Wittgenstein y El Relativismo
Wittgenstein y El Relativismo
Wittgenstein y El Relativismo
*
Resumen: El estudio que se presenta a continuacin pretende detenerse en el problema concerniente a la posible lectura en clave relativista del segundo perodo de la filosofa de Wittgenstein con respecto a su reflexin sobre el lenguaje y la relacin de ste con el pensamiento y la realidad. Esta reflexin se articula desde una pragmtica del lenguaje1, entendiendo esto como un estudio del funcionamiento del lenguaje a partir de su uso efectivo y de las prcticas lingsticas de las comunidades. As pues, nuestro estudio tendr varios momentos: 1. Mostrar las crticas de Wittgenstein a ciertas teoras del significado; 2. Reconstruir la propuesta de Wittgenstein para comprender la comunicacin y establecer las condiciones de posibilidad del lenguaje; 3. Estudiar cmo el lenguaje est unido a un sistema de creencias y prcticas que determinan y posibilitan la comprensin humana del mundo; 4. Determinar si lo anterior sita la propuesta de Wittgenstein en un relativismo cultural tal como sealan algunos intrpretes. Palabras clave: Wittgenstein, Rorty, Winch, significado, juego de lenguaje, pragmtica, relativismo. Abstract {Was Wittgenstein a Relativst?}: The following study attempts to look at the problem concerning the possible relativist reading of Wittgensteins second period according to his reflections about language and its relation with thought and reality. These reflections about language are articulated from a pragmatic point of view, which can be understood as a study of languages functioning from its effective use and from communitys linguistic practices. Therefore, our own study will have several moments: 1. To show Wittgensteins critique against certain theories of meaning; 2. To rebuild Wittgensteins proposal about the understanding of communication and the possibility conditions of language; 3. To study how language is linked with a belief and practices system that determines and makes human understanding of the world possible; 4. To determine whether or not the study above places Wittgensteins proposal in a cultural relativism as some interpreters claim. Key Words: Wittgenstein, Rorty, Winch, meaning, language game, pragmatic, relativism.
Universidad de Antioquia
Toda una mitologa est depositada en nuestro lenguaje WITTgENSTEIN, Comentarios sobre la rama dorada. Cuando cambian los juegos de lenguaje, cambian los conceptos y, con stos, los significados de las palabras WITTgENSTEIN, Sobre la Certeza.
Este texto pretende inscribirse en la polmica en torno a la interpretacin de la obra de Ludwig Wittgenstein iniciada, segn plantea Cora Diamond (vide Diamond, 1992), por Richard Rorty (1979, 1993) y Hilary Putnam (1994, 1999). De un lado est Rorty quien interpreta a Wittgenstein en clave historicista y relativista; una lectura similar a la de Rorty la encontramos en Peter Winch (1994), aunque desde una perspectiva antropolgica y sociolgica. Tambin Stanley Cavell (1979) se une a saga-revista de estudiantes de filosofa. Universidad Nacional de Colombia
Versiones preliminares de este texto fueron presentadas en el IX Foro Nacional de Estudiantes de Filosofa, realizado en la Universidad del Valle del 15 al 19 de mayo de 2006, y en las III Jornadas de Filosofa Terica: Conocimiento, Normatividad y Accin, que tuvieron lugar en la Universidad de Crdoba (Argentina) del 31 al 2 de junio de 2006. Agradezco al profesor Juan Guillermo Hoyos y a la profesora Magdalena Holgun por su juiciosa lectura y sus consejos para mejorar este texto. Tambin quiero agradecer a
*
41
mi compaera de estudios Magdalena Arnao y a los editores de Saga que realizaron lecturas minuciosas y crticas del texto, lecturas que contribuyeron a mejorarlo notoriamente. 1 Advierto que este artculo no suscribe el pensamiento de Wittgenstein a la corriente pragmatista de la filosofa ni busca relaciones entre ambos pensamientos, aunque reconozco que las hay. El interesado en consultar al respecto puede consultar: Sanflix (2001); Rorty (1993); De Greiff (1990); Arregui (1997); Putnam (1999). 2 Aunque Putnam se escuda en lo que l llama un realismo moderado, no deja de caer en las paradojas del Realismo. Sin embargo, no puedo ampliar este problema aqu. El interesado puede consultar el mencionado texto de Diamond (1992) y tambin el de Putnam (1999). 3 Aqu se me podr alegar que Saussure no dice que el lenguaje sea una estructura definida sino que, todo lo contrario, dice que el leguaje es multiforme y heterclito. Ciertamente lo dice, pero la siguiente frase evidencia que Saussure mismo presupone un orden y una unidad que, aunque an no conocemos, podemos llegar a conocer: [el lenguaje] no se deja clasificar entre los hechos humanos, porque no se sabe cmo desembrollar su unidad (1994: 25). 4 Quiero aclarar que no pretendo insinuar una polmica real entre Wittgenstein y Saussure que hasta donde tengo noticia, no la hubo como si el primero hubiera ledo
I
Contrario a como lo pens Ferdinand de Saussure, Wittgenstein no crea que existiera algo as como la lengua, i.e. una estructura definida, independiente de nuestros usos lingsticos que le d sentido al habla (vide Saussure 1994: 24-25), y mucho menos que esta estructura hiciera parte de otra superestructura igualmente definida que se llame lenguaje3 y a partir de la cual adquieren significado el resto de nuestros sistemas de signos. El estudio de Saussure4, en este sentido, cae en lo que Wittgenstein llam el ansia de generalidad, i.e. la bsqueda de una esencia comn para todos los casos, algo que es comn a todos estos procesos y los convierte en lenguaje, o en parte de lenguaje (IF 65; cf. IF 92). Para Wittgenstein, el lenguaje no puede ser estudiado independientemente de sus usos efectivos, de sus prcticas y de la historia de sus conceptos (vide IF 7, 19, 25, 108), dado que el lenguaje no es una unidad formal sino una familia de estructuras ms o menos emparentadas entre s (IF 108) y un fenmeno espacio-temporal. De ah que su estudio deba ser meramente descriptivo y deba atenerse a la siguiente mxima: No pienses, sino mira! (IF 66, 79). Slo encontramos parecidos de familia (IF 67) entre las diferentes estructuras del lenguaje, entre los diferentes juegos de lenguaje, pero no reglas inmutables y eternas que fundamenten toda posible comunicacin5. Wittgenstein se ve en la necesidad de estudiar y criticar algunas teoras que haban determinado nuestras formas de comprender el funcionamiento del lenguaje. As pues, tiene que enfrentar el innatismo lingstico (vide IF 1-32, 243), la teora causal mentalista (vide IF 34-38), y la teora de la correspondencia con sus variantes (vide IF 38-49, 55-59). A continuacin tratar de exponer brevemente las principales objeciones a estas tres concepciones. El innatismo lingstico que se desprende de las reflexiones de San Agustn trata de mantener una separacin entre el pensar y hablar, postulando el pensar como un lenguaje innato gracias al cual podemos aprender a usar el lenguaje cotidiano6. Segn tal concepcin, el sujeto aprende a hablar gracias a la explicacin ostensiva y la asociacin; viendo la conexin natural entre las palabras y las cosas al ver a sus semejantes nombrar las cosas (vide IF 1, 6, 13, 15). Sin embargo, esto implicara, segn Wittgenstein, que el nio ya tiene una comprensin de lo que es una palabra, que ya tiene un lenguaje, para saber que se trata de tal relacin relacin denotativa entre la palabra y la cosa, pues la definicin ostensiva es ambigua y siempre puede ser interpretada errneamente o de otra manera (vide IF 29, 34): La definicin ostensiva explica el uso el significado de la palabra cuando ya est claro qu papel debe jugar en general la palabra en el lenguaje (IF 30). Esto se refiere a que, segn esto, el nio aprende a hablar como si ya tuviera un lenguaje, como si ya supiera cmo funciona un
42
saga
II
Wittgenstein desarrolla su reflexin en torno al lenguaje a partir de la nocin de juego de lenguaje. Por juego de lenguaje Wittgenstein entiende principalmente cuatro cosas: 1. Un sistema primitivo de comunicacin en el que cada palabra sea la orden de traer un objeto, como en el caso del pargrafo 2, donde se ilustra tal sistema con el caso imaginario de un constructor y su ayudante que disponen de un lenguaje que consta solamente de nombres para designar las herramientas de construccin; 2. los juegos mediante los cuales los nios aprenden la lengua materna (IF 7); 3. el proceso de nombrar y repetir palabras; y por ltimo, 4. el todo formado por el lenguaje y las acciones con las que est entretejido (Ibidem). Wittgenstein utiliza las primeras tres acepciones para criticar desde diferentes perspectivas las teoras clsicas del significado y hacer algunas elucidaciones. La cuarta, en cambio, le sirve
al segundo y lo hubiera criticado. Establezco esta relacin slo para contrastar dos tipos de estudios o reflexiones sobre el mismo objeto; en este caso, el lenguaje. Adems, hay que distinguir que mientras Saussure desarroll una investigacin emprica, la de Wittgenstein fue conceptual. 5 Talbot Taylor (1981) afirma que tal es la causa de que los lingistas no se hayan interesado por las propuestas de Wittgenstein. 6 Se me ha sugerido que, tal vez, emplear el trmino innatismo lingstico no sea lo ms apropiado y que, tal vez, Wittgenstein no se refiere propiamente a esto en esta crtica. Sin embargo, coincido con el profesor Rincn (vide 1991: 45, 49) al sostener que Wittgenstein est criticando un innatismo propio de la metafsica de San Agustn, su teora de la inmortalidad del alma y su muy platnica teora del conocimiento. 7 Esta afirmacin tiene un desarrollo interesante en la obra de Wittgenstein. En la Gramtica encontramos, como primera referencia, la negacin de la misma (cf. GF I, IX), luego en el Cuaderno Azul usa el trmino institucin para compararlo con la forma como funciona el lenguaje (most of its members have certain regular functions, BB : 44). Es en las Observaciones sobre los fundamentos de las matemticas donde usa con mayor frecuencia este trmino para insistir sobre la importancia de la regularidad y frecuencia de las prcticas lingsticas y
nmero 14 - 11 2006
43
como objecin contra las teora privatistas del lenguaje (RFM II, 45; III, 36; A game, a language, a rule is an institution, VI, 32; VII, 2). En las Investigaciones tambin encontramos algunas alusiones al trmino en esta misma direccin (I could not apply any rules to a private transition from what is seen to words. Here the rules really would hang in the air; for the institution of their use is lacking, PI 380; 540, 584). 8 Es necesario hacer la salvedad de que a pesar de que los tres desarrollaron teoras del significado en trminos de correspondencia, tales teoras eran diferentes las unas de las otras. Hablo de ellas en grupo porque las tres se basan y se fundamentan en la correspondencia aunque de diferente modo cada una. 9 Aqu es necesario sealar que al hablar de sistema de reglas no me refiero a la estructura llamada lengua que propona Saussure. En aquel caso, las reglas seran reglas sintcticosemnticas; en ste son reglas pragmticas, reglas de uso. 10 Para ampliar esto y ver el anlisis de un caso imaginario sugestivo, remito al lector al texto de Cora Diamond (1992).
El significado depende del juego de lenguaje que juguemos, de la forma de vida que llevemos, pues imaginar un lenguaje es imaginar una forma de vida (IF 19). Son nuestras prcticas comunes las que determinan la significacin de
44
saga
III
La seccin anterior nos sita de frente al problema interpretativo de leer a Wittgenstein o bien como un realista, o bien como un relativista. El problema es establecer si Wittgenstein, al proponer que entendamos el significado como uso determinado por las prcticas sociales, se estaba comprometiendo con un relativismo cultural tal y como lo han interpretado autores como Richard Rorty (1993) o Peter Winch (1994); o si, por el contrario, es posible evitar el planteamiento relativista para sostener cualquier clase de realismo que nos permita establecer criterios de correccin en trminos universales y transhitricos de racionalidad y verdad, como han sostenido Putnam (1994, 1999), OGrady (2004) y otros intrpretes14. Tratar de dar una explicacin de lo que se entiende por relativismo cultural teniendo en cuenta lo que hasta ahora se ha venido diciendo y lo que dicen tales autores: si el significado de una proposicin est determinado por las prcticas sociales de una comunidad, su valor de verdad slo puede ser estimado desde tal marco de prcticas y no hay un punto externo a la cultura15 misma o un fundamento ltimo ms all de la cultura misma al que se pueda apelar para juzgar una proposicin o discurso como verdadero o falso, como racional o irracional (vide Winch 1994). Como hemos visto, el lenguaje slo es posible en la medida en que sea un lenguaje social, un lenguaje compartido que se articule en prcticas comunes y, en la medida en que la comprensin del mundo (entendida como el conjunto de creencias de una comunidad) est unida indisociablemente al lenguaje, la comprensin y el pensamiento estn asimismo determinados por las prcticas sociales. Vamos a ver a dnde nos lleva este razonamiento. Aunque la posicin ms clara con respecto a estos temas la encontramos en Sobre la Certeza, ya en las Investigaciones hay algunos pargrafos que nos ayudarn a comprender este problema. Usar un lenguaje es una tcnica que se inscribe en un sistema de reglas sociales; sin embargo, no se trata nicamente de compartir reglas de composicin de frases, como lo pensara un lingista, sino tambin de reglas de accin, pues como hemos visto, son las prcticas las que le dan sentido a nuestro hablar (vide
11 Davidson, comentando un poco a Wittgenstein, lo sintetiza as: El argumento fundamental contra los lenguajes privados es que, a menos que un lenguaje sea compartido, no hay modo de distinguir entre usar el lenguaje correctamente y usarlo incorrectamente; nicamente la comunicacin con otros puede proporcionar un control objetivo (2003). 12 Remito al lector interesado al texto de Donald Davidson La segunda persona (2003) que profundiza en este asunto. 13 Si alguien dice que tiene su propia idea de la muerte y no est ligada a la tcnica pblica, Wittgenstein dice que podramos preguntar qu derecho tiene l en llamarla una idea de la muerte. Tal como l habla de ella, no pertenece al juego que se juega con la palabra muerte, el juego que todos conocemos y entendemos (Diamond 1992). 14 Por limitaciones de espacio no me puedo detener a precisar los diferentes matices de cada una de estas propuestas. Sin embargo, he de sealar que la estrategia comn para desvincular a Wittgenstein del relativismo es vincularlo con cierto tipo de trascendentalismo kantiano. No me detendr a criticar en detalle tal lectura porque considero que, al intentar encajar a Wittgenstein en tal modelo de pensamiento, se tiende a desconocer, pasar por alto, y subvalorar la mayora de los pasajes que cito. 15 Aunque este trmino es problemtico dado el uso que se hace de l no siempre preciso en otras
nmero 14 - 11 2006
45
disciplinas, lo empleo aqu, pues comentaristas como Rorty y Winch lo emplean en sus comentarios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aqu lo uso como equivalente a trminos como marco de prcticas, marco de criterios, o forma de vida. 16 Winch trae una nota relacionada: No es la realidad la que dota de sentido al lenguaje. Lo real y lo irreal se muestran en el sentido que el lenguaje tiene. Ms aun, tanto la distincin entre lo real y lo irreal como el concepto de correspondencia con la realidad pertenecen a nuestro lenguaje (Winch 1994: 37). 17 Aunque Cavell lleva esto hasta el punto de decir: slo una criatura que sea capaz de juzgar acerca del valor es capaz de enunciar un hecho (1979: 52).
IV
Hemos hecho un recorrido por algunos textos de Wittgenstein rastreando sus apuntes sobre el lenguaje. Al realizar tal investigacin, un poco apresurada tal vez, nos hemos encontrado varios elementos que quisiera tener por conclusiones, as sean provisionales. Al pensar el lenguaje como una institucin social, tenemos que entenderlo unido a un sistema de creencias y prcticas comunes que determinan su significado y, de este modo, determinan nuestra comprensin del mundo y nuestro pensamiento. Segn esto, tendremos que decir que es legtima la interpretacin de Rorty y Winch de Wittgenstein al calificarlo de relativista cultural. Pero ello no quiere decir que para Wittgenstein cualquier cosa que se diga sea siempre vlida, como muchos han interpretado el relativismo. Nuestras palabras y nuestras acciones estn determinadas por nuestras formas de vida y nuestro sistema de creencias, de ah que slo tengamos por verdadero o correcto aquello que no entra en contradiccin con el sistema coherente de nuestras creencias. As pues, lo que le da sentido a nuestro discurso es la coherencia de nuestras creencias, discursos y prcticas.
46
saga
nmero 14 - 11 2006
47
48
saga
nmero 14 - 11 2006
49
50
saga