Reciban saludos deseando que la gracia y fuerza del Espíritu siga animando e iluminando nuestra vida y compromiso por la VIDA.
Ante los últimos acontecimientos vividos en la Resistencia Pacifica La Puya y otros focos de conflicto a nivel nacional, les compartimos por medio de un comunicado nuestro pensar y sentir como Vida Religiosa en Guatemala. Compartirlo con sus contactos.
Bien, animadas /os por el Espíritu de Jesús y las palabras del papa Francisco sigamos viviendo con fidelidad y amor nuestro llamado en el aquí y ahora de nuestra historia.
Fraternalmente,
Secretaria de CONFREGUA
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
50 vistas6 páginas
Reciban saludos deseando que la gracia y fuerza del Espíritu siga animando e iluminando nuestra vida y compromiso por la VIDA.
Ante los últimos acontecimientos vividos en la Resistencia Pacifica La Puya y otros focos de conflicto a nivel nacional, les compartimos por medio de un comunicado nuestro pensar y sentir como Vida Religiosa en Guatemala. Compartirlo con sus contactos.
Bien, animadas /os por el Espíritu de Jesús y las palabras del papa Francisco sigamos viviendo con fidelidad y amor nuestro llamado en el aquí y ahora de nuestra historia.
Fraternalmente,
Secretaria de CONFREGUA
Reciban saludos deseando que la gracia y fuerza del Espíritu siga animando e iluminando nuestra vida y compromiso por la VIDA.
Ante los últimos acontecimientos vividos en la Resistencia Pacifica La Puya y otros focos de conflicto a nivel nacional, les compartimos por medio de un comunicado nuestro pensar y sentir como Vida Religiosa en Guatemala. Compartirlo con sus contactos.
Bien, animadas /os por el Espíritu de Jesús y las palabras del papa Francisco sigamos viviendo con fidelidad y amor nuestro llamado en el aquí y ahora de nuestra historia.
Fraternalmente,
Secretaria de CONFREGUA
Reciban saludos deseando que la gracia y fuerza del Espíritu siga animando e iluminando nuestra vida y compromiso por la VIDA.
Ante los últimos acontecimientos vividos en la Resistencia Pacifica La Puya y otros focos de conflicto a nivel nacional, les compartimos por medio de un comunicado nuestro pensar y sentir como Vida Religiosa en Guatemala. Compartirlo con sus contactos.
Bien, animadas /os por el Espíritu de Jesús y las palabras del papa Francisco sigamos viviendo con fidelidad y amor nuestro llamado en el aquí y ahora de nuestra historia.
Fraternalmente,
Secretaria de CONFREGUA
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6
Comunidad de Resistencia Pacfica de La Puya, Guatemala. 23 de mayo de 2014.
El da de ayer viernes 23 de mayo, aproximadamente a las cuatro y media de la
madrugada, un fuerte contingente de policas y de antimotines custodiando un camin que cargaba una gran mquina excavadora se presentaron en el lugar donde desde hace ms de dos aos se estableci un grupo de campesinos que se autodenominan Comunidad en Resistencia Pacfica de La Puya. Pronto se dio la alerta a travs de los mviles para informar del intento de entrada forzada y sonaron las campanas de las comunidades ms cercanas al punto: El Carrizal, La Cholea La gente fue llegando para apoyar a los compaeros que esa noche estaban haciendo turno. Tambin llegaron grupos de Derechos Humanos a lo largo de la maana: Procuradura de los Derechos Humanos, Derechos Humanos de la ONU, Brigadas de Paz, Oficina de los Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala y otras organizaciones sociales y de prensa independiente. A las diez de la maana pude observar muchos canales de Televisin Nacionales, prcticamente todos, lo cual presagiaba que algo serio iba a pasar. Como efectivamente sucedi. Durante toda la maana los distintos organismos de Derechos Humanos estuvieron platicando con el responsable del contingente policial, que a mitad de la maana llegara a unos trescientos elementos o ms. Entre ellos unos 75 antimotines con todo su equipo, mucha mujer polica e incluso personal de Migracin para pedir la documentacin a los extranjeros que estaban apoyando a los campesinos de San Jos del Golfo y de San Pedro Ayampuc, no eran muchos pero algunos haba, sobre todo de la prensa independiente y de organizaciones sociales y religiosas. La Comunidad en Resistencia Pacfica de La Puya pide cada da permiso de manifestacin para que no la puedan acusar de que est fuera de la ley. La carretera que comunica El Carrizal con San Jos del Golfo nunca est cortada con lo cual no les pueden acusar de que obstaculizan la libre locomocin. Lo nico que estn bloqueando, y defendiendo, es que ninguna mquina de la minera entre al terreno donde est la mina. El permiso de explotacin fue extendido en contra del sentir de los pobladores de las comunidades aledaas que estn muy preocupados por la contaminacin ambiental, especialmente de las fuentes de agua, que puede provocar la explotacin minera de metales pesados a cielo abierto; de hecho estudios independientes revelan que la calidad del agua actualmente no es buena por el alto contenido de arsnico que ya de por s tiene y que se agravara an ms cuando la mina empiece a trabajar. Estudios realizado afirman que las rocas del lugar contienen oro y plata pero un 48% es arsnico, por ello hasta el momento no se haban explotado esas minas, por su alto ndice de peligrosidad. Una de las organizaciones que apoyan a esta comunidad en Resistencia Pacfica meti en horas de la maana un recurso de exhibicin personal con el objetivo de que no se ejecutara la orden administrativa de desalojo. Toda la maana los antimotines y la polica se mantuvieron bloqueando el camino y esperando la orden de ataque. No dejaban entrar con vehculo a nadie en direccin a La Puya, ellos s pueden impedir la libre circulacin. Hacia el medio da lleg la juez de paz de San Jos del Golfo y todos tenamos la esperanza de que diera una contraorden pero lo nico que vino a decir era que ella no tena potestad para impedir nada pues aunque los antimotines, la polica nacional civil, los personeros de la mina y el personal de migracin estaban en territorio de San Jos del Golfo la entrada de la mina y los campesinos de la Resistencia Pacfica estaban en terreno de San Pedro Ayampuc Se retir del lugar y en ese momento el inspector policial orden que se preparara el desalojo. Lo lgico, tico y legal hubiera sido que si esa juez no tena potestad para resolver la situacin del recurso de exhibicin personal se hubiera esperado a la jueza de San Pedro Ayampuc que segn ella s lo tena, pero como todo estaba programado para el desalojo violento no se esper ms y se dio la orden de arremeter contra las personas que all estaban manifestndose para defender la vida, el medio ambiente, el agua, el territorio, el futuro... Los lderes de la Resistencia dijeron a la gente que se quitara del camino principal y que se sentara en el suelo frente al portn de la entrada al terreno de la mina. Un grupo de antimotines como de cuarenta o cincuenta se agruparon en cinco o seis filas fondo para ir avanzando. Detrs de ellos el camin con la mquina excavadora. La primera fila de la Resistencia que estaba sentada o de rodillas entonando canciones religiosas, con la imagen de la Virgen en las manos o con el crucifijo en alto, estaba conformada, como siempre, por mujeres y nios de todas las edades. Como es una resistencia pacfica nunca pensaron que iban a tratarlos como si estuvieran desalojando a hombres pero los antimotines no estaban ya con la idea de respetar absolutamente nada. Se escuch el primer disparo de arma de fuego lanzando bombas lacrimgenas hacia las nias, nios, mujeres, ancianas que alcanzaron de lleno las primeras filas, provocando un gran desconcierto entre todos y obligando a la gente a levantarse y escapar de ese humo que te provocaba un fuerte dolor en los ojos, desorientacin, falta de aire en los pulmones y deseos de vomitar. Algunos de los agentes antimotines rociaron directamente en los ojos de las mujeres y ancianas un lquido irritante que pareca pimienta. Los observadores de Derechos Humanos y de los medios de comunicacin independientes, en ese primer momento estaban entre los policas y los campesinos tratando de evitar el enfrentamiento pero pronto se dieron cuenta de que no tenan nada que hacer ah y se retiraron a los costados para grabar y ser testigos presenciales del abuso de fuerza y de la represin que estaban ejerciendo contra la poblacin indefensa. En la primera arremetida lo nico que hicieron los que estaban en medio de los gases fue devolverles los botes que iban cayendo lo cual provoc que se replegaran ya que ellos no llevaban tampoco mascarillas y tambin les afectaba el humo de las bombas de gas que ellos disparaban y que la gente les devolva. Fui testigo de algo inslito, los disparos de los botes de gas iban dirigidos en forma lineal contra las primeras filas de los que estaban sentados o de rodillas con la intencin de resistir pacficamente. Soy testigo del impacto que recibi una adolescente o jovencita en pleno rostro de un bote de gas lanzado a menos de un metro de altura del suelo y dirigido directamente contra los manifestantes. Cay para atrs desorientada y su rostro se llen de sangre inmediatamente por la contundencia del impacto que le fue lanzado a menos de veinte metros de distancia. La incorporaron e inmediatamente fue sacada valientemente por varias personas en medio de todas las bombas lacrimgenas que seguan cayendo. La llevaron a una ambulancia, la nica que haba en ese momento y que fue enviada no se sabe por quin desde el municipio de Palencia. En todo lo que dur el ataque, aproximadamente una hora y media, los dems heridos se tuvieron que conformar con ser sacados del lugar a la espera de que acabara todo. Cerca de las cuatro de la tarde llegaron las primeras ambulancias. Lo tenan todo programado menos la evacuacin de los heridos, tanto de ellos como de la Resistencia, es irnico ir a la batalla sin mdicos o enfermeros, los pobres policas estaban tan expuestos al humo y al gas como los dems, ser que a sus jefes les importa? La segunda arremetida fue semejante a la anterior con la diferencia de que, visto lo anterior, los nios fueron retirados. Las mujeres, de nuevo al frente, les hablaban y les gritaban a los antimotines que por qu las estaban agrediendo, que ellas eran mujeres, que estaban sin armas, que defendan el futuro de sus hijos, que eran campesinas que lo nico que saben hacer es trabajar y que no quieren que empresas extranjeras contaminen su agua y su tierra Otra de las lderes que estaba a metro y medio reclamndoles a los policas fue alcanzada por otro cartucho de gas justo encima de su corazn, entre el corazn y el hombro; cay al suelo llorando de dolor y de rabia. Otra mujer y un servidor la levantamos y la sacamos del rea. Cuando se recuper ah estaba de nuevo en la siguiente embestida de los antimotines. Se volvieron a replegar porque no aguantaban los botes de humo que la poblacin les regresaba. En la segunda arremetida de los antimotines la gente increblemente sigui aguantando sin lanzar nada absolutamente, ni piedras ni leos, solamente vi a un joven que tena un leo en la mano y a una persona de la ODHAG dicindole que no lanzara nada que era una manifestacin pacfica y que eso precisamente era lo que la polica quera provocar para despus sacarlo en las noticias. Algo interesante es que detrs de la polica haba un seor con una cmara profesional filmando a toda la gente y todo lo que estaba pasando. Tendrn en este momento la filmacin de todo lo que pas, de los rostros de todos los que estbamos all, y me imagino que dentro de unos das sacarn rdenes de aprensin para todos los que en la cuarta y en la quinta arremetida se defendieron con lo que tenan a mano. La mayor parte de ellos hombres de todas las edades que despus de haber sido agredidos y de ver cmo golpearon a sus mujeres y a sus hijos no aguantaron ms y se empezaron a defender. Muchos de los hombres que a rostro descubierto se enfrentaron cara a cara y a escasos metros de distancia, calculo unos seis u ocho metros, eran personas de la tercera edad. Alguno que otro se ocultaba sabiamente el rostro, pero la mayora no, porque entendan que no estaban haciendo nada malo, se estaban defendiendo de una ataque desproporcionado y abusivo. A partir de la tercera, cuarta y quinta arremetida muchos uniformados y antimotines se subieron a la loma y empezaron a disparar. La gente no poda defenderse ni resistir. Los uniformados empezaron tambin a tirar piedras y palos. A mi lado cay una piedra de casi dos libras de peso, enorme. La gente empez a insultar a la polica, les llamaba cobardes, traidores, que estaban al servicio de las empresas extranjeras en vez de defenderles a ellos que son los que estn pagando sus salarios y otro montn de insultos que todos nos podemos imaginar. Pero como estn entrenados para aguantarlo todo siguieron adelante. Los jefes de ellos tambin arengaban a su uniformados dicindoles que no se dejaran, que para eso haban entrenado, que siguieran adelante y cosas por el estilo. Al final nos sacaron del sitio a base de palos, de botes de humo y de cansancio. Y nos hicieron incluso retroceder como a unos cien metros de distancia con los botes de humo que nos seguan lanzando. La mquina fue descargada y empez a dejar libre la entrada, quitando todo lo que le estorbaba. El ministro de gobernacin sali haciendo declaraciones sesgadas y diciendo mentiras y medias verdades. En la tarde los medios de comunicacin televisivos, canal 3, 7,11, 13, Guatevisin y algunos ms informaron tambin de forma sesgada lo acontecido, al igual que lo estuvieron haciendo a lo largo de todo el da la radio Sonora y Emisoras Unidas. Es triste que los medios de comunicacin masivos que tenemos en Guatemala estn al servicio de los grandes intereses en vez de estar al servicio de la verdad y al servicio de la gente a la que estn pisoteando sus derechos. Otra cosa sera Guatemala si ellos hicieran bien su labor de informar con la verdad y no venderse al mejor postor, en vez de rendir pleitesa a los que les pagan anuncindose en sus medios. Hoy, 24 de mayo, Prensa Libre, Siglo XXI y El Peridico, igual que los otros medios, con sus artculos y fotografas, siguen haciendo su papel de sercaja de resonancia de la versin oficial. Todos estos medios viven de la sangre y del dolor provocado, en muchos casos, por quienes les patrocinan. No s sabe bien quin dio la orden de desalojo, lo sabremos en los prximos das, pero en momentos antes de la agresin se escuchaba que haba sido una orden directa del Presidente del Gobierno. Este punto tambin lo sabremos con certeza en los prximos das. Qu viene ahora? Se acab la Resistencia Pacfica? Empezar la persecucin contra los lderes? Los acusarn de terroristas? Todo puede pasar. Por parte de todos nos tendramos que preguntar de qu lado nos ponemos. Dos aos de resistencia pacfica no han sido en vano. Aunque todo esto se acabara aqu la experiencia tenida es muy valiosa y merece la pena darla a conocer porque debera servir de motivacin para las comunidades que tienen y van a tener problemas semejantes. Las empresas internacionales se estn aprovechando de la debilidad poltica, econmica y social de los pases del Tercer Mundo para seguir explotndolos y expolindolos de todos sus recursos naturales. Quisiera terminar esta breve crnica de lo que hemos visto y odo reconociendo la valenta, la heroicidad, la generosidad, la solidaridad y la claridad de pensamiento de todos los que resistieron a este brutal ataque del da de ayer 23 de mayo de 2014. No han sido derrotados. Uno de ustedes me deca unas horas antes del enfrentamiento Pasar solo lo que Dios quiera que pase. Y si nos desalojan Dios se encargar de hacer justicia, porque l puede hacer desaparecer de la tierra todo lo que con tanta ansia estn buscando como ha sucedido en otros sitios. Que Dios le oiga a este buen Seor. Esta Resistencia Pacfica est inspirada en el Evangelio y la gente de La Puya son personas de fe, que a pesar de todo siguen confiando y creyendo que Dios est con ellos. jala que nosotros tambin!