El Dictamen Ginecológico Forense

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.. .. .. .. Universidad Externado de Colombia ..

Especializacin en Ciencias Penales y Criminolgicas

rea Bsica El dictamen ginecolgico forense en derecho penal


Dr. Ricardo Mora Izquierdo Revista del Instituto Nacional de Medicina Legal de Colombia, Vol. IV No. 2. Bogot, 1979.

MEDICINA LEGAL Dr. RICARDO MORA IZQUIERDO

EL DICTAMEN GINECOLOGICO FORENSE EN DERECHO PENAL*

RICARDO MORA IZQUIERDO *"

RESUMEN

Con motivo de la celebracin del primer seminario viajero de actualizacin en Medicina Legal y Ciencias Forenses, el autor dict esta conferencia el sbado 20 de octubre de 1979 en el Saln Elptico del Capitolio Nacional. Se revisan los fundamentos jurdicos de la actuacin pericial dentro de la investigacin de los delitos Contra la libertad y el honor sexual. Se expone la tcnica del experticio ginecolgico-forense y se analizan los puntos que debe tener el dictamen pericial. Se hace nfasis en los criterios del funcionario judicial al solicitar este tipo de exmenes y los conocimientos del perito al realizar su experticia.

SUMMARY

The author reviews the articles of the Colombian Penal Code related to sexual offences. He describes the way in which the forensic expert's opinion is handled, and he also analyzes, from a practical point of view, the expert's and the judicial authority's criteria. Como dije en el da de ayer, al instalar este primer seminario de actualizacin en Medicina Legal y Tcnicas Forenses, para m es muy grato poder dirigirme a tan selecta concurrencia en tan augusto recinto.

* Conferencia dictada dentro de la programacin del primer seminario viajero de actualizacin en Medicina Legal y Ciencias Forenses. Bogot, octubre de 1979. **Mdico Psiquiatra. Coordinador Cientfico del Instituto de Medicina Legal de Colombia. Jefe encargado de la Divisin de Medicina Legal del Ministerio de Justicia. En la maana de hoy vamos a tratar el tema de los dictmenes 'ginecolgicos y su aplicacin forense dentro del Derecho Penal; pienso darle a la charla un enfoque eminentemente prctico, al tener en cuenta lo limitado del tiempo, por una parte, y por la otra, por ser consciente de que un tema tan amplio admite una serie de disquisiciones tericas que estaran bien dentro de la academia pero que resultaran un tanto fuera de foco en un seminario breve de actualizacin.

El dictamen ginecolgico-forense debe constar de seis puntos mnimos, que el funcionario judicial o de polica est obligado a incluir en el cuestionario que enve al mdico legista y que ste est en la obligacin de contestar o de incluir en su peritaje, aunque no haya sido solicitado expresamente por el funcionario competente. Estos seis puntos bsicos son: 1. Edad. 2.Signos de 'violencia. 3. Estado de, los rganos genitales. 4. Presencia o ausencia y edad del embarazo. 5. Signos de contaminacin venrea. 6. Signos y sntomas de perturbacin psquica. Vamos a exponer a continuacin por separado cada uno de estos puntos, tratando de explicar la importancia que tiene y su implicacin dentro del proceso respectivo. Pero antes de entrar propiamente en materia debo hacerle a la concurrencia dos aclaraciones que me parecen pertinentes: En primer lugar debo excusarme anticipadamente por lo escueto de mi lenguaje que muchas veces resultar poco acadmico y hasta demasiado folc1rico en ocasiones, esto se debe a una deformacin profesional, puesto que los psiquiatras estamos acostumbrados a tratar abiertamente cualquier tema, o sea a llamar pan al pan y vino al vino. La segunda cuestin atae al hecho de dirigirme a un auditorio heterogneo conformado por magistrados, jueces de la Repblica, ilustres juristas, destacados investigadores en ciencia criminal, connotados cientficos de la medicina, experimentados y noveles mdicos legistas, estudiantes de Medicina y de Derecho y, en fin, personal administrativo del Instituto Nacional de Medicina Legal de Colombia. Lo anterior impone la necesidad de hablar un lenguaje mdico-legal muy sencillo, que en oportunidades ser hasta simple, para tratar de ser totalmente entendible tanto por el jurista que no es experto en Medicina, como por el profesional de las ciencias de la salud, quien no es experto en Derecho y aun por los nefitos de estas dos reas de la ciencia humana. . Comenzaremos, pues, con la cuestin de: LA EDAD El 'Ttulo XII del actual Cdigo Penal, trata en sus Captulos del I al VI de los delitos contra la libertad y el honor sexuales y es bueno que recordemos, especialmente para los no expertos en Derecho, el texto de los artculos pertinentes: De la violencia carnal.

Artculo 316. El que someta a otra persona al acceso carnal, sin consentimiento de sta y mediante violencia fsica o moral, estar sujeto a la pena de dos a ocho aos de prisin. ' A la misma sancin estar sujeto el que tenga acceso carnal con un menor de catorce aos de edad, o con persona a la cual haya puesto por cualquier medio en estado de inconsciencia. Artculo 317. La pena sealada en el articulo anterior se aumentar hasta en una cuarta parte en los casos siguientes: 19 Si el delito se comete en la persona de una mujer virgen o de irreprochable honestidad. 29 Si se comete con el concurso de otra u otras personas. 39 Si el responsable tuviere cualquier carcter, posicin o cargo que le d particular autoridad sobre la vctima, o la impulse a depositar en l su confianza. Artculo 318. Si los actos ejecutados sobre la vctima le ocasionaren la muerte o grave dao en su salud, la pena ser de tres a doce aos de presidio. ' Artculo 319. El que obtenga el acceso carnal con una mujer mayor de catorce aos, empleando al efecto maniobras engaosas o supercheras de cualquier gnero, o seducindola mediante promesa formal de matrimonio, estar sujeto a la pena de uno a seis aos de prisin. A la misma pena estar sujeto el que tenga acceso carnal con una persona que padezca de alienacin mental o que se halle en estado de inconsciencia.

Artculo 320. La pena sealada en el artculo anterior se aumentar en una cuarta parte en. los casos previstos en el artculo 317 y en el de contaminacin venrea. Los artculos 319 y 320 se refieren al delito de estupro; veamos ahora las disposiciones comunes a los dos captulos anteriores:

Artculo 321. Las penas sealadas en los captulos anteriores sern disminuidas hasta en la mitad si la vctima de los delitos all previstos, fuere una meretriz o una mujer pblica. En este caso no se podr proceder sino en virtud de peticin o querella de parte. Artculo 322. El responsable de los delitos de que tratan los dos captulos anteriores quedar exento de pena si contrajere matrimonio con la mujer ofendida . . De los abusos deshonestos. Artculo 323. El que ejecute sobre el cuerpo de una persona mayor de diez y seis aos un acto ertico- sexual, diverso del acceso carnal, empleando cualquiera de los medios previstos en los artculos 317 y 320 estar sujeto a la pena de seis meses a dos aos de prisin. En la misma sancin incurrirn los que consumen el acceso carnal homosexual, cualquiera que sea su edad. Artculo 324. La pena sealada en el artculo anterior se aumentar en una cuarta parte en los casos previstos en el artculo 317 y en el de contaminacin venrea. Veamos ahora los artculos pertinentes al delito de corrupcin de menores: Artculo 325. El que corrompa a un menor de diez y seis aos ejecutando actos erticosexuales, diversos del acceso carnal, en Su presencia o con su concurso, o inicindolo por cualquier medio en prcticas sexuales anormales, estar sujeto a la pena de seis meses a cuatro aos de prisin. A la misma sancin estar sujeto el que inicie a un menor de catorce aos en cualquier acto ertico-sexual o se lo ensee. La pena sealada en este artculo se aumentar hasta en una cuarta parte en el caso previsto en el ordinal 3 del artculo 317 y en el de contaminacin venrea. Artculo 326. El que corrompa una mujer mayor de catorce aos y menor de diez y seis, mediante el acceso carnal con su consentimiento, estar sujeto a la pena de uno a seis aos de prisin. Esta pena se aumentar hasta en una cuarta parte en, cualquiera de los casos previstos en los numerales del artculo 317. Finalizaremos este repaso de las normas vigentes con el primer artculo del Captulo VI que habla de proxenetismo: Artculo 327. El que con nimo de lucrarse y para satisfacer los deseos de otro, induzca al

comercio carnal o a la prostitucin a una persona honesta, estar sujeto a las siguientes penas: De seis meses a dos aos de prisin, si la persona cuya prostitucin se patrocina es mayor de diez y ocho aos. De ocho meses a tres aos de prisin, si se trata de persona mayor de catorce aos y menor de diez y ocho. De diez meses a cuatro aos de prisin, si se trata de persona menor de catorce aos. En todos los casos de este artculo, se impondr, adems, multa de cincuenta a mil pesos. Como podemos apreciar fcilmente, en todos los artculos mencionados se hace referencia a la edad de la ofendida, por esta razn, el funcionario debe preguntarle al perito cul es la edad que aparenta la examinada y el perito est en la obligacin de contestar la pregunta con base a criterios mdicos definidos y a la apariencia general del sujeto sometido a su valoracin. Es este el momento de recordar que en la ciencia mdico - legal existe la llamada edad real y la edad aparente de una persona. La primera la debe determinar el funcionario basado en los documentos de identificacin y en las actas de nacimiento ya sea registro civil o partida eclesistica de bautismo o por intermedio de las pruebas supletorias como declaraciones de testigos, etc.; en cambio, la edad aparente la determina el mdico legista con el examen cuidadoso del sujeto confrontado con los datos de la anamnesis. Uno de los criterios cientficos ms finos para determinar la edad de un individuo es la denticin; de acuerdo con la aparicin de los dientes, ya sean los caducos o los definitivos y de acuerdo con las caractersticas de las piezas dentales determinadas por medio de radiografas se pueden tener elementos de juicio bastante exactos para fijar la edad del examinado. No entrar ahora en detalles sobre la forma como se realiza esta apreciacin, puesto que en la segunda parte de est charla, el doctor Yesid Valds, nuestro odontlogo forense, a 'quien conocieron en el da de ayer, en el complemento de la exposicin sobre lesiones personales, les explicar ampliamente los criterios y la tcnica de esta determinacin.

La. aparicin del vello pubiano y del vello axilar es otro de los criterios que sirven para determinar la edad aparente. En general podemos afirmar que en las mujeres el vello pubiano comienza a manifestarle alrededor de los trece a catorce aos, es ya aparente a los diez y seis y ya est bien establecido por encima de los diez y ocho aos. El vello axilar es aparente en el sexo femenino a los diez y seis aos y algunas veces se manifiesta como lanugo antes de esa edad, para quedar plenamente establecido a los diez y ocho aos. En los varones la aparicin del vello, tanto pubiano como axilar es, entre nosotros, ms retardada que en las mujeres y como regla muy general, podemos decir que atraviesa las mismas fases que en el sexo femenino, con un retardo de aproximadamente dos aos. Los rayos X no solo son tiles en cuanto a las caractersticas dentales se refiere, sino que tambin sirven para precisar los ncleos de osificacin de los distintos huesos y por su intermedio se obtiene otro dato valioso para dictaminar sobre la edad de alguien. El aspecto de los genitales externos y de las glndulas mamarias sirve como otro criterio complementario de los anteriores para fijar la edad de una mujer. Finalmente, el desarrollo pondo-estatural y la apariencia general sirven para completar la apreciacin. Sin embargo, en cuanto a tablas de crecimiento, desarrollo, talla y peso, al igual que las tablas de aparicin de los centros de osificacin, debe tenerse cuidado en utilizar aquellas que han sido previamente corregidas y estandarizadas para nuestra poblacin, puesto que en general puede decirse que en los pases subdesarrollados, a causa de la desnutricin endmica, el crecimiento y desarrollo de las gentes es retrasado en comparacin del que se presenta en pases desarrollados. Tambin es conveniente recordar que estos elementos de juicio no deben utilizarse separadamente, sino que cada punto es complementario de los dems y el dictamen no debe basarse en uno solo de los criterios antes expuestos, sino que es necesario utilizarlos todos, sumados a la anamnesis como punto referencial, teniendo en cuenta que esta ltima es muy relativa. El dato de la edad aparente es muy til para el juez como un criterio ms en la investigacin criminal de los delitos contra la libertad y el honor sexual, pero debe tenerse en cuenta que la ley dice, por ejemplo, que "la mujer sea mayor de catorce aos" y no que "los aparente"; por lo tanto no es admisible la tesis de la edad aparente contrapuesta a la edad real o cronolgica como alegan algunos para eximir de responsabilidad, en estos casos la figura jurdica que debe invocarse es el error esencial de hecho (artculo 23 del C. P.), ya que resulta lgico suponer que el agente activo del delito no va a exigirle la cdula de ciudadana, ni va a constatar si la mujer tiene o no muela cordal, antes de perpetrar su accin. Pasaremos ahora a considerar: LOS SIGNOS DE VIOLENCIA En este punto es necesario recordar que entre nosotros, casi cualquier acto sexual se presenta ante el perito en el momento de la anamnesis como una violencia carnal, debido a

factores sociales, culturales y religiosos. Por ejemplo, no es raro encontrar un dilogo semejante a ste entre el mdico legista y la mujer que va a ser examinada: Doctor. Bueno, y qu fue lo que le pas? Mujer. -Que mi novio me viol. Doctor. - Cmo hizo para violarla? Mujer. -Me propuso que me acostara con l y yo dije que s. Por tal motivo aconsejamos que los datos de la anamnesis se tomen siempre con las debidas precauciones del caso, sin desecharlos como proponen algunos, pero s dndoles el justo valor que poseen y correlacionndolos siempre con los hallazgos clnicos. La primera cuestin prctica para recordar en este punto es que los signos de violencia deben buscarse fuera de la membrana himeneal, puesto que un himen se desgarra de todas formas, ya sea en un acto sexual violento o en un acto sexual consentido plenamente por la mujer, a menos que se trate de un himen elstico o dilatable, como veremos ms adelante. Hemos visto en algunas ocasiones que funcionarios poco expertos en estas cuestiones tienden a interpretar el desgarro del himen, reportado por el mdico legista, como una seal de violencia fsica, incurriendo con esto en un grave error. Los signos de violencia fsica se deben buscar por medio de una inspeccin externa completa, con la mujer desnuda, fijndonos sobre todo en aquellas reas que debido a su situacin anatmica y a su funcin se ven expuestas a menudo a lesiones en el curso de una lucha cuerpo a cuerpo. Estas reas son: la cara, los senos, los brazos, antebrazos y manos, el cuello, la cara interna de los muslos, la espalda y las nalgas. Lo anterior es vlido en aquellos casos en los cuales se ha ejercido violencia fsica y la vctima ha ofrecido resistencia en una lucha con su agresor. De paso diremos que poder examinar al sospechoso, aporta tambin algunas veces datos valiosos, porque exhibe seales en su cuerpo causadas por la mujer al defenderse. En cambio, en aquellos casos en los cuales el acceso carnal se ha realizada bajo la presin de una amenaza de herida con un arma o mediante violencia moral, sin lucha y oposicin fsica, no dejan habitualmente estas marcas. Quiero en este momento, comentar un hecho que presenci hace muchos aos, cuando siendo estudiante de medicina tuve que rotar por el Instituto de Medicina Legal en desarrollo de la parte prctica de la asignatura: Se trataba de examinar a una nia de seis aos, quien se opona de todas maneras al examen ginecolgico, lo que vi, a ms de sorprendernos, nos servir para recordar dos conclusiones bsicas que expondr luego. Colocaron a la nia encima de la mesa ginecolgica por la fuerza, y la madre trataba de tranquilizarla tomndole y acaricindole la cabeza, un estudiante la detena por el brazo derecha, otro por el brazo izquierdo, uno ms le tomaba la pierna izquierda y un cuarto le sostena por la pierna derecha, mientras que el profesor trataba infructuosamente de examinar los genitales, puesto que la nia en violenta oposicin impeda el examen. Independientemente de lo grotesco del espectculo, debemos suponer que si la nia realmente haba sido, violentada anteriormente, el examen le sirvi para revivir y aumentar

su dolorosa experiencia y si no, haba sido, vctima del delito de violencia con anterioridad, prcticamente lo fue ese da. Las conclusiones prcticas de la experiencia negativa narrada anteriormente, son stas: 1 El examen ginecolgico forense debe realizarse siempre con el pleno consentimiento de la examinada. Si sta se niega a colaborar, el mdico legista debe abstenerse de efectuar su intervencin y as debe hacerlo constar en la respuesta al funcionario. 2 Si una niita de tan corta edad poda con su precaria fuerza fsica oponerse a la accin de seis adultos, con mayor razn una mujer adulta puede oponerse con xito, la. mayora de las veces, al acto sexual pretendido por un hombre adulto solo. Realmente es muy difcil que cuando, ha habida verdadera oposicin de parte de la ofendida, con una lucha cuerpo a cuerpo, no, queden en ella seales inequvocas del hecha consumado. Estas seales fsicas de violencia, situadas de preferencia en los sitios mencionados antes, varan en cantidad y calidad y pueden ir desde leves equimosis (moretones), pasando por hematomas (colecciones de sangre subcutneas), heridas, contusiones, mordeduras, esguinces, luxaciones, hasta fracturas nicas o mltiples. El reporte detallado de estos hallazgos es de gran utilidad para el funcionario que conoce del caso y le aporta elementos de juicio muy valiosos, para que sumadas a las otras pruebas sumariales pueda tener una visin ajustada a la realidad de los hechos. Adems de la descripcin exacta de la lesin, con sus caractersticas morfolgicas, tamao, sitio de localizacin, grado de evolucin y presencia o ausencia de infeccin sobreagregada, el mdico legista deber en todos los casos en que las encuentre, fijar una incapacidad mdico - legal por las mismas; aun cuando el funcionario no lo haya solicitado expresamente as. Lo anterior para recordar que en tales casos, adems del delito de violencia carnal, se ha cometido el de lesiones personales y el comportamiento debe ser sancionado de acuerdo con las normas del concurso de delitos, tomando en cuenta los artculos 316 y 372 del Cdigo Penal. Pero es necesario hacer aqu una diferenciacin importante, sobre toda para el jurista; la Corte Suprema de Justicia, en casacin del 16 de mayo de 1945, expuso: "Al dar aplicacin al artculo 317 del Cdigo Penal, ordinal 19, quedan comprendidas all todas las consecuencias naturales leves o graves, que sobrevengan a la vctima por razn de su estado de virginidad, es decir, aquellas lesiones genitales que suelen acompaar a la desfloracin como resultado, del acto mismo, las cuales, incluidas ya en el aumento que ordena la disposicin citada, no, pueden influir luego en un nuevo aumento de la sancin. De modo que el desgarramiento del perin y de la mucosa vulvar a ese nivel, no puede considerarse en este caso como un hecho independiente del coito, consumado, que implique voluntad del responsable para hacer ms nocivos los efectos del delito, y, por tanto, no hay modificacin de aqul, porque lo prohibe expresamente el artculo 317 citado".

Entonces, para resumir, desde el punto de vista prctico, tenemos tres eventualidades diferentes en cuanto se refiere a las lesiones que acompaan al acto sexual calificado como violencia carnal: a) Cuando se trata de lesiones inherentes al acto sexual, ocasionadas por el rgano masculino, en una mujer virgen; tales como desgarros de la mucosa vaginal a desgarros perineales se aplica el artculo 317; b) Cuando se trate de lesiones leves, que no se confundan con la violencia carnal misma y que ameriten incapacidad mdico-legal, deben aplicarse las normas del concurso de delitos, tomando en cuenta, como se dijo antes, los artculo 316 y 372 del C. P.; c) Cuando se trate de lesiones graves, que no se confundan con la violencia carnal misma, se aplicar el artculo 318 del C. P., e igual pena se aplicar si como consecuencia del acto carnal resultare una contaminacin venrea. Sin embargo, desde, el punto de vista estrictamente mdico nos queda una inquietud: qu pasara en el caso de que la violencia carnal que se haya cometido en una nia de muy tierna edad y a quien como consecuencia de esta accin se le haya producido un desgarro perineal grave de tercer grado, que le ocasione la ruptura del esfnter anal y ponga en comunicacin la cavidad vaginal, con el conducto rectal? Puesto que estas lesiones requieren de reparacin quirrgica, pensamos que el agresor debe penarse con base en el artculo 318 y no en el 317 del Cdigo Penal. Esta inquietud nuestra se refleja tambin en el pensamiento de la comisin redactora del nuevo Cdigo Penal, que seguramente se promulgar a fines de este ao o a comienzos de 1980; puesto que una de las circunstancias de agravacin punitiva, de las cuales habla el artculo! 306 del nuevo Cdigo Penal y que aumenta la pena de una tercera parte a la mitad, es el numeral 59 que dice: "Si el delito se realizare 'sobre persona menor de 10 'aos". Por ltimo, es necesario hacer nfasis, sobre todo para las personas no expertas en Derecho que me escuchan, que el delito de violencia carnal se puede cometer en cualquier persona, independientemente de la edad y el sexo de la misma; ahora bien, cuando el acto sexual se realiza en la persona de una edad menor de 14 aos, aun con su consentimiento, se configura el delito de violencia carnal "ope legis", es decir, por presuncin de la ley, puesto que se presume que el menor de 14 aos no tiene an madurez psicolgica para determinar libremente su accin. . Continuaremos ahora con el siguiente punto: ESTADO DE LOS ORGANOS GENITALES Es esta una cuestin bsica dentro del examen de la paciente y en el subsiguiente dictamen pericial. Comenzaremos por decir que es necesario que los juristas se familiaricen ms con las estructuras anatmicas de los genitales femeninos y aprendan realmente la situacin y la nomenclatura de estos rganos. La experiencia de peritos que tienen que

hacer dictmenes y de docentes que deben estar en contacto con estudiantes de Derecho nos ha permitido constatar que hay todava una gran ignorancia al respecto, con las dificultades consiguientes para la correcta interpretacin de los experticios. Los genitales externos femeninos estn formados por los labios mayores, los labios menores, el introito vaginal, el cltoris y el himen. De todas estas estructuras anatmicas la ms importante desde el punto de vista mdicolegal es el himen; puesto que de su correcto examen se deriva como veremos ms adelante el concepto de desfloracin. Se ha dicho, por ejemplo, que para los franceses el himen es la frontera entre el arresto y la crcel; puesto que ms ac del himen hay para ellos abuso deshonesto que es penado con arresto, y ms all del himen hay violacin que se sanciona con prisin. El himen es una membrana que se encuentra situada inmediatamente por delante del vestbulo vaginal, es una especie de tabique que constituye el lmite entre el conducto vulvar y vagina. Desde el punto de vista histolgico el himen es un epitelio plano poliestratificado, sin fibras elsticas, lo cual explica las caractersticas de los desgarros que mencionaremos posteriormente. El examen ginecolgico se efecta con la mujer en la llamada posicin ginecolgica, es decir, en decbito dorsal (acostada boca arriba), con las piernas flejadas sobre los muslos y stos flejados sobre la pelvis (con las rodillas flexionadas), con las rodillas lo ms separadas posible. Los pies se colocan en los llamados estribos de la mesa de examen. Es necesario obtener de la paciente un grado mximo de colaboracin, a fin de que la mujer no est tensa y, de que el rea gltea est a nivel del borde de la mesa ginecolgica. El mdico legista usa guantes para ciruga debidamente esterilizados y lubricados con aceite y toma entre el pulgar y el ndice de cada uno los labios mayores y menores correspondientes, separndolos y halndolos suavemente hacia adelante, con lo cual la membrana himeneal queda en un marco ms o menos circular. Aconsejamos acolchonar los dedos con unas motas de algodn en el momento del examen, para mayor comodidad y confort de la paciente. Un pellizco es siempre incmodo y agresivo en cualquier parte del cuerpo y mucho ms en la zona genital. La forma del himen es muy variable y en estas diapositivas presentamos a ustedes solamente las variedades ms frecuentes: En la grfica nmero 1 presentamos a la izquierda las dos variedades de hmenes ms frecuentes, el anular, tambin llamado circular, tiene forma de anillo con un orificio o foramen central, ms o menos regular. Est tambin el himen semilunar, en el cual la membrana no tiene parte superior y da la imagen de una media luna, con el foramen situado en la parte de arriba. A la derecha est primero el himen imperforado, bastante raro en frecuencia, que, como se puede apreciar, no tiene foramen, por lo tanto no permite la salida de la sangre menstrual; entonces, en estos casos, cuando la mujer presenta su primera menstruacin (menarquia), es necesario hacer una herida quirrgica de la membrana para

permitir la salida de la sangre y evitar la hematometra (sangre dentro del tero) y el hematocolpos (sangre en la vagina) con el dolor (clico), correspondiente. Es bueno anotar que en estos casos es necesario tener una autorizacin escrita de la paciente y de sus padres o tutores antes de proceder a la intervencin del mdico tratante. En la parte inferior derecha est el himen llamado cribado o criboso, tambin bastante raro, que no tiene un foramen nico, sino una serie de pequeos orificios por donde sale la sangre menstrual. Con el debido respeto al himen podamos equipararlo con un colador.

En la siguiente diapositiva, vemos a la izquierda, arriba, el himen llamado bilabial o bivalvo, constituido por dos labios laterales con un foramen central alargado. Abajo a la izquierda est el himen festoneado, llamado tambin franjeado, porque presenta varias escotaduras naturales que lo asemejan a un festn. Arriba a la derecha est el himen tabicado, cuyo foramen central est dividido en dos por un tabique de membrana himeneal, tampoco es frecuente encontrarle. Finalmente tenemos el himen coroliforme, que es una variedad del festoneado, cuyas escotaduras mltiples y su tendencia a forma circular lo hacen semejante a la corola de una flor.

Pasaremos ahora a tratar el concepto de desfloracin. Se considera desfloracin a la ruptura de la membrana himeneal, que conlleva la perdida de la virginidad anatmica, como concepto medico legal. Debemos aclara en este punto que la ruptura de la membrana se llama desgarro y que ste puede ser producido tanto por el pene erecto En el curso de una acto sexual violento o consentido o por otras estructuras como un dedo,

un palo ,etc., en el curso de maniobras masturbatorias o del delito de atentado al pudor o corrupcin de menores. Desde el punto de vista prctico es conveniente dejar bien claro que es imposible para el mdico legista saber con el solo examen fsico si el desgarro lo produjo la introduccin del pene erecto o cualquier otro elemento. Cuando se encuentran heridas profundas en el contorno o alrededor del rea himeneal podemos sospechar que el desgarro pudo ser ocasionado con un instrumento punzante. En cambio, si al tomar un frotis vaginal, como veremos ms adelante, encontramos la presencia de espermatozoides humanos, lo ms seguro es que la desfloracin se efectu en el curso de un coito. La grfica nmero tres nos ilustra el concepto de desfloracin y nos muestra lo que es un desgarro y su diferencia con una escota dura natural. Como dijimos antes, con la tcnica de examen. que describimos, la membrana himeneal queda en un marco ms o menos circular, lo cual nos permite localizar descriptivamente los desgarros haciendo referencia al cuadrante de un reloj, en el cual estn las doce horas. Es as como al describir el desgarro de la parte superior, que compromete casi hasta el borde de insercin de la membrana himeneal, diremos que se encuentra en el meridiano de las diez. Para localizar el desgarro de la parte inferior diramos que este desgarro que compro mete hasta el borde de insercin se encuentra en el meridiano de las cinco.

Hemos visto dos casos que han resultado llamativos por lo inslito de la cuestin, el primero es el del mdico que en su dictamen describa un desgarro a las tres y media, con lo cual lejos de tener ms exactitud, como l pensaba, seguramente, nos mostraba su ignorancia en Medicina Legal; el otro caso es el del mdico que por ligereza en su dictamen escribi desgarro a las seis de la tarde, con 16 cual daba al funcionario pie para pensar que era l acto sexual el que haba ocurrido a esa hora. Una de las dificultades mayores para el mdico legista no experto en himenologia es el poder diferenciar entre un desgarro antiguo y una escotadura natural en un himen. En la parte inferior de la grfica nmero tres tenemos ejemplificada la diferenciacin. Las escotaduras naturales son casi siempre mltiples, es decir, hay dos o ms de dos, son simtricas, es decir, se corresponden unas a otras como una imagen en espejo, son regulares en sus bordes y, son, finalmente, poco profundas o sea que dejan bastante tejido entre el fondo de la escotadura y el borde de insercin; en otras palabras, no llegan hasta el borde de insercin de la membrana himeneal, en cambio, los desgarros presentan las caractersticas siguientes: casi siempre son nicos, en caso de haber dos o ms no son simtricos, sus bordes son irregulares y son profundos, es decir, llegan hasta el borde de insercin de la membrana himeneal, o casi hasta dicho borde, debido a aquello que mencionamos anteriormente en el sentido de que el himen no tiene o tiene muy pocas fibras elsticas dentro de su constitucin anatmica. .

Desde el punto de vista prctico aconsejamos incluir en los dictmenes nicamente la descripcin de los desgarros, que, como dijimos antes, significan desfloracin. La experiencia nos ha demostrado que cuando incluimos la descripcin de las escotaduras naturales, en lugar de dar mayor claridad al peritaje, lo que hacemos es dar pie para que se generen confusiones y se pidan ampliaciones o declaraciones innecesarias, o en otros casos se trate de impugnar el dictamen dentro de lo que comnmente se conoce como leguleya, aduciendo que no hay bases suficientes para diferenciar el desgarro de una escotadura natural. Vamos a tratar ahora el tema de las desfloraciones recientes y antiguas. Es necesario aclarar, en primer lugar, que estos trminos se refieren nicamente a la cicatrizacin del desgarro cuando se ha perdido la virginidad anatmica. No se quiere significar con stos trminos que la desfloracin pas hace mucho tiempo o solo hace pocos minutos sucedi el acceso carnal. Las caractersticas de la desfloracin reciente son las siguientes; encontramos los bordes del desgarro sangrantes, o edematosos (inflamados), en ocasiones sangran nuevamente al tocarlos con un escobilln o con el dedo enguantado del examinador. Se aprecian eritematosos (congestivos) y podemos encontrar equimosis (morados) en la membrana himeneal rota; Cuando en el examen encontramos las caractersticas descritas anteriormente, se puede aseverar que la desfloracin es reciente, porque los bordes del desgarro no estn cicatrizados an. Teniendo en cuenta que la cicatrizacin es variable en duracin, hemos escogido un lmite mximo de doce das para distinguir entre desfloracin reciente y antigua. Es decir, cuando ya no encontramos las caractersticas enunciadas antes, sino que, por el contrario, el desgarro est plenamente cicatrizado,

dictaminamos una desfloracin antigua, lo cual significa "mayor de doce das". No es posible que el mdico legista pueda precisar exactamente el tiempo de ocurrencia de la desfloracin, sino que el calificativo de "reciente" debe entenderse como "menor de doce das" y el de "antigua" como "mayor de doce das". Algunos autores han hecho interesantes trabajos para precisar por medio de biopsias (extraer un pedacito) de himen, para mirarlas, mediante tinciones especiales, al microscopio, con mayor exactitud los das que han pasado desde que se produjo la desfloracin. Este mtodo se basa en la presencia de neutrfilos, basfilos o linfocitos en el rea examinada, siguiendo los pasos de la inflamacin y cicatrizacin de los tejidos; sin embargo, diremos que se trata ms que todo de filigrana mdico-legal, no disponible como mtodo de rutina en la actividad diaria de un mdico legista rural y que, adems; solo sirve para precisar tiempo de, ocurrencia del fenmeno en las desfloraciones recientes, pues una vez sucedida la cicatrizacin completa, el aspecto histolgico del himen no cambia con el tiempo, lo cual impide que la biopsia sea til en las desfloraciones antiguas. Otro dato que ayuda a comprobar que ha habido coito reciente es el hallazgo de espermatozoides dentro del canal vaginal. En estos casos se toma un frotis vaginal, introduciendo un escobilln (palito muy delgado envuelto en algodn en la punta) profundamente dentro de la vagina y haciendo luego un extendido que se lleva al microscopio, luego de aplicarle reactivos especiales como el de Corino-Stokis, o el de Florence o el de Barberio, para hacer evidentes los espermatozoides. El examen de manchas de semen en las ropas de la vctima y el encontrar manchas seminales en los pelos del monte de Venus pueden ayudar en estos casos. Desde el punto de vista prctico vale la pena recordar que es posible encontrar espermatozoides en el canal vaginal, con los mtodos corrientes (frotis vaginal y examen microscpico) hasta unas 24 horas despus de haberse producido la eyaculacin. En casos excepcionales los podemos detectar hasta 36 horas despus y utilizando mtodos ms sofisticados como los de fluorescencia se pueden encontrar restos de las protenas celulares de los espermatozoides humanos hasta 48 o 72 horas despus del coito, con procedimientos especiales y observndolos en microscopios para fluorescencia. La prueba de las fosfatasas cidas es tambin muy til en estos casos; consiste en buscar e identificar estas enzimas, que son producto de la prstata masculina y abundan en una eyaculacin. Su resultado positivo, aunque no se hayan encontrado espermatozoides (casos de individuos azoesprmicos, por ejemplo), ayuda a aportar la materialidad del hecho en violacin, abusos deshonestos, estupro y corrupcin de menores. Infortunadamente muchas de estas pruebas no se pueden realizar en los laboratorios del Instituto de Medicina Legal por carencia algunas veces de aparatos y otras de reactivos. Debo mencionar ahora que se han reportado casos muy raros de ausencia congnita del himen; nosotros hemos observado hmenes rudimentarios y poco desarrollados, pero an no hemos podido encontrar una verdadera ausencia himeneal. El otro punto que debe

quedar claro es que cuando se produce un parto, el himen se fragmenta en muchos pedazos que ms tarde se retraen constituyendo las llamadas carnculas mirtiformes, que no deben confundirse con casos de ausencia congnita del himen. En las fotografas que ilustran este escrito podemos apreciar varios de los casos mencionados anteriormente. As como la falta de integridad de la membrana himeneal es un dato valioso para pensar que efectivamente hubo un coito anterior, este dato no debe tomarse en valor absoluto, pues como vimos antes, el desgarr pudo haberse producido sin intervencin del pene, por mecanismos diferentes. De la misma manera, la integridad del himen es el signo ms apreciable de inexistencia de un coito anterior, pero tampoco debe tomarse absolutamente, pues se presenta el llamado himen elstico, dilatable o complaciente, el cual permite el paso de un pene adulto sin desgarrase. La frecuencia de presentacin del himen complaciente o dilatante es variable segn los diversos autores, y segn los criterios del examinador. El profesor Uribe Cualla, en un estudio que hizo sobre 3228 exmenes, entre 1932 y 1941 lo encontr en un 7.8%. Investigadores argentinos lo han reportado en un 10%. El Dr. Giraldo, en su texto de medicina Forense, lo describe en un 30% de casos y el instituto de medicina legal de Bogot se ha encontrado un dato muy semejante al enunciado por el Dr. Giraldo de Medelln. Para hacer el diagnostico de himen elstico o complaciente seguimos los criterios expuestos por la Dra. Juana Gruntoradova de Franco, ginecloga forense del instituto de medicina legal de Bogot, quien considera que el himen normal de una mujer adulta deja pasar habitualmente un dedo enguantado, debidamente lubricado del examinador, pero no permite el paso de dos dedos, ni en sentido transversal ni en sentido vertical.

Existen otros autores que consideran complaciente el himen que deja pasar un dedo del examinador sin desgarrarse, sin embargo, si consideramos que el calibre promedio de un miembro viril adulto en ereccin corresponde aproximadamente al calibre que deja el paso de dos dedos de una persona adulta a travs de un orificio, en sentido vertical y horizontal, no podemos menos que aceptar el criterio de la DR. DE franco. En conclusin, el himen elstico, dilatable o complaciente es para nosotros el que permite pasar dos dedos enguantados y lubricados en aceite del examinador (calibre de un pene adulto), sin desgarrase. Para que quede completamente clara la nocin, vamos ha hacer ahora una prueba practica. Pero no se asusten por favor, porque solo utilizaremos los dedos ndice y medio de la mano derecha y un pauelo para colocarlo extendido alrededor de ellos, sostenindolo con la otra mano. Como ven, la circunferencia que marca el pauelo en su borde, corresponde aproximadamente al calibre de un pene adulto en ereccin.

Fotografas

Fotografa Nm. 5- Carnculas mirtiformes ( restos himeneales) Ntese la presencia de sangre menstrual.

Antes de finalizar la exposicin de este punto quiero hacer mencin al invento realizado por uno de nuestros mdicos legistas del Instituto de Medicina Legal de Bogot, el doctor Joaqun Fuentes Casadiego, quien siguiendo una idea de quien les habla, ha construido un aparato al cual ha bautizado himenoscopio y que permite dilucidar aquellos casos en los cuales hay confusin, ya que extiende la membrana himeneal sobre un microbaln de goma inflado con aire desde fuera de la vagina y permite por trasiluminacin apreciar todos los accidentes anatmicos de la membrana y saber a ciencia cierta si se trata de un desgarro antiguo o, por el contrario, de una escotadura profunda. Pensamos que a medida que avance la utilizacin de este aparato, que fue sugerido antes por los doctores Koei Fang Luen y Belbey y Pedro Magnin, segn cita del Profesor Uribe Cualla, podremos tener un criterio ms cualitativo del himen complaciente, midindolo, por ejemplo, en trminos de centmetros cbicos de aire que llena el baln de goma y que pasa a travs del foramen himeneal sin desgarrar la membrana. Esperamos ver publicado prximamente en la Revista del Instituto Nacional de Medicina Legal, un artculo del doctor Fuentes en el cual exponga su invento, una vez haya sido patentado. Estudiaremos ahora el cuarto punto, o sea: EL EMBARAZO En Medicina Legal es importante poder determinar si existe o no un embarazo y la edad de ste, o sea el perodo de gestacin por el cual atraviesa la mujer en estudio. Por ejemplo, el artculo 673 del Cdigo de Procedimiento Penal establece como una de las causales de excarcelacin por aplazamiento de la ejecucin de la pena: 1. "Cuando a la mujer sentenciada le faltaren menos de tres meses para el parto o si no hubieren transcurrido cuatro meses de la fecha en que ha dado a luz". Aunque en el Cdigo

Penal vigente no se menciona explcitamente la posibilidad de embarazo, como consecuencia de los delitos de violencia carnal y estupro; al considerar que un embarazo modifica muy notoriamente las condiciones de salud previa de la vctima, algunos jueces incluyen en su cuestionario este aspecto. Nosotros compartimos plenamente dicha tesis, que, adems, fue expuesta por la comisin redactora del nuevo Cdigo Penal, y es as como en el artculo 306 del nuevo Cdigo, entre las disposiciones comunes a los captulos de la violacin, el estupro y los actos sexuales abusivos y como circunstancia de agravacin punitiva que aumenta la pena de una tercera parte a la mitad, se expuso en su ordinal 39: Si la 'Vctima quedare embarazada". La Medicina Legal usa los mismos criterios diagnsticos de la obstetricia en cuanto al embarazo se refiere y es as como agrupa los signos y sntomas de embarazo dentro de tres criterios diferentes llamados signos de presuncin, de probabilidad y de certeza del embarazo. Vamos a estudiar ahora cada uno de estos grupos : a) Signos de presuncin: - Aumento del permetro abdominal. - Presencia de estras o varazos. - Presencia de cIoasma. (Manchas en la piel de la cara). - Hiperpigmentacin de la lnea alba del abdomen. - Nuseas y vmitos. - Trastornos psquicos como los antojos. - Polaquiuria y disuria. (Orinadera y dolor al orinar). b) Signos de probabilidad: - Amenorrea. (Ausencia de menstruacin). - Senos congestionados y aumentados de tamao. - Presencia de la red venosa de Haller. - Presencia de los tubrculos de Montgomery y de la arola secundaria. - Secrecin de calostro. - Vulva ciantica (morada) y congestiva. - Reblandecimiento del cuello uterino. c) Signos de certeza: - Presencia de soplo placentario. - Fetocardia. (Ruidos cardacos fetales). - Baloteo fetal. - Palpacin de partes fetales. - Movimientos fetales. - Soplo funicular (paso de sangre a travs del cordn umbilical)

Como podemos apreciar fcilmente, los signos de presuncin nos permiten nicamente una

sospecha del embarazo. Los signos de probabilidad, se pueden encontrar en la primera mitad del embarazo y estn relacionados con la esfera sexual de la madre, en tanto que los signos de certeza hacen relacin con el feto y se ponen en evidencia en la segunda mitad del embarazo. El diagnstico mdico-legal del embarazo debe hacerse con base en los signos de certeza, sin embargo, desde el segundo mes del embarazo y en ocasiones aun antes de esta fecha, se puede apoyar el diagnstico clnico del embarazo en los exmenes de laboratorio, basados en reacciones biolgicas como la de Fridman en coneja, la de AshenZondek en rata y las ms conocidas como la de Galli-Mainini en sapo. Estas determinaciones se basan en las reacciones que producen en un organismo vivo animal, las hormonas llamadas gonadotrofinas corinicas segregadas por la mujer en embarazo. Hay tambin reacciones inmunolgicas que utilizan pruebas de precipitacin y aglutinacin, entre las cuales mencionamos el Pregnosticn y el Gravindest. Como en todos los casos de exmenes paraclnicos, estas pruebas de laboratorio pueden presentar errores, llamados falsos positivos y falsos negativos; pero an as constituyen un auxiliar valiossimo, que no debe usarse para substituir a la clnica sino para apoyarla y complementarla. Desde el punto de vista prctico, el diagnstico mdico-legal de embarazo debe hacerse con bases clnicas (anamnesis y examen fsico), complementadas en algunos casos con las pruebas de laboratorio. Para determinar la edad del embarazo o sea la poca de la gestacin se correlacionan los datos de la anamnesis (muy poco confiables), con los de aparicin de los distintos signos de preez y la medida de la altura uterina, al igual que se hace en la clnica obsttrica. Sin embargo. ha habido casos en los cuales se ha hecho necesario tomar una radiografa abdominal para estar seguros del embarazo de la mujer, al poder apreciar a los rayos X las partes fetales. Pero este mtodo debe usarse solo en casos realmente excepcionales y solamente en el ltimo trimestre del embarazo, por el peligro que las irradiaciones representan para el feto en formacin y desarrollo.

Veremos ahora:

LOS SIGNOS DE CONTAMINACION VENEREA El artculo 381 del Cdigo Penal Colombiano dice : "La persona que hallndose atacada de una enfermedad venrea tuviere acceso carnal con otra, incurrir en arresto de un mes a un ao. En este caso solo podr procederse a peticin de la parte ofendida .

Adems, como vimos antes, los artculos 320 y 324, al igual que el 325 consideran a la contaminacin venrea como una causal de agravacin punitiva. Por otra parte, el texto del artculo 318 tambin permite aumentar la pena en el caso de contaminacin venrea por considerarla un grave dao en la salud de la vctima. La filosofa del Cdigo actual se mantendr en este punto en el nuevo Cdigo Penal, puesto que el numeral 49 del artculo 306 del citado Cdigo contempla como circunstancia de agravacin punitiva a la contaminacin venrea. Es necesario recordar aqu que en Medicina Legal se consideran enfermedades venreas solamente aquellas cuya principal fuente de transmisin es, el acto sexual y es as como la blenorragia llamada tambin gonorrea, producida por una bacteria, el diplococo gram negativo llamado Neisseria Gonorrae; la sfilis, cuyo agente causal es otro microorganismo llamado Treponema Pallidum; el linfroganuloma venreo, conocido vulgarmente como "potros", ocasionado por un virus; el chancro blando, producido por el Hemophilus Ducreyi; los condilomas acuminados o "crestas", causados por un virus y las infecciones por Chlamydae, semejante a un virus, son las consideradas enfermedades venreas. Las infecciones por trichomonas, por hongos y por otro tipo de bacterias como la Escherichia Coli, aunque dan tambin flujos genitales y otros sntomas semejantes a las enfermedades venreas y aunque pueden ser transmitidas por el contacto sexual, no se consideran dentro de este grupo ya que es posible que se adquieran por otras fuentes de contagio o aun por la auto infeccin como por ejemplo cuando en una mujer pasan bacterias del tipo E. Coli del tracto intestinal a la cavidad vaginal por pura vecindad anatmica. El dictamen mdico - legal en estos casos se basa en la historia clnica, relacionando la fecha del coito probablemente infeccioso, con la aparicin de los signos y sntomas, en el examen fsico y en los exmenes de laboratorio tales como frotis, cultivos y reacciones serolgicas (de suero). "Para el individuo no experto en medicina vale la pena recordar que una vez instaurado un tratamiento exitoso, no queda ningn signo de enfermedad que permita en forma retrospectiva hacer el diagnstico de estas infecciones venreas. Hay, adems, algunas otras enfermedades diferentes al grupo de las venreas que pueden dar reacciones de laboratorio llamadas falsas positivas y es precisamente por esto que el diagnstico debe apoyarse tanto en el examen clnico como en la confirmacin para - clnica complementaria. Por ltimo, debemos recordarle a los juristas que el examen de sangre positivo (con cruces), o serologa positiva no siempre indica infeccin reciente o activa de sfilis, puesto que como es una reaccin inmunolgica, en ocasiones los compuestos antgeno anticuerpo permanecen por tiempo largo (a veces para toda la vida), aun cuando se haya instaurado el tratamiento correcto y se haya dominado la infeccin activa.

Finalmente, como la hora est ya bastante avanzada y creo, adems, que debo tener cansada a la honorable concurrencia, expondremos brevemente el aparte de:

LA PERTURBACION PSIQUICA

En la Revista del Instituto de Medicina Legal de Colombia, Volumen III, nmero 1, de julio de 1978, publicamos un trabajo titulado "La intervencin del psiquiatra forense en los peritazgos que ataen a los delitos contra la libertad y el honor sexuales"; trataremos aqu de resumir los conceptos expuestos entonces. La expresin "grave dao en la salud", de la cual habla el artculo 318 del Cdigo Penal, abarca no solamente las perturbaciones serias en la salud fsica, que vengan como consecuencia de los actos ejecutados por el delincuente sobre la vctima, como, por ejemplo, una contaminacin venrea, tal como acabamos de ver, o los desgarros del perineo, del esfnter anal, como dijimos antes; o una fractura del crneo producida al ser derribada al suelo la vctima o al ser golpeada en la cabeza para ponerla en estado de inconsciencia, sino que es necesario tener en cuenta las perturbaciones serias y graves que pueden presentar en su salud mental las vctimas de los delincuentes que cometen violencia carnal, por ejemplo. Infortunadamente este punto se pasa por alto y con relativa frecuencia, por parte de jueces y funcionarios instructores, quienes se olvidan que una experiencia sexual traumatizante puede tener amplias repercusiones en la salud mental futura de la persona, especialmente si se trata de un nio en los primeros aos de su existencia. Esta experiencia puede ser vivenciada como algo terrorfico y terrible y puede, de hecho, coadyuvar a que se presenten luego trastornos del carcter, o, lo que es ms frecuente, ciertos rasgos neurticos de la persona o puede ser esta experiencia el desencadenante de para una reaccin situacional. Corresponde al perito psiquiatra forense evaluar la realidad clnica de estos casos para dictaminar hasta qu punto el comportamiento sexual sufrido fue causa para producir o desencadenar una perturbacin mental seria e importante que afecte grandemente el desarrollo psquico o la estabilidad emocional de la vctima y que configure en trminos forenses "un grave dao en la salud psquica" de la vctima. Como puede suponerse, un dictamen al respecto no es fcil y requiere de un examen psiquitrico completo del ofendido, indagando por sus antecedentes familiares y personales, tratando de establecer el grado de salud mental previo al delito, elaborando una historia psiquitrica completa y, en ultimas, evaluando las alteraciones mentales posteriores al delito, en forma comparativa, con la salud mental previa. El grave dao en la salud mental se configura cuando pueda demostrarse plenamente por los medios clnicos y para-clnicos habituales en psiquiatra que, como consecuencia y por causa del procedimiento sexual sufrido, la vctima del delito presenta serias, graves y profundas alteraciones en su funcionamiento psquico, que no tena, antes de la experiencia sexual y que significarn un serio inconveniente para su adaptacin psico-sexual futura dentro de un medio familiar y social. Por todo lo anterior, nos parece importante mantener en el nuevo Cdigo Penal la sana

filosofa del artculo 318 del actual estatuto; sin embargo, al repasar las causales de agravacin punitiva de las cuales habla el artculo 306 del mismo Cdigo que se promulgar prximamente, encontramos que no aparece la expresin "grave dao en la salud". Por tanto, si se deja en esta forma el texto definitivo del artculo, habr que considerar entonces la concurrencia de delitos en aquellos casos en los cuales se produzca, adems de la violencia fsica, un dao en la salud psquica de la vctima, es decir, un delito 'de lesiones personales. Antes de terminar quiero hacer una breve mencin de los coitos "per annun", que se pueden presentar dentro de una violacin, ya sea con la vctima de sexo femenino o masculino. En estos casos de coito anal, es posible encontrar desgarros de la mucosa rectal al examen y deben practicarse tambin frotis rectal es en bsqueda de espermatozoides humanos tal como se dijo anteriormente de los frotis vaginales. Sin embargo, la presencia de materias fecales hace usualmente difcil este hallazgo. El Cdigo Penal actual califica de delito cualquier accin homosexual carnal y con frecuencia se pregunta a los peritos si existen indicios de que el sujeto practique o haya practicado coitos homosexuales. Al respecto tenemos que decir que la presencia de espermatozoides en el recto es la nica prueba confiable puesto que otros criterios como el buscar el ano infudibuliforme (en forma de embudo), hacen que cuando se encuentre ste se pueda pensar en relaciones sexuales frecuentes de tipo homosexual, pero el no hallarlo no descarta la posibilidad de actividad homosexual. Creo que con esto hemos cumplido con la revisin del tema, le agradezco a la ilustre concurrencia la paciencia que tuvieron al escucharme. BIBLIOGRAFIA 1. ARCILA GONZLEZ, Antonio. El Delito Sexual en la Legislacin Colombiana. Segunda edicin. Ediciones Caravana. Bogot, 1959. 2. BENSON, Ralph. Manual de Ginecologa y Obstetricia. El Manual Moderno, S. A. Mxico, 1966, 3. Corte Suprema de Justicia. Sentencia del 15 de Noviembre de 1944. "Gaceta Judicial", tomo LVIII pgina 338,

4. Corte Suprema de Justicia. Sentencia del 4 de octubre de 1949. "Gaceta Judicial", tomo LXVI, pgina 678. 5. Corte Suprema de Justicia. Casacin del 8 de septiembre de 1961. "Gaceta Judicial", tomo XCVII, pgina 298. 6. Corte Suprema de Justicia. Casacin del 16 de mayo de 1945. "Gaceta Judicial", tomo LIX, pgina 195. 7. Corte Suprema, de Justicia. Casacin del 7 de febrero de 1964. "Gaceta Judicial", tomo CVI, pgina 271.

8. Corte Suprema de Justicia. Sentencia del 29 de noviembre de 1965. "Gaceta Judicial", tomo CXIII, pgina 400. 9. Cdigo Penal Colombiano. Editorial Temis. Bogot, 1975. 10. GIRALDO GIRALDA, Csar Augusto. Medicina Forense. Imprenta Nacional. Bogot, 1979. 1l. GRUNTORADOVA DE FRANCO, Jana. Comunicacin personal. 12. MORA IZQUIERDO, Ricardo. La intervencin del Psiquiatra Forense en los peritazgos que ataen a los delitos contra la libertad y el honor sexuales, en "Revista del Instituto Nacional de Medicina Legal de Colombia". Volumen III; nmero 1, julio de 1978, pginas 59-74. 13. MORA IZQUIERDO, Ricardo. El dictamen sobre el estado 'de salud, en "Revista del Instituto Nacional de Medicina Legal de Colombia". Volumen IV, nmero 1, julio de 1979, pginas 59-69. 14. URIBE CUALLA, Guillermo. Cuestiones Medico-Legales y Criminolgicas. Universidad Nacional de Colombia. Bogot, 1951, pginas 17-68. 15. URIBE CUALLA, Guillermo. Medicina Legal y psiquiatra Forense. Novena edicin. Editorial Temis. Bogot, 1971, pginas 515-542.

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