La Cueva de Los Murciélagos - Por Juan Pablo Fernández Del Río

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Specus Vespertilionum

(La Cueva de los Murcilagos)


por Juan Pablo Fernndez sta aventura es la versin para varios jugadores del mdulo autojugable del mismo ttulo que apareci en el manual de Aquelarre (pg. 474-491). Aunque es apto para personajes de cualquier profesin y posicin social, lo ideal es que en el grupo haya un noble y que los dems personajes acten como sus sbditos. La aventura tiene lugar en 1441, momento en el que el castillo de Zuheros, que dependa del Concejo de Crdoba, pasa a manos de don Gonzalo, noble descendiente de la casa de Aguilar.

E
I.

DE

REALENGO A SEORO

Zuheros es uno de los tpicos pueblos-fortaleza, baluartes defensivos situados en la frontera con Granada, que el rey castellano sola donar a la nobleza para que los convirtieran en plazas fuertes y resistentes a las excursiones de los nazares. Un imponente castillo se erige sobre la base de una elevada roca que domina un pequeo pueblo, un lugar privilegiado desde el cual se puede otear el horizonte y quedar advertido de la llegada del enemigo con tiempo suficiente para preparar la defensa. El pueblo, en el que viven no ms de veinte o treinta familias de campesinos y ganaderos, se extiende sobre una meseta a los pies del castillo protegido por una muralla, y rodeando los enormes peascos desciende un ro que irriga todas las tierras de cultivo, y que hay que salvar mediante un puente para acercarse a las murallas. Hay algunas viviendas extramuros, que los moros construyeron cuando Fernando III conquist el castillo y les oblig a residir fuera del recinto amurallado; los vecinos las aprovecharon despus de que quedaran desiertas tras el xodo de los moros a Granada abrumados por los excesivos impuestos que deban pagar al rey y a la iglesia. Los PJ se adentrarn en una zona montaosa, con algn pequeo bosque y a veces zonas de vegetacin desperdigadas por las laderas, pero todo valle por el que pasen lo encontrarn deforestado y con la parte baja del tronco de los rboles an moteando un paisaje exento de vida vegetal. Entre riscos y altos peascos podrn ver en la lejana un enorme castillo del color de la roca sobre la que se asienta. La vista del castillo es posible desde una antigua calzada romana que une las fortalezas de Baena y Cabra, pasando por el trmino de Zuheros, para despus unirse a otra que se dirige a Antequera. Las razones por las que los PJ se encuentran all pueden ser varias:

Si vienen desde Jan y se dirigen a Mlaga es probable que tengan que pasar por esta calzada. Esta zona tan accidentada y llena de cuevas es ideal para las emboscadas, y de hecho muchos bandidos viven aqu y vigilan continuamente los caminos en busca de vctimas. Un encuentro con un grupo numeroso podra obligar a los PJ a desviarse hacia el castillo, lugar que obviamente los bandidos querrn evitar. Si han estado en Crdoba, un familiar de don Gonzalo, seor de Zuheros, puede haber contactado con ellos a travs del PJ noble, encomendndoles la misin de comprobar qu tal le va al conde en su nueva residencia; que el familiar sea amigo o enemigo del conde queda a discrecin del DJ, pues la casa de Aguilar era amplia y poderosa entonces, y sus miembros a veces no se llevaban muy bien entre ellos.

Ya sea entonces porque lleguen huyendo o estn de visita, finalmente los PJ llegarn al pueblo amurallado. Depende de la hora del da, es posible que observen a los campesinos trabajando en los cultivos que se encuentran extramuros, pero tendrn que insistir bastante cuando lleguen al solitario portn de entrada, pues si no hacen el suficiente ruido pasar un buen rato hasta que se abra una mirilla y a travs de ella les contemplen unos ojos inquisidores. Aunque casi cualquier respuesta que den valdr para que puedan atravesar el portn, su guardin no tolerar la entrada de PJ armados a no ser que haya un noble entre ellos, o bien entreguen sus armas (aquellas del tamao de un cuchillo pueden pasar desapercibidas con una tirada de Ocultar, que tendrn que confrontar con una de Descubrir de los soldados). Una vez dentro, notarn muy poca actividad: casi todos los vecinos permanecen dentro de sus hogares; hay muchos de piedra, pero no faltan las chozas de adobe con un bajo techo cubierto de paja. Todas las casas estn apiadas sin orden ni concierto, de manera que no se puede decir que existan calles propiamente dichas, aunque s espacios algo ms abiertos que podran considerarse plazas. Los nicos edificios que destacan son la pequea Iglesia de Santa Mara, construida sobre una antigua mezquita adosada a la muralla, y de dimensiones tan reducidas que apenas puede albergar a todos los vecinos, y el concejo, lugar donde se renen los oficiales a cargo del pueblo. No hay posadas, pero si los PJ necesitan algo de equipo, los campesinos estaran dispuestos a negociar con las pocas pertenencias de las que disponen, mediante trueque o a cambio de dinero (consulta la pg. 517 del

manual, pero ten en cuenta que la mayora del equipo no est disponible, y el precio es muy relativo). Encontrars ms informacin sobre el pueblo en el Apndice I.

Una vez que se haya establecido el contacto, los PJ acudirn a la casa de Tobas y podrn conocer a su familia. El cabeza de familia es un hombre alto y delgado, con la barba rasurada y que camina un poco encorvado. Es un hombre introvertido pero afable, de pocas palabras pero hospitalario. Su mujer, Mara, es grandota y fuerte, de anchas caderas, voz potente y pronto fcil, pero bajo esa apariencia se esconde una persona inocente que confa plenamente en su marido. Los hijos son Lorenzo, de 12 aos, alto y bien formado, de manera que parece dos o tres aos mayor; Mara, de 9 aos, tambin muy madura para su edad; Rafael, de 8 aos, que siempre anda detrs de su hermano; y el pequeo Tobas, de 3 aos. Los padres de ambos cnyuges no viven, pero s sus tos y primos, que se reparten en varias casas de alrededor, y con los que mantienen una buena relacin, en especial las mujeres, que suelen ayudarse entre s en sus tareas domsticas y en la crianza de los nios pequeos. La cabaa de madera donde viven es algo ms espaciosa de lo habitual, pero sigue siendo una choza de techo bajo y de paja. De varios ganchos en las paredes cuelgan aperos y cuerdas, y apoyado en la pared hay un tabln y unos caballetes sobre los que se coloca cuando llega la hora de comer, amn de varios banquitos de madera. En la otra pared hay dos jergones separados por una cortina, y en una esquina un montn de paja. Como se ha dicho antes, Tobas dispone de un pequeo establo donde descansa su nico buey (hace poco se le muri el otro) y una cabra que le proporciona leche; con estos animales debern dormir los PJ que le pidan asilo a Tobas, pero si ayudaron a su hijo Lorenzo podrn dormir en el montn de paja que hay en la cabaa. El pequeo huerto vallado contiene una plantacin de nabos.

Tobas y su familia
En su camino hacia el castillo los PJ se toparn con un grupo de hombres armados que la han tomado con un muchacho, al que empujan y dan golpes en el trasero con las conteras de sus lanzas. Aunque parezca mentira, son soldados del seor de Zuheros, y solo por sus gambesones y sus bacinetes se reconocen, pues de lo contrario pareceran bandidos. Mucho cuidado debern tener los PJ con lo que hacen: no les conviene de ninguna manera enfrentarse a los soldados: si luchan contra ellos lo ms probable es que terminen azotados y en las mazmorras del castillo; pero pueden ayudar al muchacho interviniendo de forma pacfica: una tirada de Mando por parte del noble del grupo, unas cuantas monedas o un buen argumento rematado con una tirada de Elocuencia podra disuadirles; pero no harn ningn caso si los PJ les amenazan con irle con el cuento a su seor, sino que se reirn y tratarn an peor al muchacho. Si de alguna manera logran que le dejen en paz (o si lo intentan, aunque no lo consigan) el muchacho, en ese momento o con posterioridad (segn se desarrollen los acontecimientos), impresionado por su valenta al haber hecho frente a aquellos abusones, les dar las gracias y se presentar como Lorenzo, hijo de Tobas, insistiendo en que le acompaen a su casa, donde disfrutarn de la hospitalidad de su familia. A partir de ese momento, el DJ puede usar a Lorenzo para informar a los PJ de lo que ocurre en el pueblo y de cualquier persona que viva en l (pero no de las que viven en el castillo, que los campesinos evitan en la medida de lo posible). Tambin cabe la posibilidad de que los PJ pasen del tema, pero Tobas es un personaje fundamental en esta historia, y de alguna manera lo deben conocer. Existen otras posibilidades de introducirlo en la aventura: Si los PJ piden asilo, la casa de Tobas ser su elegida: tiene un pequeo huerto vallado en la parte trasera y un reducido establo que indica que su propietario debe ser descendiente de colonos. Tobas les puede alojar a cambio de que ayuden en las tareas del campo, o bien a cambio de dinero. Sin embargo, si hay un noble entre los PJ, sera absurdo pedir alojamiento a un campesino, cuando puede solicitarlo en el castillo. El propio Tobas, o algn miembro de su familia, podra interesarte por alguno de los PJ, ya sea por su profesin (que podra reconocer por su aspecto, sus ropas o por que lleve a la vista un objeto que sea indicativo, como el arco en el caso de los cazadores) o por algo que le haya llamado la atencin. Aqu ser la habilidad del DJ la que permitir que el encuentro no parezca forzado: un PJ brujo o un sacerdote podra ser abordado para curar a un enfermo o bendecir una tierra que no da frutos, un artesano podra arreglar desperfectos en su casa o aperos rotos... hay un gran nmero de posibilidades.

El nuevo seor
Tobas, o cualquier zuhereo cuya confianza se sepan ganar los PJ, pondr a estos al tanto de los recientes hechos que han dado lugar a la tensa situacin que se est viviendo en el lugar. Hace poco el castillo de Zuheros se encontraba bajo jurisdiccin del Concejo de Crdoba, pero el rey Juan II se la don a Gonzalo Martnez de Crdoba, pues el rey se ha propuesto acabar de una santa vez la conquista del reino granadino, que la cosa se est eternizando, y resulta que el emplazamiento del castillo tiene una gran importancia estratgica. As que el conde don Gonzalo se traslada a Zuheros, echa a patadas a los funcionarios del Concejo y nombra los suyos propios. Los vecinos recibieron con recelo a su nuevo seor, pues aunque estaban acostumbrados a que los funcionarios del Concejo les sangraran a base de impuestos para la guerra contra Granada, bien saban que la cosa no iba a mejorar con la llegada de una persona que, adems de exigirles tanto o ms que sus predecesores, tendra derecho casi total sobre ellos (ver los derechos de un seor feudal sobre sus vasallos en la pg. 418 del manual). Y

pronto notaron el cambio a peor, pues el conde quera construirse un palacio junto al castillo y comenz a utilizarlos como mano de obra, as que tenan menos tiempo para sus campos, y lleg una poca de tormentas en la que perdieron muchos cultivos por dejarlos desatendidos trabajando para el caprichoso seor. Y si no bastaba con esto, les toc adems sufrir los excesos de Fernando, el hijo del conde, que sola bajar borracho al pueblo a lomos de su caballo, fanfarroneando y utilizando a los vecinos para su propia diversin; una vez sobrepas los lmites de lo humanamente soportable al forzar a una muchacha, y entonces los campesinos se negaron a trabajar en el palacio del conde. A este no le qued ms remedio que usar la mano dura: sus soldados sacaban a los vecinos de sus casas a la fuerza y los conducan al castillo a punta de lanza, mientras Fernando se segua pavoneando por ah. Un puado de campesinos empez a organizar una resistencia contra el conde y sus soldados, y cuando estos intentaban sacar de su casa a un campesino enfermo, se armaron con sus aperos y los atacaron, hiriendo a uno de ellos. Ese mismo da por la noche desapareci Fernando, y a la maana siguiente un soldado informaba de que lo haba encontrado muerto en el camino que conduca a la Cueva de los Murcilagos. El conde mont en clera, atrap a uno de los cabecillas de la revuelta y lo colg en una horca que puso frente a la puerta del castillo para que todos lo vieran... Al mismo tiempo, los soldados comenzaron a comportarse como bandidos, saqueando a los campesinos con la excusa de que escondan parte de la cosecha que deban entregar como impuesto. Gonzalo se encerr en su castillo y no volvi a convocar ningn concejo, mientras sus sbditos seguan siendo maltratados por los soldados, creciendo en ellos el odio y la indignacin... Y as estn las cosas cuando los PJ llegan al pueblo. Los campesinos apenas salen de sus casas para no encontrarse con los soldados, y esconden sus cosechas y sus pertenencias lo mejor que pueden. Algunos se han visto obligados a huir, otros se han tenido que esconder en la sierra y han terminado convirtindose en bandidos. Y el rey est demasiado ocupado en su guerra contra Granada como para prestar atencin a lo que pasa aqu.

ser Hctor el que lo lleve en presencia del conde don Gonzalo. Este les recibir en el saln, que se encuentra en la segunda planta de la torre del homenaje, sentado en su silln y acompaado de Pedro, su mayordomo y consejero, que hablar por l. Lo que ocurra entonces depende de los PJ: Si hay un noble entre ellos, sern bien recibidos y don Gonzalo ofrecer su hospitalidad durante una semana, ya que al cabo de ella le visitarn sus familiares y la presencia de otros nobles amigos les puede disuadir de intentar usurparle la fortaleza (que muchas veces los miembros de la familia eran los peores enemigos). Al noble lo alojar en la torre del homenaje, y a sus acompaantes en el edificio donde duermen soldados y siervos. Si no hay ningn noble y vienen a pedir trabajo, Pedro les pondr a prueba primero dependiendo de lo que sepan hacer, y estar especialmente interesado si hay algn albail. Aquel que busque un puesto entre la guardia, ser evaluado por Hctor, el alcaide del castillo, y si se lo comunican a l antes de que les lleve en presencia del conde, l mismo se encargar de convencerle de la necesidad de ms hombres para garantizar el orden, ahora que los nimos estn tan caldeados.

II.

LA

PIEDRA INEXPUGNABLE

Tarde o temprano, los PJ se dirigirn al castillo, ya sea para buscar trabajo o para pedir asilo en caso de que haya un noble entre ellos. En el Apndice II tienes una descripcin del castillo y de las personas que viven en l. Al llegar vern la gran torre del homenaje alzarse a una gran altura sobre la roca delante de ellos. El edificio de entrada al castillo se ha construido adosado a la roca (por cierto, cerca de all an cuelga de la horca el cuerpo de uno de los cabecillas de la revuelta); se accede a l a travs de una puerta de hierro custodiada por un soldado que suele estar en uno de los puestos de guardia. Este no pondr muchas trabas para dejarles entrar, a no ser que se presenten armados, en cuyo caso lo consultar con Hctor, el alcaide, que los examinar personalmente; tambin ocurrir esto si hay un noble entre los PJ, ya que

Una vez dentro, dale un da o dos a los PJ para que exploren el castillo, conozcan a las personas que lo habitan y sepan cmo funcionan all las cosas (srvete para ello del Apndice II, donde adems podrs consultar cules son los quehaceres de los PJ segn el oficio por el que les haya contratado el conde). Los criados temen al conde, y por ello ser muy difcil que hablen sobre l, an ms si no pueden decir nada bueno (a no ser, claro, que los PJ se los camelen de alguna manera). Los soldados, por lo general, se comportan como matones y abusan impunemente de los campesinos. Don Gonzalo no hace nada por evitarlo, ya que culpa a los campesinos de la muerte de su hijo; adems, desde el fatdico da se ha encerrado en la torre, y vencido por el odio y la tristeza no habla con nadie excepto con Pedro, su mayordomo. Solo podra hallar algo de paz si encontrara al asesino de su hijo, pero sabe que es casi imposible, pues piensa que su muerte la plane toda la gente del pueblo.

III.

UN

CRIMEN SIN RESOLVER

Los acontecimientos que se van a producir ahora afectan a los PJ por el vnculo que han establecido con Tobas o algn miembro de su familia; vnculo que el DJ debe haberse encargado de generar de alguna manera, tal como se explic ms arriba, ya que de lo contrario los PJ no tendrn motivacin para indagar sobre el asesinato de Fernando, el hijo del conde. Don Gonzalo solo desea encontrar al culpable, y le bastar el ms mnimo indicio para encerrar a quien sea en las mazmorras y condenarle a morir en la horca; por eso, cuando Tobas sea acusado, no dudar en torturarle hasta que confiese lo que quiere or. El resto de la aventura tras el encierro de Tobas es de libre exploracin, y por lo tanto hay que tener en cuenta

que los PJ pueden seguir el orden que les apetezca; solo ocpate de que cada accin tenga su consecuencia.

El arresto de Tobas
Cuando los PJ estn ya a sus anchas en Zuheros, ocurrir el siguiente suceso, que podrn presenciar o no, dependiendo de dnde se encuentren. El alguacil se dirige a la cabaa de Tobas en compaa de otros tres soldados; l y otros dos entran dentro mientras uno vigila fuera a los vecinos que empiezan a salir de sus casas. El alguacil rebusca entre la paja y encuentra una daga, y en ese momento ordena a los otros que arresten a Tobas. Le golpean sin contemplaciones hasta que queda doblado de dolor en el suelo y se lo llevan a rastras. Su mujer y sus hijos les siguen hasta el castillo, llorando y gritando que Tobas no ha hecho nada, y cerca de ellos, pero a distancia prudencial, un grupo de vecinos van murmurando maldiciones contra los soldados. Nadie podr pasar de la puerta, y la familia de Tobas se quedar en sus inmediaciones durante un buen rato, hasta que alguien se los lleve de vuelta a casa o encuentren a los PJ y les pidan ayuda. Dentro del castillo, el alguacil lleva a Tobas a presencia del conde en la torre del homenaje y le entrega la daga que ha encontrado en su cabaa. El conde, encolerizado, acusar a Tobas de haber asesinado a su hijo, cosa que este negar insistentemente; pero de nada le servir, pues don Gonzalo ordenar que lo encierren en las mazmorras y lo torturen hasta que confiese, lo cual ocurrir a las pocas horas, justo cuando un grupo de vecinos, envalentonados, acuden al castillo para protestar por el arresto de Tobas. En ese momento saldr el conde y anunciar que Tobas ser ahorcado al da siguiente de la llegada de sus parientes (sin duda, es una buena oportunidad para demostrarles cmo gobierna su feudo con mano de hierro), y acto seguido ordenar a sus soldados que despejen la entrada, cosa que harn a base de palos. No se sabe exactamente qu da llegarn los parientes del conde, y esto es una baza que puede usar el DJ para aadir emocin a la aventura: justo cuando estn a punto de descubrir al verdadero asesino y obtener pruebas de la inocencia de Tobas, los parientes del conde se presentarn en el castillo.

corcel cuando el sol an no se haba ido, llevaba una bota de vino y ya iba achispado. En el pueblo dirn que, cuando volvan de trabajar los campos, Fernando les cerr el paso con su montura y, claramente borracho, trat de atrapar desde ella a cuanta muchacha vea para alzarla a la silla. Al no conseguirlo, desmont y las persigui, pero apenas si se tena en pie. Entonces vio a un soldado que tena el da libre y haba bajado al pueblo, y le orden que le cazara alguna moza. A este le pareci divertido y consigui atrapar a una de ellas, cosa que celebr Fernando compartiendo con l su bota de vino. La sacaron del pueblo antes de que sus familiares pudieran hacer nada, ya que el soldado que custodiaba la puerta la cerr y no permiti a nadie salir. El relato lo puede seguir la muchacha, Brbara, que contar que el hijo del conde estaba demasiado borracho, pero que el soldado, que la haba rondado en otras ocasiones, trat de violarla mientras Fernando se haba echado para recuperar fuerzas. Ella cogi una piedra y consigui golpear con ella la nariz del soldado, y as logr escapar. A partir de aqu es Francisco, el soldado que acompaaba a Fernando, el que podr continuar con la historia, y de paso responder a la segunda cuestin, pues fue el ltimo que vio con vida al hijo del conde y quien lo encontr muerto. No es difcil de encontrar, pues tal como afirm la muchacha, tiene la nariz partida por su golpe. Ser especialmente difcil sacarle informacin a Francisco, ya que se llev una fuerte impresin aquella noche y solo quiere olvidar lo que vio. Su historia es la siguiente. Aquel era su da libre, y baj al pueblo a la hora a la que los campesinos volvan del trabajo porque quera encontrar a Brbara, una muchacha a la que llevaba tiempo pretendiendo y que le haba rechazado en varias ocasiones. Mientras esperaba, vio a Fernando persiguiendo en su montura a varias muchachas que regresaban a sus casas en compaa de sus familias. Viendo que Brbara estaba entre ellas, Francisco se acerc y entonces Fernando le orden que le cazar una muchacha. El soldado no se lo pens y se fue derecho hacia Brbara. Como estaban cerca de la puerta de la muralla, salieron con ella rpidamente sin dar tiempo a los dems a que pudieran perseguirles, ya que Fernando orden cerrar la puerta tras ellos. El resto del relato hasta que Brbara consigue escapar debera ser idntico al de la muchacha: les servir a los PJ para comprobar si Francisco est siendo sincero. Lleno de dolor por el golpe en la nariz, Francisco volvi al lugar donde descansaba el hijo del conde, pero no le encontr. Sin embargo, oy bufar a su caballo camino arriba, y fue directamente para decirle que aquella perra se haba escapado, convencido de que le divertira perseguirla, y as poder darle su merecido. Pero el caballo estaba solo, y adems se le vea nervioso. Lo cogi de las riendas y subi por el camino que llevaba a la Cueva de los Murcilagos, llamando a Fernando. Entonces vio el cuerpo a un lado del camino y pens que estara durmiendo la mona. Pero al acercarse vio algo que ya nunca olvidar: el cuerpo de Fernando medio devorado. Tras vaciar de su estmago el vino que haba trasegado, le invadi un miedo atroz, que se vio acentuado por el hecho

Averiguaciones
El principal enigma de esta historia es la identidad del asesino de Fernando, el hijo del conde, pero para llegar a descubrirlo es necesario indagar sobre una serie de cuestiones que no estn nada claras: 1. 2. 3. Qu ocurri la noche que Fernando desapareci? Quin encontr el cuerpo de Fernando, y dnde? Qu significado tiene la daga que encontraron en casa de Tobas, y cmo supo el alguacil que estaba all?

La respuesta a la primera pregunta hay que buscarla entre mucha gente, desde los habitantes del castillo que vieron salir a Fernando hasta el ltimo vecino que le vio con vida por la noche. En el castillo solo podrn decir que vieron a Fernando salir del castillo montado en su

de que senta una presencia cercana, e incluso le pareci ver la silueta de una persona entre las malezas. Rpidamente, mont en el caballo y huy de all al galope. Cuando lleg a las puertas de la muralla, avis al soldado que las custodiaba en ese momento de la muerte de Fernando, y al poco acudi el alguacil con varios hombres para trasladarlo al castillo, pero no encontraron el cuerpo donde Francisco dijo que lo haba encontrado. No fue hasta el amanecer cuando lo hallaron cerca de la Cueva de los Murcilagos. El propio alguacil, as como los soldados que le acompaaron, pueden atestiguar el lamentable estado en el que se encontraba el cadver. Pareca que lo hubiera devorado una bestia. Casi todo el pueblo sali para ver cmo trasladaban al castillo el cadver envuelto en sbanas, y muchos murmuraban a su paso que Dios haba hecho justicia. Comenzaron a creer el conde y los soldados que los campesinos le haban tendido una trampa a Fernando, lo haban asesinado, haban robado sus pertenencias y haban abandonado su cuerpo a los lobos. El prroco del pueblo ofici la misa de difuntos en la intimidad del castillo y Fernando recibi sepultura en la capilla en presencia del conde y sus oficiales. Pero todava nos queda saber qu papel juega la daga que encontraron en la casa de Tobas. Se trata de una daga de plata que Fernando siempre llevaba encima, lo cual sita a Tobas como principal sospechoso de su asesinato. Los PJ solo pueden saber de la daga a travs de los soldados o de Tobas y su familia, que vieron cmo el alguacil sacaba la daga de entre la paja. Sin embargo, Mara o Tobas, si consiguen visitarle en los calabozos del castillo (cosa que solo conseguirn sobornando al soldado que

lo custodia, ya que ha recibido de Hctor la orden de no dejar pasar a nadie), dirn que no tienen ni idea de cmo lleg la daga a su casa, ni cmo el alguacil saba que estaba all. Lo cierto es que alguien se lo dijo, pero los nicos que saben esto son el propio alguacil y, a travs de l, Hctor, el alcaide, que no dirn nada para preservar la identidad de quien acus a Tobas; adems, esa persona se dirigi directamente al alguacil, sin que nadie lo viera. Si, olindose que alguien le ha tendido una trampa a Tobas, le preguntan a este, a su esposa o a su hijo Lorenzo por las personas con las que han tratado ltimamente, dirn que tienen tratos con muchos vecinos a los que les venden los nabos que cultivan en su huerto; tampoco tienen enemigos entre los dems campesinos, y de hecho todos estn ms unidos que nunca debido a los excesos de don Gonzalo y sus hombres. Solo si preguntan si alguien ha entrado en su casa, o si han tenido tratos con alguien inusual, se pondrn a pensar y dirn que Gregorio el sepulturero, un tipo hurao y solitario, vino a su casa interesado por probar algunos nabos. Y aunque no lo saben, fue este precisamente quien, aprovechando un descuido de Tobas, el nico presente, mientras le daba la espalda a Gregorio para buscar los nabos, ocult la daga entre la paja y luego dio el chivatazo. Pero, por qu lo hizo?

Gregorio
Tanto el hecho como el motivo solo podrn averiguarlo de labios de Gregorio, pero este no confesar a menos que se le torture. Vive extramuros, en una cabaa al lado del cementerio. Reciba una pequea paga del Concejo de Crdoba, y ahora la recibe de don Gonzalo. Su cometido es excavar fosas y amedrentar con su presencia a

posibles saqueadores de tumbas. Pero parece que no se ha tomado muy en serio su oficio ltimamente... Si entran en el cementerio, los PJ vern, con una tirada de Descubrir, que todas las fosas han sido removidas recientemente; y si tuvieran la oportunidad de excavarlas y comprobar los atades, todos los encontrarn vacos. Y es que Gregorio los desenterr a todos y los llev, uno a uno, a la entrada de la cueva de los murcilagos, pues una mujer le pagaba por cada uno de ellos. Un da se le present y, sin ms, le plant una bolsa llena de dinero delante de las narices y le prometi ms a cambio de que le proporcionara cadveres lo ms frescos posibles. l nunca haba visto a aquella mujer, y supuso que era una bruja que se haba mudado all y se ocultaba en las cuevas, y que necesitaba de los cadveres para sus prcticas demonacas. Cuando ya no le quedaba gnero, la mujer (que siempre se le presentaba a la luz del da) le entreg la daga de Fernando y su anillo de oro (que los PJ podrn encontrar rebuscando en su cabaa previa tirada de Descubrir, dentro de una pequea bolsa) y le dio instrucciones para que inculpara a uno de los vecinos primero con una de las posesiones de Fernando, y cuando este fuera ajusticiado, repitiera la operacin con otro; as provocara el levantamiento de los campesinos y pronto habra muchos ms cadveres. Gregorio oculta sus ganancias en un agujero a los pies de una gran encina.

que hay el riesgo de caer en abismos de cuyo fondo surgen afiladas estalagmitas. Ser imposible encontrar a quienquiera que est escondido en la cueva; sern sus moradores quienes, si quieren, encuentren a los PJ. Y aunque se alimenten de cadveres, no despreciarn el buen bocado que se les presenta; pues se trata de una pareja de guls con tres cras pequeas y voraces a las que deben alimentar. Hace poco se asentaron en esta cueva, en la que se haba escondido un grupo de bandidos. Los devoraron a todos y se hicieron con su botn, que ahora utilizan para que Gregorio les consiga ms carne con la que alimentarse tanto ellos como a sus retoos. Cuando qued vaco el cementerio, desesperados ante la falta de comida, empezaron a rondar por el pueblo en busca de algn campesino solitario. Uno de ellos estaba por all el da que sali Fernando, y aprovech la oportunidad para engaarlo adoptando el aspecto de mujer y devorarlo, robndole todas sus pertenencias. Despus de eso, trazaron el plan para provocar ms muertes en el pueblo y as poder seguir alimentando a sus cras con la ayuda de Gregorio. Los guls han tenido tiempo de explorar la cueva y han dispuesto su morada en una sala prcticamente inaccesible a menos que se sepa de su existencia, ya que se accede a travs de un tnel que se abre en el techo de una galera. En el momento en que los PJ hagan un ruido o hablen algo, los guls les oirn y saldrn para cazarlos. Para ello los atemorizarn con sus gruidos e intentarn separarlos para matarlos uno a uno. Si se ven capaces de vencerlos, tratarn de conducirlos a una fosa que utilizan como depsito de las sobras de los cadveres que devoran, donde, debido tanto a la macabra visin como el insoportable hedor, los PJ tendrn que pasar una tirada de Templanza si no quieren ser presa del pnico y vaciar su estmago, con lo que lucharn con una penalizacin -25%. En una batalla abierta, los guls aprovecharn la estrechura de la cueva para anular la ventaja numrica de los PJ. Adems, mientras uno pelea, el otro se dedicar a aullar para provocar una conmocin en ellos (ver caractersticas de los guls ms abajo) y luego unirse a la lucha. Si los PJ logran matar a uno, el otro intentar huir, y si le dejan y le siguen (con tiradas enfrentadas de Correr, ya que tratar de despistarlos), les conducir a su refugio, donde estn sus tres cras (an indefensas, pero cuidado que muerden) y donde guardan el botn y la espada de Fernando.

IV.

EL HOGAR DE LOS NECRFAGOS

Hay varias cuevas en los alrededores de Zuheros, pero la de los murcilagos es, sin duda, la ms singular. Est situada en la cima de un cerro, y se llama as por la cantidad de murcilagos que moran en su interior. Al final, todos los indicios llevarn a los PJ a visitar esta cueva: el cuerpo de Fernando fue hallado en el camino que conduce hacia ella, y Gregorio afirma que vive all una bruja que le pagaba a cambio de que le llevara cadveres. Se la describir como una mujer joven y bella, a la que ha juzgado como bruja por el tema de los cadveres (si bien a l poco le importaba, mientras le hiciera rico). Efectivamente, podrn rastrearse por las cercanas de la cueva las huellas de unas pisadas que se adentran en ella, pero una vez dentro desaparecen. Adems, con una tirada combinada de Descubrir y Rastrear se podr ver que llega un punto en que la forma de las huellas cambia y se asemejan a las de unas garras. Una tirada de Conocimiento Animal desvelar que no pertenecen a ningn animal conocido por los PJ. A cualquiera que se adentre en esta cueva le parecer estar ante los restos de un mgico mundo subterrneo, con piedras que parecen haber sido talladas para que adopten formas unas veces bellas y otras grotescas, dando lugar a salas bastante peculiares. Tambin se pueden apreciar de tanto en tanto algunas pinturas en las paredes (rupestres, aunque el DJ puede alimentar la paranoia de los jugadores describindolas como demonacas). La cueva tiene una gran profundidad, y de hecho, ser necesario pasar tiradas de Conocimiento Mineral para no perderse. A veces, tambin sern necesarias tiradas de Saltar y de Trepar, pues existen pasajes bastante peligrosos, en los

V.

CONCLUSIONES

Varias cosas pueden pasar, dependiendo cmo hayan manejado el asunto los PJ durante la aventura. Para que don Gonzalo libere a Tobas tienen que presentar alguna prueba de su inocencia. Lo mejor es hacer que Gregorio se confiese, pero este culpar a los PJ en cuanto est frente al conde. La prueba definitiva es el anillo de Fernando, que Gregorio mantiene oculto en su cabaa, o su espada, que est en posesin de los guls. De no haber encontrado ninguna de ellas, todo depende del desarrollo de los acontecimientos, y de la habilidad de los PJ para convencer a don Gonzalo de la culpabilidad de Gregorio. Per-

dern toda credibilidad en cuanto empiecen a hablar de los guls, y suerte tendrn si al hacerlo no acompaan a Tobas en la horca por tomar al conde por tonto. Cul sera el final feliz de esta historia? Pues culpar a Gregorio del asesinato de Fernando y conseguir que ocupe el lugar de Tobas. As, don Gonzalo comprender que ha cometido un error, invitar a sus sbditos a la cena el da que lleguen sus parientes, y el pueblo se reconciliar con su seor despus de todo. Aos despus la rama de los Fernndez de Crdoba heredar el seoro, al morir don Gonzalo sin haber tenido descendencia. Posibles recompensas podran ser un puesto importante en el castillo, una carta de recomendacin para un PJ miembro de la baja nobleza, o unos cientos de maravedes como agradecimiento. Y, por supuesto, la amistad de don Gonzalo, que siempre recibir de muy buen grado a los PJ en su castillo.

Proteccin: Carecen. Armas: Mordisco 50% (1D6 + 1D4). Competencias: Esquivar 45%, Correr 60%, Rastrear 90%.

Poderes Especiales
Aullido: Todo aquel que escuche el aullido de un gul pierde automticamente la Inciativa y todas sus tiradas se vern reducidas en un -50% durante 1D6 + 10 asaltos (en el caso de que sea una mujer embarazada, adems abortar). No es posible tirar ni RR ni Templanza para evitarlo. Metamorfosis: Un gul puede convertirse en humano (normalmente en mujer) durante el da, pero al llegar la noche adoptar de nuevo su verdadera forma. Parlisis: Si un gul consigue dar tres veces la vuelta en torno a una persona o animal, y este falla una tirada de RR, quedar paralizado por completo durante 1D10 asaltos.

DRAMATIS PERSON
SOLDADOS
FUE: AGI: HAB: RES: PER: COM: CUL: 15 15 12 15 10 08 08 Altura: Variable. Peso: Variable. RR: 60% IRR: 40% Templanza: 40%

APNDICE I: ZUHEROS
Zuheros es un pueblo-fortaleza que fue frontera con el Reino de Granada desde que Fernando III lo conquist en 1241 hasta 1492, en que se complet la conquista del reino nazar. La disposicin de su castillo, erigido sobre la base de unos altos peascos precedidos por una meseta, lo hizo resistente a las algaradas durante todo ese periodo. El castillo puede verse rodeado de los altos macizos de la Sierra de Cabra desde la ruta que une los seoros de Baena y Cabra. Al llegar hay que cruzar un puente que salva el ro Bailn, un torrente que desciende de la sierra rodeando los enormes peascos sobre los que se asienta el castillo. Tras el puente se llega a una zona habitada extramuros, donde existi una aljama en la que habitaron los moros tras la conquista del castillo. Estos se sublevaron varias veces debido a los gravosos impuestos que tenan que pagar, y fueron emigrando al Reino de Granada, de manera que ya en el siglo XV apenas quedaban familias mudjares y el arrabal se fue poblando de los vecinos que ya no caban en el recinto amurallado. Los moros erigieron una mezquita adosada a la muralla justo al otro lado de donde se encontraba la que tuvieron que abandonar y que los cristianos convirtieron en iglesia. Esta mezquita deba estar ya ruinosa a principios del XV, y un siglo despus se convertira en la iglesia principal. La muralla nace del castillo y encierra parte de la meseta que se abre bajo su asentamiento. Consta de varios lienzos que unen torretas cuadradas dispuestas estratgicamente, con algunas torres albarranas. El espacio entre las murallas y el castillo lo ocupaban las viviendas de los campesinos que trabajaban las tierras irrigadas por el ro Bailn. Sus casas se apiaban formando estrechos y tortuosos callejones y calles ciegas (sin salida) y llegaban hasta las inmediaciones del castillo, en las que exista una explanada que lo separaba del pueblo.

Proteccin: Gambesn (2 puntos de Proteccin) y Capacete (2 puntos de Proteccin). Armas: Lanza Corta 45% (1D6 + 1 + 1D4). Competencias: Correr 30%, Descubrir 35%, Tormento 40%.

CAMPESINOS
FUE: AGI: HAB: RES: PER: COM: CUL: 10 10 12 12 12 05 05 Altura: Variable. Peso: Variable. RR: 50% IRR: 50% Templanza: 30%

Proteccin: Ninguna. Armas: Aperos de labranza 30% (1D8). Competencias: Correr 25%, Sigilo 30%.

GULS
FUE: AGI: HAB: RES: PER: COM: CUL: 15 30 10 15 20 10 10 Altura: Peso: RR: IRR: 1,40 varas 90 libras 0% 100%

Uno de los pocos edificios de inters aparte del castillo era la Iglesia de Santa Mara, adosada a la muralla, tan pequea que apenas tiene la suficiente capacidad para albergar a los vecinos. Consta de dos naves angostas, y la principal la sostienen tres postes unidos con arcos, que molestan la vista del altar mayor, dispuesto en el interior de un arco ciego sin ms adorno que una imagen de la virgen con el nio Jess en brazos, de tamao mediano. A la izquierda, una imagen de san Jernimo y un poco ms al lado el sagrario tras unas puertas doradas. El techo de la iglesia est muy bajo, y esta no tiene sacrista, coro ni rgano. Tiene, sin embargo, una torre con dos campanas. El concejo es un edificio situado extramuros donde se renen los oficiales que administran el pueblo. El seor de Zuheros informa de las reuniones a travs del portero, que acta como pregonero. Los oficiales que participan son: Alcaide: es el jefe de las tropas del seor feudal, que se encarga de defender el castillo y la frontera de los ataques de los moros. El cargo lo detenta Hctor, un experimentado combatiente que siempre ha estado al servicio de Don Gonzalo y rara vez lo ha defraudado. Alguacil: el jefe de la polica, que acta fuera del castillo garantizando el cumplimiento de la ley que dicta su seor. Escribano: pone por escrito las decisiones que se toman en el concejo. Mayordomo: el hombre ms cercano al conde, ya que acta como su consejero personal y administra sus propiedades, organizando el trabajo en el castillo y recaudando los impuestos en compaa del alguacil. Jurado: un hombre elegido entre los ms notables del pueblo, que transmite las peticiones y quejas de los sbditos. Regidores: son cuatro, y tambin forman parte del patriarcado del pueblo, teniendo voz y voto en las reuniones del concejo, aunque rara vez miran por los intereses de sus vecinos.

don Gonzalo Martnez de Crdoba, de la casa de Aguilar, para que lo convierta en una plaza fuerte, pensando en la guerra contra Granada. Poco despus don Gonzalo muere sin descendencia, y lo dona a la casa de los Fernndez de Crdoba. La fortaleza se asienta sobre un enorme peasco que domina todo el pueblo, de manera que es inexpugnable por la parte norte y oeste, mientras que su parte suroriental da a la villa. Hacia la parte occidental, en el tiempo que nos ocupa, se comienza a construir un palacio, pero no se terminar hasta el siglo XVI. El castillo se encuentra a una altura considerable, a la que se llega a travs de una entrada en recodo, especialmente diseada para defender el acceso a la fortaleza. Una puerta de hierro, siempre custodiada por un soldado, da paso a un interior en el que se observan unas ladroneras en el techo, con aspilleras para hostigar a los enemigos que tratan de invadir la fortaleza. Al frente hay dos pequeos puestos de guardia. Hay que salvar dos niveles de escaleras antes de llegar al patio de armas. Lo primero que se ve son los establos a la izquierda, tras los cuales hay un espacio destinado a las letrinas. Al frente de estos, un viejo edificio de madera que contiene la herrera. Al fondo hay un edificio de dos plantas: la primera se usa como almacn, para guardar tanto las armas como las herramientas que utiliza la servidumbre, y tambin como despensa; la segunda como dormitorio y comedor para siervos y soldados. Al frente de este edificio est el aljibe, donde se conserva el agua de la que se abastece la fortaleza, y a su lado un pequeo huerto y un corral con gallinas y una cabra, que proporcionan huevos y leche fresca. Por aqu se accede a la torre del homenaje, que tiene tres plantas y la azotea. A la primera solo se puede acceder desde el interior, mientras que las otras dos son accesibles desde escaleras exteriores flanqueadas por muros almenados. La primera planta se usa como mazmorra, ya que no tiene ventanas y solo tiene un acceso; tambin como bodega, que el seor es muy aficionado a los buenos vinos de la campia. El conde hace su vida en la segunda y la tercera planta. La segunda alberga el gran saln donde celebra los banquetes e imparte justicia, con las paredes cubiertas de tapices, largas mesas de madera a ambos lados y una gran silln al fondo, forrado en terciopelo de color rojo. Tambin se encuentran en ella las cocinas y una pequea capilla, con un banco dispuesto frente a la imagen de un santo colocada bajo un arco ciego y precedida de unos cirios que se mantienen encendidos. A ambos lados del banco hay sendas losas de piedra con una argolla de bronce en el centro, donde reposan los restos de la esposa y el hijo del conde. En la tercera planta est la alcoba y la habitacin de invitados, actualmente ocupada por el mayordomo y el escribano; a este ltimo se le ha facilita-

Don Gonzalo no dispone de alcalde, oficial encargado de impartir justicia, ya que prefiere encargarse l mismo de este menester con la ayuda de Pedro, su mayordomo.

APNDICE II: EL

CASTILLO

El castillo de Zuheros lo erigi en el siglo IX el clan de los Banu-Himshi muy cerca de una va de trnsito que una Crdoba y Granada, a las puertas de la Sierra Subbtica, formando parte de la Cora de Ilbira. El clan se rebel contra el califa Abderramn III, y como consecuencia de ello poco despus todos sus castillos seran derruidos. En el siglo XII llegan los almohades a la pennsula y lo reconstruyen, y un siglo ms tarde, en 1241, las tropas de Fernando III el Santo lo toman al asalto y pasa a manos cristianas; a partir de entonces ser frontera con el Reino de Granada hasta 1492, en que los Reyes Catlicos la conquistan. En el siglo XIV pasa a ser propiedad del concejo de Crdoba, hasta que en 1441 Juan II lo dona a

do all mismo un escritorio y utensilios de escritura, as como un arcn donde guarda todos sus legajos. De la azotea cuelgan los pendones con las insignias de Castilla y de la casa de Aguilar. Es el punto ms alto del pueblo, y aqu siempre hay un soldado que otea el horizonte. Contando con el conde, son 25 las personas que viven en el castillo.

De esas personas, once son soldados. Como se ha dicho, uno siempre guarda la entrada y otro hace de viga. Hctor, el alcaide, suele estar en el castillo, aunque sale de vez en cuando. Otro soldado ms se queda en el castillo desempeando diversas funciones, como la de carcelero cuando hay prisioneros en las mazmorras, mientras que un quinto disfruta de descanso. Los otros seis soldados estn fuera del castillo, siendo uno de ellos el alguacil.

Dos se dedican a hacer la ronda por la muralla, aunque normalmente se quedan en las torres albarranas, y otro custodia la puerta de entrada al pueblo. Los otros tres dan vueltas por el pueblo, pero cuando el ganado sale a pastar suelen acompaar a los pastores para disuadir a los bandidos que moran en las cuevas cercanas. Todos los soldados duermen en la segunda planta del edificio que se usa como almacn, junto con los siervos, pero el alcaide y el alguacil tienen camas aparte para ellos solos y se aslan de los dems mediante unos cortinajes. Pedro, el mayordomo, siempre est en el castillo organizando el trabajo de los siervos y asesorando a su seor en los juicios y en cualquier otro menester, pero a veces sale en compaa del alguacil para recaudar los impuestos. El escribano siempre est en su escritorio, aunque a veces da un paseo por el castillo para hacer inventario (para lo

cual se ayuda de un par de siervos) o para calcular el coste de las reparaciones que indica el mayordomo. Este tambin puede requerir su ayuda cuando sale a cobrar los impuestos, que para eso es el que ms sabe de cuentas. Entre los once siervos que trabajan en el castillo se encuentran el cocinero, con su mujer y tres hijas que ayudan en tareas diversas, como cuidar del huerto y calmar los apetitos del conde, que las requiere a una o a todas cuando le viene en gana. Hay tambin dos mozos de cuadra, y un albail que ha llegado recientemente con su esposa y un hijo pequeo, por el tema del palacio, y que tambin es un poco herrero. Hay tambin otros dos criados que hacen un poco de todo. Aparte de ellos, el conde tiene a su disposicin un cazador que le acompaa siempre que sale a practicar la caza y que le proporciona carne para su despensa.

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