Criminologia Sexual

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Derecho y Cambio Social

CRIMINOLOGA SEXUAL: LA HUELLA HUMANA Margarita Rosa Robayna Perera (*)

No es la prudencia lo que distingue al hombre de la bestia. Thomas Hobbes

Consideraciones previas La Audiencia Provincial de Madrid conden a 58 aos de prisin a lvaro I. G., alias Nanysex, al considerarlo autor de cinco delitos continuados de abusos sexuales y de seis delitos de corrupcin de menores. Nanysex abus sexualmente de cinco nios entre 2002 y 2004 en Murcia y en Madrid. Grababa los abusos en vdeo y luego los distribua por Internet. Obligaba a los nios a practicarle felaciones y se masturbaba en presencia de los menores, aprovechando su trabajo de canguro. Tambin fueron condenados Jos G. C. (31 aos), Eduardo S.M. (14) y a Antonio O.M. (3), que acompaaban a Nanysex durante los abusos. El primero lleg a penetrar analmente a alguna de sus vctimas. A finales de los noventa comenzaron a salir a la luz denuncias contra sacerdotes y religiosos catlicos, principalmente en Estados Unidos y Australia, acusados de abusos sexuales a menores, cometidos durante la segunda mitad del siglo pasado. Un informe de la BBC, de 2004, sealaba que el 4% del clero catlico de EE UU ha estado implicado en prcticas sexuales con menores (unos 4.000 sacerdotes en 50 aos). Ms de un centenar de miembros de la Iglesia Catlica australiana han sido condenados por abusar sexualmente de un millar de vctimas.
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Licenciada en Derecho, Ciencias de la Informacin y Ciencias Polticas. Mster en Diplomacia y Relaciones Internacionales. Jueza. E-mail: [email protected]

Lo que deslinda el ensayo de otros gneros literarios es un rasgo propio: lo sugiere la palabra misma, la palabra ensayo proviene del latn tardo: exagium, es decir, el acto de pesar algo. Ensayar, es pesar, probar, reconocer y examinar, es un producto de largas meditaciones y reflexiones, lo esencial es su sentido de exploracin, su audacia y originalidad, es el efecto de la aventura del pensamiento. Pero hay una condicin esencial que todos debemos cumplir: la claridad de expresin, esta transparencia que puede dar al lector una mayor comprensin de la autenticidad del pensamiento plasmado pero, adems, te exige rigor, implica la responsabilidad de exponer las propias ideas y opiniones y respaldarlas con el compromiso de la firma personal. No podr evitar hacer uso de cuatro disciplinas, las cuatro aristas de un crculo concntrico, periodismo, derecho, ciencias polticas y criminologa. El por qu de este trabajo sobre la pederastia y la pedofilia, crmenes sexuales, requieren una respuesta por mi parte, todo tiene un antecedente lgico que a modo de silogismo te conduce al resultado final, en mi cabeza no dejan de retumbar, de golpearme, una y otra vez las diferencias, las imgenes a las que tuvimos acceso aquellos das de clase, ha sido el tema principal, mi sensibilidad fue tal que inici una introspeccin y un rastreo por las noticias que se iban sucediendo, as redescubr a Dutrox, el caso belga, la mancha sexual, esta huella humana esta inoculada en la sociedad, ese oscuro objeto de deseo, pensamiento mgico, la transmutacin, la posesin, el control, el angelismo, las denuncias de pederastia contra la iglesia catlica, la magnanimidad. He sido criada en el seno de una familia ultracatlica, cuando era pequea recuerdo con nitidez como mi madre se arrodillaba en el cabecero de la cama frente a una imagen pegada a la pared, no exista mas verdad que esa, era universal, no controvertida una falacia simblica. Alguien muy sabio me dijo nunca andes por el camino trazado pues l te conduce nicamente hacia donde los otros fueron. He sido osada, lo reconozco y he conjugado en todo su haber el verbo leer, el paso previo a todo proceso de investigacin. El verdadero ensayista debe poseer un dominio de la materia y dosis de cultura general para desarrollar un tema artsticamente a la manera de un motivo musical que se desenvuelve a travs de ricas y variadas relaciones tonales, es tambin una especie de divulgacin y un juego brillante por el mundo de las ideas. Una voluntad de estilo. Jos Ortega y Gasset lo defini como La ciencia sin la prueba explcita. Usar un mtodo multidisciplinar; mtodo hipottico-deductivo con el apoyo auxiliar del mtodo dialctico-comparativo, la metodologa es
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normativa, valora, pero tambin es descriptiva, expone, o comparativa, analiza, en el mtodo hipottico-deductivo se plantea una hiptesis que se puede analizar deductiva o inductivamente y posteriormente comprobar experimentalmente que la parte terica no pierde su sentido, por ello la teora se relaciona posteriormente con la realidad, se combinan, as, los mtodos lgicos y los empricos, con el apoyo auxiliar para esta investigacin, del mtodo dialctico. La caracterstica esencial del mtodo dialctico es que considera los fenmenos histricos y sociales en continuo movimiento, afirma que todos los fenmenos se rigen por las leyes de la dialctica, es decir, que la realidad no es algo inmutable, sino que est sujeta a contradicciones y a una evolucin y desarrollo perpetuo, por lo tanto, propone que todos los fenmenos sean estudiados en sus relaciones con otros y en su estado de continuo cambio, ya que nada existe como un objeto aislado, el punto material de arranque es el seguimiento hecho en prensa escrita durante este ao 2011, sus casi seis meses, a las informaciones publicadas sobre criminalidad sexual. Saber si la crueldad humana tiene lmites, si la criminalidad sexual se perfecciona con el tiempo, si la triada criminosexual se contextualiza en estas tres instituciones; iglesia, familia, escuela, si el control policial de los contenidos webs ha aumentado, datos estadsticos, son cuestiones a verificar. No existe documento de cultura que no sea tambin un documento de barbarie. El desarrollo orgulloso de la civilizacin ha avanzado, desde el inicio, de la mano de la conciencia amarga de la crueldad del poder y de la fuerza. Si a este trabajo hubiera que ponerle una banda sonora esa sera Sacrifice, de Lisa Gerrad. El gran espectro del sexo Las modalidades sexuales menos convencionales en la antigedad eran denominadas perversiones, abominaciones, degeneraciones, desviaciones sexuales y ms recientemente parafilias donde se agrupan comportamientos como el masoquismo, el sadismo, la necrofilia y la paidofilia entre otros. Se llama parafilia a todo estado en el que la excitacin sexual y la gratificacin del individuo estn supeditadas por entero a la fantasa recurrente de una experiencia sexual inslita que se convierte en el foco principal de la conducta sexual. La parafilia puede girar en torno a un objeto sexual concreto, por ejemplo los nios, los animales o la ropa interior; o a un acto sexual
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determinado, por ejemplo infligir dolor o realizar llamadas telefnicas obscenas. Por ms que algunas parafilias parezcan tan ajenas que cueste comprender cmo pueden excitar a un ser humano, muchas parejas que desean imprimir un poco de variedad a sus tcnicas sexuales habituales a menudo recurren a los actos paraflicos en versiones suavizadas o moderadas. Por ejemplo, hay personas a las que les excita cierto tipo de lenguaje obsceno y grosero, otras desean que se les muerda o arae durante el acto sexual, y algunos individuos se excitan viendo desnudarse a su compaero o a su compaera. Cada uno de estos actos inocuos, magnificados hasta el punto de la dependencia psicolgica, podra transformarse en una parafilia. La parafilia se distingue de la experimentacin sexual espordica del mismo modo que la dependencia al alcohol se diferencia del consumo ocasional del mismo: para gozar un rato de exaltacin mental. La persona que sufre una parafilia real, se ve asaltada continuamente por la idea de alcanzar la satisfaccin sexual hasta el extremo de verse seriamente distrada de otras responsabilidades. Es importante tener en mente que las manifestaciones de la diversidad sexual pueden presentarse tanto a nivel no ertico como a nivel ertico, y que tan exhibicionista es una persona que se abre el abrigo en la puerta de una escuela, como un actor, una actriz o un conductor de programas de T.V.; una persona fisgoneando en las ventanas con sus binoculares puede ser tan voyeurista como un psicoanalista; un coleccionista de juguetes sexuales puede presentar el mismo grado de fetichismo que una mujer sofisticada y elegante, el sadismo puede estar presente tanto en un verdugo como en un dictador sudamericano, as como el masoquismo en un esclavo como en una esposa sumisa, la paidofilia en un violador de nios como en un maestro con tica, la gerontofilia en un asaltador de asilos como en un buen hijo, etc. Todas las manifestaciones tienen niveles, desde el jugar con tu mascota (zoofilia a nivel no sexual), hasta el tener que vivir una manifestacin como exclusiva para sentir placer, llegan a ser dainas cuando se lastima a terceras personas que no estn conscientes de lo que estn haciendo o de las consecuencias que sus actos implican, cuando se daa a uno mismo ya sea por dejar de lado situaciones normales de la vida, o por cometer actos ilcitos por encontrar satisfaccin sexual. Todas las manifestaciones pueden ser vividas de distintas maneras para no hacer dao a terceros o a uno mismo, por ejemplo cuando hay paidofilia pedirle a su pareja que se disfrace de nia o nio, y de esta manera desarrollar la fantasa sin lastimar.

Los tipos de parafilias: Polirrelacin: Es el gusto de relacionarse con varias personas en forma simultnea. Intercambio de pareja: Es el gusto o la atraccin por intercambiar a la pareja propia con otra. Fetichismo: Es el gusto de obtener y poseer objetos o pertenencias de determinada(as) persona(s) como una substitucin del objeto sexual, o bien, el gusto por una parte especfica de su anatoma. Travestismo: Es el gusto de utilizar prendas, manerismos, expresiones, accesorios, adornos, lenguaje e incluso comportamientos caractersticos del sexo complementario en la cultura y poca de la propia persona. Rinofilia: Es el gusto por los olores, expresin que se ha explotado enormemente por la industria de los cosmticos y la perfumera, en detrimento en muchas ocasiones de la percepcin de los olores ms sutiles y naturales. Paidofilia: Es el gusto o atraccin por personas de menor edad que la propia, tomndose como referencia una diferencia de edades de por lo menos una generacin (15 aos). Gerontofilia: Es la atraccin por personas de ms edad que la propia, tomndose como referencia la diferencia de edades de por lo menos una generacin (15 aos). Necrofilia: Consiste en el gusto o atraccin por lo carente de vida, por la muerte en s o por todo lo relacionado con ella. Sadismo: Trmino inspirado en el clebre escritor francs Donatien Alphonse Francois, Marqus de Sade (1740-1814), quien se dedic a escribir narraciones en donde el propinar dolor era la norma; y se define como el gusto de causar dolor fsico, de someter, de vejar o de hacer que otros dependan de uno. Masoquismo: Es el gusto o la atraccin por el dolor fisco propio, por la sumisin, por la vejacin o incluso por la dependencia notoria hacia otra persona. El trmino fue acuado con relacin al escritor austriaco Sacher Masoch (1836-1895) autor de la novela La Venus en pieles, que narraba las experiencias erticas de sus personajes en la forma que hoy se le denominara masoquistas. Urofilia u ondinismo: Es el gusto o placer por la orina, por el acto de orinar o por observar su realizacin.
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Coprofilia: Es el gusto o placer por las heces, por el acto de defecar o por observar su realizacin, y tanto las expresiones a nivel no ertico como ertico coinciden con las caractersticas descritas para la urofilia. Acrotomofilia o apotemnofilia: Es el gusto o placer de relacionarse con personas con miembros amputados (manos, piernas, dedos etc.), con personas discapacitadas o con algn defecto fsico notorio. Clismafilia o klismafilia: Consiste en la excitacin sexual obtenida preferencial o exclusivamente mediante el uso de enemas (lavados rectales). Algunas variantes de las parafilia: Ecouter: El que goza escuchando los ruidos que emite su pareja durante las relaciones sexuales. Picacismo: Gusto por oler o degustar las excreciones humanas como el esperma, los fluidos vaginales, la sangre menstrual, el sudor, las lgrimas, etc. Angelismo: Es el gozo sexual por prescindir de las relaciones sexuales. Amazonismo: Mujer que goza adquiriendo un rol masculino. Metatropismo: Se refiere a la pasin masculina o femenina por invertir sus roles sexuales. Androfilia: Es la pasin de un joven homosexual por los hombres maduros. Narcisismo: Gusto sexual por uno mismo. Bovarismo: Excitacin sexual por ensoaciones fantsticas. Civestismo: Pasin de usar ropas pertenecientes a una persona mayor o menor. Cleptolagnia: Excitacin sexual al robar algo de otra persona. Mastolagnia: Pasin por los pechos femeninos. Parcialismo: Pasin exclusiva por una zona corporal como las piernas, los pies, las manos, los ojos, etc. Pirolagnia: Placer sexual obtenido por la provocacin de incendios. Pseudolismo: Placer sexual al contar las fantasas propias. Zoommica: Placer por imitar a los animales.
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Pederasta y pedofilia: el estado de la cuestin La pedofilia o paidofilia (del griego y ste de paids o pas, 'muchacho' o 'nio' y filia, 'amistad') es la inclinacin de las personas a sentir una atraccin sexual primaria hacia nios prepberes. Es una cronofilia, es decir, una parafilia en la que la edad del sujeto es discordante con la edad del objeto de la atraccin sexual. La Real Academia Espaola prefiere "paidofilia" (etimolgicamente ms correcta) sobre "pedofilia", si bien esta segunda forma es ms usada. Pedfilo es el adulto que se interesa amorosa o sexualmente por nios o preadolescentes, es decir, aquellos que an no han tenido el despertar sexual. Podra ser un adulto hombre o mujer, interesado por nios o nias (desde bebs hasta preadolescentes). Hay una variedad distinta de la pedofilia, la hebofilia, en que el adulto se interesa por adolescentes, aquellos que ya han tenido el despertar sexual pero an no son adultos. Un hebfilo no se interesa por nios pequeos. Pedofilia y pederastia son patologas distintas en la concrecin de la perversin est la diferencia, la diferencia est en la accin. Esa accin que llevar a cometer un delito. Los pedfilos no pasan a la accin. S lo hacen los pederastas. Es la accin que conlleva a la prctica sexual con un menor que implica un abuso por parte del adulto. Es decir, un pedfilo sera una persona que se siente atrado por los nios y un pederasta es alguien que comete un delito sexual o un abuso con un nio. Se concluye entonces que todos los pederastas son pedfilos pero no todos los pedfilos son pederastas. La diferencia consiste en el acto. El pederasta es la persona que traspasa la fina lnea de observar, masturbarse y recrearse con los videos y fotos de menores y lo traslada a un plano fsico. Se ha considerado a la pedofilia como una forma de homosexualidad. La psicologa del siglo XX ha desterrado ese mito ya que la pedofilia es tambin heterosexual. Segn estudios realizados, la mayora de los pedfilos presenta una personalidad inmadura, problemas de relacin, baja autoestima con fuertes sentimientos de inferioridad. Por lo general suelen ser ms reservados y solitarios. Se encuentran fijados en perodos de su propia infancia que las vivencian como idlica. Esto les impide encontrar a su objeto de deseo en

un par y la intentan con alguien, en su fantasa, igual a l. Un nio a quien ven ms inmaduro o dbil y a quienes en ltima instancia pueden dominar. Un regln aparte lo merecen los pedosdicos que son individuos que tienen una tendencia a la violencia con los ms dbiles, en este caso los nios, causndole un dao. Est comprobado que factores que favorecen la pedofilia violenta en los adultos son el haber sido violados o tratados con crueldad en la infancia, la pertenencia a ambientes familiares disgregados, o/y el haber asistido como espectador incapaz o imposibilitado de reaccin a acciones violentas contra familiares o allegados. Otros factores de riesgo ms indeterminados y con mayor variedad cuantitativa y cualitativa en la configuracin de personalidades pedfilas son el temperamento, la edad, la calidad de lazos afectivos en la infancia, o la capacidad de reaccin y distanciamiento frente a experiencias angustiantes. (Francesc Xavier Moreno Oliver, doctor en Psicologa y profesor de la Universitat Autnoma de Barcelona, Espaa). En su mayora los pedfilos no son violentos y esto, ms all de ser un signo de tranquilidad, es todo lo contrario porque ejercen una seduccin muy marcada hacia los nios con lo cual detectan y exploran su vulnerabilidad, observando su entorno y midiendo las posibilidades de conquista. Estn persuadidos de que sus conductas son originales y creativas aportndole al nio vivencias que ayudaran a su maduracin y es la sociedad quien le impide que desarrolle un vnculo normal de afecto. Ms all de este pensamiento, generalizado y sostenido por distintas asociaciones de pedfilos, la pedofilia es una perversin. El pederasta es el pedfilo que pasa a la accin incurriendo en un delito o no dependiendo de las circunstancias y edad del menor. Un adulto jams podr tener (con la ley en la mano) relaciones sexuales con nios menores de trece aos. A partir de trece, si existe consentimiento expreso del menor sin coaccin de ningn tipo, no existe delito. En el momento exacto en el que el adulto ofrece dinero al menor a cambio de favores sexuales, el adulto incurre en un delito de incitacin a la prostitucin a un menor, penado con hasta ocho aos de crcel. De manera genrica, se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relacin de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. Se trata de un problema universal que est presente, de una u otra manera, en todas las culturas y sociedades y que constituye un complejo fenmeno resultante de una combinacin de factores individuales, familiares y sociales.

Supone una interferencia en el desarrollo evolutivo del nio y puede dejar unas secuelas que no siempre remiten con el paso del tiempo. El abuso sexual constituye una experiencia traumtica y es vivido por la vctima como un atentado contra su integridad fsica y psicolgica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma ms de victimizacin en la infancia, con secuelas parcialmente similares a las generadas en casos de maltrato fsico, abandono emocional, etc. Si la vctima no recibe un tratamiento psicolgico adecuado, el malestar puede continuar incluso en la edad adulta. En su mayora, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engao y la sorpresa, como estrategias ms frecuentes para someter a la vctima. La media de edad de la vctima ronda entre los 8 y 12 aos (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El nmero de nias que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de nios. Los nios con mayor riesgo de ser objeto de abusos son: Aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar o identificar correctamente lo que estn sufriendo, como es el caso de los nios que todava no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y minusvalas fsicas y psquicas; Aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas, especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse halagados con las atenciones del abusador; Aquellos en edad prpuber con claras muestras de desarrollo sexual; Aquellos que son, tambin, vctimas de malos tratos. Segn un clculo de las llamadas cifras ocultas, entre el 5 y el 10% de los varones han sido objeto en su infancia de abusos sexuales y, de ellos, aproximadamente la mitad ha sufrido un nico abuso. Los abusos a menores de edad se dan en todas las clases sociales, ambientes culturales o razas. Tambin, en todos los mbitos sociales, aunque la mayor parte ocurre en el interior de los hogares y se presentan habitualmente en forma de tocamientos por parte del padre, los hermanos o el abuelo (las vctimas suelen ser, en este mbito, mayoritariamente nias). Si a estos se aaden personas que proceden del crculo de amistades del menor y distintos tipos de conocidos, el total constituye entre el 65-85% de los agresores.

Los agresores completamente desconocidos constituyen la cuarta parte de los casos y, normalmente, ejercen actos de exhibicionismo; sus vctimas son chicos y chicas con la misma frecuencia. El 20-30% de los abusos sexuales a nios son cometidos por otros menores. Es un acto considerado delito por la legislacin internacional y la mayora de los pases modernos, aunque no siempre haya una correspondencia entre el concepto psicolgico y el jurdico del problema y no exista consenso sobre los procesamientos jurdicos de los abusadores. Los testimonios de las personas que han sido objeto de abusos sexuales suelen ser ciertos. Respecto de los adultos, el sndrome de la memoria falsa suele ser poco frecuente debido a que se trata de sucesos que dejan una impronta muy relevante en la memoria. En cuanto a los nios, solo un 7% de las denuncias resultan ser falsas; el porcentaje aumenta considerablemente cuando el nio est viviendo un proceso de divorcio conflictivo entre sus padres. La definicin de abuso sexual a menores puede realizarse desde dos pticas: la jurdica y la psicolgica, que no siempre coinciden, por cuanto la valoracin jurdica de esas conductas sexuales est condicionada por el criterio objetivable del grado de contacto fsico entre los rganos sexuales de agresor y vctima, algo que no necesariamente correlaciona con la variacin en el grado de trauma psicolgico. Desde el punto de vista jurdico, los abusos sexuales a menores se han concretado en figuras tales como la violacin, cuando se trata de un menor de 13 aos y hay acceso carnal, el abuso deshonesto, cuando no hay acceso carnal en menores de 13 o mayores mediando engao o intimidacin, y estupro cuando se trata de una persona mayor de 13 y menor de 16. Desde un punto de vista psicolgico, no existe unanimidad entre los especialistas a la hora de definir con precisin el concepto de abuso sexual a menores; los aspectos que diferencian unas definiciones de otras son, entre otros, los siguientes: La necesidad o no de que haya coaccin o sorpresa por parte del abusador hacia el menor; para muchos autores, la mera relacin sexual entre un adulto y un menor ya merece ese calificativo, por cuanto se considera que ha mediado un abuso de confianza para llegar a ella. La necesidad o no de la existencia de contacto corporal entre el abusador y el menor; aquellos que no lo consideran necesario, incorporan al concepto de abuso el exhibicionismo, esto es, la

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obligacin a un menor de presenciar relaciones sexuales entre adultos o, incluso, de participar en escenificaciones sexuales. La cuestin de las edades: tanto en lo que se refiere a si el abusador tiene que ser mayor que el menor, como al valor de esa diferencia y la edad concreta de ambos (la edad mxima para el menor oscila entre los 15 y 12 aos en la mayora de los estudios; en cuanto al abusador, lo habitual es que se site entre 5 y 10 aos mayor que la del nio, segn sea menor o mayor, respectivamente, la edad de este). Tambin existen investigaciones en las que se consideran abusos sexuales los producidos entre jvenes de la misma edad; Por ltimo, en otros casos se subraya especialmente la relevancia del abuso sexual percibido, esto es, se considera especficamente como caso de abuso sexual a un menor cuando hay repercusiones clnicas en ste. Con todo, existe cierto consenso en la idea de que el lmite que traspasa la evolucin natural de la sexualidad infantil y nos permite hablar de una sexualidad abusiva se produce en el momento en que el/la menor pierde el control sobre su propia sexualidad y con ello del autodescubrimiento de su cuerpo y su placer para ser instrumentalizado en beneficio de un placer ajeno del que no es protagonista, y con una persona con la que est en una relacin de asimetra de algn tipo de poder: control, edad, madurez psicolgica o biolgica. Histricamente, la pederastia (del griego , paiderasta (siendo pis o paids: muchacho o nio; y erasts: amante) no ha sido asociada necesariamente al abuso. En la Antigua Grecia, por ejemplo, era la simple relacin entre un adolescente y un adulto. Etimolgicamente, tanto pedofilia (paids: nio, filia: amistad, amor) como pederastia (paids: nio, erastos, eros: deseo sexual) se basan en el trmino paids: nio. En la antigua Atenas, la relacin sexual entre un adulto y un joven pber, siempre con el consentimiento de ste, se denominaba pederastia, y se consideraba como un elemento ms en la relacin entre un docente y su discpulo: el amor entre ambos favoreca la transmisin del saber y de las leyes ciudadanas. Por el contrario, el sexo con sujetos prepberes, denominado pedofilia, era castigado con condenas que podan llegar a la pena de muerte.

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En la Roma antigua, por su parte, la pederastia estaba muy difundida, pero sin las justificaciones de los griegos, y la pedofilia era tambin condenada Con todo, simultneamente haba puntos de vista de tipo moralpsicolgico que condenaban cualquier tipo de contacto sexual entre adultos y menores; as, por ejemplo, Platn o Suetonio. El trmino paedophilia erotica fue acuado en 1886 por el psiquiatra viens Richard von Krafft-Ebing en su trabajo Psychopathia Sexualis, en el que lo describi como el inters sexual dirigido slo hacia jvenes prepubescentes, sin incluir a adolescentes, un inters que desaparecera con la aparicin de los primeros signos de vello pbico. Propuestas de poltica criminal Es importante enfatizar que los abusos a menores no son, desde luego, monopolio de la Iglesia Catlica. Escndalos similares se han dado en muchas instituciones no religiosas, de las ms diversas formas. Es precisamente donde hay menores en abundancia, donde muy probablemente los pederastas van a buscar a sus vctimas. Esto causa una gran duda e incluso angustia en los padres: Cmo puedo estar razonablemente seguro que mi hijo no va a ser abusado en su colegio o iglesia? Pero, qu se puede hacer para evitar estas atrocidades? Tradicionalmente las respuestas han sido casi exclusivamente variaciones de propuestas enfocadas a incrementar las penas, bajo la creencia de que, a mayor pena, menor tentacin a cometer atrocidades. Pero, como en otras esferas de lo criminal, pareciera que esto no funciona adecuadamente en este tipo de perversiones. Un camino alternativo, complementario al de las penas, es poner el peso de la responsabilidad no slo en el abusador, sino tambin en la organizacin a la que este pertenece. As, ante un delito de esta naturaleza cometido por un miembro de la organizacin, no slo el abusador se expone a sanciones penales, sino tambin la organizacin. Esto, en forma adicional, a las consecuencias civiles actuales. Contar con un modelo de prevencin de abusos sexuales a menores es una mnima exigencia de responsabilidad para las organizaciones. Slo si se tiene un modelo adecuado de prevencin de delitos sexuales contra menores, una organizacin debiera estar en condiciones de tener actividades con nios. Esto incluye salas cunas, jardines infantiles, escuelas, colegios, universidades, boy scouts, hogares de menores, reformatorios y hospitales, entre otros.
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Los modelos de prevencin requieren, para ser efectivos, considerar la realidad de cada institucin y de sus miembros. Por ello, posiblemente no es factible elaborar un modelo nico, pero s sealar algunos elementos mnimos que deben tomarse en consideracin: Designacin de un encargado de la implementacin, ejecucin y seguimiento del modelo de prevencin. Este debe tener un alto nivel jerrquico y suficiente independencia. Procesos de seleccin, reclutamiento y evaluacin tcnica y sicolgica peridica de quienes se relacionan con menores. Mecanismos adecuados de comunicacin, educacin sexual y evaluacin frecuente con los menores y, segn el caso, con sus familias, de modo de detectar oportunamente eventuales problemas. Cdigos de conducta que establezcan de forma inequvoca las polticas y procedimientos pertinentes, como tambin las correspondientes sanciones. Sistemas de comunicacin interna, incluyendo vas que aseguren confidencialidad, que permitan despejar dudas, solicitar apoyo y recomendaciones y formular denuncias de actos indebidos o sospechas de ellos. Sistemas de control que aseguren que las anteriores polticas y procedimientos se estn cumpliendo. Por ltimo, es fundamental que el modelo de prevencin sea apropiado para los fines educacionales, espirituales u otros objetivos nobles de la organizacin y, en especial, que ello no lleve a la instalacin de una suerte de polica interna. Es clave, entonces, compatibilizar la proteccin al menor, con la confianza que ste debe tener en su sacerdote, profesor o parvulario. De este modo, podremos estar tranquilos tanto de que nuestros hijos no sern abusados, como de que obtendrn los invaluables beneficios de las relaciones basadas en la confianza. As, ante un delito de esta naturaleza cometido por un miembro de la organizacin, no slo el abusador se expone a sanciones penales, sino tambin la organizacin. El delito forma parte de nuestras vidas, pero debemos reducirlo a su mnima expresin.

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