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Charcas de Erjos
Cumbre de BoIico
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EXCURSIN DIDCTICA CHARCAS DE ERJOS CUMBRE BOLICO


Fecha prevista: sbado 26 de marzo de 2011
Lugar de reunin para la partida: desviacin hacia cumbre de Bolico desde la
carretera comarcal 820, Km 793, a las 9 horas 30 minutos

Longitud: 6.000 - 8000 m.
Desnivel: 1.010 - 1.250 - 1.010 m.
Tiempo: 4 - 5 horas
Dificultad: Media (Recorrido algo largo)

Es conveniente que lleven:

calzado cmodo, a ser posible botas de montaa
un chubasquero, un jersey o prenda similar y una gorra
pantalones
un bastn
algo de comida, agua y chocolate u otro producto azucarado
cmara fotogrfica, flash y/o cmara de video, si son aficionados
prismticos
lpiz o bolgrafo

Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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NDICE




Esquema del recorrido ............................................................................................. 3

Introduccin .............................................................................................................. 4

Origen y evolucin de las charcas ............................................................................ 5

Aspectos geolgicos e hidrogeolgicos .................................................................... 12

Aspectos climticos y bioclimticos .......................................................................... 14

Aspectos edafolgicos .............................................................................................. 15

Aspectos botnicos .................................................................................................. 17

Mapas de vegetacin ............................................................................................... 20

Esquema de la vegetacin ....................................................................................... 22

Aspectos zoolgicos ................................................................................................. 23

Usos del territorio y principales impactos ................................................................. 31

Recorrido circunvalar a Bolico .................................................................................. 36

Bibliografa ................................................................................................................ 42
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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INTRODUCCIN

Esta salida pretende informar acerca de las Charcas de Erjos, enclave singular por
la rareza de este tipo de formaciones en Canarias. En esta ocasin disponemos de
una cuantiosa informacin, ya que en 2003 redactamos un amplio informe: Charcas
de Erjos, parque rural de Teno. Estudio ambiental: propuestas de ordenacin, uso y
gestin, para el Cabildo de Tenerife, del que hemos resumido lo fundamental para
el fin que perseguimos, saliendo finalmente un documento ms extenso de lo
habitual.

Los objetivos planteados son los siguientes:

Explicacin de la formacin de las charcas de Erjos, as como de su
posterior colonizacin bitica y evolucin

Observacin e identificacin de las comunidades vegetales ms notables

Observacin e identificacin de txones vegetales y animales, con especial
dedicacin a las aves.

Explicacin de los usos del territorio, histricos y actuales

Valoracin de la biodiversidad existente

Valoracin de los aspectos paisajsticos

Valoracin de los impactos existentes

Reflexin sobre el estado de conservacin, efecto del incendio de 2007
sobre la zona y el proyecto de acondicionamiento para su uso didctico, que
no ha llegado a realizarse.

La salida puede reducirse perfectamente a las charcas, pero dado lo difcil de la
observacin de aves, sobre todo cuando se marcha en grupo numeroso,
consideramos oportuno complementar la excursin con un recorrido que bordease la
cumbre de Bolico, para conocer la parte superior del monte del agua y los pinares,
plantaciones diversas y formaciones seriales de la zona.

Seguidamente presentamos el texto e imgenes que resume lo que trataremos de
explicar con el detalle que consideremos oportuno durante el recorrido.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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ORIGEN Y EVOLUCIN DE LAS CHARCAS

Las charcas de Erjos constituyen un conjunto de pequeas lagunas de origen
artificial, efmeras o permanentes. Su origen obedece a las explotaciones a cielo
abierto de las tierras y lapilli acumulados en la cabecera del Valle de Erjos, iniciadas
en la primera parte del siglo XX e intensificadas a lo largo de su segunda mitad. Por
esta causa se modific la geomorfologa, originndose una serie de cubetas
mineras, que se llenan de agua durante las precipitaciones invernales, debiendo su
carcter impermeable a que las excavaciones alcanzaron el nivel del horizonte
arglico o a la acumulacin en su fondo de fracciones edficas de textura cada vez
ms fina. Dependiendo del rgimen e intensidad de las precipitaciones anuales,
llegan a formarse hasta diez charcas estacionales de aguas generalmente someras,
representadas y numeradas en la figura adjunta, algunas de las cuales (3, 5 y 7)
pueden llegar a permanecer durante todo el ao.





















Las charcas de Erjos se sitan a unos 1.100 m de altitud y deben su nombre al valle
en que se ubican, una cuenca endorreica delimitada por las montaas del Viento,
Los Topos, Piedra Alta y El Mosquero, justo en la confluencia del mbito municipal
de Los Silos, El Tanque y Santiago del Teide. Topogrficamente el territorio abarca
dos sectores bien diferenciados: la vaguada central, que incluye el conjunto de las
diez charcas principales; y las laderas abancaladas que las circunda.
Toda la zona est afectada por el Parque Rural de Teno (T-13).

Gran parte de la informacin de este captulo la daremos comentando fotografas
panormicas, histricas o actuales, como las que siguen:




Las diez charcas durante su plenitud
invernal.
Modelo de elevacin digital
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En la fotografa (E. Oate. Finales
aos 80), se observa la ltima
extraccin de tierra llevada a cabo.
Tras ella ya no volvera a
exportarse ms suelo de la zona y
el desarrollo de la colonizacin
vegetal se llevara a cabo con
prontitud, pero condicionado sobre
todo por la cantidad de lluvia
recibida.
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ASPECTOS GEOLGICOS E HIDROGEOLGICOS

La cabecera del Valle de Erjos est excavada sobre materiales de la Serie I o Serie
Antigua, conformados por lavas de naturaleza nefrtica o traqutica y picroclastos
baslticos, datados entre los 4,5 - 6,5 millones de aos.
Sobre esos materiales se labr el primitivo cauce del barranco de Erjos, ms
encajado y situado algo al este del actual. Posteriormente los piroclastos y coladas
emitidas por el complejo de la Montaa del Viento (Serie Subreciente) colmataron el
primitivo cauce del barranco, que adems de interrumpir el flujo natural del agua,
suavizaron el perfil longitudinal de la cuenca y, como consecuencia, comenzaron a
acumularse en la zona sedimentos aluviales, desplazndose el eje de drenaje hacia
el oeste.





















En la dinmica actual de la cuenca parece predominar la erosin frente a la
sedimentacin, lo que hace que la red de drenaje tienda a encajarse de nuevo en la
secuencia de relleno, y que el fondo de las charcas permanezca relativamente
mermado de nuevos aportes sedimentarios.
En principio la precipitacin media anual no parece suficiente para posibilitar la
existencia de las charcas, a cuya formacin contribuyen los siguientes factores:

Su situacin en la explanada central de una cuenca receptora de ms de 1 Km de
dimetro, con escasa capacidad de retencin en sus laderas, lo que supone que el
agua recogida, an siendo relativamente moderada, tienda a concentrarse por
escorrenta superficial en el fondo de la cuenca, alimentando a las charcas.

La pluviometra, tambin relativamente moderada, suele concentrarse en perodos
cortos de alta intensidad (con relativa frecuencia se superan los 150 mm de
precipitacin diaria), lo que fomenta la escorrenta superficial.

Colada y almagre junto a una de las zonas de extraccin de picn.

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La incidencia de la precipitacin
horizontal en las inmediaciones de las
charcas no es grande, al permanecer al
abrigo de la Montaa del Viento, pero s
es apreciable en las partes altas de la
cuenca receptora, que al estar
cubiertas con una vegetacin de fayal-
brezal, ayuda a la captacin del agua
de las nieblas. Este aporte
extraordinario no genera escorrenta
pero s mantiene hmedo el suelo y
disminuye de forma significativa la
evapotranspiracin, lo que redunda a
favor de la recarga del acufero.

La capacidad de retencin de agua en
las diferentes charcas depende de la
naturaleza de los materiales que las
conforman, siendo las 3, 5 y 7 las
dotadas de mayor capacidad de
retencin, al asentarse sobre un
horizonte arglico de muy baja
permeabilidad.

En los aos ms secos todas las charcas pierden la totalidad del agua. El fondo aparece con
el tpico cuarteado de la retraccin de arcillas y limos. La vegetacin se instala por sectores y
contribuye, con su aportacin de materia orgnica, a la colmatacin de las charcas.

En la charca 3 se aprecia el monolito,
con su cima rodeada en rojo, testigo del
primitivo nivel del suelo del que se extrajo
zahorra y que permite advertir la magnitud
de los desmontes. Recientemente esa
cima se ha desmoronado.


Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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ASPECTOS CLIMTICOS Y BIOCLIMTICOS

El clima de la zona viene determinado por su altitud, situacin y orientacin,
destacando la incidencia de las masas nubosas vinculadas a los alisios, que
incrementa la humedad y disminuye el grado de insolacin en el territorio.
La estacin meteorolgica Tanque-Erjos de la Casa Forestal de Erjos, situada a
1.010 m de altitud y apenas a un kilmetro de la zona de estudio, aporta los
siguientes datos de referencia ms significativos:

Temperatura media anual: 14,4 C
Temperatura mxima absoluta: 39 C (agosto, 1988)
Temperatura mnima absoluta: 2,1 C (febrero, 1986)
Mes ms clido: Agosto (19,7 C de temperatura media)
Mes ms fro: Enero (10,4 C de temperatura media)
Amplitud trmica: 9,3 C
Trimestre clido: Julio, agosto y septiembre
Trimestre fro: Diciembre, enero y febrero
Precipitaciones medias: 672,6 mm (concentradas en otoo-invierno)
Precipitacin mensual mxima absoluta: 398,5 mm (noviembre, 1989)
Evapotranspiracin media: 350-400 mm
Heladas ausentes


Desde una perspectiva bioclimtica (Rivas-Martnez, 1997), el territorio queda
enmarcado dentro del piso bioclimtico Mesomediterrneo pluviestacional
subhmedo, asociado a la serie de vegetacin climatfila del monteverde hmedo:
Lauro novocanariensis-Perseo indicae sigmetum (Arco Aguilar et al., 2006).
Incluso en das relativamente despejados el mar de nubes afecta a las zonas
ms altas de la cuenca.

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ASPECTOS EDAFOLGICOS

Los suelos del entorno de las charcas de Erjos se han originado bsicamente sobre
tres tipos de materiales geolgicos: depsitos sedimentarios aluviales, piroclastos o
lapillis baslticos y coladas de basaltos tabulares miocnicos. Atendiendo a los
resultados de la edafognesis, cabe destacar los siguientes tipos de suelos:

Leptosoles lticos y afloramientos de roca.- Pequeos enclaves dispersos en el
entorno de las charcas, donde afloran las escorias de una colada subreciente
intercalada entre los sedimentos.






















Andosoles mbricos.- Se desarrollan sobre los basaltos ms antiguos del suroeste
del espacio, caractersticos del dominio potencial del monteverde, localizados en la
zona bajo una vegetacin de fayal-brezal y matorral de tojo. Desempean una
importante funcin ambiental, tanto en el mantenimiento de la vegetacin boscosa,
como en la regulacin de los flujos hidrolgicos.

Luvisoles lpticos.- Caractersticos de la zona central del espacio, sobre depsitos
sedimentarios holocenos.

Luvisoles ndicos de Montaa del Viento.- Originados sobre la alteracin de los
lapillis subrecientes de la parte occidental de la Montaa del Viento, donde se han
excavado las charcas 2 y 4, asentadas sobre regosoles tefrticos.

Luvisoles ndicos.- Similares a los de la unidad anterior, pero desarrollados a partir
de un nivel de piroclastos y basaltos antiguos sobre los que se ha excavado la
charca 1.
Leptosoles lticos sobre una colada que fosiliza los lapillos subrecientes.
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Luvisoles hplicos.- Desarrollados sobre sedimentos cuaternarios, son los ms
caractersticos y extensos de la zona, soportando la mayora de las charcas,
apoyadas en su potente horizonte arglico (charcas 3, 5, 6, 7 y 10). En conjunto, los
luvisoles o suelos fersialticos son suelos caracterizados por la presencia de un
horizonte de arcillas rojizas ferruginosas y elevado grado de antropizacin.

Cambisoles hplicos.- Apenas representados en la margen derecha de la pequea
cuenca que alimenta a las charcas 8 y 9, sobre sedimentos aluviales.




















Cambisoles andilpticos y Leptosoles hplicos.- Antiguas huertas situadas al este de
las charcas, en la actualidad abandonadas de cultivo y recolonizadas por la
vegetacin natural. Los cambisoles se incluyen dentro de los llamados suelos
pardos.
Cambisoles hplicos.
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ASPECTOS BOTNICOS

La flora vascular ms representativa se diferenci en cuatro grupos, definidos por su
vocacin ecolgica y grado de naturalidad: hidrfilas; agropecuarias (cultivadas,
mesegueras e invasoras); afines al monteverde; y propias de hbitats rupcolas.

La flora hidroftica es la que en nuestro caso presenta un inters especial y est
reducida al protagonismo de cinco taxones: sauce (Salix canariensis), que es la
especie de mayor talla, endmica y declarada de inters especial
1
; juncia (Cyperus
eragrostis), tabaco (Typha dominguensis) y junco (Juncus effusus), como plantas
de ribera; y por ltimo Potamogeton pusillus, que es la nica que habita sumergida
en el agua. Todas ellas son muy abundantes, disputndose el hbitat en funcin del
gradiente hdrico y de sus capacidades para sobrevivir en los lugares que conservan
suficiente humedad edfica.

Entre las especies de inters agropecuario cabe destacar a las siguientes: papa
(Solanum tuberosum), col (Brassica oleracea), tagasaste (Chamaecytisus proliferus
var. palmensis) y manzano (Malus domestica). Ms testimoniales son: arveja (Pisum
sativum), cebada (Hordeum vulgare), almendro (Prunus dulcis), castao (Castanea
sativa) y mimbrera (Salix fragilis).

Vinculadas a los cultivos y huertas abandonadas existe un notable cortejo florstico,
pero de nula o muy escasa relacin ecolgica con las charcas. Por su abundancia
local y porque todava son aprovechadas como forrajeras cabe destacar al hinojo
(Foeniculum vulgare) y la tedera (Bituminaria bituminosa). Por va antrpica,
posiblemente relacionada con los cultivos debi llegar el espino o tojo (Ulex
europaeus), especie que aprovecha su gran potencial invasor para colonizar la

1
Decreto 151/2001, de 23 de julio, Catlogo de Especies Amenazadas de Canarias
Cultivos de secano: huerta de papas y herbazales nitrfilos.

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Plantas ms hidrfilas de Las Charcas.
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periferia hmeda de las charcas, acorralando a las hidrfitas, mermando su
capacidad de supervivencia o extensin.

Las plantas directamente relacionadas con el monteverde son: brezo (Erica
arborea), faya (Myrica faya), laurel (Laurus novocanariensis) y acebio (Ilex
canariensis). Menos frecuente es el follao (Viburnum tinus ssp. rigidum), refugiado
en la parte alta del suroeste de la cuenca.

Las plantas rupcolas apenas estn representadas, por algunas especies de amplia
distribucin insular: bejeques (Aeonium arboreum y Aeonium urbicum), oreja de
ratn (Aichryson laxum), o el ombligo de Venus (Umbilicus horizontalis). El lugar no
les es propicio, estando su presencia limitada a afloramientos rocosos y cantiles
derivados de las antiguas canteras.

Mencin aparte merecen las algas dulceacucolas, grupo poco estudiado en
Canarias. Al respecto se realiz un nico muestreo, a principios de otoo, justo
cuando el agua de las charcas se encuentra en sus niveles ms bajos. El material
fue estudiado por la Dra. ngela Noguerol Seoane (Universidade da Corua), y el
resultado del anlisis desvel una considerable diversidad, con dominancia de
cianobacterias, diatomeas, euglenofitas y clorofitas, perteneciente al menos a 47
gneros diferentes, para 28 de los cuales no se conocan referencias en las Islas.























No entraremos a describir los tipos de vegetacin presentes, algo que podremos
comentar in situ, pero si presentamos tres mapas de vegetacin para la zona, uno
de potencial y otro de actual, a escala media y un tercero de actual a escala
detallada, as como un esquema de la vegetacin que se apoya en una fotografa.
Sector de la Charca 3, con vegetacin algal, a principios de otoo.

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Vegetacin Potencial Vegetacin Actual
























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ASPECTOS ZOOLGICOS

INVERTEBRADOS

El estudio concienzudo de la fauna invertebrada de las charcas de Erjos, fue
abordado por Malmqvist et al. (1995). Es propia de aguas lnticas o estancadas, con
fluctuaciones estacionales importantes, circunstancia que condiciona de forma
determinante tanto su composicin como sucesin temporal. En especies dotadas
de cierta capacidad de vuelo, migran y buscan refugio en enclaves con agua
permanente; en otros casos optan por adoptar estrategias relacionadas con la
desecacin progresiva de las charcas, enquistndose o refugindose bajo piedras
semienterradas en el barro, caso del escarabajo Agabus nebulosus.

En total se anotaron 33 especies de invertebrados, incluidos los no tpicamente
acuticos. Slo se advirti un endemismo canario (Laccobius canariensis) y otro
macaronsico (Ochthebius rugulosus), dos colepteros de amplia valencia ecolgica
que se distribuyen por diferentes tipos de hbitats riparios del archipilago. El resto
est mayoritariamente integrado por especies banales y de amplia distribucin
geogrfica, sin que en ningn caso se vean afectadas por normas legales de
especial proteccin. Pese a todo, considerando la disminucin de los hbitats
acuticos naturales, la presencia de esta fauna cobra mayor valor del que en
principio cabra atribuirle por su bajo ndice de endemicidad.
















La comunidad neustnica est constituida por especies carroeras y predadoras,
como los escarabajos girnidos (Gyrinus dejeani) y chinches acuticas: Merragata
hebroides, Microvelia gracilima y Gerris thoracicus, conocidos como zapateros.

Entre las especies buceadores son comunes dos heterpteros mediterrneos,
Corixa affinis y Sigara lateralis, as como numerosos colepteros ditscidos
relacionados con aguas lnticas: Coelambus confluens, Herophydrus musicus,
Hydroporus lucasi, Agabus nebulosus, Laccophylus hyalinus y, destacando por su
tamao, Cybister tripunctatus, especie de amplia distribucin -con mucho el mayor
de los ditscidos de Canarias-, caracterstica de charcas grandes con abundante
vegetacin algal, como stas de Erjos.

Zapatero (Gerris thoracicus). Lavanderas (Gyrinus sp.).
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Otros colepteros habituales son, el dripido Dryops luridus; el hidranido
Ochthebius rugulosus, exclusivo de los archipilagos macaronsicos; y los
hidroflidos Helochares lividus y Laccobius canariensis, ste ltimo endmico de las
islas. Los insectos voladores ms comunes son las liblulas: Anax imperator y
Crocothemis erythraea, junto a ciertos efmeras (Cloeon dipterum) y mosquitos
(Culex arbieeni).


Adems de los invertebrados acuticos, la humedad edfica y ambiental, permite el
establecimiento en el barro y bajo piedras de diversos oligoquetos (lombrices de
tierra); moluscos (p.ej. Pseudosuccinea columella); ispodos o vaquitas de la
humedad; caros; colmbolos; etc., as como otros representantes (colepteros,
carbidos, etc.) habituales de la fauna hidrfila riberea.




La liblula Anax imperator es el invertebrado ms vistoso de Las Charcas.
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VERTEBRADOS

Peces
Los peces contaron con carpas
(Cyprinus carpio) y carpines
dorados (Cararius auratus), que
fueron introducidos, se adaptaron y
reprodujeron sin dificultad en Las
Charcas, desapareciendo durante
la sequa de 1995.

Su presencia conllevaba la de las
garzas y las visitas ocasionales de
guinchos.


Anfibios
nicamente hemos localizado la ranita verde, (Hyla meridionalis), muy abundante y
de gran protagonismo en la alimentacin de parte de la avifauna.

Reptiles
En los alrededores es muy frecuente el lagarto tizn (Gallotia galloti eisentrauti),
estando tambin presente la lisa (Chalcides viridianus viridianus) y el perenqun
(Tarentola delandii).
En las charcas 3 y 7 se observaron ejemplares del galpago de Florida (Trachemys
scripta), introducidos y que tambin murieron con la sequa de 1995.












Peces agonizando en agosto de 1995.
Renacuajos y adultos de la ranita verde, muy abundantes en Las Charcas.
Lagarto (Gallotia galloti ssp. eisentruti). Perenqun (Tarentola delalandii).
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Aves
Son con diferencia el grupo ms sobresaliente de los vertebrados. Entre las
especies ms vinculadas a la fauna acutica de las charcas, cabe destacar:
agachadiza comn (Gallinago gallinago), andarros chico (Actitis hypoleucos),
andarros grande (Tringa ochropus) y archibebe claro (Tringa nebularia), todas de


presencia ocasional; avetorillo comn (Ixobrychus minutus), una sola observacin de
esta migratoria en 1989; cerceta comn (Anas crecca), citas de 1991 y 1992;
chorlitejo chico (Charadrius dubius); garza real (Ardea cinerea), observadas cuando
en las charcas haba peces; gaviota patiamarilla (Larus cachinnans), ocasional;
guincho (Pandion haliaetus), su presencia siempre se ha producido ocasionalmente
cuando haba peces; martinete (Nycticorax nycticorax), presencia ocasional; morito
Andarros chico. Andarros grande.
Archibebe claro.

Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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(Plegadis falcinellus), especie poco habitual en nuestras latitudes, fue observado un
solo ejemplar durante unos das en 1990.



Guincho sobrevolando las charcas. Martinete.
Garza
Morito fotografiado en la charca 1.
Martinete juvenil.
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Mencin aparte merece la polla de agua (Gallinula chloropus): observada desde
1986, llega a superar los 50 ejemplares. Es la primera de las aves acuticas con
nidificacin comprobada desde 1986, siendo la observacin de adultos
prcticamente constante a lo largo de todo el ao.

Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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La focha comn (Fulica atra), poco comn en la zona hasta 2007, ha pasado a tener
una poblacin estable y nidificar.


Adems de las estrictamente acuticas, cabe citar las aves presentes en las
inmediaciones de las charcas, que son: abubilla (Upupa epops); aguililla (Buteo
buteo ssp. insularum); alcaudn (Lanius excubitor ssp. koenigi); alpispa (Motacilla
cinerea ssp. canariensis); bisbita caminero (Anthus berthelotii); canario (Serinus
canarius); cerncalo vulgar (Falco tinnunculus ssp. canariensis); codorniz (Coturnix
coturnix); cuervo (Covus corax); curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala ssp.
leucogastra); gorrin moruno (Passer hipaniolensis); herrerillo comn (Parus
caeruleus ssp. teneriffae); mirlo (Turdus merula ssp. cabrerae); mosquitero comn
(Phylloscopus collybita ssp. canariensis); paloma brava (Columba livia); paloma
turqu (Columba bollii); pardillo comn (Carduelis cannabina ssp. meadewaldoi);
perdiz moruna (Alectoris barbara ssp. koenigi); petirrojo (Erithacus rubecula ssp.
superbus); pinzn vulgar (Fringillia coelebs ssp. canariensis); triguero (Miliaria
calandra); vencejo unicolor (Apus unicolor); y verdern (Carduelis chloris).

Alcaudn: adulto,
nido con huevos
y pollos.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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No podemos cerrar el apartado de las aves sin mencionar la gran labor colonizadora
que, para los vegetales higrfilos, desempean estos animales.
Entre su plumaje y tracto digestivo traen semillas de plantas acuticas, con lo que en
cuanto se formaron las lagunas y se estabiliz mnimamente el sustrato, la pronta
llegada de las aves aport el germoplasma preciso para el establecimiento de las
colonias vegetales.
La procedencia migratoria de las aves explica la baja proporcin de endemismos
presentes, solamente el sauce canario, en las charcas.



Mamferos
El ms interesante es el murcilago de madeira (Pipistrellus maderensis), existiendo
tambin los comunes conejos (Oryctolagus cuniculus), erizo moruno (Atelerix
algirus), ratn (Mus domesticus) y rata (Rattus rattus).



Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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USOS DEL TERRITORIO Y PRINCIPALES IMPACTOS

El uso histrico del Valle de Erjos fue fundamentalmente agro-forestal. En la
explanada central del entorno de las charcas ha sido la actividad agrcola la
principal, estando parcelada en huertas relativamente llanas, que progresan como
bancales por las laderas prximas, aterrazadas para no perder suelo por erosin. Se
cultivaban sobre todo cereales como trigo, centeno y cebada, papas, coles, arvejas,
chochos y algunos frutales, manzanos y almendros principalmente. Tambin se
plantaron como forrajeras tagasastes, que se disponan preferentemente en las
lindes de las huertas, acompaados de coles o mimbreras.
La zona no se us especialmente para el pastoreo, ms bien de ella se
aprovechaban la tedera, hinojos y otras plantas forrajeras, amn de los tagasastes.
La ganadera que existi hasta mediados del pasado siglo estaba constituida por
bestias de carga (burros, mulos y caballos) y vacas. Como ganado medio haba
cerdos y algunas cabras y como ganado menor conejos y gallinas. Tambin eran
cortados los espinos para usarlos como cama del ganado.


Algunas huertas con coles y tagasates en las lindes, aun presentes en la zona.
Recoleccin de juncos a finales de los aos 80. Tpica forma de los tagasastes forrajeros.

Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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La explotacin del acufero del Valle se ha realizado a travs de la Galera La Risa
que, embocada en el barranquillo de Los Dornajos, cruza en direccin este-suroeste
bajo la charca 1, bifurcndose y extendindose hasta poco antes de llegar a la pista
de acceso a las charcas.

Las partes ms altas estaban sometidas a aprovechamientos forestales,
obtenindose lea, varas, horquetas, horquetillas y mantillo. En todo el territorio la
cacera ha sido prctica habitual.

El aprovechamiento que ms
impacto ha supuesto para la
zona fue la extraccin de
zahorra y tierra que, como
hemos indicado ya numerosas
veces, origin una serie de
oquedades, que seran las
responsables de la formacin
de las charcas. Las ltimas
extracciones de tierra se
llevaron a cabo a final de los
aos 80 del pasado siglo, a
partir de los cuales fueron
suspendidas. Posteriormente
se practic un ensayo de
restauracin ecolgica,
corrigiendo las pendientes y
plantando tagasastes, como medidas para frenar la erosin.

Otro uso ms reciente 1988/89,
con gran impacto local fue la
utilizacin del entorno de las
charcas por empresas de
Jeep-safari.

Hasta all iban para aprovechar
la irregularidad del terreno y
charcos de menor superficie,
cruzndolos para sentir la
emocin salvaje de los
derrapes con salpicaduras de
agua y lodo. Afortunadamente
para las charcas, estas
prcticas fueron prohibidas.







Tras las ltimas exportaciones de suelo a finales de los
80, se deba plantar tagasastes para frenar la erosin.
Jeep-safari entorno a las charcas
de Erjos en agosto de 1988.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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La cacera es una prctica habitual en la zona de las charcas, tanto con perros
como con escopetas. Hemos sido testigos de cmo los cazadores llegan hasta la
misma orilla de las charcas, cuando por la legislacin est prohibido acercarse con
escopeta a menos de 50 metros de las zonas inundadas.














En el pasado, cuando aparecieron los cadveres de dos garzas y varias pollas de
agua, tratamos de dialogar con los cazadores y notamos en ellos una actitud muy
defensiva e incluso agresiva, negando en todo momento haber disparado a las aves
acuticas y diciendo que ellos podan estar al lado de las charcas porque no
disparaban a los patitos. En la temporada de 2002 hemos observado que continan
cazado al borde de las charcas y disparan, pero no sabemos si lo hacen sobre las
pollas de agua o sobre los conejos u otras especies cinegticas.

La prctica de senderismo, en ruta hacia el Monte del Agua o Santiago del Teide, y
la visita local a las charcas como foco de atraccin exclusivo, son dos de los nuevos
usos del territorio. La ruta ms habitual, practicada por grupos organizados, es la
subida hacia la parte alta del Monte del Agua (zona de la Fuente de Los Loros) para
salir por Las Portelas. Este uso no supone un deterioro significativo para la zona,
pues por lo general las personas que lo practican estn concienciadas de la
importancia de preservar el entorno y actan en consecuencia.

Respecto a los impactos, si no tomamos en cuenta los taludes sin cobertura vegetal,
testigos de la explotacin de ridos, destacan:

Los tendidos areos de electricidad y telefona. Particularmente significativo es la
lnea telefnica que atraviesa un sector del Valle y que en parte discurre paralela al
Camino Real de Santiago del Teide. Supone una afeccin paisajstica que debe ser
corregida.

El uso de venenos en
algunas de las pocas huertas
que an se cultivan, en
ocasiones probablemente
prohibidos, podran llegar a
suponer un envenenamiento
para la fauna del lugar.
Cazador en las Charcas (2002). Cadver de garza abatida por los cazadores (aos 80).

Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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Los espacios colonizados por el agresivo espino, que en los aos ms secos ha
ido restando espacio a las especies ms higrfilas.



















Para finalizar consideraremos el impacto que supuso el incendio del verano de 2007.
Como ejemplo si comparamos las dos fotografas de la pgina, podemos observar
la total destruccin del matorral de espino que acabamos de citar como impacto.



Del desolador efecto del incendio, solamente la afeccin al matorral de espino y a
las plantaciones de pino de Monterrey, pueden considerarse como positivas, desde
el punto de vista ecolgico, por lo dems las siguientes instantneas muestran el
El espino ocupa amplias extensiones, impidiendo el asentamiento de otras especies menos agresivas
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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negativo impacto que suposo sobre todo el valle y particularmente sobre el principal
ncleo de sauces.














































Se aprecia que solamente se salvaron
del incendio las plantas que estaban
junto al agua o rodeadas por ella.
En el principal ncleo de sauces el incendio penetr
hasta el borde de la charca 5. Posteriormente parte
de los sauces rebrotaran.
El incendio del verano de 2007 arras totalmente el valle de las charcas y zonas de
fayal brezal, cultivos y matorrales circundantes, remontando por la Cumbre de Bolico
para llegar hasta Masca. La direccin del aliso impidi que penetrase en el Monte del
Agua, quedando el lmite perfectamente marcado por el verdor que se aprecia en el
cuarto superior derecho de la fotografa.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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RECORRIDO CIRCUNVALAR A BOLICO

Tras la visita a las charcas realizaremos un recorrido circular alrededor de la Cumbre
de Bolico. Partiremos desde la charca 6 en direccin oeste por una pista
actualmente cerrada al trfico, para subir hacia la parte alta del Monte del Agua.
En la primera parte atravesaremos hinojales para introducirnos inmediatamente en
fayal brezal, actualmente en franco estado de recuperacin tras el incendio de 2007.


















La huella del incendio prcticamente se ha borrado de la zona de las charcas. En el fayal
brezal quedan las varas quemadas como testigo, pero la recuperacin es incuestionable.
Aunque sin la gran potencia del pino canario,
brezos, fayas y acebios rebrotan con vigor si
el incendio no llega a niveles abrasivos.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
37
Tambin tendremos oportunidad de cruzar por alguno de los ncleos de
plantaciones de pino de Monterrey, que murieron, as como por alguno de los
sectores de plantaciones de pino canario, que se recuperan con rapidez.



















Avanzando llegaremos al denominado cortafuegos, desde donde tendremos una
visin contrapuesta de las charcas de la que tenamos al principio de la sesin,
cuando explicamos las generalidades.

En el siguiente tramo tomaremos un sendero que nos interna en las cotas superiores
del Monte del Agua. En esta zona podremos recordar lo visto en la excursin
realizada el ao pasado a este monte, con la salvedad de que al encontrarnos en
sus cotas superiores, no aparecern las especies ms termfilas (mocanes,
barbusanos, delfinos, etc.), pero podremos apreciar una mayor riqueza en helechos
y brifitos, as como algunas especies que no aparecieron en las partes bajas,
destacando particularmente un tipo de flor de mayo bastante raro (Pericallis
multiflora), y una chahorra (Sideritis canariensis).

La pronta recuperacin del pino canario contrasta con la muerte del pino de Monterrey. La vegetacin del
sotobosque hace que no peligre la prdida de suelo por erosin, por lo que podemos decir que desde el
punto de vista ecolgico el incendio fue positivo, en lo que a la erradicacin de este pino se refiere.
Pericallis multiflora Sideritis canariensis
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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Si no nos hemos detenido en exceso, cuando lleguemos a la Fuente de los Loros
ser un buen momento para comer algo. Despus continuaremos hasta salir del
monte, ya en orientacin suroeste, y al final tendremos ocasin de ver los
captanieblas instalados para recoger agua, imitando la denominada lluvia horizontal
que como bien conocemos lleva a cabo la vegetacin del monte verde y pinares
norteos.




Una vez dejemos atrs el monte llegaremos hasta la denominada era y casas de la
cumbre, donde la orientacin y antiguos usos hacen que el paisaje cambia
radicalmente, presentando formaciones arbustivas ms abiertas, donde an
encontraremos brezos, pero cobrando especial protagonismos la aparicin de los
escobones (Chamaecytisus proliferus angustifolius), que no debemos confundir con
los tagasates (Chamaecytisus proliferus proliferus), planta palmera introducida y
Captanieblas ubicados en zonas de afeccin persistente de los
vientos alisios. Las cantidades de agua recogida no parecen
significativas si consideramos el impacto paisajstico originado.
Tras el monte llegamos a las ruinas de las casas de la cumbre y era de Bolico.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


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cultivada como forrajera. Adems aparecern jaras (Cistus monspeliensis), otra
chahorra diferente a la de monte (Sideritis brevicaulis), tajinastes (Echium
aculeatum), cabezote (Carlina salicifolia), etc.

En conjunto transitaremos
por una zona ms soleada
y con buenas visas hacia
las partes altas de Masca y
la cumbre de Bolico, con
sus pinos, torre de
vigilancia y antenas.

Geolgicamente veremos
la Serie Antigua, bien
conocida por las anteriores
excursiones, en un sector
muy meteorizado, pese a
la relativa sequedad del
lugar.
Como novedad tendremos
uno de los grandes diques
slicos de la zona, tambin
muy meteorizado y con los
clsicos tonos claros de
las lavas cidas.

Si hay fuerza podemos
desviarnos hacia dicho
dique, pues tras l est el
denominado Roque Verde,
excelente atalaya desde la
que se aprecia en todo su
esplendor la zona de
Masca, tras el Roque
Tarucho.
Adems de las vistas en
s, el lugar es digno de ser
visitado tan solo por el
puado de endemismos
botnicos que alberga,
entre los que destacan la
orqudea canaria, Orchis
patens, el apio de risco,
Tinguarra cervariaefolia,
perejil de risco, Pimpinella
anagodendron, chahorra,
Sideritis brevicaulis, bea,
Greenovia aurea,
cruzadilla, Hypericum
Vista de la torre de vigilancia en la parte alta de Bolico.

La cima es el denominado Roque Verde, espectacular
mirador hacia Masca. A la izquierda aparece el
mencionado dique slico y abajo una aproximacin.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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reflexum, magarza de Santiago, Argyranthemum foiniculaceum, tabaiba roja,
Euphorbia atrupurpurea, etc.

Desde Roque Verde se tiene una magnifica perspectiva de Masca tras Roque Tarucho.
Orqudea canaria
Tabaiba roja o mejorera
Apio de risco
Bea
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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Regresaremos por el mismo camino, bajando posteriormente por un sendero en el
que queda patente una vez ms el alto grado de meteorizacin de los materiales de
la Serie Antigua. Inmediatamente alcanzaremos la pista forestal que cruza las
plantaciones de pino canario que rodean la cumbre. Podremos apreciar como este
pinar se est recuperando perfectamente del incendio, quedando como testigo sus
negros troncos.

A la derecha veremos una buena panormica del valle de Santiago del Teide y
durante el recorrido de la pista quizs nos llame la atencin la abundancia de un
cerrajn endmico, Sonchus canariensis, en esta poca en floracin.

En los cortes de la pista
podremos apreciar zonas en las
que tenemos basaltos con un
alto grado de alteracin. En ellos
se presenta perfectamente la
tpica textura porfdica, con sus
cristales muy visibles y
perfectamente incrustados en la
matriz vtrea.

Tras la pista llegaremos a la carretera que sube hacia
las antenas, la cruzaremos y entraremos en un
sendero empedrado por partes, que nos conducir de
regreso hasta las charcas, cerrando as el tramo de
circunvalacin y la excursin.




Textura porfdica de basalto bsico.
Charcas de Erjos Cumbre Bolico


Vicente Luca y Enrique Oate
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