La Isla de Dante

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La isla de Dant

Gabrielle Goldsby
Descargos estndar: Los personajes de este relato "uber" pueden parecerse fsicamente a unos personajes propiedad de Renaissance Pictures. El parecido termina ah. Para bien o para mal, estas chicas son mas y voy a hacer con ellas lo que me plazca. in embar!o, pod"is solicitar ju!ar con ellas. Aviso de violencia y lenguaje soez: #ay un poco de violencia al principio de esta historia, pero nada demasiado !r$fico. %is chicas lle!an a cabrearse %&'#( )%* y sueltan al!una maldici+n de vez en cuando. ,a sab"is lo que pasa cuando al!uien te toca las cosquillas y vuelan los insultos. Pero se!uro que despu"s lo lamentaron mucho. Aviso de subtexto: 'onsideraos advertidos de que esta historia contiene se-o e-plcito y !r$fico entre dos mujeres adultas con consentimiento mutuo. i sois menores de ./ a0os... deberais terminar la colecci+n completa de los misterios de 1ancy 2re3 y 4ri-ie 5eldon antes de acometer al!o como esto. 'reedme, esto os supera mucho. 6'7%*8 69u" ya os los hab"is ledo8 :ale, pues pod"is pasar a ;udy 5lume pero primero pedidle permiso a mam$. 6Por d+nde iba8 <h, s, si este tipo de historia es ile!al en el pas=estado=cueva donde vivs, deberas dejar de leer ahora mismo y dedicaros a plantar al!o. Por cierto, ten!o entendido que los autobuses >reyhound tienen billetes de ida por tan s+lo ?@ d+lares. )ndirecta... indirecta... !ui0o... !ui0o. Aviso de libertad creativa: 5ueno, antes de que empec"is a leer esta historia, voy a confesar que me he tomado ciertas libertades con la !eo!rafa. 'reo que si la !ente puede escribir y publicar historias sobre ;o-er y >ab como pareja, yo puedo escribir lo que me d" la !ana sin tener que a!uantar comentarios al respecto. 6<l!uien se ofrece como testi!o8 Por cierto, sobre el Statendam III. Era un crucero aut"ntico de la #olland <merica Line. Aviso de primera vez: :ale, s, hay al!o de eso, pero a lo que me refiero es a que "sta es la primera historia que escrib en mi vida. <unque ahora ya ten!o otras publicadas en la red, "sta es la primera que acomet. Est$ bien, confieso que estaba cie!a de Aool <id de ponche tropical y Red :ines cuando la escrib, pero leedla de todas formas. Gracias: 9uiero dar las !racias a mis correctoras, injen Aai y 5ec, por el ma!nfico trabajo que han hecho al traducir mi "!abriel"s". >racias a 4i!!ster por cerrar los ojos y publicar mi trabajo a pesar de todo. e a!radecen comentarios positivos y constructivos, los ne!ativos ser$n enviados a #acienda por posible evasi+n de impuestos. Estoy enB >ab>oldCaol.com
Ttulo original: Dant's Island. Copyright de la traducci n: <tala DcE FGGF

Era como si los dioses hubieran hecho que el da fuera perfecto especialmente para nosotros. )ba a ser el primer da de una travesa por el oc"ano que nos llevara de Europa a <m"rica. El cielo no podra haber estado m$s azul si lo hubiera pintado yo misma. ,o

estaba emocionadsima, mi hermana peque0a Lilly no poda parar quieta y mi madre no dejaba de darse aire nerviosa con el abanico. Padre pareca hablar m$s alto de lo normal. Los dem$s pasajeros parecan estar reaccionando tambi"n a la electricidad que haba en el aire. %e llamo >abrielle, por cierto, y "ste iba a ser mi primer viaje al e-tranjero. Era el a0o .@F@. El barco era el Statendam III. H>abby, cierra la boca, ni0a, y ven aqu Hme !rit+ madre cuando me qued" contemplando boquiabierta el inmenso barco. 'err" la boca r$pidamente y corr para alcanzar al resto de mi familia. %adre siempre me estaba diciendo que cerrara la boca. 1o s" por qu", pero creo que respiro mejor con la boca abierta. %adre deca que como si!uiera as, me iba a llevar al m"dico. 2eca que pareca vul!ar con la boca siempre abierta y que si se!ua as, nin!In joven querra cortejarme jam$s. i crea que eso me preocupaba, estaba muy equivocada. %adre y padre nos condujeron por la pasarela hasta el barco. &na vez a bordo, los pasajeros eran divididos en !rupos se!In sus apellidos. 1uestro apellido es <rcher, de modo que fuimos de los primeros en ser !uiados hasta nuestros camarotes. %adre y padre nos haban permitido a Lilly y a m compartir una habitaci+n para nosotras solas. H69u" cama prefieres, >abby8 Hpre!unt+ Lilly, dando botes en una de las camas. HEvidentemente, la de ah, dado que tI ya has echado a perder los muelles de "sa. Lilly se ech+ a rer y bot+ con m$s fuerza. H>abby, 6crees que madre y padre nos dejar$n nadar en la piscina8 Hpre!unt+ Lilly por quinta vez en lo que iba de da. H1o lo s", Lilly, pero m$s vale que ven!as aqu y me ayudes a deshacer el equipaje si quieres salir a cubierta para saludar cuando zarpe el barco. 'on un Iltimo bote, Lilly se acerc+ para ayudarme a sacar nuestras cosas. %ientras deshacamos el equipaje, dej" que mi mente repasara todo lo que nos dej$bamos en

)n!laterra. %i mejor ami!a, Elizabeth, era lo que m$s ocupaba mis pensamientos. Record" c+mo haba llorado Elizabeth el da antes cuando nos despedimos. H6%e prometes que me escribir$s, >abby8 Hdijo sorbiendo. H4e lo prometo, Lizbeth. :oy a escribir en un cuaderno todos los das y cuando est" lleno te lo enviar". er$ como si estuvieras all conmi!o, Lizbeth. H,a est$ todo, >abby, 6podemos ir ya8 He-clam+ Lilly con su habitual entusiasmo. H6Por qu" no vas al lado para ver si madre y padre ya est$n listos8 Lilly sali+ volada por la puerta, dej$ndola abierta al correr al camarote de nuestros padres. on+ un fuerte silbato. e!In las pocas instrucciones que recibimos al subir a bordo, el silbato era para hacernos saber a todos que faltaban quince minutos para que zarpara el barco. 'err" la puerta y termin" a toda prisa de deshacer mi equipaje. 'uando termin" de sacar mi ropa, abr los cajones de Lilly y arre!l" la suya. <l levantarme de los cajones, me vi en el espejo. %e mir" con espritu crtico. %e han dicho que ten!o los ojos bonitos... son de un verde oscuro y turbio, como los de mi madre. #e sacado el pelo rubio de mi padre, pero el suyo es liso, mientras que el mo es ondulado y me cuesta m$s mantenerlo peinado. 4en!o la piel muy p$lida y me quemo al m$s mnimo indicio de sol. %ir" con m$s atenci+n. 'reo que ten!o la nariz bonita, aunque madre dice que los a!ujeros son peque0os. uspir" al apartarme del espejo. 'asi todo el mundo crea que tena doce a0os, cuando en realidad tena diecis"is. Era humillante ser tan baja. 1i madre ni padre eran muy altos, as que no era probable que yo fuera a crecer mucho m$s. <br la puerta de nuestro camarote justo a tiempo de ver pasar zumbando a una ni0a de seis a0os vestida con un mandil blanco. H>abby, vamos, que nos lo vamos a perder H!rit+ Lilly mientras corra por el pasillo hacia la cubierta de proa. HLilly H!rit+ madreH. #az el favor de no correr. HLilly re!res+ correteando hasta madre.

H*h, madre, por favor, deprisa, no quiero perderme lo de decir adi+s a todo el mundo. e!u despacio a mi familia. 'reo que era la Inica que no estaba tan contenta con nuestro viaje. %e pre!untaba qu" estara haciendo ahora Lizbeth. 'uando caminaba, rara vez me fijaba por d+nde iba. Por des!racia y ante la consternaci+n de madre, esto me haba acarreado varios roces y !olpes. JPlafK Ay, por Dios, pens" mientras caa al suelo y acababa plantada sobre mi trasero, como ya vena siendo demasiado habitual. acud la cabeza para despej$rmela. 'uando me fui orientando de nuevo, me di cuenta de que me haba chocado con una persona y no con un objeto inanimado. H6Est$s bien8 Hpre!unt+ una voz con un fuerte acento e-tranjero por encima de m. Ech" despacio la cabeza hacia atr$s, tratando de mirar a la persona delante de la cual acababa de hacer el ridculo. e!u ech$ndome cada vez m$s hacia atr$s hasta que por fin lle!u" a un par de ojos azules duros pero llenos de diversi+n. H#e pre!untado que si est$s bien. HEstooo... s. e!uro que estoy bien Hcontest" por fin, d$ndome cuenta de que estaba siendo !rosera. 4ras un esfuerzo por ponerme en pie, me present". H oy >abrielle <rcher. %e qued" all como una idiota, mir$ndola. Era la mujer m$s alta que haba visto en mi vida, claramente m$s alta que mi padre, de lar!o pelo oscuro y los ojos m$s azules que haba visto nunca. Era, en una palabra, bella. 1o supe qu" decir a continuaci+n. 1ot" que mi boca traidora se haba abierto mientras la miraba y la cerr" de !olpe con un chasquido bien audible. H2ant" Hsolt+ ella. H6Eh8 Hdije como una idiota.

H%i nombre... es 2ant" 'ourtier. H<h... mmm, encantada de conocerte, 2ant". H61o deberas irte8 Hme pre!unt+, ladeando li!eramente la cabezaH. 61o se va a preocupar su familia por ti8 H<aah, s, supon!o Hfarfull"H. 64I no vas arriba a despedirte8 H1o Hdeclar+H. <h no hay nadie de quien deba despedirme, mi madre y mis hermanos est$n a bordo, as que no veo la necesidad de estar all. Estaba re!resando a mi camarote cuando te has chocado conmi!o. %e indi!n". H69ue yo... me he chocado conti!o8 %$s bien te has chocado tI conmi!o... H4I eras la que no miraba por d+nde iba. 4e estabas mirando los zapatos justo antes de que nos choc$ramos. 69u" ocurre8 64e has comprado zapatos nuevos para el viaje8 Hpre!unt+ con sarcasmo. H69u"8 1o HmentH. %ira, vamos a olvidarlo. i crees que ha sido culpa ma, me disculpar". 2ant" sonri+ burlona. H5ien, 6y por qu" no lo haces8 H6Por qu" no ha!o qu"8 H6Por qu" no te disculpas8 H'+mo... pero si acabo... H1o, no lo has hecho. #as dicho que te disculparas, pero todava no lo has hecho. 2ant" sonrea ahora ampliamente y yo me estaba irritando de mala manera.

H%uy bien, se0orita 'ourtier, si se empe0a en una disculpa m$s formal, se la ofrecer" Hsolt" indi!nadaH. e0orita 'ourtier, me !ustara disculparme formalmente por chocarme con usted. H<hora ya estaba furiosa, lo cual pareci+ causarle aIn m$s diversi+n. H<cepto sus disculpas Hdijo con altivez, como si imitara mi tonoH. Pero... H, se inclin+ hacia m y me dio unas palmaditas en la cabeza, como si fuera una ni0a peque0aH. 4en!a cuidado para que no vuelva a pasar. H'on una sonrisa amplia y maliciosa, se dio la vuelta y se alej+. %e qued" mir$ndola, con la boca abierta por se!unda vez en otros tantos minutos. :olv a cerrarla de !olpe. HPero c+mo... H%e di la vuelta furiosa justo al or a la multitud que se despeda a !ritosH. *h, bueno. H uspir" y se!u hasta la cubierta para buscar a mi familia. 2adas las masas de !ente, fue pura suerte que pudiera encontrar siquiera a mi familia. H<qu, >abby H!rit+ Lilly, que estaba encaramada a hombros de mi padre para poder ver por encima de la !ente. %e abr paso hasta mi familia mientras el barco se apartaba despacio del muelle. #abamos zarpado. H62+nde estabas, >abby8 1os est$bamos empezando a preocupar Hpre!unt+ madre. HLo siento, madre. #e vuelto a mi habitaci+n para buscar mis prism$ticos y no he podido encontrarlos. Para entonces ya era tarde. 1o saba por qu" haba mentidoL no sola mentir a mis padres y menos a mi madre, que !eneralmente perciba una mentira de lejos. H6Est$s se!ura de que no estabas en al!In lado fantaseando8 Hpre!unt+ mi madre. Era una discusi+n habitual y yo no estaba dispuesta a tenerla en este momento.

H1o, madre, no estaba fantaseando... %i familia y yo decidimos dar un paseo por el !ran barco antes de tomar el t". El barco era verdaderamente una ma!nfica obra de in!eniera, se!In mi padre. 2ej" que la charla de mi familia se perdiera como ruido de fondo mientras pensaba en mi encuentro con 2ant" 'ourtier. %e pre!unt" por qu" me haba dejado provocar hasta ponerme tan furiosa. 1ormalmente soy de buen car$cter. %e cuesta mucho enfadarme... bueno, normalmente. Esta chica tena al!o que me irritaba. H>abby Hme llam+ madre con un tono de voz claramente e-asperadoH. 6#as odo una sola palabra de lo que he dicho8 H1o, madre, perdona, no te he odo. 69u" has dicho8 %adre mene+ la cabeza y dijoB H#ija, uno de estos das esa ima!inaci+n desbocada que tienes te va a causar muchos problemas, fjate en lo que te di!o. onre y contest" como sola hacerlo cuando madre soltaba esta conocida afirmaci+n. H , madre. onre a mi madre con impertinencia, como siempre, y ella me devolvi+ la sonrisa, como siempre. %i abuela me haba dicho haca mucho tiempo que yo era i!ual que mi madre a los diecis"is a0os y que cuando tena mi edad, la haban pillado muchas veces fantaseando. H#e pre!untado que si te apetece tomar el t" o no. #ay un sal+n donde lo van a servir dentro de unos minutos. H , madre, me apetece tomar el t". e!u a mi familia dili!entemente al interior del sal+n y tom" nota, no por primera vez, de los pomposos !rupos de j+venes, en su mayora de )n!laterra, como mi familia y

yo. enta curiosidad por el acento de 2ant", estaba claro que tena al!o de franc"s. Mmm, de dnde ser? %e permit fantasear sobre 2ant", invent$ndome historias rom$nticas sobre ella y un !uapo prncipe... al fin y al cabo, era un personaje claramente interesante y bien poda ser una princesa o una rica heredera. Los camareros colocaron en la mesa bandejas doradas llenas de emparedados de pepino y bollos peque0os, adem$s del t". * ru!ir a mi est+ma!o, lo cual me record+ lo hambrienta que estaba. 4oda la conversaci+n ces+ mientras mi familia devoraba la sencilla pero ele!ante comida. %ientras coma, sent un cosquilleo en la nuca. %e volv a tiempo de ver a 2ant", a una mujer de m$s edad y a dos j+venes entrando en el sal+n. La mujer mayor tena el mismo aspecto que 2ant". 2ecid que tena que ser su madre. Me pregunto quines son esos c icos. S que di!o que ten"a ermanos, pero me pregunto si uno de ellos la est corte!ando. #s tan guapa que seguro que ella no tendr"a pro$lemas para encontrar marido, pens". Por al!In motivo, me senta decepcionada y no saba por qu". %e volv de nuevo hacia mi familia cuando 2ant" y su madre llevaban a los chicos hasta la mesa que estaba justo al lado de la nuestra. 2ant" me susurr+ al odo al tomar asiento justo detr$s de mB H61o te han dicho que mirar es de mala educaci+n, peque0a8 4om" aire y me volv para fulminarla con la mirada, pero para entonces ella ya se haba vuelto hacia su familia y decir cualquier cosa habra llamado la atenci+n sobre m misma. 2e modo que me apart" furiosa. H69ui"n es tu ami!a, cari0ito8 Hpre!unt+ padre con los ojos chispeantes. %e puse muy colorada y dije, con cierto e-ceso de volumenB H e llama 2ant" 'ourtier y no es... mi ami!a Hsolt". * a 2ant" rerse y fue evidente que haba estado escuchando. Padre me sonri+ y volvi+ a su conversaci+n con madre. %e volv li!eramente para poder ver la mesa de 2ant". <dvert que la madre de 2ant" charlaba animadamente con los chicos, pero que

2ant" no participaba realmente en la conversaci+n. <provech" la oportunidad para inclinarme hacia atr$s y decir en voz bajaB H61unca te han dicho que escuchar las conversaciones ajenas es de mala educaci+n8 2ant" se ech+ hacia atr$s en su silla y dijoB H1o estaba escuchando, es que hablas tan alto que no he podido evitar orte Hdijo con tono de burla. H,o... 4I... H:olva a estar lvida y 2ant" pareca disfrutar de cada momento. H64e pasa al!o, cari0ito8 Hpre!unt+ mi padre. H1o, padre Hdije a duras penasH. 'reo que al!o me est$ sentando mal. * a 2ant" sofocar otra risa al or esto y jur" que de al!In modo conse!uira ven!arme. e!u a mi familia al salir del sal+n, con mucho cuidado de no diri!ir una mirada siquiera a 2ant". Re!resamos a nuestros camarotes para echar una siesta muy necesaria. %ientras me quitaba el vestido y ayudaba a Lilly a quitarse el suyo, me di cuenta de que estaba a!otada. <l echarme, mi Iltimo pensamiento fueron unos maliciosos ojos azules y mi incapacidad de pensar claramente cuando los miraba. 'asi dos horas m$s tarde, llamaron a la puerta. H69ui"n es8 H!rit". H oy padre, madre y yo vamos a dar un paseo por cubierta, 6quer"is venir8 HJ (K Esperadme, padre He-clam+ Lilly, saltando de la cama y poni"ndose el vestido de mala manera. ,o tambi"n me vest despacio. <br la puerta a nuestro padre cuando estuvimos vestidas. H'reo que me voy a quedar aqu a escribir en mi cuaderno, padre.

H%uy bien, >abby, volveremos a buscarte para cenar dentro de unas horas. HEst$ bien, padre. *bserv" a mi hermana salir dando brincos de la habitaci+n para co!er a mi padre de la mano, hablando a cien por hora. %e sent" ante el peque0o tocador que estaba en nuestra habitaci+n y saqu" mis cuadernos. Por mucho que lo intentara, no conse!ua poner sobre el papel lo que senta sobre este viaje. En principio, no estaba muy contenta con el traslado a <m"rica. Pero despu"s de la siesta, empez+ a entrarme una sensaci+n de aprensi+n y emoci+n. Me siento como si estu%iera a punto de descu$rir algo que ar que mi mundo se tam$alee. Por fin renunci" a intentar plasmar mis sentimientos en palabras y me limit" a escribir sobre el barco y los pasajeros. < prop+sito, omit mencionar a 2ant" en mi entrada porque saba que si le hablaba a Lizbeth de 2ant", querra saber m$s. 4ras terminar la breve entrada, devolv el cuaderno a mi baIl. 2entro del baIl me encontr" con mi l$piz y mi caja de colores, adem$s de cinco cuadernos m$s que padre me haba dado como re!alo antes de partir de )n!laterra. 2ecid subir a cubierta con mis cuadernos y mis carboncillos para dibujar un poco. 2ej" una nota en el camarote de mis padres por si volvan antes que yo. %e diri! a la cubierta. 'onse!u hacerme con una c+moda tumbona y me reclin" para empezar a dibujar. %ir" a mi alrededor en busca de un buen candidato para mi dibujo. <l no encontrar nin!uno entre los pretenciosos pasajeros, decid hacer al!o de memoria. 2espacio me puse a trazar las lneas que empezaron a formar el +valo de una cara. 'uando estuve satisfecha con la forma de la cara, met la mano en la bolsita que usaba para llevar mis suministros y saqu" el color azul mar. 2espu"s de dibujar los ojos hasta quedar satisfecha, rellen" los ojos con el color. Por lo !eneral, esperaba a tener terminado el retrato antes de colorear nada. Pero por al!una raz+n me pareca que era importante hacer bien los ojos. H6%e ense0a lo que est$ dibujando8 Hpre!unt+ un joven con un acento que me resultaba familiar. H62isculpe8 Hpre!unt" como una estIpida. HLe he pre!untado que si me permite ver su dibujo Hvolvi+ a decir con suavidad.

En su cara se dibuj+ una a!radable sonrisa. Por primera vez advert sus hermosos ojos. Son e&actamente iguales que los de mi di$u!o... e&actamente iguales que los de Dant, pens" con creciente comprensi+n. H%mm, normalmente no ense0o mis dibujos hasta que est$n terminados. Ml sonri+ de nuevo. HPues me !ustara verlo cuando est" acabado... es decir, si a usted no le importa ense0$rmelo. H1o, no me importa. e lo ense0ar" cuando haya terminado. H5ien. Escuche, 6va a ir al baile esta noche8 H1o s" nada de un baile. HPues ver$. H e movi+ inc+modoH. Esta noche hay una fiesta y me pre!untaba si usted podra reservarme unos cuantos bailes Hdijo de carrerilla. H<h, pues s, me !ustara bailar con usted esta noche, se0or... Perdone, ni siquiera s" c+mo se llama usted. H'ourtier, Ed3ard 'ourtier. Estupendo, entonces todo arre!lado. La ver" all entonces. Ed3ard se levant+ r$pidamente y se retir+ a toda prisa, como si tuviera miedo de que yo fuera a cambiar de idea. Lo mir" con curiosidadB su hermana y "l compartan al!unas caractersticas fsicas, pero eso era todo. #d'ard parece una persona encantadora. (o como Dant, que parece dis)rutar muc o atormentndome. %ir" el dibujo en el que haba estado trabajando y la espalda de Ed3ard que se alejaba. #aba estado dibujando a 2ant", por eso no quera que "l lo viera. 1o quera que ella tuviera m$s motivos para burlarse de m. H*jal$ supiera por qu" no paro de pensar en ella Hrefunfu0" por lo bajo cuando re!resaba al camarote para a!uardar el re!reso de mi familia.

Lilly entr+ a todo correr y anunci+ que padre y madre haban dicho que poda ir a nadar si yo estaba dispuesta a llevarla. %e fi!ur" que mis padres queran pasar un rato a solas, de modo que acced y la ayud" a ponerse su traje de ba0o. Le dije que co!iera su !orro de ba0o y nos diri!imos a la sala de jue!os infantiles, donde se encontraba la piscina cubierta. *bserv" a Lilly nadar y ju!ar con los dem$s ni0os y al!unos adultos que tambi"n haban decidido usar la hermosa piscina cubierta. Msta tena una !ran estatua de una sirena en el centro. Lilly disfrut+ mucho !ritando desde el otro lado de la piscina que la sirena estaba desnuda. La verdad es que se vea muy poca cosa. , lo cierto es que mir". <parte de un est+ma!o muy plano, cualquier cosa de inter"s estaba tapada por el pelo de la sirena de piedra. HLilly, 6por qu" !ritas tanto8 Hre!a0" suavemente a mi hermanita. 1o creo haber sido nunca tan precozH. 5ueno, Lilly, es hora de cenar, sal ya. H*ooh, vamos, 6un poquito m$s8 H<dem$s de hablar a !ritos, Lilly haba perfeccionado el arte del lloriqueo. H1o, Lilly, ven!a, no debemos lle!ar tarde a cenar. Lilly !ru0+ al!o por lo bajo, a lo que yo respondB H2isculpa, 6has dicho al!o, Lilly8 H1o Hrefunfu0+ de nuevo y cruz+ los bracitos malhumorada mientras se encaminaba al camarote. <l cabo de una hora est$bamos sentados en el comedor esperando la cena. El capit$n haba hecho un discurso de bienvenida y ahora hablaba mon+tonamente sobre las actividades de ocio que ofreca el barco. 2ej" de escucharlo cuando e-plicaba la forma de apostar en el hip+dromo electr+nico. Por fin son+ una campana y empezaron a servir la cena. Esta vez me esforc" todo lo posible para no mirar por el comedor en busca de 2ant" y su familia. %e ne!aba a buscarla. Pero durante la comida, en distintas ocasiones, sent ese familiar hormi!ueo en la nuca.

HPadre, madre, esta noche hay una fiesta de bienvenida para los j+venes. %e !ustara ir, si os parece bien. %adre puso cara de preocupaci+n. H*h, no s", >abrielle, no conoces a nadie y no me !ustara que fueras sola. HPero no voy a ir sola Hsolt"H. que conozco a al!unos de los que van a estar all. H6'+mo a qui"n8 Hpre!unt+ madre con desconfianza. HPues esa chica, 2ant", y sus hermanos van a ir. HPero >abby, 6no dijiste que no era ami!a tuya8 Hintervino Lilly muy oportunamente. Le ech" una mirada furibunda y dije entre dientesB HEs ami!a ma y te a!radecera mucho que no interrumpieras. Lilly se ri+ con disimulo y si!ui+ cenando. HEstoy se!ura de que habr$ vi!ilancia. 2ado que lo ha or!anizado el capit$n. H5ueno Hsuspir+ padreH. e!uro que no pasa nada, >isela, por dejar que la ni0a vaya. HPero ;efferson, aqu no conocemos a nadie. HPor eso se or!aniza una fiesta de bienvenida, >isela, para que los j+venes puedan conocerse. %adre no pareca aIn muy convencida, pero al final dio su consentimiento. ,o estaba encantada. La cena termin+ sin contratiempos y todos re!resamos a nuestros camarotes. e decidi+ que Lilly se quedara con madre y padre, ya que yo iba a salir. 4ras prometer que llamara a su puerta cuando volviera de la fiesta, emprend el camino.

<l entrar en el sal+n de baile, me qued" impresionada por el ambiente. 'omo haban retirado la mayora de las mesas del comedor, el lu!ar tena un aire asombrosamente palacie!o. #aba siete ara0as inmensas a lo lar!o de toda la pista de baile. Los suelos de m$rmol estaban pulidos con la perfecci+n de un espejo y una orquesta tocaba suavemente al fondo. Empec" a lamentar mi decisi+n de lle!ar con retraso. 'asi todo el mundo haba formado ya !rupos y estaba conversando. %e qued" all sin saber qu" hacer, sinti"ndome fuera de lu!ar. H< lo mejor no ha sido una buena idea Hrezon!u". HJ>abrielleK Hllam+ Ed3ard desde un !rupo de j+venes colocado

estrat"!icamente cerca del ponche y las mesas de aperitivos. HEd3ard... hola Hmurmur" con entusiasmo. Los ojos de Ed3ard se iluminaron al or mi tono de voz. %$s tarde averi!N" que se haba pasado toda la tarde hablando de la chica que haba conocido en cubierta. Ed3ard haba tenido que soportar las burlas de sus hermanos durante la Iltima hora. Empezaba a temer que yo no fuera a aparecer. H>abby, me !ustara presentarte a mi hermano 4omas y a mi hermana 2ant". <penas conse!u evitar reaccionar cuando Ed3ard me present+ a 4omas y 2ant". Esper" a que 2ant" comentara que ya nos conocamos, pero no hubo tal comentario. 2e modo que asent cort"smente y diri! a Ed3ard una sonrisa e-cesivamente animada. Era evidente que "l estaba encantado y empez+ a darme pena. <unque pareca un buen chico, yo saba que no me interesaba nada que no fuera una amistad. H>abby, 6te pon!o un poco de ponche o tal vez tarta8 HEd3ard me co!i+ del codo y me condujo con habilidad hasta la mesa del banquete. H%e encantara, Ed3ard Hcontest" en voz baja. abore" mi ponche tranquilamente y Ed3ard hizo lo mismo. %is ojos se vean arrastrados como por un im$n hacia los claros ojos azules de 2ant" 'ourtier, que ahora era el centro de atenci+n de la fiesta. *bserv" mientras tres !uapos j+venes competan amablemente por la atenci+n de 2ant". <nte mi !ran sorpresa, 2ant" pareca divertirse

con las tonteras de los j+venes. u sonrisa era tan hermosa y atractiva que no poda quitarle los ojos de encima. H9u" !uapa es Hmurmur" sin darme cuenta. H que lo es Hasinti+ Ed3ard con franquezaH. #a sacado lo mejor de madre y padre. 4omas y yo nos quedamos con las sobras. En broma, le di una palmada a Ed3ard en el brazo. H*h, yo no dira eso, !uapet+n. Ed3ard ech+ la cabeza hacia atr$s y se ech+ a rer, con una !ran sonrisa muy parecida a la de su hermana y, sin embar!o, muy distinta. H65ailamos, >abby8 Hpre!unt+ Ed3ard. H , Ed3ard, me encantara bailar conti!o. olt" una risita cuando Ed3ard se inclin+ como un caballero e hizo !randes aspavientos al sacarme a la pista de baile. 'uando Ed3ard empez+ a diri!irme en el baile, sent que los pelillos de la nuca se me ponan de punta. 'uando ya llev$bamos bailando casi una hora, levant" la mirada y vi que los tres posibles pretendientes de 2ant" se!uan intentando hacerse con la atenci+n e-clusiva de "sta. )nvoluntariamente, tom" aire con fuerza cuando los ojos azules se encontraron con los mos. 1o comprenda lo que estaba viendo, pero saba con toda se!uridad que tena que descubrirlo. La sonrisa distrada que tena 2ant" en la cara cuando la pill" mir$ndome estaba desapareciendo despacio, sustituida por otra cosa. &na cosa que no conse!ua encajar y que no comprenda. Era hambre o tal vez necesidad... no lo!raba dar con ello. 2esapareci+ tan deprisa que empec" a creer que me lo haba ima!inado todo. H6>abby8 HPor el tono de voz de Ed3ard era evidente que me haba perdido al!o. HPerdona, Ed3ard, creo que me se me ha ido el santo al cielo. 6%e decas al!o8

H4e he pre!untado que si lo estabas pasando bien Hinquiri+ de nuevo con una sonrisa curiosa. H*h, s, Ed3ard. 6Por qu" lo pre!untas8 HEs que pareces muy distrada. HLo estoy pasando estupendamente, !racias, Ed3ard. upon!o que estoy un poco cansada, con eso de haber empezado el viaje y todo. H ofoqu" un bostezo. HLo entiendo, yo tambi"n estoy un poco cansado. <l terminar la mIsica, Ed3ard me condujo de nuevo hasta el cuenco del ponche. H6%$s ponche, >abby8 Hpre!unt+ Ed3ard con tono caballeroso. H1o, !racias, Ed3ard. En realidad, si no te importa, me !ustara retirarme. %e encuentro al!o cansada. HPor supuesto, >abby, siento haberte obli!ado a quedarte hasta tan tarde. >racias por el baile, espero que podamos hacerlo de nuevo al!una vez Hdijo Ed3ard con timidez. onre cuando Ed3ard me bes+ la mano suavemente. Era un buen chico de verdad. H6Puedo acompa0arte hasta tu habitaci+n, >abby8 Hpre!unt+ Ed3ard esperanzado. Record" la reacci+n e-cesivamente entusiasta que haba tenido Ed3ard conmi!o y decid que tal vez haba permitido que esto fuera un poco demasiado lejos. HEd3ard, 6por qu" no te quedas un poco m$s8 pelo. Los ojos de Ed3ard mostraron su desilusi+n. e!uro que hay al!una joven

a!radable a la que puedes hacer objeto de tus infinitos encantos Hle dije tom$ndole el

H>abby, no me importa acompa0arte hasta tu habitaci+n, yo mismo estoy un poco cansado. H4onteras, Ed3ard, insisto en que te quedes y te diviertas. %e sentira muy mal si no pudieras divertirte por mi causa. aba que no haba forma de que Ed3ard pudiera se!uir insistiendo despu"s de eso, de modo que me desped de "l a!itando la mano con aire travieso y me diri! a mi habitaci+n. Llam" li!eramente a la puerta de mis padres. < los pocos se!undos, madre abri+ la puerta, hablamos un poco sobre el baile, le di un beso en la mejilla y se!u hasta mi propia habitaci+n. &na vez all, me dej" caer en la butaca y suspir". 1o le haba dicho la verdad a Ed3ard. La verdad era que no estaba tan cansada, s+lo quera estar sola. enta la necesidad de escribir en mi cuaderno y dibujar las im$!enes de la maravillosa velada que se!uan flotando por mi mente. 2ecid r$pidamente que me llevara los cuadernos a la cubierta y escribira all. Pens" que con la luz de la luna llena, adem$s de los faroles encendidos aqu y all$ por la cubierta, tendra luz m$s que suficiente para dibujar. <br mi baIl y saqu" mi bolsita, mis cuadernos, los carboncillos y cerillas, adem$s de mis Itiles de escribir, y me diri! a la cubierta. Ouera haca una noche preciosa. La luna estaba tan llena y brillaba tanto que el a!ua reluca como plata fundida en la estela del barco. 2ecid que iba a intentar plasmar esta bella ima!en, con la esperanza de poder hacerle justicia. 4ras instalarme en una c+moda silla de cubierta, me puse a dibujar. 'uando llevaba en ello casi un cuarto de hora, o una voz !rave pero suave que deca en tono bajoB H6Por qu" est$s aqu sentada sola8 ent un estremecimiento al darme la vuelta. Era 2ant". Llevaba al!o que pareca un chal sobre los hombros y pareca haber estado disfrutando de un paseo por cubierta al encontrarse conmi!o. Levant" mis cuadernos tontamente y e-pliqu"B

H9uera dibujar un poco. 1o comprenda por qu" esta mujer, o m$s bien chica, me pona tan nerviosa, por qu" tena al!o que me resultaba tan familiar. H6%e dejas ver8 Hpre!unt+ 2ant". in decir nada, le pas" el cuaderno para que lo mirara. Esper" nerviosa mientras estudiaba con ojo crtico el dibujo y lue!o, antes de que pudiera detenerla, se puso a volver r$pidamente las hojas de mi cuaderno, deteni"ndose por fin en la Inica p$!ina que yo no quera que viera. 'on una ceja arqueada pas+ la mirada de m al dibujo sin terminar. 'ualquier idea de que pudiera no reconocerse desapareci+ por la borda cuando enarc+ esa reveladora ceja. #stoy perdida, pens" lI!ubremente. 'err+ el cuaderno y me lo devolvi+. e dio la vuelta y d$ndome la espalda, me pidi+, no, m$s bien me orden+B H:en a pasear conmi!o. H, lue!o, como de pasadaHB 6Por favor8 Ech+ a andar con su paso lar!o y decidido. %e levant" de un salto r$pidamente, met el cuaderno y los carboncillos en mi bolsa y sal deprisa tras ella. 1o por primera vez, maldije mi corta estatura, ya que casi tuve que correr para i!ualar su lar!a zancada. Por fin la alcanc" a base de dar dos pasos por cada uno de los de ella. H2ant", 6es que tienes que caminar tan r$pido8 Hresopl" por fin enfadadaH. 69u" sentido tiene que me pidas que pasee conti!o si me vas a dejar atr$s8 H*h... ,o... Perd+n. HLa joven normalmente estoica pareca preocupada por al!o. H6:a todo bien8 61ecesitabas hablar conmi!o sobre al!o8 H Hdijo. e detuvo bruscamente y tan deprisa que casi me choqu" con su

espaldaH. 6'u$les son tus intenciones con respecto a Ed3ard8 Hpre!unt+ de repente.

H6%is... mis... intenciones con respecto a Ed3ard8 Hpre!unt" sin dar cr"dito. Ella asinti+ moviendo la cabeza con decisi+n. Por supuesto, no me enfrent" a la situaci+n debidamente. %e dio un ataque de risa. H*h, oh, lo siento. H< m no me parece que ten!a !racia Hdijo ella, con un tono tan !rave que casi era un !ru0ido. %i risa ces+ y me qued" mirando una cara endurecida, pero que se!ua siendo hermosa. %e qued" all plantada con la boca abierta mientras intentaba decidir qu" deba hacer para rectificar la situaci+n. 2ant" se !ir+ en redondo y ech+ a andar, alej$ndose r$pidamente de m. H2ant"... 2ant", por favor, perdona, por favor, no te vayas. Perdona Hrepet, a!arr$ndola del brazo y obli!$ndola a darse la vueltaH. 2ant", por favor, lo siento muchsimo. H1ot" que me caan l$!rimas por las mejillas. Por al!una raz+n desconocida, no quera que pensara mal de m. e acerc+ a m y me mir+ a la luz de la luna. ,o me mir" los zapatos y me levant+ la cabeza hacia ella. H6Por qu" lloras8 H u acento se haba hecho mucho m$s marcado al hacer la pre!unta. H1o quiero que te enfades conmi!o Hcontest" con franquezaH. Es que nunca me han pre!untado cu$les eran mis intenciones hacia un joven. 1ormalmente es al rev"s, 6no8 H upon!o Hcontest+ 2ant" con una sonrisa forzada. H2ant", me cae bien tu hermano, parece un joven a!radable, pero s+lo lo conozco desde hace un da. , no estoy dispuesta a comprometerme con nadie, especialmente

despu"s de un solo da. 6Lo comprendes8 Hpre!unt" suavemente, temerosa de que todava estuviera molesta conmi!o. 2ant" solt+ un peque0o suspiro. 6Era alivio o desen!a0o8 H , creo que s. H5ien, entonces, 6qu" pasa con ese paseo que me has prometido8 HPor supuesto Hafirm+ y me indic+ que la co!iera del brazo mientras continu$bamos nuestro paseo. Esta vez 2ant" hizo un esfuerzo por acompasar su paso al mo. 4ambi"n insisti+ en que me pusiera su chal. 'uando lo rechac", ella me dijo riendo que no saba por qu" lo haba co!ido, porque nunca pasaba fro. %e arrop" de buen !rado en el c$lido chal, aspirando inconscientemente el dulce aroma especiado que era 2ant". 'ontinuamos a!radablemente unos minutos m$s, hasta que me vi obli!ada a disimular un bostezo. H e est$ haciendo muy tarde Hdijo 2ant" en voz bajaH. 4al vez deberamos irnos las dos a la cama. H>racias por el paseo, ha sido muy refrescante Hdije como una idiota. ent que me arda la cara al tiempo que la comisura de la boca de 2ant" se alzaba en una sonrisa. e inclin+ hacia m y dijoB H5ueno, me ale!ro de que est"s... refrescada. HEeeh... s Hdije nerviosaH. er$ mejor que me vaya. H5uenas noches, >a...bri...elle. %e estremec por la forma en que pronunci+ mi nombre mientras re!resaba distrada a mi habitaci+n. *u es lo que tiene que me de!a tan inquieta? %ene" la cabeza cuando mis pensamientos empezaron a descontrolarse. %e pre!unt" qu" haba oculto tras la capa de indiferencia que la cubra tan bien. H:aya, hola. 1ate, mira esto.

al bruscamente de mi ensimismamiento a causa de una desa!radable peste y el no menos desa!radable due0o de dicha peste. HPues no lo s", ;acP, parece que tenemos a una jovencita que ha venido a ju!ar con nosotros. %e pre!unt" estIpidamente si era posible que al!uien tuviera los ojos !ordos. Porque el cuerpo de este hombre era inmenso. e me plant+ justo delante, respirando con tanta dificultad que me tem que fuera a morir ante mis propios ojos. H64I qu" dices, ni0a8 Hpre!unt+ el !ordo, acarici$ndome el brazo con un !rueso dedo. HEstooo, no, !racias. Estoy muy cansada. Estaba volviendo a mi habitaci+n. H Empec" a apartarme de aquellos dos. El bajito y sucio con cara de rata se lami+ los labios y empez+ a avanzar, frot$ndose las manos sudorosas en los pantalones por la e-citaci+n. %e di cuenta demasiado tarde de que haba subestimado al !ordo, que se lanz+ r$pidamente hacia m y me a!arr+ de los brazos, tirando de m hacia "l. u aliento rancio empapado en alcohol cay+ sobre mi cara. H69u" creen que est$n haciendo8 He-clam". H:amos, monada, s+lo queremos divertirnos un poco. 4e prometo que tI tambi"n te lo pasar$s bien. Entonces, con total consternaci+n por mi parte, pe!+ su boca apestosa a la ma. %e qued" paralizada del pasmo y el asco. Reaccion" mordiendo con toda la fuerza que pude la !ruesa len!ua que intentaba meterse en mi boca. El !ordo chill+ mientras yo se!ua mordi"ndole la sucia len!ua. u maloliente ami!o con cara de rata se qued+ pasmado y por fin lo!r+ apartarme de un empuj+n. Ech" a correr en la direcci+n por donde se haba ido 2ant", pero mis lar!as faldas me impedan correr todo lo deprisa que poda. 'uando acababa de doblar una esquina,

me empujaron por detr$s. %i perse!uidor y yo camos de bruces con estruendo. %e !olpe" de lleno en la cabeza con la cubierta y me desmay". 2eb de estar sin sentido unos pocos se!undos porque cuando volv en m, el hombre con cara de rata estaba sentado a horcajadas encima de m e intentaba levantarme las faldas para lle!ar a mis bra!as. El !ordo me sujetaba contra el suelo por los hombros. Estaba totalmente indefensa ante estos dos que pretendan deshonrarme. H*h, 2ios, por favor Hsolloc"H. Por favor, no ha!$is esto Hles ro!u" mientras me debata contra las manos que me sujetaban los hombros. 2e repente, las manos dejaron de sujetarme y conse!u quitarme de encima al hombrecillo con cara de rata. %e levant" d"bilmente, con la cabeza dando vueltas, y vi que el !ordo luchaba con una fi!ura alta y oscura entre las sombras. * un !rito sofocado y al!o que son+ como un hueso al romperse. *bserv" la escena que se desarrollaba ante m como si fuera una espectadora inocente que no estuviera implicada en absoluto. %e dola la cabeza horriblemente y me apoy" para sostenerme en un bote salvavidas que col!aba de una so!a al costado del barco. Levant" los ojos justo a tiempo de ver al cara de rata sacarse al!o reluciente del bolsillo trasero de los pantalones y acercarse por detr$s a los dos combatientes entre las sombras. <br la boca para !ritar una advertencia cuando el cara de rata acuchill+ sin piedad a mi protector en la espalda con el objeto. %i protector se tambale+ hacia delante. <l hacerlo, distin!u su cara a la luz de la luna. H2ant" H!em cuando cay+ de rodillas delante de m, con ojos suplicantes. H:e... vete Hmurmur+. e le pusieron los ojos en blanco y lue!o se cerraron. 'ay+ de bruces sobre la cubierta con un !olpe. H2ant" H!em de nuevo mientras todo a mi alrededor se iba quedando ne!ro. Recuper" el conocimiento acompa0ada por el ruido de mis dos atacantes discutiendo. H1o tenas por qu" matarla, idiota.

H1o estaba intentando matarla, s+lo quera quit$rtela de encima. 4I eras el que chillaba como un pu0etero beb". HEs que esa zorra me ha roto la nariz. H69u" demonios vamos a hacer con esto8 El capit$n nos va a matar como lo descubra. H1o puede descubrirlo, al menos hasta que nos hayamos marchado de este barco. H69u" hacemos8 Hllorique+ el cara de rataH. e!uro que las dos nos pueden identificar. H1o si nadie sabe d+nde est$n. H69u" quieres decir8 Hpre!unt+ el cara de rata. H9uiero decir que "sa ya est$ muerta. 6, si las tiramos a las dos por la borda8 H,o no voy a matar a nadie, 1ate. HPues ten!o al!o que decirte, ami!o, ya lo has hecho. H5ueno, eso ha sido un accidente, adem$s, estaba intentando salvarte la vida. H< ver qu" le parece al capit$n cuando se lo e-pliques. H5ueno, 6qu" hacemos8 1o voy a matar a nadie m$s. El !ordo se qued+ pensando un momento. H6, si las metemos en ese bote salvavidas y las dejamos a la deriva8 ,a ser$ por la ma0ana antes de que nadie se d" cuenta y pasar$n das hasta que echen de menos el bote. HJ9u" buena ideaK Hchill+ el cara de rata. H:amos, ayIdame con "sta H!ru0+ el !ordo, y el cara de rata y "l levantaron a 2ant" bruscamente y la depositaron en el bote salvavidas.

<penas conse!u evitar enco!erme cuando not" que sus sucias manos me levantaban y me depositaban con i!ual brusquedad al lado de 2ant". H4oma, "sta es la bolsa de la bajita. ent que los cuadernos me !olpeaban dolorosamente las rodillas cuando mi bolsa cay+ al bote con 2ant" y conmi!o. H< ver, 6d+nde est$ ese cuchillo, ;acP8 ent que el miedo me atenazaba al pensar que tal vez fuera a acuchillarnos antes de bajar el bote, pero en cambio lo o !ru0ir por encima de nosotras mientras intentaba cortar los nudos que sujetaban nuestro bote. HEh, espera. 1o los cortes, b$jalas al a!ua, as se notar$ menos. El !ordo asinti+ con un !ru0ido y nos baj+ al oc"ano. HEh, lbrate de ese cuchillo Hle dijo el !ordo al cara de rataH. Est$ cubierto de la san!re de la alta. 1o pude evitar enco!erme cuando o el ruido del cuchillo al caer en el bote a mi lado. H*ye, "sa se ha movido, la he visto. H6, qu" m$s da8 ,a nos habremos ido antes de que esas dos ten!an ocasi+n de cont$rselo a nadie. i es que tienen ocasi+n de contarlo. 1ot" que el peque0o bote se meca con la corriente. %e atraves+ una punzada de miedo al pensar que bamos a quedar a la deriva. Pens" en !ritar pidiendo ayuda, pero lue!o record" que los hombres haban estado a punto de acabar con 2ant" y conmi!o haca apenas un momento. * va!amente la mIsica de la banda que iba desvaneci"ndose. La corriente se apoder+ del peque0o bote y nos dej+ a la deriva en la estela del barco mucho m$s !rande. #stoy %i%a, pens" entusiasmada. 4rat" de mover las manos d"biles y me top" con un cuerpo blando a mi lado.

Dant, pens". )ntent" sentarme, pero la cabeza me estallaba de dolor. 'a hacia delante y acab" con la cabeza en el hombro de 2ant". HPor favor, no me dejes Hsusurr" al hundirme en la oscuridad bienhechora que era la inconsciencia. Lo primero de lo que fui consciente fue del ruido, o m$s bien debera decir la falta de ruido, y el calor. <ntes de abrir siquiera los ojos not" que iba a tener la cara y las manos muy quemadas. %e qued" all tumbada un momento, temiendo abrir los ojos. Dant, pens". in duda tena que estar muerta. &n leve !emido fue lo Inico que lo!r" emitir. enta de verdad que no poda hacer otra cosa m$s que quedarme all tumbada y dejar que el destino si!uiera su curso. 2ant" debera haber dejado que me tomaran. <l menos estara viva. &na vocecita dentro de mi cabeza pre!unt+B + si no est muerta, ,a$$y? Esto me hizo abrir los ojos de !olpe como reflejo y al instante dese" no haberlo hecho. &na luz tan deslumbrante que estaba se!ura de que me haba dejado cie!a asalt+ mis ojos. 'err" los p$rpados de !olpe y me tap" los ojos con el brazo. %e qued" all sufriendo hasta que el escozor que tena detr$s de los p$rpados cedi+ lo suficiente como para que intentara incorporarme en el bote que se meca suavemente. :olv a abrir los ojos con cautela. H2ant" H!razn". %is labios protestaron por el movimiento raj$ndose en varios puntos, pero no hice caso. 2ant" no tena buen aspecto. i no estaba muerta ya, no tardara en estarlo. 1ot" por primera vez que estaba echada en un charco de su propia san!re que ahora se estaba coa!ulando en el bote debajo de su vestido. u piel estaba p$lida y sin vida. 1o s" si al!una vez he tenido m$s miedo en mi vida que en ese momento. %e acerqu" a 2ant" todo lo deprisa que pude sin hacer que el bote se bamboleara demasiado. <unque no tena la piel quemada, sus labios, como los mos, estaban cortados. Le puse la mano encima de la boca y solloc" de alivio al notar su li!era respiraci+n.

R$pidamente, arranqu" una lar!a tira de tela de mi vestido y moj" la tela en el a!ua asom$ndome por la borda. Le puse la tela hecha una bola detr$s del cuello, con la esperanza de enfriarle la piel febril. Por primera vez empec" a fijarme en lo que nos rodeaba. +lo vea a!ua. *c"ano hasta donde alcanzaba la vista. ofocando otro sollozo, decid concentrarme en 2ant". En estos momentos no poda preocuparme por la tierra, o la falta de tierra. 4ena que ayudar a 2ant" o no sobrevivira un da m$s. %e acerqu" despacio todo lo que pude a 2ant" y me puse a hacer tiras con la parte inferior de mi vestido. Estuve tentada de quitarme todo el vestido y quedarme en ropa interior, pero al!o me dijo que necesitaba la ropa para prote!erme del sol, aunque haca un calor espantoso. 'uando tuve suficientes tiras de tela, emprend la ardua tarea de colocar a 2ant" boca abajo. <unque 2ant" era una chica de huesos del!ados, era mucho m$s alta que yo y a m no me quedaba mucha ener!a. 2espu"s de mucho !ru0ido y mucho sudor, por fin lo!r" darle la vuelta y pude ver mejor su herida. H*h, 2ios mo H!em. La herida de 2ant" tena muy mal aspecto. Record" va!amente que haba odo a mi padre decir que era m$s probable que una persona muriera por p"rdida de san!re que por la herida misma. <s que haba que coser la herida. Pero saba que no haba forma de coser a 2ant", ya que no tena ni hilo ni a!uja para hacerlo. Pero tena que encontrar una manera de parar la hemorra!ia. 2e repente, record" las im$!enes de los viejos libros de medicina de mi padre sobre heridas cauterizadas. Record" que tena las cerillas que mi padre me haba comprado para quemar los carboncillos de mi bolsa. %e apresur" a co!er mi bolsa y saqu" la caja de metal donde estaban las cerillas. 2ecid que si poda limpiar el cuchillo que 1ate haba lanzado al bote para cauterizar la herida de 2ant", "sta podra tener una posibilidad de sobrevivir. 2e modo que moj" el cuchillo en el oc"ano por encima de la borda y limpi" toda la san!re que haba en "l. Prend un poco de tela de mi vestido y unos l$pices y me puse a calentar la hoja del cuchillo hasta que se puso incandescente a la luz del amanecer. 'uando pens" que ya estaba bastante caliente, me arrastr" hasta 2ant" y despu"s de susurrarle lo mucho que lo senta, apret" el cuchillo caliente contra su herida. #ice una mueca al oler la piel y la san!re de 2ant" quemadas por el cuchillo al rojo.

%e acord" de las tiras que haba arrancado de mi vestido y pens" que tal vez podra vendar la herida de 2ant" con tanta fuerza que su cuerpo podra tener tiempo de curarse. aba que la cosa era incierta como mucho, pero si pudiera detener la hemorra!ia, 2ant" tendra al!una posibilidad. 1o s" cu$nto tard" en colocar las nueve tiras de tela alrededor de 2ant", pero debieron de pasar unas horas. %antuve a prop+sito la mente concentrada en mi tarea. iempre que senta que lo que estaba haciendo era inItil, miraba la cara de 2ant" y recordaba que se encontraba en esta situaci+n por mi causa. enta una va!a preocupaci+n porque 2ant" no se quej+ ni una sola vez mientras me ocupaba de su herida. Lo haca con todo el cuidado posible, pero saba que tena que ser muy doloroso. 2espu"s de mojar una vez m$s la tela que le haba puesto a 2ant" en la nuca, me ech" a su lado para descansar. El sol ya se estaba hundiendo en su lecho de a!ua y el aire haba empezado a enfriarse notablemente. Rode" a 2ant" con los brazos y me pe!u" a ella todo lo posible. u cuerpo irradiaba calor y pens" preocupada que poda tener fiebre. <!otada, me qued" dormida sin so0ar, con los brazos flojos alrededor de 2ant" y el cuerpo acurrucado por instinto contra su calor. 1o s" cu$nto tiempo dorm. %e empez+ a entrar el p$nico cuando me di cuenta de que tena los ojos abiertos pero lo Inico que vea era una oscuridad ne!ra como la pez. <l esforzarme por incorporarme, mi mano toc+ un cuerpo caliente y cobr" de !olpe conciencia de la realidad de la situaci+n. Est$bamos en medio del oc"ano y nadie saba siquiera que habamos desaparecido. Estaba se!ura de que a estas alturas mis padres y la madre de 2ant" ya nos habran echado en falta, 6pero se daran cuenta de que nos haban dejado a la deriva8 &na l$!rima cay+ por mi mejilla quemada, dejando un rastro de fue!o hasta el cuello. 2ej" que se me escapara un sollozo de la !ar!anta al tiempo que pe!aba mi cuerpo a 2ant" para conservar el calor. 2ant" se quej+ li!eramente y me incorpor" r$pidamente, haciendo que el bote se bamboleara de lado a lado. Era el primer ruido que haca desde que se haba desmayado. 4uve la esperanza de que tal vez se recuperara.

#aca muchsimo fro y 2ant" era mi Inica fuente de calor, adem$s del chal con que me haba envuelto en la cubierta. 1os cubr a las dos con "l y me acomod" para pasar la noche. El bote salvavidas se mova suavemente en el a!ua, meci"ndome hasta que me qued" dormida de nuevo sin so0ar. Esta vez las voces de 2ant" interrumpieron mi sue0o. Pareca tener menos fiebre, pero se!ua muy caliente. Record" que 2ant" me haba dicho durante nuestro paseo que nunca pasaba fro, as que tuve la esperanza de que esto fuera normal para ella. H1o H!ru0+ 2ant"H. 1o voy a dejar que lo ha!as. H2ant", soy yo, >abby, no pasa nada Hle susurr" al odo. H>a... bri...elle Hmurmur+. H , soy yo Hla tranquilic" lo mejor que pudeH. Est$s herida, 2ant", tienes que quedarte quieta o si no te va a san!rar m$s la herida. *jal$ tuviera a!ua para darte de beber, pero por des!racia no ten!o. " que tienes sed, pero no creo que el a!ua de mar nos fuera a !ustar mucho a nin!una de las dos. H<l darme cuenta de que hablar no era la actividad m$s conveniente para mi boca reseca y sedienta, decid quedarme callada un rato. 2ant" volvi+ a quedarse inconsciente tras mis palabras. <liviada, me acomod" de nuevo a su lado, notando que el sol no tardara en salir y que probablemente volvera a hacer un calor insoportable. 2ant" respir+ hondo una vez y pareci+ calmarse. Las dos volvimos a quedarnos dormidas. %e despert" cuando el sol caa de nuevo implacable sobre m. 'o!iendo el chal de 2ant", se lo puse sobre la cara para prote!erla y emprend la tarea de arrancar m$s tiras de mi vestido para cambiar las vendas de 2ant". Esta vez, cuando coloqu" a 2ant" boca abajo, se quej+ y me lo tom" como una buena se0al, aunque intent" tener m$s cuidado. HLo siento, 2ant". 'reo que esto te viene bien, aunque no parece que la san!re haya calado las vendas de fuera. H%e di cuenta de que lo m$s probable era que 2ant" no me oyera, pero el silencio empezaba a sacarme de quicio.

Puse las siete primeras capas de las vendas de 2ant", ahora ensan!rentadas, en el asiento de detr$s del bote. Limpi" alrededor de la herida lo mejor que pude, pero tena miedo de que el a!ua salada le hiciera da0o, de modo que emple" lo menos posible, advirtiendo que la herida ya empezaba a curarse. 2ant" pareca tener la suerte de contar con una capacidad de recuperaci+n asombrosa. <t" primero las capas e-teriores, todava limpias, del vendaje anterior de 2ant" y lue!o se!u con siete tiras nuevas de mi vestido. Lue!o co! las vendas ensan!rentadas de 2ant" y las lav" por la parte de atr$s del bote. %e qued" preocupada por la cantidad de san!re que sala de las vendas. 2ant" haba perdido mucha san!re. Padre haba dicho que el cuerpo necesitaba alimento y a!ua para sobrevivir y curarse, pero no tenamos nada. acud la cabeza para quitarme los pensamientos que amenazaban con hundirme en una depresi+n. 2istrada, not" que la corriente pareca acelerar y que nos movamos m$s deprisa. 1ot" que tambi"n se estaban formando nubes en el cielo y me pre!unt" si se acercaba una tormenta. -na tormenta signi)ica agua, me inform+ mi mente cansada. %e puse a investi!ar lo que haba en el bote. %i bolsa estaba debajo de uno de los asientos. La co! y hur!u" en ella en busca de al!o con lo que poder reco!er a!ua. <l no encontrar nada, mir" debajo de los asientos de la proa del bote. Encontr" tres chalecos salvavidas, el cuchillo y una peque0a lata. alt" sobre la lata y me estremec de asco cuando descubr lo que haba dentro. Era evidente que un miembro de la tripulaci+n haba usado la lata para escupir tabaco, cuyos restos estaban al fondo. 'o! la lata y asqueada lav" su contenido por la borda. La lav" al menos cinco veces m$s hasta quedar satisfecha. 4odava ola li!eramente a tabaco, pero ya no poda hacer m$s al respecto. *bserv" re!ocijada el cielo que se iba nublando con lo que sin duda eran unas nubes de tormenta de lo m$s fiero. Para pasar el tiempo, decid escribir en mi cuaderno todo lo que haba ocurrido hasta ahora. 1o pude evitar sonrer al ima!inar a Elizabeth leyendo el cuaderno sin dar cr"dito. &n fuerte trueno me sac+ de mi enso0aci+n. H*h, 2ios mo.

2i un respin!o y me acerqu" m$s a 2ant". :olv a meter mi cuaderno y mis cosas de escribir en la bolsa y la met debajo del banco m$s cercano. Lue!o puse la lata encima del banco de forma tal que esperaba que reco!iera a!ua y no saliera volando. %e tumb" en el fondo del bote y mir" el cielo. 1o saba qu" me daba m$s miedoB no tener a!ua o estar en este bote en medio del oc"ano durante una tormenta. El a!ua empez+ a a!itarse a medida que aumentaba el viento. %e acord" de repente de los chalecos salvavidas de color naranja que estaban debajo de los asientos. %e met r$pidamente uno por la cabeza y me at" los cordeles. Lue!o le puse otro a 2ant" con !ran dificultad, atando los cordeles con firmeza. Le puse el chaleco que quedaba debajo de la cabeza y coloqu" el chal encima de nuestras cabezas a la espera de la tormenta inminente. orprendentemente, me deb de quedar dormida, porque me despert" al or otro fuerte trueno y al notar que el bote se escoraba violentamente hacia la derecha. <part" el chal que nos cubra a 2ant" y a m y mir" a mi alrededor asustada. El cielo estaba tan oscuro que casi pareca de noche. )ba a ser una tormenta impresionante y ni 2ant" ni yo podamos prote!ernos realmente de la lluvia. 'asi como si los cielos me hubieran odo, una !ruesa !ota de lluvia cay+ sobre mi cabeza. %ir" asustada a mi alrededor buscando una manera, cualquier manera de prote!er a 2ant" del clima que se avecinaba. %e di cuenta de que el espacio donde antes estaban nuestros chalecos salvavidas estaba ahora vaco, salvo por mi bolsa. El espacio era lo bastante !rande como para prote!ernos la cabeza de la lluvia. Por al!una raz+n, estaba se!ura de que si conse!ua prote!er la cabeza de 2ant" de los elementos, se pondra bien. Retroced por el bote, arrastrando a 2ant" conmi!o centmetro a centmetro. 4ena que ase!urarme de que no iba arrastr$ndole tambi"n la cara por el fondo del bote, por lo que tard" mucho. Por fin coloqu" a 2ant" boca abajo con la cabeza y los hombros debajo del banco, prote!idos de los elementos en su mayor parte. La tormenta que se avecinaba tambi"n haba aliviado un poco el calor. <ntes haba hecho un calor insoportable y ahora haba mucha humedad y quietud. #ubo un fuerte trueno se!uido inmediatamente de un brillante destello que atraves+ el cielo, iluminando la oscuridad como una ben!ala. < estas alturas, yo rezaba

fervientemente. Por mucho que 2ant" y yo necesit$ramos el a!ua, en este momento me preocupaba m$s que el bote sobreviviera a la tormenta. 'uando la lluvia cay+ sobre nosotras, pens" que tal vez deba aprovechar la ocasi+n para limpiar tambi"n la herida de 2ant". Le des!arr" un poco m$s el vestido para poder ver la herida, que se estaba cerrando. H4e curas deprisa, 6verdad, 2ant"8 2ant" !imi+, ya fuera como respuesta o por el dolor que le produca la lluvia torrencial al darle en la herida. *bserv" mientras la san!re corra por el costado de su cadera y le calaba el vestido. 'uando la zona herida qued+ bastante limpia, co! un trozo de tela limpio que haba arrancado de mi vestido y lav" un poco m$s la herida. <hora que tena la zona bastante limpia, sustitu las vendas viejas por otras nuevas. H5ueno, 2ant" Hdije, tratando de mantener la mayor calma posibleH. :amos a quedarnos aqu sentadas a ver si sobrevivimos a esto, 6de acuerdo, ami!a ma8 Ech" la cabeza hacia atr$s y beb toda el a!ua de lluvia que pude. 9uera conservar para 2ant" la mayor parte del a!ua reco!ida en la peque0a lata. Puse el chal mojado encima de nosotras y me acurruqu" alrededor de 2ant". 1o s" si intentaba consolarla a ella o a m misma, pero al cabo de una hora o dos de cerrar los ojos con fuerza y rezar para que el bote no volcara, me qued" profundamente dormida. * tal vez me desmay", no lo s", pero fuera lo que fuese, fue definitivamente un alivio tras el bamboleo mareante del bote, los truenos ensordecedores y la lluvia torrencial. 2urante la noche, so0" que corra por un campo de flores silvestres. El sue0o era tan real que hasta ola el aroma de las flores en el aire. %e despert" con una sonrisa en la cara, medio esperando haberme quedado dormida en ese campo. Pero no haba nada salvo el olor hImedo del oc"ano y nuestra ropa mojada y rancia. #aba una oscuridad total a la que me enfrentara mientras no hubiera luna en el cielo.

Por primera vez me permit pre!untarme qu" iba a hacer si no nos encontraban. 6, si 2ant" haba perdido demasiada san!re y no conse!ua sobrevivir hasta que nos rescataran8 Por al!una raz+n, la idea de que 2ant" no sobreviviera me daba m$s miedo que la idea de morir las dos juntas. %e acomod" en el bote al lado de 2ant" y me acurruqu" junto a ella. H'onse!uiremos salir de "sta, 2ant", de al!In modo conse!uir" que sal!amos de "sta Hle dije, tratando de dar toda la fuerza y la confianza que pude a esta afirmaci+n. %e fui quedando dormida poco a poco mientras la lluvia, antes torrencial, disminua hasta convertirse en un chaparr+n casi relajante. < la ma0ana si!uiente me despert" sobresaltada. )ntent" olvidarme del vestido inc+modo que llevaba y que me produca picores hasta que me ocupara de 2ant". .ueno, %amos a ec arle un %ista/o a esa erida. 4ras quitar las vendas de tela, las puse en el banco encima de la cabeza de 2ant" y mir" con ojo crtico la carne arru!ada que rodeaba la herida de 2ant". H:aya, tiene buen aspecto, 2ant" Hle dije como si fuera m"rito suyo. Puse vendas limpias de mi vestido sobre la herida y pens" con penaB #ste %estido est ya para el arrastre. uspirando, me traslad" a la popa del bote para lavar las vendas ensan!rentadas por encima de la borda. %ientras frotaba las vendas contra el costado del bote, volv a oler el maravilloso aroma a flores de mi sue0o. %ir" a 2ant"B no poda ser ella, no le pe!aba llevar perfumes de flores. %ientras procesaba esta informaci+n, me di cuenta de otra cosa. &n ruido d"bil, sonaba casi como si al!uien !ritara "ja... ja". e!u el sonido con los ojos, dando un !iro completo de .QG !rados en el bote. Entonces lo vi... la visi+n m$s bella que haba visto jam$s. Era tierra y no estaba ni a una milla de distancia. H*h, !racias a los dioses Hsuspir"H. >racias a los dioses. La tierra estaba tan cerca que el aroma a flores que haba olido dormida evidentemente proceda de all. :i unas !randes aves marinas que se sumer!an y volaban por la playa. 0a/ando, pro$a$lemente, pens" distrada. Seguro que estn

cogiendo cangre!os o peces. e me hizo la boca a!ua y ca en la cuenta de que llevaba das sin comer. #aba estado tan preocupada por 2ant" que ni siquiera haba notado que tena el est+ma!o enco!ido de hambre. %e di cuenta de que si quera lle!ar a tierra iba a tener que hacer al!o m$s que quedarme sentada esperando. R$pidamente me quit" el vestido, o lo que quedaba de "l, y lo at" a una ar!olla de metal que haba en la proa del bote. %e puse el chaleco salvavidas naranja y despu"s de ver c+mo estaba 2ant", me dej" caer por el costado del bote. Remolcar el bote hasta la orilla fue una tarea casi imposible. 4ena muy pocas fuerzas y era como si el bote no se moviera. Pero a!ach" la cabeza y se!u braceando e impuls$ndome con las piernas con todas mis fuerzas. 'omet el error en una ocasi+n de levantar la mirada y casi me ech" a llorar de frustraci+n. Pareca que no haba avanzado nada en absoluto. HPor favor Hro!u" a quienquiera que estuviera escuchandoH. Estamos tan cerca. e!u nadando y tirando con cansancio. 5razada y tir+n, brazada y tir+n, durante lo que me parecieron horas. ,a no poda m$s, estaba tan cansada que ni siquiera crea que tuviera fuerzas para volver a subir al bote y no di!amos para continuar con mis infructuosas brazadas. HPiensa, >abby. Piensa Hme susurr" tontamente. *bserv" que el a!ua formaba una cresta y lue!o volva hacia m. Por cada medio metro que conse!ua avanzar, el a!ua en retirada nos haca retroceder unos dos metros. <poy" la cabeza en el costado del bote. 1o haba forma de conse!uirlo. 'on la cabeza apoyada en el bote, vi c+mo una ola tras otra se estrellaba contra la resplandeciente playa blanca. Lue!o la ola pareca retroceder corriendo hacia m como para decirmeB ",o puedo tocar la tierra, pero tI no". %e qued" mirando la ola con rabia un rato hasta que not" al!o raro. La ola s+lo retroceda unos tres metros y medio y lue!o se detena. , apenas se mova. 'on una sonrisa que estoy se!ura de que resultaba casi demente, emprend un curso paralelo a la ola con renovado vi!or. 1o %amos a conseguir, Dant, lo %amos a conseguir, canturre" mentalmente.

)r nadando y remolcando el bote fue tarea lenta en el mejor de los casos, pero por fin lle!u" al punto donde la cresta de la ola apenas me alcanzaba. <poy" la cabeza en el bote con cansancio. Estaba tan emocionada que quera continuar, pero mi cuerpo ya estaba protestando por la falta de comida y a!ua. 4ena que ase!urarme de que no me iba a desmayar. 1adie podra salvarme en ese caso y no habra nadie que cuidara de 2ant" si yo mora. 4eniendo eso presente, !ir" con determinaci+n hacia la orilla. Esta vez nada me iba impedir alcanzar mi meta. <l cabo de unos treinta minutos, relaj" el cuerpo y baj" los pies con la intenci+n de descansar a!arrada al costado del bote. %ientras descansaba, mi pie choc+ con al!o. *h, 2ios, al!uien esta$a escuchando. Estir" el pie hacia abajo todo lo que pude y conse!u tocar apenas el suelo. %e puse a nadar de nuevo con renovado vi!or. < los pocos minutos, mis pies se posaron s+lidamente en el suelo. Riendo como una hist"rica, se!u tirando del botecito hacia la orilla, dando !racias a todos los dioses que recordaba del libro de mitolo!a !rie!a que me lea mi padre de ni0a. Por fin el bote se desliz+ sobre la playa con un !olpe sordo y me desplom" de espaldas en la arena mojada riendo hist"ricamente. Las !aviotas que daban vueltas por encima de m se unieron a mi ale!ra. e!u riendo hasta que acab" llorando. HLo hemos conse!uido, 2ant" Hle susurr" a mi compa0era, que se!ua inconsciente en el fondo del boteH. Lo hemos conse!uido. #ola, 6hay al!uien aqu8 #ola, por favor, necesito ayuda H!rit", pero s+lo las aves se molestaron en contestarme. Oui a ver c+mo estaba 2ant" una vez m$s para ase!urarme de que se encontraba bien. 2espu"s de cerciorarme de que su estado no haba cambiado y se!ua i!ual, decid que iba a intentar buscar ayuda. 'oloqu" varias piedras alrededor del bote. 1o quera arries!arme a que 2ant" se viera arrastrada al mar. :estida Inicamente con mi combinaci+n, empec" a e-plorar los alrededores.

La zona era preciosa. La playa donde 2ant" y yo habamos desembarcado estaba cubierta de una arena blanca casi como la nieve. La rica ve!etaci+n que rodeaba la playa era tan espesa que no saba si lo!rara atravesarla para e-plorar. H#ola H!rit" otra vez. 2e nuevo, la Inica respuesta que recib fue la de las aves. 1o quera estar lejos de 2ant" mucho tiempo as que di la vuelta y re!res" a la playa. Por supuesto, 2ant" no se haba movido desde que la dej". H2ant", vamos a estar bien. Lo s". 4en!o que encontrar una forma para sacarte de este bote y llevarte a un lu!ar se!uro. Lue!o voy a buscar a al!uien que pueda ayudarnos. %ir" a mi alrededor en busca de al!o que pudiera ayudarme a sacar a mi alta ami!a del bote. 2ecid que si conse!ua sacarla del bote, lue!o probablemente podra arrastrarla por la playa. Re!res" al denso bosque de ve!etaci+n que rodeaba la playa. La zona estaba llena de diversos $rboles frutales, al!unos de los cuales reconoc. %i est+ma!o me hizo saber que no estaba contento conmi!o en absoluto y que necesitaba recibir alimentos cuanto antes. 5usqu" un palo lo bastante lar!o como para derribar unos pl$tanos para comer. 'o! un trozo lar!o de bambI del suelo de la jun!la y me puse a !olpear el $rbol con toda la fuerza que pude. 'onse!u hacer pur" un racimo de pl$tanos pero nin!uno de ellos cay+ al suelo. 1o hice ni caso de la re!a0ina que me estaban echando los p$jaros de vivos colores que revoloteaban por las copas de los $rboles y mir" desesperada a mi alrededor buscando una forma de alcanzar la apetitosa fruta madura. &n fuerte !olpe a menos de un metro de distancia a mi derecha me hizo soltar un !ritito. 'asi como si respondiera a mi fuerza de voluntad, un !ran coco verde haba cado de un $rbol. %e apresur" a co!erlo y lo llev" de vuelta a la playa. Lo !olpe" varias veces contra unas rocas ne!ras hasta que conse!u lle!ar a la pulpa comestible. 5eb un poco de la leche dulce que sala de su centro y me alej" de las rocas rumbo al bote donde estaba mi ami!a inconsciente. %et el dedo en la leche que quedaba y le puse un poco en los labios para humedec"rselos y ver si responda.

2ant" abri+ la boca y conse!u meterle un poco de leche en la boca seca. e!u metiendo el dedo en la mitad del coco y coloc$ndolo lue!o en la boca abierta de 2ant". 4om" aire suavemente cuando al sacar los dedos de entre los labios de 2ant", me pareci+ notar una li!era presi+n de su len!ua. H62ant"8 Por supuesto, no obtuve respuesta, pero volv a meter los dedos r$pidamente en el coco y transfer el n"ctar a la boca hImeda y caliente de 2ant". Esta vez los dej" metidos un momento en la boca de 2ant" para ver si reaccionaba. Esta vez not" una clara succi+n cuando los labios de 2ant" se cerraron despacio alrededor de mis dedos y chuparon suavemente la leche del coco. olt" el aliento que no saba que haba estado a!uantando y permit que una l$!rima me resbalara despacio por la mejilla. H>racias Hsusurr" a quien quisiera escuchar. Pens" que si apilaba suficientes piedras alrededor del bote no tendra que mover a 2ant" en absoluto y que las piedras impediran que el bote flotara hacia el mar por accidente. ,a haba renunciado a sacar a 2ant" del bote. Pesaba demasiado para m y no haba forma de que me pudiera ayudar hasta que estuviera mejor. 2e modo que me dediqu" a acarrear unas enormes hojas de palmera del bosque a la playa. 'uando me pareci+ que tena suficientes, coloqu" las hojas de palmera encima del bote. 'uando ya tena la mitad del bote cubierta, me met dentro con las dos mitades del coco y nos tap" a 2ant" y a m misma. Las !randes y frondosas hojas tapaban eficazmente la mayor parte del sol y hacan que el interior del bote pareciera unos veinte !rados m$s fresco, adem$s dar sombra. 2ant" se quej+ y a!it+ un poco la cabeza. H hhh, cari0o. Est$s bien, las dos estamos bien. Le apart" el pelo a 2ant" acarici$ndole la cabeza. Esto pareci+ tranquilizarla, respir+ hondo y se calm+.

'on la leche del coco llen$ndome el est+ma!o y sabiendo que al menos ni 2ant" ni yo nos bamos a morir de hambre, me sum en un lar!o sue0o reparador. El estridente !rito de los p$jaros por encima del bote acab+ despert$ndome. %e senta como si hubiera estado durmiendo varios das. %ientras dorma, en al!In momento haba acabado con la cabeza en el hombro de 2ant" y una pierna encima de las dos suyas. inti"ndome culpable, me apart" de ella y ro!u" no haberle hecho da0o durante mi sue0o inquieto. 'omprob" su estado y me tranquilic" al ver que pareca estar descansando c+modamente. 9uit" las dos hojas de palmera m$s !randes de encima de nuestras cabezas y sal del bote. Pe!u" un !rito cuando al!o me pas+ por encima del pie. alt" de nuevo al bote mirando temerosa a mi alrededor por si vea una !ran ara0a. %e sorprend al ver que en vez de ara0as haba peque0os can!rejos azules por toda la playa. Las !aviotas que volaban en crculos por encima eran la causa del jaleo que me haba despertado. %e qued" mirando mientras miles de peque0os can!rejos azules salan del mar rumbo a un destino que s+lo ellos conocan. Reco! r$pidamente unos cinco de estos peque0os animales en un trozo de tela y los dej" flotando en una peque0a charca de a!ua cerca del mar sujetos con una !ran piedra. 'o! mi bolsa y hur!u" en ella buscando desesperadamente la lata de cerillas de madera que !uardaba all para quemar mis carboncillos de dibujo. olt" un !rito de ale!ra cuando mis dedos dieron con la lata donde las tena. ub corriendo por la playa y me puse a cavar con frenes un hoyo en la arena. Recorr la playa en busca de toda la le0a que pudiera encontrar. #icieron falta tres de mis preciadas cerillas, pero por fin conse!u prender una peque0a ho!uera. 'orr a mi botn atrapado y lo traslad" al fue!o. <br la tela y susurrando una disculpa por lo que estaba a punto de hacer, tir" a los peque0os crust$ceos vivos al fue!o. 'uando estuve se!ura de que estaban hechos, los saqu" torpemente del fue!o con un palo y esper" con impaciencia a que se enfriaran lo suficiente para comerlos.

2ecidiendo que unos minutos eran m$s que de sobra para que se enfriaran, co! una de las peque0as criaturas, le arranqu" las patas y chup" la carne suculenta de la c$scara, sorprendentemente blanda. H%mm H!em por lo maravilloso que le resultaba el can!rejo a mi est+ma!o hambriento. <unque los animalitos no tenan mucha carne, bastaron para en!a0ar poco mi hambre constante. Envolv el can!rejo cocinado que quedaba en una tira de tela y, lament$ndolo, ech" arena encima del fue!o. +lo me quedaban unas veinte cerillas. 4endra que mejorar mucho a la hora de encender un fue!o o 2ant" y yo estaramos a base de comida cruda hasta que nos encontran. 2ej" el can!rejito en el bote para m$s tarde y comprob" c+mo estaba 2ant". La tap" de nuevo con las !randes hojas y me adentr" en el bosque para buscar m$s cocos y cualquier cosa que pudiera hacerle comer. #asta ahora reconoca pl$tanos, papayas, cocos, frutos del pan y anacardos, nada menos. in embar!o, dada la inconsciencia de 2ant", apenas conse!ua tra!arse la leche del coco, de modo que mucho menos podra con al!o m$s sustancioso. %ientras caminaba por entre los $rboles para ver si daba con al!o comestible, me encontr" con un $rbol platanero inclinado. i pudiera acercarme m$s a la copa del $rbol, se!uramente podra hacer caer parte de la fruta. 2ej" en el suelo el coco que haba encontrado previamente en el bosque y busque un palo de bambI lar!o. 'uando encontr" uno que me pareci+ adecuado, trep" al $rbol. onre con irona al recordar las viejas re!a0inas de mi madre, dici"ndome que subirse a los $rboles no era propio de una jovencita. 2ues mira, madre, esta %e/ podr"a sal%arme la %ida. Por fin, cuando lle!u" tan cerca de la copa que conse!ua alcanzar los pl$tanos con el palo, me inclin" todo lo que pude y empec" a empujar un racimo de fruta, apart$ndolo del $rbol con el palo. Los pl$tanos se ne!aban tercamente a caer, pero al cabo de unos quince minutos de empujones, cayeron al suelo del bosque. 5aj" todo lo deprisa que pude. 1o haba tenido intenci+n de estar tanto tiempo lejos de 2ant".

<rrastr" el racimo de pl$tanos hasta el lmite del bosque y re!res" corriendo con el coco hasta el bote todo lo deprisa que me permiti+ mi cuerpo debilitado. <liviada, vi que las hojas se!uan intactas encima del bote y que la chica herida que haba debajo pareca se!uir descansando apaciblemente. Romp la c$scara verde e-terna del coco en las rocas cercanas de la playa y lue!o romp la c$scara marr+n interna con todo el cuidado posible, intentando conservar la leche para 2ant". :olv con las dos mitades al bote y me sent" con cuidado al lado de 2ant". %et dos dedos en la c$scara como la vez anterior y se los met en la boca. Esta vez 2ant" chup+ la leche con un poco m$s de fuerza. 4om" aire al sentir que su len!ua lama d"bilmente los dedos que le ofreca. %e temo que me sonroj" muchsimo cuando 2ant" aument+ la presi+n sobre mis dedos sin darse cuenta. La succi+n me estaba causando calor entre las piernas y lue!o una presi+n que me resultaba desconocida. 1o era dolorosa, s+lo inc+moda. %et los dedos en la mitad del coco y volv a ofrec"rselos a 2ant", casi temiendo la presi+n de la succi+n que estaba se!ura que se iba a producir. 'omo antes, tuve que obli!ar a 2ant" a tomar el alimento, pero en cuanto su cuerpo empez+ a aceptar inconscientemente que estaba siendo alimentado, la presi+n se hizo asombrosamente fuerte y firme. 'err" los ojos para dejar de mirar los labios cortados de 2ant" cerrados alrededor de mis dedos. in duda deba de estar volvi"ndome loca por sentir al!o as. ;ade" y me llev" la mano libre al est+ma!o mientras 2ant" se!ua chup$ndome los dedos en busca de la leche de coco, que ya no tena desde haca un rato. <br los ojos y ca inmediatamente en el desorientado remolino azul que eran los ojos de 2ant". <partando los dedos r$pidamente como una ni0a a la que hubieran pillado con la mano metida en la caja de las !alletas, me inclin" hacia ella. H2ant", 6est$s bien8 %e mir+ confusa un momento antes de abrir la boca como para hablar. H6>abrielle8 6Est$s bien8 Hpre!unt+H. 64e han hecho da0o8

1o pude evitar estallar en l$!rimas. H1o... no, no me han hecho da0o, pero a ti s que te lo han hecho Hle dije, acarici$ndole la cabeza con una tira de tela limpia. H6'u$nto tiempo8 Hdijo con voz ronca. %e di cuenta de que quera decir cu$nto tiempo haba estado desmayada. %ir" al cielo incandescente y contest" la verdad. H1o lo s", 2ant". Estaba un poco ida al principio, pero me parece que han pasado unos cuatro das. i!ui+ mir$ndome un momento y lue!o pre!unt+, en voz tan baja que tuve que inclinarme sobre ella para or lo que deca. H69u" te ha pasado, >abby8 62+nde est$ tu ropa8 Por primera vez pens" en lo que deba de parecerle. 1otaba mi piel reseca rebel$ndose contra el sol caliente al rajarse y pel$rseme en la cara, los hombros y los labios. %i pelo haca tiempo que haba dejado de parecer mnimamente or!anizado y 6mi vestido8 5ueno, haba prescindido de los restos harapientos que quedaban de "l para usarlos como vendas para 2ant". Estaba roja como un can!rejo y vestida tan s+lo con mi combinaci+n y mi ropa interior. %e ech" a rer. %e re tanto que tuve que echarme junto al cuerpo de 2ant" por temor a caerme encima de ella. %i risa no tard+ en transformarse en llanto y descubr que 2ant" me estaba consolando d$ndome palmaditas distradas en la espalda para intentar parecer reconfortante. <unque apreciaba el esfuerzo que estaba haciendo, lo cierto era que careca de esa capacidad para consolar. 2espu"s de suspirar con un hipo, me incorpor" y la mir". HPerdona, es que se me ha venido todo encima de !olpe. 'rea... tena miedo de que no fueras a sobrevivir, 2ant". %e puse contentsima cuando vi tierra y lue!o, cuando conse!u traer el bote hasta aqu, estaba se!ura de que al!uien podra ayudarte, pero cuando no encontr" a nadie, volv a sentir miedo por ti.

H1o pasa nada, soy dura Hme dijo con la voz roncaH. 62+nde estamos8 H pre!unt+, intentando mirar a su alrededor desde donde estaba tumbada en el fondo del bote. Lo Inico que vea era el cielo azul a la derecha y a la izquierda las copas de los $rboles donde yo haba tratado de buscar alimento. H1o lo s". ea donde sea, est$ muy aislado. 1o he visto ni odo a nadie desde que lle!amos aqu. <unque la verdad es que no he tenido un momento para e-plorar, tena miedo de alejarme demasiado de ti durante demasiado tiempo Hle dije con una d"bil sonrisaH. #e conse!uido reco!er un poco de fruta y al!unos can!rejos peque0os que parecen correr a sus anchas por esta playa, pero eso es todo. 64ienes hambre, 2ant"8 H le pre!unt", recordando por primera vez que mi paciente herida no haba comido desde haca m$s de cuatro dasH. #e conse!uido que tomaras un poco de leche de coco, pero tena miedo de que te aho!aras con al!o m$s sustancioso. HLas im$!enes fu!aces de 2ant" chup$ndome antes los dedos hicieron que me volviera a ruborizar. H6Est$s bien8 Hpre!unt+. H , estoy bien, creo que el sol me ha hecho estra!os en la piel, pero ya se me pondr$ bien. 4ratando de cambiar de tema r$pidamente, le volv a pre!untar si resistira comer al!o. 2ant" dijo que no lo saba, pero que crea que podra a!uantar la leche de coco. 2ecid que no era una buena idea darle la leche a 2ant" como lo haba hecho cuando estaba inconsciente. En cambio, le sostuve la cabeza apoyada en mis piernas cruzadas y le di el resto de la leche tibia. <l cabo de unos pocos sorbos, 2ant" hizo un !esto ne!ativo con la cabeza y se apart+ del cuenco improvisado. HEst$ bien, eso servir$ por ahora, pero 2ant", creo que vas a tener que intentar comer al!o de fruta si quieres recuperar las fuerzas. Ella asinti+ cansada mientras le volva a colocar la cabeza sobre su almohada=chaleco salvavidas.

H2ant", 6te importa que te mire la herida antes de que te duermas8 %e preocupa que no nos quede mucha luz y me !ustara limpiarla antes de que se pon!a muy oscuro. :olvi+ a asentir con cansancio y yo intent" colocarla de lado para poder lle!ar a la herida. <l hacerlo, le e-pliqu" que me haba visto obli!ada a cauterizarle la herida y que haba usado a!ua de lluvia para limpiarla lo mejor que haba podido. 4ambi"n le e-pliqu" que sus vendas procedan de mi vestido, lo cual e-plicaba mi actual estado de desnudez. 2espu"s de limpiarle y vendarle la espalda a 2ant", la ayud" a darse la vuelta. <unque no haba dicho ni una palabra en todo este tiempo, me di cuenta por su respiraci+n r$pida y a!itada de que le dola mucho. &s" lo que quedaba del a!ua de lluvia para mojar otra tira de tela limpia, que emple" para humedecerle los labios y lue!o la frente. H6%ejor8 Hpre!unt" en voz baja. H Hfue su respuesta !uturalH. Lo has hecho bien Hsusurr+ antes de cerrar los ojos y sumirse en un sue0o a!otado y reparador. 2ej" que se me escapara otra l$!rima antes de acomodarme a su lado y contemplar el sol mientras se hunda en el mar. < la ma0ana si!uiente me despertaron de nuevo los fuertes !ritos de las !aviotas que volaban por encima. H6Pero por qu" hacen tanto ruido8 Hpre!unt" sin diri!irme a nadie en concreto. %e despert" del todo al or la risa !rave de mi compa0era de bote, que evidentemente llevaba despierta un rato. H:aya, pero que !ru0ona est$s por la ma0ana, peque0a. %e incorpor" de !olpe y vi la conocida e irritante sonrisa burlona de 2ant" 'ourtier. HJ*h, 2ios mo, 2ant", est$s bienK Hmurmur". HPues s Hme contest+ con su habitual tono de burlaH. 6Es que no lo esperabas8 Por lo que me han dicho, he recibido los mejores cuidados posibles. 'omo siempre, me sonroj" ante las burlas de 2ant".

H'rea que lo de ayer era un sue0o o una alucinaci+n. Pero no es as, est$s bien de verdad. H , un poco dolorida, pero creo que vivir". *ye, 6me ayudas a sentarme8 Estoy un poco harta de estar tumbada en este bote. H'laro, 2ant", 6pero crees que debes8 1o quiero que se te vuelva a abrir la herida. +lo han pasado unos das y has estado san!rando mucho. H%e curo deprisa, >abrielle. su!iero que me ayudes a levantarme. %e sonroj" de nuevo y ayude a 2ant" a sentarse. HEspera Hresoll+. %ientras recuperaba el aliento, mir" por la playa en busca de un palo que pudiera usar para sujetarse. <l encontrar el palo que haba usado para derribar la fruta, volv con "l al bote. <yud" a 2ant" a ponerse de pie y tras un momento de p$nico en que pens" que 2ant" y yo nos bamos a desplomar en el suelo, 2ant" pareci+ recuperar el equilibrio. H&uuf Hresopl+ al ver la zona por primera vezH. 6El servicio de se0oras est$ por all8 H!ru0+. onre. H , por ah es. HLe pas" el palo cuando sali+ del bote. 2ej" que se apoyara en m por un lado mientras usaba el palo para sostenerse por el otro. 1os diri!imos despacio a la espesa jun!la de $rboles que cubra el borde de la playa. e!uro que no pasa nada. <dem$s, ten!o que

ocuparme de unos asuntos y a menos que quieras que lo ha!a donde dormimos, te

"

;usto nada m$s pasada la lnea de $rboles, nos encontramos con un $rbol que pareca tener su propio criterio sobre c+mo quera crecer. En vez de en vertical, quera crecer en dia!onal con respecto al suelo. H5ueno, esto vale. Podr" sujetarme muy bien apoy$ndome en este $rbol. H Empec" a protestar, pero me detuvo con una e-presi+n severaH. Lo siento, >abrielle. HPronunci+ mi nombre como si tuviera tres slabas bien diferenciadas, >aRbriRelleH. 1o voy a permitir que te quedes ah mientras atiendo a la llamada de la naturaleza. <precio el cuidado que me est$s dando, pero no soy una ni0a, as que tienes que irte a otra parte mientras ha!o esto. Estar" bien. %e qued" mir$ndola con la boca abierta. 'reo que era el mayor nImero de palabras que le haba odo decir de corrido. al de mi trance cuando un dedo c$lido me empuj+ suavemente la barbilla para cerrarme la boca. H<hora da la vuelta y me reunir" conti!o cuando haya terminado. H'on eso, me dio la vuelta y con un li!ero empuj+n en la espalda, me puso en marcha. %e sent" en una !ran roca medio enterrada en la arena blanca y pens" entristecidaB .ueno, si tenemos que quedarnos aqu" %aradas unos cuantos d"as, al menos es $onito. 2ant" sali+ de entre los $rboles en ese momento y me levant" de un salto para ayudarla. HEst$s muy p$lida, 6est$s bien8 Hle pre!unt". H Hafirm+H. Pero creo que me he pasado un poco. 1ecesito echarme. H u voz, normalmente fuerte, sonaba d"bil, y tena la piel palidsima. %e ech" su brazo fl$ccido alrededor de los hombros y medio la arrastr", medio la llev" de vuelta al bote. H2ant", esto no va bien. 1o s" qu" hacer Hle dije preocupada mientras la ayudaba a pasar por encima de la borda del bote. H hh, no pasa nada Hme consol+H. +lo necesito descansar. 'reo que debo de haber perdido mucha san!re y hace das que no como. H#e encontrado pl$tanos, frutos del pan, papayas y cocos, 2ant" Hle dije animadamenteH. , tambi"n can!rejos. 6'rees que podras comer un poco8

H'onque s, 6eh8 H onri+ burlonaH. %e lo estabas ocultando, 6eh8 , yo que pensaba que nos est$bamos muriendo de hambre y tI has salido a hacer la compra H brome+H. 6%e has !uardado al!o8 En el barco me di cuenta de que comes lo tuyo. HJ*yeK He-clam", enfad$ndomeH. 1o es que estuvieras despierta, as que no te poda dar comida. < menos que quisieras que te la metiera a la fuerza por la !ar!anta mientras estabas inconsciente. ,a me ha costado bastante hacerte tomar un poco de leche de coco. HEstaba a punto de que me diera un aut"ntico ataque de rabia cuando not" que su sonrisa burlona de siempre empezaba a desaparecer. H6%e has dado de comer8 Hpre!unt+ cansadaH. 6'uando estaba desmayada8 6'+mo lo has hecho8 H,o... mm... H%e sonroj" muchsimo y ella me mir+ con una ceja enarcada, claramente confusa por mi reacci+nH. %e... mm... puse un poco en los dedos y tI... mm... H6Eras tI8 Hpre!unt+H. 'rea que era un sue0o. <hora mismo que estoy escribiendo esto, todava ten!o que ver a 2ant" colorada de verdad, pero podra haber jurado que as se puso aquel da y yo no saba por qu". Estaba se!ura de que no estaba despierta y no poda haber visto mis reacciones cuando me chupaba los dedos. H%m... 2ant", 6crees que ahora podras con un poco de comida s+lida8 H pre!unt", tratando de cambiar de tema. H1o lo s". 'reo que ahora mismo estoy demasiado cansada. Preferira echar una siesta primero, si no te importa. H'laro, muy bien Hle dijeH. 9uiero echar un vistazo por los alrededores para ver si encuentro al!o o a al!uien que nos ayude. i me necesitas, !rita. 1o ir" muy lejos, 6vale8 H%mm Hmurmur+, cerrando ya los ojos. 4ap" el bote encima de su cabeza con la !ran hoja para impedir que se quemara con el sol.

%e diri! a la lnea de $rboles, dispuesta a encontrar ayuda. <travesar la densa ve!etaci+n no fue en absoluto tan difcil como pensaba. #aba renunciado a llamar pidiendo ayuda y simplemente se!u caminando. 4ras cruzar la barrera inicial que separaba la playa de la jun!la, casi era f$cil andar. < e-cepci+n de unas cuantas races que estaban por encima del suelo, el camino estaba despejado. Pr$cticamente no haba visto m$s fauna que las aves y los can!rejos de la zona. 1i siquiera haba visto una ardilla u otro tipo de animal del bosque y pens" que eso no era muy nomal. Pero lle!u" a la conclusi+n de que no me estaba dando cuenta. Los $rboles no eran muy !randes, pero eran de lo m$s e-uberante. La vista estaba salpicada de enormes flores de vivos colores como en un cuadro muy vul!ar que haba visto una vez. El hecho de que fueran reales y tuvieran un aroma e-quisito eliminaba la vul!aridad y me llenaba de ale!ra. 'ontinu" mi e-ploraci+n sin fijarme mucho por d+nde iba Dcomo era habitual en mE y tropec" con una raz descubierta. <ntes de poder evitarlo, sal volando por encima del borde del camino natural que haba estado si!uiendo. 4uve un momento de p$nico total y lue!o me qued" sin aire por la costalada y con un fuerte dolor de cabeza, al aterrizar la mitad en a!ua y la mitad en tierra. Lo primero que not" cuando recuper" el aliento fue el dolor de cabeza que tena y el a!ua que me acariciaba el muslo. %e sent" toda temblorosa y contempl" lo que me rodeaba. #aba aterrizado en una peque0a y limpia charca casi oculta por la densa ve!etaci+n. La charca estaba rodeada por una pared de rocas casi tan altas como yo y la espesa y verde ve!etaci+n caa por encima de las rocas. Podra haber pasado al lado sin verlo de no haber tropezado y cado dentro. %ientras absorba la belleza de este lu!ar, observ" a dos p$jaros de ale!res colores que bajaron volando y se posaron justo a mi lado. Los dos me miraron con curiosidad, ladeando la cabeza como diciendo, 34 qu eres? Lue!o se pusieron a beber de la charca. Los mir" fascinada mientras trataba de olvidarme de lo seca que tena la !ar!anta. 4erminaron de beber con calma, me echaron otra mirada desconfiada y salieron volando hacia los $rboles de arriba. al de mi ensue0o, me acerqu" m$s a la charca y me inclin" para beber.

H:amos all$ Hdije al aire y co! un poco de a!ua. Estaba fresca y limpiaB fue lo mejor que haba bebido en mi vida. Prescind de los buenos modales Dal fin y al cabo, no haba nadie que pudiera vermeE y met toda la cabeza en el a!ua para beberH. 9u" maravilla Hmurmur" cuando qued" saciada. 1unca haba apreciado los m"ritos del a!ua, de hecho, sola despreciarla a favor del t" o la leche, pero esto era pura ambrosa. 4ras mirar r$pidamente a mi alrededor y ase!urarme de que estaba sola, me quit" la combinaci+n y entr" despacio en el a!ua fresca. H*h Hsuspir" en voz alta al sumer!irme en el a!ua hasta el cuello. %et el pelo en el a!ua y me lo lav" lo mejor que pude. <l pensar en 2ant" echada en el bote en la playa, aceler" mi ba0o. <l salir de la charca, la idea de ponerme la mu!rienta combinaci+n me dio tanto asco que decid lavarla junto con mi ropa interior. #aca tanto calor que estaba se!ura de que tendra la ropa casi seca antes de volver a la playa. Encontr" un !ran palo de ca0a cado y hueco por dentro !racias a los insectos y lo llen" de a!ua. 2ant" estaba despierta y sentada en el bote cuando re!res". onri+ al ver mi pelo mojado echado hacia atr$s y mi combinaci+n hImeda. H:aya, parece que te has refrescado. Le sonre, sin querer ofenderme por su sonrisita provocativa. H . #e encontrado una charca de a!ua dulce en la jun!la y te he trado a!ua para que bebas. HLe pas" el palo, que co!i+ a!radecida. e detuvo y mir+ dentro del palo que le haba dadoH. <delante, he visto a unos p$jaros que la beban primero y lue!o he bebido yo. El a!ua est$ bien, no te har$ da0o Hla tranquilic". H1o, no es eso Hdijo y me mir+ con la ceja enarcadaH. 6#as co!ido el a!ua antes o despu"s de lavar tus bra!as en esa charca8 Hpre!unt+. 1ot" que mi mandbula traicionera se abra y me qued" mir$ndola sin dar cr"dito. HPero qu" cosa m$s desa!radecida...

Levant+ las manos como para prote!erse de mis !olpes verbales y me ech+ una sonrisa aut"ntica, no la burlona de siempre. HPerdona, es que no puedo evitar tomarte el pelo, te dejas provocar tan f$cilmente Hdijo riendo. Lue!o se llev+ el palo a los labios y bebi+ un buen tra!o. onre mientras se tra!aba hasta la Iltima !ota de a!ua. 'uando termin+, esboc" mi propia sonrisa burlona, me acerqu" mucho a ella, la mir" directamente a los ojos y susurr"B H#e co!ido el a!ua despu"s de lavar mis bra!as. HLe di una palmadita en la cabeza y sal corriendo carcaje$ndome por la playa, perse!uida por los insultos que 2ant" me lanzaba en franc"s. 2ant" acept+ una tre!ua cuando la tent" con la cena que estaba haciendo. #aba atrapado varios de esos can!rejos azules y tras encender un nuevo fue!o Desta vez s+lo necesit" dos cerillasE, los tena sobre unas piedras calientes tost$ndose al fue!o. 4ambi"n haba reco!ido bayas silvestres, papayas y pl$tanos. ;unto con la leche de coco, era una comida bastante suculenta. HEscucha, 2ant" HdijeH. ,a me he disculpado, 6vale8 1o lo pens" hasta que ya me haba ba0ado y lavado mis cosas. <dem$s era una charca bastante !rande. 2ant" se reclin+ en el bote, con aspecto al!o cansado. H>a...bri...elle, quiero que lo sepasB me curo muy deprisa y cuando est" mejor, m$s te vale estar preparada porque te voy a hacer pa!ar por eso. La sonrisa que 2ant" tena en la cara era mal"vola y por primera vez lament" mi decisi+n de decirle lo del a!ua. J%e haba metido en un buen lo y lo sabaK H2ant", 6cu$nto crees que tardar$n en encontrarnos8 H1o lo s". < decir verdad, me preocupa un poco que no nos hayan encontrado aIn.

#aca ya tres das que habamos desembarcado en esta playa. La salud de 2ant" iba mejorando y pareca estar recuperando el color. H6'rees que hoy podras caminar un poco despu"s de visitar el bosque8 %is das haban consistido en acompa0ar a 2ant" al bosque para que hiciera sus necesidades y en hacer acopio de comida y a!ua. Era una tarea dursima que me dejaba e-hausta al final del da. in embar!o, impeda que me preocupara por el hecho de que a estas alturas 2ant" y yo haca m$s de una semana que habamos desaparecido y todava no nos haban encontrado. #aca ya tiempo que haba dejado de llamar pidiendo ayuda mientras buscaba comida. #aba lle!ado a la conclusi+n de que est$bamos solas en aquella zona. 'uriosamente, en lu!ar de asustarme, esto me reconfortaba. 1o haba nada que pudiera hacernos da0o y en el fondo estaba convencida de que no tardaran en encontrarnos. 2ant" se dio la vuelta para que le e-aminara la herida. orprendentemente, 2ant" me dejaba que la e-aminara sin apenas protestar. Le mir" la herida con asombro. H,a lo creo que te curas deprisa Hle dije por en"sima vez. e ri+ como siempre y la ayud" a sentarse apoyada en uno de los bancos del bote. H*ye He-clam", al ocurrrseme una ideaH. 69u" te parece si vamos a la charca8 Podras beber todo lo que quisieras y no tendras que depender de que yo te trai!a el a!ua en esos palos. <dem$s Ha0ad con tono de burlaH, no te vendra mal darte un ba0o. H<rru!u" la nariz a prop+sito e intent" parecer molesta. H:ale, vale, ya me entero. <yIdame a levantarme, ni0a. Poner a 2ant" de pie ya no era tan difcil como al principio. &nos cuantos das de reposo con comida y a!ua en el est+ma!o haban conse!uido que fuera recuperando las fuerzas. La ayud" a salir del bote, advirtiendo que esta vez s+lo hizo una li!era mueca de dolor, y la llev" hasta los $rboles despacio. El trayecto, que normalmente era de unos quince minutos, nos llev+ a 2ant" y a m media hora con un par de paradas para descansar. 2ant" sudaba abundantemente cuando lle!amos a la charca. ,o empezaba a lamentar mi decisi+n de permitirle caminar tanto cuando alcanzamos la charca.

HJ*h, vaya, es estupendoK He-clam+ al mirar el lu!ar que estaba como a metro y medio por debajo de nosotrasH. 6'+mo bajamos hasta ah8 HJ*oh, maldita seaK He-clam" y lue!o me puse como un tomate cuando 2ant" me mir+ con una ceja enarcada. iempre haba odo a mi padre decir eso y vea a mi madre d$ndole un palmetazo por maldecir delante de nosotras. 1o haba contado con que 2ant" estaba herida. ,o siempre bajaba desliz$ndome por la pared de roca de metro y medio cuando vena aqu para beber y ba0arme. HLo siento, 2ant", no lo he pensado, s+lo pens" que te !ustara darte un ba0o. 1o se me ha ocurrido que tendramos que bajar hasta ah. H6'+mo has encontrado este sitio8 Hpre!unt+ 2ant"H. ,o nunca lo habra encontrado aunque lo estuviera buscando. HPues... mm... tropec" con "l Hle dije, intentando no decirle que en realidad haba encontrado la charca al caerme literalmente por el borde de la peque0a altura sobre la que est$bamos ahora. H,a, a ver si lo adivino. Encontraste este lu!ar del mismo modo que nos conocimos nosotras, 6verdad8 H%m, s HdijeH. :amos, creo que podemos bajar si vamos por aqu. <vanc" con 2ant" unos doscientos metros m$s. El terreno haba empezado a bajar y por fin, con muy poco esfuerzo, conse!uimos bajar a 2ant" hasta el a!ua. La sent" en la peque0a franja de arena que bordeaba la charca y las dos nos desnudamos a toda prisa. Estaba tan emocionada que ni pens" en que iba a estar desnuda delante de mi ami!a, de hecho, cuando ya estaba en ropa interior, me volv para ayudar a 2ant" y vi que ella haba hecho lo mismo. Dios m"o, qu $ella es, !rit+ mi mente con tanta fuerza que si no fuera porque 2ant" no levant+ la mirada, habra credo que lo haba dicho en voz alta. 2ant" haba terminado de soltarse el pelo y ahora estaba sentada en ropa interior con el lar!o pelo ne!ro ondeando al viento. <unque 2ant" se!ua muy p$lida y d"bil por la herida, me di cuenta de que era una mujer muy fuerte. Los brazos que rodeaban sus piernas dobladas

parecan muy fornidos. *bserv" el movimientos de los mIsculos de su est+ma!o al respirar. H6>abby8 Hdijo bruscamente. :i que tena la ceja enarcada y me pre!unt" cu$ntas veces me haba llamadoH. 6Est$s lista8 H<h, s, estoy lista Hle dije. 2ej" que utilizara mi hombro para sostenerse mientras entr$bamos en la charca. H*oh Hsuspir+ al adentrarse en la charca. La piel c$lida se le puso inmediatamente de !allina al entrar en contacto con el a!ua fresca. 'uando ya est$bamos cerca del centro de la charca, a 2ant" el a!ua apenas le lle!aba al pecho, pero a m ya me rozaba la barbilla. H*jal$ tuvi"ramos jab+n Hdijo mientras las dos intent$bamos ba0arnos en el a!ua como mejor podamosH. :en!a, te lavo el pelo si tI me lavas el mo Hdijo. in esperar respuesta, me dio la espalda, hundi+ el lar!o pelo en el a!ua y volvi+ a sacarlo. 'omo no tenamos jab+n, me limit" a pasar las manos por el sedoso pelo de 2ant" para desenredarlo y quitarle el sudor. 2isfrut" al lavarle el pelo a 2ant". 1o era s+lo que el tacto de su pelo me encantaba, eran tambi"n los ruidos que haca mientras le masajeaba el cuero cabelludo. H64e !usta8 Hle pre!unt" al cabo de cinco minutos de masaje. H%mmRmmmm Hfue lo Inico que contest+. %e esforc" por controlar la respiraci+n mientras pasaba los dedos por el pelo de 2ant". e me enco!i+ el est+ma!o la primera vez que o los !emidos de placer apenas audibles que emita 2ant". 2e repente, me dieron !anas de darle la vuelta a 2ant" y besarla... besarle los hombros... besarle el cuerpo... besarle al!o. 4om" aliento con fuerza. 2ero qu demonios estoy pensando...? Dant no siente eso por m" y yo no de$er"a sentir eso por ella... %erdad? 'ontinu" masajeando el pelo de 2ant" mientras dejaba va!ar el pensamiento repasando las circunstancias que nos haban llevado a nuestra actual situaci+n. Record" mi reacci+n ante 2ant" en el barco y

que s+lo de pensar en ella empezaba a arder de rabia... 6o era otra cosa que confund con rabia8 Me pregunto cmo %oy a so$re%i%ir cuando me la%e el pelo. La herida de 2ant" si!ui+ cur$ndose muy deprisa. <l poco tiempo, ya se mova sin necesidad de mi ayuda. e le haba ocurrido la idea de hacer una marca en el bote por cada da que estuvi"ramos en la isla. 'uando llev$bamos casi dos meses en la isla, 2ant" decidi+ que debamos trasladarnos m$s hacia el interior. 2ant" se haba dedicado a e-plorar la isla mientras yo escriba en mis cuadernos en el bote. Oue ella en realidad la que determin+ que est$bamos en una isla, lo cual e-plicaba por qu" no habamos visto a nadie desde que desembarcamos aqu. 2ant" tambi"n haba descubierto el arroyo que era la fuente de la charca donde nos ba0$bamos. 2ant" estaba entusiasmada con el arroyo porque tena esa mana de no ba0arse en la misma a!ua que beba. ,o tambi"n estaba entusiasmada por dentro con el arroyo, pero no se lo dije. #aba empezado a hacer un calor insoportable en la isla. 2ant" me e-plic+ que los $rboles prote!an las zonas cercanas al a!ua de los rayos directos del sol. 2e modo que all haca mucho m$s fresco. Pensaba que debamos trasladarnos m$s cerca del a!ua y construir al!In tipo de refu!io. HPero 2ant", 6y si aparece un barco y no estamos...8 H)ncluso despu"s de dos meses, yo todava crea que nos encontraran. aba que mi familia no dejara de buscarme hasta que tuviera pruebas concluyentes de que est$bamos muertas. H,a lo he pensado Hcontest+H. Podra poner una !ran pila de le0a all, en esas rocas, y si vemos un barco, podemos encenderla. , he pensado que si colocamos el bote de pie en la arena y atamos tela de mi vestido en un palo, eso alertar$ a al!uien que nos est" buscando, 6no crees8 4ras pensarlo un momento, estuve de acuerdo. Empezaba a hacer demasiado calor para estar en la playa sin protecci+n contra el sol. <dem$s, sera a!radable no tener que caminar quince minutos s+lo para ba0arnos y beber a!ua fresca. H5ueno, 6y d+nde vamos a dormir8 Hpre!unt" con irritaci+n. 1o s" por qu" le estaba planteando tantas dificultades, pero estaba de mal humor.

H4endremos que construir un refu!io. #ay muchos $rboles y cosas que podramos usar m$s cerca del arroyo. 2ant" enterr+ casi toda la proa del bote en la arena hasta que estuvo se!ura de que el bote no se iba a caer por el viento. #izo lo mismo con el palo. <t+ un trozo de lo que le quedaba de vestido en el e-tremo del palo y me hizo un !esto para que nos pusi"ramos en camino. ,o iba varios pasos por detr$s de 2ante, como siempre que bamos de e-cursi+n para buscar comida. Era la mejor forma que tena de observarla sin que ella me observara a m. <l parecer, 2ant" tena una vena pIdica, mientras que yo haca tiempo que haba prescindido de mi vestido y me pasaba los das en combinaci+n. 2ant" se haba aferrado a lo que le quedaba de vestido como una ni0a peque0a a su mantita. <In m$s curioso era el hecho de que no pareca importarle quitarse el vestido para nadar, pero en cuanto terminaba, volva a pon"rselo. ,o fin!a dormitar en las rocas para poder observar a 2ant" ju!ando desnuda en el a!ua. 1uestros cuerpos haban sufrido ciertos cambios desde que est$bamos en la isla. +lo para reco!er comida haca falta fuerza. Ella siempre haba sido tirando a del!ada, pero daba la impresi+n de que su cuerpo se estaba haciendo m$s fuerte por las cosas que tenamos que hacer para se!uir con vida hasta que nos rescataran. Probablemente al principio nuestras familias no nos reconoceran. 2ant" y yo est$bamos casi tres veces m$s morenas que antes de lle!ar a la isla. ,o haba perdido toda mi rechonchez infantil y el sol me haba aclarado el pelo, por lo que lo tena el doble de rubio que antes. 2ant" tena el pelo del mismo color que siempre, pero o lo llevaba suelto por la espalda o en una lar!a trenza que le lle!aba a la cintura. 1in!una de las dos nos habamos molestado en reco!ernos el pelo desde que est$bamos en la isla, a fin de cuentas all no haba nadie que pudiera escandalizarse salvo nosotras dos. , por dentro, a m me encantaba el aspecto de 2ant" con el pelo suelto. < veces co!a una peque0a flor silvestre y se la pona en el pelo oscuro o haca una !uirnalda para coloc$rsela en la cabeza. Ella sonrea con sorna y me pona los ojos en blanco, pero me di cuenta de que todas las veces se dejaba las flores puestas hasta que nos acost$bamos esa noche. in embar!o, s que advert que incluso cuando haca m$s calor en la isla, se!ua ne!$ndose a quitarse el vestido.

2ant" me llev+ hasta la zona que estaba a pocos pasos del arroyo. HEstaba pensando que aqu vale. H e0al+ un terreno bastante plano al abri!o de dos de los $rboles m$s !randes de la zonaH. %e parece que est$ bastante cerca del arroyo y de la charca y no tendremos problemas para ir a cualquiera de los dos. H%e mir+ como si estuvi"ramos contemplando una finca de primera calidad. %e enco! de hombros y dijeB HEst$ bien. H%uy bien Hdijo con tono apa!adoH. :oy a buscar cosas para construir. 6Por qu" no te pones a escribir... o a dibujar o al!o8 :olver" pronto. H5ueno, 6quieres que vaya conti!o8 Hpre!unt"H. ,o tambi"n puedo traer cosas. H1o Hse apresur+ a contestarH. 1o, no hace falta. :uelvo ense!uida. H e march+ antes de que yo pudiera decir nada m$s. %e sent" a la sombra del $rbol m$s cercano y saqu" mis cuadernos para escribir. %e qued" un momento con una p$!ina en blanco delante de m, pensando en los pocos meses que llev$bamos en la isla. 2ant" no haba hablado conmi!o del rescate ni una sola vez. 2e hecho, si yo mencionaba al!o al respecto, ella contestaba lo m$s deprisa posible y cambiaba de tema. <In m$s curiosa era la costumbre que haba adquirido de adentrarse sola en la jun!la. 1o es que hubiera mucho que temer, pero cuando re!resaba pareca m$s tranquila y yo no conse!ua ima!inar por qu" necesitaba alejarse de ese modo. 2ant" volvi+ al claro una hora m$s tarde y como ya haba vaticinado yo, estaba mucho m$s tranquila que antes. Llevaba a rastras unos $rboles peque0os para construir la estructura de nuestro refu!io. %e levant" de un salto para ayudarla y recib una leve sonrisa de alivio, que acept" como a!radecimiento. 4ardamos casi una semana, pero por fin tenamos un refu!io bastante resistente que a!uantara las r$fa!as de viento que a veces azotaban la isla. 2ant" deca que, a juz!ar por la riqueza de la ve!etaci+n, no le sorprendera que lloviera mucho en los meses de invierno.

1o pensara que bamos a estar tanto tiempo aqu, 6verdad8 2ant" me mir+ y dijo que claro que no, pero no pareca convencida. :olvi+ a la tarea de enrollar las fuertes lianas que haba cortado de unos $rboles. < los cinco meses y medio de estancia en la isla ya tenamos una rutina bien establecida. 1os despert$bamos por la ma0ana y nad$bamos en la charca, lavando la poca ropa que nos quedaba. 2ant" iba entonces en busca de fruta por la jun!la, cosa que por cierto se le daba mucho mejor que a m. Recuerdo que la primera vez que la vi trepar a un $rbol me qued" de piedra. implemente salt+ al $rbol lo m$s alto que pudo, lue!o ech+ una pierna alrededor del $rbol y us+ la fuerza para subir el resto. 2ejaba caer dos o tres cocos y lue!o se deslizaba hacia abajo m$s deprisa que al subir. Era asombroso, pero como con todo, 2ant" pareca pensar que era al!o normal. 2ant" nunca dejaba de asombrarme. &na de las muchas cosas que saba hacer era pescar. #aba conse!uido fabricar una red con varias de las resistentes lianas que col!aban por el bosque. , casi todas las noches traa de vuelta a la caba0a un !ran pez o una lan!osta. < veces, como cosa especial, buceaba para co!er al!unas de las !randes ostras que abundaban en el fondo del mar. iempre se ase!uraba de que tuvi"ramos suficiente para comer y yo se lo a!radeca. Oue despu"s de una de estas e-pediciones de pesca cuando 2ant" re!res+ con lo que se iba a convertir en su atuendo habitual. #aba co!ido lo que quedaba de su vestido destrozado y lo haba partido en dos !randes cuadrados. &no se lo enroll+ alrededor de la esbelta cintura estilo saron!, dejando las lar!as piernas libres. El otro trozo se lo enroll+ alrededor del pecho. , as sali+ del bosque con una ristra de peces. 5Dios6 pens" y apart" la mirada r$pidamente. 1o saba d+nde mirar. Estaba tan hermosa. u piel, como la ma, se haba bronceado por los efectos del sol tropical, haciendo que sus ojos azules destacaran aIn m$s con su piel morena. u pelo, aunque normalmente lo llevaba en una trenza que le caa por la espalda para evitar en!anch$rselo en el follaje al moverse, estaba ahora suelto y le lle!aba casi a la cintura. 4ena la tripa plana como si se la hubieran esculpido en piedra. 4uve que volverme de nuevo al notar que la falda le col!aba de las caderas justo por debajo del ombli!o. 4om" aliento para calmarme. H64e pon!o inc+moda8 Hme pre!unt+ tan bajito que casi no la o.

H6Eh8 Hpre!unt", parpadeando al mirar aquellos profundos ojos azules. H4e pre!unto que si te pon!o inc+moda por c+mo voy vestida. H%m, no, 6por qu" piensas eso, 2ant"8 *ye, que yo he estado corriendo por ah pr$cticamente en ropa interior desde el da que lle!amos. H , pero eso es porque usaste tu vestido para hacer vendas y para llevarme hasta la orilla. Le haba contado a 2ant" el horror de tener que nadar hasta la orilla una noche durante la cena. e qued+ sentada embelesada mientras le contaba c+mo haba conse!uido burlar al mar. HEs que as es mucho m$s f$cil pescar Hme e-plic+H. , adem$s, tampoco quedaba mucho vestido. H1o pasa nada, 2ant". H%e acerqu" a ella, le puse la mano en el brazo y la apart" de inmediato como si me hubiera quemadoH. 'reo que est$s muy !uapa Hle dije e incluso conse!u sonrerle li!eramente. Ella me sonri+ a su vez levemente y se puso a preparar el pescado para cocinarlo. 2ant" siempre limpiaba y preparaba el pescado antes de traerlo al campamento. 2eca que usaba las entra0as como cebo, pero creo que lo haca porque la primera vez que limpi" una de sus pescas, acab" vomitando. Le promet que no volvera a pasar, pero creo que no quera correr el ries!o. 2ant" co!i+ el palo afilado que us$bamos para colocar el pescado sobre el fue!o para cocinarlo. Era una de las cosas que m$s me !ustaba verle hacer. %e dijo que de ni0a haba ledo en un libro c+mo se haca. < m todo aquello me resultaba pasmoso. 1o mucho despu"s de lle!ar a la isla, empec" a quedarme sin cerillas. 1os quedaban s+lo tres cuando 2ant" dijo que se le haba ocurrido una idea. %e pre!unt+ si todava tena la vieja lata de tabaco que haba usado para reco!er a!ua de lluvia. Por al!In motivo, haba decidido quedarme con la lata y se la di. olt+ una e-clamaci+n de ale!ra al ver que tena una tapa en el fondo. H69u" vas a hacer con ella8 Hpre!unt".

H:amos a hacer fue!o con ella Hcontest+ con su sonrisa m$s suficienteH. *bserva y p$smate Hdijo como un animador de circo a un !rupo de ni0os. %e co!i+ la bolsa y sac+ las cerillas que quedaban, unas tiras de mi viejo vestido, la lata y el cuchillo. Lo mir" con desa!rado y ella me dijo que no me preocupara, que tener este cuchillo era lo que nos permitira sobrevivir. La mir" totalmente pasmada mientras haca un a!ujero en la tapa de la lata de tabaco. Lue!o co!i+ las tiras de tela y las cort+ en ocho cuadrados i!uales que coloc+ al fondo de la lata y lue!o la cerr+ con la tapa. Lue!o me hizo prender la que bien podra ser nuestra Iltima fo!ata si lo que estaba planeando hacer no funcionaba. 'oloc+ la lata al borde del fue!o hasta que se puso muy caliente. 'uando pens+ que ya estaba bastante caliente, apart+ la lata del fue!o con dos palos. H4ienes que esperar a que deje de salir humo por arriba. <sent distrada. 1o saba a qu" vena todo esto, pero 2ant" se estaba divirtiendo as que intent" prestar atenci+n. 'uando la lata se enfri+, 2ant" la abri+ y mir+ dentro. 2eclar+ que la tela calcinada del interior era perfecta para lo que necesit$bamos. H6, qu" necesitamos8 Hle pre!unt" con impaciencia. H<hh, paciencia, peque0a. Primero necesitamos unas cuantas cosas. 9uiero que recojas toda la hierba seca y ramitas que encuentres. <hora mismo vuelvo, necesito una cosa m$s. HEh, espera, 6d+nde vas8 Hle pre!unt" e-asperada. *diaba las sorpresas y ella lo saba, me estaba embaucando para volverme loca. H,a lo ver$s cuando vuelva Hme contest+ por encima del hombro. Refunfu0ando, fui en busca de hierba seca y ramitas, que, por cierto, no eran f$ciles de encontrar en una isla tropical. in dejar de rezon!ar cuando volv, vi que 2ant" ya haba re!resado y estaba arrodillada junto al hoyo de nuestra ho!uera. 2es!raciadamente, el fue!o que haba prendido con una cerilla ya se haba apa!ado y ahora s+lo nos quedaban dos cerillas. H%aldita sea H!rit"H. 2ebera haber echado le0a al fue!o antes de irme.

2ant" sonri+ burlona y me dijo que no me preocuparaB si no se equivocaba, no necesitaramos esas dos Iltimas cerillas. %e hizo poner la hierba seca y las ramitas en el hoyo que us$bamos para nuestras fo!atas y lue!o a0adi+ al montoncito un trozo de tela calcinada. Lo llam+ carb+n. %e limit" a asentir y me pre!unt" en secreto si haba perdido la cabeza. %e e-plic+ que mientras nos ase!ur$ramos de hacer siempre carb+n, todo ira bien. 2ant" co!i+ un trozo de pedernal que evidentemente se haba trado del arroyo. Entonces, con el cuchillo en la otra mano, empez+ a !olpear el cuchillo en $n!ulo y me qued" pasmada al ver que salan chispas. < los pocos minutos tenamos una llamita que alimentamos con palitos secos hasta que se convirti+ en un buen fue!o. %ir" a mi compa0era con la boca abierta. H6'+mo has hecho eso8 %e ech+ una de sus caractersticas sonrisas burlonas y contest+B H " hacer muchas cosas. 1o recuerdo cu$ndo empec" a encontrarme mal, pero me senta cansada todo el tiempo. 2ant" empez+ a tomarme el pelo por lo tarde que me levantaba o porque me quedaba sin aliento tan f$cilmente al nadar. e acercaba a m y me deca que me estaba haciendo vieja y que m$s me vala empezar a hacer ejercicio o me iba a echar a perder. Oin!a que me daba pellizcos en los michelines de los costados. Por supuesto, no haba nada que pellizcar. 1in!una de las dos tena un solo !ramo de !rasa de m$s debido a nuestra dieta y al !ran esfuerzo necesario s+lo para sobrevivir. ,o pona los ojos en blanco y le tomaba el pelo a ella por cualquier otra cosa. 1o se lo dije a 2ant" cuando me empez+ a doler de verdad el cuerpo. 1o quera asustarla. Estaba se!ura de que haba pillado al!In tipo de virus. #aca varios das que dorma mal a causa de los dolores y molestias y estaba empezando a asustarme de verdad. %e quedaba sin aliento con nada y tena un dolor de cabeza constante. &na noche me qued" despierta pre!unt$ndome si deba despertar a 2ant" para decirle que me dola todo, pero descubr que no me poda mover. 'errando los ojos, flot" entre los sue0os que me haban atormentado desde que est$bamos en la isla. ue0os sobre la cara

preocupada de mis padres, los hombres responsables de dejarnos a la deriva, la cara de 2ant" mientras yaca inerte en el bote. En cierto momento cre or una bonita voz que me cantaba, reconfort$ndome y refresc$ndome. * la voz de 2ant" que me hablaba, ro!$ndome que volviera y no la dejara. 9uise decirle que no quera irme, pero no pude, de lo cansada que estaba. :olv a flotar una vez m$s. Pens" que deba de estar so0ando porque oa a 2ant" hablando conmi!o. Esto era raro de por s, pero en un momento pens" que tambi"n estaba llorando y desde que habamos naufra!ado no la haba visto llorar ni una sola vez. %e despert" y me la encontr" con la cabeza sobre mi est+ma!o, con el pelo e-tendido por encima de mi cuerpo. 'onse!u a!arrar d"bilmente un mech+n de pelo y darle un suave tir+n. Ella se sobresalt+ y alz+ los ojos enrojecidos para mirarme sin dar cr"dito. H1o llores Hdije d"bilmente con voz $spera antes de que el a!otamiento pudiera conmi!o y volviera a sumirme en mis sue0os. Poco a poco not" que volva a la superficie. 'on los ojos aIn cerrados, escuch" un rato mientras ella me cantaba. 1o entenda las palabras, pero sonaba tan triste que quise consolarla. 'asi !em cuando un trapo fro me acarici+ primero la frente y el cuello ardientes. Lue!o los hombros y alrededor de los pechos y por fin fue bajando hacia mi est+ma!o plano donde se detuvo un momento. )ncluso en mi estado de debilidad not" la tensi+n del cuerpo de 2ant" mientras se planteaba darme un ba0o m$s completo. <tontada, me pre!unt" si deba dejarle saber que estaba despierta. 2espacio, el trapo baj+ por mi est+ma!o, por encima de las caderas y se detuvo. *a la respiraci+n entrecortada de 2ant". Por fin, respir+ hondo y coloc+ el trapo fro sobre mi se-o, limpiando la zona con delicadeza. Las delicadas atenciones de 2ant" me lle!aron directas al centro. >em inconscientemente. &nos sollozos apa!ados fueron los que por fin me devolvieron por completo a la realidad. <l abrir los ojos, vi la e-presi+n de sufrimiento de 2ant" mientras contemplaba mi cuerpo desnudo. 'on sorprendente claridad, me di cuenta de lo inc+moda que estaba. <br la boca para hablar, pero antes de poder hacerlo, me cubri+ a cie!as con el destrozado chal hasta los hombros. in saber aIn que estaba despierta, se levant+ y sali+ corriendo de la choza. 9uise llamarla,

decirle que estaba bien. Pero tena la voz demasiado ronca para que me oyera. Orustrada, sent que se me llenaban los ojos de l$!rimas y me hund una vez m$s en el olvido curativo. 'uando volv a despertarme, 2ant" estaba all. %e sonri+ cuando abr los ojos, poni"ndome el pa0o fro en la frente. Esta vez, cuando me limpi+ el sudor del cuerpo, evit+ por completo mis zonas inferiores. H69u" me pasa8 Hpre!unt" roncamente. H hh, no hables Hme reprendi+ suavementeH. Por lo que he podido deducir, has tenido una especie de neumona. 1o estoy se!ura, pero creo que puede que hayamos complicado las cosas con nuestra alimentaci+n. HPero comemos bien Hdije $speramente. H69u" te he dicho de hablar, >abrielle8 Hpre!unt+ 2ant" con severidad. i!ui+ enju!$ndome el sudor del cuerpo desnudo mientras me e-plicaba lo que pensabaH. 4ienes raz+n, comemos cosas sanas, pero es posible que no comamos todo lo que necesitamos para mantenernos fuertes. Para empezar, no tenemos carne. %ientras estabas enferma, he tenido tiempo de pensar en lo que podra sustituir al!unas de las cosas que nos faltan en nuestra dieta. #e encontrado unos tub"rculos parecidos a patatas y unas verduras que podran ayudarnos mucho. #e hervido las verduras con las patatas y las he colado. 4e he estado dando el caldo desde que caste enferma y creo que ha ayudado. H2ant" me ense0+ las ricas verduras y los feos tub"rculos naranjas que ella llamaba batatas. %e asombr+ que el brebaje de 2ant" no me hubiera matado y no di!amos que me hubiera ayudado a recuperarme. Pero me recuper", y con las nuevas verduras y patatas en nuestra alimentaci+n las dos confesamos que tenamos m$s ener!a. 2urante mi convalecencia, 2ant" estuvo muy atenta conmi!o. in embar!o, a medida que yo mejoraba, m$s distancia pareca necesitar ella entre las dos. %e pre!unt" si al!unas de las cosas que recordaba que haba hecho y dicho mientras yo estaba enferma no eran m$s que alucinaciones deseosas de una mente febril.

Los das se convirtieron en semanas y las semans en meses. *cup$bamos los das en la interminable bIsqueda de comida y un refu!io mejor. 2ant" era e-celente a la hora de suministrar lo necesario. 1in!una de las dos careca de nada que comer o beber, siempre haba comida fresca en la choza y ella se haba aficionado a pescar. 2ant" siempre estaba a0adiendo cosas nuevas a nuestra peque0a caba0a. La verdad es que ya no se la poda considerar peque0a. #aba dividido la choza en tres !randes habitaciones, dos dormitorios y un espacio de estar con un peque0o hoyo para una ho!uera de interior, adem$s de varias ventanas que se podan cerrar como posti!os si llova. %e sent al!o desilusionada cuando construy+ nuestras habitaciones porque hasta entonces habamos dormido pe!adas para tener calor. que me !ustaba la intimidad de poder escribir sin preocuparme de que ella pudiera verlo, dado que adem$s la mayor parte de lo que escriba era sobre ella. 1i 2ant" ni yo habl$bamos ya de un rescateB era demasiado deprimente. Llev$bamos en esta isla un a0o, cuatro meses y trece das y no haba habido la menor se0al de un rescate. A Dant le pasa algo. 7ace ya tiempo que le pasa algo, pero a ora parece que le a)ecta ms. Siempre a sido ms $ien solitaria y siempre e intentado respetar su necesidad de estar sola cuando surge. En un momento dado est$bamos riendo y bromeando la una con la otra y al momento si!uiente me deca que se iba a dar un paseo y desapareca al instante. <dmito que al principio me senta herida, pero al cabo de un tiempo ni siquiera lo notaba ya, no era m$s que 2ant" con sus cosas. , siempre volva al cabo de una hora o dos con al!o especial para m, como una flor bonita o una concha o una piedra interesante o un poco de miel. 1unca le pre!untaba d+nde iba y ella nunca me daba informaci+n. En los Iltimos cinco o seis meses las e-cursiones de 2ant" haban aumentado de frecuencia y de duraci+n. 2ant" tambi"n haba empezado a volverse cada vez m$s callada. 1unca haba sido la mejor conversadora del mundo, en realidad era yo la que sola dominar nuestras conversaciones, pero estaba m$s callada incluso que de costumbre. 5ueno, se!ua sin desaprovechar una oportunidad de tomarme el pelo si se le presentaba. Pero haba al!o distinto, pareca distrada. ,o lo haba atribuido a que echaba de menos su casa hasta haca poco, cuando su habitual e-cursi+n de una vez por semana aument+ a dos y lue!o a tres.

'omet el error de pre!untarle a 2ant" d+nde iba en esas ocasiones y se puso echa una furia. 2ijo que yo era demasiado tocona y pe!ajosa y que hablaba demasiado y que no era de e-tra0ar que al!uien necesitara descansar de m de vez en cuando. El estallido fue tan inesperado y tan inmerecido que al instante se me llenaron los ojos de l$!rimas. 1o voy a mentir y decir que 2ant" y yo no hubi"ramos discutido anteriormente. 2e hecho, discutamos con bastante re!ularidad, aunque s+lo fuera por variar un poco nuestra vida. Pero 2ant" nunca me haba atacado verbalmente como en este da concreto. <sent, me apart" de ella y me diri! a mi parte de la caba0a antes de que 2ant" me viera estallar en l$!rimas. H>a...bri...elle, perdona. Por favor, d"jame que te lo e-plique Hme llam+ por detr$s mientras yo aceleraba el paso. Entr" en mi parte de la caba0a y cerr" la puerta. Estaba hecha de palos de bambI atados con lianas. Recuerdo ver a 2ant" construyendo las puertas. La observ" mientras los mIsculos de la parte superior de su cuerpo se movan al ajustar y tirar de las lianas, entreteji"ndolas con el bambI para que la puerta encajara bien. <unque las puertas no impediran que al!uien entrara si realmente quera, nos daban a las dos intimidad cuando la queramos. La o sofocar una maldici+n en franc"s cuando lle!+ ante mi puerta cerrada. H>abrielle, por favor, deja que hable conti!o. 9uiero disculparme. H1o. 6Por qu" no te vas a dar un paseo8 2e hecho, Habr la puerta y le dije con rabiaH, si tanto deseas estar sola, 6qu" tal si me voy y construyo mi propia caba0a8 <s no tendr$s que orme hablar todo el rato. 69u" te parece8 Hle pre!unt" con sarcasmo mientras me mova por mi habitaci+n reco!iendo mis escasas pertenencias, lo cual me llev+ unos se!undos. <l poco estaba lista para marcharmeH. <parta, por favor H orden" furiosa. H1o Hdijo tajantemente, con rostro impasible. H6'+mo que no8 Hle pre!unt" con rabia. H9ue no Hcontest+ de nuevo i!ual de tajantemente.

2ecid que si no se apartaba pasara por encima de ella. #ay que tener en cuenta que 2ant" me sacaba sus buenos .S,? centmetros, pero en ese momento estaba demasiado furiosa para plante$rmelo. )ntent" pasar a su lado, pero si!ui+ plantada tercamente en la puerta bloque$ndome la salida. HJ9&)4<K Hle !rit" enfurecida, empuj$ndola por el hombro. Estaba ya hecha una furia y lo Inico que quera era que se quitara de en medio. Lo Inico que quera era salir de all para poder lamerme las heridas en privado. %e resbal+ una l$!rima por la mejilla y me la sequ" con rabiaH. Escucha, pedazo de imb"cil, te estoy dando lo que quieres, as que aparta el culo de mi camino. 1o quiero estar m$s conti!o. H aba que me estaba comportando como una ni0a desa!radable, pero estaba demasiado furiosa para que me importara. Estaba a punto de perder los nervios. 2ecid que iba a arrollar a 2ant" con todas mis fuerzas. Lle!u" incluso a bajar el hombro como un polica a punto de derribar una puerta. La !olpe" con fuerza en el pecho, pero apenas se movi+. %e rode+ el cuerpo con sus lar!os brazos y me levant+. Las dos nos estampamos contra el suelo. Ella aterriz+ encima de m con un !olpe. HJ &ML4<%EK H!rit", a punto de que me diera un ataque. aba que si no me marchaba deprisa, me pondra en ridculo al echarme a llorar. H1o Hdijo suavemente contra mi pelo y yo me vine abajo mientras ella me tena prisionera entre sus brazos. Estaba tan absolutamente furiosa con ella que casi me ale!raba de que me tuviera sujetos los brazos. 9uera estran!ularla por hacerme da0o y por hacer que me humillara delante de ella llorando. H%aldita seas. 6Por qu" no dejas que me marche8 Hsolloc" en su hombro. <penas o su respuesta porque tena la cara hundida en mi cuello. HPorque no puedo. HEn su voz haba tanta tristeza y dolor que me sent mal por lo que le haba dicho. e!u sollozando durante si!los hasta que me sum en un sue0o a!otado e inquieto en los brazos reconfortantes de 2ant". 'uando volv a abrir los ojos, pe!ajosos y pesados, ya era de noche. La estera que haba a mi lado todava estaba caliente porque 2ant" haba estado tumbada en ella. 1o

deba de haberse ido haca mucho. %e levant" torpemente, intentando librarme del dolor de cabeza que me haba entrado de tanto llorar. Ech" a andar en la direcci+n que pens" que haba tomado y muy pronto di con su rastro. e diri!a a una parte de la isla en la que yo nunca haba estado. %e haba dicho que haba otra charca como la que tenamos cerca, pero eso era todo. La se!u durante casi media hora. orprendentemente, no pareca darse cuenta de que fuera detr$s de ella. Esta noche tena la cabeza en otro lado. :er"is, es que 2ant" y yo nos entretenamos con un jue!o en el que intent$bamos acercarnos furtivamente y en secreto la una a la otra. Era un jue!o tonto, pero en la isla no haba mucho que hacer salvo ju!ar, comer y dormir. ,o nunca conse!ua sorprender a 2ant", aunque ella me pillaba muy a menudo y entonces me haca cosquillas hasta que crea que me iba a orinar encima. Entonces era yo la que la insultaba a ella en franc"s al salir corriendo a un matorral para hacer mis necesidades. Ella se quedaba all tirada en el suelo carcaje$ndose de m. Esta noche era evidente que tena la mente en otras cosas, porque me di cuenta, por la posici+n de sus hombros, de que no saba que estaba detr$s de ella y quise mantener as la situaci+n. En al!una parte se oa una cascada. *bserv" asombrada cuando 2ant" se quit+ la tela que le tapaba los pechos. <l poco cay+ la que le tapaba las caderas. %ientras, 2ant" se!ua caminando e iba dejando caer la ropa al suelo por el camino. :i que se acercaba al borde de lo que pareca ser un acantilado, se qued+ all parada un momento y lue!o, ante mi total horror, se tir+ por el borde. 4om" aire y me qued" all parada, paralizada por el horror, y tard" unos se!undos en conse!uir que se me movieran los pies. HJ*h, 2ios, oh, 2ios, 2ant", noK al disparada tras ella. ;usto cuando lle!u" al borde, la cabeza de 2ant" emer!i+ en la charca de debajo. %e la qued" mirando pasmada mientras ella se echaba el pelo hacia atr$s y volva a sumer!irse en el a!ua.

%e apart" del borde del acantilado. 1o quera que supiera que la haba se!uido. 2e modo que me ech" boca abajo y atisb" por el borde mientras 2ant" nadaba y ju!aba en el a!ua. #aba una peque0a cascada que caa en la charca de debajo. El fuerte ruido del a!ua probablemente haba impedido que 2ant" me oyera !ritarle cuando se tir+ por el acantilado. Aqu" es donde %ienes, Dant?, pens". 2ero por qu, por qu aqu"? (o tiene sentido8 puedes nadar en la c arca que ay cerca de la ca$a9a. 2or qu tienes que %enir tan le!os para nadar? %e ech" hacia atr$s sobre el acantilado hasta que s+lo mis ojos asomaron por el borde. 2ant" pareca haber terminado de nadar. *bserv" mientras se trasladaba a un e-tremo poco profundo de la charca. 1o vea lo que estaba haciendo, pero dio unos pasos con el a!ua hasta la cintura y se detuvo. Estuvo all parada durante muchsimo rato, con la cabeza !acha, y por c+mo se movan sus hombros me di cuenta de que estaba jadeando o llorando. %e pre!unt" si se haba hecho da0o. 2e repente, ech+ la cabeza hacia atr$s y vi parte de su cuerpo. 'on la mano izquierda se apretaba y frotaba el pecho, mientras que la derecha estaba bajo el a!ua, al parecer haciendo lo mismo con sus zonas inferiores. La mir" boquiabierta mientras se frotaba y retorca los pezones y se haca 2ios sabe qu" debajo del a!ua. <hora bien, yo no era tan inocente como para no saber lo que estaba haciendo. 'asi toda mi educaci+n se-ual proceda de mi abuela, quien despu"s de unos cuantos ponches calientes estaba m$s que dispuesta a hablar de varios temas inapropiados para una ni0a de catorce a0os. 4ambi"n me colaba en el estudio de mi padre y lea al!unos de sus libros de medicina sobre anatoma humana. 5ueno, la verdad es que no los lea tanto como miraba los dibujos. Record" que lo que m$s me !ustaba eran los dibujos de los pechos femeninos. , que por primera vez en mi joven vida no me import+ tanto tenerlos. Los pechos de 2ant" eran aIn mejores que los dibujos de los libros de mi padre. Eran el doble de !randes que los mos, con pezones marrones oscuros. La observ" mientras se frotaba el pecho y no pude evitar pre!untarme c+mo sera tocarla con mis propias manos. %e qued" petrificada por lo que estaba viendo, sintiendo y pensando. Estaba mirando boquiabierta mientras 2ant" 'ourtier, que para m era la mujer m$s bella del

mundo, estaba en una charca y... bueno... se tocaba. %i abuela deca que esto era al!o propio de las clases bajas. El se-o era al!o que ocurra entre un hombre y una mujer que estuvieran casados y s+lo cuando intentaban concebir hijos. &no nunca deba tocarse sus partes ntimas de esa forma. <l menos eso era lo que me deca mi abuela. 4ambi"n me dijo que haba !ente que quera estar con personas del mismo se-o que ellos. 2ijo que eran enfermos y que aunque no haba que odiarlos, haba que meterlos en hospitales donde se les pudiera ayudar. %i madre deca que mi abuela se estaba poniendo senil con la edad, pero yo no pude evitar pre!untarme si se me deba meter en un hospital. <hora mismo estaba deseando con todas mis !anas no s+lo tocarme a m misma, sino tambi"n a 2ant" 'ourtier. Los movimientos de 2ant" se iban haciendo cada vez m$s fren"ticos. :i que tena los ojos cerrados y que mova los labios. %aldije a la cascada que me impeda or lo que deca. 2esde mi atalaya por encima de ella, vi que el cuerpo de 2ant" se estremeca y lue!o se echaba hacia delante. e qued+ en el a!ua casi cinco minutos mientras se le calmaba la respiraci+n. :i que se ba0aba despacio como si estuviera atontada antes de salir del a!ua. e mova como si caminara a trav"s de una niebla, casi como si no se encontrara muy bien. 2omin" las !anas de ir con ella. aba que acercarme a ella ahora sera un desastre. < 2ant" no le !ustara nada no s+lo que la hubiera se!uido, sino que adem$s hubiera visto lo que haba estado haciendo. e sent+ junto a la charca, contemplando el a!ua con los brazos alrededor de las lar!as piernas. Era evidente que estaba pensando seriamente en al!o. :i c+mo ese rostro ine-presivo se estremeca de repente ante mis ojos. El cuerpo de 2ant" tembl+ por un sollozo que no conse!u or. <poy+ la cabeza en las rodillas, mientras su cuerpo se estremeca por la fuerza de sus potentes sollozos. 1o me !ust+ nada ver llorar a 2ant". Estaba sufriendo mucho y no me pareca que se debiera a nuestra peque0a discusi+n de antes. %e mora de !anas de ir con ella, pero eso probablemente destruira la confianza que habamos lo!rado. 4ena que confiar en que acudira a m si necesitaba hablar. %e apart" con cuidado del borde del acantilado y re!res" por donde haba venido.

Re!res" a la caba0a sin problemas. %e ech", cerr" los ojos y prob" a fin!ir que estaba dormida, ase!ur$ndome de dejar abierta la puerta con la esperanza de que 2ant" volviera para dormir a mi lado. %e puse de costado y la esper". 'omo una hora m$s tarde sent m$s que o que entraba en la caba0a. e detuvo en la puerta de mi habitaci+n y se qued+ mir$ndome la espalda unos minutos. %e mora de !anas de hablar con ella, pero quera darle espacio si lo necesitaba. e qued+ en mi puerta durante lo que me parecieron horas hasta que por fin se apart+ y entr+ en su propia habitaci+n. Dant, por qu no puedes a$lar conmigo?, me pre!unt". %e qued" tumbada, refle-ionando durante horas sobre mi morena ami!a y lo que haba visto. Ouera lo que fuese lo que reconcoma a 2ant", le estaba causando mucho dolor y a menos que hablara conmi!o, yo no poda hacer nada para ayudarla. * la respiraci+n acompasada de 2ant" y yo tambi"n intent" dormir un poco. in embar!o, tard" mucho en quedarme dormida y cuando por fin lo conse!u, tuve sue0os incoherentes en los que 2ant" me ro!aba que la ayudara. < la ma0ana si!uiente me cost+ levantarme. 5ueno, reconozco que siempre me costaba levantarme, pero este da fue peor que de costumbre. Por fin conse!u levantarme de mi estera y co! dos pl$tanos del racimo que evidentemente 2ant" haba col!ado en la pared de la choza mientras yo dorma. iempre haca cosas as. %e detuve de repente, cuando ya me haba comido la mitad del se!undo pl$tano. 'a entonces en la cuenta de que nunca le haba dado las !racias por cuidar tan bien de las dos. 1o era s+lo que siempre reco!a comida en abundancia para las dos, sino que adem$s tena peque0os detalles como buscar almejas y huevos de tortu!a como re!alos especiales cuando no me los esperaba. < veces tambi"n se suba a un $rbol monstruoso para traerme miel de una colmena inmensa que haba all como re!alo. &na vez la vi prepararse para trepar al $rbol, asombrada de que fuera a hacerlo siquiera. 2ant" se at+ una fuerte liana a un tobillo y lue!o, despu"s de pasarla alrededor del tronco del $rbol, se la at+ al otro tobillo. #izo lo mismo con las manos. Lue!o salt+ y a base de pura fuerza, fue arrastrando el cuerpo $rbol arriba. us pies rodeaban el $rbol con cada tir+n y sus muslos no dejaban de aferrarse a la $spera corteza. )nocentemente, pens" que deba de tener los muslos muy fuertes y lue!o not" que me pona colorada de ver!Nenza. El calor pareca acumularse

en mis propios muslos. Para cuando lo!r" controlarme, 2ant" haba vuelto con el trozo de colmena. La re0 mientras devoraba mi !olosina por ser tan insensata. H6, si te caes8 6* si te pican las abejas, 2ant"8 'omo respuesta, sonri+ con suficiencia y se enco!i+ de hombros. Por supuesto, yo siempre le ofreca un poco de miel. Ella siempre deca que no, ya que saba que era lo que m$s me !ustaba. iempre haba pensado que en esta isla "ramos i!uales, aunque 2ant" era ahora la que m$s se dedicaba al acopio de comida. Era m$s porque le diverta que por otro motivo. 2urante nuestras primeras semanas en la isla mi trabajo haba sido no s+lo reco!er alimentos, sino adem$s cocinar y ocuparme de la herida de 2ant". 'uando 2ant" se puso mejor, le encantaba e-plorar la isla. 'uando ya llev$bamos all seis meses, se conoca la isla del derecho y del rev"s. Era un lu!ar bastante peque0oB se poda recorrer de un e-tremo al otro en menos de tres horas. %e qued" sentada en mi estera fin!iendo escribir mientras pensaba en lo que le iba a decir cuando volviera. aba que no poda pensar siquiera en sacar el tema de lo que haba visto. Lo que me preocupaba era por qu" haba estado llorando y si haba al!o, aparte de estar abandonadas en esta isla, que la estuviera inquietando. 2e repente se me ocurri+ que a lo mejor yo estaba haciendo al!o que molestaba a 2ant". 4al vez estaba harta de estar conmi!o. ,o disfrutaba muchsimo con la compa0a y la conversaci+n de 2ant", por escasa que fuera esta Iltima, y haba dado por supuesto que ella senta lo mismo con respecto a m. 6Estara sac$ndola de quicio8 #aba dicho que era demasiado pe!ajosa y tocona. 6Era cierto8 Pens" en los momentos en que habl$bamos. 1o poda evitar ponerle el brazo en la pierna o en su propio brazo cuando hablaba con ella. Es decir, era tan callada que quera ase!urarme de que estaba prestando atenci+n. 'on frecuencia le estaba contando a 2ant" una historia o habl$ndole de esto o lo otro y me daba cuenta de que estaba sentada muy r!ida. Entonces continuaba con lo que estaba diciendo, pero le frotaba la espalda o le daba un masaje en los hombros. : , dioses, pens". S que soy tocona y pega!osa. %e qued" all con la boca abierta intentando no echarme a llorar. ,a saba que hablaba demasiado, madre siempre deca

que "sa era la raz+n de que estuviera siempre con la boca abierta. i quera ponerme a hablar de al!o, ya parta con ventaja. 2ej" a un lado mi cuaderno. <puntar estos pensamientos en mis cuadernos era doloroso como poco. al de la caba0a pensando si deba o no intentar encontrar a 2ant". <l!o me deca que necesitaba estar sola un rato. Pas" el resto del da limpiando nuestra caba0a y tejiendo esteras nuevas para que 2ant" y yo pudi"ramos dormir en ellas. #acia el anochecer fui a los sitios donde m$s le !ustaba pescar a 2ant" para atrapar la cena. 'o! suficiente para las dos y tambi"n reco! un poco de fruta. Esper" a 2ant", pero no re!res+. 'ocin" el pescado y me lo com. Puse la fruta en el rinc+n de la caba0a por si lle!aba m$s tarde y me qued" dormida llorando. < la ma0ana si!uiente se!ua sin haber se0ales de 2ant". 1o pareca que se hubiera acercado siquiera a la caba0a. Pens" en volver a la cascada para ase!urarme de que estaba bien, pero decid que no, ima!in$ndome ya el enfrentamiento. Empec" a enfadarme con 2ant" por no venir a casa. #asta ahora siempre habamos sido capaces de perdonarnos mutuamente. 6'+mo podamos superar esto si se ne!aba a hablar conmi!o8 El da fue avanzando y yo me ocup" de mis tareas, tratando de estar lo m$s cerca posible del campamento por si re!resaba 2ant". 1o lo hizo. < la ma0ana si!uiente, decid construir un refu!io al otro lado del arroyo. Era justo que 2ant" se quedara con "ste, dado que esta caba0a pr$cticamente la haba construido ella sola. 4ard" todo el da en construir una peque0a caba0a en un claro adecuado al otro lado del arroyo lejos de 2ant". i tenamos cuidado, no tendramos que vernos mucho. La idea de que 2ant" no quisiera verme nunca me haca da0o. Echaba muchsimo de menos su presencia callada y fuerte y no estaba enfadada con ella. +lo deseaba que me dijera qu" haba hecho para molestarla tanto que no quera volver a casa. Empezaba a oscurecer en la isla y 2ant" no haba re!resado aIn. Por fin traslad" todas mis cosas a mi nuevo alojamiento. 2ecid ir a la playa para ver si 2ant" estaba all. 9uera decirle que lo comprenda y que ya poda volver a casa, ahora que me haba ido. 4ambi"n quera ase!urarme de que estaba bien.

2ivis" a 2ant", totalmente desnuda, de espaldas a m en un !rupo de rocas que avanzaban por la playa hasta desaparecer en el mar. 4ena la espalda recta como un palo, con los ojos clavados en el horizonte contemplando al!o que yo no vea. 2ecid abandonar mi carrera de espa de 2ant" y hacerle saber que estaba all. H62ant"8 e !ir+ sobresaltada. H69u" haces aqu8 H4ena la voz m$s !rave que de costumbre y ronca por la falta de uso. e me enco!i+ el est+ma!o al darme cuenta de que haba estado llorando otra vez. H5uscarte Hle dije con sinceridad. 4rep" a la peque0a formaci+n de rocas y me sent" a su lado. )nmediatamente se at+ a la cintura el saron! sobre el que haba estado sentada. upon!o que haba decidido prescindir de la parte de arriba porque volvi+ a contemplar el oc"ano. 'omo la sirena que haba a bordo del Statendam, el lar!o pelo de 2ant" ocultaba sus atributos a mis ojos curiosos. #aba empezado a llover li!eramenteL ella no pareca notarlo siquiera. H62+nde has estado8 Hle pre!unt" vacilante. HEn esta maldita isla, 6d+nde demonios iba a estar si no, >abrielle8 %e qued" sentada con ella un momento, tratando de pensar en una forma para hacer que 2ant" hablara conmi!o sin que se enfadara aIn m$s. u lar!o pelo oscuro le tapaba la cara y tena la espalda tiesa como un palo. H6Por qu" est$s aqu, >abrielle8 Hvolvi+ a pre!untar cansada. HEstaba preocupada por ti, 2ant". 9uera ase!urarme de que estabas bien. HPor costumbre, puse la mano en la espalda desnuda de 2ant" para hacer hincapi" en lo que deca. El cuerpo de 2ant" pe!+ una sacudida como si le hubiera hecho da0o. e levant+ de un salto. H1o me toques H!rit+H. 6Por qu" demonios no controlas esas malditas manos8

ent un dolor tan!ible en el pecho ante las palabras de 2ant". <br y cerr" la boca varias vecesL no poda respirar. HJ%uy bienK Hle !rit" a mi vezH. +lo quera decirte que no puedo vivir as. ,a no me hablas, no has venido a casa, me has estado !ritando y diciendo cosas... H e me estaban llenando los ojos de l$!rimasH. %e has estado diciendo cosas muy dolorosas. %e voy, 2ant" Hle dije con resi!naci+nH. #e construido un refu!io al otro lado del arroyo. Tltimamente has estado muy mal y lo has pa!ado conmi!o. 1o quiero estar conti!o mientras est"s as... me duele demasiado Htermin" sinceramente. Esper" a que dijera al!o, cualquier cosa, pero volvi+ a contemplar el mar. 2e modo que me levant" de las rocas, a!radeciendo que la lluvia tal vez estuviera consi!uiendo dismular las l$!rimas que ya no poda contener. H,a nos veremos, 2ant", 6vale8 Hdije suavemente, sin esperar respuesta y sin recibirla. 5aj" de un salto de las rocas y ech" a andar playa arriba, decidida a no mirar atr$s mientras la c$lida lluvia tropical caa sobre mi cabeza. olt" el sollozo que haba amenazado con irrumpir en las rocas. enta que se me haba roto el coraz+n. ,o la quera tanto y era como si ella ya no soportara estar conmi!o. %e senta como si al!uien me hubiera llenado el pecho y la !ar!anta de al!od+nL era insoportable. e!u caminando por la playa en penumbra, con la esperanza de que la suave lluvia consi!uiera llevarse este dolor. HJ>a...bri...elleK HEl !rito fue casi primitivo, e-i!iendo que me diera la vuelta. <l parecer 2ant" me haba se!uido. Pareca una fuerza de la naturaleza, con el pelo ondeando alrededor de su cabeza como si tuviera vida propia. 'on tan s+lo el saron! atado a la cintura estaba absolutamente... pavorosa. %e volv y ech" a correr. 1o s" si ech" a correr porque tena miedo de que me viera llorar o porque tena miedo de esa mujer salvaje que tena detr$s. +lo saba que si me alcanzaba no tendra fuerza suficiente para dejarla. 4ambi"n saba que ya era hora de que reconociera ciertas verdades, aunque s+lo fuera ante m misma.

Estaba enamorada de ella. Lo haba estado desde el da del baile. Era parte del motivo de que sintiera que deba vivir alejada de ellaB si lle!aba a averi!uarlo, me odiara. Dios m"o, tal %e/ ya lo sa$e. 3al %e/ por eso se a estado comportando as". 2e repente me atraparon por detr$s y ca a la arena. HPor favor Hdijo 2ant" con la voz ronca. %e ech" a llorar. Esta vez no pude contenerlo y me qued" inerte entre los fuertes brazos de 2ant" que me tenan prisionera por se!unda vez en otros tantos das. %e solt+ las piernas e intent" escabullirme hacia atr$s. 1ecesitaba un poco de espacio entre las dos. 2ant" debi+ de pensar que trataba de escapar de ella otra vez porque volvi+ a abalanzarse, derrib$ndome de espaldas. Luch" con ella un momento, pero no tard+ en dominarme, sujet$ndome la mano con fuerza por encima de mi cabeza. HPor favor Hsolloz+. %e qued" paralizada. 2ant" estaba tumbada encima de m, con el pelo col!ando a mi alrededor. 1ot" que su est+ma!o musculoso estaba pe!ado al mo y se mova entrecortadamente mientras 2ant" sollozaba e intentaba recuperar el aliento a la vez. 1ot" que su coraz+n palpitaba con fuerza contra su pecho. HLo... siento... tanto... por favor Hsusurr+. us ojos me ro!aban que comprendiera lo que no pareca capaz de decir. %e qued" debajo de ella, sollozando en silencio. H1o llores, lo siento tanto Hsusurr+, apart$ndome el pelo de la caraH. iento tanto haberte hecho da0o. Por favor, no me dejes Hro!+ an!ustiada y lue!o baj+ la cabeza y me bes+ desesperada pero suavemente en los labios. El beso fue tan suave que tem moverme por miedo a que desapareciera. %e qued" all debajo de ella, at+nita. 2e repente, cobr" conciencia de todo... intensamente. Las lar!as y fuertes piernas de 2ant" estaban entre las mas. %i ajada combinaci+n no s+lo se me haba subido hasta la cintura sino que estaba completamente empapada.

La pelvis y las caderas de 2ant" estaban firmemente pe!adas a mis partes m$s ntimas. Era maravilloso. 2ant" murmuraba suavemente en franc"s. Las Inicas palabras que entenda eran mi nombre y por favor. <unque contaba con un e-tenso vocabulario malsonante en franc"s, hasta ahora nunca haba odo estas palabras susurradas contra mi cuello se!uidas de dulcsimos besos. Las manos que un momento antes me tenan presa ahora me acariciaban la mu0eca delicadamente. Por fin los labios de 2ant" volvieron a cubrir mi boca con toda la suavidad del mundo, permiti"ndome apartarla si quera. 1o quise. 1o pude evitar el !emido que sali+ de mi !ar!anta mientras 2ant" se!ua bes$ndome suavemente y acarici$ndome la mu0eca con las manos. u cuerpo se estremeci+ sobre el mo y solt+ mi boca con un jadeo. 2ant" se ech+ hacia atr$s el pelo mojado y por primera vez le pude ver la cara. Pareca an!ustiada. En sus ojos haba la misma e-presi+n de anhelo y hambre que recordaba del baile. Pareca haber ocurrido haca una vida. 'ontempl" aquellos ojos hambrientos durante una eternidad hasta que volvi+ a tomar mi boca con la suya. Esta vez me abri+ la boca con la suyaB su len!ua haca cosas maravillosas con la ma. 1o pude evitarloB volv a !emir en lo m$s profundo de mi !ar!anta. Esto caus+ la misma reacci+n en 2ant" que antesB su cuerpo se estremeci+ y jade+ en mi boca. Las manos que sujetaban las mas por encima de mi cabeza me soltaron y bajaron suavemente por mi cuerpo, deteni"ndose para acariciar mis pezones duros y erectos a trav"s de la tela casi transparente de mi combinaci+n de al!od+n. %e estremec de placer cuando sus dedos calientes rozaron delicadamente mis pezones. us manos si!uieron bajando por mi cuerpo hasta que lle!+ a mis caderas desnudas. e detuvo all, acarici$ndome las caderas, inst$ndome delicadamente a que me apretara m$s contra ella. 'ed a mis propios deseos y me apret" contra su montculo impaciente. 2ej+ de besarme y jade+ en mi cuello al tiempo que un fuerte estremecimiento volva a sacudirle el cuerpo. La mano que me acariciaba y tocaba la cadera izquierda se acerc+ al nudo que mantena cerrado su saron! empapado por la lluvia.

Oui a ayudarla con el nudo, cubriendo su mano con la ma, lo cual hizo que se detuviera en seco tomando aire con fuerza. Pensando que tal vez haba hecho al!o mal, yo tambi"n me qued" paralizada, dejando mi peque0a mano sobre la suya, mucho m$s !rande. 'err" los ojos, temerosa de haber cometido un error sin saberlo. Ella estaba suspendida encima de m, con un brazo r!ido junto a mi hombro, mientras la otra mano a!arraba el nudo del saron!. e qued+ as paralizada un momento y lue!o o su voz que me decaB HPor favor, >abby... Por favor... H e le quebr+ la voz y me di cuenta de que no haba entendido que yo intentaba ayudarla a quitarse la ropa. <part" mi mano de la suya y le acarici" un lado de la cara y lue!o el sedoso y mojado cabello ne!ro. 4ir" de ella hacia m para otro beso que nos dej+ a las dos temblorosas y sin aliento. 2ant" apoy+ la cabeza junto a la ma sobre la arena compacta y mojada. u respiraci+n jadeante me acariciaba la oreja c$lidamente. HPor favor... Hvolvi+ a ro!ar sin ver!Nenza. El rue!o fue tan suave que casi no lo o por el ruido de las olas al estrellarse y el delicado !olpeteo de la lluvia sobre la arena compacta y endurecida. Le co! la mano derecha, la apret" con suavidad y la coloqu" sobre el nudo. Lue!o levant" la mano hasta su espalda, suave y empapada de lluvia, y por fin hasta su nuca, donde frot" delicadamente el mIsculo tenso y r!ido que encontr" all. :olv la cabeza y le susurr" al odoB HEst$... est$ bien... est$ bien, amor. 1ot" que 2ant" se ocupaba del nudo flojo que le sujetaba el saron! y lue!o se alz+ para quitar r$pidamente el pa0o de entre las dos. e detuvo r!idamente por encima de m, mir$ndome a los ojos. La mir" a los ojos muy abiertos y li!eramente aturdidos y repetB HEst$ bien. :i que cerraba los ojos y se situaba entre mis piernas. 2ant" subi+ por mi cuerpo hasta que nuestros se-os se apretaron ntimamente el uno contra el otro... Era

maravilloso... Las dos soltamos un !emido simult$neo y nos quedamos quietas. %e qued" debajo de 2ant", rodeando su cuerpo con los brazos y las piernas y acerc$ndola todo lo posible a mi propio cuerpo. Ella temblaba sin parar como si tuviera fro. e alz+ y meti+ una mano entre nuestros cuerpos. epar+ los labios de su se-o y volvi+ a echarse encima de m. ent que su cltoris se frotaba contra el mo. Era totalmente consciente de la c$lida a!itaci+n de la parte inferior de mi est+ma!o, as como de la humedad sedosa que se deslizaba entre nuestros cuerpos. 2ant" empez+ a mover las caderas despacioB nada e-ista salvo el placer que me estaba dando. 'ada vez que se apretaba contra m, senta que se le estremecan las caderas y cerr" los ojos con fuerza. 1o quera que esta sensaci+n terminara nunca. Era va!amente consciente de mis propios !emidos y quejidos $speros, pero no me importaba. 1o haba nadie m$s que pudiera orme y adem$s, no habra podido evitarlo aunque hubiera querido. Empec" a empujar contra 2ant" al tiempo que ella empujaba contra mi humedad. 1ot" que el pelo que cubra nuestros se-os se enredaba y la sensaci+n de piel contra piel al abrir m$s las piernas para que pudiera alcanzarme mejor. >imi+ en voz alta mientras sus caderas se!uan temblando antes de cada embestida, casi como si intentara controlar la cantidad de presi+n a la que me someta. %is manos, que le haban estado acariciando la espalda, empezaron a bajar hacia su trasero. <!arr" las firmes nal!as de 2ant" con las manos y se las apret" y acarici" mientras ella se!ua empujando suavemente contra m. Era maravilloso pero me di cuenta de que 2ant" se estaba controlando. 1o saba si tena miedo por m o por ella misma pero yo no estaba dispuesta a ello. %e haba enamorado de la fuerza tranquila y la pasi+n que eran 2ant" 'ourtier y eso era lo que quera. ;ade" al sentir que me acercaba a la cima de una cumbre que no saba que haba estado subiendo. Por instinto apret" las nal!as de 2ant" con las manos y con todas mis fuerzas tir" bruscamente de ella hacia m al tiempo que me apretaba bruscamente contra ella. Ech+ la cabeza hacia atr$s y !rit+ mi nombre. Las dos camos juntas por el precipicio y nos sumer!imos en un mundo de placer palpitante. 'err" los ojos con la intenci+n de descansar un momento. %e despert" y fui a tocar a 2ant" y descubr que a mi lado s+lo estaba mi estera de hierba vaca. %e despert" de !olpe y mir" confusa a mi alrededor. Estaba echada

desnuda en mi parte de la caba0a... solaB la puerta privada estaba cerrada. 2ej" caer la cabeza y las l$!rimas me corrieron por la cara. 6#aba sido un sue0o8 Pareca tan real. 4odava poda or a 2ant" !ritando mi nombre, al desplomarse encima de m tras el or!asmo. Pareca tan real. H>a...bri...elle, 6qu" te pasa8 6Por qu" lloras8 64e hice da0o anoche8 Estaba tan desolada que no haba notado que 2ant" haba abierto la puerta privada. %ir" a los preocupados ojos azules de mi bella amante cuando se arrodill+ a mi lado. 2ant" traa una !ran bandeja hecha a mano llena de todas las frutas que ofreca la isla, adem$s de tres tipos diferentes de pescado. Los manjares estaban pulcramente colocados sobre un !rueso trozo de corteza que 2ant" haba limpiado y alisado. En la otra mano llevaba tres de esas !randes flores tropicales de bonitos colores cuyo fra!ante aroma haba sido en parte responsable de que acab$ramos en esta isla. H,o... yo... HLa mir" sin saber qu" decir. Estaba total, ine-cusable y !loriosamente desnuda. Era evidente que se haba dado un ba0o, pues su lar!o pelo reci"n lavado reluca suelto hasta su cintura. H>abrielle, 6te he hecho da0o8 Hvolvi+ a pre!untar, dejando r$pidamente la comida y las flores e inclin$ndose sobre m. 2ije que no con la cabeza. H6'+mo he lle!ado aqu8 Hle pre!unt", todava temerosa. H4e he trado yo. 4odava llova cuando me despert" y aunque haca calor, pens" que estaramos m$s c+modas en casa. H u voz se!ua sonando preocupada, as que pens" que le deba una e-plicaci+n. H<l despertarme he credo que haba sido un sue0o Hle dije vacilante. %e sonri+ comprensivamente y lue!o mir+ mi cuerpo desnudo con timidez y dijo bromeandoB

H<l despertarme esta ma0ana, yo tambi"n me he pre!untado si parte de esto haba sido un sue0o, pero lue!o te he olido en mi cuerpo y he sabido que era real. %e sonroj" profundamente ante esto y apart" la mirada. H64ienes hambre8 Hpre!unt+. e!ua sonriendo con timidez. H Hle contest", sonriendo levemente a mi vezH. Esto es precioso, 2ant", no tenas por qu" hacer todo esto Hle dije mientras me incorporaba, perdiendo todo sentido del pudor al tener la comida delante. Los ojos de 2ant" se posaron al instante en mis pechos, carraspe+ y dijoB H#a sido un placer. H'on tono de aprecio. H69uieres un poco8 Hle pre!unt" provocativamente, poni"ndole un poco de fruta en los labios. H%mm. HLo acept+ y lue!o mene+ la cabezaH. Pero c+mete tI el resto, lo he co!ido para ti. <sent y devor" toda contenta la bandeja entera de comida mientras ella miraba y me tomaba el pelo diciendo que esperaba que fuera suficiente. Le dije con altivez que bastara por ahora. Ella se ech+ a rer. %ientras reamos y nos tom$bamos el pelo mutuamente, me qued" maravillada por la sonrisa que no paraba de aparecer en la cara de 2ant". Era como si fuera una persona distinta. #aba visto al!o de esta 2ant" en el barco. Era como si esta persona ale!re y despreocupada hubiera desaparecido poco a poco cuando naufra!amos. %e jur" pre!unt$rselo en otro momento. <hora mismo s+lo quera disfrutar de ello mientras pudiera. 2espu"s de meterme el Iltimo trozo de fruta en la boca, me ech" hacia delante y bes" suavemente a 2ant" en los labios. usurr" tmidamenteB H>racias por ser tan encantadora.

%e sonri+ y juro que se ruboriz+, pero no estoy se!ura porque tiene la piel muy morena. <!ach+ la cabeza y sus dedos ju!uetearon con los trozos sueltos de cordel de mi estera. H2e nada Hdijo en voz baja, con una li!era sonrisa todava en los labios. 2ecid dejar de atormentarla y me levant" para estirarme. H%e voy a lavar. H%ir" a mi ami!a, que estaba mirando mi cuerpo sin disimulos desde el sueloH. 69uieres venir a hacerme compa0a8 <sinti+ y la ayud" a levantarse. 1o por primera vez maldije mis cortas piernas cuando tir" de 2ant" y ella me domin+ con su altura. %e mir+ acarici$ndome los lados de los hombros y los brazos musculosos. H1o sabes el tormento que ha lle!ado a ser tu cuerpo en el Iltimo a0o Hsusurr+, a!arr$ndome la barbilla y levant$ndomela para besarme. H,o podra decir lo mismo de ti, cari0o mo. HLa mir" despacio, pensando que me estaba comportando como una fresca lasciva y encantada por elloH. ,o tambi"n he notado tu cuerpo. 'reo que vivir aqu ha sido bueno para nosotras. <sinti+ y se inclin+ para darme otro beso. Pasaron unos minutos hasta que las dos tuvimos que tomar aire. H*h, 2ios, cari0o, tenemos que parar. 1ecesito darme un ba0o. Ella sonri+ y me condujo desde nuestra casa hasta la charca. %e met en el a!ua fresca y ella se acomod+ en una roca para charlar conmi!o. Esto era al!o que habamos hecho muchas veces desde que est$bamos en la isla. %e di cuenta entonces de que siempre haba sido yo la que estaba en esa misma roca esforz$ndome por no mirar a 2ant" mientras se lavaba el cuerpo. Le hablaba de todo lo que se me ocurra y ella siempre me contestaba con el menor nImero de palabras posible. H>abby. Estaba tan enfrascada hablando que casi no la o.

H6 , 2ant"8 H%e volv en el a!ua para mirarla y advert que tena una e-presi+n muy seria. H,o... tenemos que hablar Hdijo con seriedad. Se a arrepentido, !rit+ mi cerebro. H:ale, 2ant", ya casi he terminado. al de la charca escurri"ndome el a!ua del pelo rubio que me lle!aba hasta la cintura. En la isla siempre haca calor, de modo que 2ant" y yo casi siempre nos sec$bamos al aire, sobre todo porque no tenamos toallas. %e mir+ mientras sala del a!ua. acercarme a ella. H2ant" 6ocurre al!o8 Hle pre!unt". * el miedo en mi propia voz y al parecer ella tambi"n porque se levant+ r$pidamente y me estrech+ en un c$lido abrazo. H1o, cari0o, todo est$ perfecto, es s+lo que si si!o mir$ndote, no lo!rar" soltar lo que ten!o que decirte. Eres tan preciosa Hme repiti+ y me bes+ suavemente en la boca, sin dejar de apretar mi cuerpo contra el suyo. Oue un beso tan acalorado que cuando por fin nos separamos, yo estaba sin aliento. H%m... ya veo a qu" te refieres Hle dije. %e mir+ un momento y lue!o ech+ la cabeza hacia atr$s y empez+ a rerse. %e encantaba verla hacer eso. Msa era mi nueva meta en la vidaB hacer llorar de risa a 2ant" 'ourtier por lo menos una vez al da durante el resto de nuestras vidas. H4oma, 6quieres ponerte esto mientras se seca tu combinaci+n8 Hpre!unt+. %e dio el pa0o que normalmente llevaba enrollado alrededor del pecho. H:aya, 2ant", 6as que hoy vamos a ir con el pecho al aire8 Hle pre!unt" desver!onzadamente. us ojos absorban mi cuerpo entero que

chorreaba a!ua. %e dio un vuelco el est+ma!o cuando apart+ r$pidamente la mirada al

, ella sonri+ y me ech+ una mirada traviesa. H2e todas formas eso es lo que suelo hacer cuando no estoy en el campamento. H,a saba yo que me estaba perdiendo al!o con esas e-cursiones tuyas. %e mir+ con una sonrisa y me sonroj" al recordar lo que haba pasado la Inica vez que decid se!uirla. Ella me miraba con una sonrisita curiosa. H:amos, deja que te ate esto, peque0a, y lue!o me !ustara que vinieras conmi!o. 2ecid que me !ustaba la sensaci+n de la tela alrededor de la cintura y la libertad de los pechos. 2ant" y yo caminamos despacio por el bosque. %e senta encantada porque me llevaba co!ida de la mano. <ntes era yo la que siempre tena que iniciar el contacto con ella. <hora pareca m$s que dispuesta a co!erme de la mano mientras camin$bamos. Estaba tan absorta en este sencillo placer que no me di cuenta de d+nde me llevaba. +lo cuando o el ruido de la cascada, me detuve por fin. H2ant", ten!o que... H hhh, por favor. 9uiero compartir unas cosas conti!o. 1o soy muy habladora. %e !ustara decirte lo que siento ahora. H acudi+ la cabeza y cerr+ los ojosH. Lo que quiero decir es que quiero decirte lo que estoy sintiendo. Lo que llevo sintiendo desde hace ya tiempo. 1ecesito e-plicarte por qu" soy como soy. H2ant", no tienes que... :olvi+ a hacerme callar apretando un dedo sobre mis labios. HPor favor, peque0a, me !ustara hacer esto a mi manera. H%e mir+ hasta que asent para decirle que lo comprenda y lue!o me llev+ al borde del acantilado, donde las dos dejamos caer nuestros saron!sH. 6Lista8 Hpre!unt+. <sent y las dos saltamos por el borde con un !rito. al a la superficie jadeando. H<aaaa!!!!!!!. 9u" fra est$ el a!ua, 2ant".

2ant" me a!arr+ por la cintura y me levant+ por el aire. 4ena una enorme sonrisa en la cara. 1adamos durante una hora. obre todo nos dedicamos a ju!ar a qui"n poda e-citar m$s r$pido a qui"n, hasta que 2ant" puso fin a ese jue!o en concreto. %e condujo fuera del a!ua y las dos nos desplomamos en el suelo para descansar. Esta zona estaba cubierta de flores silvestres que daban un aroma maravilloso. 2eb de adormilarme un rato, porque cuando me despert" vi que 2ant" estaba ahora sentada. Lo Inico que vea era su fuerte espalda, ya que estaba contemplando el a!ua en una postura parecida a cuando la encontr" en la playa la noche antes. <lar!u" la mano para tocarla, pero me detuve. Ella tom+ aire y empez+ a hablar, como si notara mi mano flotando encima de su espalda. H1o soy muy dada a hablar, peque0a, as que esto me resulta difcil, pero hay unas cosas que quiero que sepas. %i padre muri+ cuando yo tena diecis"is a0os. Era pintor, as que nunca tuvimos mucho dinero, pero siempre fuimos felices. 'uando muri+, sus padres le pre!untaron a mi madre sin quera llevarnos a Londres para vivir con ellos. %i madre tena dos trabajos y yo tena que ocuparme de mis hermanos mientras ella trabajaba. Le preocupaba que nos meti"ramos en problemas, as que acept+ y nos trasladamos todos a )n!laterra, a la finca de mis abuelos. <unque me !ustaba mucho la belleza del campo, no tard" en aburrirme. 2e hecho, la zona era tan rural que rara vez veamos a nadie. 'uando s+lo llev$bamos all una semana m$s o menos, una de las criadas de arriba, 'allinda, me pre!unt+ si quera ir a dar un paseo con ella. %is hermanos pensaban que era muy !uapa, as que me sent hala!ada de que quisiera conocerme mejor. , vaya si me conoci+. 1o tard+ en co!erme de la mano, besarme y decirme toda clase de piropos sobre lo !uapa que era. <qu la interrump. HPero se!uro que eso ya lo sabas, 6no8 H1o, no lo saba, >abrielle. Era tan alta y des!arbada. Estaba tan ocupada ayudando a mi madre con mis hermanos que no tena mucha vida social. , 'allinda lo saba. &n da, en uno de nuestros paseos, me bes+ con tal pasi+n que me dej+ sin aliento. %e dijo que me necesitaba y que estaba enamorada de m. <s que dej" que me tocara y que me hiciera otras cosas. iempre me !ustaba, pero me faltaba al!o. 1o me

dejaba que la desflorara como... como ella... mmm... como ella me haba desflorado a m. H2ant" se qued+ callada y yo sofoqu" una e-clamaci+n. %ir" su ancha espalda, horrorizada al darme cuenta de c+mo iba a terminar la historia antes de que me lo dijera siquieraH. 1o tard" en tener sospechas, de modo que por fin, despu"s de uno de nuestros "paseos", se lo pre!unt" y ella me dijo que no poda porque una criada pobre tena que ser vir!en si quera casarse bien. H*h, 2ant", cu$nto lo siento. HEsta vez s que le toqu" la espalda caliente y ella dio un peque0o respin!o al notar mi mano fra, pero si!ui+ con la historia. HOui tan estIpida que la perdon". )ntent" comprenderlo, incluso me dije a m misma que tena raz+n. En ese momento ni siquiera pens" que ella me haba hecho perder la vir!inidad sin plante$rselo siquiera. H2ant" hizo una pausa y suspir+ con resi!naci+nH. 2os semanas despu"s de aquello, sorprend a 'alli y a uno de los caballerizos en plena sesi+n de se-o en el !ranero. 2ej" que se me escapara una l$!rima por el dolor que debi+ de sentir 2ant" ante esta traici+n. H%e temo que les di una paliza a los dos hasta que confesaron que tenan la intenci+n de hacerme chantaje para que les diera dinero. i no se lo daba, les diran a mis abuelos y a mi madre lo que haba estado haciendo con la pobre criada. e lo dije yo misma antes de que 'alli pudiera clavarles las !arras. <l principio se pusieron furiosos, pero lue!o lle!aron a la conclusi+n de que ella haba conse!uido seducirme en contra de mi voluntad. <s que mis abuelos les dieron una !ran suma de dinero y los echaron de la finca. )ntentaron volver por m$s a los pocos meses y cuando mi abuelo se ne!+, empezaron a hacer correr rumores sobre que yo era antinatural y que haba forzado a 'alli. %e incorpor" de un salto, a!arr" a 2ant" por detr$s y la estrech" contra m. u espalda caliente se hundi+ en mi pecho mientras lloraba amar!amente. Esper" a que soltara todo el dolor que llevaba dentro desde haca tanto tiempo. 'uando se calm+, continu+ con su historia.

H%adre me quera y siempre me querra. %is abuelos encajaron mal los rumores. Oue entonces cuando mi madre decidi+ que nos bamos a trasladar a <m"rica. 1o creo que mis hermanos lle!aran a saber lo que ocurra, pero al cabo de un a0o est$bamos en camino. %is abuelos le haban dado a mi madre dinero suficiente para vivir bien si tenamos cuidado. , ah es donde entras tI Hdijo suavemente. :olvi+ la cabeza para sonrerme un poco y sus hermosos ojos enrojecidos se clavaron en los mos. 1o pude evitar echarme hacia delante y darle un dulce beso. %e sonri+ y en ese momento jur" que sera la Iltima vez que quera ver llorar a 2ant". 2ant" se volvi+ de nuevo hacia el a!ua, apoy$ndose m$s en m, y continu+ con su historia. H%e enamor" de ti en el momento en que te chocaste conmi!o. ofoqu" una e-clamaci+n y ella coloc+ su mano sobre la ma pero si!ui+ contando su historia. HPens" que eras tan preciosa y que tenas tanto !enio. %e encantaba provocarte para poder ver esos ojos tuyos solt$ndome chispas. %e qued" de piedra cuando Ed3ard empez+ a hablarle de ti a madre. 'uando empez+ a decir que quera hablar con tu padre para cortejarte, pens" que me iba a morir. ,a me haba hecho a la idea de que jamas podra tenerte. Pero saba que no podra soportar verte con Ed3ard si os casabais. H,o ni siquiera lo saba, 2ant". 2e todas formas, no habra aceptado. HEd3ard dijo... dijo que habas hecho un retrato de "l en tu cuaderno. ,o tambi"n vi ese dibujo Hdijo vacilando tanto que tard" un momento en hacer la cone-i+n. H*h, no He-clam"H. 1o, 2ant", el dibujo era de ti. H%e mir+ haciendo esa cosa tpica con la cejaH. 1i siquiera estaba terminado cuando los dos lo visteis. Ml debi+ de dar por supuestas las cosas por los ojos y la forma de la cara. 1i siquiera haba visto a Ed3ard cuando empec" a dibujarlo. Lo he terminado desde que estamos aqu. Puedes verlo si quieres. 4en!o otros de ti y de m que me encantara que vieras tambi"n. 2ant" me estrech+ entre sus brazos y susurr+B H%e encantara verlos, >abrielle.

e dio la vuelta de nuevo. Pareca resultarle m$s f$cil hablar si no tena que mirarme. 1o importaba por ahoraB m$s adelante tendramos que trabajar en sus habilidades comunicativas. La estrech" entre mis fuertes brazos y ella dobl+ las piernas y dio la impresi+n de disfrutar simplemente del contacto durante un rato. H'uando lle!amos aqu, conse!u dejar de lado casi todos mis sentimientos por ti. Las dos tenamos que concentrarnos en se!uir con vida. Entre que yo estaba herida y que necesit$bamos encontrar comida y refu!io, conse!u rele!ar los sentimientos al fondo de mi mente. Pero eso s+lo dur+ unos meses. %e conoca la isla como la palma de mi mano. ,a no costaba tanto encontrar comida y la caba0a estaba pr$cticamente terminada. ,a no me desmayaba casi de a!otamiento y mis pensamientos empezaron a descontrolarse de nuevo. e detuvo y de repente se volvi+ para mirarme. H6<l!una vez te han dicho que eres una persona muy tocona8 Hpre!unt+ con una sonrisa en la cara. H%m, s. 'reo que al!uien lo ha mencionado hace poco Hcontest" con una sonrisa i!ual de amplia y un besito en los labios para que supiera que el incidente ya no me dola. onri+ aIn m$s y se dio la vuelta de nuevo. H5ueeenoooo... H#izo una pausaH. Estaba empezando a afectarme, as que intent" mantenerme alejada. E-ploraba la isla para poder alejarme de ti un rato cuando lo necesitaba. Pensaba que acabaras d$ndote cuenta y que me odiaras o me tendras miedo, as que trat" de ocultar lo que senta por ti. En una de esas e-cursiones encontr" este lu!ar. %m... >abby... vena aqu y... mmm... H2ant", ten!o que decirte al!o. HEra el momento de confesar que la haba se!uido. H1o, amor, d"jame terminar, por favor. 4e deseaba tanto que vena aqu dos y tres veces por semana Hdijo. %e di cuenta de que le daba ver!Nenza decrmelo aunque no le vea la cara. Le acarici" la espalda para demostrarle mi apoyoH. 5ueno, el da que nos peleamos y lue!o te consol"... o sea, cuando dorm conti!o... yo, tI... mm, te arrimas mucho cuando duermes, peque0a, 6lo sabas8

2ije que no con la cabeza y ella si!ui+ con su relato. HPues s, lo haces. ,o... yo estaba ah echada conti!o pr$cticamente tumbada encima de m con tus manos sobre mis pechos. 4ena que escapar, as que me fui de la caba0a en silencio y vine aqu lo m$s deprisa posible. %e... me alivi" y cuando iba a volver a la caba0a, vi tus huellas cerca de mi ropa. 4om" aire. H:iste... H Hcontest+ sin que yo tuviera que continuarH. %e entr+ tanto miedo, >a...bri...elle. Pens" que sentiras asco, o peor, miedo de m despu"s de haber visto aquello. <s que me alej". 1ecesitaba pensar en un plan para hac"rtelo entender. <cababa de dar con una soluci+n cuando me encontraste. H6'u$l era la soluci+n8 Hle pre!unt" en voz baja. e volvi+ y se arrodill+ delante de m con la cabeza !acha y cuando me mir+, en sus ojos haba tanta ale!ra y esperanza que supe que estara con esta mujer durante el resto de mi vida. H4e ro!ara... Hcontest+ con una sonrisa tr"mulaH. 4e ro!ara que no me dejaras y lue!o te ro!ara que me permitieras estar conti!o. H:i que se esforzaba por no echarse a llorar de nuevoH. 1o quera perderte, >abrielle, y hara lo que fuera para evitar que me rechazaras. iento tanto todo lo que ha pasado. 9uera contarte toda la historia porque quera que comprendieras que nunca he tenido intenci+n de hacerte da0o. 'rea que te estaba prote!iendo... de m. H6#as acabado8 Hle pre!unt"H. 6Puedo hablar ahora8 Ella asinti+ despacio. 4uve que levantarle la barbilla para poder mirarla a los ojos vulnerables. H,o tambi"n te quiero.

e me qued+ mirando un momento, a la espera del resto, pero por una vez eso era todo lo que tena que decir. %e mir+ sin dar cr"dito mientras yo le sonrea burlona. Las dos nos dimos cuenta a la vez de que nuestros papeles se haban invertido y nos echamos a rer. 2ant" llevaba hablando treinta minutos para decirme que me quera. ,o haba tardado dos se!undos en decirle lo mismo. Era justicia po"tica y por fin consider" pa!ada la deuda de sus incesantes burlas. H:en aqu. 4ir" de ella hasta tenerla encima de m. %e bes+ en los labios al cubrirme con su cuerpo mucho m$s !rande. 1os quedamos tumbadas al sol con el ru!ido de la cascada y los trinos de los p$jaros encima de nosotras. 1uestra respiraci+n no tard+ en duplicar su velocidad. ;ade" cuando 2ant" traz+ crculos alrededor de mis pezones con la len!ua. <rque" la espalda, con lo que ella chup+ m$s fuerte. <pretaba el muslo contra m mientras besaba y lama mis dos pezones endurecidos. En dos ocasiones estuve a punto de tener un or!asmo y en ambas ocasiones se detuvo y me susurr+ al odo en franc"s e in!l"sB H4odava no, cari0o. , detuvo sus movimientos hasta que se nos calm+ el coraz+n antes de se!uir lamiendo, chupando y apretando con suavidad. %e estaba volviendo loca. 2ant" co!i+ mis pechos con las palmas de las manos y se puso a olisquearme el cuello y la oreja. 'uando estaba a punto de !ritarle que si!uiera adelante, not" que haba puesto la mano en el nudo que llevaba en la cadera. e detuvo un momento. %e puse a deshacer el nudo de su saron! a toda prisa y ella hizo lo mismo con el mo. <lz+ su cuerpo por encima del mo para quitarme el saron! y yo hice lo mismo con el suyo. Esta vez, en lu!ar de volver a posarse sobre m, como yo deseaba desesperadamente, se qued+ suspendida por encima de m como si fuera a hacer fle-iones, con los mIsculos de los bceps y los trceps restallantes por el esfuerzo de sostenerse por encima de m. %e bes+ en los labios y lue!o pas+ a mi oreja. H i ha!o al!o que no te !usta o que te incomoda... por favor, prom"teme que me lo dir$s.

H4e lo prometo, 2ant". Pas+ a besar cada centmetro de la parte superior de mi cuerpo, besitos suaves que me volvan loca. 'uando lle!+ a la zona por debajo de mi obli!o, empec" a ponerme un poco nerviosa. 'uando estaba a punto de pararla, dijo las Inicas palabras que iban a ser mi ruina durante muchos a0os. HPor favor... Esas palabras me aceleraron el coraz+n. Le permit que continuase bes$ndome el ombli!o y las caderas y por fin los muslos. %ir" la cabeza oscura que tena entre las piernas y casi me desmay" de la e-citaci+n. >rit" cuando por fin me toc+ con la len!ua. La primera caricia fue muy delicada. abore+ cada parte de m, chupando y mordisqueando suavemente hasta que casi me ech" a llorar. 'ada vez que pensaba que me iba a caer por el borde, ella me a!arraba las caderas para impedir que me moviera y paraba lo que estaba haciendo. Para entonces era yo la que le ro!aba. e alz+ de entre mis piernas y me bes+ ferozmente en la boca. %e sabore" a m misma en sus labios y !em. H69u" es lo que quieres, >a...bri...elle8 Hme pre!unt+ roncamente, mientras su mano se!ua atorment$ndome despacio como lo haba hecho su len!ua un momento antes. H9uiero... H69u" quieres, amor mo8 Hpre!unt+ 2ant" casi con desesperaci+n. 'omprend que necesitaba que le dijera lo que deseaba de ella. H9uiero ser tuya... Por favor. 2ant" estaba echada a medias encima de m y a medias fuera de m. 1ot" que frotaba su centro caliente contra el mIsculo de mi muslo. <celer+ el ritmo y empez+ a besarme en el cuello y las orejas, que tena muy sensibles. H*h... 2ios, por favor, 2ant"... no puedo... no puedo a!uantar mucho m$s... Jpor favorK H!rit" y cuando sent que empezaba a caer en un abismo de placer, 2ant" me meti+ el dedo hasta el primer nudillo, deteni"ndose en la barrera que era mi vir!inidad.

'omo loca, intent" obli!arla a penetrar m$s tratando de meterla a la fuerza dentro de m, pero era demasiado fuerte y se ne!+ a verse forzada a ir m$s lejos o m$s r$pido. En un momento de desesperaci+n, met la mano entre sus piernas y encontr" el centro caliente que se haba estado frotando contra m. Estaba tan a punto que saba que deba de dolerle. <br sus labios hinchados y trac" crculos alrededor de su nodulito e-citado. i!ui+ entrando y saliendo de m suavemente y el placer empezaba a ser e-cesivo. 'err" los ojos con fuerza y trat" de concentrarme en darle placer. us caderas se movan desesperadas contra mi mano. 'oloqu" dos dedos en su abertura y empuj" con fuerza hacia dentro. >rit+ y salt+, lo cual hizo que empujara con fuerza dentro de m. %i vir!inidad dej+ de e-istir. 'err" los ojos mientras me caan l$!rimas por la cara por el dolor. ,o haba dejado de empujar cuando me penetr+ y las dos nos quedamos as un momento para recuperar el aliento. El dolor empez+ a disiparse y volv a moverme contra lo que me llenaba por dentro. 4ambi"n empec" a empujar con fuerza dentro de ella. El dolor haba desaparecido, sustituido por el puro placer. ent que mi or!asmo empezaba despacio al principio mientras mis mIsculos se apretaban en torno a los dedos que haba dentro de m. 'asi como respuesta, sent que las paredes del se-o de 2ant" se estremecan. 'err+ los ojos con fuerza y aument+ las embestidas. 'uando por fin me lle!+, sent que me quedaba inerte. H*h, oh, oh Hera lo Inico que poda decir. 1ot" que 2ant" tambi"n estaba a punto y se!u su ejemplo, sin parar de empujar dentro de ella mientras sucumba al or!asmo. #ace a0os que quitamos el bote de la playa y cualquier se0al evidente de que estuvi"ramos all. 2ant" dice que cree que llevamos aqu unos siete a0os, pero no sabemos muy bien porque dejamos de contar el da en que hicimos el amor por primera vez. 2ecidimos que de no haber sido por esta isla, puede que nunca nos hubi"ramos encontrado. Este pedacito de tierra verde se ha convertido en nuestro mundo. 4al vez en el futuro el otro mundo sea capaz de aceptar relaciones como la nuestra. Eso esperamos por el bien de otras personas como nosotras. :oy a pasar el resto de mi vida amando y siendo amada por la !uardiana de mi alma. Ella es mi isla y yo soy la suya.

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