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Del Queer al Cuir: ostrannie geopoltica y epistmica desde el sur g-local
Dra. Sayak Valencia El Colef
Lost in translation o la dificultad de la traduccin al espaol del trmino queer Traduttore, traditore, reza un proverbio italiano, que literalmente significa: traductor, traidor, aunque, el sentido de la frase remite ms bien a que la traduccin traiciona o puede ser traicionera. En este texto no entraremos de lleno en los problemas de la traduccin per se. Sin embargo, el problema de la traduccin/traslacin del trmino queer no puede ser soslayado ya que ha resultado fundamental en los debates sobre el uso del mismo fuera de contextos anglfonos. (Revista Debate Feminista, 1997; Epps, 2008; Viteri et. al., 2011; Mogrovejo, 2012). Ahora bien, queer es un trmino de difcil traduccin, por ello, partiremos de la definicin que nos brinda la revista Debate Feminista: Queer podra ser traducido como: extrao, indispuesto, desfalleciente, chiflado, excntrico, estrafalario, estrambtico, sospechoso, misterioso, falso; mientras que queernes quiere decir algo as como rareza, extraeza, ridiculez. (Debate Feminista, 1997, p. IX). Como hemos mencionado, no profundizaremos en la cuestin lingstica de la traduccin del trmino, no obstante es fundamental buscar algunas posibles genealogas del mismo, para ello, en nuestro siguiente apartado abordaremos brevemente las races etimolgicas del queer. Etimologas (posibles) del trmino queer Como es bien sabido todo trmino contiene un archivo epistmico, racial, cultural, de clase, de gnero y geopoltico, por ello es necesario hablar brevemente de las posibles genealogas de la palabra queer. #
El Online Etymology Dictionay 1 sita el trmino a principios del siglo XVI y nos dice a propsito de ste que si bien su origen no es del todo rastreable, probablemente tiene raz germnica y se deriva del Bajo Alemn (dialecto Brunswick) quer que hace referencia a lo oblicuo, descentrado, torcido, perverso y raro, a su vez esta derivacin viene del Antiguo Alto Alemn twerh que significa oblicuo, el cual se desprende de la raz proto indoeuropea terkw es decir: dar vuelta, torcer, girar. El verbo torcer proviene del latn torquere, que significa propiamente "girar, dar la vuelta". Deriva de la raz tark- o tork-, que se piensa que puede ser una modificacin de otra raz ms antigua, tar-, que significa "mover", As pues, torcerse no es ms que moverse en giros, desvindose de la direccin originaria. 2 Es importante destacar este origen indoeuropeo que lo emparenta con el latn, al cual volveremos en prrafos siguientes para descentrar el pretendido copyright que pesa sobre el trmino por considerrsele de factura exclusivamente anglfona. En sus primeros registros escritos en lengua escocesa, que datan de 1500, queer hace referencia a lo extrao, peculiar y excntrico. Aunque, diversos desplazamientos semnticos y temporales harn que el trmino signifique tambin lo chocante, lo ridculo, lo tramposo (1790), as como estropear, arruinar (1812). Lo queer est marcado por una sospecha de perversin moral y es ms bien la huella de un fallo en la representacin lingstica que un simple adjetivo (Preciado, 2009). Sin embargo, no es hasta el siglo XX que el trmino se usa de forma despectiva para enunciar la homosexualidad masculina, la primera mencin en este sentido es de 1922 y el uso del trmino como sustantivo es de 1935. Algo que llama particularmente nuestra atencin es que a partir del siglo XIX el significado de queer describa tambin una dimensin econmica, rasgo que en nuestra poca resulta terriblemente actual por la precariedad tanto econmica y como existencial en las que viven las poblaciones queer a nivel g-local.
1 Recuperado de: http://www.etymonline.com/index.php?allowed_in_frame=0&search=queer&searchmode=none 2 Recuperado de: http://www.areopago.eu/index.php?topic=364.120;wap2 $
El Oxford English Dictionary 3 nos dice que en britnico coloquial estar in Queer Street (en la calle Queer o en la calle de la Amargura) hace referencia a estar endeudado, tener problemas financieros. Aunque el significado del trmino se ha difundido y popularizado como marco de interpretacin en torno a las sexualidades disidentes y al gnero, consideramos que esta acepcin econmica no debe considerarse balad, ya que emparenta varias de las dimensiones polticas que articularon al movimiento queer, formado en un principio por los devenires minoritarios del tercermundo estadounidense. El origen del movimiento queer La circulacin de ciertos conceptos en el vocabulario tanto popular como acadmico obedece a unas circunstancias especficas y situadas. Sin embargo, la configuracin de una nomenclatura regularmente es posterior al fenmeno que busca enunciar, por tanto, considero necesario situarlo brevemente. El origen del movimiento queer o de las multitudes queer (para usar un trmino que refleje una multitud de cuerpos que se articulan como minoritarios dentro de las lgicas heteropatriarcales, racistas y clasistas) se origina como contestacin multitudinaria frente a una combinacin de factores econmicos, polticos y sociales que se conocen como reaganismo. Periodo en el cual los Estados Unidos estuvieron gobernados por la reaganoma 4
Reagan+economa, es decir las polticas econmicas ultraliberales impulsadas durante la dcada de los aos 80 por Ronald Reagan durante sus dos mandatos como presidente de 1980 a 1988. Dichas polticas tuvieron como objetivo principal dar protagonismo econmico a la iniciativa y la accin individual frente al Estado. Los cuatros pilares de esta poltica fueron, segn William A. Niskanen 5 : 1) reducir el crecimiento del gasto pblico; 2) reducir los tipos marginales de los impuestos que gravaban el trabajo y el capital; 3) Reducir la regulacin de la actividad econmica; 4) controlar la oferta monetaria y reducir la inflacin. Reagan redujo la tarifa del impuesto sobre la renta, logrando que estos disminuyeran notablemente, logrando que
3 Recuperado de: http://www.oxforddictionaries.com/definition/english/queer 4 Recuperado de: http://www.eco-finanzas.com/diccionario/R/REAGANOMIA.htm 5 Recuperado de: http://www.econlib.org/library/Enc1/Reaganomics.html %
pasaran de un 70% a un 28% en un periodo de siete aos. Hasta aqu las cifras suenan esperanzadoras si no fuera porque en el mismo periodo, y para compensar la medida anterior, Reagan aument los impuestos sobre las nminas, as como los tipos impositivos efectivos de la poblacin con menores ingresos para mantener la financiacin de la Seguridad Social. Medida que afect directa y severamente a las poblaciones pobres, racializadas, sexualmente minoritarias, migrantes y enfermxs de SIDA en muchos casos, estas poblaciones encarnaban de manera interseccional todas esas variables. Las consecuencias de la implantacin del reaganismo y su proyecto conservador- neoliberalista (que ahora conocemos como globalizacin), fueron: la movilizacin multitudinaria de poblaciones aparentemente dispares que salieron a protestar al espacio pblico durante la dcada de los aos 80. Dichas multitudes, integradas en su mayora por las feministas lesbianas chicanas, afroamericanas y asitico-americanas, junto a muchos otrxs que formaban a parte del proletariado del feminismo y/o de la sexualidad que habitaban en tercer mundo estadounidense se encontraron en la necesidad de reconfigurar las resistencias crticas y activistas de luchas que se haban fraguado durante las dcadas de los 60 y 70 6 pero se diferenciaban de aquellas por hacer un ejercicio de (auto)crtica radical respecto al machismo y la homofobia que perviva al interior de movimientos identitarios como el Chicanismo o el Black Power. Encarnaron tambin la necesidad de pensar la interseccionalidad de las luchas 7 y se demarcaron de toda esencializacin identitaria, apostando por una desontologizacin del sujeto de la poltica de las identidades, afirmando que no hay una base natural (mujer, gay, etc.,) que pueda legitimar la accin poltica (Preciado, 2004, p.05). De esta multiplicidad de factores que articulaban a las multitudes queer, tambin es necesario destacar la emergencia del SIDA como pandemia estigmatizante que segregaba y
6 Ejemplos de estos movimientos son el Movimiento Chicano por los derechos civiles y el Movimiento afroamericano que tenia como finalidad dignificar la raza negra y cuyos representantes ms conocidos son Las Panteras Negras. 7 Esta articulacin conjunta de luchas que aparece planteada (aunque no con el nombre de interseccionalidad) en diversos textos por ejemplo: Politics of Being Queer escrito en 1969 por Paul Goodman (anarquista-marica) y tambin en el libro La Frontera/The New Mestiza de Gloria Anzalda publicado en 1987. &
criminalizaba de manera moralizante a los llamados grupos de riesgo: homosexuales, drogadictxs y prostitutas, a quienes se les negaba atencin mdica. En contestacin surgen grupos de accin directa como ACT UP (AIDS Coalition to Unleash Power). 8
As, el movimiento queer, como agenciamiento popular, reivindic un modelo de poltica interseccional que rechaza las nociones de identidad monoltica y dicotmica: hombre/mujer, blanco/no blanco, heterosexual/homosexual. 9 Por tanto, rechazan definirse como mujeres, lesbianas u homosexuales para reivindicarse como sujetos queer es decir, como lo diferente, lo raro, lo minoritario, incluso lo precario. Puntualizando que esta nueva forma de poltica de lo minoritario no es exclusiva la disidencia sexual sino que en ella se articulan distintas luchas y alianzas estratgicas entre los feminismos no blancos, el poscolonialismo, el movimiento transgnero, la precariedad, etc. Alianzas capaces de crear agenciamientos inesperados, a travs de la reapropiacin de nomenclaturas estigmatizantes, cambiando el sujeto de enunciacin de las injurias y desactivndolas. Arrebatando el autoproclamado derecho del heteropatriarcado blanco para construir lenguaje, legitimidad y agenciamiento. De las multitudes queer a la teora queer Cmo un movimiento, tan heterogneo y necesario, pasa de tomar las calles a convertirse en un marco terico y epistemolgico? La versin oficial sita su uso terico en 1991 cuando Teresa de Lauretis, publica su emblemtico artculo Queer Theory. Lesbian and Gay Sexualities. en la revista Differences. 10
Sin embargo, y quiz en la misma lgica blanca del capitalismo acadmico, que invisibiliza lo
8 Pgina oficial de ACT UP: http://www.actupny.org/ 9 Identidades defendidas por el movimiento LGTB conservador, blanco y de clase media, como estrategia de asimilacin y normalizacin ante el orden heteropatriarcal, racista y clasista. 10 Lauretis, Teresa de (1991): Queer Theory. Lesbian and Gay Sexualities, Differences: a Journal of Feminist Cultural Studies 3, (2), pp.3-18. '
minoritario, no se considera como uso terico el que le da Gloria Anzalda en su libro La Frontera/Borderland, publicado en 1987. 11
Siguiendo la versin oficial: De Lauretis acua el trmino teora queer, para referirse a los movimientos sociales enunciados en prrafos anteriores, introducindolo por primera vez a la academia californiana y redimensionando con ello los Women Studies, as como los Gays and Lesbian Studies. A travs de dicha categora la autora rompe el ncleo duro de la identidad gay y lesbiana y muestra una serie de articulaciones y combinatorias donde: () las sexualidades gay y lesbiana pueden ser comprendidas e imaginadas como formas de resistencia a la homogenizacin cultural oponindose al discurso dominante por medio de otras disposiciones del sujeto cultural, () y articular los discursos y las prcticas de las homosexualidades en relacin con el gnero y la raza, as como las diferencias de clase o la cultura tnica, de generacin y de situacin geogrfica y sociopoltica (De Lauretis, 1991, pp. 17-18). Haciendo visibles, bajo el abanico epistemolgico de la teora queer, una serie de combinatorias y alianzas que estaban aconteciendo en el espacio social de la dcada y que dialogan tambin con otras crticas hechas por las feministas de color de los Estados Unidos contra el feminismo blanco e institucional 12 . As, De Lauretis bajo una ptica crtica y deconstructivista conect su visin acadmica en dilogo con figuras como Foucault, Wittig, Derrida, Rich, Rubin y Butler con las revueltas populares conformadas por las multitudes queer y redefini al sujeto del feminismo y de la disidencia sexual como excntricos y en nomadismo autocrtico constante. Para la autora, la importancia medular de esta nomenclatura radicaba en este ejercicio de autocrtica y des-identificacin que luchaba contra el poder. 13
11 Ni tampoco se considera lo dicho por Cherrie Moraga en su ensayo Queer Aztlan: the reformation of a chicano tribe. Cuya primera versin data de 1992. Para consultar el texto integro: http://www.hist.umn.edu/hist1302/Readings/Moraga%20Readings.pdf 12 Para profundizar en estos dilogos e influencias del pensamiento de las feministas del tercermundo estadounidense es revsese el libro: These Bridge call my back 13 En 1994, Teresa De Lauretis se deslind pblicamente de la Teora Queer por considerar que se sta haba sido reapropiada y banalizada por el capitalismo y convertido en uno ms de los nichos del mercado rosa. (
Tras su aparicin en el marco acadmico estadounidense, a partir de la dcada de los 90, la Teora Queer se vuelve un hot topic de la investigacin sobre sexualidades, para despus internacionalizarse con figuras como Judith Butler, Eve Kosofsky Sedgwick, Judith Halberstam, David Halperin, etc. Sin embargo, en este breve ensayo no profundizaremos en los trabajos de estxs autorxs, ya que su trabajo en este campo es de sobra conocido. Sin embargo, desarrollaremos unos breves apuntes sobre las aportaciones de Judith Butler para situarnos mejor y para poder continuar hacia el devenir del trmino queer y su transformacin geopolticamente situada en el sur: cuir, que es el tema central que nos ocupa. Quiz de lxs autorxs que se dedican al estudio y fundamentacin de la teora queer, la ms conocida e influyente sea Judith Butler. Este hecho no es casual ya que las aportaciones de Butler referentes al feminismo y a la sexualidad pueden ser sealadas, a nivel epistemolgico, como giros copernicanos. En 1990 public El gnero en disputa. Feminismo y la subversin de la identidad, el cual fue una ruptura con la idea tradicional sobre la relacin unidireccional, hasta ese momento incuestionable, entre sexo biolgico, gnero y preferencia sexual. En este libro Butler rompe con la idea esencialista de que el sexo biolgico es algo natural e idntico al gnero y sita al sexo en las condiciones socio histricas que lo producen dentro de un sistema dicotmico marcado por la normativa de gnero. Para ello, propone al gnero como una construccin social no siempre en concordancia con el sexo ni con la heterosexualidad obligatoria. Lo cual lleva a la perspectiva feminista a replantear sus supuestos, y entender que las mujeres, ms que un sujeto colectivo dado por hecho, era un significante poltico. Es importante destacar que Butler no quiere decir que el sexo no exista, ni se trata de negar la materia del cuerpo en pos de un constructivismo radical, su intencin es ms bien resaltar que el acceso directo a la materialidad del cuerpo no es posible, ya que esta mediado por un imaginario social y cultural que construyen marcos para su decodificacin dentro de unos cdigos de inteligibilidad ya pactados dentro de discursos, prcticas y normas con raz heteropatriarcal.
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A partir de esta desencializacin radical de la triada fundamental ente sexo (xx/xy), gnero (m/f) y preferencia sexual (heterosexual/homosexual), Judith Butler, propone el concepto de performatividad de gnero como una forma de explicar el movimiento relacional de naturalizacin artificial que se exige al sujeto individual para producir y reafirmar la correspondencia entre sexo, gnero y sexualidad, una alineacin ideal que en realidad es cuestionada por la singularidad de forma constante y falla permanentemente. As, Butler a travs de una brillante lectura y reconfiguracin de lo performativo, propuesto por el filosofo J. L. Austin, 14 explica mediante esta figura del lenguaje una coreografa social que hace del gnero una actuacin reiterada y obligatoria en funcin de unas normas sociales que nos exceden. Consideramos necesario hacer hincapi en este concepto pues es uno de los ms difundidos y malinterpretados del aparato crtico de Butler, pues se tiende a considerar sinnimo de performance, sin embargo, esta asimilacin no es del todo correcta, ya que aunque ambas compartan la nocin de actuacin/desempeo de un rol y/o la escenificacin de una circunstancia, la diferencia entre ambos conceptos radica en que en la performatividad que Butler propone esta signada como una actuacin que debemos encarnar para participar de la coreografa social del gnero que cuenta con un sistema de recompensas o castigos segn nuestro desempeo en la reproduccin del rol que nos ha sido asignado socialmente. O dicho en palabras de la autora: Cuando actuamos, y nosotros actuamos polticamente, lo hacemos ya con una serie de normas que estn actuando sobre nosotros, y en maneras que no siempre conocemos. Cuando actuamos, en caso de que sea posible, a travs de la subversin o la resistencia, no lo hacemos porque seamos sujetos soberanos, sino porque hay una serie de normas histricas que convergen hacia el lugar de nuestra personalidad corporizada y que permite posibilidades de actuacin (Butler, 2008, p. 334). Como vemos en la cita, la performatividad del gnero no es un hecho aislado de su contexto sino una reiteracin continuada y constante en la que la normativa de gnero se negocia.
14 Quin a travs de su reflexin y clasificacin de los enunciados en ilocutorios, perlocutorios y performativos, explica que estos ltimos, se caracterizan por tener la capacidad de crear aquello que enuncian. Es decir, reconoce y clarifica las estructuras de autoridad que atraviesan al lenguaje para construir realidad. Para profundizar sobre el tema: Austin, John.(1998) Cmo hacer cosas con palabras. Paids Studio, Barcelona. *
En la performatividad del gnero, el sujeto no es el dueo de su gnero, y no realiza simplemente la performance que ms le convence, sino que se ve obligado a actuar el gnero en funcin de una normativa genrica que promueve y legitima o sanciona y excluye: () cometeramos un error si pensamos que podemos rehacer nuestro gnero o reconstruir nuestra sexualidad sobre las bases de una decisin deliberada. Incluso cuando decidimos cambiar de gnero, o producir un gnero, lo hacemos sobre las bases de deseos muy poderosos que nos hacen tomar esa decisin. No somos precisamente nosotros quienes elegimos esos deseos (Butler, 2009, p.334).
La performatividad no categoriza la identidad como un elemento de quita y pon sino como actos que con su repeticin cotidiana construyen y reafirman cierto status quo. No obstante, ello no supone una resignacin sumisa, por el contrario: sin duda podemos y debemos intentar discernir varias estrategias que pueden competir con las normas dominantes de gnero y esas estrategias son esenciales para cualquier poltica radical de gnero y sexualidad (Butler, 2009, p. 334). As, la performatividad como herramienta de insurgencia y disidencia critica tambin puede hacer usos subversivos del gnero tal como nos muestran las multitudes queer, que no se adscriben ni se resignan a la desarticulacin y exclusin como efectos de la injuria, y crean nuevas categoras, nuevas representaciones, actuaciones para parodiar los sistemas de representacin y legitimidad en un mundo heterosexual, blanco y rico 15 , donde cualquier desobediencia de gnero, raza y disidencia sexual son modos de desafiar el despliegue de las formas coloniales y subalternizantes del proyecto de la modernidad/colonial que se instaura cotidianamente en nuestros cuerpos y geopolticas con intencin de fijar diferencias presumiblemente naturales y seguir reproduciendo el bucle de la violencia fsica, econmica, cultural y epistmica. Hasta aqu esta breve revisin sobre Butler.
15 Butler da un ejemplo de estas formas de subversin posibles al analizar el documental Paris is Burning. Esta es una pelcula documental del 1990 dirigida por Jennie Livingston. Filmada en la segunda mitad de los aos 80 relata el movimiento conocido como Drag ball (Cultura del Baile) en Nueva York y los sectores sociales ms implicados en l: gays latinos y afro-americanos, adems de la comunidad transgnero, todos ellos muchas veces envueltos en el riesgo de exclusin social y pobreza. Se le ha considerado, como una extraordinaria muestra del fin de la llamada "Edad Dorada" de los bailes drag en Nueva York, adems de una delicada exploracin de los conflictos derivados de la raza, la clase social y el gnero en los Estados Unidos. (Green, 1993) Para ver documental completo ir a : http://www.youtube.com/watch?v=pWuzfIeTFAQ !+
Buscamos enfatizar que las multitudes queer y sus acciones directas e incluso tericas 16
trascienden la geopoltica del norte en la que se inscriben y activan de manera colectiva la desobediencia crtica del tercer mundo estadounidense frente a las formas subalternizantes del poder hegemnico; creando una coyuntura del desplazamiento geopoltico y epistmico de lo queer a lo cuir, puesto que la tercermundizacin como categora de enunciacin de los procesos de subalternizacin g-local, teje redes de intercambio y dialogo posible con el sur. Entendiendo este sur como un posicionamiento crtico y no slo como un emplazamiento geopoltico, donde, a causa de las lgicas impositivas del capitalismo voraz, el mundo y sus poblaciones estn deviniendo sur de forma acelerada. Mostrando que la tercermundizacin del primer mundo ya no es cuestin de mera geopoltica sino de una homologacin distpica, donde las consecuencias deshumanizantes y de explotacin, represin y vigilancia son un espacio compartido g-localmente y, al mismo tiempo, ciertas categoras como queer pueden viajar y transformase para explicitar realidades compartidas que acentan el comn de la insurreccin ante un contexto de vulneracin extrema. El copyright del trmino queer El uso del trmino queer en Latinoamrica ha desatado sendas polmicas y crticas por parte de algunxs tericxs latinoamericanxs como Norma Mogrovejo (2012) y norteamericanos como Brad Epps (2008). Ambos se oponen al uso del trmino aunque desde distintas perspectivas. Mogrovejo nos dice: () el uso de la palabra queer en ingls, en un contexto latinoamericano, suena fashion, ms elegante que los trminos peyorativos. Lo que nos lleva a una necesaria reflexin sobre la colonizacin de las lenguas de la occidentalizacin forzada que hablamos en Amrica; lenguas coloniales siempre dispuestas a encontrar ms fashion lo que se dice como importado aunque sea un insulto, a costa an de tergiversar el sentido de una lucha (Mogrovejo, 2012).
16 Es importante sealar las aportaciones tanto activista como tericas de escritoras del tercermundo estadounidense como: Cherrie Moraga, Gloria Anzalda, Pat Parker, Mitsuke Yamada, etc. Confrntense en: Moraga, Cherre y Ana Castillo (comp.), (1988) Esta puente, mi espalda. Voces de mujeres tercermundistas de los Estados Unidos. Ism, Press. San Francisco.
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La autora nos dice que frente a queer prefiere usar el trmino de disidencia sexual. A pesar de que consideramos importante su preocupacin por no invisibilizar ni descontextualizar las luchas de los movimientos sociales y que el trmino de disidencia sexual nos parece pertinente para hablar de ello, encontramos tambin que el discurso al que apela no tiene un rigor decolonial, ni en su forma argumentativa, ni en su contenido; ya que no articula una crtica profunda sobre el tema queer 17 , reducindolo a una suerte de moda acadmica e invisibilizando las luchas encarnadas por los devenires minoritarios del tercer mundo estadounidense que a travs de la reapropiacin de el insulto reconfiguraron nuevos sujetos polticos de la resistencia. O como argumenta Beatriz Preciado: El movimiento queer es post-homosexual y post-gay. Ya no se define con respecto a la nocin mdica de homosexualidad, pero tampoco se conforma con la reduccin de la identidad gay a un estilo de vida asequible dentro de la sociedad de consumo neoliberal. Se trata por tanto de un movimiento post-identitario: queer no es una identidad ms en el folklore multicultural, sino una posicin de crtica atenta a los procesos de exclusin y de marginalizacin que genera toda ficcin identitaria. El movimiento queer no es un movimiento de homosexuales ni de gays, sino de disidentes de gnero y sexuales que resisten frente a las normas que impone la sociedad heterosexual dominante, atento tambin a los procesos de normalizacin y de exclusin internos a la cultura gay: marginalizacin de las bolleras, de los cuerpos transexuales y transgnero, de los inmigrantes, de los trabajadores y trabajadoras sexuales (Preciado, 2009). Otro punto que resulta paradjico en la argumentacin de Mogrovejo es que utiliza una palabra extranjera: fashion para advertirnos del peligro de seguir colonizando nuestras lenguas al hacer uso del trmino queer. el trmino queer por ser extranjero es colonialista y el trmino fashion, no lo es? Por su parte Brad Epps, acadmico de la Universidad de Harvard, en su ensayo titulado: Retos, riesgos, pautas y promesas de la teora queer (Epps, 2008) se opone al uso del trmino queer para enunciar a los grupos de disidencia sexual en Latinoamrica. El argumento: La circulacin del trmino queer en contextos de habla hispana no refleja su peso lingstico, ya que ste slo es verificable en el marco anglfono donde la palabra tuvo una historia: la significacin injuriosa y homofbica que luego fue reapropiada y subvertida como modo de afirmacin poltica (Epps, 2008, p. 899).
17 Resulta necesario visibilizar que si la autora conoce tan excelsamente la teora queer y sus usos en la academia, es extrao que no conozca ni cite lo argumentado por Butler en su libro El gnero en disputa, donde como hemos visto en prrafos anteriores Judith Butler deja claro de manera rigurosa que queer no es una identidad de quita y pon ni se estructura por el capricho individual sino que lo plantea como una posibilidad de insurgencia poltica. !#
Sin embargo, esta apelacin al copyright o si se quiere a la perteneca geopoltica y cultural del trmino queer hecha por Epps, pese a que ste la presenta como una verdadera preocupacin por la descontextualizacin o recontextualizacin del trmino en otras geopolticas, puede situarse como una crtica poco actualizada del uso del trmino en Latinoamrica, dada la reconfiguracin epistmica y visual que supone el salto de queer a cuir, ste hace que el segundo trmino se enmarque como una palabra con su propia genealoga, cosa que argumentaremos ms adelante. Finalmente, si cayramos en la ingenuidad de posicionarnos desde una perspectiva purista, prcticamente ninguna palabra de las utilizadas en las lenguas dominantes, tradas por los conquistadores o fraguadas dentro de las academias y las ciencias seran terminologas confiables, ya que estaran enunciado realidades que no nos representan del todo. En un contexto mestizx y g-local como el nuestro todo atisbo de purismo es imposible. Por eso, mejor pensar en la migracin y la re significacin de los conceptos. Pensar los conceptos como entes viajeros, nos ayudar a mostrar el absurdo que supone ponderarlos como inamovibles y unidireccionales. O como afirma Mieke Bal: [] los conceptos no estn fijos, sino que viajan entre disciplinas, entre estudioso/as individuales, entre periodos histricos y entre comunidades acadmicas geogrficamente dispersas [] Entre los periodos histricos, el significado y el uso de los conceptos cambia radicalmente. [] la historia de los conceptos y sus sucesivos circuitos puede convertirse en un peso inerte si se le apoya de forma no crtica en el nombre de la tradicin. Pero tambin puede ser una fuerza extremadamente potente que activa los conceptos interactivos en lugar de constreirlos (Bal, 2009, pp.05-06). Por ello, afirmamos que el uso del trmino queer y su derivacin en cuir no obedece a un entusiasmo ingenuo que hunde sus races en los deseos de legitimacin a travs del consumo cultural y la exportacin de contenidos, sino que su intencin es tender puentes transnacionales de identificacin y afinidad que reconozcan y visibilicen la vulnerabilidad histricamente compartida; entre los procesos de minorizacin que emergieron como protesta crtica en el tercer mundo estadounidense a travs de las multitudes queer con los procesos de subalternizacin histrica que se implantaron en nuestros territorios a partir de la colonizacin y nuestros propios devenires minoritarios 18 y que se actualizan constantemente a travs de los
18 Es importante destacar que autores como Nstor Perlongher en Argentina, daban cuenta de stos en la misma poca que las multitudes queer de los Estados Unidos. Un ejemplo de ello se encuentra en Prosa Plebeya, libro !$
aparatos de produccin y verificacin de la razn blanca heteropatriarcal. La cual, hace uso activo de sus instituciones para ejercer de manera biopoltica y necropoltica el control sobre nuestros cuerpos, nuestros deseos y nuestros afectos. Cuir: ostranienie geopoltica y epistmica
Yo crec odiando el Sur. Haba que odiarlo y todos lo hicimos. El chiste de mi generacin era que nuestro arte marcial favorito era el Ai-ki-irse. Nos educaron para despreciar el lugar donde crecimos. Nos educaron para encontrarlo feo, chico, mezquino. Y sin embargo, cada vez que estoy perdido, vuelvo a l. Daniel Villalobos. El Sur. p. 130.
Al inicio de este texto, encontrbamos que una genealoga posible del termino queer lo emparentaba con el trmino latino torquere, es decir, torcer. Ahora bien, en este sentido, su devenir en cuir en el contexto latinoamericano se eslabona con esa demanda: darle una vuelta de tuerca ms a lo torcido. Probablemente, para muchos lector@s, esta torsin suene rebuscada y ftil, quiz suene como una barroquizacin innecesaria del trmino. A este respecto habr que recordar la palabras de Nstor Perlongher: [] el barroco es el arte ms escandalosamente antioccidental derivado del propio Occidente.[]Revolucionario por propia marginalidad, por su excentricidad, por su exceso, el barroco mantiene una frrea disputa con el racionalismo discursivo que se torna dominante en Occidente(Perlongher, 1997, pp.113-14). Y es en este resabio barroco, an vivo en el interior de nuestras lenguas sincrticas indgenas y coloniales, que surge la variacin cuir; no como innovacin individual o sectaria sino como nueva forma escritural que busca crear mltiples herramientas de agenciamiento a travs de polticas lingsticas que reflejen el inters colectivo de una geopoltica surea. Cuir se propone, entonces, como la derivacin fontica espaolizada (desviada/impropia), del trmino queer.
compilatorio de sus escritos sobre las polticas del deseo, la cuestin homosexual, la esttica neobarrosa, etc., publicados entre 1980 a 1992, mismo periodo en el que la insurgencia queer como movimiento poltico y ms tarde como taxonoma acadmica tomaba cuerpo y forma en la geografa estadounidense. !%
Desviacin que busca, por un lado, afirmarse como forma legtima y llena de significado geopoltico, 19 que reta a los sistemas de enunciacin hegemnica y a su auto-proclamada exclusividad de construir agenciamiento por medio del lenguaje, invitando a la apropiacin, recodificacin y desobediencia verbal; a la localizacin de la lengua con el propsito de escribir en otros trminos, ms oportunos al presente, que opongan resistencia verbal local exuberante y construyan un pidgin 20 interseccional que nos permita hablar en lenguas a la manera que propona Gloria Anzalda (1988). Cuir, busca, adems, visibilizar algunos usos estratgicos de la desobediencia epistmica, donde se proponen frente a las metodologas de enunciacin tradicional de la modernidad/colonial otras metodologas de corte decolonial que muestren las inquietudes discursivas ya existentes en las geopolticas sudacas y messtizxs g-locales en torno a la renovacin de los imaginarios de la insumisin social por medio de las prcticas (trans)feministas y de la disidencia sexual como prcticas pacificas de desobediencia civil organizada. En cuir existe una impronta crtica donde se muestra la simbiosis entre un imaginario simblico abigarrado, propio de la exuberancia de las culturas excoloniales y los lenguajes de la representacin de los devenires minoritarios, creando una especie de mosaico multicultural caleidoscpico, donde la violencia y la fiesta conviven de manera pnica (Trimegisto, 2013, p.05). El desplazamiento cuir nos habla tambin de un contenido geopoltico y una crtica radical no slo desde las periferias sexuales sino tambin desde las periferias econmicas, raciales, del gnero, de la diversidad corporal y funcional, que ya no resultan premisas
19 Por medio de la reapropiacin del estigma que pesa sobre las hablas castellanas como lenguas no autorizadas para la produccin de conocimiento, que las coloca como defectuosas o con acento frente a la pronunciacin correcta y anglfona del trmino queer. 20 El Oxford Dictionary lo define: A simplified form of speech that is usually a mixture of two or more languages, has a rudimentary grammar and vocabulary, is used for communication between groups speaking different languages, and is not spoken as a first or native language. Also called contact language. [Una forma simplificada de discurso que suele ser una mezcla de dos o ms idiomas, tiene una gramtica y un vocabulario rudimentario, se utiliza para la comunicacin entre grupos que hablan lenguas diferentes, y no se habla como lengua materna o nativa. Tambin se llama lenguaje de contactos.] Es decir, un lenguaje nuevo y de contacto que est a la altura de los acontecimientos en los contextos g-locales de precarizacin econmica y existencial. !&
desplazadas sino enclaves fundamentales en la conformacin de polticas de resistencia interseccional. Cuir visibiliza y da voz a unas polticas lingsticas de supervivencia y alianza de los trans/border/messtizx/marica/lesbiana/vestida/putx/tullidx. Cuir, representa una ostranienie (desfamiliarizacin) del trmino queer, es decir, una desautomatizacin de la mirada lectora y registra la inflexin geopoltica hacia el Sur y desde las periferias en contraofensiva a la epistemologa colonial y a la historiografa anglo-americana. As, el desplazamiento del queer al cuir refiere a un locus de enunciacin con inflexin decolonial, tanto ldica como crtica. Cuando hablamos de inflexin decolonial concordamos con las palabras de Nelson Maldonado, cuando habla de la descolonizacin y del giro decolonial: Nos referimos a lo que se puede considerar como un grito de espanto por parte de un sujeto viviente y donador de sentido ante la aparicin del mundo moderno/colonial que plantea la dispensabilidad de ciertos sujetos humanos como elemento constitutivo de su avance civilizatorio y de expansin global. La idea de descolonizacin tambin comprende el primer momento del giro des-colonial propiamente hablando. Este se trata de un cambio radical en la actitud del sujeto que confronta o es testigo de la expansin de este mundo de amos y esclavos. La actitud des-colonial nace cuando el grito de espanto ante el horror de la colonialidad se traduce en una postura crtica ante el mundo de la muerte colonial y en una bsqueda por la afirmacin de la vida de aquellos que son ms afectados por tal mundo. Estamos hablando pues de una transicin del horror a lo que se podra llamar, tomando la pista de la terica chicana Chela Sandoval, como amor des- colonial (2000). El surgimiento de la actitud des-colonial envuelve pues un estado afectivo que le es fundamental, a la vez que puede considerarse, tal y como lo hace claro el afro-caribeo Frantz Fanon en su Piel negra, mscaras blancas (1973), en principio de un tipo particular de filosofa y produccin terica (Maldonado, 2008, pp. 66-67) Esta perspectiva decolonial de la que habla Maldonado se manifiesta en que el uso de esta variacin se ha dado sobre todo en Latinoamrica; siendo Argentina (revista Ramn 99, 2010) y Chile (la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual, CUDS, 2006) quienes la han usado de manera ms asidua. Dicha forma escritural se acompaa de artivismo y activismo, planteados como una respuesta directa a las crticas y resistencias ya sealas en prrafos anteriores que tienen algunos tericxs tanto latinoamericanxs como estadounidenses a la importacin del trmino queer sin considerar sus contextos y trayectorias polticas. Ms all de estos debates y de la complejidad de la traduccin/translacin del trmino a otras geopolticas, es fundamental decir que cuir remite, sobretodo, a aquellxs que logran burlar !'
la unidirecionalidad interpretativa, ser ininteligibles a primera vista, aquellxs fuera de los modelos y marcos simples de la representacin hegemnica occidentalista y binaria. Aquellxs que no juegan el juego del Estado disciplinario contra el estado neoliberal, pues saben que ambos son engranes del mismo sistema heteropatriarcal y sangriento. Aquellxs que desenmascaran que tanto la conservacin como la destruccin de la corporalidad obedece a un sistema geopoltico que decide el reparto de la vulnerabilidad entre los cuerpos perifricos. El movimiento cuir es pues, un movimiento situado g-localmente, compuesto de multitudes que se oponen tanto a las instituciones polticas tradicionales (las cuales se presentan como soberanas y universalmente representativas) como a las epistemologas sexogenricas heterocentradas y de integridad corporal que dominan an la produccin de la poltica, la economa, la ciencia, el discurso, el gnero y la representacin de corporalidades estandarizadas. Finalmente, cuir es un movimiento de (auto)crtica y agenciamiento radical que hace alianzas con los (trans)feminismos y con las diversos procesos de minorizacin dados por etnia/raza, diversidad funcional, migracin, edad, clase, etc., y que reconoce los logros y la historiografa de otros movimientos de transformacin social, como las multitudes queer del tercer mundo estadounidense, as los diversos feminismos: indigenista, ecologista, ciberactivista, etc. En suma, cuir es un proyecto (geo)poltico y tico, no slo esttico y prosttico. Conclusin El desplazamiento del trmino queer al cuir, nos lleva a re-conceptualizar una filosofa poltica del activismo que refute la situacin actual de desigualdad global, dando continuidad a las luchas decoloniales y a la perspectiva transfeminista. Mostrando un medio de articulacin entre insurrecciones cotidianas, que proliferan en el paisaje miscelneo de las ciudades del capitalismo gore (Valencia, 2010), y temas relacionados con el uso subversivo de: el gnero, el lenguaje, la sexualidad, el racismo, la diversidad funcional, la pauperizacin, la ecologa, etc. Detonando la ortodoxia de lo que puede ser considerado actualmente como agenciamiento poltico. Referencias Austin, J. (1998) Cmo hacer cosas con palabras. Barcelona: Paids Studio. !(
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