CUATRO PREGUNTAS Y UNA

EXHORTACIN A LOS
CRISTIANOS
TEXTO
1 Hay algn estmulo en pertenecer a Cristo? Existe algn consuelo en su
amor? Tenemos en conjunto alguna comunin en el Espritu? Tienen ustedes
un corazn tierno y compasivo? 2 Entonces, hganme verdaderamente feliz
ponindose de acuerdo de todo corazn entre ustedes, amndose unos a otros
y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propsito. 3 No
sean egostas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir,
considerando a los dems como mejores que ustedes. 4 No se ocupen slo de
sus propios intereses, sino tambin procuren interesarse en los dems. (Flp
2.14 NTV).

INTRODUCCIN
Al hacerle hoy a usted estas preguntas, la intencin es indagar en la
profundidad de su corazn, de su interior, no para que los dems se apoderen
de esta informacin para sealarle o alabarle, sino para que usted sea sincero
consigo mismo, se conozca a s mismo, y a partir de este conocimiento pueda
construir una relacin correcta con el Creador. Por eso le pedimos que al
responderla dentro de usted mismo, no piense en dar la respuesta que a usted
le parecera correcta para darle a los dems, lo que usted cree que otra
persona esperara escuchar para seguirle sonriendo y considerndolo como
buen cristiano.
Para Pablo estas preguntas fueron retricas, pues conoca bien a sus
destinatarios, a quienes, de acuerdo con esto, slo les faltaba una cosa para
completar el gozo del apstol: la unidad de intencin. Pero para nosotros hoy,
no pueden ser retricas. En las circunstancias actuales, cuando hay tanta
confusin y superficialidad en el ambiente cristiano, estas cinco preguntas, si
las usamos para examinarnos a nosotros mismos, pueden servirnos
precisamente para escapar a estas dos plagas que acechan a los cristianos de
nuestro tiempo.

PRIMERA PREGUNTA
Hay algn estmulo en pertenecer a Cristo? Algunas preguntas ms para
aclarar esta: Por qu viene usted a la iglesia? Qu es lo que a usted le hace
venir a la iglesia? Cul es su motivo para estar aqu hoy? Qu ventajas tiene
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para usted el ser cristiano, el pertenecer a Cristo? Para muchos el estmulo que
los impuls a buscar a Cristo fue la necesidad de un milagro de sanidad. Otros
llegan a l abrumados de problemas, en busca de que se los resuelva. Otras
personas llegan atradas por lo que oyen decir a los predicadores de la
prosperidad. Pero usted, que ya tiene cierto tiempo de venir a la iglesia, o de
congregarse en una iglesia, qu estmulo encuentra en ser cristiano?, qu
ventajas tiene usted frente a quienes no lo son?
Algunos malos predicadores, que lo que anuncian no es una buena noticia, es
decir, no estn anunciando el evangelio, le meten miedo a la gente dicindole,
"si usted cree que al hacerse cristiano se van a acabar sus problemas, est
usted muy equivocado, pues al hacerse cristiano ms problemas va a tener".
Esta no es una buena noticia, que es el significado del evangelio de Cristo. Por
supuesto que los problemas de las personas no se acaban automticamente al
hacerse cristianos, pero es una generalizacin falaz el afirmar, sobre la base de
algunos casos mal comprendidos, que los problemas sern peores. Pongamos
por ejemplo un problema muy comn en nuestro entorno, los vicios como el
alcohol y las drogas. Todo el mundo reconoce, incluyendo a quienes los
padecen, que estos vicios destruyen a la persona y le crean innumerables
problemas en su entorno. Ser que al hacerse cristianos los problemas de
quienes estn sumidos en estas adicciones van a aumentar? Y esta ltima s es
una pregunta retrica, porque es obvio que salir de un vicio cualquiera que sea
es mejor que estar sumido en l. Este tipo de problemas es seguro que se
acaban si la persona se ha convertido de corazn.
Pero hay un tipo de problemas de los que quiz lleve ms tiempo salir, o de los
que talvez no podamos salir, aun convirtindonos a la fe cristiana. Los
problemas cuya solucin no depende de una decisin que nosotros tomemos o
de un cambio positivo que se opere en nosotros, porque no somos nosotros los
causantes. Por ejemplo, cuando el vicioso no es usted, o la viciosa no es usted
sino un hijo o su marido. Qu estmulo encontrara una persona con este
problema en pertenecer a Cristo? Qu ventajas podra hallar en ser cristiana?
Y para que usted pueda responder a estas preguntas, djeme hacerle otra. Si
usted tiene un problema, empeora realmente su problema cuando usted tiene
quien le ayude, una persona en la cual apoyarse para salir adelante? Cuando
tenemos problemas generalmente nos sentimos solos, especialmente si no hay
nadie a nuestro lado a quien podamos siquiera contarle lo que nos pasa. Pero
nadie que se haya convertido de corazn a Cristo puede decir que l le ha
abandonado, que clama a l y no le responde. Quin sino el cristiano tiene el
estmulo de contar con un Dios grande, que escucha las oraciones y tiene
cuidado de sus hijos? Los que ya llevamos algunos aos en el evangelio
podemos decir que Cristo a nuestro lado no es slo un mero hombro para
llorar, aunque si as fuera sera mejor definitivamente que no tener nadie a
quien acudir. Como dice Pablo, "El que no escatim ni a su propio Hijo, sino
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que lo entreg por todos nosotros, cmo no nos dar tambin con l todas las
cosas?" (Romanos 8:32). Cristo a nuestro lado es un hombro para apoyarnos,
para descansar en l, y para levantarnos de cualquier cada, si confiamos y nos
abandonamos en sus brazos. l es poderoso para sacarnos de cualquier
atolladero. Talvez no salgamos cuando y como nosotros quisiramos, pero l
nos sacar adelante. Creo que esto lo podemos testificar todos los cristianos.
Djeme preguntarle ahora con ms nfasis, cul es realmente su motivacin
para venir a la iglesia? Muchos vienen porque les gustan los cantos. Algunos
por conversar con los hermanos, otros talvez porque se aburren en sus casas.
Pero usted, realmente encuentra algn estmulo en pertenecer a Cristo? Si es
as realmente, entonces podr usted con una base firme estimular a otros para
que vengan a l. De lo contrario, usted tambin necesita conversin.

SEGUNDA PREGUNTA
Existe algn consuelo en su amor? En otras palabras, experimenta usted el
amor de Cristo? Est realmente convencido de que l le ama? Cmo sabe
usted que l le ama? A quin acude usted cuando necesita consuelo? En la
soledad usted puede dirigirse a l, puede hablar con l, no importa donde
usted est. Sin embargo, l no le ha llamado a la soledad, a vivir su vida
cristiana en el aislamiento. Parte del amor de Cristo, es el consuelo que usted
encuentra tambin en los otros creyentes, sus hermanos, pues en ellos usted
debe ver al mismo Jesucristo, puesto que son templo de su Espritu, al igual
que usted. l le nos ha llamado a pertenecer a su iglesia, a su asamblea, que
es la reunin de otros que tambin han credo en su salvacin. En medio de
ellos hallamos consuelo, nimo, y muchas veces ayuda para nuestras
necesidades. Esto conecta directamente con la ltima pregunta que hace
Pablo, pero desde ya debemos darnos cuenta de que no solo podemos y
debemos hallar consuelo en nuestros hermanos cuando los buscamos, sino que
tambin ellos deben hallarlo en nosotros. De lo contrario, no estamos
experimentando realmente el amor de Cristo, porque el amor que l nos
ensea no es un amor egosta e interesado, sino un amor de entrega y de
servicio.
Pero si los problemas cotidianos lo llevan a usted por distintos caminos,
tratando de olvidarlos o ignorarlos, o de ahogarlos en sus viejos vicios,
entonces su consuelo no es Cristo. Quiz usted ha credo, pero en un Dios
abstracto que muy alto desde el cielo lo vigila pero no escucha sus clamores. Y
si a usted le parece que l no le escucha, debe examinar su conciencia y su
vida, porque talvez es usted quien se ha alejado y por eso no llega su voz hasta
su trono. Y si an usted dijera, yo no me he alejado pero no me escucha, habra
que examinar sus conceptos, ver si usted no ha cado en alguna de las muchas
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confusiones que en nuestro tiempo atrapan a personas bien intencionadas, que

creen estar agradando a Dios pero en realidad no estn haciendo su voluntad.
Qu significa para usted acercarse a Dios? Venir a cantar a la iglesia? Dar
alguna ofrenda a la iglesia y a los pobres de vez en cuando? Venir a hacer la
limpieza? Todos estos actos externos estn bien, pero cuando son resultado de
una vida rica en los actos internos que son la base imprescindible de una
relacin correcta con Dios. En otras palabras comenz usted su vida cristiana
con verdadero arrepentimiento? Es la Palabra de Dios realmente su estatuto
de vida, la gua de todos sus actos, pensamientos e intenciones? Dnde busca
usted a Dios? Dnde cree usted estar viendo la voluntad de Dios para su vida?
Busca usted la voluntad de Dios en sueos y visiones, o en las opiniones y
valoraciones de los hombres? Porque si usted se aleja de la Palabra de Dios, se
est alejando de l, y esto incidir irremediablemente en su vida cristiana.
Porque no se puede uno acercar a l prescindiendo del nico medio seguro que
l ha dado para manifestarnos su voluntad soberana. No podemos buscar su
voluntad en otra parte. Por buscarla por otros medios muchos hoy viven
perdidos, creyendo sin embargo que es a l al que estn escuchando.

TERCERA PREGUNTA
Tenemos en conjunto alguna comunin en el Espritu? Qu es lo que lo une a
usted a los dems creyentes de su congregacin? Qu es lo que nos hace
cantar alabanzas, gozarnos en escuchar la Palabra, amarnos unos a otros? Es el
Espritu de Dios. El Espritu de Dios es Dios, y cada uno de nosotros es su
templo. Mientras muchos hermanos relacionan al Espritu Santo solamente con
manifestaciones externas sobrenaturales como el hablar en lenguas, profetizar,
obrar milagros; otros sabemos y entendemos que su obra es mucho ms
amplia y profunda que se accin a travs de los dones sobrenaturales. Cuando
Pablo habla del resultado de su presencia en la vida de los creyentes, es decir,
del fruto del Espritu, slo nombra estas nueve virtudes, tal como fueron
traducidas en la Reina Valera 60: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre y templanza (Efesios 5:22). El amor est a la cabeza
de la lista, ya mencionado como fruto por el Seor mismo, (Mateo 7:16, 20;
Juan 13:35). Si hay amor entonces hay comunin en el Espritu. Sin este amor,
que no es obra humana, que no es el amor de simpata o compasin que uno
puede sentir aun sin ser cristiano, no hay manera de demostrar que usted
pertenece a Cristo. El amor de que habla Cristo cuantas veces menciona la
palabra, es el principal fruto del Espritu, por eso Cristo lo pone como un signo
del cristiano, aquello en lo que se nota si usted es o no es cristiano. Hay
comunin en el Espritu si este amor abunda en la congregacin. Si cada
cristiano es un templo del Espritu de Dios, el amor es el signo, la
manifestacin ms lgica de su presencia. Si no hay amor, no hay Espritu
Santo. Aunque usted hable en lenguas ms que todos, y haga milagros y
profetice. A la vez, si no hay Espritu Santo, no hay amor. Y sin este, no puede
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haber ninguna comunin cristiana. Pablo pregunta a los filipenses si comparten

este Espritu, si se puede decir que hay presencia del Espritu en ellos,
partiendo del supuesto de que efectivamente la hay. Por tanto, las disputas y
desacuerdos que haba en la congregacin no tenan razn de ser, haba que
desecharlos.
Ahora bien, usted quiere saber si hay presencia de Dios en esta congregacin,
en este culto? Pregntese primero si hay amor, y si la respuesta a esta
pregunta es afirmativa, la respuesta a la otra pregunta tambin ser
afirmativa. Generalmente, en nuestras iglesias pentecostales se suele tomar el
hablar en lenguas, gemir, profetizar y tener visiones como nicos signos de la
presencia de Dios. Y cuando no sucede nada de esto los asistentes dicen, "hoy
no hubo presencia de Dios". Es talvez una costumbre, pero es un error. La
misma Palabra de Dios seala al amor como el signo ms seguro de su
presencia. Las manifestaciones sobrenaturales que acabamos de mencionar,
sin el amor, lo dice el mismo Pablo (1 Corintios 13:1), son vacas, es decir, no
son de Dios.

CUARTA PREGUNTA
Tienen ustedes un corazn tierno y compasivo? En otras versiones la
expresin "corazn tierno" se traduce por "afecto profundo", "afecto
entraable". El original como lo entendemos segn el diccionario Strong, habla
de un sentimiento profundo. Para los antiguos las entraas, es decir las
vsceras, eran lo ms profundo de una persona. Por tanto, aqu cabra
preguntar, qu tan profundo es lo que usted siente por sus hermanos
cristianos y por su prjimo? Los sentimientos, desde luego no pueden medirse
con exactitud ni con escala alguna, slo podemos apreciarlos por indicios, por
seales externas. Ahora bien, qu podemos tomar como seal externa, como
indicio de un sentimiento profundo, de un "afecto entraable"? Yo dira que la
medida de su amor por alguien slo puede verse en lo que usted est
dispuesto a hacer por ese alguien. Qu estara usted dispuesto a hacer por
sus hermanos de congregacin? Qu estara usted dispuesto a hacer por su
prjimo? Qu estara usted dispuesto a hacer por su enemigo? Lo que Cristo
estuvo dispuesto a hacer por usted y por m, nos da la medida de su amor por
nosotros. Su muerte en la cruz y las torturas previas nos dan la medida exacta
de su amor, y del amor de Dios el Padre. Estara usted dispuesto a hacer lo
mismo por alguien? "...casi nadie dice Pablo se ofrecera a morir por una
persona honrada, aunque tal vez alguien podra estar dispuesto a dar su vida
por una persona extraordinariamente buena; pero Dios mostr el gran amor
que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todava ramos
pecadores" (Romanos 5:7-8 NTV). Muchas personas creen que hacer sacrificios
fsicos, que requieren esfuerzo o dolor corporal, como caminar largas
distancias, permanecer largo rato de pie, o causarse a s mismos dolor de

alguna manera, es una manera legtima y admirable de demostrar nuestro

amor a Dios. Pero el amor a Dios, la profundidad de nuestro amor por l no se
demuestra en ritos, ceremonias y manifestaciones fsicas como las
mencionadas, sino en nuestro amor por el prjimo, porque, como dijera el
apstol Juan, "el que no ama a su hermano a quien ha visto, cmo puede
amar a Dios a quien no ha visto?" (1 Juan 4:20). Con lo cual volvemos al amor,
el principal fruto del Espritu, como vimos arriba, el principal resultado visible
de la presencia de Dios en nuestra vida. Si es usted egosta, no es el Espritu de
Dios el que en usted mora, sino el espritu del mundo. Porque el Espritu de
Dios en el corazn del creyente da como resultado lgico y natural, el amor y la
humildad, en la que tambin hace nfasis Pablo en este pasaje.

CONCLUSIN
Si hemos aprobado este pequeo cuestionario de autoevaluacin que hemos
hecho hoy de la mano de Pablo, el gran Apstol nos dira, si estuviera ante
nosotros, como a los filipenses: "Entonces, hganme verdaderamente feliz
ponindose de acuerdo de todo corazn entre ustedes, amndose unos a otros
y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propsito. 3 No
sean egostas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir,
considerando a los dems como mejores que ustedes. 4 No se ocupen slo de
sus propios intereses, sino tambin procuren interesarse en los dems"
(Filipenses 2:2-4).
NOTA
Preguntas retricas. Preguntas que se realizan sin esperar una respuesta.
Las preguntas retricas intentan que el oyente reflexione sobre un asunto o
que adopte un cambio en su conducta. Se utiliza para afirmar con mayor
nfasis una idea o sentimiento.
(Programa Una Iglesia Gloriosa, Iglesia Monte Horeb, 16 de marzo de 2014)