitis
mo, retraso en el desarrollo acompariado de tristeza, mu
tismo, anorexia, insomnio y perdida de peso. Precisemos
. la situaci6n: el nifio tiene una madre, comida, casa, etcete
ra. Visto desde el exterior, 10 tiene todo para ser feliz.
Pero le falta 10esencial: una interacci6n
En este caso concreto, una
deshidrataci6n y desnutrici6n alarmantes y orden6 el in
greso del nino en launidad de reanimaci6n pediatrica. La
nina se salv6 y fue entregada de nuevo a la familia. Unas
semanas d espues, el bebe volvia a estar moribundo. Los
pediatras dedan: Los padres no saben cuidar a esta nifia:
no es normal. En realidad, 10 que le faltaba a esta nina era
una figura de apego,;,. Yosabia que parainculcar-enelni
no el deseo de.cornunicarse, pero tambien eldebeber y co,.
mer, se requiere una presenciaafectuosa.matema 0 mater
nal (si se tratadel .padrel.Y yo habia deducido estas ideas
de las laboriosas observaciones cornparadas entre anima
les y bebes, Muchas anorexias ocultan este diagn6stico, y.
hunden sus rakes en estos estratos afectivosarcaicos de la "
formaci6n del individuo,
.... .
. . Al eludir las restricciones inrnediatas de las irnpresio
nes y estimulos provenientes del mundo exterior, el ser
vo penetra en elmundo del sentido. 0 mejor dicho, este
escape constituye su mundo dotado de sentido y conlle
96
va una serie de grados que siguen, esencialments, a los de
la escala animal tal como se concibe en la actualidad. Pue
den calificarse como, grados de libertad,: pues el margen
se acrecienta, el juego de sentido se amplifica a medida
que ascendernos del pez al chimpance. Aillegar al hom
bre, se alcanza el grado.mas alto que conocemos. Gracias
allenguaje, mundo dotado de
Basta su realidad biologica sedesarrolla y funciona. ba
jo el imperio del sentido, desde su nacimiento, que se pre
senta como nacimiento al sentido, como acceso a una red
codificada de.sentidos que han determinado ya el naci-.
miento.corno un-asontecimiento de sentido.
Las estructuras de la actividad perceptiva muestran es
ta libertad con respecto al espacio: las proximidades se
vuelven cada vez mas laxas. El tiempo se ve sometido al
rnismo proceso. Pero en el caso del hombre el salto es aun
mayor, si cabe. Sin duda, el mono es capaz de anticiparse a
los acontecimientos. Acabamos de ver que algunas de sus
conductas, como la del vigia, remiten a la historia de la
jornada anterior. Pero esta duraci6n sigue siendo restrin
gida. Cuando se trata del hombre, la historia se amplia, se
abre a un pasado infinite, se asoma a un horizonte que
siempre puede retroceder. El
inaudita, pOT lJu..a.ontect,
mient9..},lcedido afios, 0 aguardar una situa

al introducir la ausencia en la presencia, puede sumergir
se en un pasado cuyos Ifmites no percibimos, al igual que
tampoco discernimos los del porvenir.
97
c
r
Un tabu: los incestos amorosos
~
Para un et6logo, la libertad humana no deja lugar a
dudas: no se trata de la quimera teo16gico-juridica del
libre albedrio retomada por los fil6sofos al asignarla al
alma como atributo principal; se trata de la libertad ma
terial que se expresa en sus competencias linguisticas, y
que tiene sus bases bio16gicas en la infinita plasticidad
del cerebro y sus redes neuronales. En otras palabras, si
bien el desarrollo humane no parece exento de determi
naci6n, los determinismos que se manifiestan en el se
presentan como secuenciales, provisionales y revisables,
y, por tanto, innombrables. Todo determinismo humane
es efimero. -----.-----,,-- ~ . _ ~ _._ _.-_..
~ _ ........"._,.,',"-""
Por ella me parece imposible hablar de la animalidad
del hombre, como sugieren hoy numerosos bi6logos, ins
pirados en los etologos de ayer, en nombre de un mate
rialismo real pero reducido a la parte congruente, necesa
ria e insuficiente,
Aunque se trate de un fantasma, muchos testimonios
historicos as! 10 indican. Pensemos en los nifios que in
gresaban en el hospital de los Inocentes de Florencia. Los
medallones de Andrea della Robbia muestran que se les
rodeaban los miembros con fajas 10 mas apretadas posi
ble, porque en la epoca prevaleda la opini6n de que si se
mantenia a estos ninos (cercanos a la naturaleza) en una
postura contenida, expresarian su animalidad. La prueba,
se decia, es que caminan a cuatro patas. Se interpretaba
con un contrasentido un hecho incuestionable, a saber,
que los nifios pequerios y mayores abandonados carninan
a cuatro patas. Sabemos que es la falta de afecto, no una
98
irresistible pulsi6n animal, 10 que les impide-. adentrarse
en la aventura de la bipedaci6n.
. Sin duda este fantasma es especialmente poderoso en
el mundo cristiano, donde el animal no se presenta como
un peligro externo al hombre, sino como una amenaza
interior. La idea dela animalidad se encuentra asociada a
la de caida, y numerosas practicas pedag6gicas se han
basado en el afan de combatir esta animalidad siempre
~
dispuesta a resurgir. El conflicto freudiano entre el ella y
el supery6 encajaba bien en esta cultura. Dicha obsesi6n
ha dictado, sin duda, muchas conductas que considera
mos abusivamente represivas. Quiza ha permitido tam
bien que el cuidado de los hijos sea continuo y atento en
nuestra civilizaci6n. Porque los etn6logos han mostrado
tarnbien que a las sociedades les cuesta mucho desrituali
zarse.
El mundo humane parece cultural por naturaleza, por
que un hombre sin cultura no es un ser natural. Es un ser
desgajado, no viable. El mundo humane es un mundo de
profundidad espacial y temporal, gracias ala existencia
del habla. Por ello los et6logos se acercan cada vez mas a
los etn6logos, y sobre todo a los linguistas, aunque per
manezcan tarnbien atentos a los resultados obtenidos por
los neurobi6logos.
Es sabido que el concepto de cultura se encuentra
cargado de equivocos diversos. Como se recordara,
Claude Levi-Strauss describi6 el tabu del incesto como
el paso fundamental en el que se consuma la transici6n
de la natura1eza a 1a cultura. Pero nuestras observacio
nes no apuntan en esa direcci6n. No constatamos 1aexis
tencia de incesto en los animales; en cambio, observa
99
r
mos que e1 incesto esta sumarnente extendido en e1 hom
.' " _ ;'ll'l"
bre. No solo nos referirnosa los incestosedesgraciados-,
que cercenan 1a vida de muchos pacientes, sino tambien
, '.
a todos aquellos de los que nunca se habla y viven en
una dicha secreta.
Se esta desarroliando una aventura curiosa con nuestra
descripcion de los incestos amorosos. Al principio Nor
bert Sillamy propuso el termino de incesto feliz, perc 1a
evolucion de las parejas nos ha obligado a precisar e1
termino con la variante incestos arnorosos, en 1ugar de
felices, porque ya se sabe como terminan las historias
de amor... y los amores incestuosos no acaban en matri
monio. Deben permanecer en secrete, fuera de la socie
dad, y vivirse con gran intensidad ... mientras dure e1
amor.
La hipotesis surgio durante unas observaciones de eto
logia animal que nos mostraron que los anima1es sin apego
podian copu1ar aunque se tratase de madre e hijo, mientras
que los animales apegados inhibian sus comportarnientos
sexuales aunque no tuviesen ningun parentesco genetico.
E1 mere apego inhibia el sexo.
.' 0
Constatamos que el proceso de entumecimiento del de
seo sexual era frecuente en las parejas humanas desde q1J:,e
se produjo un aumento de laesperanzade vida sexual,
propiciado por los avances tecnologicos.
Los hombres continuaban teniendo erecciones noctur
nas, prueba inequivoca de su aptitud bio10gica para el ac
to sexual, pero en cambio fracasaban sistematicamente en
sus intentos con la mujer que amaban... con ternura. Las
aventuras extramatrimoniales salian bien... con el riesgo
100

del amor y de su poder destructor-reconstructor. Enamo
rarse a los veinte afios da fuerzas para abandonar a la fa
milia de origen con el fin de ensayar la aventura social y
construir una familia de alianza. Enamorarse a los cin
cuenta da todavia fuerzas para abandonar a la familia de
alianza con el fin de iniciar la aventura de crear otra fami
lia de alianza. Sin embargo, el ambiente ya no es el mismo,
porgue la destruccion-reconstruccion no se situa en la
misma etapa de 1a vida y no tiene las mismas consecuen
tl
cias afectiyas.
No obstante, 1a manipulacion animal p1anteaba una
cuestion teorica importante, confirmada por la experien
cia clinica humana: el apego adormece el deseo.
De ahi la hipotesis que se derive de esta cuestion teori
ca: cuando los individuos
".'1."""_.... 'P, c

.
A partir de entonces, me sorprendio la velocidad con
que recabamos informaciones clinicas que confirmaban
dicha hipotesis. Si los hermanos separados durante mu
cho tiempo vuelven a vivir bajo un mismo techo, se consi
deran jovenes deseables. El apego no los inhibe, la prohi
bicion no los detiene. Pero este incesto amoroso no es
feliz. La mayoria de parejas se separa despues de un
periodo amoroso. A veces se marchan, a raiz de un con
flicto-pretexto, a menudo sin explicacion, y no vuelven a
hablar del terna, ni siquiera entre ellos.
Sin embargo, algunas parejas conservan en el fondo es
te amor secreto. Viven ocultos con nornbres falsos. A me
nudo se casan con otro para forzar la separaciori, pero
conservan un intenso afecto por el otro-incestuoso.
101
Los incestos entre padrastro e hija refuerzan la hipots,
Los hijos que mantienen relaciones incestuosas con la
sis, pues son casos muy frecuentes. Ahora bien, nuestra
madre tienen reacciones mas suaves y silenciosas. Cuando
l
-r
propia cultura occidental no siempre ha considerado in
I
se enarnoran de otra persona, abandonan a la madre
cestuoso este tipo de relaci6n sexual, puesto que Moliere
relata que un tutor podia casarse con su hijastra con toda
la legalidad del mundo cuando su rnujer moria, 10cual no
era raro en la epoca. Esto prueba hasta que punta la pala
bra incesto remite a circuitos de parentesco extraordina
riamente diferentes segun la cultura.
Los incestos padre-hija son mas frecuentes de 10 que
se cree. No me refiero a los incestos sadicos, ebrios, bruta
les, escandalosos a juicio de la sociedad. Hablo de inces
tos amorosos en los que se observa siempre una carencia
de apego, bien porque la separaci6n ha sido total, bien
porque las separaciories han sido breves y repetidas, 0
bien porque en estas familias de relaciones incestuosas el
apego no estaba bien trabado, 10 cual autorizaba el acto
sexual.
Los casos que mas nos sorprendieron corresponden a
los testimonios de incestos entre madre e hijo, repetidos
durante varios afios a 10 largo de una verdadera relacion
amorosa.
Tambien aqui el incesto termina con la separacion,
cuando los hijos se enamoran de otra persona. Sin embar
go, la tonalidad afectiva de las separaciones era muy dife
rente segun el sexo. Cuando las hijas se enamoraban de
otro hombre, comenzaban a detestar a su padre, si
se requiriese un segundo amor para dar al prirnero la sig
nificaci6n de un incesto. Estas mujeres comentan a menu
do que, del amor, no. habian
comprendido que se ,,'
- .. -,. -,', , _,-- .... "' __ ,_"'_-_....
102
amante, en secreto, sin reproches, con una especie de pro
funda nostalgia e incluso de gratitud que siernpre perrna
necera en secreto.
iQue lejos estamos de la teoria! No hay violencia en es
tas relaciones, 0 raras veces. Tampoco hay psicosis, como
queria Freud.
Dos cuestiones para este trabajo, todavia en fase de ela
boraci6n: basta con que hable en publico sobre mi hipote
sis nacida de medios eto16gicos para que reciba en rni con
sulta a personas 0 parejas que vienen a confirmar la
validez de la hip6tesis y las consecuencias nunca escritas
y nunca pensadas de este incesto amoroso.
I
Pero 10 que mas me sorprendi6 es la reaccion de los
profesionales de la psicologia cuando les aportaba esta in
formacion. [La negaban!
I
Una joven que asistio a una de mis conferencias sobre
este tema no pudo evitar dirigirse a un amigo medico y
I
decirle: (Me ha ocurrido esta historia. Su amigo le res
pondio: Es imposible; 10habras sofiado.
Cuando un.hechoescapa a lacultura, el pensamiento
I
social debe rechazarlopara mantener la coherencia. En lu
gar de' cambiar la teoria asimilando el hecho nuevo. el
pensamiento social elimina el hecho para salvar la teoria.
El tabu del incesto es muy irnportante para representar
el fundamento de nuestras sociedades. Luego el tabu del
incesto es tarnbien.el tabu de verbalizarlo.
Esta forma de pensar 0, mejor, de teofizar, de ordenar
los hechos para forrnarnos una vision coherente y estable
103
..
del mundo, para evitar todo cambio que provoque excesi
va angustia y cansancio, explica el surgirniento de teorias
r totalitarias que, al menos, ofrecen verdades y certezas no
cambiantes.
Cuando Bruno Bettelheirn salio de los campos de con
centracion nazis y ofreci6 su testimonio de aquella expe
riencia, la mayoria de los redactores de revistas estadoun],
denses rechaz6 sus articulos argumentando que el dolor
lellevabaa exagerar los hechos.
Laaventura humana del habla
...
Me parece que los trabajos de muchos etn6logos han
cuestionado, durante los ultimos afios, la solidez y univer
salidad 'deloque designa la palabra incesto. Conforrne
monos con aceptar un concepto de cultura que la vincula
directamente al nacimiento del habla y a los conjuntos
conductuales socialmentecodificados que la sustentan.
Soci6logos y linguistas confirman muchas observaciones
clinicas: la practice del habla parece indisociable de deter
minados gestos, sentimientosy conductas. Pensemos, por
ejemplo, en los rituales de la conversaci6n: direccion de la
mirada, cabeceos, silencios, interrupciones. sincronizacio
nes, posicion y movimiento de las manos. Cada uno de
estos elementos esta socialmente codificado. Se pueden
establecer perfiles de locutores, tomando como rasgos
pertinentes la posici6n de la cara, la postura general del
cuerpo y la colocaci6n de las manos. Algunos gestos tie
nen un valor de signos casi universales, como los gestos
obscenos. Pero existe multitud de prescripciones cultura
104
les. Es sabido, por ejemplo, que para un japones mirar fi
jamente a los ojos no es indicio de franqueza, sino de gran
yulgaridad. De un extremo a otro del planeta, las signifi
caciones cambian hasta el punto de invertirse. Ypor ella la
diplomacia ha sido siempre un arte de interpretacion muy
sutil. En el seno de una misma cultura, se observan varia
ciones individuales que indican la existencia de tipos de
personalidad. En nuestra cultura es bien conocido el caso
de los hombres que cortan la palabra: cuando conver
Cl
san dos hornbresde este tipo, establecen entre si una riva
lidad. El cortador cortado intenta volver a cortar inte
grando, asumiendo, en su propio discurso 10 que acaba de
decir quien Ie ha cortado la palabra. Las 'mujeres, por su
parte, interrumpen mucho menos. No entran en competi
ci6n; esperan, y despues hablan de otra cosa.
Tales observaciones se yen confirmadas por la expe
riencia clinica. Cuando se habla con un psic6tico, Ja ges
tualidad de la conversaci6n no es la misma. La mirada del
paciente se dirige fijamente al suelo, los silencios caen co
mopiedras,los tenias se interrurnpen. Los psicoterapeu
tas se agotan con la entrevista. Yel psic6tico dira que el te
rapeuta esta loco, que responde siempre oblicuamente a
las cuestiones que se Ie plantean. Los ObSE;SiY0S hablan
.,
mucho ymuy lentamente, sin pausas, pero suhabla resul
ta monotone y mantienen siempre muy fija la mirada. No
desvian nunca la vista hacia otro lado, gesto que tranquili
zaria al interlocutor. Domina la impresion de que siempre
se an?anyor las r a m ~ s , sin llegar nunca a decir 10 que
se les pregunta. Y cuando uno intenta tomar la palabra pa
ra guiarlos, levantan In voz para impedirlo. Por 10 que se
refiere a loshistericos, su conversacion parece mas intensa
105
r
"

por la gesticulacion exuberante y por las fuertes sincrojj],
zaciones que pretenden provocar un fuerte
tivo acompasandolapalabra con el gesto. Cuando se aca
ba la conversacion, se percibe que se ha transmitido mas
afectividad que informacion.
La estructura de la conversaci6n, la forma de expre
sarse, participa en el contagio emotivo propiciado por el
habla.
Estamoslejos del habla desencarnada que erea tan fa
cilmente un sentimiento sacro, a causa de su fantastico y
fulgurants poder de evocacion de cosas totalrnente ausen
tes. Esa palabra es lade los religiosos.
El habla eto16gica, en carnbio, es corp6rea. Esta forma
da por sonoridadas, melodias, pautadas por silencios, el}
un cotexto de mimicas faciales que expresan ernociones
verbales, gestos que subrayan 0 contradicen el discurso,
y posturas que dan la palabra al espacio.
La palabra psicoanalftica se situa quiza entre las dos,
por el efecto sagrado que induce al evocar un mundo
ausente, y por el efectoafectivo que provoca al revivir
ernociones pasadas y transferirlas a una presencia ausente.
Al hacer de la palabra un objeto eto16gico, el observa
dor pretende observar como se las arreglan dos seres par
lantes para hablar, y la forma que adquiere dicho objeto
para comunicar.
Pero 1a introduccion de la historia en nuestras observa
ciones y la comparaci6n entre las especies vivas conducen
a formular de otro modo la cuesti6n del habla. El nino es
al principio un ser sin habla, aunque le fascine el habla
materna, y la mayor parte de los seres vivos ha perfeccio
nado otros medios distintos de la palabra para comunicar
106
se. Todo ella plantea la siguiente cuesti6n etologica: GCo
mo se puede comunicar uno cuando no es un ser humano,
y c6mo se puede comunicar uno cuando es un hombre sin
habla?
La zoosemi6tica ha permitido analizar un corpus de
comunicaci6n anima13ue describe una sintaxis conduc
tual formada por sefiales visuales, como el color de las
plumas azules y rojas de los martin pescadores, el conjun
to de los colares amarillo y rojo de los picos de las gavio
tas, la fosforescencia luciferina de los vientres de las
lombrices hembra y los pelos blancos en forma de coraz6n
sobre la grupa de las gacelas. Las posturas voluminosas de
los machos dominantes, los gestos arqueados de las hem
bras que consienten, la mimica amenazadora de los rna
miferos que muestran sus dientes, constituyen un verda
dero repertorio de senales cuyas diversas combinaciones
pueden componer mensajes muy rices y complejos.
Las sefiales olfativas permiten tocar a distancia,
cuando una molecula penetra y toea la nariz del mamife
ro; el contacto permite tocar en la proximidad cuando un
gran simio toea la mana de otro simio intimidado, 0 toea
los 6rganos genitales de una hembra para tranquilizarla, 0
atrapa el menton de un pequefio para captar su mirada.
Las sefiales acusticasllenan la atmosfera en que cada
especie utiliza el sonido para darle forrnas extrernada
mente variables, donde la intensidad, el ritmo, la repeti
cion, el cambio, la frecuencia 0 la amplitud acaban por
crear verdaderas sinfonfas que tienen como funci6n co
municar a distancia infonnaciones y emociones.
Estas sefiales se encadenan, se organizan y se armoni
zan para permitir a los dos participantes de la cornunica
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c
r

.:

cion sincronizarse en una verdadera pragrnatica de la se
miotica animal.
Los animales pueden comunicar, con gran riqueza,
mundos interiores muy organizados y diferentes, a veces
incluso individuales: el canto de un pinz6n puede acabar
con un trino que caracteriza a Ese cantor concreto, una fir
ma cantada de dicho individuo.
Sin embargo, si bien los lingiiistas nos autorizan a decir
que la sintaxis y la pragmatics de la comunicaci6n ofrecen
a los animales una riqueza y una poesia expresiva enor
mes, nos aconsejan que seamos mas reservados en 10 to
cante a la sernantica animal, pues el significado es modesto
en los mundos no humanos. Ninglin ser vivo no hurnano
puede transmitir una informaci6n referida a un aconteci
rniento totalmente ausente.Lo que estimula la comunica
cion debe sercercano en el tiempo y el espacio. Ningun
pinzon puede cantar la cancion del pinzon frances que ca
zo al pinz6n ingles de Normandia. Los pinzones no tienen
historia, aunque se desarrollen bien y sus cantos sean ex
traordinariamente ricos en informaciones diversas. Nin
gun simio puede hacer gestos que critiquen el pensamien
to de otro simio, aunque ambos dominen mejor que yo el
lenguaje de los sordos.
Ellenguaje y el pensamiento del animal tienen su ori
gen en el contexto.
(Como es posible que un hombre sea capaz de semioti
zar los ruidos ernitidos por su cavidad bucal hasta el pun
to de crear, gracias a ese truco inverosimil, un mundo to
talmente ausente, totalmente inexistente en el contexto?
Mi perro semiotiza las emociones y, cuando amenaza,
todos los hombres comprenden el mensaje canino, sea
108
cual sea su lengua. Mi perro comunica bastante bien sus
intericiones y todo el mundo comprende cuarido quiere
salir, comer, jugar, que 10 acaricien, 0 incluso que 10 per
donen. Sin embargo, nunca ha expresado su vergiienza
de ser bastardo. Un dia en que se encontraba en plena for
ma, bien seguro en su territorio, bien reforzado por el
amor de sus amos, 10 vi incluso rnirar con superioridad a
un perro de pura raza, de un precio exorbitante.
Y, sin embargo, un hombre sin habla no vive en un
mundo de perro, continua viviendo en un mundo de hom
bre. Ya no puede decirlo, pero puede comunicarlo, porque
del habla nos permite

ganiza .en
...
obJ'etos sizuen siendo obietos humanos.
..,,\. ...,.... .. ...,......_... '.... ..
-- El aumento actual de la esperanza de vida provoca a
veces un experimento natural muy frecuente, en el que la
arteria silviana izquierda se bloquea momentanearnente.
Como esta arteria riega la zona cerebral dellenguaje, el
enfermo pierde el uso del habla durante unas horas pero
despues, cuando la arteria vuelve a ser permeable, recu
pera la capacidad de hablar.
Cuando se le pregunta si podia pensar durante las ho
ras sin habla, el enfermo se muestra sorprendido. Respon
de que pensaba como en una pelicula de cine mudo, que
comprendia 10 que ocurria a su alrededor, pero que no po
dia responder mas que con signos gestuales. Intenta ex
presarse con signos, pero se percata a menudo de que no
sabe crearlos. Entonces se enerva, y el etologo observa
que su rostro y su cuerpo saben expresar las emociones
109
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que constituyen el repertorio emocional de nuestra espe
.r
cie humana. Ha perdido el uso de los signos convenciona
lest pero su cuerpo sabe expresar siempre los signos uni
versales de todo hombre.
Esta observaci6n frecuente en neurologia modifica un
poco nuestra veneraci6n de la palabra. Lo que diferenda
al humane de los seres no humanos no es el habla. que
puede ser considerada en su forma material como un ob
jeto sonoro perteneciente a todo ser vivo, sino sobre todo
su desmesurada aptitud para semiotizar.
Todo es susceptible de constituir un signo: una cosa
puede transformarse en objeto historizado, un ruido pue
., de organizarse en musica 0 en palabras, un color se dispo
ne en un cuadro, una serie de gestbs puede convertirse en
danza 0 representaci6n teatral. Este poder que da acceso a
un mundo totalmente ausente puede impregnar ciertos .
elementos de informaciones ridfculamente presentes. La
materia, reducida a 1a parte congruente, converge en el
signo para crear 10 inmaterial. Pero dicha materia es indis
pensable. A priori, antes de hablar, es preciso que el desa
rrollo de mi cerebro humane este correctamente progra
made; es necesario que mis ojos se encuentren con una
figura de apego para suscitar en mi las ganas de hablar, y
que me impregne el bane linguistico social de los adul
tos que me rodean. . .
Esta nueva perspectiva eto16gica sobre el habla modifi
ca su estatus. El habla ya no pertenece al cielo, sino que
tiene su origen en el cuerpo, en 10 afectivo y en 10 social.
LQue conclusi6n podemos derivar de estas observacio
nes, salvo que el ser humane considerado como individuo
110
es un ser social y su individualidad s6lo se.construye en
un campo de tensiones afectivas estructurado por pala
bras? Toda filosofia 0 toda psicologfa que 10 ignore se
equivoca. Si la naturaleza del hombre consiste en ser cul
tural en el sentido que hemos sefialado, se comprende
que estar solo no es ser. Se puede proyectar asi un juicio
sobre las morales del repliegue sobre uno rnismo, que
son moneda corriente en estos tiempos. Por tanto, la etolo
gia humana es portadora de una etica, pero este punto
requiere un debate mas amplio.
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