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FUNDAMENTOS DE LA EDUCACION

CURSO: PROFESORADO DANZAS FOLKLORICAS 1 AO


ALUMNOS:
CONTINO, ROSANA
MARAON, ANTONELA
SALVADOR, MONICA

TRABAJO PARCIAL INTEGRADOR
PRIMER CUATRIMESTRE

CONSIGNAS DEL TRABAJO

1) Leer el captulo (epilogo) y el cap. VII (pg. 145) para definir el trmino postmodernidad
entendido el mismo el resultado del fracaso moderno.


El trmino posmodernidad nace en la dcada de los 70 en los pases occidentales, para caracterizar
al capitalismo tardo que, como vimos, sacraliza el consumo. La profunda crisis de la Razn imperial
que se evidenciaba en los pases centrales llev a una total incredulidad con respecto a los
metarrelatos. Se neg asimismo a la ciencia positiva su pretensin de constituir un saber indiscutible,
y de tal cuestionamiento sistemtico surgi una especulacin que se llam deconstructiva, que no
tard en hacerse cmplice, por la va de un relativismo extremo y la dilucin de la dialctica, de la
abolicin de la historia. La modernidad fue puesta en el banquillo de los acusados, y autores como
Lyotard y Vattimo trataron de demoler sus ltimas ciudadelas.
Para varios tericos de esta tendencia, la mutacin propuesta representara un progreso de la razn y
de la libertad, en la medida en que promovera individuos ms crticos ante los grandes discursos
autoritarios, ms abiertos a los argumentos e ideas del otro, sin encerrarse tampoco en rgidas
tradiciones religiosas o ideolgicas. El rechazo de la utopa y de las ideologas del progreso humano
lleva a sospechar del futuro, del que se espera poco. Se prefiere vivir el presente, sin perder tiempo
con proyectos histricos movilizadores. Fue Habermas el primero en plantear la relacin que se
estableca entre el posmodernismo y el neo-conservatismo. Baudrillard defini a la revolucin
posmoderna como un gigantesco proceso de perdida de sentido. A raz de esto, Castoriadis vera a
Occidente como etnocentrista, etnocidiario y suicida, y hablara de la desertificacin del sentido.
Lo que no se puede perder de vista es que el pensamiento posmoderno responde a una crisis del
discurso hegemnico, y es un lamento ms de Occidente por las cosas que destruye con su
intolerancia y apetito desenfrenado. No podemos hacernos cargo de dicha crisis como si fuera propia,
porque ello fue siempre la prueba ms pattica del colonialismo cultural y la dependencia. Tampoco
la podemos tomar como causa para desmovilizarnos y abandonar el cauce de nuestra historia. Por el
contrario, ha de ser un aliciente para recuperarla, para profundizar en la bsqueda de nuestra propia
modernidad, reorientando un proceso por el que ya pagamos un alto precio en lo poltico-econmico,
y ms an en lo socio-cultural. Despus de arrasar el mundo perifrico en nombre de su modernidad,
Occidente proclama el fin de la misma e invita a desensillar, a olvidar las heridas viejas y sobre todo
las grandes reivindicaciones, ya que lamentablemente la historia ha terminado y hay que volver a
casa.
Se trata de un discurso cnico, pues sabemos, y lo saben tambin ellos, que la historia est lejos de
terminarse, por ms que se pretenda renunciar a toda utopa. Porque mientras exista la especie humana
habr historia, es decir, acontecimientos significativos, hegemonas, contradicciones, grupos de poder,
discriminaciones, dominaciones, y por cierto tambin resistencia, lucha por los derechos pisoteados,
contraofensivas. Deca Mirko Lauer que la posmodernidad de algo que no alcanzo su propia
modernidad no es ms que un voluntarismo sobre textos ajenos, un mero gesto de colonizado. Para l,
el tema de la posmodernidad no pasa de ser una nueva imposicin, una moda acadmica intelectual,
como lo fuera antes el estructuralismo.
Esto nos viene a indicar que la relacin entre tradicin y modernidad debe seguir siendo para nosotros
ms importante que las especulaciones que provoca la relacin modernidad/posmodernidad, y que lo
que necesitamos en el punto de partida es la crtica a la sociedad posmoderna, pues es su subcultura a
la que hay que oponer un modelo alternativo, que implique una apuesta esperanzad al futuro. Basta
esa negacin profunda, desembozada, para ensombrecer el tan cacareado triunfo del capitalismo
occidental, que constituye el pilar de la globalizacin, donde a pesar de su retrica pluralista y
democrtica no hay aspiracin alguna a establecer un dialogo con otros modelos, y ni siquiera una
intencin de consolidar una democracia verdadera, que no se reduzca a un mero instrumento para
enmascarar el totalitarismo del mercado.
Posmodernidad aplicada como sustantivo para referirse a una poca y como adjetivo a toda clase de
productos: arquitectura posmoderna, msica posmoderna, etc. Como poca la posmodernidad seguira
a la modernidad y se caracterizara por construir el resultado de la crisis de algunas grandes ideas que
habran caracterizado a la modernidad, es decir al pensamiento de los siglos XVII, XVIII Y XIX: la
idea de progreso y futuro mejor, la idea de revolucionar el orden social injusto, la idea de que gracias
a la ciencia se pueden alcanzar la verdad y el bienestar.
Idea de progreso: est en la base de grandes filosofas hegemnicas en los siglos XVIII y XIX: el
iluminismo, el positivismo, y el marxismo. La misma idea ya haba sido criticada por los romnticos
almacenes del siglo XIX y una valoracin muy crtica de la modernidad en su conjunto haba sido
realizada por Nietzsche. El desencanto se produce porque se considera que los ideales de la
modernidad no se cumplieron, menos aun si se entiende que dichos ideales eran universalistas, es
decir, deban valer para toda la humanidad.
Idea de revolucionar el orden social injusto: en el siglo XIX el ideario socialista, que se considera en
su mayor parte heredero del pensamiento de la ilustracin, acenta la defensa de la fraternidad y la
igualdad, haciendo notar la insuficiencia de la igualdad socioeconmica, como condicin para el
desarrollo de la libertad de todos los miembros de la sociedad y no solo de unos pocos.
Idea de que gracias a la ciencia se pueden alcanzar la verdad y el bienestar: Lyotard denomina 3
grandes relatos; para dar unidad y fundamentar las instituciones y las prcticas sociales y polticas,
las legislaciones, las ticas y las maneras de pensar.

A-Uno de los grandes relatos: de origen hegeliano: la historia humana es la marcha del espritu hacia
la libertad, todo lo real es racional y todo lo racional es real.
B-Segundo gran relato: es el de la emancipacin de los trabajadores y la lucha por la sociedad sin
clases.
C-Tercer gran relato: de origen positivista promete un mundo de bienestar para todos basado en el
desarrollo de la ciencia y la industria.
En los relatos de la modernidad, la ciencia se legitimaba por sus promesas de verdad y garanta de un
mundo mejor; esta promesa de mundo mejor se ve cuestionada por las aplicaciones militares y la
posibilidad de contaminacin y destruccin de la naturaleza por las aplicaciones tecnolgicas. Sin
embargo, la crisis afecta los relatos de la modernidad y el papel que esta le haba asignado a la
ciencia, pero no a los conocimientos cientficos que se desarrollan en todas direcciones. La actitud
posmoderna en este respecto, es la aceptacin de la ciencia.
Ms all de que la filosofa y las obras de los filsofos sean el teatro de la disputa terica entre
diversas ideas, la cuestin planteada tiene una llamativa sustancia practica en la medida en que estas
ideas son la base terica de propuestas en el plano poltico, social, econmico, educativo, etc. las ideas
filosficas contribuyen, al menos a veces, a moldear las circunstancias y el futuro de los hombres.

2) Realizar actividades propuestas de cada apartado del epilogo de Guillermo Obiols.






































SOCIEDAD

INDUSTRIAL
SOCIEDAD
POST
INDUSTRIAL
Poblacin

Creciente Estancada
Asentamiento Urbano Suburbano
Produccin Industrial Servicios
Actividad
econmica
Fabricacin Informacin
Movilidad
fsica
Grande Muy grande
Estratificacin Estatus adquirido Desdibujada
Comunicacin Colectiva Global
Valoracin del
tiempo
Grande: puntualidad Muy grande:
flexibilidad
Educacin Generalizada Especializada
Gobierno Limitado Democrtico
Estado Aparece el concepto de
Estado Nacin
Estado de Bienestar
Retraccin del
Estado



Organizacin Burocrtica Desregulada
Relaciones
sociales
Capitalistas Participativas

MODERNIDAD

POSMODERNIDAD

La creencia de una realidad
esencial predeterminada, que se poda
desentraar a travs de la ciencia, y la creencia
en la posibilidad de la ciencia de dar cuenta de
esa realidad a travs del conocimiento
emprico, orientado por el mtodo cientfico.

El proletariado no haba producido la
revolucin como lo haba previsto Marx, y por
el contrario haba fracasado completamente en
Alemania, aunque se produjo en contextos
agrarios como el ruso, con condiciones
materiales opuestas a las previstas por Marx,
como los pases industrializados.

El papel del intelectual de izquierda resulta
profundamente cuestionado, pues se vea ante la
encrucijada del pensamiento autnomo objetivo,
libre de compromisos, y la respuesta a un
compromiso social,- poltico, que no
comprometiera sus propuestas tericas a favor
de un partido.

La ciencia moderna, en trminos cronolgicos,
es la que comenz aproximadamente entre el
siglo XVI y XVII, tuvo su mayor auge entre los
siglos XVIII y XIX. En trminos conceptuales
es la ciencia que asume como valores o
compromisos los rasgos del positivismo y
convierte en modelo los logros y xitos de la
fsica newtoniana.

Ella ha entrado en crisis gradual y
materialmente entre 1920 y 1950, crisis que
todava se mantiene.

La ciencia moderna tiene como concepcin
heredada los tres grandes presupuestos
epistemolgicos siguientes, que implican a su
vez otros supuestos:(problema de la
fundamentacin). Desde la ciencia. moderna se
crey en la posibilidad de una fundamentacin
fuerte que permitiera al conocimiento
articularse a partir de un punto esttico
privilegiado y absoluto. Esa ciencia se afianz
sobre el punto de Arqumedes. Ese punto en la
ciencia se llamaba axioma, ley, principio,
estructura .de la naturaleza. Y ese punto no
estaba de ninguna manera afectado por las
contingencias del sujeto o del contexto.


La realidad externa es una incgnita y lo que la
ciencia conoce no es la realidad en s misma,
sino la realidad vista a travs de los lentes, o las
categoras, o los esquemas conceptuales previos.



El dato emprico no es un reflejo limpio de la
realidad y no puede dar cuenta de ella, de
manera suficiente, pues lo que afirmamos sobre
la realidad y el mismo dato emprico estn
mediados por los esquemas conceptuales del
sujeto (Kant) o de La comunidad (Kuhn).


La epistemologa contempornea va a fluctuar
entre estas dos grandes tradiciones segn como
se entienda el conocimiento emprico y la
intervencin de categoras o esquemas previos a
ese conocimiento emprico.


La escuela de Frankfurt tom como propia y que
encontr en la teora marxista, entendida como
teora crtica de la economa poltica.

Esta teora que adquiere el adjetivo de crtica,
tuvo que afirmarse frente a toda una tradicin
filosfica que haban expulsado a Hegel
del panorama, aunque tambin fue influida por
sus ideas.

La Teora Crtica de la sociedad se propuso
interpretar y actualizar la teora marxista
originaria segn su propio espritu, y de esta
forma entiende que el conocimiento no es una
simple reproduccin conceptual de los datos
objetivos de la realidad, sino una autntica
formacin y constitucin de la misma.

La Teora Crtica se opone radicalmente a la
idea de teora pura que supone una separacin
entre el sujeto que contempla y la verdad
contemplada, e insiste en un conocimiento que
est mediado por la experiencia, por las praxis
concretas de una poca, como por los intereses
tericos y extra tericos que se mueven al
interior de las mismas.

3) Leer el cap. VII cultura de masas y posmodernidad

sintetizar: el comienzo del proceso globalizador iniciado en la modernidad con la conquista y
colonizacin de Amrica y sus extensiones actuales.

Desde su comienzo como utopa europea, bajo una comn denominacin de culturas que en gran
medida se desconocan entre si y territorios que hasta entonces nadie haba soado como unidad,
Amrica estuvo sometida a una gran influencia de occidente. No fue producto de una libre opcin,
sino de una imposicin colonial. Vimos cmo, desde comienzos del siglo XIX, fue creciendo
lentamente la idea de que la regin que se extenda al sur del rio Bravo conformaba una entidad
cultural diferenciada de Europa y tambin de Estados Unidos. La invasin de modelos ajenos, lejos de
atemperarse con el tiempo, se fortaleci, y en especial desde que empez a sentirse en lo cultural la
presencia de un proceso globalizador se alimenta de un pensamiento nico que rechaza toda
alteridad, y sobre todo cuando sta pretende salir del inocuo circo de las etnicidades.
Es justamente esta difcil coyuntura lo que nos urge a replantearnos de un modo ms profundo el
problema de la identidad. La decisin de crear una nueva civilizacin americana ya no es tan solo un
acto de fidelidad con nuestra verdadera historia, sino tambin la mejor forma de no como propia la
enfermedad del modelo occidental dominante, que se entreg a la sociedad de consumo y la cultura de
masas, traicionando as, como se dijo, el legado filosfico de la modernidad. Situndonos en nuestro
propio proceso, seremos adems fieles a la misma humanidad, a sus conquistas ms valiosas, a las que
la cultura de masas socava y destruye de un modo irresponsable, poniendo incluso en peligro hasta la
supervivencia de la especie.

Caracterizar: la nueva mutacin antropolgica: homo consumen tan diferente al homo
sapiens.

Los extremos que ha llegado la cultura de masas y la sociedad posmoderna son: su acelerada
imposicin de un tipo humano indito, tildado de light y cool, nos coloca ante una verdadera mutacin
antropolgica
Homo consumen es:
1) El hombre que est rodeado de objetos,
2) Estos objetos pierden carga cultural,
3) Pierden carga espiritual,
4) Desaparecen bajo un consumo voraz.
5) Afirma que lo consume un status social.
Homo sapiens-sapiens es:
1) Hombre de profundo conocimiento.
2) Hombre que tiene metas cientficas y humanistas.
3) Defiende la cultura.

El hombre est ms rodeado por objetos que por sus congneres, con el agravante de que esos objetos
han perdido la carga cultural que tenan antes, sus significados espirituales, para desaparecer bajo un
consumo voraz y afirmar en el que lo consume un status social.

Registrar: los principales conceptos que definen y caracterizan la llamada Revolucin del
consumo.

Revolucin del consumo: ha hecho estallar no solo a la sociedad, sino tambin a la base racional para
conciliar los diversos sectores.
Los principales conceptos que define y caracteriza la revolucin del consumo son:
La productividad y la rentabilidad crecen, las corporaciones liquidan jugosos beneficios, pero en la
mayora aumenta la desocupacin y la desesperanza. El Progreso se aleja cada vez ms del hombre,
volvindose ajeno a los dems dramas de todo tipo, sociales y ecolgicos.
El sueo de la abundancia, construido en el derecho de unos pocos, termin legitimando un orden de
privilegios y de dominacin, que se impone, ms que con ejrcitos y policas, con el vaciamiento de
la cultura y de la poltica.
El consumo puede ser analizado como proceso de significacin y de comunicacin, pues deviene un
sistema de cambios y el equivalente de un lenguaje; tambin como un proceso de clasificacin y de
diferenciacin social.
El consumo aparece en Estados Unidos en los aos 20, como una tendencia creciente de orientar hacia
este hecho el eje de una sociedad estructurada sobre la produccin y el ahorro.
El consumo no es ms que la universalizacin del american way of life.


Los inventos de la cultura del consumo: el shopping center los no lugares, el nuevo
individuoestos temas se amplan con la mirada de Beatriz Serlo (abundancia y pobreza) que
habla del funcionamiento del shopping en la ciudad:

El shopping-center es un simulacro de la ciudad de servicios en miniatura, donde todos los extremos
de lo urbano han sido liquidados: la intemperie, que los pasajes y las arcadas del siglo XIX solo
interrumpan sin anular los ruidos, que no respondan a una programacin unificada; el claroscuro,
que es producto de la colisin de luces diferentes, opuestas, que disputan se refuerzan o, simplemente,
se ignoran unas a otras; la gran escala producida por los edificios de varios pisos, las dobles y triples
elevaciones de los cines y teatros.
Hoy el shopping no se recorre de una punta a la otra, como si fuera una calle o una galera; el
shopping tiene que caminarse con la decisin de aceptar, aunque no siempre. Aunque no del todo, las
trampas del azar. Los que no aceptan estas trampas alteran la ley espacial, del shopping, en cuyo
tablero los avances, los retrocesos las repeticiones no buscadas son una estrategia de venta; responde a
un ordenamiento total pero, al mismo tiempo, debe dar una idea de libre recorrido: se trata de la
ordenada deriva del mercado.
El shopping tiene una relacin indiferente con la ciudad que lo rodea: esa ciudad siempre es el espacio
exterior, bajo la forma de autopista con villa miseria al lado, gran avenida, barrio suburbano o
peatonal. La ciudad no existe para el shopping, que ha sido construido para reemplazar a la ciudad.
Por eso, olvida lo que lo rodea: no solo cierra su recinto a las vistas de afuera, sino que irrumpe, como
cado del cielo, en una manzana de la ciudad a la que ignora; o es depositado en medio de un baldo al
lado de una autopista, donde no hay pasado urbano.
El shopping es todo futuro: construye nuevos hbitos, se convierte en punto de referencia, acomoda la
ciudad a su presencia, acostumbra a la gente a funcionar en el shopping.
La ciudadana se construye en el mercado y, en consecuencia los shoppings pueden ser vistos como
los monumentos de un nuevo civismo: gora, templo y mercado como en los foros de la vieja Italia
Romana.
El shopping ofrece su modelo de ciudad de servicios miniaturizada, que se independiza
soberanamente de las tradiciones y de su entorno.
El shopping sufre una amnesia necesaria a la buena marcha de sus negocios, porque si las huellas de
la historia fueran demasiado evidentes y superaran la funcin decorativa, vivira un conflicto de
funciones y sentidos: para el shopping la nica maquina semitica es la de propio proyecto.
Es un artefacto perfectamente adecuado a la hiptesis del nomadismo contemporneo: cualquiera que
haya usado alguna vez un shopping puede usar otro, en una ciudad diferente y extraa de la que ni
siquiera conozca la lengua o las costumbres. Las masas temporariamente nmades que se mueven
segn sus flujos del turismo encuentran en el shopping la dulzura del hogar donde se borran los
contratiempos de la diferencia y del malentendido.
El shopping produce una cultura extraterritorial de la que nadie puede sentirse excluido: incluso los
que menos consumen se manejan perfectamente en el shopping e inventan algunos usos no previstos
que la maquina tolera en la medida en que no dilapiden las energas que el shopping administra.
Su extraterritorialidad tiene ventajas para los ms pobres: ellos carecen de una ciudad limpia, segura,
con buenos servicios, transitable a todas horas. Viven en suburbios donde el Estado se ha retirado y la
pobreza impide que el mercado tome su lugar; soportan la crisis de las sociedades comunitarias y el
anecdotario cotidiano de la violencia.
En la otra punta del arco social, la extraterritorialidad del shopping podra afectar lo que los sectores
medios y altos consideran sus derechos; sin embargo, el uso segn das y franjas horarias impide la
colisin de stas dos pretensiones diferentes. Los pobres van los fines de semana cuando los menos
pobres y los ms ricos prefieren estar en otra parte. El mismo espacio cambia con las horas y los das
mostrando esa cualidad transicin que, segn algunas, marcaria a fuego el viraje de la posmodernidad.
El shopping presenta el espejo de una crisis del espacio pblico donde es difcil construir sentidos; y
el espejo devuelve una imagen invertida en la que fluye da y noche un ordenado torrente de
significantes.

La mirada del cuerpo y el concepto de belleza en el capitalismo actual: este tema se ampla
con la mirada de Beatriz Sarlo en el apartado marcado.

Somos libres, cada vez seremos ms libres para disear nuestro cuerpo: hoy la ciruga, maana la
gentica, vuelven o volvern reales todos los sueos.
La cultura suea, somos soados por los iconos de la cultura; somos soados por las tapas de las
revistas, los afiches, la publicidad, la moda; cada uno de nosotros encuentra un hilo que promete
conducir a algo profundamente personal; la inestabilidad de la sociedad moderna se compensa en el
hogar de los sueos, donde con retrasos de todos lados conseguimos manejar el lenguaje de nuestra
identidad social. La cultura nos suea como un cocido de retrasos, un collage de partes, un ensamble
nunca terminado del todo, donde podran reconocerse los aos en que cada pieza fue forjada, el lugar
donde vino, la pieza original que trata de imitar.
Las identidades, se dice, han estallado. En su lugar no est el vaco sino el mercado. Las ciencias
sociales descubren que la ciudadana tambin se ejerce el estado y que quien no puede realizar all sus
transacciones queda, por as decirlo, fuera del mundo. Fragmentos de subjetividad se obtienen en esa
escena planetaria de circulacin, de la cual quedan excluidos los muy pobres. El mercado unifica,
selecciona y, adems, produce la ilusin de la diferencia a travs de los sentidos extramercantiles que
toman los objetos que se obtienen por el intercambio mercantil.
Hoy, no existe un territorio donde el mercado, en su imponente marea globalizadora, no este
plantando sus tiendas.
Se suean objetos que modificaran nuestros cuerpos y este es el sueo ms feliz y ms aterrador. El
deseo, que no ha encontrado un objeto que lo colme aunque solo sea
Transitoriamente, ha encontrado en la construccin de objetos a partir del propio cuerpo el non plus
ultra donde se unen dos mitos: belleza y juventud.
Se nos ofrecen objetos que alteran nuestro cuerpo: prtesis, sustancias sintticas, soportes artificiales,
que entran en el cuerpo durante intervenciones
Que lo modifican segn Las pautas de un desing que cambia cada quinqueo.
En el escenario pblico, los cuerpos deben adecuarse a la funcin perfecta, resistente a la vejes, que
antes se esperaba de las mercancas. Es necesario preguntarse que busca una sociedad en estos
avatares de la ingeniera corporal o desing de mercado.
En la sociedad posmoderna, el cuerpo es exaltado en la misma medida en que se reduce su capacidad
de proyeccin en la esfera de lo social. El fuego del deseo, que ha sido siempre un gran alimento del
arte, por las sutiles fantasas que genera, es sustituido por una exaltacin fra de lo sexual, que a la
postre no hace ms que desexualizar el cuerpo, lo que resulta harto evidente en los mensajes
publicitarios. Como apunta Baudrillard, el cuerpo humano deviene el ms bello objeto de consumo, al
que se siente liberado luego de un milenio de puritanismo. Pero se trata de una liberacin efmera,
pues tras sustraerlo de las antiguas represiones se lo somete a pautas estticas y dietticas muy
estrictas, que derivan hacia un culto narcisista. El no ajustarse a los exigentes modelos de feminidad,
de masculinidad y de elegancia apareja discriminacin y fracaso. El Mito del Placer sustituye al
placer, y crea estereotipos sensuales que acartonan y hasta caricaturizan la sensualidad real. La belleza
fsica termina desplazando a la belleza moral siempre privilegiada por el espiritualismo cristiano- y
hasta desvinculndose por completo de ella, por lo que el reino de este mundo paso a ser de los
casquivanos, cretinos y corruptos. Y lo poco que resta ya del alma es un botn que se disputan las
sectas en el triste mercado de las religiones, donde la iglesia que dispone de ms medios
electrnicos se erige en duea absoluta de la Verdad revelada.
O sea, tanto el cuerpo como el alma, en este capitalismo tardo han cado en la lgica de la mercanca.

Explicar: la nueva moral (ethos) que est vigente en la sociedad.

En la tica posmoderna, el deber se desvincula de la idea de sacrificio, tan cara no slo al espritu
del cristianismo y el capitalismo, sino tambin a la mayor parte de las religiones. Al crepsculo
del deber, ya estudiado por Lipovetsky, se aade una dilucin de todo conjunto de principios que
hace posible y significa la vida social. O sea, la cuestin va ms all del relajamiento moral, para
afectar el corazn mismo de la cultura y permitir as que sta sea devorada por el consumo. Es
justamente esta destruccin del ethos lo que permite la abolicin de la realidad, porque slo puede
ser real lo que posee un sentido. Lo que carece de l no es ms que una apariencia, una
simulacin, una neo-realidad. Como deca Castoriadis, el poltico integro, el artista desinteresado,
el pensador independiente han dejado de existir, y son reemplazados por el ciudadano aptico, por
la gente que trabaja slo por dinero. Resulta pattico ver al consumo intentar asumir el rol
fundamental de integrar a los individuos al cuerpo social, borrando por cierto las diferencias ms
urticantes y hasta falsificando con este fin la historia y soslayando los ros profundos de la
tradicin. Para ello, claro, hay que socavar toda conciencia, tarea de la que se encarga la
publicidad, imponiendo la cultura de masas y deificando al consumo. Se quiere hacer creer que
esos valores son universales, cuando de hecho no responden a ninguna tradicin, y en el mejor de
los casos sern un burdo remedo de los patrones de vida de los pases dominantes, con algn
elemento de sabor local al que se le asigna, una funcin legitimante. Alguien ha llamado a esto el
imperialismo de lo universal.


Cierre: la actitud que tendra que tener Amrica Latina respecto de la cultura globalizadora (
cap. 7)

La decisin de crear una nueva civilizacin americana ya no es solo un acto de fidelidad con nuestra
verdadera historia, sino tambin la mejor forma de no asumir como propia la enfermedad del modelo
occidental dominante, que se entreg a la sociedad de consumo y la cultura de masas traicionando as,
como se dijo, el legado filosfico de la modernidad. Situndonos en nuestro propio proceso seremos
adems fieles a la misma humanidad, a sus conquistas ms valiosas, a la que la cultura de masas
socava y destruye de un mundo irresponsable, poniendo incluso en peligro hasta la supervivencia de
la especie.
No se trata, desde Amrica, de rechazar cierto tipo de posmodernidad y embarcarse en otra, pero s de
advertir que en el conjunto del pensamiento posmoderno de los pases centrales hay factores
convergentes con nuestro propsito y factores divergentes. Es decir, elementos que favorecen nuestra
emergencia civilizatoria, abriendo coyunturas y brindndonos incluso un refuerzo terico, y elementos
que no nos sirven en absoluto y debemos impedir que sigan creciendo en esta parte del mundo.
Podemos as expresar un no rotundo a la posmodernidad consumista, que hoy nos recoloniza
violentamente con sus modelos inhumanos; a la perdida de los sentidos y la destruccin de los sujetos
histricos y las identidades territoriales; a la que pretende acabar con toda utopa y abolir incluso la
dimensin del futuro, fundamental para cualquier proyecto y para la misma vida espiritual.
La filosofa americana se aleja hoy del racionalismo cartesiano y la metafsica, que jugaron siempre
como vallas para desalentar la emergencia de un pensamiento propio. La cada de los metadiscursos
totalizantes y excluyentes allana el camino al pluralismo cultural, al establecimiento de nuevos
paradigmas a partir de una reinterpretacin actualizadora de la tradicin.
Claro que esto, puesto en la balanza, resulta harto dbil para detener el proceso de manipulacin y
destruccin meditica de las culturas populares y todos nuestros sistemas simblicos, por lo que no
podemos quedarnos en el marco de dichas propuestas, conformndonos con una apropiacin y
adaptacin de lo ajeno. De lo que se trata es de repensar desde aqu el proyecto de la modernidad, de
rearmarlo por completo en funcin de nuestras necesidades y de nuestro proyecto histrico.

4) Que sugieren las historietas de quino, teniendo como referencia el marco conceptual trabajado?

1 historieta: sugiere que los miembros de familia Rosales, por su extraterritorialidad (cultura
producida por el shopping) viven en suburbios, carecen de una ciudad limpia, segura, con buenos
servicios, transitable a toda hora. El estado se ha retirado de estos lugares; soportan crisis de las
sociedades vecinas, el territorio de las seguridades comunitarias y el anecdotario cotidiano de la
violencia; mientras un mundo hipcrita rene distintos tipos de ong con la creencia que desde una
globalizacin de los problemas tenemos todo solucionado, mientras que la familia Rosales an espera
su inclusin social.
Quino en su historieta nos devela el triunfo de la corrupcin en la sociedad, a tal punto de ser juzgada
la honestidad como algo extrao y fuera de contexto.

2 historieta: sugiere que a partir del capitalismo las identidades estallaron, muestra como la
ciudadana se ejerce en el estado y que quien no puede realizar all sus transacciones quedan, por as
decirlo, fuera del mundo.
Quino nos ofrece la visin de cmo se vive y lo que provoca el capitalismo en distintas clases sociales
en las que la diferencia de status est dada por el consumismo.
Una parte de la sociedad est preocupada por banalidades relacionadas con el consumo en toda su
generalidad, mientras que hay otra parte de la sociedad que no solo no puede alcanzar ese consumo de
masas sino que no sabe si hoy tendr comida en su mesa. Estas son las consecuencias de un mundo
capitalista.

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