El Nombre Del Padre Como Suplencia

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El nombre del Padre como suplencia

Frida Saal

El ttulo de este deriva del ttulo que convoca al presente coloquio Las
suplencias del Nombre del Padre, que surgi a su vez de la discusin terica que
cerr el coloquio anterior.

El tema, as formulado en plural, Las suplencias, se relaciona con algunas
propuestas de Lacan, explicitadas en los seminarios XXII y XXIII "R:S:I." y "Le
sinthome", respectivamente. Se trata de un punto coyuntural donde se dan cita
diversos aspectos de la teora lacaniana, un nudo de problemticas que hace que
tanto la suplencia, como su plural se transformen en puntos de interrogacin
inquietante acerca de los conceptos aqu relacionados: cmo son afectados por
esta propuesta la teora del significante, la conceptualizacin de la psicosis, la
direccin de la cura, slo por mencionar algunos de los problemas?
Parece conveniente,pues aprovechar la oportunidad de ste Coloquio para realizar
un recorrido a travs de la obra de Lacan, ubicando el tema del Nombre-del-Padre
y correlacionndolo con las diversas problemticas en juego. El proyecto en s es
de largo alcance. Lo que aqu les presento es el enunciado de un recorrido y la
puntuacin de ciertos problemas que me llevaron a calificar como inquietante el
tema a abordar.
En primer lugar, constatamos que el tema de "Las suplencias del Nombre del
Padre", remite a la conceptualizacin del Nombre del Padre como metfora, que
es como aparece en la obra de Lacan. Si hablamos de metfora estamos
inmediatamente inmersos en las relaciones entre la lingstica, la lengua y el
psicoanlisis. Sabemos que esta relacin no ha sido simple y reconoce en la obra
de Lacan diferentes momentos de los que podemos puntuar algunos a modo de
recordatorio.
Lacan comienza reuniendo ambos campos, encantado con lo que la lingstica le
ensea, encontrando una disciplina ms prxima al psicoanlisis que la biologa.
Vislumbra as un camino donde, tomadas de la mano podran abordar problemas
cruciales de la cultura y del psicoanlisis. El encuentro con de Saussure, es el feliz
momento que permite una anhelada nueva orientacin.para el psicoanlisis. Pero
las diferencias no dejan de hacerse presentes a poco andar y, luego de subvertir
el concepto del signo saussuriano, vendr la significancia a modificar el estatuto
del significado siendo la significancia efecto de significante y no paralelismo entre
los elementos constituyentes del signo tal como lo pensaba de Sassure, hasta
llegar a la concepcin de lalangue que coloca a ambas disciplinas, psicoanlisis y
lingstica, en regiones diferentes. Mientras el psicoanlisis se ocupa del sujeto de
la ciencia, es precisamente e ese sujeto al que la lingstica, como ciencia,
pretende de forcluir ( 1) Para un recorrido ms completa de esta relacin entre
lingstica y psicoanlisis en la obra de Lacan remitimos al lector al trabajo de
Nstor A. Braunstein Lingsteria en....)

Esto abre numerosos interrogantes, porque a lo largo de todas esas
reelaboraciones de su relacin con la lingstica Lacan sigue refirindose a la
metfora del Nombre del Padre como si esos cambios no se hubieran producido,
como si no afectaran a la conceptualizacin aqu en juego.
En segundo lugar, no debemos olvidar que este tema ocupa un lugar central en la
clnica lacaniana; la instauracin o no de la metfora del Nombre del Padre pone
en juego dos destinos cuya diferencia no es trivial: de un lado se organizan todas
las modalidades de la neurosis, del otro, en el caso de la forclusin de sta, nos
encontramos con la condicin especfica de la psicosis. En determinado el
seminario de 1963-64, aquel que Lacan suspendiera despus de su sesin
inaugural, Lacan introduce una modificacin y el Nombre del padre se transforma
en Los Nombres del Padre. Veamos el efecto de esta pluralizacin en sus
consecuencias clnicas y tericas para el abordaje psicoanaltico de las psicosis
En tercer lugar, al mencionado plural se agrega la posibilidad de las suplencias.
Esa propuesta que, como sealamos, aparece en los seminarios XXII y XXIII, abre
infinitos interrogantes ms: a partir de entonces, si es posible suplir un error de
anudamiento de los tres registros de lo Real, lo Simblico y lo Imaginario, sigue
siendo posible afirmar que existe una diferencia estructural entre la neurosis y la
psicosis o nos encontramos en una situacin imposible de definir, a los efectos
prcticos, y donde la forclusin es tan slo un supuesto identificable a posteriori en
el caso que la psicosis llegara a desencadenarse?
Este nos parece ser el punto de mayor peso en los avatares de este concepto. La
propuesta de Lacan de la forclusin de la metfora paterna abre una clnica
diferencial entre las neurosis y las psicosis.. La propuesta del sinthome como la
posibilidad de corregir un error de anudamiento, borra lo que antes l haba
abierto?
Comencemos pues, nuestro camino. en donde estas problemticas se entretejen,
y justamente porque se entretejen, nos vemos obligados a abordar puntos aqu
enunciados, sin un orden excluyente, interrelacionndolos las veces que su
desarrollo lo exija.
Cundo, donde y cmo plantea Lacan el tema de la metfora del Nombre-del-
Padre? La respuesta no es difcil para un lacaniano por poco informado que
estuviese : hacia el final del Seminario III, consagrado a las estructuras freudianas
de las psicosis que Lacan dict en los aos 1955-1956. ( 2. En el proceso de
elaboracin de ste trabajo apareci el libro de Erik Porge Les noms du pre chez
Jacques Lacan. Ed. rs, Paris. 1997. En este texto, al que remitimos al lector, su
autor hace remontar a 1951 la primera aparicin del trmino Nom- du-Pre en
Lacan. Nuestra pregunta es diferente y remite a la aparicin de la metfora . El
interesante recorrido de Porge tiene otro enfoque y trata de resolver la articulacin,
no la identificacin, entre el Nombre del Padre y los registros, Real Imagnario y
Simblico, as como la articulacin entre el Nombre del Padre y el concepto muy
posterior de Sujeto Supuesto Saber.)
Sin embargo el tema de las psicosis ya tena recorrido en la historia intelectual de
Lacan que por esta va entr y pas de la psiquiatra al psicoanlisis. Su tesis de
doctorado (1932) fue, como bien sabemos, "La psicosis paranoica y su relacin
con la personalidad", caso que ha entrado en la historia, en nuestra historia, como
el caso Aime. Paralelamente y en estrecho contacto con los surrealistas public,
en la revista Minotauro, (1933): "Motivos del crimen paranoico: el crimen de las
hermanas Papin".
Hay as un "antes" de la metfora del Nombre del Padre en el abordaje de la
psicosis y en ese antes conviene interrogar por los medios de explicacin de que,
en ese tiempo primero, se vale Lacan.
Al comenzar su formacin su formacin Lacan ( 3. Leguil Franois, Lacan avec et
contre Jaspers , en Ornicar N 48, p 5. Navarin diteur, 1989. En este artculo su
autor hace un cuidadoso seguimiento de la relacin conflictual y contradictoria del
pensamiento de Lacan en relacin a Jaspers.) est influenciado an por el
pensamiento de Jaspers y se centra en el problema de la comprensibilidad del
delirio. Aborda la psiquiatra valindose de recursos psicolgicos y psicoanalticos
para impugnar el organicismo y aspira a ubicar el sentido del delirio en relacin
con la historia particular de los sujetos. En ste momento la diferencia entre Freud
y Lacan es clara: Heli Morales escribe: "La diferencia es clara: en estos momentos
en Lacan no hay espacio para el complejo de Edipo, porque no hay lugar para el
padre. La exclusin del padre y del Edipo exigen a Lacan permanecer en las
tierras de la dimensin imaginaria, en las tierras de la imagen como fundamento. Y
es precisamente sobre esas tierras que florece su tesis de doctorado. La inclusin
del padre y del Edipo en la obra de Lacan as como el lugar del Otro, tendrn que
esperar algunos aos, tendrn que esperar que otro registro se haga patente". ( 4-
Morales Ascencio Heli. Sujeto del inconsciente. Diseo epistmico...........
editorial).Mxico, 1993, p. 49)
Lacan elige el complejo fraterno como nudo dramtico en el caso Aime y ubica a
la hermana (sta cuya intrusin en la vida de la paciente no despierta en ella la
indignacin o la ira que Lacan esperaba) en el lugar de ideal del yo que,
desplazndose a travs de la serie de figuras sustitutivas: amigas, escritores, etc.,
termina personificando en una actriz (la que ser vctima del atentado), al objeto
persecutorio al que ataca. Al atacar a esta parte de s misma en el perseguidor
construdo, el delirio se disuelve, y pagando su pena, Aime concede al supery,
vido de castigo, la cuota necesaria de sufrimiento que le permite estabilizar su
existencia.
Pero al privilegiar el complejo fraterno, al no poner al complejo de Edipo en el
centro de la resolucin, al no inclur al padre decimos, algo a la ligera tal vez, que
Lacan se queda en las tierras de la dimensin imaginaria. Tal vez sera ms
apropiado afirmar que, para explorar estas tierras y dar inteligibilidad al drama,
Lacan se vi obligado a descubrir y describir el registro de lo imaginario, punto de
partida de la distincin ulterior de los tres registros. Es acompaado por Aime y
por las hermanas Papin que puede plantear las preguntas que lo impulsan a
proponer el estadio del espejo, en su simplicidad explicativa, en su complejidad
constitutiva, en su funcin trascendental.
Sabemos bien que el trabajo pionero de El estadio del espejo.Teora de un
momento estructurante y gentico de la constitucin de la realidad, concebida en
relacin con la experiencia de la doctrina psicoanaltica. "The looking glass-phase"
( 5 Tal es el nombre completo con que fu presentado este trabajo en el congreso
de la IPA), es una teorizacin que se desprende de la clnica y que reconoce en
las clebres paranoicas a sus predecesoras y en cierto modo coautoras.
En el ao 1949 Lacan publica la versin escrita, la que todos conocemos, que
lleva por ttulo El estadio del espejo como formador de la funcin del yo tal como
se nos revela en la experiencia psicoanaltica.(6. Lacan J. Escritos.....)
Contemporneo de ste es el trabajo que se titula La agresividad en psicoanlisis.
Poner estos dos textos en relacin no responde a ninguna mana cronolgica sino
que seala que ambos forman una unidad complementaria: si el estadio del espejo
nos coloca frente al papel constitutivo de la imagen en la funcin del yo, esta
enajenacin primera, es consustancial con la agresividad que despierta el otro que
es yo mismo, en la dialctica excluyente del Yo o el T. Es buscando el destino de
la agresividad que Aime no pone en juego contra su hermana con lo que Lacan
pergea su idea de la agresividad como la tendencia correlativa de un modo de
identificacin que llamamos narcisista ( 7- Lacan J.Escritos I, p. 102)
Si el Estadio del espejo indica cul es el espejo que se rompe en el acto agresivo
de Aime o de las hermanas Papin, con l Lacan sienta las bases de lo que
bautiz y teoriz como el registro de lo imaginario., creemos que esta elaboracin
primera no da cuenta del imaginario en toda su complejidad tal como pudo ser
planteada por Lacan ms adelante.
Nuestro ingreso a la realidad y a la representacin de nosotros mismos requiere
de la accin enajenante de la imagen especular. En este momento del
pensamiento lacaniano tal identificacin especular es anterior a la simblica.
Escuchemos:
"El hecho de que su imagen especular sea asumida jubilosamente por el ser
sumido todava en la impotencia motriz y la dependencia de la lactancia que es el
hombrecito en ese estadio infans, nos parecer por lo tanto que manifiesta en una
situacin ejemplar la matriz simblica en la que el yo se precipita en una forma
primordial, antes (itlicas nuestras) de que el lenguaje le restituya en lo universal
su funcin de sujeto." ( 8- Lacan J. Escritos, p. 87)
El prrafo que acabamos de citar no deja de sorprendernos a pesar de ser tan
conocido. Siempre lo hemos ledo a partir de lo que ya conocamos del Lacan
posterior, presuponiendo un ya all, y eso nos impeda ver todos los aspectos de
bsqueda presentes en aquel primer trayecto. Aqu "la matriz simblica" es la del
espejo, es smbolo en tanto representacin, pero no tiene las caractersticas del
registro de lo simblico que Lacan har despus coincidir con el lenguaje, con el
tesoro del significante, que es, en un momento posterior pero todava no definitivo
de su obra, precondicin de toda imaginarizacin. Esta forma primordial de la
imagen es anterior en este texto a la restitucin universal, por el lenguaje, de la
funcin del sujeto.. As, la primera apertura del registro de la imaginario es todava
pura especularidad, todava le faltar anudarse con lo simblico para poder
generar el campo del sentido.
Este es pues, el modo en que Lacan aborda las psicosis antes de la metfora del
Nombre del Padre: el complejo fraterno es central y est ligado a la agresividad
correlativa del narcisismo. Sirve esta etapa a Lacan para desarrollar los alcances y
consecuencias de el modo de identificacin imaginario. Falta an. en el anlisis
del registro simblico, producir la inversin que signo saussuriano para poder
pensar el lugar de la metfora.
Podemos decir que hacia 1953 la mayora de los personajes del teatro lacaniano
han sido ya presentados, sin embargo no es lo mismo presentar un personaje que
desarrollar su carcter. Muchas cosas van a cambiar y otras ms adquirirn un
peso o una densidad diferente. Tenemos as los registros de lo real, lo simblico y
lo imaginario; Lacan nos ense a reconocer el carcter irredimiblemente
imaginario del yo, y estableca por aquel entonces la primaca de lo simblico. Por
esos aos la teora del signo de de Saussure con su doble vertiente del
significante y del significado era retomada por Lacan sin reservas ni
modificaciones y aplicada al campo del psicoanlisis. Las expectativas cargadas
de esperanza lo llevaban a hablar de palabra plena y a formular la existencia del
punto de capitn, punto ideal de unificacin entre el siignificado y el significante.
Ideas de un Lacan primero que han sido objeto de innumerables crticas por parte
de Derrida, como si ste desconociera todas las modificaciones que Lacan
formulara respecto de este perodo de su enseanza, en sus elaboraciones
posteriores.
Nos hemos detenido sobre estos aspectos porque plantean puntos de inters en la
relacin del psicoanlisis con la lingstica, puntos de comienzo de una
investigacin que justamente sern subvertidos cuando Lacan se acerque, con
estos instrumentos saussureanos, a pensar el problema de la psicosis,
La perspectiva de este trabajo me di condujo a acercarme nuevamente a ciertos
textos de Lacan. Releer es redescubrir, reelaborar. Eso me pas con el Seminario
III Les Psychoses. (9-Lacan J. Le Seminaire.Livre III Les Psychoses. Ed. Seuil.
Pareis.....)Tal vez este texto es una primera Subversin del sujeto. Comencemos
por un encuadre textual temporal. El seminario se desarroll en el curso de los
aos 1955-56, y ya hemos dicho que es hacia el final de ste seminario que Lacan
formul la idea del lugar decisivo que tiene la metfora del Nombre del Padre, en
la instauracin del sujeto del inconsciente.
Adems del seminario, hubo en ese tiempo dos vstagos muy importantes, que
eran consecuencia y continuacin de tal elaboracin y que tienen un lugar
preponderante en los Escritos. Se trata de La instancia de la letra en el
inconsciente o la razn desde Freud, (10 L acan J. Escritos. Ed. Siglo XXI
,Mxico,....pg. )texto del ao 1957 y De una cuestn preliminar a todo tratamiento
posible de la psicosis, ( 11 Lacan J. Escritos. Ed. Siglo XXI, Mxico....,
pg...)fechado en diciembre de1957, enero de 1958.
Siguiendo el ejemplo de Freud, Lacan se acerca al texto de Schreber como fuente
inagotable para pensar el problema de la psicosis . Freud encuentra en la
gramtica el modo de dar cuenta de los distintos tipos de delirio, a partir de las
transformaciones en el sujeto, verbo y predicado de la frase "yo lo amo" que
organizaran los temas del delirio de persecucin, del delirio celotpico y del delirio
erotomanaco, con una cuarta modalidad negativa que sera la negacin de todo
otro objeto en la frase "yo no amo a nadie, slo me amo a m" (delirio
megalomanaco). Lacan presta especial atencin a la estructura de la lengua
fundamental de Schreber y, si antes dijimos que eran las paranoicas las coautoras
de la idea de especularidad, es Schreber quien le muestra la estructura oculta del
lenguaje. Y as como con las paranoicas Lacan elabora su concepcin original del
estadio del espejo, es con Schreber que pone al descubierto la particular
estructura del lenguaje iniciando una distanciamiento con la lingstica de
Ferdinand de Sassure:
"El inconsciente est, en su fundamento, estructurado, tramado, encadenado,
tejido de lenguaje. Y no solamente el significante juega all un papel tan importante
como el del significado, l juega el papel fundamental ( 12-itlicas nuestras)........
la relacin del significante y el significado est lejos de ser, bi-unvoca, como se
dice en la teora de conjuntos. . . M. de Saussure en su clebre curso de
lingstica, representa un esquema con un flujo que es la significacin, y otro que
es el discurso, lo que escuchamos.....
"Este esquema es discutible. En efecto, se ve bien que en el sentido diacrnico,
con el tiempo, se producen deslizamientos, y que en todo momento el sistema en
evolucin de las significaciones humanas se desplaza y modifica el contenido de
los significantes que toman empleos diferentes." ( 13-Lacan J. Le Seminaire Livre
III Les psychoses . ed- Seuil. Pars. 1975 p. 135.)
En esta cita encontramos el comienzo de una crtica que llevar a la subversin de
la idea lingstica del signo.
El fenmeno delirante, al magnificar la distorsin de la relacin con la realidad,
ensea a Lacan que es la relacin misma del sujeto con el orden simblico la que
est en juego en esa, su lengua fundamental :
"Es a travs de los fenmenos de lenguaje que vamos a esclarecer una dimensin
nueva en la fenomenologa de las psicosis", (14,- Lacan J. op. cit. p.116) dice
Lacan.
Analizando puntualmente estos fenmenos Lacan encuentra, en las frases
inconclusas que el presidente Schreber se consagra a completar con absoluta
conviccin del sentido de su significacin, un modelo presente en el lenguaje en
general, el de que el significante anticipa su significacin. El sentido va siempre
hacia otra significacin. De ninguna manera podemos considerar que sea la cosa
de la que se habla el punto de su detencin fundamental. El referente, externo y
ajeno al sistema que lo simboliza, est desde siempre y para siempre fuera del
orden significante.
El fenmeno psictico se caracteriza por un estallido de la significacin, y pone en
evidencia que la idea espontnea de que la significacin estaba como adherida al
significante no puede ya sostenerse. La metfora freudiana del vaso, que al
romperse pone en evidencia las lneas de fractura que se mantenan ocultas, vale
para la develacin que hace Lacan del funcionamiento de la lengua.
Aqu encontramos los fundamentos de la inversin que Lacan promovi sobre el
signo saussuriano en la produccin de lo que llamo el algoritmo :

S
s

Se ha instaurado la primaca del significante y se ha eliminado la elipsis. El signo
saussureano pierde su unidad y se abre a todas las posibilidades de los
deslizamientos y juegos de malentendido, que es el uso general del lenguaje.
Vemos as que la lingstica es el instrumento privilegiado que Lacan utiliza para
abordar las psicosis y, al mismo tiempo, este estudio de las psicosis le abre el
camino para separarse de la lingstica, generando un espacio psicoanaltico que
permita pensar de otro modo la relacin del sujeto con el lenguaje.
Al subvertir el signo saussureano, Lacan libera posibilidades que va a utilizar.
abundantemente, en su elaboracin terica. De hecho, las definiciones de la
metfora como la sustitucin de un significante por otro significante, y de la
metonimia como el efecto de un deslizamiento significante, requeran de sta
subversin previa. Es tambin, el requisito en que se funda su definicin de que, "
el significante representa el sujeto ante otro significante".

Todo este movimiento da a la dimensin de lo imaginario una densidad que no
tena hasta ahora. Ha quedado atrs la identificacin de lo imaginario con lo
especular.Todo el campo del sentido queda ahora includo en la dimensin
imaginaria. Esta puede ser explorada por el delirio pero no da cuenta del delirio.
Las distorsiones imaginarias desplegadas en l, no nos dicen nada de aquello que
lo causa:
"La alienacin es el imaginario en tanto tal. No hay nada que esperar del modo de
abordaje de la psicosis sobre el plano imaginario, porque el mecanismo imaginario
es lo que da su forma a la alienacin psictica, pero no su dinmica." (.15-Lacan
J., op. cit., p.166-67) y poco ms delante "... tenemos la idea que, ms all del
pequeo otro del imaginario, debemos admitir la existencia de otro Otro.( 16-
bastardillas nuestras)
"No nos satiface solamente porque le damos una mayscula, sino porque lo
situamos como el correlato necesario de la palabra."
La tesis que Lacan formula ( 17 Lacan J., op cit., p.168) es que, "la realidad est
marcada de entrada por la aniquilacin simblica".
Permitsenos pues, plantear esta expresin en su reverso: de la relacin del
sujeto con el sistema simblico dependen los modos diferentes en que esa
realidad llega a constituirse y con ello, la que se hace problemtica es la realidad
misma. Si la realidad depende del modo de inscripcin y de articulacin de los
registros, deja de ser rectora soberana e inmutable y se muestra en su
insoslayable carcter de semblante.
Los modos de constitucin de la realidad son diferentes para el neurtico y para el
psictico . Es para definir esa diferencia en lo simblico, que produce efectos
devastadores en lo imaginario, que Lacan formula su propuesta de la Verwerfung (
forclusin ), de un significante primordial como mecanismo de la psicosis.
"De que se trata cuando hablo de Verwerfung? Se trata del rechazo de un
significante primordial en las tinieblas exteriores, significante que desde entonces
faltar a ese nivel. He aqu el mecanismo fundamental que supongo ( subrayado
nuestro) en la base de la paranoia. Se trata de un proceso primordial de exclusin
de un adentro primitivo, que no es el adentro del cuerpo, sino el de un primer
cuerpo del significante" ( 18- Lacan J., op. cit. , p. 171)
Lacan seala que nos adentramos en la dimensin del mito cuando planteamos la
cuestin de un significante primordial.
En el caso de Schreber se nos aparece una perturbacin, una fisura en la relacin
con el otro, que l llama el asesinato del alma, su modo de sufrir en su conjunto
los fenmenos del discurso, revelan una falla constitutiva., que est en relacin
con la imago paterna
Llegamos a la explicacin lacaniana del mecanismo desencadenante de la
psicosis: es la falta de un significante primordial, implicando la no instauracin o la
prdida del Otro , la que produce como efecto todas las deformaciones en lo
imaginario de las que nos habla el delirio.( 19. en un trabajo anterior La carta
forzada de la clnica, en El laberinto de las estructuras. Siglo XXI -....- hemos
trabajado la diferencia de las explicaciones de Lacan y de Freud en cuanto al
mecanismo productor de la psicosis. El concepto de Verwerfung, utilizado por
Freud, es desplazado y reelaborado por Lacan) A este significante primordial que
puede faltar Lacan lo llama significante del Nombre del Padre.
Huelga aclarar que no se trata del padre que siempre es insuficiente en cuanto a
esta funcin. Se trata de un lugar, como dijimos antes, de una metfora, en donde
el Nombre del Padre deber sustituir al Deseo de la Madre para darle una
significacin al sujeto. Su frmula es:




( 20 Lacan J. Escritos . p 539)

La psicosis estallara entonces cuando el Nombre del Padre forcludo abre un
agujero en el significado. Por ese agujero, se produce un deslizamiento,
comparable a un derrumbe, por donde toda la realidad se trastoca en un desastre
creciente en lo imaginario, hasta que consiga estabilizarse de un cierto modo en la
metfora delirante.
Es al finalizar el trabajo De una cuestin`preliminar a todo tratamiento posible de la
psicosis que Lacan da su mejor definicin de la Metfora Paterna: "(es) el
significante que en el Otro, en cuanto lugar del significante, es el significante del
Otro en cuanto lugar de la Ley" ( 21- Lacan J.Escritos. p. 564)
El Otro, es el lugar de la Ley .Vemos as el aspecto paradojal de la misma, ya que
la Ley (con maysculas) es el supuesto necesario para que existan los sujetos
hablantes. La Ley est ya all, desde siempre, increada.
Para adentrarnos en esta relacin entre el Nombre del Padre y la psicosis tal como
la trabaja Lacan, debemos volvernos hacia la preocupacin freudiana por el lugar
del Padre en la introduccin del sujeto a la vida psquica.
Hay una constante que atraviesa la obra de Freud , desde el final de La
interpretacin de los sueos hasta el Moiss y la religin monotesta: en el primero
de los textos citados, encontramos a Freud debatindose, para dar un estatuto a la
realidad psquica qu tipo de realidad es sta, que sin ser material es tan real en
la produccin de sueos y sntomas?, en el segundo de los textos la pregunta a la
que Freud trata de dar respuesta y que es correlativa de la anterior es, cmo se
introduce la espiritualidad en la vida del hombre? La realidad psquica y la
espiritualidad , son entonces una y la misma cosa. Lacan la reformula sta idea
diciendo que es" el modo en que la verdad entra en la vida del hombre" ( 22-
Lacan J. , Sem.III., Las Psychoses.p.243).
Ambos planteos remiten a una misma pregunta, la pregunta por el origen de la
vida psquica y la existencia de la Ley como su condicin necesaria. La respuesta
freudiana nos remite a la significacin de la idea de padre, por ser el padre una
realidad sagrada, ms espiritual que ninguna otra. El padre y la Ley son los
requisitos para la instauracin de la vida psquica, en requisitos de subjetivacin.
Para dar cuenta del ya all de la Ley, Freud propone el mito sanguinario de la
horda primitiva que es Ttem y tab . Lacan estableca, con la metfora del
Nombre del Padre, una conceptualidad menos novelada o imaginarizada, tambin
menos teatral que el complejo de Edipo.
Cmo dar cuenta de la constitucin de la realidad psquica, de esta represin
originaria que es la puesta en escena de la otra escena, donde el deseo, el sueo
y la vida toman sus lugares?
Ese es el puesto del Nombre del Padre en la teora lacaniana y es paradojal
porque es la marca de un origen, que como todos sabemos despus de Derrida,
no es originario. Todos estamos, como en el cuento de Kafka, Ante la ley , porque
la ley est desde antes. Lacan dir "Antes que haya Nombre del Padre, no haba
padre, haba toda clase de cosas. Si Freud escribi Ttem y tab es que pensaba
entrever lo que all haba, pero seguramente antes que el trmino padre se hubiera
institudo en un cierto registro, histricamente no haba padre".( 23-Lacan J, op.
cit., p.344)
Vemos, al comentar esta cita, que es la institucin del trmino en un cierto
registro- el registro Simblico- el que hace padre al padre, y no a la inversa:
ningn padre, en su insuficiente realidad podra dar origen a ese lugar,;y sin
embargo, es desde all y en nombre de esa metfora; que todo padre se
autorizar.
l Nombre del Padre es as el reponsable de instaurar la significacin flica,
siendo el falo el significante responsable de todos los efectos de significacin.( 24,
- Lacan J. La significacin del falo, en Escritos, p.665), includo el de dar
significado flico al sujeto tal como lo vimos en la propuesta de la metfora ya
presentada.
Estos conceptos que se anudan sin recubrirse totalmente ni sustituirse, forman un
nudo importantsimo en la teora: el Nombre del Padre, el Falo y la Represin
originaria, son todas ellas formas de bordar alrededor de esta difcil
conceptualizacin. (25- Para un desarrollo de esta articulacin remitimos al libro
de Braunstein N., Goce ,Siglo XXI. Mxico....)
As, dependiendo del hecho que se instaure o se forcluya el Nombre del Padre,
metaforizando el Deseo de la Madre, tendremos modos de acceso diferenciados a
la realidad. Los esquemas R e I., que aparecen en el artculo de Lacan, De una
cuestn preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis ( 26 - Lacan J.,
Escritos , Siglo XXI .Mxico, ps.534 y 553, respectivamente) son intentos para dar
cuenta de la constitucin diferenciada de la realidad en el caso de las neurosis y
de las psicosis:








Aunque Lacan ya habla de Real ,Simblico e Imaginario, no es difcil percibir en
este esquema que a esta altura de su elaboracin el registro de lo Real se
confunde con la Realidad y que tanto lo real como la realidad dependen de lo que
acontezca en el registro de lo simblico. En el esquema R, donde se expresa la
constitucin de la realidad para el neurtico, el funcionamiento de P como la
posicin en A del Nombre-del-Padre, hace de sostn de la realidad delimitada por
el cuadrngulo MimI. El sujeto encuentra all el soporte para moverse en una
realidad compartida.
En el esquema I, en el caso de la psicosis, la falta de este anclaje en lo simblico,
produce un agujero que tiene su contrapartida en la distorsin que se produce en
lo Imaginario.
Es all donde alcanzamos a ver delinearse un ms all que lo simblico no llega a
cernir y que ser lo Real lacaniano. El psictico que forcluye la castracin la
reencuentra en una realidad agujereada, a la que l debe sostener con toda clase
de remiendos.
El paso para una lacaniana constitucin de la realidad an no ha sido franqueado
y el Nombre del Padre funciona an como un punto de capitn, punto ideal de
unin entre el significante y el significado; an nos encontramos en la tierra de la
palabra plena, aunque ms no sea como posibilidad.
Si bien el Nombre-del-Padre es un punto de capitonado no es el nico, en el
Seminario III ya deca: "Yo no llevo la cuenta, pero no es imposible que se llegue a
determinar el nmero mnimo de puntos de ligadura fundamentales entre el
significante y el significado necesarios para que un ser humano sea llamado
normal, y que, cuando stos no se establecen, o se aflojan, hacen al psictico. "(
27- Lacan J., op. cit.,p.304)
Comentar este prrafo es sealar que, as como una mesa necesita cierto nmero
de patas para conservarse en pie, as tambin el ser humano necesita de cierto
nmero de puntos de amarre para que su realidad no zozobre. Esos puntos son
en este momento del pensamiento de Lacan, plurales. Si lo sealamos es porque
encontramos aqu un antecedente de lo que despus Lacan llamar Los nombres
del Padre, en ese plural que nos lleva a preguntar por sus consecuencias tericas
y clnicas.
La concepcin de la forclusin del Nombre del Padre como mecanismo causal de
las psicosis se apoya en Freud para ir ms all de l: es posible sobrepasar al
padre, a condicin de servirse de l . En Freud encuentra Lacan los puntos de
apoyo para dar este lugar a la Verwerfung. Sin embargo, en la lectura del caso
Schreber, Freud plantea a la represin como mecanismo causal, y a la pulsin
homosexual como factor desencadenante.(28- Hemos abordado esta cuestin en
un trabajo anterior: La carta forzada de la clnica, en El laberinto de las
estructuras. Siglo XXI Mxico... ), Lacan har de la forclusin el mecanismo causal
diferencial, y desplazar la problemtica desde la pulsin homosexual reprimida a
la falla en la funcin paterna para instaurar la metfora.
Desde su formulacin, el concepto de forclusin ha sido un rasgo diferencial de la
clnica psicoanaltica lacaniana; las estructuras que generan la neurosis, la
psicosis o la perversin no estn en continuidad. Frente al problema de la
castracin, hay tres respuestas posibles: 1) la represin, que implica inscripcin
inconsciente del significante del Nombre del Padre, posibilitando el retorno de lo
reprimido en forma de sntoma que es ya una elaboracin simblica, 2) la
forclusin donde falta la inscripcin del Nombre del Padre, eso que falta en lo
simblico aparece en lo real bajo la forma de alucinacin y, finalmente, 3) la
renegacin o desmentida con su escenografa de ficcin en la clebre frase con
que la condensara O.Manonni, "ya lo s pero an as."
Resumiendo entonces, en este momento nos encontramos con que el estudio de
la psicosis modifica la relacin del psicoanlisis con la lingstica. Adems
promueve al primer lugar un mecanismo especfico en la causacin de la psicosis,
rompiendo con la idea de una continuidad entre las estructuras clnicas.
Daremos ahora un salto de muchos aos, para llegar con Lacan al ao 1963.
El 20 de noviembre de 1963, di la leccin inaugural y nica del seminario que
haba anunciado Los nombres del padre. Este seminario ha estimulado diversos
comentarios: su suspensin prematura en funcin de la situacin institucional de
su excomunin de la API lo ubica emblemticamente en el lugar central de la falta.
Punto crucial de encuentro de lo simblico de la teora, de lo real del trauma y de
los efectos imaginarios que genera, Lacan empieza esta nica clase con la
siguiente frase:
"Hoy no tengo la intencin de entregarme a ningn juego que se asemeje a un
golpe de efecto, no esperare
la finalizacin de ste seminario para decirles que ste es el ltimo que har" (
29 Lacan J., Seminario Los nombres del padre. indito)
La denegacin con la que comienza, slo desplaza el golpe de efecto, de su final a
su comienzo. Crnica de una suspensin anunciada el seminario mismo se
constituye en objeto de promesa y castigo: qu es lo que Lacan no habra dicho?
Qu es lo que no hubiera podido decir ( 30. Parafraseamos aqu a Derrida J. en
el comienzo de su artculo Pour l'amour de Lacan en Lacan con los filsofos.... ),lo
que queda abierto as es el espectro de posibilidades infinitas. Como promesa
incumplida, cuando Lacan en los seminarios posteriores hace mencin a ste
seminario suspendido dice ... "lo que hubiera podido decirles"... o en trminos de
amenaza..."lo que no les dir, porque no se lo merecen"...
J.A.Miller en su comentario del seminario inexistente (31. Miller J.A. Comentario
del seminario inexistente. Manantial, Bs.As. 1992 p.11), lo considera como una
referencia vaca. Recurriendo a la diferencia lgica entre intensin y extensin de
un concepto, considera que carece de extensin ya que bajo el ttulo que lo
alberga no hay ningn referente. Permitasenos discrepar ya que an tomndolo en
la lectura que l efecta, hay por lo menos uno, ( hommoinzun, como dira Lacan)
que es justamente, la sesin del 20-11-1963, que es la que estamos comentando.
Lo que ms nos inquieta del comentario de J .A.Miller es algo que se relaciona con
nuestra exposicin. Dice l:
"El Nombre -del Padre como metaforizador del Deseo de la Madre lo escribimos
as:
NP
DM
Pero lo que se debe recordar es que ese Nombre-del-Padre es ya antes la
metfora de la presencia del padre.
NP NP
DM PP (32- Miller J.A. ,op. cit, ps. 21-22)
La lectura logicista del concepto vaco para abordar el seminario inexistente es
una lectura posible (Miller alude a Calvino en su comentario, sin embargo
podramos recordar afortunadamente que El caballero inexistente goza de buena
salud, en el campo existente de la literatura), pero este fragmento que hemos
sustrado para subrayar nos parece un deslizamiento conceptual. Antes del
Nombre-del-Padre no haba Padre, dice Lacan en el seminario Las Psicosis. No es
la presencia del padre la que da consistencia a la metfora sino a la inversa, es
por la vigencia de la metfora que un padre cualquiera, siempre insuficiente puede
asumir, en tanto representante, su voz.
Nos detenemos en ste punto, porque constituye la base de nuestra exposicin y
de nuestra posicin. Si sostenemos que el Nombre-del-Padre, es desde siempre
una suplencia, lo es como suplencia sin titular, (33. consultar en este mismo texto
el trabajo de Gerber D....). Suple, s, al deseo de la madre, suple, s, a otro
significante, pero no a una presencia del padre. La presencia del padre slo puede
ser tal en tanto inscripto en el deseo de la madre.
Slo nos detendremos en algunos aspectos de ste seminario que se entrelazan
con nuestro tema.
En primer lugar, es intencin explcita de Lacan el ir ms all de Freud, poner en
prctica el aforismo de que es posible ir ms all del padre, a condicin de
servirse de l - lo que puede entenderse, tal vez sin demasiado forzamiento, en
una lnea institucional, en el momento que se lo excomulga l mismo se asume,
junto e incluso ms all de Freud, sirvindose de l ,como un padre del
psicoanlisis.
En segundo lugar el plural del ttulo apunta a no hacer del Nombre-del-Padre, un
significante trascendental, lo que equivale a sacar la problemtica del mbito
religioso. El Nombre-del-Padre es un tema de la religin .
En esta nica clase, del seminario de Los nombres del Padre, Lacan hace
referencia a dos episodios biblcos, ellos nos pueden dar la pauta del sendero que
recorremos.
El episodio de la zarza ardiente y la presentacin de Dios a Moiss bajo la forma
de la voz. El Dios sin nombre se presenta como el que soy, poniendo en evidencia
la funcin nominativa de la paternidad. El Padre no slo es el del Nombre, sino
tambin el que nombra siendo l mismo innombrable. El que nombra otorga el ser,
por lo que Dios es el ser y nadie podra aportrselo.
" ' Cuando vayas hacia ellos, les dirs que yo me llamo Yo soy. Ehye, Yo soy lo
que soy'.
La propiedad de estos trminos: designar las letras que componen el nombre,
siempre ciertas letras elegidas entre las consonantes.Yo soy, yo soy el cortejo, no
puede darse ningn otro sentido a este Yo Soy que el ser el nombre: Yo soy." (34.
Lacan J. Les noms du pere. indito).)
El otro episodio bblico al que recurre Lacan es el del sacrificio del hijo de
Abraham. Luego de la orden ms absurda que la f puede aceptar, la orden de
sacrificar a su hijo preferido. (35- no el nico, porque Abraham ya era padre de
Ismael, aunque l y su madre Agar, sean expulsados al desierto, una vez que
Sara accede a la maternidad, donde es tambin la intervencin del ngel la que
les salva la vida). Caminan en silencio hasta llegar al lugar elegido donde la
intervencin del ngel detiene la mano obediente y le seala el cordero para
sacrificarlo en lugar el de Isaac. Se trata de una sustitucin y lo que se sacrifica es
el antepasado, el dios de su raza. Del mito al rito, que representa alegricamente
el asesinato primitivo.
Si el padre primordial, anterior a la prohibicin del incesto no puede ser ms que
un animal, acorde con el mito del animal su satisfaccin no tiene lmite. Para ir
ms all del mito estn el sacrificio y el resto.
Estos son los elementos con los que Lacan parece indicar la direccin a seguir a
pesar de la necesaria interrupcin del seminario: " el mito... nos hace procesar
sobre estos tres trminos: el goce, el deseo y el objeto". ( 36- Lacan J. ,op. cit. El
subrayado es nuestro)
El asesinato del padre es el mito necesario para hacer aparecer la ley que har
posible el deseo. Tal la primera formulacin lacaniana.Slo que esta perspectiva
dejaba abierta la puerta para una posible armona entre la ley y el deseo. La
imposibilidad de tal armona justifica el nfasis que Lacan pone en el papel del
objeto , como causa del deseo, refuerza el carcter imposible, incolmable de ese
reencuentro.
Los Nombres-del-Padre apareceran as, como los mitos sobre la prdida del
goce. Tal la funcin paterna, designa y disear, la ausencia de la madre.
Circunscribir el vaco de la prdida del goce y la causa del deseo.
Siguiendo en la lnea que nos habamos propuesto al principio, y sin que hagamos
una lectura exhaustiva de l, llegamos al Seminario XXII , RSI.
Es sabido que este seminario corresponde a la poca de lo que Elizabeth
Roudinesco (37- Roudinesco E. Histoire de la psychanalyse.... ) llama , el planeta
borromeo. En el campo institucional este seminario constituye un verdadero
parteaguas que ubica a los partidarios del matema de un lado, y a los defensores
del nudo borromeo del otro. No es nuestra intencin aqu navegar por esta
temtica, ella queda abierta a la relectura esencial de Lacan versus Lacan. Tal
lectura deber dar cuenta de esta progresin con rupturas que es su enseanza, y
responder a la pregunta si hay oposicin o continuidad entre matemas y nudos.
En la sesin del 2 de febrero 1975, Lacan plantea la pregunta que es centraldesde
nuestra perspectiva y por eso voy a transcribir la cita de modo integral;
"Yo plantear este ao la pregunta de si, cuando falla el anudamiento del
Imaginario, de lo Simblico y de lo Real; esta funcin suplementaria en suma, de
un toro de ms, aquel cuya consistencia habra que referir a la funcin llamada del
padre. Es porque estas cosas me interesaban desde hace tiempo- aunque yo no
haba encontrado an en esa poca el modo de figurarlo- que he comenzado .Los
nombres del Padre. Hay en efecto numerosos modos de ilustrar la manera en que
Freud, como es patente en su texto, solo hace sostener la conjuncin de lo
Simblico, de lo Imaginario y de lo Real por los nombres del padre." y pocas lneas
ms adelante, "No es porque s que yo lo he llamado Los nombres del Padre y no
el nombre del padre -yo tena un cierto nmero de ideas sobre la suplencia que
toma este adelanto de Freud de los nombres del padre. No es porque sta
suplencia no sea indispensable que no tenga lugar. Nuestro Imaginario, nuestro
Simblico y nuestro Real estn tal vez, para cada uno de nosotros, en un estado
de suficiente disociacin para que slo el nombre del padre haga nudo borromeo,
y haga sostener todo esto junto, haga nudo de lo Simblico, de lo Imaginario y de
lo Real". (38. Lacan J.Seminario RSI 1974-75, indito)
Hemos elegido este largo y complejo prrafo como tesis del seminario RSI. Para
glosarlo conviene resaltar algunos aspectos: Lacan insiste y subraya el plural de
Los nombres del padre atribiyndoles una funcin de suplencia, son ellos los que
dan consistencia a los registros, cuando algo en su anudamiento falla y permiten
as, que haya nudo. La importancia de hacer nudo es nada ms y nada menos la
de conservar una estructura que permita eludir la psicosis. Esa es, la funcin del
nudo, que depende del posible elemento de suplencia. Aqu nos encontramos con
esa forma tan peculiar de Lacan de matizar sus enunciados, permitindoles
quedar abiertos a mltiples interpretaciones: la suplencia no es indispensable, y
sin embargo tiene lugar; adems tal vez (subrayado nuestro) para cada uno de
nosotros los registros estn en un estado de suficiente disociacin como para que
slo el nombre del padre haga nudo borromeo.
Aqu es donde cabe preguntar por todos los deslizamientos que se han producido:
en el seminario II, la forclusin del. Nombre-del-Padre era una falla en lo simblico
responsable del estallido psictico. Aqu los nombres del padre ocupan un lugar
adicional de suplencia que permite sostener y dar consistencia a los registros
cuando el anudamiento falla, llegando incluso a plantear que tal vez falla siempre.
De ser as debemos suponer que la potencialidad psictica est siempre
presente?, debemos renunciar a las diferencias estructurales entre las diversas
estructuras clnicas?
No nos apresuremos a contestar sin antes revisar lo que nos depara el seminario
siguiente Le sinthome, pero tampoco dejemos pasar el final del seminario RSI : "El
ao prximo me interrogar sobre lo que conviene dar como sustancia al nombre
del padre." (subrayado nuestro ).
Los nombres del padre como suplenciasque premiten hacer nudo y dar
consistencia a los registros y la funcin de nominacin son los materiales que
pavimentan la entrada al seminario siguiente. Los seminarios de Lacan no se
dejan simplificar, por eso todo abordaje de alguno de ellos es necesariamente
incompleto, insuficiente. No nos queda pues, ms que aplicar la funcin de corte,
que es tambin recorte y por lo tanto parcializacin.
Comenzaremos por enunciar lo que no habremos de abordar:; es decir, la
orfebrera topolgica en ese dilogo que Kacan sostiene con Soury y Thom.
Tampoco nos explayaremos a la lectura de lo que Lacan expone sobre Joyce ,
que es a nuestro modo de ver un maravilloso ejemplo de la carta forzada de la
clnica ( 39- Remitimos para ello al lector al trabajo de Braunstein N. en El
laberinto de las estructuras. Siglo XXI. Mxico p. )
Lo que s abordaremos es el concepto mismo que da nombre al seminario Le
sinthome, y sus consecuencias para la conceptualizacin y la clnica de las
psicosis.
En primer lugar vemos a Lacan oficiar en funcin paterna si el padre es el que
nombra. El es quien le da nombre y lo designa: Joyce, le sinthome.
La elaboracin de este seminario discurre sobre el destino de los registros.
Despus de haber planteado que los tres registros son equivalentes, surge el
problema de que los mismos en continuidad forman cadena pero no nudo, lo que
justifica la pregunta de la leccin del 16 de diciembre de 1975: si no parecera
que, para que la cadena borromea haga nudo el mnimo es siempre de cuatro?

El sinthome es este cuarto elemento que permite hacer nudo cuando los registros
no estn bien amarrados, pero la pregunta que incluye un siempre hace pensar
que el sinthome o cuarto nudo no es contingente sino necesario. Pero, si el sujeto,
por medio de su sinthome puede eludir el desencadenamiento de una psicosis
cuando existe una falla estructural, debemos pensar es sta , la de la psicosis,
una posibilidad siempre virtual?
Aplicado al caso Joyce, surge repetidamente la pregunta sin respuesta :
"Y lo que yo planteo como pregunta, pues es de eso de lo que se trata, es de
saber si Joyce era o no loco, despus de todo, porqu no lo habra sido? Y esto,
tanto ms cuanto que no es un privilegio, si es verdad que en la mayora, lo
Simblico, lo Imaginario y lo Real estn embrollados, al punto de continuarse uno
en otro, si no hay operacin que los distinga en la cadena,para hablar con
propiedad, la cadena del nudo borromeo, del pretendido nudo borromeo porque el
nudo borromeo no es un nudo, es una cadena. Porqu no captar que cada uno de
estos bucles se continua en el otro de un modo estrictamente indiferenciado, y
que, al mismo tiempo, ser loco no es un privilegio.
"Lo que yo propongo, aqu, es considerar al caso Joyce respondiendo a algo que
sera un modo de suplir, de suplir ese desanudamiento, ese desanudamiento que
como Uds. ven yo supongo." (40, Lacan J. op. cit. leccin del 20-1-76.)
Poco ms adelante en sta misma leccin es que Lacan habla de forclusin de
hecho del Nombre del Padre para el caso Joyce: elegante moso de eludir la
respuesta, o en todo caso, una respuesta que como la verdad en Lacan slo
puede ser dicha a medias. De ste modo es el sinthome de Joyce, la escritura, lo
que le habra permitido eludir la psicosis a pesar de existir para l una forclusin
de hecho.
Podramos intentar un resumen uniendo las puntas que hemos dejado sueltas en
nuestra exposicin. Despus de formular en el Seminario III Psyhoses, la
forclusin de la mestfora paterna como mecanismo especfico de las psicosis, en
el seminario Los nombres del Padre (1963) Lacan vuelve a trabajar el tema de la
psicosis pero quita de su centro el carcter trascendental del Nombre-del-Padre al
pluralizarlo, secularizndolo si podemos hablar as. Aos despus (1974) ocupado
an en el problema no resuelto de la psicosis, se preguntarse por la posibilidad de
la suplencia. Es decir , que en el caso de un desanudamiento de los registros de lo
Real, lo Simblico y lo imaginario, es posible eludir el estallido psictico por medio
del sinthome. Los, registros mal anudados, hacen cadena y no nudo, se ubican en
continuidad de manera indiferenciada, el sinthome funcionando como cuarto nudo
vuelve a diferenciar a los registros. Ahora bien, si esto es vlido y siempre posible
para la mayora, nos encontramos con que la psicosos no es un destino
estructural.
Nuestra hiptesis elaborada a partir de sta lectura, es esta: siempre que nos
enfrentemos con un estallido psictico vamos a encontrar con ese punto de falla
que es la forclusin del nombre del padre, pero no siempre que exista tal
forclusin la psicosis har su aparicin. Queda para el sujeto la posibilidad de
elaborar su sinthome, su suplencia que le permita, hacer nudo y mantener la
consistencia con la cual circular por la vida Sabemos de los problemas lgicos que
plantea sta conclusin, y sin embargo as es como la plantea Lacan y como por
otro lado aparece en la clnica

Lejos estamos de haber despejado el enigma que plantean las psicosis , en su
desencadenamiento, en su posible evitacin, en su evolucin..A pesar de todo lo
avanzado en los intentos analticos de exploracin y accin en ste campo, es
necesario reconocer que no se ha resuelto su desafo y todava nos encontramos,
en las cuestiones preliminares de todo tratamiento posible de las mismas.